Instrumentos Escogidos

Instrumentos Escogidos
Cuantas veces te has preguntado ¿Por qué me escogió Dios a mí? ¿Cuál es mi
propósito en esta tierra? ¿Hacia donde voy y cual es mi premio? Estas y otras preguntas
nos hacemos día tras día porque a veces quitamos la mirada al centro clave que es la
salvación. En cierta ocasión el los evangelios según San Juan el discípulo Tomas le hizo
una pregunta al Maestro: ¿Cómo, pues, podemos saber el camino? Juan 14:5u.p. A
nosotros nos sucede lo mismo, porque flaqueamos y perdemos la visión del camino; pero
para poder ver el camino tenemos que ser elegidos para pasar por el.
En Juan 15:16 Jesús nos habla diciendo: No me elegisteis vosotros a mi, sino, que
yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto
permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Este
versículo hay dos palabras claves una es elegí (seleccionar) y la otra es permanezca
(mantenerse). Dios primeramente tiene que elegirte a un plan y propósito y cuando ese
plan y propósito es establecido él requiere de ti que lo ejecutes. En el momento de la
ejecución es que Dios quiere que des fruto que permanezca; tiene que haber continuo
dominio propio para que no caigas en tentación, y continua alabanza para que mantengas
la fe, y sobre todo, amor para con uno y los otros.
Ahora, pues, al momento que usted es escogido ¿Cree usted que el camino es
fácil? ¡No! En el camino siempre habrá obstáculos pero Dios nos da las fuerzas para
sobrellevarlos. En las escrituras el Mesías en visión le habla a Ananias y le dijo que se
levantara y fuera a la calle que se llama Derecha, y buscara a Saulo de Tarso (Hechos
9:10-12) en la visión el Mesías le dijo: ve, porque instrumento escogido me es este para
llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque
yo le mostrare cuanto le es necesario padecer por mi nombre. (Hechos 9:15-16) Saulo, el
cual conocemos como Pablo; fue escogido pero también se le advirtió que padecería por
esa encomienda. ¿Qué quiero decir con esto? Es que Dios sabe que hay fuentes del mal
tratando de que tu tropieces en el camino, para que el propósito de Dios no llegue a
cumplirse. Por eso es importante como dije anteriormente, que permanezcamos firmes y
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constantes en su amor; haciendo como dice el salmista en Salmos 119:164 Siete veces al
día te alabo, a cuasa de tus justos juicios.
¿Cuál es el propósito?
Ya que haz sido escogido, hay que preguntarnos ¿Cuál es el propósito?
Analicemos esta pregunta usando por ejemplo un atleta. El atleta tiene un tiempo de
preparación, antes de llegar a la carrera, come ciertos alimentos, bebe mucha agua, y se
prepara mentalmente para el evento. Su propósito es de llegar a la meta y alcázar el
premio. (Véase 1 Corintios 9:24.27)
El creyente debe ser similar al atleta, el alimento es las sagradas escrituras, el
agua es el espíritu santo a través de la oración y fe en El Eterno, y el evento es la vida
eterna, o sea, reinar por siempre con El Todopoderoso. Juan 5:39 dice: Escudriñad las
escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las
que dan testimonio de mí. Jesús en su poco tiempo en carne en este planeta, quería dar a
entender este plan de salvación. Jesús expreso en Juan 5:28-29 No os maravilléis de esto,
porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán la voz; y los que
hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a
resurrección de condenación. Así pues, hacer el bien debe ser nuestra prioridad. Ha
medida que usted hace el bien el amor de Dios se refleja en su rostro. Igualmente el
evangelio del reino es predicado, cuando usted hace el bien a su prójimo. El propósito
primordial es de llevar una vida pía a Dios para poder obtener el premio cual es la vida
eterna y entrada al reino de Dios.
Sabemos que hay momentos donde nuestro cuerpo flaquea y a veces flaqueamos
en la fe, pero lo importante es perseverancia; como dijo el apóstol Pablo a Timoteo: No
descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de
las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu
aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina;
persiste en ello, pues haciendo esto, te salvaras a ti mismo y a los que te oyeren.
(1 Timoteo 4:14-16)
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Como dice Romanos 8:28 Y sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Hermano y
amigo no pierda de vista el llamado y el propósito tened también paciencia y afirmad
vuestros corazones; porque la venida del Mesías se acerca. (Santiago 5:8) El Mesías no
retarda su promesa, según algunos la tiene por tardanza, sino que es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento. (2 Pedro 3:9) Por consiguiente, no olvidemos el llamado y el propósito
que Dios nos ha dado, siempre llevemos el mensaje del reino a toda criatura, porque es la
encomienda de todo creyente.
Autor: Rich González
18 de Octubre de 2008
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