Desde muchos siglos atrás se ha... especialmente desde que se declaró la... El imaginario de libertad del ser humano

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El imaginario de libertad del ser humano
Desde muchos siglos atrás se ha hablado de las responsabilidades y deberes del hombre,
especialmente desde que se declaró la universalidad de los derechos para todos los seres
humanos. Con esto se pretendía buscar una igualdad frente a la ley: se buscó justicia, pero
se proclamaba libertad. Este término sin embargo, ha perdido su sentido y valor. Bajo la
excusa o la máscara del derecho, el ser humano se ha valido de ésta para sobreponerse a su
mundo; y aunque resulte paradójico, hacia los de su misma especie. Se desconoce entonces
lo que se dice y eso se puede ver reflejado con claridad en la sociedad del espectáculo en la
que el mundo occidental está sumergido. Lo que se pretende plantear entonces es, si el ser
humano ha olvidado los deberes que conlleva la libertad, ¿podría ésta seguir
atribuyéndosele? La respuesta planteada es que el ser humano no está listo para poseerla, y
para mayor comprensión de lo anterior, se plantearán dos ejes: la responsabilidad del
individuo para sí mismo y la responsabilidad del individuo para su entorno.
Responsabilidad del individuo para sí mismo
En primera instancia, la obediencia resulta un aspecto bastante importante para la libertad,
aunque pueda sonar contradictoria a ella. Esta aparente paradoja es clarificada cuando se
entiende que el concepto de obediencia se relaciona más con saber escuchar que con
estrictamente acatar órdenes, puesto que el escuchar a los demás entendiendo lo que dicen y
sobretodo, por qué lo dicen, lleva consecuentemente a ejercer la libertad. Esto se debe a que
al aceptar o rechazar la opinión o pensamiento de los demás, se hará con razones y
argumentos; y como antecedente lógico tendrá la reflexión. Ahora bien, no es obediencia a
la persona con la que se habla, sino obediencia con las propias creencias del ser humano
que recibe las ideas del otro, obediencia con una moral definida que fue construida bajo una
rigurosa investigación y consideración de posibilidades; porque la libertad es
responsabilidad y compromiso. Un ejemplo que evidencia lo mencionado es el caso de
Sophie Scholl en la época del nazismo: ella no cumplió las órdenes que prohibían la libre
expresión; en cambio ella escuchó, reflexionó, rechazó con argumentos que publicó,
obedeció al pensamiento ético que ya tenía construido previamente y, sobretodo, ejerció su
libertad.
Sonia Patricia Coronado Cuesta
Continuando con el tema, el siguiente punto a considerar es uno del que se habló
brevemente el párrafo anterior y es la reflexión, o el desarrollo de la dimensión de
autotrascendencia. Esto resulta de gran importancia y necesidad debido a que para tomar
decisiones acertadas sobre sí mismo primero se debe conocer sus necesidades; y así saber
qué lo motiva a decidir o actuar. Este conocimiento previo tiene como resultado evitar o
prevenir actos involuntarios o instintivos, donde la libertad se es ignorada y que, en muchos
casos, puede resultar perjudicial para otro individuo. Evidencia de la falta de ésta fue el
asesinato de Francisco Cifuentes, joven colombiano, por parte del señor David Manotas; ya
que al estar el señor Manotas constantemente bajo los efectos de sustancias alucinógenas o
el alcohol, desconocía con anterioridad la reacción que podría tener frente a ciertas
situaciones. En este caso, el reclamo por parte de su vecino, el señor Cifuentes, por estar
escuchando música a muy alto volumen, tuvo un desenlace trágico simplemente porque el
señor Manotas no se conocía a sí mismo y actuó instintivamente.
El último punto para esta sección es la aceptación y la superación del error. Muchas veces
bajo la excusa de ser seres humanos se pretende tener el derecho cometer el mismo error
infinitas veces sin ninguna consecuencia; lo cual indica claramente una pérdida de la
libertad al incumplir la responsabilidad que se debe asumir al tomar decisiones. Un filósofo
que evidencia claramente dicho aspecto es Kant, ampliamente reconocido por su frase
“Sapere aude”, o traducido “atrévete a saber”; la cual hace reconocer al individuo que este
llega a la mayoría de edad únicamente cuando tiene el coraje para esto. Consecuentemente,
el valerse del propio conocimiento repercute en que la persona tome las riendas de su vida,
y así como obtiene el derecho de crear su camino de vida, gana el deber de responder por sí
mismo y por sus acciones. Es decir, felicitarse cuando decide de forma acertada y aceptar
cuando se equivoca evaluándose para no caer en el mismo error. De lo contrario, no se
podría hablar más de libertad, sino de libre albedrío o en su defecto, sumisión.
Responsabilidad del individuo para su entorno
Una vez se asume la responsabilidad de las propias acciones y sus repercusiones para sí
mismo, es importante apropiarse de sus consecuencias en el mundo que lo rodea. En otras
palabras, actuar no solo para beneficio propio sino para beneficio de su entorno. Se debe
Sonia Patricia Coronado Cuesta
entonces hacer un estudio de sus necesidades y paralelamente uno más complejo, que es el
estudio del individuo como parte de su mundo. Sino se logra entender que el ser humano no
es un “mágico extranjero” de su mundo y que no puede cambiarlo a su deseo y antojo; se
logrará obtener un bien común para el ser humano y su entorno. La pregunta clave ahora
podría ser la relación con la libertad, y es que cuando se toma una decisión se debe tener en
cuenta que se afectan dos mundos: el propio y el externo. Entender que se pertenece a un
lugar implica que los cambios propios se reflejarán en menor o mayor escala en la
sociedad; y que por ende se debe tener precaución acerca de lo que se quiere proyectar.
Luego de esta cautelosa investigación solo resta un último punto que es la creatividad 1. Una
palabra con la que se podría hacer una equivalencia a este concepto es la transformación, de
la cual se debe hacer parte, puesto que se debe buscar un bien colectivo para poder alcanzar
un bien personal y porque al ser seres humanos y tener potencialmente la capacidad de
decidir, se perdería la libertad si no se desarrolla. Luego, solo se tendrían a muchos seres
sumisos acatando las órdenes de otros, escenario bastante común en las propagandas
políticas cuando se exige votar por cierto candidato. Si no se hace parte de este cambio de
la realidad no solo se vuelven los individuos en esclavos del sistema, sino que al no
proponer un pensamiento diferente se incentiva a que todos sigan el mismo camino.
Para finalizar y cerrar con este escrito, lo que se ha tratado de decir es un listado de
responsabilidades que el ser humano debe tener para poseer la libertad. Para entender con
mayor claridad la conclusión a la que se llegó, se puede hablar de una película titulada
Agentes del Destino, donde el supremo creador decía que las personas no podían escribir
sus propios destinos porque de hacerlo, destruirían el mundo; pues las pocas veces que los
dejó ser libres crearon la Inquisición y causaron dos guerras mundiales. Después de hacer
un análisis de los requisitos para obtener esta libertad, resulta bastante acertada la decisión
de este ser creador, ya que el ser humano no está listo para asumir las responsabilidades de
su libertad. Pero el gran problema, aún mayor que su falta de preparación para lo
previamente dicho, es su ignorancia con respecto a su atribución; puesto que el ser humano
cree tener el derecho a la libertad por pertenecer a su especie, pero desconoce que solo
podrá obtenerla cuando asuma las responsabilidades que tiene con ella.
1
Dimensión antropológica.
Sonia Patricia Coronado Cuesta
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