FarmaSur 26 - Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de

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Boletín Informativo del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos
farmacéuticos
del sur
Número 26 // Enero 2008
Andalucía deja de ser la única comunidad
española sin su propia Ley de Farmacia
La farmacia andaluza asegura su futuro con una ley que refuerza el modelo y preserva la relación
propiedad-titularidad [2-3] • El Consejo logra in extremis que la primera venta sea libre [4-5] • Preguntas
y respuestas sobre la Ley de Farmacia de Andalucía [5] • Un 20% de las nuevas oficinas serán para los
farmacéuticos rurales [6] • Las grandes incongruencias [7] • La cercanía electoral frustró el consenso
final de los grupos parlamentarios [8] • Opinión La Constitución como pretexto [8]
La FARMACIA ANDALUZA asegura su
futuro con una LEY que refuerza el modelo y
preserva la relación PROPIEDAD-TITULARIDAD
Además, mantiene la fórmula actual en las transmisiones a hijos
Andalucía ya tiene su propia Ley de
Farmacia. Y habría que agregar: mal
que le pese a algunos sectores inmovilistas. Porque, aunque parezca
increíble, ciertos colectivos –eso sí,
muy minoritarios- parecían empeñados en que nuestra Comunidad
fuera la única región española sin
su propia Ley de Farmacia e incluso
llegaron a pedir la dimisión del Comité Ejecutivo del Consejo por urgir
al Gobierno andaluz a que acelerara la aprobación de la ley dentro de
la legislatura. Increíble, pero cierto:
hay quien prefiere desenvolverse en
la indefinición. Pues bien, esa indefinición, por suerte para la inmensa
mayoría de la farmacia andaluza, ha
dejado de ser tal, gracias a una Ley,
la recientemente aprobada por el
Parlamento andaluz, de la que, separando la paja del grano, pueden
decirse dos cosas fundamentales, o
quizás tres, y que interesa saber, y
mucho, a los farmacéuticos andaluces: la primera, que se mantiene
el modelo asistencial, lo que supone que la apertura de farmacias no
es libre, sino planificada, aunque la
propiedad sea privada; la segunda,
que se preserva la relación propiedad-titularidad, de modo que los
propietarios de la farmacia han de
ser farmacéuticos y que no hay lugar
para la desprofesionalización de la
prestación farmacéutica; y tercero,
que se mantiene la fórmula actual
en las transmisiones a hijos, a pesar
de la singularidad y excepcionalidad
de este tipo de transmisiones.
2 ı Boletín Informativo del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos
Hay quien prefiere
desenvolverse en
la indefinición que
por suerte para la
inmensa mayoría de la
farmacia andaluza, ha
dejado de ser tal
Dicho lo cual, ¿quién puede sostener con un mínimo de rigor que es
una ley negativa para la farmacia y
para los farmacéuticos y que pone
en riesgo el futuro de la profesión?
Sólo desde posiciones muy interesadas o muy miopes puede sostenerse una argumentación de este cariz,
que encuentra su réplica más convincente en el propio texto de la Ley.
Todo lo que queramos agregar aquí
no dejan de ser juegos florales. La
Ley de Farmacia de Andalucía se defiende ella sola muy bien, por lo que
no hace falta que salga este Consejo
a rescatarla. Los fantasmas aparecen
únicamente cuando los que no querían ninguna ley, o los que no querían ningún acuerdo, distorsionan la
visión de conjunto con detalles so-
bredimensionados y mal enfocados
y sacan a la palestra argumentos
como inconstitucionalidad, libre
transmisión o discriminación territorial. Frente al ruido, hay una
receta eficaz y muy recomendable:
la lectura. Lo que el Consejo recomienda a todos los farmacéuticos
andaluces es que lean la nueva Ley
de Farmacia de Andalucía y luego
juzguen: ¿sale reforzada o debilitada la farmacia?; ¿cuáles son los
territorios conquistados y cuáles
los perdidos, si es que los hay?;
¿han ganado los farmacéuticos en
seguridad y estabilidad o estábamos mejor con un horizonte legal
incierto?
En las páginas centrales de este
boletín se responde de forma bas-
¿Quién puede sostener
con un mínimo de rigor
que es una ley negativa
para la farmacia y para
los farmacéuticos y
que pone en riesgo el
futuro de la profesión?
tante nítida y a estas cuestiones.
No a través de complejas argumentaciones teóricas, sino mediante
sencillas preguntas y respuestas
sobre lo que les interesa saber a
los farmacéuticos de a pie. No lo
que nos imaginamos que les interesa, sino lo que tenemos constancia de que les interesa por las preguntas e incertidumbres que nos
han hecho llegar al Consejo tras
la aprobación de la ley. Esperamos
que las respuestas a esas cuestiones y sobre todo la lectura de la
nueva ley disipen algunos malentendidos y confusiones inducidas
por los que han trabajado por sus
intereses particulares, y nunca por
los intereses generales de los farmacéuticos andaluces.
Número 26 // Enero 2008 ı 3
El Consejo logra in extremis que la PRIMERA
VENTA de farmacia sea LIBRE
También quedan excluidas del nuevo procedimiento para la venta las cotitularidades que
libremente se establezcan de forma onerosa en lo sucesivo
Mientras otros colectivos que se autodenominan de representación farmacéutica
han abogado por mantener posturas de
todo o nada, confiando así todas sus expectativas de mejora del tratamiento de
las transmisiones onerosas en una hipotética declaración de inconstitucionalidad
por parte del Tribunal Constitucional, el
Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos ha trabajado de forma intensa
durante todo el trámite parlamentario por
conseguir una mejora del polémico artículo 47, trabajo que ha dado sus frutos
en una enmienda in voce gracias a la cual
han quedado excluidas de los concursos
de méritos la primera venta de farmacia y
las cotitularidades que se establezcan de
forma onerosa.
Al Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos no le gustó desde el primer
momento la fórmula concebida por el
Gobierno andaluz para las transmisiones
onerosas. Al margen de las previsibles
dudas sobre su constitucionalidad, la
llamada fórmula vasca –denominada así
por su parecido a la regulación planteada
en la ley de esa comunidad- suscitaba incertidumbres de funcionalidad y agilidad.
Por eso, mientras otros colectivos que curiosamente luego convirtieron el rechazo
a este artículo en una cuestión principal
sólo planteaban una modificación de matices a la fórmula vasca, desde el Consejo
se planteó una alternativa completamente
diferente, la fórmula extremeña, basada
en el contenido de la ley de esa comunidad, y según la cual, las transmisiones
onerosas serían libres si bien, en atención
a su transparencia, la correspondiente
escritura de transmisión debería inscribirse en un Registro Público. Sólo como
una segunda opción, y ante la tenacidad
del Ejecutivo en sus planteamientos, el
Consejo propuso una segunda alternativa según la cual las transmisiones de las
farmacias abiertas en la actualidad seguirían siendo libres, aplicándose en cambio
la “fórmula vasca” a las que se abrieran
en lo sucesivo.
Finalmente, la enmienda in voce aprobada por el Parlamento hace que el tratamiento de las transmisiones onerosas
por la Ley de Farmacia de Andalucía se
parezca bastante a esta segunda opción
inicialmente planteada por el Consejo. Sin
embargo, llegar a este final ha costado
bastante. Mientras los citados colectivos
se enrocaban en la postura de plantear
la inconstitucionalidad de la ley, haciendo
inviable la negociación y dejando al Gobierno andaluz en la única tesitura posible
de ceder y evidenciar una derrota o continuar en sus trece, el Consejo andaluz
siguió trabajando en los despachos para
mejorar la redacción del artículo y hacerlo
menos lesivo para los farmacéuticos. Este
trabajo dio sus frutos y, a pesar de ser
dificultado por quienes mantuvieron su
órdago hasta el final, la ley fue aprobada
con una enmienda que limitaba bastante
el alcance del mencionado artículo y con
una redacción que dista bastante de la
original.
Originalmente, el artículo 47 decía: La
transmisión onerosa se realizará solamente a favor del farmacéutico que, estando
inscrito en el registro de posibles adquirentes constituído al efecto, tenga la mayor puntuación según el baremo de méritos que se establezca, (…) y acepte el
4 ı Boletín Informativo del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos
precio de venta de la oficina de farmacia.
El texto final es el siguiente: “En las transmisiones onerosas, el transmitente comunicará a la Administración sanitaria las
condiciones generales de la transmisión.
Efectuada tal comunicación, la Administración le dará a conocer los nombres de
los farmacéuticos inscritos en el registro
de posibles adquirentes que tengan la
mayor puntuación, según el baremo de
méritos que se establezca (…). La transmisión, que se realizará a favor de aquel
farmacéutico que, teniendo la mayor puntuación, acepte las condiciones y garantías exigidas por el transmitente, deberá
efectuarse en el plazo máximo de cuatro
meses”. Además, y como se ha dicho ya,
han quedado excluidas de lo que algunos
han denominado “concurso de venta”
las primeras transmisiones onerosas de
todas las farmacias existentes, así como
las cotitularidades que libremente se establezcan de forma onerosa en lo sucesivo
(con el consiguiente derecho de retracto
de los cotitulares que señala la legislación
civil), si bien tales cotitularidades deben
mantenerse al menos cinco años.
Lo que media entre una regulación y otra
es la actitud persistente y el trabajo callado
del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos para mejorar el tratamiento de las
transmisiones onerosas. ¿Hubiera sido preferible que el Consejo adoptara una actitud de
rechazo radical y se hubiera alineado con el
órdago lanzado por otras instituciones y grupos? ¿Hubiera sido mejor que se aprobara el
texto inicialmente planteado sobre transmisiones onerosas con el rechazo del órgano
de representación de la farmacia andaluza?
¿Se sentiría hoy la farmacia andaluza más
segura con un texto claramente más perjudicial, y confiándolo todo a una hipotética resolución propicia del Tribunal Constitucional?
Sin duda, no será la mejor solución que
podría concebirse de haber sido otras las
circunstancias pero, comparando con el
texto primitivo, los titulares de las más de
3.500 farmacias andaluzas pueden apreciar
las ventajas que les aporta la enmienda “in
voce” impulsada por el CACOF. Por supuesto, siempre podrá haber alguien que la tilde
de errónea, por asentarse en una (supuesta) inconstitucionalidad. A estas alturas, tiene escaso interés entrar en tales polémicas
porque, en todo caso, será el propio Tribunal
Constitucional quien decidirá lo que proceda. Y mientras lo dilucida, es probable, por
no decir seguro, los farmacéuticos se sientan mucho más cómodos y satisfechos con
el artículo 47, en su redacción final, incluida
la enmienda in voce, que con el artículo 47
en su redacción original.
Otros aspectos controvertidos
El artículo 47 ha sido sin duda el más controvertido de la nueva Ley y sobre él se ha
centrado el debate –más que el debate, el
ruido- político y mediático. Pero también
han existido otros aspectos sobre los que
se ha pronunciado el Consejo y en los que
éste ha conseguido importantes mejoras.
Así, por ejemplo, la distribución domiciliaria
queda contemplada tal como demandaba el CACOF: las farmacias podrán realizar
una asistencia farmacéutica a domicilio de
los medicamentos y productos sanitarios
previamente dispensados en la botica. Las
sanciones también se han disminuido notablemente con respecto a las intenciones iniciales del Gobierno, oscilando las multas entre los 600 euros la más leve y los 600.000 la
más grave. En materia de jubilación, se contempla que las autorizaciones caducarán al
cumplir 65 años, aunque se podrá solicitar
la continuidad de la autorización hasta los 70
años. Finalmente, la distancia mínima entre
farmacias se establece en 250 metros y la
presencia del farmacéutico se plantea indispensable en el horario mínimo de apertura.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS sobre la LFA
Estos son algunos de los interrogantes
sobre la Ley que más preocupan a los farmacéuticos
andaluces. Amparo Hidalgo, Asesora Fiscal
del CACOF, los constesta.
?
Por Amparo Hidalgo
Asesora Fiscal
1 ¿ Puede heredar mi hijo mi oficina
de farmacia?
Sí, siempre que esté en posesión del
título de farmacéutico un hijo puede
suceder a su padre o madre en la oficina de farmacia. Esto se llama transmisión lucrativa mortis causa. La LFA
sólo regula las transmisiones onerosas
(transmisiones por las que se satisface
un pago). En el caso de que ningún hijo
sea farmacéutico, los herederos se verán obligados a transmitir la oficina de
farmacia en un plazo de 24 meses.
2 ¿Puedo donar mi oficina de farma-
cia a mi hijo?
Sin más problema que el impuesto
que hay que satisfacer por la misma.
Las transmisiones lucrativas inter vivos sólo son recomendables cuando
se cumplen todos los requisitos para
poder aplicar las reducciones fiscales
que la Ley del Impuesto contempla
para la transmisión de las empresas
familiares, ya que de lo contrario el impuesto es muy elevado. Los requisitos
son que el donante tenga más de 65
años; que deje de desempeñar cargos
de dirección; que la empresa donada
sea su principal fuente de renta (tiene que suponer más del 50% de sus
ingresos), y que el donatario mantenga el valor de la empresa durante 10
años siendo también para él su principal fuente de renta. La donación puede ser colacionable o no en la herencia del donante y puede llevar o no la
carga de una renta vitalicia.
3 ¿Puedo formar cotitularidad con
otra persona después de la entrada
en vigor de la Ley?
Sí, se excepciona del trámite general
regulado el art. 47.3 para las transmisiones onerosas las que se hacen de
una parte indivisa de la farmacia, con
dos condicionantes: No podrán transmitir el resto hasta transcurridos cinco
años y que el mínimo de porcentaje de
cotitularidad se establece en el 20%.
Por supuesto siempre podrá donarse
dicha participación pero el impuesto sería muy alto pues no podríamos
aplicarle beneficio fiscal alguno.
4 ¿Los copropietarios con un porcentaje inferior al 20% antes de la
entrada en vigor de la ley se verán
obligados a aumentar su porcentaje?
No. Éstos ya gozan de la autorización
administrativa para ejercer como cotitulares. Confirma este punto el que no
exista en la ley disposición transitoria
alguna que les obligue a regularizar su
situación dentro de un plazo.
5 ¿Puedo vender libremente mi ofi-
cina de farmacia?
Una sorpresa agradable del texto definitivo sobre el borrador de la ley ha
sido la posibilidad de realizar libremente una primera transmisión onerosa de las oficinas de farmacia que
cuenten con autorización administrativa de funcionamiento a la entrada en
vigor de la presente Ley. Esto quiere
decir que se exceptúan del procedimiento previsto para las transmisiones
onerosas: comunicación a la Administración sanitaria las condiciones generales de la transmisión y ésta facilitará
al vendedor los nombres de los farmacéuticos inscritos en el registro de posibles adquirentes que tengan mayor
puntuación de acuerdo con un baremo de méritos que se establecerá.
Número 26 // Enero 2008 ı 5
Un 20% de las nuevas oficinas serán
para los FARMACÉUTICOS RURALES
La ley abre nuevas expectativas para los licenciados sin farmacia, que podrán optar a las
vacantes de las primeras fases de los concursos de adjudicación
La exclusión de la primera venta de los
concursos de méritos no fue el único
logro in extremis del Consejo Andaluz.
Otra enmienda de última hora concedió
a los farmacéuticos rurales el trato favorable que con tanta insistencia venía demandando el Consejo para compensar
el especial sacrificio de otros profesionales y su contribución al modelo asistencial. En concreto, el procedimiento de
adjudicación establecido por el artículo
41 contempla tres fases, y en la primera
el 20% de las boticas están reservadas
para los titulares de farmacias en localidades de menos de mil habitantes y con
diez años de experiencia.
No es la única novedad importante de la LFA en lo que se refiere a los
concursos de adjudicación de nuevas
farmacias. Otro colectivo beneficiado
por la nueva Ley, y al que ahora se le
presentan nuevas expectativas, es el de
los licenciados sin farmacia, que podrán
optar a las vacantes que se produzcan
tras las dos primeras fases de los concursos de adjudicación.
La Ley de Farmacia de Andalucía
prevé la apertura de unas 500 oficinas,
de las que aproximadamente la mitad
se abrirá en una primera fase, a corto
plazo, y la otra mitad, en una segunda
fase, a medio plazo. La adjudicación
de estas nuevas oficinas se realizará
mediante un concurso público en tres
fases. En la primera sólo podrán participar, como se han comentado, los farmacéuticos titulares de oficina de farmacia
en municipios, ELA o EATIM, o núcleos
poblaciones aislados, todos ellos de menos de 1.000 habitantes. En esta fase
se adjudicará como máximo el 20% de
las oficinas de farmacia convocadas.
En una segunda fase podrán participar
todos los farmacéuticos interesados, y
se adjudicarán las oficinas de farmacia
convocadas y no adjudicadas en la primera fase. Por último, en una tercera
fase, se adjudicarán a los farmacéuticos
que no hayan sido titulares de oficina de
farmacia las vacantes que hayan quedado. En las distintas fases se establecerá
reglamentariamente un baremo de méritos que tendrá en cuenta los resultados académicos, la formación postgraduada y la experiencia profesional. El
concurso reservará un cupo de oficinas
de farmacia para personas con discapacidad. El procedimiento de adjudicación
finalizará con una resolución única, en
la que se incluirán todas las oficinas de
farmacia adjudicadas en la distinta fase
del procedimiento.
La norma establece que será la Consejería de Salud la que asumirá la planificación de la apertura de estas nuevas oficinas, fijando los lugares en los
que éstas se podrán abrir. Además, le
concede a la administración andaluza
la potestad de flexibilizar los criterios
6 ı Boletín Informativo del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos
generales para tener en cuenta los incrementos de la publicación censada,
flotante o estacional, todo ello con el objetivo de ajustar la oferta a la demanda
real y a los crecimientos demográficos.
En este sentido, autoriza la instalación
de nuevas oficinas en núcleos rurales
así como en zonas de expansión urbana con un mínimo de mil habitantes y
en aeropuertos y centros de tráfico de
viajeros y mercancías, entre otros emplazamientos.
Por otro lado, la LFA también prevé la
apertura de servicios farmacéuticos en
todos los distritos de atención primaria
y en los hospitales de más de cien camas, algo que también abre nuevas expectativas de salidas profesionales para
los nuevos licenciados. En el caso de los
centros sociosanitarios públicos o privados, la norma especifica que la instalación dependerá del número de plazas y
del tipo de atención farmacológica que
precisen las personas residentes.
Las grandes INCONGRUENCIAS
Hubo quien lastró con sus incoherencias y sus posiciones de “todo o nada” un proceso de
negociación bien encarrilado
Gracias a la actitud responsable del
Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos, la farmacia andaluza, primero, tiene ley; segundo, tiene una ley
que la beneficia en sus aspectos fundamentales; y tercero, tiene un tratamiento de las transmisiones onerosas
que es mucho mejor de lo que iba a
ser y de lo que podría haber sido si la
actitud de todos los interlocutores del
Gobierno se hubiera producido con
sensatez. Han sido las incoherencias
y posiciones de todo o nada, secundadas lógicamente por un partido interesado en rentabilizar políticamente
la controversia, las que han lastrado
un proceso de negociación que iba
bien encarrilado y que se podría haber
concretado en una ley aprobada por
consenso y con una regulación de las
ventas de las oficinas de farmacia aún
más favorable para los intereses de los
farmacéuticos.
Porque una cosa es evidente: si en
lugar de hacer públicos los dictámenes
jurídicos sobre la inconstitucionalidad
del artículo 47, se hubiera utilizado
como un argumento más en la negociación, apoyando las tesis del Consejo
Andaluz, el Gobierno andaluz no se hubiera sentido arrinconado ni comprometido a mantener una posición coherente ante la opinión pública y hubiera
podido ceder más posiciones. Pero parece que por encima de los intereses
generales de la farmacia andaluza, había otros intereses superiores. Es quizás por ello que la postura de algunos
durante la tramitación de la LFA ha sido
todo un rosario de incoherencias acentuadas a última hora por su actitud de
todo o nada ante el Ejecutivo andaluz.
Entre otras incongruencias, pasaron de
aceptar con matices la fórmula vasca
e introducir leves variantes al texto original del Gobierno andaluz a cerrarse
en bandas a cualquier tipo de negocia-
ción que no fuera la retirada del artículo
47 y el reconocimiento de la Junta de
Andalucía de haber planteado un texto
inconstitucional. Y desde luego trataron
de convertir la Constitución en su bandera cuando al tiempo utilizaban en su
argumentación dictámenes jurídicos
que invocaban el tristemente famoso
Dictamen Motivado de la Comisión Europea promovido por el Comisario McCreevy, el cual lo que hace justamente
es cuestionar la doctrina constitucional
sobre la farmacia.
Andalucía, ¿maltratada?
Uno de los argumentos de más utilizados fue insistir en la discriminación que
sufriría nuestra comunidad con respecto a otros territorios españoles en la
regulación de las transmisiones onerosas. Parece oportuno recordar en este
punto que el Tribunal Constitucional ya
se ha pronunciado sobre esta cuestión
para señalar que la igualdad que preserva la Constitución no puede asimilarse a la “identidad de las situaciones
jurídicas de todos los ciudadanos en
cualquier zona de territorio nacional (lo
que por otra parte sería incompatible
con la opción por un Estado organizado
en la forma establecida en el titulo VIII
de la Constitución), sino la que queda
garantizada con el establecimiento de
las condiciones básicas que, por tanto,
establecen un mínimo común denominador y cuya regulación , ésta sí, es
competencia del Estado”. En el caso de
las transmisiones de farmacia, el TC ha
considerado que ese mínimo común
denominador consiste “en disponer de
un mínimo de posibilidades de transmisión, dejando a las Comunidades
Autónomas –que son las que otorgan
la autorización– que las sometan a las
condiciones, plazos y demás requisitos
que estimen razonables, y que pueden
ser distintos, pues a ellas corresponde
determinar el modo en que, en su territorio, se satisface mejor a su juicio el
interés público”.
Pero al margen de la doctrina del
Constitucional en esta materia, que
parece acreditar que el procedimiento
previsto en el apartado 47.3. se ajusta a las competencias autonómicas,
hay otros criterios, basados más en el
sentido común que en fundamentos jurídicos, que desmontan cualquier tipo
de teoría discriminatoria como la que
se ha pretendido manejar. Así, puestos
a comparar, quizá no sólo habría que
comparar el artículo 47 sino otras cuestiones (muchas de ellas, con un tratamiento más favorable para la farmacia
andaluza). Por ejemplo, ¿supone el módulo general de población por farmacia de la Ley de Andalucía un agravio
comparativo para los farmacéuticos extremeños, castellano-manchegos, navarros… y hasta vascos? ¿O acaso sólo se
deben invocar los agravios comparativos
para aspectos donde nos sentimos en
posición menos favorecida, y obviarlos
cuando suceda lo contrario?
Número 26 // Enero 2008 ı 7
La CERCANÍA ELECTORAL
frustró el CONSENSO FINAL
de los grupos parlamentarios
No impidió sin embargo el
acuerdo general en torno a los
aspectos sustanciales de la
norma, entre ellos la defensa del
modelo asistencial
El Consejo Andaluz hubiera deseado que la
Ley de Farmacia de Andalucía fuera aprobada por práctica unanimidad parlamentaria. No
fue posible por diferentes circunstancias, complejas de analizar en unas pocas líneas, pero
vinculadas en gran parte a la cercanía de la
fecha electoral. Lo que fue al principio una balsa de aceite, a partir de cierta fase de la tramitación parlamentaria se tornó en un ambiente
de confrontación no exento de incongruencias.
De hecho, se dio la circunstancia de que algunos grupos votaron en
la tramitación el Pleno contra aspecde la enmienda tos definitivamente
“in voce” incorporados al texto
impulsada con anterioridad grapor el CACOF cias a su previa cones la mejor formidad. Pero, aún
demostración sin darse esta unanipráctica de midad parlamentaria
formal que el CACOF
que los Grupos y una mayoría de las
Parlamentarios organizaciones sociano llevaron su les venían reclamanconfrontación do, resulta de interés
al límite. resaltar que todos los
grupos manifestaron
no sólo en el Pleno del Parlamento sino ante
los medios de difusión que “la norma es buena
en su conjunto”, y de hecho ninguno presentó
en su momento enmiendas a la totalidad. Asimismo, la tramitación de la enmienda “in
voce” impulsada por el CACOF es la mejor
demostración práctica de que los Grupos
Parlamentarios no llevaron su confrontación al límite. Todos ellos eran plenamente
conscientes de que, una vez concedida su
conformidad para que fuera votada, el resultado práctico sería el que efectivamente
fue, es decir, que la enmienda sería aprobada y que la primera venta de la farmacia
sería libre.
Manuel Arenas
Presidente
Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos
EN MI OPINIÓN
La CONSTITUCIÓN
como pretexto
La defensa que el Consejo Andaluz
ha realizado de la Ley de Farmacia de
Andalucía, como una norma que en
su conjunto beneficia a los farmacéuticos andaluces, ha llevado a algunos
colectivos contrarios a la nueva norma
a atribuirnos una posición contraria
a la Constitución española. Como
ellos consideran que la Ley contiene
un artículo que es inconstitucional,
nos dicen que nosotros estamos en
contra de la Constitución por considerar positiva la norma. La simplificación es brutal, pero como a veces
los argumentos más simples son los
que más fuerza tienen, conviene
precisar que el modelo y las ideas
sobre la farmacia de este Consejo
coinciden plenamente con la doctrina constitucional española y que por
tanto si hay un marco en el que se
siente cómodo la farmacia andaluza
es en el marco constitucional.
El Tribunal Constitucional ya dijo en
su Sentencia 109/2003, que “libertad
de empresa y propiedad privada, de
un lado, e interés público y planificación pública, de otro, son los ejes
sobre los que ha de estructurarse,
por tanto, el sector farmacéutico”. Así
pues, desde la doctrina constitucional
no cabe un discurso mercantilista de
la farmacia, como tampoco cabe, entrando en materia de transmisiones,
un punto de vista unidimensional sostenido exclusivamente en la libertad
de empresa y la propiedad privada,
sin contrapuntos, como si las farmacias fueran establecimientos comerciales convencionales.
Desde este punto de vista, el único
8 ı Boletín Informativo del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos
discurso inconstitucional –contrario a
la doctrina del propio Tribunal Constitucional- es el de las organizaciones
que, valiéndose de esquemas argumentales cada vez más unidimensionales, minimizan el contrapunto de
derecho público de la farmacia, a fin
de defender la venta libre de la farmacia y de amputar las competencias autonómicas al respecto. Quizá muchos
no sean conscientes de ello, pero esta
“lógica empresarial estricta”, sustentada sin contrapuntos en la libertad
de empresa, acaba estableciendo
sintonías con la línea argumental del
Dictamen Motivado impulsado por el
Comisario McCreevy, que invocando
expresamente dos facetas indiscutibles de la libertad de empresa, como
son la libertad de establecimiento y
la libre circulación de capitales, sin
contrapuntos vinculados a su interés
público, para cuestionar los criterios
de planificación y propiedad que son
consustanciales al modelo español de
farmacia, protegido por nuestra jurisprudencia constitucional.
Por tanto, ¿quién está con la Constitución española y quién utiliza la
Constitución española como mero
pretexto para la defensa de sus intereses? Si algo ha caracterizado la
actitud del Consejo en relación con la
tramitación de la Ley de Farmacia de
Andalucía, es haber actuado en plena
coherencia con los valores constitucionales y con la doctrina constitucional
sobre la farmacia española, que no se
concibe en nuestro país (afortunadamente y mal que le pese a algunos)
como un establecimiento mercantil.
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