stato nostro - Pontificia Universidad Católica del Ecuador

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STATO NOSTRO
La cara oculta de la
beneficencia en el Ecuador
Patricia De la Torre Araúz
STATO NOSTRO
La cara oculta de la
beneficencia en el Ecuador
STATO NOSTRO
La cara oculta de la beneficencia en el Ecuador
Patricia De la Torre Araúz
2da. edición:
Ediciones Abya-Yala
Av. 12 de Octubre 14-30 y Wilson
Casilla 17-12-719
Telfs.: 2506-247 / 2506-251
Fax: 2506-255 / 2506-267
E-mail: [email protected]
Quito-Ecuador
ISBN:
9978-22-461-0
Autoedición:
Abya-Yala Editing
Quito-Ecuador
Impresión:
Producciones digitales Abya-Yala
Quito-Ecuador
Impreso en Quito-Ecuador, Julio 2004
Las opiniones vertidas en este libro son de estricta responsabilidad de su autora.
Abya-Yala es una editorial democrática y pluralista abierta a todas las corrientes
del pensamiento.
DEDICATORIA
A CAROLINA que ha tenido
que acompañar con paciencia y una sonrisa mis aventuras intelectuales, por eso, este libro es de ella.
Hay un vínculo secreto entre la lentitud y la memoria, entre la velocidad y el olvido.
En la matemática existencial de la vida, esta experiencia adquiere la forma de dos ecuaciones
elementales: el grado de lentitud es directamente proporcional a la intensidad de la memoria; el
grado de velocidad es directamente proporcional
a la intensidad del olvido.
Milan Kundera
RECONOCIMIENTOS
La investigación que se presenta en este libro es mi Tesis
Doctoral, que fue posible realizarla gracias a la beca de estudios de la
WW Kellogg Foundation, al aval institucional de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. A estas instituciones le debo mi gratitud, pero, de manera especial a la WW Kellogg Foundation, que con su solidaridad y confianza, fue un apoyo invalorable en momentos difíciles de
salud en Brasilia, Brasil.
La investigación la realicé en Guayaquil, en los archivos de la
Junta de Beneficencia de Guayaquil. Mi tesis podría haber fracasado si
no hubiera tenido el apoyo del vicedirector de la institución, Juan Alfredo Illingworth +, que emitió criterios favorables y de confianza hacia mi
persona, que fueron recogidos por el Secretario, el Dr. Rafael Macías. La
investigación se desarrolló en un gran ambiente de colaboración del
personal administrativo, con amplias facilidades de información en sus
archivos envidiablemente organizados, el uso de sus locales y de materiales de reproducción; la buena actitud de colaboración al darme su
tiempo para entrevistas a directores de departamentos, como el Sr. Gustavo Illingworth, Sr. Carlos León y Dr. Efrén Arauz director técnico del
Hospital Luis Vernaza. Pido disculpas por no nombrar a otras personas,
pues la lista sería interminable. Todos ellos fueron la base fundamental
para poder incurrir en el estudio de una de las instituciones más importantes del país. Les adeudo mi perenne gratitud y respeto.
No puedo dejar de lado el apoyo sustancial y sobre todo generoso del genealogista Fernando Jurado, pues sin él no hubiera podido reconstruir las relaciones de parentesco de los notables y los referentes de
la masonería.
Tengo una gran deuda impagable con Lourdes Bandeira, Coordinadora del Posgrado de Sociología, al vicerrector y otras autoridades de
la Universidad de Brasilia y con el gobierno del Brasil, porque permitieron que la defensa de la tesis sea realizada en mi país, subvencionando
10 / PATRICIA DE LA TORRE A.
todos los gastos a los integrantes del tribunal examinador, los profesores
brasileros, Marcel Burszytn, Deis Siquerira y mi director de tesis. A ellos
mi reconocimiento por su aporte y solidaridad. Las palabras de Elimar
Pinheiro Do Nascimento al inicio de la defensa, al decir que aquel espacio de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, se convertía
momentáneamente en un lugar legal del Brasil, la Universidad de Brasilia, me permitó cerrar esta etapa formativa.
Elimar Pinheiro do Nascimento, director de tesis, con sus opiniones incisivas, fue un excelente conductor, que canalizó mi proceso de
aprendizaje y de búsqueda intelectual. Combinó su alto nivel académico y profesional con su calidad humana, haciendo de esta mezcla un
amigo de siempre.
Quiero agradecer en especial, a la profesora Fernanda Sobral, del
Departamento de Sociología de la Universidad de Brasilia, que dedicó
su tiempo a las lecturas de los capítulos de la tesis, con observaciones
metodológicas puntuales, en un tema y realidad poco conocida por ella
de un país andino como el Ecuador. En niveles diferentes los profesores
Brasilmar Ferreira Nunes, Vicente Faleiros, Ana María Fernández, Venicio Viero Smith, Carlos Benedito Martins, Cristovan Buarque.
Alfredo Pena Vega, Andrés Guerrero, Kim Clark, en diferentes momentos, a lo largo de 6 años que duró la elaboración de la tesis, me proveyeron de sugestiones en temas complejos a ser estructurados. Esta interlocución me ayudó a encauzarlos. Manuel Alcántara, después de la
lectura de la tesis, canalizó la invitación para dar un curso sobre el tema de esta investigación en el Instituto de Iberoamérica y Portugal de la
Univesidad de Salamanca, España; esto permitió, no solo revisar los archivos de la Masonería en el Archivo Histórico Nacional, Sección Guerra Civil del Ministerio de Cultura, sino también en el análisis con los estudiantes del posgrado, me permito ratificar y depurar el texto. Simón Espinosa, con su lectura profunda y aguda , rescató los filones analíticos y
lo dio a luz a la prensa, creando canales para su publicación.
María del Carmen Murillo, Fausto Avilés, contribuyeron en el diseño de los cuadros, gráficos y diagramas. En esta última etapa para la
publicación, Francisco Sánchez, Ana Estrella, César Carrión, Lucía Martínez y Edison Hurtado, a manera de un trabajo compartido me ayudaron en la edición del mismo. Estoy reconocida a todos ellos por esta
tarea importante y laboriosa.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 11
Una investigación también se construye con bloqueos y obstáculos de personas que toman decisiones institucionales; en la apropiación,
copia de textos inéditos; dispositivos que sutilmente se convierten en
desafíos.
También una tesis doctoral se construye no solo con el aporte
académico, familiares y amigos son cómplices, partícipes y soportes invalorables. Agradezco a mis amigos brasileños, Betina, Cristina, Paulo,
Selma, Elena Mussi, Helena, Marli, Benedito, Ciro y aquellos latinoamericanos como Elvia, Rosaelisa, Sara, Patricia, Virgilio que en diferentes
momentos convirtieron nuestra estadía en Brasilia, en una experiencia
vital.
Mis padres, Arsenio de la Torre M.+, Delia María Araúz de De la
Torre, con el legado de su sabiduría de vida, me han dado su permanente apoyo, en igual sentido mis hermanas, Angela, Clemencia, Jimena,
María del Carmen, María Augusta.
Sin duda, sin la aceptación de José Juncosa, director de Abya-Yala, esta publicación no hubiera sido posible.
Confío que la investigación, cuyo fin es estrictamente académico,
ubique a la sociedad política y civil ecuatoriana, en la objetiva dimensión de lo que es la Junta de Beneficencia de Guayaquil en el Ecuador
y en América Latina.
INDICE
Capítulo I
14 años después 1990-2001 ................................................................
1. la exacerbación del localismo guayaquileño.................................
1.1. El furor de los guayaquileños .................................................
1.2. ENuevamente la quiebra de los bancos guayaquileños
en el siglo XXI ...............................................................................
2. La respuesta de la JBG a la publicación del libro ..........................
3. “¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo .........
4. Ahora todo esta claro ....................................................................
33
34
35
37
39
49
63
Capítulo lI
El Ecuador y la Junta de Beneficencia de Guayaquil: (JBG)
Aspectos contextuales .........................................................................
1. Características generales del Ecuador............................................
2. El proceso político ecuatoriano .....................................................
Los momentos políticos más importantes
en el Estado Republicano ..............................................................
3. Quito-Guayaquil: Dos ciudades diferentes y antagónicas .............
4. La burguesía guayaquileña ............................................................
5. Los grupos familiares guayaquileños y su pertenencia
a los imperios económicos............................................................
5.1. La Banca Privada ...................................................................
5.2. Agro exportación y comerciantes ...........................................
5.3. La industria ............................................................................
6. El sistema de salud y la JBG ..........................................................
82
82
87
88
90
Capítulo llI
La organización institucional...............................................................
1. La estructura institucional..............................................................
1.1. Los Objetivos .........................................................................
1.2. La administración...................................................................
2. Autoridades y formas de gobierno.................................................
2.1. Los miembros y su jerarquía ..................................................
2.2. Las instancias de la toma de decisiones .................................
2.3. Las autoridades .....................................................................
99
101
102
108
112
112
114
117
65
65
68
71
78
80
14 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Capítulo lV
La desobediencia civil de la Junta de Beneficencia de Guayaquil .......
1. El poder local contra el poder nacional: Un episodio del
Tribunal de Cuentas: 1893-1894. ..................................................
1.1. Aspectos contextuales ............................................................
1.2. La desobediencia civil: el conflicto con el Tribunal de Cuentas
1.3. La estructura de los argumentos .............................................
1.4. Las negociaciones con el Ejecutivo y el Legislativo................
1.5. El desenlace: la ganancia de la JBG en el Congreso...............
2.
3.
4.
Lo local constituyendo lo nacional a través de la Ley
de Beneficencia:1904-1908 ..........................................................
2.1. La Ley de Beneficencia y su ejecución...................................
2.2. Reaparece el intento de nacionalización de la JBG:
La ley de Beneficencia ..................................................................
El poder local contra la autoridad del Estado: La Ley de Asistencia
Pública: 1925-1932.......................................................................
3.1. Un nuevo intento para formar un sistema nacional de salud:
La Asistencia Pública.....................................................................
3.2. La vigencia del conflicto: La Ley de Asistencia Pública
y la JBG.........................................................................................
Lo local organizado como entidades autónomas,
frente a la creación del Ministerio de Salud Pública: 1963-1967 ..
Capítulo V
Ficción y realidad sobre el carácter público y privado de la JBG .......
1. La delimitación de lo público y lo privado:
Ordenanza Municipal y Ley Nacional...........................................
2. La delimitación de la privacidad de lo privado:
La JBG y la masonería ...................................................................
2.1. La Beneficencia privada tiene sus raíces en la masonería ......
2.2. La masonería en el Ecuador ...................................................
2.3. La JBG, una institución masónica...........................................
3. La delimitación política de lo público: liberalismo y masonería....
4. Entre lo público y lo privado: La esfera social de la JBG ...............
Capítulo VI
El poder económico de la JBG.............................................................
1. Solidez y estabilidad económica ...................................................
2. La constitución del capital económico ..........................................
2.1. La asignación de capital.........................................................
2.2. La generación del capital por cuenta propia ..........................
3. El poder económico: flujos y círculos
del capital en el sector privado .....................................................
129
134
134
135
137
141
146
150
150
158
163
163
169
177
191
196
205
208
217
219
223
229
239
239
245
246
256
271
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 15
Capítulo VlI
Los notables, la familia y la política ....................................................
1. Los hechos vitales de los notables.................................................
1.1. El lugar de nacimiento ...........................................................
1.2. Edades y la muerte .................................................................
1.3. Profesiones y ocupaciones .....................................................
2. Vínculos y solidaridades................................................................
2.1. La vida privada de los notables: el parentesco .......................
2.2. Las amistades y el clientelismo ..............................................
3. Los notables en la política nacional ..............................................
279
280
281
287
288
292
293
300
304
Conclusiones........................................................................................
311
Documentos.........................................................................................
327
Bilbiografía...........................................................................................
339
Anexos .................................................................................................
351
16 / PATRICIA DE LA TORRE A.
LISTA DE CUADROS
Cuadro 1: Distribución de los servicios ambulatorios
por tipo de institución. 1980. ....................................................................
91
Cuadro 2: Servicios ambulatorios y de hospitalización
según tipos de institución. 1980. ...............................................................
91
Cuadro 3: Distribución de los hospitales por ciudad
e institución. 1980.....................................................................................
93
Cuadro 4: Instituciones sociales de la junta de Beneficencia de Guayaquil.
1889-1990................................................................................................. 94
Cuadro 5: Número de años de permanencia
de los notables en la JBG. 1888 – 1990..................................................... 113
Cuadro 6: Directores de la JBG. 1888 – 1992. .......................................... 119
Cuadro 7: Causas de salida de los directores............................................. 121
Cuadro 8: Tiempo de permanencia
en el cargo de Procurador. 1905 – 1950.................................................... 125
Cuadro 9: Tiempo de permanencia en el cargo
de Secretario.1888 – 1990......................................................................... 126
Cuadro 10: Ingresos de la JBG 1893.......................................................... 148
Cuadro 11: Haciendas confiscadas por la Ley
de Beneficencia a las comunidades religiosas. 1908. ................................ 152
Cuadro 12: Casas de Beneficencia
de la Juntas Centrales. 1893 – 1927. ......................................................... 156
Cuadro 13: Ingresos comparativos entre la JBG
con la Junta Central de Beneficencia Quito. 1920 y 1930. ........................ 157
Cuadro 14: Ingresos de la JBG. 1897 – 1925............................................. 161
Cuadro 15: Ingresos de la JBG, según el Estado
y la JBG. 1925 – 1930. .............................................................................. 173
Cuadro 16: Superavit de la JBG, 1925-1930.............................................. 175
Cuadro 17: Ingresos y egresos JBG. 1925 – 1930. ..................................... 175
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 17
Cuadro 18: Casas de Beneficencia masónicas en Europa y EE.UU.
Siglo XIX. .................................................................................................. 212
Cuadro 19: Grupos sociales atendidos
por la Beneficencia masónica. Siglo XIX.................................................... 213
Cuadro 20: Logías creadas en el Ecuador. 1808 – 1925. ........................... 219
Cuadro 21: Masones miembros de la JBG: 1888 – 1982. .......................... 220
Cuadro 22: Los masones en la revolución de la Independencia ................ 225
Cuadro 23: Apoyo económico de la masonería
internacional a las campañas revolucionarias............................................ 225
Cuadro 24: Patrimonio de la JBG. Inventario al
31 de diciembre de 1989. ......................................................................... 240
Cuadro 25: Establecimientos de la JBG. 1988-1990 .................................. 241
Cuadro 26: Haciendas de la JBG. 1897 – 1990......................................... 241
Cuadro 27: Ingresos y egresos JBG. 1897 – 1990. . ................................... 243
Cuadro 28: Egresos JBG. 1827 – 1990. (Porcentajes)................................. 244
Cuadro 29: Datos comparativos del presupuesto del MSP y JBG.
1980 – 1983. ............................................................................................. 244
Cuadro 30: Ingresos de la JBG. 1897 – 1990............................................. 246
Cuadro 31: Mecanismos de operación
de la ganancia de la lotería de la JBG........................................................ 250
Cuadro 32: Ingresos de la JBG 1897 – 1950. ........................................... 251
Cuadro 33: Porcentaje que financia la lotería
a los gastos corrientes JBG. 1977 – 1988................................................... 251
Cuadro 34: Metros vendidos y valor 1929 – 1973..................................... 265
Cuadro 35: Superficie de los terrenos vendidos por sectores
1929 – 1973. ............................................................................................. 266
Cuadro 36: Superficie M2, vendida por años y sectores 1929 – 1975. ...... 266
Cuadro 37: Destino y superficie de los terrenos comprados por el Estado.
1929 – 1973. ............................................................................................. 267
18 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Cuadro 38: Destino y superficie de los terrenos comprados
por particulares. 1929 – 1973.................................................................... 268
Cuadro 39: Precio de venta terrenos JBG. ................................................. 270
Cuadro 40: Lugar de nacimiento de los hombres notables ........................ 283
Cuadro 41: Nivel educativo de los notables entre 1888 – 1990. ............... 289
Cuadro 42: Ocupación de los notables 1888 – 1990. ............................... 290
Cuadro 43: Los notables en cargos del Estado. 1888 – 1990..................... 304
Cuadro 44: Notables que fueron presidentes de la República ................... 305
INTRODUCCIÓN
Comienzo por aquellas preguntas que incitaron y causaron esta
investigación. Ellas ocurrieron hace 11 años, cuando realizaba una investigación histórica sobre las políticas de salud del Estado ecuatoriano
entre 1887 y 1983. Me llamó la atención dos hechos: la permanencia
de la Junta de Beneficencia de Guayaquil -JBG, que la entendía como
una especie de sobrevivencia de la Vieja Beneficencia nacional extinta
en 1926 y su carácter ni privado, ni estatal. Me surgió entonces el interés sobre el poder del Estado, que en 1967 había centralizado en el
recién creado Ministerio de Salud, sobre una idea utópica de formar un
sistema único de salud (para el cual trabajábamos), todas aquellas instituciones privadas de salud de servicio público. De ahí nació la pregunta: ¿por qué no nacionalizaron la Junta de Beneficencia de Guayaquil?.
Mi interés aumentó cuando, al sumergirme en los datos, reconocí que algunos miembros de la JBG eran parte de aquella poderosa burguesía agroexportadora, originada a principios del siglo en Guayaquil y
que, además del poder económico, ocupaban altos lugares en las estructuras del aparato del Estado. Además, todos estaban comprometidos
con la revolución liberal y con su líder Eloy Alfaro. Percibí que el poder
residía en este segmento social, estrechamente relacionado con el Estado. Tuve que rendirme, una vez más, a la evidencia: sólo en Guayaquil
se “respetó” la presencia de la Junta de Beneficencia. Sintiendo en la
piel la forma despectiva que ellos utilizan, llamándonos “serranos” y nosotros a ellos “monos”, resaltó inmediatamente del problema regional
existente entre Quito y Guayaquil, cuyos orígenes se remontan al tiempo perdido del pasado colonial y el sentimiento se tornó más fuerte a
partir de la constitución del Estado nacional como República Independiente, en 1820.
El hecho de volver al pasado, me hizo buscar los indicios del aparecimiento y desaparecimiento institucional de las Beneficencias. Como
efecto, al suprimirse legalmente, en 1906, las Juntas de Beneficencia lo-
20 / PATRICIA DE LA TORRE A.
cales como entidades autónomas, vinculadas al Municipio subordinándose a una Junta Nacional, desapareció el reconocimiento jurídico de
esta prolongación del estado colonial en el nacional. En otras palabras
comenzaron a constituirse las pautas organizativas para la construcción
del sistema de salud nacional, lo que significó articular, controlar e integrar los poderes locales con el nacional. Proceso concomitante y vinculado a la formación del Estado nacional y de sus estructuras burocráticas. No en tanto, cuando se formaba la institución estatal de salud, denominada Junta Nacional de Beneficencia (1906), y que en 1967 pasó a
llamarse Ministerio de Salud Pública, continuó funcionando una de las
instituciones del Estado colonial: la beneficencia privada, la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG). Vale decir: una institución de servicio
público, de carácter privado, dirigida por una fracción de la burguesía
guayaquileña, encargada de la administración de los hospitales y de
obras de asistencia social públicas.
Esa evidencia empírica me colocó inicialmente frente a dos problemáticas. Una tiene que ver con la formación del Estado ecuatoriano
y la otra, sobre el comportamiento del Estado frente a una política social
local autónoma, en este caso, en el campo de la salud y de la asistencia
social. La revisión de las teorías sobre el Estado parecía ser el camino
para iluminar y entender lo que supuestamente sería el tema de la investigación: las relaciones entre clases sociales, Estado y regiones. Sin embargo, las mismas teorías presentaban obstáculos para comprender el
objeto de la investigación. Un primer abordaje de la literatura permitió
algunos esclarecimientos.
Los estudios sobre los orígenes y la naturaleza del Estado son tradicionales en los campos de la filosofía, de la ciencia política, de la sociología o de la antropología cultural. El debate central, en estas disciplinas, giró siempre en torno de cuestiones tales como si la naturaleza
del Estado constituyese un principio de organización social; si era posible la existencia de sociedades sin Estado; si su origen estuviese relacionado o no con el surgimiento de las naciones, de las clases sociales, de
los mercados, etc.1 Con la intención de polemizar y buscar categorías
explicativas que permitiesen articular el sentido ideal-abstracto de la formación del Estado, algunos autores como Nett (1968), Schmitter (1974)
y Oszlak (1978), entre otros, formalizaron propuestas teórico-metodológicas para delimitar las propiedades que confiere “estatidad” al Estado2.
Según estos autores, al caracterizar estos atributos el estudio del proceso de formación estatal consistía en la identificación empírica de su pre-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 21
sencia. De esta forma se vincula al proceso formativo estatal a un conjunto de fenómenos sociales, a los cuales se pueden atribuir efectos determinantes.
Estos mismo autores, con la preocupación de establecer la especificidad del proceso de formación estatal en América Latina, definieron
como atributos del Estado su capacidad en “externalizar el poder (noción de soberanía), institucionalizar su autoridad (relaciones de poder
para ejercer la cohesión), diferenciar su control (instituciones públicas
relativamente autónomas) e internalizar una identidad colectiva (control
ideológico de la dominación)” (Oszlak, 1978). Este esquema teóricometodológico además de incidir en otros temas polémicos como los de
nación y estado nacional, que actualmente se encuentran en el debate
sobre la crisis del Estado moderno, impactó sobre los estudios al respecto de la naturaleza del desenvolvimiento socioeconómico en América
Latina, y particularmente sobre la “teoría” de la dependencia.
Alrededor de las principales corrientes teóricas con respecto de la
constitución de las formaciones históricas latinoamericanas, existían diversas visiones del Estado y sus relaciones con la sociedad.3 Cada una
de estas vertientes teóricas, en algunos casos polemizando las unas con
otras, fueron utilizadas como posibilidades explicativas de la naturaleza
dinámica del Estado latinoamericano, que puede ser llamado Estado liberal, en algunos casos, de populista y en otros de desarrollistas.
En todas las vertientes consultadas encontré un denominador común que es el atributo reconocido al Estado en el manejo de una política social y, como consecuencia, de salud y de asistencia social. Como
tendencia general los Estados latinoamericanos fueron paulatinamente
estatizando los servicios de salud y de asistencia a lo largo del siglo, sin
prohibir el ejercicio privado de la medicina y de la filantropía. En el caso ecuatoriano existía un problema: si teóricamente el Estado debía ofertar servicios de salud y de asistencia a sus ciudadanos, la realidad empírica de la JBG demostraba que no era así. Los datos empíricos recogidos demostraban que la JBG resistió soberanamente los diversos intentos de estatización. Sin embargo, esto colocaba un problema que siendo actual tiene raíces en el pasado: la imbricación conflictiva entre lo
público, lo estatal y lo privado. Esta cuestión me condujo a formular una
hipótesis rudimentaria: mientras la “dimensión de lo público” presente
en el Estado provoca su tendencia de control, la consolidación de una
racionalidad privada permite que la intención estatizante sea anulada.
22 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Supuse, originalmente, que rehacer el proceso de institucionalización de los aparatos estatales de salud podría ser un buen hilo conductor, una estrategia adecuada para explicar algunos procesos complejos de la formación del Estado nacional en el Ecuador. Sin embargo, percibí que esta no era la pregunta central, era apenas una tela de fondo,
donde se encontraba inscrita mi real preocupación: comprender la naturaleza local y privada de la JBG y lo que era lo nacional y lo público
en el Ecuador.
Por público, entiendo los servicios de bien común que están a
disposición de la población, sean estatales o privados. Por privado comprendo los intereses particulares, sean cargos, privilegios, negocios, casas, instituciones u otras. El sector privado también puede estar incluido
en la esfera pública, usando este último término su sentido habermasiano (Habermas; 1984). Finalmente, entiendo por estatal, en el sentido
ideal-abstracto, una relación social de la instancia política, que articula
un sistema de dominación social. Su manifestación material es un conjunto interdependiente de instituciones con obligaciones sociales, establecidas en la Constitución de la República. Así, tengo un diseño de tres
espacios sociales claves: el privado propiamente dicho (que puede estar
o no en el interior de las instituciones), el público no estatal (que a veces lo llamo privado-público, o simplemente privado en un sentido similar a éste) y, finalmente, lo público estatal que surge simplemente como público. A pesar de las distintas acepciones, el contexto permite claramente realizar las diferenciaciones, así como los términos de nacionalización y estatización que son utilizados como equivalentes.
En la última década, en América Latina, la discusión del Estadonación, sobre el espacio público, sobre la legitimidad y gobernabilidad
democrática ganó importancia. Diversos autores4, a lo largo de sus
obras, produjeron aportes sobre estos temas con el fin de entender las
razones características y consecuencias de los que se llamó la crisis del
Estado latinoamericano. Esos estudios permitían caracterizar el Estado
latinoamericano de tal forma que la conclusión con relación al Ecuador,
era que el Estado-nación no estaba consolidado, entre otros, gracias a la
autonomía e importancia económica que poseía el polo de Guayaquil.
Sin embargo, estas consideraciones, para aclarar mi objeto eran innecesarias. Los diferentes abordajes del problema teórico empírico lo confundían más antes que aclararlo. A partir de estas constataciones formulé algunas preguntas esquemáticas que me fueron útiles: ¿Cuáles son las
razones por las que la JBG no se integra al sistema nacional de salud?,
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 23
¿Cuáles son en las diversas coyunturas como los mecanismos políticos,
económicos, sociales y culturales que utiliza para resistir la amenaza de
la estatización?, ¿Por qué el Estado es permisivo, dejando que quede en
manos privadas lo que le corresponde como atributo a la salud pública
y a la asistencia social en Guayaquil?, ¿Cuáles son las razones que explican el hecho de que la JBG quiera continuar privada, y cuál el significado de esta disputa en el campo de las relaciones de clase y de formación del Estado ecuatoriano?.
De esta forma, el objeto de investigación se anuncia en el plano
inmediato como significado del proceso de resistencia de las instituciones de salud y asistencia del sector público autónomo y de derecho privado que se integra al sistema nacional de salud del Ecuador, tomando
como referencia la JBG.
La resistencia a la estatización de la JBG, constatada, me llevó a
plantear algunas suposiciones. La JBG es testigo de que el Estado fue insuficiente para comportarse según los modelos estatizante y desarrollistas clásicos, que consideran como parte de sus atributos el otorgar servicios sociales básicos como los de salud.
Empíricamente, en varios países latinoamericanos se intentó la
implementación de políticas y sistemas estatales únicos de salud a partir del triunfo de las revoluciones liberales, demócrata-burguesa o con la
instalación de regímenes populistas. En algunos momentos, sobre la influencia de las corrientes desarrollistas y cepalinas. Tendencia que se
puede ejemplificar con la instauración de los Planes Decenales de Salud para las Américas promovidos por la Alianza para el Progreso junto
con la OMS/OPS en la década de los 60. En el caso ecuatoriano, esta
iniciativa provocó la creación del Ministerio de Salud mencionado. De
todas maneras, algunos servicios de salud de carácter filantrópico se
mantuvieron privados.
Eso me condujo a levantar la hipótesis de que el momento en que
el aparato del Estado intentaba estatizar la JBG, lo hacia inmerso en una
ola de “proteccionismo estatal”, todavía en su proceso de consolidación. El Estado latinoamericano vivía a nivel nacional un momento de
fragilidad política. La naturaleza “inacabada” del Estado no constituía,
por sí solo, una explicación consistente o una razón plausible. Por eso
me vi obligada a diseñar otras hipótesis
24 / PATRICIA DE LA TORRE A.
-
La permanencia del carácter privado de la JBG estaría evidenciando una lucha entre las burguesías de Guayaquil y de Quito, porque, en los momentos en los que se intentaba su estatización de
aquella institución, la elite política guayaquileña conservaba su
independencia y autonomía con relación al Estado, lo que me
obligó a demostrar y explicar también las disputas regionales. La
cuestión era saber cómo hacerlo, no sólo metodológicamente sino también teóricamente.
-
Era de suponer, también, que las disputas locales se daban por los
intereses corporativos que prevalecían sobre las tentativas de estatización de la JBG. O también, porque la JBG vivía momentos
de estabilidad económica y que su interés era de no repartir sus
fondos con otros, los “nacionales”, preservando el legado filantrópico de los notables que crearon y consolidaron la institución.
-
Igualmente, podría pensarse que la JBG, a lo largo de su historia,
creó una serie de intereses propios con las familias más tradicionales, ricas y prestigiosas de la localidad, al punto de producir una
resistencia propia, producto de su autonomía institucional.
-
Podría también suponerse que esta institución representaba un
instrumento y un símbolo importante en el proceso de dominación política-ideológica por parte de la burguesía guayaquileña,
por el hecho de ofertar servicios y ser aceptada por la sociedad
constituía un pacto implícito de subordinación y dominación.
-
Finalmente, podría suponer que la resistencia a la estatización tenía acepciones múltiples y que, inclusive, se modificaban a lo largo del tiempo.
Así, la investigación se tornaba más compleja, no sólo porque
eran importantes las razones que conducían a esa resistencia, sino también por la posibilidad de sus múltiples significados. Como éstos se modificaban históricamente, apenas era posible comprender la resistencia
de la JBG por medio de un análisis que aprehendiese el carácter dicotómico de sus relaciones: entre el poder local y el poder nacional en el
campo de las relaciones entre lo público y lo privado, a lo largo de la
existencia de la JBG.
Apostando por esta última suposición que es incierta y difusa,
descarté el análisis clásico del conflicto de la formación del Estado, del
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 25
conflicto regional y de clases sociales, y canalicé todos los esfuerzos
metodológicos para comprender, por un camino poco heterodoxo, el
funcionamiento de la institución y su relación con el Estado y la sociedad local y nacional. A medida que procesaba la información e iba estructurando cada una de las cuestiones, la fuerza de la evidencia empírica me permitía buscar el establecimiento de las relaciones y referencias de los grandes temas genéricos, observando que el análisis institucional puntual hacía comprender también los procesos de formación
del Estado, las disputas regionales y los conflictos de clase, incluyendo
los obstáculos para la construcción del Estado nacional.
Para poder seguir el camino trazado fue necesario la elaboración
de un modelo de interpretación que, como todo modelo, tiene sus limitaciones porque simplifica la realidad compleja. De esta forma, el objeto empírico de observación es la institución, la JBG que no es una institución simple, al contrario tiene un alto grado de complejidad. Aunque
ella parezca una sola, en su interior existen 14 instituciones, cada una
de ellas guardando su propia complejidad. Por eso, decidí abordarla por
diferentes ángulos: la ideología, la organización y la estructura institucional, la estructura económica y el sujeto clave del funcionamiento
que son los “propietarios” de la misma, los notables. No abordé en particular cada una de las 14 instituciones porque eso demandaba otra investigación. Si bien la adopción de este abordaje es convencional, la no
convencionalidad radicó en la recolección de información y en la forma del análisis.
La exploración del objeto de estudio demandó la recolección de
informaciones de fuente primaria, porque no existe rigurosamente, ningún estudio sobre esta institución. Encontré apenas publicaciones de la
propia JBG por la conmemoración de sus 75 y de sus 100 años. Además, encontré documentos que conocía desde la época de mi investigación de las políticas de salud en el Ecuador, anteriormente citada.
Muchos datos estadísticos obtenidos tenían poco valor. Tomé en
cuenta apenas los que respondían a algunas condiciones básicas tales
como: tener el tiempo y espacio de producción identificados; no ser
anónimos; permitir la construcción de objetos empíricos parciales. Estos
últimos me permitieron, entre otros, contar, hacer correlaciones y conocer el nombre y número de los notables durante todo el tiempo de existencia de la JBG.
26 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Si la resistencia a la estatización o nacionalización era el primer
indicio observado, identificar y definir los momentos en que esto ocurrió exigía confrontar lo que el Estado y la JBG legislaba. Fue necesario
recurrir a los documentos primarios para que ellos “hablasen” entre sí:
de un lado las actas de las Asambleas de los notables de la JBG y, en el
otro, las actas del Congreso Nacional. Esto, en cuatro momentos distintos entre finales del siglo XIX y el presente siglo.
A medida que se iban completando, creciendo y configurando las
explicaciones sobre el objeto investigado, no encontraba respuestas
consistentes que justificasen la autonomía de la JBG. No se trataba de
una dinámica política del periodo liberal, existía un elemento ideológico adicional que contribuía para delinear el carácter privado de la institución, que era la masonería. Este descubrimiento permitió hacer varias
rupturas en los análisis convencionales sobre esta época histórica, como
por ejemplo, la de establecer la relación entre liberalismo, la beneficencia y la masonería, esto reforzó mi hipótesis de trabajo sobre el alto nivel privado de la JBG y sobre todo, respecto a su privacidad; la de constitución del poder local civil y no simplemente del Estado, con un mantenimiento de rasgos tradicionales, como el de la autoridad y de las estructuras organizativas que racionalmente no parecían comprensibles ni
las teorías explicaban.
A su vez, el procesamiento de las informaciones primarias de las
logias masónicas ecuatorianas me llevaron a revisar aspectos más puntuales de la institución como: su organización, los fines sociales de la
institución, la filantropía en particular, que me permitió descubrir quiénes eran los notables. En este punto, estructurar las genealogías, relacionarlas en el tiempo, en series cronológicas, abordar los aspectos individuales de los notables, tanto en su vida privada como pública, me inducía a dejar de lado los análisis genéricos para adentrarme en terrenos
más esenciales: la individualidad propia de cada uno y del grupo social
que se construyó por las relaciones de parentesco y de los vínculos de
afinidad. Sin embargo, esto no era suficiente, detrás de cada notable había círculos sociales de gran poder económico y sobre todo político.
A partir de la configuración del objeto me esforcé en construir un
modelo analítico capaz de dar cuenta de las dicotomías detectadas: lo
local y lo nacional y lo público y lo privado. Esto me trajo muchas sorpresas y dificultades. El desafío permanente era conceptualizar lo que
empíricamente iba identificando, sobre todo aquellos fenómenos que
las categorías analíticas de la sociología y de la ciencia política no res-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 27
pondían, como la cuestión del poder local de la sociedad civil, el lado
privado del Estado, la intimidad institucional, las relaciones entre lo público y lo privado en el ámbito de las instituciones, el paralelismo entre
las familias, la institución o poder local y la esfera privada y en su
opuesto los grupos, la institución, el poder nacional y la esfera pública.
Además, las dicotomías anunciadas no son simples ni excluyentes, ellas
se entrecruzan produciendo otros niveles que demandan análisis, como
las relaciones entre lo local y lo público, lo local y lo privado, lo nacional y lo público, lo nacional y lo privado. De esta manera, quedaba claro el pozo existente entre las referencias teóricas al respecto del Estado,
clases y regiones y la realidad y el funcionamiento de la JBG y de sus
conflictos internos y externos. En otras palabras, descubrí que los poderes locales no tenían sus raíces en lo político, sino en lo social, y que se
articulaban entre sí por medio de lazos primarios; que existía una sociedad cuya trama estaba construida por lazos personales, familiares, de un
conjunto de individuos y grupos unidos entre sí, y que podían ser calificados de actores colectivos.
Los notables aparecían como eslabones visibles de largas cadenas
de lazos que se asemejaban a una célula del cerebro, las neuronas, que
tienen un axón y un cuerpo material, de él salen las ramificaciones, las
dendritas, para conectarse por medio de la sinapsis con otras neuronas,
transmitiendo impulsos eléctricos, lo que provoca una comunicación
energética de alta perfección. En este mecanismo nadie habla, impera el
silencio. Esta sociedad, que favorece al grupo de los notables, puede parecerse a las sociedades integrales, holísticas, lo que no significa que
sean homogéneas. Los notables, en una institución como la JBG, son heterogéneos, aunque las teorías tienden a singularizarlos sobre los términos de élite o clase social. Grupo minoritario, heterogéneo convencido
de su autonomía, que hace de la individualidad un valor supremo, el
notable siempre estaba conectado con sus pares.
Desde ese punto de vista lo que había que confrontar era dos
mundos, el de la sociedad local y el de la nacional, y dentro de la sociedad local, el peso de las instituciones creadas por ella misma. Para
hacerlo tenía que tomar como punto de partida la creación de la JBG a
finales del siglo pasado y extenderme a lo largo del siglo XX, dirigiendo
mi atención a las rupturas sin perder de vista la continuidad. Rupturas
nítidas eran la Revolución Liberal, las leyes de Beneficencia de 1906, las
de la Asistencia Pública en 1926 y la creación del Ministerio de Salud
en 1976. La continuidad, a su vez, se inscribía en el desarrollo casi in-
28 / PATRICIA DE LA TORRE A.
mutable de la JBG. Tenía, por otro lado, que tomar varios contextos como los nacionales, sin abstraer los referentes europeos, sobre todo el de
la Metrópoli y el de Inglaterra, además de otros hechos mundiales claves. Sin ningún dogmatismo, y de cierta forma hasta eclécticamente, tenía que establecer periodos de acuerdo con las necesidades del objeto
de investigación. Así, la noción de beneficencia se iba configurando en
el contexto europeo y ecuatoriano, dentro de este a la JBG y a la Beneficencia del Estado. Las relaciones de estos diversos mundos fueron fundamentales para identificar la naturaleza de las contradicciones y de los
conflictos en los que se movía la JBG.
El levantamiento de las informaciones con respecto al movimiento económico de la JBG ratificó su carácter privado con una extraña vinculación con el Estado. El conocimiento de los balances financieros de
los ingresos y egresos, implicó un exhaustivo y complejo trabajo de
identificación y procesamiento de informaciones de cada año, o sea, durante 102 años. Si bien mi intención era establecer grandes series y compararlas con los indicadores nacionales fue muy productivo y satisfactorio ir demostrando con un corte aleatorio de cinco años, cómo la JBG se
desligaba poco a poco de todo lo que podía ser estatal para convertirse
en un holding privado. Si bien el poder económico de la JBG pudo explicar su preocupación de no subordinarse al Estado, no era suficiente.
La fuerza explicativa encontraba su plenitud cuando se adentraba en el
terreno del tejido social e ideológico que constituía la institución como
una entidad singular.
Definidos los actores, desenterradas las estructuras tradicionales
de la institución, revelados su subterráneo económico y habiendo identificando los círculos en que se movía, era necesario determinar cómo
ella actuaba en el campo político. Al final, la JBG es también una institución política. Su actuación tanto en el pasado como en el presente tiene un carácter claramente político. De ahí viene la necesidad de conocerla y definirla.
La investigación está expuesta en seis capítulos.
En el primer capítulo describo rápidamente lo que es el Ecuador.
Hablo de sus características generales, destacando las ciudades de Quito y Guayaquil. En particular me detengo en Guayaquil, describiendo su
estructura económica y social, su burguesía, los grupos familiares y, finalmente, de forma breve la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
LA
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ECUADOR / 29
El segundo capítulo nos conduce al interior de la JBG con la intención de develar, a través del análisis de su estructura, formas de autoridad, de gobierno y de jerarquización, la naturaleza más íntima de su
carácter privado, de la masonería que se encuentra en el cuatro. Es en
la privacidad institucional que reside la fuerza institucional, el terreno
de la comprensión de las victorias sucesivas de la desobediencia civil.
La historia de la resistencia de la JBG a los diversos intentos de
estatización es el objeto del tercer capítulo. Periodicé esta resistencia en
cuatro momentos. El primero es la lucha en torno al final del siglo
(1893/1894) ejemplificada con el episodio del intento de intervención
por parte del Estado nacional por medio del Tribunal de Cuentas. La proclamación de la ley de Beneficencia de 1906, declara estatales todas las
beneficencias existentes, es el segundo momento de la resistencia que
perdura hasta 1908; este hecho es uno de los resultados de la Revolución Liberal. El tercero se da alrededor de 1925-1932 y se manifiesta explícitamente con la Ley de Asistencia Pública. Finalmente, el cuarto y
último momento seleccionado ocurre con la creación del Ministerio de
Salud Pública, cuando ya existía el Estado populista, entre 1963 y 1967.
En cada uno de estos momentos describo la naturaleza del conflicto y
los intereses que están en juego, así como la salida encontrada, manteniendo siempre el carácter privado de la JBG.
La dicotomía privado-público, que se resalta en el capítulo anterior, es analizada exhaustivamente en el capítulo cuarto. En él, analizo
esta dicotomía en sus diversas expresiones históricas y políticas. La masonería y el liberalismo, así como el carácter filantrópico de la JBG, son
los elementos constitutivos fundamentales para comprender este juego
entre lo público y lo privado que es un juego de “realidad y ficción” de
una materialidad revestida de una densa simbología no siempre explícita.
Si el análisis de la institución permite revelar el terreno de la resistencia institucional, su base económica es un factor de resistencia a
ser considerado. En el quinto capítulo analizo justamente cómo son las
cuentas de la JBG a lo largo del periodo estudiado. Sus fuentes de ingresos, la estructura de los egresos, permiten identificar el capital económico institucional y su grado de dependencia y autonomía con relación al
Estado.
Finalmente, encierro el cuerpo de la investigación con el sexto y
último capítulo que se refiere al sujeto de la resistencia, cuyo compor-
30 / PATRICIA DE LA TORRE A.
tamiento y decisiones, permiten que la JBG se constituya como una institución autónoma: los notables. ¿Quiénes son estos personajes?, ¿Cuáles son sus recursos económicos, sociales, políticos y simbólicos?, ¿Cómo se relacionan interna y externamente?, ¿Cuáles son los puestos que
ocupan?, ¿Cuáles son los valores que defienden? Si el poder económico,
las relaciones masónicas, la ideología liberal y la organización institucional fueron factores esenciales para entender el juego de la resistencia, la comprensión de la naturaleza de los “propietarios” de la JBG era
imprescindible. La malla de sus relaciones y los lugares que ocupan
dándole una fuerza económica, política, social y cultural constituyen a
la garantía de la JBG.
Así, la naturaleza de la resistencia se desvenda a nuestros ojos
gradualmente, y con ella el terreno de la lucha, los sujetos en disputa,
los recursos simbólicos y materiales utilizados, la constitución y la solución de los conflictos en un amplio campo, que es simultáneamente de
la constitución de lo nacional y de los poderes locales del Estado y de
la sociedad civil, de lo público y de lo privado.
Con el material documental trabajado y procesado, muchos temas complementarios podrían haber sido tratados. Como ejemplo cito
la articulación intrainstitucional con los servicios sociales, o la relación
de desarrollo institucional con el proceso de urbanización de Guayaquil. Cada uno de ellos exigiría una investigación propia.
Finalmente para cerrar esta introducción, no puedo dejar de expresar mi esperanza de que los resultados de esta investigación sirvan
para comprender mejor nuestros procesos políticos y sociales y que puedan constituirse en un aporte para la sociología del Ecuador. Si así lo es,
habré cumplido mi misión.
Notas
1
Este abordaje ha sido trabajado antropológicamente por Lawrwnce Krader, La formación del Estado (1972) y Perry Anderson, Lineages o the Absolutist State (1975). Sobre la influencia académica del marxismo, los
análisis sobre la dependencia restringieron el estudio del Estado buscando reconstruir su formación histórica a un reduccionismo de clase.
2
Cuando Oszlak habla de “estatidad” se refiere al grado en que un sistema de dominación social adquirió, expresado en esa capacidad de articulación y reproducción de las relaciones sociales, que definen la existencia de un Estado (Oszlak, 1978).
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 31
3
Puede nombrarse, a manera de ilustración: la teoría Cepalina; la teoría
de la Dependencia; el Estado de Compromiso; el Estado Patrimonial y
Corporativista; el Estado de Capitalismo Retardatario; la Modernización
Conservadora; Estado Burocrático; Autoritario; Estado de Capitalismo Periférico; o Estado de Transición Democrática, que se encuentra en parte
en Fleury (1990).
4
Son significativos los estudios de Odonell (1984,1987), Osvaldo Hurtado
(1977), Cardoso e Faletto (1979), Tilman Evers (1979), Graciarena (1984),
Lechner (1986), Marins (1984), Przeworski (1986), Sonntag (1984),Ozslak (1982,1986), Trinidade (1986), Weffort (1990),Zermeño (1986), Marcos Kaplan (1990), Hugo Zemelman (1990), Pablo Gonzalo Casanova
(1990), Enrique Ayala (1990), Rafael Quintero (1983), entre otros cientistas latinoamericanos.
Capítulo I
14 AÑOS DESPUÉS
1990-2004
En verdad, si algo no entró ni entrará en crisis en el Ecuador es
la centenaria JBG, la cual goza de buena salud con el nuevo hospital para niños Gilbert (ex asilo Mann) y las recientes alternativas económicas
para generar ingresos como el Pozo Millonario. Este comportamiento no
es una novedad, siempre fue así, los 6 capítulos del libro lo demuestran
a la saciedad.
La trayectoria de la JBG durante estos últimos años sigue la línea
trazada desde su fundación en 1887, lo cual ratifica su solidez y estabilidad que no fue gravemente lesionada por la crítica recesión económica del país entre 1999 a 2001.1 Los factores desencadenantes de tipo
económico fueron: el feriado bancario;2 el salvataje bancario;3 la dolarización.4 Los de orden político fueron el golpe de Estado militar e indígena con la caída del presidente Mahuad el 21 de enero de 2000; la puesta en marcha de consultas populares en pos de la reforma administrativa
del Estado como las Autonomías según el modelo del estado autonómico español propuesto por Ricardo Noboa director del CONAM; los conflictos, oscuridades y ambigüedades de la ley de Descentralización.
En estos últimos 14 años, la JBG sigue su comportamiento inmutable en un nuevo entorno positivo que es el fortalecimiento del gobierno seccional autónomo, el Municipio de Guayaquil con los alcaldes
León Febres Cordero y Jaime Nebot, altos dirigentes del Partido Social
Cristiano y el desarrollo urbano de primer orden de su ciudad.
Para el Municipio de Guayaquil de hoy, 2004, la JGB representa
lo que fue el justificativo para su creación: disponer de una corporación
privada para que asuma las funciones sociales que el Municipio, vale
decir el estado subnacional, no lo podía hacer, así lo que hoy se denomina en el tenor de la descentralización “la transferencia de competen-
34 / PATRICIA DE LA TORRE A.
cias” como salud, educación, obra social en general bajo el signo neo
liberal que implica privatizar y terciarizar los servicios públicos, ya fueron hechos realidad un siglo atrás en Guayaquil por esta doble lógica
privatista y autonómica, que es inherente a la cultura guayaquileña e
inexistente en el resto del país. La Fundación Malecón 2000 es un ejemplo reciente de la naturaleza de este tipo de comportamientos institucionales cuyo financiamiento no es estrictamente local, es también nacional; los ecuatorianos y el gobierno central hemos financiado grandes
proyectos para la ciudad de Guayaquil.
La JBG a más de ser una institución estable es también intocable,
lo cual no es una novedad, así resistió a los intentos de nacionalización.
La respuesta de la JBG a la publicación de este libro deja al descubierto
este rasgo distintivo y ratifica los mecanismos usados frente a lo que
considera una agresión. Topar o nombrar a los “patricios guayaquileños”, o instaurar una competencia económica libre como la lotería es
para la JBG un grave atentado porque afecta el monopolio instaurado
desde la creación de la Lotería Nacional por Vicente Rocafuerte para todo el país, la cual bajo leyes “ad doc”, se convirtió en una forma de
“propiedad privada”, pese a ser “pública”, es decir del Estado.5
Por ello cuando otras loterías propiciadas por instituciones estatales locales como el Consejo Provincial de Pichincha ( el caso de la
Quiniela) y en la actualidad, julio del 2004, el re-intento del Consejo
Provincial de Pichincha y del de Manabí de poner en marcha nuevamente una lotería con el financiamiento de una empresa colombiana, la
JBG, simplemente anula estas gestiones con el uso del poder político y
económico de las altas autoridades del gobierno y del Congreso. Los
mecanismos son coercitivos, intimidantes y de amenaza como la de cerrar sus hospitales, hecho que nunca se ha cumplido.6
Quien “tope” a la JBG ignora que se está enfrentando al grupo
más poderoso del Ecuador ante la que presidentes, Fuerzas Armadas, las
instancias judiciales, el Congreso Nacional, el Tribunal Constitucional,
los partidos políticos de derecha e izquierda se subordinan.
1. La exacerbación del localismo guayaquileño
La publicación de este libro a mediados de 1999 cae en el terreno abonado por la violencia política, económica y los peligrosos comportamientos (mal llamados regionalistas) localistas, entre Quito y Guayaquil. En la atmósfera enrarecida de inicios de 1999 que se expande
hasta el 2002 sube peligrosamente la temperatura de estos conflictos.
LA
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ECUADOR / 35
1.1. El furor de los localismos.
Entre 1999 hasta el año 2002, el localismo se convierte en un tema de debate público y provoca un clima psicológico, subjetivo, que
nos ubica aparentemente al borde de la disolución del país. Varias evidencias hablan al respecto. Así en enero de 1999, existe la discusión de
dos intelectuales prestigiosos de Quito y Guayaquil, Jorge Enrique
Adoum y Miguel Donoso Pareja, al profundizar sobre la identidad del
Ecuador de fines de siglo. Esto provocó reacciones en las dos ciudades.
(Diario Hoy, La pasión de lo regional fecha: 11/01/1999.)
Es ilustrativo lo que escribe Javier Ponce el 17 de enero dando
respuesta a un artículo de Ricardo Noboa, director del CONAM, que lo
transcribo textualmente en sus partes más importantes:
“Ricardo Noboa tiene razón cuando habla de un regionalismo serrano
(yo diría sobre todo quiteño) impregnado de un fuerte aroma despectivo
y un regionalismo costeño (agregaría particularmente guayaquileño) con
el olor de la indiferencia. En Quito es posible observar el modo despectivo con que las elites practican el paternalismo. Y en Guayaquil es posible percibir la indiferencia con la que las elites conviven con la pobreza. Las dos versiones de una misma ampulosidad. Las dos proyectando
al país el mismo vacío.
Y en torno a ello, se tejen los secretos rencores que origina la inequidad. Y
hay pocos espectáculos más tristes que la sospecha y la arrogancia con que
la burocracia quiteña (pública y privada, militar o civil) cumple los mandatos del centralismo en cualquier lugar de la Costa. Es una absurda versión
de un colonialismo interior que ahonda el silencio entre las regiones.
…Así hemos tejido un país imposible. Y hoy, parecería que ese equívoco entre regiones, se está agudizando. Lo agudizó, entre otras cosas, el
mismo fenómeno de El Niño, el modo de sufrirlo y de abordarlo. Y parecería que la clase política traza, como nunca, sus estrategias a partir
del regionalismo, consolidan sus poderes a partir de la división de su influencia y su caudillismo en cada región.” DIARIO HOY, UNA LECCION
DE RICARDO NOBOA Fecha: 17/01/1999 Por Javier Ponce, P. 4-A.
El 8 de febrero Ricardo Noboa, director del Consejo Nacional de
Modernización ( CONAM) que apoyaba al movimiento autonomista
Fuerza Ecuador, en el artículo “Hay Una Herida Abierta” planteaba con
nitidez este problema antiguo y nuevo cuya solución sería impulsar una
reforma legal que de paso a un reordenamiento territorial como lo hizo
el estado autonómico español. Para Noboa, el estado unitario y presi-
36 / PATRICIA DE LA TORRE A.
dencialista tiene como consecuencia “ la fragmentación en 215 cantones, de los cuales 200 están quebrados” y por ello propone que el país
debata este reordenamiento territorial que implicaría que se traslade los
niveles de decisión política a las provincias, permitiéndoles un manejo
autónomo de materias como la educación, la salud, la Policía, la vialidad, el medioambiente, los servicios públicos, dando cabida a que las
provincias se asocien entre ellas, para fortalecer estas competencias.
En estas expectativas de futuro, el sueño autonomista de Fuerza
Ecuador consistía en: “Conseguir que cada cantón del país reciba el 50
% de su recaudación; del resto, solo iría al Gobierno un 40%; el10 % final se destinaría para obras de infraestructura externa”. El organismo encargado de administrar los recursos sería el Municipio de la localidad,
así el gobierno central se dedicaría a instituciones como FFAA, Diplomacia, Banco Central, Superintendencia de Bancos, que podrían convertirse en pequeñas entidades autónomas y eficientes. DIARIO HOY, P.
6-A, Fecha: 08/02/1999
En marzo de ese mismo año Diego Araujo en un editorial del diario Hoy describe el nivel de caos y anomia que vive el país:
“Hace 140 años, el Ecuador, que no cumplía los 30 como república independiente, estuvo a punto de desintegrarse, cuarteado con gobiernos
regionales en Quito, Guayaquil, Cuenca y Loja y, además, con su territorio invadido por fuerzas peruanas al mando del general Ramón Castilla.
Ahora, al cerrar el siglo, la desintegración nacional se perfila más peligrosa, porque no hay solo cuatro gobiernos, sino decenas de ellos, despóticos y abusivos, que han atado de pies y manos a un presidente de la
República que no cumple todavía los primeros 240 días de ejercicio del
mando.
Hay tantos gobiernos como partidos políticos o mejor dos o tres de sus
cabezas que exponen, como ayer Jaime Nebot, las fórmulas salvadoras,
factibles quizás a mediano o largo plazo, sin ponerse en los zapatos de
quien sí está obligado a resolver de inmediato los problemas de un fisco
quebrado y una economía en trance de caer al abismo de la hiperinflación; esos dirigentes, con una inflexibilidad suicida, niegan hasta la posibilidad efectiva de discutir la propuesta del gobierno nacional, a menos
que éste acepte las que ellos plantean.
Hay un gobierno de ciertos empresarios que usaron los bancos en beneficio de las empresas vinculadas y hoy imponen al Estado la obligación
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 37
de asumir, con recursos públicos, sus malos manejos. Las leyes les aseguran la impunidad, y el poder real con el que cuentan les permite estimular el regionalismo y paralizar todo el sistema, en un feriado sin explicaciones, o conseguir el más sustancioso préstamo de los depositantes.
Hay un gobierno de los taxistas que bloquea la ciudad para que el fisco
quebrado sucretice sus deudas y baje el precio de la gasolina. Ese gobierno bloquea Quito y otras ciudades, las mantiene sitiadas, sin que le importen un comino las actividades de la comunidad y manejando el espacio urbano como potrero de su exclusiva propiedad.
Hay un gobierno de dirigentes de sindicatos públicos que defienden millonarias indemnizaciones en desmesurados contratos colectivos, hirientes frente a un Estado que no tiene dónde caerse muerto o un sistema de
remuneraciones de las burocracias de a pies desequilibrado e injusto.
Hay tantos gobiernos como congresistas incapaces de ponerse de acuerdo en algo. Hay tantos gobiernos como otros congresos paralelos que, a
nombre del pueblo, se ponen en pie de guerra internacional y enarbolan, con envidiable realismo, la sencilla bandera de la suspensión del pago de la deuda externa... Hay tantos gobiernos como...
En medio de esos y los muchos otros gobiernos, ¿dónde está el gobierno
nacional? ¿No hay un gran vacío de su ejercicio de la autoridad, una falta de presencia y agilidad para tomar las decisiones? ¿O el vacío de gobierno es parte de la estructura misma del poder, que no brinda la menor posibilidad de gobernabilidad, y lo anula en medio de tantos otros
innumerables gobiernos?
DIARIO HOY, Quito. 17 mar 99. Editorial P. 4-A
1.2. Nuevamente la quiebra de los bancos Guayaquileños en el
siglo XXI
Continental, Filanbanco, El Progreso, La Previsora, El Pacífico.
En junio de 1999 se elevó la tensión localista: Jorge Egas Peña7
renunció a la Superintendencia de Bancos porque se le pretendía despojar el poder de veto en le directorio de la AGD; el conflicto fue interpretado como una muestra más del repudiado “centralismo de los quiteños y del Gobierno de Mahuad”.
Son conocidos los enormes intereses en disputa por la Agencia
de Garantías Depósitos ( AGD)8 que hoy, después de la destitución de
Wilma Salgado ex gerente de la AGD en la presidencia de Gutierrez,
38 / PATRICIA DE LA TORRE A.
2003 dejó al descubierto a los grandes deudores de la banca privada
que son algunos grupos de industriales, comerciantes, exportadores y
banqueros de la oligarquía de la Costa y de la Sierra. Sin duda este panorama se asemeja al de la revolución Juliana y a los siguientes años tormentosos 1927-1935 de gran desestabilización política y económica.
La AGD tenía que decidir el destino de los bancos, entre ellos el
del Progreso de Fernando Aspiazu, el Partido Social Cristiano rompió la
alianza con Mahuad y emergió el movimiento autonomista Fuerza Ecuador liderado por Humberto Mata quien criticaba el centralismo en pos
del apoyo a Egas.
Al fracasar la gestión de la ministra de economía Ana Lucia Armijos, se generó una incertidumbre e inestabilidad económica. Fue evidente la falta de responsabilidad del PSC y de los sectores costeños que
no querían que se realizara los correctivos de los bancos después de las
auditorias. ( Diario Hoy P 2-4 Fecha: 23/02/1999).
En definitiva, la quiebra de importantes los bancos guayaquileños inmersos en actos ilegales, corruptos, re-edita la historia de ocurrida en los años pasados en Guayaquil. El capitulo 1 de este libro realiza
una descripción al respecto.
El 17 de abril del 2000, el editorial de la revista Vistazo arroja los
siguientes datos: los 50 mayores deudores de la banca quebrada, deben
3. 700 millones de dólares. Los grupos económicos en los primeros
puestos del registro de morosos son los de los guayaquileños Fernando
Aspiazu, los hermanos Isaías Dassum, Julio Hidalgo Coronel, Alfredo
Adum Ziadé y Agustín Febres Cordero Rosales (su hermano es León Febres Cordero, ex presidente del Ecuador, ex alcalde de Guayaquil, máximo dirigente del PSC y actual diputado por el PSC. El ex dueño del
Banco del Progreso y sus empresas vinculadas debían 118, 9 millones de
dólares; los ex dueños del Filanbanco y sus empresas relacionadas, 90,8;
Hidalgo, 48,4; Adum, 27,4; Febres Cordero, 21,5 millones dólares. Entre los demás que integran la lista de los 50 endeudados asoman otras figuras de gran poder en la política, la banca y el empresariado.
La vieja práctica de los más poderosos, ha sido la de expatriar las
ganancias y cargar las pérdidas a los ecuatorianos, los ricos son más ricos usurpando lo poco que tienen los pobres y la clase media. Más de
16 000 millones de dólares salieron del Ecuador. Mientras tanto, los bancos quebrados en poder del Estado soportan una cartera cuyo peso más
agobiante corresponde al de los grandes deudores. Así mantiene vigen-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 39
te un sistema de gran injusticia social porque en la red de los grupos
económicos, descansa el manejo político, la organización del país y las
decisiones a favor de la veintena de familias que mantienen sus privilegios a costa de los desposeídos del país. Diego Araujo Sánchez ELHOY:
(DIARIO HOY) (P. 4-A)
El analizar estos hechos acaecidos en los primeros meses del siglo XXI no es sino volver a escribir una historia conocida y analizada sociologicamente del pasado y que es ampliamente expuesta a lo largo de
los capítulos del presente libro. Parecería que el tiempo no hubiera
transcurrido, que se hubiera detenido, el pasado es presente. Las estructuras feudales y caudillescas de la Colonia están vigentes, existe el señor feudal, el siervo de la gleba y la incipiente clase media. Este mapa
mental está intacto en medio del avance tecnológico, la globalización,
la revolución de la comunicación.
2. La respuesta de la JBG a la publicación del libro.
EL representante de la JBG en Quito, Leonardo Moncayo Jalil,
era el portavoz de las decisiones de los notables quien me notificó que
no era bien vista la publicación, y que en caso de que esto suceda, sería comprada toda la edición. Puso también puso como ejemplo lo que
sucedió con el fracaso de la Quiniela del Consejo Provincial de Pichincha, en donde la JBG cuando tiene ubicados a sus enemigos los persigue hasta el final. Si bien esto podría tener un tinte amenazante, las publicaciones en pos de la defensa de la JBG en el diario el Telégrafo, fueron de forma evidentes
Los sendos artículos en el diario El Telégrafo recurren a varias formas para expresar el rechazo a la publicación. El insulto tiene sabor a
difamación. Es digno de señalar que el diario El Universo publicó una
entrevista, la cual es totalmente opuesta al otro periódico local.
Miguel Palacios, médico psiquiatra, director del Hospital Lorenzo Ponce de la JBG, dirigente deportista a quien se le pidió la renuncia
de su cargo y que posteriormente sufrió un intento de asesinato escribió
lo siguiente:
LA SOCIÓLOGA AMAÑADA
POR: Miguel Palacios Frugone.
Diario El Telégrafo:
Jueves 23 de diciembre de 1999-12-30
40 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Hay dos condiciones que son inherentes a la miseria humana y son parte de la mediocridad de las personas: hipocresía y envidia.
Cuando alguien se nos presenta con una sonrisa para lograr algo y por dentro alberga sentimientos infernales, estamos frente a una persona falsa.
En la época que Juan Alfredo Illingworth era Director de la Honorable
Junta de Beneficencia, llegó a su oficina una socióloga llamada Patricia
de la Torre. Con gesto meloso y aparente buena intención, solicitó permiso par hacer un trabajo de investigación sobre la Institución.
El Director de entonces, actuando de buena fe y desconociendo las protervas intenciones de la que fungía como socióloga, no solo autorizó lo
pedido sino que le dio ayuda necesaria para que la susodicha profesional realice lo solicitado.
Como es característico de los guayaquileños se actuó de buena fe y se recibió con los brazos abiertos a esta persona. Se la ayudó a pesar de que
por ser una sola investigadora y desconocer de finanzas y administración, se sabía que los resultados de la investigación serían limitados.
Al paso del tiempo esta socióloga publica una tesis donde cuestiona el
uso de las finanzas y la parte administrativa de la Institución.
Incluso habla mal de sus miembros y afirma que los mismos son un grupo de intocables que manejan a la Institución para su beneficio propio.
Esta individua cuya trayectoria es tan borrascosa como su procedimeinto, jamás podrá tener la dimensión necesaria para juzgar a la Junta.
Siendo nadie pretender ser alguien a costa de una de las más ilustres y
beneméritas Instituciones de Guayaquil.
Esta mujer desconoce la invalorable gestión que realiza la Institución y
que suple la falta de acción en los campos de la salud, educación y servicio que el Ejecutivo no ejerce sobre la población ecuatoriana.
Constitucionalmente la responsabilidad de la salud y educación corresponde al Estado ecuatoriano.
En razón de que esto siempre ha sido un lirismo escrito, un grupo de guayaquileños decidió crear una institución para brindar atención a la gente más pobre de la patria. Así nace la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 41
Los miembros de la Junta son gente honorable y no pueden ser cuestionados por al dudosa virtud de una socióloga de escasa trayectoria.
El Director actual fue elegido democráticamente y da su esfuerzo, tiempo y capacidad de mantener y mejorar a la centenaria organización.
La Junta de Beneficencia ha sido una de las mejores Instituciones del siglo XX. Su trayectoria es inmaculada y no puede ser desprestigiada por
alguien que no significa nada ni representa a nadie.
La Institución pertenece a Guayaquil y por eso despierta las gárgolas soterradas de una regionalista envidiosa con una intenciones más oscuras
que su negra conciencia.”
El defensor de la JBG usa calificativos que implica un exhaustivo
conocimiento de la autora del libro, el cual no lo tiene como: Sentimientos infernales. Protervas intensiones de quien fungía como socióloga. Miseria humana, mediocridad: hipocresía y envidia. Trayectoria tan
borrascosa como su procedimiento, jamás podrá tener la dimensión necesaria para juzgar a la Junta. …no puede ser desprestigiada por alguien
que no significa nada ni representa a nadie.
La pregunta simple es si Palacios tiene pruebas objetivas sobre lo
aseverado publicamente?. Es importante también anotar la facilidad y
prepotencia para el insulto. Bajo un estilo diferente, no obstante con algunas palabras insultantes y con fuertes argumentos localistas, Guillermo Arosemena, cumplía el mismo fin: la defensa de la JBG. Así se leen
los siguientes editoriales.
Editorial Diario El Telégrafo
Guayaquil, jueves 21 de octubre de 1999
Asedio a instituciones y profesionales guayaquileños
Por Guillermo Arosemena
Socialistas, comunistas y veneradores del estado, quiteños y de otras
ciudades serranas, haciendo mala práctica del título de sociólogos (as) que ostentan, se han dedicado desde hace algún tiempo a la despreciable tarea de desprestigiar y manchar la honra guayaquileña. En lugar de usar esa noble profesión productivamente, la emplean para hacer el mal.
42 / PATRICIA DE LA TORRE A.
En la realización de sus investigaciones, no necesitan analizar la sociedad de otras ciudades, tienen el plato lleno con la conducta de sus coterráneos.
¿Por qué estos sociólogos (as) no se han interesado en estudiar la preferencia que tienen los habitantes serranos a formar parte de la burocracia estatal?
Tengo mi teoría. Como durante la colonia, la influencia española fue
sensiblemente más marcada en la costa que en la sierra, quienes vivían en las
ciudades enclavadas en Los Andes, heredaron las profesiones preferidas de los
españoles: militarismo, sacerdocio y burocracia.
Esta última carrera les daba a los ibéricos la oportunidad de merecer el
título de hidalgo, sin necesidad de tener sangre azul. En la república, los criollos
y mestizos escogieron la misma “profesión” y las inculcaron a las futuras generaciones.
¿Por qué estos sociólogos (as) no se han interesado en analizar las causas que influyen en la masa de la población serrana a venerar al socialismo y comunismo y odiar las actividades productivas privadas?
También tengo otra teoría. El feudalismo, sistema económico de opresión y destrucción de la iniciativa privada, implantado por los españoles en la
colonia, perduró en la sierra hasta mediados del siglo actual. En la costa, prevaleció el mercantilismo.
Estos sociólogos (as) no se han interesado en estudiar ¿por qué en Guayaquil, la movilidad en los estratos socio-económicos ha sido históricamente
una realidad, mientras que en Quito es una aspiración? Desde el siglo pasado
hay decenas de ejemplos de ciudadanos que siendo muy pobres, sin importar
lugar de nacimiento, lograron acumular fortuna en Guayaquil. Evangelista Calero a inicio de siglo y Carlos Miranda en la segunda mitad del siglo XX, nacidos
en provincias de la sierra, vinieron a nuestra ciudad para buscar mejor futuro y
lo encontraron. Igual apertura se dio y sigue dando a los extranjeros.
Un ejemplo tenemos en Alfredo Czarninsky. ¿Por qué estos sociólogos
(as) no se han
interesado en analizar la singular apertura de Guayaquil de
dar cabida a los que no son nacidos en nuestra ciudad, a posiciones destacadas
en el mundo empresarial, como Francisco Alarcón, César Rohón y Pedro Gómez-Centurión, presidente de la Cámara de Industria, presidente de la Cámara
de la Pesquería y gerente general de la Fundación Malecón 2000, respectivamente? No me imagino que en Quito un guayaquileño sea presidente de la Cámara de Comercio.
El lector se preguntará por qué formulo todas estas preguntas y a dónde
quiero llegar. Se acaba de publicar un libro que sirvió como tesis doctoral a la socióloga Patricia De La Torre en una beca que consiguió para estudiar en una universidad del exterior. Con el nombre de “La Junta de Beneficencia de Guayaquil
LA
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ECUADOR / 43
(JBG), Lo privado y local en el estado ecuatoriano”, la autora escribe la historia
de la JBG, no con la finalidad de describir el aporte de esta centenaria y noble
institución guayaquileña, al desarrollo de la medicina ecuatoriana, sino para atacar perversamente, las acciones de los directores y miembros de esta organización, desde los primeros en posesionarse a fines del siglo XIX hasta los actuales.
En este libro, plagado de errores en fechas, personas y hechos, encontré
28 equivocaciones, además de ser una ofensa a Guayaquil. Su autora evidencia
un odio que pocas veces he conocido. Utilizando una forma malvada de escribir, formula preguntas que ella misma contesta.
Cuestiona cada una de las decisiones tomadas por el directorio de la
Junta de Beneficencia, desde la primera hace más de 100 años, poniendo en tela de duda la integridad moral de quienes las ejecutaron. Así tenemos que la autora sugiere que en la compra de la hacienda Atarazana que tanto bien ha hecho a la JBG, “¿... fue solamente la mentalidad calculadora [se refiere al primer
director] que proporcionó la realización del negocio o existe otra causa?”.
Esta escritora tiene la maldad de afirmar que en la JBG “no prima la filantropía, ni el sentido humanitario... No hay sentido de solidaridad... La JBG...
es una empresa... importantes sumas de dinero no se destinan a ese fin [beneficencia]... otra connotación de los filántropos guayaquileños... es la preservación
de su propio bienestar social”. Los comentarios descritos son una pequeña
muestra de las diatribas de la socióloga De La Torre.
Si existe una institución que se identifica con los valores de Guayaquil,
es precisamente la Junta de Beneficencia, establecida para llenar vacíos dejados
por la incapacidad del Gobierno Central en la administración de las rentas públicas. Esta socióloga se olvida que el guayaquileño del siglo XIX fue práctico,
por su naturaleza comercial. Si se hubiera dejado la salud en manos del Gobierno, decenas de miles de guayaquileños y afuereños hubieran fallecido por las
epidemias de la fiebre amarilla.
Cuando la socióloga estuvo urgando en la documentación proporcionada de buena fe por la Junta de Beneficencia, debió informarse que en los hospitales administrados por esta institución, se atienden ecuatorianos de todas las
provincias.
La misma incapacidad del Gobierno llevó a patricios guayaquileños a
fundar el Comité de Vialidad, Comisión de Tránsito, Sociedad Filantrópica del
Guayas, Liga Ecuatoriana Antituberculosa, etc. La creación de estas organizaciones no era necesaria en Quito, por gozar de los beneficios del poder central.
El asedio también se hace a guayaquileños desinteresados, como el ocurrido con Roberto Hanze, quien dejó la comodidad de su negocio privado para
tratar de hacer algo por la provincia y ha sido injustamente criticado por su re-
44 / PATRICIA DE LA TORRE A.
nuncia. Lo lamentable es que los centralizadores utilizaron a guayaquileños y
estos se prestaron para pretender censurar a Hanze. La mayoría de los guayaquileños pensantes, hemos aplaudido la decisión tomada por Hanze.
Las críticas contra Benjamín Rosales también es una especie de asedio
por parte de un intruso en nuestra ciudad, quien en forma burlona objetó el proyecto de Rosales de hacer cárceles pagadas. El periodista que está en desacuerdo, posiblemente no ha salido del Ecuador y tiene una visión muy parroquiana
del mundo. Esto no es nada nuevo. En Estados Unidos, país que tiene la justicia
más severa, existen prisiones de baja seguridad y también de alta, dependiendo
de la naturaleza del delito cometido.
Algunas de ellas han sido privatizadas y compañías como Corrections of
America Corp, se dedican a administrarlas. Las penas no pueden ser las mismas
para un criminal que para un evasor de impuestos o quienes cometen violaciones menores de las leyes. Adelante con el proyecto, Benjamín.
El telégrafo
Guayaquil, martes 21 de diciembre de 1999
En defensa de la Junta de Beneficencia de Guayaquil
El trabajo de la socióloga Patricia De la Torre se encuentra lleno de falacias, errores históricos y datos incoherentes.
Cuando Juan Alfredo Illihgworth Baquerizo abrió las puertas de la Junta
de Beneficencia de Guayaquil (JBG) para que la socióloga Patricia De La Torre
haga la investigación para su tesis doctoral, pensó que ella escribiría sobre el
aporte de esta institución al. desarrollo de la medicina en el Ecuador. Su tesis de
reciente publicación, Junta de Beneficencia de Guayaquil: Lo privado y local en
el Estado ecuatoriano, es ‘una ofensa a la centenaria institución.
Abusando de la gran apertura recibida, esta profesional, lejos de redactar
un libro resaltando los innumerables méritos de la JBG, la ataca a mansalva, cuestionando la labor realizada desde el inicio; encuentra trasfondo en cada una de
las decisiones tomadas por los directores y expresa de ellos, en la forma más proterva. Guayaquil no se libra de su malévola crítica, confunde hechos, nombres y
apellidos y se equivoca en la genealogía de las familias vinculadas con la JBG.
Sólo la mente de una persona llena de odios reprimidos, puede llevar a
una conducta como la de De La’ Torre, quien lejos\de honrar su profesión, la/desprestigia. En un libro de 343 páginas, todo lo que comenta sobre el aporte a
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 45
la medicina, se encuentra resumido en la siguiente oración “,... se formaron los
mejores cuadros de la medicina guayaquileña”. En cambio, dedica decenas de
páginas al insulto.
El trabajo de la citada socióloga se encuentra lleno de falacias, errores
históricos y datos incoherentes. Al referirse a los miembros que ha tenido la JBG
a través de su historia, los hace aparecer como malos ciudadanos, abusivos,
usurpadores de poder, inmorales y explotadores de la miseria humana. Los más
ilustres apellidos de nuestra Ciudad son pisoteados. Además, ataca a las actividades, productivas guayaquileñas y distorsiona la historia, cuando se limita a repetir lo que historiadores serranos han escrito sobre nuestros empresarios. Usa
todos los epítetos característicos de los resentidos sociales. Su obra es tan mal
investigada, que sus errores comienzan desde la primera página cuando al referirse al secretario Rafael Macías, lo llama Miguel Macías.
De La Torre formula diversas preguntas malévolas: ¿”Cuáles son las razones por las que la JBG no sé integra al sistema nacional de salud?, ¿Por qué
el Estado es permisivo dejando que quede en manos privadas lo que le corresponde como atributo? ¿Cuáles son las razones que explican el hecho de que la
JBG quiera continuar privada, y cuál es el significado de esta disputa en el campo de relaciones de clase y de formación del Estado Ecuatoriano? ¿Qué intereses tiene este grupo al disponer de una institución de servicio social que se torna poderosa? ¿Qué intereses están en jugo para defenderse no solo a sí misma
sino organizadas en un frente común de instituciones privadas de servicio social, diferentes pero semejantes?. ¿El poder político y económico de este grupo
necesita articularse con articularse con. Un poder social para irrigar su presencia a través de una obra benéfica estrictamente local? ... si Eloy Alfaro propulsa
una política social nacional liberal, ¿por qué defiende los intereses ‘locales de
la burguesía, si uno de los principios revolucionarios era eliminar los sistemas
de explotación y dominación de ese grupo?”.
De La Torre debe tener genes de burócrata, no puede comprender que
los guayaquileños del siglo XIX, fueron ciudadanos prácticos y de iniciativas. Si
el Estado centralista no podía suplir los servicios básicos, que por ley debían
otorgar, ellos debían encontrar la forma de brindarlos a nuestra Ciudad. Desde
el primer hospital administrado por la JBG, el servicio médico se convirtió en
ejemplo de buena y eficiente atención, cosa que no se puede decir de los que
se encuentran bajo la responsabilidad del sector público.
Durante 1ll años, el Gobierno central se ha ahorrado miles de millones
de sucres, que por ley le correspondía invertir en salud y educación en Guayaquil. Lejos de ser un problema, la JBG ha sido tabla de salvación para el Estado
ecuatoriano. ¿Si el Ecuador fue el último país de América Latina en crear el Ministerio de Salud Pública. ¿Qué interés tenía la JBG de integrar sus hospitales al
Estado?
46 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Es evidente que interesa, no sólo a la JBG, sino a todos los guayaquileños de corazón, seguir siendo privada. El Estado es la quintaesencia de la ineficiencia. Basta con ver el código de cuentas contables usado por las instituciones públicas, para concluir que algo anda muy mal en este sector, lejos de presentar con claridad los estados fmancieros, los distorsiona. Funciona en base a
principios de contabilidad de hace más de 50 años.
Esta socióloga quiere justificar la permanencia privada con la lucha de
clases, cuando es todo lo contrario. Los pacientes pobres atendidos en los hospitales de la JBG, no tienen que ser denigrados, ni tratados como animales, como ocurre frecuentemente en los hospitales públicos.
De La Torre afirma que la JBG tiene poder político y que es manejada
por una élite que impide el ingreso de otros guayaquileños, oponiéndose así a
la democratización del directorio. Otra gran mentira. La finalidad, de la JBG es
el servicio social y lo cumple satisfactoriamente. Jamás la JBG ha abusado de poder político alguno. La JBG usa su “poder “, cuando las fuerzas del mal atentan
contra la estabilidad de los ingresos y patrimonio. Es una reacción normal. No
conozco que el mal llamado “poder”, haya sido utilizado por la’ JBG para perjudicar al Ecuador. Su voz sólo se escucha, cuando periódicamente ciertos políticos pretenden despojarla de sus activos y rentas. En estas ocasiones, no hay
guayaquileño que se quede callado, todas las fuerzas vivas de nuestra Ciudad
apoyan la samaritana labor de la JBG.
La JBG no está ‘conformada por políticos, ni por oligarcas. Tiene empresarios, médicos y abogados, los cuales, sin cobrar un centavo, invierten entre
dos y tres horas diarias en la supervisión de diversas tareas. Son los responsables
de dirigir la JBG, asegurarse de que los servicios que ofrece sean de calidad y
que las rentas aumenten en e1 tiempo.
Las preguntas formuladas por De La Torre han quedado contestadas. Pero hay más insultos y diatribas. Ella afirma que la permanencia del carácter privado de la JBG estaría evidenciando una lucha entre la burguesía de Guayaquil
y de Quito y que esta institución representa un símbolo importante en el proceso de dominación político-ideológica por parte de la burguesía guayaquileña.
El lenguaje usado por esta profesional está gastado, en un mundo donde no existen ideologías. Si Ecuador desea algún salir de la pobreza, tiene que
desterrar los trillados conceptos utilizados por socialistas para mantener viva la
lucha de clases. La socióloga debe hablar de la tecnología, cibernética, etc. que
forman parte del mundo del mañana.
Al referirse a los miembros de la JBG los llama “generosos”, nótese las
comillas. Sostiene que la “administración de la JBG no está en manos de profesionales de la salud, [es]... organización burocrática, corporativa que la burguesía hizo de ella un instrumento político de aquella fracción de clase social”.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 47
Está muy equivocada la socióloga cuando duda de la generosidad de los
miembros de la JBG. Algunos de ellos, como Don Antonio Pino Ycaza, han entregado medio siglo de sus vidas al trabajo diario en la JBG, con entera dedicación y sin pedir nada a cambio. Son felices de la obra que realizan y se conforman con la satisfacción recibida del deber cumplido. Así se sienten quienes entregan gran parte de su tiempo a actividades cívicas.
La autora se contradice cuando equivocadamente afirma que no está
conducida por profesionales de salud, al mencionar que entre los miembros se
encuentran médicos, como efectivamente, es así; ella omitió contar que en las
diversas comisiones que existen para manejar los temas técnicos, forman parte
los directores técnicos de los hospitales. Parece que cuando visitó los centros de
salud, no vio la calidad de atención. Los hospitales públicos están dirigidos por
profesionales de la salud, sin embargo, la ciudadanía no está conforme con la
atención que recibe.
La citada socióloga tiene la audacia de argumentar que la JBG se dedica a actividades especulativas y que según ella al constituirse en un holding, sus
ganancias sirven para incrementar y fortalecer no sólo los ingresos personales
de los “notables” (así se refiere a los miembros del directorio de la JBG), sino
también de los sectores más dinámicos de la economía local y nacional donde
ellos están insertos, como son el sector financiero y la especulación inmobiliaria. ¿Cómo puede esta quiteña cuestionar la honorabilidad de respetados guayaquileños y dedicación desinteresada de quienes dirigen la JBG?
Esta dama con mente de burócrata, acostumbrada a recibir dinero y no
a producirlo, no entiende que para poder operar sin disminuir la calidad de 19s
servicios y pagar a más de 5.000 obreros, empleados, profesionales y médicos,
la JBG tiene que generar rentas y lo hace en la. actividad inmobiliaria y en pólizas de acumulación. Es sorprendente que habiendo pasado tantos días en las
dependencias de la JBG, la socióloga no se haya dado cuenta de las enormes
pérdidas incurridas por los hospitales, cuando los pacientes de escasos re cursos pagan valores simbólicos y los indigentes reciben todo gratis. Las malévolamente llamadas actividades “especu1aivas” que por cierto son lícitas, permiten
que miles de ecuatorianos reciban tratamiento médico
Esta dama tiene la insolencia de afirmar que la compra de la Atarazana
en el siglo pasado, sabia decisión que permitió que la JBG logre sobrevivir más
de siglo, además de favorecer al Estado con donaciones de extensas extensiones
de tierras, hizo que esta institución se convierta en: “Un espacio de articulación
dé un negocio, en el cual no primala filantropía, ni el sentido humanitario…”.
Sobre el mismo tema ella se pregunta: ¿fue solamente la mentalidad calculadora de [Director] que proporcionó la realización del negocio o existen otras causas?”. Este comentario es muy mal intencionado. De no haberse realizado esta
compra, la JBG hubiera desaparecido hace décadas.
48 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Ningún Director se libra de los insultos, ni los muertos ni los vivos cuando comenta “... el directorio de la JBG que en una ‘modesta apariencia’ se considera un servidor de los dominados” y que disfruta de perpetuarse en el cargo,
como si la estabilidad fuera algo mala.
Tratándose de una quiteña con serios complejos, no podía dejar de criticar a los empresarios guayaquileños, a quienes los acusa de haber detenido la
consolidación del Ecuador. Veamos las barbaridades que afirma:
“El Estado-Nación no estaba consolidado, entre otros, gracias a la autonomía e importancia económica que poseía el polo de Guayaquil y que la Revolución Juliana cuyo objetivo era desmantelar el llamado Estado Oligárquico,
buscando una mayor participación política y un lugar para la clase media profesional, pero sobre todo tender a una consolidación del Estado nacional”
Si ese criterio hubiera primado en Estados Unidos donde el estado de
Nueva York es inmensamente más rico que West Virginia, Alabama o Georgia,
este país hubiera formado parte del Tercer Mundo.
Tratándose de una quiteña con serios complejos ataca a los bancos guayaquileños de inicio de siglo culpándolos de la pobreza del ecuatoriano. Repite las mentiras de Luis Napoleón Dillón al decir que la dependencia de los gobiernos a la banca costeña contribuyó a afianzar a la Costa como centro económico del país. Desconoce que nuestros gobernantes también “ordeñaron” a los
bancos de Quito y Cuenca. Si estos últimos no son mencionados por los historiadores sesgados, se debe a que eran muy pequeños, comparados con los de
nuestra ciudad. El Banco del Pichincha tenía la décima parte del patrimonio y
depósitos del Banco Comercial y Agrícola. La diferencia en tamaño tenía explicación en el enorme poder económico de Guayaquil y la Costa y la pobreza de
Quito y demás ciudades de la Sierra.
Esta dama ignora que el poder económico guayaquileño, nacido desde
el inicio de la República, se debe a que es la principal fuente de ingresos de divisas provenientes del sector privado; tiene las empresas más importantes del
país y por ancestros, su habitante_” tienen inclinación a las actividades productivas.
¿Qué culpa tienen los guayaquileños de que, Quito durante décadas sólo tuvo un solo banco, el Banco del Pichincha, el cual era diminuto comparado
con los que tenía Guayaquil? ¿ Qué culpa tienen los bancos costeños de haber
actuado como bancos de desarrollo, si los gobernantes, con bayoneta en mano,
amenazaban a los gerentes para conseguir préstamos?
La socióloga identifica a la JBG como institución burocrática, pero admite que presta un buen servicio a la comunidad. Ella no reconoce que a pesar de ser una organización centenaria, lo que podría dar la idea de ser rígida
y renuente a cambios, es ágil y ha mostrado tener capacidad de adaptación,
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 49
de lo contrario no hubiera sobrevivido. Quienes la conforman están conscientes de que tienen que modernizarla para estar a tono con las exigencias del siglo XXI. Han creado el Comité de Modernización, cuya finalidad es hacer una
revisión integral de la estructura de organización y sistemas, proponer cambios para después de aprobarse, implemenarlos. Este comité trabaja estrechamente con empresas consultoras de prestigio internacional, contratadas para
este fin.
De La Torre también comete errores de fechas, nombres y eventos. El
Banco Central no se creó en 1930, como anota en su tesis, fue en 1927. Vincula a Luis Noboa Naranjo con la JBG, cuando ni él, ni ningún miembro de su familia han formado parte. Afirma que la empresa Aspiazu Hermanos liquidó con
el fallecimiento de Lautaro, uno de los socios. Su muerte ocurrió varios años
después. Habla de Luis Ortega como presidente del Banco Continental, cuando
fue Leonidas. Se refiere a Juan X. Aguirre, como propietario de San Carlos, cuando el principal accionista era Juan X. Marcos. Comenta que Hideyo Noguchi terminó con la fiebre amarilla en Guayaquil en 1945, cuando fue en 1919. Menciona a Víctor Emilio Estrada como fundador de La Previsora, cuando fue Beltanio Berrini y otros inversionistas. Atribuye la liquidación de Sergio Pérez Valdez
al cierre del Banco de Guayaquil, cuando hay una diferencia de 11 años de por
medio entre otros dos eventos. Afirma que Fernando Aspiazu Seminario fue Ministro de Educación en el Gobierno de Camilo Ponce; en esa época, él era un
joven estudiante universitario. Escribe de Humberto Noboa como el hombre
más rico del país, en lugar de Luis Noboa.
No creo que su tesis fue copiada”, pues sólo De La Torre pudo haber cometido tanto despropósito. Sólo ella pudo haber destilado tanto odio, al haber
encontrado tanta nobleza a la que ella no hace justicia
3. “¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un
prejuicio.” Einstein.
Sin duda la relación de fuerzas de poder político, económico, social entre la JBG y la socióloga Patricia De la Torre es totalmente asimética y desigual. El delito fue haber publicado su tesis doctoral, sin saber
que estaba en el fondo haciendo una “denuncia”, tocando la “ intimidad” de la vieja y remozada oligarquía guayaquileña y exhibiéndola en
la esfera pública. Dos cartas y la resistencia al asedio, las amenazas veladas, fueron sus armas, las cuales se transcriben a continuación para
que sea el lector quien forme su propio juicio y los cientistas sociales
sus análisis.
50 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Quito, 28 de diciembre de 1999
Dr. Fernando Aspiazu Seminario
Director del diario El Telégrafo.
Cárcel N° 4 Panóptico Quito.
De mis consideraciones:
Por medio de la presente solicito a Ud. se sirva publicar la respuesta que
doy frente a dos artículos publicados en el diario El Telégrafo, con fecha 21 y 23
de diciembre de 1999, cuyo texto es el siguiente:
La tesis doctoral en sociología sobre la Junta de Beneficencia de
Guayquil
Miguel Palacios Frugone escribió un artículo el día 23 de diciembre de
1999 con el Título “La socióloga amañada” y Guillermo Arosemena lo hizo el
día 21 de diciembre, con el título “ En defensa de la Junta de Beneficencia de
Guayaquil”, los dos en el diario El Telégrafo. Sus artículos se refieren a la investigación que realicé durante 6 años consecutivos 1991-1997 sobre la Junta de
Beneficencia de Guayaquil, que fue mi tesis de doctor en sociología, o su equivalente PhD, en la Universidad de Brasilia-Brasil, con la beca de estudios otorgada por la WK Kellogg Fundation. Por simple aclaración al lector, este tipo de
becas solo se conceden cuando se ha tenido una larga y bien probada trayectoria académica, con altos niveles de calificación. La tesis fue publicada en julio
de 1999 con el Titulo: Lo privado y local en el Estado Ecuatoriano: La Junta de
Beneficencia de Guayaquil, bajo el sello editorial de Abya Ayal. Quito- Ecuador.
Hasta la actualidad, la investigación ha tenido un premio, dos menciones honoríficas y una alta calificación académica por el Departamento de Sociología de la Universidad de Brasilia-Brasil.
Estos son: Premio Unesco, Mención de Honor del Premio Tobar que se
otorga a las Ciencias Sociales y Ciencias Política; Mención de Honor del Premio
José Mejía Lequerica a la Historia del Municipio de Quito.
Estas evidencias, dicen por sí solas, que mi libro publicado es un trabajo científico, en donde el criterio de la ética y el respeto a la institución es básico. El estudio es un análisis de lo que es la JBG, un análisis de sus fortalezas y
debilidades, una visión analítica como es usual en el quehacer de las ciencias
sociales con el uso del método científico y no politiquería barata ni regionalista
llena de insultos vacíos.
Piense culto lector, que hubiera sido de la humanidad si los grandes
científicos que han hecho aportes a la humanidad les hubieran motivado la “
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 51
perversidad, las protervas intenciones, la hipocresía, la envidia o negras conciencias?” como dicen los aludidos comentaristas... Viviríamos en un mundo
humanamente destruido.
Invito a los señores Palacios y Arosemena, a que lean la entrevista que
el Diario el Universo publicó el domingo 12 de septiembre de 1999 en la sección el Gran Guayaquil, página 3 sobre mi libro, pero sobre todo a que lean con
atención y rigurosidad científica mi tesis doctoral.
No respondo a los comentaristas porque los calificativos que usan hacia
mi persona y hacia la investigación, reflejan más de sí mismos que de lo que comentan.
Por la atención que se sirva dar a la presente me suscribo de Ud.
Atentamente
Dra. Patricia de la Torre A.
CI: 17-09668037.
Quito, 28 de diciembre de 1999
Dr. Paolo Marangoni
Director Encargado y Miembros del Consejo Técnico
Junta de Beneficencia de Guayaquil
De mis consideraciones:
He leído con atención los artículos en el diario El Telégrafo, de los señores Palacios y Arosemena respecto a mi libro: Lo privado y local en el Estado
Ecuatoriano: La Junta de Beneficencia de Guayaquil. Recibí la carta firmada por
el Dr. Macías, en donde me comunican que se solidarizan con éste último.
Al respecto tengo que decir lo siguiente:
Mi objetivo nunca fue desprestigiar ni hacer daño a la Institución, mi objetivo único fue hacer una tesis doctoral de buen nivel. Así, la investigación hace un análisis académico-científico institucional en donde se analiza los aspec-
52 / PATRICIA DE LA TORRE A.
tos positivo y las falencias, que tiene toda institución aquí y en cualquier parte del
mundo. Le pido lea las páginas: 87, 88, 90, 91, 93, 94, 78, desde la 197-200.
Si existen algunos errores e imprecisiones de fechas, nombres y relaciones de parentesco, eso lo supe siempre, por ello y con conocimiento de causa
anoté esta falencia en el libro. Le transcribo textualmente la nota 5 de la página 274 que dice: “Estructurar las relaciones de parentesco es una tarea compleja y delicada, ya sea porque no existen las suficientes fuentes de información y a veces las que hay son imprecisas, pese al esfuerzo de genealogistas y
organizaciones dedicadas a este fin... Por ello asumo de antemano los errores
involuntarios que deben existir y pido disculpas por añadir, o quitar apellidos
y parientes.” Esto me da a entender que no ha leído bien el libro el Sr. Arosemena (además las citas que hacen son tendenciosas) y Palacios simplemente no
leyó nada.
Mi estudio no es de historia, se inscribe dentro de la sociología política
y la sociología histórica, así el lenguaje usado, es fiel a las ciencias sociales y no
al común y corriente, peor al del virulento regionalista que solo insulta. Así, hay
un problema grave de lectura e interpretación de lo que escribo, es un problema de metalenguaje. Sería bueno que revisen algunas palabras en un simple diccionario de español y de especialización en sociología, ciencia política, economía como: poder, especulación, elite, burguesía etc... para dar el real y verdadero significado de las palabras. Es con este conocimiento y un adecuado nivel
de cultura que se puede criticar una tesis doctoral.
No me ofenden los comentarios en contra de mi persona y la investigación, porque no son rigurosos académicamente y científicamente; así también
opinan algunos sectores académicos nacionales e internacionales, que los califican llenos de ignorancia.
No respondo a la provocación de esos comentaristas, porque mi cultura, mi formación no me lo permite, simplemente no se cómo hacerlo. Pero si debo expresar públicamente mi total rechazo. Le adjunto la carta que he enviando a los periódicos del país y a las personas que Uds. enviaron dicha comunicación. No se olvide que los premios y menciones de honor que ha tenido esta
investigación, tuvo un largo proceso de calificación por tres tribunales compuesto por personas muy idóneas. Tampoco a ellos se les puede insultar.
Señor director, tuve la suerte de conocer al Dr. Tanca Marengo, Dr. Juan
Alfredo Illinworth, Dr. Gilbert, y a tantos médicos, abogados, verdaderos notables, hombres intachables, cultos y pensantes, que han trascendido en el tiempo. Por ello lamento que las autoridades se hayan solidarizado públicamente
con dichos portavoces.
Veo con preocupación que este tema se está politizando. Por querer defender con insultos y pasiones localistas algo que no necesita defenderse como
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 53
es la solidez, la buena imagen y la importancia de la JBG en Guayaquil, le hacen daño y levanta la polémica.
Sería muy positivo que la JBG promueva un análisis serio y concienzudo del libro publicado. Sería digno que me permita hacer una exposición de la
investigación ante los miembros de su institución y/o que se realice un panel o
una mesa redonda, a la cual estoy dispuesta a asistir pero con personas de nivel
académico serio y reconocido como: León Roldós, Alfredo Negrete, Ricardo
Noboa. Ellos han leído mi libro hace algunos meses.
Estando a la disposición de Ud. me suscribo
Atentamente
Dra. Patricia De la Torre
4. Ahora todo esta claro
Este breve balance de lo que se lee en la prensa sobre la JBG,9
ratifica las preguntas y las hipótesis que provocaron esta investigación.
Las conclusiones a las que se llegó se comprueban. Lo más importante
a ser ratificado es que la JBG es una institución privada de la ciudad de
Guayaquil; usa el poder nacional para defender los intereses locales de
su ciudad y de las élites que lo dominan; también demuestra una tendencia poco asimilada y es que lo local construye lo nacional y no al revés, lo cual desmitifica la idea de que el Estado rige los destinos locales.
54 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Notas
1
En 1999, el nùmero de pobres creció en 48%, 8,6 millones de personas, frente a
5,6 millones en 1998, tres millones adicionales, afectando al 69% de la población, mientras el nùmero de indigentes se duplicó, afectando al 34% de la población, frente al 17% un año antes.
2
En marzo de 1999, se congelaron los depósitos del público en los bancos, por una
cifra aproximada de 3.800 millones de dólares. Dichos recursos, al permanecer en
los bancos, fueron una segunda importante fuente de financiamiento para el sistema, en particular los depósitos denominados en sucres, cuyos depositantes sufrieron una violenta pérdida de poder adquisitivo frente a la magnitud de la devaluación monetaria registrada -la cotización promedio de 9.576 sucres por dólar, en
el momento del congelamiento, pasó a 25.000 sucres desde enero del 2000-, del
161% entre abril de 1999 y enero del 2000.
Wilma Salgado, La crisis en Ecuador en el contexto de las reformas financieras en
Ecuador DEBATE Nº 51,Quito, CAAP, 2000.
3
Al respecto Wilma Salgado escribía lo siguiente:
“La política de “salvataje bancario” aplicada desde el inicio del gobierno del Presidente Mahuad, significó la emisión inorgánica de dinero por parte del Banco
Central, en magnitudes sin precedentes históricos, alrededor de 1.000 millones de
dólares entre Agosto de 1998 y Febrero de 1999, y US $1.300 millones entre marzo de 1999 y Enero del año 2.000-. Esas masas enormes de dinero líquido que se
canalizaron como préstamos a los bancos, con el argumento de impedir su quiebra, fueron destinados a la compra de dólares y su colocación fuera del país, para cancelar créditos vigentes por parte de los propios bancos o de sus clientes, para evadir el pago del impuesto del 1% a la circulación de capitales o simplemente en busca de mayor seguridad.
... La magnitud de las cifras implicadas en el salvataje bancario, asciende a por lo
menos 6 mil millones de dólares, como se desglosa a continuación: 900 millones
de dólares de crédito neto del Banco Central al sistema bancario, entre Agosto de
1998 y Febrero de 1999, 3.800 millones de dólares de depósitos congelados en
marzo de 1999; y, 1.300 millones de dólares de créditos del Banco Central al sistema bancario a través de los bonos a favor de la AGD.
Seis mil millones de dólares, ha sido el costo del salvataje bancario para los ecuatorianos, sea como inflación y devaluación por los créditos del Banco Central a
los bancos sobre la base de dinero de emisión- o como recesión, aumento del desempleo y compresión del consumo, -por los depósitos congelados.”
Wilma Salgado, La crisis económica y el “gran salto al vacio”de la dolarización en
Ecuador Debate Nª 49,Quito, CAAP. 2000
4
El Ecuador ha experimentado por primera vez en su historia un período de alta inflación (superior a 100%), que pudo traducirse en hiperinflación en pocos meses
más si no llegaba un plan de estabilización creíble, o un anuncio como la dolarización”. La dinámica de hiperinflación en la que entró el país se ha frenado con
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 55
el ingreso improvisado a un modelo de dolarización”. Revista GESTION, N° 67
de enero del 2000, Quito. 2000.
5
La pregunta clave que debería responder la JBG y los gobiernos seccionales autónomos de Guayaquil es que si siempre han querido la autonomía local, cuyo eslogan es “ Guayaquil Independiente” ¿por qué siendo coherentes con este principio no asumen con gastos propios todo aquello que es financiado por los ecuatorianos como es el caso de la Lotería que siendo nacional es estrictamente local,
para una sola institución de Guayaquil?.
6
Si bien la JBG argumenta que tiene una cobertura de atención de salud nacional
porque quienes demandan sus servicios son de todo el país, dicha aseveración es
una falacia porque Guayaquil siempre ha tenido un alto flujo migratorio por ser
un polo de atracción económico. Esta aseveración es fácilmente comprobada con
las estadísticas demográficas sobre población migrante estacionaria y ocasional
de la ciudad de Guayaquil de la que está compuesta la mayoría de la población.
7
“Egas, guayaquileño, de 60 años, conoció a Febres Cordero en la Cámara de Industrias de Guayaquil, cuando fungía como asesor jurídico. Febres Cordero ejercía, en ese entonces, la dirección del gremio.
Desde esa época, Egas mantiene con el líder socialcristiano una estrecha amistad.
Inclusive, años después, Febres Cordero le ofreció el Ministerio de Bienestar Social, cargo que ejerció desde 1984 hasta 1985. Luego, ocupó el Ministerio de Trabajo y la presidencia del Secap.
No obstante, Enrique Campusano, actual diputado, y también funcionario en la
época del febrescorderismo, recalca que el Superintendente, “no es un político”.
Egas Peña también se vinculó con el sector de las finanzas públicas y, en 1994,
formó parte del directorio del Consejo Nacional de Valores y, en 1995, de la Junta Bancaria. Conoció a Daniel Cañizares, actual administrador del Filanbanco e
intendente de Bancos, en las aulas del colegio Vicente Rocafuerte. En 1996, la
Empresa Eléctrica del Ecuador Inc. (Emelec), propiedad de Fernando Aspiazu,
afrontó una de sus peores crisis laborales. El Comité de Empresa de los Trabajadores exigía a Aspiazu el pago de sus utilidades, desde mayo de 1992 hasta diciembre de 1995. La cantidad total: más de seis millones de dólares.
Empleados y directivos de Emelec no lograban ponerse de acuerdo con el monto
de la deuda, según José Vásquez, ex dirigente laboral de Emelec.
Entonces, Aspiazu contrató como abogados a Jorge y Darío Egas Peña. El conflicto se prolongó, pero al final venció Aspiazu: solo canceló la mitad del valor en
pugna. Y luego despidió a los dirigentes laborales. (DIARIO HOY) (P.3-A)
8
Cuando un número importante de bancos quebró, el gobierno creó la Agencia de
Garantía de Depósitos, para que se encargue de la devolución de depósitos a los
clientes de los bancos quebrados. En la práctica, la AGD devolvió muy pocos depósitos a los clientes, pero continuó canalizando créditos a bancos que posteriormente también pasaron a manos de la AGD: Pacífico, Popular y Previsora.
56 / PATRICIA DE LA TORRE A.
9
A partir de esta investigación ningún investigador social o agente externo podrá tener acceso a los archivos de la JBG, así lo ocurra en el presente y el futuro en las
intimidades de esta institución será un secreto.
Capítulo II
EL ECUADOR Y LA JUNTA
DE BENEFICENCIA DE GUAYAQUIL
Aspectos contextuales
Para una mejor comprensión de la problemática voy a describir
una contextualización general sobre el Ecuador, la relevancia del problema regional y el significado que la JBG tiene en el sistema nacional
de salud, para terminar explicando qué es la JBG.
1. Características generales del Ecuador
El Ecuador, país andino, tiene una extensión territorial de
270.677 Km2. (Consejo Nacional de Desarrollo y UNFA ; 1988:16-17).
Según el censo de 1992, su población es de 9.648.189 habitantes. Más
del 96% de los ecuatorianos viven en la Costa y en la Sierra, regiones
en donde se sitúan las dos grandes ciudades del país: Quito, la capital,
con 1.100.847 habitantes y Guayaquil, puerto del Pacífico, con
1.508.444. Sus dos provincias, Pichincha y Guayas, concentran el 40%
de la población nacional.
La característica demográfica más importante de la población
ecuatoriana es su crecimiento rápido, superior al 3% por año y sobre todo el de la población joven de la cual más de la mitad tiene menos de
20 años. Hay una fuerte migración hacia los principales polos de desarrollo: Quito y Guayaquil, (Banco Central; 1992).
En el Ecuador existe una doble organización jurídica-política. La
una, son los Municipios, originados en el Estado colonial español de
1492 y la otra producto de la independencia con la Metrópoli que organizó el Estado Republicano en 1820 bajo los modelos de las Constituciones de los Estados Unidos e Inglaterra. Está organizado jurídica y
políticamente en los poderes: ejecutivo, cuyo sistema es presidencial, el
legislativo y el judicial1.
66 / PATRICIA DE LA TORRE A.
La Constitución política de la República del Ecuador establece
que el Estado es indivisible y unitario, pero para efectos de Régimen Administrativo Seccional, establece provincias, cantones y parroquias. Como parte del Régimen Seccional Dependiente de la Función Ejecutiva,
en las provincias hay un Gobernador, en los cantones un Jefe Político y
en las parroquias un Teniente Político, autoridades que son nominadas
por el Ejecutivo. Derivado de esta organización el territorio ecuatoriano
está dividido en 22 provincias, 5 en la Costa, 10 en la Sierra, 6 en la Región Amazónica y una en el océano Pacífico, el Archipiélago de Galápagos. Las provincias se subdividen en 126 cantones, éstos a su vez en
227 parroquias urbanas y 720 rurales. (Banco Central del Ecuador;
1992).
El Municipio es una estructura administrativa jurídica-política urbana, cuyos orígenes se encuentran en el código romano. La Metrópoli
creó esa forma organizativa en sus Colonias, para administrar las ciudades con atribuciones legislativas y judiciales, eran y son los gobiernos
locales. Estos organismos mantienen hasta la actualidad todos sus elementos y funciones básicas desde aquella época. Hasta hoy las ciudades se rigen por el Régimen Municipal, que guarda sus estatutos propios,
sin traspasar la Constitución de la República. Ejerce las funciones de administración de la ciudad en lo que se refiere a la policía, educación, salubridad, mejoras materiales, infraestructura vial, control de establecimientos públicos, provisión de agua, recaudación, inversión de rentas.
El municipio tiene autonomía frente a las estructuras administrativas locales derivadas de la organización del Estado Republicano, solo rinde
cuentas de su administración a la Contraloría Nacional del Estado, organismo autónomo que fiscaliza la gestión administrativa total del país.
(Deler, J. P. ; 1987. Naranjo G.; 1986).
El Municipio es el Régimen Seccional autónomo. En cada provincia hay un Consejo Provincial y en cada Cantón un Municipio. Gozan de autonomía funcional, económica y administrativa. La Ley de Régimen Municipal determina su estructura, integración, funcionamiento y
da eficaz aplicación al principio de autonomía, que propende al fortalecimiento y desarrollo de la vida Municipal y determina las atribuciones
y deberes del Municipio. Actualmente, (1990, existen en el país 169 Municipios, 75 corresponden a la Sierra, 65 a la Costa, 26 al Oriente y 3 a
la provincia de Galápagos.
Las autoridades son el alcalde, los consejeros provinciales y cantonales que existen en los Consejos de las capitales de provincias y las
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 67
cabeceras cantonales cuya población supera a 50.000 habts. ( Naranjo,
G.; 1986) Son elegidos por votación popular, directa y secreta. Este gobierno local tiene mucha importancia: en él se expresa el poder local
de las elites urbanas.
Si bien la Constitución de la República consagra la autonomía de
los Municipios, se registran muchos problemas en la práctica, pues hay
una injerencia del Ejecutivo en el campo del gobierno de las municipalidades. El gobierno central, ávido de respaldo popular invade la esfera
municipal arrogándose funciones y prestando servicios que por ley y
técnica administrativa le corresponden a los Municipios. Estas relaciones son permanentemente conflictivas.
La economía ecuatoriana durante el siglo anterior se asentaba en
la producción agrícola, la serrana orientada al consumo interno y la costeña a la exportación de productos tropicales. Para finales del siglo pasado la Costa incrementó las exportaciones de productos como el cacao, tabaco, paja toquilla, etc., así, el Ecuador pasó a constituirse en el
mayor productor y exportador mundial de cacao. La economía nacional
se fue apoyando en esta nueva actividad productiva y comercial, hasta
finales del siglo pasado, donde el presupuesto nacional dependió de los
impuestos de la exportación.
Estructurado el modelo agroexportador desde comienzos de siglo, la economía ecuatoriana durante el presente siglo va a presenciar
diferentes crisis, no del modelo económico, sino del tipo de producto.
En 1920 hubo una crisis de la producción cacaotera, y la economía se
reactivó con la exportación de arroz, azúcar, café. En 1934 el café había sustituido al cacao como principal producto exportable y luego el
arroz lo remplazaría en la época de la Segunda Guerra Mundial. En la
Postguerra la economía ecuatoriana comenzó a ser reactivada mediante la exportación de un nuevo producto: el banano.
En 1960 hubo una crisis económica, agroexportadora y agrícola,
que se manifestó con una desaceleración del ritmo de crecimiento del
PIB en la rama de la agricultura, caza, silvicultura y pesca, de tal forma
que para 1969 la tasa de crecimiento agrícola se redujo a -6% (Banco
Central del Ecuador, Cuentas Nacionales, 1982:313). Esta situación de
crisis solo fue superada por la exportación de otro producto en 1970: el
petróleo. De esta forma se vio reactivado el modelo primario exportador. El petróleo se constituyó en la base fundamental de la economía
ecuatoriana. Se produjo el cambio del modelo agroexportador a uno
68 / PATRICIA DE LA TORRE A.
agrominero bajo el control del Estado. Esto produce el aparecimiento de
otros actores económicos derivados de la gestión estatal, un mayor fraccionamiento, y readecuación económica de las élites agroexportadoras.
Hay un deterioro de la producción agrícola nacional para el consumo interno. La PEA puede ser útil para indicar la crisis de este sector.
De acuerdo a la distribución por sectores económicos tomando el criterio de mano de obra ocupada, ocupa el primer lugar el sector terciario
(45.4%), le sigue el primario con 30.8% y el secundario el 17.8%. Al
igual que muchos países latinoamericanos hay una franca terciarización
de la economía. (INEC, Censo de Población y Vivienda 1992).
La crisis de la producción agrícola nacional de consumo interno,
sobre todo de la Sierra, es aducida a muchas causas: el agotamiento del
modelo de la hacienda tradicional, la poca dinámica empresarial de los
terratenientes serranos, la mala implantación de la reforma agraria, que
produjo un aumento acelerado de minifundios, sin una modificación de
las formas productivas tradicionales, pese a la implementación de modelos modernizantes agropecuarios estatales; el desgaste del suelo, la topografía accidentada y la baja productividad del cultivo en altura. En
contraste, la Costa tiene mayores posibilidades agrícolas, no solo para la
agroexportación, sino también para el consumo interno y la producción
de insumos para una creciente agroindustria.
2. El proceso político ecuatoriano
La derrota de España estuvo marcada en América por quince
años de guerras civiles (1810-1824), dando como resultado el trazo del
mapa de 7 nuevos Estados. El proyecto bolivariano pretendió seguir el
modelo que había creado para las colonias inglesas de América del Norte, agrupando en un solo sistema político, con corte centralista. En 1829
el Congreso de Angostura fijó las bases del Estado Federal de Estados
Unidos de Colombia. El “uti possidetis juris” proclamó que los Estados
hispanoamericanos se establecían en los mismos límites territoriales de
la circunscripción política y administrativa de la Colonia. En 1821, el
Congreso de Cúcuta dio origen a la república centralista de la Gran Colombia con tres departamentos: Colombia, Venezuela, Ecuador, tal como estaban configurados en el antiguo virreinato de Nueva Granada.
Con Bolívar se pensó en la restauración de un Estado Monárquico, con la tendencia a centralizar el poder y eliminar la autonomía de
los ayuntamientos y las municipalidades. El ideario de libertades públi-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 69
cas, la defensa del sistema federal y de las autonomías regionales y locales, eran los principios de la revolución norteamericana y de la ideología de la revolución francesa. Esas pretendidas concreciones se encarnaron en los postulados del liberalismo que fueron introducidos en este
naciente Estado.
En la formación del Estado Ecuatoriano se identifican tres etapas,
que las determiné en función de la emisión y contenido de las Constituciones ecuatorianas, usando como fuente de información las Constituciones compiladas por Borja en tres tomos sobre el Derecho Constitucional Ecuatoriano (Borja y Borja R.; 1950):
1. El Estado de Quito, 1812-1831
2. El Estado de la Gran Colombia, 1821.1830
3. El Estado Republicano, 1830-1995.
En estas etapas se visualiza las relaciones de fuerza de los grupos
ideológicos antagónicos que pretendían transformar sus intereses en una
necesidad de orden jurídico-institucional. Este proceso de formación va
desde un régimen monárquico a un federalista y por último, a uno central presidencialista, con la definición de la soberanía, la nacionalidad
y el espacio territorial, realidades que fueron y siguen siendo las principales preocupaciones políticas del Estado - Nación.
En la primera etapa, el Ecuador había declarado precozmente su
independencia con guerras civiles. El nombre del Estado de Quito implicaba una relación de dependencia no política pero sí económica e
ideológica con la metrópoli. Es una etapa de latencia, donde está presente la lucha entre las corrientes monárquicas y las republicanas. La segunda está inmersa en la conformación de la Gran Colombia y su disolución que deja al Ecuador el legado de una estructura jurídica administrativa vigente hasta la actualidad. En la tercera, el Ecuador constituido
como república autónoma, existen a su vez cuatro momentos importantes: en 1860 García Moreno plantea la necesidad de la centralización
de las acciones estatales para la edificación de un Estado nacional; en
1895, la revolución liberal liderada por Eloy Alfaro materializa esa necesidad; en 1927, Isidro Ayora amplía y consolida la estructura del Estado y en 1994 se inicia el proceso inverso, el camino hacia el Estado
mínimo, producto del neoliberalismo.
70 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Las dos primeras marcan el inicio embrionario del actual Estado,
que avanza inmerso en turbulencias ideológicas políticas en donde confluyen y discrepan las tendencias conservadoras y liberales; no en tanto
hay un denominador común que fue el propiciar la integración nacional, con un Estado fuerte, donde se inserta el sistema capitalista atrasado, que avanza entre crisis gubernamentales, asentado las bases de ese
Estado, en donde liberalismo y capitalismo no son opuestos ni contradictorios. En las tres etapas está presente el ideario del derecho positivista liberal de la revolución francesa, transportado al Ecuador. (De la Torre, P.; 1995)
Ante una frágil estructura socioeconómica, los regímenes se presentaban inestables, así, en el primero se elaboró una constitución, de la
misma forma en el segundo y en el tercero se elaboraron once. En total
13. La multiplicidad de constituciones tiene sus explicaciones: las repúblicas que se desprenden de otras mayores, tienden a encontrar sus propios soportes experimentado varias modalidades para dar forma a la expresión a los grupos dominantes. Según Carmagnani, desde el punto de
vista económico, este proceso gesta la formación de la oligarquía. Para
la oligarquía, las diversas constituciones son instrumentos, un acuerdo
de caballeros, un tribunal de honra que solo existe en las ciudades. Pero las innumerables constituciones son también una tendencia revisionista con contenidos vagos y poco claros que refleja la incertidumbre.
La definición del territorio, está asociado a la noción de soberanía. En el primer período, el Estado de Quito abarca las ocho provincias
de la Real Audiencia de Quito. En la Gran Colombia el Ecuador es parte de un Estado federativo, pero guarda esencialmente la misma división
de la Colonia. En la República, por los conflictos y las crisis de adhesión
y desarticulación, hay la pérdida de territorios hacia Colombia y Perú.
La definición del territorio es un proceso inacabado, pues en 1997, a finales del siglo XX, el conflicto limítrofe con el Perú no está resuelto.
La soberanía como un principio abstracto es fundamental para el
reconocimiento interno y externo de la autonomía del Estado, aunque
sus poderes no hayan sido institucionalizados en todo el territorio nacional. Este concepto va cambiando durante estas tres etapas, especialmente en la concepción de donde reside la soberanía. En el Estado de Quito, está en la representación de los diputados; en la Gran Colombia radica en la nación (categoría abstracta) y en sus autoridades- (categoría
concreta). En el Estado republicano, la soberanía radica en el pueblo, indicador de las ideas liberales y de la democracia, más aún, cuando se
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 71
proclama la unidad, la indivisibilidad y la eliminación del control patrimonial familiar en la conducción del Estado, herencia de la sociedad
feudal, rasgo hasta hoy vigente.
Los momentos políticos más importantes en el Estado Republicano
Me ubico en los finales del siglo XIX, época en donde se funda
la JBG. El Ecuador, al igual que otros países latinoamericanos, experimenta la revolución liberal, que en definitiva es una confrontación político-ideológico entre los conservadores de la Sierra y los liberales de la
Costa, para viabilizar bajo los postulados de la igualdad, la implantación del sistema capitalista y del Estado Liberal. Sin duda, la revolución
liberal creó las condiciones legales, jurídicas, institucionales de la inserción del Ecuador en el mercado internacional. (Hurtado, O.; 1990).
La revolución liberal fue una confrontación ideológica contra la
Iglesia Católica, así, suprimió la declaración de que la religión del Estado es la Católica, adoptó el régimen de separación entre la Iglesia y el
Estado al que quedó subordinado. (Ley de Patronato, 1899, Ley de Cultos, 1904). Sin embargo no se modificaron los principios del derecho
constitucional conservador, pues los liberales, una vez en el poder, se
convirtieron en defensores del principio de autoridad.
La dominante burguesía agraria, financiera, exportadora y mercantil, juega un rol político fundamental en la Revolución Liberal. La toma del poder por este bloque de clases marca el comienzo de la dominación del modo de producción capitalista a escala nacional y sella la
unificación económica y política del país.
El líder carismático que condujo este proceso revolucionario fue
Eloy Alfaro, que según Ayala (1988), llevó una política de conciliación
con la burguesía guayaquileña y los terratenientes liberales de la Sierra,
para enfrentar la oposición drástica de los conservadores y del clero. Pero es la burguesía guayaquileña la que va a tener el control político del
Estado hasta finales de 1940, lo que dio paso a que algunos autores latinoamericanos como Carmagnani, califiquen a este período como el de
la “ estructura y funcionamiento del Estado oligárquico” (Carmagnani,
M.; 1984).2
La revolución liberal de 1896, abrió las esperanzas aún de los
grupos campesinos de la Costa, pero terminó en 1912 con la masacre
72 / PATRICIA DE LA TORRE A.
de Alfaro por parte de los derechistas. Los gobiernos que vendrían después durante el período llamado plutocrático (1912-1925), significarían
la consolidación del orden liberal-burgués y la decadencia total de la revolución.
Realizadas las transformaciones político-jurídicas que la burguesía agromercantil requería para afianzarse como clase dominante, el liberalismo ya no tenía interés en mantener una línea radical del período
ascendente, ni siquiera el proyecto económico emprendedor y progresista que se vislumbró en algún momento. Esa burguesía se instaló cómodamente en una situación de agente de captación de la riqueza agrícola para la metrópoli, de suerte que ni la importante acumulación de
capital originada en las exportaciones de cacao la impulsó a desarrollarse y desarrollar el país, lo que indujo a adoptar una aberrante conducta
económica. Aprovechando el poder político casi ilimitado que le confería el control del Estado, puso en marcha un omnipotente sistema bancario, que mediante procedimientos usureros, convirtió al Fisco en fuente de enriquecimiento de la clase. (Cueva, A.; 1990)
Este procedimiento, que reflejaba y consolidaba el carácter mercantil-financiero de la burguesía, permitía a los prestamistas convertirse
en árbitros más absolutos, aún de la política nacional, hasta el punto de
que desde las candidaturas de presidentes de la República, ministros de
Estado, senadores y diputados, tenían que ser previamente conocidas y
aprobadas por el poderoso banco Comercial Agrícola. La nueva clase
dominante carecía de imperativos para impedir la revigorización de
aquellos grupos conservadores. La burguesía exportadora de productos
tropicales, no se decidió a intervenir oportunamente en el agro serrano
porque no ofrecía perspectivas para la agroexportación.
Los liberales para mantener el control del Estado recurrieron al
fraude, como los que estaban a favor de Leonidas Plaza, Alfredo Baquerizo Moreno, José Luis Tamayo (ambos miembros de la JBG), e hicieron
concesiones a los conservadores, sobre los terratenientes serranos. (Hurtado, O.; Cueva A.: 1990. Reyes, O.; Tomo 3). Este control permitía a la
burguesía agromercantil cohesiones, en la medida de lo posible, que tomasen en cuenta los elementos heterogéneos de nuestra sociedad.
En 1920, la base económica de la dominación política de la
burguesía agromercantil entró en crisis por varios factores: entre los
más importantes están los efectos de posguerra y la disminución de la
producción. Se avecinaba el colapso del período plutocrático, más
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 73
aún, cuando en la sociedad se habían desarrollado algunos factores
de cambio.
Sin embargo, pese a las prebendas otorgadas por la burguesía a
los conservadores, éstos no abandonaron la meta de reconquistar el poder central. El impulso progresista de fines del siglo pasado no había
muerto, seguía latente en muchos sectores populares, aunque solo bajo
una imprecisa aspiración a una vida de libertad y dignidad, además, se
dejaban escuchar los ecos y el estímulo de la Revolución Rusa.
Las transformaciones del siglo pasado, a pesar de las limitaciones que tuvieron, crearon islotes de modernismo y sobre todo, permitieron la formación de grupos sociales como el incipiente proletariado, los
trabajadores del ferrocarril, con capacidad de cuestionar el precario orden liberal, que contribuyeron a la organización de las primeras organizaciones obreras. Podría decirse que esto se dio gracias a que la revolución liberal aceleró la democratización política y cultural del país, pero
no la económica.
La acción conjugada de los obreros, y una clase media en pos de
ascenso, enmarcada en una crisis económica, provocó una acción explosiva que echó por tierra al deleznable orden liberal-plutocrático.
El año de 1922 fue de grandes agitaciones y tumultos en todo el
país. La situación llegó a un clímax. La Confederación Obrera del Guayas tomó la dirección del movimiento popular, que amenazó con una
huelga total. El 15 de noviembre de ese año los obreros fueron masacrados3; un año más tarde, los campesinos de la hacienda Leito. La democracia de los “barones” liberales se hallaba decidida a mostrar su carácter represivo, aunque en este período histórico, sus días estaban contados.
El golpe de Estado militar del 9 de julio de 1925, a decir de Hurtado, pone fin a la dominación liberal: es el inicio del deterioro del bipartidismo conservador-liberal. Su objetivo era derrocar al gobierno plutocrático simbolizado por el Banco Comercial Agrícola de Guayaquil.
La revolución juliana liderada por los militares, tiene un radio de
acción temporal hasta 1930. Más eficientes que los intelectuales y los
obreros, fueron los oficiales de baja graduación que aprovecharon la coyuntura para dar un golpe de Estado, con el fin de acabar con la plutocracia simbolizada por el Banco Comercial Agrícola y conseguir la protección del proletariado y la igualdad de todos.
74 / PATRICIA DE LA TORRE A.
El golpe militar de 1925 tiene algunas características específicas:
-
-
no tiene un carácter caudillista
el ejército fue en esa época, un microcosmos en donde se reproducía con sus más agudos rasgos, el drama de la clase media que
buscaba “hacer carrera”, ascender social y económicamente conforme el credo liberal, derechos que les eran negados.
los militares no acabaron con la burguesía bancaria, sino que únicamente limitaron su poder mediante mecanismos de control social como la creación del Banco Central, la Superintendencia de
Bancos. (Hurtado, O.; 1990. Ycaza Patricio, 1986).
Los banqueros ante el boicot, escondieron el dinero y el país sufrió una contracción del circulante. Los militares frente a la presión de la
burguesía, terminaron solicitando una préstamo de 200.000 sucres. Si
bien la clase media del país fue protagonista de este reformismo, una
vez en el gobierno, no pudo por si sola manejar las riendas del Estado y
tuvo que pactar con la burguesía guayaquileña, la que aprovechó esta
coyuntura para esgrimir argumentos regionalistas, haciendo aparecer las
reformas del gobierno como un ataque a la ciudad de Guayaquil, “de
cuya riqueza querían aprovecharse los serranos, recurriendo al subterfugio de reforzar el poder central” (Cueva, A; 1990).
Con la derrota de los banqueros guayaquileños se quiso trasladar
a la capital el centro de la economía financiera. La banca quiteña, ligada al gamonalismo cobró alguna fuerza y a su amparo tomaron notable
desarrollo el comercio importador de Quito y algunas industrias, principalmente la textil. Para esta incipiente rama productiva se creó una situación proteccionista.
A finales de los años 30, se consolidaron algunas reformas, sobre
todo, de tipo social: se creó El Banco Central, la Caja de Pensiones, el
Ministerio de Previsión Social y Trabajo, Inspectorías de Trabajo, se dictaron leyes de trabajo (contratos, jornada máxima, desahucio, labora de
la mujer, menores), se emitió una nueva Ley de Asistencia Pública que
significaba la estatización de la JBG. En este período la burguesía guayaquileña no tiene acceso al poder del Estado.
Es una época de caos político, pues desde el 30 de junio de 1924
hasta el 31 de agosto de 1934 hubo 6 encargados del Poder Ejecutivo en
administración constitucional, un Presidente elegido en Constituyente,
un Presidente provisional, dos Presidentes constitucionales y dos Jefes
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 75
Supremos: un total de 12 mandatarios en 10 años. Pero hay un personaje estable en las diferentes nominaciones de los mandatarios entre 1926
a 1931: Isidro Ayora, unas veces como miembro de una Junta Suprema,
otra como encargado de la presidencia.
Entre 1930 a 1933, hay una reacción conservadora acompañada
de una guerra civil, en el contexto de una aguda crisis económica por
la baja de exportaciones de cacao y efectos de la recesión mundial. El
régimen nacido del movimiento juliano perdió su funcionalidad y recobró el poder los terratenientes conservadores que perdieron su terreno
en la revolución liberal, pero que consolidaron su posición en los años
20 y 30, cuando se debilitaba el poder de la burguesía agromercantil de
la Costa.
Un grupo de agricultores propuso para la presidencia de la república a Emilio Bonifaz, terrateniente serrano, de la aristocracia conservadora. Los militares y la clase media si bien habían apoyado a los conservadores para combatir la burguesía liberal, no llegaron a entregar el
poder a los latifundistas serranos. En este contexto se produjo una guerra civil que duró 4 días, la que expresa un deseo de los terratenientes
serranos para participar del poder, pero una imposibilidad de captar por
sí solos el control del Estado, por la existencia de fuerzas opositoras integradas por la burguesía y la clase media. (Hurtado O.; 1990)
La burguesía liberal acababa de convalecer del golpe que le dió
la revolución juliana, pero con pocas posibilidades de gobernar. Si bien
había la derrota de los conservadores y tenían el apoyo de la clase media, era odiada por las masas populares urbanas, sobre todo en ese momento histórico que empezaba a caracterizarse por la irrupción del subproletariado en la vida política nacional.
Para salir de la crisis, se propuso una candidatura de coalición
(clase media y burguesía). La burguesía candidatizó a Juan de Dios Martínez Mera (miembro de la JBG, 1947-1951) que tenía mucha impopularidad, pues siendo excelente hombre de negocios en la época plutocrática como Gerente de la Compañía Nacional de Estancos del Litoral, dió muerte a la pequeña industria tabacalera y arruinó a miles de pequeños propietarios de la Costa. Fraudulentamente, ganó las elecciones
y su periodo fue efímero, fue derrocado por el presidente populista José
María Velasco Ibarra. (Cueva A.; 1990. Hurtado, O.; 1990) En 1935,
fue echado del poder.
76 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Después de una corta dictadura militar de Enríquez Gallo, de
corte progresista, al igual que el movimiento juliano, retornó nuevamente la burguesía liberal al poder del Estado con Aurelio Mosquera, siendo
Arroyo del Río (miembro de la JBG) su ministro de gobierno. El presidente falleció súbitamente y Arroyo del Río asumió la presidencia y una insurrección popular lo derrocó en 1944.
El frente patriótico formado por los partidos conservador, socialista y comunista y una fracción liberal, pidió a Velasco Ibarra a asumir
la primera candidatura, quien decía: “Ustedes no me pueden dar una revolución en el mundo que haya sido tan original como ésta en la que se
dan la mano el fraile con el comunista” (J.M. Velasco Ibarra, El Comercio, 1-11-44).
En el contexto de una crisis económica, el gobierno de Velasco
Ibarra, comenzaba a desgastarse rápidamente. El caudillo ya no solo tenía problemas con el pueblo que sufría de carestía, sino también con la
burguesía, cuyas ambiciones no podía satisfacer íntegramente. El partido Liberal estaba contra Velasco y en cierta medida los conservadores.
Los partidos marxistas mantenían relaciones complejas y resolvieron
usar la movilización. Durante 1947 continuaron las agitaciones provocadas desde el gobierno y agravadas por el desorden en el manejo de la
economía que llegó a ser insostenible. Velasco Ibarra fue derrocado y el
Congreso nombró como presidente de la República a Carlos Julio Arosemena (miembro de la JBG) por el tiempo que le faltaba por terminar el
período de Velasco, iniciándose un período de estabilidad política. Si
desde 1925 a 1948, en 23 años, hubo 23 gobiernos; desde 1948 a 1960
existieron tres; la estabilidad política es notoria.
En ese periodo de estabilidad se suceden tres presidentes con tres
tendencias diferentes: Galo Plaza, liberal; Camilo Ponce, conservador,
quien tuvo una administración similar a la de Plaza y Velasco Ibarra, populista. El Ecuador vive la época de la racionalización de la dominación
burguesa, bajo un nuevo modelo: el llamado “desarrollismo”.
Los terratenientes serranos se habían modernizado, pues se conformó una verdadera burguesía serrana. Entonces los intereses económicos y políticos concordaban con las del todo el país: parecía que el regionalismo había comenzado a perder sentido. La clase media se incorpora plenamente al sistema, compuesta de burócratas relativamente
bien instalados y prósperos profesionales liberales y comerciantes, que
no tenía nada que ver con aquella clase media de los años 20. La cla-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 77
se media se aburguesó, los conservadores abandonaron sus pretensiones
aristocráticas y se resignaron a aceptar la plebeyización. Según Agustín
Cueva, en este período histórico la estabilidad obedece no sólo a que se
conjuró el peligro derechista, sino a que en buena medida, declinó la
izquierda.
El principal impugnador del statu quo en ese período fue el subproletariado, que en las administraciones de Plaza y Ponce fueron duramente reprimidos. Velasco Ibarra, símbolo de la oposición al dominio
de la burguesía, no tuvo problemas con este grupo.
Los años 60 son turbulentos. Existían partidos políticos de izquierda como el socialista, el comunista -la revolución cubana es el paradigma a ser ampliado en América Latina. Es también la época de las
dictaduras militares, que a diferencia de otros países latinoamericanos
como Bolivia, Perú, Brasil, Argentina, fueron benignas para el país.
La estabilidad económica producida por la bonanza petrolera,
permitió que las dictaduras sean blandas y de consensos, creando las
condiciones para el retorno a la democracia en 1979. A partir de ese
año, el país tiene regímenes jurídicamente democráticos, sin que se haya construido una real participación ciudadana ni del ejercicio real de
la democracia.
El actual periodo presidencial del populista Abdalá Bucaram se
asemeja al año crítico de 1945, con un populismo inmerso en una reforma del Estado en pos de la modernización, como efecto del neoliberalismo y la globalización, en el escenario de una sociedad en recesión,
con el 10,1% de población desocupada, el 40% semiempleada y con
la agudización de la pobreza. A los seis meses de su mandato fue cesado en sus funciones por el Congreso Nacional. La fragilidad de la institucionalidad política y de la democracia del país, pone en el escenario
la vigencia de estructuras tradicionales.
En esta breve síntesis histórica del proceso político ecuatoriano
hay una tendencia permanente: la conquista del poder del Estado entre
los grupos dominantes de Guayaquil y Quito, en una suerte de alternabilidad. Hay períodos en que de la burguesía guayaquileña son electos
presidentes de la república y en otros, son los quiteños. Este juego político se genera en un escenario de crisis económicas, ideológicas y de intereses de cada grupo. La burguesía consolida su poder estatal a medida que una nueva coyuntura económica le saca de la crisis y fortalece
78 / PATRICIA DE LA TORRE A.
sus posiciones en beneficio de sus intereses particulares y locales. (Cueva A.; 1990).
3. Quito-Guayaquil: dos ciudades diferentes y antagónicas
En Ecuador ha sido difícil construir un Estado Nacional por la
existencia de dos metrópolis rivales, Quito y Guayaquil, por varios motivos, siendo los más importantes, los geográficos, étnicos, económicos,
políticos y la emergencia diferenciada de los grupos sociales.
La Cordillera de los Andes impidió una comunicación vial fluida
entre Costa y Sierra, (Quito- Guayaquil), cuya integración sé efectivizó
alrededor de 1912, por lo que se podría deducir que las dinámicas económicas y culturales quedaron circunscritas dentro de esos espacios regionales, que marcan sus diferencias.
En la Costa existieron culturas indígenas antes de la conquista Inca, estas entraron en un proceso de extinción; a decir de Hamerly
(1973), unas de las causas más importantes fueron las devastadoras epidemias y el aislamiento entre unas y otras. En la Sierra, los diferentes
grupos étnicos, dominados y organizados bajo el Imperio Inca, lograron
readecuarse y sobrevivir la dominación española permaneciendo vigentes hasta hoy, en el sistema hacendario. Esta composición étnica significativa en los Andes, marca una diferencia relevante con relación a la
Costa, acentuando las diferencias regionales.
Con la sucesión de ciclos económicos (agroexportadores, petróleo, sustitución de importaciones) y las vicisitudes del proceso de expansión del sistema capitalista y del Estado Nacional, estos dos polos han
tendido a alternarse en el control del gobierno central y en la dirección
que se ha dado a la modernización de las diferentes divisiones regionales de la economía nacional.
Las dinámicas económicas de Quito y Guayaquil son diferentes.
Mientras en la primera el sistema productivo hegemónico fue la hacienda huasipunguera, con mano de obra indígena y una producción para
el mercado nacional,4 en Guayaquil el sistema productivo hegemónico
fue la plantación para la exportación con trabajo asalariado. Esto trajo
como consecuencia que Guayaquil sea considerada la capital económica, y Quito la política.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 79
Guayaquil hasta los años treinta, gracias a su vocación de puerto agroexportador e importador y al nacimiento de su sector industrial,
reemplazó a Quito como centro principal de la población urbana, comercio e industria. En los años sesenta y setenta, con las reformas modernizantes con que debutó el modelo desarrollista, creció el aparato y
el presupuesto del gobierno central, especialmente a partir del auge petrolero en 1972. Al crearse la industria serrana y surgir con ella el sector terciario moderno, Quito recuperó parcialmente su importancia demográfica y económica.
Podría sostenerse que existen en el País dos grandes cuencas migratorias que drenan hacia las provincias de Pichincha y Guayas y hacen de las ciudades de Quito y Guayaquil los dos polos urbanos desarrollados en el Ecuador. En las últimas décadas, la expulsión de la fuerza de trabajo rural hacia la ciudad por el atractivo de la expansión urbana e industrial, produjeron movimientos migratorios importantes hacia las ciudades mencionadas. El indicador más claro de este proceso
demográfico constituye la tasa de crecimiento intercensal 1982-92, Pichincha tuvo el 3,85% (la mayor en la Sierra) y Guayas 3,43% (la mayor en la Costa).
Según el censo de 1992, la provincia de Pichincha, con 16.599
Km2, tiene una población de 1.409.845 y Quito, su capital, 1.100.847
habts. La provincia del Guayas, con una superficie de 20.902 Km2, tiene 2.022.912 habts. y Guayaquil, 1.508.444 habts. Esto lleva a deducir
que el 27% de la población ecuatoriana está concentrada en estas dos
ciudades. De las 50 ciudades existentes en el Ecuador, Guayaquil y luego Quito tienen la mayor población; les sigue Cuenca con 194.981
hbts. ( INEC, Censo de Población y vivienda, 1992).
El sistema metropolitano dominado por Quito creció más que el
de Guayaquil entre 1982 y 1992, tanto en términos de la PEA no agrícola como de población urbana. Quito se va asemejando a Guayaquil,
constituyéndose en ella el centro nacional más diversificado y de mayor
desarrollo del sector terciario. En ambos casos aumenta la PEA en los
servicios, la industria manufacturera y el comercio.
Para 1992 Guayaquil y Quito tenían el 34.9% y 24.4% respectivamente de la población urbana nacional. Cabe postular un proceso
de crecimiento metropolitano de ambos centros que desborda los límites urbanos administrativos y que integran sistemas metropolitanos de
centros dependientes dentro de las zonas de predominio principales.
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4. La burguesía guayaquileña
La compresión de la génesis del capitalismo en el Ecuador, conduce a ubicar diferentes vías de desarrollo, en el contexto de una serie
de procesos históricos diversos y particulares. Los estudios socioeconómicos en la línea explicativa de la expansión del sistema capitalista en
el Ecuador y la inserción de él en el mercado internacional, dan como
evidencia, que las provincias de la Costa sobre todo del Guayas, es el
principal actor de todo este proceso. El desarrollo del capitalismo en la
Sierra adquirió matices retardados sobre todo por la existencia del sistema productivo hacendario de tipo precapitalista y tradicional.
En consecuencia, los orígenes del desarrollo capitalista tienen un
carácter regional, sobre todo en la provincia del Guayas, como consecuencia de su inserción en el mercado internacional a mediados del siglo XIX, fundamentalmente en la producción y exportación de cacao. Es
en Guayaquil, donde se constituye por primera vez una burguesía compuesta por terratenientes cacaoteros, banqueros, exportadores de cacao
que, en forma conjunta manejaban el capital financiero-comercial. En el
caso de los comerciantes importadores, su actividad parece más diversificada. En forma tardía brota también una burguesía en las ciudades andinas, pero su origen histórico difiere de aquella burguesía guayaquileña, ya que mantenía sus estructuras sociales y económicas de herencia
colonial, basadas en la forma de hacienda huasipunguera. (Guerrero, A.;
1983. Chiriboga, M.; 1980)
En 1904, la Costa ecuatoriana ocupa el rango de mayor productor y exportador mundial de cacao. A lo largo del siglo XIX se forman inmensas haciendas destinadas casi exclusivamente al cultivo de este producto, que permite una inserción del país en las relaciones capitalistas
mundiales a través del mercado mundial y en la división del trabajo capitalista a escala internacional abierta por la Segunda Revolución Industrial. La producción de cacao destinado al mercado mundial, para fines
del siglo XIX y comienzos del XX, representaba para el Ecuador más del
70% de la exportación total del país (Carbo, L. A. : 1967).
La producción de la renta cacaotera y la circulación del cacao
como capital generó una burguesía compuesta por terratenientes, banqueros-exportadores, comerciantes-importadores y un incipiente grupo
de capital industrial, que irriga todo el sistema económico y constituye
el proceso de formación de las clases sociales urbanas a lo largo del siglo XIX y XX. Estas nuevas clases urbanas provocan la aparición de otro
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 81
sector del capital dedicado a la importación de bienes del mercado
mundial y a su distribución local.
La burguesía financiera-comercial es el puntal de la maquinaria
económica local y de acumulación de capital, que según Chiriboga, podría asumir un carácter de burguesía “nacional”. (Chiriboga, M.; 1980).
Son los banqueros exportadores y los comerciantes quienes van a conferir a la dominación de la burguesía un carácter nacional, no en el sentido de reivindicación de intereses nacionales, sino de expandir la dominación capitalista, política, ideológica a todo el ámbito de la formación nacional.
Esta burguesía se apodera del aparato estatal y lo utiliza como
una formidable palanca de acumulación durante varios períodos en que
permanecen en el gobierno, a través del endeudamiento hacia el capital financiero guayaquileño, toda vez que ellos tienen el control de los
grandes bancos en el país hasta 1930 cuando se crea el Banco Central.
La ciudad de Guayaquil, espacio económico de los banqueros
exportadores, controla a través de 11 firmas, el 36% del capital en giro.
La centralización del capital en pocas firmas familiares se repite en otros
sectores económicos tales como: los comisionistas que eran 10, controlaban cerca del 50% del capital en giro; los comerciantes, con 153 firmas y 21 casas comerciales, controlan el 57% del capital comercial.
(Guerrero, A.; 1983). Estas fracciones de la burguesía mantienen una relación orgánica a través de la cual cada una es condición de existencia
de la otra, sobre todo en instituciones como la Cámara de Comercio y
la de Agricultura; hay una vinculación interna de estos dos grupos, donde se entreteje esa afinidad de intereses alrededor del capital. Sus apellidos aparecen y se repiten en varias instituciones no sólo de orden económico, sino también de índole social como las sociedades filantrópicas, siendo la más importante la JBG.
En la actualidad, la burguesía costeña como la serrana, se diversificó en concordancia a la diversificación de los sectores económicos y
al aparecimiento concomitante de nuevas fracciones, como los libaneses, que incursionaron en el comercio, la industria, la banca y la política. Sin embargo, considero que esa burguesía de comienzos de siglo a
la que me estoy refiriendo, sigue siendo una de las fracciones más importantes en el Ecuador. Si bien entró en crisis, logró reciclarse, continuando su gestión económica en sectores económicos dinámicos como
el comercio, la banca, y la industria.
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5. Los grupos familiares guayaquileños y su pertenencia a los imperios
económicos5
Dar los nombres y apellidos de aquellos que estuvieron en las actividades económicas, permite apuntalar un doble objetivo: establecer
las redes de vinculaciones entre los diferentes grupos económicos y vislumbrar que muchas de esas gestiones están respaldadas en relaciones
de parentesco, en donde los integrantes de la JBG son parte de esos grupos, e ahí la trama del tejido complejo que articula el poder de la JBG.
Vamos por partes, un análisis de la constitución de los grupos económicos es esencial para ubicarlos en un contexto general.
5.1. La Banca Privada
De los grupos dominantes de parentesco en la JBG, suscitan la
atención los Arosemena, los Ycaza, los Estrada, los Seminario y los Duran Ballén. La principal actividad económica es la bancaria. En ellos están Eduardo Arosemena (Director JBG 1888-1914+), Carlos Julio Arosemena (Director JBG, 1942-1952+) y Gonzalo Ycaza Cornejo (Director
JBG, 1965-1967+).
Los primeros bancos en el Ecuador se vincularon a las actividades agroexportadoras y de importación en la Costa, procesos que dieron
lugar a la formación de una importante masa monetaria. Según Chiriboga, en su estudio sobre el período cacaotero, su auge en los años 18801920, produjo una reorganización de la esfera de la circulación, que se
tradujo en la división del trabajo al interior del capital comercial y la
constitución de instituciones bancarias, comerciales, de exportación e
importación especializadas (Chiriboga, M.; 1980).
Desde 1860 se crearon algunos bancos. En 1867, Eduardo Arosemena, fundó el Banco del Ecuador, bajo los auspicios del presidente
García Moreno, en donde participaron varios financistas franceses y peruanos vinculados al guano. En este grupo están Nicolás Morla, José
María Caamaño, Miguel Seminario, Clemente Ballén, Rosendo Avilés (filántropo JBG) y P. García Moreno, integrantes de la JBG. (Fierro, L.;
1991).
Eduardo Arosemena fue gerente del Banco del Ecuador desde su
fundación, en 1868, hasta su muerte en 1917 (49 años). Representó toda una época en la historia de la banca ecuatoriana.6 También fue director del Banco Nacional; liquidador de las firmas Planas, Pérez y Oba-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 83
rrio; fundador y accionista del Banco Territorial en 1888-1917, con una
interrupción de 2 años (27 años). Su hijo Carlos Julio Arosemena Tola,
fundó el Banco de Descuento. Fue Presidente de la República (Director JBG 1941-1952+,13 años). Sus nietos Carlos Julio Arosemena Monroy y Otto Arosemena Gómez (JBG), a más de ser financistas, fueron
igualmente Presidentes de la República.
En 1885 se constituyó el segundo banco emisor, el Banco Internacional, que en 1895 fue desplazado por el Banco Comercial y Agrícola. Este nuevo banco tuvo como núcleo a Miguel Seminario (JBG:
1894-1895/1908-1919+), Durán Ballén, Nicolás Morla (JBG) y Norberto Ossa. Todos ellos fueron agroexportadores de cacao (Chiriboga, M.;
1980).
El Banco Comercial y Agrícola fue el único que sobrevivió a la
competencia del Banco del Ecuador. Los integrantes más importantes
fueron su fundador, Francisco Urbina Jado, José Luis Tamayo (JBG 19011946+) abogado del Banco y Presidente del Ecuador; Lorenzo Tous
(JBG 1925-1962+), Carlos Marcos (JBG 1919-1939+), directores del
Banco (Fierro, L.; 1992). Los bancos que surgieron en Guayaquil en el
siglo XIX fueron absorbidos por el Banco del Ecuador, salvo los del ramo hipotecario, dos de los cuales, el de Crédito Hipotecario, creado en
1872 y el Territorial de 1886, existen hasta hoy.
El Banco Comercial y Agrícola sucumbió en 1926 a consecuencia de emisiones ilegales y por la nueva política optada por la Revolución Juliana de 1925 en contra de la hegemonía de “la bancocracia”
guayaquileña, cuando estos dos bancos dirigían la economía y la política del Ecuador. El Banco del Ecuador desapareció en 1931, debido a
la cartera vencida y a la contracción económica provocada por la crisis
mundial (Ortiz, G.; 1981).
En 1871 surge el Banco de Crédito Hipotecario, hasta hoy existente, con la finalidad de conceder préstamos hipotecarios para el desarrollo agrícola. Aquí aparecen nuevamente los nombres de Miguel Seminario (JBG), Lisímaco Guzmán (JBG 1924-1928/1945-1949), Homero
Morla y Eduardo Madinaya.
Los bancos jugaban un papel importante en el funcionamiento
de la matriz de acumulación al interior del sistema comercial guayaquileño y regional. Se convirtieron en intermediarios obligatorios de toda
transacción comercial: giros sobre el exterior, descuento de letras, prés-
84 / PATRICIA DE LA TORRE A.
tamos comerciales. El Banco del Ecuador era el banco de los importadores y el banco Comercial y Agrícola, de los exportadores. Los dos bancos hipotecarios negociaban cédulas hipotecarias sobre el 60% del avalúo de las propiedades con interés efectivo anual del 12%.
Los bancos que surgieron en Quito eran mucho más débiles y efímeros que sus similares de Guayaquil. Los bancos guayaquileños se vinculaban estrechamente con el gobierno al convertirse en los principales
acreedores del Estado y colocar a sus representantes en las principales
funciones públicas. Se llegó a hablar de que en el Ecuador se había
constituido una “bancocracia” guayaquileña que colocaba y quitaba
presidentes ( Estrada, V. ; 1982).
Durante todo el período que funcionó el Banco del Ecuador, el
gobierno dependía para sus finanzas públicas, de los adelantos y préstamos de los banqueros guayaquileños. Ello contribuyó también a afianzar a la Costa como centro económico del país (Chiriboga, 1980). Luis
Napoleón Dillon señalaba que se había constituido “la peor de las tiranías, la tiranía económica de la plutocracia bancaria” ( Dillon, L.; 1927).
Con la crisis económica derivada de la caída de los precios del
cacao en 1922 y las transformaciones económicas y políticas impuestas
con la Revolución Juliana de 1925, quebraron los bancos Comercial y
Agrícola y del Ecuador. Parecía que los Arosemena declinaban en esta
actividad bancaria, pero la posta había sido ya tomada nuevamente por
los nuevos bancos fundados: “Descuento” y “La Previsora”. El primero
fundado por el hijo de Eduardo Arosemena, Carlos Julio, quien fue gerente desde 1920 hasta su muerte en 1952 (Director JBG desde 19411952+). El segundo fue fundado por Víctor Emilio Estrada, quien estuvo
ya vinculado al banco Comercial y Agrícola; su padre fue Emilio Estrada (JBG 1902-1911+), Presidente de la República.
Para los años 50, las dos entidades habían pasado a convertirse
en los nuevos centros bancarios de la agroexportación del banano. La
hegemonía de la conducción del país se había trasladado a los nuevos
grupos constituidos alrededor de esta actividad y en particular, en torno
al Grupo Noboa. Se concentraba en el interior muchas antiguas familias
agroexportadoras y en particular a los Ycaza, a los Estrada, a los Arosemena, a los Marcos, a los Noboa, a los Ponce Luque y a los Febres Cordero. La gerencia de estas dos instituciones bancarias estaba en manos
de los hermanos, Rodrigo y Gonzalo Ycaza Cornejo (JBG 1950-1976+,
Director 3 años).
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 85
La hegemonía de los dos bancos era considerable, si se toma en
cuenta que estaban detrás los gobiernos de los presidentes Arroyo del
Río (JBG 1923-1945/1966-1969+); Carlos Julio Arosemena Monroy, hijo de Carlos Julio y nieto de Eduardo Arosemena; Clemente Yerovi Indaburo, hijo del Dr. Agustín Yerovi, miembro de la JBG; y Otto Arosemena Gómez, primo hermano de Carlos Julio Arosemena Monroy y nieto
del “viejo” Eduardo. Es decir, que en la década de los cincuenta, la banca estaba concentrada en dos o tres bancos, que no sólo manejaban el
crédito, sino también la economía y la política del país (Estrada Ycaza,
J.; 1976).
Para 1977, una vez agotado el efímero “boom petrolero” e iniciada la década del endeudamiento externo agresivo, el banco La Previsora quebró. Era el segundo banco más importante del país, presidido
por Nicolás Febres Cordero Rivadeneira (hermano del ex-presidente del
Ecuador, León Febres Cordero, 1983-1987), como gerente Rodrigo Ycaza Candell (hijo de Rodrigo Ycaza Cornejo). La Superintendencia de
Bancos estableció responsabilidades penales contra quienes fugaron al
exterior antes de emitirse la sentencia. El Banco de la Previsora fue liquidado parcialmente en 1977 y posteriormente el Estado lo rehabilitó
con significativos aportes del Banco Central y la inversión extranjera. El
Ministerio de Finanzas pasó a ser el principal accionista, pero en 1984,
vendió las acciones a grupos privados. Este fenómeno denota la iniciativa del Estado en controlar la banca para fortalecerla.
Tras la rehabilitación del banco, fue nombrado presidente del directorio, Clemente Duran Ballén Romero (JBG 1965-1990) y como gerente general, a César Durán Ballén Cordovéz. Los Síndicos del Banco
eran: José Ycaza Roldós y León Roldós Aguilera. El primero fue binomio
en la candidatura a la presidencia con Sixto Durán Ballén en 1979; el
segundo, fue hermano de Jaime Roldós, presidente del Ecuador, 19791980, fallecido en un accidente aviatorio en ejercicio del poder. Fue
elegido vicepresidente de la república por el Congreso y Osvaldo Hurtado, vicepresidente que ocupó la presidencia.
El Banco de Descuento fue liquidado en 1985. En su interior había una disputa por la dirección entre los dos accionistas más importantes, los Arosemena y el grupo de Gonzalo Ycaza quien reconstituyó el
banco bajo el nombre de Banco del Litoral. A finales del gobierno de Febres Cordero, se autorizó su funcionamiento, encabezado por Carlos Julio Arosemena Monroy, (nieto de Eduardo Arosemena), pero fue intervenido por la Superintendencia de Bancos por incumplimiento a la Ley
86 / PATRICIA DE LA TORRE A.
General de Bancos. La Previsora, Descuento y el Banco de Guayaquil,
tenían el 72% de los depósitos y estaban aliados por fuertes nexos gerenciales y familiares.
En 1923 se fundó el Banco Italiano, con capital italiano y ecuatoriano. En 1941 cambió de nombre a Banco de Guayaquil. Entre sus gerentes estaban Augusto Dillon Valdez (JBG 1933-1963+); Rafael Dillon
Valdez y Clemente Yerovi Indaburo, quienes fueron presidentes del directorio por muchos años.
El banco aparece vinculado a un número considerable de empresas importadoras y financieras de la Familia Valdez. Sergio Pérez Valdez
(JBG 1963-1985, 22 años), controlaba 9 empresas que quebraron en las
últimas décadas debido al colapso del Banco de Guayaquil en 1970; la
liquidación parcial de la Previsora en 1977 y la crisis de la deuda externa.
Otros bancos importantes surgieron a partir de 1980 como el
Continental, su gerente era Leonidas Ortega (JBG 1976-1996); Pacífico,
con Marcel Laniado de Wind, procurador de la JBG. El banco la Filantrópica, cambió su nombre a Filanbanco, entre sus accionistas hay
miembros de la JBG.
Los miembros de la élite bancaria de Guayaquil de alguna forma,
proveen el capital privado para financiar el desarrollo económico del
país. Esta circunstancia es una consecuencia de su relación con los mercados internacionales y de la inestabilidad política del país. El control final está en definitiva en manos de seis o siete individuos que están en
varias juntas de directores de los poderosos bancos costeños y mantienen el negocio en manos de la familia.
La oligarquía costeña fue y sigue siendo una plutocracia bancaria. Sus integrantes están vinculados entre sí en un sistema social organizado informalmente, que es más poderoso económicamente que el
gobierno central. Se forman monopolios en torno a la membresía superpuesta en los directorios entrelazados. Cualquier presidente de turno se
ve obligado a tratar con los maharajáes o barones económicos de la
Costa. Son ellos quienes controlan los ingresos de las divisas y por tanto quienes contribuyen a la estabilidad económica del país, en un concierto de inestabilidad y micro crisis políticas en donde al mismo tiempo son autores y actores.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 87
Este breve pasaje de la evolución de los bancos más importantes
del Ecuador, permite aseverar que la banca tiene una estrecha unión con
el poder político del Estado cuyos protagonistas son miembros de la
JBG. El Estado, la banca y la JBG se anudan en una sola relación.
5.2. Agro exportación y comerciantes
Las familias Aspiazu y Seminario fueron las mayores propietarias
y exportadoras de cacao en la época de auge de este producto. Llegaron a poseer en 1900, 99 propiedades avaluadas en $ 3.349.268,29, es
decir S/ 6.866.000 de sucres. Tenían 3 casas exportadoras de cacao, 6
empresas industriales, 3 compañías de servicio y acciones en los Bancos Comercial y Agrícola y del Ecuador (Guía Comercial y Agrícola del
Ecuador, 1909).
Originarios de España, en 1891 fundaron la Casa Bancaria y de
Exportación “Aspiazu Hermanos” en la que participaban sus hijos: Aurelio (JBG 1892-1893/1896-1898, 5 años), Lautaro (JBG 18981904/1907-1920+, 19 años, Director), Efrén (JBG 1897-1900/19161929+, 16 años) y Julián. Lautaro murió súbitamente y la firma se disolvió en 1903 al no aceptar los herederos de Aurelio para continuar en la
labor conjunta. La familia Aspiazu llegó a tener alrededor del 8% de la
plantación total de cacao (Fierro, L.; 1992).
La familia Seminario, procedente del Perú, poseía en 1884, 14
propiedades con un avalúo de 634.000 sucres. En 1904 llegó a poseer
35 propiedades avaluadas en $1.902.295,91 dólares, es decir
S/3.728.500 sucres. Los Seminario intentaron adquirir el control de las
empresas de chocolate en Europa. Formaron la compañía Seminario
Fréres en Francia, que quebró tras una especulación financiera durante
la guerra de los Balcanes. Las propiedades de los Seminarios eran tan
extensas que se podía navegar varios días por el río Caracol sin abandonarlas. Miguel Seminario, banquero, comerciante, industrial, financista
y hombre público liberal, se ubicó en la cúspide de la nueva burguesía
en proceso de consolidación ( Fierro, L.; 1992).
Un hijo de Lautaro Aspiazu, se casó con una hija de Miguel Seminario. De la unión entre la familia Aspiazu y Seminario, resultó su hijo Fernando, Gerente del Banco del Progreso, el noveno por su monto
de activos; vicepresidente de la Corporación Financiera Ecuatoriana
(COFIEC) y ocupó otros cargos en instituciones estatales como: Ministro
de Educación, en el gobierno Camilo Ponce (1956); Ministro de Finan-
88 / PATRICIA DE LA TORRE A.
zas, en el gobierno de Jaime Roldós (1979). Su hermano Jaime fue gerente del Banco de Guayaquil, Director de COFIEC y candidato de la
Presidencia de la República por el partido liberal, Frente Radical Alfarista en 1984.
5.3. La industria
La industria ecuatoriana, con diversidad de composición de capital, tamaño y mercado tiene un carácter heterogéneo. Las principales
familias tienen posiciones sólidas en la banca, el comercio, y la agricultura, ubicándose en casi todos los sectores productivos de la economía.
Parecería que no existe una burguesía industrial autónoma, muchos de los nuevos establecimientos industriales eran “añadiduras” de
los imperios familiares ya establecidos desde finales de siglo XIX. La oligarquía guayaquileña parece estar compuesta de grupos que más o menos se superponen, en una competencia que es controlada por los vínculos de amistad, posiciones y familiar con intereses comunes.
El sociólogo norteamericano Lang, para 1989 identifica 10 imperios económicos familiares, fundamentalmente en Guayaquil, unidos
entre sí por muchos puntos mediante la participación conjunta en inversiones empresariales. Dichos imperios tienen “escasos intereses” en defender los intereses de un sector empresarial, en tanto que son muy activos y poderosos en defender las necesidades económicas de sus compañías o los intereses de toda la clase empresarial. Paralelamente a estos grupos existe un grupo libanés de reciente formación (años 50), con
una participación creciente en la industria textil y las finanzas, con un
peso económico y político importante, que genera un conflicto muy
fuerte con estos 10 imperios.
De estos 10 imperios familiares, en 5 de ellos están los notables
de la JBG en donde se registra hasta tres generaciones. Los apellidos se
vuelven nuevamente a repetir: Estrada Ycaza (26 empresas), Sergio Pérez Valdez (48 empresas), Noboa Naranjo (13 empresas), Vallarino (9
empresas), Enrique Maulme Gómez ( 6 empresas ) y Aspiazu Seminario
(Fierro, L.; 1992).
Un grupo de parentesco pequeño, pero con gran poder económico, es la familia vinculada a la industria azucarera. El Ingenio Valdez,
fundado en 1885, se transformó en 1921 en la Compañía Azucarera Valdez que es el segundo ingenio azucarero del país. El grupo se diversifi-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 89
có en los años 50 en otras actividades y llegó a controlar el Banco de
Guayaquil. Tras la crisis de este banco y el posterior endeudamiento interno, algunas de sus empresas perdieron gran parte de su poder económico reduciendo nuevamente al control del ingenio. En 1987 formaban
parte del directorio de la azucarera, Edmundo Valdés Murillo (JBG
1968-1990, 21 años. Director 12 años).
El otro ingenio azucarero de importancia nacional es el San Carlos. Juan X Aguirre (JBG 1925-1981+, 56 años) fue su propietario. Funcionó con un grupo de amigos en calidad de accionistas.
La JBG y su relación con los imperios económicos
La JBG es una institución de servicio social, organizada, dirigida
y mantenida por una élite económicamente fuerte de Guayaquil: la
banca, el comercio, los agroexportadores y la incipiente industria. Son
grupos económicos locales, que tienen impacto en la economía nacional.
Una constatación salta a la vista y es que la JBG, tiene como soporte institucional a los banqueros más poderosos del Ecuador, a los
agroexportadores y a una incipiente industria. Además, todos ellos son
liberales. Surgen las siguientes preguntas: ¿ qué intereses tiene este grupo al disponer de una institución de servicio social que se torna poderosa?. ¿El poder político y económico de este grupo necesita articularse
con un poder social para irrigar su presencia a través de una obra benéfica estrictamente local?.
La pertenencia de los grupos de familias de los imperios económicos de Guayaquil a la JBG, me llevan a realizar las siguientes reflexiones: el poder económico de la burguesía bancaria, subordina al Estado, que no puede imponer leyes que limiten la monopolización económica. Sin embargo, esta aseveración parte del supuesto cuestionable de
que el Estado en los países desarrollados es un aparato neutro, que no
responde a los intereses de la clase dominante y que, por lo contrario,
busca limitar y controlar el poder de los monopolios, lo que no sucede
en países subdesarrollados. Desde esta perspectiva, el Estado ecuatoriano tiene un gobierno que no posee control sobre los recursos económicos, plasma un sistema legal que no impide, ni controla el monopolio
sobre las corporaciones y organizaciones que proveen los principales
ingresos, particularmente los de exportación. No se promulgan leyes
90 / PATRICIA DE LA TORRE A.
que restringen el comportamiento de los hombres económicamente poderosos: los plutócratas.
Este hecho me remite al problema de investigación: la relación
entre lo público y privado, y lo local frente a lo nacional. El significado
que va adquiriendo la dualidad de lo local, con lo nacional, es de antagonismo, pero también de complementariedad, en esa dinámica va tejiendo las redes del poder. Lo público y lo privado está demasiado imbricado, pero delimitan sus diferencias por las posiciones de parentesco
y es gracias a ésta, que permite que el proyecto social de la burguesía
continúe como expresión de lo privado en su forma más innata e ineludible: la prolongación de la familia.
6. El sistema de salud y la JBG
Los sistemas de salud en el Ecuador de hoy, son clasificados en
estatal, Ministerio de Salud Pública, (MSP, 1967) y Fuerzas Armadas y
Policía ( FFAA, Policía, 1970); semiestatal e Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, (IESS, 1970); el privado y el tradicional. En el Ecuador
el sistema estatal y semiestatal se fue configurando paulatinamente desde finales del siglo XlX, de una manera desigual, de acuerdo al proceso
de formación del Estado, hasta convertirse en la actualidad en el sistema
de salud supuestamente hegemónico.
El sistema privado coexistió siempre bajo diferentes modalidades: consultorios particulares y empresas de salud, modelo éste último
atribuido a organizaciones institucionales de corte moderno. El sistema
de la medicina tradicional y popular, propio de la población indígena
está permeando a casi toda la sociedad ecuatoriana, ya sea porque forma parte de la cultura y sobre todo porque es continuamente practicado por un sector poblacional representativo del Ecuador, que gracias a
ella ha sobrevivido. Sin duda se podría aseverar que existe en la sociedad ecuatoriana, en su concepción de la salud y enfermedad una mezcla de elementos mágicos-religiosos, así como prácticas tradicionales y
de la medicina científica occidental para curar y prevenir sus enfermedades.
Es indispensable dar un breve enfoque sobre el sistema de servicios de salud del Ecuador, para comprender la importancia de la JBG; no
es el caso abordar aspectos sobre la problemática de salud en términos
de estadísticas vitales, que son las típicas de los países del tercer mundo, ni tampoco abordar los sistemas de salud informal existentes7. Inte-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 91
resa la red institucional formal de servicios de salud nacional porque pone en evidencia tanto la participación del Estado, como de la sociedad.
Para 1986, el Ecuador contaba con 2.567 establecimientos de
salud, de los cuales 369 eran hospitales y 2.198 servicios ambulatorios.
En el ámbito nacional, los establecimientos del MSP representan el 49%
con una cobertura real del 40%; el IESS 29.6% cubriendo el 15% de la
población ocupada, las FFAA y otros del sector público 8.8%, la JBG
1%, y el 11.6% el sector privado. Esta red de servicios tiene 3 niveles
que combinan la ubicación geográfica con el tipo de servicio:
l. Ambulatorio que comprenden las acciones de fomento y protección, saneamiento ambiental, educación para la salud, desarrollo comunitario, patologías más frecuentes, primeros auxilios, emergencias
clínicas. Están ubicados en comunidades de 3.000 habitantes y en parroquias urbanas y rurales.
Cuadro 1
Distribución de los servicios ambulatorios por tipo de institución 1980
MSP
IESS
FF.AA,PM
Puestos de Salud
220
Subcentros Rurales 895
Anexos Urbanos
298
Dispensario Rural
396
Dispensarios Urbanos 43
Dispensario 73
Fuente: Laspina Nelson, Evolución del sector salud en la década de los 80
Elaboración: Patricia de la Torre A.
ll. Ambulatorio y de hospitalización tiene cuatro especialidades
básicas (partos, urgencias quirúrgicas, cirugías de mediana complejidad
y emergencia). Se ubican en las cabeceras cantonales y capitales de provincias.
Cuadro 2
Servicios ambulatorios y de hospitalización según tipos de institución, 1980
MSP
Centros de Salud
Hospital Cantonal
Hospital Provincial
54
83
23
IESS
FF.AA
Dispensario provincial 6
Hospital provincial
15
Hospital 12
Fuente: Laspina Nelson, Evolución del sector salud en la década de los 80
Elaboración: Patricia de la Torre A.
92 / PATRICIA DE LA TORRE A.
lll. Hospitales de toda patología clínica y quirúrgica de alta especialización. Dispone de recursos y equipos de alta tecnología por especialidad y subespecialidad. Realizan actividades de docencia e investigación a nivel de pregrado y posgrado. Están ubicados en las tres ciudades más importantes del Ecuador: Quito, Guayaquil y Cuenca.
Cuadro 3
Distribución de los hospitales por ciudad e institución,1980
CIUDADES
Quito
Guayaquil
Cuenca
N°
%
MSP
11
2
3
16
71
IESS
1
1
2
8
FFAA
1
1
4
JBG
4
4
17
TOTAL
Nº
%
13
7
3
23
55
33
12
100
Fuente: Laspina Nelson, Evolución del sector salud en la década de los 80
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Este tercer nivel de atención de servicios de salud, me interesa
analizar porque demuestra dos cosas: la desigual oferta de servicios hospitalarios sobre todo entre Quito y Guayaquil, lo que permite soslayar
una marcada diferencia regional y la otra que los hospitales de la JBG es
en número mayor que del MSP.
Pese a que el MSP tiene el mayor porcentaje de hospitales a nivel país (71%), estos están concentrados en Quito, por lo tanto esa omisión del Estado en la ciudad de Guayaquil, me señala que la JBG tiene
un puesto preponderante en cuanto institución local, más aún si los hospitales del MSP y del IESS solo fueron construidos hace 17 años y los de
la JBG existen desde finales del siglo XIX. Por lo tanto, la JBG tuvo y tiene una posición hegemónica local hospitalaria de asistencia social,
construida a lo largo de un siglo.
Los hospitales y otros servicios sociales de la JBG en Guayaquil,
están inscritos dentro de la práctica médica occidental reconocida como científica, en el sector privado, que jurídicamente está definida:
Como una entidad del Sector Público Autónomo y de Derecho Privado,
que atiende con sus propios recursos y con los que el Estado le asigna
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 93
(cuyo porcentaje es del 5%), el Cementerio General de Guayaquil, los
hospitales, asilos, establecimientos educacionales y de beneficencia, que
actualmente tiene a su cargo, los mismos que no pueden ser revertidos,
cedidos o traspasados a la administración de otras entidades u organismos públicos y privados.
(Registro Oficial, Quito, Congreso del Ecuador, 1988).
* anotación adicional personal.
La JBG es una institución privada de servicio público fundada en
1888 por iniciativa del Municipio de Guayaquil, si bien oferta servicios
de salud, el espectro de programas abarca otras áreas de acción social
(Ver Cuadro 4). Este sistema de salud que cubre todas las etapas de la
vida del individuo (desde el nacimiento hasta la muerte), que da atención gratuita, semigratuita y de pensionado, al cual acceden desde indigentes hasta ricos, es un sistema de salud importante para la ciudad y
provincia del Guayas, pese a que el MSP con su política de extensión
de cobertura implantó un nuevo modelo que integraba las acciones de
salud tanto curativas (hospitalarias) como las preventivas (de salud comunitaria), que mediante la regionalización de servicios construyó en la
zona de suburbios, una nueva infraestructura compuesta de un hospital
regional, centros, subcentros, puestos de salud. En este nuevo reordenamiento de la política de salud estatal, las acciones de salud hospitalarias
de la JBG permanecieron inalteradas, circunscribiéndose a lo que tradicionalmente venía ejecutando.
Desde su creación, las obras de beneficencia de Guayaquil, fueron entregadas por el Municipio, a aquella burguesía formada a comienzos de siglo, que organizó la institución dentro de los patrones de una
organización burocrática, corporativa, con una mentalidad empresarial,
y que hizo de ella un proyecto social y un instrumento político de aquella fracción de clase.
En sus inicios, 1887, el principal financiamiento que recibía la
JBG era del Municipio y las subvenciones estatales; posteriormente
otras rentas propias, como la lotería, le permitieron conseguir su autonomía económica.
Las rentas propias, en lo que se refiere a los bienes patrimoniales, son donaciones, compra de terrenos, construcción de edificios y adquisición de bienes inmobiliarios. La JBG es propietaria de los 10 centros comerciales más importantes de Guayaquil. Por otro lado tiene inversión de capital financiero en los bancos más importantes del Ecua-
94 / PATRICIA DE LA TORRE A.
dor, que sumando a la lotería hacen de la JBG una institución económicamente solvente y fuerte.
Cuadro 4
Instituciones sociales de la Junta de Beneficencia de Guayaquil 1889-1990
A. SALUD
Nombre Institución
Especialidad
Nº camas
Financiamiento
Hosp. Luis Vernaza
Maternidad Sotomayor
Asilo Mann
Hosp. Lorenzo Ponce
Instituto L.Garcia
General y especializ
Gineco. Obstericia
Pediatría
Psiquiatria
Laboratorios
823
239
255
1.200
donac.propio.est.muni.
donac.propio.est.muni.
donac.propio. - .muni
donac.propio. - .muni.
donac.propio.est. - .
Tipo de Institución
Número
Financiamiento
B. ACCION SOCIAL
Nombre
Corazón de Jesús
Asilo Santiestevan
Bien Público
C. Ayluardo
Cementerio de G.*
Agencia funeraria*
Asilo ancianos.
Instituto educ. niños
Instituto educ. niñas
Pensionado de mujeres
239
180
170
66
13
donac.propio.
donac.propio.
donac.propio.
donac.propio.
donac.propio.
donac.propio.
-
.muni.
.muni.
.muni.
.-.
.muni.
.muni.
C. OTRAS
Loteria de la JBG
nivel nacional, única pais.
Fuente: Memoria de la JBG, 1887-1951, y Junta de Beneficencia de Guayaquil,18881989, 100 Años de Tradición, Fe, Amparo, Esperanza; Guayaquil, Archivos de la JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A..
* Estos servicios son únicos en Guayaquil.
Organizacionalmente desde su creación, hasta la actualidad, la
JBG tiene una estructura administrativa con los siguientes niveles jerárquicos:
a) En el primer nivel, se encuentran las máximas autoridades: el
director general, los 35 notables y los miembros honoríficos. En este nivel, se definen las líneas de acción y la toma de decisiones. Es importante anotar que esta instancia es una estructura cerrada, en la que solo intervienen las personas señaladas, con dos características fundamentales:
LA
-
-
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 95
la poca rotación del cargo de director. Desde 1888 hasta 1988
hubo 12 directores, 5 de ellos dirigieron durante 79 años los destinos de la JBG.
7 miembros fueron presidentes de la república.
Esto significa que la JBG tiene una estabilidad organizacional
con poder político.
b) El segundo nivel es el técnico-administrativo. Está integrado
por los directores, comisarios, secretarios, tesoreros, administradores de
cada establecimiento. Cumplen una función organizativa y de ejecución
de las decisiones del primer nivel. El último nivel, llamado operativo, está constituido por cada establecimiento que tiene a su vez una estructura administrativa propia.
Una constante en la vida de esta institución es la defensa de su
autonomía frente a intentos de nacionalización cuando se formaba un
sistema de salud nacional o cuando era obligada a rendir cuentas económicas a instancias de control estatal. La JBG resistió en un confrontamiento conflictivo con las instancias tanto del legislativo como del ejecutivo, que fueron resueltos a través de pactos y alianzas. Por lo tanto
interesa llegar al punto fundamental, es decir, encontrar las causas, argumentaciones, coyunturas del mantenimiento de su autonomía.
Al cerrar este capítulo intento haber colocado los aspectos básicos, los escenarios en donde se podrá apreciar de mejor forma como se
dio la resistencia a la estatización por parte de la JBG, que a su vez, me
remiten al tema central de la presente investigación que es el análisis
de las dicotomías: público/privado, lo local/lo nacional y lo tradicional/lo moderno.
Notas
1
El ejecutivo, dura 4 años en sus funciones; el presidente nombra a sus 19 ministros. El vicepresidente elegido por sufragio universal directo tiene como función
elaborar la política de desarrollo económica - social nacional. El legislativo, que
es el Congreso, tiene un sistema unicameral, con 9 diputados nacionales y 69
diputados provinciales pertenecientes a partidos políticos legalmente reconocidos
y que son elegidos por un período de 4 años. El judicial está constituido por la
Corte Suprema de Justicia, hay Cortes Supremas de Justicia en cada provincia y el
Tribunal de Garantías Constitucionales.
2
Se entiende por oligarquía a un gobierno de pocos, no sólo en el contexto oficial,
sino también de un círculo social. Para Platón oligarquía es un gobierno corrup-
96 / PATRICIA DE LA TORRE A.
to. En la actualidad según MacIver, es un gobierno de minoría o de una clase.
Spitz afirma también, que la oligarquía es un gobierno ejercido por un grupo reducido, siendo inevitable la existencia de una élite. (Fundaçao Getulio Vargas, Dicionário de Ciencias Sociais,1987;833).
3
La masa obrera de Guayaquil reclamaba alzas salariales y reducción de horas de
trabajo. La situación económica se iba agradando para estos grupos, quienes aducían que la carestía de los artículos importados (harina, manteca, herramientas, telas), se debía a la depreciación que se traducía en el alza del precio del dólar. Antes de la Ley Moratoria, el dólar se compraba en 2 sucres y el 1922 alcanzó a 3,20
sucres. La Confederación Obrera del Guayas asumió la dirección del movimiento
popular que culminó en una masacre de aproximadamente 10.000 muertos. (Icaza, P.; 1985)
4
Las comunidades indígenas llamadas ayllus, unidad social básica del Imperio Inca, tenían como forma de trabajo el yanaconaje, que significaba la retribución religiosa de productos agrícolas al Inca. El poblamiento español implicó, en la mayoría de los casos, la apropiación de los aylllus, convirtiendo ese trabajo en explotación y esclavitud. Esta forma de trabajo se llamó concertaje, cuya modificación sustancial estipulada por la Corona consistía en el cambio de este sistema en
formas de trabajo semi asalariada, pero que en la práctica mantuvo la dominación. A mediados del siglo XVIII, en la Sierra ecuatoriana se consolidó el sistema
hacendario, no solo de producción agropecuario sino también textil, llamado
obraje, constituyéndose en el pilar fundamental de la economía interna. Las reformas borbónicas establecieron el pago en dinero al concierto, pero en la práctica
se transformaron en formas de endeudamiento que eran computadas en días, meses y años de trabajo, muchas de ellas, hasta la muerte del concierto, bajo los mecanismos de socorros y suplidos. Las deudas heredaban sus hijos, nietos y parientes, lo que obligaba a vivir en perpetuidad en la hacienda. Para el hacendado significaba tener mano de obra de trabajo permanente sin mayores egresos económicos. En 1916, como producto de la revolución liberal de 1895, se eliminó la prisión por deudas del concierto, dándole un nuevo nombre, el de huasipunguero (
en español significa cuidador de la casa). La hacienda huasipunguera, asociada
a la hacienda tradicional, se caracterizó por la presencia del trabajador agrícola
y su familia, que vivían dentro de la hacienda, en tierras no productivas, prestadas por el terrateniente, bajo relaciones serviles y compulsorias de trabajo. Si bien
la ley de Reforma Agraria de 1960 y 1972 eliminó el huasipungaje, en menor cantidad, todavía existe en algunas haciendas serranas.
5
Las siglas de la JBG, los años y el signo + entre paréntesis, indican la pertenecía
a la institución, el tiempo de permanencia y que murieron siendo miembros activos.
6
De acuerdo con el Cónsul de los E.U., Sr. Beach, el Banco del Ecuador tenía un
negocio tan floreciente que para 1884 le permitió repartir a sus accionistas un dividendo de 33 1/3 %, lo que le convertía, en opinión de dicho Cónsul, en el Banco más rentable del mundo. Este nivel de dividendos se repitió por varios años, e
incluso en los de crisis económica que se mantuvo en un nivel de 18-20% (Beach,
Handbook of Ecuador.)
LA
7
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 97
Se entiende como sistema informal de salud a la práctica de la medicina ejercida por la medicina aborigen, popular y otras prácticas de salud alternativas. No
tiene el reconocimiento jurídico del Ministerio de Salud, ni de la medicina científica.
Capítulo llI
LA ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL
La solidez, la estabilidad, la eficiencia y disciplina y las autoridades son rasgos patrimoniales. Una administración tradicional y simultáneamente moderna, son las características de la organización de la JBG
durante todo su tiempo de existencia que se va estructurando en un proceso de desarrollo identificado en los siguientes momentos: sus orígenes
(1888-1905), la consolidación, (1906-1926), y su modernización,
(1927-1990). En su vida institucional, está muy bien establecido lo que
se trata en la intimidad de las asambleas de la Junta General, de la Junta Directiva, en las conversaciones de los altos directivos que transcurren bajo el ambiente del “secreto” y aquello que se torna público a través de sus instituciones de servicio social. Pero la prudencia, el sigilo,
son las esferas más importantes de la actividad burocrática que están excluidas del control público. Se revisten con un alto contenido de privacidad. Sin duda, en la burocracia hay una tendencia hacia el secreto,
que se constituye en una forma de autodefensa contra las críticas eventualmente hostiles de los administrados y también de la sociedad; así el
secreto no sólo permite mantener la privacidad de lo privado sino que
es la condición natural para consolidar y extender su posición de poder.
Todos estos atributos están señalando que la JBG tiene una organización con una doble forma de administración, aquella que mantiene
el secreto y resguarda la privacidad de la institución y la otra, que la inserta en la esfera pública. Esta doble administración confiere a la institución una constante, que es la desigualdad por la existencia de un gobierno de pocos, número reducido (Weber, M.; 1984), en donde no hay
cabida a una democracia interna, pues existe una plutocracia, (Mouzelis, N.; 1991).
Identificada estas formas de organizaciones, la pregunta clave es:
¿cuáles son los rasgos específicos de esta institución?. De esta pregunta
se derivan otras: ¿cuál de esos rasgos delimita la relación dicotómica en-
100 / PATRICIA DE LA TORRE A.
tre lo público y lo privado?. Esto coloca un supuesto y es que los rasgos
específicos informales son importantes para dilucidar ese problema.1 Si
bien en la teoría de la organización existen diversas entradas analíticas
para el análisis de esta dicotomía, no ha sido suficientemente utilizada
para reflexionar sobre este tema central, en el presente trabajo de investigación. En otras palabras, asumo que la dicotomía público-privado tiene, también, su explicación en los rasgos de las estructuras administrativas de las instituciones. Cabe, pues, seleccionar qué abordaje teórico
es el más adecuado para dar paso a este análisis.
Desde la sociología los abordajes teóricos de Weber, Durkheim,
Parsons, Michels, y del sicoanálisis (Freud), han elaborado instrumentos
conceptuales que ayudan a las investigaciones empíricas mediante la
sugestión de útiles métodos para contemplar la realidad social, no proveen respuestas prefabricadas a la relación entre institución y la dicotomía público-privado, pero preparan el campo para un adecuado manejo. Abordar el estudio en las diferentes teorías de la institución para los
fines que me propongo implica una discriminación y una selección. El
análisis de lo público es útil para ser manejado desde las teorías formales de la administración, pero ofrece limitaciones para indagar el aspecto de la privacidad, del secreto, porque se inscribe en ámbitos no visibles; están en las características subterráneas de los grupos de la institución, que se relacionan tras la fachada normativa de una organización y
administración formal que es pública; pero no de aquellas otras normas
que completan y combaten las normas institucionales en este tipo de
institución fértil del capitalismo que es la empresa. Estos no pueden ser
detectados sólo en el comportamiento formal, sino en otros como son
los vínculos de sangre y las solidaridades, la ideología, que son trabajados en los capítulos subsiguientes.
Según Lourau, (1991), el análisis institucional debe captar la acción social en su dinamismo y, sin prejuzgar acerca del sistema institucional existente; tratar de poner en evidencia dónde está la institución,
es decir, las relaciones entre la racionalidad establecida, como son las
reglas, códigos, formas sociales y los acontecimientos que se apoyan,
implícita o explícitamente, en la racionalidad establecida y /o la cuestionan. Por lo tanto, es preciso explorar los dominios donde, tras los sistemas de referencia, que la expulsan o le asignan un lugar reducido como la sicosociología, hace surgir la problemática, no sólo del concepto
de institución, sino también de la intimidad y privacidad de la institución. Según el mismo autor, a este tipo de entrada analítica, la denomi-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 101
na intervenciones institucionales, con un material que no es, sino, la relación que los individuos mantienen en las instituciones.
En el presente capítulo, voy a tratar esta cuestión, en donde, indudablemente existe una condición inicial e ineludible, que es la descripción de la estructura formal a través de una descripción empírica de la
organización: los estatutos, el aparato legal-jurídico, los organigramas, el
comportamiento y el impacto de aquellos actores claves que nacen de
ese forma organizativa para, posteriormente, descifrar las relaciones que
los grupos y los individuos mantienen con la institución; estas relaciones
ponen de relieve que el vínculo social es, ante todo, un acondicionamiento clave de los actores respecto de la organización social, como
una especie del atributo del espacio privado de la institución.
En el análisis empírico, enfocaré dos dimensiones: la una es la de
los contenidos del comportamiento institucional en los momentos de
modificación insertos en un contexto y, la otra, la evolución que experimenta a lo largo del siglo.
1. La estructura institucional
Los reglamentos son el punto de partida del funcionamiento de la
JBG: contienen la filosofía, así como el régimen y la estructura institucional, al señalar las funciones de cada una de sus autoridades y una división del trabajo. Esta tarea fue realizada dos meses después del acto
legal público de su creación; sus organizadores se fijaron como tarea
principal elaborarlos para cada uno de los establecimientos que tenía a
su cargo. Existe una condición previa al poner en marcha un establecimiento fundado: la formulación de sus reglamentos. Es importante anotar también, que la elaboración de los reglamentos va marcando los límites del tipo de relaciones intragrupo, que son de lealtad (con la sociedad en general y con el Estado) que son de protección, defensa y legitimación. De esta forma, sus organizadores y propietarios fueron perfilando el carácter institucional de la JBG.
El 5 de Febrero de 1888, se aprobó el reglamento de la Junta de
Beneficencia de Guayaquil; en 1945, se realizaron pequeñas modificaciones, incrementando las funciones de nuevos cargos; y, en 1985, hay
una reforma en cuanto al contenido de los objetivos, pero en esencia no
se altera la estructura organizativa inicial que perdura hasta el momento actual, en donde hay el mantenimiento de las estructuras tradicionales, combinadas con las modernas (Ver Organigramas 1, 2, 3, 4). Estos
102 / PATRICIA DE LA TORRE A.
momentos obedecen a diferentes coyunturas: el primero a la organización de la JBG, el segundo a la injerencia del Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública2 y el último de tipo político, con el ascenso a la presidencia del Ecuador de un miembro de aquella vieja oligarquía guayaquileña: León Febres Cordero.
De los reglamentos, voy a analizar los siguientes puntos: los objetivos, la estructura administrativa, los miembros que le integran, los niveles de toma de decisiones y el papel que desempeñan las diferentes
autoridades. Con estos indicadores, esbozaré el funcionamiento institucional organizativo de la institución.
1.1. Los Objetivos
La JBG, tanto en 1888 y 1944, se fija como objetivos “el atender
a la conservación, mejoría, buen régimen y disciplina de los establecimientos que le estén encomendados”. Para 1888 estos eran: el Hospital
Civil, el manicomio y el cementerio. En 1944 habían aumentado a una
maternidad, a un hospital para niños, a un asilo de ancianos y a un colegio para niños pobres.
El reglamento de 1985 expresa una política social, en áreas específicas: “prestar servicios asistenciales en las ramas de salud, educación,
atención de ancianos, cementerios, de acuerdo a las necesidades sociales de la ciudad y del país”, y aquellos objetivos de años pasados se
constituyen en los medios para alcanzar dicha meta como son: administrar los bienes y rentas patrimoniales que le pertenecen, así como los públicos que le asignan: el promover el aumento de ingresos y la economía en los gastos; celebrar contratos relativos a los objetos de la Junta
de acuerdo a la Ley; hacer efectivas las acciones y derechos que conciernen a los intereses de la Junta (Reglamento de la JBG 1888, 1945; Estatuto Orgánico y Funcional de la JBG, 1985).
Las diferencias entre los objetivos de 1888 y 1985 son importantes, pues mientras los primeros están encaminados al mantenimiento y
cuidado de los establecimientos, los de 1985 explicitan una política social a ser cumplida no solo en el ámbito local sino también nacional. Los
enunciados de los objetivos, en el contexto de cada época, tienen una
denominador común y es que usan un lenguaje similar a la política social del Estado. Tienen también una connotación específica, pues los objetivos de 1888 hacen énfasis en la institución como tal; los de 1985 al
tipo de servicios y a las necesidades de las personas; de todas formas, no
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 103
Organigrama funcional-administrativo 1, 1888
JUNTA GENERAL
DIRECTORIO
DIRECTOR
SECRETARIO
VICERRECTOR
JEFE DE
ESTABLECIMIENTOS
INSPECTORES
HOSPITAL CIVIL
CEMENTERIO
MANICOMIO
Fuente: Reglamento de la JBG 1888.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
TESORERO
PROCURADOR
104 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Organigrama funcional-Administrativo 2, 1898-1920
JUNTA GENERAL
DIRECTORIO
TRADICIONAL
DIRECTOR
SECRETARIO
Amanuense
VICERRECTOR
ESTABLECIMIENTOS
INSPECTORES
Y SUBINSPECTORES
HOSPITAL. L. VERNAZA
HOSPITAL SAGRADO CORAZON
SECTOR
ADMINISTRATIVO
M
TESORERIA
O
COMISARIAS
D
MANICOMIO LORENZO PONCE
ASILO MANN
ASILO MANUEL GALECIO
ASILO AYLLUARDO
RAMO LOTERIA
E
AG. FUNERARIA
CEMENTERIO
R
ASILO SANTIESTEVAN
PROVEDURIA
1922*
INSTITUTO DE VACUNA
CEMENTERIO Y AGENCIA F.
N
AGENTE
JUDICIAL
O
RAMO DE LOTERIA
FUNDOS RUSTICOS
NOTARIO
1937*
INTERVENCION
1942*
FUNDOS URBANOS
PROVEDURIA
Fuente: Reglamento de la JBG 1945.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 105
Organigrama funcional-Administrativo 3, 1921-1949
JUNTA GENERAL
DIRECTORIO
TRADICIONAL
DIRECTOR
SECRETARIO
Amanuense
VICERRECTOR
ESTABLECIMIENTOS
INSPECTORES
Y SUBINSPECTORES
SECTOR
ADMINISTRATIVO
M
O
HOSPITAL CIVIL
HOSPICIO
CORAZON DE JESUS
TESORERIA Tesorero
Tenedor de libros
MANICOMIO VALDEZ
CEMENTERIO
E
LOTERIA
INSTITUTO
DE VACUNAS
Administrador
Comisario
escribano
COMISARIOS
CONTABILIDAD
principales
Suplentes
ASILO SANTIESTEVAN
AGENCIA FUNERARIA
RAMO DE LOTERIA
Fuente: Reglamento de la JBG 1888.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
• Años que aparecieron.
R
N
ASILO GALECIO
ASILO AYLLUARDO
D
AGENCIA
FUNERARIA
CEMENTERIO*
Jefe
Dependiente
Amanuense
O
106 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Organigrama funcional-Administrativo 4, 1985-1990
JUNTA GENERAL
DIRECTORIO
DIRECTOR
TRADICIONAL
SECRETARIO
Amanuense
VICEDIRECTORES
SECTOR ADMINISTRATIVO
ESTABLECIMIENTOS
PERSONAL
TECNICO
INSPECTORES
SUINSPECTORES
SECCION
FINANCIERA
Jefe contador
Tesorero
H. L. Vernaza
Mater. Sotomayor
H. L. Ponce
DIRECTORES
H. Mann
TECNICOS
Predios
Imprenta
H. L. Vernaza
Comisariato
Mater. Soto
H. C. de Jesús
H. Mann
Ramo Lotería
H. L. Ponce
Cementerio
ADMINISTRADORES
DE HOSPITALES
SERVICIO SOCIALES
H. L. Vernza
Mater. Soto
H. L. Ponce
H. Mann
Predios
Imprenta
Comisariato
H. C. de Jesús
Ramo lotería
Cementerio
M O D E R N O
Fuente: Estatuto Orgánico y Funcional de la JBG, 1990.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
JEFE PERSONAL
SECCION JURIDICA
PROCURADOR
ASESOR JURIDICO
SECCION
ABASTECIMIENTOS
Proveedor
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 107
es más que el reflejo de la evolución de los servicios asistenciales en cada época, en dos procesos diferentes, pues en las últimas décadas del siglo XlX, la JBG fue la primera institución organizada que sirvió de modelo para la organización de la Beneficencia Nacional; en cambio, en
las últimas décadas del siglo XX, la JBG tuvo que adoptar el lenguaje y
no el modelo organizativo del Ministerio de Salud Pública.
Este cambio obedece también a las necesidades de acompañar
los procesos de modernización, que obligan a “actualizar” a la JBG, como institución moderna, sobre todo, en la oferta de servicios de salud,
pese a que su lema es “ Tradición, Fe, Amparo y Esperanza”. Así, por
ejemplo, alrededor de 1963 se planteaba que se confundía lo técnico
con lo administrativo; “una cosa es ser administrador de un hospital para que vea, el agua, la luz, que los empleados cumplan con sus funciones. Otra cosa es un director técnico que sabe lo que se requiere para
una cirugía, la Junta debería contratar un técnico en administración de
hospitales capacitado en México, en E.U., o en otra parte, que desempeñe las funciones de administración de hospitales.” ( Asamblea de Junta General, septiembre 1963). En 1965 crean, por primera vez, el cargo
de director técnico de hospital y también de un administrador.
La administración hospitalaria estatal ecuatoriana no permitía hace más de medio siglo, que por atributos de posición social, personas
extrañas a la institución, a profesionales de la salud, ocupen el cargo de
administradores de hospitales. En las últimas décadas del siglo XX, la
JBG sustentaba esa misma estructura tradicional en las casas asistenciales, a pesar de que la formación universitaria ya había creado los profesionales de la administración.
Estas modificaciones corresponden a los períodos en que ocurrió
la modernización administrativa de las instituciones de salud estatales y
privadas, iniciadas alrededor de 1940, en la cual la JBG moderniza sus
instituciones de servicios. Se puede observar que oficializan sus cambios en coyunturas políticas favorables, así: en 1944, Carlos Arroyo del
Río, miembro de la JBG, estaba terminando su período presidencial con
grandes conflictos políticos nacionales, entre otras causas, por el advenimiento de nuevas corrientes socialistas y populistas. En 1985, León
Febres Cordero, presidente del Ecuador, descendiente de las familias de
la “antigua aristocracia” y representante de la oligarquía guayaquileña,
con vinculaciones con la JBG, es electo presidente del Ecuador para el
periodo 1984-88, lo que significaba que aquella fracción, nuevamente
retomaba el poder del Estado después de casi 36 años.
108 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Febres Cordero, como presidente de la república, encaminó el financiamiento internacional del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID) y protección institucional; era pues, el momento de articular el poder nacional con el local de esa fracción, a través de relaciones de amistad y lealtad, con Jaime Nebot Saadi, (gobernador del Guayas, amigo íntimo, miembro del mismo partido, el Partido Social Cristiano, (PSC) ; en
dos ocasiones candidato a la presidencia de la república) e ir en contra
del alcalde de Guayaquil, (Elsa Bucaram, enemiga política del PSC). Es
comprensible que solidificar el trabajo de la JBG era más fácil que solventar la crisis institucional del municipio y de las otras instituciones sociales y de salud estatales en Guayaquil, que han sido por lo general ineficientes y de mala calidad, y ganar, de esta forma, créditos políticos de
credibilidad y confianza ante los ciudadanos, cansados de las ofertas
inútiles, provenientes de alcaldes populistas como los Bucaram. En consecuencia, la JBG hace modificaciones de tipo técnico, de acuerdo con
las necesidades de la oferta de sus servicios, pero las jurídicas, que se
relacionan a sus estatutos, las hacen con fines políticos.
1.2. La administración
La oferta de servicios sociales de la JBG, a través de sus establecimientos, descansa en una organización administrativa jerárquica-vertical, cuyos componentes más importantes son las autoridades, que, a su
vez, ponen a caminar este aparato institucional con el apoyo de una eficiente sección financiera, jurídica y de secretaría. Esta es la estructura
básica, que no ha sido alterada en el transcurso de un siglo. Sobre ella
se van ampliando y acomodando las funciones de los nuevos cargos
creados. Este dato da a entender que la JBG tiene una estructura organizativa estable.
Llama la atención esta poca modificación estructural, por lo tanto, es pertinente encontrar cuáles son las razones para que una institución tenga esta característica persistente durante un siglo. Considero
adecuado usar los organigramas para este análisis. Estos permiten apreciar tres niveles jerárquicos. En el primer nivel, se encuentran las máximas autoridades: el director general, los vicedirectores, los notables con
los cargos de inspectores y subinspectores.
Hay dos instancias de toma de decisiones: La Junta General y el
Directorio, que en 1985 tomó el nombre de Comité Ejecutivo. En este
nivel, se define la política, líneas de acción y la toma de decisiones en
todos sus aspectos. Es importante anotar, que esta instancia es una es-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 109
tructura cerrada, corporativa, en la que solo intervienen las personas señaladas, con las siguientes características fundamentales:
a) la poca rotatividad del cargo de director. Desde 1888 hasta 1990
hubo 12 directores, 5 de ellos dirigieron durante 79 años los destinos de la JBG.
b) las autoridades son los hombres notables, personajes de trayectoria pública y privada de importancia local y nacional; a manera
de ejemplo, 7 de ellos fueron presidentes de la república entre los
años de 1900-1950.
c) hay una metódica síntesis de entrenamiento especializado, división del trabajo y dedicación fija a un conjunto de funciones habitualmente ejercidas, y que sólo es intercambiable entre ellos
mismos.
d) mantienen relaciones de solidaridad y de parentesco.
El segundo nivel es el técnico-administrativo central. Está integrado por los comisarios, secretarios, tesoreros, administradores de cada
establecimiento. Cumplen una función organizativa y de ejecución de
las decisiones del primer nivel. Este nivel es de apoyo logístico, técnico
y de control tanto para el primer nivel, como para el tercero; son funcionarios asalariados con una connotación importante, tienen relaciones de solidaridad y de parentesco, la mayoría de las veces, con los notables, que hacen de este nivel, un escalón administrativo de confianza.
El último nivel, técnico- operativo, tiene como autoridades a los
inspectores y a los directores técnicos de cada establecimiento, cuyo
cargo fue creado por los años 70. El uno representa la autoridad emanada de los notables, y el otro de la designación que le da el conocimiento del área profesional. Las funciones, en ciertos momentos, se superponen causando conflictos entre ellos. Cada uno representa dos formas de
autoridades diferentes frente a un mismo objeto: los establecimientos.
Los directores técnicos son hombres de confianza de los notables y esos
impases son solucionados en miras al bien institucional. En consecuencia hay un acuerdo. En dos casos que registré este tipo de conflictos,
concluían con la renuncia del director técnico.
Cada establecimiento tiene una estructura administrativa propia,
son regidos por reglamentos y operan bajo un control estricto del primer
y segundo nivel. Si bien la oferta de sus servicios está inscrita en el área
social, cada uno de ellos tiene su especificidad propia, por lo tanto, cada uno es diferente. Así, el Luis Vernaza, hospital general y de alta es-
110 / PATRICIA DE LA TORRE A.
pecialidad médica, tiene la capacidad para albergar a 800 pacientes y
funciona con 1200 trabajadores. Por otro lado, están los hospitales para
niños, para enfermos mentales y la maternidad, a estos se suman los colegios, los asilos, el servicio funerario, el cementerio y la lotería.
En los establecimientos se sintetizan las complicadas relaciones
laborales entre profesionales y no profesionales de la salud, y de ellos, a
su vez, con las autoridades de la JBG; coexisten redes internas de poder,
pugnas, conflictos laborales. Son, básicamente, un micro cosmos. Este
conjunto de subinstituciones hacen de la JBG una institución con un
grado de complejidad elevado a su nivel operativo, pero no a nivel de
la cúspide; ella dirige bajo sus normas y esquemas tradicionales únicos.
Es, en este espectro, donde conviven y se expresa la característica dual de la JBG: una institución tradicional y simultáneamente moderna. En el primer nivel se encuentran las autoridades con rasgos tradicionales, patrimoniales, con una administración patrimonial, al mismo
tiempo se superpone un tipo de autoridad legal racional y una administración burocrática, esta última se manifiesta sobre todo en el tercer nivel. Esta es una institución con dos formas de administración perfectamente articuladas.
El patrimonialismo está expresado en la autoridad personal, en el
carisma de la función de los directores de la JBG y de los notables en su
conjunto. La administración de la JBG no está en manos de profesionales de la salud, sino en personas “generosas”, filántropos de buen corazón que están orgullosos de ser considerados como tales, con una capacidad de versatilidad para ocupar la dirección de cualquier establecimiento, porque son también banqueros, comerciantes, en definitiva,
hombres con una trayectoria política y económica. Por ejemplo, Emilio
Estrada en 1910 era inspector del Cementerio, en 1911 fue elegido presidente del Ecuador; de igual forma, Carlos Arroyo del Río, en 1939, era
subinspector del Laboratorio, y en 1940 era elegido presidente del Ecuador; Pablo Maragnoni, en 1973, fue subinspector del Hospicio Corazón
de Jesús, dos años después, del Hospital Luis Vernaza. Ninguno de ellos
eran expertos técnicos en el área.
El orden social de la corporación está fundado en la disciplina de
la honra, la decencia, el deber, la deferencia, las buenas maneras y no
la disciplina del cargo, de la ley, basado en órdenes, mandatos y autoridad especializada. La autoridad está jerárquicamente distribuida y fluye
de arriba hacia abajo en la estructura organizativa. El burócrata indivi-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 111
dual, el trabajador dependiente de la autoridad, se fusiona en la comunidad de todos los demás trabajadores que están integrados dentro del
mecanismo, que tienen el interés común de que el mecanismo continúe
con sus funciones y que la autoridad ejercida se mantenga. Hay una disciplina que se convierte progresivamente en la base del orden.
El burócrata no puede escurrirse del aparato al que está sujeto. En
contraste con el notable, el burócrata está destinado a ser, apenas, un
engranaje dentro de un mecanismo en constante movimiento, que le
asigna una dirección de marcha fija: médicos, enfermeras, tecnólogos,
oficinistas, profesores, todos los funcionarios cumplen una determinada
función. Al funcionario se le designan tareas especializadas y el mecanismo no puede ser detenido por él, sino desde lo más alto. Así, cuando el Estado suspendía las asignaciones presupuestarias ofrecidas, la
JBG argumentaba que era imposible mantener la consulta externa de sus
hospitales y las suspendía. Cuando a mediados de los años 50, los
“obreros de la salud” de la JBG organizaron por primera vez la Federación de los Trabajadores de la Salud (FETSAE) y amenazaba con paros,
la JBG despidió a los dirigentes (alrededor de 60), impidiendo la formación de sindicatos.3
Estos datos empíricos demuestran que los notables tienen mucha
autoridad, pero también poder, que no se relativiza cuando este fluye de
abajo hacia arriba, pues resuelve el conflicto cumpliendo la ley establecida en la constitución de la República. Este poder superior de la JBG se
debe, no solo a la presencia de una autoridad, entre otros motivos importantes, sino, también, al modelo de organización que los notables
imprimieron a la Junta. Parece que la efectividad administrativa en una
administración híbrida, de dos caras, patrimonial y burocrática como la
JBG, depende del grado de congruencia en que se encuentren la autoridad y el poder. La JBG es coherente en estas dos relaciones, pues los
valores e intereses de los funcionarios son conducidos de forma que son
correspondientes a los de las autoridades. Todos estos elementos que
fueron sembrados desde la creación de la JBG, crecieron en el transcurso del tiempo, haciendo que esta estructura se presentara fuertemente
constituida.
Por otro lado, es significativa la introducción de tecnología moderna en todos los establecimientos de sus servicios. Y eso de forma permanente. Por ejemplo, en 1985, con una donación del gobierno de
170.000 dólares, se hizo una adquisición de equipos modernos para las
áreas de neonatología quirúrgica, radiología, laboratorios de patología,
112 / PATRICIA DE LA TORRE A.
unidad de quemados, servicios generales del Hospital Luis Vernaza. En
ese mismo año, se realizan transplantes de riñón con éxito, unidades de
terapia intensiva son equipadas con nuevas tecnologías, así como salas
de cirugías generales y especializadas, para la atención de alto riesgo de
partos y recién nacidos
2. Autoridades y forma de gobierno
2.1. Los miembros y su jerarquía
Hacen parte de la institución, tres tipo de miembros:
a) Los notables: integrantes de la corporación, cuyo número es
35, son los propietarios de la institución. Es de importancia poner en evidencia el dato de tiempo de permanencia como integrante de la institución. Hasta 1990, o sea en 102 años, existieron 249; hay una media de
22.6 años per cápita. En la revisión de las Actas de Junta General y de
las Memorias, se observa que los 87 notables que permanecieron de 1 a
5 años están inscritos en el primer tiempo de formación de la institución.
Es una etapa en donde se dan muchas renuncias. Para los siguientes
años, la tendencia es a disminuir el número. Es muy significativo que 42
notables permanecieron entre 26 a 55 años. De todas formas el panorama general expresa una permanencia prolongada de los notables en la
institución, conforme puede ser observado en el cuadro 5.
Cruzando este dato con las causas de salida, el 44.8% mueren
siendo miembros de la JBG con edades avanzadas; el 55.2% salen por
renuncia o inasistencia. En el caso de las salidas por muerte, detecté,
que no son aceptadas las renuncias por enfermedad, de lo que se puede deducir que prevalece ante todo el concepto de tradición y las relaciones de solidaridad, al fin, son cargos que se ocupan hasta la muerte.
Las renuncias son causadas no por presiones intra institucionales, sino
por motivos de residencia en el exterior o falta de disponibilidad de
tiempo, entre los más importantes. Se interpreta la ausencia como una
falta de interés para con la institución, según la opinión de sus integrantes. El ingreso de los nuevos miembros pasa por un proceso de selección, y se podría decir hasta de “ prueba”. Hay solicitudes de ingreso cuya aceptación es realizada dos o tres años después.
b) Los miembros natos: son parte de la corporación, pero con representación institucional de la Corte Superior de Justicia, (Ministro Fiscal), el Municipio ( un Concejal designado) y de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal (el Decano). En el caso de éste último, la
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 113
Cuadro 5
Número de años de permanencia de los notables en la JBG
1888-1990*
Nº de Años
Nº de Miembros
Porcentaje
1-5
6-10
11-15
16-20
21-25
26-30
31-35
36-40
41-45
46-50
51-55
87
41
26
29
24
14
14
6
4
2
2
35.0
16.4
10.4
11.6
9.6
5.6
5.6
2.4
1.6
0.9
0.9
TOTAL
249
100
Fuente: Libros de Memorias de la JBG 1888-1952, Archivos de la JBG. La Junta de Beneficencia de Guayaquil, 100 Años de Tradición, Fe, Amparo, Esperanza; Guayaquil, 1988.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
* Dentro del número de 249 hay que tomar en cuenta a 35 notables activos.
alianza era necesaria porque los hospitales de la JBG son docentes, operando por convenio con el Estado. En ese “laboratorio” de aprendizaje
se formaron los mejores cuadros de la medicina guayaquileña y ecuatoriana, que realizan investigaciones sobre enfermedades tropicales, de
gran aporte nacional y, a veces internacional.4
El tiempo de participación en la JBG, depende del tiempo por el
cual fueron elegidos para esos cargos. En el inicio de la vida de la institución, estos cargos eran de mayor participación en las decisiones de la
JBG; en la actualidad, por motivos políticos, no existen relaciones con
el municipio y, en lo que respecta a la Facultad de Medicina su participación es indirecta.
Los miembros natos, en general, tienen relaciones de parentesco
en las actividades económicas y políticas en la que participan los notables.
114 / PATRICIA DE LA TORRE A.
c) El personal técnico: es contratado para actividades administrativas y en diversas ramas profesionales, para el funcionamiento de los
establecimientos. En 1890 eran 900 y en 1990 ascendía a un total de
4.200 (el mismo número de empleados que el Municipio de Guayaquil).
Una amplia gama de profesionales y técnicos de la salud, personal administrativo y de servicio integra esa categoría. Las relaciones con este
tipo de profesionales, sobre todo de salud, estaban inmersas de grandes
conflictos. En 1906, el punto fundamental radicaba en que la Facultad
de Medicina quería tomar una acción directa en la organización y administración de los establecimientos de salud. Fue un problema que se
fue despejando a lo largo de muchos años y que, con la Ley de Asistencia Pública, fue resuelto con los acuerdos entre estas dos instituciones,
lo que sirvió de modelo para conflictos similares.5
De los miembros de la JBG, solo los dos primeros tipos no ganan
salario. El trabajo de los notables, no es remunerado, sin embargo, parece que sus ganancias están en el prestigio que le da el ser miembro de
la JBG.
2.2. Las instancias de la toma de decisiones
La JBG, siendo una asociación cuyas características radican en tener un límite en el número de participantes (35 notables), poca diferenciación en la posición social de los participantes, tienen tareas estables,
relativamente simples: una determinación objetiva de los medios y fines
apropiados, estas características ya fueron anotadas por Weber (1984:
701), en las estructuras y funcionamiento de la dominación, llamadas de
gobierno directamente democrático. Este régimen se ejercita con un poder de mando, a través de la autoridad: el director de la JBG, que en una
“modesta apariencia” se considera un servidor de los dominados. Según
el mismo autor, es democrático porque todos están igualmente calificados para ejercer el mando y reduce el tiempo del ejercicio del mando;
sin embargo, siguiendo el tiempo de permanencia de los cargos de director como se verá más adelante, los tiempos de duración son prolongados, en consecuencia, predomina un principio democrático aparente,
porque hay un sistema de alianzas que refuerzan el cargo de la autoridad para ejercer la dominación. La JBG tiene 2 instancias de toma de decisiones: La Junta General y el Directorio, que para 1985 tomó el nombre de Comité Ejecutivo.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 115
LA JUNTA GENERAL es el organismo máximo de gobierno y de
toma de decisiones de la Institución. Está compuesta por 35 notables
nombrados por el Consejo Municipal de Guayaquil, disposición que
permaneció hasta 1932, quedando posteriormente esa atribución a la
Junta. Está conformada también por los Miembros Natos y el Secretario.
Presidida por el Director y en ausencia de él, por los Vicedirectores, la Junta General toma decisiones relacionadas con:
-
nombrar nuevos socios,
elegir cada año al director, vicedirector, tesorero, secretario, inspector, procurador;
realizar mejorías de los establecimientos,
examinar y aprobar el balance y presupuesto tanto semestral como anual,
decretar los gastos extraordinarios, o la creación de establecimientos;
aceptar con beneficio de inventario o repudiar asignaciones testamentarias;
acordar las compras, gravámenes, enajenaciones de bienes.
(Estatutos JBG, 1888, 1945, 1985).
De acuerdo a sus estatutos, la Junta General se reúne dos veces
al año, pero en la revisión de sus actas durante un siglo existe un promedio de 8 a 10 reuniones anuales, lo que revela la necesidad de una
presencia constante de toma de decisiones de la JBG a este nivel. Las
funciones de la Junta General, durante el período que estamos describiendo nunca fueron cambiadas. El quórum establecido desde sus inicios hasta hoy, es de 11 miembros, lo que significa una representatividad de un 28% de los miembros, la cual es baja; por lo general funcionó dentro de ese porcentaje. La manera como es conducida la sesión
tiene las características de una forma parlamentaria. El ritual seguido
desde el momento de su creación hasta hoy, es el mismo: se inicia con
la constatación de la existencia del quórum, lectura y aprobación del
acta anterior, la presentación de la agenda del día. Las discusiones de la
reunión son recogidas por el secretario y escritas por un “escribano” con
tinta y letra de mano en libros especiales para el efecto, aunque ellas estén escritas en una computadora; sellan este ritual sendas firmas, encabezadas por el director y secretario, ritual que evidencia la articulación
entre lo tradicional y moderno, constantemente bien engranada en el
funcionamiento de la JBG.
116 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Dos hechos llaman la atención en las reuniones de la Junta General: se supone que ser “notable” es un elemento homogenizador pero
intentando interpretar el discurso en los diálogos, en una lectura semántica de las palabras hay una diferencia de trato entre ellos, como también de pareceres; en algunos momentos las discusiones son álgidas y se
solucionan frente al veredicto de la persona más esclarecida como es el
director, “el líder carismático” que resuelve y disuelve cualquier conflicto a los que todos acatan y respetan.
En las decisiones que toman frente a conflictos con otros sectores
de la sociedad, como por ejemplo, en las denuncias de abuso sobre la
posesión de ciertos predios urbanos, hay un sentimiento de protección
mutua, de preservar la imagen institucional, colocada sobre los intereses individuales de ahí que, no dan paso a ninguna pelea superflua pública ante ningún medio de comunicación, la solución final es siempre
la argumentación legal. Por lo tanto, hay una solidaridad por intereses
entre los notables.
El DIRECTORIO es la instancia de toma de decisiones en relación
con el funcionamiento de cada uno de los establecimientos de la Junta.
También actúa como organismo informativo y consultor ante la Junta
General y el Director. Está integrado por el Director, 2 Vicedirectores, los
Miembros Natos, el Decano de la Facultad de Medicina, el Concejal y
los Inspectores, que son los jefes directos de cada establecimiento, el
Procurador y el Secretario, que en total suman 12 personas. A excepción
del Procurador, los miembros del Directorio son también miembros de
la Junta General. Los reglamentos establecen reuniones cada 15 días.
El Directorio es una instancia, en que con atribuciones diferentes,
encontramos a los mismos actores de la Junta General, lo cual permite
aseverar el carácter cerrado, corporativista y de control absoluto de ese
grupo sobre la Institución. A medida que la JBG fue creciendo, tanto en
número de establecimientos, de personal contratado, se complejizó su
funcionamiento administrativo; esta instancia, con el número de integrantes, se tornó inoperante, de tal forma que decidieron modificar la
composición de los miembros, pero no las funciones.
A partir de 1985, el Directorio toma el nombre de Comité Ejecutivo; se compone del Director, Primero y Segundo Vicedirector, y cuatro
miembros elegidos anualmente por la Junta General; integran con voz
informativa, el Asesor Jurídico o uno de los Procuradores. Fue necesario
justificar el cambio de nombre, para cambiar la composición de los in-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 117
tegrantes; se lo hizo en función de superar el problema de la inasistencia de los notables, muchos de ellos por su avanzada edad, que impedía la toma de decisiones por falta de quórum. Subyace también la necesidad de modernizar la institución y conseguir una mayor eficiencia,
pero también significa consolidar el poder en pocas personas, en donde, a diferencia de lo que plantea Weber, no existe una democracia, al
contrario, se instaura una oligarquía.
En resumen:
-
-
la excesiva duplicidad de los miembros, que provocaba la inasistencia de los mismos, sobre todo en la Junta General.
la dificultad de encontrar una ejecutividad de acción en los notables, en las funciones de Inspectores o subinspectores, ya que
muchos de ellos no asistían por su edad avanzada.
la tendencia modernizante que comienza a adquirir la JBG, sobre
la base de estructuras tradicionales.
El cambio de la composición de los miembros de la dirección de
la JBG, producida por razones técnicas, resultó en mayor concentración
de poder: así, esta instancia de toma de decisiones se torna más eficiente y aunque la propuesta de cambio estuvo vigente desde 1940, no se
atrevieron a romper con la participación de los Inspectores y Subinspectores, por razones que tienen que ver con la coacción del grupo y la solidaridad. Pero la fuerza de las circunstancias obligó a que esta instancia fuera a la vez más ágil y concentradora de poder. Esta decisión es
crucial, pues modifica la estructura administrativa de la JBG, pues como
se puede observar en el organigrama de 1985, se crean puestos estrictamente técnicos, como son los Directores técnicos de los hospitales.
2.3. Las autoridades
Una vez considerado el proceso de toma de decisiones, es importante examinar como un individuo llega no sólo a ser miembro de la institución, sino a ejercer los cargos de autoridad dentro de una estructura
jerarquizada. El fenómeno de la autoridad es un factor fundamental para comprender las decisiones, porque implica definir la tendencia y la
orientación de la institución, esto es su identidad.
El término autoridad tiene varios sentidos conforme al contexto
de las ideas en que se inserta. Además la palabra tiene una carga afectiva e ideológica: de anarquista que la rechaza con horror, el monárqui-
118 / PATRICIA DE LA TORRE A.
co que la venera con pasión. Puede definírsela, de un modo general, como un poder que es reconocido, legítimo, aceptado y respetado. Existirían, entonces, tantas formas de autoridad, cuantas especies de poderes
poseedores de estos atributos. Pero las relaciones entre autoridad y poder no son simples. Puede haber el ejercicio de poder por la fuerza pero sin autoridad. Para que exista una verdadera autoridad, es necesario
que se dé el ejercicio de un derecho a comandar o a ejercer una influencia sobre los otros. Tal derecho se fundamenta en la ética y en la expresión jurídica del bien común de la institución.
En este sentido, la autoridad supone un consenso, ella está en el
origen de una obra de creación en que otros participan. La autoridad deriva de la cualidad de aquel que es autor de esa obra y a quien pertenece la iniciativa creadora. Ejercida la autoridad, puede degradarse muy
deprisa y tornarse una opresión colectiva, sin que haya ni un mérito, y ni
un valor propio de aquel que la ejerce, sin que haya justicia y sentido de
bien común en su ejercicio. Transfórmase en un dominio, en una tiranía.
Si se sale del dominio de la voluntad para pasar al dominio intelectual,
la autoridad puede adquirir sentidos contrarios (Birou, A.; 1978: 43.).
Una anotación previa es clave para entender la configuración de
las autoridades de la JBG. Como veremos a continuación, es una institución promasónica. Encontré un paralelismo entre la organización de
una logia masónica y la JBG. Una logia tiene tres grados: aprendiz, compañero, maestro. En la JBG hay el notable de nuevo ingreso, el notable
ocupando cargos de inspectores y el director; sobre estos se edifica
otros, se llama el sistema de ritos. La masonería se halla regida por Estatutos o constituciones generales y cada logia tiene sus reglamentos particulares derivados de los Estatutos; los cargos son por elección temporal, con el sufragio de todos los hermanos. En la JBG se realiza en enero de cada año la elección de las autoridades. Los Venerables, el Director, pueden ser elegido sobre los 30 años, tienen que haber sido miembros activos durante el año anterior, haber demostrado tener cualidades
de mando. Solo los miembros activos pueden ser electos y electores para cargos. Cada logia ejerce el poder legislativo en los asuntos de su
competencia y delega el ejecutivo en las primeras cinco dignidades. Relacionando estas dos instituciones existen las siguientes autoridades:
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
LOGIA MASÓNICA
Venerable
Dos Vigilantes
Inspectores
Tesorero
Secretario
ECUADOR / 119
JBG
Director
Dos Vicedirectores
Inspectores
Tesorero
Secretario
El DIRECTOR. En la organización de la JBG, el director es una
pieza clave para el mantenimiento y funcionamiento de la institución.
Es un cargo de libre elección, elegido cada año. La corporación deposita esta nominación en la persona más poderosa, con trayectoria sea pública y privada, en los sectores económicos, políticos locales y nacionales. Desde 1888 hasta 1990 (102 años) hubo 13 directores, dos de ellos
fueron interinos. Cinco directores dirigieron durante 79 años los destinos de la JBG, que le confiere estabilidad institucional (Ver una breve
biografía en Anexo 1).
Cuadro 6
Directores de la JBG, 1888-1992
NOMBRE
1. Eduardo Arosemena*
2. José M. Sánchez
3. Eduardo Arosemena
4. Carlos Gómez Rendón**
5. Lautaro Aspiazu
6. Martín Avilés
7. Luis Vernaza
8. Carlos J. Arosemena*
9. Dr. José de Rubira Ramos
10. Gonzalo Icaza C.
11. José M. Díaz G.
12. Ing. Edmundo Valdés
13. José Plaza Luque ***
PERIODO
1888-1893
1894-1895
1895-1914
1915-1918
1919
1920-1921
1922-1942
1942-1952
1952-1965
1965-1967
1968-1972
1972-1984
1984-1991
DURACION
6
1
20
3
1
2
20
10
13
2
4
12
8
OCUPACION
Banquero
Banquero
Banquero
Banquero
Agroexportador
Banquero
Banquero
Banquero
Abogado
Banquero
Comerciante
Industrial
Comerciante
CAUSA
SALIDA
Muerte
Renuncia
Muerte
Enfermedad
Muerte
Enfermedad
Muerte
Muerte
Enfermedad
Renuncia
Muerte
Renuncia
Renuncia
Fuente: JBG, Libro de Actas de la Junta General, 1888-1990; Guayaquil, Archivos de la JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A
* Son padre e hijo
** Consuegros con Eduardo Arosemena
*** Renunció para ser Concejal del Municipio de Guayaquil siendo Alcalde recientemente electo y expresidente de la República por el partido Social Cristiano, y al mismo tiempo concuñado, León Febres Cordero.
120 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Esta configuración lleva a las siguientes reflexiones:
Todos los directores de la JBG fueron hombres con gran trayectoria pública y privada en el ámbito social, económico y político, sea local o nacional. La mayoría de los directores son banqueros; este dato es
muy significativo, porque hay una lógica económica empresarial organizativa, es decir, la JBG está organizada como si fuese un banco. La inversión de capital es fundamental para su acumulación con la peculiaridad de que al mismo tiempo que se maximizan los recursos en función
del capital, éste es dirigido a ofertar servicios sociales. En consecuencia,
si los directores de la JBG son al mismo tiempo gerentes de bancos, esta relación produce una simbiosis entre JBG y la banca privada. Cabe
preguntar quién es más funcional: ¿la JBG o la banca?. Considero que el
análisis del comportamiento económico de la JBG, que es tratado en el
capítulo 5, ofrece más elementos para responder la pregunta.
El organizador de la institución es Eduardo Arosemena Merino,
tenía una amplia experiencia acumulada como organizador y fundador
de los bancos más importantes del Ecuador: Banco Planas Perez&Obarrio 1865, Banco del Ecuador 1868, Banco Nacional 1870. Le tocó a
Arosemena en 5 años sentar las bases de la organización,” los primeros
pasos hubieron de ser, “... formular como lo hicieron los Inspectores designados, ciertos reglamentos para que rigiera el funcionamiento de cada uno de los tres servicios a su cargo”...”. (JBG, 75 años de servicio a
la colectividad social, 1964:25). En tanto se iba solventado, las medidas
administrativas, las deficiencias de los establecimientos, que eran precarios tanto económica como en oferta de servicios, y más aún, con la ausencia de un sistema de organización disciplinaria empresarial. Se estaba instalando en el papel, no solo un código de disciplina, sino también
como afirma Weber, una sumisión de los hombres a la observancia de
las normas y de los reglamentos habituales (Weber; 1984:742).
Hasta el año 50, los directores son banqueros. Pasa un período
corto donde la dirección asume un intelectual de clase media, para luego ser retomada nuevamente por banqueros e industriales. Hasta el corte establecido del estudio 1990, su último director pertenece a las familias de aquella fracción de la burguesía guayaquileña empresarial. Esto
refleja un cambio en cuanto al sujeto que dirige la Junta, pues si hasta
los años 50, hay una asociación estrecha entre el poder económico, político nacional con la JBG, para los años subsiguientes, esta relación es
diferente, lo que significa que esos directores ya no son los debutantes
de la economía ni de la política nacional; no significa que la JBG haya
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 121
perdido su poder, al contrario, en los últimos 40 años, el poder ya no
proviene solo de la presencia de los notables, hoy, es la propia institución la que confiere poder a esa fracción del grupo dominante.
Regreso nuevamente a las relaciones de parentesco y a encadenar el tiempo de duración en el cargo de director. Los Arosemena,
Eduardo y Carlos Julio, padre e hijo, fueron directores de la JBG durante 36 años; Carlos Gómez Rendón, consuegro de Eduardo, fue director
durante 3 años, lo que significa que durante 39 años, el 38% del tiempo ( 1888-1990, 102 años) la dirección de la JBG estuvo en manos de
una familia de larga tradición en la banca y en el poder del Estado. El
segundo caso es el de Luis Vernaza quien fue director durante 20 años;
su primo político Lautaro Aspiazu duró en la dirección un año pues falleció; o sea 21 años, el 20,5% del tiempo en una segunda familia. Por
lo tanto, la dirección de la JBG está en dos núcleos familiares, que desde 1887 hasta 1952 representan el 58.8% del tiempo total.
A partir de 1952, los 39 siguientes años, la dirección está repartida entre más personas. Existen directores con permanencia prolongada
en el cargo, pero el panorama es diferente: no hay la fuerza hegemónica de las “pocas familias”, parecería que esa tendencia se diluyó, en el
contexto de un Ecuador que vive una etapa de diversificación, segmentación social y de las élites y de una diferente composición del poder
político, en donde el populismo es uno de los factores determinantes.
Por otro lado, la década de los 50, es considerada como la del fortalecimiento de las capas medias: el Dr. José de Rubira Ramos es una expresión de este fenómeno. Los cuatro últimos directores representan un retorno al escenario de la vieja oligarquía, bajo nuevas formas, pero es la
banca, el comercio y la industria que nuevamente toman posesión.6
Analizando las causas de salida, de los directores, tengo la siguiente constatación:
Cuadro 7
Causas de salida de los directores
CAUSA
Muerte
Renuncia
Enfermedad
(edad avanzada)
Nº AÑOS
5
4
3
DIRECCIÓN
61
23
18
Fuente: Libro de Actas de la Junta General, 1887-1990, Guayaquil, Archivos de la JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
122 / PATRICIA DE LA TORRE A.
La principal causa de salida es por muerte, los 5 directores murieron con 70 y más años de edad, es decir, que estuvieron ocupando la dirección hasta los últimos días de sus vidas. Pese a ser un cargo con un
tiempo de duración de un año, la reelección era eminente y la excusa
por enfermedad no era aceptada, lo que de hecho imponía la forma de
un cargo vitalicio.
La segunda causa de salida es la renuncia, que no eran aceptadas
en una primera instancia, de ahí que ellas se presentaran con argumentos de fuerza mayor, al igual que por enfermedad. Detrás de estos datos
numéricos, hay un comportamiento cultural que es el de la sobrevalorización a la tradición, al respeto al “caudillo”, a la credibilidad, al líder
y a la solidaridad.
En definitiva, los puntos anteriormente colocados, me llevan a
concluir que todos ellos se constituyen en argumentos explicativos sobre el alto nivel de estabilidad institucional de la JBG, característica fundamental para resistir a la nacionalización y preservar su carácter privado.
LOS VICEDIRECTORES. Existen dos: el Primer Vicedirector es el
fiscal nato de la Junta, sus funciones están relacionadas a la inspección
de los establecimientos y las operaciones de la Tesorería; representa al
Director en su ausencia. El segundo Vicedirector tiene la función de
reemplazar al primer Vicedirector. En la revisión de las Actas de la Junta General, son el segundo escalón de apoyo para el Director. A su vez,
ser electo vicedirector es una forma de ascenso para llegar a ser Director. Existe una lógica de capacitación y de concentrar el poder en sus
mismos miembros, optando por esta forma de elegir a sus autoridades.
Todos los directores, a excepción del primero, fueron vicedirectores por
un período de tiempo prolongado.
LOS INSPECTORES. Son jefes inmediatos de los establecimientos
para los cuales son nombrados. Sus funciones son “la policía, orden, gobierno interior y la dirección económica”; hacer cumplir los reglamentos y emite informes a la Junta General y al Director. Los Inspectores y
Subinspectores son los “hombres notables” que al mismo tiempo que
cumplen sus propias actividades privadas, dedican gratuitamente parte
de su tiempo a esta actividad benéfica.
Su participación directa con los establecimientos se dio hasta
aproximadamente los años 70, cuando frente a las exigencias de nuevos
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 123
modelos y sistemas administrativos, los cambios en la educación del
personal de salud, la división del trabajo más especializado en los hospitales, se crean nuevos cargos técnicos administrativos con el nombre
de Directores Técnicos y Administradores para cada establecimiento;
esto no significó de ninguna manera eliminar la función principal de
ellos: el de control. En esta perspectiva, lo que la JBG hace hábil y coherentemente, es modernizar su estructura técnica - administrativa, al
contratar, para el funcionamiento de sus establecimientos, a personal especializado con formación superior. De esta forma consigue dos objetivos: preservar su estructura tradicional, manteniendo intacta las funciones de los Inspectores y viceinspectores, y por otro lado, estar a la par
de las demandas de modernización tecnológica que exige el funcionamiento de establecimientos que ofrecen servicios de salud, educación,
asistencia social, siendo la salud, el sector más dinámico.
En cierta forma, esta modificación que se introduce reglamentariamente en 1985 parecería que eliminaba el poder de los Inspectores
sobre los establecimientos, pero no es así, porque su función desde la
creación de la JBG fue la del control institucional de los establecimientos y no tienen funciones técnicas. Son los vigilantes, los guardianes del
orden. Haciendo el paralelismo con la organización masónica de donde se deriva la lógica de la JBG como institución tradicional, el precautelar la presencia de “sus miembros” aunque sin una injerencia técnica
directa, significa mantener su estructura sólida, autónoma, de control
que construyó desde su creación.
Para los “hombres notables” el asumir un cargo de Inspector o Subinspector tiene la función de control sobre los establecimientos, aunque su trayectoria profesional y pública no tenga ninguna relación con
el cargo. Así, tomando un ejemplo, el Dr. Juan Alfredo Illingworth B,
nieto de un expresidente de la República en 1916, fue miembro de la
JBG por 17 años, abogado de prestigio, senador, diputado, embajador
en algunos países, director de la JBG en 1992; en 1985-87 fue Inspector de un asilo para niñas y al mismo tiempo primer Vicedirector.
Esta forma de administrar los servicios parecería ineficiente, pero
en realidad no lo es porque la característica de la administración patrimonial de la JBG disminuía los efectos perversos de una administración
estrictamente burocrática, tendencia marcante en el funcionamiento de
los establecimientos de salud en el Ecuador. De esta forma, el modelo
creado fluía porque cada hospital ya había constituido un modelo admi-
124 / PATRICIA DE LA TORRE A.
nistrativo con vida propia, que podía funcionar perfectamente dentro de
este esquema.
Los estatutos de 1985, al reformar la constitución del número y tipo de miembros y al cambiar su nombre de Directorio por el de Comité Ejecutivo, tienen un mínimo de participación de los Inspectores y sus
respectivos suplentes. Esta reforma no hace sino reconocer la necesidad
de un control directo, sin alterar la función de los mismos, que significa
que la presencia de la autoridad del inspector en los establecimientos,
es un mecanismo de protección de su autonomía para no dejar una
puerta abierta para la intromisión e injerencia del Estado o de la Universidad a través de la Facultad de Medicina. Estrategia hábil, en donde el
juego de las posibilidades entra en acción. Esta modificación refleja también la pérdida de poder de los inspectores en esta instancia de decisiones, y la concentración de poder en un grupo menor. Por otro lado, la
nominación de directores técnicos para los hospitales, aunque sean supeditados al control de los inspectores, significa la apertura de nuevos
actores técnicos, que también tiene poder.
Todos los “notables” fueron inspectores o subinspectores y rotaron por los diversos establecimientos. En el paralelismo anotado con la
organización de una logia masónica equivalía al de aprendiz. El tiempo
de permanencia en el cargo depende de las características del establecimiento; en el Hospital Luis Vernaza, de alta complejidad, los Inspectores duraban poco tiempo en el cargo, no así como en el Bien Público,
el Asilo Santiestevan.
EL PROCURADOR Y ASESOR JURÍDICO. Tanto en el reglamento y estatutos de la JBG de 1888 y 1945 el Procurador, representa a la
JBG en los juicios jurídicos en pos de la defensa de sus intereses, además de requerir y ejecutar a los deudores morosos, y elaborar las minutas de los contratos que deben celebrarse.
En 1985 la JBG refuerza esta instancia jurídica creando el cargo
de Asesor Jurídico, con las funciones de: orientación y consejería jurídica de la Institución y de sus organismos de gobierno. Sus principales
funciones definidas eran: supervigilar el desarrollo del Departamento
Legal, representar en juicio a la Institución y realizar gestiones en nombre de la entidad ante todos los organismos públicos o privados. Esta
modificación deja entrever la expresión de una defensa, ante todo jurídica, que adquiere la JBG, arma fundamental constantemente esgrimida.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 125
Los Procuradores de la JBG son piezas claves del funcionamiento legal-jurídico, permanecían largos períodos de tiempo en el cargo
(Ver cuadro 8). Los Procuradores fueron y son abogados de prestigio,
procedentes de la clase media intelectual, con un sinnúmero de vinculaciones y relaciones con instituciones públicas y privadas. Ocuparon
cargos políticos de alto nivel, tal es el caso de Arroyo del Río, expresidente del Ecuador. Se podría decir que son funcionarios de primera clase, pues, como se verá posteriormente, la JBG para defender sus intereses que son su autonomía y el patrimonio económico, tuvo conflictos alrededor de las herencias, donaciones, legados, la especulación de tierras e inmuebles, huelgas laborales, etc. Sus soluciones se hacían con
juicios con diversos grupos de la sociedad.
Cuadro 8
Tiempo de permanencia en el cargo de Procurador, 1905-1950
PERIODO
NOMBRE
1905-1930
1931-1943
1944-1946
1947-1948
1949
1950
Dr. Rafael Guerrero
Dr. Arroyo del Río
Dr. Francisco Ferrusola
Dr. Arcesio Manrique
Dr. Darío Rogelio Astudillo
Dr. José Miguel García M.
No. DE AÑOS
25
12
2
2
1
1
Fuente: Memorias de la JBG, 1887-1952, Libro de Actas de la Junta General, 1887-1990,
Guayaquil, Archivos de la JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
(para los siguientes años falta información)
SECRETARIO. Es el puesto de confianza y de conocimiento pleno de los notables. Procedentes de la clase media, los secretarios son el
eje del conocimiento y movimiento interno de la JBG y su poder radica
justamente en este aspecto. Es la mano derecha del Director. Ocupa el
cargo por períodos de tiempo prolongados; así desde 1888 a 1990 hubo 5 secretarios, es decir un menor número en relación con los directores.
126 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Cuadro 9
Tiempo de permanencia en el cargo de Secretario, 1888-1990
PERIODO
NOMBRE
1888-1896
1897-1921
1922-1947
1948-1961
1962-1990
Sr. Francisco Maldonado
Sr. José Salcedo
Sr. Leopoldo Carrera Calvo
Sr. Carlos López
Dr. Rafael Macías
No. DE AÑOS
9
24
25
13
28
Fuente: Memorias de la JBG, 1887-1952, Libro de Actas de la Junta General, 1887-1990,
Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Se relacionó los cargos de Director, Procurador y Secretario, desde el punto de vista del tiempo en que permanecen en estos cargos, podría concluir que esta triada de relaciones es uno de los soportes del poder y consecuentemente de la estabilidad de la JBG, ya que la permanencia significa haber articulado las relaciones entre autoridad y poder.
Pero también son una perfecta articulación de la autoridad y de la forma de conducción de la institución.
Los datos empíricos me llevan a concluir que los rasgos patrimoniales de la JBG ayudaron a superar las patologías burocráticas, orientando el comportamiento en términos de lealtad institucional y disciplina.
Para la sociedad, la JBG es una institución útil y con patrones de
eficiencia superiores e inigualables a los servicios del Estado. Posiblemente no lo sea para aquel grupo de trabajadores que se siente “explotados” y que son fuente de conflicto. Más aún, el conflicto regulado por
los participantes y el esfuerzo de lo notables para controlar la institución
con la finalidad de cumplir con los objetivos, promueven valores deseables e intereses legítimos, así como el incremento de la efectividad administrativa. Así, en esta visión histórica, lo que le da estabilidad y eficiencia a la JBG, no son los rasgos burocráticos en sí mismos, son los
atributos del patrimonialismo institucional que le hacen funcional a una
burocracia necesaria para poder desempeñarse en una sociedad capitalista. Además, este atributo desarrolló una vida institucional propia con
características tan diferentes a las estatales. Una apropiación de la misma significaba suprimir toda aquella organización patrimonial, consta-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 127
tación que me lleva a otra conclusión y es que, en este caso, los rasgos
patrimoniales predominan sobre los burocráticos y son ellos uno de los
factores que impiden su nacionalización.
Resumiendo, la JBG es una institución compleja compuesta de 12
establecimientos de salud y servicios sociales, la administración de cada establecimiento está regida por reglamentos internos, sometidos a
continuas modificaciones por el nivel central de acuerdo con la dinámica propia de cada uno de ellos.
La estructura organizativa general de la JBG desde 1888-1990 no
se modifica substancialmente, sobre todo en lo que se refiere a las instancias de control, mando, toma de decisiones. Tiene una autoridad patrimonial, así como una mezcla de administración patrimonial y burocrática. Al mantener una matriz organizativa patrimonial, que no se modifica con el tiempo, está demostrando que ella es funcional por tener
una flexibilidad para administrar y mantener el control técnico de sus
establecimientos que tienen una organización burocrática, que propicia
al mismo tiempo la adopción de patrones modernizantes aumentando
su eficiencia en su funcionamiento.
Notas
1
Después de haber trabajado por 4 meses consecutivos en ciertos documentos de
la JBG, me permitieron ingresar al lugar físico en donde están impresionantemente ordenados todos los documentos de la institución desde su fundación. Estaba
en las entrañas de la información, y de los secretos pero era abrumante el volumen de documentos. Su revisión sobrepasaba los límites físicos y humanos míos.
La correspondencia del director es un documento informativo importante para
mis preocupaciones indagativas. Al revisarla superficialmente, seleccionado los
años donde se dio las resistencias a la nacionalización, me di cuenta que se podían detectar hechos ocultos como los conflictos internos en este pequeño grupo,
pero nada más. Las entrevistas a informantes claves arrojó más coloridamente esta información. Al cruzar información de varios documentos: Actas de Asambleas,
Presupuestos, Balances, comunicaciones, opiniones en la prensa, los Debates en
el Congreso y todo el aparataje jurídico, concluí que hay una complicidad interna no registrable y es el de las conversaciones, es una información que permanece en la penumbra, límite para demostrar empíricamente, pero es al mismo tiempo un indicativo de que la palabra, las conversaciones, si bien no se esfuman, generan acciones. Las conversaciones son imposibles de recuperar para fines analíticos en una investigación de esta naturaleza.
2
Fue el Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública, institución norteamericana estatal, que mediante convenio con el gobierno Ecuatoriano, se convirtió en un virtual Ministerio de Salud inexistente en el Ecuador, cuya área más im-
128 / PATRICIA DE LA TORRE A.
portante era la administración hospitalaria. La JBG tuvo convenios en asesoría, financiamiento, en esa área y la de equipamiento e infraestructura.
3
Durante los años 50, surgió en los hospitales de la JBG, un movimiento laboral de
los trabajadores no profesionales, fundamentalmente de auxiliares de enfermería,
en demanda de reinvindicaciones salariales, seguridad y estabilidad en el trabajo.
Organizados por el Partido Comunista, formaron por la primera vez en el Ecuador
la Federación de Trabajadores de la Salud (FETSAE) que aglutinó a todos los sindicatos que se iban formando nacionalmente. Los sindicatos de los "obreros de la
salud" de los hospitales de la JBG fueron los últimos en tener un reconocimiento
legal, en los años 80.
4
Noguchi, científico japonés, con el equipo médico del Hospital Luis Vernaza, y
del laboratorio que tomaría el nombre de Izquieta Pérez, en el año de 1942 realizaron una investigación de aporte internacional sobre la erradicación de la fiebre
amarilla.
5
A continuación, resumo los debates en el Senado En la sesión ordinaria de la Cámara del Senado de 1933, se discutió el Proyecto de Reformas a la Ley de Asistencia Pública, en uno de sus aspectos: el nombramiento de los médicos (jefes de
sala, residentes) en los hospitales del Estado. Para unos senadores, la Facultad de
Medicina tenía que administrar los hospitales, para otros, ella sólo podía exponer
los criterios de selección para el concurso; la discusión y las mociones se entrecruzan entre el criterio técnico que tiene la Facultad de Medicina y el administrativo que sería un atributo de la Asistencia Pública. Lo crucial era la división de funciones entre dos instituciones que tradicionalmente estuvieron juntas, antes de la
creación de los aparatos estatales de salud. En el caso de la JBG, si bien hubo problemas en la delimitación de esos cargos, ésta impuso y decidió, ya en 1909, que
la Facultad de Medicina solo establezca los criterios para los concursos y que la
JBG tenía la facultad de aceptar o rechazar, pues era la institución empleadora. Lo
que para 1933 era un problema álgido en los debates de senado en cuanto a reformas, para la JBG había superado 24 años atrás ( Ver Anexo 2)
6
La dirección de Rubira Ramos, un intelectual, es sin duda diferente a las anteriores, se refleja en el modo como es conducida la Junta General en los programas y
hasta en la forma como se presentan los informe económicos anuales y semestrales de la JBG. Desde 1952 deja de existir el libro anual de Las Memorias de la JBG,
en consecuencia, no hay una información sistematizada, ni organizada como en
los años anteriores, la que, nuevamente. vuelve a aparecer en 1965, cuando la dirección cae en manos de un banquero.
Capítulo IV
LA DESOBEDIENCIA CIVIL DE LA JUNTA
DE BENEFICENCIA DE GUAYAQUIL
Los innumerables estudios y reflexiones teóricas han abordado al
Estado latinoamericano como el actor central de las naciones y su desarrollo. Por otro lado, en las diferentes conceptualizaciones del Estado
(llámese oligárquico, liberal-oligárquico, capitalista, keynesiano, benefactor, moderno), hay un elemento común: la centralización de su gestión a través de la formación de sus aparatos burocráticos.
Este proceso complejo y lento, implicó, en el caso ecuatoriano,
subsumir y, en otros casos, articular dos estructuras de poder: el local y
el nacional en donde la resistencia es el síndrome visible y observable
que ha estado presente en esa difícil articulación. La modalidad adoptada es la jurídica. El Estado se estructura y se institucionaliza, para ello
crea una legalidad a través de un denso flujo de constituciones, códigos
y leyes. El régimen constitucional y jurídico le confiere una legitimidad
de justicia, aunque no lo sea en la práctica. Vale destacar que el modelo político en esta cristalización jurídica ha sido creado por élites públicas y órganos estatales con un determinado sistema de dominación y
explotación.
El Estado según Ozlak, tiene un doble carácter: es una instancia
de articulación de las relaciones sociales y de sus aparatos institucionales. Conceptualmente hay una diferencia en estas dos categorías que se
relacionan; mientras la una alude a una relación social abstracta, la otra
se refiere a actores concretos, sus organizaciones burocráticas, son su
objetivo institucional (Ozlak; 1980, 1986). En ésta, el aparato del Estado se manifiesta entonces, como un actor social, que diferencia el sentido de sus múltiples unidades e instancias de decisión y acción. Traduce una presencia estatal difundida y a veces contradictoria, en el conjunto de las relaciones sociales. El referente común de su diversificado
comportamiento y el elemento homogenizador de su heterogénea pre-
130 / PATRICIA DE LA TORRE A.
sencia, es la legítima invocación de la autoridad del Estado que, a través
de su formación institucional, pretende encarnar el interés de la sociedad.
Pero el perfeccionamiento del Estado como relación social se asocia directamente con la imposición de una cierta estructura de relaciones de poder y de control ideológico de la dominación, fenómenos inherentes y distinguibles en este proceso formativo de sus aparatos institucionales, que presentan notorias diferencias en términos de autonomía, funciones, tamaño, clientela, jurisdicción y recursos, lo cual dificulta la atribución de rasgos genéricos al conjunto (Oztak; 1980, 1986).
La ampliación del aparato estatal implica la apropiación y conversión de intereses “civiles comunes”, en objeto de su actividad, pero revestidos entonces de la legitimidad que le otorga su contraposición a la
sociedad como interés general. Este proceso conlleva como contraparte
material, la apropiación de los recursos que consolidarán las bases de
dominación del Estado y se exteriorizarán en instituciones y decisiones
concretas. Su expansión también es el producto de su creciente involucramiento de sus instituciones en áreas problemáticas de la sociedad como: la pobreza, la enfermedad, la muerte, la delincuencia, la desocupación, la falta de vivienda y todo aquello que en un cierto momento se
convierte en demandas sociales.
La estadolatría, según Lechner (1986), ha llevado a ratificar que la
división y el equilibrio de los poderes y espacios sociales son desvirtuados por las tendencias a la centralización y predominio del ejecutivo,
del presidencialismo, y de la autocracia personalizada en detrimento del
parlamento y de la judicatura (1986). Así mismo, se ha aseverado que la
autonomía municipal y las libertades locales tienen un reconocimiento
limitado y una vigencia incierta. Igualmente, se ha dicho que el modelo vigente es impuesto a las clases, grupos y regiones, que lo aceptan pasivamente o que, también, lo resisten, y lo rechazan, cuestionando su
eficacia y aún su vigencia con grados variables de energía y éxito.
La carencia de una verdadera teoría del Estado en la concepción
liberal clásica deja entrever lo que ha sido y es uno de los temas teóricos no resueltos e inagotables: la falta de criterios precisos sobre las relaciones entre el Estado y la sociedad; la delimitación del ámbito de acción del primero respecto a la segunda y viceversa, puesto que es una
relación dual. Quizá la tendencia predominante en el análisis de estas
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 131
dos relaciones, es unidireccional, sobre todo, desde el Estado y no desde la sociedad.
La formación del Estado latinoamericano de ninguna manera fue
un proceso fluido, al contrario, estuvo inmersa en agudas resistencias y
oposiciones. Las investigaciones empíricas y las reflexiones teóricas
abordaron como elemento analítico los grupos de poder bajo la nominación de caudillismo, o de oligarquía. El modelo clásico de las interpretaciones llevan a ingerir a dichos autores como los protagonistas de
dicha formación, y quizás, el fenómeno más importante es el de los poderes locales sólidamente constituidos, como el municipio y los grupos
dominantes de la misma sociedad local, organizados en instituciones
con un alto sentido corporativista.
La relación sociedad-estado ubica el análisis en una direccionalidad diferente en donde cabe una serie de preguntas: ¿será acaso que los
poderes locales, de la sociedad civil institucionalizada, fueron el punto
básico para construir el Estado real y no el ideal y de derecho?. La autonomía municipal ha tenido un reconocimiento limitado por subsumirse a ese gran aparato estatal, sin embargo, las élites gobernantes locales
al estar organizadas y ser parte de varios círculos sociales locales, ¿no
son acaso el sustrato de la cultura política, de la identidad, que siendo
local se hace nacional?. ¿La resistencia de la sociedad civil altamente
corporativizada, no adquiere, acaso, la forma de desobediencia civil?.
¿Si los poderes locales precedieron a la formación del Estado nacional,
significa también que el Estado se edificó sobre lo local- privado?.
Estas preguntas ejes, me ubican en niveles de análisis dicotómicos y opuestos: lo local-lo nacional, lo público-lo privado, lo estatal y
lo societal. Hipotetizo que una de las líneas divisorias más importantes
de estas dicotomías es el ejercicio del poder a través de una de sus manifestaciones que es la resistencia. Así, la edificación del Estado nacional se realizó con procesos de resistencia y desobediencia civil de grupos sociales altamente cohesionados con intereses comunes y definidos
La palabra resistencia tiene múltiples significados. Desde el punto de vista etimológico, la palabra significa, sobre todo, una reacción
más que una acción, es una defensa, una oposición. La resistencia es inherente al comportamiento de los seres humanos; es un fenómeno espontáneo, pero también, un acto voluntario de la concientización de los
individuos y grupos, dispuestos a revelarse y no aceptar una imposición.
Encarna el conflicto y el poder; se presenta con diferentes rostros. Adop-
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ta múltiples formas de operar siendo una de ellas, la manipulación, la
persuasión, la seducción, una de las tantas manifestaciones del poder
(Bobbio, N.; 1991) .
La resistencia es un resultado, una consecuencia y no una causa.
En esos resultados hay ganadores y perdedores, es, sin duda, una relación de dominación donde hay reciprocidad, y es en este movimiento
que ella se vuelve dialéctica y encierra en sí misma una trama compleja de relaciones sociales y políticas. Lo importante es saber porqué, cómo y con qué se resiste, porque sus mecanismos, la mayoría de las veces, tienen un carácter oculto e invisible.
Uno de los mecanismos anotados es la desobediencia civil. Según
Arendt y Habermas, quienes analizan el concepto haciendo alusión a su
vez a otros autores como Thoreau, asumen que la desobediencia civil
pasiva no es violenta. La definen como el comportamiento de desacato
a la ley por parte de los gobernados, el incumplimiento de la obligación
política de obedecer la ley, la resistencia a los deberes impuestos por el
derecho natural como un derecho objetivo y dado a garantizar la eticidad de la política (Arendt, H.; 1973. Habermas, H.; 1994. Lafer, C;
1994).
La desobediencia implica la discusión entre la legitimidad y la legalidad. La ley desafía al cambio por la rigidez de la misma, la ley da estabilidad y por ello es más difícil de ser movida, pero esa misma cualidad, obliga a que sea rota para producir un cambio que se traduce en
actos de desobediencia civil. Es este acto y no la ley lo que produce el
cambio, en donde se pone en evidencia la injusticia, la desigualdad y,
al mismo tiempo, la constitucionalidad del Estado.
Los aparatos estatales han tenido diferentes fases y ciclos en su
formación, lo cual implica superar varias dificultades; la primera es precisar un momento a partir del cual se pueda advertir su existencia, aún
embrionaria; la segunda, es ubicar los momentos históricos en donde se
producen cambios substanciales en la constitución de esas estructuras
estatales. Un criterio válido, es ubicar el momento en que se da la emisión de leyes nacionales que crean las instituciones estatales. A través de
la ley, se intentan resolver problemas sociales, demandas, que, a su vez,
proporcionan algunas claves para entender su dinámica interna y la trama de relaciones que históricamente se establecen en la sociedad civil.
Los elementos: ley y problemas sociales, permiten concebir su ámbito
de competencia y acción como una arena de negociación, conflicto, re-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 133
sistencia y desobediencia, en donde se dirimen cuestiones que integran
la agenda de problemas socialmente vigentes, que se expresan con mayor nitidez en aquel espacio local.
Adoptar la dimensión diacrónica para este análisis es fundamental porque es asumir que la mencionada formación responde a un proceso que adquiere varios atributos, que en cada momento histórico tienen un distinto nivel de desarrollo.
La iniciativa del Estado para que la JBG forme parte del sistema
nacional de salud y la consecuente agresión a su autonomía, perfila diferentes modos de resistir; pero, sobre todo, coloca algunos problemas
específicos fundamentales, en el telón de fondo de la formación del Estado: las relaciones conflictivas entre el poder local y el poder central
del Estado y un proceso más genérico y paralelo que se refiere a la omisión e incomplitud del Estado en su política social.
En este contexto teórico-empírico general anotado, en el presente capítulo comienzo por plantear diacrónicamente las evidencias de la
resistencia de la JBG a la nacionalización. El temor constante es la pérdida de su autonomía. Su defensa tendrá como arma la ley y como instrumento tangible, la eficiencia de su gestión económica, técnica-administrativa, la prestación de servicios sociales sin intermediaciones solo
con la presencia directa de los grupos dominantes.
Se identifican cuatro momentos, cuyos criterios de selección están basados cuando el Estado crea y organiza, ya sea un sistema de control financiero, o un sistema de salud nacional, a través de la emisión de
leyes1. Estos momentos son:
1.
2.
El control económico a través del Tribunal de Cuentas en 1893
que no es aceptado por la JBG. Para el Estado significa ejercer su
función de controlador de las finanzas públicas, para la JBG una
agresión a su autonomía.
Con la emisión de la Ley de Beneficencia en 1906, el Estado quería organizar a nivel nacional un sistema nacional, asignando a la
JBG la administración y financiamiento de la Beneficencia Pública en las provincias de la Costa, lo que significaba que parte de
sus recursos tenían que ser distribuidos. La JBG se negó porque
no quería repartir sus ingresos con otras provincias, ni ampliar sus
servicios porque se perjudicaba su obra y su financiamiento, que
era para la ciudad de Guayaquil.
134 / PATRICIA DE LA TORRE A.
3.
4.
La ley de Asistencia Pública, en 1926, exigía consolidar un sistema de salud nacional, y demandó que los establecimientos de salud y los bienes de la JBG pasen a formar parte de él. Los notables
dijeron: “ se quiere sitiar (a la JBG) para que se suicide, pero no
lo hará porque prefiere ser asesinada” (Acta de la Junta General,
1926 ).
La creación del Ministerio de Salud, en 1967, es la culminación
de la centralización de los servicios de salud, bajo un pretendido
sistema de salud único, con una política definida, siendo la más
importante la extensión de cobertura de los servicios de salud a
todo el país, a impulsos de los vientos del desarrollismo ( la CEPAL, Alianza para el Progreso), que promueve una serie de modernizaciones en los aparatos del Estado, bajo el nombre de Plan
Nacional de Desarrollo. Una vez más, la Junta Militar de Gobierno accede a la petición de los “patricios” guayaquileños”, preservando y manteniendo la autonomía de la JBG, la cual se sella posteriormente con varios decretos en el congreso en 1989 y en el
nuevo Código civil de 1988.
Veamos como se desarrollaron cada uno de estos momentos de
resistencia.
1. El poder local contra el poder nacional: un episodio del Tribunal de
Cuentas: 1893-1894.
1.1. Aspectos contextuales
El Ecuador en esa época histórica se encontraba inmerso en una
transición importante: la Revolución Liberal de 1895 que produjo cambios sociales, políticos, que se concretizaron, en la emisión de dos Cartas Constitucionales de la República. Este período de la dominación liberal se extiende desde 1895 a 1925, donde se formó el partido liberal
y conservador (Hurtado, O.; 1990: 134)2.
La constitución de 1897 estableció la igualdad ante la ley, la libertad de pensamiento, la abolición de la pena de muerte para los delitos
políticos y la garantía absoluta a la vida. Las otras reformas se refirieron
al aspecto religioso: se suprimió la participación de los religiosos en el
Consejo de Estado, se aceptó la libertad de cultos, se desconocieron los
fueros de los eclesiásticos, se prohibió el ingreso de comunidades religiosas al país y se negó que los clérigos extranjeros sean prelados y ad-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 135
ministren bienes eclesiásticos. También determinó que las creencias religiosas no eran obstáculos para el ejercicio de los derechos políticos y
civiles. En cambio, conservó la declaración de que el Estado profesaba
la religión católica y que era su obligación protegerla y hacerla practicar (Hurtado O.; 1990: 134).
En la Constitución de 1906 se concretaron los principios políticos
liberales, en donde hay un mayor grado de las garantías fundamentales
y es la primera en excluir la intervención de la Iglesia en la vida pública. El conjunto de leyes promulgadas a finales del siglo XIX y primeras
décadas del presente, crea un instrumental jurídico y un cuerpo de funcionarios alrededor del problema social.3
Estas leyes chocaban con las preexistentes, la de los gobiernos locales municipales. Mientras las nuevas estructuras del Estado se armaban desde arriba y descendiendo, se implantaba en su nueva organización. Las municipales, seguían funcionando bajo sus propias leyes, pero el hecho de que el Estado, a través de la ley nacional, las haya insertado en las Cartas Constitucionales, es una muestra evidente de su tendencia centrífuga. Es en el confrontamiento e imbricación conflictiva
entre esas dos instancias institucionales, que surge la llamada agresión
a la autonomía de la JBG y su consecuente respuesta: la resistencia, bajo una de sus tantas expresiones, siendo la más importante, la desobediencia civil.
1.2. La desobediencia civil: el conflicto con el Tribunal de Cuentas
Entre 1892 hasta 1895, asumió el poder constitucional el Dr. Luis
Cordero, que propugnaba sin renunciar a la lealtad católica, la tolerancia y amplitud dentro de la más estricta legalidad. Organizó su equipo
de colaboradores de las diversas tendencias políticas: liberales, conservadores y progresistas; era un gabinete de concertación que se hubiera
constituido no sólo en una simple agrupación de personalidades políticas divergentes, o antagónicas, sino en un perfecto acto de colaboración
de partidos. Pero este no era el caso, era más bien un grupo de políticos
inmersos en un odio entre partidos expresado en las correlaciones de
fuerzas políticas en el Estado (Hurtado; 1990. Ayala. E.; 1988. Cueva,
A.; 1988). El episodio del Tribunal de Cuentas va a expresar ese odio,
que no es sino, una manifestación de repudio mutuo entre liberales de
Guayaquil y conservadores de Quito. Pero sobre todo, la disputa está en
la aplicación de la ley nacional, a un gobierno local, de un municipio.
136 / PATRICIA DE LA TORRE A.
El Tribunal de Cuentas de Guayaquil, organismo dependiente de
la Gobernación del Guayas (institución estatal nacional) y regido por la
Ley Orgánica Nacional de Hacienda, en uso del artículo 75, pide conocer las cuentas de la JBG. Esta se niega.
El conflicto se manifiesta en dos ejes: el primero de tipo legal, en
el choque entre el cumplimiento “frío” de las leyes estatales con las municipales; y el segundo, en la defensa de la élite guayaquileña de su proyecto social local, que es la JBG. Un objetivo común, el bien social, es
defendido por intereses de dos polos de poder diferente. En consecuencia, en este contexto general, pude detectar tres manifestaciones del
conflicto:
1. La defensa del proyecto social local que, al mismo tiempo, es parte de un proyecto nacional, puesto que la Beneficencia estatal está con miras a formarse en todo el país. Es la tarea del liberalismo
de Eloy Alfaro.4
2. La voluntad oficial de los legisladores en poner en vigencia las leyes nacionales, como parte del desarrollo social del Estado, cuyo
espacio de decisiones es el Congreso. Pero existe otro, el no oficial: las alianzas sobre la base de los intereses locales de los diputados, senadores, ministros, que son definidos y acordados en
las conversaciones previas a las emisiones de las leyes, para favorecer la defensa de la institución social-local.
3. Las incongruencias e incompatibilidades que se producen, cuando las nuevas estructuras estatales se imponen sobre las viejas
preexistentes con el aparecimiento de nuevos actores sociales,
concentradores de poder: el poder burocrático y sus agentes.
Este conflicto deja en evidencia el nivel y la intensidad de las relaciones entre el poder local y el nacional, en donde hay un mayor peso de lo local sobre lo nacional. La esencia del conflicto es la legitimación jurídica de lo local en espacios de representación democrática: el
Congreso.
A continuación describiré cronológicamente cómo se dieron los
debates y las argumentaciones de este episodio en dos escenarios: uno,
en Guayaquil, en la sala de sesiones de la Junta de notables de la JBG,
un espacio privado, secreto; y el otro, en Quito, un espacio público en
donde los pactos son hechos en secreto y que posteriormente se dirime
abierta y públicamente en los debates y resoluciones de los diputados y
senadores del Congreso y en el Ejecutivo.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 137
En la Asamblea General de la JBG, del 25 de abril de 1893, se lee
el oficio de la Gobernación de la Provincia del Guayas, transcribiendo
el del Tribunal de Cuentas, pidiendo que la JBG rinda cuenta de los fondos de los establecimientos que administra. La JBG afirma que no tiene
obligación legal para cumplir tal petición y ante la insistencia del Tribunal, pide sea reconsiderada esa orden. Varias son las argumentaciones
esgrimidas por los notables. Sin duda, las legales son las de consistencia, porque la defensa de su autonomía tiene que ser sellada por la ley.
1.3. La estructura de los argumentos
a) Los argumentos jurídicos
El argumento presentado por los notables es que la JBG no fue
creada por el Gobierno sino por la Municipalidad. El análisis de las leyes hace irrefutable este planteamiento. La Ley Reformatoria de Régimen Municipal de 1887, emitida por el Congreso, el 13 de agosto de ese
mismo año, el Art. 3 dice textualmente:
“Los Consejos Municipales a cuyo cargo se encuentra la administración
de Hospitales, Manicomios y Cementerios, podrán delegar a una Junta
de Beneficencia, cuyas atribuciones y deberes se determinarán en un reglamento especial, formulado por la misma Junta y aprobado por el Consejo.
Esta Junta gozará de todos los derechos y facultades que la ley concede
a las personas jurídicas y será independiente* en el ejercicio de sus atribuciones, conservando la Municipalidad en todo caso el derecho de inspección.
Palacio de Gobierno en Quito, a 13 de Agosto de 1887, Ejecútese.- José
María Plácido Caamaño, Ministro de lo Interior. J. M. Espinosa”
(El Nacional, Ley de Reforma Municipal. 1887.)
* Subrayado mío.
La Ordenanza del 17 de diciembre de 1887, emitida por el Consejo Cantonal de Guayaquil, crea la Junta de Beneficencia de Guayaquil. La ley ratifica la función del Municipio para financiar a la JBG, pero también dispone la autogestión económica para ir generando sus propios fondos provenientes de los establecimientos, los legados y las donaciones (Ordenanza de la Creación de la JBG, 1887).
Toda esta base legal, permite a la JBG argumentar que si bien su
creación es legalizada por las leyes estatales, es esencialmente una ins-
138 / PATRICIA DE LA TORRE A.
titución “municipal y no estatal”, lo que equivale a decir que es local y
no nacional. Admite que el gobierno puede ejercer la supervigilancia y
la suprema inspección, como manda la Ley Civil que garantiza la existencia de la institución, pero sólo está sujeta al Consejo Cantonal Municipal. Por lo tanto, el Estado tiene que limitarse a “reconocer el hecho y
a garantizar el derecho” (Acta de la Junta General, 1893 )
Este argumento desnuda una aspecto importante: la noción que
tienen los grupos de poder local sobre lo que es el Municipio. Para ellos,
todos liberales y la gran mayoría masones, el municipio representa la
instancia jurídica, social y económica, de un gobierno local autónomo,
representativo, pero también soberano, que no pertenece a ese “nuevo”
Estado en constitución. Es un gobierno local que no está dentro de esas
nuevas estructuras, sino fuera de ellas, es independiente del gobierno
nacional.
La mayoría de los notables son abogados, por lo tanto, son favorables al cumplimiento de la ley de 1888, analizan, desde la óptica del
Estado, si el decreto de creación de la JBG es o no es legal y hacen la siguiente reflexión: “si es legal, el Estado debería acatar sin reparos la negativa de la JBG a rendir sus cuentas; si no lo es, debería aceptar la reconsideración” (Acta de la Junta General, 1893). Por lo tanto, para los
notables no hay diferencia entre el carácter general de una ley estatal y
una local, porque tienen la misma naturaleza, en ámbitos espaciales de
aplicación diferente, así, lo local no está subordinado a lo estatal, a lo
nacional, la relación es simétrica.
Por lo tanto los notables, cuestionan las decisiones del gobierno
central, aducen que: “mantiene una situación ambigua”, “es sostener el
pro y el contra, la verdad y el error” (Acta de la JG, 1893). Estas frases
expresan con nitidez la vigencia de dos sistemas jurídicos contradictorios. ¿Cuál es el legítimo?, ¿la ley nacional o la ley municipal?. Ambas
están vigentes en la Constitución de la República. De todas maneras, la
ambigüedad señalada pone en evidencia el conflicto entre lo local y lo
nacional, que equivale a decir que el municipio de Guayaquil, jurídicamente tiene atribuciones iguales a las del Estado, rasgo distintivo de la
cultura política guayaquileña, cuyo lema hasta la actualidad es: Guayaquil independiente.
Los notables encuentran que la JBG es doblemente independiente: del gobierno central y del municipio. Es independiente del Municipio porque tiene atribuciones propias que el Estatuto le confiere y que
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 139
fue aprobado por el mismo Municipio. La dependencia radica en el derecho de inspección, a la que no se opone; su “pertenencia” es más subjetiva-afectiva, que objetiva; si bien la JBG nace de una decisión municipal, quienes ocupan los cargos de poder en la municipalidad son los
notables de la JBG. En consecuencia, hay una estrecha relación, es una
misma élite que ocupa cargos en estas dos instituciones. Y es en estas
relaciones en donde hay una estrecha fusión entre lo estatal y lo privado, que no están diferenciadas. Sin embargo, el argumento legal va perfilando el carácter autónomo de la JBG, como entidad privada-local de
servicio público.
Para la JBG no existe contradicción sobre su carácter privado, ella
la disolvió cuando definió su naturaleza. La contradicción surge de la
misma azarosa constitución del Estado. De todas maneras, el panorama
general es ambiguo, no porque la ley en sí lo sea, sino porque la ejecución lo es, por la existencia de una sociedad que tiene dos sistema jurídicos divergentes: el estatal, caracterizado por relaciones de centralización y subordinación; y el municipal con un gobierno sólidamente
constituido. Esa es la relación de la JBG frente al Estado, que provoca
como respuesta la desobediencia civil.
Este sistema dual de legislación permite la posibilidad de que una
ley estatal sea incompatible con una municipal. Puede comprenderse
que en estas primeras fases, el movimiento de los derechos civiles aunque se hallara en pleno estado de desobediencia con las leyes nacionales, no tuviera más que recurrir dentro del sistema municipal por encima de la ley y de la autoridad del Estado. En este caso, transgredir la ley
nacional pone en ventaja un factor que es la prueba de su constitucionalidad.
b) La protección frente a las vicisitudes políticas
Los notables quieren proteger a la JBG de las inestabilidades políticas. En épocas de revolución que son caóticas, pero de cambios substanciales, aquellas infraestructuras de servicios social como colegios y
hospitales eran apropiadas para convertirlas en cuarteles.
Para los notables, los efectos devastadores de una revolución, no
reponen en mediano plazo una infraestructura de servicio social. Ya lo
habían experimentado en las pérdidas cuantiosas por los incendios devastadores de Guayaquil como el de 1896. Ante todo, lo social debía ser
protegido, más aún si las causas eran previsibles. Es así, que cuando el
140 / PATRICIA DE LA TORRE A.
gobierno pidió a la JBG que su hospital funcionase permanentemente
como un hospital militar, aceptó por un período muy corto, pero rechazó el pedido argumentando los fines para los cuales fueron creados sus
servicios que era la beneficencia.
Este planteamiento es recurrente en los notables. La JBG, desde su
creación, supo establecer los límites de las relaciones sociales con el
resto de la sociedad. Aceptar la doble función de sus hospitales significaba permitir que otra institución tuviera injerencia en el manejo interno de la JBG y perder el control total.
Pero existe también otra explicación de tipo ideológico. Las obras
de beneficencia tienen su especificidad: están dirigidas por los principios del ideario liberal que se funden con los masónicos y filantrópicos.
Consecuentemente, son varias ideologías articuladas que, en la práctica,
dieron resultados positivos a la ciudad de Guayaquil porque no desestabilizaron sus instituciones de servicio social.5
c) El argumento ideológico-económico
Hay otro argumento de vital importancia: el aspecto económico.
Los notables en fidelidad al espíritu filantrópico-masónico, trabajaban
sin percibir salarios en la JBG. Les preocupaba que, al instalarse una organización administrativa basada en relaciones netamente salariales,
absorbieran las rentas de los legados; en otras palabras, una burocracia
asalariada consumiría una buena parte del presupuesto, efecto inevitable de ese tipo de sistemas. Para los notables, la inversión de tiempo en
una obra social, no tiene que ser remunerada, la retribución está en la
legitimación social de una sociedad a la que tiene que redimir. Está en
el principio humanista de servicio social, en los principios de la masonería.
Para los notables, (banqueros, comerciantes, terratenientes, profesionales), un aparato burocrático consume un alto porcentaje de las rentas de la institución, de ahí que critican al Estado “de no querer perjudicar en un centavo a nadie”, cuando contradictoriamente estaría lesionando intereses generales al querer instaurar una burocracia asalariada
en detrimento de la asignación de presupuesto para la obra social.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 141
1.4. Las negociaciones con el Ejecutivo y el Legislativo
Las reflexiones anteriores permiten que los notables, reunidos en
Junta General (25 abril 1893), tomen la siguiente resolución: piden la reconsideración de la decisión haciendo uso del artículo 20 de la Constitución, para que el Ejecutivo tome una medida suspensiva y consulte
mejor “los intereses del país”. El peligro es la injerencia del gobierno.
Los notables comentaban que: “recaerían nuevas responsabilidades pecuniarias sobre la JBG, así la institución comenzaría a sufrir los vaivenes de nuestra política. Hoy se trata de cuentas y mañana de otra innovación” (Actas de la Junta de Notables, 1896). La defensa de la autonomía tenia que ser radical.
Para los notables no hay una certidumbre en la validez de la ley.
La ley no es una verdad absoluta, porque no existe una relación necesariamente congruente entre la protección de los derechos, el ideal a ser
conseguido y la realidad
“cuando las leyes creadas en su aplicación hacen triunfar las injusticias
o el absurdo”, concluyen: “corresponde al Poder Público restablecer el
orden social alterado y prevenir las perturbaciones”. Continúan: “si no
fuese posible suspender la ejecución de los decretos, si llevan el sello de
la infalibilidad... las diversas ramas del Poder Público no tendría objeto
y éste no constituiría sino una entidad ciega e inexorable”
(Acta de la Junta General, 25 de abril, 1893)
Aquí hay varias cosas: los notables son hombres letrados, tienen
el manejo de la ley, pertenecen a una clase política que en ese momento está en la edificación del Estado; conocen la debilidad de la ley, pero también su fuerza legitimadora, esto les confiere la seguridad de modificarla de acuerdo a sus intereses.
Para los notables, la petición de aplazamiento de la resolución
del Tribunal de Cuentas, no era atentatoria a la violación de la Constitución, porque el Art. 20, explicaba que este era un procedimiento administrativo y no judicial, que permitía ejercer el derecho de petición; además, el Ejecutivo no estaría violando la Constitución, porque justamente no se trataba de un acto judicial. Así discriminan lo que compete a
ley y lo que es un procedimiento administrativo.
Mientras tanto, el Tribunal de Cuentas, a través de la autoridad
ejecutiva seccional; el Gobernador, insistía en el cumplimiento de su orden, en vista de lo cual la JBG se dirige al Presidente de la República,
142 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Dr. Luis Cordero Crespo, pidiendo que la deje sin efecto, hasta la reunión del próximo Congreso, en julio de siguiente año, para que sea sometida a discusión en los aspectos contenciosos y jurídicos del problema.
El Presidente rechazó la petición de la JBG, argumentando que su
intervención sería inconstitucional. Para el Presidente, la ley tiene que
ser aplicada, la rendición de cuentas de la JBG es un acto administrativo creado por la ley. Aclaró que existe la diferencia de lo que es la ejecución de leyes nacionales y los procedimientos administrativos: el Municipio tiene una independencia administrativa, pero no con respecto al
Tribunal de Cuentas porque son leyes nacionales y la JBG se halla supeditada a su jurisdicción en virtud de “una ley clara, absoluta y precisa,
por lo tanto el precepto legal es superior a las conveniencias o no de la
JBG” (Comunicación del Gobernador al director de la JBG, 1889). Frente a esta negativa, los notables consideran que solo el Congreso puede
resolver el conflicto.
Conocida oficialmente la decisión del Presidente, el 19 de junio
presentaron sus renuncias 21 de los 32 notables, “pues no se trataba de
huir y actuar de mala fe como aseveraba el Tribunal de Cuentas pues al
fin, no se rehuye a la rendición, se trata de defender el principio.” (Acta
de 1893). Esta renuncia es un mecanismo de coacción para conseguir
sus fines, una persuasión racional, pero sobre todo es un acto de desobediencia civil, pues quienes renuncian son figuras de un gran poder
económico, político y social, local y nacional, además están investidos
de la honra, por eso son “hombres notables”, “patricios guayaquileños”.
La rendición de cuentas como ellos mismo lo expresaron era haber colocado “puntillas a su vanidad”. ¿Cómo dudar de su honradez?, ¿de la
reputación?, “de por sí es una ofensa que no se ha hecho a ningún Cuerpo Colegiado de la Nación”. (Actas de Junta General, 1896).6
La defensa de la honra vejada es una forma de solidaridad de este grupo social. El honor es un valor humano, es un sentimiento de pertenencia a una comunidad de origen creada subjetivamente, pero también materialmente (Weber, M. ; 1984 ). Los notables son un grupo con
honor social, adscritos a cierta forma de vida, están cualificados por sus
condiciones económicas; la dominación y el gobierno social es como
un deber honorífico. Los notables, monopolizan y encaminan en virtud
de su prestigio, la dirección de sus asuntos e intereses (Ibid). El orden jurídico defendido por los notables es un instrumento indispensable porque garantiza tanto el poder como el honor.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 143
Me voy a detener para fundamentar conceptualmente porqué es
una persuasión racional y una desobediencia civil. La persuasión es una
especie de poder, una forma de manipulación. Cuando A intenta que B
abrace una cierta creencia o adopte un determinado comportamiento,
indica abiertamente, explícitamente las razones que favorecen esa
creencia o ese comportamiento. De esta manera la persuasión, al contrario de lo que ocurre en la manipulación, está encaminada a la obtención de un consentimiento voluntario y consciente de aquel a quien se
dirige. Los argumentos son racionales, al igual que sus respuestas, es así
que esta forma de persuasión no recurre a mecanismos sociológicos
ocultos, no es ilusoria, tiene un fin: estructurar y convertir los argumentos en verdad, la racionalidad de la que está investida genera la conveniencia de la aceptación de una opinión o de una decisión como tal
(Bobbio, N.; 1991) Los notables tienen un fin, que no es sino la modificación de la ley nacional, para quedar liberados y para lograrlo desobedecen.
La desobediencia civil surge cuando un significado número de
ciudadanos están convencidos de que no funcionan los canales normales de cambio y que sus quejas no serán oídas o no darán lugar a acciones ulteriores o bien, por el contrario, de que el gobierno está a punto
de cambiar y se ha embarcado y persiste en modos de acción cuya legalidad y constitucionalidad quedan abiertas a graves dudas.
La desobediencia civil usa varios medios como es el de la persuasión y de la dramatización de las cuestiones, la no violencia es una característica de ella, por eso no puede ser calificada de revolucionaria.
Mientras que el desobediente civil acepta, el revolucionario rechaza el
marco de la autoridad establecida y la legitimidad general del sistema
de leyes. Les une el deseo de cambio, quieren cambiar el mundo, fenómeno que no es moderno sino que tiene que ver con la condición humana, con el mundo humano.
John Rawls, en su conocida Teoría de la Injusticia propone la siguiente definición: la desobediencia civil se manifiesta en un acto público, no violento, consciente y político, contrario a la ley o en los programas de gobierno (Rawls J; 1978). Menciona tres condiciones que deben cumplirse para que se dé la desobediencia civil justificada: la protesta debe dirigirse a casos concretos de injusticia manifiesta. Es necesario que se hayan agotado las posibilidades de acción legal correspondiente al caso y las actividades de desobediencia no pueden alcanzar
dimensiones que ponga en peligro el funcionamiento del orden consti-
144 / PATRICIA DE LA TORRE A.
tucional. La desobediencia civil es una protesta moralmente fundamentada.7
En un sistema dual de legislación, como el ecuatoriano, lo que se
observa es que la ley estatal es incompatible con la ley municipal, por
eso los derechos civiles, aunque en estado de desobediencia con las leyes nacionales, no tienen mas que recurrir y actuar encima de la autoridad de la ley, de la autoridad del Estado. Desde el Estado la ley no puede ser violada, pero ese sistema dual es el que hace transgredir la “ley
mayor” poniendo en prueba la constitucionalidad del Estado.
Al poner en prueba la legitimidad de una ley violentándola, se
realiza un acto de desobediencia civil cuyo fundamento son convicciones morales. Se transgrede la ley porque se considera injusta, por consiguiente para el desobediente no merece ser sancionado. Quien desafía
y provoca la desobediencia es el poder legislativo nacional y no la legislación local. Los desobedientes civiles son un grupo, son minorías organizadas unidas por una opinión común, que adoptan una postura contra la política del Gobierno, aunque tengan razón para suponer que semejante política goza del apoyo de la mayoría; su acción concertada
proviene de un acuerdo entre ellos y es ese acuerdo lo que presta crédito y convicción para que su opinión, sea cual fuere la forma de expresión, sea alcanzada. La desobediencia civil no puede ser individual. No
es una filosofía de la subjetividad, este hecho la invalida.
La desobediencia a la ley civil, el desafío a la autoridad, no es sino un síntoma de que las leyes pierden valor o poder, es la pérdida de
la autoridad de la ley, que coloca en evidencia la división entre la legitimidad y la legalidad y es, en el Estado de derecho, que es perseguida
como si fuera un delito común en donde se aplica un legalizo autoritario, por ello, la argumentación de los notables de que la ley no es infalible.
La desobediencia civil coloca un problema importante y es la relación entre legalidad y legitimidad, porque ella se mueve en ese umbral
incierto que existe entre la acción del Estado, esto es de la esfera pública y la acción de instituciones privadas, esto es de la esfera privada. El
Estado de derecho que quiere mantenerse idéntico a sí mismo se encuentra ante una paradoja: tiene que mantener viva la desconfianza
frente a la injusticia que pueda manifestarse en formas legales. Con la
idea de una desconfianza de sí mismo no institucionalizada, el Estado
de derecho trasciende incluso el conjunto de sus propios ordenamientos
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 145
positivos. Esta paradoja encuentra su solución en una cultura política
que reconoce u otorga a las ciudadanas y los ciudadanos la sensibilidad,
la capacidad de raciocinio y la disposición de aceptar riesgos necesarios que son imprescindibles en situación de transición y de excepción
para reconocer las violaciones legales de la legitimidad y, llegado el caso, para actuar ilegalmente por convicción legal (Arendt, H.; 1973).
En el caso de que para la aprobación de leyes en el Congreso se
necesite de revisiones para una autocorrección, viene a apoyar la tesis
de que el estado de derecho está frecuentemente precisando de revisión
y no de la negación de este procedimiento. Entonces si el derecho y la
política se encuentran en una revisión y adaptación permanente, lo que
se da como un acto de desobediencia civil, puede provocar innovaciones de gran importancia. En este caso, la violación civil de los preceptos son experimentos moralmente justificados, sin los cuales una república no puede conservar su capacidad de innovación y la creencia de
sus ciudadanos en su legitimidad.
Cuando la Constitución representativa fracasa ante retos que afectan a los intereses de todos los ciudadanos, el pueblo puede resucitar los
derechos originarios del soberano bajo la forma de los ciudadanos. En
última instancia, el Estado de derecho depende de este defensor de la
legitimidad.
El Estado de derecho no se agota en su ordenamiento jurídico, la
desobediencia civil presiona para que así sea, y deriva su dignidad que
es la legitimidad de su legalidad. El comportamiento de un Estado que
para defender su dignidad actual con un legalismo autoritario, encarcela un concepto de Estado derivado de las relaciones jurídicas convencionales y premodernas, ignora y empequeñece los fundamentos morales y la cultura política de una comunidad democrática desarrollada. El
legalismo autoritario niega la sustancia humana de lo multívoco precisamente cuando el Estado de derecho se alimenta de dicha sustancia
(Habermas, J.; 1994).
La resistencia bajo la forma de desobediencia civil provoca cuestionamientos a la legalidad del Estado de derecho, cuando de por medio se dirimen los límites entre lo local y lo nacional. La legitimidad derivada de la identidad cultural y política locales no niega la legitimación
del Estado sino su legalismo, pero necesita de la legalidad jurídica para
poder ratificar su legitimidad, por ello los resultados conseguidos se
transmutan en leyes para que sean investidas de los atributos jurídicos
146 / PATRICIA DE LA TORRE A.
legales que el Estado confiere. Una vez sus demandas convertidas en leyes, se legitima y solidifica el poder local, en este caso de la sociedad
civil.
1.5. El desenlace: la ganancia de la JBG en el Congreso
El 18 de julio de 1894, la Cámara de Diputados recibe la solicitud de la JBG para ser exonerada de rendir cuentas ante el Tribunal de
Cuentas. La Comisión de Beneficencia del Congreso califica la exoneración de ilegal de acuerdo a lo que estipula para estos casos la Ley Orgánica de Hacienda y pide que la solicitud sea negada, “salvo el más
ilustrado parecer de la Honorable Cámara” (Libro de Debates de la Cámara Legislativa, Mes II, Quito 18 de Julio de 1894, Nº 18, Quito, Archivos del Congreso, Palacio Legislativo). Este informe abre un camino para la solución del problema.
El Congreso es una arena en donde se debaten argumentos, posiciones, intereses, se esgrimen defensas y ofensas. Teórica y formalmente es identificado como el espacio de la democracia, pero empíricamente, es el lugar donde se legaliza eso que representa el Estado: una relación social de dominación.
Los diputados defensores de la JBG construyen un discurso persuasivo y de coacción para desobedecer y justificar el pedido de la JBG:
“si no se acepta la solicitud, se daría un golpe de muerte a la Beneficencia, porque la JBG estaba resuelta a disolverse”
Los argumentos giran alrededor de la “pureza y rectitud” del manejo de los fondos. Se aclara también que el Tesorero de la JBG “no maneja fondos de la Nación”, sino los que provienen de la filantropía, de
esta manera, la apelación cobra otro sentido porque “si el rendir cuentas significaba privar a la Beneficencia de cuantiosos capitales, que se le
adjudicaban por testamento y por la contribución filantrópica de las personas pudientes de Guayaquil, ocasionando males a la Nación, porque
toda aquella población desgraciada no recibiría los socorros que actualmente tienen.” Una inquietud amerita despejar, y es si la filantropía es
superior a los ingresos que proviene del municipio y del gobierno central, para ello reviso los ingresos la JBG para 1893 (Ver cuadro 10).
El 28% de sus ingresos provienen de la asignación municipal y el
25% de los servicios de beneficencia que ambiguamente son y no son
municipales. El 46,4% de la gestión económica privada sobre todo la
bancaria y es mínimo el ingreso por legados.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 147
La teoría del Estado permitiría aseverar que la JBG sí recibía fondos del Estado, sí se considera que el municipio es una estructura estatal, pero los datos empíricos me permiten aseverar que los fondos no
provienen del Estado, por la concepción que tienen del municipio los
notables, lo cual justifica mi hipótesis. Me remite a otra problemática sociológica ya anotada, que es el inagotable debate de la relación entre lo
público y lo privado. Considero que esa dicotomía es clave para encontrar muchas explicaciones.
El ingreso proveniente de la acción financiera está encerrado dentro de las mismas acciones económicas privada de los notables, la banca, legalmente justificado cuando estatuye que la JBG consiga su propio
financiamiento. Lo fundamental que hay que señalar es que el 100% de
los ingresos es local y el 72% privado. Esta es la causa para no rendir
cuentas al Estado y no el argumento emotivo de la donación de legados.
La amenaza de suprimir los servicios sociales obliga a los legisladores a recurrir a una serie de artificios legales sin ir en contra de la ley.
Al final, se resuelve que la solicitud de la JBG es legal de acuerdo al art.
79 de la Ley de Hacienda. Esta decisión trastoca en legal aquello que
inicialmente era considerado ilegal.
El 17 de septiembre de 1895, el ministro de Hacienda sanciona
los proyectos de decreto relativos a reformar el Art. 75 de la Ley Orgánica de Hacienda. La reforma establece que el Ministro de Hacienda
rinda dos cuentas: una, al orden judicial que es juzgada por el tribunal
de Cuentas, y la otra al Congreso. En consecuencia como el problema
de la JBG en rendir cuentas ya no es judicial, quien decide la exoneración es el Congreso (Debates de la Cámara Legislativa, mes II, Quito,
septiembre 17, 1894, Nº 55, Quito Archivos del Congreso, Palacio Legislativo).
Este artificio jurídico, traduce una serie de pactos y alianzas detrás de los telones de la formalidad entre varias instancias locales y nacionales cuya ruta es la siguiente: el Ministro de Hacienda actuó bajo la
bendición del Presidente Constitucional, que públicamente negó la solicitud de la JBG; el Congreso dio un margen de posibilidades para reveer esa negativa previo a acuerdos informales entre la Comisión de Beneficencia del Congreso, el Municipio y la Gobernación del Guayas. Sólo le queda al Congreso decidir, pero el punto fundamental estaba resuelto: se había modificado el artículo 75 de la Ley Orgánica de Hacienda. A la final, la JBG tuvo el poder de modificar una ley nacional, para
148 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Cuadro 10
Ingresos de la JBG en 1893
RUBROS
ASIGNACION MUNICIPAL
FINANCIEROS
Depósitos Banco del Ecuador
Intereses
Documentos por pagar
Cambios
Inscripción de títulos
SUBTOTAL
HACIENDAS
SERVICIOS
Funerarios
Hospital Civil
Manicomio Velez
Maternidad
Hospicio Corazón de Jesús
Asilo Manuel Galecio
SUBTOTAL
LEGADOS
TOTAL
ASIGNACION MUNICIPAL
FINANCIEROS
HACIENDAS
SERVICIOS
LEGADOS
CANTIDAD
SUCRES
%
57538
28.05%
4608
2116.5
77627
1280
42
85673.5
2.25%
1.03%
37.84%
0.62%
0.02%
41.76%
540
4.16%
34533
5937
2687
960
7488
480
52085
16.83%
2.89%
1.31%
0.47%
3.65%
0.23%
25.39%
1317
0.64%
205153.5
100.00%
57538
85673
8540
52085
1317
Fuente: Resumen del Movimiento en la Tesorería de la Junta, 1893, Archivos de la JBG.
Guayaquil.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
conseguir un beneficio local y enfatizo, no regional, muestra evidente
de su poder político.
El Congreso analiza el proyecto de Decreto en tres discusiones establecidas por la Ley. La última es la más importante, por eso transcribiré la decisión final.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 149
El 9 de octubre de 1894, en el Congreso el diputado guayaquileño, Vicente Santiestevan (JBG 1905-1922, 17 años), pariente de José
Domingo de Santiestevan filántropo de la JBG, expone los justificativos:
“La Junta Municipal de Beneficencia... se compone de 35 honorabilísimas personas de lo más distinguidas y patriotas. Fue creada por la legislatura y reglamentada por una ordenanza Municipal, siendo del Consejo Cantonal quien hace los nombramientos respectivos.
La institución goza de estimación y confianza general y debido a ello se
le ha hecho erogaciones y legados considerables que han sido invertidos
en obras importantes y de suma utilidad, como el Hospital Corazón de
Jesús, para asilo de mendigos que honra al Ecuador.
La cuenta de los fondos que maneja es presentada anualmente no ante
un sólo servidor, ni por un sólo juez, sino por sentencia irrecusable de
35 honorabilísimas personas* y elevado después al Ilustre Consejo Municipal. ¿Podría desearse más?.
Nótese también que siempre y en todas partes, Instituciones de esta clase son independientes* en el manejo y rendición de cuentas de los caudales que administra y por último el querer someterla al Tribunal de
Cuentas se daría muerte, porque en el acto abandonarían todos lo que
hoy la componen, quienes aceptan el cargo con la condición de obtener
de la presente Legislatura, el excensión tan justa y debidamente solicitada. Los ilustres fundadores apenas se les intimó la obligación de esa inoportuna rendición de cuentas al Tribunal unánimemente y en masa renunciaron y de hecho se preparan hacerlo.
Al suceder hoy lo mismo, ¿no nos haríamos responsables de las trascendentales consecuencias que nuestra negativa traería consigo?. Los bienes
inmensos que se dejarían de hacer y los muchos y graves males que de
allí se originarían serían sin duda imputados a la Legislatura de 1894.
Se ha ido enfriando desde el primer contratiempo, el entusiasmo cada
día creciente, lo que dará como resultado que se dejen de hacer erogaciones y legados para tantas obras de Beneficencia establecida y por hacer.
Por lo expuesto y otras muchas razones que no pueden ocultarse a la sabia penetración de la Honorable Cámara, estoy seguro que su fallo confirmará el muy acertado de la Honorable Legislatura.
(Debates de la Cámara legislativa, mes III Quito, octubre 9 de 1894, Nº
57, Quito, Archivos del Congreso, Palacio Legislativo.)
* Subrayado mío.
El Congreso aprobó el Decreto que fue publicado en el Diario Nacional dos meses después (Diario Nacional, Quito, DS, diciembre
1984).
150 / PATRICIA DE LA TORRE A.
A partir de esta victoria se constata que paulatinamente aquellos
que ocuparon los cargos de Directores, Vicedirectores de la JBG van renunciando, y el 12 de enero de 1896, Eduardo Arosemena asume nuevamente la dirección sin elecciones, lo que deja en descubierto toda
una estrategia armada para conseguir sus fines: la renuncia de los notables era una coacción para conseguir la exoneración de rendir cuentas
al Tribunal, pero hay un pacto interno dentro de la institución para no
desestabilizarla, por eso regresan sus directivos
En tiempos de caos y revolución, la JBG logra, a través de un acto de desobediencia civil y con una alta capacidad de negociación, conseguir sus objetivos. Esto crea un precedente importante, porque instaura un modelo y mecanismo de articulación de poder político a ser ejecutado durante el presente siglo, en donde los procedimientos serán semejantes, en coyunturas diferentes, consiguiendo los mismos resultados:
la autonomía de la JBG sobre cualquier amenaza, que no es sino la defensa de lo privado-local contra lo estatal-nacional.
2. Lo local constituyendo lo nacional a través de la Ley de
Beneficcencia: 1904-1908
2.1. La Ley de Beneficencia y su ejecución
Desde 1888 hasta 1908 (20 años), se generó el proceso de transición de la Beneficencia Municipal a una Nacional. Eloy Alfaro impulsó
este proceso dando paso a la creación de entidades individuales y desarticuladas llamadas Juntas de Beneficencia. De esta manera se fundaron Juntas en Quito (1896), Latacunga (1898), Babahoyo (1903) y Cuenca (1904). (Informes de los Ministros del Interior, Policía y Beneficencia;
archivos de la Junta de Beneficencia de Quito, 1897 - 1904, Museo de
Historia de la Medicina).
La creación de la JBG se constituyó en el embrión de la creación
de la Beneficencia Pública (BP) que se ejerció en el Ecuador con las Juntas de Beneficencia creadas por la Ley de Beneficencia en 1908, adjudicándole la administración de las haciendas de las comunidades religiosas. De esta manera se sustituyó a los anteriores cuerpos colegiados en
unidades burocráticas estatales.
Abelardo Moncayo, Ministro del Interior y Policía (Miembro de la
JBG), dio a conocer la creación de la Junta de Beneficencia de Quito y
planteó la necesidad de estructurarla siguiendo los mismos patrones or-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 151
ganizativos de la JBG, con la finalidad de implementar ese modelo a nivel país.8
Fue el análisis agudo del Ministro de Gobierno que en ese mismo
año, advirtió que las diferencias institucionales, y económicas entre la
JBG y la que se pretendía formar a nivel país sería un factor decisivo y
un grande obstáculo para el desarrollo de la segunda. De todas formas
el Ministerio de Fomento presentó un proyecto de ley para crear Juntas
de Beneficencia en todas las capitales de provincias con subvención del
Estado, hecho que se efectivizó siete años más tarde.
Una ley previa a la de la BP marca el inicio de la organización de
la misma, su primer paso es buscar el financiamiento, y concretar su organización. La concreción del financiamiento tiene dos leyes: la de Cultos emitida en 1904. En ella se exige el arrendamiento de los predios
rústicos que poseían las Ordenes y Comunidades Religiosas, cuyo monto tenía que cubrir el presupuesto de los gastos de la misma y el sobrante, si existía, se destinaba a la Beneficencia (Ley de Cultos, Cap. 3, Art.
13-20, Registro Oficial, 1904). Pero es con la segunda ley de Beneficencia de 1908 que las haciendas pasaron a ser del Estado: “Decláranse del
Estado todos los bienes raíces de las Comunidades Religiosas establecidas en la República “ (República del Ecuador, Guía Comercial Agrícola
Industrial de la República del Ecuador, Ley de Beneficencia, Art. 1, Quito, 1908, pp 226-228).
La emisión de estas leyes es la manifestación del antagonismo radical ideológico religioso entre la Iglesia Católica y la Masonería. Vale
recordar que en la revolución liberal, el confrontamiento entre liberales
y conservadores, era el confrontamiento entre la Iglesia Católica y la
Masonería. La guerra contra la Iglesia se había declarado, era la mayor
terrateniente en el territorio ecuatoriano, y esta ley obligaba al clero a
una desvinculación de sus propiedades.
La constitución del Estado requirió de una quiebra del poder religioso y económico de la Iglesia y como las comunidades religiosas “cuidaban” de ciertas políticas de asistencia social, cabía al Estado acarrear
con ellas, por lo tanto era condición necesaria, fragilizarlo.
La aplicación de la ley causó un gran impacto en la sociedad y
reacciones virulentas en los ánimos exaltados de los conservadores y de
las comunidades religiosas. (Ver en Anexo Nª 3 las protestas de los religiosos dominicanos). Las 68 haciendas confiscadas en las 7 provincias
152 / PATRICIA DE LA TORRE A.
de la Sierra, eran de una alta producción agropecuaria. ( Ver cuadro 11).
De esta forma el Estado a más de convertirse en un fuerte terrateniente,
consiguió un alto potencial de ingreso económico para la Beneficencia,
pero su incapacidad de poder administrarlas en su totalidad directamente, dictaminó el arrendamiento de los fundos. A la larga, esta fuente importante de financiamiento fracasó, no solo por los problemas derivados
de una mala administración, incluida la corrupción, sino que el Estado
extraía el financiamiento de un sector productivo agropecuario, para la
Beneficencia cuya connotación era urbana y no rural. Y es, en las haciendas de la Beneficencia en donde el conflicto campesino- indígena
contra los terratenientes tuvo su más alta expresión e intensidad.
Cuadro 11
Haciendas confiscadas por la Ley de Beneficencia
a las comunidades religiosas, 1908
PROVINCIAS
Carchi
Imbabura
Dominicanos
Mercedarios
Conceptas
Carmelitas
Agustinos
Claristas
Catalinas
Marianas
3
1
TOTAL
3
Comunidad
Pichincha
Leon
2
1
2
2
6
11
4
8
2
4
1
-
5
36
6
Tungurahua
Chimborazo
2
3
2
4
Bolívar
3
3
1
1
8
3
Total
16
12
11
10
7
4
1
1
62
Fuente: República del Ecuador, Guía Comercial Agrícola Industrial de la República del
Ecuador, Quito, 1908, 226-228
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Ver en Anexo 4 los nombres de las haciendas.
De esta manera, el Estado en uso de un instrumento legal, ideológico, adquiere un financiamiento propio y asume los gastos sociales de
la población desprotegida, de los centros urbanos más desarrollados, las
ciudades, las capitales de provincias pero, curiosamente sólo de la Sierra.9 En el futuro, el manejo de las haciendas y sus rentas, se constituyeron en el obstáculo fundamental que socavó el financiamiento de esta
naciente institución.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 153
La centralidad del Estado: la organización de la Junta de Beneficencia Pública (JBP)
La Ley creó tres Juntas Centrales de Beneficencia: Quito, Guayaquil, Cuenca, dependientes del Ministerio del Interior, Policía y Beneficencia, adjudicándoles a cada una de estas, el control de otras provincias, llamadas Juntas Provinciales de Beneficencia que establecieron
una sectorización a nivel del país.
Esquema 1
Organización estatal de la Junta de Beneficencia, 1906
MINISTERIO DEL INTERIOR
JUNTA CENTRAL
BENEF. QUITO
JUNTA CENTRAL
BENEF. CUENCA
PROVINCIAS
PROVINCIAS
PROVINCIAS
Carchi
Imbabura
Pichincha
León
Tungurahua
Chimborazo
Bolívr
Cañar
Azuay
Loja
Esmeraldas
Manabí
JUNTA CENTRAL
BENEF. GUAYAQUIL
Fuente: Ley de Beneficencia 1908, Guía Comercial Agrícola Industrial del Ecuador, Quito, 1908, p 226-228.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Esta sectorización, fue usada para organizar la Sanidad Terrestre10
y en la Ley de Régimen Municipal de 1912, nos encontramos con una
organización similar, dividiendo al país en tres regiones: Quito, Guaya-
154 / PATRICIA DE LA TORRE A.
quil, Cuenca. Los criterios que rigen esta sectorización están vinculados
con la organización geopolítica que adopta el Ecuador y a las dinámicas económicas y el desarrollo urbano de las ciudades. Esta forma de organizar el país demuestran cómo políticamente el Estado va articulando
las regiones, en base de un patrón geográfico, pero no cultural. Esta división regional es una invención del Estado, de donde surgieron sus aparatos estatales.
La única Junta Central de Beneficencia constituida hasta 1911 era
la de Quito y tenía bajo su jurisdicción 5 Juntas Provinciales: Carchi, Imbabura, León, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar. La Junta Central de Beneficencia de Cuenca estaba estructurada sólo en la provincia del Azuay
y la de Guayaquil no funcionó por la negativa de la JBG. En el resto de
provincias, no se organizaron como la ley estipulaba, lo que no es sino
el reflejo del desarrollo desigual de las provincias, que son factores que
inciden directamente en una lenta estructuración de las instituciones estatales, procesos complejos, congruente a la dinámica propia de la formación del Estado ecuatoriano.
La JPB estaba encaminada a la administración y sustentación de
los establecimientos que existían en cada provincia de su jurisdicción.
El cuadro 12 registra la cantidad y la concentración, de los establecimientos, que se da en las tres ciudades más importantes del Ecuador:
Quito, Guayaquil y Cuenca, en donde el Estado ratifica la desigualdad
con una connotación urbana y no rural, problema antiguo y vigente en
este tipo de oferta de servicios sociales.
Las Juntas Centrales de Beneficencia adoptaron el patrón organizativo de la JBG; estaban integradas por el Gobernador, el presidente del
Consejo Municipal y tres ciudadanos nombrados por dicho Consejo,
eran los notables. La Junta Central de Quito nombró 25 vocales honorarios, (notables) pero la participación fracasó, ¿A qué se debe este fracaso?. Una explicación convincente es la inserción tardía del capitalismo
en la Sierra, son zonas tradicionales, con alta población indígena, pero
creo que son más explicativas las razones de tipo cultural.
Culturalmente, el espíritu filantrópico de la Sierra era conservador
y no liberal, muy vinculado a la ideología del catolicismo; la filantropía
institucionalizada se canalizaba a través de la Iglesia. Además, la mentalidad del mestizo contagiado de la indígena y de las relaciones de dominación, se conjugaban y generaban un patrón común de comportamiento que es la mentalidad del hombre de montaña: cerrado, defensivo, calculador y tacaño.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 155
El terrateniente serrano y/o el serrano urbano tiene un estilo de
egresos vinculados al consumo personal y familiar, la redistribución del
dinero tiene prácticas culturales, es más susceptible de dar cosas materiales que dinero, por eso no son “generosos”. La generosidad se expresa si implica status o si la religión lo exige para conseguir réditos espirituales como la salvación del alma. En este esquema no hay cabida para una filantropía como la guayaquileña.
A su vez, los grupos dominantes no asumen el cuidado de los pobres como lo hizo Guayaquil. La mentalidad conservadora-feudal no
propicia el corporativismo social filantrópico sino más bien individual;
además, las estructuras del poder local están fuertemente expresadas en
el agro por el sistema hacendario y no tanto en las ciudades. A su vez,
en las ciudades y sobre todo en Quito, ciudad administrativa, emerge la
naciente tecnocracia, que va incorporando una ideología vinculada al
poder burocrático del Estado y no el de los grupos dominantes de la sociedad civil. De esta forma, los notables son un grupo disperso; representan a ciertas instituciones como la Iglesia, el Estado, pero no a ella
en sí misma.
En lo que se refiere a su financiamiento, la principal fuente de ingreso de las Juntas Centrales de Beneficencia provenían de los arrendamientos de las haciendas; en segundo lugar de los impuestos de la producción agrícola, las importaciones y en tercer lugar, de las donaciones
y legados.
Según los informes de los directores de las Juntas Centrales, hay
un constante déficit presupuestario, lo cual es contradictorio si tenía el
financiamiento de la producción hacendaria. Sin embargo la crisis sea
permanente, lo cual me induce a buscar sus causas. Me parece medular encontrarlas en dos relaciones: el Estado como administrador de las
haciendas y el Estado como arrendatario, en el contexto de relaciones
altamente conflictivas entre los campesinos e indígenas con el terrateniente, relaciones de dominación y explotación.
En la administración directa del predio, el Estado actúa como un
terrateniente, en donde los administradores culpaban a la mano de obra
indígena de los descalabros económicos y no a la administración en sí
misma. Los informes de los administradores de las haciendas al Director de la Beneficencia de Quito, dejan entrever las características inherentes al sistema político y a la administración pública ecuatoriana, como son el nepotismo y las redes de clientelaje que generan privilegios y
156 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Cuadro 12
Casas de Beneficencia de las Juntas Centrales, 1893-1927
Hospital HF.
Lazaretos
QUITO
Quito
Tulcan
Ibarra
Latacunga
Pujilí
Ambato
Riobamba
Alausí
Guaranda
SUBTOTAL
1
1
1
1
1
1
1
1
1
9
1
4
1
5
CUENCA
Cuenca
Azogues
Gualaceo
Loja
SUBTOTAL
1
1
1
1
4
1
1
1
1
2
0
3
1
1
1
1
Juntas
Asilo
1
Hospicio
Maternidad
Otros*
1
1
5
2
2
2
1
1
11
1
1
1
1
1
1
1
0
1
2
Total
10
3
4
4
2
2
2
2
2
31
4
1
1
2
8
8
1
1
2
1
JBG
Esmeraldas
Manta
Portoviejo
Vinces
Babahoyo
Milagro
Sta. Rosa
Machala
Guano
SUBTOTAL
10
1
3
2
1
0
2
1
1
1
1
18**
TOTAL
23
8
9
2
1
14
57
1
1
1
1
1
1
1
1
Fuente: Registro Oficial, Informes Anuales Ministro del Interior, de 1893 a 1927, Quito
Elaboración: Patricia de la Torre A.
* En Otros están contemplados Casas de temperancia, Asilo de Ancianos, para niños y
Mendigos.
** En las provincias de la Costa, cada establecimiento se remitía directamente al Ministro
del Interior.
(Ver Anexo 4, las haciendas confiscadas en la Sierra).
enriquecimiento ilícito a través de los fondos del Estado, en detrimento
de la obra social pública ( Informe de labores del Director de la Junta
Central de Beneficencia de Quito, 1917).
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 157
El Estado como arrendatario de las haciendas por períodos de no
más de ocho años, le producían pérdidas económicas. Las haciendas tenían una alta rentabilidad, pero el monto del arriendo que recibía el Estado era muy inferior a la ganancia obtenida por el arrendatario11. La inversión privada tiene una meta muy clara: obtener la máxima ganancia,
así en esta relación contractual, al arrendatario no le interesa el fin social del Estado. Así, el manejo de los arrendamientos fue siempre un
“dolor de cabeza” y ocasionó pérdidas para el financiamiento de las
Juntas.
Las dos modalidades establecidas para la administración de las
haciendas dejan un saldo común: la pérdida de dinero. De esta manera, el Estado muestra su incapacidad de ser un eficiente agente económico.
El informe de Modesto Larrea, (1917), director de la Junta Central
de Quito al Ministro del Interior, hablaba de un déficit crónico.12 Para
1919, el presupuesto de la Junta Central de Beneficencia de Quito
(JCBQ) era de $125.000 dólares (350.000 sucres), y tenía deudas contraidas con el Banco del Pichincha por $44.643 (125.000 sucres) y la
congrua de sustentación acumulada desde 1916 ascendía a $51.721
(144.821 sucres).13 En caso de pagar las deudas, su presupuesto bajaría
a $ 28.635 (80.179 sucres), y como esto era imposible restringía su presupuesto a $99.936 (279.821 sucres). A diferencia, la JBG mantuvo
siempre presupuestos adecuados, con un superávit para sus gastos. Presento los datos comparativos de estas dos instituciones en dos años.
Cuadro 13
Ingresos comparativos entre la JBG
con la Junta Central Beneficencia Quito 1920 y 1930
(datos en dólares)
AÑOS
JBG
JCBQ
1920
1930
280600
225338
173815
66210
Fuente: 1. Informe del Director de Beneficencia. Quito, Archivos de la Junta de Beneficencia de Quito, Museo de Historia de la Medicina, 1920.
2. Presupuestos de la JBG 1920 y 1930 en Memorias de la JBG e informe de labores, Guayaquil, Archivos de la JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
158 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Las cifras son significativas. En el primer caso se trata de cubrir los
gastos de Beneficencia de la ciudad de Guayaquil y en el segundo, de
la Junta Central de Quito, que comprendían varias Juntas. En años de
plena recesión, la disminución de los ingresos se da en las dos instituciones, pero es dramática en la de Quito, pues en 10 años representa el
62% y el 20% en la JBG. Esto permite dimensionar las diferencias cuantitativas, cualitativas y los impactos en la oferta de servicios de ambas
instituciones, la una privada-local y la otra estatal-nacional.
Bajo las dos modalidades de obtener rentas de las haciendas para
financiar la Beneficencia, el Estado no es exitoso, consiguiendo un resultado único, su eterna crisis financiera para lo social, problema de
ayer y de hoy. En el un caso, el arrendamiento de la hacienda, prevalecen los intereses privados sobre los estatales y en el segundo, siguen prevaleciendo los intereses privados, pero de la burocracia estatal que induce a pensar en una matriz de comportamiento patrimonialista, con
una administración doméstica, consecuentemente privada, que impide
realizar las diferencia entre lo público y lo privado.
2.2. Reaparece el intento de nacionalización de la JBG: La Ley de
Beneficencia
La Ley de Beneficencia provoca el resurgimiento del conflicto con
el Gobierno central. La ley es ambigua: el artículo 3 dice: “La Junta de
Beneficencia Municipal subsistirá en la forma en la que actualmente está organizada; y con absoluta independencia de esta Ley “ (Ley de Beneficencia, Registro Oficial, 789, Año III, 19-X-1908, Decreto Legislativo). Sin embargo, el Artículo 6 la inscribe en el sistema nacional como
la Junta Central de Beneficencia de la Costa, lo que implica:
-
-
hacerse cargo de los bienes de las comunidades religiosas, atendiendo a la subsistencia de éstas.
subordinar bajo su administración las Juntas de Beneficencia provinciales que se organizarían en la Costa, cuyas autoridades serían nombradas por el Ejecutivo.
hacerse responsable por la malversación de los bienes que administren las Juntas Provinciales de la Costa, lo que significa darle el
control del manejo de los fondos, en situaciones de pérdida. En
las ganancias, los Tesoreros, empleados públicos rendirían sus
cuentas ante el Tribunal respectivo como todos los empleados de
Hacienda.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 159
Por un lado la ley ratifica la autonomía a la JBG, pero por otro, le
asigna funciones en la organización estatal de la Beneficencia Nacional.
Este será el punto medular que la JBG rechazará.
La Junta General de la JBG del 25 de octubre de 1909, rechaza la
ley, esto implica un comportamiento ambiguo del Presidente Eloy Alfaro, que siendo liberal, burgués y masón, se va a mover entre dos tensiones: la una, la formación de los aparatos estatales y la otra, la defensa
de la autonomía de la JBG.14
La pregunta surge espontáneamente: si Eloy Alfaro propulsa una
política social nacional liberal, ¿por qué defiende los intereses locales
de la burguesía, si uno de los principios revolucionarios era eliminar los
sistemas de explotación y dominación de ese grupo?
Una explicación tangible cabe al respecto y es que no hay una
contradicción entre la ideología liberal predominante, la autoridad y la
acción del Estado y los intereses locales de la burguesía guayaquileña.
Para impulsar las obras sociales, era necesario tener un consenso y a su
vez mantener el control político estatal.
Alfaro crea una imagen de que la JBG está desligada de cualquier
acción política, lo cual era imposible porque existían estrechos lazos
políticos; algunos de los notables eran sus ministros claves como los de:
Interior Beneficencia y Policía, Hacienda, Relaciones Públicas. El sentido que adquiere la aseveración del caudillo es desvincular lo político de
lo social, para que la institución adopte una fisonomía pública y privada social.
Por otro lado, en el momento histórico de esa época, los límites
entre la acción de dominación de ese grupo y el objetivo de organizar
un sistema nacional de beneficencia están claros. El apoyo a la JBG ratifica la continuidad de una forma de dominación, que no es económicamente visible porque está vestida con el ropaje de la acción social, así
la JBG políticamente ostenta una política social-local que legitima la dominación.
Ahora bien, precautelar la autonomía de la JBG, privilegiando lo
local no significaba ir en contra de lo nacional. Para el caudillo, la JBG
no sólo es una obra local, es nacional porque sirve de modelo para la
constitución de la Beneficencia Pública porque es moderna, exitosa y
cumple los fines sociales que el Estado se propone.
160 / PATRICIA DE LA TORRE A.
La persuasión
Los notables aprovechan la comunicación del Presidente para exponer los motivos por los cuales la JBG no acepta la Ley de Beneficencia y recurren nuevamente a argumentos de tipo jurídico y proclaman
las diferencia entre las formas de gobierno, de autoridad y los fines del
municipio y del gobierno central. Para los notables la JBG no están en
armonía con los que estipula la Beneficencia Nacional, son dos instituciones diferentes que para “llenar completamente sus objetivos deben
estar separadas la una de la otra* y con mucha mayor razón, cuando la
Junta de Beneficencia de Guayaquil no le es posible distraer su atención
de las múltiples labores a que se dedica” (Acta de la Junta General, 25
de octubre, 1908. * subrayado mío). Si por un lado, el Estado no establece la diferencia entre lo local-privado y lo nacional, la JBG precisa
muy bien esos límites.
Al igual que en el episodio del Tribunal de Cuentas, los argumentos para favorecer la autonomía de la JBG es la filantropía, que para esa
época era una fuente de ingresos importante La autonomía servía para
precautelar los intereses privados locales.
Los filántropos son hombres notables, tienen un conjunto de cualidades, son virtuosos, gozan de fortuna, nacen de familias aristocráticas,
tienen una moralidad sin cuestionamientos, lo que confiere, sin tener un
título oficial, una gran autoridad, a lo que se añade el atributo que les
reviste de una mayor prestigio: la generosidad del rico hacia el pobre de
Guayaquil y no del país.
La filantropía es simbólicamente relevante porque es externa y
eternamente visible, está sellada con los nombres de los filántropos que
tiene cada uno de los establecimientos de servicio social ubicados en el
centro urbano de Guayaquil (Asilo Santiestevan, Sotomayor, Aylluardo,
Hospital Vernaza, etc.). Se incrusta en el pensamiento de los usuarios,
en el corazón de los guayaquileños, confiere identidad a la ciudad. Este
argumento que tiene un alto valor afectivo, reforzado con el de la dependencia al Municipio, es esgrimido para no acatar la ley, que no es sino otro acto de desobediencia civil.
Otro argumento contundente es el origen del dinero. La JBG hace
la diferencia entre manejar fondos propios y recibir asignaciones. El primero es producido por la propia institución a través de varias modalidades; las asignaciones provienen del Estado. Según la JBG, “no maneja
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 161
fondos del Estado, solo recibe asignaciones del mismo y que son irregulares y la filantropía era una base de su sustentación” (Acta de la Junta
General, 25 de octubre de 1906). El análisis de los ingresos de la JBG
presenta otra realidad:
Cuadro 14
Ingresos de la JBG 1897-1925 (Datos en Porcentajes)
ESTADO
JUNTA DE BENEFICENCIA
Años
Municipio Fiscal
1897
40.10%
2.90%
15.60% 58.60%
1901
36.80%
4.20%
1905
Imptos. Subtotal
Lotería
Tasas
Predios
Inv. banca Varios
Subtotal
14.80% 4.60%
12.10%
8.60%
5.50% 46.50%
30.70%
12.60%
10.20%
39.60%
1.10% 40.70%
24.70% 10.00% 14.30%
7.70%
2.60% 59.30%
1910
34.90%
34.90%
20.10% 26.20% 9.40%
6.50%
2.90% 65.10%
1915
32.30%
5.10%
37.40%
25.20% 20.20% 7.50%
5.00%
4.70% 62.60%
1920
29.30%
20.60%
49.90%
20.90% 5.90%
13.60%
2.40%
7.30% 50.10%
1925
32.10%
15.10%
47.20%
23.40% 5.40%
15.20%
2.00%
6.80% 52.80%
1.30% 41.40%
53.50%
Fuente: Presupuestos 1897-1950, 1976-1990 en Memorias de la JBG e Informe de Labores. Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Manejando la concepción de la época, de que el municipio no
pertenece al Estado nacional, el cuadro presentado permite hacer las siguientes constataciones:
-
El financiamiento municipal, a más de ser superior al del gobierno, es irregular.
El dinero que ingresa por aportes fiscales e impuestos es extraído
de otras provincias.
Los ingresos generados por la JBG son superiores al gubernamental y municipal.
Los porcentajes promedios de los ingresos municipales y de la
JBG (90%) son locales.
El ingreso municipal es inferior al generado por la propia JBG.
El principal ingreso de la JBG proviene de la lotería y no de la filantropía
Aquí caben algunas interpretaciones: la JBG tiene razón porque
los fondos son fundamentalmente locales. Las asignaciones guberna-
162 / PATRICIA DE LA TORRE A.
mentales no son significativas, mientras que la generación de fondos sí
lo es, sobre todo la lotería. Las donaciones, herencias no tienen un aporte significativo en relación con la lotería, que fue una dádiva estatal y
que se nutre no sólo de los guayaquileños, sino de los ecuatorianos. Ese
es el argumento central que prevalece y a ser defendido.
Para los notables, el gobierno tiene una torcida interpretación de
las disposiciones legales, al situar a la JBG en el mismo plano que una
institución estatal lo que provocó que las provincias de la Costa exigieran la cooperación económica de la JBG (JBG, 75 Años de Servicio a la
Colectividad, 1888-1963, p 34). La JBG no quiso repartir sus fondos con
las otras provincias de la Costa, ni administrar los establecimientos de
beneficencia existentes o en formación. Su función estaba especificada,
por ello no acepta cumplir funciones que le competen al Estado, aunque
el Estado se libera de su obligación social en la JBG. Este conjunto de argumentos no es nuevo, ya que fue esgrimido en el conflicto superado
con el Tribunal de Cuentas.
El director de la JBG sugiere al Ministro del Interior, Beneficencia
y Policía, que la organización y administración de la Beneficencia Pública en las provincias de la Costa debería estar a cargo de Juntas Centrales, análogas a las que se formaron en Quito y Cuenca, y financiadas
de acuerdo a la ley. Pide al Presidente Eloy Alfaro, que en el Mensaje especial en el Segundo Congreso Extraordinario del 27 de octubre de
1908, solicite la reforma de la Ley de Beneficencia, para que la JBG continúe cumpliendo los fines para la que fue creada.15
El 11 de noviembre se aprueba, mediante Decreto Legislativo, la
Reforma a la Ley de Beneficencia con un artículo único que dispone que
“La Junta de Beneficencia Municipal de Guayaquil subsistirá en la forma en la que actualmente está organizada y con absoluta independencia de esta Ley “ (Registro Oficial, Año III, 11-XI-1908, Decreto Legislativo).
La ley de Beneficencia para ser ejecutada necesitó de un reglamento publicado el 10 de diciembre de ese mismo año en el Registro
Oficial y es nuevamente Eloy Alfaro, mediante un decreto Ejecutivo, haciendo uso del artículo 80 de la Constitución, quien facultó al Ejecutivo
para expedir decretos reglamentarios para la ejecución de las leyes. En
este reglamento, confiere a la JBG el manejo de sus fondos sin ningún
control municipal ni gubernamental (Registro Oficial 832, Año III, 10XII-1908 ).
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 163
Este segundo intento de nacionalización y la consecuente victoria
de la JBG, conjura la autonomía. El Estado sigue en su proceso de constitución de un sistema nacional de salud y la JBG en la consolidación de
su obra local-privada-autónoma.
3. El poder local contra la autoridad del Estado: La Ley de Asistencia
Pública 1925-1932
La Asistencia Pública (AP) sustituye a la Beneficencia Pública y
sufre su reforma como parte de la política social que el proyecto juliano de 1925 implementa por primera vez en la historia del país.
3.1. Un nuevo intento para formar un sistema nacional de salud:
La Asistencia Pública
La Revolución Juliana intenta concretizar el proyecto político del
liberalismo renovado que se constituyó en un partido en 1923, y cuyo
objetivo era desmantelar el llamado Estado Oligárquico, buscando una
mayor participación política y un lugar para la clase media profesional,
pero, sobre todo, tender a una consolidación del Estado nacional, con
una cierta autonomía de los grupos de la plutocracia, de las élites guayquileñas bancarias.
El proyecto político juliano, además de fortalecer el surgimiento
de un Estado con relativa autonomía respecto a ciertos intereses de las
clases dominantes, creó instituciones de centralización administrativa y
control estatal, como fue la Superintendencia Central de Bancos, la Dirección de Aduanas, la Contraloría General de la República, entre otras
(Hurtado, O.; 1990).
La revolución de 1925 entiende a la política social como un deber y servicio necesario de protección del Estado moderno hacia las clases menos acomodadas (Informe del Ministro de Previsión Social y Trabajo, Pedro Pablo Egüez Baquerizo, 1925-1928). En consecuencia, dentro del proyecto político juliano, la creación de instancias específicas
del quehacer social, como es el Ministerio de Previsión Social y Trabajo y la Asistencia Pública inscrita a él, se constituyen en expresiones de
la búsqueda de una cohesión social que conforman verdaderos aparatos de consenso.
En lo que se refiere a la Asistencia Pública, la tendencia que se
observa es un acentuamiento de la centralización administrativa de las
164 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Juntas de Beneficencias con un mayor control estatal. La Ley de Asistencia de 1926, no es más que la concreción de la centralidad del Estado,
con el continuismo de un modelo benéfico de servicio social.
La Asistencia Pública en el Ecuador, al igual que en otros países
de América Latina, sigue siendo una institución que atiende a los menesterosos16, en medio de las restricciones de la misma naturaleza del Estado, que es la exclusión social, pero con un elemento nuevo y diferente a lo observado a comienzos de siglo y es que no traslada la responsabilidad de los pobres a los grupos pudientes de la sociedad, sino que es
él quien asume estos gastos sociales. Esta es una diferencia cualitativa
importante, pues ya no es el discurso de forjar una institución a imagen
y semejanza de la JBG, sino una institución estatal, con atributos propios.
El período en que se emite la Ley de Asistencia Pública en 1927,
es políticamente confuso. Hay épocas que no se registran los debates del
Congreso porque está disuelto y la Ley de Asistencia Pública sufre un largo proceso de revisión y reformación. Ubicando el período 1926 a
1932, (6 años) hay tres reformas a la ley (1926, 1928 y 1932) y concomitante a ellas, la de los Reglamentos de la Ley que emitido en 1926,
tiene su reforma en 1932. Hasta 1940 van a existir 3 reformas adicionales, pero que ya no compete a las relaciones con la JBG, porque el conflicto con ella se resuelve en 1932, gracias a la intervención del presidente provisional, Juan de Dios Mera (miembro de la JBG).
En la emisión de la Ley de Asistencia, Isidro Ayora,17 tanto como
Ministro de Previsión Social,(1925) y después integrante de la Junta de
Gobierno provisorio (enero-marzo 1926), Jefe Supremo (abril 1926- octubre 1928), presidente elegido en Constituyentes (abril 1929-agosto
1931), es radical en pedir que la JBG sea parte de ese “nuevo” sistema
de salud nacional.
Isidro Ayora que no es integrante de la oligarquía guayaquileña y
que políticamente tiene aspiraciones de un Ecuador nacional, es una
amenaza para la autonomía de la JBG. Sólo una decisión política de alto nivel, de un presidente aliado a la JBG, resuelve el conflicto, lo que
lleva a deducir que la JBG, siendo una institución local con peso político nacional, su vulnerabilidad está en las decisiones nacionales estatizantes. Esto sucede porque la JBG constituyó un sistema sólido de servicios sociales y de salud en Guayaquil y el Estado abreviando sus esfuerzos la quiere integrar como un bien nacional.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 165
Desde 1927 hasta 1976, la Asistencia Pública paulatinamente se
despoja de su carácter original separando la atención hospitalaria de las
obras sociales, proceso inherente a la división de funciones al interior
del Ministerio de Previsión Social; la Asistencia Pública se convierte cada vez más en una instancia curativa, dejando esas otras funciones a
otras instancias del Ministerio como es la atención de asilos, orfelinatos.
De este Ministerio, para la década del sesenta nacerán otros tres Ministerios: Salud, Bienestar Social y el de Trabajo. (Ver anexo 5).
La ley de Asistencia Pública se emite el 16 de febrero de 1926, su
función está especificada en el Art. 2, que le asigna “la dirección, administración de todos los establecimientos nacionales y municipales destinados a la asistencia y cuidado de los enfermos, alienados, ancianos, inválidos, mendigos, pacientes crónicos, embarazadas, parturientas y niños desamparados” (RO 182. DS, Gobierno Dictatorial, 1926, 16-XII. p.
323).
No es prioritario para la AP en esos años, el desarrollo de nuevas
formas de prestación de servicios, sino la formación y organización de
su estructura burocrática; su radio de acción es nacional, aunque están
excluidas las provincias de la Amazonía y el archipiélago de Galápagos.
La ley exige integrar bajo su organización nacional a todos los establecimientos de asistencia social tanto nacionales como municipales
y privados. La ley tiene un objetivo muy claro: constituir un sistema nacional de salud estatal y para ello es necesario una centralización administrativa, financiera y programática. Esta centralización implicaba unir
dos sistemas el estatal y el municipal, hecho que solo se concretó 40
años después, en 1967 con la creación del Ministerio de Salud.
Parecería que la Ley de Asistencia Pública daría una nueva estructura organizativa; en la realidad, su matriz estaba ya configurada por la
Ley de Beneficencia, el aporte novedoso de la Ley de Asistencia Pública consistió en la ampliación de su aparato burocrático y en la creación
de la Junta Central de Asistencia Pública del Guayas. Esta burocratización incita más que la dilatación extensiva y cuantitativa, la ampliación
intensiva y cualitativa y el desarrollo interno de las tareas burocráticas.
La Ley de Asistencia Pública del 16 de febrero “crea” dos Juntas
Centrales de Asistencia Pública, Quito y Cuenca (eran las antiguas Juntas Centrales de Beneficencia). La reforma del 7 de abril del mismo año
creará la Junta Central del Guayas, ante la negativa de la JBG de convertirse en una Junta Central. Esta Junta delimitó sus funciones a aspec-
166 / PATRICIA DE LA TORRE A.
tos curativos-ambulatorios. 18 Estaba integrada por las Provincias de la
Costa y en la ciudad de Guayaquil, dejó a la postre, después de una serie de conflictos, la atención hospitalaria y social bajo la cobertura de la
JBG. Esta es una explicación que en Guayaquil hasta la actualidad, el
Ministerio de Salud tiene pocas unidades hospitalarias.
La Asistencia Pública tiene una relación vertical desde el Ministerio de Previsión Social hacia las tres Juntas Centrales (Quito, Cuenca,
Guayaquil) y de estas a las provincias. Los niveles jerárquicos, partiendo desde el Ministerio, pasando por los directores de las Juntas Centrales, llegan a las Juntas Provinciales, Subdirectores Provinciales, a los Inspectores y comisiones especiales nombradas por las Juntas para fines específicos.
Este aparato burocrático permite llegar al poder local, se relaciona con el municipio y con el representante de los organismos seccionales cuya figura es el Teniente Político, articulando de esta manera esas
dos instancias de poder paralelo: el gubernamental y el municipal (Ver
Esquema 2.).
Esta organización tiene una lógica geopolítica, que partiendo desde las ciudades más importantes, incluye las provincias, los cantones,
hasta llegar a las parroquias. En consecuencia, su organización está caracterizada por una centralización normativa y una descongestión operativa en cuanto a:
-
-
centralización porque es el Ejecutivo quien nombra a los Directores de las Juntas Centrales y aprueba los presupuestos. El Ministro aprueba los contratos y las bases económicas del manejo de
las haciendas y los Directores se encargan de la administración de
las Juntas Provinciales a su cargo.
la descongestión existe en el sentido de que las acciones del nivel operativo son de incumbencia de cada Junta Central y no se
reciben órdenes directas del Ministro en los establecimientos. Por
otro lado las Juntas Provinciales, dependientes de las Juntas Centrales, guardan su autonomía, en tanto están más directamente
vinculados con los establecimientos y los usuarios.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 167
Esquema 2
Organización Estatal de la Asistencia Pública, 1926
MINISTERIO DE PREVISION SOCIAL
JUNTAS CENTRALES
QUITO
CUENCA
GUAYAQUIL
Directores
Fac. Medicina
Municipio
Consejo Municipal
Poder ejecutivo
JUNTAS
PROVINCIALES
Capital Provincia
JUNTAS
PROVINCIALES
Capital Provincia
JUNTAS
PROVINCIALES
Capital Provincia
Subdirector
Pte. Consejo
3 representantes
Consejo Municipal
INSPECTORES
Cabecera cantonal
INSPECTORES
Cabecera cantonal
INSPECTORES
Cabecera cantonal
Médico
Municipal
SUBINSPECTORES
Cabecera Parroquial
SUBINSPECTORES
Cabecera Parroquial
SUBINSPECTORES
Cabecera Parroquial
Teniente
Político
Fuente: Registro Oficial, Reglamento para la aplicación de la Ley de Asistencia Pública,
Quito, Año I, Nº 54, 10 de junio de 1926.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
168 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Las Juntas Provinciales tienen sus propias autoridades: tres miembros elegidos por el Consejo Municipal, que en 1933 aumentan a un representante por cada cantón, nombrados por el mismos Consejo Cantonal. Un cambio sustantivo se opera en 1936, manteniendo los tres representantes del Consejo Municipal, introduce 4 principales y 4 suplentes
representantes del Ejecutivo. Este nuevo modelo organizativo, la participación de los notables es eliminada, pues es incompatible este personaje en una burocracia estatal.
Todos estas reformas son establecidas sobre la base de una legislación discutida, analizada, en el Ejecutivo y Legislativo. La concreción
tiene un proceso diferente, es lenta, tortuosa, no definida, porque lo local tiene una lógica propia de funcionamiento, en donde convergen los
poderes e intereses localistas-gamonalistas de las élites terratenientes y
más aún cuando este sistema, en la oferta de servicios, es totalmente incompatible a la lógica y cultura existente de la gran población rural, indígena, campesina. De ahí, que el sistema hacendario, sobre todo en la
Sierra, en algún modo, cubrió este papel social del Estado, que ya lo tenía establecido internamente con un mecanismo doble: de la protección
de la fuerza de trabajo y de la sobrevivencia generada por el propio indígena. La Asistencia Pública es, ante todo urbana, consecuentemente
marginalizadora y excluyente de la gran masa de población rural e indígena.
Respecto al financiamiento, su crisis crónica continúa, los informes del Ministro de Previsión Social en 1952, época en que supuestamente este problema financiero había sido superado, por la intervención
del Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública, las asignaciones presupuestarias eran insuficientes, los hospitales estaban semidestruidos, desprovistos de los más elementales servicios materiales (Informe del Ministro de Previsión, Dr. Roberto Alvarez Vázquez, 1953.). ¿Sus
causas?. Éstas están en aquellas ya anotadas en la época de la Beneficencia y son las rentas de las haciendas, agudizadas por el conflicto alrededor de la tenencia de la tierra y la naturaleza de la misma burocracia estatal.
La Reforma Agraria cuya discusión se iniciará por los años 50, será uno de los condicionantes para la decadencia financiera de la AP en
los años 60 y su posterior eliminación con la creación del Ministerio de
Salud Pública en 1967.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 169
3.2. La vigencia del conflicto: La Ley de Asistencia Pública y la
JBG
Para la JBG, la revolución juliana y la Ley de Asistencia Social se
constituyó en una serie de atentados contra su “integridad”. Hay una serie de sucesos cronológicos: en 1924 se quería designar el 5% de sus
rentas para el Instituto Biológico de Quito; en 1926 se la quiere nacionalizar; en 1928, cuando ya se había conformado un gobierno civil dictatorial empapado de la revolución juliana, se le exige rendir cuentas y
derogan el decreto legislativo de 1893 que exoneraba a la JBG de rendir sus cuentas. Además se le exige un inventario de sus bienes pues el
gobierno los reclamaba como bienes nacionales. La intensidad del conflicto es alta.
El conflicto con el gobierno y su solución tiene tres fases:
a)
b)
c)
d)
La respuesta negativa de la JBG ante la Ley de Asistencia Pública,
para no integrar ese sistema. Transcurre entre 1926 a 1927.
La exclusión de la JBG en la conformación del sistema nacional,
para poder organizar una Junta Central de Asistencia Pública en
el Guayas, para lo cual el gobierno usa mecanismos económicos
como el corte de la subvención estatal y la apropiación de los establecimientos de salud de la JBG. Esto sucede en 1928.
La solución del conflicto a favor de la JBG, mediante la modificación de la Ley en 1932 con un saldo esperado: la JBG mantuvo
su autonomía. Por lo tanto, es importante, encontrar las razones,
para que una vez más la JBG sea victoriosa y el Estado permisivo, cuando tenía todas las condiciones políticas para nacionalizar a dicha institución privada.
La solución del conflicto a favor de la JBG, mediante la modificación de la ley en 1932
3.2.1. La ley de Asistencia Pública, 1926
El Art. 8 de la Ley de Asistencia Pública dictamina que la JBG continuará organizada de acuerdo a la Ordenanza de 1887, pero la JBG
“hará las veces de Junta Central de Asistencia Pública en los cantones
de la Provincia del Guayas, como de todas las provincias de la Costa
(Manabí, Esmeraldas, El Oro y los Ríos), que debería funcionar de acuerdo a las disposiciones dictadas por esa ley”. De esta manera convertían
a la JBG, en la Junta Central de Asistencia Pública del Guayas.
170 / PATRICIA DE LA TORRE A.
El director de esta nueva Junta sería designado por el Ejecutivo de
una terna, propuesta por la JBG. El Art. 14, enfatiza que ésta disposición
no altera en nada el servicio de Asistencia de la ciudad de Guayaquil ni
con las Ordenanzas Municipales y Decretos Legislativos sobre la JBG
(Registro Oficial, Año I, 16 de febrero de 1926, nº 182). La respuesta de
la JBG es la desobediencia, se niega e enviar la terna y pide la modificación de la Ley de AP (Asamblea Junta General JBG, marzo de 1926).
El Estado no quiere suprimir la JBG, quiere apropiarse e incorporarla al sistema nacional, buscando formas para introducirse en ella y
encaminar sus funciones hacia un área geográfica que traspasa los límites de lo local, de la ciudad de Guayaquil, a las provincias de la Costa
ecuatoriana.
Esta propuesta es incongruente para la JBG. Es inconcebible para
una institución privada autónoma, con un alto nivel corporativista y jerárquico, que existan dos autoridades, representando dos intereses y lógicas diferentes, la estatal y la privada. La JBG no es el espacio para que
en ella viva “un territorio de lo estatal” y viceversa. El planteamiento del
Estado es que la JBG sea parte de él pero bajo condiciones ambiguas,
producto de la falta de delimitación de lo que le compete a la esfera pública y a la privada, que el Estado no logra delimitarla, pero sí la JBG.
En este caso es la esfera privada que define a la estatal.
Un mes después de emitida la ley, la JBG recibe un comunicado
del Ministro de Previsión Social, Isidro Ayora notificando que la Junta de
Gobierno del 7 de abril aprobó la reforma a la Ley de Asistencia Pública, otorgando una completa independencia de la JBG de la ley. Sin embargo, el reglamento que permite aplicar la ley de Asistencia Pública,
emitido el 10 de junio de 1926, ignora la modificación de la Ley y mantiene en su ejecución la organización a la Junta Central de Asistencia del
Guayas, instancia inexistente en la reforma de la Ley. Son las grandes
contradicciones de un sistema político caótico, en proceso de constitución.
3.2.2. La exclusión de la JBG de la AP, 1928
Parecería que el conflicto se había superado, pero en 1928 aparece la intención de nacionalizar a la JBG; esta vez, con acciones radicales del gobierno.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 171
La desobediencia de la JBG provoca al gobierno adoptar una estrategia para producir un estrangulamiento económico y el traspaso de
los establecimientos de la JBG a la AP. La frase del director de la JBG,
en la asamblea general de marzo de 1928, sintetiza dramáticamente la
situación: “se le está sitiando para conseguir el desaparecimiento de ella
y se trata de que esa desaparición fuese por suicidio de la Junta, pero ésta no se suicidará, se espera que la asesinen” (Luis Vernaza, 1928). La
guerra frontal estaba declarada.
El Gobierno usó tres mecanismos para conseguir sus fines: la supresión del financiamiento estatal, el traspaso de los hospitales a la Asistencia Pública, y la fiscalización de sus fondos.
El estrangulamiento económico
La JBG vive momentos de agresión institucional, en circunstancias adversas pues estaba fragilizado el poder político de la oligarquía
guayaquileña y de la banca, con el cierre del Banco Comercial y Agrícola donde la JBG tenía apreciables depósitos y que apareció como deudora, sin realmente serlo. Se trataba de inversiones en bonos del Estado
que en su mayor parte provenían de los donativos, que fueron declarados sin valor por el Gobierno, así la JBG se vio privada del manejo de
ese dinero. El Gobierno Provisional de Isidro Ayora intentó una supuesta compensación para no perjudicar a la institución, hasta que el problema fuera aclarado, proponiendo transacciones de pago en porcentajes bajos. Lo que se verifica años después es que le pagó un monto más
apreciable de su valor real. Sin duda, las presiones políticas de la JBG
daban resultado, revirtiendo a su favor, algo que aparentemente eran decisiones nacionales irrevocables.
Algunos impuestos que le beneficiaban como al juego habían sido suprimidos, el rendimiento del que gravaba el rodaje de automóviles
había disminuido. Por otro lado, la “escoba de bruja” y la “monilia”
azotaban las plantaciones cacaoteras del país llevando a una crisis económica y concomitantemente, a una ausencia de producción de este
producto en las haciendas de la JBG. De todas maneras, éste no era el
ingreso importante de la JBG, era la lotería.
También se notificó a la JBG que el gobierno no podía seguir asignándole la subvención fiscal, a lo que ella respondió: “continuará ejerciendo sus servicios en la forma que le permitan sus propios recursos,
amparado por el Consejo Municipal y la filantropía” (Actas de la Junta
172 / PATRICIA DE LA TORRE A.
General, 1928), con lo que ratifica su condición de una institución con
financiamiento privado-local, autónomo.
La JBG construye un argumento moral en contra del Estado y, al
mismo tiempo, cuestiona la capacidad de cumplir con una política social nacional, todo esto, con la finalidad de desestructurar e invalidar
ese estrangulamiento económico. Para la JBG la supuesta subvención
del Estado tenía una razón fundamental, de “librarse de su obligación de
servicio social” en Guayaquil (75 Años de Servicio a la Colectividad),
así, la JBG al asumir sus funciones, que implicaba altos costos, que el
gobierno no quería invertir, evidenciaba hábilmente, razones suficientes
para que el Estado, aceptara los argumentos de la JBG. El Gobierno sabía perfectamente que le era imposible suplir con propia infraestructura,
aquella que la JBG ya la tenía edificada desde el siglo pasado.
Expropiación de los hospitales
La segunda presión usada por el gobierno fue el traspaso de los establecimientos de la JBG a la AP, un verdadero acto de nacionalización.
El gobierno argumenta que con los fondos del Estado fueron construidos
los hospitales. El director de la JBG, Luis Vernaza respondió que los fondos del Estado era tan escasos que los destinó a cubrir los gastos de servicios.
El delegado del gobierno esgrime el argumento inexistente y utópico de un Estado nacional consolidado, en donde el Municipio está subordinado; así tres fuentes de financiamiento son dados a la JBG: la subvención fiscal, la municipal y el producto de las loterías, mensaje alarmante que coloca en riesgo una posible pérdida de éste ingreso.
Revisando las Memorias e informe de actividades de la JBG de
1926, no existen los registros del ingreso-egreso y balances, dato que
llama la atención porque hay una ausencia que contrasta con toda la secuencia de registro de esta información en una época conflictiva. La JBG
no registra evidencias de una desarticulación institucional. La inexistencia de esos datos es intencional dada esa coyuntura. De todas formas,
los datos procesados permiten hacer dos interpretaciones: desde la óptica del Estado, cerca del 70% de los ingresos de la JBG son financiados
por él; pero desde la óptica de la JBG, el Estado le financia un promedio
del 18% (sólo los ingresos fiscales). La lotería representa un promedio
del 25% del ingreso total, porcentaje que la JBG tiene el temor de que
sea afectado y al cual ha dedicado todos sus esfuerzos para defenderlo,
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 173
sobre todo, de la competencia de otros juegos y loterías que surgieron
en esa época y en la actualidad (1993-1996) como la Gran Jugada, la
Quiniela, ejemplos recientes que flotan conflictivamente.
Cuadro 15
Ingresos de la JBG, según el Estado y la JGB, 1925-1930
(Datos en porcentaje)
DESDE EL ESTADO
DESDE LA JBG
LA LOTERIA
AÑOS
ESTADO
JBG
ESTADO
JBG
1925
1926*
1927
1928
1929
1930
70.50%
29.50%
15.00%
85.00%
23.00%
67.00%
65.70%
67.00%
66.00%
33.00%
34.30%
33.00%
34.00%
23.00%
20.00%
18.00%
17.00%
77.00%
80.00%
82.00%
83.00%
21.30%
22.20%
27.20%
29.40%
Fuente: Presupuestos 1897-1950, 1976-1990 en Memorias de la JBG e Informe de Labores. Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
* No existe en el año de 1926 registros financieros.
El delegado gubernamental coloca un argumento esencial cuando dice que la Asistencia Pública es una función del Estado, y no de instituciones privadas y pide que los hospitales Civil (hoy, Luis Vernaza) y
Mann (de especialidad pediátrica) sean traspasados a la Asistencia.
Continúa expresando “que si hasta ahora gobiernos anteriores, no
habían hecho nada sobre el particular, el de ahora estaba resuelto a hacerlo” (Actas de la Junta General, 15 febrero 1928) y amenaza que si “la
JBG no facilita el camino”, el Estado establecería sus servicios con edificios propios y la JBG se vería privada de la subvención fiscal y de la
administración y explotación del Ramo de la Lotería y la supresión de
los fondos municipales.
En esta interlocución, se observa que el gobierno en realidad estaba dispuesto a ejecutar las decisiones y la JBG propuso una solución
intermedia: “hasta que el gobierno establezca sus propios servicios, la
JBG seguiría recibiendo la subvención suprimida”, que no fue aceptada.
174 / PATRICIA DE LA TORRE A.
La fiscalización de los fondos
El gobierno exigía la fiscalización de la JBG y derogó la ley de
1894 que exoneraba a la JBG de rendir cuentas ante el Tribunal de
Cuentas, y dispuso que rinda cuentas de los fondos fiscales y municipales que curiosamente aceptó. La pregunta es por qué. Esta fácil aceptación que en 1894 significó un agudo conflicto, en esta coyuntura tiene
un significado diferente que da cuenta de su agudeza, perspicacia y habilidad política pues otros intereses mayores podían ser afectados: el de
la lotería.
El análisis de las actas de la asamblea de los notables, permite interpretar la estructura de los argumentos: La pérdida de la subvención
fiscal no era tan significativa pero sí la municipal, y esta última era difícil de ser eliminada. Lo que sí corría riesgo era el Ramo de la Lotería
porque fue creado por una ley nacional y no local.
Tácticamente es aceptable la fiscalización de las subvenciones estatales (incluyendo la municipal). No cabía poner en riesgo la expropiación de la lotería; precautelarla era más importante que el financiamiento estatal. Los ingresos estatales eran bajos y fijos, los de la lotería eran
altamente rentables pues tiene la virtud de generar dinero fácil y seguro.
En consecuencia, irritar a los gobernantes con una negativa era irrelevante, porque se ponía en peligro un ingreso altamente productivo y de
cuyas ganancias, solo la JBG conocía. El gobierno no tenía los datos sobre del gran ingreso que este rubro representaba, porque no se reportaban, ni eran fiscalizados, pertenecía a aquello de “adentro” que solo la
JBG sabía.
Alrededor de este intento de nacionalización, los notables esgrimen otro argumento, reclaman los fondos estatales, dada su aguda crisis económica. Pero, los datos estadísticos sobre los ingresos y egresos
extraídos de sus balances, en estos años demuestran que la JBG nunca
estuvo en una crisis económica real, al contrario sus ingresos aumentaron existiendo un superávit (ver cuadro 16). Pese a la recesión económica nacional, producto de la recesión mundial y a la baja de la producción de cacao, los ingresos de la JBG aumentaron (ver cuadro 17). La lotería se vende más, tiene un efecto mágico, hechiza e hipnotiza, pues en
épocas de crisis, ella representa la esperanza de muchos para salir de la
pobreza.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 175
Cuadro 16
Superavit de la JBG; 1925-1930 (dato en sucres)
AÑOS
INGRESOS
EGRESOS
1925
1926
1927
1928
1929
1930
749,000
749,976
1,052,396
1,010,007
1,099,514
1,189,799
847,057
851,689
993,764
875,339
SUPERAVIT
DEFICIT
-976
205,339
158,318
105,750
314,460
Fuente: Presupuestos 1925-1930, en Memorias de la JBG e Informe de Labores. Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Cuadro 17
Ingresos de la JBG, 1925-1930
(Dato en dólares)
JUNTA DE BENEFICENCIA
ESTADO
AÑOS
MUNICIPIO
FISCAL
SUBTOTAL
LOTERIA
OTROS
TOTAL
1925
1926*
1927
1928
1929
1930
240,000
113,500
353,500
175,000
220,500
749,000
240,000
240,000
240,000
240,000
239,500
199,500
199,500
199,500
479,500
439,500
439,500
439,500
225,000
225,000
300,000
350,000
347,896
345,507
360,014
400,299
1,052,396
1,010,007
1,099,514
1,189,799
Fuente: Presupuestos 1925-1930, en Memorias de la JBG e Informe de Labores. Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
* No existe en el año de 1926 registros financieros.
Sin embargo, el Estado sucumbe nuevamente, los datos empíricos
demuestran que el mismo gobierno restituyó las rentas, no fueron traspasados los hospitales a la AP, la JBG rindió cuentas solo de los ingresos estatales, la lotería no fue afectada y se estableció una Junta Central
de Asistencia Pública en Guayaquil y en la Costa, así la JBG guardaba
la hegemonía de la atención de salud hospitalaria por especialidades y
social en su ciudad: Guayaquil.
176 / PATRICIA DE LA TORRE A.
3.2.3. La modificación de la Ley de Asistencia Pública. 1932
Siendo electo presidente de la república Juan D. Martínez Mera,
hay una modificación de la Ley de Asistencia Pública que beneficia a la
JBG:
“Art. 9.- La Junta Central de Asistencia Pública de Guayaquil no intervendrá en la administración y supervigilancia de los Establecimientos dirigidos actualmente por la Junta de Beneficencia Municipal o de los que en
adelante se crearen con fondos de su Presupuesto.
Art. 13.- El Director de Asistencia Pública de Guayaquil ejercerá sus funciones sin alterar en nada los derechos de la Junta de Beneficencia Municipal.
Art. 26.- El Estado ecuatoriano reconoce el derecho de las personas privadas a establecer Instituciones o servicios particulares de Asistencia, los
que hoy existen, si han sido constituidos u organizados por el Estado, o
por las Municipalidades, serán considerados como de Asistencia Pública, aún cuando hayan tenido origen privado y se sujetarán a las prescripciones de esta Ley, exceptuando los Establecimientos administrados por
la Junta de Beneficencia Municipal de Guayaquil”.
(Registro Oficial, Año I, 13 de diciembre de 1932).
Estas reformas y artículos añadidos a la nueva Ley de Asistencia
Pública, sellan la victoria de la JBG, la desobediencia civil tiene nuevamente un resultado único, la autonomía de la institución. Se demuestra
una vez más, la incapacidad del Estado en poner en vigencia una política social y de salud nacional, pero sobre todo se demuestra su intromisión en la esfera hermética privada.
El Estado admite que la JBG es la institución única que da una cobertura adecuada local. Reconoce que, aunque privadamente la JBG
cumple un objetivo que es el mismo objetivo del Estado, y termina subsumiéndose al poder de aquel grupo dominante local, en ese momento
histórico, al igual que en la actualidad, solo ella es capaz de sostener localmente un proyecto de esa envergadura. Esa evidencia irrefutable deshace el conflicto.
En este horizonte hay un fenómeno general más importante, lo local y su dinámica interna, que sin temor a equivocarme, hacen parte del
proceso de la constitución del Estado. Lo local y lo nacional, al ser
opuestos, necesariamente se articulan contradictoriamente en una tendencia única que es la constitución del Estado, cuyo proceso es más fácil si existen instituciones frágiles-locales, que no resisten a las fuerzas
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 177
centrífugas del Estado, pero que en el caso de resistencias que llegan a
ser manifestaciones de desobediencia civil, ese carácter heterogéneo de
la sociedad no es sometido a la homogeneidad que el Estado establece.
Sin duda, es en esta situación que lo local-privado, es la fuerza de choque. Imaginando la nacionalización o desaparición de la JBG, no hubiera sido un “homicidio” para la JBG, sino una enfermedad cancerígena
para el Estado, porque aunque reiterativamente insista, su comportamiento permisivo, da paso a la iniciativa privada.
Dos categorías dicotómicas son centrales en este análisis lo localnacional y lo público-privado, y es en los límites tenues de estas relaciones en donde se dan las complejas relaciones ineludibles de la formación del Estado.
Lo local-privado, en este caso la JBG, por ser más moderna, a pesar de ser también tradicional y eficiente, se constituye en una catapulta para el avance de las instituciones estatales del país, y ahí es donde
radica una de las causas de porqué el Estado es permisivo. Mientras en
la lógica de la formación de las instituciones estatales, que a su vez significa articular sistemas locales, no es con la supresión de esas instituciones locales que se conseguiría constituir un Estado nacional, sino en
la articulación, de las instituciones privadas-públicas, que son en este
caso las protagonistas de este proceso conflictivo.
4. Lo local organizado como entidades autónomas, frente a la creación
del Ministerio de Salud Pública, 1963-1967
Desde los años 60, Velasco Ibarra, presidente del Ecuador, declaró la Guerra a la JBG siguiendo la política centralizadora que el punto
IV implantó en el país y América Latina, como parte del Programa Alianza para el Progreso. Ese conflicto se apaciguó entre 1961 a 1963 con
Carlos Julio Arosemena19, que hizo alusión a la Constitución de la República que en la Tercera Parte Art. 195 dice: “Se garantiza la estabilidad y autonomía de las Cajas de Pensiones, del Banco Central y de los
Bancos del Sistema de crédito de fomento... las instituciones que son de
derecho privado con finalidad social o público.” (R.O. Constitución y
Leyes del Ecuador. República del Ecuador, 1946, recopilada por la Comisión Legislativa 1961, Vol. II, Año II 6 nov. 1961). El conflicto se reinició con la Junta Militar de Gobierno (1963-1966), en donde la JBG
contribuyó a la formación de las Fuerzas Vivas de Guayaquil, de la so-
178 / PATRICIA DE LA TORRE A.
ciedad civil, tomando como caballo de batalla a las Cámaras de la Producción (Comercio, Industrias y Agricultura).
Son importantes las innovaciones en este período dictatorial: se
emite la Ley de Reforma Agraria con la supresión del trabajo precario;
hay una reforma fiscal para eliminar y/o reducir los impuestos indirectos
para centralizar y racionalizar las recaudaciones fiscales dispersas en
muchas entidades autónomas. Se emprendió una Reforma Administrativa, mediante la Ley de Carrera Administrativa con la finalidad de implementar el primer Plan General de Desarrollo como instrumento básico
de gobierno. Pero económicamente, la industrialización fue la mayor
contribución de la Junta Militar. En el atrasado Ecuador de esa década,
esta política desarrollista provocó una violenta reacción de los sectores
afectados como los latifundistas, comerciantes, los “patricios guayaquileños” y los grupos de izquierda.
En este contexto reformista, se van a instalar las condiciones para
la creación del Ministerio de Salud Pública, en 1967, pero será la creación de la Subsecretaria de Salud dependiente del Ministerio de Previsión Social y Trabajo el primer paso hacia ese objetivo.
La centralidad del Estado, como el paradigma del desarrollo social, impuesto por las reiteradas recomendaciones de los organismos internacionales, la influencia Cepalina, keynesiana, se plasman en el Plan
Nacional de Desarrollo, que conduce a que la Junta Militar emita el decreto 1901 el 11 de agosto de 1964, considerando la necesidad de la
reestructuración administrativa del Ministerio de Previsión Social, Trabajo y Sanidad, en base a los objetivos de la Ley de Régimen Administrativo.
El Decreto establece que todas las entidades públicas privadas,
nacionales o internacionales funcionan como entidades adscritas al Ministerio de Previsión Social y Trabajo a través de la subsecretaria de Salud Pública (Decreto Supremo 1901, Registro Oficial, 11-IX-64). Subyace, en consecuencia, el establecimiento de políticas sociales estatales
homogéneas, universales, como un atributo de un Estado nacional, con
un efecto importante que es el desconocimiento de lo local.
Sin embargo, lo local permanece vigente porque es parte del tejido de la sociedad, pues es aquello que nos hace comunes y no necesariamente iguales, vale decir nacionales es la noción de ser ecuatorianos,
categoría abstracta y genérica que impide al ciudadano ecuatoriano de-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 179
finirse como tal. Contradictoriamente, lo local permite encontrar aspectos que nos hacen comunes, pues significa la existencia de un lugar material en donde se desarrolla la vida cotidiana, se anudan las relaciones
de parentesco, la cultura expresa nítidamente saberes acumulados,
constituye sus propios símbolos, anida la vida de los caudillos y las formas de clientelaje. Así lo local adquiere un significado diferente, dando
una mayor fuerza y riqueza interpretativa como la constitución del poder, la cultura política, la identidad.
Para el Estado planificador, los problemas sociales tienen una expresión genérica como el de la pobreza, la desnutrición, la mortalidad
materno- infantil, de esta manera las soluciones se inscriben en esta misma tendencia, en donde no existe el pobre, el desnutrido, el niño o madre muerta, insertó en la especificidad y particularidad de su cultura. De
esta manera, si lo estatal-nacional es funcional para poner en marcha
políticas sociales estatales, tiene un efecto que consiste en eliminar a su
opuesto, la particularidad de lo local, cuyo peso es determinante sobre
todo en sociedades como la ecuatoriana que tiene una alta heterogeneidad estructural.
Estas concepciones expresan la diferencia cualitativa entre una
política social estatal y una local. Consecuentemente, la supeditación
de las instituciones locales privadas de servicio social al Estado mediante la aprobación legal de programas y presupuestos anuales para su funcionamiento, generan los efectos anotados. Por ello, este decreto se
convierte en una nueva amenaza para la autonomía de la JBG.
Las entidades autónomas de Guayaquil ratifican su condición institucional cuando la Junta Militar exige que dependan de la Subsecretaria de Salud. Varias son las leyes que se emiten y también las que se derogan. De todas formas, el resultado para la JBG es el mismo, el mantenimiento de su autonomía, en donde la desobediencia civil sigue siendo su principal arma de resistencia efectiva.
A diferencia de períodos anteriores, la desobediencia ya no es sólo de la JBG sino, de todas las entidades autónomas de Guayaquil y es
que esta ciudad logró mantener algo muy inherente a ella: una mentalidad privada. Varias instituciones importantes de antigua data y hasta
hoy vigentes, dan cuenta de este fenómeno sobre todo en relación a servicios como transporte, agua, electricidad, telefonía. Mientras en el resto del país estos servicios se iban transformando en estatales, en Guayaquil son privados, no se exige la nacionalización de la JBG, pero si su
180 / PATRICIA DE LA TORRE A.
dependencia al Estado bajo el lema de la dictadura militar: “la planificación y modernización para el desarrollo nacional”. A este planteamiento la JBG no se niega y acepta cooperar con el Ministerio de Previsión
Social sin perder su autonomía. Sin embargo, el riesgo latente es la creación del Ministerio de Salud Pública.
En la reunión de la Junta General de la JBG, el director, Dr. José de
Rubira Ramos, expresó que el primer manifiesto que suscribió en representación de la JBG ante la Junta Militar de Gobierno, hizo por solidaridad con las otras entidades autónomas de Guayaquil, pues ninguno de
los decretos anteriores afectaban a la institución, pero si lo era el último.
La JBG, dicta un acuerdo expresando la constancia de su firme decisión
para mantener unificado el esfuerzo de todas las entidades cuya “autonomía se hallaba en peligro a fin de luchar por el mantenimiento de la misma”, porque estas organizaciones “representan las fecundas actividades
vitales del Guayas, y están empeñadas en un debate cívico en defensa de
básicos y legítimos intereses institucionales de la provincia” (Acta de Junta General, noviembre, 1964). ¿Qué intereses están en juego para defenderse no sólo a sí misma sino organizadas en un frente común de instituciones privadas de servicio social diferentes pero semejantes?. Existen varias explicaciones. Como es sabido, las provincias han reclamado constantemente al gobierno central la desigual distribución de las asignaciones presupuestarias y la concentración de las mismas en las provincias y,
sobre todo, en las ciudades más importantes, como Quito, Guayaquil,
causa del eterno confrontamiento entre ellas, como también a otros niveles de intensidad entre Cuenca-Quito, Esmeraldas-Quito, Manta-Guayaquil y así sucesivamente. Aquí el supuesto explicativo es un reclamo de
las provincias perjudicadas y por otro lado la defensa de intereses sociales provinciales sobre todo urbanos de las ciudades más importantes. Sin
embargo, una indagación atenta muestra que este supuesto es ocioso.
Para esta época la JBG ya no es una institución filantrópica, se
convirtió en un holding y el gobierno central no es una amenaza para
su autonomía, la nacionalización está cada vez más distante, su amenaza actual son las fuerzas políticas populistas locales guayaquileñas nacidas en 1949 con la fundación del movimiento popular de Concentración de Fuerzas Populares (CFP) y el desplazamiento de esa élite tradicional del municipio, instalándose en él, estos nuevos actores políticos
populistas. El CFP y después el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) que
no es sino una continuación del primero, ocupan la alcaldía hasta 1992
(42 años).
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 181
Según Rafael Guerrero, al “sujeto/CFP/ se atribuyen rasgos que
pertenece al sujeto /Pueblo/” (1994: 26). Siguiendo al mismo autor, “El
discurso Cefepista genera un antagonismo entre el sujeto y la oligarquía
política- “la trinca” en el lenguaje cefepista”. El CFP es el partido del
“bajo pueblo”, que opone pobres-ricos, no ciudadanos-ciudadanos, iletrados-letrados, clases bajas- clases altas ( Ibid: 37), así el CFP constituido en partido político mueve grandes sectores de la población migrante empobrecida que buscan un espacio en la ciudad y su oponente es la
sociedad burguesa tradicional, los patricios guayaquileños, los notables
de la JBG, todos ellas una clase política. En este punto, CFP y JBG son
diferentes, no sólo porque el uno es un partido político y la otra una institución de servicio social, sino porque representan a dos sectores
opuestos de la sociedad, encarnan esas dicotomías antes enunciadas,
“la trinca y el bajo pueblo”. Curiosamente el CFP está imbuido de una
mentalidad privada, cree en un Estado que de cabida a “la iniciativa privada como una vía de desarrollo económico del Ecuador” (Principios
ideológicos y programas de gobierno, CFP; 1980). Se identifican en este pensamiento valorativo de lo privado. Además, el CFP, partido del
pueblo, proclama en sus Diez Puntos doctrinarios lo siguiente: “surgimos del seno de las mayorías productoras del Estado, en el corazón palpitante del esfuerzo y el trabajo, la capital de las rebeldías populares de
nuestra nacionalidad: Guayaquil.”
De esta manera, si la JBG es de Guayaquil, también lo es el CFP;
son instituciones locales, con una connotación particular, ambas tienen
un ámbito de acción sea político en el un caso, y social en el otro, con
una orientación nacional: el uno, es un partido político que se hace nacional, y la otra, consiguió mediante decreto ejecutivo, que le transfieran el manejo de la lotería nacional.
Estos dos elementos esenciales, la mentalidad privada y local, son
los componentes intrínsecos de la cultura guayaquileña, que le confiere identidad. Y aquí es pertinente un breve desvío explicativo que refuerza mi aseveración: el pacto en 1994 de dos partidos antagónicos pero mayoritarios de origen guayaquileño, el PRE populista, y el Partido
Social Cristiano (PSC), de la oligarquía tradicional, para conseguir las
más altas dignidades del Congreso (el social cristiano Heinz Moller Martínez, presidente, y el roldosista Marco Proaño Maya, vicepresidente)
fue altamente cuestionado por muchos sectores importantes de la sociedad civil, de los partidos políticos, de la opinión pública. Este pacto no
tenía una comprensión lógica, racional, ni de sentido común, pero este
182 / PATRICIA DE LA TORRE A.
pacto era coherente en la medida que la cultura política local guayaquileña y consecuentemente los intereses de clases, prevalecen sobre lo nacional.20
La victoria en un tiempo largo
El 30 de septiembre 1964, el Dr. Vicente de Santiestevan, representando a la JBG, y a las entidades autónomas del Guayas, asiste junto con los delegados de las mismas a una reunión en Quito, convocada por la Junta Militar de Gobierno (están presentes el General Gándara y los Ministros de Gobierno, Previsión Social y de Finanzas) para
tratar aspectos relacionados sobre la vinculación con el Estado a través de las nuevas leyes emitidas. El Ministro de Gobierno que estaba
facultado para solucionar el problema pidió que las Entidades Autónomas presenten un proyecto de acuerdo para llegar a una solución definitiva, en donde lo que se destacaba era la preocupación sobre el aspecto económico.
El Dr. Santiestevan presentó, no un proyecto, sino un decreto para derogar el Decreto 1901 que no fue aceptado por el Ministro de Gobierno y como medida de presión la JBG publicó el proyecto de decreto en el periódico local de mayor circulación del país: El Universo. Por
lo tanto, el confrontamiento se hizo público, trascendió el ámbito de lo
privado para que fuera conocido por la sociedad. No son más que formas tradicionalmente usadas por la JBG para ejercer su poder cuando
no son aceptadas, en primera instancia, sus peticiones. El proyecto del
decreto textualmente dice lo siguiente:
Honorable Junta Militar de Gobierno
Que los recientes decretos de unificación de impuestos, ley de estructura orgánica y funcional del Ministerio de Previsión Social y Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa inspirado en el afán de tecnificar los
servicios públicos del país han producido reacciones desfavorables en la
ciudadanía Guayaquileña en tanto afecta la autonomía administrativa financiera de entidades que desde hace muchos años vienen laborando en
la provincia del Guayas.
Que reconociendo la Junta de Gobierno que las entidades autónomas de
Guayaquil se han caracterizado por el patriotismo, corrección y eficiente servicio, no solo la provincia del Guayas sino todos los confines de la
Patria, que en aras de la armonía nacional y en homenaje al pueblo de
Guayaquil Decreta:
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 183
Art. 1. La JBG, Liga Ecuatoriana Antituberculosa. Sociedad de Lucha contra el Cáncer, Sociedad Protectora de la Infancia, Comité Ejecutivo de
Viabilidad del Guayas, Cruz Roja, Comisión del Tránsito del Guayas,
continuarán percibiendo las mismas rentas, y existirán con las mismas facultades y autonomía que tuvieron el 1 de enero de 1963.
Art. 2. Quedan derogadas todas las leyes decretos y reglamentos en
cuanto se opongan al presente decreto que regirá desde esta fecha. Encárguese de la presente ejecución los Ministros...”
(Archivo JBG, Actas Asamblea General, 1964).
El Dr. Santiestevan no presentó una propuesta de articulación entre las instituciones privadas y las estatales, como se le pidió, sino un
proyecto de decreto para derogar el decreto 1901, con la amenaza del
desencadenamiento de un conflicto social. El Jefe Militar respondió con
una sutil amenaza: “había que simular las esperanzas, porque si se reunía el pueblo, el no quería disparar y en todo caso se veía obligado a
presentar su renuncia.”
Después de una larga discusión se acordó que dichas entidades
quedaban con la autonomía de que gozaban antes. Un mes después se
publicó en el Registro Oficial, la reforma del Decreto Supremo Nº 1901,
en el que se añade un Artículo que textualmente dice:
Art. 10. Exceptúase la Junta de Beneficencia de Guayaquil, la Sociedad
Lucha contra el Cáncer, la Liga Ecuatoriana Antituberculosa, la Cruz Roja Ecuatoriana y sus filiales, y la Sociedad Protectora de la Infancia, Instituciones que sin prejuicios a las leyes y reglamentos que le son inherentes, cooperaran con el Ministerio de Previsión Social, Trabajo y Salud
Pública, para los fines del Plan Nacional y la ejecución de los programas
anuales de Salud Pública, correspondientes, ya sean de carácter nacional, regional, local.
(Registro Oficial 348, Decreto Supremo 2232, 6-X-64).
Una vez más se conjura y exorciza el poder de los grupos dominantes de Guayaquil, en defensa de sus intereses locales; el Estado dictatorial en este caso, respeta la diferencia y no nacionaliza las instituciones sociales privadas, pues en el confrontamiento hay intereses no
opuestos, que benefician a ambos sectores. Pero esta gestión demuestra
que la JBG tiene el poder de presentar en plena dictadura militar, un
proyecto de ley, bajo dos presiones: la de la movilización de las fuerzas
vivas, y el de la oposición de esa fuerte clase política guayaquileña. La
dictadura pacta con ella, pues su “estabilidad” y viabilidad del desarrollo nacional, al final, dependen de esos grupos, que de una u otra forma
han sido el sinónimo de desarrollo y modernización.
184 / PATRICIA DE LA TORRE A.
En 1965, la JBG considera que la nueva Ley de Tributación le perjudica porque no recibe el producto de los impuestos de timbres, espectáculos públicos desde el año de 1963, cuyo dinero está depositado en
el Banco Central, colocándola en una “difícil situación económica”,
queja subjetiva constante y objetivamente irreal, pues la JBG nunca estuvo en crisis económica. Los notables ubican el problema en la lentitud e inoperancia administrativa de la burocracia estatal.
El 17 de mayo, la dictadura emitió otro Decreto Supremo, en donde reconoce que para el cumplimiento de los fines sociales de la JBG, la
recaudación de algunos impuestos son difíciles por falta de un procedimiento efectivo de cobro. El decreto concede a la JBG la jurisdicción
coactiva para el cobro de cuanto le corresponda percibir por concepto
de impuestos o créditos de cualquier naturaleza : “ejercer la coactiva actuando como Juez el Tesorero de la JBG y como secretario un abogado
designado por el mismo funcionario” ( Registro Oficial 501, Decreto supremo 827, 17-V-65). El Estado confiere parte de sus atribuciones jurídicas a una institución privada. En definitiva depositaba en la JBG, un poder omnímodo: el control sobre el dinero y las personas.
El 17 de junio de ese mismo año, la Junta Suprema de Gobierno
deroga el Decreto Supremo emitido en la dictadura militar de Enríquez
Gallo, en 1938,21 que en realidad nunca se ejecutó, pero que era considerado como atentatorio a la subsistencia de las Instituciones Privadas
de Caridad, porque “prestan grandes servicios humanitarios y de caridad
social colaborando de esta manera con el Estado en esferas sociales, a
las cuales no puede llegar su acción benéfica” (Registro Oficial 508, Decreto Supremo 1329, 17-VI-65).
La Asamblea Nacional Constituyente de 1966, protagonizó la
creación de la Intendencia de Entidades Autónomas Filantrópicas y del
Ministerio de Salud Publica, que tendrían como objeto absorber a instituciones como la JBG. El director de la JBG ante la Asamblea Nacional
Constituyente rechazó ambos proyectos de creación, sin duda, la JBG
fue una de las opositoras a la creación de un Ministerio de Salud22. De
todas formas, esto no fue más que una amenaza, pues la creación del
Ministerio de Salud Pública, si bien centralizó varias entidades autónomas, (LEA, SOLCA, Misión Andina), aquellas locales fuertemente constituidas, no fueron sujetas a esa medida. Esto se reflejó en la Constitución Política del Estado Ecuatoriano que dice hasta el momento actual
lo siguiente: “Título XIII Art. 256. Garantiza la estabilidad, autonomía y
descentralización administrativa y económica de la Junta de Beneficen-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 185
cia de Guayaquil... Los trabajadores están sujetos al Código del Trabajo
(Registro Oficial Nº250, nov. 1967, Constitución Política del Estado
Ecuatoriano).
La Constitución de la República del Ecuador cierra en este último episodio la autonomía de la JBG. La legitimidad del poder local de
la sociedad civil y de aquella clase política queda conjurada jurídicamente, diluyendo la contradicción entre la legalidad del Estado de derecho y la legitimidad del poder local, pero también es la delimitación
de lo que le corresponde al Estado y a la sociedad civil, es decir, lo que
corresponde a la esfera pública y a la privada. En este panorama, se percibe otro problema importante no trabajado y es el control y la administración de la burguesía, a la ciudad y sus habitantes.
Notas
1
Si bien estas reformas sociales son indicadoras de cambios en la política o economía ecuatoriana, de ningún modo se puede hablar de una periodización, pues la
palabra período abarca un conjunto de factores y condiciones que determinan o
enmarcan un proceso más genérico. En este caso son momentos identificados en
determinados períodos tanto económicos o políticos de la historia ecuatoriana.
Por ejemplo, el episodio del Tribunal de Cuentas, como el de la emisión de la Ley
de Beneficencia está inscrito dentro del período de la consolidación del orden liberal, según la periodización hecha por Agustín Cueva, según otros autores marxistas, como Andrés Guerrero, Rafael Quintero, es llamada de expansión del sistema capitalista, o también de auge cacaotero. El tercer momento, con la emisión
de la Ley de Asistencia Pública, correspondería al llamado desde el punto de vista político del reformismo juliano, y el último, con la creación del Ministerio de
Salud Pública (MSP), inscrito en la del desarrollismo y del “boom petrolero”.
2
Eloy Alfaro, líder de la revolución, concilió todos los intereses; fue la persona
adecuada para la circunstancia política: comerciante de confianza de los ricos
guayaquileños, su probada militancia y apego a los principios liberales. Su procedencia social le hizo popular en sectores sociales cansados de las familias predestinadas al mando. Su origen manabita, de la costa, le convirtió en el portavoz de
los intereses de la región y su competencia militar como el jefe más idóneo para
dirigir la guerra civil.
3
Introduce una disposición constitucional ordenando a los Poderes Públicos, proteger a la raza indígena, exonerándole de la contribución territorial, del trabajo
subsidiario (1895-98) y la eliminación de la prisión por deudas. Varias son las leyes sociales que se emitieron: Instrucción pública (1897), Registro Civil (1900),
matrimonio civil (1902), divorcio (1910), Beneficencia (1908), entre otras.
4
En la Colonia existía la Beneficencia Municipal, pero en la práctica era ejercida
por organizaciones religiosas, con apoyo de los fieles cristianos. Su enfoque era
el cuidado a los enfermos en hospitales.
186 / PATRICIA DE LA TORRE A.
5
En la actualidad, 1996, los servicios de salud que funcionan eficientemente son
los de la JBG. Es dramático el contraste desolador con los hospitales del Estado.
Algunos Ministros de Salud de diferentes gobiernos han tenido las intenciones
ocultas de entregar la administración de sus hospitales a dicha institución.
6
Los notables que renunciaron son: Eduardo Arosemena, Rodrigo Arrarte, Adolfo
Hidalgo, Dr. José Rafael Quevedo, Lisímaco Guzmán, Carlos Illingworth, Aurelio
Aspiazu, Pedro P Gómez, José Payeze, Jaime Puig Veraguer, Francisco M. Game,
Manuel I. Gómez, Manuel J. Carbo, Enrique Rhode, Dr. Ramón Mateus, Lizardo
Garcia, Dr. Federico Mateus, Dr. Francisco J. Martínez Aguirre, Antonio de Ycaza,
Dr. Alejo Lascano y José Toribio Noboa.
El 21 de junio de 1893, a Junta General de la JBG se reúne para llenar las vacantes. Con su maquinaria burocrática establecida, la renuncia masiva no afectó la
marcha institucional. La posta de la dirección pasó al grupo de confianza de
Eduardo Arosemena, en la persona de José María Sáenz que permaneció hasta
1895. En estos dos años la JBG consiguió su consolidación financiera con la creación de Rentas y el Establecimiento del Ramo de la Lotería, alcanzando una fisonomía propia y la consolidación de su economía.
7
Véase los excelentes análisis de Thoreau “On the Duty of Civil Desobedience,
1894. Norberto Bobbio en Diccionario de Política,, 1991. Hanna Arendt en Crisis
de la República, 1973. y A Condiçao Humana, 1993. Jurgen Habermas, Ensayos
Políticos, 1994.
8
La circular del 10 de marzo de 1900 enviada a las Juntas de Beneficencia textualmente dice:
“Se crea en esta Capital una Junta de Beneficencia, a semejanza de la que existe
en Guayaquil con éxito tan brillante y que como Ud., sabe se ha convertido en
verdadera potencia, que no sólo socorre a los menesterosos, sino que hasta ha
contribuido para la pronta reedificación de esa ciudad.” . (Decreto, Jefatura Suprema en 22 de Junio de 1896, Archivos de la Junta de Beneficencia de Quito, 1900,
Quito, Museo de Historia de la Medicina).
Un año después el Presidente Eloy Alfaro en el mensaje del 11 de Agosto de 1901
decía:
“La experiencia adquirida durante largos años en nuestro país evidencia los buenos resultados de confiar la dirección, conservación y administración de los establecimientos de Beneficencia a Juntas que como la de Guayaquil,* sean compuestas de personas honorables sin tomar en cuenta su filiación política.
…Felices nosotros si en todas las provincias de la república admitásemos Juntas o
Corporaciones de Beneficencia como la de Guayaquil que en silencio y sin otro
móvil que el de la Caridad va llevando encima, en tan poco tiempo, obras sorprendentes.
…Por esto el empeño del Ejecutivo en dar vida práctica al Decreto del 22 de junio de 1896 crea en esta capital una Junta análoga a la de Guayaquil porque confía que los resultados sean idénticos. De ahí también que al expedir los nombramientos de los que las conforman se haya separado en otra cosa que en lucratividad de las personas y su posibilidad de practicar el bien. (Mensaje del Presidente de la República, Quito, Registro Oficial, 11 de Agosto de 1901).
* Subrayado mío.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 187
9
La atención de salud, en la concepción de caridad de la época, protegía a la población desamparada exclusivamente urbana de las ciudades más desarrolladas.
La razón es evidente, pues el Ecuador tenía para ese entonces, aproximadamente un 80% de población indígena rural, que quedaba excluida de este sistema, no
sólo por razones culturales, sino porque el mismo Estado liberal, delegó y usó al
sistema hacendario que en parte tenía intrínsecamente mecanismos de protección
de su fuerza de trabajo, a través de los suplidos y socorros.
Muy tardíamente, en 1970 el Ministerio de Salud Pública (MSP) establece un Plan
Nacional de Salud Rural, aunque en 1953 Misión Andina del Ecuador, ejecutó
programas de salud para la población indígena de la Sierra. Misión Andina, fue el
preludio de este Plan Nacional de Salud Rural del MSP.
10
La Sanidad, tanto terrestre como marítima, tiene como objetivos las actividades
preventivas de salud, a diferencia de la Beneficencia cuya connotación es curativa.
11
Por ejemplo, la hacienda Pesillo, le producía al Sr. Delgado y después a la Cervecería la Victoria altas ganancias. El Sr. Delgado era un fuerte terrateniente, que
con la producción de trigo de la hacienda Pesillo, monopolizó la venta de trigo
para la industria de harinas. La Cervecería La Victoria, fue la más importante productora de cerveza nacional.
12
El Director Modesto Larrea informaba al Ministro de lo Interior lo siguiente:
“La Beneficencia pública entre nosotros es bastante incipiente; todo está por hacerse y la voluntad más firme se escolla, fatalmente, ante el fantasma aterrador de
la escasez de cuantiosos fondos (Informe del Director de la Junta Nacional de Beneficencia de Quito, al Ministro de lo Interior, Cultos y Beneficencia, 1917, p. 2).
13
Según la Ley de 1908, la Junta debía pagar una cierta cantidad de dinero para el
mantenimiento de las comunidades religiosas que fueron expropiadas sus bienes,
es la llamada congrua de sustentación.
14
Alfaro, constructor de la Beneficencia nacional, envió un telegrama al Intendente
de Policía del Guayas, manifestando su “buena voluntad” para que la JBG continúe sin la menor alteración frente a la ley.
15
Transcribo textualmente el corto mensaje emitido por el mandatario: Señores Legisladores... La Ley de Beneficencia que con tanto acierto habéis dictado, está llamada a producir óptimos frutos para la clase desvalida de la sociedad tan acreedora a la protección especial de los poderes públicos. Pero a fin de que no ofrezca dificultades en su aplicación os recomiendo que se reforme el Art. 3 de dicha
Ley.
La Junta de Beneficencia de Guayaquil, compuesta de muchas honorables personas tiene carácter municipal y según me lo ha comunicado su presidente, rehusa
intervenir en la administración de los establecimientos de caridad costeados por
el fisco.
La Junta de Beneficencia tiene tal importancia y ganadas tales ejecutorias en el filantrópico servicio a los pobres que merece la consideración del país y del Gobierno. Juzgo que esta benéfica Asociación necesita de completa independencia
188 / PATRICIA DE LA TORRE A.
para continuar su plausible tarea* y por lo mismo os pido que el referido Artículo
diga así: (resumiendo deja en total autonomía a la JBG).
Con esta reforma dejaréis en pie aquella institución que posee fondos propios y
que de consiguiente nada tiene que ver con la Administración Nacional. Los Señores Ministros de Estado os someterán, si llega el caso, algunos otros asuntos de
gran interés para la República.
Señores Legisladores
Eloy Alfaro
(Acta del Senado de 1908 y Segundo Congreso Extraordinario)
* Subrayado mío
16
Para la concepción de la época, se entiende como menesterosos a los: mendigos,
huérfanos abandonados, madres solteras, prostitutas, enfermos de escasos recursos.
17
Médico formado en Alemania, es considerado en este periodo de la historia ecuatoriana como el tercer constructor del Estado nacional. En 1860 fue García Moreno, 1895, Eloy Alfaro. Para este período relevante son muy escasas las investigaciones.
18
Los servicios ambulatorios estarán constituidos hasta 1940 por dispensarios, puestos de socorro, servicio de ambulancia, un servicio prenatal, atención a domicilio,
una botica, sin que sean de su incumbencia, asilos, orfelinatos, escuelas y otras
instituciones de caridad.
19
Es hijo de Carlos Julio Arosemena Tola, (expresidente de la república) y nieto de
Eduardo Arosemena Merino, (gerente fundador del Banco del Ecuador) ambos directores de la JBG por 40 años.
20
Concebida la JBG como una institución no sólo social sino política, el PRE han intentado apropiarse de ella. Un mecanismo usado fue la oferta populista de Abdalá Bucaram, en su campaña electoral para presidente de la república en 1988, de
que el servicio social de la JBG era municipal. Esto significó un tipo de amenaza
a la autonomía de la JBG, de fuerzas políticas endógenas locales opuestas a la dominación de los grupos tradicionales. La centralidad del Estado dejó de ser su
amenaza. De todas manera, habiendo ganado la presidencia su contendor, el social demócrata Rodrigo Borja (quiteño) y en la presidencia del Congreso un “hombre notable” de Guayaquil, Jorge Zavala Baquerizo. A pedido de la JBG se emitió
el siguiente decreto:
La Honorable Junta de Beneficencia de Guayaquil como entidad del Sector Público autónomo y de Derecho Privado, continuará atendiendo con sus propios recursos y con los que el Estado le asigna (cuyo Porcentaje es del 5%)*, el Cementerio General de Guayaquil, los hospitales, asilos, establecimientos educacionales
y de beneficencia, que actualmente tiene a su cargo, los mismos que no podrán
revertir, ceder o traspasar a la administración de otras entidades u organismos públicos y privados (Registro Oficial, Quito, Congreso del Ecuador, 1988).
* Anotación adicional personal
21
Este Decreto Supremo establece el control de todas las instituciones privadas que
tuvieren finalidades sociales y que podría tomar por su cuenta la administración
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 189
de los bienes de las Instituciones que tengan similitud de finalidades con los organismos del Estado o de los Municipios, o ellas fueran mal administradas o tuvieran problemas económicos. La única situación atentatoria contra la JBG es el
tener similares funciones estatales.
22
El Ecuador fue el último país de América Latina en crear el Ministerio de Salud Pública.
Capítulo V
FICCIÓN Y REALIDAD SOBRE
EL CARÁCTER PÚBLICO Y PRIVADO
DE LA JBG
La JBG tiene una presentación multifacética. A veces se muestra
como una institución pública por sus servicios sociales semejantes a los
estatales; así ha sido identificada por la opinión pública. Otras veces
aparece como privada, cuando esgrime autonomía económica frente a
las agresiones de sectores políticos opuestos. Y aparece como mixta,
cuando se auto califica de institución nacional y percibe subvenciones
estatales.
Una institución de esta naturaleza, con varios rostros (pública,
privada, estatal, municipal), me coloca frente a un problema teórico importante de gran vigencia contemporánea, debido a las modificaciones
que se están dando en las relaciones entre el Estado y la Sociedad, y
dentro del mismo Estado: la dicotomía de lo público y lo privado. De
esta manera, la JBG se constituye en un laboratorio que permite analizar este fenómeno.
Para intentar descifrar y delimitar las fronteras de esta dicotomía,
un primer procedimiento metodológico usado fue determinar la temporalidad del objeto de estudio, pues estas categorías teóricas en la realidad empírica sufren modificaciones. Por ello una periodización que de
cuenta del desarrollo de la institución es ineludible para comprender los
procesos que incurrieron e incidieron en esas diferencias. El criterio usado en este caso tiene que ver, en primer lugar, con aspectos jurídicos
emanados del proceso de formación del Estado y, en segundo lugar, con
las inflexiones detectadas en la sociedad, que son, al igual que la anterior, síntomas de cambios sociales.
Alejándome de la usual periodización realizada por algunos
cientistas sociales ecuatorianos como Osvaldo Hurtado y Agustín Cue-
192 / PATRICIA DE LA TORRE A.
va, enfoqué mi atención en los cambios ocurridos en Quito y Guayaquil, como un fenómeno urbano político en dos períodos marcados:
1888-1950 y 1950-19901. En 1950 se observa una inflexión en donde
no se desestima la influencia de efectos exógenos como la Segunda
Guerra Mundial, la división ideológica entre capitalismo y marxismo, las
revoluciones maoísta y cubana; de esta manera se puede hablar de un
antes y un después de los años 50.
Hasta 1950, el Estado estaba configurado institucionalmente.
Creó las condiciones para que en la década de los 60 exista un Estado
planificador con una tecnocracia constituida. Liberalismo y conservadurismo eran las tendencias ideológico políticas dominantes, organizadas
en partidos. El aparecimiento del socialismo y marxismo irrumpió con
nuevos actores sociales políticos, organizados en partidos: el protagonista idealmente construido era el obrero, contradictoriamente inexistente en una sociedad con un escaso desarrollo industrial. El populismo
se desarrollaba con una mezcla de planteamientos socialistas y nacionalistas: el protagonista es el pueblo, objetivamente existente. Hipotéticamente, el surgimiento del populismo desarticuló no solo a esa oligarquía
de comienzos de siglo, sino que llevó consigo el debilitamiento de otros
círculos sociales propios de ellos, en este caso, los masónicos.2 En los
siguientes años hubo una mayor segmentación política y social; los partidos políticos son numerosos (existían 17), pero también es la época de
las dictaduras militares y civiles.
A partir de los 50, la estructura agraria de la sierra, el sistema hacendario, empieza a ser remecido por los movimientos campesinos en
pro de la reforma agraria, que provoca la expulsión del campesino a la
ciudad. Concomitantemente, las ciudades empiezan a crecer a ritmos
más elevados que en años anteriores. Este nuevo actor social será, para
finales de este milenio, el punto clave del desarrollo, en detrimento del
agro. Los cambios en el agro costeño se dieron 15 años después de la
primera ley de reforma agraria de 1962. La tendencia centrípeta del Estado se consolida, debilitando la participación de los municipios.
Estos cambios ocurridos en la sociedad ecuatoriana se reflejan en
la JBG. La inflexión puede ser verificada empíricamente en su comportamiento institucional. Los dos períodos señalados (1888-1950 y 19501990) permiten hacer las siguientes aseveraciones:
En el primer período, la JBG aparece como una institución público municipal, pero no privada. Su razón de ser radica en la forma jurí-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 193
dica de su nacimiento. La Beneficencia, siendo atribución del Municipio y por ende del Estado, delegó esta función a una corporación privada creada por él mismo, fundando, de esta manera, lo que hoy es la más
grande organización no gubernamental del país (ONG). La ley bautiza
a esta institución con el nombre de Junta de Beneficencia Municipal de
Guayaquil, con niveles de dependencia, a saber: un financiamiento municipal significativo, y en menor escala gubernamental, hasta la década
de los 50, y la atribución de nombrar a los notables hasta 1932, cortando jurídicamente el débil cordón umbilical con el Municipio de Guayaquil, mas no su apoyo institucional, conquistando así su autonomía total y suprimiendo de su nombre lo “Municipal”.
Desde 1887 hasta 1950, cuando se dio la creación, expansión y
consolidación de su obra, se aprecian las siguientes características:
-
-
-
Es determinante su carácter filantrópico; su gestión económica está encaminada a producir capital para revertir en sus obras sociales.
Es el período del predominio de la familia Arosemena como organizadora y directora de la institución. Si el primer director de la
JBG fue Eduardo Arosemena (1888), el último fue su hijo,
Carlos Julio Arosemena (1950). Este hecho es significativo porque
no sólo es la culminación de la presencia de una familia, sino del
predominio de la oligarquía bancaria y comercial agro exportadora de Guayaquil de finales de un siglo y comienzos de otro.
El populismo emerge y debilita a este grupo dominante.
La JBG, si bien no es una logia masónica, es una de las obras más
importantes de la masonería: la beneficencia masónica. Los masones, en la JBG, tienden a extinguirse en los finales de la década de 1940.
En el segundo período, la JBG es autónoma y privada; la relación
empieza a ser distante con el municipio. La orientación de sus acciones
financieras se encamina hacia la acumulación de capital, disminuye el
carácter filantrópico, predomina la institución de servicio social y, por
influencia del Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública, se
introducen nuevos conceptos científicos administrativos en sus casas de
salud.3
La separación del Municipio obedece a varias causas. Guayaquil
experimenta un fuerte incremento migratorio, la ciudad crece bajo el
impulso de las invasiones formando los suburbios, el sistema informal
194 / PATRICIA DE LA TORRE A.
urbano se impone, se abona el terreno para el populismo; hay una eclosión social que fracciona los grupos dominantes. Nuevos grupos políticos toman el control del municipio, alineados en esa nueva tendencia
populista, bajo el liderazgo de una familia comerciante libanesa. El populismo de Velasco Ibarra es recogido por el partido político del mismo
signo: Concentración de Fuerzas Populares (CFP), que, con la presencia
de Guevara Moreno y Assad Bucaram, continúa con sus familiares (Abdalá, Martha, Elsa, Santiago, Jacobo) y sus seguidores, hoy, bajo el nombre de Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). En ese período, las relaciones entre la JBG y el Municipio estuvieron matizadas por conflictos agudos con Assad Bucaram, conflicto que después de algún tiempo se repitió en las alcaldías de Abdalá y Elsa Bucaram. En otros casos, los sectores en disputa, atenuaron su enfrentamiento y lograron consensos.
De esta manera, salió de la “casa municipal”, en la década del
50, esa fracción de la burguesía agro exportadora y financiera de comienzos de siglo, cuyas relaciones políticas y económicas con aquel
nuevo grupo libanés eran antagónicas. 40 años después, con la elección
de León Febres Cordero como alcalde (1992), esa fracción de la burguesía regresa nuevamente “a su casa”, toma posesión del Municipio y de
su ciudad, reconstituye aquella idea del municipio de gobierno local urbano, y revitaliza símbolos guayaquileños de antigua data (como por
ejemplo la música, el baile, el reloj del malecón, la poesía). Aquí se concretiza un proceso que en la actualidad se debate dentro de los planteamientos álgidos de la descentralización del Estado.
La autoridad de Febres Cordero, como alcalde de la ciudad, representa a esa vieja oligarquía; no es solo una gestión política, adquiere otros significados como la recuperación del poder local de la burguesía de comienzos de siglo. El alcalde es un personaje polémico en el
contexto nacional, pero no lo es en su ciudad, a la que no se oponen
los grupos políticos antagónicos, ni el guayaquileño de los sectores dominantes tradicionales y modernos, como también, esa gran masa migrante ubicada en el suburbio que también apoya la candidatura de Abdalá Bucaram. León Febres Cordero concreta, sin duda, el consenso en
su ciudad, más no en el país. Así las relaciones Municipio y JBG son
nuevamente estrechas, no bajo la argumentación jurídica, sino de intereses afines y de esa estrecha relación “informal”, ya sea de parentesco
o de amistad, de las personas que configuran un mismo círculo de poder, una misma clase política.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 195
El nacimiento de la JBG de una estructura municipal, creó una
imagen jurídica y social, porque al ser una institución municipal, se facilitó argumentos para que los líderes populistas puedan intervenir en
ella. Esta imagen fue desvirtuada definitivamente por la JBG, usando la
ley con la que fue creada, en la Constitución de 1979 y el aval del Congreso de 1988. Su nacimiento imprime esa ambigüedad, que es inherente a la forma y los procesos con los que se fueron armando y delimitando las institucionales estatales y privadas en el Ecuador.
Una argumentación de tipo jurídico es necesaria pero no suficiente para comprender el carácter privado de la JBG. Lo jurídico cumple un doble papel, al mismo tiempo que define la condición de institución privada, simultáneamente la hace pública. Es de todos. La distinción entre las esferas públicas y privadas, desde el punto de vista de la
privacidad y no del cuerpo político, equivale a establecer la diferencia
entre lo que debe ser exhibido (lo público) y lo que debe ser ocultado
(lo privado), que se ubica en los interiores, en la intimidad de las personas, de la familia y, en este caso, de las instituciones. Es “eso” que no es
visible, que tiene que ser guardado porque hay una complicidad del silencio acordado, pero que al mismo tiempo es el motor que mueve todas las piezas del engranaje de esa maquinaria, para que sea pública.
Si bien se podría asignar ese atributo de privacidad a la vida individual de las personas, según el planteamiento de Arendt, la Condición Humana, 1993, en esta preocupación por el análisis institucional
equivaldría abordarla desde su “pensamiento”, esa sería su privacidad.
No todas las instituciones públicas tienen ese atributo de privacidad, como el caso de las estatales, pero si algunas, como, por ejemplo, las religiosas, lo que permite admitir los diferentes niveles de esa privacidad.
Siendo así, puedo hablar de un doble carácter privado de la JBG: el uno
jurídico y el otro, dentro del plano de la ideología y del pensamiento secreto. Este último es el que me interesa desarrollar, porque define las diferencias entre lo llamado comúnmente público y privado.
Abordaré por separado cada una de estas dimensiones analíticas.
Una descripción empírica basada en el procesamiento de datos de fuentes primarias, es pertinente para precisar el lado privado de la JBG, desde su aspecto jurídico. Para ello me remitiré a los datos para describir
cómo se dio este proceso.
196 / PATRICIA DE LA TORRE A.
1. La delimitación jurídica de lo público y lo privado: Ordenanza Municipal y Ley Nacional
Lo público y lo privado se reclaman constantemente. El interés
público se determina inmediatamente en relación con interés privado;
los dos términos se delimitan recíprocamente cuando el uno es ocupado por el otro, en el sentido de que la esfera pública llega hasta donde
llega la privada. Esta relación es dinámica, continua y también ambigua
porque funciona como vasos comunicantes. El aumento de la esfera pública, provoca la disminución de la privada y en ese movimiento se
complica por los juicios de valor contrapuestos (Bobbio,N; 1987).
Siguiendo a Bobbio, en el análisis que realiza sobre esta dicotomía, el derecho es un ordenamiento de las relaciones sociales, así la dicotomía público/privado se duplica en dos tipos de relaciones sociales:
entre iguales y desiguales. El Estado está caracterizado por relaciones de
subordinación entre gobernantes y gobernados, los que mandan y los
que obedecen. Estas son relaciones desiguales, pero la sociedad de mercado, en la medida en que son elevadas al modelo de la esfera privada,
opuesta a la pública, son caracterizadas por relaciones entre iguales o
de coordinación. Con el nacimiento de la economía política, se deriva
la diferencia entre la esfera de las relaciones económicas que son desiguales por efecto de la división del trabajo e iguales en el mercado. La
dicotomía público/privado se presenta nuevamente bajo las formas de
distinción entre sociedad política (o de desiguales) y la sociedad económica (o de iguales) (Ibid).
La superposición de las dos dicotomías público/privado y ley/
contrato, implica el derecho público y el derecho privado respectivamente; revela su fuerza explicativa en la doctrina moderna del derecho
natural, en la que el contrato es la forma con la que los individuos regulan sus relaciones en estado de naturaleza, donde no existe un poder público, en cuanto la ley, definida habitualmente como la expresión más
alta del poder soberano y la regulación de las relaciones de los súbditos
entre sí y entre el Estado y los súbditos, en una sociedad que se mantiene unida por la autoridad superior a los individuos. La mejor confirmación de hecho, de que la contraposición entre derecho privado y derecho público pasa a través de la distinción entre contrato y ley, puede ser
extraída de la crítica de los posjusnaturalistas al contractualismo de los
jusnaturalistas; esta es la doctrina que funda el Estado sobre el contrato.
Un instituto de derecho privado como el contrato no puede ser elevado
al fundamento legítimo del Estado por razones relacionadas a la natura-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 197
leza misma del vínculo contractual distinto del vinculo que deriva la ley
(Hegel), porque el vínculo que une el Estado a los ciudadanos es permanente e irrevocable, en cuanto que el vínculo contractual es revocable por las partes. El Estado puede pretender de sus ciudadanos el sacrifico por un bien mayor, que no a un bien contractualmente indisponible.
Las relaciones de derecho privado pueden ser definidas como relaciones jurídicas (Kelsen; 1960), como relaciones de derecho para contraponer las relaciones de derecho público como relaciones de poder.
El derecho público con su cuerpo normativo nació mucho más tarde en
relación con el derecho privado. La persistencia del derecho privado sobre el derecho público es la resistencia que el derecho a la propiedad
ofrece al soberano de expropiar los bienes del súbdito. Bodin, Hobbes,
Locke coinciden en que el soberano no puede actuar de esa forma; la
propiedad es un derecho natural. La autonomía de la esfera privada del
individuo con respecto a la esfera de competencia del Estado es elevada por al emblema de la libertad de los modernos, que se contrapone a
la de los antiguos, en cuanto que las energías individuales toman la delantera sobre los poseedores del poder político (Habermas, J; 1984).
El primado de lo público significa el aumento de la intervención
estatal en la regulación coactiva de los comportamientos de los individuos y de los grupos infraestatales, o sea el camino inverso al de la
emancipación de la sociedad civil en relación con el Estado, que, a decir de Bobbio, fue una de las consecuencias históricas del nacimiento,
crecimiento y hegemonía de la burguesía. Con el declive de la acción
del Estado y la consecuente afirmación de los derechos naturales del individuo, el Estado paulatinamente fue reapropiándose de los espacios
conquistados por la sociedad civil burguesa, hasta llegar a reabsorber a
la sociedad civil. Cuando, a diferencia de las épocas de decadencia, en
las que existe supremacía del derecho privado, como en el imperio romano o la edad feudal, en las épocas de progreso el derecho público se
impone sobre el derecho privado, como en la edad moderna, se asiste
al surgimiento del gran Estado territorial y burocrático (Habermas, J:
1984).
El supuesto que expongo es que en Guayaquil predomina el derecho privado, que es el burgués, sobre el derecho público, el de la burocracia estatal. El Estado moderno considera privadas las concepciones
patriarcales, paternalista o despóticas del poder soberano, que asimilan
al Estado a una familia ampliada, en donde el soberano tiene los mis-
198 / PATRICIA DE LA TORRE A.
mos poderes que le pertenecen al padre, al patriarca o a los hombres notables. Esta es la matriz social no sólo de Guayaquil, sino también del
Estado ecuatoriano.
Para desarrollar esta parte es necesario hacer una descripción de
la evolución y desarrollo institucional. En la Colonial la Beneficencia se
organizó reglamentada por el Municipio, bajo el concepto de caridad
cristiana y misericordia. Así, el Estado Colonial planteaba, que si la “debilidad, la miseria y la pobreza sufren hondo dolor junto al choque desigual con la opulencia inmisericorde y con la riqueza sin entrañas”, el
Estado debe ver los medios jurídicos indispensables para que esa pobreza, debilidad y miseria obtengan algún consuelo y esperanza” (Velasco,
I. José María; 1926: 325). Las Cédulas Reales del 14 de agosto de 1768
y 9 de Julio de 1769, ordenaban que al menos se creen un hospital en
cada Provincia; de esta forma, el sentido que toma la Beneficencia es
hospitalaria curativa.
El Cabildo era la institución administrativa de las casas hospitalarias, que con vida propia, velaba por su funcionamiento. Nunca tuvieron una actuación eficaz, pese a la intervención de los religiosos, por lo
que se encomendaba a la caridad cristiana pública, de los ricos, el apoyo para su financiamiento y a las señoras piadosas el cuidado, aseo y alimentación de los enfermos.
En la naciente época republicana, no hubo un servicio específico
de Beneficencia Pública. No había un sistema estatal articulado. Existían
establecimientos públicos de caridad costeados por el Estado a través de
las Municipalidades. Esta instancia se encargó de la administración y
funcionamiento de ellos. Es el aparato institucional local, con acciones
aisladas que ejercían el control de la salud, bajo el mismo espíritu de caridad pública, el que se denominó Beneficencia Municipal. Compruebo
esta aseveración, mediante el análisis de las Leyes de Régimen Municipal y sus respectivas reformas emitidas por el Congreso Nacional4.
La Ley de Régimen Municipal del 8 de marzo de 1825 en el Art.
89, dice que es la Municipalidad del Cantón quien cuidará de todas las
obras públicas de utilidad y de beneficencia. Cinco años después
(1830), la ley ratifica lo anterior y en igual sentido la ley de 1835.
García Moreno, presidente del Ecuador en 1860, inicia un proceso lento hacia la constitución de un Estado Nacional y como expresión
de ello, una tendencia a la centralización de los servicios por parte del
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 199
gobierno. En 1864 plantea al Consejo Municipal de Quito que los hospitales de la ciudad sean establecimientos nacionales y no municipales.
Como propuesta, forma una Junta de Beneficencia compuesta por 3
“distinguidos ciudadanos”, entre ellos un presbítero, cuyo objetivo era
el de estudiar las necesidades de las Casas de Salud y proponer al Ejecutivo mecanismos de solución. Este tipo de propuesta e intención revela un pensamiento de construcción de un Estado centralizado, con la
presencia de notables y de la iglesia, pero que no se concretiza en una
organización nacional, porque esa Junta no perseguía fines administrativos, sino el fortalecer la actividad benéfica consultiva corporativa local. El Ejecutivo no tuvo la capacidad técnico operativa, ni el poder político para ejecutar las soluciones a nivel nacional, pues motivos como
la incomunicación geográfica, fueron determinantes.
Es significativo el año de 1860, pues con la venida de las Hermanas de la Caridad, organización religiosa católica francesa, traídas expresamente por García Moreno para que se encargaran de la dirección
y administración de los hospitales, cambió la connotación de la Beneficencia: se la concibió no solo para el enfermo, el pobre, sino también
para niños abandonados, huérfanos, para la rehabilitación moral de la
mujer, y el control y rehabilitación del delincuente y del mendigo. Así,
conforma un espectro de acciones dirigido hacia los pobres, en donde
los responsables de dar solución son los poseedores de la riqueza, el Estado mediatizado a través de la función caritativo religiosa de la iglesia
católica. Este esquema de asistencia al pobre se denomina Beneficencia,
de esta manera se traspasa, una vez más, el sentido de Beneficencia de
la Europa de mediados de siglo para las ex colonias españolas, en el
sentido de “guardar” en asilos y hospitales, la lacra de la sociedad, los
excluidos socialmente, temas que ha sido trabajados provocativa y magistralmente por Foucault (1980).
Se podría aseverar que García Moreno reactivó el funcionamiento de las casas de Beneficencia que existían en la república, no estableció un servicio especial técnico de la Beneficencia a nivel nacional, pero si a nivel local; así lo ratifica la Ley de Régimen Municipal emitida en
su período presidencial.
En 1863 las Leyes de Régimen Municipal marcan una diferencia
sustancial; en síntesis dice lo siguiente: asignan como atribución de los
concejos municipales cantonales, “la organización, administración, dirección, inspección de los hospitales, casas de refugio, alamedas, carnicerías, y demás establecimientos públicos que existan dentro del Muni-
200 / PATRICIA DE LA TORRE A.
cipio”, más aún, separa esta atribución de las nuevas formas institucionales, políticas y geográficas, que se van derivado de la formación del
Estado Nacional: en este caso, la parroquia, el cantón y la provincia,
pues la ley dice: “que no tengan el carácter de parroquial, provincial o
nacional” (Periódico El Nacional, Leyes de Régimen Municipal,1863).
La nueva Carta Constitucional de la República de 1878, establece reformas a la Ley de Régimen Municipal, de las que se destaca una
dualidad: inicia la emisión de bases jurídicas para un funcionamiento
específico institucionalizado de la Beneficencia con carácter nacional,
pero hay una connotación estrictamente local municipal y orientada
“con dedicatoria” para la ciudad de Guayaquil, para ser ejecutada por
su Municipio a través de su instancia directa: El Consejo Cantonal. Es
pues una reforma jurídica nacional, con especificaciones y aplicaciones
locales, El Artículo 11 de la ley, textualmente, dice:
Nº 1: son atribuciones de las municipalidades: ... dictar reglamentos sobre aseo, ornato, e higiene de las poblaciones de acuerdo con los reglamentos que dictan la Dirección de Sanidad...
Nº 5: La organización, dirección, e inspección de los hospitales, lazaretos, manicomios, casas de temperancia y cualquier otros establecimientos de beneficencia que no tengan el carácter de provincial o nacionales.
En la ciudad de Guayaquil, corresponde a la Junta de Beneficencia Municipal, la organización, dirección e inspección de todos los establecimientos que ésta administra y que en lo sucesivo fundare”.5
El Congreso Nacional en 1887 establece un artículo nuevo en la
Ley Reformatoria de Régimen Municipal y delega a “una Junta de Beneficencia la administración de hospitales, manicomios y cementerios, cuyas atribuciones y deberes son determinados en un reglamento especial
formulado por la misma Junta y aprobado por el Consejo Cantonal”. La
ley otorga a la Junta todos los derechos y facultades que concede a las
personas jurídicas y la independencia de sus funciones, sin quitarle a la
Municipalidad el derecho de “inspección”. Además establece que del
presupuesto Municipal de cada año, el Consejo Municipal contribuya
para sostener los establecimientos (la cantidad asignada sería igual a la
destinada en el último presupuesto) y sólo podían disminuir en la medida que los establecimientos adquieran fondos propios, que en ningún
caso serían menos que la tercera parte. Pero al mismo tiempo determina el mecanismo de financiamiento, encaminado a provocar a través del
tiempo una autonomía económica de esta nueva institución, controlada
por el Estado: “la subvención que la Municipalidad asigne a esta Junta,
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 201
serán fondos propios de ella, los productos de los establecimientos bajo su dirección, los legados que se le hicieren y las donaciones particulares” (Diario El Nacional. Ley de Régimen Municipal, 1887).
En definitiva, es el Estado quien jurídicamente creó el embrión de
una forma de relación orgánica entre las instituciones del Estado y las
privadas, pero también propició que la sociedad se organice institucionalmente, bajo la modalidad de lo que hoy se conoce como Organizaciones no Gubernamentales.
Esta reforma a la Ley de Régimen Municipal, abre el camino para colocar las bases legales para que dos meses después se cree, mediante Ordenanza Municipal, la JBG, el 17 de diciembre de 1887. Este
año va a constituir el punto de partida de la organización institucional
de la beneficencia en el Ecuador bajo dos modalidades: la de carácter
semipúblico y que luego será privada: JBG organizada en 1888 y la estatal denominada Junta Nacional de Beneficencia (JNB), inscrita en el
Ministerio de Interior y Policía, creada posteriormente en 1906 a imagen y semejanza de la JBG, y que en 1926 siendo una dependencia del
Ministerio de Trabajo tomará el nombre de Asistencia Social, y para
1967 será suprimida para convertirse en el Ministerio de Salud Pública.
Pero la JBG, va a dar la pauta del modelo organizativo y administrativo
de la Beneficencia Nacional.
De esta manera hay jurídicamente dos tipos de Beneficencia en
el país: la privada y la estatal. Aunque parten aparentemente de los mismos principios ideológicos inspirados por el liberalismo, hay diferencias
abismales entre ambas, sobre todo desde el punto de vista administrativo, de la misma noción que se tiene de la beneficencia, de la filantropía y del pobre. En consecuencia, la JBG jurídicamente es una institución de carácter privado, pero sus fines, el servicio social, hacen de ella
pública, porque es un espacio común, accesible a todos.
La separación y articulación entre lo privado y estatal tiene una
explicación consistente en el análisis de los procesos históricos: la JBG
surge del Municipio, que es una estructura central del Estado Colonial,
es la estructura del poder local y del gobierno de las ciudades, que es
más privatista que estatal. Al organizarse las estructuras institucionales
(los aparatos burocráticos) de los Estados independientes, soberanos y
nacionales, esas nuevas estructuras estatales como la gobernación, las
prefecturas provinciales, tenencias políticas, con sus respectivas autoridades, los representantes del ejecutivo, inmerso en esas relaciones de
202 / PATRICIA DE LA TORRE A.
fuerzas, pactos, escisiones de los partidos políticos en una ciudad, son
autoridades designadas bajo este juego político.
Esta estructura estatal organiza poderes locales que entran en
conflicto con aquellos preexistentes. Dos estructuras paralelas de poder:
una de origen colonial, el municipio, que es el gobierno local de la ciudad, cuyas autoridades son elegidas bajo el mecanismo de la democracia formal, y la otra estatal, nacional, encauzada jurídicamente de arriba hacia abajo, organizando las complejas estructuras del poder y de la
organización del Estado moderno. La JBG es pues una expresión de la
organización colonial, adherida al municipio que se niega a ser nacionalizada, no porque sea pública, sino porque es local, por ende municipal y privada.
El Cantón Guayaquil tenia todos los ingredientes necesarios para
organizar una corporación de esa naturaleza, que significa disponer de
una voluntad política, una élite poderosa, con relaciones de parentesco
endogámicas fuertemente entrelazadas que a su vez garantizaba el disponer de recursos económicos. El 17 de diciembre de 1887, por Ordenanza Municipal se crea la JBG.6
La Ordenanza perfila la naturaleza de la institución, cuyos rasgos
más importantes son:
-
Es una derivación del Municipio
La composición de sus miembros son los notables, en el lenguaje de la época, personas respetables7.
Esta Ordenanza, hasta 1990, va a sufrir 4 modificaciones que están encaminadas a darle una mayor autonomía, siendo la más importante la de 1890, en la que el Congreso le otorga la facultad para fijar las
tarifas de los servicios. En 1932, el Congreso se la quita al Consejo Cantonal y otorga a la JBG, la atribución de aceptar las excusas y las renuncias de los miembros de la JBG, declarar las vacantes y elegir a los nuevos miembros que debían reemplazarlos. Es decir que, con este Decreto, se corta definitivamente la dependencia institucional municipal.
El mantener intacto el resto de los artículos de la Ordenanza, significa hasta el momento actual, disponer de un instrumento legal para
defender su autonomía, y para los “Hombres Notables” tener el control
absoluto institucional. Pero esto es coherente con las estructuras inamovibles y jerárquicas de la masonería.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 203
Pese a varias iniciativas de cambio, con miras a modernizar la estructura organizativa interna de la JBG, los “notables” prefieren mantenerla tal cual como fue creada, lo que significa salvaguardar una estructura tradicional cerrada, donde radica el poder de la institución que no
es contradictorio a los procesos de modernización en cuanto a oferta de
servicios, lo que le confiere solidez y le permite enfrentar con la ley en
la mano, cualquier intento que vaya en contra de su autonomía. Este
comportamiento va ha ser constante en el funcionamiento institucional
de la JBG. Es un juego de articulaciones de las estructuras antiguas y tradicionales, con patrones modernos. Veamos como esto se construyó a
lo largo de 1888 a 1990.
El 22 de enero de 1888 en el salón de la Casa Municipal, con la
presencia del Presidente del Consejo Cantonal, Dr. Francisco Campos,
gestor y fundador de la JBG, el Ministro Fiscal de la Corte Superior del
Distrito (Dr. Joaquín Febres Cordero), el Decano de la Facultad de Medicina de la Provincia (Dr. Federico Mateus), el Concejal encargado del
Ramo de Beneficencia (Francisco Fernández Madrid) y 14 “hombres notables” se leyó el Acta de creación de la JBG. En el Acta de la sesión preparatoria de la JBG del 29 de enero, el presidente del Consejo, Dr. Campos enuncia los justificativos de la creación de la JBG:
“Séame pues permitido, antes de que la Junta proceda al ejercicio de sus
nobilísimas funciones, decir algunas palabras relativas al fin que el Ilustre Consejo Cantonal se ha propuesto al organizar la Junta de Beneficencia.
Las múltiples labores Municipales, aumentando en proporción creciente, hacia muy difícil la consagración directa, constante y eficaz a los establecimientos de Beneficencia existentes en la ciudad.
Esta circunstancia, por una parte y la convicción mía de una corporación
especialmente consagrada a tan importante objeto, dará resultados magníficos como los ha dado en todas partes en donde se han establecido,
fijó al I. Consejo en la determinación, de haber encontrado, como era de
esperarse el apoyo y decidida corporación de todos los honorables caballeros, a quienes por unanimidad eligió y componer la Junta que hoy
se instala.
...Grande y noble es vuestra misión... sentar las bases del primer instituto oficial de Beneficencia, crear un sistema de caridad organizado: ir
desterrando la mendicidad, fundar nuevos institutos, extender la esfera
de acción en las obras de filantropía...
( Libro de Actas de la Junta General, Acta de la sección preparatoria, 29
enero 1888; Guayaquil, Archivos JBG, enero 1991).
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Este discurso inaugural habla de los fines, de la ideología, de los
programas y de las actividades de la flamante corporación, enuncia un
proyecto social a ser desarrollado a largo plazo con una noción del
tiempo en futuro; la cita textual es ilustrativa:
“Los hospitales, el manicomio y el cementerio, únicos establecimientos
existentes, adquirirán mayor incremento, se fundarán más tarde nuevas
casas de asilo para pobres vergonzantes, para niños huérfanos, para aliviar a todo ser que sufre. Desaparecerá poco a poco el doloroso espectáculo de la miseria pública y la caridad, esa hija del cielo, la fe... la esperanza cubrirá con su manto constelado toda miseria y todo dolor.
Grande y noble es vuestra misión, pero grande será vuestra obra también:
contribuir al alivio de la humanidad... sentar las bases del primer instituto oficial de beneficencia; crear un sistema organizado de caridad... extender las obras de filantropía.
No os fallarán señores el auxilio y protección pública. Veréis agruparse a
vuestro lado poderosas ayudas, veréis ingresar a las cajas los donativos
de los ricos y el óbolo de los pobres, cual contribuirá con su contingente al logro de nuestros deseos.
No es este un siglo egoísta, sino un siglo de progreso en todos sentido...
se alza la caridad bajo la forma de instituciones públicas y privadas,... recogiendo... al pobre sin hogar... al enfermo para curar su dolencia, al demente para atender a esa horrible enfermedad del alma... al huérfano para hacerle una familia, a la tierna doncella para encontrarle un refugio.
... La experiencia es la grande consejera y la experiencia ha demostrado
que las Juntas de Beneficencia han dado siempre los más fructuosos resultados”
(Sesión de instalación de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, 29 de
enero de 1888).
En este discurso de fines del siglo XIX están claros los planteamientos que a fines del siglo XX hace el Estado: el reconocimiento de
su incompetencia y la delegación de sus funciones de acción social a
la sociedad civil, porque no tiene recursos financieros, humanos, materiales y posee una burocracia pesada e inmanejable. Delega su responsabilidad a una corporación privada elitista, con la visión clara de que
lo privado funcionará con mayor eficiencia que lo estatal. El pensamiento liberal de comienzos de siglo y el neoliberal de finales del presente,
en lo que se refiere a la privatización de los sectores productivos y sociales del Estado, se dan de la mano en una suerte de similitud de principios que trasciende el tiempo.
Esta propuesta parecería antagónica porque es el Estado quien reconoce su incapacidad, pese a la atención prestada a las obras sociales
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 205
y de salud, en una época crucial de su formación, como es la de sus instituciones. Sin embargo, en un acto consciente le otorga poder a una élite, que en este momento histórico es actor decisivo tanto político como
económicamente en la constitución del Estado. Se nota una ambivalencia a veces desconcertante de esos personajes que se arraigan en la larga duración de las antiguas estructuras ibéricas, pero que aparecen también como coyunturas y típicos del siglo XlX y hasta del XX.
2. La delimitación de la privacidad de lo privado: la JBG y la masonería
La ley es emitida a nivel nacional. Por ordenanza municipal es
aplicada en la municipalidad de Guayaquil y no en otras; aquí surgen
algunas preguntas: ¿Por qué Guayaquil organizó la JBG y el resto de ciudades, sobre todo Quito y Cuenca, solo lo hicieron tardíamente por iniciativa del Estado? ¿Por qué los grupos económicamente dominantes
asumieron en Guayaquil y no en las ciudades de la Sierra la Beneficencia con un componente fuertemente filantrópico humanista y privado?
¿Cómo se explica que durante más de un siglo la estructura administrativa jerárquica, la forma de gobierno de la JBG no se haya modificado?
¿Por qué los notables que ocupan cargos directivos no reciben salario,
pero sí los directivos de la Junta de Beneficencia Nacional? ¿Por qué en
el discurso de los notables (miembros de la JBG) siempre estuvieron presentes valores morales como el honor y la honra? ¿Por qué es una beneficencia humanística y no religiosa? ¿Por qué le importa más el pobre,
el miserable, como sujeto individual y concreto y no la pobreza como
concepto abstracto y genérico? Todas estas preguntas me remiten a encontrar respuestas medulares, de un “algo” que dio coherencia, permanencia y mantuvo estable a la institución a la largo de más de un siglo.
“Ese algo” permite suponer que hay razones ocultas, que se inscriben en
el ámbito no de lo privado, sino de algo mucho más resguardado, en ese
ámbito de la privacidad.
La JBG mantiene una privacidad, de aquello que solo es exclusivo de un solo grupo, que le hace impenetrable para otros. Es un lugar
solo de “ellos”, que permanece oculto a fin de no perder su profundidad. Es como si existiera la noción de una propiedad privada no jurídica, pero sí vital, existencial. Es como que existiera una segunda vida,
protegida de la vista de los otros.
En las múltiples respuestas pensadas, las causas no jurídicas no
son muy explicativas, pues lo jurídico es la legitimación formal de un
206 / PATRICIA DE LA TORRE A.
código de ordenamiento del Estado a la cual la sociedad se somete y que
termina colocando a la institución en la esfera pública. Existen causas
que legitima intereses que en sí no son estrictamente económicos, sino
de otra naturaleza, pero ¿cuál es esa otra naturaleza?.
Entender esa otra naturaleza significa adoptar una dimensión analítica diferente: la naturaleza de la privacidad de la JBG. Para precisar
que es lo que voy a entender por privacidad en lo privado de la JBG,
usaré el concepto esbozado por Hanna Arendt. Para esta autora, una acción de la privacidad es que las cuatro paredes de la propiedad particular de una persona, ofrezcan el único refugio seguro contra un mundo
público común, no solo contra todo lo que en él ocurre, sino también,
contra su propia publicidad, contra el hecho de ser visto u oído. Una
existencia vivida enteramente en público, en la presencia de los otros,
se torna superficial, retiene su visibilidad, pierde la cualidad resultante
de vivir a tono, a partir de un terreno más sombrío (Arendt, H.; 1993).
La condición inherente a esta naturaleza es el secreto.
Si bien esta apreciación se dirige a las personas como sujetos individuales, puede hacerse extensivo para grupos cerrados, sociedades
secretas que, por el hecho de serlo, se cohesionan para formar una individualidad institucional.
Para Simmel (1986), como para Weber (1984) y Habermas
(1984), el secreto es una determinación sociológica que caracteriza las
relaciones recíprocas entre los elementos de un grupo. Cuando un grupo toma el secreto como forma de existencia, el sentido sociológico del
secreto se convierte interno y determina las relaciones de los que lo poseen en común. La primera relación interna esencial en la sociedad secreta es la confianza mutua, la cual necesita una medida que es la protección para hacerse invisible, así, una unidad social puede ocultar su
propia existencia. Pero es el atributo de ser un grupo, lo que garantiza
esa protección. Los individuos como tales no se ocultan, pero sí los individuos pertenecientes a un grupo secreto, que aún siendo identificados como tales, mantienen sus secretos y en secreto a sus miembros, sus
finalidades y sus decisiones particulares. La confianza reside en la capacidad de callarse, en la discreción de guardar el secreto que en sí es muy
difícil.
El hecho de callarse está asociado a un factor moral, a una relación moral, que es la confianza que se otorga y se mantiene por la fe
en las personas, pues cuando se trata de creer en la inclinación o en la
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 207
energía, en la moral o en la inteligencia, en la honradez o en el tacto de
una persona, es más fácil que se produzcan hechos en que puedan fundarse, de una vez para siempre, una cierta cantidad de confianza y se
reduzcan las posibilidades de desengaño. En esta forma de confianza
predomina el factor subjetivo. En el camino que existe desde el silencio
hasta la indiscreción pueden existir muchas circunstancias aleatorias
que den paso a la revelación del secreto. Por eso los grupos secretos
son una escuela de relación moral entre los hombres. La confianza posee un valor moral; la ecuación es directamente proporcional: a más
confianza, más moral y viceversa (Simmel, G.; 1986).
Si en las sociedades primitivas y en los niños, pensar y hablar
equivale a lo mismo, en un grupo secreto se necesita aprender a pensar y a callar para que el resto le confiera la confianza, porque si bien
existen otros mecanismos para conseguir el silencio como el castigo o
el juramento, en los grupos secretos, el silencio es un aprendizaje que
se realiza sobre la base de la disciplina.
La JBG, vista como una “individualidad institucional” tiene un
“aire sombrío”; ha conseguido mantener dentro de las cuatro paredes de
la sala de sesiones, las relaciones entre ellos y con las más altas autoridades políticas y económicas. Es un refugio seguro contra el mundo público, aunque tiene una presencia pública por los servicios sociales que
presta.
Una vez que agoté todas las posibles explicaciones a las preguntas inicialmente planteadas, encontré una convincente, que me remitía
a otras reflexiones no sólo de conceptos y de categorías, sino del significado de los mismos con la realidad política y social que vivía el Ecuador en la época de creación de la JBG: el liberalismo, la beneficencia y
la masonería. La JBG aglutina estos tres conceptos importantes. En el
contexto histórico de su origen, finales del siglo XIX y hasta la mitad del
siglo XX, estas tres palabras están profunda y permanentemente vigentes; sobre todo en la política, en el Estado y en el abordaje de la problemática social de la pobreza. Liberalismo, beneficencia y masonería no
sólo son conceptos, sino realidades institucionales fuertemente impregnadas en los debates de los dirigentes políticos, que provocan en sus luchas y decisiones públicas, la modificación de la relación entre el Estado y la Iglesia; proceso medular de la revolución liberal ecuatoriana y
la institucionalidad de las mismas.
208 / PATRICIA DE LA TORRE A.
La masonería es una práctica religiosa oculta, clandestina, perseguida por la Iglesia Católica, pero con fuerte presencia ideológica que
se expande invisiblemente y sin control en las prácticas liberales y de
beneficencia, que se insertan en el Estado a través de varias formas,
siendo la más significativa la vía jurídica, cuyo ejemplo es la carta constitucional del Gran Maestro masón Eloy Alfaro, líder de la revolución liberal y presidente del Ecuador y del gran ideólogo del liberalismo, el
hermano masón José Peralta.
Hacer un análisis de la tríada de estos conceptos me lleva a identificar cual de ellos es central, qué articulaciones y niveles de relaciones mantienen entre sí, no sólo en el manejo de las categorías teóricas
como tal, sino en sus concreciones empíricas. La suposición que levanto es que la masonería, invisiblemente, articula y anuda la relación visible entre liberalismo y beneficencia, bases fundamentales del laicismo
y del llamado Estado Liberal. Así, la beneficencia masónica plasma los
ideales del liberalismo, pero de ese liberalismo que tiene su base masónica, porque liberalismo y masonería no son incompatibles; tienen los
mismos principios ideológicos y se sustentan mutuamente, al igual que
la del capitalismo. La masonería, constituida en sociedad secreta provoca esa naturaleza de privacidad de la JBG, privacidad necesaria para hacerse pública. De esta forma hay una doble y simultánea connotación
de lo privado, aquello que se deriva de lo jurídico y la otra de la ideología mantenida y resguardada por el secreto. Este planteamiento genérico necesita de una serie de evidencias empíricas para ser demostrado.
2.1. La Beneficencia privada tiene sus raíces en la masonería
La Francmasonería presenta un intrincado laberinto acerca del
origen de la Institución. El diccionario masónico señala el año de 1717
(siglo XVIII) como el verdadero origen demostrable de la Orden. Parece
que su origen data de la edificación del Templo de Salomón. Algunos
historiadores contemporáneos aseveran que antes de la construcción del
Templo, había en Asia Menor una sociedad de arquitectos, (la Fraternidad de Artesanos Dionisianos), cuyo privilegio exclusivo era erigir edificios públicos. Hay muchas peculiaridades de esta asociación que la asemejan con la Orden, entre las más importantes están el ejercicio de la
caridad. Los hermanos opulentos estaban comprometidos a socorrer y
llenar las necesidades de los más pobres, para ello la organización en
logias facilitaba sus trabajos bajo un gobierno regido por Maestros y varios Vigilantes. Empleaban en sus ceremonias muchos de los instrumen-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 209
tos que aún se encuentran entre los francmasones como una lengua universal que les permitía a más de reconocer a otro hermano, que se hallaban esparcidos por la India, Persia y Siria (Diccionario de la Masonería; 1977. Nueva Enciclopedia Larousse; 1984).
En Judea se encontró otra organización similar a la Orden, bajo
el nombre de la Fraternidad Eseniana, dividida en dos clases: la operativa y especulativa. La primera se ocupaba exclusivamente en practicar
los trabajos de algún arte u oficio como la arquitectura; la segunda era
una sociedad de filósofos, que se dedicaba a una vida contemplativa y
de estudio que no les permitía ocuparse de trabajos materiales. En este
carácter filosófico es donde más se aproximaba a la moderna Masonería especulativa, que con el uso de símbolos desarrollaban sus teorías e
inculcaban sus principios. Esta asociación estaba, de todas formas, estrechamente ligada con el Templo, pues ellos derivaban su origen de los
kassideanos, sociedad de devotos judaicos que se asociaron bajo el
nombre de “Caballero del Templo de Jerusalén”. Así, de acuerdo a la estricta tradición oral mantenida por la orden, sus orígenes estarían desde
Salomón y en los Templarios, ejército destinado para cuidar del orden,
al que se le atribuye la organización de instituciones filantrópicas (Ibid).
Los esenianos, de acuerdo a los reglamentos de la Fraternidad,
eran estrictos en las investigaciones sobre el carácter, la conducta y las
cualidades de los individuos que pedían la admisión en su sociedad, los
que eran aceptados después de muchas ceremonias. Luego el neófito
hacia un juramento por el cual se comprometía a no divulgar los secretos que le fueran confiados y a no hacer nunca innovaciones en los usos
de la sociedad. Después se le enseñaba a reconocer los adeptos y más
tarde le instruían en los conocimientos y tradiciones de la Orden. En esta asociación no se admitían mujeres, abolían toda distinción de rango
y se consagraban al estudio, a obras benéficas y caritativas. De la Fraternidad Eseniana, Pitágoras derivó muchos de los conocimientos y ceremonias que revistió la escuela esotérica de su filosofía. Por ello, le han
atribuido la propagación de la Masonería a Grecia, que con el transcurso del tiempo, pasó a Inglaterra. Algunos escritores masones han intentado demostrar que la Masonería fue introducida en Europa durante las
Cruzadas, no hay fuerza comprobativa ni argumentativa para sostener
esta aseveración. Es más aceptada la versión de que la extensión de la
Orden en Europa se debe a las continuas comunicaciones con Palestina, durante los primeros siglos del Cristianismo (Ibid).
210 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Parece que el gobierno y la formación peculiar de esa fraternidad
de masones operativos era idéntico al sistema de masones especulativos
de hoy, como lo puede permitir el diverso carácter material de aquellos
y el filosófico de éstos: vivir en chozas o Logias que construían cerca del
edificio en que estaban empleados, cuyo nombre actualmente conservan los lugares de las reuniones y organización jerárquica de la Orden;
el que cada diez operarios estuvieran bajo la autoridad de un Vigilante
que supervisaba sus trabajos, mientras que un Maestro, elegido por la
Fraternidad, estaba encargado del gobierno y dirección de todo. Estos
son datos suficientes para identificar las similitudes que hay entre estos
dos sistemas.
Los masones, que ya habían adoptado el apelativo de francos, sinónimo de libres, (de allí proviene la palabra francmasonería) continuaron por mucho tiempo recibiendo la protección de la Iglesia y la nobleza. El aumento de adeptos en las estructuras altas del poder político del
Estado monárquico del siglo XVI y la extensión dilatada de sus privilegios y prerrogativas, expresión de un fuerte sistema de poder opuesto al
de la Iglesia Católica provocó la persecución, lo que debilitó la Orden
hasta casi extinguirla.
En Inglaterra, país de las reformas religiosas, se habían establecido muchas Logias que, amparadas por las leyes británicas, continuaron
propagando las doctrinas, teorías y costumbres de la Institución por sus
territorios y por el de Escocia, conservando siempre intactos los antiguos
límites y sus preceptos. La ciudad de York y la aldea y abadía de Kilwinning, en Escocia, pueden fijarse como las modernas cunas de la Masonería; allí la Orden continuó diseminándose, mientras que las Logias del
continente habían sido disueltas por las persecuciones de la iglesia católica (Diccionario Enciclopédico de la Masonería; 1977).
La introducción de la francmasonería en los diversos países de Europa y América, se halla íntimamente ligada con la organización de las
grandes Logias que de acuerdo a la presente organización, datan de la
época moderna, con la formación de un cuerpo con autonomía suprema sobre la Orden. Este dato se encuentra en las “Constituciones Góticas”, que facultaba a los masones para que efectuaran un Consejo general llamado Asamblea general de masones, que no equivale a lo que
hoy se conoce como una Gran Logia porque la formaban todos los delegados y representantes y no sólo los Venerables y Vigilantes sino todos los que pertenecían a la Orden. No se sabe de la continuación de
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 211
esta asamblea, la historia subsecuente de la Masonería guarda silencio
absoluto sobre este asunto.
La segunda asamblea general de la Fraternidad, de que se tiene
conocimiento, fue convocada por el príncipe Edwin, hermano del rey
Athelstane y nieto de Alfredo el Grande, en la ciudad de York, el año
926.
Los reglamentos de la Orden facultaban a los hermanos aptos y
capaces para abrir y cerrar Logias en el tiempo y lugar más conveniente. Estas Logias eran completamente independientes y sus miembros podían formarlas o disolverlas a su antojo y sin necesidad de autorización
superior. Las Asambleas Generales continuaron reuniéndose en la ciudad de York, muchos siglos después de haberse establecido. Constituyeron durante todo ese tiempo el gobierno supremo de la Fraternidad. Las
Asambleas Generales fueron cuerpos administrativos y legislativos, con
autoridad para gobernar la Fraternidad. Durante cerca de ochocientos
años los intereses de la Institución eran manejados por estas Asambleas
Generales, que se reunían anualmente en la ciudad de York para legislar sobre el gobierno de la Fraternidad.
A principios del siglo XVIII la Institución empezó a decaer, no por
los desórdenes ocasionados por la revolución que colocó a Guillermo
III en el trono de Inglaterra, que era francmasón y protector de la Orden,
sino, fundamentalmente, por la incapacidad, debida a la avanzada
edad, de Sir Christofher Wren, Gran Maestro, y las vinculaciones con la
muerte de Guillermo III en 1702. Las Logias disminuyeron en número
de miembros y dejaron de efectuarse por muchos años las Asambleas
Generales. El temor era que en Inglaterra se extinguiera la Orden, pese
a que algunas antiguas logias continuaron sus reuniones con regularidad; pero eran pocas para poder conservar el poder de la Institución.
Hacia el año de 1715 no había más que cuatro Logias trabajando en Londres. Al advenimiento de Jorge I al trono, los miembros de estas cuatro Logias y algunos hermanos, resolvieron unirse bajo la autoridad de un Gran Maestro. Los resultados de esta resolución provocaron
que se agruparan a principios de febrero de 1717. Anderson la llamó
una Gran Logia pro tempore. Acordaron celebrar la Asamblea y la fiesta anual y elegir un Gran maestro entre ellos mismos, cuyo requisito fundamental era ser noble de nacimiento. Así la masonería se erige nuevamente como una élite eminentemente masculina con poder económico,
político y social; sus integrantes tenían un nivel de instrucción alto, y su
212 / PATRICIA DE LA TORRE A.
admisión era estrictamente selectiva (Diccionario Enciclopédico de la
Masonería, 1977).
En 1717 se adoptó una nueva organización para el gobierno de la
Fraternidad, que dio principio al establecimiento de una Gran Logia en
la forma que hoy conservan estos cuerpos. La Fraternidad, que hasta entonces había estado compuesta en su mayor parte por verdaderos obreros, admitió obreros simbólicos; el trabajo intelectual reemplazó al trabajo del arte material y en lugar de ocuparse en edificar templos visibles
y sujetos a la destrucción, se trataba de trabajar en la construcción del
templo único e invisible del mejoramiento de la humanidad en su estado social: el ser humano.
Apenas reorganizada la masonería en Inglaterra en 1723, se creó
el Comité de Beneficencia que disponía de cuantiosos fondos obtenidos
de la manuficencia de los hermanos, producto de suscripciones y donativos voluntarios que algunas veces ascendían a cantidades enormes. El
siguiente cuadro permite tener un panorama global de la institucionalización de la Beneficencia masónica privada, a través de su Comité de
Beneficencia en Europa y Estados Unidos durante el siglo XIX (Diccionario Enciclopédico de la Masonería; 1977. Nueva Enciclopedia Larousse, 1984).8
Cuadro 18
Casas de Beneficencia masónica en Europa y EE.UU. Siglo XIX
País
Inglaterra
Irlanda
Francia
Alemania
Holanda
Hamburgo
Suiza
Dinamarca
Portugal
Centros
Educativos
Asilos
1
3
2
28
3
0
0
0
3
2
0
0
1
0
0
0
0
0
Cajas
Socorro
2
0
4
9
0
0
0
1
0
Caja
Pensiones
0
0
0
4
0
0
0
1
0
Hospitales
0
0
2
1
1
1
0
0
2
Patronato
0
1
0
0
0
0
1
0
0
Total
5
4
8
43
4
1
1
2
5
Fuente: Frau, Abrines; Diccionario Enciclopédico de la Masonería, México, Editorial del
Valle, 1977.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Ver anexo 6
Los grupos sujetos de la práctica benéfica son las esposas, hijos y
parientes consanguíneos de masones con problemas económicos, que
no bordean los límites de la miseria o indigencia y los indigentes en ge-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 213
neral. Estos grupos configuran un problema social eterno, que se anuda
bajo el nombre de pobreza. La siguiente tabla expresa la selección de
los grupos de riesgo, de este mal insoluble y eterno.
Cuadro 19
Grupos sociales atendidos por la Beneficencia masónica. Siglo XIX
GRUPOS
Niños indigentes
Huérfanos
Jóvenes indigentes
Desempleados
Parturientas
Viudas
Ancianos
Enfermos
Muertos
NUMERO
18
15
29
2
2
9
9
8
2
Fuente: Frau, Abrines; Diccionario Enciclopédico de la Masonería, México, Ed. del Valle,
1977.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Los niños son el grupo más importante, ya sean indigentes o huérfanos; es un grupo frágil y desprotegido tanto en el pasado como en el
presente, y que hoy constituye un tema preocupante para el mundo entero. Le siguen los jóvenes indigentes, y hay una actividad protectora al
desempleado. Las parturientas tienen su importancia, así como las viudas y los ancianos y sin duda están también los enfermos y los muertos.
Todo este espectro de grupos configura en su totalidad un problema social, no solo económico sino también humano existencial. Vale resaltar
que este espectro de grupos incluye los pasos importantes de la vida
biológica del ser humano, desde el nacimiento hasta la muerte.
Es muy importante que para la masonería la educación sea una
forma de rehabilitación esencial. El objetivo es proporcionar a los individuos de instrumentos para su desarrollo personal. Así la formación del
desposeído es medular, pues se refleja la concepción filosófica que se
tiene del hombre como constructor de su propio destino; de ahí el abundante número de escuelas, seminarios e institutos que fundan y financian.
214 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Los hospicios han sido los establecimientos de caridad que ha
fundado la masonería en muchos países, con objetivos concretos: en el
caso de las mujeres era el lugar para enseñarles los deberes sociales que
les estaban impuestos; prevenirla, defenderla y rehabilitarla de la ociosidad, del vicio, la prostitución, y conseguirle trabajo. Un programa
completo hacia la rehabilitación social de la mujer desprotegida. A su
vez, las Cajas de Socorro y Pensiones para viudas y huérfanos de masones, extensiva a los desposeídos, instituyen las cajas de pensiones. Todas estas acciones esboza desde ya una forma de seguridad social.
El actor central de la Beneficencia Masónica: El Hermano Hospitalario
El hermano hospitalario al principio fue conocido como miembro
o caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, llamado también Templario. En el siglo XVIII, fue el Jefe de los actos humanitarios y benéficos, sus funciones iban desde el manejo administrativo de la beneficencia (recoger, distribuir y entregar, registrar, informar el dinero para los socorros) hasta el cuidado del enfermo. Por tener el “tesoro de la beneficencia”, representaba una forma de sacerdocio masónico, por lo tanto
era sagrado y religioso. De él dependía el fin filantrópico que estaba
empapado de humanidad, fraternidad, moralidad (Lavagnini, A.; 1990).
Para ser designado como hermano hospitalario debía tener cualidades determinadas: ser rico, tener disponibilidad de tiempo, ser activo,
vigilante, buen observador, tener firmeza de carácter y criterio para saber discriminar entre el pobre y el que hace de la caridad un objeto de
comercio, o que la convierten en una industria de la pobreza, explotando la bondad y la beneficencia fraternal. Combina una reputación de caritativo, con la de severo y justo. Para la masonería esta imagen tiene
que ser conocida y reconocida, para que tanto la mendicidad masónica,
como las otras formas de mendicidad, no quiten oportunidades para el
apoyo al verdadero pobre, viuda o el huérfano de un hermano muerto
en “honrosa indigencia”. Este tipo de cualidades atribuidas en la masonería, son las atribuidas a un notable.
Los actos de humanidad del hermano Hospitalario tienen una serie de criterios, para determinar quienes son dignos “de la piedad fraternal”, como son: bajos ingresos que no cubre las necesidades básicas o
las de su familia; desempleo, enfermedad, ancianidad. Todas estas condiciones vinculadas a la imposibilidad de trabajar, perfilan una tipología
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 215
del sujeto de la labor benéfica con prioridad a los miembros de la propia Orden, protección usada para precautelar la integridad del propio
grupo, sin duda una forma de solidaridad para evitar que el rico, o el noble empobrecido sea un sujeto estigmatizado socialmente por la pobreza.
La masonería opera de esta forma porque reconoce que el comportamiento humano del pobre o necesitado, frente a una posibilidad de
ayuda, pueda generar actos ilícitos. Socorrer al “honrado pero indigente masón o profano, y no a diez o veinte mendicantes, que hacen mal
uso de los beneficios: ¡Cuántas veces la medalla o el dinero de la viuda, han servido para pagar la obscura orgía de taberna!” (Diccionario
Enciclopédico de la Masonería; 1977). La beneficencia masónica, ayuda al pobre honrado que tiene la potencialidad de rehabilitarse, pero no
al ladrón; la mala conducta y la pereza son indignas de tener opción a
la generosidad fraternal. En definitiva, la masonería selecciona al beneficiario en base al principio de la honradez: es un código de ética moral que excluye al grupo delincuencial, que en cambio es tomado en
cuenta por la Iglesia Católica y el Estado.
El trabajo del hermano hospitalario se asemeja al de un profesional social polifacético de los tiempos actuales: a un trabajador social
cuando verifica los datos de la condición de necesitado y establece el
monto y el tipo de la ayuda material; se asemeja también, al de un psicoterapeuta y al del sacerdote; al de una enfermera en el cuidado del
enfermo en las diferentes etapas de la enfermedad. Frente a la muerte
critican la acción de un sacerdote católico por ser llamado cuando se
ha perdido la esperanza de la vida; para los masones, el sacramento de
la extremaunción, las oraciones y exhortaciones son una expresión de
una muerte anticipada, del castigo (el infierno) o la recompensa (el purgatorio o el cielo); para los masones la acción frente al moribundo se encamina a ayudarle a morir en paz (Lavagnini, A.; 1988, 1991).
En las logias en donde la duración de los cargos es limitada, se
hace una especial excepción en favor del Hospitalario que puede ser
reelegido indefinidamente. En esta prorrogación la Logia privilegia el
deseo de evitar que las miserias y necesidades sean conocidas por nuevos hermanos, para precautelar el derecho a la privacidad y por otro lado garantizar la continuidad del trabajo. Todos estos enunciados se
constituyen en una doctrina que contienen los Estatutos generales del
Supremo Consejo de la Masonería, que se ejerce sobre la base de un es-
216 / PATRICIA DE LA TORRE A.
quema organizativo y administrativo de la beneficencia, con un alto
contenido de eficiencia.
Sintetizando, tres aspectos se destacan en la Beneficencia masónica europea:
1. La rehabilitación individual y no colectiva al pobre, a la que el
Estado ofrece un alivio momentáneo.
2. El ideario de la revolución francesa: igualdad, fraternidad, solidaridad. También del liberalismo, en el sentido de una acción individual.
3. La filantropía, como fuente de financiamiento, bajo la forma de
donaciones, legados, asignaciones, aportes periódicos.
Una distinción es necesaria. La agudización de la pobreza en Europa en el siglo XIX, sobre todo en la capital del capitalismo, Inglaterra,
coincide a más de una inercia política de la población, con una respuesta caritativa de los ricos, ya sea como personas individuales u organizados por medio de instituciones de beneficencia como la masónica. Estos tipos de beneficencia perfilan a instituciones humanísticas de servicio social, más que religiosas católicas, que fueron trasladadas al nuevo continente conquistado, pero no por el país conquistador, España, sino por Inglaterra, que pretendió conquistar las ex colonias españolas y
que de alguna forma estableció mecanismos de sujeción efectivos como: la introducción de la masonería, los financiamientos a través de
préstamos para las guerras de la independencia, la expansión comercial
de productos textiles. La presencia de Inglaterra fue atentatoria a la hegemonía iniciada por Estados Unidos a través del Panamericanismo; la
doctrina Monroe de 1820, ejecutada a comienzos del siglo XX, es la manifestación de la defensa de los intereses expansionistas de Europa hacia
América del Sur.9
Y aquí es pertinente una asociación que no es aventurada, que
hace referencia a la matriz ideológico política y religiosa de la época. La
ética protestante, ampliamente analizado por Weber, definió las estructuras para el desarrollo capitalista, siendo la religión un factor de innovación y cambio social, planteamiento que es compatible con el liberalismo y la masonería. Lo más importante es que hay un elemento común
en las tres: la centralidad en el individuo.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 217
2.2. La masonería en el Ecuador
La instauración de la masonería en el Ecuador es un proceso muy
complejo y poco estudiado10. El brochazo que a continuación doy, solo permite contextualizar su institucionalización para establecer las relaciones sólidas y ocultas de ella con el liberalismo y la JBG.
Según datos obtenidos del libro de actas de la Gran Logia Ecuador 1927, la primera logia masónica se instaló en Quito en 1809, en
pleno apogeo de la guerra de la Independencia; su tiempo de duración
fue efímero. En 1812, la masonería se organiza en Guayaquil, donde se
estableció la primera Logia. Trece años más tarde, 1843, surge otro Taller, bajo los auspicios del Supremo Consejo Colombiano, que se ocultó bajo el calificativo de Centro Filantrópico, siendo sus fundadores el
General José María Villamil, el Dr. Juan Bautista Destruge, y el Cirujano
Mayor del Ejército de Simón Bolívar, el Dr. José Mascote. En este centro, 1849, nació la filantropía institucionalizada, con la fundación de la
Escuela gratuita de Arte y Oficios, que posteriormente tomó el nombre
de la Sociedad Filantrópica del Guayas, hasta hoy existente. Treinta años
después el Dr. Alfredo Baquerizo Moreno (Miembro de la JBG y presidente del Ecuador) elogiaba el sello masónico de la institución, como
sinónimo de progreso.
“fue a no dudarlo una obra de fe y de amor...de cultura y de humanidad.
Ideas como las de esta fundación, son a manera de semillas arrojadas por
el espíritu de los hombres al tiempo y al espacio... magnas prodigiosas,
harían de aquella obra, nacida al calor de un sentimiento de abnegación
y de filantropía, la más poderosa, la más benéfica y la más independiente de nuestras instituciones de enseñanza... El sello masónico de esta institución educativa, fuente de grandes bienes para el pueblo, que ha alcanzado en nuestros días un progreso admirable.”
García Moreno, 1860, (quien quiso ingresar a una Logia, pero
que no fue aceptado por pretender acceder a cargos de alta jerarquía sin
seguir los procedimientos establecidos) implantó una lucha férrea contra la masonería, convirtiendo a los jesuitas en sus mejores aliados, así
se dispersó en el Ecuador la incipiente familia masónica (Actas, Gran
Logia del Ecuador, 1927). En 1878, al iniciarse la transformación liberal
dirigida por el General Ignacio de Veintimilla, los masones en su mayoría extranjeros, obtuvieron el permiso y la patente del Gran Oriente del
Perú para levantar nuevamente columnas en el puerto de Guayaquil, al
amparo de las garantías individuales dadas por Veintimilla. Las presio-
218 / PATRICIA DE LA TORRE A.
nes de la Iglesia, eliminaron dichas seguridades y los masones volvieron
nuevamente a la inactividad. Se prolongó durante el periodo del predominio de los conservadores, que se inició con la administración del Presidente J. M. Plácido Caamaño, 1884, hasta la caída del partido en
1895. Es en la revolución liberal, cuando el poder político en la gran figura de Eloy Alfaro, Hermano Caballero Kadosh Gr. 30, que los masones se agrupan y establecen el 31 de enero de 1897, la logia Luz del
Guayas Nº 10 bajo la jurisdicción de la Muy Respetable Gran Logia del
Perú.
Según sus normas organizativas, una logia sólo podía ser creada
por una logia superior dentro del ámbito de su jurisdicción para servirle
de referencia. Las diferentes logias ecuatorianas tuvieron a varios países
y durante el siglo XIX se observa una lógica: la subordinación de la logias ecuatorianas, siguen el patrón geopolítico de la organización del Estado Colonial y de la Gran Colombia, así las logias de Quito y del centro del país dependían de la Gran Logia del Nuevo Reino de Granada
(Colombia). Pero a partir de 1848, las logias ecuatorianas estuvieron subordinadas a la jurisdicción del Perú, bajo sus diferentes denominaciones de acuerdo a la evolución de las mismas (Gran Oriente, Gran Logia,
Supremo Consejo Confederado); otro eje político y económico estrechaban las relaciones entre Guayaquil y Lima, que se intensificó a finales
del siglo XIX por la dinámica exportadora de esos dos puertos más importantes. No cabe duda que Guayaquil fue el centro inicial de expansión de la masonería. En 1917 se creó el Supremo Consejo Confederado del Ecuador y en 1921 se “instaló a perpetuidad” la Muy Respetable
Gran Logia de los Antiguos, Libres y Aceptados Masones de la República del Ecuador con el reconocimiento de la Gran Logia del Perú. En
1923 el presidente de la república José Luis Tamayo, (miembro de la
JBG) mediante Acuerdo Ejecutivo Nº 926 (Registro Oficial.1923) aprobó
la Constitución y Estatutos, de esta institución, reconociéndole personería jurídica, hecho significativo porque el Estado liberal-masón, legitima
su presencia a través de la ley.
La creación e incremento de las logias fue paulatino. En los 70
primeros años del siglo XIX, se crearon 6 logias (1808-1878). A partir de
la Revolución Liberal hasta la masacre de Alfaro (1897-1913), es decir
en 16 años se crearon 10 logias y desde 1916 hasta 1925, 9 años, aparecen 9 nuevas logias. A primera vista, lo que se puede ingerir es que en
el contexto de la revolución liberal tenían como centro de irradiación a
Guayaquil. De esta manera, si el liberalismo fue anticlerical, también
fue promasónico.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 219
Cuadro 20
Logias creadas en el Ecuador, 1808-1925
Revolución
Liberal
Añosintensidad
Antes
Durante
Después
Total
1808-1878
1895-1913
1916-1925
Guayaquil
2
12
4
18
Quito
1
3
1
4
Otras
0
2
0
2
Total
3
17
5
25
Fuente: Fichte, Fels; “Proceso histórico de la masonería en el Ecuador”, en Anuario de la
Gran Logia del Ecuador, 1926-1927, p 101- 114.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Ver anexo 7
Varias deducciones se pueden obtener de esta constatación. En
primer lugar, y no es desconocido, que la masonería jugó un papel importante en las guerras de la independencia, y en la revolución liberal;
los próceres de la independencia, como los gestores de la revolución liberal en su mayoría fueron masones. Estos son hechos políticos trascendentales: el uno es la independencia de la Metrópoli, el segundo es la
independencia del Estado con la Iglesia. En ambos casos los procesos
son cruentos sostenidos por un principio común: la libertad, la igualdad
y la fraternidad, el legado de la Revolución Francesa.
En Guayaquil la masonería comienza a declinar a partir de los
años 50, sus causas, el mantenimiento de un grupo cerrado que se agotó no solo biológica, sino también en la renovación de las ideas. Los viejos hermanos fueron muriendo, no hubo nuevas generaciones que continuaran con la Orden, por otro lado, el populismo derroca no solo la
estructura del poder de las élites en el poder, sino que da paso a un fraccionamiento de la sociedad.
2.3. La JBG, una institución masónica
Qué es lo que me permite aseverar que la JBG tiene origen masónico, al igual que otras instituciones filantrópicas de Guayaquil?. Hay
varias constataciones. En primer lugar, “su partida de nacimiento”, emitida en el período de la revolución liberal, en donde el propulsor de la
Beneficencia institucionalizada en el país, tanto a nivel privado, como
estatal, fueron masones de alto grado como: el Gran Maestro Eloy Alfaro, su hermano, Flavio Alfaro (Gobernador de Pichincha); el gran ideó-
220 / PATRICIA DE LA TORRE A.
logo liberal, José Peralta; el ministro del Interior, Policía y Beneficencia,
Abelardo Moncayo y otros como Vargas Torres y Concha. Por otro lado,
a más de la especificidad de sus obras, los símbolos y signos masónicos
en la arquitectura11, la forma de organización, tema que será analizado
en un capitulo aparte, y el ingreso y presencia de masones bajo la nominación de notables. El siguiente cuadro registra sus nombres hasta
1950.
Cuadro 21
Masones miembros de la JBG: 1888-1982
NOTABLES MASONES
Dr. Alcides Destruge
Sr. Adolfo Hidalgo
Sr. Jaime Puig Verdaguer
Dr. Juan Horacio Esteves
Sr. Miguel Seminario
Sr. Juan Kruger H.
Sr. Francisco de Roca
Sr. Eduardo López
Sr. José María Molestina Roca
Dr. Juan B. Destruge
Sr. Martín Avilés
Sr. Belisario Luque
Sr. Martín Avilés
Sr. Alfredo Cartrigh
Sr. Enrique Gallardo
Sr. Jorge Marcos
Sr. Luis A. García
Sr. Luis A. Dillon
Sr. Félix González Rubio
Sr. Leonardo Sotomayor
Sr. Augusto Dillon Valdéz
Sr. Harry Sthephard
Dr. Hernán Parker B.
Sr. Forest La Rosse Yoder
Sr. José Gómez Gault
Dr. Alfonso Trujillo Bustamante
Dr. Rosendo Arosemena E.
AÑOS PERMANENCIA
1888-1893
1888-1893
1889-1893
1893-1895
1894-1895/1908-1919
1894-1895/1934-1941
1894-1895
1896-1939
1896-1907
1896-1897
1898-1903
1902-1927
1906-1925
1908-1924
1910-1927 +
1911-1917
1914-1944 +
1917-1933 +
1924-1959
1931-1935 +
1933-1963
1934-1960
1941-1947
1941-1966
1944-1948
1946-1970
1972-1982
TIEMPO
5
5
4
1
12
8
1
43
11
1
5
25
24
16
17
6
30
16
35
4
30
26
6
25
4
24
10
Fuente: 1) Fichte, Fels; Proceso histórico de la masonería en el Ecuador, Anuario de la
Gran Logia del Ecuador, 1926-1927. Quito. 2) Memoria de la Junta de Beneficencia de
Guayaquil, 1888-1951. 3) Entrevista de dos genealogistas. Uno de ellos el Dr. Fernando
Jurado.
+ murieron siendo notables
Elaboración: Patricia de la Torre A.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 221
Estos datos permiten inferir algunas cosas:
-
-
-
-
en pleno auge de la revolución liberal,(1888-1910) ingresan 15
masones a la JBG, en los siguientes años el número decrece.
en los 16 primeros años de vida de la JBG existen 14 masones, 6
de ellos permanecen largos períodos de tiempo en la institución,
entre 12 a 43 años; 6 entre 4 a 8 y dos un año. La permanencia
casi vitalicia se explica por la misma característica que tiene la
pertenencia a la masonería. Optar por la Orden es semejante a
adoptar un estado civil, esto es al sacerdocio masónico atribuido
al hermano hospitalario.
por otro lado, si 32 es el número de notables establecido para que
funcione la JBG, en esa época, casi el 50% eran masones, porcentaje muy significativo.
Hay que resaltar, que existen dos Grandes Maestros muy connotados en este grupo: Herman Parker y Forrest La Rosse Yoder que
permanecieron durante 25 años en la JBG (1941-1966). (Fichte,
Fels; sf: 126-127).
ninguno de los masones ocuparon cargos directivos en la JBG,
pero si como inspectores o subinspectores de las casas de beneficencia, lo que hace suponer que la Gran Logia les nombró como
hermanos hospitalarios, supuesto éste no tan aventurado, pero de
difícil comprobación empírica.12
Sabiendo que la masonería moderna estaba divida en tres grandes clases: la de la nobleza, la filantrópica y la intelectual, la JBG se inscribe en la segunda. Con seguridad, la decisión de la creación de la JBG
estaba regida por la Gran Logia y las decisiones que se tomaba al interior de la JBG, estaban previamente decididas por ella. La filantropía era
la masonería práctica, llevada a su máxima ejecución.
Pero ¿qué diferencia existe entre la ideología de una Beneficencia católica, y la masónica, entiéndase privada-filantrópica?. La respuesta permite comprender la privacidad de lo privado de la JBG, es decir el llamado el secreto masónico.
En esa época, la práctica de la religión católica estaba más en
función de la colectividad a ser redimida que de la propia redención individual del hombre, porque el individualismo equivalía al egoísmo,
fuente de pecados veniales y mortales. El mandamiento “amar al prójimo como a ti mismo”, en la práctica del catolicismo, elimina el “a ti
mismo”. Además, la práctica de la religión católica promovía la caridad
222 / PATRICIA DE LA TORRE A.
y la actividad benéfica como condición para salvar el alma del pecado,
pagar las culpas menores en el purgatorio y no en el infierno, lugar de
la muerte y del sufrimiento del alma sin posibilidades de salida. El cielo
o el infierno era un castigo o una recompensa individual. En el trasfondo subyace constantemente la noción de culpa asociada al castigo, sin
duda son los contextos de esa época.
La masonería asume filosóficamente al hombre como un constructor de si mismo y de su vida, asemeja su pasaje por la existencia humana como la de un obrero que va construyendo su vida no solo material sino también moral, intelectual y espiritual en la cual cada masón
tiene que “labrar la piedra bruta de su personalidad y de su ser instintivo construir el templo de su existencia y de su carácter, en armonía y de
acuerdo con los planes perfectos de la Inteligencia Suprema o Ley de la
Vida, de la cual se considera como obrero consciente y por lo tanto libre y voluntario” (Lavagini, A.:1991).
Junto a esta idea central de la construcción asociada con la existencia del Gran Arquitecto del mundo, llámese Dios, varias palabras en
su discurso hacen mención a una ideología semejante a la liberal y las
que acuñó la revolución francesa: libertad, igualdad, fraternidad y otras
como sabiduría, progreso, ciencia, arte y sobre todo el secreto masónico en su más profunda acepción, que es la Verdad Absoluta que nunca
puede revelarse o comunicarse directamente. Es en este secreto masónico que se atribuye a si misma como la Institución Orgánica de la Moralidad, de la ética, atributos conferido a los notables.
Es una práctica en donde hay una diferencia, entre el actuar por
temor o por libertad: señala que si el temor es el eje de la conducta por
las consecuencias que derivan del hecho de contravenir un código, un
comportamiento producto de esa condición se constituye en un saber
generado por la religión y practicado en la sociedad, que transforma ese
temor en el gran maestro para alcanzar la madurez espiritual. Para la
masonería, el hombre es emancipado de la tutela del temor y del sufrimiento. En ese contexto, el hombre se halla en la condición de su verdadera luz y puede ver con mayor claridad, la verdadera naturaleza de
su relación con el Principio Supremo de la existencia, con su propio ser
y con sus semejantes. Así, los deberes que derivan de este reconocimiento se constituyen su propio código moral, relacionado con la libertad, la fraternidad y la solidaridad. Es antes que nada un código humanista.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 223
En la religión católica: Dios- hombre-sufrimiento-culpa- caridadsalvación eterna, se opone a la masónica: Gran Arquitecto- hombreconstructor-emancipado-solidaridad-tolerancia. Mientras la religión católica expresa su relación con los pobres mediante la caridad, para la
masonería, la filantropía es una de sus formas de acción.13
La Junta de Beneficencia tiene un poder económico, político, social, pero también, tiene otro tipo de poder oculto, que se desprende del
secreto masónico, y que se hace público, para todos por el significado
de los servicios que oferta, porque están relacionados al hombre y sus
problemas existenciales, que es universal y define una noción de igualdad, para todos, pero que solo en plano de la privacidad y de la intimidad son existencialmente vividos como la muerte, el nacimiento, la enfermedad. Extraña complementariedad, de algo que es de todos, pero
que solo es vivida, en ese pequeño espacio de la individualidad.
3. La delimitación política de lo público: liberalismo y masonería
Una cosa es hacer una cronología de la masonería en el Ecuador
y otra diferente determinar su injerencia política. En primer lugar y no
es desconocido, que la masonería jugó un papel importante en las guerras de la independencia y en la revolución liberal de América Latina,
su injerencia política es ineludible (Nuevo Diccionario Larousse; 1977).
Según informantes de la actual Orden, fue en el seno de las logias masónicas que se tomaron decisiones políticas, que por su práctica oculta,
no tuvo una presencia visible, sin embargo, la encausaba. Estos dos hechos históricos-políticos, tienen una relevancia esencial: el uno es la independencia de las Colonias de la Metrópoli, el segundo la independencia del Estado con la Iglesia, aspecto medular y distintivo del liberalismo anticlerical de esa época. En el un caso, estaba en cuestión la formación de los nuevos Estados latinoamericanos; en el segundo, una etapa de consolidación del Estado nacional, centralista y demócrata.
Una de las formas de abordar la injerencia política de la masonería es refiriéndome a personas, pues si bien es pertinente señalar las tendencias ideológicas de la época, son ellas con nombres y apellidos que
la encarnan y materializan. La Orden en el mundo entero ha tenido como miembros a políticos, ideólogos de renombre como Napoleón Bonaparte, George Washington, Simón Bolívar, José Martí entre tantos
otros. Hechos de impacto mundial como la Revolución Francesa tiene
injerencia masónica, así como algunos de los artículos de la Declaración de Principios de los Estados Unidos. Algunos presidentes del Ecua-
224 / PATRICIA DE LA TORRE A.
dor fueron masones: Juan José Flores, Vicente Rocafuerte, José María Urbina, Eloy Alfaro al igual que los principales ideólogos y líderes del liberalismo como José Peralta, Flavio Alfaro, Vargas Torres, Concha. (Anuario de la Gran Logia de LL.AA.LL..y AA..MM. del Ecuador, 1927).14 (Ver
Cuadro 22). Liberalismo y masonería están íntimamente articuladas y
tienen concreciones políticas. Veamos uno de los ámbitos de esa relación.
Me interesa detenerme en las especificidad de la época de la Revolución Liberal: el momento político que vive el Ecuador de fines del
siglo XIX está marcado por las revoluciones liberales y la Costa es el eje
de ese proceso y no la Sierra, impregnada de una ideología conservadora-clerical y de una clase terrateniente feudal. Guayaquil es el centro y
eje del desarrollo, que contrasta con el movimiento lento y tradicional
de Quito a pesar de ser la capital de la república.
La revolución liberal al mismo tiempo que empujó la formación
del Estado “nacional” fueron modernizadoras del mismo, pero no pudo
escapar de la matriz política social constituida desde la Colonia. Pero
hay un ingrediente más, la élite política que se encuentra al frente de este proceso revolucionario, muchos de ellos masones, forman parte de
los cargos públicos y políticos de importancia y algunas de estas figuras
claves eran miembros de la JBG.
Tras muchos análisis de la vida política ecuatoriana, se encuentra
un referente inconsciente a las democracias europeas y norteamericanas
(cuyo origen está en el Iluminismo y en la revolución francesa) y más todavía la imagen de un pueblo formado por individuos iguales, independientes los unos de los otros, quizá libremente asociados en la búsqueda de una finalidad política o en la defensa de intereses comunes. Estos
individuos deberían ejercer, en tanto que ciudadanos su deber y su derecho de escoger a los que ejercen la autoridad. Esta misma debería ejercerse dentro de los límites que fija la ley y sin acepción de personas: los
mismos derechos, las mismas obligaciones para todos, acceso a los honores y a los cargos públicos según los méritos y competencias. Es el
pensamiento liberal de la época. Ciertamente la práctica sucede de forma diferente. La igualdad es meramente jurídica y queda en el papel,
múltiples limitaciones impiden la libre expresión de los ciudadanos.
Existen grupos de presión, aparatos políticos, militares y ciudadanos posibles, pero globalmente el modelo teórico no se cuestiona: con frecuencia la acción política busca solo depurar las prácticas reales de todo
aquello que las separa del ideal liberal, democrático teórico.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 225
Cuadro 22
Los masones en la revolución de la Independencia
AÑO
NOMBRE
CARGO
1809
Simón Bolívar
Juan Pío Montúfar
Presidente Junta Revolucionaria Quito
Carlos Montufar y Larrea
Comisionado del gobierno de las colonias
José María Lequerica.
Diputado a las Cortes de Cádiz.
“Mirabeu Americano”
José Joaquín Olmedo
Diputado a las Cortes de Cádiz
General. José María Villamil
Participó independencia Guayaquil
Francisco María Roca
Miembro del gobierno de Guayaquil
Mayor Miguel Letamenti
Colaborador de los anteriores.
Gral. Antonio de Elizalde
Figura importante en la Historia Militar del Ecuador
1820
1820
Gral.Francisco de P.Llavallen
Coronel Luis Urdaneta
Participó independencia de Guayaquil
Gral. León de Febres Cordero
Participó independencia de Guayaquil
Fuente: Anuario de la Gran Logia de LL.:AA.:LL.: y AA.:MM.: del Ecuador, 1927
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Cuadro 23
Apoyo económico de la masonería internacional
a las campañas revolucionarias
AÑO
LOGIAS EXTRANJERAS
MONTO
1882
Logia de Panamá
Casa Comercial Ramón Vallarino
40% financiamiento de la campaña
1895
Logias de Nicaragua
1895
Presidente de Nicaragua
25% de la artillería
Logias de Lima
Dinero y armas
Fuente: Jurado Fernando, “Alfaro Masón”, en La Identidad de los ecuatorianos, un problema nacional, Quito, Sag Nº 95, Serie Ecuador mestizo, Vol. 9, p 227. 1996.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
226 / PATRICIA DE LA TORRE A.
En este panorama general estudiado por las Ciencias Sociales
(Historia, Sociología, Ciencias Políticas) existe otro virtual pero esencial,
el de la masonería, y la pregunta fluye por sí sola: ¿por qué en el análisis histórico del liberalismo ecuatoriano y latinoamericano, esté factor
importante no ha sido estudiado?. ¿Es quizás que las Ciencias Sociales
en cierta medida son cómplices sólo con los sistemas hegemónicos y
dominantes, es decir con la historia oficial?. Intentando desbrozar este
terreno poco estudiado se puede hacer las siguientes apreciaciones empíricas.
La masonería evoca para el común y corriente de los católicos
una noción sombría y de peligro. Significa el ateísmo, el infierno, palabra tabú, de la que había que huir. Este pincelazo es una caracterización
del impacto de esta palabra en el contexto de una sociedad mestiza urbana católica y del nivel de oposición de la Iglesia Católica, sobre la base de la construcción de un imaginario que había que eliminar. Este era
el escenario de finales y comienzos de siglo en el Ecuador.
La Orden Masónica, institución opuesta a la Iglesia Católica, encierra profundas y múltiples explicaciones que tienen que ver, con algunos fundamentos ideológicos importantes del estado liberal, sobre todo
lo que se refiere a lo que hoy se llama política social.
El anticlericalismo, sello distintivo del liberalismo, ha sido usualmente analizado como el confrontamiento ideológico entre liberales y
conservadores, pero no ha sido abordado desde ese lado oculto de las
relaciones conflictivas entre el poder del clero y aquel motor que movía
al liberalismo, la masonería, que ha más de ser oculta era invisiblemente presente.
Una de las reformas sociales de la revolución liberal fue organizar un sistema de Beneficencia Estatal. Se puede atribuir a la beneficencia masónica la implantación de este nuevo modelo en el Ecuador. Las
reformas de la revolución liberal de Eloy Alfaro, crea la Junta de Beneficencia Pública en 1906 a imagen y semejanza de la de Guayaquil. La
una tiene un carácter estrictamente local, organizada por una fracción
de la burguesía guayaquileña-liberal-masónica, defendida por Eloy Alfaro; y la otra, era una estructura estatal embrionaria de un sistema nacional centralizado de ayuda social sobre todo hospitalaria. Para financiar
este naciente aparato estatal, Eloy Alfaro expropió las haciendas más importantes de las comunidades religiosas (Ley de Cultos 1904 y Beneficencia 1906). Estos cambios debió generar un ambiente apocalíptico,
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 227
dantesco, ya que no era poca cosa eliminar el poder político de la Iglesia. Para dimensionar el aire que se respiraba en esa época transcribo
un escrito de los religiosos dominicanos publicado en su revista la Corona de María en 1906:
“He aquí una Junta de Beneficencia, que si el diablo en persona la hubiera establecido con el exclusivo objeto de martirizar a frailes y monjas, no hubiera podido idear nada mejor en la categoría de verdugos. Sus
miembros, instrumentos dóciles de las logias masónicas, animados de un
odio implacable a todo lo...que se relaciona con la Iglesia,... quieren
arruinar a las indefensas Comunidades religiosas... suprimirlas para
siempre en el Ecuador.”
Un aspecto a desmitificar, la masonería era religiosa y anticlerical, así se explican algunos comportamientos contradictorios de Alfaro
y de los liberales: enemigos de la Iglesia, pero grandes colaboradores de
las comunidades religiosas administradoras de los hospitales. Muchos
de ellos eran católicos practicantes, así liberalismo y religión católica no
eran antagónicos en la vida cotidiana, pero si masonería e Iglesia Católica, a nivel político, institucional e ideológico de un sector de la burguesía.
Estas relaciones estaban muy bien identificadas, más de lo que se
podía imaginar. Simbólicamente “la hoguera” y el grito que alentaba el
fuego en la masacre de 1912 era sobre todo “abajo la masonería”, pero
que era interpretado como “abajo el liberalismo”. Al fin, grandes contradicciones que hacen parte de las tramas del poder que se materializan en las instituciones del Estado.
Sobre los principios de ese liberalismo de fines de siglo XIX, la
JBG y la JBN tienen los mismos principios ideológicos, no importa que
la una sea local-privada y la otra nacional-estatal: la Beneficencia es una
obra caritativa, que debe ser ejercida por la sociedad, bajo los lineamientos del liberalismo que son de igualdad, justicia social a ser aplicado sin discriminación. La cuestión de la pobreza, la justicia, debía ser
manejada por los grupos poseedores de la riqueza, porque ésta se constituía en un mecanismo adecuado para aplacar las demandas sociales
económicas de la población, evitar la insurrección social y crear un ambiente de bienestar y atención de las demandas individuales. De esta
manera, la Beneficencia no solo cumple un papel social, sino también
político. El Ministro del Interior, Policía y Beneficencia Lizardo García,
en 1897 plasma esta intención al escribir en su informe al Presidente de
la República lo siguiente:
228 / PATRICIA DE LA TORRE A.
“La Beneficencia puede además contribuir, bien organizada a hacer desaparecer en gran parte la causa de los trastornos políticos de la revolución, fatal fenómeno sociológico, que no sólo devora existencias preciosas y cuantiosos capitales, cuya participación en la industria elevaría el
nivel moral y económico de los pueblos, sino que hace retrogrado a éstos, a la época de la barbarie en la que relegados al olvido los principios
de la razón, justicia y de derecho impone solo el odio y la venganza”
(Lizardo García, Informe anual Ministro del Interior, Quito, Congreso Nacional, 1897).
Los principios ideológicos de la JBG y la JBN no son contradictorios, porque son los principios del liberalismo de aquella época, la diferencia fundamental radica en que la élite guayaquileña consolida a través de la JBG un proyecto social que es eminentemente político, de esta forma plasma su poder local con autonomía frente al poder central del
Estado y es por ello que invierte todos sus esfuerzos en diseñar y ejecutar un modelo de política social, en donde ese grupo es responsable de
la sociedad local y que ha demostrado a lo largo del tiempo ser exitosa.
La JBN que nace posteriormente, es la propuesta de establecer una institución nacional, dirigido por el Estado y que ha lo largo del presente
milenio ha demostrado ser deficiente y caótica.
Un interrogante es necesario responder: ¿por qué crea y entrega
las obras de acción social a una corporación privada burguesa?. No entregan el manejo de las obras de Beneficencia a grupos medios, intelectuales o subordinados, tiene que ser una élite poderosa porque invertir
en el sector privado para obras de acción social no da rendimientos económicos, sino otro tipo de créditos que son sociales, culturales, legitimadores de aquel grupo. Pero hasta ahora la pregunta sigue en pie, ¿qué
significado tiene para esta fracción de la burguesía invertir tiempo no remunerado para una obra que no da ganancias económicas individuales?, ¿en dónde y que tipo de ganancia tienen ellos?.
Existen algunas respuestas que se fundamentan en argumentaciones políticas, económicas, por ejemplo y sin temor a equivocarme, la
elite liberal en el poder del Estado, quiere viabilizar un Estado Nacional
unitario pero descentralizado, dando autonomía a las regiones y privilegiando lo local, sus primeras concretizaciones ya estaban hechas, en el
ámbito geográfico de su accesibilidad, la ciudad de Guayaquil.15 Es sintomático que en el siglo XIX y en la década de los 30, Guayaquil lideró,
la tesis del federalismo, opuesto al centralismo de Quito, cuya base de
sustentación era la regionalización y el regionalismo su ideología, ex-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 229
presó un desplazamiento particular en 1939: el problema regional se
irradia hacia una cuestión más global, hacia una tendencia política que
pugnó por convertirse en un movimiento de cambio de la organización
estatal. Lo que permitió ese desplazamiento fue el apoyo supraregional
conseguido por el “partido federalista” que inclusive tenían apoyo en algunas provincias del sur serrano como Azuay. Según Rafael Quintero
(1983,1991), lo que constituyó a debilitar el movimiento regional es que
se colocaba en la cima del poder a un representante nato de los intereses dominantes guayaquileños: Arroyo del Río (miembro de la JBG), pero haciendo otro análisis es que Arroyo del Río ratificó más que lo regional lo local y no lo nacional. Al final, el federalismo, como decía Mariátegui no aparece en nuestra historia como una reivindicación popular, sino como una reivindicación del gamonalismo y su clientela, que
son locales y regionales.
La ideología liberal es una ideología fundamentalmente humanista, recoge el ideario de la Revolución Francesa que fue tomada de los
masones, de allí que el liberalismo de fines del siglo XIX postulaba el anticlericalismo pero eso no es sinónimo de antireligioso, el conflicto y la
lucha es ideológica y política. En la contienda se confrontan dos poderes el de la iglesia y el de la masonería, que equivale a decir entre liberales de la Costa sobre todo y conservadores de la Sierra, entonces el panorama se complejiza porque las propuestas liberales-masónicas, solo
es viable con la ruptura no de la religión católica sino del poder político e ideológico institucionalizado del clero, que es antihumanista en el
sentido estricto de la palabra que estoy usando, pues va contra las instituciones que patenta principios contrarios a la masonería, de ahí que
para poder dar paso a todas las reformas que implanta la revolución liberal, la participación de la Iglesia tenía que ser eliminada, en otras palabras para que el Estado se configure tenía que realizarse el rompimiento con la estructura de poder de la Iglesia católica.
4. Entre lo público y lo privado: la esfera social de la JBG
¿Qué provoca en los guayaquileños la presencia centenaria de
los servicios de protección social de la JBG?. Una primera constatación
evidente es que la JBG, bajo el lema de tradición, fe, amparo y esperanza, toma al ser humano desde que viene a la vida en su Maternidad Enrique Sotomayor; lo cura, durante la edad infantil, en el Hospital de Niños Alejandro Mann; lo educa, en sus Asilos José Domingo de Santiestevan, Calderón Ayluardo y Manuel Galecio; cuando llegan a ser adul-
230 / PATRICIA DE LA TORRE A.
tos, combaten sus enfermedades en el Hospital Luis Vernaza y si es el
caso en el establecimiento de enfermos mentales Lorenzo Ponce; le da
albergue para su ancianidad en el Edificio El Bien Público que creó el filántropo Calixto Romero o en el hospicio Corazón de Jesús y por último
le proporciona entierro en su Agencia Funeraria y reposo eterno en su
Cementerio. Pero también le brinda la posibilidad de salir de la pobreza con el juego de la Lotería y ofrece posibilidades de vivienda a través
de sus grandes urbanizaciones de la que fue su hacienda la Tarazana.
Abordado de esta manera, la JBG permite hacer una reconstrucción de lo social a partir de representaciones sociales que protagonizan
sus servicios. La JBG construyó un esquema de atención a la sociedad
cubriendo el ciclo vital del ser humano sobre la base de un bienestar social, es aquí donde radica la formación de este sistema de representaciones porque son socialmente elaboradas, se construyen a partir de las experiencias, de las informaciones, de los saberes, de los modelos de pensamientos que se reciben y trasmiten por la tradición, la educación y la
comunicación social en la vida cotidiana. Conduce al establecimiento
de una visión de la realidad común a un grupo, tiene una visión práctica de la orientación de las conductas y la comunicación (Jodelet,
D.;1993. Bourdieu, P. ; 1993).
Los servicios de la JBG encarnan oposiciones y contradicciones
por la cual transcurre la existencia del ser humano, son hechos vitales
comunes a la condición humana: nacer y morir, lo que equivale también
a decir vida y muerte; la salud y la enfermedad; la felicidad y el sufrimiento; la juventud y la vejez, Otros como la pobreza porque existe la
riqueza, la ignorancia porque hay sabiduría y la demencia porque hay
la sensatez, son construcciones humanas, discriminativas, que hacen a
las personas diferentes y determinan su calidad de vida. La JBG articula
este tipo de hechos vitales y condiciones de vida, que hacen los componentes de ese sistema de símbolos, que está en el inconsciente del guayaquileño, en su vida cotidiana.
Este sistema se materializa en varios escenarios. La Maternidad es
el símbolo de la vida y del amor. Conjuga dos sujetos esenciales, la madre y el hijo, representa el comienzo de la existencia; biológicamente
tiene el significado de la prolongación de la especie humana, y socialmente el afianzamiento de la familia. Pero también se añade otra connotación, el lugar del nacimiento hace parte de la identidad inicial del
individuo, es el primer contacto con el mundo, así la Maternidad encarna una relación de afecto, confianza, seguridad, tradición pues muchas
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 231
generaciones de guayaquileños nacieron en ella, pero también produce
sentimientos contrarios. La Maternidad encarna un aspecto sustancial
de la sexualidad de la mujer, después del acto de concebir, sigue el control del embarazo, el parto, el amamantamiento. Tras el dato estadístico
frío de la clasificación de nacimientos por sexo, hay la expectativa y
preferencias sobre el sexo del recién nacido. Varios símbolos y prácticas
culturales se conjugan en esta relación, como el color del ajuar, el trato, la alimentación, las gratificaciones.
La Maternidad evidencia los conflictos de la sociedad como el
aborto provocado, la incertidumbre de un hijo no deseado, la pobreza,
el abandono material y afectivo así como las patologías que a nivel
científico permiten incrementar un conocimiento y una destreza. La Maternidad es la historia de la ciudad.
En oposición, la muerte tiene otro espacio físico simbólico: el cementerio y las salas de velaciones. Ubicado en uno de los cerros de la
ciudad, se levanta prominente una estatua de Cristo, su significado adquiere mayor fuerza en la medida que hasta hace pocos años era el único cementerio de la ciudad. Este es el espacio del sufrimiento, del dolor, de la terminación de la vida y en el sentido cristiano del descanso
eterno y de la paz.
Independientemente de las diferencias sociales que determina la
construcción material de la tumba (hay espacio para todos los segmentos sociales), el significado de esta realidad es más dramático que el del
comienzo de la vida. Innumerables ritos, conmemoraciones sociales y
formas de comunicación tiene la muerte en la cotidianidad del guayaquileño, tanto en lugares privados, como la casa, y públicos: las conmemoraciones anuales en el hogar; el cuidado de los muertos en el cementerio y la visita a sus tumbas (llamada comúnmente como “la segunda
morada”) en la fecha del fallecimiento y el 2 de noviembre, día de los
difuntos.
Al igual que la Maternidad, el Cementerio tiene sus horarios de
visitas, a la vida y a la muerte, “la una de blanco, la otra de negro”, conforma un espectro de significados y significantes. Todos estos elementos
son la estructura del campo en que se produce y reproduce las creencias, la cultura, consecuentemente la identidad.
La dicotomía salud-enfermedad, cercanas a la dicotomía vidamuerte y sufrimiento-felicidad se concretan en los hospitales cuyo obje-
232 / PATRICIA DE LA TORRE A.
tivo es curar la enfermedad, para recuperar la salud, su acción no es la
prevención, por esto el servicio que oferta es penetrante en la población.
La enfermedad coloca al individuo frente a la lucha dramática por
la consecución de la salud y de la vida, aquí las diferencias sociales son
importantes. Los hospitales de la JBG, fueron construidos primordialmente para población carente, ese es su grupo objetivo, pero no excluyó a los grupos económicamente medios y poderosos.
Este factor determina diferencias en la infraestructura hotelera,
pero no en la atención de enfermería y médica, aunque es condicionada en la dotación de ciertos insumos, reproduciendo el patrón de desigualdad de la sociedad. Por otro lado, el pago y la gratuidad de la atención enfatizan esa desigualdad, pero al mismo tiempo cumple el papel
de una posibilidad de solucionar un problema.
Más allá de estas diferencias sociales, hay un denominador común para todos los estratos sociales: la condición crítica de haber perdido la salud, cuya expresión es el dolor físico y sicológico. En su sentido opuesto, los hospitales representan la esperanza, la fe; lo que tiene
un sentido religioso que se amalgaman con la eficiencia de los conocimientos científicos de los profesionales de la salud.
No voy a referirme sobre la calidad de atención, sino lo que representan sus hospitales que va más allá de los matices de las diferencias sociales. Para el indigente que nada tiene, los servicios hospitalarios
de la JBG representan una seguridad social; para el que tiene recursos
económicos también. La JBG adopta así dos caras: la de institución benefíciente con eficiencia técnica, y la de una clínica privada.
Siguiendo el ciclo vital del hombre, la juventud y la vejez, la JBG
precautela el lado educativo y por el otro un cuidado en la etapa final
de la vida. Direccionados para población carente, son símbolo de Amparo y Fe. La locura, sinónimo de muerte a la vida, están permeados por
el dolor, la soledad y el abandono. La locura y en general las enfermedades mentales son rechazadas por la sociedad, el hospital psiquiátrico
cumple en cierta medida como un receptor de esa lacra social para esconderla o rehabilitarla. Pero es la lacra atribuida a los pobres, que incomodan y necesitan un lugar de reclusión. Visto de otro lado, un hospital de esta naturaleza, es una solución para problemas individuales, fa-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 233
miliares y de la sociedad. El hospital psiquiátrico simboliza el amparo y
protección, uno de los tantos lemas de la JBG.
En la contradicción riqueza-pobreza, la JBG trabaja con ella a través de la lotería, que no es más que una probabilidad de salir de la pobreza individual. Tiene un efecto sicológico fundamental. La lotería es
un hecho permanente de la vida cotidiana del guayaquileño y ecuatoriano, se impregna a través de varios modos de comunicación, genera
un lenguaje común propio. En Guayaquil, en la plaza central del casco
colonial plaza San Francisco donde está ubicada la oficina central de la
JBG existe un grande letrero luminoso, visible a mucha distancia, informando los resultados de los números ganadores.
Antes, el periódico y la radio y hoy la televisión exhibe continuamente la propaganda de la JBG, con entrevistas a gente pobre y de
medianos recursos económicos la pregunta clave es: ¿qué haría si se sacara la Lotería de la JBG?, las respuestas expresan soluciones a problemas sociales, e inmediatamente sale una escena de un ganador gritando eufóricamente: me la gané, la Lotería de la Junta de Beneficencia de
Guayaquil. Una propaganda técnicamente bien armada que produce
efectos subliminales construyendo y ratificando un símbolo “salvador”
de la JBG. Otras loterías pequeñas locales usan los números premiados
de la JBG. Los escenarios de esta representación está en las calles, las
ciudades, los lugares de trabajo, en los hogares.16
Hay otra representación elaborada a través de los nombres de los
filántropos que lleva cada establecimiento. Se constituye un saber en
donde se asocia servicios sociales con la presencia de los “protectores”
de la sociedad guayaquileña: los filántropos o llamados también patricios guayaquileños. Fallecidos a comienzos del siglo, tienen una presencia actual, sus nombres están en el conocimiento, en el habla común
de las personas de toda condición económica cuando acuden a los establecimientos y dicen: “voy al Vernaza, a la Sotomayor, al Lorenzo
Ponce, al Mann, etc.
En esta perspectiva, la JBG posee el carácter social del conocimiento y sus diversas implicaciones. Todos los servicios que ella ofrece,
generan conocimiento cuyo producto tiene que ver con el saber cotidiano, es aquí que funciona desde un doble punto de vista: como una actividad de elaboración del saber a través de los procesos cognitivos y
como manifestaciones de la producción de esa actividad a través de los
234 / PATRICIA DE LA TORRE A.
contenidos de ese saber. La dimensión social está presente en las dos fases: procesos y productos del conocimiento.
Los procesos de elaboración cognoscitiva pueden ser dichos sociales dentro de un primer sentido, cuando se producen dentro de la interacción y la comunicación con los otros, donde hay una visión de un
objeto de interés común, pero también porque son operantes en la sociedad. (Bourdieu; 1993. Eco, H.; 1989) Es así, que ese sistema de representaciones sociales de la JBG, hace parte de la expresión de la cultura
guayaquileña. Esta es la esfera social de la JBG.
¿Dónde radica el sistema de representaciones?. Son los objetivos
institucionales, su política social, que va permeando en una dimensión
temporal (más de un siglo) a la sociedad; es también el patrimonio materialmente visible, con símbolos masónicos, que se incrementa gracias
a su capacidad empresarial.17
La simbiosis entre el capital económico con los objetivos institucionales, va construyendo una mentalidad, una ideología, forja una representación mental, donde la población guayaquileña y la ecuatoriana
viene a ser la pieza medular. Cristaliza las imágenes del pobre, del notable, de los empresarios progresistas, del Estado liberador. Acopla parejas de símbolos con valores opuestos: el Estado-capital-mercado como
polo de libertad y progreso contradictoriamente vinculado al miserable
los hospitales como lugar de atraso y opresión. Instaura diferencias
cuantitativas: una fuerza mayoritaria de progreso (banqueros, comerciantes, industriales) ejecutando acciones de asistencia social, opuesta a
una minoría atrasada, personalizada en la política social del Estado. Al
hacerlo, encausa energías contrapuestas en torno al ejercicio del poder,
asocia imágenes de fuerzas y sujetos y así delimita una escena políticoideológica.
Retrospectivamente, resulta obvio el objetivo perseguido de la
JBG: definidos el sujeto y el objeto de su actividad institucional, legitima su autonomía y estabilidad, pero también es la legitimación del liberalismo, de la masonería como movimiento político y corriente ideológica.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 235
Notas
1
Esta división en dos grandes períodos, no ha sido abordada por los cientistas
sociales del Ecuador. Existen vacíos sociológicos respecto a esta inflexión. Los
analistas urbanos como Fernando Carrión, Gaitán Villavicencio, Milton Rojas, y
otros estudiosos de fenómeno migratorios como Hamerly dejan entrever esta inflexión, pero no la analizan. Lo que sí se encuentra es el análisis del populismo,
tal como en los de Carlos de la Torre, Felipe Burbano, Amparo Carrión, Rafael
Quintero, Rafael Guerrero, cuyos cortes temporales analíticos son la década de
1940. La revisión atenta de sus trabajos me permite determinar que hay una inflexión, justamente marcada por el populismo. Si bien puede ser un atrevimiento
mío, sin embargo, para términos de utilidad de mi estudio, adopto estos criterios
urbanos y migratorios y el fenómeno populista.
2
Un factor no estudiado, pero de vital importancia, es el que se deriva de la Revolución Liberal. En la confrontación ideológica entre Estado e Iglesia, está presente, pero velada, otra institución de tipo religioso como la Orden Masónica, cuyo
centro de desarrollo y expansión fue Guayaquil. Posterior a los años 50, la masonería entró en una aguda crisis institucional.
3
Fue importante en la medicina ecuatoriana la publicación de la revista MédicoQuirúrgica del Guayas, para la publicación de trabajos originales en las diferentes especialidades de la medicina. La revista nació por la iniciativa de médicos del
Hospital Luis Vernaza como el Dr. Tanca Marengo.
4
En 1885 elaboré el proyecto de investigación políticas de salud del Estado
Ecuatoriano 1887-1983, que fue aprobado por el CONUEP. Las autoridades de la
PUCE decidieron no firmar el contrato, es así, que con su autorización, traspasé
el proyecto al Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Médicas de
la Universidad Central, pidiendo que Margarita Velasco A. sea la directora del
mismo. Un capítulo de este informe trata sobre la Beneficencia y la JBG. En 1988
fue entregado a Lautaro Ojeda un borrador preliminar, y si bien cita esta investigación, incorporó párrafos textuales de este tema en su libro El descrédito de lo
Social, 1993. p. 8-18.
5
Es pertinente aclarar que lo que existía era la Beneficencia Municipal, pero no una
corporación dedicada a los asuntos de la Beneficencia.
6
Transcribo textualmente la Ordenanza Municipal:
“El Consejo Cantonal de Guayaquil considerando:
1. Para atender mejor los institutos municipales de Beneficencia se hace necesario crear una Junta que los administre;
2. Que la práctica ha demostrado los buenos resultados de este sistema en otros
países;
Acuerda:
Art. 1.- Créase una Junta de Beneficencia, compuesta de personas respetables la
que se encargará de la administración, conservación, mejora, buen régimen y disciplina de los hospitales, manicomios, cementerios y demás establecimientos municipales de beneficencia, existentes en el Cantón o que se fundaren en adelante.
236 / PATRICIA DE LA TORRE A.
…Art. 2.- La Junta se compondrá de 35 miembros elegidos por el Consejo sus atribuciones y deberes se determinarán en un reglamento formulado por la misma
Junta y aprobado por el Consejo.
Art. 4.- El Ministro Fiscal de la Excma. Corte Superior del Distrito, el Decano de
la Facultad de Medicina de esta Provincia y un concejal designado por la Municipalidad del Cantón son miembros natos de la Junta.
Art. 5.- Si no bastare en adelante el número de miembros fijados en el art. 2, para satisfacer las necesidades de la Junta, ésta podrá aumentarlo, previa aprobación
del Consejo.
Art. 6.- Para ser miembro de la Junta se necesita:
1. Tener por lo menos mil doscientos sucres de renta anual
2. Hallarse en ejercicio de los derechos de ciudadanía.
Art. 7.- Los extranjeros domiciliados en el país pueden ser miembros de la Junta.
Art. 8.- No pueden ser miembros de la Junta:
1. .... carecen requisitos exigidos en el art. 6.
2. Los deudores de la Junta o del Consejo.
3. Los que tengan pleito pendiente con la Junta o Consejo
4. Los Concejales, exceptuando el designado en el Art. y los empleados rentados
por la Junta o el Consejo, con excepción de los médicos y cirujanos.
Art. 9.- Deja de ser miembro de la Junta o del Consejo
1. El que después de nombrado se hallase en cualquier de los casos del artículo
anterior.
2. El que se hubiese ausentado sin aviso durante un año o por más de dos cuando lo hubiere dado y también los que estando presentes dejaren de concurrir por
dos años a las reuniones Generales de la Junta.
3. El miembro, cuya renuncia fuere admitida.
Art. 10.- En los casos del artículo anterior la Junta dará cuenta al Consejo para que
éste provea las vacantes.
Dado en la sala de sesiones del I. Consejo en Guayaquil, 17 de diciembre de
1887.
El Secretario: Aurelio Noboa El Presidente: Francisco Campos”
(Diario El Nacional, Quito, 1887)
7
Las personas respetables, los notables, son un grupo de personas que pertenecen
a una élite social, económica y política de gran importancia en Guayaquil y el
Ecuador. Forman parte de la poderosa burguesía guayaquileña que se formó en la
expansión capitalista de la agro exportación de cacao, el comercio y la banca.
8
La Enciclopedia Larousse, divide a la Beneficencia en dos aspectos, uno social y
otro moral. Socialmente, la beneficencia ha tenido un desarrollo constante, sus
indicadores son el número de obras, que denota el paso de una beneficencia estrictamente individual a una colectiva, como la de las órdenes religiosas y las del
mismo Estado.
La Beneficencia es la práctica de obras buenas, especialmente de caridad individual, que se institucionalizó; así se sustituyeron las obras de caridad por instituciones sociales. Esta evolución estuvo acompañada de un aspecto moral de la beneficencia, que en sus orígenes se basaba en la única noción de caridad y que
paulatinamente se orientó hacia la noción de justicia.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 237
9
Este planteamiento fue agudamente denunciado por José Martí. Hay una amplia
bibliografía al respecto, rescato los trabajos de Leopoldo Zeas en América Latina
en sus Ideas, 1896. En el mismo libro, los trabajos de Arturo Ardao, Panamericanismo y Latinoamericanismo; Carlos Bosh, Las Ideologías europeistas. El libro de
Richard Morse, El Espejo de Próspero, 1988.
10
Los estudios historiográficos de la época de la revolución liberal y del laicismo
tienen como argumento central el confrontamiento entre la Iglesia y el Estado. Es
curioso pero al mismo tiempo comprensible que los trabajos de innumerables estudiosos como Enrique Ayala no enfoquen a la masonería como un fenómeno
ineludible para la comprensión cabal de esos procesos.
11
Es sin duda el legado de la Beneficencia Masónica cuyos símbolos visibles son el
color celeste de su emblema, el triángulo, compás, el ojo, la pirámide, las flores
de acacia, las columnas que están en la arquitectura de sus edificios, en el cementerio, inclusive en las lápidas de los nichos.
12
El inspector y subinspector es elegido anualmente para realizar el control de las
casas de beneficencia. La revisión minuciosa en los libros de Actas de la JBG, de
la ocupación de éstos durante 20 años, permite aseverar que eran cargos rotativos, de reelección. La designación no estaba en relación a la importancia o relevancia de la vida profesional o política de notables, así, un presidente del Ecuador, era inspector del Cementerio.
13
El cementerio de la JBG nunca ha tenido nombres que hacen la alusión a la religión católica, su nombre es Cementerio General, en donde se podía practicar
cualquier rito religioso. No sucede con los de Quito, que tienen nombres de la
Virgen o de Santos. Igual sucede con las casas de salud, sus nombres hacen alusión a obras humanitarias como el asilo El Bien Público o de sus benefactores.
14
Documento confiable de que el Marqués de Selva Alegre y Mejía Lequerica eran
masones, es la carta que el segundo dirigió al primero desde Cádiz, dándole cuenta de los acontecimientos políticos de España y de los trabajos ocultos de la fraternidad para el establecimiento del “Reino de las libertades Públicas”, notas publicadas en uno de los primeros números de El Nivel órgano oficial de la Muy
Respetable Gran Logia del Ecuador.
15
Guayaquil es la ciudad del Ecuador que desde la época de la naciente República
tiene instituciones de servicio público privadas, que deberían ser atribución del
Estado, entre las más importantes tenemos: el Cuerpo de Bomberos, empresas privadas de alumbrado público, Comisión de vialidad del Guayas, empresa de teléfonos (hoy nacionalizada) a más de otras de tipo social como la Sociedad Protectora de la Infancia, la Sociedad Filantrópica del Guayas, Sociedad de Beneficencia de señoras. Ver anexo 8.
16
El manejo mágico de la pobreza de la JBG a través de la lotería, le significa la ganancia líquida de grandes sumas de dinero. Así, en épocas de grandes crisis económicas, la JBG se fortalece, el superávit aumenta. Es así, que la lotería es una
maquinaria que produce dinero.
238 / PATRICIA DE LA TORRE A.
17
El fundador de la JBG Francisco Campos Coello defendía los símbolos masónicos: “El sello masónico de esta institución, fuente de grandes bienes para el pueblo, que ha alcanzado en nuestros días un progreso admirable, lo hicieron indeleble los hermanos fundadores, en el Escudo con que la dotaron en su cuna: una
comenta, en torno de la cual vuela el enjambre, colocada sobre una cruz roja y
bajo ella, dos manos entrelazadas en signo de reconocimiento, rodeado el todo
por dos ramas de acacia, símbolos demasiado elocuentes en nuestros augustos
misterios. Por eso, más de una vez, el fanatismo clerical ha pretendido arrancarlo
del frontis del edifico en que ostenta.”
Capítulo VI
EL PODER ECONÓMICO DE LA JBG
¿De dónde proviene el capital económico?, ¿a dónde va a parar?,
¿cómo se constituye?. Son preguntas importantes porque permiten no
solo trazar un organigrama de flujos sino ubicar en un contexto los intereses y estrategias que entran en juego en torno a la constitución de
ese capital y el poder que él ejerce. Por contexto me refiero al engarce
de dos procesos diferentes: el uno, la constitución del capital económico y el otro, la prestación de servicios sociales de la JBG. En la gestión
empresarial se ajustan ambos procesos en términos de estrategias y
prácticas productoras de bienes y servicios para el mercado. Esos servicios sociales son un sistema de representaciones colectivas que tienen
que ver con la existencia del hombre, como la vida, la muerte, la enfermedad, la locura, la educación, la suerte, la vivienda y el trabajo. De
esta manera al mismo tiempo que son un sistema social, son también
un sistema económico.
Es poco trascendente demostrar el carácter empresarial de la JBG,
pero sí lo es, responder a aquellas preguntas inicialmente planteadas,
con ello no pretendo hacer un análisis económico de la institución,
quiero simplemente demostrar el poder que tienen acuñados en los intereses económicos que anudan aquella característica privada de la
JBG.
1. Solidez y estabilidad económica
La sociedad local como la nacional, el gobierno, los partidos políticos consideran que la JBG es una institución económicamente sólida, aseveración que se opone a la queja de los notables de la institución, sobre todo cuando aparecen otras loterías en el territorio ecuatoriano. La JBG ha sido y es una institución con una estabilidad y solidez
económica. Varios indicadores pueden ser usados, sin embargo he seleccionado los más sensibles para demostrar esta cualidad de la institu-
240 / PATRICIA DE LA TORRE A.
ción como son: el patrimonio, la reserva financiera y el superávit en los
ingresos y egresos.
El capital está constituido por dinero líquido y su patrimonio. De
acuerdo a los balances de 1979 y 1989, los mayores capitales activos fijos son sus bienes materiales, es su acervo patrimonial, es la riqueza
acumulada que se constituyó a la largo del siglo.
Cuadro 24
Patrimonio de la JBG.
Inventario al 31 de diciembre de 1989
Patrimonio
Edificios de Servicios
(Hospitales, Asilos, Cementerio)
Edificios Renteros
Terrenos Tarazana
TOTAL
SUCRES
DÓLARES
5.733.464.773,43
5.413.272.374,62
443.642.969,71
10.771.115,48
10.169.589,28
833.445,36.
11.590.380.117,80
21.774.150,12
Fuente: Informe de Labores de 1989, Archivos Junta de Beneficencia de Guayaquil.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
En la actualidad, ese acervo está ubicado en el área urbana, son
los establecimientos de servicio social y los edificios renteros en donde
se incluye los centros comerciales más modernos de la ciudad. Merece
una mención especial los terrenos de la ex hacienda Tarazana (extensión de 3.600 Has.), que una vez integrada en el plano urbano de Guayaquil, se convirtió en la principal vendedora de lotes.
Del inventario del patrimonio según los datos de 1989, el 51%
representa los edificios renteros y los terrenos de la Tarazana, el resto del
porcentaje son los establecimientos de salud y sociales. Esa grande cantidad de bienes materiales, en 1989, tenía un valor monetario de
$21.774.150,12 dólares y se distribuía en una grande variedad de establecimientos y propiedades adquiridas a lo largo de la existencia.
Las haciendas, fueron vendidas debido a la aplicación de la Ley
de Reforma Agraria iniciada en 1960 (Ver Cuadro 26)1.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 241
Cuadro 25
Establecimientos de la JBG. 1888-1990
Años
1888-1914
1922-1942
1942-1952
1953-1965
1984-1990
TOTAL
Salud*
Edificios
Urbanizaciones
Centros
Otros
Total
9
2
1
0
0
0
4
5
3
2
0
0
0
1
0
0
0
0
0
5
1
4
1
0
1
10
10
8
4
8
12
14
1
5
6
39
Fuente: Informe de Labores de 1888-1990, Archivos Junta de Beneficencia de Guayaquil.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
* Están incluidos los hospitales, asilos, laboratorios, cementerio, salas de velaciones.
Cuadro 26
Haciendas de la JBG. 1897-1990
1897
1951
1990
1. Los Ángeles
2. Prosperina
3. –––––––––
4. –––––––––
5. Tarazana
6.Mapasingue Parte Sur.
Los Ángeles
(vendida)
La Palma y Maravilla
Guayabo y Concepción
(A)Tarazana
No vendida.
(vendida Reforma Agraria)
(vendida Reforma Agraria)
(vendida Reforma Agraria)
terrenos urbanos.
Fuente: Guía Comercial Agrícola de la República del Ecuador, 1909.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Las reservas financieras, según los Informe de Labores de la JBG,
se incrementaron considerablemente en un año (1989 a 1990): de
$1.926.346,02 dólares sube a $6.912.201, 80 dólares. Son valores altos que dan una idea clara de la liquidez y el crecimiento económico
de la JBG destinados al pago de compromisos y obligaciones con los
trabajadores, para los programas de inversiones en construcciones,
equipamientos y cualquier emergencia o calamidad.
242 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Estos valores se mantienen en Bonos de Estabilización Monetaria,
Pólizas de Acumulación, en los Bancos del Pacífico, Continental, Filanbanco, cuyos gerentes o altos funcionarios son miembros de la JBG.
Su rendimiento según el informe de la JBG sirve para aumentar las reservas, de todas formas es una reinversión de capital financiero para intereses que no son estrictamente de función social. Este capital financiero no es visible para la población, está circulando en las transacciones
cuyo movimiento es solo conocido por los notables y personas de confianza de la JBG. Es aquí donde radica uno de los “secretos” del porque
la JBG se niega a rendir cuentas al Estado.
La ganancia legalmente obtenida demuestra la existencia de una
fuerte acumulación de capital. Lo que aparece a la sociedad como un
fin social filantrópico, “benefactor”, es un negocio con altas ganancias,
condición necesaria para financiar las obras sociales, según lo que estipula los principios institucionales.
La relación entre los ingresos y los egresos durante un siglo evidencian un tendencia única: la estabilidad y liquidez económica independientemente del origen del financiamiento. La existencia de un superávit en los últimos 20 años, demuestra el éxito de la operación económica vinculada a la producción del dinero fundamentalmente en dos
actividades: la lotería nacional y las finanzas.
La JBG es una institución estable que, con excepción de algunos
pocos años, registra un superávit. Mientras existe una recesión nacional y mundial, como fueron los años 30, para la institución es una época económicamente buena y es el capital financiero, en este caso, la lotería en donde radica esa estabilidad. En épocas de crisis el efecto mágico de la lotería hace que exista una mayor demanda.
El superávit sostenido a partir de la década del 70 indica una
modificación no de la mentalidad empresarial que siempre la tuvo, sino
de sus fines. Durante los primeros 50 años del presente siglo la ganancia de la JBG estaba destinada al cumplimiento de los fines sociales, a
partir de la segunda mitad del presente siglo y más aún a finales del mismo, ese fin se tornó secundario, siendo prioritario la acumulación de capital.
La modificación de las prioridades tienen su explicación pues
mientras a comienzo del siglo el sentido de la ganancia estaba regida
por la filantropía masónica, en la época actual, la JBG al constituirse en
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 243
un holding, sus ganancias sirven para incrementar y fortalecer no sólo
los ingresos indirectos personales de los notables, sino también de los
sectores más dinámicos de la economía local y nacional en donde ellos
están insertos como son el sector financiero y la especulación inmobiliaria. Un análisis más detallado de los egresos ubica este cambio de intereses.
Hasta 1935, el mayor porcentaje de los egresos están en el mantenimiento, equipamiento de los establecimientos de servicio social y el
salario de los trabajadores. A partir de ese año, aproximadamente el
20% se destina a la construcción que va paralela a la especulación inmobiliaria.
Cuadro 27
Ingresos y egresos de la JBG 1897-1990 (dólares cambio oficial)
Años
1897
1901
1905
1910
1915
1920
1925
1930
1935
1940
1945
1950
1976
1979
1986
1990
Ingresos
134.788
71.852,94
94.135,0
130.824,0
112.218,8
229.878,9
156.041,6
224.891,2
126.894,8
142.452,6
863.148,5
1.842.879,0
13.101.015,0
26.426.182,7
35.076.795,2
24.755.419,3
Egresos
134.788
71.578,4
92.422,7
130.780,4
141.728,3
244.040,7
156.041,6
173.314,6
126.894,8
142.452,6
863.148,5
1.842.879,0
12.870.316,8
25.542.189,8
26.449.839,6
16.459.385,1
Superávit
Déficit
275,54
1.712,3
43,6
29.509,5
14.161,8
260.426
230.698,2
883.993,0
8.626.955,6
8.296.034,2
Fuente: Presupuestos 1897-1950, 1976-1990 en Memorias de la JBG e Informe de Labores. Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
244 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Cuadro 28
Egresos JBG 1897-1990 (Porcentajes)
AÑOS
Servicio*
Salario
Suministro
Bienes
Construc.
Varios
1897
1901
1905
1910
1915
1920
1925
1930
1935
1940
1945
1950
1976
1979
1986
1990
82.8
90.7
93.9
91.3
82.9
87.6
82.1
81.6
64.4
65.9
36.2
56.5
2.8
3.3
3.7
8.6
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
38.7
38.3
28.7
29.4
7.5
—
—
—
—
—
—
—
14.7
21.5
20.5
4.3
28.3
20.8
23.6
33.9
0.8
5.8
—
—
—
—
—
—
—
—
—
2.8
4.2
9.7
1.2
5.1
—
—
—
—
—
—
—
—
16.1
12.5
34.4
11.4
8.0
17.8
24.8
14.7
8.9
3.5
6.1
8.7
17.1
12.4
17.9
18.4
4.8
0.1
8.9
25.0
18.0
10.1
18.0
8.3
Fuente: Presupuestos 1897-1950, 1976-1990 en Memorias de la JBG e Informe de Labores. Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
* El rubro Servicios está constituido por los gastos realizados en el sostenimiento de los establecimientos, incluida las remuneraciones. El presupuesto desde 1976-90, desagrega estos rubros.
Si se relaciona la asignación presupuestaria del Estado para la salud nacional y la de la JBG que es local, es superior la segunda que la
primera, manifestación indirecta de su solvencia.
Cuadro 29
Datos comparativos del presupuesto del MSP y JBG, 1980-1983
Año 1980
PRESUPUESTO
Dólares
Año 1983
Sucres
Dólares
Sucres
Ministerio de Salud Pública
91.560.000
2.289.000.000
224.880.000
12.244.000.000
JBG
33.840.000
846.000.000
20.600.000
1.030.000.000
Fuente: Presupuesto del Ministerio de Salud Pública, 1989. Informe de labores del Director de la JBG. 1983.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 245
El presupuesto de la JBG representa el 3.6% en relación al estatal en 1980. En 1983, el presupuesto estatal es incrementado en el
500%, mientras que la JBG sólo lo hace en un 18% (cálculos en sucres)
que representa el 0,8% del presupuesto nacional para salud. Si el Estado destina esa cantidad de dinero para cubrir todos los gastos en salud
de las 20 provincias del país, y dar una cobertura aproximadamente a
una población potencial de 7 millones de habitantes, la JBG hace esa
inversión sólo para la ciudad de Guayaquil, para una población potencial de 1 millón quinientos mil habitantes, diferencia cuantitativa importante.
Estas cifras en 1983 demuestran un dato interesante y es la reactivación del sector estatal y un estancamiento de la JBG, pero esto no
significa que el capital total de la JBG haya disminuido, más bien lo que
se puede inferir, es que disminuye los ingresos para los servicios sociales pero incrementa su capital en otros sectores productivos. Estos datos
ratifican la modificación de sus intereses para mantener la estabilidad y
solidez económica lo que quiere decir que basarse sólo en la obtención
de ganancia dentro del sector de producción de servicios sociales no es
rentable, son los otros sectores económicos que le confieren esa estabilidad tan codiciada por un sinnúmero de instituciones privadas sin fines
de lucro que realizan obra social. Esta aseveración no es novedosa, si lo
es, que una institución filantrópica de antigua data, haya movido su acción institucional dentro de las reglas de la acumulación de capital desde sus orígenes, 1888.
2. La constitución del capital económico
Para determinar y especificar la constitución del capital económico de la JBG, implica una perspectiva histórica para definir las tendencias. Para ello utilicé un indicador idóneo como son los ingresos de
la institución. El tiempo seleccionado comprende desde la existencia de
los primeros registros económicos en 1897 hasta 1990.
Los ingresos están demostrando varios procesos importantes. En
primer lugar, el capital se constituye con dos mecanismos básicos: la
asignación de dinero del Estado (ya sea del municipio y del gobierno
central) y de cierto segmento de la sociedad como son los filántropos; y
el otro, producido por la propia gestión institucional. En estos dos mecanismos existe una sola matriz económica que es la empresarial. En segundo lugar, el capital de la JBG es originado localmente solo en el año
de 1950, el ingreso del Estado es mayor que el de la JBG2. En tercer lu-
246 / PATRICIA DE LA TORRE A.
gar, la constitución del capital económico es privado, aunque haya recibido asignaciones estatales y este es el punto medular a ser desarrollado en el presente capítulo. El siguiente cuadro, visualiza y justifica las
aseveraciones hechas.
Cuadro 30
Ingresos de la JBG. 1897-1990 Datos en Porcentajes
ESTADO
AÑOS
1897
1901
1905
1910
1915
1920
1925
1930
1935
1940
1945
1950
1976
1979
1986
1990
JUNTA DE BENEFICENCIA
Municipio Gobierno
(a)
(b)
40.1
36.8
39.6
34.9
32.3
29.3
32.1
21.1
18.2
15.3
3.2
1.6
00
00
00
00
18.5
9.7
1.1
00
5.1
20.6
15.1
24.2
24.2
26.3
27.5
55.3
18.3
8.5
12.4
8.3
Subtotal Lotería
(a+b)
(c)
58.6
46.5
40.7
34.9
37.4
49.9
47.2
45.3
42.4
41.6
30.7
56.9
18.3
8.5
12.4
8.3
14.8
30.7
24.6
20.1
25.2
20.9
23.4
30.8
34.2
43.7
25.7
20.2
54.3
56.8
52.6
53.3
Sector Predios Varios
Financ. (e)
(f)
(d)
13.2
10.2
17.6
32.7
25.2
8.3
7.4
15.8
2.3
3.5
24.7
6.1
21.1
23.7
7.4
20.3
12.1
12.6
14.6
9.4
7.5
13.6
15.2
2.5
8.8
7.6
2.4
7.7
2.5
4.8
12.2
13.0
1.3
00
2.5
2.9
4.7
7.3
6.8
5.6
12.3
3.6
16.5
9.1
3.8
6.2
15.4
5.1
LOCAL
NACIONAL
Subtotal
(a+c+d+
e+f)
(b)
41.4
53.5
59.3
65.1
62.6
50.1
52.8
54.7
57.6
58.4
69.3
43.1
81.7
91.5
87.6
91.7
81.5
90.3
98.9
100.0
94.9
79.4
84.9
75.8
75.8
73.7
72.5
44.7
81.7
91.5
87.6
91.7
18.5
9.7
1.1.
0.0
5.1
20.6
15.1
24.2
24.2
26.3
27.5
55.3
18.3
8.5
12.4
8.3
Fuente: Presupuestos 1897-1950, 1976-1990 en Memorias de la JBG e Informe de Labores. Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
2.1. La asignación de capital
a) Del Estado
El capital inicial con que empieza las operaciones la JBG, es la
asignación del Estado bajo dos formas: la una municipal y la otra del gobierno central, siendo la más importante la transferencia legal de la lotería nacional. Podría decirse según la teoría del Estado que la asignación estatal está compuesta de la municipal y del gobierno central; sin
embargo, para esta realidad empírica es necesario realizar una discriminación: si en la teoría del Estado el municipio es parte de él, los capítulos anteriores mostraron empíricamente hasta la saciedad que la auto-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 247
nomía de esta estructura de poder local se opone a la Estatal nacional,
es una cuestión que sobrepasa a lo jurídico, es una pugna de poder entre la sociedad local y la nacional, que se explica en la cultura política
local. La Lotería Nacional al ser transferida legalmente a la JBG, se
convierte también en una actividad económica local, aunque hasta la
actualidad, sea legalmente una lotería nacional manejada por una institución privada de servicio social.
El capital inicial proviene del municipio con una consigna expresamente escrita en la Ordenanza Municipal: se le asignarán los fondos
hasta cuando genere los suyos propios. Esto significa que la gestión económica debía ser realizada sin la tutela del gobierno local. Este comportamiento refleja la concreción de un capitalismo y liberalismo imperante en el Guayaquil de esa época, plasmada en una actividad comercial
financiera importante. La JBG como institución económica, no es una
excepción en Guayaquil, está inmersa en esa mentalidad económica
privada capitalista. A diferencia y contrastando, en la Beneficencia Nacional, no existe esta proyección de autonomía ni rasgos privativistas,
es esencialmente estatista y centralista.
La tendencia que se observa es que hasta 1950 el financiamiento del Estado en el transcurso de cerca de un siglo representa una media del 44%. A partir de 1976 ese porcentaje disminuye hasta llegar al
8.3% en 1990 (Ver Cuadro 30 ). Discriminando los ingresos que proviene del municipio y del gobierno central, el porcentaje de los ingresos
municipales hasta 1930 es mayor que el del gobierno. En los años siguientes, se inicia una disminución hasta ser inexistente en 1976, lo que
no sucedió con los ingresos fiscales, que experimentaron una tendencia
decreciente pero nunca desaparecieron.
A partir de 1976, la disminución del financiamiento gubernamental se explica por la adopción de la política de desarrollo y de planeamiento del Estado. En 1967, los Planes Nacionales de desarrollo
propician la creación del Ministerio de Salud, siendo una de sus principales políticas la regionalización de los servicios sociales. Antes de este período, él estaba ausente en la ciudad de Guayuaquil, con sus propias unidades hospitalarias. En la medida en que se fue organizando el
sistema de salud del Estado, con la construcción de su propia infraestructura sanitaria, disminuyó el financiamiento de la JBG. Pero ella había consolidado su propia economía privada, así ese 18% del financiamiento gubernamental, ya no era tan esencial como fue en el período
anterior.
248 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Esa tendencia de disminución del financiamiento estatal demuestra, por el contrario, la consolidación del capital privado para las obras
sociales. En este sentido, el factor económico estaría contribuyendo para esa delimitación. A más de esto, se coloca en primer lugar una de las
características del papel del Estado: su lado privado, que propicia la dinamización de entidades privadas de servicio público, como la privatización de la Lotería Nacional.
La disminución y la posterior supresión del financiamiento municipal obedece en gran medida a la separación de las relaciones entre la
JBG y el Municipio, para precautelar la inversión privada, antiguamente fusionados por los mismos actores sociales y políticos locales. A partir de los años 40, el populismo tomó el poder del municipio y pretendió hacer de la JBG su instrumento político. En este conflicto, la JBG
propició la desvinculación económica con aquel poder local que le dio
vida, privilegiando sus intereses sociales y económicos que son los mismos de la burguesía comercial-financiera de Guayaquil.
b) La Lotería Nacional
La Lotería Nacional surge del Estado3. El Decreto del 17 de mayo
de 1836 emitido por el presidente Vicente Rocafuerte justifica su creación para financiar obras públicas nacionales (Registro Oficial, Compilación de Leyes de Loterías, 9 de junio, 1948, año 1, Nº 217, p 3).
En 1886, la lotería se estableció en las 7 provincias existentes . La
ley se había consagrado, pero la realidad demostró no sólo la incapacidad del Estado para ponerla en vigencia, sino sobre todo la incongruencia entre la dinámica del Estado de derecho y su relación con la
sociedad local. En este caso, la lotería es funcional para sociedades urbanas y no rurales. El 18 de agosto de 1894 se emitió un decreto legislativo respondiendo a la solicitud de la JBG, de que la Lotería Nacional sería fundamental para “equilibrar” la revisión de los gastos originados por los Establecimientos de Caridad, tanto en el presente como en
el futuro, de esta manera el gobierno decretó que:
“Art. 1. Se asignan como fondos de dicha Junta los siguientes:
1. El producto de los juegos de loterías, que serán organizados en esa
ciudad, será exonerado de todo impuesto fiscal y municipal creado o por
crearse, debiendo entenderse esta concesión especial desde la promulgación de la presente ley.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 249
2. Al efecto se atribuye a la misma sociedad la facultad de refundir y organizar en una sola todas las loterías que actualmente existen, sometiendo el reglamento que expidiere para dicha organización a la aprobación
del Concejo Municipal de Guayaquil.
El decreto fue viable porque la JBG reunía las condiciones institucionales necesarias: un respaldo monetario, racionalidad y eficiencia
administrativa, objetivos sociales, pero sobre todo, una clara orientación al lucro. Estas son las causas que explican la permanencia con
éxito de la Lotería de la JBG y la desaparición paulatina de las otras loterías creadas en las 7 provincias del país que no tenían alguna institución con estas características. Este hecho es significativo. Refleja una
tendencia desde ese entonces de la dádiva del Estado a los grupos privados, de esta manera se puede hablar de una acción privatizadora del
Estado.
Consagrándose la lotería de la JBG con una eficiente organización, con gran capacidad económica y con una imagen de confianza,
su radio de acción sobrepasó los límites de la venta del nivel local para el nacional, usando y respaldándose en la atribución legal, pero sobre con alto grado de legitimidad social. (Ver Cuadro 31).
¿Por qué la lotería tuvo éxito económico?. Confluyen tres factores: la demanda por la necesidad económica, la naturaleza intrínseca
de este sistema y la confianza de la honradez del manejo del dinero. La
revisión de los informes del Inspector de la Lotería en diferentes años,
demuestran la invariabilidad de la operación del sistema de la suerte.
La Lotería financia, en un alto porcentaje los gastos corrientes de
la institución, esto quiere decir , los gastos de la obra social. En 1897,
la Lotería es responsable por el 14,8% de la ganancia de la JBG; en
1950, por 20% y, en 1990 por más del 50%. Esto sirve de argumento legal, durante el siglo actual, para evitar que otras loterías funcionen en
la ciudad de Guayaquil o en el país y para mantener su monopolio. A
partir de 1986, hay un excedente que es reinvertido en el sector financiero. (ver Cuadro 32)
250 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Cuadro 31
Mecanismo de operación de la ganancia de la lotería de la JBG
Años
1894-89
1932
1934
1935
1936
Gastos
Adminis.
117.597
195.409,22
116,00
497.181,73
346,00
Utilidad
sorteo
Premios
Caducados
9.320
20.828,60
409.151,434
60.337,10
791.979,99
126.917
216.237,82
44.446,55
557.518,83
105.542,72
Subtotal
210,05
8.396,05
453.597,984
879.522.72
Pérdida
Líquida
Partícipes*
126.653,15
51.960,45 155.881,32
113.399,49
139.397,71 418.139,12
219.880,68
Utilidad
340.198,494
659.642,04
Fuente: Administración de Lotería, Informes del Ramo de la Lotería al Inspector de Lotería de la JBG, Guayaquil, JBG, 1899 a 1936.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
* Los partícipes son la asignación del 25% de la ganancia de la Lotería que distribuye a
otras instituciones de Beneficencia como son:
8,50% a la Sociedad de Beneficencia de Señoras.
5% Sociedad de Conferencia de Señoras San Vicente de Paúl.
5% Sociedad Filantrópica del Guayas.
4.5% Sociedad de Artesanos y Amantes del Progreso.
1% Sociedad de Beneficencia Manabita.
1% Compañía Sirena Nº 4.
La lotería es un sistema de formación y acumulación de capital,
es una maquinaria que con poca inyección se incrementa consiguiendo
altas ganancias que provienen fundamentalmente de los sorteos y de los
premios caducados. Por ejemplo, tomando un años al azar, en 1936, la
ganancia de la lotería se incrementó en un 62% en comparación al año
anterior. La JBG aduce al crecimiento demográfico de la ciudad, del país
y la atractiva oferta de dos sorteos extraordinarios de $9.523,80 cada
uno en las fiestas de la fundación de Guayaquil y en Navidad. Así mientras más aumentan los sorteos extraordinarios, hay un mayor fraccionamiento de los billetes, incrementando el número. Consecuentemente se
vende más y la ganancia es mayor, la cual se constituye el la principal
fuente de financiamiento de la institución a lo largo del presente siglo.
La Lotería financia en un alto porcentaje los gastos corrientes de
la institución, es decir, los gastos de la obra social. Esto le sirve de argumento legal durante el presente siglo para evitar que otras loterías funcionen en la ciudad de Guayaquil o en el país y mantener el monopolio de la misma. A partir de 1986 hay un excedente que es reinvertido
en el sector financiero. (Ver Cuadro 33).
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 251
Cuadro 32
Ingresos de la JBG 1897-1950
Años
Estado
1897
1901
1905
1910
1915
1920
1925
1930
1935
1940
1945
1950
1976
1979
1986
1990
58.6
46.5
40.7
34.9
37.4
49.9
47.2
45.3
42.4
41.6
30.7
56.9
18.3
8.5
12.4
8.3
JBG/Lotería
14.8
30.7
24.7
20.1
25.2
20.9
23.4
30.8
34.2
43.7
25.7
20.2
54.3
56.8
52.6
53.3
Total otros
Total%
26.6
22.8
34.6
45.0
37.4
29.2
29.4
23.9
22.5
14.7
43.6
22.9
27.4
34.7
35.0
38.4
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
Fuente: Presupuestos 1897-1950, 1976-1990 en Memorias de la JBG e Informe de Labores. Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Cuadro 33
Porcentaje que financia la lotería a los gastos corrientes JBG 1977-1988
Año
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
Producción neta
Gastos corrientes
Sucres
Dólares
241.958.786
301.068.614
375.799.962
487.664.402
510.230.129
601.285.452
784.828.533
1.007.224.457
1.683.176.366
2.428.169.118
3.475.215.374
5.608.660.339
9.678.351,44
12.042.744,56
15.031.998,48
19.506.576,08
20.409.205,16
19.396.304,90
15.571.994,70
14.266.635,36
18.021.160,23
18.465.164,39
18.300.238,93
16.954.837,78
Sucres
330.864.586
369.148.875
463.813.379
560.307.343
661.797.454
779.937.547
1.002.012.571
1.337.506.639
1.775.233.604
2.259.967.607
2.925.138.410
4.292.897.812
Cubre Gastos
Dólares
13.234.583,44
14.765.955,00
18.552.535,16
22.412.293,72
26.471.898,16
25.078.377,71
19.881.201,80
18.944.853,24
19.006.783,76
17.186.065,45
15.403.572,45
12.977.321,07
Totales%
73.1
81.5
81.1
87.1
77.1
77.1
68.4
80.5
94.8
Exceso 7.4*
Exceso 18.8*
Exceso 30.6*
Fuente: Informe de Labores, JBG, 1988, Guayaquil, Archivos de la JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
* Cubre totalmente los gastos corrientes, el excedente es utilizado en inversiones.
252 / PATRICIA DE LA TORRE A.
La lotería tiene una cualidad única: no entra en crisis, pues en
épocas de recesión y de agudización de la pobreza es cuando más ella
se vende. En la recesión de 1930, el ingreso de la lotería de la JBG era
de $ 350.000 dólares, 1.767.500 sucres, representaba el 30% de ingreso total de la institución; en relación a 1925, incrementó su venta en
un 7%. En 1988 la producción neta de la Lotería era $16.954.837,78
dólares, es decir S/5.608.660.339 sucres y cubría los gastos corrientes
de $12.977.321,076, dólares, es decir, 4.292.897.812 sucres, verificándose un excedente líquido de $.3.977.516,70 dólares, es decir,
S/1.315.762.527 sucres. En 1990, representaba el 53,3% del ingreso de
la JBG produciendo el mismo efecto.
El bien ofrecido en venta es la posibilidad de salir de la pobreza,
satisfacer necesidades básicas y de confort, ser rico, todo esto a un precio barato, accesible. Hay una necesidad, atravesada por la incógnita y
la incertidumbre, artificios claves que impulsan a la compra de la lotería. Ante la falta de razones para elegir una alternativa se opta por una
elección al azar, en donde la incertidumbre es como una enfermedad,
porque impide hacer elecciones, y planes para el futuro. El beneficio de
la incertidumbre está permeado por un aspecto sicológico que es la sensación de la suerte. Es el premio que, en una sociedad religiosa como
la nuestra, es tomado como protección divina, de la voluntad de Dios:
según los proverbios (16:33). “En el seno se echan las suertes, pero es el
Señor quien da la decisión” ( Elster, J.; 1991). En las loterías se trata de
descubrir y acatar la voluntad de Dios, las personas compran una fracción del billete, “ el guachito” con esperanza, bendiciéndole, invocando a Dios, a la Virgen, a los santos y a las “buenas causas “.
La lotería es vendida en todo el territorio nacional por su valor sicológico, porque la pobreza no es un problema local, es nacional y en
ella no hay discriminación de sexo, raza, ideología, región, religión,
partidos políticos, edad. La lotería es comprada por indígenas, negros,
obreros, amas de casa, intelectuales, instituciones privadas y estatales.
El trabajador, el dirigente político quiteño que milita en un partido de izquierda, los intelectuales (inclusive los que trabajan los temas de carácter regional), compran la lotería de la JBG.
El significado de esa compra es estríctamente económico, en ningún momento aparece el sentimiento regionalista, o de participación en
el financiamiento de una obra local de la burguesia guayaquileña. Así,
la lotería se convierte en un elemento neutro porque el fin es único, de
beneficio individual, lo que trae como efecto el desaparecimiento de
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 253
cualquier sentimiento colectivo como el local y regional. Con todo, hay
un resultado colectivo: los ecuatorianos financian una obra social local.
De la Lotería como fornecedora de fuentes de trabajo formal e informal, interesa específicamente examinar la segunda. Los principales
vendedores, los llamados “loteros” son indígenas, población migrante
pauperizada que actúa en la mayoría de las veces dentro de una estrategia de trabajo familiar. En esta forma de trabajo familiar, los niños tienen un papel importante, son los voceros en la venta de los “guachitos”
de la lotería. Este aspecto legitima sutilmente su presencia, porque el
mercado informal de trabajo no necesita de aspectos legales, funciona
en el mundo subterráneo, que se convierte en una alternativa frente a la
pobreza social.4
La lotería es un hecho permanente de la vida cotidiana del guayaquileño y del ecuatoriano, se encarnó en el comportamiento de las
personas, es un testigo mudo de la historia de las personas y de la ciudad, se impregnó en la vida a través de varios medios, siendo uno de
ellos la comunicación pues la lotería de la JBG tiene un lenguaje propio. Los escenarios está en las calles, las ciudades, en los lugares de trabajo, en los hogares, en lo boletines semanales que salen en los periódicos de mayor circulación desde hace 101 años. De esta manera, la lotería cumple el papel de representar la cultura, la tradición no sólo local, sino también nacional. Esta tarea que fue asumida por lo propia JBG
a través de la gestión de su propia obra, canalizada por los medios de
publicidad, radio prensa, televisión.5
c) La filantropía
La filantropía social puede tener dos formas: la primera como un
programa de rehabilitación social institucionalizado; y la segunda, como un medio de alivio directo sea en dinero o en especies. La JBG tiene la primera connotación, recibiendo de las herencias y las donaciones de los filántropos, un legado de la filantropía masónica ( RussellWood, A. J. R.; 1981).
La JBG funcionó como un programa de rehabilitación social para cada necesitado que se presentaba. Era cuando las víctimas de la pobreza alcanzaban un grado elevado de degeneración material y moral.
No cabe duda que en este tipo de filantropía sobresalía una preocupación esencial: aliviar el sufrimiento humano. Así el destino de la filantropía, sea bajo la forma de donaciones y herencias, en dinero o espe-
254 / PATRICIA DE LA TORRE A.
cies, era financiar una obra social. Esta es una característica importante
que hace de la filantropía institucional no una cuestión nítidamente religiosa, sino también humanitaria. Esto permite que la JBG mantenga en
vigencia una cuestión antigua y nueva: la cuestión de la pobreza social
y sus posibles soluciones.
La filantropía individual, personalizado en el filántropo o filántropa, no va a predominar el carácter religioso, aunque existe inevitablemente una religiosidad como el de asegurar el cielo, salvar el alma del
infierno o del purgatorio o expiar las culpas cometidas para conseguir el
perdón divino. Los filántropos como Lorenzo Ponce, Alejandro Mann,
José Domingo de Santiestevan, Manuel Galecio, Mercedes Calderón de
Aylluardo entre otros, tenían una conciencia social caritativa, y materializaban ese sentimiento en un espacio social organizado, una institución
en la cual podían encontrar otras personas con los mismos intereses financieros y la misma posición social. Esa institución era la JBG. Pero
hay otra connotación en los filátropos guayaquileños que es la preservación de su propio bienestar social, pues son usuarios de los diferentes
servicios sociales y a su vez protegen a aquellos grupos de la “aristocracia en descomposición” o de los “aristócratas pobres”.
La filantropía tiene otra característica, menos visible pero igualmente importante que es la relación protectora de los intereses económicos con actividades caritativas, canalizada a través de la institución.
Las cuantiosas herencias y donaciones eran depositadas en los bancos
en los cuales los notables eran propietarios o socios, generando un mayor incremento y circulación de capital en las diversificadas actividades
financieras. En otros casos, las donaciones y herencias en especies incrementaban el patrimonio institucional.6 (Ver Anexo 9 ).
Me voy a detener en el caso de las herencias. En mucha de ellas,
los donadores dejaban testamentariamente como albacea de sus bienes
a los abogados de la JBG, la estrategia fue la de conseguir que la JBG,
asumiera ese papel. Así, fue montando un aparato jurídico aprobado por
el Congreso para esclarecer y resolver por su propia cuenta problemas
legales.
Siendo albacea de los bienes del fallecido, la JBG enfrentó una
serie de conflictos con los herederos que no se conformaban, que los
cuantiosos bienes pasen a una institución de servicio social. En la revisión de las actas de la Junta General identifiqué varios conflictos de este género. A continuación transcribiré textualmente uno de ellos.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 255
Cronología resumida del conflicto:
16 de agosto de 1926:
La herencia de Domingo Rodríguez dejó a la JBG dos casas, dos haciendas grandes, tres solares y un terreno.
La denuncia: “hay un atentado cometido por los sobrinos de Domingo
Rodríguez con el fin que los bienes no pase para la Junta de Beneficencia de Guayaquil”. Se convoca a reunión de Junta General para que ésta le de una norma de acción.
El pleito: Un sobrino del Sr. Rodríguez, León Octavio Rodríguez ha fimado una escritura legal, documento a favor de sus hermanos en la cual declara, que su hermano Gil ha recibido de Domingo Rodríguez 600.000
sucres y en garantía de esta deuda hipoteca todos sus bienes. Domingo
niega haber recibido esa suma por lo cual el director de la JBG solicita
al Presidente Provisional de la República, (Isidro Ayora) la orden para
que no se inscribiera la escritura hipotecaria en referencia, orden que ya
se había dado. Se designa para que el Director haga los trámites necesarios y el Procurador como abogado de la institución toma cartas en el
asunto.
27 de agosto.
Se propone que la JBG haga un juicio a los Srs. Rodríguez para precautelar los bienes de la JBG. Los notables deciden que es el Sr. Rodríguez
quien debe hacer el juicio porque se ha probado la inexistencia de la
obligación, la nulidad del reconocimiento de la deuda y del contrato de
hipoteca, y existe la prohibición de que se inscriba la hipoteca.
30 de agosto.
La Junta General decide que se debe nombrar un contrato para la administración de los bienes, con lo cual al JBG toma posesión de los mismos. Se hace la escritura, y se dirige una nota al Ministro Fiscal a fin de
que se encuentren méritos suficientes en las publicaciones de la prensa,
relativo al asunto y que se haga una excitativa correspondiente por la iniciación del juicio criminal hecha por los Srs. Rodríguez
31 octubre 1927.
La transacción no se puede hacer porque es inmoral afirma el Dr. Arroyo del Río, después de la gestión hecha con el Ministro Fiscal, y se declaró la falsedad del documento, con lo cual se pide sanción al Presidente de la República, (subrayado mío), porque la corte de Guayaquil fue
extemporánea y no dio el resultado.
30 de noviembre de 1927.
la JBG es propietaria de los bienes del Sr. Domingo Rodríguez.
256 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Este conflicto deja en evidencia las tramas del poder, el nivel en
que se mueven las gestiones de la JBG son los altos poderes del Estado
articulando las diferentes instancias legales tanto nacionales como locales. La perspicacia de las negociaciones legales de sus abogados, que
tienen un alto reconocimiento profesional local y nacional, permite el
control directo de la herencia. Ante este esquema jurídico creado y con
un poder que puede cuestionar a la primera autoridad del Estado, con
dos instrumentos básicos, un testamento y la finalidad social del mismos, despojó cualquier argumentación a favor del pleito levantado por
familiares del testador.
La filantropía guayaquileña formó un acervo patrimonial que económicamente fue inferior a los ingresos de la lotería y de las inversiones
mobiliarias y financieras pero cuyo valor subjetivo era superior. La JBG
se encargó de perpetuar a sus mayores filántropos, colocando sus nombres en los establecimientos, argumento usado para defender su patrimonio frente a la injerencia del Estado. Los notables decían: “cómo
puede decir el Estado que los establecimientos son de él, si el terreno
del hospicio fue donado por J. Aguirre y construido con la herencia de
Domingo de Santiestevan”.
2.2. La generación del capital por cuenta propia
La JBG incrementa su capital a través de varios mecanismos ya
mencionados. Esta diversificación le permite abrir un espectro de gestiones económicas a ser compensadas mutuamente en momentos de crisis exógenas y, de la misma forma, conforman un panorama económico
multifacético y, consecuentemente, una diversidad de relaciones con la
sociedad, para ofertar servicios de salud, ser fuerte especuladora inmobiliaria, en el juego de la loteria o en el sector financiero. Me interesa
en esta parte demostrar los mecanismos de constitución del capital económico en otros de los sectores económicos dinámicos como es la especulación de inmobiliaria de inmuebles urbanos. Justifico esta elección
porque no es solo una actividad económica, pues a través de la compra y venta se configuran nuevos actores sociales, políticos y económicos, que van escribiendo la vida de la ciudad como todas sus expresiones culturales y de identidad.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 257
a) La especulación inmobiliaria y el caso de la Hacienda Tarazana7
La JBG fue una próspera latifundiaria, tuvo sobre su dominio cinco haciendas y una finca que fueron vendidas. Una de ellas, la hacienda Tarazana,8 dada su localización próxima a la cuidad y su crecimiento acelerado, se convirtió rápidamente en parte del perímetro urbano y,
así, dejó su vocación agropecuaria para convertirse en uno de los lugares donde se protagonizó uno de los más importantes procesos de urbanización y de fijación de precios de los inmuebles en Guayaquil. Al
constituirse en uno de los ejes importantes del proceso de urbanización
tiene el control espacial urbano de una parte importante de la ciudad,
lo que le confiere un poder sobre las personas, las instituciones y el
mismo Estado.
La compra:
El día 24 de mayo de 1896, la JBG realiza el negocio más importante de su vida institucional. El doctor Francisco X. Aguirre Jado, primer vicepresidente de la institución desde su fundación hasta 1895 vende, en 1896, la hacienda Tarazana. Aguirre Jado era amigo íntimo de
Eduardo Arosemena, banquero y director de la institución. La JG adquirió la hacienda Tarazana mediante compra, a diferencia de las otras haciendas, que le fueron donadas. El dinero fue obtenido de la herencia
del filántropo Domingo de Santiestevan cuya cuantía era de 75.000 sucres. Es ilustrativo describir el proceso
La Junta General reunida el 24 de mayo de 1896 debate sobre la
conveniencia de la compra. Estaban reunidos 16 miembros, que presentaban opiniones opuestas. Veamos la argumentación extraída del acta de la Junta General convocada para tal efecto por su director Eduardo Arosemena.
“El señor Director Arosemena expresó:
Era del parecer que la Junta hiciera tal compra, no sólo atendiendo lo
que produce dicha hacienda, sino también y principalmente a que por
hallarse inmediata a la ciudad y siendo de gran extensión, la Junta tendría terrenos disponibles y a propósito para construir en ellos los varios
establecimientos que trata levantar, tales como la casa de convalecientes... y el nuevo Hospital Civil.... Además el vendedor ofrece facilidades
para el pago, caso de que la Junta no tuviere todo el dinero disponible,
conviniéndose aquél en recibir veinte mil sucres al contado y los cuaren-
258 / PATRICIA DE LA TORRE A.
ta mil sucres restantes con un año de plazo al interés del nueve por ciento anual y con hipoteca del mismo inmueble.”
(Acta de la Junta General del 24 de mayo de 1896, Libro de Actas).
Los argumentos desfavorables a la compra, según la opinión de
Aurelio Aspiazu, agro exportador, señalan que la hacienda no es rentable agrícolamente como son las haciendas productoras de cacao. En
consecuencia si la rentabilidad agrícola era baja, no se justificaba el
precio ni los intereses excesivamente altos que pedía el vendedor. No
cabe duda que, para un experimentado productor y vendedor de cacao,
la compra de la hacienda era un mal negocio. Otros notables opinaban
que si el objetivo de la adquisición de la hacienda era levantar edificios
de salud, la compra era innecesaria porque “hasta la fecha no ha dejado de construir ni lo hará aún dado el caso de que le falte terrenos, porque el Gobierno, el Municipio y los particulares asiste a la JBG con sus
donaciones” (Acta Junta General, 1896). Se verifica esta afirmación,
enumerando los predios que el propio Sr. Aguirre Jado donó para la
construcción del Hospicio. Hay, también, la argumentación de que el
objetivo de la JBG no es el de administrar haciendas y tampoco la administración indirecta de las mismas porque producían perdidas, como
había sucedido con sus otras haciendas. Dimensionando las dificultades, hay una constatación de que la compra iba en contra de los reglamentos de la JBG que pedía promover el aumento de sus ingresos, en
este caso la compra significaba una pérdida. Aquí están en juego dos argumentos en contra, uno estrictamente económico, otro administrativo,
que refuerza la infalibilidad de la ayuda externa del Estado o privada.
En esos argumentos hay un consenso, no asumir un riesgo.
Eduardo Arosemena, banquero, encuentra que la compra es un
gran negocio a largo plazo. Con su mentalidad de calculador del futuro, sabe que esos terrenos, por la proximidad a la ciudad, dejarían de
ser predios rurales y se convertirán en la ciudad de Guayaquil. Calcula
que disponer de terrenos, garantizaría espacios territoriales para la
construcción de los establecimientos de la JBG. Confiaba en la benevolencia del Estado, pero no en su eficiencia, más aún cuando el Municipio en 1888, le había conferido el designio de ser una institución autónoma. Relativizaba la regularidad de la filantropía, pues no es constante. A Eduardo Arosemena no le interesa cuan rentable agropecuariamente sea la hacienda, pero si la plusvalía, la renta urbana de la tierra que,
con el tiempo, adquirirá la hacienda. La visión calculadora y futurista de
Eduardo Arosemena, evaluó los réditos económicos que a largo plazo
podría dar el inmueble, así no fue primordial en su argumentación con-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 259
siderar el precio y los intereses que sin duda favorecía a su amigo y a
un hombre notable ( Sombart, W.; 1979).
Después de un largo debate, los notables apoyaron la compra de
la hacienda al contado, afirmando que si el precio era tan caro, el criterio del director era válido, no solo como hombre de éxito comprobado en el campo financiero, sino también por el ejercicio de autoridad, investida de confianza y de carisma.
Gana la propuesta del financista que piensa en el futuro. Es, como se verá más adelante, la compra de la hacienda Tarazana significó
para la JBG, una ganancia económica considerable. Pero había algo
más: sin ser un acto consciente en ese momento, estaban también asegurando una nueva forma de poder, legitimando su presencia en diversos sectores de la sociedad, a través del control del espacio urbano de
la ciudad de Guayaquil, sobre la base del significado fundamental que
otorga la posesión de la tierra.
Hay dos propuestas importantes a ser colocadas en el acto de la
compra-venta: en primer lugar, la compra-venta es un negocio rentable
que obedeció a intereses económicos individuales del vendedor y comprador. Eduardo Arosemena, con una racionalidad weberiana, afirma
que realizó un negocio rentable para la JBG. No en tanto, queda una
pregunta: ¿fue solamanete la mentalidad calculadora de Eduardo Arosemena que proporcionó la realización del negocio o existe otras causas?.
La pregunta surge porque quien hace un negocio quiere comprar algo a
un precio menor, en este caso se está comprando a un precio mayor algo que se constata que no es altamente rentable. Esta pregunta nos permite identificar quien es el vendedor y sus relaciones con la JBG.
En segundo lugar, Eduardo Arosemena es director del Banco del
Ecuador y director de la JBG. Su amigo Francisco X. Aguirre Jado fue primer Vicedirector de la JBG y viaja para Lima en 1896, residiendo en esa
ciudad y desde allí planifica la venta de la hacienda. Ambos son directores de la JBG. De esta forma, la institución se convierte en un espacio de articulación de un negocio, en el cual no prima la filantropía ni
el sentido humanitario. Están realizando un negocio de beneficio mutuo. La aceptación de un alto precio denota un negocio en que prima
una relación de frialdad económica No hay un sentido de solidaridad y
de ayuda mutua, apenas un negocio de alto valor, que beneficia a
miembros de un mismo grupo social. La solidaridad masónica influye
en estas determinaciones.
260 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Las previsiones del buen negocio se concretizan cuando, desde
1929 hasta los días de hoy, comienza a desmembrarse la hacienda en la
venta de lotes destinados a varios fines. Así, la JBG comenzó a “cosechar” está inversión de 33 años de compra (1929), en la especulación
inmobiliaria, mediante la venta paulatina de sus terrenos, en la coyuntura del crecimiento urbano desordenado y vertiginoso de Guayaquil,
producto de alta migración9.
En el comienzo del siglo, la hacienda Tarazana tenía una extensión 7 veces mayor que la ciudad de Guayaquil. La superficie edificada de la ciudad de Guayaquil, según Teodoro Wolff, era de 5 Km2, o
sea, 3.600 Has.(Guía Comercial Agrícola, 1909). Un siglo después, el
área urbana total de Guayaquil era de 180.972 Km2, o sea, 18.097.2
Has. (Instituto Geográfico Militar, 1992). Ver Plano 1 y 2).
Según los números de las ventas hechas por la JBG, en 1929 hasta 1973, la institución tenía todavía sobre su propiedad 25.316, 317 m2,
o sea, 70.3% de extensión de la hacienda, lo que significa, en términos
de futuro, mantener la especulación urbana. Para ese año, la extensión
de la hacienda representaba 20% del área total de Guayaquil; en 1990
por las ventas realizadas, el porcentaje bajó al 14%. (Ver plano 3).10
Los datos que presento permiten demostrar el poder económico
que la especulación inmobiliaria da a la institución. Para construir este
panorama, procesé los datos relacionados a quien vende, la extensión
y la racionalidad en la colocación de los precios de venta. La especulación está atravesada por un alto nivel de confrontación con diversos sectores sociales, como los herederos de inmuebles urbanos limítrofes con
los de la Tarazana, los invasores de tierra, los militares, el municipio y
el gobierno.11 De todas las maneras, el aparato jurídico de la propia institución resuelve por vía legal estos conflictos, acción que hace parte de
la trama de poder de la JBG que se impone sobre cualquier negociación
de los diversos sectores sociales.
La revisión cronológica de las ventas de terrenos realizadas por la
JBG, ( Ver Cuadro 4) muestran que los momentos de especulación inmobiliaria, con su respectiva dinámica, coincide con los de inflección, anotados en el Capítulo 4. De 1929 hasta 1949, hay una relación directamente proporcional entre la cantidad de metros vendidos y el precio total del terreno. Esto da a entender que, en el mercado inmobiliaro, el lucro a través de la renta de la tierra urbana, no estaba instalado, como
prioridad. A partir de ese año, se observa que aumenta el precio del me-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 261
262 / PATRICIA DE LA TORRE A.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
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264 / PATRICIA DE LA TORRE A.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 265
tro cuadrado, denotando en el mercado inmobiliario una valorización
de la tierra. Por tanto la lógica económica cambió, instaurándose la especulación inmobiliaria como generadora de altas tasas de interés.
Cuadro 34
Metros vendidos y valor 1929-197312
Año
M2 vendidos
1929
1935-1938
1940-1944
1945-1949
1950-1954
1955-1959
1960-1963
1965-1967
1970-1973
1.660.000
308.877
2.990.542
275.960
77.000
2.024.487
885.502
455.077
1.332.070
31.267
268.660
5.369.150
689.920
1.758.000
5.126.435
25.338.900
26.453.080
105.464.468
10.009.515
170.499.880
TOTAL
Valor sucres
Fuente: Libro de Actas de la Junta General, 1928-1973, Departamento de Predios Rústicos, Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Los agentes de la compra
Es importante dar una respuesta sobre a quien son vendidos los
terrenos la JBG. Esto irá a demostrar quienes son los actores en sus negocios y el significado de esas relaciones. Los dos principales compradores son el Estado y los individuos o instituciones particulares. El Municipio tiene un papel poco importante al igual que la Iglesia. (Ver cuadros 35 y 36).
Hasta 1944, el Estado es el mayor comprador de terrenos, disminuyendo su poder de compra en los años siguientes. Esto lleva a inferir que, en esta primera mitad del siglo, hay una relación entre la JBG y
los gobiernos, de 1905 hasta 1948; al final, cuatro miembros de la JBG
fueron presidentes del Ecuador, en diferentes épocas13. Esa participación política de los miembros de la JBG genera una especie de “compromiso” con el Estado. Ese compromiso fortalece su obra local a través de los programas de desarrollo nacional. La JBG, cuando vendía sus
terrenos hacía alusión a estar contribuyendo con una obra nacional. En
el caso de las obras públicas, más del 70% son obras que contribuyen
para el desarrollo local, sus objetivos son nacionales, como es el caso
266 / PATRICIA DE LA TORRE A.
de la construcción del aeropuerto nacional e internacional, de la estación de ferrocarril, del terminal terrestre; todas ellas facilitan la comunicación nacional entre las provincias de la Sierra, de la Costa y del
Oriente, lo que, en sí, son objetivos de integración nacional. Las otras
obras son estrictamente lugares que el Estado estaba propiciando para la
educación, vivienda y salud.
Cuadro 35
Superficie de los terrenos vendidos por sectores 1929-1973
Superficie m2
Sectores
Porcentaje
Estado
5.862.011
54.2
Particulares
3.836.504
36.0
Municipio
167.160
1.7
Iglesia
143.840
1.6
674.168*
6.5
10.683.683
100.0
JBG
Total
Fuente: Actas de la Junta General, 1928-1973, Guayaquil, Archivos JBG, 1992.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
* La JBG, hizo una urbanización denominada Los Ceibos, para vivienda de clase media
alta y alta, los lotes de terrenos tienen una extensión de 400m2.
Cuadro 36
Superficie/m2, vendida por años y sectores 1929-1975
Años
Estado
Municipio
Particular
Iglesia
Total
1929
1935-1938
1940-1944
1945-1949
1950-1954
1955-1959
1960-1964
1965-1969
1970-1975
1.660.000
186.382
2.647.782
90.000
53.000
143.000
703.584
89.077
289.186
—
—
20.000
145.960
—
—
1.200
—
—
—
122.495
322.760
40.000
24.000
1.756.487
161.878
366.000
1.042.884
—
—
—
—
—
125.000
18.840
—
—
1.660.000
308.877
2.990.542
275.960
77.000
2.024.487
885.502
455.077
1.332.070
TOTAL
5.862.011
167.160
3.836.504
143.840
10.009.515
Fuente: Actas de la Junta General, 1928-1973, Guayaquil, Archivos JBG, 1992.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 267
El destino de los terrenos comprados por el Estado se encaminaban para dos fines: el 57% para obras públicas y el restante para instituciones estatales como las Fuerzas Armadas, la Marina y los Ministerios (Ver Cuadro 37). A partir de la década del 60, las compras están
encaminadas a solucionar el grave problema habitacional de la ciudad,
a través del recién creado Banco Ecuatoriano de la Vivienda
Cuadro 37
Destino y superficie de los terrenos comprados por el Estado, 1929-1973
Destino de la compra
1. Servicios Públicos
Subtotal
Superficie m2
Porcentaje
Aeropuerto
Ferrocarril
Terminal terrestre
Vivienda
Universidad – colegios
Salud
Otros
3.252.675
1.813.000
241.664
254.500
681.557
235.577
26.000
377
55.49%
2. Ejército
Subtotal
3. Marina
Cuarteles
2.562.500
Vivienda
25.186
2.587.686
44.14%
21.650
Subtotal
21.650
TOTAL
5.862.011
0.37%
100.00%
Fuente: Actas de la Junta General, 1928-19173, Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
En una proporción inversa a la observada en los años anteriores,
a partir de los años 55 la JBG vende en mayor cantidad terrenos a particulares, siendo el destino más significativo la vivienda, la industria, y
el comercio (Ver Cuadro 38). Las ventas están regidas por las reglas de
la oferta y demanda, donde la fijación del precio del metro cuadrado de
268 / PATRICIA DE LA TORRE A.
terreno obedece a criterios de la JBG, (no se debe olvidar su gran capacidad de especulación, todavía más cuando alguna de esas urbanizaciones serán lujosos barrios residenciales).
Cuadro 38
Destino y superficie de los terrenos comprados por particulares, 1929-1973
Destino de la compra
1.
2.
3.
4.
5.
Vivienda
Industria
Comercio
Colegios
Obras sociales
TOTAL
Superficie m2
Porcentaje
1.395.264
1.267.843
779.150
262.000
132.247
36,36
33,08
20,30
6,82
3,44
3.836.504
100,00
Fuente: Actas de la Junta General, 1928-19173, Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
La JBG vendió al Estado el m2 en lugares bien localizados con
precios inferiores a los del mercado. Cada venta se concretizó mediante la resolución de un conflicto, porque pedía la expropiación de las tierras aduciendo ser municipales, pero la JBG se defendía argumentando
que su adquisición se realizaba mediante escritura pública de compra y
venta, que en ningún momento fueron donaciones municipales.
La transacción se realizaba a precios bajos. La JBG no se recusaba a vender sobre esas condiciones, argumentando estar contribuyendo
al “bien nacional”. Hay un sentido nacional en esta argumentación, que
también significa establecer alianzas, pactos políticos en pro de un intercambio de protección, y obtener créditos para sus gestiones legales.
Acto y estrategia política de la institución en la defensa de su autonomía, ejercicio de su poder. El Estado terminaba acatando las condiciones de la JBG.
Precios bajos, pero con condiciones rígidas para el cumplimiento del fin por el cual se hace el contrato de compra y venta. En las discusiones de los notables, se ventila muy bien esta intención. Por eso establecen que se incluya en las escrituras que el cumplimiento del fin disolvía el contrato. Si esta modalidad ofrecía resistencias, terminaba incluyéndose la minuta de compra venta. Así, en las escrituras de com-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 269
pra venta para la construcción del aeropuerto se explica lo siguiente:
“si los terrenos no sirven para los fines que son comprados, la Junta recupera el dominio de ellos, pero estará obligada a dedicarlos a las dependencias del actual Manicomio, o a la construcción de uno nuevo,
que ambos contratantes consideren de utilidad pública”. Es un mecanismo de control de la JBG sobre el Estado, para que cumpla con sus fines
sociales; el incumplimiento del contrato desembocaría de común
acuerdo en la construcción de predios de servicio social que favorecerían a la JBG, hecho peculiar de una relación de la sociedad civil con
el Estado, donde prevalece una forma de control sobre esos predios,
aunque sean vendidos. Es un síntoma de una actitud vigilante. Esta tónica fue una constante en la venta de sus terrenos, cuando se trataba de
obras públicas.
Cuando se vendía a particulares, los precios también son discriminados, respondiendo a las categorías de cualidad del terreno y del
destino de la compra. Al tratarse de una venta a industrias, comerciantes o especuladores inmobiliarios, los precios eran altos. En el caso de
los pequeños lotes para construcciones de acción social, vivienda para
familias particulares con vínculos de parentesco con los miembros de
la JBG o con sus empleados, los precios eran bajos. El cuadro 39 compara las diferencias de precios con los del Estado y los particulares.
La JBG, vista como una institución económica, es una empresa,
en la cual la salud, es una más de sus inversiones, aunque tenga un carácter social. Por eso, importantes sumas de dinero no se destinan a ese
fin. Si la JBG es una institución social, y sus fondos provienen de inversiones empresariales, es una muestra típica de cómo el Estado apoya negociaciones privadas.
Los elementos colocados me llevan a reflexionar que el papel del
Estado y su política de gobierno se han traducido en la formación y
afianzamiento del papel social que cumple los grupos dominantes y
juega un papel importante en la solidez social y económica del sector
privado. Por otro lado también el Estado tiende a homogenizar su espacio político en términos por lo menos de nacionalidad y transacciones económicas: la JBG es un ejemplo de ello.
270 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Cuadro 39
Precio de venta terrenos JBG
PARTICULARES
ESTADO
Año
Destino
1929
1938
Aeropuert
Ferrocar.
0.02
0.94
1.660.000
186.382
1942
cuartel
Aeropuer.
Aeropuer.
colegio
1.00
1.00
6.00
10.00
2.472.500
100.000
53.000
50.000
Municipio
Club naut.
Universi.
salud
40.00
70.00
40.00
20.00
600
1.650
8.577
6.000
c.tránsit.
50.00
comercio
240.000
1955
1960
1965
Precio
sucres
c/m2
Extensión
m2
1971
1973
Destino
Precio
sucres
c/m2
Extensión
m2
agricultura
vivienda
comercio
aserradero
industria
colegio
vivienda
univ. cató.
diócesis.
comercio
vivienda*
industria
ganaderos
club auto
coop. vivie.
vivienda*
120.00
constructo.
vivienda+
4.00
6.00
10.00
35.00
60.00
5.00
1.00
5.00
1.00
4.00
120.00
50.00
40.00
260.00
15.00
100.00
4.000
560.00
50.00
13.965
270
20.000
5.000
24.000
100.000
15.000
100.000
25.000
600.000
5.000
2.860
30.000
2.000
26.533
12.500
20.000
2.000
Fuente: Actas de la Junta General, 1928-19173, Guayaquil, Archivos JBG.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
b) El sector financiero
Abordar este tema y reconstruirlo es casi imposible. Requiere acceso de datos no sólo de la JBG sino del movimiento bancario con los
cuales opera. Esto es otro de los tantos secretos de la vida privada de la
institución. A simple vista, se puede aseverar, por los datos presentados,
que la participación de la JBG en el sector financiero es vital, su actividad económica multifacética se mezcla con este sector. La revisión de
los balances de la JBG, en el capital activo, durante el período estudiado, muestran inversiones de capital en bancos nacionales e internacionales, sobre todo en Londres y en los Estados Unidos. Las cuantías han
sido difíciles de ser determinadas y de los ingresos de la JBG se puede
deducir que representan una media del 15 al 20%.
La inversión financiera es un mecanismo fuerte y estable de ingresos económicos, respondiendo a relaciones estrechas entre la JBG y los
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 271
Bancos de Guayaquil. Organizado y puesto en funcionamiento por uno
de los banqueros más connotados de final del siglo pasado y comienzos del actual, Eduardo Arosemena, imprime a esta institución una formalidad de actuación a través de este sector económico. Los directores
de la JBG fueron gerentes de los bancos más importantes de Guayaquil
y del Ecuador. Este es un dato que va permeando todo el siglo. Así la
actividad financiera de la institución está estrechamente relacionada
con este sector económico del Ecuador14.
Las inversiones están en valores fiduciarios: bonos, acciones, cédulas bancarias, fondos a la vista, depósitos a plazo.15 Hay una suma
importante en bonos Municipales hasta la mitad del presente siglo, lo
cual va probando aquel supuesto planteado de su desarticulación posterior por causas políticas siendo una de las más determinantes la instauración del populismo.
Concluyendo, la generación de capital propio de la JBG la convierte en un holding, pero lo más relevante es que, mediante la ley,
ningún gobierno puede tener fiscalizar esta actividad económica, solamente los capitales dados por el Estado. La JBG envía anualmente un
informe de su actividad económica a la Contraloría General de la Nación, cumpliendo de esta forma, un requisito general exigido a todas las
instituciones privadas que operan sin fines lucrativos. Pero como se demostró, la ganancia de la JBG, va más allá de lo supuestamente pensado. Esto no es sino la manifestación de su gran poder económico, que
se funde con el político y el social.
3. El poder económico, flujos y círculos del capital en el sector privado
El diagrama de flujos a seguir (Figura1), traza la red de circulación de bienes, dinero y servicios. Con el capital proveniente de las dotaciones del Estado, del Municipio, y de la gestión institucional, la circulación tiene una doble vía por el cual corren, hasta el mercado, las
ventas de inmuebles, tierras, servicios sociales, finanzas, producción
agrícola; en sentido contrario fluyen las compras hasta la JBG, las que
sirven para dar servicios sociales para la población, y reinvertir las ganancias. El flujo de la venta desborda los límites territoriales de la JBG,
lo que no ocurre con las compras. Estas se reproducen en el interior de
la JBG, aumentando su capital.
272 / PATRICIA DE LA TORRE A.
DIAGRAMA DE FLUJOS DE CAPITAL
Financiamiento inicial
1888
Capital
simbólico
Municipio Gobierno central Filantropía
JBG
MERCADO
PRODUCCION
SECTORES DE LA SOCIEDAD
- SERVICIOS SOCIALES
TODA LA SOCIEDAD
- LOTERIA
TODA LA SOCIEDAD
- ESPECULACION
INMOBILIARIA
ESTADO, EMPRESARIOS
FINANCISTAS,
ESPECULADORES
VENTAS
DE INMUEBLES, SECTORES
POBLACIONALES (CAPAS
ALTAS, MEDIAS, BAJAS)
- FINANCIERA
BANCOS
- AGRICOLA
MEDIANOS AGRICULTORES
GANANCIA
COMPRAS
CAPITAL ECONOMICO
PATRIMONIO DE LA JBG
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 273
El eje de la economía de la JBG, como la producción mercantil y
financiera, define una de las claves de la racionalidad económica empresarial de la institución. Con el capital inicial, la JBG arma una estrategia económica para generar ingresos en diferentes sectores económicos. Para cada sector productivo, hay un segmento determinado de la
sociedad que participa de él. La especulación inmobiliaria se mueve
gracias a la inversión de dinero que realizan pobres, clase media, ricos
y el Estado. El Estado, en particular, tiene la capacidad adquisitiva de acceso a la tierra. La inversión del capital financiero y negocios es permanente. La JBG obtiene, de esta manera, sus recursos de varios grupos de
la sociedad y los retorna sobre todo con recursos financieros, cerrando,
de esta forma, el círculo económico.
Es un capital generado en un amplio mercado multisectorial, local y nacional, que le dan la característica de un holding. Así, se puede
mover hábilmente en cualquier de esos sectores claves para equilibrar
sus ganancias y consolidar su poder económico. Desde este ángulo, la
actividad económica amplia un gran espectro de círculos sociales y
económicos sin perder su unidad institucional, por el contrario, ratificándola.
Se destacan por lo menos dos grandes flujos económicos: el primero, el de la oferta de servicios sociales; el otro, el de la actividad comercial y financiera. Establezco esta diferencia en coherencia con los
fines e intereses institucionales. En él, un hecho cumple la función social de la beneficencia y la filantropía, y el otro las actividades mercantil y financiera. Pero esos fines se entrelazan en términos justificativos
ante la sociedad y el Estado, por la razón de ser de la JBG. Pero se disocian en términos de los intereses institucionales internos.
La JBG al ampliar e insertarse en varios círculos económicos, provoca conflictos de orden interno y externo que amenazan a la institución con un dualismo a veces contradictorios. Pero el pertenecer a varios círculos económicos tiene efectos que fortalecen y afirman la unidad económica de la institución, pues el dualismo y esa unidad se articulan muy bien. Por el mismo hecho de que la JBG es una unidad indisoluble, puede verificarse los conflictos existente en ella. Así mientras
más variados sean los círculos de intereses económicos que existan,
mayor es la unidad de la institución. Esa unidad no está planteada en
términos de personas económicas individuales, ella atraviesa la totalidad, en cuanto que pertenecen a ella personas que también pertenecen
a otros círculos no sólo económicos sino sobre todo políticos. Los cír-
274 / PATRICIA DE LA TORRE A.
culos institucionales pequeños, como los profesionales en general, el
sistema informal de trabajo, los sindicatos, los obreros de la construcción; los arrendatarios y tantos otros grupos, tienen particularidades específicas, que solo tienen significado dentro de ese amplio círculo económico de la JBG.
Estos diversos círculos económicos en el interior de una sola institución, tiene relaciones solidarias, donde la competencia no tiene cabida, la cual solo existe con los círculos externos, en donde las relaciones de poder termina provocando procesos de exclusión. Es la unidad
económica de esta poderosa institución que elimina competencias aún
provenientes del Estado. Un ejemplo de ello es el caso de las loterías
que han querido implantarse en el Ecuador, concretamente en la provincia de Pichincha. El impedimento de la lotería llamada “La Quiniela”,
no sólo fue respaldada de un manejo sutil del poder político, sino de la
misma imposibilidad de competir con la JBG, por su experiencia, capacidad económica, eficiencia administrativa y técnica provocando en
la sociedad una respuesta de confianza y credibilidad. Así, las normas
de la honra se convierte en símbolos de cada uno de los círculos económicos de este poderoso holding.
Solidez económica, mentalidad empresarial, ampliación de círculos económicos que penetran en los diversos sectores de la economía
local y nacional, son los elementos constitutivos del poder económico
de la institución, entrecruzados en el ámbito de la esfera pública y privada.
Notas
1
La Palma, Maravilla, Los Ángeles y la finca del Nacho, ubicadas en las parroquias
rurales del Cantón Guayaquil. La hacienda Prosperina y la Tarazana se encontraban cercanas a Guayaquil y fueron rápidamente catalogadas como predios urbanos.
2
En 1950, el Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública, asignó a la JBG
una cuantiosa cantidad de dinero para infraestructura sanitaria de Guayaquil.
3
En la antigua Roma ya se jugaba una especie de loteria o rifa en las fiestas de los
saturnales, posteriormente en el Imperio, se hacia sorteos en los banquetes públicos, que declinaron y reaparecieron nuevamente en el Renacimiento, En el siglo
XVIII se extendieron en Europa y América. Para los Estados europeos las loterías
se convirtieron en fuertes ingresos para sus tesorerías, por lo que las monopolizaron bajo las formas de loterías reales que después tomó el nombre de nacionales.
En España, el Rey Carlos III en 1763 creó la loteria nacional cuyas ganancias iban
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 275
a parar a las obras de beneficencia, sin embargo con el transcurso del tiempo por
el auge de las ganancias se destinaron al Estado. (Enciclopedia Larousse)
4
Un lotero en Quito con 10 años en esta actividad tiene un ingreso líquido mensual de $660, es decir 2.000.000. de sucres. Entrevista realizada en 1996.
5
Por ejemplo hay spots de televisión enfatizando que generaciones de mujeres,
madres guayaquileñas tuvieron sus hijos en la maternidad de la JBG, gracias a la
loteria; aparece constantemente entrevistas a gente pobre de diferentes lugares
del país, preguntado que qué haría si se ganara la loteria de la JBG, el paso de la
pobreza a la riqueza después de haber ganado el premio mayor de la loteria.
José Domingo de Santiestevan, en 1896 dejó un legado testamentario a la JBG de
$80.757 dólares, o sea S/161..514 sucres. Esta cifra equivalía al 0.9% del total de
las exportaciones de los productos del Ecuador en ese año. En 1897 los ingresos
de la JBG eran de $67.390 dólares, lo que equivale usando el mismo patrón de
comparación al 0.8% del total de las exportaciones del país. Es de esta misma
rama familiar que se disputa la herencia del empresario fallecido más rico del
país, Luis Noboa en 1995, entre sus hijos políticos Noboa Pontón y Noboa
Santiestevan. Este conflicto contribuyó a exacerbar los ánimos en contra del cesado presidente Bucaram, por colocar como Presidente de la Junta Monetaria a uno
de los empresarios Noboa Pontón, con el fin de resolver los conflictos de herencia a su favor.
6
José Domingo de Santiestevan, en 1896 dejó un legado testamentario de $80.757
dólares, o sea S/161514 sucres para que se funde un Asilo de huérfanos y “niños
infortunados”. Esta cifra equivale al 0.9% del total de las exportaciones de los
productos del Ecuador en ese año. En 1897 los ingresos de la JBG eran de
$67.390 dólares, lo que equivale usando el mismo patrón de comparación al
0.8% del total de las exportaciones del país.
7
En la actualidad se conoce como Atarazana, su nombre original es Tarazana, así
esta registrada en los planos de Guayaquil de finales de siglo y en la escritura de
compra-venta. Deduzco que su nombre fue cambiado por la forma fonética del
lenguaje del guayaquileño. Para el estudio utilizaré su nombre originario.
8
A finales de siglo, la Tarazana estaba ubicada al noroeste de la ciudad de Guayaquil, formaba parte de la hacienda Mapasingue, que adquirió el Dr. Francisco X
Aguirre Jado, por “herencia de su finado padre, el Dr. Francsico X Aguirre y por
compra hecha a su hermana la señora María Aguirre de Stagg” (37 copia de la Escritura de Venta, Notaria Segunda, Guayaquil). (Ver Anexo 10 ).
9
Si bien mi interés primoridal era demostrar cuantitativamente la ganancia que
produce la especulación inmobiliaria, esto no fue posible por los límites de procesamiento de información y de tiempo, una tarea de esta naturaleza amerita
otra investigación.
10
A fines de la década de los 40, Guayaquil se convierte en el centro de la realización de la producción bananera debido a varios factores: la crisis centroamericana, los cambios en las transnacionales fruteras y el nuevo papel asumido por el
276 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Estado. En consecuencia, a partir de ese momento se produce un crecimiento acelerado tanto de la población como de su territorio. El cambio del excedente productivo hacia otros sectores de la economía urbana determina la ampliación de
ésta, especialmente con el surgimiento de algunas industrias, así como la reactivación del sistema financiero y de la construcción (Rojas, M. y Villavicencio, G.;
1988. Rojas, M. ; 1989).
Como resultado de las variaciones en la estructura agraria provocados por la
agroexportación, los datos censales de 1950 y 1962 demuestran que hay una creciente corriente migratoria campesina de las provincias de la Sierra central y sur
y de la Costa sur.
En esta época la salida urbana y legal para la demanda no efectiva se dio en terrenos localizados al oeste de la ciudad, que eran terrenos de renta nula, (parte de
los terrenos de la JBG) por ser zonas inundables donde se necesitaba hacer una
gran inversión para habitarlos, es aquí donde se formaron algunos suburbios. Los
sectores de ingresos medios y altos se localizaron al sur y norte de la ciudad (terrenos de la JBG) como los barrios residenciales de Urdesa, Miraflores, Los Ceibos, Kennedy ( Rojas, M. ; 1988. Cordes, 1989. Godard, H. ; 1990). ( Ver Plano
4).
El Municipio por su crisis crónica económica, política, de ineficiencia administrativa, no pudo controlar el crecimiento desordenado de la ciudad, y se convirtió en una institución clientelar. El Estado en 1975, intentó institucionalizar la planificación urbana en Guayaquil por medio de la formulación del Plan de Desarrollo Urbano, pero por las causas anotadas, su efecto fue mínimo. La JBG por ser
un grupo muy reducido de operador del mercado del suelo urbano, en algo ocuparon ese rol, así, son los causantes de un sostenido y creciente proceso de especulación, es por eso que es relevante identificar los pactos que establece con los
sectores de la sociedad, cuando determina a quien vende los terrenos, porque no
solo configura un panorama de alianzas sino también del perfil urbano que dará
identidad a la ciudad de Guayaquil ( Estrada Ycaza, J, ; 1977. González, V. ; sn.f.).
11
A manera de ejemplo se puede citar el conflicto del General de las FFAA Frank
Vargas que avalizó la posesión de unas tierras para vivienda a favor de soldados.
También los litigios limítrofes con algunos propietarios de predios colindantes con
la Tarazana, pues la JBG en ciertas ocasiones es acusada de usurpación ilegal de
terrenos.
12
Los datos que a continuación presento son extraídos del Libro de Actas de la Junta General desde los años 1929 a 1973, posiblemente existan ventas de terrenos
que no pude registrar por no tener acceso a los registros de predios urbanos y rurales de la JBG, tampoco las escrituras de compra y venta, trabajo documental extremadamente laborioso, que implicaría una investigación puntual.
13
De 1916 a 1924, Alfredo Baquerizo Moreno y José Luis Tamayo ocuparon la presidencia de la República. Carlos Arroyo del Ríos es presidente del Ecuador en período 1941-1944 y Carlos Julio Arosemena, director de la JBG ocupó la presidencia entre 1947-1948.
14
El Director Financiero, quien trabaja más de 23 años en la JBG, en 1992 aseveraba que si la JBG retiraba los capitales de un Banco, éste se desestabilizaría.
LA
15
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 277
Cronológicamente en los bancos: Ecuador (1927), Descuento, Previsora, Continental
Capítulo VlI
LOS NOTABLES, LA FAMILIA
Y LA POLÍTICA
El capitulo III mostró que la JBG resiste a todos los intentos de nacionalización durante casi un siglo. Se sabe de antemano que es una elite dominante, que tuvo capacidad de imponerse al Estado y a la población, por estar situado a nivel del cuerpo social , con lo cual son y están en la vida cotidiana.
Se ha demostrado que los argumentos jurídicos, el uso de la ley,
la intervención en las decisiones en los altos niveles del Estado, la ampliación de los círculos económicos y una organización sólida, son las
estructuras de todo un sistema de poder visible, que se inscribe en la esfera pública. Pero parece necesario plantearse algunas preguntas básicas: ¿qué estructura social mantiene ese complejo manejo de las relaciones de poder?, ¿cuál es el núcleo básico social que articula todo esa
amplia gama de entretejidos de poder?. Frente a estas interrogaciones,
coloco como supuesto que la estructura social primaria y primitiva que
sostiene todo ese proceso complejo es la familia. Siendo así, es en la esfera privada, en el hogar que se arraiga la matriz del poder político. De
esta manera, la esfera pública y la privada se funden, recaen una sobre
la otra, se penetran mutuamente en el fluir del propio proceso de la vida, en donde las relaciones permiten, en este mundo moderno, diluir las
fronteras entre estas dos esferas; así el poder institucional funciona simultáneamente como un canal articulador y diluyente.
El poder institucional de la JBG está representado por aquel actor
que acciona y ejecuta el poder; por ello es importante darle nombre: el
“hombre notable”, o autodenomidado “patricio guayaquileño”; individuo, que al mismo tiempo es una colectividad con una presencia pública, o sea política. Pero, ¿qué precede la presencia pública individual de
los individuos o de la colectividad?.
280 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Si bien la JBG por su atributo institucional tiene un poder intrínseco que proviene de sus objetivos y prácticas institucionales, como meros instrumentos del propio ejercicio, son los notables que ponen en
marcha todo aquel aparato y dispositivos y no a la inversa; fenómeno
que hace que el poder político de la JBG ineludiblemente, se mueva entre las esferas pública y privada.
El notable se erige no tanto por sus cualidades individuales carismáticas morales, sino por su sólida base económica, por el nivel de inserción en familias de prestigio burgués, que se torna políticamente fuerte por las amplias gamas de relaciones (Bobbio, N.; 1987). En el notable
se concentra el poder económico, social y político. Esto significa considerar al notable como concentrador de un poder de dominación masiva y homogénea de un individuo sobre otro, de un grupo sobre otro, de
una clase sobre otra, contrariamente a lo que dice Foucault, el poder no
es tan impersonal pues pasa por el personal. Así, el individuo es objeto
y efecto del poder y como efecto de él se convierte en un elemento de
conexión. El poder circula con y entre los individuos. Es esta forma de
manifestación del poder que permite las interrelaciones entre la esfera
pública y privada de la institución para la sociedad y de los individuos
hacia la institución. (Bobbio, 1987).
Planteado de esta forma, mi preocupación en el presente capitulo es indagar cómo esas dos esferas se articulan, se separan y se fusionan a través de la acción del notable, pieza clave del funcionamiento de
la JBG.
La cuestión empírica, soporte de esta reflexión, es reconstruir como se constituye materialmente el “notable” de la JBG. A partir de esa
construcción, es factible analizar las redes de articulación del poder por
medio de los vínculos y la solidaridad dentro del grupo y con la sociedad. Por lo tanto este capítulo tiene como objeto de observación a los
notables, en un aspecto medular: sus vidas individuales y familiares y su
inserción en la política.
1. Los hechos vitales de los notables
El nacimiento de la JBG se inscribe dentro del período del apogeo del liberalismo, aunque es una institución que camina durante más
de un siglo en coyunturas políticas diferentes. Cuando examiné las fechas de nacimiento de los notables, encontré que pertenecieron a tres
generaciones: entre los años 1850, 1890, 1930.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 281
La primera generación está inscrita en la época en que se integraban los primeros núcleos conservadores y liberales, todavía no se formaban los partidos, existían mas bien corrientes de pensamientos de varios matices que recorrieron desde el liberalismo católico hasta el liberalismo laico. Es la época denominada del bipartidismo conservador-liberal (1820-1875) (Hurtado, O.; 1977). La segunda generación de notables se desenvuelve en el período de la dominación liberal que ocurre
entre 1895-1925, es una época políticamente importante por la Revolución Liberal. Dividida la Sierra en dos sectores irreconciliables (conservadores y liberales por un lado y progresista por otro), la Costa a más de
asumir la conducción del proceso político, se torna liberal. La tercera
generación de notables surge en el momento político del llamado “ocaso del bipartidismo”, años 1925-1948, que pone fin a la dominación liberal y constituye el inicio de un período de deterioro y pérdida de la
vigencia del bipartidismo conservador liberal, que es desbordado por
las nuevas circunstancias económicas sociales y políticas (Ibid; 1977).
El partido liberal es desplazado del poder político, su influencia ideológica decrece.
En estos macros contextos políticos nacieron estas generaciones,
crecieron y se impusieron en la lucha del liberalismo triunfante. Los notables en su mayoría son liberales. Forman un grupo que pertenece a
una clase política, que en algunos casos comenzó su carrera en la revolución liberal.
1.1. El lugar de nacimiento
Si, a simple vista considero los lugares de nacimiento de los notables, parecería irrelevante esta anotación, sería un dato marginal; sin
embargo, no es así, el origen en un lugar físico determinado condiciona
los intereses de esos individuos en ser parte de esta institución.
De los 102 notables que vivieron entre 1850 a 1930, que representa el 42% de los 244 hombres notables existentes desde 1888-1990,
66.6% nacieron en Guayaquil, 10% en provincias cercanas a la del
Guayas, 8% en las ciudades más importantes de la Sierra y 17.4% en el
extranjero (Ver Cuadro 36). A partir de 1930 hasta 1990, fuera de los extranjeros, un italiano y un español los 138 notables restantes en su mayoría, nacieron en Guayaquil y descendientes de estas familias. Son raras las excepciones del ingreso de serranos, lo que denota el carácter cerrado, tradicional, local que ratifica la identidad institucional. Un dato
significativo en 1980 es el ingreso de dos notables de origen libanés, na-
282 / PATRICIA DE LA TORRE A.
cidos en Guayaquil, es importante porque significa la apertura a otro
grupo económico y políticamente fuerte, en general en oposición y que
no proviene de las familias tradicionales. Una posible explicación de esta apertura estaría relacionada a los cambios económicos y políticos
operados en la configuración de nuevos segmentos dominantes de la sociedad guayaquileña, lo que llevaría a pensar que hay una diversificación de los grupos anteriores.
Este dato genérico permite afirmar que la JBG está formada fundamentalmente por guayaquileños, pero en una dimensión temporal, se
puede apreciar una dinámica interesante en términos del peso del origen de cada uno de ellos en las diferentes etapas del desarrollo instituciona. Estas son tres: la primera, comprendida entre 1888-1905, en que
se inscriben los procesos de creación, organización y consolidación de
su sistema financiero; de 1906-1926, en la cual la institución expande
su obra social por medio de la construcción puesta en marcha de varios
establecimientos de salud y de asistencia social, es el período de la edificación física de su obra, de su identidad como es la autonomía institucional. La etapa comprendida entre 1927 hasta 1990, se podría calificar
como de la modernización.
En función de esta periodización sintética, el origen de los notables adquiere otra connotación. En el primero, 41% de los 35 notables
eran extranjeros (número establecido para el funcionamiento de la institución), porcentaje elevado; el 52% de Guayaquil y de provincias de la
Costa y el 7% migrantes nacionales serranos. En los siguientes la excepción es que exista extranjeros. Es útil contraponer el peso de estas procedencias, porque cada una de ellas tiene sus propias especificidades,
siendo los extranjeros, los que imprimieron a la JBG características de
modernidad y una proyección económica empresarial. Los grupos de la
aristocracia mantuvieron los rasgos tradicionales inherentes a su condición y los migrantes obtuvieron de la JBG, un palco para un reconocimiento social y político. Brevemente describiré cada uno de estos orígenes.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 283
Cuadro 40
Lugar de nacimiento de los hombres notables
REGION
CIUDAD
SIERRA
COSTA
EXTRANJERO
NUMERO
%
Quito
Latacunga
Ambato
Cuenca
Subtotal:
3
1
1
2
7
2.94%
0.98%
0.98%
1.96%
6.86%
Guayaquil
Baba
Daule
Machala
Vinces
Manta
68
1
1
1
1
5
66.67%
0.98%
0.98%
0.98%
0.98%
4.9%
Subtotal:
77
75.49%
Panamá
Perú
Italia
Alemania
E. U.
España
Colombia
Subtotal:
2
1
1
7
3
3
1
18
1.96%
0.98%
0.98%
6.86%
2.94%
2.94%
0.98%
17.65%
«c2+c4+c6 »
100.00%
TOTAL:
Fuente: Pérez M, Diccionario Biográfico, 1927; Pérez Rodolfo; Destrugue. Entrevistas a
Genealogistas: Jurado Fernando; Pérez P. R.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
a) Los nacidos en Guayaquil
Son familias tradicionales de abolengo que se fueron constituyendo en la época colonial, pero sobre todo a partir de la independencia
de Guayaquil con España (1820). Son grupos de terratenientes, intelectuales costeños que lideraron la revolución por la independencia y que
al articular el poder político con el económico, configuraron una elite
poderosa, que fácilmente se inscribió en aquella dinámica agroexportadora de finales y comienzos de siglo. Apellidos como: Olmedo, Robles,
Roca, Febres Cordero, Aguirre, Carbo, Ycaza, Pino, Alvarado, Avilés,
284 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Rendón, Noboa e Illinworth, configuran en este grupo. En la segunda
etapa otros apellidos aparecen: Pérez, Luque, Valdés, Rubira Ramos.
b) Los extranjeros
En el Guayaquil de final del siglo XIX y comienzos del XX, la dinámica de expansión económica cacaotera y mercantil, fue un atractivo
para la migración de extranjeros. La imagen de poder adquisitivo en el
Ecuador alcanzó proporciones míticas y se tornó en una virtual invasión
de extranjeros que llegaron a participar en el comercio, la banca y la
agroeportación de cacao1
El Cónsul General de los EUA en Guayaquil, en 1916 informaba
que los italianos y alemanes fueron muy afortunados, los españoles
abundaban y judíos, sirios, chinos, e inmigrantes de otros países vecinos
como Perú y Colombia buscaban refugio y fortuna en Guayaquil (Crawford, L.; 1980). En Guayaquil existía el prejuicio para los italianos y no
al alemán, lo que revela un comportamiento filo-ario, a más de que existía una fuerte colonia alemana masónica. En los mestizos, hay un porcentaje fenotípicamente significativo de mulato, que se une a la “ gente
rubia” y “lava” de esa forma el aporte africano.
Los extranjeros sobrepasaban a los ecuatorianos como importadores, se casaron con ecuatorianas y sus descendientes fueron absorbidos rápidamente por los hábitos locales. Algunos de los más exitosos comerciantes consiguieron ingresar en la elite de la sociedad guayaquileña. Las actitudes de los nuevos se volvieron idénticas a aquellos de la
vieja clase alta. Una vez en la alta sociedad guayaquileña, se preocupaban de los árboles genealógicos, los escudos de armas, del color de la
piel y la fisonomía.
Este grupo de extranjeros imprimió un espíritu empresarial en
Guayaquil, sin embargo las actitudes locales y la ley comercial local,
desviaban las energías de la promoción de la industria y la manufactura
hacia el comercio y bienes raíces. La sociedad, en el puerto de Guayaquil, privilegiaba el comercio. Para los importadores la expectativa de
ganancias era alta, el crédito y el mercado familiar estaban disponibles.
El código comercial era estable, databa de 1803, y no fue modificado sino hasta 1922, cuando la Comisión Ejecutiva económica fue establecida con un funcionario residente en Guayaquil y los importadores tuvieron que solicitar una licencia (Fierro, Luis; 1991).
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 285
La importación era atractiva también para al empresario, pues al
contrario que la industria, requería solamente de préstamos a corto plazo. Los estatutos que regían a los préstamos en el Ecuador colocaban
una comisión del 2% anual sobre el préstamo total, además del interés
regular. De esta manera un préstamo a 30 años de plazo, con 2% de interés equivalía al 60% del total prestado. Las necesidades del importador le permitían negociar un préstamo en una forma fácil de descuento,
al 7% de interés. Préstamos industriales costaban el 9 al 10%. Estos costos, por otro lado, desestimulaban la substitución de importaciones y
forzaban a los que buscaban préstamos para la pequeña industria a solicitarlos al exterior (Rojas, M.; Villavicencio, G.; 1988).
Los guayaquileños, que de hecho se encontraban insertos en una
economía de mercado, se acostumbraron a una forma de vida importada inédita. No sólo importaban artículos suntuarios, sino también artículos que podrían ser producidos por los artesanos locales. El auge de
las importaciones fijó el hábito de vender en la creciente población de
Guayaquil, la que creció de 46.000 habitantes en 1892 a 89.771 en
1919 (El Telégrafo, 1919).
Los extranjeros ingresaron en los primeros 22 años de vida de la
institución, (1888-1910). El número de extranjeros, pese a ser un porcentaje inferior a la de los guayaquileños, fue determinante para el comportamiento social y económico de la institución, de esta manera es más
relevante el ingreso de los extranjeros, que los nacidos en Guayaquil en
la fase inicial.
En la JBG, (tomando en cuenta los 244 miembros), de los 18 extranjeros, 7 eran alemanes, 3 norteamericanos, 3 españoles, 2 italianos,
2 panameños, 1 colombiano. El ingreso de los extranjeros se dió en los
primeros 25 años de vida de funcionamiento de la JBG (1888-1910), y,
a partir de esta fecha hasta 1990, se registran apenas 2. Por ley, estaban
prohibidos de tener una participación política, pero estaban vinculados
a las actividades agroexportadoras, importadoras y bancarias. Configura en este grupo los apellidos: Arosemena, Aspiazu, Chambers, Destruge, Maulme, Miller, Moeller, Marangoni, Illingworth, Parker, Payese
Gault, Puig, Reimberg, Rickert, Rodhe, Roggiero, Seminario, Vignolo,
Ward, Wrigth y Yoder.2
La JBG acepta el ingreso de los extranjeros por su condición de
banqueros, y de comerciantes ricos. A su vez, para los extranjeros, ser
miembro de la JBG era una forma de introducirse dentro del grupo tra-
286 / PATRICIA DE LA TORRE A.
dicional aristocrático de la elite guayaquileña, para conseguir posiciones sociales y beneficiarse de los réditos políticos que este grupo tenía.
Y aquí, cabe una reflexión: si el Estado teóricamente era el regulador de
la inclusión social de los extranjeros, la JBG cumplía este papel en la
práctica.
c) Inmigrantes serranos y de otras provincias de la Costa
Según Julio Estrada Ycaza, la migración de personas de condiciones económicas medias, se debió a la búsqueda de ascenso económico
y social, que eran limitados en las provincias serranas y algunas de la
Costa. La JBG admite en su “congregación” aquellos inmigrantes que tienen una trayectoria profesional, económica o política relevante. De los
7 imigrantes, 5 son admitidos hasta 1910, es decir, en los 22 primeros
años de vida de la JBG, que representa el 14% de sus miembros.
En conclusión, la procedencia de los notables demuestra que los
extranjeros, imprimieron a la JBG un espíritu empresarial y su inserción
responde a un fin de desarrollo y reconocimiento social local; el poder
económico, que van construyendo en su actividad pública, tiene extensión en una obra social. A su vez, los aristócratas, descendientes de linajes antiguos, llenos de tradicionalismo, se contagian de aquella dinámica empresarial. Por otro, los migrantes nacionales, de clase media,
buscan en la JBG ascenso y reconocimiento.
d) Los libaneses
Aunque sólo son dos, el ingreso a la JBG es significativo; el número y la forma es el nudo de su intensidad.
La migración hacia el Ecuador, a partir de la Primera Guerra mundial abrió la oportunidad de venidas de otros grupos familiares, que inicialmente estaban en la Sierra ( Ambato, Quito, Cuenca) o en la Costa
(Portoviejo, Bahía de Caráquez, Manta, Chone) para Guayaquil. En total
se identifica 75 familias, cuyas actividades se ampliaron fundamentalmente en el comercio. La habilidad para negociar les abrió las puertas
para varios sectores económicos como la industria, los bancos3. Consolidado y refuerzan las empresas familiares, accendieron a las asociaciones y corporaciones como inversionistas y empresarios a nivel nacional
e internacional, logrando apertura a nuevos mercados y negocios.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 287
En la historia política del Ecuador se destaca el nombre de Pedro
Saa, que llegó a ser el primer líder laboral a nivel nacional y director del
Partido Comunista. Assad Bucaram, nacido en el Ecuador, originalmente muy pobre, llegó a la Presidencia del Congreso por su trabajo político populista junto con el fundador del partido Concentración de Fuerzas Populares (CFP) en 1949. Su hijo Aberroes también fue Presidente
del Congreso, su sobrina Martha Bucaram, se casó con Jaime Roldós
Aguilera que llegó a la presidencia del Ecuador en 1979. Ambos murieron en un accidente de aviación, en el ejercicio de sus funciones. En esta rama familiar todos son políticos. El Presidente del Ecuador, Abdalá
Bucaram Ortiz, (1996), hermano de Martha de Roldós, proviene de esta familia, además su otra hermana, Elsa fue alcaldesa de Guayaquil.4 El
ex-vicepresidente de la República Alberto Dahik Garzozi (1992-1996)
binomio del Presidente Sixto Duran Ballén, ocupó, en el período presidencial de León Febres Cordero, cargos importantes como presidente de
la Junta Monetaria y Ministro de Finanzas. En el período presidencial de
Rodrigo Borja fue diputado nacional. El alcalde reelecto de Quito y presidente del país, Jamil Mahuad, es de origen libanés.
Hay un paralelismo en la trayectoria de los libaneses con la antigua y tradicional oligarquía guayaquileña. Solamente en los últimos 20
años, los libaneses, muy incipientemente, rompieron sus tradiciones al
casarse con ecuatorianos. De esta manera, la entrada en la JBG de dos
de ellos, corresponden a esa ruptura pero, también, tiene un significado
importante que es el confrontamiento y al mismo tiempo una cierta articulación entre estos grupos poderosos en el poder político del Estado.
1.2. Edades y muerte
A más de las relaciones de parentesco existen otros requisitos para ser admitido como miembro de la JBG. En primer lugar tienen que ser
profesionales con una trayectoria tanto privada como pública, de éxito
comprobado, sobre todo económicamente, a la cual se suma su propio
estrato social. Ingresan a la JBG hombres de edad adulta, esto es entre
30 a 40 años de edad. Es poco frecuente el ingreso de jóvenes. La noción de la honra y de prestigio, características para determinar quién es
el notable, va constituyéndose a medida que se va desarrollando la vida particular y pública. De los 244 notables, de los cuales 35 viven, 87
permanecieron en la institución hasta la muerte, los 122 restantes renunciaron por varios motivos. La media de vida de los notables oscila
entre 65 a 75 años.
288 / PATRICIA DE LA TORRE A.
En la lectura de las actas, desde 1888 a 1990, se verifica que ante la edad avanzada y enfermedad, se permitían solicitudes de salida de
la institución. Sin embargo, no son aceptadas en primera instancia. Se
necesitaba de un diagnóstico médico de imposibilidad extrema para que
se acepte el deseo del notable. Esto se deriva de que la decisión y aceptación de ingreso a la JBG como notable, está impregnada de una característica: casi como una opción de vida, de una segunda vida pública.
1.3. Profesiones y ocupaciones
La JBG es una institución moderna y tradicional. Es una expresión
de su modernidad y el nivel de instrucción de sus miembros, que sumando a las ocupaciones, le va a dar un tipo de poder, que es el del conocimiento. Esto les va a dar una relación de superioridad con los otros
segmentos de la población. De las 87 historias de vida de los notables
que vivieron entre 1888 y 1920, impresiona el alto nivel de formación
intelectual. En aquellos años, en un país, donde aproximadamente el
90% de la población era todavía analfabeta, la JBG reunió una élite intelectual, pues el 43.7% tenían formación universitaria en dos profesiones tradicionales: derecho y medicina. El restante 56% terminó la secundaria ( Ver Cuadro 41).
Tomando en cuenta los estudios universitarios, el 31% son abogados, 12% médicos, el 17% banqueros, periodistas 2%, y escritores
1%, etc. Llama la atención las dos carreras, abogados y médicos (43%)
por las características intrínsecas a ellas; son carreras con prestigio social a la que solo podían tener acceso privilegiado las élites. En los siguientes años, el esquema formativo básico es el mismo, no obstante
hay tres carreras que comienzan a destacarse que son las de ingenieros,
administrador y economista (Ver Cuadro 42).
La formación jurídica, es la formación polivalente por excelencia,
y que abre todas las carreras sobre todo las de la política. La tradición
de jurista, proviene de la tradición latina del derecho escrito, del derecho romano, es reforzado por el “juridisismo”, que creó la figura del letrado, mecanismo esencial del Estado monárquico español. Esta tradición se reforzó, en la medida que el jurista, el hombre de la ley, acrecienta al abogado, el hombre de la palabra, el actor indispensable de los
sistemas políticos, en los cuales es preciso no sólo convencer, sino también decir lo que el pueblo habla, quiere, siente, y rehusa.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 289
Cuadro 41
Nivel educativo de los notables entre 1888-1990
AÑOS
NIVEL
1888-1920
1920-1990
Nº
%
27
11
31.1%
12.6%
30
8
14
14
9
22
5.8
10.2
10.2
6.5
2. SECUNDARIO
49
56.3%
62
45.3
TOTAL
87
100%
137
100
1. UNIVERSITARIO
Abogados
Médicos
Ingenieros
Administradores de Empresas
Economistas
Nº
%
Fuente: Pérez M, Diccionario Biográfico, 1927; Pérez Rodolfo; Destrugue. Entrevistas a
Genealogistas: Jurado Fernando; Pérez P. R.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
El papel de los abogados en la JBG es importante en dos sentidos:
por su participación en los escenarios políticos locales y nacionales y en
el asesoramiento del aparato jurídico que tuvieron que organizar, desde
su inicio, actuar conforme a la ley y defender su autonomía. Esto no es
más que la defensa de intereses y manifestación de una racionalidad,
como plantea Weber. Abogados importantes se pueden citar como presidentes del Ecuador: Dr. Alfredo Baquerizo Moreno (1916-1920), Dr.
José Luis Tamayo (1920-1924), y el Dr. Carlos Arroyo del Río (19411944).
Una originalidad de la época son los médicos. Son los dueños de
la “ciencia”, aureolados por el poder que le confiere curar las enfermedades, es una profesión de múltiples relaciones, pues se pone en contacto con todas las capas sociales. Además, muchos de ellos trascendieron al campo de la política ocupando los puestos de diputados, senadores, y gobernadores.
Los médicos, aunque proceden en buena parte, de la clase media son un indicador de la necesidad de la JBG de contar con ellos para el funcionamiento de sus casas de salud. Por otro lado, todos los médicos que formaron parte de la JBG eran hombres de prestigio local y
nacional, que en algunos casos irrumpieron en la política nacional co-
290 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Cuadro 42
Ocupación de los notables, 1888-1990
AÑOS
1888-1920
1920-1990
OCUPACION
#
%
%
Abogado
Comerciante
Banquero
Médico
Hacendado
Empresario
Industriales
Periodista
Empleado público
Escritor
Comunicador
27
23
15
11
5
2
0
2
1
1
0
31.1
26.5
17.3
12.6
5.7
2.3
0
2.3
1.1
1.1
0
30
50
14
5
2
20
9
1
2
1
2
22
36.7
10.2
4
1.4
15
6.5
0.7
1.4
0.7
1.4
TOTAL
87
100%
137
100
Fuente: Pérez M, Diccionario Biográfico, 1927; Pérez Rodolfo; Destrugue. Entrevistas a
Genealogistas: Jurado Fernando; Pérez P. R.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
mo es el caso del Dr. Tanca Marengo. La mayoría de los médicos hicieron sus estudios universitarios en Francia, Inglaterra y en menor cantidad en los Estados Unidos. El eurocentrismo impera está profesión.
Banqueros (15%), comerciantes (23%), hacendados (5%), y las
otras ocupaciones, si bien no tenían una formación universitaria, sus historias de vida no muestran que terminaron la enseñanza secundaria, y
muchos de ellos abandonaron la universidad. Entre los varios casos tenemos al hijo de Eduardo Arosemena, Carlos Julio, que abandonó sus
estudios universitarios iniciado en los Estados Unidos.
Los lugares y las instituciones donde realizaron sus estudios dan
una imagen de los centros de desarrollo educativo del país: son las ciudades de Quito, Guayaquil, y Cuenca. Pero existe un detalle significativo, el colegio secundario frecuentado, en el caso de Guayaquil, es el Vicente Rocafuerte, colegio público, laico de prestigio. La continuación de
la formación hacen en universidades igualmente laicas-estatales nacionales y extranjeras, de tal manera que perfilan una formación no religiosa, dato que habla del carácter ideológico de este grupo.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 291
La batalla ideológica entre conservadores y liberales tuvo en la
enseñanza uno de sus frentes más activos. De los datos que dispongo,
aunque imprecisos, la educación primaria se hizo en colegios religiosos;
frecuentemente las mismas personas que empezaron la enseñanza católica concluyeron sus estudios en colegios estatales. Este paso no es indiferente, pues a menudo, supone un cambio religioso total, ya que los
colegios laicos son en esta época el lugar en que el liberalismo se impone y en el que la fe católica de la infancia, es sustentada con frecuencia, actitudes si no francamente antirreligiosas, por lo menos deistas.
Es un ámbito muy difícil de explorar cuantitativamente, ya que
las convicciones religiosas raramente aparecen en las biografías públicas, menos aún en el contexto de regímenes que se definen como laicos. Es raro que un hombre político católico se muestre como tal en esta época a la que me estoy refiriendo, de final del siglo pasado y comienzos de este siglo, es liberal quien no es católico y el origen de los
hombres notables como se ha visto es mayoritariamente liberal.
Sin duda, a partir de 1920, hay una leve diversificación de las
ocupaciones y profesiones; sin embargo, el esquema básico de profesiones tradicionales se mantiene. Algunas aumentan de número como la
de los comerciantes y banqueros; las nuevas, como empresarios, industriales, e ingenieros, responden a un esquema económico que va demandando otro tipo de profesional y que paulatinamente va formando
una nueva clase liberal, diferente de aquella de comienzos de siglo. Esta se coloca en el centro de la gravedad del liberalismo, que está de lado de los productores, de los emprendedores como son los empresarios
y comerciantes. Así, esta nueva élite tiene la voluntad de crear actividades económicas para generar riqueza; de esta manera, al ser activista de
la economía toman la iniciativa en donde supuestamente se ha perdido
la esperanza.
La formación, no necesariamente se liga íntimamente a la ocupación, además la comparación entre los períodos de tiempos seleccionados marcan una diferencia cualitativa: mientras en el primero los abogados son los representativos, en el segundo son los comerciantes. De
todas maneras permanecen las ocupaciones básicas: abogados, comerciantes, banqueros y empresarios. La disminución significativa de los
médicos revela la sustitución de profesiones humanistas por otras, producto del paulatino reordenamiento mundial, que en el caso ecuatoriano como en otros países latinoamericanos se debaten entre las nuevas
configuraciones de la modernidad.
292 / PATRICIA DE LA TORRE A.
2. Vínculos y solidaridades
Parentesco, amistad, fidelidades de época de la revolución liberal, gestiones económicas en conjunto, favores, desfavores, lealtades. A
través de las vidas de los notables de la JBG, esos términos llegan inevitablemente a ser abordados, al trazar una biografía, describir un intinerario político, definir un tipo humano y no abstracto y genérico. Podría
haber hablado de élites, clases sociales, partidos, opinión pública, municipios, pero la realidad que quiero analizar no se deja encerrar en esas
categorías, que se refieren ciertamente a la constitución de la JBG y su
vida política. Por este motivo he preferido reconstruir “lo que es”, y dar
preferencia a lo que es vivido por los actores. Aquí, el testimonio de los
documentos de la época coinciden con la reflexión teórica: “el poder es
una relación y no un atributo de los actores” (Crozier, M.; 1981). Cada
actor se comporta de acuerdo con la posición que ocupa con respecto
a tal a cual otro actor y el éxito de la práctica política se basa en un conocimiento intuitivo de esas relaciones. Se conquista y se conserva el
poder conociendo lo que es la política, aunque se intente, una vez adquirido el poder, la modificación de las reglas con el fin de aproximarlas al arquetipo.
La experiencia de los actores y su análisis conducen a una primera constatación que es: las relaciones políticas de los hombres notables
organizados en grupos estables de hombres que actúan como actores
colectivos. Estas estructuras remiten a un tipo diferente de sociedad. Una
sociedad no formada por individuos autónomos, más por grupo de hombres cuya acción en el campo social aparece siempre solidaria en varios
campos. Se trata de vínculos de hecho como los dados por el parentesco y familia, y otras de lazos personales, que los voy a llamar antiguos.
Hay otros de diferente índole que son los de una colectividad como el
caso de una institución, a las que les voy a llamar modernas. Me interesa analizar los vínculos de tipo antiguo, pues cada persona tiene deberes y derechos diferentes según su posición en relación a los otros, porque el poder es siempre personal y su extensión está ligada a la persona
que lo ejerce.
Es cierto que existen ciudadanos en el sentido moderno del término, individuos libremente asociados en clubes, partidos, sindicatos,
instituciones, pero, esas solidaridades modernas ¿acaso no esconden relaciones profundas de otro tipo, que hacen de esos actores individuales
las cabezas visibles de conjuntos más bastos?.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 293
Voy a estudiar por separado estos dos tipos de relaciones antiguas, para poder identificar como se combinan en la estructura política
y económica global y considerar los cambios que provocan en las formas modernas de sociabilidad, tanto en la sociedad como en sus sistema de valores.
2.1. La vida privada de los notables: el parentesco5
¿Por qué tiene importancia analizar las relaciones de parentesco
de los miembros de la JBG?. La observación de los datos me coloca en
dos evidencias: en torno a cada notable se encuentran hijos, hermanos,
primos, sobrinos, tíos, cuñados, consuegros, que fueron o son integrantes de la institución: encontré que 51 de los 249 notables, pertenecen a
8 grupos de parentesco, siendo 4 los nucleares. Una segunda constatación, derivada de la observación de las relaciones de esos grupos a lo
largo del tiempo, permite deducir que hay tres y cuatro generaciones de
grupos familiares, que son miembros de la JBG desde la fundación hasta la actualidad, esto es en 102 años. Por lo tanto, el parentesco es la relación, surgida del grupo original, que une a los actores entre sí y que
en términos temporales es permanente en la institución.
Estas relaciones de sangre, son, sin duda las más sólidas y por naturaleza hereditaria. Tienen, en la mayoría de los casos, la fuerza de los
lazos afectivos intensos y se refuerzan por los intereses, pues los miembros de la familia son a menudo, solidarios tanto en el éxito como en el
fracaso. La razón de la actividad permanente de algunas grandes familias en una región determinada, se la encuentra no sólo en la herencia
de los bienes, sino, ante todo en el hecho de que la familia es, en cierta forma un actor inmortal. La escala de varias generaciones, los más jóvenes ocupan su lugar en un campo de relaciones preexistentes, en que
sustituyen progresivamente a los más ancianos, a medida que éstos desaparecen. En este sentido lo que se hereda, ante todo, son las relaciones, los lazos familiares de sus padres, el referente a ellos, de su familia,
antes que los bienes materiales. La influencia local y a menudo, el éxito social de los “herederos”, puede explicarse principalmente por la red
de las relaciones en la cual se integró en la infancia y en la juventud,
que le inviste de un áurea de identidad familiar prestigiosa.
En el estudio de los apellidos de los notables de la JBG hay el predominio de cinco grandes grupos de parentesco, son las familias: Ycaza, Arosemena, Illinworth, Vernaza, Aspiazu. Son los núcleos familiares
dominantes, que a lo largo de tres y cuatro generaciones permanecen
294 / PATRICIA DE LA TORRE A.
desde la creación de la JBG hasta hoy. Estos grupos van ampliando sus
relaciones de parentesco a través de matrimonios con personas integrantes del mismo grupo social.
La familia Ycaza Paredes, tiene extensas relaciones de parentesco
que están expresadas en el Gráfico 1. El núcleo se origina con tres hermanos que fueron miembros de la JBG, entre 1888 a 1894, sería la primera generación; 3 hijos integraron la JBG entre 1929 a 1963 y hay 6
nietos; y consecuentemente primos hermanos que son miembros entre
1952 hasta la actualidad. Cada hermano, constituido en una rama familiar, se casó con una Bustamante, Gómez, Noboa, y un Wright, cuyos hijos o hijas a su vez se casaron con personas de apellido Pino, Plaza, Vallerino. Por lo tanto hay también tíos, sobrinos, primos en segundo grado. En las relaciones de afinidad hay cuñados, como es el caso de Joaquín Olmedo Paredes. En el grupo de parentesco Ycaza hay una rama
no aceptada por el grupo anterior, considerada como marginal y es la de
Eduardo Ycaza (1896-1897), cuyo hijo Gonzalo Ycaza (1950-1976) fue
director de la JBG. En este extenso grupo familiar, hay un presidente el
Ecuador.6
El grupo de parentesco de los Arosemena, Gómez Rendón, Santiestevan, mantiene el mismo esquema que el grupo anterior; en este caso hay hasta bisnietos, esto es, cuatro generaciones, de la cual 9 fueron
miembros de la JBG (Ver Gráfico 2). En este grupo hay tres presidentes
de la República, Carlos Julio Arosemena, su hijo Carlos Julio Arosemena Monrroy y su sobrino Otto Arosemena Gómez (de ellos, uno fue director de la JBG y otro procurador); tres fueron directores de la JBG en
39 años: Eduardo Arosemena; su cuñado, Carlos Gómez Rendón; su hijo, Carlos Julio. Por estas características, este grupo mantiene un poder
preponderante en la Junta, son sus autoridades por cerca de medio siglo
(Arosemena, G.; 1987).
El grupo de parentesco Baquerizo Moreno, Roca Illinworth, Ycaza (Ver gráfico 3), hay dos presidentes del Ecuador, uno de ellos miembro de la JBG, cuyo yerno fue vicepresidente y un nieto director de la
JBG. En este grupo hay 9 personas que fueron miembros de la JBG en
tres generaciones (Ver Gráfico 3).
El grupo de parentesco Aspiazu, Seminario, Aguirre, Romero, Rosales, Avilés, Vernaza, Robles, tiene entre sus parientes a dos presidentes del Ecuador, el líder revolucionario Eloy Alfaro e Ignacio Robles. Lau-
Grupo de Parentesco: Ycaza-Pino-Wright
Olmedo-Cornejo Yerovi
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 295
Grupo de parentesco Arosemena-Gomez Rendon - Santiestevan
296 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Grupo de parentesco: Roca-Baquerizo Moreno-Illinworth-Icaza
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 297
Grupo de parentesco: Aspiazu-Seminario-Aguirre-Vernaza-Carbo-Alfaro
298 / PATRICIA DE LA TORRE A.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 299
taro Aspiazu y Luis Vernaza fueron directores de la JBG. En este grupo
11 fueron notables (Ver Gráfico 4).
Los demás miembros de la JBG no tienen amplias redes de parentesco como los anteriores casos, pero son fenómenos de este tipo que
explican la persistencia de las familias como actores estables en la vida
institucional y política. (Ver anexo 11 los nombres de los notables).
El parentesco natural se refuerza con la alianza matrimonial, no
solamente entre los cónyuges, sino también entre familias como la familia Aspiazu y Seminario; Baquerizo Moreno e Illinworth, lo que acrecienta sus relaciones y sobre todo su influencia. Las obligaciones y el
afecto a los hijos o a los hermanos se amplia hasta los yernos y los cuñados, tal es el caso de Eduardo Arosemena, un cuñado y yerno fueron
director y miembro de la JBG.
Estos vastos conjuntos familiares, prolongados por lazos de amistad y relaciones de clientela de diferentes tipos, hacen inteligibles mucho de los fenómenos políticos. Son elementos de cohesión, cuando están integrados en las redes más vastas de los que gobiernan; son, también, elementos poderosos de desagregación cuando se encuentran aislados o en la oposición, pues, en la mayoría de los casos, actúan de manera solidaria. Esta solidaridad en la acción es inevitable, no sólo porque las ideas, las simpatías o las lealtades son más fácilmente compartidas en estos grupos coherentes, sino también porque los éxitos o los
fracasos de sus miembros más conocidos le atañen a todos; es así como
se comportan las familias.
La implicación de los miembros de una familia en el destino de
los otros, toma formas diferentes de acuerdo con la posición social y
con las épocas. Para los miembros de las grandes familias, el éxito y el
favor oficial comparten la posesión de puestos públicos, con sus posibilidades de enriquecimiento, de privilegios para los negocios, de intervenciones atendidas por las autoridades.
El fracaso y la desgracia conllevan la pérdida de estas fuentes de
riqueza y de influencia y, a menudo, hasta dificultades financieras que
en los períodos turbulentos llegan hasta la confiscación de bienes y a
veces dando lugar a la corrupción. En este aspecto, la JBG sirve de ventajas para estos grupos. Constato que Carlos Julio Arosemena, nieto del
viejo Eduardo, menos rico que él, ocupó el cargo con un alto salario de
Procurador de la JBG; un hijo ilegítimo de un director de la JBG, ocupa
300 / PATRICIA DE LA TORRE A.
el cargo de Jefe de una de las secciones administrativas; el administrador de la Lotería, cargo de alto salario, Gustavo Illingworth, es pariente
del anterior director de la JBG. Así, podría relatar muchos casos más.
Estas relaciones de parentesco, forjan lazos tan fuertes que van
más allá de cualquier divergencia ideología política, y aseguran la cohesión del grupo de los notables. El parentesco, es por tanto, un instrumento de poder indisoluble, se constituye en un mecanismo sutil, en un aparato de saber que no es una construcción ideológica. Es en el parentesco que se enraíza la esencia del poder de la JBG como institución política y de otras más, como en los aparatos burocráticos del Estado.
Este tipo de poder tiene un origen biológico, social. Estos poderes
no son más que la articulación, cada vez más amplia de los lazos primarios que constantemente habíamos visto estructurado en forma privilegiada para los actores individuales. Nos encontrábamos sumergidos en
una sociedad cuya trama estaba hecha de lazos personales, de vínculos
variados. Su permanencia da lugar a conjunto de individuos ligados entre sí, a los que se podría calificar de actores colectivos. Lo que le dará
la configuración al poder político a la JBG no es sólo el carácter institucional en sí mismo, es la trayectoria política, económica de los notables
que fluyen de un hecho biológico-social como son las relaciones endogámicas de parentesco.
Engels da por supuesto que el aumento de la riqueza estimula la
apropiación privada de esa riqueza, propiedad del hombre que crea la
necesidad de heredar, que coloca un debate sobre el significado social
de la propiedad privada para atribuir la propiedad de las cosas a los padres, a través del matrimonio y a los hijos, en calidad de herederos. La
herencia se convierte en una defensa contra la muerte, perpetuando el
“yo” por mediación de la propiedad a través del matrimonio monogámico y de la familia (MacKinnon, Catharine; 1989).
2.2. Las amistades y el clientelismo
Responder a la pregunta cómo se constituyó el grupo de los notables para dirigir la JBG, me lleva a reflexionar en estos dos tipos de relaciones. Partiendo del requisito indispensable de ser notable para organizar la institución, el grupo se organizó alrededor de relaciones de
amistad cuya cualidad es diferente para con los familiares, pues estas
prolongaron la matriz humana de los notables.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 301
En relación con los vínculos de hecho, que no resultan de un acto libre, sino del nacimiento, de la pertenencia a una unidad social determinada, los vínculos adquiridos son los que resultan de la adhesión
a una persona. En esta relación entre personas, la parte voluntaria, aunque imperfecta, es sin duda superior a las precedentes. Son los vínculos
surgidos de la amistad y de la clientela que adquiere importancia al demostrar cómo se articulan entre sí todas estas redes de relaciones.
En la antigüedad romana, la palabra amigo es clave en el vocabulario político, se refiere a la relación que designa una igualdad. Pero
surge una pregunta: si las relaciones son desiguales, ¿acaso no sería mejor usar la palabra clientelismo?. En realidad esta distinción en la práctica es difícil, pues pueden intervenir elementos afectivos entre actores
desiguales. De todas formas los lazos de amistad adquieren pronto una
matriz que los aproxima a los de la clientela (Guerra, X.; 1985).
La amistad, antes de tener a veces un contenido político, es un
valor que sobrevive más allá que a todo compromiso público. Es evocada con el mismo título que los vínculos familiares para justificar relaciones con un hombre político en desgracia o de actos, que de otra forma
serían incumplimiento del deber. Los ejemplos son numerosos y este valor es tan invocado como elemento esencial de sistemas mentales de referencias: los amigos del presidente, del líder de los partidos políticos,
del director de la JBG, del gerente de un banco, de una familia poderosa, de los notables, de un político prominente, de un banquero y empresario brillante, facetas diferentes que se refieren a un mismo sujeto.
La amistad va, incluso más allá de los hombres. Se extiende a las
familias, junto a ella serán el elemento principal de los grupos humanos
que formarán más tarde, unidades políticas. Es el vehículo principal de
las ideas y de las solidaridades políticas. Lizardo García, miembro de la
JBG, fue amigo personal y también ministro de confianza del presidente Eloy Alfaro; la vieja amistad de la familia de Arosemena, banqueros,
con la familia Aguirre, igualmente banqueros, hacen que Eduardo Arosemena íntimo amigo de Francisco Aguirre, (presidente encargado de la
República del Ecuador en 1895) el primero, director de la JBG, y el segundo, su primer vicepresidente, concreticen el negocio de la venta de
la hacienda Tarazana. Tanca Marengo, gobernador de la provincia del
Guayas, era amigo de Arroyo del Río, Presidente del Ecuador, de cuya
familia era médico.
302 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Estas amistades tienen espacios sociales comunes de recreación,
diversión. En este caso el Club de la Unión, el Casino Internacional, el
Guayaquil Tenis Club, la Filarmónica de Guayaquil, los Clubes de Tiro
y Aviación, los encuentros en el café del Hotel Guayaquil, en el hipódromo, etc.. Hay otros espacios diferentes de interacción, como las logias masónicas, cuyo ingreso es restringido; los colegios y las universidades en que estudian; todos espacios, lugares comunes y prácticas de
intercambios humanos de gran intensidad.
Las relaciones de clientela de la JBG tiene significado y práctica
propia: proteger, ayudar a cambio de solidaridad a veces incondicional.
La práctica observada está en lo que se llama “la recomendación”, o
carta o la intervención de los mismos notables, sus familias o amigos para la obtención de un cargo en la institución, para recibir favores y beneficios.
Más allá de esta palabra existe el campo de lo ilegal, de la corrupción, de privilegios obtenidos contra las leyes. ¿Dónde está la frontera
entro lo tolerado y lo reprochable?, ¿entre lo ético y lo corrupto?. No es
criticable la forma de obtención de favores, pues la sociedad reconoce
este tipo de relaciones, o sea, es la clave para ampliar la red de relaciones. La ilegalidad existiría si hubiere delitos de justicia, pero, en esta sociedad impregnada de los valores de la familia, del clan, de la amistad,
se admiten los servicios recíprocos ya que expresan relaciones de personas. Así, hay una relatividad, límites difusos y tenues entre la ley y el
clientelismo. Si bien el dinero en muchas de las veces sea el tema central, pero también el dinero en esta relación aparece como un recurso
indigno.
Estas relaciones de clientela son las que rigen entre los miembros
que están en la administración de la JBG. Aquí, los derechos y los deberes recíprocos obedecen a prácticas bien conocidas por todos. A cambio
del puesto recibido y en espera de otro superior, recibe docilidad y lealtad. Podría citar el caso del Jefe del Departamento Financiero de la JBG,
que trabaja 43 años, del director técnico del Hospital Luis Vernaza y de
otros trabajadores, con un promedio de 40 años de servicio, que permanecen en la JBG por un sentido de adhesión, tradición, y solidaridad, en
donde los componentes de afectividad son innegables. Parecería que en
el nombre y apellido de estas personas se incorporó uno adicional: el de
JBG.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 303
En el ámbito de sus relaciones de amistad y confianza los favores, también están presentes. Podría citar, a manera de uno de los tantos
ejemplos, mi acceso como investigadora a los archivos impenetrables
de la JBG. Se dio como un punto inicial, que fue el parentesco y simultáneamente se desencadenaron y descubrieron vínculos de amistad: mi
cuñada es amiga de la esposa del primer vicedirector de la JBG Juan Alfredo Illinworth, posteriormente elegido director, amistad basada sobre
todo por afinidades de un quehacer religioso: los Talleres de Oración,
en donde mi cuñada era la coordinadora. Mi primo hermano, urólogo
importante de Guayaquil, es el actual director técnico del hospital Luis
Vernaza. El hijo de su hermana se casó con la hija el director de predios
de la JBG; sin saberlo con anterioridad, dos contactos en base a relaciones de parentescos confabulaban a mi favor. Mi padre fallecido fue un
médico de renombre: clínico brillante, fue el fundador de la cátedra de
semiología en la Facultad de Medicina de la Universidad Central del
Ecuador y profesor por 35 años, Consejero de Estado, diputado, concejal en el cabildo de Quito, fue además nombrado por la Compañía de
Jesús del Ecuador con autorización de la Santa Sede, hermano jesuita,
caso poco común. Amigo de Tanca Marengo, figura importante de Guayaquil, clínico brillante, gobernador del Guayas, candidato a la vicepresidencia, notable de la JBG escribió el prólogo de uno de sus tomos de
Lecciones de Semiología publicado en 1950, cuando yo apenas estaba
husmeando este mundo. Alfredo Illinworth, conoció a mi padre, guardaba sentimientos de respeto, admiración y estima. Prevalecieron más
los vínculos antiguos, que los de tipo moderno como la carta de presentación del Departamento de Sociología de la Universidad de Brasilia.
No era mi presencia como profesional y más aún mujer en una institución exclusivamente masculina, eran todas las relaciones que circulaban alrededor mío que hicieron de mi una persona confiable, la que se
ratificó cuando me calificaron como persona “responsable y trabajadora”. Mi presentación al otro, quedó “investida” como una “aureola” por
todo el bagaje de relaciones que me acompañaban, todas ellas de parentesco y amistad.
Vínculos de hechos y vínculos adquiridos, ambos de tipo tradicional, son uno de los elementos intrínsecos, constitutivos del poder de
la JBG, son mecanismos sutiles, imperceptibles de dominación, encarnado en sus agentes: los notables.
304 / PATRICIA DE LA TORRE A.
3. Los notables en la política nacional
Es innecesario armar un análisis del poder político del Estado
Ecuatoriano, es más importante relacionar, el peso político de los “hombres notables” en la trayectoria política del país. De los 244 notable que
vivieron entre 1888 y 1990, 117(48%) ocuparon cargos políticos ya sea
a nivel local y nacional.
Cuadro 43
Los notables en cargos del estado 1888-1990
ÁMBITO
1. LOCALES
Municipales
Gobierno
2. NACIONALES
#
%
Alcalde
Presidente Consejo
Concejal
Otros
Gobernador
Otros
8
16
23
35
19
51
9.0
17.2
26
41.3
21.8
56.3
Presidente
Vicepresidente
Candidato a Presidente
Candidato a Vicepresidente
Ministros de Estado
Senador
Diputado
Presidente Congreso
Gerente Banco Central
Diplomáticos
Otros
8
2
6
2
21
16
23
8
4
17
54
10.3
CARGO
40.8
18.3
26.4
8.0
Fuente: Pérez M, Diccionario Biográfico, 1927; Pérez Rodolfo; Destrugue. Entrevistas a
Genealogistas Jurado Fernando; Pérez P. R.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
Una relación numérica entre los cargos locales, 153 con los nacionales, 131, deja al descubierto la tendencia a ocupar más cargos políticos locales que nacionales de alto nivel, lo que llevaría a aseverar que
la JBG está relacionada con el poder político nacional para poder sustentar su poder político local. Visto de esta forma, la JBG juega un papel
político esencial.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 305
El notable es una figura característica del régimen liberal de la
época.7 Burgués, envuelto profundamente en la vida de la ciudad, de la
provincia, con profesiones liberales ejercidas con mucha dignidad y
congruente con la educación humanista, eran elegidos no por los programas que pudieran presentar, sino por la capacidad de obtener beneficios para las ciudades y obtener de ellos favores personales. El clientelismo político se daba no tanto por la capacidad política, pero si por la
capacidad de ser un patrón.
El notable en un primer momento ocupa los cargos más altos de
la política local; las dignidades de Alcaldes, Presidentes del Consejo, y
Concejales son un escalón para llegar más tarde a la política nacional.
En la historia del país, este comportamiento político es usual.
Desde 1887 hasta 1950, 7 presidentes del Ecuador y uno encargado del Poder Ejecutivo (Dr. Alfredo Baquerizo Moreno. 1932) fueron
miembros de la JBG, en épocas de grandes conflictos políticos. A partir
de ese año hasta 1984 no hay ninguna participación directa, lo que no
significó que algunos ocupen cargos públicos, sobre todo como ministros de Estado y figuren en la vida política nacional.
En el período llamado de consolidación y crisis del orden liberal,
que transcurre entre 1896-1925, tengo la siguiente constatación: cuatro
presidentes del Ecuador, representantes del liberalismo, eran miembros
de la JBG. Dirigieron el país, en un período álgido, matizado por la revolución liberal, el auge económico, crisis del orden liberal, en el contexto de una gran inestabilidad política. Por tratarse de una misma clase política su tiempo de permanencia fue de 10 años.
Cuadro 44
Notables que fueron Presidentes de la República 1896-1925
NOMBRE
Lizardo García
Emilio Estrada
Alfredo Baquerizo M.
José Luis Tamayo
Período
Presidencial
1905-1906
1911
1916-1920
1920-1924
Período JBG
1892-1907
1902-1911+
1906-1923
1901-1947+
# Años
en JBG
15
9
17
46
Fuente: Pérez M, Diccionario Biográfico, 1927; Pérez Rodolfo; Destrugue. Entrevistas a
Genealogistas: Jurado Fernando; Pérez P. R.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
+ Permanencia en la JBG hasta la muerte.
306 / PATRICIA DE LA TORRE A.
La JBG, en ese período, funciona aparentemente abstraída de todo lo que está sucediendo a su alrededor; en su discurso hay una dualidad que no es contradictoria, asevera que es un lugar donde se formaban líderes políticos, con una connotación ético-moral, humanista, y social. Según el pensamiento de la época la JBG es una “escuela de formación” de presidentes.
Sin embargo, se autocalifica como una institución “apolítica”,
porque la política está fuera del funcionamiento de la institución ya que
sus fines institucionales son de servicio social, filantrópicos, posición
que le permite tener una aceptación de los ciudadanos. La JBG en 1925
abiertamente decía lo siguiente:
“...en sus filas se formaron prestantes figuras de la política nacional...pero toda y cada una de ellas mereciendo el respeto democrático, fuera de
sus posiciones ideológicas y personales, supieron asimismo, rígidamente, dejarlas fuera del recinto institucional, al cual solo traían la luz de sus
iniciativas y el vigor de sus esfuerzos, nutridos de sus más auténticas capacidades, para prestar el más positivo concurso, a la obra que se estaba
realizando, en las condiciones desinteresadas que es tradición institucional... De la actividad pública que desarrollaron, derivó también ... que
hayan merecido respaldos ciudadanos para ocupar las más elevadas posiciones dentro de nuestra organización estatal.”
(JBG, 75 Años de Servicio a la Colectividad,1888-1963).
La JBG, con los notables, tanto a nivel local como nacional, funcionaba prestigiosamente como un bastión de eficiencia organizativa,
administrativa en la prestación de servicios sociales y de salud, por ello
en 1922, no fue identificada por el movimiento obrero, como uno de los
espacios de dominación de esa burguesía que los masacró. Para la JBG
este hecho que fue crucial en la historia del movimiento obrero ecuatoriano, pasó a ser una consecuencia de la aguda crisis económica que dio
margen a agitaciones sociales, que por primera vez sucedían en el país.
En la lectura de las actas de la Junta General de esos meses, la preocupación fundamental era superar su crisis económica, por falta del financiamiento estatal (Actas de la Junta General 1922).
El reformismo juliano 1925-1930, tuvo como distintivo importante acabar con la plutocracia simbolizada por el Banco Comercial Agrícola. Eso permite entender el antagonismo con la JBG, pues los notables
eran integrantes de ese grupo que querían destruir.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 307
En 1930-1933 se dio una reacción conservadora acompañada de
una guerra civil. Un grupo de agricultores propuso a la presidencia de
la república a uno de los terratenientes aristocráticos conservadores:
Emilio Bonifáz. Los militares y la clase media si bien había apoyado a
elementos conservadores para combatir la burguesía liberal, no llegaron
a entregar el poder a los latifundistas serranos. En este contexto se produjo una guerra civil que duró 4 días, reacción que expresó que si bien
los terratenientes serranos podían participar del poder, no estaban en
condiciones de captar por si solos el control del Estado, pues tenían poderosas fuerzas opositoras integradas por la burguesía y la clase media.
La burguesía liberal guayaquileña, convaleciente del golpe de la
revolución juliana y con la derrota de los conservadores y el apoyo de
la clase media que defendía el régimen burgués liberal, pero odiado por
las masas populares urbanas, vio las pocas posibilidades de gobernar,
sobre todo en ese momento histórico que empezaba a caracterizarse por
la irrupción del subproletariado en la vida política nacional.
Para salir de la crisis, se propuso una candidatura de coalición
(clase media y burguesa). La burguesía candidatizó a Juan de Dios Martínez Mera (miembro de la JBG 1947-1951), que tenía mucha impopularidad, pues siendo excelente hombre de negocios, fue en la época plutocrática Gerente de la Compañía Nacional de Estancos del Litoral, institución que dio muerte a la pequeña industria tabacalera y arruinó a miles de pequeños propietarios de la Costa. Ganó fraudulentamente las
elecciones y su periodo fue efímero porque en el país habían madurado
los elementos del populismo, por medio de su líder José María Velasco
Ibarra y en Guayaquil Guevara Moreno, Asaad Bucaram.
De 1934-35, llamada de solución militarista, se ensayó una solución populista, que fue aceptada por las clases dominantes a titulo de
mal menor. Electo Velasco Ibarra, desplegó una gran obra social. Confiado en el apoyo popular, fue intolerante con la oposición y quiso declararse dictador, pero los militares le echaron del poder.
Las Jefaturas Supremas militares, de 1935 a 1938, tuvieron una
tónica importante: alianzas con las capas medias, la emisión por primera vez del Código del Trabajo, favoreciendo a los obreros y una política
antinorteamericana y progresista. Este espectro de acciones, le asemejaba al de la revolución juliana. Enríquez Gallo, declinó voluntariamente
al mando en 1938, y los terratenientes, la burguesía y la clase media en-
308 / PATRICIA DE LA TORRE A.
cargaron la presidencia al liberal Aurelio Mosquera. De esta manera la
burguesía liberal preparó la reconquista del gobierno.
Aurelio Mosquera murió súbitamente, pero había preparado el terreno para que cuando se dieran las elecciones de 1940, terciara Carlos
Arroyo del Río (Miembro de la JBG desde 1923-1945 y 1956-1969+ 35
años) por el partido liberal, Jacinto Jijón y Caamaño por el partido conservador y José María Velasco Ibarra, por el populismo. La burguesía,
nuevamente usando el fraude electoral propició la elección de Arroyo
del Río, que implantó un régimen de fuerza (Rev. Mañana. Nº 25, de 205-69).
Hacia finales de 1948, después de la caída de Velasco Ibarra, fue
electo como presidente provisional Carlos Julio Arosemena, miembro y
director de la JBG. Esta presidencia selló la participación política de la
JBG en cargos de este nivel. La década del 50, de estabilidad política,
notables de la JBG ocuparon cargos de gobernadores, diputados y ministros de Estado.
A partir de esta época hay varios hechos políticos importantes como: la crisis política en los años sesenta por el fin del Velasquismo, el
reformismo militar de los años 70, el retorno a la democracia en 1979,
la crisis de los años 80 y el irresistible ascenso de la derecha desde 1980
hasta nuestros días. Los notables no tienen una participación directa con
el poder del Estado, pero ocupan cargos de ministros, diputados, en una
intensidad menor relacionado al período anterior a los años 50. Lo noción del notable estaba en proceso de extinción.
En este retorno a la democracia, 1979 es elegido presidente un
guayaquileño, Jaime Roldós Aguilera (populista), cuya familia no tiene
ninguna vinculación con la JBG. Su partido es opuesto al conservadorismo, su discurso es socialista y si bien existe confrontamientos con esta
fracción de la burguesía a la que me estoy refiriendo, siempre apoyó la
gestión de la JBG, por su identidad que es de: “tradición, amparo, fe, esperanza”, cristalizada en sus servicios sociales que gozaban del respaldo de la ciudadanía guayaquileña.
En el siguiente período presidencial, 1984-88 hay una vinculación familiar directa. León Febres Cordero presidente electo por el partido Social Cristiano, es hijo de Agustín Febres Cordero (1952-74) miembro de la JBG y su pariente José Plaza Luque era director hasta enero de
1992. Después de esa presidencia es electo Rodrigo Borja, quiteño,
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 309
socialdemócrata, enemigo político del anterior presidente. En las elecciones de 1992 para presidente del Ecuador, es electo Sixto Durán Ballén, de origen guayaquileño, de una disidencia del Partido Social Cristiano. Su padre fue miembro de la JBG en 1947, y su hermano Clemente Durán Ballén pertenece a ella desde 1964 hasta la actualidad.
Desde el retorno a los regímenes democráticos en el país han sido electos 4 presidentes y un sucesor a la presidencia: Osvaldo Hurtado. De los 5 presidentes, tres son de origen guayaquileño, dos de ellos
con vinculaciones directas con la JBG. Es decir, que en 16 años de vida
democrática, la mitad del tiempo, vuelve nuevamente a predominar la
tendencia política neoconservadora, y con ella personajes políticos de
antigua data, que hacen alusión a hombres importantes de finales de siglo XIX y, consecuentemente a sus familias: los Febres Cordero y Durán
Ballén.
La victoria de las elecciones presidenciales de Abdalá Bucaram,
no desestabiliza de ninguna manera a la JBG, al contrario ratifica su
apoyo a la entidad aunque mantenga un doble discurso: opuesto a la
oligarquía tradicional, pero realizando pactos y consensos entre aparentemente enemigos.
Concluyendo, los notables encarnan tres formas de poder reconocidas y catalogadas por la sociología: económica, política y social. Es
demasiado evidente la condición de grupo dominante el de los notables, pero son sobre todo las relaciones de parentesco, las uniones de
las familias, como en el feudalismo, que se consolida el poder. De esta
manera, la familia es una instancia política por excelencia.
Esta conclusión evidencia nuevamente, la existencia de otros factores como son: la gran familia institucional, la JBG, y la imagen del notable con articulación y que esencialmente representa una conjunción
de varias contradicciones: lo público-privado-estatal; así como entre lo
local y lo nacional, lo moderno y lo tradicional, dicotomías que tienen
formas y mecanismos de concentración y articulación del poder político en el Ecuador.
310 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Notas
1
Los incendios de Guayaquil fueron para algunos de los recién llegados parte de su
suerte. El incendio del 5 de octubre de 1896 consumió 83 manzanas y las pérdidas totalizaban cerca de 9.000.000 de dólares (Rippy, F; 1927). El incendio del 16
de julio de 1901, produjo el ingreso de más de 1.000.300 dólares americanos de
las compañías de seguros extranjeros.
2
La importancia económica de estos grupos ha sido trabajado por: Manuel Chiriboga , Jornaleros y gran propietarios en 135 años de exportación cacaotera (17901925), 1980. Andrés Guerrero, Los Oligarcas del Cacao, 1980. Crawford de Roberts, El Ecuador en la Época Cacaotera, 1980.
3
Se destaca la figura de Nahim Isaías, por herencia de su padre, fue gerente de uno
de los bancos más fuertes del país: La Filantrópica. Fue Presidente Honorario del
República Nacional Bank. Organizó un imperio familiar económico. Secuestrado
por el grupo subversivo Alfaro Vive Carajo, el presidente León Febres Cordero no
accedió a un negociación con el grupo y personalmente dirigió la masacre y la
muerte del mencionado financista.
4
La familia Bucaram se perfila como una dinastía política libanés. Una pregunta investigativa interesante es ¿por qué los libanés llegan al poder político del Estado?
5
Estructurar las relaciones de parentesco es una tarea compleja y delicada, ya sea
porque no existen las suficientes fuentes de información, y a veces las que hay son
imprecisas pese al esfuerzo de genealogistas y organizaciones dedicadas a este fin
(S.A.G) Por ello asumo de antemano los errores involuntarios que deben existir y
pido disculpas por añadir o quitar apellidos y parientes.
6
El segundo grupo Ycaza procede de hijos naturales en mujeres menores de edad,
pobres y descendientes de familias buenas naturalmente mezcladas con cuarteronas (nietas de esclavos en la colonia o simplemente de personas de color libres)
7
El aparecimiento del notable se dio en Italia a finales del siglo XIX favorecido por
la existencia de un colegio electoral uninominal y de sufragio limitado, ya sea en
el parlamento piomontés y más acentuado en el parlamento italiano después de
la unificación. (Bleitrach y A. Chenu; 1974).
CONCLUSIONES
El estudio de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, institución
que muestra una realidad multifacética, me permitió evidenciar una serie de cuestiones presentes en los debates actuales de la sociología política y de las ciencias políticas. Partiendo de la pregunta clave que inició esta investigación, por qué la JBG, resistió con éxito, por más de un
siglo, a la nacionalización o estatización, mediante una acción sistemática de desobediencia civil?, se puede anunciar una conclusión general.
Esta se refiere a la relación entre los dos espacios: público o macro-estatal, que tiene que ver con el Estado y el micro-privado, que se refiere
al poder local. La conclusión es que en esta interdependencia, reside la
resistencia a la nacionalización de la JBG. Es una defensa de autonomía
local, cuyo significado más profundo es la defensa de los intereses privados de una fracción de la burguesía guayaquileña, sin negar el proyecto nacional de la formación del Estado ecuatoriano. Los “propietarios” de esta institución diseñaron una política social para su ciudad, haciendo de ella una empresa económicamente rentable, una institución
políticamente importante y una referencia simbólica fundamental para
la producción de identidad cultural de los habitantes del Municipio de
Guayaquil. Fundamental para su existencia y reproducción como elite
local dominante, la política no era revestida de una oposición excluyente al proyecto nacional. Por esta razón, pueden sobrevivir a todas los intentos de injerencia, sin perder su autonomía.
Por su carácter social, la JBG se incrusta en la vida cotidiana de
la ciudad, trazando un sistema de representaciones sociales que permiten controlarla y administrarla, provocando una adscripción ciudadana.
Esto le atribuyó una legitimidad, que otorga un poder no necesariamente paralelo, pero más similar y, al mismo tiempo, complementario al estatal.
La JBG es una institución privada, pero que tiene los mismos objetivos atribuidos a las instituciones estatales, realizando un servicio pú-
312 / PATRICIA DE LA TORRE A.
blico. Si el Estado cuida los intereses de los ciudadanos, la JBG lo hace
igualmente. Lo que confirmó una de mis hipótesis. El hecho de ostentar
una política social torna igual, mas no idéntica, una institución públicaestatal, a una otra pública-privada. Mejor dicho da un estatuto similar
las instituciones, sin olvidar sus diferencias. Con una característica sui
géneris, en el caso de la JBG: son los grupos dominantes locales que propugnan esta finalidad.
Para comprender la desobediencia civil de la burguesía guayaquileña y la supervivencia de una institución benéfica, fue necesario entrecruzar, analíticamente, el binomio local / nacional con el público/ privado. El continente teórico en que estas dimensiones se encontraban es
el de las relaciones entre el Estado y la sociedad, particularmente en el
enfoque histórico de la formación del Estado ecuatoriano. Si este es demasiado genérico, es indispensable tomarlo en consideración porque es
la base, la matriz donde se construyen y se desenvuelven estas relaciones.
Lo local y lo nacional
La JBG es un buen ejemplo de un “gobierno local”. Un buen
ejemplo de gestión que, al final del siglo, se quiere reconstruir por efecto del agotamiento del Estado centralizador, cuyo discurso, hoy, es cada
vez más a la de la descentralización. Aparentemente, este es un paradigma para las ciudades del futuro: la obtención de financiamientos propios
para el Municipio, que está envuelto por un proceso de privatización y
presión participativa. Movidas estas ciudades, por tanto, por la autonomía y por la participación ciudadana. Paradigma presente, no en tanto,
en Guayaquil desde hace más de un siglo.
Los cuatro momentos de resistencia a la nacionalización de la
JBG, llevada a cabo por la desobediencia civil, me hicieron reflexionar
sobre su importancia, no sólo en la constitución del poder local y sus relaciones con el poder nacional, sino también en la formación del Estado nacional. Es sobre todo, para su comprensión sobre la importancia
de las relaciones entre lo público y lo privado.
El abordaje cronológico de los eventos durante un siglo permitió
resaltar como el protagonismo del poder local fue importante en la formación del Estado ecuatoriano. Pues fue sobre la base de lo local, que
se construyó lo nacional y no al inverso. No sólo por una cuestión de
procedencia, obvia y generalizada, sino por las especificidades de sus
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 313
relacionamiento. Esta conclusión es importante sobre todo para desmitificar las aseveraciones de las investigaciones que colocan como centro de la constitución de lo nacional ecuatoriano las regiones y el Estado, olvidando el papel primordial de los poderes locales.
En el panorama de los 102 años de la JBG, existe un denominador común: todos los tentativos de estatización de la institución se realizan en momentos de cambios importantes en la consolidación del Estado, sean por intermedio de leyes, sea impulsadas por revoluciones o
regímenes de excepción. Son estas acciones de coacción social, y las
reacciones que provocan, que definen el espacio de lo local y de lo nacional. Pero el enfrentamiento entre estos, en el Ecuador, se da en condiciones de relativa igualdad, que se asienta en la hegemonía de las elites locales, particularmente la de Guayaquil. El desequilibrio se produce apenas cuando se pone en vigencia una ley nacional. La reacción local, por lo tanto, inmediatamente restablece el equilibrio. En gran parte
porque el naciente Estado ecuatoriano, no consigue ofertar servicios sociales en un volumen que responda a las demandas de la población.
Con esto, reconoce sus límites y, al mismo tiempo, la competencia de
un instituto privado, organizado por una élite local. Pero el juego de la
competencia es apenas una vitrina que oscurece la relación de fuerza
política entre elites locales. En los momentos de conflicto agudo, la una
instalada en el espacio público del estado, y la otra en el amago de una
institución privada, que no deja de ser pública.
Esto puso en evidencia, que existen razones profundas para esa
imposibilidad del Estado en estatizar a la JBG. Ellas residen en aspectos
estructurales inherentes a la relación entre ese mismo Estado y la sociedad, donde los intereses privados son, a veces, también intereses estatales. Lo que permite, simultáneamente, la articulación entre lo público y
lo privado y su separación, la definición de las competencias entre el Estado y la sociedad civil, su complementariedad y conflictos. Locus, en
uno y otro, de la organización de los intereses políticos ya sean convergentes o divergentes.
Las relaciones conflictivas entre lo local y lo nacional, que aparecen como antagónicas, son también necesarias y complementarias. La
constitución del sistema nacional de salud (curativo-hospitalario), surgió
de un modelo local moderno y privado que no podía ser reproducido
en el ámbito nacional por las diferencias estructurales de la sociedad civil, así como por las distintas dinámicas económicas, culturales y étnicas existentes en las diversas regiones del Ecuador.
314 / PATRICIA DE LA TORRE A.
La JBG consigue afirmarse y permanecer a lo largo de cien años,
en parte, también, por el hecho de que la burguesía de Guayaquil, directa o indirectamente, está casi siempre presente en el poder del Estado. Ella lucha en el espacio nacional para defender sus intereses locales,
lo que no se constata en el comportamiento de la burguesía de la Sierra.
En la defensa de lo local, ella no inviabiliza lo nacional.
Para el Estado la intención de nacionalizar instituciones privadas
locales no obedece tanto al cuestionamiento de su carácter privado. La
razón parece alojarse en el intento de controlar servicios y recursos sobre su administración, para garantizar su papel de responsable por los
gastos sociales. Como recurso, por tanto, de legitimación. El conflicto
entre el Estado nacional y el poder local se da sobre todo en torno al
control de los recursos y de la oferta de servicios, que los legitima a través de los miembros políticos de la comunidad naciente. Pero esta necesidad de legitimación es percibida de manera diferente por las elites
locales. Fundamental para las elites serranas, más secundaria para la
guayaquileña, por el hecho de tener su instrumento de legitimación social ya implantado. Son, por lo tanto, divergencias que nacen de distintos puntos de vista locales.
En otras palabras, la eterna raíz del conflicto entre lo local y lo nacional, es la matriz del conflicto en torno a la nacionalización de la JBG,
que se encuentra en la oposición entre la pretensión de querer poner un
Estado centralizado en marcha y frente a la fragmentación de la autonomía de los poderes locales. La sumisión de lo local, por tanto, solo ocurre cuando un grupo social consigue, por la fuerza de la persuasión,
romper estas resistencias locales. Cuando en uno de los locales existe
una fuerza política considerable, el equilibrio se establece y la formación del Estado no es inviabilizada, pero tiene que adecuarse a esta especificidad. O sea, lo nacional se conforma sin la ruptura de todas las
autonomías locales. Al mismo tiempo, por lo tanto, la convivencia sólo
es posible si la fuerza local acepta límites a su autonomía y propugna
por la formación de este mismo Estado. En fin, cuando lo local y lo nacional no es excluyentes pero en sentido contradictorio, son complementarios.
En el caso ecuatoriano, el poder local de la sociedad civil de Guayaquil se mostró, a lo largo del tiempo tan potente en cuanto al poder
del Estado nacional. Sobre todo, porque, si el conflicto se resuelve legalmente en el ámbito legislativo, existen otros juegos políticos de raíz
ideológica que se cruzan y condicionan. Si la ideología liberal se encon-
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 315
traba en su apogeo, su componente social es siempre importante. Por
otro lado, la vigencia del credo liberal se hace a través de una revolución cruenta con fuerte participación de la sociedad civil. Finalmente,
la elite local de Guayaquil es quien ocupa las posiciones prominentes
en la lucha política, especialmente por la ausencia de otros proyectos
por parte de las otras elites locales. Así, el Estado liberal nace, por las
circunstancias, bendiciendo la autonomía de la institucionalidad privada del poder local en Guayaquil. Nace aceptando sus límites y reconociendo como necesaria la existencia de una institución privada local en
la oferta de servicios sociales que no puede ofertar, pero cuya naturaleza es fundamental en la constitución de lo nacional.
De esta forma, parece evidente que la defensa de la autonomía
de las instituciones privadas locales, en la oferta de servicios sociales no
es sólo un problema local. El gobierno central la defiende porque tiene
conciencia de su importancia en la implantación de un proyecto general que irriga toda la nación, que es la Beneficencia. Defendida por un
Estado liberal que busca la coherencia con el ideario liberal de la autonomía y libertad del individuo. Nuevamente, liberales y conservadores,
elites antagónicas a la de Guayaquil, no encontraron una argumentación consistente, del punto de vista ideológico, para oponerse a la JBG.
Es como si estas élites antagónicas fuesen siempre prisioneras del dilema entre sofocar la autonomía local del adversario y el recelo del caos
o de la pérdida de legitimidad por el desaparecimiento de una institución reconocida por la población. Así, prefieren mantener la convivencia, pues esta es un problema menor para el Estado.
Esta tendencia contradictoria, que se concluye por la reconciliación, tiene un soporte real cuando se constata el fracaso del Estado en
implementar los proyectos de una Beneficencia Nacional o de una Asistencia Pública y que se contrapone al éxito de la Beneficencia de Guayaquil: una pública-estatal-nacional y otra pública-privada-local. La institución privada tiene éxito porque sus “propietarios” son una clase política simultáneamente local y nacional, que definió un proyecto social
impregnado por un fuerte sentido ideológico: tradición, fe y filantropía.
Valores que confieren identidad a la ciudad. Es por esto, que al mismo
tiempo que invierte todos sus esfuerzos en su realización, no quiere
compartirla con nadie más, defendiéndose por medio de su poder en el
espacio local y nacional. Porque en la acción y en la conciencia política de la burguesía guayaquileña, no existe ninguna contradicción entre
lo local y lo nacional.
316 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Si el Estado concibe la política social, “como un deber y un servicio necesario de protección del Estado moderno para las clases menos
favorecidas”, estos mismos principios son adoptados por la JBG en el
ámbito local. De esta manera, ella cumple una función que pertenece
teóricamente al Estado, pero la hace en su omisión. O sea, no es que la
dinámica local-privada sea más fuerte que la estatal-nacional, apenas
son más claros los límites del Estado que lo obligan a avalizar la gestión
privada de los servicios públicos, sin que eso entre en colisión directa
con su ideario ideológico o su legitimidad política. En el fondo, se trata
de un juego importante que no compromete las raíces del Estado nacional, no lo coloca en jaque, no niega su proyecto. Apenas limita su hazaña centralizadora, en un juego circular y constante.
Las diferencias entre el éxito y la legitimidad de los dos sistemas
de salud que se implantan en el Ecuador, tienen razones profundas en la
noción de igualdad y desigualdad y en la acción de inclusión-exclusión
que marca la formación social moderna. Así, hay otra diferencia entre la
acción del Estado y la JBG. El Estado, al mismo tiempo que es protector
y pretende instituir la igualdad y la justicia entre sus miembros, es excluyente en la oferta de sus servicios, lo que convierte su práctica en producción o confirmación de relaciones de desigualdad y de injusticia. Al
contrario, la JBG no supone la igualdad entre los individuos. Sus servicios sociales parten del reconocimiento de una sociedad desigual e injusta, a partir de la óptica de la élite que ofrece estos servicios y que dominan y controlan la ciudad. Sus servicios reconocen la desigualdad social, distinguiendo los ricos, los medianos, los pobres, y los miserables.
En este sentido, no tienen la pretensión de la igualdad ni se coloca como productora de la desigualdad, puesto que esta es producida al interior de la sociedad.
Esa diferencia es medular, porque permite discriminar los diversos
ámbitos por donde se mueven las relaciones económicas, políticas y sociales. Los ricos, más todavía cuando se pertenecen a una clase política
dominante, no demandan un servicio de salud estatal porque saben que
estos son concebidos para sus subordinados, para los pobres, y reconocen anticipadamente que son de calidad inferior. Además, los servicios
de salud estatal tienen el estigma de la pobreza y de la inferioridad social. Sus demandas, por eso mismo, se dirigen siempre a los servicios
privados, que por ser pagados, y con altos precios, no son accesibles para los pobres. La investidura de servicios sociales producidos por la misma clase política dominante, sin embargo, le otorga confiabilidad, con
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 317
un fuerte sentido local y adhesiones afectivas y culturales, diseña identidades locales que diluyen la exclusión que el Estado nacional mantiene.
Es en esto que se sustenta una de las especificidades del presente objeto de estudio. Existe una constante a lo largo de los 112 años de
vida de la JBG (1888-1990): la resistencia es más que una simple defensa de su autonomía. La resistencia institucional sólo puede ser comprendida porque lo local y la ciudad de Guayaquil tienen un valor simbólico para los grupos dominantes, tienen un valor de identidad expresada
en el término: “Guayaquil independiente”. Expresión de su cultura política, grabada en el inconsciente colectivo de las generaciones del siglo
pasado y del presente.
Otro aspecto que debe ser resaltado es el significado que tiene el
municipio en los diferentes momentos de la historia ecuatoriana. En el
primer momento, hay una fuerte articulación entre él y la sociedad civil. En los años 50, cuando el populismo y, posteriormente, los grupos
políticos libaneses ocupan este espacio de poder, hay un distanciamiento radical.
El populismo no consigue crear nociones de identidad y de adhesión a instituciones sólidas en Guayaquil, al contrario de las elites creadoras de la JBG y defensoras de su autonomía. El conflicto entre el PRE
y PSC concluye en nuestro periodo de estudio, con la victoria del último cuando León Febres Cordero (1990) retoma el poder municipal y revitaliza aquellos principios antiguos de identidad que la vieja élite estableció a lo largo de años y años de control del poder local. Así, la JBG
restablece los lazos con el Municipio, y ambas instituciones locales, sobre formas distintas, organizan y controlan políticamente a la población
de la ciudad. Se restablece, de cierta forma, el consenso entre los intereses del Estado nacional y de la sociedad civil local.
Se observa en el estudio realizado en las relaciones entre lo local
y lo nacional, el conflicto es producido por acciones que despuntan la
tendencia centrípeta del Estado y no, necesariamente, de la reacción
contraria de la JBG. Pero el conflicto permite registrar la diferencia y la
complementariedad entre lo local y lo nacional. En el periodo de estudio, principalmente a finales del siglo pasado e inicios de este, los poderes locales no son apenas estatales sino también societales, pues residen en gran parte, en la sociedad civil, a diferencia del poder nacional.
318 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Varias veces explicité cómo la sociedad civil fue uno de los mecanismos usados para la resistencia, la cual se ejerce fundamentalmente, por medio de la desobediencia civil. Es estimulante porque permite
visualizar cómo la desobediencia civil no es un acto penal o una protesta exclusiva de los grupos subordinados, movidos por ideologías determinadas, es un fenómeno que puede ocurrir en cualquier segmento social. La condición es la no-aceptación de la ley y rehusarse a cumplirla.
En nuestro caso de estudio, son las elites que reiteradamente lo hacen
Lo público y lo privado
La resistencia local por medio de la desobediencia civil, no sólo
refleja la imbricación entre lo local y lo nacional, sino también entre lo
público y lo privado en la formación del Estado ecuatoriano. El conflicto entre la JBG y el Estado, en los diversos momentos analizados, permiten comprender el límite existente entre los espacios públicos y privados. Estas no son premisas o simples datos, son construcciones sociales
que asumen configuraciones específicas. Lo más importante es que gracias a dichos conflictos se pudo conocer mejor la especificidad del espacio público en el Ecuador.
Por eso mismo, esas relaciones de penetración, separación y conflicto entre lo público y lo privado tienen una historicidad poco evidente. Cuando la JBG es creada en 1888, existe un Estado apenas embrionario en el Ecuador, que propicia sin conflictos, la creación de una institución privada con fines públicos. Una institución pública con un formato organizacional privado. La resistencia a la nacionalización, por lo
tanto se da, no en el interior del confrontamiento entre lo público-privado propiamente dicho, sino entre lo público-privado y lo público-estatal.
La JBG surge del Municipio, elemento central en la constitución
del Estado colonial. Es una de las estructuras del poder local urbano en
el Estado colonial español, que es más privatista que pública. Cuando se
instauran las estructuras de los Estados independientes en la antigua colonia de España en su forma republicana, nacional y democrática, las
nuevas estructuras estatales, que no son más que los representantes del
Presidente de la República en una ciudad, permiten a organizaciones de
la sociedad civiles locales que entran en confrontamiento o con las otras
estructuras pre-existentes o con las nuevas. Dos estructuras paralelas de
poder, una de origen colonial y otra de carácter nacional que se imbrican jurídicamente, de arriba hacia abajo, el poder y la organización del
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 319
Estado. La JBG, que es una sobrevivencia de la organización colonial,
tradicional, pegada a la estructura municipal, resiste a la estatización
nacional, porque siendo local es privada en un locus específico de poder.
La iniciativa de crear una corporación privada para cumplir una
política social local, que corresponde en principio al Estado naciente,
implicó la emisión de una serie de leyes. Su creación se mueve en el terreno conflictivo jurídico de la formación de las instituciones estatales.
Así, el conflicto entre el Municipio y el gobierno central es para la JBG
una ambivalencia, porque ella es regida por leyes municipales y no por
las nacientes leyes gubernamentales nacionales.
La creación de la JBG por el Municipio de Guayaquil, solo es posible porque el gobierno central autoriza su creación por medio de procedimientos jurídicos que reforman las leyes municipales. Esto expresa
claramente el control del Estado sobre el poder local y, por otro lado un
reconocimiento de poder nacional por parte del poder local. Esta relación dual fue definida en la medida en que las estructuras estatales se
fueron consolidando. Esto señala un problema sociológico importante:
la imbricación entre lo público y lo privado, de una manera formal y explícita, que se puede observar en la delimitación de los poderes y las
competencias entre la JBG, el Municipio y el gobierno central.
A lo largo de su formación, el Estado manifiesta sucesivas veces
la voluntad de controlar aquella estructura privada, que el mismo permitió la creación de forma autónoma. Sin embargo, la JBG fortaleció su
autonomía en los intersticios de las contradicciones inherentes al choque entre las leyes nacionales y las leyes municipales. Los enfrentamientos entre lo local y lo nacional producen la división y la articulación de
lo estatal y de lo privado en el espacio público.
El fenómeno señalado produce un reordenamiento en el ámbito
de las relaciones entre lo público y lo privado, que se puede entender
en parte analizando las creaciones de las instituciones de la sociedad civil, cuyo establecimiento se entrelaza con el proceso de formación del
Estado, permaneciendo unido a él. En los nuevos Estados que se conformaron en el siglo pasado en América Latina, la mayor parte de la vida
diaria, sobretodo en el medio rural, estaba fuera del ámbito del poder
administrativo. Guayaquil, como cualquier otra ciudad o comunidad,
forma una sociedad local autónoma, en lo que no tiene que ver con sus
tradiciones y forma de vida que, naturalmente, se colocan al margen del
320 / PATRICIA DE LA TORRE A.
poder administrativo gubernamental. Si esa diversidad de sociedades locales era una realidad, para el Estado, en la práctica no lo era. Por esto
el Estado opera sobre la base de una ficción y a ideales a ser conseguidos. En la medida en que se van ampliando las instituciones estatales, lo
mismo ocurre con la sociedad civil en un desarrollo paralelo, pero que
pertenece a un proceso de transformaciones común. Lo paradójico es
que la condición de este proceso es la capacidad del Estado para influir
en la vida cotidiana. La sociedad civil se desenvuelve a partir de esta referencia que, para el Estado, significa la disposición de unirse estructuralmente a ella. Este es el lado privado del Estado.
Según Guiddens, lo público pertenece al ámbito del Estado,
mientras que lo privado es aquello que se opone a la invasión del Estado y viceversa. Por eso, en el momento en que el Estado es el que garantiza la ley, lo privado se somete a una cuestión de definición legal.
En la verdad, lo público no es una atribución exclusiva del Estado, es
también de la sociedad civil, cuando sus acciones, gestiones y actitudes
se desarrollan en el espacio público. Lo público es creado por lo privado y viceversa. Existe un doble sentido de lo privado: lo privado en
cuanto el lado privado del Estado y en cuanto a la privacidad en el ámbito secreto de la intimidad, cuyo ejemplo mayor es la familia.
La JBG es una institución privada que cumple funciones públicas
similares a las del Estado. Es pública porque sus servicios son de interés
público. En la medida en que ellos se forman más eficientes, refuerzan
la propia noción de lo público. Es una institución que mantiene un alto
nivel de legitimación, pues si bien es de los notables, los servicios “pertenecen” a la sociedad. Esto refuerza su carácter público, relegando para un segundo plano su carácter privado. Esta misma aseveración no serviría para el caso de las actividades económicas que no guardan correlación con el Estado. En esta perspectiva particular, lo social se aproxima al Estado, mientras que el económico se aleja. Por este motivo, una
de las maneras de comprender la especificidad de la JBG, es abordándola como una institución que ofrece servicios sociales.
Cada establecimiento que presta servicios sociales tiene un poder
administrativo que se ejerce por medio de muchos mecanismos sutiles
de supervisión de sus actividades. Es un poder administrativo intenso
que supera, inclusive, los límites pensados por el grupo propietario de la
institución. Toma la forma de un proceso que parece que no está dirigido por nadie (basta pensar en el caso de la lotería). Se extiende a amplios sectores, no solamente numéricamente, sino también espacial y
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 321
temporalmente, sobre todo en la difusión de un sinnúmero de códigos
y símbolos inherentes a la reproducción del sistema institucional. Existe
aquí, una doble connotación: la impersonalidad que provoca el control
del poder administrativo sobre la sociedad, necesita un sistema referencial interno y sólido. Es en este espacio que se enclaustra la esencia de
la privacidad de lo privado de la institución. Ejemplificando: el flujo de
las relaciones externas es público, pero las relaciones internas son estrictamente privadas. Quiero agregar algo más: el poder administrativo,
vale decir, el poder burocrático institucional, al extenderse, cumple con
otra función del Estado, sea del gobierno central o sea del gobierno municipal que es la de administrar y organizar la sociedad, donde se dan
las relaciones de reciprocidad. Estamos en este caso, frente a una institución privada de la sociedad civil que administra a la propia sociedad.
Lo público-privado
Una respuesta a la pregunta central de la investigación sobre las
causas de la resistencia a la nacionalización, fuera del discurso legal-jurídico, reside también en factores endógenos de la institución. Dejo de
lado aquí, aquellos ejes fundamentales sobre las relaciones dicotómicas
entre lo privado y lo público, entre lo local y lo nacional. Considero que
vale analizar solamente una de ellas: el carácter privado de la institución. Este abordaje fue justificable porque, si bien había nacido el Estado, la JBG tiene varios atributos endógenos que le otorgan ese carácter
específicamente privado: la ideología, la organización institucional, y la
actividad económica. Lo que articula esos atributos son los vínculos
afectivos y biológicos como: la familia, el parentesco, las amistades y las
relaciones clientelistas. Estos vínculos se entrecruzan, indudablemente
en el ámbito de la esfera privada.
La JBG permanece a lo largo de su existencia, metafóricamente,
como el espejo del Próspero, con pocas modificaciones institucionales,
como un testimonio del transcurso del tiempo. Considero que esto radica en la articulación de aquellos vínculos, a partir de los cuales se puede establecer una ecuación: mientras más pasa el tiempo, mayor es su
carácter privado. A su vez, las líneas patrimoniales y tradicionales son
fundamentales para mantener a la institución. Es esta la matriz de su vida privada que, con una forma de gobierno oligárquico, reproduce sólidamente el sistema.
En el capítulo cuarto dije que las normas no institucionales, precisamente las subterráneas, inmersas en el ámbito de la informalidad,
322 / PATRICIA DE LA TORRE A.
eran una condición para definir el carácter esencial de la privacidad de
la institución. Sobre este espectro se puede apreciar varias características. Existe un consenso, un sentido común basado en la solidaridad. Los
reglamentos están interiorizados en el grupo y que se exteriorizan bajo
la forma de una ideología que es sagrada e intocable, lo que diluye cualquier tipo de manifestación individual que sea heterogénea o pluralista.
Lo que le da unidad institucional es la acción recíproca, oculta, guardada en secreto y no registrada ni en los informes de las reuniones de la
Asamblea General y del directorio. Si bien los notables pertenecen a diferentes círculos sociales, esos mismos grupos diversificados actúan de
tal modo que se funden en la institución. Es lo que Larou llama segmentaridad y Simmel: la ampliación de los círculos sociales.
Los notables, en otros círculos sociales, son banqueros, comerciantes, industriales y políticos, pero en la JBG se funden en un único
círculo que se contempla narcisamente en el espejo del “patricio”, de la
unidad, de la solidaridad, de la exclusividad, de la diferencia privilegiada, excluyendo y condenando a otros grupos que lidian en las fronteras
de la institución. De esta forma, rechazando las exterioridades, sometiendo al adversario, llámese Municipio, Estado, sindicato o partido político. Esto favorece al desarrollo de una ideología grupista, selecta y exclusiva. Esto es más evidente cuando el grupo es pro masónico y es perseguido por otros grupos antagónicos. Así, los notables forman una auto-imagen de ser un grupo seleccionado, predestinado por la honra y la
omnipotencia. Lo que genera la autonomía, que es dialéctica, y crea el
espacio donde se guarda lo que pertenece al grupo, y lo reviste de privacidad. Es lo que torna a los notables, en sus relaciones intra-institucionales, invisibles en la esfera pública.
Con su jerarquía interna establecida, los notables se alejan de las
otras instancias de la institución para eludir el control y al mismo tiempo, tener un mayor control sobre los segmentos subordinados de la institución, esto para evitar cualquier injerencia externa de la sociedad. Las
distancias existentes entre los participantes de la institución, son abismales, con una consciencia clara de esta relación. Si la estructura institucional establece una serie de normas, jerarquía y división del trabajo,
con todo la relación entre dirigentes y dirigidos es completamente vertical, unidireccional y hermética. Al mismo tiempo que es horizontal y
abierta en el ámbito del grupo dominante de la institución. De todas maneras, la subjetividad cumple un papel mediador para los notables porque condiciona la priorización de las acciones, define la solidaridad
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 323
mutua, así también como la calificación que hacen de sus subordinados
en base de una escala valorativa no siempre clara. Un empleado de la
JBG forja una imagen de la institución tomando en cuenta aquel distanciamiento, sin embargo, encuentra sus vínculos en el poder administrativo formal como también en la amplia gama de comunicaciones y relaciones formales e informales, muchas de ellas de clientelismo y por
que no decir, de afecto ( Freud,1990).
Si bien, la estructura administrativa proclama la racionalidad, esa
forma de articulación de poder funciona en base de la irracionalidad, a
un comportamiento doméstico, los empleados de larga permanencia
(más de 20 años) configuran una gran familia simbólica institucional.
Las implicaciones simbólicas son las que más se expresan y menos se
sienten o se piensan racionalmente: el hecho de trabajar juntos por periodos de tiempo tan prolongados, entenderse, enfrentar los problemas
cotidianamente, más aún si se cuantifica que de las 24 horas de los días
laborables de un miembro, notable o trabajador, 8 o más se desenvuelven en la institución, es el material privilegiado que anida simbólicamente la materialidad de la institución.
Si por un lado se dan una serie de relaciones entre las autoridades y los subordinados que especifica y modifica las implicaciones de
cada uno de ellos, por otro, la ideología los uniforma. Asociando el
comportamiento doméstico con la ideología unificadora y el hecho de
una vida cotidiana institucional, diseñan un parentesco simbólico que
rige el ordenamiento del grupo, son los eslabones que articulan los vínculos sociales estables y solidarios. La necesidad de la unidad y de la armonía interna protegidas en el ámbito de la privacidad, son las estrategias para enfrentar los peligros y los enemigos que amenazan desde el
exterior, así cualquier oposición que pueda emerger resulta un elemento subversivo que apoya al enemigo. No es permisible un juego de poder ambiguo, se es o no se es parte de la institución.
Bajo estas constataciones es imposible pensar en una democracia
interna en la institución. Al igual que la familia, la institución primaria,
es la máxima expresión de la desigualdad, las instituciones también lo
son. Las desigualdades se manifiestan y se asumen en los ámbitos privados, no se hacen públicas, se resguardan en la intimidad para que no
sean conocidas y sujetas a la crítica despiadada. La seudo igualdad en
los notables se manifiesta externamente bajo la estructura administrativa, en los códigos legales y las regulaciones oficiales. Una relación de
igualdad de los miembros de la JBG implica, siguiendo a Michels, par-
324 / PATRICIA DE LA TORRE A.
ticipar plenamente en el proceso político, la cual es técnicamente imposible por la existencia de 35 notables con diferentes niveles de participación, desiguales funciones como también experiencias profesionales.
Los complejos problemas políticos, administrativos, económicos de la
JBG significa que no todos pueden ser asumidos mayoritariamente por
todo los notables, hay personas idóneas para ello, en consecuencia, es
natural el monopolio del poder en pocas personas dentro del grupo. La
posición del director es inexpugnable: va adquiriendo gradualmente un
conocimiento especializado y capacidad política que la hacen irremplazable en la institución. De esta manera, tanto los elegidos como los electores conducen a un sistema político institucional que perpetua el poder
de la persona elegida, así por más que se cumpla el ritual anual legal y
formal de elección de autoridades, aleja a los electores de la posibilidad
de ser electos para esos cargos. En el caso estudiado este esquema, no
implica relaciones de explotación como plantearía la teoría marxista y
la weberiana.
Para las autoridades, una vez elegidas mediante acuerdos mutuos, el interés es mantenerse en el cargo y esto tiene también una explicación sicosociológica. Directores, vicedirectores, secretarios, procuradores, tesoreros, jefes financieros, contador, auditor general, jefe de
predios. Una vez alcanzado su prestigio son refractarios al abandono del
cargo, creen en su propia grandeza y se da una simbiosis con la institución; como plantea Maquiavelo, sigue la lógica del propio interés, que
es el poder y prestigio más que los ingresos económicos. Pero más aún,
Freud en el Malestar de la Cultura, plantea que los seres humanos suelen aplicar falsos raseros; poder, éxito, y riqueza es lo que pretenden para sí y lo que admiran en otros, menospreciando los verdaderos valores
de la vida. Hay un desacuerdo entre lo que se piensa y lo que se hace.
Es la separación entre el yo y el mundo externo, el yo que lo contiene
todo, segrega de sí un mundo exterior (Freud, 1990). Es la dicotomía entre lo público y lo privado en los ámbitos ambiguos de la institución.
La dicotomía público/privado se manifiesta como una relación
social dinámica con movimientos verticales, horizontales, espirales. No
son incompatibles, pero si excluyentes, se rechazan en ciertos momentos pero también son complementarias. Se compenetran mutuamente,
tiene el atributo de la ambigüedad y de ser mimética de acuerdo a las
circunstancias.
Si bien este esquema teórico está pensado en sociedades modernas y posmodernas, el caso empírico de la JBG, demuestra que no es
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 325
siempre así. La novedad es menor de lo que se piensa habitualmente.
Esta relación puede nacer en una sociedad tradicional y un estado patrimonialista como el Estado Ecuatoriano de final de siglo pasado y principios de este. Lo público/privado, que se opone a lo público/estatal, tiene en la realidad, sus raíces en un tiempo más largo. Actualizando hasta hoy, conserva su relevancia para las Ciencias Sociales. Es, particularmente en este caso, para nuestro país.
Creo, así, que el estudio de la resistencia de la JBG a las tentativas de nacionalización, fue una excelente ocasión para repensar las relaciones entre lo local y lo nacional, y lo público y lo privado en el proceso de formación del estado ecuatoriano. Es, al mismo tiempo, enriquecer la presente discusión sobre la formación del espacio público y la
naturaleza de la crisis del estado latinoamericano, en un contexto de la
nueva internacionalización de la economía y de la cultura.
DOCUMENTOS
1. Archivos Junta de Beneficencia de Guayaquil
1887
Ordenanza creando la JBG.
1888
Acta preparatoria para la fundación de la JBG, 29 de Enero de
1888.
1888
Acta sesión ordinaria.
1888
Reglamento de la JBG.
1931
Reglamento reformado de la Lotería , aprobada por el Ilustre
Concejo.
1941
Escritura de Venta Hacienda Tarazana.
1945
Reglamento interno general JBG.
1945
Reglamento interno de trabajo.
1985
Estatuto orgánico y funcional de la JBG 1985
1890-1981
Leyes dictadas por la Legislatura y Ejecutivo a favor de la JBG,
estableciendo impuestos y otros beneficios. Reformas, derogación de leyes.
1887-1990
Actas de la Asamblea General. 1.430 actas.
1888-1940
Actas del Directorio.
1887-1990
Informe de Labores. 103 informes
1887-1990
Balances. 103 balances
1887-1990
Presupuestos. 103 Presupuestos.
1887-1954
Memoria de la JBG.
328 / PATRICIA DE LA TORRE A.
1895-1990
Inspección del Ramo de la Loterías.
1888-1988
Breves apuntes de la JBG, durante el siglo de funcionamiento.
1887-1990
Personal de la JBG.
1888-1990
Personal de la Oficinas.
1888-1987
Cementerio General y anexo.
Folletos
-
Administración del Ramo de la Lotería de la JBG.
Hospicio del Corazón de Jesús.
Asilo Bien Público.
Escuela Santa Luisa de Marillac.
Taller Artesanal Medalla Milagrosa
Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce.
Hospital de Niños Alejando Mann.
Hospital Luis Vernaza.
Instituto Domingo de Santiestevan
Asilo Calderón Aylluardo
Hospital Gineco Obstétrico Enrique Sotomayor.
Cómo obtiene y cómo invierte la Junta de Beneficencia. 1948-1957.
La Hacienda Atarazana. Cómo fue su compra en el Pasado; y cuál es su tras
cendencia en el Presente.
2. Archivos del congreso: leyes y decretos
Siglas
Reg. Aut. : Registro Autorizado
DO: Diario Oficial.
RO, Registro Oficial.
DL: Decreto Legislativo.
DE: Decreto Ejecutivo
DS: Decreto Supremo
AP: Asistencia Pública.
Reg. Aut. 17-V-1836.
Establécese una Lotería Nacional para crear
recursos para Obras Públicas. DE.
Reg. Aut. ll: 229. 31-Vlll- 1836.
Instrucción Reglamentaria para la Lotería
Nacional. Circular.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 329
Reg. Aut. ll: 229. 31-Vlll- 1839.
Se suspende el Juego de Lotería Nacional.
Circular.
Reg. Aut. 10-X-1888.
Ley de Beneficencia sobre cobros de Casas
de Caridad. DE.
DO El Nacional
282, 27-Vlll-1887.
Ordenanza Municipal,
17-Xll-1887.
Leyes de Régimen
Municipal: 1825. 1830.
Ley Reformatoria de Régimen Municipal.
Creación de la Junta de Beneficencia. DL.
Creación de la Junta de Beneficencia de
Guayaquil.
1863. 1878. 1887. 1992.
Reg. Aut. 2-Vlll-1890.
Aclárase la Ley de 10-X-1888 en el sentido
de que las Juntas de Beneficencia gozarán
de la facultad de fijar tarifas en los hospitales. DL. p 68.
DO El Nacional, 25-Vlll-1892.
Autoriza a la Filantrópica del Guayas que
conserve bienes raíces. DL. p 110.
DO El Nacional, 7-Vlll-1894.
Exímese a la Beneficencia del Guayas a
rendir cuentas. DL.
DO El Nacional, 18-Vlll-1894.
Fondos para la Beneficencia de Guayaquil.
DL. p38.
Diario Nacional. 6-Vlll-1894.
Se destinan al favor de la Junta los proyectos de las Juntas de la Lotería. DL, p38.
DO, Ley Orgánica de Hacienda.
Edición del Tribunal de Cuentas de acuerdo
a la Ley de 18-Vlll-1890. Folleto p 30.
DO, 17-Vlll-1892.
Reformas de la Ley Orgánica de Hacienda
del Congreso de 1892, p 63-68.
DO, 22-Vl-1896.
Crea Juntas para la Administración de las
Casas de Beneficencia. Decreto Dictatorial.
p 184.
DO, 25-X-1898.
Establécese una Junta de Beneficencia en
Latacunga. DL. p 36.
330 / PATRICIA DE LA TORRE A.
DO, 4-Xl-1898.
Exime de impuestos de materiales para la
fábrica de la Beneficencia de Guayaquil.
DL. p 49.
RO, 627, 24-X-1903.
La reconstrucción del Hospital Civil de
Guayaquil. DL. p 56.
RO 1251, 12-X-1900.
Establecen en Guayaquil un Tribunal de
Cuentas. DL. CL 87
RO 292. 29-l-1907.
Autoriza nombramiento de médicos, alumnos, internos, alumnos del Hospital de
Guayaquil. Decreto Dictatorial. p 101.
RO 789, 17-X-1908.
Ley de Beneficencia. p 6.
RO 790, 22-X-1908.
Aprueba la Ley que antecede. p 16.
RO 807, 6-Xl-1908.
Refórmase la Ley del 17-X-1908. p 20.
RO 832, 10-Xll. 1908.
Reglaméntase la Ley de Beneficencia, expedido por el último Congreso Nacional.
RO 927, 25-X-1919.
Reformas a la Ley de Beneficencia. p 59.
RO 127, 31-Xll-1920.
Reformas a la Ley de Beneficencia. p 59
RO 1923, 20-Vlll-1923.
Facúltase al Ejecutivo donar terreno a JBG.
DE. p3.
RO 40, 27-Vlll-1925.
Sobre el destino de los fondos de la Lotería
de Guayaquil. DS 105.
RO 182, 16-ll-1926.
Ley de Asistencia Pública. DE.
RO 4, 7-IV-26.
Reforma a la ley Asistencia Pública. AL de:
12-II-26 DS 738 31-III-26. Colección 1926
p.707
RO 54, 10-Vl-1926.
Reglamento para la aplicación de la Ley de
Asistencia Pública.DS 15.
RO 56, 17-XII-28.
Reforma a la ley AP. DL 14-XII-28 . Anuario
1928-29 pág. 59-61.
RO 263, 30-Vlll-1932.
Autorización a la JBG para ejercer los cargos de Albacea, Depositaria y administradora de los testamentos.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 331
RO 236, 30-VIII-1932.
Nueva publicación de decretos relativos a
la AP.
RO 341, 15-X-1931.
Impuestos a beneficios JBG. Objeciones
del ejecutivo al decreto DL 15-X-41.
RO, 13-Xll-1932.
Ley de Asistencia Pública codificada de
acuerdo con el Decreto de la Junta de Gobierno Provisional del 31 de marzo de
1926 y las Reformas expedidas por el Decreto de la Asamblea Nacional del noviembre de 1928. Reglamento Ejecutivo para la
aplicación de la Ley de Asistencia Pública.
RO 54, 26-Xll-1933.
Reformas a la Ley de Asistencia Pública.
DL. 7-XII-33.
RO 208, 8-VI-36.
Reforma de la ley de AP. DE 259, 2-VI-36.
RO 297, 22-lX-1936.
Prohíbese la importación, circulación y
venta de Loterías extranjeras. DE 359.
RO 528, 1-Vll- 1937.
Ley que prohibe la importación, circulación y venta de Loterías extranjeras. DE
191.
RO 153-154, 2 y 3-V-1938.
Control del Ministerio de Previsión Social
a todas las Instituciones Privadas con finalidad social. DS 98.
RO 67, 21-XI-1940.
Reformas a la ley especial de AP. DL, 7-XI40.
RO 183-184, 7-8-lV-1941.
Concede Franquicia postal a la JBG para la
Lotería. DE 312.
RO 217, 9-Vl-1948.
Recopilación de Leyes y Decretos sobre
Loterías, Juego y Venta de Bienes Muebles
o Inmuebles por Sorteos que nos constituyen rifas prohibidas por la Ley, Quito.
RO 626, 25-IX-1942.
Créanse impuestos JBG. DL 8-X-41.
RO 831, 7-Vl-1943.
Ley de Impuestos para la Junta de Beneficencia de Guayaquil. DE 786, bis 31-V1943.
332 / PATRICIA DE LA TORRE A.
RO 984, 10-Xll-1943.
Exonérase de todo impuesto las transferencias de dominio de inmuebles a favor de la
JBG. D E.
RO 656, 9-Vlll-1946.
Exoneración de la JBG del pago de todo impuesto, tasa gravamen.
RO 298, 26-VIII-1949.
Ley de Asistencia Pública. DL.
RO 940, 10-X-1959.
Reforma a la ley de AP. DL SN: I-IX-59
RO 331, 11-lX-1964.
Se adscribe a la Subsecretaria de Salud. DS
1901.
RO 348, 6-X-1964.
Se exime del DS 1901 a la Junta de Beneficencia de Guayaquil DS 2232.
RO 348, 6-X-1964.
Se reafirma la autonomía de algunas Entidades Autónomas. DS 2232.
RO 562, 17-Vl-1965.
Control y supervisión de fondos de Entidades Autónomas. DS 1329.
RO 562, 12-Vlll-1965.
Control y Manejo de Fondos de Entidades
Autónomas. DS 1712.
RO 523: 17-VI-1965.
Instituciones privadas de caridad están sujetas a la supervisión del Ministerio de Previsión Social. DS 1329
RO 603, 12-Vlll-1965.
Control de Entidades Autónomas. DS 2212.
RO 501, 17-V-1965.
Se le concede Jurisdicción coactiva a la
JBG. DS 827.
RO 1329, 17-Vl-1965.
Derógase el DS 98 del 24 de abril de 1938.
DS.
RO 562, 12-Vlll-1965.
Pago de Deudas a Instituciones Privadas.
DS 1712.
RO 279, 3-X-1969.
Se reforma el DS 507 del 26-ll-1965, relacionado con los fondos de la JBG, DL 6928.
RO 282, 8-X-1969.
Se le exonera de impuestos a la JBG. DL
6931.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 333
RO 149, 16-Vl- 1967.
Creación del Ministerio de Salud Pública.
DL 084.
RO 197, 24-Vlll-1967.
Ley que organiza el Ministerio de Salud Pública. L002. CLP.
RO 279, 3-X-1969.
Asignación de Fondos de compensación a
la JBG. DL.
RO 273, 23-Vll-1971.
Procuraduría de la JBG tiene jurisdicción
coactiva para el cobro de los créditos que
le adeudan. DE.
RO 290, 18-Vlll-1971.
Asignación de 2.148.000 sucres a la JBG
para financiamiento de servicios hospitalarios. DE.
RO 273, 23-Vlll-1971.
Se le concede varias exoneraciones a la
JBG. DS 1060.
RO 48, 25-lV-1972.
Créase la Dirección Nacional de Salud y
suprímese la Junta deAsistencia Social. DS
232.
RO 457, 20-Xll-1973.
Limítase la distribución de participaciones
sobre utilidades y descuentos de la Lotería
de Guayaquil. DS 1366.
RO 232, 25-l-1973.
Exoneración de la JBG de la contribución
del 5 por mil sobre los ingresos presupuestados para el funcionamiento de la Contraloría General de la Nación. DE.
RO 537, 23-lV-1974.
Normas para el funcionamiento de entidades privadas que operan en el país en el
campo del desarrollo y bienestar social. DS
375.
RO 574, 14-Vl-1974.
Prohibición de sistemas de sorteo que jueguen con la Lotería de la JBG. DE 569.
RO 215, 18-Xl-1976.
Asignación a Entidades Autónomas de 4%
de la ganancia de la lotería de la JBG. DS
386.
RO 300, 22-X-1980.
Autorización a JBG celebre contratos sin licitación para urbanizar terrenos de la Atarazana. DE.
334 / PATRICIA DE LA TORRE A.
RO 631, 1-Xll-1983.
Contrato de la JBG con el Banco de Desarrollo del Ecuador SA..DE.
RO 162, 10-IV-1985.
Reglamento General de la Ley de Servicio
Civil y Carrera Administrativa. DE.
RO 159, 4-lV-1985.
Aprobación del Estatuto Orgánico Funcional Codificado de la JBG. Acuerdo Ministerial 186.
RO 223, 8-Vll-1985.
JBG se le exonera de registrar los nombres
a la Dirección Nacional de Personal y la no
declaración de bienes. DE 910.
RO 996, 3-Vlll-1988.
JBG entidad del Sector Público Autónomo y
de Derecho Privado. DL.
RO 286, 29-lX-1989.
Reglamento de la Ley de Ventas de Bienes
por Sorteo. DE.
RO 587, 20-Xll-1990.
Reglamento general de aplicación del Impuesto a la Renta.
Constitución del Estado Ecuatoriano, 1946. La JBG tiene la facultad de ejercer
la jurisdicción coactiva.
3. Archivo del Congreso: Diario de debates
SIGLAS
CO: Congreso Ordinario
CE: Congreso Extraordinario.
CD: Cámara de diputados.
S: Senado
ANC: Asamblea Nacional Constituyente.
CO. CD. 18-7-1894.
Exoneración del Tribunal de Cuentas. Acta
Nº 18.
CO. CD. 17-9-1894.
Ministro de Hacienda sanciona los proyectos de Decreto relativos a reformar el Art.
75 de la Ley Orgánica de Hacienda. Acta
Nº 55. p 285-287.
CO. CD. 9-10-1894.
Se exime a la JBG de rendir cuentas ante el
Tribunal de Cuentas. Acta Nº 57.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 335
CO. CD. 8.10-1908.
Negación a asignar dinero a la JBG.
CE. S. 27-10-1908.
Segundo Congreso Extraordinario. Autonomía de la JBG. Reforma del Art. 3 de la
Ley de Beneficencia, p 0031.
CO. CD. 14-8-1919.
Crisis de la Beneficencia Pública. p 251.
CO. S. 5-l9-1919.
Informe de la Comisión para informar sobre los cargos contra la JB Quito. Acta Nº
22, p 278.
CO. S. 27-9-1919.
JB de Quito administra bienes nacionales.
JBG funciona tal como fue creada. p 550.
CO. S. 1-10-1919.
Se insiste que se organice la JB Quito como
la JBG. Acta Nº 47. p 616.
CO. CD. 10-10-1919.
No se crea JB en Guayaquil, se mantiene la
JBG. p 605.
CO S. Tlll. 8-10-1923.
Proyecto que autoriza a JBG ceder al Ejecutivo hasta 50.000m2 que posee en las playas del Río Guayas. Acta Nº 51, p 577.
ANC. T l 25-10-1928.
Consejos Municipales continúan funcionando con obras de beneficencia hasta
que se expida la Ley de Régimen Municipal. Acta Nº 15, p 369.
ANC. T l. 28-111-1928.
Proyecto de Reforma Ley Asistencia Pública expedida por gobierno provisional. Acta
Nº 40, p 751.
ANC. T l. 3-12-1928.
Ley de Asistencia Pública. Acta Nº 48, p
995.
ANC. T V. 22-4-1929.
Ejecutivo procede a expropiar Hda. Atarazana de la JBG, extensión de terreno para
la formación del campo de aviación internacional. Acta Nº 186, p764.
Hada. T Vl. 20-5-1929.
Expropiación terrenos Hda. Atarazana para
aeropuerto. Acta Nº 233, p 812.
CO. S. T l15-9-1930.
Resolución en que las Leyes, Decretos,
Acuerdos de la Asamblea Nacional de
336 / PATRICIA DE LA TORRE A.
1928-1929 que fueron objetados por el poder Ejecutivo serán considerados por el
Congreso Pleno de Conformidad con el Art.
63 de la Constitución. Acta Nº 29. p 280.
CO. S. T l. 22-9-1930.
JBG puede ser albacea. Acta Nº35, p 347.
26-9-1930. Segunda discusión. Acta Nº 39,
p 390. 27-9-1930. Proyecto que autoriza.
Acta Nº 40, p 396.
CO S. T ll. 15-10-1930.
Proyecto de Reforma a la Ley de Asistencia
Pública. Acta Nº 58, p 147.
CO S. T l. 5-9-1931.
Informe sobre solicitud de la JBG. Acta Nº
29, p 304.
CO S T l. 14-9-1931.
Exposición de Motivos Reforma Ley de Régimen Municipal. Acta Nº 40, p 435.
CO. S.T lll 24-10-1931.
Informe Comisión de Hacienda sobre exoneración de pago de impuestos. Informe
del proyecto de decreto presentado por la
Comisión de Beneficencia y Culto. Acta Nº
87, p 35.
CO S. T l 12-9-1932.
Informe del Proyecto de Reforma a la Ley
de Asistencia Pública. Informe del proyecto
por que se exonera de algunos impuestos a
la JBG y a todas las Sociedades de Beneficencia Privadas. Acta Nº 14, p 136.
CO. S T ll 15-10-1932.
Proyecto que exonera a la JBG todos los pagos de impuestos según Leyes vigentes, le
corresponde satisfacer por las herencias, legados y donaciones. Acta Nº 44, p 39.
CO. S. Tl. 15-9-1933.
Pasa a la Comisión de Beneficencia la exposición de motivos y el Proyecto de Decreto Reformatorio de la Ley de AP. Acta Nº
23, p 759.
CN. S. Tll. 17-10-1933
Acusación contra el Presidente Juan de
Dios Martínez Mera. Acta Nº 47, p 711.
CO. S. Tlll. 16-11-1933.
Discusión del Proyecto de reformas a la Ley
de AP. Acta Nº 64, p 360.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 337
CO. S. Tlll. 17-11-1933.
Discusión Artículos Senador Coloma, Proyecto Ley de AP. Acta Nº 65, p 392.
CO. S. Tlll.20-11-1933.
Comisión General reservada para la discusión del proyecto de reformas de la Ley de
AP. Acta Nº 66, p 406.
CO. S. Tlll. 21-11-1933.
Se niega el informe de la Comisión sobre el
Proyecto de AP. Acta Nº 68, p 428
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ANEXOS
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 353
Anexo 1
Breve biografía de los directores
EDUARDO AROSEMENA, de origen panameño, vino a Guayaquil en su
juventud. Formado en economía, fue fundador y gerente del Banco del Ecuador
desde 1874-1917 (43 años). En 1893 fue miembro de la Junta formada por el gobierno para estudiar la conveniencia de la adopción del Patrón Oro como moneda. Fue “director del Banco Nacional, liquidador de las firmas Planas, Pérez
y Obarrio, accionista fundador del Banco territorial. Filántropo por excelencia.
Murió siendo director de la JBG.
CARLOS GÓMEZ RENDÓN: Nació en Guayaquil en 1859. En la juventud se dedicó el comercio y después a las actividades agrícolas, donde dio a conocer su actividad asombrosa como buen organizador. Fue Presidente del Conejo Municipal, Gobernador de la Provincia del Guayas. Falleció en 1918.
LAUTARO ASPIAZU: nació en Vinces. Fue agricultor, comerciante y
banquero. Pertenece a la familia de los más grandes exportadores de cacao. Fue
Vicepresidente del Banco del Ecuador en 1909, presidente de la Cámara de Comercio y Agricultura de Guayaquil, Gobernador de la provincia del Guayas,
Miembro de la primera directiva del Banco Comercial Agrícola del Ecuador. En
1909 tenía un capital en giro de 800.000 sucres. Murió súbitamente siendo director de la JBG.
MARTÍN AVILÉS: nació en Guayaquil. En 1895 fue Miembro de la Comisión de Paz que marchó a la Sierra enviado por Eloy Alfaro, en la revolución liberal. Fue Consejero del Banco Comercial Agrícola del Ecuador, Jefe Político del
Cantón Guayas, Concejero Municipal, Gobernador del Guayas, Tesorero del
Comité Patriótico Pro Aviación. En 1909, tenía un capital en giro de 10.000 sucres.
LUIS VERNAZA: Nació en Guayaquil. Fue miembro de la banca, se dedicó a la filantropía, fue gobernador de la provincia de Guayaquil.
CARLOS JULIO AROSEMENA: nació en Guayaquil. Hijo de Eduardo
Arosemena, incursionó en la banca, fue fundador y gerente del Banco de Descuento desde 1920 hasta su muerte en 1952. Fue presidente de la república en
1947 a 1948, abriendo el período de continuidad constitucional, (1948-1963)
que se cerraría con el derrocamiento de su hijo Carlos Julio Arosemena Monrroy, quien llegó al poder al suceder a Velasco Ibarra.
354 / PATRICIA DE LA TORRE A.
DR JOSÉ MARÍA DE RUBIRA RAMOS: nació en Guayaquil. Graduado de
abogado, fue profesor, decano de la Facultad de Jurisprudencia y rector de la
Universidad Estatal de Guayaquil. Fue hijo de una de las Ramos Morla. Fue inquilino con sus hermanos en una de las casas de Catalina Tola de Arosemena, a
quien decían “mamá” por ser huérfanos. Con Carlos Julio Arosemena Tola era
hermano postizo, con una amistad incondicional. Colaborador en el directorio
del Banco de Descuento por cincuenta años. Estuvo casado muy pocos años con
una Orellana y enviudó.
GONZALO YCAZA: nació en Guayaquil. Cuando la familia Arosemena
perdió el control del Banco de Descuento y Previsora en 1952, Gonzalo Ycaza
asumió como gerente de ese Banco hasta su muerte, después de la muerte de
Arosemena Tola. Dirigía la Asociación de Bancos Privados. Fue uno de los principales árbitros de la vida económica de Guayaquil.
Ing. EDMUNDO VALDEZ MURRILLO: Nación en Guayaquil. Educado
en West Point, regresó al Ecuador, trabajó en Milagro. Es presidente del Ingenio
azucarero Valdez, el más importante del país. Director del Banco de Guayaquil
antes que la familia Valdez lo perdiera por malos negocios (unos préstamos sin
garantía a los Arias, dueños de SAN, una de las compañías aéreas nacionales).
JOSÉ PLAZA LUQUE: Nació en Guayaquil. Vinculado a los medios de
comunicación, presidió durante 20 años la Cadena de radios de la ciudad AER
(Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión) muy necesaria para ciertos casos a la
Junta. Es concuñado del ex presidente del Ecuador y actual alcalde de Guayaquil, León Febres Cordero.
DR. ROBERTO GILBERTO ELIZALDE. Actual director de la JBG elegido
en 1993. Nació en Guayaquil. Estudió medicina. Hijo del expresidente de la república Dr. Abel Gilbert Pontón. Dueño de la clínica Guayaquil. Es considerado como el mejor cirujano del país desde hace muchos años, como profesor de
la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Guayaquil, ha dejado escuela y discípulos. Según opiniones de muchos sectores, es el mejor recurso humano que tiene la JBG.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 355
Anexo 2
Cambio de estructuras en pos de la modernización
A. Modificaciones de los artículos de la ordenanza
A manera de ilustración resumiré el análisis de la situación en la
Asamblea General del 3 junio de 1950: el Dr. Eduardo Seminario critica la estructura anticuada de la JBG porque procede con una norma de
1888 e impide el desarrollo, pone como ejemplo la obligación de dar
100 sucres mensuales para ser miembro y el incumplimiento de normas
que regulan la asistencia, por lo que pide que se presente la nómina de
los miembros tal como especifica el art. 9 de la Ordenanza que creó la
JBG, para declarar los cargos vacantes. Su solicitud no fue escuchada y
a modo de protesta no asistió a las reuniones de comienzo de año. Pidió que se forme una comisión para la reforma del artículo 9 de la ordenanza. El director dijo que fue leído el oficio, se nombró una comisión integrada por el Dr. Juan Tanga Marengo y Guillermo Wrigth. La
Junta General pide que no quede en acta esa petición, por delicadeza
personal, y que se insistan en la asistencia de los miembros, pero Seminario reclama que quede en acta esa petición, porque no hay nada deshonroso en la petición, sino el afán de encontrar una mejor estructura.
El director dice que no se acordó nada, ya que se dio curso al oficio en la sesión del 26 de enero. El informe del secretario no consta en
actas, y reclama, porque es atentar contra principios éticos. Juan Martínez Mera hizo acuerdo que se cruzaron esas ideas se notificó que Carrera Cueva Dillón estaba ausente por enfermedad y el otro estaba de
Embajador en Washington. El Dr. Tanca Marengo se entrevistó con Guzmán y le manifestó de la conveniencia de asistir a las sesiones para evitar que “se lastime a dichos señores”.
En varias ocasiones estuvieron esperando quorum por lo que
creía que se debía modificar el artículo en lo referente a este punto. El
señor de Rubira Ramos, director de la JBG, dice que han sentido falta de
su presencia, pero que no ha causado molestias a lo que el peticionario
responde que no guarda resentimientos y seguirá concurriendo como
desde hace 25 años.
356 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Ante una quinta citación y sin quorum por la inasistencia, deciden hacer una notificación a los que faltan sistemáticamente pues consideran que hacen un desaire a la JBG. Además no se puede trabajar, “si
no quieren venir hay que relevarlos de esta odiosa obligación” haciendo las excepciones. Se pide que se nombre una comisión para que estudie la situación de la ordenanza municipal que creó la Junta, el numeral 2 del artículo 9 y se entreviste con el alcalde y síndico municipales
para obtener la reforma y solucionar el actual estado de cosas.
Se pide notificar a los miembros que no asisten y esperar la respuesta; no se acepta que sean declarados no miembros sin esta previa
notificación y respuesta. Alguno, como el señor Guzmán, dijo que no interesarle ser miembro de la JBG.
B. La participación de la Facultad de Medicina
Analizando los contenidos del debate, el problema surge con la
inauguración del hospital Eugenio Espejo en Quito. Es la primera vez
que se tiene que enfrentar una situación de esa naturaleza para la JBG,
que consolidó su etapa de creación de hospitales. Los senadores del
Guayas no comprenden tal discrepancia, pues están discutiendo una reforma que quiere homogeneizar al país, en circunstancias ideales, no
existentes, para ciertas ciudades del país, omitiendo la existencia de las
otras. No cabe duda que en este debate está presente la fuerza que imponen las dos ciudades del país: Quito y Guayaquil. La incomunicación
y desconocimiento de realidades de esta naturaleza son evidentes. El Dr.
Martínez Serrano como senador del Guayas dice:
“...mi deber como Senador del Guayas es hacer conocer a la Cámara
que en lo que se refiere a la Facultad de Medicina de Guayaquil en sus
relaciones con la Asistencia Pública, no ha habido dificultad alguna que
vencer; por otra parte, la Cámara sabe seguramente que el Hospital de
Guayaquil, organización magnífica hasta donde es posible obtenerla con
las escasas rentas y pequeña potencialidad económica de esta Junta altamente meritoria, por la cual han pasado hombres de la más alta categoría científica y del más acendrado patriotismo. Yo no alcanzo a ver cual
es en el fondo... el motivo de la discrepancia entre la Facultad de Medicina y la Junta de Asistencia Pública, en lo que se refiere a la organización del Eugenio Espejo... En el hospital de Guayaquil, los profesores de
Clínica Interna son los Jefes del Servicio del Hospital. Y valga la ocasión
para decirlo: los sueldos que gozan estos profesionales, que son los más
reputados de Guayaquil, según saben algunos miembros de la Cámara
entre ellos el señor Baquerizo Moreno que ha sido miembro de la Junta
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 357
de Beneficencia de Guayaquil, son sueldos absolutamente pequeños; de
manera que estos médicos sirven con un afán científico, por su espíritu altamente caritativo de prestar su contingente al hospital de Guayaquil, teniendo a su cargo las diferentes salas del mismo... El hospital de
Guayaquil nunca ha tenido discrepancia entre la organización establecida por la Junta de Beneficencia y la Facultad Médica.”
El senador Mosquera Narváez acepta que no existen discrepancias entre las dos entidades:
“...porque los profesores de la Facultad son los Jefes de Sala del Hospital. Respecto que la Ley da injerencia a los profesores de la Facultad en
el hospital, es así, pero en la práctica los Profesores de la Facultad están
supeditados por los Médicos nombrados por la Junta. Según la Ley, el
Profesor debe ser Médico de la sala, pero la Junta a nombrado sus Médicos y ellos son en realidad los Jefes de Sala; si sucedieran los hechos
tales como en el Hospital de Guayaquil, no habría discrepancia.”
El Senador Gómez Santiestevan, cuyo padre, Carlos Gómez Rendón fue director de la JBG (1915-1918), pone algunos argumentos: dice
que de acuerdo a lo expuesto por el Dr. Mosquera Narváez, los médicos que nombra la Asistencia no saben desempeñar su cargo. También
expone otro argumento muy cierto:
“...el día que los hospitales estén entregados solo a la Facultad de Medicina no serán atendidos en la forma que están hoy; es necesario que la
dirección administrativa de los hospitales quede entregada única y exclusivamente a la Asistencia Pública. ¿Por qué?, porque los médicos de
la Universidad van solo un momento al hospital y luego se retiran hasta
el día siguiente y es el médico residente el que está constantemente en
un sala. Yo no veo porque entre estos dos médicos puedan suscitarse discrepancias... La JBG siempre ha tenido que luchar contra estas divergencias suscitadas entre el Profesor que dicta la clase y el médico residente,
pero siempre ha hecho respetar al médico nombrado por ella. Entiendo
que cuando una Facultad de Medicina extiende el Título de Médico a favor de una persona, ésta está capacitada para ejercer la profesión, y la
provisión de los cargos a que estamos refiriéndose debe hacerse mediante concurso, ¿a qué viene esta larga discusión?. Aún más, la Ley dispone
que esos concursos se verificarán ante un tribunal presidido por el Decano de la Facultad de Medicina, la cual enviará la terna a la Junta para
que esta haga los nombramientos, por consiguiente, lo lógico es que estos empleados dependan de la Junta para que ella pueda removerlos.”
358 / PATRICIA DE LA TORRE A.
En este largo debate el Senador Icaza Moreno pide que para efectos de la ley, se debe hacer una excepción para la JBG, lo que es ratificado por el Senador Mosquera Narváez.
En la moción última, la reforma excluye a la JBG pero también gana la propuesta que la JAP pueda remover a cualquier personal técnico
que alcanzó su puesto previo concurso. Es así como la JBG funcionaba.
Fuente: Libro de Actas de Debates en el Congreso.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 359
Anexo 3
Protesta de los padres dominicanos
Los terratenientes religiosos más afectados por la Ley fueron los
dominicanos, quienes reclamaron la pertenecía de las tierras aduciendo
haberlas adquirido mediante compraventa y donaciones. El 28 de abril
de 1909 el Prior de los Dominicanos escribió una nota al general Flavio
Alfaro, gobernador de la provincia de Pichincha y presidente de la Junta de Beneficencia de Quito, exponiendo los siguientes aspectos relevantes:
El Art. 6 de la Ley establece que las “Juntas de Beneficencia invertirán hasta la mitad de las rentas de los bienes nacionalizados en suministrar la congrua, sustentación a religiosos y religiosas profesas y haya tenido derecho a los fondos de dichos bienes”, el Prior aclara que se
les debe asignar la mitad, no de las rentas generadas, sino de las rentas
correspondientes a los bienes de cada Comunidad. De esta manera la
Junta de Quito deberá entregar a los dominicanos 21.000 sucres, que
corresponden a la mitad de las rentas de los fondos. El Prior añade:
“Más como llegó después a interponerse la mala voluntad contra nosotros y como no se verá bien que los Dominicanos, dueños de más numerosos y valiosos fondos, tuviésemos según la Ley expoliatriz, derecho a
mayor cuantía de rentas; elevose por la Junta presidida por el Sr. Don
Juan Francisco Freile Zaldumbide una solicitud o consulta ad-hoc y vino
luego el Decreto de 3 de abril presente; y de todas nuestras rentas, de las
que aún la Ley de Beneficencia... ordena que nos entregue la mitad, no
se nos quiere ahora entregar sino la cuarta parte, es decir menos de mil
sucres mensuales para cincuenta y ocho religiosos.”
Los dominicanos no aceptaron la validez legal de la Ley de Beneficencia y la consideraron opuesta “al Derecho Natural, al Derecho
Divino-positivo, al Derecho de Gentes, al Derecho Público eclesiástico
y a la misma Constitución”. La comunicación concluye diciendo lo siguiente:
”... me cumple manifestar a Ud. señor Presidente de la Junta, es, primero, que las rentas que en justicia y derecho, nos corresponden son todas
las de nuestros incautados fondos y así integrar las reclamaciones y así
las reivindicaciones junto con todos nuestros bienes raíces, ante el Poder
Judicial; y segundo, que si la entrega de ellas, parcial siquiera, se nos la
hiciera con hidalguez, sin seguir vejándonos, no la repudiamos. Más, si
los únicos medios de reasumir nuestras rentas hubiesen de ser la abyec-
360 / PATRICIA DE LA TORRE A.
ción y el vilipendio, preferimos mil veces hacer frente a los angustiosos
asares de la indigencia, antes que sacrificar la integridad de nuestros derechos y ser infelices a nuestra dignidad.
Dios guarde a Ud.”
Fr. Alfonso A. Jerfes
Prior de Santo Domingo
(La Corona de María. 1909. Año X, Nº. 114, p 289)
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 361
Anexo 4
Nombre de las haciendas confiscadas a los religiosos
en las provincias de la Sierra
1. DOMINICANOS
Carchi:
Imbabura:
Pichincha:
León:
Tungurahua:
Chimborazo:
2. MERCEDARIOS
Pichincha:
San Vicente, Pusir, Pucará.
Los Llanos de Santo Domingo.
Santo Domingo de Cayambe, Pululahua, Los Reales, Santo Domingo de Conocoto, Ichubamba de Pintag, El Rosario.
Isinche, Chanchaló.
Capote.
Terrenos de Colta, Chambo, Ichubamba.
León:
Pesillo, Moyurco, San Pablourco, Pisambilla, La Tola, La
Chimba, Pucará, Santa Ana, El Molino, Los Potreros, Pisulí.
Chanchalito.
3. CONCEPTAS
Pichincha
Chimborazo:
Bolívar:
Turubamba, Rumicucho, Concepción, San José.
Colta y Anexos, Tungurahuilla, Chanchahuan, Tunchi.
Quinua, Corral, Espino.
4. CARMELITAS
Imbabura:
Pichincha:
Chirchuasi, Manzanal.
Valencia, El Carmen, Pullurima, Chiriyacu, Alchipichi, Pilopata, Corazón, Caspigasi.
5. AGUSTINOS
Imbabura:
Pichincha:
León:
Cajas, Pilchibuela.
Tupizachi, Carrera.
Zumbahua y anexos, Cusubamba, Salachi.
6. CLARISAS
Pichincha:
Tolontag, Uraurco, Luluncoto, San Isidro.
362 / PATRICIA DE LA TORRE A.
7. CATALINAS
Pichincha:
Santa Catalina de Cutuglahua.
8. MARIANAS
Chimborazo: La Esperanza.
Fuente: Guía Comercial y Agrícola del Ecuador, 1909.
Elaboración: Patricia de la Torre.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 363
Anexo 5
Tipo de establecimientos de la Asistencia Pública
1926-1966
TIPO
SALUD
Hospitales
Dispensarios
Dispensarios rurales
Puestos de socorro
Central de ambulancias
Boticas
SOCIALES
Escuelas rurales
Asilo de Huérfanos
Casa Cuna
Gota de Leche
TOTAL
AÑO
1926
1966
23
26
11
1
38
51
1
1
3
3
2
6
1
3
2
44
99
Fuente: De la Torre Patricia y otros, Políticas de Salud en el Estado Ecuatoriano, 18871983, Quito, Conuep, 1989.
Elaboración: Patricia de la Torre A.
364 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Anexo 6
Casas de Beneficencia masónicas en Europa Siglo XIX
PAÍS
INSTITUCIONES
INGLATERRA
Comité de Beneficencia
Escuela para huérfanos
Asilo de enfermos
Asilo de ancianos
IRLANDA
Escuela para huérfanas
2 Institutos secundarios
Construcción hospitales
FRANCIA
Caja Central de Socorros
Alojamiento para pobres
Obtención de trabajos
Socorros en especie y dinero
2 Patronatos para niños pobres
Hospedería para transeúntes
Becas para educación a huérfanos
Escuela gratuita adultos operarios
ALEMANIA
Instituto-escuela para huérfanos
Hospicio para pobres y huérfanos
Casa de Socorro para parturientas
Escuela elemental
Escuela superior
3 bibliotecas públicas
Seminario normal primaria
Escuelas públicas gratuitas ambos sexos
Escuela dominical preparatoria y superior (200 alumnos),
subvención del gobierno.
Asociación de socorro para parturientas
Caja de Socorro para viudas de masones
2 Comités para enterrar a indigentes
14 pensiones para educación de niños
Escuela gratuita dominical
Escuela gratuita primaria
Escuela gratuita industrial
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 365
4 Instituciones de socorro para las viudas y huérfanos de
masones
Escuela para niños pobres
Distribución gratuita de vestido y libros para niños pobres.
Escuela dominical para jóvenes pobres
Caja de pensiones para viudas e hijos de masones
Instituto de Beneficencia. Hospital
Cajas de Socorros para viudas y huérfanos
HOLANDA
Instituto para ciegos pobres y de medianos recursos
Bibliotecas
HAMBURGO
Establecimientos de beneficencia. Hospitales
SUECIA
Casas de Beneficencia. Hospitales
Casas de socorro para huérfanos
DINAMARCA
Instituto central de Beneficencia para indigentes.
Caja de Pensiones para viudas y huérfanos
PORTUGAL
Escuelas
Establecimientos de Beneficencia
ESTADOS UNIDOS El Banco Masónico del Estado de Nueva York (sociedad
de socorro mutuo)
Colegio para los hijos de masones indigentes (Gran Logia
de Missouri, 60 o 70
pensionistas)
Seminario para huérfanos de francmasones (Gran Logia
de Kentucky)
Escuela para niños de francmasones (Gran Logia de Tennessee)
Asilo para huérfanos de masones (Gran Logia de Gregoria)
Asilo para masones enfermos, sus viudas y huérfanos (logia de New York).
Caja masónica de socorros de las Logias de Australia.
Fuente: Diccionario Enciclopédico Masónico.
Elaboración: Patricia de la Torre.
366 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Anexo 7
Creación de las logías en el Ecuador
AÑO
LUGAR
AUTORIZACIÓN
NOMBRE
Nº. MIEMBROS
1808
Quito
Nuevo Reino
de Granada
Ley Natural
3
1812-1823
Guayaquil
Buenos Aires
Estrella de
Guayaquil.
16
1824-1830
Guayaquil
Consejo Supremo
Nueva Granada
1848
Guayaquil
Supremo Consejo
Colombiano
Centro Filantrópico
Escuela de
Artes y Oficios.
1857
Guayaquil
Gran Oriente
Perú
Filantropía del
Guayas.
1878
Guayaquil
Gran Oriente
Perú
Taller Redención
(fue clausurado)
1897
Guayaquil
Gran Logia del
Perú (bajo su Nº 10
jurisdicción)
Luz del Guayas
1901
Guayaquil
Supremo Consejo
Confederado del Nº 19
Perú. Rito Escocés
Sucre Nº1
13
7
18
8
(de extranjeros)
11
8
1905
Guayaquil
Supremo Consejo
Confederado del
Perú
Filantropía del
Guayas Nº2
Recuerdo de la
Filantrópica de
1857.
1905
Quito
Supremo Consejo
Federado Perú
(Gran Oriente
español)
Luz del Pichincha
1907
Quito
Ley Natural
Recuerdo de la
Logia de 1808.
1907
Guayaquil
Unión Universal Nº9
18
8
15
LA
1907
Guayaquil
1909
Quito
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 367
Príncipes de
Jerusalén
Distrito Moderno
Español
Bolívar Nº4
Supremo Concejo
Confederado Nº. 33
1910
Supremo Concejo
Confederado Nº. 33
9
10
1913
Guayaquil
Aurelio Saffi
Se integran los extranjeros de la Logia
Sucre Nº 1
(Desaparece)
1916
Guayaquil
1917
Guayaquil
Supremo Concejo
Confederado del
Ecuador
Eloy Alfaro Nº. 5
7
1917
Guayaquil
Supremo Concejo
Confederado del
Ecuador.
Luz de América Nº. 6
5
1920
Guayaquil
1921
Guayaquil
Gran Logia de las
Antiguas libres
y aceptados masones
de la República del
Ecuador.
1921
Guayaquil
Autorización del
Gran Maestro
Logia para lengua
inglesa. Rito
Americano.
1922
Quito
Gran Logia
Ecuador
24 de Mayo
1925
Guayaquil
Logia Luz del
Guayas.
Libertad
1925
Ambato
Gran Logia
Ecuador
Juan Montalvo
11
1925
Riobamba
Gran Logia del
Ecuador
Estrella del
Chimborazo
11
5 de Junio
Oriente Ecuatoriano
Nº. 30
Fuente: Actas de la Gran Logia del Ecuador, 1927.
Elaboración: Patricia de la Torre.
10
10
5
11
8
368 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Anexo 8
Instituciones privadas de servicio social en Guayaquil
INSTITUCIÓN
AÑO CREACIÓN
FINALIDAD
Sociedad Filantrópica
del Guayas.
1849
Educación, arte, oficio
para gente pobre.
Sociedad de Protección
Mutua.
1878
Centros masónicos (5),
recreativos (Club La Unión)
Centros para nacionales
y extranjeros.
Sociedad de Beneficencia
de Señoras.
1878
Educación para gente pobre.
Sociedad de Artesanos
Amantes del Progreso.
1879
Ahorro, adelanto intelectual
bienestar.
Empresa de Teléfonos
(estatizada).
1881
Comunicación.
Junta de Beneficencia
de Guayaquil.
1888
Salud, protección social,
educación.
Cuerpo de Bomberos
(estatizada).
1890
Protección social.
Comisión de Tránsito
del Guayas.
Transporte público.
Emelec.
Electricidad pública.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 369
Anexo 9
La filantropía guayaquileña legados y donaciones
AÑO
DONACIONES
DINERO
(sucres)
1888-89
23.242
1890-94
2.250
1895-99
23.500
1900-04
36.671
1905-09
100
1910-14
1915-19
HERENCIAS
ESPECIES
terrenos
100 acciones (hipóteca)
96.000
cañerías agua
guía de agua
árboles
ESPECIES
2 casas
cuadros
caja de oro
1 hacienda
todos los bienes
161.514
2 casas
solar
equipo médico
equipo rayos X
materiales constr.
500m construcción
43.609
DINERO
(sucres)
construcción
medicinas
materiales vacuna
29.045
1920-24
43.331
máquina para pan
equipo Rx.
telas
instrumental cirugía
equipo traumatología
1925-29
68.823
equipos
3 solares
2 haciendas
terreno
1930-34
45.525
casa
covacha
2.000
2 casas
1/4 de casa
1 solar
reloj hospital
50.000
6.900 L.E
20.000
4.000
todos bienes
2 haciendas
60.000
1.977
461.431
2 casas
370 / PATRICIA DE LA TORRE A.
1935-39
73.513
200 US
1940-44
7.835
1945-49
313.500
426.324
1950-54
1.000 US (808.700)
2.005.247
1955-59
353.468
1960-65
1.845.592
200qq arroz
138.000
colchas
radio receptor
1.969.130
413.950
casa
2 solares
1 quinta
49.507
2 casas
predio
fotómetro
(13.233)
víveres
(99.277)
televisor
Fuente: Archivos JBG, 1888-19970
Elaboración: Patricia de la Torre.
En el caso de las herencias, la JBG tuvo que armar un aparato jurídico aprobado por el Congreso porque en muchas de ellas, los donadores dejaban testamentariamente como albacea de sus bienes a los
abogados de la JBG. La estrategia fue conseguir que la JBG, como institución, asumiera ese papel para evitar una duplicidad de funciones.
Siendo albacea de los bienes del difunto, tuvo que enfrentar una serie
de conflictos con los herederos que no se conformaban con que cuantiosos bienes pasen a una institución de servicio social.
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 371
Anexo
10
Límites de la Hacienda Tarazana
Los límites son:
“...por la parte de arriba o sea el Norte, la hacienda Mapasingue...
hoy propiedad de los señores Gómez; por el Sur, los cerros de Guayaquil hasta sus cúspides, según consta en las escrituras de ventas que hizo Don Pedro Pablo Garcia Moreno a su padre; por el frente el río Daule, hasta la embocadura del estero de Garzota lindero con Mapasingue
y por la espalda la parte de la cordillera de Cerro Azul que queda fuera
de la parte correspondiente a la hacienda Mapasingue, vendida anteriormente, hasta llegar a una cerca de alambre que hizo en virtud de una
escritura pública de arreglo con el señor A. D. Piper, con dominio del
sitio de “Palobamba”, adviertiéndose que ese lindero es tanto como
dueño de “La Tarazana” cuanto como condominio del sitio comunero
de “Palobamba” en que tiene acciones y que también transfirió a los
compradores.” (37 copia de la Escritura de Venta, Notaria Segunda del
Cantón Guayaquil, 1985).
372 / PATRICIA DE LA TORRE A.
Anexo
11
Miembros de la Junta de Beneficencia
de Guayaquil desde 1888 hasta 1988
AGUILAR PEDRO T.
1897 – 1898
AROSEMENA TOLA, DR. LUIS A.
1952 – 1965 (+)
AGUIRRE CARLOS A.
1889/1891 – 1898/1900
ARRATE, RODRIGO
1888 – 1893 / 1897 – 1923
AGUIRRE JADO, DR. FRANCISCO
1888 – 1896
ARROYO DEL RÍO, DR. CARLOS A.
1923 – 1945 / 1956 – 1969 (+)
AGUIRRE O. JUAN X.
1925 – 1981 (+)
ASPIAZU, AURELIO
1892 – 1893 / 1896 – 1898 (+)
ALVARO GARAYCOA, DR. TEODORO
1949 – 1973 (+)
AMADOR ICAZA, ING. FRANCISCO
1965
ALVARO OLEA, N. AUGUSTO
1941 – 1973 (+)
ASPIAZU EFRÉN
1897 – 1900 / 1916 – 1929 (+)
AMADOR, SIMÓN
1888 – 1894
ARÍZAGA, DR. RAFAEL MARIA
1894 – 1896
AROSEMENA CORONEL, GUILLERMO
1962 – 1973 (+)
AROSEMENA ELIZALDE, DR. ROSENDO
1972 – 1982
AROSEMENA MERINO, EDUARDO M.
1888 – 1893 / 1895 – 1917 (+)
AROSEMENA, PABLO
1920 – 1941 (+)
AROSEMENA, CARLOS JULIO
1941 – 1952 (+)
ASPIAZU, LAUTARO
1898 – 1904 / 1907 – 1920 (+)
ASTUDILLO, DR. DARÍO ROGELIO
1938 – 1959 (+)
AVILÉS ALFARO, JERÓNIMO
1964 - 1982
AVILÉS, J. ELEODORO
1901 – 1913 / 1917 - 1930
AVILÉS, MARTÍN
1898 – 1903 / 1906 – 1925 (+)
BAQUERIZO GÓMEZ, ARMANDO
1961 – 1986 (+)
BAQUERIZO MORENO, DR. ALFREDO
1906 – 1923
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 373
BAQUERIZO ROBLES, NICOLÁS
1928 – 1965 (+)
CARRIÓN PUERTAS, JOSÉ ARQ.
1984
BORJA, DR. CÉSAR
1894 – 1896
CASTILLO BARREDO, DR. SANTIAGO
1970
BURBANO S., DR. JULIO A.
1933 – 1940 (+)
CASTILLO, JOSÉ SANTIAGO
1957 – 1969 (+)
BARREIRO VIVAS, ANDRÉS
1984
COELLO, DR. CARLOS V.
1931 – 1932
CAAMAÑO, JACINTO I.
1901 – 1908 (+)
CORNEJO GÓMEZ, DR. LUIS F.
1947 – 1955 (+)
CARRERA AYALA, JOSÉ M.
1903 – 1910
CORNEJO HIDALGO, LUIS
1972
CAMBA, MANUEL
1899 – 1901
CÓRDOVA, PEDRO G.
1889 – 1894
CAÑARTE, LIBORIO
1894 – 1904
CUCALÓN JIMÉNEZ, GENARO
1956 – 1976 (+)
CARBO CUCALÓN, DR. ISAMEL
1923 – 1941 (+)
CUCALÓN JIMÉNEZ, MIGUEL
1950 – 1956 (+)
CARBO, JOSÉ ROSENDO
1896 – 1898
CUEVA, ENRIQUE
1926 – 1956 (+)
CARBO, MANUEL J.
1888 – 1893
CUEVA, DR. LUIS M.
1928 – 1934 (+)
CARBO, DR. PEDRO PABLO
1898 – 1931 (+)
CHAMBERS VIVERO, GEO
1888 – 1891
CARBO VITERI, DR. CARLOS
1898 – 1923
CHIRIBOGA, DR. HONORATO
1893 – 1897
CATRIGHT ALFREDO
1908 – 1924
DESTRUGE, DR. ALCÍDES
1888 - |893
CARRERA, AURELIO
1912 – 1953 (+)
DESTRUGE, DR. JUAN B.
1896 - |897
CARRERA, DR. CESAREO
1900 – 1906 / 1913 – 1933 (+)
DÍAZ GRANADOS, JOSÉ MARÍA
1946 – 1972 / Dir. 1969 – 1971 (+)
374 / PATRICIA DE LA TORRE A.
DILLON, LUIS A.
1917 – 1933 (+)
GARCÍA, LUIS A.
1914 – 1944 (+)
DILLON VALDÉZ, AUGUSTO
1933 – 1963 (+)
GARCÍA MORENO, JOSÉ M. DR.
1947 – 1967 (+)
DURÁN BALLÉN, CLEMENTE
1965
GILBERT ELIZALDE, DR. ROBERTO
1962 – 1970 – 1984
DURÁN BALLÉN, SIXTO
1946 – 1947
GÓMEZ GAULT, ING. JOSÉ A.
1944 – 1948
ELIZALDE VERA, JOSÉ DOMINGO
1896 – 1897
GÓMEZ , DR. MANUEL IGNACIO
1890 – 1893 / 1899 – 1913
ESTEVES, DR. JUAN HORACIO
1893 – 1895
GÓMEZ ITURRALDE, JOSÉ A.
1987
ESTRADA, EMILIO
1902 – 1911 (+)
GÓMEZ, PEDRO PABLO
1888 – 1893 / 1897 – 1899
ESTRADA GUZMÁN, JOSÉ
1981
GÓMEZ, LINCE DR. RAÚL
1977
FEBRES CORDERO, R. AGUSTÍN
1952 – 1974 (+)
GÓMEZ RENDÓN, CARLOS
1897 – 1905 / 1907 – 1919 (+)
FERAUD AROCA, FRANCISCO
1987
GÓMEZ RENDÓN, JUAN
1905 – 1920 / 1921 – 1936 (+)
FERRUSOLA M. DR., FRANCISCO B.
1933 – 1947
GÓMEZ VALDÉZ, DR. CLÍMACO
1888 – 1895
GALLARDO ENRIQUE
1910 – 1927 (+)
GONZÁLEZ RUBIO, FÉLIX
1924 – 1959 (+)
GAME, FRANCISCO M.
1888 – 1893
GONZÁLEZ PORTES, ING. MARIANO
1976
GARCÍA AVILÉS, FRANCISCO
1904 – 1926 (+)
GRANJA TORRES, ING. JORGE
1974
GARCÍA DROUET, FERNANDO
1892 – 1893
GUEDES, EMILIO
1888 – 1894
GARCÍA, LIZARDO
1892 – 1907
GUERRERO, EMILIO
1898 – 1933 (+)
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 375
GUZMÁN ASPIAZU, CARLOS
1928 – 1949
ILLINGWORTH YCAZA, ROBERTO
1936 – 1938
GUZMÁN ASPIAZU, LISIMACO A.
1924 – 1928 / 1945 – 1949
INTRIAGO ARRATA, FEDERICO
1985
GUZMÁN, LISIMACO
1890 – 1893 / 1904 – 1924
IZQUIETA PÉREZ, DR. LEOPOLDO
1942 - 1948 (+)
HEINERT RIVAS, FEDERICO
1972 – 1975 (+)
KLINGER, ADOLFO
1888 – 1893
HENRÍQUEZ, ARTURO
1896 – 1897
GRUGER, JUAN H.
1894 – 1895 / 1934 – 1941
HIDALGO, ADOLFO
1888 – 1893
LASCANO, DR. ALEJO
1889 – 1893
HIDALGO A, DR. ANGEL P.
1909 – 1911
LISKEN, GUNTER
1981
HIGGINS C., GUILLERMO
1915 – 1932 (+)
LÓPEZ, DR. EDUARDO
1896 – 1939 (+)
HUERTA RENDÓN, DR. RAÚL CLEMENTE
1949
LÓPEZ, DANIEL
1888 – 1892
HUERTA, DR. EMILIO CLEMENTE
1920 – 1921 / 1922 – 1925
LÓPEZ, GUILLERMO
1896 – 1898
HURTADO, DR. MIGUEL G.
1901 – 1922 (+)
LUQUE, BELISARIO J.
1902 – 1927 (+)
ILLINGWORTH BAQUERIZO, DR. JUAN
A.
1968
LUQUE RODHE, GABRIEL J.
1946 – 1972 (+)
ILLINGWORTH, CARLOS
1891 – 1893
ILLINGWORTH, DR. FRANCISCO
1894 – 1896 (+)
ILLINGWORTH, JUAN
1924 – 1925
ILLINGWORTH YCAZA, FRANCISCO P.
1941 – 1946
MALDONADO, DR. FRANCISCO T.
1894 – 1933 (+)
MALDONADO CARBO, DR. TEODORO
1956 – 1961 (+)
MANN, ALEJANDRO
1897 – 1911
MANRIQUE, DR. ARCESIO
1944 – 1949
376 / PATRICIA DE LA TORRE A.
MANRIQUE MORALES, DR. FERNANDO
1974 – 1984
MILLER GUTIÉRREZ, DR. PEDRO V.
1938 – 1941 (+)
MARCOS, CARLOS
1919 – 1939 (+)
MIRANDA, FRANCO DAVID
1974 – 1976
MARCOS, JORGE
1911 – 1917
MOELLER, WERNER
1974 – 1975
MARCOS, MANUEL
1896 – 1902
MOLESTINA ROCA, JOSÉ MARÍA
1896 – 1907
MARCOS, JUAN F.
1937 – 1959 (+)
MONROY, JOSÉ
1893 – 1894
MARCOS, JUAN X.
1941 – 1980 (+)
MORLA, HORACIO
1896 – 1897
MARTÍNEZ AGUIRRE, DR. FRANCISCO
1890 – 1893
MURILLO, GABRIEL
1894 – 1895
MARTÍNEZ MERA, JUAN D.
1947 – 1951
NEVAREZ VÁSQUEZ, DR. ROBERTO
1970 (+)
MATEUS, DR. FEDERICO
1889 – 1893
NOBOA, DR. AURELIO
1902 – 1904
MATEUS, DR. RAMÓN
1888 – 1893
NOBOA, JOSÉ RORIBIO
1890 – 1893
MAULME, ENRIQUE
1939 – 1947 (+)
NOBOA, DR. LUIS A.
1894 – 1897
MAULME GÓMEZ, ENRIQUE
1948 – 1987 (+)
NOBOA, MANUEL DE J.
1922 – 1924
MARRIOT, DR. CARLOS A.
1896 – 1898
OLMEDO, JOSÉ J.
1888 – 1892
MARANGONI, DR. PABLO
1973
ORCES MENDOZA, HERIBERTO
1970 – 1986 (+)
MERCADO, LEOPOLDO
1924 – 1944 (+)
ORTEGA MOREIRA, DR. EDUARDO
1962 – 1968
MILLER, PEDRO
1906 – 1938
ORTEGA TRUJILLO, AB. LUIS ALBERTO
1976
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 377
ORRATÍA, LUIS
1920 – 1943
PUIG VERDAGUER, JAIME
1889 – 1893
ORRANTÍA, MANUEL F.
1900 – 1907
QUEVEDO, DR. JOSÉ RAFAEL
1888 – 1893 / 1897 – 1900
ORRANTIA GONZÁLEZ, LUIS
1972
RAMOS, DR. MANUEL G.
1897 – 1899 (+)
PARKER, DR. HERNÁN B.
1941 – 1947 (+)
REIMBERG, MARTÍN
1888 – 1892 / 1898 – 1901
PAYESE GAULT, DR. JOSÉ
1889 – 1895
RENDÓN, DR. FRANCISCO H.
1894 – 1895
PÉREZ CASTRO, ISMAEL
1957 – 1967 (+)
RENDÓN, NICOLÁS
1894 – 1895
PÉREZ CONTO, SERGIO
1932 – 1963 (+)
RICKERT, EDUARDO
1893 – 1902
PEÑA, DR. LORENZO P.
1893 – 1895
RIOFRÍO, DR. FRANCISCO J.
1888 – 1889
PÉREZ VALDÉZ, SERGIO
1963 – 1985
RIVERA, FEDERICO
1900 – 1901 (+)
PÉREZ QUINTERO, ING. MIGUEL
1976
ROBLES, IGNACIO
1894 – 1909
PÉREZ PERASSO, CARLOS
1968 – 1970
ROCA, DR. EMILIO GERARDO
1893 – 1896
PINO ICAZA, ANTONIO
1952
ROCA, FRANCISCO DE R.
1894 – 1895
PINO YCAZA, FRANCISCO
1963
ROCA, DR. IGNACIO CASIMIRO
1889 – 1890
PINO YEROVI, LUIS
1961
RODRÍGUEZ, GUSTAVO M.
1888 – 1891
PLAZA LUQUE, JOSÉ
1965
ROGGIERO, ALFONSO
1896 – 1928
PONCE, LORENZO
1894 – 1908 (+)
RODHE, ENRIQUE
1893 – 1894
378 / PATRICIA DE LA TORRE A.
ROLANDO, JUAN B.
1894 – 1916
SHEPHARD, HARRY E.
1934 – 1960
ROLDÓS GARCÉS, GABRIEL
1973 – 1986 (+)
SHEPHARD BLANCO, HARRY
1987
ROMERO
ISIDRO
1976
SOTOMAYOR, LEONARDO
1931 – 1935 (+)
SÁNCHEZ,
QUINTANAR
SOTOMAYOR Y LUNA, VICENTE
1894 – 1895 / 1904 – 1913 (+)
ROSALES ASPIAZU, BENJAMÍN
1968 – 1976 (+)
SOTOMAYOR S., ENRIQUE C.
1915 – 1940 (+)
RUBIRA RAMOS, DR. JOSÉ A. DE
1940 – 1971 (+)
STAGG, CARLOS
1888 – 1891
SÁNEZ, JOSÉ MARÍA
1893 – 1896
SUÁREZ BAQUERIZO, HUGO
1974
SALCEDO, J. JOSÉ
1897 – 1906
TAMAYO, DR. JOSÉ LUIS
1901 – 1947
SÁNCHEZ CARBO, MODESTO
1894 – 1895
TANCA MARENGO, DR. JUAN
1947 – 1965
SÁNCHEZ RUBIO, PEDRO
1888 – 1889
TERÁN GUILLERMO
1888 – 1890
SANTISTEVAN, VICENTE DE
1905 – 1922 (+)
SANTISTEVAN ELIZALDE, DR. VICENTE
DE
1934 – 1966
SANTISTEVAN
VICENTE
1966
AROSEMENA,
TOLA CARBO, GUILLERMO
1941 – 1974 (+)
TOLA PAREJA, ALEJANDRO
1919 – 1941 (+)
LCDO.
TORO, RODOLFO
1893 – 1894
SANTOS, ING. ANÍBAL
1972
TOUS LL., LORENZO
1925 – 1962 (+)
SEMINARIO, MIGUEL F.
1894 – 1895 / 1908 – 1919 (+)
TREVIÑO B., MANUEL A.
1898 – 1900
SEMINARIO DE L, DR. EDUARDO
1956
TRUJILLO, DR. JOSÉ VICENTE
1946 – 1970
LA
CARA OCULTA DE LA BENEFICENCIA EN EL
ECUADOR / 379
TRUJILLO BUSTAMANTE, DR. ALFONSO
1970
WRIGHT VALLARINO, ALBERTO E.
1940 – 1947 / 1968 – 1978 (+)
VALDÉZ MURILLO, ING. EDMUNDO
1968
WRIGHT, GUILLERMO H.
1947 – 1967 (+)
VALLARINO F.C., GUSTAVO
1947 – 1970
ICAZA, ANTONIO DE
1889 – 1891 / 1892 – 1893
VALLARINO MARQUÉS DE LA PLATA,
XAVIER
1984
YCAZA BUSTAMANTE,
DR. FRANCISCO DE
1953 – 1963 (+)
VALLEJO ARAUJO, LUIS
1961 – 1973 (+)
YCAZA CORNEJO, GONZALO
1950 – 1976 (+)
VALLEJO, DR. JOSÉ ANTONIO
1896 – 1902
YCAZA, EDUARDO
1896 – 1897
VÉLEZ PONTÓN, ING. EFRÉN
1974
YCAZA GÓMEZ, IGNACIO DE
1929 – 1972
VILLESCA VALLS, JUAN JOSÉ
1974 – 1986
YCAZA, ISIDRO M.
1888 – 1889
VERGARA, ALEJANDRO D.
1900 – 1928 (+)
YCAZA NOBOA, J.J.D
1927 – 1941 (+)
VERNAZA, DANIEL
1944 – 1956 (+)
YCAZA, RAMÓN
1893 – 1894
VERNAZA, LUIS
1907 – 1942 (+)
YCAZA PLAZA, ISIDRO DE
1961
VERNAZA ROBLES, LUIS C.
1942
YEROVI, DR. AGUSTÍN L.
1893 – 1903 (+)
VIGNOLO, ERNESTO
1947 – 1960
YODER, FOREST, LA ROSSE
1941 – 1966 (+)
WARD, EDMUNDO
1976
NOTA: La (+) puesta ha seguido de la fecha hasta la cual fue miembro de la Junta de la persona a que
ella se refiere, significa que falleció en ese año en ejercicio de sus funciones como tal.
FUENTE: JUNTA DE BENEFICENCIA DE GUAYAQUIL
1980 75 Años al servicio de la colectividad social, 1888 – 1963. Guayaquil, Junta de Beneficencia
1988 100 años de tradición, fe, amparo y de esperanza. Guayaquil, Junta de Beneficencia de
Guayaquil.
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