Cuando la soledad se hizo mi compañia capitulo 2

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Capitulo 2
“ningún conejo”
Zúan: -Apúrense que creo que vi uno por esos pinos
El monte no era muy empinado y se podía subir con facilidad, había un pinar muy
espeso y a medida que subíamos se notaba más y más un rio por el lado oeste
que allí cruzaba, era hermoso, casi mágico, seguíamos subiendo y se veía hacia
abajo, a la lejanía, el campamento haciéndose más difícil de ver a cada paso que
dábamos
Eria: -Zúan no nos alejemos tanto, podríamos perder el camino
Ernan: -Eria tiene razón, cualquier cambio del viento puede deformar la visión del
lugar y hacernos perder, además no sabemos que creaturas pueden haber por
aquí
Zúan: -baa.. ¿que se creen? ¿una cachorra y un osito de peluche? (decía Zúan
mientras revisaba entre los arbustos)
Zúan: -no me hagan reír, no nos vamos a alejar tanto, solo quiero encontrar un
conejo >:3
Camilo: -ee..e..eey chicos, espérenme, la nieve esta pesada y mis patas no son
buenas para la nieve pesada
Eria: -vamos Camilo ¿que no eres un zorro ártico?
Camilo: -lo soy… pero un zorro ártico de ciudad, la única naturaleza que conozco
es mi patio trasero y hasta eso es más que suficiente para mí
Eria: -jajaja tu quejoso como siempre, ven te ayudo *coloco mi brazo derecho atrás
de su espalda y trato de ayudarlo a subir*
Camilo: -tu ya tienes experiencia en esto
Eria: -ya me conoces si no estoy en el campo alambrando, estoy en el bosque
escalando arboles, me gusta el aire libre
Zúan: *levantado su guante y sacudiéndolo como un pañuelo en el aire* -¡¡Oigan!!
Encontré un agujero, ¡seguro hay uno aquí, vengan!
Eria: -que bien, creo que yo y Hernan vamos a poder dormir una siesta después
de todo
Hernan: -hay algo extraño en este agujero *se agacha y toca el borde del agujero*
no creo que alla un conejo aquí, la entrada está muy fría y hay mucha nieve
acumulada, por lo general los conejos mantienen la nieve lejos de la madriguera,
si hubo un conejo aquí fue hace algunos meses
Zúan: -que mal *se cruza de brazo y frunce el seño* yo quería comer conejo
Hernan: -bueno, siempre puedo equivocarme, quizá halla nevado recientemente y
conejo siga adentro, habría que echar un vistazo
Zúan: -¡yo tengo visión nocturna! *mete la cabezo en el agujero* uhmm, no
alcanzo a ver nada, pero parece que el agujero es más profundo, necesitamos a
alguien flaquito para entrar en el agujero
Creo que todos sabíamos en ese momento quien iba a ser obligado a entrar por
Zúan..
Zúan: -hoooo caaamiii.. :3 *gira la cabeza hacia Camilo y se deja ver una sonrisa
picara*
Camilo: -¿he? ¿yo?.. ¿Por qué yo? *da un paso hacia atrás ladeando la cabeza*
Zúan: -por favoooor.. eres del tamaño ideal, Eria es muy alta y ancha de hombros,
Hernan es muy robusto y yo no tolero el frio, tu eres perfecto para entrar, chiquito
y delgado :3
Camilo: -pero.. pero.. *sigh* ok… ¡pero me debes una!
Yo decidí entonces subir un poco más arriba e intentar ver el panorama mientras
Camilo se desliza por la madriguera, Hernan me seguía detrás
Hernan: -¿quieres subir a lo alto?
Eria: -si, quisiera ver hasta dónde llega ese rio, ¿me acompañas?
Hernan: -si eso quieres
Seguimos unos metros más arriba hasta lo que parecía ser lo más alto, pero no,
una colina rocosa se alzaba ante nosotros, pero al menos se podía ver el rio con
una mejor vista
Hernan: -ese rio parece estar congelado, se ve muy firme y no parece hondo,
¿que tal si mañana o pasado vamos a patinar? Mi tío dijo que quería quedarse
una semana en este lugar *bosteza y mira su reloj* son las 11:40 ya casi es hora
de comer, y luego me dormiré una buena siesta
Eria: -si.. ¿Cómo estarán esos dos? *giro la cabeza hacia abajo*
Zúan: -hey zorrito ¿encontraste algo?
Camilo: -te dije que no me llames así, no, no encontré nada.. Espera *rebusca con
la mano y agarra algo áspero y seco* encontré algo. Pero no es un conejo
Zúan: -¿Qué? ¿Qué es?.. ¿una serpiente? ¿una nutria? ¿algún brazo
desprendido? *jala de su pierna para sacarlo de la madriguera*
Camilo: -no no y por supuesto que no.. bueno.. *ve frente a sus ojos un guante
verde musgo con una gran mancha rojiza debajo del dedo pulgar* no es.. un brazo
desprendido pero espero que no tenga que ver esta mancha roja de aquí
Eria: -¿Qué pasa chicos? ¿qué encontraron?
Camilo: -Hernan tenía razón no hay ningún conejo allí abajo pero encontramos
este guante.. parece que tiene sangre
Hernan: -a veces el hierro de la tierra puede teñir los objetos de rojo.. pero esta
mancha es algo bastante peculiar, necesito verla con más detenimiento *bostezo*
pero antes voy a comer y a dormir.
Eria: -si no encontraron ningún conejo parece que estamos obligados a tomar
sopa
Camilo: hoo.. mierda
Eria: -ahora que lo veo.. no parece que alla ningún animal, ni siquiera veo pájaros,
¿estarán todos invernando? Bueno supongo que no importa, mejor volvamos
antes que se enfríe la sopa
Cuando llegamos estaba Bear revolviendo una caldera con una cuchara de
madera, se podía oler el vapor de los tallarines con tomate, ajo, carne y
zanahorias
Bear: -Chicos *levantaba los 2 brazos como si diera una bienvenida* les prepare la
receta especial de mi madre, se va pasando por generaciones, de seguro les
gustará.
Todos nos sentamos en la mesa del campamento, un tablón de madera con 8
sillas rusticas hechas con leños, tomamos la sopa y no quedo nada, hay que
admitirlo, hasta Camilo se comió sus palabras pues es el que más platos pidió
Eria: -haa que bien, ¿cuál es la receta de esta sopa tan exquisita?
Bear: -ha no, es una receta secreta que solo la familia conoce, nosotros la familia
Snowle, y solo los familiares de sangre deben saberla, como mi sobrino Hernan
quien juro guardar el invaluable secreto de la famil…*Bear seguía hablando
mientras Hernan se acerca a mi oreja y me susurra*
Hernan: -es una cuchara de canela y 2 de sal..
Bear que termino de hablar se acerco detrás de Hernan y le da un zape en la
cabeza
Bear: -¡tonto!, ¡has revelado el secreto!.. NO lo escuches Eria el no sabe lo que
dice <:’)
Eira: -*bajo la cabeza y doy una risita* tranquilo Bear, no le voy a revelar el secreto
al mundo, está a salvo con migo
De la cabaña uno salía el señor foca, era alguien robusto y alto, media igual que
yo, tenía un traje verde musgo y un gorro de lana negra, de esos que cubren las
orejas, se me ocurrió preguntarle su nombre
Eira: -disculpe.. señor, ¿puedo preguntarle su nombre?
La foca desvió la vista a la izquierda como si no me hubiera escuchado y miro
hacia la ladera de donde bajamos, luego me volvió a ver a los ojos e hizo silencio
por 5 segundos
Foca: -agosto, me llamo agosto
Eria: -¿agosto? nunca escuche ese nombre antes
Su presencia se sentía extraña, o mejor dicho, no se sentía, como si no hubiera
nadie delante de mí, y pensaba ¿esta extraña persona tendrá que ver con el
guante que encontramos alla arriba?
La foca dio media vuelta y se fue de nuevo a su cabaña
Bear: -ignórenlo, en el monte nevado, las personas siempre son muy
frias…¿entendieron? ¿frias? ¿nevado? Jaja.. ok, malísimo, mejor vamos a dormir.
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