Secundario

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La tristeza de Navidad Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.
(Lc 2, 6‐7)
Tres líneas en total. Para narrarnos el acontecimiento más solemne de la historia del mundo, el evangelista Lucas escribe solamente tres líneas. Todo un Dios que viene a «plantar su propia tienda entre nosotros». Y con tres líneas hay más que suficiente para decirlo. Con seguridad, la pluma habrá luchado entre las manos para resistir a la dura tentación de decir muchas cosas más. Tres líneas tan sólo en la parte de arriba. Luego, toda una página en blanco. Y aquí estamos nosotros dispuestos a embadurnarla con nuestras pobres palabras. Parecerá tal vez una simpleza comenzar la serie de «evangelios molestos» con la narración de la navidad; con una página que parece hablarnos exclusivamente de ternura, que evoca los más dulces y suaves pensamientos. Y sin embargo, precisamente estas tres líneas de Lucas, si atinamos a disipar la tupida niebla de un necio sentimentalismo, son terriblemente molestas. Molestísimas. Porque constituyen la condenación más despiadada de esta nuestra navidad, hinchada de retórica, atiborrada de una poesía vulgar y dulzarrona, llena de miriñaques multicolores y de conmociones baratas. Tres líneas. Nosotros en cambio hemos ido añadiendo renglones y renglones hasta hacer una obra mastodóntica e interminable, cursi y ficticia. Después hemos volcado sobre ella toneladas de sentimentalismo, de folklore, de pacotilla variada y de mal gusto. Y así nos ha salido una navidad, que más que nada es un pretexto. Pretexto para dar rienda suelta a nuestra vena poética, más bien pobre; para bruñir un poquito el metal enmohecido de lo que llamamos nuestra religiosidad; para cepillar el polvo caído sobre nuestro uniforme de cristianos; para hacer alguna obra de caridad, sirviendo tal vez la comida a algún pobre… Y con ello quedamos convencidos de que somos unas personas colosales. Pretexto para subir al escenario de la vida y representar una vez al año el papel del bueno. Porque hasta nos gastamos el lujo de creernos buenos. Una vez al año. Francamente, hemos deshecho la navidad. Hemos saboteado la pura sencillez de esas tres líneas. Nuestra rica navidad se ha impuesto y ha empobrecido a la navidad verdadera. Cuando un sosegado silencio todo lo envolvía, y la noche se encontraba en la mitad de su carrera, tu palabra omnipotente, cual implacable guerrero, saltó del cielo, desde el trono real, en medio de una tierra condenada al exterminio. Empuñando como cortante espada tu decreto irrevocable. (Sab 18,14‐15) El silencio. Elemento natural, condición indispensable para que la palabra baje a la tierra. Y nosotros hemos roto ese silencio que nos resultaba demasiado molesto, destapando ruidosamente millones de botellas. Pero ¿es que Cristo baja del cielo para que nos demos el gustazo de sentirnos buenos? ¿O para que nos volvamos románticos ante el ruido de las panderetas y de las zambombas? ¿O para que sintamos la amarga alegría de ver cómo se desbarata la sencillez de su venida? ¿Para eso solamente?… Nuestra «inútil» navidad “… Y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada”. (Lc 2, 7) Mas tarde dirá: “Llamad y se os abrirá”. Pero para su madre, que entonces le llevaba en su seno bendito, las puertas permanecen cerradas y los hombres dentro, apostados detrás de la fortaleza de su egoísmo, dispuestos a no ceder ni un solo palmo de terreno. Para él no había sitio. Tiene que ir a nacer fuera de la ciudad. Fuera de la ciudad morirá también. Interiormente nos sublevamos contra aquellos miserables que cierran las puertas a un Dios que viene a nacer entre nosotros. Pero ¿no será una falsa indignación, un cómodo subterfugio? Porque, seamos sinceros, nosotros en realidad nos portamos mucho peor. Claro que hemos adquirido un mayor nivel social y nos repugna el hecho de dejarlo abandonado fuera de la puerta. Somos gente educada. No como aquellos villanos… No. No le dejamos fuera. Sospechamos el peligro, nos damos cuenta de su nada grata presencia, advertimos que nos va a molestar y que tal vez tendremos que defendernos de él. Por educación no le dejamos fuera. Pero con nuestros finos modales, valiéndonos de nuestros exquisitos conocimientos diplomáticos, llegaremos a conseguir que su presencia nos resulte «innocua». Y así inutilizamos la navidad. Nuestra conducta es más detestable que la de aquellos que le dejaron a la puerta. ¿Por qué? Cristo viene a traernos la luz. “El pueblo que andaba a oscuras vio una luz intensa. Sobre los que vivían en tierras de sombras brilló una luz”. (Is 9,1) “… Y la luz brilla en las tinieblas”. (Jn 1, 5) Pero nos dimos cuenta muy pronto de que la suya es una luz molesta, indiscreta, que se cuela por todos los rincones, que descubre nuestras miserias, nuestras limitaciones, nuestras mezquindades. Es una luz que no se resigna a ser un puro adorno, sino que compromete, que exige cambios dolorosos en nuestra existencia. Es una luz despiadada, fastidiosa, provocativa. Y nosotros, lejos de dejarnos «arrollar» por esta luz maravillosa, de rendirnos ante ella, decidimos hacerle competencia, oponiéndole nuestros pequeños y ridículos farolillos de color. Y como señal de nuestro infantilismo, nos cubrimos los ojos con las manos, para defendernos de esa luz que llenó con su resplandor la cueva de Belén. Manos pegadas a nuestros ojos; insignificantes farolillos de color: así es como conseguimos neutralizar la luz. Cristo viene para llenarnos de alegría. El ángel lo anuncia a los pastores: “No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo”. (Lc 2,10) Alegría, porque sabemos que hay un Dios que piensa en el hombre con amor, que baja hasta el hombre, que se acerca hasta el hombre, ¡que se hace hombre! Un Dios que se hace caminante para recorrer junto a nosotros nuestro mismo camino, compartiendo nuestras penas y miserias, nuestras lágrimas, angustias y esperanzas. Un Dios que viene a traernos la salvación. A todos. Un Dios que se nos revela como la misma misericordia. Alegría, porque al hombre se le da una nueva posibilidad que podría parecer una locura. «Dios se ha hecho hombre para que el hombre pueda llegar a ser Dios». Pensándolo bien, habría para volverse locos. ¡Locos de alegría! Pero no es así. Despreciamos la alegría, esa alegría. Cristo ha venido a traernos la felicidad, una felicidad que traspasa todos los horizontes terrenos. Y le consideramos como un intruso. Como un aguafiestas. Como un enemigo de la alegría. Como si viniera a robarnos la tierra o a envenenar esos codiciados manjares terrenos en los que hundimos a diario nuestros dientes y nuestras uñas. ¿La alegría? Que nos deje ir saboreando en paz nuestras ridículas alegrías humanas, plácidamente atrincherados en la lóbrega guarida de nuestro egoísmo… Cristo nos trae sus dones. Mejor; no nos trae sus dones: ¡se hace don! El don por excelencia. Y nosotros queremos fingir que no nos damos cuenta de tal don. Pero es que además, estamos demasiado ocupados en acariciar con nuestras manos al ridículo paquete en que se ocultan nuestros dones, nuestros insignificantes regalos. Así ahogamos el don bajo una montaña de papeles de color, de juguetes, de chucherías, de quincalla inútil… ¡de niñerías! De esta manera la operación no falla y conseguimos «inutilizar» nuestra navidad. ¡Diplomáticamente! Es necesario vivir la navidad Cueste lo que cueste, hemos de «vivir» la navidad. Pobres de nosotros si no lo hacemos. Nos jugamos nuestro propio destino. Nuestra misión es convertirnos en luz. Que esa luz nos penetre íntimamente, nos transforme, nos haga tan lúcidos y transparentes que los hombres al mirarnos queden deslumbrados, sintiendo todo el encanto y el atractivo de esa luz sobrenatural. Convertirnos en alegría. No querer ser duros, gruñones, severos y hasta odiosos guardianes de la verdad. Nuestra misión no es, ¡gracias a Dios!, ser carceleros o policías, sino testigos de la alegría cristiana. Que todo el mundo entienda que el mensaje de Cristo es un mensaje de salvación, no de condenación. Un mensaje de liberación, no de opresión. Un mensaje de alegría, no de tristeza. Convertirnos en don. Es costumbre hacer regalos en navidad. Muchos regalos. Toneladas de papel pintado, kilómetros de hilo y de lazos dorados, tarjetones enormes que sirven de felicitación. Queremos así saldar nuestras deudas de gratitud con aquellas personas a quienes debemos algún favor. Pero esto es muy fácil, demasiado cómodo. A un cristiano se le exige mucho más. Tiene la obligación, no de hacer regalos, sino de convertirse él en regalo, de convertirse en don. Hacer de su vida una entrega sin reservas. Para todos. Porque todos los hombres son sus acreedores. Porque el cristiano ha de sentirse deudor para con todos sus semejantes. Tengamos valor para examinar frecuentemente nuestra conducta de cristianos a la luz que proyectan esas tres maravillosas líneas de Lucas. De buscar la sencillez que ellas reflejan. De desmontar esta nuestra navidad mastodóntica y mecanizada. Para descubrir la auténtica navidad y enriquecernos así con su pobreza. Tal vez la navidad, la navidad que hemos vivido hasta ahora, nos hable más de tristezas que de alegrías. Porque hemos destrozado su verdadero sentido. “Es cierto que somos unos profanadores; pero a los ojos de aquel que no se horrorizó de hacerse uno de nosotros, somos unos pobres pecadores que en esta navidad, junto a la inmensa alegría de saberse redimidos, llevan en el alma la infinita tristeza de no ser todavía cristianos”. (Mazzolari) Las narraciones de la Natividad de Jesús
Marià CORBÍ
Algunos ejemplos de narraciones de nacimientos maravillosos de grandes personajes espirituales,
dioses y héroes
Para intentar leer las narraciones evangélicas del nacimiento de Jesús, desde un punto de vista puramente
simbólico, y no como crónicas de hechos, ni descripciones de la naturaleza de lo divino y de su manifestación en
Jesús, resultará útil hacer un brevísimo compendio de nacimientos maravillosos en otras tradiciones espirituales.
Nacimientos milagrosos en Israel
Aunque de Moisés no se narre un nacimiento milagroso, sí que es milagrosa su supervivencia de la persecución
del Faraón.
Pero abundan otros nacimientos milagrosos en la tradición bíblica. En Israel las narraciones de nacimientos
extraordinarios tienen unos rasgos comunes: anuncio del nacimiento por un ángel, o por un sueño, o ambas
cosas a la vez; esterilidad de la esposa antes de la intervención divina; profecías y anuncios sobre el futuro
recién nacido; palabras u obras maravillosas del infante, etc.; la mayoría de estos elementos intervienen en las
narraciones del nacimiento de Jesús.
Pero estas estructuras mitológicas no son un fenómeno exclusivo de Israel, los nacimientos maravillosos son una
estructura mitológica ancestral.
Mito del nacimiento de Krishna
El rey Kamsa era un rey tirano. Tenía una hermana, Devaki, a la que quería mucho. Devaki contrajo matrimonio
con Vasudeva, y el rey les ofreció muchos presentes para aquella ocasión feliz. Todo iba bien, pero de pronto el
rey oyó una voz que le decía: “Oh, loco, por qué te felicitas por este casamiento, ¿no sabes que el octavo fruto
de su vientre será la causa de tu muerte?
El terrible Kamsa saltó de su asiento y se lanzó contra su hermana, con la espada en alto, dispuesto a matarla.
Vasudeva, rápido como el viento, se interpuso entre ellos y paró al rey. “Recuerda que no que no es ella la que
provocará tu muerte, sino nuestro octavo hijo. Te prometo que todos nuestros hijos te serán entregados para que
decidas su suerte”. Así salvó la vida de Devaki, pero fueron infinitamente infelices porque cada uno de sus hijos
era asesinado por el rey al momento de nacer. No sabían como escapar a aquel maleficio.
Entonces, el Alma del universo, el refugio de todos, Narayana, entró en la mente de Vasudeva. Lucía como el sol
de mediodía. Devaki recibió en ella el buen auguro personalizado, la esencia de toda la riqueza y gloria del
universo, el Alma indestructible, que habita en toda cosa viviente y no viviente. Devaki tuvo la gran fortuna de
convertirse en la madre del Señor de los Señores. Embarazada de su octavo hijo, Kamsa ordenó encerrarla con
Vasudeva en la cárcel. Los encerraron a los dos en la misma mazmorra, atados por una única cadena. Como el
levante se ilumina con la salida de la luna, Devaki tenía un aspecto bellísimo, radiante, aunque el mundo no
podía verla, presa como estaba en la mazmorra de Kamsa. Su brillo estaba escondido como una luz se oculta en
un jarro.
Desconsolados, sin ningún tipo de ayuda, Vasudeva i Devaki rogaban y rogaban al Todopoderoso, al Amor
infinito. Le imploraban protección para su hijo. Rezaban con tanto ardor que al final cayeron desmayados.
Brahma, Mahadeva y todos los devas se presentaron delante de ellos y, dirigiéndose a Devaki, le dijeron: “eres
una princesa muy afortunada, pues serás la madre del mismo Narayana, el Señor. No temas a Kamsa”. Cuando
los hubieron tranquilizado y reconfortado, desaparecieron de su presencia.
El tiempo era propicio. Tenía el encanto de todas las seis estaciones. Los planetas y las estrellas estaban en la
posición que indica paz y gozo en el mundo. Las cuatro direcciones eran claras y diáfanas, la estrella Rohini
estaba en ascendente, la estrella que está gobernada por Prajapati. El cielo era transparente y sembrado de
estrellas que brillaban con mucha intensidad, las aguas de los ríos eran cristalinas y dulces, los lagos estaban
llenos de flores de loto, los árboles florecían, soplaba una brisa suave impregnada de una intensa fragancia que
venía de las flores. Los fuegos que habían encendido los brahmanes quemaban sin echar humo y un aire de paz
y de tranquilidad cubría toda la tierra. Las mentes de todos los hombres eran felices sin saber el motivo. Sólo
Kamsa era desgraciado. Los Siddhas y Charanas cantaban himnos de alabanza, los devas y los rishis lanzaban
flores sobre la tierra. Se oyó un gran trueno entre las nubes que parecía el rugir del océano. Era medianoche. Y
Narayana, el que es el corazón de todos, nació de Devaki, la esposa de Vasudeva. Devaki dio a luz a Narayana,
como el levante da la luna gloriosa.
Cuando Vasudeva miró al recién nacido quedó muy sorprendido. Vasudeva vio que no era un ser humano el que
tenía en los brazos sino el mismo Narayana. Puso al recién nacido en la tierra, y con las manos juntas en señal
de humilde veneración, dijo: “en tu infinita misericordia por la tierra y por los pobres Vasudeva y Devaki, has
asumido la forma de un ser humano. No sé cómo pronunciar las palabras de emoción que invaden mis labios. Ya
no soy un desgraciado. Soy el más afortunado de todos los hombres y mi mujer tiene el honor de ser la madre
del Señor. Grande es tu favor por nosotros[1].
Así se narra el nacimiento de Buda
La forma de la concepción se explica de la siguiente manera: en el tiempo del festival de verano en Kapilavatthu,
Mahá Maya, Señora de Suddhodana, yacía en su lecho y tuvo un sueño. Soñó que los Cuatro Guardianes de los
Puntos Cardinales la levantaron y llevaron hacia los Himalayas y una vez allí la bañaron en el lago Anotatta, para
luego dejarla sobre un lecho celestial dentro de una áurea mansión en la Colina de Plata. Entonces el Bodhisatta,
quien se había convertido en un hermoso elefante blanco y llevaba en su trompa una blanca flor de loto, se
acercó desde el norte y pareció tocar su flanco derecho y penetrar en su vientre. Al siguiente día, cuando
despertó, contó el sueño a su señor y los brahmanes lo interpretaron de la siguiente manera: que la señora había
concebido un niño varón, quien en caso de adoptar la vida de hogar, se convertiría en un Monarca Universal;
pero que si adoptaba la vida religiosa se convertiría en un Buda y quitaría al mundo los velos de la ignorancia y el
pecado.
También debe relatarse que en el momento de la encarnación tanto la tierra como los cielos mostraron signos,
los mudos hablaron, caminaron los lisiados, todos los hombres comenzaron a hablar con bondad, los
instrumentos musicales sonaron por sí solos, la tierra se cubrió de flores de loto, éstas descendieron del cielo y
todos los árboles dieron sus flores. A partir del momento de la encarnación, además, cuatro devas guardaron al
Bodhisatta y a su madre, para protegerlos de todo daño. La madre no estaba fatigada y podía ver al niño en su
vientre con tanta claridad como se puede ver el hilo en una gema transparente. Así llevó la señora Mahá Maya al
Bodhisatta durante diez meses lunares, al cabo de ese lapso expresó deseos de visitar a su familia en Devadaha
y allí se dirigió. En el camino de Kapilavatthu a Devadaha hay un bosquecillo de árboles que pertenece a la gente
de ambas ciudades, y que en el momento del viaje de la reina estaba lleno de frutas y flores. Allí quiso descansar
y fue llevada hacia el mayor de los árboles sal y debajo de él se paro. Cuando levantó la mano para tomar una de
sus ramas supo que el momento había llegado, y así, de pie y sosteniendo la rama del árbol, dio a luz. Cuatro
devas de Brahma recibieron al niño en una red de oro y lo mostraron a la madre, diciendo: ¡Regocíjate, oh
Señora! Un gran hijo ha nacido de ti”. El niño se mantuvo erguido, dio siete pasos y exclamó: “Soy supremo en el
mundo. Éste es mi último nacimiento: en adelante no habrá más nacimientos para mí” [2].
Hechos extraordinarios en el nacimiento de Mahoma
Del Profeta Mahoma también se narra las maravillas de su nacimiento y de su primera infancia.
La madre del Profeta contó que cuando lo llevaba en su seno y que, cuando al término de nueve meses, se le
acercó el momento del parto, vió en un sueño, a un ángel descender del cielo y le dijo: el que llevas en tu seno
es el más grande de todos los hombres y la más noble de todas las criaturas; cuando lo des a luz ponle por
nombre Muhammad, y pronuncia estas palabras “tomo recurso para él en Dios único contra las malas influencias
de todo tipo”. Ella contó su sueño a ‘Abdou’l-Mottalib. La noche en la que el Profeta vino al mundo, su madre le
miró y vio que brotaba de él una luz que llegaba hasta Siria, y vió todos los palacios de ese país; y la luz que
salía de él se extendía también al cielo y alcanzaba las estrellas. A la mañana siguiente, llamó a ‘Abdou’l-Mottalib
y le contó lo que había visto. ‘Abdou’l-Mottalib dio al niño el nombre de Muhammad.
Otra tradición cuenta que, en el momento del nacimiento del Profeta, todos los ídolos que se encontraban en la
ciudad de la Mekka y en el templo de la Ka’aba, cayeron al suelo de bruces; y los fuegos de los templos de los
magos, en Arabia y en Persia, se extinguieron aquella noche[3].
Otra tradición narra los prodigios de los primeros momentos de la vida del Profeta:
Nuestro Señor Muhammad (que Alláh extienda sobre él sus Bendiciones y le conceda la Paz) nació algunos
instantes antes del amanecer de un lunes, el doceavo día del mes de Rabi’el Aw-wal, en el año del Elefante (el
29 de Agosto del 570 de la Era Cristiana).
Cuando vino al mundo, estaba limpio de toda mancha, circunciso por su naturaleza y su cordón umbilical había
sido cortado por los cuidados del Ángel Gabriel. El aire de la ciudad era funesto para los niños de su edad, y los
nobles tenían por costumbre el confiarlos a nodrizas beduinas, quienes los criaban en sus Badiya (tierra habitada
por los Beduinos o nómadas). Poco después del nacimiento de Muhammad, una decena de mujeres de la tribu
de los Baní Sa’ad, sanas y bronceadas por el aire vivificante de su país, llegaron a la Mekka a la búsqueda de
niños de pecho; y una de ellas, Halima, cuyo nombre significa “la dulce”, le sería reservado el honor de servir de
nodriza al Profeta de Alláh.
Halima bint Zu’aib dijo: “El año era seco, y nos hallábamos mi marido Háriz ben el Ozza y yo en un gran apuro.
Decidimos dirigirnos a Mekka, donde buscaría un niño de pecho cuyos padres nos ayudarían a superar nuestra
miseria, y nos unimos a una caravana de mujeres de nuestra tribu que se dirigían allí con la misma intención.
La burrilla que me servía de montura estaba tan en los huesos, debido a las privaciones, que terminó por caerse
en el camino; y durante toda la noche el sueño se nos interrumpía por el llanto de nuestro desafortunado hijo
torturado por el hombre: ni en mis senos ni en las mamas de la camella que conducía mi marido quedaba una
gota de leche para calmarlo. Y en mi insomnio me despertaba: ¿Cómo podía, en esta situación, pretender
hacerme cargo de un niño de pecho?
Mucho más tarde que nuestra caravana, pero, por fin, llegamos a Mekka. Al llegar vimos que todos los niños de
pecho habían sido adoptados por mis compañeras, salvo uno: Muhammad. Su padre había muerto y su familia
era poco acomodada, a pesar de la alta situación que ocupaba en Mekka. Ninguna de las nodrizas había querido
encargarse de él. También nosotros nos desentendimos de él al principio; pero tuve vergüenza de volver con las
manos vacías y temía las bromas y las chanzas de mis compañeras; además me conmovió particularmente el
ver que ese niño tan guapo iba a sucumbir en el aire malsano de la ciudad. La compasión llenó mi corazón; sentí
la leche volver milagrosamente a mis senos, presta a brotar hacia Muhammad, y dije a mi marido: ¡Por Alláh!,
siento un gran deseo de adoptar a este huerfanito, a pesar de lo improbable de que ello nos sea rentable; tienes
razón me dijo y puede ser que con él venga la Bendición a nuestra tienda. Sin poderme contener, me precipité
sobre el hermoso niño que dormía y le puse mi mano sobre su pechito; sonrió y abrió sus ojos centelleantes de
luz entre los que le besé. Luego estrechándole entre mis brazos, me volví al campamento de nuestra caravana.
Entonces lo coloqué a mi seno derecho para que tomara el alimento que Alláh le concediese y, ante mi asombro,
encontró en él con qué saciarse; entonces, le ofrecí mi pecho izquierdo, pero lo rechazó, dejándoselo a su
hermano de leche; y siempre obraba del mismo modo. ¡Qué fenómeno más extraordinario! Para calmar el
hambre que me atenazaba, mi esposo obtuvo suficiente leche de las ubres anteriormente secas de nuestra
camella, y, por primera vez en mucho tiempo, la noche nos trajo un sueño reparador. ¡Por Alláh! ¡Halima,-dijo mi
marido al día siguiente- has adoptado una criatura realmente bendita! Volví a subir con el niño a mi borrica, que,
emprendiendo una marcha veloz, no tardó en alcanzar y dejar tras de si incluso a mis compañeras, que
asombradas me gritaban: Halima, sujeta a tu borrica para que lleguemos juntas. ¿Pero, es esa la burra que
montabas al salir? -Sí, por supuesto-. Entonces, tiene algún prodigio que no podemos comprender.
Llegamos a nuestros campamentos de Bani Sa’d; no conocía tierra más seca que la nuestra, y nuestros rebaños
estaban diezmados por el hambre. Pero, para nuestro asombro, los encontramos en mejor estado que en los
años más prósperos, de tal forma que las ubres repletas de nuestras ovejas nos proporcionaban más leche de la
que necesitábamos. Los rebaños de nuestros vecinos se hallaban, por el contrario, en el estado más lamentable,
y sus dueños echaban la culpa de ello a sus pastores: ¡desgraciados, estúpidos –gritaban-, llevadlos a pastar allí
donde pacen los de Halima! Los pastores obedecían, pero era en vano; la hierba tierna que parecía salir de la
tierra para nuestros corderos, se marchitaba inmediatamente tras su paso. La prosperidad y la Bendición no
cesaban de entrar en nuestra tienda. Muhammad alcanzó la edad de dos años, y entonces lo desteté. Era de
naturaleza verdaderamente excepcional: con nueve meses hablaba ya con un encanto y un acento que llegaba al
fondo del corazón; nunca se ensuciaba; nunca gritaba o lloraba, a no ser cuando su desnudez se hallaba
expuesta a la vista. Si se incomodaba por la noche y no quería dormirse, lo sacaba de la tienda e
inmediatamente su mirada se clavaba con admiración en las estrellas; su alegría estallaba y cuando sus ojos se
saciaban del espectáculo, consentía en cerrarse y dejarse invadir por el sueño…[4]
Prodigios en el nacimiento de Zoroastro
Se supone que Zoroastro viene al mundo el año 550 antes de Cristo.
Así se narra su nacimiento: Cuando Dogdo, la madre de Zoroastro, estaba encinta de cinco meses y veinte días,
tuvo un sueño terrorífico. Creyó ver una nube muy negra, que como el ala de una gigantesca águila, cubría la luz
y producía las tinieblas más espantosas; de esta nube cayó una abundante lluvia de animales de todas las
especies: tigres, leones, lobos, rinocerontes, serpientes, que armados de largos y agudos dientes, cayeron sobre
la mansión de Dogdo. Una de estas bestias, más cruel y fuerte que las otras, se arrojó sobre ella lanzando
bramidos de furor y le destrozó el vientre, arrancó de él a Zoroastro y le clavó las uñas con intención de dejarlo
sin vida. A la vista de este monstruo, los hombres lanzaban horribles gritos y Dogdo, temblando gritaba: ¿Quién
me librará del mal que me amenaza? Cesad de temer, dijo Zoroastro. Aprended a conocerlo, ¡oh madre mía!;
aunque estos monstruos sean muy numerosos y yo esté solo, resistiré a todo su furor.
Estas palabras devolvieron la tranquilidad a Dogdo, que vio elevarse bajo el cielo una alta montaña en el lugar en
que estaban las bestias. La luz del sol disipó la tenebrosa nube y el viento del otoño que sopló, hizo que las
bestias se dispersaran como si se tratase de hojas secas.
Cuando el día estaba ya un poco avanzado, apareció un hombre Joven, hermoso como la luna llena y refulgente
como Djemschid, que tenía un cuerno luminoso en su mano, con el que debía arrancar la raíz de los Dews, y en
la otra un libro; lanzó su libro contra las fieras, que desaparecieron de la mansión de Dogdo como si hubieran
sido reducidas a cenizas. Sin embargo, las tres más fuertes resistieron: el lobo, el león y el tigre. El joven se
acercó a ellas, las golpeó una a una con su cuerno luminoso y las redujo a la nada, Inmediatamente el joven
cogió a Zoroastro, lo volvió a colocar dentro del vientre de su madre, sopló sobre ella y volvió a encontrarse
embarazada.
Nada temas, le dijo, acto seguido, a Dogdo. El Rey del Cielo protege a este niño y el mundo entero está
esperando su llegada, porque es el Profeta que Dios envía a su pueblo. Su ley llenará de alegría al mundo;
gracias a él, en la misma fuente irán a beber el cordero y el león. No temas a estas bestias feroces, porque a
quien socorre Dios, aunque el mundo entero se declare enemigo suyo, ¿qué daño podría hacerle? Tras decir
estas palabras, el joven se desvaneció y Dogdo se despertó.
Dogdo pasó tres noches en vela, y cuando amaneció el cuarto día, se presentó en casa del intérprete de los
sueños, que no disimuló su gran alegría al verla. El anciano tenía su astrolabio dirigido hacia el sol y estudiaba
los acontecimientos que habían de acaecer. Tomó a continuación una plancha unida y una pluma, observó los
astros y, pasada una hora, se puso a escribir, repasó varias veces lo escrito y, después de haber concluido todos
sus cálculos, le dijo a la madre de Zoroastro:
Yo veo lo que ningún hombre ha visto jamás. Tú estás encinta de cinco meses y veintitrés días. Cuando tu
tiempo se haya cumplido, de ti nacerá un niño que será llamado el bendito Zoroastro. La ley que él debe anunciar
llenará el mundo de alegría. Aquellos que siguen la ley impura se declararán sus enemigos y le harán la guerra.
Tú sufrirás por ello, como te han hecho sufrir las bestias feroces que has visto en sueños; pero por fin vencerás.
Tú has visto a un hombre joven descender del sexto cielo, brillante de luz; el cuerno deslumbrador y brillante que
mantenía en una de sus manos designa la grandeza de Dios. El libro que tenía en la otra es el sello de la
profecía, que hace huir a los Dews; las otras tres bestias indican la presencia de tres poderosos enemigos, pero
nada podrán contra él. En aquel tiempo, habrá un rey que hará practicar públicamente la buena ley. A aquel que
obedezca las palabras de Zoroastro, Dios le otorgará el paraíso, el alma de sus enemigos será precipitada en el
infierno[5].
Nacimiento de Saosyant, el sucesor de Zoroastro, el enviado al final de los tiempos
Por “el Viviente” se entiende Saosyant, cuya llegada es ardientemente esperada. La tradición pehlevi dice que
Saosyant sacudirá a los muertos y resucitará a todos los hombres. Al final tendrá lugar la transfiguración que
tiene por fin que el mundo sea inmortal por toda la eternidad. Entonces tendrá lugar el juicio que fijará la suerte
de los buenos y los malos.
…
Pronto se desarrolla una doctrina sobre el nacimiento milagroso de Saosyant. Se dice que la semilla de
Zaratrustra (Zoroastro) no ha desaparecido: está guardada por 99.999 fravasis. Se encuentra en un lago, el
Kasaoya. Un mito (que aparece solamente en época tardía, pero construido sobre un fundamento Avesta) cuenta
que una joven, llamada en avesta Eredat.fedrî, se bañó en el lago. Fecundada por la semilla de Zaratrustra, da a
luz un hijo Astvat-Arta.
…
El nombre de Saosyant es simbólico, porque significa “el Orden (la Verdad) Encarnada. El Redentor es la
encarnación de Asa, (que equivale a la noción védica Rta, que es la Verdad el orden de las cosas, de la
naturaleza, de la liturgia y de la conducta moral) Orden o Verdad. Pertenece al mundo físico…aunque
milagrosamente nacido de una virgen y encarnando el Amesa Spenta Asa (equivalente a algo así como el
Espíritu Santo de Ahura Mazdâ (el Sabio Señor, Dios supremo). Detengámonos un momento para señalar la
importancia de esta idea: el Redentor escatológico, que instaurará el reino esperado por las Potencias buenas
sobre la tierra, es un ser divino nacido de una virgen, por consiguiente teniendo un cuerpo humano y una vida
humana.
Saosyant es el Enviado de Dios;… esta idea resultaría central en las religiones del Próximo Oriente. En esto, es
el heredero de Zaratrustra, el enviado por excelencia[6].
El origen de Gengis Kan
También para narrar el nacimiento de los héroes guerreros se usa el mismo mitologema.
En la estirpe de Gengis Kan se cuenta que un lobo azul bajó del cielo y se casó con una corza. De ellos nació
Batachiján, antepasado de Gengis Kan.
De esa descendencia, Alan la Bella tuvo tres hijos sin marido: Bugu Jatagui, Bagatu, Bodonkar.
Dice la narración: Alan dijo: Vosotros, mis dos hijos mayores, Belgunutei, Bugunutei, dudáis de mí, habláis entre
vosotros, decís a mis espaldas: “Tuvo tres hijos más, ¿de quién, de quiénes son? Yo lo diré. Sabed que por las
noches un hombre de color de la luz entraba por el agujero del techo de mi tienda. Se echaba sobre mí y me
rozaba el vientre. Su luz me entraba dentro. Luego, salía corriendo como un perro de luz por los rayos del sol o
de la luna. ¿Cómo podéis pensar mal de mí? ¿No veis que son hijos que vienen del cielo? ¿Cómo podéis pensar
que son gente vil? Cuando sean príncipes, todos veréis, todos verán.
De esta descendencia procede Gengis Kan. Su nacimiento se narra así:
En un combate, Yesuguei (el padre de Gengis Kan) cogió cautivo a un jefe tátaro llamado Temujin. Acampaban
entonces al pie del Deligún a orillas del Onón. Fue allí donde Joguelun dio a luz su primer hijo. Así nació Gengis
Kan.
Salió del vientre de su madre con un grumo de sangre, grande como una taba, apretado en el puño derecho.
Le pusieron Temujin. Dijeron: Nació cuando su padre cogió cautivo a Temujin el tátaro[7].
Los nacimientos maravillosos en Grecia y Roma
También los héroes y grandes militares griegos y romanos narraron genealogías en las que se afirmaba una
ascendencia divina. La gens julia a la que pertenecían Cesar y Augusto, pretendían descender de Eneas y
tenían, por consiguiente a Venus como antepasada. Eneas era hijo de Anquises y Afrodita. Su padre, hijo de
Capis, desciende de la estirpe de Dárdano y, por tanto, del mismo Zeus.
Podrían aducirse muchos ejemplos del mundo helenista y romano, pero son suficientemente conocidos. Con
estos ejemplos bastará.
Me he detenido narrando nacimientos milagrosos de grandes personajes religiosos dioses y héroes para que
quede constancia de que el mitologema “nacimiento milagroso” es una estructura ancestral, vigente tanto en el
mundo judío, como en el helenista. Podría decirse que es un mitologema que trasciende todas las culturas. Los
ejemplos que se podrían aducir son innumerables. Me he ceñido a grandes personajes de la historia de la
espiritualidad humana y algunos casos de héroes.
Sobre ese suelo de datos, las reflexiones sobre el carácter simbólico de las narraciones evangélicas del
nacimiento de Jesús, quedan, sin duda, mejor enmarcadas.
Algo de teoría a cerca de los mitos y narraciones sagradas
La pretensión primaria de los mitos, símbolos, rituales y narraciones sagradas es concluir nuestra
indeterminación genética, para hacernos animales viables[8].
Puesto que deben inscribir en nuestras mentes y en nuestro sentir unos patrones de comprensión, valoración y
acción, adecuados a un modo peculiar de sobrevivencia preindustrial, tienen que ser formaciones axiológicas. No
pueden ser puras estructuras conceptuales. Deben programar a un grupo de vivientes para que interpreten el
mundo y a sí mismos de forma adecuada a su manera de vida y, sobre todo, deben estimularles para que
valoren el medio y actúen en él.
Vistos desde la situación cultural en la que nos encontramos, la pretensión de mitos, símbolos, rituales y
narraciones sagradas no era describir la realidad, ni describir hechos, sino imprimir en la mente y el sentir de
individuos y grupos la manera de leer y valorar el medio y a sí mismos, de forma que actuaran adecuadamente y
convenientemente cohesionados para sobrevivir con eficacia. No describen la realidad, la modelan, de acuerdo
con un modo de vida.
Todos los vivientes modelamos la realidad según nuestras necesidades y los modos de satisfacerlas. En eso
somos una especie viviente entre otras, la diferencia es que las demás especies vivientes modelan la realidad
genéticamente y nosotros debemos hacerlo culturalmente.
Supuesta esta finalidad de las formaciones lingüísticas y expresivas de que hablamos, los individuos de una
determinada colectividad preindustrial, deben tomar lo que dicen sus mitos y narraciones sagradas como
descripción fidedigna de la realidad. Si no lo hicieran, la función programadora de los mitos, símbolos y
narraciones, no ejercerían la función para la que fueron construidos. Los mitos y los símbolos deben construir un
mundo cultural tan cierto e indudable como lo es el mundo, construido genéticamente, para moscas, garrapatas o
camellos.
A esta necesidad imperiosa de tomar lo que dicen los mitos, símbolos, narraciones sagradas y rituales, como
descripción fidedigna de la realidad, le llamaremos «epistemología mítica».
Por su función programadora los mitos y símbolos tienen que tomarse como las palabras y las narraciones lo
dicen. Gracias a esa forma de comprender y sentir, los grupos sobreviven en el medio. Pero cuando esas
mismas narraciones hablan de las dimensiones sagradas y absolutas de la realidad, por efecto de la
epistemología mítica, deben tomarse también como las narraciones dicen. Si no se hiciera así, se destruiría el
programa que da viabilidad vital al grupo.
Como conclusión de estas breves reflexiones, durante toda la larga etapa preindustrial, e incluso para las
secciones sociales que vivieron, y viven, de forma preindustrial durante la etapa de la primera revolución
industrial, lo que decían los mitos, símbolos, narraciones sagradas y rituales tenía que tomarse,
indefectiblemente, como descripciones de la realidad. Tanto en lo referente a este mundo, como en lo referente a
la dimensión absoluta de la realidad.
La epistemología mítica es coetánea de las sociedades preindustriales y era consecuencia y causa de sus
formas estáticas de vida, que debían excluir el cambio.
Las formas de vida de las sociedades estáticas se elaboraban a lo largo de centenares de años y cuando
resultaban eficaces para la sobrevivencia de los grupos humanos, se fijaban, para excluir así los riesgos que
siempre hay en los cambios. La epistemología mítica, que surgía del papel socializador y programador de los
mitos y narraciones que, además, expresaban la dimensión absoluta de la realidad, resultaba ser el medio eficaz
de bloquear los cambios centrales en los modos de vida, de forma que pudieron perdurar durante milenios.
Si lo que dicen los mitos, símbolos y rituales es la descripción de la realidad, de la humana y de la divina, y es
una descripción y proyecto de vida con garantía divina, todo cambio de importancia es ilícito, delito y ofensa a lo
revelado y establecido por Dios o los antepasados sagrados.
Según esta manera de comprender y valorar, las sociedades que vivieron de formas preindustriales se
articularon en torno a creencias y sumisiones. La epistemología mítica venía a resultar ser un sistema de
creencias individuales y colectivas.
Si la vida colectiva se articulaba y sostenía entorno a las creencias que surgían de la lectura y valoración de los
mitos y símbolos desde la epistemología mítica, la vida espiritual tenía que articularse y expresarse forzosamente
de la misma forma, de lo contrario hubiera desacreditado el procedimiento de socialización y programación
colectiva. Lo que se decía de Dios, del ámbito divino y espiritual, se creía que lo describía adecuadamente, como
revelación divina.
Las narraciones decían lo que es, y al ser entendidas así, bloqueaban el cambio. Si lo que decían los mitos y
símbolos resultaba eficaz para vivir, resultaban verificados. Esa verificación cotidiana se extendía, de alguna
forma, a lo que decían del ámbito espiritual y divino.
La noción de revelación y de legado de los antepasados sagrados, explicita y remacha la manera de ser de la
epistemología mítica.
Los grandes personajes religiosos que aparecen durante este largo período de la humanidad, tienen que ser
leídos y vividos desde los mitos, símbolos, narraciones y ritos que programan las colectividades y, por
consiguiente, tienen que ser leídos y vividos desde la epistemología mítica. Eso significa que tienen que ser
leídos y vividos desde las creencias exclusivas y excluyentes. No es posible otra cosa.
Así ocurrió con Jesús; se le mitologizó, y a continuación se leyó esa mitologización desde la epistemología
mítica.
La lectura de los grandes maestros del espíritu desde las creencias y desde la epistemología mítica, que
comporta exclusividad y exclusión, generó las religiones. Religiones son las formas de vivir la dimensión
espiritual de la existencia en la época preindustrial, desde mitos, símbolos y narraciones, todo ello, leídas desde
la epistemología mítica.
Cuando los colectivos viven de las ciencias, las tecnologías y las industrias, desaparecen las sociedades
preindustriales. Entonces la vida colectiva ya no se apoya en las interpretaciones que hacen los mitos, sino en
las descripciones de la realidad que hacen las ciencias, tecnologías e industrias continuamente cambiantes. Las
nuevas sociedades de innovación y cambio continuo, ya no se programan con mitos y narraciones sagradas, ni
se articulan sobre creencias, ni revelaciones, ni legados intocables de los antepasados.
Al eliminar los mitos y símbolos, como sistema colectivo de programación, desaparece la epistemología mítica.
Los cambios continuos en todos los órdenes nos fuerzan a comprender que nuestras palabras, teorías y
proyectos, no describen tanto la realidad como la modelan, para que podamos actuar más eficazmente en ella y
sobrevivamos mejor.
Este tipo de sociedad debe excluir las creencias, porque fijan. Al excluir las creencias tienen que revisar en
profundidad la noción de revelación espiritual. Como que las nuevas sociedades son globales, deben, además,
eliminar los exclusivismos y las exclusiones.
Las sociedades ya no se articulan sobre revelaciones divinas, sino sobre postulados axiológicos y proyectos
construidos desde esos postulados; todo ello construido por nosotros mismos y precisado de cambios, cada vez
que las innovaciones científicas, tecnológicas, industriales y organizativas lo requieran.
Las ciencias y las técnicas modelas las realidades; y vivimos de esa modelización. Pero sabemos que mañana
cambiarán, y que tendremos que vivir de otra manera.
Para quienes vivimos en estas condiciones culturales, y en la epistemología que imponen, explícita o
implícitamente, los mitos, símbolos, rituales y narraciones sagradas sólo podrán ser metáforas que hablan de la
dimensión absoluta de nuestro existir y del existir de toda realidad.
No nos queda otra posibilidad que leerlos como metáforas de lo que está más allá de todas nuestras
construcciones y de todas las dualidades que necesitamos construir para vivir en el medio, satisfaciendo
nuestras necesidades.
Desde esta perspectiva vamos a hacer el ejercicio de leer y comprender las narraciones del nacimiento de Jesús.
La voluntad de las narraciones mitológicas
De lo que precede se debe concluir que las narraciones del nacimiento de Jesús no son la crónica de unos
acontecimientos, ni describen la naturaleza de Jesús; simbolizan, mitologizan la persona de Jesús, narrando su
nacimiento.
Para comprender el mensaje espiritual de esos pasajes, sería un error intentar desmitologizarlos o barrer de ellos
los símbolos. Lo que hay que comprender ha de ser mediante esas narraciones mitológicas y mediante los
símbolos que contienen.
Lo que revelan esas narraciones, y se trata de verdaderas revelaciones, no son hechos, ni verdades formulables;
lo que revelan es al “innombrable” visto y sentido en Jesús; y lo hacen de la única manera que puede hacerse,
con narraciones cargadas de símbolos polivalentes.
No se trata, pues de interpretar esas narraciones; se trata de entender y sentir lo que dicen, porque su intención
es hablar, con palabras, de lo que está más allá de las palabras. Quien intenta interpretar esas narraciones y
reduciéndolas a unas cuantas verdades formuladas, es como quien intenta interpretar con palabras una sinfonía,
un cuadro o incluso una poesía. Todas esas cosas no son para ser interpretadas o ser reducidas a fórmulas
intocables, sino para ser comprendidas, sentidas y puestas en práctica.
Interpretar las escrituras, llegando a formulaciones que se tienen por su verdad, o llegando a doctrinas que se
tienen como la formulación de la verdad que revelan, es permanecer en el reino de las palabras humanas, de las
construcciones humanas; es no salirse de la estructura dual, propia de un sujeto de necesidad en un medio del
que vive; es no salirse de lo que el Buda llamaba “el gran constructor, el deseo”; es buscar en esas narraciones,
verdades a las que agarrarse, soluciones para la vida y para la muerte; es buscar remedios a nuestros temores y
deseos más profundos; soluciones para nuestros problemas morales, organizativos; es buscar en las escrituras
proyectos de vida bajados de los cielos; es buscar en esas narraciones cómo tenemos que interpretar la realidad,
cómo tenemos que valorarla y cómo tenemos que actuar en ella.
Los mitos y los símbolos, en su uso espiritual, no en su uso programador preindustrial, se expresan en palabras,
para conducir más allá de las palabras, para conducir al que no cabe en ninguna de nuestras imágenes o
concepciones, ni está a la medida, ni al servicio de nuestras necesidades de pobres vivientes.
Cómo leyeron nuestros antepasados la Navidad y cómo podemos leerla nosotros
Nuestros antepasados de las sociedades preindustriales, o que vivieron en los sectores no industriales de las
sociedades de la primera industrialización, podían buscar en los mitos y narraciones de las escrituras las
soluciones a todos sus problemas, y, encontrarlas, porque los mitos, símbolos y narraciones eran primariamente
programas y proyectos colectivos de vida en los que, además se expresaba, también, la dimensión absoluta de la
vida y de la realidad. Pero esas soluciones y programas eran para un tipo de sociedad que ya no existe en los
países desarrollados.
Por esa doble dimensión de los mitos y narraciones, (la de la práctica y cotidiana, y la espiritual y absoluta), las
soluciones a los problemas de los hombres quedaban sacralizadas. En la experiencia de las gentes se juntaba,
indisolublemente, la dimensión absoluta del vivir, con el programa colectivo; se unían la creencia y la fe,
entendida como noticia del Absoluto. El Absoluto se leía y vivía desde la epistemología mítica, por tanto, lo que
se decía del nacimiento y de la naturaleza del niño Jesús, describía la realidad tal como era.
Podríamos decir que nuestros antepasados usaban correctamente, desde un punto de vista espiritual, los
símbolos y las narraciones de la Navidad, pero esos símbolos y narraciones estaban para ellos tejidos con hilos
muy resistentes, a causa de su función programadora y a causa de la epistemología mítica, (consecuencia de la
función programadora de los mitos).
Para nosotros los mitos ya no son programa, ni proyecto colectivo de vida, por tanto, no podemos encontrar en
ellos nada de lo que nuestros antepasados buscaban y encontraban. Todas las soluciones a todos nuestros
problemas tenemos que construirlas nosotros mismos, apoyándonos en las informaciones que nos proporcionan
las ciencias y en las posibilidades de nuestras tecnologías.
Desde esas informaciones y esas posibilidades, tenemos que formular los postulados axiológicos que regirán
todas las construcciones de proyectos de vida que nosotros mismos edifiquemos, al paso del crecimiento
constante de nuestros nuevos conocimientos y de las nuevas posibilidades tecnológicas y organizativas.
Las venerables narraciones, de tejido tan resistente en el pasado, en nuestras nuevas condiciones culturales, se
diluyen en nuestras manos, y pierden todo su prestigio, a menos de que comprendamos, con toda claridad, que
nos hablan de lo que es imposible hablar, sino sólo sugerir y apuntar.
Esta situación nuestra, desde un punto de vista puramente espiritual, es afortunada, por que nos aleja de toda
idolatría, dogmatismo, intolerancia o complacencia. Estamos desnudos frente a lo desnudo. Pero en esa nuestra
condición de radical de despojamiento, las narraciones y los símbolos de la Natividad, pueden transmitirnos
limpiamente su mensaje.
En las narraciones de la Navidad ya no podemos encontrar más que un decir que apunta a lo que en Jesús se
reveló y que está más allá de todas nuestras posibles construcciones doctrinales, de todas nuestras categorías y
posibilidades de decir.
Las Sagradas Escrituras son ininterpretables, por ello, también lo es la Navidad
Se puede hablar de lo que dicen las Escrituras, pero no se pueden interpretar, si por interpretar se entiende llegar
a formulaciones de la verdad que se consideren reveladas, extraer de ellas proyectos de vida colectiva, normas
de moralidad, tipos de organización social, familiar o religiosa, sentido de la vida que suponga unos modos de
vivir que desciendan de los cielos.
Se puede discurrir sobre la riqueza de la significación de los símbolos, mitos y narraciones de las Escrituras, pero
lo que se diga vale sólo para ayudar a comprender y para adentrarse en la manera que tienen los textos de
apuntar a lo Absoluto, a aquello que es innombrable, que está más allá de todas nuestras capacidades de
representar y simbolizar.
Este discurrir sobre las Escrituras y, en concreto, sobre las narraciones del nacimiento de Jesús, no es una
interpretación; como no es una interpretación hablar de la riqueza y profundidad expresiva de una sinfonía, un
cuadro, una escultura o incluso de un poema.
Eso es lo que vamos a intentar hacer con el núcleo de las narraciones de la Natividad de Jesús. Si lo hacemos
correctamente, no obtendremos la narración de unos hechos, ni la formulación de la naturaleza de Jesús, sino
sólo cómo expresaron y concibieron su nacimiento, quienes le amaron y le comprendieron. Los que le siguieron,
imaginando su nacimiento, expresaron el mensaje de Jesús de Nazaret.
El resultado de una lectura hecha así, tiene que ser comprender, con la mente y el corazón, lo que esas
narraciones revelan. Y la comprensión a la que lleguemos es luz, calor y certeza, pero nada formulable.
Si comprendemos ese mensaje, dicho con palabras, pero que no es un mensaje de palabras, sino una revelación
inefable, entenderemos cómo caminar hacia la plenitud del conocimiento silencioso; comprenderemos también
cómo alejarnos de los barrotes de la cárcel construida por nuestros deseos y temores; comprenderemos cómo
alejarnos de nuestro pensar, sentir y actuar como depredadores despiadados, para aproximarnos a la condición
de amantes, que no ponen condiciones para amar.
De manera semejante, sólo con símbolos, narraciones simbólicas y mitos se puede hablar de los grandes del
espíritu. Los grandes maestros del espíritu son ininterpretables porque están sumergidos en la luz tenebrosa del
Absoluto. “El que es” les envuelve en una oscuridad luminosa, en una luz tan fuera de nuestra medida, que
resulta oscuridad, sin dejar de ser luz. Por esa unión con el Absoluto, la naturaleza de los grandes del espíritu se
hace ininterpretable, indecible, aunque podamos hablar de ellos con símbolos y narraciones, que son como
metáforas que apuntan a su misterio, sin posibilidad ninguna de describirlo.
Jesús de Nazaret está sumergido completamente en esa nube del no saber, en esa niebla luminosa. Las
narraciones de su nacimiento hablan de Él, intentando aludir a esa luz resplandeciente y oscura que le envuelve.
Las interpretaciones de Jesús de Nazaret
A Jesús, desde su aparición, se le ha interpretado de muchas maneras. Se le interpretó como Rabino, como un
Profeta, como al Profeta que anuncia la llegada del Reino de Dios, como al Mesías, como Ángel de Dios, como
Hijo de Dios en sentido hebreo (elegido de Dios, amado por Dios), como Hijo de Dios en sentido helenista, como
Logos de Dios.
Se ha pensado que recibía la misión y la filiación divina en el Jordán, o bien que la recibía en su muerte y
resurrección. Se le ha interpretado como no preexistente, como vagamente preexistente como dínamis de Dios,
como claramente preexistente.
Durante siglos se dieron estas diversas interpretaciones, sin que una de ellas se impusiera claramente a las
otras. Con la destrucción de Jerusalén por el Imperio Romano, y con la conversión del “movimiento de Jesús” en
religión oficial del Imperio, la interpretación helenista de Jesús, como Hijo real de Dios y como Logos de Dios, se
impuso a las demás. Y se impuso por el apoyo del Imperio, porque era la interpretación más coherente con la
ideología del Imperio. Desde esa posición oficial, se persiguieron las restantes interpretaciones hasta hacerlas
desaparecer de entre los seguidores de Jesús.
En sociedades articuladas sobre creencias, y por tanto sobre interpretaciones intocables, como son todas las
sociedades preindustriales, Jesús de Nazaret tenía que ser interpretado con una interpretación intocable, desde
las creencias. No bastaba la fe, se requería de una fe-creencia. Es decir, se necesitaba un seguimiento de Jesús,
una entrega a su invitación, -eso sería la fe-, que fuera además acompañada de una interpretación intocable,
tanto de su persona como de su mensaje –eso sería la creencia-. La fe se hizo fe-creencia, fe-doctrina intocable.
En el mundo bajo el Imperio de Roma, se adoptó la interpretación helenista de Jesús y se marginaron y
persiguieron todas las restantes interpretaciones, especialmente la interpretación hebrea.
En sociedades articuladas sin creencias, como son todas las sociedades de innovación y de conocimiento, la fe
no puede ir unida a la creencia, porque sociedades que precisan cambiar continuamente sus ciencias e
interpretaciones de la realidad, sus tecnologías, sus formas de trabajar y organizarse e incluso sus sistemas de
valores y cohesión colectiva, tienen que rechazar todo lo que fije, y las creencias, tenidas como revelación divina,
fijan.
Es posible la fe en Jesús sin creencias. Y no sólo es posible, sino que es necesario poder acceder a una fe libre
de creencias intocables. Por consiguiente, no sólo es posible sino que es necesario acercarse a Jesús de
Nazaret y a los textos que hablan de Él con fe, pero sin creencias. Eso significa acercarse a Jesús, con todo el
corazón y con toda la mente, pero sin intentar interpretarlo, sin intentar describir su naturaleza.
Además de las razones culturales que nos disuaden de intentar encajonar a Jesús en una interpretación, aunque
sea una interpretación sumamente ensalzadora de su figura, hay razones más profundas, espirituales esta vez,
para no hacerlo. Ya las hemos indicado, pero vamos a insistir algo más en ellas.
Jesús es un hombre que revela, manifiesta en su persona al Absoluto innombrable, al Vacío de toda posible
categorización. Si Jesús revela ese Abismo Absoluto Innombrable, ese Abismo le invade con su vacío y con su
condición inefable. Continúa siendo hombre, pero es un hombre invadido, empapado de Abismo. Su naturaleza
humana no desaparece, pero queda envuelta por el Abismo Inconcebible.
Su naturaleza humana hace presente al Absoluto inconcebible, informulable; y al hacerlo, el Inconcebible le hace
inconcebible a Él. La presencia de Jesús es la presencia del Absoluto mismo ininterpretable.
Su humanidad es la presencia y la certeza de Eso inefable, absolutamente vacío de toda posible categorización o
representación.
Así, pues, las dificultades que crean las sociedades dinámicas y globalizadas a la interpretación de Jesús de
Nazaret desde la fe-creencia, resultan ser beneficiosas para una más correcta comprensión de su realidad.
Todo hablar sobre Jesús es apofático o simbólico
Hablar de Jesús diciendo que tiene dos naturalezas, la naturaleza divina y la naturaleza humana, y una persona,
la de la segunda persona de la Trinidad, es una manera de hablar que supone una noción de naturaleza humana
y una noción de naturaleza divina. Esos son supuestos de una cultura que ya no es la nuestra.
Para nuestro tipo de cultura, esa formulación nos resulta inadecuada.
¿Tiene algún sentido hablar de “naturaleza divina”? ¿Qué sentido puede tener hablar de la naturaleza del
Inconcebible Absoluto? ¿Y qué sentido puede tener hablar de la naturaleza del que no es “otro” de nada ni de
nadie?
Todo hablar del Absoluto, o es puramente apofático, o es simbólico. Si es apofático sólo dice lo que no es. Si es
simbólico es sólo un apuntamiento que se hunde en el abismo de lo inconcebible.
Por otra parte, ¿qué sentido tiene hablar de la “naturaleza humana”, si lo que nos caracteriza como especie es
dejar nuestra naturaleza perpetuamente abierta a nuestra propia programación? Lo característico de nuestra
especie es la doble experiencia de lo real. Esa doble experiencia de lo real es el fundamento inconmovible del
desfondamiento de nuestra manera de ser, que nos arrastra a una naturaleza no-naturaleza.
Tenemos una relación necesitada con lo real, pero incluso esa necesidad es siempre una necesidad abierta en
su concreción y no definida. A pesar de estos rasgos, todavía podría hablarse de esa nuestra dimensión
necesitada, como de una cierta naturaleza, indeterminada en muchos puntos centrales de su concreción, pero
dotada de instrumentos para hacerse un viviente viable, en cada situación cultural. En todo caso, se trataría de
una naturaleza no-naturaleza.
Pero en lo referente a nuestro acceso absoluto a lo real, que es nuestro acceso gratuito a lo real, no se puede
hablar de naturaleza. Por ese lado de nuestro ser, quedamos desfondados; y por ese desfondamiento, el
Innombrable nos invade, porque nuestro ser se hunde en su gran abismo.
Por consiguiente, aún comprendiendo y justificando la forma de hablar de la tradición, que enraíza en la cultura
helenista, hoy no tiene mucho sentido hablar de las dos naturalezas de Cristo.
Además, aplicar la noción de persona a Dios es, también, una pura imagen, un símbolo. La noción de persona,
entendida como el paquete de deseos y temores peculiares, exclusivos y primarios de cada ser humano, que
funcionan como patrón de interpretación, valoración y acción de cada individuo, tampoco es aplicable a Dios,
más que como símbolo que apunta hacia el abismo, más allá de toda posible conceptualización y representación.
Por tanto, al decir que Jesús tiene dos naturalezas y una sola persona, la divina, con una formulación helenística,
que pretende orientar nuestra aproximación a su ser, no hemos dicho nada conceptualmente coherente hoy.
Entendida esa formulación como representación simbólica, tiene sentido, porque puede orientar nuestro trabajo
interior; pero sabiendo que esa formulación no describe el ser de Jesús, sino que sólo nos hunde en el abismo
inconcebible que se manifiesta en ese hombre y que, al hacerlo, lo envuelve en la espesa niebla del “sin forma, ni
nombre”.
La revelación en Jesús nos lleva a comprender que Dios, el Padre (términos que son sólo símbolos), “el que es”
(que es también una forma conceptual de apuntarle, pero no de describirle), no es “otro” de nada; y que la
naturaleza humana no es “otra” del abismo de la divinidad.
Por tanto, la actitud correcta, en nuestras condiciones culturales, es acercarse a Jesús con fe, pero sin pretender
interpretarle, silenciando todo conato de interpretación.
Los símbolos en las narraciones de la Navidad
La noche del solsticio de invierno
El solsticio de invierno es el momento terrestre en el que, en nuestras latitudes, la oscuridad de la noche empieza
a acortarse para dar mayor paso a la luz. Un buen símbolo de la incidencia del nacimiento de Jesús en las
tinieblas de la historia humana.
El cielo nocturno es también un potente símbolo. En él se dice explícita, inmediata y claramente, aunque en el
seno de la oscuridad, la inmensidad inabarcable de la realidad. En la medianoche se dice el esplendor de los
cielos de dimensiones sin fin; se dice la inagotable riqueza misteriosa, como la noche misma, de la complejidad
de la tierra y de la vida. Y se dice, con toda evidencia, la proximidad de toda esa grandeza; una proximidad tan
total y envolvente como la oscuridad de la noche que nos sumerge.
Toda esa inmensidad de oscuridad y de luz cósmica, está preñada de sacralidad. Una sacralidad que llena por
completo el gran útero de la noche que nos sumerge y penetra por fuera y por dentro, como lo hace el aire frío de
la noche de invierno.
En esa oscuridad y luz cósmica, en el punto de inflexión del tránsito hacia la luz, en el frío de una noche de
invierno, el mito que nos transmitieron nuestros mayores dice que esa sacralidad potente y total es, a pesar de
sus apariencias, para nosotros pobres animales de carne débil, tan accesible, tan cálida y tierna, tan de nuestra
propia naturaleza, tan ligada con todo su ser a nosotros, como uno de nuestros niños recién nacidos.
El mito que sitúa el nacimiento de Jesús en la media noche del solsticio de invierno, nos habla de este mundo y
de nosotros mismos, recordando, a la vez, el nacimiento de quien nos habló, a nosotros, bárbaros de Occidente,
de todo eso, por primera vez, con elocuencia.
El mito nos invita a ver el cosmos y los hombres de una forma no cotidiana. El mensaje de la realidad que nos
rodea, incluso en la oscuridad de una noche fría de invierno, es un mensaje de una amabilidad con rostro
humano, tan asequible y próximo como un niño.
Esa fue la enseñanza de Jesús, y eso se simboliza en su nacimiento.
Las narraciones evangélicas del nacimiento de Jesús, y las tradiciones populares que se han construido sobre
ellas, son un poderoso mito expresivo que nos habla, como un gran poema, del misterio sagrado que se esconde
en el inmenso seno del cosmos, simbolizado por la noche cósmica invernal, por la tierra, simbolizada en la gruta,
por la vida, simbolizada en el buey y en la mula y por nuestra propia especie, simbolizada en María.
Ese sagrado misterio de todo, es el misterio íntimo de cada uno de nosotros. Y en el seno de ese misterio, nace
el Absoluto innombrable en el cuerpo frágil de un niño de nuestra especie. Y nace en nosotros como lo hizo en
María
En el gran intento de estas narraciones, lo importante, no es creer o no creer. Como en los poemas, lo importante
es dejarse llevar por la fuerza expresiva del mito, para experimentar, de forma íntima y lo más clara y
cálidamente posible, esa presencia oculta que nace en todo y en nosotros mismos, cuando, gracias a las
enseñanzas de Jesús, auscultamos todo con veneración y en silencio.
El parto de una virgen, los pastores y los magos
El parto es el símbolo nuclear de las narraciones del nacimiento de Jesús.
En el seno del solsticio de invierno, renace el sol, fuente de vida.
En el seno de la noche, nace la luz de la mañana.
En el seno de la tierra, en una cueva, nace la vida.
En el seno de una mujer, que es el seno de nuestra propia especie, nace “el que es”, la encarnación del
Absoluto.
En el seno de nuestra naturaleza animal, depredadora, nace la posibilidad de la libertad de toda necesidad, nace
“el que es”, que no necesita de nada.
María concentra todos esos símbolos confluyentes, porque es cosmos, oscuridad, tierra y mujer. Pero es una
mujer virgen. Su virginidad significa que nada mancilla ni al cosmos, ni a la tierra, ni a la vida, ni a nuestra
especie, porque nada puede ocultar o cubrir el rostro del Manifiesto. Toda la naturaleza es virgen, incluso nuestra
propia naturaleza es virgen. Y todo es como una virgen que pare al Único. Sólo nuestros ojos y nuestro corazón
pueden estar mancillados cuando miramos todo lo que nos rodea con la mirada de un depredador.
La virginidad de María también significa que, aunque la realidad que construimos con nuestra mente, nuestros
sentidos y nuestra necesidad es capaz de parir al Único, al Clemente y al Manifiesto, no es por obra nuestra, ni
del cosmos, ni de la vida. Aunque nuestro ser y el de toda la realidad esté preñada de Absoluto y lo de a luz, está
engendrada por el misterio. En terminología helenista: Aquello Otro no es fruto nuestro, ni de nuestro esfuerzo,
sino que es el misterio en el seno del misterio, es “Hijo de Dios”.
Por la persona y la predicación de Jesús de Nazaret, sus discípulos se encontraron cara a cara con el Absoluto,
en la persona de Jesús, en toda realidad y en la vida. Vieron lo que no se puede definir, pero que se experimenta
como no-muerte, como no-animal, como fin de la oscuridad, como luz, vida, poder, espíritu. Jesús fue para ellos
hombre y más que hombre. En la narración de la Navidad cobra expresión el impacto que Jesús ejerció en
quienes le conocieron, impacto que tomó forma en la figura de “hijo de una virgen”. Una forma de decir que es
hijo de una mujer y por tanto de la condición humana, e Hijo de Dios; dos realidades en una unidad.
Esta es la gran proclama de la Navidad: la realidad verdaderamente real, está en el seno de la oscuridad de
nuestra cotidianidad, de nuestro vivir y de nuestro ser.
El Gran Acontecimiento en el cosmos, en la tierra, en la vida y en la especie humana es como un parto sagrado.
Y lo que ese parto revela, no es una realidad aterradora; es una realidad amable, dulce, tierna próxima y
vulnerable como un niño en los brazos de su madre.
El mito nos habla también de las condiciones que se requieren para poder contemplar ese Gran Acontecimiento,
que es lo que Jesús nos reveló. Dice la narración que quien quiera ser testigo de ese Nacimiento, ha de hacerse
pobre y sencillo como los pastores de Israel. Quien es pobre de espíritu no tiene nada que defender. Quien no
tiene nada que defender, va a las cosas directamente, sin dobleces. Quien no tiene dobleces, ese es el sencillo.
El mito señala una segunda condición para hacerse apto para presenciar ese Nacimiento que es el Gran
Acontecimiento: hay que enrolarse en la indagación de la verdad, como hicieron los magos iranios. Amaron la
verdad con tal pasión y dedicación, que abandonaron sus casas y su país para ir en su búsqueda. Quien es
capaz de actuar así es también pobre de espíritu y sencillo.
También los humildes y piadosos, como Ana y Simeón, lo llegan a ver.
Es bello y acertado que los discípulos de Jesús relacionaran el gran mito universal del nacimiento de dioses y de
héroes con la memoria de Jesús y su legado. Tiene sentido aprender a vivir ese gran mito en sociedades laicas y
sin creencias como las nuestras, para rescatar la conciencia profunda del existir humano, en este cosmos
inmenso y misterioso.
Ese fue el legado de Jesús, compendiado en unas breves narraciones de sus discípulos sobre su nacimiento
maravilloso.
Jesús de Nazaret, el que nació en el pesebre, ¿el Señor?
Jesús el Nazareno ha tenido muchos seguidores. Muchos le han amado apasionadamente. Muchos le han
venerado y respetado. Por ese amor y respeto le elevaron a lo más alto, y lo más alto para sociedades agrarioautoritarias fue hacerle Señor.
Haciéndole Señor le pusieron en la misma tarima que el poder. El poder político se encontró con Jesús en su
mismo estrado. Como no pudieron ponerse por encima de Jesús, le hicieron Señor de Señores.
Al hacer de Jesús el Señor de los Señores, le convirtieron en la fuente del poder y en el legitimador del poder.
Las enseñanzas humildes, mansas, tiernas, poéticas y profundas, que son el espíritu inasible del Rabí Jesús, se
convirtieron en doctrinas, preceptos, leyes del Señor Jesús.
Los poderosos de la tierra quisieron que esa doctrina divina, esas leyes y preceptos, esa legitimación del poder,
fuera la cola que cohesionara a los pueblos. Quisieron que su predicación fuera el aparato ideológico al que
todas las mentes, todos los sentires y todas las acciones debían someterse. Quisieron que fuera la base sólida e
inviolable donde se cimentara el orden que ellos imponían; que Jesús fuera el soporte de su poder.
También los que se consideraron sus seguidores directos y sus representantes se llamaron a sí mismos
Señores, Príncipes de la Iglesia y se hicieron Señores que ejercían la “potestad sagrada”, frente a la “potestad
política”.
Leyeron las narraciones del nacimiento de Jesús desde esos patrones. Así vieron en su nacimiento, el
nacimiento del Señor de Señores, aunque humilde, entre pajas, junto al buey y la mula, pero aclamado por los
ángeles del cielo y por las estrellas y las luces del cielo como Hijo de Dios, el Señor. Eso contribuyó a que el
poder tendiera en ocasiones a mostrarse humilde y amable como el del Señor de Señores.
Hoy todo eso se terminó.
Hoy tenemos que aprender a amarle, respetarle y venerarle sin hacerle Señor.
Quizás ahora podamos recuperar la incomparable grandeza del Maestro Jesús de Nazaret, en su sencillez,
proximidad, calidez y hondura.
El Maestro que es el Camino, la Verdad y la Vida, ¿cómo va a tener doctrinas y leyes? Él sólo es la doctrina y el
camino, y sólo su espíritu es la ley. Su persona y lo que trasluce su persona es el Camino, la Verdad y la Vida. Y
no hay otro camino, otra doctrina, otra ley que provengan de Él.
El Maestro del silencio completo de sí mismo, el Maestro de la humildad, la sencillez, la proximidad, la sutilidad,
la ternura y la belleza ¿cómo va a ser Señor? ¿Qué iba a hacer Él con el Señorío?
Hacerle Señor que impone doctrinas, leyes, preceptos y organizaciones es empequeñecerle en nuestra misma
ansia por engrandecerle.
Él está más allá de nuestras medidas, está más allá del Señorío. El Señorío y el poder le desfiguran, porque le
pasan por nuestro pequeño rasero.
¿Cómo comprender a Jesús en las nuevas condiciones culturales?
Nuestros antepasados unos le comprendieron como Maestro, Profeta y Mesías; otros le comprendieron como
Hijo de Dios y Redentor. ¿Cómo podemos leerle hoy?
No sabemos quién es, pero sabemos que, en su persona, en sus palabras y obras, se muestra el Absoluto.
Sabemos que es Maestro, Profeta, Mesías, Hijo de Dios, Redentor, Verbo de Dios, y todo eso es un hablar cierto,
pero sólo simbólico.
Lo que Jesús realmente es, no se puede describir porque se lo tragó el Absoluto, sin que su carne y su espíritu
dejaran de ser carne y espíritu de hombre. A Jesús le invadió el Absoluto en su impenetrable misterio, pero no le
aniquiló. Así, en Él, el Absoluto, con su abismo vacío de formas, tuvo cara, voz, manos y corazón de hombre. En
su bondad y verdad mostró al abismo sin forma como Padre.
¿Con qué palabras tenemos que hablar de Él en las coordenadas culturales de las nuevas sociedades
industriales?
Tendremos que aprender a vivir más clara y conscientemente el abismo informe Absoluto en el seno mismo de
los símbolos milenarios y poderosos del pasado. Con ese espíritu hay que leer, meditar y vivir las narraciones de
su nacimiento.
Los sabios de nuestros antepasados sabían que cuando hablaban del Mesías, del Hijo de Dios o del Verbo de
Dios, sus palabras y figuras se desfondaban en el “Sin Forma”. Pero esas figuras tenían tejidos resistentes,
urdidos por tramas de creencias colectivas fuertemente asentadas en la colectividad. La epistemología mítica del
tiempo hacía que para la gran mayoría de los seguidores de Jesús, las palabras describieran la manera de ser de
Jesús.
Nosotros, hoy, hemos de aprender a usar esas mismas formas, experimentando y sabiendo que esas
representaciones son como espejismos en el desierto sin límites de “el que es”. Tenemos que aprender que
manejamos formas para expresarnos y para orientar nuestra indagación, pero sabiendo que esas formas son
sólo tenues nieblas de la mañana que el Sol deshace en cuanto amanece.
Las venerables formas del pasado siguen vivas, pero si caminamos hacia donde apuntan, se diluyen en nuestras
manos mientras nos hablan de lo que es imposible hablar, ni sugerir, ni apuntar.
Esta situación nuestra es afortunada, porque nos aleja de toda idolatría, dogmatismo, intolerancia o
complacencia. Estamos desnudos frente a lo desnudo.
Pero en esta nuestra condición de radical despojamiento, podemos hablar de Él, dirigir hacia Él, sugerirle.
Así, pues, las dificultades que crean las sociedades dinámicas y globalizadas, sin creencias, sin religiones, sin
dioses y sin sacralidades, a la interpretación tradicional de Jesús de Nazaret, resultan ser beneficiosas para una
más correcta comprensión de su realidad.
El hablar sobre Jesús y su revelación es sólo simbólico.
La Navidad habla del Maestro del conocimiento silencioso
Los símbolos y los mitos no tienen una significación unívoca, aunque tengan una intención clara. En las
narraciones del nacimiento de Jesús se cumple, de una forma especial, esta ley general de la interpretación
simbólica.
Vamos a retomar de nuevo los temas de la Navidad, aunque ahora bajo otro aspecto: como expresión de la
enseñanza central de Jesús.
La revelación de Jesús, como la de todos los grandes maestros del espíritu, es una revelación indecible. La
consecuencia de esa revelación es un conocimiento y un sentir, pero silencioso, porque desborda por completo
nuestras limitadas posibilidades de decir y representar. La revelación es una revelación sutil; y nuestra noticia de
esa revelación es un conocer y sentir silencioso.
Esa fue la gran experiencia de los discípulos con Jesús. Cuando quisieron representar lo irrepresentable, cuando
quisieron aludir a esa enseñanza de Jesús, hablaron de su nacimiento.
La narración del nacimiento de Jesús intentó simbolizar los rasgos centrales de la revelación de Jesús, que son
los rasgos centrales del conocimiento y sentir silencioso.
Ya hemos dicho que la narración del nacimiento de Jesús no es una narración de hechos, no es una crónica, es
una representación, una simbolización de lo que fue la enseñanza central, el corazón de la enseñanza de Jesús,
de su revelación: el conocimiento silencioso.
Para hacerlo tomaron los elementos centrales de un mito ancestral, el del nacimiento de dioses y héroes, para
simbolizar, en lo posible esa inefable revelación.
La narración del nacimiento está formada por unos símbolos centrales ensartados en una narración. Esa es la
estructura común de los mitos: símbolos poderosos ensartados en una narración. La narración sólo pretende
poner de relieve a los símbolos centrales.
Los símbolos centrales de la narración del nacimiento son los que ya hemos encontrado: La noche cósmica, la
cueva y el seno de una madre. En realidad son tres símbolos confluyentes, porque insisten en una misma idea
desde una triple perspectiva: una perspectiva cósmica, otra terrestre y otra humana.
Para comprender la profundidad del mensaje del mito de la Natividad, basta con prestar atención a esos tres
grandes símbolos.
Jesús, la Luz del mundo, nace en el momento central de la noche cósmica, desde las tinieblas del seno de la
tierra, en una cueva, y de la oscuridad de las entrañas de María.
Los símbolos del mito parecen sugerir la contraposición de la luz y la oscuridad, la contraposición de la luz y las
tinieblas, pero no es así.
En la oscura noche brilla la comprensión de la inmensidad y el sentimiento de lo ilimitado, como no puede
sugerirlo la luz del sol.
Las tinieblas de los abismos de la tierra o la oscuridad del seno de una madre son más elocuentes que los
campos abiertos.
Esos tres tipos de tinieblas, la del cosmos, la del seno de la tierra y la de las entrañas de una madre, son
oscuridades que iluminan la mente y el sentir, más que claro día.
Estas tres oscuridades-luz, no son tres, sino una sola.
Cómo llamaremos a esa oscuridad ¿oscuridad luminosa o claridad oscura?
La verdad que nos trajo Jesús, la verdad del Dios Padre, es la Verdad absoluta. Una verdad que está más allá de
las pobres y limitadas posibilidades de nuestro cerebro y nuestro corazón.
Una Verdad que excede todas nuestras posibilidades de representación.
Sabemos de su Verdad con una certeza inquebrantable, pero ni la podemos individualizar, diferenciándola de las
otras verdades (toda diferenciación sería hija de una formulación, y la Verdad de Jesús no es ninguna
formulación), ni la podemos acotar, ni la podemos representar.
Es una Verdad vacía, sin límites, que lo abarca todo.
Y es una Verdad que lo abarca todo, porque de nada puede ser diferenciada.
Es la Verdad de todo, porque está vacía de toda posible objetivación.
Y porque es inobjetivable, la vivimos como nada.
Es certeza completa y vacío completo.
Es peso de certeza, pero es certeza de nada.
Es presencia indudable, pero es presencia de nadie.
Es la luz del Absoluto, pero, por los rasgos descritos, es luz tenebrosa.
Es como la noche del cosmos, oscura como los espacios infinitos, pero plagada de galaxias de soles.
Es como las entrañas de la tierra y como el seno de María, oscuras pero dadoras de vida.
Desde la revelación de Jesús, simbolizada en el mito de su nacimiento, la luz más intensa y las tinieblas de la
noche ya, no están separadas para nosotros, están indisolublemente juntas.
La luz del absoluto es tan pura e intensa que resulta tenebrosa para nuestros humildes ojos de animales
vivientes.
Y la tiniebla de la presencia del Absoluto es más deslumbrante que el sol de la mañana.
Los textos de los grandes del espíritu nos hablan de ese doble aspecto, de luz y de tinieblas, del conocimiento de
la revelación del Absoluto, que es la revelación del Padre, que es el conocimiento silencioso, que es la revelación
en Jesús.
Hablan de tiniebla absoluta que es absoluta no-imagen, no representación; hablan de luz absoluta que también,
por su claridad, intensidad y desmesura, es no-imagen. Los dos aspectos son una unidad inseparable.
Así lo han entendido los grandes a lo largo de la historia:
El Pseudo Dionisio el Areopagita, en el siglo IV, en su “Teología mística”, ya hablaba de los misterios de la
Palabra de Dios, simples, absolutos, inmutables, en las tinieblas más que luminosas del silencio que muestra los
secretos.
Dice que los misterios se dan en medio de las más negras tinieblas, porque desbordan fulgurantes de luz.
Dice que en la Tiniebla tiene su morada aquel que está más allá de todo ser. La revelación tiene lugar en las
Tinieblas del no-saber. En esa revelación, por lo mismo que nada se conoce, se entiende sobre toda inteligencia.
Y ruega a Dios para que podamos penetrar en esa más que luminosa oscuridad.
Juan de la Cruz dice en “La noche oscura”[9]:
En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada.
Y dice:
A oscuras y segura
por la secreta escala disfrazada
Y concluye el verso:
¡Oh noche que guiaste!
¡oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con Amada,
Amada en el Amado transformada!
En el “Cantar del alma” dice[10]:
Que bien sé yo la fonte que mana y corre,
aunque es de noche.
Aquella eterna fonte está escondida
que bien sé yo do tiene su manida
aunque es de noche.
Su origen no lo sé, pues no le tiene,
mas sé que todo origen de ella viene,
aunque es de noche.
Sé que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beben de ella,
aunque es de noche.
Bien sé que suelo en ella no se halla,
y que ninguno puede vadealla,
aunque es de noche.
Su claridad nunca es oscurecida,
y sé que toda luz de ella es venida,
aunque es de noche.
En otro bello verso dice[11]:
Entreme donde no supe
y quedeme no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
Y concluye el verso:
Y, si lo queréis oír,
consiste esta suma ciencia
en un subido sentir
de la divinal esencia;
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.
El gran místico y poeta musulmán del siglo XIII, Rumí, dijo:
La luna obtuvo la luz, porque no temió a la noche.
El también místico y poeta musulmán de siglo IX, al-Hallaj en sus “Poemas de Amor Divino” escribió[12]:
La aurora del Bien-Amado
se ha levantado durante la noche.
Resplandece y su resplandor no tendrá crepúsculo.
Si la aurora del día se levanta durante la noche,
la aurora de los corazones no se extinguirá jamás.
El gran maestro vedanta hindú, Nisargadatta, casi contemporáneo nuestro, decía:
Antes estaba seguro de tantas cosas, ahora no estoy seguro de nada.
Pero siento que no he perdido nada al no saber,
porque todo mi conocimiento era falso.
Mi ignorancia es en sí misma conocimiento
del hecho de que todo conocimiento es ignorancia,
de que “no sé” es la única afirmación verdadera que puede hacer la mente [13]
Todo es visible a la luz del día, salvo la luz del día [14].
En la luz no hay nada.
Y eres sólo luz [15].
Ese conocimiento que es un no-conocimiento; que es luz en las tinieblas y tinieblas en la más deslumbrante luz;
que es cosmos, tierra, humanidad y, a la vez, Luz Absoluta; que es parto de la tierra y de la carne, pero de tierra
y de carne virgen porque, aunque arranca de nuestro seno humano, en este nuestro pequeño planeta, y es parto
de nuestra especie, es fecundación y don desde más allá de todas nuestras posibilidades, don divino.
Hablar del parto de una virgen es hablar de lo que es creación y don, de lo que es tiniebla luminosa o de lo que
es conocer sin forma, conocimiento silencioso, un conocimiento que silencia toda interpretación y toda imagen.
Ese es el mensaje de los maestros del espíritu, ese es el conocimiento silencioso, ese es el mensaje de Jesús,
simbolizado en el Gran Acontecimiento de su nacimiento.
***
Orientaciones pedagógicas para tratar este texto en un grupo de estudio
Orientaciones del autor:
1º: Darse cuenta de que es un patrón común para hablar de personajes de potente huella religiosa y humana.
2º: Ver el sentido del simbolismo de cada una de las figuras y rasgos de cada narración, como está sugerido en
el texto.
3º: Darse cuenta de que se habla con palabras humanas, con patrones humanos, para ensalzar y apuntar a la
grandeza de un personaje que está más allá de nuestras posibilidades de decir.
4º: Hacer caer en la cuenta de que el tipo de conocimiento al que apunta la narración y los símbolos de la
narración es un conocimiento muy peculiar: sin forma, silencioso.
Algunas cuestiones para trabajar en grupo
(Después de haber leído en particular, en casa, con tiempo el artículo).
- ¿Habíamos leído alguna vez con tanto detalle las narraciones del origen de estos personajes religiosos? ¿Nos
había explicado alguien esto alguna vez aunque no hubiéramos tenido ocasión de leer toda esta literatura?
- ¿Qué impresiones primeras, espontáneas, nos ha producido esta lectura?
- ¿Se ha sentido desafiada de alguna manera nuestra fe (ya sea cristiana, musulmana, budista...)? ¿Por qué?
¿En qué sentido?
- ¿Cómo interpretar el hecho de que siendo toda esta información algo tan público y universal, sea de hecho algo
prácticamente desconocido para la inmensa mayoría de las personas religiosas? ¿A qué se puede deber? ¿Qué
factores pueden intervenir en este hecho?
- Elaboremos y formulemos algunos desafíos que el conocimiento de toda esta pluralidad religiosa lanza a la
teología común, sea en materia de «revelación», de cristología, de evangelios, del sentido de la navidad...
[encontrar un lenguaje acomodado en el caso de no tratarse de un grupo de inspiración cristiana].
- ¿Qué conclusiones -o simplemente preguntas- nos suscita todo lo leído y reflexionado, sobre la objetividad, el
sentido, la validez... de las afirmaciones religiosas? ¿Son verdaderas, son falsas? ¿Son descripciones objetivas,
o relatos míticos, o afirmaciones simbólicas? ¿Cómo se podría resumir todo esto con claridad?
- ¿Qué es lo que el autor llama «epistemología mítica»? Comentar la posición del autor.
- En la última parte del artículo el autor orienta el curso de las ideas hacia la desembocadura del «conocimiento
silencioso». ¿Qué quiere decir con esa expresión?
- Para concluir, extraigamos de todo el conjunto del artículo alguna lección para nuestra vida personal: ¿qué me
dice todo esto para el sentido que tiene para mí la Navidad?
- Y para la pastoral: ¿Cómo transmitir al pueblo, en mi Iglesia, este corrimiento profundo de perspectivas
hermenéuticas y epistemológicas? Ante todo: ¿hay que transmitírselo? ¿Es necesario? ¿Va a ser provechoso?
¿Será mejor no hacerlo? ¿Es mejor la popularmente conocida como «la fe del carbonero», la de aquellas
personas que no saben ni quieren saber, sino que sólo pretenden «creer lo que manda la Santa Madre Iglesia»?
¿Cómo guardar un equilibrio entre el respeto a los ritmos de cada quien, y la urgencia de ayudar a las personas a
actualizar su fe a un modo compatible con la «sociedad del conocimiento» a la que nos abocamos?
[1] Conf. Srimad Bhagavatam. Traducción y prólogo: Alberto Manzano. Barcelona, 1978, Unilibro, pgs. 156-158;
El llibre del senyor. Srimad Bhagavatam. Traducció d’Artur Marí, amb la col.laboració de J. Duch. Samâdhi
Marga, 1997, pgs. 293 ss.
[2] Coomaraswamy, Ananda: Buda y el Evangelio del Budismo. Buenos Aires. 1969, Paidos, Pg. 18
[3] Tabari: Mohammed sceau des prophètes. Paris, 1980. Pgs. 26-27.
[4] N. Donet-S. Ben Ibrahim: La vida de Muhammad (Assirah). Qatar, 1993. Asociación Musulmana en España.
pgs. 26-27
[5] Varenne, Jean: Zoroastro. Madrid. 1976. Edaf. Pgs. 102-104.
[6] Widengren, G.: Les religions de l’Iran. Paris, 1965. Payot. Pgs. 127-129; Dúchense-Guillemin, Jacques: La
religion de l’Iran ancient. Paris 1962, Pg. 193.
[7] El libro secreto de los mongoles. Versión de José Manuel Álvarez Flórez. Barcelona ,1985, Muchnik Editores,
pgs. 33, 35-36, 43.
[8] No me extiendo en este punto, sobre el que ya he escrito mucho. Véase: Marià CORBÍ, Análisis
epistemológico de las configuraciones axiológicas humanas, Ediciones Universidad de Salamanca 1983. ID,
Religión sin religión, PPC, Madrid 1996; edición digital en http://servicioskoinonia.org/biblioteca. ID, Hacia una
espiritualidad laica. Sin creencias, sin religiones, sin dioses, Herder, Barcelona 2007.
[9] S. Juan de la Cruz: Obras completas. Burgos, 1982, Ed. Monte Carmelo, pgs 21-22.
[10] Ibídem: pg. 29
[11] Ibídem: pg. 24.
[12] Hussayn Manssur Hallâdj: Poemas de amor divino. Madrid, 1986, Ediciones Miraguano, pg. 33
[13] Nisargadatta Maharaj, Shri: Conversaciones con… Málaga 2005, Editorial Sirio, pg. 521.
[14] Ibídem: pg. 522.
[15] Ibídem: pg. 514.
DICIEMBRE: ... a la humanidad
1. PUERTA DE ENTRADA Diciembre nos encontrará finalizando las actividades. A pesar de toda la vorágine que vivimos debido a los cierres de procesos, notas, exámenes, regalos y comidas de Navidad, este mes suele ser un tiempo de evaluación y reflexión. ¿Quién no se pregunta por sus logros, sus fracasos, sus alegrías y tristezas a lo largo del año? Y la Navidad nos trae siempre una brisa fresca de humanidad. Enropado en pañales, en la mayor sencillez que sólo la pobreza engendra, nos viene un niño que ha sido y es esperanza para muchos hombres y mujeres. Quienes tienen la claridad para descubrir ese misterio de la sencillez, no se dejan ganar por el cansancio ni por la fiebre consumista. La lectura de este mes nos afirma en la certeza de que lo que Dios nos pedirá no será rendir cuentas de a cuántas misas asistimos, si llenamos todos los casilleros de los sacramentos, o la cantidad de estampitas que hayamos coleccionado. Lo que Dios espera de nosotros es que cada vez seamos más humanos y hagamos más humanos a los demás. Fiarnos de este “criterio de humanidad” nos acerca hacia una fe más madura, porque nos aleja de la superstición y del milagrerio, revelándonos que no nada más sagrado que la vida. Por último, haremos hincapié en el valor de la vida humana, en la dignidad de la humanidad y en los procesos que humanizan. No significa esto que queramos seguir sosteniendo la cosmovisión que se basa en el dominio y potestad del ser humano sobre la naturaleza, que tanto mal nos está haciendo, llevando el equilibrio ecológico a límites dramáticos. Sino que entendemos el cuidado de nuestra vida en necesaria y dependiente conexión con el medio en el que vivimos. 2.PREGUNTAS  ¿Cómo vivimos la Navidad?  ¿Qué cosas insumen nuestro tiempo y nuestras energías?  ¿Qué valor tiene celebrar hoy un hecho de hace 2000 años?  ¿En qué cosas se apoya nuestra fe?  ¿Con qué criterios discernimos lo que está bien de lo que está mal? 1 3. GPS En este mes encontrarán: 1.
Un texto de Leonardo Boff llamado Educar para celebrar la vida y la Tierra. El título ya nos dice mucho y se acerca mucho a lo que algunas personas tenemos como sustento de nuestra fe, optimismo y esperanza. 2. Otro texto del mismo autor que tematiza la humanidad desde tres argumentos teológicos que cuestionan la marginación de la mujer en la cultura del cristianismo occidental. 3. Tres breves relatos para elegir, acerca de la Navidad. a. De Dolores Alexandre, Los Pastores de Belén, viajeros en tránsito. Por su extensión lo incluimos sólo en versión digital. Bello relato de la escena del nacimiento de Jesús desde la óptica de los pastores. b. De Marià Corbí, Las narraciones de la Natividad de Jesús, un texto extenso como para poder recortar alguna parte que nos permita pensar de dónde surgen los mitos referentes al pesebre de Belén. También en versión digital. c. De Alessandro Prozato, La tristeza de Navidad, que nos invita a mirar esta celebración desde un lugar más espiritual y menos materialista. 4. Polvo de estrellas, una de las letras más interesantes de Jorge Drexler, que ubica a la humanidad, más allá de sus egos, como una pequeña partícula en una galaxia inmensa. 4. TEXTOS PARA PROFUNDIZAR LA MIRADA EDUCAR PARA CELEBRAR LA VIDA Y LA TIERRA Leonardo BOFF ‐ Publicado el 01/09/2011 en www. servicioskoinonia.org Dada la crisis generalizada que vivimos actualmente, todas las educaciones deben incluir el cuidado de todo lo que existe y vive. Sin el cuidado, no garantizaremos una sostenibilidad que permita al planeta mantener su vitalidad, los ecosistemas, su equilibrio, y nuestra civilización, su futuro. Nos educan para el pensamiento crítico y creativo, para tener una profesión y un buen nivel de vida, pero nos olvidamos de educar en la responsabilidad y en el cuidado del futuro común de la Tierra y de la Humanidad. Una educación que no incluya el cuidado demuestra ser alienada e irresponsable. Los analistas más serios de la huella ecológica de la Tierra nos advierten que, si no cuidamos, podemos conocer catástrofes peores que las vividas este año de 2011 en Brasil y en Japón. Para mantenerse, la Tierra podrá, tal vez, tener que reducir su biosfera, eliminando especies y millones de seres humanos. Entre tantas excelencias propias del concepto de cuidado, quiero hacer hincapié en dos que interesan a la nueva educación: la integración del globo terrestre en nuestro imaginario cotidiano y el encantamiento por el misterio de la existencia. Cuando contemplamos el planeta Tierra desde el espacio exterior, surge en nosotros un sentimiento de reverencia al ver nuestra 2 única Casa Común. Somos inseparables de la Tierra, formamos un todo con ella. Sentimos que debemos amarla y cuidarla para que nos pueda ofrecer todo lo que necesitamos para seguir viviendo. La segunda excelencia del cuidado como actitud ética y forma de amor es el encantamiento que surge en nosotros por la aparición más espectacular y bella que jamás ha existido en el mundo, que es el milagro de la existencia de cada persona humana individual. Los sistemas, las instituciones, las ciencias, las técnicas y las escuelas no tienen lo que cada persona humana posee: conciencia, amorosidad, cuidado, creatividad, solidaridad, compasión y sentimiento de pertenencia a un Todo mayor que nos sustenta y anima, realidades que constituyen nuestra Profundidad. Seguramente no somos el centro del universo. Pero somos los seres portadores de conciencia y de inteligencia, por los cuales el universo se piensa, se conciencia y se ve a sí mismo en su espléndida complejidad y belleza. Somos el universo y la Tierra que ha llegado a sentir, a pensar, a amar y a venerar. Esta es nuestra dignidad que debe ser interiorizada y que debe ser imbuida a cada persona de la nueva era planetaria. Tenemos que sentirnos orgullosos de poder desempeñar esta misión para la Tierra y para todo el universo. Solamente cumplimos con esta misión si cuidamos de nosotros mismos, de los otros y de cada ser que habita aquí. Tal vez pocos han expresado mejor estos nobles sentimientos que el eximio músico y también poeta Pau Casals. En un discurso en la ONU en los años 80 del siglo pasado, se dirigía a la Asamblea General pensando en los niños como el futuro de la nueva humanidad. Su mensaje vale también para nosotros, los adultos. Decía: El niño tiene que saber que él mismo es un milagro, que desde el principio del mundo, jamás ha habido otro niño igual y que en todo el futuro, jamás aparecerá otro niño igual a él. Cada niño es único, desde el principio hasta el fin de los tiempos. Así el niño asume una responsabilidad al confesar: es verdad soy un milagro. Soy un milagro igual que el árbol es un milagro. Y siendo un milagro ¿podría hacer el mal? No, pues soy un milagro. Puedo decir Dios o Naturaleza, o Dios‐
naturaleza. Poco importa. Lo que importa es que soy un milagro hecho por Dios y hecho por la naturaleza. ¿Podría yo matar a alguien? No. No puedo. ¿Y otro ser humano, que también es un milagro como yo, podría matarme a mí? Creo que lo que estoy diciendo a los niños, puede ayudar a hacer surgir otro modo de pensar el mundo y la vida. El mundo de hoy es malo; sí, es un mundo malo. El mundo es malo porque no hablamos a los niños así como yo les estoy hablando ahora y de la manera que necesitan que les hablemos. Entonces el mundo no tendrá más razones para ser malo. Aquí se revela gran realismo: cada realidad, especialmente la humana, es única y preciosa, pero al mismo tiempo vivimos en un mundo conflictivo, contradictorio y con aspectos aterradores. Así y todo, hay que confiar en la fuerza de la semilla. Ella está llena de vida. Cada niño que nace es una semilla de un mundo que puede ser mejor. Por eso, vale la pena tener esperanza. Un paciente de un hospital psiquiátrico que visité, pirograbó en una tablilla que después me regaló: «Siempre que nace un niño es señal de que Dios todavía cree en el ser humano». No es necesario decir más, pues en estas palabras se encierra todo el sentido de nuestra esperanza frente a los males y las tragedias de este mundo. 3 HOMBRE Y MUJER Leonardo BOFF Publicado en el Jornal do Brasil el 28/Dic/2001. Traducción de Mª José Gavito Entre el cristianismo de versión romano‐católica y la problemática de lo feminino y de la mujer existe un franco conflicto. Las mujeres, por el hecho de ser mujeres, no tienen plena ciudadanía dentro de la comunidad cristiana. Esta situación es injusta y por eso mismo no tiene ninguna razón de ser. Al contrario, el cristianismo tiene tres argumentos de orden interno, estrictamente teológicos, que podrían convertirlo en uno de los grandes promotores de la dignidad y de la excelencia de la mujer, en lugar de ser un bastión de patriarcalismo. El primer argumento se encuentra en la primera página de la Biblia, cuando en el Génesis se dice: ''Hagamos la humanidad a nuestra imagen y semejanza; hagámosla hombre y mujer'' (Gen 1,27). Por lo tanto, en Dios hay algo de femenino y masculino que se refleja en el hombre y en la mujer. Solamente tendremos una experiencia global de Dios si incluimos siempre a los dos, al hombre y a la mujer, en nuestra trayectoria hacia la Fuente originaria de todo ser. Si excluimos a la mujer, tendremos sólo una imagen parcial de Dios. El segundo argumento dice: Dios nos visitó personalmente y vino a vivir entre nosotros. Cuando los cristianos piensan en la Navidad, que celebra la encarnación del Hijo de Dios, piensan generalmente en Jesús de Nazaret. Sin embargo, el Hijo no fue el primero en venir. Antes vino el Espíritu Santo, enviado a una mujer. El evangelio de Lucas es claro: ''El Espíritu vendrá sobre ti y la virtud del Altísimo armará su tienda sobre ti y por eso el Santo engendrado será llamado Hijo de Dios'' (1,35). ''Virtud del Altísimo'' es otro nombre para Espíritu. Él armará su tienda sobre la mujer María. El término griego usado (episkiásei), es parecido al que usa San Juan para expresar la encarnación del Hijo (eskénosen:1,9). Los dos términos contienen la palabra tienda (skené) para expresar la morada permanente. El sentido es el siguiente: ''El Espíritu vendrá sobre ti y habitará definitivamente en ti''. Ese habitar del Espíritu es tan íntimo que eleva a la mujer María a la altura de lo divino. Por eso, consecuentemente, el texto sigue: ''Lo engendrado en ti será Hijo de Dios''. Solamente Dios o quien haya sido elevado a la altura de Dios puede engendrar un Hijo de Dios. Es decir: al visitar a la humanidad, Dios escogió para morar, en primer lugar, a la mujer. Ella lleva en su seno al Hijo del Padre, ahora encarnado por fuerza del Espíritu. En un momento de la historia, el centro de todo lo ocupa una mulher. Ella es la portadora del Espíritu y simultáneamente del Hijo eterno. Ella, y solamente ella, es el Templo donde mora la divindad total: el Espíritu y el Hijo, enviados por el Padre, se encuentran en el seno de esa sencilla mujer del pueblo judío. El tercer argumento reza: el hecho decisivo del cristianismo, y quizás de toda la historia humana, consiste en la victoria definitiva de la vida sobre la muerte, hecho testimoniado por vez primera por una mujer, María de Magdala. Para los cristianos, la vida no termina con la muerte, sino con la resurrección. La resurrección es mucho más que la reanimación de un cadaver; es la plena realización de todas las potencialidades del ser humano. Es el ser humano transportado al final del proceso evolutivo. Y, para los cristianos, eso fue lo que pasó con resurrección de Jesús. Pues bien, su primer testigo fue una mujer, Magdalena. Ella fue apóstola para los apóstolos, como dice San Bernardo, pues fue ella quien comunicó a los seguidores de Jesús ese evento bienaventurado. Siempre se ha enseñado que sin fé en la resurrección no habría cristianismo ni Iglesia. Si es así, ¿por qué no dar centralidad a las mujeres, que nunca traicionaron a Jesús y fueron testigos de su resurrección? 4 Existen como vemos muy buenas razones para valorar sumamente a la mujer. Junto con el hombre, la mujer guarda lo Sagrado como una lamparita siempre encendida. Solamente un cristianismo olvidado de su grandeza original y víctima del patriarcalismo cultural de Occidente puede marginar a las mujeres privándonos a todos de su inestimable aporte, con el que pueden enriquecer a la comunidad cristiana y a toda la humanidad. 5. ALGUNOS RECURSOS DE YAPA Como dijimos anteriormente se incluyen tres textos sobre la Navidad que pueden ayudar a entender este misterio de la humanidad, a partir de la llegada de Jesús. POLVO DE ESTRELLAS Jorge Drexler Una vida lo que un sol, Una vida lo que un sol vale (BIS) Se aprende en la cuna. Se aprende en la cama. Se aprende en la puerta de un hospital. Se aprende de golpe. Se aprende de a poco y a veces se aprende solo al final. Toda la gloria es nada. Toda vida es sagrada. Una estrellita de nada en la periferia de una galaxia menor Una entre tantos millones y un grano de polvo girando a su alrededor No dejaremos huella, solo polvo de estrellas… Polvo de estrellas. Una vida lo que un sol, Una vida lo que un sol vale (BIS) Se aprende en la escuela. Se olvida en la guerra. Un hijo te vuelve a enseñar. Está en el espejo. Está en las trincheras. Parece que nadie parece notar. Toda victoria es nada. Toda vida es sagrada. Un enjambre de moléculas Puestas de acuerdo de forma provisional. Un animal prodigioso con la delirante obsesión de querer perdurar. No dejaremos huella, solo polvo de estrellas… Polvo de estrellas. Una vida lo que un sol, Una vida lo que un sol vale (BIS) 5 6. GESTO DE SERVICIO y DE FIESTA… El objetivo de este mes es celebrar toda vida humana. Por eso, en este caso, gesto y celebración vienen a unirse. Si el calendario nos lo permite sería muy interesante celebrar los cumpleaños de los chicos. No importa que haya pasado ya mucho tiempo. Lo que queremos es invitarlos a revivir todos su cumpleaños algún día de los últimos de clases, tratando de no quedar sólo en la torta y las gaseosas (que son bienvenidas), sino en el valor de celebrar la vida, la propia y la del compañero. Para ello es importante generar un espacio especial para rezar y otro para compartir alguna comida. Para que lo segundo no le gane a lo primero. Quizás pueda comenzarse por leer juntos y escuchar la canción de Drexler. Una buena idea sería expresar un motivo de agradecimiento de algo que vivieron a lo largo del año. También podemos invitarlos a expresar algunas intenciones para uno y para sus compañeros. Al finalizar cada uno podemos decir: “Toda vida es sagrada” o “una vida vale lo que un sol” a modo de antífona. Quizás puedan compartir la lectura de Mt. 25,35‐40 y rezar juntos, contando, como en la lectura, qué hizo un compañero por uno durante el año compartido. Finalizamos cantando: CELEBRA LA VIDA No sé si soñaba, no sé si dormía, y la voz de un ángel dijo que te diga: celebra la vida. Piensa libremente, ayuda a la gente, y por lo que quieras lucha y sé paciente. Lleva poca carga a nada te aferres porque en éste mundo, nada es para siempre. Búscate una estrella que sea tu guía, no hieras a nadie reparte alegría. Celebra la vida, celebra la vida, que nada se guarda, que todo te brinda. Celebra la vida, celebra la vida, segundo a segundo y todos los días. Y si alguien te engaña al decir "Te Quiero", pon más leña al fuego y empieza de nuevo. No dejes que caigan tus sueños al suelo que mientras más amas más cerca está el cielo. Grita contra el odio contra la mentira, que la guerra es muerte, y la paz es vida. No sé si soñaba, no sé si dormía, y la voz de un ángel dijo que te diga: Celebra la vida, celebra la vida y deja en la tierra tu mejor semilla celebra la vida, celebra la vida que es mucho más bella cuando tú me miras. Celebra la vida, celebra la vida. 6 LOS PASTORES DE BELÉN: VIAJEROS EN TRÁNSITO
Dolores ALEIXANDRE 1
No lo tiene fácil san Lucas en su intento de hacer de los pastores de Belén inspiradores
de nuestra respuesta creyente. En el imaginario cristiano, los pastores están asociados a
los aspectos más decorativos y tradicionales de la Navidad y corren el peligro de formar
un lote único e inseparable junto con el musgo, el corcho, el papel del plata del río, la
zambomba, el pavo y el turrón.
Los villancicos los han ido encogiendo a fuerza de diminutivos: casi siempre los evocan
como «pastorcillos» («-icos», «-itas», «-uelos», o «-iños», dependiendo de cada
autonomía), y no solemos recordarlos más que para poblar los nacimientos y ejercer un
papel de «reserva tradicional cristiana» frente a Papá Noel, el sorteo de la lotería y el
«especial Navidad» de TV que nos avasallan con su fuerza hipnótica.
Para acercarnos hoy al relato de los pastores, propongo seguir el consejo de John
Lennon -«¡Imagine!»-, y pensar en ellos más allá de los diminutivos, el puchero de las
gachas, el haz de leña o el corderito sobre los hombros. Porque a lo mejor entonces
podemos descubrir que su itinerario de fe es «normativo» para el nuestro, y su
experiencia increíblemente parecida a la que vivimos nosotros cada día, aunque las
últimas ovejas que hayamos visto sean aquellas manchitas blancas que divisamos
fugazmente desde la ventanilla del tren.
Aplicar los sentidos al texto
Un primer esfuerzo para conseguirlo consiste en volver a leer el texto de /Lc/02/08-20,
dispuestos a superar la engañosa impresión de estar ante algo ya sabido y dejar que nos
evoque recuerdos, nos haga preguntas, nos asombre y nos descoloque viejas imágenes y
saberes.
Habría que tratar de recorrerlo «en Braille», es decir, renunciando a contentarnos con
un contacto visual y recurriendo a otros sentidos: el tacto, que nos invita a acariciarlo
como una superficie llena de signos o a «desarmarlo» y «descoserlo» para ver cómo está
construido; el oído; que puede permitirnos escuchar resonancias que no sospechábamos,
discernir «lo que no se dice» e ir más allá de las palabras; el olfato, que nos hará
asombrarnos al reconocer aromas que creíamos propios de los relatos pascuales; el
gusto, que nos posibilitará saborear la frescura de su novedad.
«Había unos pastores en la misma comarca que velaban de noche por turnos los
rebaños a la intemperie. Un ángel del Señor se les presentó. La gloria del Señor los cercó
de resplandor, y ellos se llenaron de un gran temor. El ángel les dijo: 'No temáis. Mirad, os
doy una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy os ha nacido en la
ciudad de David el Salvador, el Mesías, el Señor. Esto os servirá de señal: encontraréis
un niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre. De pronto, se juntó al ángel una
multitud del ejército celeste, que alababa a Dios diciendo: '¡Gloria a Dios en lo alto, y en la
tierra paz a los hombres que él ama!'
Cuando los ángeles se marcharon al cielo, los pastores se dijeron unos a otros:
'Vayamos a Belén, a ver lo que ha sucedido y nos hecho conocer el Señor'. Fueron aprisa
y encontraron a María, a José y al niño reclinado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer
lo que les habían dicho del niño. Y todos los que los oían se asombraban de lo que
contaban los pastores. Pero María lo conservaba y meditaba todo en su corazón. Los
pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto,
tal como se lo habían anunciado» (Lc 2,8-20).
1
Religiosa del Sagrado Corazón, Profesora de Sagrada Escritura, Universidad de Comillas, Madrid
2
Empezaremos por hacer al texto cuatro preguntas:
A) A la pregunta ¿DÓNDE? podemos responder observando los lugares y los
desplazamientos de los personajes:
- el dato inicial, «en la misma comarca», nos sitúa en los alrededores del «allí» de 2,6:
«la ciudad de David que se llama Belén»;
- el participio agralountes referido a los pastores evoca un contexto de intemperie, de
estar en el campo al raso;
- la indicación de que «el Salvador, el Mesías, el Señor» les ha nacido en la ciudad de
David desplaza el foco de atención en dirección a un lugar concreto de Belén: el pesebre
donde está acostado el niño;
- el ejército de ángeles que se unen al que les ha dado la noticia son «del cielo», y en
su himno ponen en relación «las alturas», lugar de la glorificación de Dios, con «la tierra»,
lugar de la paz para los hombres, en quienes tiene puesta su complacencia;
- cuando los ángeles se marchan «al cielo», los pastores se intercomunican (elaloun
pros allelous) la decisión de dirigirse hacia Belén para ver lo que ha ocurrido y el Señor
les ha dado a conocer.
En los otros dos textos del NT en que aparece este verbo (dielthmen), hay un claro
sentido de tránsito: se trata de «pasar a la otra orilla» (Mc 4,35; Lc 8,22; cf.4,30);
- la siguiente escena (vv. 17-19) se desarrolla junto al pesebre;
- el último verso alude a un retorno, sin que sepamos el destino; pero el verbo
empleado (hyperstreps) aparece con frecuencia en Lucas en relación con situaciones de
retorno, y siempre envuelto en alegría: los discípulos al volver de su experiencia
apostólica (10,17); los de Emaús cuando regresan a Jerusalén y cuentan su encuentro
con el Resucitado (24,33); los Doce después de la ascensión (25,52)...
B) A la pregunta ¿CUÁNDo? nos responden estas indicaciones del texto:
- velaban «de noche» (v. 8): esa palabra es para Lucas el tiempo de la constancia y de
la permanencia (2,37); el del trabajo de una pesca estéril (5,5); el de la irrupción de Dios
(12,20; 17,34); el de la oración de Jesús nacida de la angustia (21,37);
- «hoy os ha nacido»: el smeron, típico de Lucas, aparecerá en boca de Jesús en la
sinagoga de Nazaret: «Hoy, en vuestra presencia, se ha cumplido este pasaje» (4,21); en
las controversias de su vida pública: «Hoy y mañana seguiré curando...» (13,32); en su
encuentro con Zaqueo: «Hoy tengo que alojarme en tu casa... Hoy ha llegado la salvación
a esta casa» (19,5.9); anunciando la traición de Pedro: «Hoy, antes de que cante el
gallo...» (22,34.61); en la promesa a uno de sus compañeros de crucifixión: «Hoy estarás
conmigo en el paraíso» (23,43); en labios de la gente, sobrecogida al escucharle: «Hoy
hemos visto cosas increíbles» (5,26)... 816
C) Una tercera pregunta, desdoblada en dos, nos ayuda a adentrarnos más en el texto:
¿QUÉ PERSONAJES APARECEN Y QUÉ HACEN?:
- el relato pone en escena a unos personajes «terrenos»: los pastores; José, María y el
niño; los que los escuchan; todo el pueblo...; y a otros «celestiales»: el ángel que se les
aparece; la multitud del «ejército celeste» que canta a Dios; Dios mismo, cuya gloria se
proclama y que, calificado como «el Señor», da a conocer a los pastores el
acontecimiento;
- los pastores están caracterizados por seis participios activos: «estando a la
intemperie» (agroulontes), «velando» (fylassontes), «yendo aprisa» (speusantes),
«viendo» (idntes), «glorificando» (doxazontes), «alabando» (ainontes)
3
Son sujeto activo de una serie de verbos: «estaban» (san), «se llenaron de gran temor»
(efobthsan), «se dijeron» (elaloun), «vayamos» (dielthmen), «veamos» (idmen), «fueron»
(Ithon), «encontraron» (aneron), «dieron a conocer» (egnrisan), «se volvieron»
(hypestrepsan), «habían oído y visto» (ekousan kai edon).
Aparecen también como receptores de otra serie de acciones, y los pronombres
personales insisten en presentarlos como sus claros destinatarios:
- «un ángel del Señor se les presentó» (epest autos); «la gloria del Señor los cercó de
claridad» (perielampsen autous); «os doy una buena noticia» (euaggelizomai hymn); «os
ha nacido» (etechth hymn); «esto os (servirá) de señal» (touto hymn to smeon); «el Señor
nos ha hecho conocer» (egnrisen hmn);«lo que les habían dicho» (tou lalthentos autos);
«como se lo habían anunciado» (elalth pros autous).
Los numerosos verbos de comunicación hacen de «banda sonora» que sitúa toda las
escenas en clave de intercambio comunicativo: un ángel habla con los pastores y les
anuncia una buena noticia; el ejército celestial se le une alabando a Dios con un himno;
los pastores hablan entre sí, dan a conocer lo que se les ha dicho sobre el niño, glorifican
y alaban a Dios por todo lo que han oído y visto, tal como se les ha dicho. . .
D) Una última pregunta, ¿QUÉ TRANSFORMACIONES SE DAN EN EL TEXTO?, nos
hace caer en la cuenta de que:
- los que velaban en la noche quedan envueltos en el resplandor de la gloria de Dios;
- su «gran temor» (fobon megan) desaparece ante el anuncio de una «gran alegría»
(cha- ran megaln);
- la solemnidad y grandeza de los títulos -«Salvador, el Mesías, el Señor»- aparecen
veladas en «el niño reclinado en un pesebre»...;
- cuando al final retornan («lógicamente» al lugar donde habían dejado los rebaños...),
ya no se menciona la noche ni la intemperie ni la vigilancia: la alabanza lo ha invadido
todo;
- los ángeles se han ido, pero los pastores los reemplazan en su tarea y son ellos los
que «glorifican y alaban a Dios».
Contemplar a los pastores
El segundo paso será algo que va más allá del estudio, por cálido que hayamos
querido hacerlo: acercarnos a los protagonistas del relato y contemplarlos largamente.
Posiblemente, después podamos decir de ellos, como hace Lucas discretamente, que
son:

expertos en noches

deslumbrados por un amor excesivo

buscadores en la ausencia

orientados por una señal

portadores de evangelio
- Expertos en noches
La noche es para muchos tiempo de descanso y de cesación del trabajo. Su llegada
invita a dormir y a relajar tensiones, a abandonarse al sueño y a perder la consciencia.
Otros comienzan con ella su tiempo de vigilia y, a lo largo de las interminables horas en
que velan, oran, cuidan, limpian, conducen, guardan o permanecen insomnes, se
convierten en la conciencia del mundo.
4
Las tinieblas nocturnas evocan el caos primordial, pero también entonces la ruah de
YHWH hacía su trabajo de planear sobre la superficie de las aguas (Gn 1,2).
Abraham intentaba contar de noche las estrellas y escuchaba una promesa que
hablaba a su vida estéril de una descendencia innumerable (Gn 15,5-6). El Señor sacó a
su pueblo de Egipto durante la noche. y desde entonces la Pascua se convirtió en el
memorial de Israel, en «noche de guardia para YHWH» y «noche de guardia en honor
suyo para todos los hijos de Israel» (Ex 12,42).
Cuando esas horas de guardia se hacen interminables, desaparecen las perspectivas,
se mueren los sueños, y el mundo no es más que un abismo oscuro, necesitamos acudir
a los «expertos en noches» para que su voz tranquilizadora sosiegue nuestra impaciencia
y nos dé ánimos para seguir esperando la llegada del amanecer:
«Vigía, ¿qué queda de la noche?, Vigía, ¿qué queda de la noche?'
Responde el vigía:
¡Vendrá la mañana y también la noche.
Si queréis preguntar, preguntad, venid otra vez!» (Is 21,11).
Por eso, en el judaísmo antiguo, los centinelas permanecían en un lugar elevado del
Templo para anunciar a los sacerdotes la llegada de la primera luz del día: sólo entonces,
en la hora de la escucha por excelencia, podían comenzar los sacrificios y recitarse el
Shema 1.
En el descampado de los alrededores de Belén estaban unos pastores. No César, ni
Herodes, ni Quirino, ni los escribas. Lucas reserva el verbo estar para una calidad de
presencia semejante a la de María, que estaba en el lugar preciso cuando le fue enviado
el ángel (cf. Lc 1,28). Pero el término «pastores» no tenía para los oyentes del evangelio
ninguna resonancia idílica: evocaba un grupo casi siempre fuera de la ley, al que no se
permitía testimoniar en juicios y vivía marginado de los centros vitales de Israel: la Torah,
la sinagoga, el culto...
Está empezando a resonar la preferencia de Jesús por la gente del margen, se está
anticipando su costumbre de comensalía abierta; los secretos del Reino van a ser
revelados, por primera vez, a la gente sencilla (cf. Lc 10,21). En el silencio de esta noche
se está balbuciendo la primera bienaventuranza: «dichosos los pobres, los que siguen
esperando, los que permanecen velando en medio de la noche: para ellos va a ser el
rumor de ángeles, el gozo de la gran noticia y el resplandor de la gloria de Dios».
Se está preparando el otro nacimiento, la otra Pascua: cuando amanezca el
Resucitado, su luz vencerá definitivamente los poderes de la noche, y las tinieblas
perderán para siempre su pretensión de tener la última palabra.
«Velaban por turnos los rebaños a la intemperie»
Frente a la Jerusalén de los instalados y satisfechos, de los somnolientos, sordos,
ciegos y mudos, los pastores representan la atención despierta y el deseo expectante.
Quizá no padecían, como nosotros hoy, la presión de otros modelos de vida apasionantes
(hacer zapping, shopping o surfing...); quizá no se habían enterado aún de que Bill Gates
es el verdadero pastor, el que apacienta a sus dóciles ovejas en los verdes prados de la
informática...: quizá no tenían configurada la vida por las ofertas «a la carta» y no se
debatían entre la elección del yogur con pedacitos de frutas, o más de lo mismo pero con
bífidos activos; o entre la crema hidratante con microsomas bioenergéticos de acción
reestructurante y la de placenta de visón con aceites nutrientes esenciales. ..
Hoy casi todo está muy bien montado para distraernos y hacernos olvidar la noche (con
un poco de suerte, sólo llegarán a padecerla los que han tenido la mala estrella de estar
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en los descampados, es decir, unos mil millones de seres humanos), mientras que para
otros «ya es de día en El Corte Inglés».
Y así, casi imperceptiblemente, se nos va obstruyendo hasta la memoria de la
interioridad y de la compasión, y nos vamos convirtiendo en gente ensimismada e inerte,
privada de orientación significativa, enredada en las redes vacías de la intrascendencia.
Por eso, junto a la hoguera donde se calientan del relente de la noche, los pastores
parecen estar diciéndonos: «Estad atentos, no perdáis la conciencia de la noche: sólo en
ella se revela el inmenso y silencioso trabajo de Dios en el mundo; sólo estando del lado
de los que padecen más su intemperie puede sorprenderos la visita del ángel».
Cuando otras formas de ascesis nos parecen caducas, la ascética de la atención revela
su poder de mantenernos despejados y alerta. Y cuando la presión de la publicidad nos
convence de la importancia de estar en forma, de invertir en el propio yo, es urgente
conducir esas recomendaciones en la dirección de adquirir esa «aptitud de mantenerse en
un estado psíquico, nervioso y físico tal, que se pueda estar espiritualmente atento al
momento presente» 2
«Cuando el alma no está ardiendo -son palabras de A. Heschel-, ninguna luz de
especulación iluminará la oscuridad de la indiferencia»3.
Cuando estamos atentos -podríamos continuar diciendo nosotros-, la lectura de un
periódico, las noticias de un informativo, la monotonía del trabajo diario, un trayecto de
metro, una conversación en apariencia banal, pueden convertirse en lugares de
revelación, de des-velamiento y de encuentro, porque -ahora son palabras de Levinas«yo no digo que el otro sea Dios, pero en su rostro escucho la Palabra de Dios. Es en el
rostro del otro donde aparece el mandamiento que interrumpe la marcha del mundo» 4.
- Deslumbrados por un amor excesivo
«Un ángel del Señor se les presentó. La gloria del Señor los cercó de resplandor» (Lc
2,9). Como Abraham, Jacob, Gedeón, Elías, Zacarías o María, los pastores reciben la
visita del ángel. Ahora son ellos «el pueblo que andaba a oscuras y vio una luz intensa;
que vivía en tierra de sombras y le brilló una luz» (Is 9,1).
El Dios que dijo: «Que haya luz», e hizo desaparecer las tinieblas del caos, ha
pronunciado ahora su Palabra definitiva. Y esa Palabra, que venía llamando a la puerta de
las posadas de Belén y no encontró más que un pesebre. está ahora buscando asilo en el
corazón de los pastores: «Hoy os ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor».
Como Juan Bautista, también ellos ven abrirse los cielos (Mt 3,16) y, antes que Jesús
en su transfiguración, se encuentran envueltos en el resplandor de la gloria de Dios y en
el abrigo cálido de su complacencia (Lc 9,28-29).
Ha sido él quien ha tomado la iniciativa, más allá de cualquier pretensión de
merecimiento ni conveniencia:
«Un silencio sereno lo envolvía todo, y al mediar la noche su carrera,
tu palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable,
desde el trono real de los cielos...» (Sab 18,14-15).
Pero, en su descenso, la Palabra tropieza con el miedo, que es una tiniebla resistente y
agazapada en el corazón humano, en el que la cercanía de Dios acentúa la conciencia de
desvalimiento. Por eso «se llenaron de temor», como Adán y Eva en el jardín, como
Moisés ante la zarza y como Elías en el Horeb.
Lo mismo que ellos, también nosotros sentimos la tentación de escondernos, de huir,
de quedarnos bloqueados por el temor, de intentar cubrir nuestra desnudez. Por eso
buscamos con ansiedad poseer cosas, afectos o saberes que acallen, al menos
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momentáneamente, unas carencias que nos resultan amenazantes. Y esa necesidad
compulsiva de ser aceptados y reconocidos, de proteger nuestro nombre y
autoafirmarnos, suele degenerar en una avidez que nos bloquea el amor y nos cierra a la
alteridad: andamos tan preocupados por engordar el perímetro de nuestro «yo» que se
nos desdibujan los rostros de los otros, y sus vidas no encuentran espacio en nuestro
interés.
Pero a los pastores les fue anunciada en aquella noche, que pertenece también a
nuestro «hoy», una noticia insólita que venía «de otra orilla» y que convirtió en mediodía
su oscuridad y en confianza su miedo:
«'No temáis os doy una buena noticia, una gran alegría' (...) De pronto, se juntó al ángel
una multitud del ejército celeste, que alababa a Dios diciendo: `¡Gloria a Dios, paz a los
hombres que él ama!' (en anthropois eudokias)» (Lc 2,10.14).
«De pronto»: el texto subraya la irrupción del himno de los ángeles como una
iluminación súbita, como un cambio cualitativo de conciencia. De pronto, el que andaba
titubeando se encuentra con una roca bajo sus pies; al que caminaba aterido se le abren
las puertas de un hogar caliente; el que creía no ser significativo para nadie se entera con
asombro de que es objeto de una ternura que lo acoge. En aquel descampado de Belén,
los pastores y todos nosotros, humanidad extendida por el ancho mundo y dilatada a lo
largo de los siglos, recibimos un nombre: somos aquellos en quienes Dios tiene puesto su
amor, su complacencia, su alegría, su deseo... Nuestra sed febril de ser aceptados y
queridos se sacia en esta noche: a Dios «le parecemos bien» (ese es el significado literal
de eudokía), «le caemos en gracia», no porque nos lo hayamos ganado a pulso a base de
esfuerzo, cumplimientos y tendencias a la perfección, sino porque «Dios es amor», es
decir, que no puede dejar de querernos, como no puede el sol dejar de dar luz y calor, ni
las entrañas de una madre dejar de estremecerse ante sus hijos. A nosotros, «en primera
instancia», sólo se nos pide dejarnos querer, creer que somos aceptados, movernos como
pececitos despreocupados en el ancho mar de ese amor que nos envuelve: «los bienes
más preciosos no pueden ser buscados, sino recibidos; no tomados, sino acogidos» 5.
Luego vendrá para los pastores el ponerse en camino hacia Belén, y para nosotros
emprender el nuestro, con el latido de quien siente circular por sus venas la vida de Dios y
el corazón inundado por su misericordia.
Porque quien se sabe a cobijo en el «bien parecer» de Dios entra en el «hoy» de un
nuevo comienzo relacional: las energías que gastábamos en «parecer» y en «caer bien»
están ahora liberadas para el servicio; la ansiedad por asegurar nuestro nombre y
proteger nuestra fama se transforma en un dinamismo que empuja hacia el cuidado de la
vida de otros.
- Buscadores en la ausencia
El relato de los pastores tiene una cesura que lo divide, cerrando una etapa e
inaugurando otra: «Cuando los ángeles se marcharon al cielo (apelthon ap'auton)...» (Lc
2,15)
Estamos ante un momento de ruptura, a partir del cual se va a decidir el futuro de la
Palabra que han recibido los pastores. Desaparecen la luz, las voces, los himnos y el
resplandor de la gloria. Vuelve a ser de noche, y todo invita a sospechar que se había
tratado de un sueño, de una ilusión, de un piadoso engaño. Hay que regresar al realismo
a ras de suelo del frío, la oscuridad y el cuidado de las ovejas. Ningún ángel los
reemplazará si hay que defenderlas de los lobos, ni atenderá a las recién paridas.
La desaparición de los ángeles nos recuerda las parábolas escatológicas: también en
ellas el amo se marcha después de confiar sus bienes a sus siervos (Mt 25,14-30);
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también en ellas hay un juego de ocultamiento (Mt 25,31-46), de lejanía (Lc 19,12) y de
noche (Mt 25, 1-11). Los pastores están ahora ante «la prueba de la ausencia». como lo
estarán los discípulos después de que el Resucitado desaparezca de su vista (Lc 24,31);
o como MarÍa cuando «el ángel dejándola se fue» (Lc 1,38).
El evangelio no oculta las dificultades y peligros de esta situación: algunos servidores
del amo ausente comenzaron a comportarse de manera inicua (Mt 24,48); otros
escondieron los talentos y se despreocuparon de hacerlos rendir (Mt 25,25); algunas de
las muchachas perdieron la tensión de la espera y dejaron apagar sus lámparas (Mt 25,3);
otros pretextaron que el Señor no se había dejado ver claramente, que no había
«avisado» de que el llanto y los gritos que habían oído eran los suyos (Mt 25,37); los
discípulos, queriendo retener en la transfiguración una forma de presencia gratificante (Lc
9,33), o ensimismados después de la ascensión, merecerán un velado reproche por
quedarse plantados mirando al cielo (Hch 1,11).
La reacción de los pastores después de la marcha de los ángeles es un modelo de
«discernimiento de espíritus»: «se dijeron unos a otros: 'Vayamos a Belén a ver lo que ha
sucedido ... » (Lc 2,15). La ausencia no los ha paralizado, Ia experiencia de comunicar
con lo divino no los ha dejado ensimismados, la añoranza de lo que han perdido no los
bloquea ni los fija en la nostalgia de tiempos mejores: los que habían escuchado en
silencio rompen a hablar y expresan una decisión colectiva: «Vayamos...».
Resuena en ese «vayamos» intercambiado entre ellos una cierta conciencia de lo
atípico del camino y de sus señales, y por eso necesitan pronunciar en alto su decisión de
emprenderlo, escucharla de la boca de otros, sentirse respaldados por un plural que los
sostenga en su opción.
Están siendo, sin saberlo, compañeros de todos los que, después de ellos. tomarán
decisiones en medio de la incertidumbre: los magos persiguiendo una estrella errante (Mt
2,2), los que opten por seguir a un maestro que no les promete ni un lugar donde reclinar
la cabeza (Lc 9,58), las mujeres corriendo con perfumes de madrugada hacia un sepulcro
que creen sellado impenetrablemente (Lc 24,1-2)...
Están también «en sintonía» con aquel a quien ahora van a encontrar reclinado en un
pesebre y que, un día, decidirá subir a Jerusalén a cualquier precio, incluso el de su
propia vida (Lc 18,31).
También nosotros nos sentimos en sintonía con los pastores: como ellos, hemos vivido
«tiempos de ángeles» y nos hemos encontrado introducidos en un orden diferente,
atravesado por una brecha de esperanza. Han sido momentos de la vida en que se nos
han abierto los cielos, la fe se nos ha hecho casi diáfana, nos hemos sentido imantados
por el Evangelio y empujados a tomar decisiones que nos comprometían en la dirección
del Reino. Nos reconocemos marcados por esos tiempos de consolación en los que nos
parecía estar danzando al ritmo de la gracia, con la facilidad de esos patinadores que se
deslizan armónicamente sobre el hielo. Pero, de repente, siempre inesperadamente «se
marchan los ángeles» y nos quedamos desconcertados, como patinadores sin música y
sin patines, perplejos ante la frialdad del hielo. Las decisiones tomadas nos parecen
insensatas e inviables, y la realidad, privada de cualquier nimbo luminoso, se nos pone
delante con su terca opacidad.
Por eso necesitamos decirnos y escuchar de otros ese «vayamos» que expresa lo
mejor de nosotros mismos y que nos recuerda nuestra determinación más deliberada de
seguir adelante por ese camino que, «en tiempo de ángeles», hemos reconocido como
nuestro. Necesitamos recordarnos unos a otros que las palabras descabelladas del
Evangelio (todo eso de perder para ganar, de recorrer kilómetros gratuitamente al lado de
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otro, de tomar el yugo de Jesús cuando no podemos ni con la propia mochila...), resulta
que a la larga (¡y a veces hasta a la corta!) «funciona».
Necesitamos oír y ver que otros también sueñan, y no se les han muerto la utopía, sino
que la van traduciendo modestamente en lo diario y por eso buscan, «con minuciosidad
de contable y fantasía de niño» (Alberto Iniesta), pequeños/grandes medios para vivir esa
terna de sobriedad-sencillez-solidaridad que configura nuestra praxis cristiana 6: la manía
de rastrear información sobre los países y pueblos que no son ya rentables ni como
noticia, o de buscar los productos de «comercio justo»; la atención cada vez más
despierta hacia ese referente privilegiado que es la vida de los empobrecidos, los de
cerca y los de lejos la paciente disciplina por ir teniendo hábitos ecológicos, más
exigentes que las antiguas penitencias conventuales...
Necesitamos contar con la posibilidad de comunicarnos desde esos niveles que
sostienen nuestro camino creyente, que bastante gélidos son ya muchos de los ambientes
en los que nos movemos; y el que piense que no necesita nutrir su fe al lado de aquellos
con los que comparte «visiones de ángeles», acabará víctima de una anorexia espiritual
irreversible.
Porque tenemos gran facilidad para hablar entre nosotros de lo loco que está el tiempo;
del colesterol, que lo tenemos por las nubes; del problema insoluble del aparcamiento; de
la tarde que nos ha dado una visita pesadísima; de lo bien que va el Atleti o de las
desgracias de Estefanía de Mónaco, pobrecilla... Pero, en cambio, con demasiada
frecuencia nos aqueja una extraña «afasia» para lo que nos hace vivir por dentro, con el
peligro, tantas veces constatado, de que fácilmente esa «afasia» degenere en «amnesia».
Quizá hoy haga más falta que nunca desplegar toda nuestra creatividad para inventar
espacios y tiempos que generen comunicación profunda y nos permitan dejar caer esas
máscaras que nos ponemos para jugar a ser «Don Yo-no-necesito-hablar-de-esascosas», o «Doña Total,-para-lo-que-sirve. . . »
En la noche de cada creyente ha resonado una palabra que alienta a levantarse,
caminar, atravesar la oscuridad, dirigirse, como viajeros en tránsito, hacia una tierra
invisible. Hay en ella un dinamismo que moviliza, orienta, atrae, cambia el horizonte, envía
en la dirección de una presencia escondida; pero sólo seguirá vibrando si la dejamos
encarnarse en las palabras de otros, si mantenemos su memoria en nuestro «aparato
conversacional», si aceptamos con humilde pobreza que nos necesitamos unos a otros
para aprender a responder a esa Presencia ausente que nos hace vivir.
- Orientados por una señal paradójica
«Esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y reclinado en un
pesebre.»
La advertencia de los ángeles, dirigida a todos los «buscadores en la ausencia»,
inaugura un camino en el que tendrán que orientarse, no por evidencias inmediatas, sino
por señales. Como Samuel, que supo reconocer en el más pequeño de los hijos de Jesé
al ungido del Señor y, por debajo de las apariencias, aprendió a mirar el corazón (cf 1Sm
16.7); o como Natanael, que tendrá que ir más allá de su idea de que «de Nazaret no
puede salir nada bueno» (Jn 2, 46) o como los discípulos, aceptando que las prostitutas y
publicanos les precederán en el Reino...
Se está inaugurando un camino pascual en el que «encontrar» tendrá que ir precedido
de una conversión de la mirada y del corazón, y en el que habrá que superar el
desconcierto y el asombro de que un niño reclinado en un pesebre sea el Señor. Y ese
camino desembocará otro día el primero de la semana, en el sepulcro, en el que quien
había yacido en él se revelará como el Viviente (¿será sólo coincidencia que el término
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«reclinado», keimenon. aparezca también en los relatos de Pascua? (cf. Lc 23,53; 24,12;
Jn 20,5).
Hay que prepararse para ese día -los pastores y nosotros- «haciendo teología» desde
ahora, impidiendo que la evocación de títulos del niño ponga en marcha esa cascada de
ideas, convicciones e imágenes sobre lo divino que pueblan nuestra mente y nuestra
imaginación, todo ese ejército de nobles atributos que se apresuran a formar parte de su
cortejo: un Salvador, Mesías y Señor sólo puede venir acompañado de signos de
dignidad, poder, fuerza, magnificencia, esplendor y dominio. Necesitamos reemplazar
nuestra polvorienta «summa pseudotheologica» por esa señal ofrecida por los ángeles, y
exponernos a que su carga de provocación y de escándalo resquebraje nuestro montaje
mental y, como una semilla de fuego, queme desde dentro los leños inertes de nuestras
ideas sobre quién es Dios y en qué consisten su santidad, su señorío y su salvación.
Porque si en el AT Dios hacía estallar las ideas desde arriba, ahora lo hace desde
abajo. Después de la revelación de lo grandioso y excepcional, el maravillamiento hay que
practicarlo también ante lo banal: la hierba del campo que revela una belleza mayor que la
de las vestiduras regias de Salomón (Mt 6,29); el niño nacido en un establo, en el que
Dios da a conocer el esplendor radiante de su misterio...
Estamos ante el «signo de Jonás» que se convierte en aviso y contraseña para todos
los que quieran, a partir de ahora, encontrar al Mesías con su séquito de fracasados,
perdedores y excluidos. El niño sobre el pesebre representa el destino mismo de Dios,
que se identifica con lo perturbador, lo importuno, lo desagradable y lo inconfortable
Desde esta noche, los hombres tienen derecho a ser superfluos. Dios se ha hecho
hombre en un niño sin palabra, inútil, desarmado, impotente; y seguirá siendo en el futuro
alguien sin poder ni posibilidad de imponerse. A los treinta años, las autoridades e
instancias competentes le darán la nota de «insuficiente» en el examen de lo que ellos
estiman que es la vida. Dios no consigue tener éxito en el mundo del triunfo»7.
- Portadores de Evangelio
«Fueron aprisa y encontraron...» Como Pedro, Juan y las mujeres en la mañana de
Pascua, los pastores corren en medio de la oscuridad y encuentran a Jesús acostado en
el pesebre. Los discípulos y discípulas no lo encontrarán: la muerte no habrá sido capaz
de retenerlo, y los lienzos y vendas ya no lo envolverán, como los pañales envuelven
ahora el cuerpo del niño.
«Al verlo, les contaron... Y se volvieron glorificando y alabando a Dios...» (Lc 2,16-20).
Lucas nos hace participar de la onda expansiva de un evangelio que, de los ángeles,
ha pasado a los pastores, está destinado a todo el pueblo, colma de asombro a los que lo
oyen, es conservado por María, que lo confronta (simballousa) en su corazón, y se
convierte en un himno de alabanza. En Belén está resonando ya algo del anuncio,
restallante de júbilo, que difundirá como un relámpago la noticia de la resurrección de
Jesús.
Los que habían sido receptores son ahora emisores, comunicadores exultantes de una
alegría que no pueden guardar para ellos solos. Son las primicias de lo que será la tarea
evangelizadora: la Palabra, partiendo del Señor, llega a los testigos privilegiados que la
escuchan y ven, y de ellos pasa a una nueva serie de oyentes. En torno al pesebre de
Jesús, los pastores anticipan proféticamente la predicación apostólica de la iglesia
primitiva 8.
En medio de un mundo adormecido e indiferente, estos primeros evangelizadores
están abriendo una brecha y roturando los caminos que conducen al niño. Como Moisés o
Josué, se convierten en «acompañantes de tránsitos», en descubridores de la nueva
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tierra que mana leche y miel, en conocedores del código de señales que, como en un
juego de pistas, conduce hasta ella.
«Cuentan», «glorifican», «alaban»... son expresiones de comunicación explícita del
evangelio del que son portadores; y como el mensajero de albricias del Segundo Isaías
(cf. Is 52,7), sus pies están también al servicio de la noticia que proclaman: otro verbo de
movimiento, «se volvieron», subraya el dinamismo de una Palabra que ha salido de la
boca de Dios y no volverá a él vacía (Is 55,10-11).
Es toda la trayectoria de la fe la que queda insinuada: para llegar a Dios hay que pasar
por ese niño débil y sin poder y por cada hombre, tan limitado, tan concreto. Porque a
partir de ahora este tejido frágil de nuestro destino humano se ha convertido en el destino
mismo de Dios.
Hay un desvío, un rodeo inevitable en el camino hacia él: hoy pasa por un pesebre, y
mañana pasará por una cruz. Dios, hecho «como uno de tantos» (Flp 2,7), ha quedado
expuesto al peligro de no ser reconocido.
Hay que dejarse arrastrar por el movimiento descendente de ese Dios «pasajero»,
sabiendo que aún no ha llegado la hora del «cara a cara» con él. Y aceptar el escándalo
de que haya querido manifestar, en la asombrosa proximidad de un niño, la gloria que
proclamaba el ejército del cielo.
Hay que aprender a traducir «lo que cuentan los ángeles» (la Biblia, la teología, la
tradición...), no sólo al lenguaje de los sabios y entendidos de Jerusalén, sino al «dialecto
de Belén», el que habla «todo el pueblo» al que está destinado.
Hay que tratar de ser «portadores de evangelio», como lo son tantas personas que, sin
saberlo, nos están transmitiendo algo del «bien parecer de Dios», de su ternura y su amor
gratuito, y que se ponen a nuestro lado como compañeras de travesía y nos recuerdan
que no hay pascua sin heridas.
Como los pastores, esas personas nos anuncian que la oscuridad está rasgada por la
luz y por la Palabra, que estamos guarecidos por la gracia y convocados por un niño.
Lo encontraremos si nos vamos haciendo, como ellos, soñadores despiertos,
visionarios con los pies en el camino, barqueros entre dos orillas, viajeros en tránsito.
DOLORES ALEIXANDRE
SAL-TERRAE 1996, 11. Págs. 813-828
....................
1. Yoma 28a, Talmud Bab.
2. R. VOILLAUME (citado por C. Flipo. «Jonás en Nínive»: Sal Terrae 84/5 [Marzo 1996] p.
236).
3. A. HESCHEL. L'homme n'est pas seul, Paris 1972, p. 72.
4. E. LEVINAS. «Philosophie, justice et amour»: Esprit 83. P. 13.
5. C CHALIER, Sagesse des sens, Paris 1996, p. 29.
6. El cuaderno de Cristianisme i Justicia. ¿No hay nada que hacer? A la escucha del Espíritu,
Enero 1996. sugiere muchas ideas prácticas y creativas en este sentido.
7. E. DRENNERMANN, De la naissance des dieux la naissance du Christ, París 1986, p. 78.
8. C. ESCUDERO FREIRE, Devolved el Evangelio a los pobres, Salamanca 1978, p. 325.
NOVIEMBRE: ... recreador
1. PUERTA DE ENTRADA Los procesos que desatamos durante el año van encontrando su conclusión y las energías (de los chicos y nuestras) van mermando. Pero al mismo tiempo, sea cual sea el espacio curricular compartido, a esta altura del año contamos generalmente con una mayor estructuración de los conocimientos y de las habilidades por parte de los alumnos. Si no se presentó un conflicto de peso, los grupos suelen configurarse más fuertemente y si el docente tiene la habilidad de conjugar esa fortaleza en trabajo, probablemente será un momento óptimo para llevar adelante alguna acción concreta que dé respuesta a una necesidad del barrio. Cualquier saber puede ser puesto al servicio y para poder servir más es necesario saber más. Hoy, en las organizaciones, el trabajo cooperativo en equipo es requisito indispensable para el éxito. El saber de cada uno de los miembros del equipo se pone al servicio de los demás. Esta será la clave para este mes: poner en juego lo aprendido para servir a la comunidad y modificar algo del entorno. De este modo somos parte del proceso de la Creación. Re‐creamos, hacemos nuevo algo con lo que tenemos y humanizamos más al ser humano. Es el momento de multiplicar lo que hemos podido construir durante el año. Como en la metáfora hermosa de la multiplicación de los panes (Mt 14, 15‐21), lo que uno tiene, por más que parezca poco, cuando se comparte se multiplica y puede saciar a muchos. 2.PREGUNTAS  ¿Qué cosas aprendimos?  ¿Qué podemos hacer con eso que aprendimos? (a los docentes nos produce pánico que los alumnos digan “nada”… en ese caso es preciso que ayudemos a los chicos a descubrir el valor y la utilidad de lo que aprendemos)  ¿Qué cosas no nos gusta de nuestro entorno? ¿Qué podemos hacer nosotros?  ¿Qué necesitamos para hacerlo?  ¿Todos los bienes son iguales? Hay bienes que al compartirlos se reducen. En cambio, hay otros bienes que al compartirlos se multiplican, el saber es uno de ellos.  ¿Qué relación hay entre el conocimiento y el poder? ¿saber es poder? 1 3. GPS En este mes encontrarán: 1.
Un recorte de un texto preparado por Pierre Calame para el Instituto de Investigación y Debate sobre la Gobernanza, de París. 2. Dos cuentos bien conocidos: La asamblea en la carpintería y La sopa de piedra. Ambos nos hablan de compartir y cooperar. 3. Dos historietas de Liniers para pensar mucho y debatir. 4. TEXTOS PARA PROFUNDIZAR LA MIRADA A continuación les ofrecemos una lectura que puede resultar muy interesante para alumnos de las orientaciones económicas y un poco difícil para alumnos de los años inferiores. Quizás sea necesaria una adaptación a sus conocimientos. El tono es un poco técnico pero esconde una mirada profunda sobre la posibilidad de sostener un mercado tan hostil para con el medio ambiente y la humanidad. Aquí se presenta sólo un breve extracto del texto. El planteo general tiene que ver con cómo gobernar haciendo una utilización positiva de los bienes que tenemos. Sin dudas atraviesa una cuestión de dramática actualidad, dada la crisis del sistema capitalista neoliberal vigente. El autor nos invita a imaginar cuáles serán los caminos por los que tendremos que caminar si queremos salir adelante. La clave: compartir los bienes que se multiplican. LAS DIFERENTES CATEGORÍAS DE BIENES Tesis para repensar la gobernanza, 2006 Por Pierre Calame ‐ Cuaderno 9 thèses pour repenser la gouvernance, Résumés et extraits du livre « La Démocratie en miettes » Publicado en http://www.institut‐gouvernance.org/es/analyse/fiche‐analyse‐326.html ¡El mundo no es una mercancía! Es el grito de unión de quienes se oponen a la globalización neoliberal. ¿Quién podría no apoyar una consigna que da en el clavo de manera tan precisa? ¿Podemos considerar como un progreso humano la transformación de toda cosa, todo ser, toda idea y todo servicio en un bien mercantil para llegar a una situación en la cual, retomando la famosa expresión, conoceríamos el precio de cada cosa y el valor de ninguna? ¿Cómo ignorar que una sociedad se divide, se desintegra si aquello que no tiene un valor mercantil en lo inmediato es dejado de lado y si las relaciones sociales se transforman en relaciones económicas? (…) El hilo conductor ‐casi me atrevería a decir el criterio experimental‐ que nos va a ayudar a diferenciar los distintos bienes y servicios es la “prueba del compartir”.(…) He constatado que esta prueba del compartir daba lugar, a grandes rasgos, a cuatro categorías muy diferentes de bienes y servicios que, a su vez, inducen relaciones muy distintas también entre acción pública 2 y mercado, dando por sentado que, tal como lo veremos, dentro de cada una de las categorías el abanico de soluciones y decisiones posibles de la sociedad sigue siendo muy grande. La primera categoría, para la que podríamos reservar la expresión de “bien público” stricto sensu abarca los bienes que se destruyen al compartirse o que, cuando existen y son producidos, benefician a todos sin que su uso por parte de uno excluya el uso por parte de otro. Estos bienes requieren una gestión colectiva. La segunda categoría, que podríamos calificar “recursos naturales” en el sentido más amplio del término, abarca los bienes que se dividen al compartirse y existen en cantidad finita. Estos bienes requieren una gestión económica para movilizarlos, mantenerlos y reproducirlos, pero su cantidad depende sólo parcialmente del ingenio humano; su repartición tiene más que ver con la justicia social que con la economía de mercado. La tercera categoría incluye los bienes y servicios que se dividen al compartirse pero que son ante todo producto del ingenio y del trabajo humano. Son principalmente los bienes industriales y los servicios a personas. Tal como lo hemos visto, pueden ser considerados como bienes y servicios indispensables y depender por “vocación” o por “repartición” de una gestión pública, pero se adaptan bien por otra parte a una regulación de mercado, como forma descentralizada de asignación y combinación de los recursos. Por último, la cuarta categoría, la más interesante para el futuro, está constituida por los bienes y servicios que se multiplican al compartirse. Esta álgebra paradójica en la cual dos dividido por dos es cuatro es la del conocimiento, la información, la relación, la creatividad, la inteligencia, el amor, la experiencia, el capital social. Lo que doy lo conservo y me enriquezco con lo que el otro me da. Lógicamente estos bienes y servicios deberían regirse no por el mercado sino por el mutuo compartir: recibo porque doy. Podemos entender ahora por qué la evolución de la sociedad hace que sea necesario pasar de una categorización de dos clases, bienes públicos y privados, a una de cuatro clases tal como la que acabamos de describir. La producción industrial de tipo “minera” subestima la importancia de los bienes de primera categoría, actúa como si los recursos naturales fueran prácticamente ilimitados y trata a los bienes de la cuarta categoría como una cantidad despreciable. La economía clásica concentra entonces su atención en los bienes y servicios de la tercera categoría. Hasta hace muy poco tiempo, hasta que se crearon los indicadores de desarrollo humano, la medida misma del desarrollo estaba asociada de manera significativa y exclusiva a los bienes y servicios de la tercera categoría. El producto bruto interno sólo se refiere a ellos y excluye inclusive a la gran subcategoría de los bienes y servicios autoconsumidos. Ni la destrucción de los ecosistemas, ni la degradación de los recursos naturales, ni menos aún los bienes que se multiplican al compartirse son tomados en cuenta o siquiera considerados en ese caso. La evolución de la sociedad ya no permite aproximaciones tan generales ni tan pervertidas. Los bienes de la primera categoría, especialmente los bienes públicos mundiales, son necesarios para nuestra supervivencia y esto pone en tela de juicio tanto la supremacía de los mercados como la soberanía de los Estados, que son los dos integrismos de la gobernanza. La buena gestión y la equidad de distribución de los recursos naturales se vuelven vitales a medida que su escasez aumenta, considerando el crecimiento de la población y el modo de vida pródigo de los países ricos. Los bienes de la cuarta categoría están destinados a ocupar un lugar preponderante, tanto como factor de producción o de gestión de los demás tipos de bienes, como para garantizar el bienestar de todos. 3 Las premisas de la economía clásica ya no corresponden entonces a las realidades. Las contorsiones ideológicas para hacer entrar como sea y a la fuerza a estas tres categorías dentro de la lógica del mercado se parecen mucho a los desesperados esfuerzos en astronomía por adaptar el modelo de Tolomeo a la realidad, antes de que la revolución copernicana, de la cual hablábamos en la introducción de este libro, viniera a proponer una nueva cohesión de conjunto. 5. ALGUNOS RECURSOS DE YAPA ASAMBLEA EN LA CARPINTERÍA Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacia demasiado ruido! Y, además, se pasaba el tiempo golpeando. El martillo acepto su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el tornillo acepto también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenia fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto. En eso entro el carpintero, se puso el delantal e inicio su trabajo. Utilizo el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo caballito mecedor. Cuando la carpintería quedo nuevamente sola, la asamblea reanudo la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos". La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos. 4 LA SOPA DE PIEDRA... En un pueblo, una mujer se llevó una sorpresa al ver que había llamado a su puerta un Extraño, que le pedía algo de comer... ‐ Lo siento no tengo nada en casa. No se preocupe ‐dijo el Extraño‐ tengo una piedra para la sopa en mi bolso, si me permitiera echarla en una olla de agua hirviendo, haría la más exquisita sopa del mundo... A la mujer le picó la curiosidad, puso la olla al fuego y fue a contar el secreto a sus vecinas, cuando el agua rompió a hervir, todo el vecindario se había reunido allí para ver al Extraño y su sopa de piedra. El Extraño dejó caer la piedra en el agua, y probó una cucharada y exclamó: ‐ ¡Deliciosa! lo que necesita son unas papas... ‐ Tengo algunas ‐ gritó una mujer, y en pocos minutos regresó con una gran fuente de papas que fueron directamente a la olla. Volvió a probar y añadió pensativo: ‐ Si tuviéramos un poco de carne sería mucho más apetitoso. Otra ama de casa salió y regresó con un gran pedazo de carne que el Extraño introdujo en la sopa. Volvió a probar el caldo, puso los ojos en blanco y dijo: ‐ ¡Ah! qué sabroso, pero si tuviéramos unas verduras sería perfecto. Una de las vecinas regresó con cebollas y zanahorias, después de introducirlas en el puchero, el Extraño probó de nuevo el caldo y en tono autoritario dijo: ‐ "Platos para todo el mundo" La gente se apresuró a conseguir platos, cubiertos y algunos trajeron pan y fruta. Luego se sentaron todos a disfrutar de la comida, mientras el Extraño repartía abundantes raciones de su increíble sopa de piedra... Todos se sentían extrañamente felices, mientras reían, charlaban y compartían por primera vez, su comida. En medio del alborozo, el Extraño se escabulló silenciosamente, dejando la milagrosa piedra, que podrían usar cuando quisieran hacer la sopa del mundo más deliciosa. Tantas veces pensamos, como la mujer del cuento, que no tenemos nada para dar. Si cada uno pone en la mesa de la vida lo que tiene, sus talentos, sus dones, nos sorprenderemos como los personajes del cuento. Habremos convertido la falta en abundancia, tendremos una mesa en donde cada uno tendrá un lugar sin excluir a nadie. Habrá pan para todos y en abundancia... 5  ¿Te pasó algo así alguna vez?  ¿Qué tenés para dar?  Si no compartimos bienes materiales… ¿qué podemos compartir?  El dolor de una caída nos puede tentar de quedarnos caídos…  ¿Cómo recibimos lo que nos sale mal?  ¿Qué pasa si lo que nos proponemos como acción de transformación no sale como esperamos? 6. GESTO DE SERVICIO Como dijimos en la introducción, el gesto propuesto para este mes, busca transformar algo del entorno de nuestra obra. Las características de este trabajo dependerán del relevamiento que se realice previamente en las inmediaciones de la escuela. Insistimos en que es muy positivo que los alumnos puedan visualizar y conocer los alcances de las responsabilidades del municipio y de otros entes públicos y privados, en la construcción de la ciudadanía. 6 7. DE FIESTA… Los invitamos a celebrar con algún signo que esté vinculado directamente con el trabajo que hayan podido realizar. Celebrar desde los objetos concretos nos enseña a darle nuevos sentidos y significados a las cosas que nos rodean cotidianamente y de ese modo santificamos nuestro entorno. Les dejamos dos canciones que ayudan a valorar lo que tenemos para dar. PODEMOS ESTAR MINTIENDO E A Yo creo que por el mundo C#m F#m Se puede pedir la paz A E Pero si no hago nada F#m B7 E Esta guerra va a tardar Yo creo que en esa balsa Se puede lejos viajar Pero si yo no remo No me muevo del lugar Yo creo, tu crees, el cree Nosotros creemos, vosotros creeis Pero si nada hacemos, Todos mentimos lo sabes bien Yo creo que algunas rosas En mis jardines quedarían bien Pero si no las riego En unos días no las veré Yo creo que esas ventanas De color verde quedarían bien Pero si no las pinto Ventanas blancas siempre tendré Yo creo que por el Reino Mucho se puede rezar Pero sería en vano Si no hay obras de verdad Yo creo que ir adelante Con fe en Dios se puede dar Pero si odio al de al lado Más bien vamos para atrás. YO VENGO A OFRECER MI CORAZON Em D C Bm ¿Quién dijo que todo está perdido? C B7 Em yo vengo a ofrecer mi corazón, tanta sangre que se llevó el río, E7 yo vengo a ofrecer mi corazón. C Bm Em No será tan fácil, ya sé qué pasa, C Bm Em no será tan simple como pensaba, C Bm Em como abrir el pecho y sacar el alma, C B7 una cuchillada del amor. Luna de los pobres siempre abierta, yo vengo a ofrecer mi corazón, como un documento inalterable yo vengo a ofrecer mi corazón. Y uniré las puntas de un mismo lazo, y me iré tranquilo, me iré despacio, y te daré todo, y me darás algo, algo que me alivie un poco más. Cuando no haya nadie cerca o lejos, yo vengo a ofrecer mi corazón. cuando los satélites no alcancen, yo vengo a ofrecer mi corazón. Y hablo de países y de esperanzas, hablo por la vida, hablo por la nada, hablo de cambiar ésta, nuestra casa, de cambiarla por cambiar, nomás. ¿Quién dijo que todo está perdido? yo vengo a ofrecer mi corazón.
7 OCTUBRE: ... a los pueblos originarios
1. PUERTA DE ENTRADA Con la llegada de los colonizadores a América se produjo el mayor genocidio que la humanidad haya conocido. Como afirma Galeano en Las venas abiertas de América Latina, desde que los europeos pisaron nuestras tierras, solo había una intención: enriquecerse ellos a cuesta de todo, incluso de los indios. América fue víctima de la colonización y de la conquista europea. Las armas fueron la llave para dominar el territorio americano, y una sola cosa marcó la diferencia entre unos y otros: la pólvora, desconocida por los nativos americanos. Pero el atropello conquistador no sólo exterminó seres humanos (reconocimiento que llegará tarde) sino también todas las riquezas de la tierra americana, y con ellas, sus culturas. Hoy, en el mejor de los casos, simpatizamos con las culturas originarias de nuestras tierras. Nos interesamos por sus costumbres, su música, sus creencias… Solemos estar de acuerdo con la cuestión de la interculturalidad y con el respeto de las tradiciones ancestrales. Es cierto que identificamos a estos pueblos con la riqueza del pasado. Pero pocas veces conocemos el angustioso presente que atraviesan. No siempre denunciamos el maltrato y el despojo del que son víctimas y, de este modo, reforzamos el discurso colonialista que asegura que las culturas originarias son “pre‐colombinas”, lindos recuerdos, objetos de colección. Los recordatorios que tienen lugar el 12 de octubre deben ayudarnos a conocer más sobre su realidad y el atropello a sus derechos. Durante este mes tendremos más presente a un Jesús que no hace diferencias entre las personas. Como en el encuentro con una mujer extranjera (quizás una de las peores compañías que podía tener a los ojos de las autoridades judías) en el que Jesús no sólo entabla una relación sino que se deja convertir por la fe de esta mestiza mujer (Mc 7,24‐30). 2.PREGUNTAS  ¿Qué herencia recibimos de estos pueblos?  ¿Qué sabemos de la situación que hoy viven?  ¿Qué reclaman? ¿es justo?  ¿Reconocemos algún elemento que se resista a desaparecer, aún presente en nuestra cultura, que provenga de estos pueblos? 1 3. GPS En este mes encontrarán: 1.
Un artículo acerca de los recientes reclamos del pueblo QUOM en Buenos Aires, publicado en una revista digital de alumnos de la Universidad Católica Argentina. 2. Un interesante texto de Leonardo Boff, con motivo de la celebración de los 80 años del Cristo del Corcovado en Río de Janeiro, en el que reflexiona sobre el significado de estos más de 500 años de colonización. 3. De nuestro cancionero popular: Cinco siglos igual de León Gieco y Huelga de amores de Divididos. De lo más reciente: Latinoamerica de Calle 13 (en video). 4. Los puntos del Documento final de la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, mejor conocido como Documento de Aparecida (2007), que se refieren a la cuestión indígena. 4. TEXTOS PARA PROFUNDIZAR LA MIRADA Qom: la historia detrás del reclamo Por Agustina Girón ‐ Publicado en http://cincoweb.uca.edu.ar/index.php/politicaeconomia/1‐
nota/218‐qom‐la‐historia‐detras‐del‐reclamo A pesar de cinco meses de acampe y de una renacida presencia en la agenda, el reclamo de la comunidad QOM no fue profundizado en los medios que cubrieron la noticia. Aquí Aquí, Félix Díaz hace un repaso de la cronología de los hechos. La historia detrás de un reclamo conocido por muchos, pero comprendido por pocos. Carpas, frazadas, mamaderas, pequeñas
cocinas improvisadas. Ese fue el
escenario de la intersección de las calles 9
de Julio y Avenida de Mayo hasta hace
unos pocos días, cuando la comunidad
Toba (Qom en su lengua) “La Primavera”
realizaba su acampe en reclamo de las
1300 hectáreas de tierra que les fueron
arrebatadas en noviembre del año pasado.
Hoy, la realidad es muy distinta. Todavía
quedan algunas mantas colgadas en el
monumento al Quijote que se ubica en el
boulevard de la 9 de Julio, pero la
comunidad de los Pueblos Aborígenes ya
no está allí. Es que el pasado viernes 6 de
mayo levantaron el acampe y la mayoría
de sus integrantes emprendieron al regreso a Formosa. Sin embargo, sus reclamos más profundos aún no
fueron atendidos.
A pesar de que el tema estuvo instalado de la agenda del último mes, el conflicto alrededor de las tierras
que reclaman tiene un largo tramo de historia recorrido y se remonta a muchos años en el pasado.
2 Un nuevo reclamo, una vieja historia.
El primer reclamo que realizó la comunidad fue en el año 1936, cuando un grupo de los Qom viajó a
Buenos Aires para tomar cartas en el asunto: “Los hermanos se organizaron juntando pieles silvestres y
plumas para comercializar y obtener el dinero para que el Cacique pudiese viajar a la Capital para hablar
con el Presidente, así lo hizo, pero tardó dos años en tener una audiencia con el Poder Ejecutivo”, dice
Félix Díaz, líder de “La Primavera”.
En el año 1940, el Estado Nacional firmó un decreto
que le reconocía esos terrenos – un total de 10.000
hectáreas - a esta comunidad y que creaba en ellos
una Reserva Natural Indígena. Pero la buena noticia
no perduró en el tiempo. Doce años más tarde, en
1952, y como consecuencia de un reordenamiento
territorial, la comunidad fue despojada de la mitad de
los de esos terrenos.
Recién en 1985 los integrantes de La Primavera
volvieron a tener noticias más concretas sobre su
reclamo. Ese año el Gobierno propició la creación de
una Asociación Civil, otorgándole así personería
jurídica a la comunidad y reconociéndolos como
titulares de esas tierras. Sin embargo, los trámites legales y burocráticos a los que debe someterse una
Asociación Civil no hicieron más que empeorar una situación que, según marcaba la historia, tardaría
muchos años más en resolverse. Fue el mismo gobierno provincial quién designó al cacique de la
comunidad como Presidente de dicha asociación, con la condición de que este debería renovarse a lo
largo de los años. Pero esto no sucedió, y la presidencia tuvo siempre una misma cabeza hasta el 2008.
Como consecuencia de esta presidencia prolongada, la personería jurídica de la que gozaban los Qom
caducó y los terrenos pasaron a ser tierra fiscal. “El Presidente de la asociación creyó que este cargo sería
igual a su otra función de cacique y que no iba a requerir las cuestiones legales de actualizar el mandato”,
explica Félix Díaz, actual Cacique Qom.
Y agrega: “Se pretendía una burocracia para la cuál el indígena no está preparado, no está preparado para
adoptar esa organización de poder e incorporarla dentro del seno de un mundo indígena que no maneja
esas cuestiones”.
El año pasado la situación pasó a un nivel más grave. En enero, el Gobierno provincial (cuya cupula es
encabezada por Gildo Insfrán, peronista alineado al kirchnerismo y gobernador desde 1995), a través de
un acuerdo con la Universidad de Formosa, determinó que en esas tierras se establecería un Instituto de
Investigación. Pero lo que debería haber tenido fines pedagógicos implicó para los tobas ciertas trabas en
lo que respecta a su desarrollo cotidiano; el gobierno formoseño dispuso sitiar la zona impidiéndole a la
comunidad el paso a la laguna y obstruyendo sus actividades de pesca, caza y recolección. “La creación
de este instituto universitario desmontó un territorio que nosotros consideramos sagrado porque están los
recursos naturales que le dan subsistencia al pueblo indígena”, se lamenta Díaz.
Después de diversos reclamos y denuncias, la comunidad tomó la determinación que mayores
consecuencias les acarrearía: cortar la ruta 86. Con un equipo de 200 efectivos, la policía de Formosa
cercó y reprimió a la comunidad desatando un fuerte y oscuro episodio que desembocó en la muerte de
Roberto López - integrante de La Primavera - y de un efectivo policial.
Tras el fatídico episodio, la comunidad Qom trasladó su reclamo la Capital Federal, instalando un
campamento en pleno centro porteño que duró cinco meses.
En tanto, muchos integrantes de la comunidad permanecen en Formosa trabajando junto a Félix Díaz
desde allí. “La comunidad nunca ha bajado los brazos a pesar de que yo estoy lejos, porque ellos también
siguen trabajando en el territorio, tratando de seguir defendiéndonos de esta violencia que ocasionó la
provincia de Formosa”.
3 El pasado lunes 9 de mayo La Primavera tuvo su segunda reunión en menos de dos semanas con el
Ministro del Interior, Florencio Randazzo, lo cuál implica para ellos un avance significativo en las
negociaciones. Sin embargo, el marco jurídico que los espera no es tan positivo. Hoy el título de
propiedad de las tierras se reparte entre el Estado provincial y los Celía, una poderosa familia de la zona
que - según la diputada por la concertación FORJA y ferviente defensora de los Pueblos Aborígenes,
Silvia Vázquez - obtuvo el título de propiedad ilícitamente y sin pagar por él durante la última dictadura
militar, cuando uno de los Celia fue intendente.
En tanto, la comunidad, y particularmente su líder Félix Díaz, no se dejan decaer y se mantienen
animados: “Nuestra venida a Capital Federal fue muy positiva, porque ahora el tema se instaló y la gente
sabe quiénes somos y que es lo que queremos, y eso es lo fundamental”, asevera convencido Díaz.
Entre los múltiples estudiantes universitarios
porteños que los apoyan acompañándolos en el
acampe, las miradas son un tanto más negativas
o, al menos, más bañadas de la realidad. “La
verdad es que es muy difícil que se logre un
acuerdo que realmente beneficie a la Comunidad
Qom, porque el tema de las tierras es muy
antiguo, hace muchísimos años que se reclama
esto y nunca hubo respuestas” dice con
pesimismo Nicolás, un joven estudiante de
Ciencias Políticas que participa de las clases
abiertas que se dictan en la carpa de los Qom,
mientras pinta a mano una remera alusiva al
reclamo. Con grandes deseos de apoyarlos, pero
apesadumbrado al mismo tiempo, Nicolás arroja
lo que parece ser una respuesta a la lentitud a la
que es sometido su reclamo: “La realidad es que es muy difícil llegar a un acuerdo, porque darle a los
Qom lo que reclaman implicaría dárselo a muchas otras comunidades de los Pueblos Originarios, y eso
devendría en una situación poco deseada para el Estado Nacional”.
Hoy por hoy, la mayor parte de la comunidad La Primavera se encuentra nuevamente en Formosa. Para el
próximo encuentro, prevista para el próximo 23 de mayo, los Qom deben resolver la situación interna de
liderazgo (Félix Díaz fue designado en la votación que realizó la comunidad pero el gobierno formoseño
le atribuye este cargo a Fernando Sanabria, otro integrante de la comunidad que se encuentra alineado al
gobernador Gildo Isfran), y el Estado se compromete a avanzar en la aplicación en Formosa de la ley
26.160 que establece declarar la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que
tradicionalmente ocupaban los Pueblos Originarios. Hasta entonces, la lucha de los Qom continuará con
fuerza, al menos, eso es lo que tiene en claro el cacique Féliz Díaz: “Esperemos que lo gobiernos Estatal y
Provincial tengan voluntad política y que estas cosas se resuelvan, pero si no se resuelve nosotros
seguiremos luchando; no podemos abandonar esta lucha”.
Del quinto evangelio: Proclamación del Cristo del Corcovado (en sus 80 años, el 12 de octubre de 2011) En aquellos días, al completar 80 años de existencia, el Cristo del Corcovado se estremeció y se reanimó. Lo que era cemento y piedra se hizo carne y sangre. Extendiendo sus brazos, como quien quiere abrazar el mundo, abrió la boca, habló y dijo: «Bienaventurados ustedes, pobres, hambrientos, enfermos y caídos en tantos caminos sin un buen samaritano que los socorra. El Padre que es también Madre de bondad los lleva en su corazón y les promete que serán los primeros herederos del Reino de justicia y de paz. Ay de ustedes, dueños del poder, que desde hace quinientos años chupan la sangre de los trabajadores, reduciéndolos a combustible barato para sus máquinas de producir riqueza inicua. No 4 seré yo quien les juzgue, sino las víctimas que hiciste, detrás de las cuales yo mismo me escondía y sufría. Bienaventurados todos ustedes, indígenas de tantas etnias, habitantes primeros de estas tierras risueñas, que vivís en la inocencia de la vida en comunión con la naturaleza. Fueron casi exterminados, pero ahora están resucitando con sus religiones y culturas dando testimonio de la presencia del Espíritu Creador que nunca los abandonó. Ay de aquellos que los subyugaron, los mataron por la espada y la cruz, les negaron la humanidad, satanizaron sus cultos, les robaron las tierras y ridiculizaron la sabiduría de sus chamanes. Bienaventurados, y repito bienaventurados, ustedes, mis hermanos y hermanas negros, injustamente traídos de África para ser vendidos como piezas en el mercado, hechos carbón para ser consumido en los ingenios azucareros, siempre acosados y muriendo antes de tiempo. ¡Ay de los que los deshumanizaron! La justicia clama al cielo hasta el día del juicio final. Maldito el barracón de los esclavos, maldito el cepo, maldito el látigo, malditas las cadenas, maldito el navío negrero. Bendito el refugio del palenque, adviento de un mundo de libertos y de una fraternidad sin distinciones. Bienaventurados los que luchan por la tierra en el campo y en la ciudad, tierra para vivir y para trabajar y sacar del suelo alimento para sí, para los otros, para las hambres del mundo entero. Maldito el latifundio improductivo que expulsa a los que lo trabajan como propio y asesina a quien lo ocupa para tener donde vivir, trabajar y ganar el pan para sus hijos e hijas. En verdad les digo: llegará el día en que serán expoliados. La poca tierra que los cubra será un peso abrumador sobre sus sepulturas.
Bienaventuradas son ustedes, mujeres del pueblo, que resistieron contra la opresión milenaria, que conquistaron espacios de participación y de libertad y que están luchando por una sociedad que no se defina por el género. Una sociedad en la que hombres y mujeres, juntos, diferentes, recíprocos e iguales inaugurarán la alianza perenne del compartir, del amor y de la corresponsabilidad.
Benditos ustedes, millones de menores carentes de todo y lanzados a las calles, víctimas de una sociedad de exclusión que ha perdido la ternura por la vida inocente. Mi Padre, como una gran Madre enjugará sus lágrimas y los estrechará contra su pecho porque son sus hijos e hijas más queridos. Felices los pastores que sirven humildemente al pueblo en medio del pueblo, con el pueblo y para el pueblo. Ay, de aquellos que visten trajes vistosos, se llenan de vanidad en las televisiones, usan símbolos sagrados de poder, exaltan al Padre Nuestro y olvidan el Pan Nuestro. ¡Cuántos usan el cayado contra las ovejas en vez de usarlo contra los lobos! No los reconozco y no daré testimonio en su favor cuando se presenten delante de mi Padre. Bienaventuradas las comunidades eclesiales de base, los movimientos sociales por la tierra, por el techo, por la educación, por la salud, por la seguridad. Felices ellos que, sin necesitar hablar de mí, asumen la misma causa por la cual viví, fui perseguido y ejecutado en la cruz. Pero resurgí para continuar la insurrección contra un mundo que da más valor a los bienes materiales que a la vida, que privilegia la acumulación privada sobre la participación solidaria y que prefiere dar alimentos a los perros antes que a las personas hambrientas. Bienaventurados los que sueñan con un mundo nuevo posible y necesario en el cual todos puedan caber, naturaleza incluida. Felices aquellos que aman a la Madre Tierra como a su propia madre y respetan sus ritmos, dándole paz para que pueda rehacer sus nutrientes y siga produciendo todo lo que necesitamos para vivir. Bienaventurados los que no desisten, sino que resisten e insisten en que el mundo puede ser diferente y lo será, un mundo donde la poesía camine junto al trabajo, la música se junte con las máquinas, y todos se reconozcan como hermanos y hermanas, viviendo en la única Casa Común que tenemos, este bello y luminoso pequeño planeta Tierra. En verdad, en verdad les digo: felices ustedes porque son todos hijos e hijas de la alegría, pues están en la palma de la mano de Dios. Amén».
5 5. ALGUNOS RECURSOS DE YAPA CANCIONES CINCO SIGLOS IGUAL León Gieco Soledad sobre ruinas, sangre en el trigo rojo y amarillo, manantial del veneno, escudo heridas, cinco siglos igual. Libertad sin galope, banderas rotas, soberbia y mentiras, medallas de oro y plata contra esperanza, cinco siglos igual. En esta parte la tierra la historia se cayó, como se caen las piedras aun las que tocan el cielo o están cerca del sol, o están cerca del sol. Desamor, desencuentro, perdón y olvido, cuerpo con mineral, pueblos trabajadores, infancias pobres, cinco siglos igual. Lealtad sobre tumbas, piedra sagrada, Dios no alcanzó a llorar, sueño largo del mal, hijos de nadie, cinco siglos Igual. Muerte contra la vida, gloria de un pueblo desaparecido. Es comienzo, es final, leyenda perdida cinco siglos igual. En esta parte de la tierra la historia se cayo, como se caen las piedras aun las que tocan el cielo o están cerca del sol, o están cerca del sol. Es tinieblas con flores, revoluciones y aunque muchos no están nunca nadie pensó besarte los pies. Cinco siglos igual. HUELGA DE AMORES Divididos Ellos vinieron nos encubrieron; aquí encontraron dioses que danzan. Ellos vinieron nos encubrieron; aquí encontraron dioses que danzan. Y nos dijeron "cerrá los ojos, dame la tierra, tomá la biblia." Huelga de amores huelga de amores huelga de amores en el paseo las flores. Patriotas importados nativos sin orejas patriotas importados nativos sin orejas la muerte grita, tierra! y el canto chacarera la muerte grita, tierra! y el canto chacarera. Y nos dijeron "tiempo es dinero, y en esta tierra sos extanjero." Huelga de amores huelga de amores huelga de amores en el paseo las flores la historia escrita por vencedores no pudo hacer callar a los tambores la historia escrita por vencedores no pudo hacer callar a los tambores. 6 LATINOAMÉRICA Calle 13 Soy, soy lo que dejaron, soy toda la sobra de lo que se robaron. Un pueblo escondido en la cima, mi piel es de cuero por eso aguanta cualquier clima. Soy una fábrica de humo, mano de obra campesina para tu consumo. Frente de frio en el medio del verano, el amor en los tiempos del cólera, mi hermano. El sol que nace y el día que muere, con los mejores atardeceres. Soy el desarrollo en carne viva, un discurso político sin saliva. Las caras más bonitas que he conocido, soy la fotografía de un desaparecido. La sangre dentro de tus venas, soy un pedazo de tierra que vale la pena. Una canasta con frijoles , soy Maradona contra Inglaterra anotándote dos goles. Soy lo que sostiene mi bandera, la espina dorsal del planeta es mi cordillera. Soy lo que me enseñó mi padre, el que no quiere a su patria no quiere a su madre. Soy América latina, un pueblo sin piernas pero que camina. Tú no puedes comprar al viento. Tú no puedes comprar al sol. Tú no puedes comprar la lluvia. Tú no puedes comprar el calor. Tú no puedes comprar las nubes. Tú no puedes comprar los colores. Tú no puedes comprar mi alegría. Tú no puedes comprar mis dolores. Tengo los lagos, tengo los ríos. Tengo mis dientes pa` cuando me sonrío. La nieve que maquilla mis montañas. Tengo el sol que me seca y la lluvia que me baña. Un desierto embriagado con peyote de un trago de pulque. Para cantar con los coyotes, todo lo que necesito. Tengo mis pulmones respirando azul clarito. La altura que sofoca. Soy las muelas de mi boca mascando coca. El otoño con sus hojas desmayadas. Los versos escritos bajo la noche estrellada. Una viña repleta de uvas. Un cañaveral bajo el sol en cuba. Soy el mar Caribe que vigila las casitas, haciendo rituales de agua bendita. El viento que peina mi cabello. Soy todos los santos que cuelgan de mi cuello. El jugo de mi lucha no es artificial, porque el abono de mi tierra es natural. Tú no puedes comprar al viento. No puedes comprar al sol. No puedes comprar la lluvia. (Vamos dibujando el camino, vamos caminando) No puedes comprar mi vida. MI TIERRA NO SE VENDE. Trabajo en bruto pero con orgullo, Aquí se comparte, lo mío es tuyo. Este pueblo no se ahoga con marullos, Y si se derrumba yo lo reconstruyo. Tampoco pestañeo cuando te miro, Para que te recuerdes de mi apellido. La operación cóndor invadiendo mi nido, ¡Perdono pero nunca olvido! (Vamos caminando) Aquí se respira lucha. (Vamos caminando) Yo canto porque se escucha. Aquí estamos de pie ¡Que viva Latinoamérica! No puedes comprar mi vida. 7 6. GESTO DE SERVICIO Probablemente, cercanos a nuestra escuela se encuentre alguna comunidad perteneciente a algún pueblo originario. Sería el 12 de octubre una buena oportunidad para la realización de un gesto de simpatía o acercamiento para con ellos. Puede tratarse de una visita, una colecta, un espacio en nuestros actos para manifestar sus reclamos y derechos… De no ser posible, invitamos a poner el esfuerzo en la realización de un acto diferente, en el que el centro sea el respeto por la diversidad cultural. La bandera que identifica esta lucha, conocida comúnmente como Whipala, podría estar presente durante este mes junto con los demás signos patrios. 7. DE FIESTA… Celebremos la diversidad, leyendo‐rezando las palabras de nuestros pastores al reunirse en Aparecida: 74 2.1.5 Presencia de los pueblos indígenas y afroamericanos en la Iglesia 88. Los indígenas constituyen la población más antigua del Continente. Están en la raíz primera de la identidad latinoamericana y caribeña. Los afroamericanos constituyen otra raíz que fue arrancada de África y traída aquí como gente esclavizada. La tercera raíz es la población pobre que migró de Europa desde el siglo XVI, en búsqueda de mejores condiciones de vida y el gran flujo de inmigrantes de todo el mundo desde mediados del siglo XIX. De todos estos grupos y de sus correspondientes culturas se formó el mestizaje que es la base social y cultural de nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños, como lo reconoció ya la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Puebla, México. 89. Los indígenas y afroamericanos son, sobre todo, “otros” diferentes, que exigen respeto y reconocimiento. La sociedad tiende a menospreciarlos, desconociendo su diferencia. Su situación social está marcada por la exclusión y la pobreza. La Iglesia acompaña a los indígenas y afroamericanos en las luchas por sus legítimos derechos. 8 90. Hoy, los pueblos indígenas y afros están amenazados en su existencia física, cultural y espiritual; en sus modos de vida; en sus identidades; en su diversidad; en sus territorios y proyectos. Algunas comunidades indígenas se encuentran fuera de sus tierras porque éstas han sido invadidas y degradadas, o no tienen tierras suficientes para desarrollar sus culturas. Sufren graves ataques a su identidad y supervivencia, pues la globalización económica y cultural pone en peligro su propia existencia como pueblos diferentes. Su progresiva transformación cultural provoca la rápida desaparición de algunas lenguas y culturas. La migración, forzada por la pobreza, está influyendo profundamente en el cambio de costumbres, de relaciones e incluso de religión. 75. MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD 91. Los indígenas y afroamericanos emergen ahora en la sociedad y en la Iglesia. Este es un kairós para profundizar el encuentro de la Iglesia con estos sectores humanos que reclaman el reconocimiento pleno de sus derechos individuales y colectivos, ser tomados en cuenta en la catolicidad con su cosmovisión, sus valores y sus identidades particulares, para vivir un nuevo Pentecostés eclesial. 92. Ya, en Santo Domingo, los pastores reconocíamos que “los pueblos indígenas cultivan valores humanos de gran significación”; valores que “la Iglesia defiende... ante la fuerza arrolladora de las estructuras de pecado manifiestas en la sociedad moderna”; “son poseedores de innumerables riquezas culturales, que están en la base de nuestra identidad actual”; y, desde la perspectiva de la fe, “estos valores y convicciones son fruto de ‘las semillas del Verbo’, que estaban ya presentes y obraban en sus antepasados”. 9 SEPTIEMBRE: ... a los derechos de los niños y jóvenes
1. PUERTA DE ENTRADA Para muchos alumnos Septiembre es el mes preferido del tiempo escolar. Y especialmente el 21 celebran su día, el día del Estudiante. Seguramente no se nos escapa que aún son muchos los niños y jóvenes que no pueden celebrar este día. Los derechos a la educación como tantos otros derechos son violados día a día, dañando la vida de nuestros chicos. Ante ello no podemos permanecer callados. Este es un mes para proclamar a viva voz los derechos a los que todos los menores deben acceder. Es un tiempo de anuncio profético: de anuncio y de denuncia. 2.PREGUNTAS  ¿Qué derechos son generales, para todos?  ¿Qué derechos son propios de los menores?  ¿Cuáles son más vulnerados?  ¿Cuáles son las consecuencias?  ¿Qué podemos hacer desde nuestras comunidades para defender y promover los derechos de los niños y los jóvenes? 3. GPS En este mes encontrarán: 1.
Un artículo publicado en el diario Página 12, acerca de un joven que, luego de haber estado privado de su libertad entre los 16 y los 20 años, publica un libro de poemas. 2. Un boletín de 2002 del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Lo adjuntamos como archivo .pdf. Dada su extensión no lo incluimos en papel, pero aborda la cuestión de los derechos de los niños en el mundo y, especialmente, en nuestras obras de La Salle. De la página 37 en adelante se encuentran detalladas todas las declaraciones de derechos y se acompaña con unas claras preguntas y respuestas. Recomendamos su uso con los alumnos. 3. Dos canciones: Un rap grabado por tres adolescentes del barrio Malvinas de Jujuy, llamado Cuidado, y Juan de la calle, de Yuyo Montes. 1 4. TEXTOS PARA PROFUNDIZAR LA MIRADA “Es más peligroso un pibe que piensa que un pibe que roba” A los 21 años, después de haber estado preso desde los 16 hasta los 20, publicó La venganza del cordero atado, su primer libro de poemas. “Aparte de excluirte económicamente, te excluyen cultural y simbólicamente”, subraya. Por Silvina Friera – Publicado en el diario Página 12, el 18 de octubre de 2010. El aire se espesa en Morón. Se presiente la lluvia, el ataque de las gotas, como en uno de los poemas de Camilo Blajaquis, el seudónimo que eligió César González para escupir su dolor, su verdad, su poesía, cuando renació dentro de una cárcel. “¡Letras, máscara de mi herida! / Aliéntame esta tarde / que si no escribo soy piedra / y vuelvo a ser tan sólo un expediente/”, se lee en su primer libro, de título ricotero, La venganza del cordero atado (Ediciones Continente), con ilustración de Rocambole y prólogo de Luis Mattini. Dos trozos de carbón que arden; llamitas intrépidas lanzadas del presente hacia el futuro. Los ojos de César experimentan con la pequeña porción del horizonte que se deja ver desde la ventana de “Dallas”, un bar “cero burgués” –lo define—, un lugar de laburantes donde el joven juega de local desde febrero pasado, cuando salió en libertad. Su mirada se embarca en un mar de proyectos: otro libro de poemas más, el crecimiento de la revista que edita, ¿Todo piola? (ver aparte), la carrera de letras que cursa en la UBA. “Me lo bajo en un toque”, dice por el sándwich de pan francés que le acaba de servir Ubaldo Collado, dueño y mozo, sufrido hincha de Racing. Como César. Si la lluvia es el momento en que el cielo y la tierra tienen un orgasmo –como escribió en otro poema–, habrá que esperar ese encuentro. El sol empuja en cámara lenta a las nubes. “Algo le debo a mi sangre toba. Te dije que se estaba yendo la tormenta –se entusiasma, mientras comprueba que se cumple su pronóstico–; nunca le hagas caso al servicio meteorológico. Las culturas originarias de este continente miran el cielo y saben cuándo va a llover. Ahora tenemos todas las tecnologías. Y ni así le pegan.” En menos de un minuto, César devora el sándwich. “¿Qué hacés, caradura?”, dice y saluda a Lucho, el padre de un compañero de la calle, cuando César andaba en la calle, unos seis años atrás que parecen prehistóricos. “En el barrio siempre es así, se acercan a saludarme.” El barrio es la villa Carlos Gardel, “panorama de vida que siempre tiene olor a celda, a plomo, a trabajo en negro o en gris o a traje de encargado de limpieza”, dice en el poema dedicado a ese lugar en el mundo donde nació –hace 21 años– y creció a los porrazos. Donde vive y da talleres literarios para rescatar a los pibes de un “infierno anunciado”. “No es que me levanté un día o manejé en mi cabeza, en algún momento, la idea de escribir un libro –cuenta César–. La venganza del cordero atado es un rejunte de los poemas que escribí, tan simple como eso.” Lo que no es tan simple es dónde los escribió, en institutos de menores, en la cárcel, bajo el seudónimo de Camilo Blajaquis: Camilo en homenaje al comandante Cienfuegos –uno de los líderes de la Revolución Cubana–, Blajaquis por el militante peronista asesinado en la pizzería La Real, relatado por Rodolfo Walsh en ¿Quién mató a Rosendo? “Mi cabeza empezó a cambiar, a incorporar cosas nuevas; todo un mundo que no conocía hasta antes de caer preso, cuando me di cuenta de todo lo que se le oculta a un joven que le toca nacer en un barrio de clase baja, en una condición pobre y humilde como en la que nací. Aparte de excluirte económicamente, te excluyen cultural y simbólicamente. Te excluyen porque sos el negro de una villa, el negro de mierda, vas a ser chorro, obrero y nada más. El sistema te excluye y es mucho más cruel de lo que uno cree –repasa su aprendizaje–. Lo que 2 juega es una exclusión simbólica: el de la villa es un ignorante, es un posible delincuente.” César subraya que el primer acto de su renacimiento, antes de la escritura, no fue la lectura –
los libros que unas manos de mago, literalmente, acercaron a sus ojos– sino la libertad que le dio pensar. “Empecé a usar esto que tengo acá arriba –dice con el dedo índice en la sien– para algo productivo, para algo que me diera vida, que me diera fuerza. Y digo vida porque estaba muerto en vida: 16 años, seis balazos de la policía, me quedaban cinco años de cárcel; ingresé a un instituto con los clavos en las piernas, en muletas, pesando 50 kilos. Realmente estaba muerto.” La realidad es que estaba preso –muerto en vida– en 2005. El camino de regreso a la vida tiene un nombre: Patricio “Merok” Montesano, un amigo que le acercó los libros, “un vago que daba taller de magia voluntariamente dentro de la cárcel”. “Nos trataba bien, no venía desde un lugar de profesor, ‘a ustedes, negritos, les vengo a enseñar cómo es la vida’, que es muchas veces la postura de los talleristas en la cárcel. El nos trataba como personas, no como monstruos. Nos enseñaba un truco de magia y nos hablaba de Walsh, de Cooke, del Che, de lo que pasó en los ’70. Nos hablaba de arte, de poesía, de cultura –enumera ese torbellino de novedades que lo asaltaron–. Al principio no le di mucha importancia, ‘este loco de mierda, qué me importa lo que dice, si total a mí me quedan un montón de años’. Pero venía en serio, con pureza, para ayudar.” El mago vaya si ayudó. Le prestó De Ernesto al Che, de Calica Ferrer. “Antes de ese libro yo no sabía, por ejemplo, que el Che era argentino, ni qué había hecho, ni cuáles eran sus ideales, ni por qué luchó –reconoce César–. Ese libro me sirvió para darme cuenta de que uno puede hacer un click en la vida, como lo hizo el Che. Y comenzaron las preguntas, aparecieron los porqué: por qué nací en una villa, por qué tuve que ser pobre, por qué tuve que nacer en un contexto de mierda, por qué tuve que saber a los 7, 8 años que existe la cocaína, el porro y que vivo en un barrio donde eso es frecuente y la cultura es ésa.” La seguidilla de preguntas productivas se multiplicaban; estaba encerrado, pero no anestesiado. No sabía qué esperaba, pero algo llegaría. “¿Hubiese terminado en una celda si no hubiese nacido en una villa? Si nueve de cada diez de los que estábamos en la cárcel éramos de una villa. ¿Qué hubiese pasado si hubiese nacido en otro contexto? Realmente no sé, pero considero que en la cárcel no hubiese terminado con 16 años, baleado, adicto a las drogas como era. Se cayó la venda de mis ojos con mucha rabia. No quería darle el gusto al sistema, a la sociedad, que quiere que terminemos en la cárcel. Y fue una ruptura.” –Y la rabia lo llevó a la lectura... –Sí, a leer, a informarme, a llenarme de argumentos. Fue un renacimiento; el concepto de renacimiento en la historia de la humanidad es salir de la oscuridad de la Edad Media, de las tinieblas del oscurantismo. De repente aparecen Galileo, Da Vinci, Copérnico, otra corriente de filosofía con Descartes, los inventores, los pintores. Mi renacimiento fue gracias a la cultura. ¿Sabés por qué hablo de rabia? –No. –Porque no es lo mismo que alguien de clase media piense a que lo haga un pibe de clase baja. Si el de clase baja tiene conciencia de clase, la potencia que tiene ese pensamiento es mucho más explosiva que la de la clase media, en el sentido de rebelarte. Fue lo que me pasó a mí: tener conciencia de clase, pero no haciendo una separación porque yo soy de abajo, pero no quiero que se muera el de arriba. No. Yo pensaba todo esto, pero seguía dentro de una celda. No sabía que el día de mañana iba a publicar un libro, a hacer una revista... 3 –Tocó fondo: o se hundía del todo o flotaba y salía a la superficie, que es lo que hizo. –Exactamente, pero una vez que llegué a flotar, había que remar porque estaba en el medio del mar y no había remos. Había que remar y no había balsa, había que remar y no había isla para naufragar. Me pegaron en la cárcel por leer, por escribir, por pensar, paradójicamente. La sociedad dice que en la cárcel estamos mejor, que los derechos humanos son sólo para los chorros... y uno escucha todo ese discurso de que nos gusta esa vida en la cárcel, que no hacemos nada. A mí no me gustaba esa vida y decidí hacer otra cosa: leer, terminar el secundario, recibirme. Pero no recibí un abrazo de la sociedad; recibí piñas, me quebraron los tobillos, me rompieron un diente; sufrí miles de requisas por leer y escribir. Me di cuenta de que la sociedad prefiere que los pibes roben, que se droguen antes que accionen y piensen. Es más peligroso un pibe que piensa que un pibe que roba. Cuando un pibe en este país pensó y accionó, lo torturaron, lo masacraron y no apareció más. –En un poema se lee que una psicóloga dijo que no podía ser escritor. ¿Fue así? –“Y esa piña duele más que la del guardia”... puse en ese poema. Siempre recuerdo el día que escribí mi primer poema y se lo llevé a una psicóloga que tenía en el Instituto Belgrano. Lo había escrito la noche anterior después de leer una crónica de Arlt en Aguafuertes porteñas que me había gustado mucho. Seguramente estaría lleno de limitaciones; al principio escribía con rima, no podía escaparle a eso (risas). Había sentido un vómito que me daba libertad. Algo se había desatado, el candado se había quebrado cuando escribí ese poema. No es una figura menor el psicólogo dentro de la cárcel; es el juez cotidiano de tu vida. Yo le llevaba un poema que me había hecho sentir persona... Yo me odié mucho tiempo, pero llegó un momento en que ese odio lo transformaba en violencia o en poesía. La psicóloga dejó el papel a un costado y me dijo: “Muy lindo esto, pero cuando salgas tenés que trabajar. Vos cometiste un delito, tenés que resarcir a la sociedad y la única forma es que te rompas el lomo trabajando. Con esto –por el poema– no resarcís el daño. Esto puede ser muy lindo, un pasatiempo, pero tenés que trabajar. A ver si se te mete en la cabeza...”. Y no fue una mala experiencia como argumentan algunos psicólogos para que me quede tranquilo. ¡Las pelotas fue una mala experiencia! Tuve doce psicólogos diferentes y todos me dijeron lo mismo. Ninguno me leyó un poema. Yo necesitaba que alguien lo leyera, que me dijera: “Está feo, pero vas bien”. Era un acontecimiento para mí, pero me lo negaban, lo reprimían. Cuando se lo di a Patricio, me dijo: “¿Es la primera ves que escribís? Seguí, probá, no está nada mal”. Y me trajo libros de poesía. ¿Te das cuenta la función de uno y otro? Uno estaba para ayudar, los psicólogos para reprimir. –¿Por qué dice en un poema que “aunque no parezca soy poeta, soy un optimista”? –Ese poema es una trompada tras otra, pero lo escribí en otro momento. Eso fue hace tres años, cuando pensaba que la política eran los políticos, pero ahora sé que es una herramienta. Si los políticos en nombre de la política hicieron desastres, la palabra no tiene la culpa. Hay optimismo en el escenario político argentino y hasta noto cierta alegría. La naturaleza de los barrios bajos es el peronismo obrero. No puedo desconocer eso; y con más facilidad me doy cuenta de que este gobierno se corresponde con esa naturaleza, que este gobierno está relacionado directamente con los intereses populares y me siento identificado. Yo viví en una casa de material y chapa toda la vida. Hoy tenemos una casa digna con calefón, cocina y agua caliente. Pero tampoco me encierro en una etiqueta ideológica. Soy peronista, pero lo que menos me gusta del peronismo es Perón. Para mí el peronismo es una esencia colectiva; por eso me siento identificado con esa subjetividad colectiva que resistió 18 años. Soy eso, pero también marxista y me gusta la filosofía, el rock y el reggae. Decir “soy esto” es autolimitarse, autoexcluirse. Yo quiero seguir creciendo y seguir siendo cada vez más cosas. 4 –¿Qué pasó con su lenguaje cuando salió de la cárcel? ¿Cambió? –Sí, empecé la facultad, estoy en nuevos ambientes con gente que habla diferente. Pero el lenguaje es muy amplio; en mi barrio si tengo que hablar con los pibes, hablo así también. Soy así siempre, pero tampoco en exceso porque si me hago el académico me van a decir: “¿Qué estás hablando, gil?” (risas). Pero no me gusta el estereotipo y simular que soy villero y tener que comerme las eses y decir: “Ey, guacho”. Ya venía incorporando nuevas palabras a mi vocabulario desde la lectura. ¿Vos te pensás que hablaba así cuando caí en cana? Usaba la misma cantidad de palabras para hablar siempre de lo mismo: a quién le choreamos, cuánto hiciste, cuánta merca compramos, anda la yuta... No salía de ahí. Ahora no tengo odio, y eso que me sobraban los argumentos para odiar, para salir de la cárcel con ganas de matar. Sigo escribiendo poesía, estoy preparando mi segundo libro. Necesito escribir como el adicto necesita de su dosis. Mi dosis es escribir porque me corre la poesía por las venas. Y que por mis venas corra poesía es lo que me hace también experimentar una sobredosis de esperanza. 5. ALGUNOS RECURSOS DE YAPA PELÍCULA RECOMENDADA: PRECIOUS Claireece "Precious" Jones tiene 16 años, es obesa y analfabeta y espera su segundo hijo de su propio padre ausente. Vive en Harlem, el reino de los invisibles, de los sin voz, con su madre, una reclusa cruel que mira la televisión sin cesar y la somete a los más denigrantes abusos. Forzada a abandonar la escuela a causa de su embarazo, Precious acaba en un instituto para casos desesperados. Y allí, en el último escalón de aquellos que ya han bajado todas las escaleras, está la señorita Rain, una maestra joven, combativa y radical a través de la cual Precious tendrá la posibilidad de recuperar su voz y su dignidad descubriendo un nuevo mundo en el que puede al fin expresarse de una manera que nunca antes había imaginado (de Wikipedia.org). CANCIONES CUIDADO No contamos con la letra, pero adjuntamos un breve texto que escribieron para presentar la canción. Nosotros somos chicos de la calle, vivimos en el Bario Malvinas Argentinas, San Salvador, de Jujuy. Con este tema buscamos que otros pibes puedan hacer lo mismo que nosotros, y que no se metan en cosas como las drogas, robos y matanzas. 5 A nosotros, nos cierran las puertas de la escuela, del trabajo y hasta a veces de nuestra misma casa. Esto nos molesta, y queremos que ya no sea así. Queremos un espacio donde podamos compartir muchas experiencias, estar acompañados, para no sentirnos solos, o desanimados. Agustin, Pulga y Porteño. JUAN DE LA CALLE (Yuyo Montes) Soy nacido en cualquier villa me llaman Juan de la calle diariero por la mañana y lustra botas de tarde soy nacido en cualquier villa me llaman Juan de la calle. A mi me enseño el baldío a gambetear por la orilla que la vida por el centro me pone la zancadilla a mi me enseño el baldío a gambetear por la orilla. Mi barquito de ilusión rema contra la corriente y con el hilo del alma busca el sol mi barrilete mi barquito de ilusión rema contra la corriente. Soy de una villa y disculpen me endiablo en cualquier lugar y el indio de la comparsa cuando llega el carnaval soy de una villa de Salta me endiablo en cualquier lugar. Mi padre en un carro viejo pasó comprando botellas y si la cosa no cambia yo he de seguir con su estrella mi padre en un carro viejo pasó comprando botellas. Como soñar nada cuesta yo largo al río mi anzuelo Tal vez una noche de estas pueda enganchar el lucero como soñar nada cuesta yo largo al río mi anzuelo. Al terminar la jornada no tengo mejor fortuna que meterme en el bolsillo la moneda de la luna al terminar la jornada no tengo mejor fortuna. 6 6. GESTO DE SERVICIO Se propone la elaboración de una campaña gráfica que involucre a todos los alumnos del secundario. Otra posibilidad interesante puede ser la realización de una radio abierta durante todos los recreos de la semana del estudiante. Tanto en un caso como en el otro se busca informar y concientizar sobre los derechos de los niños y los jóvenes. 7. DE FIESTA… Depende de la realidad de cada obra, qué tipo de festejos se realizan. Creemos que el día del estudiante puede celebrarse con expresiones artísticas, juegos y comida. Si se acuerda con la dirección del colegio, puede destinarse un tiempo para que los chicos festejen en el aula o el patio. 7 AGOSTO: ... liberador
1. PUERTA DE ENTRADA Un recordatorio histórico de la Argentina nos atraviesa este mes. Se trata del bicentenario del Éxodo Jujeño. Más allá de los abordajes de las Ciencias Sociales nos puedan aportar en actos, charlas y clases especiales, queremos pararnos a pensar que vigencia tiene este hecho en nuestra sociedad actual. Los hechos que motivan y precipitan este éxodo tienen que ver con la búsqueda de la liberación del poder monárquico. ¿Existen hoy grupos, cercanos a nuestras comunidades, que sean oprimidos y estén reclamando liberación? Quizás se traten de minorías sexuales, o expulsados del sistema, o de inmigrantes forzados a buscar mejores oportunidades… Nos invitamos a pensar, discernir, actuar y rezar en función de estos “otros”, que nos siempre son visibles, porque los invisibilizamos con nuestra indiferencia. 2. PREGUNTAS  ¿Quiénes hoy se encuentran en situaciones de opresión?  ¿De qué manera podemos salirnos de la lógica opresión‐liberación?  ¿Podemos ser oprimidos por lo que pensamos o nos hacen pensar?  ¿Cuáles son nuestros límites, nuestros “yo no puedo”? 3. GPS En este mes encontrarán: 1.
Un artículo sobre el pronunciamiento del Grupo Angelleli sobre el movimiento gay. 2. Una metáfora de la condición humana: El águila y la gallina, por Leonardo Boff. 3. Dos cortos sobre Ncik Vujicic, un hombre que nació sin piernas ni brazos. 4. Dos canciones de origen reggae: Sin cadenas de Los Pericos y una versión en español del tema de Bob Marley, Redemption Song, por JPA Reggae. 1 4. TEXTOS PARA PROFUNDIZAR LA MIRADA Un grupo de sacerdotes cordobeses, a favor del matrimonio homosexual Emitieron un documento que dice que "Jesús jamás condenó la homosexualidad" y que los legisladores pueden "actuar distinto a lo que propone la jerarquía eclesial". Los curas son del movimiento tercermundista "Enrique Angelelli". Por: Marta Platía. Corresponsalía en Córdoba. Publicado en Clarín Digital, del 19 de mayo de 2010. "Ante la posibilidad de una ley que permita a personas del mismo sexo ser 'matrimonio' y vivir profundamente el amor y la sexualidad, entendemos que aprobarla, acompañarla y profundizarla nos pone en el camino del Evangelio de Jesús", arranca el documento, que está llamado a provocar polémica en el seno de la Iglesia que formalmente cuestiona el matrimonio homosexual. El documento se titula "aportes al debate sobre las modificaciones a la ley de matrimonio civil" y fue redactado por Nicolás Alessio, un sacerdote cordobés de 52 años, miembro de un grupo de sacerdotes tercermundistas llamado Enrique Angelelli. El texto fue respaldado por otros quince sacerdotes en ejercicio. El texto dice que "Jesús jamás condenó ni mencionó la homosexualidad, sí se enfrentó a los soberbios, a los que se creían puros, a los que tenían el poder opresor, a los que esclavizaban, a los que humillaban (...) siempre puso la Ley al servicio de una mayor humanización (...) y sobre todo, los proscriptos, los olvidados, los últimos". Siempre en plural, el documento afirma: "Entendemos la homosexualidad como una manera distinta, diferente, diversa de vivir la sexualidad y el amor (...) Citar la 'ley natural' para oponerse a esta legislación es sólo una posición fijista, dura, congelada, de la realidad pretendida como 'natural', sin entender los complejos procesos naturales. Entendemos que un legislador, puede profesar profundamente su fe cristiana y católica, y, a la vez, con total libertad de conciencia, pensar definir y actuar distinto a lo que propone la jerarquía eclesial". Consultado por Clarín, Alessio, quien es el cura párroco de la iglesia San Cayetano, en el barrio Altamira, dijo que "la Iglesia tiene derecho a oponerse a un matrimonio eclesial, pero aquí se habla de casarse por civil". En esa dirección, el sacerdote apuntó: "Claro, cómo van a aceptar esto, si ni siquiera aceptan el divorcio vincular, excomulgan a los que se casan en segundas nupcias y, si vamos al caso, tampoco aceptan el matrimonio civil entre heterosexuales, ya que si no pasan por el matrimonio religioso, para la Iglesia dos personas no están casadas realmente". Para el cura, "el punto clave está en que en el fondo ellos consideran a la homosexualidad como una enfermedad, y no como una manera diversa de relacionarse". Para pensar… ¿En qué se basan para afirmar su apoyo al matrimonio gay? ¿De qué manera creés que se oprime a este grupo? ¿Existe una realidad ‘natural’? 2 El Águila y la Gallina (Leonardo BOFF, en El águila y la gallina. Una metáfora de la condición humana. Ed. Bonnum. 2004) Ésta es una historia narrada por James Aggrey. Con gran calma, propia de un sabio, y con cierta solemnidad, contó la siguiente historia: "Había una vez un campesino que fue al bosque vecino a atrapar un pájaro para tenerlo cautivo en su casa. Consiguió cazar un pichón de águila. Lo colocó en el gallinero, junto con las gallinas. Comía mijo y la ración propia de las gallinas. Aunque el águila fuera el rey o la reina de todos los pájaros. Después de cinco años, este hombre recibió en su casa la visita de un naturalista. Mientras paseaban por el jardín, dijo el naturalista: ‐Este pájaro que está allí no es una gallina. Es un águila. ‐De hecho ‐dijo el campesino‐ es águila. Pero yo lo crié como gallina. Ya no es un águila. Se transformó en gallina como las otras, a pesar de las alas de casi tres metros de extensión. ‐No –retrucó el naturalista. Ella es y será siempre un águila. Pues tiene un corazón de águila. Este corazón la hará un día volar a las alturas. ‐No, no –insistió el campesino. Ella se convirtió en gallina y jamás volará como águila. Entonces, decidieron hacer una prueba. El naturalista tomó el águila, la levantó bien en alto y, desafiándola, le dijo: ‐Ya que usted es de hecho un águila, ya que usted pertenece al cielo y no a la tierra, entonces, ¡abra sus alas y vuele! El águila se posó sobre el brazo extendido del naturalista. Miraba distraídamente alrededor. Vio a las gallinas allá abajo, picoteando granos. Y saltó junto a ellas. El campesino comentó: ‐Yo le dije, ¡ella se convirtió en una simple gallina! ‐No –insistió el naturalista. Ella es un águila. Y un águila será siempre un águila. Vamos a experimentar nuevamente mañana. Al día siguiente, el naturalista subió con el águila al techo de la casa. Le susurró: ‐Águila, ya que usted es un águila, ¡abra sus alas y vuele! Pero, cuando el águila vio allá abajo a las gallinas, picoteando el suelo, saltó y fue junto a ellas. El campesino sonrió y volvió a la carga: ‐Yo le había dicho, ¡ella se convirtió en gallina! ‐No –respondió firmemente el naturalista. Ella es águila, poseerá siempre un corazón de águila. Vamos a experimentar todavía una última vez. Mañana la haré volar. Al día siguiente, el naturalista y el campesino se levantaron bien temprano. Tomaron el águila y la llevaron afuera de la ciudad, lejos de las casas de los hombres, en lo alto de una montaña. El sol naciente doraba los picos de las montañas. El naturalista levantó el águila al cielo y le ordenó: ‐Águila, ya que usted es un águila, ya que usted pertenece al cielo y no a la tierra, ¡abra sus alas y vuele! El águila miró alrededor. Temblaba como si experimentase una nueva vida. Pero no voló. Entonces, el naturalista la tomó firmemente, bien en dirección del sol, para que sus ojos pudiesen llenarse de la claridad solar y de la vastedad del horizonte. En ese momento, ella abrió sus potentes alas, graznó con el típico kau, kau de las águilas y se levantó, soberana, sobre sí misma. Y comenzó a volar, a volar hacia lo alto, a volar cada vez más alto. Voló... voló... hasta confundirse con el azul del firmamento..." Hermanos y hermanas. Nosotros fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Pero hubo personas que nos hicieron pensar como gallinas. Y muchos de nosotros todavía creen que somos efectivamente gallinas. Pero nosotros somos águilas. Por eso, hermanos y hermanas, abramos las alas y volemos. Volemos como águilas. Jamás nos contentemos con los granos que nos arrojen a los pies para picotear. ‐Águila, usted, que es amiga de las montañas e hija del sol, yo le suplico: ¡Despierte de su sueño! Revele su fuerza interior! 3 5. ALGUNOS RECURSOS DE YAPA VIDEOS Nicholas James Vujicic (4. diciembre de 1982) es un predicador cristiano, orador motivacional y director de Life Without Limbs, una organización para personas con discapacidad física. Nació en Melbourne, Australia, con una agenesia consistente en una tri‐amelia que se caracteriza por la carencia de tres de sus extremidades, le faltan ambos brazos a nivel de los hombros y extremidad inferior derecha, y con una meromelia de la extremidad inferior izquierda, tiene un pequeño pie con dos dedos protuberando de su muslo izquierdo. Al principio sus padres se sintieron desolados, pero Nick había nacido sano (extraído de Wikipedia.org).  El primero de los videos sirve de presentación de Nick. Allí da cuenta de cómo comprendió su situación a la luz de la fe. Esto le permitió superar sus límites y convertirse en una persona completamente capacitada.  El circo de la mariposa es un corto en el que Nick es protagonista y nos regala un mensaje para pensar la relación entre opresión – liberación. PELÍCULA RECOMENDADA: SUEÑOS DE LIBERTAD: Una historia de esperanza y libertad. Si bien no tiene la connotación social con la que venimos pensando, es muy posible de establecer a partir del concepto de institucionalización. Puede ser muy enriquecedor inclusive leer algunos extractos de la novela original de Stephen King. CANCIONES SIN CADENAS ‐ LOS PERICOS Sin cadenas sobre los pies me puse a andar, Hace tiempo quise encontrar el camino, Nada escapa, nada muere, nadie olvida, eso lo sé, Nada escapa, nada muere, nadie olvida, eso lo sé Navegante sin rumbo fui y naufragué, Cada calle, cada rincón fui conociendo, Y he perdido, he ganado Y he sabido defenderme bien, Y he perdido, he ganado Y he sabido defenderme bien. Contengo la respiración Es un día tan claro En busca de historias felices Felices serán el día en que pise firme Soy mi luz el norte y el sur, mi gran hogar Soy el margen de este lugar, un mapa ardiente Nada escapa, nada muere, nadie olvida, eso lo sé Nada escapa, nada muere, nadie olvida, eso lo sé Bajo un árbol vi atardecer y fui feliz A escondidas te vi llorar, se fue tu vida Contengo la respiración ... Sin cadenas sobre los pies ... 4 Canción de Redención Letra y música: Bob Marley Interprete: JPA Reggae Viejos piratas me robaron y me vendieron a algún mercader minutos después me sacaron del agujero más cruel Y mis manos se volvieron fuerte con la fuerte mano de Dios triunfalmente nos imponemos a esta generación. Ayudame a cantar para ser libres tan solo una canción de redención Enmancipar de una vez tu esclavitud mental tan solo vos lo podías lograr ¿y qué importa la energía atómica si el tiempo nadie lo puede parar? ¿Por qué matan a nuestros profetas y miramos a otro lugar? la historia no fue escrita ya podés cambiar el final.
6. GESTO DE SERVICIO Como gesto mensual se propone solidarizarnos con algún grupo que viva una situación de opresión. Será tarea de nuestros directivos y docentes contactar con algún grupo, asociación, ONG para acercar nuestra ayuda, que puede expresarse de múltiples maneras. Desde ya que la ayuda económica suele ser siempre bien recibida. Sin embargo hay otros modos de acercarnos y solidarizarnos. Puede tratarse de una jornada dedicada a una problemática puntual de un grupo. O una marcha pacífica para reclamar por determinada situación de exclusión. Tengamos cuidado porque una acción que genera dependencia no emancipa sino que refuerza la situación de imposibilidad, dejando a nuestros destinatarios en una situación más desfavorecida. 7. DE FIESTA… Un signo con el que solemos asociar la falta de libertad son las ataduras. Podemos invitar a los chicos a atar un nudo en una pequeña soga por cada una de nuestras ataduras. Compartimos la lectura y nos ayudamos unos a otros a desatar nuestros nudos. Cantamos la canción del Lema 2011 o 2012. 5 AGOSTO: ... liberador
1. PUERTA DE ENTRADA Un recordatorio histórico de la Argentina nos atraviesa este mes. Se trata del bicentenario del Éxodo Jujeño. Más allá de los abordajes de las Ciencias Sociales nos puedan aportar en actos, charlas y clases especiales, queremos pararnos a pensar que vigencia tiene este hecho en nuestra sociedad actual. Los hechos que motivan y precipitan este éxodo 2. PREGUNTAS  ¿Hay algún país participante de los JJOO que no conozcamos?  ¿Qué sabemos de la cultura de otros países?  ¿Qué es lo que caracteriza nuestra cultura?  ¿Qué cosas nos acercan y cuáles nos alejan de otros pueblos?  ¿Qué valores encontramos en el deporte? ¿Qué cosas no son buenas para el deporte? 3. GPS En este mes encontrarán: 1.
Un texto que nos ayudará a comprender el “espíritu” de los Juegos Olímpicos. Unos pequeños extractos de Galeano sobre el Mundo y el Deporte. 2. Una entrevista a Carla Rebecchi, en la que su familia, sus docentes y amigas cuentan cómo esta exalumna lasallana logró cumplir el sueño de estar en un Juego Olímpico, como destacada jugadora de las Leonas. Acompañan unos cortos videos de otros dos exalumnos lasallanos que se darán cita en Londres: Diego y Sebastián Simonet, de la Selección Argentina de Handball. 3. Algunas imágenes de Liniers que invitan a pensar la convivencia entre los pueblos que formamos este mundo. 4. Tres canciones (Abel Pintos, Jorge Drexler y Macaco) sobre la configuración igualitaria de nuestras culturas, reconociendo y valorando las diferencias. 1 4. TEXTOS PARA PROFUNDIZAR LA MIRADA En su origen fueron juego, rito, competición… ¿Qué significan realmente los Juegos Olímpicos? ANTONIO MARTÍNEZ (publicado en http://elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=2735) Acabamos de asistir a la celebración de los Juegos de Pekín, y ahora el mundo ya espera los de Londres en 2012. Sentimos que las Olimpiadas son diferentes, por ejemplo, de un campeonato del mundo: están rodeadas de un halo de prestigio del que carece cualquier otra competición deportiva. En realidad, se acepta vagamente que los Juegos Olímpicos no son sólo un certamen competitivo, sino que “significan algo más”. Ahora bien: ¿en qué consiste ese “algo más”? Vamos a intentar explicarlo mediante las siguientes consideraciones. Podemos empezar a comprender cuál es ese plus de significado acudiendo a lo que sabemos de los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia. Según la teoría más aceptada sobre su origen, asoladas las tierras griegas por la guerra, la peste y las epidemias, Mitos, rey de Élide, consultó al oráculo de Delfos, que le respondió que sólo la celebración de unos Juegos, como signo de paz, salvaría a Grecia de la destrucción. Obedeciendo al oráculo, se instituyó una tregua sagrada cada cuatro años para celebrar en Olimpia –sede del santuario más importante de Zeus– unos Juegos en honor del dios, en los que participarían las diferentes polis griegas. Nacen, así –con un significado esencialmente religioso– los Juegos Olímpicos, que sirvieron también, con el correr del tiempo, para crear un clima de hermandad y el subsiguiente sentimiento panhelénico. Bien es cierto que, tras su cénit en los siglos VI y V a.C., los Juegos experimentaron un proceso de decadencia en el que ese sentido religioso originario se fue perdiendo poco a poco. Pero el hecho es que, en su origen, deporte, cultura –pues también se celebraban certámenes de poesía, música y danza– y religión constituyeron en Olimpia un todo unitario. Este mismo sentido religioso y este deseo de fomentar la unión entre los pueblos se encuentran en el origen de los Juegos Olímpicos de la Edad Moderna, que empezaron a celebrarse por iniciativa del barón Pierre de Coubertin. Éste, tras entrar en contacto con un movimiento pedagógico que, dentro del cristianismo anglicano, propugnaba el deporte como vía de perfeccionamiento espiritual, emprendió las arduas gestiones necesarias para que los países europeos, superando las agudas diferencias que los enfrentaban a finales del siglo XIX, aceptaran participar en unos nuevos Juegos Olímpicos: Juegos que, según la intención de Coubertin, debían servir para hermanar a las naciones de Europa –y, después, del mundo entero– y contribuir a la paz y a la comprensión entre los hombres. A Coubertin pertenece la célebre frase “Lo importante es participar”, que expresa el alma originaria del olimpismo. Un alma donde, en realidad, la victoria sólo constituye un objetivo secundario. Lo importante es haber competido con 2 deportividad y nobleza, dando lo mejor de uno mismo tanto física como espiritualmente y reconociendo con abierta franqueza la eventual superioridad del contrario. Dicho de otro modo: lo importante es haber creado con el oponente, a través de la competición deportiva, unos lazos sinceros de fraternidad. ¿Qué quedan hoy de tales ideas? Nos tememos que no mucho. Durante varias décadas en las que se consideró indispensable el amateurismo de que los deportistas como condición para participar en los Juegos, subsistió –bien que entre dificultades– su espíritu originario. Los países europeos se habían lanzado a dos guerras fratricidas, llevando a su clímax los irracionales antagonismos contra los que Coubertin había intentado luchar. Pero se conservaba la conciencia de que, cada cuatro años, las Olimpiadas abrían un espacio de paz –
como la tregua sagrada de la Antigüedad– en el que la juventud del mundo se reunía a competir en las distintas modalidades deportivas, pero también, y sobre todo, a convivir, conocerse y confraternizar. Y, por cierto, ¡no pocos matrimonios han salido precisamente de la Villa Olímpica! De los Juegos Olímpicos a los Macro‐campeonatos del mundo Ahora bien: igual que, en la antigua Grecia, los Juegos fueron alejándose de su significado primitivo, y en las décadas finales del siglo XX hemos asistido a una evolución similar, que hoy continúa. El profesionalismo, la comercialización y los ingentes intereses económicos que se mueven en torno a los Juegos Olímpicos han desvirtuado su espíritu. Ciertamente, aún constituyen un evento mundial de carácter único, y la antorcha, la bandera y el himno olímpicos, así como la ceremonia de inauguración, todavía consiguen despertar en nosotros algunas resonancias más o menos espirituales. Pero la intención originaria de Coubertin se ha perdido, aunque se sigan dedicando al ilustre barón las correspondientes palabras de elogio. Los Juegos Olímpicos, aparte de constituir un formidable negocio audiovisual, se han convertido hoy en unos meros macro‐campeonatos del mundo. Pero nada más. Lo más noble de su espíritu –la vocación de fraternidad, la elevación por encima del plano material y “mecánico” del mundo– se encuentra, en gran parte, perdido. En cierto modo, sucede con los Juegos Olímpicos algo similar a lo que observamos con la Unión Europea: la cual nació, bajo los auspicios de Schuman, De Gasperi y Adenauer, con un sentido claramente espiritual –en concreto, cristiano–, pero hoy se ha convertido en un aparato burocrático sin alma. Desde Huizinga sabemos que el homo ludens, el “hombre que juega”, se encuentra en la base misma de la cultura. El deporte, el juego, el baile –tres realidades tan cercanas– se hallan en su origen muy conexas con el mundo de la religión. Coubertin intuyó que el deporte significa una posible vía hacia la perfección espiritual y la unión entre los hombres. Por esa razón luchó por unos nuevos Juegos Olímpicos: no para crear unos simples “campeonatos del mundo”, sino para unir a los seres humanos entre sí. Y, si nosotros olvidamos esto, estaremos cometiendo contra él una imperdonable traición. 3 El Mundo Eduardo Galeano Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. —El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende. En el próximo texto, si bien Galeano se refiere al fútbol en particular, creemos que la reflexión nos lleva a pensar cualquier disciplina deportiva. El fútbol Eduardo Galeano (Uruguay) Textos publicados en El Fútbol a sol y sombra, Catálogos Editora, Buenos Aires, 1995. La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí. En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable. A nadie da de ganar esa locura que hace que el hombre sea niño por un rato, jugando como juega el niño con el globo y como juega el gato con el ovillo de lana: bailarín que danza con una pelota leve como el globo que se va al aire y el ovillo que rueda, jugando sin saber que juega, sin motivo y sin reloj y sin juez. El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue. La tecnocracia del deporte profesional ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohibe la osadía. Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad. 4 5. ALGUNOS RECURSOS DE YAPA VIDEOS Muchos de nuestros alumnos sueñan con dedicarse a un deporte de manera profesional o de alto rendimiento. Los Juegos Olímpicos suelen ser el objetivo mayor de cualquier deportista. En la carpeta del DVD encontrarán unos videos de algunos exalumnos de La Salle que participarán en los Juegos Olímpicos de Londres. Quizás en tu obra, en tu barrio o en tu club, también haya algún exalumno o conocido que vaya a participar. La idea es poder ver alguna entrevista, conocerlos o investigar sobre ellos, no con un fin “cholulo”, sino con la intención de descubrir el itinerario que los llevó a destacarse en una disciplina deportiva. Más allá de los que les adjuntamos, les recomendamos los publicados por el programa Caja Rodante, en la sección El Camino de los Sueños. También pueden resultar interesantes los producidos por el Canal Encuentro, en las series Nuestros Deportistas, Ser Olímpicos y Deporte Argentino. Carla REBECCHI inició su práctica deportiva en el Instituto La Salle Florida, de dónde egresó en 2002, en la modalidad de Ciencias Naturales. Es jugadora de la Selección Argentina de Hockey. Ganadora en 5 oportunidades del Champions Trophy. Alcanzó la medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos de Pekin 2008. Se coronó Campeona del Mundo en 2010. Sebastián SIMONET y Diego SIMONET, ambos exalumnos del Instituto La Salle Florida, de la modalidad de Economía y Gestión de las Organizaciones, se iniciaron tempranamente en la práctica del Handball, dado que su padre y su madre fueron jugadores de la selección argentina de Handball. Ambos forjaron su amor por el deporte entre el colegio y el club (SAG Villa Ballester) y crecieron siendo protagonistas en todas las categorías inferiores de las Selecciones Argentinas. Juntos lograron dos hechos históricos para nuestro deporte: alcanzaron el mejor posicionamiento de la Argentina en un Mundial de Handball, al alcanzar el 12vo puesto, en 2011, en Suecia, y se coronaron Campeones Panamericanos, en Guadalajara 2011, logrando así clasificar por primera vez al handball argentino a un Juego Olímpico. PARA PENSAR: ¿Qué les permitió llegar hasta ese lugar? ¿Llegaron solos? ¿Encuentran un reconocimiento al servicio de otros en los testimonios? ¿Creés que el deporte puede ser un lenguaje para comunicarnos con otros pueblos? 5 HISTORIETAS 6 CANCIONES MENSAJES DEL AGUA Macaco Y que le voy a hacer si yo, amo lo diminuto Y que le voy a hacer si yo, no quiero que el océano sea tan profundo Y que le voy a hacer si yo, de pequeño encontré la fuerza de mi mundo Y que le voy a hacer si yo, si yo pienso que ellos y nosotros sumamos uno que le voy a hacer Y es que gota sobre gota somos olas que hacen mares Gotas diferentes pero gotas todas iguales Y una ola viene y dice Somos una marea de gente todos diferentes remando al mismo compás Y es que somos una marea de gente todos diferentes remando al mismo compás. Y una ola viene y dice Parece que te sigue Y el mundo repite FRONTERA Jorge Drexler Yo no sé de dónde soy, mi casa está en la frontera (BIS) Y las fronteras se mueven, como las banderas. (BIS) Mi patria es un rinconcito, el canto de una cigarra. (BIS) Los dos primeros acordes que yo supe en la guitarra (BIS) Soy hijo de un forastero y de una estrella del alba, y si hay amor, me dijeron, toda distancia se salva. Y que le voy a hacer si yo, nací en el Mediterráneo Y que le voy a hacer si yo, bebí las gotas de tú llanto De tus gotas me inunde transparencias en mi sed soñé torrenciales de amor y fe Como lluvia de primavera borrando grietas, igualando mareas Y es que gota sobre gota somos olas que hacen mares Gotas diferentes pero gotas todas iguales Y una ola viene y dice Somos una marea de gente todos diferentes remando al mismo compás Y es que somos una marea de gente todos diferentes remando al mismo compás Y una ola viene y dice Parece que te sigue Y el mundo repite No tengo muchas verdades, prefiero no dar consejos. (BIS) Cada cual por su camino, igual va a aprender de viejo. (BIS) Que el mundo está como está por causa de las certezas (BIS) La guerra y la vanidad comen en la misma mesa (BIS) Soy hijo de un desterrado y de una flor de la tierra, y de chico me enseñaron las pocas cosas que sé del amor y de la guerra. 7 6. GESTO DE SERVICIO Este mes desafía a nuestra creatividad para realizar un gesto que ponga en juega esta intención de comunicarnos con otro pueblo. Las nuevas tecnologías hacen posible lo que hace unos años nos parecería imposible: establecer una comunicación al instante con cualquier parte del mundo. Invitamos a los docentes y directivos de diferentes sectores a establecer con anterioridad vínculos con otras obras lasallanas en el mundo. Durante este mes podremos entablar un diálogo virtual con algunos de ellos. Otra alternativa es producir un espacio menos inmediato a través de alguna red social. DEPARTAMENTO DE INGLÉS: Si el idioma es un obstáculo, qué mejor desafío para los docentes de Inglés. Esta lengua se ha vuelto universal y se nos presenta aquí una excelente oportunidad para poner en práctica nuestros aprendizajes. DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN FÍSCIA: Este es un mes para ser la “niña mimada” de la escuela. El deporte se puede vestir de fiesta y organizar juegos olímpicos, competencias y encuentros, buscando profundizar en el espíritu planteado en el texto que ofrecemos en este cuadernillo. 7. DE FIESTA… Celebremos ser parte de esta comunidad grande. Miremos las estrellas que otros han realizado durante el año pasado (se realizó una campaña llamada Muchas estrellas, un La Salle… pueden encontrarlo en el Facebook de La Salle Argentina‐Paraguay y en el video que adjuntamos). Rezamos por la unidad de los pueblos, sin xenofobia ni violencia. Que la paz reine depende de cada uno de nosotros, de reconocernos todos iguales. Finalizamos cantando: TODOS IGUALES Abel Pintos Somos todos hijos de un tiempo somos parte iguales, de una fuerza total. Somos alquimistas de un cielo nadie es invulnerable, ni del bien, ni del mal. Todos tenemos un sueño, y un Dios. Todos derrochamos la vida todos somos escuela, todos damos amor. Todos exigimos respuestas somos todos culpables y pedimos perdón, Todos tenemos un sueño, y un Dios. Todos iguales al sol. Todos iguales al sol. Todos iguales al sol. Todos iguales al sol. Todos merecemos la vida la verdad, la justicia, merecemos la paz. Somos de brillante oro y plata, de cartón y de lata, como la libertad. Todos tenemos un sueño, y un Dios. Todos iguales al sol 8 JUNIO: ... a la justicia
1. PUERTA DE ENTRADA Durante este mes, el servicio será pensado como aquellas acciones que hacen que este mundo sea un poco (o mucho) más justo. A veces los chicos y los adultos solemos cometer el error de postergar los derechos y las obligaciones civiles hasta la mayoría de edad. Es tarde si recién a los 18 años nos preocupamos por discernir lo que es justo y lo que es injusto. Seguramente los chicos viven cotidianamente situaciones de las más variadas en las que se enfrentan a esta problemática. Nos proponemos entonces, reflexionar sobre el servicio como camino hacia la justicia. Justicia que se hace, en primer lugar, defendiendo y promoviendo hasta la más mínima vida. Este es nuestro punto de partida. El punto de llegada tiene que ver con una práctica cristiana que tiene mucho por enseñarnos: la Eucaristía. No queremos pensar este sacramento de forma ritualista y vacía. Por el contrario Junio es un mes (con su celebración de Corpus Christi) para visitar este sacramento de una manera más profunda y comprometida: desde la justicia. 2. PREGUNTAS  ¿Qué entendemos por justicia? Intentemos algunas definiciones.  ¿Qué relación encuentro entre servicio y justicia, entre servir y ser justo?  ¿Conocemos alguna persona que haga justicia desde su servicio?  ¿Hay personas serviciales en nuestra comunidad? ¿Somos justos con aquellos que nos sirven?  ¿Qué nos dice sobre la justicia la mesa de Jesús y sus discípulos en la eucaristía? ¿Se han vivido situaciones de injusticia en relación a este sacramento? 3. GPS En este mes encontrarán: 1.
Un texto del teólogo brasilero Leonardo Boff. Defender y promover hasta la más mínima vida, que es un extracto de su obra Teología desde el lugar del pobre. 2. Un cuento de Mamerto Menapace llamado La violencia de las sombras. 3. Una bella canción llamada Vendrás. 4. Una propuesta de película para analizar: Erin Bronkovich. 1 4. TEXTOS PARA PROFUNDIZAR LA MIRADA Leonardo BOFF nació en Concórdia, Santa Catarina (Brasil), el 14 de diciembre de 1938. Ingresó en la Orden de los Frailes Menores, franciscanos, en 1959. Durante 22 años fue profesor de Teología Sistemática y Ecuménica en el Instituto Teológico Franciscano de Petrópolis, profesor de Teología y Espiritualidad en varios centros de estudio y universidades de Brasil y del exterior, y profesor visitante en las universidades de Lisboa (Portugal), Salamanca (España), Harvard (EUA), Basilea (Suiza) y Heidelberg (Alemania). Estuvo presente en el comienzo de la reflexión que busca articular el discurso indignado ante la miseria y la marginación con el discurso de la fe cristiana, que generó la conocida Teología de la Liberación. Siempre ha sido un ardiente defensor de la causa de los Derechos Humanos, habiendo ayudado a formular una nueva perspectiva de los Derechos Humanos a partir de América Latina, con los `Derechos a la Vida y a los medios para mantenerla con dignidad`. En 1984, en razón de sus tesis ligadas a la Teología de la Liberación expuestas en su libro Iglesia: Carisma y Poder, fue sometido a un proceso por parte de la Sagrada Congregación para la Defensa de la Fe, ex Santo Oficio, en el Vaticano. En 1985 fue condenado a un año de `silencio obsequioso` y depuesto de todas sus funciones editoriales y académicas en el campo religioso. Dada la presión mundial sobre el Vaticano le fue levantada la pena en 1986, pudiendo retomar algunas de sus actividades. En 1992, habiendo sido amenazado de nuevo con una segunda punición por las autoridades de Roma, renunció a sus actividades sacerdotales y se autopromovió al estado laico. `Cambio de trinchera para continuar en la lucha`: sigue como teólogo de la liberación, escritor, profesor y conferencista en los más variados auditorios de Brasil y del extranjero, asesor de movimientos sociales de cuño popular liberador, como el Movimiento de los Sin‐Tierra y las Comunidades Eclesiales de Base (CEB`s), entre otros. Actualmente vive en el Jardim Araras, región campestre ecológica del municipio de Petrópolis‐RJ y comparte vida y sueños con la educadora/luchadora por los derechos a partir de un nuevo paradigma ecológico, Marcia Maria Monteiro de Miranda. Defender y promover hasta la más mínima vida1 La contradicción de las sociedades latinoamericanas es de todos conocida; en palabras de Juan Pablo II, "la creciente riqueza de unos pocos va paralela a la creciente miseria de las masas... ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres" (Discurso de apertura de la Asamblea del CELAM, Puebla 1979, III, 4). El escándalo radica en que las grandes mayorías son al mismo tiempo cristianas y pobres. Los ricos dicen: "¡Señor, Señor!", pero no hacen la voluntad de Dios (cfr. Mt 7, 21), que es la vida del hombre. Como perfectamente lo enseña la Gaudium et spes, "el divorcio existente en muchos entre fe y vida cotidiana debe ser considerado como uno de los más graves errores de nuestro tiempo" (GS, n° 43). Esto es particularmente aplicable a los cristianos latinoamericanos, que han recibido una evangelización insuficiente con respecto a la responsabilidad social y política de la fe {Puebla, n° 515). A medida que los pastores han ido entrando en la vida del pueblo, han ido también participando de sus opresiones y de la represión ejercida contra todos los movimientos favorables al cambio social. Han tenido la misma experiencia de Jesús: "Misereor super turbas" (Me 8, 2); han redescubierto profundamente a los pobres como "los hermanos pequeños de Jesús" (Mt 25, 40)10. Esta situación constituye una amenaza permanente contra la vida del Extraído de BOFF, Leonardo. Teología desde el lugar del pobre. Editorial Sal Terrae. Santander. 1986. 1
2 pueblo. La misión de la Iglesia consiste en ayudar a salvaguardar y promover el mínimo necesario de una vida humana y justa. La Iglesia, pues, debe actuar como el Padre del hijo pródigo, parábola tan oportunamente analizada por Juan Pablo II en su encíclica Dives in misericordia: salvar la humanidad de los hombres (n° 41; cfr. n° 98). Lo decisivo es la vida humana, porque ésta constituye el gran sacramento de Dios, dado que ha sido llamada a la comunión con la vida divina. Esto nos hace recordar la célebre expresión de las Casas: "Más vale un indio infiel, pero vivo, que un indio cristiano muerto". Algo parecido encontramos en el teólogo jesuíta José Acosta (México, 1577), con su tratado De procúramela indorum salute (En defensa de la salvación de los indios). La evangelización sólo recogerá la praxis de Jesús si, al igual que Jesús, produce vida; Jesús es el "Verbo de la vida, la vida que se manifestó" (Un 1, 1‐
2). El Dios cristiano, que es Dios de vida y que llama a los muertos a la vida (cfr. Rom 4,17), sólo es verdaderamente testimoniado si la vida es siempre defendida y promovida en su mínimo grado de dignidad. El gran desafío de la Iglesia en América Latina consiste en denunciar el sistema social de muerte y ayudar a la gestación de una sociedad que genere una vida mínimamente humana para todos, especialmente para las grandes mayorías empobrecidas. Esta conciencia de la Iglesia se materializó en dos grandes opciones: la opción preferencial por los pobres y la opción por la liberación integral de éstos. a) Opción preferencial por los pobres y contra la injusticia social En la expresión "opción preferencial por los pobres", lo de pobres se refiere a la pobreza en el sentido en que lo entiende Puebla, que considera la pobreza como "el más devastador y humillante de los flagelos" (n° 29) y piensa que "no se trata de una etapa casual, sino del producto de unas determinadas situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas" (n° 30). "Pobre" posee un sentido histórico muy concreto que no es metafórico o espiritual, sino muy real, como el de la parábola del Buen Samaritano, "que cayó en manos de los bandidos y fue dejado medio muerto" (Le 10, 30.36). A nadie se le ocurriría decir que este hombre expoliado y herido lo es tan sólo espiritualmente. Así pues, la opción de la Iglesia por los pobres significa una opción por los que han sido injustamente hechos pobres, es decir, empobrecidos. Esta solicitud por los pobres, independientemente de la fe y del Evangelio, posee una dignidad en sí misma, aun cuando (como es el caso en la parábola del Buen Samaritano) se trate de un hereje. Socorrer al herido, y especialmente a toda una clase social explotada y disminuida en su vida y en su dignidad, como sucede en América Latina, conlleva una denuncia de la injusticia social, generadora de pobreza, y un testimonio en favor de una vida mínimamente humana, que ha de ser producida por todos, y particularmente por los que están medio muertos. Pero, además de esta razón simplemente humanitaria, la comunidad cristiana tiene otros motivos para optar por los pobres. En primer lugar, se trata de una opción divina. La razón de esta preferencia radica en la propia naturaleza de Dios, que es un Dios vivo, un Dios de la vida y dador de vida. Cuando ve su vida amenazada, Dios toma partido por él, a fin de protegerlo y promover su vida. Una Iglesia que defiende la vida y ayuda a crear las condiciones para que ésta se manifieste, será una Iglesia que hará la liturgia más grata a Dios. "Opta por la vida y vivirás" (Dt 30, 19). En segundo lugar, nos hallamos ante una opción "jesuánica". El Papa Juan Pablo II lo recordó en Puebla: "El compromiso de Jesús con los más necesitados..." (Discurso inaugural, III, 3). A partir de los pobres comienza la realización del Reino (Le 6, 20). Un obispo que no se haga "defensor et procurator pauperum" está traicionando una parte sustancial de la praxis de Jesús, el Buen Pastor y Buen Samaritano. 3 Por último, es una opción apostólica, dado que, ya desde los inicios de la evangelización, los pobres fueron objeto de una especial solicitud por parte de los Apóstoles y de Pablo (cfr. Hech 3, 44‐45; 4, 24; Gal 2, 10; Hech 11, 29‐30). El adjetivo "preferencial" no pretende tan sólo salvaguardar la esencial catolicidad de la fe (abierta a todos los hombres), sino que también intenta establecer un cierto orden de prioridad por lo que se refiere a la solicitud y al amor misericordioso por parte de la Iglesia: amar a todo el mundo a partir del amor a los pobres. Los ricos han de optar por los pobres, por su causa, su vida y su justicia; los pobres deberán optar por los demás pobres y hasta por los que son más pobres que ellos. Así pues, todos se ven concernidos; la aparente parcialidad de esta opción preferencial abre caminos para la forma concreta del amor cristiano universal. En Brasil tenemos el hermoso ejemplo de una opción por los más pobres que produjo una promoción de la vida en el sentido más bíblico. Los indios Tapirapé, en el interior del país, estaban siendo exterminados por haber entrado en contacto con las enfermedades de los blancos. Entonces decidieron no tener más hijos y morir. Hace más de 30 años vinieron a Brasil las Hermanitas de Jesús, que optaron por los más abandonados y se fueron a vivir entre los Tapirapé. Su objetivo consistía en lograr que aquellos indios tomaran conciencia de su propio ser y volvieran a amar la vida. Al principio, las Hermanitas residían fuera de la aldea y acudían a ésta para visitar a los indígenas y anunciarles el Evangelio. Después fueron acercándose aún más, comenzando a tomar parte en sus trabajos en la selva y en la roca; por último, se trasladaron a vivir en medio de los Tapirapé. La confianza que en ellos suscitaron fue tan grande que consideraban a las Hermanitas como miembros de su tribu. El servicio desinteresado y el apoyo a su causa, en contra de la explotación a que les sometían los grandes terratenientes, sirvió para infundirles ánimo. Comenzaron entonces a procrear de nuevo. Hoy forman una tribu fuerte en la que abundan risueñas criaturas. El Evangelio como comunión de vida y como vivencia de fraternidad logró devolverles la bendición de la vida. Y citemos otro ejemplo de opción por los pobres y de promoción de la vida: ‐para hacer frente al desempleo y al hambre que asóla a millares de familias, las Comunidades Eclesiales de Base de Sao Paulo organizaron el "Proyecto Cinco‐ Dos". El nombre está inspirado en el milagro evangélico de la multiplicación de los cinco panes y los dos peces que realizó Jesús para dar de comer al pueblo hambriento (cfr. Me 6,30‐44 y par.). Cinco familias que no padecen desempleo se comprometen a distribuir los alimentos de primera necesidad a otras dos familias en las que el desempleo haya hecho presa. He ahí una forma de actualizar la parábola del Buen Samaritano en las circunstancias concretas de una moderna ciudad industrial. 4 5.ALGUNOS RECURSOS DE YAPA La violencia de la sombras por Mamerto Menapace, publicado en La sal de la tierra, Editorial Patria Grande. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia porque a ellos pertenece el Reino de los cielos Dios le había regalado un lindo corazón. Era capaz de amar y apasionarse. Tenía capacidad para ver. Sus ojos siempre miraban a las cosas, y no le costaba vibrar con lo que veía. Por eso las injusticias lo sacudían fuerte. Muchos le tenían desconfianza porque le conocían un corazón arrebatado y violento. Encima era bastante ingenuo. Le gustaba hablar, mostrarse y manifestar lo que llevaba adentro. Eso le hacía mar cosas contradictorias, y muchos creyeron que era un incoherente. Otros creyeron poder utilizarlo, y cuando él siguió nomás su rumbo, no lo comprendieron. Alma de niño, buscaba ansiosamente la verdad, y quería a toda costa practicar la justicia. Llevar la justicia a la práctica era para él una obsesión. Tal vez hubiera algo de biológico en ese apetito de justicia. Por eso se comprometía tan entero cuando veía, en algún lugar o persona, la realidad del compromiso por la justicia. Pero como la justicia es una realidad tironeada por diversos bandos que creen poseerla en exclusiva (como se pelean los perros por achura), le sucedió más de una vez el querer tironear desde distintos rumbos. Desde todos lados le ladraron para animarlo, y de todos lados le lanzaron su mordisco. Y él seguía nomás, apasionado por llevar la justicia a la práctica. Tal vez sin plan, sin proyectos, guiado como por un instinto. Amaba la parte de justicia que encontraba en cada hombre, y pretendió sacudir la vergüenza en cada grupo. Y eso es peligroso. Es peligroso ponerse a plena luz cuando andan sueltas las tinieblas. Y en cada compromiso, en cada realidad hay un encontronazo ente la luz y las tinieblas, entre el miedo y la vergüenza. Y es peligroso para un hombre amar la luz en cada cosa, y en cada cosa pretender vencer la noche mediante la vergüenza. Por eso el miedo que hay en cada uno de nosotros se puso a perseguirlo. A escondidas, por supuesto. El miedo suele ser cobarde, y prefiere no mostrar la cara al descubierto. De ahí que el día que lo mataron, nadie quiso ser responsable del suceso. Nos echamos la culpa mutuamente, y hasta a lo mejor creímos ser sinceros. 5 Poco importa el nombre del que lo mató, y el nombre y apellido del que ha muerto. Lo mató la violencia de las sombras, y su nombre está escrito en el libro de la vida. Un pueblo lo lloró en silencio. Ese pueblo que también ama la justicia, y que como todos los perseguidos por llevar la justicia a la práctica, tendrá en herencia el Reino de los cielos. Porque al morir un hombre por practicar la justicia, se opera en él la victoria definitiva de la luz sobre las sombras. La luz vence en ese hombre a las tinieblas. Y así se le abren las puertas del Reino de la luz. Felices de ustedes cuando sean perseguidos e insultados, y cuando digan toda clase de cosas falsas sobre ustedes. Alégrense, no se pongan tristes: porque van a recibir un gran premio en los cielos; porque así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes (Mt 5, 11‐12). Guía de Trabajo Pastoral por Marcelo A. Murúa Rumiando el relato 
¿Qué experiencia nos relata el autor? 
¿Cómo caracteriza a la persona enamorada de la justicia? Hacer un breve retrato de la misma a partir de las características que señala el padre Mamerto. 
¿Qué proceso fue realizando? ¿Qué peligros le empezaron a acechar? 
¿Qué pasó finalmente? ¿Cuál fue la reacción del pueblo? 
Comentar la frase final del evangelio, la última bienaventuranza del evangelio de Mateo. 
Elegir una frase del texto (releerlo rápido para ubicarla) que más le haya llegado o impactado a cada uno y compartirla en voz alta. Descubriendo el mensaje El cuento es un hermoso fresco de las personas que aman la justicia y dan la vida por ella. Puede ser muy útil para reflexionar sobre el compromiso por la justicia a la luz del evangelio de Jesús. ¿Conoces personas, hombres y mujeres, que hayan vivido como se describe en el relato? Hacer una ronda en el grupo y nombrar estas personas. ¿Qué descubrimos en ellas? ¿Qué nos admira de sus vidas como para recordarlas? ¿Conoces personas que hayan muerto por la justicia? (Si es posible sería interesante llevar preparado para el encuentro fotos o dibujos de algunos mártires de nuestro tiempo. En BuenasNuevas.com puedes encontrar información sobre Mons. Romero, Mons. Angelelli y otros). ¿Qué aprendes del cuento para tu vida? ¿Cómo puedes aplicar el mensaje del cuento? 6 CANCIONES Les compartimos una canción que expresa la fidelidad a la lucha por una causa justa. Con gran habilidad sus autores han logrado plasmar la experiencia de muchos que han vivido de este modo, incluso hasta dar la vida. Alejandro Rezzonico actualmente se desempeña como docente en Florida y González Catán, a la vez que forma parte del Servicio de Acompañamiento de Propuestas Juveniles. VENDRÁS Alejandro Rezzonico – Santiago Lamaizon Vendrás con siglos de sudor, nos traerás Memorias de lo que pasó aquí y allá. La historia de un rancho de algodón que no se vio. Vendrás descalzo sin dolor, renaciendo de cada grito que intentó callar tu voz. La bala que te apagó no te mató. Y anclado en tu causa y tu valor Me quedaré Seré tu mirada y tu sal Seré tu piel Y juntos seremos lo demás Y eso es eterno Vendrás en un vuelo de humildad, te encontraré callado y sentado en el cordón de una calle. No es la pantalla tu lugar, no sos de yeso. Vendrás chiquito en el calor de una madre Vendrás anhelando la vida del que no es. Y andando el camino del amor tendrás poder PELÍCULA PROPUESTA: Erin Brockovich Julia Roberts personifica a Erin Brockovich,
una madre soltera con tres hijos que, luego
de meses de estar desempleada, consigue
trabajo como secretaria en el estudio de un
abogado del sur de los Estados Unidos.
Inquieta y desafiante, comienza a investigar
las enfermedades de un grupo de vecinos a
una planta química.
En sus pesquisas, descubre que la empresa
arrojaba residuos tóxicos a las napas de agua,
provocando en los habitantes enfermedades
mortales y alteraciones genéticas. La
protagonista, sin conocimientos legales,
consigue que la empresa indemnize a los
damnificados.
Estahistoriaestábasadaenhechos
reales.
Lesproponemosinvestigarydebatirlos
modosdehacerjusticiaquemanifiesta
estepersonaje.
7 6. GESTO DE SERVICIO En este mes nos proponemos que cada obra pueda realizar algún gesto de ciudadanía. Teniendo en cuenta la mediación de la reflexión sobre la justicia, cada grupo podrá pensar qué acción puede llevar adelante a favor de la sociedad. Puede tratarse de una acción hacia dentro o hacia fuera de la escuela. El espacio de Construcción de Ciudanía es privilegiado para ello, pero puede abordarse desde muchos otros espacios. Sería muy positivo que estas acciones vinculen a los chicos con las organizaciones (estatales o privadas) que atienden a las diferentes necesidades de la sociedad. Los soportes gráficos refuerzan el impacto de estas acciones. Recomendamos la realización de carteleras y afiches. 7. DE FIESTA… Decíamos que el punto de llegada sería la Eucaristía. Un modo interesante de celebrar estos pasos, sería celebrar la eucaristía del modo más sencillo e íntimo posible. Quisiéramos que de este modo los chicos comprendan los criterios de justicia que se ponen en juego al compartir la mesa. Una canción y dos oraciones que nos pueden ayudar: LA MESA Letra: Juan Carlos Carabajal. Música: Peteco Carabajal Quiero una mesa de cedro, hermano, hermano carpintero, a donde coman mis hijos, hermano, el pan bendito y eterno. O puede ser de algarrobo hermano, o de madera de sueños para que sueñen mis hijos, hermano, en largas noches de invierno. Yo quisiera que en mi mesa, nadie se sienta extranjero, que sea la mesa de todos, territorio de silencios. Que sea mesa de domingo, mesa vestida de fiesta, donde canten mis amigos, esperanzas y tristezas. Quiero una mesa bien fuerte, hermano, hermano carpintero, mesa de casa paterna, hermano, de esas que aguantan el tiempo. Mesa de quedarse solo, hermano, y de llorar en silencio, de olvidar ingratitudes, hermano, y soñar con el regreso. 8 Felices los perseguidos por practicar la justicia Felices los perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos pertenece el Reino de los cielos. Felices y bienaventurados todos los que dan la vida para que haya justicia en este mundo, Dios los reconocerá como hijos suyos, hermanos de Jesús. Felices quienes desde el silencio y el anonimato del Reino ofrecen su entrega diaria para que la vida de Dios llegue a todos sin distinción. Ellos mantienen viva la llama que encendió Jesús, la luz de un mundo nuevo, fraterno y solidario. Felices los que sufren persecución por el nombre de Jesús, los que son fieles a su mensaje y proclaman la verdad de la justicia, el gran sueño de Dios para todos. Ellos caminan hacia el Reino y nos señalan la senda del Maestro, la única fiel al proyecto del Padre. Felices, Dios de la Vida, los que la entregan por la justicia y la paz, tan ausentes en este mundo de excluídos y marginados. Felices porque ellos son el agua que fecunda la tierra para que brote la semilla del Reino, que es Justicia y Fraternidad, vida digna para todos porque Esa es tu Voluntad. 9 SEÑOR DE LA JUSTICIA Señor de la justicia que a cada hombre mides con infinito amor, ve midiendo a los pobres que tienen miedo y hambre que sufren por los otros, que viven sin vivir en constante opresión. Señor de la justicia que ves en lo escondido el peso del dolor, mira hoy en las tinieblas descubre allí las huellas del hombre a quien el hombre le aturde con la carga de injustas componendas, cargándole la espalda con una cruz mayor. Señor de la justicia, que del marginado eres su mejor protector, defiende hoy al débil alienta a los perdidos no dejes que el potente les quite nuevamente el más claro derecho de su propia voz. Señor de la justicia amigo de las viudas, los pobres y los niños, atiende compasivo al triste niño de hoy. No dejes que lo aplasten, aun antes de nacido, no dejes que lo fuercen a hacer trabajos duros, no dejes que lo traten, sin alma, sin amor. Señor de la justicia que quieres que los hombres seamos hermanos, viviendo entre nosotros tu reino de amor sacude de nosotros la injusta indiferencia, la farsa, el arribismo, el odio, la ambición y pon en este mundo, tu amor, tu esperanza, haciendo que renazca un hombre con nuevo corazón.
10 MAYO: ... educativo de los pobres
1. PUERTA DE ENTRADA La fiesta de nuestro fundador San Juan Bautista de La Salle, es un hecho central en la vida de nuestras comunidades. Y no es así simplemente porque el calendario lo indique o la tradición lo exija. Sino porque este sacerdote francés nos regaló un testimonio de entrega entera a la salvación de todos. Y para la salvación el primer paso indispensable es la educación. Todos aquellos que trabajan en la educación con esta misma vocación cristiana, entregan su vida a sus hermanos menores. Los Hermanos de las Escuelas Cristianas han dado este testimonio por más de 300 años. Hoy nosotros celebramos que todavía sigue valiendo la pena jugarse por el servicio educativo a aquellos que más lo necesitan. 2. PREGUNTAS  ¿Qué hizo Juan Bautista De La Salle?  ¿Cómo sigue su obra hoy en el mundo y en nuestro país?  ¿Son todas iguales las escuelas de La Salle? ¿En qué se diferencian? ¿En qué se parecen? ¿Qué las une?  ¿Qué podemos aportar cada uno de nosotros a esta obra? 3. GPS En este mes encontrarán: 1.
Un texto del 44 Capítulo General, en el que resume con mucha claridad la misión lasallana, el servicio educativo a los más pobres. 2. Un artículo que contextualiza nuestra tarea lasallana en el marco de la opción por los pobres, en el dinamismo de la Iglesia. 3. 4. Algunas historietas de Liniers para reflexionar. 1 4. TEXTOS PARA PROFUNDIZAR LA MIRADA MISIÓN EDUCATIVA LASALIANA A continuación encontrará la introducción y los desafíos que el 44º Capítulo General presentó para la Misión Educativa Lasaliana. Introducción “Impresionado por la situación de abandono de los hijos de los artesanos y de los pobres, Juan Bautista de La Salle, descubrió, a la luz de la fe, la misión de su Instituto como respuesta concreta a su contemplación del designio salvador de Dios” (Regla 11). Dios ha sido tan bueno que ha hecho de esta obra para el servicio educativo de los hijos de los artesanos y de los pobres, una obra cada vez más plural y diversificada. Esta obra se ha acrecentado de manera notable en el mundo entero. Hoy, somos 80.000 educadores y más de 5.000 Hermanos y, juntos, animamos la Misión Lasaliana que da vida a más de un millón de niños, jóvenes y adultos. Históricamente, la Misión Lasaliana se dirigía con prioridad a los económicamente pobres. Progresivamente, el desarrollo económico, nos ha dirigido más bien, a las clases medias. Estamos, pues invitados a intensificar nuestros esfuerzos con vistas a desarrollar propuestas que favorezcan la educación en la justicia y a reforzar acciones para el servicio directo de los pobres. Damos gracias a Dios por los Hermanos y por todos los Lasalianos que, cualquiera que sea su inserción o nivel de compromiso, ponen todo su corazón en una opción por los pobres, tratando de construir, por su práctica educativa y evangelizadora, un mundo más justo y solidario. Esta realidad llena de gozo a algunos Hermanos y suscita interrogantes en otros, en cuanto a su papel específico como Hermanos en el interior de la Misión. El 42º Capítulo General señaló que los Hermanos somos «corazón, memoria y garantía del carisma lasaliano» (Circular 435, pág 43). Vivimos como consagrados «juntos y por asociación al servicio educativo de los pobres» y hacemos profesión pública de ello. Nuestra reflexión se inscribe en la de los Capítulos Generales precedentes (42º y 43º), y se apoya en la Reunión Intercapitular de 2004, y en la Asamblea Internacional “Asociados para la Misión Educativa Lasaliana” de 2006. El servicio educativo de los pobres es hoy, más que nunca, de gran actualidad y sigue siendo un elemento esencial para los Hermanos y para todos los Lasalianos. El esfuerzo solicitado a cada uno de nosotros está en la línea de la conversión de la mente y del corazón (Circular 412, pág. 48). Aunque escribimos este documento para los Hermanos, tenemos muy presentes a todos aquellos y aquellas con quienes nos hemos asociado para vivir la única Misión Lasaliana, sin importar el contexto social y las formas de compromiso. Recordamos con la mente y desde el corazón los rostros de tantos niños, jóvenes y adultos que son para nosotros la razón de nuestra vida y de nuestra vocación. Ellos son la imagen de un Dios que nos llama a la fraternidad y a la solidaridad. 2 «Cuando decimos: “Señor, muéstranos tu rostro”, el Señor nos responde: “Mira el rostro de tu hermano empobrecido, mira la realidad en que vives inserto, mira los signos de tu tiempo”.» (Ser Hermanos hoy, 2.2.b) Desafios: 1. Conversión a los pobres La realidad nos desafía, tanto a los Hermanos como a las comunidades, sobre el estilo de vida que llevamos y que, generalmente, no nos satisface, ya que existen riesgos de consumismo y de acumulación de bienes. Este estilo de vida nos va llevando, insensiblemente, a una lejanía respecto al mundo de los pobres. Por otra parte, la comprensión de la realidad de este mundo exige de nosotros una formación adecuada en el campo social, político, económico, religioso y otros. Una formación limitada en estos campos, es un obstáculo a la hora de tomar decisiones personales o comunitarias para acercarse al mundo de los pobres. Finalmente, a pesar de todo, la conversión a los pobres sigue siendo un desafío. Hoy se trata de una cuestión de conciencia y de decisión personal, comunitaria e institucional. 2. Renovación de nuestras obras educativas Para los Hermanos y para todos los Lasalianos es un desafío estar realmente convencidos de que el servicio educativo de los pobres es parte constitutiva de nuestra identidad, de nuestra vocación y de la Misión Lasaliana. Sigue siendo un desafío, la transformación de nuestras obras educativas en instrumentos de educación para los pobres, de defensa de los derechos de los niños y de educación para la justicia social (Cf. AI 2006, Área prioritaria 5.1). 3. Solidaridad para la equidad Reconocemos que, en la red de obras lasalianas, las respuestas educativas que damos a las necesidades y los recursos económicos necesarios, son desiguales. Nos sentimos desafiados a diseñar estrategias efectivas de solidaridad para la equidad e igualdad educativa. 4. El derecho de los niños a la educación Reconocemos que, para el Instituto, sigue siendo un gran desafío preocuparse del derecho de los niños a la educación, aportando respuestas educativas accesibles a todos y dotadas de recursos económicos. Debemos encontrar recursos económicos propios y buscar ayudas públicas y privadas. 5. Desafío: un compromiso solidario Mirando el mundo, reconocemos que, sin dejar de atender la pobreza económica en sí, existen hoy nuevas realidades y nuevas pobrezas que nos desafían. Todas estas situaciones, ya consideradas por la AI 2006, en su Orientación nº 1, piden de nosotros una respuesta. 6. Los movimientos migratorios Reconocemos que, mirando a nuestro mundo, un desafío importante para el Instituto y la red de obras lasalianas hoy consiste en dar respuesta a los problemas que provocan los movimientos migratorios (dentro de los países y a nivel internacional) y sus consecuencias para los niños, jóvenes y familias (niños de la calle, huérfanos, etc.). 3 Nueva irrupción de la opción por los pobres Por Daniel Camarero, publicado en www.mercaba.org La fuerza de la irrupción del tema de la opción por los pobres en la Iglesia actual es consecuencia de que la Iglesia ha estado abierta a dos importantes polos: el mirar atenta al mundo y procurar desentrañar los signos de los tiempos; y el beber de forma permanente y siempre nueva, de las fuentes bíblicas, en especial del Evangelio de Cristo. En el siglo XX la realidad de los pobres incide con fuerza en la sociedad, las guerras, las revoluciones, las ideologías, hacen que se vea, se viva, se sienta y se revise con más firmeza la situación de los que son víctimas, de los que sufren, en definitiva de los pobres, genérica y específicamente tratados. Su situación no sólo se contempla con estupor, sino que ya se le quita el signo de la fatalidad o de la impotencia, y se va abiertamente a las causas: se les relaciona con la injusticia, con la opresión, consecuencia de la explotación de las clases o también de la situación de expolio de países enteros. La Iglesia no sólo no es ajena a este movimiento social, sino que está en medio de él, alentándolo. Desde comienzos del siglo, contribuye de forma creciente a que se mantenga y aún prospere la conciencia colectiva de la inhumana situación, de los derechos de los hombres y de la urgencia de encontrar soluciones. En este sentido los movimientos hacia la educación de los más pobres, surgidos sobre todo en Francia (Champagnat, La Salle) y las exigencias a favor de los trabajadores que hace la "Rerum Novarum" de León XIII serán claros ejemplos de esta opción. La visión del pobre para la Iglesia también representa un permanente cuestionamiento hacia sus formas de vida y su compromiso con esta realidad. De la mano de las exigencias evangélicas se van trazando nuevas acciones sobre todo en la opción sacerdotal y religiosa, que corresponde tanto a una nueva ubicación en el trabajo y en la residencia. Movimientos como los de los curas obreros, los Hermanitos y Hermanitas de los Pobres, los Sacerdotes del Prado, son una pequeña muestra. La sociedad crece en conciencia y a medida que pasan los años, también el mejor conocimiento de la situación a escala mundial, ayuda a que entre en escena el problema de los pobres del "Tercer Mundo". El pobre del Tercer Mundo es un pobre masivo, y con una pobreza generalizada, una pobreza de la que participan: los campesinos, los indígenas, los mineros, los desocupados, la mujer, los niños, los ancianos. Son pobres, casi por simple ubicación, porque habitan en un mismo entorno, en un mismo país, en un mismo Continente, que se encuentra muy debajo de las condiciones de vida de los países industrializados. Esta constatación se va profundizando y la situación de estos pueblos, cada vez más se ve como fruto de una relación de opresión. Esto es consecuencia también del surgimiento, sobre todo en América Latina, de voces propias que interpretan su realidad, los llamados "científicos sociales", que desde su propia experiencia rechazarán teorías y aportarán ángulos de solución. La variación del análisis se va a reflejar simplemente en el cambio exigido del nombre que se da a estos países: van pasando sucesivamente por los nombres de países subdesarrollados, países en vías de desarrollo, países dependientes, el Tercer Mundo, los excluidos, el Sur... todos responden a una misma realidad pero considerada bajo distinta óptica, que también forma parte de la realidad. Se quiere destacar la injusta e inhumana realidad que existe en el mundo: mientras hay países que viven en el desarrollo, la abundancia y aún la opulencia, hay otros muchos países que, en conjunto, están sumidos en la pobreza y aún en la miseria. Y 4 aquellos países viven así, en buena parte por la explotación y dominio que ellos tienen sobre los países empobrecidos. Es cierto que se tiene conciencia de que "no todos" los habitantes de estos países viven en la misma situación, pero es verdad que viven así "las grandes mayorías". Es el tiempo de las estadísticas, de la constatación de los efectos devastadores de la pobreza, de las reflexiones acerca de la dignidad humana violada, del análisis científico para encontrar las causas, de las denuncias de los sistemas injustos y opresores, de la búsqueda y aún reclamo de soluciones que nunca llegan. La realidad sigue estando ahí, en el mundo hay una gran mayoría de pobres materiales que carecen de lo más elemental, son marginados sociales, excluidos. Más de mil trescientos millones de personas que difícilmente podrán salir de esta situación si no hay un cambio completo no ya de actitudes personales, sino, más fundamentalmente, de estructuras políticas y económicas y sociales. Cierto que todavía el Vaticano II no refleja este cambio de perspectiva en toda su plenitud. Aunque abre puertas y ventanas, todavía se mueve en la óptica de las Iglesias de los países avanzados que son fundamentalmente todavía preocupaciones hacia el hombre moderno; sin embargo en él se advierte ya la presencia y la voz de los Obispos latinoamericanos, que traen otras inquietudes. Además y sobre todo, en la Constitución Pastoral "Gaudium et Spes", con la proclamada atención a los signos de los tiempos, la Iglesia se abre a la situación real de todos los hombres, en especial de los pobres: "Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez, gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo" (GS 1). La semilla está de nuevo echada, la preocupación social y eclesial avanza y la opción por los pobres pasa ya a ser tema central tanto en las intervenciones y escritos como en el talante de los Papas. Juan XXIII tiene grandes intuiciones, un trato exquisito hacia todos los hombres, un corazón abierto a las necesidades de los más desposeídos, gestos de apertura y comprensión y también palabras que orientan en el camino de la Iglesia: así nos dirá que "la Iglesia como tarea central debe de responder al desafío de la pobreza actual" y acuñará ya la expresión de que necesitamos "una Iglesia de los pobres". Es Pablo VI el que con fuerza denunciará situaciones y estructuras injustas, exigirá de los Gobiernos medidas claras para la solución de los problemas, y dirá a la Iglesia que la promoción humana y la solución de los problemas de pobreza inhumana es tema central en la evangelización. (Populorum progressio, los discursos con ocasión de la 2a Asamblea del Celam en Medellín, y posteriormente la "Evangelii Nuntiandi" fruto del Sínodo del 74, destacan en esta perspectiva). Respecto a Juan Pablo II es tan amplio su magisterio en torno a la "opción por los pobres", y lo ha defendido en tantos foros; afirmado en tantas visitas a casi todos los países del mundo; exigido a representantes de foros internacionales y a dirigentes políticos; que nos quedamos simplemente con esa efusión de su corazón en la primera visita al Perú (1985), cuando viendo la pobreza de las gentes en un distrito limeño: Villa el Salvador, no pudo menos de gritar con fuerza varias veces: "hambre de Dios sí, hambre de pan, no". 5 5. ALGUNOS RECURSOS DE YAPA CANCIONES HOY COMO AYER E A Hace algun tiempo, brillo una propuesta B7 E Que Dios como estrella, al mundo envio E C#m Una pregunta, exigia respuesta: A F#m B7 Los pobres y su educación Dias y meses, velando por ella Asi Juan Bautista al fin se enamoro Dijo ante el brillo de aquella propuesta A B7 E E7 “no puedo decirle que no” A B7 E G#m C#m Hoy como ayer oyendo la voz de Dios A B7 E E7 Hoy La Salle somos vos y yo Como hizo el digamos que si a Dios Hoy La Salle somo vos y yo Hoy es un tiempo colmado de estrellas Que exigen de urgencia respuestas de amor Dios sigue enviando la misma propuesta Nosotros tenemos la voz Con esperanza siguiendo sus huellas Ser Signos de Fe para el mundo de hoy Como La Salle, nosotros tampoco Podemos decirle que no HOY SOMOS NOSOTROS A E Hoy somos tus manos F#m C#m Tu vos, tus canciones D A Tus zapatos rotos Bm E Tus mismos temores Tu “¿Qué estan haciendo?” Tu “ya no me llores” Tus deudores pagos Por tus mil perdones Un grano de arena En un mar de errores Un fruto que sangra sin saber por donde. Tu lista de espera Tu esperanza joven Tu verbo que quiere conjugar al hombre La mañana nueva El sol que se pone Tus hijos que quieren Honrar hoy tu nombre. PELÍCULA PROPUESTA: Los Coristas En un orfanato destinado a los últimos desechos de la sociedad (se llama Fondo del Estanque), el prefecto Clement Mathieu buscará un camino de promoción para estos chicos a través de la música. Una emocionante historia se desarrolla a través de métodos basados en el afecto y la posibilidad de expreción, en contraposición al rígido sistema de “acción‐reacción”. 6 Pensá en la campaña solidaria organizada por Fundación La Salle… ¿Qué te dice la historieta? Y vos… ¿qué tenés para dar? ¿Qué tiene de bueno que sea una campaña “lasallana? Mirá el mosaico de La Salle… ¿cómo se puede sostener la tarea de La Salle en nuestro distrito? 7 6. GESTO DE SERVICIO No hay mejor manera de celebrar a La Salle que ayudando a otros. La campaña solidaria que organiza anualmente Fundación La Salle es la oportunidad que tienen nuestras comunidad de ayudarse mutuamente. Por eso los invitamos a sumarse, divulgar, animar y multiplicar la campaña en los diferentes ámbitos. Siempre es bueno que sean los chicos los protagonistas de estas acciones. Una propuesta es organizar la distribución y recolección de sobres con algún grupo de responsables. Otros podrían acompañar con una campaña gráfica. Otros podrán anunciar en la formación de cada día… Una hermosa experiencia que compartimos es la vivida en Florida para los festejos de La Salle del pasado año. Lo proponemos a modo de idea. Allí se organizó una kermesse que se llamó “La rueda de la comunidad”. Un grupo de alumnos del secundario ideo, organizó y animó un circuito de juegos típicos de kermesse. Para jugar cada grupo (que tenía un turno asignado en los días de festejo), debía “comprar” los billetes. Esto se llevaba a cabo a través de una colecta previa hacia dentro de cada grupo. El premio de cada juego consistía en una papel que representaba un pizarrón, un banco, una lámpara, un ladrillo… De este modo cada grupo debía reunir, al menos, el equivalente a los materiales necesarios para la construcción de un aula. Al finalizar cada ronda se hacía el recuento y se rezaba agradeciendo la colaboración de cada uno y la posibilidad de pertenecer a esta comunidad que educa y aprende. Pasada la experiencia se valoró como una oportunidad de ayudar jugando y rezando, al mismo tiempo que nos centró en la opción por los pobres que llevó a La Salle a la santidad. 7. DE FIESTA… Este mes no proponemos nada en especial dado que nos parece más de acertado sumarnos a las celebraciones que se propongan institucionalmente. Simplemente si desean un tiempo de oración especial, les proponemos la lectura ofrecida para este mes (1 Jn. 3,16‐18) que hace referencia al amor a Dios y al prójimo. Es más que pertinente para ayudarnos a pensar y celebrar nuestra pertenencia a la comunidad inspirada en La Salle, un hombre que hizo del amor al prójimo, su vocación de servicio educativo. ¡Y qué mejor manera de continuar su obra de amor que ayudando a otros! Les dejamos una linda canción para cerrar algún tiempo de oración. PARA DARLO A LOS DEMÁS Manuel Lopez Naon A veces me siento alejado y la verguenza no me deja ni hablar y solo se que me duele verte clavado porque me olvido de lo mucho que me amas. Quiero volver a serte fiel. Quiero volver a serte fiel. Toma de mi lo que te sirva para darlo a los demas toma de mi lo que te sirvo no me guardo nada mas hoy quiero ser tu instrumento y predicar tu gran verdad la de tu palabra la de tu cuerpo la de tu amor eterno la de amar al más pequeño 8 ABRIL: ... a lo nuevo
1. PUERTA DE ENTRADA La Pascua nos trae una serie de costumbres populares que se han ido asociando a un festejo de origen religioso. Sabemos que a lo largo de la tradición judeocristiana ha cambiado su sentido: de celebrar el paso de la esclavitud a la libertad, a celebrar el paso de la muerte a la vida. Este paso de la muerte a la vida, que los cristianos recordamos en la persona de Jesús, es (o puede ser) mucho más que los relatos que escuchamos en la Semana Santa. Que la muerte sea vencida por la vida, significa que ante una cultura de muerte que vivimos en muchas sociedades, debe desbordarla una cultura de vida, que sueñe con la utopía de un mundo mejor, con más vida para todos, sin exclusiones ni diferencias. Así el proyecto de Jesús de que tengamos una “vida en abundancia” (Jn. 10,10) será posible. Por eso la invitación a lo nuevo: nuevas formas de relacionarnos, nuevos modos de cuidarnos y hacernos cargo del mundo que habitamos. De eso se trata la Pascua. 2. PREGUNTAS  ¿Qué situaciones de muerte reconoces en el mundo/país/barrio…?  ¿Quiénes denuncian estas situaciones de muerte?  ¿Qué cosas nuevas necesita nuestra sociedad?  ¿Qué propósito nos planteamos para esta Pascua? 3. GPS En este mes encontrarán: 1.
Un texto de los Obispos argentinos, en una pronunciación acerca de la Nación que queremos, elaborada en 2002. 2. Un hermoso texto de Eduardo Galeano (ya propuesto en los recursos para Propuestas Juveniles del pasado año), llamado Derecho al delirio. Acompañamos el texto de dos videos para elegir. 3. Dos canciones de Alejandro Lerner: El poder de los sueños y Cambiar el mundo. 4. Algunas historietas de Liniers para reflexionar. 1 4. TEXTOS PARA PROFUNDIZAR LA MIRADA Obispos argentinos: «LA NACIÓN QUE QUEREMOS» Documento conclusivo de la Asamblea Plenaria Extraordinaria BUENOS AIRES, 29 septiembre 2002 (ZENIT.org).‐ Publicamos a continuación el texto completo del documento «La Nación que queremos», emitido tras la Asamblea Plenaria Extraordinaria que se desarrolló del 25 al 28 de setiembre, en la localidad bonaerense de Pilar. 1.‐ Jesús, el Hijo de Dios, se identificó tanto con su pueblo que se dejó llamar “Jesús de Nazaret”. Y la triste situación de su patria, le arrancó lágrimas. A nosotros, los cristianos argentinos, también nos duele la Argentina. Hoy está postrada, porque en vez de casa común a construir con el esfuerzo de todos, ha sido convertida en presa de rapiña para algunos. 2. Pero Dios, que nos habla desde sus maravillas, también nos habla desde nuestros fracasos y nos exhorta a volvernos a Él y convertirnos desde lo más hondo de nuestro corazón. Este llamado a la conversión nos interpela a todos sin excepciones, particularmente a nosotros los obispos, porque nuestra misión nos exige una creciente identificación con Cristo y la constante purificación de nuestros pecados. No le tenemos miedo a la verdad. Le tememos a nuestra dureza de corazón. 3.‐ Con este espíritu, vista la gravedad de la crisis del país, nos hemos reunido en la presencia de Jesucristo, “Señor de la historia”, con “la necesidad de impulsar en el pueblo cristiano las actitudes propias de ciudadanos responsables” (132ª Comisión Permanente, 22/08/02). Lo hacemos como servidores del Pueblo de Dios que queremos cumplir nuestra misión. Nuestras palabras y acciones no buscan reemplazar a ningún actor ni responsable social o político, a quienes respetamos en el ejercicio de su vocación al servicio del bien común. 4.‐ Debemos pasar del deseo de ser Nación a construir la Nación que queremos. Por eso es necesario buscar los medios para que todos los ciudadanos del país determinen por consenso qué Nación queremos ser. Esto exige realizar reformas fundamentales en muchos órdenes de la vida político‐social. Si no se llevan adelante las reformas que pide la sociedad, estaremos amenazados de caer en peores frustraciones. 5. Sabemos que una Nación es una comunidad de personas que comparten muchos bienes, pero, sobre todo, una historia, una cultura y un destino común. Por ello debemos volver a la raíz del amor que teje la convivencia social, entendida como “un llamado de Dios” (Iglesia y Comunidad Nacional 63). Los argentinos, tanto los creyentes de diversos credos como todos los hombres de buena voluntad, hemos de interrogarnos: ¿Queremos elegir nuevamente ser argentinos? ¿Aceptamos asumir con responsabilidad nuestra parte en la reconstrucción de la Nación? 6.‐ Necesitamos recrear “una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común” (CEA, Oración por la Patria, 9/7/2001). 2 Tenemos que desarrollar algunos valores indispensables para la vida social: Frente a la cultura de la dádiva, promover la cultura del trabajo, el espíritu de sacrificio, el empeño perseverante y la creatividad. Frente a la corrupción y la mentira, promover el sentido de justicia, el respeto por la ley y la fidelidad a la palabra dada. Frente a la fragmentación social, promover la reconciliación, el diálogo y la amistad social. Sólo buenos ciudadanos, que obren con inteligencia, amor y responsabilidad, pueden edificar una sociedad y un Estado más justos y solidarios. Queremos transmitir estos valores y actitudes mediante una acción pastoral renovada y actualizada, con una predicación y una catequesis que comprometan la vida entera. 7.‐ Debemos estimular el sentido del bien común para lograr el bien de todos. De un modo preferencial, el bien de las personas más pobres y empobrecidas, sobre todo de los desocupados, excluidos, indigentes y hambrientos. Para reencontrarnos como Nación debemos atender a los que más sufren: los mayores sin salud, los adultos sin trabajo, los jóvenes sin educación y sin futuro, y los niños sin alimento. 8.‐ Ni la llegada al país de nuevas sumas de dinero, ni las reformas de las instituciones, ni el recambio político, serán suficientes para construir una nueva Nación. Estas soluciones serán estériles sin una fuerte pasión por desarrollar en cada ciudadano las más valiosas actitudes sociales. Sólo así se podrá transformar la cultura nacional y entretejer un bien común cargado de bondad, verdad y justicia que nos devuelva el gusto de ser argentinos. 9.‐ Conocer los valores no es suficiente para reconstruir la Nación. De hecho, no siempre cumplen la ley los que mejor la conocen. Es más, quienes conocemos y predicamos los valores del Evangelio no siempre los encarnamos en nuestro compromiso social. Si la labor educativa de la sociedad y de la Iglesia no pudo hacer surgir una Patria más digna es porque no ha logrado que los valores se encarnen en compromisos cotidianos. 10.‐ En este momento de transformación nos alienta la esperanza, que es la virtud del peregrino. Las personas y los pueblos, por mal que estemos, siempre tenemos la oportunidad de estar mejor. Pero el futuro se construye con la ayuda de Dios y el esfuerzo arduo, frente al facilismo de propuestas demagógicas. Esta entrega es parte esencial de la espiritualidad cristiana. Precisamente es la conversión la que como principio de novedad genera la esperanza. 11.‐ Desde comienzos de año los obispos prestamos el ámbito espiritual para facilitar el diálogo entre toda la dirigencia argentina. Como resultado de esos encuentros se elaboró el documento Bases para las Reformas, aporte muy valioso que puede iluminar la voluntad de recrear las instituciones de nuestra democracia. Ahora el diálogo entra en una etapa nueva y distinta, para que todos los ciudadanos, sin excepción, se sientan llamados a participar de manera entusiasta y decidida en la reconstrucción de nuestra sociedad. 12.‐ Nos comprometemos a ayudar a todos, a extender este diálogo a cada rincón del país. Los obispos queremos animar, alentar e iluminar este camino en el cual los laicos cumplirán el 3 importante papel que les corresponde. Ellos han dado ya significativas pruebas de eficacia en el trabajo de las Mesas de Diálogo sectoriales, como asimismo en tantas iniciativas en el campo de la solidaridad a lo largo y ancho del país. Estamos convencidos que con iniciativa y creatividad, vinculándose con las diversas organizaciones que trabajan por el bien común, concretarán las acciones necesarias para hacer eficaz esta nueva etapa del diálogo que el país necesita. 13.‐ Ofrecemos humildemente estas reflexiones a nuestro pueblo. Sabemos que es el mismo Dios quien fortalece el empeño de todos los que trabajan para reconstruir la Patria: “Si el Señor no edifica la casa en vano trabajan los albañiles” (Salmo 127,1). María Santísima, Nuestra Señora de Luján, Madre de Dios y Madre nuestra, interceda por nosotros y por nuestra Patria. PARA DEBATIR: 1.
2.
3.
4.
5.
¿En qué estamos de acuerdo y en qué desacuerdo? Debatir sobre el lugar de la Iglesia en la vida social‐política de la Argentina. Como cristianos, ¿qué papel jugamos o deberíamos jugar en nuestra sociedad? ¿Qué relaciones encontramos entre ciudadanía y fe? ¿Qué utopía nos propone la Iglesia? ¿y Jesús? 4 5. ALGUNOS RECURSOS DE YAPA DERECHO AL DELIRIO – Eduardo Galeano Este bello texto puede ser presentado a partir de dos videos. Uno, el mismo Eduardo Galeano nos lo relata, tras una interesante presentación. En el otro, algunas imágenes pueden ayudar a profundizar lo dicho. Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de
imaginar el que queremos que sea. Las Naciones Unidas han proclamado extensas listas de
derechoshumanos;perolainmensamayoríadelahumanidadnotienemásqueelderechodever,
oírycallar.
¿Quétalsiempezamosaejercereljamásproclamadoderechodesoñar?¿Quétalsideliramos,por
unratito?Alfindelmileniovamosaclavarlosojosmásalládelainfamia,paraadivinarotromundo
posible:
El aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas
pasiones;
La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será
compradaporelsupermercado,niserámiradaporeltelevisor;
El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la
planchaoellavarropas;
Lagentetrabajaráparavivir,enlugardevivirparatrabajar;
Seincorporaráaloscódigospenaleseldelitodeestupidez,quecometenquienesvivenportenero
porganar,envezdevivirporvivirnomás,comocantaelpájarosinsaberquecantaycomojuegael
niñosinsaberquejuega;
Enningúnpaísiránpresoslosmuchachosquesenieguenacumplirelserviciomilitar,sinolosque
quierancumplirlo;
Loseconomistasnollamaránniveldevidaalniveldeconsumo,nillamaráncalidaddevidaala
cantidaddecosas;
Loscocinerosnocreeránquealaslangostaslesencantaquelashiervanvivas;
Loshistoriadoresnocreeránquealospaíseslesencantaserinvadidos;
Elmundoyanoestaráenguerracontralospobres,sinocontralapobreza,ylaindustriamilitarno
tendrámásremedioquedeclararseenquiebra;
La comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la
comunicaciónsonderechoshumanos;
Nadiemorirádehambre,porquenadiemorirádeindigestión;
Losniñosdelacallenoserántratadoscomosifueranbasura,porquenohabrániñosdelacalle;
Losniñosricosnoserántratadoscomosifuerandinero,porquenohabrániñosricos;
5 Laeducaciónnoseráelprivilegiodequienespuedanpagarla;
Lapolicíanoserálamaldicióndequienesnopuedancomprarla;
La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse,
bienpegaditas,espaldacontraespalda;
Una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados
UnidosdeAmérica;unamujerindiagobernaráGuatemalayotra,Perú;
EnArgentina,laslocasdePlazadeMayoseránunejemplodesaludmental,porqueellassenegaron
aolvidarenlostiemposdelaamnesiaobligatoria;
La perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo, en este
mundochambónyjodido,cadanocheserávividacomosifueralaúltimaycadadíacomosifuerael
primero.
CANCIONES CAMBIAR EL MUNDO – Alejandro Lerner Puedes cambiar el mundo tan sólo en un instante, puedes cambiar de rumbo si quieres que eso pase. Puedes mirar adentro, tu sentimiento, el universo, traerá tus sueños. Cambiar el mundo empieza por tí. Verás que los colores son mucho más brillantes, verás con otros ojos que hay magia en todas partes. Arriba y adelante se ven los horizontes, si el sol también renace, renacerán los hombres. Cambiar el mundo empieza por tí, empieza por tí. Si se renueva la esperanza, si te convences que se puede cambiar. Si quiero un cielo nuevo, empiezo yo primero, y elevo una alabanza para la humanidad. Cambiar el mundo, empiezo por mí. Empieza por tí. Puedes cambiar hoy mismo el curso de tu viaje, verás que no es lo mismo si tienes el coraje. Arriba y adelante se ven los horizontes, si el sol también renace, renacerán los hombres. Cambiar el mundo empieza por tí. Si se renueva la esperanza, si te convences que se puede cambiar. Si quiero un cielo nuevo, empiezo yo primero, y elevo una alabanza para la humanidad. Cambiar el mundo, empiezo por mí. Empieza por tí. EL PODER DE LOS SUEÑOS – Alejandro Lerner Hay una luz en algún lugar A donde van los sueños de la humanidad Hay una luz dentro de ti A donde están los sueños que van a venir Para volver a despertar No te olvides, nunca dejes de soñar Nunca dejes de soñar Nunca dejes de soñar. Hay una luz que no se ve Brilla desde adentro, desde la niñez Hay una luz en algún lugar Allí donde los sueños se hacen realidad Más allá del sol, más allá del mar Más allá del tiempo sé que hay un lugar Donde quiero ir, donde quiero estar Hoy la fantasía se hace realidad. Más allá del sol, más allá del mar Más allá del tiempo sé que hay un lugar Donde quiero ir, donde quiero estar Hoy la fantasía se hace realidad. Hoy la fantasía se hace realidad. Hoy la fantasía se hace realidad. 6 7 6. GESTO DE SERVICIO Se propone la realización de un gesto utópico de nueva tierra. ¿Qué es esto? Un signo mediante el cual podamos transmitir al resto de la comunidad nuestros deseos de convertir este mundo en algo mejor. Una tierra nueva nos llama a vivir de otra manera. Una producción artística que traduzca todo lo soñado puede ser un lindo proyecto para un grupo o para varios. Las posibilidades son infinitas: Música: la realización de un concurso de canciones de autoría propia. O una muestra con canciones de otros autores. Pintura: Una experiencia que siempre ha sido muy enriquecedora y comunitaria es la elaboración de un mural. La escuela puede ser embellecida y no hay mejor manera que por un mensaje utópico de nuestros alumnos. Sumemos a esto otras propuestas vinculadas al arte dramático, la fotografía… etc. 8 7. DE FIESTA… Les dejamos dos canciones de nuestra tradición catequística para ayudar a rezar. Ambas expresan esta idea de ser un nuevo pueblo, que gesta un mundo distinto, que hace salir un nuevo sol… Celebremos esta nueva tierra que nos espera, como la utopía, allá en el horizonte. UN NUEVO SOL Una tierra que no tiene frontera sino manos que juntas formarán una cadena más fuerte que la guerra y que la muerte. Lo sabemos, el camino es el amor. Una patria más justa y más fraterna donde todos construyamos la unidad, donde nadie es desplazado porque todos son llamados. Lo sabemos, el camino es el amor. Un nuevo sol se levanta sobre la nueva civilización que nace hoy. Una cadena más fuerte que el odio y que la muerte. Lo sabemos, el camino es el amor. SOMOS UN NUEVO PUEBLO Somos un nuevo pueblo, gestando un mundo distinto, los que en el Amor creemos, los que en el amor vivimos. Llevamos este tesoro en vasijas de barro, es un mensaje del cielo y nadie podrá callarnos. Y proclamamos un nuevo día, porque la muerte ha sido vencida. Y anunciamos esta Buena Noticia, hemos sido salvados por el Dios de la Vida. En el medio de la noche, encendemos una luz en el nombre de Jesús. (Bis) Sembradores del desierto, buenas nuevas anunciamos, extranjeros en un mundo que no entiende nuestro canto. Y aunque a veces nos cansamos, nunca nos desalentamos, porque somos peregrinos y es el amor nuestro camino. La justicia es la fuerza de la paz, el amor, quien hace perdonar. La verdad, la fuerza que nos da liberación. Lo sabemos, el camino es el amor. El que tiene comparte su riqueza y el que sabe no impone su verdad. El que manda entiende que el poder es un servicio. Lo sabemos, el camino es el amor. El que cree contagia con su vida y el dolor se cubre con amor, porque el hombre se siente solidario con el mundo. Lo sabemos, el camino es el amor. Y renunciamos a la mentira, vamos trabajando por la justicia. Y rechazamos toda idolatría, sólo creemos en el Dios de la Vida. En el medio de la noche, encendemos una luz. En el nombre de Jesús. (Bis) Que nuestro mensaje llegue más allá de las fronteras y resuene en todo el mundo, y será una nueva tierra. Es un canto de victoria, a pesar de las heridas, alzaremos nuestras voces por el triunfo de la vida. Y cantaremos por el nuevo día, corazones abiertos, nuestras manos unidas, celebraremos con alegría, porque está entre nosotros el Dios de la Vida. 9 MARZO: ... transformador
1. PUERTA DE ENTRADA El comienzo de las actividades suele encontrarnos con todas las energías renovadas. O al menos uno quisiera que así fuera. Para algunos compañeros docentes, la vida y su rutina se vuelven una pesada carga. Para algunos chicos, el descanso de las vacaciones es remplazado por la fatiga de innumerables exámenes. Por eso marzo es un tiempo para renovar y transformar aquellas cosas que no queremos que en este año nos acompañen... Y el servicio a los demás siempre transforma. Quizás porque nos descentra de nuestro propio yo y nos hace mirar al otro y sus necesidades. Quizás porque nos pone en contacto con aquello para lo que servimos, para lo que somos buenos. O quizás simplemente porque estar junto a otros nos hace bien. Revisar algunos aspectos de nuestra vida que no nos plenifican y transformarlos nos pone en la certeza de que antes de buscar la transformación social, es preciso convertirnos en lo personal, transformarnos. Probablemente ambos procesos no sean tan independientes, el uno del otro. En todo caso, la cuaresma puede ser un tiempo oportuno, un kairos, una posibilidad de nacer de nuevo y transformarnos. 2. PREGUNTAS  ¿Qué significa transformar?  ¿Cómo se llega a lo que solemos llamar transformación social?  ¿Qué relación existe entre transformación y conversión?  Transformar significa dejar morir algo y dar nueva vida a algo… ¿qué cosas queremos dejar morir en nuestra vida? ¿qué cosas necesitan de una nueva vida? 3. GPS En este mes encontrarán: 1.
Un cuento de Mamerto Menapace, llamado Historia de un faro. 2. Un video sobre las pequeñas acciones que despiertan grandes cambios, llamado “Mojate”. 3. Algunas canciones de Diego Torres: Cuando no queda nada y El mundo sigue igual 4. Una propuesta de un gesto para celebrar las pequeñas transformaciones que hayamos podido hacer. 1 4. TEXTOS PARA PROFUNDIZAR LA MIRADA HISTORIA DE UN FARO
El velero había salido lleno de euforia y de esperanza del puerto de Buenos aires buscando el Pacífico. Pero para llegar hasta allí no tenía más remedio que bordear la tierra en busca de la brecha que por el cabo de Hornos le permitiera torcer hacia la derecha rumbo hacia el mar grande. Por eso puso confiado proa al sur, aunque su meta fuera el oeste. Pero el cambio de rumbo no se hizo. Tal vez se navegaba con velas demasiado desplegadas. Tal vez fuera de noche cuando se pasó frente a la brecha. A lo mejor sucedió durante una tormenta. No sé. Lo cierto fue que continuó al sur, rumbo al frío, rumbo al polo. El error se fue haciendo duda a medida que subía la conciencia. Una vez plenamente instalado en la conciencia, la duda floreció en angustia. El pobre velero se encontró rodeado por los témpanos, por el frío, las tormentas y un sol lejano que cada vez se alejaba menos del horizonte. Entonces fue cuando se tuvo conciencia de haber equivocado el rumbo. De estar marchando hacia la nada, hacia el vacío del frío y de la muerte. Se le preguntó a la brújula: pero la brújula había enloquecido. Porque en el polo las brújulas enloquecen y comienzan una densa que contagia a los marineros. Ya no tenía sentido seguir. ¿Para qué? Si cada esfuerzo adelante era un paso hacia la nada fría de la muerte. Algo que embretaba aún más entre los hielos, la oscuridad y la tormenta. Se quiso preguntar a las estrellas. Pero las estrellas revolotean en círculo alrededor del polo cósmico invisible, lo mismo que los albatros alrededor del mástil del velero. En el polo, las estrellas no nacen ni mueren simplemente giran equidistantes del horizonte. Allí, cerca del polo, poner proa a una estrella hubiera sido girar sobre sí mismo. Entonces ¿nada había en el barco ni en el cielo, que fuera capaz de devolver el rumbo? Porque el hecho de no saber donde estaba, quitaba todo sentido a lo que se tenía. Los grandes puntos de referencia eran todos ambiguos. Porque en el polo todo es ambiguo, hasta el mismo movimiento. Y fue entonces cuando se recibió un mensaje. Tres cortas… una larga… silencio… Tres cortas… una larga… silencio. Tres… El brillo intermitente despertó la curiosidad de esos hombres hambrientos de señales. No. No podía ser una estrella; porque ese brillo estaba allí, sobre la misma línea de horizontal que ellos. Participaba del movimiento de las mismas olas, rodeado por los mismos témpanos y el mismo desamparo del frío y las tormentas. Tenía que ser un signo de presencia humana. Era un faro. Tres cortas… una larga… silencio… Tres cortas… una larga… silencio. Tres… Y esos marineros aturdidos por el ruido y la tormenta que silbaba en el cordaje de sus mástiles hubieran preferido que en lugar de ese silencio, el faro les enviara una palabra con la que se identificara a sí mismo y los ubicara a ellos. Pero el faro en su soledad tenía solo un medio para 2 comunicarse y manifestar su identidad: la fidelidad al ritmo de sus intermitencias. Y continuó lanzando sobre la tormenta, las olas y los témpanos, su mensaje de luz con pañales de silencio. ¿Desembarcar en el faro? Era imposible. En esas latitudes los faros anidan en arrecifes. La palabra esperada estaba oculta en el silencio del mismo velero. Porque el velero contaba entre sus bienes un libro de faros. Y allí fue donde los marineros fueron a identificar el mensaje de ese faro. Y fue gracias a la fidelidad precisa y silenciosa a sus intermitencias por la que los marineros, mineros del silencio del libro, ubicaron la identidad del faro y con ellos un punto de referencia para su propia posición. Entonces cada cosa antes incoherente, aportó su pequeño mensaje provisorio: la posición del sol en el horizonte, la hora en el reloj, la danza de la brújula y hasta las mismas estrellas. Se supo que se estaba proa al polo. Y se viró en redondo. Y con ello los marineros supieron que el velero se había salvado. O mejor, que para el velero comenzaba la oportunidad de salvarse. Porque esta conversión profunda, aparentemente no había cambiado nada en la geografía concreta de su navegación. Seguían rodeados de témpanos, el frío, las olas y los vientos. Su conversión no les había cambiado la geografía; simplemente los había colocado proa hacia la nueva dirección. Antes, seguir era avanzar hacia la muerte, hacia el frío del polo y de la nada. Ahora, navegar era avanzar hacia la luz, hacia la vida, hacia el encuentro con los demás hombres. Era regresar hacia su pueblo, dejando atrás la geografía del reino de las sombras. Pero allí los dos rumbos participaban aún del mismo medio extremo. Y tal vez el esfuerzo para avanzar fuera ahora aun mayor que el anterior. Porque había que hacer frente a todo eso que los había conducido hasta allí. Pero la diferencia estaba en que ahora los esfuerzos tenían sentido porque conducían a la vida. Porque entre lo navegantes, lo que desanima no es el tener esfuerzos, sino el que esos esfuerzos sean gestos vacíos de sentido. Poco a poco fue quedando atrás toda geografía polar. Poco a poco las estrellas fueron inclinando sus órbitas buscando el horizonte, y la brújula fue estabilizándose. Y con ello se reentró en el mundo de las exigencias normales de la navegación a vela. Se siguió navegando con la fidelidad a esa ruta, proa hacia esa meta donde muere el sol. Allá quedó el faro. Exigido por la fidelidad al ritmo de las intermitencias, a su geografía polar y a su silencio. Porque el misterio personal del faro exige fidelidad a su arrecife, y un profundo respeto por la ruta personal de cada navegante. Lo que no quita es que a veces no sufra de nostalgia al recordar a los veleros. Para pensar el cuento… a. ¿En qué situaciones nos encontramos perdidos, sin rumbo o con la certeza de un rumbo errado? b. ¿Cuáles creés que son rumbos que te llevan hacia lugares que no te hacen bien a vos o a los demás? c. El cuento nos dice que el problema no es el esfuerzo que significa hacer cosas sino el hacerlas sin sentido… ¿Qué cosas de las que haces cotidianamente necesitan que les des un nuevo sentido? d. Toda transformación importante (personal, social…) comienza por pequeños cambios y decisiones. La geografía hostil no cambia inmediatamente cuando el barco modifica su rumbo… pero comienza a experimentar alguna certeza que le permite continuar haciendo el esfuerzo. ¿Qué le dice esto a las acciones solidarias que, a veces, realizamos? 3 5.ALGUNOS RECURSOS DE YAPA En esta sección irán encontrando algunas propuestas alternativas o complementarias al texto principal. Se trata de canciones, videos, películas, cuentos… recursos que permitan construir una mirada más profunda del sublema del mes. Para este mes les proponemos: MOJATE: Un sencillo video preparado para la celebración de una cuaresma, que piensa este tiempo, como un tiempo de transformación en el servicio. Concretamente, el video propone concebir los sacrificios que solemos realizar en cuaresma desde un nuevo sentido. ¿Para qué sacrificar algo? Para transformar alguna situación que no me gusta, que no me satisface, que siento que debo y puedo cambiar. El gesto del niño empujando el árbol puede parecer idealista y hasta absurdo, pero cobra sentido al encontrar a otros que, frente a este gesto de decisión de hacer algo por los demás, se dejan conmover y se suman a la tarea. Ante el video podemos preguntarnos: 
¿Qué les pasa a las personas ante la caída del árbol? ¿Cómo son las reacciones? 
¿Con cuál de las personas te identifcás: con las que se enojan, con las que miran y se quedan quietos, con los que ayudan, con los que no…? ¿Por qué? 
¿Qué tiene de valioso la actitud del chico? 
¿Qué transforma en su entorno? 
¿Es un cambio visible? 
¿Qué cambio visible podrías hacer vos en este tiempo? CANCIONES CUANDO NO QUEDA NADA Diego Torres Vivimos en un mundo sin razón el odio es rey y la paz un error el amor se deshace en la soledad si a los ojos no sabemos mirar Quisiera saber por qué hablamos contra la pared si hay una esperanza en pie, abramos la puerta, cambiemos la vida Siempre se levanta el sol aunque en tu corazón una lágrima caiga porque siempre se levanta el sol para abrir una flor cuando no queda nada oh, no, oh Si te dormiste en brazos del poder y la mentira te quiere enredar y el deseo te roba la libertad ya no hay nadie en quien puedas confiar 4 Quisiera saber por qué hablamos contra la pared si hay una esperanza en pie, no la abandonemos, salvemos la vida Siempre se levanta el sol aunque en tu corazón una lágrima caiga porque siempre se levanta el sol para abrir una flor cuando no queda nada oh, oh Ah no más, mira es momento de cambiar es el momento de pensar y sentir cambiar de rumbo, amar y seguir aunque te ahogues en un mundo de traiciones aunque tú llores, puede que no sea el fin Las ambiciones más veloces que las emociones nadan, nadan, y no paran de crecer y crecer y los más ricos, mientras los pobres nadan, en un mar sin rumbo y sin direcciones por millones de secuestros y corrupciones de políticos, banqueros y dictadores que nos prometen y nos prometen y luego te las meten en las elecciones sólo quiero que pongas tu fe Oh, oh, oh siempre se levanta el sol cuando no queda nada sólo quiero que pongas tu fe Oh, oh siempre se levanta el sol cuando no queda nada EL MUNDO SIGUE IGUAL Diego Torres Después de haber andado tanto tiempo quise encontrar mi lugar después de haberme ido yo tan lejos solo quise regresar Y aunque hoy el sol ya se ocultó y aquella lluvia que mojaba mis latidos se secó y se ha llevado todo Sé, que nada va a cambiar que siempre será igual difícil que algo cambie si no hay ganas de cambiar El mundo sigue igual por ti no parará la vida gira y gira sin mirar a donde vas Después de haber sufrido tanto tiempo solo quise respirar después de verlo todo tan intenso es hora de empezar a aceptar Y aunque hoy el sol ya se ocultó y aquella lluvia que mojaba mis latidos se secó y se ha llevado todo Sé, que nada va a cambiar que siempre será igual difícil que algo cambie si no hay ganas de cambiar El mundo sigue igual por ti no parará la vida gira y gira sin mirar a donde vas Intento escapar de lo que me hace mal intento salir de este oscuro lugar buscando de nuevo volver a empezar Sé, que nada va a cambiar que siempre será igual difícil que algo cambie si no hay ganas de cambiar Nada cambia si no hay ganas de cambiar 5 6. GESTO DE SERVICIO Existe una dimensión fundamental en la educación que no siempre ha sido merecidamente revisada. Se trata de los gestos, que en muchos casos hablan y educan más que muchas explicaciones. En este mes se propone, para todos los niveles un gesto personal o comunitario de transformación visible. Algunas ideas que pueden implementarse en el secundario son:  Una convivencia por grupo‐clase, en la que se podría abordar todas estas cuestiones de transformación‐conversión, pero centrándose en las relaciones de compañerismo hacia dentro del grupo. Debería concluir con un compromiso concreto con un cambio visible.  Una “declaración de intenciones” del consejo de convivencia (o al menos un representante por grupo), de aquello que desean cambiar de la vida de nuestro secundario. 7. DE FIESTA… Celebremos lo trabajado este mes con un espacio de reflexión y oración que puede hacer cualquier docente con sus alumnos. Siempre es bueno cambiar de lugar para celebrar. No sólo la capilla es sagrada. Al poner en juego ciertas cosas valiosas en un lugar, lo vamos “sacralizando”. El aula también puede ser sagrada. Lo que sucede es que nos cuesta (y a los adolescentes también) cambiar repentinamente nuestra actitud y disposición, para acoger una experiencia diferente. También es bueno preparar el lugar para estar cómodos y que haya signos que nos recuerden lo que hayamos trabajado y deseamos celebrar. Este mes les proponemos una celebración de perdón: muchas veces al reconocer que nos equivocamos, nos paralizamos y angustiamos. Celebrar el perdón, es desacomodarnos, expresar aquello que nos angustia y afirmar el compromiso de transformación. Debería concluir con un compromiso concreto con un cambio visible. 6 Si contamos con la ayuda de un sacerdote, podemos animarnos a realizar los signos propios del sacramento de la Reconciliación. Les dejamos una canción, un cuento y un credo para ayudar a rezar. NO CORRAS Dread Mar I Caminas tú y tratas de sacarte el mal que hay en tu corazón, intentas sí, buscar allá, buscar aquí pero no intentas en tu interior. Y sabes que ya no corras no, ya no huyas de tu propio yo y sabes que ya no corras no, el fuego esta donde estés vos. Y sabes que ya no corras no, ya no huyas de tu propio yo, y sabes que ya no corras no, el fuego esta donde estés vos. Escuchas sí, esto está mal, esto está bien pero no escuchas a tu corazón. Buscas respuesta en otro lugar y ya no busques la respuesta está en vos. Y sabes que ya no corras no, ya no huyas de tu propio yo, y sabes que ya no corras no, el fuego esta donde estés vos. Y sabes que ya no corras no, ya no huyas de tu propio yo, y sabes que ya no corras no, el fuego esta donde estés vos. EL PERDÓN
Cuentan que había unos jóvenes discípulos de un monje tibetano le pedían
insistentemente que les enseñara que era el perdón. Así, solícito el maestro, les pidió
que para el siguiente día llevaran una mochila, una piedra de 3 kilos, un trozo de un
kilo de carne de buey y tres hermosos y rojos tomates, y él les enseñaría lo que es el
perdón. Al día siguiente llegaron los discípulos con sus elementos y se sentaron en
círculo con su maestro. Él les pidió que acomodaran la piedra, la carne y los tomates
dentro de la mochila. Una vez que lo hicieron les pidió ponerse de pie y echarse las
mochilas a la espalda y díjoles: "Ahora, irán a hacer lo que hacen siempre, pero no se
sacarán la mochila de su espalda por ningún motivo y volverán aquí mismo en 10 días
exactos".
Acto
seguido
se
despidió
de
todos
y
de
cada
cual.
A medida que transcurría el tiempo, la mochila de cada uno se iba haciendo más y más
desagradable. La carne comenzó a pudrirse y los tomates se reventaron, y el jugo corría
por la espalda y las piernas de los discípulos. El peso de la piedra parecía hacerse cada
vez más insoportable. La condición de la carne se deterioraba cada día más.
Al décimo día aparecieron a su clase y les recibió el monje, pidiéndole las mochilas y
haciéndoles pasar a asearse. Una vez estuvieron listos todos les pidió que compartieran
lo aprendido. Y ellos reportaron lo siguiente:
· El peso de la mochila me hacía curvar la espalda
· La mochila me impedía descansar adecuadamente
7 · El olor de la mochila no me permitía respirar
· La mochila me impedía hacer mis obligaciones diarias
· La molestia constante de la mochila me ha hecho desatender mis asuntos
· Las personas se alejaban de mí al solo verme aparecer
· No podía reírme por la molestia de la mochila
· Me vi impedido de pasar la mochila a alguien, nadie la quería
· Las moscas y otros insectos no me daban respiro y no tenía tranquilidad
· No pude ayudar a nadie mientras cargué mi mochila
Entonces el monje les dijo que no perdonar era precisamente mantenerse en el
disgusto, la negatividad, el resentimiento, la rabia y el dolor. Era andar con la mochila
a la espalda.
Perdonar es sacarse la mochila. Perdonar es no tenerla.
El perdonar es una expresión de amor.
Perdonar es poder recordar sin dolor.
Perdonar es aceptar lo que pasó, y que fue una lección aprendida. No significa darle la
razón a quien te lastimó, a quien te hirió, a quien te ofendió. Ni tampoco significa que
lo que pasó haya sido algo sin importancia. Pero ya fue, y no volverá. El pasado es
pasado, y el pasado no vuelve.
Al aceptar lo que pasó comienza el proceso de liberación. La falta de perdón nos hace
esclavos del resentimiento, del dolor, de la rabia, de la frustración. La falta de perdón
nos mantiene en una cárcel sin rejas. Fría. Oscura. Lúgubre. Negativa. La falta de
perdón nos acerca a la enfermedad. Mas, una de las claves principales del perdón es
perdonarse a uno mismo.
El reconocer que somos hijos del Dios Creador nos hace divinos, y como seres divinos
tenemos derecho a tener una vida plena, dichosa, abundante
Creo, Padre, ayuda mi poca fe.
Creo en Ti, el Padre con quien puedo contar siempre.
Creo en Jesús, Camino estrecho, Verdad segura,
Vida verdadera.
Creo en el Espíritu, que me libera de la tierra.
Creo en la Iglesia que dice sí a Jesús
y camina desde sus pecados construyendo el Reino.
Creo en la bondad y en la limpieza de corazón,
creo en la exigencia y en la pobreza,
creo que el perdón es mejor que la justicia,
creo que es mejor dar que recibir,
creo que servirte es servir a los hombres,
creo que mi vida tiene valor y sentido,
creo que me quieres y me ayudas,
creo en Ti Padre, ayuda mi poca fe.
José Enrique Galarreta
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