Cartagena, junio 30 de 2012 Señores SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD (4-2012-036319) Ciudad Cordial saludo. A continuación presento denuncia por todas las arbitrariedades que el señor Fernando Gómez, Auditor médico de Coomeva EPS de la UBA Manga en la ciudad de Cartagena, ha cometido y sigue cometiendo en contra de la salud mis menores hijas discapacitadas, NATALIA y JULIANA BONFANTE LIZARAZO, en razón a los siguientes hechos: 1. Nos encontramos afiliados a la EPS COOMEVA, desde hace varios años. En la actualidad, tengo a mis dos hijas, NATALIA y JULIANA BONFANTE LIZARAZO, de tan sólo diez (10) años, quienes presentan las siguientes patologías: Parálisis Cerebral, Hipoxia Neonatal, Déficit Cognitivo, Retraso Psicomotor, Ventriculomegalia, Leucomalacia Periventricular, Catarata, Miopía, Astigmatismo, Anemia de Células Falciformes, Pie Aducto, Trastorno Psicomotor, Marcha Agazapada, Encefalopatía Crónica, Cuadriparesia, Retraso Mental Moderado, Trastorno Generalizado del Desarrollo, Retraso Psicomotor con Espasticidad leve en Miembros Inferiores y Deformidad durante la Marcha de Ambos Pies, (entre otros), Espectro Autista; efectos evidentes en su aprendizaje y en sus comportamientos –los cuales son inapropiados y no acordes con su edad cronológica-; así, presentan alteraciones en el tono muscular, retraso en el desarrollo motor, alteraciones en el lenguaje expresivo requiriendo apoyo para desarrollar habilidades básicas cotidianas como vestirse, bañarse, cepillarse los dientes, peinarse y controlar esfínteres-, por lo que necesitan el apoyo de las terapeutas para ir al baño. En cuanto a las habilidades cognitivas, necesitan apoyo para mantener la atención a estímulos que se le presenten, manifiestan dificultad en el procesamiento de la información y en el aprendizaje, no identifican situaciones de peligro y seguridad, y son dependientes de asistencia para ejecutar habilidades funcionales básicas de su vida cotidiana, diagnósticos emitidos por los Dres.: DANIEL CASTAÑO OSORIO, Neurólogo Infantil; JAIRO RODRÍGUEZ, Neuropediatra; ANA MARÍA ÁLVAREZ, Oftalmóloga Infantil; FLAVIO RICAURTE. Ortopeda; PILAR GARAVITO, Genetista; IRMA CARO CASTELLAR, Neuróloga Infantil; DIEGO ORTÍZ, Ortopeda; Johanna Acosta, Genetista Humana; (entre otros) y la Corporación ESCO, donde actualmente reciben terapias integrales. 2. En enero de 2012, abruptamente las retiró de la IPS ESCO, donde reciben terapias integrales bajo el método ABA desde el año 2006, remitiéndolas a la IPS Avanzamos -quienes no aplican el método ABA-, desacatando el fallo del Juzgado Décimo Civil Municipal de Cartagena, de fecha 3 de Abril de 2006, en el cual ordena a Coomeva continuar el tratamiento de terapia ABA y aconsejándome que interpusiera una nueva tutela para entregarme entonces la orden para ESCO. Resultado: Coomeva no entregó la orden de terapias de enero, febrero y parte de marzo de 2012, pese a que la IPS ESCO no interrumpió el tratamiento a mis menores hijas. En este tiempo, coloqué otra tutela y hasta el mes de marzo salió el fallo que les ordenó a Coomeva a expedir la orden para ESCO y los requerían para que en lo sucesivo, guardara estricto cumplimiento de lo establecido por la H. Corte Constitucional en lo referente al traslado de IPS de sus usuarios (…). 3. En febrero, negaron el transporte (que los obliga el fallo del Juzgado Tercero Penal para Adolescentes) a la Fundación Aluna en el Barrio Chile, para que mis gemelas asistan a las terapias de Equinoterapia, y negaron las órdenes de Hidroterapia para la Fundación Aluna y el transporte a esa misma entidad por esta otra terapia, aduciendo que “el transporte de las niñas Natalia y Juliana Bonfante Lizarazo hacia la IPS Avanzamos es cubierto dentro del contrato con esta entidad, por lo que los vales de transporte no son necesarios para este servicio y que para evitar costos excesivos de transporte al estado deciden enviar a las niñas a la IPS Avanzamos para que les brinden esas terapias”. Les informé que mis niñas no asisten y nunca han asistido a la IPS Avanzamos, no he recibido y no me pueden obligar a recibir las órdenes de servicio en esa IPS, y que los motivos que exponen en estas comunicaciones no tienen justificación tratándose de calidad en salud con relación a la que brinda la Fundación Aluna, y que, a costa de la salud e integridad de mis menores hijas, las envían para esa IPS “tratando de evitar excesivos costos de transporte al estado”, pero este ahorro sólo ocurre con el transporte de ellas ya que tienen a otros varios pacientes que asisten a la Fundación Aluna -en donde reciben este tipo de terapias-, y a quienes les entregan los vales de transporte requeridos sin ningún inconveniente. Resultado: a mis niñas no se les dieron terapias de Equino e Hidro durante el mes de febrero y parte de marzo de 2012, interrumpiéndoles su tratamiento y creando un retroceso en su rehabilitación. Por los diagnósticos de ellas, se perdió tiempo valioso debido a la no aplicación de todos sus tratamientos. 4. El día 29 de marzo, a mi hija JULIANA BONFANTE LIZARAZO, -quien fue operada de los ojos y le implantaron lentes intraoculares-, le fue ordenada por el médico tratante Dra. Ana María Álvarez, Pediatra Oftalmóloga, el medicamento Trazil y el Oflox por padecer de una conjuntivitis. Por ello, solicité el medicamento a Coomeva (acogiéndome al fallo del Juzgado Cuarto Civil Municipal de Cartagena que los obliga a entregármelo) la cual, a través de su auditor Médico, Fernando Gómez, negó la entrega de estos aduciendo que ese fallo de tutela no dice de marca comercial específica, lo cual es injusto y arbitrario de su parte atentando contra la salud de mi hija, ya que no puedo arriesgar a que se le dañe lo que se logró con la operación. Además, me entregó un listado de medicamentos de Coomeva para que se lo llevara a la Dra. Ana María Álvarez para que ella escogiera de este, intentando de ese modo influir en el concepto médico de esa profesional. Resultado: No me dio nunca la orden del medicamento y me dijo, de manera grosera, que entonces comprara yo el medicamento y que pasara la cuenta de cobro, negándose nuevamente a dar cumplimiento a lo ordenado por un Juez de la República y además, tergiversando un fallo. 5. El día 4 de mayo de 2012, solicité la orden de los cuidadores (que los obliga mediante el fallo del Juzgado Primero Penal del Circuito para Adolescentes de Cartagena) por el mes subsiguiente (mayo 4 a junio 4 de 2012), pero me informaron que debía llevar una orden médica para poder expedirla. Le mostré el fallo de la tutela el cual no supeditaba la orden del cuidador al médico tratante y que anteriormente ellos me entregaban la orden sin problema alguno ya que resulta en mis hijas un hecho cierto y obvio la discapacidad y la necesidad del cuidador. Insistí, pero no obtuve respuesta por escrito. Él me dijo verbalmente de manera amenazante que iba a hacer lo que estuviera a su alcance para quitarles el cuidador a mis niñas. Regresé el día lunes 7 del mismo mes, y por escrito el auditor Fernando Gómez, niega la entrega de dicha orden aduciendo que yo debía llevar la orden del médico tratante y aseverando que no le correspondía al Juez la prescripción del cuidador, sin tener en cuenta las consideraciones en el texto de la tutela. Resultado: Para hoy, ya mis niñas van a completar dos meses sin los cuidadores, razón por la cual interpuse un incidente de desacato con sanciones para Coomeva. 6. Para el 7 de junio, llevé las remisiones de las especialidades: Nutrición, Odontología, Fisiatría, Hematología, Exámenes de Laboratorio de sangre, Siquiatría, Ortopedia, Genética y Prueba Neurosicológica, para que expidieran las órdenes en el Instituto Roosevelt (Instituto especializado en Pediatría, Ortopedia y Rehabilitación Infantil -altamente cualificado a nivel nacional para pacientes con discapacidad-, entidad donde las vienen tratando de manera integral en la ciudad de Bogotá y con quienes tienen citas programadas de control (entre el 20 y 30 de junio de 2012) para la futura cirugía por ortopedia a realizarse luego de la valoración del Dr. Duplatt (Ortopeda Infantil). El auditor, Fernando Gómez, nuevamente se negó a entregar las órdenes de estas citas de control aduciendo en un escrito que los servicios solicitados van a ser prestados en la ciudad de Cartagena y Barranquilla donde cuentan con esos profesionales y para disminuir los desplazamientos de las menores y que los tratamientos iniciales fueron realizados con éxito en el Instituto Roosevelt, pero que el seguimiento y los controles podían realizarse en esta ciudad. Le expliqué que a mis niñas les van a realizar una operación y que el ortopeda de Cartagena las remitió a Roosevelt para que fueran tratadas allá por el Dr. Duplat (Ortopeda Pediatra, especialista en Rehabilitación Infantil) en asocio con todas las otras especialidades, pero él me dijo de manera irrespetuosa que pusiera un desacato -tal y como siempre le aconseja a los padres de niños con discapacidades-, buscando siempre la dilación de la expedición de órdenes y atentando contra la salud de las niñas. Resultado: Mis niñas perdieron todas las citas programadas entre el 20 y el 30 de junio y lo que es peor aún, la cita para el 27 de junio con el Dr. Duplat, fundamental para sus operaciones, por lo que tuve que llamar al Instituto Roosevelt y reprogramada para el mes de octubre, lo que acarreará un retraso en el tratamiento de ellas. 7. Ante tanta negación injustificada y víctima de atropellos en innumerables ocasiones anteriores, fui a la oficina del auditor, pero esta vez lo hice acompañada por mi abogado, el papá de mis cuatro hijos, y mi hijo mayor. Le informé al auditor que estaba grabando la conversación. Quedaron registrados todos los abusos verbales y las amenazas a las que he sido sometida durante varios meses por el Sr. Gómez, las cuales le recordé en presencia de todos estos testigos. Resultado: Mi abogado tuvo que llamar a la policía para que interviniera ante tantas injusticias cometidas por ese auditor. También fue llamada una funcionaria de la procuraduría que se encontraba en ese momento en las instalaciones de Coomeva. Más tarde, la abogada de Coomeva, Liliana García, llegó, y luego, otra señora de nombre Yudi Cumplido junto con el director de la UBA manga. Les mostré los fallos de tutela que Fernando venía incumpliendo de manera reiterativa junto con las otras remisiones por escrito, y les manifesté todos los improperios, amenazas que me ha dicho con su habitual sarcasmo cada vez que me acercaba a su oficina desde hacía varios meses. Yudi Cumplido y Liliana García me dijeron que estudiarían el caso, y que se comunicarían conmigo, pero hasta el día de hoy no he recibido llamada alguna por parte de ellas. 8. El día 25, al acercarse la cita con el doctor Duplatt y al no haber recibido comunicación de Coomeva, interpuse una Acción de Tutela. El juzgado ordenó a Coomeva a dar inmediatamente recibieran el oficio, las órdenes de servicio y los tiquetes a Bogotá más el alojamiento. Al día siguiente, es decir, el 26 de junio estuve en Coomeva a las 8:40 A.M. en donde entregué una copia de ese fallo. Me informaron que en el transcurso del día se comunicarían conmigo, pero al no llamarme fui a Coomeva alrededor de las 4:00 P.M., donde la funcionaria, de nombre Maciely, quien entrega las pre-órdenes, los tiquetes y la autorización de hospedaje, me dijo que ella no tenía conocimiento, que en adelante me atendería Yudi Cumplido, y que fuera hasta donde ella. Me dirigí a su oficina y nadie abrió la puerta. Decidí entrar en la oficina del director de la UBA de Manga a quien le manifesté lo de la orden del juez y de la premura por lo de la cita para el día siguiente con el Dr. Duplat. Él me dijo que fuera otra vez a donde Maciely, quien a las 6:20 P.M., me entregó las pre-órdenes y una carta en la en la que me informan que 8 horas no eran suficientes para expedirme los tiquetes aéreos –lo cual es falso ya que por razones similares o demora en la expedición, autorización y entrega de órdenes de servicio ya han entregado en un tiempo aún menor-, y que los comprara yo que autorizaban el rembolso. Resultado: Nuevamente, Coomeva incumple una orden de un juez y mis niñas perdieron la cita de control con el ortopeda, quien de acuerdo con la valoración, programaría la operación de ellas; además, también perdieron las citas con nutrición, odontología, fisiatría, hematología y neurología pediátrica. Queda claro, por todas las negaciones anteriores, que Fernando Gómez, auditor de Coomeva EPS ha violado -y continúa haciéndolo- el derecho a la Igualdad, a la Salud, a la Integridad Física, y a la libre escogencia de las IPS, ya que de manera arbitraria y temeraria, en reiteradas ocasiones -expuestas anteriormente-, se negó a entregar las órdenes de servicios para ESCO, para Aluna (Hidroterapia e Hipoterapia), con sus correspondientes transportes, entidades a las cuales ellas han venido asistiendo desde el año 2006 y 2007, respectivamente y se niega a entregar las órdenes para medicamentos, para cuidadores y para la IPS Roosevelt, donde mis menores hijas ya han iniciado un tratamiento interdisciplinario. Me pregunto qué será lo próximo que ocurra, cuáles órdenes de servicio negarán, cuáles cirugías dilatará, cuánta burla más, cuánto sarcasmo más expresará, cuántos desacatos y tutelas más tendremos que interponer. Si así continúan las cosas, el sistema legal de Coomeva colapsará o tendrán que contratar un sinnúmero de abogados para responder tandas demandas y denuncias. También, ¿hasta cuándo debo estar en esta lucha contra las violaciones a los derechos de mis hijas –y muchos otros padres y usuarios más? ¿Qué más trabas pondrán en los papeles y trámites? ¿Qué deberé o deberemos hacer? ¿Hasta cuándo tendremos que recibir órdenes tardías? ¿Amarrarnos o encadenarnos en las puertas de Coomeva? ¿Hacer huelgas de hambre en lugares públicos? ¿Hacer huelgas en las instalaciones y gritarle al mundo de los abusos de Coomeva, y por ende, de las fallas en el sistema de salud de Colombia? ¿O quizás comenzar a recoger firmas a lo largo del país para que vean que el problema es serio? Me pregunto, ¿para qué entonces tantas propagandas en las que nos motivan e invitan a denunciar? ¿Acudir a ONGs nacionales e internacionales, o a la UNESCO, en su filial de Derechos Humanos para denunciarlos públicamente? ¿Entonces cómo están los derechos fundamentales de los colombianos que más protegidos deben estar: los niños, especialmente los discapacitados? ¿Qué pasa con los corazones y mentes de los administrativos? ¿Puede más el factor dinero –por los ahorros- que la salud de los menores? Y… ¿qué decir del cuentecito ese de que autorizan rembolsos, cuando en realidad lo que hacen es devolvernos las cuentas una vez las presentamos o colocarles toda clase de trabas para terminar no pagándolas?. También quiero manifestar que muchos usuarios hemos comentado que cada vez que nos acercamos, muchos de los funcionarios no contestan a nuestro saludo o a duras penas lo hacen y ni siquiera alzan la mirada cuando nos dirigimos a ellos. Y para entregar una orden tenemos que esperar hasta todo un día en sus instalaciones. Por lo anterior, y en cumplimiento de los fallos de tutela y a los derechos de mis menores hijas discapacitadas para la no interrupción injustificada de sus tratamientos, les solicito de manera comedida se sirvan interceder para que Coomeva cese la vulneración de los derechos de mis menores hijas NATALIA y JULIANA BONFANTE LIZARAZO y proceda a expedir las órdenes de servicio de Equinoterapia (como lo estuvieron haciendo hasta diciembre de 2011) y de Hidroterapia con el transporte para la Fundación Aluna; a que expidan las órdenes para las diferentes disciplinas médicas para el Instituto Roosevelt; la orden de los cuidadores y la orden de los medicamentos que requieran. Además, sería bueno oficiar al Consejo Superior de la Judicatura para que nos informe la estadística de desacatos por parte de las EPS y analizar el lugar que ocupa Coomeva en este. Por último, solicito comedidamente me informen del seguimiento de la denuncia con Rad. de recibido # 4-2012-012432, de marzo 1 de 2012, de la cual aún no he recibido respuesta. Atentamente, CONSUELO ISABEL LIZARAZO A. Madre de las menores NATALIA y JULIANA BONFANTE LIZARAZO C.C. No. 42.891.225 Envigado, Ant. Email: [email protected] c.c. Defensoría del Pueblo de Cartagena, Personería Distrital de Cartagena, Ministerio de Salud (15259 julio 4 de 2012), Procuraduría de Cartagena, Corte Suprema de Justicia, Coomeva Cali (2349952 julio 4 de 2012), Sí a Mis Derechos (SAMD-311 julio 4 de 2012).