DIRECCIÓN Irina Kouberskaya ELENCO Y

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La cotidianidad hecha tragedia y la
tragedia elevada a su expresión poética, han sido
los vectores de nuestro trabajo sobre el texto de
Lorca. Concebimos esta obra como un acto
sacerdotal, levantando el inmenso mundo
simbólico de Lorca.
Cuando se tambalea el modelo de coexistencia en
el mundo entero, cuando en cada individuo
empieza a tambalearse su propio argumento de
vida, los poetas levantan la cabeza y riegan con su
conciencia avanzada el disecado hueco del alma.
Tratamos de ser consecuentes con los retos de este
tiempo y asumir, como dijo el poeta, la geometría
del único mapa genético grabado en la sangre de
todos.
Los montajes de nuestro teatro, que son ya casi
treinta, han destacado según la crítica por “la
profundidad, el encuentro con nuevos matices en
la lectura de los textos” poniendo en relieve “las
sucesivas capas de sensibilidad que contiene todo
pensamiento avanzado”. En este caso de Federico
García Lorca con “Bodas de sangre”.
El hombre poeta siempre ve el mundo de manera
sorprendente y altamente esperada. La
imaginación del poeta no nos permite bajar al
estado animal y nos obliga a mantener la
verticalidad del hombre. Las obras de Lorca se
tejen en el aire por encima del argumento. Los
hechos reales no se apoderan de la inmensidad y misterio de cada personaje, que
traspasa la frontera de la tragedia y se deshace en la magia de la palabra lorquiana.
Se puede decir que todos sus personajes hablan el mismo idioma, idioma poeta.
La escenografía es atemporal, o más bien íbera.
La lectura de la obra trata de “sacar de los fondos de mi sombra”, como dice el poeta,
“las esmeraldas líricas”, “la oculta pedrería de tristeza inconsciente que reluce en el
fondo de mi vida”, “redes hechas con hilos de esperanza, nudos de poesía”.
Los trajes potencian lo sublime de la tragedia.
Espacio sonoro, sostenido por mantras tibetanos abren la sensación de
atemporalidad y tremenda importancia de la pulsación de la vida en la tierra.
Responsabilidad de haber nacido.
Hemos roto los estereotipos y hemos potenciado, si es que se puede decir así, la
vibración lorquiana.
Como directora he tenido paciencia para ver cómo la obra esculpe su propio rostro
para el siglo XXI. En el proceso del trabajo, los tópicos se quedaban atrás dejando
paso a un lenguaje nuevo, todavía poco explorado de Federico García Lorca.
Seguida por el elenco de los actores inspirados y conscientes me siento satisfecha con
esta ofrenda teatral.
Irina Kouberskaya
DIRECCIÓN
Irina Kouberskaya
ELENCO Y REPARTO
Madre - Mª Luisa Gª Budí
Novio - Miguel Pérez-Muñoz
Novia - Matilde Juárez
- Nereida San Martín
Padre de la novia - José Luis Sanz
Criada - Alejandra Navarro
- Chelo Vivares
Leonardo - David García
Mujer de Leonardo - Irene Polo
Suegra - María Barrionuevo
Vecina/Muerte - Inma Barrionuevo
Muchacha/Luna – Candela Pérez
Voz bosque/mantras – Eduardo Pérez de
Carrera
FICHA TÉCNICA
Escenografía e iluminación – Eduardo Pérez de Carrera
Vestuario – Ana Moreno
Espacio sonoro - Miguel Pérez-Muñoz
- Jesús Ortiz de Zárate
- Irina Kouberskaya
Técnico de iluminación y sonido - Paula Sánchez
SE HA DICHO DE ESTE ESPECTÁCULO
“En su santuario de Tribueñe, Irina Kouberskaya hace sonar el oscuro diapasón
andaluz acercándolo a la estética y el rigor grecolatinos para poner en pie un
montaje vigoroso, contundente y esencial, de textura coral y solemnidad casi
litúrgica, que cuenta con un original vestuario resuelto en negros y rojos, y una
iluminación tenebrista que contribuye a lograr esa trabajada plasticidad marca de
los espectáculos de esa sala. Muy ajustados todos los intérpretes, que realizan su
trabajo casi en trance, restallando las imágenes creadas por García Lorca mientras
afilan el carácter de unos personajes reos de delirios eternos.”
Juan Ignacio García Garzón – ABC
“Lorca cien por cien, sólo por eso deben acercarse hasta el Teatro Tribueñe,
porque se merecen ver una pieza única y sensacional […] que necesitan de la
fuerza y la belleza de los textos de Lorca y por ende, de un espectáculo redondo.
[…]
Cuando comienza la escena sólo dos ataúdes y muchas sombras pueblan el
escenario. A partir de ahí, el rojo de la sangre y el negro del dolor se mantendrán
presentes a lo largo de la obra. El único retazo de luz: la luna. Pura y doliente como
la vida cuando se prepara para la batalla. Y el sonido… La guitarra y los tambores,
esos acordes que se le clavan a uno hasta atravesarlo, serán la única compañía de
las palabras y las lágrimas.[…]
Y es que Irina Kouberskaya se ve que conoce y ama al dramaturgo granadino. Es
capaz incluso de presentarnos un montaje que escapa de todos los vistos hasta
ahora. Eso sólo ocurre cuando se respeta al poeta, -créanme-. Y como sucede con lo
bueno, el éxito de esa pieza tiene que ver, cómo no, con los actores que cuenta. […]
Desde aquí gracias a Irina Kouberskaya, ha logrado captar la esencia de ese genio.
Gracias por su franqueza, cariño y apuesta por la obra bien hecha. ¡Enhorabuena!
Iria F. Silva – Hoyenlacity
“De nuevo el sello muy especial de Irina Kouberskaya en un Lorca, Bodas de sangre.
Esa marca de melancolía, ritualidad, de arte puro que es la marca de esta mujer
rusa, excelente actriz y mejor directora que lleva más de 30 años en España.”
Javier Villán – Javier Villán
“[…] Irina Kourbeskaya dirige sin miedo este “Bodas de sangre”. Para Todos al
Teatro ha sido un honor descubrir este espacio teatral y disfrutar de este intenso
drama lorquiano que casi tenemos miedo de manchar con las palabras.
El escenario se llena de sombras que caminan junto a una voz fúnebre que viene de
lejos y recoge el eco de tragedias pasadas al tiempo que parece avisarnos de
nuevas desdichas. […] La estética ibérica y ancestral, pero moderna, […] arropa el
simbolismo y hace danzar a los muertos con las flores. Todos los personajes están
abocados a un destino, no pueden decidir por sí mismos, es la sangre la que decide
por ellos.
No es fácil exhibir un Lorca limpio, ni que su hondura se clave a través de la voz y
el cuerpo para que llegue más allá de lo que somos. Por ello felicitamos a este
elenco de artistas que hace que nuestra simple presencia de público entregado se
convierta en una de esas experiencias difíciles de olvidar.”
Susana – Todos al teatro
“Se agradece una visión como la de Irina
Kouberskaya en la nueva producción de
Tribueñe. No sólo abandona las referencias
localistas con mantras y túnicas orientales,
sino que el andalucismo ha sido sustituido
por un simbolismo más rico […]. La calidad
del reparto es uniforme y funciona como un
mecanismo único en esta bella producción.”
Miguel Ayanz – La Razón
“Nada en Tribueñe es convencional; uno
de sus rasgos distintivos es la intensidad y
la emoción casi litúrgica con las que
afrontan cada reto escénico.
Nos sorprende el cosmopolitismo de este
montaje. […] A pesar del localismo
argumental y de los símbolos, metáforas y
cromatismo lorquianos tan reconocibles, su
tema carece de adscripción geográfica.
Precisamente este montaje potencia su vertiente más global.
¿Dónde radica la diferencia con otras "Bodas"? En la renuncia voluntaria al tópico.
El texto fluye con la naturalidad de un destino ineludible.
Todo, con resonancias casi bíblicas, está ya escrito y sucede lo que debe suceder. La
libertad individual no existe, los personajes son símbolos, juguetes en manos de
fuerzas telúricas que los abocan a destinos ya sugeridos desde la primera escena.
Pero, sobre todo, están la magia de un espacio que nos adopta como elementos
constituyentes de ese rito llamado teatro y, por supuesto, un reparto tan numeroso
como rico en entrega, profesionalidad y calidad.
Si existen la catarsis y los ritos iniciáticos, hoy lo hemos presenciado. […] La
comunión escenario-público-actores es no sólo posible, sino algo ya esperado y
logrado. Enhorabuena.”
Susurros desde la biselia – Tragycom
“Ayer vi la obra en el Teatro Tribueñe, me impresionó. Irina Kouberskaya, nuestra
directora rusa más lorquiana, ha puesto también su mirada única a estas Bodas.
Una mirada de mujer que confía en que el mundo se puede transformar, en que a
pesar de las mezquindades humanas, las hembras siguen viviendo para fecundar
futuro. Para crear. Como en casi todas las obras de Lorca, ellas son las
protagonistas. […] esa mirada de Irina, mujer y madre, transforma la tragedia
lorquiana en esperanza. Porque nos dice que somos tragedia y comedia, pena y
humor, puros y manchados. Pero somos. Y podemos ser mucho mejor. Lorca, Irina
y todo ese equipo lleno de luz nos lo cuentan en el escenario.”
Paloma Pedrero – La Razón
“[…] Otra prueba del talento que hay en Madrid, Bodas de sangre, en la Sala
Tribueñe. Irina Kouberskaya, directora del montaje y de la sala, plantea un Lorca
que conoce a fondo. La continuidad de la vida se da a través de la muerte; las
danzas y los ritos de un oriente más simbólico que exótico huyen del lugar común
o el estereotipo; el despojamiento que sugiere la poética de Federico se acentúa
para estilizar la tragedia… Los colores importan mucho en este montaje. Véanlo
ustedes mismos, Porque Irina tiene una mente teatral y poética reforzada por un
esfuerzo incansable, y apoyada en un equipo que permite la continuidad de la vida
de la Sala Tribueñe. Por eso decíamos que “hay talento en Madrid”. Para este
montaje concreto cuenta Irina Kouberskaya con un magnífico reparto. ¿De dónde
sale todo ese talento? […]”
Santiago Martín Bermúdez – Scherzo
“Bodas de sangre en la Sala Tribueñe de Madrid es una nueva demostración del
talento que Irina Kouberskaya atesora a la hora de abordar los grandes clásicos de
la dramaturgia del siglo XX, en una propuesta que aúna alegría y dolor, magia y
ancestro como pocas veces volveremos a ver.
Si ya han visto esta obra en varias ocasiones, no les preocupe, porque todo es
distinto, por lo bello y armonioso en este montaje, donde hasta incluso la revisión
del final, nos congratula con la última esencia del ser humano.”
Fragmentos - Ángel Silvelo Gabriel
“[…] un Bodas de sangre donde los personajes traspasan los límites de las
emociones realizando un magnífico trabajo interpretativo más allá del
expresionismo, causando todo tipo de sensaciones en el público que, lejos de ser el
espectador pasivo del teatro clásico, vive las emociones con los personajes que hay
en escena. Las imágenes que ellos mismos crean son potentes y persisten en la
retina mientras las frases aún resuenan en los oídos. Es este, en fin, un montaje
imprescindible para los apasionados del teatro y, particularmente, para los
lorquistas.”
Azay Arte Magazine – Laura Esteban
DE IRINA KOUBERSKAYA HAN DICHO
Valle: litúrgico, erótico y eterno. […] maratón del pecado, prodigios visuales de buen
teatro, tensión escénica de la mejor escuela de arte […] con este espectáculo hierve la
procelosa dramaturgia del genio. El teatro de Valle ha tardado muchos años en
reconocerse y entenderse […] basta con acercarse a Tribueñe para gozar y sufrir
emocionados con las piezas del retablo: gran liturgia de las miserias del ser
humano.[…] Valle es un autor vivísimo que Irina Kouberskaya ha entendido con una
fascinante milagrería. Cuando se revise la historia de los montajes de Valle-Inclán esta
desmesura puesta en escena ocupará un puesto de privilegio; puede ser llamado uno de
los acontecimientos teatrales del año[…] En este retablo afloran todos los misterios y
realidades de Valle: vanguardismo, erotismo, simbolismo, crítica social y tradición
radicalmente española.
Sobre “Retablo de Valle-Inclán” Javier Villán – Periódico El Mundo
Finalista I Premio Valle-Inclán de Teatro como Mejor Directora del año 2006. “Esta
directora rusa ha firmado una de las revisiones más potentes de “El retablo de la
avaricia, la lujuria y la muerte”, de Valle-Inclán en la Sala Tribueñe.”
Periódico El Mundo
Valle Inclán o la sorpresa continúa […] una poética de la radicalidad que no cesa.
Esta vez el júbilo de un Valle esencial nos llega de la mano de Irina Kouberskaya. La
grandeza de Valle está en una arriesgada y peligrosa evolución […]. Ese clima de
ibérica y barroca esencialidad macabra y sacrílega se recoge en todas las tablas del
Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte, e Irina lo esencializa en una estética de
arte –de Teatro del Arte- que supera estilizando la poética grotesca del esperpento.
[…]. De “novelas macabras y melodramas para marionetas” fueron calificadas y
siguen siéndolo La cabeza del Bautista y La rosa de papel que Irina Kouberskaya ha
recreado con un pulso y una belleza ejemplares.
Javier Villán – Periódico El Mundo
La propuesta está sustentada sobre cuatro pilares: la farsa, el erotismo, lo grotesco y lo
trágico y llega al público, con toda la frescura del aleluya erótico que escribiera el
autor granadino, gracias a la excelente interpretación de Antorrín Heredia (en Don
Perlimplín) y Sabela Hermida (en Belisa) arropados con la no menos importante
interpretación de Marina Valverde (en Marcolfa)[…] encontramos la mezcla de
erotismo, magia, heterosexualidad y violencia soterrada que encierran los personajes
lorquianos.[…] “Hemos tratado de defender la idea de que se pueden cambiar los
caminos de la razón. En nuestra puesta en escena, -explica la directora- cada uno de los
personajes modifica su identidad y borra las barreras de su sexualidad pasando del
fetichismo a la pasión carnal, de lo heterosexual a lo homosexual, de la poligamia a la
monogamia… De esta manera hemos tratado de burlar el funcionamiento inquisidor de
la mente" y aciertan con esta propuesta que se sigue con interés aunque la obra ya se
conozca, y se aplaude con gana y sinceridad porque es un trabajo bien hecho, que
traslada al público la magia lorquiana, le atrapa y le hace disfrutar de la función, al
margen de reflexionar -¡cómo no!- sobre la complejidad del ser humano, sobre el
erotismo que mueve a los seres, sobre la vida, sobre la muerte...
Salvador Enríquez – Noticias teatrales
[…]Valle fue para Irina una pasión analítica e indagadora, a la búsqueda de la
plasticidad de una palabra hirviente: el esperpento fecundo y abrasivo. Al fin vi y sentí,
como espectador suyo, y como crítico, mi Valle ideal en sueño o pesadilla: el Valle más
colérico e impecable con la envoltura del Teatro del Arte, que es, creo yo, el elemento
nutricio y muy subterráneo del que Irina Kouberskaya se alimenta. […]. Ese es el gran
acierto de Irina: una poética de la transgresión y el sexo.
Javier Villán – Periódico El Mundo
“Irina Kouberskaya ha traído y ha puesto en nuestra escena dos tragedias llenas de
simbolismo, dos obras densas del autor español Ramón María del Valle Inclán (18661936): “La Rosa de Papel” y “Ligazón” que forman parte del “El Retablo de avaricia,
lujuria y la muerte”.
Estas obras están dirigidas para despertar al niño interior, al niño de la conciencia
avanzada. Los arquetipos parecen que están llamando hacia dentro, como llama el
protagonista Julepe a la pared del ataúd de su mujer para ser escuchado, escuchado
por su mujer muerta que está ahí puesta de pie con las botas blancas de goma, como la
Ventera, la madre de la mozuela, la regaña por hablar “con cada uno que va y viene”.
Símbolo de la seducción, como monumento de Sevilla, dos en uno-triunfo de la muerte y
de la sed de la vida.
Desbordante simbología femenina. El sexo, el entierro, todo pasa por esta energía que
simboliza para unos las aguas del Ganje o Neva o el Nilo con sus rituales del bautismo
y la simbología de la vida, o puede ser del mismo Guadalquivir, sencillamente agua,
agua sencillamente, la corriente del tiempo.
De manera sorprendente se entrelazan en las obras lo consciente y lo inconsciente, la
memoria de los antepasados, la vida vivida por alguien alguna vez, las imágenes
grabadas en la piel, los rituales, los ecos de las revoluciones, la superstición, el miedo y
la necesidad, las lágrimas y las risas, la desesperación y la esperanza, las danzas
metafóricas y la llama metafísica del amor, la borrachera, la ignorancia y los siete
pecados capitales.
Estas obras enseñan a entender entre palabras y mirar entre los cuerpos, a escuchar y
a aprender a oír. Para esto hay que despabilar al niño dormido, hacia él están
dirigidos los ojos de la directora, pero esto asusta al hombre dormido que está en cada
uno de nosotros, en cada espectador y de ahí viene la amarga ironía de la directora
hacia todo lo racional y la torpe y repetitiva conciencia del ser humano. En la cabeza
se nos hace la Torre de Babell, con todas sus lenguas, pero cuando el escenario se
queda vacío y se baja el humo como parte del efecto escenográfico, todo se aclara.
Don Ramón María del Valle Inclán es uno de los Grandes, los que hacen sonar todas
tus vértebras. Prepárense para un encuentro en lo alto y no se olviden de comprar las
merecidas flores.”
Bina Bogacheva “FORUM”
… “La directora Irina Kouberskaya trata el hecho teatral como un hecho
trascendental…. Con su originalidad lleva a pastar a la razón fuera del cerebro, como
en otro territorio más allá de lo tradicional. Habitualmente o analizas el trabajo de los
intérpretes, o te gusta la obra, o te atrae la dirección; pero, con este espectáculo uno
se encuentra con un camino absolutamente diferente hacia el entendimiento de las
corrientes de la vida, incluso hacia uno mismo…”
Sobre “Retablo de Valle-Inclán”
Igor Sokolov NEVSKOE VREMIA
…”Lo desconocido, es otro nivel de libertad del pensamiento. No se puede comparar
el patinaje sobre hielo al que estamos acostumbrados con esta danza vertiginosa que se
permite Irina Kouberskaya con los ecos de la flauta griega”…
…”Iba a ver una farsa y me encontré en un templo”
…”No existe dramaturgia como esta en Rusia ni semejante tradición teatral, ni actores
para interpretar este género. Por eso creo, que Irina Kouberskaya ha hecho casi un
imposible, trayendo para el público ruso este mundo inmenso, intenso y absolutamente
desconocido.”
Sobre “Retablo de Valle-Inclán” Petersburgo Teatral Irina Mitrievskaya
“[...]Sobre todo, la dirección sobresaliente de Irina Kouberskaya que, además, da una
lección al interpretar a Andréevna, un personaje lleno de veladuras y matices.
Trece actrices y actores se mueven certeros por el escenario y, destacadamente, Katarina
de Azcárate y José Luis Sanz, si bien sería injusto no subrayar el excelente trabajo de
todos.”
Sobre “El jardín de los cerezos”
Luis María Ansón - El Mundo
“Un jardín fascinante e insólito [...] un efluvio desconocido e imprevisto que saca a flote
otro Chejov, menos melancólico de lo que el tópico suele presentar. El Chejov que
propone Irina Kouberskaya tiene algunas particularidades se sustentan en una lectura
profunda y personalísima de El jardín de los cerezos y en todo el universo chejoviano.
[...] papeles nímios iluminan muchas interrogantes chejovianas.
Sobre “El jardín de los cerezos”
Javier Villán – El Mundo
“[...] La lectura propuesta es inédita y funciona como un reloj: Un reloj en busca del
tiempo perdido, un tiempo que el espectador no desperdicia ni un segundo a lo largo de
las tres horas de función. Tal vez el elixir del secreto se encuentre en los remedios del
médico Chejov... Lo más probable es que nazca del esfuerzo grupal y compromiso en el
trabajo de los trece actores, todos dignos de elogios. La dinámica escénica es impecable
[...] Irina Kouberskaya apuesta por una estética de la decadencia, esbozando la finura y
complejidad de los protagonistas chejovianos: un círculo de romance abierto a la risa
[...]”
Sobre “El jardín de los cerezos”
Emilie Mouthon - Artez Blai (el portal de las artes
escénicas)
Un precioso cuadro de seres humanos. [...]Un cuadro con cientos de lecturas que
dependerán de quién sea el observador, pero que me han hecho disfrutar de ver teatro de
verdad. Un teatro sin pretensiones de grandes carteleras, hecho con el amor y la entrega
de gentes que adoran de verdad este arte.
Sobre “El jardín de los cerezos”
Diario de un pasajero
Poético y sutilmente trágico, el monumental texto de Chejov encuentra en este montaje
un espejo de intenciones. Kouberskaya refleja en los tempos y tristezas, en las alegrías y
decepciones de sus actores, cada gesto en su lugar, aquello que movió a Chejov.
Juagando con un paisaje de remos que ora son muebles, ora árboles, y una vía de tren, la
decadencia de un modo de un modo de vida se hace palpable ante el público de esta
delicada sala, que apuesta por un gran montaje. Sería un error etiquetarlo de alternativo,
y un reparto de trece actores hace que al adjetivo pequeño sólo sea aplicable al aforo:
por lo demás éste es un gran montaje.
Sobre “El jardín de los cerezos”
Miguel Ayanz - La Razón
“Si el teatro es drama y el drama es belleza, Irina Kouberskaya y Hugo Pérez han
conseguido en esta insólita Bernarda cumbres de belleza turbadora […] han conseguido
extraer la hermosura de esa tragedia sombría con exquisita sensibilidad […] Bernarda
con ramalazos de sarcasmo en una procesión de fantasmas: el Lorca soñado y acaso
temido por luminoso y a la vez, oscuro. […] Cuando tanto dinero se despilfarra en
empresas fallidas, es admirable que en pequeñas salas como Tribueñe se rinda culto a la
poesía y la belleza. Esto es teatro.”
Sobre “La casa de Bernarda Alba”
Javier Villán – El Mundo
“Montaje sorprendente en la pequeña y exquisita Sala Tribueñe. [...] Músicas e
imágenes que nos retrotraen a la España profunda, la misma en la que sucedieron estos
hechos que, desde una gran imaginación y una sólida dramaturgia, recrean un grupo de
magníficas actrices moviéndose brillantemente entre sugerentes simbologías que llevan
al espectador a paisajes inesperados de mano del poeta, al que se ha respetado
íntegramente.”
Sobre “La casa de Bernarda Alba”
Rosana Torres – El País
“Una sugestiva relectura de La casa de Bernarda Alba […] Tribueñe Teatro ha
entendido bien que el desfase del asunto-felizmente inconcebible en la sociedad actualexige la mirada simbólica sobre un clásico de García Lorca […]La dramaturgia de la
versión ideada por los directores Irina Kouberskaya y Hugo Pérez es un mixto de teatro
de la crueldad […] y la hibridación palabra música que subraya atmósferas y
sensaciones.[…] Esta metáfora perfectamente asimilable al original Lorquiano, se
despliega eficazmente a lo largo de la representación.[…] La escenificación es sumaria
porque todo descansa en la potencia actoral y en la intensidad inductiva de la música,
muy bien elegida.[…] Carmen Rodríguez de la Pica hace una gran Bernarda, son
impresionantes en muchos momentos la Angustias de Alejandra Navarro, la Martirio de
Matilde Juárez-aterradora-la excelente Amelia de Ana Peiró […]”
G.García-Alcalde– La Provincia diario de Las Palmas
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