Guía Padres y Técnicas de Estudio No saque conclusiones precipitadas sobre su hijo... El tonto que era listo... (Inteligencia emocional: más importante que el CI) Un rector de una de las mejores universidades norteamericanas solía decir en las ceremonias de graduación y bienvenida que sus mejores alumnos en la universidad habían sido pésimos estudiantes en sus colegios. A mediados de los noventa Daniel Goleman en su libro "Inteligencia emocional" puso en crisis el Coeficiente de Inteligencia (CI) y revalorizó socialmente la capacidad de controlar nuestras emociones. Algunos de los números unos en la universidad fracasaban en la vida... Y al contrario, otros que abandonaban sus estudios o los concluían con dificultad, alcanzaban la cima en las empresas, en puestos de responsabilidad, en el gobierno... Las habilidades tales como el "liderazgo, la aptitud de establecer relaciones y mantener las amistades, la capacidad de solucionar conflictos" no se reconocen fácilmente en un individuo a temprana edad. No se desespere, sea paciente con su hijo o hija. La habilidad para el "análisis social" pueden ser mucho más decisiva en la vida de una persona. Su hijo puede estar entre las personas que teniendo un bajo rendimiento académico en los estudios llega a altas cotas profesionales o sociales a lo largo de su vida. 1. Primer paso: confíe en él, piense positivamente respecto sus actitudes y aptitudes, no sobredimensione el problema; trate de conocer mejor a su hijo y a motivarle. 2. Segundo paso: Abandone pues, los viejos tópicos sobre la educación. Abra su mente y explore nuevas posibilidades y perspectivas para su hijo. Dedíquele el tiempo que sólo usted puede prestarle de forma individualizada. 3. Tercer paso: Aprenda a enseñarle Cómo estudiar a su hijo. Si logra que su hijo se tome en serio algunas Técnicas de estudio, podrá ver en poco tiempo como duplica o triplica su rendimiento académico, mejora su capacidad de lectura y su éxito en los exámenes, etc. Algunos niños nacen con actitudes para el estudio, otros necesitan que alguien les "entrene". ¿Está dispuesto a hacerlo usted? Recuerde usted a sus compañeros de clase Muchos adultos se sorprenden al averiguar qué fue de fulanito o menganito. Aquel compañero travieso y distraído que llega a ser un genio de la publicidad y nunca aprobó las matemáticas. O aquel que sólo quería jugar la fútbol y hoy es el empresario o le político de más éxito del lugar.... Estudio e inteligencia emocional Las aportaciones de la inteligencia emocional deben servir para no condenar a nadie. La vida es una caja de sorpresas. Pero que tampoco esto sea una excusa para quedarse en una cómoda pasividad esperando a que le toque la "lotería" de su hijo o hija confiados en que de mayores sean como Ronaldo o Britney Spears. Charles M. Vest, ex- Presidente del MIT, aludía hace un par de años a los progresos de la observación del cerebro a través de la Functional Magnetic Resonance Imaging (Education for a New Era). Aludía a los enormes avances en la compresión de cómo trabaja nuestro cerebro (recomendamos una reseña del libro de Ratey sobre el cerebro). Tales avances tendrán implicaciones muy importantes en la comprensión de los procesos de aprendizaje del ser humano y para la enseñanza y la educación. No todos los individuos aprendemos igual ni nos motivan las mismas cosas. Los métodos de enseñanza más avanzados y con más recursos en los países avanzados tienden a incorporar "el componente individual". Hoy el gasto en la educación, incluso en los países más ricos, impide una enseñanza individualizada. Pero los padres pueden ayudar mucho. Los padres pueden encontrar la motivación que su hijo necesita para estudiar. Trace un Plan para ayudar a sus hijos en su educación coordinado y en favor del esfuerzo de sus profesores y educadores en general. Siguiente página: Actitud y conducta en el estudio Guía Padres y Técnicas de Estudio La actitud y conducta en los estudios: desdramatice Seguro que le preocupan las notas que le envían los profesores sobre la actitud de su hijo o hija. Que si no se esfuerza, no presta atención, no aprende de acuerdo con su edad, etc. etc. En algún caso puede que se le informe incluso de una conducta conflictiva... ¿Se acuerda de su conducta y actitud de pequeño en el colegio? Si su hijo es diferente. Recuerde que algunos niños con una imaginación desbordante o con aptitudes especiales quizás tengan problemas para aceptar ciertos métodos de enseñanza o estudio. Les puede ser muy costoso mantener su atención o mostrar alguna empatía con sus profesores e incluso con sus compañeros. Una actitud negativa no es en principio algo reprochable o malo, sencillamente requiere de su atención. Usted puede encauzar a su hijo o hija en sus potencialidades y corregir los excesos no deseados. He aquí algunas nuevas sugerencias e insistencias para su hijo: mejorar la actitud y conducta de Intente convencer a su hijo para que sea un buen estudiante. Sabía que puede encontrar más 101 razones para ser un buen estudiante. Elija las que crea que más pueden convecer a su hijo /a, acordes con su edad, posición y entorno social de la familia, etc. Pruebe a motivar a su hijo. Usted lo conoce mejor que nadie y seguro que puede encontrar algunas claves para orientar mejor su actitud y conducta. Usted puede ayudar a su hijo a cambiar sus hábitos. Esto lo puede ayudar a mejorar de forma relevante. ¿Cree conocerlo bien a su hijo ? ¿Ha hablado a fondo con sus profesores? Pues, aunque crea conocer muy bien a su hijo, quizás sea conveniente que mantega muy frecuentes charlas con sus profesores y tutores y usted adopte la posición más receptiva posible sobre lo que le digan sobre su hijo o hija. Insistimo en que quizás su hijo sea de los que necesiten un aprendizaje de "Cómo estudiar". Y Usted puede estar en disposición de ayudarle mucho. Técnicas de Estudio Como estudiar Estudiar con entusiasmo Técnicas de Léctura Rápida Formas de motivar a los estudiantes Cómo ayudar a mi hijo en sus estudios Exámenes Cómo motivar a un alumno ¿Cuántas horas de estudio son necesarias? Cómo estudiar Foro acoso escolar Ocio en vacaciones Estudiar en vacaciones Un buen truco para estudiar Autodisciplina Foro Cómo estudiar Malos estudiantes Trucos para memorizar Guía Padres y Técnicas de Estudio La motivación es clave, aprenda a motivar y conocer mejor a su hijo Las mejores Técnicas de Estudio fracasan si el estudiante no encuentra suficiente motivación para concentrar su esfuerzo en aprender y estudiar. La falta de capacidad para motivarse es causa de bastantes fracasos escolares. El alumno posee capacidad de asimilación, que demuestra esporádicamente, pero va dejándose llevar por un camino donde predomina la falta de constancia, desgana, desinterés y una tendencia a distraer o fijar la atención con actividades ajenas al estudio. Conozca otras dimensiones de la vida y personalidad de su hijo, aprenda a motivarle. Primer paso: Conocer mejor a su hijo. Para motivar a un niño los padres y los educadores deben conocerle más, prestarle atención individualizada. Conocer su entorno más allá de las relaciones familiares (amigos, compañeros de clase, profesores, tutores...) Segundo paso: Profundizar sobre los hábitos de su hijo y ayudarle activamente a asumir nuevos hábitos. Por ejemplo: ¿Es conciente su hijo del tiempo que pierde? (Ver Perder el tiempo) Tercer paso: propiciar su colaboración activa y automotivación partiendo de sus intereses e inquietudes. Le vamos a aconsejar unos pasos previos.... Guía Padres y Técnicas de Estudio Colaboración padres y profesores: analizar los hábitos El reto de padres y educadores: conocer más y mejor Cada estudiante, cada niño desarrolla unas actitudes de mayor integración o rechazo de su entorno. Su familia, sus amigos, la influencia de sus programas favoritos de TV le generan unos hábitos y tendencias que el caso de que les provoquen un rechazo del hábito de estudio o de su capacidad de concentración, es conveniente que se identifiquen adecuadamente. Identificar las causas de la falta de motivación es fundamental mediante la colaboración de profesores y padres es fundamental. Pueden tener raíces en el entorno familiar (padres, un determinado rol entre hermanos, hábitos de la casa, horarios, etc.). Puede que exista un conflicto entre el clima y los valores de su entorno familiar y el del Colegio (en determinadas asignaturas. Ejemplo religión, idioma, es posible identificar con frecuencia conflictos) y en realidad ni padres, ni profesores sean conscientes de esto. Puede que el método de enseñanza no se adecue a la psicología del niño... Puede que el niño necesite una atención especial. Por estas razones se aconseja una actitud abierta y de colaboración permanente entre padres y profesores que permita la más precisa identificación de las causas que hay detrás de la falta de motivación, concentración, problemas de conducta o actitudes mejorables. Ver también padrestutores. Guía Padres y Técnicas de Estudio - Conozca a su hijo Conversar, la empatia con su hijo ¿Conoce a fondo los grupos musicales favoritos de sus hijos? ¿y sus aficiones? ¿Sabe sus horarios y las actividades que realizan en sus cole cada día...? ¿Conversa con frecuencia y largamente con su hijo? ¿Se aburre con usted? Empiece por tener largas conversaciones con su hijo. No importa que tenga, 5, 7, 11 o 14 años. Muestre un sincero interés por lo que hace en clase y fuera del aula cada día. Pruebe el siguiente ejercicio; cada día durante una semana pregúntele qué ha aprendido desde la primera hora de clase a la última. Interésese igualmente por los recreos. Observe como cambia su énfasis. Insista en que es muy importante lo que está aprendiendo, métase en su vida de cada día... Si le comenta problemas de geometría de la clase de matemáticas comente la importancia del rectángulo para hacer un campo de fútbol (si es su deporte favorito) o si le interesa la naturaleza y le comenta cosas de Conocimiento del Medio, trate de establecer una conversación sobre los ríos que conoce, las montañas, el espacio. Si le comenta una clase de idioma, enséñele algo de vocabulario, hágalo divirtiéndose con él. Objetivo dar un claro mensaje: me intereso por lo que haces en clase porque es importante. Quizás su hijo necesite otra actitud en las clases. Es positivo que alguien le hable de que las clases pueden ser divertidas y amenas. ¿No cree que es razonable que su hijo piense que si son tan importantes sus estudios usted debería interesarse mucho por ellos? ¿No debería usted estar entusiasmado con los que estudia y aprende? Un niño no puede apasionarse o motivarse por el estudio si sus padres no se interesan por lo que él hace. Máxime si observa en casa que las actividades de un hermano mayor, o de los padres son seguidas con interés o se habla de esto o lo otro que es importante... Mantenga conversaciones todos los días. Ponga ejemplos prácticos relaciónelos con usted con su familia, con sus intereses... Recurra para reforzar su aprendizaje y el interés por las materias que estudia a todo lo que le gusta a su hijo (películas, deportes, profesiones de los padres...). Es fundamental que los padres demuestren interés, paciencia, entusiasmo y respeto a sus hijos. El niño no debe sentirse interrogado, debe sentirse protagonista e importante. No acepte que le diga que es aburrido, ría, haga el payaso, invite a su hijo a usar su imaginación... La motivación puede empezar por aquí. En este punto la habilidad de los padres es fundamental. No le exija a su hijo lo que no pueda exigirse así mismo, tenga paciencia, no exija, motive. Usted como nadie debe conocer a sus niños. Tómelo como un reto. Conozca sus hobbies, sus gustos téngalos como aliados a la hora de motivar. Adecue su discurso y el trato a su edad. Primera Regla: Los padres deben conocer las actitudes de sus hijos con detalle. Deben convencerlos de que su aprendizaje es importante. Actividad: Dedique una hora mínimo cada día a esto. No se desanime si los primeros días observa un rechazo o las cosas no salen muy bien. Persista, mejore su enfoque... piense en ello cada día. Pregúntele a su hijo durante una semana lo que ha hecho en clase ¿que ha aprendido en cada hora? Cuando lo vea dudar o en silencio insista con preguntas sencillas... Hágalo con habilidad, como un juego. Beneficios: Empezará a conocer las preferencias reales de su hijo, las dificultades, lo que le motiva o desmotiva, indentificará algún conflicto o problema (si lo hubiera), aprenderá a comunicarse mucho mejor en facetas de su hijo que desconoce, creará une espacio de confianza entre su hijo y usted. Si se hace adecuadamente, su hijo prestará más atención en clase (sabe que usted se va interesar), mejorará sus capacidad para expresarse (tome nota la principio y al final de la semana). En 15 días quizás note algunos cambios que le sorprenderán. Guía Padres y Técnicas de Estudio - Padres y profesores: tutorías El diálogo y la colaboración fructífera en la educación de sus hijos La relación padres -educadores deben ser muy fructíferas y hay una excelente oportunidad de materializarlo a través del tutor o tutores. No espere a que su hijo tenga necesidades educativas especiales o que haya agotado todos sus recursos didácticos antes de empezar a hablar con su profesor encargado de orientarle y hacerle un seguimiento más cercano. Si ha seguido los consejos anteriores (conocer a mi hijo), cuando se siente con su tutor usted tendrá mucha información sobre las actividades del colegio, las actitudes de su hijo, los potenciales problemas, etc. Esta ventaja será decisiva. Pero permítanos darle algunos consejos importantes previos: 1. 2. 3. 4. Considere al tutor su aliado. Escúchelo con atención, trátelo con la mayor consideración. No le contradiga a la primera. Incluso si presume de conocer a su niño como nadie. Trátelo como un profesional, como le gustaría que le trataran a usted en su ámbito profesional. Imite los consejos que un estudiante veterano da a su hijo: Cómo llevarse bien con los profesores. Demuestre su interés real. Utilice lo que sabe de su hijo para demostrarle que tiene el mayor interés real. Demuéstrele que está al tanto de cada día en el colegio, hágalo con respeto, pidiéndole consejos, orientaciones. Pregúntele como puede usted ayudarles a los profesores (motivación, conducta, deberes, exámenes...). Interésese por la actitud de su hijo y todo tipo de detalles. Anímele a que le cuente su importante y cualificado punto de vista, pídale detalles: sus distracciones en clases, su falta de atención en esta u otra asignatura, sus materias favoritas, sus hábitos, sus amigos y sus relaciones, si es tímido en clase, si es extrovertido, sus dificultades con las matemáticas, la lengua, etc. Tiene mucho que aprender de su hijo cuando no lo ve. Cuando los niños tienen que desenvolverse fuera del ámbito familiar experimentan cambios que los padres son incapaces de imaginar. Contacto frecuente y fluido. Gánese la simpatía y la amistad de los tutores y profesores de su hijo. Le permitirán mantener un contacto frecuente con aquellos que deben sus mejores aliados. Ellos van a ser determinantes en muchas cosas y en especial en algo tan decisivo como la educación de sus niños. Sea compresivo, póngase de su parte aunque no comparta algunas de sus apreciaciones o puntos de vista, tómese un tiempo para analizarlos mejor y ver si llevan razón o no. Muchos tutores cambian su punto de vista si ven en los padres una complicidad y una actitud positiva hacia su labor educativa. En la mayoría de los casos es importante que los hijos conozcan el contendido de las conversaciones. Especialmente en las vertientes en las que hemos insistido: el estudiante debe ser consciente de que sus estudios son importantes; le hacen sentir "el protagonista de cada día". Muchos padres saltan cuando si hijo mete un gol en un partido de fútbol o le ríe y le hace feliz una gracia o tontería que dice y, sin embargo, no premia con su tiempo e interés el enorme esfuerzo de aprendizaje que debe hacer en matemáticas, lengua, idiomas, conocimiento del medio, etc. etc. Felicite a su hijo efusivamente por lo que hace bien y por lo bueno que digan los profesores de él. Plantee con su ayuda un reto para aquello en lo que tenga dificultades. Demuéstrele a su tutor que es su aliado. Tarea: Prepare a conciencia las entrevistas con su tutor, trate de ganarlo para "la causa". Hábitos de la casa: ocio, horarios y comidas Los hábitos de la casa y su influencia en el estudio Ya hemos hablado de la importancia de analizar los hábitos entre profesores y padres, también hemos hecho referencia a los hábitos de estudio. Es fundamental que el ambiente de la casa sea positivo para el niño. De lo contrario es difícil que el niño encuentre la motivación necesaria para estudiar. He aquí algunas causas de distorsión frecuente. 1. El tipo de alimentación no ayuda a concentrarse al niño en los estudios. Estamos hablando del exceso de hiperactividad que provocan ciertos hábitos alimentarios: bebidas gaseosas y azucaradas, dulces, galletas, golosinas, chuches... Ver Los Riesgos de las bebidas azucaradas y Bebidas azucaradas y obesidad infantil. Hay que cuidar al máximo la alimentación para los niños que estudian. Evitar comidas pesadas, grasas o hidratos en exceso, etc. 2. Los hábitos horarios de la casa. Los niños son esponjas que absorben todo -lo bueno y lo malo- siendo importante que vean en la casa un orden que les sirva de referencia. Si los hermanos mayores llegan tarde, se levantan tarde, comen a deshoras lo que pillan del frigorífico, hace ruidos a destiempo, ponen la TV o la música fuerte cuando el niño debe hacer los deberes... Todo esto contribuirá ha hacer más difícil la motivación y concentración en el estudio de los más pequeños. 3. Las conversaciones de la familia. Los más pequeños siguen siendo esponjan. Aunque hablen menos, todo lo escuchan y todo lo procesan. Los valores de los padres y, muy especialmente de los hermanos mayores constituyen fuentes muy importantes para sus actitudes ante la vida (estudio, gustos, etc.). Un familia que en la mesa solo habla de fútbol, o de programas y series de TVsuperficiales, es muy difícil que motive a los niños hacia temas que más tarde tienen que encontrarse en un libro de matemáticas, lengua, historia, etc. Al final de algunas cenas, lo más pequeños sueñan con ser Messi o Raúl, pero difícilmente tienen motivación por algo que tenga que ver con sus estudios. 4. El estudio y los premios. El binomio esfuerzo - premio debe reforzarse permanentemente. Los niños de hoy tienen acceso a un montón de juegos en las casas (ordenadores, pala estación, psi..) Que les absorben y les desincentivan cualquier esfuerzo intelectual. Este, frente a los juegos, se convierte en una pesada carga muy difícil de soportar. El acceso a estos juegos debe ser una consecuencia. Esto es, jugar es el premio a un esfuerzo: estudiar con ganas y con resultados. Hacer como que estudio para después jugar no sirve para nada. Los padres y educadores deben comprobar a ciencia cierta que el niño ha estudiado y tras esto, que puedan acceder al premio. Premie a su hijo cada vez que se esfuerce. 5. Vigilar los hábitos. Los buenos hábitos tardan mucho en formarse. Los padres deben estar muy atentos a que la formación de buenos hábitos de estudio se consolide... Y estar alerta: los malos hábitos pueden aparecer por cualquier esquina: un serial de TV cuyo protagonista escolar no estudia; un amigo nuevo en el cole, o una conversación con el hermano mayor... Guía Padres y Técnicas de Estudio - Conozca a su hijo Conversar, la empatia con su hijo ¿Conoce a fondo los grupos musicales favoritos de sus hijos? ¿y sus aficiones? ¿Sabe sus horarios y las actividades que realizan en sus cole cada día...? ¿Conversa con frecuencia y largamente con su hijo? ¿Se aburre con usted? Empiece por tener largas conversaciones con su hijo. No importa que tenga, 5, 7, 11 o 14 años. Muestre un sincero interés por lo que hace en clase y fuera del aula cada día. Pruebe el siguiente ejercicio; cada día durante una semana pregúntele qué ha aprendido desde la primera hora de clase a la última. Interésese igualmente por los recreos. Observe como cambia su énfasis. Insista en que es muy importante lo que está aprendiendo, métase en su vida de cada día... Si le comenta problemas de geometría de la clase de matemáticas comente la importancia del rectángulo para hacer un campo de fútbol (si es su deporte favorito) o si le interesa la naturaleza y le comenta cosas de Conocimiento del Medio, trate de establecer una conversación sobre los ríos que conoce, las montañas, el espacio. Si le comenta una clase de idioma, enséñele algo de vocabulario, hágalo divirtiéndose con él. Objetivo dar un claro mensaje: me intereso por lo que haces en clase porque es importante. Quizás su hijo necesite otra actitud en las clases. Es positivo que alguien le hable de que las clases pueden ser divertidas y amenas. ¿No cree que es razonable que su hijo piense que si son tan importantes sus estudios usted debería interesarse mucho por ellos? ¿No debería usted estar entusiasmado con los que estudia y aprende? Un niño no puede apasionarse o motivarse por el estudio si sus padres no se interesan por lo que él hace. Máxime si observa en casa que las actividades de un hermano mayor, o de los padres son seguidas con interés o se habla de esto o lo otro que es importante... Mantenga conversaciones todos los días. Ponga ejemplos prácticos relaciónelos con usted con su familia, con sus intereses... Recurra para reforzar su aprendizaje y el interés por las materias que estudia a todo lo que le gusta a su hijo (películas, deportes, profesiones de los padres...). Es fundamental que los padres demuestren interés, paciencia, entusiasmo y respeto a sus hijos. El niño no debe sentirse interrogado, debe sentirse protagonista e importante. No acepte que le diga que es aburrido, ría, haga el payaso, invite a su hijo a usar su imaginación... La motivación puede empezar por aquí. En este punto la habilidad de los padres es fundamental. No le exija a su hijo lo que no pueda exigirse así mismo, tenga paciencia, no exija, motive. Usted como nadie debe conocer a sus niños. Tómelo como un reto. Conozca sus hobbies, sus gustos téngalos como aliados a la hora de motivar. Adecue su discurso y el trato a su edad. Primera Regla: Los padres deben conocer las actitudes de sus hijos con detalle. Deben convencerlos de que su aprendizaje es importante. Actividad: Dedique una hora mínimo cada día a esto. No se desanime si los primeros días observa un rechazo o las cosas no salen muy bien. Persista, mejore su enfoque... piense en ello cada día. Pregúntele a su hijo durante una semana lo que ha hecho en clase ¿que ha aprendido en cada hora? Cuando lo vea dudar o en silencio insista con preguntas sencillas... Hágalo con habilidad, como un juego. Beneficios: Empezará a conocer las preferencias reales de su hijo, las dificultades, lo que le motiva o desmotiva, indentificará algún conflicto o problema (si lo hubiera), aprenderá a comunicarse mucho mejor en facetas de su hijo que desconoce, creará une espacio de confianza entre su hijo y usted. Si se hace adecuadamente, su hijo prestará más atención en clase (sabe que usted se va interesar), mejorará sus capacidad para expresarse (tome nota la principio y al final de la semana). En 15 días quizás note algunos cambios que le sorprenderán. Guía Padres y Técnicas de Estudio - Padres y profesores: tutorías El diálogo y la colaboración fructífera en la educación de sus hijos La relación padres -educadores deben ser muy fructíferas y hay una excelente oportunidad de materializarlo a través del tutor o tutores. No espere a que su hijo tenga necesidades educativas especiales o que haya agotado todos sus recursos didácticos antes de empezar a hablar con su profesor encargado de orientarle y hacerle un seguimiento más cercano. Si ha seguido los consejos anteriores (conocer a mi hijo), cuando se siente con su tutor usted tendrá mucha información sobre las actividades del colegio, las actitudes de su hijo, los potenciales problemas, etc. Esta ventaja será decisiva. Pero permítanos darle algunos consejos importantes previos: 1. Considere al tutor su aliado. Escúchelo con atención, trátelo con la mayor consideración. No le contradiga a la primera. Incluso si presume de conocer a su niño como nadie. Trátelo como un profesional, como le gustaría que le trataran a usted en su ámbito profesional. Imite los consejos que un estudiante veterano da 2. 3. 4. a su hijo: Cómo llevarse bien con los profesores. Demuestre su interés real. Utilice lo que sabe de su hijo para demostrarle que tiene el mayor interés real. Demuéstrele que está al tanto de cada día en el colegio, hágalo con respeto, pidiéndole consejos, orientaciones. Pregúntele como puede usted ayudarles a los profesores (motivación, conducta, deberes, exámenes...). Interésese por la actitud de su hijo y todo tipo de detalles. Anímele a que le cuente su importante y cualificado punto de vista, pídale detalles: sus distracciones en clases, su falta de atención en esta u otra asignatura, sus materias favoritas, sus hábitos, sus amigos y sus relaciones, si es tímido en clase, si es extrovertido, sus dificultades con las matemáticas, la lengua, etc. Tiene mucho que aprender de su hijo cuando no lo ve. Cuando los niños tienen que desenvolverse fuera del ámbito familiar experimentan cambios que los padres son incapaces de imaginar. Contacto frecuente y fluido. Gánese la simpatía y la amistad de los tutores y profesores de su hijo. Le permitirán mantener un contacto frecuente con aquellos que deben sus mejores aliados. Ellos van a ser determinantes en muchas cosas y en especial en algo tan decisivo como la educación de sus niños. Sea compresivo, póngase de su parte aunque no comparta algunas de sus apreciaciones o puntos de vista, tómese un tiempo para analizarlos mejor y ver si llevan razón o no. Muchos tutores cambian su punto de vista si ven en los padres una complicidad y una actitud positiva hacia su labor educativa. En la mayoría de los casos es importante que los hijos conozcan el contendido de las conversaciones. Especialmente en las vertientes en las que hemos insistido: el estudiante debe ser consciente de que sus estudios son importantes; le hacen sentir "el protagonista de cada día". Muchos padres saltan cuando si hijo mete un gol en un partido de fútbol o le ríe y le hace feliz una gracia o tontería que dice y, sin embargo, no premia con su tiempo e interés el enorme esfuerzo de aprendizaje que debe hacer en matemáticas, lengua, idiomas, conocimiento del medio, etc. etc. Felicite a su hijo efusivamente por lo que hace bien y por lo bueno que digan los profesores de él. Plantee con su ayuda un reto para aquello en lo que tenga dificultades. Demuéstrele a su tutor que es su aliado. Tarea: Prepare a conciencia las entrevistas con su tutor, trate de ganarlo para "la causa". Guía Padres y Técnicas de Estudio Hábitos de la casa: ocio, horarios y comidas Los hábitos de la casa y su influencia en el estudio Ya hemos hablado de la importancia de analizar los hábitos entre profesores y padres, también hemos hecho referencia a los hábitos de estudio. Es fundamental que el ambiente de la casa sea positivo para el niño. De lo contrario es difícil que el niño encuentre la motivación necesaria para estudiar. He aquí algunas causas de distorsión frecuente. 1. El tipo de alimentación no ayuda a concentrarse al niño en los estudios. Estamos hablando del exceso de hiperactividad que provocan ciertos hábitos alimentarios: bebidas gaseosas y azucaradas, dulces, galletas, golosinas, chuches... Ver Los Riesgos de las bebidas azucaradas y Bebidas azucaradas y obesidad infantil. Hay que cuidar al máximo la alimentación para los niños que estudian. Evitar comidas pesadas, grasas o hidratos en exceso, etc. 2. Los hábitos horarios de la casa. Los niños son esponjas que absorben todo -lo bueno y lo malo- siendo importante que vean en la casa un orden que les sirva de referencia. Si los hermanos mayores llegan tarde, se levantan tarde, comen a deshoras lo que pillan del frigorífico, hace ruidos a destiempo, ponen la TV o la música fuerte cuando el niño debe hacer los deberes... Todo esto contribuirá ha hacer más difícil la motivación y concentración en el estudio de los más pequeños. 3. Las conversaciones de la familia. Los más pequeños siguen siendo esponjan. Aunque hablen menos, todo lo escuchan y todo lo procesan. Los valores de los padres y, muy especialmente de los hermanos mayores constituyen fuentes muy importantes para sus actitudes ante la vida (estudio, gustos, etc.). Un familia que en la mesa solo habla de fútbol, o de programas y series de TVsuperficiales, es muy difícil que motive a los niños hacia temas que más tarde tienen que encontrarse en un libro de matemáticas, lengua, historia, etc. Al final de algunas cenas, lo más pequeños sueñan con ser Messi o Raúl, pero difícilmente tienen motivación por algo que tenga que ver con sus estudios. 4. El estudio y los premios. El binomio esfuerzo - premio debe reforzarse permanentemente. Los niños de hoy tienen acceso a un montón de juegos en las casas (ordenadores, pala estación, psi..) Que les absorben y les desincentivan cualquier esfuerzo intelectual. Este, frente a los juegos, se convierte en una pesada carga muy difícil de soportar. El acceso a estos juegos debe ser una consecuencia. Esto es, jugar es el premio a un esfuerzo: estudiar con ganas y con resultados. Hacer como que estudio para después jugar no sirve para nada. Los padres y educadores deben comprobar a ciencia cierta que el niño ha estudiado y tras esto, que puedan acceder al premio. Premie a su hijo cada vez que se esfuerce. 5. Vigilar los hábitos. Los buenos hábitos tardan mucho en formarse. Los padres deben estar muy atentos a que la formación de buenos hábitos de estudio se consolide... Y estar alerta: los malos hábitos pueden aparecer por cualquier esquina: un serial de TV cuyo protagonista escolar no estudia; un amigo nuevo en el cole, o una conversación con el hermano mayor...