amor américa - Roberto Aguerre

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1
AMOR AMÉRICA
Cantata para
soprano, barítono, coro
mixto y orquesta, en seis movimientos con
dos partes cada uno, basada en la v ersión
libre del Canto General de Pablo Neruda
compuesta por Roberto Aguerre Ravizza
Música escrita, arreglada
y dirigida por el Maestro
Martín Palmeri
Libreto y dirección artística
Roberto Aguerre Ravizza
2
En el 2013 Amor América ha sido premiada por el
Programa
de
Fomento
de
las
Músicas
Iberoamericanas IBERMÚSICAS.
El estreno de Amor América, derivante de tal
galardón,
tendrá lugar en la ciudad de Cuenca
(Ecuador) en los días 10 y 11 de julio del 2014. La
interpretación de la obra estará a cargo de la
orquesta
sinfónica
de
dicha
ciudad
bajo
la
dirección del Maestro Medardo Caisabanda.
La imágen que abre el presente volúmen será un
mural a óleo de gran formato que integrará la
escenografía del estreno de Amor América en
Cuenca (10-11 julio 2014). Posteriormente, dicho
mural formará parte de un espacio expositivo
público ecuatoriano.
© Roberto Aguerre Ravizza , 2014
E-Mail: [email protected]
Móvil (+39) 320 18 46 222 - www.aguerre-art.net
E-Mail Martin Palmeri: [email protected]
Móvil: (+54911) 5638 1280 - www.martinpalmeri.com.ar
Las imágenes aquí visualizadas son obras a óleo de
Roberto Aguerre Ravizza.
3
Índice
EL PROYECTO................................................................................4
LA MÚSICA................................................................................... 5
OUVERTURE - PRIMER MOVIMIENTO.........................................6
Un hombre, una mujer................................................................. 7
Orígenes....................................................................................... 9
SEGUNDO MOVIMIENTO............................................................. 10
Árboles y raíces............................................................................ 11
Vidas palpitantes.......................................................................... 13
TERCER MOVIMIENTO................................................................. 15
Destellan las alas.......................................................................... 16
Estrellas, mares y cadenas............................................................ 19
CUARTO MOVIMIENTO................................................................ 22
Sangre fluvial............................................................................... 23
Pueblos de la memoria................................................................. 27
QUINTO MOVIMIENTO................................................................ 32
Oceánidas..................................................................................... 33
Templos inmaculados................................................................... 35
SEXTO MOVIMIENTO................................................................... 37
Canción de cuna, melodía de amor.............................................. 38
Amanecer de ojos.........................................................................42
LOS AUTORES.............................................................................. 50
SELECCIÓN DE LAS PARTIDURAS.................................................. 55
4
EL PROYECTO
Antes del Canto General de Pablo Neruda no existía
un corpus literario latinoamericano en el que se
conjugara de forma tan acabada un auténtico respiro
épico
con
la
más
límpida
poesía.
Verdadero
monumento de la lengua española contemporánea y a
la vez un clásico.
Palabra que descubre, nombra y
funda. Un sendero a través de la geografía, la flora, la
fauna, la historia y los hombres de la joven América
que Neruda tanto amó.
Teniendo presente lo anterior, componer el presente
texto
con el objeto de transformarlo en un libreto
para una obra musical que luego será un film, ha sido
antes que nada un ejercicio de libertad espiritual. Un
acto creativo en el cual cada una de las palabras de
Pablo las iba sintiendo como mías. Y fue a su espíritu
de amor vital,
palabra que nombrando crea, al que
busqué mantenerme siempre fiel.
Así fue que esta versión libre del Canto General, hecha
con el objeto mencionado, fue aceptada sin cortapisas
por la Fundación Neruda de Santiago de Chile, quien
cursó la correspondiente autorización. Canto devuelto
al canto para que lo entonen los pueblos.
Roberto Aguerre Ravizza
5
LA MÚSICA
Luego de las experiencias de la Misa a Buenos Aires
(Misatango) y Oratorio de Navi da d, Amor Améri ca,
esta nueva obra de respiro latinoamericano, se coloca
en un contexto que va más allá de mi propio país de
origen, musicalmente hablando.
La propuesta, cantata para
soprano, barítono, coro
mixto y orquesta, en seis movimientos con dos partes
cada uno, representa la creación de un universo
sonoro que precisamente exprese toda América Latina,
como nos indica Pablo Neruda con su Canto General.
Martín Palmeri
6
OUVERTURE
Primer movimiento
Un hombre, una mujer
Orígenes
7
Un hombre, una mujer
Mi infancia son zapatos mojados, troncos rotos
caídos en la selva, devorados por lianas
y escarabajos, y la barba dorada de mi padre
saliendo hacia la majestad de los ferrocarriles.
Mi casa, las paredes cuya madera fresca,
recién cortada, huele aún: destartalada
casa
a
de
la
frontera,
que
crujía
cada paso...
Alba
oscura
de
la
tierra,
¿hacia qué perdidos archipiélagos,
en
se
sus
trenes
deslizó
que
mi
Desde entonces, llevo a
un
amor
doloroso...
aullaban,
padre?
cuestas
8
Compré
bondad,
estuve en el
respiré las
mercado de la
codicia,
aguas más sordas de la envidia,
la inhumana hostilidad de máscaras y seres...
Así nació
este canto, empuñado
sobre la soledad como un castigo...
Corrí de mano en mano, al aislamiento
de
cada
ser,
inmensidades
y en
las fangosas
encontré
la
muerte.
La muerte abriendo puertas y caminos.
La muerte deslizándose en los muros…
Pero
Nació
también encontré el
en
la
amor.
arena,
creció sin voz, tocó los pedernales
de la dureza y resistió a la muerte.
Fue un golpe de madreselvas en la boca.
Unas trenzas...
9
Orígenes
Antes de la peluca y la casaca
fueron los
fueron
el
ríos
las
arteriales:
cordilleras,
trueno sin nombre todavía,
las
pampas
planetarias.
El hombre tierra fue, vasija.
Tierno y sangriento fue.
Tierra mía sin nombre, sin América,
tu aroma me trepó por las
hasta
aún
la
no
raíces
más
delgada
palabra
nacida
de
boca.
mi
10
Segundo movimiento
Árboles y raíces
Vidas palpitantes
11
Árboles y raíces
En la fertilidad crecía
El
jacarandá
el tiempo.
elevaba
espuma
hecha de resplandores transmarinos,
la
era
araucaria
la
el
de
lanzas
magnitud
contra la nieve,
primordial
desde
su
y
al
el
árbol
copa
sur
erizadas
árbol
caoba
destilaba
de
los
trueno,
sangre,
alerces,
el árbol
rojo,
el árbol de la espina, el árbol madre,
el ceibo bermellón, el árbol caucho,
eran
eran
volumen
terrenal,
territoriales
sonido,
existencias.
12
Como una lanza terminada en fuego
apareció el maíz, diseminó su harina,
tuvo muertos
bajo sus
raíces.
Este es el árbol de los libres.
El árbol tierra, el árbol nube.
El árbol pan, el árbol flecha.
El árbol puño, el árbol fuego.
América
arboleda,
zarza salvaje entre los mares,
de polo a polo balanceabas,
tesoro verde, tu
espesura.
Una rama nació como una isla.
Una flor fue forma de la espada.
Una flor fue relámpago y medusa.
Un racimo redondeó su resumen.
Una raíz descendió a las tinieblas.
13
Vidas palpitantes
Era el crepúsculo de la iguana,
el hormiguero monacal pisaba
con melodioso pie la
selva,
mientras la llama abría cándidos
ojos
en
del
mundo
la
delicadeza
lleno de
rocío.
Los monos trenzaban un hilo
interminablemente
erótico.
Es la noche de los caimanes,
la noche pura
y pululante.
14
El
jaguar
toca
las hojas
con su ausencia fosforescente,
el puma corre en el ramaje,
como
el
fuego devorador,
mientras arden en él los ojos
alcohólicos
de
la
selva.
Y en el fondo del agua magna,
está
la
cubierta
gigante
de
devoradora
anaconda
barros rituales,
y
religiosa.
15
Tercer movimiento
Destellan las alas
Estrellas, mares y cadenas
16
Destellan las alas
Todo era vuelo en nuestra tierra.
Como gotas de sangre y plumas
los
cardenales
el
amanecer...
El
tucán
caja
de
desangraban
era una adorable
frutas
barnizadas,
el colibrí guardó las chispas
originales
del
relámpago.
Los ilustres loros llenaban
la
profundidad del follaje,
y de sus ojos
circulares
miraba una argolla amarilla,
vieja como los minerales.
Todas las águilas del cielo
nutrían su estirpe sangrienta
y sobre las plumas carnívoras
volaba
el
encima del mundo
cóndor, rey
fraile
solitario
asesino,
del
cielo.
17
La ingeniería del
hornero
hacía del barro primordial
pequeños teatros
donde
El
sonoros
aparecía
cantando.
atajacaminos
iba
dando su grito humedecido
a la orilla de los cenotes.
La torcaza araucana hacía
ásperos nidos
matorrales,
donde dejaba el real regalo
de sus huevos empavonados.
La loica del Sur, fragante,
mostraba su pecho estrellado
al
austral
chingolo.
Mas, húmedo como un
nenúfar,
el flamenco abría las
puertas
de
y
lejos
la
sonrosada
volaba
del
como
la
catedral,
aurora,
bosque bochornoso.
Vuela una montaña marina
hacia las islas, una luna
de aves que van hacia el Sur.
18
Allí, en el final del iracundo
mar, surgen las alas del albatros
estableciendo en
el orden de
las
el silencio,
soledades.
19
Estrellas, mares y cadenas
Mientras que como lámparas letárgicas,
dormían
las
estrellas
segregadas,
el mar llenó de sal y mordeduras
su magnitud, pobló de
llamaradas
y movimientos la extensión del día,
y en sus orillas se fundó la sangre.
Así
la copa de
las vidas tuvo
su turbulento aroma,
De
pronto
sus
raíces.
surgieron
bocas como una línea que cortaba,
relámpagos de plata sumergida,
peces de luto, peces
ojivales,
peces cuyos lunares resplandecen,
peces que cruzan como escalofríos,
bocas
ovales de la carnicería
y
aumento.
el
20
Trepidó la población pesquera.
Del océano vinieron
los navíos
esbeltos:
finos instrumentos del mar, peces de trapo.
Otras naves cargaron razas encadenadas,
ojos cautivos que agrietaron con lágrimas
la
pesada
madera
del
bastimento.
Amarguras amontonadas como frutos malheridos,
dolores desollados
como
ciervos:
cabezas
que desde los diamantes del verano, cayeron
a
los
abismos
de
la
desolación
por obra de los infames traficantes de almas.
Naves
balleneras,
erizadas
de corazones duros como arpones.
21
Barcas
desmanteladas
cruzaron
de tumbo en tumbo el furor marino,
con el hombre agarrado a sus recuerdos
y a los andrajos últimos del buque.
¿Qué hila el crustáceo entre sus patas de oro?
El
¿Qué
mar
lo
espera
sabe.
la
transparente?
El
tiempo espera.
medusa
en
su
campana
22
Cuarto movimiento
Sangre fluvial
Pueblos de la memoria
23
Sangre fluvial
América,
amada
de
los
ríos,
como un árbol de venas es tu espectro.
Trepidaba el agua en tu cintura.
Eras
de manantiales construida...
Te brillaban lagos en la frente...
Orinoco
de
agua
escarlata,
déjame hundir las manos que regresan
a tu maternidad, a tu
transcurso,
tu ancho rumor, viene de donde vengo,
de las pobres y altivas
soledades.
24
Amazonas,
eternidad secreta de las fecundaciones,
te caen ríos color
Llegas
de
incendio.
cargado con esperma verde
como un árbol nupcial,
plateado
por
salvaje,
la
enrojecido
primavera
de
maderas,
lento como un camino del planeta.
Háblame Bío-Bío,
son tus palabras en mi boca
las que resbalan, tú me diste
el lenguaje, el canto nocturno
mezclado con lluvia y follaje.
Tú, sin que nadie mirara a un niño,
me
de la
contaste
tierra.
el
amanecer
25
América
profunda,
sumergida
madre de los metales.
Te quemaron,
te
mordieron,
te
corroyeron,
te martirizaron,
te
pudrieron
más tarde...
¿Cómo podías, Colombia oral,
saber que tus piedras descalzas
ocultaban una
de
oro
¿cómo,
tormenta
iracundo,
patria
de
la
esmeralda,
ibas a ver que la alhaja de muerte y mar,
escalaría
de
los
las
gargantas
invasores?
26
La luna amasó a los caribes.
Anduvo el hombre de las islas
tejiendo ramos y guirnaldas...
Con sangre y pedernales creó el fuego,
mientras
el universo iba naciendo...
Centro América hollada por los búhos,
considérame
fibra de
tu
ala
madera
combatida.
de
tu
nave,
27
Pueblos de la memoria
Como faisanes deslumbrantes
descendían
de las
La
los
sacerdotes
escaleras
pirámide
aztecas.
augusta,
guardaba como una almendra
un
corazón
sacrificado.
Pero muchedumbres de pueblos
tejían la
fibra,
el porvenir de
guardaban
las cosechas,
trenzaban el fulgor de la pluma,
y
en
enredaderas
textiles
expresaban la luz del mundo.
28
Los Mayas habían derribado
el árbol del conocimiento.
Chichén, tus rumores crecían
en el amanecer de la selva.
México, de mar a mar respiras
tu férreo color trepando montes.
De tierra
el
a
barro
tierra
voy
americano,
tocando
mi estatura.
Bahía, donde hoy la nueva esclavitud - el hambre,
el
viven
harapo,
como
la
antes
condición
en
la misma
doliente tierra.
Allí, una vez, las mujeres del barrio dolorido
del
antiguo
mercado
de
esclavos,
me dieron unas palabras tiernas y unas flores.
29
Brasil,
para
cuánto
amor
extenderme
en
Acecharte, Brasil,
sacerdotales
quisiera
tu
desde
que
regazo.
los
te
ríos
nutren,
y repartirme por tus inhabitados territorios.
Sur, de
a
tango
rayar
el
a
tango,
si
dominio,
las
alcanzaras
praderas,
si yo escuchara en las llanuras un trueno de
caballos, una furiosa tempestad de patas
pasar sobre mis dedos enterrados,
besaría sin labios la
semilla
y amarraría a ella los vestigios de mis ojos
para
ver
el
galope que amó mi turbulencia:
tango, milonga, vidalita, samba,
Chile, vuelvo hacia ti la sangre.
chacarera...
30
Pero te pido, como a la madre
el
niño
acoge
y
colmo de
llanto:
esta guitarra
ciega,
esta
frente
perdida.
Chile, agua alta y ceñida como agua hoguera,
presión
y
sueño
y
uñas
de
zafiro,
terremoto de sal y leones.
Vertiente, origen,
costa del planeta,
tus párpados abren el mediodía de la tierra
atacando el azul de las estrellas.
La sal y el movimiento se desprenden de ti
y reparten océano a las grutas del hombre,
hasta
más
allá
de
las
islas.
31
Quiero
dormir
en
tu
substancia.
En tu clara noche de penetrantes
tu noche de
navío, tu estatura
cuerdas,
estrellada.
Quiero poner el brazo en tu cintura exigua.
Detener
el trigo
y
mirarlo
Dulce raza, hija de las sierras,
estirpe
de color
ciérrame
antes
de
los
turquesa,
ojos
irnos
al
ahora,
mar
de donde vienen los dolores.
por
dentro.
32
Quinto movimiento
Oceánidas
Templos inmaculados
33
Oceánidas
Si de tus dones y de tus destrucciones, Océano,
a mis manos pudiera
una
fruta,
un
destinar una medida,
fermento,
escogería tu reposo distante,
las
líneas
de
tu
acero.
No es la última ola con su salado peso
la
que tritura costas y
produce
la paz de arena que rodea el mundo:
es el central volumen de la fuerza,
la potencia extendida de las aguas.
Del brazo sumergido que levanta una gota
no queda sino un beso de sal.
34
De los cuerpos del hombre en tus orillas
una húmeda fragancia de flor mojada
Tu
energía parece resbalar
parece regresar
La
ola
a
que
sin
permanece.
ser
su reposo.
desprendes,
cuando se despeñó fue sólo espuma,
y regresó a nacer sin consumirse.
Toda
Sólo
tu fuerza vuelve a ser origen.
entregas
despojos
triturados,
lo que expulsó la acción de la abundancia,
todo
lo
que
dejó
de
ser racimo.
Colmas la curvatura del silencio.
Tus pétalos palpitan contra el mundo.
gastada,
35
Templos inmaculados
Antártica,
corona austral, racimo
desprendido de la
nave
piel
terrenal,
desbocada sobre la catedral
de
la
blancura,
soledad sin tierra y sin
pobreza.
Reino del mediodía más severo,
arpa
de
hielo
susurrada.
Todas las resistencias del
Océano
concentraron en ti su transparencia,
y la sal te pobló con sus castillos.
36
El hielo hizo ciudades elevadas
sobre una aguja de cristal, el viento
recorrió
tu
salado
paroxismo
como un tigre quemado por la nieve.
Tus cúpulas parieron el
peligro
desde la nave de los ventisqueros,
y en tu dorsal desierto está la vida
como una viña bajo el mar, ardiendo
sin consumirse, reservando el fuego
para la primavera de la
nieve.
37
Sexto movimiento
Canción de cuna,
melodía de amor
Amanecer de ojos
38
Canción de cuna, melodía de amor
Los hombres oceánicos despertaron,
cantaban las
aguas en las
islas...
Canoas balanceadas en el día desierto,
puras como la
sonoras como
descubrieron
de
las
miel desordenada,
sábanas del
la
dulzura
caderas.
Suelta el trompo bajo tu trompa.
Duerme el negrito.
Dormita el trompo...
cielo,
azul
39
No
temas,
esperemos
desnudos, que
no
te
que
caiga
divise
el
la
lluvia,
pescador
ni
el cántaro.
De noche sueño que tú y yo somos dos plantas
que se elevaron juntas, con raíces enredadas,
y que tú conoces la tierra y la lluvia como mi boca,
porque de tierra y
lluvia
estamos
Eres como una isla: tu amor confuso,
tu amor asombrado,
escondido en la cavidad de los sueños,
es como el movimiento
del mar que nos
rodea.
hechos.
40
Guardas
la
dormida
en
tus
y
agua
y
sueño
de
tu
tempestad
pecho
Quiero
tener
abrirla
en
en
Ir
una
estambres
tiemblan
acosado
tu frente
mi
todas tus
como
alarmados,
en
de
las copas
vertientes.
simultánea,
interior para
nacer
orillas…
ahora
con
todos
los secretos respirados,
al mar de cada día, a los combates
que en cada puerta - amores y amenazas viven
dormidos.
abeja
41
Entraré
en
la ciudad
con tantos ojos
como los tuyos, sostendré
con que me
hasta
el
música
y
para
la
vestidura
visitaste, y que me toquen
agua
para
total
los
los
que no se
que
que
mide:
duermen
despiertan...
42
Amanecer de ojos
En la escala de la tierra subo
hasta
ti,
Macchu
Picchu.
Madre de piedra, espuma de los cóndores.
Alto arrecife de la aurora humana.
Pala perdida en la primera arena.
Esta fue la morada, éste es el
sitio:
aquí los anchos granos del maíz ascendieron
y bajaron de nuevo como granizo
rojo.
43
Una
permanencia
de
piedra
y
de palabra:
la ciudad como un vaso se levantó
en las manos de todos,
vivos, muertos, callados,
sostenidos de tanta muerte,
un muro, de tanta vida,
un golpe de pétalos de piedra:
la rosa permanente, la morada:
este
de
arrecife
colonias
andino
glaciales.
Cuando la mano de color
arcilla
se convirtió en arcilla,
cuando los pequeños párpados se cerraron
llenos de ásperos muros,
cuando
en
todo
el
hombre
se
enredó
su agujero,
quedó
la
exactitud
enarbolada:
44
el
alto sitio
de
la
aurora
humana:
la
más alta vasija que contuvo el silencio:
una vida de piedra después de tantas vidas.
Sube conmigo, amor americano.
Besa conmigo las piedras secretas.
La plata torrencial del Urubamba
hace volar el polen a su copa amarilla.
Ven
minúscula
Aguila
sideral,
vida...
viña
de bruma.
Bastión perdido, cimitarra
ciega.
Cinturón estrellado, pan solemne.
Escala torrencial, párpado inmenso.
45
Nave enterrada, manantial de piedra.
Caballo de luna, luz de
piedra.
Escuadra equinoccial, vapor de piedra.
Geometría final,
libro
Madrépora del
Muralla
por
de piedra.
tiempo sumergido.
los dedos suavizada.
Piedra en la piedra, el hombre, dónde estuvo?
Aire en el aire, el hombre,
dónde estuvo?
Tiempo en el tiempo, el hombre, dónde estuvo?
Fuiste
también
el
pedacito
roto
del hombre inconcluso, del águila vacía
que por las calles de hoy, que por las huellas,
que
por
las
hojas
del
otoño muerto
va machacando el alma hasta la
La
pobre mano,
tumba?
el pie, la pobre vida...
46
Macchu
Picchu,
pusiste
piedra en la piedra, y en la base, harapo?
Carbón sobre carbón, y en él temblando,
el
rojo
goterón
de
la
sangre?
Devuélveme el esclavo que enterraste.
Sacude de las tierras el pan duro
del miserable, muéstrame los vestidos
del
siervo
Dime
cómo
Dime
si
y
su
durmió
fue
ventana.
cuando
vivía.
su
sueño
ronco, entreabierto, como un hoyo
negro
hecho
el
muro.
sobre su
sueño
por la
fatiga
El muro, el muro. Si
sobre
gravitó cada piso de piedra, y si cayó bajo ella
como
bajo
una
luna,
con
el
sueño.
47
Antigua
novia
América,
sumergida,
también tú, América enterrada,
guardaste en lo más bajo,
en el amargo intestino,
como
un águila, el hambre?
Juan Cortapiedras, hijo de Wiracocha,
Juan Comefrío, hijo de la estrella verde,
Juan Piesdescalzos, hijo de la turquesa,
sube
a nacer
conmigo,
hermano.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos
albañil del andamio
tutelares:
desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
48
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado.
Traigan a la copa de esta nueva vida
Los
viejos
Muestren
esa
digan:
aquí
dolores
sangre
fui
enterrados.
y
el surco,
castigado,
porque la joya no brilló o la
tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano.
Señalen la piedra
y
la
en
que
cayeron
madera en que los crucificaron.
Enciendan
los
viejos
pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
49
A
través
los
de
la
tierra junten
silenciosos
labios
todos
derramados
y desde el fondo háblenme toda esta larga noche
cuéntenme
eslabón
todo,
a
cadena
eslabón,
y
a
paso
cadena,
a
paso.
Afilen los cuchillos que guardaron,
pónganlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de
como
rayos
amarillos,
un río de tigres enterrados,
y déjenme llorar, horas, días, años,
edades ciegas,
siglos
estelares.
Concédanme el silencio, el agua, la esperanza.
Concédanme la lucha, el hierro, los volcanes.
Apeguen junto a mí los cuerpos como imanes.
Acudan
a
Hablen
por
mis
mis
venas
y
a mi
boca.
palabras y mi sangre.
50
Los autores
Roberto Aguerre Ravizza nació en Montevideo.
Al concluir sus estudios en la Facultad de
Humanidades
del
Uruguay,
se
dedica
a
la
investigación histórica hasta el año 1971, en que
se traslada a Italia, donde se afinca en forma
estable. Durante los últimos cinco años del período
uruguayo
desempeña
también
una
labor
periodística con frecuentes viajes por América
Latina, donde toma contacto con la problemática
socio política de la región, con particular interés
en temas culturales, objeto de múltiples artículos
publicados en la prensa montevideana.
Apenas
llegado
a
Florencia,
proveniente
de
Montevideo, dirige un seminario de un año en el
Consiglio Nazionale delle Ricerche sobre el tema
“Historia de los países latinoamericanos” , en el
que participan, en calidad de investigadores, un
calificado
grupo
de
estudiosos
italianos.
Sucesivamente pasa a enseñar “ Semiótica de la
Arquitectura y de las Artes Visuales“ en la
Facultad de Arquitectura de Florencia .
51
Habiendo madurado su vocación artística, decide
abandonar la docencia en el año 1976, para
dedicarse al cine y a la televisión, alternando esta
actividad con la de pintor escultor y diseñador
gráfico.
En efecto, realiza en Murano, Italia, realiza una
línea específica de esculturas, en las cuales gemas
de origen sudamericano se integran en cristal
elaborados en los hornos venecianos.
Todos sus trabajos cinematográficos los realiza
en calidad de director y autor de los guiones
correspondientes.
Al cabo de un buen número de cortometrajes de
carácter documental y de ficción, en el año 1984
realiza en Florencia su primer largometraje de
ficción “Elogio de la locura“ con Marcel Marceau,
libremente inspirado en la obra de Erasmo de
Rotterdam, ambientado en la Villa de Lorenzo dei
Medici, en Poggio a Caiano.
A este trabajo se suma luego “El halo de la luna
llena“,
en
el
que
también
participa
Marcel
Marceau, una película, ésta última, esencialmente
musical.
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En
siete
1993
hace
la
serie
documental
en
episodios “ Uruguay: historia, naturaleza,
arte y cultura ” realizada en coproducción con la
RAI.
El TV Movie “ Ojos de Amatista”, data de 1996.
En Octubre de 2013 termina el largometraje
“Sueños y Pesadillas”, del cual es autor, con
protagonista Gabriele Lavia y con la participación
extraordinaria
de
Leopondo
Trieste .
Dicha
película será próximamente presentada al público
uruguayo.
Actualmente prepara la presente obra Amor
América cantada dedicada al América Latina.
Vive y trabaja entre Roma y Montevideo.
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Martín Palmeri, nace en julio de 1965, Buenos
Aires.
Estudió composición con los maestros Daniel
Montes, Marcelo Chevalier, Rodolfo Mederos, Virtú
Maragno y Edgar Grana (Nueva York); dirección
coral con Antonio Russo y Nestor Zadoff; dirección
orquestal con Mario Benzecry; canto con Amalia
Estévez y José Crea y piano con Eduardo Páez y
Orlando Trípodi.
Premios
El Fondo Nacional de las Artes le otorga el 1er
Premio en el género Obra Sinfónica del Concurso
de Composición Juan Carlos Paz 2003, por su obra
CONCIERTO DE DANZAS PARA CELLO Y ORQUESTA;
Primer Premio Concurso de arreglos corales de la
Universidad Nacional de Rosario por la versión
coral de la obra Naranjo en Flor de los hermanos
Expósito.
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Composiciones
Es autor de las siguientes obras sinfónico-corales y
óperas:
“MISATANGO (MISA A BUENOS AIRES)”, estrenada
por la Sinfónica Nacional de Cuba (1996); la Ópera
“MATEO”
Avellaneda
estrenada
(1999);
en
el
Teatro
“FANTASÍA
Roma
de
TANGUERA”
estrenada en San Petersburg, Rusia (2000);
el
Concierto para Cello “PRESAGIOS”, estrenado en
Matera, Italia, (2001); “ORATORIO DE NAVIDAD”
estrenado en la Facultad de Derecho UBA (2003);
“CONCIERTO PARA BANDONEÓN” interpretado en
su estreno por Pablo Mainetti en el Teatro Roma de
Avellaneda (2004) y diversas piezas de música de
cámara.
El 29 de octubre 2013 Misa Tango inaugur a el
Festival Internacional de Música y Arte Sacro,
dedicado este año a Papa Francisco. Participan el
Coro de la Catedral de Colonia y miembros de la
Gürzenich-Orchester Köln.
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Selección de las partiduras
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