Manifiesto de la comunidad universitaria

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MANIFIESTO EN DEFENSA DE UNA UNIVERSIDAD PÚBLICA,
LAICA, DEMOCRÁTICA Y AL SERVICIO DE TODA LA SOCIEDAD
Los/las firmantes de este documento, firmemente comprometidos y comprometidas por una
Universidad Pública, Laica, Democrática y al servicio de toda la sociedad, lo han elaborado con
el objetivo, por una parte, de rebatir y desautorizar el Informe sobre una “Propuesta para la
reforma y mejora de la calidad y eficiencia del sistema universitario español” de la Comisión de
“expertos” designada por el Ministerio, y para denunciar la deriva neoliberal, mercantilista y
autoritaria de dicho informe, que en vez de avanzar hacia la resolución de los problemas y
deficiencias de las Universidades públicas en el Estado Español amenazan con provocar una
grave involución en las mismas, que las incapacitarían para jugar un papel positivo para
contribuir a una salida socialmente justa de la actual crisis económica y sistémica que
padecemos. Y, por otra parte, de cara a avanzar los criterios y líneas estratégicas básicas para
Otra Universidad Posible.
El Informe de "expertos" del PP parte de un diagnóstico erróneo y catastrofista que pasa por
alto la deficiente situación de partida de las Universidades Públicas en el Estado Español al
final de la dictadura franquista y los progresos realizados por las mismas hasta llegar a una
docencia y productividad científica equiparables a los del conjunto de los países de la OCDE, a
pesar de la insuficiencia de medios de los que disponen. Y el Informe se realiza por un conjunto
de “expertos” que lo son en distintas disciplinas académicas, pero en ningún caso en gestión
académica o en cuestiones pedagógicas, y que vierten en él sus prejuicios ideológicos por
encima de sus conocimientos científicos. Es necesario por tanto desmontar dichos prejuicios
para enderezar los enfoques sobre la realidad universitaria que el Informe presenta:
UNA FORMACIÓN BÁSICA, POLIVALENTE Y CRÍTICA COMO FORMA DE ACCESO AL SABER
COMPLEJO Y SIEMPRE ABIERTO Carece de sentido pretender adaptar los estudios
universitarios a un mercado cuya mudabilidad haría que en muchos casos las materias
específicas introducidas con ese criterio hubieran devenido obsoletas al finalizar los estudios.
Por otra parte, las graves deficiencias de la estructura económica y empresarial en el Estado
Español harían dicho intento de adaptación especialmente suicida. Si los egresados y las
egresadas de nuestras Universidades tienen dificultades para encontrar trabajo en España no
es tanto por las deficiencias de su formación como por la incapacidad del tejido económico
existente para rentabilizar un trabajo profesional de alta cualificación.
Es mucho más racional fomentar una formación básica y polivalente que capacite a las
egresadas y los egresados de las Universidades, no ya para adaptarse a la situación existente,
sino para incidir creativamente en la misma, vertiendo y desarrollando los conocimientos
adquiridos y su capacidad investigadora, cosa que requerirá por otra parte profundos cambios
en la estructura económica vinculados a un modelo alternativo de desarrollo social y humano.
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UN GOBIERNO DEMOCRÁTICO COMO FORMA DE GARANTIZAR LA AUTONOMÍA E
INDEPENDENCIA DE LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS Es irracional pretender gobernar sistemas
complejos por métodos jerárquicos y autoritarios. Los modelos de gestión empresarial dirigista
que se pretenden trasplantar a la Universidad están por otra parte obsoletos, e ignoran la
importancia, patentizada por la dinámica de grupos, de la participación e implicación
personales, que requieren de métodos democráticos y son esenciales para actividades que no
pueden reducirse a tareas mecánicas y repetitivas sino que necesitan de un esfuerzo
intelectual y creativo, que son además imprescindibles para formar profesionales capacitados
y capacitadas para investigar e innovar en el proceso de construcción de una sociedad mejor y
una economía más justa. Tales métodos son también esenciales para promover una
renovación pedagógica para un aprendizaje centrado en el estudiantado, que permita formar
profesionales capacitados y capacitadas para investigar e innovar en el proceso de
construcción de una sociedad mejor y una economía más justa.
Los cambios que requiere el gobierno de nuestras Universidades son, por el contrario,
desarrollar y profundizar la participación democrática de las distintas categorías del
profesorado, del estudiantado y del personal de administración y servicios, partiendo de los
avances realizados desde el fin del franquismo pero superando los residuos corporativos
todavía existentes que dificultan la plena participación de todos sus miembros en la toma de
decisiones sobre el funcionamiento de la Universidad a todos sus niveles.
UNA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA QUE GARANTICE LA INDEPENDENCIA CIENTÍFICA, ACADÉMICA
Y DEMOCRÁTICA DE LAS UNIVERSIDADES Supeditar el gobierno de las Universidades a las
instituciones políticas, como ocurriría si se hace intervenir a representantes de las mismas en
sus órganos de gobierno académico e incluso en la elección de los rectores, no sólo
contradeciría la autonomía universitaria establecida en la Constitución actualmente vigente,
sino que obstaculizaría la capacidad crítica de dichas Universidades para el desarrollo del
conocimiento y para la evaluación académica independiente de la actuación de los poderes
públicos.
El interés social requiere de Universidades plenamente autónomas, capaces de gobernarse por
sí mismas a partir de la participación democrática del conjunto de sus miembros y con una
gestión profesionalizada, como base para rendir cuentas ante los poderes públicos del uso de
los fondos públicos proporcionados por la sociedad para atender a sus necesidades de una
docencia e investigación universitarias de alta calidad cuyos resultados puedan ser transferidos
a la misma en el marco del dominio público y el interés social de dichos resultados.
UNA UNIVERSIDAD PÚBLICA COMO SERVICIO PÚBLICO AL SERVICIO DE TODA LA SOCIEDAD
Orientarse hacia la financiación privada de las Universidades Públicas, condicionando así su
docencia o investigación, llevaría a un despilfarro y mala utilización de recursos públicos al
supeditarlos a intereses privados. Y la potenciación de Universidades Privadas, condicionadas
por la búsqueda del lucro de sus propietarios, llevaría a que los medios en ellas invertidos no
se dedicaran exclusivamente al desarrollo de una docencia e investigación de calidad.
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Sólo la financiación pública de las Universidades Públicas, proporcionándoles los recursos
necesarios para el desarrollo de sus actividades sin tener que recurrir a una financiación
privada, posibilita que el uso de los fondos se oriente únicamente por la racionalidad
académica y esté sometido a un control democrático que garantice que dicho uso esté regido
exclusivamente por el interés público.
UNA UNIVERSIDAD COOPERATIVA QUE ESTIMULE LA COLABORACIÓN ACADÉMICA E
INVESTIGADORA Someter a las Universidades y a sus miembros a una carrera competitiva para
obtener fondos a partir de ocupar posiciones en una escala de supuesta “excelencia” supone
desincentivar la cooperación con otros colegas o centros que se presentan como
“competidores”. Ello lleva a perder sinergias y posibilidad de esfuerzos compartidos que eviten
duplicidades innecesarias, así como al desperdicio de los recursos de quienes por no recibir los
fondos necesarios no puedan desempeñar adecuadamente sus funciones. Así, la
“competitividad” entre las partes conduce a la incompetencia del sistema. Hay que impulsar
por el contrario la cooperación entre profesionales y Universidades para rentabilizar al máximo
los esfuerzos de todos y favorecer el desarrollo y la calidad de todas ellas.
UNA UNIVERSIDAD GRATUITA QUE NO IMPIDA EL ACCESO POR RAZONES ECONÓMICA Cada
joven que por razones económicas no puede seguir los estudios universitarios supone un
oneroso despilfarro de potencialidades personales que lastra el desarrollo económico y social.
Potenciar además el endeudamiento con becas-préstamo incondicionales supone hipotecar el
futuro de las nuevas generaciones. Y desincentivar con tasas elevadas, o dificultando el acceso
a una beca académica, una actividad tan socialmente necesaria como es el estudio supone una
apuesta por el suicidio colectivo de nuestro país. Y ello resulta especialmente dramático en un
contexto económico con un paro juvenil del orden del 50%, en tanto que supone condenar a
muchos jóvenes a ni estudiar ni trabajar.
No hay mejor uso de los recursos públicos que estimular con la gratuidad y con la retribución
de los estudios a través de becas-salario la formación de una juventud de cuya preparación
dependerá en buena medida el futuro de nuestro país.
UNA SITUACIÓN ESTABLE DEL PROFESORADO QUE FACILITE SU INDEPENDENCIA, MOTIVACIÓN
Y RENOVACIÓN PEDAGÓGICA Incrementar el porcentaje del profesorado en situación precaria,
potenciando la arbitrariedad en su contratación y también en su despido, reforzaría
ciertamente las relaciones parafeudales entre quienes ostenten el poder de contratar y
despedir y aquellos y aquellas que ocupen una posición de servidumbre hacia ellos. Pero no
garantizaría para dicho profesorado precario la libertad de cátedra, el ejercicio de la crítica y el
compromiso con la Universidad que son necesarios para el desarrollo de ésta como un
proyecto colectivo compartido.
Una Universidad Pública, Crítica y Democrática requiere de un proceso objetivo de selección
de su profesorado como del resto del personal, que tras un período inicial de formación le
permita acceder en condiciones claramente estipuladas a una estabilidad sometida a controles
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igualmente objetivos para participar libre y críticamente en la tarea colectiva de desarrollar
una docencia e investigación de calidad al servicio del interés público, del país que la alberga y
del progreso humano.
FIRMANTES: Marie-Christine Vergiat (Eurodiputada, Comisión de Educación del Parlamento
Europeo); Jorge Riechamann (Profesor Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid);
Antonio Baylos (Catedrático de Derecho de la Universidad Castilla La Mancha); Joaquín
Aparicio (Catedrático de Derecho de la Universidad Castilla La Mancha); Lluís Torró (Profesor
de Historia Económica Universidad de Alicante); Amat Sánchez (Profesor de Economía Aplicada
Universitat de València); Adoración Guamán (Profesora Universidad de Valencia); Rafael Plá
(Profesor Universidad de Valencia); Carmen Madorrán (Profesora Filosofía de la Universidad
Autónoma de Madrid); Emilio Criado Herrero (Investigador Centro Superior de Investigaciones
Científicas CSIC); Peter Fleissner (Catedrático en la Universidad Politécnica de Viena. Austria);
Maria Teresa Pajares (Profesora Universidad Complutense); Andrés Piqueras (Profesor
Antropología Universidad Jaume I de Castelló); Lara Mayes (Profesora Universidad de
Valencia); Jaime Aja (Profesor de la Universidad de Córdoba); Julián Marcelo (Profesor de la
Universidad Politécnica de Valencia); Alessandro Arienzo (Profesor Universidad Feb. II Napoles.
Italia); Sigfrido Ramírez (Profesor Universidad Copenhague. Dinamarca); Jean Paul Laine
(Universidad de Rouen. Francia); Francisco Trillo (Profesor de Derecho del Trabajo de la
UCLM); José Francisco Murillo (Decano de la Facultad de Ciencias de la Educación Universidad
de Málaga); Jorge Fonseca (Profesor Universidad Complutense de Madrid); Sergio Jaramillo
(Profesor Universidad Politécnica de Madrid); Ana Jorge Alonso (Profesora Comunicación
Audiovisual Universidad de Málaga); Enrique Díez Gutiérrez (Profesor Dpto. Didáctica y
Organización Escolar, Universidad de León); Julian Sanz (Profesor Universidad de Valencia);
Eddie Turney, (Profesor Universidad Politécnica de Valencia); Vicente Sanfélix (Profesor del
departamento de Metafísica y Teoría del Conocimiento, Universitat de València); Gemma Peña
(Profesora Universidad Politécnica de Valencia); Pablo Cortés González (Profesor Dpto de
didáctica y organización escolar, Universidad de Málaga); Francisco Sierra (Profesor Dpto de
Periodismo, Universidad de Sevilla); Patricia García Leyva (Profesor Dpto. de Psicología Social,
Universidad de Málaga); Bernardo Diaz Nosty (Catedrático Dpto. Peridismo, Universidad de
Málaga); Gonzalo Cruz Andreotti (Profesor Dpto. de Historia y Prehistoria, Universidad de
Málaga); Inmaculada Postigo Gómez (Profesora Universidad de Málaga); María Martinez Lara
(Catedrática. Dpto Quimica inorgánica y cristalografía. Universidad de Málaga); Sebastián
Bruque (Catedrático. Dpto Quimica inorgánica y cristalografía. Universidad de Málaga); Aniceto
Murillo Mas (Catedrático. Dpto ÁLGEBRA, GEOMETRÍA Y TOPOLOGÍA. Universidad de Málaga);
Mª Teresa Vera Balanza (Vicedecana de Investigación e Innovación. Facultad de Ciencias de la
Comunicación. Universidad de Málaga); José Francisco Llera Cáceres (Administrativo,
patrimonio Universidad de Extremadura ); Carmen Rodríguez Martínez (Profesora Titular de
Universidad Didáctica y Organización Escolar , Universidad de Málaga); Carmen Domínguez
Godínez (Profesora, Departamento de Óptica II, Universidad Complutense de Madrid); José
Ignacio Rivas Flores (Catedrático de universidad, Didáctica y Organización Escolar, Universidad
de Málaga); Rocío Anguita Martínez (Profesora de Pedagogía, Universidad Valladolid); Luis
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Torrego Egido (Profesor Departamento de Pedagogía, Universidad de Valladolid); Ed Turney
(Treballador de la Instrucción Pública, Lingüística aplicada, Universitat Politècnica de València);
Pedro López López (Profesor Titular, Biblioteconomía y documentación, Universidad
Complutense de Madrid); Francisco Bernete (Profesor Sociología IV Universidad Complutense
de Madrid); Pedro del Cura Sánchez (Alumno Programa Doctorado, Psicología del Trabajo y las
Organizaciones, Universidad UCM); Juan José Alonso Tresguerres (Profesor de Secundaria de
Filosofía, Instituto Navia – Asturias); Lucía Vicent Valverde (Investigadora de Economía (ICEI)
Universidad UCM); Joaquín Paredes (Profesor Titular de Universidad, Didáctica y Teoría de la
educación, Universidad Autónoma de Madrid); Félix Rubio Ferrer (Maestro, Primaria,
Universidad Zaragoza); Ascensión Palomares Ruiz (Profesora Universidad de Castilla La
Mancha); Vicente Lorenzo Esteban (Profesor Titular de Universidad, U.D. Siderurgia,
Universidad Politécnica de Madrid); Chiquinquirá Hontoria Fernández (Profesora Titular de
Universidad, Edafología Universidad Politécnica de Madrid); Fernando Cruz Roldán
(Catedrático de Universidad, Teoría de la Señal y Comunicaciones, Universidad de Alcalá);
Rafael Catalá Mateo (Personal de Administración y Servicios, Sección de Becas, Universidad de
Alcalá); Nicolás García Rivas (Catedrático de Derecho penal , Director del Departamento de
Derecho público y de la empresa, Universidad de Castilla-La Mancha); Ana Burusco
Juandeaburre (Titular de Universidad, Automática y Computación,
Universidad Pública de
Navarra); Alicia Durán Carrera, Profesora de Investigación del CSIC, Física, Instituto de
Cerámica y Vidrio, Universidad CSIC/UAM); María de la Orden Hernández (Catedrática Escuela
Universitaria, Química Orgánica I, Universidad Complutense de Madrid); María del Carmen
Cablanque Álvarez (Auxiliar Administrativo, Contabilidad, Universidad de Alcalá de Henares);
Pedro Miralles Martínez (Profesor Titular, Educación, Universidad de Murcia); Ana Sáenz del
Castillo (Profesora, CC. de la Educación, Universidad UEX); María Sandín Vázquez (Profesora e
Investigadora, Salud Pública, Universidad de Alcalá); Francisco Bachiller Márquez
(Administrativo, Departamento de Geología, Geografía y Medio Ambiente, Universidad de
Alcalá, Universidad UPM); José Luis García Navío (Profesor Titular de Universidad, Química
Orgánica y Química Inorgánica, Universidad de Alcalá); Paz Galache Payá (Profesora Titular
Química Física, Universidad de Alicante); Elena Martín Ortega (Catedrática de Universidad,
Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad Autónoma de Madrid); Julián Sanz Hoya
(Profesor Titular, Historia Contemporánea, Universitat de València); Francisco Romero
Colomer (Catedràtic d’Universitat, Física Aplicada Universitat Politècnica de València); Jesús
Escribano Martinez (Profesor UCM / Secretario Sec. Sindical CCOO-UCM, Sistemas Informáticos
, Universidad Complutense de Madrid); Gerardo Echeita Sarrionandia (Profesor Titular
Psicología Evolutiva y Educación, Universidad Autónoma de Madrid); Manuel Martínez Llaneza
(Profesor Titular de Matemáticas, Universidad Politécnica de Madrid); Mª Cristina Rivero
Nuñez (Profesora Laboral, Licenciada en Ciencias Químicas, Universidad Politécnica de
Madrid); Carmen Torres (Profesora Matemática Aplicada, UPM); Nacho Álvarez (Profesor
Economía Aplicada, Universidad de Valladolid); Elena Ausejo (Catedrática Historia de la
Ciencia, Universidad Zaragoza); Natividad Mendoza Navas (Universidad de Castilla-La Mancha);
Francisco Marcellan Español (Catedrático de Matemática Aplicada Departamento de
Matemáticas, Universidad Carlos III de Madrid); Jorge Martínez (Profesor Titular Universidad
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Carlos III de Madrid); Juan de Dios Castro Molina (PAS, Universidad de Granada); Fco. Javier
Corredor López (Profesor de la UPM, Electrónica Universidad Politécnica de Madrid); Reyes
Matía (Alumno, Universidad Valladolid); Mª José Llorente Tabanera (Jubilada, PAS, Universidad
Alcalá de Henares); Javier del Río (Profesor titular de Universidad, dpto. física de materiales,
Universidad complutense de Madrid); Guillermo Lusa Monforte (Profesor jubilado de la
Universitat politécnica de Catalunya); Francisco Imbernon Muñoz (Catedrático de Universidad
dpto. de Educación Universidad de Barcelona); Feliciano Castaño Villar (Investigador de
Pedagogía y Educación Universidad de Granada); Cristina Peñamarín (Catedrática de teoría de
la información, Periodismo III, Universidad Complutense de Madrid); Jurjo torres Santomé
(Catedrático de Universidad, dpto. de Pedagoxia e didáctica, Universidad da Coruña);
Wenceslao Castañares Burcio (Profesor titular de Universidad, dpto. de Periodismo III,
Universidad Complutense de Madrid); Miguel López Melero (Catedrático de Universidad, dpto.
didáctica y Organización escolar, Universidad de Málaga); José Palazón Espinosa (Profesor del
dpto. de Química Inorgánica de la Universidad de Murcia); Cristina del Barrio Martínez
(Catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid);
Oswaldo Guaman Romero (Profesor de artes, escuela de artes de la Universidad de Machala);
Rafael Porlan Ariza (Catedrático de Didáctica de las ciencias de la Universidad de Sevilla);
Carmen Turrero Jaro (Comité de empresa de CCOO en IBM Global Services, dpto.
administración); Amador Guarro Pallas (Profesor Didáctica y Organización Escolar de la
Universidad de la Laguna); Esperanza Ceballos Vacas (Profesor Metodos de Investigación y
diagnóstico en la Universidad de la Laguna); Amelia Verdejo Rodríguez (Profesora de
Matemáticas de la Universidad de Vigo); Juan Mainer Baqué ( Zaragoza); Javier Benavente
González (Profesor titular de ciencias de la Tierra de la Universidad de Cádiz); Coral Cuadrada
Majó (Prof. Universidad de Historia URV.); Emilio Criado Herrero (Investigador CSIC, dpto.
materiales cerámicos campus UAM-CSIC); Victoria Delicado Useros (Profesora titular dpto. de
enfermería y salud pública de la Universidad de Castilla la Mancha); M José García Sánchez
(Profesora universitaria jubilada de ciencias de la educación de la universidad de
Extremadura); Carmen Ortiz Vaquero (Ciudadana); Ángeles Zorzo Santos (Madrid); Pedro Tomé
Martín (científico titular, Inst. de Lengua, Literatura y antropología del consejo superior del
CSIC); Eusebio Jarauta Bragalut (Catedrático Escuela universitaria de Matemática Aplicada/III
de la Universidad Politécnica de Catalunya); Antonio Castro (Universidad Complutense de
Madrid); María Moro Sánchez (Profesora Titular de UCM); Domingo Benito Lucas (Doctorado
en Sociología y Comunicación, Universidad de Salamanca); Héctor Grad Fuchsel (Profesor
titular de antropología Social de la Universidad Autónoma de Madrid); Horía Mohamed Amar
(Profesora Dpto. Marketing y comunicación de la Universidad de Cádiz); José Manuel Burgos
Ortiz (docente de programación, lenguaje y sistemas de la Politécnica de Madrid); Miguel
Ángel García Lafuente (Técnico especialista de biblioteca de la Universidad de Valladolid); Fco.
Javier Alcalde de Hoyos (Profesor titular de Psicología Social de la Universidad de Málaga); José
Antonio Younis Hernández (Catedrático de Escuela Universitaria de psicología Social de la
Universidad de las Palmas de Gran Canaria); Patricia García Leiva (Profesora de la Universidad
de Málaga, de Psicología social ); Lourdes Peñalver Herrero ( Profesor, DISCA, Universidad
politécnica de Valencia); Magdalena Jaume Adrover (Profesora de educación artística de la
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Universidad de Illes Balears); María Coll Mengual (Estudiante del IES Guillem Colom
Casasnovas); Pepe Carrasco Molina (Personal de Administración de servicios generales de la
Universidad de Murcia); Víctor Domínguez Lucena (profesor de Filologías integradas de la
Universidad de Alicante); José Manuel Mora Chacón (administrativo de la Universidad de
Alicante); Juan Manuel Dominguez Fuentes (Profesor de dpto. de Psicología Social de la
Universidad de Málaga); Javier Gutiérrez Hurtado ( Profesor de Economía aplicada de la
Universidad de Valladolid); Mirta Nuñez Diaz-Balart (Profesora Titular del dpto. de Historia de
la Comunicación social de la Universidad Complutense de Madrid); Silvia Llorens (Universidad
Castilla la Mancha); Rafael Mateo Corredor (Universidad de Alicante); Cristina López Fernández
(Profesora de sociología de la Universidad de Alicante); María del Mar Galindo Merino
(Profesora de lingüística de filología española, general y teoría de la literatura de la
Universidad de Alicante); Alfredo García Blanco (Personal de administración y servicios
Biblioteca, Universidad de Cantabria); Carolina Martínez Gila (Trabajadora cultural de
Granada); María Jesús Salvador Gijón (Personal de administración y servicios Universidad
Politécnica de Valencia); Paula Troncoso Correa (Estudiante de la Universidad Pablo de
Olavide); Rafael Vilar Hernández (Profesor Titular de Universidad, dpto. Estructura y
construcción, Universidad Politécnica de Cartagena);
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