alta traición y alta estafa

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Año
XLI—-Núm.
14.290
No se devuelven los originales
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i iiiiiiiiiii i i M i i M i u t i i i i u i i i i i i u i i t i i i i i i i n H i u i i i i
TEMAS
Jueves 19 de noviembre de 1931
Red. y Ad., Marqués de Cubas, J
POLÍTICOS
UN VOTO "PARTICULAR" A DISTANCIA
•-
ALTA TRAICIÓN Y ALTA ESTAFA El
uiiiiiiiiiniiiillillliiiiiiiiuiiiiiliifiiiitniniiiiMiiiiiiiMniiiiMiMiiiiltiiiiiiuiiiiniiiiiiniiiiiiHiiiiiiiniinEUliiHiiiiuiiiiiiiiiiiii
EDICIÓN DE LA NOCflE
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iiitiiiiMiniiiiiiiiiiiiiMiiiiiMMiiiiiiiiiitiiiiiniiiiiiiniiMiiininiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinMiiiiiiiiiiiitiiitiiiiiiiiiiiiMiii
iiiiiiiiiMiiiiiiiiiiiiiiiiMniiiiiiriiiiiinitniniiitiiiiiiMiiitiiitiMMMiMiiiiiiiíiiiitir
:
señor Calvo Sotelo-siempre en hacendista-defiende al ex rey, sobre
lodo en lo que concierne a su propif
En estos días se disciiti.Tá el acta de afisarión contra el ex rey perjuro.
Salvo la ampulosidad y xetumbancia del documento acusatorio, estamos
conformes cou su contenido y con la pena que propone. Nosotros halbría- Alcalá Zamora rechaza la polimica periodística y Marañón declara p e no tiuiío pacto; pero si concierto
mos conoretaílo las graves culpas del acusado en cuatro o cinco cuartillas.
diendo a Alfonso de Borbón. Acerca
Ello es lo que vamos a hacer en las líneas que seguirán.
El Sil. CALVO SOTELO CONSIGUE de
esto ha manifestado, que rebatirá
La calificación de «lesa majestad contra el pueblo» que se d a a los helos puntos de la acusación.
chos criminales ni es "democrática»—hay que huir del empleo de palabras
EL SUPERÁVIT DE LA FRESCURA todos
Al preguntársele si hablaría de 3ai
y símbolos que irecuerden Ja odiosa Monarquía desaparecida—ni es «castiEl precoz hacendista y cOdito responsable Sr. Calvo Sotelo ha consegui- conversación que sostuvo con el seza», jurídicamente hablando. Mucho más exacta y pertinente sería La frase
da (lalta traición», ya empleada al discutirse en agosto último el Tribunal do por fin un auténtico superávit: el de la frescura. En cada nuevo artícu- ñor Alcalá Zamora el día de la prolo se supera y bate su propio record.
que había de juzgar estas supremas responsabilidades.
clamación de la República dijo qu«
Ahora lia presentado un documento a ^^s Cortes, en el que dice: "Acudo, no sabe si hablaría de ello.
Por ello nos parecería un acierto que el Parlamento, e.n. su sentencia,
ante el I'a-rlamento español para ejercitar un deBo emplee la expresión de <dosa majestad contra el puciblo», concepto imSe le preguntó también si tenía
recho...» Pero el Sr. Calvo Sotelo, que no ignora noticia del telegrama de Fontainepertinente y hueco, sino la de aalta traición», que es además, como sabe
que el ejercicio de un derecho lleva
im.plícitamente bleau en el que se asegura que el
cualquier aficionado al Derecho político histórico, el calificativo que p a í a
aparejado el cumpliniiento de u,n deber, lia debido Sr. Borbón no había encargado su
definir este linaje de delitos se viene utilizando en I n g l a t e r r a desde el sicomenzar por cumplir su deber de responsable an- defensa a nadie. El conde contestó
glo XVII, y en F r a n c i a desde la acusacióa formulada contra Luis XVI.
tes de ejercitar su derecho de
diputado.
Esta no es discusión ((bizantina» en torno a unas u otras palabras, como
que, en efecto, no le hnbía sido confe^
El Sr. Calvo califica la situación actual de "dic- rida la defensa del Sr. Borbón y que
aquellas en que emplea su tiempo, con ingenio a veces, el Sr. Unamuno.
tadura republica,nan, empleando el calificativo co- lo hacía espontáneamente.
Es problema ¡(de fondo», (¡sustancial», puesto que se ha pedido por la Co%¡
^
^ ^ B " " ' ^"' peyorativo, él que es hijo legítimo de una i[]iiiiiiiiini[]uiiiiiiiii;c3niiiiiiii!ic]iiiiiiniiiiniiiiiii!iiiic]iiii!iiiiiiic]il
misión de Responsabilidades que el fallo contra el ex i-ey sea remitido a
j
" -^
^ ^ H dictadura y que debía hablar de ella con respeto y
los Gobiernos extranjeros y al propio Consejo do la Sociedad de Ilaciones.
gratitud. Luego afirma que es mm caballero^', cosa
Y si los notificados leyeren en sentencia pronunciada por una Bepi'iblica
El revisionismo es la máscara
que no se habrá atrevido a dudar nadie que le haya
l a acusación y condena de un ex rey por delito de (¡lesa majastad»—aunque
visto eludir "caballerosamente»
la respo7isabilidad
en este caso la majestad desconocida o atropellada sea la del puelblo—no
de los m m m de la Repüijüque pudiera caberle salvando la frontera con rapiformarían miiy buen concepto de los diputados redactores de la acusación
dez y perfección que envidiaría
Bayardo.
y fallo. Como entre ellos hay juiristas deben evitar el .ridículo.
ca. Hay w aríanem:]^ con
"Mi conciencia me grita que no debo callar, aun
Por ailadidura, la ya histórica frase de alta traición, gue Inglaterra
la mJsma violsuoia, si es presiempleó p a r a condenar a Carlos I y Francia para enviar a la guillotina a a sabiendas de que nada significo»—añade el Sr. Calvo—, y esto es una falLuis XVI, e s ' l a que encaja como definición j u r í d i c a d c l principal delito sa modestia suya. Lo que ocurre es que lo que significa el Sr. Calvo es algo
so, qüs eüos y m osmpsires
cometido por Alfonso X I I I . Este ex monarca, de triste reinado, juró el bien distifito de lo que el propio Sr. Calvo se cree que significa.
"Yo—sigue—, eliminado injustamente
del hemiciclo...» ¿Cómo del he17 de mayo de 1902, ante los Evangelios, ser rey constitucional de España
de la diclailyra pusieron en
y guardar fielmente la Constitucián que lo elevaba al trono. De cómo lo miciclo? j Y de España! Pero auto eliminad o. por cautela. Si es injusta su
aplastar y patear ias iiHerlasfes
-cumplió es prueba irrefutable el golpe de Estado de 13 de septiembre eliminación, él lo sabrá.
Si el pacto cuya existencia asegura el Sr. Calvo Sotelo fué como él lo
d e 1923—que no consintió, sino preparó, con •premeditación y alevosía el
españolas.
entonces rey, aunque otra cosa diga «A B C»—, que anuló la Marmrquia^ transcribe, el ex rey. fiel a su costumbre, faltó tarnjbién a lo pa.ctado, pues
eonstitu-cional, jurada con la mano puesta en el libro sagrado, e implantó ni abdicó ni hizo renuncia a sus derechos.
"Una expoliación—continúa
el Sr. Calvo—como la que ahora se pro- ii[]inniimnc2imiiiiiiiiniiniiiii¡¡::]iiiiii¡iiiiii]!iMiiiiii!iniiiiiiiiiiiit]U
la absoluta.
Nadie con sentido jurídico, en consecuencia, puede negar que Alfonso pone, con^ daño de terceras personas, inocentes, en verdad, en el peor de los
CHIHOJAPBNES,
de Borbón, al proclamarse rey absoluto apoyado en una rebelión militar casos está fuera del derecho de genies. Sería por ello muy oportuno noti- EL CONFLICTO
—inspirada o al menos consentida por él—cometió eL delito de cdta trai- cia^ a la Sociedcul de las Naciones.» \Pero Sr. Calvo Sotelo, si la Sociedad
ción, que las leyes naturales y las humanas de todas las legislaciones con- de las Naciones entendiera en asuntos de esa naturaleza, ya debiera usted
denan con la pena de muert*. Además, la alta traición del ex rey de Es- estOT a su disposición.
Por último, más papista que el Papa, dice el señor Calvo que. "es
p a ñ a es más cíaxa que la de Carlos I y Luis XVI.
El que fué ((órgano de cámara» del ex rey felón, p a r a defendeT a «su preferible perder la vida a perder la coraría». Pero don Alfonso no
8efior» ¡repite ahora lo que tantas veces dijo desde la proclamación de la lo debió de entender así, por cuanto se apresuró, después de salvar su cauRepública: ((Que el país recibió alborozado el golpe de Estado de 1923, por da,l, a salvar la vida a ciento veinte kilómetros por hora, dáruiosele una
l o que la opinión pública, con su aplauso, albsolvió al rey de .la xesponsa- higa de la corona.
Habría,, en fin, un medio de compaginarlo todo. Respétese el cauda,l
ítilidad jurídica que pudiera caberle por el asesinato del régimen constide don Alfonso con la condición indispe?isable de que se lo
administre
tucional.»
Responsabilidades
Esta tesis, aparentemente de gran fuerza moral, queda^ destruida fácil- el señor Calvo, y verán ustedes cómo la Comisicm de
Ya se encargaría el precoz hacendista y cauto
mente. Ac^uí entra lo del delito de adta estafa, c¡ue también debe castigar no quedaría defraudada.
la sentencia que contra el ex monarca se pronuncie, previa ampliación del responsable de que el tesoro particular del ex rey quedara como dejó el
de la nación: sin un clavito.
acta acusatoria en tal sentido.
Sí, señores; aplaudió el pueblo el golpe de Estado potrque el dictador,
¡confabulado oon el ahora acus-ado, lo engañó. E n el famoso manifiesto de
Ja m a d r u g a d a del 13 de septiembre decía textualmente el general i'uaü-"'
^Y ahora lector, a esiperar lo que
"
DON NICETO NO QUIERE digan
rreoto: «El pueblo no quiere oír hablaír más de responsabilidades, sino
las Constituyentes, hoy las
saberlas exigidas pronta y justamente, y esto lo encargaremos, oon limiúnicas soberanas, por fortuna...
ENTABLAR
POLÉMICAS
»tación de plazo, a Tribunales de autoridad moral y desapasionados de
Don Niceto, a, quien hemos preguncuanto h a envenenado hasta ahora la política o ¡a ambición.»
• Al poco tiempo contempló el siempire ingenuo pueblo español que, en tado su opinión acerca del escrito
ESTA NOCHE RERATIRE
de Calvo ttoefecto, se encarcelaba a unos cuantos secretarios rurales; pero que los alt e 1 o, exclatos culpables de los desastres marroquíes y los grandes caciques que hicieTODOS LOS PUNTOS DE
ma:
ron ganzvn del sello ministerial continuaban
iinpumes. Y vio más la opiLA ACUSACIÓN. DICE
—Kl diáloniiSn pública. Vio cómo el ST. Cierva, hombre de negra historia política,
go fué entre
era eleva;do a u n a especie do <(meníor» de la t i r a n í a analfabeta y cómo se
:-: ROMANONES :-. Croquis de las últimas operaciones'
Kamanoneg y
3e mantenía de real orden en el Decanato del Colegio de Abogados de MaEl conde de Romanones, hablando
yo, y nadie
d r i d contra la. voluntad del uoventa por ciento de sus colegiales.
puede decir con los periodistas, ha dicho esta tar- de los japoneses en el río Nonni coai
También se prometió por el dictador acabar con el caciquismo, y vimos
mas que nos- de que esta noche hablará en el Con- la ocupación de Anganchi y TsitsiUnos años después admitidos en la Unión Patriótica a los más envilecidos
otros lo que greso, como está anunciado, defenkar en la Manchuria.
gerifaltes de la fauna monárquioocaeiquil. Le escuchó repetidamente el
hablamos.
..pueblo pTomesas de garantizar la independe?icia de los Tribunales, y seis
naniiiniiiiitiiiiiinninniiiiiiiuMiEiiiMiriniiiEjnniinniicinniiiniiiE^niiinniiiciinniiiniiHiiiiiiiiiiiiejiiiiiiiiiiiiniiiniiiiiiiniiiiiMiiHinnniinna
—Pero d e
meses más tairde de su atraco al Poder destituía al p.residente del Tribunal
este asunto,
ilSupTemo parque así lo quiso una prostituta, compañera de orgías del ti¡PERO DON JACINTO!...
concretamente, don Niceto...
¡ranttelo...
—<J Entablar una polémica periodísY... { p a r a qué seguÍT ? Todo, absolutamente todo lo (jue prometieron
tol monarca j el dictador a ¡raíz del golpe de Estado lo incumplieron
sis- tica? No ; de ninguna manera. Yo las
temáticamente.
Y a veces se añadió el escarnio a la traición y al perjurio. entalblo cuando quiero, no cuando deTales hechos integran una grande estafa, U7ra. alta estafo. Estafador es sea otro. Sólo añadiré que cuanto he
el que, con un fin de lucro, engaña. Alfonso X I I I , con el anhelo de con- dicho con mi firma lo mantengo. Si
servar la Monarquía y los garandes negocios a ella anejos, engañó al pue- acaso, hablaría de esto en las CorDon Jacinto—Benavente
es "Don Jacinto» por antonomasia—hace, dg >
tes, si ellas lo pidieran ; pero en otro
blo al dar el. golpe de Estado, incitmpliendo cuanto prometió.
cuando en cuando, muy espaciadamente
por forsitio,
y
con
adversarios
ausentes,
no.
Queda, pues, probado que el ex rey fué un vulgar estafador
político.
tuna, sus pinitos políticoperiodísticos.
Y todo el
Y,
como
tiene
razón
don
Niceto,
se
ÍA. Iz. alta traición hay que sumar la alta, estafa. La existencia jurídica de
mundo, que conoce las debilidades del maestro, se
este último delito no podrá combatirla fundadamente el neriódico aludido, la damos. Además los episodios de los perdon^a de buen grado, con una sonrisa indullas
jornadas
de
abril
fueron
en
la
aunque apele a los sofismas a que nos tiene acostumbrados
gente para estas rabietinas del genio, tan semejancalle y todos las conocemos.
J. SANCHEZ-RIVEEA
tes a las de los niños mimados
.Hoy ha hecho D. Jacinto una de la suAjas. PutnmiinnDmniiiiniC]iiM»rnHinniinnm[[]nnnKimnnnnnniiE]niriininonnninnniiiiiMiniiniiiiniiiinniiiiiiniiiiE]iiriniiirnt]iniuiiriiic3ii
blica un artículo en "A B C» rebosante de un^. amo/rPACTO. NO; CONCIERTO, Si; gura confortable, y en el que da al teatro su melanLA S. DE N. SE REÜNE EN SESIÓN SECRETA
despedida. Claro que este propósito de divorDICE EL DUCTOR MARAÑÓN cólica
•
cio del "Padreciton con el tea.tro no es mas que une
Vamos a casa del doctor Marañón. consecuencia de l-a, rabieta que le ha producido el
Tampoco el ilustre médico había !cí- que uno de esos dos éxitos de qii-e h<ibla, en su artículo no haya sido tal éxito. Es el autor despel o s periódicos
quien
monárquicos. Y •'"•'•'**' ' "
"""""^ chado convertido en un hombre atrabiliario
escribe, utilizando
la pluma de D. Jacinto. Esa
'
•
esperamos bapluma que es pluma de cóndor volando sobre el campo de la. literattttrt
jo su c e ñ o
dramática pura; pero que ere el de las especuacion.es
poUticoperiodistiea*.
fruncido a que
' es pluma de inexperto pavipollo.
,
'
termine la lec— * —
Su "éxito» del Fontalba sabe de sobra don Jacinto que no fué un¡
tura.
P A R Í S 19.—Los miembros del Consejo de la Sociedad de Naciones se
éxito; y 710 por la iiiiención de una frasecilla más o menos
afortunada^,
—¿ Hubo pac' i a r reunido a las once de la mañana en sesión secreta.
sino por la inconsistencia
de la obra. Así como el logrado con la coto,
don
GregoEl secretario general de la Sociedad de Nacional, sir E r i k Drummedia, del CalderÓ7i lo fué rotundo ?/ merecido. Pero esto no ha tati»>
inond, ha comunicado a los miembros del Consejo el texto de una carta rio 1
lecho a don Jacinto, que hubiera preferido quizá que las cosas sucedió,
—Pacto, no ;
que le ha entregado el delegado de China, doctor Szé.
ran al revés; y ha cogxdo la "perra» 7j la pluma y ha hecho v/n artieuUtü,
En esta carta se declara que sería imposible a cualquier Gobierno c o n cierto, sí.
en el que, a to7io con su estado de ánimo, dice—exactamente
igual qua
chino aceptar una solución que implique la a p e r t u r a de negociaciones En aquel molos 7iiños contrariados—mías
cuantas impertinencias
para v/na
situación
eobre los' cinco puntos japoneses bajo la presión de la ocupación militar mento se propolítica que wrj tiene la menor culpa en sus tropiezos de autor, y añade
tendió, .y. conde Manchuria.
que es 7nuy desgraciado y que se quiere
marchar.
Añade la cartii que estos cinco puntos amenazan con tomar rápida- siguió, que don
Todas las cosas que dice Benavente en su artículo .no tienen,
diehat
Alfonso
se
fueJnente las proporciones de un programa político
por Benavente, demasiada importancia.
ETI el periódico en que se haW.
r
a
tranquilamente,
sin
más
sangre.
Se añade que el Gobierno de China no puede ni quiere firmar ninpublicado se les ha dado Í7nportancia tipográfica—una
cabeza, a eolunv»
guna de las veintiuna proposiciones condicionando el cumplimiento por Yo fui testigo, y... se me eligió como na, del autor; composición regleteada a dos puntos; fondo de la primera
los japoneses de las obligaciones contractuales impuestas por el Pacto discreto. ¿Me comprende?
página... sPero todos sabemos que, fiiera del alarde tipográfico
y del,
—^Y cree usted que la sanción...
de la Sociedad de Naciones y por el Pacto de París. Si la Sociedad de
despecho del autor, queda muij poca cosa, si algo queda.
—'Creo que la sanción mayor es el
'Naciones fracasa en su propósito de solucionar el conflicto manDon Jacinto dice: "¡Quién pudiera em,igrarl»,. Recién leída la lamería
churiano. China hará recaer públicamente la falta sobre los que la destronamiento : lo otro es antipolí- íación pensamos en que 7ia/lie se lo impediría si quisiera; pero Uiegú,
han cometido; es decir, las grandes fjotencias, que no han querido tico en el sentido histórico. La Ee- caímos en la cuenta. Don Jacinto no puede eroigror, porque don J4i*>
hacer el menor gesto p a r a defender el Pacto de la Sociedad de Na- pública se debe atener a_ su trayec- cinto emigró ya. Su cuerpo estará aqiU todavía,; pero, «a espíritu—$f^
toria histórica, sin episodios momen- esto es lo interesan^
eiones, a cuya defensa se habían comprometido solemnemente.
en don Jacinto—emigró
hace pa ptueho, tiempo^
Se t r a t a de u n a cuestión de vida o muerte p a r a la Sociedad de Na^ táneos.
El espíritu de don Jacinto—delicado
espíritu 'de ffoeela^^'^hwffá atustad*'
dones y p a r a la Conferencia del Desarme.—Fa¡bra.
—I Se hablará esta noche de ese de los jabalíes y está residenciado en el séptimo cielo a encerrad:o her'
TRESCIENTAS BAJAS JAPONESAS POR CUATRO M I L CHINAS
documento en las Cortos?
7ncticamente en el Olimpo, colonia, de los genios,- p ha perdido el contae*
—^Creo inevitable que se trate de to con las cosas de la España de hoy 7j de la Ésppfta futura que te.ttitííii
LONDRES 19.—Comunican de Tokio a la Agencia Reuter:
esto. Y no me pregante más, porque elaborando.
'
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S'e evalúan en trescientos muertos o heridos las bajas japonesas
SE mkU
EIG obierno chino declara que no se pueden iniciar
negociaciones W IB coacción que supone la
ocupación de Manchuria por los japoneses
LM iiá«iiidM ojijiia» Mji«aaLA.i£iijjai$a.Mi^^
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