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ESE
Universidad de los Andes
Escuela de Negocios
DOCUMENTO DOCENTE
Aspectos Reales
de Macroeconomía
MARÍA CECILIA CIFUENTES, JOSÉ MIGUEL SIMIAN
DD-06-03
Documento Docente:
Aspectos Reales de Macroeconomı́a
Marı́a Cecilia Cifuentes H.*
José Miguel Simian S.**
Marzo 2006
Resumen
Este documento docente contiene algunas de las notas técnicas de
los Informes Macroeconómicos de la Universidad de los Andes. Varias de
ellas han sido modificadas para darles un carácter más general y menos
de coyuntura. Se le agregaron además algunas fuentes bibliográficas.
*
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de los Andes. Av-
da. San Carlos de Apoquindo 2200 Santiago/Chile. Tel: +56 2 4129238; e-mail:
[email protected]
**
ESE Escuela de Negocios, Universidad de los Andes. Avda. Plaza 1905 Santiago/Chile.
Tel: +56 2 4129510; e-mail: [email protected]
1
Índice
1. Claves del Crecimiento
3
2. El Desafı́o Demográfico
13
3. Consumo Agregado
19
4. Inversión Agregada
25
5. La Tasa Natural de Desempleo
31
6. El Balance Estructural del Sector Público:
Conceptos Importantes
38
2
Claves del Crecimiento†
1.
¿Cómo podrı́a la economı́a chilena volver a crecer a las tasas observadas entre
1985 y 1995? Esta pregunta ha sido planteada en más de una oportunidad desde
1998. No se le ha dado una respuesta definitiva y tampoco es el objetivo de esta
nota hacerlo, sino más bien señalar qué factores pueden ser considerados claves
para el crecimiento económico.1
Para lo que sigue entenderemos por crecimiento económico, el crecimiento del
producto real per cápita. Este es un indicador de la capacidad de una economı́a
de producir bienes y de aumentar su bienestar económico. Otros aspectos del
bienestar como son la salud y la esperanza de vida están muy relacionados con
nivel de ingreso real per cápita.
Los siguientes dos cuadros muestran algunas cifras relativas al crecimiento,
cuya información está tomada del Penn World Table que publica datos comparables de ingreso per cápita para muchas economı́as del mundo. El cuadro
1 muestra los niveles ingresos per cápita de algunos paı́ses, entre los cuales se
encuentran los de ingreso per cápita más altos del mundo y algunos de los con
el ingreso per cápita más bajo. Aparecen también algunos paı́ses en situaciones intermedias, como Chile y China. Los ingresos están medidos en dólares
constantes del año 1996 corregidos por paridad de poder de compra de cada
paı́s. Esto hace que las cifras sean comparables. El cuadro incluye el ingreso
per cápita en 1960 y 2000 ası́ como la tasa de crecimiento promedio entre las
dos fechas. Se puede decir que hay un abismo entre los más pobres y los más
†
Versión modificada de la Nota Técnica del Informe Macroeconómico de la Universidad
de los Andes, Septiembre de 2004.
1
Para un tratamiento más extenso del tema a nivel introductorio ver Jones, C. “Introduction to Economic Growth”, Second Edition, New York W.W. Norton 2002; Un análisis
con mayor nivel de profundidad se encuentra en Barro, R. y Sala-i-Martin, X. “Economic
Growth”, Second Edition, Cambridge Mass. MIT Press 2004. A nivel de difusión es muy
recomendable Easterly, W. “The Elusive Quest for Growth: Economists´ Adventures and
Misadventures in the Tropics”. Cambridge Mass. MIT Press, 2001.
3
País
1960
2000
Crec.(%)
Luxemburgo
USA
Noruega
Canada
Hong Kong
11576
12414
8239
10419
3047
44009
33308
27044
26922
26703
3,4
2,5
3,0
2,4
5,6
Chile
Peru
China
Bolivia
3818
3118
685
2324
9920
4583
3747
2722
2,4
1,0
4,3
0,4
Nigeria
Ethiopia
Burundi
Tanzania
1035
526
517
383
713
635
523
482
-0,9
0,5
0,0
0,6
(PIB per cápita en US$1996: Fuente: PWT6.1)
Cuadro 1: Ingreso per cápita
ricos. El ingreso per cápita en Luxemburgo es casi 100 veces el de Tanzania.
Constatamos también que en 1960 Hong Kong era más pobre que Chile y Perú
y hoy se encuentra dentro de los paı́ses más ricos del mundo, habiendo dejado
atrás a muchos otros. Esto evidencia que un paı́s pobre no tiene porqué serlo
para siempre.
El cuadro 2 compara las economı́as con las tasas de crecimiento del producto
per cápita más altas y más bajas del mundo para el perı́odo comprendido entre
1960 y 2000. Las dos primeras columnas muestran el ingreso per cápita en cada
uno de esos años respectivamente y la tercera indica la tasa de crecimiento
promedio del ingreso per cápita en esos 40 años, igual que en el cuadro 1.
En la última columna se ha calculado el número de años que esas economı́as
requieren para doblar su ingreso per cápita si mantienen la tasa de crecimiento
promedio de los últimos 40 años. El caso más espectacular es el de Corea del
Sur, cuyo ingreso per cápita creció a una tasa promedio de 6.0 % durante 40
años. Le bastan 12 años para duplicar su ingreso per cápita. Perú, en cambio,
4
País
1960
2000
Crec(%) Dobla
Corea del S.
Hong Kong
Tailandia
China
Japón
1571
3047
1121
685
4657
15881
26703
6857
3747
24672
6,0
5,6
4,6
4,3
4,3
12
13
15
16
16
Chile
Argentina
Peru
3818
7395
3118
9920
10995
4583
2,4
1,0
1,0
29
70
72
Nigeria
Madagascar
Mozambique
Nicaragua
1035
1235
1567
2931
713
836
1037
1767
-0,9
-1,0
-1,0
-1,3
(PIB per cápita en US$1996: Fuente: PWT6.1)
Cuadro 2: Ingreso per cápita
necesita 72 años para duplicar su ingreso per cápita, manteniendo una tasa de
crecimiento de 1 %. Vemos también que hay paı́ses cuyo ingreso per cápita ha
disminuido en el perı́odo analizado, es decir, son hoy más pobres de lo que eran
hace 40 años. Por otra parte pequeñas diferencias en las tasas de crecimiento
por perı́odos prolongados de tiempo implican grandes diferencias en los niveles
de ingreso per cápita. Véase por ejemplo el caso de Luxemburgo y Canadá en
el cuadro 1: la tasa de crecimiento del primero es un punto porcentual mayor
que la de Canadá y el efecto sobre el nivel de producto después de 40 años es
significativo.
Observando la información de ambas tablas podemos constatar que (1) hay
enormes diferencias en los niveles de ingresos per cápita entre paı́ses y (2) que
hay grandes diferencias también en las tasas de crecimiento. ¿Qué explica estas
diferencias, tanto en los niveles de los ingresos como en las tasas de crecimiento?
Vamos por parte y analicemos primero las diferencias en los niveles. Un
ingreso per cápita más alto —respecto de otra economı́a o de años anteriores—
no significa otra cosa que la economı́a es capaz de producir, en cada perı́odo, una
5
mayor cantidad de bienes. Si suponemos que la fuerza de trabajo es una fracción
constante del total de la población, el mayor ingreso per cápita implica que la
productividad de cada trabajador es más alta. Ahora, cada trabajador utiliza
dos insumos para la producción de bienes: capital y tecnologı́a. Crecimientos de
la productividad provendrán entonces de utilizar más capital (por trabajador)
o bien de disponer de mejor tecnologı́a. Por capital entederemos todos aquellos
bienes de los cuales un trabajor dispone y que puede utilizar para producir otros
bienes como por ejemplo herramientas, maquinarias, fábricas, etc. La tecnologı́a,
en cambio, son ideas, es el conocimiento acerca de cómo hacer las cosas, acerca
de cómo combinar más eficientemente el trabajo y el capital.
La acumulación de capital requiere inversión, o bien la otra cara de la inversión, requiere posponer el consumo, es decir ahorrar. Estas inversiones toman
la forma de maquinarias y equipos ası́ como también fábricas, carreteras, etc.
Ahora, ocurre que en la medida que aumentamos el stock de capital por unidad
de trabajo, los beneficios de la inversión adicional son cada vez menores. Esto se
conoce en economı́a como ley de los rendimientos decrecientes. Un trabajador
es más productivo con una máquina que sin ella y es posible que sea todavı́a
más productivo con dos máquinas que con una; pero obviamente el beneficio
adicional en productividad de seguir aumentando el número de máquinas por
trabajador será cada vez menor. Y esto es radicalmente distinto de mejorar la
tecnologı́a de las máquinas. Es decir, sucesivas inversiones tienen rendimientos
decrecientes en términos de mayor ingreso.
Esta brevı́sima teorı́a del capital nos sirve para entender el crecimiento de las
economı́as. Dos consecuencias empı́ricas surgen de los planteado: (i) mientras
mayor sea el stock de capital de una economı́a, mayor será la producción de
bienes que podrá alcanzar y, por tanto, su ingreso per cápita; (ii) el efecto sobre
el crecimiento de acumular más y más capital será cada vez menor debido a
los rendimientos decrecientes del capital. Paı́ses ricos que disponen de mucho
capital crecerán menos que paı́ses más pobres con menos capital.
Lo planteado en (i) no es tan fácil de comprobar ya que el stock de capital del
6
que dispone una economı́a no lo podemos observar directamente. Ahora bien,
como el capital se desgasta por el uso, economı́as con un alto nivel de capital
deberán invertir bastante para reponer su stock. Por tanto, economı́as con altos
niveles de inversión debieran tener también un alto nivel de ingreso per cápita.
Si miramos los datos para distintos paı́ses vemos precisamente que, economı́as
con altos niveles de inversión tienen también altos niveles de ingreso per cápita.
Podemos concluir que altos niveles de ingreso per cápita están asociados a altos
niveles de ahorro e inversión. La evidencia empı́rica muestra que diferencias en
las tasas de ahorro explican casi un 60 % de las diferencias en los niveles de
ingreso per cápita de distintos paı́ses.2
Respecto de (ii) también hay evidencia empı́rica. Paı́ses, comparativamente
pobres, que invierten mucho debieran obtener altas tasas de crecimiento, al menos por algún tiempo, debido a que cuando inicialmente el capital acumulado
es poco, el rendimiento de la inversión es alto. En efecto, observamos que economı́as con altas tasas de inversión, alcanzan altas tasas de crecimiento como
han sido los casos de Corea del Sur o Japón (ver figura 1).
En la medida que las economı́as acumulan más y más capital los beneficios
adicionales debieran ser cada vez menores y también las tasas de crecimiento debieran ser menores, aun cuando los niveles de ingreso per cápita alcanzados sean
altos y, efectivamente, observamos que las economı́as más ricas crecen menos
que las economı́as más pobres y por tanto las economı́as más pobres debieran
alcanzar el nivel de ingresos de las economı́as más ricas en la medida que sus
tasas de ahorro sean comparables. Esto es lo que se conoce como convergencia.
En el cuadro 1 vemos que paı́ses como Estados Unidos y Canadá, que tenı́an
en 1960 ingresos relativamente altos, tuvieron en los 40 años posteriores tasas
de crecimiento más bajas que paı́ses con ingresos más bajos como Hong Kong o
Corea del Sur (este último en el cuadro 2). Pero esto no se cumple siempre, ya
que hay paı́ses pobres que han crecido poco y permanecen comparativamente
2
Ver Mankiw, N.G.; Romer, D.; Weil, D. “A Contribution to the Empirics of Economic
Growth”. En: Quarterly Journal of Economics, 1992, Vol. 107, pp. 407-438.
7
%PIB
50
40
30
20
10
0
50
55
60
65
70
75
CHL
80
JPN
85
90
95
00
KOR
Figura 1: Tasas de Inversión en Japón, Corea del Sur y Chile 1950 - 2000
pobres. Por tanto, no es tan claro que se produzca el fenómeno de la convergencia. Existen otros factores en juego que afectan el crecimiento.
Hasta ahora hemos supuesto que las unidades de trabajo son homogéneas, es
decir, si cada trabajador dispone de un determinado stock de capital, el ingreso
per cápita será igual. Sin embargo, esto no necesariamente es ası́. Sabemos
que también influirá sobre la productividad del trabajador su preparación y
los conocimientos que éste tenga. El uso de capital exige muchas veces una
determinada capacitación del trabajador que lo utiliza. El capital fı́sico por sı́
sólo no garantiza una alta productividad. Mayores ingresos se obtendrán por
tanto no sólo con más capital fı́sico, sino también con más capital humano.
En definitiva, la educación y preparación de la que dispone cada trabajador es
de gran importancia. Se estima (a nivel internacional) que cada año adicional
de escolaridad añade un 10 % adicional de producto per cápita. Estimaciones
empı́ricas han encontrado que un 80 % de las diferencias de los niveles de ingreso
per cápita entre paı́ses se explican por diferencias en las tasas de ahorro y los
8
niveles de escolaridad promedio de la población.3
La ley de los rendimientos decrecientes de la acumulación de capital nos
dice por un lado que habrá convergencia y por otro, que la acumulación de
capital no puede ser una fuente sostenida de crecimiento en el tiempo. Tasas
de crecimiento positivas por perı́dos prolongados de tiempo no se explican por
esta razón. Si miramos la evolución del ingreso per cápita de economı́as como
los Estados Unidos, el Reino Unido o Alemania, vemos que el ingreso per cápita
ha crecido de manera sostenida desde comienzos del Siglo XIX hasta nuestros
dı́as. ¿Qué hay detrás de estos perı́odos prolongados de crecimiento? Aquı́ entra
en acción la tecnologı́a que, hasta ahora, habı́amos dejado fuera. Además del
capital fı́sico y humano disponible por trabajador, el nivel de tecnologı́a también
afecta el resultado de la producción de bienes. Tecnologı́a son ideas, maneras de
combinar los factores de producción capital y trabajo, que hacen la producción
de bienes más eficiente.
Naturalmente, al igual que otros bienes, la producción de ideas también consume recursos. Sin embargo, las ideas son, desde el punto de vista económico,
bienes públicos, es decir, bienes que muchos pueden utilizar al mismo tiempo
(principio de no-rivalidad en el consumo) y de cuyo consumo no es posible excluir a nadie (principio de no-exclusión), una vez que la idea es conocida. La idea
no se ve afectada por rendimientos decrecientes como el capital. Estas caracterı́sticas hacen que para el descubridor (el llamado “efecto-genio”) de una idea
no siempre sea posible retener los beneficios de haberla descubierto. No será rentable por tanto desarrollar una nueva idea, si este desarrollo es de alto costo y no
está garantizado poder percibir los beneficios de haberla descubierto, al menos
durante algún tiempo. Para ser desarrolladas, las ideas requieren de protección
en forma de derechos de propiedad o patentes. Las empresas farmacéuticas, por
ejemplo, sólo están dispuestas a invertir grandes sumas de dinero en el desarrollo
de nuevos medicamentos si éstos están protegidos por patentes.
El crecimiento económico está unido estrechamente al progreso tecnológico,
3
Ver el ya citado artı́culo de Mankiw et. al.
9
que es el constante desarrollo de nuevas ideas. Dos factores influyen sobre la
creación de ideas, por un lado, la existencia de instituciones que protejan los
derechos de propiedad sobre las ideas, y por otro, el crecimiento de la población.
Este último es importante por dos motivos: en primer lugar porque una mayor
cantidad de población implica una mayor probabilidad que alguien dentro de
esa población sea un descubridor y, en segundo lugar, más población implica
un tamaño de mercado mayor que permite rentabilizar grandes inversiones en
el desarrollo de tecnologı́a.
Si miramos la evolución del ingreso per cápita en el mundo desde el siglo I
hasta el siglo XX, notaremos que hasta comienzos del siglo XIX el ingreso per
cápita no logra duplicarse (¡en 1800 años!). En este perı́odo el crecimiento de
la población era muy bajo. Entre el siglo primero y el año 1700 el crecimiento
anual promedio de la población mundial fue de 0.075 %.4 . Entre el año 1900 y el
año 2000 el crecimiento promedio anual de la población mundial fue de 1.4 %,
es decir, más de 14 veces la tasa de siglos anteriores. Sin embargo en el mismo
perı́odo el ingreso per cápita real creció en el mundo a una tasa promedio de
1.6 %. El crecimiento en productividad absorbió sin problemas el aumento de la
población y permitió incluso un notable aumento sin precedentes en el ingreso
per cápita. Esto es un más acentuado si considerásemos solamente el mundo
occidental y no todo el mundo.
Un elemento que hasta ahora no ha sido mencionado pero que explica una
parte importante de las diferencias de productividad entre paı́ses son las instituciones o la también llamada infraestructura social. Por ésta se entiende el
conjunto de normas de derecho (o de hecho) que influyen sobre la actividad
económica como pueden ser las leyes, la administración pública, la administración de las justicia (por ejemplo para el buen cumplimiento de contratos) ası́
como la regulación económica y comercial. La investigación más reciente ve aquı́
la causa fundamental del crecimiento.5
4
5
Véase Jones, C. “Introduction to Economic Growth”, 2nd ed. Norton 2002, pp. 87
Ver Acemoglu, D.; Johnson, S.; Robinson, J. “Institutions as the Fundamental Cause of
10
Instituciones influyen por un lado sobre los costos de poner en marcha nuevos proyectos e inversiones. Es evidente que la burocracia estatal y la corrupción
aumentan el costo de iniciar nuevos proyectos. Es conocido el estudio de Hernando de Soto “El Otro Sendero” donde se muestra que, a comienzos de los
ochenta en Lima tomaba casi 300 dı́as poder conseguir una patente para poder
abrir legalmente una pequeña fábrica. Esto llevaba a que una buena parte de la
economı́a operara de manera informal. La economı́a informal tiene bajos niveles de inversión por la falta de protección legal y esto limita enormemente los
aumentos de productividad ya que no se pueden alcanzar escalas de producción
adecuadas.
Por otro lado, la infraestructura social influye sobre los retornos de inversiones ya realizadas. Esto ocurre debido a que una mejor institucionalidad favorece
la producción, es decir, lleva a las empresas a dedicar sus esfuerzos a la producción de bienes y servicios y no a actividades distractivas, como podrı́an ser
conseguir beneficios del Estado, protegerse de acciones expropiatorias por parte
de éste o a defenderse de ladrones o estafadores, porque el Estado no es capaz
de garantizar suficiente seguridad. En segundo lugar, también la estabilidad de
las instituciones influye sobre el retorno de inversiones. Claridad y estabilidad
de las reglas del juego benefician la actividad económica.
Hay evidencia empı́rica que economı́as con mejores instituciones tienen mayor nivel de inversión en capital fı́sico y en capital humano y alcanzan niveles
de ingreso per cápita mayores.6 Un indicador de esto es por ejemplo el ı́ndice
de libertad económica que publica la Heritage Foundation. Paı́ses con mayor
libertad económica tienden a tener también mayores ingresos per cápita.
Más allá de las instituciones, el tamaño de mercado afecta también el desarrollo de nuevos productos y actividades económicas debido a que éstas requieren ciertas economı́as de escala para hacerlas rentables. Una manera de agrandar
Long-Run Growth”. In: Handbook of Economic Growth. North Holland 2005.
6
Ver Hall, R.; Jones, C. “Why Do Some Countries Produce So Much More Output per
Worker than Others?” En: Quarterly Journal of Economics, 1999, Vol. 114, pp. 83-116.
11
el tamaño de mercado es a través de la apertura comercial de las economı́as. Es
razonable suponer que la apertura comercial beneficiará el crecimiento a través
de un mayor tamaño de mercado.
¿Qué resulta de todo esto para Chile? Chile tuvo un perı́odo de fuerte crecimiento entre 1985 y 1997. En ese perı́odo se registraron altas tasas de inversión,
que son un ingrediente importante para alcanzar mayores niveles de ingreso per
cápita. Pero en esos años hubo también un fuerte crecimiento de la productividad que no hemos vuelto a ver y que en una buena medida se explica por las
mejoras en la infraestructura social realizadas a partir de 1974. ¿Qué falta para
volver a tasas de crecimiento más altas? Por un lado faltan algunos puntos de
crecimiento en la inversión y probablemente falten también otras reformas en la
infraestructura social que permitan mayores crecimientos de la productividad.
12
El Desafı́o Demográfico†
2.
A nivel mundial se observa desde los años Setenta una desaceleración del crecimiento de la población, la cual acarreará importantes consecuencias económicas.
Algunas de éstas fueron analizadas recientemente por el Fondo Monetario Internacional.7 En esta nota comentamos algunas de estas ideas. Se analizan en primer lugar los cambios demográficos que se espera se produzcan en los próximos
50 años, luego los principales efectos económicos que estos cambios producirán
y finalmente se discuten algunas polı́ticas que podrı́an aplicarse frente a estos
cambios.
Las cifras comentadas a continuación están tomadas del “World Population
Prospects” de Naciones Unidas, que son las que también utiliza el FMI. Esta
proyección considera un escenario promedio respecto de tasas de natalidad y
mortalidad.
Los cambios demográficos no afectan a todos los paı́ses por igual. Europa y
América del Norte son los continentes que muestran el mayor descenso en las
tasas de aumento de la población como se puede apreciar en el panel a) de la
figura 2. En Europa la población ha dejado de crecer completamente y se espera
que disminuya en los próximos años. Este continente tiene hoy 728 millones de
habitantes y se espera que disminuya a 631 millones en 2050. Europa es la única
región del mundo donde, de acuerdo a las proyecciones actuales, disminuirá la
población. Para el resto del mundo con excepción de Africa se espera que las
tasas de natalidad se reduzcan a una tasa de crecimiento promedio anual de
0.3 %.
Esta desaceleración en el crecimiento de la población tiene su causa en la
caı́da de las tasas de natalidad en muchos paı́ses del mundo. A nivel mundial, el
número de niños nacidos por mujer ha decaı́do de 5 en 1950 a 2.7 en el perı́odo
†
Versión modificada de la Nota Técnica del Informe Macroeconómico de la Universidad
de los Andes, Noviembre de 2004.
7
Ver Tercer Capı́tulo de “Perspectivas para la Economı́a Mundial Septiembre 2004”.
13
2000 a 2005 y Naciones Unidas proyecta que siga decreciendo hacia un valor
promedio de 2 en 2050 (ver panel b) de la figura 2).
Un segundo cambio demográfico es el paulatino envejecimiento de la población, es decir, un cambio en la estructura etárea de la población mundial debido
a la baja natalidad y a la mayor expectativa de vida. Esta última no llegaba
en 1950 a los 50 años a nivel mundial, llega hoy a los 65 años y se espera que
llegue a los 74 años en 2050. Esto implicará que la tasa de dependencia de la
población mayor, es decir el porcentaje de población mayor de 65 años sobre la
población activa (entre 15 y 64 años) aumentará de un nivel promedio mundial
de 11 % en 2005 a 25 % en 2050. Si hoy por cada diez habitantes activos hay una
persona de más de 65 años, en 2050 por cada cuatro habitantes activos habrá
una persona sobre 65 años (ver panel c) de la figura 2).
El envejecimiento de la población afecta de manera dispar las distintas regiones del mundo. Europa tiene hoy ya una tasa de dependencia de 23 % y se
espera que llegue a casi 50 % en 2050. Por cada trabajador habrá una persona
mayor de 65 años. En el resto del mundo las tasas de dependencia se ubicarán
en torno al 30 % con excepción de Africa que llegará sólo a un 10 %.
¿Cuán certeras son estas proyecciones? De acuerdo al Fondo, las proyecciones de Naciones Unidas han tendido a ser bastante exactas, al menos a nivel
agregado, no ası́ para paı́ses individuales. Hay que considerar como un factor
de incertidumbre que, sobre todo las tasas de fertilidad pueden desviarse de
la proyección actual para cada paı́s. Las cifras comentadas aquı́ consideran un
escenario promedio en cuanto a tasas de fertilidad, mortalidad y migración esperada en cada uno de los paı́ses del mundo. Un segundo factor de incertidumbre
de las proyecciones es la evolución esperada de la migración a nivel mundial en
las próximas décadas que depende de muchos factores distintos y también de
las polı́ticas de inmigración que aplique cada paı́s.
Los cambios demográficos detallados más arriba, traerán importantes consecuencias económicas para cada una de las regiones del mundo y para la economı́a
mundial. Los mecanismos a través de los cuales el cambio demográfico afectará
14
a) Crecimiento de la Población
3
2
1
0
-1
1955
1970
1985
2000
2015
2030
2045
2025
2040
b) Evolución Tasas de Fertilidad
8
6
4
2
0
1950
1965
1980
1995
2010
c) Tasas de Dependencia Mayores de 65 años (%)
50
40
30
20
10
0
1950
1965
Mundo
1980
Africa
Asia
1995
Europa
2010
2025
América Latina
2040
Norteamérica
Figura 2: Proyecciones Demográficas (Naciones Unidas)
15
las economı́as son básicamente tres: i) el cambio demográfico afectará las tasas de ahorro de los distintos paı́ses; ii) afectará los presupuestos fiscales y iii)
afectará también los mercados financieros.
El ahorro de las personas está asociado a su edad. Personas más jóvenes
tienden a ahorrar más y personas mayores desacumulan sus ahorros. Esto implica que una población en promedio más vieja, debiera mostrar niveles menores
de ahorro agregado que economı́as con una población en promedio más joven.
Paı́ses con menor ahorro tendrán un menor nivel de inversión y acumulación de
capital, lo que debiera afectar negativamente la productividad y el crecimiento
de esas economı́as. Este análisis puede, sin embargo, precisarse un poco más ya
que, desde el punto de vista del bienestar económico, más importante que la
evolución del ahorro es la evolución del consumo.
El principal efecto económico del cambio demográfico proviene de la modificación en las posibilidades de consumo per cápita. El aumento en la tasa
de dependencia hace que las oportunidades de consumo de la población total
se reduzcan. Un número decreciente de trabajadores debe producir bienes para
una población total creciente (aunque sea a tasas muy bajas). Esto implica un
consumo per cápita cada vez menor. Sin embargo, al mismo tiempo que se reduce la fuerza de trabajo la necesidad de capital a nivel agregado y por tanto
de ahorro agregado también disminuye lo que reduce algo la caı́da del consumo
total y también del consumo per cápita. Para el caso de los Estados Unidos
y dependiendo de cómo se mida el número de consumidores en una economı́a,
se ha estimado que este último efecto puede contrarrestar entre un cuarto y
la mitad el efecto negativo sobre el consumo per cápita de la mayor tasa de
dependencia.8
Sin embargo, y dado el argumento anterior, el primer efecto del cambio
demográfico, que ya estamos observando, es un aumento de la fuerza de trabajo
al entrar al mercado laboral las generaciones más numerosas. Como la natalidad
8
Ver Cutler, Poterba et al. “An Aging Society: Opportunity or Challenge?”. En: Brookings
Papers on Economic Activity, 1:1990, pp. 1-56.
16
ha caı́do, el número de consumidores no crece en la misma proporción y se
reduce la razón entre el número de consumidores y la fuerza de trabajo. En
muchos paı́ses, el proceso demográfico que estamos viendo mejorará por tanto
las oportunidades de consumo en el mediano plazo (próximos 10 a 15 años
dependiendo de cada paı́s). Recién después de este perı́odo la fuerza laboral
empezará a decrecer y la tasa de dependencia a aumentar. En ese momento
empeorará el nivel de consumo per cápita.
El argumento anterior supone que la productividad por trabajador permanece constante. Actualmente, no sabemos con certeza qué efectos tiene exactamente el cambio demográfico sobre la productividad. De acuerdo el FMI la
caı́da de la fuerza de trabajo debiera reducir la productividad. Sin embargo,
no es claro a través de qué mecanismos una menor fuerza de trabajo lleva a
una menor productividad. Lógicamente habrá una menor productividad en la
medida que se reduzca el stock de capital por trabajador pero la productividad
más relevante es aquella proveniente del cambio tecnológico y la pregunta clave
es cómo afecta el cambio demográfico al cambio tecnológico.
Una vertiente de investigación señala que una población menor hace menos
rentable el desarrollo de nuevos productos con alto costos de investigación. En
principio, esto afecta el número absoluto de población y no su tasa de crecimiento. En la mayorı́a de los paı́ses (salvo Europa) no se espera que la población
decrezca sino que disminuya la tasa de aumento. Por otra parte, la menor proporción de gente joven también propiciarı́a una menor tasa de innovación y
desarrollo tecnológico. Esta serı́a la visión más pesimista. Una segunda vertiente señala que la escasez de fuerza laboral generada por el cambio demográfico
afecta positivamente el desarrollo tecnológico y de nuevas ideas. Como se ve,
hay argumentos en ambos sentidos. La evidencia empı́rica encontrada utilizando
un grupo de paı́ses indicarı́a que una reducción de la fuerza de trabajo afecta
positivamente la productividad. Se estima además que bastarı́a un aumento en
0.2 puntos porcentuales de la productividad para revertir la caı́da en el consu-
17
mo per cápita por efecto del cambio demográfico.9 En conclusión no parece tan
claro que el bienestar económico vaya a reducirse a futuro por efecto del cambio
demográfico.
El cambio demográfico afectará en muchos paı́ses el presupuesto fiscal debido
al mayor gasto de los sistemas de pensiones y salud. Para el grupo etáreo mayor
de 65 años el gobierno gasta más que para cualquier otro grupo en salud. En los
Estados Unidos por ejemplo, el gasto para la población mayor es más del doble
que para cualquier otro grupo etáreo. Se estima que en ese paı́s el gasto fiscal
debiera subir de 31.8 % del producto en 1990 a 37 % en 2060 (en 2020 ya llegarı́a
a 35 %).10 El efecto del cambio demográfico proviene también de la reducción
en la recaudación fiscal producto del decrecimiento de la fuerza de trabajo.
Respecto de los efectos del cambio demográfico sobre los mercados financieros, especialmente el accionario, no hay ninguna evidencia clara al respecto.
Desde un punto de vista teórico el envejecimiento de la población debiera llevar
a que una parte creciente de esa población quiera deshacerse de sus activos en el
mercado bursátil pero enfrente una población joven compradora de esos activos
cada vez menor. Esta situación debiera presionar a la baja los precios de las
acciones. No se ha encontrado evidencia empı́rica convincente que demuestre
que este efecto se vaya a producir.
¿Qué polı́ticas pueden aplicar los paı́ses para mitigar los efectos del cambio
demográfico? Las polı́ticas a aplicar son bastante conocidas. Por un lado se requieren medidas que permitan aumentar la oferta de trabajo. Una de ellas es el
aumento en la edad de jubilación. Se estima que en los paı́ses desarrollados la
edad de jubilación debe subirse en al menos siete años para mantener constante
la fuerza de trabajo. Otras medidas son polı́ticas de inmigración y también,
aunque con efecto de largo plazo, polı́ticas que fomenten el aumento de la natalidad. Adicionalmente y con el objeto de reducir la carga para población activa
se recomienda reducir los beneficios de los programas de jubilación.
9
10
Ver el citado artı́culo de Cutler et al.
Ver Cutler et.al.
18
Consumo Agregado†
3.
Recientemente el Banco Central de Chile ha publicado una nueva versión de
las cuentas nacionales trimestrales para el perı́odo comprendido entre el primer
trimestre de 1996 y el cuarto trimestre de 2004. Las cifras de producto cuentan
con un mayor desglose de actividades económicas (20 en vez de las 12 que habı́a
hasta ahora) y también las cifras de gasto han sido desagregadas en varios
componentes. Ası́ por ejemplo, el consumo agregado contiene un componente de
bienes no durables, otro de bienes durables y finalmente uno de servicios, como
es usual en otros paı́ses. Asimismo la inversión se descompone en la inversión en
estructuras, maquinaria y equipo y se publica también la variación del stock de
existencias. Estas nuevas cifras, que hasta hoy no estaban disponibles, permiten
entender mejor la coyuntura macroeconómica nacional.
Aprovechando estas nuevas cifras se analizan en esta nota algunos aspectos del consumo agregado. En primer lugar se describe brevemente un enfoque
teórico para entender el consumo agregado y se describen la principales consecuencias empı́ricas que surgen de la teorı́a. Finalmente se discuten las cifras
de consumo agregado en Chile a la luz de los aspectos teóricos comentados
anteriormente.
Desde un punto de vista macroeconómico la decisión de consumo es esencialmente distinta de la decisión de consumir algún bien en particular. Esta última
decisión depende del ingreso de la persona, del precio del bien en cuestión y del
precio de bienes relacionados (bienes complementos y bienes sustitutos) entre
otras cosas. Ası́ por ejemplo, si sube el precio del pan, los consumidores comprarán por ejemplo más bienes sustitutos y en definitiva, la cantidad demandada
de pan disminuirá.
En el caso del consumo agregado es distinto ya que se trata de la demanda
de todos los bienes de consumo. No es posible en este caso sustituir el consu†
Versión modificada de la Nota Técnica del Informe Macroeconómico de la Universidad
de los Andes, Abril de 2005.
19
mo total por otros bienes. Por lo tanto, cuando el consumo agregado aumenta o
disminuye, las personas no están cambiando un bien por otro, sino que están prefiriendo consumir más hoy y menos mañana o viceversa. Expresado en términos
más técnicos, la decisión de consumo es una decisión intertemporal. La decisión
de más o menos consumo hoy es simultáneamente una decisión de ahorro, ya
que la parte de nuestro ingreso que no consumimos, es precisamente el ahorro.
La decisión de cuánto consumir dependerá en primer lugar de los recursos
de los cuales se dispone, es decir del ingreso. Las personas tienen necesidades
de consumo que no cambian mayormente en el tiempo. Sin embargo, el ingreso
puede estar sujeto a fluctuaciones importantes. Estas fluctuaciones del ingreso
no afectarán la decisión de consumo en cuanto las personas puedan endeudarse.
Si una persona tiene un ingreso que en promedio es de un cierto nivel, decidirá
acerca de su consumo en base a ese promedio. Si el ingreso transitoriamente
sube, la parte del ingreso sobre el promedio no será consumida sino ahorrada.
Si el ingreso, en cambio, cae por debajo del promedio habitual, el consumo
mantendrá su nivel y la persona recurrirá a sus ahorros o bien se endeudará
contra sus ingresos futuros. Dado que los cambios transitorios en el ingreso no
significan que las personas tienen una mayor riqueza su demanda de consumo no
debiera variar. Sólo en el caso que el ingreso suba o caiga de manera permanente,
el consumo se ajustará a un nuevo nivel de ingresos. En este caso las personas
tienen una riqueza mayor y el nivel de consumo debiera adjuntarse a ésta.
A nivel de toda la economı́a un ingreso por sobre el normal debiera llevar a
que la economı́a como un todo ahorrara ese ingreso sobrenormal y que eso se
reflejará en una cuenta corriente superavitaria. Un posible ejemplo de esto es el
caso de Chile para el año 2004. Ese año el producto chileno creció fuertemente
impulsado por un salto en el precio del cobre y de otros bienes que el paı́s
exporta. Nadie espera que esos precios se mantengan en el tiempo y por tanto
el aumento de producto puede considerarse como algo transitorio. Esto debiera
llevar a un mayor ahorro. Ese mayor ahorro podemos observarlo para el caso de
Chile en la cuenta corriente superavitaria del 2004.
20
Otro aspecto que se desprende de lo anterior es que para la decisión de
consumo no sólo es relevante el ingreso actual sino el flujo futuro esperado de
ingresos. Cuando una persona compra una casa no utiliza solamente su ingreso
actual sino que piensa en los ingresos que espera obtener a futuro. Ella consume
hoy de acuerdo a lo que será su trayectoria futura de ingreso. Esto significa
que la expectativas jueguen un rol importante para la decisión de consumo. Si
las personas esperan que su trayectoria futura de ingreso se mantenga como ha
sido hasta hoy, no aumentarán sustancialmente su consumo, aun cuando hoy el
ingreso suba.
Otra conclusión importante de lo anterior es que el ahorro o bien la capacidad de endeudamiento permitirán absorber fluctuaciones del ingreso, por lo cual
el consumo debiera fluctuar menos que el producto. Más adelante se analizará si
las cifras de consumo chileno reflejan esto. Esta conclusión puede verse afectada
por dos elementos: i) el consumo de bienes durables y ii) posibles restricciones
de endeudamiento que afectan a las personas. Empecemos por lo segundo. En
la medida que las personas no puedan endeudarse y si no tienen ahorros acumulados, se verán obligadas a ajustar su nivel de consumo a variaciones a la baja
de su ingreso. En este caso variaciones de consumo e ingreso serán similares.
Los bienes durables, como pueden ser un auto o un televisor, afectan el bienestar durante toda la vida útil, la cual abarca varios perı́odos. Por otra parte
muchas veces tienen un valor significativo respecto del ingreso de las personas
en cada perı́odo (año o mes, etc.). Si pensamos en una persona individual que
adquiere hoy un bien durable cuyos beneficios afectan los perı́odos siguientes,
vemos en las estadı́sticas que en este perı́odo el consumo es muy grande y que
los perı́odos siguientes es más bajo, siendo que el bienestar que producen los
bienes es constante. Por tanto la fluctuación del gasto en consumo, que incluye
bienes durables, no refleja necesariamente la fluctuación del bienestar asociado
a los bienes consumidos.
Analizamos a continuación las cifras de consumo para la economı́a chilena.
Para el siguiente análisis se utilizaron las cifras más recientes de cuentas nacio21
Chile
USA
Promedio
Desv. Estándar
Promedio
Desv. Estándar
Producto
3,74
4,56
3,48
2,24
Consumo
3,76
4,93
3,91
1,58
Durables
3,60
20,38
8,36
9,10
No durab.
3,64
5,30
3,56
2,45
Servicios
4,30
4,53
3,23
1,29
Cuadro 3: Estadı́sticas de Consumo y Producto para Chile y EEUU 1996 - 2004
nales publicadas por el Banco Central de Chile. Se tomaron las series trimestrales de producto, consumo de bienes durables, no durables y servicios a precios
constantes de 1996. Debido a que las series tienen un componente estacional
importante, fueron desestacionalizadas con el método de Census X11. Las cifras
desestacionalizadas permiten calcular las tasas anualizadas de crecimiento para
cada una de las series. Estas tasas muestran el crecimiento observado durante
un trimestre en relación al trimestre anterior, pero suponiendo que esa evolución
perdura un año. Las tasas de aumento son ası́ más fáciles de interpretar.
El Cuadro 3 muestra los valores promedio de crecimiento trimestral de las
series de producto, consumo agregado (total), consumo de bienes durables, no
durables y de los servicios. Se incluye también la desviación estándar de las
tasas de crecimiento, la cual permite ver el grado de volatilidad a que están
sujetas estas variables. En las últimas dos filas de la tabla aparecen los datos
equivalentes para los Estados Unidos en el mismo perı́odo con el objeto de
tener un patrón de comparación. En primer lugar, destaca que el crecimiento
promedio del producto chileno ha estado levemente por sobre el norteamericano,
pero con una mucho mayor volatilidad. Es decir, la trayectoria de producto en
Chile está sujeta a mayores fluctuaciones que la economı́a de los EEUU, lo que
se explica por la dependencia de commodities y las restricciones en los mercados
financieros internacionales, que impiden al paı́s endeudarse en perı́odos donde
caen los precios de los commodities.
El consumo agregado ha crecido en el paı́s en igual medida que el producto,
sin embargo la volatilidad del consumo en Chile es tres veces la de los Estados
22
Unidos. Es decir, en Chile no observamos un consumo estable (al menos en la
tendencia) como lo predice la teorı́a y como lo observamos en Norteamérica.
Entre 1996 y 2004 el consumo agregado en Estados Unidos creció en promedio
más que su producto. Esta situación ha derivado en el hecho conocido de un
alto déficit en la cuenta corriente americana que se ha venido acumulando desde
hace varios años.
Sorprende en la tabla la diferencia en las tasas de crecimiento y volatilidad
del consumo de durables. En Chile esta última es muy alta mientras que la tasa
de crecimiento del consumo de durables ha sido sustancialmente más baja que
en los Estados Unidos (algo de la diferencia podrı́a provenir de la definición de
estos bienes. En Estados Unidos ellos hacen un aproximadamente un 15 % del
consumo total y en Chile en cambio sólo un 8 %). El consumo de servicios en
cambio, ha mostrado en Chile un crecimiento superior al resto de los componentes del consumo, y también respecto del ingreso. Sin embargo, la fluctuación
de los servicios resulta sorprendente.
Si miramos la correlación existente entre las tasas de variación del consumo agregado y del producto para Chile y los Estados Unidos (ver Figura 3),
vemos que la correlación entre variaciones de producto y consumo es mayor
en Chile que en los Estados Unidos, es decir, la series se mueven en un mayor
grado juntas. Esto obviamente contradice lo propuesto por la teorı́a, que nos
señala que la decisión de consumo es independiente del producto. Hay un exceso
de sensibilidad del consumo a variaciones del producto. Esto, como indicamos
más arriba, puede estar ligado a restricciones de liquidez, al consumo de bienes
durables y a la incertidumbre acerca del ingreso futuro.
Dos aspectos de los gráficos (Figura 3) que están más abajo merecen comentario. En primer lugar, aun cuando en ambos paı́ses la fluctuación del consumo
no es independiente de las fluctuaciones de producto, la variación del consumo
en USA está menos ligada a la variación del producto que en el caso chileno.
Esto se observa en el gráfico y si calculamos los coeficientes de correlación, estos
son 0.33 para el caso de los Estados Unidos y 0.82 para el caso chileno. Esto
23
a) EEUU
b) Chile
15
15
10
10
5
5
0
1996:1
1997:1
1998:1
1999:1
2000:1
2001:1
2002:1
2003:1
0
1996:1
2004:1
-5
-5
-10
-10
-15
1997:1
1998:1
1999:1
2000:1
2001:1
2002:1
2003:1
2004:1
-15
producto
consumo
producto
consumo
Figura 3: Fluctuación de Producto y Consumo
implica que fluctuaciones en el producto impactan muy fuertemente el consumo para el caso chileno. En segundo lugar sorprende la alta fluctuación de la
serie de producto (y de consumo) en Chile chileno comparada con los Estados
Unidos. Parece prudente señalar que se trata de un perı́odo bastante breve y
que dentro de ese lapso Chile sufrió un caı́da en los términos de intercambio y
violento ajuste de la cuenta corriente. En el perı́odo posterior al año 2000, la
fluctuación de producto y consumo es menor que en los trimestres anteriores.
Cabe señalar también que desde el 2000 el consumo se desliga algo de la evolución del producto y muestra menores fluctuaciones que éste acercándose de este
modo su comportamiento a lo que predice la teorı́a.
Podemos concluir que al igual que en otros paı́ses, el consumo agregado en
Chile muestra un exceso de sensibilidad respecto de fluctuaciones en el producto
en relación a lo que predice la teorı́a. El comportamiento del consumo se puede explicar en parte por el consumo de bienes durables y por restricciones de
liquidez. Las nuevas cifras publicadas por el Banco Central de Chile permitirán
a futuro explorar con más detalle el comportamiento del consumo agregado en
Chile.
24
Inversión Agregada†
4.
El Banco Central de Chile publicó hace algunas semanas las cifras de cuentas
nacionales trimestrales para la economı́a chilena. Tanto las cifras de producto como de gasto aparecen con un mayor grado de desagregación que antes.
Siguiendo la misma lı́nea de análisis de la nota anterior se analiza ahora el
componente de inversión agregada.
La inversión es aquel componente del gasto agregado que permite acumular
y mantener un stock de capital destinado a la producción futura de bienes, y
explica entre un 20 y 30 % del gasto agregado. En las cuentas nacionales se usa
para la inversión el nombre formación bruta de capital fijo. La denominación
bruta proviene del hecho que la inversión está destinada tanto a la mantención
como al incremento en el stock de capital, es decir, incluye la inversión neta
(acumulación neta de capital) y la depreciación del stock de capital existente.
Por definición, entonces, la inversión bruta no puede ser negativa, mientras que
la inversión neta lo serı́a si el monto invertido es insuficiente para cubrir la
depreciación del capital.
Si denominamos por Kt el stock de capital al final del perı́odo t y por It
la inversión bruta en t y suponemos que en cada perı́odo una fracción fija δ
del stock de capital se deprecia —esto representa el desgaste fı́sico del stock
de capital y, por tanto, la inversión necesaria para reponerlo—, entonces la
dinámica de acumulación de capital e inversión puede describirse en términos
más formales por
Kt = Kt−1 + It − δKt−1
(1)
donde Kt − Kt−1 es la inversión neta (= I − δKt−1 ). La inversión bruta (It ),
que es lo que analizaremos en lo que sigue, cubre la acumulación neta de stock
de capital adicional (Kt − Kt−1 ) y la depreciación del stock existente (δKt−1 ).
†
Versión modificada de la Nota Técnica del Informe Macroeconómico de la Universidad
de los Andes, Mayo de 2005.
25
a) Tasas de Variación de PIB e Inversión (%)
Tasas de crecimiento trimestrales anualizadas; cifras
desestacionalizadas. Fuente: Banco Central de Chile
b) Inversión total sobre PIB (%)
30
40
28
30
20
26
10
0
1996:1 1997:1 1998:1 1999:1 2000:1 2001:1 2002:1 2003:1 2004:1
-10
24
-20
22
-30
-40
-50
PIB
20
1996:1
Inversión Agregada
1998:1
2000:1
2002:1
2004:1
Figura 4: Inversión Agregada en Chile
El panel a) de la figura 4 muestra las tasas de variación de la inversión agregada para el perı́odo 1996 a 2004. Se trata de tasas trimestrales anualizadas de
variación. Se utilizaron las cifras en pesos constantes de 1996, desestacionalizadas con el método Census X11. Lo más evidente, que se observa en el gráfico,
son las violentas fluctuaciones de la inversión agregada. Mientras el producto
rara vez muestra una tasa de variación trimestral (anualizada) de más de 10 %,
no es difı́cil que la inversión agregada fluctúe a tasas del orden de 20, 30 y hasta
40 % de un trimestre a otro, es decir, ésta se mueve en la misma dirección que
el producto (es una variable procı́clica) y sus tasas de variación son hasta tres y
cuatro veces la tasa de fluctuación del producto. Más adelante volveremos sobre
una posible explicación de la alta fluctuación de la inversión.
La inversión agregada de las cuentas nacionales contiene tres componentes:
la inversión en maquinaria y equipos, la inversión en construcciones y la variación de existencias. El primer componente está destinado más claramente a la
producción de otros bienes y corresponde al gasto realizado principalmente por
empresas, a través de la compra de bienes de capital. El segundo componente
incluye la construcción tanto residencial como no residencial ası́ como también
obras de construcción que no son edificaciones, como por ejemplo carreteras.
Con una tendencia decreciente, la inversión en construcciones representa más
26
del 50 % de la formación bruta de capital fijo en Chile. El tercer componente es
la variación en el stock de existencias. El PIB mide la producción de bienes en
una economı́a a precios de mercado durante un determinado perı́odo (trimestre
o año). Aquellos bienes que fueron producidos dentro del perı́odo en cuestión
pero no fueron vendidos, son almacenados por las empresas y se consideran
parte de la producción de bienes del perı́odo, entrando al stock de existencias.
Al revés, bienes que fueron producidos en perı́odos anteriores y son consumidos
hoy, entran a las cuentas nacionales como gasto del perı́odo actual y salen del
stock de existencias, el cual puede ser negativo, dejando inalterado el PIB, ya
que no son producción de ese perı́odo. En lo que sigue, nos centraremos en la inversión en maquinaria y equipos, dejando de lado la inversión en construcciones
y la variación de existencias.
Un primer enfoque para entender la decisión de inversión de las empresas es
considerar el costo de mantener el capital. Ellas utilizan capital para producir
bienes y deciden cuánto capital acumular dependiendo del retorno adicional de
cada unidad de éste en términos de los beneficios para la empresa. El capital
adicional que acumulan, además del que requieren para mantener su stock debido a la depreciación, es lo que hemos denominado inversión neta. El costo de
oportunidad de invertir los recursos en bienes de capital es la tasa de interés que
las empresas podrı́an obtener alternativamente. Cambios en la tasa de interés
implican una variación en el costo de mantener capital y llevan a las empresas a ajustar su stock al nuevo costo de oportunidad. Dado que es el stock lo
que se ajusta (mediante una mayor o menor inversión), cambios pequeños en la
tasa de interés llevan a cambios también pequeños en el stock de capital, pero
éstos pueden significar cambios importantes en el nivel de inversión, ya que esta
última (al menos a nivel agregado) es una fracción más bien pequeña del stock
de capital. Esto es una primera explicación de la alta fluctuación de la inversión
agregada.
La evidencia empı́rica existente (al menos para los Estados Unidos) muestra
que en largo plazo el stock de capital se ajusta al costo de oportunidad de
27
mantener ese stock.11 En el corto plazo sin embargo, hay factores adicionales a
considerar como son la no-gradualidad en los ajustes del stock de capital, los
costos de ajustarlo y también la existencia de inversiones irreversibles.
Evidentemente el stock de capital de las empresas no es posible ajustarlo
instantáneamente a cambios en las tasas de interés. Los ajustes en el stock de
capital son de varios tipos: en primer lugar, las empresas realizan ajustes para mantener su stock de capital (este debiera ser más gradual). En segundo
lugar, ellas realizan ajustes para mejorar su stock y, en tercer lugar, desarrollan finalmente proyectos de inversión completamente nuevos. Estos últimos son
comparativamente grandes y también infrecuentes. ¿Qué relevancia tiene esto
para lo que observamos como inversión agregada o, al menos, para la inversión
en maquinarias y equipos? Estudios recientes muestran que esto es relevante.12
Se ha mostrado que para un número significativo de plantas o unidades
productivas (se utilizó una muestra de 360000 para los Estados Unidos), casi
el 20 % de la inversión agregada (de todas las plantas) se explica por los 100
proyectos más grandes y que éstos explican una buena parte de la fluctuación de
la inversión agregada. Otro estudio para un número grande de empresas señala
que el 25 % los ajustes de capital son grandes y que significan aumentos de más
del 50 % en el stock de capital de las plantas que los realizan. Esta evidencia
indica que los ajustes de la inversión que observamos a nivel agregado son más
bien en saltos que graduales. Sin bien hay un ajuste en largo plazo del stock de
capital a las variaciones en el costo de oportunidad de mantenerlo, en el corto
plazo las empresas esperan un cierto tiempo antes de realizar inversiones y luego
realizan inversiones más bien grandes. Por ası́ decirlo, las empresas mantienen
los proyectos en carpeta esperando una buena oportunidad. Si ésta coincide
con un perı́odo de auge, es razonable suponer que muchas empresas realizarán
11
Véase Caballero R. “Small Sample Bias and Adjustment Costs”. En: Review of Econo-
mics and Statistics, vol. 76, Nr. 1, 1994, pp. 52-58.
12
Seguimos a Caballero, R. “Aggregate Investment”. En: Handbook of Macroeconomics,
Vol. 1 B, Elsevier; North Holland 1999.
28
Promedio
3,74
5,35
3,13
12,54
PIB
Formación Bruta de Capital Fijo
Contrucciones
Maquinaria y equipos
Desv. Est.
4,56
16,89
13,87
38,72
Cuadro 4: Estadı́sticas de Inversión para Chile 1996 - 2004
ajustes en su stock de capital, reflejándose esto en un fuerte salto en la inversión
agregada, que es precisamente lo que observamos en las series de datos.
Miremos ahora las cifras de inversión para la economı́a chilena. La figura
4 muestra un resumen de las cifras de inversión para Chile entre 1996 y 2004
(cifras trimestrales). La segunda columna contiene el promedio de las tasas de
aumento trimestral y la segunda la desviación estándar de ese aumento. En
promedio la inversión ha crecido más que el producto en los últimos ocho años,
aumentando su participación sobre el producto. El panel b) de la figura 4 gráfico
más arriba muestra la inversión (total) como porcentaje de producto. Se observa
que la inversión tuvo una importante caı́da luego de la crisis asiática, que se
recuperó luego alcanzando niveles del orden del 24 % hasta 2004 donde ha dado
un salto significativo para ubicarse por sobre el 26 %.
Es notorio el crecimiento de la inversión en maquinaria y equipos, que, en
promedio, creció más de tres veces lo que creció el producto. Al mismo tiempo
este es el componente más volátil de la inversión por las razones que explicamos
más arriba. Las construcciones, en cambio, han mostrado una tendencia de
crecimiento bastante más moderada. Los efectos sobre la actividad de estos dos
componentes de la inversión son distintos. La inversión en maquinaria y equipos
por una parte, es fundamental para la producción de nuevos bienes y mantiene la
tasa de crecimiento del producto en los trimestres siguientes. Es más, el impacto
de la inversión en maquinarias y equipos es mayor en los trimestres siguientes
que en el trimestre en que se realiza la inversión. La inversión en construcciones
por otra parte, no tiene este efecto pero impacta la tasa de crecimiento de
29
producto en el perı́odo en que se realiza la inversión. Ası́ por ejemplo en 2004,
la inversión en construcciones creció en promedio en cada trimestre en más de
9 % afectando positivamente el crecimiento del producto.
30
La Tasa Natural de Desempleo†
5.
Uno de los temas más relevantes en macroeconomı́a es el desempleo. Desde un
punto de vista económico y entendido como desempleo involuntario, el desempleo implica que hay recursos que no están siendo utilizados. Todas las economı́as del mundo tienen algún nivel de desempleo. En algunos casos se trata
de niveles bastante bajos, como es el caso de Japón, que tiene actualmente una
tasa de desempleo de 4.4 %, o Estados Unidos cuya tasa de desempleo estuvo
cerca del 5 % en 2005. Otras economı́as muestran niveles de desempleo bastante
más altos, como es el caso de Alemania (12 %) o España (10 %). ¿Qué explica
estos niveles de desempleo? ¿Son producto de un equilibrio de mercado, o bien,
son un indicador de que el mercado laboral no es eficiente e incapaz de equilibrar oferta y demanda de trabajo? Daremos respuestas a estas preguntas en
esta nota.
La ley de la oferta y la demanda nos dice que el precio de un bien debe
ajustarse en el mercado de ese bien para igualar las cantidades ofrecidas y demandadas. Decimos que el precio se ajusta para llevar el mercado a un equilibrio.
Si por algún tipo de restricción (por ejemplos, precios mı́nimos o máximos) el
precio no se puede ajustar, se producirán excesos de oferta (en el caso de un
precio mı́nimo) o de demanda (en el caso de un precio máximo).
En el mercado laboral existen una demanda de trabajo por parte de las empresas y una oferta de trabajo por parte de las personas. El precio que ajusta este
mercado es el salario real, es decir, el salario expresado en términos de los bienes
que puede adquirir. En cualquier economı́a, dada una cierta demanda y oferta
de trabajo, el salario debiera ajustarse para igualar oferta y demanda de trabajo. En el equilibrio de mercado no habrá por tanto desempleo involuntario, es
decir, dado un salario de equilibrio no habrá nadie que quiera y no pueda trabajar y ninguna empresa que requiera trabajadores y no los encuentre. La realidad
†
Versión modificada de la Nota Técnica del Informe Macroeconómico de la Universidad
de los Andes, Julio de 2005.
31
es algo diferente. Podemos observar siempre y en cualquier economı́a personas
desempleadas involuntariamente (el nivel de desempleo siempre es positivo) y
además empresas que están buscando trabajadores (el número de vacantes es
siempre positivo también). ¿Qué impide el match entre trabajadores y puestos
de trabajo?
La primera explicación del desempleo radica en la heterogeneidad de trabajadores y puestos de trabajo. Cuando pensamos en el precio como mecanismo
de ajuste que lleva oferta y demanda por un bien al equilibrio, suponemos que
se trata de un bien homogéneo, es decir, no es posible distinguir una unidad
del bien de otra. Un ejemplo sencillo de un bien homogéneo es la bencina (de
un cierto octanaje). La bencina es la misma en cualquier bencinerı́a. Cuando
compramos bencina sólo nos fijamos en el precio. Con los trabajadores es distinto. Cada trabajador tiene caracterı́sticas propias, tiene una capacitación y
experiencia particular que lo diferencia de otros. Estas diferencias hacen que
haya que buscar a aquel trabajador que mejor calce con el puesto de trabajo
a ocupar. Esta búsqueda toma tiempo tanto por parte de la empresa como del
trabajador e involucra recursos. Una primera conclusión es que la heterogeneidad de trabajadores y puestos de trabajo lleva a que haya costos de búsqueda
en el mercado laboral y el ajuste del mercado no sea instantáneo.13
Continuamente las empresas están despidiendo trabajadores y los trabajadores están buscando y encontrando nuevos puestos de trabajo. Esta búsqueda
no es ineficiente porque permite a los trabajadores encontrar aquel puesto de
trabajo donde más pueden rendir y obtener un salario también mayor. El mercado laboral es un mercado caracterizado por un flujo continuo de trabajadores
desde los ocupados a los desempleados y viceversa. Cuando medimos desempleo, medimos un stock, es decir un número de personas, que en un momento
determinado del tiempo no tienen un trabajo y están buscando uno. Por tanto
13
Otro mercado donde ocurre una situación similar es el mercado de la vivienda. Las vi-
viendas son bienes heterogéneos y toma tiempo encontrar aquella que calce con las necesidades
de las personas o familias que buscan una.
32
el nivel de desempleo que observamos no es producto de un desequilibrio del
mercado sino de la continua rotación de los trabajadores.
La tasa de desempleo se explica por un número grande de personas que
pasan muy poco tiempo desempleadas y otro número menor de personas que
está mucho tiempo desempleada. El desempleo se alimenta entonces por los que
dejan (voluntaria o involuntariamente) su puesto de trabajo para buscar otro y
se reduce por los que encuentran un nuevo puesto de trabajo (o dejan de buscar).
Este nivel de desempleo se conoce como tasa natural de desempleo. En perı́odos
de recesión el desempleo aumenta cuando un mayor número de personas deja el
puesto de trabajo y a los desempleados se les hace más difı́cil encontrar un nuevo
puesto de trabajo. Es como un caudal donde aumenta la entrada de agua y se
reduce el flujo de salida. En este caso hablamos del llamado desempleo cı́clico,
ya que como su nombre lo dice, tiene su origen en las fluctuaciones cı́clicas de
la actividad económica.
Formalicemos de manera sencilla el análisis anterior. Haremos el supuesto
que en cada perı́odo (mes, año, etc.) una fracción fija s de los empleados pierde
o deja su puesto de trabajo, denominando al parámetro s la tasa de separación.
En ese mismo perı́odo una fracción fija de los desempleados e encuentra un
nuevo puesto de trabajo. El parámetro e es la tasa de encuentro. Si suponemos
que la fuerza laboral F es constante y denominamos Ut y Et a los desempleados
y empleados en el perı́odo t respectivamente, tenemos que
F = Et + Ut
(2)
La fuerza de trabajo se descompone en empleados y desempleados. Ahora el
grupo de los desempleados sigue la siguiente dinámica:
Ut = Ut−1 + sEt−1 − eUt−1
(3)
el desempleo hoy es igual al desempleo ayer más el grupo que dejó su trabajo
al final del perı́odo anterior y menos el grupo que encontró trabajo (suponemos
que las separaciones y los encuentros ocurren al final de cada perı́odo).
33
Si reemplazamos en la ecuación (3) Et−1 por F − Ut−1 y reagrupamos
términos, obtenemos
Ut = (1 − e − s)Ut−1 + sF
(4)
Dividiendo toda la ecuación por F , obtenemos la tasa de desempleo ut = Ut /F
en t. Esto es
ut = (1 − e − s)ut−1 + s
(5)
Esta ecuación describe la dinámica que sigue la tasa de desempleo. La tasa de
desempleo hoy es igual a la del perı́odo anterior multiplicada por la expresión
(1 − e − s) más la tasa de separación s. ¿Qué es la expresión en el paréntesis?
Esta expresión determina cómo evoluciona la tasa de desempleo. En la medida
que tenga un valor menor que uno, la tasa de desempleo se irá reduciendo, pero
no hacia cero, si no que convergerá a un determinado valor.
La tasa de separación toma valores entre 1 y 2 %. Esto implica para el caso chileno que, con una fuerza laboral de 5.4 millones, entre 50000 y 100000
personas estarı́an dejando su puesto de trabajo por mes. La tasa de encuentro
toma valores entre 15 y 20 %. Para el caso chileno esto implica que, con casi
500000 desempleados (promedio del 2005), entre 75000 y 100000 están encontrando un puesto de trabajo cada mes. Estos valores son razonables e implican
que el paréntesis de la ecuación (5) tendrá un valor entre 0.78 y 0.84, siempre
menor que uno.
Con el valor del paréntesis menor que uno, se puede mostrar que la tasa de
desempleo convergerá a14
ut =
14
s
s+e
(6)
Una manera sencilla de mostrar esto es como sigue: si la tasa de desempleo converge a
un determinado valor, entonces en ese momento la cantidad de personas que entran y salen
del stock de desempleados será igual, es decir:
sEt = eUt
reemplazando Et por F − Ut , dividiendo luego por F y despejando ut se obtiene la expresión
(6).
34
Esta es la tasa natural de desempleo. Este nivel de desempleo es perfectamente
compatible con un mercado laboral eficiente. El desempleo se produce simplemente debido a que hay —continuamente— personas saliendo de sus puestos
de trabajo y que a los desempleados les toma cierto tiempo encontrar un nuevo
empleo.
Este sencillo modelo nos permite hacer el siguiente ejercicio: considerando
los parámetros descritos más arriba, la tasa natural de desempleo estará entre
7 y 12 % que es más o menos los valores entre los cuales ha estado la tasa de
desempleo en Chile en los últimos años. Obviamente ni la tasa de separación
ni la de encuentro son constantes en el tiempo; estos parámetros varı́an según
variaciones de la actividad económica, determinando el desempleo cı́clico, pero
también varı́an por cambios en las reglas del juego que afectan el mercado
laboral. Se discutirá esto en lo que sigue.
Los contratos laborales están sujetos a una serie de normativas legales que
los regulan. Este marco institucional/legal de un mercado laboral puede afectar
la tasa de encuentro y salida de los trabajadores y alterar ası́ la tasa natural
de desempleo. Pensemos por ejemplo en los costos de despido. Al momento de
imponerse (o aumentarse), éstos reducen el número de separaciones y reducen el
flujo de trabajadores que deja su puesto de trabajo lo que debiera (inicialmente) reducir el nivel de desempleo (se reduce el parámetro s). Al mismo tiempo,
disminuye la rotación en el mercado laboral y las empresas contratan menos,
haciéndose más difı́cil para los desempleados conseguir un nuevo puesto de trabajo, es decir, aumenta la tasa de encuentro (e). Con el tiempo esto lleva a
un mayor nivel de desempleo. Un efecto importante sobre la tasa natural de
desempleo puede provenir también de la protección existente para los desempleados. Un generoso seguro de desempleo hace disminuir la velocidad con la
cual los desempleos se recolocan en los puestos de trabajo —disminuye e—, con
el consiguiente aumento del desempleo.
Una segunda explicación del desempleo proviene de la determinación de los
salarios. Por las caracterı́sticas del mercado laboral, especialmente la mencio35
nada heterogeneidad, los salarios se fijan, en muchas ocasiones, mediante una
negociación bilateral entre empleado y empleador. Una vez fijado el salario, resulta costoso hacer ajustes frente a cualquier eventualidad. En concreto, si por
ejemplo disminuye la productividad del trabajador en una empresa (lo mismo
ocurre si disminuye el precio del bien que la empresa vende), resulta tremendamente costoso renegociar a la baja los salarios. El ajuste necesario se hace
entonces a través de un mayor desempleo. Al revés, si el trabajador se hace
más productivo en la empresa intentará exigir un mayor salario. No siempre
la empresa estará dispuesta a pagar más, haciéndose nuevamente el ajuste vı́a
desempleo. En general se observa un exceso de sensibilidad de la demanda de
trabajo a cambios en la productividad o a shocks de demanda.15
Otra caracterı́stica del desempleo es su alta persistencia. Es decir, una vez
que el nivel de desempleo sube, fruto por ejemplo de una recesión, demora
bastante tiempo en volver a los niveles previos a la recesión. El Gráfico 1 muestra
la evolución de la tasa de desempleo en Chile entre 1986 y 2005. La recesión que
afectó al paı́s en el 1998/99 produjo un salto de casi cuatro puntos porcentuales
en el nivel de desempleo que luego de la crisis ha comenzado a descender. Este
descenso, sin embargo, es bastante lento. En 2004, seis años terminada la crisis,
el desempleo no ha logrado bajar todavı́a dos puntos porcentuales y está lejos
del nivel previo a la crisis. ¿Qué explica la persistencia del desempleo?
Aun cuando la demanda de trabajo se recupere relativamente rápido, las
relaciones laborales tardan en rearmarse. Las recesiones implican la destrucción
de puestos de trabajo y al recuperarse la economı́a, comienzan a crearse nuevos
y debe realizarse de nuevo el costoso proceso de búsqueda. La evidencia para los
EEUU muestra que muchas veces los trabajadores no dan con el empleo correcto
a la primera y deben entrar y salir varias veces del grupo de desempleados antes
15
Véase Hall, R./Lazear, E. “The Excess Sensitivity of Layoffs and Quits to Demand”. En:
Journal of Labor Economics, vol. 2, nr. 2, 1984, pp. 233-257. El problema se produce debido
a la incertidumbre inherente a los contratos laborales, a la asimetrı́a de información y a que
posibles soluciones crean incentivos perversos en la relación laboral.
36
14
12
10
8
6
4
1986
1990
1994
1998
2002
Figura 5: Tasa de Desempleo en Chile 1986 - 2005 ( %; Fuente: INE)
de encontrar una relación laboral de más largo plazo. Personas que han perdido
una vez su trabajo son altamente propensas a perderlo nuevamente en los años
posteriores a la primera pérdida.16 Otras veces los desempleados toman empleos
temporales por un tiempo, entrando y saliendo del mercado laboral, hasta que
logran dar un empleo definitivo. Esto explica, en parte, la fuerte persistencia
del desempleo.
En definitiva, la heterogeneidad de los trabajadores y puestos de trabajo ası́
como la fragilidad de la relación laboral hacen que observemos un alto movimiento de trabajadores desde y hacia el grupo de los desocupados determinando
el nivel de desempleo. Factores institucionales y/o legales influyen también sobre
esto determinando la tasa de desempleo.
16
Ver Hall, R. “Lost Jobs”. En: Brookings Papers in Economic Activity 1:1995.
37
6.
El Balance Estructural del Sector Público:
Conceptos Importantes†
El papel del sector público en la economı́a es muy importante, no sólo por su rol
microeconómico, relacionado con la provisión de bienes públicos, la corrección de
externalidades y las polı́ticas redistributivas, sino también por su impacto en la
macroeconomı́a, ya que por su tamaño es de lejos el agente económico de mayor
relevancia. La polı́tica de gastos y de ahorro del gobierno tiene efectos muy
importantes en las variables macroeconómicas claves, es decir, en el crecimiento,
el desempleo y la inflación, por lo que una adecuada ejecución de ésta es clave
para lograr un buen desempeño global del paı́s.
Sin embargo, a pesar de que el resultado del sector público depende en gran
medida de decisiones polı́ticas adoptadas por el gobierno de turno, también hay
variables exógenas, no controladas por el gobierno, que tienen una importancia
no despreciable en el resultado. Estas variables se relacionan en general con el
efecto que tiene la actividad económica en los ingresos y gastos del gobierno y
con el impacto de determinados precios también en los ingresos y gastos, como
puede ser, por ejemplo, el tipo de cambio o los precios de materias primas,
especialmente si el Estado es dueño de empresas que producen estas materias
primas.
En general en los perı́odos de expansión económica los ingresos del sector
público tienden a subir, debido a que aumenta la base recaudada de los distintos
impuestos. Los impuestos al gasto, como el IVA y los aranceles, tienen, como es
obvio, una correlación bastante grande con el comportamiento de la demanda
agregada. La recaudación de los impuestos al ingreso, ya sea del trabajo o del
capital, también aumenta cuando la economı́a se encuentra en un perı́odo de
expansión económica. Por otra parte, ocurre lo inverso cuando la actividad
económica se desacelera, a lo que se suma además que el gasto público puede
†
Versión modificada de la Nota Técnica del Informe Macroeconómico de la Universidad
de los Andes, Agosto de 2005.
38
verse incrementado, ya sea por la implementación de programas de subsidios
(al trabajo y a los sectores más necesitados) o por el pago de subsidios de
desempleo. Por ende, es normal observar que en perı́odos buenos la situación
fiscal tienda a mejorar y en perı́odos malos se deteriore, sin que esto tenga que
ver con la ejecución de una buena o mala polı́tica fiscal, sino como resultado de
factores no controlados por el gobierno. Esta situación hace difı́cil evaluar si la
polı́tica fiscal es responsable, o si sólo es el resultado de elementos exógenos a
ésta.
En el caso chileno, los ingresos del sector público se ven muy afectados
por el ciclo económico, principalmente por dos vı́as. Los ingresos tributarios
dependen en parte importante de los impuestos indirectos o impuestos al gasto
(principalmente el IVA), por lo que el comportamiento de la demanda agregada
tiene un gran impacto en la recaudación tributaria, y por ende, en el superávit o
déficit del gobierno. Pero además es muy importante el precio del cobre, ya que
CODELCO traspasa gran parte de sus excedentes al fisco, por lo que, si el precio
del cobre sube, aumentan los ingresos del gobierno y viceversa. Dado que en
general los ciclos expansivos de gasto coinciden también con precios favorables
para el cobre, el resultado es que los ingresos del sector público chileno son
altamente procı́clicos, suben cuando la economı́a pasa por un ciclo expansivo y
caen durante los ciclos contractivos.
Por ende, si el gobierno tomara sus decisiones de gasto público de acuerdo a
los ingresos efectivos que obtiene, tendrı́amos como resultado una polı́tica fiscal
procı́clica, es decir, un gasto público elevado en perı́odos económicos favorables
y reducido en perı́odos contractivos, lo cual, obviamente es negativo, ya que lo
deseable desde el punto de vista socioeconómico es que el gobierno pueda gastar
cuando la economı́a está en una situación compleja, de desempleo creciente y
problemas sociales.
Para evitar la prociclicidad de la polı́tica fiscal existen varias alternativas,
una de las cuales puede ser, por ejemplo, fijar por ley una tasa de crecimiento
del gasto público, independiente de lo que ocurra con los ingresos. Esta serı́a
39
una polı́tica fiscal neutra. La implementación de una meta de superávit estructural de alguna forma busca un objetivo parecido, pero en vez de fijar por ley el
crecimiento del gasto, busca que éste crezca de acuerdo a los “ingresos estructurales” del fisco, en vez de utilizar los ingresos efectivos para determinar el nivel
de gastos posibles. Estos ingresos estructurales serı́an, como su nombre lo dice,
los que no dependen del ciclo económico, sino de las condiciones de mediano
plazo de la economı́a. Aunque es probable que el ciclo afecte todos los ingresos
del gobierno, y no sólo los tributarios, es importante también que la regla a
utilizar sea simple y fácil de comprobar por parte de los agentes, de tal forma
de reducir al mı́nimo los espacios de discrecionalidad.
En el caso especı́fico de nuestro paı́s se ha determinado que los ingresos
se ven afectados básicamente por dos variables; el crecimiento del PIB, que
influye en los ingresos tributarios, y el precio del cobre, que afecta los ingresos
que CODELCO traspasa al fisco. Ambas variables, el crecimiento del PIB y el
precio del cobre, fluctúan en forma importante en el corto plazo, lo que significa
que los ingresos del sector público también lo hacen, y en forma procı́clica, es
decir, aumentan en perı́odos buenos y caen en perı́odos malos. Es ası́ como,
por ejemplo, durante el perı́odo 1988 - 1997 el paı́s registró una situación fiscal
superavitaria, pero también este lapso coincide con el de mayor crecimiento
promedio de la historia, y además en que hubo años en que el precio del cobre
fue muy elevado. ¿Fue siempre responsable la polı́tica fiscal en esos años? Si sólo
se considera el resultado efectivo de cada año, la respuesta parecerı́a afirmativa,
ya que hubo una situación de superávit permanente, sin embargo, si se piensa
que era poco probable que ese ritmo de crecimiento del PIB fuera sostenible en el
tiempo, se podrı́a concluir que en algunos años el crecimiento del gasto público
fue excesivo, considerando además que por razones polı́ticas las reducciones de
gasto público son muy difı́ciles de implementar en la práctica. En definitiva,
en base a un crecimiento económico difı́cil de sostener, se estaban adquiriendo
compromisos de gasto que resultarı́an complejos de financiar en el futuro.
Con el fin de evitar esta situación, cuando Ricardo Lagos asume la presi40
dencia el año 2000, su ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, decide implementar una polı́tica fiscal basada en una meta estructural, establecida en un
superávit de 1 % del PIB. Este objetivo de superávit, obtenido de la diferencia
entre los ingresos estructurales y los gastos, es el que determinará el nivel de
gasto presupuestado para cada año. Como punto de partida, es necesario estimar los ingresos estructurales, que como se dijo, no dependen del precio del
cobre efectivo ni del crecimiento efectivo estimado para el PIB, sino de las tendencias de mediano plazo de estas variables. Es necesario entonces estimar un
crecimiento potencial del PIB, que coincida con la tendencia de mediano plazo,
junto con un precio del cobre de mediano plazo. Obviamente, la estimación de
estas variables no es trivial, ni tampoco existe consenso sobre los valores. Pero
es muy importante que los métodos de estimación, ası́ como los resultados, sean
aceptados como razonables por la mayorı́a, ya que en caso contrario el objetivo
pierde credibilidad y deja de ser una herramienta útil para lograr que la polı́tica
fiscal sea neutra y responsable. Si por ejemplo el gobierno utilizara estimaciones
muy optimistas tanto para el crecimiento como para el precio del cobre, los ingresos fiscales obtenidos de esta estimación serı́an muy altos, lo que permitirı́a
un mayor nivel de gastos, sin embargo, esto llevarı́a a una situación de déficit
permanente. Actualmente lo que se hace es pedir a un grupo de economistas de
prestigio y representantes de distintas tendencias que entreguen estimaciones de
crecimiento potencial, que luego el ministerio toma en cuenta para realizar su
propia estimación. Para el precio del cobre se consideran también las opiniones
de diversos analistas, tanto nacionales como extranjeros. Tomando estas estimaciones como punto de partida (crecimiento potencial del PIB y precio del cobre
de mediano plazo), se puede obtener la estimación de ingresos estructurales del
fisco, que sólo coincidirá con la estimación de ingresos efectivos si el crecimiento
potencial es equivalente al crecimiento efectivo y el precio del cobre coincide
con su nivel de mediano plazo.
Una vez estimados los ingresos estructurales, y sabiendo que el superávit
(diferencia entre ingresos y gastos) debe ser equivalente a un 1 % del PIB, se
41
obtiene el nivel de gastos que el fisco puede realizar, y es este nivel el que se
debe presentar en el presupuesto de cada año. Si tanto el PIB potencial como
el precio del cobre de mediano plazo son mayores que las estimaciones de PIB y
precio del cobre efectivos, se tendrá que el superávit estructural será consistente
con un déficit efectivo, siendo esta la situación que se ha observado entre 2001 y
2003. A pesar de que se han registrado déficits fiscales efectivos en esos años, el
gobierno ha cumplido su meta de superávit estructural. Esto quiere decir que si
la economı́a hubiera crecido a su ritmo potencial y si el precio del cobre hubiera
coincidido con su estimación de mediano plazo, no se habrı́an producido dichos
déficits.
Sin embargo, la situación se presentaba más complicada para los años que
vienen, ya que para el perı́odo 2004 - 2006 el gobierno ya tenı́a ciertos ı́tems
de gastos comprometidos, a lo que se sumaba una reducción en la recaudación
arancelaria producto de los acuerdos de libre comercio y los nuevos programas
sociales, el “AUGE” y el “Chile Solidario”. Esto significaba que aún cuando
la economı́a creciera a su nivel potencial y el precio del cobre recuperara su
nivel de tendencia de mediano plazo (es decir los ingresos efectivos coincidieran
con los ingresos estructurales) no era factible el logro de la meta del superávit
estructural, y por el contrario, las estimaciones apuntaban a situaciones claramente deficitarias. Por ende, para cumplir el objetivo era necesario reducir
el gasto o aumentar los impuestos. Desafortunadamente en términos de crecimiento y eficiencia económica, se ha optado por el segundo camino, lo que de
alguna manera le resta valor a la idea del superávit estructural. Partiendo de
la base que esta idea es positiva para la estabilidad macroeconómica del paı́s,
ya no lo es tanto si cada vez que el fisco quiere aumentar su nivel de gastos
simplemente recurre a la fórmula de subir impuestos. A pesar de que se está
siendo responsable en el manejo de la deuda pública, se está dejando de lado el
objetivo de un crecimiento económico elevado y estable en el mediano plazo.
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®
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