acción de gracias (thanksgiving)

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ACCIÓN DE GRACIAS (THANKSGIVING)
Agradece quien recibe algún regalo, quien se siente complacido(a), quien quiere dar a
conocer la alegría de su corazón a otra persona. Todo lo que recibimos en bienes,
beneficios, recompensas por el esfuerzo, todo lo que nos hace bien, lo que nos ayuda a
resolver situaciones; Si nos conduce a vivir con mayor libertad de los hijos de Dios, todo
eso y mucho más es un regalo de nuestro Padre del cielo.
Una palabra de acción de gracias cada mañana al Señor, puede tener un impacto
positivo para lo que será el desarrollo del resto del día, un día alegre, lleno de paz, de
entusiasmo que contagie a los demás. ¡Que bendición!
La fiesta que celebramos el último jueves de noviembre de cada año, es de mucha
importancia para nuestra cultura, la misma es cada vez más agradecida. Acción de
gracias viene a coincidir con el final del año litúrgico. Esto es una dioscidencia, Dios
organiza todo lo que conviene para bien de su pueblo.
Es maravilloso y agradable dar gracias al Creador por cada día que termina, por un
buen proyecto que marcha, o que hemos realizado, por los bienes espirituales recibido
durante el año. Esta fiesta nos motiva para hacer del buen hábito de dar gracias una
virtud. Agradecer con el corazón a todos nuestros bienhechores.
Cristo es el primero, él te bendice cada día con la vida, nos regala el aire que
respiramos. Hoy puedo decir: Gracias Jesús, puedo ver el sol que ilumina mi existir, su
luz me conduce por camino seguro. Gracias, puedo ver la belleza de la naturaleza;
disfrutar de las estaciones del año, gracias por la primavera con sus nuevos brotes y las
flores que embellecen en campo, gracias por el verano cuando disfruto la uniformidad
del verde follaje y la sombra que me cobija en los días de calor, gracias por el otoño
cuando torna hacia el final del caer de las hojas que abonan el suelo para renovar la
tierra. Gracias mi Dios y creador por descanso en el invierno y la blancura de la nieve,
que hace más claras las noches largas hasta el volver del amanecer.
Podemos dar gracia a Dios, a nuestros padres, empleadores, compañeros, amigos,
vecinos, hermanos en la fe, familiares todos, y los que nos ofrecen algún servicio
profesional, técnico, hasta la más sencilla ayuda. Ejemplos bíblicos de acción de gracias:
“Que todas tus creaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles (Sal 145, 10).
Entren por sus puertas con acción de gracias y bendiciendo su nombre (Sal 100, 4).”
Jesús cuando iba a resucitar a Lázaro de la tumba dijo: “Te doy gracias, Padre, porque
me has escuchado. Yo sé que siempre me escuchas, pero lo he dicho por la gente que
me rodea, para que crean que tú me enviaste” (Jn 11, 41-42). Y lo resucitó después de 4
días de muertos. Amén. “Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias por todo.
Eso es lo quiere Dios de ustedes como cristianos (1 Tes 5, 16-18).
Gracias por la vida don de Dios, gracias por la luz del sol brillante, de la luna que me
guía de noche, gracias por la vegetación y los alimentos que ingiero y me dan fuerza, por
el agua que calma mi sed, gracias por los animales que me protegen y me hacen
compañía, por el cantar de los pajaritos, por todo lo creado. Gracias por las artes
manuales, por la tecnología, los medios de comunicación, mi celular, la televisión, la
radio, y todos los medios electrónicos que me hacen bien y me facilitan vivir con mayor
libertad y confianza. Gracias por los bienes espirituales: por los conocimientos, la
sabiduría que procede de Dios mismo, por la Iglesia y cada uno de los hermanos en la fe,
por los sacerdotes y religiosas que me enseñan la fe, por los sacramentos que me
alimentan y me dan fuerzas nuevas, gracias por tu palabra escrita (la biblia). Gracias por
los bienes materiales: la casa donde vivo, el auto que me transporta, el empleo que me
suple el sustento diario, gracias por una economía estable o deficiente, por lo mucho o
poco que puedo compartir con mi familia y otros seres humanos.
Aprender en la vida a dar gracias a Dios por los fracasos o las cosas no tan buenas,
nos ayudará a ser más fuertes, ser mejores emprendedores. Gracias por la enfermedad,
por mis limitaciones, por la pérdida de un ser querido, por un negocio que fracasa, por
una relación que termina, por un amigo que se va, por el frio o el calor, por la lluvia o la
sequía, por huracán o un terremoto… Los problemas de hoy, son el testimonio que
vamos a dar mañana.
Cuando la familia se reúne para celebrar el día de Acción de Gracias o cualquier otra
fiesta, conviene y es agradable y de mucho beneficio para todos los miembros de la
familia, integrar algún momento de oración. Invocar al Espíritu Santo, pedir a Jesucristo
alguna necesidad, dar gracias al Padre por los momentos juntos, la historia, la ayuda
mutua. Finalizar con la oración del Señor (Padre Nuestro) que nos invita siempre a
perdonar como Dios el Padre nos perdona. Qué bonita oportunidad… Gracias Padre,
Hijo y Espíritu Santo y a la poseída plenamente por la Trinidad María Santísima. Alabado
Sea Jesucristo.
Por Diácono José M. Santos
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