Publicidad II8G10Ü8 'SÜSGÍÍpGlOn Lo-í Murcia: Un mes . . . UNA peseta. ANUKÉÍOS DE •IOnj\S in.AMíS Resto de España nn Mtiicstre '¿'50 Id. Precio de la venta TODA LA CO«RB.>POM)KNCIA 5 céqUmos eiemplar y 8S, 75 céníloios Y GIKOS DKBBN DIKIGIBSE Al Director Gerente REDACCIÓN Y OFICINAS-: SEJLGAS, 4.-MURCIA Año I I DIARIO DE LA TARDE MURCIA.-Jueves 19 de Septiembre de 1907 N o SE DEVUELVEN LOS ORICINALBS Núm. 328 Fortúa puede vanagloriarse de su obra. bres emprendedores y producen una aloiii» España, que no ha cambiado desde íiew-' lia, porque, aunque de un poco más edad pos prehistóricos, no ha variado en nada que él, en los dos alienta sangre moza, y Ha conseguido la misión del poeta, el que tan grande en los negocios, que poco á posus poesías penetren hasta el fondo del al- co se inicia una desconfl inza muy explicaI el carácter de los españoles. La evolución, los dos aspiramos á vivir en las culturas. El que lea «Versos de Abril», admirará la ma, y que allí dejen la fragancia de la pri- ble y se llega á inspirar temores de q u e el ese gran paliativo para loa males en las naciones enfermas, no ha acabado aún con asombrosa precocidad del Sherif, poeta, la mera edad, y que se sobrepongan para craac más espantoso, el craac más inevitanuestras tonterias inveteradas. Continua- brillantez de los pensamientos picaros; el siempre á los maleficios que por doquier ble arruine á muclus familias y dé un golpe de m lerte al coiunrcio madrileño. mos siendo loa mismos que asesinaran en pudoroso velo literario en que envuelve las nos circundan. Estas líneas las escribo de propio impulnombre de la religión y que hablaran de malicias, su elegArtte expresión en que s* Pfira arrostrar la situación, venciéndola, Aún no se han abierto las Cámaras y ya progreso prohibiendo la lectxira de obras retrata su espíritu todo. Canciones picaras so, por el cariño que me inspira este joven, nos3 pjjdrt contar mis que con la pujanza y virili.lad de los negociantes madrileños; los Ministros comienzan á pensar en la científicas. El Juan Español de hoy, atento es de lo mas bonito que ha escrito la ju ven que es uno de ndsjpoelas modernos. El libro merece se recomiende eficazmen- si liubitíse que pensar en el gobierno, desépoca en que, para descansar del abruma- solamente á las peripecias de una corrida tud actual; algunas com6 la que trascribo, dor trabajo que no tienen, forzosamente de toros, no se diferencia en mucho del otro clan muestra de un talento impropio de la te. Yo espero que no quedará literato al- de ahora, sabienlo lo que acontecería, p j guno que deje de leer «La Hora Románti- dríam )s rezar porcuaalos aventuran au eahabrá que clausurarlas otra vez. Algunos Juan admirador declarado del exorcieador edad del poeta. ca», de este poeta novel, que de seguir por pital en neg )cios de resultados p¡-oblemáttproyectos planeados, tendedizos quizás á de Carlos II el Hechizado. Hay una serrana ese camino dejará impreso su nombre cos. producir grandes perturbaciones en la TÍ- Asi y todo seguimos hablando de saneade junto al molino ilustre en el cuadro de la hermosa literatuEn Madrid, donde hay tantos encumbrada nacional, se presentarán para su apro- tniento nacional. Regulando nuestros actos de Santa María ra patria. dos por los madrileños, existen muy pocos á la costumbre hasta aqtii seguida hallamos bación en los momentos primeros y desá quien yo di un beso que se preocupen por la capital á l a q u e pués, asi que se hayan legalizado, coa la un gran placer en equivocar de dirección M. F. SARUASI. en clara mañana deben cuanto son. nuestras lamentaciones y en hacer culpaequiescencia de todos los personajes conyendo en romería. Madrid. servadores, se darán al pueblo, para que los bles de la desgracia de todos, á quienes no Grandes son sus ojos, HÉCTOR DK CASTRO. guste y conozca por experiencia de lo que la tienen ni por asomo. Los despropósitos, rosas sus mejillas, Madrid. son capaces los partidarios de Maura cuan- que asentaran sus reales en España apemenudos los dientes, do se proponen cometer desatinos. Hasta nas el uso de razón nos llevara á tisar de los labios muy rojos aquí, aunque por estilo deplorable, no han los medios irrazonables, apodéranse en desiempre sonrientes. hecho nada más que cosas medianas; pero finitiva de los españoles. Ya ni siquiera Tiene el cuello blanco, Dulzuras madrileñas ahora, hallándose los Ministros en la ple- hay que tomarse el trabajo de rodear de tiene blanco el pecho, Los madrileños no podemos quejarnos Desgraciada mente, decía en mí crónica nitud de sus facultades destructoras, vere- salvedades una afirmación absurda; se da lo demás, no digo: de carencia de diversiones. Todos los de ayer que el crimen oculto varios días, tal mos cosas buenas, cosas que sobrepujen como indubitable y todos la dan crédito con días, á cualquier hora, tenemos siempre al- vez cansado ()aburri<io de su inacción, halos pensamientos de los más exagerados y la mayor buena fe. gún acontecimiento de que echar mano pa- bía salido á luz con toda su bárbara fiereEl decaimiento potencial de la nación nos que hagan compreader á la nación hacia Fué junto al barranco, ra sobrellevar con calma las monótonas za; los hechos, por desgracia demuestran que fin tiende la obra demoledora de esos ha llevado varias veces á la rebeldía por nuestro rubio lecho horas que soportamos sin acontecimientos la veracidad de mis palabras. esa misma falsa explicación hecha del mal. reaccionarios con disfraz. espigas de trigo. políticos. Aún e.slaba latente repercutiendo le boca En todo el tiempo que llevan en el gabi- A fuerza de culpar á unos cuantos de la La Moza de Cántaro, la chicuela que caEl escepticismo, poco arraigado aquí, en boca el drama de anoche, desarrollado nete, bien considerada su gestión, nada obra de todos acabamos por creer únicabueno, nada estimable, nada provechoso se mente en la agena. Y entonces nos incomo- mino de la fuente añora el beso y el recuer- pues el que más y el que menos cree en al- en el centro de esta ciudad que se llama y do marlirizador del amante que la abando- go, jamás hará que variemos de condición. es llamada culta, y que tiene el alto honor encuentra. Parece que tenían decidido in- damos tomándolo por la tremenda. A los españoles puede hablársntos de la no ingrato, son un modelo de sentimenta- Únicamente nos producirá un cambio esti- de que su nombre h:iy i pasado las fronteterés en hacerlo mal y con arreglo á ese mable, que nos beneficiará por partida do- ras citándose como modelo de cultura y propósito han ido laborando, hasta salirse celebración de una corrida de toros; de al- lismo y de gracia inspirables. ble: variar nuestra reg<)',',íj ida y burlona caridad, cuando otro drama, ó espectáculo Y nada mas. Yo conjuro al joven poeta con la suya. Las energías que podían muy go que nos afecte directa y grandemente, ironía en una implacabilidad desdeñosa sangriento, ó crimen, ó como quiera nomque siga el camino emprendido con el caridesahogadamente haber empleado en pro no, ni á tiros. A ello se opone la cuerda de la nación y del progreso, las han gasta- manera de pensar en lo por venir qne he-ño que hasta ahora; en el que le auguro bacía los taumaturgos de la política por sus brársele, ha venido á empañar con su color rojizo, las hojas de la historia negra de do en probarnos de manera cumplida que tnoa adoptado. triunfales éxitos y ruidosos aplausos. Y vo- nefastas obras. A la hora presente, ya que no tenemos esta población, que ostenta con orgullo el no pueden hacer nada beneficioso, porque Y á vivir... . sotros que despreocupados leis por estas lípara eso se necesita voluntad y corazón y neas, abrirle los brazos á este niño que ha de qué indignarnos en materia de «gateó- número nueve entre las principales de la NAZARIN. «líos carecen de ambas cosas. Si en vez de penetrado en el mundo de la literatura con los», podemos rair con las desgracias que progresiva España. vienen azotando á la villa y corle, como si E-ita lanle a las cinco, y en u¡i sitio no haber torcido el camino, prosiguen la rula la arrogancia y losliiios del talento. no fuese bastante la de tener un Ministerio menos céntrico que el de anoche en la marcada, esto es, cumplen con loa más ru«¿o Hora Romántica» por Fernando conservador. La mala sombra que nos per- plaza de a Constitución, ha vuelto el acero dimentarios deberes que tiene todo gobierFortún. sigue y que no cesa de ensañarse en nos- homicida de un criminal de pésimos anteceno, el aplauso popular quizás los hubiese Me han negado que Fernando Fortún otros, no sabe cómo produsir alarma, y dentes y \. ida maleante, llamado ó mejor disorprendido en mitad de su obra, alentán«Versos de Abril» por Leonardo Sherif sea poeta romántico. Yo he abierto su li- hoy se asusti sin motÍTO á los tenedores cho apodado el «ü;irugú», á clavarse en el doles para proseguirla sin cansancio; mas de la Deuda, haciéndoles creer en una fal- pecho de un hombre honrado, de excelente Es indudable que una reacción fecunda- bro y he leído: erraron el camino y las censuras, uniéndosificación monstruosa de tres series, maña- conducta y mejores condiciones, que presse unas á otras, no han cesado un momen- mente favorable viene operándose en nuesMuy cerca de mí ha pasado na un incendio lleva la consternación á un ta sus servicios como maquinista conducto de alcanzarles, poniendo en sus oidos tra literatura. El modernismo se impone por el parqueen primavera barrio, causando grandes dolores y angus- tor- en el tranvía quie hace el recorrido de acerbas recriminaciones y justísimas pro- victorioso; y preséntase bajo un aspecto como una visión postrera tias, y pasado mañana, quizás una intoxi- esta villa á La Unión, y que en aquellos tan simpático, tan galanamente bello, tan testas. que al sentirse se ha borrado. cación bestial mxtará á cien, á doscientas momentos regresaba de cumplir su misión presumido, pudiéramos decir, pero con esa El camino mejor, intransitado hasta aquí ó trescientas personas por no cumplir con en el trabajo. presunción humilde que dá el conocimienpor los conservadores, ofrece bellas persEn el ambiente ha sonado su deber las autoridades, mientras los Mito del propio mérito, que nada le importa Al cruzar por la antedicha plaza, entró pectivas á los políticos sinceros, de alma su vieja voz cual sí fuera nistros, pensando en cosa de más monta, en un establecimiento situado en la misma, el mal decir de los no se sabe si envidiogenerosa, á los políticos que tienen el couna canción que dijera discuten con plétora de dalos, con admira- y á la salida de él se encontró con el agrerazón abierto á todo lo que dignifique y sos ó caritativos. Los padres de este resuralgún dolor ignorado bles argumentos, con razones pasmosas la sor, que sin mediar palabra (como hacen gimiento flore ¡ente de las letras, que han engrandezca, á los políticos que no viven inmortalidad del cangrejo y la mezquina esos malones de infaa)e ralea) lo agredió dado en llamar modernismo. Valle laclan, Corrían entre las flores p a r a l a injusticia; mas claro es que para asquerosidad del cuerpo humano, que no con un cuchillo que sepultó en su pecho, el délas frivolidades bellas, Francisco Vilos niños... Los ruiseñores los políticos de alma de murciélago, de copermite la digestión da los alimentos adul- no repitiendo la suerte, gracias á la interllaespesa, el de la impecable prosa, inimientonaban su cantar... razón iuaccesible á los sentimientos de justerados á conciencia, pero sin conciencia. vención de un guardia (que siempre llegaa table rítmica poesía mística, los hermanos ticia están ocultas esas bellezas, que refresMadrid, que no es castillo famoso ni arde tarde) y del público, que lo impidieron. Cin el «spíritu y producen el ansia de en- Machado, los del clásico gongorismo, han Y esa aparición ha sido en fiestas, á pesar de cuantas exageraciones gendrar cosas buenas, útiles y provecho- visto nacerá su conjuro una adolescencia El valiente (ó cobarde asesino), realizada para mí como un perdido se cuentan, está abandonailo de las auto- su hazaña se dio á la fuga, sin que basta sas. El día en que conocida y explorada la admirablemente precoz; que adoradora les amor que he vuelto á encontrar. ridades, sin hombres que cuiden por la saruta que lleva al progreso y al mejoramien- sigue ávida de embellecer las arideces de ¿Está demostrando que el romanticismo lud del vecindario. Aquí lodo nos pilla de esta hora (6-30 1.) haya sido capturado. to social los ministros españoles no dejen la filosofía, anhelosa de ceñir á las sienes clásico es innato en Fernando Fortún?... Nadie como las autoridades están llamala s«nda, veremos todos hasta que punto los lauros inmortales que dá el trabajo, Todos han callado. Y yo he disertado así sorpresa, toilo se pro,luce inavilablemenle. das á vigilaré impedir |)or cuantos medios Eso que S3 narra respecto á que gozamos era excelente y hasta que punto nos con-sin retroceder jamás ante las vaciedades de sobre poco más ó menos. estén á su alcance estos dramas de saogrs de una exquisita vigilancia, que se come Aristarcos eunucos á trueque de conseguir convenia. No sabemos como, el poeta de dieciocho lodo en excelentes conliciones, que no hay y luto; pues de seguir repitiéndose coa t a l frecuencia, llegará un día en que el ciudaLas vacilaciones, los temores, las des- su idea: l a d e ñexibilizar la lengua caste- años, que acaba de publicar el libro «La nada que tem^rde la gente maleante, es un dano pacifico, no tendrá seguridad de cruconfianzas y los miedos, en lugar de contri- llana, de dotarla de un decir más airoso y Hora Romántica», ha podido e 1 su corla cuento de «Las mil y una noches». Madrid, buir á causas nobles y duraderas, lo que correcto, de elegantizarla en fin. edad adquirir ese caudal inmenso de bella más que ninguna otra población, carece de zar tranquilo las calles céntricas en pleno día, ó tendrá que ir revolver en mano, piParece que ante el número de modernis- filosotia. El que lo haya leído, habrá comhacen es producir desconcierto arriba y enlo más necesario. Cuantos vivimos aqiii diendo el quién vive á esos chulos y mato-* gendran por lo tanto las medidas absurdas. tas que surgen audaces y pertrechados, los probado con que refinada y exquisita eletranquilamente y todavía no hemos sabones de oficio, que para vergüenza pública Para lograr lo que deieamos, para que el que antes insultaron á los felices promo- gancia e« el decir, comunica sus pensareado las delicias de una intoxicación ó de p a t r u l a n por esas calléí haciendo alarde pueblo recobre sus derechos perdidos, hay vedores, han descendido humildes y cabiz- mientos poéticos al corazón de sus lectores, una puñalada, de un robo ó de Uf» atropede perdona vidas. que remover cielo y tierra, afirmando la bajos del estrado académico en que por haciendo que vibren una por una las cuerllo, podemos considerarnos como los seres personalidad del pais. El día en que se con- ofuscación y limitado intelecto se habían das de este, al unísono de la melancólica EDUARDO P É R E Z . más felices de la creación, como las persosiga eso, á la vacilación en un Ministerio colocado, y, ya arrepentidos, dirigen los gravedad de sus sentimientos. nas más dichosas que comen á mantel. 18-Septiembre—1907. podrá responderse con un empellón, derri- ojos á quienes motejaron innovadores desYo he saboreado y saborearé tantas cuanbándole y poniendo otro más firme. Sólo cabellados é ignorantes, con la cortedad y tas veces pueda el libro de Fortún: porque Los acontecimientos desagradables están hay que dignificar el pueblo para conquis- el miedo del pequeñuelo que huye del ho- cada vez que paso mis ojos por las cincela- á la orden del día y obedecen como á un OüBNTO tar el derecho que perdimos. Cuando vea- gar paterno al cometer la primera falta, das estrofas de su poesía moderna, mas plan preconcebido de antemano; de tal mamos triunfante la justicia, es que la naeióu vuelven á los que son continuadores de la motivos encuentro de admiración y mas nera se producen. G>iuo bemos suprimido habrá recobrado su personalidad verda- tradición clásica de nuestras l e r a s : á los hondo su sentir. Es ciertamente para estar la casualidad desdeque noslraicionó llevanmodernistas... dera. do á Maura al poder, ahora consideramos perplejo, estudiándole el saber. estos sucesos bajo un prisma diametralA esta falange victoriosa y brillante perSi siendo viejo es él un niño. mente opuesto; y si antes creiamjs en tenece un niño de dieciseis años, que ha ó si siendo aún un niño es él un viejo. coincidencias sensibles, hoy pensamos en Uíia fcit n i » ñ i n a d o l mes de Noviem» poco empezó á darse á conocer por el vigor ¿Quién ha leído á Fortún y no han surgiun negociado superior encarga lo de amarbro Miteu l l i p i x , escribano del j u z g a d o de su precoz talento en multitud de trabajos, que ban asentado definitivamente su do ante él sonrientes, plácidas visiones de garnos la vida y de hacernos insufrible la (\ • B r a u c o n , inctl ' o en un c a r r i c o c h * Incomprenfibilidades españolas. planta en el campo de la literatura al publi- la lejana primera infancia? ¿Quién no ha poca libertad que gozamos desde que el ab- do alquiler Mrrastrado por una j a c a , se-* Acostumbrados como estamos á I9 inne' car su libro «Versos de Abril», motivo pri- recordado el febril ardor de aquel cariño surdo se hizo ley por obra y gVai;¡a del fa- g u i a el iutermiiiable y torttioso caini» cesaría nos causa repugnancia aquello que mordial de estas impresiones que llénenla sentido, queriéndose estrellar en los rojos moso mallorquín y del eximio mureiauo. no (]Utí conduce á la Magdalena. T e u i t labios de hermosa niña á quien declaramos tienda aun fina todos beneficioso. El utili- osadía de aspirará artículo. Ayer, boy y mañana, mientras subsista q u e (ipresurarsc 8Í queria ejecutar, a a tarismo, oculto ó declarado, se nos presen¿Qué puedo decir del sorberbío libro de incipiente, nacido amor? quién no ha traído el desbarajuste reinante, el mil irá en tes de q u e l« uieVe bloquease todas l a i ta siempre como un medio para hacer más este poeta imberbe? ¿Ni cómo encomiarlo á la memoria la casa con frondoso jardín, peor, acabando la demoledora y fatal obra comunicaciones, un e m b a r g o coQtra OH panosa nuestra esclavitud; nada más. Re- después que Villaespesa le ha precedido de en que vimos la prirasra luz, nos invita aún que comenzó con la subida de Maura al tnl R,iv»^t, cuyH primitiva d e u d a d c d o l belde» francamente á todo lo que signifique un prólogo? Si no fuera por la admiración á aspirar la fragancia de sus irisadas y es- poder. regeneración, desaprobamos con aire da y simpatías, que aún sin conocerle me ins- beltas flores? las meriendas al languidecer Ya no sólo las alarmas asustan en los cientos francos caK¡ se d u p l i c a b a g r a de una larde primaveral, junto á la fuente centros de contrataciones y ventas públi- cias á las costas del j u l c ' o . convencidos lo que á ella se encamine, po- pira el joven poeta, á buen seguro que yo en que ríe el agua al caer en el tosco pilón Menudos copos de nieve comenzaron cas; ahora, repercutiendo en los más honniendo de intento lot obstáculos posibles callara; que el silencio á veces es elocuenó el galgo amable compañaro inseparable dos senos de las industrias madrileñas, re- á humedecer el catnpo. para hacer más problemática la reali»ación te; me inspira admiración su decir galano traen los capitales, amedrantan i los hom(ií»lgran $m)^eño, j y su profundafilosolíftde la vida, y simpa- de papá en sus cacerías (raímales?., •|«Demonio!—exclamó Rtpax. ADomalias españolas DIORAMA MADRI 4 CA.RTAGENA ©e JLitcFatuFa El Embargo :p L UMAzO s