03/1948 - Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

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LA PESTE
DE LAS GALLINAS
Por CAYETANO LOPEZ Y LOPEZ
De] Consejo Superior Veterinario.
H OJ A S DI V U LGA D ORA S
,b1fY1)RID
NUhIERO 3-48 H
FEBRERO 1948
IV^IIdISTERlO D^ AGRICULTURA
.S^rvicio afe C^ ^je^^ci^ación ^ Pr©pa^anda
LA PESTE DE LAS GALLINAS
En el grupo de pestes avícolas figtu-an varias enfermedades, o mejor denominaciones; cual la de péste aviar clásica, seudo o falsa peste, enfermedad de Newcastle, neumoencefalitis, etc., tan pareci^das ej^t.re sí, que sóla los especi^tlistas, y aun éstos, después de recurrir a verdaderas filigranas de lahoratorio, ^serían capaces de diferenciar, po,r
existir entre ellas un parentescó estrecho que, enfocando el
problema pr^^tcticamente, no interesa aquilatar. I,_a causa
el mecanismo del contagio ^• las medidas a tomar son sensiblemente idént.icas.
Defínícíón.
Wodemos cíefinir la peste de las ^allinas como una enfermedad_ infectocontagiosa, de curso rapidísimo, de gran
mortalidad, atacando de preferencia a las gallinas-en sus
diversas edades y condiciones-y producida por un^ z^irttis
(ultravirus o inframicrobio).
Los virus son ^invisibles a^t^in al microsco^pio más pot^ente, salvo que recurramos a ciertas técnicas v hagamos uso
del microscopio electrónico- Su tamañu se mide por milésimas de micr^i o millonésimas de milím^etro; un microbio
es un gigante comparado con un virus. E1 de l^^ peste aviar
viene a tener de ^o ^ ioo milimicras o milésimas de micra
Infeccíón y contagío.
.
Si la pe^te e^ una infección que cursa en g^neral rapidísimamente, podrá atacar a todo el organiymo; por tanto,
a.unc}ue el viru^ se localic^ y persista de preferencia en uno^
^^rganos y*.eji^dos, habrít momentos en que le encontrarc^mos en todos.
Ante tal mttltiplicacic^n, e; natttral que e^l virus se elimine por millones de unid^,des por 1^» e^cr^ement^,s ^• dts-
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tilacione, de narii ^- boca, contamin^in^dolo tudo-suelo, parr^^les, percha^, n;dales, bebederos, ccrmi^da, jaulas, plumas,
^ allas, etc.-. f fasta es posihle encontrarle en los huevos,
yue se convertirían en v^ehículos de contagio.
Pero es que, además, tiene cierta resistencia a los agentes exteriores ^^ a los antisépticos. 1_0:5 ór^anos de animal^es enfermo^s o de cadávcwres re^cie^ntés siñuen si^endc^ pel•it;roso^s durantc seman^^s, si se ]es conserva a^l frío _y ^en la
oscuridacl. La mc^dula de hue^sos lar^os contiene e^l virr.rs,
a.unque 'ha^^an sicío enterracío^, durante tres u cuatro semaras. Tl virus des^ecado en condicione^^ pue^de ser transportado act,ivo a cierta distancia por e] aire. Sin e^mba^r;o, e1
sol v la putrefaccián le d^estruven prontc}, ^^ ^los ^1^ismos antisé^pticos, cual ^la le^chada ^de cal ^^ la ^c^^sa cáustica al ^
p^^r ioo, el fenol v el ^ resol al S, el formol a 5-C por i.ooo.
I_a propa^^lción a^distancia est^í ^randem^^ente facilitada por las jaulas, cajones cle ferrocarril, huevos a incuhar.
pollitos v aves para repoblar, plumas, personas, p^íjaros,
alimentos, envases, visitantes, animales. etc.
I,a penetración del virus ^^en ^el ornanismo se realira hahitualmente por alimentos ^^ hehidas contaminadas ; pero
tamhién puede invadirle penetrando pc^r heridas, por picaduras de insectos v aun por lesiones inapreciabl^es en conjuntiva, etc. T^espués de un perío^do de incu^bación, que ^eneralmente es de dos a siete días. ^xcepcionalment^e has_ catorce, la enfermedad se manifiesta rápi^da v la
ta once v
difusión en el ^allinero es tan vel^r, sobre todo en anima]es
jóvenes, de unos meses ^i un año, que en po^co^s d-ías se encuentran atacados la mavoría de los efectivos, con un porcentaje en víctimas que en muchos casos lle^a al roo
por roo.
Síntomas.
Pue^den clarse casos en que la mu^ert^e sobreven^a sin
manifestaciones típicas de la enfermedad, mas lo corriente
es que se inicie con tristeza. inapetencicr, cresta primero oscura, cianótica ^después, para continuar con somnc^lencia,
respiración difícil, a veces tos, ^;or^oteo o pitidc^ especial:
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otras veces se ve claro el eri^amiento cie las plumas de la
nuca y ^ uello, con aspecto abultado de éste ti^ la cabe^a
colgante, lleganda el pica a tor_ar en el suelo; el animal en
bola, en casas. dejando salir abundante maca, y con frecuencia diarrea blanca, espumosa, si bien a veces presenta
estrías de sangr^e o tiene color verduzca.
Ocasionalmente ha^^ trastornos nerviasas, refl^ejados et^
cEesequilibrio, convulsiones, marcha difíci^l y parálisis. Fs
d^e^cir, cabría <<dmitir cuatra formas principales, según el
pre^daminio de síntomas : fulminante o apoplectiforme, res
piratoria, intestinal v nervio^sa; ^p^ero nun^ca se dan aisladas, y para aprec.iarlas po^r ,completo hahría que o^bse^r^va r
rncrchísimos animales v en focas ^distintos En cambio^, ^^
clesgraciadamente, acastumbran a ser com lm^es la gran mor
talidad y la rapidez d^^e difus^ió^n.
F1 d^i•ag^ra^óst'ica es fá^cil, especialmente e:n ^las circunstancias por que estamos atra.vesando. Entre I<<s enfermedade^
con las que convi^en^e ^^diferenciarla, d^e^staca el a>lera. ^^ est^^
es posible por la rapi^dez, atacar ^exclusivamente a las gallinas, a.islamiento del microbio pro^ductor de éste, por la^
lesiones v la inoculación. La intervencibn de^l veterinari^^
v c^l envío de productc^s al la.boratorio aseg^urarían el cíiagnóstico, si hubiese dudas.
Como el r rortósticc^ no puede ser más grave, y no hav
tratamiento alguno a la ve^ eficaz y práctico para intenta^r
con probabi'lidade^ de éxito la curación---por ello debiera
f^rohibirse todo anuncio de pro^ductos a estos firres-, pres=
taremos más at^ención a la pre^vención v al emplec> de vacunas.
Medídas preventívas.
Para preveni^r inf^eccianes, como para luchar contr-i
ellas una vez declaradas, a fin de alcanzar su desaparici^m
es imprescindible :
a) Gan^ci^encia v ambiente, en los de arri^ba v en los de
abajo, en pra cíe la necesidad de una ^lucha sistematizada
v con arreglo a narmas científicas. Las infecciones perturban la economia, restan alimentos básicos para la pobla-
ciún ^^ llevan el des^inimo v la intranquilicíací a los gana
cieros.
b) Autoridad para hace^r cumplir la L^ey cuando falten la comprensión y el patriotismo.
c^ Re^cursos econdmicos para investigar y e^xperime^^tar, para indemnizacione^s por sacrificios obli;ados, para
elaboración en grande de sueros ^-^ vacunas.
d) Remuneración adecuada ^de técnicos y am^pliación
úel número cíe especialistas, formando e^quipos. ^de trabajo
rxperimental ti^ ^de amp^lia^ción de las medi^das sa^nitarias.
, Concretándonos a la peste de ^la^s gallina^s, examin^re^^^os lus casos ^^que ^pueden ^presentarse^ en la p^rá^ctica :1.^^
PR(?^^FC:GIOt^ DF=. LOS GAI.LWF^.ROS INllEMNL-s,
I-lay que mantener e^l l;allinero en el aislamiento ;ná^ ri^^uroso. No se a^dquieran aves, ^ni se ^concurrirá al nzercadr^
ni Fxposiciones ; se evita^rá todo contacto^ com objeto^
-i_^te.r,silios. ^pienso^s, envase>, ^etc.-de ^procede^ncia sospe^uho^sa. Si hay dudas a.cerca del ^arigen c{e los alirnen.es, serán so^meticíos a la accián del^ ca^lor, y aun co^cidos, si pro-c^,jen de ciertos centros o establecimient.os :^e renovará
con frecuencia el agua de^ ^hebida, a la q^ue ^po^dr^i anregarse
permanganato potásico al i,^o sulfato ^de hierro al 3, o ácido
^ali^cí'lico al z por ^.ooo, re^sp^ectiva^mente. Si hay^ que^ adquirir huevos, serán d^e ^galline^ros no infe^ctados. Na se acímitirán jaulas ^de transporte, a no ^se^r p^r^evia ri^crros^^ desi^nfección : s^e mantendrá lim^^pieza e^smerada _y se verificarán
desinfecciones frecuentes de percha^s, ni^dales, suelo, etcétera, etc.; se evitar^í que pájaros, palomas v otras aves va
yan a comer o que salgan al patio del gallinero. Se mantendrán las ^allinas en las mej^orés condicio^n^es de alime^ntación, evitando las corrientes de aire v_ cambios bruscos de
tempe^ratura.
Cuando haya infección en las proximidades, el secuestt^o en el gallinero o en la casa será absoluto, prohibiendc
la entra^da en el mismo de toda persona ajena y ab^steniéndóse de frecuentar reuniones, mercadas, etc., ^de la ^locali-
dad. Si es forzoso adquirir ati-es, ^erán se^metidas a una cu^^lrentena dc quince días.
2.°
^EDIDAS L-:N LOS G^LI.fNL.ROS INFEC'I^ADOS.
Aun cun las precauciones indi^cadas, no siempre ^s posible evitar la infeoción; hay que vigilar estrechamente a
los animales para descubrir la menor alteración en su salud.
Cuando se observe o haya ocurrido ya alguna baja, habrá
que proceder inrnediatamente al aislamienta de enfermos,
sanos y sospechosos, avisando al Veterinario para precisar
el diagnóstico, bien verificando autopsias, bien remitiendo
cadáveres al laboratorio, haciírndolo en condiciones v acompañando una breve^ d^escripción de los sínto^mas observados.
^Los animales sanos serán secuestrados, a ser posible en lotes pequeños, en distintos departamentos, debiendo ser asis'tidos por personal diferente, y, si esto no es posíble, tomando las debidas precauciones con vestidos, calzado, utensilios, manos, etc., para no ser portadores del virus.
Comprabada la infección, aunque sea daloroso, hay que
praceder al sacrificio ^de todos los ^efectivos, y aun de otra5
aves, para aprovechar la carne, verificándolo en forma que
na se conviertañ, a su vez, en fo^cos de enfermedad. Los despojos, p^lumas, et,c., serán destruídas p^or el fuego^, enterr^dos profun^damente o empapados en solución de cloruro de
cal o de sosa cáustica. Los cadáveres serán igualmer.te quemados, enterra-dos bajo capa de cal a un metro ^de profunciidad a conducidos a establecimientos de transformación,
si lcs h^ubiese, si^empre que sea posible hacerl^o sin peligro
de difusión de I;i enfermedad.
Rea^lizadas estas operaciones, se hará la ^limpieza a fondo, reuniendo el producto ^d^el ^raspado^ y barri^do en ^un montón, que se quemará o empapará bien co^n uno de los ^desinfectantes indicados; se desinfectará el gallinero, con sus
perchls; nidales, su^elo, inclu^sive las ^paredes hasta cierta
altura, etc., dejando entrar el aire y el sal el mayor tiempo
posible. Se esperará un mes para repoblar, tiempo durante
el qu^e la acción del tie^mp^o^ y de las agentes exterio^res habrán saneado el gallinero,
3.°
1',X"I'INCIQN S15'CE!11Á'1'IC:1 DE LOS FUCQS.
1✓ s probable, casi 5eguro, que pasada esta primera ola
d^e invasiún, que, por actuar ^^so^bre un terre^no virgen y darse en primavera y en verano, ha sido desastro5a para la
avicultura nacional, que^darán fo^cos aislados; esto es, ^de
i;piroótica se convertirá en enzoótica durante^ los meses d^
invierno y en lo sucesivo. No hay ^que olvidar yrre esos focas pue^den ser e^l punto de partida de n^reva; invasiones.
Hay que procurar e,tinguirlos, y, ^pa^ra ^el(^, lo primero es
delimitar sl_I extensión, a:slarl^^es, aunque haya que imp^:;dir
temporalmente el comercio y el contacto con otras ronas
libres. ^Se procederá, como hemus in^licado, una ve^ pre^s^:ntada la enfermedad, ^^ ^ea sacrifici^^, destrucci^^n de ^cacl^í^^ere^ ^- de objetc^s ^osp_^chr^^,^,^^, limpi.^ra, ^ ^i^sinfecci.^ín.
^ol, ^tc.
,^."
Vnc^^N,^cIr^NLS. ^
^:n nuestra ya n^acha^ona labor ^le divu^lgación de preceptas de higiene y policía ^anit^rria d'^e los anima^les domésti^cos, continuada año^s y años, hemos insi^ti^do sie^mpre er
la nece^s^idad de fomentar en nuestro país las investigacio
ne5 y experiencia^ encanlinacias a distribuir y ensayar sue
rus y vacunas. Lstamo^ tan con^^encidos de que falta el ambie^nte- y la concie^ncia neces<<rios para yue las me^di^das corrientes que en otros país^es han bastado por ^sí solas par_^I
cletener las infecciones, y.aun para termínar con ellas, que
mientras no contemos con tlna colaboración consciente ^^
riecidida de los ganade^ros y d^el p^ueblo en general y co^n el
apovo ec^n^mi^co y protección de una política pecuaria
que está haciendo mucha falta, habrá q^lE: recurrir al emp;eo de^ sueros v vacunas, aunque no^ siempre sean econ^^micos ni c<;nfiera.n inmuni^^da d muy du^radera, I^s ^l mejor
medio de lucha dire^cta con yue hoy- contamos.
L.n la peste de las g^illinas no pod^eal^os limitarnos a pre^
conirar esa^ m^e^didas, cual aislamiento del foco, sacrificio.
desinfección, etc., que otrus países apiican exclusivamente.
.'^r7uí ^dehcmos ^ pensar, ademá5, en las v<<cl.lnacio^nes, p^ero
-b-
sirviéndonos d^e ellas con sentido, no a capricho, y creyendo que las vacuna^s y los sueros son el reme^dio d^efinitivo,
la panacea universal, y que es sufrciente un ^incha^^o para
dormir tranquilos y lanzarnos a las mayores empresas.
Para prevenir la peste de las gallinas hay o pueden prepararse vacunas de varios tipos, lo cual quiere decir que no
t^^das tienen la misma eficacia.
Las mejores vacunas se obtitnen partiendo de embrion^es de p^o^^llo. Así y todo, no hay qu^e hacerse grandes ilusiones; la preparación es mu^^ delicada y^ el resultado f^nal
p^drá ser-y nos damo; pc^r ;atisftchos-una ínmunidad
áe unus tres a cuatro meses con una sola inoculación, qu:
podemo^s hacer mucho más durad^e.ra si damos dos, o si,
disponiendo d^e un virus vivo, per^^ atenua^do, e^n condiciones, le empleamus después de 1<< vacuna muerta. De todo^
modos, la ciencia v la técnica, aunque podemos dr:cir han
triunfado en e ^ te ciífícil problema, cíeberán cuntinuar trahajando para consebuir todavía maye>r eficacia.
L„^ vacunaci<ín debiera ;er un cc.mplement^ de las meciidas sanitarias. Claro es, aplic^^da dus c^ tres veces al año,
por sí so^la ^ po^dr^t mantener libres 1^, el^ectivus; pero e:;to
es un poco costoso y nw^lesto. I:; pref^erible su e^m^pleo cuan^10^ hay pe^li^gro^ ^cíe infecciÚn, para circundar los focu,, si se
ha cíe concurrir a merca^dos y}:xposi^ci^^^ne^s, etc., sin olvi^lar qti^e la inmunida^d, aunque se inic:a ^l los poc^s días de
aplicada la vacuna, no se r.stablece tota'me^te h^asta tra^nser^.r^riclos cdoce er catorce.
L.a vacun^^ e:^, por tantu, ri^urosamente preventiva; n.^
hay ^que emplearla en gallinero; infectados, ni mucho menos en aves enferma^, y ella no debe excluir las medida^
^ariitarias que hemos indicado.
Por^otra parte, hay que tener presente que los pollos
menores de tres meses y los procedentes de ;allinas vacunadas nc^ adquie^.-en una inmunida^l tan sólida como los qu^
tienen más de esa edad.
'
^,h:^ri^:^s l:ct^r^•.^. ^irr.i:xnez ^^si_ur^, 7. - ^ranr.in
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