Supervisión 2012 - Superintendencia de Banca y Seguros

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Supervisión 2012
1.1.
Resguardo de la solidez del sistema financiero nacional
a. Incorporación de los estándares de liquidez establecidos por Basilea III
La Superintendencia publicó la Resolución SBS N° 9075-2012 Reglamento para la
Gestión del Riesgo de Liquidez, cuyo objetivo es promover el uso de los mejores
estándares de gestión del riesgo de liquidez, en base a los principios cualitativos de
gestión establecidos por el Comité de Basilea (2008)1 y los estándares cuantitativos de
Basilea III (2010)2.
La norma introduce nuevos requerimientos con el fin de mejorar la gestión del riesgo
de liquidez en las empresas supervisadas, que incluyen: establecimiento de funciones
mínimas del Comité de Gestión de Activos y Pasivos (ALCO), del Comité de Riesgos y
de la Unidad de Riesgos; políticas y procedimientos para la identificación y
administración del riesgo de liquidez; pruebas de estrés y planes de contingencia de
liquidez; canales de comunicación efectivos; establecimiento de requerimientos para la
gestión de la concentración del fondeo; y requerimientos mínimos del ratio de
cobertura de liquidez (RCL).
El RCL es una medida que tiene por objetivo asegurar que las entidades financieras
posean un adecuado nivel de activos líquidos de alta calidad que pueden ser
fácilmente convertidos en efectivo para hacer frente a sus necesidades de liquidez,
definido para un horizonte de 30 días calendario bajo un escenario de estrés de
liquidez. Las empresas deberán cumplir con un requerimiento mínimo de liquidez de
RCL en moneda nacional y en moneda extranjera, y contarán con un plazo de
adecuación hasta enero del 2016.
El nuevo Reglamento actualiza la regulación local para la gestión del riesgo de
liquidez, adecuando las normas y mecanismos para cumplir con los principios para la
adecuada gestión y supervisión del riesgo de liquidez, y los nuevos estándares
internacionales de Basilea III. Los nuevos requerimientos mínimos permitirán a las
empresas supervisadas mejorar la gestión del riesgo de liquidez, contribuyendo a
garantizar la capacidad de la institución financiera para hacer frente a sus obligaciones
de pago, en escenarios normales y de estrés, y a fortalecer la solvencia del sistema
financiero peruano.
b. Modificaciones en los límites a las posiciones en moneda extranjera como
medida de regulación macroprudencial
Las bajas tasas de interés en los países desarrollados y las expectativas de
apreciación del nuevo sol promueven el desarrollo de estrategias financieras que
buscan capturar las diferencias en la rentabilidad de las distintas monedas (carry
trade) mediante el uso de derivados de moneda extranjera. Estas operaciones
generan una mayor volatilidad en el tipo de cambio e incrementan el riesgo cambiario
que afrontan las empresas del sistema financiero.
1 Bank for International Settlements (BIS). Principios para la adecuada gestión y supervisión del riesgo de liquidez. Comité de Supervisión
Bancaria de Basilea, setiembre 2008.
2 Bank for International Settlements (BIS). Basel III: International framework for liquidity risk measurement, standards and monitoring. Comité de
Supervisión Bancaria de Basilea, diciembre 2010.
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En diciembre del 2012, la SBS publicó la Resolución SBS Nº 9076-2012 que modificó
el Reglamento para la Administración del Riesgo Cambiario de las empresas del
sistema financiero, que rige desde octubre del 2003. La medida introdujo
requerimientos macroprudenciales para reducir la volatilidad del tipo de cambio y
salvaguardar la estabilidad del sistema financiero. Para ello se redujo el límite de la
posición global de sobreventa de 15 a 10 por ciento del patrimonio efectivo, de la
posición global de sobrecompra de 60 a 50 por ciento del patrimonio efectivo, y de la
posición neta en productos financieros derivados de moneda extranjera de 30 a 20 por
ciento del patrimonio efectivo y de S/. 350 millones a S/. 300 millones.
El Reglamento para la Administración del Riesgo Cambiario establece límites
prudenciales con el fin de inducir a una menor exposición al riesgo cambiario y así
preservar la fortaleza del sistema. En ese sentido, la regulación busca limitar el riesgo
cambiario de las entidades financieras, cuando tomen una posición global de
sobrecompra (larga) o de sobreventa (corta) en moneda extranjera, con el objetivo de
limitar que las fluctuaciones del tipo de cambio afecten su nivel de capitalización.
c. Establecimiento de incentivos para la mejor gestión del riesgo de crédito en
créditos de consumo e hipotecarios
En la actualidad, el país se encuentra en un entorno de alto crecimiento económico y
existen presiones competitivas que pueden causar un relajamiento en las políticas de
otorgamiento de créditos. De ocurrir este relajamiento, se esperarían pérdidas de
solvencia de los deudores en el mediano y largo plazo, aun cuando en épocas de
expansión económica hayan presentado una buena capacidad de pago. Ante tal
problemática, resultaba necesario establecer medidas prudenciales que mantuvieran
una gestión conservadora del riesgo de crédito por parte de las empresas del sistema
financiero. En línea con ello, la Resolución SBS N° 8548-2012 modificó el Reglamento
para el Requerimiento de Patrimonio Efectivo por Riesgo de Crédito.
El Reglamento modificado dispone que a las exposiciones de consumo no revolvente y
a los créditos hipotecarios les correspondan factores de ponderación mayores de
acuerdo con el plazo residual del crédito, lo cual conlleva mayores cargas de capital. A
su vez, para los créditos hipotecarios se requiere mayor capital en caso los criterios de
otorgamiento sean poco conservadores, para lo cual se considera el tipo de tasa, la
moneda y el valor del inmueble a financiar. Igualmente se han incrementado las
cargas de capital para créditos de consumo revolvente para los que se exijan pagos
mínimos reducidos.
Finalmente, dada la preocupación existente respecto de la evolución del tipo de
cambio, se establece que el factor de ajuste (Hrcc) para las exposiciones indexadas o
expresadas en moneda extranjera expuestas a riesgo cambiario crediticio sea tres
veces mayor al fijado inicialmente por el Reglamento para el Requerimiento de
Patrimonio Efectivo por Riesgo de Crédito, requiriéndose mayor capital para estas
operaciones.
d. Implementación de un Reporte de Riesgo Operacional más sensible al riesgo
A fin de contar con información más completa sobre la gestión del riesgo operacional
en las empresas supervisadas, se actualizó la estructura y contenido del informe anual
que deben remitir las empresas respecto de la gestión de este riesgo, el cual se envía
a través de un aplicativo web.
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Uno de los principales cambios incorporados en este informe es que las empresas
deben señalar los productos y líneas de negocio en los que operan, según la
taxonomía definida por la Superintendencia. Sobre la base de esta información, deben
indicar los resultados de la gestión del riesgo operacional en dichos productos y líneas
de negocio, los planes de continuidad de negocios desarrollados, y controles
generales de seguridad de información aplicados. De esta manera, se obtiene
información más sensible al riesgo y al modelo de negocio específico de cada
empresa.
Un aspecto adicional por destacar es que se solicita información de las pérdidas
ocurridas asociadas con eventos de riesgo operacional y respecto de las controversias
judiciales que enfrenta cada empresa, incluyendo procesos civiles, laborales,
comerciales, arbitrales y procedimientos administrativos iniciados a la empresa por
autoridades estatales como la SUNAT, INDECOPI o la SBS.
e. Primera fase de la implementación de la Central de Riesgos por Operaciones
Durante el 2012 se realizó la primera fase de la implementación de la Central de
Riesgos por Operaciones (CRO). Este es un logro importante de la Superintendencia,
pues al modernizar el proceso de recopilación de la información de los reportes
crediticios de operaciones (RCO) a nivel de deudor, su paulatina aplicación contribuye
a incentivar la disciplina de mercado, lograr un proceso de supervisión más
consolidado y compatible con los estándares de Basilea II, así como desarrollar un
proceso de gestión de riesgos acorde con la complejidad actual de los mercados
financieros.
Debido a su complejidad, la información se comenzó a reportar de manera trimestral, y
se incorporaron de manera progresiva nuevas estructuras de datos con información de
operaciones crediticias. También se introdujeron mejoras en los procedimientos de
reporte de información mediante una revisión de los principales conceptos y
procedimientos del instructivo del Reporte Crediticio de Deudores (RCD).
Cabe destacar que las experiencias aprendidas en el proceso de diseño e
implementación de la Central fueron difundidas mediante un seminario de divulgación
en Lima, en mayo del 2012. El seminario presentó a 40 directivos de 26 entidades
supervisoras de América Latina y el Caribe, incluyendo no únicamente una guía
detallada de los pasos realizados para implementar la CRO, sino la toma de
conocimiento directa de las lecciones aprendidas en el proceso de implementación por
parte de la SBS.
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