Analiza el mapa del sistema de ciudades

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Analiza el mapa del sistema de ciudades (pág. 350 del manual).
El mapa muestra el sistema de ciudades en España. Este se encuentra constituido por las
ciudades y por las relaciones que se establecen entre ellas, que componen un sistema nacional
integrado por varios ejes urbanos y unos subsistemas urbanos regionales que han cobrado fuerza a
partir del establecimiento del estado de las autonomías.
a) Las ciudades se caracterizan por su tamaño y por las funciones que desempeñan. De acuerdo
con estas, ejercen su influencia sobre un área más o menos amplia, y ocupan una posición jerárquica
en el sistema urbano.
– El tamaño demográfico mayor corresponde a quince aglomeraciones urbanas, que superan los
500.000 habitantes. De ellas, cuentan con más de un millón el área metropolitana de Madrid, que
ocupa el rango número 1 en el sistema, y el área metropolitana de Barcelona, cuyo tamaño es mayor
del que suele corresponder a la segunda aglomeración de un sistema nacional, lo que configura un
sistema bipolar. A continuación, se sitúan cinco aglomeraciones que superan 800.000 habitantes,
Valencia, Sevilla, Bilbao, Ciudad Astur y Málaga; y otras siete con más de 500.000 (Alicante-Elche,
Zaragoza, Vigo, Bahía de Cádiz, Murcia, Las Palmas de Gran Canaria y Granada). Tras ellas, existe un
elevado número de ciudades entre 400.000 y 150.000 habitantes. Este hecho se debe al reciente
crecimiento de las ciudades medias, motivado por la descentralización hacia ellas de parte de la
población y de las actividades económicas. La distribución territorial de las ciudades por su tamaño se
caracteriza por la localización en el centro peninsular de la mayor aglomeración urbana, Madrid,
rodeada de las principales aglomeraciones urbanas, situadas en la periferia, y de un espacio interior
poco urbanizado, donde predominan las ciudades medias y pequeñas.
– Las funciones urbanas son las actividades socio-económicas desempeñadas por las ciudades
hacia el exterior. Según su función principal, las ciudades pueden ser primarias, secundarias o
terciarias, aunque las grandes ciudades son multifuncionales y desempeñan varias funciones
simultáneamente. Las ciudades primarias están especializadas en actividades del sector primario. Las
ciudades secundarias, en unos casos están especializadas en la industria, y en otros casos en la
construcción. Las ciudades terciarias están especializadas en los servicios, que son hoy las actividades
que mejor definen el rango y la influencia de una ciudad. Estos servicios pueden ser empresariales,
financieros, comerciales, de transporte, administrativos, culturales, sanitarios, religiosos, turísticos, etc.
– El área de influencia urbana es mayor cuanto más diversas y especializadas sean las
funciones urbanas: nacional, regional, subregional, comarcal, o local. El alcance del área de influencia
urbana no es permanente, sino que puede experimentar modificaciones en función de los cambios
económicos y de los medios de transporte y comunicación existentes.
– La jerarquía urbana depende del tamaño demográfico, las funciones y la extensión del área de
influencia. En España se distinguen las siguientes categorías:
• Metrópolis. Son las áreas metropolitanas que se encuentran en la cima de la jerarquía del
sistema urbano. Su población supera los 200/250.000 habitantes; desempeñan las funciones más
diversificadas y especializadas; y poseen una extensa área de influencia.
– Las metrópolis nacionales son las grandes áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. Su
población supera los 3 millones de habitantes. Cuentan con las funciones más diversificadas: servicios
muy especializados –financieros, de gestión, innovación, cultura y esparcimiento–, numerosas oficinas
de empresas nacionales y multinacionales, e industrias de alta tecnología. Su área de influencia es
nacional y mantienen estrechas relaciones con otras metrópolis internacionales, enlazando el sistema
urbano español con el sistema europeo y mundial.
– Las metrópolis regionales son las áreas metropolitanas medias de Valencia, Sevilla, Bilbao,
Málaga y Zaragoza. Su población se encuentra entre 1,5 millones y 500.000 habitantes. Cuentan con
funciones diversificadas y predominio de servicios administrativos, comerciales y sociales. Su área de
influencia es regional y mantienen intensas relaciones con las metrópolis nacionales.
– Las metrópolis subregionales o regionales de segundo orden son áreas metropolitanas
pequeñas como Valladolid, Pamplona o Palma de Mallorca. Tienen una población entre 500.000 y
250/200.000 habitantes. Cuentan también con funciones diversificadas y servicios especializados
(universidad), pero de influencia subregional, o regional en el caso de comunidades autónomas
uniprovinciales.
• Ciudades medias. La mayoría son capitales de provincia no incluidas en los apartados
anteriores. Su población está en torno a los 250/200.000-50.000 habitantes. Sus funciones son menos
diversificadas y se centran en servicios comerciales, administrativos y sociales de ámbito provincial.
Son puntos terminales de una densa red de autobuses que las comunica con los pueblos próximos.
• Ciudades pequeñas o villas. Tienen una población entre 50.000 y 10.000 habitantes, como
Astorga. Sus funciones son reducidas y poco especializadas, aunque pueden contar con algunos
equipamientos de cierta especialización (educación secundaria y profesional). Son nodos de transporte
para la comarca y su área de influencia es comarcal.
b) Las relaciones urbanas se miden por los flujos económicos (mercancías, capitales,
inversiones), de personas y de otros tipos (políticos, administrativos, culturales, o de información).
Cuando los flujos son unidireccionales, entre una ciudad y otra indican relaciones de
dominio/subordinación; cuando son bidireccionales, indican relaciones de integración/competencia.
En el sistema urbano español, Madrid mantiene relaciones intensas con las demás metrópolis,
especialmente con Barcelona. Esta tiene una influencia general más débil, aunque intensa en el sector
oriental peninsular y en Baleares. El cuadrante nordeste es el área de mayor integración, pues sus cinco
metrópolis principales mantienen intensas relaciones (Madrid-Barcelona-Valencia-Bilbao-Zaragoza).
En el resto del sistema las relaciones entre ciudades son más reducidas e incompletas. Predominan los
flujos de las ciudades con su zona rural o con ciudades próximas. El área con mayor desconexión entre
ciudades es la que rodea a Portugal, excepto Galicia; en la submeseta sur existen amplios espacios
desconectados; en el Cantábrico las relaciones se debilitan hacia el oeste; y las relaciones entre las
metrópolis andaluzas y levantinas son poco intensas.
c) El sistema urbano peninsular, heredado de la etapa industrial, se caracteriza por la
localización en el centro de la mayor aglomeración urbana del país, Madrid, rodeada por ejes urbanos
periféricos y por un interior poco urbanizado, sin ejes integrados.
• Madrid es el núcleo urbano principal de España. Se caracteriza por sus funciones terciarias y
mantiene relaciones con las principales ciudades españolas.
• Los ejes urbanos periféricos se disponen de forma semianular en torno a la capital:
– El eje atlántico gallego se extiende por la costa entre Ferrol y Vigo, con prolongaciones hacia
el interior (Ourense y Lugo). Se encuentra especializado en el comercio.
– El eje cantábrico se localiza entre el triángulo asturiano y el País Vasco, con ramificaciones
hacia el interior (León, Burgos y Logroño). Es un eje discontinuo que incluye el triángulo asturiano
(Oviedo-Gijón-Avilés); Santander; y el triángulo vasco (Bilbao-San Sebastián-Vitoria). Se encuentra
en fase de ajuste, con progresiva pérdida de la preeminencia de la industria como factor de
urbanización.
– El eje mediterráneo comprende desde Girona a Cartagena (Girona-Barcelona-Tarra-gonaValencia-Alicante-Castellón-Murcia-Cartagena). Es el eje más dinámico, con una industria muy
diversificada y un fuerte peso de los servicios, sobre todo del turismo, que han desplazado a la
industria como factor principal de urbanización.
– El eje del valle del Ebro enlaza los ejes cantábrico y mediterráneo y tiene como ciudad
principal a Zaragoza. Es un eje dinámico, con equilibrio entre la industria y los servicios (LogroñoPamplona-Zaragoza).
– El eje andaluz es doble. El eje litoral, entre Almería y Huelva, es dinámico y se especializa en
el comercio, el turismo y la agricultura tecnificada (Huelva-Cádiz-Málaga-Granada-AlgecirasAlmería). El eje del valle del Guadalquivir, entre la costa atlántica y Jaén, es menos dinámico y sus
ciudades están ligadas a las actividades agrarias del entorno, a industrias locales y a actividades
turísticas (Sevilla-Córdoba-Jerez-Jaén).
• El interior peninsular carece de ejes urbanos integrados. Predominan las pequeñas ciudades
especializadas en el comercio y la agroalimentación.
• En las islas Baleares y Canarias la formación de ejes urbanos se ve dificultada por la
fragmentación territorial en islas. Las ciudades más destacadas son las capitales autonómicas y el
factor de urbanización principal es el turismo.
d) Los subsistemas urbanos regionales se han ido constituyendo a partir de la implantación del
estado de las autonomías Se caracterizan por el incremento del peso de las capitales autonómicas y de
las relaciones entre las ciudades de la comunidad, en detrimento de las relaciones con Madrid y con
otros sistemas regionales. Los subsistemas urbanos regionales responden a diversas tipologías:
– Sistemas monocéntricos primados: una aglomeración urbana principal concentra la población
y las funciones regionales y faltan los niveles intermedios de ciudades. En estos sistemas las relaciones
son unidireccionales y de dependencia (Madrid, Aragón, Cantabria, Cataluña, Murcia y Baleares).
– Sistemas monocéntricos jerarquizados: una ciudad principal concentra la población y las
funciones regionales, pero existen varios niveles intermedios de ciudades, entre los que se transmiten
los flujos de manera jerárquica (Comunidad Valenciana, Andalucía occidental, La Rioja, Navarra).
– Sistemas policéntricos: dos o varias ciudades se reparten la población y las funciones
regionales, y mantienen flujos bidireccionales entre sí y unidireccionales con otras ciudades de menor
rango (Galicia, Asturias, País Vasco, ambas Castillas, Extremadura, Andalucía oriental y Canarias).
Por último, es interesante también advertir que en este mapa aparece en formación un eje
urbano peninsular diagonal que une Lisboa con Madrid, Zaragoza y Barcelona y que conecta con el
arco urbano del Mediterráneo (de los más dinámicos en la actualidad y potenciado de cara al futuro por
el proyecto de creación de un enlace ferroviario de alta capacidad desde Almería a Port-Bou) y, a
través de él, con la gran dorsal urbana europea. Este eje diagonal se verá impulsado por la unión de sus
ciudades mediante un eje multimodal de transportes de gran capacidad, aunque la crisis económica
actual parece haber estar demorado su desarrollo.
(Fuente: Solucionario de las actividades del libro del alumno, Ad. Anaya, y elaboración propia).
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