1 INTRODUCCIÓN PRIMERA PARTE: LA SITUACIÓN DE LA

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La familia, desafío para una nueva política IPF
INTRODUCCIÓN ¿Es indiferente para la sociedad que las familias estén rotas o sean estables?, ¿que los padres puedan conciliar su vida laboral y familiar o que no tengan tiempo para ello?, ¿que los niños nazcan o sean abortados?, ¿que los hijos sean educados en un determinado contexto o en otro?, ¿que sean educados por sus padres o según los intereses doctrinarios del Gobierno de turno? Llegados a este punto deberíamos preguntarnos ¿realmente es importante la familia? ¿Tiene vigencia la familia en pleno siglo XXI? ¿Realmente cumple la familia una serie de funciones sociales vitales para la sociedad? ¿Por qué es necesario promocionar, proteger y ayudar a la familia? Y más concretamente ¿Cuáles son los problemas de la familia española en la actualidad? ¿Hay solución o alternativas a los problemas y necesidades de las familias?¿Pueden las administraciones y políticos hacer algo por y para la familia?¿Qué es lo que pueden hacer? La respuesta a todos estos interrogantes, y muchos más, se abordan en el presente libro La Familia, desafío para una nueva política que el Instituto de Política Familiar (IPF) ha editado. La familia, desafío para una nueva política, es quizá el libro más completo que se ha escrito hasta ahora sobre la familia, ya que por primera vez se aborda en un solo volumen la situación de la familia en España ‐incluyendo los datos más actualizados que existen al día de sus principales indicadores‐; el origen y las causas del porqué se ha llegado a esta situación; y sobre todo, las soluciones, propuestas y alternativas con un conjunto de 101 medidas para la realización de una auténtica política integral de apoyo a la familia. Este libro es fruto de numerosas conferencias, artículos e informes que el Instituto de Política Familiar (IPF) ha realizado desde su nacimiento hace 10 años. De hecho, este libro es una forma de celebrar por parte del IPF la primera década de acción pública a favor de la familia. El libro se estructura en cuatro partes bien diferenciadas pero complementarias entre sí. PRIMERA PARTE: LA SITUACIÓN DE LA FAMILIA HOY Objeto: En la primera parte se aborda la realidad de la familia hoy en España, tanto en el análisis de sus indicadores específicos como en las distintas políticas públicas desarrolladas por las administraciones. Y es que no se puede proponer una política de apoyo a la familia ni pretender que las administraciones propongan soluciones, medidas o alternativas sin conocer la realidad de la familia, sus problemas, carencias y necesidades. Las principales conclusiones son: España está inmersa en un invierno demográfico y de nupcialidad sin precedentes. Ya hay más personas mayores que jóvenes, y la natalidad no sólo ha caído a niveles dramáticos, sino que se está agravando aún más con la explosión del número de abortos. Por otra parte, mientras cada vez hay menos matrimonios, la ruptura familiar se ha convertido en uno de los principales problemas en España. A ello se suma la deficitaria conciliación entre la vida laboral y la vida familiar, que sigue sin resolverse. En definitiva España es en la actualidad una sociedad envejecida, sin niños, con hogares solitarios, con cada vez menos familias y cada vez más rotas e insatisfechas. De una manera más detallada: 1 La familia, desafío para una nueva política IPF
1. España es una nación envejecida. Invierno demográfico sin precedentes Si analizamos la población española, la primera conclusión a la que llegamos, sin ningún lugar a dudas, es que España es una nación envejecida. Ya hay más personas mayores que jóvenes. Hoy, las personas mayores de 65 años superan en más de un millón a los jóvenes menores de 15 años (En el año 2010, mientras la población mayor de 65 años alcanzaban 7.931.1649 personas, sin embargo, los menores de 15 años eran tan sólo 6.936.340). Dicho de una manera más gráfica: en España por cada 10 jóvenes, hay 12 personas mayores. Es claro y evidente el envejecimiento poblacional y el invierno demográfico sin precedentes que está provocando la inversión de la pirámide poblacional. España es el país de la Unión Europea que más ha crecido en el número de personas mayores; también es el país que más jóvenes ha perdido en los últimos años. Todo ello puede desembocar en la quiebra del Estado del Bienestar porque para éste las tendencias demográficas apuntadas representan una sentencia de muerte. 2. Cada vez nacen menos niños en España. Faltan 250.000 niños más al año En España nacen anualmente 484.055 niños (2010). Una cantidad que a priori podría parecer todavía elevada y suficiente, pero que es claramente deficitaria. Sólo hay que compararla con los 571.000 nacimientos que se producían hace apenas 30 años. Y es que a pesar del aumento significativo de la población española en las tres últimas décadas en casi 10 millones de personas, nacen anualmente 87.000 niños menos. El déficit de natalidad actual es de tal magnitud que el número de nacimientos actual no es suficiente para reponer la población. Son necesarios, al menos, unos 250.000 nacimientos más cada año para poder alcanzar un nivel que asegure a medio o largo plazo el mantenimiento de la población actual. Sólo con una cantidad superior a 750.000 nacimientos al año se empezará a cambiar la tendencia de envejecimiento poblacional en España. El leve repunte de la natalidad de los últimos años se ha debido, casi en exclusiva, a la aportación de las madres extranjeras que, con 100.000 nacimientos anuales (99.460 nacimientos) representan ya el 20,55% de la natalidad en España. Es decir: uno de cada cinco nacimientos es de madre extranjera. De hecho, sin la inyección de la natalidad de las madres extranjeras estaríamos en los preocupantes niveles de nacimientos de la última década del siglo XX, en la que España sufría un índice de natalidad crítico. El aborto constituye la primera causa de muerte en España. En España se provocan 111.482 abortos al año. Es decir, uno cada 4,7 minutos, 305 vidas menos cada día. Al margen de la posición subjetiva que se tenga sobre el aborto, el hecho objetivo es que destruye capital humano en una proporción creciente en el caso de España ‐ha representado un crecimiento espectacular del 265% en los últimos 20 años (1989‐2009)‐ y es una de las causas claras del descenso en la natalidad española. 3. Desplome de la nupcialidad Mientras en el año 1990 se produjeron 220.533 matrimonios, en el año 2010 fueron 170.815, esto es, 49.718 matrimonios menos. Y esto, a pesar del incremento de población en más de 8,2 millones de personas en este periodo. Una caída vertiginosa de la nupcialidad que se ha acentuado aún más en los últimos 10 años (2000‐2010), década en la que se ha producido un auténtico desmoronamiento con 46.000 matrimonios menos. Descenso que hubiera sido, incluso, mucho mayor si no fuera por la inyección de matrimonios internacionales ocurrida en los últimos 10 años (2000‐2010). Sin los más de 36.000 2 La familia, desafío para una nueva política IPF
matrimoniales internacionales que se producen anualmente, el número de los matrimonios en España se hubiera desplomado hasta ser algo más de 134.000 enlaces en 2010, es decir 80.000 matrimonios menos que en 1990. Una auténtica hecatombe de la nupcialidad. 4. Cada vez hay más ruptura familiar: 1 ruptura cada 4,7 minutos La ruptura familiar se ha convertido en el principal problema de las familias españolas. Se producen en España 110.076 rupturas anualmente (102.690 divorcios, 7.246 separaciones y 140 nulidades), lo que significa que se rompe un matrimonio cada 4,7 minutos, es decir, más de 12,6 rupturas cada hora, 302 al día. España es, además, uno de los países de la Unión Europea donde más ha crecido la ruptura familiar en los últimos años. Mientras en Europa de cada diez matrimonios se rompen cinco, en España esta relación es aún más dramática, ya que por cada diez matrimonios que se producen se rompen casi ocho. O dicho de otra manera, España registra en la actualidad tres rupturas por cada cuatro matrimonios. De continuar esta tendencia en España, en los próximos años por cada matrimonio que surja se romperá otro. Pero si esto es importante, es incluso más significativa la explosión del número de divorcios que se está produciendo en España, sobre todo a raíz de la implantación de la denominada ley del «divorcio exprés». Desde 2005, esta norma ha duplicado el número de divorcios de tal forma que se han alcanzado los 100.000 divorcios anuales. En los últimos diez años (2000‐2010), las más de 1.330.000 rupturas acumuladas ‐en su mayoría divorcios‐ han afectado a un millón y medio de hijos en España. Tan solo en el 2009, las casi 106.000 rupturas han afectado a más de 100.500 hijos menores de edad. 5. Cada vez más hogares, pero cada vez más vacíos y solitarios España tiene en la actualidad más de 17 millones de hogares con un crecimiento significativo en los últimos años, ya que en apenas 19 años (1991‐2010) el número de hogares se ha incrementado en más de 5,5 millones, y hemos pasado de tener 11,5 millones de hogares a los más de 17 millones actuales, lo que representa un incremento de casi el 50%. Pero si cada vez hay más hogares, éstos cada vez se están vaciando más. En la actualidad, la media es de tan sólo 2,68 miembros por hogar. Además, en la actualidad, dos millones y medio de españoles viven solos, ya sean personas mayores o provenientes de familias desestructuradas. 6. El abandono de las administraciones a la Familia Organismo de la familia de cuarto nivel con grandes diferencias con Europa En España el organismo de la administración central encargado de la familia es una entidad muy secundaria y de escasa relevancia. Si este escenario ya es significativo de la poca relevancia que en la actualidad se da a la familia y a sus necesidades, no es menos cierto que cuando lo comparamos con el resto de los países de la Unión Europea (UE27), esta deficiencia cobra aún mayor importancia. La mayoría de nuestros socios europeos dan la máxima prioridad a la familia, ya sea mediante la creación de un Ministerio de Familia o de una Secretaría de Estado de Familia (segundo nivel). Planes y leyes para la familia claramente insuficientes La familia está abandonada en España por los poderes públicos en el ámbito legislativo. La actuación pública legislativa se mueve entre la improvisación y el olvido, cuando no deriva en medidas y leyes negativas por intereses ideológicos o electorales. Así, en este contexto legal: No existe una ley de familia, lo que provoca que, a falta de un marco de referencia, la familia 3 La familia, desafío para una nueva política sufra los efectos y vaivenes de los cambios de gobierno. No existe un Plan Integral de Apoyo a la Familia (PIAF), lo que provoca la implementación de medidas aisladas, puntuales y cortoplacistas que no inciden sobre las causas o simplemente son electoralistas o demagógicas. No existe una ley de prevención y mediación familiar a nivel nacional. Y para trabajar en esta área es prioritario y fundamental crear un marco normativo y regulador que busque apoyar la resolución de conflictos en los momentos de crisis antes de que se produzca la ruptura. No existe una ley nacional de maternidad que asegure no sólo la protección y la ayuda económica a la natalidad sino que promocione la consideración social hacia la maternidad. Pero, además, no solamente se ha producido un abandono legislativo para con la familia, sino que se han aprobado leyes auténticamente regresivas (aborto, divorcio exprés, asignatura EPC, etc). Leyes que han supuesto un retroceso significativo en los derechos de la familia y el derecho a la vida. España a la cola de Europa en ayudas a la familia La falta de voluntad política para implantar una política familiar se evidencia en las fragmentarias, restrictivas y escasamente dotadas ayudas que se dispensan. Además, si se comparan con resto de los países de la Unión Europea, reflejan un grado de discriminación muy preocupante de las familias españolas con respecto a las europeas. España es el país de la UE27 que menos ayuda y protege a la familia. Esta es la triste conclusión de la comparación de las ayudas a la familia que ofrece España con las que están vigentes en el resto de los países de Europa. Lamentablemente, la familia española recibe unas ayudas muy reducidas tanto en su cuantía como en su diversidad. Además, en la mayoría de las ocasiones están limitadas a un pequeño número de familias ya que se imponen unas fuertes restricciones en los límites de ingresos para poder acceder a ellas. Así mismo, en España la concepción global del tratamiento fiscal existente se basa en tratar a las personas como individuos —entes productivos— sin ningún tipo de interrelación. Como consecuencia de esta concepción individualista no se tiene en cuenta la realidad familiar, lo que provocan situaciones de discriminación e injusticia. PARTE 2. REDESCUBRIR LA FAMILIA Objeto: En la segunda parte de esta obra mostramos cuáles deben ser los pasos necesarios para «redescubrir la familia». Y es que visto los distintos indicadores de la familia española en la actualidad, podremos entender hoy más que nunca que se hace necesario redescubrir el papel de la familia en la sociedad. La familia genera capital social, por lo que todo apoyo a la institución familiar constituye la inversión más rentable para el conjunto de la sociedad. De una forma más detallada: 1. Importancia de la Familia Es necesario hacer visible que el matrimonio y la familia son un bien social de primer orden y que, de hecho, el bien común está profundamente vinculado al bien de la familia. Son interdependientes, por lo que todo lo que afecte a la familia tarde o temprano repercute en la sociedad y viceversa. De hecho, la familia es el termómetro de la sociedad: familias estables y fuertes producen ciudadanos estables y sociedades fuertes. 2. Dimensión privada y púbica de la familia La familia no es sólo, ni mucho menos, una mera opción privada de algunos miembros de la IPF
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sociedad, sino un sujeto social con dimensión pública que la sociedad debe tener en cuenta. La familia, a pesar de proceder de una decisión personal (dimensión privada), es necesariamente social (dimensión pública), ya que desempeña funciones sociales vitales. Esta dimensión pública debe ser reconocida, valorada, apoyada y promocionada por la sociedad y el Estado a través de un marco social, legal y jurídico que proteja, estimule y favorezca su desarrollo. 3. Funciones sociales de la familia Si comparamos la familia de la sociedad actual con la familia de otros tiempos pasados, comprobamos que no sólo sus funciones sociales han variado, sino que ha empezado a desplegar otras nuevas. Y esto ha hecho a la familia adquirir más importancia. De hecho, está resolviendo en la actualidad necesidades básicas de sus miembros que ni la sociedad ni ningún Estado son capaces de solucionar. La familia cumple una serie de funciones no sólo fundamentales para la persona, sino también para la sociedad. Sin ánimo de ser exhaustivos podemos destacar las más relevantes: (1) Un bien para la persona; (2) Antídoto contra el individualismo y la soledad crónica; (3) Ambiente propicio para el desarrollo personal; (4) Transmisora de la vida; (5) Educadora de virtudes y valores; (6) La mejor escuela; (7) Garantía de solidaridad intergeneracional; (8) Colchón de amortiguamiento ante las crisis; (9) Pilar básico del sistema económico; (10) Generadora de capital social; (11) Garantía de futuro; (12) Forjadora de cohesión social y (12) Fundamento de una sociedad más ecológica 4. La familia, prioridad de las políticas sociales La situación por la que está atravesando la institución familiar hace que hoy más que nunca la familia tenga necesidad de una protección especial por parte de las autoridades públicas. Sabemos que el bien de la familia constituye un valor indispensable e irrenunciable de la comunidad civil. Por ello, la sociedad, y de modo particular los poderes públicos, tienen no sólo la obligación de reconocer su importancia y el papel destacado que desempeña en la sociedad, sino, también, el deber de protegerla con medidas y ayudas de carácter político, económico, cultural, social o jurídico. De esta manera, se contribuye a consolidar la unidad y la estabilidad de las familias para que puedan desempeñar todas sus responsabilidades y cumplir su función específica. 5. Cambiar el chip de las administraciones. Ejes del cambio Para que este cambio se produzca, las políticas familiares deben articularse sobre cuatro ejes: (1) reconocer los derechos de la familia como base de la política familiar; Derechos de la familia que no son simplemente la suma matemática de los derechos de las personas que la forman, ya que la familia es mucho más que la suma de sus miembros considerados singularmente. (2) impulsar los derechos de la familia y eliminar los obstáculos que impiden ejercerlos; En particular, en la actualidad es necesario centrarse en algunos derechos, no sólo promocionándolos, sino también eliminando los obstáculos que impiden ejercerlos realmente: (1) el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones; (2) el derecho de los padres a tener el número de hijos que responsablemente deseen; (3) el derecho de las familias y de los hijos a la estabilidad conyugal; y (4) el derecho a la conciliación de la vida laboral y familiar. (3) promover el desarrollo de políticas públicas con perspectiva de familia; Es prioritario el establecimiento de la llamada perspectiva de familia como criterio rector de todas las políticas públicas. Esto significa que, a la hora de diseñar las distintas políticas 5 La familia, desafío para una nueva política públicas, las administraciones deben actuar considerando que los destinatarios de las mismas no son individuos aislados, sino también y sobre todo familias. La perspectiva de familia es una política transversal que abarca a todas las áreas que afectan a la familia (leyes, economía, educación, sanidad, promoción social, medios de comunicación, etc.). Por todo ello, será necesario promover que se analice el impacto sobre la familia de cualquier medida que la administración vaya a aprobar, al igual que se hace, por ejemplo, con informes de impacto medioambiental. y (4) implantar una verdadera y eficaz política integral de apoyo a la familia. Es necesario implantar una verdadera y eficaz política integral de familia de carácter universal. Una política familiar basada en reconocer la identidad propia de la familia y promocionarla activamente. Una política familiar que va dirigida a todas las familias con el objetivo de crear un ambiente favorable tanto en el plano socio‐económico como en el cultural y de la comunicación. Es la que construye la familia. El Estado reconoce y propone como un bien para todos la institución familiar y, por ello, la apoya en todos sus aspectos. Así, la política familiar promociona la familia como institución; fomenta la idea misma de la familia; promueve una cultura y ambiente favorable que permite y ayudar a los padres tener el número de hijos que desee; integra de manera verdaderamente humana y constructiva los distintos ámbitos de desarrollo laboral, familiar y personal; ayuda a superar las crisis familiares; reconoce el derecho de los padres a educar a sus hijos; promueve la participación activa de padres y de asociaciones; y tiene en cuenta, con medidas específicas, a las familias con determinadas necesidades. PARTE III. PRIORIDADES PARA UNA POLÍTICA FAMILIAR EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XXI Objeto: En la tercera parte nos centramos en las principales necesidades de las familias en España, desde la falta de conciliación de la vida laboral y familiar, a problemas como la vivienda, la educación y crianza de los hijos o la estabilidad familiar. Pero, y es quizá lo más importante, no es solamente el señalar las necesidades sino el ofrecer un conjunto de 101 medidas concretas de apoyo a la familia. Con estas medidas concretas pretendemos que se haga realidad el apoyo a la familia y que no se quede en manifestaciones retóricas. 1. Necesidades de las Familias Españolas No hay duda de que la realidad socioeconómica en la que viven las familias españolas ha cambiado de forma muy significativa en los últimos años, así como las necesidades que deben atender y los medios disponibles a su alcance. Y esto adquiere su máxima dimensión cuando se trata de familias con hijos. Podemos señalar seis grandes necesidades y obstáculos que tienen las familias españolas en la actualidad y que necesitan ser resueltos: (1) el problema de la vivienda; (2) no poder decidir libre y responsablemente el número de hijos que se desea; (3) el cuidado y la manutención de los hijos; (4) los gastos de educación y el derecho de los padres a educar los hijos según sus convicciones; (5) la conciliación de la vida laboral y familiar y (6) la estabilidad conyugal. 2. 101 medidas para la familia Ejes de las medidas Se trata, además, de un conjunto de medidas que tiene los siguientes ejes: • Convertir a la familia en una prioridad política. • Incorporar la perspectiva de familia en todas las actuaciones, políticas y programas de las IPF
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administraciones españolas. Reconocer e impulsar los derechos de la familia en todos los ámbitos, en especial los derechos de los padres a tener el número de hijos que deseen, el derecho de los padres e hijos a una estabilidad conyugal y familiar, el derecho a la conciliación de la vida laboral y familiar, así como el derecho de los padres a la libre elección en la educación de sus hijos. Promover la convergencia con Europa en las políticas familiares. Lograr un compromiso de universalización y actualización anual de las ayudas directas y fiscales presentes y futuras. Impulsar la igualdad de oportunidades entre las familias españolas, eliminando las discriminaciones por número de hijos, nivel de rentas, reparto de ingresos. Las 30 Principales medidas I. La familia como institución 1. Creación de un Ministerio de la Familia, o al menos, una Secretaría de Estado de la Familia con suficiente capacidad organizativa y presupuestaria para desarrollar la promoción y protección de la familia, equiparándose así con la mayoría de los países de la Unión Europea 2. Elaboración de una Ley de Protección a la Familia que incorpore la perspectiva de familia, que haga efectivo el mandato constitucional, que otorgue continuidad y permanencia a su promoción evitando vaivenes electorales y que garantice un mínimo común de protección a la familia en toda España, disminuyendo así las desigualdades existentes en la actualidad. 3. Elaboración y puesta en marcha de un Plan Integral de Apoyo a la Familia (PIAF) con dotación presupuestaria específica y suficiente, como concreción práctica de la Ley de Protección de la Familia y desplegada en planes de periodicidad trienal. 4. Pacto de Estado sobre la Familia entre partidos políticos, agentes sociales e instituciones familiares. 5. Elaboración de una Ley de Prevención y Mediación Familiar de carácter nacional para ayudar a las familias en situaciones de conflictividad y crisis. II. Compromiso con la familia y convergencia con Europa 6. Universalización de las ayudas directas y fiscales actuales y futuras eliminando los límites de renta que impiden el acceso a dichas ayudas a la mayoría de las familias españolas. 7. Actualización anual de las prestaciones directas y fiscales según el IPC evitando así su depreciación con la inflación. 8. Convergencia gradual con la media europea de las prestaciones familiares incrementándose de manera progresiva el porcentaje del PIB destinado a la familia, de manera que en un plazo no superior a cinco años se consiga llegar a la media europea (actualmente es del 2,15% del PIB). III. Cultura de familia 9. Realización de campañas de sensibilización social, concienciación y de promoción tanto de la importancia del matrimonio y la familia como de la maternidad y la paternidad, la natalidad y el embarazo. 10. Publicación de encuestas anuales y específicas del CIS sobre las necesidades y problemas de las familias españolas, así como que analicen la situación de las mujeres y las familias a la hora del embarazo, tipo de dificultades para tener hijos, etc. IV. Más que una vivienda digna, un hogar 11. Pacto de la administración central, comunidades autónomas y ayuntamientos con el IPF
7 La familia, desafío para una nueva política objeto de elaborar e implantar una política conjunta de vivienda que permita su abaratamiento. 12. Restablecimiento de las deducciones fiscales por compra de vivienda habitual ya que, desde el 1 de enero de 2011, el Gobierno las eliminó para las familias con rentas superiores a los 24.107,2 euros brutos anuales. V. Derecho a la libertad para tener hijos 13. Incremento de la prestación de la ayuda directa por hijo a cargo hasta una cuantía que alcance la media de la Unión Europea y extensible hasta los 25 años en caso de estudios o desempleo. Así mismo, se incrementará la cuantía en un 20% para cada hijo sucesivo. 14. Ayuda directa universal al embarazo de pago único que se efectuará a las 22 semanas del embarazo y con una cuantía correspondiente a la prestación media mensual en la Unión Europea multiplicada por los nueve meses de embarazo. 15. Ayuda directa universal por nacimiento de pago único. 16. Derogación de la ley actual ley del aborto libre por su carácter absolutamente regresivo al introducir el aborto libre hasta las 14 semanas, tratarlo como un derecho de la mujer, y permitir el aborto de chicas de 16 años sin consentimiento ni conocimiento de sus padres. 17. Deducción fiscal del 50% de los gastos de adopción, ya sea nacional o internacional, con carácter universal. La deducción será del 100% a partir del segundo hijo. VI. Derecho a la conciliación de la vida laboral y familiar 18. Aumento del permiso remunerado de maternidad hasta las 20 semanas a las madres que tengan, adopten o acojan un hijo y del permiso remunerado de paternidad hasta las seis semanas a los padres que tengan, adopten o acojan un hijo y en las mismas condiciones que el permiso materno. 19. Ayuda universal para pedir excedencia o reducción de jornada para el cuidado de hijos con independencia del cónyuge que lo solicite. VII. Derecho a la estabilidad conyugal 20. Derogación de la Ley del «divorcio exprés», ya que ha resultado ser claramente desacertada y, al cabo de cinco años de aplicación, ha demostrado su rotundo fracaso duplicando el número de divorcios en España. 21. Desarrollo de campañas específicas de sensibilización y concienciación de la importancia del matrimonio y la familia, de las funciones sociales que cumplen, del bien que representan para la estabilidad emocional, psicológica y física tanto para padres e hijos como para el conjunto de la sociedad. 22. Creación y promoción, cuando ya existan, de los Centros de Orientación Familiar (COF) tanto públicos como privados —a través del 0,7% del IRPF—, a fin de asegurar una ayuda eficaz a los matrimonios para la superación de las crisis y conflictos. VIII. Derecho de los padres a educar a sus hijos 23. Pacto de Estado de educación entre todos los partidos políticos por el que se comprometan a garantizar el pleno cumplimiento y desarrollo del artículo 27.3 de la Constitución Española y a no utilizar la educación como instrumento adoctrinador. 24. Reconocimiento efectivo del derecho a la objeción de conciencia de los padres cuando los contenidos educativos obligatorios atenten contra sus convicciones. 25. Derogación de la asignatura «Educación para la Ciudadanía» por su contenido claramente adoctrinador y por no garantizar el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus propias convicciones. 26. Implantación del Cheque Guardería y del Cheque Escolar universales por importe equivalente al coste real de plaza en centro público, permitiendo a los padres la elección real de centro, primando su decisión sobre criterios de proximidad, renta, etc. IPF
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IX. Fiscalidad con perspectiva de familia 27. Adaptación del sistema fiscal a la perspectiva de familia eliminando cualquier efecto que la penalice, asegurando, además, un trato favorable a la unidad familiar. 28. Aplicación del modelo «Splitting» o similar asegurando el principio de que, a igualdad de otras circunstancias (misma renta familiar), haya igual presión fiscal. Así, se acercará el modelo fiscal español al «splitting» alemán o a otras fórmulas semejantes. X. Participación activa de familias y asociaciones 29. Creación del portal de internet «Infofamilias» de servicios a las familias. 30. Creación del Bono Familiar para el acceso a instituciones culturales públicas y privadas (teatros, museos, eventos deportivos, parques de ocio y diversión, conciertos, etc.). PARTE IV. APOSTAR POR LA FAMILIA 9 Objeto: La última parte de este libro va dirigida al papel que en el día de hoy están jugando las familias y las asociaciones familiares. Y es que gracias al despertar y resurgimiento de su actuación han logrado de nuevo situar en la agenda política la institución familiar. La familia del siglo XXI A la vez que se agravan los problemas de la familia y son evidentes las dificultades a las que se enfrenta en un ambiente que, en ocasiones, es indiferente u hostil, se está produciendo un resurgimiento de la familia como sujeto activo que: (1) quiere ser constructor de la sociedad donde vive; (2) se siente sensibilizada por los problemas de su alrededor y (3) no quiere seguir permaneciendo pasiva renunciando a su responsabilidad. La función social de la familia ya no se reduce únicamente a la acción procreadora y educativa, aunque encuentra en ella su primera e insustituible forma de expresión. Es la familia del siglo XXI. El movimiento asociativo familiar Así, de un tiempo a esta parte, asistimos a un creciente protagonismo en la vida social y política española del asociacionismo familiar. Las asociaciones familiares se constituyen como un fenómeno que relaciona dos esferas sociales especialmente cercanas como son la familia y las asociaciones. Tanto una dimensión como otra han adquirido una mayor presencia en la sociedad española y en el debate público de los últimos años. Esto, que era impensable hace apenas unos años, es ahora una realidad constatable y evidente. Y es que las asociaciones familiares en España emergen ante la falta de interlocutores o actores sociales que tengan en cuenta sus necesidades y porque sienten que las administraciones y los partidos políticos no escuchan sus demandas ni atienden sus expectativas. Ante ello, son las propias familias las que se organizan para buscar una mayor presencia social y pública a través de sus actividades públicas y de la defensa de sus intereses. Asociaciones familiares que se articulan como organizaciones autónomas con una estructura formal, unos recursos y una cultura propia. De su nuevo enfoque habría que destacar: la pérdida del miedo y la vergüenza a la participación en la vida pública a todos los niveles; la conciencia de lo mucho que la perspectiva familiar puede aportar al bien común; la valoración del impacto de su presencia en los medios de comunicación social y, cómo no, el reconocimiento de la importancia política de la representación de miles de familias cuyos derechos están siendo sistemáticamente conculcados. 
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