Título: La lucha de las mujeres de El Palmar (Albufera de Valencia) por el igual acceso a los recursos. Autoría: Aida V. Estevan Universidad de Valencia [email protected] Telf. 659 16 00 33 Palabras clave: conflicto, desigualdad, cotidianidad, mediatización 1. RESUMEN El Palmar ha sido una isla de la Albufera de Valencia hasta mediados del siglo XX, lo que le ha conferido unas características particulares a su estructura social. Por su condición insular el principal medio de vida ha sido la pesca. La Comunidad de Pescadores de El Palmar es la institución que regula los puestos fijos de pesca de la Albufera. Es así como, desde hace más de 200 años que las relaciones de poder vienen condicionadas por aquellos que controlaban los recursos y como este poder se transmitía de padres a hijos varones, lo que implicaba una discriminación sexual de los medios de subsistencia. En los años 90, algunas mujeres se propusieron cambiar esta tradición e iniciaron el proceso legal en contra de la Comunidad de Pescadores de El Palmar para reclamar unos derechos que consideran legítimos y a los cuales estaban excluidas por el hecho de ser mujer. Esta iniciativa desencadenó un gran conflicto social en el pueblo puesto que dio lugar a la formación de dos bandos opuestos y con ello a una fractura social patente en la vida cotidiana de los individuos. 2. MARCO TEÓRICO En El Palmar ha tenido lugar un importante conflicto social que ha afectado a la práctica totalidad del pueblo como consecuencia del problema de la pesca. Si analizamos como dice Dahrendorf, el conflicto social como fuente de progreso, en El Palmar se ha superado una situación de discriminación a la mujer en el acceso a una institución que configuraba socialmente al pueblo, así pues la obtención del derecho de pertenencia y de transmisión del redolí lo podemos considerar como un gran progreso para las mujeres en particular y para la sociedad en general. Como analizaremos a lo largo de este trabajo, el conflicto ha afectado a la estructura social y ha alterado la distribución de poder. La sociedad de El Palmar se jerarquizaba socialmente en función de la pertenencia o no a la institución, siendo ésta controlada por unos pocos hombres que daba lugar a determinada configuración social, en cuya cúspide se situaban. Con la sentencia favorable a las mujeres, la Comunidad deja de ser una institución exclusiva para convertirse en una sociedad donde tengan espacio la mayoría de los habitantes de este pueblo. Así pues, se produce un progreso porque la institución, que es un espacio cerrado y restringido a las mujeres y descendientes de éstas, se abre. El hecho que el conflicto se haya trasladado de la esfera formal a la informal o privada, hace partícipes a todos los miembros de la sociedad y es por ello que afecta a la estructura social. El enquistamiento del problema radica en que está presente de forma manifiesta en la esfera privada y doméstica, es decir, está en la vida cotidiana. Se debe reseñar el libro la Albufera y sus hombres, de Sanmartín (1982) por ser el estudio antropológico más completo de la zona. Este antropólogo realiza un estudio en profundidad sobre la pesca y todo su mundo, centrándose especialmente en El Palmar. Analiza la reproducción social en este pueblo y su relación con la pesca, e ineludiblemente trata el tema de la Comunidad de Pescadores. Sanmartín hace un breve comentario sobre el papel de la mujer en la misma, pero bastante escueto, pues se centra más en su organización y funcionamiento. No obstante hay que tener en cuenta que el conflicto social que tratamos aquí tardaría dos décadas en hacer acto de presencia. 2 La prohibición del ingreso de las mujeres en la Comunidad de Pescadores se remonta al menos, a las actas del siglo XIX. En ellas se establece que no es costumbre que las mujeres pertenezcan a dicha institución u ostenten el redolí, por lo que la Comunidad se acoge al derecho consuetudinario para justificar la desigualdad. No obstante, como bien recoge Sanmartín, en casos puntuales la mujer ha sido transmisora de redolí, que no miembro de la Comunidad. Eran en casos específicos, generalmente por viudedad, y siempre se sometían al veredicto asambleario que rige en esta institución. Es habitual que las mujeres hayan recurrido a la vía judicial para reivindicar unos derechos que consideran fundamentales. La participación de la mujer se ha conseguido a golpe de sentencia (N. Maurandi)1, siendo emblemáticos los casos de los alardes de Euskadi o de los Moros y Cristianos de la provincia de Alicante. En muchos de los casos, esta es la única vía que les queda para obtener esos derechos, pues en todos los casos se intenta acceder según los modos normalizados de acceso. El objetivo es conseguir el mismo derecho a participar por lo que lo último que se pretende es crear un conflicto social, es por ello, que el recurso judicial es el último paso, porque situar el conflicto en la esfera formal es casi siempre fuente de conflicto. Estas "acciones" que reivindican espacios de poder, tanto simbólico como material, (Díez Mintegui, 2003) tienen como finalidad conseguir la igualdad y normalidad entre los ciudadanos y ciudadanas en su vida cotidiana. También es bastante habitual que las reivindicaciones las comiencen un reducido grupo y que poco a poco vayan obteniendo un mayor respaldo por parte de su comunidad, dando lugar así a una reivindicación colectiva. En el caso de El Palmar, este hecho se produjo, pero en mayor medida por agentes e instituciones foráneas que internas. Es decir, las cinco demandantes encontraron un gran apoyo desde instituciones y grupos a favor de la igualdad, la política o los medios de comunicación. Pero también es cierto que conforme aumentaba este apoyo aparecía en el seno de El Palmar un grupo de mujeres, constituidas entorno a la asociación de amas de casa Mujeres Independientes de El Palmar, que apoyaba a los pescadores –en la mayoría de casos estaban 1 laverdad.es, 20 de Mayo de 2005 3 emparentados- y poco a poco fue obteniendo poder y apoyo por parte de la sociedad palmareña. Así pues, ante la situación de dos asociaciones de amas de casa en un pueblo de menos de un millar de personas, estas dos agrupaciones se han apropiado del conflicto y lo han personificado, siendo los núcleos fuertes de acción. 4 3. HIPÓTESIS DE TRABAJO El conflicto se produce porque los dominantes, pescadores, son reticentes a la pérdida de control en el acceso a los recursos, y con ello del estatus derivado. Históricamente los hombres han controlado el acceso a los recursos productivos mediante la prohibición de la entrada de las mujeres en la Comunidad de Pescadores, que es la que otorga la transmisión del derecho a pesca. El conflicto social se feminiza. En la historia de este conflicto existe un punto de inflexión cuando las demandantes piden por vía penal su entrada en la Comunidad de Pescadores. En este momento, ante la posibilidad de encarcelamiento de los miembros de esta institución, es cuando el problema se intensifica y adquiere mayores proporciones en cuanto a inestabilidad y tensión social, porque el conflicto se traslada al ámbito privado y se sitúa en el plano personal, es decir, se hace cotidiano. La influencia de los medios de comunicación y de la clase política valenciana se traduce en una intensificación del conflicto. Estos medios son los que catapultan el conflicto y a sus protagonistas a la esfera pública y les sitúan en una dimensión superior que trasciende las fronteras del propio pueblo. Así pues, derivado de las hipótesis anteriores, el objetivo principal de este trabajo es ver como el conflicto derivado de la pesca ha influido en la vida cotidiana de las mujeres de El Palmar, atender a la situación y al papel desarrollado por las mujeres como parte integrante del conflicto. Así es que se ha realizado un análisis desde la perspectiva de género prestando especial interés a las mujeres de El Palmar, tanto a las de un lado como a las del otro, esto es, aproximarme a las experiencias vividas por las mujeres que iniciaron el proceso legal así como las mujeres que se han opuesto a estas demandas. Se pretende analizar como ha influido el conflicto y sus consecuencias a las mujeres. Es por ello que será necesaria una aproximación al mundo de la pesca en El Palmar y el papel de la mujer en ella. La finalidad de esta investigación es analizar como el control de los recursos productivos de este espacio y su transmisión han dado lugar a unas relaciones de poder específicas –de subordinación para la mujer. El análisis de los dos discursos será 5 interesante para ver y entender el conflicto así como el propio devenir del grupo a lo largo del proceso. El conflicto “de las mujeres de El Palmar” ha sido un tema recurrente en las conversaciones de muchos valencianos –de ciudad– a lo largo de estos últimos años. La politización y mediatización del que ha sido fruto este pueblo ha situado al conflicto en una dimensión mayor a la del propio espacio físico del mismo. Es por ello que ha sido interesante ver como la vulgarización del tema ha distorsionado el problema, ocultando tras una cortinad e humo aquello que realmente subyacía en el interior. Ahí es donde reside el interés de esta investigación, conocer el por qué de todo el proceso y ver sobre todo, como se ha producido y en qué ha desembocado. El objetivo es superar la imagen creada por los medios y conocer las razones ocultas. 6 4. METODOLOGÍA En la primera fase de la investigación se ha acudido a fuentes secundarias para contextualizar el tema a tratar. La bibliografía especializada referida a la zona es muy escasa, por este motivo ha sido necesario acudir a otras fuentes donde se han producido situaciones similares. Durante el proceso de recopilación y documentación sobre este conflicto ha sido necesario e interesante acudir a la literatura popular para obtener buenas narraciones sobre la vida y costumbres de los habitantes de la zona, siendo especialmente importantes las lecturas de grandes escritores valencianos como Blasco Ibáñez o Joan Fuster. A su vez, se ha realizado una exhaustiva búsqueda de material periodístico debido a la importancia que ha tenido este tema en los medios de comunicación valencianos. Se ha llevado a cabo un seguimiento de las noticias relativas a este tema en la prensa y en la televisión local así como de los reportajes que se ha realizado al respecto. Tras una primera fase de recopilación de datos, se dio paso a una segunda parte basada en la producción de datos y trabajo de campo. La investigación se ha realizado mediante entrevistas en profundidad a las protagonistas implicadas pues es necesario conocer el antes y el después del conflicto. Se han llevado a cabo entrevistas focalizadas que recojan las experiencias subjetivas de la gente participante. Han sido entrevistas semidirigidas intentando centrar toda la atención sobre el tema principal de la investigación. No obstante se dejaba cierta discrecionalidad al entrevistado para que pudiera hacer comentarios sobre temas relacionados con el conflicto que pudieran facilitar la comprensión de los diferentes significados. El guión de la entrevista se ha elaborado a partir del análisis de contenido y las hipótesis derivadas (Valles, 1997:184), siendo el eje vertebrado el conflicto derivado de la pesca y las repercusiones que éste ha tenido en la vida de los habitantes de El Palmar. Es un estudio generacional, es decir, se atiende a las explicaciones de mujeres representativas tanto de un bando como de otro así como de las diferentes generaciones, 7 para poder ver que ha supuesto el conflicto para cada una de ellas ya que la el valor que le puedan otorgar a los acontecimientos ocurridos es muy diferente. Al mismo tiempo en esta investigación se ha realizado trabajo de campo que ha permitido aproximarnos a la cotidianidad de la vida de las mujeres, sus relaciones, interacciones y actividades diversas propias de su realidad social, y ver como ésta ha sido influenciada o alterada a raíz del conflicto de la pesca. Esto se ha efectuado mediante la observación participante ya que permite observar y estudiar el acontecimiento siendo parte del mismo. Además de la vida cotidiana de las mujeres, también se ha hecho observación participante en los eventos significativos de esta comunidad como puede ser la Junta de Redolins, las fiestas patronales… puesto que son espacios directamente relacionados con la pesca y donde se puede observar claramente la fractura y el conflicto social del que son protagonistas. Siguiendo a Gutiérrez y Delgado (1994a:143)2 “la observación participante esta inevitablemente asociada a la práctica investigadora de los antropólogos sociales y culturales”. 2 En Vallés (1997, 145) 8 5. APROXIMACIÓN A LA REALIDAD SOCIAL DE EL PALMAR 5.1. Historia de un conflicto Como ya se ha dicho anteriormente, la actividad principal era la pesca, regulada por la Comunidad de Pescadores, cuya fundación se data en el siglo XVII pero el derecho a la pesca se remonta a los privilegios otorgados por Jaume I. La pertenencia a dicha institución daba derecho al puesto fijo de pesca, llamado redolí, de transmisión patrivirilineal, impidiendo el acceso de la mujer a la actividad económica principal y relegándola así a la dependencia económica. La mujer es excluida del derecho y de la transmisión del mismo, derivando de este hecho un estigma social que marcará a las mujeres de El Palmar por su condición de mujer. La Comunidad de Pescadores estratifica a la población en función de su pertenencia o no, es decir, aquellos que están dentro de la Comunidad son los dominantes porque tienen el control de los recursos y con ello el sustento de vida mientras que los que no pertenecen a la Comunidad son los dominados, que deben salir fuera del pueblo a buscar trabajo o quedar relegados a la dependencia económica respecto a los dominantes. La Comunidad aparece como agente regulador de la vida de los habitantes de El Palmar, pues se encargaba de la actividad de la pesca, proporcionaba el espacio para el médico del pueblo, para la escuela, para las fiestas, etc. Una de las entrevistadas la calificó como “la Comunidad era como el Ayuntamiento del pueblo” (entrevista 5). No obstante, a medidos de la década de los 90, un grupo de mujeres decidió emprender acciones legales contra la Comunidad de Pescadores porque entendían que estaban discriminadas por razón de sexo a la hora de ingresar y pertenecer a dicha institución. La disputa legal se inicia en 1997 cuando las mujeres presentan una demanda por la vía civil por discriminación por razón de sexo. En 1998 la Audiencia obliga a la 9 Comunidad a permitir el ingreso de estas mujeres y en 2005, un auto de la Audiencia reitera la sentencia y condena de nuevo a la Comunidad de Pescadores de El Palmar. El conflicto social se inicia entonces porque lo que parecía ser una pretensión débil y aislada se convirtió en una reivindicación a gran escala, con la clase política y los medios de comunicación interviniendo de primera mano en el asunto. 5.2. Análisis del conflicto La perspectiva analítica de la teoría de campos de Bourdieu es idónea a la hora de iniciar el análisis de esta situación, pues este autor sostiene que en cualquier espacio en el que se da una interacción entre los distintos campos sociales (económico, político, social, cultural). Los agentes luchan por acceder y controlar los recursos que les permitan mantener el poder. En este campo los agentes actúan en función de unas estrategias que se diseñan según a sus objetivos, observándose así diferentes actitudes y estrategias en el desarrollo de la lucha. Existen unas reglas de juego que deben cumplir estos agentes y actuar en base a ellas. Siguiendo esta teoría, el surgimiento de la Comunidad de Pescadores se entiende como una estrategia desarrollada por los dominantes para mantener el control y el poder del recurso escaso, la pesca. Con ella, los pescadores llevan a cabo una estrategia conservadora que les permite proteger ese control de los recursos y establecer una situación favorable para proteger esas condiciones privilegiadas. Así pues, situamos en el siglo XVII el origen de la desigualdad, cuando algunas familias se instalan de forma permanente en la isla y se funda la Comunidad de Pescadores de El Palmar como una institución formal que tiene como objetivo regular el derecho de pesca fija en el lago de la Albufera. Por tanto, si continuamos con Bourdieu, se puede clasificar a los diferentes grupos sociales de El Palmar en función de la correlación entre sexo y pesca, es decir, pertenencia a la Comunidad de Pescadores. El primero es el de los Dominantes– 10 Dominantes (DD), el de los pescadores que crean, a través de la Comunidad, unos mecanismos de exclusión que garantizan el control al acceso de los recursos. Este mecanismo se concreta en la transmisión patrivirilineal de los derechos de pesca, con lo que se aseguran que sólo los hombres tendrán el control y poder de ese derecho tan preciado. Las mujeres de los pescadores forman el grupo de los Dominantes-Dominados (D-d) porque tienen un estatus social que es percibido como superior por el resto de vecinos de El Palmar, pero que son dominadas porque son mujeres. En este grupo se engloban tanto a consortes, hijas como sobrinas. El grupo de los dominados-Dominantes (d-D) es el formado por aquellos hombres que han perdido o no tienen el acceso a la Comunidad de Pescadores. Este grupo deviene como dominado en relación con la pesca, porque están excluidos, pero son dominantes porque son hombres. Finalmente encontramos el grupo de las dominadas-dominadas (d-d), que es el formado por las demandantes y demás mujeres que han apoyado a este grupo, que tiene excluido el acceso a la Comunidad de Pescadores y son mujeres, por lo que conforman el grupo peor situado socialmente. Por tanto, es una doble discriminación basada directa e indirectamente en el hecho de ser mujer. Los distintos grupos analizados se situarían gráficamente de la siguiente manera: 11 D-d Mujeres de pescador Mujeres demandantes d-d D-D Hombres pescadores Hombres no pescadores d-D Elaboración propia Así pues, el grupo de dominados esta compuesto por las mujeres, que siendo hijas o nietas de pescador, pierden la posibilidad de transmitir (salvo excepciones) ese privilegio. También encontramos aquí a los hombres, hijos de éstas, que siendo nietos de pescadores han perdido su derecho y quedan excluidos del medio de producción. La socialización en El Palmar viene determinada por una estructura social derivada de la división sexual y social del trabajo en base al desigual acceso a los recursos. Nos referimos a división sexual del trabajo porque las mujeres quedan relegadas al ámbito privado y excluidas de la posibilidad de la pesca y por tanto devienen dependientes; y por otro lado, hablamos de división social del trabajo porque en base a la transmisión o no de ese derecho se vivirá de la pesca o no. Es decir, la estructura social del pueblo viene determinada por la pesca, más concretamente se deriva de la pertenencia o no a la Comunidad de Pescadores. Así pues, los estilos y modos de vida de los dominantes son interiorizados también por los dominados, lo que implica la reproducción del orden social. En el conflicto que estamos analizando no intervienen dos grupos únicamente, si no que coexisten con aquellos que se han mantenido más o menos neutrales al respecto. Este se compone especialmente de familias que perdieron su redolí hace varias 12 generaciones, por lo que tienen superada esa pérdida y su presencia en el conflicto es menos intensa. Cabe decir que en la transmisión del derecho de pesca existe una continuidad generacional, es decir, se hereda de padres a hijos. De lo observado en las entrevistas, para los pescadores el pueblo se divide en dos, pescadores y no pescadores, mientras que para los no pescadores el pueblo se divide en tres grupos, los pescadores, los no pescadores hijos de hija de pescador y los no pescadores sin ningún tipo de relación con la pesca. Aquí (posición de los no pescadores hijos de hija de pescador) podemos encontrar el sentimiento de no sentirse como el grupo más desfavorecido del pueblo, es decir, verse como un grupo con privilegios que les han sido arrebatados de forma injusta por una discriminación sexual. También es curioso ver como para este grupo la tradición (legitimación de los pescadores) no es lo importante, sino que lo es la discriminación que sufren por ser hijos de sus madres. Según dice Bourdieu, el resultado de la lucha supone que los dominantes impongan sus estilos de vida y que den lugar a un habitus, es decir, a la interiorización por parte de los individuos de esa sociedad de unas formas de vida, unos valores, unas prácticas etc. La mujer de finales del siglo XX ha sido capaz de reunir unos recursos y desarrollar unas estrategias que le van a permitir situarse en el campo de juego y aparecer como una seria amenaza al orden establecido. Se puede decir que estamos ante una lucha de igual a igual en el ámbito jurídico entre dominantes y dominados. Para ello, ha sido necesario que las mujeres se dieran cuenta de las posibilidades de acción ya que su estrategia y sus recursos parecen tener una importante base para lograr sus objetivos. Hay que decir que, según uno de los informadores, hará ya más de 40 años, hubo un movimiento similar de oposición al poder donde una mujer solicitó el ingreso a la Comunidad, pero debido al contexto en el que tuvo lugar el movimiento fracasó. Si seguimos con la explicación del habitus de Bourdieu aplicado al Palmar se puede decir que las mujeres deciden actuar en primer lugar contra ese habitus, es decir, contra la socialización (personificada) en el sentido que deben luchar contra su propia 13 tradición, creencia, historia y orden social. Por eso digo que el paso que dan las mujeres para plantearse la posibilidad de actuar es muy importante porque están poniendo en cuestión la estructura social del pueblo. En el momento que se dan cuenta que sí pueden enfrentarse a ese orden social, es cuando empieza la verdadera lucha por el control y apropiación de los recursos. La Asociación de Amas de Casa de Valencia, Tyrius, ha sido la gran impulsora económicamente hablando de esta movilización ya que las primeras mujeres (como se conocen en el pueblos les primeres) encontraron en esta asociación un gran respaldo para su causa. Tyrius se hizo cargo de gran parte de los gastos de abogados y procesos judiciales, que duran más de 10 años. Cabe remarcar en este momento la importancia decisiva que tuvo la política en este conflicto. La politización a la que se vieron expuestos los habitantes de El Palmar fue una de las causas que intensificaron el problema social. Todos los partidos políticos, así como sindicatos, asociaciones e instituciones varias apoyaron sin ningún tipo de duda la carrera de las mujeres demandantes en su lucha por la igualdad, pero la irresponsabilidad propia de la política y de los medios de comunicación no hizo más que acrecentar el conflicto social que estallaría en esos momentos. Uno de los agentes sociales intervinientes en el conflicto que ha sido determinante para el devenir del mismo ha sido la irrupción en escena de la alcaldesa de Valencia Rita Barberá. El hecho que la alcaldesa se posicionara a favor de las mujeres decantó “mediáticamente” la balanza, pues la elite política valenciana le siguió y esto se tradujo en un apoyo absoluto a la causa de las mujeres demandantes. Esta incondicionalidad por parte de la clase política ha sido uno de los agravantes del conflicto pues se traspasó la dimensión privada de los habitantes de El Palmar, para situarse en una dimensión pública a la vista de todos los ciudadanos, el problema interno se hacía visible gracias a la politización del mismo y la consecuente mediatización. La intercesión de la alcaldesa ha sido fundamental en el crispamiento de los ánimos porque en el año 1999 la Comunidad de Pescadores decidió no celebrar el Sorteo del Redolí, prorrogándose así los puestos de pesca del año anterior, a lo que Barberá respondió convocando por su cuenta un sorteo de Redolins auspiciado por el Ayuntamiento. La intromisión de la alcaldesa en el funcionamiento interno de la Comunidad aumentó la 14 crispación entre los pescadores. Finalmente el Tribunal Superior de Justicia falló a favor de la Comunidad por entender que el sorteo realizado por el Ayuntamiento no respondía a las medidas legales oportunas. Por lo que respecta a los medios de comunicación, como sabemos el tema tuvo un gran impacto en la opinión pública gracias a la prensa y la televisión que cubrió el desarrollo de este proceso. El posicionamiento de los medios de comunicación, así como de los partidos políticos locales, respondía más a una actitud de “lo políticamente correcto” que a un interés en el proceso, en las causas y motivos que impulsaban a unos y a otros a llevar a cabo esta pugna, sin tener en cuenta las consecuencias. Los medios recrean el conflicto, pues: “todo acto que contribuya a la reproducción de una estructura constituye también un acto de producción, una iniciativa nueva, y en cuanto a tal puede dar lugar a cambio alternado aquella estructura en el momento que reproduce del mismo modo que en el significado de las palabras cambia en el curso y por su uso” (Giddens3), con esto se quiere decir que la mediatización del conflicto afecta al desarrollo del mismo así como el propio devenir de los acontecimientos. El tema de la responsabilidad de los medios y de la política sería interesante traerlo a colación porque soy de la opinión que los medios de comunicación, especialmente los locales, han influido de forma muy negativa en el devenir del conflicto, pues ensalzaban a unos y estigmatizaban a otros. Como dice uno de los entrevistados “me donava vergonya dir que era de El Palmar, eh4” (entrevista 2). 5.3. El conflicto en la Vida cotidiana Como ya se ha dicho a lo largo de este trabajo, el conflicto se intensifica y los momentos de mayor fricción social se producen cuando éste deviene al ámbito privado, a la esfera personal. Basándonos en la dicotomía hombre/público y mujer/privado (Sánchez 84,), diremos que el hecho que un conflicto se sitúe en el ámbito privado hace a 3 En Nuño Gómez (1999, 157). 4 “me daba vergüenza decir que era de El Palmar, eh”” 15 la mujer protagonista, en un sentido o en otro, en tanto que esta relegada a este plano y lo tiene como propio. A raíz de ello, se crea una segunda asociaciones de amas de casa, Mujeres Independientes de El Palmar, donde tienen cabida todas aquellas mujeres que están a favor de los pescadores. En su mayoría están emparentadas directamente con éstos. A su vez, las dos asociaciones han contribuido a que el conflicto se haga cotidiano porque ha canalizado en su seno los diferentes discursos y ha reafirmado las posiciones de uno y otro “bando”. Estas dos asociaciones recogen a la mayoría de las mujeres de El Palmar, por lo que el conflicto esta presente de forma continuada y en casi todos los núcleos familiares, pues si las mujeres están incluidas en uno de los dos grupos, esto se refleja en el posicionamiento familiar respecto al problema. La importancia de la mujer en el conflicto se entiende en la siguiente frase extraída de una de las entrevistas realizadas: “porque gracias a Dios en mi familia no ha tocado el tema de pescador / no pescador porque la hermana de mi madre ha sido neutra, mi tío con su mujer no hemos tenido ningún problema, pero una prima hermana de mi madre con su hermano ha tenido…que se han dejado de ir en Navidades” (entrevista 4). En este nivel social intermedio, entre lo individual y lo colectivo, el conflicto se ha presentado de diferentes formas. Varias son las anécdotas que pueden reflejar la difícil situación vivida por las integrantes de estas asociaciones. Por ejemplo, se vivió la situación de acudir las dos asociaciones el mismo día al mismo evento y al mismo restaurante, pero de forma separada, cada una de ellas en un autobús diferente y a distinta hora. Además, según la informante “antes llenábamos el autobús, y ahora se cogen dos que quedan a la mitad, y además para ir al mismo sitio”. Otra anécdota representativa es el hecho que hay señoras que no acuden a determinados comercios por considerarse del “otro bando” y atravesar el pueblo con la compra, por no ir al comercio de la esquina. También se ha sentido este conflicto en la única Falla que hay en el pueblo, pues ésta era centro de reunión e interacción social pero en los años más duros de la crisis muchos de los socios se dieron de baja. El bando dominante en la falla era el de las mujeres, por lo que muchos pescadores con sus familias se desvincularon de esta asociación. 16 No obstante hay que decir que a pesar de estas anécdotas simpáticas, aunque dramáticas en cualquier caso, la situación ha cambiado mucho, pues se ha superado esa calma tensa hasta convertir el conflicto en un problema latente aunque con algunos estallidos puntuales. Un caso reciente, importante y duro, fue en el Sorteig del redolí de 2005. En este día se sortea el puesto de pesca fija para toda la temporada. El sorteo se realiza mediante la extracción de bolas donde pone el nombre del pescador y a continuación elige el lugar de pesca. Puesto que es la suerte la que determina(ba) el sustento de todo el año, el último puesto, a priori el peor, tenía la compensación de el pes, que consistía en determinado porcentaje de todo el pescado pesado en la lonja. Así pues, esa misma suerte quiso que ese año la última boleta contuviera el nombre de la única mujer que había depositado el redolí ese año y que a su vez era una de las cinco demandantes. Este hecho hizo que la velada acabara con abucheos e insultos en vez de con alegría y jolgorio. La violencia simbólica que se presentía y se sentía en el ambiente era muy fuerte, pues durante toda la celebración permaneció al final de la sala, de pie y pegada a la pared en vez de estar sentada en los bancos con el resto de compañeros pescadores. Este es un claro ejemplo del conflicto en la vida cotidiana de las mujeres de El Palmar, donde el inicio del proceso reivindicativo ha derivado en una estigmatización de estas mujeres ya que se les considera las culpables de la situación social de el Palmar. 17 6. CONCLUSIONES La restricción al acceso de los recursos por parte de los dominantes da lugar a una división sexual del trabajo que a la larga desemboca en un conflicto social, pues las mujeres son excluidas sistemáticamente del acceso al recurso escaso. Es una división sexual del trabajo porque los hombres serán los que se dediquen a la pesca y las mujeres se quedaran en el hogar, aunque si bien es cierto, algunas faenas como el tejido de redes, venta de género o trabajos agrícolas frecuentemente eran realizadas por éstas. También podemos decir que es una división social del trabajo porque existe una especialización entre los que son pescadores y los que no lo son y deben dedicarse a tareas diferentes, normalmente como asalariados y fuera de El Palmar. La estructura social viene determinada por la pertenencia a la Comunidad de Pescadores, pues ésta estaba presente en la sociedad palmareña como agente socializador en todos los ámbitos de la vida colectiva de este pueblo. Hay un cambio en la motivación para conseguir la pertenencia a la Comunidad de Pescadores, superando la dependencia económica en pro de la adscripción a un estatus social superior. Podemos decir que antiguamente las mujeres pertenecían a la Comunidad por necesidad, por lo que su situación era de total vulnerabilidad y de dependencia respecto al hombre, fuere padre, marido o hijo. Tras esta investigación, llego a la conclusión que las demandas de las mujeres no únicamente iban encaminadas para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres, sino que el motivo principal era conseguir adscribirse al estatus social que se deriva de la pertenencia a la Comunidad de Pescadores de El Palmar. El conflicto social se hace cotidiano, es decir, la estigmatización de las mujeres se hace presente en el día a día en la medida en que en la propia cotidianidad sale a la luz el conflicto de la pesca. Las mujeres, en tanto que dominadoras de la vida privada y por ello cotidiana, hacen como propio el conflicto y los discursos derivados del mismo. Los logros de la vía formal e informal no se corresponden, pues se ha conseguido legalmente el derecho de Redolí y sin embargo no se ha aceptado socialmente la 18 incorporación de la mujer a la Comunidad. Esta realidad es una constante en la historia de la lucha de los derechos para las mujeres. En un principio, para entrar en la Comunidad únicamente se debía ser hijo de pescador. A raíz de todo el proceso judicial, el mecanismo para entrar en la institución ha variado, pues ahora además de tener la condición de hijo de pescador o pescadora y que el progenitor esté dado de alta en la Comunidad, debe presentarse con el aval de dos socios y superar la votación de entrada en la institución, que se propone ante los miembros de la Comunidad, que son los que deciden la entrada o no en la misma. Así es que las mujeres demandantes, después obtener la sentencia favorable, se han encontrado con que el procedimiento de entrada se ha modificado, convirtiéndose en una estrategia de la Comunidad para seguir controlando el acceso a la misma. A pesar de esto, muchas de las mujeres que han estado a favor de la Comunidad a lo largo del proceso, han entrado fácilmente en la misma y gozan del mismo estatus que sus homólogos. Así pues, lo que en un principio era un conflicto sexual está derivando cada vez más en un conflicto social. La estructura social es menos rígida que en tiempos anteriores y por tanto la presión se diluye entre los nuevos modos de pensamiento actual. Con ello quiero decir que el conflicto ha influido en su mayoría a personas mayores de 35-40 años que se socializaron en el antiguo sistema social de El Palmar. Las generaciones más jóvenes han vivido este conflicto de forma más laxa que sus progenitores por lo que las disputas familiares o vecinales han tenido una menor repercusión en ellos. 19 7. BIBLIOGRAFÍA Blasco Ibáñez, V. (2005): Cañas y barro. Valencia, Alianza editorial. Bourdieu, P. (2000): La dominación masculina. Barcelona, Edicions 62, Claudín, V. (2006): Mar cerrado. Madrid, Mr ediciones. Díez Mintegui, C. (2003): “Tradiciones culturales y legitimación del poder masculino” en Gazeta de Antropología núm. 19. Fuster, J. (1993): L’Albufera de València, edicions Bromera. García, E. y Cabrejas, M. (1997): València, l’Albufera, l’Horta: Medi ambient i conflicte social. Universitat de València. García, E. y Cabreras, M. (1996): “Medio Ambiente y conflicto social: la Albufera de Valencia” en Política y Sociedad 23, Universitat de València, Madrid, páginas 75-97. García Ferrando, M., Ibáñez, J. y Alvira, F. (2003): El análisis de la realidad social: métodos y técnicas de investigación. Madrid, Alianza. Giner, S. y Lamo Espinosa, E. (2001): Diccionario de Ciencias Sociales. Madrid, Alianza. Juliano, D. (1998): Las que saben: subculturas de mujeres. Cuadernos inacabados, núm. 27, Editorial Horas y Horas. Nuño Gómez, L. (1999): Mujeres: de lo privado a lo público. Madrid, Tecnos. 20 Ortí, A. (1993). “La perspectiva cualitativa en la investigación social: el grupo de discusión y la entrevista abierta como prácticas concretas”. Materiales del Curso UNED Ávila, julio 1993. Perelló, F. (1999): “El trabajo de las mujeres: de la esfera de la reproducción a la esfera de la producción”. Master agentes de igualdad – Proyecto RAIM. Universitat de València. Sánchez Pérez, F (1990): La liturgia del espacio, Madrid, Nerea Sanmartín Arce, R. (1982): La Albufera y sus hombres. Madrid, Akal/Universia. Sztompka, P. (2004): Sociología del cambio social, Alianza Editorial, Madrid. Vallés Martínez, M. S. (1997): Técnicas cualitativas de investigación social: reflexión metodológica y práctica profesional, Madrid, Síntesis. 21