6th Sunday of Easter - Spanish - Jesuit Restorative Justice Initiative

Anuncio
Pregunta de Reflexión: Yo recuerdo una ocasión cuando mi corazón estaba en problemas, yo
tenía miedo de perder a las personas que yo más quería. Yo recuerdo… Yo recuerdo…
No Pierdan La Paz Ni Se Acobarden
6º Domingo, Ciclo C, 5 de Mayo, 2013
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y libramos del mal.
Tuyo es el reino, tuyo el poder y la
gloria, por siempre Señor. Amén.
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo:
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo:
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo:
danos la paz.
Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo. Recibamos la sanación de Dios así somos
invitados a esta cena.
Señor, yo no soy digno de que vengas a mi
casa, pero una palabra tuya bastará para sanar
mi alma.
COMUNIÓN
SIGNO DE PAZ
Jesús, que dijiste a tus apóstoles: “La paz
les dejo, mi paz les doy.” No tengas en
cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu
iglesia y, conforme a tu palabra, concédela
nos la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
ORACIÓN FINAL
Oremos juntos:
SEÑOR,
Venimos a ti con la esperanza de que podamos ser
como tú. Camina con nosotros y ayúdanos a ver
que siempre estás con nosotros aun cuando nos
sentimos solos. Concédenos tu paz y el poder para
saber su voluntad.
La paz del Señor esté siempre con
ustedes.
R. Y con tu espíritu.
Te pedimos esto en el nombre de Tu Hijo, Jesús
nuestro Salvador. Amén.
JESUIT RESTORATIVE JUSTICE INITIATIVE
8501 Washington Blvd. Culver City, CA 90232
www.jrji.org
SABIDURIA DESDE LAS CELDAS
Yo recuerdo cuando era joven, siempre estaba enojado con
el Señor. Lo despreciaba por permitir todo este dolor. La
vida era injusta y yo odiaba a Dios por hacerla así. A él yo
no le importaba y él ignoraba mis llamados. Así es
exactamente como yo pensaba. Yo sólo era un niño con
tanto peso sobre mis hombros. Yo no podía entender
como Dios puede quedarse allí y verme despedazarme una y
otra vez. Sufrí muchas pérdidas y gran dolor en mi vida,
así que por supuesto yo odiaba a Dios por darme la
espalda. Por qué un Padre amoroso y compasivo permite
tanta agonía de su hijo golpeado. Yo no era más que un
niño y yo solo no podía aguantar con tanto. Pero la verdad
es que yo nunca estuve solo. Esos eran pensamientos de
un niño, pero ya como HOMBRE entiendo que la vida está
llena de dificultades. Todos como HOMBRES tenemos
nuestras propias pruebas y tribulaciones en la vida.
También me doy cuenta que el sufrimiento construye el
carácter. Vemos el valor en los simples gestos en la vida,
como un abrazo, un “buenos días” y en una simple
sonrisa, todos los cuales pueden cambiar el curso del día
de una persona. La Biblia dice que el dolor nos acerca a
Dios, así que ahora agradezco a Dios por acercarme a él.
He estado en prisión por unos años y con muchos más
por cumplir. Sé que sentí suficiente dolor y aflicción
como para ahora reconocer las bendiciones. Yo no llegué a
este punto por mí mismo. El buen Señor dio este paso
conmigo.
-Wally, quien está en una prisión estatal de California.
RITO PENITENCIAL
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Dios todopoderoso tenga
misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y
nos lleve a la vida eterna.
Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oremos juntos:
SEÑOR,
Dame la fe que necesito para
confiar en ti sin preocupación
o miedo.
Concédeme lo que necesito
cuando la fe parece fuera de
mi alcance.
Vigílame y guíame para que yo
pueda llegar a conocerte en
aquellos a quien yo conozca.
Manténme fuerte mientras yo
espero pacientemente a que
calmes mi corazón
preocupado.
Te pedimos esto en tu nombre,
Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Encontrando Valentía
Liturgia de la Palabra
Primera Lectura: Hechos 15, 1-2. 22-29
En aquellos días, vinieron de Judea a Antioquía algunos discípulos y se pusieron a enseñar a los hermanos que
si no se circuncidaban conforme a la ley de Moisés, no podrían salvarse. Esto provocó un altercado y una
violenta discusión con Pablo y Bernabé; al fin se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más fueran a Jerusalén
para tratar el asunto con los apóstoles y los presbíteros. Los apóstoles y los presbíteros, de acuerdo con toda
la comunidad cristiana, juzgaron oportuno elegir a algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y
Bernabé. Los elegidos fueron Judas (llamado Barsabás) y Silas, varones prominentes en la comunidad. A ellos
les entregaron una carta que decía: “Nosotros, los apóstoles y los presbíteros, hermanos suyos, saludamos a
los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia, convertidos del paganismo. Enterados de que algunos de entre
nosotros, sin mandato nuestro, los han alarmado e inquietado a ustedes con sus palabras, hemos decidido de
común acuerdo elegir a dos varones y enviárselos, en compañía de nuestros amados hermanos Bernabé y
Pablo, que han consagrado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. Les enviamos, pues, a Judas y a
Silas, quienes les transmitirán, de viva voz, lo siguiente: ‘El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no
imponerles más cargas que las estrictamente necesarias. A saber: que se abstengan de la fornicación y de
comer lo inmolada los ídolos, la sangre y los animales estrangulados. Si se apartan de estas cosas, harán
bien’. Los saludamos”.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial: Salmo 67
Segunda Lectura: Apocalipsis 21, 10-14. 22-23
R. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Ten piedad de nosotros y bendícenos;
vuelve, Señor, tus ojos a nosotros.
Que conozca la tierra tu bondad
y los pueblos tu obra salvadora.
R. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Las naciones con júbilo te canten,
porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos
y riges en la tierra a las naciones.
R. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos,
que los pueblos te aclamen todos juntos.
Que nos bendiga Dios
y que le rinda honor el mundo eterno.
R. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Un ángel me transportó en espíritu a una montaña elevada, y me
mostró a Jerusalén, la ciudad santa, que descendía del cielo,
resplandeciente con la gloria de Dios. Su fulgor era semejante al
de una piedra preciosa, como el de un diamante cristalino.
Tenía una muralla ancha y elevada, con doce puertas
monumentales, y sobre ellas, doce ángeles y doce nombres
escritos, los nombres de las doce tribus de Israel. Tres de estas
puertas daban al oriente, tres al norte, tres al sur y tres al
poniente. La muralla descansaba sobre doce cimientos, en los
que estaban escritos los doce nombres de los apóstoles del
Cordero.No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios
todopoderoso y el Cordero son el templo. No necesita la luz del
sol o de la luna, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero
es su lumbrera.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
Evangelio: Juan 14, 23-29
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y
vendremos a él y haremos en él nuestra morada. El que no me ama no cumplirá mis palabras. Y la palabra
que están oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió Les he hablado de esto ahora que estoy con
ustedes; pero el Paráclito, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las
cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho.
La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me
han oído decir: ‘Me voy, pero volveré a su lado’. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque
el Padre es más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean”.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
retornando al lugar
donde comencé
ayer llegué
a este cuarto superior
dos soldados romanos
intercambiaron su mirada
conmigo
corrí hacia arriba
tan rápido como me
fue posible
el miedo me paralizaba
todo lo que podía pensar
eran las escenas
de jesús torturado
por los soldados del imperio
llegando aquí
todos deteniéndose
preguntando lo que pasó
aquí estaba yo
el líder
el que debía ser fuerte
yo temblaba
paralizado de miedo
nos sentamos por horas
hablando sobre
lo que iba a suceder
el proyecto de jesús
cada día parecía
desvanecerse
en el fondo
algunas veces no he
querido
salir de la cama
paralizado de miedo
paralizado por los días
pasados
esperando afuera
a la distancia
las campanas repicando
sonando sutilmente
sentí la presencia de jesús
su espíritu estaba aquí
yo grité
jesús
jesús
algo estaba sucediendo
su espíritu
su fuerza
su visión
comenzaron a tomar vida
internamente podía sentir
cuando él curó al leproso
podía sentir
cuando él le habló
a las multitudes
podía sentir
cuando él caminó
con nosotros
estaba temblando
pero la diferencia
de anoche
yo no temblaba de miedo
sino que temblaba
del poder del espíritu de
jesús
fuerte
fuerza que quema
entrando profundamente
sanando lentamente
de parálisis
mirando alrededor
todo parecía distinto
sabía que yo era distinto
sabía que era el momento
tiempo de comenzar
de comenzar el proyecto
de dios
que jesús estaba presente
con nosotros
su fuerza
su espíritu
había ocupado el espacio
del miedo adentro de su
espíritu
sacando el miedo
encontrando fuerza interior
dejando el cuarto superior
pero más importante
dejando atrás para
siempre
el miedo que paraliza
que no me ha permitido
actuar
hablar
a las grandes cantidades
de tantos países
reunidos en la plaza
mirando alrededor
al mar de rostros
ellos necesitaban destruir
a jesús
pero su abba lo elevó
y él está vivo
yo podía sentir poder
fuerza
sentir el espíritu de jesús
dándome poder
podía decir
que aquellos en la multitud
eran movidos
por las palabras que salían
sabía que era el poder
que habíamos estado
esperando
así que esto era
lo que es estar lleno
del espíritu de jesús
todos nosotros
esta mañana habíamos
sido cambiados
cada uno de nosotros
ahora hablaba con
sentimiento
con convicción
yo observé
mientras maría
una de nuestro grupo
se agachó y tocó
al leproso
con llagas supurando
las mujeres parecían
yo lo quería tocar
el espíritu de dios era
mucho más fuertes
estar con él
tan fuerte
el temor no las había
como lo habíamos estado
que maría abrazó
abarcado
en la costa
a este grande
las mujeres diciéndonos
del lago de galilea
quien por años
era el momento
pero lo que estábamos
había sido marginado
de comenzar
experimentando
de su familia
de hablar sobre jesús
era distinto
el espíritu de dios estaba
para comenzar este
más fuerte
trabajando
proyecto
él estaba presente
tan fuertemente
aquí estaba yo todavía
yo sé que él nos
yo ya no estaba paralizado que este leproso
aterrorizado
había dicho
de miedo
fue sanado
de ser capturado
como él enviaría
sino que comencé
instantáneamente
miré en lo profundo de mi
al espíritu
a hablar
gozo abarcó su rostro
interior
hablándoles a aquellos
mi corazón fue
preguntándome
no podía pensar
frente a mí
conmocionado
¿cómo iba yo a ser libre?
no podía moverme
por un espíritu
fuego fluyendo en mi interior sobre jesús
que era el que
sobrecogedor
esta mañana nos reunimos quemándome con fuerza
habíamos estado
que comencé a hablar
para recordar al maestro
fue en ese momento
esperando
claramente
tomaríamos el pan juntos
era como si
para que nos salvara
de mi experiencia
mientras permanecíamos
grandes rocas
salvarnos de la oscuridad de conocer a jesús
sentados
se quebraban en pedazos
que nos rodeaba
sentimiento que quemaba
durante las más silenciosas abriendo nuevos espacios
pero nuestros líderes
por dentro
horas de la mañana
abriendo un miedo oscuro
religiosos
que los muchos
una quietud llenó el cuarto profundo
no podían aceptar
parados ante mí
leyendo las escrituras
deslizándose
esta verdad
también conocían
esperando mientras el
por las paredes
a este grandioso espíritu
centinela espera
mi cuerpo completo
quemando en mi interior
por el amanecer
y fluyendo hacia afuera
Descargar