Este año los mexicanos estamos conmemorando el bicentenario del

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2010
AÑO DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL
Este año los mexicanos estamos conmemorando el bicentenario del inicio del
movimiento de independencia, y con el recordamos los momentos de la vida
patria que sin lugar a dudas han forjado el carácter singular de nuestra cultura;
sin embargo, hoy tratamos de hacer una breve síntesis de algunos de los
momentos que para los abogados legaron el movimiento y finalmente la
consumación del mismo dando origen a un país joven lleno de particularidades,
pero con un destino y fin que se eleva para tomar un lugar preponderante en el
contexto mundial.
Al iniciarse el movimiento de Independencia, un 16 de septiembre de 1810, los
próceres, en su afán libertario, elaboraron diversos documentos de gran valía
por su contenido, los cuales reflejaban la influencia de las doctrinas
revolucionarias de la época (francesa y norteamericana), que llevaron consigo
la aparición formal de las primeras declaraciones de las libertades públicas y de
la organización estatal a partir de la división horizontal del poder, que
pretendieron revolucionar el concepto de organización del Estado y su papel
frente a los súbditos.
Los edictos de Hidalgo, fueron el primer documento de la insurgencia que
contiene una declaración de libertades y derechos, que trascendería como
antecedente en la conformación de las libertades reconocidas por la carta
constitucional de 4 de octubre de 1824, documento que legó uno de los
derechos humanos más sentidos para la población nacional oprimida por la
discriminación que la elaboración de las castas y los juicios de sangre en la
colonia se aplicaron contra los nativos del territorio novo hispano, siendo estos:
I.
II.
Bando de Don Miguel Hidalgo y Costilla, en que declara abolida la
esclavitud, derogadas las leyes relativas a tributos, prohibiendo el uso
del papel sellado, extinguiendo el estanco de tabaco, pólvora, etc., dado
en Guadalajara el 26 de noviembre de 1810.
Bando declarando la libertad de los esclavos, dentro del término de diez
días y otras providencias. Dado en Guadalajara el 6 de diciembre de
1810.1
Estos mandamientos constituyeron la primer legislación emanada del
movimiento, además de constituir por vez primera la abolición total de cualquier
forma de esclavitud, haciendo de este mandamiento una de las disposiciones
vanguardistas en la época.
Muerto Hidalgo el 30 de julio de 1811, se quedó al frente del movimiento
insurgente el licenciado Ignacio López Rayón, quién el 30 de abril de 1812
elaboró un proyecto de Carta Magna al que denominó Elementos
Constitucionales que ni siquiera llegó a discutirse y el propio Rayón retiró en
1
Arellano García, Carlos. El Juicio de Amparo. Cuarta Edición. Editorial Porrúa. México, 1998. Pp. 88. marzo de 1813, pero que fue el primer intento de organización del Estado al
contener en su seno la figura de la División de Poderes, que regulaba la
función legislativa mediante un órgano de representación política denominado
Supremo Congreso el cual según señalaba en el punto 7° del proyecto: “El
Supremo Congreso contará de cinco vocales nombrados por las
representaciones de las Provincias....”; y en el punto 18° decía: “El
establecimiento y derogación de las leyes, y cualquiera negocio que interese a
la Nación, deberá proponerse en las sesiones públicas...” y terminaba
señalando en el punto 21° “Aunque los tres Poderes, Legislativo, Ejecutivo y
Judicial sean propios de la Soberanía, el Legislativo lo es inerrante que jamás
podrá comunicarlo”.2
Al tiempo en que Rayón censuró sus elementos, lo hizo mediante una misiva
dirigida a Morelos en su calidad de cabeza del movimiento independentista en
el cual le señalaba: “la Constitución que remití a V.E. En borrador, no se
publique, porque ya no me parece bien”. Sin embargo Morelos, tomaría de este
documento los ideales que servirían para la expedición de la Constitución de
Apatzingán en 1814.
El antecedente inmediato de la antes mencionada Constitución de Apatzingán
fueron los “Sentimientos de la Nación”, que Don José María Morelos y Pavón,
emitió y que surgió de un congreso constituyente3 que, instalado en
Chilpancingo el 14 de septiembre de 1813 fue integrado por seis diputados
(como propietarios los vocales de la Junta de Zitácuaro, Rayón, Liceaga y
Berdusco; como suplentes Bustamante, Cos y Quintana Roo) y por dos
diputados de elección popular (José Murguía por Oaxaca y José M. Herrera por
Técpan).
En la sesión inaugural se dio lectura a los 23 puntos, que con el nombre de
“Sentimientos de la Nación” preparó Morelos como preámbulo a la elaboración
de la Constitución.
El 6 de noviembre el congreso hizo constar en un acta solemne la declaración
de independencia. Hasta entonces había estado actuando él mito de Fernando
VII en la dialéctica de los intelectuales criollos. Fue entonces, la última vez que
el mito de gobernar en nombre de Fernando, apareció, por lo que el mismo
Rayón manifestó que era preciso quitar la máscara a la Independencia, con lo
que el acta del 6 de noviembre declara “rota para siempre jamás y disuelta la
dependencia del trono español”.
Se considera que los Sentimientos de la Nación, se produjeron sobre la base
de ideas, intercambiadas por Morelos con Miguel Hidalgo; además de
2
Tena Ramírez, Felipe. Leyes Fundamentales de México 1808 – 1998. Vigésimo primera edición. Editorial Porrúa. México, 1998. Pp. 26 y 27. 3
Más que un Congreso Constituyente, el convocado por Morelos era más bien una Comisión Legislativa, que por su número y representatividad no era formalmente una verdadera asamblea representativa de la soberanía popular, lo anterior es comprensible dadas las condiciones que la insurgencia y el movimiento vivían en la época. conversaciones de Morelos con sus ayudantes más idóneos, y de los
Elementos Constitucionales de Rayón, de lo que más tarde resultaría, la
Constitución de Apatzingán.
Es la Constitución de Apatzingán el ordenamiento insurgente más
trascendente, que aún cuando no tuvo vigencia alguna, constituyó el primer
antecedente de una Constitución Mexicana, en la que se realizó una
espléndida síntesis de lo que sería el primer reconocimiento de los derechos
fundamentales, sin embargo la falta de experiencia en el campo de la
organización del Estado a través de una Constitución, derivó en un documento
inaplicable y utópico. Definió a la soberanía como la facultad de dictar leyes y
establecer la forma de gobierno que más conviniera a la sociedad, señaló
además que la soberanía reside originariamente en el pueblo y su ejercicio en
la representación nacional, lo que afirma el conocimiento e influencia de los
tratados de Rousseau y de Montesquieu, cuando culmina apuntando que son
tres las atribuciones de la soberanía: la facultad de dictar leyes, la de hacerlas
ejecutar y la de aplicarlas a los casos concretos.
Durante el periodo comprendido de 1815 a 1820, la gesta de independencia
prácticamente se apagó, sobreviviendo sólo las guerrillas del sur comandadas
por Vicente Guerrero, sin embargo para 1820 la rebelión liberal del coronel
Rafael de Riego obligó al rey Fernando VII a acatar la Constitución gaditana de
1812, que fue proclamada por segunda vez en México el 3 de mayo de 1820.
Junto con la Constitución regresaron las principales leyes liberales, elaboradas
por las primeras cortes (abolición de la inquisición, la abolición de las mitas4 y
la repartición de las tierras a los indios, la supresión de las vinculaciones y
fideicomisos de familia, que guardaban importantes bienes raíces fuera de
circulación, y la introducción de industrias nuevas).
Los anteriores hechos hicieron recordar a los poderosos de la Nueva España
incluida la Iglesia, los antiguos ideales de un México independiente, que
permitiría guardar fuera del país aquella amenaza liberal que representaba la
entrada en vigor de la Constitución de Cádiz. Surge entonces el Plan de la
Profesa; Agustín de Iturbide se colocó al lado de estas ideas, reconciliándose
con los guerrilleros insurgentes que sobrevivían de los primeros levantamientos
en 1810, lo que dio origen al Plan de Iguala de 24 de febrero de 1821, en el
que se ofreció la Corona del trono mexicano al rey Fernando VII, se creaba la
nacionalidad mexicana en la que los peninsulares, criollos, mestizos e indios
gozarían de igualdad de derechos, y declaraba al catolicismo como única fe
religiosa.5
Cuando llegó a nuestro país el virrey O’Donojú, camino a la Ciudad de México,
prisionero por Iturbide aceptó a nombre de España el contenido del Plan de
4
La mita era el establecimiento que hacía la corona española de cuotas laborales forzosas sobre los súbditos para que trabajaran la tierra por periodos determinados a favor de los españoles recibiendo salarios controlados por la autoridad real, o bien para que construyeran caminos, puentes u otras obras que encomendaba la corona. 5
Floris Margadant, Guillermo. Introducción a la historia del derecho mexicano. Pp. 145. Iguala. Por lo anterior, mediante la firma de los Tratados de Córdoba del 23 de
agosto de 1821, se concede la independencia nacional y en ellos se establece
un gobierno provisional encargado a Agustín de Iturbide, quién junto a un
consejo de 38 notables, convocaron a un Congreso Constituyente para crear el
primer Imperio Mexicano, consolidando con ello el ansiado anhelo de
Independencia Nacional, gracias en mucho a los españoles que obligaron a los
poderosos en México a desconocer la valía de las nuevas leyes y con ello a
propiciar la ruptura definitiva con España, de ello que circularan numerosos
versillos como el que a continuación reproducimos:
Ya feneció el despotismo,
El orgullo y la insolencia.
Ya triunfó la independencia
De las huestes del abismo.
La América ha conseguido
Del gachupín el destete,
ya la mamaste tres siglos,
por donde viniste, vete.6
Consumada la Independencia nacional el 27 de septiembre de 1821, Iturbide
se quedó de manera provisional al frente del gobierno, por lo que el Congreso
Constituyente convocado se presentó con 120 miembros, los cuales
presionados por una manifestación militar el 18 de mayo de 1822, nombraron a
Iturbide emperador el 21 de julio de ese año; a pesar del nombramiento, el
primer Congreso fue interrumpido y sustituido por una Junta Instituyente, que
elaboró un proyecto de organización del Estado que se conocería como “el
proyecto del reglamento político para el imperio mexicano”, mismo que un
grupo de insurgentes comandados por Antonio López de Santa Anna, Vicente
Guerrero y otros militares, a través del Plan de Veracruz de diciembre de 1822
y el Plan de Casa Mata de 1° de febrero de 1823, desconocerían y que a la
postre llevaría a la destitución del autonombrado primer emperador mexicano,
el cual sería condenado a muerte, dando paso al restablecimiento de la
Asamblea Constituyente.
El Segundo Congreso Constituyente convocado (1823 – 1824) se dirimió la
controversia de cuál era la forma que debía tomar el Estado Mexicano,
decidiendo adoptar la organización norteamericana, forma de Estado que no
fue muy conveniente en ese momento, ya que la propia historia nos recuerda la
derivación que esto originó, con más de cincuenta años de convulsión político –
social, entre las facciones y grupos de poder (liberales - Federalistas y
Conservadores - Centralistas). El trabajo de la asamblea constituyente produjo
un fruto que se conocería como la Constitución Federal de 4 de octubre de
1824.
6
Teodoro Torres, Sátira y humorismo, Editora Mexicana, 1943. Instalado el Congreso Constituyente, se trabajó en tres etapas. Primero,
confirmó la idea de implantar el sistema federal de gobierno a través de una
República (12 de junio de 1823); luego expidió el 31 de enero el Acta
constitutiva de la federación en donde aparece formalmente la instalación de un
órgano legislativo bicameral y por último el 4 de octubre de 1824 se expide la
primera Constitución Federal del Estado Mexicano y primer ordenamiento
constitucional nacional con plena vigencia.
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