Presentación de PowerPoint - Hospital Infantil de México Federico

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PERSPECTIVA HISTÓRICA MUNDIAL DE LA
ASEPSIA Y ANTISEPSIA EN LAS
INFECCIONES QUIRÚRGICAS
DOCTOR FERNANDO CHICO CPONCE DE LEÓN
Capitulo Pediátrico de la
Federación Latinoamericana
de Sociedades de Neurocirugía
HOSPÍTAL INFANTIL DE MÉXICO FEDERICO GÓMEZ
Capitulo Pediátrico de la
Federación Latinoamericana
de Sociedades de Neurocirugía
“Del Egipto faraónico nos llegó el papiro de Ebers (1500
a. C.), que sí se refiere al uso de mirra y miel, lo que
podría ser considerado como un tipo de profilaxis para
evitar la infección de la herida”
Gustavo Chico
Bien conocidas son las cualidades de la mirra en el
proceso de embalsamamiento de un cadáver y que era
capaz, junto con otros elementos, de impedir la
putrefacción de la carne. En la miel de abeja jamás
crecen bacterias. Este último método aún es utilizado en
algunos casos de infecciones
“(…) principio etiológico básico adherido a las materias fecales en
el intestino. Cuando el whdw se absorbe y pasa a la sangre la
coagula y la destruye, produciendo abscesos y otras formas de
supuración (…) o bien la putrefacción y corrupción generalizada de
todo el organismo (…)”
El hecho de que el whdw se encontrara en las paredes intestinales
obligaba a los egipcios a purgarse y tomar productos eméticos, por
lo menos tres veces al mes
“[En la] Grecia [protohistorica] descrita por los inmortales poemas de
Homero, encontramos en la Iliada y la Odisea 141 menciones de
heridas en combate, causadas por lanzas, flechas y espadas, tratadas
debridando los labios de la herida, lavándola y usando polvos
astringentes, compresas y vendajes”
Gustavo Chico
Copa de Sosías

La cirugía en la Grecia Clásica, y en la Roma republicana
e imperial, así como en toda la cuenca del
Mediterráneo, fue cirugía bélica y/o en el contexto del
nacimiento de los niños, generalmente
Hipócrates propone ya la trepanación para
algunos traumatismos. Una de las
indicaciones era la supuración de la herida
y el hueso
La asepsia y antisepsia existieron en la Antigüedad
Clásica, estos métodos eran empíricos y tímidos y
muchas de las veces no lograban controlar la aparición
de la infección, en los procedimientos quirúrgicos por
excelencia: la patología de la guerra, la traumatología,
la obstetricia
las indicaciones se amplían también para supuraciones del hueso y en el caso
de fracturas vecinas a las suturas
Sobre la herida supurada se colocaba una cataplasma de harina de centeno,
amasada con vinagre, con un ligero cocimiento que permita tenerla lo más
pegajosa posible. Al día siguiente se buscará la fractura y se raspará con una
legra, tratando de definir de la mejor forma a la fractura. Si después de esto se
decide trepanar, se dejarán pasar 3 días
“si a pesar de vuestros esfuerzos no veis nada [de fractura], hay que colocar
sobre el hueso la substancia soluble más negra posible”
Las heridas y las parturientas se lavaban, más o
menos, además de que se sahumaban con incienso y
mirra. En el caso de las heridas, de guerra o por
trumatismo, había el lavado con vino, que al tener un
cierto tenor de alcohol hacía el papel de
desinfectante, además de algunas hierbas benéficas
De manera curiosa, Hipócrates recomienda no lavar las
heridas y fracturas de cráneo, en toda la zona cubierta
de cabello. Las curaciones, lavado, cataplasmas y
vendajes, las indicaba, únicamente, en la frente y otras
partes desprovistas de pelo, o a nivel de la cejas y en los
ojos
Muchos de los componentes de las cataplasmas se derivan del iris de Iliria, de la
harina seca, del azafrán, de la aristoloquia y de la corteza de la raíz de la alheña;
en suma, de todo lo que limpia el deterioro y promueve la regeneración de la
carne y que proviene de la naturaleza.
Hipócrates
En la época de
Hipócrates existía
el concepto de
trasmisibilidad de
las enfermedades,
así como el de
supuración
y
ataque por ésta de
partes sanas, pero
no la idea de
“infección”
Desde el punto de vista moderno, se puede intentar
definir lo que es una infección:
“La infección se caracteriza por la penetración y desarrollo
en un ser vivo de microbios patógenos, llamados agentes
infecciosos, que invaden el organismo, por vía sanguínea,
como en la septicemia, o que permanecen localizados,
como en la neumonía o en abscesos, etc., vertiendo sus
toxinas en la sangre, según una definición popular”
Diccionario Larrouse
Según una obra especializada (Cruickshank), para que una
infección se de, son necesarias:
La patogenicidad, o la capacidad de iniciar enfermedad, es
una cualidad raeleativamente rara entre los microbios.
Requiere los atributos de la transmisibilidad o
comunicabilidad de un huésped o depósito a un nuevo
huésped, de la infectibilidad o la habilidad de abrir una
brecha en las defensas del huésped y la virulencia, un factor
variable que puede incrementar o reducir la capacidad del
patógeno para causar una enfermedad declarada
”Es lugar común entre los estudiosos de la Historia de la
Medicina, considerar a la cirugía como la rama más vieja de la
terapéutica; desde siempre el hombre ha debido luchar
contra heridas y enfermedades y, como lo indican los
hallazgos de la antropología, desde el paleolítico inferior se
realizaron intentos de curar heridas y enfermedades diversas
por medio de la cirugía, con resultados alentadores en
muchos de los casos, así lo atestiguan cráneos trepanados
(antiquísimos) con procesos cicatriciales muy avanzados. Si la
cirugía es la terapia más antigua, uno de sus mayores
enemigos es todavía más viejo: el siempre presente flagelo de
la infección quirúrgica”
Gustavo Chico
Ver, tocar, oler, escuchar al cuerpo del enfermo y si era necesario gustarlo. Las palabras del
interrogatorio venían al último. El médico que hablaba mucho podía considerarse como un
charlatán
“(…) a) conocimiento del cuerpo humano; b) recabamiento de
información; c) reflexión sobre los datos obtenidos, y d) acción
terapéutica(…)”
Germán Viveros
Como veremos, la vista es el órgano sensorial por excelencia
para Demócrito, Platón y Aristóteles. Además, para los
hipocráticos era más importante lo que se podía apreciar con la
vista, puesto que las palabras, tanto las que el enfermo
profería como las del médico, las consideraban instrumentos
por excelencia de los magos y charlatanes. El conocimiento
debía entrar por la objetividad de la percepción visual
Sin embargo: Hipócrates conocía las características
agresivas de la infección, cuando en necropsias de caras
encontraba:
(…) abran la cabeza [de la cabra] y encontrarán el
cerebro húmedo, lleno de hidropesía y con mal olor; en
esto ustedes reconocerán, evidentemente, que es la
enfermedad y no la divinidad quien altera de esta forma
al cuerpo(…) cuando la epilepsia ha durado mucho
tiempo, ella no es curable, el cerebro está carcomido
por la pituita, y se funde; la pituita fundida se convierte
en agua que rodea y baña al cerebro por fuera(…)
Muchos métodos se heredaron de la
terapéutica hipocrática, como los que
se ven en las ilustraciones
Galeno
Para Galeno, tanto
como para Hipócrates,
no había el concepto de
infección
Galeno (131-201 d. C.), al trabajar, en Pérgamo (Asia
Menor), su ciudad natal, para un lanistas, un
entrenador de gladiadores, curando las heridas de
estos guerreros de circo, le permitió practicar el
lavado y la sutura de las heridas de armas blancas,
por medio de vino y fibras de lino
Galeno proponía lavar con vino tibio las heridas, no
importando que en la cabeza la herida estuviera
cubierta por cabellos
A pesar de todo, en ocasiones las heridas supuraban.
Si la supuración salía al exterior, el paciente tenía la
posibilidad de sanar y cuando había abcesos que
estallaban en el interior del paciente, este fallecía
Se ha responsabilizado a Galeno de la llamada
terapeutica supurativa, muy a pesar de que hemos
visto que propugnaba la limpieza de las heridas,
como se ha mencionado
Los conocimientos de Galeno serían los
que primarían durante toda la edad
média. Tanto su fisiología de la
circulación
como
su
concepto
cuaternario de la física y compsoción de
los cuerpos, con sus cualidades, estaría
en boga hasta el siglo XIX
Dignos de mención en la Edad
Média son:
Pablo de Egina
Avicena
Abulcasis
Aberroes
Constantino Africano
Henri de Mondeville
Guy de Cahuliac
Giovanni da Vigo
Los Saliceto,
Entre otros
Mondeville, escribía su tratado de
cirugía en 1306. Afirmaba, de
manera
incontrovertible,
la
necesidad de lavar las heridas:
“Lave escrupulosamente la herida,
retirando
cualquier
materia
extraña… no aplique aceites o
materias
irritantes;
evite
la
formación de pus, que no
corresponde a una etapa de la
curación, sino a una complicación.
Las heridas secan mucho mejor
antes de la supuración, que después
de ésta… manténgala protegida del
aire, ya que éste provoca la
supuración.”
Guy de Chauliac, a pesar de que
proponía la limpieza de las
heridas y la cauterización de
éstas, también propuso, con los
heridos de la batalla de Creçy,
en donde por primera vez se
usan las armas de fuego en la
guerra europea, la supuración
como método curativo: el pus
loable, ciertamente heredo de
Galeno y en contraposición con
Mondeville
De nuevo, muchas veces, a
pesar de todos los esfuerzos, el
paciente supuraba
Para el Renacimiento y el
Barroco, se siguieron los
mismos imperativos
Los cirujanos sobresalientes
en este periodo son:
Dionicio Daza Chacon
Andrés Alcazar
Berengario da Carpi
Ambroise Paré
Entre otros
El primer, y único, lugar de América en donde se empiezan a manejar
estos conceptos, es la ciudad de México. Durante el siglo XVI se
realizan los primeros procedimientos neuroquirúrgicos del Continente,
publicando tanto los casos clínicos, como las técnicas y sus
resultados: Pedro Arias de Benavides 1567, Valladolid, España
La ciudad de México es también el primer, y único, lugar de América en
donde durante el siglo XVI se imprimen los primeros libros de medicina del
Continente. Libros de gran belleza, con una buena calidad médica y que nos
describen tanto las técnicas de la cirugía de cráneo como de anatomía
cerebral: Alonso López de Hinojosos, 1578, México, Antonio Ricardo Agustín
Farfán 1579
En su libro del 1567, El caso tratado por el
doctor Arias fue el de un niño de 13 años:
quien
sufrió
un
traumatismo
craneoencefálico grave (TCEG), al recibir
la cureña de un “verso”, cañón del tamaño
de la mitad “culebrina”, es decir medio
metro aproximadamente, cañón que se
hacía tronar con salvas para festejar el
advenimiento de un alto funcionario
eclesiástico de la Nueva España
El TCEG produjo un coma profundo,
además de una fractura hundida, conminuta
y con apertura de las meninges y exposición
de materia cerebral
Dos días se preparó al paciente, con
cataplasmas y limpiezas, utilizando vino y
diversos tipo de flores y vegetales. Al tercer
día se inicia la cirugía, que duraría dos
días más. Los metodos de operar de Arias
de Benavides fueron hipocrático-galénicos,
lo mismo que los de López de Hinojosos y
los del padre Farfán
La ciudad de México es también el primer, y único, lugar de América en
donde durante el siglo XVI se imprimen los primeros libros de medicina del
Continente. Libros de gran belleza, con una buena calidad médica y que nos
describen tanto las técnicas de la cirugía de cráneo como de anatomía
cerebral: Alonso López de Hinojosos, 1578, México, Antonio Ricardo Agustín
Farfán 1579
Alonso López de Hinojosos describe
una serie de procedimientos para
limpiar y preparar al paciente para una
eventual cirugía:
“libre el miembro de abscesos… hay
que limpiar el área con vino caliente…
turpentina caliente y aceite de pino o
sahuco así como triaca mezclada con
vino… y brandy.. Incienso, mirra y
mostaza… y múltiples baños en
temazcal… yema de huevo con
incienso”
La multiple utilización del vino, con
diversos tenor de alcohol, así como el
incienso y la mirra, tenían efectos de
antisepsia, antes de abordar a la herida
El padre Agustín Farfán, (Sevilla 1532 –México 1604), fraile agustino,
imprime en 1579, en la casa de Antonio Ricardo, el libro más bello de
medicina, anatomía y cirugía que apareciera en México y el Continente
Americano. La preparación con diversas substancia antisépticas, es la misma
que para los autores precedentes
Juan de Barrios ( Colmenar Viejo, Toledo, 1562 – Madrid 1644). La Verdadera
Medicina de Juan de Barrios nos presenta técnicas para abordar los traumatismos
craneanos, las heridas y las fracturas, semejantes a los mencionados por los
autores precedentes. El bello libro del doctor Barrios es la prolongación de la bella
bibliografia mexicana del siglo XVI
Nace el dos de mayo de 1601 o
1602, en geisa, abadía de
Fulda, Alemania. Fallece en
Roma el 27/28 de noviembre
del 1608: jesuita ducho en
ciencias y artes, pionero en
muchos ramos del saber
humano, quien afirmó que las
enfermedades infecciosas no
procedían de fuentes mágicas
o misteriosas y que lo más
probable era que fuesen
causadas por “animálculos”
transmitidos
de
diversos
modos a los enfermos
Francisco Redi
Arezzo, 18 xe febrero 1626/Pisa,
1 de marzo
de 1697
Es el primero en afirmar que no
existe la generación espontánea
Lázaro Spallanzzani,
Scandiano, Regio de
Emilia, Italia
1726/1799, Pavía
Sus
geniales
experimentos terminan
de
confirmar
la
imposibilidad de la
generación espontánea
Spalanzani
En 1769, Spallanzani demostró que no existe la generación
espontánea de la vida, allanaqndo obstaculos a las proposiciones
de Pasteur.
Spallanzani diseñó experimentos para refutar al inglés John
Turberville Needham, que había calentado y sellado caldo de
carne en diversos recipientes, en los cuales se encontraron
microorganismos abrir los recipientes; se propuso que esto
demostraba que la vida surge de la materia no viviente.
Spallanzani pudo demostrar que dichos caldos no generaban
microorganismos, prolongando el periodo de calentamiento y
sellando con más cuidado los recipientes
Ignaz Semmelweis
18 de julio de 1818, Buda, al 13
de agosto del 1865, Viena
El doctor Semmelweis
De 12 y 42 años,
en 1830 y 1860
En 1847, un amigo del doctor Semmelweis, JaKob Kolletchka había fallecido después de
haberse herido con un bisturí, en una practica de autopsia
Descubrió, entonces, que los practicantes que atendían a las parturientas, se
presentaba a esta actividad inmediatamente después de sus clases de disección en
cadaveres
Sommelweis concluyó que eran “particulas cadavéricas” las que se inoculaban a las
parturientas
Semmelweis fue un médico polémico, se le describe agresivo y en ocasiones grosero
En 1865 muere, en un hospital psiquiátrico de Viena
First clinic
Year Births
Deaths
Second clinic
Rate (%)
Births
Deaths
1841
1842
1843
1844
1845
1846
7.8
15.8
9.0
8.2
6.9
11.4
3,036
3,287
3,060
3,157
3,492
4,010
237
518
274
260
241
459
2,442
2,659
2,739
2,956
3,241
3,754
86
202
164
68
66
105
3.5
7.6
6.0
2.3
2.0
2.8
Rate (%)
LA FIEBRE PUERPERAL EN EUROPA A
MEDIADOS DEL SIGLO XIX9 10
CIUDAD CLÍNICA MORTALIDAD (%)
Viena
Clínica de Klein
40
Berlín
Clínica de Schuld
26
Edinburgh Clínica de Simpson
22
París
Clínica de Dubois
18
“Joseph Lister, un cirujano inglés que
ejercía en Escocia, supo ver en el
trabajo de Pasteur acerca de la
fermentación, una solución al
misterio de la altísima mortalidad de
pacientes operados para reducir
fracturas expuestas, o amputados,
quienes sucumbían víctimas de la
gangrena y del “envenenamiento de
la sangre”; procedió curando la
herida con ácido carbólico para
cubrirla después con una apósito
fenolado (Rx. Ácido fenico: 50 gr.;
glicerina:
50
gr.;
colofano
(Colophane?): 200 gr.; alcohol del 95:
1200 gr. ); también desinfectó el
catgut usando ácido fénico, agua
destilada y aceite”
Gustavo Chico
Joseph Lister, 5 de abril de 1827 a 10
de febrero de 1912
En el 1865 Lister inició la asepsia y antisepsia, antes de las cirugías, haciendo caer
dramáticamente la presencia de infecciones en los post-operatorios
En 1867, ponía en relación los estudios de Sommelweis y las recientes
investigaciones de Pasteur y proponía que eran las bacterias las que causaban las
infecciones en las heridas quirúrgicas, todo esto en una publicación del Lancet
En 1869 inventa su pulverizador de gas carbónico, que se aplicaba a la pielantes de
incidir.
Victor Horsley en Inglaterra y
Keen, en EUA, ponían ya en
práctica los metodos
recomendados por Lister
Francesco Durante actua en
Italia, ya con los metodos de
Lister
En Francia descollaría Antony
Chipault, con la publicación en
1895 de un bello tratado de
neurocirugía
En Alemania Fedor Krause
trabajaba sobre los mismos
objetivos
Las neoplasias o abscesos, que
más se prestaban para ser
operadas eran aquellas que
ocasionaban francos signos de
localización, ya fuese por déficit
motor o por la presencia de una
afasia, preferentemente motriz
Broca había abierto la puerta para
una perfecta localización de
algunas, muy sensibles, regiones
cerebrales
Broca fue uno de los iniciadores
de los métodos de asepsia y
antisepsia quirúrgicos en Francia
Louis Pasteur, sabio francés nacido en
Dole, en el Franco Condado, el 27 de
diciembre el 1922 y muerto a los
alreddeores de Paris en 28 de
septiembre el 1895.
“[en] su trabajo microbiológico, el
sabio francés descubrió que ciertas
bacterias, llamadas por él anaerobias
podían crecer exclusivamente en
ausencia de oxígeno, lo que conmovió
a la comunidad biológica, ya que
entonces se creía que todas las formas
de vida tenían como requisito esencial
el consumo de tan preciado elemento
… le tocó, también, abrir camino como
vanguardia en otras dos disciplinas
imprescindibles en nuestra época.- la
inmunología y la virología”
Entre otras cosas
Claude Bernard nació en Saint
Julien, en el Rhône y muere en Paris
el 10 de febrero del 1878
Bernard es el padre de la medicina
experimental, de la medicina
científica moderna: en un breve
tratado, Introducción al estudio de la
medicina experimental, publicado en
1865, cuando se reponía en su
pueblo, de una colitis nerviosa, es el
parteaguas de la medicina antiguamoderna
Pasteur dijo que el benéfico influjo
de esta obra, transformaría de muy
buena manera a la medicina mundial
Roberto Koch
1843-1910
•
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•
•
•
•
Galileo Galilei
John Tyndall (Esterilización)
Ehrlich (Salvarsán)
Halsted (Guantes Látex Estériles )
Jesús Cumate
Federico Gómez
El doctor Rafael Lavista, nacido
en Durango en 1839 y fallecido
en la Cd. De México en 1900,
fue un pionero de varias ramas
de la medicina en México:
Es uno de los introductores de la
asepsia y antisepsia quirúrgica
en México, junto con el doctor
Eduardo Liceaga
¡Gracias!
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