Se defienden a los tiros

Anuncio
22 POLICIALES
La Plata, jueves 28 de mayo de 1998
LOS COMERCIANTES AL LIMITE
Se defienden a los tiros
En Ringuelet, un bicicletero mató de un escopetazo a uno de los ladrones que intentaban
asaltarlo. Tres horas después, un hombre le disparó a tres ladrones en el local de sus padres
Justicia por
mano propia
l El sábado 16 de junio de 1990,
el ingeniero Horacio Santos
persiguió durante 20 cuadras y
mató a balazos a dos jóvenes
que le habían robado el
pasacasettes de su auto, en el
barrio porteño de Belgrano.
Estuvo preso 40 días. Su caso
conmocionó a la opinión
pública y dividió las aguas
entre los que lo consideraban
un ‘justiciero’ porque había
defendido su vida y su patrimonio y los que censuraron su
actitud al evaluar que no se
puede hacer ‘justicia por mano
propia’. Fue condenado a 3
años de prisión en suspenso
entendiendo que actuó bajo un
estado de emoción violenta.
l El 24 de junio de 1.996 a las
20.45, el pizzero José “Tito”
Salvarreyes, de 34 años, fue
asesinado en la pizzería Stylo
de 5 y 56. Dos delincuentes lo
habían encerrado en el baño
junto a dos empleados; pero él
logró salir y se resistió al robo
de 80 pesos. Le pegaron un tiro
y luego -cuando ya estaba tirado en la vereda- lo remataron
con otro disparo en la cabeza.
l En enero de 1.997, el
heladero Pablo Martínez, de
21 años, ultimó de un tiro a un
ladrón de 19 años que intentó
asaltar la heladería Wezzo de
116 entre 521 y 522 . Pocos
días después, trataron de quemarle la casa al abuelo del
heladero.
l En noviembre de 1.997, el
comerciante Alberto Carabelli
fue asesinado de un tiro en el
corazón cuando trató de
enfrentar con un pistolón a
cuatro delincuentes que asaltaban con pistolas y granadas
uno de sus supermercados
Padeco, en Los Hornos.
ESCUELA SUPERIOR
DE GIMNASIA
Adriana S. Lorenzo
PROFESORADO
DE GIMNASIA
Informes: Tel. 25-1736
de 14 a 20 hs.
Ambos sexos - sin limite de edad
“
Escuchamos un disparo pero
no nos sorprendimos porque
por acá es habitual escuchar
tiros. Pero esto que sucedió es
increíble. ¿Qué va a pasar con el
bicicletero ahora?”, era la incógnita de varios vecinos reunidos en
las inmediaciones de una bicicletería. Minutos antes, el propietario del local había asesinado
de un escopetazo a uno de los dos
asaltantes que habían ingresado a
su comercio con fines de robo.
No fue el único caso. Ayer, tres
ladrones entraron a robar a un
local de venta de camperas de
cuero en 24 y 56 y el hijo de los
dueños los sacó del comercio a los
tiros. El hombre se desesperó al
ver que habían tomado como
rehenes a sus padres y no dudó:
tomó un revólver y les disparó
(ver cuadro aparte).
La bicicletería
La puerta de vidrio del comercio estaba cerrada. Un cartel rojo y
pequeño señalaba el horario de
atención al público. A partir de las
15.30 varios clientes llegaban al
lugar y no alcanzaban a comprender aquello que había sucedido. El
cartel de la bicicletería ubicada en
la calle 15 entre 529 y 530 reza
“La casa amiga del ciclista”. Rubén
Piedra. Bicicletas. Repuestos.
Reparaciones.
De acuerdo a los datos aportados por voceros policiales, cuando
habían transcurrido algunos minutos de las 15 de ayer dos sujetos
llegaron al local. Uno se habría
quedado junto a la puerta de
entrada vigilando que no ocurriesen movimientos extraños en
el exterior mientras su cómplice
recorría unos quince metros y llegaba hasta el mostrador.
Allí el desconocido esgrimió un
arma de fuego y amenazó a dos
empleados que se encontraban en
el lugar. A los gritos, les exigió la
entrega de la recaudación: “Dame
la plata, vamos dame la plata.
Vamos al fondo que quiero
la plata”.
Entonces habrían comenzado a
caminar hacia los fondos del local,
pero detrás de la puerta que separa
la bicicletería de una vivienda, el
propietario, Pedro Rubén Piedra,
de 60 años, habría escuchado que
algo raro sucedía en el interior de
la bicicletería.
El tiro del final
En cuestión de segundos, el
asaltante estuvo en el interior de la
vivienda. Y no dudó en amenazar a
Piedra: “Estoy jugado. Dame
plata. Quiero más plata”.
Unos segundos bastaron para el
desenlace. Ante el nerviosismo del
delincuente, quien no cesaba de
gritar, el comerciante extrajo una
escopeta calibre 16 doble caño que
tenía escondida y descerrajó un
disparo.
Los proyectiles impactaron en
el pecho del ladrón y éste cayó
desplomado al piso. La perdigonada fue mortal y murió prácticamente en forma instantánea.
Junto al cadáver, los peritos
encontraron una pistola marca
Tala calibre 22 que fue secuestrada
con fines procesales.
De acuerdo con la información
policial, la víctima fatal habría sido
identificada como Gastón Loaiza,
alias “El Pelado”, quien habría
recuperado la libertad en éstos
últimos meses luego de permanecer alojado en la comisaría de
Ringuelet.
El proceso
Tomó intervención en el hecho
el personal policial de la comisaría
Decimoprimera. El mismo quedó
caratulado como “Tentativa de
robo calificado y Homicidio” a
cargo del juez en lo criminal y
correccional de turno Guillermo
Federico Atencio.
El comerciante fue trasladado a
la dependencia policial donde permanecerá detenido e incomunicado hasta las próximas horas, cuando deberá presentarse ante el juez
de instrucción para dar su versión
de los hechos l
Dicen que el ladrón abatido era muy conocido en La Favela
Tras la muerte del asaltante
varias versiones se dieron a conocer con respecto a su historia más
inmediata. Una de ellas apuntaba a
que el malviviente fallecido estaría
casado con una familiar de “los
papupa”, reconocidos ampliamente en la zona de La Favela y en
toda nuestra ciudad, informaron
fuentes policiales.
Asimismo los voceros manifestaron que el delincuente abatido
estaría haciendo un tratamiento
para contrarrestar una adicción a
las drogas.
“Queríamos sacarlo, pero se
nos fue” dijo un vocero con
respecto a las palabras que habría
pronunciado una mujer cuando se
enteró de la noticia, quien asimismo habría manifestado que el malhechor muerto, apodado “El
Pelado” vivía a media cuadra de la
bicicletería.
En tanto un vecino, quien pidió
mantener en reserva su identidad
por razones de seguridad, expresó
que el delincuente sería del interior de la provincia porque no se
lo conocía en la zona.
Un arma para cazar
Mientras los especialistas trabajaban en el interior del comercio
los curiosos no se hicieron esperar.
Mucha gente se acercó a la calle 15
número 243 entre 529 y 530. La
CARLOS CERMELLE
En 5 y 56, mataron al comerciante
gente se reunía en pequeños grupos y dialogaba en voz baja.
La vivienda de Rubén Piedra,
quien asesinó de un escopetazo a
un malviviente que lo había amenazado tras exigirle la entrega de
la recaudación del comercio, presentaba las persianas bajas. Un
joven se asomaba y miraba hacia
afuera a través de una cortina
blanca.
El cliente
Entre la gente que se encontraba en las inmediaciones de la bicicletería se hizo presente otro
cliente, quien además era conocido de Piedra. “Vine a buscar mi
bicicleta y me encontré con esta
triste noticia. Como soy abogado
voy a intervenir en la causa”
explicó Ricardo Zarza.
El letrado relató a este medio
que “Piedra es una excelente persona. Tiene sesenta años y cuatro
hijos. Acá todo el mundo lo
conoce. Cuando ocurrió esta
tragedia se encontraba la mujer en
la casa y él estaba en el fondo del
comercio”.
Al respecto Zarza afirmó que
“los asaltantes intimidaron a su
sobrino y a su hijo quienes trabajan como empleados en la bicicletería. Piedra actuó en defensa
propia ante la amenaza de un sujeto armado que estaba en
El juez Atencio llegó al lugar. Lo esperaban autoridades de la Departamental
su hogar”.
El abogado afirmó que “supongo que Piedra tenía el arma para
salir a cazar en la camioneta cuatro
por cuatro que tiene.
No podría explicar si habría
sufrido algún robo ahora porque
todavía no pude hablar con él”.
“De acuerdo a los dichos de la
esposa de Piedra, el esposo le
habría dicho que él escuchó cuando los asaltantes amenazaban a su
hijo y a su sobrino y luego se
encontró en el interior de su
vivienda con el ladrón” puntualizó
Zarza.
POLICIALES
23
FOTOS CARLOS CERMELE
La Plata, jueves 28 de mayo de 1998
La llegada de la policía
Los peritos
Cliente y abogado particular
Los especialistas llevaron a cabo las pericias de rigor en el comercio. Detrás del mostrador el cuerpo del asaltante esperaba a ser trasladado
Tres días
Un matrimonio fue liberado a los tiros por su hijo
desordenada retirada. Fuentes policiales informaron que uno de los
ladrones fue visto tomándose el
abdomen cuando escapaba, por lo
que creen que estaría herido. Sin
embargo, en la casa y en el local no
se hallaron manchas de sangre.
Los delincuentes subieron luego
a un auto y escaparon rumbo al
centro. Anoche, el Comando de
Patrullas y el Gabinete de
Prevención de la Comisaría Quinta
habían montado un operativo
cerrojo para evitar que escapen del
casco urbano. También se había
dispuesto una custodia permanente en la puerta del local
temiendo represalias. El caso,
caratulado como “Robo calificado,
Abuso de arma y Lesiones” quedó a
cargo del juez Guillermo Atencio.
LAURA VILLAR
“Estaba en el taller de la planta
alta y escuché ruidos raros, por eso
bajé con un revólver y vi a mis
padres y a tres clientes que habían
sido tomados como rehenes por
tres ladrones... les disparé para que
se vayan”. Con la tensión del
momento reflejada aún en sus facciones, el hijo de una pareja de
comerciantes relató anoche el
asalto y los tiros en Rosycuer, en
24 y 56. Sus padres habían sido
tomados como rehenes y él los
había salvado.
Ayer, aproximadamente a las
18, los tres ladrones habían entrado al local de venta de camperas de
cuero, reduciendo a dos señoras y
un hombre que estaban eligiendo
ropa y a los dueños (un matrimonio). Según comentó uno de los
efectivos intervinientes, al cliente
lo golpearon y lo encerraron en el
baño. Y al dueño lo obligaron a
tirarse al piso, lo tomaron de los
pelos y le golpearon la cara contra
el suelo. A las mujeres las llevaron
al living de la casa de los comerciantes, en los fondos del negocio.
Los ladrones sólo pudieron
robar tres camperas de cuero que
se llevaron puestas. No tuvieron
tiempo de tomar nada más, ya que
la sorpresiva intervención del hijo
de los propietarios los obligó a
emprender una improvisada y
Custodia permanente en 24 y 56. Uno de los ladrones estaría herido
Con los dos casos de ayer, en
tres días se registraron tres casos
de comerciantes que balearon a
ladrones.
El lunes a las 4 de la madrugada, tres menores llegaron a la
estación de servicio de 120 y 522.
Dos se quedaron haciendo “de
campana” y uno (de 16 años)
entró al sector de surtidores y le
pidió dinero al remisero Oscar
De Sandro de 46 años.
Como el chofer se negó, el
asaltante se metió en su remise
Peugeot 504 y trató de robarle el
estéreo; pero el remisero lo sacó
del auto tomándolo del brazo.
Así comenzaron un violento
forcejeo y se trenzaron a golpes.
El playero Carlos Simeón
Benítez de 21 años tomó un
arma calibre 32 (aparentemente
para amedrentar al menor), se
enredó en el forcejeo y se produjo
un disparo. El proyectil impactó
en el adolescente: ingresó por la
clavícula y salió por la zona
abdominal.
Luego, mientras el remisero y
el playero corrieron a llamar una
ambulancia y a la policía, los
otros dos menores, en vez de
darse a la fuga (como ocurre en
la mayoría de los asaltos cuando
las cosas no salen como estaban
previstas), llevaron a su cómplice
al Hospital San Roque de Gonnet.
Descargar