Carlos Bruce, “¿Olivera? Sólo hablo de los candidatos que sí cuentan” Reconocido dirigente de Perú Posible, Carlos Bruce sale al frente de quienes critican los vaivenes de la dirigencia oficialista. Y, de taquito, resalta las diferencias entre la suya y otras candidaturas que supuestamente le quitan el sueño. Por Juan Álvarez. Fotos Claudia Alva. Dos objetos destacan de entre todos los souvenirs de Carlos Bruce Montes de Oca (48) : la máscara antigás que lo protegió en la Marcha de los Cuatro Suyos y el casco que usó en sus cuatro años de gestión como ministro de Vivienda. El primero lo catapultó al escenario político y el segundo simboliza la acogida que tuvo como rostro de lo que se ha reconocido como uno de los más valiosos activos de este gobierno: el programa MiVivienda. Y aunque todo indicaba que esos antecedentes lo colocaban como bolo fijo para una candidatura presidencial, él revela sus razones para tomarse las ambiciones con calma. OPTIMISTA. “A mediano plazo veremos cómo el presidente Toledo será recordado como bueno, mejor que sus antecesores”. Dice que no se imagina de viejo haciendo política. La República: ¿Por qué no aceptó ser candidato de Perú Posible? Carlos Bruce: Porque para ser un buen presidente es necesario tener experiencia parlamentaria. Si el país tuviera una crisis o emergencia nacional, y necesitáramos improvisar a alguien, correcto. Pero no es el caso. El Perú tiene ahora la posibilidad de hacer una transición democrática sin sobresaltos. La República: Sin embargo auspició la candidatura de Jeanette Enmanuel y ahora la de Rafael Belaunde. Ahí hay una contradicción… Carlos Bruce: No. Creemos que un independiente es lo mejor para liderar el partido porque puede expresar lo que muchos de nosotros pensamos: que este gobierno ha hecho cosas buenas, pero ha cometido errores. La República: La señora Enmanuel no tenía experiencia parlamentaria… Carlos Bruce: Pero sí en otros campos. Ella es una mujer exitosa en generar empleo. Y en el caso de Rafael Belaunde es una persona con ideas muy claras y viene de una familia muy vinculada a la política del país. La República:¿Acaso usted se corrió del desafío de encabezar la plancha presidencial? Carlos Bruce: De ninguna manera. La República:¿Entonces está usted forjando su candidatura para el 2011? Carlos Bruce: Je je je… podría ser. "Vamos a la segunda vuelta" La República: ¿A qué aspira Perú Posible? Carlos Bruce: No creo que ganemos en primera vuelta, pero aspiramos a llegar a la segunda vuelta… La República: Las encuestas no le dan más del 2% Carlos Bruce: Hace apenas días hemos lanzado nuestro candidato. Todavía no nos miden. La República: ¿Considera que su éxito dependerá solo del candidato? Carlos Bruce: En conjunto es una cuestión de campaña, que todavía no hemos empezado. La República: ¿Le preocupa no alcanzar la valla electoral del 4% y que el partido desaparezca? Carlos Bruce: En absoluto. Y no olviden que PP, teniendo su gobierno poca aceptación, fue uno de los partidos que apoyó con mucha firmeza el establecimiento de esa valla. La República: Siendo así, ¿por qué un día renunció irrevocablemente a integrar la plancha, y dos días después se retractó? Carlos Bruce: Sucede que sentimos que el intento de tener un independiente al frente de la fórmula presidencial fracasaba y, más bien, parece que ganaban posiciones aquellos que querían un militante del partido en esa fórmula. Ante ese escenario, para que no digan que petardeamos esa alternativa, dijimos que nos absteníamos de participar. La República: La gente también aguarda ver la composición de las listas al Congreso. ¿Cómo han pensado resolver el problema que originaron en las elecciones anteriores llevando un montón de personas decepcionantes? Carlos Bruce: Un problema que originaron todos los partidos… La República: Pero ustedes tenían la mayoría. Carlos Bruce: Efectivamente, nuestra bancada fue la más grande. Y coincido plenamente con eso de que, en esta elección, la gente va a mirar con mucha atención los nombres de las listas parlamentarias. Por eso nuestra opinión es que esta vez no haya gente que haya generado mala imagen al partido o al Congreso. La República: ¿Cuál será el filtro? Carlos Bruce: Se va a afinar mucho más la confección de la lista. Eso es fundamental en esta campaña, y se está formando una comisión para evaluar esto. Pero yo no creo que para ser un buen congresista uno tenga que ser un profesional. Basta con que sea decente y que refleje los intereses del pueblo. De Olivera y la escasez de agua La República: Los analistas auguran que esta campaña será muy dura en epítetos más que en propuestas… Carlos Bruce: Por la calidad de la gente que está en la campaña, salvo excepciones que son una minoria, los candidatos no están en ninguna guerra sucia. No lo han hecho Lourdes Flores, Paniagua o Alan García, y hasta el señor Humala se está comportando –en materia de formas, no de contenidos– correctamente. La República: El Sr. Olivera ya empezó a denostar contra Rafael Belaunde y hasta ha deslizado que tiene secretos de PP que podría divulgar… Carlos Bruce: Siempre hay minorías. Además, estamos hablando de los candidatos que cuentan. La República: Como que usted no ha olvidado el desplante en la cancillería. ¿Llegó a hablar luego sobre ese impase con el líder del FIM? Carlos Bruce: No. Nos hemos encontrado y nos hemos dado la mano.... La República: ¿Y se disculpó? Carlos Bruce: No de manera formal. Pero para mí ese es un tema del pasado. Cuando uno es hombre público debe tener la serenidad suficiente para procesar las discrepancias. De hecho, yo discrepé con respecto a la ordenanza de la hoja de coca en el Cusco, pero siempre mantuve las formas. Y asumí una posición de dignidad cuando renuncié al cargo, actitud que mantendremos en nuestros actos públicos. La República: La crisis del agua ha salpicado hasta su gestión. ¿Siente que lo ha embarrado? Carlos Bruce: No. Como todo el mundo sabe, y quizás algunos no se acuerdan, durante mi gestión Sedapal recomendó la ejecución de Marca II porque sabíamos que Lima tiene la menor cantidad de reservas de agua, solamente 280 mil m3. La República: ¿Y qué pasó? Carlos Bruce: Mandos medios del MEF consideraron que el proyecto era innecesario y que aquella sequía del 2003 era un caso excepcional. El tiempo ha vuelto a darnos la razón. Ese proyecto es necesario y va a estar en nuestro plan de gobierno. La República: ¿No pecó por inacción? Carlos Bruce: No, porque una entidad del Estado no puede hacer lo que quiere. Presenta planes. Pero quienes lo evaluaron sí deben asumir su responsabilidad. Y le cuento que ellos ya no están en el Perú, están en organismos internacionales. Me gustaría que regresen a vivir aquí y a afrontar sus responsabilidades. "Se nos ha investigado de todo" La República: Se dice que PP busca una bancada suficiente que garantice cierto manejo ante cualquier investigación… Carlos Bruce: ¿Alguien recuerda un gobierno más fiscalizado que este? ¡Se nos ha investigado de todo! En algunas cosas, es cierto, con mucha base, y el gobierno contribuyó a esas sanciones e investigaciones. Hay gente detenida por eso. No se apañó a nadie. La República: ¿Cuál será el caballito de batalla de PP en esta campaña? Carlos Bruce: Lograr la estabilidad con cambio. Este gobierno deja un país estable, en crecimiento, pero que aún no llega a los estratos más bajos, por eso se debe mejorar los niveles de vida. La República: ¿Cómo se siente cuando la gente no le cree? Carlos Bruce: Yo no siento que sea así. Por el contrario, siento que la gente tiene esperanza en que se implementen estas cosas, quizás porque las hemos hecho siendo gobierno. La República: Si fuera así, PP estaría peleando el segundo lugar en las encuestas, como sí lo está haciendo Ollanta Humala. Carlos Bruce: Bueno, a eso aspiramos. Y en cuanto a Humala, yo no creo que la gente que hoy expresa esa posición termine votando por él. Creo que es una llamada de atención que dice: "Convénzame, de lo contrario nos vamos a situaciones radicales". Además, Humala tendrá que pasar durante estos cuatro meses por el proceso de explicar a la gente cómo hará para elevar el nivel de vida de los peruanos, que al final es lo que la gente quiere. Si para eso tiene que sacrificar libertad o democracia, lo hará. Y yo no lo fustigo. Si estuviera en su lugar, pensaría lo mismo.