Crisis del sistema de la Restauración

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L A C RI S IS DEL SI STEMA DE LA RES TAURACIÓN (189 8-1931)$
El reformismo dinástico$
El fracaso del primer gobierno regeneracionista$
En 1899, la reina regente María Cristina otorgó su confianza para formar gobierno a un nuevo líder conservador,
Francisco Silvela, quien convocó elecciones. El nuevo gabinete mostró cierta renovación.$
Se inició así una política reformista con proyector de descentralización administrativa, pero también se impulsó una política presupuestaria que aumentaba los tributos sobre los productos de primera necesidad y creaba nuevos impuestos. Las nuevas cargas fiscales impulsaron, especialmente en Cataluña, un boicot (cierre de cajas). Los
ministros más renovadores acabaron dimitiendo y, en 1901 la regente otorgó de nuevo el gobierno a los liberales.
El espíritu de regeneración había durado escasamente un año, y las viejas prácticas del turno de partidos volvieron
a aparecer.$
Las reformas de Maura y Canalejas$
En la primavera de 1922 subió al trono, al cumplir 16 años, el monarca Alfonso XIII. El momento coincidió con
una renovación de liderazgo dentro de los partidos dinásticos. En 1903 murió saga se alcanzará jefatura del Partido Conservador Antonio Maura, mientras que en le partido liberal se afianzaba José Canalejas. Esta nueva generación de políticos, influida por el regeneracionismo, impulsó los más importantes proyectos de reforma desde
el interior del sistema.$
En 1904, el conservador Antonio Maura se convirtió en jefe del gobierno. Su proyecto político se recogió en la
consigna de revolución “desde arriba”, que defendía la necesidad de que el régimen debía reformarse desde el gobierno para impedir que lo transformase una revolución popular. Por ello, intentó la regeneración del sistema a
partir de la formación de una nueva base social, las llamadas “masas neutras”, con cuya ayuda pretendía configurar
un Estado fuerte. En esa dirección se llevó a acabo una reforma electoral (Ley Electoral, 1907) que no consiguió
ni acabar con la corrupción ni democratizar el sistema político, pero que hizo más difícil el fraude electoral.$
Maura procuró atraer hacia el régimen el nacionalismo moderado no republicano, como el de la Lliga Regionalista,
con el Proyecto de Reforma de la Administración.$
El gobierno de Maura también adoptó medidas económicas para reactivas la industria y promulgó la Ley de Colonización Interior para estimular la agricultura. En el terreno social, aprobó algunas leyes (Ley del Descanso Dominical) y creó el Instituto Nacional de Previsión (1908), dedicado a los seguros obreros. Pero la defensa del
equilibrio social conllevó una actitud muy intransigente en el mantenimiento del orden público, especialmente
en la Semana Trágica de Barcelona. La brutal represión que siguió a la revuelta fue la causa principal de la caída del
gobierno conservador.$
En 19010, José Canalejas, formó un nuevo gobierno liberal. Su programa proponía, una vez más, la modernización de la política, e intentaba atraer a ciertos sectores populares a partir de un mayor reformismo social y de
limitar el poder de la Iglesia. El gabinete emprendió una amplia tarea legislativa. Profundizó en la separación de
la Iglesia y del Estado. Promulgó la Ley del Candado (1910), que limitaba el establecimiento de nuevas órdenes religiosas. Uno de los elementos básicos de la política social fue la sustitución del impuesto de consumos por
un impuesto progresivo sobre la renta, que comportó la protesta de las clases acomodadas. También se reformó la
Ley de Reclutamiento, que pasaba a ser obligatorio en tiempos de guerra, y se suprimió la redención en metálico.
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Se promulgaron una serie de leyes encaminadas a mejorar las condiciones laborales, como la normativa sobre el
trabajo de la mujer.$
Canalejas fue sensible al problema de las autonomías regionales convencido de que su incorporación al sistema
ayudaría a estabilizarlo. La Ley de Mancomunidades, que aceptaba la posibilidad de unión de las diputaciones
provinciales para hacerse cargo de la gestión de algunos servicios públicos. Pero las reformas se vieron interrumpidas por la muerte de Canalejas en 1912. La Ley de Mancomunidades sería aprobada bajo el gobierno conservador
de Eduardo Dato en 1914, y tan sólo se constituiría la Mancomunidad de Cataluña.$
Las fuerzas de la oposición$
El republicanismo$
El republicanismo fue la principal fuerza de la oposición y constituyó la minoría parlamentaria más numerosa
en los inicios del siglo XX. En 1903 nació la Unión Republicana, una coalición de grupos republicanos liderada
por el veterano político Nicolás Salmerón y por Alejandro Lerroux. La Unión Republicana consiguió diversos
éxitos electorales y para ampliar su campo de acción se acercó a los nacionalismos regionalistas de Cataluña, Galicia y Valencia. En 1906, Salmerón se integró en la coalición Solidaridad Catalana, que obtuvo un gran éxito electoral en 1907.$
Esta orientación del partido fue rechazada por un sector, encabezado por Alejandro Lerroux, que se escindió y
fundó en 1906 el Partido Radical, de marcado carácter anticatalanista. Con un discurso demagógico, anticlerical
y supuestamente revolucionario. Hacia 1910, después de la Semana Trágica perdió su apoyo, moderó su discurso y
se trasladó a Madrid.$
La colaboración del republicanismo con el PSOE llevó a la creación, en 1909, de la Conjunción republicanosocialista. En 1912 apareció un nuevo grupo político de carácter republicano, el Partido Reformista, fundado
por Melquíades Álvarez. A este partido se acercaron intelectuales pero nunca llegó a ser una formación numerosa. Posteriormente evolucionó hacia posiciones monárquicas y llegó a formar parte del último gobierno constitucional en 1922.$
Los nacionalismos: Cataluña y el País Vasco$
En Cataluña, en el primer tercio del siglo XX, destacó el predominio político de la conservadora Lliga Regionalista liderada por Enric Prat de la Riba y Francesc Cambó. Paralelamente se fue consolidando un catalanismo de
aspiración republicana, en 1905 se creó el Centre de Nacionalista República y, en 1910, la Unión Federal
Nacionalista Republicana. Como reacción a la política anticatalanista gobierno liberal, se constituyó la coalición electoral Solidaridad Catalana que agrupaba catalanistas, republicanos y carlistas y que obtuvo un gran
éxito en la elección de 1907. En 1917 se creó el Partit Republicà Català, liderado por Marcelino Domingo, y en
1922 surgieron Acció Catalana, fruto de una escisión de la Lliga Regionalista, y Estat Català una organización
independentista dirigida por Francesc Marcià. Pero el catalismo republicano fue derrotado electoralmente por la
Lliga hasta 1931, cuando su unión con una partido, Esquerra Republicana de Cataluña lograría el triunfo en
las elecciones.$
El nacionalismo vasco, durante el primer tercio del siglo XX, estuvo marcado por la disputa sobre los aspectos
que debían predominar en el Partido Nacionalista Vasco: el independentismo, el autonomismo y el catolicismo. En 1916, el PNV pasó a llamarse temporalmente Comunión Nacionalista Vasca. Sus escisiones más importantes fueron la del grupo Aberri, en 1921, y la de Acción Nacionalista Vasca, grupo declaradamente republicano,
el auge económico del País Vasco favoreció el crecimiento del nacionalismo. En 1911, el PNV creó su propio sindicado de confesionalidad católica, Solidaridad de Obreros Vascos para atraer a los obreros hacia un sindicalismo nacionalista y apartarlos de los sindicatos socialistas.
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La derecha antiliberal: el carlismo$
En los inicios del siglo XX, el carlismo mantuvo su presencia y sus bases. En 1909 falleció el pretendiente don Carlos de Borbón siendo sucedido por su hijo don Jaime de Borbón. Las disputas y disidencias fueron frecuentes. La
más importante se produjo a raíz de la Primera Guerra Mundial, cuando un sector del partido, se manifestó germanófilo y uno de sus principales hombres abandonó la militancia y fundó el Partido Tradicionalista en 1919.
Asimismo, el Partido Católico Nacional o Integrista se manifestaba ajeno a las formas de gobierno, pero su
visión extremadamente conservadora le situaba cerca de los grupos monárquico-conservadores.$
Las bases militantes del integrismo, como las del carlismo, se concentraban en Navarra, el País Vasco y Cataluña.
Tanto integristas como carlistas aceptaron la participación electoral y siempre dispusieron de representación en el
Parlamento. Desde 1917, la derecha antiliberal fue la que más insistió en el peligro comunista y reclamaba la necesidad de una dictadura que impusiese orden social, apoyando posteriormente a Primo de Rivera. Con la llegada de
la República en 1931, los tres grupos consiguieron reunificarse en un solo partido que se llamaría Comunión Tradicionalista.$
La oposición obrera$
El partido y el sindicato socialistas$
Al comenzar el siglo XX, el PSOE era todavía una fuerza relativamente pequeña. El partido se organizó a través de
las Agrupaciones Socialistas Locales, reunidas, en las Agrupaciones Provinciales. La dirección la ejercía un Comité
Nacional, llamado más tarde Comisión Ejecutiva, que presidió Pablo Iglesias hasta su muerte.$
El partido seguía unas directrices que marcaron su actuación: le preservación de la organización, no poniéndola en
peligro con grandes acciones revolucionarias; la diferencia con respecto a los partidos burgueses, por ello las alianzas con éstos tardaron mucho en realizarse; y la convicción de que el socialismo debía aprovechar las oportunidades que daba el sistema parlamentario. En 1910 Pablo Iglesias consiguió un acta de diputado.$
UGT se mostró partidario de la acción política para conseguir reformas sociales y laborales y defendió la participación de representantes obreros en los organismos estatales. Francisco Largo Caballero llegaría al cargo de
secretario general de la UGT. La organización del sindicato se basaba en la federación, a escala local y provincial,
de sindicatos de oficio, recogiendo la vieja tradición artesanal.$
A partir de 1917 el sindicalismo socialista empezó a crecer. Su expansión se dio, sobre todo, en Madrid, el País Vasco, Asturias, Andalucía y algo menos en Levante.$
La vinculación entre el PSOE y la UGT era muy estrecha, y sus principales dirigentes fueron militantes de ambas
formaciones. Por tanto, el auge del sindicalismo socialista estuvo acompañado por el crecimiento del partido socialista. Sus nuevos dirigentes se mostraron claramente partidarios del parlamentarismo y de una práctica política reformista y moderada.$
Pero el estallido de la Revolución rusa dio origen a que algunos militantes del socialismo se mostraran partidarios
de la línea bolchevique y se escindieran del PSOE fundando el Partido Comunista de España (PCE).$
Los anarcosindicalistas: la CNT$
Al iniciarse el siglo XX, el anarquismo tenía su presencia en Cataluña, pero también era poderosos en Andalucía,
Aragón, Asturias y Levante. En Barcelona, las sociedades obreras y los sindicatos autónomos de inspiración anarquista crearon, en 1907, Solidaridad Obrera una federación de asociaciones de trabajadores de carácter apolítico, reivindicativo y favorable a la lucha revolucionaria. Impulsó la fundación de la Confederación Nacional del
Trabajo (CNT). El nuevo sindicato nació con el objetivo de extenderse por toda España y dar estabilidad al sindicalismo anarquista.$
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La CNT se definía como revolucionaria y presentaba una ideología basada en tres presupuestos básicos: la independencia del proletariado con respecto a la burguesía y a sus instituciones (el Estado), por lo que se declaraba
totalmente apolítica; la necesidad de la unidad sindical de los trabajadores, y la voluntad de derribar el capitalismo, a través de la expropiación de los burgueses. Debería llevarse a cabo mediante huelgas y boicots hasta
proceder a la huelga general revolucionaria. La revolución de la CNT sufrió notables altibajos y después de la
huelga general de septiembre, el sindicato fue prohibido hasta 1914. En la Primera Guerra mundial se abrió una
etapa de colaboración con la UGT, que desembocó en la convocatoria conjunta de la huelga general revolucionaria
de 1917.$
En el Congreso de Sants en Barcelona (1918) y el Congreso de la Comedia en Madrid (1919) se firmaron la creación
de los Sindicatos Únicos de Industria, con la voluntad de sustituir a los viejos sindicatos de oficio, y ser reafirmó el apoliticismo y la necesidad de la negociación directa entre obreros y patronos, sin intervención de fuerzas
políticas o de representantes del Estado.$
De la Semana Trágica a la huelga revolucionaria (1909-1917)$
El conflicto colonial de Marruecos$
A partir de 1900, España consolidó su penetración en el norte de África. La Conferencia de Algeciras (1906), a la
que acudieron diversos países europeos, y el posterior Tratado hispanofrancés (1912), establecieron un protectorado francoespañol en la zona de Marruecos. A España le correspondió El Rif. El interés español por esta región
venía estimulado por los posibles beneficios económicos, pero sobre todo por el deseo de restaurar el prestigio del
ejército, hundido tras el desastre de Cuba, y conseguir que España se convirtiera de nuevo en una potencia colonial.$
La presencia española en esta área estuvo contestada por los continuos ataques de rifeños, organizados en cabilas.
En 1909, los rifeños infligieron una importante derrota a las tropas españolas en el Barranco del Lobo, ocasionando numerosas bajas. Se decidió aumentar el número de soldados en El Rif con reservistas, lo cual provocó un
importante movimiento de protesta popular.$
La Semana Trágica de Barcelona$
La movilización contra la guerra se inició en el puerto de Barcelona el día 18 de julio. El día 24 se constituyó un
comité de huelga, con la participación de republicanos lerrouxistas, socialistas y anarquistas, que hizo un llamamiento a la huelga general para el día 26. Pero esta huelga derivó en una revuelta popular que desbordó el objetivo inicial de protesta contra la guerra de Marruecos y acabó siendo un estallido espontáneo de todas las tensiones acumuladas.$
Los incidentes en la calle se multiplicaron, se levantaron barricadas, se produjeron enfrentamientos con las fuerzas
del orden público y, finalmente, explotó un fuerte sentimiento anticlerical que desbocó en el ataque e incendio de
más de 80 centros religiosos. Se declaró el Estado de Guerra. El elevado número de muertos y heridos radicalizó
el movimiento insurreccional, pero la falta de dirección y coordinación políticas derivó hacia la acción incontrolada de grupos que actuaban indiscriminadamente y sin objetivos claros.$
La represión posterior fue muy dura. Se celebraron 216 Consejos de Guerra que afectaron a 1700 personas y se
dictaron 17 condenas a muerte, de las cuales sólo de ejecutaron 5. Entre estas figuraba la Francisco Ferrer Guardia,
un pedagogo anarquista fundados de la Escuela Moderna.$
La represión de la Semana Trágica levantó una oleada de protestas por su virulencia y arbitrariedad. La oposición a Maura, apoyada por las campañas internacionales de denuncia de la represión, bajo la fórmula común
“¡Maura no!”, consiguió que Alfonso XIII disolviera las Cortes y traspasara el gobierno a los liberales.$
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El impacto de la Gran Guerra$
En verano de 1914, estando Eduardo Dato en el gobierno, se produjo el estallido de la Primera Guerra Mundial,
que enfrentó a los llamados imperios centrales (Alemania, Austria) con las potencias aliadas (Gran Bretaña, Francia, Rusia) y en la que intervinieron otros muchos países. Dato declaró la neutralidad española. Esta situación
supuso, además, una extraordinaria oportunidad para la economía del país. La guerra generalizada en Europa permitió exportar productos industriales y agrarios. Los industriales, especialmente catalanes y vascos, hicieron grandes negocios.$
Al dedicarse gran parte de la producción a la exportación, los precios interiores experimentaron alzas exorbitadas, que no fueron acompañadas de subidas de salarios. La carestía de vida se convirtió en un problema para las
clases populares: se encarecieron notablemente los productos básicos. El conflicto social, a causa del empeoramiento de las condiciones de vida de la mayor parte de la población, fue creciendo de manera imparable y las organizaciones obreras encabezaron un protesta cada vez mayor que desembocó en el movimiento huelguístico del
verano de 1917.$
La crisis de 1917$
En 1917 se produjeron conflictos sociales y políticos en gran parte de Europa. En febrero había caído el zarismo en
Rusia y en octubre se producía la revolución bolchevique. El descontento militar y la conflictividad social provocaron una protesta generalizada de carácter antigubernamental en la que se vieron implicados los partidos situados al margen del turno dinástico, los militares y las organizaciones obreras.$
La protesta militar$
El ejército español presentaba un número excesivo de oficiales en relación al de soldados. El hecho de que los
ascensos se obtuvieran mayoritariamente por méritos de guerra agravaba la situación. Además, la inflación había
hecho disminuir el valor real de los ya bajos salarios militares.$
El fuerte descontento entre los oficiales de baja y media graduación desembocó en la formación de las llamadas
Juntas de Defensa, asociaciones de militares que se extendieron por la mayoría de las guarniciones peninsulares.
Las Juntas reclamaban un aumento salarial y se oponían a los ascensos por méritos de guerra. El manifiesto de
junio de 1917 culpaba al gobierno de los males del ejército y del país, y hacía un llamamiento a la renovación política utilizando para ello un cierto lenguaje regeneracionista. Ante la situación, el gobierno cedió a las demandas de
las Juntas, cuya actividad fue tolerada.$
Los acontecimientos demostraron que las reivindicaciones de las Juntas tenían poco que ver con las de otros sectores sociales y que éstas eran básicamente un grupo de presión al servicio de sus intereses profesionales.$
La crisis política$
La situación política no era menos grave. El gobierno de Dato había sido sustituido, en 1916, por un gabinete liberal presidido por el conde de Romanoes, que continuó con las viejas prácticas de corrupción política y, ante
las quejas, decidió cerrar las Cortes en julio de 1916. En abril de 1917, Dato volvió a asumir la jefatura del gobierno
y, a mediados del mes de junio, una representación de diputados de la oposición reclamó enérgicamente al gobierno la reapertura de las Cortes. El gobierno se negó, y además, declaró el Estado de excepción y aumentó la
censura de prensa.$
Como reacción a iniciativa de la Lliga Regionalista se organizó en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios
catalanes, que exigió la formación de un gobierno provisional que convocase Cortes constituyentes para reformar
el sistema político y descentralizar el Estado.$
Desde la Asamblea se convocó una reunión de todos los diputados y senadores españoles. El gobierno prohibió la
convocatoria, pero acabó celebrándose el 19 de julio, y fue disuelta finalmente por la Guardia Civil.$
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El movimiento parlamentario no tuvo continuidad y desapareció sin haber conseguido la reforma constitucional.
Las fuerzas monárquicas no lo apoyaron. El movimiento huelguístico que se desató en agosto inhibió a las fuerzas
burguesas, ante el temor de un estallido revolucionario de mayores dimensiones que la reforma constitucional
planteada.$
La huelga general revolucionaria$
En 1916 ya se había producido un importante movimiento huelguístico, en marzo de 1917, las centrales sindicales
CNT y UGT acordaron firmar un manifiesto conjunto en el que se instaba al gobierno de intervenir para contener los precios bajo la amenaza de convocar una huelga general. A tensión estalló en agosto de 1917, a raíz de
un conflicto ferroviario en Valencia, y se llamó a la huelga general. La protesta adquirió un carácter político y revolucionario porque las fuerzas obreras convocantes que reclamaban el fin de la monarquía, la formación de un gobierno provisional que convocara Cortes constituyentes y el paso a un sistema republicano.$
La huelga tuvo una incidencia muy desigual. Se produjeron incidentes importantes en muchos puntos del país
donde se llegó a paralizar la vida ciudadana. La reacción del gobierno fue represiva, se declaró la Ley Marcial y
se envió al ejército a aplacar el movimiento. La huelga general fracasó y no consiguió contar con el apoyo de amplios sectores, pero tuvo unas enormes consecuencias: debilitó aún más el régimen, que demostró su brutalidad, y
radicalizó a la oposición. En los años siguientes, el sistema político de la Restauración entró en su crisis definitiva.$
La descomposición del sistema (1917-1923)$
La descomposición política$
El régimen de la Restauración entró en una progresiva descomposición a causa de los nulos deseos de renovación
política de los dirigentes y de la fuerte heterogeneidad y debilidad de la oposición.$
Los partidarios dinásticos, sin líderes claros, se fragmentaron. Desde 1917 se recurrió con frecuencia a la solución
de gobiernos de concentración. El más relevante fue el llamado Gobierno Nacional, impulsado por Maura
en 1918. Las diferencias entre los coaligados imposibilitó al gobierno llevar a cabo reformas, contener la inflación y
restablecer el orden social.$
Fracasado los gobiernos de concentración, se volvió al turno dinástico: entre 1918 y 1923, el país conoció diez
cambios de gobierno, y ninguno de ellos alcanzó un años de vida. Fue constante el recurso a medidas de excepción,
a la suspensión de las garantías constitucionales y a la clausura del Parlamento.$
Conflictividad obrera y pistolerismo$
Los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial fueron de gran conflictividad en toda Europa. El triunfo de la
revolución bolchevique y el establecimiento del Estado soviético en Rusia dieron alas y esperanzas a todos los grupos revolucionarios. En España se produjo una movilización obrera y un espectacular crecimiento del sindicalismo.$
El movimiento huelguístico alcanzó en Barcelona mayores dimensiones. En 1919 se inició una huelga en La
Canadiense que consiguió la paralización del 70% de la industrial local. El incumplimiento de la promesa de liberar a los detenidos por la huelga hizo reanudar la huelga y la patronal respondió con el cierra de la empresa y una
durísima represión contra los sindicatos.$
En Andalucía la situación de miseria del campesinado dio paso al trienio bolchevique. Los anarquistas y en
menor medida los socialistas impulsaron revueltas campesinas motivadas tanto por el “hambre de tierras”
como por el deterioro de los salarios y de las condiciones de vida. Se quemaron cosechas, se ocuparon tierras, y
muchos municipios llenaron a estar controlados por los comités de huelga. La declaración del Estado de guerra, la
ilegalización de las organizaciones obreras y la detención de sus líderes pusieron fin a la rebelión.$
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La conflictividad laboral degeneró en una radicalización de las posiciones de los sindicatos y de la patronal, sobre todo en Cataluña. Para detener la fuerza sindical, los patronos instituyeron la Federación Patronal, contrataron a pistoleros a sueldo para asesinar a los dirigentes obreros y recurrieron, frecuentemente, al lockout (cierre de empresas). Además, fundaron el Sindicato Libre. Algunos grupos vinculados a la CNT respondieron a esta
situación practicando también un activismo violento y atentaron contra las autoridades, los patronos y las fuerzas del orden. Entre esto grupos cabe citar a los Solidarios, que actuaron en Barcelona.$
La Federación Patronal barcelonesa exigía medidas de fuerza y el general Martínez Anido, gobernador civil de
Barcelona, protagonizó una política de protección de los pistoleros de la patronal; ejerció una dura represión
contra los sindicalistas y puso en práctica la Ley de Fugas. Todo ello originó la época conocida como el pistolerismo (1916-1932) durante la cual tuvieron lugar más de 800 atentados, en los que murieron 226 personas entre
las cuales Eduardo Dato, presidente del gobierno.$
El problema de Marruecos: Annual$
Al comenzar la década de 1920 en la zona oriental del protectorado de Marruecos las tribus rifeñas hostigaban al
ejército español de forma permanente. En 1921 se intentaron varias operaciones con el fin de controlar a los rebeldes, y para dirigir el ejército de l zona se nombró al general Silvestre. El general inició una ofensiva hacia el interior
del territorio que acabó en un verdadero desastre. El ejército fue derrotado en Annual se perdió todo el territorio ocupado y se produjeron unas 13000 bajas, incluida la de Silvestre.$
En 1923, con gobiernos inestables y una grave tensión social, el anuncio de que sería discutido en el Parlamento el
caso de Annual y de que se iban a pedir responsabilidades que podrían implicar al propio monarca movilizó a sectores del ejército y de la derecha, que desde hacía tiempo veían la solución a la crisis en una dictadura militar.$
La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)$
Las causas del golpe militar$
Primo de Rivera y los sectores que le dieron apoyo defendieron su acción como una solución para poner fin a la
crisis política y a la conflictividad social que atravesaba el país. Para los golpistas, entre las razones que justificaban la necesidad de cambiar la situación hay que destacar: la inestabilidad y el bloqueo del sistema político parlamentario, así como su desprestigio derivado del continuo fraude electoral; el miedo de las clases acomodadas a una
revolución social ante el auge de la conflictividad obrera y campesina; el aumento de la influencia del republicanismo y de los nacionalismos periféricos; y, por último, el descontento del ejército tras el desastre de Annual.$
Primo de Rivera justificó el golpe militar a través de un discurso con pretensiones regeneracionistas e incluso moralistas. Así, en su manifiesto inaugural, Primo de Rivera anunció su firme voluntad de limpiar el país de caciques y de acabar con el bandidaje político, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional.$
Algunos historiadores apuntan que Primo de Rivera no pretendía poner fin a un régimen caduco y anquilosado,
sino más bien evitar que el régimen acabara por democratizarse. Pretendía una reforma de la Constitución, de la
Ley Electoral, del sistema de turno de partidos y de las relaciones laborales, así como la limitación de los poderes
del rey. En cualquier caso, la dictadura fue una solución inconstitucional para frenar la posible reforma del sistema, que podía resultar amenazadora para ciertos sectores e intereses sociales.$
La regionalización del Estado$
La dictadura de Primo de Rivera atravesó dos fases sucesivas. Hasta 1925 gobernó el Director Militar cuyos
miembros eran militares, pero a partir de ese año, el gobierno dictatorial incluyó entre sus ministros a personalidades civiles. Se pasó entonces al Directorio Civil, aunque el peso de los militares continuó siendo importante y
el carácter del régimen no abandonó su estilo autoritario.$
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Las primeras medidas del Directorio Militar mostraron su carácter dictatorial: suspensión del régimen constitucional, disolución de las cámaras legislativas, cese de las autoridades civiles, prohibición de las actividades de los
partidos políticos y de los sindicatos, etc. Todo ello fue acompañado por la militarización del orden público y por
una represión del obrerismo más radical. Asimismo, como una de las intenciones era eliminar el caciquismo, se
elaboró un Estatuto Municipal y otro Provincial. También se disolvieron los ayuntamientos. La regeneración
prometida quedó en una gran farsa, ya que se suspendieron todos los mecanismos electorales y la renovación política se limitó a sustituir unos caciques por otros.$
Durante la primera etapa de la dictadura, el conflicto de Marruecos centró el interés de Primo de Rivera, que
asumió personalmente el Alto Comisionado de Marruecos en 1924. Al año siguiente, en colaboración con Francia,
se organizó el desembarco de Alhucemas que se saldó con gran éxito. En 1027, el ejército español dio por concluida la ocupación efectiva de todo el protectorado de Marruecos.$
A partir de 1926, se fue abonando la idea de una dictadura transitoria tras la que se volvería al régimen constitucional, y Primo de Rivera intentó institucionalizar su régimen para darle continuidad y permanencia. Indudablemente, el modelo e influencia del fascismo italiano fue muy clara. El camino hacia un régimen autoritario comenzó con la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva (1927), de carácter corporativo. El sufragio universal quedó totalmente al olvido.$
Para promover la adhesión al nuevo sistema se creó un partido único, que se llamó Unión Patriótica. Se trataba
de un partido gubernamental, sin un programa ideológico definido y cuya misión primordial era proporcionar apoyo social a la dictadura y seguir las directrices del poder. También se reactivó la antigua institución del Somatén.$
La política económica y social$
La dictadura se benefició de la buena coyuntura económica internacional. El régimen puso en marcha un programa de fomento de la economía española en el terreno industrial y en las infraestructuras, aunque apenas se
ocupó del problema agrario. La idea rectora fue la nacionalización de importantes sectores de la economía y el
aumento de la intervención estatal. El Estado tuvo un protagonismo notable gracias al fomento de las obras
públicas.$
El gobierno aprobó el Decreto de Protección de la Industria Nacional. También se concedieron grandes monopolios, como el de telefonía, a la Compañía Telefónica Nacional de España, y la exclusividad en la importación,
refinado, distribución y venta de petróleo a la compañía arrendataria Campsa. Todo ello fue financiado mediante
los llamados Presupuestos Extraordinarios, de forma que el Presupuesto Ordinario del Estado cada año aparecía
equilibrado, pero se iba acumulando una gran deuda extraordinaria. El mundo agrario siguió en mano de los
grandes propietarios sin que se emprendiera reforma alguna, aunque sí se promovió el regadío a través de la creación de las llamadas Confederaciones Hidrográficas.$
En el terreno social, la dictadura puso en marcha un modelo de regulación del trabajo que pretendía eliminar los
conflictos laborales mediante la intervención del Estado y la represión de las organizaciones más radicales. Con
este fin se creó la Organización Corporativa Nacional, que agrupaba a patronos y obreros en grandes corporaciones y regulaba los conflictos laborales a través de Comités Paritarios. Su misión era la reglamentación de los
salarios y de las condiciones del trabajo. El sistema fue bien visto, aunque no en todos sus aspectos, por una parte
del movimiento obrero representada por la UGT, que pudo desenvolverse con cierta libertas bajo el régimen;
mientras que los anarcosindicalistas y comunistas eran perseguidos y obligados a permanecer en la clandestinidad.$
La oposición a la dictadura$
La oposición a la dictadura estuvo integrada por algunos líderes de los partidos dinásticos, los republicanos, los
nacionalistas, los comunistas, los anarquistas, determinados sectores del ejército y la casi totalidad de los intelec-
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tuales. Los antiguos partidos de turno criticaron la excesiva duración del régimen y varios dirigentes participaron
en conspiraciones militares como el complot de la “sanjunada”, en junio de 1926.$
Con respecto a los intelectuales y el mundo universitario, la dictadura pretendió controlarlos férreamente
mediante la censura y limitando su libertad, llegando incluso a cerrar las universidades. El conflicto derivó en algaradas y protestas estudiantiles y fue el origen de un gran sindicato, la Federación Universitaria Española
(FUE), de carácter republicano. $
El conflicto más persistente se produjo, sin embargo, con el republicanismo y los nacionalismos, especialmente el
catalán. Los republicanos organizaron la Alianza Republicana, que logró unir a las diversas facciones del movimiento y desarrollar una amplia campaña propagandística en el exterior. En Cataluña, la medidas tomadas por
Primo de Rivera, como la liquidación de la Mancomunidad, así como la prohibición el uso público de la lengua
catalana y del baile de la sardana, fueron recibidas como profundamente anticatalanas y provocaron un notable
distanciamiento incluso entre los sectores que habían acogido la dictadura con cierta simpatía. La oposición del
catalanismo de izquierdas y el republicano fue aún más decidida. En ella se distinguió el grupo Estat Català con
su intento de invasión armada dirigida por Francesc Marcià.$
La CNT se mostró contraria al régimen y fue intensamente perseguida. En julio de 1927, los radicales crearon la
Federación Anarquista Ibérica (FAI). También el PSOE cambió su posición hacia 1929, cuando rechazó abiertamente los intentos continuistas del régimen y se pronunció a favor de la República.$
La caída de Primo de Rivera$
La creciente oposición a Primo de Rivera se intensificó cuando el rey y su camarilla se convencieron de que la dictadura era un peligro para la permanencia de la monarquía. El rey optó por retirar su confianza a Primo de Rivera,
quien acabó dimitiendo el 30 de septiembre de 1930.$
El general Berenguer fue el encargado de sustituirle, con la misión de celebrar unas elecciones que permitieran
retornar a la normalidad constitucional. La oposición comenzó a organizarse y los republicanos, los catalanistas de
izquierda y el PSOE acordaron la firma conjunta del Pacto de San Sebastián. Berenguer fue incapaz de preparar
las elecciones y, en febrero de 1931, fue sustituido por un gobierno presidido por el almirante Aznar, que puso en
marcha unos comicios en los tres niveles establecidos: municipales, provinciales y legislativos. El gobierno decidió
en primer lugar las elecciones municipales y las fijó para el 12 de abril de 1931. Se intentaba volver a la normalidad como si nada hubiese sucedido, pero Alfonso XIII se había comprometido excesivamente con la dictadura y
las elecciones se presentaron como un plebiscito a favor o en contra de la monarquía.
La crisis del sistema de la Restauración (1898-1931)$
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