2 Criterio DIRECTORIO Rector general: Lic. José Trinidad Padilla López. Vicerrector: Mtro. Tonatiuh Bravo Padilla. Secretario general: Mtro. Carlos Jorge Briseño Torres. Director de la Oficina de Comunicación Social: Mtro. José Manuel Jurado Parres. CONSEJO EDITORIAL Mtra. María Elena Hernández Ramírez. Dr. Francisco Aceves González. Dr. Jorge Ceja Martínez. Mtro. Marco A. Cortés Guardado. Dr. Andrés Valdez Zepeda. Mtro. Gabriel Torres Espinoza. Dra. Dulce María Zúñiga Chávez. Dr. Marco Aurelio Larios. Dra. María del Refugio Torres Vitela. Dra. Galina Petrovna Zaitseva. Mtra. Silvia Valencia Abundiz. Lic. Carlos Ramiro Ruiz Moreno. Dr. Javier Hurtado González. Lic. Jorge Alarcón Álvarez. Mtra. Margarita Sierra Díaz de Rivera. U Gaceta n i v e r s i t a r i a Coordinadora general: Cristina Félix Machado. [email protected] Coordinador de información: José Luis Ulloa. 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El IMSS de ayer en el siglo XXI Si la reforma contiene cambios para mejorar el servicio, esto es, que aplique en la práctica los conceptos de productividad, eficacia y servicio; si además incluye exámenes a los aspirantes a ingresar a laborar al instituto, así como la revisión de la “currícula”, bendita sea la reforma... Francisco Jiménez Reynoso* El IMSS es una institución de México y para los mexicanos. Entre los servicios que ofrece están: guardería, pensiones por vejez, retiro, invalidez, riesgos de trabajo, entre otros. Como se puede apreciar, es una amplia gama de servicios, prestaciones y responsabilidades las que ha acumulado a través del tiempo. Todas son nobles y sin duda fueron creadas con el afán de servir a la sociedad y a la familia mexicana, tal como su símbolo lo propone. El IMSS presta servicio a 12 millones de trabajadores, que sumados sus cónyuges, hijos y afiliados, hacen un total de 55 millones de mexicanos, que son más de la mitad de la población de México. La institución cuenta con 370 mil empleados, entre personal administrativo y hospitalario. Costea equipos, clínicas, medicinas, hospitales, sueldos y el famoso régimen de pensiones y jubilaciones, entre otros aspectos. El IMSS fue creado en los tiempos fuertes del PRI, cuando los sindicatos tenían mucho peso. Esto generó, a través del tiempo, un fenómeno no previsto: el poderoso y flamante sindicato “de ayer” del IMSS fue arropándose y nutriéndose con notables privilegios para sus trabajadores (conocidos como conquistas sindicales). Dichas conquistas hoy arrojan los siguientes resultados (que molestan a un gran sector de la población): gastan más dinero en sueldos y prestaciones para los trabajadores del mismo IMSS, que en medicinas para los usuarios. El empleado del IMSS en promedio se jubila a los 53 años, mientras que el afiliado a los 65. Por tanto, el primero trabaja en promedio 27 años, y el segundo 40. Otra desventaja que tiene el mexicano afiliado normal frente a los privilegios de quien lo atiende, son las pensiones que recibe: 6,450.00 promedio, contra 2,106.00. Resulta evidente la desproporción económica de un empleado del IMSS y un afiliado normal, que mes a mes paga su cuota respectiva. Si bien son conquistas sindicales (eso nadie lo discute), pero a costillas de millones de mexicanos, cuestión que resulta imprescindible homologar entre unos y otros. Resulta curioso que el partido ideológico que creó al IMSS, sea el mismo que presenta la iniciativa de reforma de su ley, a través del priista Manlio Fabio Beltrones. Esto es, va contra sí mismo, aniquilando lo poco que queda de aquel poderoso PRI. Por ello las voces enardecidas de los líderes sindicales, que se refieren a los legisladores como judas y traidores (entre otros insultos de bajo nivel). Dicha propuesta de reforma fue respaldada por el PRI y PAN. Ya los líderes sindicales hablan de formular un amparo o promover una controversia constitucional al respecto para defender “sus” intereses (amagan a la sociedad con ello). Si la reforma contiene cambios para mejorar el servicio, esto es, que aplique en la práctica los conceptos de productividad, eficacia y servicio; si además incluye exámenes a los aspirantes a ingresar a laborar al instituto, así como la revisión de la “currícula”, bendita sea la reforma, pues dentro de la institución hay personal que nada tiene que hacer ahí, que únicamente está bajo la sombra que ofrece un sindicato “poderoso” que los tiempos han rebasado. Sin duda existen personas valiosas que laboran dentro del IMSS. A éstas hay que cuidar, promoverlas y ascenderlas, las que en muchas ocasiones son bloqueadas por incompetentes con poder. Además, nuestros viejitos tienen derecho a vivir con calidad. No olvidemos que ellos entregaron su vida a México y a nosotros sus hijos. Merecen una mayor pensión y un mejor trato. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. ¡Cuidemos al IMSS! Vamos profesionalizándolo por encima de intereses gremiales fuera de lógica y razón, pues por encima de las conquistas sindicales está satisfacer las necesidades del pueblo en materia de salud. * Secretario de la Preparatoria Regional de Tepatitlan, maestro en derecho constitucional y amparo, y catedrático en la UdeG. MIGUEL SÁNCHEZ Universidad de Guadalajara Por los suelos...