« Balún Canán » de Rosario Castellanos y el espíritu mexicano

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Delphine Coudeville
Prof. Dr. Diana Castilleja
Tesina de maestría
Facultad de Letras y filosofía
Año lectivo 2008-2009
Universidad de Gante
« Balún Canán » de Rosario Castellanos y el
espíritu mexicano
Estudio de una temática denunciadora
Masterproef voorgedragen tot het behalen van de graad van Master in de de Taalen letterkunde: Iberoromaanse talen
Tesina de Maestría
Prefacio
He realizado este trabajo en el marco de la tesina master que es la parte concluyente de
la carrera Master universitaria ‗taal- en letterkunde: iberoromaanse talen‟, de la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Gante.
Acerca del estudio sobre la novela Balún Canán de Rosario Castellanos, obra clave en
la literatura mexicana, puedo confirmar que a través de las lecturas me he encontrado
con algunas sorpresas agradables. El mayor interés se encuentra en el hecho de que la
materia se sitúa muy cerca de la realidad humana sobre la vida de las minorías. Incluso,
se podría decir que es la realidad humana por ser reconocible y universal. En cada
continente viven grupos marginales, oprimidos, discriminados, ilegales,… hacer una
enumeración de las regiones donde permanentemente conviven varias comunidades en
pie de guerra nos daría un listado amplio. Como es sabido, un rasgo inherente al ser
humano es luchar por una identidad y por ser reconocido y respetado como individuo o
como grupo por las otras entidades. Cada día somos testigos de la divergencia de
estatuto por razones sociales, raciales, económicas, políticas,… que sobreviene cuando
conviven varios grupos con trasfondos diferentes y da lugar al ‗multiculturalismo‘: es
decir, ciertas culturas viven al lado de otras. En una situación ideal, se desarrolla el
grado máximo de tolerancia y respeto en esta convivencia. En la realidad es diferente y
de estas diferencias tratamos en Balún Canán.
Quisiera aprovechar para dirigir mis palabras de agradecimiento a la Universidad de
Gante, que pone a la disposición de los estudiantes una red de bibliotecas, al
departamento de literatura española, a la profesora Eugenia Houvenaghel por sus
indicios y por ponerme inicialmente en el buen camino y a la profesora Diana Castilleja
por ser mi directora de la tesina.
Índice de contenido
I Introducción
1. Objetivos principales
2. Autora y obra
2.1 Resumen de Balún Canán
3. Poética
3.1 La generación de los cincuenta
3.2 Comparación del poema presencia de Rosario Castellanos y de José E. Pacheco
3.3 Las mujeres de la generación
II Análisis
1. Introducción: teoría
2. Denuncia social
3. La región de Chiapas
3.1 Balún Canán
4. Reescritura de los mitos ficcionales y de la historia
4.1 Popol Vuh
4.2 Otras influencias míticas indígenas
4.3 Estereotipos mexicanos
4.3.1 Machismo en la sociedad falocrática mexicana
4.3.2 Belleza física
4.3.3 Papel de la mujer
4.3.4 Tabúes sexuales
5. Los discursos de la diferencia
5.1 Discurso del feminismo
5.2 Discurso del indigenismo o etnoficción
5.3 Paralelismo entre los dos discursos
6. El discurso de la identidad
7. Técnicas literarias de denuncia
7.1 Polifonía narrativa
7.2 Oralidad
7.3 Infancia
7.4 Función de la niña
7.5 Muerte
8. Conclusiones
Bibliografía
I. Introducción
1. Objetivos principales
Nos hemos dedicado a un examen profundo de la abundante literatura crítica que ya
existe sobre el tema y las fuentes informativas que nos pueden ayudar a descubrir otros
enfoques que todavía no han sido trabajados profundamente por otros autores. Todo
esto para saber bien lo que ya se ha escrito y para finalmente poder decidirnos sobre una
orientación determinada, un punto de vista literario, un camino científico o un vacío
interesante existente hasta ahora y cuya mención y estudio sobre todo puede contribuir
algo al conjunto crítico literario que se ha construido en torno a esta cuestión literaria.
El propósito del estado de la cuestión es situar aproximadamente la investigación dentro
de un conjunto más amplio de desarrollos científicos. La realización consiste en la
búsqueda y análisis de la bibliografía existente sobre el tema. Está dirigido a la
determinación y la evaluación de las distintas líneas de investigación que existen sobre
el mismo. Este encuadre es importante, porque, aunque de un modo algo simplificador,
ayuda a la valoración del trabajo realizado y permite apreciar, con una mayor claridad,
las principales aportaciones y novedades que aporta sobre los precedentes. Al respecto,
se debe tener en cuenta que no siempre estas líneas se expresan en forma explícita, sino
que están enmarcadas en un discurso más amplio y no están necesariamente dirigidas al
tema específico.
La preocupación inicial del trabajo es la denuncia social canalizada en algunos motivos
literarios. Estos temas serán tratados por ilustraciones, ejemplos y comparaciones con
otras obras de Rosario Castellanos o de otros escritores.
En resumen, la presente investigación pretende dar un paso en la línea de estudio de una
actividad literaria, que es Balún Canán de Rosario Castellanos, desde una perspectiva
social y territorial, concretada en un espacio existente, a saber México. En este sentido,
se reivindica una aproximación histórica, denunciando, al mismo tiempo, algunas de las
principales limitaciones de estos análisis y proponiendo posibles vías de superación de
las mismas. En nuestra opinión, este conjunto de elementos es la principal aportación de
la tesina universitaria.
La novela de Rosario Castellanos es una de las grandes narraciones denunciadoras de
América Central. El contexto americano es favorable a la creación de obras de denuncia
porque existen muchas anomalías sociales en estas regiones. Por la atención dedicada al
impacto de la denuncia social en la literatura que ha sido producida fuera de América
Latina, entendemos el carácter universal de la literatura como canal de denunciar, como
medio de protestar. Con todo, es en América donde adquirió a través de los siglos un
sentido más profundo. Es decir, en la región latinoamericana se crearon factores
favorables a la necesidad de medios independientes y menos directos para expresar
descontentos y denunciar delitos al nivel socio-político en países regidos por la
dictadura. La denuncia social se ve como punto de partida de muchas obras en América.
Toda expresión de denuncia marca el origen de cierto descontento, debido a la
identificación de injusticias en el panorama social de la región de la que se habla.
En torno a la temática literaria de la denuncia se plantean ciertas preguntas de
investigación a las cuales trataremos de responder en el desarrollo del texto. Se
observará un hilo conductor que nos lleva gradualmente a las respuestas: las preguntas
de investigación se definen como sigue:
¿Cómo se presenta a la región de Chiapas en la novela denunciadora?
¿De qué manera trata la autora los estereotipos mexicanos y los discursos del
feminismo, del indigenismo y de la identidad para reforzar el aspecto denunciador?
¿Cómo aborda la autora el tema de la infancia y cómo lo relacionamos con la denuncia?
En un primer momento vemos que en el estudio vamos a la búsqueda del espíritu actual
de la literatura mexicana que puede ser analizado sobre todo como en su carácter de
denuncia. Las preguntas que surgen caben todas en este contexto de denuncia. Por
consiguiente, nos concentraremos en los elementos que contribuyen al carácter
denunciador de la novela de Rosario Castellanos.
Primero, vamos a presentar de manera introductora a la autora Rosario Castellanos y su
obra, la poética con la generación de los cincuenta y finalmente la posición de las
mujeres escritoras de esta generación. Pasamos después al propio análisis de las
diferentes facetas que contribuyen al espíritu denunciador del texto, empezando por una
introducción a la denuncia social y lo que significa para América Latina y su literatura.
Todo lo que seguirá será estudiado en el marco de la denuncia que observamos en Balún
Canán. Después de la introducción pasamos al sentido de la tierra chiapaneca en la
novela, que está orientada también a la protesta. Luego, estudiamos la inserción de
mitos indígenas y hechos históricos y la intertextualidad. Los puntos que siguen al
estudio de la reescritura de mitos y historia tratarán los discursos de la diferencia y de la
identidad, que caben asimismo en la realización del objetivo de denuncia. Finalmente,
concluimos con cinco técnicas y temas particulares que pueden ser interpretados como
métodos para alcanzar el mensaje denunciador.
2. Autora y obra
Rosario Castellanos nació el 25 de mayo de 1925 en la Ciudad de México y murió el 7
de agosto de 1974 en Tel Aviv, Israel. Creció en Comitán, Chiapas, la región al extremo
sur del territorio mexicano (véase infra II 2). Además de que ahí pasó los años de su
juventud, este lugar influyó poderosamente en la atmósfera y el estilo de sus obras,
como se puede apreciar al leer algunas de ellas. A este respecto, Reneé Petrich
menciona que "la obra novelística de Rosario es en realidad una trilogía compuesta por
Balún Canán, Oficio de Tinieblas y Rito de iniciación"1.
Tal es el caso de su libro de cuentos Ciudad Real, en donde aborda la cultura indígena.
Así como en las novelas Balún Canán, sobre el conflicto racial y la vida cotidiana; y
Oficio de Tinieblas, basada en el levantamiento de los chamulas2 en 1867, enfocada en
el conflicto por la tierra entre hacendados e indígenas.
Castellanos cursó la licenciatura y la maestría en Filosofía en la Universidad Nacional
Autónoma de México y posteriormente realizó cursos de posgrado en la Universidad de
Madrid, España. Fue becada por la Fundación Rockefeller en el Centro Mexicano de
Escritores. También trabajó en la Escuela Miguel Ángel, en la Universidad Motolinia,
en la Facultad de Leyes de Chiapas, en la Universidad iberoamericana y en varias
universidades norteamericanas. Al lado de esta carrera intelectual-científica desarrolló
una carrera diplomática en la que su función más importante fue la de embajadora de
México en Israel. Por su lugar central en la escena internacional intelectual y política,
1
Petrich, Reneé, Rosario Castellanos: su obra narrativa y su tiempo,
http://www.sololiteratura.com/ros/rossuobranarrativa.htm
2
Definición de la edición de Dora Sales: ―Chamula‖ es un gentilicio utilizado para nombrar a diversas etnias
mayas que habitan la sierra de Chiapas: tzotzil, tzeltal, mame, tojolabal, chol
Rosario Castellanos fue considerada como promotora de la cultura mexicana en México
y en el extranjero.
En Rosario Castellanos: su obra narrativa y su tiempo3 Reneé Petrich cita entre las
condiciones históricas que influyen claramente en la obra de Rosario Castellanos:
- entorno tradicional de una familia caciquil en el campo mexicano
- tiempo de conflictos mundiales y de ideologías radicalizadas: contexto internacional
marcado por la guerra fría con la lucha entre el comunismo y el capitalismo
- precedente: escritor norteamericano masculino de gran peso, Ernest Hemingway: la
literatura seguía dominada por la obra del hombre, por lo masculino
Su vida privada yace en la sombra de su juventud contradictoria. Rosario Castellanos
vive en un entorno de negatividad y aversión entre sus padres. En esta situación ella
encontró en su nana Rufina una amiga con la cual podía compartir sus experiencias y
emociones, contrariamente a la incomprensión y el desinterés de su familia. Óscar
Bonifaz apunta al describir una etapa de la vida de una de las grandes protagonistas de
la literatura mexicana:
Rosario crecía en un mundo hostil. El señor César se ocupaba de sus fincas y de la
inicua explotación de los indios. La señora Adriana sucumbía en las tertulias
vespertinas de su sala llena de tarjetas postales y retratos de antepasados. Y ella, una
niña toda ojos, observaba desde una mudez que prometía serle eterna... niña aburrida
de encierros, dueña de traspatios sonámbulos y tristes, pero también dueña de una
imaginación que da vida a los objetos que toca: esa pared, ese pilar, ese arbusto sin
3
ramas verdes con el que por fin ya puede monologar.
Óscar Bonifaz la conocía desde muy joven y, además de ser desde temprano íntimo
amigo de Rosario Castellanos, ha dedicado muchos años al estudio de la vida y la obra
de ésta. Es muy conocido como el mejor biógrafo de Rosario Castellanos por las
3
3
Petrich, Reneé, Op. cit.
Encontrado en la versión electrónica de Tú tienes la palabra, Biblioteca iberoamericana ―Octavio Paz‖
Universidad de Guadalajara, año IV, número 11, jun-jul de 2007.
http://servicios.cencar.udg.mx/iberoamericana/getpdf.php?archivo=tutienes11.pdf
muchas anécdotas vividas con ella. Al leer su estudio nos damos cuenta de la cercanía
entre Óscar y Castellanos, si lo comparamos con otros destacados intelectuales quienes
han tenido acercamientos deslumbrantes en cuanto al conocimiento de la obra de la
escritora. En esta parte nos describe el horror en que vivía Rosario Castellanos como
niña, bajo el control de sus padres, César y Adriana. Sin embargo, en esta vida queda
cierta libertad infantil que es la imaginación con la que puede transformar mentalmente
las cosas que le rodean para escapar al aburrimiento fundamental y a la soledad trágica.
Bonifaz describe el carácter doble de Rosario Castellanos, oponiendo su ternura y
timidez a su crueldad demostrada por la tortura de animales. Este comportamiento
ambiguo de la niña debe de tener sus raíces en la violencia y la tristeza que ha conocido
en los años con su familia:
Era una niña muy tierna, tímida y esmirriada de grandes ojos como luceros. Era tierna
pero al mismo tiempo muy cruel. Alguna vez la vi destrozar una mariposa viva y
despellejar una lagartija.4
Óscar Bonifaz se niega decididamente a descubrir todo lo que sabe de su amiga
hipersensible, triste y solitaria. Bonifaz insiste en su discreción respecto de los más
íntimos secretos de Castellanos. Él opina que es necesario respetar ciertas fronteras que
pertenecen inherentemente a la vida emocional privada de cada uno de nosotros. Para
que el sujeto de la biografía pueda mantener cierto grado de autoestima el trabajo
biográfico no implica la revelación de todos los detalles de la vida interior:
Ella tuvo muchos problemas íntimos y, como todo mundo, altibajos emocionales que
deben mantenerse en privado. Todos tenemos derecho a la privacía y no es correcto
invadir ese territorio.5
La triste infancia de Rosario Castellanos fue marcada por un acontecimiento
desgraciado que es la muerte de su hermano y este suceso le llenará de cierto
sentimiento de culpabilidad. Ya muy temprano, la lectura y la escritura le ayudan a huir
en secreto de este sentimiento trágico que le está arruinando la vida. Como veremos en
el último apartado (véase infra II 6.1.5 Muerte), la muerte juega un papel primordial en
4
http://www.unich.edu.mx/Boletines/Junio2007/PG_Unich_OscarBonifazRecuerdaaRosarioCastellanosysuLibro
BalunCanan.htm
5
Ibid.
la obra de muchos escritores latinoamericanos. En Balún Canán es la muerte del
hermano menor, hecho literario ficcional basado en un hecho autobiográfico.
Rosario Castellanos vive en un panorama histórico iniciado por la Revolución mexicana
hasta el año 1940, que marca ya el fin del período presidencial de Lázaro Cárdenas.
Cárdenas impresiona como figura emblemática de la reforma agraria con la cual trata de
cambiar las relaciones sociales entre ladinos e indígenas, otorgando más derechos a la
población indígena y reorganizando la división de las tierras colonizadas, lo que por
supuesto no podían soportar los dueños de estos territorios.
La muerte de sus padres sobreviene irónicamente en el momento de la aparición de sus
primeros libros de poemas. Este acontecimiento parece abrir prudentemente la puerta a
otra vida para Rosario Castellanos, que vivió tantos años bajo el control de sus padres.
Viaja por Europa. Paso a paso despliega una vocación de servicio, siente la necesidad de
ser útil para contribuir a que los indígenas recuperasen la memoria de su dignidad. Otro
suceso innegable le inspira, el hecho de tener un hijo cambia fuertemente sus emociones
y consecuentemente su obra. Rosario Castellanos es conocida por una actividad
profesional abundante. El tiempo en que escribe, la región y su estilo literario la ubican
en la generación del 50. Los dos grandes núcleos de interés en su vida y en su obra,
fueron el indígena y la mujer, sujetos periféricos en el marco central de la sociedad.
Entendiendo que nuestra comprensión del mundo se realiza a través de la palabra,
Castellanos contemplaba el lenguaje como un instrumento de dominación pero también
como el modo de combatir toda opresión. El lenguaje se convierte así en el medio
excelente para denunciar.
Su obra trata temas políticos. Según Castellanos, cada persona tiene que emprender algo
para convertir el mundo en un lugar más equitativo. Cada uno tiene su función
individual. Para ella en particular, los instrumentos con que obtiene esta igualdad serán
la lectura, la escritura y la literatura. Cada tema lo ligaba con lo cotidiano y con el
interés por el papel de la mujer en la sociedad y por la crítica del enfoque sexista,
ejemplificado por su cuento Lección de cocina: cocinar, callarse y obedecer al marido.
Su obra de teatro El eterno femenino, también tiene un fuerte carácter feminista. Los
cuentos que escribió Rosario Castellanos son Ciudad Real (1960), Álbum de familia
(1971), Los convidados de agosto (1974) y Rito de iniciación (1992). También se
dedicó a la novelística con las novelas De la vigilia estéril (1950), El rescate del mundo
(1952), Balún Canán (1957) y Oficio de tinieblas (1962). Sobre esta última novela,
Oficio de tinieblas, novela de importancia en el México de hoy, Rosario Castellanos ha
esclarecido en la nota introductoria el objetivo de relacionar historia y ficción a través
del contexto histórico-social que ha trasladado a la actualidad sociopolítica de su
tiempo. En esta introducción, primero, refiere al hecho del siglo XIX en que se basó y
después explica su intención y el procedimiento de aplicar el hecho histórico a la
condición desigual dominante entre blancos y indios como ella la resiente en su época:
Está basada en un hecho histórico: el levantamiento de los indios chamulas, en San
Cristóbal, en 1867. Este hecho culminó con la crucifixión de uno de estos indios al
que proclamaron los amotinados como el Cristo Indígena. Por un momento, y por ese
hecho, los chamulas se sintieron iguales a los blancos. En los testimonios que pude
recoger se resiente, como es lógico, el partidismo más o menos ingenuo. Intenté
penetrar en las circunstancias, entender los móviles y captar la psicología de los
personajes que intervinieron en estos acontecimientos. A medida que avanzaba, me di
cuenta que la lógica histórica es absolutamente distinta de la lógica literaria; abandoné
poco a poco el suceso real. Lo trasladé de tiempo, a un tiempo que conocía mejor, la
época de Cárdenas, momento en el que, según todas las apariencias, va a efectuarse la
reforma agraria en Chiapas. Este hecho produce malestar entre los que poseen la tierra
y los que aspiran a poseerla: entre los blancos y los indios.7
Observamos que la trama y el objetivo de Oficio de tinieblas resulta ser muy parecido a
lo que podemos ver en Balún Canán, que fue escrito cinco años antes. De ahí, como ya
hemos dicho, las situaciones problemáticas de relaciones interétnicas parecen constituir
un tema recurrente en la obra novelística de Rosario Castellanos, visto que con Ciudad
Real y Balún Canán esta novela forma la así llamada ―Trilogía indigenista‖.
Al lado de su producción novelística importantísima y abundante, también se ha
dedicado a la escritura de unos ensayos, poemas o antologías y finalmente al género
dramático. Entre sus ensayos contamos La novela mexicana contemporánea y su valor
testimonial (1966), La corrupción (1970), Mujer que sabe latín (1973), El uso de la
palabra (1974) y El mar y sus pescaditos (1975). Por lo que toca a la poesía
7
Salas-Elorza, Jesús, Oficio de Tinieblas: narrativa paratestimonial, Universidad de Bloomsberg, Letras
Hispanas, Vol 2, No. 1, 2005.
http://letras hispanas.unlv.edu/Vol2/paratestimonio/pdf
observamos entre otras las antologías Trayectoria del polvo (1948), Apuntes para una
declaración
de
fe
(1948),
Dos
poemas
(1950),
El
rescate
del
mundo
(1952),Presentación en el templo (1951), Poemas: 1953-1955 (1957), Al pie de la letra
1959), Salomé y Judith (1959), Lívida luz (1960), Materia memorable (1969), La tierra
de en medio (1969) y Poesía no eres tú (1972). Su obra dramática contiene Tablero de
damas (1952) y El eterno femenino (estrenada en 1976).
Entramos ahora en la novela de nuestro interés, Balún Canán, comenzando con el
apartado resumido del contenido de la trama.
2.1 Resumen de Balún Canán
El gobierno recientemente instaurado otorgaría más derechos y privilegios a los indios.
Es claro que desde la perspectiva de la familia de patrones, a la que pertenece la niña,
no es buena noticia. La realización de la ley les costará mucho dinero y además
arriesgan la pérdida de su monopolio. Una de las muchas consecuencias de la nueva
regulación es que los propietarios de las haciendas y de los ranchos son obligados a
construir una escuela. Este hecho se concibe como la primera etapa del gobierno para
‗civilizar‘ a la población indígena, lo que les debe preparar para tomar el poder en el
futuro. La familia ladina prepara entonces el viaje a la finca en Chactajal y así llega la
despedida precipitada y prematura de la niña y su nana. Se introduce a Ernesto, quien es
el hijo bastardo del hermano de César, en la cual César admite que tiene él también
hijos extramatrimoniales con mujeres indias y que la tierra de la finca pertenecía desde
años atrás los indígenas. Su esposa, Zoraida, se queja en voz alta de su condición de
mujer. Nos cuenta que no es feliz con su marido e incluso él tampoco lo es con ella.
Llega a la finca Felipe Carranza Pech, un indio que habla castellano. Éste representa el
símbolo de la convivencia de las dos culturas, siendo portavoz de la comunidad india. Él
es el único que sabe leer y escribir y está de visita para controlar si los patrones van a
cumplir la nueva ley de educación. César propone a Ernesto dar clases a los indios. En
la escuela, Ernesto les cuenta a los indios su historia de amor con Matilde y después
causa escándalo emborrachándose frente a ellos. De repente, comienza un fuego en el
trapiche donde en ese momento están trabajando los indios. A pesar del peligro mortal,
César les obliga a quedarse en el sitio de trabajo que se convirtió entonces en un lugar
infernal. César, al contrario, cree que el fuego no fue un accidente trágico, sino una
acción dirigida intencionalmente por Ernesto. Decide que una persona debe ir a
Ocosingo para pedir ayuda. El hombre que está designado a viajar es Ernesto, quien
muere a causa del balazo de un indio que le dispara en la cara. Un momento simbólico
es el regreso de la nana a la puerta, quien anuncia que el hijo Mario va a morir pronto.
Zoraida no puede creer las afirmaciones mentirosas de la india. La magia podría ser el
instrumento perfecto para salvar a Mario, su único hijo varón, y por ser el único
heredero masculino, indispensable para la continuación de la familia. Se está
preparando entonces la comunión de los hijos. Por miedo a la comunión, la niña
esconde la llave del oratorio en el cofre de la nana. Su angustia asfixiante a la
comunción nació a causa de un cuento contado por una cargadora (nana), quien les
habla de la venganza de Catashaná (palabra de origen maya: diablo) en un niño blanco.
La muerte de Mario es un acontecimiento clave en la historia de Balún Canán y a partir
de su muerte, sus padres ya no tienen razón para luchar contra el gobierno. En la última
escena la niña encuentra a una india que probablemente es su nana, pero no llega a
reconocer su cara.
Estudiando la trama de la novela no podemos privarnos de la necesidad de tomar en
cuenta el extra-texto, porque de manera lógica, la trama ficcional está condicionada por
una serie de hechos contextuales albergados bajo el término más genérico de poética.
3. Poética
Introducimos este apartado con las ideas claves del artículo La Poética de todos los
siglos8 de la autora Ivana Costa, publicado en ―Revista Ñ‖ el sábado 22 de enero de
2005. La obra en que está basado el artículo es el texto fundante de Aristóteles del siglo
IV aC que inaugura la crítica literaria y el análisis estético: la Poética. En este texto,
Aristóteles define por la primera vez lo que hoy llamaríamos ficción (pero que él llama
mímesis en griego), entendida como la construcción de un relato que "imita" acciones
humanas. Lo interesante del texto aristotélico para el análisis de Balún Canán reside en
la exposición de algunas herramientas de la técnica para construir relatos. Por esta razón
es también el primer esbozo teórico acerca de la estructura de un relato y anticipa
claramente algunos desarrollos que teóricos como Roland Barthes, Tzvetan Todorov y
otros estructuralistas realizarán a partir de los años 60 del siglo XX. Asimismo se
8
Costa, Ivana. La poética de todos los siglos. Revista Ñ. Edición sábado 22 de enero 2005. Encontrado en el sitio
web www.clarín.com
adelanta la Poética a la noción de "acto de habla" que conoció el siglo XX a través de
Kark Bühler y sobre todo de Roman Jakobson.
En nuestro caso nos dirigimos al estudio de la obra que se realiza dentro del conjunto de
condiciones que son todas constituyentes del carácter del discurso, es decir, vamos a
analizar el contexto o el extra-texto. Un caso muy típico es la evolución de la poética en
el panorama hispanoamericano decimonónico en el siglo XIX.
Sabemos que la obra de un escritor siempre está impregnada por el espíritu del tiempo
en el cual se han producido sus novelas y sus poesías. Es evidente que esto no es
diferente con Rosario Castellanos, quien vive en un tiempo conmovedor, caótico que
anuncia nuevos períodos y nuevos modelos sociales. Cuando se habla de ―poética‖
podríamos interpretar la noción en el marco de la relación entre historia y ficción, ya
que al construir un relato se trata en sí de una imitación o un reflejo de una realidad
humana. En Balún Canán estamos expuestos a un relato escrito después de la
Revolución y esta realidad histórica se traduce sin duda en la obra literaria de
Castellanos. Los efectos de estos años negros no se pueden borrar y las huellas quedan
presentes en la producción literaria de los años cincuenta, anunciando de esta manera
nuevos tiempos sociales. Por consiguiente, los escritores se dirigieron hacia un nuevo
mensaje y a partir de ese período asimismo lo vehicularon en su narrativa. Claro que
este período de mudanza esencial no nació de sí mismo, sino que se distinguen ciertos
acontecimientos motores del movimiento. Veremos en el apartado siguiente las causas
del cambio y las figuras que marcaron el movimiento literario.
3.1 La generación de los cincuenta
La Generación de los 50, también nombrada Generación de Medio Siglo, surge en
México en un período de grandes transformaciones económicas, políticas y culturales, y
de ruptura con los viejos valores revolucionarios. Hacia 1950, la sociedad mexicana se
estaba transformando con el crecimiento acelerado de la población en la ciudad. Del
interior del estado había un alto índice de migración a la capital, y los espacios urbanos
se desarrollaban aceleradamente: proliferaban los centros nocturnos, los cines, las
cafeterías, los teatros y los restaurantes. Si los años cincuenta constituyeron,
históricamente, el impulso a la inversión económica y el crecimiento de la ciudad, La
Generación de Medio Siglo representó una primavera florida en las letras mexicanas
porque fue un momento en que se escribió muchas cosas nuevas en comparación con las
épocas anteriores.
Escritores como Jorge Hernández Campos, Inés Arredondo, Josefina Vicens, Ricardo
Garibay, Margarita Michelena, Juan Rulfo, Juan José Arreola, Rubén Bonifaz Nuño,
Jaime García Terrés, Jorge Ibargüengoitia, Carlos Fuentes, Juan García Ponce, Juan
Vicente Melo, José Emilio Pacheco y también la autora de nuestro estudio, Rosario
Castellanos, fueron parte de una fase histórica rodeada de progresos en casi todos los
órdenes; sus preocupaciones giraron en torno a problemas filosóficos, históricos,
literarios, políticos y, en algunos casos, sus análisis no logran escindirse de tintes
regionalistas. Entre algunos miembros de esta generación, los nexos, se establecieron en
la adolescencia y la juventud; algunos de ellos venían de provincia y otros más eran
extranjeros. Entre las publicaciones de la generación encontramos:
Margarita Michelena incursionó en la poesía con: Paraíso y Nostalgia, Laurel del
Ángel, Notas en torno a la poesía mexicana, Tres poemas y una nota autobiográfica, La
tristeza terrestre y Las mujeres poetas. El tema más importante de la obra de Michelena
es el tema de la muerte.
Juan Rulfo, escribió dos de las obras narrativas más importantes de la literatura
mexicana: El Llano en llamas y Pedro Páramo. En Pedro Páramo descubrimos una
honda obsesión por la muerte desde el inicio. Merece la pena destacar la especial idea
de las relaciones entre la vida y la muerte. Por la mezcla de mitos aztecas y de
tradiciones cristianas, la oposición entre vida y muerte no es absoluta; la frontera entre
ambas resulta vaga.
Uno de los autores en quien nos detendremos por su particular relación con Castellanos
es José Emilio Pacheco. Su novela, Las batallas en el desierto (1981), es fundamental
para entender el universo de valores de los años cincuenta en América. En esta
comparación tenemos que darnos cuenta de la diferencia concreta entre el contexto de
los caciques a los que se refiere Castellanos y el universo de la clase media de los años
cincuenta. En Las batallas en el desierto, Carlos, hombre de clase media, narra sus
experiencias cuando era niño en la colonia Roma en la Ciudad de México. Carlos se
remonta al año de 1948, en plena Segunda guerra mundial. La historia se ve enmarcada
en el contexto político mexicano del gobierno de Miguel Alemán y en el marco cultural
de la cultura popular proveniente de los Estados Unidos. Durante la historia, se narran
las diferencias sociales dentro de la escuela de Carlos, se presentan problemas de
racismo con judíos, árabes etc. Los conflictos que había en un patio de tierra colorada,
sin árboles ni plantas eran denominadas las batallas en el desierto. Sería útil dar una
ilustración concreta de los productos literarios nacidos dentro de la Generación de los
cincuenta. En primer lugar, comparemos en el apartado que sigue un poema de
Castellanos y de Pacheco con el mismo título. Este apartado nos va a enseñar algo sobre
el inmenso valor de nuestra autora e insistiremos en el objetivo de Pacheco en reescribir
el poema de Rosario Castellanos. Posteriormente, pasamos al poeta Jaime Sabines quien
asimismo dedicó un poema a Castellanos.
3.2 Comparación del poema ‘Presencia’ de Rosario Castellanos y de José Emilio
Pacheco9
Estos autores, Castellanos y Pacheco, dan lugar evidentemente al concepto de la
generación por mostrar cierto grado de parentesco en lo cultural, lo filosófico, lo
histórico, lo político-ideológico y lo literario, lo que se ilustra muy bien en el título del
poema Presencia de Rosario Castellanos, retomado más tarde por José Emilio Pacheco
en su poema dedicado a ella:
PRESENCIA
por Rosario Castellanos.
Algún día lo sabré. Este cuerpo que ha sido
Mi albergue, mi prisión, mi hospital, es mi tumba.
Esto que uní alrededor de un ansia,
De un dolor, de un recuerdo
Desertará buscando el agua, la hoja,
La espora original y aun lo inerte y la piedra.
Este nudo que fui (inextricable
De cóleras, traiciones, esperanzas,
Vislumbres repentinos, abandonos,
9
Los dos poemas se encuentran en el sitio web: www.sololiteratura.com/ros/rospoepresencia.htm
Hambres, gritos de miedo y desamparo
Y alegría fulgiendo en las tinieblas
Y palabras y amor y amor y amores)
Lo cortarán los años.
Nadie verá la destrucción. Ninguno
Recogerá la página inconclusa.
Entre el puñado de actos
Dispersos, aventados al azar, no habrá uno
Al que pongan aparte como a perla preciosa.
Y sin embargo, hermano, amante, hijo,
Amigo, antepasado,
No hay soledad, no hay muerte
Aunque yo olvide y aunque yo me acabe.
Hombre, donde tu estás, donde tú vives.
Permaneceremos todos.
PRESENCIA
por José Emilio Pacheco
dedicado a Rosario Castellanos.
¿Qué va a quedar de mí cuando me muera
sino esta llave ilesa de agonía,
estas pocas palabras con que el día,
dejó cenizas de su sombra fiera?
¿Qué va a quedar de mí cuando me hiera
esa daga final? Acaso mía
será la noche fúnebre y vacía
que vuelva a ser de pronto primavera.
No quedará el trabajo, ni la pena
de creer y de amar. El tiempo abierto,
semejante a los mares y al desierto,
ha de borrar de la confusa arena
todo lo que me salva o encadena.
Más si alguien vive yo estaré despierto.
José Emilio Pacheco (1939, Ciudad de México) empezó a brillar desde muy joven en el
panorama cultural mexicano. Desde la década de los cincuenta ya figuraba en antologías
al lado de los grandes poetas de Latinoamérica. Se trata de un poeta sin soberbia, que se
atreve a confesar que no siempre alcanza a decir lo que quiere. En su poesía surge el
tema de la erosión del tiempo. Hay asimismo en Pacheco un recurrente cuestionamiento
de su función como poeta y aún de la condición básica humana. ¿Qué va a quedar de
nosotros después de la muerte de la materia? Y ¿vale realmente la pena la vida humana?
En nuestra opinión el objetivo de Pacheco con este poema ha sido una tentativa de
revalorizar la obra de Castellanos. Según él, Rosario Castellanos merece ser puesta en
un pedestal porque realmente ha hecho cosas no evidentes en esas décadas. Por la
reescritura de un poema suyo quiere traerla viva y a través del fuerte título presencia
consigue este fin noble. El título remite a la eternidad de la obra literaria de Castellanos,
que será siempre presente. Lo que ha escrito nunca se olvidará porque, primero, como
autora, tienen mucho sentido sus temas literarios y, segundo, como mujer, Rosario
Castellanos ha dejado huellas en todas las áreas de la vida. En la política internacional,
por su cargo diplomático, ha podido reforzar la imagen de México, su país natal. Cobra
atención la reescritura porque es un hombre escritor que echa la luz sobre una mujer
escritora. A este propósito podemos también mencionar a Jaime Sabines, poeta de
origen chiapaneco, quien ha escrito un poema dedicado a Rosario Castellanos que
comienza por las palabras significativas: Sólo una tonta podía dedicar su vida a la
soledad y al amor. Por la selección bien pensada de la palabra tonta Sabines intenta
elevar a Rosario Castellanos al nivel de las diosas humanas. Ella tiene ciertas
características que comparte con un ser divino, porque de una manera exitosa consigue
combinar varios trabajos durante su vida pasionante.
RECADO A ROSARIO CASTELLANOS
Sólo una tonta podía dedicar su vida a la
soledad y al amor.
Sólo una tonta podía morirse al tocar una lámpara,
si lámpara encendida,
desperdiciada lámpara de día eras tú.
Retonta por desvalida, por inerme,
por estar ofreciendo tu canasta de frutas a
los árboles,
tu agua al manantial,
tu calor al desierto,
tus alas a los pájaros.
Retonta, rechayito, remadre de tu hijo y de
ti misma.
Huérfana y sola como en las novelas,
presumiendo de tigre, ratoncito,
no dejándote ver por tu sonrisa,
poniéndote corazas transparentes,
colchas de terciopelo y de palabras
sobre tu desnudez estremecida.
¡Cómo te quiero, Chayo, cómo duele
pensar que traen tu cuerpo! —así se dice—
(¿Dónde dejaron tu alma? ¿No es posible
rasparla de la lámpara, recogerla del piso
con una escoba? ¿Qué, no tiene escobas la Embajada?)
¡Cómo duele, te digo, que te traigan,
te pongan, te coloquen, te manejen,
te lleven de honra en honra funerarias!
(¡No me vayan a hacer a mí esa cosa
de los Hombres Ilustres, con una
chingada!)
¡Cómo duele, Chayito! ¿Y esto es todo?
¡Claro que es todo, es todo!
Lo bueno es que hablan bien en el Excélsior
y estoy seguro de que algunos lloran,
te van a dedicar tus suplementos,
poemas mejores que éste, estudios,
glosas,
¡qué gran publicidad tienes ahora!
La próxima vez que platiquemos
te diré todo el resto.
Ya no estoy enojado.
Hace mucho calor en Sinaloa.
Voy a irme a la alberca a echarme un trago.10
Todo el poema de Sabines se construye como un elogio dirigido a Rosario Castellanos,
que procede de la misma región que él mismo. El valor del homenaje reside en que un
hombre escribe de manera elogiosa sobre una mujer, como lo hace también José Emilio
Pacheco. Ya hemos descrito dos escritores masculinos, a saber Pacheco y Sabines, que
elogian a Castellanos pero para la continuación del estudio nos interesan sobre todo las
otras mujeres que pertenecen a la misma generación a la que clasificamos a Rosario
Castellanos.
3.3 Las mujeres de esta generación
La Generación de Medio Siglo llegó a ejercer una influencia colectiva en las aulas
universitarias mediante revistas, libros, artículos, mesas redondas, conferencias y
reuniones; educaron ideológicamente a la siguiente generación intelectual, que no
tendría ya la vocación de criticar, sino de destruir el viejo orden revolucionario. En la
Generación de Medio Siglo la participación de las mujeres es reducida. María Ángeles
Cantero Rosales describe en El boom femenino hispanoamericano de los años ochenta6
que la literatura de mujeres se considera como una especie de sub-literatura, inferior al
trabajo de los hombres. Las mujeres no son reconocidas como grupo digno de existir en
la mente social. La literatura de mujeres se encontró en esta situación de ser ignorada
completamente. Las publicaciones de mujeres se consideran sub-literatura, con lo cual
se infiere que ésta no tiene bastante fuerza y contenido para existir autónomamente, sin
estar en la sombra de la literatura real, la de los escritores hombres. Pero a pesar de ser
limitada, esta literatura de mujeres es considerada como fundamental. Aún lo poco que
escribieron las mujeres, tuvo repercusiones en ciertos círculos literarios de la época.
10
Poema de Jaime Sabines en: http://www.palabravirtual.com/index.JaimeSabines/RecadoRosarioCastellanos
Cantero Rosales, María Ángeles. El boom femenino hispanoamericano de los años ochenta: un proyecto
narrativo de „ser mujer‟. Granada: Universidad de Granada, 2004.
6
Entre las mujeres de esta generación se cuenta a Inés Arredondo, Josefina Vicens y
Rosario Castellanos.
Aunque el estilo de esa generación fue muy diverso, entre los años 1950 hasta 1955,
marcaron en el ámbito cultural y literario del país, un abanico de temas renovadores y
de formas literarias. Terminamos aquí la parte introductora sobre Rosario Castellanos y
Balún Canán. En la segunda parte de nuestro estudio pasamos al análisis de las
preguntas de investigación citadas anteriormente en la introducción.
II. Análisis
1. Introducción: teoría
Encontramos en la novelística hispanoamericana de los 30 últimos años un corpus muy
significativo de novelas que han venido transformando, de manera bastante drástica, los
modos tradicionales de representación ficcional de la historia. Bastaría con mencionar
los nombres de narradores, posteriores a Rosario Castellanos, como Carpentier, Fuentes,
Roa Bastos, Piglia, Del Paso, Torres, Poniatowska o Mastretta para comprender de qué
transformación estamos hablando. Un conjunto significativo de estudios de ese
fenómeno ha venido deslindando el terreno teórico e intentando establecer las
características diferenciales de la nueva tendencia. Los teóricos que se han dedicado a
estudios sobre ―la nueva novela histórica‖ basándose en la relación compleja entre
historia y ficción son Georg Luckács, Seymour Menton, Fernando Aínsa, Noé Jitrik,
María Cristina Pons y Amalia Pulgarín.
Son estas propuestas críticas que nos ayudarán a comprender la teoría de la historia y la
ficción en la literatura de Rosario Castellanos aunque su obra no se clasifica en el grupo
de ―la nueva novela histórica‖ porque Castellanos publicó anteriormente a esta
tendencia literaria.
Se trata en esta literatura de constituirse, mediante un sometimiento al dato
historiográfico, en nuevas versiones literarias de personajes y acontecimientos
consagrados como históricos. De esta manera, Rosario Castellanos, ya en los años 50
del siglo anterior, tenía tendencia a ficcionalizar de cierto modo la memoria colectiva
mexicana con la publicación de Balún Canán. Para la buena comprensión de la relación
entre historia y ficción explicamos a continuación algunas constituyentes claves de las
teorías de Seymour Menton y de Fernando Aínsa.
Seymour Menton presenta en La nueva novela histórica de la América Latina, 1979199212 los seis rasgos de la tendencia que llamó ―nueva novela histórica‖:
1) subordinación de la reproducción mimética de cierto periodo histórico a la
presentación de algunas ideas filosóficas
2) distorsión consciente de la historia (omisiones, exageraciones y anacronismos)
3) ficcionalización de personajes históricos
4) metaficción o los comentarios del narrador sobre el proceso de creación
5) intertextualidad
6) conceptos bajtinianos de lo dialógico, lo carnavalesco, la parodia y la heteroglosia
Aunque estas características se atribuyen sobre todo a ―la nueva novela histórica‖ se
justifica también la atribución de parte de estos rasgos a Balún Canán de Rosario
Castellanos como por ejemplo la intertextualidad. Con la aparición de ―la nueva novela
histórica‖ se exageran y se amplían las características que ya fueron conocidas por
Castellanos en Balún Canán hasta que se distorsionen las imágenes que se dan en la
novela de la realidad. Esto se hace para parodiar ya que la parodia o la exageración es
una característica principal de ―la nueva novela histórica‖.
El cuadro teórico que elabora Fernando Aínsa en Reescribir el pasado. Historia y
ficción en América Latina13 nos parece muy interesante y adecuado cuado hablamos de
la interpretación del lazo entre historia y ficción en Balún Canán. Sus comentarios sobre
la reescritura ficcional de la historia en el territorio literario latinoamericano se aplican a
lo que ha hecho Rosario Castellanos en la práctica de su escritura. Fernando Aínsa
describe los procesos creativos e investigativos de la narración histórica, sus
12
Menton, Seymour. La nueva novela histórica de la América Latina, 1979-1992. México: Fondo de Cultura
económica, 1993, 42.
13
Aínsa, Fernando. Reescribir el pasado. Historia y ficción en América Latina. Mérida, Venezuela, Celag y
Ediciones el otro, el mismo, 2003.
motivaciones y sensibilidades. Podemos descubrir la identificación del discurso
histórico y del discurso ficcional como dos modos complementarios de mediación con
la realidad para refigurar el tiempo. Lo que tienen en común ambos discursos es el
esfuerzo de persuasión. En este camino integrador no sólo nos referimos a las conocidas
relaciones de préstamos entre la historia y literatura, sino también a considerar la ficción
como ―un complemento posible del acontecimiento histórico‖, cuyos ―signos‖ se
perciben a pesar de sus relaciones complejas, pero no antitéticas, según Aínsa. En la
mencionada obra de Fernando Aínsa, encontramos un espacio de posibilidades en donde
la historiografía y la ficción de vocación histórica se desenvuelven de manera
complementaria. Desprendemos de allí que ambas especialidades se descentran para
converger en el objetivo principal de aproximarse a la recuperación de los hechos del
pasado. Con esta interpretación teórica en mente continuamos en el apartado siguiente
con el carácter de la denuncia social, que sin duda alguna ha sido la esencia final de la
escritura de Balún Canán.
2. Denuncia social
Establecer la relación entre historia y ficción en cualquier escritor es hablar, en pocas
palabras, de gran parte de su proceso creativo; es decir, de cómo se combinan en su obra
los hechos reales o históricos y los que son producto de su imaginación. En Balún
Canán, es claro que la relación entre historia y ficción se basa en la voluntad de
denunciar una situación existente. Cuando se habla del aspecto de la denuncia social,
presente en Balún Canán, podríamos mencionar inmediatamente otras novelas o
géneros literarios que incluyen asimismo un elemento denunciador. El primer objetivo
aspirado por Rosario Castellanos en su obra literaria es denunciar situaciones
inaceptables en el territorio geográfico donde ella misma nació. Por consiguiente, su
novela Balún Canán se inserta en la gran corriente de novelas de denuncia, a la cual
pertenecen muchas otras obras del mundo hispánico. Intentaremos enumerar los
diferentes rasgos de Balún Canán que corresponden al objetivo de denunciar cierta
situación.
Quizás, es debido a toda la miseria, a toda la tierra llena de dolor que se plantó en la
fructífera América original, que la literatura latinoamericana ha tenido que ser constante
en la denuncia, en levantar la voz a favor de las causas justas. Es por ello, que desde la
llegada de los conquistadores y, desde Bartolomé de las Casas, ya existía un registro
literario e histórico sobre el dolor en las nuevas tierras. Pero este acontecer en duelo y
en grito, si es que se puede llamar así, no fue algo designado sólo a los primeros pasos
de la historia de esta nueva tierra; sino algo que se extendió a través de los siglos como
una constante a medida que los países independizaban sus dominios y formaban patrias
soberanas.
América Latina ha tenido que sufrir del sometimiento político, económico que los
grandes dominadores mundiales han ejercido. Por otro lado, en algunos países han
existido problemas de gobernabilidad debido a las etnias presentes en ellos. También,
desde el hecho histórico del descubrimiento en adelante, la constante participación
religiosa en el poder político y social, ha sido un elemento de importancia vital en el
desarrollo del continente. Es así, como mayoritariamente de religión católica, los nuevos
pueblos americanos conservaron la tradición y crecieron sufriendo de un peso, casi
medieval, en lo que tiene que ver con las costumbres y la forma de vida. Por ello, es
interesante que en estos libros no se deje de cuestionar al poder eclesiástico ya que, es
este poder, el que aún en distintas etapas evolutivas se ha encargado de dirigir aquello
más sensible de las personas, a saber su espiritualidad.
Principalmente en la segunda mitad del siglo XX, la literatura latinoamericana contiene
una fuerte denuncia social, principalmente debido a la ola de dictaduras que se
desarrollaron en distintos países. De esta manera, encontramos una literatura
comprometida con el dolor y la pérdida, con la muerte en manos de enemigos que
tomaron el poder de forma trágica y que sembraron el terror en la región causando
estragos inolvidables para la sociedad. Por tanto, la literatura se encargó de dejar
constancia y de asumir el duelo y desventura de aquellos que no tenían la posibilidad o
la capacidad de expresarse.
Puede ser difícil escribir literatura que no sea comprometida. Para un autor que vive
cerca de su público y que quiere dar una visión crítica sobre la realidad, quizás, es
imposible hacer una literatura que no tenga un compromiso. El autor a través de su
propia emoción profunda trata de expresar una denuncia colectiva, que está cerca de
aquellos que son imprescindibles para poder hablar de literatura, a saber los lectores
mismos. Es así la historia del dolor de un territorio lleno de sucesos por denunciar y
descubrir, a través de la literatura a los ojos del mundo.
La relación que se establece entre la historia y la ficción en Balún Canán se apoya
básicamente en el hecho de que Rosario Castellanos basa su historia ficticia en algunos
acontecimientos, hechos y situaciones que ocurren en el lugar donde ella vive. La
pregunta es saber en qué medida la autora ha introducido elementos históricos en la
ficción que existe en su novela y esto es muy difícil puesto que tenemos que tomar en
cuenta muchas consideraciones. Balún Canán está escrito a la luz de un cuadro de
apoyo socio-político, la del levantamiento de los indios en el siglo XIX. Un ejemplo
muy claro del cuadro socio-político real es la mención literal en la novela del concepto
agrarismo como movimiento político y social que demanda una justa distribución de la
tierra, oponiéndose al latifundismo. Además descubrimos en la novela las huellas de un
enfoque temático y estilísticamente denunciador que pone el acento en la posición social
de la mujer, o en nuestro caso en la niña. Nos llega con la lectura de Balún Canán un
abanico de particularidades, que han sido introducidas por Rosario Castellanos. La
novela evidencia que en México se esconde un laberinto complejo que nos remite a un
mundo y un punto de vista femenino e infantil. Es el universo limitado y hermético de la
mujer.
Dentro de este capítulo se tratará de dar un vistazo al contexto geográfico, situando
histórica y culturalmente la región de Chiapas, y al mismo tiempo trataremos de
describir algunos aspectos claves del contexto social en México desde mediados del
siglo XX. Todo eso para entender mejor cómo ha ido evolucionando la sociedad
mexicana, en que situamos Balún Canán, a través de los últimos siglos.
3. La región de Chiapas, México
Lo que es indispensable para la buena comprensión de la novela de Rosario es que el
espacio en que se desarrolla la historia de Balún Canán es también el espacio donde
Rosario Castellanos nacía y vivía durante su juventud. Este asunto del espacio
referencial es uno de los múltiples elementos esencialmente autobiográficos en la
novela. Se puede añadir también que el espacio está muy presente y concreto en el texto
y que desempeña un papel básico en la formación de la historia. En cualquier escena es
posible reconocer el lugar en que se desarrolla la acción. Casi nunca estamos en una
situación donde el espacio queda vago. Con eso queremos decir que el espacio tiene su
función propia en este tipo de literatura y que se califica de dinámico por disponer de
cierta calidad agentiva, funcional o dinámica. El hecho de la fuerte dinámica del espacio
es sin duda alguna hilo conductor o leitmotiv en la obra de nuestra escritora. El espacio
se realiza como puente entre la ficción y la historia, entre el texto ficcional de la novela
y la vida real de la escritora. Por tener lugar la historia en un espacio real se puede
aproximar más al problema que existe realmente en el país. Se puede prever que el
espacio constituye una problemática que ocupa una posición privilegiada en los marcos
de la poética. El núcleo de la historia ficticia se encuentra en los años de su juventud
que engendraron este tipo de literatura. En ese lugar periférico e interétnico, cerca de la
frontera guatemalteca, Castellanos llega a conocer una situación de desigualdad y de
injusticia que marcará radicalmente su evolución personal y que como lógica
consecuencia influirá innegablemente en su obra. Este mundo salvaje de encuentros
inevitables entre colonizadores e indígenas constituirá el nexo del tema espacial.
Por su situación geográfica, Chiapas ha sido una región fronteriza, donde confluyen
varias culturas que están en contacto directo. El nombre de los chiapas o chiapanecas
proviene del náhuatl, lengua indígena en esta región. El náhuatl14 fue lingua franca en el
imperio azteca en el siglo XIII hasta la desaparición del reino. Después de la caída, los
europeos se sirvieron de la lengua náhuatl para acelerar la conquista misionera católica.
Por supuesto que para captar bien las raíces y el impacto de las circunstancias políticosociales en aquella época, por ejemplo el levantamiento de los indios, dedicamos
asimismo una breve parte al curso y las consecuencias de la revolución en esta región
mexicana.
A inicios del siglo XIX, se produjo la independencia de México, que fue apoyada con
entusiasmo por los ayuntamientos chiapanecos. Posteriormente, el estallido social
desencadenado por la Revolución Mexicana15 de 1910 se detuvo en la frontera del
estado. Los principales terratenientes se coaligaron haciendo de Chiapas una especie de
fortaleza para proteger el sistema tradicional feudal de la finca y los privilegios de las
minorías dominantes, en detrimento de los indígenas y de una clase mestiza servil. Así,
las tropas revolucionarias de Carranza fueron repelidas por el ejército de los
latifundistas, conocido como ejército mapache (ejército de conservadores organizado
14
Roegiest, Eugeen, El español de América: Master Lingüística hispánica e iberorrománica. Universidad de
Gante, 2008-2009, 18.
15
Ruiz, Ramón Eduardo. La revolución mexicana y el movimiento obrero 1911-1923. Ciudad de México:
Ediciones Era, 1976.
por las élites dominantes chiapanecas). Una decisión determinó el destino de la región:
al finalizar la Revolución Mexicana, el poder triunfante firmó un pacto con los
terratenientes chiapanecos: gobernar a cambio de respeto a los privilegios de estos
segundos. Significa concretamente que los derechos de estos terratenientes poderosos
no se verían afectados directamente. Así, las reformas implementadas por los gobiernos
posrevolucionarios tuvieron un impacto mucho menor en Chiapas. Durante las décadas
venideras, esto repercutió en el bajo desarrollo económico de esta parte del país. Esto
trae consigo dos consecuencias negativas. Por una parte, las élites locales se volvieron
simples latifundistas, cuyas pequeñas fortunas no podían compararse con las de los
industriales en el norte progresivo del país. Por otra parte, Chiapas siguió siendo zona
de exclusión de los avances en materia de respeto a grupos étnicos que en el resto del
país se fueron logrando a lo largo del siglo XX. Y será esta pobreza acumulada de las
minorías indígenas el germen que alimentó al levantamiento armado del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional más tarde. En el apartado siguiente nos concentramos
específicamente en el lugar de Balún Canán, espacio central en la novela que
estudiamos.
3.1 Balún Canán
Estado de Chiapas (mapa sacado de http://nl.wikipedia.org/wiki/Chiapas)
Situamos el lugar de Balún Canán, título de la novela de Castellanos y sitio simbólico
para la escritora mexicana y su pueblo chiapaneco, en el extremo sur de México
colindando con Guatemala, con Oaxaca, con el Océano Pacífico, con Veracruz, con
Tabasco. Comitán de Domínguez es uno de los municipios importantes del Estado de
Chiapas. El pueblo español de Comitán fue fundado a mediados del siglo XVI por
frailes dominicos16. A principios del siglo XIX, adoptan el sistema de gobierno imperial
de México y se declara libre e independiente a la ciudad de Comitán. En este período se
firmó el Acta de Independencia de Chiapas.
El título de la novela se explica biográficamente. Originalmente se llamó Balún Canán,
que significa ―Lugar de las nueve estrellas‖ en idioma maya, a este lugar específico.
Rosario Castellanos ha adoptado este nombre indígena porque quiere restituir
simbólicamente las tierras y el patrimonio a la población indígena. Ella tiene la
intención de hacer vencer la justicia, tiene cierto sentimiento de culpabilidad porque
colonizando América Latina, sus antepasados les han robado en cierta medida su cultura
india. Balún Canán como título de la obra refiere al hecho de que Castellanos, originaria
de la región de Comitán, desciende biológica y genéticamente de una familia de ladinos,
nombre común de los descendientes de españoles, aunque mentalmente está más
relacionada con los indígenas. La tierra se relaciona históricamente a la populación
india y con este título la autora parece reconocer la injusticia devolviéndoles
simbólicamente el lugar y sus derechos, a quienes fueron los primeros habitantes. Por
describir muy concretamente el espacio y las mudanzas de lugar en la novela la autora
intenta hacer más real lo que pasa para que sea más fácil imaginar y captar el sentido de
denuncia para su público de lectores. En cuanto a la relación entre historia y ficción,
después de haber entrado en la materia de la referencia espacial como denuncia, vamos
a pasar a la teoría de la reescritura en Balún Canán que es otro instrumento para
denunciar la injusticia que reina en la sociedad multicultural chiapaneca.
4. Reescritura de los mitos ficcionales y de la historia
4.1 Popol Vuh
16
Para más informaciones sobre los frailes dominicos en Chiapas: Ciudad Suárez, María Milagros, Los
dominicos, un grupo de poder en Chiapas y Guatemala, siglos XVI y XVII. Sevilla: Escuela de estudios hispanoamericanos, 1996.
A propósito del papel del Popol Vuh en Balún Canán Aranzázu Borrachero Mendíbil
señala en su estudio Mito, autobiografía e historia: notas para una relectura de Balún
Canán17:
Laura Lee Crumley de Pérez (1984) ha resaltado los paralelismos existentes en Balún
Canán entre el relato lineal correspondiente al tiempo histórico occidental (historia) y
el discurso mítico maya (ficción). La recurrencia de ambos en la novela arroja luz
sobre los acontecimientos históricos relatados: mito e historia se convierten en
realidades dialécticas que se iluminan mutuamente.
Lo que ha querido obtener Borrachero es escribir una tesis complementaria a la de
Crumley de Pérez sobre el empleo y la función de la mitología en Balún Canán. Según
Borrachero, la novela de Castellanos puede interpretarse como una reescritura de las
tres primeras partes del Popol Vuh, las partes que anteceden a la creación del hombre de
maíz. El Popol Vuh es uno de las fuentes más importantes de la cultura maya. En este
libro los mayas han descrito su historia de creación, sus sagas y sus acciones. Nos trae al
pensamiento indio, un mundo que fascina, lejano y a la vez cerca. El Popol Vuh era
considerado como libro sagrado de los indios mayas. E incluso hoy, para quienes se
sienten atraídos por este mundo, la obra sagrada es una fuente de informaciones valiosa
sin par.
El Popol Vuh contiene tres mitos de creación, cuenta tres catástrofes mundiales y los
actos de gemelos divinos, quienes liberan al mundo de sus demonios. Después de haber
muerto sacrificados se convierten los jóvenes en sol y luna y con eso comienza la
historia de la humanidad.
Ya en la primera página, en la primera conversación estamos expuestos a una realidad
fuerte de la obra de Rosario que se ancla en tradiciones indígenas. Además se trata de
un motivo universal, muy presente en todas las culturas de la tierra, como la cultura
maya, que es la visión sobre la muerte. Balún Canán se inspira en el Popol Vuh,
abriéndose con una cita del libro sagrado maya que hace referencia directa a la creación:
17
Borrachero Mendíbil, Aránzazu. Mito, autobiografía e historia: notas para una relectura de Balún Canán, Universidad
de San Francisco. http://www.lehman.edu/ciberletras/v11/borrachero.html
Musitaremos el origen. Musitaremos solamente la historia, el relato. Nosotros no
hacemos más que regresar; hemos cumplido nuestra tarea; nuestros días están
acabados. Pensad en nosotros, no nos borréis de vuestra memoria, no nos olvidéis.18
Esta cita nos lleva a continuar con la teoría del epígrafe o el paratexto. El epígrafe se
define como un procedimiento intertextual presente formalmente en la parte superior al
texto. Observamos que Rosario Castellanos recurre sistemáticamente a este medio de la
intertextualidad. Nos parece que Rosario lo hace para introducir su lector en el ‗clima‘
de la narración, creando así ciertas expectativas en el lector. Gérard Genette fue uno de
los primeros críticos en ocuparse de la materia del paratexto, su naturaleza y sus
funciones en la obra literaria. Su definición del paratexto, que se cita a continuación, ha
sido ampliamente retomada por otros críticos que se han ocupado de este elemento
posteriormente:
L'œuvre littéraire consiste en un texte, mais ce texte se présente rarement à l'état nu,
sans le renfort et l'accompagnement d'un certain nombre de productions, elles-mêmes
verbales ou non, comme un nom d'auteur, un titre, une préface, des illustrations, dont
on ne sait pas toujours si l'on doit considérer qu'elles lui appartiennent, mais qui en
tout cas l'entourent et le prolongent, précisément pour le présenter, au sens habituel de
ce verbe, mais aussi en son sens le plus fort: pour le rendre présent, pour assurer sa
présence au monde, sa "réception" et sa consommation, sous la forme, aujourd'hui du
moins, d'un livre.19
Genette nos dice que un texto casi nunca se presenta completamente desnudo, sino que
se refuerza por otras producciones como ilustraciones, título, prefacio, nombre del
autor,…Estos datos que rodean el texto sirven para facilitar la recepción por el lector.
Genette utiliza el término paratexto para denominar estos datos, que se encuentran fuera
o extra del texto, porque apoyan la existencia real del texto del que se trata en realidad.
Podríamos relacionar esta teoría a Balún Canán porque la novela está llena de
elementos que favorecen la comunicación mental con el lector, por ejemplo, referencias
al mundo maya, epígrafes en las tres partes, un vocabulario de inspiración maya,…
Seguimos con algo que tiene también sus raíces en el mundo indígena, la cosmovisión y
la reflexión sobre la condición humana. La primera figura que encarna este aspecto en la
18
19
Castellanos, Rosario. Balún Canán. Madrid: Cátedra. Edición de Dora Sales, 2004, 133.
Genette, Gérard. Palimpsestes, Paris, Editions du seuil. 1981, 7.
novela es sin ninguna duda la nana, mujer indígena, quien abre el texto narrando una
historia significativa a la chica ladina.
Borrachero también menciona el hecho de que la novela de Rosario Castellanos se
enlaza con la voz de la nana, ocupada en narrar también una historia con resonancias
míticas:
...Y entonces, coléricos, nos desposeyeron, nos arrebataron lo que habíamos atesorado:
la palabra, que es el arca de la memoria. Desde aquellos días arden y se consumen con
el leño en la hoguera. Sube humo en el viento y se deshace. Queda la ceniza sin rostro.
Para que puedas venir tú y el que es menor que tú y les baste un soplo, solamente un
soplo ...20
Se habla de la concepción de la vida del hombre; durante su vida humana tiene que
cumplir una tarea. Cuando ésta se ha realizado muere el cuerpo y seguimos
sobreviviendo mentalmente en la memoria de los vivos.
Dos partes esenciales en la cita, también elaboradas por Borrachero, ganan nuestra
atención. Es la referencia a la pérdida de la palabra y la mención de un interlocutor
doble ("tú y el que es menor que tú"), con poderes especiales, tal vez mágicos.
Borrachero pone a propósito de la pérdida de la palabra lo siguiente:
La ausencia de la palabra, se encuentra en el origen de Balún Canán, pues es el
referente que abre la historia narrada. De lo expresado por la nana, podemos inferir
que se está refiriendo a la supresión violenta de la cultura, de la lengua y de la
cosmovisión indígenas que llevaron a cabo los colonizadores españoles. La carencia
de palabra la sufren también los seres humanos al principio del relato del Popol Vuh, y
es la principal preocupación de los dioses.7
Borrachero ve un paralelismo entre la ausencia de la palabra en Balún Canán de la
comunidad indígena, cuya cultura ha sido suprimida casi totalmente y los hombres en el
Popol Vuh. Los indígenas no tienen voz en México y tampoco la tienen los personajes
en el mito de la creación maya. La ausencia de voz en Balún Canán está personificada
en gran medida por el personaje de la nana, quien no tiene derecho de participar en las
conversaciones de importancia en la familia. Las cosas que dice las pronuncia en
20
7
Castellanos, Rosario, Op. cit., 133.
Borrachero Mendíbil, Aránzazu. Op. cit.
secreto, en voz baja casi, para que sólo la niña pueda oírlas. Esto es un ejemplo muy
fuerte de intertextualidad, porque es la escena inicial de la novela que ya
inmediatamente trae tanto sentido para la continuación del texto narrativo.
Otro momento de intertextualidad, indicado por Borrachero, se observa en la
incomprensión entre el maestro Ernesto, hispanohablante, y los indios que hablan
tzeltal. La escena remite al Popol Vuh, ya que los dioses oyen chillar a los animales. Es
una ilustración de la diferencia entre los dos universos culturales, los cuales resultan
difíciles aproximar el uno al otro a causa de una profunda incomprensión recíproca:
En el Popol Vuh vemos cierto extrañamiento ante lo que no se reconoce como propio,
ante lo otro y ajeno. Esta etapa primitiva de incomunicación entre los dioses y su
creación se corresponde en Balún Canán con la incomunicación entre el mundo
indígena y el de los que sustentan el poder. Balún Canán se ocupará del valor de la
palabra, oral y escrita, para la comunicación entre los mundos enfrentados. En esta
propuesta, la niña, sin nombre y sin palabra propia, juega un papel central.8
Nos parece que hace falta explicar un poco más la última frase de Borrachero sobre el
papel de la niña, sin nombre y sin palabra propia. Es verdad que hasta el final la niña
permanece anónima, como para sugerir que se trata de un objeto sin valor. ¿Qué
significa en este contexto la fuerza de la palabra? Parece ser un elemento contradictorio,
pero significa que aún en la misma comunidad ladina viven grupos que no tienen
derecho a la palabra, que parecen ser invisibles. El hecho de que la niña no tiene nombre
propio demuestra el sentimiento de soledad, aunque convive con muchos familiares.
Contrariamente a su querido hermano varón, la niña no tiene valor alguno para
prolongar el apellido de la familia.
Con la mención de la diferencia de tratamiento entre niño y niña llegamos a otro aspecto
de intertextualidad, estudiado por Borrachero que es el paralelismo entre los héroes
gemelos del Popol Vuh y los dos hermanos de Balún Canán.
Otro indicio de intertextualidad es la presencia de una figura que sirve de enlace entre
los dos mundos enfrentados. Según Borrachero en el Popol Vuh esta función es ocupada
por Ixquic. Es cierto que la nana aparece como personaje puente introducido por
Rosario Castellanos en la novela. Desde el inicio, la nana mantiene una conversación
8
Ibid.
interesante con la niña ladina. En toda la novela, la nana es la única persona con quien
la niña establece una relación afectiva. En este primer momento se nos presentan las dos
culturas en cuestión entrelazándose en una discusión entre dos mujeres de la cultura
opuesta. Borrachero se expresa sobre la función de la nana como sigue:
La nana es el lazo donde se conectan el universo de los opresores, por trabajar para la
familia de la niña, y el de los oprimidos, por ser ella india. La nana inicia a la niña de
siete años en los ritos de la creación maya a partir de las fuerzas del mundo mágico de
los oprimidos.9
Un aspecto indispensable en la teoría de Borrachero sobre la intertextualidad es que,
así considerados, los acontecimientos históricos que terminan por enfrentar a los
indios de Chactajal con la familia Argüello y que acaban con la destrucción de la
hacienda son el preludio de un orden superior. Son síntomas de regeneración, de
recuperación de la palabra.10
Borrachero indica que en el Popol Vuh se identifica un proceso de desacralización que
en Balún Canán se corresponde con dos hechos: la quema de la hacienda y la toma de
conciencia de la niña respecto de la actitud de su propio padre:
Yo salgo, triste por lo que acabo de saber. Mi padre despide a los indios con un
ademán y se queda recostado en la hamaca, leyendo. Ahora lo miro por primera vez.
Es el que manda, el que posee. Y no puedo soportar su rostro y corro a refugiarme en
la cocina. 11
De las palabras anteriores podemos deducir que en la niña ha surgido un sentimiento de
aversión hacia su padre porque en ningún aspecto está de acuerdo con su
comportamiento hacia los indios en la hacienda. Esto contribuye al hecho de que ella se
distancia psicológicamente de su familia; paso a paso se aproxima más del grupo de
indígenas, porque comparte sus emociones humanas y pensamientos con ellos, que no
puede compartir con su familia poderosa.
9
Ibid.
Ibid.
11
Castellanos, Rosario. Op. cit., 141.
10
El conflicto entre dos sistemas culturales que chocan se ve en la novela muy claramente
en el ámbito religioso, según Borrachero.
En Balún Canán, dos episodios marcan un enfrentamiento de dos conceptos religiosos.
En ellos participan, también, los dos hermanos de la novela. El primero es la
preparación para la comunión cristiana, durante la cual la niña y Mario toman
conciencia de la existencia de un infierno. Esta sabiduría nueva les hace darse cuenta de
la necesidad de fortalecer los vínculos que los unen:
Mario y yo habíamos vivido siempre distraídos, mirando para otro lado, sin darnos
cuenta cabal uno del otro. Pero ahora adquirimos, repentinamente, la conciencia de
nuestra compañía. Con una lentitud casi imperceptible fuimos arrimando nuestras
sillas de tal modo que, cuando Amalia nos participó que en el infierno bailaban los
demonios bajo la dirección de Lucifer, pudimos cogernos, sin dificultad, de la mano...
Cuando ya la sombra había ido apoderándose de los ladrillos del corredor, uno por
uno, y nosotros quedábamos reducidos a su dominio. 12
El segundo episodio relata el momento en que la existencia de Catashaná, el diablo, en
la historia contada por una de las cargadoras indias, provoca la asfixia de un niño
durante el acto de la comunión. La fuerte reacción emocional de los niños, originado por
la leyenda desencadena los acontecimientos trágicos que cierran la novela.
Para evitar el castigo de Catashaná, la niña roba la llave del oratorio donde se tenía que
llevar a cabo la comunión. Como su nana, enfrenta la ley. Pero entonces Mario enferma
y en su delirio expresa el terror que le produce el robo de la llave. Su hermana no está
dispuesta a entregarla, pues ha escuchado las predicciones de la nana sobre la muerte de
uno de los hijos de la familia Argüello y, presencia también la reacción de su madre: ―Si
Dios quiere cebarse en mis hijos... ¡Pero no en el varón! No en el varón!‖ (341).
Consciente del puesto prescindible del hijo dentro de la familia, la protagonista niña
teme por su vida. El fundamento del acontecimiento trágico es una angustia mortal de la
niña. Reflexionando sobre esto, podemos constatar que no es por casualidad que muera
el varón en la novela. Con este desenlace, Rosario intenta en nuestra opinión, subrayar
que la fuerza femenina ha vencido a lo masculino. A pesar del deseo de sus padres es la
niña la que sobrevive a su hermano. Con esto Rosario Castellanos demuestra que hay
12
Ibid., 344.
otro camino, la opción de la resistencia al poder establecido. Las reglas tradicionales se
han suprimido y la naturaleza no ha seguido la orden del poder. La regla oficial dice que
se debe preferir al varón para la continuación del nombre, pero la naturaleza ha
mostrado que ella no hace distinción entre seres humanos. Por consiguiente, los
hombres tampoco deben cultivar una relación de subordinación entre grupos o géneros.
Ya hemos dicho que en Balún Canán, se sugiere que la muerte de Mario ha sido
inducida por el robo que la hermana realizó de la llave. La acción de la niña resulta de la
preferencia de su familia por el hijo varón, de la cultura de sacrificio y miedo.
Borrachero ve que se establece, pues, como en el Popol Vuh, un conflicto provocado
por varios mundos enfrentados: el de los indios y el de los blancos, el de los hombres y
el de las mujeres, el de los niños y el de los adultos.
4.2 Otras influencias míticas indígenas
Además del Popol Vuh, que consideramos como el escrito con mayor impacto en Balún
Canán, encontramos paratextos que refuerzan la resonancia de los documentos
indígenas. También las otras partes son introducidas por un paratexto, por ejemplo, el
epígrafe de Chilam Balam de Chumayel de la segunda parte y el de los Anales de los
Xahil que introduce la tercera parte. Dora Sales señala en su edición de Balún Canán
que el Chilam Balam fue escrito originalmente en maya yucateca y los Anales de los
Xahil en maya cakchiquel. Citamos respectivamente los epígrafes del Chilam Balam y
de los Anales de los Xahil:
Toda luna, todo año, todo día, todo viento camina y pasa también. También toda
sangre llega al lugar de su inquietud, como llega a su poder y a su trono.13
Y muy pronto comenzaron para ellos los presagios. Un animal llamado Guarda
Barranca se quejó en la puerta de Lugar de la Abundancia, cuando salimos de Lugar
de la Abundancia. ¡Moriréis! ¡Os perderéis! Yo soy vuestro augur.14
Tenemos que estar conscientes de que los documentos escritos no son los únicos
elementos en que basamos nuestra teoría de la intertextualidad. Lo que sobresale en
gran medida y en forma muy concreta en el texto, es el rico vocabulario de la lengua
13
14
Ibid., 193.
Ibid., 313.
maya aplicada por la autora. Normalmente se recurre al vocabulario indígena en
contextos ligados directamente a la vida diaria. A veces las palabras ya tienen una
tradición de siglos enteros hasta que se integran en el léxico español. Son los llamados
americanismos que se definen como palabras procedientes de una lengua de América
que se han enterado en español. En el contexto de Balún Canán se llama a estas
palabras mexicanismos o incluso chiapanequismos porque su empleo se concentra en
una región limitada. En la mayoría de los casos se trata de palabras que pertenecen al
registro de la lengua hablada: vegetación, lugares, utensilios, comida,... Entre estas
palabras de origen indígena contamos por ejemplo pichulej (136), tamales (137),
guajolotes (141), maromas (143), dzulúm (145), papalotes (147), tejamanil (152),
zapote (154), jacales (195), kerem (197), achigual (235), amole (255), chacgaj (274),
guanábana (293), tzite (319), jocotes (332), durazno (347),... La escena que citamos a
continuación demuestra que estas palabras se utilizan en escenas de la vida cotidiana,
como el día de la feria anual de San Caralampio. La niña y su nana se dan un paseo en
el mercado donde confluye mucha gente, interesada por los productos y los platos
locales:
Huele a perfume barato, a ropa recién planchada, a aguardiente añejo. Hierve el mole
en unas enormes cazuelas de barro y el ponche con canela se mantiene borbollando
sobre el fuego.15
Como conclusión a esta parte, notamos que los estratos temáticos y los juegos literarios
de intertextualidad en Balún Canán son construidos en una red hecha, por un lado, de
tradición por el conocimiento de elementos ya existentes, y, por otro, de innovación con
la remodelación y reescritura de estos elementos en un nuevo contexto literario.
Tomando en consideración todas las influencias que intervienen en el relato se justifica
la teoría de la reescritura en Balún Canán. A través de esa técnica literaria nos llegan
paso a paso los escritos sagrados mayas y cristianos con el propósito de dar voz a
determinadas colectividades, escondidas anteriormente en el espíritu interior de la
población mexicana. Es cierto que estas colectividades culturales dan lugar a la
conservación y la vitalidad de conceptos estereotipados en la tradición mexicana, tema
al que dedicaremos nuestro próximo apartado.
4.3 Estereotipos mexicanos
15
Ibid., 162.
Las colectividades de las que se habla en el apartado anterior caben entonces en esta
parte de los estereotipos mexicanos en la medida que se establece una relación entre la
literatura y la identidad nacional. La parte sobre los estereotipos de México se basa en la
tesina bachelor30 sobre Sara Sefchovich de 2008. La manera de considerar a la narrativa
en función de la concientización de ‗ser una mexicana‘ resulta en la invención en la
literatura de un nuevo concepto que se podría llamar ‗mexicanidad‘, a principios del
siglo XX. Esta palabra poderosa sintetiza toda una red de elementos típicos que se
combinan y se entrelazan entre sí hasta incluir por completo el espíritu mexicano,
también cargado de estereotipos.
No siempre se ha reconocido la enorme producción y distribución de materia literaria
femenina, ante todo ficcional, como la conocemos hoy en día. Esta literatura recibe
frecuentemente la etiqueta peyorativa de ‗literatura popular‘. La sistemática
desvalorización de las obras de mujeres escritoras cabe en el programa de la crítica que
rechaza en voz alta a esta literatura, llamada literatura del tercer mundo. Además, la
literatura continúa siendo desvalorizada y excluida del alto nivel de los discursos
nacionales. Por eso, las mujeres escritoras parecen haber aportado poco al paisaje
literario. Este ángulo pesimista, pero real, nos hace entender que los pilares prominentes
del establecimiento mexicano aún renuncian a la plusvalía de articulaciones culturales
populares, consideradas hasta hoy como la periferia mexicana. Significa que los
escritores reconocidos y estimados todavía no consideran esta producción literaria como
literatura, desvalorizándola hasta designarla como una simple expresión del pueblo. La
literatura popular está considerada como una categoría a parte, de menor importancia y
poco prestigiosa. En consecuencia, en la sociedad mexicana estas escritoras son
ejemplos de escritoras periféricas.
Nos parece que gracias a la aplicación de varios referentes culturales, el ladino y el
indio, consigue llevar la diversidad en la novela a un nivel más alto, él de la identidad
de la nación mexicana. Vemos en la novela las diferentes caras de la sociedad mexicana,
los diferentes universos de los grupos sociales. Es el sentimiento nacional en que
30
Coudeville, Delphine. Demasiado amor de Sara Sefchovich, Diario íntimo y género epistolar. Tarea Bachelor,
Universidad de Gante, 2008.
Rosario Castellanos llama la atención del público de lectores y críticos. Carlos
Monsiváis describe el papel de la polifonía de la manera siguiente:
Con las guerras de independencia, aparecen o se promueven las nuevas identidades de
países formalmente independientes […] y urge colmarlas de referencias y significados.
A los escritores se les encomienda el aprovisionamiento de símbolos, leyendas, mitos,
realidades históricas, descripciones de costumbres, en suma, los contenidos que
aseguren la fluidez del propósito civilizador.16
Para poder ‗nacer‘ y incluso ‗seguir existiendo‘ la identidad de una nación debe ser
rellenada de referencias y significados específicos. Monsiváis propone que los escritores
tienen que encargarse de dar forma a la identidad sirviéndose de diferentes referentes o
voces culturales como símbolos, leyendas, mitos de la creación, cuentos, realidades
históricas,...
Conforme a la tradición cultural e histórica, a través de los siglos fomentados por ciertas
ideas básicas fijas se crean gradualmente un conjunto de estereotipos en la mentalidad
común y en el patrimonio psicológico de determinado grupo, por ejemplo la comunidad
indígena, que suele considerarse como muy marcada por su heterogeneidad social y
espacial por ocupar un espacio vasto. Y así es el caso en México y en la novela Balún
Canán de Rosario Castellanos.
Es importante indicar que cada sociedad está marcada hasta cierto grado por
estereotipos y que por consiguiente no es un fenómeno exclusivamente mexicano. El
término estereotipo presentado por el diccionario explicativo electrónico de la Real
Academia Española se define como ―imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo
o sociedad con carácter inmutable‖. Esta definición implica que se trata de una idea
generalizada e interiorizada por todos los miembros de un grupo social que no puede ser
sustituida fácilmente por otra idea visto su carácter inquebrantable y firme.
Por lo que toca al país de nuestro interés, México, veremos que el tipo de sociedad, el
sistema político y la importancia económica responden a las condiciones requeridas
16
Monsiváis, Carlos, ―Lo popular en las repúblicas confundidas‖, Del rancho al internet, Biblioteca del
ISSSTE, col. ¿Ya LeISSSTE?, México, 1999, 9.
para mantener vivos estos estereotipos, aliados inextricablemente a la imagen de
México. Como una sociedad tiene distintas caras formales, es lógico que notemos una
pluralidad de ideas estereotipadas. No es posible encerrar los componentes de los que se
compone la sociedad en un sólo estereotipo, porque cada dato da lugar a una idea que se
relaciona de cierta forma con otra de modo que la sociedad se construye y se caracteriza
por su constitución típicamente mexicana.
Es más claro que el agua que la escritora adopta los estereotipos del fondo social y los
integra directa o indirectamente en la novela. Identificamos las siguientes ideas
preconcebidas en la novela, basadas en el universo en que vivía la autora. Los
estereotipos que describimos a continuación son imágenes generales pertenecientes a la
cultura mexicana del siglo XX y ya han sido profundizados en la tesina bachelor. En
este apartado su teoría ha sido adaptada a la temática contextual de Rosario Castellanos
y Balún Canán.
4.3.1 Machismo en la sociedad falocrática mexicana
Las sociedades latinoamericanas siempre han preferido el hombre en el centro del
poder, sea al plano del estado sea al nivel de la familia. En la vida privada, el hombre
reina sobre su esposa, sus hijas y hermanas. La desvalorización de lo femenino proviene
de la creencia que la mujer es un ser físicamente débil, y mentalmente incapaz a la
creación artística o a la reflexión intelectual y filosófica, lo que favorece la fuerte
bipolarización terminológica en cuanto a la relación hombre/mujer:
dominación/subordinación. Esta bipolarización es muy clara cuando tomamos en cuenta
la relación entre los hermanos de la novela, Mario versus su hermana, la narradora niña.
Es posible que en muchas áreas se considere a las mujeres como a iguales, pero es
verdad que los hombres siguen siendo más iguales. Por supuesto, hoy en día, el
machismo es mucho más evidente en la intimidad del hogar que en el lugar de trabajo o
en público.
Cabe mencionar aquí las palabras de Willy O. Muñoz en su introducción a El personaje
femenino a propósito del personaje femenino Emelina en Los convidados de agosto, otra
novela de Rosario Castellanos:
Rosario Castellanos, en Los convidados de agosto, presenta el tema de la soltería de la
mujer como un estado social desvalorizado en una sociedad que considera el papel de
esposa y madre como las únicas alternativas existenciales de la mujer. Emelina no
tiene la libertad para disponer de su propio cuerpo, ni para elegir su propio destino.
Los personajes masculinos, sin embargo, siguiendo los dictámenes del machismo,
satisfacen sus urgencias sexuales con las mujeres de las clases sociales más bajas.
Emelina resuelve no esperar pasivamente, sino que busca la oportunidad para que un
hombre la despose. Como sus acciones van en contra del consenso patriarcal que rige
en su sociedad, este personaje sufre el rechazo de toda su comunidad. 31
Podemos evidentemente identificar también este tema de soltería en Balún Canán,
donde la niña, e incluso su madre Zoraida, vive bajo el control de los hombres en su
vida que son principalmente el padre y el hermano. La soltería de la niña es total y no se
puede cambiar su condición de mujer porque está relacionada a una tradición cultural.
El consenso patriarcal rige la sociedad y cualquier personaje femenino que va en contra
de estas reglas preestablecidas sufre el rechazo de toda su comunidad, lo que conlleva
una experiencia trágica.
Como conclusión a la introducción de Los convidados de agosto, refiriendo al conjunto
de textos que ha analizado, dice Muñoz:
La expresión de las injusticias cometidas contra las mujeres en los textos que
analizamos, no es exclusiva de la literatura hispanoamericana, sino que se encadenan
con la ficción de escritoras de otros tiempos y de otras latitudes. Estos puntos de
contacto no constituyen el simple consenso de prácticas literarias, sino que son índices
de la universalidad de la opresión de la mujer. La reiteración de la victimización del
referente mujer convalida la historicidad de la literatura, sistema que relaciona el texto
literario con la textura social. Las mismas escritoras corroboran este punto cuando
declaran que sus escritos contienen un alto nivel autobiográfico, que sus discursos son
mecanismos de búsqueda personal, instrumentos de autoconocimiento. 32
Con estas palabras finales remite al carácter universal de la opresión de la mujer, que
encontramos en la obra de la mexicana Rosario Castellanos. El fenómeno no se reduce
31
Muñoz, Willy O., El personaje femenino en la narrativa de escritoras hispanoamericanas, Ed. Pliegos,
Madrid, 1992, 22.
32
Ibid., 26.
en absoluto a México. La mujer como víctima constituye un lazo entre la literatura y la
sociedad en que viven las autoras. De esta manera se puede denominar esta literatura de
autobiográfica. Sus textos literarios pueden contribuir a conocer a sí mismas a través de
una búsqueda individual.
María Ángeles Cantero Rosales hace en su obra el boom femenino hispanoamericano de
los años ochenta una distinción interesante entre dos términos relacionados a la
falocracia, machismo y marianismo, poniendo que son dos fenómenos producidos por el
poder androcéntrico, que han predominado en el contexto social y que penetran con
intensidad en el sistema de valores de la sociedad hispanoamericana. Define el
machismo como un ―fenómeno que se trata de realzar la fuerza física, la virilidad y la
superioridad intelectual del hombre‖. 33 Por otro lado, la definición elaborada que hace
Cantero Rosales del marianismo es
una construcción social referida a las actitudes de las mujeres se solidifica
culturalmente a través de estereotipos considerados femeninos, que son los que más
tarde modelan la identidad y conducta de las mujeres y hombres latinoamericanos una
vez incorporados al imaginario social. [...] El término se fue ampliando
semánticamente hasta ofrecer una imagen cultural y antropológica de la mujer
asociada a la tierra, a la fecundidad y a la reproducción, una imagen cuya posición,
además, es central para el funcionamiento de la sociedad tal y como se halla
configurada. De esta manera, las mujeres latinoamericanas son sometidas y obligadas
a asumir lo que de otra forma no habría sido deseado.
34
Esta definición del marianismo nos muestra que de algunos estereotipos surge una
construcción social que más tarde se modela en una determinada conducta aceptada en
el imaginario social. El marianismo es ligado a la configuración fija de la mujer como
figura de la reproducción, tal como la figura demoníaca y negativa de Eva en la religión
cristiana. De ahí la misoginia y el ideal de pasividad, abnegación y sacrificio. Es claro
que esta idea es visible en la literatura latinoamericana de los últimos siglos. En Balún
Canán se nos muestra la imagen de la mujer sumisa en la figura de la nana y la niña.
Estas dos protagonistas no tienen voz y están bajo el control de hombres en un entorno
de poder masculino y virilidad.
33
34
Cantero Rosales, Op.cit., 84-85.
Cantero Rosales, Op.cit., 84-85.
4.3.2 Belleza física
La única imagen aceptada de la mujer en la literatura es la imagen de la perfección. La
mujer debe aparecer como una especie de diosa, de una belleza desmesurada y de
formas ideales. De esta belleza constante y eterna nace la represión de emociones o
sentimientos extremas. La mujer debe mostrarse digna y las convenciones prescriben
que no puede dar voz a sus sentimientos más íntimos. No es común expresar y
pronunciar en voz alta lo que siente interiormente. Se impone el uso de una máscara
inexpresiva imaginaria que tiene la función esencial de esconder o tapar sus emociones
reales y humanas. Una mujer que expresa emociones extremas como entusiasmo,
tristeza o miedo podría ser víctima de sus sentimientos al exteriorizarlos. La mujer es un
ser débil e incapaz de defenderse contra las malas influencias. La niña en Balún Canán
no se expresa libremente en ningún momento en presencia de un hombre. Sus
verdaderos pensamientos quedan al interior de su mente sin salir. Nosotros, los lectores,
estamos expuestos a la vida interior rica del personaje femenino protagonista pero
tenemos que darnos cuenta de que sus familiares no dan un vistazo en este universo
personal profundo. Ninguna persona, con excepción de la nana, le da atención a la niña,
de manera que se pierde casi totalmente en la violencia de la vida adulta de sus padres.
4.3.3 Papel de la mujer
La mujer no tiene libertad de moverse públicamente ni libertad de pensamiento. Se
restringe su territorio al hogar y la casa. Se encargan tradicionalmente de los quehaceres
domésticos en un ambiente privado, solo y oculto. El gran papel de la mujer,
determinado por su constitución física, es engendrar y nutrir después del nacimiento de
los niños. La población femenina vive bajo el control de los hombres en todos los
aspectos de su vida y por consiguiente, los cargos públicos fuera de casa están
reservados exclusivamente al hombre. En la novela se ve muy en claro que es el padre
quien toma las decisiones finales respecto de los desplazamientos y los asuntos de la
finca o del destino de los indios. En cada pasaje queda claro que son los hombres
quienes tienen la palabra final en esta sociedad de dos culturas. La hija lo describe como
el que manda, el que posee
35
. Para ejemplificarlo, tomamos una conversación entre
Zoraida y César:
No importa lo que opines. Yo sé lo que debo hacer. Y deja ya de moverte que me
pones nervioso. Zoraida se detuvo, roja de humillación. César nunca se había
permitido hablarle así. Y menos delante de los extraños. Su orgullo quería protestar,
reivindicarse. Pero ya no se sentía segura de su poder delante de este hombre, y el
miedo a ponerse en ridículo la enmudeció. 36
César Argüello le ordena a su esposa callarse. Zoraida, miedosa de ponerse en ridículo,
pronto se da cuenta de la inutilidad de su protesta contra su marido, porque es siempre
él quien decide y habla. Se siente insegura en presencia de César porque él le da el
sentimiento de que ella no vale nada y que no sabe nada respecto de la gestión de la
finca. La función de la mujer se restringe al papel biológico de ser madre, creadora de
un hijo para la continuidad del apellido Argüello.
4.3.4 Tabúes sexuales
No podemos hablar de una conquista de la sexualidad sin tabúes en México, ya que el
estigma de prohibido y de pecaminoso que le atribuyen al sexo constituye la norma.
Según lo que mencionan los esposos McCary en su libro de Sexualidad Human37, es que
los países hispanohablantes suelen ser territorios de arraigadas tradiciones. Una de las
más profundas entre éstas, sobre la que se sustenta prácticamente toda la estructura
social es la familia nuclear. En esa construcción social la mujer es el sustento de la
estructura. Los McCary expresan que el problema más grande constituye la falta de
educación sexual la principal fuente de problemas y que al considerar a la pareja, la
carencia de una adecuada educación acerca de la sexualidad tiene consecuencias
importantes: los papeles sexuales rígidos y estereotipados conllevan a una desigualdad
entre los sexos, la cual establece relaciones de poder, que por lo general van en
detrimento de la mujer. Esta situación se deja entender claramente en la novela de
Rosario Castellanos, en la figura de la tía Matilde en particular. Ella establece una
35
Castellanos, Rosario. Op.cit., 141
Castellanos, Rosario. Op.cit., 140.
37
McCary James Leslie and Stephan P. McCary, Sexualidad Humana de McCary, 5a Ed. Revisada y
Actualizada por Juan Luis Alvarez-Gayón J. Et Al., México, El manual moderno, 1996.
36
relación amorosa con Ernesto a pesar de ser totalmente dependiente de él en lo que toca
a la vida afectiva. Ella no tiene la posibilidad de tomar decisiones respecto de su
relación con el hijo bastardo de los Argüello. También en lo sexual el personaje
femenino de Matilde está subordinada a su pareja. Al desarticular toda la estructura
rígida a través de la formación educativa sexual y de valores, se vuelve la situación más
nivelada. La desigualdad sexual desaparece para volver en una situación cooperativa.
Esto está empezando a cambiar por la transición de los roles en la mujer, ya que genera
una mayor igualdad en muchos aspectos de la vida. Los tabúes ejercen una forma de
mantener oculta esta desigualdad. La educación para favorecer el conocimiento de un
área poco explorada que es la sexualidad nos hace conscientes de grandes diferencias
culturales cuando comparamos esta mentalidad cerrada con la tradición oriental que
considera al sexo como un ritual místico y espiritual.
Como vemos en la novela, los tabúes sexuales podrían considerarse como válvulas de
presión ante la problemática sexual. Si analizamos el término tabú, se constituye como
una prohibición absoluta basada en la religión, las tradiciones, las costumbres sociales o
la superstición. En Balún Canán, Matilde y Ernesto no son casados y, por lo tanto, no
deben tener relaciones sexuales o tener un hijo juntos. De ahí la reacción fuerte de
sorpresa de los Argüello cuando muere Ernesto y Matilde les revela su verdad, a saber
su amor por Ernesto. Después de esta revelación, Matilde debe de estar contenta que no
la castigen o maten a ella. Según la teoría católica el sexo constituye un pecado si tiene
lugar fuera del matrimonio o si es practicado antes del mismo matrimonio. En realidad
suena algo paradójico, ya que la sexualidad se constituye de por sí una forma natural de
placer del ser humano y considerarla nada más para la procreación resulta muy
rígido. Los tabúes han sido constituidos como reguladores sociales, permeados por las
creencias, los valores y las tradiciones.
En nuestra novela Balún Canán se revela que la creencia popular está dominada por una
religión llena de superstición debido a la influencia de las tradiciones indígenas. La
india anunció que los brujos comerían a Mario. Con esta creencia en mente, sus
familiares recurren a remedias alternativas supersticiosas para intentar ahuyentar a los
malos espíritus. La enfermedad consecutiva de Mario desemboca también en actos
supersticiosos como la primera comunión.
El estudio de los estereotipos propios de la condición mexicana nos lleva a la necesidad
de pasar a un análisis de los discursos identificables en la novela. Insistiremos en el
feminismo, el indigenismo y la identidad en que se anclan estos estereotipos y los
discursos de que hablaremos también forman los contextos más pertinentes en la novela.
5. Los discursos de la diferencia
5.1 Discurso del feminismo
Nos parece esencial el interés de la materia del feminismo porque durante de la lectura
de obras de Rosario Castellanos, observamos una clara influencia de los pensamientos
de Mary Wollstonecraft y Simone de Beauvoir, pioneras del ideario feminista. Esta
parte sobre el feminismo se basa también en el texto de la tesina Bachelor sobre Sara
Sefchovich y su novela Demasiado amor. Cuando miramos de más cerca las cosas,
podemos constatar que se ha producido una evolución social. Es claramente visible
cómo fue modificándose la posición de la mujer con la época, ya que tres aspectos
pueden reflejar las etapas en las que vivía la sociedad. La primera es que, la mujer es
totalmente recatada y siempre callada. La sexualidad se reduce a un mal necesario con
el fin de reproducirse, como hemos visto en el apartado anterior de los estereotipos y los
tabúes sexuales. Se contrasta con la mujer ‗pecadora‘ a la que se le condena por la
sociedad como ‗prostituta‘. La segunda muestra a las mujeres como fuente de deseos y
como la mujer que empieza a abrir los ojos ante la sociedad religiosa, es decir, tiende a
rechazar sus prejuicios a la experiencia del erotismo. Y finalmente la tercera en donde la
mujer se muestra libre de tomar sus decisiones independientemente teniendo una
sexualidad de la que disfrutan con todo el cuerpo. La inspiración para esta parte
proviene del texto de J. Lira Espinosa Representaciones del desnudo erótico femenino
en la película mexicana Demasiado amor. Se trata de una tesis de licenciatura redactada
a la Universidad de las Américas Puebla en México: ―Siempre en el curso de la historia,
la estructura básica de la sociedad se somete a los rasgos que tienden a definir la época,
consecutivamente al reconocimiento y a la aceptación general de estos rasgos‖.38 En el
caso del Antiguo Régimen se define la sociedad como una jerarquía basada en la
38
Lira Espinosa, J. Representaciones del desnudo erótico femenino en la película mexicana Demasiado amor,
Tesis Licenciatura. Ciencias de la Comunicación. Departamento de Ciencias de la Comunicación, Escuela de
Ciencias Sociales, Universidad de las Américas Puebla. 2003.
desigualdad jurídica. Es decir, ciertos grupos gozaban de privilegios de los cuales no
gozaba la mayoría de la población. El estado se compone de valores y costumbres
antiguos que impiden intrínsecamente la institución de la democracia, o por lo menos
aplazan el proceso hacia un modelo democrático, basado fundamentalmente en la
igualdad entre los miembros de la sociedad, respecto de la clase social y respecto del
género. En el caso de las mujeres, las características habituales del antiguo régimen
seguían vigentes más en particular la orientación hacia lo doméstico, los quehaceres de
la casa, de la procreación y del cuidado de la descendencia, así como la subordinación
legal al hombre, padre para la mujer soltera, esposo para la mujer casada.
En conciencia de todas las discriminaciones sufridas durante siglos, se fundan grupos de
mujeres que exigen públicamente igualdad, respeto, estima y libertad. Al lado de la
aprobación oficial o judicial persiguen precisamente que estos valores se lleven a la
práctica, dando vida paso a paso al feminismo.
En los párrafos siguientes, explicamos más detalladamente las causas y los impulsos
que alimentaban el nuevo ambiente feminista y los papeles de la mujer. Sabemos que
históricamente las guerras sucesivas han jugado un papel muy importante dentro de la
conciencia feminista, ya que han sido precisamente las mujeres los pilares sobre los
cuales reposa todo el peso familiar mientras que los hombres se preparan a la batalla. En
tiempos de guerra los hombres quitan a su familia, así recae toda la responsabilidad con
la mujer-madre quien está considerada asegurar la supervivencia. A pesar de la
presencia esencial de mujeres en la agricultura, no se puede perder de vista la fragilidad
de su posición económica a causa de la productividad laboral restringida de mujeres.
Tanto como en el México de Balún Canán, en general, las mujeres no tienen acceso
fácil a recursos esenciales tales como tierra, formación, tecnología, crédito y
contribuciones. También han sido las mujeres obligadas a trabajar tras las guerras ante
la carencia de hombres y de ellas ha dependido la reproducción biológica para recuperar
las grandes pérdidas demográficas. Ante estos esfuerzos, se ha animado un movimiento
de género y de reconsideración de las capacidades de la mujer, llamado más tarde el
feminismo. Mencionamos tres publicaciones que contribuyeron en gran medida a la
extensión del ideario feminista :
A vindication of the rights of women Mary Wollstonecraft (1792)
Déclaration des droits de la femme et de la citoyenne Olympe de Gouges (1791)
Le deuxième sexe Simone de Beauvoir (1949)
Antes de la aparición de los primeros indicios feministas dominaba la idea de
subordinación como es formulada por Beauvoir:
La mujer se conoce y se elige, no tanto en cuanto ella existe para él, sino tal cual el
hombre la define. Por lo tanto, antes necesitamos describirla como los hombres la
sueñan, porque su ser-para-los-hombres es uno de los factores esenciales de su
condición concreta.39
Estos textos fueron escritos a la luz de la revolución francesa o inmediatamente después
de la Segunda guerra mundial. Son dos épocas diferentes, pero ambas son apogeos del
florecimiento de la (re)valorización del hombre. El individuo sale paso a paso de su
universo restringido (comunidad, pasado, opresión, guerra, alfabetismo,…), se muestra
al mundo y tiene el deseo de desarrollar sus talentos en el campo artístico, literario,
tecnológico, científico, político.
Cabe destacar que hay varios feminismos a pesar de la envergadura universal del
término feminismo. Me parece lógica la existencia de variantes vista la distancia
geográfica y la fuerte influencia de características nacionales. El fenómeno ideológico
está presente en distintas partes del mundo. Se da a conocer por primera vez en los
Estados Unidos. Las condiciones sociopolíticas y económicas americanas son
favorables al feminismo. Se establece la analogía entre los esclavos sin derechos y la
destinación de las mujeres en el Norte de América. El éxito de la religión protestante
conlleva la promoción de la lectura en general y de la interpretación personal de los
textos sagrados. En España, se nota un progreso en la enseñanza pero, a pesar de este
avance considerable, la mujer sigue manteniendo el título peyorativo del punto de vista
del feminismo ángel del hogar40, que demarca el mayor peso de la tradición en un país
occidental, católico y periférico como España.
En Europa destacan Francia e Italia por lo que toca a la atracción de nuevas corrientes
de ideas. Algunas mujeres pioneras francesas como Simone de Beauvoir, Nelly Roussel,
39
Beauvoir, Simone de. Le deuxième sexe. Paris: Gallimard, 1949, 177.
Cantero Rosales, María Ángeles. De ―perfecta casada‖ a ―ángel del hogar‖ o la construcción del arquetipo
femenino en el XIX. Revista electrónica de estudios filológicos 14, 2007.
40
Madeleine Pelletier y Coco Chanel tratan de predicar la multitud de ventajas de la
libertad sexual y el control de la natalidad en una nación regida por la iglesia católica.
Se podría plantear que en Italia el peso de la religión católica es aún mayor que en otros
países europeos. Sólo con el fin de la Segunda Guerra Mundial aparece un aire de
tolerancia y de apertura frente a la emancipación de la mujer.
Por último, llegamos al país de nuestro interés, México, donde en los años de la
Revolución se ponen en marcha algunos mecanismos en el terreno femenino. La mujer
toma parte en manifestaciones para el sufragio femenino (derecho al voto), instrumento
indispensable a la igualdad. Rosario Castellanos es un ejemplo perfecto de la nueva
mujer. Ella se va al extranjero para trabajar en la embajada con el objetivo de mejorar
las relaciones internacionales entre México y otros países y de consolidar la posición de
México en la política mundial. Rosario se siente totalmente libre y aprovecha esta
libertad para realizar sus ideales y sus sueños. Los años 60 se llaman a veces la época
hippie, caracterizada por el prosperar de esta libertad en todos sus aspectos. Va
evolucionando la concepción delo que es la sexualidad, que ya no se restringe a la
penetración, símbolo de la procreación. Otras formas de goce sexual ganan importancia
porque consolidan todas las experiencias óptimas del orgasmo femenino. La
intensificación de la idea de que son fuerzas femeninas en que se centra una sociedad
exitosa, se transpone evidentemente a la sexualidad. Nace ‗la mujer‘ y por primera vez
pasa por sensaciones físicas, experimenta sentimientos y descubre su propia razón.
En este contexto, Rosario Castellanos construye su trama, denunciando la situación
desigual que ve por todas partes en México. Familiarizándose con el ideario feminista,
ella describe una historia donde las relaciones entre hombres y mujeres todavía son
tradicionales para poner en claro lo que debe cambiar en los años 50. En este sentido, la
escritura de Balún Canán cabe en el proyecto feminista de la época.
Al lado del discurso del feminismo en Balún Canán existe también un fuerte discurso
del indígena que vamos a analizar a continuación.
5.2 Discurso del indigenismo o etnoficción
México es uno de los países latinoamericanos con mayor población indígena. El
indigenismo es un movimiento político e intelectual que pretendía ubicar los indígenas
en el contexto nacional. Este movimiento nace en un tiempo en el cual el sentimiento
nacionalista gana más atención y se trata de encontrar una solución pacífica para el
multiculturalismo. La recuperación del indígena pretendía ser un elemento constitutivo
de la realidad social nacional. No obstante, a pesar de las promesas de la Revolución,
que se inicia en 1910, la situación cambió poco, a efectos prácticos, para las
comunidades indígenas, que han sido y siguen siendo el grupo más pobre del territorio
nacional mexicano. Rosario Castellanos fue consciente de esta situación de
desequilibrio social, justamente por su experiencia concreta en la región de Chiapas.
Chiapas es una de las áreas con mayor población indígena. Castellanos enfoca los
conflictos sociales que han afligido a Chiapas desde la conquista hasta el presente. Trata
honesta y personalmente los temas de las clases sociales y la situación de la mujer
dentro de la familia y la sociedad mexicana, y denuncia con fuerza el racismo arraigado
en Chiapas. Pues, la etnicidad no sólo es una marca de diferencia cultural, sino que
también estructura y significa en el ámbito de las relaciones económicas y de poder,
sujetas a un desequilibrio palpable en el cual los indígenas se ven abocados a ocupar la
periferia.
En el ámbito literario latinoamericano, la presencia de las culturas indígenas ha
motivado diversas elaboraciones. Frente a la corriente indianista, marcada por una
aproximación romántica y exotizante con respecto a los indígenas, el indigenismo se
distingue por el propósito reivindicativo acerca de los derechos de la población y la
cultura indígena. El indigenismo es, pues, la categoría literaria que se utiliza para aludir
a los textos cuyo común denominador es la representación del mundo indígena con
propósito de denuncia de las condiciones marginales a las que éste es relegado. Gran
parte de la crítica coincide en apuntar que esta corriente literaria se inicia con la novela
Aves sin nido41 (1889) de la peruana Clorinda Matto de Turner, y que la culminación y
trascendencia de esta veta narrativa llega en el siglo XX de la mano del también
peruano José María Arguedas, con quien ya se habla de neoindigenismo.
Como indica Dora Sales cabe hacer una breve comparación de esas novelas pioneras y
además prototípicas de la vertiente literaria indigenista. La publicación de Aves sin nido
marca un momento clave en la historia de la escritura de compromiso social en América
Latina. Tanto como Castellanos, Clorinda Matto de Turner era desde temprano una
promotora activa del asunto de las mujeres peruanas y latinoamericanas. Puede ser
41
Sales, Dora. Aves sin nido de Clorinda Matto de Turner, Universidad Jaume 1, Castellón de la Plana. 2006.
comparada con escritores como Arguedas y Castellanos, quienes también eran
originarios de la clase media, blanca, hispanohablante. Tenían largos conocimientos de
la vida de los nativos subalternos y eran defensores convencidos de sus derechos y
dignidad. Como indica Dora Sales, uno de los elementos más destacados en el texto de
Matto de Turner es la presencia de detalles relacionados con la cultura artesanal, sobre
todo indígena, de Peru. En Subaltern voices in nineteenth-century Peru42 Christopher
Rollason de la Universidad de Metz en Francia concluye su revista de la edición crítica
por Dora Sales de Clorinda Matto de Turner, Aves sin nido, con:
The curse of subalternhood stile afflicts large numbers of inhabitants of the planet.
Aves sin nido, for all its didactic or even melodramatic aspects, is a work of literature
which depicts, with, ultimately, an implacable realism, both the necessity and the
difficulty of a human solidarity that can transcend class and gender barriers in the
cause of a better future, for all and without exception. It is a combat which is still very
from reaching its desired end.
El escritor José María Arguedas se especializó en estudios antropológicos y es también
el autor de Todas las sangres (1964) y El zorro de arriba y el zorro de abajo (1971).
Con Los ríos profundos43, escrito en 1958, un año antes de Balún Canán, el autor
concibe la historia en un país dividido, entre dos mundos, el mundo andino, de origen
quechua, y el mundo urbano, de raíces europeas. El personaje central es Ernesto, un
niño que debe seguir a su padre, un abogado que viaja mucho. Es así que el niño llega a
vivir entre dos culturas la andina y la occidental identificándose con la primera. Similar
a la condición de la niña en Balún Canán, por los continuos viajes de su padre, Ernesto
fue criado por los indios, así conoció su lengua, sus costumbres y sobre todo el cariño.
Al igual que la niña de Castellanos debe enfrentarse al mundo violento representado por
los adultos que le rodean, Ernesto también lleva la inocencia, es un niño que
lamentablemente ve la maldad que llevan los hombres, y a la vez debe enfrentarse a esa
maldad con su mirada de niño, tanto como lo debe hacer la niña en Balún Canán.
Es la experiencia de doble cultura que reúne inevitablemente a los dos autores, José
María Arguedas en Perú y Rosario Castellanos en México. El protagonista de Arguedas,
42
Rollason, Christopher. Revista Subaltern voices in nineteenth-century Peru (Aves sin nido) de Dora Sales
Salvador, Universidad de Metz.
43
González-Serna Sánchez, José María. Una lectura mágica de los Ríos Profundos de José María Arguedas,
Sincronía, Universidad de Guadalajara, Jalisco, México, 2002.
http://sincronia.cucsh.udg.mx/gonzalezserna.htm
Ernesto, es el medio ficticio que expresa la herencia doble del autor peruano. La
narradora niña en Balún Canán aparece como portavoz de la ambigüedad étnica y
cultural de Rosario Castellanos. Es decir, Castellanos se siente ligada con varias
realidades culturales y, por lo tanto, las trata todas en su obra literaria para destacar su
situación étnica especial.
5.3 Paralelismo entre los dos discursos (teoría de Gil Iriarte)
En la edición crítica de Balún Canán, Dora Sales se basa en la teoría de María Luisa Gil
Iriarte sobre la relación entre feminismo y etnoficción. Gil Iriarte revela la posibilidad
de distinguir en el tiempo las diferentes etapas de romanticismo, realismo y vanguardia
y las manifestaciones de, por un lado, el indianismo, indigenismo y neoindigenismo y,
por otro lado, la literatura femenina, feminista y de mujer. Así, ésta indica que se
combinan entre ellos y constituyen una determinada etapa en la evolución de este tipo
de literatura.
María Luisa Gil Iriarte44 centra su atención en un paralelismo entre el discurso del
indígena y de la mujer. Ella ha intentado relacionar este paralelismo a la obra de Rosario
Castellanos. Para ello se basa en dos obras: la tesis doctoral de Tomás Escajadillo
(1971) quien delinea una periodización tripartita para la literatura sobre el indígena y la
materia que examina Elaine Showalter (1977) sobre la condición sociocultural de las
mujeres. Gil Iriarte ha combinado desde una perspectiva relacional las conclusiones de
estos dos investigadores, distinguiendo entre tres etapas:
La primera etapa es la del romanticismo relativo al indianismo. Se despliega cierto tono
sentimental y exotista en torno al grupo de los indígenas. También se observa al
indígena como objeto estereotipado en la cultura oficial. En lo referente a la mujer, este
período correspondería a lo que denominamos literatura femenina, en la que la mujer
está representada como objeto, y en la que no se halla un análisis crítico de la situación
marginal de las mujeres.
La segunda etapa correspondería al período del realismo. La exotización previa da paso
al interés documental, el indigenismo con el inicio de discursos de protesta. En relación
44
Gil Iriarte, Testamento de Hecuba: mujeres e indígenas en la obra de Castellanos. Universidad Sevilla. 1999.
a la mujer la etapa sería paralela literatura feminista, en la que se inicia la protesta
contra modelos impuestos de la imagen de la mujer.
La tercera etapa corresponde a la llegada de la vanguardia, el discurso sobre el indígena
se plasma en el neoindigenismo, que busca convertir al indígena en sujeto. Deja de ser
meramente un objeto de estereotipos. El paralelo a esta situación en el ámbito de la
mujer es la literatura de mujer, en la cual los esfuerzos ya no se dirigen hacia la protesta
contra valores patriarcales, sino hacia el autodescubrimiento de la identidad de la mujer
como sujeto protagonista.
El resumen que da Gil Iriarte de su teoría innovadora incluye la superioridad normativa
del neoindigenismo y del discurso de la mujer, al tomar en consideración las constantes
de la mujer y del indígena en la historia y la cultura. Gil Iriarte destaca tres etapas en la
literatura mundial, en la literatura sobre el indígena y en la literatura sobre la situación
sociocultural de las mujeres. Y estas tres se relacionan entre sí, compartiendo el rasgo
del tiempo y del estilo. Los que coloca juntos Gil Iriarte aparecen en la misma época y
están en el mismo nivel de desarrollo gradual hacia el nivel más alto de las ideas que se
pueden alcanzar en este tipo de literatura: Romanticismo, indianismo y literatura
femenina; Realismo, indigenismo y literatura feminista; Vanguardia, neoindigenismo y
literatura de mujer. Es en este sentido que se suele hablar de un paralelismo entro el
discurso del indígena y el de la mujer en la literatura. Los discursos del indígena y de la
mujer no son los únicos que Castellanos ha puesto sobre el tapete. El tercer discurso que
vamos a comentar es el de la identidad, representativo de toda la literatura
hispanoamericana.
6. El discurso de la identidad
El tema de la identidad en la literatura hispanoamericana es otra constante, relacionada
intrínsecamente al discurso del indígena y al discurso de la condición social de la mujer.
Es por ello evidente que las preguntas ¿Quien soy?; ¿qué soy? son omnipresentes en el
teatro, los ensayos, la poesía y también en las novelas de Rosario Castellanos. Son
interrogantes sobre los que reflexionan los personajes protagonistas de sus novelas.
Primero, tenemos que darnos cuenta de la dualidad interpretativa del término identidad.
Existe por un lado la identidad personal del sujeto y por otro, la identidad nacional, que
trata más bien de una idea de colectividad.
El tema de la identidad cultural hispanoamericana, ampliamente estudiado, se ha
cifrado en la reafirmación del ‗ser americano‘, hecho prioritario si tenemos presente la
historia, la trayectoria de vejación, conquista y enajenación. Para el análisis de esta
identidad se ha partido de dos referentes: uno, la heterogeneidad endógena de los
países americanos; el otro, la adopción de modelos culturales fundamentalmente
europeos. Este último ha propiciado que el concepto de identidad haya sido teorizado
en los mismos términos que el pensamiento de la tradición europea – el racionalismo,
el logocentrismo – y, como tal, se halle impregnado del mismo totalitarismo
androcéntrico.45
En Hispanoamérica es la noción de ser americano que siempre ha sido la idea
dominante en lo que toca a la identidad hispanoamericana. Es exactamente este ser
americano que siempre ha sido la principal preocupación de los nativos de la tierra
americana y a partir de la independencia fue también el eslogan y el origen del
movimiento de independencia. Dos aspectos contribuyen al nacimiento de la mentalidad
americana: la heterogeneidad endógena de los países americanos y la asimilación de
modelos europeos. Por consiguiente, se puede detectar el ser americano en la literatura
de estos países, y en particular en la psicología de las protagonistas femeninas.
Se trata de analizar en lo literario el ‗ser americano‘ de los personajes femeninos a
partir del imaginario colectivo que precede y modela la representación; este
imaginario responde a modos peculiares de percibir y simbolizar el mundo. La
literatura, por tanto, estará conformada por este conjunto imaginario de espacios,
símbolos, motivos, valores, deseos y rechazos que, al traspasar la frontera del texto
artístico, se transforman en una estructura de modelización secundaria.46
En Balún Canán, la cuestión de la identidad se pone en la personalidad de la narradora
niña. Ella se siente ligada a la tierra americana porque se siente ligada a los indígenas,
propietarios legítimos de esta tierra fructífera. Por nacimiento, no es una americana,
45
46
Cantero Rosales, Op. cit., 26.
Ibid., 26.
sino una ladina, aunque no quiere pertenecer al grupo de los ladinos. Tiene la doble
identidad y este desdoblamiento de identidad en la novela puede ser considerado como
la interpretación del ‗ser americano‘ de la autora, como ella misma resiente su propia
identidad. En realidad, la niña no pertenece a ninguna comunidad y, por lo tanto, su
identidad es una cuestión compleja, constituida por varios elementos.
Un abanico de factores específicos ha acelerado la construcción de cierta identidad en la
literatura hispanoamericana. Según Cantero Rosales son sobre todo factores ligados a la
historia y la ideología que han sido responsables de la constitución típica de esta
identidad americana.
El fenómeno de la identidad en los textos literarios hispanoamericanos respondería a
factores de tipo histórico e ideológico.47
Se dice en el texto que se ha tratado tanto en Europa como en América de sostener el
sistema social masculino. La identidad femenina no debe expresarse y incluso se trata
de reducirla a la no-existencia, de modo que, como en El segundo sexo de Simone de
Beauvoir (véase supra, II 5.1 Discurso del feminismo), sólo el hombre existe en los
documentos oficiales.
Tanto en Europa como en América, bajo estos rótulos se ha tratado de reforzar un
sistema patriarcal que a partir de la Ilustración no ha cejado en su intento de borrar la
identidad de las mujeres bajo tales abstracciones teóricas, empero, de forma
contradictoria, en la práctica, ha utilizado para su propia reafirmación tal identidad
femenina como negación de sí. Ya en El segundo sexo, Simone de Beauvoir denuncia
la presencia de esta mirada exclusivamente masculina que pasa por ser la verdad en
todas las facetas del ser, tanto para interpretar la realidad como para analizarla desde
los distintos campos del saber.48
Para profundizar un poco más las dos dimensiones de identidad que podríamos
distinguir en la literatura, regresamos a la distinción entre la identidad del sujeto y la
identidad de la comunidad cultural o la nación. Hemos reflexionados sobre estos dos
lados del término identidad y hemos llegado a la siguiente conclusión. Por un lado, en la
47
48
Ibid., 26.
Ibid., 28.
literatura hispanoamericana, la escritora escribe para llegar a una conciencia profunda
sobre sí misma, siendo a la vez escritora y mujer, a través de su personaje protagonista
femenina que al final de la historia sale cambiada por una evolución psicológica
personal, que la ayude a reflexionar sobre la verdades de su interior. Estamos con esta
significación en el área de la subjetividad y la experiencia del sujeto. Por otro lado, la
identidad cultural refiere a una mentalidad colectiva que relaciona simbólicamente
miembros o entidades de una nación, basada en un pasado común, un patrimonio
cultural colectivo o un parentesco étnico. Se trata pues de dos lados del concepto que
ambos intervienen e interactúan entre ellos en la literatura hispanoamericana en general
y en la de Rosario Castellanos que estamos analizando. La vida de la niña puede ser
interpretada como una búsqueda a la situación y las perspectivas de la mujer mexicana.
Esta historia céntrica de identidad personal que incluye también la identidad de la
escritora se sitúa dentro del marco contextual que sirve para representar la identidad
cultural con el indigenismo y la diferenciación social entre ladinos y indígenas.
7. Técnicas literarias de denuncia
Con este cuadro introductorio de la denuncia social en la literatura hispanohablante
llegamos a las características inherentes a la novela de Rosario Castellanos que nos
hacen sentir en ciertos momentos particulares el fuerte sentido de denuncia que ella
quiere transmitir.
7.1 Polifonía narrativa
La polifonía es una técnica literaria que implica el uso de varias voces. Nuestra novela
halla su voz principal, su fundamental sujeto hablante, en la narradora niña, que nos
cuenta la mayor parte de la historia. Esta narradora, homodiegética e intradiegética,
personaje dentro de la historia que nos cuenta, nos dice por medio de una imagen
infantil (muestra los dedos de la mano) que tiene siete años. A lo largo de la narración
nunca se nos revelará su nombre. En las frases siguientes la niña habla interiormente
sobre su propia perspectiva y la relación que tiene con ciertos otros personajes, como su
padre, su madre y su hermano. Distingue entre sus padres, primero su padre, luego su
madre, que son superiores a ella, las cosas que están a su nivel y su hermano que es
menos alto a ella:
No soy un grano de anís. Soy una niña y tengo siete años. Los cinco dedos de la mano
derecha y dos de la izquierda. Y cuando me yergo puedo mirar de frente las rodillas de
mi padre. Más arriba no. Me imagino que sigue creciendo como un gran árbol y que
en su rama más alta está agazapado un tigre diminuto. Mi madre es diferente. Sobre su
pelo, tan negro, tan espeso, tan crespo, pasan los pájaros y les gusta y se quedan. Me
lo imagino nada más. Nunca lo he visto. Miro lo que está a mi nivel. Ciertos arbustos
con las hojas carcomidas por los insectos; los pupitres manchados de tinta; mi
hermano. Y a mi hermano lo miro de arriba abajo. Porque nació después de mí y,
cuando nació, yo ya sabía muchas cosas que ahora le explico minuciosamente.49
Formalmente la novela está dividida en tres partes, narradas a partir de diferentes
perspectivas narrativas, lo que contribuye al carácter experimental de la novela. Cada
una de ellas introducida por la cita de un texto de la tradición maya. Las partes primera
y tercera están escritas, contadas, en primera persona, en la voz de la narradora niña. En
la segunda parte nos encontramos con un narrador omnisciente extradiegético y
heterodiegético, quien, desde un punto de vista adulto, nos cuenta los hechos en tercera
persona. Los discursos en que cuenta la narradora niña están presentados a menudo en
forma de monólogos interiores. Al lado de la conciencia interna asistimos a muchos
diálogos, en particular entre la niña y su nana. La nana se dedica como una madre leal al
leer de textos tradicionales indígenas para que la niña los conozca. Los demás diálogos
entre los adultos nos hacen concientes del contexto social en que se desarrolla la acción,
la época de las reformas agrarias de Lázaro Cárdenas en un tiempo de la debilitación del
poder colonial a causa del aumento de privilegios para la comunidad indígena. El
monólogo interior y los diálogos entre los personajes se ven acompañados por una
memoria indígena escrita, a través de unos papeles en castellano que la niña encuentra.
Nos parece asimismo importante apuntar que en las partes en que habla la voz de la
niña, la acción se sitúa en Comitán y en la tercera parte se traslada la acción de nuevo a
Comitán, lo que nos hace pensar que la conciencia de la narradora niña está relacionada
exclusivamente a la región de Comitán. Harald Weinrich50 conjetura que podríamos
decir que la narradora niña prefiere formas del presente, más discursivas y emotivas,
mientras que el narrador omnisciente se decanta por las formas de pasado, más
narrativas y distantes. Esta diferencia nos parece fácil explicar puesto que la narradora
49
50
Castellanos, Rosario. Op. cit., 134.
Weinrich, Harald (1976), Lenguaje en textos, Madrid, Gredos, 1981, 149.
niña vive la acción y por eso muestra mayor grado de implicación personal y además
llega a ser afectada por los mismos acontecimientos. Damos unos ejemplos de la
divergencia en el uso de los tiempos para ilustrar el efecto narrativo obtenido por la
alternancia de formas temporales:
Mario se queda viéndome como si el mérito no me correspondiera y alza los hombros
con gesto de indiferencia. La rabia me sofoca. Una vez más cae sobre mí todo el peso
de la injusticia.51
Este pasaje está escrito en el presente porque son las emociones que la niña siente en el
momento que ella las describe. Las emociones están más cercanas al lector porque el
presente evita la creación de cierta distancia en la comunicación. Cuando la niña
expresa su sentimiento de asfixia es como asimismo los lectores sentimos la rabia que la
sofoca y el peso enorme que cae en los hombros. El tiempo del presente crea un lazo
inmediato entre personaje y lector sin la intervención de elementos que perturban la
proximidad.
Un kerem venía de la caballeriza jalando por el cabestro dos bestias briosas, ligeras,
ensilladas como para las faenas del campo. César y Ernesto descendieron los escalones
que separan el corredor de la majada. Montaron. Y a trote lento fueron alejándose de
la casa grande. El kerem corría delante de ellos para abrir el portón y dejarles paso
libre. Todavía cuando iban por la vereda que serpentea entre los jacales, su paso
despertaba el celo de los perros, flacos, rascándose la sarna y las pulgas, ladrando
desaforadamente. Las mujeres, que molían el maíz arrodilladas en el suelo,
suspendieron su tarea y se quedaron quietas, con los brazos rígidos, como sembrados
dentro de la camisa. Y los miraron pasar a través de la puerta abierta del jacal o de la
rala trabazón de carrizos de las paredes. Los niños, desnudos, panzones, que se
revolcaban jugando en el lodo confundidos con los cerdos, volvían a los jinetes su
rostro chato, sus ojos curiosos y parpadeantes.52
Esta escena es completamente distinta a la del pasaje anterior porque está narrada en el
pasado. Los tiempos pasados, el imperfecto y el pretérito perfecto, fomentan la mera
descripción de una escena, muy narrativa y vivida a distancia. Por consiguiente, hay
51
52
Castellanos, Rosario. Op. cit., 134.
Ibid., 197.
menos implicación y afección por parte del personaje y por parte del lector lo que
también se demuestra en la escena siguiente de carácter descriptivo. Las situaciones
narradas por el narrador omnisciente en la tercera persona se caracterizan por su índole
narrativa y descriptiva y por un ritmo natural lento:
Al atardecer, la familia se congrega en el corredor de la casa grande. Los rebaños de
ovejas regresan lentamente y en el establo las vacas mugen, desconsoladas, cuando las
separan de sus crías. Los rumores de las faenas disminuyen. Los utensilios vuelven a
su lugar de reposo. En la caballeriza las monturas, impregnadas del sudor de los
caballos, se orean y el viento se retira de ellas transformado en un olor acre. Los
animales de labor, mansos y taciturnos, pacen libremente. De los jacales, de la cocina,
sale el humo haciendo más indecisa y velada la luz de esta hora.53
Se describe un momento impreciso de la noche en que la familia se reúne después de las
actividades laborales. El narrador se nos presenta casi como una escena idílica aunque
sabemos que las relaciones familiares no son tan sólidas. El impacto y el efecto de estas
palabras se vuelve muy irónico dentro del contexto de violencia que engloba a la novela
Balún Canán. La escena se podría describir metafóricamente como una isla pacífica a
parte dentro del entorno violento y cruel del espacio chiapaneco. Todos los animales
están preparados para la noche y los utensilios vuelven a su lugar después de un día de
trabajo. En la descripción de la escena trasluce claramente el espíritu campestre del sitio
por ejemplo en el mugido de las vacas y el regreso lento de las ovejas a su establo.
Además, al leer la escena percibimos las experiencias sensoriales por ejemplo el olor
acre del sudor de los caballos y la luz velada por el humo saliendo de la cocina en la
hora de preparar la cena.
Del aspecto polifónico pasamos al siguiente aspecto, que será la oralidad de la narrativa
en la novela y la función de la literatura oral como herramienta narrativa.
7.2 Oralidad
El lenguaje del discurso en Balún Canán está marcado por la tendencia al discurso de la
oralidad. La tradición oral y el palimpsesto maya son la historia de un solo grupo social:
los indígenas. Son la historia de un pueblo, de una sociedad que avanza a través de sus
53
Ibid., 208-209.
vivencias y sus tradiciones. La literatura oral se denomina como vehículo de emociones,
motivos, temas en estructuras y formas recibidas oralmente por una cadena de
transmisores, depositarios y reelaboradores. Pertenece a un contexto cultural
determinado, ha sido transmitido en varias generaciones y recurre a temas y técnicas
reiteradas. Por una parte la fuerte presencia de la cultura indígena representada por la
nana, textos mayas, leyendas y mitos apoya al carácter oral de la novela. Por otra parte,
la perspectiva de la voz infantil contribuye también a la oralidad del discurso. La
historia de la niña está narrada en el presente, llena de emoción por la proximidad de la
acción en el tiempo y en el espacio. El habla de los niños en general puede ser a veces
muy simple, concisa y acortada, lo que caracteriza el discurso oral. La cultura maya
sobrevive gracias a las tradiciones orales y este hecho es subrayado por Rosario
Castellanos al introducir el tema del patrimonio indígena. Los rasgos típicos de los
niños son cantados frecuentemente en canciones y refranes populares. Estas
características de la infancia son muy reconocibles y identificables en la novela.
Citamos una canción infantil típica de México cantada por un grupo de niñas en el salón
de clase:
La hora del recreo la pasamos en el patio. Cantamos rondas: Naranja dulce, limón
partido...54
Otra escena describe el momento en que tío David canta para los dos hermanos. Utiliza
la palabra baldillito que los niños no entienden y a continuación explica el término. En
este sentido los versos cantados tienen una función didáctica y forman parte de la
formación de los niños:
Ya se acabó el baldillito de los rancheros de acá...¿Qué es el baldillito, tío David? Es
la palabra chiquita para decir baldío. El trabajo que los indios tienen la obligación de
hacer y que los patrones no tienen la obligación de pagar. ¡Ah!55
En este párrafo, a través del niño, se llama la atención en la diferencia social entre los
dos grupos. El tío David, explicando la palabra baldillito a los niños, dice
explícitamente que la gente india está condenada a fazer labores duras contrariamente a
los ladinos que la domina totalmente e que incluso no deben pagarla. Entonces, los
indios son tratados como esclavos en este contexto. En el párrafo, la definición de la
54
55
Ibid., 138.
Ibid., 149.
palabra baldillito, derivado del americanismo baldío, que significa solar en el que no se
ha edificado, parece justificar esta diferencia racial como natural y por lo tanto también
oficial. Ironizando la situación, Rosario Castellanos nos quiere hacer conscientes del
fuerte dualismo en la sociedad mexicana de aquel entonces.
En otro momento se cita a un juego infantil típico en varios países latinoamericanos ―el
ángel de la bola de oro‖ y ―el diablo de las siete cuerdas‖ y a una ronda infantil típica en
México ―vamos a la huerta del toro, toronjil‖.56
En conclusión, lo que se dice oralmente se considera generalmente como más sincero
que lo que se escribe porque durante la escritura el escritor dispone de cierto tiempo que
permite adaptar el mensaje original y expresarlo con más sutileza. Existe siempre el
peligro de no expresar francamente lo que realmente quería decir al principio, porque la
conciencia de que no se puede borrar lo escrito asusta a la gente. El carácter oral de un
texto permite ventilar algunos problemas, injusticias que en el lenguaje formal escrito
simplemente no se podrían denunciar por el riesgo de persecución. Por eso, los grupos
indígenas crean mitos y historias orales que se transmiten de generación en generación
para poder mantener su propio carácter étnico. En la novela Balún Canán vemos esta
actitud en la nana quien cuenta a escondidas historias indias a la niña ladina, mientras
que oficialmente, ella no tiene ningún derecho a comunicar su cultura indígena. Bajo el
poder ladino se hace todo para hacer olvidar las tradiciones indígenas inferiores, que se
consideran como fuente del mal en la sociedad mexicana de orientación ladina. Son
precisamente estas historias orales auténticas que interesan a la niña y que la hacen
consciente de la diferencia y también de la desigualdad.
En el apartado siguiente vamos a hablar de los rasgos inherentes a la infancia. Son ideas
o imágenes generales sobre los niños que se ven confirmadas en la tradición cultural
como la literatura, en nuestro caso Balún Canán.
7.3 Infancia
Muchas veces los niños presentan características de las cuales no disponen los
adolescentes y los adultos, o mejor dicho, de las cuales ya no disponen en su vida de
adulto. En el proceso de desarrollo individual se pierden estos rasgos positivos o
56
Ibid., 139.
negativos. En Balún Canán Rosario Castellanos se ha ocupado de pintar de manera
detallada el carácter de la niña, y las especificidades de su psicología interior. Es sabido
por todos que durante nuestra infancia sobresalimos en creatividad. Los cuentos de
hadas anticipan al poder de la fantasía que tienen niños para la comprensión del cuento,
a través de la imaginación viva. Pueden imaginarse todos los detalles imposibles y los
convierten en su mente en acciones realizables y hechos reales. Esto ocurre con los
cuentos del ―diablo‖ que atemorizan mucho a la niña. La transposición mental de estos
cuentos fantásticos a la realidad hacen que la niña se pierde en el temor. Por eso, gracias
a la fantasía les llega el mensaje final o la lección moral del cuento. Los niños se
caracterizan como seres inocentes porque todavía no saben mucho de la vida y también
como ingenuos por la falta de experiencia. En la escena siguiente la maestra refiere
literalmente a la inocencia de las niñas:
La maestra dijo: Queridas niñas: ustedes son demasiado inocentes para darse cuenta de
los peligrosos tiempos que nos ha tocado vivir. Es necesario que seamos prudentes
para no dar a nuestros enemigos ocasión de hacernos daño.57
En la formación se habla entonces de ―enemigos‖ cuando se trata de los indígenas en la
clase. A las niñas se les presenta a los indios como el lado enemigo en una guerra étnica
entre ladinos e indios y, por consiguiente, se mantiene viva la idea de hostilidad en la
mirada colectiva. En otra escena Zoraida se dirige a Dios para pedir la salvación de su
hijo inocente. Ella argumenta que su única culpa es de haber nacido de ella. Las culpas
se sitúan con ella porque es en su cuerpo que ha tenido lugar la concepción. Podríamos
interpretar el ―ser mujer‖ como la culpa esencial que tiene una mujer o madre, lo que
ejemplifica el fuerte sentimiento de inferioridad de la mujer en general:
Perdóname, por Dios, perdóname. No sé lo que digo, estoy como loca. En nombre de
lo que más quieras pide que si es necesario que alguno muera, sea yo. Pero no él, que
es inocente. No él, que no ha tenido más culpa que nacer de mí.
58
Además, los niños son honestos, fieles y espontáneos porque no están conscientes de las
consecuencias de sus actos, sus acciones o sus palabras. A causa de su debilidad física
los niños suelen ser a menudo las víctimas de violencia en el mundo. Una de estas
violencias mentales es vivida por la niña narradora, quien sufre la despedida o el
57
58
Ibid., 139.
Ibid., 139.
alejamiento de personas claves en su vida. Es el caso de la nana quien por circunstancias
inesperadas desaparece bruscamente de su entorno infantil; la nana quien constituyó el
factor de protección para ella:
Los caballos ya están ensillados y patean los ladrillos del zaguán. La voz de mi madre
dice mi nombre, buscándome. La nana se pone de pie. Y luego se vuelve a mí,
diciendo: Es hora de separarnos, niña. Pero yo sigo en el suelo, cogida de su tzec,
llorando porque no quiero irme. Ella me aparta delicadamente y me alza hasta su
rostro. Besa mis mejillas y hace una cruz sobre mi boca.59
En este párrafo, la cita ―la cruz sobre mi boca‖ refiere al gesto católico de protección.
La nana se despide de la niña y por este gesto significativo quiere contribuir algo a la
seguridad y la felicidad de la niña en su vida posterior sin ella. Los niños son
considerados como el fruto y la continuación de la raza humana. De generación en
generación se pone la esperanza y la responsabilidad en las manos de la futura
generación. La joven generación que está en el poder de trabajar para un mundo mejor,
justo y próspero tiene la obligación de realizar lo mismo o incluso algo mejor que las
generaciones anteriores. Los niños son el símbolo del progreso, del porvenir y de la
fecundidad. En Balún Canán es muy visible que la generación mayor en estos malos
tiempos pone la esperanza en los menores. Los padres Argüello pronuncian a menudo el
valor de su hijo. El varón debe cumplir su función de continuador del poder de la
familia Argüello en el futuro.
En el pasado pero incluso ahora los padres prefieren los niños a las niñas. Esta situación
está anclada en tradiciones muy antiguas que son basadas en razones prácticas. A partir
del papel funcional el hecho de preferir varones se ha convertido en la norma en la
tradición cultural. Es evidente que se prefiere tradicionalmente un varón para la
sucesión del padre. La diferencia palpable entre los géneros también presente en
culturas latinoamericanas lleva a una especie de discriminación en estas culturas, en
detrimento de las niñas. La discriminación se expresa en todos los niveles de la vida.
Esta situación intolerable se ve reflejada en la novela de Rosario Castellanos en la forma
del estatus de la niña frente a la posición de su hermano en la familia. La niña es una
Argüello, pero por ser mujer su estatus en la familia es muy diferente del prestigio de su
hermano Mario. Es un personaje entre dos mundos: pertenece a la estirpe de los
59
Ibid., 184.
patrones ladinos, pero está marginada por su género femenino. Junto con la nana, es el
único personaje de quien no conoceremos el nombre: es, simplemente, la niña. De
hecho, su relación más afectiva es la que mantiene con la nana, a quien pide
explicaciones que aquella revelará en forma de cuento, y de quien recibe el abrazo y el
cariño que su propia madre no le ofrece. Cuando alejan a la nana y muere Mario, la niña
queda sumida en una completa soledad. Cabe destacar que la pequeña, personaje y
narradora central, es un supuesto eco autobiográfico de Rosario Castellanos. Mario es el
hijo varón de los Argüello y, por tanto, el heredero de las propiedades familiares y quien
asegura la continuidad del apellido. La relevancia de este personaje radica en la honda
significación que implica su muerte, que trunca la continuidad de los patrones, poniendo
definitivamente en evidencia los valores patriarcales de la familia al tiempo que
destruye su futuro.
Castellanos se refiere también a las imágenes menos positivas de los niños en general.
Es decir, el niño, por su crueldad fundamental y la barbaridad en su comportamiento
hacia el otro, se muestra muy cerca de los animales o del hombre prehistórico, y no
posee ni sentido común ni muestra sentimiento de solidaridad. Es decir, por falta de
experiencia, los niños carecen de un freno natural en casos de peligro potencial y son
imprudentes y temeros. Cada ser humano, en caso de peligro, tiende a emprender acción
para conservarse en vida bajo la influencia del instinto de supervivencia. El siguiente
pasaje cabe en la teoría del egoísmo del hombre, e incluso de los niños. La niña se
siente amenazada y pasa a construir una estrategia para salvarse a sí misma:
Mario y yo nos quedamos contemplando como hipnotizados ese pedazo de fierro que
separa el oratorio de nosotros, del día de nuestra primera comunión. Empujada por un
impulso irresistible fui y arranqué la llave de la cerradura. Mario retrocedió espantado.
No quiso acompañarme. Se quedó allí mientras yo iba, sin testigos, a esconder la llave
en el cofre de mi nana entre su ropa y las piedrecitas de Chactajal.60
Porque tengo miedo a entregar esa llave. Porque me comerían los brujos a mí; a mí me
castigaría Dios, a mí me castigaría Catashana. ¿Quién iba a defenderme? Mi madre no.
Ella sólo defiende a Mario porque es el hijo varón.61
60
61
Ibid., 350.
Ibid., 363.
La niña imprudentemente (―impulso irresistible”) esconde la llave con la esperanza de
poder reorientar el destino. Es como Rosario Castellanos nos muestra aquí la cara negra
de la infancia. En el apartado que sigue insistiremos en la niña y su representación en la
novela.
7.4 Función de la niña
Citamos en un primer momento lo que ha dicho la misma Rosario Castellanos en su
ensayo El fin de la inocencia respecto del papel de los niños en la literatura. En la
introducción a la edición de Dora Sales de Balún Canán, se escribe acerca de la
capacidad de la infancia en la narrativa:
La infancia es un peculiar momento de vacío. En las formas de la mentalidad y la
sensibilidad del niño no ha habido tiempo aún de volcar los contenidos culturales
propios de la sociedad de hombres adultos. (Castellanos, 1966, 719) Este vacío hace
del niño un ser disponible, receptivo. En este sentido, se muestra cómo la narradora
niña, desde el inicio de la novela, es el receptáculo de gran parte de las ideas racistas y
sexistas de su entorno.62
Bajo II 6.1.1 (Polifonía narrativa) ya hemos visto que la autora pone la primera y la
tercera o última parte de su historia en boca de una narradora niña. Ya hemos hablado
sobre la polifonía narrativa y las voces que pasan en la novela, pero todavía no se ha
abordado el tema de la función de la niña en este tipo de literatura. Decimos ‗este tipo
de literatura‘ porque la niña como narradora principal que ha realmente vivido lo que
cuenta, resulta ser un utensilio para hacernos sentir mejor el mensaje de denuncia. La
literatura de denuncia es un subtipo muy practicado en América Latina.
Un aspecto innegable de la literatura es la función social que cumple. La obra literaria
tiene, entre sus muchas bondades, la virtud de develar al lector la forma en cómo el
autor percibe la realidad del mundo. Es en este sentido que un acercamiento a la obra de
la escritora mexicana Rosario Castellanos nos permite encontrar factores sociales
dibujados en novela, mediante la imaginería y la ficción, pero siempre teniendo presente
la crítica como acto socializador de la literatura. Podríamos decir que la niña sutil e
indirectamente representa la voz denunciadora de Rosario Castellanos y su compromiso
social, como vemos en la siguiente escena:
62
Ibid., 66.
Mi madre se dispone a limpiar las imágenes con una gamuza. Quita el paño que cubre
a una de ellas y aparece un Cristo largamente martirizado. Pende de la cruz, con las
coyunturas rotas. Los huesos casi atraviesan su piel amarillenta y la sangre fluye con
abundancia de sus manos, de su costado abierto, de sus pies traspasados. La cabeza
cae inerte sobre el pecho y la corona de espinas le abre, allí también, incontables
manantiales de sangre. La revelación es tan repentina que me deja paralizada(...) Mi
madre me alcanza y me toma por los hombros, sacudiéndome. ¿Qué te pasa?(...) Es
igual, digo señalando al crucifijo, es igual al indio que llevaron macheteado a nuestra
casa.63
Este pasaje resulta ser muy interesante para un breve análisis. La niña hace la
comparación directa entre la pasión de Cristo en la tradición católica y el sufrimiento de
los indígenas en México. Observando las heridas sangrientas de Cristo la niña las asocia
con las discriminaciones que deben sufrir los grupos minoritarios indios cada día en la
sociedad regida por ladinos. Es significativa la diferencia en el comportamiento entre
las dos mujeres, madre y niña, lo que muestra que viven en otro nivel emocional. La
sorpresa de Zoraida ante la fuerte reacción de su hija revela su inconciencia. La madre
no se da cuenta del mal mientras que la niña ya desde pequeña se muestra solidaria con
la aflicción y el dolor de la gente india.
El hecho de que en Balún Canán la niña pasa al primer plano contribuye a la realidad de
la historia. La niña que habla aumenta la verosimilitud de las cosas contadas. La niña
quiere hacer salir la verdad sobre su familia, puesto que siente que en la vida de los
adultos predominan las apariencias en detrimento de la realidad. En este mundo, la
verdad no aparece como valor esencial en la vida de la gente poderosa. La narradora
niña, contrariamente a sus padres, sobresale en sinceridad y franqueza y, por tanto le
atribuimos credibilidad en cuanto a sus palabras. En los episodios en que habla la niña
del curso natural de los acontecimientos a propósito de la muerte de su hermano
sentimos una intensa compasión por ella. La verosimilitud es un mérito de Rosario
Castellanos alcanzado por medio de la creación de personajes de carne y hueso, pero
que al mismo tiempo sirven como tipos que dan cuenta de la situación social mexicana
de la época que esta obra representa. La niña destaca simbólicamente por ser la
fundadora de cierto lazo entre los dos grupos sociales, a pesar de su nacimiento dentro
del grupo ladino. La escena siguiente relata una simple conversación cotidiana entre la
63
Ibid., 165.
niña interesada y nana que está trabajando en la casa. La escena demuestra que la niña
vive con su nana más que con su propia familia; es casi siempre con ella cuando hace
las tareas domésticas y es también la nana quien le enseña las cosas comunes de la vida.
La comunicación con su madre la niña la resiente como muy problemática porque tiene
la impresión que nunca le escucha realmente. La escena es muy fuerte por mostrar como
la niña percibe la diferencia entre su madre y su nana y por sugerir con quien se siente
más unida:
Pero siempre me rechaza diciendo que soy demasiado pequeña para entender las cosas
y que me hace daño madrugar. Entonces, como de costumbre cuando quiero saber
algo, voy a preguntárselo a la nana. Está en el corredor, remendando la ropa, sentada
en un butaque de cuero de venado. En el suelo el tol con los hilos de colores. ¿Dónde
fue mi mama? Es mediodía. En la cocina alguien está picando verduras sobre una
tabla. Mi nana escoge los hilos para su labor y tarda en contestar. Fue a la tullida.
¿Quién es la tullida? Es una mujer muy pobre.64
Como la niña se halla unida a los indígenas chiapanecos a través de un cordón
emocional con la nana, su creencia de la superioridad racial de los blancos se destroza
cuando toma conciencia de la existencia de la otredad, el ―ser otro‖.
El recurso de la niña como narradora principal también nos hace pensar en la tendencia
autobiográfica de la autora. La obra está en gran medida basada en acontecimientos de
la vida de Rosario Castellanos, en particular del periodo vital de su infancia que
transcurrió en Comitán, en una de las fincas de su padre. Los acontecimientos más
significativos son asimismo los sucesos motores de la novela. Por un lado, un hecho
personal que es el momento de la muerte de su hermano y, por otro, un acontecimiento
histórico que es la reforma agraria iniciada por el gobierno de Lázaro Cárdenas. Para la
autora la muerte de su hermano menor Benjamín constituyó un motivo fundamental y
provocó en ella un sentimiento de opresión. En este sentido, la niña narradora sirve para
reanimar la memoria infantil de la escritora.
A modo de conclusión, podríamos añadir que en general los niños desempeñan un papel
marginal y periférico. De esta manera se establece cierta lejanía entre ellos y el poder
económico, político e intelectual del país en que viven. Esta característica le
64
Ibid., 151-152.
proporciona al grupo de los niños una voz denunciadora bastante especial e incluso
fuerte, porque este grupo social no está bajo la influencia de instituciones o autoridades
más altas. Sus ideas y sentimientos todavía no se dejan corromper por las malas
influencias. Por lo tanto, los lectores podemos confiar en la narradora niña por
representar ella la voz más sincera que una persona puede representar. La mención de
vacíos y de asuntos que la niña no alcanza a comprender es parte de una estrategia
narrativa. Puede ser un medio para insistir en la existencia de una vía alternativa, una
manera de vivir fuera del poder. El gran abismo entre las clases sociales resulta en
incomunicación y descontento mientras que la instalación de un modelo multicultural
tolerante podría ser otra opción. Los niños en general no hacen distinción a base de raza,
color o religión y es lo que deberían hacer los adultos también. Otra manera de
interpretar es que, igual al estatuto marginal de los niños, los indígenas son excluidos
del poder y por consiguiente no obtienen las cosas a las que tienen derecho, como
enseñanza y tierra.
En el apartado que sigue, abordamos otro motivo inherente a la vida, constructivo y
omnipresente en cualquier forma de literatura. Se trata de la temática de la muerte, que
también encontramos en Balún Canán en forma de constituyente clave. Como la niña
está expuesta a algunas experiencias dolorosas en varias ocasiones, no podemos ignorar
en silencio el impacto de la muerte en la formación de su personalidad. En torno al
momento de la muerte del hermano se construye toda una concepción literaria de la
muerte. Por eso, dedicamos la parte siguiente al concepto de la muerte como recurso
literario en la novela de Rosario Castellanos.
7.5 Muerte
Vista la importancia innegable de la muerte del hermano en Balún Canán podría ser
interesante ir a la búsqueda de las significaciones de la muerte como motivo literario en
la literatura de autores mexicanos. La muerte se nos presenta como símbolo de sentido
multidimensional y polifacético. Dora Sales dedica una parte a la muerte en la
introducción de su edición de la novela de Castellanos. Primero, dice algo sobre la
evolución de la misma Rosario Castellanos quien llega a conocer muerte, soledad,
pérdida y dolor a través de sus experiencias vividas. Más tarde, va a combatir estos
sentimientos a través de la escritura:
En el tránsito de esta novela, la niña, Rosario, descubre la muerte, la soledad, la
pérdida irreparable y el destino ligado al sexo. Aprende el silencio, que años después,
ya adulta, luchará por romper a través del uso de la palabra, plasmada en literatura
escrita y actitud vital.65
Octavio Paz, autor de El laberinto de la soledad, refiere a la muerte, identificando de
esta manera la sociedad mexicana. Explica el profundo sentido de religiosidad del
pueblo mexicano. En lo religioso observa la dicotomía entre la religión católica entrada
por la colonización y la religión cósmica indígena. Este rasgo de la dualidad de la
religión mexicana conlleva la creencia en una frontera nítida entre vida y muerte. La
muerte se describe como la continuación lógica de la vida terrrenal:
El tema de la muerte es en realidad una constante en la obra de Castellanos. No se
puede olvidar que es una temática universal que en la cultura mexicana tiene especial
significancia.El mexicano cree que el pecado y la muerte constituyen el fondo último
de la naturaleza humana. La vida en una constante redención. De ahí que la
religiosidad del pueblo mexicano sea muy profunda hasta nuestros tiempos.Arraigados
a la religiosidad católica heredada de los españoles y a la religiosidad cósmica
heredada de los indígenas, el culto a la muerte es un culto a la vida.66
Las palabras de Octavio Paz nos obligan hacer un breve análisis del motivo de la muerte
en la novela estudiada de Rosario Castellanos. La imagen que obtenemos de la muerte
en Balún Canán no se puede calificar de unívoca, porque la descripción de la muerte
difiere formal y estilísticamente. Encontramos a la muerte como tema en varios
momentos en la novela. Incluimos en los momentos mortales más importantes tres
categorías de la representación de la muerte: la muerte de un indio, la de Ernesto y la
última es la de Mario. Es la muerte de Mario y sus consecuencias las que están
representadas como el acontecimiento más trágico de todo el relato porque afecta a la
vida futura de todos los protagonistas. Respecto de la muerte del hermano podríamos
poner que también en la película Balún Canán de 1976, dirigida por Benito Alazraki, la
muerte de Mario y las escenas consecutivas a la tragedia son las más fuertes porque son
la madre y la niña que quedan solas, condenadas a continuar con su vida después del
drama. La última escena que vemos es un momento unos meses después de la muerte
del hijo en que ellas se miran sin decir palabra. El ambiente amenazador de silencio
65
66
Ibid., 80-81.
Ibid., 80-81.
total parece confirmar la relación complicada entres ambas mujeres, aun reforzada por
la inculpación y el reproche que le hace la madre. La muerte del varón no sólo cambia
algo en la vida exterior cotidiana, sino también en la vida interior psicológica de los
personajes por la intervención de emociones contradictorias. Esto no ocurre con la
muerte del indígena y de Ernesto. La muerte de Ernesto se describe más como un
acontecimiento secundario y es sorprendente la yuxtaposición hábil de por un lado, la
frialdad con la que reaccionan César y Zoraida y, por otro, la revelación inevitable del
amor de Matilde por Ernesto:
Allí corrió Matilde, destocada, y se lanzó llorando contra aquel pecho que había
entrado intacto en la muerte. Y besaba las mejillas frías y el cabello, todavía suave y
dócil, de Ernesto. Zoraida se inclinó hacia Matilde murmurando a su oído: Levántate.
Vas a dar qué hablar con esas exageraciones(...) Se había adueñado de la voluntad de
Matilde un frenesí que se volvía en contra suya para destruirla, para
desenmascararla.67
El pasaje sobre la muerte de un indígena describe detalladamente la crueldad del
asesino. Se insiste sobre todo en la soledad de la víctima porque incluso las personas de
su propia comunidad indígena le habían vuelto la espalda. Los pensamientos de la niña
ante la situación pasan directamente al ―ser solo‖ del cadáver porque lo compara con el
sentimiento de rechazo que ella también siente en su comunidad ladina:
Lo metieron en un ataúd de ocote, pequeño para su tamaño, con las junturas mal
pegadas por donde escurre todavía sangre. Una gota. Lentamente va formándose, y va
hinchiéndose la otra. Hasta que el peso la vence y se desploma. Cae sobre la tierra y el
estiércol que la devoran sin ruido. Y el muerto está allí, solo. Los otros indios
regresaron inmediatamente a la finca porque son necesarios para el trabajo. ¿Quién
más le hará compañía? Las criadas no lo consideran su igual y la nana está aquí
conmigo, cuidándome.68
A continuación mencionamos un fragmento poético del mexicano Octavio Paz porque
al igual que en Balún Canán vemos en él una referencia discreta al impacto de la
pérdida de un prójimo. La muerte y las creencias indígenas ocupan en la obra de ambos
escritores mexicanos un lugar primordial.
67
68
Ibid., 311.
Ibid., 156.
En el fragmento siguiente sacado de su extenso poema Pasado en claro (1975)
asistimos a la evocación de la muerte de su padre, igual que el episodio narrado por la
narradora niña en Balún Canán que también remite a la muerte de un familiar, su
hermano menor:
Del vómito a la sed, atado al potro del alcohol, mi padre iba y venía entre las llamas.
Por los durmientes y los rieles de una estación de moscas y de polvo una tarde
juntamos sus pedazos. Yo nunca pude hablar con él. Lo encuentro ahora en sueños,
esa borrosa patria de los muertos. [...]
Como indica Dora Sales en su edición crítica de Balún Canán:
El morir del hermano concluye una etapa importante en su ciclo de aprendizaje y da
paso, irrefrenable, hacia su autoconciencia y uso de la palabra.69
En este párrafo la palabra autoconciencia tiene un significado preponderante en el
conjunto. Se trata de la autoconciencia de la narradora niña en la ficción y a la vez de
todas las escritoras femeninas en Latinoamérica. En América Latina el término
autoconciencia suele aparecer en el sentido del final de un proceso de conocer y
entender a sí mismo. También Cantero Rosales dedica un capítulo a la envergadura
literario y social del mismo concepto, diciendo que:
La jerarquización de los géneros y la subalternidad, cuyas características no son
biológicas ni se derivan de una naturaleza sino de una cuestión de poder, es fruto de un
análisis consciente y profundo que tiene como fin articular colectivamente la
experiencia propia, por medio de la puesta en práctica del método crítico, llamado en
el contexto italiano autoconciencia; método al que muchas feministas conceden una
importancia máxima, como forma de apropiarse de la realidad social y personal desde
la comprensión, la reflexión y el saber. El objetivo prioritario es comprender la
situación de las mujeres tal y como ellas se viven.70
Pero ¿cómo se manifiesta exactamente esta autoconciencia en el personaje de la niña
anónima? Es en este sentido que podemos comprender el acontecimiento trágico de la
muerte de Mario. Es a través de la pérdida de su hermano menor y el consecutivo
sentimiento de culpabilidad que la niña empieza a modificar su punto de vista. Esta
69
70
Ibid., 81.
Cantero Rosales, Op. cit., 66.
toma de conciencia da lugar al choque decisivo en la evolución psicológica del
personaje protagonista.
Las frases siguientes del episodio de la muerte de Mario ilustran el sentimiento de
impotencia humana frente al empeoramiento imparable de su hermano:
Y Mario apretando los dientes, resistiendo enmedio de sus dolores y pensando que yo
lo he traicionado. Y es verdad. Lo he dejado retorcerse y sufrir, sin abrir el cofre de mi
nana. Porque tengo miedo de entregar esa llave. Porque me comerían los brujos a mí; a
mí me castigaría Dios, a mí me cargaría Catashaná. Quién iba a defenderme? Mi
madre no. Ella sólo defiende a Mario porque es el hijo varón.71
La construcción estilística de la escena sugiere la ambigüedad de sus pensamientos: por
un lado, la niña se siente culpable por el sufrimiento inhumano de su hermano y por otro
lado, es una estrategia de autodefensa. Es una lucha interior que tiene lugar en ella por
la existencia de sensaciones contradictorias. Ha decidido por la última opción visto que
ella, por ser mujer, no puede contar con el apoyo del que dispone su hermano menor.
Se sugiere el sentimiento de culpabilidad en la frase siguiente. Por las acusaciones de su
madre, la niña se realiza poco a poco que en el fondo debería de ser ella la que muere:
Porque no es Mario, es mi culpa la que se está pudriendo en el fondo de ese cajón. 72
El vocabulario seleccionado nos aparece como muy duro y cruel. Las palabras pudrir y
cajón son términos irrespetuosos. Como parte de su aprendizaje la presencia dominante
de la sensación de culpa endurece a la niña. Podríamos prever que esta etapa dura en su
evolución psicológica resultará finalmente en su total independencia como mujer adulta.
La niña suplica para que los otros muertos le hagan compañía a Mario. Por conocer ella
la soledad, quiere de cualquier modo evitar que su hermanito se sienta solo en el lugar
en que se encuentra ahora:
Pero antes dejo aquí, junto a la tumba de Mario, la llave del oratorio. Y antes suplico,
a cada uno de los que duermen bajo su lápida, que sean buenos con Mario. Que lo
71
72
Castellanos, Rosario, Op. cit., 363.
Ibid., 367.
cuiden, que jueguen con él, que le hagan compañía. Porque ahora que ya conozco el
sabor de la soledad no quiero que lo pruebe.73
La niña intenta inmortalizar y eternizar a su hermano menor escribiendo su nombre por
todas partes en la finca de la familia. Es su manera de pedirle perdón, aunque está
consciente de que el niño está lejos de ella. En el último capítulo de la novela, en forma
de resumen, nos autoriza a los lectores a leer su memoria:
Cuando llegué a la casa busqué un lápiz. Y con mi letra inhábil, torpe, fue escribiendo
el nombre de Mario. Mario, en los ladrillos del jardín. Mario en las paredes del
corredor. Mario en las páginas de mis cuadernos. Porque Mario está lejos. Y yo
quisiera pedirle perdón.74
En la escena final nos inculca que escribe el nombre de Mario en los ladrillos del jardín,
en las paredes del corredor y en sus cuadernos. Interpretamos eso como una señal de
compensación. Es ella quien se siente responsable de su muerte, pero es también ella
quien mantiene viva a su conmemoración. Por esta actitud de la niña encontramos en el
final de la novela un cierto equilibrio. A propósito del final de la novela dice el autor
anónimo del artículo Lamento fecundo75, sacado de un blogspot:
La primera novela de Rosario Castellanos, Balún Canán, publicada en 1957, termina
con la niña narradora ante un cuaderno, trazando interminablemente el nombre del
hermano muerto, Mario Benjamín, Mario Benjamín..., que no fue sino preludio de una
escritura interminable que buscaba justamente exorcizar el nombre del hermano varón
con la injusticia que simbolizaba.
Aunque el texto proviene de un blogspot popular y que no se trata de un artículo
científico, la idea de relacionar el final novelístico a la abundante actividad literaria
posterior de Rosario Castellanos a partir de su primera novela Balún Canán nos parece
original y justificada. Podría considerarse como el inicio de todo un procedimiento de
querer borrar la injusticia de la pérdida de su hermano querido. El acto de la niña que no
para en escribir el nombre de su hermano parece anunciar la intención literaria
73
Ibid., 373.
Ibid., 375.
75
―Lamento fecundo‖, Atelier: leer está de moda, http://la -trenza-de-sor-juana.blogspot.com/2007/04/lamentofecundo.html, (5 de abril 2009).
74
ambiciosa de Rosario Castellanos, autora chiapaneca, quien ve en Balún Canán un
punto de partida.
8. Conclusiones
Para la conclusión de nuestra investigación nos parece necesario retomar los elementos
más destacados a los que hemos referido en el presente examen de Balún Canán. Lo que
nos ha interesado en particular es la elaboración de los elementos denunciadores
insertados por Castellanos en Balún Canán. En la tesina hemos puesto el acento en el
carácter de denuncia de la literatura a la que pertenece Balún Canán. Todo eso para
ilustrar la posición innegable que ocupa la literatura de Rosario Castellanos en el
conjunto de la literatura latinoamericana del siglo XX. En Balún Canán Rosario
Castellanos denuncia varias injusticias en diferentes niveles del panorama social: entre
adultos y niños, entre ladinos e indios y entre hombres y mujeres. Estas injusticias
sociales se caracterizan por una relación de sometimiento y de superioridad, basada en
los principios que rigen la construcción social y que son aceptados en estas culturas por
legítimos. La literatura suele ser un medio de denuncia muy eficaz porque los escritores
e investigadores en estos países tienen cierto eco en la sociedad a la que pertenecen. Por
disponer de cierta capacidad de reflexión crítica obtienen reconocimiento y un estatuto
social privilegiado. Son intelectuales que se atreven a elevar la voz.en una tentativa de
cambiar ciertas situaciones caóticas y injustas en el mundo socio-político en que viven
cada día.
De la parte introductora sobre la vida y la obra de Rosario Castellanos es importante
retener que, de niña, vivió en el lugar sobre el cual más tarde escribe. Es verdad que,
desde muy temprano, ella siente la necesidad de defender los asuntos de los
chiapanecos, su propio pueblo. Por eso, al lado de lo literario, obtiene también voz en lo
político cuando entra en la diplomacia como embajadora de México. Ejerciendo este
cargo, Castellanos obtiene una mirada más abierta por lo que ve en otras partes del
mundo y, por consiguiente, esta visión le proporciona la fuerza inspiradora que necesita
para denunciar la miserable situación social en su propia tierra. El hecho de trabajar en
el campo de las relaciones internacionales y las negociaciones diplomáticas significa
que el público tiende a leer sus obras literarias con otros ojos. Clasificamos a Rosario
Castellanos en la Generación de Medio siglo por los rasgos que comparte con los
autores de esta generación literaria. Los escritores de la generación basan sus escrituras
en las experiencias conmovedoras de su juventud. El caos de la época ha marcado
fuertemente sus personalidades individuales. Es verdad que las mujeres no gozan de
mucho reconocimiento en el país, pero lo que escriben, suscita reacciones. Esto ocurre
también con las publicaciones de Rosario Castellanos, acogidas con atención en el
México de su tiempo.
El propio análisis nos revela que Rosario Castellanos ha retrabajado sus experiencias
vividas en una trama ficcional incluyendo un espacio real, elementos históricos y
reescribiendo obras tradicionales de la cultura maya. Para explicar el carácter de la
denuncia nos hemos concentrado en seis puntos claves: una introducción a la denuncia
social, el sentido de la región de Chiapas, la reescritura, los discursos de la diferencia y
de la identidad y cinco técnicas literarias de denuncia.
La primera pregunta de investigación subraya la importancia de la posición de la región
de Chiapas en la novela. Es una región periférica al margen, lugar donde nace la autora
y también lugar donde se desarrolla la trama de Balún Canán. La región de Chiapas
funciona como leitmotiv en la novela por ser un lugar donde confluyen varias culturas,
que se concentran en este sitio regional. En la novela siempre regresa el nombre de la
tierra de Chiapas. Parece que la ficción de Castellanos es un paso adelante en el proceso
de hacer volver la tierra a la gente que la poseía antes de la llegada de los españoles en
la historia, a saber los indígenas. Es evidente que la convivencia ‗obligada‘ de estas
culturas da lugar a una multitud de problemas raciales, sociales y administrativos. Es
precisamente esta discriminación intensa que desea denunciar Rosario Castellanos.
Chiapas simboliza los problemas que se establecen entre los ladinos y los grupos
indígenas indios.
La segunda pregunta de investigación trata de los elementos que están a favor de la tesis
de la reescritura. Los epígrafes en la novela forman parte de la tendencia a revitalizar la
tradición maya, a menudo ‗enterrada‘ por los ladinos de origen español por la voluntad
de imponer su cultura europea. En Balún Canán se reescriben escenas y motivos que
encontramos en mitos tradicionales mayas, en particular el Popol Vuh. En ese contexto
a veces se llama a Balún Canán una tentativa de reescribir voluntariamente mitos
populares indígenas, encarnados en primer lugar en la figura de la nana, pero también en
las imágenes más generales de indios, representados en la novela.
La tercera pregunta de investigación se relaciona con la existencia de estereotipos en la
sociedad mexicana que están procesados en la novela. Cada uno de estos estereotipos
está relacionado con el género y aparece en el relato: machismo en la sociedad
falocrática mexicana, belleza física de la mujer, papel de la mujer y tabúes sexuales.
Cada uno de éstos existe realmente en la sociedad mexicana y así se habla del concepto
de la historia que entra en un relato ficcional, estos elementos también están presentes
en el universo de la autora. Es cierto que reelabora ciertos estereotipos mexicanos y los
incorpora en su trama. El estereotipo más básico es el carácter falocrático de toda la
sociedad, junto con la dominancia de los ladinos sobre los indígenas. Estos conceptos
estereotipados son integrados de manera muy clara en Balún Canán.
El análisis nos ha revelado algunas cosas relevantes del trasfondo de la narración, sobre
los discursos que incorpora la autora en su trama. Se trata de discursos socio-literarios a
los que recurren frecuentemente los autores de la literatura hispanoamericana. Son el
discurso del feminismo, el discurso del indigenismo y el discurso de la identidad. Estos
tres tipos de discursos ocupan posiciones dominantes en Balún Canán. El análisis del
discurso del feminismo nos ha dicho que la aparición en el tiempo de Rosario
Castellanos de la corriente feminista deja rastros en una novela como Balún Canán. El
feminismo nace en una época de denuncia y de evolución social. El vínculo entre el
mensaje de Balún Canán y los primeros pasos feministas es exactamente esta voluntad
de cambiar algo fundamental en las relaciones preestablecidas y normativas entre
grupos sociales. Se podría llamar a Rosario Castellanos una ―feminista‖ en el sentido
que traspasa las fronteras de lo aceptado en aquella época. El discurso indigenista nos
revela el contexto de desequilibrio racial en México. Rosario Castellanos trata de
dibujar minuciosamente las condiciones marginales en que deben sobrevivir los pueblos
indígenas. Semejante a Clorinda Matto de Turner en Aves sin nido describe la situación
de discriminación que nunca cambiaría sin el esfuerzo de reconocer la realidad social.
Merece la pena indicar el paralelismo observado por Gil Iriarte entre los dos discursos,
el de la mujer y el del indígena. En la literatura se podría presentar la evolución de estos
discursos en una línea cronológica de tres fases, iniciada con la imagen estereotipada de
ambos hasta llegando a la individualización y la autoafirmación del sujeto. El último es
el discurso de la identidad, que suele considerarse como indispensable cuando se habla
del área literaria de Latinoamérica. A los europeos podría sonar extraño la identidad
como propiedad valiosa, pero el impacto de la identidad americana tiene raíces en la
tragedia de la historia colonizadora del mismo continente. Consecutivo a una historia
dibujada en gran parte por la colonización cruel para los pueblos indígenas, la cuestión
de buscar y encontrar al final una identidad propia, tanto individual como colectiva, ha
sido hasta ahora uno de los deseos más ansiados en la mente de toda la población del
continente, desde los Estados Unidos por México hasta la Tierra del Fuego en el
extremo sur de Argentina y Chile.
En Balún Canán se realiza el sentido de denuncia por algunas técnicas literarias que son
la polifonía, la oralidad, el motivo de la muerte y sobre todo la identidad infantil. Los
recursos polifónicos se exteriorizan por la niña que representa una conciencia interna
con monólogos interiores y con diálogos con su nana. Los diálogos entre adultos
refieren al contexto social de la época. Hay un tercer factor, él que representa la
memoria indígena escrita. Es por la combinación ingenua de estos recursos que Rosario
Castellanos intenta construir una situación de denuncia. La voz infantil contribuye a la
cualidad oral de la novela ya que los niños no se expresan por medio de construcciones
gramaticales complejas. Esta oralidad es muy directa, presente y palpable porque sirve
para subrayar la experiencia de la niña. Desde el diálogo inicial de la novela entre la
niña y su nana queda claro que la infancia entrará en primer plano. Algunas
características propias de la generación de los niños le han estimulado a Rosario
Castellanos a escribir desde la perspectiva de una niña narradora con su psicología
interior. Por ser alejada del poder central, su voz resulta más fuerte, constante e
independiente gracias a la ausencia de intereses políticos. Lo único que le importa es la
simple verdad que implica consecuencias directas para su propio modo de vivir y su
entorno. La niña es el receptáculo para todo lo que le rodea. Todavía es ‗vacía‘, privada
de cualquier interés; por eso la niña narradora es la voz más sincera que podemos
encontrar. Por último, podemos interpretar la muerte como motivo denunciador
recurrente ya que se nos presenta como componente constructivo en la novela.
Constructivo porque la muerte de Mario y los efectos que trae consigo al final de la
trama constituye el desenlace infeliz pero, con todo, es indispensable para la transmisión
del mensaje denunciador. Los sentimientos y juicios de desesperación acumulada nos
dirige hacia el clímax, es decir, la muerte ineludible del niño. En el proceso de
concientización la muerte hace parte de la evolución psicológica del personaje
femenino. En su camino hacia la madurez se encuentra con la muerte como algo
perteneciendo inherentemente a la vida. La autora nos enseña que, aunque la muerte es
una seguridad universal, es claro que la muerte de ciertas personas resulta más drástica
que la de otras, como se ve en la percepción diferente entre por un lado, el hecho
ordinario de la muerte descrita de paso de indios y de Ernesto y, por otro lado, la gran
tragedia del deceso de Mario. El modo diferente de percibir la muerte contribuye al
efecto denunciador ya que a través del impacto diferente del ‗morir‘ se hace clara la
diferenciación al nivel social y la discriminación a base de raza étnica o clase social.
Por fin, nos parece interesante sugerir algunas pistas adicionales que merecerían
estudiarse en investigaciones futuras sobre Balún Canán. Una opción para un trabajo
literario se concentra en un análisis comparativo de la ‗trilogía indígenista‘ a la que
pertenece también Balún Canán o un estudio de comparación entre la novela y su
homólogo cinematográfico de 1976. Otra posibilidad la vemos en un estudio de la
función de la alternancia del lenguaje en la novela de Rosario Castellanos.
Concluimos que la selección y elaboración de motivos temáticos, técnicas narrativas,
estilos e incluso trama ficcional por Rosario Castellanos en Balún Canán ha sido
subyugada al objetivo último que tenía al escribir la novela, a saber, denunciar una red
de prejuicios estereotipados que se quedan astacados en el contexto real mexicano y
todo eso anclado en la realidad de sus propias experiencias que recuerda de su juventud.
De esta manera, Rosario Castellanos intenta ligar el pasado al presente con el fin de
crear un futuro social mejor.
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