revista 25 - Universidad Pontificia Bolivariana

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COMUNICACIÓN
UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIV
ARIANA No. 25, FFACUL
ACUL
BOLIVARIANA
ACULTTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL MEDELLÍN - COLOMBIA 2006
Nuev
as opciones
Nuevas
de av
ance profesional
avance
Nuevas opciones de avance profesional
UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIV
ARIANA
BOLIVARIANA
FACUL
ACULTTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL
MEDELLÍN - COLOMBIA
Enero-Diciembre 2006
No. 25
© Universidad Pontificia Bolivariana
Revista COMUNICACIÓN
No. 25 Enero-Diciembre 2006
ISSN: 0120 - 1166
Gran Canciller UPB:
Mons. Alberto Giraldo Jaramillo
Rector
Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez
Vicerrector Académico:
José Fernando Montoya Ortega
Decana de la Escuela de Ciencias Sociales
Dra. Esperanza Hidalgo Urrea
Director de la Facultad
C.S. Jorge Alberto Velásquez Betancuor
Director Facultad de Comunicación Social UPB
Editor
Juan José García Posada
Comité de Dirección
Director y Coordinadores de Áreas
Erika Jaillier Castrillón. Fundamentación.
Juan José García Posada. Periodismo.
Luz Gabriela Gómez Restrepo. Comunicación Organizacional.
Luis Fernando Gutiérrez Cano. Audiovisuales.
Diagramación
Ana Milena Gómez Correa. Editorial UPB
Ilustraciones
Juan Camilo Moreno Téllez
Corrector:
Silvia Elena León Peláez
Coordinación de producción:
Janneth Calderón P.
Canje Biblioteca
AA 56006
Teléfono: 415 9040
Extensiones 9122 - 9794
Dirección editorial:
Editorial Universidad Pontificia Bolivariana, 2006
Email: [email protected]
Telefax: 415 9012
A.A. 56006 - Medellín - Colombia
Para la reproducción parcial o total de los artículos debe citarse la fuente.
Órgano de divulgación de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Revista
COMUNICACIÓN
CCONTENIDOO
En esta edición
9
Los Autores
11
Universidad saludable, un camino promisorio
para la UPB
15
Por Martha Lucía Betancur.
Jóvenes usuarios de Internet. Prácticas
sociales y políticas públicas
23
Por Érika Jaillier Castrillón.
La hipertextualidad desde el lector
lector,,
no desde el autor
35
Por Isadora González Rojas.
Siete retos de los medios locales
39
Por Ana María Miralles Castellanos
Mecanismos para garantizar la aplicación de un
código de ética en el periodismo electrónico
51
Por Adriana Vega
Naturaleza del texto periodístico digital
59
Por José Benedito Pinho, Traducción de Javier Ignacio Muñoz
Intersubjetividad y organización
65
Por Luz Gabriela Gómez Restrepo
Periodismo y cultura. Lectura ética del Quijote
Por Juan José García Posada
71
Revista COMUNICACIÓN
8
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Revista COMUNICACIÓN
Revista
COMUNICACIÓN
E EST
EN
A EDICIÓN
ESTA
N
Hace más de tres decenios, cuando se creó la Revista
de la Facultad de Comunicación Social, se propuso
desde este medio divulgativo contribuir a la difusión
de las reflexiones significativas sobre un ámbito del
saber humanístico y social que apenas comenzaba a
ser justipreciado en los campos académico y cultural.
Tanto desde la facultad como desde esta revista se
ha dejado testimonio de la aportación constante y
consecuente al desarrollo del pensamiento
universitario en el campo siempre abierto, siempre
cambiante y siempre inquietante de la Comunicación
Social.
A lo largo de ese período se han ajustado y enriquecido
los criterios. La deliberación sobre la cultura
profesional de la Comunicación Social y el Periodismo
se ha expandido. Ideas y conceptos sobre la filosofía,
los valores y los presupuestos éticos se han mantenido
a la orden del día en las discusiones y de ellas ha
quedado clara constancia en las páginas de esta
revista. Han evolucionado las metodologías y, por
supuesto, las técnicas. Las diferentes corrientes del
pensar y el hacer profesionales han cruzado por esta
publicación.
En este número, cuando se aproxima la recordación
del cuadragésimo aniversario de la fundación de la
Facultad, la revista ofrece un contenido que armoniza
con los presupuestos iniciales y con el desenvolvimiento de los debates en el ámbito comunicativo. De
los avances alcanzados a lo largo de ese tramo
cronológico dan cuenta los artículos que integran el
contenido de esta edición: Tratan cuestiones nuevas,
temas de aparición reciente en el plano de las
discusiones, como las estrategias de comunicación en
un programa de Universidad saludable, el papel del
lector ante la hipertextualidad y el valor de la
intersubjetividad en las organizaciones. Cuestiones
fundamentales como el examen de los retos del
periodismo local forman parte de la agenda de las
discusiones en la Facultad y de los asuntos afrontados
en diversos programas del pénsum.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
9
Revista COMUNICACIÓN
Además, se ha asumido una posición de vanguardia
en esta unidad académica en el estudio, el examen
crítico y la incorporación de la Internet como nuevo
frente de investigación y ejercicio profesional: Así lo
acreditan los trabajos sobre la naturaleza del texto
periodístico digital, las prácticas sociales y políticas
públicas y los jóvenes usuarios de Internet y las
perspectivas de una normatividad ética para el
periodismo electrónico. Y al final, en consonancia con
la proyección cultural del periodismo, que ha sido
objeto de atención permanente, publicamos un ensayo
sobre la lectura ética del Quijote (en el año cervantino
de 2005) y el estoicismo senequista en la obra máxima
del idioma.
El Editor.
10
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Revista COMUNICACIÓN
Revista
COMUNICACIÓN
LLOS
AUTORESS
Martha Lucía Betancur
Javier Ignacio Muñoz.
C.S. de la universidad Pontificia Bolivariana. Magíster
en Desarrollo. Profesora interna de la Facultad de
Comunicación Social.
Profesor interno de la Escuela de Ciencias Sociales.
Sociólogo y Comunicador Social. Docente Líder de la
Facultad de Comunicación Social de la UPB.
Erika Jaillier Castrillón
Luz Gabriela Gómez Restrepo
C.S. de la UPB, Licenciada en Idiomas, Especialista en
Literatura, Magíster en Ciencias de la Información y
Comunicación y Candidata a Doctorado de la
Universidad Stendhal, grennoble, Francia. Profesora
interna de la Facultad.
C.S. de la UPB. Posgrado en Ciencias de la Información
de la Universidad de Navarra, Pamplona, España.
Coordinadora de la Escuela de Docentes de
Comunicación de la UPB.
Isadora González Rojas
C.S. de la UPB. Especialista en Literatura.
Ana María Miralles Castellanos
Juan José García Posada
Profesor Titular y Emérito de la UPB. Comunicador
Social de la U. de A. Egresado de la Especialización
en Filosofía-Ética, de la Maestría en Filosofía y del
Doctorado en Filosofía de la UPB. Defensor del Lector
del diario El Colombiano. Editor de la UPB.
C.S. de la UPB., Esp. en Periodismo Urbano, Posgrado
en Ciencias de la Información en la U. de Navarra,
Pamplona, España. Creadora del proyecto Voces
Ciudadanas.
Adriana VVega
ega
Coordinadora del Posgrado en Periodismo Electrónico
de la UPB. C.S de la Universidad de Antioquia.
José Benedito Pinho
Maestro y Doctor en Ciencias de la Comunicación de
la Escuela de Comunicación y Artes de la U. de Sao
Paulo.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
11
7
Cuestión Central
Revista COMUNICACIÓN
14
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Revista Comunicación,
25 p. 15 - 22
Revista No.
COMUNICACIÓN
Medellín - Colombia. Enero-Diciembre de 2006, ISSN 0120-1166
Universidad Saludable, un camino
promisorio para la UPB
Resumen
Universidad saludable es un proyecto
enfocado en la nueva visión de la salud:
La Promoción de la Salud, una visión
holística, positiva, articuladora e integral
de salud, que va más allá de la ausencia
de enfermedad. Una alternativa vista
desde la complejidad y la intertransdisciplinaridad como una manera de
construir en los colectivos en forma
participativa, calidad de vida y desarrollo
que determinen la felicidad y el bienestar
de quienes conforman ese colectivo, en
este caso la UPB, una Universidad de
20.000 miembros directos, sin contar los
indirectos. Un programa compuesto de
estrategias y planes con actividades propias
de su vida y su ideal. La comunicación es
la estrategia sin la cual este programa no
es posible.
Por Marta Lucía Betancur
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
15
Universidad Saludable, un camino promisorio para la UPB
La Promoción de la salud es una disciplina
académica o mejor aún, un conjunto de varias
disciplinas académicas. Esto fue lo que
contestaron Bunton y Macdonald (1992) cuando
se les preguntó que, académicamente qué
significaba Promoción de la salud1 Pero además,
lo más inobjetable de este paradigma de la salud,
radica en algo que ya Hipócrates se había atrevido a
decir: “la vida sana es fuente de riqueza”
Estos motivos académicos y teleológicos fueron
determinantes para que desde la Comunicación Social
se propusiera a la Universidad Bolivariana sembrar el
árbol de la Promoción de la salud, e iniciar así el camino
de una Universidad Saludable, hacia mejores niveles
de bienestar para los estudiantes, profesores y trabajadores de ese colectivo académico rico en historia,
personas y posibilidades multidisciplinarias.
Ahora bien, ¿por qué lo académico tiene tanto peso
en esta utopía o camino? Porque la salud ni se recibe,
ni se impone: se construye con miradas socioecológicas desde disciplinas sin fronteras. De esta
manera, la salud incorpora múltiples saberes y campos
del conocimiento, tales como: política, economía,
educación, psicología, epidemiología, mercadeo,
publicidad, arquitectura, ingeniería, filosofía…mejor,
todas las ciencias y saberes caben en este panorama
amplio. Sin embargo, los estudiosos y prácticos del
tema consideran que la comunicación es la disciplina
llamada a urdir la trama de este tejido complejo y
hologramático que es la salud, no solo por su posibilidad estratégica y democrática de relacionamiento
entre las personas, sino por el poder mediático de
informar, movilizar, publicitar, dinamizar, investigar,
difundir, entramar sentidos, educar, evocar, emocionar,
formar la opinión pública, brindar espacios para la
expresión y el intercambio dialógico.
Un programa de Universidad Saludable, tiene su
fundamento epistemológico en la Promoción de la salud
o nueva visión de la salud. Pero sus bases de
aplicación práctica son, lo que los expertos y la OMS/
OPS han definido como, colectivos saludables. Visión
novedosa y abarcadora que se va imponiendo sobre
el concepto de salud individual, debido los pobres
resultados en indicadores de salud positivos y cambios
conductuales a pesar de las fabulosas sumas invertidas
en el propósito.
1
16
Restrepo- Málaga. Promoción de la salud: cómo construir
vida saludable. Bogotá: Editorial Médica Panamericana,
2003. p. 28
Los colectivos construyen los sentidos y por ende
los conceptos, y en el caso que nos ocupa, la
salud ha sido entendida y contemplada a través
de la historia como ausencia de enfermedad.
Y a pesar de los buenos oficios de la OMS
(Organización Mundial de la Salud) que se ha
empeñado en definirla como un equilibrio entre
lo bio –físico– social, la verdad es que en el imaginario
colectivo, prima aún el concepto de salud alrededor
de la maquinaria de la enfermedad desplegada en las
dimensiones médicas de prevención, curación y
recuperación del individuo, con tímidas acciones en la
salud pública de los colectivos. Por consiguiente la
“salud” en términos negativos, se convirtió en el
negocio más floreciente del mundo, del que está
ausente la conquista de ciudadanos empoderados por
la salud, con los alcances culturales de la nueva visión.
En este ámbito de la salud-enfermedad, la verdad es
que el sistema y los grandes intereses monetarios
necesitan cuerpos pasivos, personas dependientes y
por lo tanto, consumidores a granel de fármacos,
consultas y tecnologías. Argumento este último, que
se apoya en que las grandes EPS colombianas
(Empresas Promotoras de Salud) son los entes
económicos de más acelerado crecimiento en el país.
EPS que son mal llamadas promotoras de la salud,
porque no hacen Promoción de la salud en los términos
establecidos mundialmente, desconociendo que un
colectivo saludable, da como resultado bienestar,
sujetos sanos, vida buena tal como la describía
Aristóteles según lo cita Adela Cortina
“Aristóteles calificaba de “buena vida” a la de
los ciudadanos, no porque era mejor, más libre
de cuidados o más noble que la ordinaria, sino
de una calidad diferente. Buena, porque
habiendo dominado las necesidades de la pura
vida, librándose del trabajo y la labor y vencido
el apremio por la supervivencia, ya no estaba
ligada solamente al proceso biológico vital”2
Pero posicionar la Promoción de la salud, no es, ni
será fácil. Primero, porque dicho concepto fue mal
denominado con la palabra ambigua promoción, que
remite en las economías de mercado, al mercadeo
propiamente dicho con su connotación publicitaria de
aceptar el mensaje conductista. Con este enfoque
promocionar la salud es, promocionar un estilo de vida
impuesto, una medicación, una vacuna…,pero no una
2
CORTINA, ADELA. Los ciudadanos como protagonistas.
Barcelona: Galaxia Gutemberg, 1999
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Betancur M.L.
vida buena en el sentido integral. Segundo, por la
historia cultural del término salud, con su enfoque hacia
la enfermedad y sus consecuencias culturales
medicalizadas. Tercero, porque todo lo que insinúa
cambios, en especial de paradigmas, produce conflictos
de poder por los intereses políticos, económicos,
sociales y culturales en contra vía; intereses que
impiden cambiar –de la noche a la mañana– una visión
arraigada en las mentalidades.
Es de anotar que, si la historia de la humanidad no es
la descripción lineal de hechos acumulativos, la de la
salud enfocada desde la enfermedad, sí puede
reconstruirse así. Aunque en su devenir contiene
aspectos éticos, de educación médica, de ciencia
y tecnología, de práctica médica, siempre ha
sido el recuento de la enfermedad y de su
producto: la no enfermedad con tajante
separación de los componentes del proceso vital
humano: vida, salud, enfermedad y muerte. Y
con muy pocos referentes sobre el bienestar, la
calidad de vida, la felicidad y el desarrollo que hoy se
mira en términos de costo beneficio, de ganancia o
pérdida para el sistema, y como tal, se planea, ejecuta
y controla.
En contraposición la Promoción de la salud ya transita
por una historia cíclica de proceso de construcción y
deconstrucción ciudadanas, avanza y retrocede con
las incertidumbres y las ambigüedades propias de los
procesos sociales. Pero se va definiendo como motor
de desarrollo holístico y como una razón para
refundamentar en sí misma la salud como ciencia,
con la vida como eje central axiológico: “La vida
primero y de frente ante las otras preocupaciones del
desarrollo. La vida misma como `proceso vital
humano´ como categoría central del ser, del saber y
del hacer. La vida como campo de la salud y no más
como morbocentrismo sanitario”.3
La Promoción de la salud construye hoy su marco de
referencia y busca líneas de acción para posicionarse
en Colombia como el más avanzado concepto de
cultura de la salud, que permitirá su transformación y
desarrollo. “Es claro que el país comienza a despertar
hacia un nuevo concepto de enseñar, aprender y
practicar la salud. Es sensible el interés creciente por
3
4
FRANCO, Saúl. Proceso vital humano: “Proceso salud enfermedad una nueva perspectiva”. En: Conferencia
“Seminario Marco Conceptual para la formación de los
profesionales de la salud. Santafé de Bogotá: Universidad
Nacional, 1993. s.p.
ARROYO, Hiram; CERQUEIRA, María T. Op. cit., p. 122
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
el área, aunque todavía es perceptible la confusión
conceptual, y todavía más inherente, la inexperiencia
práctica y operativa”.4
Los argumentos para justificar la entrada de lleno en
la nueva era de la salud son muy contundentes:
La sociedad por ejemplo, comienza a pensar en la
calidad de vida y en el desarrollo bajo otras visiones
diferentes a “progreso”. Se plantea además que, el
“desarrollo” trae patologías propias, como son las
enfermedades crónicas; las relacionadas con los
estilos de vida y el consumo; las del medio ambiente
y las degenerativas; lo que ha puesto a pensar a
las personas en términos más de calidad de
vida, que al final significa vivir bien y no durar
y durar, para mejorar las estadísticas de
esperanza de vida de los países.
Por otro lado, el terreno de los servicios
asistenciales para recuperar la salud perdida,
presenta un panorama que justifica un cambio de
paradigma por el alto costo de los servicios de salud
que el juego del mercado impone, juego que hace
imposible la equidad al premiar la cultura de la consulta
prepagada, y al estimular una gran inversión en
sofisticadas tecnologías para algunas intervenciones
costosas. Amén de poner todo el esfuerzo en atender
prioritariamente los riesgos de las enfermedades
llamadas “catastróficas” para el sistema de salud.
Otro aspecto que pone a pensar en cambios en la
salud, es el económico. Los países desarrollados
concluyen que el 10% del PIB(Producto Interno Bruto),
dedicado a la rehabilitación de las personas, es un
rubro gigantesco que merece transformaciones de
fondo en la conciencia mundial acerca de la salud y
las condiciones de vida.5
Además, la Epidemiología (ciencia cuyo objetivo hoy
es proveer información e interpretar problemáticas
locales en materia de salud) gran aliada de la Salud
Pública, no puede continuar midiendo la salud con
indicadores negativos de enfermedad y muerte. Debe
incursionar en la aplicación de indicadores de
desarrollo como los que dan sustento a la Promoción
de la salud6:
5
6
Helena E Restrepo. Conferencia: ESTO SÍ ES promoción de
la salud. Medellín. Módulo Promoción de la salud del
postgrado Promoción-Comunicación en salud del CES.
Ibidem
17
Universidad Saludable, un camino promisorio para la UPB
• Salud considerada como bienestar, calidad de vida,
salud como vida feliz en plena vigencia de los
derechos.
• Salud como concepto de desarrollo humano y local
sostenible.
• Salud como construcción colectiva de lo público
(concepto político).
• Salud en la agenda pública diaria de los medios y
los gobernantes.
• Salud en manos de los diferentes actores.
• Salud como conciencia, no como imposición.
• Salud como cultura.
• Salud como proceso, como constructo.
Lo anterior representa un cambio administrativo y
conceptual drástico, que debe comenzar por ubicar la
Promoción de la salud en las actuales leyes de la
seguridad social de los países, y para ello es necesario
construir alternativas con el fin ampliar el campo de
la acción de una salud basada en los requisitos: paz,
educación, alimentación adecuada, seguridad, alegría,
convivencia, democracia, conservación del ambiente
natural y físico, empleo, agua potable, saneamiento
básico, ingresos justos, justicia, equidad, todo dentro
de la participación.
La Promoción de la salud dentro de los componentes
anteriores tiene varios campos específicos donde le
corresponde actuar: campos obligatorios de la
comunicación que no se podrán manejar aisladamente
del proyecto de desarrollo en el cual se inscriben:
1. En el campo de las políticas públicas, decisiones
conjuntas y democráticas de los diferentes
involucrados en la salud: todos.
2. En los estilos de vida o
transformación cultural de
creencias, conocimientos,
aptitudes para cuestionar y
mejorar los hábitos y
condicionamientos culturales
que determinan la calidad de
vida.
3. En el ambiente armónico con la
naturaleza y el desarrollo: los
ambientes naturales y los de la vida
cotidiana y cultural.
18
4. En el campo de las desigualdades en la salud como
inequidades sociales.
5. En el espacio político de la democracia dando rienda
a la participación comunitaria y ciudadana, a la
convivencia, y la solidaridad.
6. En la transformación de los servicios de salud hacia
la intersectorialidad, no sólo ayudando a humanizar
el servicio, sino abriendo puentes entre el sector
de la salud y los demás sectores productivos,
ambientales, políticos y sociales.
7. En la construcción del capital social que involucra
todo lo anterior. Para integrar nuevos actores.
Trascender el ámbito de los profesionales de la
salud para involucrar todas las ciencias y a la
totalidad de la población.
8. En la investigación para enfocarla de forma
diferente. Plantear cambios educativos, de
formación profesional y de mercadeo en salud, no
de venta de servicios únicamente.
La promoción de la salud como política
Las políticas surgen como un conjunto de
principios, normas y aspiraciones para cambiar
entornos, estructuras y reglamentar situaciones
problema de las sociedades.
En el contexto de las políticas caben todas las de
carácter social que conducen al bienestar: las políticas
de salud y las saludables o favorables a la salud.
Las políticas se mueven en el terreno del poder: unas
tienen que ver con el poder no separado del control
(health policy.) Otras miran hacia la democratización
del mismo poder. Se trata de los nuevos actores/
sujetos, en escenarios no institucionalizados.
Es en este último espacio, donde la
promoción de la salud tiene grandes
perspectivas.
En el tema salud y desde sus dos
enfoques descritos en esta
reflexión existen dos tipos de
políticas: las políticas de salud que
contienen una preocupación
explícita por incidir directamente
sobre la salud en el ámbito de la
atención médica y expresan las
relaciones de poder en las
organizaciones sanitarias; proceden del
mismo sector donde sus actores están
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Betancur M.L.
dotados de la legitimación para promulgarlas. Un
ejemplo de lo anterior, es la obligatoria advertencia
que debe llevar la publicidad de las bebidas alcohólicas
que todos conocemos. En cambio, una política
saludable o favorable a la salud, proviene a veces de
un ente que en apariencia nada tiene que ver con la
salud. Es el caso de una institución que regula los
impuestos y que afecta al sector económico productivo
directamente. Para ilustrar, una estricta regulación del
tabaco en Canadá, incidió en el descenso per cápita
del consumo: un11% (cifra antes no conseguida por
ningún país.) También las políticas del agro tienen un
potencial mayor en la salud de los colectivos.
Pero la Promoción de la salud como política
pública, sigue siendo la más integral de las
políticas a favor del desarrollo colectivo y por
ende, del individual. Esta política se enmarca en
una perspectiva sociopolítica de carácter ecológico, y
permite procesos de construcción de ciudadanía, de
legitimidad, que por ende, terminan en movilización
social, toma de decisiones, negociación, presión y
definición de políticas públicas de salud, saludables y
favorables a todos los sectores de la población, como
mandatos aceptados y garantizados en su autenticidad
por la sociedad.
La promoción como política es doctrinaria, por lo tanto
permanece en el tiempo, “traza objetivos anchos de
largo aliento” Beltrán (1993) como son: bienestar,
desarrollo y producción del bien social de la salud. Es
la raíz del árbol cuyo tronco son las estrategias, que
en promoción se definen en participación,
compromiso político, concertación, cultura de la salud,
ambientes sanos, comunicación, transformación del
sector salud y de los estilos de vida. Sin embargo, las
políticas y las estrategias no son nada sin los planes
que estipulan en detalle las metas concretas. Los planes
son entonces, las ramas que completan el árbol de
los sueños de todos: el reino de los derechos y la
calidad de vida.
Con las políticas, aseguramos en el tiempo que el
interés general de la sociedad: vivir la vida en
condiciones que permitan su pleno goce, no se diluya
con los vaivenes de los intereses no sanos, egoístas y
particulares.
y Saludables, como profesora de la Universidad de
Carolina del Norte, en un artículo de su autoría
publicado por la OPS en el libro colección Folletos #
557 llamado Promoción de la salud: una antología,
llama la atención sobre las razones para justificar un
programa basado en una política de Promoción de la
salud, “…alrededor de la mitad de las empresas más
poderosas de los EEUU ( según Fortune 500) tienen
programas de “bienestar” que absorben el 0,1% de
sus beneficios netos, en contraste con los gastos que
les supone la cobertura de salud de sus empleados
que equivalen a 24% de dichos beneficios. En todo el
país, la magnitud de este esfuerzo por reducir gastos,
abarca a las dos terceras partes de los centros de
trabajo con más de 50 trabajadores que afirman
disponer de programas de Promoción de la salud”7
Pero la Sra Millio agrega:
El enfoque típico de un programa de Promoción
de la salud en un centro de trabajo consiste en
intentar modificar los hábitos del trabajador y
no las condiciones en las que trabaja. Se trata,
fundamentalmente de diseños con los que el
patrocinador obtiene las mayores ganancias a
corto plazo, pero que no siempre producen
las mayores ganancias para la salud de
los empleados. Por ejemplo, el más popular
de los programas de “Bienestar” entre los
empresarios, es el de los exámenes físicos y el
de estilo de vida a partir del ejercicio y dejando
de fumar. Sin embargo, los programas de
reducción del riesgo tienden a tener un solo
componente con diseños de “arriba hacia abajo”
que como se sabe, son los que resultan menos
eficaces en lo que al cambio de comportamiento
a largo plazo se refiere 8
Según un reporte de la OMS sobre lo encontrado en
el trabajo mundial de la Promoción de la salud, la Ley
de medio ambiente laboral de Suecia, integra sectores
con criterios de salud definidos en una política que no
se limita a los servicios de salud y educativos, sino
que convoca a empleados y empleadores a construir
participativamente un entorno laboral favorable al
desarrollo del bienestar individual y de la colectividad.
Esta política o mandato, se interpreta como el camino
o ideal para transitar por una calidad de vida con un
Por qué una política como la Promoción
de la salud en la UPB
7
Nancy Millio una de las personas más reconocidas
mundialmente en el tema Políticas Públicas en Salud
8
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Milio Nancy. Búsqueda de beneficios económicos con la
Promoción de la salud. En Promoción de la Salud : una
antología. Washington DC: Publicación Científica # 557 de
la OPS, 1996. p. 49.
Ibidem, p.51
19
Universidad Saludable, un camino promisorio para la UPB
nivel que la mayoría desea. La maquinaria organizativa
necesaria para desarrollar la política comprende
delegados, comités conjuntos de trabajadores y
directivos, financiación, planes, investigación,
evaluación, procesos de decisión, etc. Esta experiencia
como un camino, ha dejado ya una primera lección:
“ se comprobó que los asalariados solo
desarrollan iniciativas cuando la información va
acompañada de diálogo, intercambio de
experiencias, resolución conjunta de problemas
y participación en la toma de decisiones” 9. Por
tanto, se hace el esfuerzo de escuchar a los
trabajadores en sus experiencias y se les invita para
la toma de decisiones en grupo, donde nadie, ni las
cabezas tienen más poder. Es decir que, los asuntos
llegan a la agenda, sólo cuando los interesados tienen
suficiente fuerza como para impulsarlos. Una política
se posiciona (no se imposiciona) cuando cumple
condiciones mínimas de legitimidad, factibilidad y
respaldo social. Es una directriz generada como
manera de proceder, es un mandato cuando está
legitimada por las mayorías.
“Los programas de Promoción de la salud pueden
ser llevados a cabo más correctamente por las
organizaciones universitarias, gubernamentales
o comunitarias sin ánimo de lucro. Los mejores
de ellos serán los que enfoquen la salud de una
forma integradora…” 10
La salud enfocada en los estilos de vida o
comportamientos individuales de riesgo, es ineficaz
porque se descontextualiza del fenómeno, de los
factores de riesgo y no toma en consideración los
elementos de la cultura que hacen mantener tales
comportamientos. “La intervención dirigida hacia el
cambio de los comportamientos individuales podría
no ser el camino correcto”, dice John B Mckinlay,
Director del Centro de Salud y Estudios políticos
avanzados de la U. de Boston, EEUU.
Estrategias de implementación de la Promoción de la salud hacia una Universidad
Saludable UPB: investigación, participación,
ecología y comunicación para el desarrollo
Cuáles estrategias
Las estrategias marcan las rutas necesarias por donde
deberán transcurrir las acciones del programa de la
Universidad Saludable, cuya raíz es la política o
mandato de la Promoción de la salud que asegura la
20
integración de todos los sectores, personas y planes
de la UPB.
El concepto de estrategia incluye una adecuada
percepción de la realidad que conjuga el ideal o lo
deseable del programa, con la política y con lo real
como presente unido a la historia, que se configura
en la base de esa realidad.
La estrategia es el puente por donde transita el ideal.
Es también el conjunto de decisiones fijadas que juntan
elementos del proceso organizacional como la misión
y la visión, con la pregunta cómo, con qué, con quiénes
se va a lograr que los objetivos lleven al ideal de la
construcción permanente de esa Universidad
Saludable.
El tronco o las estrategias que sostienen el
programa- árbol de la Universidad Saludable UPB, el
cual es alimentado por la raíz o política de
Promoción de la salud, se compone de dos partes
1) del corazón, o parte dura interna de la corteza
del tronco y 2) de la albura o parte externa del tronco
del árbol.
El corazón formado por tres estrategias: participación, ecología e investigación.
Participación: es el principal componente de una
estrategia, es el nutriente más importante de la savia
que alimentará el programa. Sin las motivaciones, el
compromiso y la inclusión de los actores en la toma
de decisiones, y sin las relaciones comunicativas, el
concurso en las evaluaciones, la integración de
diversos actores, sujetos, sectores y actividades, la
política será sólo una imposición mal recibida.
Ecología: la visión cíclica sistémica de la vida se
fundamenta en principios de organización comunes a
todos los seres vivos y ecosistemas. Esta serie de
criterios directamente relacionados con nuestra salud
y bienestar, son identificados como los principios de
la ecología. La tendencia de hoy es utilizarlos como
líneas maestras para la construcción de comunidades
humanas sostenibles: redes de interaccióncomunicación; ciclos: esos flujos constantes de
interacción con el medio producen residuos que no
son desechos, sino recursos o insumo para otro
9
10
Ibidem, p.55
J. Gordon citado por Nancy Milio en Búsqueda de beneficios
económicos con la Promoción de la salud. En: Promoción de
la salud : una antología. Washington DC: Publicación
Científica # 557 de la OPS, 1996. p. 55.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Betancur M.L.
sistema; energía del sistema que impulsa los ciclos;
asociación sustentada en la cooperación ( la vida no
se extendió por el planeta por medio de la lucha, sino
por la cooperación, la asociación y el funcionamiento
en red; diversidad: los ecosistemas alcanzan
estabilidad y resistencia gracias a la complejidad de
sus redes ecológicas, a mayor diversidad mayor
resistencia; equilibrio dinámico: todo ecosistema es
una red flexible en fluctuación perpetua . Esta
flexibilidad es consecuencia de múltiples bucles de
retroalimentación que dan al sistema un equilibrio
dinámico. Ninguna variable es más importante que
otra. En esta estrategia se contempla el ecodiseño.
Investigación: no sólo como punto de partida en
todos los pasos del programa de Universidad Saludable
previo a la toma de decisiones, sino en los momentos
de medición, evaluación de resultados y dinamización
del proceso. Cómo partir siempre del otro, de la
pedagogía de la pregunta, del ¿pero por qué? Saber
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
cómo satisfacer las expectativas del mismo programa
y de sus constructores. Cómo trabajar por fases
basadas en un conocimiento- reflexión acción. La
investigación como un acto social o un acto de muchos
y para muchos.
La albura (engloba y protege todo el tronco) es su
parte externa y en el caso UPB Saludable, simboliza la
estrategia comunicación para el desarrollo.
Comunicación para el desarrollo: comunicación
relacional basada en la equidad cuyo proceso
democrático de diálogo o dialógico plantea acuerdos
y sentidos compartidos, no siempre con resultados
consensuados, aunque sí mayoritarios. Donde se trata
de educación, más que de información, pero donde
se informa teniendo en cuenta motivaciones y cultura.
Una comunicación en y para la movilización de ideas y
recursos. Una publicidad y mercadeo de carácter social
con el sello de la investigación participativa. Una
21
Universidad Saludable, un camino promisorio para la UPB
comunicación para la organización de comunidades
autosostenibles. Una comunicación para un desarrollo
de la salud que tiene en cuenta el modelo y el concepto
de salud que se quiere alcanzar con el concurso de
todos. Una comunicación dinamizadora de una cultura
y una ciudadanía por la salud. Una comunicación para
la difusión de resultados. Una comunicación como
proceso cuyos productos propician reflexiones y
acciones.
Síntesis del contexto general (nacional y mundial) en
el cual se ubica el tema, antecedentes, estado actual
del conocimiento del problema, contribución a la
solución del problema, oportunidades y relación con
trabajos previos.
Objetivos:
Objetivo general
Proponer desde la Pastoral Social los lineamientos
teórico-prácticos básicos, para el diseño participativo
de la UPB Saludable, con el fin establecer mediante
una política de Promoción de la salud, las estrategias
anotadas y los planes descritos un programa
articulador de desarrollo integrador, holístico,
transdisciplinario para la construcción del bienestar
individual y colectivo de quienes conforman dicha
universidad.
Objetivos específicos
Revisar los aportes teóricos de la Promoción de la
salud, las políticas en salud, la comunicación para el
desarrollo, la ecología, la participación, la investigación
y la UPB en su diseño administrativo y en especial los
objetivos y misión de Pastoral
Como ya se anotó, la política (RAÍZ) es la
Promoción de la salud, las estrategias(
TRONCO) serán la comunicación para
el desarrollo, la ecología, la
participación y la investigación y los
planes (RAMALES PRINCIPALES)
con los correspondientes
proyectos de cada ramal,
(RAMALES SECUNDARIOS) y las
actividades de cada proyecto(
FOLLAJE) junto a los resultados(
FLORES) que contienen las
semillas las cuales caen al suelo
para ir produciendo un bosque.
22
Planes de desarrollo
Se incorporarán los proyectos temáticos disciplinares
e interdisciplinares del colegio, las escuelas,
facultades, institutos, centros o divisiones.
• Plan de Desarrollo de un Entorno Saludable
• Plan de Desarrollo de Proyección a la Sociedad
• Plan de Desarrollo de una Estructura Gerencial
• Plan de Desarrollo de reorientación de los Servicios
y Recursos
• Plan de Desarrollo de Aptitudes Saludables
• Plan de Desarrollo continuo de capacitación en el
concepto Promoción de la Salud.
Se incorporarán los proyectos temáticos disciplinares
e interdisciplinares del colegio, las escuelas,
facultades, institutos, centros o divisiones.
Un CPC o Comité de Participación Comunitaria formado
por representantes de todos los estamentos de la UPB
será el encargado de desarrollar el programa.
A manera de ilustración el Plan de Desarrollo de un
entorno saludable podría llegar a desarrollar algunos
de los siguientes proyectos. Por ejemplo en el Plan
de Desarrollo de un Entorno Saludable:
Manejo Integral de residuos sólidos
Paisajismo – bosques – jardines – fuentes
Reubicación de los vehículos
Sitios de descanso
Ergonomía
Recreación – deportes – cultura
Oratorios y sitios ágora
Estructuras para trabajo en equipo
Control del ruido en los sitios de lectura
Senderos: ecológico y peatonales –
ciclovías y aula ambiental
Proyecto académico área de
urgencias, emergencias y desastres
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Revista Comunicación, No. 25 p. 23 - 33
Medellín - Colombia. Enero-Diciembre de 2006, ISSN 0120-1166
Betancur M.L.
Jóvenes usuarios de internet:
Prácticas sociales y políticas públicas de la W
eb*
Web*
Resumen
Las políticas públicas en un país deben
buscar la transformación de problemáticas sociales que afecten uno o varios
sectores en lo local o en lo global. Revisar
las políticas públicas sobre Internet a
partir de las prácticas sociales que hacen
sectores de la población como los jóvenes
puede ser decisivo para el cambio social
futuro de nuestro país.
Por Érika Jaillier Castrillón **
*
**
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
El presente artículo surge a partir de la
investigación doctoral en su segunda fase.
Comunicadora Social y Licenciada en idiomas
(UPB), Especialista en literatura con énfasis
de producción de textos e hipertextos
(UPB), magíster en Ciencias de la Información y de la Comunicación (Universidad
Stendhal, Grenoble-Francia), candidata a
doctorado (Universidad Stendhal, GrenobleFrancia), docente de la Facultad de
Comunicación Social de la UPB y miembro de
los grupos de investigación GRESEC (Groupe
de Recherche sur les Enejux de la
Communication- Universidad Stendhal) y
EAV (Educación en Ambientes VirtualesUniversidad Pontificia Bolivariana).
23
Jóvenes usuarios de internet: Prácticas sociales y políticas públicas de la Web
Introducción
En Colombia, como en muchos otros países en vías
de desarrollo, Internet se ha convertido en un recurso
estratégico clave para pensar el progreso en múltiples
sectores: la educación, el comercio, el cumplimiento
de las funciones de transparencia e interacción del
Estado con los ciudadanos, las comunicaciones (desde
las interpersonales hasta las masivas) e incluso la
preocupación del trabajo medioambiental hacen parte
de los ámbitos afectados por su uso.
Su carácter híbrido como tecnología de información y
de comunicación también lo hace diverso: Internet
obedece a lógicas editoriales (mercadeo de los
productos editoriales), pero también a la lógica de
flujos (que funciona con el financiamiento publicitario
y los criterios de fidelización de los clientes) así como
a la lógica de prensa (el webmaster es una especie
de redactor en jefe responsable de las futuras
elecciones que puedan hacer los sujetos, de la
organización de la página y del tratamiento del
contenido). Puede tener un público segmentado según
los sujetos, entre los cuales el consumo es individual,
pero ligado a un sentimiento de pertenencia social.
Esa pertenencia social es mucho más notoria en ciertas
franjas de públicos usuarios como los jóvenes. De
hecho, Internet como sistema de información pública
es relativamente joven: su vida pública no pasa de los
30 años en el mundo y de los 15 años en Colombia.
Pero no es sólo joven por existencia: sus principales
usuarios pertenecen a la franja social económicamente
productiva (de los 20 a los 35 años), aunque los rangos
de edades se han ampliado con el tiempo.
Estudios de firmas como Leo Burnett Colombia y
algunas mediciones del Dane muestran cómo los
medios (principalmente los considerados
medios electrónicos) se han convertido en
el más importante elemento en cuanto
a uso del tiempo libre de los
jóvenes, lo que ha desplazado
otras prácticas sociales como las
actividades de grupo y el deporte
recreativo. Visto de otro modo, la
tecnología ha entrado a formar parte
de la vida cotidiana de las familias
colombianas en todo sentido. En una
época el teléfono, y hoy los celulares y el
internet ocupan el primer nivel en cuanto a
mediatizaciones para la interacción con otros.
24
Pero el uso de internet va más allá del entretenimiento:
los trabajos escolares, la mensajería electrónica, el
acceso a la actualidad musical, visual y tecnológica
son las alternativas más reconocidas de internet. Y
ésto no solo cambia la conexión del joven con el
mundo, cambia sus relaciones interpersonales y le
plantea nuevas necesidades en cuanto a los usos del
lenguaje y de las formas de comunicación.
Surgen entonces muchas preguntas que motivan la
investigación y la reflexión de la cual es fruto este
texto. Algunas de ellas, quizás bastante relevantes
serán claves dentro de este artículo: ¿qué políticas
públicas de comunicación muestran la visión del
gobierno sobre el uso de Internet y tienen en cuenta
la visión de los usuarios jóvenes frente a la red?, ¿las
leyes de telecomunicaciones sobre Internet en
Colombia controlan o tienen en cuenta el acceso y
uso que efectúan los jóvenes?, ¿con las leyes de
telecomunicaciones y la promoción gubernamental que
se ha hecho del uso de la Internet, cómo ha cambiado
la relación con esta tecnología?, ¿cómo los ven las
páginas de las organizaciones públicas?
Dos de las hipótesis básicas para este aparte del trabajo
tienen que ver con los siguientes aspectos:
1. Las prácticas mediáticas que los jóvenes realizan
en Internet han permitido que este sistema haga
parte de su estilo de vida actual y
2. Las leyes y políticas públicas de medios electrónicos
expedidas por el Gobierno no han sido diseñadas
para el control, acceso y uso habitual que tienen
los jóvenes.
La idea central es mostrar cómo la mayoría de las
normatividades que se refieren directa o
indirectamente a Internet no contemplan las
prácticas reales que hacen los jóvenes en el
sistema y por tanto están desalineadas de
lo que pueden ser las necesidades de
este sector social.
Un primer asunto: las prácticas
en internet
Después de casi diez años de utilización
comercial de Internet en Colombia, las políticas
sobre el uso de Internet han cobrado importancia
para diferentes actores sociales y políticos. Basta
ver el auge que ha tenido el programa de conectividad
del gobierno nacional y la campaña de dotación de
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Jaillier E.C.
computadores en los colegios y escuelas de las
principales zonas del país para ese mismo fin.
Además, en paralelo a la aparición de las
nuevas tecnologías de la información y la
comunicación, se viene observando un
cambio social en el que las interacciones
urbanas de los jóvenes se empiezan a
asemejar a aquellas de la red. Pero antes de
hablar de la relación entre las políticas públicas
existentes y las prácticas de los jóvenes frente a
Internet, es necesario revisar primero cómo son
estas últimas en la actualidad y cómo han cambiado
en los últimos tiempos.
Desde su aparición, Internet ha suscitado un inmenso
debate intelectual alrededor de las máquinas de
información y de comunicación. Para algunos autores
como Pierre Lévy1, la existencia de estos nuevos
aparatos y sistemas es algo que vale la pena celebrar.
Para otros como Paul Virilio2, son ante todo artilugios
para la manipulación, la desinformación y la
desarticulación de las sociedades humanas.
Como dirían autores como Patrice Flichy,
Al lado de puntos de vista de tecnófilos y de
tecnófobos, se encuentra en otros autores la
voluntad de relativizar el apasionamiento por
las nuevas tecnologías. Así, Dominique Wolton
estima que la hoy llamada sociedad de la
información ha sido ya fuertemente formada
por las otras técnicas de comunicación
precedentes. Hay pues permanentes discursos
de justificación de las nuevas tecnologías.
Wolton cree ver en este fenómeno una ideología
tecnicista según la cual la última técnica es
siempre la más capaz de asegurar el cambio y
cooperación social. Él propone denunciar esta
ideología que reduce el intercambio y la
comunicación humana a lo técnico3.
Lo cierto es que pocos autores se centran en el
aspecto social, en el asunto de los usos. La mayoría,
como lo dice el mismo Flichy, se posicionan frente a
una técnica ya construida, pero no a la concepción
1
2
3
LÉVY, Pierre. Cyberculture. Paris: Editions Odile Jacob,
noviembre de 1997. 313 pp.
Y LÉVY, Pierre . L’ intelligence collective. Pour une
anthropologie du cyberespace. Paris : La Découverte, 1994.
VIRILIO, Paul. El cibermundo, la política de lo peor. Madrid:
Cátedra, Colección Teorema, 1999. 114 pp.
FLICHY, Patrice. L’imaginaire d’Internet. Paris: Éditions La
Découverte, 2001. p.11.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
social de la técnica. Para abordar esas
concepciones vale la pena retomar como
sugiere este mismo autor, la historia de
Internet como antesala de lo que es hoy.
Un poco de historia
La primera idea asociada a las autopistas de
la información y al término Sociedad de la
Información es el sistema de cable. El cable se
convierte en un sistema revolucionario que logra
unir a naciones enteras. Ésta fue la primera visión
de una sociedad en red. Sin embargo, la expresión
toma mucha más fuerza a partir de 1985 gracias al
libro de Lawrence E. Murr, James B. Williams y Ruth
Ellen Millar, llamado Information Highways. Mapping
Information Delivery Networks in the Pacific Northwe”.
Se pensaba en una red de información útil para la
educación y para la investigación que se haría realidad
en el Nacional Research and Education Network
(NREN), a finales de los años 80 y principios de los
90. El discurso político del gobierno norteamericano
empieza a utilizar el término de las autopistas de la
información como un ideal realizable dentro de los
adelantos de los Estados Unidos en materia de
educación y de libertad de la información y las
comunicaciones.
Paralelamente a los discursos políticos y a las políticas
de comunicación, en el Sillicon Valley se venían
realizando estudios sobre la creación de una
infraestructura que lograra ir más allá de una red de
bancos de datos dado que se quería además la
interacción entre individuos y un conjunto de
aplicaciones y de servicios ofrecidos abiertamente. De
hecho, en el terreno práctico, en 1993 se logran
grandes fusiones entres empresas de telefonía y
empresas de cable para hacerle frente a este cambio
informacional. Desde el punto de vista tecnológico, la
existencia de Internet era ya posible desde los años
60.
Al final de los años 50 los computadores eran todavía
extraños, pero comenzaban a ser útiles para la
organización de datos, para efectuar cálculos y
realizar tareas simultáneas (time Por aquella época,
Internet era sólo un protocolo de transmisión de datos
que diferentes redes de Arpanet podían utilizar (el
TCP/IP: Transmission Control Protocol / Internet
[working] Protocol). Sólo en 1990 se crea la WEB,
una red de lazos y de vínculos encadenados que no
requerían de organización jerárquica. Se habló
entonces de la Red Mundial (World Wide Web), para
la que se requería un protocolo único y un sistema de
25
Jóvenes usuarios de internet: Prácticas sociales y políticas públicas de la Web
programación especial. Nace así en 1991 el lenguaje
de descripción de los documentos (HTML: HyperText
Markup Language) y el lenguaje de transmisión (HTTP:
HyperText Transfer Protocol). Los documentos se
podían poner en el sitio por medio de servidores que
tuvieran una dirección URL (Uniform Resource
Locutor). El protocolo de TCP/IP era necesario para
poner el sistema de la web en funcionamiento, por lo
que se transformó su significación pasando a ser la
Red de Redes.
Las prácticas sociales en la Red eran variadas, aunque
no tanto como ahora: existían grupos especializados
y comunidades virtuales (casi todas con fines
científicos, académicos y técnicos), servicio de
mensajería electrónica, servicios de bases de datos
(envío, recepción registro y archivo de datos) y algunos
primeros procesos de comercio electrónico. Una
primera característica es pues su apertura a escala
planetaria y la segunda, es la posibilidad acumulativa
de conservación, difusión y expansión de los mensajes.
Los servicios de Internet
Los servicios de la Red de redes se han perfeccionado
y mejorado técnicamente con el tiempo, pero, además,
se les han añadido nuevos usos y nuevas posibilidades
para los usuarios:
-
-
-
26
Correo Electrónico (o E-mail): servicio postal en
línea que permite gestionar, recibir y enviar
mensajes escritos, imágenes, videos, etc., a otras
personas que tengan acceso a la Red. Esto lo
convierte en el sistema más sofisticado de
mensajería que hoy se conoce.
Exploración de páginas web: la World Wide Web,
también llamada la web o la Red, es un conjunto
inmenso de páginas y sitios electrónicos diseñados
en hipertexto (html) compuestas de información
en texto y acompañadas en la mayoría de las
ocasiones de recursos multimediales o
multimodales, y que permite la interacción a través
de vínculos (links) por parte del usuario. Hacen
parte de una gran telaraña de cobertura mundial.
La WWW es la “vitrina internacional” por el aspecto
de revista que ofrece.
Grupos de noticias (o newsgroups): es uno de los
servicios más antiguos de la Red. Permite entablar
debate sobre temas técnicos por medio del correo
electrónico, a través del cual también se envían
mensajes a estos grupos para intercambiar
opiniones y mensajes. Los grupos de discusión
manejan variedad de temas y listados de las
personas que ingresan a ellos. Son tertulias
internacionales a través de la Red. Usenet es aún
la principal red de noticias por suscripción conocida.
-
Chat: técnicamente conocido como IRC (Internet
Relay Chat) permite entablar una conversación
interactiva en tiempo real con una o varias personas
por medio de texto, imágenes u otro tipo de ficheros
mientras se dialoga a través del teclado. Los chats
se realizan en las llamadas “salas” (chat rooms),
canales clasificados por temas específicos para que
los usuarios ingresen según sus preferencias (se
dividen por edades, gusto, temas, aficiones).
-
Foro (forum): es el intercambio de información
sobre un tema determinado en una sala de servicio
en línea. Da la posibilidad de realizar conferencias
para preguntas y respuestas y bajar archivos
relacionados. Los mensajes que allí se den, quedan
almacenados para que otros usuarios los lean y
opinen sobre ellos.
-
Comercio electrónico (e-commerce y e-business):
es cualquier actividad de intercambio comercial en
la que las órdenes de compra, venta y pagos se
realizan a través de un medio telemático como
Internet.
-
Servicios de telefonía: permiten establecer
conexión con voz, imagen o ambas, entre dos
personas conectadas a Internet desde cualquier
parte del mundo sin tener que pagar el costo de
una llamada internacional.
-
Videoconferencia: es un sistema que permite
transmitir textos e imágenes fijas al mismo tiempo
en que se habla y se ve la imagen en movimiento
a través de la pantalla en tiempo real, permitiendo
la interacción visual entre varias personas que se
encuentran en distintos lugares geográficos, por
medio del computador. Así se establecen reuniones
virtuales con programas como el Netmeeting, en
las que se logra un contacto visual y sonoro,
transmisión de archivos, escritura en una pizarra
o chat.
-
Juegos virtuales: buscan el entretenimiento por
medio de juegos en línea, parientes, si se quiere,
de los juegos electrónicos pero adaptados al uso
desde el computador, con actualizaciones en línea
y la posibilidad de la interactividad con otros
jugadores en diferentes lugares geográficos.
Requieren un buen manejo de la tecnología para
lograr bajar, renovar e instalar archivos
(downloads).
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Jaillier E.C.
-
Messenger – Comunicación instantánea: es una
charla privada en una sala restringida en la que el
usuario escoge a sus interlocutores. Es un punto
intermedio entre el chat y el correo electrónico. En
el confluyen muchas de las facilidades propias de
Internet. Hasta ahora ha sido un servicio gratuito y
versátil que se baja de la Red al escritorio del
computador y que se activa al conectarse.
Todos estos servicios (y otros más como los de
download de música, videos, e-books, etc.) son
prácticas posibles, aunque el asunto de qué se hace y
cómo se asume lo que se hace en Internet va más
allá de las definiciones y de los principios técnicos. La
relación entre la tecnología y lo social es muy compleja.
Sin caer en afirmaciones deterministas a favor de la
tecnología o en contra de ella, podemos decir que hay
una mutua influencia entre el desarrollo cultural y el
desarrollo tecnológico.
La tecnología de cada época y momento histórico tiene
una relación directa con el tipo de cambios sociales y
culturales. En algunos momentos es posible decir que
la tecnología ha potencializado y
acelerado el cambio social (por
ejemplo, con la imprenta), en
otros, han sido las condiciones
sociales el elemento indispensable
para poder aprehender y aceptar la
tecnología. Dicho de otro modo, los
cambios sociales utilizan como vehículo
el uso de las tecnologías -cuya inserción
definitiva dentro de la cultura sólo es posible
cuando el grupo social llega a un grado de
madurez que le permite acogerla y utilizarla
en la vida cotidiana y en el imaginario colectivopara la difusión y prolongación del cambio, e
incluso, para su permanencia y aceptación.
Hay pues una suerte de conjunción entre la
revolución técnica y tecnológica y el cambio
sociocultural. Y esa conjunción conlleva tres
fenómenos particularmente observables en sistemas
como la Red en general y la Internet en particular:
unas promesas de cambio técnico (aunque en general,
esto se vea retrasado en términos de tiempo de
realización final), de cambio político (la liberación de
las ondas y del acceso al sistema como un factor de
progreso: “acceso para todos”) y un cambio
ideológico-económico (la posible desreglamentación
de los usos, o una reglamentación libertaria, de libre
mercado. En últimas, una “comunicación libre”).
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
En nuestro territorio
No todos estos cambios socioculturales son visibles
hoy por hoy en nuestro territorio. Pero ya se empiezan
a ver algunos rasgos en términos del cambio político
que se derivan sobre todo de la visión de Internet
como servicio público. También se alcanzan a notar
transformaciones en lo que se refiere al uso cotidiano
de esta tecnología, y en cierto modo, al
desplazamiento de otros medios y de otras actividades
sociales.
Entre los resultados del sondeo hecho para la
investigación que sirve de base a este artículo, se
encuentran datos curiosos que llevan a pensar en que
sí se está generando un cambio frente a los usos y la
disposición de los sujetos hacia esta tecnología en
particular. Uno de los puntos más claros es el de la
opinión de los usuarios (jóvenes entre los 17 y los 24
años) frente a la influencia de los medios: hasta hace
algunos años los medios que más se utilizaban para
informarse eran la radio y la televisión, mientras que,
actualmente, la televisión pasa a un segundo lugar y
es Internet el primer medio.
De manera similar, el medio más utilizado
para el entretenimiento era la televisión y
ahora es también Internet (aunque la
televisión sigue estando entre los
primeros, con el segundo lugar). Frente
a los medios usados para la educación,
la televisión, la radio y la prensa se
consideraban los más utilizados. Con
la aparición de Internet, se ha
desplazado a la prensa y a la radio
hasta cierto punto.
Cuando se les pregunta por el medio sin el
que no podrían vivir, aparecen de nuevo la
televisión e internet. El medio que menos se utiliza
es el cine y en los que más se cree son otra vez la
televisión e internet. Curiosamente y a diferencia de
lo que se decía en investigaciones existentes hasta
los años noventa, los medios que más desconfianza
generan son ahora la radio y la prensa, que en el
pasado eran exactamente lo opuesto.
Cuando se les pregunta sobre su relación como jóvenes
con los medios, más específicamente sobre la imagen
del joven que los medios masivos presentan, la mayoría
dicen que los medios los ignoran y en segundo lugar,
que divulgan una imagen joven. Esto parecería
contradictorio, pero es explicable dado que, como se
ha dicho en otras oportunidades, los medios sí
27
Jóvenes usuarios de internet: Prácticas sociales y políticas públicas de la Web
muestran a los jóvenes, pero no muestran su verdadera
imagen. De hecho, autores como Jesús Martín Barbero
afirman que a los jóvenes se les ha mostrado menos
como objeto de discurso y más como modelo de vida
(juvenilización) o como objeto –problema. Esto podría
responder a esa paradoja de ser ignorados aunque
se divulgue su imagen. Incluso más: para ellos, esos
mismos medios masivos sirven a intereses particulares
y son sensacionalistas en el papel que han jugado con
la divulgación de la imagen de los jóvenes, según las
cifras de la encuesta.
Internet parece representar para ellos otra cosa: no
está al servicio de ningún interés particular, es abierto,
es libre, está puesto ahí para el uso del que quiera y
pueda usarlo. Y su acceso no es tan complicado como
parecería por ser una tecnología avanzada: la mayoría
se conecta a internet desde las instituciones
educativas (en primer lugar), el lugar de residencia o
una biblioteca, lo que indica que hay un gran uso de
espacios públicos e instituciones para tener un acceso
si no gratis, a muy bajo costo.
Esto puede tener relación con la frecuencia de acceso
pues dicen dedicarle un promedio de dos horas diarias.
Dos horas es un tiempo fácil de ocupar en las
instituciones educativas o en las bibliotecas en donde
no sería rara la presencia ni esta frecuencia de uso.
Si el uso domiciliario fuese más amplio, quizás el
tiempo se modificaría por razones como el costo o la
disponibilidad del equipo (sobre todo si este es
compartido).
El servicio más utilizado según estos mismos
resultados es precisamente la consulta de correo
electrónico y en segundo lugar, el Messenger, lo que
da la idea de que Internet se perfila como un recurso
para la interacción, para la comunicación
interpersonal, para el establecimiento de relaciones
interpersonales (comunicación directa y privada), a
pesar de ser un sistema público y abierto. En un tercer
lugar se encuentra la navegación en páginas web y
en el cuarto lugar las descargas de archivos de todos
los tipos. Esto se ratifica con una mayoría que responde
afirmativamente a las preguntas de si utiliza internet
para trabajos en grupo y si posee listas de personas
con las que establece contacto frecuente por internet.
Todas estas informaciones de uso de esta tecnología
constatan su versatilidad y las posibilidades que tiene
de convertirse en algo más que un sistema de
comunicación: un medio potencializador de las
relaciones humanas, un medio para la socialización,
para el aprendizaje, para la búsqueda colectiva de
28
conocimientos. Sin embargo, las políticas nacionales
al respecto no son claras, se han centrado mucho en
el acceso y en el aspecto operativo y poco o nada han
tratado sobre el aspecto de contenidos, lo ideológico,
las relaciones que se tejen a través de este recurso.
El segundo asunto: las políticas
La expresión política pública puede para muchos ser
redundante, pero es tal vez necesaria la suma de estos
dos vocablos dado que el término política es altamente
polisémico. El uso de estas dos palabras unidas bajo
un mismo concepto, viene del inglés: public policy,
que, según definiciones de Yves Mény y Jean Claude
Thoenig 4 , se refiere a un programa de acción
gubernamental dentro de un sector de la sociedad o
de un espacio geográfico.
Ese programa de acción puede ser generado por
esferas decisorias de los gobiernos, pero también
puede tener una génesis social, por lo que vale la
pena entender la política pública como el resultado de
un proceso de mediación social en la medida en que
el objeto de cada política pública trata de asumir y
resolver los desajustes o problemas que influyen en
las relaciones entre un sector y otros o entre un sector
y la sociedad en general. Desde esta visión, una política
pública conlleva en su definición la gestión de una
relación global/sectorial5.
Toda política pública tiene pues en su trasfondo un
objeto social, un problema que se busca resolver
poniendo en juego la política. Este objeto social surge
de esa misma relación global/sectorial ya mencionada
y es la variable clave que determinará las condiciones
de elaboración de la política pública. Habrá una política
desde que una autoridad local o nacional intente
proponer un programa de acción coordinada, de
modificar el entorno cultural, social o económico de
los actores sociales, dentro de una lógica sectorial o
integradora.
Esto quiere decir que hay de por medio una acción
voluntaria que no siempre obtiene el resultado
esperado, pero que sí se compromete al menos de
palabra con la transformación o el cambio. La relación
entre lo global y lo sectorial y entre lo sectorial y lo
4
5
MÉNY, Y. y THOENIG, J.-C. Politiques publiques. Paris: PUF,
1989. p. 130. Citado por MULLER, Pierre. Les politiques
publiques. Paris: PUF –Presses Universitaires de France,
colección Que sais-je?, 1990. p.23.
MULLER, P. Op.Cit., p. 24.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Jaillier E.C.
integrador se comporta como referente de la política
y permite plantear el conjunto de normas o imágenes
de referencia en función de las cuales se definen los
criterios de intervención y los objetivos.
La etapa fundamental para entender y analizar una
política pública es pues lograr determinar cuál es el
actor o grupo de actores que se encargarán de esta
operación de construcción o de transformación del
referente anterior. Este actor o grupo de actores es el
mediador y ocupará una posición estratégica en el
sistema de decisión que lleve a aceptar o no la política.
Los analistas de las políticas públicas asumen como
iniciales dos preguntas claves: ¿Cómo se toman las
decisiones que constituyen un programa de acción
gubernamental? (que va orientada hacia el problema
de elaboración de las políticas y la toma de decisión)
y ¿Cómo son aplicadas las decisiones por los
organismos encargados de ejecutarlas? (ésta se dirige
ante todo a la puesta en marcha de las políticas, lo
que se ha llamado la implementación o implantación
de la política en el entorno).
Los procedimientos que se ponen en marcha para la
elaboración de la política pública tienen que ver con
los siguientes pasos6:
-
Identificación del problema ( program
identification): es la fase en la que el problema
está integrado al trabajo gubernamental. Los
procesos que se asocian a ella son la percepción
del problema, la definición, la agregación de
eventos o problemas anexos al principal, la
organización
de
estructuras,
la
representación de intereses y la definición
de la agenda.
-
Desarrollo del programa (program development):
se trata el problema a partir de los procesos de
formulación (de los métodos y de las posibles
soluciones) y de legitimación (obtención del
consentimiento político sobre el tema de la política).
-
6
Puesta en marcha del programa ( program
implementation): en ella se aplican las decisiones.
Está constituida por los procesos de organización
de los medios (recursos), interpretación de las
directivas gubernamentales y aplicación
propiamente dicha.
Ibid. Muller, p.30 -31.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
-
Evaluación del programa (program evaluation): es
la penúltima fase de la puesta en perspectiva de
los resultados del programa. Incluye los procesos
de especificación de los criterios evaluativos,
medición de los datos, análisis de los datos y
formulación de las recomendaciones.
-
Terminación del programa (program termination):
es la fase final. En ella se clausura el programa y
se pone en juego una nueva acción. Supone
obviamente, la solución del problema y la
terminación o finalización de la acción.
Pero hay una pregunta que es imprescindible para
entender todo este proceso: ¿por qué una cuestión se
vuelve objeto de una política pública? La respuesta es
simple: hay un problema que requiere solución. Pero
para que exista ese problema, algo, una cuestión de
la vida social debe convertirse en una cuestión pública
y, para ello, se requiere a su vez que esa cuestión
pública haya entrado en una agenda política. Dicho de
otro modo, los problemas políticos que resuelven las
políticas públicas son una construcción social cuya
configuración dependerá de múltiples factores que
permitirán que se inscriba en una agenda política.
Después de haber visto una panorámica de lo que es
la construcción de las políticas públicas en el mundo,
vale la pena revisar un poco lo que sucede en un país
con características específicas. En Colombia, desde
los años 90, impera una visión neoliberal del Estado,
según la cual, la figura del Estado se minimiza, aunque
no deja de asegurar la protección social, la seguridad
económica, el derecho de propiedad y la soberanía
nacional. Esto genera que el ideal de su funcionamiento
esté puesto en los siguientes principios: maximización
de las utilidades, racionalización de la elección sobre
las temáticas de interés público, racionalización
económica de tipo colectivo y programas marcados
por la incertidumbre.
Como en otros estados neoliberales de países en vías
de desarrollo, las políticas públicas se conciben tanto
desde el interés interno como desde el interés
estratégico de relación con otros países. El Estado
garantiza y organiza las relaciones y se concibe como
un Estado Nacional con intereses populares frente a
las pretensiones extranjeras.
En Colombia, específicamente, muchas de las
problemáticas que han entrado a la agenda política
han logrado convertirse en políticas que se asumen
desde organismos creados por el gobierno para darles
cumplimiento (consejerías, oficinas, viceministerios,
29
Jóvenes usuarios de internet: Prácticas sociales y políticas públicas de la Web
secretarías y subsecretarías). Tal es el caso de
decretos como el 127 del 19 de enero de 2001 por el
cual se crean las consejerías y programas
presidenciales en el Departamento Administrativo de
la Presidencia de la República. En este decreto, se
constituyen la Consejería Presidencial para la Paz, la
Consejería Presidencial Económica, la Consejería
Presidencial para el Plan Colombia, la Consejería
Presidencial para la Política Social y la Consejería
Presidencial para la Equidad de la Mujer. Del mismo
modo, crea los programas presidenciales para el
afrontamiento del consumo de drogas (Rumbos), para
el Plan Nacional de Desarrollo Alternativo (Plante),
para la Convivencia y Seguridad Ciudadana y la
Prevención del Delito, para el Sistema Nacional de
Juventud, para la Lucha contra la Corrupción y para el
Desarrollo de las Tecnologías de la Información y de
las Comunicaciones.
Hablando un poco de esta última temática, vemos
cómo el primer paso para que se asuma la temática
desde la posibilidad de un trabajo por políticas públicas,
es precisamente la creación de un organismo
especializado. Pero el tema como tal estaba ya
presente desde las primeras reglamentaciones de
redes privadas de telecomunicaciones (en 1992). Las
primeras leyes de internet datan el inicio del servicio
comercial en Colombia en el año de 1996 (los primeros
usuarios fueron las universidades en 1993 y 1994. El
servicio comercial abierto data de 1995). Así pues, es
el decreto 2343 de 1996 el primero que trata las
actividades y los servicios de telecomunicaciones
incluyendo los de internet. Otros servicios de este tipo,
como el de radio-mensajería tuvieron su propio
decreto (el 2458 de 1997). Solo en 1998 aparece una
ley específicamente de telecomunicaciones (ley 489
de 1998), que por lo demás plantea la estructura y
funcionamiento del Estado con respecto a las
telecomunicaciones.
Comparativamente hablando, frente a otros sistemas
de información y de comunicación y frente a otros
medios, Internet en Colombia tiene aún muy
poca legislación. Y en la existente
predominan los intereses técnicos
y comerciales (hay reglamentación
frente a las posibilidades de
acceso, frente al intercambio
electrónico de datos –Ley del comercio
electrónico-, frente a la utilización del PC,
frente a las tarifas planas, frente a los
planes especiales de pago de tarifas), pero
poco o relativamente poco sobre los usos (a
excepción de la ya mencionada Ley del comercio
30
electrónico y el decreto que establece los organismos
encargados de la puesta en marcha de los programas
de desarrollo de las telecomunicaciones,
particularmente, el programa Agenda de conectividad
y el de Computadores para la educación).
La visión sobre Internet raya en estrategias del
gobierno para la educación y los servicios públicos
(desde un neoliberalismo que busca cumplir con las
obligaciones de dar calidad de vida pero a través de
procesos privatizados), pero igualando el servicio de
Internet al de telefonía, acueducto y alcantarillado,
recolección de basuras y otros tantos servicios
básicos.
La posición de Internet desde la mira del Gobierno se
mueve entre una necesidad para la globalización y
para que los colombianos sean competitivos en el
mundo y la idea de que, a diferencia de lo que sucede
con otros sistemas y tecnologías de información y
comunicación que se regulan pero no se consideran
servicio público, Internet sea un servicio básico más
dejando de lado lo conceptual y centrándose en el
acceso y en las facilidades técnicas del uso de este
recurso. Pero veamos algunas normatividades:
Ley 555 de 1999. Servicios de Comunicación
Personal, PCS.
La ley fija el régimen jurídico que se aplica a los
Servicios de Comunicación Personal –PCS– y establece
la prestación de los servicios de PCS. Define para ello
los servicios de comunicación personal –PCS– como
servicios públicos de telecomunicaciones de tipo no
domiciliario, que pueden ser móviles o fijos de ámbito
y cubrimiento nacional, usables a partir de una red
terrestre cuyo elemento fundamental es el espectro
radioeléctrico. Esto cubre los servicios de telefonía
móvil, buscapersonas y sistemas similares de
comunicación
Ley 527 de 1999. Acceso y uso de los
mensajes de datos, del comercio
electrónico y de las firmas digitales.
Esta ley se presenta a sí misma como
aquella que define y reglamenta el
acceso y uso de los mensajes de datos, el
comercio electrónico y las firmas digitales
principalmente. También define las entidades
de certificación y muestra cómo participa en
estos temas la Superintendencia de Industria y
Comercio en cuanto a reglamentación, vigilancia y
sanciones.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Jaillier E.C.
Decreto 1747 de 2000. Reglamentario de la ley 527.
Este decreto publicado en septiembre de 2000 busca
reglamentar la ley 527 de 1999 en lo que tiene que
ver con las entidades de certificación, los certificados
y las firmas digitales. La ley 527 es bastante amplia y
poco puntual en lo que tiene que ver con las entidades
de certificación, con los certificados y las firmas
digitales. Este decreto busca precisamente resolver
esos inconvenientes para hacer más clara la aplicación
de la ley.
De hecho, parte de nuevo de definiciones más
específicas de la terminología (iniciador, suscriptor,
repositorio, clave, certificado, estampado cronológico,
entre otras palabras y expresiones utilizadas en los
artículos de la ley) y de las entidades de certificación
en cuanto a características de estas últimas.
Resolución 307 de 2000. Promueve el acceso a
Internet por medio de la tarifa plana.
Esta resolución depende totalmente del Ministerio de
Comunicaciones y su Comisión de Regulación de las
Telecomunicaciones. Como dice su presentación,
busca promover el acceso a internet para toda la
población, por medio de unos planes tarifarios para el
servicio de TPBCL, telefonía pública básica conmutada
local.
Resolución 324 de 2000. Sobre empresas
operadoras de TPBCL.
La descripción que se incluye en el documento dice
que esta resolución asigna numeración a las empresas
operadoras de TPBCL para identificar llamadas
cursadas para acceder a Internet.
Dicho de otro modo, complementa la resolución
anterior (la 307) en la que se menciona y se trata
brevemente el tema de la numeración como algo clave
para diferenciar una llamada normal de una hecha
para conectarse a Internet. Sin embargo, se aclara
en uno de las consideraciones que la asignación que
se presenta es de carácter provisional.
Decreto 2934. Estatutos y Reglamento de la
Comisión de Regulación de Telecomunicaciones
(CRT)
Este decreto modifica el decreto 1130 de 1999, que
era clave para entender el funcionamiento,
responsabilidades, deberes y alcances de la Comisión
de Regulación de Telecomunicaciones. Por él se
establecen los organismos y entidades que van a
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
quedar a cargo de los programas Agenda de
conectividad y Computadores para educar, que fueron
claves en el gobierno de Andrés Pastrana Arango.
Todas estas normativas reseñadas nos demuestran
la tendencia de manejar la temática de Internet desde
lo técnico y no desde lo conceptual. No se hacen
referencias, por ejemplo, a cómo deben manejarse
el derecho de autor para prácticas comunes como el
download de archivos de música, de videos o de libros
completos. La ley de derechos de autor existe, pero
no se ha reestructurado lo suficiente como para dar
cabida a estos materiales electrónicos. Tampoco se
ha revisado la ley de protección del menor para el
acceso a contenidos pornográficos, violentos o que
induzcan a delitos, que también existen en internet
pero que por el momento siguen siendo de libre
consulta para los menores. Es posible que en los
computadores domiciliarios, de entidades educativas
y de bibliotecas haya un cierto control, pero ese control
ha sido decidido por esas mismas organizaciones o
grupos sociales y no por alguna política pública que
así lo determine.
Hay pues un vacío en términos de políticas públicas y
de legislación para lo que respecta a los mensajes y
contenidos de Internet.
Tercer asunto: la relación de lo joven e
internet
Como hemos podido ver, hay poco o casi nada que
pueda mostrar que el gobierno nacional ha tenido en
cuenta el tema de las prácticas reales que se hacen
de internet para plantear nuevas políticas públicas
sobre este sistema y tecnología de información y de
comunicación. Tampoco se ve ningún tipo de control
frente al uso, aunque sí, y eso es bastante claro, frente
al acceso y la prestación del servicio de conexión a
Internet.
Incluso los programas de Agenda de conectividad y
Computadores para educar no plantean propiamente
ninguna reflexión directa sobre las prácticas ni denotan
una evaluación de las mismas. Se sigue midiendo la
eficiencia de lo que fueron estos programas por el
número de conexiones logradas y la expansión del
servicio desde el punto de vista técnico y operativo.
Cabría preguntarse si el gobierno actual ha hecho algún
otro tipo de estudio o investigación sobre las prácticas
que se han generado desde el momento de puesta en
marcha de las estrategias de expansión del servicio
31
Jóvenes usuarios de internet: Prácticas sociales y políticas públicas de la Web
hasta hoy y si los resultados de estos estudios han
permitido una evaluación de las políticas y la
generación de nuevas estrategias para contrarrestar
los problemas que hayan podido presentarse frente a
la utilización del servicio y no solo frente al acceso.
Y si ésto ocurre en términos de la generalidad de la
población, cuántos más vacíos habrá frente al tema
de las prácticas sociales y comunicacionales de los
jóvenes a través de ese medio. Obviamente no se
puede llegar a afirmar que hay despreocupación del
Gobierno ante este grupo poblacional. Todo lo
contrario. Si se comparan las políticas públicas que
se han generado para resolver asuntos problemáticos
relacionados con la juventud colombiana y aquellas
políticas públicas de comunicación y de medios
electrónicos como internet, nos daremos cuenta de
que el tema de la juventud recibe una gran atención.
Más aún, el programa de Colombia Joven es uno de
los que más proyección ha tenido socialmente
hablando, al menos en las últimas dos administraciones. Tiene una página que ha evolucionado y se
ha dinamizado año tras año, aunque la mirada
institucionalizada del joven se mueva entre dos
vertientes: la del joven problema y la del joven
solución*. De todas maneras, los esfuerzos por
considerar al joven como sujeto de discusión y de darle
importancia con normatividades que respondan a
políticas públicas, dejan el asunto más o menos estable
al menos por ahora.
Lo que preocupa no es pues el asunto del joven, sino
el asunto de las prácticas sociales y comunicacionales
que ese joven hace con los servicios de
telecomunicaciones como Internet. El tema no es tan
delicado o grave como para entrar en agendas, eso
es cierto. Pero sí podría generar estudios que motiven
un cambio en la visión del gobierno frente a estas
tecnologías.
Podría afirmarse que las políticas públicas actuales
que se han puesto en marcha hasta ahora, como la
de las tarifas planas y la del comercio electrónico ya
muestran resultados y transformaciones sociales y
culturales interesantes. Una de ellas, los cambios de
opinión de los usuarios jóvenes frente a los medios y
*
32
Ver informe de la primera fase de la investigación doctoral
de la autora, presentado como trabajo de grado de la
especialización en Literatura con énfasis en producción de
textos e hipertextos. “Representaciones sociales del sujeto
joven en las páginas de Internet de Comunidades Virtuales
en Colombia”. Medellín: Universidad Pontificia Bolivariana,
2003.
el hecho de que cada vez está más “metido” en la
vida cotidiana el uso de internet como alternativa para
la interacción y para el acceso al mundo, a la
información, a la recreación y las relaciones
interpersonales. Las modificaciones, a pesar de que
no son generalizables a todo el país, ya se empiezan
a sentir en las ciudades más importantes (Bogotá,
Medellín y Cali, por ejemplo).
La pregunta que surge es ¿por qué, viendo lo anterior,
no hay un mayor número de estrategias que
contemplen los usos y prácticas que se hacen en
internet relacionados con temáticas (contenidos) que
interesan para la calidad de vida de los habitantes
(incluyendo a los jóvenes), como lo son la educación,
la prevención en salud o el manejo de la información?
Países como México han entrado en una revisión ya
no de los aspectos técnicos sino de los aspectos
temáticos y de contenido de la Red para favorecer los
procesos de educación, ejercicio de la democracia y
de control del poder público, fortalecimiento de la
investigación y de la producción cultural, así como
protección de los productos e identidades locales, por
ejemplo. Controlar la Red no es necesariamente
restarle libertades, sino tomar decisiones sobre a la
presencia del Estado en su uso y en sus contenidos.
Controlar los contenidos podría implicar evitar
violaciones en leyes como las de derecho de autor o
protección del menor que tan a menudo pueden ser
violadas en las prácticas que se llevan a cabo con
esta tecnología. Además, podría estimular o fomentar
formas de uso que contribuyeran a la producción
cultural y a la identidad nacional.
El joven es el principal usuario. Preocuparse por las
prácticas que los jóvenes hacen de internet permitiría
una nueva cultura sobre la utilización de este sistema
para el bienestar colectivo y no solo para suplir
necesidades personales o individuales, que es una
tendencia ya analizada por expertos internacionales
(“Las soledades interactivas” de las que hablan autores
como Dominique Wolton). Si la preocupación por el
joven está puesta en que es ese joven el que
construirá y dirigirá el país mañana, interesarse en
sus relaciones con esta tecnología puede ser lograr
usuarios más responsables y más interesados en el
bienestar colectivo en un futuro.
Esto suena utópico. Pero también las utopías generan
políticas y con ellas se logran, en muchas ocasiones,
verdaderos cambios. A lo mejor, con alguna de ellas
dejemos de tener jóvenes con sentidos de pertenencia
a pequeños grupos o comunidades fragmentarias y
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Jaillier E.C.
tengamos jóvenes con un mayor compromiso social y
un sentido de pertenencia más nacional y global.
Aunque suene cliché, ellos son una esperanza de
cambio social en un país que requiere más de una
transformación para mejorar internamente. Por eso,
lo que hagan o dejen de hacer hoy afecta el presente
y por consiguiente el futuro de nuestras sociedades.
Fuentes utilizadas
LÉVY, Pierre. Cyberculture. Paris: Editions Odile Jacob, noviembre
de 1997. 313 pp.
LÉVY, Pierre. L’intelligence collective. Pour une anthropologie du
cyberespace. Paris : La Découverte, 1994.
VIRILIO, Paul. El cibermundo, la política de lo peor. Madrid:
Cátedra, Colección Teorema, 1999. 114 pp.
FLICHY, Patrice. L’imaginaire d’Internet. Paris: Éditions La
Découverte, 2001. p.11.
MULLER, Pierre. Les politiques publiques. Paris: PUF –Presses
Universitaires de France, colección Que sais-je?, 1990.
p.23.
JAILLIER CASTRILLÓN, Erika “Representaciones sociales del
sujeto joven en las páginas de Internet de Comunidades
Virtuales en Colombia”. Trabajo de grado de la
Especialización en Literatura con énfasis en producción de
textos e hipertextos (primera fase de la investigación
doctoral de la autora). Medellín: Universidad Pontificia
Bolivariana, 2003.
Información recopilada en la segunda fase de la investigación
doctoral “Internet: ¿Alternativa de socialización de los
jóvenes en Colombia? Usos y representaciones colectivas
de los jóvenes frente a Internet”. Esta segunda fase se ha
titulado: “Jóvenes usuarios de Internet: prácticas de
comunicación a través de la Red”. Inédita y en proceso de
finalización.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
33
Revista COMUNICACIÓN
34
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Revista Comunicación,
25 p. 35 - 37
Revista No.
COMUNICACIÓN
Medellín - Colombia. Enero-Diciembre de 2006, ISSN 0120-1166
La hipertextualidad desde el lector,
no desde el autor
Resumen
Hipertexto,
una
expresión
que
tradicionalmente remite al lenguaje virtual,
a la utilización intencional de herramientas
que permitan al lector elegir la forma de
seguir un texto electrónico. Una mirada
más profunda nos plantea la presencia de
la hipertextualidad en textos impresos,
con referencias geográficas, literarias,
pictóricas, históricas, biográficas y que la
mayoría de las veces no fueron
intencionales del autor.
Por Isadora González Rojas
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
35
La hipertextualidad desde el lector, no desde el autor
En primera instancia, parece que fuese inversamente
proporcional la extensión de un relato, con sus
posibilidades hipertextuales, o más bien que la
extensión no tuviera relación en manera alguna. Me
refiero al caso concreto del cuento “La tristeza de
Cornelius” de Margueritte Yourcenar, donde en pocas
páginas encontramos un sinnúmero de referencias
hipertextuales. Sin embargo este amplio mundo de
opciones no está precisamente en la mente del autor
al escribir su obra, se hace presente sólo hasta el
momento en el que el que el lector las plantea. En esa
medida considero que aunque el término hipertexto
fue acuñado en 1981 por Theodor H. Nelson con la
siguiente descripción, no necesariamente debe hacer
referencia al mundo de los computadores
exclusivamente.
“Con hipertexto, me refiero a una escritura no
secuencial, a un texto que bifurca, que permite que el
lector elija y que se lea mejor en una pantalla
interactiva. De acuerdo con la noción popular, se trata
de una serie de bloques de texto conectados entre sí
por nexos, que forman diferentes itinerarios para el
usuario.”1
Comparto el concepto de escritura no secuencial y de
interactividad, pues con un lector pasivo, la
hipertextualidad no tendría sentido o no podría llevarse
a cabo una lectura de esta forma, pero no debe existir
una pantalla como “medio-intermedio” para que la
lectura pueda hacerse necesariamente de manera
hipertextual.
Hay textos impresos, que desde su misma escritura
proponen al lector tomar las riendas de la lectura,
planteando las diferentes posibilidades de
conflicto y desenlace, con varios caminos
propuestos por el escritor de manera
intencional.
Algunos cuentos infantiles,
proponen a los niños escoger ellos
mismos el camino a seguir, donde se les
sugiere pasar a la página x o y de acuerdo a lo que
les gustaría que siguiera a continuación en el cuento;
para dar continuidad y fin a la historia.
cuenta experiencias de lecturas o vivencias personales,
nunca sabremos si espera que el lector piense
exactamente lo mismo que él al momento de leer su
obra, lo cual es muy poco probable. Es por eso que la
lectura hipertextual está en manos del lector, también
la linealidad o no de la lectura. Podría llamar a ésto
entonces una escritura hipertextual inconsciente y una
lectura conscientemente hipertextual.
La hipertextualidad puede darse en infinitos aspectos:
referencias geográficas, literarias, pictóricas,
históricas, biográficas, entre otras, pero básicamente
se refiere a la remisión a otros textos con temáticas
relacionadas a la lectura sobre la que se avanza.
Para el caso del hipertexto que puede encontrarse en
una lectura de pantalla, o en una lectura en la red,
las posibilidades están dadas de manera premeditada,
y aunque parecen infinitas, la diferencia está en que
el autor sí las planeó y ahora el lector escogerá su
recorrido a través de todos los caminos que le ofrece
la red. En este tipo de lectura existen gran cantidad
de herramientas, como los mapas conceptuales, los
links, los “atrás”, “adelante”, los sonidos, entre otras,
que permiten hacer una lectura mucho más interactiva,
ésto es lo que llamamos un hipertexto electrónico.
Al hablar de hipertextualidad en el texto impreso, los
libros, las experiencias personales del lector dialogan
entre sí, pero sólo en la mente del lector, mientras
que en la red todo es más audiovisual, más interactivo.
…Es el lector quien planifica su propia estrategia de
búsqueda atendiendo a su campo de intereses de
conocimiento, aficiones, etc., en función de los cuales
el lector decide las estrategias de navegación
precisas…la navegación del lector está limitada,
sin embargo, por la propia configuración del
texto que oriente y conduce al lector a
través de los diferentes enlaces, la
propia presentación del texto2
Como es imposible descifrar la intención del autor de
cada obra, con respecto al tema de la hipertextualidad,
aunque puede considerarse que éste haya tenido en
La hipertextualidad en la Red,
por medio de los sistemas de
computación, podría
decirse que permite unas
posibilidades distintas,
quizás más amplias que el resultado de una lectura
individual de un texto impreso, la red permite una
lectura más universal.
1
2
36
T.H Nelson (1981), Literary machines, (Swathmor, Pa.,
publicación propia); p2
C.R, Ana. Revista Espéculo No 22, “Lectura y escritura en
el hipertexto”, p 5
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Gonzalez I.
La construcción hipertextual que se planteó a partir
del cuento de Margueritte Yourcenar, fue
indudablemente mucho más visual y dinámica y
permitió hacer una elaboración de manera educativa
de los textos de literatura, aplicable claramente a las
aulas académicas.
Como afirma Ana Calvo Revilla “La nueva cultura
de la comunicación hipertextual, provoca un
replanteamiento de la práctica educativa y
de la forma de relacionarse con el
conocimiento; no se puede seguir pensando
en saberes acabados, cerrados, contenidos
en un programa rígido y establecido con
anterioridad, sino en un currículo abierto y
flexible.”3
Para ésto, son de gran utilidad los mapas
conceptuales, cuya principal característica “es mostrar
el todo de una redacción en un mismo plano, de
manera tal, que de un solo vistazo sea posible ver,
identificar y comprender todos los conceptos y sus
relaciones y para ello los conectores cumplen una
función esencial”.4
Bibliografía
CALVO REVILLA, Ana. “Lectura y escritura en el hipertexto”.
En: Revista Espéculo, revista de estudios literarios.
Universidad Complutense de Madrid. No 22. 2002.
PELÁEZ, Andrés. “Hipertexto y mapas conceptuales un binomio
pertinente para la enseñanza.” En: Revista de Divulgación
científica y académica Universitas Científica. Universidad
Pontificia Bolivariana. Vol. III (febrero de 2004); p. 123129
3
4
C.R, Ana. Revista Espéculo No 22, “Lectura y escritura en
el hipertexto”, p 8
P. Andrés. Revista de Divulgación científica y académica
Universitas Científica “ Hipertexto y mapas conceptuales
un binomio pertinente para la enseñanza.” P 125
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
37
Revista COMUNICACIÓN
38
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Revista Comunicación,
25 p. 39 - 50
Revista No.
COMUNICACIÓN
Medellín - Colombia. Enero-Diciembre de 2006, ISSN 0120-1166
IV ENCUENTRO REGIONAL ANDINO --FELAF
FELAF
ACSFELAFACSArequipa, septiembre 28,29 y 30 de 2005
Demandas y posibilidades de la televisión, la radio y la prensa local
Siete retos de los medios locales
Resumen
La autora plantea y realiza un análisis de
los siete retos más importantes para los
medios locales en el mundo actual.
Ponencia presentada en el cuarto
Encuentro Regional Andino de FELAFACS,
Arequipa, Perú, septiembre de 2005.
Por Ana María Miralles
Castellanos
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
39
Siete retos de los medios locales
El tema de este encuentro académico convocado a
partir del tema de lo local en medio del intenso
despliegue de las estrategias que respaldan la
globalización neoliberal tiene para mí un enorme
sentido y espero que también lo tenga para ustedes.
En época de los monopolios empresariales a los cuales
no escapan los medios de comunicación, en medio de
grandes cadenas y emporios que poseen radios,
prensa y televisión, plantearse el tema de los retos
para los medios de comunicación en el ámbito local
contiene en sí mismo toda una apuesta. Volver a lo
pequeño sin perderse en ello pasa indudablemente
por el reconocimiento del enorme peso de la cultura
en el mundo de hoy y también por el terreno de la
confrontación política. Cuando los lazos globales están
tan imbricados con las economías locales, cuando las
decisiones políticas tienen repercusiones
extraterritoriales, cuando el territorio a la vez ha
dejado de ser un referente fuerte de las relaciones
políticas y económicas, volver a lo local significa más
que una huida una recuperación del sentido de las
relaciones a escala humana y colocar en la agenda
nuevamente viejos temas como el de la calidad de
vida, la convivencia, la recreación, el medio ambiente
y la participación ciudadana. Además significa una
reintegración del espacio público local. Como lo señalan
los investigadores colombianos Fabio Velásquez y
Esperanza González “frente a la hegemonía de valores
universalistas lo local ‘protege’ los particularismos de
base territorial, crea sentidos de pertenencia y propicia
formas incluyentes de integración sociocultural, es
decir, que respetan la diversidad”1. En términos de
calidad de vida el enfoque desde lo local significa
una re-politización del espacio público para pensar
los grandes temas de agenda tales como el
Tratado de Libre Comercio que justo por estas
épocas se negocia entre los países andinos y
Estados Unidos. Un asunto de la globalización
que tiene repercusiones negativas para nuestros
agricultores frente a los productores que
reciben subsidios y hasta para la salud pública
por las restricciones a los medicamentos
genéricos para preservar las patentes de los
laboratorios norteamericanos. Y como lo local
no es solamente lo urbano, en los grandes
centros de decisión urbanos se están tomando
alternativas que desfavorecen a los campesinos.
En los ámbitos nacional e internacional se están
adoptando políticas que van a afectar directamente
1
40
Velásquez, Fabio y González, Esperanza. ¿Qué ha pasado
con la participación ciudadana en Colombia?. Bogotá:
Fundación Corona, 2003. p. 74.
las posibilidades de acceder a la salud a buena parte
de los ciudadanos de nuestros países. No es una
abstracción, es una realidad. Tomo el ejemplo del TLC
porque me parece muy adecuado para ilustrar la
tensión entre la ofertas de la globalización de corte
neoliberal que estamos viviendo y las expectativas de
vida de los ciudadanos de a pie, que incluso los toca
no solamente a ellos sino a gremios enteros como el
de los cerealeros, arroceros, o caficultores y de paso
a muchas familias. Dijo ya hace tiempo lúcidamente
John Dewey que lo público se identifica por las
consecuencias, más que por las causas de las
decisiones que se toman2. Entonces vale la pena
preguntarse nuevamente cuáles son los retos para
los medios locales en un contexto que algunos han
señalado de debilidad de lo público y de predominio
de intereses particulares.
La oscuridad periodística en la cual se mantiene lo
local, obnubilada por los destellos de los grandes
temas que narran los noticieros recuerda un pequeño
relato revelador que trae a colación Charlotte Joko
Beck : “Hay una historia Sufi sobre un hombre que
perdió sus llaves en el lado oscuro de la calle y cruzó
al otro lado para buscarlas debajo de un poste de luz.
Cuando un amigo le preguntó por qué buscaba
alrededor del poste de luz y no donde se habían
perdido las llaves, el hombre respondió: ‘Busco aquí
porque hay más luz’ ”3.
Muchos televidentes, lectores y radioescuchas también
buscan donde hay más luz y no necesariamente
donde está la información que necesitan. ¡Y de luces
está llena la información espectacular!
Hay que decir algo más antes de entrar en el
tema que nos han propuesto: aún en tiempos
de Internet, cuando lo lejano nos resulta más
próximo que antes, pensar en lo local
necesariamente tiene otras dimensiones.
Lo que quiero decir es que cualquier cosa que
pensáramos que era lo local ayer, hoy sigue
siéndolo pero de manera diferente. Es una idea
de lo local que se caracteriza no por su
“etnocentrismo” sino por la apertura y que de
cierta forma tiene que vivir en medio de
tremendas incertidumbres de modo tal que hay
que aceptar que el meollo del asunto está en las
2
3
Dewey,John. La opinión pública y sus problemas. Madrid:
Ediciones Morata S.L., 2004. pp 59-77.
Joko Beck, Charlotte. La vida tal como es. Bogotá: Norma,
1995. p. 142.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Miralles A.M.
interacciones y no en los territorios. Esa visión es la
que quizás ha faltado en medios locales que en el
pasado creyeron o siguen creyendo que su misión es
defender a ultranza los valores fundadores, las
tradiciones o enarbolar los emblemas de lo autóctono
a la hora de pensar en sus responsabilidades con lo
más próximo. Lo paradójico es que aún desconocen a
sus ciudadanos. Catalogados como audiencias o como
una entidad abstracta, diría que hoy una de las fallas
más graves del periodismo local es el desconocimiento
de los ciudadanos concretos, de carne y hueso, no
esos que nos acostumbramos a imaginarnos cuando
nos sentábamos a escribir para ellos buscando
finalidades de éxito en la recepción del mensaje. Y un
error más grave ha consistido en que creemos saber
lo que ellos piensan, así que para qué acercarnos a
ellos, cuando el editor nos pide que vayamos a la rueda
de prensa del Alcalde. No se puede dejar de reconocer
que el ciudadano del común es literalmente el último
en la cadena de la construcción del mensaje
periodístico. En eso nada ha cambiado la metáfora de
la “cascada” descrita por Karl Deustch al analizar el
proceso de formación de la opinión pública: elitegobernante-medios de comunicación-población. El
agua de la cascada cae en forma descendente y el
proceso muestra que unos son los influyentes y otros
los influidos. Sin embargo, es bueno recordar cómo
los salmones nadan a contracorriente, aún aguas
arriba, cuando van a deshovar.
Los retos
De entre otros posibles he querido concentrarme en
los que me parecen los siete retos más importantes
para los medios locales en los tiempos que corren.
1. Rescatar el sentido de lo público
Pensar en la relación entre lo público y los medios de
comunicación, es pensar a un tiempo en la opinión
pública y en la responsabilidad que tienen los medios
y la comunicación en general, en la construcción de lo
público democrático. Es pensar en la opinión pública
porque solamente con la existencia de ella como una
esfera autónoma e ilustrada es posible una relación
madura con los medios de comunicación que permita
evidenciar la existencia de una interlocución con la
sociedad, para que más allá de la figura del
consumidor pasivo de informaciones emerja el
ciudadano.
Y es pensar también en las relaciones entre la
comunicación y lo público de tal modo que la
democracia sea comprendida como un proceso de
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
consolidación de cultura política, es decir, para que la
democracia no siga siendo un concepto restringido al
ejercicio del poder sino que sea entendida como
cultura.
Lo público suele resultar muy abstracto para el
ciudadano pero lo puede comprender mejor en el
ámbito de lo local. De hecho es en este ámbito en
donde cotidianamente se debilita o fortalece lo público.
No en vano todo el desarrollo de nuestra línea de
trabajo en la Universidad Pontificia Bolivariana desde
el proyecto Voces Ciudadanas, que trabaja con la
perspectiva del periodismo público, se ha hecho en lo
local sobre varios ejes que no se reducen solamente
a la participación ciudadana porque poner el sentido
de lo público en el periodismo únicamente desde la
perspectiva de esa participación sería insuficiente.
Por lo tanto es necesario vincular los otros elementos
que hacen parte de una caracterización de lo público4:
La visibilidad: en el sentido tradicional, hacer visible
lo que hace el poder. En un nuevo sentido que se
añade, es dar visibilidad a otras voces y actores de la
vida urbana susceptibles de ser portadores de discurso
público.
El acceso: lo mejor del periodismo informativo que
posibilita a muchos conocer lo que otros hacen, sigue
siendo clave en la posible formación de públicos. A la
noción tradicional de acceso, se suma una nueva visión
que llevaría a otros a participar en la construcción de
la agenda de temas cotidianos en los medios y a
considerar que en sus puestos directivos pueda haber
representantes de los ciudadanos del común.
Particularmente difícil en el sistema creciente de
propiedad privada de medios, no obstante este es un
punto que debe seguir siendo discutido porque la
propuesta democratizadora del periodismo público no
puede desconocer la estructura empresarial de los
medios de comunicación.
Lo colectivo: entendido como de interés o de utilidad
común. Más allá y sin menospreciar los temas comunes
de conversación, el periodismo cívico avanza hacia el
diseño de una agenda pública democrática en sus
procedimientos y contenidos, mediante el debate
abierto.
4
Miralles, Ana María. ¿Y dónde está lo público? En: Voces
Ciudadanas, Una idea de periodismo público. Medellín:
Editorial UPB, 2000. pp 46-47.
41
Siete retos de los medios locales
Desde hace un tiempo se venía afirmando que los
medios de comunicación son el ágora o la nueva plaza
pública5, lo cual no ha pasado de ser más que una
metáfora un poco forzada. La dramática confusión entre
lo público y lo publicable permitió que se aceptara
muy a la ligera esta expresión, despojándola de toda
connotación y responsabilidad políticas. La varita
mágica de los medios convertía al sapo en príncipe
con sólo tocarlo con sus cámaras y micrófonos. Lo
publicable triunfó sobre lo público.
y que además éstos no serían tan timoratos a la hora
de aceptar que uno de sus principales cometidos es el
de alimentar la polémica pública, no por medio del
escándalo que revienta un día y muere a la semana
siguiente, sino gracias a la controversia sostenida sobre
los temas más importantes de las agendas. Siempre
ha sido fácil reconocer que los medios han tenido la
habilidad de lograr la atención sobre ciertos asuntos,
pero han sido incompetentes para sostener las
controversias.
Por lo tanto aquí el reto es doble: por un lado se trata
de pensar en la contribución del periodismo a la
creación o ensanchamiento del espacio público, y por
otro, se trata de pensar los medios como escenarios
para el debate público con las exigencias propias de
la cultura de masas caracterizada por la amplia
presencia de los medios de comunicación en la vida
de la gente.
2. Contribuir a la construcción de ciudadanía
En el primer caso los medios deben comenzar por resituar el papel de la política. Es más: deben re-situarse
ellos mismos frente a la política y hacerlo
especialmente desde el ámbito local. Después de haber
contribuido con tanto entusiasmo a su descrédito,
finalmente el periodismo debe reconocer que por
ejemplo los partidos políticos son las más importantes
de las instancias mediadoras de la institucionalidad
democrática.
En Colombia el triunfo de la izquierda en la alcaldía
de Bogotá y de otros candidatos afines en ciudades
principales del país debería permitir que el discurso
periodístico por primera vez reconozca y aliente esas
diferencias de opinión en lugar de polarizar los ánimos
o montarse ciegamente en el tren uribista. Colombia
vive un momento apropiado para afrontar con madurez
política lo que ya fue refrendado en las urnas. Era
lógico esperar que los medios de comunicación
estuvieran a la altura del reto. Este ejemplo muestra
gráficamente cómo en el poder político local podemos
encontrar las claves para reinventar el periodismo,
para hacerlo más cercano al interés público y por lo
tanto a los ciudadanos.
En cuanto a la disposición de los medios como
escenarios para el debate público, es una consecuencia
de re-situarse ante la política. Significa que nuevos
actores podrían circular sus mensajes por los medios
5
42
Esas ideas fueron desarrolladas por mí en el artículo La
Comunicación hoy. Revista Foro # 50. Bogotá: Ediciones
Foro Nacional por Colombia, Junio de 2004. pp 100-107.
Una nueva preocupación surge ahora que entre
periodistas se ha vuelto cada vez más popular la
invocación de la ciudadanía. Muchos, incluidos algunos
académicos, lo hacen como eslogan y sin asumir todas
las implicaciones de esta figura. Una cosa sigue siendo
cierta: los medios son poderosos mecanismos de
socialización...y no solamente de los niños. ¡También
de los adultos! Uno de los temas más fuertes que
deben enfrentar los periodistas, especialmente en el
ámbito local, es el de la comprensión de la condición
de ciudadanía, más allá de un sujeto que es
mencionado en los medios y trascender los análisis
de contenido que contabilizan cuántas veces aparece
la palabra ciudadanía o ciudadano. Es necesario hacer
frente a la ceguera periodística frente al tema, que
entiende la ciudadanía como una categoría unívoca,
fija. Hay una reflexión pendiente sobre el hecho de
que el tipo de periodismo que se ejerce depende del
tipo de ciudadano al que se quiere apuntar. Vivimos
en la perplejidad entre el ciudadano político prototipo
de la modernidad ilustrada y el del perfil participativo
del republicanismo cívico, sin atender a los modelos
políticos en los que ambos se insertan, como si fuera
una decisión desligada del contexto sociopolítico. La
primera pregunta que deberíamos hacernos en el
ámbito local sobre el problema de la ciudadanía en
nuestros países es cómo con el grado de ilegitimidad
y en medio de la cultura de la ilegalidad, podemos
recomponer la figura del ciudadano. Cómo recomponer
esa figura si no hay un acuerdo sobre la obediencia a
las leyes, si hecha la ley hecha la trampa, si a nombre
de la democracia hordas de ciudadanos azuzados por
la radio corren por las calles para pedir la salida de
presidentes, sin utilizar los canales políticos, creyendo
que el cambio es posible por medio de revoluciones
imposibles, inorgánicas, desarticuladas, lo más
parecido a jaurías que se toman las calles de la ciudad.
La vía revolucionaria existe aún en la mente de algunos
pero lo que hoy reclama la historia es el cambio, quizás
radical como lo señaló Vattimo en una reciente visita
a Colombia, pero organizado y que utilice canales
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Miralles A.M.
democráticos. Pretender que el problema de la
construcción de la democracia es salir galopantes a
las calles o soltarles los micrófonos a la gente es como
querer tocar piano sin conocer la escala musical. La
segunda preocupación que debemos formularnos es
si estamos reivindicando un ciudadano republicano
cívico, entonces tenemos que ser consecuentes con
lo que esto implica. ¿Cómo hacer que encaje ese tipo
de ciudadano en una propuesta liberal del
periodismo vigente? El ciudadano liberal es
radicalmente diferente del republicano cívico,
porque está situado en el ámbito de lo
privado, uno de sus ejes es la defensa de los
derechos individuales y no hace de la
participación política algo central. Por el
contrario en el republicanismo cívico, la
condición de ciudadanía está ligada a la
participación política como elemento constitutivo
de la soberanía6 . Las nociones de igualdad son
diferentes en ambos casos. Mientras para el
liberalismo es una igualdad en abstracto reconocida
para un todo homogéneo y para cada uno como
parte de ese todo homogéneo, en el republicanismo
se reconoce la igualdad en la condición pública de los
ciudadanos. Nuestro periodismo está derivado de la
concepción liberal y por eso no podemos jugar
caprichosamente con la categoría de ciudadanía. A
todas estas aparece el multiculturalismo con el
reconocimiento de las diferencias como un rasgo
distintivo de las democracias contemporáneas. ¿A cuál
de todos estos perfiles de ciudadano nos estamos
dirigiendo? ¿Y qué perspectiva periodística se debe
adoptar para ese perfil? Mejor aún: teniendo en cuenta
el predominio del mercado como regulador de la vida
política y social que estamos padeciendo, ¿de cuál
ciudadanía estamos hablando? Con un tipo de
periodismo que se ha adaptado plásticamente a las
exigencias del mercado, ¿qué expectativas reales
podemos tener sobre el ciudadano? ¿Quizás la del
ciudadano que se construye desde el consumo como
lo analiza Néstor García Canclini? ¿Entonces a qué me
refiero cuando planteo que uno de los retos del
periodismo local es contribuir a la construcción de
ciudadanía? Mi primera respuesta no exenta de
incomodidades apunta al ciudadano prototipo de la
democracia radical. La democracia radical supone una
radicalización de las condiciones del liberalismo
político, representa una recomposición de las
relaciones entre igualdad y diferencia (Mouffe y
radicaliza los aspectos centrales de los presupuestos
6
Colom, Francisco. Razones de identidad. Pluralismo cultural
e integración política. Barcelona: Anthropos, 1998. p. 79.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
democráticos. El liberalismo democrático ha sido objeto
de críticas y de reformulaciones, entre ellas el
entendimiento del ciudadano como una figura activa y
especialmente la aceptación de los disensos como parte
central de la vida democrática. El tercer tema
importante en lo tocante al ciudadano tiene que ver
con el problema de las identidades. Se trata de
entender que en el ámbito local los medios deben ser
cada vez más espacios de re-conocimiento que sólo
espacios para noticias. Con el antecedente de los
nacionalismos hoy el tema de las identidades aparece
con una nueva cara. En un panorama de
globalización no aparece vinculado a la idea del
Estado-Nación (aunque algunos sueñan incluso
con volver a la ciudad-estado tras el alboroto
de los nacionalismos de viejo cuño al caer el
imperio soviético), está relacionado con una
noción más dinámica, no etnocéntrica, no
exclusivamente étnica y sobre todo pluralista.
Además, no está pensada en el marco de
un territorio físico sino más de
territorialidades simbólicas, habla de
diferentes sentidos de pertenencia a todo
tipo de agrupaciones, causas e intereses
aún en medio de las paradojas cuando se
habla de lo local: ya no es central el
territorio, pero cuando se invoca lo local se
está hablando dentro de los marcos de un territorio.
Las identidades son una forma de estar en la ciudad,
en la localidad y marcan el tipo de vinculación con lo
público. Ya no estamos hablando de oficios como en
las sociedades de pequeña escala del pasado en que
se reconocía al zapatero, al panadero o al escritor.
Estamos hablando de sujetos que se distinguen por
adscripciones que pertenecen al campo de la cultura
y no hablamos de una identidad sino de múltiples
identidades. Una de las tareas centrales del periodismo
local hoy consiste en la visibilización de esas
identidades, de esas formas de estar y de apropiarse
del entorno, de sus malestares y sus demandas. Creo
que el arte del periodismo no se reduce solamente a
tramitar datos o informaciones. Ese es quizás uno de
los asuntos más problemáticos en el periodismo: no
reconocer que el asunto es algo más que informar y
que ese algo más no es moralizar ni pontificar sobre
lo divino y lo humano, sino abrir espacios para que
mediante estrategias de observación más refinadas y
quizás más antropológicas y sociológicas, se visibilicen
los actores de la vida social. Esas estrategias de
observación incluyen la entrevista en profundidad, la
historia de vida, la conversación colectiva e individual
y especialmente, poner en juego la capacidad de
escucha del periodista. Pero sobre todo, desarrollar
una visión del contexto, más que plantearse el reto de
43
Siete retos de los medios locales
hacer un gran reportaje, escrudriñar en las formas
del rebusque como la figura del indigente que hace
de agente de tránsito en la esquina dándole vía
a los vehículos y cobra por eso monedas a los
conductores. Y ¿por qué los periodistas tienen
que escribir en libros lo que sería un trabajo
del periodismo cotidiano o renunciar a sus
medios para hacerlo? Eso no refleja más que
la incapacidad de lectura de la realidad más
próxima. Un cuarto interrogante en torno a la
cuestión de la ciudadanía está relacionado con
la participación. Ahora que cada vez más la
participación aparece como eslogan de los
gobiernos y de los medios de comunicación es
necesario situar el tema de la participación en
relación con la actividad periodística. En primer
lugar, es verdad que la participación sobre lo local
es mucho más dinámica por parte de la ciudadanía.
Pero, ¿qué se entiende en el periodismo por
participación? ¿La acción cívica? ¿El periodismo como
sustituto de la política? ¿El ciudadano como sustituto
del gobierno? ¿Dejarle el micrófono a los ciudadanos?
Desde nuestra experiencia de 7 años con el periodismo
público hemos situado el problema de la participación
en el campo de la opinión pública y no en el de la
acción y de la negociación política. La distinción no es
de poca monta. La función crítica de la opinión pública
no ha perdido su vigencia. Sin embargo hay ciertas
visiones que promueven el autogobierno, que la gente
solucione los problemas de seguridad por su propia
cuenta privatizando un bien colectivo puro cuya
responsabilidad sigue recayendo en el Estado. Es
posible que hoy tengamos más de participacionismo
que de participación, es decir, más de movilización o
de exhibición que de autonomía. Estudiosos de la
participación ciudadana distinguen al menos cuatro
tipos de participación: política (con fines públicos),
ciudadana (en lo público pero con fines particulares),
social (reivindicación de intereses colectivos) y
comunitaria (defensa de intereses para mejorar el
hábitat y las condiciones de vida)7. La participación en
la práctica no ha sido bien aprovechada. Se escucha
hablar de periodismo ciudadano, con la gente del
común como productora de las informaciones, de
periodismo de intermediación en el que los periodistas
asumen el rol político de tramitadores de demandas
(función que cumplen las instancias mediadoras como
los partidos políticos), incluso de precursores del
periodismo cívico quienes como periodistas han hecho
gestión política gracias al poder de lo micrófonos y no
de mejorar los niveles de información con que
los públicos ciudadanos autónomamente y sin
paternalismos puedan formarse un juicio
crítico sobre los asuntos públicos y aún sobre
el problema de los medios de comunicación.
Prácticas ciudadanas marcadas por el afán
de resultados, por el ritual de la consulta de
las opiniones de la gente del común, por la
solución de problemas y que olvidan el
principal terreno de disputa: las agendas.
¡Y la condición de autonomía!
3. Evidenciar los públicos y los contrapúblicos
Una de las formas de trabajar el tema de las
identidades con perspectiva cultural y política
es el que se puede desarrollar desde lo que ha
formulado teóricamente Nancy Fraser8. En su crítica
a la concepción centralista y homogénea de la esfera
pública burguesa en Habermas, Fraser formula cuatro
críticas claves: 1. Que los interlocutores en la esfera
pública no pueden deliberar como si fueran iguales
sino que deben deliberar desde y sobre las diferencias;
2. Que la multiplicación de públicos en competencia
no debilita la esfera pública y que por lo tanto
favorecen a la democracia; 3. No sólo los intereses
públicos sino los intereses privados hacen parte de la
deliberación sobre el bien común; 4. La esfera pública
democrática no exige una radical separación entre la
sociedad civil y el Estado. A una esfera pública central
le añade las esferas públicas periféricas en donde
surgen los públicos de diversa índole y los contrapúblicos. Así como los públicos se configuran en torno
a problemas y desacuerdos y aceptan discutir desde
las diferencias9, los contra-públicos corresponden a
lo que Fraser ha llamado públicos subalternos que
construyen contra-discursos y formulan interpretaciones propias de sus identidades, intereses y
necesidades10, además de que desarrollan sus propias
estrategias de comunicación para visibilizarse en la
8
9
7
44
Velásquez, Fabio y González, Esperanza, Op.Cit., p. 60.
Los autores citan a Nuria Cunill. Participación ciudadana.
CLAD. Caracas , 1991.
10
Fraser, Nancy. Iustitia Interrupta. Reflexiones críticas
desde la posición postsocialista. Bogotá: Universidad de
los Andes, 1997. Pp- 95-133. He citado ya a dos autoras
feministas como Mouffe y Fraser. Esto no es indicativo de
una predilección por el enfoque feminista. Lo que creo es
que la postura feminista le ha permitido a estas académicas
hacer hallazgos importantes en sus trabajos investigativos,
los cuales no son centralmente reivindicativos de la condición
de la mujer.
Price, Vincent. Opinión Pública. Barcelona: Paidós , 1994.
p. 42.
Fraser. Op.cit., p. 115. La autora reconoce que también
hay contra-públicos antidemocráticos y anti-igualitarios y
que ponen en marcha procesos de exclusión y marginación.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Miralles A.M.
esfera pública central. En nuestros ámbitos locales,
estoy segura, hay muchos públicos subalternos que
no han alcanzado esa visibilidad. No es una tendencia
posmoderna del todo se vale. Se trata de contrapúblicos que no son aislacionistas, no son guetos y
sus pretensiones no son separatistas aunque necesiten
comportarse como enclaves al momento de construir
sus identidades, pero su aspiración es entrar en
interacción en la esfera pública central porque se
sienten parte de ese espacio más amplio. Hay ahí un
abanico de identidades en construcción y permanente
transformación. Creo que hoy el periodismo local
debería comenzar a rastrear esos contra-públicos,
conocer sus discursos, sus estrategias comunicativas,
visibilizar sus procesos en relación con lo público. Los
contra-públicos, así como los públicos son esos
grandes sectores sociales excluidos de la información
periodística en aras de “cubrir” (nunca tan bien dicho)
desde la oficialidad lo que sucede. Ese es y ha sido un
periodismo de instituciones, pero no un periodismo
del acontecer social.
4. Trabajar por una cultura del pluralismo
donde realmente la democracia se vive o no, superar
los modelos comunicacionales que pretenden eliminar
los desacuerdos y mostrar que todo anda bien. ¿No
sería legítimo pensar que se necesita un periodismo
posliberal que extienda la noción del pluralismo político
al terreno de la cultura y del reconocimiento, que
entienda que su papel es mostrar sin miedo los
disensos sin llegar al estado de fragmentación y
disolución? Hay que insistir en que con el modelo liberal
de la información es difícil seguir creyendo en una
ciudadanía activa, deliberante y que participe de las
decisiones colectivas. Es una contradicción en los
términos. Los disensos describen mejor a la
democracia que los consensos. Esto hay que recordarlo
cuando los medios y las sociedades se han vuelto tan
consensualistas, por encima incluso de la democracia.
Sería un periodismo posliberal porque:
• Va más allá de la información.
• Admite la existencia de diversas y asimétricas
esferas públicas aunque referidas a una esfera
pública central.
Chantal Mouffe en la introducción a un libro suyo de
reciente publicación11 desarrolla una interesante
reflexión sobre el tema de la paradoja inherente al
concepto mismo de democracia liberal, en el sentido
justamente de que versiones como la de la democracia
deliberativa –que dicho sea de paso, tanto invocamos
en el periodismo público-, ponen demasiado énfasis
en la búsqueda de los consensos, ocultando la
imposibilidad de conciliar las dos lógicas y los principios
que las sustentan: la del liberalismo (con el respeto
de la libertad individual) y la de la democracia (con su
defensa de la igualdad, la identidad entre gobernantes
y gobernados y del principio de la soberanía popular).
Su noción del pluralismo agonístico nos remite a una
realidad plena de heterogeneidades y asimetrías, a la
agudización de los conflictos, pero no bajo la noción
de amigo/enemigo de Carl Schmidt, sino según la idea
de adversarios que comparten el mismo campo
simbólico pero que mantienen sus diferencias de
manera civilizada. “El antagonismo es una lucha entre
enemigos, mientras que el agonismo es una lucha
entre adversarios” que comparten la adhesión a las
claves de la democracia liberal: libertad e igualdad12.
Esto implica incorporar el conflicto como elemento
constitutivo de la democracia y no tratar de erradicarlo
con propuestas autoritarias y en el ámbito local, en
• Admite el pluralismo agonístico de que habla
Mouffé, aquel para el cual no hay que buscar
remedio.
11
12
13
Mouffe, Chantal. La paradoja democrática. Barcelona:
Gedisa, 2003. p. 20.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
• La participación ciudadana no es solamente sobre
los asuntos públicos sino sobre la propia agenda
de los medios.
Desde la lectura de La paradoja democrática de
Chantal Mouffe es difícil sustraerse a la idea de que
quienes pretendimos por mucho tiempo estar
contribuyendo a la construcción de Opinión Pública
democrática con proyectos de intervención como el
del periodismo público de Voces Ciudadanas, no le
hemos prestado suficiente atención al tema de los
disensos. Es verdad que establecimos la figura de la
polifonía de voces como estrategia de concepción de
los temas y técnica de reportería en la cual no se
trata de aislar a un ciudadano para entrevistarlo sino
de hacer las voces más integrales mediante la
investigación de posiciones sobre los temas, el lugar
social antropológico y técnicas como la de las
conversaciones ciudadanas. Pero en nuestro intento
de desprendernos de la visión estadounidense del
periodismo público activista que coloca a los periodistas
y a los ciudadanos no pocas veces en el rol de llegar a
O.p.Cit., pp. 114-115.
Ibid.
45
Siete retos de los medios locales
acuerdos y de ponerlos en escena, no hemos hecho
un esfuerzo equivalente en demostrar que la verdadera
función de la opinión pública no son los consensos
sino la visibilización de los disensos. Hay una enorme
inquietud en términos investigativos sobre cómo la
estructura del discurso informativo niega el disenso.
Si aceptamos los condicionamientos de la producción
del discurso informativo es difícil sostener el autodiscurso del campo periodístico en términos de debate
y pluralismo. Podríamos recordar con Dewey13 que los
hechos no traen en sí su propio significado y que por
lo tanto no se puede hablar de una verdad fáctica –de
lo cual están aún torpemente convencidos muchos
periodistas-, reconocer los condicionamientos del
“contrato de información mediática” descrito por
Charaudeau14, que incluyen la selección de unos tipos
de hechos y de fuentes autorizados, recordar al
inolvidable Bourdieu que aunque no le dedicó mucho
al campo periodístico, nos dejó algunas claves que lo
determinan y que valdría la pena profundizar: las
categorías de percepción de los periodistas marcadas
por el habitus, la necesidad de los medios de llegar a
un público lo más amplio posible, el efecto de verdad
que se produce por mirar entre medios lo que uno y
otro dicen y lo que el discurso periodístico dice sobre
sí mismo. Este conjunto de preocupaciones tiene
estrecha relación con el problema de la agenda y la
mirada periodística. Bourdieu afirmó que los productos
periodísticos son muy homogéneos y lo explica a partir
de las imposiciones de las fuentes y la lógica de la
competencia de los medios15.
los hábitos profesionales. Por más recursos, por más
personal capacitado que tuviese un medio, jamás
podría ser pluralista. Ni un medio ni el conjunto de los
medios podrían construirse en situación de pluralismo
en tanto no estén insertos en una cultura pluralista.
Detrás de la gran trampa de la objetividad, elemento
central del discurso autorreferencial de los periodistas,
se agazapa un sistema de exclusiones que niega de
plano el pluralismo y lo reduce a la visión de dos
contrarios16.
En la escena de la política, dicho de modo radical,
habría que afirmar que si bien es necesario con
frecuencia construir los consensos en términos de
gobernabilidad –siempre que se haga democráticamente–17, el oficio del periodismo quizás consista
en hacer justamente lo contrario: tomar por oficio la
visiones contradictorias y complejas que pugnan por
abrirse un espacio en la esfera pública. Este es un
nuevo modo de estructuración de “la verdad” en el
discurso periodístico.
En el fondo la pregunta está planeada sobre las
relaciones entre la comunicación y el pluralismo en al
menos tres sentidos:
Político: un nivel en que se expresan visiones
diferenciales en contextos de sociedades políticas en
las cuales está garantizada la oposición y la existencia
de partidos políticos o visiones alternativas de otro
16
La mayor o menor dosis de pluralismo político o de
opinión no dependería entonces del voluntarismo y de
las capacidades profesionales de los periodistas, de
sus destrezas en reportería o de la concepción más o
menos democrática imperante en los medios –si es
que la hubiere- , sino que, hay que decirlo de una vez
y que valga como hipótesis de trabajo, es un imposible
práctico desde las formas de estructuración del
discurso periodístico . A pesar del discurso del
periodismo sobre sí mismo, que habla de promover el
debate público, sus estrategias de lectura de la
realidad hacen todo lo contrario. Las aproximaciones
y los trabajos de análisis de medios de Teun Van Dijk
lo que demuestran es que más que la información del
día lo que los medios ofrecen son modos de lectura
de la realidad . Según la tesis de la imposibilidad
pluralística del discurso periodístico, por más
calificado, por más profesional que sea un periodista,
jamás podría ser pluralista, en virtud de las rutinas y
14 Op.cit.
15 Bourdieu, Pierre. Sobre la televisión. Barcelona: Anagrama,
1997. p. 30.
46
17
18
19
20
Miralles, Ana María. Periodismo, opinión pública y agenda
ciudadana. Bogotá: Editorial Norma, 2001. Capítulo 1. Diez
problemas de la opinión pública. Pp. 23-46. Añádase a esto
los avances de la investigación Lo que callan los medios,
de la UPB, en la que se rastrean 20 años de exclusión de
actores, discursos y temas del espacio público por los medios
de comunicación, específicamente en los diarios El Tiempo
y El Colombiano.
Es necesario hacer esta aclaración porque ya el propio
Sartori había advertido la existencia del consenso sin
consentimiento, que pulula el las democracias precarias.
Miralles, Ana María. La ilusión comunicativa. Algunos
comentarios sobre el efecto teflón. Artículo para la Revista
Foro # 54 de 2005. Ediciones Foro Nacional por Colombia
.Pp 100- 107. En ese artículo, que estudia la política de
comunicación del presidente Álvaro Uribe, se analiza el modo
en que la fuente se convierte en emisor, lo cual tiene
efectos negativos para la democracia y el pluralismo político.
Discurso político no por su procedencia sino por la textura
y el cariz de sus relatos. No alude a la clase política sino a
la despolitización de la ciudadanía al aislarla del poder de la
palabra. A esta conclusión parcial hemos llegado en la
investigación Lo que callan los medios. Universidad
Pontificia Bolivariana, Medellín. Colombia.
Dahl, Robert. Entrevista sobre el pluralismo. Buenos Aires:
Fondo de Cultura Económica. 2003. El término poliarquía
hace referencia al pluralismo y fue propuesto por el autor
desde 1953. Indica la multiplicidad de grupos en
competencia.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Miralles A.M.
tipo de movimientos. En este sentido en el campo
comunicativo esta situación tendría su expresión en la
problematización de la agenda periodística como la
gramática de la visibilidad/opacidad del poder e incluso
de la gobernabilidad democrática18 así como también
en la presencia/ausencia del discurso político19 en el
discurso periodístico. Se trataría de enfrentar esa
gramática del poder expresada en el predominio de
la noticia por medio de la expresión comunicativa de
la poliarquía20.
De opinión: vinculado al ejercicio de la libertad y
diversidad de opiniones en el campo abierto de la
sociedad. Desde la perspectiva de agenda mediática
aparecerían aquí los protagonistas indirectos y directos
del acontecer, la inclusión/exclusión de actores y voces
que participan en el espacio público de los medios
disputando diferentes sentidos de realidad el ventilar
en público visiones contradictorias y complejas más
allá de la bipolaridad que marca el discurso
periodístico bajo el imperativo de la objetividad.
Cultural: en este punto el pluralismo no puede ser
confundido con los procesos de diferenciación social
descritos por Sartori21, es decir, no se le puede tomar
por las sociedades plurales de grupos diferenciados,
pues en ese sentido nos llevaría a la paradójica
afirmación de que muchos países africanos son
pluralistas. Hablo de las diferentes identidades
vinculadas al ejercicio de la ciudadanía cultural, si se
quiere en términos del multiculturalismo con las
ciudadanías diferenciadas, aquellas a las que les son
reconocidas (aceptadas) sus diferencias sin
discriminaciones positivas ni negativas en el marco de
un concepto general igualitario de la condición de
ciudadanía. Este es uno de los retos principales de la
filosofía liberal en su intento de pasar de la concepción
homogénea de los ciudadanos en el espacio público
político basada en la tajante separación de los ámbitos
público y privado, esfera en la “que se condensa un
cúmulo diferencial de rasgos que constituye la
particularidad real de los individuos(...) 22 al
reconocimiento e inclusión de la diversidad ya no
solamente de opiniones en el plano político, sino en la
configuración de las identidades culturales dictada por
el pluralismo de valores. Nuevamente, sin caer en las
trampas de lo folclórico o en chauvinismos, el periodismo
local tendría que hacer un trabajo en la línea de no
negar visibilidad o informar de manera discriminatoria
a los grupos considerados como diferentes de una vaga
idea de lo nacional o de la cultura hegemónica.
Nuevamente es necesario advertir que la invitación al
pluralismo nada tiene que ver con ciertas posturas
posmodernas del todo vale y que permitir estos niveles
de pluralismo antes señalados no exime a las
sociedades de lo que Adela Cortina enuncia como “la
potenciación de una ética compartida por todos los
miembros de esa misma sociedad, porque sin unos
mínimos morales compartidos, difícilmente van a
sentirse ciudadanos de un mismo mundo”.23
5. Conectar lo local con lo nacional y lo global
Desde el campo del urbanismo Rem Koolhaas reivindicó
la idea de volver a lo pequeño luego de analizar el
insatisfactorio proceso de modernización de las
ciudades y el trabajo del urbanista cuando “el tardío
redescubrimiento de las virtudes de la ciudad clásica
en el momento de su imposibilidad definitiva puede
haber significado el punto de no retorno, el momento
fatal de la desconexión, de la descalificación. Ahora
son especialistas en dolores fantasmas: médicos que
discuten las peculiaridades de un miembro
amputado”24. Por ello la única salida que ve es que el
urbanismo abandone la antigua posición de poder y
pase a una situación de “relativa humildad” desde la
que tendrá que representar la incertidumbre, la
hibridación y hasta reinventar el espacio psicológico
en donde el urbanista ya no sería constructor sino
sujeto de la ciudad. Volver la mirada hacia lo local no
es encerrarse en el gueto. Eso no es posible más que
en sociedades premodernas y que además no han
alcanzado la modernización. Volver a lo pequeño
significa más bien encontrar lo que hay de universal
en el ámbito local, “pues nuestras ciudades son hoy el
ambiguo y opaco escenario de algo no representable
ni desde la diferencia excluyente y excluida de lo
étnico-autóctono, ni desde la inclusión uniformante y
disolvente de lo moderno”25. Durante un tiempo los
23
21
22
Sartori, Giovanni. Fundamentos del pluralismo. Revista Foro.
Ediciones Foro Nacional por Colombia. Bogotá. Mayo de
1997. pp 23-35.
Thiebaut, Carlos. Vindicación del ciudadano. Un sujeto
reflexivo en una sociedad compleja. Barcelona: Paidós,
1998. p. 182.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
24
25
Cortina, Adela. Los ciudadanos como protagonistas.
Barcelona: Galaxia Gutenberg, 1999. p. 31.
Koolhaas, Rem. ¿Qué fue del urbanismo? Revista de
Occidente. # 185. Octubre de 1996. Madrid: Alianza
Editorial. Pp.5-10.
Martín Barbero, Jesús. Oficio de cartógrafo. Travesías
latinoamericanas de la comunicación en la cultura. Bogotá:
Fondo de Cultura Económica, 2003. p.350.
47
Siete retos de los medios locales
estudios de vida cotidiana fueron una moda en el
campo de la comunicación. No creo que se trate de
volver a ello. Sin embargo los asuntos de la localidad
suelen ser bastante universales: problemas de
acueducto, elecciones locales, recolección de basuras,
poderes locales en pugna, inversión extranjera, fiestas
distintivas y un largo etc, constituyen un repertorio de
temas similares aquí y allá. Jean-Francois Tetú pone
el acento sobre tres componentes que definen lo local:
la proximidad, incorporando la teleproximidad; el
sentido de pertenencia o de exclusión y la
participación, es decir ser tenido en cuenta y
escuchado26.
La universalidad está también en la idea de ser culturas
porosas a las influencias. El problema de los valores
e identidades locales no radica en su preservación a
toda costa sino en su capacidad de entrar en diálogo
con otras sin perder su sentido. Cuando se habla de
ciudadanía mundial es preciso reconocer que no es
sólo desde lo económico sino que en el campo de la
política, de los derechos humanos y de la cultura las
relaciones entre lo local y lo global ha significado un
avance. Hay que pensar por ejemplo en las denuncias
que organizaciones internacionales de derechos
humanos hacen cuando las presiones y amenazas
impiden hacerlo en el ámbito local o movimientos
políticos pacifistas como los de los escudos humanos
que protegen la vida de personas de otra nacionalidad
amenazadas, como el impactante caso de Rachel
Corrie, una estudiante estadounidense de 23 años
perteneciente a un movimiento pacifista que intentaba
detener los bulldozers israelíes que tumbaban casas
de kamikazes y sus familiares con la gente adentro.
Corrie murió atropellada por uno de esos bulldozers.
6. Ser guías prácticos de la cultura
Entre los retos para el periodismo local hay algunos
que son más modestos quizás pero no por ello menos
importantes. Sin caer en visiones folclóricas y en una
supuesta defensa de lo autóctono, el periodismo
debería ocuparse más y mejor de los asuntos propios
de la cultura. Los medios que mejor han leído las
necesidades informativas de la gente en términos
prácticos son aquellos que han sabido configurar en
lenguaje periodístico una verdadera agenda cultural.
No me refiero simplemente a un listado de actividades
para hacer hoy, que es lo que aparece, así como las
26 Tetú, Jean-Francois. El espacio público local y sus medios
de comunicación. En: Comunicación y política. Compiladores:
Gilles Gautier, André Gosselin y Jean Mouchon. Barcelona:
Gedisa, 1998. p.318.
48
carteleras de cine y que revelan la burocratización
del periodismo que se ocupa de los temas identificados
como culturales. Tomarle gusto a las actividades de
la cultura local en primer lugar pasa por reconocer
las propias y las visitantes y en articularlas no como
un listado de cosas por hacer sino en convertirlas en
temas que se relacionan con el propio ethos
sociocultural. Esas actividades están llenas por ejemplo
de pequeñas obras de teatro con títulos sugestivos
que interpelan la precariedad del empleo en las
sociedades contemporáneas o se burlan de los
estereotipos del hombre productivo. ¿Por qué no darles
un tratamiento periodístico más allá de la reseña del
lugar y la hora? En cambio todos los años cuando llega
la zarzuela se desempolva el mismo reportaje central
y se publican casi idénticas fotografías. No estoy
reeditando la vieja disputa entre la cultura culta y la
cultura popular que ocupó buena parte de los debates
de la comunicación en los años 80. Quiero decir que
nuestras ciudades tienen ofertas culturales variadas
que no basta con reseñar: son motivos para
adentrarse en el conocimiento de lo propio, de nuestra
forma de estar en el mundo y que pueden ser motivo
de polémica. El arte –no todo, por supuesto- ha sido
vanguardia y por lo tanto está en capacidad de mostrar
caminos, poner en duda los estereotipos y las verdades
basadas en costumbres tiránicas como diría John
Stuart Mill en su libro Sobre la libertad, burlarse de
las estratagemas del poder o visibilizar personajes de
la ciudad. Las festividades no se pueden describir como
un hecho más, el periodista tiene que hacer de
intérprete de los significados que esas fiestas
perdieron o que conservan en relación con nuevas
valoraciones de la vida local. Aguzar la vista frente al
acontecimiento cultural y no frente al evento cultural
es una de las claves para valorar sin chauvinismos la
cultura propia, superar la mirada carente de volumen,
rasguñar las historias más allá de las descripciones y
no hacer necesariamente crónica, género para el que
no todo el mundo está dotado. Se trata de convertir la
cultura en noticia aunque no bajo los parámetros de
las 5 w.
7. Democratizar la disputa de la agenda pública
A mi juicio el de la agenda es uno de los principales
temas de reflexión tanto en la política como en la
comunicación. Muchos han sido los estudios de agenda
realizados. Desde teorías sobre el problema de la
agenda, hasta comprobaciones empíricas de esas
teorías.
Uno de los estudios más reconocidos a la hora de
hablar de la agenda periodística es el de la Agenda
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Miralles A.M.
Setting27 con sus dos niveles, el de la “imposición” de
los temas y su jerarquía desde los medios hacia la
agenda pública. Y el segundo nivel, menos popular y
con dificultades de comprobación empírica, el de la
influencia directa en los contenidos de las lecturas
sobre la realidad. Si se aceptara el segundo nivel de
la agenda setting querría decir que los públicos de los
medios no solamente aceptarían la propuesta y el orden
de los temas sino las interpretaciones contenidas en
las informaciones periodísticas.
Igualmente hay quienes se han basado en el primer
nivel de la agenda setting para defender la noción de
consenso como opuesta al conflicto (error que Sartori
se ha encargado de criticar con argumentos sólidos)
y que permitiría, al identificar los temas comunes,
mantener el estado de sociedad. En ese sentido, el
disenso y el conflicto serían entendidos como un factor
de disolución social, con lo cual la agenda setting más
que una comprobación del efecto en la agenda pública
sería un aporte al control social28.
Las reflexiones de Manuel Martín Serrano 29
acerca de la selección de hechos del acontecer
y su acompasamiento con la formación social,
en este caso la capitalista que si bien no han
tenido la suficiente difusión en el ámbito
académico, constituyen un aporte importante
porque revela justo lo que la agenda setting
mantiene en la opacidad: el modo de
producción del periodismo y por ende los
resortes de esa selección que conocemos con
el nombre de agenda.
Luhmann 30 reflexiona sobre el discurso
periodístico y observa cómo la sorpresa y la
estandarización crecen juntas para producir
valor informativo, la presentación del escándalo
(que favorece el fortalecimiento de la norma y de
la moral), la discontinuidad, los conflictos, el empleo
de cantidades en la presentación de la información de
actualidad, el peso que la lejanía confiere a la
información, las exigencias de la actualidad que lo
27
28
29
30
McCombs, Maxwell y Shaw, Donald. The agenda-setting
function of mass-media. Public Opinion Quarterly. # 36.
1972. pp. 176-187.
López-Escobar, Esteban. Una dimensión social de los efectos
de los medios de difusión: agenda setting y consenso. En:
Comunicación y Sociedad. Vol. 9. # 1 y 2. 1996. Universidad
de Navarra.
Martín Serrano, Manuel.La producción social de la
comunicación. Madrid: Alianza Universidad. 1986.
Luhmann, Niklas. La realidad de los medios de masas.
Barcelona: Anthropos, 2000. pp 44-54.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
llevan a concentrarse en los casos particulares, son
parte de los selectores por medio de los cuales se
trabaja en la escogencia de la información y se apoyan
en rutinas.
Los trabajos de Dominique Wolton31 en la perspectiva
de la comunicación política proponen entender la
democracia a partir del equilibrio inestable entre las
agendas de los tres actores que se pueden expresar
legítimamente en público sobre la política: los medios,
los políticos y la opinión pública. En su análisis resalta
la preocupación por las situaciones en las que el
desequilibrio es marcado por el predominio de la
agenda mediática.
El exhaustivo análisis de Patrick Charaudeau sobre El
discurso de la información32, habla no solamente
de lo que el discurso periodístico dice sobre sí mismo,
sino de la complejidad de la instancia mediática que
es manipuladora y a la vez manipulada. Se trata de
un análisis que se centra básicamente en los
dispositivos de la comunicación mediática que
se ponen en acción desde los modos de
percepción de la realidad y comienzan
formalmente con la selección de los hechos
que se convierten en noticias, de sus
protagonistas y de sus estrategias
discursivas.
Por nuestra parte, encontramos los ya
mencionados análisis desde el proyecto
Voces Ciudadanas33 cuyas reflexiones
sobre el problema de la agenda han girado
en torno a la inclusión/exclusión de actores,
la visibilidad/invisibilidad y la puesta en escena
de la polifonía de voces.
Y la última de nuestras investigaciones Lo que
callan los medios, que hace un análisis frontal
de la exclusión de temas, actores y discursos por parte
de periodistas y medios de comunicación y que se
adelanta por medio del análisis de 20 años de
comunicados a la opinión pública pagados en los
medios por los excluidos y que hablan no solamente
de su exclusión sino de las censuras mediáticas que
31
32
33
Wolton, Dominique. Las contradicciones de la comunicación
política. En : Comunicación y Política Gilles Gauthier, Andrés
Gosselin y Jean Mouchon., compiladores. Barcelona: Gedisa,
1998. pp. 110-130.
Charaudeau, Patrick. El discurso de la información.
Barcelona: Gedisa, 2003. pp 293-298.
Al respecto, ver: Voces Ciudadanas Una idea de periodismo
público. Editorial UPB, 2000. Medellín y Periodismo, opinión
pública y agenda ciudadana. Bogotá: Editorial Norma, 2001.
49
Siete retos de los medios locales
se convierten en negocio para las empresas
periodísticas. Los textos de los comunicados no son
relatos periodísticos sino políticos, disensos
censurados en la información periodística.
Por mi parte ahora quiero enfocarme en una reflexión
sobre la agenda no como un repertorio de temas o de
hechos que los medios elevan a la categoría de noticia
sino como la gramática de sectores en pugna por la
visibilidad pública, pero especialmente una gramática
del poder o de los poderes. Considero hoy más que
nunca que la agenda mediática se ha convertido en
un terreno de disputa que se ha desplazado de la
política a los medios de comunicación.
¿Es posible pensar la agenda mediática dejando atrás
cierta ingenuidad que la presenta como un repertorio
de temas y actividades que provienen de las
operaciones de conversión del acontecer en hecho y
en noticia? ¿Es posible entenderla como una gramática
de poder?
¿Podría entenderse la agenda como terreno de disputa
de sentidos políticos de públicos hegemónicos y contrapúblicos subalternos?
¿Qué está en la base de la homogeneidad de la agenda
mediática?¿ Se puede entender la homogeneidad
como 1) producto de la competencia de los medios
por conquistar y mantener un público amplio y diverso
que marca las características de su discurso según lo
han analizado entre otros Bourdieu y Luhmann, o 2)
como resultado de estrategias discursivas propias del
periodismo, es decir, como algo inherente a la mirada
periodística?. En ese sentido, se trata de una agenda
que se devora a sí misma por cuanto se anula por
fuerza de la homogeneidad.
Mi respuesta a estos interrogantes pensando en los
retos para el periodismo que se ocupa de lo local o
que transcurre en lo local, es que finalmente el
problema mayor es cómo replantear las agendas
mediáticas, cómo incidir en las agendas públicas y
cómo re inventar la mirada periodística sobre la
realidad.
Medellín, septiembre 9 de 2005
50
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Miralles A.M.
Revista Comunicación, No. 25 p. 51 - 58
Medellín - Colombia. Enero-Diciembre de 2006, ISSN 0120-1166
Mecanismos para garantizar
la aplicación de un código de ética
en el periodismo electrónico
Resumen
Es innegable la importancia que ha
cobrado Internet en la última década. Los
periodistas no son ajenos a esta realidad:
Internet es fuente y es medio. Es necesario
saber discernir entre lo que es periodismo
digital y lo que no lo es. El periodismo
electrónico sigue en construcción y un
elemento infaltable es la ética. Trabajo final
presentado en el curso de Ética
Profesional, de la Especialización en
Periodismo Electrónico.
Por Adriana VVega
ega
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
51
Mecanismos para garantizar la aplicación de un código de ética en el periodismo electrónico
Una mezcla de sentimientos que se mueven
entre la fascinación por lo nuevo y el temor
a lo desconocido embarga a los
periodistas de medios tradicionales,
ante la idea de acercarse a Internet
como nuevo medio y como gran
fuente de información.
El temor aumenta, por ejemplo,
cuando se escuchan las anécdotas
sobre los errores que comete algún
periodista en cualquier parte del mundo,
al utilizar a Internet como fuente. Hay un
hecho innegable: los periodistas están
inventando la ‘receta’ del buen periodismo
electrónico o digital en su trabajo diario, y en
el camino son varias las que se han quemado
en el horno.
A partir de la reflexión académica sobre los criterios
de calidad periodística en Internet y los principales
riesgos en el ejercicio del periodismo en la red,
siempre aparece ese ‘detallito’ que nunca le podrá
faltar a la ‘receta’: la ética.
Lo mejor de todo, es que al revisar el debate que se
ha dado en los últimos años alrededor de la calidad y
la aplicación de la ética al periodismo electrónico nos
encontramos que ya se pueden identificar algunos
elementos que podríamos denominar ‘Mecanismos
para garantizar la aplicación de un código de ética en
el periodismo electrónico’. Estos últimos son el objeto
central de este ensayo.
En internet no todo es periodismo
¿Cuál debe ser el primer factor diferenciador del
periodismo digital y los demás contenidos de Internet?
es la ética.
Según Josep María Casasús (1), catedrático de
Periodismo de la Universidad Pompeu Fabra, de
Barcelona, y defensor del lector de La Vanguardia, en
su texto ‘Perspectiva ética del periodismo electrónico’,
afirma: “La función del periodismo en Internet es velar
por la ética integral de las actividades comunicativas
dentro del espacio virtual. El compromiso ético, en un
sentido amplio, de raíces aristotélicas (ética del
mensaje y ética de los emisores)”, dice Casasús.
El autor invita a reflexionar sobre tres dimensiones
de una ética integral del periodismo digital:
-
52
La ética del acceso a la red.
-
La ética de la recepción digital.
- La ética de la función periodística en la
era digital.
Estas tres dimensiones ponen sobre
la mesa otro elemento de
análisis: la necesidad de
conocimiento especializado
para poder ‘ejercer’ la ética.
¿Acaso son distintos los periodistas
convencionales de los electrónicos?
Rubén Darío Buitrón (2), editor general
del diario El Universo de Guayaquil (Ecuador),
en su ponencia ‘Seis reflexiones sobre
periodismo impreso y periodismo digital’, dice que
ya es hora de acabar las diferencias, pues
“no existe la oposición periodistas digitales vs.
periodistas de prensa, no existe periodismo blanco
vs. periodismo rojo, no existe periodismo occidental
vs. periodismo oriental y no existe periodismo ‘militante’
vs. periodismo `objetivo´. Lo único que existe es
periodismo bueno y periodismo malo. De este último
hay mucho”.
“Y ese periodismo bueno -o malo- se hizo en el pasado
desde las duras teclas de una vieja máquina de escribir
Remington o se hará en el futuro desde la más
poderosa y veloz laptop de última generación y enorme
capacidad de memoria”, agrega Buitrón.
Al borde del abismo
Y aunque en esencia el periodismo siga siendo el
mismo, lo que sí es innegable es la necesidad de
desarrollar nuevas habilidades profesionales para
poder ejercer con calidad y garantías éticas, pues son
muchas las pruebas que hay que sortear ante las
nuevas tecnologías.
Actualmente hay varias tendencias erradas y muy
peligrosas, que podríamos calificar como mitos que
debe derribar el periodista electrónico para garantizar
un trabajo ético:
-
Creer que Internet es un play station. Esto lleva a
distorsionar, a virtualizar la realidad.
-
Creer que la red no es de nadie y que todo se
puede hacer.
-
Creer que ninguna norma, ley ni regulación tiene
que ver con Internet, que se puede pasar por
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Vega A.
encima de todos los derechos de los demás. Por
ejemplo, los derechos de autor son los más
vulnerados en la red.
“Lo que sucede es que la difusión transnacional
de los contenidos informativos, pone en juego
múltiples apreciaciones éticas y legislaciones
sobre el honor, la intimidad y el carácter público
de las personas, pero la esencia de estos
derechos no varía por el hecho de estar
trabajando en un medio digital”, dice Quim Gil
(3), periodista español y consultor del postrado
de Periodismo Digital en la Universitat Oberta
de Catalunya, en su texto ‘Ética y deontología
periodística en la sociedad de la información’.
El periodista peruano Roberto Nicolás Silva
Rodríguez (4), en su documento ‘Competitividad y
ética’, al igual que otros autores, invita a la reflexión
sobre los siguientes riesgos:
1. El exceso de material en el ciberespacio lleva a
dejarse engañar sobre la autenticidad de algunos
sitios:
Como se señaló en un informe del diario The
New York Times ‘demasiado material en el
ciberespacio es incorrecto o problemático en
otras formas. Y si bien algunos sitios se
identifican fácilmente como la obra de
principiantes o defensores de alguna causa, la
veracidad de muchos otros que al parecer son
auténticos o profesionales pueden ser de difícil
evaluación’.
2. Alguna información falsa se camufla en supuestas
fuentes confiables pertenecientes a prestigiosas
instituciones. Un caso grave de falta de verificación
de las fuentes se registró el 26 de mayo de 1999,
cuando miles de personas residentes en Lima
abandonaron sus viviendas en la madrugada por
la advertencia de un inminente terremoto,
difundida por el correo electrónico. El mensaje fue
el siguiente:
Desde:
Enviado el: 22-05-99 12:47
Para:
Asunto: Alerta
Amigos:
Una compañera del trabajo (que su hermana
trabaja en el Senamhi) nos ha dicho que un
japonés muy reconocido que trabaja en el
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Instituto de Oceanografía y Sismología en Japón
(el mismo que pronosticó el temblor de hace 10
días) ha pronosticado un terremoto en Lima para
la madrugada de mañana martes (es decir entre
hoy y mañana). El terremoto será alrededor de
los 8 grados... él informó esto al gobierno para
que tome las medidas del caso, pero el gobierno
prefirió no darlo a conocer para evitar el
pánico... Puede ser que se equivoque... pero
nada perdemos estando preparados...
Por favor reenvíen este mail a todas las personas
que conozcan...
Según Silva Rodríguez, aunque el número de
personas conectadas a Internet es bajo en Lima,
quienes recibieron el mensaje comenzaron a
difundirlo por otros medios. Esto obligó a algunas
estaciones de radio a entrevistar en la madrugada
del martes 26 a especialistas, quienes afirmaron
que era imposible predecir un sismo, pero el temor
continuó y miles amanecieron fuera de sus casas.
3. La creciente exigencia de difusión lo más pronto
posible de las noticias, sin suficiente verificación
de las fuentes, provoca informaciones falsas o
erróneas: The Drudge Report, en agosto de 1997
difundió un rumor que acusaba al ayudante especial
de la Casa Blanca, Sidney Blumenthal, de cometer
atropellos contra su cónyuge, lo que resultó falso.
Si bien la publicación en línea se retractó 24 horas
después de la acusación y pidió disculpas,
Blumenthal demandó por difamación tanto a Drudge
como a la empresa America Online, proveedora
del servicio de conexión que necesita The Drudge
Report para ingresar a Internet.
4. Es un error pensar que toda la información que se
proporciona por Internet es verdadera. La
ingenuidad llevó al periodista estadounidense Pierre
Salinger a tomar como cierta la versión en línea
en donde se establecía que el avión 800 de la Trans
World Airlines (TWA), que explotó minutos después
de partir de Nueva York en 1996 fue producto de
un misil.
Esta también fue la causa para la publicación por
parte de algunos medios de una fotografía, donde
presuntamente aparecía la princesa Diana
agonizante en el puente parisino de El Alma, lo
que resultó falso.
5. El anonimato frecuente detrás del las
informaciones en Internet es un motivo para dudar
de la veracidad de los mensajes.
53
Mecanismos para garantizar la aplicación de un código de ética en el periodismo electrónico
En conclusión, es evidente que el periodista debe
prepararse con herramientas técnicas, profesionales
y nuevas habilidades, para poder cumplir con sus
deberes éticos de guía para los cibernautas hacia una
información veraz, en el caos de Internet.
Son tales los riesgos que se corren en la Web, que
los periodistas no son los únicos llamados a prepararse
para enfrentar con profesionalismo estos retos: Silva
Rodríguez señala que un sector especialmente
vulnerable es el de las inversiones, donde se corren
riesgos muy costosos. Frente al problema, la National
Association of Security Dealers de Estados Unidos creó
un programa educativo para instruir a los agentes de
valores sobre la conveniencia o no de usar Internet
como instrumento de obtención de información sobre
los mercados. Cualquier dato en Internet debe ser
considerado potencialmente peligroso.
Guy Riboreau (5), director del servicio de capacitación
de Radio Francia Internacional, en su trabajo ‘La
deontología periodística frente a los cambios técnicos
y la globalización’ alude el famoso caso de un joven
estadounidense de 23 años que envió por correo
electrónico información falsa a los sitios Web dedicados
a las transacciones financieras en la bolsa, su falsa
nota informativa le permitió embolsarse 250,000
dólares.
Mecanismos que posibilitan la aplicación
de la ética en el periodismo electrónico
1. Destrezas electrónicas
Como lo hemos venido reiterando, ya es una obligación
que los periodistas de hoy se capaciten en el manejo
de las nuevas tecnologías, para poder garantizarle a
su audiencia el cumplimiento del principio de
comprobación de la autenticidad de su información y
de sus fuentes.
de lo que un entrevistado ha declarado que ¿cómo
saber si es auténtica o no la información recibida?
-
Entonces, ¿cómo lo van a interpretar, a decodificar
los profesionales de la información?
-
¿Cómo distinguir lo verdadero de lo falso, la
realidad de una información de la propaganda o
de la desinformación?
-
¿Cómo aprovechar sin riesgo de desinformar esta
nueva y apasionante herramienta, sumándola a las
tradicionalmente utilizadas por las redacciones?
Lizy Navarro Zamora (6), doctora en periodismo
electrónico de la Universidad Complutense de Madrid
(España) y docente de la Universidad San Luis de
Potosí, en su texto ‘Los periódicos on line: sus
características, sus periodistas y sus lectores’, parece
dar la respuesta: es menester desarrollar habilidades
para explorar Internet en todas sus posibilidades, pero
también es urgente desarrollar habilidades y criterios
para valorar la veracidad de las informaciones.
Los editores norteamericanos vienen mostrando
la necesidad de contar ya con verdaderos
especialistas en la investigación de información
a través de las redes electrónicas,
administración y manejo de bases de datos y
análisis estadísticos. Si antes buena parte de
la dificultad y del valor del trabajo periodístico
bien hecho radicaba en la simple y dificultosa
captación de información, a partir de ahora se
va a primar el análisis profundo y acertado del
periodista sobre las más diversas cuestiones
puesto que el acceso a un volumen mucho más
abultado de material informativo lo va a tener
más fácil con ayuda de las redes electrónicas,
dice Navarro Zamora.
2. Autorregulación
-
¿Qué credibilidad puede otorgarse a la información
proveniente de los miles de sitios de la Web, o a
través del correo electrónico?
Internet es considerada un modelo de libertad, por lo
tanto son muchos los defensores de la autorregulación
en la ética, ajena a cualquier intervención externa. La
investigadora mexicana Issa Luna Pla (7), en su
trabajo ‘Etica en Internet’, propone un esquema de
autorregulación:
-
¿Cómo puede saber un periodista que tal sonido o
imagen, que se le propone en la red, no ha sido
fabricado de manera artificial? Es tan fácil
transformar y hasta crear una imagen con un
programa gráfico, un sonido que dice lo contrario
…basado en valores, específicamente en la
responsabilidad social, que permita la
flexibilidad que exige el medio y que se
complemente con las legislaciones locales que
faciliten su ejercicio y adecuación constante.
Riboreau señala las siguientes preguntas como grandes
desafíos:
54
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Vega A.
Las sanciones de este modelo, de manera
resumida, serán proporcionadas por los
gobiernos, organizaciones independientes que
monitorean los contenidos y los mismos
usuarios que bloquean las páginas.
3. Código de ética
Casasús plantea que, para hacer efectiva la
autorregulación, es primordial dotar a la profesión de
códigos deontológicos, estatutos profesionales y
figuras institucionales como el defensor del lector y
los comités de ética.
4. Línea editorial
Según Gerardo Albarrán de Alba (8), director de
la revista electrónica Saladeprensa.org, en su
texto ‘La figura del defensor del lector en los
diarios digitales’, toda autorregulación empieza por
los principios editoriales de cada medio, que son
aquellos compromisos que la empresa informativa
hace explícitos frente a la sociedad a la que sirve. Ahí
quedan plasmados tanto el ideario como los objetivos
de un medio, lo cual lo dota de identidad propia y
marca un compromiso moral voluntariamente asumido
frente a sus lectores o auditorio.
Para la investigadora Issa Luna Pla, Internet
corporativo en el caso del periodismo hará menos
complejo el problema de la ética, “pues los códigos
deontológicos en los periódicos a menudo están
establecidos y los usuarios que acudirán a ellos en
línea están asegurados. En este caso, la ética
periodística y de cada industria editorial se transporta
directamente a Internet”.
5. Aceptación explícita del código de ética
Quim Gil propone la aceptación explícita del código
deontológico. “El periodista debe asumir el código, debe
cumplirlo, no puede mantenerse impasible ante
infracciones y puede aplicar la cláusula de conciencia
cuando sea incitado u obligado a desviarse de él. Este
punto requiere un compromiso ético muy alto”.
6. Certificación profesional del periodista
Quim Gil también plantea la necesidad de la
certificación de la profesionalización de los periodistas
para que pueda haber autorregulación.
Sería una garantía para el receptor de la información
que quien firma estos contenidos sea un sujeto real,
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
identificado y avalado por una tercera parte. En el
periodismo tradicional esta identidad y existencia real
viene avalada por el medio que contrata al periodista
y/o por una asociación profesional. En la Red son
necesarias más garantías. De la misma forma que el
comercio electrónico requiere ‘servidores seguros’,
posiblemente la comunicación digital requerirá
‘informadores seguros’ y organizaciones de
certificación periodística, que a la vez puedan regular
y servir de amparo ante abusos al periodista
‘certificado’.
7. Lectores y fuentes exigentes
Otra posibilidad planteada por Quim Gil son las
exigencias de los no periodistas (lectores, usuarios,
fuentes, interactores, etc), para que se ponga a su
disposición una información creada bajo el código
deontológico. Aquí se sugiere la responsabilidad ética
del periodista de educar a sus receptores para que
sean exigentes.
8. ASEGURAR QUE CADA UNO ES QUIEN DICE SER
Gil plantea que los periodistas deberían buscar
que las fuentes se certifiquen.
Dado el propio carácter de la Red, cada vez será más
importante que el periodista digital compruebe que
las fuentes son en realidad quienes dicen ser. Su
selección de fuentes será una garantía. Una Web del
Partido Socialista de Malasia puede haber sido
realizada por cualquiera y puede no expresar las
opiniones oficiales de dicho partido. El comercio digital
precisa de comercios certificados, posiblemente el
periodismo digital precisará de fuentes certificadas.
9. El defensor del lector
Partamos de la definición de Defensor
del Lector que nos trae Gerardo
Albarrán de Alba:
Conocido también como
ombudsman, es una persona
contratada específicamente
para representar los intereses
del público ante un medio y
gestionar sus quejas particulares
por coberturas y tratamientos
periodísticos determinados. El
defensor del lector puede ser un
miembro activo de la redacción,
alguien que se ha jubilado como
reportero o editor, o incluso una
55
Mecanismos para garantizar la aplicación de un código de ética en el periodismo electrónico
personalidad, con un elevado perfil de
credibilidad y autoridad moral, condición
indispensable para generar confianza tanto
hacia dentro como hacia fuera del medio, e
incluso para lidiar con las resistencias internas
de la redacción, que no siempre se muestra
bien dispuesta a reconocer sus errores. El
defensor del lector básicamente recibe e
investiga quejas de los lectores sobre la
precisión, equilibrio y buen gusto [sic] en la
cobertura periodística. Él o ella recomiendan
remedios apropiados o respuestas para corregir
o clarificar.
tema abordado por algún ombudsman del lector en
los medios tradicionales. No obstante, Fisher encuentra
un elemento distintivo de Internet que debe ser
observado con atención: la velocidad de la información.
Las notas en msnbc pueden modificarse de 10 a 15
veces a lo largo de un día, y algunas de las primeras
versiones son bastante incompletas. ‘Uno [como
periodista] puede estar acostumbrado a ese ritmo de
actualizaciones que vemos en los servicios de cables
o en las noticias radiofónicas, pero no estoy muy
seguro de cómo reaccionarán los lectores si sólo vieron
esos reportes incompletos y solamente lo hicieron una
vez a la semana’.
El mismo Albarrán de Alba recuerda que el primer
ombudsman en un medio en línea ha sido Dan Fisher,
quien trabajó 27 años en Los Angeles Times y terminó
su carrera en la página de msn MoneyCentral.
Como sea, ésto también tiene una ventaja:
cualquier error detectado por la redacción, el
ombudsman o un lector, puede ser corregido
en cuestión de minutos. Otro detalle que llamó
la atención de Fisher fue recibir muy pocos
comentarios sobre los elementos interactivos
en el sitio msnbc.com, como los videos y audios
disponibles junto a los textos de las notas, lo
que le hizo suponer que la mayoría de los
usuarios emplean el multimedia sólo en el
trabajo, donde pueden disponer de conexiones
más veloces que en casa. Incluso, en el primer
chat que condujo, Fisher apenas tuvo 60
usuarios conectados. Mucho del trabajo de
Fisher se concentraba en señalar errores o a
alertar sobre el uso del lenguaje en ciertos casos
que podían aparentar prejuicios o tendencias.
Estos detalles normalmente pasaron
inadvertidos para el lector, debido a la velocidad
de las actualizaciones, agrega Gerardo
Albarrán de Alba.
Comenzó a ejercer en 2001, bajo un esquema
de independencia que le permitía confrontar a
los 65 editores y los cerca de 200 reporteros
del corporativo, cuyo sitio recibe unos 10
millones de visitantes al mes. Durante más de
un año, Fisher escribió una columna, la cual no
podía sufrir ninguna modificación sin su propio
consentimiento. Como ombudsman, Fisher
desarrolló un doble papel en msnbc:
representante de los lectores y crítico interno
del sitio, lo que le permitía cruzar opiniones
con el personal periodístico sobre el manejo y
presentación de la información. La primera
columna del ombudsman fue subida al sitio
msnbc.com el 2 de mayo de 2001. Durante los
13 meses que permaneció en el cargo, la queja
principal que recibió de los lectores fue la
información política tendenciosa, seguida de
reclamaciones por errores tipográficos,
gramaticales y en datos duros. Dentro de las
quejas vinculadas a la nueva plataforma
destacaron los anuncios que aparecen en
ventanas no solicitadas (pop-up).
Fisher asegura que la principal preocupación del
usuario de msnbc se relaciona con los valores
tradicionales del periodismo estadounidense: equilibrio
informativo, precisión y trato justo. Fisher esperaba
algo distinto, pero no fue así. Ciertamente existen
diferencias –como los votos en línea, algo imposible
en un medio impreso–. Se declaró sorprendido de que
los asuntos que había tenido que tratar hasta ese
momento no habían sido tan distintos de cualquier
56
Fisher recibió entre 300 y 400 correos
electrónicos de usuarios, pero el propio
ombudsman lamenta que la mayor parte de sus
sugerencias sobre procedimientos y políticas
editoriales no fueron atendidas, como la
propuesta de abrir una página de correcciones
o distinguir claramente entre información y
opinión. Aun así, considera que, de vez en
cuando, podía forzar a la gente a detenerse a
pensar en lo que estaba haciendo.
Según Albarrán de Alba, Fisher renunció al cargo
de ombudsman del lector de msnbc.com el 7 de junio
de 2002.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Vega A.
Riesgos de la regulación externa
Ante las ideas de mecanismos de regulación ética
externos han surgido reacciones pro libertad en
Internet, para evitar que se coarte la libertad de acceso
de los usuarios http://www.el-mundo.es/navegante/
97/agosto/16/jirclibertad.html. En el I Congreso
Internacional de Usuarios de Internet (IRC), realizado
en 1997 y que reunió a un centenar de usuarios de
Internet de España, Bélgica y Francia, se analizaron
conductas delictivas en la Red, como la pornografía
infantil. Sin embargo, se sentó posición en contra de
una normatividad. Incluso se criticó la actitud de
algunos gobernantes de intentar regular
coercitivamente los comportamientos de los
ciudadanos en la Red.
La contrapropuesta fue que los usuarios de Internet,
en el ejercicio de su libertad, se autorregulen en el
marco de la ética.
Por su parte, la organización Reporteros Sin Fronteras
y la Organización para la Seguridad y la Cooperación
en Europa advierten sobre los riesgos de la regulación
en Internet por parte de los estados y presentan seis
recomendaciones para garantizar la libertad de
expresión en Internet. http://www.rsf.org/
article.php3?id_article=14150
Su preocupación se basa en algunos intentos por
afectar, clasificar, filtrar la información en Internet,
por considerar que ésto afecta el derecho universal a
la libertad de expresión y de libre acceso a la
información. El pronunciamiento argumenta que los
filtros los debe poner libremente cada internauta. Estas
organizaciones plantean los siguientes interrogantes:
¿Se debe filtrar la Web ? ¿Se puede obligar a las
publicaciones digitales a registrarse ante las
autoridades ? ¿Qué responsabilidad debe pesar sobre
los prestatarios técnicos de Internet ? ¿Cuál es la
competencia de las jurisdicciones nacionales?
En este sentido Josep María Casasús, explica que la
ética del acceso a la Red impone evitar las tentaciones
intervencionistas de los poderes públicos, económicos
y corporativos (en este caso, los de la clase periodística)
que tratan de limitar la libertad de expresión y de
difusión en un sistema que, además, por su propia
naturaleza, convierte por ahora en fracaso cualquier
intento de poner puertas al campo.
Para Issa Luna Pla, en un tema tan delicado como el
cuidado de los menores de edad en Internet, más que
las leyes coercitivas, son los usuarios los llamados a
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
controlar los contenidos que desean recibir, a través
de filtros de contenidos y algunas restricciones
técnicas. Esto evoca lo que decía Casasús al comienzo
de este ensayo sobre ‘ética de los emisores’.
“Esto no debe entenderse como que la tecnología deba
sustituir a la legislación del Estado, sino que se debe
complementar con la responsabilidad del usuario. Lo
esencial para sobrellevar los problemas que se
presentan en contenidos, es la responsabilidad que
está en las éticas de las partes involucradas en
Internet, esta responsabilidad se basa en el respeto
al otro y en participar activamente para influir en los
cambios que se sucedan”, finaliza Luna Pla.
Referencias y vìnculos externos
(1) Josep María Casasús, catedrático de Periodismo de la
Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona, y defensor del
Lector de La Vanguardia. Texto ‘Perspectiva ética del
periodismo electrónico’, http://www.ucm.es/info/perioI/
Period_I/EMP/Numer_07/7-3-Pone/7-303.htm#articulo#articulo.
(2) Rubén Darío Buitrón, editor general del diario El Universo
en Guayaquil (Ecuador), en su ponencia ‘Seis reflexiones
sobre periodismo impreso y periodismo digital’, presentada
en el Seminario Internacional sobre Periodismo Digital,
organizado por CIESPAL en el 2003. http://
www.saladeprensa.org/art606.htm
(3) Quim Gil, periodista español y consultor del posgrado de
Periodismo Digital en la Universitat Oberta de Catalunya,
texto ‘Ética y deontología periodística en la sociedad de la
información’. http://www.saladeprensa.org/art90.htm,
Quim Gil, ‘Diseñando al periodista digital’, http://
www.saladeprensa.org/art89.htm
(4) Roberto Nicolás Silva Rodríguez, periodista
colaborador desde 1995 en Radioprogramas del Perú. Texto
‘Competitividad y ética’ http://www.saladeprensa.org/
art57.htm
(5) Guy Riboreau, director del servicio de capacitación de Radio
Francia Internacional. Trabajo ‘La deontología periodística
frente a los cambios técnicos y la globalización’. http://
www.saladeprensa.org/art409.htm,
(6) Lizy Navarro Zamora, doctora en periodismo electrónico de
la Universidad Complutense de Madrid (España) y docente
de la Universidad San Luis de Potosí. Texto ‘Los periódicos
on line: sus características, sus periodistas y sus lectores’
http://www.saladeprensa.org/art253.htm
(7) Issa Luna Pla, investigadora mexicana. Trabajo ‘Etica en
Internet’, publicado por la revista Chasqui http://
www.comunica.org/chasqui/luna72.htm.
(8) Gerardo Albarrán de Alba *, director de la revista
electrónica Saladeprensa.org, http://www.saladeprensa
.org/art405.htm
57
Mecanismos para garantizar la aplicación de un código de ética en el periodismo electrónico
Propuesta para un código de ética
Tomaremos como base de trabajo el documento del profesor
Juan José García Posada, ‘Siete columnas de la ética del
periodismo electrónico’, (copiado al final de este documento).
Aparte de los puntos propuestos por el profesor García,
agregaría los siguientes elementos:
La página http://www.ijnet.org ofrece una recopilación de
alrededor de 214 códigos de ética y autorregulación de medios
de información y gremios periodísticos de distintas partes del
mundo. La mayoría de ellos coincide en la alusión a los 30 artículos
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y a las
exigencias periodísticas reconocidas internacionalmente.
Al analizar el Código de Ética de la Comisión de Quejas de la
Prensa Británica, llama la atención lo siguiente: “Todos los
miembros de la prensa tienen el deber de mantener los
estándares profesionales y éticos más altos. Este código
establece los puntos de referencia para alcanzar dichos
estándares”.
A partir de ahí propondría:
Columna número 8: certificar la preparación profesional de los
periodistas y su actualización constante en el manejo de nuevas
tecnologías, responsabilidad social, conocimiento del contexto
histórico y en todo lo atinente a los riesgos de la profesión.
Columna número 9: asumir una actitud decidida, clara y explícita
de no caer en la tentación de utilizar a Internet para evadir
responsabilidades éticas y legales, para ‘virtualizar’ la realidad y
ejercer el oficio desde el anonimato o múltiples identidades.
Columna número 10: educar a la audiencia (lectores) para que
sea crítica frente a Internet y exigente al momento de
seleccionar los contenidos que va a consumir. Cada información
que se le ofrece a una audiencia debe contribuir a su formación
para que reconozca lo verdadero de lo falso, la diferencia entre
opinión e información basada en hechos, y para hacer cumplir
sus derechos como consumidor del producto informativo.
Columna número 11: el medio de información digital tomará todas
las medidas pertinentes que garanticen el respeto de la ética y
el cumplimiento de este código, como la creación de un comité
ético y el nombramiento de un defensor de la audiencia, entre
otros que sean considerados necesarios.
SIETE COLUMNAS DE LA ÉTICA DEL PERIODISMO
ELECTRÓNICO
Por Juan José García Posada
Esta es una nueva unidad del curso de Ética en el Periodismo
Electrónico. Les propongo leerla y comentarla en el Tablero de
Discusión del Curso. Así mismo, podemos hacer de este tema el
centro de la conversación del próximo sábado en la sala de
chat. Además, como actividad para la semana, les recomiendo
que cada uno de ustedes escoja uno de los siete puntos, o
todos los puntos, para escribir un breve comentario al texto.
Espero que lo envíen antes del martes próximo. Gracias.
periodismo en Internet no puede ser completo si no está iluminado
por la conciencia ética. Queda dicho que los principios y conceptos
deontológicos del periodismo en los medios de prensa, radio y
televisión bien pueden hacerse extensivos al medio electrónico,
guardadas, claro está, las proporciones. En busca de una ética
del periodismo en Internet podemos apoyarnos no sólo en una
premisa fundamental, ya expuesta, consistente en el respeto a
los derechos humanos, sino también en unos presupuestos
básicos de los que pueden derivarse los derechos y deberes
profesionales correspondientes al uso informativo, conceptual,
recreativo y educativo de la Red de redes.
En resumen, propongo que en la reflexión y las discusiones
próximas tengamos estos siete puntos como referencias útiles
para la elaboración del trabajo final, consistente en un proyecto
de código universal de periodismo electrónico. Hablemos,
entonces, de responsabilidades éticas fundamentales del
periodista en Internet:
1) Contribuir desde la actividad periodística al respeto por la
dignidad de la persona humana y los derechos fundamentales y
a la realización de fines esenciales de verdad, bondad y belleza.
El periodista en Internet es sujeto de derechos y de deberes
correlativos. La Red tiene fronteras de sindéresis, éticas y
morales, jurídicas y de razón natural.
2) Intervenir con criterio profesional en la selección razonada y
responsable de los contenidos informativos que circulan por la
Red. El uso de la libertad como facultad de hacer lo que debe
hacerse es esencial para el periodista en Internet.
3) Orientar a los ciberlectores en la búsqueda de sentido y la
interpretación de los conocimientos y las versiones de la realidad
actual que se divulgan por medio de la Internet. Los conceptos
de virtualidad y realidad virtual aplicables al ciberespacio de
ningún modo implican la conversión de la realidad en ficción.
4) Asegurar la veracidad de los contenidos informativos,
conceptuales y recreativos que circulan por la Internet dentro
del marco de la producción de interés periodístico. La verificación
de las versiones, la confirmación de los datos, la prueba de
falsabilidad de los hechos son condiciones sin las cuales no puede
hacerse periodismo verdadero.
5) Enseñar por medio del testimonio a defender la lengua como
expresión del ser humano y sus circunstancias y garantía de su
dignidad y su soberanía. El periodista, sean cuales fueren la
lengua y la cultura de las cuales es portador, debe dar ejemplo
de respeto por el buen decir.
6) Fomentar el desarrollo de una nueva cultura del texto
periodístico y literario, mediante la exploración y aplicación de
modalidades expresivas, narrativas y descriptivas que permitan
la presentación y la lectura analítica del mundo real en la Internet
como nuevo medio de comunicación. Para escribir en Internet el
periodista debe ser ante todo un buen lector y un experimentador
constante de nuevas formas de expresión que aseguren la
convergencia de periodismo, historia y literatura.
7) Hacer del periodismo un instrumento eficiente para el
aprendizaje constante del arte de vivir en armonía interior, con
los demás seres humanos, con la ciudad y con el planeta, como
condición esencial para la construcción de la convivencia.
A lo largo de las conversaciones que hemos venido sosteniendo
en este curso hemos convenido (y hasta el presente no he
conocido opiniones discordantes en torno al asunto) en que el
58
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Vega A.
Revista Comunicación, No. 25 p. 59 - 64
Medellín - Colombia. Enero-Diciembre de 2006, ISSN 0120-1166
Naturaleza del
Texto Periodístico Digital
Resumen
Aunque Internet ofrece instrumentos
multimedia de audio, video e imágenes,
sigue siendo predominante la utilización de
la palabra. Hay entonces una búsqueda
de la articulación de esas herramientas para
formar untado unificado. Este artículo
identifica los tipos de contenido en el
nuevo medio digital y examina la diferencia
particular del web periodismo, al dar a
conocerlos principales factores que
determinan la redacción periodística para
la red.
El autor
(Datos pendientes)
Aut
or José Benedito Pinho
Autor
Traductor: Javier Ignacio
Muñoz
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
59
Naturaleza del Texto Periodístico Digital
Este artículo identifica los tipos de contenido
en el nuevo medio digital y examina la
diferencia particular del web-periodismo,
dando a conocer los principales factores que
determinan la redacción periodística para
la World Wide Web.
Lenguaje y tipos de contenido en
la Web
La historia es antigua y tiende a repetirse con el
nacimiento de cada medio nuevo. La radio, el cine y
la televisión, cada uno en su momento, aparecieron
con los contenidos de los medios que los precedían. A
medida que los medios fueron madurando, los
contenidos se fueron adecuando a los formatos del
nuevo medio. Y luego, se desarrollaron formas
propias, como el lenguaje radiofónico, el
cinematográfico y el televisivo, que aprovechaban
mejor las características de cada medio y permitían
obtener el máximo provecho de las potencialidades.
El caso de Internet, es similar. En su parte multimedia,
la World Wide Web ofrece amplias posibilidades de
uso del audio y de la imagen pero aún predomina en
él el uso de las palabras, de los textos. Será el
proceso de desarrollo del nuevo medio el que permitirá
(esperamos que sea pronto) realizar la tarea más
difícil: “articular texto, design y tecnología y tratarlos
como un único componente: la información”
(Rodrigues, 2000: 5).
Tipos de contenido en los sitios
Los diversos contenidos existentes en una web site
fueron clasificados por Ward (2002: 192) en cuatro
principales tipos: estático, dinámico, funcional e
interactivo.
El contenido estático se refiere a ese tipo de
informaciones que, o sufre demasiado cambio o que
puede tener una actualización eventual o esporádica.
Por ejemplo, el cabezote del periódico web o la política
de privacidad adoptada por el sitio, el documento
virtual que publica las reglas de protección de los datos
personales recibidos ocasionalmente de los usuarios.
El contenido dinámico está presente en la sección de
últimas noticias, que se actualiza varias veces, minuto
a minuto; en las noticias, en los reportajes y los
artículos de publicación diaria; en los links y en los
enlaces disponibles en el site para sus usuarios.
60
El contenido funcional está dado
principalmente por menús y barras de
navegación. En el caso de los periòdicos
en la Web, los sites facilitan la búsqueda
de información ofreciendo al usuario una
lista de titulares de la edición on-line y un
índice general de las noticias publicadas
en el site el mismo día o en ediciones
anteriores.
El contenido interactivo estimula el intercambio con
los usuarios, por medio de una lista de direcciones de
correo electrónico que le facilitan al lector mantener
un contacto con el Publisher, el editor o los reporteros
de una publicación virtual. Otros elementos
interactivos son los scripts o los formatos, utilizados
para inscribir o registrar usuarios, aquellos para recibir
sugerencias, para promover grupos y abrir foros de
debate sobre los acontecimientos del momento.
Determinantes del texto periodístico en la
Web
Los textos para el nuevo medio digital, en especial la
información y los contenidos periodìsticos, deben ser
estudiados y pensados, pues escribir para el mundo
on-line es distinto de escribir para el periódico
impreso. Como el periodista tiene en la escritura la
principal manera de contar sus historias, él no puede
ignorar los factores que condicionan la redacción
periodística para la Web.
Rodrigues (2000:8) argumenta que “escribir para la
Web no es otra cosa que asumir la Internet en todos
sus rasgos”. Por lo tanto, entre los factores que hacen
la Internet bastante distinta de los medios de información tradicionales, recordamos y profundizamos
aquellos que ejercen una influencia directa en el texto
periodístico digital. Son ellos: la menor velocidad de
lectura en la pantalla del monitor y la no linealidad y
la tipología del lector de la Web. Veámoslo ahora
detalladamente.
Menor velocidad de lectura en la pantalla
del monitor
monitor..
El primer asunto se relaciona con la fisiología de la
visión humana. El tipo de luz de la pantalla del
computador hace que el lector parpadee menos, lo
cual produce cansancio visual. La pantalla permanece
fija en el escritorio y los ojos se ven obligados a
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Muñoz J.I.
adaptarse al tamaño y tipo de letra del texto que se
está leyendo. Esas condiciones adversas hacen que la
persona tenga un 25% menos de velocidad de lectura.
Por eso, el texto preparado para Internet debe ser
50% más corto que aquel del periódico impreso
tradicional.
La preparación de un texto claro, conciso y objetivo
exige del redactor que cada palabra tenga un contenido
preciso. Ward (2002:16) hace seis recomendaciones
para la redacción de un texto simplificado:
-
Use solamente las palabras necesarias
-
Evite palabras largas cuando existen sinónimos más
cortos
-
Evite palabras de significado complejo si tiene a
mano otras alternativas.
-
Siempre que sea posible use palabras de
significado concreto…aléjese de las abstracciones.
-
Sea específico en lugar de acudir a las
generalidades y
-
Dele a las palabras el significado correcto.
Otra prueba propuesta por De Wolf (2001:90) muestra
el cuidado especial que el redactor debe tener en
cuenta con el texto escrito para la Web, que, por su
naturaleza, simplemente es una configuración lumínica
aparecida en la pantalla.
Escriba unas pocas palabras en su computador, sin
usar el corrector de ortografía y de gramática
incorporados. Cuando haya terminado, edite el texto
en la pantalla. Corrija los errores. Ahora imprima
una copia y lea nuevamente el texto. Usted encontrará
nuevos errores. Cómo los cometió usted? En la hoja
de papel, las letras son oscuras, tienen profundidad y
excelente resolución. La única luz está reflejada por
fuera del papel y no viene de otra parte.
El texto en la Web no tiene fronteras de espacio pero
los lectores están limitados por ciertos factores.
Incluso atendiendo todas las reglas existentes, el
redactor tiene que releer atentamente el texto y seguir
estas recomendaciones de Rich (2002):
-
Corte palabras,
innecesarios.
conjunciones
-
Corte el número de renglones en cada sección de
su historia. La pantalla del computador carga 29
renglones de texto generalmente. Use este número
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
y adjetivos
como guía para ver dónde puede poner los
subtítulos.
-
Recorra la historia con los ojos. Su mirada localiza
subtemas y otras formas para iniciar el texto? Si la
respuesta es negativa piense unos elementos de
atracción o de gancho para el texto.
-
Registre los finales y las transiciones hacia nueva
páginas. La historia estimula a los lectores a
continuar la navegación en otra plana o en otra
página Web.
Diferenciación entre la página W
eb y la
Web
pantalla Web .
Los redactores tienen que trabajar diferenciando los
conceptos de página Web y de pantalla Web. Aunque
muchos usan los términos indistintamente el hecho
es que ambos piden o exigen diferentes estrategias
de redacción y de edición. Hammerich y Harrison
(2002:204) hacen la diferencia:
Los lectores pueden entrar en su site en cualquier
punto e irán a leer el contenido desde el propio
computador. Por lo tanto,
-
Usted necesita escibir/editar para una página Web
que se presenta como única, completamente
separada del resto del site.
-
Usted necesita escribir/editar para la pantalla Web
cuyo espacio es flexible, dependiendo de la
resolución del monitor de cada usuario.
Este doble desafío es exclusivo de la Web. En los
demás medios el soporte de presentación del contenido
es fijo, incluso en el caso de la televisión: todos los
televidentes ven la misma imagen a pesar de que los
tamaños de los aparatos son diferentes. Las dos
características propias de la Web- no tener un soporte
espacial fijo y permitir que los usuarios accedan a las
páginas de manera no prevista- exigen que el redactor
produzca un contenido coherente y adecuado tanto
para la página Web como para el monitor, cuyo espacio
de visión es desconocido.
No linealidad de la Web.
En el periódico impreso, en la radio y en la televisión,
las noticias y los reportajes (y todo el contenido que
presentan) tienen principio, desenlace y final. Esa es
la secuencia formal de una construcción lineal: la
61
Naturaleza del Texto Periodístico Digital
historia se escribe y se produce para ser narrada en
ese orden exactamente.
Por contraste, la información en la World Wide Web
no es lineal, lo cual permite que el internauta navegue
por la estructura del hipertexto sin una secuencia
predeterminada, saltando de un punto a otro, de una
página a otra, de un site a otro.
La noción más simple de hipertexto es describirlo
como un texto estructurado en red por oposición
al texto lineal. El hipertexto es constituido por
“nosotros” (elementos de información,
parágrafos, páginas, imágenes, secuencias
musicales etc.) y por los eslabones entre ellosreferencias, notas, llamados de atención,
subrayados, y enlaces indicando el paso de un
asunto a otro, etc. (Moherdaui, 2003: 35).
Por lo tanto, toda historia que contenga links hacia
otras páginas de la Web o para temas dentro de la
misma página modifica sustancialmente la relación
redactor-lector. En esa situación, explica Rich (2002ª),
“el redactor renuncia al control de la información a
favor del lector”.
El hipertexto puede ser usado de forma
complementaria para facilitar la suite1 Una noticia
puede buscar sus relaciones con hechos pasados y ya
publicados ofreciendo links de reportajes anteriores
sobre el mismo tema o informaciones de fondo.
El hipertexto puede suscitar variadas combinaciones
para el lector y exigir un trabajo de investigación
exhaustiva para quien lo crea o produce. Por tales
razones, Radfahrer (199:115) enumera cinco sencillas
reglas que facilitan la construcción de modelos simples
de hipertexto:
-
Escriba pequeños textos, independientes entre sí,
pero con elementos comunes.
-
Señale todas las palabras de cada texto que puedan
servir de conexión con otros textos.
-
Cree tablas de conexión, señalando, para cada
texto, cuáles son los textos que llevan a él y cuáles
los que salen de él.
-
Organice los “nexos”, evitando embotellamientos:
textos con muchos puntos de entrada o de salida; y,
1
Acto o efecto de desagregar una noticia ya publicada
anteriormente por el mismo canal o por otro órgano
periodìstico.
62
-
Estructure los textos con una hiper-retórica, dando
al visitante la falsa impresión de control sobre los
links, mientras lo va llevando al punto deseado.
La noticia producida para la Web con estructura
narrativa no lineal debe ser preparada, con
anterioridad, por un equipo de profesionales-redactor,
editor, productor multimedia, diseñador Web-, con
el uso adecuado de las herramientas que faciliten la
navegación, evitando confundir al lector con un
excesivo uso de los links. La parte visual de las
páginas del sistema de hipertexto debe estimular la
curiosidad del usuario para que éste explore el
contenido de un site -así como en las revistas se
emplean fotos, viñetas, llamados de atención,
recuadros para cautivar al lector-, sin que el lector
se desvíe de la línea maestra de la comunicación.
Redacción de frases con links.
Como vimos, los links unen entre sí las páginas que
están en un mismo site o remiten al usuario a las
páginas o documentos de otro site . Facilitan
profundidad a la información y sirven para ofrecer
datos complementarios y para explicar el significado
de abreviaturas y de términos técnicos. En la práctica,
para facilitar la navegación, los vínculos deben mostrar
claramente al usuario hacia dónde se dirigen y por
dónde deben ir.
Los investigadores de la interfase hombrecomputador, Jorge Borges, Israel Morales, y
Néstor Rodríguez, estudiaron la habilidad de los
usuarios en prever el contenido de 50 links
seleccionados aleatoriamente de 10 sites
comerciales de la Web a partir de los títulos de
los vínculos. Y descubrieron que en el 25% de
los casos, aproximadamente, los nombres de
los links sugirieron una idea equivocada del
contenido de la página. (América y Aristón,
2002:182).
La señalización de figuras o imágenes exclusivamente
como links debe evitarse pues el usuario se va a
detener a pensar si aquello es un link y si quiere seguir
el camino que se le está sugiriendo. Esos pocos
segundos de tiempo que el navegante se toma para
decidir pueden resultar en una consulta que éste
finalmente no realiza. A su vez, investigaciones
recientes muestran que links que incluyen palabras
son mucho más efectivos que aquellos que usan solo
gráficos.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Muñoz J.I.
Las palabras deben utilizarse siempre pues dan
claridad y fuerza al link. Incluso su posición dentro de
una oración es ventajosa, pues señala al usuario el
tipo de contenido al cual el nexo lo llevará.
Se recomienda no usar una o varias palabras indicando
vínculos mencionando en la afirmación la palabra
“links”, por ejemplo:
Estos son los links para una página
de créditos o de detalles técnicos.
Por ejemplo, la oración
Vea los resultados del XXIV Festival de Cannes.
No es muy exacta pues puede tener cualquier tipo de
información (una tabla con los nombres de los
ganadores, las películas premiadas, o el evento de
entrega de los galardones etc.). Si se sitúa mejor el
link podremos tener:
Vea los resultados del XXIV de Cannes
Vea los resultados del XXIV Festival de Cannes
Vea los resultados del XXIV Festival de Cannes
Vea los resultados del XXIV Festival de Cannes
O también:
Vea los resultados del XXIV Festival de Cannes
Vea los resultados del XXIV Festival de Cannes
Esto ya da una idea más clara de lo esperado por el
visitante (imágenes de los resultados, lista de los
resultados, perspectiva histórica, descripción del
evento, características del festival, la ciudad, etc.),
evitando que la página se cargue inútilmente.
Generalmente los links están en colores y subrayados,
destacándose así del texto y atrayendo la mirada del
usuario. Por ese motivo, siempre que sea posible, el
link debe señalarse al final de la oración o del párrafo.
Ello hace que el vínculo actúe como un importante
punto de énfasis. Además, recuerda Price (2002:
126), “un link es una fuerte sugerencia de acción.
Tenga la certeza de que el lector lo ve si se pone al
final de la oración o del párrafo”.
El lector se favorece cuando la frase del link permite
una comprensión clara del asunto al cual está dirigido.
Por lo tanto es bueno usar:
Lo ideal es hacer la página HTML de tal modo que
sea leída aunque el usuario no use ninguno de los
links señalados en ella. Así, la lectura fluye sin
interrupciones y permite que el internauta omita los
vínculos señalados en el texto. He aquí un ejemplo:
Nuestros agradecimientos son para varias personas
por sus contribuciones.
Detalles técnicos están disponibles.
La expresión haga clic aquì,2 ya tan manida, hay que
evitarla por su desgaste en el uso continuado. Solo
sirve para mostrar que el redactor no tuvo habilidad
para escribir una frase que incentive y despierte la
curiosidad del lector y que lo invite a llegar hasta el
final del texto, tal y como se hace en la redacción
tradicional:
Los programas de radioperiodismo enseñan
algo: al final de un bloque de noticias,
exactamente antes de los comerciales, se invita
a los oyentes a permanecer en la sintonía para
escuchar las noticias siguientes, es manejar la
expectativa positiva del oyente. La interrupción
de la acción al final de un capítulo del libro, la
finalización de una parte de un filme o de una
parte de un show de televisión, equivalen al
final de una página Web y que requiere de un
clic. Haga que el link trabaje para usted. (De
Wolk, 2001: 115).
La forma de marcar un vínculo depende de las
situaciones que los usuarios van a encontrar después
de hacer clic en el link. En el siguiente ejemplo la
larga e imprevisible señalización deja dudas: el usuario
se dirigirá a personas, a opiniones o al proceso?
Informaciones sobre
cómo hacer búsquedas disponibles.
Los redactores necesitan dialogar con las otras
personas del equipo de producción, pues sus
opiniones pueden afectar el proceso.
en lugar de:
Para informaciones sobre cómo buscar,
señale este link.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
2
El creador de la World Wide Web , Tim Berners-Lee, muestra
un desprecio particular por la expresión haga clic aquì.
Irònicamente llama la atención a los redactores de la Web:
“le insisto, construya su página de tal modo que cada clic
remita a un título específico” (cit en Price, 2002: 142).
63
Naturaleza del Texto Periodístico Digital
Hammerich y Harrison (2002: 183) sugieren tres
maneras para señalar los vínculos en el caso de que
el redactor quiera informar a los usuarios sobre el
proceso de desarrollo del contenido. La primera
supone que las informaciones están disponibles en
una sola página. La solución es simple:
“en vez de eso, los usuarios mueven los ojos en las
páginas, enfocando palabras aisladas y expresiones.
…John Morkes y yo descubrimos que el 79% de los
investigados miraban rápidamente las páginas nuevas
del site al que entraban; apenas un 16% leyeron
palabra por palabra”.
Los redactores necesitan dialogar con las otras
personas del equipo de producción, pues sus opiniones
pueden afectar el proceso.
Por lo tanto, el principal tipo de audiencia en la Web
es la de lectores considerados scanners que hacen
una lectura de barrido visual, en búsqueda de palabras
o frases que les interesen. Una tipología más completa
de lectores la propusieron Hammer y Harrison (2002:
40-1), cuya clasificación se inspira en las actividades
o acciones realizadas por los lectores de materiales
impresos: superficial (skimming del original en
inglès), por barrido, intensivo y extensivo.3
En la segunda situación el texto requiere unirse con
diferentes páginas sobre el proceso. La solución es
que se creen links para los distintos aspectos que se
relacionan con el desarrollo del contenido así:
Los redactores necesitan dialogar con las otras
personas del equipo de producción, pues sus
opiniones pueden afectar el proceso:
• Entendiendo mejor el proceso
• Aconsejando sobre el mapa del sitio
• Redacción/Edición
• Editando el texto de la versión provisional.
Cuando el texto requiere establecer un vínculo para un
formato diferente de la página Web- archivos de video,
de audio, o de otro contenido producido con software
Adobe Acrobat Reader, por ejemplo- el link debe
informar, con claridad la condición, por la necesidad de
disponer de los plug-ins adecuados en el browser.
Los redactores necesitan dialogar con las otras
personas del equipo de producción, pues sus
opiniones pueden afectar el proceso
(archivo.pdf).
Para orientar mejor al internauta, el link puede
acompañarse de informaciones más completas como
tamaño del archivo, tipo de medio, tiempo de download
o versión de software requerido. Por ejemplo:
Los redactores necesitan dialogar con las otras personas
del equipo de producción, pues sus opiniones pueden
afectar el proceso. (2,5 MB, archivo PDF, 28 minutos a
56 K, requiere Acrobat Reader 4.0 o superior).
Lectura superficial. Los lectores mueven rápidamente
sus ojos sobre la pantalla del computador para verificar
si el material es relevante o de interés para sus
necesidades. Es una operación similar a la que sucede
con el texto impreso cuando el lector lo recorre
velozmente para entresacar solo lo que le interesa.
Lectura por barrido. Si el texto de la Web llena las
necesidades del lector, éste enfoca rápidamente las
partes específicas de la información y continúan
haciendo correr el texto en la pantalla.
Lectura intensiva. Como en el documento impreso,
los lectores se detienen, encuentran que el texto es
relevante, y leen una pequeña parte del contenido para
profundizar.
Lectura extensiva. A la gran mayoría de los lectores
no les gusta la lectura extensiva on-line y prefiere
imprimir el texto para leer. La razón es que la lectura
en la pantalla es más lenta y la baja resolución del
monitor provoca fatiga visual. Además algunos
usuarios tienen poco tiempo disponible en sus planes
de pago de conexión a la Internet.
3
Tipos de lectores en la Web.
En un conocido estudio hecho para identificar
“patrones” de lectura de los internautas, Jacob Nielsen
(2002) señaló como hallazgo principal, que las
personas raramente leen palabra por palabra las
páginas Web:
64
Moherdaui (2000: 56) dirigiò una investigación sobre el
comportamiento del lector de la Web en São Paulo, en
agosto de l999, con una muestra de 301 estudiantes de
Comunicación Social. Admitiendo que los resultados no
pueden aplicarse para la población total, la investigación
identificó tres tipos de audiencia en la Internet: lectores
scanners, que solo pasan rápidamente por el texto
buscando diversión y sorpresas; lectores que prefieren
mensajes multimedia que textos; y los lectores que buscan
informaciones concretas y que normalmente leen largos
textos en la pantalla del computador.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Revista Comunicación, No. 25 p. 65 - 69
Medellín - Colombia. Enero-Diciembre de 2006, ISSN 0120-1166
Muñoz J.I.
Intersubjetividad y organizacion
-el sentido colectivo se construye en la conversación
Resumen
Al partir de las teorías de Humberto
Maturana, se hace un análisis de la
importancia que tienen los procesos
intersubjetivos en las organizaciones y su
construcción desde las comunicaciones,
para resaltar la oralidad, que muchas veces
se ve relegada por otros medios de
comunicación más impersonales.
Por Luz Gabriela Gómez
Restrepo
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
65
Intersubjetividad y organizacion -el sentido colectivo se construye en la conversación-
Introducción
Cum versare: dar vueltas con otro
En el interior de los procesos intersubjetivos
organizacionales se puede dar el más alto nivel de
aprendizaje comunicacional. Se ofrece un escenario
ideal para la búsqueda del ideal humano: el
entendimiento, entre todos los actores que
constituyen y construyen lo organizacional. Cuando
Humberto Maturana recuerda que “la cultura es una
red de conversaciones que definen un modo de
vivir” 1 coloca a la oralidad entre personas y
organizaciones, en un sitio preferente para la
construcción colectiva del sentido y el progreso de los
proyectos organizados, al reconocerla como la mejor
posibilidad de representar, crear y transmitir.
La comunicación organizacional tradicional se centra
excesivamente en lo formal y privilegia lo escrito,
cometiendo el error de abandonar la cotidianidad, que
es donde verdaderamente se constata y vive
plenamente la vida organizada.
Una relación entre personas y ambientes
“Lo que nos caracteriza es que vivimos en
conversación. Y vivir en conversación significa
que el mundo que vivimos surge en lo que hacemos como seres humanos en conversaciones”2
El emocionar del mismo H. Maturana hace posible
una mayor comprensión de las interacciones y
conductas. Son ellas, las emociones las que determinan
los intereses y el conocimiento. El concepto es muy
esencial, porque desatendemos mucho, desde la
comunicación, aunque parezca contradictorio, el gran
potencial implícito en el juego rico y permanente de
las intersubjetividades, presentes en cualquier
organización social.
“Cada grupo tiene la capacidad de desarrollar
redes de comunicación y relación a través de
las cuales establecen un accionar o comportamiento común y coordinado”3
Para comprender mucho mejor esas organizaciones
en donde se interviene permanentemente desde lo
comunicacional, se impone una tarea inmediata:
descubrir, diseñar y aprovechar el tejido humano, su
red natural de acciones, interacciones y
transacciones. Es el nombre con sus apellidos
completos de cada unidad organizacional, sólo así se
dará un paso adelante respecto a las propuestas
inteligentes, útiles y abiertas: (“el ser vivo es una
fuente de perturbaciones y no de instrucciones”4) que
respeten la especificidad y la personalización y
permitan superar las intervenciones siempre
generalistas, descontextualizadas y simples que poco
aportan al progreso y desarrollo de los proyectos
organizados.
Maturana llama lenguajear a la relación entre las
emociones y el lenguaje para hacer posible el
otorgamiento de sentido por medio de la coordinación
entre las acciones y la experiencia. Afirma que
“los seres humanos acontecemos en el
lenguaje” y por tanto es necesario otorgar
una mayor atención al espacio vital
dedicado a la comunicación oral. El
lenguajear se refiere entonces, al más
íntimo
y
profundo
espacio
comunicacional: la intersub-jetividad.
Se está entonces frente a la confirmación
de que la organización es posible gracias
al lenguaje, preferencialmente oral, porque
esa organización es básicamente una relación
entre personas y ambientes.
El sentido del nosotros
1
3
4
5
2
66
Cardona, Oliverio y otros. El lenguaje y la comunicación
organizacional desde Humberto Maturana. Medellín:
Universidad de Antioquia, 1998. Pág 45.
Maturana, Humberto y Francisco Varela. El árbol del
conocimiento. Santiago de Chile: Planeta, 1984. Pág 25.
El modelo a seguir: lo natural, oral, informal,
cotidiano ofrece muchas garantías: agilidad,
flexibilidad, eficiencia, creatividad,
compromiso autonomía, espontaneidad,
practicidad, responsabilidad; siempre
difíciles de alcanzar por parte de la
comunicación formal y oficial. “La
comunicación informal permite el
desarrollo de los más altos niveles de la
comunicación, de la intersubjetividad y
de la interacción para agilizar el proceso
colectivo y hacer de él un producto más
elaborado, más contextualizado y más
enriquecedor”.5
Ibid, p. 90.
Cardona y otros, Op. Cit., p. 19.
Ruiz, Claudia y otros. La comunicación informal en la
organización: otra mirada desde la intersubjetividad.
Medellín: Universidad de Antioquia, 1998. p. 38.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Gómez L.G.
Las acciones y medios informales posibilitan un mejor
desarrollo de lo intersubjetivo. A partir de la vivencia
diaria, de las relaciones entre los individuos que
configuran una organización se puede patentizar mejor
el proyecto colectivo que los congrega y anima.
Iniciando en una misma cultura que se conoce y
comparte será más firme y factible amarrar los
intereses y las expectativas personales a los deseos,
logros y proyecciones de la organización como un todo.
Lo evidente, lo más claro, lo concreto se patentiza
mejor en las conversaciones, en el manejo del tiempo
libre, en los temas de cafetería, en las llamadas
telefónicas y por tanto es necesario saber cómo y
sobre qué temas funcionan para aprovecharlas y
mejorarlas en el afianzamiento del sentido colectivo y
la pertenencia. Lo intersubjetivo puede entenderse
como el principio de la experiencia compartida, la
común unión, el sentido del nosotros.
Siempre se ve en lo informal algo ajeno y de poco
interés para la vida corporativa. Ahora se trata de
aceptar que los grupos informales, por la confianza y
permanencia que le son propias gracias a la cercanía,
surgen de la vida en la organización y por tanto le
pertenecen y es legítimo que le sirvan para apoyar los
propósitos y planes del colectivo empresarial.
En la mediación intersubietiva entre lo formal e
informal, es posible observar cómo los
individuos y los grupos reflejan y resisten los
roles, cómo se internaliza y critica el discurso
cultural, cómo se manifiestan las tensiones,
contradicciones y paradojas organizacionales,
el sentido de sí mismo y el universo, cuál es el
concepto del yo y del otro, cuáles son el espacio
y el tiempo comunes.6
Entonces, la sociabilidad humana es esencial para la
supervivencia, es de alta rentabilidad para la eficiencia
y eficacia comunicacionales. La forma como se dan
las relaciones intersubjetivas impacta directamente la
forma como se perciben las tareas y los roles
empresariales. La organización no existe sin los
individuos y grupos que dialogan y es por eso que, las
variables de identidad y satisfacción se medirán con
mayor precisión en el interior de los hábitos,
comportamientos e interacciones. El concepto de
realidad depende de la manera como se manejen las
relaciones interpersonales. La intersubjetividad se
impone por encima de lo objetivo racionalista,
proponiendo una nueva ecología de la comunicación
6
entendida como el desarrollo de las relaciones e
interrelaciones de la actividad comunicacional en
conjuntos sociales, a la manera de Edgar Morin.
En lo intersubjetivo como espacio ideal para el
entendimiento humano no caben las dudas ni las malas
intenciones, exige confianza y nace del cultivo
permanente de relaciones. La frecuencia en el contacto
hace posible la construcción de acuerdos sólo a partir
del reconocimiento del otro. Todo el esfuerzo está
dirigido hacia la demostración de que sólo a través de
esa racionalidad comunicacional es posible obtener el
máximo comprensivo. Se trata entonces de colectivizar
el sentido, de construir juntos una mirada de realidad
a partir de las condiciones contextuales específicas.
Sólo es posible la construcción de sentido a través de
la mediación intersubjetiva. Ella es participación
dialógica, intercambio libre y consciente, acción crítica,
creativa y autónoma. Es la expresión recíproca de las
ideas, los sentimientos, los valores, los comportamientos, las tareas, los roles. La intersubjetividad
es entendida entonces como la experiencia compartida
que genera redes para percibir y entender la realidad.
Abre sentidos, sin que esto signifique necesariamente
generar consensos. Es la comunicación ideal como el
cruce de múltiples interceptores. Es el mundo de la
vida cotidiana como el gran protagonista en el esfuerzo
por aclarar y fundamentar el sentido y la dirección de
las decisiones.
El “mutuo gatillado de conductas”
La riqueza de la comunicación intersubjetiva, entre
conciencias, reside en su capacidad transformadora,
ya que a partir de la reflexión que ella suscita el ser
humano se libera, se permite ser cambiado por las
interacciones y transacciones con otros. Su modo
particular de vivir se define por la red de contactos
permanentes y esporádicos que mantiene con los
demás. Visto así el fenómeno de la comunicación no
se realiza alrededor del potencial informacional de
quien emite, sino que se refiere a la capacidad
comprensiva de quienes reciben. Es el mutuo gatillado
de conductas entre miembros de una misma unidad
social, a que se refiere Maturana en su texto: “La
objetividad: un argumento para refutar”.
A este punto se puede afirmar que el lenguaje y la
conversación son algo más que un simple medio para
representar la realidad. Una organización se comunica
cuando es capaz de elaborar colectivamente una red
múltiple y compleja de interrelaciones y a partir de
Ibid, p. 39
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
67
Intersubjetividad y organizacion -el sentido colectivo se construye en la conversación-
allí acordar la pertinencia y significación de sus
prácticas comunicacionales comunes.
Entonces, sí recobra sentido el hablar del
papel esencial de la comunicación como
administrador de los recursos simbólicos
en una organización.
A partir del decir de los individuos en la
organización, de sus discursos, formales
y preferentemente informales, es posible
develar el cómo habla toda la organización.
Desde la intersubjetividad es posible aprehender y
comprender la cultura de la organización. Por tanto,
lo intersubjetivo recupera validez en el esfuerzo por
construir al sujeto colectivo, al ciudadano corporativo,
a partir de la mediación entre lo normativo de los
quehaceres colectivos empresariales y lo personal de
las metas y aspiraciones individuales.
Los niveles de la intersubjetividad
Podemos acercarnos a un concepto más democrático
e incluyente de comunicación como participación
dialógica, donde todos merecen respeto como
interlocutores válidos, porque libre y conscientemente
se comparte la construcción del sentido de la realidad
a partir de la expresión recíproca de sentimientos,
emociones, ideas y percepciones. Intersubjetividad
como la manifestación de las relaciones de y con
los otros.
A este punto vale la pena recordar los tres niveles
constitutivos de la intersubjetividad:
1. EL DECIR, para hacer referencia a la manera como
cada cual habla sobre lo que sabe, es allí donde
los sujetos revelan sus esquemas particulares de
experiencia.
2. El SENTIR, para entender que los hechos afectan
de manera diferente a cada persona, según la
circunstancia, motivación y disposición emocional.
3. EL HACER, para revelar la manera como la
experiencia se incorpora a la vida cotidiana. Es lo
que conocemos como el nivel de la toma de
decisiones. Es el comportamiento: lo único
observable de las interacciones.
Un concepto de comunicación
Una idea central en esta ponencia es proponer la
conversación como acción. Es acercarse al otro
para entender su realidad, para construir una mirada
conjunta de la realidad organizacional. Es un ir del
68
yo al nosotros, un producto colectivo
enriquecido con la experiencia
intersubjetiva para que gane en
legitimidad e interiorización personal. Es
un movimiento incesante de “decires,
sentires y haceres”
En el ámbito de lo desarrollado hasta
ahora se esboza un concepto de
comunicación corporativa a partir del
juego dialéctico entre lo meramente
individual y lo estrictamente colectivo, sin caer
en la tentación de privilegiar uno u otro universos de
significación.
Si se parte de los procesos racionales y emocionales
que corresponden al ámbito de la conciencia
individual, del espacio en donde se construyen
autonómicamente las explicaciones, es factible
aproximarse al espacio de los acuerdos sociales y
culturales, que hacen posible el entendimiento
humano. Vista así, la conciencia se transforma en
responsabilidad, para ser capaces de afrontar el giro
de la explicación a la comprensión.
Comunicar es entonces un permanente ejercicio de
adaptabilidad. Un ir y venir de lo lineal a lo tejido en
red, de lo uno a lo múltiple, de lo subjetivo a lo
intersubjetivo, de lo privado a lo público, de libertad a
responsabilidad, de lo textual a lo contextual, de
universo a multiverso.
“La organización no sobrevive considerando
simplemente las relaciones funcionales y las
líneas lógicas de comunicación y coordinación
horizontal y vertical”7.
Comunicar, sólo es posible a partir de relocalizar las
situaciones puntuales que permitan hacer inferencias
particulares, más creativas. Se advierte acerca del
peligro de las generalizaciones, masificaciones
costosas e inocuas, que sólo logran confundir y
tecnificar la reflexión alrededor de la comunicabilidad.
Lo que se propone en su reemplazo es saber
aprovechar las condiciones variables de los contextos
y las particularidades de los sujetos vinculados para
construir lo comunicacional
Si los presupuestos individuales son válidos, lo referido
a la personalidad, al “así soy yo”, es posible avanzar
hacia la pertinencia de los presupuestos colectivos, lo
7
Ibid, p.14.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Gómez L.G.
referido a la responsabilidad, al “no estoy solo”,
para poder hablar de la dimensión ético-civil de la
comunicación. La dimensión estética por su parte,
permite darle forma a la intencionalidad por medio de
las muy variadas posibilidades simbólicas y de
representación. De esa manera se crea una
dimensión más armónica y flexible alrededor del
ser, hacer, pensar y decir comunicacionales,
donde la ética otorga razonabilidad y la estética ofrece
la posibilidad de que los métodos y técnicas no
parezcan aislados.
Ese concepto de comunicación se encuentra en el cruce
de relaciones entre lo íntimo (intrasubjetivo), lo
privado (subjetivo) y lo público (intersubjetivo).
Privilegia las interrelaciones sobre las partes y causas.
Posibilita la responsabilidad social sin desaparecer la
autoconciencia, yendo de buena fe a intencionalidad
más controlada.
A manera de conclusión
Uno de los impulsos humanos más fuertes y constantes
es la necesidad de relacionarse con otras personas y
es por eso que los grupos informales ejercen un fuerte
impacto sobre la organización. A diferencia de los
grupos formales, oficiales, regidos por reglas,
impuestos, los informales construyen la organización
en forma más permanente. La comunicación informal
es la manera principal como funciona la construcción
de sentido en las organizaciones. Su gran vitalidad se
debe a que crece en forma natural, sienta las bases
para una comunicación más práctica, establece
relaciones más cálidas y afectuosas, protege del
anonimato y está construida a partir de intereses más
comunes.
desarrollar comunicación sin ese imperativo cultural
sería inocuo e improcedente.
La conversación en el contexto corporativo intenta abrir
caminos reuniendo dos mundos aparentemente
irreconciliables y dispares: el subjetivo, constituido por
las expectativas y aspiraciones particulares y el
intersubjetivo, conformado por los intereses y
necesidades colectivas. La verdadera realidad
organizacional se encuentra en el cruce de esas dos
experiencias comunicacionales.
Bibliografía
Cardona, Oliverio y otros. El lenguaje y la comunicación
organizacional desde Humberto Maturana. Medellín:
Editorial Universidad de Antioquia, Colección Consentido,
1998.
Maturana, Humberto y Francisco Varela. El Árbol del
conocimiento. Santiago de Chile: Planeta, 1984.
Porto Simoes, Roberto. Relaciones Públicas: función política.
Buenos Aires: Norma, 1998.
Ruiz C. Claudia y otros. La comunicación informal en la
organización: otra mirada desde la intersubjetividad.
Medellín: Editorial Universidad e Antioquia, Colección
Consentido, 1998.
“El diálogo intersubjetivo se instaura como mediador
de sentido, es un ir del individuo al ciudadano, que
hace posible la construcción de un proyecto colectivo
donde se aclara y patentiza la función política de la
comunicación, en un marco de ética cívica y sociedad
civil”8.
La cultura organizacional se configura a partir de
símbolos, metáforas, imágenes, conceptos, ritos,
mitos, héroes, estándares, creencias, normas, valores,
que a su vez forman parte de todo el aparato simbólico
que constituye tanto la historia oficial, como la historia
cotidiana de las organizaciones sociales. Proponer y
8
Porto Simoes, Roberto. Relaciones públicas: función
política. Buenos Aires: Norma, 1999. p. 7.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
69
Revista COMUNICACIÓN
70
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
Revista Comunicación,
25 p. 71 - 77
Revista No.
COMUNICACIÓN
Medellín - Colombia. Enero-Diciembre de 2006, ISSN 0120-1166
Periodismo y cultura.
Lectura ética del Quijote
Resumen
Don Quijote personifica el estoicismo
predicado y vivido por Séneca. El Caballero
de la Triste Figura prolonga el senequismo.
Lo encarnó y le infundió trascendencia,
hasta exaltarloa la categoría de rasgo de
identidad del auténtico ser caballeresco y
español. El autor hizo exposiciones en
torno a esta ponencia en la Cátedra Edith
Stein, de la Facultad de Filosofía y Letras,
en la Semana Cultural del Seminario Mayor
de Medellín y en el ciclo sobre el libro y el
idioma en la Universidad La Gran Colombia,
de Armenia, Quindío.
Por Juan José García Posada
Ponencia leída en la sesión de la Cátedra
Edith Stein, de la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad Pontificia
Bolivariana. Miércoles 27 de abril de
2005.
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
71
Lectura ética del Quijote
Esta disertación sobre la vigencia del senequismo ético
en Don Quijote sería innecesaria por redundante, si
no fuera porque es sensato reconocer la importancia
vital del juego placentero de la filosofía y las letras
para la salud mental de los seres humanos. Es casi
pretencioso formular hipótesis o elaborar una
demostración si de lo que se trata es de lo obvio, es
decir de algo tan evidente como el testimonio personal
de estoicismo de Alonso Quijano el Bueno, secundado
por su fiel escudero Sancho Panza.
Don Quijote personifica el estoicismo predicado y vivido
por Séneca, el filósofo cordobés y romano del primer
siglo de la era cristiana, que sostenía que la verdadera
felicidad consiste en no necesitarla y decía que “la
medida de la riqueza es el no estar demasiado cerca
ni demasiado lejos de la pobreza”.
Las pruebas del senequismo quijotesco y la práctica
de la sabiduría estoica están a la vista del lector desde
el primer párrafo de la obra máxima de Cervantes:
¿Cómo poner en duda la actitud ecuánime ante la
adversidad, de alguien dispuesto a vivir a la intemperie
en los campos yermos y extensos de La Mancha, a
desafiar los peligros con audacia y temeridad y a limitar
la austera dieta alimenticia a “una olla de algo más
vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y
quebrantos los sábados, lentejas los viernes y algún
palomino de añadidura los domingos?”
Sólo cuando se profesa un sentido de la vida que le
atribuye preponderancia a la fuerza del espíritu y la
potencia de la voluntad se alcanza a captar el
significado de la vocación quijotesca, plena de
tenacidad y arrojo, de resolución inflexible y de
entereza para afrontar, como lo hiciera el Caballero
de la Triste Figura, la realidad de saberse escogido
como “aquel para quien están guardados los peligros,
las grandes hazañas, los valerosos hechos”.
Don Quijote prolongó el senequismo. Lo encarnó y le
infundió trascendencia, hasta exaltarlo a la categoría
de rasgo de identidad del auténtico ser caballeresco y
español. Sin embargo, no se crea que la agonía
constante del Quijote, la tensión incesante de su ser
aventurero excluyen el equilibrio interior y la armonía
con la Creación, propios de la ética de los estoicos,
apoyada en la conciliación entre una inspiración
naturalista, que manda vivir conforme a la naturaleza
y la definición de la vida del sabio por su armonía en
sí mismo. A pesar de su locura, Don Quijote no era un
pobre viejo loco: en todo su discurso hay plena
coherencia. Tal vez así se comprenda “la razón de su
sinrazón”.
72
Esa armonía es la que hace posible la vida feliz,
“secundum naturam”. “El sumo bien (decía Séneca)
es un alma que desprecia las cosas azarosas y se
complace en la virtud.” Ahí surge la idea nuclear de la
“virtus”, algo diferente de la “areté” griega, que ante
todo resalta la destreza y la eficacia. En el concepto
latino, la virtud es afín a la virilidad, “vir”, varón, en el
sentido de energía, fortaleza, valentía. “No es la
dificultad la que impide atreverse, pues de no atreverse
viene toda la dificultad”, decía el filósofo. También es
muy representativa de Séneca esta frase: “No nos
falta valor para emprender ciertas cosas porque son
difíciles, sino que son difíciles porque nos falta valor
para emprenderlas”. “Los fuertes no se quejan”,
advertía un abuelo en síntesis exacta de la vida virtuosa
del estoico.
Entre la ética del senequismo y la de otros pensadores
estoicos hay cierta distancia: la de Séneca no aboga
por el abandono, por la actitud indiferente ante el
mundo de la vida. El coraje y la valentía no podían
serle ajenos, como queda dicho. Están implícitos en
las enseñanzas de Séneca: el estoicismo es resistencia
silenciosa, con dignidad. En esas lecciones se apoyó
Ángel Ganivet cuando, en el sombrío anochecer del
Siglo XIX, en tiempos de trágica desolación y de
pérdidas territoriales y políticas inmensas para España,
elevó su voz en esa suerte de angustiado sursum
cordae, arriba los corazones, que fue el Idearium
Español.
Toda la doctrina de Séneca (decía Ganivet) se
condensa en esta enseñanza: no te dejes vencer
por nada extraño a tu espíritu; piensa, en medio
de los accidentes de la vida, que tienes dentro
de tí una fuerza madre, algo fuerte e
indestructible, como un eje diamantino,
alrededor del cual giran los hechos mezquinos
que forman la trama del diario vivir; y sean
cuales fueren los sucesos que sobre tí caigan,
sean de los que llamamos prósperos, o de los
que llamamos adversos, o de los que parecen
envilecernos con su contacto, mantente de tal
modo firme y erguido, que al menos se pueda
decir siempre de tí que eres un hombre.
Y cómo se asemejan esas frases en versión actualizada
para el modo de sentir y de escribir del 98, a la
justificación que Don Quijote le hacía a Sancho de su
vocación de caballero andante, en el vigésimo capítulo
de la novela:
—Sancho amigo, has de saber que yo nací por
querer del cielo en esta nuestra edad de hierro
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
García J.J.
para resucitar en ella la de oro, o la dorada,
como suele llamarse. Yo soy aquel para quien
están guardados los peligros, las grandes
hazañas, los valerosos hechos. Yo soy, digo otra
vez, quien ha de resucitar los de la Tabla
Redonda, los Doce de Francia y los Nueve de la
Fama, y el que ha de poner en olvido los
Platires, los Tablantes, Olivantes y Tirantes, los
Febos y Belianises, con toda la caterva de los
famosos caballeros andantes del pasado
tiempo, haciendo en este en que me hallo tales
grandezas, estrañezas y fechos de armas, que
escurezcan las más claras que ellos ficieron.
Don Quijote es paradigma del estoicismo en las letras
universales. Mas no de un estoicismo cruel e
inhumano, casi desalmado como el de Catón, ni de un
estoicismo de pose mayestática al estilo de Marco
Aurelio, ni del estoicismo desaforado y rígido de
Epicteto. Séneca hizo en muchas ocasiones la defensa
del estoicismo:
Sé que entre los ignorantes se habla mal de la
doctrina de los estoicos, como si fuera
excesivamente dura y no diera en manera
alguna buen consejo a los príncipes y reyes;
se le reprocha que prohíbe al sabio
compadecerse, que le prohíbe perdonar. Y,
efectivamente, si se expone así, es una
doctrina odiosa, porque parece que no deja
ninguna esperanza a los errores humanos,
sino que impone castigo a todos los delitos.
Si fuera así, ¿qué ciencia sería ésta, que
manda despojarse de la humanidad y cierra
el puerto más seguro para la mala fortuna,
que es el auxilio mutuo? Pero no hay ninguna
doctrina más benigna, ni más suave, ninguna
más amante de los hombres y más atenta
al bien común, de modo que su propósito
es servir y auxiliar no solamente a uno
mismo, sino tener en cuenta a todos y a
cada uno de los hombres.
El estoicismo quijotesco es más bien, valga
repetirlo, una representación del que enseñó
Séneca. El mismo Ganivet afirma así la profunda
moralidad esencial que ilumina el espíritu
español:
El estoicismo de Séneca no es, como vimos,
rígido y destemplado, sino natural y
compasivo. Séneca promulga la ley de la
virtud moral como algo a que todos debemos
encaminarnos; pero es tolerante con los
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
infractores: exige pureza en el pensamiento y
buen propósito en la voluntad, mas sin
desconocer, puesto que él mismo dio frecuentes
tropezones, que la endeblez de nuestra
constitución no nos permite vivir en la
inmovilidad de la virtud, que hay que caer en
inevitables desfallecimientos, y que lo más que
un hombre puede hacer es mantenerse como
tal hombre en medio de sus flaquezas,
conservando hasta en el vicio la dignidad.
La clemencia fue para Séneca (y lo fue también para
Don Quijote) una virtud compatible con la justicia. Así
lo enfatizó en un ensayo dedicado, por ironía, a nadie
menos que a Nerón, el emperador. En el Libro Primero
del ensayo sobre la clemencia, Séneca le dice a Nerón
que son laudables su dulzura y su espíritu clemente.
“Que darás paso con tu clemencia a un siglo feliz y
puro, es grato esperarlo y vaticinarlo. Se propagará
esta dulzura de tu ánimo y se difundirá por todo el
cuerpo del imperio y todas las cosas se formarán a
tu semejanza”. Involucrado en la conjuración de
Pisón, Séneca recibió de Nerón la orden de que se
quitara la vida. Su muerte fue cruel, más que la de
Sócrates. Y Nerón no tuvo clemencia con quien fuera
su preceptor.
Una de las personalidades esenciales de la filosofía
en español en todas las épocas ha sido María
Zambrano, quien escribió un estudio luminoso
sobre El pensamiento vivo de Séneca, a quien
calificó de “mediador, por lo pronto, entre la vida
y el pensamiento, entre ese alto logos establecido
por la filosofía griega como principio de todas
las cosas, y la vida humilde y necesitada”. El
Séneca de María Zambrano es el ascético, el
valedor de la razón desvalida frente al poder
desnudo, el sabio, el político fracasado por
fidelidad intelectual.
Resignación, ironía, serenidad. En cierta forma
es la misma ataraxia, entendida como
imperturbabilidad. Son tres palabras que
María Zambrano ha subrayado en el
estoicismo de Séneca, en ese modo de tomar
la vida que puede identificarse en los rasgos
del Quijote. Resignación, ironía, serenidad,
tres caminos que orientan al hombre en el
padecimiento de su propia trascendencia:
“El hombre es ante todo (dice María
Zambrano) aquel ser destinado a trascender,
a trascenderse a sí mismo padeciendo esta
trascendencia. Un ser, el hombre, en perpetuo
tránsito que no es solamente un pasar sino un pasar
73
Lectura ética del Quijote
más allá de sí: de aquellos personajes que el sujeto
va ensoñando con respecto a sí mismo”.
Don Quijote fue intérprete cabal de ese estoicismo
humanizado, en la comprensión de la equidad. De ese
ánimo están imbuídos los consejos a Sancho para el
gobierno de la ínsula Barataria (Sancho, partícipe
principal y paciente del estoicismo quijotesco,
acostumbrado como buen escudero a recibir de su
señor sólo “palos e ínsulas” y obligado a aceptar en
silencio obediente, porque “al buen callar llaman
Sancho”), consejos, digo, que son exhortaciones
recordables como ejemplos de tolerancia y
ecuanimidad:
“Cuando pudiere y debiere tener lugar la
equidad, no cargues todo el rigor de la ley al
delincuente, que no es mejor la fama del juez
riguroso que la del compasivo.
“Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea
con el peso de la dádiva, sino con el de la
misericordia.
“Cuando te sucediere juzgar algún pleito de
algún tu enemigo, aparta las mientes de tu
injuria y ponlas en la verdad del caso.
“No te ciegue la pasión propia en la causa ajena,
que los yerros que en ella hicieres las más veces
serán sin remedio, y si le tuvieren, será a costa
de tu crédito, y aun de tu hacienda.
“Al que has de castigar con obras no trates mal
con palabras, pues le basta al desdichado la
pena del suplicio, sin la añadidura de las
malas razones.
“Al culpado que cayere debajo de tu
juridición considérale hombre
miserable, sujeto a las
condiciones de la depravada
naturaleza nuestra, y en todo
cuanto fuere de tu parte, sin
hacer agravio a la contraria,
muéstratele piadoso y clemente,
porque aunque los atributos de
Dios todos son iguales, más
resplandece y campea a nuestro ver
el de la misericordia que el de la
justicia.
Equitativo y ecuánime en los momentos
cruciales, así era Don Quijote. Con todo y
74
sus delirios (qué tal, por ejemplo, esas visiones
fantásticas y sobrecogedoras de la Cueva de
Montesinos), a pesar de sus arrebatos y sus
obsesiones en medio de fantasmas y poderosos
enemigos imaginarios, Don Quijote nunca deja la
impresión de un hombre atormentado. Tenía
incontables trabajos por cumplir en su misión de las
andantes armas. Se había impuesto el deber de
deshacer agravios, socorrer viudas y amparar
doncellas. Vivía en tensión, en disposición de arco,
listo para actuar donde quiera que se le necesitara.
Sin embargo, se mantenía en paz con su propia
conciencia. Don Quijote había conseguido la felicidad
que Séneca le asignaba al sabio:
… la verdadera felicidad reside en la virtud.
¿Qué te aconsejará esta virtud? Que no estimes
bueno o malo lo que no acontece ni por virtud
ni por malicia; en segundo lugar, que seas
inconmovible incluso contra el mal que procede
del bien; de modo que, en cuanto es lícito, te
hagas un dios. .. La virtud es más que suficiente.
¿Pues qué puede faltar al que está exento de
todo deseo? ¿Qué necesita del exterior el que
ha recogido todas sus cosas en sí mismo?
Al principio de su obra De vita beata, Séneca hace un
parafraseo de Aristóteles, quien decía que “todos los
hombres tienden por naturaleza a saber”. Séneca dice:
“Todos los hombres, hermano Galión, quieren vivir
felices.”
La felicidad del sabio emana de la virtud y del
conocimiento de sí mismo. Bien le aconsejaba Don
Quijote a Sancho (en los segundos consejos,
referidos más al cuidado de sí que al gobierno
de la Ínsula), que “has de poner los ojos en
quien eres, procurando conocerte a tí
mismo, que es el más difícil conocimiento
que puede imaginarse. Del conocerte saldrá
el no hincharte como la rana que quiso
igualarse con el buey…”
Tales consejos resumen el encanto del
humanismo quijotesco. El caballero
andante le enseña también a su escudero
hasta cómo comportarse en sociedad,
cómo hablar con mesura, y le reprende
por su recurrencia a “una muchedumbre
de refranes”. Además, lo amonesta así,
en esta suerte de lecciones de etiqueta, que
es hija de la ética, y “que han de servir para
adorno del cuerpo”:
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García J.J.
No comas ajos ni cebollas, porque no saquen
por el olor tu villanería… Anda despacio, habla
con reposo, pero no de manera que parezca
que te escuchas a tí mismo, que toda afectación
es mala...
Come poco y cena más poco, que la salud de
todo el cuerpo se fragua en la oficina del
estómago… Sé templado en el beber,
considerando que el vino demasiado ni guarda
secreto ni cumple palabra…
De una belleza exquisita son estas amonestaciones:
“Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te
desprecies de decir que vienes de labradores, porque
viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte,
y préciate más de ser humilde virtuoso que pecador
soberbio. Innumerables son aquellos que de baja
estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad
pontificia e imperatoria...”
De la virtud, clave de la felicidad del sabio en la ética
de Séneca, predicaba así Don Quijote en su papel de
consejero de Sancho Panza: “Mira, Sancho: si tomas
por medio a la virtud y te precias de hacer hechos
virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que
padres y agüelos tienen príncipes y señores, porque
la sangre se hereda y la virtud se aquista, y la virtud
vale por sí sola lo que la sangre no vale”.
No es justo ni pertinente desdeñar la
complementariedad terrígena de Sancho Panza. Don
Quijote es el soñador, el hombre cósmico. Sancho es
el práctico y simple, el dueño de la filosofía socarrona
que limitaba a los refranes. El novelista magistral del
paisaje y de la vida campesina que ha sido Miguel
Delibes dijo en su estudio sobre Castilla, castellano y
castellanos que “la ciencia de la tierra, de las
mudanzas atmosféricas, es en rigor la única sabiduría
de los hombres del campo. Sabiduría limitada pero
rigurosa y profunda”. La voz de Sancho es la voz del
hombre telúrico, la voz de la tierra.
En toda la novela de Cervantes, la página que de modo
más preciso y elocuente sintetiza las características
del pensar, el decir y el ser estoico de acuerdo con las
ideas de Séneca es el Discurso de la Edad Dorada. La
nostalgia de los tiempos idos que expresaba Don
Quijote con resignación, ironía y serenidad, reproduce,
quince siglos después (y con proyección hacia nuestro
tiempo) la constancia del filósofo, en nombre de su
visión resistente de la vida, la constancia del “valedor
de la razón desvalida frente al poder desnudo”. Poder
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desnudo que es también el poder demoledor del
tiempo:
Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien
los antiguos pusieron nombre de dorados, y no
porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad
de hierro tanto se estima, se alcanzase en
aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque
entonces los que en ella vivían ignoraban estas
dos palabras de tuyo y mío. Eran en aquella
santa edad todas las cosas comunes: a nadie
le era necesario para alcanzar su ordinario
sustento tomar otro trabajo que alzar la mano
y alcanzarle de las robustas encinas, que
liberalmente les estaban convidando con su
dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y
corrientes ríos, en magnífica abundancia,
sabrosas y transparentes aguas les ofrecían.
En las quiebras de las peñas y en lo hueco de
los árboles formaban su república las solícitas
y discretas abejas, ofreciendo a cualquiera
mano, sin interés alguno, la fértil cosecha de
su dulcísimo trabajo. Los valientes alcornoques
despedían de sí, sin otro artificio que el de su
cortesía, sus anchas y livianas cortezas, con
que se comenzaron a cubrir las casas, sobre
rústicas estacas sustentadas, no más que para
defensa de las inclemencias del cielo. Todo era
paz entonces, todo amistad, todo concordia:
aún no se había atrevido la pesada reja del
corvo arado a abrir ni visitar las entrañas
piadosas de nuestra primera madre; que ella
sin ser forzada ofrecía, por todas las partes de
su fértil y espacioso seno, lo que pudiese hartar,
sustentar y deleitar a los hijos que entonces la
poseían.
No hacen falta comentarios marginales para
comprender el potente significado de ese memorable
Discurso de la Edad Dorada.
La austeridad del estoico señaló la parábola vital de
Don Quijote, desde el principio hasta los últimos
instantes. Cuando estaba llegándole el ocaso de la
vida, abrigó la intención de hacerse pastor. Es el
momento culminante, de una existencia estoica. Es la
plenitud de la ecuanimidad, de la resignación, la ironía
y la serenidad:
En estas pláticas iban siguiendo su camino,
cuando llegaron al mesmo sitio y lugar donde
fueron atropellados de los toros. Reconocióle
don Quijote y dijo a Sancho:
75
Lectura ética del Quijote
—Este es el prado donde topamos a las bizarras
pastoras y gallardos pastores que en él querían
renovar e imitar a la pastoral Arcadia,
pensamiento tan nuevo como discreto, a cuya
imitación, si es que a ti te parece bien, querría,
¡oh Sancho!, que nos convirtiésemos en
pastores, siquiera el tiempo que tengo de estar
recogido. Yo compraré algunas ovejas y todas
las demás cosas que al pastoral ejercicio son
necesarias, y llamándome yo “el pastor Quijótiz
y tú “el pastor Pancino”, nos andaremos por los
montes, por las selvas y por los prados,
cantando aquí, endechando allí, bebiendo de
los líquidos cristales de las fuentes, o ya de los
limpios arroyuelos o de los caudalosos ríos.
El estoicismo es también, desde Séneca, una forma de
vivir el desencanto, pero con resignación, ironía y
serenidad. Casi en las postrimerías, después de
pronunciar su testamento, Don Quijote se iluminó con
un destello de lucidez suficiente para el arrepentimiento
de lo único de lo que tuvo que arrepentirse:
Y, volviéndose a Sancho, le dijo:
—Perdóname, amigo, de la ocasión que te he
dado de parecer loco como yo, haciéndote caer
en el error en que yo he caído de que hubo y
hay caballeros andantes en el mundo.
¿Es la Ética un camino más hacia la Utopía? ¿Es el
estoicismo senequista encarnado por Don Quijote una
filosofía del desencanto? Con todo, en el filósofo, en
el escritor y en el caballero andante, es la palabra la
que enseña y la que deja huella, trasciende y perdura:
Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho
(concluye Don Quijote en sus consejos a
Sancho), serán luengos tus días, tu fama será
eterna, tus premios colmados, tu felicidad
indecible, casarás tus hijos como quisieres,
títulos tendrán ellos y tus nietos, vivirás en paz
y beneplácito de las gentes, y en los últimos
pasos de la vida te alcanzará el de la muerte
en vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos
las tiernas y delicadas manos de tus terceros
netezuelos. Esto que hasta aquí te he dicho son
documentos que han de adornar tu alma…
Y Séneca justificó y defendió en su tiempo el valor del
esfuerzo de los filósofos, con estos conceptos de
suficiente expresividad, que alientan a subrayar el
sentido trascendente de la reflexión ética:
76
¿No cumplen los filósofos lo que dicen? Pero ya
hacen mucho con decirlo, con concebir en su
pensamiento la virtud. Pues si sus hechos
fuesen iguales que sus dichos, ¿quién sería más
feliz que ellos? Por lo pronto, no hay que
despreciar las buenas palabras y los corazones
de buenos pensamientos. El cultivo de los
estudios saludables, aún aparte de su resultado,
es loable. ¿Es extraño que no lleguen a la cima
los que escalan pendientes escarpadas? Pero,
si eres hombre, admira, aún cuando caigan, a
los que se esfuerzan por alcanzar las cosas
grandes. Pues es una empresa generosa aspirar
a cosas elevadas, intentarlo, sin mirar las
propias fuerzas, sino las de su naturaleza, y
concebir planes mayores que los que pueden
realizar, incluso dotados de un gran espíritu.
Julián Marías estudió a Séneca y procuró interpretarlo
en La felicidad humana . Es natural que nos
preguntemos si tendría hoy vigencia, si pudiera
aplicarse el estoicismo al estilo de Séneca, patente,
como queda explanado, en El Ingenioso Hidalgo Don
Quijote de la Mancha:
Parece oportuno el volver los ojos a Séneca,
pero con la condición de percibir lo que separa
de él. Frente a la idea de la autarquía o
suficiencia, vemos al hombre como
esencialmente indigente, menesteroso, ligado
a la realidad, de la que tiene que “dar razón”,
justamente aceptándola, respetándola... Vale
la pena resucitar a Séneca; pero eso significa
darle nueva vida, la nuestra, con una mirada
que recree su actitud, su esfuerzo, su temblor
humano, y mida la enorme distancia que nos
separa de él. Eso es precisamente lo que puede
enriquecernos, ayudarnos a ser quienes somos.
Unos han hablado en varias ocasiones de resucitar a
Séneca. Otros, de revivir al Quijote, que de eso parece
que se trata en las invocaciones de estos días del
cuarto centenario de la aparición de la obra máxima
de la literatura. ¿No ha llegado acaso la hora de que
un talentoso escritor se consagre a la tarea de escribir
la tercera parte del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de
La Mancha, con la consecuente restauración de su
profundo contenido ético y la lección de buena vida,
de vida buena, con la virtud del sabio, que comporta
para los hombres de esta época de confusión y
perplejidad?
Sé muy bien que ustedes podrían simpatizar con las
ideas de Séneca y aspirar a la resignación, la ironía y
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
García J.J.
la serenidad, pero sería un insensato si pretendiera
probar su capacidad de experimentar el estoicismo y
hacerlos entrar en estado de ataraxia al hacer más
extensa esta exposición. Don Miguel de Unamuno, el
insigne y valeroso Rector de Salamanca, escribió un
recordable ensayo en el cual puso en relieve las
semejanzas entre Don Quijote y Bolívar y dijo que bien
habrían sido biografiados por Plutarco en sus Vidas
paralelas. El gran pensador recordó a Bolívar cuando
decía que Jesucristo, Don Quijote y él habían sido los
tres grandes majaderos de la historia. ¿Hablar de ética
en nuestro espacio y nuestro tiempo, será acaso una
majadería más? Es razonable parafrasear a Unamuno
en este recinto universitario, para responder, con el
filósofo del sentimiento trágico: ¡Y qué gloriosa, qué
divina es la majadería así!
Revista Comunicación, No. 25 (2006)
77
SU OPINIÓN
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La información que nos suministre acerca de la calidad de nuestras publicaciones será muy
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Esta revista se terminó de imprimir
en los talleres gráficos de
Litoimpresos y servicios Ltda.
en el mes de septiembre de 2006.
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