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Los alzamientos de Guayubín,
Sabaneta y Montecristi
Documentos
Archivo General de la Nación
Volumen CCXV
José Abreu Cardet
Elia Sintes Gómez
Los alzamientos de Guayubín,
Sabaneta y Montecristi
Documentos
Santo Domingo
2014
Cuidado de la edición: Eliades Acosta Matos
Cotejo y corrección: Ibis Acosta y Janley Rivera Mejías
Diagramación: Juan Francisco Domínguez Novas
Diseño de portada: Enrique F. Hernández Gómez
Motivo de portada: Composición alegórica a los procesos iniciados por la justicia militar española
para condenar a los participantes en los primeros levantamientos restauradores de febrero del año
1863, simbolizados por Gregorio Luperón, Santiago Rodríguez y Benito Monción.
Primera edición, 2014
© José Abreu Cardet
© Elia Sintes Gómez
De esta edición
© Archivo General de la Nación (vol. CCXV)
Departamento de Investigación y Divulgación
Área de Publicaciones
Calle Modesto Díaz No. 2, Zona Universitaria,
Santo Domingo, República Dominicana
Tel. 809-362-1111, Fax. 809-362-1110
www.agn.gov.do
ISBN: 978-9945-586-09-1
Impresión: Editora Centenario, S. R. L.
Impreso en la República Dominicana • Printed in the Dominican Republic
Índice
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi:
Los preámbulos de la Restauración................................................................... 7
Documentos.............................................................................................................. 49
Índice onomástico.................................................................................................... 711
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi
Los preámbulos de la Restauración
La historia del Caribe ha sido interpretada desde diferentes ángulos. Los estudiosos
de las sociedades de la región han ido buscando los más disímiles rincones materiales
y espirituales para situarse a indagar sobre esta expresión de la geografía, devenida
en un abigarrado y contradictorio mundo, que se nos ofrece día a día con renovados
bríos: ingenios azucareros, cafetales, prisiones, buques negreros, prostíbulos o conventos, por solo mencionar algunos de los muchos entablados que han soportado las
investigaciones de colegas o simples dilettantes.
El campamento militar o el campo de batalla también ha sido un terreno muy andado. Es éste la punta del iceberg de la historia que atrae con fuerza superior el interés
del público y del especialista. Si salimos de las guías turísticas, el Caribe está rodeado
de un pasado violento, incluso, mucho antes de la llegada de los colonizadores había
pueblos depredadores como los caribes. Es todo un símbolo que este gigantesco lago
encerrado entre las islas y el continente tomáse el nombre de sus vecinos más fieros.
Las Antillas y en general el Caribe, han recibido especial atención de las grandes
potencias que aquí han tenido colonias y neo-colonias: Francia, Inglaterra, Estados
Unidos, Holanda, España y hasta las nórdicas Suecia y Dinamarca. Los alemanes llegaron a tener una explotación en Maracaibo. Este interés desmedido ha despertado
ambiciones y contradicciones, solucionadas las más de las veces a cañonazos. Aquí se
han desarrollado, desde escaramuzas de filibusteros hasta enfrentamientos de armadas que nada tienen que envidiarle a la Invencible. También han tenido lugar sitios
portentosos de ciudades amuralladas, como La Habana, por los británicos.
La esclavitud mantuvo un verdadero estado de violencia donde se aglomeraban,
desde el solitario cimarrón, pasando por los palenques y las sublevaciones de diversas
dimensiones, hasta la esplendorosa revolución haitiana. Las guerras de independencia crearon un verdadero espacio bélico que todavía sorprende por sus dimensiones
y los esfuerzos de ambos bandos.
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Si nos limitamos tan solo al espacio insular colonizado por los franceses y españoles, es sorprendente el ritmo de la actividad bélica. La Española tiene un singular
papel en este conglomerado de las armas y la acción. La independencia no puso fin
al ímpetu guerrero. Haití ocupó Santo Domingo. Los dominicanos se sublevaron
iniciando una larga historia de enfrentamientos con sus vecinos, que no se conformaban con perder esta parte de la isla. De ese modo se formó la sorprendente historia
de cuando un estado antillano se convirtió en metrópoli expoliadora. Derrotados en
varias contiendas los haitianos, República Dominicana logró su independencia. La
anexión a España, en 1861, desembocó en la Guerra de Restauración. Se iniciaba el
principio del fin del imperio español.
La Restauración navegó en el entramado social que alimentó el impulso de la guerra del 68 de la mayor de las Antillas, Cuba. Calixto García, destacado general insurrecto cubano, en una de sus proclamas afirmó: «Antes de mucho veréis el final de la obra
que empezó con el cobarde abandono de Santo Domingo, seguirá con el de Cuba y
concluirá con el de Puerto Rico, último baluarte de la tiranía en toda América».1
No solo la guerra de Cuba traería en sus furias la huella dominicana, se ha afirmado que hasta el enfrentamiento de Chile y Perú a la flota española, en la llamada
Guerra del Pacífico, llevaba implícito la decisión de los dominicanos.
En una carta, el intelectual dominicano Manuel de Jesús Galván afirmaba: «Sí, es
innegable que España perdió mucho de su prestigio en América con el abandono de
Santo Domingo y que el error de creerla débil, por ese hecho, le produjo la Guerra
del Pacífico y la insurrección de Cuba […]».2
En este texto brindamos al lector una colección de documentos producidos por las
sublevaciones que fueron el antecedente más inmediato de la Guerra de la Restauración,
nos referimos a las sublevaciones de febrero de 1863, en específico, a la parte de la papelería de los colonialistas sobre los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi.
¿Por qué nuestro interés por estos acontecimientos?
En nuestro criterio, lo ocurrido en febrero de 1863 en El Cibao y en Neiba, significó una ruptura en la historia del rechazo a la anexión de una parte considerable
de los dominicanos. Ningún alzamiento o protesta anterior había tenido la masividad
de éste ni la participación de tantos grupos sociales. Tampoco tuvieron la proyección
en el tiempo pues un grupo significativo de los sublevados se mantuvieron en franca
rebeldía, tanto en Haití como en territorio dominicano. Las anteriores sublevaciones
habían sido aplastadas sin dejar una continuidad palpable, más allá del ejemplo. De
por sí, estos son elementos que despiertan el interés del investigador. Aunque no menos interesante es cuando penetramos en el universo de los represores.
Los alzamientos de febrero de 1863 fueron esplendorosas victorias de la metrópoli. La sublevación fue aplastada por lo que las autoridades tuvieron tiempo y recursos
para llevar a cabo una acuciosa investigación. Toda ella llevada al papel y guardada
celosamente en los expedientes de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente. Fue
Antonio Pirala Criado, Anales de la Guerra de Cuba, en tres tomos, tomo I, Madrid, Imprenta F. González
Rojas, 1895, p. 763.
2
Roberto Marte, «Una carta de Manuel de Jesús Galván», año LXXIII, volumen XXXVI, No. 130,
Santo Domingo, Boletín del Archivo General de la Nación, mayo-agosto, 2011, p. 355.
1
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
esta tenebrosa institución la encargada de acometer la investigación, por lo que el
historiador cuenta con una información de primera mano, no solo para reconstruir
aquellos acontecimientos, sino para conocer la sociedad dominicana, incluso, otros
asuntos, como la vida material y la cotidiana, pues en los interrogatorios hay referencia a construcciones, calles, medios de transporte, etc.
Existe el criterio de que tales interrogatorios no son confiables, pues se da por
descontado que los detenidos mintieron para eludir la justicia. La afirmación es cierta. Personas que sabían que podían ser condenadas a prisión, e incluso a muerte,
debieron de ocultar su participación en la revuelta.
Pero como las autoridades contaron con tiempo y todos los recursos para llevar a
cabo la investigación por medio de testigos, careos e interrogatorios muy bien estructurados, lograron, en general, determinar el desarrollo de los acontecimientos y la
participación de los acusados con gran precisión.
Además, si queremos analizar aquellos acontecimientos desde el punto de vista
de las mentalidades colectivas, podemos considerar que siempre se miente sobre algo
que pueda ser creíble, por lo que en cada mentira irá una información o una interpretación sobre una realidad social.
La anexión a España
El ser humano tiene la cualidad de acostumbrarse a todo, de hacer cotidiano
lo extraordinario. En lo geográfico, se adapta a los fríos inclementes de Groenlandia o al calor abrasador del Sahara, como si el universo fuera así. En lo espiritual,
diluye cualquier fenómeno y lo inserta en su memoria, como si no pudiera ocurrir
de otra forma. Algo así nos parece la anexión de Santo Domingo a España. La anexión solicitada por la clase dominante del país no se efectuó en un país sumiso. En
esta porción de La Española, se desarrollaron conflictos bélicos importantes. Tal
parece que no ha existido potencia mundial que no probara el polvo de la derrota
en algún intento por conquistar esta tierra. Y en medio de estos insumisos por nacimiento, las élites hicieron lo que nunca se imaginó hacer en América: retornar a
la decadente metrópoli.
Si nos situamos en la época, asombra que los latinoamericanos habían sostenido
largas guerras para obtener su independencia y, contra toda lógica, los dominicanos,
por voluntad propia, retornaban al redil del imperio. El asunto merece un estudio
cuidadoso y hay que analizarlo desde diferentes puntos de vista.
Al surgir en 1844 República Dominicana, España la consideraba: «[…] como un
mal para nuestras Antillas e intereses considerando, no las ventajas que podemos
sacar de ellas, sino los males que podemos evitar».3
Luis Álvarez López, Dieciséis conclusiones fundamentales de la anexión y la Guerra de la Restauración, Santo
Domingo, Editora Argos, 2005, pp. 27-37. Ernesto Sagas y Orlando Inoa, The dominican people. A
documentary history, New Jersey, Princeton, 2003, pp. 19-26.
3
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
La independencia del nuevo estado, situado estratégicamente entre Puerto Rico
y Cuba, en el lado este de la antigua isla Española y la agravante de la existencia de
Haití, en el lado oeste de la isla, con su prédica radical antiesclavista y su secular
empeño por reconquistar la parte este de la isla, creó una situación compleja en el
Caribe hispano.
Las respuestas de los capitanes generales de Cuba y Puerto Rico, ante tan compleja coyuntura, estuvo bajo la presión de tres circunstancias que se desarrollaban simultáneamente en el área. Por un lado, el tono agresivo y belicoso que exhibía Haití
contra la esclavitud. Esta era la base de la riqueza cubana.
Los españoles hicieron lo posible e imposible por aislar a su rica colonia de la
influencia haitiana. El terror que provocó Haití en la imaginación de los esclavistas
españoles podemos resumirlo en una triste anécdota. España intentó dominar la levantisca Saint Domingue durante el desarrollo de la revolución. Un grupo de esclavos se unieron al frustrado esfuerzo español de reconquistar parte de La Española.
Ante el fracaso del intento se dispuso trasladar a los negros que habían combatido
con los españoles a Cuba. El Gobernador de Cuba se apresuró a informar lo delicado
de la situación creada por esa decisión:
Esta noticia ha llenado de terror a los habitantes blancos de la ciudad
y de la isla, cada vecino cree ver el momento de la insurrección de sus
esclavos y de la desolación universal de esta colonia en el momento de
la aparición de estos personajes, esclavos miserables ayer, héroes hoy de
una revolución triunfante, opulentos y condecorados; tales objetos no
son para ser presentados a la vista de un pueblo compuesto en la mayor
parte por hombres de color que viven en la opresión de un número más
corto de blancos.4
Los militares negros fueron dispersados por diferentes territorios del imperio:
La Florida, Yucatán, Costa de Mosquitos, Portobelo, Trinidad e incluso la propia
Península, recibieron a los esforzados y poco apreciados defensores del imperio
hispano.
El abolicionismo británico encontró rechazo absoluto en los propietarios de esclavos cubanos y españoles. David Turnbull, el incorruptible cónsul británico en La
Habana, fue detenido y expulsado cuando penetró en el norte del oriente cubano,
tras las huellas de unos negros de Las Bahamas vendidos en esa zona. La anexión de
Santo Domingo significó alejar de las costas cubanas la amenaza latente de los Estados Unidos, como en cierta forma, neutralizar el mal ejemplo haitiano. Por lo menos,
eso parecía a los ojos hispanos. Al mismo tiempo, formaba parte del pensamiento
imperial español, que en esos momentos se encontraba en auge.
Jorge Ojeda y Jorge Canto, «La aventura imperial de España en la revolución haitiana. Impulso y
dispersión de los negros auxiliares: El caso de San Fernando de Ake», Yucatán, Secuencia, Revista de
Historia y Ciencias Sociales, Instituto Mora, México, enero-abril, 2001, pp. 74-75.
4
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Desde los años cincuenta del siglo xix, España había intentado abrirse un espacio
entre las grandes potencias. Para esto se embarcó en toda una serie de aventuras coloniales como fue el envío, en 1858, de una pequeña expedición militar a Indochina,
junto con los franceses. Esta aventura colonial se extendió desde 1858 hasta 1862. En
este año retiraron el contingente formado por 1,500 militares.5 Entre 1859 y 1860 se
llevó a cabo la agresión a Marruecos.6 Participó en el inicio de la intervención francesa en México, que culminó en el trasnochado imperio de Maximiliano. El general
Prim, al frente de 4,000 militares, salió del puerto de La Habana y tomó parte en los
primeros momentos de esa aventura. Prim retornó a La Habana con su ejército antes
del estallido de la guerra contra Maximiliano.7 Los hispanos continuaron adelante
con su espíritu imperial. Intentaron ocupar las islas peruanas de Chincha, ricas en
guano.8 Esta agresión terminaría en la Guerra del Pacífico contra Chile y Perú. Los españoles no lograron reconquistar las islas y se retiraron prácticamente derrotados. La
anexión de Santo Domingo está enmarcada en este retorno a los sueños imperiales.
En el seno de la República Dominicana, sectores de la clase dominante y de
la intelectualidad negaban la posibilidad de que esta nación pudiera constituirse
en república, con su gobierno propio. La causa esencial de esa determinación casi
siempre se situaba en el interés de mantenerse en el poder de un grupo de la élite
de los hateros, encabezados por Santana. Para esto recurrieron al apoyo de España.
También al desprecio de esa élite por el pueblo dominicano, al que consideraban
que no era capaz de gobernarse. Todo esto es cierto, pero también es necesario
tener en cuenta que aún no se había constituido una nacionalidad fuerte. Hoy es
difícil juzgar este acontecimiento, pues en la Guerra Restauradora se formaron los
grandes mitos heroicos del pueblo dominicano. Algo similar ocurrió en Cuba con
la guerra de 1868: «Sagrada Madre Nuestra», llamó Martí a esta guerra.9 El genial
cubano resumía el impacto emotivo de la contienda. Desde aquellos años difíciles,
en la imaginación cubana se fue sobredimensionando el aporte heroico y se fue
olvidando que una parte nada despreciable de los nacidos en la isla apoyaron a la
metrópoli. En la República Dominicana se ha historiado, con lujo de detalles, el
rechazo que encontró la anexión desde sus primeros momentos en una parte de la
población, pero se recuerda menos que otra parte de los dominicanos la apoyaron.
Un grupo de ellos de forma incondicional.
En los momentos en que se produjo la anexión, en diferentes municipios o comunes se testimonió el respaldo a la medida por medio de la recolección de firmas
en un documento. Es cierto que en un estado despótico, como el español, siempre
queda la duda sobre la voluntariedad o no de esa decisión; pero surgen otras aristas
del problema si valoramos el proceso restaurador y conocemos de la participación de
René González Barrios, Chile en la independencia de Cuba, La Habana, Editora Verde Olivo, 2007, p. 23.
Ibídem.
7
Ibídem.
8
Ibídem, p. 28.
9
Instituto de Historia de Cuba, Las luchas por la independencia nacional y las transformaciones estructurales,
1868-1898, La Habana, Editora Política, 1996, p. 151.
5
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
las llamadas Reservas Dominicanas en la guerra, formando parte del bando español,
e incluso, que una parte significativa de éstas se retiraron con dicho ejército.
Hemos tomado algunos ejemplos de los dominicanos que apoyaron la anexión:
En el puesto militar de Sabana de la Mar, común de Hato Mayor, provincia de Santa Cruz del Ceibo, el 21 de marzo de 1861, firmaron, a favor
de ésta, 36 personas;10 en San José de Yamasá, la firmaron 92 personas;11
en San Pedro de El Cercado, 144;12 en Las Matas, 97;13 en San Lorenzo
de Montecristi, 52;14 en Hato Mayor, 95;15 en Cotuy, 90;16 en San Antonio
de Bonao, 136;17 en Jarabacoa, 89;18 en Sabaneta, 59;19 en Guayubín,
99;20 en Baní, 93;21 en Santo Domingo, 614;22 en Azua, 137;23 en El Seybo, 103;24 en Barahona, 7425 y San Pedro de Macorís, 50.26
En una situación tan compleja, cuando una parte de la población niega la posibilidad de construir un estado independiente, estalló la guerra de agosto de 1863. El
proceso restaurador fue un factor muy importante en la consolidación de la nacionalidad. Hostos se dio cuenta que aquella guerra fue un catalizador del proceso de
formación de la dominicanidad; al respecto escribió: «Todos los males causados por
España al pueblo dominicano pueden perdonársele en recompensa del beneficio
involuntario que le hizo al obligarlo a tener conciencia».�
Para el historiador dominicano Roberto Cassá: «[…] la guerra restauradora fue
el acontecimiento histórico de mayor relevancia en la gestación de la nación dominicana y de la conciencia nacional […]».27
El asunto de una nacionalidad que no se había consolidado en el siglo xix era bastante común en las Antillas españolas. Aunque las causas del desarrollo de movimientos anexionistas, tanto en Cuba como en Santo Domingo, son muchas, el escenario
de estos acontecimientos es el de nacionalidades que no se han consolidado.
Ramón Lugo Lovatón, «Pronunciamientos anexionistas de 1861, conclusión», Vol. XVI, Ciudad
Trujillo, Boletín del Archivo General de la Nación, julio-septiembre, No. 78, 1953, pp. 258-259.
11
Ibídem, pp. 259-261.
12
Ibídem, pp. 261-263.
13
Ibídem, pp. 263-265.
14
Ibídem, pp. 271-272.
15
Ibídem, pp. 273-274.
16
Ibídem, pp. 266-267.
17
Ibídem, pp. 268-269.
18
Ibídem, pp. 261-263.
19
Ibídem, pp. 269-270.
20
Ibídem, pp. 270-272.
21
Ibídem, pp. 55-56.
22
Ibídem, pp. 56-60.
23
Ibídem, pp. 60-62.
24
Ibídem, pp. 62-63.
25
Ibídem, pp. 63-65.
26
Ibídem, p. 65.
27
Roberto Cassá, Historia social y económica de la República Dominicana, tomo II, Santo Domingo, Editora
Alfa y Omega, 1989, p. 91.
10
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
En Cuba ocurrió algo similar. Cada uno de esto países desarrolló su propia
dinámica anexionista, reaccionando según los intereses y limitaciones de la élite
de poder. En los dominicanos, asombra la cantidad de ofertas que hacen a todo el
que quisiera anexarse al país. En esto coincide el interés de la élite del poder de
perpetuarse. También demuestra que existieron lagunas en la conformación de la
nacionalidad.
La solución que buscaban los dominicanos a sus problemas era que una potencia
lograra estabilidad e hiciera que la sociedad progresara. Las circunstancias hicieron
que fuera con España con quien concluiría la anexión. Se unieron a uno de los países
más atrasados de Europa. Existe cierta lógica en esta determinación. En la época, la
dominicana era una sociedad con una élite inculta y relativamente pobre, que tan
solo aspiraba a perpetuarse en el poder. La oferta de España podría entrar en la
lógica de este grupo de hateros de escasas perspectivas económicas, pero con gran
perspicacia política, pues utilizaron la anexión para perpetuar el control del poder
político. La amenaza de Haití le vino como anillo al dedo a este grupo. Lo interesante
es que los que promovieron la anexión fueron factor esencial en las derrotas militares
de Haití, lo que consolidó la posibilidad de establecer un estado en la parte oriental
de La Española. Uno de los militares que logró obtener varias de las más relevantes
victorias contra los haitianos, el general Pedro Santana, fue el máximo impulsor de
las ideas anexionistas.
Los cubanos se obsesionaron con los Estados Unidos. En especial, en el occidente
de la isla, era grata la anexión, pues los promotores eran, en esencia, propietarios de
grandes ingenios azucareros cuya mano de obra era esclava. Se temía que ésta cediera
ante Inglaterra y terminara aboliendo la esclavitud. Los terratenientes esclavistas cubanos eran gente inteligente, comprendieron que el sur esclavista iba a llegar a todos
los extremos para mantener esa horrible institución.
Al final de la guerra civil estadounidense, continuó el interés por la anexión, pero
hubo un cambio radical: ahora los que pedían la anexión eran los que se alzaron en
armas contra España, los que se habían ilusionado con la libertad y la igualdad. Existía un asunto circunstancial producto de la guerra; los insurrectos no tenían armas
ni experiencia bélica para enfrentarse a un enemigo que los superaba en medios y
organización militar. El apoyo de los Estados Unidos podía significar el fin de la guerra y del dominio español. Otro asunto también los atraía: el universo de libertades,
el desarrollo industrial y social que ofrecía la vecina nación, en contrapartida con los
países de América Latina.
Los cubanos estaban en otra situación, pues tenían un desarrollo económico y
social muy superior al de República Dominicana. El asunto es que la sociedad cubana había rebasado las posibilidades que le daba la metrópoli. Lo interesante es
que el mayor esfuerzo cubano, en la primera mitad del sigo xix, no fue obtener la
independencia, sino la anexión a una potencia de mayor desarrollo que España. Los
movimientos armados de mayor relieve, las expediciones de Narciso López y el alzamiento de Joaquín de Agüero, perseguían ese objetivo. Tanto dominicanos como cubanos recurrieron a la anexión siguiendo la lógica de países con una nacionalidad en
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
formación. La diferencia de la metrópoli preferida estuvo dada por el desarrollo de
cada uno de estos estados. El desarrollo económico cubano explica que escogieron
a los Estados Unidos. Debemos recordar que el mercado para el azúcar cubano eran
los Estados Unidos, no España.
Para entender el camino a la anexión es necesario comprender la otra imagen
de la independencia. El lograr ésta no podía ser tan agradable. Existían númerosos
malos ejemplos para los dominicanos y los cubanos.
Las repúblicas latinoamericanas, tras la independencia, mostraron aristas nada agradables. En ellas se estableció un estado de incertidumbre creado por numerosas guerras
civiles. El asunto no era solo reconocido por los partidarios del independentismo.
Diego Tanco, un abogado habanero que participó en la conspiración independentista de Soles y Rayos de Bolívar, desarrollada en Cuba en la década de los años
veinte del siglo xix, desengañado ante la situación de las repúblicas latinoamericanas
escribió: «Es preciso convencernos de que a esta isla no le conviene mudar de gobierno, aventurando un presente feliz y seguro, por teorías seductoras, que a sus espaldas,
encubren los abismos más espantosos».28
Años después, el poeta cubano José María Heredia, que militó en el independentismo, en carta al capitán general español, Miguel Tacón, en momento de desesperación y desilusión, le expresaba: «[…] pero las calamidades y miserias que estoy
presenciando hace ocho años, han modificado mucho mis opiniones, y verían como
un crimen cualquier tentativa para trasplantar á la feliz y opulenta Cuba los males
que afligen al continente americano».29
La anexión en las dos Antillas españolas fue motivada por muchos factores circunstanciales. En República Dominicana existía la supuesta posibilidad de ser anexados a Haití, lo que era muy poco probable en 1863, dada las numerosas victorias
dominicanas contra Haití. Pero este espíritu anexionista tenía una base real: las nacionalidades cubana y dominicana no se habían consolidado. Esto le daba un margen
de acción bastante grande a las tendencias anexionistas.
Estados Unidos, con su gran desarrollo económico y social, fue siempre una posibilidad muy atractiva para las élites de ambos países, incluso en Santo Domingo, al
estallar la lucha contra España, aparecía como un aliado de los independentistas. La
posibilidad de un apoyo de los Estados Unidos estuvo presente en la mitología de la
sublevación de ambos países. Dos individuos enviados por los sublevados de Santiago
de los Caballeros, el 24 de febrero de 1864, para que solicitaran la rendición de las
fuerzas españolas concentradas en el fuerte de San Luis, dijeron, sin base real alguna:
«Señores, podemos asegurar a Uds. que una escuadra americana, con no sé qué número de tropas de desembarco, ha fondeado ayer en Montecristi».30 Esto, según un
militar español que escribió un libro sobre aquellos acontecimientos, era: «[…] una
de las muchas tonterías que, como propaganda, corría muy válida en los campos».
Diego Tanco, Reflexiones breves e imparciales de un habanero sobre la isla de Cuba, La Habana, Imprenta
Fraternal de los Díaz Castro, 1825, pp. 5-6, 16.
29
A. Pirala Criado, Anales de la guerra… tomo I, p. 14.
30
Adriano López Morillo, Memorias sobre la segunda reincorporación de Santo Domingo a España, tomo I,
libro 3ro, Santo Domingo, Sociedad Dominicana de Bibliófilos.
28
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Durante el desarrollo de la guerra ese mito del apoyo militar estadounidense continuó. Poco antes de la ocupación de Montecristi, en 1864, por las fuerzas españolas,
se afirmaba que en ese puerto se encontraban trescientos artilleros norteamericanos
con cañones y parque dispuestos a luchar contra los españoles.31
En Cuba, el deseo de un apoyo estadounidense fue tema común en la imaginación de los enemigos de España. Un complotado en un movimiento subversivo que
estalló en 1851, afirmaba que el objetivo de la conspiración era: «[…] romper el yugo
del gobierno de España para hacerse independiente y contaba al logro de este propósito con fuerzas que vendrían de los Estados Unidos y con las de ellos mismos».32
Al principio de la guerra de 1868, también se siguió creyendo en esa posible
ayuda del poderoso vecino. En este sentido se pueden valorar las palabras de uno de
los caudillos de la frustrada sublevación que se produjo en Guantánamo. Uno de los
detenidos relató a las autoridades hispanas las palabras de un líder que, en un encendido discurso, afirmó: «En el Norte de América, públicamente, se estaba reclutando
gente para ayudar a los revolucionarios; que ya habían más de seis mil hombres que
estaban para llegar de un momento a otro […]».33
En cierta forma, las sublevaciones de febrero de 1863 se desarrollaron en medio
de dos presiones internacionales: una más cercana, el interés de Haití de poner fin al
dominio español en Santo Domingo; la otra, los intereses expansionistas de los Estados Unidos hacia el Caribe. Ambos intereses eran un estímulo para los sublevados. Se
esperaba que Haití y los Estados Unidos los apoyaran en la sublevación. No podemos
descartar un imaginario apoyo de los países latinoamericanos que habían sufrido el
yugo colonial hispano. Es muy interesante que el país que sirvió de pretexto para la
anexión, Haití, fue una de las esperanzas de los dominicanos para sostener la lucha
independentista contra España. El estudio de las sublevaciones de febrero de 1863
nos puede esclarecer este singular contrapunteo entre ambas naciones. En general,
en la población dominicana existía un repudio ante la posibilidad del retorno a la
dominación haitiana. Uno de los factores que permitió el rápido aniquilamiento de
la sublevación de Neiba, el 9 de febrero de 1863, fue que uno de los líderes expresó
la posibilidad de retornar al dominio haitiano. Las autoridades españolas propalaron ese criterio y la mayoría de los revolucionarios desertaron o se pasaron al bando
contrario. Pero los hombres que habían luchado contra la anexión, hasta agosto de
1863, no habían considerado como perjudicial para el futuro de la república el obtener mayor apoyo de Haití o refugiarse en ese país, en caso de derrota. Si bien no
estaban de acuerdo en retomar el antiguo estado de antes de febrero 1844, no existía
una discrepancia radical con Haití y se podía aceptar el apoyo de este país. Los sublevados en febrero, trataron de obtener la ayuda haitiana. Esa situación echa por tierra
el pretexto de la élite que solicitó la anexión a España. Es decir, la amenaza de Haití
Ibídem, p. 32.
Archivo Nacional de Cuba, Fondo: Comisión Militar Ejecutiva y Permanente, legajo 100, expediente
4, folio 118.
33
Ibídem, legajo 126, No. 12.
31
32
15
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
para la independencia. Es interesante que esa amenaza tan solo funcionara para los
anexionistas, no para los independentistas. No hemos podido encontrar evidencias,
entre los restauradores, del temor de que el apoyo de la vecina nación pusiera en
peligro la futura independencia.
Ya en la segunda mitad del siglo xix, la fuerza de atracción política que pudieran tener algunos de los grandes países latinoamericanos con intereses en el Caribe,
como México, Venezuela y Colombia, había desaparecido. Igualmente ocurrió con
Haití, que pese a sus pequeñas dimensiones había desarrollado cierto papel en la
zona, como fue el apoyo a Bolívar, la anexión de lo que sería República Dominicana
y las posteriores guerras de reconquista, al obtener ésta la independencia.
En el siglo xx, tanto la historiografía dominicana como la cubana, han tratado
de justificar esas inconsistencias que llevaron a tomar los caminos de la anexión. Los
dominicanos han culpado tan solo a Santana y sus allegados, de la anexión a España.
Se han olvidado del apoyo con que contó la anexión, al producirse ésta.
Los cubanos han estado en una situación más delicada, pues si bien España es
historia para los dominicanos, no sucede lo mismo con las relaciones de la mayor
de Las Antillas con los Estados Unidos y el enfrentamiento entre ambos países en
el siglo xx y xxi. En el siglo xx, se ha tratado de justificar esa veleidad anexionista,
según el punto de vista de los independentistas, de diversas formas, una de ellas
es limitando el asunto tan solo al tema militar, aduciendo que la ayuda militar y el
reconocimiento político acelerarían el fin de la dominación colonial. En ambos casos, tanto en República Dominicana como en Cuba, no se ha valorado lo que pudo
influir, sobre tal decisión, una nacionalidad en formación.
Esas lagunas en la nacionalidad pueden, en parte, explicar el aporte de naturales
de estos países a las fuerzas coloniales. El asunto es común para Las Antillas. En Haití,
junto a los franceses, combatían tropas negras. Santo Domingo aportó al esfuerzo colonial las famosas y aguerridas Reservas Dominicanas. En Cuba pelearon en el bando
hispano, con singular valor, las llamadas Guerrillas. El Cuerpo de Voluntarios protegió las ciudades y poblados. También de sus filas salieron no pocos batallones que
operaron en el campo de batalla. Esta realidad militar ha creado serios problemas en
las interpretaciones históricas. El apoyo de una parte de los naturales de estas islas a
las metrópolis, provoca dificultades para la construcción de los mitos nacionales. No
todos los cubanos fueron fieles insurrectos ni todos los dominicanos restauradores
convencidos.
Incluso el mismo desarrollo de las acciones también provoca contradicciones en
las interpretaciones históricas. Al analizar el pasado bélico dominicano y en general
de Las Antillas, no podemos olvidar que la referencia que se utiliza tiene un poderoso
trasfondo de historia militar tradicional impuesto por la cultura de la metrópoli.
En cierta forma, las metrópolis nos han exportado sus Austerlitz y Waterloo. No
nos parece nada honroso reconocer la importancia definitoria de la escaramuza.
Tampoco es elegante conocer que el combate frontal, en las guerras de independencia de Las Antillas, fue asunto muy secundario y que, en general, nada decidió. Fue
16
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
ésta, en esencia, guerra de pequeñas partidas, de resistencia prolongada. Las causas
de los fallecimientos de los militares coloniales lo demuestran.
En la revolución haitiana, las fuerzas francesas fueron virtualmente diezmadas
por las enfermedades. Hasta el general en jefe, Leclerc, padeció de fiebres. En República Dominicana, las bajas españolas en la contienda de restauración fueron de
486 muertos en combate y 6,854, de enfermedades.34 Aunque el número parece disminuido por el interés de la metrópoli, en esencia, las enfermedades predominaron
como causa de muerte.
Las guerras de Cuba son los ejemplos más elocuentes. En la Guerra de los Diez
Años, los españoles reconocieron que, del primero de noviembre de 1868 al primero de enero de 1878, tuvieron un total de 145,884 fallecidos, de ellos, por causas de
enfermedades, 133,555; en combate, 12,329. Además, 1,612 quedaron inútiles por
heridas y fueron licenciados, mientras que, por enfermedades, se encontraron en esa
situación, 37,728. De esa forma tan solo el 8.4% murió en combate.35
En la guerra de 1895 a 1898, según una investigación realizada por los cubanos,
solo el 3.18 % de los militares españoles murieron en combate, el resto de enfermedades.36 Esta realidad ha creado una seria controversia en la interpretación histórica.
Algunos autores de la metrópoli señalan que estas fueron guerras, más contra los
microbios que contra los hombres. Lo que no se ha comprendido es que ésta es, en
general, una característica de las guerras irregulares, pero, muy en especial, de Las
Antillas. Las enfermedades forman parte del conflicto. Las guerras contra España
de República Dominicana y Cuba necesitan una revisión metodológica, incluso, nos
ofrecen indicaciones para andar estos caminos de la interpretación. Hay que valorar
el papel de la nacionalidad, en el campo puramente militar y lo que representó el enfrentamiento bélico en sí, es decir, el combate. Ninguna de estas contiendas se ganó
o perdió por un combate o una batalla. En estas condiciones, el papel de los líderes
militares y políticos es muy relativo. En el caso de Cuba, la mayoría de los líderes fallecen en el desarrollo de la contienda, pero ésta se mantiene. En Santo Domingo el
asunto es más sorprendente. En los alzamientos de febrero de 1863, tal parece que
las masas se han desbordado sobre los caudillos. Esta multitud es la que solicita que
los futuros héroes se subleven.
Tanto en Cuba como en República Dominicana, ocurre un acontecimiento interesante: el papel de los negros y mulatos. En República Dominicana, los españoles no
tenían un enemigo común que uniera a un amplio segmento de la población, como
sí ocurría en Cuba con los esclavos y gente de color libre, respecto a la población que
Jorge Castel, Anexión y abandono de Santo Domingo (1861-1865), Madrid (Cuadernos de historia de las
relaciones internacionales y política exterior de España), 1954, p. 32. Las cifras del historiador son
bajas. Cifras más altas sobre el número de muertos las reflejan Eduardo González Calleja y Antonio
Fontecha Pedraza en Una cuestión de honor. La polémica sobre la anexión vista desde España (1861-1865),
Santo Domingo, Fundación García Arévalo, Amigos del Hogar, 2005, p. 172.
35
Casa Natal de Calixto García. Centro de Documentación de las Guerras de Independencia,
documento 23.
36
Raúl Izquierdo Canosa, Viaje sin regreso, La Habana, Ediciones Verde Olivo, 2001, p. 125.
34
17
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
se consideraba blanca. Se temía una sublevación de los esclavos y de la población
libre de color. El asunto racial en República Dominicana funcionó al revés. En Cuba,
el miedo al negro había unido a una parte de la población en torno a la metrópoli,
estableciendo en la sociedad cubana un profundo racismo. En República Dominicana, el desprecio de los blancos españoles por negros y mulatos fue un factor de
cohesión, para gran parte de la población, en la decisión de restaurar la República.
La población dominicana era, mayoritariamente, negra o mulata.
En República Dominicana funcionó el miedo a la esclavitud, pero a la inversa de
Cuba. En Cuba habían actuado dos temores: uno era que se aboliera la esclavitud y
los propietarios se despertaran una mañana cualquiera con que habían perdido una
parte fundamental de sus riquezas y el otro, que una sublevación de esclavos eliminara el poder y la vida de los que se consideraban blancos. En República Dominicana,
la esclavitud también implantó el pánico en la sociedad. El común de la gente temía
que los españoles establecieran la esclavitud. Los negros y mulatos, mayoría en la
población, podían ser vendidos en Cuba y Puerto Rico, donde esa infernal situación
existía. Un torbellino de comentarios recorría la Capitanía General de Santo Domingo, si bien algunos de ellos carecían de toda lógica. Se llegó a decir: «[…] que
el Islmo. Sor. Arzobispo de la Isla no era tal sino un comerciante al cual había sido
vendida la Isla, el que con un sello venía marcando a sus habitantes para embarcarlos
y llevarlos a vender a la Isla de Cuba como esclavos y que los iba a desarmar a todos,
no dejándoles ni aun un cuchillo con obgeto que no pudieran defenderse».37
Las causas de los alzamientos de febrero de 1863 son muchas, pero las que se
hicieron más evidentes, que pudieron ser contadas por las autoridades, fueron resumidas por el general José Hungría en una carta a sus superiores, el 24 de febrero, en
los momentos en que reprimía el alzamiento de Guayubín y Sabaneta:
[…] son varias las causas que hacían estar alarmados los ánimos a las
que se unían la esplotación hecha de ellas por algunos malévolos, que
están acostumbrados a medrar en las revoluciones; una de las cosas que
más alarma había producido fué la pastoral del Señor Arzobispo, a la
que con siniestro fin dieron la peor interpretación los díscolos y los sacerdotes encargados de ir moralizando al pueblo, la causa de éstos obrar
así, es en mi concepto, el no avenirse a vivir morigeradamente, acostumbrados como estaban, a efectuarlo en el mayor libertinaje; V.E. sabe la
influencia que ejercen sobre cierta clase de gente, y el partido que de
ella pueden sacar y han sacado, pues los mismos Alcaldes Pedáneos, con
motivo de los acontecimientos, han estado cometiendo otros vejámenes
sin más obgeto que sublevar la gente que después ellos mismos han
conducido al punto de la insurrección, agregase a esto, en mi concepto,
los trabajos haitianos, pues cuentan con ellos, y si no ostensiblemente,
Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, tomo 28. El original se encuentra en el Archivo
de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago.
37
18
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
los ausilian por debajo, de que después sólo así se comprende aparezcan armados y municionados, cuando carecían de una y otra cosa. Estas
eran, en mi concepto, las causas que estaban influyendo en el espíritu
público, pero nada formal había todavía, prueba de ello las alarmas de
Santiago y Puerto Plata, pero a la llegada del Señor Comandante de Artillería, tras la rotura por él de los armamentos y la clavazón de los cañones, corrió como chispa eléctrica por las galleras y demás lugares de ésta
frontera, la voz de que las inutilizaban las armas y desembarcaban con
objeto de esclavizarlos, y ésto Exmo Señor, cundiendo con la velocidad
del rayo, soliviantó los ánimos, dando el triste resultado que tocamos.38
En los interrogatorios a los individuos apresados por la sublevación de febrero de
1863, era común que se expresara el miedo ante la posibilidad de ser convertidos en
esclavos. Uno de los interrogados afirmaba que: «Siendo las voces que circulaban que
los españoles querían poner la esclavitud y otras varias que no recuerda».39
El tema de que los españoles desarmaban a los dominicanos era real y fue utilizado por los revolucionarios en su propaganda contra estos. De por sí, el hecho de desarmar a la población resultaba incomprensible para los dominicanos. Ellos habían
luchado durante siglos contra muchos enemigos. Para el pueblo, las armas resultaban
parte de su cultura.
Un testigo, refiriéndose a uno de los sublevados afirmó que: «[…] estándo un día
jugando gallos, le dijo dicho Decaer que en Sabaneta los españoles habían roto los
fusiles y que iban a ir, casa por casa, a desarmar los criollos».40
No menos importante fue el papel desempeñado por personas de relieve, como
el comandante de milicias, don Norberto Torres. Según un informe español, los trabajos de los conspiradores:
[…] también lo hizo adelantarse según noticias que tengo, el haber sospechado el Señor Coronel Garrido, era uno de los que trabajan más
principalmente con el Comandante de Milicias, Don Norberto Torres,
el que se apercibió querían prenderle y desapareció del pueblo antes de
anochecer, presentándose al día siguiente con la fuerza, habiendo antes
sublevado a Sabaneta.41
La única promesa que cumplió España, fue no restablecer la esclavitud, pero la
mayoría de los dominicanos acabaron creyendo esos inverosímiles comentarios sobre
las autoridades.
Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, tomo 28. El original se encuentra en el Archivo
de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago.
39
Ibídem.
40
Ibídem.
41
Ibídem.
38
19
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Este fue uno de los motivos que movilizó a muchos dominicanos a integrar las
filas de la Restauración. Diversos testimonios demostraban lo que significó este miedo a la esclavitud en el país. Por tan solo citar uno, Juan de la Cruz Ureña, quien se
encontraba entre los que se sumaron a la insurrección del 24 de febrero en Santiago
de los Caballeros, declaró al ser interrogado por los españoles, luego de su captura:
Que se encontró una porción de paisanos armados entre los cuales recuerda a Ramón Almonte, Vidal Pichardo, Eugenio Perdomo, Pedro Ignacio Espaillat, Juan Antonio Alis, Domingo Curiel y Ramón Pacheco,
todos los cuales le dijeron que los españoles querían hacerlos esclavos, entusiasmándolo con esto, con lo cual consiguieron que los siguiese […].42
El temor era tan general, que un militar peninsular que tomó parte en la Guerra
de Restauración, anotó en sus memorias que, cuando se hizo el censo: «[…] muchos
huyeron al monte porque les hacían creer que estábamos formando listas para llevarlos de esclavos a Cuba».43
Aunque la condición humana es compleja e impredecible. En ocasiones, una
copa de más puede ayudar a marcar una frontera política.
Así le ocurrió a José Rivas, un criador de ganado vecino de Montecristi quien afirmaba que: «[…] bien que cree se le haya prendido por haber dicho algunas palabras
en contra de los criollos de su pueblo, en consecuencia de haber bebido algo más de la
cuenta».44 Al referirse a criollos, hacía alusión a los miembros de las reservas españolas.
A esto es necesario agregar el desprecio de las autoridades españolas hacia los
dominicanos. Incluso, los miembros de las Reservas Dominicanas que defendieron la
metrópoli, no estaban exentos de ese desprecio. Un informe español sobre ellos afirmaba que: «Los individuos del antiguo Ejército de la República de Santo Domingo,
ignoran todos los ramos de la instrucción militar, en el cual no existía organización
regular ni disciplina; que el carácter y hábitos de aquellos habitantes difiere mucho
de los nuestros y principalmente en la cuestión de razas».45
Si una parte de la población había apoyado la anexión, otra, desde su inicio, se
mostró inconforme e iniciaron las protestas. En el momento de izar la bandera española, en marzo de 1861, se produjeron reprobaciones en diferentes lugares del país.
Luego se sucedieron movimientos armados. En una fecha tan temprana como el 23
de marzo de 1861, en San Francisco de Macorís, hubo una reacción negativa. En
Moca, el dos de mayo se produjo una insurrección. Los rebeldes atacaron el cuartel
Archivo General de Indias, Fondo Cuba, Comisión Militar Ejecutiva, Plaza de Santiago de los
Caballeros, año 1863, legajo 1015a, documento 1, copia textual que se encuentra en el Archivo
General de la Nación, República Dominicana, Fondo César Herrera, tomo II.
43
A. López Morillo, Memorias sobre la segunda reincorporación…, p. 69.
44
Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, tomo 28. El original se encuentra en el Archivo
de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago.
45
Emilio Rodríguez Demorizi, Hojas de servicio del ejército dominicano (1844-1865), tomo I, Santo Domingo,
Editorial del Caribe C por A, 1968, p. 50.
42
20
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
dando muerte al teniente Francisco Capellán, oficial de la guardia de la cárcel. Igualmente, atacaron la Comandancia de Armas hiriendo a Suero, general de las reservas,
primera autoridad militar de la villa. Este último, sin embargo, logró vencer a los insurrectos en su intento de apoderarse de la Comandancia de Armas. Se produjeron
otras manifestaciones de oposición en Puerto Plata, en la furtiva oposición del Senado para hacer viable que se frustrara el proyecto de anexión y en los fracasados intentos del presbítero Fernando Arturo de Meriño de producir un alzamiento nacional.
Muy significativa fue la expedición de Sánchez y Carbajal. Esta expedición, integrada
fundamentalmente por dominicanos, se organizó en Haití, desde donde invadió suelo
dominicano. Este fue un esfuerzo orientado a crear una insurrección nacional generalizada que diera al traste con el proyecto anexionista. Sánchez, con ese objetivo, le escribió
a los generales Fernando Valerio, José Valera, Víctor George, Manuel de Luna, Pedro
Florentino y Juan Contreras, con el ánimo de sumarlos al alzamiento anti-anexionista.
Los revolucionarios tuvieron algunos éxitos. Para fines de mayo y principios de
junio cristalizó la toma de Las Matas de Farfán, por Cabral; se capturó El Cercado,
por Sánchez y se ocupó Neiba, por Taveras. El objetivo siguiente sería el ataque sobre
San Juan de la Maguana, el cual nunca se llegó a realizar, pues diferentes factores
conspiraron contra la rápida movilización de los patriotas.
El movimiento acabó en el fracaso, Cabral se retiró hacia Haití y Sánchez y sus expedicionarios fueron derrotados militarmente en una emboscada que tuvo lugar en
El Cercado. Los heridos y sobrevivientes fueron sometidos a un Consejo de Guerra,
condenados a la pena capital y ejecutados veinte.46
En febrero de 1863 se produjeron los alzamientos de Neiba, Guayubín, Sabaneta,
Montecristi y Santiago de los Caballeros. Algunos de estos alzamientos conllevaron
verdaderas operaciones militares y combates de cierta magnitud, como los de Guayubín y Sabaneta que contaron con la participación de cientos de hombres, concluyeron con la captura por los rebeldes de Guayubín, Sabaneta y Montecristi y provocaron combates de envergadura, como el de La Manga, donde se utilizó hasta artillería.
Si bien, formalmente, podíamos hablar del fin de estos movimientos en marzo de
1863, por la acción represiva española, la insurrección continuó latente, no solo en
el sentido espiritual, sino también en el material, pues muchos de sus integrantes pasaron a Haití, donde continuaron conspirando. Incluso, algunos permanecieron en
territorio dominicano, en franca rebeldía. Las protestas anteriores y los alzamientos
fueron la acción de grupos relativamente reducidos y no contaron con el apoyo de la
mayoría de la población. Era la acción de los dominicanos más radicales y convencidos de la viabilidad del Estado dominicano, pero no encontraron un apoyo masivo,
pues un segmento del pueblo esperaba de la nueva situación cambios favorables. En
cierta forma, el Estado español no había agotado sus posibilidades de cambio. En
febrero de 1863, estaba demostrado que con la anexión no se solucionarían los problemás esenciales del país.
Lugo Lovatón, Sánchez, Ciudad Trujillo, Editora Montalvo, 1942, p. 56.
46
21
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
En agosto de 1863 se produjo el alzamiento de Capotillo, que dio inicio a la Guerra de Restauración. El alzamiento dominicano fue un proceso que se fue conformando desde los primeros momentos de la anexión y se manifestó en una oposición
contra la dominiación española que fue ganando adeptos, motivada por las medidas
administrativas españolas que lesionaron los intereses de diferentes sectores y por
asuntos más subjetivos, como el racismo de los funcionarios y militares españoles y
la imposición, por parte de las autoridades eclesiásticas peninsulares, de medidas
que chocaban con los hábitos caribeños. España era incapaz de solucionar muchos
problemas de los dominicanos ni cumplir, en lo más mínimo, las promesas que había
hecho.
Conspiración y alzamiento
República Dominicana, en el momento de ser anexada a España, había sido un
estado independiente. Incluso había sostenido una prolongada guerra contra Haití
para alcanzar ese estatus. La existencia de una memoria bélica reciente es muy importante para entender los estallidos revolucionarios de febrero y, en general, el movimiento restaurador. Los dominicanos se habían batido contra diversos invasores,
prácticamente desde la llegada de los colonizadores españoles. Esto había cimentado
una cultura bélica en el país.
Pero lo que influyó directamente en la lucha contra España, fue el desarrollo de
las guerras contra Haití. En 1863, una parte significativa de los veteranos de las guerras contra Haití estaban vivos. Si hacemos un simple cálculo matemático podríamos
considerar que un hombre que en 1844 tuviera 35 años, en 1863 tendría unos 55.
Casi siempre, en las contiendas bélicas, los que forman parte de ambos bandos son
jóvenes. Podríamos considerar que, una parte considerable de los que se sublevaron
en 1844 y luego los que integraron las fuerzas dominicanas en las guerras que se desarrollaron entre ambos países, debían tener entre 20 y 35 años. Por lo tanto, en 1863,
la mayoría de ellos estarían vivos y activos en la vida política y económica del país.
Otro asunto importante es que algunos ayuntamientos se sumaron al movimiento
independentista, como fue el caso del de Sabaneta y una parte significativa de los
miembros del de Santiago de los Caballeros.
Si bien lagunas en la conformación de la nacionalidad dominicana explican, en
parte, la anexión a España y el apoyo que ésta recibió de un segmento de la población, al mismo tiempo, la consolidación de esa nacionalidad en aquellos años explica
lo rápido del aliento independentista, por lo que la anexión puso en evidencia un
contrapunteo entre las fortalezas y las debilidades de la nacionalidad dominicana. En
Cuba, el apoyo al integrismo de una parte de la población, nos sitúa también ante
este contrapunteo.
Las estructuras de control español sobre la sociedad no se habían establecido con
todo rigor. De todas formas, España había creado una expectativa entre un grupo
22
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
importante de dominicanos. Se esperaba que la metrópoli introdujera cambios significativos en la sociedad dominicana; pero nada de esto ocurrió.
El alzamiento se produjo a los dos años y cuatro meses de restablecido el poder
colonial. España intentó establecer mecanismos de control de la sociedad similares
a los de Cuba. Se ha culpado a la metrópoli de imponer una política despótica en
su nueva colonia. Pero España no tenía otra experiencia que fuera más allá del patíbulo y el calabozo. Mirándolo desde el lado de los dominadores, le habría dado
resultado. Pese a todos los signos independentistas que se desarrollaron en América,
en la primera mitad del siglo xix, lograron mantener bajo su control a Cuba y Puerto
Rico. Pero la situación allí era diferente. Contaban con un poderoso aliado en la inmigración española. En el caso cubano, era un grupo portentoso. En 1862 residían
en Cuba unos 48,000 canarios y 67,600 peninsulares y baleares;47 en total sumaban
unos 115,600. Si tenemos en cuenta que la población era de 1,426 475,48 nos encontraremos con más del 10 % de los vecinos en la isla. Además, una parte significativa
de ellos eran jóvenes varones, por lo que en una contienda bélica tendrían un peso
importante en el bando al que se inclinaran. Muchos eran empleados del gobierno
y, en general, todos se beneficiaban con los privilegios que significaba su condición
de españoles.
En lo material, Cuba les ofrecía posibilidades que no tenían en su tierra. Todos
soñaban en convertirse en ricos indianos, así se les llamaba a los emigrados que se enriquecían en América Latina y regresaban a su tierra natal. Llevar la vida y la estampa
que describe un intelectual español sobre los indianos, era una callada esperanza de
cada peninsular, balear o canario que llegaba a Cuba:
Eran inconfundibles, orondos, sonriendo a diestro y siniestro enseñando un puñado de dientes de oro que le iluminaban la boca y con sus
leontinas, también de oro puro, colgándoles del chaleco, descaradamente. Con el veguero entre los labios, bien machacado, babeado de
gusto, a punto de apagarse y el jipijape cubano cubriéndoles la cabeza.
Con las barrigas hinchadas como bombos de tanto arroz con frijoles y
tanta yuca y quimbombó. Y es que la mayoría venía de Cubita la Bella,
que por aquel tiempo era la niña bonita de la emigración.49
José Martí realizó un análisis interesante sobre la situación de los inmigrantes
españoles en Cuba. En la mayor de Las Antillas el inmigrante hispano:«[…] vive en
gozo y consideración que no conoció jamás en su aldea miserable o en su ciudad
roída o pobretona».50
Ismael Sarmiento Ramírez, Cuba: Entre la opulencia y la pobreza. Población, economía y cultura material en
los primeros 68 años del siglo xix, Madrid, Aldaba Ediciones, 2004, p. 45.
48
Ibídem.
49
Leocadio Machado, «Los Indianos», http://mgar.net/cuba/indianos.htm.
50
José Martí, La Revolución de 1868, La Habana, Instituto del Libro, 1968, p. 329.
47
23
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
El apoyo del Estado español, en República Dominicana, era mucho más endeble.
La inmigración hispana era muy reducida. En términos de peso para una contienda,
la podemos considerar prácticamente nula. A diferencia de Cuba, donde un grupo
de sus vecinos crearon estrechos lazos, por tradición o intereses, el dominicano había
conocido otros senderos que no eran, precisamente, los de la sumisión colonial. En
cierta forma, la misma anexión era un ejemplo de las muchas libertades que gozaban.
Había tenido la oportunidad de escoger entre ser una república o parte del imperio
español. Era necesario limar y convertir a estos levantiscos nuevos súbditos del imperio en gentes fieles.
Concluida la anexión, un análisis del Capitán General de Santo Domingo sobre
los oficiales de las reservas que serían trasladados a Cuba, afirma que:
Los hombres de este país, nacidos en libertad, acostumbrados al goce
de todos los derechos políticos y civiles y disfrutando de las ventajas de
todas las categorías sociales, llevarán sus hábitos y su altiva condición a
unas posiciones donde existe la esclavitud, sirviendo en ellas de pernicioso ejemplo para los esclavos y libertos de su propia raza.51
El asunto iba más allá del ejemplo potencial que podían dar en Cuba, sino en su
propio suelo; esta población que había conocido la vida en una república donde eran
ciudadanos, ahora se encontraba convertida en colonia de uno de los imperios más
atrasados de la época, en lo social y en lo económico.
La estructura mental de los colonialistas les impidió actuar con suficiente flexibilidad para ganarse sino a toda, a una parte considerable de la población. Desde el
punto de vista material, poco le ofrecieron a la nueva colonia para beneficiar a un
segmento de la sociedad, con tal de que le fuera fiel. Incluso, no crearon siquiera
una capa de funcionarios públicos nativos que se beneficiaran con el nuevo poder.
La mayoría de estos fueron importados de la metrópoli. El ejemplo más evidente fue
el propio Santana, que después de actuar enérgicamente a favor del nuevo gobierno,
acabó siendo despachado por lo agrio de su carácter y el cuestionar las órdenes emanadas de los capitanes generales.
El alzamiento
Si analizamos el alzamiento de febrero de 1863, en el marco de las guerras de los
antillanos, nos vamos a encontrar con un movimiento típico de estas contiendas. Si
bien existe un plan general, muy parecido al de los cubanos de 1868, 1879 y 1895,
el alzamiento estalla sin orden, siguiendo el impulso de cada caudillo o grupo de
comprometidos. El de Neiba estalló el 9; el de Sabaneta y Guayubín, el 20 y 21 y el
Archivo Nacional de Cuba, Fondo: Asuntos Políticos, caja 227, No. 8.
51
24
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
de Santiago, en la noche del 24. Al igual que en los alzamientos cubanos, había un
plan común por lo menos, entre los tres últimos, aunque el plan nadie lo cumplió.
Al igual que los cubanos no hubo una preocupación prioritaria para acumular armas
y parque. Existen muy buenas intenciones, pero los acontecimientos se imponen y la
gente se alza con lo que tiene.
Las armas y el parque eran uno de los problemás más serios de estos movimientos. Los españoles llevaron a cabo una intensa campaña de inteligencia en todo el
Caribe para evitar las expediciones en ayuda de los revolucionarios. Realmente, esa
preocupación tenía su lógica. El Caribe ha servido de escenario a uno de los mayores
contrabandos de armas para sustentar expediciones. Cuba es un ejemplo palpable
de esto. En la primera guerra de independencia cubana (1868-1878), se organizaron
58 expediciones. No todas lograron llegar.52 En la guerra de 1879 a 1880, desembarcaron dos expediciones insurrectas.53 En la contienda de 1895 a 1898 el salto es sorprendente por la gran cantidad de embarcaciones que llegan a la tierra del mambí;
lograron desembarcar 48 expediciones.54
En el caso de los alzamientos de febrero de 1863, se pensaba obtener armas de
Haití, además de las que guardaban los dominicanos.
La existencia de un estado fronterizo enemigo de España era una gran ventaja
para los dominicanos y, en este caso en particular, para los revolucionarios del Cibao.
El asunto de obtener equipos bélicos no era fácil. España tenía una tupida red de
espías que se encargaban de vigilar a los dominicanos exiliados. Un ejemplo de esto
fue la vigilancia sobre Duarte. Al estallar la Guerra de la Restauración, las autoridades españolas en Santo Domingo comunicaban a Madrid que habían sido informados: «por conductos dignos de crédito […]»55 que Duarte se encontraba en Curazao
«arreglando los medios de favorecer con armas y dinero a la facción de esta provincia
y aún, de ir a la incorporación a ella […]»56
Poco después se envió desde Madrid un documento al encargado de negocio en
Venezuela para que vigilara la acción de Duarte en ese país. El patriota dominicano
residía desde hacía años en ese Estado. El referido funcionario logró averiguar que
Duarte había embarcado en La Guaira, con rumbo a las Islas Turcas. De inmediato,
el Encargado de Negocios puso en alerta al Cónsul en Puerto Cabello y Vicecónsul
en La Guaira, quienes se encargarán de confirmar esa noticia.57
Gálvez Aguilera Milagros, Las expediciones navales en la Guerra de los Diez Años (1868-1878), La Habana,
Ediciones Verde Olivo, 2000, p. 62.
53
Francisco Pérez Guzmán y Rodolfo Sarracino, La Guerra Chiquita: Una experiencia necesaria, La Habana,
Editorial Letras Cubanas, 1982, pp. 260-268.
54
César García del Pino, Expediciones de la guerra de independencia (1895-1898), La Habana, Editorial
Ciencias Sociales, 1996. Cuadro estadístico de las expediciones desembarcadas durante la guerra de
independencia.
55
Emilio Rodríguez Demorizi, En torno a Duarte, Volumen XLII, Santo Domingo, Academia Dominicana
de la Historia, 1976, p. 146.
56
Ibídem, p. 146.
57
Ibídem, p. 148.
52
25
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Este es tan solo un ejemplo de la acción de vigilancia de las autoridades españolas sobre los restauradores. Poco antes de los estallidos de febrero de 1863,
los españoles hicieron un esfuerzo para desarmar al pueblo dominicano. Liquidaron los polvorines que existían en los poblados, pero en febrero de 1863, los
sublevados contaban con armas. La mayoría de los interrogados por la Comisión
Militar Ejecutiva y Permanente, lo afirman. Una parte debió de proceder de las
que tenían en propiedad los dominicanos. En un país de muchas guerras, era
asunto normal que los particulares tuvieran armas, pero también hay informes
de que, en especial, los sublevados en Sabaneta y Guayubín recibieron armas de
Haití. Lo más probable es que no fueran directamente del Estado haitiano, que
estaba bajo la amenaza de ser bombardeados sus puertos por la flota hispana, si
se solidarizaban con los independentistas dominicanos. Pero la frontera era muy
extensa, muy mal vigilada y siempre existía la posibilidad de que, a través de ella,
se recibieran armas y parque.
Otros asunto importante era la relación numérica entre hispanos y rebeldes.
En las sublevaciones de febrero del 1863, las fuerzas revolucionarias en Guayubín,
Sabaneta, Montecristi y Neiba, inicialmente, superaron a las tropas coloniales. Era
imposible mantener guarniciones numerosas en aquellos poblados. La represión
en las colonias era una inversión económica y ésta debe estar acorde a la importancia de la misma. Como era imposible mantener tropas en las diferentes comunes o
municipios del Cibao, se recurrió a crear en Santiago una guarnición relativamente
númerosa. La medida fue la más oportuna posible: si esas tropas se hubieran dispersado en los diferentes poblados de la región, hubieran podido ser rápidamente
aniquiladas. Al evitar esto, se contaba con un núcleo importante para combatir a
los posibles sublevados. Pero a corto plazo, esto le daba facilidades a los sublevados
de contar con la superioridad numérica. Las fuerzas sublevadas tenían a su favor
la naturaleza, propicia para la guerra de guerrillas, por la falta de comunicación y
la existencia de bosques y montañas. Además, las fronteras de Haití podían ser un
refugio de estos hombres.
Un aspecto importante era lo relativamente reducido de la población; en la época, el país contaba con unos 300,000 vecinos y de estos, una parte apoyaba la metrópoli, algunos de una forma muy activa. Si bien se produjeron sublevaciones y protestas contra España, poco después de realizarse la anexión, también la nueva metrópoli
recibió apoyo, en diferentes puntos.
Los acontecimientos
En febrero de 1863, en el Cibao se habían forjado los invisibles hilos de un complot independentista. Gente de las más diversas procedencias sociales habían comenzado a conspirar. Se realizaron reuniones y se traían armas y parque del cercano Haití. Otros alistaban sus viejos fusiles de las guerras de separación contra Haití. Como
26
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
siempre ocurre en este tipo de conspiraciones, donde hay demasiados que conocen
los secretos, a oídos de las autoridades llegaron noticias alarmantes sobre el alzamiento que se preparaba.
El general de las reservas, D. José Garrido, gobernador de Guayubín, afirmó:
[…] que en el mes de enero próximo pasado, cuya fecha no recuerda
recibió una comunicación del Sor. Gobernador General de la provincia,
por la cual dicho Sr. le manifestaba que había llegado a su conocimiento
que en éste punto se trataba una rebolución en contra del Gobierno de
S. M. y por consiguiente, tomáse todas las medidas de precaución que
juzgase convenientes, dándole parte de todo cuanto sobre el particular
supiera y ocurriera […].58
El gobernador tomó algunas medidas:
[…] al recibo del cual se apersonó con varios señores del pueblo que
merecían su confianza, considerándoles adictos al Gobierno de S. M.
de los cuales trató de inquirir informes sobre el obgeto a que se refería
la comunicación que había recibido del Sr. General Gobernador de la
Provincia, cuyos señores que son Juan Grullón y Basilio Fondé y a otros
varios cuyos nombres no conoce por hacer poco tiempo que se halla
en este punto, entre los cuales se dirigió también al Sr. Coronel de las
Reservas D. Felix Escarfuller todos los que le manifestaron que nada
sabían del asunto sobre el cual les preguntaba, en consecuencia de lo
que ofreció en contestación al Sr. General Gobernador de la Provincia manifestándole que a pesar de las diligencias que había practicado
en averiguación de los hechos sobre que le prevenía, no había podido
indagar nada, sin embargo de lo que había tomado las disposiciones
convenientes para la seguridad del término a su cargo continuando en
averiguaciones sobre el particular […]59
Los vecinos fieles a España les brindaron más información a las autoridades coloniales de Guayubín. El gobernador español le informa a sus superiores:
[…] que poco después de esto se le presentó un hijo del viejo Vallejo
cuyo nombre no sabe, el que, por encargo de su padre, le manifestó
que tuviera mucho cuidado, pues había visto a muchas personas desconocidas que iban y venían por distintos puntos, cuyas personas notaba
que se dirigían a otras del vecindario que no eran de su confianza, por
Archivo General de la Nación, Fondo César Herrara, Tomo 28, El original se encuentra en el Archivo
de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago.
59
Ibídem.
58
27
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
lo que sospecha dicho viejo Vallejo que se trataba de algún asunto de
revolución […]60
El gobernador realizó indagaciones al respecto:
«[…] cuya noticia manifestó seguidamente a los arriba dichos, D. Juan
Grullón y D. Basilio Fondé, los cuales le dijeron entonces que tenían
también noticias sobre lo mismo […]»61
El gobernador de Guayubín de inmediato tomó medidas:
[…] las cuales noticias puso inmediatamente en conocimiento del Sor.
General Gobernador de la Provincia, por medio de un oficio, solicitando al propio tiempo de esta autoridad, se sirviera mandarle refuerzos
o cuando menos algunas municiones, pues que la tropa de su destacamento no tenía otras a propósito para sus armas más que dos paquetes
de cartuchos, cuya comunicación remitió por un particular que no recuerda quien fuera.62
La labor de inteligencia española dio sus resultados. Hasta oídos del gobernador
de Guayubín llegaron noticias de que la conspiración se había extendido hasta la ciudad de Santiago de los Caballeros. Incluso llegó a obtener los nombres de algunos de
los comprometidos. Envió un emisario con los detalles que logró obtener.
El general Hungría, jefe de Santiago, recibió al subteniente Miguel Muzas que
traía información del gobernador de Guayubín. Hungría tomó algunas medidas para
la defensa de aquella plaza, como citar e interrogar a los individuos que denunciaba
el jefe de Guayubín y aumentar la defensa del fuerte San Luis. En el caso de Guayubín, la situación era muy difícil, el jefe de la plaza era el coronel de la Reserva Juan
Garrido, un hombre de absoluta fidelidad a España, pero que contaba para la defensa de la plaza con un oficial y 30 soldados del ejército español, de los cuales, ocho estaban enfermos. El 20 de febrero mandó un segundo mensaje a Hungría pidiéndole
refuerzos. El día 21, Hungría envió, desde Santiago, 25 soldados para reforzar Guayubín. Esta decisión de Hungría fue criticada por algunos autores españoles de la época; estos eran muy pocos hombres, pero viendo el asunto con la óptica del momento,
el general estaba realmente comprometido, debía de defender una amplia provincia
con varios puntos importantes incluyendo la propia capital. Tenía una inmensa frontera con Haití que cubrir y para todo esto contaba con una guarnición relativamente
reducida. Es de pensar que este general no quiso fragmentar sus fuerzas enviándolas
a Guayubín u otro lugar de la provincia. Sus planes eran de mantener un contingente
Ibídem.
Ibídem.
62
Ibídem.
60
61
28
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
unido en Santiago y desde allí enviar refuerzos a cualquier punto de su jurisdicción.
Para entender la situación del general Hungría y en general de las fuerzas de la metrópoli en el Cibao, en febrero de 1863, debemos de analizar la relación que existe
entre las tropas regulares y las irregulares en este tipo de conflicto.
La guerrilla es asunto individual. Incorporarse y sobrevivir a la dura prueba de
la montaña o el bosque es una muestra de las muchas cualidades de cada hombre
y mujer que la integran. Tiende rápidamente a ir individualizando las cualidades y
defectos de cada uno de sus integrantes. El hombre definido, con nombre y apellido
muy concreto, se puede destacar entre la veintena de irregulares por sus muchas habilidades en la emboscada, por su capacidad de guiar al grupo hacia las mejores y más
ventajosas posiciones en el combate. La realidad cotidiana de sobrevivir y el combatir,
lo irán decantando paulatinamente. Se le buscará en los momentos más difíciles para
que salve las circunstancias más preñadas de peligros.
Sin embargo, la contraguerrilla es asunto anónimo. La forma más eficaz de combatir al irregular es imponiéndose por el número, más que por la calidad. El guerrillero se expresa en decenas o centenas, el contra guerrillero, en decenas de miles. La
superioridad numérica para las fuerzas gubernativas es absolutamente relativa. Este
asunto en la historia, realmente, no se ha entendido en todas sus dimensiones. Para
valorar la superioridad de las fuerzas de un gobierno sobre los irregulares se deben
entender otros elementos que no consisten en una simple proporción numérica. Por
regla, las tropas regulares son superiores, en número, a la guerrilla. Pero la esencia
de la superioridad numérica no radica en un asunto aritmético. Las fuerzas gubernamentales deben de ocupar cada casa, cada sendero, cada aguada de importancia para
los contrarios; tan solo se puede considerar una superioridad numérica a favor de la
antiguerrilla si se cumple con tales parámetros. Por lo que la lucha antiguerrillera
está matizada de un profundo sentido de colectivo, al accionar. El gran héroe es el
número de combatientes.
En el caso de la sublevación de febrero de 1863, la relación numérica estaba a favor
de los irregulares. La guarnición de Guayubín y Sabaneta era muy reducida. Al parecer,
en Sabaneta era más bien simbólica. El único lugar en que esa relación era favorable
a los regulares, fue Santiago de los Caballeros. Tenían una superioridad respecto a los
irregulares y además, el nivel de disciplina, organización y equipos militares que poseían. Agreguemos que la acción fundamental se efectúo en la ciudad; esto descartaba
la ventaja del bosque. Los revolucionarios no pudieron recurrir a las guerrillas.
Los sublevados en Guayubín hicieron un esfuerzo considerable para sumar a oficiales de experiencia de las Reservas Dominicanas. Varios de los líderes eran militares, pero en general, no se llegó a ver una cohesión entre los revolucionarios. La idea
era sumar individuos con altos grados militares.
Alrededor del 18 de febrero, los conspiradores se reunieron en el antiguo campamento español, ya abandonado, de Dajabón y acordaron alzarse el 20 de febrero.
El día 20 se alzan en Sabaneta el general Santiago Rodríguez, el coronel Salcedo
y Juan A. Polanco, así como los civiles Gilberto Torres, Ricardo Curiel y Silva. Parte
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
del Ayuntamiento de Sabaneta se une a los revolucionarios. Al ser aplastada la sublevación, la acción de las autoridades contra el Ayuntamiento puso en evidencia la
participación de éste en la revuelta. Varios de ellos fueron condenados a prisión: «Los
paisanos que componían el Ayuntamiento de Sabaneta Don Manuel de Jesús Núñez,
Don Ambrosio Echavarría y Don Juan Isidro Rodríguez, han sido destinados por el
Escmo. Sor. Capitán General a que sufran tres años de destierro en la península de
Samaná. Lo que participo a V. para los efectos consiguientes».63
Las condenas que sufrirán posteriormente los miembros del Ayuntamiento respondían a la realidad de que habían apoyado la sublevación. Los sublevados ocuparon el poblado de Sabaneta. La primera medida que tomaron fue confeccionar
una proclama anónima declarando la república. De inmediato comenzó el reclutamiento. Para esto utilizan una antigua costumbre dominicana de que, en caso de un
peligro, se llamaba a los vecinos del poblado y los campos inmediatos, disparando el
cañón que se encontraba en cada plaza de los centros urbanos.
Se produjo una movilización general que concentró a los revolucionarios en el
poblado de Sabaneta. Es interesante que las estructuras administrativas sirvieran para
estos fines. El alcalde de la común y varios miembros del Ayuntamiento y funcionarios, se sumaron al movimiento revolucionario. El alcalde de Sabaneta le escribía a
uno de sus subordinados:
Sabaneta, 21 de febrero de 1863
Señor Alcalde Pedáneo:
Hahora que son las 10 hace dos horas que se ha enarbolado el pabellón
Dominicano; por tan inmediatamente reciba Ud. éstas pasará Ud. órdenes a todos los oficiales bajo su mando que nombren todos los hombres
sin ecepción de personas se presente a ésta plaza con sus armas en el
mejor estado advirtiéndole que en pudiendo tomar las armas no debe
quedarse nadie quedando el cumplimiento de esta orden bajo su responsabilidad. Dejando solamente 20 hombres de guardia en el camino
de la bajada de La Caoba para impedir el que pase ningún español y
menos ningún grupo de hombres armados, a menos que se presenten
uno a uno.
Dios guarde a Ud. ms. años.
El Coronel Encargado
El Alcalde
Firmado: Santiago Rodríguez.64
Ibídem.
Ibídem.
63
64
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
La incorporación del Ayuntamiento al alzamiento incrementó el número de integrantes del movimiento revolucionario. Los sublevados en Sabaneta hicieron una
estratagema para afectar la guarnición de Guayubín. Decidieron atraerla a Sabaneta
y derrotarla allí.
Antonio Puigrubí, contralor de la enfermería militar de Guayubín nos describirá
esta estratagema de los sublevados en Sabaneta:
[…] el día diez y nueve del mes próximo pasado, que por la tarde el
Sor. Gobernador Garrido recibió un oficio del Comandante de Armas
de Sabaneta titulado el Coronel Batista, el que por dicha comunicación
solicitaba fuerzas con el obgeto de reprimir una sublevación, que se
estaba fraguando en aquel punto cuya fuerzas cree el declarante que
las solicita el espresado Batista con el obgeto de hacerlas víctimas de su
traición, pues es uno de los principales revolucionarios.65
Pero el gobernador de Guayubín no cayó en la trampa. En lugar de dirigirse a
Sabaneta o enviar refuerzos allí, remitió la ayuda a Santiago de los Caballeros: «[…]
pidiendo ausilio, de cuya comunicación fue portador D. Osvaldo Guasp, comerciante
de ésta […]»66
Continúan llegando alarmantes noticias al mando español de Guayubín: «[…] y
el día veinte y uno se empezó a circular la voz en el pueblo, que Sabaneta se había
pronunciado, por lo que se redobló la vigilancia y se pusieron en defensa de ésta
población».�
Entre las medidas estaba el poner en alerta el destacamento y concentrar los heridos en el cuartel. De esa forma pensaban, por un lado, incrementar el número de
fuerzas con los enfermos que pudieran combatir, proteger a los más graves y evitar la
dispersión de sus hombres.
Pero los sublevados de Sabaneta también habían tomado medidas. Marcharon sobre Guayubín. Lograron reunir alrededor de ochocientos hombres, al frente de estos
se encontraban el general Lucas de Peña, Rodríguez y otros. En la noche, el grueso
de los revolucionarios abandona Sabaneta y se dirige hacia Guayubín. Sabaneta se
convierte en la retaguardia, allí se quedan algunas tropas que continúan el reclutamiento y entran en contacto con los colaboradores de Haití. Se calcula, según fuentes
españolas, que los revolucionarios llegaron a contar con mil trescientos hombres, de
ellos unos armados con armas de fuego; los demás, con machetes.67 Al amanecer del
21 de febrero llegaron a orillas del Yaque, junto a Guayubín. Los insurrectos piensan
sorprender a la guarnición del poblado, se dividen en tres destacamentos y reparten
en porción igual a los armados. Uno de estos, bajo el mando del general Rodríguez;
el otro por el coronel Salcedo y el otro por el coronel Benito Monción. Los insurrecIbídem.
Ibídem.
67
A. López Morillo, Memorias…, p. 62.
65
66
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
tos cruzan el río, al frente, el general Rodríguez con su tropa, luego el resto. Ya cerca
del poblado, los generales Peña y Rodríguez acuerdan entrar en un arreglo con las
tropas de Guayubín. Un testigo en el bando español describiría en estos términos lo
ocurrido:
[…] y como a las diez de la mañana de mismo día (21) el General Lucas E. de Peña, titulado General en Gefe de las fuerzas sublevadas, le
mandó una comunicación al Sor. Gobernador de éste punto en el que
le manifestaba que se rindiese, pues de lo contrario él sería responsable
de las desgracias que pudiesen haber si se veía en la necesidad de entrar
por la fuerza, y hallándose dicho General Lucas situado al otro lado del
río, en el sitio titulado El Mangar, con una fuerza de más de seiscientos
hombres, entre los que figuraba también, como Gefe principal, Norberto Torres.68
Inicialmente, los españoles decidieron enfrentarse a los sublevados:
[…] en virtud de lo que el Gobernador reunió en Junta y en la Casa
de Gobierno a los miembros del Ayuntamiento del pueblo, a los S.S.
oficiales del destacamento, al declarante, al primer practicante de la
enfermería y a otros S.S. comerciantes del pueblo, a los que les informó
qué ocurría, manifestándoles que él estaba dispuesto a resistir a los revolucionarios con el destacamento a sus órdenes y personas que quisieran
adherírseles, haciéndolo así saber al cabecilla de los Lucas, en contestación a la comunicación que éste le había dirigido.69
La respuesta del mando español fue enérgica:
[…] que después de esto, los Sres. del Ayuntamiento y comerciantes
que habían sido llamados en Junta por el Gobernador, principiaron a
rogar al Sor. Gobernador que se rindiera ó retirase con el destacamento,
puesto que si se resistía se iba a arruinar el pueblo, peligrando las vidas
de todos, pues iban aumentando considerablemente las fuerzas los sublevados.70
El gobernador tenía otro criterio: «[…] la cual no fue estimada por el Sor. Gobernador que le contestó estaba resuelto a defenderse».71
Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, tomo 28. El original se encuentra en el Archivo
de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago.
69
Ibídem.
70
Ibídem.
71
Ibídem.
68
32
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
En vista de que no habían logrado la rendición de la guarnición, un grupo de
vecinos decidieron convencer a los rebeldes para que no atacaran:
[…] en vista de lo que, los antedichos señores dispusieron nombrar
una Comisión entre ellos con el obgeto que fuera a informarse del
General revolucionario Lucas, cuál eran sus pretensiones, lo cual
efectuaron ignorando cuáles fueron los señores que desempeñaron
la comisión, sabiendo sí, que desistiese de sus propósitos revolucionarios, cuyos consejos fueron desatendidos por éste diciéndoles Lucas, que si el destacamento no se rendía antes de la seis de la mañana
del siguiente día veinte y dos, entraría en el pueblo a sangre y fuego,
haciéndolo con todas sus fuerzas, además de las que esperaba de la
Sierra y Sabaneta.72
Se hizo un segundo intento para evitar y ganar tiempo, mientras se esperaba una
columna de refuerzo:
[…] lo cual fue comunicado por dichos señores al Sor. Gobernador, el
que repitió que de todos modos estaba resuelto a resistirse, que después
se presentó D. Ambrosio García, propietario de la Región, aconsejando
al Gobernador viese el modo de transigir pacíficamente con los sublevados, haciendo una capitulación honrosa, ofreciéndose ir a verse con
el revolucionario Lucas a fin de conseguir de él que no se moviera del
otro lado del río, por lo menos hasta la tarde ó noche del siguiente día
veinte y dos, con el fin de ganar tiempo para que pudieran llegar refuerzos de Santiago, pues que hacía dos o tres días que el Alcalde de Monte
Cristi al paso por ésta población viniendo de Santiago, había dicho al
Gobernador, que el General Hungría, Gobernador de la provincia, le
había dicho que el día después de Miércoles de Ceniza tenía dispuesto
saliesen de aquella Capital ciento veinte y cinco hombres con obgeto de
reforzar éste destacamento y establecer otro en Monte Cristi las cuales
fuerzas se suponían próximás en camino de éste punto en las circunstancias que se narran.73
Pero este intento fracasa, según un testigo de todos aquellos acontecimientos:
[…] que habiendo ido el espresado Ambrosio García a tratar con Lucas
con el indicado obgeto, le dijo éste, que no daba más tregua que hasta
las seis de la mañana en que entraría en el pueblo con las fuerzas, que
estaban deseosos de acabar con todos los blancos, ofreciéndoles sin
Ibídem.
Ibídem.
72
73
33
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
embargo que si se rendía el destacamento, les daría un salvo conducto
para que se fueran a donde quisieran.74
Hubo un segundo intento de los vecinos:
[…] en vista de cuyas proposiciones, los antedichos señores del Ayuntamiento y Comercio volvieron a suplicar al Sor. Gobernador que se retirase con el destacamento, haciéndole reflecciones sobre la situación en
que se hallaba el pueblo y considerable número de enemigos que tenía
que contrarrestar, en consecuencia de lo que el Sor. Gobernador reunió en Junta a los S.S. Oficiales del destacamento y demás del destacamento y comercio, ya reunidos en la anterior dicha Junta, proponiendo
que en vista de lo que Lucas le mandaba a decir que se podían retirar
para donde quisieran, pensaban hacerlo con el destacamento y demás
señores que quisieran seguirle con dirección a Santiago, cuya determinación adoptaba en virtud de las circunstancias, sin contar con agua,
víveres y municiones suficientes para resistirse algunos días, siendo ésta
determinación aceptada por todos los señores de la Junta, redactándose
enseguida una Capitulación, por la cual se proponía a Lucas dicha retirada a Santiago, pudiéndolo hacer con equipos, armas y municiones,
debiendo ser respetadas las vidas e intereses de todos, las cuales condiciones fueron aceptadas por el dicho Lucas que en la mañana siguiente
veinte y dos, como a las siete de ella, entró en el pueblo con los sublevados, manifestándo entonces Lucas al Sor. Gobernador que sin embargo
que había consentido que pudiera retirarse con dirección a Santiago le
aconsejó que no lo hiciera así, en cuyo caso no respondería de lo que
pudiera ocurrirle en el camino, que se hallaba en bastante número ocupado por los suyos con distintas partidas y puntos, por lo que creía más
acertado marchara para Monte Cristi en donde podía embarcarse para
el punto que quisiera ofreciéndole una escolta que le acompañara para
evitar fuera atropellado por las partidas de su gente que pudiera hallar
en el camino, lo cual fue aceptado por el Gobernador, en el interín.75
Se formaliza la capitulación con un documento firmado por ambos jefes militares:
Yo, el infrascrito General en Gefe del Egército Expedicionario de ésta
Plaza y del destacamento Español, D. Juan José Garrido, hemos convenido entre ambos bajo de una capitulación que ellos hacen, el primero
a recibir y el segundo a entregar bajo las condiciones siguientes:
Ibídem.
Ibídem.
74
75
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
1º. Respetar en todas sus partes las personas de su Destacamento y demás
de la población con todos sus equipages.
2º. Concedérsele el retiro con sus armas bajo palabra de honor de no hacer
uso de ellas hasta llegar a su destino.
3º. Dárseles un salvo conducto para impedir sean atacados en el tránsito.
4º. Dárseles una hora para salir antes de ocupar nosotros esta plaza.
5º. Consentir en que varias personas que quieran acompañarles lo hagan y
todo fundado en mi palabra de honor.
Hecho y pasado en San Lorenzo de Guayubín a 22 de febrero de 1863.
Firmado: El Coronel Juan Garrido, L. E. de Peña, el Subt. Pedro Garrido y el Subteniente Luis Prado.76
La población de Guayubín, integrada fundamentalmente por bohíos y casas de madera y guano, no poseía defensas, además, el número de la guarnición era muy reducido.
La defensa, ante lo desproporcional de las fuerzas contendientes, hubiera sido inútil.
Según una fuente española: «La conducta regular y humanitaria seguida en Guayubín por los jefes rebeldes fue universalmente comentada con los pronunciamientos favorables a que eran acreedores [...]»77
La rendición de la guarnición de Montecristi, sin ofrecer resistencia, fue justificada por el jefe de ésta en estos términos: «[…] pero que por no haber tenido fuerza
con qué contar fué imposible hacer resistencia pues solo había un número de veinte
y cinco hombres a mi disposición, estos casi todos del pueblo».78 Mientras: «[…] la
fuerza sublevada era muy superior, por lo que tanto ellos como yo nos vimos forzados
a acceder a la rendición para de ése modo no esponer a la población a sufrir represalia a las masas insurrectas».�
La realidad era que el movimiento había sido masivo. La primera medida que
adoptan los revolucionarios en Guayubín, consistió en movilizar a todos los vecinos
de la común; para esto disparan, varias veces, el cañonazo de alarma.
Los sublevados en Sabaneta y Guayubín intentaron extender la sublevación a localidades cercanas. Una de estas fue Las Matas. Antonio Batista, uno de los líderes de
Sabaneta, se dirige hacia Las Matas el dos de marzo, al frente de un grupo de insurrectos; su intención era tomar esa población.
Pero las autoridades de Las Matas fueron informadas. El jefe militar, de inmediato, movilizó a los vecinos fieles y envió exploradores que lograron detectar, a legua y
media, a la tropa enemiga. El nueve de marzo, el oficial le informaba a sus superiores
lo acontecido en su jurisdicción. Luego de que obtuvo información de la presencia
de los revolucionarios dispuso:
Ibídem.
A. López Morillo, Memorias…, p. 64.
78
Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, caja 26. El original se encuentra en el Archivo
de Indias, Fondo Cuba, legajo 1004B, Gobierno Militar de Santiago.
76
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
[…] que alguna parte de los habitantes de la común saliesen a su encuentro para contrarrestarlos. Efectivamente, se colocaron éstos en el
lugar nombrado El Peñón como a media legua de éste pueblo y a las
cuatro de la tarde del citado día se presentaron los rebeldes a su vista,
instando repetidas veces que querían hablar ya conmigo, ya con otros,
pero como se les hizo entender que no se quería comunicación y que
para lograr su sedicioso proyecto era necesario pasar sobre nuestros cadáveres, se les hizo fuego en consecuencia y muy pronto se retiraron
tomando precipitada y vergonzosamente la fuga para Sabaneta. El 3
mandé la misma tropa a fijarse en Mao, que es el límite que divide ésta
población con la de Sabaneta, en donde á permanecido hasta hoy.
El alcalde de Las Matas desmovilizó el día seis a una parte de los vecinos, dejando
tan solo a cuarenta para enfrentar otro posible intento del enemigo.
Los sublevados recaban el apoyo de las autoridades haitianas. Si bien algunos militares haitianos se mostraron proclives a la solidaridad, el gobierno central, ante la
posibilidad de un ataque de la armada española, rechazó formalmente ese apoyo. El
cónsul español en Haití describía lo acontecido:
Consulado General y Encargaduría de Negocios de España en Haití.Escmo. Sor.- Muy Sr. mio al Escmo. Sr. Secretario de Estado digo con
esta misma fecha lo que sigue.- «El 28 del pasado febrero recibí un atento billete de Mr. Dupuy, Ministro de Relaciones Exteriores invitándome
a su casa para hacerme comunicaciones importantes. Acudí al punto y
me dijo lo que sigue.- «Acabamos de recibir hoy una noticia desagradable de la frontera. En la parte española se ha sublevado un tal Peña contra el Gobierno español.- Este individuo ha dirigido una comunicación
al General de Fort Liberté, que ha cometido la torpeza de contestarle.
Dichas comunicaciones se han recibido en el Gobierno y el Presidente, oyendo al Consejo de Ministros, ha acordado separarle inmediatamente del mando, y nombrar en su lugar al General Philantrope Noel.
Al propio tiempo se han despachado tres ayudantes de Campo a los
Comandantes Generales de la línea fronteriza, mandando que rechazen si necesario fuese con la fuerza a los que se presenten armados en
nuestros puestos cortando absolutamente toda la comunicación con los
rebeldes, sin dejar pasar a persona alguna que no venga provista de un
pasaporte del Capitán General de Santo Domingo.- Y que si por caminos
estraviados entraban, luego que fuesen habidos serían internados en el
territorio de la República.79
Ibídem.
79
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Según el criterio del Cónsul, en el gobierno haitiano se movían dos corrientes:
unos que se declaraban enemigos de apoyar los restauradores y quienes simpatizaban
con esa solidaridad. En el caso de la sublevación de febrero de 1863, habían prevalecido los primeros. El Cónsul se refirió a quienes se mostraban partidarios de esta
tendencia:
No cabe duda que si Mr. Dupuy y el Secretario del Presidente, Mr. Saint
Armand, con quien estoy en la mejor inteligencia, no estuviesen al frente de la política del Gobierno, indudablemente se hubiera repetido otra
vez lo que sucedió cuando la sublevación de Sánchez, que el General
Lamothe protegió con cuantos recursos pudo proporcionar.80
Aunque las autoridades españolas reconocían que la llegada de equipos bélicos
continuaba por otros senderos, el cónsul español afirmaba:
Al trasladar a V. E. el presente despacho debo poner en su conocimiento
que entre las Islas Turcas y Puerto Plata se hace contrabando de pólvora
la que después me aseguran se interna en ésa Provincia.- Dios guarde a
V. E. muchos años.- Port-ao-Prince 7 de mayo de 1863.- Excmo. Señor.B. L. M. de V. E. su atento seguro servidor, firmado- Mariano Alvarez.81
Mientras el 21, al medio día, entraba a Santiago el capitán de la reserva Ubaldo
Gual, con quien el coronel Garrido de Guayubín le informaba a Hungría del levantamiento de Sabaneta. Casi al mismo tiempo que entraba este oficial en Santiago,
Guayubín quedaba en poder de los insurrectos, pero esta situación era desconocida
por las autoridades.
La guarnición de Santiago estaba compuesta por el Segundo Batallón del Regimiento de La Corona, cuatro compañías del Batallón San Marcial y el Escuadrón de
Cazadores de Santo Domingo. En total, unos seiscientos ochenta hombres. También
se encontraban en activo unos 120 jefes y oficiales de la Reserva.
El general Hungría tenía ante sí una situación en extremo compleja, por un lado
debía aplastar a los rebeldes pero no podía desamparar Santiago, pues se temía un
alzamiento revolucionario. Santiago era la capital de la provincia del mismo nombre,
de la provincia del Cibao, el centro más importante de producción del tabaco.
En la ciudad había un activo comercio, existía un grupo de comerciantes y artesanos que desaprobaban la anexión. España, poco o nada había aportado a la región
más rica de la Capitanía General.
Esperar refuerzo desde la capital de la Capitanía parecía asunto difícil. Las fuerzas enviadas por tierra desde Santo Domingo, para Santiago de los Caballeros, se
encontraron con las muchas dificultades que les ofrecían los caminos en tiempo de
Ibídem.
Ibídem.
80
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37
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
lluvia. Un militar enviado desde Santo Domingo a Santiago, poco después del estallido, describía en estos términos la marcha:
Desde que salí de ésta Capital llebo con las tropas de mi mando cuatro
días de marcha de ocho y nuebe leguas diarias y las dos últimas especialmente bajo un tiempo de agua incesante que ha puesto el camino en un
estado intransitable y peligroso que no es posible describir ni formarse
idea ni aún aproximada, así de que estoy sorprendido de que hayan
podido llegar a éste punto, y al encontrarme con todo la fuerza reunida, esperimento una verdadera satisfacción porque me parecía harto
imposible que no hubieran quedado atascados en el fango la mitad de
los hombres y animales y lamentar alguna desgracia personal, sin que
estubiera a mi alcance remediar nada, porque era aun más penoso el
detenerse, pues se hubiera tenido que hacer ó sobre el fango ó sobre
al agua en las sabanas ó sobre precipicios y sin recursos ni ausilio de
ningún género, porque todo es despoblado y apenas se encuentra un
mal bohío.82
El general Hungría, junto al también general de las Reservas Aquiles Michel y los
oficiales del ejército español del San Marcial, Zarzuelo y el primer comandante José
Velázquez, formaron una junta o especie de Estado Mayor para enfrentar la compleja
situación. Acordaron que el general Michel quedaría como general interino, político
militar de la provincia. Michel había nacido en Francia, pero desde muy joven vivía
en Santo Domingo, había sido oficial del ejército francés y luego oficial instructor
del ejército haitiano. Al concluir el dominio de ese Estado en Santo Domingo, se
estableció en Santiago de los Caballeros. Muy pronto alcanzó un alto relieve social
y político. Gozaba de un gran prestigio en la población y se le consideraba un fiel a
la anexión. Hungría organizó una columna formada por cien soldados españoles y
treinta jinetes de Cazadores de Santo Domingo; como jefe del Estado Mayor contaba
con el comandante José Velázquez. Entre los hombres que se unieron a la columna se
encontraba Benigno Rojas, un convencido anexionista. También, como práctico, el
capitán Wal. En horas de la tarde, la columna inició la marcha. Si tenemos en cuenta
las malas condiciones de los caminos dominicanos, ésta fue verdaderamente épica,
pues sobre las siete de la tarde estaban en un lugar conocido como Navarrete, pequeño caserío situado a 20 kilómetros de Santiago, en las orillas del río del mismo nombre. Hungría se encargó de establecer un campamento seguro, situando avanzadas y
postas que controlaban los accesos al sitio. Fue a una de aquellas postas, sorprendida
por la presencia de un hombre que surgió de la oscuridad: era el general Gaspar
Polanco. Éste se incorporó a la pequeña columna y sostuvo una larga conferencia
con Hungría, Rojas y Velázquez. Acordaron que Polanco marcharía al día siguiente
Ibídem.
82
38
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
a Entre Ríos, en la orilla derecha del río Yaque, para allí hacer un reclutamiento
de su antiguo regimiento de las Reservas Dominicanas. Este tipo de formación de
una unidad de combate extrañaría a un oficial de una academia, pero en República
Dominicana las Reservas tenían estas características. Estos oficiales y soldados tenían
estrechos vínculos con determinados jefes, por pertenecer a una misma región. Los
lazos regionales, generalmente, eran muy estrechos. Además de lo puramente afectivo, de respirar el mismo aire social, de los recuerdos comunes, estaban los intereses
creados por el clientelismo. Otro asunto significativo era el ser veteranos de pasadas
campañas contra los haitianos o tener enemigos políticos comunes. Esto, además de
los lazos afectivos que crea el ser compañeros a la hora de encarar la muerte, acababa
conformando intereses sociales y económicos. Muchas veces conllevaba la militancia
en un mismo bando político. No menos importante era la familia. Los vínculos de ese
tipo, por lejanos que fueran, también conformaban fuertes lazos de fidelidad. También era necesario agregar otros senderos, como el de los padrinos. Es posible que
existieran otros tipos de compromisos, de relaciones que han quedado en el olvido
por el desarrollo de la sociedad, pero que en la época funcionaban. Esta sicología
común entre los dominicanos es necesaria entenderla para analizar, tanto la anexión
como la Restauración. Un tipo de relación de las enunciadas marcaba, las más de las
veces, una frontera política.
El general Polanco pensaba, con las fuerzas reclutadas en Entre Ríos, evitar que
la insurrección continuara propagándose y apoyar los movimientos que realizara
Hungría.
En la mañana del 22, Polanco se despidió de la columna e inició su marcha hacia
la zona donde tenía influencias, con el objetivo de crear una unidad. Hungría se dirigía a Jaibón, a donde llegó sobre las once de la mañana. Allí se estableció el vivac y se
instalaron fogones donde se preparó el almuerzo; el general pensaba obtener alguna
información sobre Guayubín. Comenzó a sentir un clima extraño que lo rodeaba. No
se encontró a ningún caminante procedente de ese poblado y las casas y ranchos, en
el transcurso del camino, estaban abandonados.
Hungría se preparaba para un próximo encuentro. Dispuso que la caballería
avanzara a la vanguardia. Entre estos se encontraba el capitán Wal, gran conocedor
del terreno. Los jinetes llegaron a Hatillo, a unos seis kilómetros de Jaibón. En este
lugar fueron sorprendidos, no por el enemigo, sino por una tropa española. Allí se
encontraban los veinticinco soldados que el día 20 salieron de Santiago para reforzar
Guayubín por orden de Hungría. Estos se enteraron, en ese punto, de la caída de
Guayubín en poder del enemigo. Decidieron establecer un improvisado campamento en este lugar en espera de órdenes del mando superior de Santiago.
El capitán Wal, de inmediato, con una pareja de escolta retrocede y se encuentra
con Hungría al que le comunicó la triste novedad. Hungría, rápidamente, emprendió la marcha hacia Navarrete. Llegó sin novedad, tan solo el silencio rodeaba la
pequeña columna. Estableció el campamento en este lugar y tomó medidas para
rechazar un posible ataque. Dio estrictas órdenes de que los soldados permanecieran
39
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
con sus fusiles listos para disparar. Envió a un río cercano a la caballería para que le
dieran agua a los caballos, sorprendiendo y apresando a dos individuos, que inmediatamente fueron presentados al general. Interrogados ambos individuos, seguramente
amenazados de ser ejecutados por considerárseles espías y no es de dudar que, tras
ser maltratados en lo físico y en lo moral, de ellos, Hungría logró obtener una valiosa
información: Guayubín había caído en poder del enemigo, al igual que Sabaneta. La
guarnición del primero, luego de capitular, fue enviada a Montecristi, que también
había quedado en manos de los insurrectos.
En general, una de las cuestiones que más afecta a los ejércitos que operan contra
movimientos irregulares, es la falta de información. Esto es especialmente sencillo
cuando la población local apoya a los guerrilleros. Así vemos que, de su salida de
Santiago de los Caballeros hasta Hatillo, Hungría no ha tenido ningún tipo de información sobre lo que ocurre. Los caminantes esporádicos eluden su columna escapando a los montes cercanos. Las casas y ranchos que se encontraban en el camino
estaban vacíos. Avanza como un ciego, sin encontrar la luz que le haga entender qué
ocurre. Es por la casual captura de estos individuos que, por fin, ha comprendido su
situación. En Hatillo, Hungría tomó dos decisiones: la primera fue que la tropa que
encontró en este lugar se le uniese a su columna; la segunda, atrincherarse y esperar
refuerzos de Santiago.
Una Junta de oficiales lo convence de que retroceda a Jaibón. Este lugar ofrecía
mejores condiciones para una resistencia, pues contaba con mayores recursos y un
río caudaloso que podía cubrir uno de los flancos del futuro campamento español.
Al llegar a Jaibón, Hungría designó a Velazco, su jefe de Estado Mayor, para que
organizara el campamento. Lo primero que hizo éste fue realizar una requisa de animales, víveres y otros productos en la zona. Para esto contó con el conocimiento del
país que tenía el capitán Wal. De esta forma, los campesinos de la comarca fueron
implacablemente esquilmados para mantener a la tropa hispana.
En cierta forma, el campamento de Jaibón, junto al establecido por Polanco en
Entre Ríos y el comandante militar de San José de las Matas, coronel Nicolás Jerónimo, con alrededor de doscientos miembros de las Reservas en un punto llamado La
Peña, formaban una línea que dificultaba el movimiento de los revolucionarios hacia
Santiago.
Nunca sabremos, realmente, la supuesta efectividad de esta estructura, pues entre
cada uno de estos destacamentos habían campos y bosques, sin ningún tipo de protección, por lo que, de quererlo, los insurrectos de Guayubín y Sabaneta hubieran
avanzado sobre Santiago de los Caballeros. Pero este plan no entraba en la idea de
los sublevados. Recordemos que el estallido de Santiago no ocurrió hasta el 24, por lo
que los insurrectos de Guayubín y Sabaneta debieron de imaginar que, si avanzaban
hacia la capital, entrarían en una zona enemiga donde podrían ser abatidos. Este
desfase de los acontecimientos de febrero fue nefasto, pues el enemigo los aplastó de
forma independiente, hasta liquidar el foco insurrecto. Una de las causas significativas del fracaso fue esta falta de unidad de las fuerzas revolucionarias.
40
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Mientras esto ocurría, en Guayubín y Sabaneta se fortalecía la insurrección. Los
sublevados de Guayubín hicieron un llamado disparando el cañón del poblado. Acudió una gran cantidad de vecinos y una fuente española asegura que eran alrededor
de tres mil.83 Es interesante el razonamiento que hace el oficial español López Morillo sobre la concentración de Guayubín. Este autor trata en su obra de descalificar a
los dominicanos que se movían por impulsos primarios o bien engañados. En Cuba
se creó también esa tesis. Como la guerra duró más, se hicieron más fuertes tales
criterios. El pobre campesino o el peón, supuestamente engañado y llevado a la guerra, es asunto muy común. De base a tal teoría sirvió el analfabetismo másivo de la
población. Tales criterios no tienen fundamento cuando se valora que la guerra restauradora se extendió, por casi dos años, contra un ejército muy superior en hombres
y equipos y en condiciones verdaderamente difíciles. Estos mambises resistieron durante ese período; sufrieron derrotas, pérdidas de jefes, enfermedades; pero mantuvieron el coraje combativo. Una tropa formada a la ligera, sin un convencimiento, se
puede llevar a un alzamiento, incluso a un combate, pero no es creíble que soportara
tanto tiempo de campaña y en condiciones tan adversas.
El referido López Morillo hace referencia a las deserciones que se produjeron
en Guayubín, entre los individuos supuestamente engañados, sin embargo hace un
interesante razonamiento y nos dice que: «solo los negros de Dajabón y Sabaneta
mostraban gran ardimiento, debido no a sus principios políticos, sino al odio de
razas y a que los condujéramos esclavos a Cuba y Puerto Rico».84 La participación de
los grupos más humildes de la población fortaleció el movimiento revolucionario
dominicano.
Desde Jaibón, Hungría envió un mensajero a Santiago para que le enviaran refuerzos y poder continuar su marcha hacía Guayubín.
Mientras esperaba, decidió llevar a cabo una política de persuasión hacia los sublevados. Por su condición de dominicano y el prestigio alcanzado en las guerras contra Haití, contaba con condiciones óptimás para esto. Entró en contacto con varios
vecinos de la zona. Algunos de ellos gozaban de influencia, para esto contaba, fundamentalmente, con los hermanos Fermín, dos terratenientes negros muy conocidos
en esa zona y también con otro individuo llamado Furey Fondeor. Hungría tuvo una
entrevista con ellos y los convenció de que se llevara a cabo una labor de zapa entre
los revolucionarios. La acción de estos hermanos pronto dio sus frutos. Lograron convencer a unos diez o doce individuos negros y de influencia que se habían sublevado.
El punto esencial de Hungría y los otros oficiales españoles versó en torno de negar
la posibilidad de que España estableciera la esclavitud en la isla, o bien de ser trasladados a Cuba y vendidos como esclavos. Hungría también conoció en el diálogo con
estas personas que el general Lucas de Peña no estaba de acuerdo con la sublevación,
por lo que convenció a estos individuos para que partieran al territorio insurrecto y
convencieran a los enemigos de España para que depusieran las armas. Incluso, le
A. López Morillo, Memorias…, p. 68.
Ibídem.
83
84
41
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
envió al general de Peña una carta para que retornara al seno del gobierno.85 En estos
contactos, el papel de las Reservas Dominicanas era en extremo importante, incluso,
que no pocos oficiales y generales eran negros o mulatos. Hungría había contactado
con unos insurrectos tratando de llegar a un acuerdo. Esto trajo una serie de dudas
en el campo revolucionario: Lucas de Peña, Norberto Torres y gran parte de la tropa
querían llegar a un acuerdo con los españoles. La comisión formada por Furey Fondeu y los hermanos Fermín, enviados por Hungría, intentaron convencerlos de un
acuerdo. El general Lucas de Peña consideraba que había sido forzado a íntegrarse
a la revolución por Norberto Torres y otros insurrectos. Incluso, era del criterio de
que se le obligó a tomar el mando de las fuerzas. Esta afirmación nos pone ante una
singular situación que también se vio en Santiago de los Caballeros, donde la masa
insurrecta le exigió al Ayuntamiento que se les sumara y encabezara la revolución.
Esto tiene diversas interpretaciones; una de ellas podría ser que los revolucionarios
se habían ido por encima de los líderes que tradicionalmente habían guiado a los
dominicanos en su lucha contra los haitianos y las revoluciones internas.
Esta situación trajo una desmoralización en parte de los revolucionarios. Los jefes
no se mostraban radicales y dispuestos a continuar la guerra. Así, el general Lucas
de Peña había expuesto públicamente su actuación de llegar a un acuerdo con los
españoles. Expresó que suspendería las operaciones para llegar al referido acuerdo.
Muy pronto surgió un grupo radical encabezado por Benito Monción, que estaba
dispuesto a llegar a los extremos.
Monción se dio cuenta de que era imposible defender el poblado de Guayubín
pues tenía muchos accesos, la mayoría de las edificaciones eran rústicas, propensas
a ser destruidas por el fuego enemigo. Trasladaron varias piezas de artillería hacia
un lugar denominado El Manga. Éste estaba situado en el lado opuesto del río, a
cierta altura, por lo que en caso de un ataque, los españoles debían atravesar el río y
avanzar sobre el fuego rebelde. En los momentos en que abandonaban el pueblo lo
saquearon, quemaron las casas y volaron el polvorín. Esta acción de Hungría dio sus
primeros resultados: el general Lucas de Peña recibió la carta y le respondió. Acordaron efectuar una entrevista con Hungría el 26. Iría acompañado del líder insurrecto
Gilberto Torres. En una carta en respuesta a la de Hungría, afirmaba que estaba
dispuesto a llegar a un acuerdo con los españoles y renunciar a la lucha armada. Esta
situación tendió a dividir las fuerzas insurrectas.
El general Pedro Santana, en un informe de fecha 6 de abril de 1863 al Capitán
General de Santo Domingo, resumió lo acontecido en los siguientes términos:
Los rebeldes apenas sintieron su aprocsimación cuando abandonaron
el pueblo y pasaron a acantonarse en las alturas de Manga.- Así pudo el
General Hungría entrar a Guayubín y luego atravesó el río Yaque, atacó
las posiciones del enemigo, los dispersó y enseguida siguió sobre SabaIbídem.
85
42
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
neta y allí también le dio otra carga, y dejó con sólo esos dos hechos de
armas, restablecida la tranquilidad de aquellos lugares, sin que para la
pacificación de Monte Cristi fuese necesario el uso de la fuerza, pues los
rebeldes desalojaron aquel punto desde luego que se sintieron aislados
sin la cooperación de los vecinos.
El general Hungría ofrecía detalles sobre el combate del Mangar:
Los rebeldes que quedaron en ésta conociendo sin duda que esta posesión no les ofrecía ya bastante seguridad porque puede embolverse
fácilmente, se trasladaron a la fuerte posición del Mangar sobre la orilla
izquierda del Jaque, dominando el Bado y la Barca que retiraron después de llevarse las cuatro piezas de bronce y una de hierro que había,
y dé las cuales se les cayó una al río. Al llegar la columna de mi mando
sobre esta población, a las siete y media de la mañana, fue recibida por
disparos de artillería y fusilería que no causaron daño alguno, e inmediatamente dispuse que una mitad de Cazadores de San Marcial protegiese con su fuego el paso del río, quedando la compañía del 2º Batallón
de la Corona de sostén en el pueblo.
Para animar a la tropa con mi ejemplo, me lancé al río al grito de «Viva
la Reyna», que es mágico siempre para los soldados españoles, esto hizo
se arrojasen sin titubear al agua agarrados unos de otros y de los caballos
y pasaron el río con el agua al pecho, y una corriente impetuosa bajo un
nutrido fuego aunque poco certero, con suficiente rapidez y sin pérdida
alguna.
Reorganizados de momento al otro lado de las fuerzas que la corriente
había desorganizado, emprendí el ataque de la terrible posición que
nunca había podido ser tomada por los haitianos y fueron sucesivamente cayendo en nuestro poder las cuatro piezas de Artillería en una continuada carga a la bayoneta, despreciando los tiros de metralla y fusilería
que hacían hasta menos de veinte pasos en cada una de las macetas donde la habían colocado con bastante acierto, pero que no les permitía
cargar, después del arrojo y la rapidez de nuestros soldados que animados por sus Gefes y Oficiales apenas dispararon sus carabinas, sabiendo
que serían inutilizadas la mayor parte de las municiones a pesar de la
precaución que se tomó de hacérselas poner en la cabeza, pues fueron
muy pocos los que no se vieron más o menos, por un espacio arrastrados
y cubiertos por el agua.
Las piezas fueron tomadas solo por una guerrilla del 2º de la Corona
que iba por el estrecho frente que ofrecen las posiciones y por Oficiales
y soldados sueltos que se adelantaron por las dificultades del terreno, a
la guerrilla de la izquierda, que era de San Marcial.
43
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Su persecución no pudo ser más activa ni duradera, porque desparramados en los bosques y no haciendo fuego no podía recibírsele.
La infantería siendo ya medio día y sin comer, estaba sumamente fatigada, además, la caballería que hasta entonces, a pesar de las dificultades del terreno, había llenado igualmente su deber de la manera más
cumplida, no podía penetrar aquella espesura, por todo lo que dispuse
volver a esta población a donde he hecho transportar la artillería, municiones y efectos robados que habían abandonado y están devolviéndose
a sus legítimos dueños, que van acudiendo con sus familias cuando tienen conocimiento de la derrota de los rebeldes.86
En esta acción se llegó a un enfrentamiento cuerpo a cuerpo y se utilizó el machete. Un ejemplo de esto es que varios de los heridos lo fueron por armas blancas:
El Capitán Valenzuela, que al subir la meseta recibió dos heridas de
metralla, también lo fue de otras varias de machete al perseguir al enemigo; por todo lo cual he creído deber mandar que se le forme proceso
para optar a la Cruz de 2ª Clase de San Fernando, aunque el estado de
gravedad en que se halla no le permite pedirla.87
Lo que Hungría no comprendió, en el análisis y descripción del combate, es que
era imposible que los sublevados, en las condiciones que se estaban dando, mantuvieran una posición fija. Los españoles podían trasladar tropas y medios suficientes
para imponerse a los revolucionarios. Si aceptaban estos un combate regular, serían
vencidos.
El tres de marzo, las fuerzas hispanas recuperaron Montecristi. Varios factores
influyeron en el fracaso de esta sublevación. Uno de ellos fue la falta de coordinación
entre las fuerzas sublevadas. Esto permitió que, primero fuera aplastado el alzamiento de Neiba, luego el de Santiago de los Caballeros y más tarde el de Guayubín y Sabaneta. Se careció de una jefatura que guiara el esfuerzo de los sublevados. Los individuos seleccionados como líderes dudaron, lo que afectó la cohesión de los rebeldes.
Un militar español hacia el siguiente razonamiento: «Todas las personas que han
dado pruebas de adhesión en nuestro país se hallan conformes en que los revoltosos
contaban con muchos elementos en el país y que por incapacidad de los que la dirigen puede darse por terminada»�
Los movimientos de febrero de 1863 demostraron la simpatía del movimiento
restaurador entre la población. Tan solo eran necesarios los líderes.
La antesala de la sublevación de agosto de 1863 fueron los movimientos que se
produjeron en febrero de 1863 en Neiba, Guayubín, Sabaneta, Montecristi y Santia Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, tomo 28. El original se encuentra en el Archivo
de Indias, Fondo Cuba, legajo 10 11 B, sumaria 22, Santiago.
87
Ibídem.
86
44
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
go de los Caballeros. A pesar de la derrota sufrida por este movimiento, grupos de
insurrectos al mando de Santiago Rodríguez, Benito Monción y otros, se internaron
en las Lomás de Capotillo desde donde continuamente hostigaban a las tropas españolas establecidas en Dajabón. Estos grupos operaban con la solapada complicidad
del gobierno haitiano.
A finales de junio de 1863, las autoridades españolas empezaron a recibir mensajes en torno a: «[…] que una cuadrilla de insurrectos dominicanos capitáneados por
Ignacio Reyes, Santiago Rodríguez y Benito Monción, se había reunido en los montes
de la Sabaneta Española con el designio de tomar las armas contra España hacia el
15 del presente mes».88 Información similar fue ofrecida a las autoridades por Juan
Antonio Alis, quien había sido indultado, junto con un tal Eusebio Gómez, a principios de agosto. Pero noticias mucho más alarmantes habían llegado a conocimiento
del brigadier, comandante general del Cibao, Manuel Buceta, en el sentido de que:
«[…] próximo a la bahía de Manzanillo entran con frecuencia buques mercantes y
de guerra del Norte América, que de algunos de estos se han desembarcado armas
aunque en pequeño número que fueron introducidas subrepticiamente en el territorio de la República».89 Al parecer, la idea de la presencia de buques norteamericanos
y la ayuda a los insurrectos por parte de estos en la frontera se había convertido en un
secreto a voces, pues el comandante de armas de Montecristi, Pedro Ezequiel Guerrero, en carta del 8 de agosto, le dijo a Buceta:
[…] Sr. General. Le suplico tenga la bondad de decirme si V. E. sabe
algo de que se quiera tramar revolución, pues aquí andan unas noticias
muy calientes de que daré a V. E. conocimiento de todas las habladas
[…] que vienen inquietando las familias diciendo que el lunes estará en
Montecristi una flota americana de doce vapores de guerra cargados de
pertrechos de guerra y tropas americanas y haitianas para dar auxilio a
los dominicanos […].90
Buceta no fue el único preocupado por la presencia de los buques norteamericanos en Haití, el Comandante General de Marina del Apostadero de La Habana
dispuso que la fragata Blanca, pasase a Port au Prince a vigilar los movimientos de
buques de guerra de los Estados Unidos. Estos buques se encontraban en ese trasiego
de armas pues había quien las comprara. El Cibao se encontraba en un estado de
efervescencia.
Por todas estas razones, no resulta extraño el viaje de Buceta a Montecristi el 12
de agosto, a Dajabón y toda la frontera, con la finalidad de «adquirir cuantas noticias
Documentos procedentes del Archivo Nacional de Cuba. Expediente sobre la sublevación de Santo
Domingo de 1863. Boletín del Archivo General de la Nación, Vol. XX, año XX, No. 94, p. 291.
89
Emilio Rodríguez Demorizi, Diario de los Cuarteles Generales, 1863-1865. Diarios de la guerra dominicoespañola de 1863 a 1865. «Carta del Brigadier al Capitán General» Santo Domingo, Editora del Caribe,
1963, p. 10.
90
Ibídem.
88
45
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
le sean dables» sobre los últimos acontecimientos. Cuatro días después, el 16 de agosto de 1863, el grupo de insurrectos capitáneados por Santiago Rodríguez, penetró en
el territorio dominicano y en el lugar nombrado Capotillo izaron la bandera dominicana, como gesto simbólico del reinicio de la lucha por la independencia y la Restauración de la República. Esta acción dio inicio, con renovados bríos, a la Guerra de la
Restauración, en cuya primera embestida los revolucionarios tomaron la ofensiva al
compás de ataques sorpresivos, emboscadas y combates aislados contra destacamentos o columnas enemigas. La sublevación de agosto de 1863 fue una continuación de
las de febrero de ese año.
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47
Documentos
A.G.I. CUBA 1011B
Año de 1863.
Comisión Militar de la Provincia de Santiago.
No. 22
Causa formada en aberiguación de los hechos que han tenido lugar en la insurrección de Guayubín contra el Gobierno de S.M. el día 22 de febrero del año actual.1
Reos
presos en ésta causa
Paisano Juan Ramón Torres
“ José Ramón Torres
“ Raimundo Jaque
“ Pablo Aquino
“ Juan Bautista Gómez
Reos
prófugos en la misma
Paisano Norberto Torres
Tte. de las R. Don. Benito Monción
Paisano Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú
Paisano Andres Gonzalez (a) Maló
Paisano José Vicente de los Santos (a) El Inglés
Paisano San Améquita.
Paisano Jacinto Ramos.
El orignal del primer expediente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente se encuentra en
el Archivo Geneal de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago. Reprodujimos la
transcripción que hizo César Herrera Cabral, que se encuentra en el Archivo General de la Nación,
República Dominicana, Fondo César Herrera Cabral, tomo 28. En todos los casos se ha resptado la
ortografía y redacción de la época.
1
49
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Paisano Luis Sosa.
Paisano Justo Carrasco.
Paisano Alejandro Bueno.
Paisano José Sosa.
Paisano Cayetano Decaer.
Tente. de las R. D. Juan Ramón Reyes.
Id. D. Eugenio Beldar.
Paisano Tomás Inglés.
Paisano José de los Santos (a) Mayor Inglés.
Comte. de las R. Juan Carlos Franco (a) Dorié.
FISCAL
El Capitán del batallón de San Quintin D. Vicente Atienza y Martínez.
SECRETARIO
Subteniente del mismo Bon. Don Juan Rueda Garrido.
Brigada de operaciones
sobre
Guayubín
Debiendo establecerse en éste punto la comisión militar para juzgar a los individuos que contrabinieran al bando público en este día (del cual incluyo copia) o sean
cojidos a los reveldes, he tenido por conveniente nombrar a V. para que como fiscal
de la espresada comisión proceda desde luego contra los individuos citados sirviéndole de secretario el Capitán graduado D. Manuel Cantelar.
Al mismo tiempo se servirá V. formar una averiguación sumaria de quiénes han
sido los principales revoltosos, istigadores y Gefe de la rebelión que han contribuido
y ordenaron el Saqueo de éste pueblo, valiéndose para la mayor aclaración de los
hechos que se indican de los honrados vecinos del mismo.
Dios guarde a V. ms. as.
Cuartel General del Guayubín, 3 de marzo de 1863.
El Gral. Gefe de la fuerza.
Firmado: José Hungría.
Señor Capitán del 2o. Bon. de la Corona.
D. Ignacio Olrich.
50
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
y
Don José Hungría General de División
Comandante General de la Provincia de Santiago.
Considerando.
Que se ha atentado contra la seguridad interior de ésta Isla en los pueblos de
Sabaneta, Guayubín y algunos otros puntos tomando las armas unos pocos ilusos
que con temeridad han pretendido conspirar contra el Gobierno y variar su forma
legítima.
Que para reprimir, según es de mi deber estricto, una conspiración directa contra
el Estado, impedir su progreso ulterior, y castigar los delincuentes con arreglo a las
leyes, deben dictarse cuantas medidas estén en la órbita de mis facultades.
DECRETO
Artículo 1º.
Se pone, y queda desde luego en toda su fuerza y vigor, como ya lo ha sido en la
Capital de Santiago, la Ley Marcial de 17 de abril de 1821.- En consecuencia, quedan
sujetos a la jurisdicción militar, con derogación de todo fuero, los delincuentes que
sean prendidos por fuerzas del (Gobierno) Ejército destinadas a perseguirlos, y los
que siendo aprendidos de orden, requerimiento ó en aucsilio de la autoridad civil
hiciesen resistencia a la tropa con arma de fuego, arma blanca ó con cualquier otro
instrumento ofensivo.
Artículo 2º.
De la misma manera serán juzgados y castigados militarmente todos los que antes
y después de la publicación de éste decreto, se encuentren reunidos con los facciosos,
aunque no tenga armas; los que sean aprendidos por la tropa, huyendo, después de
haber estado en cualquier facción, y los que habiendo estado con los facciosos, se
encuentren ocultos y aun fuera de sus casas respectivas, con armas.
Artículo 3º.
Se prohibe absolutamente toda reunión de más de dos personas cualquiera que
sea su objeto; debiendo ser tomados en el acto por sospechosos, los que en mayor
número que el expresado se encuentren juntos, y conducidos a ésta Comandancia
General para lo que convenga. Se hace en éste particular la excepción muy debida de
los Señores Gefes, Oficiales y tropa del Gobierno.
Artículo 4º.
Publíquese el presente decreto en la forma de costumbre para su puntual observancia; y dése igualmente cuenta de él al Exmo. Señor Capitán General de la isla.
51
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Dado en el Cuartel General de Guayubín a tres de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- Entre líneas -antes y –vale–.
El General Gefe de las fuerzas.
José Hungría.
Como Secretario.
El Capitán.
Ignacio Olrich.
El anterior decreto fue publicado en cuatro lugares públicos de ésta Villa, ante la
fuerza y vecindario, según en él se previene hoy día tres de marzo de 1863.Firmado: Dr. Ponce de León.
Diligencia de aceptación
del
Oficial Secretario
Ignacio Olrich Capitán de la Segunda Compañía del Segundo Batallón del Regimiento Infantería de la Corona número tres.
Certifico:
Que en cumplimiento de la orden que antecede del Sor. General Gobernador de
la provincia de Santiago y Gefe de las fuerzas de operaciones y de la misma, para que
como fiscal de la Comisión Militar, formar los procedimientos en averiguación de
los hechos insurreccionarios que ha tenido lugar en ésta Villa; hice comparecer ante
mí a Don Manuel Cantelar y Riera Capitán graduado Teniente de la Compañía de
granaderos del mismo Batallón y Regimiento a quien Su Señoría ha nombrado por
Secretario en éstas actuaciones. Según consta del nombramiento del citado oficio
que obra en cabeza, unido en el bando publicado en el día de hoy, cuyo empleo dijo
aceptaba y prometió bajo su palabra de honor obrar con fidelidad en cuanto actue;
y para que conste lo firmó conmigo en la Villa de Guayubín a tres de marzo de mil
ochocientos sesenta y tres.
Firmado: Ignacio Olrich.
Firmado: Manuel Cantelar.
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia haciendo constar no haber
en la población papel con barbas2
Acto continuo el Sr. Fiscal dispuso hacer constar no haber papel con barba, según está prevenido por Reales Órdenes vigentes y careciendo de éste requisito se ha
procedido dar principio con el más apropósito para el efecto. Y para su constancia se
anota por diligencia que firmó el Sr. Fiscal conmigo el Secretario que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Declaración de D. José Ma. Lora
Seguidamente compareció previa citación D. José María Lora a quien el Señor
Fiscal ante mí el Secretario le recibió el juramento con arreglo a ordenanza, el cual
prestó ofreciendo decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su
nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es del Comercio de ésta
población y desde el día de ayer en que las tropas del Gobierno verificaron su entrada contra los perturbadores del orden público fue nombrado alcalde interinamente
por el Sr. Comandante del Cuerpo de la Corona, en atención a no ecsistir en aquel
momento ninguna autoridad.
Preguntado.
Si se encontraba en la población cuando tuvo efecto la insurrección por los enemigos del orden así como si tiene noticia ó sabe la causa que diese lugar a la desaparición de la autoridad Cibil y Militar de éste punto; dijo: Que hallándose en la población y hará como unos ocho ó nueve días se encontraba trabajando en una casita que
está construyendo y observó aquel día había un crecido número de hombres armados por las afueras de la población; que a la noche al retirarse fueron llamados todos
los vecinos honrados de ella, por el Sor. Gobernador, a lo que concurrieron y donde
encontraron también a los Oficiales del destacamento y reunidos todos les manifestó aquella autoridad, que estaban amenazados por un número crecido de hombres
armados que trataban de perturbar el orden y como consecuencia inmediata peligraban todos sus intereses; por cuya razón les invitó a tomar las armas contra dichos enemigos, pues tanto él como el destacamento estaban dispuestos a no entregarse bajo
ningún concepto, cuya promesa hicieron igualmente los vecinos; que al siguiente día
de ésta ocurrencia y como a las nueve de la mañana fue invadida la población por
más de trescientos hombres armados dando voces de «Viva la República», qué a esto
salió de su casa y encontró la fuerza del destacamento armadas con mochilas puestas
y las armas en la mano, sabiendo después que habían celebrado la capitulación, y se
Papel de barbas o con barbas era un tipo de papel grueso y de bordes rústicos usado en los documentos
legales de la época.
2
53
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
dirigian con el Gobernador a Monte Cristi, que para el efecto fueron acompañados
por una fuerza de los insurrectos a fin de que sus partidarios que se encontraban
todavía por el monte no ofendieran en los más mínimo a las tropas capituladas, y
el que narra también fué con ellos por ser amigo de los Oficiales, habiendo llegado
hasta un punto denominado la Salada y entonces regresó el sólo al pueblo para evitar
le saquearan la casa.
Preguntado.
Si desde que salieron y el señor Gobernador en dirección a Monte Cristi, tubo
lugar alguna otra ocurrencia sobre el hecho de que se trata; dijo: Que desde la salida
del Sr. Gobernador y tropas de éste pueblo empezaron a pertrecharse y con amenazas
obligaban a los vecinos honrados a tomar las armas pero que abrazaran su partido
pues únicamente habían quedado ya en el pueblo algunos hombres con obgeto de
atender en lo que pudieran sus intereses, habiendo con anticipación mandado a sus
familias al campo, pero que a ellos les vigilaban a fin de que no pudieran marcharse
particularmente al alcalde D. José Carlos Rodríguez que constantemente le decían lo
iban a matar hasta que por fin pudo ausentarse pues peligraba su vida. No más tranquilos estaban los demás que se habían quedado, pues al mismo tiempo vehían también comprometidas sus vidas e intereses que por más vigilancia y tesón que querían
desplegar todo era infructuosos, pues el pillage y saqueo empezó y sin poder decir
una sóla palabra. Luego procedieron a los nombramientos de los Gefes que debían
mandar las fuerzas y empezaron a preparar la artillería.
Preguntado.
Diga si sabe cual era el Gefe que capitáneaba los insurrectos así como los cabecillas principales, por quien estaban socorridos y municionados; dijo: Que el Gefe
principal era el General de las reservas D. Lucas de Peña, que éste nombró a Norberto Torres General de sus fuerzas, y acto continuo hicieron Coroneles, Comandantes
y capitanes entre cuyos nombramientos estaban Benito Monción, Juan de la Cruz
Alvarez y un tal Zamba y aun cuando fueron muchos más los nombrados no está en
más antecedentes ni es posible recordarlos, con la algazara que había en la plaza, que
no recibían socorro de nadie, manteniéndose sólo con lo que robaban en el campo y
en la población, siendo municionados los que iban llegando por lo que existía en el
parque que era bastante número de pertrechos.
Preguntado.
Manifiesta si D. Lucas de la Peña General de las Reservas, Norberto Torres, Benito
Monción, Juan de la Cruz Alvarez y Zamba eran vecinos de ésta Villa ó donde estaban
establecidos, añadiendo si recuerda de algunos más; dijo: Que en el pueblo sólo vivían Norberto Torres y Juan de la Cruz Alvarez y los demás estaban en el campo, que
recuerda se encontraban también un tal Victorino, Juan Antonio Ramón y Antonio
Ramón, que toda la gente era del campo, pues si bien los pocos del pueblo estubieron
54
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
con las armas en la mano, pero que ningúno les siguió cuando le abandonaron, solo
los que lleva citados, era porque los obligaron a la fuerza, en tales términos que a éstos constantemente les amenazaban y les señalaron un cuarto de una casa situada en
la plaza, para tenerlos más seguros y determinando asistieran una pieza de artillería
que estaba situada en el Caño, y habiendo ellos puesto reparos, escusándose no saber
manejarla, les dijo el titulado General Norberto Torres que si no iban los pasaban por
las armas, de modo que no podían hacer otra cosa más que cometerse a lo que les
mandaban, y al mismo tiempo saqueándoles, sus casas, como igualmente entraron en
la Iglesia, extrayendo de ella una imagen de la Virgen del Rosario con el obgeto de
que les sirviera de talismán, y al oponerse el que declara a tal desacato, le amenazaron, diciéndole que se la llevaban de todas maneras y que serían necesarias muchas
balas para abandonarla, pues ella debía de ampararlos.
Preguntando.
Si sabe de que ha tenido fundamento la insurrección y si la vecindad tanto el pueblo como del campo ha sido alguna vez maltratada en algún sentido por las Autoridades Civil y Militar del partido; dijo: Que cree que la insurrección tomó fundamento
a consecuencia de haberse inutilizado algunos fusiles y piezas de artillería que había
en el depósito del pueblo, cuya operación fue ordenada por un Gefe de las tropas
Españolas, desde cuya fecha, que no recuerda, pero que hará como unos quince días,
principiaron a circular rumores para la sublevación a la cual animaba el ya citado
Norberto Torres, que con respecto al trato que el pueblo y partido ha recibido de las
autoridades Cibil y Militar, ha sido satisfacción del vecindario.
Preguntado.
Si sabe las condiciones con que capituló el destacamento del Batallón de S. Marcial que guarnecía éste punto; dijo: Que el día anterior a la Capitulación, cuya fecha
no recuerda, varias personas del Comercio y otras acomodadas del pueblo reunidas
en junta, invitaron al Gobernador y Oficiales del destacamento a que aceptasen la
Capitulación que los reboltosos les proponían cuyas proposiciones fueron completamente rechazadas por dicho Sr. Gobernador y Oficiales, los que, con las tropas a
sus órdenes estaban dispuestos a defenderse hasta perecer en bien de la Reina y del
orden público; sin embargo de lo que, dicha junta insistió por segunda vez en que el
destacamento aceptara la Capitulación en consideración al número de rebeldes que
asediaban al pueblo y de los intereses del mismo que peligraban, lo cual indudablemente, fue aceptado, por el destacamento pues como dice anteriormente, encontró
al día siguiente al abrir su casa que la Capitulación estaba hecha, ignorando las condiciones de ella:
Preguntado.
Que personas eran las que constituían la junta que propuso la Capitulación; dijo:
Componían dicha junta D. Juan Grullón, D. Fernando Pérez, D. Román de Peña, ve55
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
cinos y del comercio de éste pueblo con otros varios señores que no recuerda quiénes
eran, pues como ha dicho, en la referida noche se mantuvo el declarante recogido en
su casa a causa de hallarse enfermo.
Preguntado.
Si sabe el número de sublevados que se hallaban en el pueblo y sus inmediaciones
en el día de la capitulación, qué clase de armas portaban y si al gritar «Viva la República» enarbolaban alguna insignia ó bandera; dijo: Que por lo que oyó decir eran
como quinientos los sublevados, provistos de todas clases de armas de fuego y blanca,
los que después de la Capitulación entraron en el pueblo conduciendo la bandera de
la ex-República Dominicana, la cual izaron en el mismo palo en que acostumbraba a
enarbolarse el pabellón Español dando en aquel acto gritos de «Viva la República».
Preguntado.
Si en el momento de la Capitulación, antes ó después estaba enarbolado el pabellón Español, y cómo, cuándo y por quién fué éste arriada y qué se hizo de él; dijo:
Que no hizo reparo de si la bandera española estaba ó no en el sitio que se acostumbra poner, ignorando lo demás que sobre el particular se le pregunta.
Preguntado.
Manifieste cuánto más sepa haya ocurrido desde los citados hechos hasta la entrada de la columna de operaciones; dijo: Que desde el momento en que los sublevados
de hicieron dueños del pueblo, procedieron a establecer las piezas de artillería para
su defensa, colocándolas de trecho en trecho, escalonadas desde la plaza hasta el
punto llamado el Caño en dirección del camino de Santiago, por donde debían entrar las tropas del Gobierno; y que así supieron que dichas tropas estaban cerca, esto
es, antes de ayer por la noche, dia primero, después de haber mandado una partida
en reconocimiento de las tropas expedicionarias, al regreso de éstos observó desde
su casa que tubieron una reunión en la Plaza, resultando que algunos de ellos se retiraron esparramándose por los campos, seguramente en dirección de sus casas, entre
los que lo verificó el titulado General Lucas de Peña que estubo en la casa del declarante, el que después de haber le pedido unas botellas de ron y cerveza que vevió se
despidió de él diciéndole se separaba de la Sublevación; que como a las doce de la
noche óyo gran ruido producido por parte de las piezas de artillería que los sublevados se llevaban para el otro lado del Rio en dirección al fuerte titulado del Mangar
dejando la otra parte de piezas abandonadas e inutilizadas en los puntos que anteriormente tenían situados, quedando una parte de los sublevados en la población
los cuales saquearon el pueblo y que, como a las cuatro de la madrugada tiraron dos
cañonazos incendiando el depósito de municiones continuando con otros varios que
volvieron del otro lado del Rio en el saqueo de la población hasta la entrada de las
tropas en que uyeron a incorporarse a los demás que se encontraban al otro lado del
Rio; cuyas últimas ocurrencias las supo en parte por lo mismo que él observó desde
56
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
su casa y por lo que oyó de los mismos sublevados al paso de su dicha casa en la que
se mantuvo encerrado.
Preguntado.
Sobre la condición, clase y color de los sublevados; dijo: Eran casi todos jornaleros
del campo, y en su totalidad negros con escepción de algunos muy pocos mulatos
oscuros; teniendo que lamentar por su parte la pérdida de algunos efectos de su tienda que le pillaron no saqueándole del todo por defender sus intereses con las armas
en la mano y gracias también a la pronta llegada de las tropas; que no tiene más que
decir, que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado, en que se afirma y
ratifica leída que le fué ésta declaración y manifestándo ser mayor de veinte y cinco
años lo firmó con el Sr. Fiscal y presente Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich.- José Ma. Lora.
Ante mí.- Firmado: Manuel Cantelar.
Declaración del
síndico del
Ayuntamiento D. Juan Grullón
En el mismo día mes y año compareció Don Juan Grullón a quien el Sr. Fiscal ante
mí el Secretario le recibió el juramento con arreglo a ordenanza el que prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuere interrogado, y siéndolo por su nombre y profesión;
dijo: Llamarse como queda dicho, que es comerciante de ésta población y síndico del
Ayuntamiento.
Preguntado.
Si se hallaba en la población cuando tuvieron lugar los primeros síntomas de insurrección promovidos por los enemigos del orden público y manifieste todo cuanto
sobre el particular sepa; dijo: Que en el Carnaval se encontraba en compañía de D.
Ubaldo Guay en Sabaneta a cuyo pueblo distante de éste como a tres horas de Camino, a caballo, fue con el obgeto de arreglar asuntos propios, pues tiene allí una tienda
y corte de maderas, que al verificar un pago de veinte pesos en billetes Españoles de
a cinco a Pablo Aquino, bueyero de la casa, que por su trabajo tenía ganados, dicho
Aquino le rechazó los espresados billetes diciendo que no los admitía por haber oido
decir al Cura del pueblo, cuyo nombre no sabe y al General Gobernador del pueblo
D. Antonio Batista, que dichos billetes no servían, en vista de lo que el declarante se
dirigió a la casa del General con obgeto de enterarse, a cuyo señor no encontró dejando recado a su muger ó querida; en consecuencia de éso el Regidor Manuel de
Jesús Núñez se apersonó con el declarante con un montón de gacetas a fin de que le
ayudase a buscar las superiores disposiciones en que prevenían la circulación de los
espresados billetes, para poder hacer al otro día una publicación para alejar toda
dura ó reparo para la admisión de aquellos, como en efecto se hizo siéndole entonces
57
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
admitidos por el dicho Aquino y cuantas personas hacían circular cantidades. Que
después de ésto se vió con el General Gobernador don Antonio Batista el que le manifestó había en el pueblo y sus inmediaciones alarmantes síntomas de rebolución
contra el Gobierno diciéndole que él se hallaba allí sólo sin fuerzas, de que poder
disponer, puesto que treinta hombres criollos que tenía a sus órdenes se le habían
marchado pretestándo que no se les pagaba, su servicio y que él no sabía qué hacer;
además de lo que por voz pública del pueblo de Sabaneta, oyó las disposiciones ostiles que había contra el Gobierno, las cuales a su parecer tomaron fundamento de
haberse inutilizado el armamento que había en depósito en aquel pueblo, cuya operación fue ordenada por un señor Comandante de Artillería que según noticias había
practicado lo mismo en Monte Cristi y Guayubín; que durante el tiempo que estuvo
en Sabaneta oyó de la Señora Domingo Madi que se propagaba la voz de que las tropas del destacamento de Guayubín maltrataban a las mugeres y salían al campo a
robar todo lo que encontraban, manifestándo entonces el exponente que tales dichos eran una completa falsedad puesto que el indicado destacamento en ningún
caso había maltratado en ningún término a muger ni hombre alguno del pueblo de
Guayubín ni del campo, que si salian en busca de provisiones, las cuales pagaban religiosamente, y aun a mayor precio que los mismos vecinos, los que consideraban por
esta misma razón de muy beneficioso al destacamento, puesto que además de garantizarles el orden y tranquilidad, daban, con sus compras, mucho dinero a la circulación del pueblo; que dichas falsas voces eran sólo propagadas con malévola intención
y para sus perversos fines por los enemigos del orden; que en el mismo día se le
apersonó un hijo de la citada viuda, cuyo nombre no sabe, el que le manifestó estaba
muy contento con respecto a las noticias que sobre la conducta de las tropas españolas había dado a su madre y abuela, las que dieron completa fé a las razones que sobre
el particular les dió el declarante comunicándolas a las personas con quiénes tenía
ocasión de hablar. Después de todo lo cual, el declarante acompañado de D. Ubaldo
Guay regresó a éste pueblo y su casa en el Miércoles de Ceniza, dando inmediatamente conocimiento al Gobernador de éste puesto y Oficiales de su destacamento, noticia de todo lo que llevo referido; en consecuencia de lo que dicho Sr. Gobernador
dispuso que el Sr. Ubaldo Guay saliese seguidamente a caballo y sin perder tiempo
para Santiago llevando un parte de las ocurrencias observadas; inmediatamente el
Gobernador reunió unos doce o catorce señores del pueblo de mayor responsabilidad y confianza que armados ayudaron a sostener la tranquilidad y orden en el pueblo, el cual rondaron y vigilaron según las órdenes del Gobernador que a los dos días
de su regreso de Sabaneta supo se había huido del pueblo Norberto Torres Comandante de Caballería que fue de la República, el cual al siguiente día apareció a la cabeza de un gran grupo de gente armada al otro lado del Río a un tiro de fusil del
pueblo en donde se le juntaron los sublevados de Sabaneta conducidos por un titulado Coronel y llamado Ignacio Reyes cuyas fuerzas reunidas constaban de unos setecientos hombres todos provistos de armas de distintas clases, poniéndose a la cabeza
de todos el General de las Reservas Lucas de Peña y enarbolando la bandera de la
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Ex-República Dominicana, pretendieron la rendición del destacamento de S. Marcial
que guarnecía éste punto a cuyo fin como a eso de las cuatro de la tarde de dicho día,
cuya fecha no recuerda, pero que era sábado, dirigieron un escrito al Gobernador en
el que manifestaban se rindiera con las tropas a sus órdenes pues de otro modo serían
pasados a cuchillo, para lo cual contaban con más de seiscientos cincuenta hombres
bien armados y municionados, ésto sólo en el Mangar, además de los que en numerosas partidas se dirigían al pueblo por distintos puntos, conducidos unos por José
Ramón Torres, otros por Juan Ramón Reyes, y otros, cabecillas que no sabe, todas
cuyas fuerzas revolucionarias que circuhían el pueblo ascendían a unos mil hombres
según juicio del declarante, por noticias que de unos y otros pudo adquirir. En tal
situación el Sr. Gobernador habiendo consultado con los Oficiales del destacamento
contestó al escrito revolucionario diciendo estaba resuelto a defenderse hasta perecer, ordenándoles se dispersaran retirándose a sus casas, cuya orden fué desatendida.
En ésta estado sabida la resulta determinación del Gobernador y destacamento para
defenderse se reunieron varios señores de mayor representación y responsabilidad
del pueblo los que apersonándose con dicha autoridad le manifestaron el conflicto
en que todos se hallaban y los graves perjuicios porque iba a correr el pueblo si insistía en defenderse contra fuerzas tan excesivamente superiores, suplicándole adoptara un medio en que salvándose vidas e intereses se mejorase la situación del mejor
modo posible; en su consecuencia manifestó dicho Gobernador con el apoyo de los
Oficiales y tropas del destacamento estaba resuelto a sostenerse defendiéndose hasta
el último extremo según así se lo había manifestado a los sublevados, entonces los
señores de la Junta dispusieron que una Comisión de ella fuera a verse con el General
Lucas cabecilla de la revolución con el obgeto de hacerles desistir de su temerario
empeño aconsejándoles se retiraran a sus casas, siendo nombrados para el efecto su
hijo D. Diego Aquilino Grullón y D. Ambrosio García de la jurisdicción de Monte Cristi residente entonces en éste pueblo y D. José Carlos Rodríguez Regidor del Ayuntamiento de éste pueblo, los que en resultado regresaron trayendo condiciones de capitulación por las que el General Lucas ofrecía respetar vidas y haciendas tanto del
destacamento como del pueblo, pudiendo la tropa conservar sus armas siendo conducida por competente escolta a Monte Cristi ó donde quisieran con el obgeto de que se
embarcaran para donde les conviniera, para cuyo efecto se les determinó un plazo de
tres ó cuatro horas que terminaban a las ocho de la noche para su resolución, cuyas
condiciones con otras que fueron ecsigidas por el Gobernador fueron aceptadas por
súplica que dicha junta hizo para ello en consideración a los males que sin ninguna
bentaja hubieran sobrevenido al pueblo y tropa que lo guarnecía dándose conocimiento de éste determinación al mencionado General Lucas por los ya referidos comisionados; poco después de las ocho de la noche hora en que ya los sublevados avanzaban
sobre el pueblo por haber transcurrido el plazo determinado, pero a instancias de la
comisión que les llebó la noticia berbal de quedar aceptadas sus proposiciones de capitulación, ofrecieron no entrar en el pueblo hasta el amanecer del día siguiente domingo, a cuya hora lo verificaron, mientras que el destacamento ya capitulado salía por
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
otro punto en dirección a Monte Cristi escoltado por una partida de los sublevados
mandada por José Ramón Torres lo que con anticipación a las fuerzas de Lucas habían
entrado en el pueblo con éste obgeto además de cuya partida acompañaron los oficiales, algunos de sus amigos del pueblo con obgeto de aucsiliarse en cuanto fuera
posible con sus personas y recursos, entre los cuales se contaban Román de Peña, el
General Sebastián Reyes de la Reserva y D. Ventura Grullón, cuyo último Señor les
facilitó los víveres y cuanto necesitaron, permaneciendo en compañía de ellos hasta
que los dejó embarcados en el Puerto de Monte Cristi del que debían salir con dirección a Pto. Plata.
Preguntado.
Si sabe conste por escrito la capitulación propuesta y aceptada por el Gobernador; dijo: Que consta por escrito habiéndosela llevado el Gobernador del pueblo que
también marchó con el destacamento para Monte Cristi.
Preguntado.
Qué personas fueron las que se reunieron en Junta para tratar sobre las ocurrencias espresadas; dijo: Que Ambrosio García, el declarante, Asir Fondé, Fernando
Pérez, Manuel Menas, José María Lora, Pedro José Bidó y Diego Aquilino Grullón, el
primero residente en Monte Cristi y los demás de esta población, formando también
parte el Regidor D. José Carlos Rodríguez.
Preguntado.
Manifieste cuánto sepa ocurrió después de la capitulación; dijo: Que a la salida
del destacamento capitulado, posesionados ya del pueblo los sublevados, se hicieron
cargo de cuantas armas y pertrechos de guerra había en el depósito, haciéndose facilitar todo cuanto necesitaban para la subsistencia por el Comercio de la población
el que satisfacía todas sus exigencias sin percibir de cuanto suministraban dinero
alguno, además de lo que, pillaban y mataban cuantas reses les eran necesarias sin
retribución de ninguna clase a sus dueños, amenazando a todos los vecinos honrados
y que ellos suponían adictos al Gobierno de la Reina; en el interin colocaron las piezas de Artillería en distintos puntos y en dirección del camino de Santiago por donde
suponían debían llegar las tropas, haciendo los disparos de alarma con las piezas
que tubieron más pronto dispuestas, los cuales repitieron en distintas ocasiones con
el fin de llamar a todos sus partidarios, al propio tiempo obligaron a las personas
honradas y tranquilas del pueblo a tomar las armas en su partido; a éso en vista de las
amenazas producidas por los insurreccionarios, tomaron todos las armas, a escepción
del declarante y sus hijos y de Asir Fondé, que se escusaron haciéndoles ver que no
podían atender a las armas a la vez que a sus establecimientos además de aucsiliarles
con cuantos efectos y víveres le ecsigían, formando del resto que serían unos diez y
seis hombres, una Compañía al mando de D. José María Lora, los cuales indudablemente estaban forzados y amenazados constantemente, pues los sublevados les vigi60
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
laban mucho, y en ésta disposición continuaron las cosas hasta el día primero por la
noche que teniendo aviso que las tropas del Gobierno estaban cerca, trasladaron tres
o cuatro piezas de Artillería al otro lado del Río en el sitio titulado El Mangar al cual
se retiraron al siguiente día por la madrugada, después de haber tirado dos cañonazos, incendiar el polvorín y saqueado el pueblo, permaneciendo en él los del pueblo
que como estaban forzados no los siguieron, teniendo por su parte que lamentar un
saqueo total en su establecimiento, tanto de víveres como de efecto de telas y demás,
hasta el estremo de haber tenido que abandonar su casa, por temor de ser asesinado,
uyendo en busca de las tropas del Gobierno para ponerse en seguridad, a las que no
pudo incorporarse por venir por distinto camino, encontrándolas ya en el pueblo
después de haber batido a los revoltosos y casi todos los demás vecinos hicieron lo
mismo parte de ellos en su compañía.
Preguntado.
Si sabe haya en el pueblo algunas personas, ó bien en sus inmediaciones, de las
que tomaron una parte activa en la insurrección; dijo: Que de los vecinos que han
regresado a la población, ningúno de ellos por lo que sabe ha tomado parte activa en
la insurrección.
Preguntado.
Por la condición, clase y color de los insurrectos; dijo: Que esceptuando los cabecillas principales que eran unos hacendados y otros artesanos, los demás eran jornaleros del campo, casi todos negros.
Preguntado.
Si además de las personas citadas recuerda de alguna otra; dijo: Que recuerda
de Juan Antonio Polanco, Coronel de la Reserva y vecino de Monte Cristi que fué a
sublevar el partido aquel.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir acerca de los sucesos ocurridos; dijo: Que el Martes
de la semana pasada, sabiendo los insurrectos que el General Hungría venía con una
columna de operaciones para atacarlos, el General Lucas, llamó al declarante, el Sr.
Asis Fondé, D. José Pérez, Sr. Angel Núñez, y Diego Aquilino Grullón, hijo del esponente y Fernando Pérez con el obgeto de que en comisión fuesen a encontrar al General Hungría y hacerle presente todos los sucesos ocurridos, al mismo tiempo que
le manifestaran las fuerzas de que disponían y que estaban resueltos a no abandonar
ésta Villa, lo que practicaron inmediatamente, exceptuando Fernando Pérez, que no
pudo por carecer de caballo, encontrando al citado general Hungría con las fuerzas
del Gobierno que se encontraban en Jaibón donde le hicieron presente la comisión
que llevaban entregándole además un pliego del General Lucas y enterándole de
todos los pormenores más minuciosos; que por ahora no recuerda de más y sólo si
61
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
desea para que conste, hacer entrega de una certificación del Sr. Gobernador de éste
punto, D. Pedro Garrido y Oficiales del Batallón de San Marcial que guarnecían esta
población, que no tiene más que decir siendo todo la verdad, a cargo del juramento
prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración, siendo mayor
de edad y la firmó con el Sr. Fiscal y presente Secretario.
Firmado.- Ignacio Olrich, Juan Grullón.Ante mí: Manuel Cantelar.-
Diligencia de unir una
certificación espedida a favor de
D. Juan Grullón
En la villa de Guayubín a los tres días del mismo mes y año el señor Fiscal dispuso
se una a continuación una certificación que presentó D. Juan Grullón, espedida por
el Sr. Gobernador D. Juan Garrido y Subteniente D. Luis Prados y D. Pedro Garrido
y Ortega, estos últimos del Batallón de San Marcial y pertenecientes al destacamento
que capituló, cuyo documento queda unido a continuación; y que para que conste se
anota por diligencia que firmó el Sr. Fiscal que yo el Secretario doy fé. Lo entrerrenglonado «Juan» vale.- Lo tachado «Pedro» no vale.Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
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A.G.I. CUBA 1011B
D. Juan José Garrido Comandante Militar de Guayubín, D. Luis Prado y D. Pedro
Garrido y Ortega Subtenientes del destacamento de dicho punto.
Certificamos:
Que los vecinos y Comerciantes de Guayubín D. Juan Grullón D. Basilio Fondeaur
y sus familias, nos han acompañado en el bloqueo rendición y espedición para nuestros dominios con sus personas y comestibles para nuestra tropa y han permanecido
fieles al Gobierno de S. M. la Reina de España (q. D. g.) hasta el punto de embarque
que hemos efectuado en el día de hoy en la Goleta Española Matilde en la Bahía de
Monte Cristy.
Y para que puedan hacer constar estas dos familias la buena conducta y adhesión
al Gobierno de S. M. C. lo firmamos en Monte Cristy a los veinte y cuatro días del mes
de febrero de mil ochocientos sesenta y tres.
Firmado: Luis Prado, Pedro Garrido y Juan J Garrido.
Declaración de D. Osvaldo Guasp de Cervera
En la citada Villa de Guayubín a los cuatro días del mes de marzo de mil ochocientos sesenta y tres compareció previa la competente citación D. Osvaldo Guasp
de Cervera, a cuyo Señor el Sr. Fiscal le recibió el juramento con arreglo a su clase, y
ante mí el Secretario lo presentó en debida forma y ofreció decir verdad en cuanto
fuese interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como
va dicho y es comerciante de éste pueblo.
Preguntado.
Si tiene noticias ó sabe los particulares de los hechos insurreccionarios que ha
tenido lugar en ésta villa; dijo: Que habiendo ido a pasar el Carnaval en Sabaneta,
donde se encontraba también D. Juan Grullón, observó en aquel punto síntomas
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
bastante alarmantes de insurrección contra el Gobierno, y preguntándole al Comandante de armas de aquel punto que qué era aquello, le contestó que nada podía hacer pues no disponía de un sólo hombre; que a su regreso a Guayubín, que lo verificó
en unión de D. Juan Grullón, lo hicieron presente al Sr. Gobernador D. Juan José Garrido y al siguiente día dispuso dicha Autoridad que el declarante marchase a Santiago llebando un pliego al Sr. General Gobernador de la Provincia, y al mismo tiempo
que verbalmente le pusiera en conocimiento de cuanto ocurría, a cuyo punto llegó
el veinte y uno evacuando la comisión que se le había confiado, habiéndose puesto
en camino para Guayubín al siguiente día aprovechando los momentos para evitar
que los asuntos de Sabaneta perturbaran la tranquilidad de ésta población, pero que
al llegar encontró ya que la insurrección había tomado cuerpo y se había estendido
hasta aquí, en términos que los sublevados se habían hecho dueños del pueblo y el
destacamento verificado una capitulación; tan luego como llegó, los sublevados lo
pusieron preso é incomunicado junto con D. Enrique Menendez que le acompañaba, el cual es asesor fiscal de Santiago, no habiéndose levantado la prisión hasta el
primero de éste mes, en cuyo día mandaron a D. Enrique Menéndez para Sabaneta y
a él le dejaron el pueblo por Carcel y que a la oración ya entrada la noche aprovechó
la oscuridad y pudo evadirse de las pesquisas de los insurrectos, pues temía lo fueran
a asesinar, no volviendo entrar en el pueblo hasta el siguiente día que verificaron su
entrada las tropas del Gobierno.
Preguntado.
Si al marchar para Sabaneta tenía ya alguna noticia de la alarma a que se refiere;
dijo: Que las únicas noticias que tenía era que por el campo andaban propagando la
insurrección hacia algunos días.
Preguntado.
Si sabe qué personas eran las que propendían a la sublevación y qué razones esponían para ello; dijo: Que según ha oido decir después eran el General de las reservas
Lucas Evangelista de Peña, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez y otros varios
de aquí y Sabaneta que en éste momento no recuerda, pero que el señor General
Gobernador debe conservar una lista que en día de ayer se formó en el Gobierno, de
los principales de los insurrectos, tanto por su grado superior entre ellos como por
la influencia que sobre ellos tenían y que las únicas razones que puede dar, es que
proclamaban la República.
Preguntado.
Si cuando vino de Santiago y que los sublevados lo pusieron preso, estaba izada
alguna bandera y en éste caso manifieste cual era y si a pesar de la incomunicación
en que estaba puede citar algún hecho más; dijo: Que cuando entró en la población
estaba enarbolada la bandera de la Ex-República Dominicana y que todos gritaban
«Viva la República», que durante su incomunicación no pudo ser testigo de nada,
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
más que las voces que llegaban a sus oidos de «Viva la República», «Viva la libertad»,
«Viva Baez», y en ésta disposición estaban constantemente.
Preguntado.
Si de los que tomaron parte en la insurrección sabe el paradero de alguno y si
tiene noticias se hayan apropiado de efectos y víveres que no fuesen suyos; dijo: Que
no sabe el paradero de los que tomaron parte en la sublevación y que antes de abandonar el pueblo lo saquearon en su mayor parte y que por la suya tiene que lamentar
todo cuanto tenía, hasta la ropa de su uso, que no tiene nada más que decir que lo
dicho es la verdad a cargo del juramento prestado sin tener que añadir ni quitar en
quese firma y ratifica leída que le ha sido ésta su declaración, manifestó ser mayor de
veinte y cinco años y lo firmó con el Sr. Fiscal y presente Secretario.
Firmado: Ignacio Olrich, Osvaldo Guasp.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Declaración del Sr. D. José Carlos Rodríguez
Seguidamente se presentó el Sr. D. José Carlos Rodríguez a quien el Sr. Fiscal
ante mí el Secretario le exigió el juramento con arreglo a ordenanza, el que prestó y
ofreció decir verdad en cuanto fuera interrogado, y habiéndolo sido por su nombre
y profesión; dijo: Llamarse como queda indicado, Sacristán de la Iglesia de ésta Villa
y tercer Regidor del Ayuntamiento.
Preguntado.
Donde se hallaba cuando ocurrió la sublevación revolucionaria de ésta Villa y manifieste cuanto sobre sus particulares sepa, quiénes fueron sus promotores; dijo: Que
cuando ocurrió la sublevación de éste pueblo hace doce días hallándose el declarante
en unión con el Sr. Gobernador, el Sr. Contralor del hospital y un Oficial del destacamento, oyó decir que el Sr. Norberto Torres, vecino de éste pueblo, tramaba una
revolución contra el Gobierno, el cual sabiendo sin duda que se estaban tomando
disposiciones para prenderle, se uyó de su casa, en la noche anterior al día de la sublevación, apareciendo en éste al otro lado del río capitáneando una partida revolucionaria reuniendo cuantos adiptos pudo, mandando al propio tiempo llamar al General de las Reservas D. Lucas de Peña, con el obgeto de que tomara el mando como
Gefe Superior de los revolucionarios, cuyo cargo dicho General Lucas rechazó por
segunda vez, hasta que por la tercera amenazando por dicho Torres se hizo forzosamente cargo del mando indicado, teniendo ya reunidos más de doscientos hombres
procedentes de éstas inmediaciones a los que se unieron después distintas partidas
más procedentes de Sabaneta y otros puntos más distantes, todos los que, a su juicio,
eccedían de quinientos hombres; que en ésta situación los revoltosos impusieron al
65
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Gobernador la condición de que se rindiera con el destacamento a su órdenes, dándole para ello cuatro horas de término, lo cual fue desatendido por dicha autoridad,
manifestándo estaba resuelto a defenderse hasta morir con la tropa a sus órdenes; en
vista de lo que el declarante en unión de otros señores honrados del pueblo, y adictos
al Gobierno, se apersonaron con el Gobernador, con el obgeto de estudiar el mejor
medio posible para salir de la angustiosa situación en que se hallaba el pueblo, a lo
cual les contestó dicho Sr. Gobernador que no hallaba medio mejor que el de resistir
la revolución por medio de la fuerza, en cuya virtud los señores que se reunieron
con el ante dicho obgeto determinaron nombrar una comisión de entre ellos para
que avistándose con el General revolucionario Lucas le manifestaron la situación
peligrosa en que se hallaba el pueblo, estándo el destacamento dispuesto a defenderse a todo trance y de aconsejarles al mismo tiempo que desistieran de su temerario
empeño, retirándose a sus casas, cuyas observaciones fueron por completo desatendidas, obligando a dicha comisión compuesta de D. Aquilino Grullón, el Sr. Ambrosio
García y el declarante a que trageran al Gobernador condiciones de capitulación
para el destacamento, por las cuales ofrecían respetar vidas é intereses, pudiendo el
destacamento conservar sus armas y marchar para el punto de Monte Cristi para allí
embarcara para Puerto Plata, cuya proposicion se negó aceptar el Gobernador insistiendo en defenderse; y visto lo cual y viendo el declarante que la situación no tenía
remedio se retiró a su casa en la que permaneció hasta la mañana del día siguiente
Domingo en que como á éso de las siete de la mañana fue a la Casa del Gobierno en
donde por el mismo Gobernador supo que a las once de la noche anterior se había
efectuado la capitulación en consecuencia de lo que dicho Sr. Gobernador y destacamento se disponían para marchar, lo cual seguidamente verificaron con dirección a
Monte Cristi, acompañados de algunos amigos del pueblo y escoltados según á oido
decir, por fuerzas de los insurrectos, los que seguidamente se apoderaron del pueblo
ocupando cuantos pertrechos de guerra había en depósito enarbolando al propio
tiempo la bandera de la antigua República Dominicana haciendo tres disparos de
cañón y dando repetidas vivas a la República.
Preguntado.
Si además de los que ha citado como cabecillas de la revolución puede hacer cita
de algunos otros y si sabe el paradero de alguno de ellos; dijo: Que como principales,
además de los dichos, ha sabido lo eran por los empleos que se les habían conferido,
Benito Monción titulado Coronel, natural de éste pueblo, Juan de la Cruz Alvarez
nombrado también Coronel y vecino de éste pueblo, y un tal Carlos Francisco (a)
Dosé, nombrado igualmente Coronel y también vecino de éste pueblo, de todos los
cuales ignora el paradero, habiendo oido que andan por los montes de la Jabón.
Preguntado.
Si sabe que los insurrectos estuvieron en connivencia revolucionaria con otros puntos y de causas cree que tomara fundamento la insurrección; dijo: Ignora si estaban
66
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
en connivencia con otros puntos, así como también los motivos que pudieran tener
los insurrectos para sublevarse.
Preguntado.
Si como Sacristán que es de la Iglesia sabe si fué estraido algún Sagrado obgeto
de ella por los revolucionarios; dijo: Que no puede dar ecsacta contestación a la
pregunta que se le hace en atención a haber estado ausente del pueblo desde el día
siguiente a la capitulación hasta el de la fecha en que al regresar y poco antes de citársele para ésta declaración, supo por varias personas del pueblo que además de haber
sido saqueado éste, fueron también estraidos algunos obgetos religiosos, entre ellos
una imagen de Nuestra Señora del Rosario en busto de madera que se llevaron los
sublevados, la que fué rescatada por las tropas del Gobierno al batir a los insurrectos
hallándose en la actualidad dicha imagen depositada en casa de D. José María Lora
vecino de éste pueblo, debiendo manifestar que al separarse de éste pueblo lo hizo
uyendo de la revolución por haber sido amenazado con pérdida de la vida por los
insurrectos.
Preguntado.
Si el cura se hallaba en el pueblo en el momento de la insurrección y si sabe
donde se halla en la actualidad; dijo: Que desde el día diez y nueve del mes de febrero próximo pasado se halla el Sr. Cura asistiendo la Parroquia de Monte Cristi que
también tiene a su cargo, que no tiene nada más que decir, que lo dicho es la verdad
a cargo del juramento prestado sin tener que añadir ni quitar, en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; manifestó ser mayor de edad y lo firmó con
el Señor Fiscal y presente Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich, José Carlos Rodríguez.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber
recibido una nota de los inds comprendidos
en la rebelión de
Guayubín, la cual quedó
unida
A los cinco días del mismo mes y años el Señor Fiscal recibió del Sor. General y
Gobernador de la Provincia y Gefe de las fuerzas de operaciones, una nota de los
individuos comprendidos en la rebelión de Guayubín, cuyo documento queda unido
a continuación, y para que conste se anota por diligencia que firmó el Sr. Fiscal conmigo el secretario de que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Nota
de los individuos comprendidos en la rebelión de
Guayubín
José Olivo..........................................................................................
Monte Cristi.
José Alejandro..................................................................................Id.
Corl. Juan Antonio Polanco............................................................Id.
Corl. Gregorio Luperón (a) Eugenio, El Médico..............................Sabaneta.
Santiago Rodríguez..........................................................................Id.
Raymundo Jaque..............................................................................Id.
Pablo Aquino....................................................................................Id.
Justo Carrasco..................................................................................id.
Luis Flores........................................................................................Id.
Andrés Maló......................................................................................Villalobos.
Casimiro Castellanos........................................................................Tevana.
Norberto Torres............................................................................... Corral Grande.
Cacú.................................................................................................. en Los Arroyos.
Matías Carrasco................................................................................
Las Matas.
Diego Crespo.................................................................................... Uña de Gato.
Luis Sosa........................................................................................... Martín García.
Justo Sosa..........................................................................................Pocito.
Ignacio Reyes....................................................................................Sabaneta.
José Ramón Torres Id.
José de los Santos (a) Inglés.............................................................Escalante.
Pedro Antonio Pimentel.................................................................. Sabana larga.
Juan Ramón Reyes
Victoriano Cordero
Sambá...............................................................................................Antonia.
San Amesquita..................................................................................Gorra.
Luis Evangelista de Peña.................................................................Gral.
Benito Monción
Jacinto Ramos
Alejandro Bueno..............................................................................Sabaneta.
Bartolomé Megía Mao
Ramón Regalado..............................................................................Botoneillo.
Antonio Rodríguez..........................................................................Baltasar.
Al capitán Fiscal en ésta villa por si le puede servir de más luces la anterior lista.
El Gral. Gr.
Firmado: Hungría.
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Declaración del Alcalde D. Fernando Pérez
A los cinco días del corriente mes y año compareció D. Fernando Pérez a quien
el Sr. Fiscal ante mí le ecisgió el juramento con arreglo a ordenanza el que prestó y
ofreció decir verdad en cuanto fuere preguntado; y habiéndolo sido por su nombre y
profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que el Alcalde de ésta población según
nombramiento que le recayó por la superioridad, pero que con fecha tres del actual
le ordenó el Sor. General Gobernador de la Provincia y Gefe de la columna de operaciones, que desde dicho día desempeñase dicho cometido.
Preguntado.
Si cuando los insurrectos se sublevaron se hallaba en el pueblo y en éste caso diga
que día ocurrió la sublevación bajo, que pretestos, quiénes fueron sus promovedores,
y si sabe el paradero de alguno de ellos; dijo: Se hallaba en el pueblo en el día de la
sublevación, cuya fecha no recuerda, pero cree, si mal no recuerda, fue el domingo
de la semana pasada, siendo los principales promovedores el General de las Reservas
Lucas Evangelista de Peñas y Norberto Torres, ambos vecinos de éste pueblo, apareciendo también como principales revolucionarios, Juan de la Cruz Alvarez, José
Vicente de los Santos, Victorino Cordero, Benito Monción, vecinos de éste pueblo,
los cuales fueron nombrados coroneles por el General insurrecto Lucas, por el que,
fué nombrado también General el arriba nombrado Norberto Torres, como también
Alvaro de Peña, que fué nombrado Comandante, Juan Ramón de los Reyes, también
Comandante y otros varios que ha oido nombrar y no recuerda, todos los que promovieron la insurrección. Así como también el de los que les secundaban como Oficiales
y soldados, sabiendo únicamente, de pública voz, que todos andan huidos.
Preguntado.
Manifieste cuantos particulares sepa sobre la espresada sublevación; dijo: Que
hallándose en el punto llamado El Peladero de regreso de Magüaca a donde fue a
medir unas maderas, oyó decir a un tal Cayetano Deglé que cree vecino de Sabaneta
y que venía procedente de Haití, que en Sabaneta había roto las armas y tirado las
municiones del depósito al agua, por orden de un Gefe Español, por disposición del
cual habían también salido tropas españolas de Guayubín con el obgeto de recoger
las armas que tuvieran los vecinos del campo, al oir lo cual el declarante manifestó
a varios de la concurrencia que tales noticias debían ser una falsedad, siendo seguramente en pretesto para exasperar los ánimos de los que las oyeran, regresando
seguidamente a ésta y dando conocimiento de lo espresado al Sor. Gobernador del
pueblo; que a los tres ó cuatro días, fué cuando ocurrió la sublevación en consecuencia de la que capituló el destacamento que se hallaba en éste punto, siendo el pueblo
saqueado por los insurrectos, teniendo que lamentar por su parte la pérdida total de
víveres y efectos que tenía en su tienda, la cual abandonó por temor de ser asesinado
por los insurrectos, regresando a ella después que las tropas hubieron batido a los
69
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
sublevados y ocupando el pueblo; que al abandonar su casa llamó a cuatro hombres
de su familia con el objeto de que le acompañaran por temor a que le asaltaran y asesinaran en su huida, la cual verificó en dirección de la Salada en donde permaneció
hasta que supo la entrada de las tropas en éste punto, presentándose seguidamente
al General de la provincia.
Preguntado.
Si sabe que la insurrección tuviera ramificaciones en otros puntos; dijo: Que tenía ramificaciones con los pueblos de Sabaneta y Monte Cristi, puesto que entre los
insurrectos los había de dichos puntos, los cuales se sublevaron al propio tiempo que
en éste punto.
Preguntado.
Si conoce algunos de la insurrección de Sabaneta y Monte Cristi; dijo: Que ha
oido decir se hallaban entre ellos un tal Santiago Rodríguez y un tal Ignacio, y otros
varios cuyos nombres que ha oido decir, pero no recuerda, éstos, de Sabaneta y Juan
Antonio Polanco y José Olibo y distintos más que a ha oido nombrar de Monte Cristi,
que no tiene más que decir, que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado, sin tener que añadir ni quitar, en que se afirma y ratifica leída que le fue ésta su
declaración, manifestó ser mayor de veinte y cinco años y lo firmó con el Sr. Fiscal y
presente Secretario de que doy fé.- Lo tachado «para» no vale.
Firmado: Ignacio Olrich, Fernando Pérez.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Ampliación
a la declaración que antecede de
D. Fernando Pérez
Acto continuo dispuso el Sr. Fiscal manifestar a D. Fernando Pérez Alcalde y exponente de la declaración anterior la relación que de varios insurrectos consta al folio
diez y ocho y.
Preguntado.
Si conoce alguno de los inscritos en dicha relación y sabe donde se hallan en la
actualidad; dijo: Conoce a la mayor parte de los individuos inscritos en dicha relación, parte de los cuales ya he citado ignorando cual sea en la actualidad su paradero,
pudiendo únicamente manifestar que Justo Sosa vecino del sitio llamado El Pocito se
hallaba esta mañana en el pueblo de la misma Gobernación, suponiendo se hubiese
presentado al General Gobernador de la provincia, en lo que se afirmó y ratificó
leída que le fue ésta (declaración) ampliación, bajo el juramento ya prestado en su
anterior declaración, firmando ésta con el Sr. Fiscal y presente Secretario que doy fé.
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Firmado Ignacio Olrich, Fernando Pérez.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haberse puesto en prisión a Justo Sosa,
uno de los comprendidos en la lista a f. 18
Acto continuo se presentó D. Fernando Pérez Alcalde del pueblo, manifestándo
al Sr. Fiscal que Justo Sosa, comprendido en el Cuerpo de las lista de insurrectos, se
hallaba en la habitación inmediata a la que se le acababa de tomar declaración, cita
en la Casa de Gobierno, el cual inmediatamente fue puesto en prisión por el Sr. Fiscal; y para que conste por diligencia lo firmó conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Indagatoria
del acusado Justo
Sosa
Inmediatamente el Sr. Fiscal hizo comparecer al acusado Justo Sosa y ante mí el
Secretario le indicó iba a prestar una declaración acerca la insurrección que tubo
lugar en ésta población; así como de que estaba obligado a decir verdad en cuanto se
le preguntare lo que ofreció y.
Preguntado.
Su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse Justo Sosa, de edad de
treinta años, natural de El Pocito partido de Guayubín provincia de Santiago de los
Caballeros (C.A. y R.)3 y que es labrador del campo.
Preguntado.
Desde el día quince del mes pasado hasta el de hoy en dónde se ha hallado y en
qué ha invertido el tiempo; dijo: Que durante éste tiempo ha permanecido en su casa
ocupándose en la labranza de su conuco lo cual puede acreditar por el General de las
Reservas D. Sebastián Reyes por un tal Pepe Pérez y por los individuos de su familia
que viven inmediatos a su casa.
Preguntado.
Con qué obgeto ha venido hoy al pueblo; dijo: Que se halla en el pueblo desde
ayer tarde, al cual vino con el obgeto de presentarse al Sor. General Gobernador de
la provincia, lo que no efectuó por ver que dicho Sor. General estaba en conversación
Religión católica, apostólica y romana (CAR).
3
71
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
con el General de las Reservas D. Gaspar Polanco habiendo sido recomendado a dicho Sor. General Gobernador de la provincia como así también su padre Ramón Sosa
y sus dos hermanos Timoteo y Eusebio por D. Pepe Pérez y el ya citado General Reyes.
Preguntado.
Cual era el obgeto de la recomendación de dichos Señores en su favor, el de su
padre y hermanos; dijo: Que dicha recomendación tenía por obgeto hacer presente
la adicción a la causa del Gobierno como buenos españoles en cuyo concepto ofrecían sus servicios.
Preguntado.
En donde estaba y qué hizo el día en que los enemigos del Gobierno sublevándose contra sus instituciones entraron en el pueblo, así como también en los días antes
y después de dicha ocurrencia; dijo: Que en días atrás cuando oyó que la bagamundería de los sublevados hicieron tres disparos de cañón en señal de la alarma, vino
seguidamente al pueblo del cual se retiró al poco rato a su casa por no hallarse a
gusto entre la bagamundería que había en el pueblo.
Preguntado.
Si vino y regresó sólo ó acompañado de alguna otra persona y si trahía armas ó no;
dijo: Vino y regresó sólo, no trayendo más armas que un machetico.
Preguntado.
Qué es lo que hizo durante el tiempo que estubo en el pueblo en aquellas circunstancias y con quien habló y sobre qué asuntos y manifieste así mismo las ocurrencias
que en aquel entonces observó; dijo: Que durante el tiempo que estubo en el pueblo en aquella ocasión, se empleo hablando con varios de los de la bagamundería
versando sus conversaciones sobre simplezas y guaperías, en cuyas conversaciones
invirtió como una hora retirándose seguidamente a su casa como lleva espuesto por
no gustarle permanecer entre aquella bagamundería que alborotaba el pueblo, suponiéndose guapos por haber ganado la acción entrando en el pueblo.
Preguntado.
Á qué acción hace referencia, fue ganada por los bagamundos así como también
esplique lo que entre ellos entendía por ser guapos; dijo: Que la acción a que se refiere era la de la entrada de los revoltosos en el pueblo obligando a salir las tropas que
había en él, y que con respecto a lo de ser guapos quiere decir ser un hombre brabo
y peleador.
Preguntado.
Si los insurrectos llevaban consigo alguna insignia ó bandera, qué gritos proferían, quiénes eran sus cabecillas y cite cuantos nombres de ellos sepa; dijo: Que te72
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
nían una banderita puesta en un palo, destrozada, colorada y un poco azul por las
partes donde estaba rota, dando gritos de «Viva la República» por sus Gefes, que
eran contestados por los demás; que los principales cabecillas eran el General Lucas
y Norberto Torres y otros varios hechos Gefes por los dos antedichos Lucas y Torres.
Preguntado.
Si sabe en qué se emplearon su padre y hermanos durante el periodo que a él
se le pregunta; dijo: Que su padre y hermanos durante el tiempo que se le pregunta
estuvieron en sus casas empleados en el trabajo de campo.
Preguntado.
Si conoce los individuos que se le van a nombrar, cuyos nombres constan en relación foliada con el número diez y ocho y si los vió entre los revolucionarios y si sabe su
paradero; dijo: Conoce a todos los sujetos que se le acaban de nombrar, los cuales se
hallaban entre los sublevados, escepto Gregorio Luperón, Raimundo Jaque, Andres
Mató, Ignacio Reyes y Alejandro Bueno que no conoce siendo hermano suyo Luis
Sosa, ignorando el paradero de todos ellos.
Preguntado.
Manifieste cuanto se le ocurra decir sobre los sucesos porque se le pregunta; dijo:
Que en la noche del día en que los sublevados hicieron los tres disparos de alarma
volvió al pueblo por aviso del Gefe Norberto Torres el cual le entregó un fusil estropeado con el obgeto de que lo mandara componer y quedase armado con él, siguiendo sus fuerzas, a lo que, el declarante se negó, diciendo, que él no componía el fusil
ni dispararía un tiro contra la Bandera Española, a cuya contestación el Norberto
Torres le amenazó con que le pegaría cuatro tiros si no seguía el movimiento de su
gente, contestándole el declarante que de ningún modo tiraría contra la Bandera
Española y que se huiría al monte siendo por último mandado prender por dicho Torres que ordenó a dos de los suyos lo llevaran preso, lo cual verificaron, pero que en
el camino les dijo a los dos que le escoltaban, que le dejaran ir para su casa, que de lo
contrario pelearía con ellos dándoles patadas, en consecuencia de lo que lo dejaron
libre marchándose entonces el declarante para su casa en la que permaneció hasta el
día siguiente, en que volvió al pueblo en busca de su machete, que había dejado en la
noche anterior y que entonces el General D. Sebastián Reyes se puso a aconsejarle no
resistiera a la que le ordenaba el Norberto Torres puesto que era su Gefe y le podía
ocasionar algún daño debiendo por tanto obedecerle.
Preguntado.
Qué hizo del fusil que dice le entregó el Norberto Torres; dijo: Que lo tiró en un
rincón de su casa en donde está todavía en el mismo estado de inutilidad en que se
le dió, teniendo también allí el machete de su uso y propiedad.
73
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si el General D. Sebastián Reyes se hallaba entre los sublevados y si tomó partido
con ellos; dijo: Que dicho Sr. General se hallaba en el pueblo sin tomar parte en la
insurrección.
Preguntado.
Qué es lo que hizo después que el General Reyes le aconsejó que obedeciera a
Norberto Torres; dijo: Que se fue para su casa de la que, en virtud de los consejos del
General Reyes venía al pueblo para cumplir lo que se le mandase, permaneciendo
así como dos o tres días, al cabo de los cuales se fugó al monte regresando en el día
de ayer según ya deja declarado y verificando su presentación como tiene también
dicho.
Preguntado.
En donde se hallaba el día dos de éste mes en que entraron las tropas en éste
pueblo, batiendo y derrotando a los insurrectos en el cerro llamado del Mangar; dijo:
Que en ese día se encontraba en el Monte con toda su familia.
Preguntado.
Si en el referido día supo que las tropas habían verificado su entrada en éste pueblo y en éste caso por qué no verificó entonces su presentación; dijo: Que hasta antes
de anoche no supo que les tropas del Gobierno habían ocupado el pueblo de lo cual
tuvo noticia por su padre que fué avisárselo.
Preguntado.
Por qué atendió los consejos que le dio el General Reyes de que obedeciera al
cabecilla de los insurrectos Norberto Torres; dijo: Que atendió los consejos de dicho
Sor. por consideraciones de respeto y por haber sido su maestro y como quien dice
criado por él, sin embargo, de los que se fugó después como ya deja dicho.
Preguntado.
Si tiene algo más que añadir ó quitar referente a los sucesos porque se le pregunta; dijo: Que no tiene nada más que decir ni añadir ni quitar, siendo todo la verdad,
según ha ofrecido decirla, en que se afirma y ratifica leída que le ha sido ésta su declaración y manifestándo no saber escribir hizo la señal de la Cruz, firmándolo el Sr.
Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Lo entrerrenglonando «antes» vale.- Lo
tachado «ayer p» no vale.
Firmando: Olrich.
(Hay una cruz con tinta)
Ante mí: Manuel Cantelar.
74
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Declaración de D. Sebastián Reyes, General de
las
Reservas
Incontinente previa citación competente se presentó D. Sebastián Reyes General
de las Reservas, a cuyo Señor el Sor. Fiscal recibió el juramento con arreglo a ordenanza el que ante mí el Secretario ofreció decir verdad en cuanto fuere interrogado
y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como va indicado y que es
General de las Reservas Provinciales de ésta Isla.
Preguntado.
En donde se hallaba en el día que ocurrió la insurrección en éste pueblo promovida por los enemigos del orden; dijo: Que si mal no recuerda el Viernes de la semana
antepasada hallándose en El Pocito punto inmediato de éste pueblo al otro lado del
río Yaque, fué avisado por su hijo Federico Reyes de menor edad y enviado por su
Madre de que en el pueblo había novedad, en consecuencia de lo que vino inmediatamente a la población presentándose al Sor. Coronel Garrido Gobernador de éste
punto con el obgeto de que le informáse de la novedad que ocurría, a lo que dicho
Sr. Gobernador le contestó que lo que había era de que ya tenían el enemigo en el
Mangar hallándose tomando las disposiciones convenientes para recibirle en virtud
de lo que el declarante ofreció sus servicios así como los de sus dos hijos mayores, los
cuales fueron aceptados, permaneciendo en su compañía hasta el momento en que
dicho Sr. Gobernador se ausentó con el destacamento para Monte Cristi hasta cuyo
punto le acompañó el declarante, regresando al día siguiente ó sea el martes de la semana pasada siendo entonces amenazado de muerte por los sublevados en repetidas
ocasiones por lo que tomó el partido de retirarse con pasaporte del General insurrecto Lucas marchando a Mao en casa de su hermano en donde permaneció hasta el día
de ayer en que regresó presentándose al Sor. General Gobernador de la Provincia.
Preguntado.
Si conoce al moreno Justo Sosa y si sabe donde se halla en la actualidad y si éste
tomó parte en la insurrección; dijo: Que conoce al Justo Sosa que se le cita por ser
vecino suyo que sabe se halla arrestado y al cual vió en el pueblo entre los insurrectos
sin saber si tomó o no partido con ellos.
Preguntado.
Si el mencionado Justo Sosa ha sido en alguna circunstancia recomendado por
él al Sor. General Gobernador de la provincia; dijo: Que hallándose el declarante en
el Gobierno en la tarde de ayer le llamó Justo Sosa acompañado de otros tres hermanos y le manifestó que los cuatro hermanos venían a presentarse al General Hungría
Gobernador de la provincia pero que viendo a dicho Sor. General muy ocupado,
digeron al declarante si podían retirarse viniendo al día siguiente a hacer su presentación, a lo que les contestó que efectivamente el Sor. General Hungría estaba muy ocupado para que pudiera atenderles en aquel momento por lo que crehía bien pensado
75
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
el que se retiraran a sus casas y volvieron al día siguiente a presentarse ofreciéndoles
el esponente que hablaría sobre su presentación al Sor. General Hungría, lo cual no
recuerda si lo hizo, pero que sí se lo dijo al Coronel Gregorio Reyes, para que si tenía
ocasión manifestase ésta circunstancia recomendatoria a dicho Sor. General a favor
de los espresados Sosa.
Preguntado.
Con que objeto vinieron a presentarse y qué clase de recomendación solicitaban
del declarante para con el Sor. General Hungría; dijo: Que no sabe con qué obgeto
venían a presentarse suponiendo que lo hicieron por estar huidos ó escondidos, y
con respecto a lo de la recomendación fué cosa mal entendida, puesto que él les dijo
que le hablaría el General Hungría manifestándole simplemente la presentación de
cuatro hermanos, sobre cuya hablaría también al arriba mencionado Coronel D. Gregorio Reyes por si a él se le olvidaba ó no tenía lugar de decírselo al General Hungría.
Preguntado.
Si sabe los motivos porque estaban huidos o escondidos los citados Sosa; dijo: Que
no sabe si realmente estaban escondidos ó huidos siendo sólo una suposición que él
hace fundada en consecuencia de los trastornos ocurridos a causa de la insurrección.
Preguntado.
Cuantas veces vió a Justo Sosa entre los insurrectos durante el tiempo que éstos
ocuparon el pueblo, si alguna vez habló con él y sobre qué asuntos; dijo: Recuerda no
haberlo visto más que una vez en atención a ocultarse el declarante, de las pesquisas
que sobre él hacían algunos de los sublevados, y que en ésta vez que vió a Justo Sosa
éste no hizo más que saludarle, diciéndole adiós, a lo que el declarante correspondió
con igual saludo, sin tener conversación de ninguna especie con ningúno de los Sosa,
que también se saludo con el padre de los mencionados en uno de los días en que
estaban los insurrectos posesionados del pueblo y no recuerda si fue en el día en que
éstos pusieron la bandera revolucionaria, ó un día antes ó después.
Preguntado.
Si Ramón Sosa y sus hijos tomaron parte en la insurrección; dijo: Que ignora si
tomaron ó no parte en la insurrección pudiendo únicamente decir que vió entre los
insurrectos a Ramón Sosa y sus hijos Justo, Eusebio y Luis.
Preguntado.
Quiénes eran los principales promovedores de la insurrección y cite así mismo
cuantos nombres de los insurrectos sepa; dijo: Que al parecer el principal motor de
la sublevación fué un tal Norberto Torres, que sin embargo de que sonaba el General
Lucas de Peña como General en Gefe de los insurrectos, lo era sólo su nombre, pues
así es la opinión de varias personas, habiéndole manifestado el mismo General Lucas,
76
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
que él se hallaba en la revolución forzosamente, pues que habiendo sido llamado una
ó dos veces por Norberto Torres no hallándose en su casa hasta la tercera vez en que
fué conducido por dos o tres y otros varios le obligaron a tomar el mando en Gefe de
todas las fuerzas, cuyo cargo aceptó forzosamente y en vista de las amenazas que dijo
le habían hecho de quitarle de en medio si no aceptaba.
Preguntado.
En qué día y lugar y ante qué personas le hizo el General Lucas ésta manifestación; dijo: Le hizo la espresada manifestación a solas pues lo llamó a parte dos o tres
días despues de que entraron en el pueblo los insurrectos; que no tiene más que
decir, sin tener que añadir ni quitar, siendo todo la verdad a cargo del juramento
prestado en que afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración manifestándo
ser mayor de veinte y cinco años y lo firmó con el Sr. Fiscal y presente Secretario de
que doy fe.- Lo tachado «hablo» no vale.
Firmado: Ignacio Olrich, J Sebastián Reyes.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Declaración de D. José Pérez
A los seis días de los mismos mes y año se presentó ante el Sr. Fiscal y presente
Secretario D. José Pérez al que se le exigió el juramento con arreglo a su clase, el que
prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su
nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que es propietario y vecino
de El Pocito punto inmediato de ésta población, del otro lado del río.
Preguntado.
En donde se hallaba cuando tuvieron lugar las ocurrencias revolucionarias en
éste pueblo; dijo: Que cuando las ocurrencias revolucionarias de éste pueblo, se hallaba en su casa, habiendo tenido noticias de la sublevación por una muger que huyendo del pueblo fué a parar a su casa.
Preguntado.
Si sabe quiénes eran los principales cabecillas y promovedores de la sublevación, qué
obgeto tenía ésta y manifieste cuanto sobre el particular sepa; dijo: Que al día siguiente
de haber entrado los revoltosos en éste pueblo le mandaron a llamar en nombre de
Norberto Torres, el cual en unión del general de las reservas D. Lucas de Peña le obligaron a ir en comisión con otros varios señores a llevar un pliego al Sr. General Gobernador de la provincia que con las tropas de la Reina se hallaba en Jaibon, punto distante
de ésta población como de unas cinco ó seis leguas, cuya comisión desempeñó por
vías de fuerza, de la cual regresando al día siguiente dio conocimiento con sus demás
77
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
compañeros de haberla cumplido, a los dichos General Lucas y Norberto Torres, retirándose seguidamente a su posesión de El Pocito de donde venía todos los días al
pueblo con objeto de vigilar una casa y pulpería que tiene en él, la que por fin le fué
saqueada por los insurrectos.
Preguntado.
Quiénes eran los señores que le acompañaron en la Comisión de que hace mención, cual de ellos fué el que conducía el pliego de que lleva fecha referencia y si sabe
cual era el contenido de éste y qué objeto llevaban en su comisión; dijo: Le acompañaron en dicha comisión Don Juan Grullón, D. Aquilino Grullón, D. Basilio Fondé,
D. Angel Nuñez, y D. Fernando Pérez el cual no pudo acompañarles por no hallar
caballo, todos vecinos y del comercio de éste pueblo, excepto D. Angel Nuñez que es
labrador y ganadero, que no recuerda quien llevaba el referido pliego y cree fuese D.
Juan Grullón ó D. Basilio Fondé, ignorando cual fuera su contenido, no sabiendo por
su parte que la dicha comisión tuviera otro obgeto que el de llevar y entregar simplemente el espresado pliego al Sr. General Gobernador de la provincia.
Preguntado.
Si además de los Cabecillas Lucas de Peña y Norberto Torres, reconoce algunos
otros como principales promovedores de la insurrección y cite cuantos nombres sepa
de los sublevados y cual era el obgeto de éstos al alterar el orden público rebelándose
contra las instituciones establecidas; dijo: Que después del dicho Lucas y Torres no
sabe quiénes fueron los demás cabecillas de los revoltosos entre los cuales vió se hallaban un tal Victorino que era Comandante de Granaderos, Juan de la Paz, Alvaro
de Peña, un tal Naná y otros varios que no conoce ni recuerda, si también, José de
los Santos y un hijo de él llamado también José todos vecinos de éste pueblo y sus
inmediaciones.
Preguntado.
Si conoce los individuos que se le van a citar y son los mismos que se hallan inscritos en relación foliada con el número diez y ocho y si sabe tomaran parte en la
insurrección y cual es en la actualidad su paradero; dijo: Conoce a todos los que se le
cita, menos Gregorio Luperón, Raimundo Jaque, Justo Carrasco, Luis Flores, Andres
Maló, Casimiro Castellanos y Alejandro Bueno, habiendo visto entre los revolucionarios y con las armas en la mano a Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú,
Matías Carrasco, Diego Crespo éste sin armas, Luis Sosa, Justo Sosa, Ignacio Reyes,
José Ramón Torres, José de los Santos, Pedro Antonio Pimentel, Juan Ramón Reyes
de color prieto, pues hay otro blanco de Santiago, Victorino Cordero, San Batista,
San Amesquita. Lucas Evangelista de Peña, Benito Monción, Jacinto Ramos, Bartolomé Megía de Mao, Ramón Regalado y Antonio Rodríguez, ignorando el presente
paradero actual de los relacionados, escepto el de Justo Sosa que se sabe se halla
preso en el Cuartel de la Tropa.
78
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Si además de Luis y Justo Sosa que ha citado vió entre los revolucionarios con
armas ó sin ellas a Ramón Sosa y a otros hijos Eusebio y Timoteo y si sabe en donde
se hallan; dijo: Que ignora si Ramón Sosa, Eusebio y Timoteo estubieran con armas
ó sin ellas entre los sublevados a los cuales ha visto esta madrugada en el pueblo y los
que con Justo su hijo y hermano sabe se presentaron hace dos días al Sor. General
Hungría Gobernador de la provincia teniéndose entendido que dicho Sor. General
Gobernador los despachó para sus casas a excepción de Justo Sosa que oyó decir le
había ordenado permaneciera arrestado en la Casa de Gobierno.
Preguntado.
Manifieste ocurrencias sepa respecto a la insurrección citada y si sabe de qué
tomó fundamento y que obgeto se proponían en ella los sublevados; dijo: Ignora los
motivos que pudieran impulsar a la insurrección así como también los fines que con
ella se proponían los sublevados, que gritaban «Viva la República» teniendo una bandera de la Ex-República Dominicana; no teniendo más que decir, siendo todo la verdad a cargo del juramento prestado sin tener que añadir ni quitar en lo que se afirma
y ratifica leída que le fué ésta su declaración, manifestándo ser de edad de cuarenta y
dos años y lo firmó con el Sr. Fiscal y presente Secretario que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich, José Pérez.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber ordenado la prisión de Ramón Sosa y sus dos hijos
Eusebio y Timoteo, practicando al propio tiempo un reconocimiento
en sus casas y recoger las armas que se encontraran
Sin pérdida de tiempo el Sr. Fiscal ordenó al amanecer de éste día que el Sargento Segundo de S. Marcial Demetrio Moralejo con ocho hombres a sus órdenes
que dicho Señor había solicitado del Sor. Comandante de las tropas ecsistentes en el
pueblo pasase acompañado de un hombre conocedor de sitios y personas que anticipadamente había el Sr. Fiscal pedido al Sr. Alcalde a prender a Ramón Sosa y sus hijos
Eusebio y Timoteo, registrándose sus casas con obgeto de reconocer si en ellas tenían
armas, debiendo en éste caso ser recogidas, al propio tiempo que sus dueños, disponiendo asimismo se registrara también la casa de Justo Sosa a fin de recoger el fusil y
machete, que en su declaración manifestó tenía en su dicha casa; y para que conste se
anota por diligencia, que firmo dicho Sr. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
79
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de haber
reducido a prisión a
Ramón Sosa
Seguidamente se presentó el Alcalde del pueblo dando conocimiento de que Ramón Sosa se encontraba en la plaza, por lo que sin pérdida de tiempo el Sor. Fiscal lo
prendió personalmente y redujo a prisión; y para que conste se anota por diligencia
que firmó conmigo el Secretario que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Indagatoria
del acusado
Ramón Sosa
Incontinente hizo comparecer el Sor. Fiscal, a Ramón Sosa, al que ante mí el
Secretario le enteró iba a prestar una declaración y de que estaba obligado a decir
verdad en cuanto fuera interrogado, lo que ofreció y.
Preguntado.
Su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho
de edad de sesenta y tres años y natural de Santiago, provincia de id ( E. A. y R.) y
propietario.
Preguntado.
En donde se ha hallado y en qué ha invertido el tiempo desde el quince del
mes pasado hasta en el de la fecha; dijo: Que durante dicho tiempo ha estado en su
casa ocupándose en la construcción de una casita que está haciendo, cuyos trabajos
abandonó al oír tres cañonazos de alarma que se dispararon desde el pueblo, al cual
acudió a ésta señal con el obgeto de informarse de la novedad que ocurría, sabiendo
ya de antemano que en el día anterior a los tres cañonazos de alarma se hallaban algunos grupos de gentes reunidas por las inmediaciones del pueblo, lo cual supo por
ésas mismas gentes que pasaban armadas por las inmediaciones de su casa y campos,
diciendo iban a reunirse al Mangar sobre cuyas ocurrencias se estuvo lamentando
a D. Ventura Grullón que a la sazón acababa de llegar a su casa viniendo de ver su
corte de maderas, el que le dijo hiciera el favor de mandarle un hijo suyo para que le
pasara el rio con el obgeto de llegar cuanto antes a su casa a lo que el declarante hizo
que su hijo Justo acompañase a dicho Sr Grullón aconsejándoles pasasen el Rio por
un sitio que les indico como más a propósito para preservarse de la vista de las gentes
que se dirigían al Mangar, pudiendo así llegar a su casa más pronto y fácilmente; que
tan pronto como su dicho hijo Justo hubo dejado al Sor. D. Ventura Grullón, regresó
a su casa en la que permaneció aquella noche reunido con su familia así como con la
suya en la de su propiedad el declarante y que al siguiente día por la mañana al oir
los tres cañonazos de alarma vino al pueblo para informarse de lo que en él ocurría
80
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
según ya deja dicho, que a su llegada al pueblo se presentó al General Lucas, al que
le manifestó que allí estaba para lo que le mandara, a lo cual el espresado Lucas le
manifestó que estaba bien que lo que él quería era que se le reuniera mucha gente
manifestándo estar muy contento por la que ya tenía reunida, y que como a las dos de
la tarde de aquel mismo día se retiró el declarante a su casa, con el fin de cuidar de
ella, por temor de que le robaran algún burro ú otras cosas, quedando en ella hasta
que supo que el bagamundage había pasado piezas del otro lado del Río en dirección
al Mangar, los gritos que ohía y ruido de la Artillería que se llevaban, huyó al monte,
no queriendo saber a qué fin era aquella revolución.
Preguntado.
Como por la apariencia y ruido que hoyó puede juzgar de que los bagamundos se
llevaban las piezas de artillería en la indicada dirección; dijo: Sin saberse explicar que
la experiencia y el ruido del escándalo le hizo suponer que se llevaban las piezas al
citado punto, no viendo lo que hacían por ser como las ocho ó las nueve de la noche.
Preguntado.
Si tenía conocimiento anterior de que los sublevados tratasen de llevarse la Artillería y establecerla en el Mangar; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta y
que sólo lo supo en el momento en que se llevaban la Artillería por el escándalo que
armaban.
Preguntado.
Si cuando vino á presentarse al titulado General Lucas lo hizo sólo ó acompañado
de alguien, si bino con armas ó si las recibió a su presentación de dicho Lucas ó de
alguna persona; dijo: Que cuando bino a presentarse al General Lucas lo efectuó sólo
trayendo consigo el machete de su uso y propiedad, no recibiendo arma ninguna del
mencionado Lucas ni de otra persona, que después de su presentación hasta las dos
de la tarde que ha dicho que se retiró a su casa, estubo paseando por el pueblo como
simple paisano, no habiéndosele querido dar destino ni arma, sin duda en consideración a su edad.
Preguntado.
Quiénes eran los principales de los reboltosos y cite cuantos nombres de ellos
sepa; dijo: Que como principales lo eran el citado General Lucas de Peña, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Benito Monción, Jacinto Ramón,
Victorino Cordero, un tal Dorié y otros varios como capitanitos y soldados, pudiendo citar entre ellos el Capitán de Granaderos Juan Ramón Reyes, Alvaro de
Peña también como Capitán, José de los Santos (a) El Inglés, como Coronel y
como soldado Juan de la Paz y otros muchos de éste empleo que no conserva sus
nombres en la memoria.
81
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si sus hijos tomaron parte con los sublevados ó en donde permanecieron y en
qué se emplearon en los días de la insurrección, dijo: Que sus hijos Justo, Eusebio
y Timoteo se presentaron también en compañía del declarante en la Comandancia
General del Lucas, a cuyo fin se reunieron todos en el pueblo creyendo era su obligación proceder de éste modo.
Preguntado.
Si sus referidos hijos vinieron a efectuar su presentación con armas ó sin ellas ó
si recibieron alguna de Lucas ó por su orden; dijo: Que sus dichos tres hijos vinieron
al pueblo a presentarse trayendo únicamente los machetes de su uso que siempre
llevan consigo según costumbre en el país, pero que después de su presentación Eusebio y Timoteo recibieron cada uno un fusil por disposición del general Lucas, no
sabiendo de cierto si su otro hijo Justo recibió arma en aquel entonces, el cual tuvo
un sentimiento con Norberto Torres por haber querido éste maltratarle y prenderle,
por cuya razón Justo se uyó.
Preguntado.
Si sabe qué fue su hijo Luis en los días en que los amotinados se reunieron y ocuparon el pueblo; dijo: Que su dicho hijo Luis se hallaba también entre los reboltosos
armado de una carabina, el cual se separó de los insurrectos en la noche que se llevaron la Artillería al Mangar.
Preguntado.
Si él y sus hijos sabían cuál era el obgeto de la insurrección, bajo qué insignia ó
Bandera tubo ésta efecto, y qué gritos proferían; dijo: Que el obgeto de los insurrectos era el de volver a restablecer la Republica Dominicana, cuya bandera enarbolaron
a los gritos de «Viva la República».
Preguntado.
Si sabe y puede dar razón en dónde se hallan en la actualidad las personas cuyos
nombres ha citado como iniciados en la sublevación; dijo: Que ignora dónde puedan
hallarse en la actualidad las citadas personas.
Preguntado
Manifieste cuanto pueda saber respecto a los hechos de la insurrección de que se
trata; dijo: Que no puede decir más sino que, después de haberse fugado al monte en
la noche que a citado, regresó a éste pueblo hace cuatro días al saber que las tropas
españolas habían derrotado a los sublevados en el cerro del Mangar, quitándoles la
Artillería y municiones y tomado posesión del pueblo, presentándose antes de ayer
con toda su familia al Sor. General Gobernador de la provincia.
82
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Como supo que las tropas españolas habían derrotado a los insurrectos y ocupado
el pueblo; dijo: Que lo supo por su familia que estaba de parte acá del Río llevándole
la noticia al otro lado de él en donde se encontraba escondido y en observación de
los acontecimientos.
Preguntado.
Por qué no se presento seguidamente a su regreso al pueblo al Sor. Gobernador
de la provincia, esperando hacerlo antes de ayer, ó sea dos días después de su vuelta
al pueblo; dijo: Se le ha entendido mal pues en el primer día que vino al pueblo que
fue al siguiente a la entrada de las tropas fue cuando se presentó sólo a dicho Sor.
General, el que le ordenó viniera al pueblo con toda su familia, en compañía de la
que se presentó por segunda vez, retirándose seguidamente y ocupando un buguío4
ageno del pueblo, que halló desocupado en el cual permanece todavía, que no tiene
nada más que decir que lo dicho es la verdad, sin tener que añadir ni quitar, en que
se firma y ratifica leída que le fue ésta su declaración, manifestándo no saber escribir
por lo que hizo una señal de Cruz y lo firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario que
doy fe.-Lo tachado «antes de ayer» y «decir» no vale.
Firmado: Ignacio Olrich.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber
regresado el
Sargento Demetrio Moralejo
que fué a practicar varias prisiones y reconocimientos de unas casas
Seguidamente el Sor. Fiscal dispuso hacer constar el haberse presentado el Sargento Segundo Demetrio Moraleja con la escolta que llevó para reducir a prisión a
Ramón Sosa y sus dos hijos Eusebio y Timoteo y practicar el reconocimiento de sus
casas, cuyo Sargento manifestó no haber encontrado ningúno de los espresados individuos, ni más armas que un machete de los que usan para el campo y un baston
roto de estoque, cuyos efectos quedaron en poder del Sor. Fiscal; y para que conste se
anota por diligencia que firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Bohío. Nota del compilador.
4
83
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de haber
sido puestos presos
Eusebio y Timoteo Sosa
Acto continuo y habiendo recibido noticia verbal el Sor. Fiscal de que los individuos Eusebio y Timoteo Sosa estaba en el pueblo dispuso inmediatamente su aprensión, lo que se verificó y quedaron presos en la guardia de prevención; y para que
conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario que
doy fe.
Firmado: Ignacio Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Indagatoria
del acusado
Timoteo Sosa
En el momento el Sor. Fiscal dispuso se presentase Timoteo Sosa a quien ante
mí el Secretario le enteró de que iba a prestar declaración así como de que estaba
obligado a decir verdad en lo que fuere interrogado y habiéndolo ofrecido y.Preguntado.
Su nombre, edad, patria, religión y profesión; dijo: Llamarse Timoteo Sosa de
edad de diez y nueve años, natural de El Pocito partido de Guayubín provincia de
Santiago (C.A y R.) de oficio criador de ganado y.
Preguntado.
Si sabe el motivo porque se halla preso; dijo: Que ignora las razones porque se le
haya aprendido.
Preguntado.
En donde se hallaba el día y en los antes y después de ocurrir la sublevación revolucionaria de éste pueblo y si tomó ó no parte en ella; dijo: Que en el tiempo que
se le pregunta se ha hallado en su casa y fue mandado buscar por el Comandante
Norberto Torres, a cuyo aviso se presentó a éste que le dio encargo de que le tragera
hoja para su caballo dejándola todos los días en sitio que le determinó, lo cual así
hizo retirándose todos los días a su casa después de traerla y no tomando parte en la
sublevación.
Preguntado.
Si no se presentó a alguno de los principales cabecillas de los insurrectos y particularmente al titulado General Lucas de Peña recibiendo algún arma por disposición
de éste; dijo: Que el espresado Norberto Torres le dió un fusil y un paquete de municiones previniéndole que él no haría otro servicio más que el de traerle hoja para
su caballo, cuya arma y cartuchos dejó en su casa en la noche en que los sublevados
84
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
se trasladaron al otro lado del Río de donde se le desapareció encontrando su bugío
eserrajado5 del que en ésa misma noche huyó con toda su familia.
Preguntado.
Si sabe las causas que motivaron la insurrección y qué obgeto se proponían en ella
los sublevados; dijo: Ignora por completo lo que sobre el particular se le pregunta
puesto que él no hacía más que venir al pueblo a traer dicha hoja volviéndose seguidamente a su casa.
Preguntado.
Si antes de que estallase la sublevación de que se trata no tenía noticias de que se
estuviese tramando, reuniéndose gente para ello; dijo: Que ignora cuanto sobre el
particular se le pregunta.
Preguntado.
Si reconoce el machete y baston de estoque que se le ponen de manifiesto cuyos
son los hallados en la casa de su padre, en compañía del cual vive; dijo: Que no conoce el machete que se le pone de manifiesto, pero que sí sabe que el bastón de estoque
era de Norberto Torres que acostumbraba a usar.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir respecto a los particulares porque se la ha preguntado;
dijo: Que no tiene más que decir añadir ni quitar más que haberse presentado en
compañía de su padre y hermanos acompañado de un tal Pépe Pérez al Sor. General
Gobernador de la provincia un día después de haber entrado en éste pueblo las tropas Españolas.
Preguntado.
Con qué obgeto vinieron a efectuar dicha presentación y a qué fin venía con
ellos el tal Pépe Pérez; dijo: Que vinieron a presentarse porque el tal Pépe Pérez les
dijo que el General Hungría Gobernador de ésta provincia había hechado el perdón
general, viniendo con ellos dicho Pépe Pérez con obgeto de hacer presente la presentación de ellos a dicho Sor. General; que no tiene más que decir añadir ni quitar,
siendo todo la verdad en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración,
y manifestándo no saber escribir, hizo la señal de la Cruz, y lo firmó el Sr. Fiscal y Secretario de que doy fé.- Lo entrerrenglonado «es» vale.
Firmado: Ignacio Olrich.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Manuel Cantelar.
Descerrajado.
5
85
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Indagatoria
del acusado
Eusebio Sosa
Enseguida se hizo comparecer ante el Sor. Fiscal, a Eusebio Sosa, a quien ante mí
el Secretario se le enteró iba a prestar su declaración, así como de que estaba obligado a decir verdad en lo que se le preguntase, lo que ofreció y.Preguntado.
Su nombre, edad, patria, religión y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho,
de edad poco más o menos de veinte y dos años pues no lo sabe de cierto, natural
de El Pocito, partido de Guayubín provincia de Santiago (C. A. y R.) jornalero del
campo.
Preguntado.
Si sabe los motivos porque se hallaba preso; dijo: Que lo ignora.
Preguntado.
En donde se hallaba cuando ocurrió en éste pueblo la sublevación contra las instituciones del Gobierno si tomó parte en ella, presentándose a algunos de sus Gefes
y recibiendo armas de ellos; dijo: Que cuando estalló la insurrección se hallaba trabajando en el campo de su padre y en compañía de éste, cuando fueron mandados
llamar por el General Lucas y Norberto Torres a cuyo recado le dejó su padre como
también a sus hermanos Justo y Timoteo, que fueran a presentarse a los dichos Lucas
y Torres, que él lo haría después, lo cual verificaron, recibiendo tanto el declarante
como sus dos dichos hermanos un fusil y un paquete de cartuchos cada uno y orden de los espresados cabecillas de que permanecieran acantonados en el pueblo
reuniéndose a la demás gente, sin embargo de lo que, tanto el declarante como sus
hermanos, se iban frecuentemente a su casa con el objeto de vigilarla, volviendo
después al pueblo, en cuya situación estuvieron hasta la noche en que los sublevados
se alvorotaron llevándose las piezas de artillería al Mangar, en la tarde de cuyo día el
declarante con su Padre, los dos referidos hermanos y familia, abandonaron las armas marchándose al sitio llamado Juan Gómez de donde huyeron al monte al oir los
tiros y cañonazos del Mangar en la mañana del día siguiente, permaneciendo en el
monte hasta el día después de la entrada de las tropas Españolas en el pueblo, al que
regresaron presentándose al Sor. General Hungría según ya lleva espuesto.
Preguntado.
Qué motivos impulsaron a los sublevados y qué obgeto se proponían éstos en ella;
dijo: Que el levantamiento fué porque el General Lucas y Norberto Torres hicieron
entender a las gentes que además de haberse roto las armas de los depósitos por
disposición del Gobierno Español, les iban también a desarmar a todos y que dicho
Lucas y Torres y otros Gefes principales deban voces de «Vivan los Dominicanos» las
que eran repetidas por toda su gente.
86
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Si reconoce el machete y bastón de estoque que se le ponen de manifiesto; dijo: Que
no conoce el machete pero sí el bastón de estoque el cual fue llevado a su casa por un
muchacho llamado Francisco que dijo que era suyo por habérselo dado Norberto Torres.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir sobre los particulares porque se le ha preguntado;
dijo: Que sin embargo de recibir las armas, él y sus hermanos manifestaban siempre
en sus conversaciones que ellos no querían pelear en contra del general Hungría ni
de la Bandera Española y que su padre les decía que la cosa iba muy mala aconsejándoles debían huirse todos, lo cual así lo hicieron según llevan manifestado; que no
tiene más que decir añadir ni quitar siendo todo la verdad en que se afirma y ratifica
leída que le ha sido ésta su indagatoria y por no saber escribir hizo una señal de cruz,
y lo firmo el Sr. Fiscal y Secretario que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich.
(Hay una cruz en tinta).6
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber recibido un oficio incluyendo correspondencia cogida en
Sabaneta a los insurrectos cuyos documentos quedan unidos a continuación
Seguidamente como a las siete de la noche el Sor. Fiscal recibió de manos del
Sor. Comandante Militar de éste punto una comunicación decretada por él y que le
ha sido dirigida desde Sabaneta por el General Gobernador de la provincia a la cual
acompañan varios documentos de correspondencia cogidos a los insurrectos, los que
examinados por el Sor. Fiscal, dispuso éste quedasen unidos a éstas actuaciones; y
para que conste por diligencia, lo firmó dicho Sor. Conmigo el Secretario que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Columna espedicionaria sobre Sabaneta
Cuartel General de Guayubín, 6 de marzo de 1863.
Pase al Sor. Fiscal de la Comisión Militar, Capitán D. Ingnacio Olrich para los
efectos consiguientes.
El Comte. Militar int.
Firmado: Campillo.
Las cruces en tinta en documentos de esta índole hacían las veces de firma, si el declarante era
analfabeto, lo cual era muy usual entre los hombres del campo.
6
87
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Remito a V. para que lo haga a la Comisión Militar establecida en éste punto, la
correspondencia cogida a los rebeldes, con una relación nominal de varios individuos comprometidos en el alzamiento republicano, a fin de que figurando dichos
documentos en la causa que al efecto se forma obren en ella los fines a que den lugar.
Dios gde. A. V. ms. as.
Guayubín 5 de marzo de 1863.
El Gral. Comte. Gral.
Firmado: José Hungría.
Sor. Comte. D. Juan López del Campillo.
Relación
numerica de la correspondencia
cogida a los rebeldes en
Guayubín.
Nos.
1�������������� Comunicación (27 de febrero) en la que manifiesta el coronel Polanco
desde Monte Cristi que se huyó al Vapor Español D. Ezquiel Peralta y
otras cosas.
2�������������� Pidiendo ausilios a un General Haitiano según les tenía ofrecido en vida
del General Valerio
3�������������� Proclama de los rebeldes.
4�������������� Carta del Coronel Polanco desde Monte Cristi en 23 de febrero sobre
asuntos de rebelión.
5�������������� Carta al General Lucas desde Guayubín en 23 de febrero dirigida al General Batista en Sabaneta.
6�������������� Carta del General Batista de Sabaneta 25 de febrero al al Gefe de Guayubín en la que figura el Director de operaciones Santiago Rodríguez.
7�������������� Un recibo de raciones de Juan Reynoso.
8�������������� Carta del Coronel Bruno Polanco en 23 de febrero.
9�������������� Carta de José Olivo.
10������������ Carta del General Batista en Sabaneta 27 de febrero al Gefe Guayubín.
11������������ Carta del General Batista al Gefe de Guayubín dando cuenta de las operaciones en la que figura el General Valverde y otros inds.
12������������ Tres del General Batista al Gefe de Guayubín.
13������������ Recibo del Capitán José Sosa de raciones para su compañía.
14������������ Una carta del Coronel Gregorio Luperón al General Lucas en la que
figura el general Megías.
15������������ Una relación de Gefes y oficiales rebeldes.
Guayubín, 5 de marzo de 1863.
El Gefe de E.M.
Firmado: José Velasco.
88
A.G.I. CUBA 1011B
No. 1
Dios Patria Libertad
República Dominicana.
Señor General Comandante de Armas de la Armada.
Señor y amigo:
Haviéndome comunicado el Señor Francisco Grisante que tiene en su poder sesenta y cinco pesos fuertes de la Gallera que aformó éste año, como también treinta
y seis pesos de una patenta que pagó Belisa que los Respondió Ezequiel Peralta, pero
aunque se ha hido como Enemigo de nosotros ha dejado un Establecimiento Surtido
de algunos Comestibles y a dejado a Enrrique el hijo de Julicio Vivas, vendiéndole
en dicho Establecimiento como también nos ha manifestado haber una Manda de
Novillos del Gobierno Español se le hulleron al Vapor Español.
Y como quiera que haqui estamos pereciendo y sin ningún recurso lo hasemos
presente a V. a fin que V. me ordene si puedo determinar de esto para el mantenimiento de las tropas bajo de mi mando.
No nos deje de dar conocimiento de lo ocurrido en Santiago.
Dios gde. a V. ms. As.
Monte Cristi, 27 de febrero de 1863.
El Coronel Comte. de Armas.
Juan Antonio Polanco.
89
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
No. 2
Dios Patria Libertad
República Dominicana
Comandancia en Gefe del Cuartel General de Guayubín.
Señor General y amigo:
Tomando en consideración que la posición nuestra hoy día con motivo de la
revolución que de ante mano teniamos tramada, a favor de nuestro gloriosos pabellón Dominicano, atendiendo a las promesas que V., mi querido General, nos
hizo a mí, y al finado General y amigo nuestro D. Fernando Valerio (Q. E. P. D.)
hoy me veo en la necesidad de recurrir a V. a fin de que nos preste su protección
con una parte de su ejercito bajo su mando, a fin de sacudir y apartar de nuestro
suelo el Pabellón español y sus Ejercitos; pues así recordará Ud. que nos lo ofreció ami y al ya referido finado, ntro. amigo y hermano D. Fernando Valerio (Q.
E. P. D.).
Al mismo tiempo suplico a Vd, general, que en caso que a Vd. no sea permitido por algún inconveniente prestarme el socorro que necesito, como le dejo dicho,
por lo menos espero de Vd. nos preste sus auxilios con aquello que le sea a Vd. más
posible, afin de llevar nuestra gloriosa revolución a cabo; puesto que siempre y por
siempre me acuerdo de la palabra que Vd. nos ha ofrecido como ya me esperesado
en términos claros.
No. 3
Dios Patria Libertad
República Dominicana
Amables compatriotas y compañeros de armas dominicanos,
El Verdadero patriotismo con que hasta aquí y siempre os habéis portado me
anima como Buen Dominicano a tomar en la Arta distinguida consideración el Buen
deseo de bosotros, en consecuencia de la Santa y justa Causa de todo Dominicano, y
Esperando que siempre seguiréis conduciéndoos del mismo Modo Bajo la confianza
y seguridad con que contamos y espero que unidos con todo el orden y Buen deseo
no hagamos fuertes como lo hemos hecho otras veces en circunstancias más criticas
y hemos salido bien teniendo muy entendido como claro se vé que Dios que nos ha
principiado a proteger sigirá hasta el fin.
90
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Por tanto Brabos Dominicanos estándo como estamos todos dispuestos y desididos a dar la última gota de sangre antes de consentir otra cosa que no sea llebar acabo
nuestro Glorioso Pabellón Dominicano.
No. 4
Comandancia de Armas de Mte. Cristi
Al General en Gefe de la Armada.
Señor General.
Ayer a las cinco de la tarde Entramos en esta plaza la que capituló después de
algunos devates por lo que hoy dia de la fecha pucimos el pabellon Dominicano y
tiramos alarma, yo me encuentro aquí con alguna poca de Gente pero me creo de
hoy en adelante se reuniran algunos de los de a pié pues todos los más que tengo son
Dragones.
Remito a V. la copia del proceso Verbal que hizo el General de la entrega ami,
Mandeme razón circunstanciada de todo lo más mínimo, que pase en esa que yo
are lo mismo con V. Dígame a quien puedo poner al mando de esta plaza, sobre los
Españoles que me mandaron me parece mejor estén aya pues aquí no hay en donde
embarcarlos ni menos proporción de mantenerlos.
Dios gde. a. V. ms. as.
Monte Cristi, 23 de febrero de 1863.
El Coronel al mando de ésta Plaza Provisional.
Juan Antonio Polanco.
No. 5
Dios Patria Libertad
República Dominicana
Cuartel General de la Linea.
Señor General.
Sin embargo de haberle contestado su oficio hoy día de la fecha que abajo se espresa y teniendo grande necesidad para los fines que nos puedan convenir de comunicar
91
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
a V. ciertas cosas muy importantes y secretas, espero que V. a recepcion de ésta se ponga en camino, afin de que consultemos ciertas cosas de mayor importancia, según de
antemano le tengo comunicado, con lo que saludo a V. como amigo.
Dios gde. a. V. muchos años.
Guayubín a 23 de febrero de 1863.
El General en Gefe de estas Fronteras.
Firmado L. E. Peña.
Señor Gral. de División D. Antonio Batista.
No. 6
Dios Patria Libertad
República Dominicana
Sr. Gral.
A esta hora que son las siete de la noche acaba de llegar el enviado que mandamos a San José de las Matas, el Señor Alejo Esteves, el que nos comunica que el Sr.
Gral. Micies lo remitió para Santiago con el mismo pliego de esta, y a su regreso sin
traer ninguna correspondencia nos ha declarado que el Gral. Micies está reuniendo
tropas criollas para marchar sobre nosotros.
Nos declara que en Santiago hasta anoche todavía no habia habido ningún movimiento sobre el pronunciamiento; lo que participo a V. para su debida inteligencia.
Dios gde. a. V. ms. as.
Sabaneta y febrero 25/63.
El Gral. Comdte de Armas.
Firmado: Antonio Batista.
El Director de Operaciones.
Firmado: Stgo. Rodríguez.
Señor General en Gefe de las fronteras
Guayubín.
92
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
No. 7
Dios Patria Libertad
República Dominicana
Bale para racional 17 Hombres del cuerpo Hobrero a una libra de carne.
San Lorenzo, 24 de febrero de 1863.
El capitán de la Compañía.
Firmado: Juan Reynoso.
No. 8
Comandancia de Armas de Monte Cristi
Señor Gral. Comandante de Armas de San Lorenzo.
Señor:
En éste puerto se encuentra la Goleta Matilde despachada para el Tapion a coger
madera de Cahova7 de José Ramón Luciano, he hablado con su capitán para que nos
facilite el embarque de los Españoles, pero me dice que no puede parar su biaje a
menos de no tener una Razón del Señor Luciano, ó que le Gobierno se la pida a la
fuerza que asi está al corriente.
Por tanto V. me dirá lo que devo de aser con dicho Buque.
Ds. Gde. a. V. ms. años.
Monte Cristi 23 de febrero de 1863.
El Comandante de Armas provisional.
Firmado: Juan Antonio Polanco.
P.D. esa carta adjunta es del capitán de dicha Goleta que le encarga se le aga marchar lo más pronto.
Caoba.
7
93
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
No. 9
Dios Patria Libertad
República Dominicana
Señor General Comandante de Armas de las Fronteras del Nord-Este
Señor General y amigo:
He recivido su oficio fecha 27 del corriente y enterado del diré a V. que le remito
la sal que nos pide en la suya, por lo que respecta a la carga de esperma no ha sido
posible ayarla en este lugar lo que nos asido muy sensible pues aquí nos cuesta conseguir alguna vela para nuestro alumbrado.
Por aquí no ocurre nada nuevo, todos gozamos de una perfecta tranquilidad,
Dios gde. A. V. ms. As.
Monte Cristi 28 de febrero de 1863.
El Comandte. de Armas Provisional.
Firmado: José Olivo.
No. 10
Dios Patria Libertad
República Dominicana
Sr. Gral.
En vista de las circunstancias actuales y el estado de tibiesa en que se encuentra nuestra importancia y justa causa hemos prevenido en iguales opiniones que es de absoluta
necesidad de que V. se ponga a la cabeza de una fuerza regular con dos piesas de Artillería para marchar por esa parte para atacar a Santiago y nosotros por aquí haremos lo
mismo para atacar a la Sierra para hacerlo pronunciar y seguido presentarnos algo.
Para cuyo efecto necesitamos muy particularmente una cantidad de armas las
que sino hay en esa debemos de ocurrir donde los podemos encontrar pues según
estamos entendidos los vecinos haitianos nos facilitan del todo.
Los comisionados portadores de ésta son los Señores el Comandante D. Ramón
Almonte que es venido de Sgo., acompañado de otros diversos individuos que son
como treinta pero solo van a esa el primer referido y el teniente Alejandro Bueno,
lo que pueden darle (indudablemente) un detalle individualmente del estado de las
cosas en Santiago.
94
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Esperamos con la mayor brevedad la contestación de la presente y resolucion de
V. pues nada de frialdad debemos tener en nuestra tan justa causa, pues toda tibiesa
nos perjudica grabemente. Dios gde. a V. ms. as.
Sabaneta y febrero 27/63.
El Gral. en Gefe de estas Fronteras.
Firmado: Antonio Batista.
No. 11
Dios Patria Libertad
República Dominicana
Sr. Gral.
Por el espreso el Señor Pablo Aquino le remitimos un parte que nos ha comunicado el Señor Raymundo Jaque, que se haya en una Guardia avansada en el lugar de
Gurabu adentro acompañado del Comandante Justo Carrasco para la vigilancia de las
operaciones del enemigo cuyo parte V. pasará por la vista para su debida inteligencia.
También pongamos a su conocimiento que inmediatamente recibimos su oficio
de fecha 23 del que rige, pusimos al espreso Alejo Estevez en comisión a San José de
las Matas, de cuyo resultado no damos a V. un conocimiento porque a esta hora que
son las siete de la mañana no ha regresado a esta, lo que tan pronto como llegue daremos parte del resultado.
Le pongamos a su conocimiento a esta misma hora sale de esta el Capitán Luis
Flores bajo del compromiso de ir a San Jose de las Matas para hacer fijar la bandera,
pues como verdadero patriota y defensor de la causa, nos ha hecho éste ofrecimiento
con toda integridad.
También le participamos que por ante de anoche mandamos un espreso en comunicación con el General Valverde poniendo conocimiento de todo lo ocurrido, lo
que daremos conocimiento del resultado.
Dios gde, a. V. ms. as.
Sabaneta y febrero 25/63.
El General en Gefe de ésta frontera.
Firmado: Batista.
El Director de Operaciones.
Firmado: Santiago Rodríguez.
95
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
A esta misa hora acabamos de recibir un parte de Sgo. ó comisionado, el cual le
han quitado en el Hato de Yaque la correspondencia que nos enviaba el General Valverde el que ya está a la cabeza de nuestra causa también se ha sabido que el Seybo
está pronunciado.
Vale.
No. 12.
Dios Patria y Libertad.
República Dominicana.
Sr. Gral.
Habiendo llegado a nuestro conocimiento por unos muchachos que han venido
de Martín García, que habían oido dos cañonazos y descargas de fusiles, deseamos
nos participen si ha habido algún resultado para ver si se hace necesario tomar alguna medida.
También necesitamos municiones pues nos encontramos desprovistos enteramente, lo que le participamos para nuestra inteligencia.
Dios gde. a. V. ms. as.
Sabaneta 22 de febrero de 1863.
El General en Gefe de éstas fronteras.
Firmado: Antonio Batista.
El Director de las Operaciones.
Firmado: Santiago Rodríguez.
Aunque sean 25 paquetes mándenos con los mismos Dragones. Vale.
Dios Patria y Libertad
República Dominicana
Sr. Gral.
A esta hora que son las doce y tres cuartos de la noche, ha llegado el espreso que
mandamos a Santiago y nos dice que allá a estrallado8 la revolución e igualmente en
el Macorís, lo que ha sido motivos para que el General Valverde no pudiera recibir
Estallado.
8
96
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
nuestros pleigos por que lo están inspectando a sus operaciones sin perdida de vistas.
También nos ha dicho que viene para acá un grupo de hombres que viene a reunirse
a este buscando fuerzas y pertrechos para ir a buscar auxilio a los Santiagueros, pues
están sin munición y armas. Que tubieron una abordada entre el mismo pueblo, que
murieron cuatro españoles y algunos heridos y le quitaron dos carabinas y todos los
presos están fuera y están reuniendose mucho en el paso de la otra banda por lo que
le mereceremos a Vd. nos mande algunos pertrechos de guerra, municiones, fusiles,
picones, para tener con que auxiliar a los que vienen y mandarle a los demás.
Por este momento acaba de llegar nuestro compañero que va ha imponerle de las necesidades que nos ocurren y los peligros que nos amenazan pues en este momento acaba
de espiar al Gral. Hungría en fin el lo impondrá de todas las necesidades que ocurren.
Dios gde, a. V. ms. as.
Sabaneta 25/63.
El Gral Comte. De Armas: Antonio Batista.
El Director de Operaciones: Santiago Rodríguez.
No. 12
Dios Patria y Libertad
República Dominicana
Sr. Gral.
A esta hora que son la una del día acabamos de recibir otras noticias muy positivas
y satisfactorias por uno de los prisioneros que se encontraban en la cárcel del Santiago José Vicente Piñera, el que nos declara lo siguiente, que el martes en la noche
como entre las nueve y las diez de la noche habiendo rompido la revolución de nuestra justa causa en el pueblo de Santiago hubo un fueguito entre ambas partes y que a
esto salieron todos los presos y que por un correo espreso de La Vega se sabe positivo
que La Vega y Moca están pronunciadas y enarbolado nuestro pabellón Dominicano.
Lo que pongamos a su conocimiento y satisfacción.
Dios gde. a. V. ms. as.
Sabaneta y febrero 26/ 63.
El Gral. Gefe de las Fronteras.
Firmado: Antonio Batista.
El Director de operaciones.
Firmado: Stgo. Rodríguez.
97
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
No. 13
Dios Patria y Libertad
República Dominicana
Vale por cuarenta y tres galletas para racional igual número de hombres pertenecientes a la Compañía del Capitán José Sosa.
San Lorenzo 24 de febrero de 1863.
El Capitán.
Firmado: José Sosa.
No. 14
Sr. D. Luca Peña
Gral. de División Comandante en Gefe de los Egércitos Dominicanos.
Muy Sr. y compañero de Armas.
Llegando yo en procuranza del Señor Gral. Bartolo Mejia y en vigilancia del Sr.
Hungría y su ejercito le remito al General Bartolo Mejía quien es dejado muy bien
impuesto de la fidelidad y buena fé con que pretendemos en nuestro gobiernos.
Pues he quedado muy bien entendido de su patriotismo y en verdad cuento de
que Ud. le recibirá como compañero de armas.
Su affmo. compañero de armas.
Sabaneta febrero 26 1863.
Firmado: Eugenio el médico su legítimo Gregorio Luperón Coronel
No. 15
Norberto Torres General de Brigada y Comandante de Armas.
José de los Santos Coronel de Egército y encargado de la maestranza.
Bitorino Cordero Coronel de Egército.
Esteban Martínez Comandante del Egército
Juan Cobo Francisco Dorse Coronel de Egército.
Benito Monción Coronel de Egército.
Alvaro de Peña Comandante de Batallón de Artillería.
Eugenio Beldar Capitán Ayudante Mayor de Bon. De Artillería.
Tomás Inglés Capitán de Egército.
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
San Mequeta Teniente.
León Jiménez Alferes de Egército.
Bartolo (apellido ilegible) Alferes.
Juan Ramón Reyes Capitán Comandante alludante Mallor.
Jacinto Ramón Capitán de Granadero.
Antonio Ramón Reyes Capitán de Egército.
Angel Nuñez Teniente Alludante.
Mayor Inglés Alférez.
San Batista Teniente.
Nota
de los individuos comprendidos en la rebelión de
Guayubín
José Olivo de Monte Cristi.
José Alejandro de Id.
Juan Antonio Blanco de Id.
Gregorio Luperón de Sabaneta.
Santiago Rodríguez de id.
Raimundo Jaque de id.
Pablo Aquino de id.
Justo Carrasco de id.
Luis Flores de id.
Andres Maló de id.
Casimiro Castellanos Capn. pedáneo.
Norberto Torres del Corral grande.
Juan Alvarez (a) Cacú, en los arroyos y hacer una excursión en la Ciénaga.
Matías Carrasco ........Las Matas
Diego Crespo ............Uña de Gato
Luis Sosa ...................Martín García
Justo Sosa ..................Pocito
Ignacio Reyes ............Sabaneta
José Ramón Torres de Santana
José de los Santos (a) El Inglés, de Escalante
Pedro Antonio Pimentel Sabana Larga
Juan Ramón Reyes
Victorino Cordero
Sambá .......................Antona
Juan Mesquita ...........La Gorra
Lucas de Peña ..........Guayubín
Benito Monción .......id
Jacinto Ramos
Bartolomé Megias ....Mao
99
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Alejandro Bueno ......Sabaneta
Ramón Regalado ......Botoncillo
Antonio Rodríguez ..Baltasar
Es copia
El Comte. Gefe de E. M.
Firmado: José Velasco.
Diligencia de haber remitido un oficio al Sr. Gral. Gob. into.
de Santiago de los Caballeros, incluyendo otro para el Sr. Fiscal de la Comisión
Militar del mismo punto con remisión de copia de varios documentos
Acto continuo y en vista de los documentos citados en la diligencia anterior dispuso
el Sor. Fiscal oficial al Sor. General Gobernador interino de Santiago de los Caballeros
a fin de que se sirva pasar a manos del Sor. Fiscal de la Comisión Militar de aquel punto
un pliego que se le remite cuyas ambas comunicaciones dicen lo siguiente.- Comisión
Militar de Guayubín.- Adjunto remito a la superioridad de V.S. un pliego dirigido al Sor.
Fiscal de la Comisión militar de ese punto, a cuyas manos suplico a V.S. se sirva disponer
llegue a la mayor brevedad, dignándose acusarme recibo de él así como también de
éste que dirijo a V.S. procediendo en ella en cumplimiento del deber que me impone el
cargo que desempeño como fiscal de la Comisión Militar de este punto.- Dios gde. a V
a VS muchos años. Guayubín seis de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- El fiscalIgnacio Olrich.- Sor. General Gobernador interino de Santiago de los Caballeros.- Comisión Militar de Guayubín.- Para los efectos que estime V. más convenientes le remito
la adjunta copia a la letra de varios documentos cogidos a los insurrectos de éste punto,
por lo que resultan iniciados en dicha insurrección el Sor. General Valverde de las Reservas Provinciales y D. Ramón Almonte residente en esa Capital, cuyos documentos
originales obran unidos en la causa que en averiguación de la espresada insurrección
me hallo instruyendo, así mismo le remito también copia de una lista de los que aparecen como principales cómplices y promovedores de la referida insurrección lo que
manifiesto a V. para su inteligencia y fines consiguientes.- Dios gde. a. V. ms. as. Guayubín seis de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- El fiscal.- Ignacio Olrich.- Sor. Fiscal
de la Comisión Militar de Santiago de los Caballeros.- Y para que conste se anota por
diligencia siendo la copia de los documentos que se mencionan los marcados con los
números diez once y doce que constan en los folios cuarenta y tres y vuelto, cuarenta y
cuatro y vuelto, cuarenta y seis y cuarenta y siete, y el diez y ocho la lista de que se hace
referencia, Y para su constancia lo firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy
fé. Lo tachado «cinco» no vale.
Firmado: Ignacio Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
100
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia de haber pasado un oficio al Sor. Brigadier D. Manuel Buceta
Comandante Gral. de las tropas expedicionarias de la frontera.
A los siete días del mismo mes y año el Sor. Fiscal dispuso oficiar al Sor. Brigadier
D. Manuel Buceta Comandante general de las tropas espedicionarias de la frontera,
lo cual dicho Señor efectuó en los términos siguientes.- Comisión Militar de Guayubín.- Habiendo tenido noticias de que han llegado ha este punto a las órdenes de V.
S. el Sor. Gobernador Militar de él D. Juan Garrido y los S. S. Oficiales del Batallón de
S. Marcial que pertenecen al destacamento que capituló cuando la insurrección, D.
Luis Prados y D. Pedro Garrido, espero merecer de la autoridad de V. S. se sirva dar
sus órdenes a fin de que los espresados señores se presenten a la mayor brevedad a
esta fiscalía, sita en la Casa de Gobierno, con objeto de prestar las declaraciones que
se les exijan.- Dios gde. a. V.S. ms. as.- Guayubín siete de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- El fiscal.- Ignacio Olrich.- Sor. Brigadier D. Manuel Buceta Comandante
General de las tropas especionarias de la frontera.
Y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el
Secretario que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Indagatoria
de José
Ramón Torres
acusado.
Seguidamente el Sor. Fiscal hizo comparecer ante si a José Ramón Torres a quien
a presencia de mi el Secretario se le enteró iba a prestar declaración y de que estaba
obligado a decir verdad lo que ofreció siendo dicho individuo unos de los inscritos
en la relación que obra a folio diez y ocho de esta Causa, el cual se encuentra preso
en la Guardia de prevención y.
Preguntado.
Su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse José Ramón Torres de
edad unos veinte y cinco años, natural de Monte Cristi, partido de Guayubín provincia de Santiago de los Caballeros (C.A. y R.) y que es labrador del campo.
Preguntado.
Si sabe el motivo porque se encuentra preso; dijo: Que no sabe por qué está preso.
Preguntado.
Cuando, por quien y como fué preso; dijo: Fue preso en la tarde del día de ayer
hallándose en su casa en el punto de Santana, jurisdicción de Monte Cristi, siendo
preso por la tropa que en la tarde de ayer venía de Monte Cristi para acá.
101
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
En donde se hallaba en los días en que se preparaba la insurrección revolucionaria que estalló en éste punto y en el de Monte Cristi y en el mismo día en que esta
tuvo efecto; dijo: Que hallándose en su casa, cinco o seis dias antes de la revolución
como a eso del mediodía, supo por un tal Ubaldo Español, vecino de éste pueblo
y que estubo preso con el señor Fiscal de Santiago por el General Lucas de Peña
Gobernador de ellos, cuyo dicho Ubaldo le manifestó que se estaba armando una
contrarrevolución,9 en la cual le manifestó que entre otros varios figuraban como
principales el General Lucas y el compadre del declarante Norberto Torres preguntándole si él tomaba parte en ella, en cuyo caso desistiera de semejante propósito
por ser contrario a sus intereses y persona, a lo que el declarante contestó que él no
pensaba tomar parte en la revolución que se preparaba, añadiendo que le aconsejara
a su compadre Norberto Torres que desistiera de su propósito revolucionario, puesto
que de lo contrario se perdería, que después, como al cabo de algunos días, pues no
recuerda bien, oyó los tres cañonazos de alarma hallándose en compañía del Capitán
Idelfonso de la Sección de su lugar de Santana, que al otro día de ésto se les presentó
un tal Manuelito Villalón que es un joven de Santiago el que de parte del General Lucas le ordenó tanto a él como a dicho capitán Idelfonso que nombraba los hombres
que tuviera se Sección y viniera a reunirse a Juan Gómez, punto inmediato a ésta población de Guayubín para ponerse bajo el mando del Comandante Alvaro de Peña,
que después de recibir esta orden llegó también a su casa Candido Reinoso de Juan
Gómez, el cual preguntándole sino sabía lo que pasaba, le dijo que la Bandera Dominicana estaba fijada, sin que le digera en donde, lo cual venía a avisarle para que no le
cogiera descuidado, que por la tarde de ese mismo día llegó a su casa Ramón Regalado, vecino suyo, el cual llamándole a parte le dijo que le mandaba a decir al General
Lucas así como también al capitán Idelfonso, que si no comparecían en éste punto al
amanecer del día siguiente, serían juzgados por un Consejo Militar, a cuya intimación
vinieron al pueblo, el cual hallaron ya ocupado por Lucas y su gente, yéndose el declarante a la casa de Fernando Pérez el cual le dio una caneca de Ginebra hallándose
en compañía de éste, el Contralor del hospital de la tropa y D. Juan Grullón, el cual
le dijo que cuidado que fuera hacer algún atentado, a lo que el declarante le contestó
que él había venido por el orden y no por el desorden, viniendo entonces al Cuartel
en compañía de dicho Contralor, de Javier Morel y del viejo Juan Grullón, que entonces estándo la tropa española formada en la plaza, llamó al Sor. Gobernador Garrido,
al que le dijo que convendría mejor que sacara la tropa al Campo Santo pues sería
fácil que a la entrada de la gente que ya venía con el General Lucas, podría suceder
algún desorden, lo cual dicho Sor. Gobernador efectuó acompañándole el mismo
declarante hasta el Campo Santo, que después de esto, le pidió al General Lucas que
le dejara ir a acompañar al Gobernador y la tropa por camino de Monte Cristi, lo
que fue concedido acompañándoles hasta su casa donde se quedó. Siguiendo acom Debió ser una revolución.
9
102
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
pañando a la tropa hasta Monte Cristi el General D. Sebastián Reyes y D. Ambrosio
García, que después de haber salido del pueblo de Guayubín y llegado a Juan Gómez,
un militar criollo llamado Antonio Meso se propasó con un español de la tropa queriéndole dar un machetazo, que entonces el declarante empuñó el sable y el fusil de
Antonio Mesón, el que soltando el fusil hechó mano de un cuchillo para tirarle al
declarante, que entonces otros le cogieron el cuchillo y Ambrosio García le dijo que
si no le respetaba á él haría que le respetara, que entonces el declarante mandó preso
al pueblo al dicho Mesón y continuó su marcha en compañía de la tropa.
Preguntado.
Si en el día que vino al pueblo lo verificó en compañía de alguien, si trahía armas
y si se presentó al titulado General Lucas á su compadre Norberto Torres, ó a algún
otro de los principales reboltosos y si recibió algún empleo, comisión ó armas de
ellos; dijo: Que vino en compañía de Bartolo Fatis, Liborio Hermoso, Manuel Fatis,
Goyo Fatis y Antonio Mesón todos vecinos suyos, los que venían unicamente con sus
sables, presentándose como deja dicho al General Lucas, con obgeto de pedirle de
dejar acompañar a los Españoles según a declarado, no recibiendo empleo ni comisión ni de Lucas ni de ningún otro.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir sobre los sucesos que se le preguntan y si además
de ser compadre de Norberto Torres tiene con él algún otro parentesco; dijo: Que
además de ser compadre es también hermano del dicho Norberto Torres según cree
ha manifestado antes, sin tener más que decir ni añadir ni quitar que lo dicho es la
verdad en que se afirma y ratifica leída que le ha sido ésta su declaración firmándola
con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich, J. R. Torres.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Indagatoria
del acusado
Piti Ambrosio
En la misma villa a los ocho días del corriente mes y año el Sor. Fiscal hizo comparecer ante sí al preso en la Guardia de prebención Piti Ambrosio a quien a presencia
de mí el Secretario se le entregó iba a prestar declaración asi como estaba obligado a
decir verdad en cuanto fuese preguntado lo que ofreció y.
Preguntado.
Su nombre, edad, patria, religión y profesión; dijo: Llamarse Piti Ambrosio, de
edad como de treinta años, natural de Monte Cristi (C.A. y R.) que es de oficio Zapatero.
103
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si sabe porque se halla preso desde cuando y por quien y en donde fué aprisionado; dijo: Que no sabe porque se halla preso, habiéndolo sido por las tropas Españolas
que entraron en Monte Cristi el día tres del mes actual hallándose de guardia en la
Comandancia Militar de aquel punto.
Preguntado.
Con qué obgeto y por disposición de quién se hallaba en dicha guardia; dijo: Que
hallándose en su casa como el jueves de la semana antepasada fue mandado llamar por
el General Ecequiel Comandante de Armas de aquel punto en virtud de cuya orden se
presentó a dicho Sor. el que le ordenó subir al fuerte con otros varios a todos los que
les dió un arma y un paquete de municiones sacadas del almacen del fuerte, manifestándoles que el se iba a ver con una comisión que no sabía de dónde venía ni con qué
obgeto, regresando el General Ecequiel al fuerte como a las ocho de la noche de aquel
día en compañía del Coronel D. Juan Antonio Polanco, José Olibo y dos Dragones y
manifestándoles entonces dicho General Ecequiel que él ya no era el Comandante de
Armas, por haber entregado la plaza al mencionado Coronel Polanco, diciéndoles que
obedecieran á éste Sor. lo mismo que si fuera él, después de lo que el General Ecequiel
se retiró, quedando el declarante de guardia en aquel punto en unión de los demás
que con él estaban por disposición del ya citado Coronel Polanco en cuyo servicio
quedaron sin saber con qué idea; que al día siguiente de ésto el declarante se fué para
su casa a la cual fué mandado a buscar varias veces por óden del Coronel Polanco, el
que por fin le mandó a buscar por dos hombres armados, los cuales lo condujeron a la
Comandancia, al llegar a cuyo punto vió que estaban izando la Bandera Dominicana,
reprendiéndole el dicho Polanco porque no se había presentado, a lo que el declarante
le contestó que no había podido acudir en atención a tener que cuidar de su muger
que estaba parida, quedando en consecuencia arrestado por Polanco el que en la tarde
del mismo día le puso en libertad, ordenándole quedase de guardia en la Comandancia en cuyo punto quedó hasta la entrada de las tropas Españolas, siendo entonces
preso por éstas según ha dicho en el principio de su declaración.
Preguntado.
Con qué obgeto se hizó en Monte Cristi la Bandera Dominicana y por orden de
quien; dijo: Que presume que mandó a poner la Bandera el espresado Coronel Polanco sin saber el obgeto que en ello se propusiera, que no tiene nada más que decir,
añadir ni quitar siendo todo la verdad en que se afirma y ratifica leída que le fue ésta
su declaración, y manifestó no saber escribir por lo que hizo una señal de Cruz, firmándolo el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich.
(Hay una Cruz en tinta).
Ante mí: Manuel Cantelar.
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Indagatoria
del acusado José
Rivas
Seguidamente el Sor. Fiscal hizo comparecer al preso José Rivas, al que ante mí el
Secretario lo enteró iba aprestar declaración y de que estaba obligado a decir verdad
en lo que fuere, lo que ofreció y.
Preguntado.
Su nombre, edad, patria, religión y profesión; dijo: Llamarse José Rivas de edad
poco más o menos de treinta años, natural de Monte Cristi (C.A. y R.) del campo y
criador de ganado.
Preguntado.
Si sabe porque se halla preso, por quien lo fué cuándo y en donde; dijo: Ignora la
causa porque está preso, bien que cree se le haya prendido por haber dicho algunas
palabras en contra de los criollos de su pueblo, en consecuencia de haber vevido algo
más de la cuenta, que fué prendido hará como cinco días hallándose en el campo por
el Comandante José Sacarias.
Preguntado.
Si se halla en Monte Cristi ó en donde en los días en que tubieron lugar en aquel
punto las ocurrencia revolucionarias en contra las instituciones del Gobierno; dijo:
Que el domingo de la semana pasada recibió la orden de su Capitán Pedro Balbuena
para que se presentara en el pueblo lo cual efectuó reuniéndose a la Caballería de
las Compañías de José María Castro y el citado Balbuena, a la que pertenece como
soldado de dragones, permaneciendo en el pueblo reunido a los suyos hasta la tarde
del mismo día en que marchándose para su casa lo hizo revolver al pueblo el Gefe
José Olibo, lo cual efectuó marchándose sin embargo otra vez y en la noche del mismo día para su casa, que después de estar tres días en ella, fué mandado llamar otra
vez por su Capitán Pedro Balbuena el que le dijo que si no se quedaba en el pueblo
le costaría mandarlo para Guayubín donde el General Luas en consecuencia de lo
que se quedo en Monte Cristi hasta el día en que todo se desbarató yendose todos los
Gefes, marchándose él para su casa permaneciendo en ella hasta el día en que fué
preso del modo que ya deja dicho.
Preguntado.
Si durante su permanencia entre los reboltosos de Monte Cristi llevaba armas y si
obtuvo algún empleo o comisión entre los reboltos; dijo: Concurrió al citado punto
con un sable y un fusil y que no recibió empleo ni comisión alguna.
Preguntado.
Quiénes eran los hacían Cabeza entre los revolucionarios de aquel pueblo y que
obgeto se proponían éstos al sublevarse contra las instituciones del Gobierno; dijo:
105
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Que el principal de ellos era el Comandante Juan Antonio Polanco y José Olibo, que
no sabe el obgeto que se proponían en la sublevación, que lo único que puede decir
es que gritaban «viva la Bandera Dominicana» que enarbolaron haciendo tres disparos de cañón, a cuyo acto concurrió como soldado y por mandato de su Capitán, que
no tiene nada más que decir, añadir ni quitar, siendo todo la verdad en que se afirmó
y ratificó leída que le fué ésta su declaración, y por no saber escribir hizo la señal de
la Cruz firmándolo el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Manuel Cantelar.
Declaración del Contralor del Hospital D. Antonio Puigrubí
En el mismo día, mes y año, se presentó previa citación, ante el Sor. Fiscal el Señor
D. Antonio Puigrubí a quien ante mí el Secretario se le ecsiguió el juramento con
arreglo a ordenanza, el que prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuera interrogado
y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que
es contralor de la enfermería Militar de éste punto.
Preguntado.
Si se hallaba en éste pueblo cuando ocurrió la sublevación revolucionaria contra
las instituciones del gobierno, en cuyo caso manifieste cuanto sobre el particular
sepa, sijo se hallaba en éste pueblo cumpliendo las obligaciones de su cargo cuando
ocurrieron los hechos sobre que se le pregunta, los cuales tubieron lugar dando principio el día diez y nueve del mes próximo pasado, que por la tarde el Sor. Gobernado
Garrido recibió un oficio del Comandante de Armas de Sabaneta titulado el Coronel
Batista, el que por dicha comunicación solicitaba fuerzas con el obgeto de reprimir
una conspiración contra el Gobierno, que se estaba fraguando en aquel punto cuyas
fuerzas cree el declarante que las solicitaba el espresado Batista con el obgeto de hacerlas víctimás de su traición, pues que es uno de los principales revolucionarios, en
vista de lo que el Sor. Gobernador Garrido dispuso remitir dicha comunicación ó
noticia de ella al Sor. Gobernador de Santiago pidiéndole ausilio, de cuya comunicación fue portador D. Osvaldo Guasp. Comerciante de ésta, tomando al propio tiempo
las precauciones convenientes con el destacamento que tenía a sus órdenes, que el
día veinte el Sor. Gobernador Garrido le ordenó por escrito se uniera al destacamento con los enfermos que tenía en el Hospital con obgeto de aumentar al fuerza, lo
cual así lo efectuó cerrando el hospital en el que en aquellas circunstancias no había
enfermo alguno, y el día veinte y uno se empezó a circular la voz por el pueblo, que
Sabaneta se había pronunciado por lo que se redobló la vigilancia y se pusieron en
defensa en ésta población, y como a las diez de la mañana del mismo día el General
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Lucas E. de Peña, titulado General en Gefe de las fuerzas sublevadas, le mandó una
comunicación al Sor. Gobernador de éste punto en el que le manifestaba que se rindiese, pues de lo contrario él saldría responsable de las desgracias que pudiese haber
si se veía en la necesidad de entrar por la fuerza, y hallándose dicho General Lucas
situado al otro lado del Río, en el sitio titulado del Mangar, con una fuerza de más de
seisicientos hombres, entre los que figuraba también como Gefe principal Norberto
Torres, en virtud de lo que el Gobernador reunió en Junta y en la Casa de Gobierno
a los miembros del Ayuntamiento del pueblo, a los S.S. Oficiales del destacamento, al
declarante, al primer practicante de la enfermería y a otros S. S. Comerciantes del
pueblo, a los que les informó que ocurría, manifiestándoles que él estaba dispuesto a
resisitir a los revolucionarios con el destacamento a sus órdenes y personas que quisieran aderírseles, haciéndoselo así saber al cabecilla de los reboltosos Lucas en contestación a la comunicación que éste le había dirigido, que después de ésto, los Sres.
del Ayuntamiento y Comerciantes que habían sido llamados en Junta por el Gobernador, principiaron a rogar al Sor. Gobernador que se rindiera ó retirase con el destacamento, puesto que si se resistía se iba a arruinar el pueblo, peligrando las vidas de
todos, pues iban aumentando cosiderablemente las fuerzas de los sublevados, la cual
suplica no fué estimada por el Sor. Gobernador que le contesto estaba resuelto a defenderse, en vista de lo que, los antedichos señores dispusieron nombrar una Comisión entre ellos con el obgeto que fuera a informarse del General revolucionario
Lucas de cuales eran sus pretenciones, lo cual efectuaron ignorando cuales fueron
los Señores que desempeñaron la Comisión, sabiendo si, que éstos fueron con tal
misión y aconsejaron al citado Lucas que desistiese de sus propósitos revolucionarios,
cuyos consejos fueron desatendidos por éste, diciéndoles Lucas, que si el destacamento no se rendía antes de las seis de la mañana del siguiente día veintes y dos, entraría en el pueblo a sangre y fuego, haciéndolo con todas sus fuerzas además de las
que esperaba de la Sierra y Sabaneta, lo cual fue comunicado por dichos señores al
Sor. Gobernador, el que repitió que de todos modos estaba resuelto a resistirse, que
después se presentó D. Ambrosio Garcia propietario de la Región aconsejando al
Gobernador viese el modo mejor de transigir pacíficamente con los sublevados, haciendo una capitulación honrosa, ofreciéndose ir a verse con el revolucionario Lucas
a fin de conseguir de él que no se moviera del otro lado del Río por lo menos hasta
por la tarde ó noche del día siguiente veinte y dos, con el fin de ganar tiempo para
que pudieran llegar refuerzos de Santiago, pues que hacía dos o tres días que el Alcalde de Monte Cristi al paso por ésta población viniendo de Santiago, había dicho al
Gobernador, que el General Hungría Gobernador de la provincia le había dicho que
el día después de Miércoles de Ceniza tenía dispuesto saliésen de aquella Capital
ciento veinte y cinco hombres con obgeto de reforzar éste destacamento y establecer
otro en Monte Cristi las cuales fuerzas se suponían prócsimás en camino de éste punto en las circunstancias que se narran; que habiendo ido el espresado Ambrosio García a tratar con Lucas con el indicado obgeto, lo dijo éste, que no daba más tregua
que hasta las seis de la mañana en que entraría en el pueblo con todas las fuerzas que
107
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
estaban deseosos de acabar con todos los blancos, ofreciéndole sin embargo que si se
rendía el destacamento, les daría un salvo conducto para que fueran a donde quisieran y en vista de cuyas proposiciones, los antedichos señores del Ayuntamiento y Comercio volvieron a suplicar al Sor. Gobernador que se retirase con el destacamento,
haciéndole reflecciones sobre la situación en que se hallaba el pueblo y el considerable número de enemigos que tenía que contrarrestar, en consecuencia de lo que el
Sor. Gobernador reunió en Junta a los S.S. Oficiales del destacamento y demás del
Ayuntamiento y Comercio, ya reunidos en la anterior dicha junta, proponiendo que
en vista de lo que Lucas le mandaba a decir que se podían retirar para donde quisieran, pensaban hacerlo con el destacamento y demás señores que quisieran seguirle
con dirección a Santiago, cuya determinación adoptaba en virtud de las circunstancias sin contar con agua, víveres y municiones suficientes para resistirse algunos días,
siendo ésta determinación aceptada por todos los señores de la Junta, redactándose
en seguida una Capitulación, por la cual se proponía a Lucas dicha retirada a Santiago, pudiéndolo hacer con equipos, armas y municiones, debiendo ser respetadas las
vidas e intereses de todos, las cuales condiciones fueron aceptadas por el dicho Lucas
que en la mañana del día siguiente veinte y dos como a las siete de ella entró en el
pueblo con los sublevados, manifestándo entonces Lucas al Sor. Gobernador que sin
embargo que había consentido que pudiera retirarse con dirección a Santiago le
aconsejó no lo hiciera así en cuyo caso no respondía de lo que pudiera ocurrirle en
el camino, que se hallaba en bastante número ocupado por los suyos con distintas
partidas y puntos, por lo que crehía más acertado marchara para Monte Cristi en
donde podía embarcarse para el punto que quisiera ofreciéndole una escolta que le
acompañara para evitar fuera atropellado por las partidas de su gente que pudiera
hallar en el camino, lo cual fue aceptado por el Gobernador; en el interin, el declarante había salido del pueblo esperando junto al Campo Santo situado inmediato a
la última casa del pueblo a donde fue el insurrecto Norberto Torres con un crecido
número de los suyos con los que rodeando al destacamento le obligó amenazándoles
con pérdida de la vida a que entregaran sus armas y municiones a lo que tanto los
Oficiales y tropa se negaron diciendo que antes morirían que entregar sus armas; que
por último y en y en vista del considerable número del enemigo, accedieron a entregar únicamente las municiones, después de lo que, incorporándose el Gobernador
marchó el destacamento como también el declarante para Monte Cristi siendo acompañados hasta dicho punto por algunos amigos como son el General de las Reservas
Sor. Reyes, D. Ambrosio García, D. Buenaventura Grullón y D. Ramón de Peña, siendo escoltados por gran número de los insurrectos mandados por Ramón Torres, hermano de Norberto Torres, el cual decía «yo soy el Gefe de toda ésta gente», el que se
quedó en el punto de Santana en donde vivía; que al llegar a Monte Cristi fueron
entregados al titulado Coronel Polanco Gefe nombrado de aquella Plaza por los insurrectos, el cual dispuso que en la tarde de aquel día veinte y tres se embarcaran en
la Goleta mercante Matilde con destino a Puerto Plata, punto de desembarque elegido por el Gobernador y Oficiales del destacamento, que impusieron al Capitán de
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
dicha goleta la obligación de conducirlos a Samaná y si no a Santo Domingo, en caso
de hallarse Puerto Plata sublevado y en último estremo hasta Puerto Rico a lo cual
accedió dicho Capitán D. Gaspar Ramadach, cuyo apellido no recuerda bien, Holandez é hijo de Curacao, el cual les trató a completa satisfacción de todos durante el
tiempo que estuvieron a bordo de la espresada Goleta, arribando a Puerto Plata, si
mal no recuerda, el día veintiséis, en donde desembarcaron presentándose al Gobernador Militar de aquella Plaza, en la que se embarcaron de nuevo a bordo del Vapor
trasnporte número tres, en el que venía el Sor. Brigadier Buceta con algunas fuerzas
con destino a operar en contra de la insurrección, llegando de regreso a éste punto
de antes de ayer seis por la noche, en que volvió a tomar posesión de su destino por
orden del Sr. Comisiario de Guerra D. Mariano Bailez.
Preguntado.
Si además del titulado General Lucas y Norberto Torres, había entre los revolucionarios otros que pueda denominar como cabecillas y manifieste cuantos nombres
sepa de entre ellos así como también a que número ascendían; dijo: Que además de
los dichos que eran los dos principales motores de la revolución, había también como
cabecillas, el hermano de Norberto, Ramón Torres, ya citado, un tal Juan (a) Cacú,
sabiendo había otros varios que él no conoce y además entre las chusma puede citar
a Luis Sosa, Ramón Sosa su padre, un tal Javier de Juan Gómez, no pudiendo citar
más nombres por no conocerlos.
Preguntado.
Si sabe el paradero de todos los sujetos que acaba de nombrar; dijo: Que lo ignora.
Preguntado.
Si sabe cual era el objeto que se proponían los insurrectos al sublevarse contra las
instituciones del Gobierno y si estos estaban en connibencia con otros puntos; dijo:
Que según cree, el obgeto de los sublevados era restablecer la República Dominicana, puesto que al verificar su entrada en éste pueblo en la mañana del día veinte y
dos, lo verificaron a los gritos de «Viva la república» conduciendo su bandera que
enarbolaron en la misma asta en que se acostumbraba poner el Pabellón Español,
haciendo dos disparos de cañón como saludando a su dicha Bandera, que supone estuvieran en connivencia con los que se sublevaron en Monte Cristi y Sabaneta, como
también con los de Santiago, puesto que dichos puntos se sublevaron también por
aquellos días.
Preguntado.
Manifieste los nombres de los Señores del Ayuntamiento y Comercio que constituyeron la Junta que ha dicho presidió en dos distintas ocasiones el Sor. Gobernador
de éste punto; dijo: Que dichos Señores son el Alcalde D. José Carlos Rodríguez,
cuyo cargo desempeñaba interinamente pues es Regidor del Ayuntamiento; D. Juan
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Grullón, Síndico; el Secretario D. Pedro José Bidó y del Comercio, D. Manuel María
Grullón, D. Aquilino Grullón, D. Basilio Fondé, D. Manuel Mena, D. Buenaventura
Grullón, D. José Sebastián Reyes, General de las Reservas, D. Felix Escalfuller y su
hijo, D. Basilio Fondé, D. Ambrosio García y no recuerda si algunos otros, y si, recuerda también asistió un Moreno cuyo nombre ignora y que decían era Alcalde Pedáneo
de un punto que tampoco sabe, el cual se ofrecía en todas ocasiones a todos los españoles, manifestándo que estaba decidido a seguir la suerte de ellos, cuya conducta
no puede menos de enaltecer el declarante, persuadido de que el espresado Moreno
hacía dichas ofertas de corazón.
Preguntado.
Manifieste cuanto más sepa sobre los particulares sobre los que se le pregunta;
dijo: Debe manifestar que en su marcha con el destacamento y Gobernador a Monte
Cristi fueron auxiliados con comestibles y caballerías por D. Ambrosio García y Señores Grullón, poniendo por su parte en cuanto pudieron D. Ramón de Peña y el
General de las Reservas Sebastián Reyes, todos cuyos Señores les acompañaros hasta
Monte Cristi llevando D. Buenaventura Grullón una orden de su padre D. Juan, para
una casa de dicho punto a fin de que se les facilitara todos cuantos recursos necesitaran, no teniendo más que decir añadir ni quitar, siendo todo la verdad, a cargo del
juramento prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración
y manifestó ser mayor de veinte y cinco años y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente
Secretario de que doy fé.
Firmado Ignacio Olrich, Antonio Puigrubí.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber
recibido un
Oficio del Sor. Brigadier D. Manuel Buceta
En el mismo días mes y año, el Sor. Fiscal recibió un pliego el cual abierto contenía un oficio que el Sor. Brigadier D. Manuel Buceta le remite en contestación al que
dicho Sor. Fiscal le dirigió en el día de ayer a fin de que se presenten a declarar el Sor.
Gobernador de Guayubín D. Juan Garrido, y los Señores oficiales del destacamento
que capituló; y para que conste se anota por diligencia, uniendo a continuación dicha comunicación; y lo firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
110
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia de haber
recibido un
Oficio del Comte. Mr. de Monte Cristi
dando conocimiento de remitir unos presos
En el momento también recibió el Sor. Fiscal un oficio del comandante militar
de Monte Cristi, cuya comunicación dirigida al Sr. Comandante Militar de Guayubín
y decretada por éste participa remitir en calidad de presos a José Alejandro Meis,
teniente Modesto Beliard, ambos de Caballería, Capitán José María Castro, Capitán
Pedro Balbuena y Matías Carrasco, quedándose dicha comunicación unida a continuación y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmada: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
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A.G.I. CUBA 1011B
EJERCITO DE ULTRAMAR EN SANTO DOMINGO
COLUMNA DE OPERACIONES EN LA FRONTERA
Con ésta fecha prevengo lo conveniente al Sor. Gobernador Militar de Guayubín
para que se sirva ordenar la presentación del Sor. Gefe y Oficiales reclamados para
declarar en su comunicación del día anterior a que contesto.
Dios gde. a. V. ms. as.
Sabaneta, 8 de marzo de 1863.
Firmado: Manuel Buceta.
Sor. Capitán Fiscal en Guayubín.
112
A.G.I. CUBA 1011B
COMANDANCIA DE ARMAS
MONTE CRISTI
Guayubín, 8 de marzo de 1863.
Quedan a disposición del Sor. Fiscal Militar de ésta villa, los presos a que se refiere
ésta comunicación.
El Comte. Militar.
Firmado: Campillo
A cargo del Teniente D. Juan Cobos remito a V. los nombrados José Alejandro
Meis, Teniente Modesto Beliard, Capitán José María Castro, Capitán Pedro Balbuena
y Matías Carrasco.
El Capitán Castro y Teniente Beliard, ambos de Caballería, fueron los miembros
de la Comisión que se me presentó a pedir la rendición de ésta Plaza.
El Alcalde Pedáneo, José Alejandro, a pesar de estar enfermo, fue en su propia
casa donde se reunieron los que vinieron a fijar el pabellón Dominicano, acompañándoles hasta aquí. El Capitán de Sección Matías Carrasco fué de los que estaban al
lado del Gefe facciosos de ésta Plaza dándole sus instrucciones.
El capitán Balbuena, fue de los que se presentó con los demás sin tener la menor
orden de su Gefe inmediato ni menos mía.
Todo lo que espreso a V.S. en virtud a la orden del Sor. Brigadier de fecha 6 del
actual con el fin de que los que se apresasen fueran remitidos a Santiago.
Dios gde. a. V.S. ms. as.
Monte Cristi, 8 de marzo de 1863.
Firmado: Pedro Ezequiel Guerrero.
Sor. Comandante Militar.
Guayubín.
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Declaración del Sor. General de las reservas
D. Juan José Garrido Gobernador de Guayubín
A los nueve días del corriente mes y año compareció ante el Sor. Fiscal el Sor.
Coronel D. Juan José Garrido, Gobernador de éste punto, con obgeto de prestar
su declaración en virtud del oficio que con fecha siete del corriente se pasó al Sor.
Brigadier D. Manuel Buceta, a cuyo Sor. Garrido a presencia de mí el Secretario se le
recibió el juramento con arreglo a ordenanza, el que prestó y ofreció decir verdad en
lo que fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse
como queda dicho y que es Comandante Militar de éste punto y Coronel de las Reservas Provinciales de Santo Domingo.
Preguntado.
Manifieste las ocurrencias que tuvieron lugar en éste punto y su término en consecuencia de la sublevación revolucionaria que tuvo efecto en los últimos días del mes de
febrero próximo pasado; dijo: Que en el mes de enero próximo pasado, cuya fecha no
recuerda recibió una comunicación del Sor. Gobernador General de la provincia por la
cual dicho Sr. le manifiestaba que había llegado a su conocimiento que en éste punto se
trataba una rebolución en contra el Gobierno de S. M. y por consiguiente tomáse todas
las medidas de precaución que juzgase convenientes, dándole parte de todo cuanto
sobre el particular supiera y ocurriera, no pudiendo manifestar dicha comunicación
por haber hallado en su regreso á éste pueblo en desorden la documentación de la Comandancia entre cuyos papeles no sabe si se hallará el espresado documento, al recibo
del cual se apersonó con varios Señores del pueblo que merecían su confianza considerándoles adictos al Gobierno de S. M. de los cuales trató de inquirir informes sobre el
obgeto a que se refería la comunicación que había recibido del Sr. General Gobernador de la Provincia, cuyos señores que son Juan Grullón y Basilio Fondé y a otros varios
cuyos nombres no conoce por hacer poco tiempo que se halla en este punto entre los
cuales se dirigó también al Sr. Coronel de las Reservas D. Felix Escarfuller todos los
que remanifestaron que nada sabían del asunto sobre el cual les preguntaba, en consecuencia de lo que ofició en contestación al Sr. General Gobernador de la provincia
manifestándole que a pesar de las diligencias que había practicado en averiguación de
los hechos sobre que le prevenía, no había podido indagar nada sin embargo de lo que
había tomado las disposiciones convenientes por la seguridad del término a su cargo
continuando en averiguaciones sobre el particular, de cuyo resultado le daría parte;
que pocos días después de ésto se le presentó un hijo del Viejo Vallejo cuyo nombre no
sabe, el que, por encargo de su padre, le manifestó que tuviera mucho cuidado, pues
había visto a muchas personas desconocidas que iban y venían por distintos puntos cuyas personas notaba que se dirigían a otras del vecindario que no eran de su confianza
por lo que sospecha dicho Vallejo que se trataba de algún asunto de revolución, cuya
noticia manifestó seguidamente a los arriba dichos D. Juan Grullón y D. Basilio Fondé,
los cuales le dijeron entonces que tenían también noticias sobre los mismo, las cuales
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
noticias puso inmediatamente en conocimiento del Sor. General Gobernador de la
provincia, por medio de un oficio, solicitando el propio tiempo de ésta autoridad, se
sirviera mandarle refuerzos ó cuando menos algunas municiones, pues que la tropa de
su destacamento no tenía otras a propósito para sus armas más que dos paquetes de
cartuchos, cuya comunicación remitió por un particular que no recuerda quien fuera.
Preguntado.
Si no podrá hacer memoria de las fechas que ocurrieron los hechos que relata, conservando consigo un libro ó cuaderno de apuntes ó anotaciones; dijo: Conserva consigo
las hojas del libro copiador de Comunicaciones de su Comandancia, por haber tenido la
precaución de arrancarlas llevándolas consigo, las que tiene en su casa, y a fin de poder
narrar con más claridad, con autorización del Sor. Fiscal, pasó a recoger dichas hojas en
compañía del Secretario con las que de regreso y ecsaminadas dichas hojas resultó que la
primera comunicación que referente al particular dirigió al Sor. General Gobernador de
la provincia, llevaba número trescientos quince y fecha tres de febrero último y la segunda el número trescientos veinte y seis y fecha diez y nueve del mismo mes.
Preguntado.
Sobre los hechos que hubieron lugar después de los que ya a declarado; dijo:
Que el día veinte del citado febrero se le presentaron D. Osvaldo Guasp y D. Juan
Grullón cuyos Señores vinieron de Sabaneta y le entregaron un escrito del General
Comandante de Armas de aquel punto D. Antonio Batista por el cual le participaba
no ocurría novedad, sin embargo de lo que los espresados Señores le manifestaron
que ya aquel punto estaba sublevado gritándose por la calles «viva la República»,
faltando sólo que enarbolasen su bandera, cuya ocurrencia puso inmediatamente
en conocimiento del Sor. General Gobernador de la provincia por medio de una
Comunicación que llevó el Sr. Guasp; que al día siguiente veinte y uno por la mañana los dos hombres que se acostumbran a mandar de guardia a la barca viniveron y
le participaron que al llegar a aquel punto se habían encontrado con un grupo de
hombres armados que se burlaron de ellos, en consecuencia de lo que mandó a un
propio que ya no recuerda quien fuera, bien que le parece que fue D. Aquilino Grullón con objeto de que se informara de que clase de gente era aquella, cuyo propio
regresando inmediatamente le dijo que ya tenían la revolución encima puesto que a
la otra banda del río, en el punto del Mangá había gran número de gente armada, a
la cual se le iban reuniendo otras muchas partidas que venían de todas direcciones;
que entonces dispuso aparapetarse en el Cuartel con el destacamento que tenía a sus
órdenes para resistir a los sublevados en caso de ser atacados, mandando traer para
el efecto y como a las doce de la noche de aquel día a fin de no ser observado el movimiento por los enemigos, dos piezas de artillería de a tres y municiones para ellas
que se hallaban en el parque, las cuales mandó cargar y colocar en la Casa Cuartel
permaneciendo en ésta disposición hasta el otro día veinte y dos en que capituló con
dicho destacamento.
115
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Quien trató la capitulación, bajo qué condiciones si por escrito ó verbal y manifestándo todos los particulares que para ella mediaron; dijo: Que en la mañana del día
veinte y uno tuvo noticias de que las fuerzas de los insurrectos se iban aumentando
considerablemente, recibiendo por la tarde de dicho día una carta del General de las
Reservas D. Lucas E. de Peña, la misma que manifiesta, por la que le proponía capitulase a cuya carta constestó áspera y negativamente haciendo saber al dicho Lucas que en
ves de capitular estaba resuelto a defenderser a todo trance, reuniendo seguidamente
en Junta a los Señores Oficiales del destacamento D. Luis Prado y D. Pedro Garrido, al
Sr. Contralor del Hospital D. Antonio Puigrubí y Don Juan López primer practicante
de dicho hospital y a los señores del Ayuntamiento, el Alcalde D. Carlos Rodríguez ,
el Síndico Juan Grullón y Secretario D. Pedro Bidó como también a los Señores del
Comercio de éste pueblo D. Manuel María Grullón, D. José María de Lora, D. Román
de Peña, D. Ambrosio García, labrador y propietario del Regio y otros varios que no
recuerda entre los que hace memoria se hallaba también un tal Cacú de apodo, cuyo
nombre no sabe y que era del Comercio de éste pueblo y uno de los que tomó parte
con los insurrectos, a cuyos Señores reunidos leyó la carta que le había dirigido el General Lucas, pidiendo el parecer de todos, manifestándo por su parte estaba resuelto
a defenderse hasta el último extremo de cuya igual opinión fueron los dos Oficiales
del destacamento, así como también el Contralor y practicante del Hospital, diciendo
que debían perecer antes que rendirse, en vista de cuya determinación los Señores del
Ayuntamiento y Comercio propusieron se tratase de negociar con los sublevados algún
arreglo en bien de los intereses del pueblo y vidas de sus habitantes a lo que el declarante se negó resueltamente manifestándoles que él no podía ponerse en relaciones
con aquella canalla revolucionaria estándo, como ya había dicho y repetido, dispuesto
a defenderse hasta morir, que entonces dichos Señores le hicieron varias reflexiones
sobre el número de fuerzas enemigas que tenían rodeada la población la cual se arruinaría pereciendo sus habitantes si insistía en resistir con la fuerza a los insurrectos,
diciéndoles entonces el declarante que si ellos querían podían tratar con los revoltosos
lo que más les conviniera sin que para ello tomaran su nombre, en resultado de lo que
nombraron una comisión de entre ellos que fue a verse con el Gefe principal de los insurrectos, el General Lucas, para informarse de cuales eran sus intenciones y aconsejarle esperase algún tiempo sin entrar en el pueblo con el fin de que ellos tubieran lugar
á persuadir al declarante a que se rindiera en lo cual llevaban la mira de ganar tiempo
esperando a que llegasen refuerzos de Santiago, la cual Comisión volvió diciendo que
todo lo que había podido conseguir del revelde Lucas era un plazo hasta las diez de la
mañana del día siguiente veinte y dos a cuya hora si no se rendían entraría en el pueblo
con su gente a sangre y fuego en vista de lo que los Señores del Ayuntamiento y Comercio le repitieron su instancia de que capitulara, haciéndole comprender era temeraria
su resolución de defenderse puesto que además del gran número de enemigos que
había en el Mangá, circuian el pueblo por otras partes varias partidas de sublevados calculando que el número total de ellos era sobre de mil quinientos de lo que cerciorado
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
el que declara y en consideración a las reflecciones que aquellos Señores le hicieron en
bien del pueblo, se resolvió por fin proponer al General rebelde Lucas las condiciones
de capitulación siguientes; primero respetar las vidas y haciendas de todos, siguiendo
los demás artículos según el documento que de la citada capitulación presenta; así
como un acta que en su favor se levantó y el salvo conducto expedido por el indicado
General L. E. de Peña, que después de efectuada la capitulación como a las diez del
día veinte y tres siendo embarcados el veinte y cuatro con destino a Puerto Plata, punto
de su elección, verificándose su embarque en la Goleta mercante Española Matilde, su
capitán Sr. Ramadach de nación Holandés el que en un principio se negó a transportarlos en su buque por tener que cargar unas maderas de los dueños del buque señores
Ginebra del Comercio de Puerto Plata, en vista de lo que el declarante se apersonó
con el Gefe de los rebeldes de Monte Cristi Juan Antonio Polanco noticiándole que
el espresado Capitán no quería fletarle la goleta para cuyo fin dicho Polanco mandó
llamar al Capitán dándole una orden para que los embarcara inmediatamente, lo que
efectuaron el día veinte y cuatro yendo fletado el buque por el declarante y en nombre
del Gobierno, por la cantidad de seis pesos por cada individuo de la clase de tropa y
diez y seis por cada uno de la de Oficiales, conviniendo con el capitán de la Goleta en
que serían conducidos a Samaná ó Puerto Rico en caso de hallarse pronunciado Puerto
Plata y Samaná; que el día veinte y seis llegaron y desembarcaron en Puerto Plata presentándose al Sor. General Gobernador de aquel punto desde donde se embarcaron
de nuevo el día primero o el dos a bordo del vapor trasporte número tres en el cual
venía el Sor. Brigadier D. Manuel Buceta, de cuyo Sr. recibieron la orden de embarque,
viniendo en su Compañía hasta éste punto siguiendo después con él hasta Sabaneta,
en cuyo punto el Sr. General Hungría Gobernador de la provincia le ordenó viniera a
hacerse de nuevo cargo de ésta Comandancia Militar, lo cual efectuó en el día de ayer.
Preguntado.
Manifeste cuales eran además del citado Lucas los principales de los insurrectos,
citando cuantos nombres de ellos sepa; dijo: Que como principales cabecillas seguían
a Lucas, Norberto Torres, Ignacio Reyes (a) Catón y Benito Monción y otros varios
que no recuerda ni conoce sus nombres.
Preguntado.
Si sabe las causas de que tomó fundamento la sublevación de que se trata y qué
objeto se proponían con ella los insurrectos; dijo: Que ignoraba las causas que tubieran los insurrectos para sublevarse proponiéndose sin duda restablecer la República
Dominicana, puesto que enarbolando la Bandera que ésta tenía, daban gritos de
«Viva la República».
Preguntado.
Manifieste cuantos más particulares sepa referentes a la sublevación de que se
trata; dijo: Que puede añadir que entre muchas propagandas, se corría la voz de
117
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
que estaban protegidos de un modo oculto por los Haitianos, que el General de las
Reservas Provinciales D. José Desiderio Valverde había sido nombrado Presidente de
la República por el Ayuntamiento de Santiago y que el Iltmo. Sor. Arzobispo de la
Isla no era tal sino un Comerciante al cual había sido vendida la Isla, el que con un
sello venía marcando a sus habitantes para embarcarlos y llevarlos a vender a la Isla
de Cuba como esclavos y que los iban a desarmar a todos no dejándoles ni aun un
cuchillo con obgeto de que no pudieran defenderse.
Preguntado.
Cuando y por quien tubo las noticias que acaba de referir y si de ellas dió algún
conocimiento a la autoridad superior; dijo: Que supo éstas noticias pocos días antes
de los sucesos de la sublevación insurreccionaria, sabiendolo por el General de las
Reservas Provinciales D. Juan del Rosario, que le previno vigilara a un hombre venido
de Haití y llamado Cayetano Decaer, el que andaba propalando parte de ésas noticias
corriendo otras en boca del bulgo, ordenando en su consecuencia al Comandante de
Armas de Sabaneta, el rebelde Antonio Batista, que capturara al espresado Decaer, lo
cual no dio resultado; cuyas noticias participó al Sor. General Gobernador de la provincia si bien no explícitamente, diciéndole corrían voces alarmantes; que no tiene
nada más que decir, siendo todo la verdad a cargo del juramento prestado, sin tener
que añadir ni quitar, en que se afirmó y ratificó, leída que le fue ésta su declaración,
manifestándo ser mayor de veinte y cinco años y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente
Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich, Juan J. Garrido.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber unido varios documentos presentados por el Sor. Coronel
Reservas Dominicanas D. Juan Garrido Comandante Militar de Guayubín
de las
Seguidamente el Sor. Fiscal dispuso se unan a continuación una carta del General de las Reservas L. E. de Peña, General en Gefe de las fuerzas sublevadas, dirigida
al Sor. Comandante Militar de ésta Villa; el acta de la capitulación celebrada entre
éste Sor. los Oficiales del destacamento y dicho Lucas, otra acta estendida a favor del
espresado Comandante Militar D. Juan Garrido y el salvo conducto para que el referido Sor. con el destacamento a sus órdenes pudiera trasladarse a Monte Cristi, cuyos
documentos ha presentado el indicado Coronel D. Juan Garrido y de que lleva hecha
referencia en su declaración; y para que conste se anota por diligencia que firmó el
Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fe.
Firmado: Ignacio Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
118
A.G.I. CUBA 1011B
Mangas, 21 de febrero de 1863.
EL Gral. L. E. Peña.
Al Sr. D. Garrido Gobernador de ésta Línea.
Señor y amigo a esta hora que son las 12 acaban de traerme tres en dibidos10 y entregarme la fuerza que hay en este puesto tan inocente me encontraba como inocente pero lla me encontraba perjudicado por las dos partes así le diré Señor mio que lla
estoy en el caso de seguir la opinión de esta fuelsa que hay aquí seyciento sin cuenta
hombres bien dispuestos y acaba de llegar de Sabaneta una Reserva de munición y
Batista está al llegar y el coronel Ynasio con la fuersa de la sierra
Por tantos no quisiera des que estubieramos que balernos de la fuerza ni del furor
de las armas. Estas gentes no están para aser mal solo si quieren poner su Bandera asi
amigo mio la fuerza que V. tiene no conpite con la que hay aquí quiero que Vd. me conteste si lo tiene a bien pues desde que ellegado aviso sujestándo la violencia que tienen
estas jentes y portantos se lo comunico las que hay lla estos no quieren estar parado.
Suyo y amigo.
Firmado L. E. Peña.
P. D. Si Ud. capitula mirando la poca fuerza nada abera sobre el particular pero si
Ud. se resiste seara Ud. responsable des cual quier desasurdos que halla.
Vale.
Yo el infrascrito General en Gefe del Egército Espedicionario de ésta Plaza, de
acuerdo con el Comandante Militar de ésta Plaza y del Destacamento Español D.
Juan José Garrido hemos convenido entre ambos bajo de una capitulación que ellos
hacen el primero a recibir y el segundo a entregar bajo las condiciones siguientes.
Individuos.
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119
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
1º. Respetar en todas sus partes las personas de su Destacamento y demás de la población con todos sus equipages.
2º. Concedérsele el retiro con sus armas bajo palabra de honor de no hacer uso de
ellas hasta no llegar a su destino.
3º. Darseles un salvo conducto para impedir que sean atacados en el transito.
4º. Darseles una hora para salir antes de ocupar nosotros esta plaza.
5º. Consentir en que varias personas que quieran acompañalres lo hagan y todo fundado en mi palabra de honor.
Hecho pasado en San Lorenzo de Guayubín a 22 de febrero de 1863.
Firmado El Coronel Juan Garrido, L. E. de Peña, el Subt.
Pedro Grarrido y el Subteniente Luis Prado
En la Plaza de San Lorenzo de Guayubín a los veinte y dos días del mes de febrero
del año de mil ochocientos sesenta y tres. Habiéndose presentado en el lugar de Mangá
una división de facciosos en número de seiscientos cincuenta según la carta que se une
del General en Gefe D. Lucas de Peña donde se intimidaba al Comandante Militar la
rendición de ésta plaza, la que fue contestada negativamente por esperarse fuerza de
la Provincia que se mandó pedir por última vez el día diez y nueve del actual por D.
Osvaldo Guasp; reconocida la fuerza que tiene el enemigo que se haya a cuatrocientos
metros de éste punto, viendo que es cierta la cifra de hombres que el citado General
en Gefe manifiesta en su carta, y viéndose por último, que había transcurrido el tiempo
suficiente y que por las condiciones del Parlamento no daban tiempo de espera, y viendo el Comandante Militar que con cuarenta y cinco hombres que tenía a sus órdenes y
ninguna posición favorable para la defensa contra tan superiores fuerzas, y con arreglo
al Artículo o de las Órdenes generales, ordenó dicho Señor Comandante Militar reunir
a los Sres. Oficiales del Destacamento, empleados de la Sanidad Militar, Corporación
del Ayuntamiento y ciudadanos que firman con el obgeto y atendiendo a las circunstancias del caso, tratar sobre el asunto; declarando unánimes y fundados en las razones
que se espresan a aceptar la capituación que se le intimidaba, lo que firmaron.- (Siguen
firmas) A. García.- El Comte. Del Destacamento Luis Prado.- El Subte. Pedro Garrido.El Alcalde Sanidad Mr. Juan García.- El Síndico Juan de la C. Alvarez.- El Contralor
Antonio Puig.- rubi.-El Secretario del Ayuntamiento Pedro José Bidó.- Felix Escarpuller.- Juan Grullón.- A. Grullón.- B. Grullón.- Achille Fondear.- Fernando Pérez.- Secundino Escarpuller.- Casimiro Lantigua.- S. Despirates.- Manuel Mena.- El General de las
Reservas Provinciales de la isla de Santo Domingo J. Sebastián Reyes.- Pío de Peña.- José
Eugenio Reyes.- Pablo Mena.- Ayuto Alejo.- Enrique Rodríguez.- José Dolores Reyes.Manuel Ma. Grullón.- Román de Peña.- Arruelo de Gregorio Castillo.- Francisco Granville.- Arruego de Eusebio Martinez.- Juan Nno. Rodríguez.- Felis Escalpullé.- Arruelo
de Nicomedes de Peña, Achille Fondear.- Otra ilegible.-
120
A.G.I. CUBA 1011B
Declaración de D. Luis Prados Subteniente del Batallón de S. Marcial
En el mismo día mes y año compareció el Subteniente D. Luis de Prados a quien,
ante mí, el Sor. Fiscal le recibió el juramento con arreglo a ordenanza por el que ofreció bajo su palabra de honor decir verdad en lo que fuere interrogado y habiéndolo
sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es Subteniente
del Batallón de S. Marcial.
Preguntado.
Si era el Comandante del destacamento que guarnecía éste punto cuando ocurrió
la sublevación revolucionaria a fines del mes pasado en consecuencia de la cual consta
que capituló con dicho destacamento; dijo: Que mandaba el destacamento que guarnecía éste punto en aquellas circunstancias teniendo a sus órdenes al de igual clase del
mismo Cuerpo y Compañía D. Pedro Garrido, dos Sargentos Segundos, un Corneta
y cuarenta y dos individuos más entre Cabos y soldados, con cuya fuerza capituló en
resultado de una junta que tubieron ambos oficiales con el Sor. Coronel de las Reservas Comandante Militar de éste punto D. Juan Garrido, en virtud de cuya capitulación
marcharon para Monte Cristi siendo escoltados por la partida de los sublevados, en
número de treinta ó cuarenta, mandados por el titulado capitán de los revolucionarios
José Ramón Torres acompañandoles varios amigos del pueblo entre ellos D. Ambrosio
García y D. Buenaventura Grullón cuyos dos señores les facilitaron bagages y víveres.
Preguntado.
Si conoce algunos de los insurrectos cuyos nombres cite y cuales de ellos aparecían
como principales cabecillas; dijo: D. Lucas Evangelista de Peña era el principal de los
revolucionarios, General de las Reservas Provinciales, que como segundo aparecía Norberto Torres, ambos vecinos de éste pueblo pudiendo además citar como cabecillas a
un tal Cacú de apodo, cuyo nombre no sabe, Ignacio Reyes de Sabaneta, Juan Antonio
Polanco clasificado Coronel de las Reservas y otros varios cuyos nombres no sabe pero
que si los viera los conocería.
121
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si sabe el obgeto que se proponían los insurrectos al sublevarse con qué pretesto
lo hicieron y cual fue el número mayor de ellos que se unieron en éste pueblo y sus
inmediaciones; dijo: Que a su juicio querían restablecer la República Dominicana,
pues enarbolaban la Bandera que ésta tenía dando repetidas «Vivas a la República»,
que el mayor número de insurectos que se reunieron en el pueblo y en sus inmediaciones accedería procsimamente a dos mil hombres según las noticias que sobre el
particular tubo y por lo qué él mismo vió.
Preguntado.
Si sabe que la insurrección de éste pueblo tuviera ramificaciones en otros puntos, hallándose comprometidas otras personas además de las que deja citadas; dijo:
Que según le manifestó Torres el titulado Capitán de los Insurrectos que les escoltó
hasta Monte Cristi, la revolución era general en toda la Isla estándo el foco de ella
en Santiago de los Caballeros, no sabiendo de otras personas que se hallaran iniciadas en ésta conspiración, que no tiene nada más que decir, sin tener que añadir ni
quitar, siendo todo la verdad, a cargo de la palabra de honor que tiene empeñada
en que se afirmó y ratificó leída que le fue esta su declaración, manifestó tener
veinte y nueve años de edad y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente Secretario de
que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich. Luis Prado.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Ampliación
de la declaración del acusado José
Ramón Torres
Seguidamente el Sor. Fiscal hizo comparecer a José Ramon Torres para ampliarle
su declaración, lo que le hizo comprender, y entrándole de que estaba obligado a
decir verdad, lo ofreció y.
Preguntado.
Si sabe que los insurrectos que se sublevaron en éste punto estaban en connibencia o combinación con los de otros puntos y si él fue nombrado capitán y Gefe de los
que escoltaron al destacamento del Batallón de S. Marcial en el camino de Monte
Cristi; dijo: Que por Ramón Regalado supo que Santiago, Puerto Plata y Sabaneta estaban ya pronunciados y que como ya manifestó en su declaración de ayer no obtuvo
nombramiento de empleo alguno y que si fue a acompañar a la tropa a Monte Cristi
fue por habérselo pedido de favor el General Lucas a fin de proteger a dicha tropa
en caso de que quisieran molestarla.
122
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Si sabe en Santiago, Sabaneta y Puerto Plata había personas que haya oido nombrar como iniciadas en la insurrección; dijo: Que unicamente sabe que estuvieran
iniciados en la revolucion el General Antonio Batista el Comandante Ignacio Reyes,
éstos de Sabaneta y Vidal Pichardo de Santiago que había venido de dicho punto con
una partida de Cazadores de Santiago, armados de Carabinas, trayendo uno de éstos
una bandera liada en un pañuelo, la cual hacia cuenta de volverla a fijar en Santiago.
Preguntado.
Quien era el que dice que llevaba la bandera y de qué colores era ésta; dijo: Que
la Bandera era Dominicana y que el que la llevaba era un tal Eusebio, Lagaña, el cual
es conocido por un tal Papá de Santiago y que sabe anda con el General Hungría.
Preguntado.
Si además de las citados no puede nombrar a algunos otros de Santiago y Puerto
Plata; dijo: Que no puede nombrar más que a Pepillo Salcedo que se halla preso en
Puerto Plata según ha oido decir; que no tiene más que añadir ni quitar, siendo todo
la verdad en que afirmó y ratificó leída que le fue ésta su ampliación, firmándola con
el Sor. Fiscal y Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich, J. R. Torres.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber recibido un oficio del Comandante Militar
de Guayubín trasladando otro del Sor. General Gobernador
de la Provincia y Gefe de las fuerzas de Operaciones.
A los diez días del corriente mes y año, el Sor. Fiscal recibió una comunicación
que del Sor. General Gobernador de ésta provincia Gefe de las operaciones de la
misma le traslada el Comandante Militar de éste punto a los efectos a que se refiere,
disponiendo dicho Sor. Fiscal quedase unida a éstas actuaciones; lo que para que
conste por diligencia lo firmó dicho Sor. Fiscal con el Secretario de que doy fe.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
123
A.G.I. CUBA 1011B
Comandancia Militar de Guayubín
El Gral. Gefe de las fuerzas de operaciones con fecha 9 del presente me dice lo
que sigue:
En el momento que reciba V. esta comunicación, dispondrá que el Fiscal de la
Comisión Militar en ése punto, saque copia literal y autorizada de los documentos
que ecsisten en la correspondencia cogida al enemigo y versen sobre el General D.
Desiderio Valverde; y con toda urgencia reservada se servirá V. remitirla al Sor. Gobernador de Santiago.
Lo que traslado a V. para los fines consiguientes.
Dios gde. a. V. ms. as.
Guayubín, 10 de marzo de 1863.
El Corl. Comte. Mr.
Firmado: Juan J. Garrido.
Sor. Fiscal militar de la comisión en éste punto.
Diligencia de haber
pasado un oficio al
Comandante Militar de Guayubín
Seguidamente el Sor. Fiscal dispuso oficiar al Sor. Comandante de Armas de éste
punto en contestación al oficio citado en la anterior diligencia lo cual hizo en los términos siguientes.- Comisión Militar de Guayubín.- En contestación a la comunicación
que del Sor. General Gobernador de la provincia se sirva V. trasladarme con fecha de
hoy, debo manifestarle, que con fecha seis de éste mes, y según consta por diligencia
anotada en la causa que instruyo, oficié al Sor. General Gobernador interino de Santiago de los Caballeros incluyéndole un pliego cerrado y dirigido al Sor. Fiscal de la
Comisión Militar de aquel punto, a fin de que llegara a sus manos reservadamente
por conducto de dicho General Gobernador, cuyo pliego contenía una comunica124
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
ción acompañada de testimonio certificado por el Sr. Secretario de ésta fiscalía de
copia de los documentos que referentes al General de las Reservas Provinciales D.
Desiderio Valverde cogidas a los insurrectos obran unidos a la causa que como Fiscal
de la Comisión Militar de éste punto me hallo instruyendo; lo que tengo el honor
de manifestar a V.S. por si considera conveniente de participarlo al Sor. General Gobernador de la provincia en contestación a su precipitada comunicación.- Dios gde.
a. V.S. ms. as.- Guayubín diez de marzo del mil ochocientos sesenta y tres.- El Fiscal:
Ignacio Olrich.- Sor. Comandante Militar de éste punto; y para que conste se anota
por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firma: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Indagatoria
del acusado José
Alejandro Mes
En el mismo día mes y año el Sor. Fiscal hizo comparecer al acusado José Alejandro Mes a quien ante mí el Secretario se le enteró iba a prestar declaración y de que
estaba obligado a decir verdad en lo que se le pregunta, lo que ofreció.
Preguntado.
Su nombre, edad, patria, religión y ocupación; dijo: Llamarse José Alejandro Mes
de edad de cuarenta y cuatro años natural de Peladero Comun de Monte Cristi (C.A.
y R.) labrador.
Preguntado.
Si sabe porqué se halla preso, por quién lo fué y porque causa; dijo: Que presume
que se halla preso a consecuencia de haber sido obligado por Juan Antonio Polanco
titulado Coronel de los reboltosos el que el domingo día veinte y dos del pasado, hallándose en una gallera que tiene en el Peladero le obligó a que le siguiera a Monte
Cristi, cuyo Polanco mandaba un grupo de hombres como de treinta todos armados
de sables con los que iba recogiendo gentes y hechándola por delante, que al llegar
a una media legua del pueblo el declarante recibió un patada de un caballo en una
pierna que le derribó del que montaba, el cual le había sido dado por Polanco que
se lo había quitado con éste obgeto a un hombre que lo llevaba, que entonces el que
declara le dijo a Polanco que lo dejara ir para su casa, pues el no podía continuar
herido como estaba de la pierna y del brazo, sin embargo de lo que le obligó a seguir
haciéndole poner delante de su gente.
Preguntado.
Qué parte tomó en la sublevación que tubo lugar en Monte Cristi y si tenía algún
empleo entre los insurrectos; dijo: Que él no tomó parte ninguna en la sublevación de
125
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Monte Cristi no habiendo obtenido ni cago ni empleo ni comisión alguna entre los insurrectos, que sólo permaneció en Monte Cristi el lunes de aquella semana que lo pasó tendido en una casa a consecuencia de las dichas heridas que tenía en la pierna y el brazo,
marchándose al día siguiente martes a su casa, en la que permaneció hasta el día cuatro
de éste mes en que yendo a la Alcaldía de Monte Cristi a dar cuenta de una misión que
sobre bagages se le había confiado, fue arrestado por el Sor. General Ecequiel Comandante de Armas de aquel punto del que fué conducido a éste por una partida de tropa.
Preguntado.
Si conoce a Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena, Matías Carrasco, José Ramón Torres, Peti Ambrosio y José Rivas, y si alguno de éstos tenia algún
empleo entre los sublevados; dijo: Que conoce a todos los sujetos que se le nombra,
siendo Teniente de Dragones el primero y capitanes Castro, Balbuena y Carrasco
cuyos empleos tienen de mucho tiempo hace, que con respecto a Torres, Piti Ambrosio y José Rivas no sabe que tuvieran ningún empleo entre los revolucionarios cuyos
dichos sujetos se hallan presos en su compañía.
Preguntado.
Quiénes eran lo principales cabecillas de la sublevación sobre que se le pregunta;
dijo: Que ignora el contenido de la pregunta que se le hace.
Preguntado.
Si en su gallera del Peladero vió en alguna ocasión a un tal Declé y si ese se espresó en términos subversivos contra las disposiciones del Gobierno; dijo: Que ignora el
contenido de la pregunta que se le hace.
Preguntado.
Si en los dias en que dice estubo en su casa de regreso de Monte Cristi ó en los
antes ó después se reunieron en ella algunas personas tratando de asuntos sobre la
insurrección y en tal caso diga quiénes eran éstos; dijo: Que durante el dicho tiempo
que estubo en su casa, estubo en la cama a consecuencia de las heridas dichas y que
durante el tiempo que cita ni antes ni después de él tuvo en su casa reunión de personas que tratasen de asuntos de revolución, que solo si tuvo concurrencia de gentes
en su citada gallera jugando gallos en los días de fiesta, que no tiene más que decir
siendo todo la verdad según la ofreció, en que se afirmó y ratificó leída que le fue
esta su declaración, manifestándo saber escribir, no pudiendo firmar por efecto de
la herida que tiene en el brazo derecho haciendo por la tanto una Cruz con la mano
izquierda y firmado el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich.
(Hay una Cruz en tinta).
Ante mí: Manuel Cantelar.
126
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Seguidamente compareció ante el Sor. Fiscal Modesto Beliard a quien ante mí el
Secretario se le enteró iba aprestar declaración, asi como de que estaba obligado a
decir verdad en cuanto se le preguntare lo cual ofreció y.
Preguntado.
Su nombre, edad, patria, religión y profesión; dijo: Llamarse Modesto Beliard de
edad cuarenta años natural de la Comun de Bayaja en Haiti (C. A. y R.) que es criador
y Teniente de Caballería de Dragones.
Preguntado.
Cuanto tiempo hace que se halla en la Isla de Santo Domingo y avecinado en donde; dijo: Que recien nacido le trajo su familia a esta parte Española de la Isla en la que
desde entonces permanece siendo vecino de la Comun de Monte Cristi.
Preguntado.
Qué empleo tubo entre los insurrectos que a fines del mes pasado se sublevaron
en Monte cristi, desempeñando algún cargo ó comisión entre ellos; dijo: Que no
ha tenido otro empleo más que el de teniente de dragones según ya ha dicho, no
habiendo desempeñado comisión ni cargo alguno entre los sublevados no haciendo
más que obedecer al Coronel Juan Antonio Polanco, que el domingo veinte y tres del
mes pasado hallándole en la gallera de Peladero cita en la casa de José Alejandro le
mandó seguir junto con él y su gente la que iba aumentando con la recogía por el
camino marchando a Monte Cristi a donde llegaron el mismo día en cuya tarde el
declarante con José María Castro Capitán de Dragones y José Polanco hijo del Coronel del mismo nombre fueron comisiónados por el mismo Coronel Juan Antonio
Polanco para que fueran a decirle al General Ecequiel Comandante de Armas de
aquel punto que se hallaba en el fuerte que iban a entrar en el pueblo con su gente.
Preguntado.
Cual era el objeto que se proponía el dicho Coronel Polanco mandando a decir
al General Ecequiel que iba a entrar con su gente y si en esta comisión para que fue
nombrado no llevaba más razones ni órdenes que las dichas; dijo: Que no llevó otras
razones más que las de decir simplemente al General Ecequiel que el Coronel Polanco
les encargaba decirle que iba a entrar en el pueblo con su gente, no sabiendo el declarante cual era el obgeto que el Coronel Polanco se proponía entrando con su gente en
el pueblo; que el General Ecequiel les dijo en contestación a su misión que le digeran
al Coronel Polanco que subiera él mismo a la Comandancia a entenderse con él.
Preguntado.
Cuantos días permaneció en compañía de los insurrectos de Monte Cristi, qué
clase de armas llevaba y de quien las recibió; dijo: Que mientras duró la revolución el
declarante iba y venía del pueblo a su casa, sin permanecer fijamente entre aquella
127
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
bagamundería hasta el día en que entraron las tropas Españolas en que se fué para
su casa, volviendo al día siguiente a presentarse a un Comandante Español que le dijo
podía retirarse a su casa.
Preguntado.
Si conoce a José Alejandro Mes, José María Castro, Pedro Balbuena y Matías Carrasco y si sabe desempeñaron algún empleo ó comisión entre los sublevados; dijo:
Que conoce a los sujetos que se le nombran todos los que siguieron con la gente del
titulado Coronel Polanco no sabiendo que hubiera otros empleos que los de capitanes de Dragones, escepto José Alejandro Mes que es Alcalde Pedáneo del Peladero,
habiendo ya dicho que José María Castro fué uno de los que le acompañaron en la
Comisión que llevaron al General Ecequiel.
Preguntado.
Si además de los nombrados conoce a José Ramón Torres, Peto Andrés y José
Rivas y si sabe desempeñaron algún destino ó comisión revolucionaria; dijo: Conoce
a los tres individuos que se le citan, que el primero de ellos Torres era de los de este
pueblo sin saber qué destino tenía y que los otros dos constaban como soldados; no
teniendo nada más que decir siendo lo dicho la verdad como ha ofrecido decirla, en
que se afirmó y ratificó leída que le fué esta su declaración, y lo firmó con el señor
Fiscal y presente Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich, Modesto Beliard.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber recibido 2 Oficios, uno del Comandante Militar
de Guayubín y otro del Sor. Gral. Gob. de la provincia y Gefe de la columna
de operaciones de la frontera, en cuya virtud han sido puestos en libertad
los presos Ramón Sosa, Justo Sosa, Eusebio Sosa y Timoteo Sosa
En el mismo día mes y año el Sr. Fiscal recibió un escrito del Comandante Militar de éste punto en el que incluye otro del Sor. General Gefe de operaciones de la
frontera cuyos dispuso el Sor. Fiscal unirlos a continuación y según el contenido del
último ordenó fueran puestos en libertad los presos Ramón Sosa, Justo Sosa, Eusebio
Sosa y Timoteo Sosa, que aun cuando aparecen que tomaron parte en la insurrección
de éste pueblo no resultan contra ello circunstancias agravantes ni que tuvieran empleos de Gefes, ni hayan sigo agitadores ni promovedores de la insurrección, según
el espíritu de la citada comunicación, y para que conste se anota por diligencia que
firmó dicho Sor. conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
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A.G.I. CUBA 1011B
Comandancia Militar de Guayubín
Sor. Fiscal.
En un oficio queme dirige el Señor Gobernador, con fecha 8 de los corrientes, e
encontrado avierto el documento que adgunto le mando por pertenecer a Vd.
Dios gde. a. Vd. ms. as.
El Comte. Mitar.
Firmado: Juan J. Garrido.
Sor. Fiscal de la Comisión Militar
Guayubín.
129
A.G.I. CUBA 1011B
Columna de operaciones
de la frontera
De acuerdo con el Sr. Brigadier D. Manuel Buceta Gefe de la 2ª. Brigada de operaciones, he determinado lo que sigue.
En el interin recibe V. nuevas órdenes según las que se sirva dar el Escmo Sor.
Capitán General a quien consulto con ésta fecha, se servirá V. abstenerse de prender
y pondrá en libertad a los inds. acusados de haber solo acudido al llamamiento general en la sofocada rebelión como simples soldados, y no hayan sido promovedores,
agitadores ni Gefes, ni cometido otro delito especial, a todos los cuales dirigirá sus
pesquizas y procedimientos.
Dios gde. a. ms. as.
Cuartel General de Sabaneta, 8 de marzo de 1863.
El General Gefe de las fuerzas.
Firmado: José Hungría.
Sr. Fiscal de la Comisión Militar en Guayubín.
130
A.G.I. CUBA 1011B
al
Diligencia de haber pasado un oficio
Sor. General en Gefe de las fuerzas de operaciones
Seguidamente dispuso el Sor. Fiscal oficiar al Sor. General Gobernador de la provincia en contestación a la comunicación sobre que hace referencia la diligencia
anterior haciéndolo en los términos siguientes.- Comisión Fiscal de Guayubín.- En
virtud de la comunicación que con fecha se sirve V.S. dirigirme por conducto del Sor.
Comandante Militar de éste punto y llegada a mis manos en el día de hoy, pongo en
el Superior Conocimiento de V.S. que en cumplimiento de las órdenes é instrucciones que V.S. se sirve darme en dicho escrito, he puesto en libertad a cuatro de los
doce presos sujetos a ésta Comisión Militar de mi cargo, sobre los cuales no resultan
circunstancias agravantes, si bien consta que tomaron parte con los insurrectos, continuando en prisión los ocho restántes, los cuales consta han desempeñado empleos
y comisiones entre los insurrectos.- Lo que en contestación y cumplimiento de lo que
V.S. me ordena en su citada comunicación, tengo el honor de participarselo para
su superior conocimiento.- Dios gde. a. V.S. ms. as.- Guayubín diez de marzo de mil
ochocientos sesenta y tres.- El Fiscal.- Ignacio Olrich.- Sr. General Gobernador de la
provincia, Gefe de las fuerzas de operaciones de la misma.- Y para que conste por
diligencia lo firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de suspensión
A los once días del mismo mes y año el Señor Fiscal dispuso suspender éstas actuaciones por no haber hallado papel blanco de ninguna clase en las tiendas de éste
pueblo ni entre los particulares de él, no habiéndolo podido obtener tampoco por
carecer de él del Sr. Contralor del Hospital, y Sor. Oficial del destacamento; y para
131
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
que conste se anota por diligencia que firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario que
doy fe.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber pasado un oficio al Sor. Genl. Gobr.
De la provincia, Gefe de las fuerzas de operaciones de la misma
Seguidamente dispuso el Sor. Fiscal y en virtud de la diligencia anterior oficiar al
Sor. General Gobernador de la provincia en los terminos siguientes:
Comisión Militar de Guayubín.- Por diligencia estendida en la causa que
como fiscal militar de este puntome halla instruyendo y que consta con
fecha de hoy me he visto en la necesidad de suspender sus actuaciones
por falta de papel que no he podido hallar en las tiendas de éste pueblo
ni entre los particulares, ni empleados de él. Debiendo al propio tiempo
manifestar a V.S. que los presos sujetos a mi comisión fiscal, lo están en
parage inseguro por carecerse en éste punto de prisión conveniente empleándose en su custodia mayor número de centinelas de los que serían
necesarios y si se hallaran en lugar más seguro y conveniente, pues ocupan dichos presos una parte del mismo local en que se halla establecida
la guardia de principal. Lo que en cumplimiento de mi deber tengo el
honor de ponerlo en conocimiento de V.S. para los efectos que estime
más convenientes.- Dios gde. a. V.S. ms. as.- Guayubín once de marzo de
mil ochocientos sesenta y tres.- El Fiscal.- Ignacio Olrich.- Sor. General
Gobernador de la provincia Gefe de las fuerzas expedicionarias de la
misma.Cuya comunicación cerrada entregó dicho Sor. Fiscal ante mí el Secretario al
Sor. Comandante Militar de éste punto, suplicándoles se sirviera dirigirlo a la mayor
brevedad posible al punto donde supiera se hallase el Sor. General Gobernador de
la provincia. Y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal
conmigo el Secretario que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
132
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia de continuar estas actuaciones
A las doce del día del mes de marzo del corriente año el Sor. Fiscal en virtud de
haberle proporcionado un poco de papel el Sr. Comandante Militar de éste punto,
dispuso la continuación de éstas actuaciones, y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Seguidamente el Sor. Fiscal dispuso se presentase José María Castro, a quien ante
mí el Secretario se le entregó iba a prestar declaración así como de que estaba obligado a decir verdad en lo que fuere interrogado, lo que ofreció y.
Preguntado.
Su nombre edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse José Maria Castro de
edad de cincuenta y tres años, natural de la jurisdicción de Monte Cristi (C.A. y R.)
que es cultivador de la tierra haciendo diez y siete años que es Capitán de Caballería
en Monte Cristi, nombrado por el General Gómez.
Preguntado.
Qué parte y empleo tomó en la sublevación revolucionaria que tuvo efecto en
Monte Cristi a fines del mes pasado y si desempeñó alguna comisión referente a dicha sublevación; dijo: Que no ha tomado ninguna parte en la sublevación que se le
cita no tomando en ella empleo alguno ni menos desempeñó comisión de ninguna
especie.
Preguntado.
En donde estubo y en qué invirtió el tiempo desde mediados del mes pasado a
fines del mismo; dijo: Que durante el tiempo que se le pregunta estuvo quieto en su
casa trabajando en su conuco.
Preguntado.
Si sabe porque se halla preso, cuando por quien y en donde le fué; dijo: Que no
sabe la causa porque se halla preso, habiéndolo sido por orden del General Ecequiel
Comandante de Armas de Monte Cristi en el sábado pasado hará como unos cinco
días, en circunstancias en que había ido a presentarse a dicho General Ecequiel siendo entonces arrestado por dicho Sr. según ha manifestado.
Preguntado.
Si antes de ésta vez que dice éstaba en el pueblo no fué a él en otros días; dijo:
Que antes del día que ha citado y no recuerda en cual, estuvo otra vez en el pueblo
133
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
con objeto de presentarse a D. Ambrosio García que era Comandante de Armas de
Monte Cristi mientras se presentaba el General Ecequiel, lo cual sucedió después que
pusieron la Bandera Española en aquel punto.
Preguntado.
Con qué obgeto fué a presentarse a dicho Sr. D Ambrosio García; dijo: Que no
fué a presentársele con obgeto alguno, diciéndole que allí estaba para lo que quisiera
mandarle.
Preguntado.
Recuerde si en alguna otra circunstancia y en los días en que estuvo ocupado
Monte Cristi por los sublevados se halló en dicho pueblo desempañando algún cargo
ó comisión cerca del Sor. General Ecequiel; dijo: Que en ninguna otra circunstancia
antes de las dichas estubo en el pueblo ni desempeñó ningún cargo ni comisión cerca
de dicho General ni de otra persona.
Preguntado.
Si conoce a José Alejandro Mes, Modesto Beliard, Pedro Balbuena, Matías Carrasco, José Ramón Torres, Peti Andrés y José Ribas; dijo: Conoce a todas las personas que
se le están nombrando por ser de la misma jurisdicción.
Preguntado.
Si sabe que los dichos tomaron parte en la sublevación sobre que se le pregunta
y si tiene noticia de que tuvieran algún empleo ó desempeñaren alguna comisión
entre los insurrectos de Monte Cristi ú otros puntos; dijo: Que, ignora el contenido
de la pregunta que se le hace; no teniendo más que decir, añadir ni quitar siendo lo
dicho la verdad según ha ofrecido decirlo en que se afirmó y ratificó leída que le fué
ésta su declaración, manifestó no saber escribir por lo que hizo una señal de Cruz,
firmándolo el Sr. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fe.
Firmado: Ignacio Olrich.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Manuel Cantelar.
Indagatoria
del acusado
Matías Carrasco
Acto continuo el Sor. Fiscal hizo presentar al preso Matías Carrasco a quien ante
mí el Secretario se le enteró iba a prestar declaración, al propio tiempo de que estaba
obligado a decir verdad en lo que fuere interrogado, lo que ofrecio y.
134
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse Matías Carrasco, como
de unos treinta y cinco años de edad, pues no lo recuerda bien, natural del Campo,
Común de Dajabon (C.A. y R.) criador de ganado y Capitán de Sección y Celador de
las Matas de Sta. Cruz jurisdicción de Monte Cristi.
Preguntado.
Si tomó parte en la sublevación revolucionaria que tubo lugar en Monte Cristi a
fines del mes pasado hallándose al lado del Coronel Juan Antonio Polanco Gefe de
la misma, dándole consejos ó instrucciones en algún sentido; dijo: Que él no tomó
parte ninguna en la sublevación por que se le pregunta, si bien se hallo en Monte
Cristi en la época que se le cita a donde fué por orden del que llevaban a su cabeza
Juan Antonio Polanco, alcalde del punto de su residencia, Santa Cruz de las Matas, el
que se hizo cargo de la Comandancia Militar de la plaza de Monte Cristi, a cuyo Sr. el
declarante no dió consejos ni instrucciones de ninguna especie.
Preguntado.
Cual era el obgeto del Juan Antonio Polanco al ponerse a la cabeza apareciendo
como Gefe de la gente que dice; dijo: Que ignora lo que se le pregunta pues Polanco
no les manifestó cuál era su idea.
Preguntado.
Que es lo que hizo Polanco y su gente al ocupar a Monte Cristi y si enarbolaron
alguna Bandera profiriendo gritos de alguna especie; dijo: Que en el día que Polanco
y su gente entraron en el pueblo y que fué en un domingo cuya fecha no recuerda,
mandó un parlamento al General Ecequiel Guerrero con el objeto de que entregara
al plaza.
Preguntado.
Diga quiénes fueron los comisiónados para el parlamento que dice y cuales eran
las condiciones que éstos llevaban; dijo: Que no sabe quiénes fueran las personas comisiónadas para el parlamento pero que según cree fue un dragón cuyo nombre no
sabe, ignorando que condiciones llevó el parlamentario, en cuyo resultado cree que
se rindió la plaza, haciéndose cargo de ella el referido Polanco y que al día siguiente
al levantarse el declarante supo que habían tirado los cañonazos de alarma y vió que
la Bandera Dominicana estaba enarbolada en la Comandancia, que a los dos dias de
esto lo licenciaron yendose para su casa.
Preguntado.
En que se empleó en los días que estuvo en Monte Cristi entre los insurrectos y
por qué fué licenciado; dijo: Que empleó dicho tiempo jugando a la baraja y beviendo su trago siendo licenciado por Polanco.
135
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si al reunirse a los sublevados lo hizo en compañía de otras personas llevando armas; dijo: Que él siguió a Polanco desde su casa a la cual le fue a buscar en compañía
de otros cinco o seis hombres, el que le dijo que le siguiera de orden del Gobierno,
lo cual el declarante efectuó a caballo y con su sable.
Preguntado.
De qué Gobierno tomó la voz Polanco para ordenarle que le siguiera y quiénes
eran los que le acompañaban; dijo: Que no le dijo de orden de qué Gobierno debía
seguirle suponiendo el declarante que era por orden del Gobierno Español, que entre los que le acompañaron puede citar un hijo del mismo Polanco, Modesto Beliard,
José María Castro, Pedro Balbuena, José Alejandro y otros muchos que fue recogiendo por el camino y cuyos nombres no recuerda.
Preguntado.
Si José María Castro, Modesto Beliard, desempeñaron algún cargo siendo comisiónados para imponerle la rendición de la plaza al General D. Ecequiel; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta que se le hace, no teniendo más que decir sin tener
que añadir ni quitar, siendo todo la verdad según ofreció decirla, en que se afirmó y
ratificó leída que le fue esta su declaración, manifestándo no saber escribir por lo que
hizo la señal de Cruz firmándolo el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fe.
Firmado: Ignacio Olrich.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber
recibido un oficio del
Sor. Genl. Gob. Int. de Santiago
En el mismo dia mes y año el Sor. Fiscal recibió un oficio del Sor. General Gobernador interino de Santiago en que le acusa recibo del que dicho Sor. Fiscal le dirigio
con fecha seis del actual cuya comunicación queda unida a continuación; y para que
conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. conmigo el Secretario de que doy
fe.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
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A.G.I. CUBA 1011B
Gobierno Militar de Santiago
Con ésta fecha he recibido su comunicación de 6 del actual juntamente con un
pliego dirigido al Fiscal de la comisión Mr. de ésta Ciudad, cuyo pliego fué puesto
inmediatamente en manos de dicho Señor.
Lo digo a V.S. para su inteligencia.
Dios guarde a. V. ms. as.
Santiago, 8 de marzo de 1863.
El Gral. Gob. Int.
Firmado: A. Michel.
Señor Fiscal de la Comisión Militar de Guayubín.
Indagatoria
del acusado
Pedro Balbuena
Seguidamente el Sor. Fiscal hizo presente al preso Pedro Balbuena a quien ante
mí el Secretario se le enteró iba a prestar declaración así como de que estaba obligado a decir verdad en lo que fuere interrogado lo que ofreció y.
Preguntado.
Su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse Pedro Balbuena de
edad de cuarenta y ocho años que nació en el Campo jurisdicción de Monte Cristi,
(C.A. y R.) y que es criador de ganado y labrador, Capitán de Dragones de la Segunda
Compañía.
Preguntado.
Si sabe porque se halla preso; dijo: Que fué preso por disposición del General D.
Ecequiel Guerrero Comandante de Armas de Monte Cristi y según cree, por haber
137
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
seguido a la gente y al Coronel Juan Antonio Polanco, el cual lo obligó a ello habiéndolo encontrado en un domingo en la gallera del peladero diciéndole que le siguiera
de orden del General Lucas, que preguntándole entonces el declarante que adonde
iban, le contestó que después se lo diría siguiendo con la gente que llevaba Polanco y
que iba aumentando con la que recogía por el camino llegando en aquel día a Monte
Cristi, al llegar a cuyo punto el declarante se acostó estándo enfermo de un pié; que
el levantarse al día siguiente oyó tres cañonazos de alarma y vió enarbolada la Bandera Dominicana en la Comandancia.
Preguntado.
Quién fué el que enarboló la espresada bandera y con que objeto; dijo: Que no
sabe quien no con qué obgeto se enarbolo la espresada Bandera.
Preguntado.
Cuantos días estuvo en compañía de Polanco y sus gentes, si tubo algún empleo
ó comisión entre ellos y qué clase de armas llevaba; dijo: Que estubo en el pueblo
tres días o sea hasta el martes en que por estar enfermo se retiró a su casa con licencia de Polanco, volviendo otra vez el sábado, en cuyo mismo día regresó para
su casa, que no obtuvo empleo ni comisión entre los de Polanco estándo acostado
durante el tiempo que estaba en Monte Cristi en atención a hallarse enfermo del
pié como ya ha dicho.
Preguntado.
Si conoce a José Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro y Matías Carrasco; dijo: Que conoce las personas que se le acaban de nombrar por ir también
unidos a la gente del Coronel Polanco.
Preguntado.
Si José María Castro y Modesto Beliard fueron nombrados en comsión para ir a
ultimar la rendición de la plaza al Comandante de Armas de ella D. Ecequiel Guerrero; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta que se le hace.
Preguntado.
Si además de Juan Antonio Polanco puede citar los nombres de algunos otros que
aparecieran como Gefes de aquella gente; dijo: Que no iba más Gefe que el citado
Polanco.
Preguntado.
Si se reunió a la gente de Polanco a pié ó a caballo y con qué armas; dijo: Que
siguió a dicha gente a caballo llevando su sable y un trabuco, el cual ha vendido a
uno de Puerto Plata; que no tiene nada más que decir, sin tener que añadir ni quitar
siendo todo la verdad, según ofreció decirla, en que se afirmó y ratificó leída que le
138
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
fué ésta su declaración, manifestó no saber leer por lo que hizo la señal de Cruz, y lo
firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fe.
Lo tachado «Pedro Balbuena» no vale.
Firmado: Ignacio Olrich.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber
Comandante Mr. de Guayubín
para el comparecimiento de testigos de Monte Cristi
oficiado al
Acto continuo dispuso el Sor. Fiscal oficiar al Comandante Militar de ésta Villa en
los términos siguientes:
Comisión Militar de Guayubín.- Siendo de necesidad que el Sor. Alcalde de Monte Cristi y tres o cuatro vecinos se presenten a ésta fiscalía a
declarar sobre la conducta de los sujetos que al margen se espresan,
comprendidos en la sublevación revolucionaria que tuvo lugar en aquel
punto a fines del mes pasado, espero se sirva V.S. dar sus órdenes a fin
de que a la mayor brevedad posible se presenten dichos señores con el
espresado obgeto.- Dios gde. a. V.S. ms. as. Guayubín doce de marzo de
mil ochocientos sesenta y tres.- El Fiscal Ignacio Olrich. Sor. Comandante Militar de ésta Villa.Nombres que se citan al margen del oficio.- José Alejandro Mes, Modesto Beliard,
José María Castro, Pedro Balbuena, Matías Carrasco, José Ramón Torres, Peti Ambrosio y José Ribas y para que conste se anota por diligencia que firmó el Sor. Fiscal
conmigo el Secretario de que doy fe.
Frimado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Declaración del Sargto. 2º. Ignacio Isla Esquerra.
A los trece días del mismo mes y año compareció previa citación el Sargento Segundo Ignacio Isla Esquerra a quien el Sor. Fiscal ante mí el Secretario le recibió juramento con arreglo a ordenanza el que prestó y ofreció decir verdad en cuanto se le
interrogare; y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda
dicho y que es Sargento Segundo de la tercera Compañía del Batallón de S. Marcial.
139
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si conoce a un tal José Ramón Torres que tomó parte en la insurrección de éste
pueblo siendo uno de los que componían la escolta que costudió hasta Monte Cristi
el destacamento capitulado al cual él pertenecía, y si sabe que el dicho Torres constare como cabecilla de los insurrectos; dijo: Que conoce al citado José Ramón Torres
del cual se decía entre los sublevados que era Gefe de ellos, siendo así de creer, pues
iba mandando como Gefe de la partida que los escoltó hasta Monte Cristi, quedándose él en su casa que se halla sobre dicho camino.
Preguntado.
Si sabe quiénes eran los principales cabecillas ó promovedores de la insurrección
de que se trata; dijo: Que como principales cabecillas puede citar al general de las
reservas Pronvinciales llamado Lucas de Peña, un tal Norberto Torres, que eran los
dos principales de ellos y otros varios de menos suposición que ha oido nombres y
queno recuerda, que no tiene nada más que decir, añadir ni quitar, siendo todo la
verdad a cargo del juramento prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta
su declaración, manifestó ser de edad de veinte y seis años y lo firmó con el Sor. Fiscal
y presente Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich, Ignacio Isla.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Declaración de D. Aquilino Grullón
A los catorce días de los corrientes mes y año se presentó previa situación competente D. Aquilino Grullón, a quien el Sor. Fiscal ante mí el Secretario recibió el
juramento de su clase que prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuere interrogado
y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que
es del Comercio de ésta Villa.
Preguntado.
Si es uno de los Señores que formaron parte de la Junta para tratar con el cabecilla de los insurrectos que el día veinte y uno del mes prócsimo pasado se sublevaron
en contra las instituciones del Gobierno; dijo: Que fue nombrado en compañía de D.
Ambrosio García y D. Carlos Rodríguez para la citada comisión por resolución de la
junta compuesta del Ayuntamiento y varios señores comerciantes del pueblo llevando por obgeto aconsejar al cabecilla de los sublevados Lucas de Peña desistiera de
sus propósitos revolucionarios ó que por lo menos demorase su entrada en el pueblo
algunas horas a lo que el citado Lucas les contestó que no esperaba más que hasta
las siete de la mañana del siguiente veinte y dos a cuya hora si no se había rendido el
destacamento entraría con al gente en el pueblo a sangre y fuego; que el día veinte y
140
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
dos habiendo capitulado el destacamento fue inbadido y ocupado el pueblo por los
insurrectos, los que tirando tres cañonazos de alarma enarbolando la Bandera Dominicana a los gritos de «Viva la República» y «Viva Báez», mientras sucedía lo cual el
destacamento que había capitulado marchaba para Monte Cristi acompañándole el
hermano del declarante D. Buenaventura y otros Señores que eran amigos de los capitulados con obgeto de servirles y aucsiliarles en lo que estubiese de su parte yendo
todos escoltados por una partida de los sublevados mandada por José Ramón Torres.
Preguntado.
Quiénes eran lo principales cabecillas de la insurrección y cite cuantos nombres
de ellos sepa; dijo: Que como principales aparecían el espresado Lucas de Peña,
Norberto Torres, Benito Monción, Juan Bautista Gómez que fué a pronunciar a Sabaneta, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, y otros varios cuyos nombres no recuerda,
si también Juan Ramón Reyes, de Santiago, y Juan Antonio Polanco, de Macabo, a
todos los cuales vió como cabecillas por las disposiciones que daban a la chusma de
los sublevados.
Preguntado.
Si José Ramón Torres figuraba también como cabecilla desempeñando algún empleo ó cargo entre los insurrectos; dijo: Que no sabe tuviera ningún empleo yendo
únicamente mandando como Gefe la partida que escoltó al destacamento capitulado
hasta Monte Cristi.
Preguntado.
Manifieste cuantos particulares más sepa sobre los hechos de la insurrección de
que se trata; dijo: Que desde el día veinte y dos hasta el primero de marzo estuvieron
los insurrectos ocupando el pueblo que abandonaron en la noche de aquel día después de saquearle, llevándose la artillería al otro lado del Río, cuyos últimos hechos
el declarante no presenció por haberse huido con toda su familia por temor de ser
sus personas maltratadas por los revoltosos que les pillaron por completo su tienda
de comercio y casa; que no tiene más que decir, añadir y quitar, siendo todo la verdad
a cargo del juramento prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su
declaración, manifestó ser de veinte y cinco años de edad y lo firmó con el Sor. Fiscal
y presente Secretario de que doy fé.- Lo entrerrenglonado «hermano del» vale.
Firmado: Ignacio Olrich, Aquilino Grullón
Ante mí: Manuel Cantelar.
141
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
del
Gefe
Diligencia de haber recibido un Ofo.
Comisión Ejecutiva de la prova. de Santiago
de la
El mismo día, mes y año el Sor. Fiscal recibió un oficio del Sor. Teniente Coronel
de Artillería D. Luis Bustamante, Gefe de la Comisión Ejecutiva de la provincia de
Santiago, en el cual recomienda la actividad y dá algunas instrucciones sobre éstas
diligencias, cuya comunicación queda unida a continuación.
Y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el
Secretario de que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Comisión Egecutiva de la provincia de Santiago
Siendo conbeniente que se haga sentir el peso de la Ley sobre los que han levantado vandera contra el gobierno legítimamente constituido, y siendo tanto más
eficaz su acción cuanto más pronto se aplique el castigo, espero de V. que activará sin
descanso las diligencias que se halla instruyendo en averiguación de los hechos; no
remitiendo los presos asta tanto que su presencia en ésa sea innecesaria.
Dios gde. a V. ms. años.
Santiago de los Caballeros, 10 de marzo de 1863.
El Tte. Cl. de Art. G. de la C.
Firmado: Luis Bustamante.
Sor. Fiscal de la Comisión Mr. De Guayubín.
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A.G.I. CUBA 1011B
Declaración de D. Ambrosio García
A los quince días del mismo mes y año previa citación anterior se presentó D. Ambrosio García, a quien el Sor. Fiscal ante mí el Secretario se le recibió el juramento
con arreglo a ordenanza, el que prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho
y que es propietario y Capitán de las Reservas Provinciales.
Preguntado.
Si conoce a José Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena, José Ramón Torres, Piti Ambrosio y José Rivas y si sabe que estos tomaron
parte en la insurrección que contra las instituciones del Gobierno tuvo efecto a fines
del mes próximo pasado en éste punto, Monte Cristi y Sabaneta y si tiene noticias de
que desempeñasen algún empleo ó comisión entre los insurrectos; dijo: Que conoce
a todos los sujetos que se le nombran, a los cuales halló en Monte Cristi en el día
en que el declarante llegó a aquel punto acompañando al destacamento que había
capitulado en ésta Villa, a los cuales les preguntó qué era lo que hacían allí a lo que
le contestaron que ellos habían sido arrastrados por sus Gefes, no sabiendo desempeñaran empleo ni comisión alguna entre los insurrectos; que con respecto a José
Ramón Torres, puede decir que se ofreció a ponerse a la cabeza de la escolta de los
sublevados que custodió al destacamento capitulado, hasta Monte Cristi, con el fin de
evitar fuera éste maltratado por ellos mismos, lo cual hizo portándose muy bien con
el destacamento quedándose en su casa situada sobre el camino, por haberle dicho
el declarante que de allí en adelante ya no habría cuidado comprometiéndose él a
conducirlos hasta el pueblo.
Preguntado.
Si los sugetos que se le han citado desempeñaron cargos militares perteneciendo
anteriormente a la República Dominicana y si éstos les fueron reconocidos por el
Gobierno de S. M. dijo: Que José Alejandro Mes es Alcalde Pedáneo del Peladero;
143
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
que Modesto Beliard es Teniente de Caballería de las Reservas; que José María Castro
y Pedro Balbuena son también capitanes de Caballería de las Reservas; que Matías
Carrasco es Celador de su partido y Peti Ambrosio y José Ribas son soldados de las Reservas constándole que Ribas fué preso por haberse propasado con alguna persona
en consecuencia de hallarse ebrio; que no tiene nada más que decir, que lo dicho es
la verdad a cargo del juramento prestado, en que se afirmó y ratificó leída que le fué
ésta su declaración, manifestándo ser de edad de cuarenta y ocho años y lo firmó con
el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich, Ambrosio García.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Declaración de D. Román de Peña
Seguidamente compareció D. Román de Peña a quien el Sor. Fiscal ante mí el
Secretario le recibió juramento con arreglo a ordenanza el que prestó ofrecimiento
decir verdad en lo que fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que es del comercio de ésta ciudad.
Preguntado.
Si conoce a José Ramón Torres y si sabe tomáse parte en la sublevación del mes
pasado y si sabe asimismo que el citado Torres desempeñara algún empleo o comisión entre los insurrectos; dijo: Que no sabe si el citado Torres tomó parte en la
insurrección de que se trata pudiendo sólo decir que fué encargado como oficial de
escoltar el destacamento que capituló hasta Monte Cristi sin embargo de lo que no
llegó hasta dicho punto quedándose en su casa que se halla sobre el camino en el
punto de Santana en atención a habérsele dicho por el declarante y otros señores
que acompañaban como amigos al citado destacamento que se quedara, pues ellos se
hacían responsables de que desde allí en adelante les sucediera algún contratiempo;
que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado, en que se afirmó
y ratificó leída que le fué ésta su declaración, manifestó ser de veinte y nueve años de
edad firmándolo con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fe.
Firmado: Ignacio Olrich, Román de Peña.
Ante mí: Manuel Cantelar.
144
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia haciendo constar haber sido puestos
Peti Ambrosio y José Ribas
en libertad los presos
En la misma fecha dispuso el Sor. Fiscal poner en libertad a los presos Peti Ambrosio y José Ribas en virtud de no resultar cargo alguno contra ellos según el espiritu
de la comunicación del Sor. General Gobernador de la provincia fecha ocho de éste
mes que obra al folio ochenta y dos de éste sumario. Y para que conste se anota por
diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haber
Comandante Mr. de Guayubín
para ser evacuado en Monte Cristi
oficiado al
incluyéndole un interrogatorio
Seguidamente el Sor. Fiscal dispuso remitir un interrogatorio a fin de que sea evacuado en Monte Cristi, el cual, por conducto del Sor. Coronel Comandante Militar
de ésta Villa va con una comunicación al tenor siguiente:
Comisión Militar de Guayubín. En vista de no haber obtenido resultado alguno en el oficio que dirigí a V.S. con fecha doce del corriente a
fin de que se trasladaran a ésta Villa el Alcalde de Monte Cristi y dos ó
tres vecinos honrados de aquel punto para prestar una declaración, y
siendo al mismo tiempo de necesidad la declaración del Sor. General
D. Ecequiel Guerrero Comandante Militar de aquel punto; adjunto
le incluyo un interrogatorio para que pueda ser evacuado en dicho
partido, recomiéndole al mismo tiempo su actividad a fin de poder
activar según se me recomienda las diligencias que estoy instruyendo.Dios gde. a V. S. ms. as. Guayubín quince de marzo de mil ochocientos
sesenta y tres.- El fiscal Ignacio Olrich.- Sor. Coronel Comandante Militar de ésta Villa.
Y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Olrich
Ante mí: Manuel Cantelar.
145
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de haber
recibido un oficio del
Comand. de Armas de Monte Cristi
En el mismo día mes y año el Sor. Fiscal recibió un oficio del Comandante de
Armas de Monte Cristi en contestación al que se le dirigió el día doce para el comparendo de algunos testigos de aquel punto a fin de prestar varias declaraciones, cuya
presentación han efectuado siendo portadores de la referida comunicación que se
une seguidamente; y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor.
Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Comandancia de Armas de Monte Cristi
Alcalde ordinario, Síndico Regidor, Comte, D. Lorenzo Marichal, Capitán de Sección D. Francisco Paula Marichal, Sub. Teniente D. José Rivera, D. Juan Cabreja.
Tengo recibido el oficio de V. por el que me encargó hacerle comparecer al Sor.
Alcalde ord. y algunos individuos más. En su conocimiento he ordenado presentarse
a ésa fiscalía en el término de veinte y cuatro horas a los individuos que al margen se
expresa, quiénes podrán dar las declaraciones convenientes acerca de los detenidos
que Vd. Indica, por haberse ellos encontrado a mi lado cuando la sublevación.
Los que comparezcan podrán manifestar a V. cuanto sepan tanto de los detenidos
cuanto de otros, que tomaron la misma parte y que andan fugitivos.
Dios gde. a V. ms. as.
Monte Cristi, 14 de marzo de 1863.
Firmado: Pedro Ezequiel Gutierrez.
Sor. Fiscal de la Comisión Militar de Guayubín.
146
A.G.I. CUBA 1011B
Declaración del
alcalde
D. Francisco Grisanté.
En el mismo día mes y año según el oficio de la diligencia que antecede se presentó D. Francisco Grisanté Alcalde de Monte Cristi a quien el Sor. Fiscal ante mí el
Secretario se le recibió el juramento con arreglo a su clase el que prestó y ofreció
decir verdad en lo que fuera interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo;
dijo: Llamarse como queda dicho y que es Alcalde de Monte Cristi.
Preguntado.
Si conoce a Jose Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena, Matías Carrasco, y José Ramón Torres y en tal caso manifieste si dichos individuos tomaron parte en la insurrección que tuvo lugar en Monte Cristi a fines de
mes pasado; dijo: Que a excepción de José Ramón Torres que en aquellas circunstancias no se hallaba allí, los demás individuos que se le cita tomaron parte en la
sublevación de que se trata y que entre ellos, Modesto Beliard y José María Castro,
en compañía de un hijo del Coronel Polanco Gefe de los insurrectos fueron por
disposición de éste a intimar la rendición de la plaza al Sor. General D. Ecequiel
Guerrero Comandante de Armas de aquel punto, cuyo Señor llamó al declarante
en aquellas circunstancias manifestándole la exigencia que trahían los dichos comisionados del Coronel Polanco, los que en nombre de éste le digeron al General
Ecequiel que sino entregaba la plaza estaba dispuesto a tomarla a la fuerza con su
gente a lo que dicho Sor. General le contestó que capitularía por no tener fuerza
que le ayudase en cuyo caso se hubiera resistido defendiendo el pueblo y las instituciones del Gobierno.
Preguntado.
Si sabe el nombre del hijo del Coronel faccioso Polanco que ha citado; dijo: Que
se llama José Polanco.
147
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si Pedro Balbuena y Matías Carrasco tenían algún empleo entre los insurrectos;
dijo: Que Pedro Balbuena es Capitán de Caballería de las Reservas y Matías Carrasco
Capitán de Sección.
Preguntado.
Si tiene conocimiento de que José Alejandro Mes tuviera en su casa reuniones de
personas sospechosas para tratar sobre asuntos de la citada insurrección; dijo: Que
ignora el contenido de la pregunta que se le hace; que no tiene nada más que decir
siendo todo la verdad, a cargo del juramento prestado, en que se afirmó y ratificó,
leída que le fue ésta su declaración, manifestándo ser mayor de veinte y cinco años y
lo firmo con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich, Francois Grisante.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Declaración del Regidor D. Andrés García
Seguidamente compareció el Regidor D. Andrés García a quien el Sor. Fiscal ante
mí el Secretario se le exigió el juramento con arreglo a ordenanza por el que ofreció
decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que es Regidor en Monte Cristi.
Preguntado.
Si conoce a José Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena y Matías Carrasco y si sabe que los dichos tomaron parte en la insurrección que
tuvo efecto en Monte Cristi a fines del mes pasado y si desempeñaron algún empleo
ó comisión entre los sublevados; dijo: Que no sabe si los sugetos que se le preguntan
tomaron parte en la insurrección habiendo únicamente oido decir que Modesto Beliard y José María Castro en compañía de José Polanco hijo del Coronel del mismo
nombre Gefe de los sublevados, habían sido comisionados por éste para hacer capitular el Sor. Comandante de Armas de aquel punto General D. Ecequiel Guerrero,
que supo también que los demás se hallaron entre los sublevados entre los cuales él
únicamente vió a Matías Carrasco.
Preguntado.
Por quien supo que los citados sujetos se hallaban entre los sublevados desempeñando la comisión de que lleva hecha referencia; dijo: Que lo supo por el General
Ecequiel y otras personas que de ello le informaron al ser llamado para que firmara
como testigo el convenio de capitulación que hizo el General Ecequiel Guerrero con
el Gefe de los sublevados Juan Antonio Polanco; que no tiene nada más que decir,
148
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
añadir ni quitar, siendo todo la verdad a cargo del juramento prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración, manifestó ser de edad de sesenta y
nueve años y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich, Andres García.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Declaración de D. Lorenzo Marichal.
Acto continuo se presentó D. Lorenzo Marichal a quien el Sor. Fiscal ante mí el
Secretario le recibió juramento con arreglo a ordenanza, el que prestó y ofreció decir
verdad en lo que fuera interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión;
dijo: Llamarse como queda dicho y que es Comandante de Guardia Civil retirado.
Preguntado.
Si conoce a José Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena y Matías Carrasco, y si sabe tomaron parte en la insurrección que tuvo lugar
en Monte Cristi a fines del mes pasado, desempeñando empleo ó cargo entre los
insurrectos; dijo: Conoce a los sujetos que se le nombran a los cuales vió entre los
sublevados no pudiendo sin embargo decir si tomaron ó no parten en la insurrección
que se trata, y habiendo sido llamado por General D. Ecequiel Guerrero, el cual le
manifestó que Beliard, Castro y José Polanco le habían sido embiados por el Gefe
de los sublevados Juan Antonio Polanco con el obgeto de hacerle entregar la plaza
pues que de lo contrario la tomarían a la fuerza con su gente, en consecuencia de lo
que y no teniendo medios de defensa se resolvió el Sr. General Ecequiel a capitular,
cuya capitulación firmó como testigo el declarante; que no tiene nada más que decir
siendo lo dicho la verdad a cargo del juramento prestado en que se afirmó y ratificó
leída que le fue ésta su declaración, manifestó ser mayor de edad y lo firmó con el
Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé.
Firmado: Ignacio Olrich, Lorenzo Marichal.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de haberse trasladado esta Comisión Militar
Santiago de los Caballeros
conduciendo varios presos a
A los quince días del citado mes y año en virtud de la orden verbal del Excmo.
Sor. Teniente General D. Pedro Santana, General en Gefe de todas la fuerzas de ésta
provincia el Sor. Fiscal dispuso trasladarse inmediatamente a Santiago de los Caballeros, conduciendo al propio tiempo los presos José Alejandro Mes, Modesto Beliard,
149
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
José María Castro, Pedro Balbuena, Matías Carrasco y José Ramón Torres; y para que
conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de
que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
Diligencia de entrega
A los diez y nueve días de los corrientes mes y año, habiendo llegado a ésta ciudad
a última hora del día de ayer, el Sor. Fiscal acompañado de mí el Secretario se presentó al Sor. Gobernador Militar y le hizo entrega de éstas diligencias que constan de
noventa y siete hojas habiles, practicando lo propio con los presos que vinieron con
el Sor. Fiscal, los cuales son José Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro,
Pedro Balbuena, Matías Carrasco y José Ramón Torres; y para que conste por diligencia lo firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Olrich.
Ante mí: Manuel Cantelar.
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A.G.I. CUBA 1011B
Santiago de los Caballeros, 19 de marzo de 1863.
Pase al Sor. Tte. Corl. Presidente de la Comisión Militar Egecutiva para los efectos
que son consiguientes.
El Brig. Comte. Gral.
Firmado: Buceta.
Santiago 19 de marzo de 1863.
Pase al Sor. Comte. D. Francisco Aguilera Fiscal de la Comisión Mr. Para que continué las actuaciones.
El T. C. Presidente de la Comn.
Firmado: Luis Bustamante.
Francisco Aguilera y Uribe Teniente Coronel graduado 2º. Comandante del Batallón de San Marcial No. 2 de Infantería, Fiscal nombrado por el Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla para actuar como tal en la Comisión Militar permanente
creada con arreglo a la ley de 17 de abril de 1821 y publicada en 28 de febrero último.
Aceptación de Secretario
Certifico:
Que en cumplimiento que aparece en el folio noventa y siete de las diligencias
que anteceden, del Señor Presidente de la Comisión, hice comparecer al Teniente
del espresado Batallón D. Miguel Cáceres y Díaz, a quien S.E. ha nombrado por
Secretario de la espresada Comisión; cuyo empleo dijo aceptava y prometió bajo su
palabra de honor proceder con lealtad en cuanto actue; y para que conste lo pongo y
firmó conmigo en Santiago a veinte de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.
Firmado: Francisco Aguilera, Miguel Cáceres.
151
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de suspensión
Inmediatamente y en razón a estar actuando en otras cuatro sumarias en averiguación de los mismos estremos a que esta se refiere, dispuso el Sor. Fiscal se pusiera ésta
diligencia de suspensión hasta que haya tiempo para continuarla; y para que conste lo
pongo por diligencia que firmó dicho Señor conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Aguilera
Miguel Cáceres.
Diligencia de entrega
En dicha ciudad a los veinte y cinco días del referido mes y año ecsaminada que
fué esta sumaria dispuso el Señor Fiscal pasar al Presidente de la Comisión el oficio
que a la letra dice asi.- Examinada la sumaria instruida en Monte Cristi y Guayubín
en averiguación de la parte que pudieron tomar en la rebelión de dichos puntos los
capitanes de Dragones José María Castro y Pedro Balbuena el Teniente de los mismos
Modesto Beliard y los paisanos José Alejandro Mes, Matías Carrasco y José Ramón
Torres y resultando solamente evacuadas las declaraciones indagatorias por lo que es
de necesidad pasar a los espresados lugares para interrogar a los testigos citados por
los mismos tengo el honor de pasar a manos de V. la espresada sumaria a fin de que
si cree atendibles las razones espuestas se sirva nombrar un fiscal que con el indicado
obgeto se traslade a los puntos indicados.- Con cuyo oficio se remitió al espresado
Señor Presidente de la citada Comisión ésta sumaria compuesta de noventa y ocho
hojas útiles sin contar con la cubierta y para que conste lo pongo por diligencia que
firmó dicho señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Aguilera.
Ante mí: Miguel Cáceres.
Santiago, 25 de marzo de 1863.
Al Sor. Capitán D. Vicente Atienza, Fiscal de la Comisión Mr. Para que continue
el proceso.
El T. C. Presidente de la Comn. Mr.
Firmado: Luis Bustamante.
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A.G.I. CUBA 1011B
Comandancia General del Cibao
Adjunto incluyo a V. una causa para continuar las actuaciones le dirige el Señor
Presidente de la Comisión Militar esperando de su acreditado celo, que procurará
activarlas sin levantar mano, procurando hacer constar los nombres de los individuos
que dirigieron el movimiento revolucionario.
Dios gde. a V. ms. as.
Santiago de los Caballeros, 26 de marzo de 1863.
Firmado: Manuel Buceta.
Sor. Fiscal de la Comn. Militar.
Capitán D. Vicente Atienza.
Vicente Atienza y Martinez capitán del Batallón de San Quintín número tres de
Infantería de éste ejército, fiscal nombrado por el Señor Teniente Coronel presidente de la comisión militar permanente de Santiago de los Caballeros para actuar en el
preciso averiguación de los promovedores de la rebelión que contra el Gobierno de
S. M. ha tenido lugar.
Certifico:
Que en cumplimiento al decreto del Señor Brigadier Comandante General de la
provincia del Cibao para que actue como Secretario de ésta fiscalía en otras causas
el Subteniente de la Compañía de Granaderos D. Inocencio Cárdenas y Vasallo y no
habiendo elegido otro para ésta nombro al mismo para que ejerza iguales funciones
en éste proceso y enterado de la obligación que contrae acepta y promete bajo su palabra de honor guardar sigilo y fidelidad en cuanto actuó; y para que conste lo firmó
conmigo en Guayubín á veinte y nueve de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.
Firmado: Vicente Atienza.
Inocencio Cárdenas.
153
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de haber
recibido ésta causa
En el referido día mes y año el Señor Fiscal recivió ésta causa por la cual y en
virtud del decreto que obra al folio noventa y ocho vuelto por el que el Señor
Presidente de la Comisión Militar Egecutiva le ordena su continuación, dispuso se
hiciese constar por diligencia haberla recivido firmándolo conmigo Secretario de
que certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
Diligencia de unir un oficio del Señor Brigadier Com. General del Cibao
En el dicho día mes y año el Señor Fiscal recivió un oficio del Señor Brigadier
Comandante General de la provincia en que le adjuntava la cuasa que espresa la diligencia anterior recomendando su actividad y de unirse a éstas actuaciones dispuso el
Señor Fiscal se anotase por diligencia de que yo Secretario Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
Declaración del
paisano
D. Francisco Jabier de Peña
Seguidamente compareció por mandato del Señor General Comandante General
de la línea del Noreste D. José Hungría el paisano D. Francisco Jabier de Peña a quien
el Señor Fiscal le advirtió la obligación que tenía de decir verdad ofreciéndolo y preguntado por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa
de las labores del campo.
Preguntado.
Si conoce al General D. Juan Evangelista de Peña (sic) y á tenido alguna comisión
para él o la recivido de dicho General diga cuales hayan sido y en que términos las a
evacuado; dijo: Que conoce al General por que se le pregunta, que no ha tenido para
él comición alguna, pero que fue comisiónado por dicho General en unión de Rafael
Castro y Juan Carlos Castro para acompañar a Antonio Rodríguez correo portador de
un pliego dirigido al General Simón Gefe de las fuerzas de la frontera de Haiti, al que
entregaron dicha comunicación recibiendo del otro pliego para el General Lucas a
quiénes se lo entregaron.
154
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Que obgeto tenía el pliego que condujeron cual, fué la contestación del General
Simón y que habló dicho General con los comisiónados; dijo: Que el obgeto del pliego cree fuera pedir ausilio a la vecina república de Haití para el movimiento que el
General Lucas proyectaba y que la contestación según oyó decir a Antonio Rodríguez
hera negativa.
Preguntado.
Si sabía que dicho General Lucas intentaba ponerse al frente de la rebelión así
como el obgeto que ésta tuviera y las ideas que se propalaban con éste fin; dijo: Que
sabía que el General Lucas figuraba a la cabeza de la rebelión y que su obgeto era restablecer la bandera Dominicana y las ideas que propalaban era que se iba a establecer
por el Gobierno español la esclavitud y otras varias en contra del Gobierno.
Preguntado.
Que personas creen las que más propalaban estas ideas; dijo: Que eran voces generales difundidas al pueblo por los cabecillas principales.
Preguntado.
Si tiene más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad
a cargo del juramento que prestó en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta
su declaración dijo ser de edad de cincuenta años é hizo la señal de cruz por no saber
escribir, firmándolo el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Diligencia de haberse trasladado la Fiscalía
a
Monte Cristi
A los treinta días de dicho mes y año se trasladó el Señor Fiscal acompañado de mí
el Secretario para el pueblo de Monte Cristi por ecsijirlo así las diferentes actuaciones
que tiene a su cargo, y con obgeto de evacuar las citas que en éste pueblo hubiese; y
para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico.
Firmado Atienza.
Inocencio Cárdenas.
155
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de suspensión
A los treinta y un días de dicho mes y año dispuse suspender estas actuaciones
en virtud de no haber diligencia alguna que evacuar por ahora; y para que conste
por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmándolo dicho Señor conmigo el
Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cardenas.
Diligencia de haber
pasado a
Guayubín y seguir las actuaciones
A los cinco días de dicho mes y año se trasladó el Señor Fiscal acompañado del
Secretario al pueblo de Guayubín por tener evacuadas la diligencias que devían efectuarse en Monte Cristi, así como de continuamiento de éstas actuaciones; y para que
conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
Declaración de D. Juan Ramón Reyes
En el pueblo de Guayubín a los seis días del espresado mes y año compareció ante
el señor Fiscal y presente secretario D. Juan Ramón Reyes vecino de Santiago a quien
dicho Señor Fiscal le hizo prestar juramento con arreglo a ordenanza por el que
ofreció decir verdad en cuanto fuere preguntado y habiéndolo sido por su nombre y
empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa de los negocios del campo.
Preguntado.
Si tiene conocimiento de los hechos que tuvieron lugar en este punto diga por
quien lo sabe y de cuanto tenga conocimiento; dijo: Que hayándose fundando un
hato en el lugar de la ciénega en la jurisdicción de Sabaneta, tuvo conocimiento de
la insurrección que inmediatamente se puso en marcha para éste punto con obgeto
de seguir hasta Santiago para atender a su familia y que al pasar por éste pueblo y
solicitar la licencia para Santiago le fue negada por el General Lucas que mandaba
la plaza y embargado para escribir alguna carta y comunicaciones que se vió forzado
hacer hasta que a los cuatro días no siéndole posible seguir para Santiago por tener
cortado el paso se huyó, para la ciénaga nuevamente donde permaneció mientras
duró la revolución continuando en dicho punto hasta que recivió la noticia del indulto en que se presentó para acogerse a él.
156
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Que comunicaciones escrivió a quiénes iban dirijidas y quien las dictaba los mismo que las cartas particulares cual era su obgeto a qué personas y en qué términos
concevidas; dijo: Que las comunicaciones que puso fueron dirigidas a los Comandantes de Sabaneta y Monte Cristi con el objeto del sostenimiento de la rebelión que las
dictava el mismo General Lucas y que no recuerda haber puesto otras de ninguna
especie ni cartas.
Preguntado.
Quiénes eran los que figuraban como Comandantes de los puntos que ha citado;
dijo: Que el General Batista de Sabaneta y de Monte Cristi el Coronel D. Juan Antonio Polanco.
Preguntado.
Quiénes eran los Gefes de la rebelión en éste punto quiénes los cabecillas y diga
cuanto recuerde se hayaban adictos a la rebelión y figurasen con cargo alguno en
ella; dijo: Que los Gefes principales eran el General D. Lucas E. de Peña y el Comandante D. Norberto Torres figurando después D. Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, el
Comandante D. Victoriano Cordero, capitán Benito Monción, el Comandante José
de los Santos (a) Inglés y su hijo, y otros que no recuerda.
Preguntado.
Cual era el principal obgeto de la rebelión qué ideas circulaban entre los insurrectos y qué atentados contra la propiedad y las personas hubo indicando los perpetradores; dijo: Que su principal obgeto era poner la bandera Dominicana que la
voces que circulaban hera que se había quitado las armas al pueblo para poner mejor
la esclavitud que era lo que se quería impedir por medio de la revolución ignorando
si hubo algún atentado.
Preguntado.
Cuanto tiempo acía que se hallaba en el punto llamado de la Ciénega; dijo: Que
haría prócsimamente cinco meses que se encontraba en el referido punto ocupado
en la fundación de que ya tiene hecho mérito.
Preguntado.
Si casualmente conserva en su poder alguno de los documentos relativos a la revolución; dijo: Que no obra ningúno en su poder.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la
verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída
157
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
que le fue esta su declaración; dijo: Ser de edad treinta y cuatro años firmándola con
el Señor Fiscal y presente Secretario de que Certifico.
Firmado: Vicente Atienza, R. Reyes.
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Diligencia de haber pasado comunicación
al Coronel Comandante Militar de Guayubín
Seguidamente dispuso al Señor Fiscal pasar atento oficio al Señor Coronel Comandante Militar de éste punto a fin de que se sirva facilitarle una relación de todos
los individuos de la jurisdicción de Guayuiín que pertenecen a las Reservas Provinciales en activo; y para que conste se anota por diligencia que firmó el Señor Fiscal
conmigo el Secretario que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
Diligencia haciendo constar varios individuos
Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar oficio al Señor Comandante Militar de
éste punto para que se sirva hacer comparecer a ésta fiscalía a prestar su declaración los
individuos que especifica una relación que le adjunta manifestándole al mismo tiempo
que en su contestación especifique los que pertenecen a otra jurisdicción ó sepa que
se hayan presos ó prófugos; y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se
hiciera constar por diligencia firmándola conmigo el Secretario que certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
Diligencia mandando proceder a la prision de D. Juan Ramón Reyes, Blanco
Seguidamente el Señor Fiscal habiendo visto que el individuo D. Juan Ramón Reyes que de orden del Señor General Comandante General de la línea del Nororeste
D. Jose Hungría, se había presentado en ésta fiscalía a prestar su declaración como
simple testigo presencial de la insurrección de éste punto en cuyo concepto le fué
tomado y resultando en los autos ser uno de los que figuran como cabezilla de dicha
rebelión, dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación al Señor Comandante militar
para que procediera a su arresto dando conocimiento de haberse así efectuado; y
158
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario que
Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
Diligencia de unir un oficio del Señor Comandante de Armas
En dicho día mes y año recibió el Señor Fiscal un oficio del Señor Comandante
Militar de éste pueblo en que le participa hayarse preso y a disposición de ésta fiscalía
D. Juan Ramón Reyes cuyo individuo se le ordenó prender por la misma en el día de
hoy; y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario
de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cardenas.
Diligencia pasando oficio al Señor Brigaider Comandante General
del Cibao participandole la prision de D. Juan Ramón Reyes
Seguidamente dispuso el Señor Fiscal pasar atenta comunicación al Señor Brigadier Comandante General del Cibao participándole la prisión de D. Juan Ramón
Reyes en razón de constar en autos ser uno de los que tomaron parte activa en la
rebelión de éste pueblo; y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se
anotase firmándola con el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
Dilgencia pasando oficio al Señor Teniente Coronel
Presidente de la Comisión Militar
Acto seguido dispuso el Señor Fiscal pasar oficio al Señor Presidente de la Comisión
Militar participándole la prision de D. Juan Ramón Reyes en razón de constar en autos ser
uno de los que tomaron parte activa en la rebelión de éste punto; y para que conste por
diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmádola con el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
159
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
En el mismo día mes y año dispuso el Señor Fiscal se uniese a éste proceso un
ejemplar del decreto de indulto del Excmo.
Diligencia uniendo el decreto de indulto del Excmo. Sor. Capitán General
Señor Capitán General y de quedar unido dispuso el Señor Fiscal se anotase por
diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
(A continuación figura el decreto a que se refiere la anterior diligencia firmado por
el Capitán General D. Felipe Ribero y Lemoyne, fechado an Santo Domingo el 16
de marzo de 1863.- Texto Impreso).
160
A.G.I. CUBA 1011B
Comandancia Militar de Guayubín
En consecuencia de la comunicación de Vd. fecha de hoy, en que me previene la
prisión del Sr. D. Juan Ramón Reyes, participo a Vd. que queda cumplimentada dicha
disposición y dicho individuo en la Carcel de éste pueblo, a disposición de esa fiscalía.
Dios gde. a V.ms as.
Guayubín, 6 de abril de 1863.
El Comandante Miltar.
Firmado: E. Alvarez.
Sor. Capitán Fiscal de la Comisión Militar en Guayubín.
Declaración del
paisano Juan
Carlos Castro
En el mismo punto a los siete días del espresado mes y año compareció ante el
señor Fiscal el paisano Juan Carlos Castro, previa citación, a quien el Señor Fiscal
tomó el juramento según su clase y con arreglo a ordenanza por lo que prometió decir verdad y preguntado por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho
y que se ocupa en las labores del campo.
Preguntado.
Donde se hayó en los días en que los insurrectos estuvieron en éste pueblo; dijo:
Que estándo en su casa en el Botoncillo fue requerido por el General Lucas para ir
acompañando un correo que dirigía dicho Lucas a la vecina república de Haiti habiendole mandado a buscar a él y a su hermano Rafael y á Francisco Javier de Peña
porque sabía que se hayaban bien montados. Que acudió a éste llamamiento lo mismo que su hermano temeroso de un atropello acompañando a Antonio Rodríguez
portador de dicho pliego.
161
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
A quien hiva dirigido el pliego de que se hace referencia, qué contenía, a qué
punto llegaron, quién lo recibió, que personas hayaron en él y qué contestación trajeron; dijo: Que el pleigo debería ir dirigido al General haitiano Simón puesto que
a él le fue entregado en el punto de Juana Méndez, primer pueblo de Haití, que no
hayaron más personas que las naturales del país a los que no entiende por hablar otra
lengua y que recivida que fué la constestación volvieron y entregándola al General
Lucas marcharon para su casa ignorando el contenido de ambos pliegos.
Preguntado.
Quiénes eran los cabecillas de la rebelión en éste punto así como los que más
figurasen al lado de éstos; dijo: Que eran los principales el General Lucas y Norberto
Torres que fueron los únicos que vió en el corto tiempo en que estuvo en el pueblo.
Preguntado.
Qué obgeto tenía la rbelión y qué ideas de propalaban; dijo: Que cree sería el
restablecimiento de la bandera Dominicana que vió puesta en éste pueblo ignorando
las voces que circulaban.
Preguntado.
Si conoce a José Ramón Torres y Juan Ramón Reyes y saben la parte que hayan tomado en la revolución y los cargos que hubieran desempeñado; dijo: Que conoce a los
sujetos por que se le pregunta pero ignora la parte que hayan tomado en la revolución.
Preguntado.
Si a más de la comisión que desempeñó y ya tiene dicha prestó algún otro servicio ó obtuvo algún cargo ó recompensa por ellos; dijo: Que no desempeñó cargo ni
prestó servicio alguno y menos tuvo remuneración.
Preguntado.
Si sabe se hayan comtido en el pueblo ecsesos contra personas o propiedades diga
cuales hayan sido estos; dijo: Que nada sabe sobre el particular.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la
verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída
que fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente haciendo la señal de Cruz
con el Señor Fiscal que lo firmó conmigo el Secretario que certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
162
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Indagatoria
de
Raimundo Jaque
Seguidamente dispuso el Señor Fiscal pasar a la Cárcel de éste pueblo donde se
encuentra preso el Alcalde Pedáneo de Sabaneta Raimundo Jaque a quien el Señor
Fiscal le advirtió que iba a prestar su primera indagatoria y de la obligación que tenía
de dicir verdad, lo cual prometió y.
Preguntado.
Por su nombre, edad, empleo, patria y estado y religión; dijo: Ser y llamarse como
queda dicho de edad de cuarenta años natural de Guraba avecindado en Sabaneta su
estado viudo con religión (C. A. R.)
Preguntado.
Si durante los acontecimientos que tuvieron lugar en el mes de febrero último
se hayó desempeñando algún cargo entre los insurrectos; dijo: Que de orden del
Alcalde de la común de Sabaneta D. Santiago Rodríguez le fue confiada una guardia de seis hombres apostada en el camino de Santiago con obgeto de impedir el
transito a los que no llebasen un pasaporte firmado por dicho D. Santiago Rodríguez así como asegurar y remitir ante él a los que no tuvieran ese documentos. Que
permaneció durante ocho días en el referido puesto hasta que sabiendo llegaban
fuerzas españolas se huyó para la Sierra marchándose los individuos que tenía cada
uno para su casa.
Preguntado.
Quiénes eran los que figuraban como cabeza de la revolución citando todos los
individuos que recuerda se hallaban con las armas en la mano ó fuesen promovedores de la insurrección; dijo: Que los únicos que él conoce y vió fueron al ya citado Santiago Rodríguez, al Coronel Ignacio Reyes y Justo Carrasco que fué quien reunió la
gente para marchar para Santiago llebando según cree como unos treinta hombres.
Preguntado.
Qué obgeto tenía la rebolución cuáles eran las ideas que circulaban y qué grado
ó empleo le fué conferido por los rebeldes; dijo: Que aunque no lo vió le dijeron que
el obgeto era quitar la bandera española y poner la dominicana, como ya lo habían
hecho en Guayubín, Monte Cristi, Sabaneta y que igualmente le dijeron que los españoles querían esclabizar los dominicanos y que con ese obgeto se les había quitado
las armas con otras que no recuerda, que no le dieron empleo alguno.
Preguntado.
Que órdenes le dió a Pedro Almonte que mandaba una ronda y vino a este punto
con ella; dijo: Que habiéndole dicho el citado Pedro Almonte que tenía que venir
para el pueblo a su casa de Jarbon a llebar comida para su familia y sabiendo que
163
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
tenia enemigos le facilitara gente que le acompañase por lo cual nombró dos que se
llamaban Angel Gómez, Juan Gómez, volviéndose el primero y que no le dió orden
alguna.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la
verdad según lo tiene prometido en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su
primera indagatoria dejándola en esta disposición por si hubiese necesidad de continuarla, haciendo la señal de curz por no saber firmar y firmandola el Señor Fiscal
conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración de Diego Crespo paisano
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario (previa citación) D. Diego Crespo a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento con arreglo a
ordenanza por el cual prometio decir verdad en cuanto se le interrogase y preguntado por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa de las
labores del campo.
Preguntado.
Si se hayó en éste pueblo en los días de la insurrección por qué motivo y qué
cargos desempeñó; dijo: Que hayándose en su casa ocupado en las labores de ella
le dijeron su esposa y uno de sus hijos que habían oido tres cañonazos que suponían eran la alarma lo que no creyó el declarante por no ser costumbre entre los
españoles, que sin embargo mandó su referido hijo con obgeto de informarse de
lo que ocurría y a su regreso le dijo que estaba enarbolada la bandera Dominicana, que en la Casa del Gobierno se hayaban el General Lucas, el Comandante
Norberto Torres, Juan Ramón Reyes, el Coronel Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú
y que Norberto le habia dado orden de incorporarse a sus escuadrones y el General Lucas de que volviera a su casa para que inmediatamente se le presentara
el que narra que si no lo mandaria a buscar por lo que temeroso de cualquier
atropello mandó a buscar su caballo y llegó al pueblo en la tarde del mismo día.
Qué presentándose al General le ordenó éste le sirviera de Secretario a lo cual
se negó prestestándo su ancianidad y achaques, pero que instado por el mismo y
temiendo contradecirle totalmente acsedió a escrivir alguna cosa que no pudieron hacer los dos Secretarios que tenía. Que lo primero que del solicitó fué una
carta para el General haitiano Simón lo que no quiso efectuar porque no quería
164
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
según dijo al mismo General Lucas mesclarle en nada que tuviese relación con los
haitianos; que al siguiente día de lo referido fué llamado para traducir una carta
del dicho General Simón negándose hacerlo por escrito y solo verbalmente y que
lo unico que escribió fue una proclama a las tropas dictada por el General Lucas
y el Comandante Norberto; que al tercer día viendo que se empezaba a atacar las
propiedades puesto que se había dado orden de coger reses fueran de quien fuesen, a pie y después de haber dicho al mismo General Lucas que aquello era proceder mal y si faltaban reses debería llevarse anotación de las que se consumían y
dueños de ellas, aún exponiéndose a ser presos y atropellos regresó a su casa sin
volver a saber nada de la rebolución.
Preguntado.
Quiénes eran los cabecillas de la revolución y qué otras personas se hayaban mezcladas en ella, con espresión de los carogs que desempeñaban; dijo: Que los que recuerda son el General Lucas Evangelista de Peña, Comandante Norberto Torres, Coronel Don Juan de la Cruz Albarez (a) Cacú, Capitán Ayudante de Plaza y Secretario
Juan Ramón Reyes, Comandantes Benito Monción, Victorino Cordero, José Vicente
de los Santos (a) Inglés, Juan Bautista (a) Dorcel, Capitán Albaro de Peña, Alfereces
San Batista y San Méquita y José de los Santos hijo del Inglés que recuerda también
al General D. Bartolomé Mejía que salió de éste punto con una partida de insurrectos a Santiago y además de oídas sabe que en Monte Cristi estaban a la cabeza de la
insurrección con D. José Olivo Coronel, Don Juan Antonio Polanco y en Sabaneta el
General D. Antonio Batista y el Coronel D. Santiago Rodríguez y que el que se defindió fué Justo Carrasco Comandante.
Preguntado.
Cuál era el cotenido de la comunicación Haitiana que tradujo verbalmente al General Lucas; dijo: Que no tiene presente el contenido literal de dicha comunicación,
pero que poco más o menos decía: «Que había recivido su carta que simpatizaba
con sus ideas de emanciparse del Gobierno español y que de su comunicación había
dado parte a su Gobierno y que interin recibía instrucciones de su mismo gobierno,
le rogaba a Dios por su justa causa».
Preguntado.
Qué obgeto era el que tenía la revolución y qué ideas circulaban entre los insurrectos; dijo: Que su obgeto era el restablecimiento de la bandera dominicana, que
sus ideas heran las de no querer satisfacer tantos impuestos y otras varias según a la
clase que pertenecían los que la propalaban.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la
verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída
165
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad de sesenta y tres años firmándolo con
el Señor Fiscal de que yo Secretario certifico.
Firmado: Vicente Atienza, Diego Crespo.
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración del
paisano
Bonifacio Núñez
Seguidamente comparecieron ante el Señor Fiscal y presente Secretario de Orden del Señor General Hungría el pasisano Bonifacio Núñez a quien dicho Señor le
hizo prestar juramento con arreglo a ordenanza por el cual prometió decir verdad
en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Ser y
llamarse como queda dicho y que se ocupa del campo.
Preguntado.
Si tiene algún hecho particular de que hacer mención referente a la sublevación
de éste punto; dijo: Que hayándose en su casa en Pilot en los días de la sublevación
entró en ella Pedro Almonte vecino de Jarbon acompañado de tres individuos más
en los que sólo conoció a Juan Gómez diciéndole que llevaban orden de matarlo por
lo que el declarante corrió huyendo de su casa dejándoles en ella y refugiándose en
Hatillo. Que al siguiente día fue a su casa acompañado de Juan Guzmán y Manuel
Núñez vecinos del Hatillo y encontraron rota una ventana y descerrajados los baules
de que faltaban ciento ocho pesos fuertes propiedad del declarante que tenía en las
monedas siguientes; seis onzas de moneda española en pesetas sevillanas y otras tres
en plata menuda y además un sombrero; lo que puede certificar el Abanderado del
Batallón de San Quintín número tres Don Pedro Gonzalo a quien le vendió un ganado en seis onzas y que la plata hacía tiempo la tenía en su poder.
Preguntado.
De quien llevaban orden de matarle el dicho Pedro Almonte y los que le acompañaban; dijo: Que según dijeron ellos llevaban orden de matarlo de Raimundo Jaque
Alcalde Pedáneo de Jarabo.
Preguntado.
Si sabe de algún otro hecho como el suyo cite los que sean y personas que lo
comterieron; dijo: Que no tiene conocimiento alguno de lo que se le pregunta.
Preguntado.
Quiénes eran los gefes de la revolución en éste punto, cuales las voces que corráin
y obgeto de la rebelión y si el declarante tomó alguna parte en ella desempeñando
cargos ó comisiones; dijo: Que ignora todo lo que se le pregunta porque tan luego
166
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
como oyó los cañonazos de alarma marchó hacia Santiago y uniéndose a las fuerzas
que mandaba el General Hungría lo despachó éste como Correo para Santiago donde permaneció hasta que las tropas entraron en Guayubín que teniendo su caballo
malo no pudo seguir quedándose en su casa que fué cuando la aconteció lo referido.
Preguntado.
Si tiene mes que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad
a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que le
fué ésta su declaración; dijo: Ser de edad de treinta años y lo firmó con el Señor Fiscal
de que yo Secretario certifico.
Firmado: Vicente Atienza, Bonifacio Nuñez.
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración de Ramón Regalado
A los ocho días de dicho mes y año compareció el Señor Fiscal y presente Secretario previa citación el paisano Ramón Regalado a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento según su clase y con arreglo a ordenanza por el cual prometió decir verdad
y preguntado por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que se
ocupa en el campo.
Preguntado.
Donde se hayó durante las ocurrencias que tubieron lugar en éste punto; dijo:
Que se hayaba en su casa de Botoncillo y vino al pueblo en busca de una hija suya y el
Comandante Norberto le dijo que avisara a su hermano José Ramón Torres y al Capitán Victorino Cordero lo que efectuó al regreso para su casa siendo ésta la única cosa
que hizo durante la revolución teniendo oculto su caballo para que no lo obligaran a
montar ni prestar ningún servicio.
Preguntado.
Quiénes eran los cabezillas de la revolucion y promovedores de ella; dijo: Que los
que recuerda son el General Lucas, Norberto Torres y Benito Monción
Preguntado.
Leídas que les fueron las relaciones que obran a los folios diez y ocho 50 y 51 diga
si conoce a los individuos que comprende y saben hayan tomado parte en la revolución; dijo: Que a más de los tres que lleba referidos recuerda haber visto entre los que
se le han leído a Santiago Rodríguez, Cacú, José (a) El Inglés, Victorino Cordero, Dorse, Alvaro de Peña. Tomás Inglés, Juan Ramón Reyes, Blanco, Jacinto Ramón, Angel
Núñez, Mayor Inglés y San Batista ignorando los cargos que desempeñaban.
167
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si sabe ó á oido decir se hayan cometido robos o abusos, diga por quien y en qué
forma; dijo: Que ignora lo que se le pregunta.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir sobre lo que se le a preguntado; dijo: Que no tiene
más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado
en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración; dijo: Ser de edad
competente haciendo la señal de cruz firmandolo el Señor Fiscal con el Secretario
de que Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración del
paisano Juan de la
Paz Cordero
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal el paisano Juan de la Paz Cordero
a quien dicho Señor le hizo prestar juramento con arreglo a ordenanza por el cual
prometió decir verdad en cuanto fuere preguntado y habiéndolo sido por su nombre
y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa en el campo.
Preguntado.
Si se encontró en éste pueblo durante las últimas ocurrencias y prestó algún servicio en ellas; dijo: Que recibió aviso dos veces del Comandante Norberto Torres para
que se le presentase ó de lo contrario se vería obligado a castigarle, a cuya amenzaba
se presentó al dicho Norberto y en la tarde del mismo día regresó a su casa a continuar sus trabajos, sin haber desempeñado comisión ni servicio alguno.
Preguntado.
Si en las personas que hubo en el pueblo durante la revolución se hallaban los
que figuran en las relaciones que se le leen y obra en los folios 18, 50 y 51; dijo: Que
se encontraban Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez, D. Diego Crespo, Coronel D. Ignacio Reyes, D. Victorino Cordero, San Mequita, General Lucas, Benito
Monción, Jacinto Ramos, Dorse, Juan Ramón Reyes de color negro, Angel Nuñez y
San Batista.
Preguntado.
Si sabe que se cometirera algún robo ó desórdenes de cualquier género; dijo: Que
ignora el contenido de la pregunta.
168
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la
verdad a cargo del juramento que tiene prestado en que se afirmó y ratificó leída
que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente he hizo la señal de cruz
firmándolo el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Diligencia de haber recibido un oficio
Señor Presidente de la Comisión Militar
y varios documentos del
En dicho día mes y año el Señor Fiscal recibió una comunicación con decreto
marginal del Señor Presidente de la comisión militar en que ordena se solicite el
embargo de los bienes de los rebeldes que figuran en la causa con inclusión de un
expediente promovido por D. Juan Grullón vecino de ésta y de quedar unidos dichos
oficios a éstas actuaciones dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmándola conmigo el Secretario que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
Diligencia uniendo una
relación de los individuos clasificados de
Guayubín
Seguidamente el Señor Fiscal recibió del Señor Coronel Comanandate militar de
éste punto una relación comprensiva de los individuos que pertenecen a las Reservas
Provinciales y son vecinos de ésta jurisdicción y de haber unido dicho documento a
éstas actuaciones dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmandola dicho
señor con el Secretario de que ceritifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
169
A.G.I. CUBA 1011B
Comandancia General del Cibao
Para los efectos que puedan convenir incluyo a Vd. La solicitud que en reclamación de indemnización por las pérdidas (efectuadas) esperimentadas en el saqueo
que efectuaron en su casa los revolucionarios de Guayubín, dirigió a ésta Comandancia Gral. el vecino de la misma población Juan Grullón y Grullón.
Dios gde. a V. S. ms. as.
Santiago, 5 de abril de 1863.
Firmado: Manuel Buceta.
Señor Presidente de la Comisión Militar
Al margen dice: Santiago 5 de abril de 1863.- Al Sor. Fiscal de la Comisión Mr.
Para que solicite el embargo de los bienes de los reveldes que figuren en la causa
con arreglo a la R. l. Orden que cita el Sor. Asesor del Juzgado de guerra.- El T. C.
Presidente de la Cn.Firmado: Luis Bustamante.
170
A.G.I. CUBA 1011B
Relación de los individuos clasificados en activo y pasibo que pertenecen a las Reservas Provinciales de ésta isla y son vecinos de la Comun de San Lorenzo de Guayubín.
Nº
1
Clase
Gl. de Div.
Nombre
Lucas de Peña
Relacion
Activo
2
Id.
Juan del Rosario
Pasivo
3
Id.
Ml. Jimenez
Id. Finado
4
Id.
Bartolo Megias
Pasivo
5
Id.
Sebastian Reyes
Activo
6
Id.
Gaspar Polanco
Pasivo
7
Coronel
Felis Escarfuller
Activo
8
Id.
Juan Ant. Polanco
Activo
9
Teniente Cl.
Julián Silva
Activo
10
Id.
Juan Carlos Francisco
Pasivo
11
Id.
Bitorino Cordero
Pasivo
12
Id.
Mgl de Luis Mieses
Activo
13
capitán
Miguel Megias
Activo
14
Id.
Fernando Pérez
Id.
15
Teniente
Benito Monción
Pasivo
16
capitán
Santiago Ventura
Pasivo
17
Id.
José Carlos Rodriguez
Pasivo
18
Id.
Albaro de Peña
Id.
19
Id.
Mitilus Gonil
Id.
20
Teniente
Raimundo Garcia
Activo
21
Id.
Eugenio Beliard
Pasivo
22
Id.
Felis Gómez
Id.
23
Teniente
Juan R. Reyes
Pasivo
24
25
Id.
Alferes
Francisco A. Blanco
A. Ramón Reyes
Id.
Id.
San Lorenzo de Guayubín, 8 de abril de 1863.
El Comandante Militar.
Firmado: E. Alvarez.
171
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Declaracion de D. Angel Núñez paisano
A los nueve dias de dicho mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente
Secretario, previa citación, D. Angel Nuñez a quien el Señor Fiscal tomó el juramento
de ordenanza según su clase por el cual prometió decir verdad en cuanto se le preguntare y habiéndolo sido por su nombre y empleo deijo llamarse como queda dicho
y que se ocupa del campo.
Preguntado.
Si tiene conocimiento de los hechos que tuvieron lugar en éste punto diga por
quién lo sabe y de cuanto tenga conocimiento; dijo: Que ignorante de lo que sucedía
vino al pueblo el mismo día que los insurrectos pusieron la bandera dominicana, con
obgeto de arreglar unas cuentas que tenía pendientes, al ver la rebelión convino con
D. Juan Grullón, Asir Fondeu, Aquilino Grullón y José Pérez no marchando Fernando Pérez por no tener caballo en ir comisionados por el General Lucas con un pliego
de dicho General para el General Hungría, lo que se efectuó entregando al dicho General Hungría el oficio y después de poner en conocimiento del susodicho General
todos los rebeldes y los que estaban metidos en la revolución, se volvió al pueblo en
unión de los demás para vigilar sus movimientos y poder tener al corriente de todo al
General Hungría hasta que el Domingo tuvieron que huir pues estaban perseguidos,
por los insurrectos, retiràndose y uniéndose a las tropas españolas.
Preguntado.
Si entre en los sublevados que se hayaban en la plaza recuerda haber visto ó saber
habían tomado parte en la rebelión los individuos que figuran en las tres relaciones
que obran en los folios 18, 50 y 51 de esta actuación, y qué cargos desempeñaban;
dijo: D. Juan Antonio Polanco salió con orden del General Lucas para hacerse dueño
de Monte Cristi, Gregorio Luperón (sic) nombrado General de Brigada, Raimundo
Jaque Gefe de un puesto y ronda en el camino de Sabaneta a Santiago, Norberto
Torres General de Brigada, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Comandante de Armas
de Guayubín, Diego Crespo, Coronel Ignacio Reyes, José Ramón Torres, Coronel
de Artillería, José de los Santos (a) El Inglés, Pedro Antonio Pimentel, Juan Ramón
Reyes, Secretario privado del General Lucas y Ayudante de Plaza, Victorino Cordero,
Coronel, San Méquita, Teniente, Lucas Evangelista de Peña General en Gefe de la
revolución, Benito Monción, Coronel y guarda almacen, Jacinto Ramos, Bartolomé
Megia, General, Juan Carlos Doré, Coronel, Albaro de Peña, Comandante, Mayor
Inglés, Alférez y San Batista, Alferes y los restántes que se le han leído no recuerda
haberlo visto en este punto.
Preguntado.
De todos los que a relacionado diga quiénes eran los cabecillas y promovedores
de la agitación; dijo: Que el principal que hizo el movimiento fue Norberto Torres
172
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
poniendo a la cabeza al General Lucas, que a estos seguían Benito Monción y Juan
de la Cruz Albarez (a) Cacú, los que daban sus órdenes a los demás Comandantes y
Gefes.
Preguntado.
Cual era el obgeto que tenía la revolución y qué voces circulaban; dijo: Que el
obgeto era restablecer la República Dominicana y respecto a las voces que corrían
eran que los españoles quitaban las armas a los del país para embarcarlos y hacerlos
esclavos.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la
verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída
que le fué ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente firmándolo con el Señor
Fiscal y Secretario que Certifico.
Firmado. Vicente Atienza, Angel Núñez.
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración del
paisano Juan
Bautista del Carmen (a) Zamba.
En el mismo día mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario,
previa citación, el paisano Juan Bautista del Carmen (a) Zamba, a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento de ordenanza según su clase y para lo que prometió decir
verdad y preguntado por su nombre y ocupación; dijo: Llamarse como queda dicho
y que su oficio es labrador.
Preguntado.
Dónde se encontró en los días de la revolución qué cargos desempeñó en ella y
qué empleo le fue conferido; dijo: Que vino casualmente al pueblo al día siguiente
al que empezó la revolución a sus asuntos particulares y que sabiendo que habia sido
tambor en el pueblo de Monte Cristi lo obligaron a tomar la caja lo que no tubo más
remedio que aceptar pero que habiéndole también querido obligar a cargar agua
para la panadería, se negó a ello por lo cual lo tuvieron un día preso, y que tan luego
como lo soltaron se fué para su casa sin haber vuelto más al pueblo, no habiéndole
conferido empleo alguno.
Preguntado.
Quiénes eran los cabecillas de la revolución y qué obgeto tenía ésta así como qué
voces circulaban entre los insurrectos; dijo: Que los que figuraban al frente eran el
General Lucas, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú y Benito Monción,
173
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
que cree sería el restablecimiento de la bandera dominicana puesto que la vio enarbolada, ingnorando las voces que corrieran.
Preguntado.
Si además de los individuos que a citado vió los que figuran en las relaciones
18, 50 y 51 de éstas actuaciones que se le leyeron, y qué cargos desempeñaban; dijo:
Raimundo Jaque, Diego Crespo, Luis Sosa, Justo Sosa, José Ramón Torres, José de
los Santos (a) El Inglés, Victorino Cordero, San Amequita, Antonio Rodríguez, Juan
Carlo Dorsé, Alvaro de Peña, Angel Nuñez, y San Batista.
Preguntado.
Si sabe se hayan cometido algunos robos ó ecsesos diga cuales han sido y quiénes
los perpetradores; dijo: Que oyó decir que se habían cometido muchos robos pero no
puede decir a quiénes ni a qué personas.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la
verdad a cargo del juramento que ha prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que
le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente firmándolo el Señor Fiscal y
haciendo el declarante la señal de cruz de que yo Secretario Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
174
A.G.I. CUBA 1011B
Indagatoria
de
Pedro Almonte
Incontinente dispuso el Señor Fiscal compareciese ante sí el paisano Pedro Almonte a quien el Señor Fiscal le advirtió la obligación que tenía de decir verdad lo
que prometió y.
Preguntado.
Su nombre, empleo ó ocupación, estado, pueblo, edad, religión; dijo: Llamarse
como queda dicho que se ocupa en el campo, de estado casado natural de Jarbon de
edad veinte y cinco años su religión (C. A. R.) y.
Preguntado.
Qué servicio desempeñó en la revolución que tuvo lugar en el mes de febrero
último; dijo: Que hiendo con su familia huyendo se encontró una guardia en Curabo
camino de Sabaneta, mandada por Raimundo Jaque Alcalde Pedáneo del mismo
punto el cual los detuvo y ordenó al que declara que con tres soldados de su guardia
fuese a Piloto y le condujera preso al paisano Bonifacio Núñez porque sabía era espía
del General Gaspar, que no tuvo más remedio que obedecer lo que se le mandaba y
llegado al referido punto encontró en su casa al citado Núñez a quien dijo la orden
que llevaba, que entonces le pidió permiso a Núñez para ir por su caballo, lo cual le
fue concedido y hechando a correr desapareció, que entonces el que declara cerró la
puerta del aposento con llave metiendo en el los trastes que había en la sala y que al
salir de la casa se presentó reclamándole la llave un tan Escolástico vecino del mismo
Gurabo hijo de Rudesindo Maisé porque decía que Núñez le debía una cantidad y
quería cobrársela, pero que el declarante se negó a entregarle la llave y viendo que
no volvía Núñez, se retiró con su gente para la guardia de Jaque no quedando persona alguna en el pueblo de Gurabo, que después siguió en busca de su familia y al
siguiente día cuando regresaba para su casa de Jarbon encontró en el camino al dicho Escolástico con un sombrero que el que declara recuerda haberlo visto en la casa
175
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
de Bonifacio Núñez y por esto y por haber amanecido la casa con una ventana rota y
robado varios efectos, presume seria dicho Escolástico el autor del robo.
Preguntado.
Quiénes eran los tres que le acompañaban en dicha ronda; dijo: Que Juan Gómez, Andres Lion y su hermano José, todos de Jarbon.
Preguntado.
Qué hizo de la llabe de la casa de Bonifacio Núñez, a quien la entregó y cuándo lo
hizo; dijo: Que se la dió al compañero del dicho Núñez llamado José Manuel Cerda
en la misma tarde antes de marcharse de Piloto.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene maás que decir que lo dicho es la
verdad según lo tiene prometido en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta
su declaración hizo la señal de cruz firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario
de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración del
paisano
Antonio Rodríguez
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario previa citación, el paisano Antonio Rodríguez a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento de
ordenanza según su clase y por el cual prometió decir verdad y preguntado por su
nombre y oficio; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa en la labranza.
Preguntado.
Si durante la rebelión última se le confirió alguna comisión diga cual ha sido ésta
por quien fué nombrado y todo lo que en ella tenga coneccion; dijo: Que fue llamado por el General Lucas el que le ordenó pasar al Botoncillo y entregar una carta a
Rafael de Castro para que éste acompañado de otros varios que eran Javier de Peña,
Juan Carlos Castro y José Lion con el declarante pasase Haití y la entregaran al General Simón todo lo cual se efectuó trayendo la contestación que le fue entregada al
General Lucas.
Preguntado.
Si desempeñó alguna otra comisión ó prestó servicio alguno así como si le fue
conferida otra comisión; dijo: Que no desempeñó ninguna comisión más que la
176
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
espresada y que aunque fue nombrado Capitán no tuvo mando de gente alguna ni
prestó servicio.
Preguntado.
Habiéndole leído las relaciones que obran en los folios 18, 50 y 51 de éstas actuaciones, diga los que se hayan encontrado en el pueblo durante la rebelión y qué
cargos desempeñaban; dijo: Norberto Torres General de Brigada, Juan de la Cruz
Alvarez (a) Cacú, Coronel, Diego Crespo, José Ramón Torres, José de los Santos (a)
Inglés, Coronel, Juan Ramón Reyes secretario privado del General Lucas, Victorino
Cordero Coronel, Lucas Evangelista de Peña General en Gefe de la rebelión, Benito
Monción Coronel, Bartolomé Mejia General, Albaro de Peña Coronel, Juan Ramón
Reyes, negro y San Batista.
Preguntado.
Qué obgeto tenía la rebelión asi como las ideas que se propalaban y los promovedores de la revolución; dijo: Que el obgeto era restablecer la bandera Dominicana y
que las ideas que se propalaban eran que se habían quitado las armas para esclavizarlos y que el primer promovedor de la revelión era Norberto Torres.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la
verdad en lo que se ratificó y afirmó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de
edad competente y lo firmó con el Señor Fiscal haciendo la señal de Cruz el declarante de que yo Secretario Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración del
paisano
Pablo Aquino
Acto continuo compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el paisano
Pablo Aquino a quien el Señor Fiscal le tomó juramento con arreglo a ordenanza y
por el cual prometió decir verad é interrogado por su nombre y ocupación; dijo: Llamarse como queda dicho y que es boyero.
Preguntado.
Donde se encontró durante las ocurrencias del mes de febrero último; dijo: Que se
hayaba en Sabaneta cuando estalló la revolución y que como era su deber se presentó al
Gobernador de la Plaza que lo hera el General D. Antonio Batista el que aún sin querer el
que declara le nombró Comandante de su Estado Mayor viéndose precisado a comunicar
177
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
las órdenes que de dicho General recibía habiéndole acompañado a la Sierra cuando fué
á ella con obgeto según cree de reclutar gente por orden de D. Santiago Rodríguez director de las operaciones, pero que estuvieron cortas horas en la Sierra porque el General se
marchó dándole orden al que declara de que mandase retirar al Coronel Ignacio Reyes
y al Comandante Nicolas Jerónimo de que se retiraran igualmente que los soldados que
encontrase.
Preguntado.
Qué pliegos llevó a quiénes y si sabe sus contenidos; dijo: Que el único pliego que
llebó fué uno para el General Lucas entregándoselo al Comandante Norberto Torres
en presencia del Secretario de dicho General D. Juan Ramón Reyes, ignorando el
contenido de dicho pliego.
Preguntado.
Si sabía el motivo de la revolución y qué oyó hablar referente a ella al General
Batista y Santiago Rodríguez; dijo: Que el obgeto de la revolución era el restablecimiento de la Bandera Dominicana y que no oyó conversación alguna referente a la
revolución.
Preguntado.
Quiénes eran los que figuraban al frente del a rebelión; dijo: Que eran D. Santiago Rodríguez, el Ayudante José Marté que lo mataron en la acción, Alejandro Bueno
y Ramón Diaz, todos prófugos sin que recuerde más.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que sólo tiene que añadir que el Teniente Francisco Pichardo le preguntó cual era su opinión que no quizo decirle el que narra
añadiéndole que no tenía cuenta que darle, y que Raimundo Jaque Alcalde Pedáneo
de Gurabo se hayaba mandando una guardia avanzada; que no tiene más que decir
que lo dicho es la verdad en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente é hizo la señal de cruz firmándola el Señor Fiscal
de que yo Secretario Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Indagatoria
del paisano Juan
Bautista Gómez (a) San Batista
En el dias mes y año compareció ante el señor fical y presente Secretario el paisano Juan Bautista Gómez (a) San Batista a quien dicho Señor advirtió iba a prestar su
178
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
primera indagatoria y la obligación que tenía de decir verdad en cuanto se le preguntase lo que prometió y.
Preguntado.
Su nombre, empleo, patria, edad estado y religión; dijo: Llamarse como queda
dicho de oficio labrador natural de Santiago avecindado en La Antonia de estado
soltero, de veinte y seis años de edad y de religión (C. A. R.).
Preguntado.
Si sabe quien lo apresó y por qué causa; dijo: Que lo prendió el Comandante
Campillo en su casa ignorando la razón.
Preguntado.
Donde se hayó durante las ocurrencias que tuvieron lugar en éste pueblo en el
mes de febrero próximo pasado; dijo: Que hayándose en su casa fueron una noche a
buscarle el General Lucas y Norberto Torres obligándole a marchar a Sabaneta con
Tomás Peralta soldado y los hermanos mellizos vecinos de Martín García, llamados
Manuel Maris y Juan José, cuyo apellido no recuerda, que el primero de éstos se
volvió desde el camino llegando sólo Juan José, Peralta y el que declara a Sabaneta y
parando en la casa del Alcalde de dicho pueblo Santiago Rodríguez. Que allí se apeó
el Capitán Juan José para hablar con dicho Alcalde y concluido marcharon a la casa
del Coronel Ignacio Reyes y luego a la del General Antonio Batista. Estándo allí amaneció y el que declara vió que el Teniente Ayudante José Mate ya difunto enarboló la
bandera Dominicana. Que aquel mismo día regresaron para este pueblo, quedándose el que declara en su casa a donde fue a buscarle Benito Monción conduciéndole al
pueblo donde fué arrestado por orden del General Lucas.
Preguntado.
Si conoce a José Ramón Torres, a Juan Ramón Reyes, Blanco, y Pablo Aquino; dijo:
Que conoce a los sujetos porque se le pregunta.
Preguntado.
Qué empleos ó cargos desempeñaban en la rebelión y especifique también los
que en la misma eran cabecillas o promovedores; dijo: Que ignora los destinos que
tenían dichos individuos y que los que él veía que manbaban eran el General Lucas,
Norberto Torres, Benito Monción, Cacú y otros que no recuerda.
Preguntado.
Qué obgeto tenía la revolución así como qué ideas eran las que se propalaban;
dijo: Que el obgeto era restablecer la bandera Dominicana y las voces que corrían
heran de que los españoles querian poner la esclavitud. Y en ésta disposición mandó
el Señor Fiscal suspender ésta indagatoria para continuarla si lo juzga necesario y por
179
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
no saber escribir hizo el declarante la señal de cruz firmandola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Indagatoria
del paisano
Pedro Antonio Pimentel
Seguidamente hizo comparecer ante el Señor Fiscal y presente Secretario el Paisano Pedro Antonio Pimentel a quien el dicho Fiscal le advirtió la obligación que tenía
de decir verdad al prestar su primera indagatoria lo que ofreció y.
Preguntado.
Su nombre, ocupación o empleo, estado, pueblo, edad y religión; dijo: Llamarse
como queda dicho y que se ocupa en el campo de estado casado, natural de Guayubín, de edad cuarenta y un años, su religión (C. A. R.).
Preguntado.
Quien lo apresó, desde cuando y porque causa; dijo: Que ha sido preso por orden
del Comandante Campillo, en su propia casa en la noche del diez y que ignora la
causa de su prisión.
Preguntado.
Qué cargo desempeñó durnate la última rebelión; dijo: Que como se hayaba en el
pueblo donde vive con su familia le cojió la revolución porque desde el campo tuvo
noticias de ella y se apresuró inmediatamente para cuidar de los trastos y familia; que
así que arregló todo y hayándose en cama enfermo su mujer permaneció en su casa
pero que por tres veces lo mandaron llamar no pudiendo menos de concurrir para
saber qué lo querían, y entonces le ordenaron que en unión de otros varios fuese
por el camino de Santiago para ver la Armada española y en vez de ir acompañado
marchó sólo reuniéndosele después con el mismo obgeto Matías Carrasco y Antonio
Blanco; que llegaron a Villalobos, vieron allí la vanguardia de la Armada y regresaron
enseguida marchando el que declara hacia su casa donde ya se encontraba su familia.
Preguntado.
Que más comisión desempeñó y si llevaba para la anteriormente dicha, orden
por escrito y qué instrucciones recibió y de quién; dijo: Que no desempeñó ninguna
comisión más y que la orden para la que ya tiene dicha se la dieron verbalmente el
General Lucas y Norberto Torres.
180
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Qué objeto tenía la revolución y qué voces corrían entre los insurrectos; dijo: Que
el obgeto sería restablecer la bandera Dominicana pues que estaba enarbolada ignorando las voces que circulaban.
Preguntado.
Quiénes eran los Gefes de la revolución y principales promovedores de ella; dijo:
Que los únicos que él sabe del General Lucas y Norberto Torres ignorando los promovedores.
Preguntado.
Si posteriormente a los acontecimientos que se han relatado a tenido conocimiento de que en este pueblo haya habido robos ó cometidos eccesos algunos diciendo los
que han sido los perpetradores; dijo: Que ignora quiénes fueron los que hicieron los
robos cuando él fué uno de los que sufrieron pérdidas.
Preguntado.
Si a desempañado misión alguna posteriormente a los acontecimientos; dijo: Que
el Señor General Hungría le había comisiónado para recoger un ganado de la propiedad del fugitivo General Lucas a cuyo fin debería de ponerse de acuerdo con
D. Joaquín Portes escribano de guerra a quien el declarante le dijo que en su casa
esperaba su aviso y que hayándose aguardando según había dicho le prendieron en
la referida noche.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no; y en ésta disposición mandó el Señor
Fiscal suspender ésta indagatoria para continuarla si lo juzgare necesario firmándola
con el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico:
Firmado: Vicente Atienza, Pedro Antonio Pimentel.
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración de D. Casimiro Castellanos
A los diez dias de dicho mes y año el paisano D. Casimiro Castellanos Alcalde
Pedáneo a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento de ordenanza según su clase
y por el cual prometió decir verdad y preguntado su nombre empleo y ocupación;
dijo: Llamarse como queda dicho y que es Alcalde Pedáneo de Cerro Gordo su oficio
del campo.
181
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Donde se hayó en los acontecimientos ocurridos en el mes de febrero; dijo: Que
cuando oyó los tres cañonazos de alarma acudió a saber la novedad y visto lo que
ocurría se retiró enseguida a su casa sin haber vuelto al pueblo hasta el Domingo
siguiente cuando todos huían para el monte, por cuya causa, sin haber venido al
pueblo, regresó para su casa.
Preguntado.
Qué parte tomaron en la rebelión los sujetos contenidos en las relaciones que
obran en los folios 18, 50 y 51 de éstas actuaciones; dijo: Norberto Torres, Cacú,
Diego Crespo, Luis Sosa, Ignacio Reyes, José Ramón Torres, José de los Santos (a)
El Inglés, Juan Ramón Reyes, General Lucas, Benito Monción, Juan Carlos Francisco,
Dorsé, fueron los únicos que vió entre los que figuraban al frente el General Lucas,
Norberto Torres, Benito Monción y Cacú.
Preguntado.
Qué objeto tenía la revolución y qué voces corrían entre los sublevados; dijo: Que
el objeto debería ser restablecer la República Dominicana y que las voces que corrían
heran de que los españoles hiban a poner la esclavitud y que se había desarmado al
pueblo para que no se defendiera.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que
le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad de treinta y siete años haciendo la señal de
cruz por no saber firmar y firmándola el Señor Fiscal con el Secretario de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración de D. Pedro Vallejo
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente secretario el paisano D.
Pedro Vallejo a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento de ordenanza según su clase y por lo que prometió decir verdad y preguntado por su nombre y ocupación; dijo:
Llamarse como queda dicho y que su avanzada edad no le permite ocuparse de nada.
Preguntado.
Por quién tuvo conocimiento de la revolución que se fraguaba y si dió conocimiento de ella alguna autoridad; dijo: Que tuvo conocimiento de ella por los
nombramientos que se hacían en las fincas todos en nombre de Pepillo y en virtud
182
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
al movimiento que se notaba dió inmediatamente aviso con un hijo suyo al Gobernador de Guayubín, el que sin duda no tendría tiempo de reprimir la rebelión.
Preguntado.
Quién hiba haciendo las espresadas citaciones y qué especie de ideas se propalaban; dijo: Que el que citaba en nombre de Pepillo era Manuel de Peña diciendo que
era para restablecer la bandera Dominicana y que había marchado a Puerto Plata
Pepillo para recoger víveres y gentes para seguir el movimiento.
Preguntado.
Si además de Pepillo sabe quiénes heran los que figuraban como Gefes y promovedores de la revolución; dijo: Que en los ranchos las voces que corrían heran de que
Pepillo estaba al frente de todo y que a más el General Lucas, Norberto Torres, Cacú
y otros que no recuerda puesto que ni él ni su familia se movieron de su casa.
Preguntado.
Si tiene más que decir; dijo: Que no tiene más que decir sino que la gente mezclada con la revolución y con especialidad Pepillo y los que han figurado a la cabeza
son gente mala que si no se castiga fuertemente volverán hacer otra nueva y entonces
perecerán todos; que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del
juramento que tiene prestado en lo que se afirmó leída que le fue esta su declaración;
dijo: Ser de edad noventa y ocho años haciendo la señal de cruz por no saber escribir
y firmándolo el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una señal de cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración del Señor Coronel D. Felix Escarfuller
Acto coninuo compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el Coronel
de las Reservas Provinciales en activo D. Felix Escarfuller a quien el Señor Fiscal le
tomó el juramento de ordenanza según su clase, por el cual prometió decir verdad y
preguntado por su nombre y empleo; dijo: Ser y llamarse como queda dicho.
Preguntado.
Donde se hayó en los acontecimientos ocurridos en el mes de febrero último; dijo:
Que en éste pueblo al lado del Comandante de Armas donde permaneció hasta la capitulación que se retiró con las tropas españolas en unión del Señor Gobernador, oficiales del
destacamento, General D. Sebastián Reyes y otras familias del pueblo que no recuerda
hasta Monte Cristi quedándose el que narra en el sitio llamado La Salada, de donde tuvo
que venir al pueblo por ser llamado a la fuerza por el General Lucas y Norberto Torres
183
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
los que le dijeron que tenía que tomar el mando de su Regimiento lo que les fue negado
manifestándole que él no tomaba las armas contra el Gobierno reconocido, por lo que
le hicieron salir del pueblo de donde salió para La Salada, hasta que supieron que el
General Hungría venía sobre Guayubín presentándose a dicho General con sus dos hijos.
Preguntado.
Que parte tomaron en la rebelión los sujetos contenidos en las relaciones que
obran a los folios 18, 50 y 51 de estas actuaciones y que se le leen; dijo: Que D. Juan
Antonio Polanco a la salida para Monte Cristi venía él para esta, que los principales
que figuraban en cabeza de la rebelión eran Norberto Torres, General Lucas, Benito
Monción Coronel, Juan de la Cruz Alvarez, (a) Cacú, Coronel, Matías Carrasco, Diego Crespo mandado a llamar, Luis Sosa Oficial, Ignacio Reyes de Sabaneta entró con
fuerzas de dicho punto, José Ramón Torres entró con tropas del lado de Monte Cristi
formándolos al lado del cementerio, Juan Ramón Reyes (a) Blanco, secretario privado, Victorino Cordero Comandante en activo, Coronel, Jacinto Ramos Oficial, Antonio Rodríguez al lado del General Lucas, Albaro de Peña, Eugenio Beliard, Tomás
Inglés, León Jiménez, Juan Ramón Reyes, Negro, todos oficiales, Bartolomé Mejias General clasificado, y San Batista, éste fue a poner la bandera dominicana en Sabaneta.
Preguntado.
Qué objeto tenía la revolución y qué ideas circulaban; dijo: Que el obgeto era
restablecer la bandera Dominicana que las voces que corrían eran de que Pepillo se
tardaba con la gente, que los españoles querían hacer esclabos a los negros y que no
había de quedar en blanco, con otras que no recuerda por permanecer como lleba
dicho poco tiempo en el pueblo.
Preguntado.
Si sabe que haya habido ecsesos y robos y diga quiénes los perpetraron; dijo:
Que ha oido decir que muchas familia se lamentaban de pérdidas y que él sólo vió la
mayor parte de las casas del pueblo rotas las puertas y saqueadas, asi como Nuestra
Señora de los Dolores que la sacaron de la iglesia y se la llebaron al Mangar pero que
no sabe quiénes puedan ser.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la
verdad según tiene empeñada su palabra de honor en lo que se afirmó y ratificó; dijo:
Ser de edad competente y lo firmó con el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico:
Firmado: Vicente Atienza, Felix Escarfuyer.
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
184
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Declaración del
paisano
D. Pedro José Bidó
Incontinente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el paisano D.
Pedro José Bidó a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento con arreglo a la ordenanza y según su clase por el cual prometió decir verdad y preguntado por su nombre
y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es escribiente.
Preguntado.
Donde se hayó durante los acontecmientos ocurridos en el mes de febrero último; dijo: Que se encontró en éste pueblo siendo Secretario del Ayuntamiento y que
supo lo pasado porque estándo en la comandancia se lo oyó a decir al Comandante
el cual mandó a Wualdo Guasp con el parte a Santiago, interin se tomaron todas las
medidas de precaución hasta que al declarante la dijeron que se hiva a capitular lo
que a poco se efectuó firmándolo y retirándose a su casa, pero el mismo Norberto
Torres le hizo acompañarle a la comandancia amenazado siempre por él y sus gefes,
con el obgeto que les escribiera, hasta que pudo fugarse y se marchó al monte donde
permaneció hasta que supo la entrada de las fuerzas españolas, que se presentó al
General Hungría.
Preguntado.
Si conoce y sabe los empleos que se le confirieron a los individuos que figuraban
en los folios 18, 50 y 51 de éstas actuaciones que se le leen; dijo: José Olivo, Gregorio
Luperón, de Sabaneta, Pablo Aquino de id., Norberto Torres, General D. Lucas Evangelista de Peña, General de las operaciones, Cacú Coronel, Ignacio Reyes Coronel,
Benito Monción Coronel y otros, pero que no sabe de los que se le han leído el empleo que le darían en la insurrección.
Preguntado.
Qué obgeto tenía la revolución y qué ideas se propalaban; dijo: Que sería poner la
república otra vez cuando se puso la bandera, que el pueblo sus palabras era de que
Pepillo lo esperaban con gente de los campos, y que los españoles querían poner la
esclavitud con otras que no recuerda.
Preguntado.
Si sabe haya habido eccsesos ó robos en el pueblo y quiénes los autores así como
qué se hizo del pabellón español; dijo: Que no sabe si habrá habido eccsesos, pero
que sabe que habido robos pero ignora quiénes y que el pabellón español, se quitó y
no sabe en poder de quién está.
185
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la
verdad en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué esta su declaración; dijo: Ser de
edad competente y lo firmó con el Señor Fiscal y Secretario de que Certifico.
Firmado: Vicente Atienza, Pedro José Bidó.
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Diligencia de haber recibido un oficio del Señor Comandante
Militar de éste puesto con una relacion de citaciones.
En el mismo día mes y año el Señor Fiscal recibió una comunicación del Señor
Coronel Comandante Militar de éste punto en que adjunta una relacion comprensiba de todos los individuos citados por ésta fiscalía con especificación de los que por
hayarse presos prófugos ó ausentes en varios puntos no ha podido ser citados. Y de
quedar unido dicho oficio a la citada relación dispuso el Señor Fiscal se hiziese la
debida constancia por diligencia que firmó conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
186
A.G.I. CUBA 1011B
Comandancia Militar de Guayubín
Acompaño a Vd. la relación detallada de los individuos que en sus oficios fechas
6 y 7 me insignua Ud. deben presentarse ante ésta fiscalía a prestar su declaración, lo
que verá Ud. por la lista adjunta que le remito.
Lo que comunico a Vd. Para su cabal inteligencia.
Dios gde. a Vd. ms. as.
Guayubín, 10 de abril de 1863.
El Comandante Militar.
Firmado: E. Alvarez.
Sor. Capitán Fiscal de la Comisión Ejecutiva.
Guayubín.
187
A.G.I. CUBA 1011B
Relación de los individuos que por comunicaciones de la Fiscalía de la Comisión
Militar de fecha 6 y 7 del actual han sido citados para declarar ante ella con especificación de los que no se han requeridos, por hallarse prófugos, presos ó ygnorarse
quiénes sean.
A saber:
PRÓFUGOS
Don Lucas Evangelista de Peña
D. Norberto Torres
D. Bebito Monción.
D. Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú
D. Santiago Rodríguez
D. Juan Antonio Polanco
D. José Olivo
D. Ignacio Reyes
D. Eusebio (a) Lagaña
D. Ramón Almonte.
D. Victorino Cordero
D. Juan Ramón de los Reyes
D. San Mesquita.
D. Gregorio Luperón (a) El Médico
D. José Vicente de los Santos (a) Mayor Inglés.
D. José de los Santos (a) Inglés hijo.
D. Eugenio Beliard.
D. Tomás Inglés.
D. Luis Sosa
D. Cayetano Decaer
D. José Sosa
D. Justo Carrasco
188
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
D. Luis Flores.
D. Andrés González (a) Maló
D. Alejandro Bueno.
D. Antonio Ramón de los Reyes
PRESOS
D. Antonio Batista
Sr. Cura de Sabaneta
D. Vidar Pichardo
D. José Ramón Torres
D. Bartolomé Mejias
D. Juan Ramón Reyes
D. Raimundo Jaque
CITADOS
D. Juan Reinoso
D. Alejo Estevez
D. José Vicente Piñero (Prófugo)
D. León Jiménez (no se le conoce)
D. Bartolo Molina (no se le conoce)
D. Bartolo Ertis (no se le conoce)
D. Antonio Mesón (Prófugo)
D. Idefonso Ortega (no se le conoce)
D. Felix Escarfuller (Coronel)
D. Pedro Vallejo
D. Juan del Rosario (General)
D. Juan Bautista del Carmen
D. Pedro José Bidó
D. Angel Nuñez
D. Juan de la Paz.
D. Diego Crespo
D. Jacinto Ramos (Prófugo)
D. Ramón Regalado
D. Antonio Rodríguez
D. Casimiro Castellano
AUSENTES EN SANTIAGO
D. Acille Fondeur
D. José Valverde.
189
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
D. Juan Carlos Francisco (a) Dorgé
D. Alvaro de Peña.
AUSENTE LICENCIADO EN HAITI
D. Esteban Martínez
AUSENTES
D. Manuel Villalobos
D. Henrique Menéndez
Guayubín abril 10 de 1863.
El Comandante Militar.
E. Alvarez.
Declaración de Manuel de Peña
A los once días de dicho mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente
Secretario previa citación, el paisano Manuel de Peña a quien dicho Señor tomó el
juramento de ordenanza según su clase y por el cual prometió decir verdad lo que
ofreció y preguntado su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que
se ocupa en el campo.
Preguntado.
Si antes que estallara la revelión tuvo conocimiento de ella; dijo: Que la víspera
de entrar en éste pueblo los sublevados se presentó en su casa D. Juan Ramón Reyes
instándole a que le siguiera para entrar con él y los demás en Guayubín pero que el
declarante le manifestó que no podía por estar enfermo de una pierna, diciéndole
el Reyes que el declarante debió ponerse al frente de todos los individuos de su
partido, añadiéndole que al siguiente dia entraban en Guayubín el General Lucas y
Norberto Torres con toda su gente y Pepillo con la que había ido a reunir a Puerto
Plata, a lo que contestó que él no podía acudir por estar enfermo. Que tan pronto
se marchó el dicho Reyes fue ha verse con el encargado de la sección Benito García
a consultarle sobre lo que debía de hacer y éste le manifestó que se mantuviera
quieto hasta la señal de alarma en cuyo caso acudiera como era de su deber. Que
así lo efectuó y cuando al siguiente día oyó tres cañonazos acudió solo al pueblo en
donde hayó enarbolada la bandera Dominicana y todo en revolución por lo que se
retiró a su casa.
190
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Quiénes eran los gefes de la revolución, qué servicio desempeñó y cuánto tiempo estuvo entre los insurrectos; dijo: Que los que él vió como principales heran el
General Lucas y Norberto Torres y que los demás no lo sabe con seguridad, que no
desempeñó servicio de ninguna clase, estándo entre los insurrectos dos días, pues
le fueron a buscar como a otros muchos, amenazádole que de no presentarse le pegarían cuatro tiros, por lo que volvió otra vez al pueblo, pero cuando lo nombraron
para una guardia, en el camino de ella se huyó regresando nuevamente a su casa.
Preguntado.
Quién fué a darle la orden para presentarse en el pueblo; dijo: Que una ronda
que andaba por su partido que no recuerda el nombre del que mandaba y eso fué lo
que ocasionó su presentación.
Preguntado.
En nombre de quien fué a citarle el referido Reyes y si sabe hubiesen buscado a
otras personas; dijo: Que no le dijo en nombre de nadie tan sólo si estaba ya orientado de la revelión a lo que contestó que nada sabía.
Preguntado.
Qué ideas se propalaban y cuál era el obgeto de la rebelión; dijo: Que las ideas eran
de que los españoles iban a poner la esclavitud y que su obgeto cree sería poner la República. Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad en lo que se afirmó y ratificó
leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente he hizo la señal de cruz
por no saber escribir firmándolo con el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Indagatoria
de Juan
Reinoso
A los doce días de dicho mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente
Secretario previa citación a Juan Reinoso paisano a quien el Señor Fiscal le advirtió
que hiva a prestar su indagatoria por la cual tenía obligación de decir verdad lo que
prometió y.
Preguntado.
Su nombre, empleo ú ocupación, estado, pueblo y religión; dijo: Llamarse como
queda dicho que su oficio es fundidor, de estado soltero, natural de Santiago avecindado en Guayubín de religión (C.A. R.).
191
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Donde se hayó en la última revolución y qué cargos desempeñó; dijo: Que se
encontró en el pueblo durante la revolución aunque sin mezclarse en ella ni desempeñar cargo alguno, marchándose del pueblo todas las noches a Juan Gómez y
llevándose poco a poco todos sus trastos y familia.
Preguntado.
Puesto de manifiesto el recibo de ración que obra en el folio cuarenta de ésta
causa, si lo reconoce por suyo; dijo: Que no reconoce por suyo el recibo que se le
presenta primeramente porque no sabe escribir y segundo por que no ha tenido
fuerza a su mando. Que ha sido en tiempo de la república Capitán de una compañía
de obreros y que por este motivo recordando ese incidente harían el dicho recibo,
que es público que no se metió en nada de la revolución y demuestra el haber sido
nombrado por el General Hungría para ir de ronda en persecución de los que se
hallaban prófugos y acompañando en igual servicio al Señor Comandante Campillo.
Preguntado.
Quiénes eran los que se hallaban en el pueblo como cabecillas y qué cargos desempeñaban los individuos que se le leen y que figuran en los folios 18, 50 y 51 de ésta
causa; dijo: Norberto Torres, General, Juan de la Cruz (a) Cacú, Coronel, José Ramón Torres entró con fuerzas de los ranchos, Juan Ramón Reyes, Blanco, Secretario
y Ayudante de Plaza, Victorino Cordero Coronel, General Lucas, General en Jefe de
las operaciones, Benito Monción, Coronel guarda almacén y San Batista el que puso
la bandera en Sabaneta, que a los demás los vió que aunque los demás estaba allí no
recuerda el empleo que tenían.
Preguntado.
Qué objeto tenía la revolución y qué voces se propalaban; dijo: Que el objeto era
poner la bandera Dominicana ignorando las ideas.
Preguntado.
Si sabe o ha oido decir que en el pueblo haya habido robos, eccesos y quiénes los
perpetradores; dijo: Que sabe que habido robos a los S.S. Grullón y otros pero que no
sabe por quiénes; en éste estado dispuso el Señor Fiscal suspender esta indagatoria
por si fuera necesario continuarla, haciendo la señal de cruz por no saber escribir y
firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una señal de cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
192
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia pasando oficio al Señor Brigadier
para la prisión de Pablo Aquino
Seguidamente después el Señor Fiscal pasar oficio al Señor Brigadier participándole la prisión de Pablo Aquino por ser uno de los que tomaron una parte
activa en la revelión quedando a disposición de ésta fiscalía y para que conste por
diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmándola conmigo el secretario de
que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cardenas.
A los treces días de dicho mes y año el Señor Fiscal recibió una comunicación del
presidente de la comisión en el que le participa adjuntarle una relación de los presos
pendientes de causa a fin de que sepa los reos ausentes. Igualmente le autoriza para
sacar copia certificada de lo que obra en ésta sumaria y de la de Monte Cristi en virtud
a lo que se sacó certificada copia de los documentos siguientes:
1º. Copia del documento número primero folio treinta y cuatro.
2º. Id. del id. id. cuarto, folio treinta y siete.
3º. Copia del documento número octavo, folio cuarenta y uno.
4º. Copia del documento número noveno, folio cuarenta y dos.
5º. Indagatoria de Peti Ambrosio folio 54 vuelto.
6º. Idem de José Rivas folio 55 vuelto.
7º. Oficio del General Comandante de Armas de Monte Cristi folio 62.
8º. Indagatoria de José Alejandro Mes folio 77.
9º. Ídem de Modesto Delirad folio 78 vuelto
10º. Ídem de José María Castro folio 83
11º. Ídem de Matías Carrasco folio 84
12º. Ídem de Pedro Balbuena folio 87
13º. Diligencia oficiando al Comandante de Armas de Monte Cristi folio 88.
14º. Declaración de D. Ambrosio García folio 92.
15º. Diligencia para remitir una interrogatorio para Monte Cristi folio 93
16º. Diligencia de haber recibido un oficio del Comandante Militar de Monte Cristo folio 93 vuelto.
17º. Oficio del Comandante Militar de Monte Cristi folio 94.
18º. Declaración de D. Francisco Grisanti folio 95.
19º. Declaración de D. Andrés García folio 95 vuelto.
20º. Declaración de D. Lorenzo Marchal folio 96.
21º. Diligencia de traslación a Santiago de la fiscalía conduciendo los presos de la
insurrección de Monte Cristi.
193
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Los que como improducentes en ésta causa se unieron en copia certificada a la
de Monte Cristi para que en ella obren los debidos efectos quedando siempre los
originales en ésta para la debida comprobación en todo caso; y para constancia de los
documentos copiados como del recibo de la comunicación que lo autoriza y su unión
a esta causa así como también de la relación de los presos en causa pendientes de la
Comisión Militar recibida adjunta a dicho oficio é igualmente unida a éstas actuaciones dispuso el Señor Fiscal se hiciera de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
194
A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar de Guayubín de la provincia de Santiago
Remito a V. una lista de los individuos procesados en ésta ciudad para que sepa a
qué reos ausentes debe citar.
De todos los documentos que existan en la causa de Guayubín y sea conveniente
unirlos a la de Monte Cristi sacará V. copia certificada para que obren es ésta.
Dios gede a V. ms as.
Santiago 12 de abril de 1863.
El T. C. Presidente de la Cn. Mr.
Firmado: Luis Bustamante.
Sor. Capn. Fiscal Dn. Vicente Atienza.
195
A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar de Santiago
Fiscalía
Relación de los presos que existen pendientes de la causa en ésta Fiscalía.
Clase
General
Alcalde Mor.
General Regidor
General
Coronel
Regidor
Id
Id
Teniente coronel sindico
Coronel
Teniente Coronel
Secretario del
Ayuntamiento
Comandante
capitán
Idem
Idem
Idem
capitán de Partido
Teniente
Subteniente
Soldado
Presbitero
Procurador
Paisano
Id
Id
Id
Id
Id
Id
Id
Nombre
D. Antonio Batista
D. José Balverde
D. Juan Luis Franco Vidó
D. Juan Evangelista Gil
D. Bartolomé Megía
D. Pedro Tomás
D. Maximo Grullón
D. Alfredo Detegen
D. Pablo Puyol
D. Belisario Curiel
D. Carlos de Lora
D. Vidal Pichardo
Observaciones
Juzgado
Id
Id
En sum.
Id
Juzgado
En sumaria
Id
Id
Id
Juzgado
Juzgado
D. Alejandro Vitoria
En sumaria
D. Rafael Reyes
D. Pedro Ignacio Espaillat
D. José Cejudo
D. Bruno Zapata
D. Pablo Hernández
D. Pedro Quintín
D. Raymundo García
D. Juan Coronado
José Ramón Vargas
D. Juan Pineda
D. Jacobo Rodriguez
D. Marcos (apellidos ilegibles)
D. Juan Isidro Rodríguez
D. Ambrosio Echevarria
D. Manuel Jesús Núñez
D. Benigno de Rojas
D. José Antonio Salcedo (a) Pepillo
D. Wenceslao Alvarez
D. Elias Beliza
Id
Juzgado
Id
Id
Id
Id
Juzgado
Id
Id
Juzgado
Sumaria
Juzgado
En sumaria
Id
Id
Id
Id
Id
Id
196
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Id
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Id
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Id
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Teniente
Paisanos
Id
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Id
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Id
D. Tomás Flandez
D. Modesto Beliard
D. José Alejandro
D. José María Castro
Matías Carrasco
Pedro Balbuena
José Ramón Torres
Santiago Croig
Baldomero Regalado
Santiago Rodríguez
Manuel Gimenez
D. Eugenio Perdomo
Juan de la Cruz Ureña
Ramón Martínez
José Ma. Checa
Pedro Ignacio Martinez
D. Ambrosio de la Cruz
Pedro de Peña
Federico Larrinaga
D. Ramón Díaz Rojas
D. Carlos Molins
D. Marcelino Rodríguez
D. Alvaro Fernández
Ramón Díaz
D. Vicente Tavares
Total 57
Reos prófugos
Comandante D. Ramón Almonte
Otro................ D. Isidro Gimenez
capitán........... D. Juan Antonio Alis
Otro................ D. Pedro Ruiz
Paisano........... Ignacio Briso
Id.................... Manuel Tejada
Id.................... Eusebio Gómez
Id.................... Genaro Espaillat
Id.................... José Carmen Lantigua
Id.................... Ramón Pacheco
Id.................... Domingo Curiel
Id.................... Juan de la Paz
Id.................... Manuel Jesús Bargas
Id.................... Nicolas Toribio
Id.................... Eusebio Lantigua
Id.................... Gregorio Luperón
Id.................... Justo Carrasco
197
Id
Id
Id
Id
Id
Id
Id
Id
Id
Juzgado
En sumaria
Juzgado
Id
En sumaria
Juzgado
En sumaria
Juzgado
En sumaria
Id
En sumaria
Id
Id
Juzgado
En sumaria
Id
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Id.................... Ramón Tejada
Id.................... Nicolás Fortuna
Paisano .......... Francisco Fortuna
Id.................... Capitán Laureano
Id.................... Luis Flores
Id.................... Alejandro Bueno
Id.................... Eusebio Carrasco
Comandante D. José Borbón
Paisano Raymundo Jaque.
Santiago, 13 de abril de 1863.
El T. C. Presidente de la Cn. Mr.
Firmado: Luis Bustamante.
198
A.G.I. CUBA 1011B
Declaración del General de Brigada D. Juan del Rosario
A los catorce días de dicho mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente
Secretario el General de brigada D. Juan del Rosario a quien el Señor Fiscal le tomó
el Juramento de ordenanza según su clase por el cual prometió decirla y preguntado
su nombre y empleo; dijo: Ser y llamarse como queda dicho.
Preguntado.
Si conoce al Cayetano Decaer y sabe que dicho sujeto haya tomado parte en la
rebelión; dijo: Que conoce el sugeto por el que se le pregunta por haber estado avencindado en ésta jurisdicción que ignora la parte que haya podido tomar en la revolución pero que estándo un día jugando gallos en el peleadero le dijo dicho Decaer
que en Sabaneta los Españoles habían roto los fusiles y que iban a ir casa por casa a
desarmar los criollos a lo que el declarante le contestó que eso no era verdad y que vería como a su casa no iban. Que juzgando que ésta idea pudiera tener consecuencias
mandó noticias de éste hecho al Comandante de Armas de éste punto con el alcalde
del mismo D. Fernández Pérez.
Preguntado.
Qué objeto tuvo la revolución y quiénes eran los que figuraban en cabeza de ella;
dijo: Que nadie fué a su casa a decirle la más mínima cosa y que no se separó de ella
hasta después de haber entrado el General Hungría con las tropas Españolas en éste
pueblo y eso con obgeto de traer una bandera española que tenía en su poder para
enarbolarla puesto que la que antes ecsistía se la habían llevado el destacamento, por
lo que nada sabe.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la
verdad a cargo de la palabra de honor que tiene empeñada en lo que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente firmándola el
199
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Señor Fiscal haciendo el declarante la señal de la Cruz por no saber firmar conmigo
el Secretario de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración indagatoria D. Nicolas Jerónimo Comandante de las Reservas
A los quince días de dicho mes y año compareció (previa citación) ante el Señor
Fiscal y presente Secretario D. Nicolás Jerónimo Comandante de las Reservas a quien
el Señor Fiscal le advirtió que iba a prestar su indagatoria y de la obligación que tenía
de decir verdad en cuanto se le preguntare lo que prometió y.
Preguntado.
Su nombre, empleo ú ocupación, edad, estado, patria y religión; dijo: Llamarse
como queda dicho, que se ocupa de las labores del campo de edad como cuarenta
año de estado casado natural de La Vega avecindado en El Pino de religión (C.A. R).
Preguntado.
Donde se encontró durante los acontecimientos que tuvieron lugar en el mes
de febrero último si desempeñó alguna comisión diga cual haya sido ésta y qué
persona se la confiaron; dijo: Que cuando oyó los tres cañonazos de alarma en
Sabaneta se presentó al General Comandante de Armas D. Antonio Batista del que
recibió orden para reunir la caballería y presentarla en el pueblo pero que en vez
de cumplimentar ésta orden dió a los dragones la de que cuando él se marchase
lo verificaran todos, cada uno a su casa lo cual efectuaron al recibir la orden el declarante de marchar a la Sierra, sin quedar ni un solo dragón, que no desempeñó
comisión alguna.
Preguntado.
Si reicibó orden alguna para retirarse de la Sierra quién se la comuicó y en qué
términos; dijo: Que sin haber cumplimentado la orden que se le dió dispersó su gente y se marchó a su casa sin haber recibido orden de nadie.
Preguntado.
Si conoce a Pablo Aquino sabe donde se haya y la parte que a tomado en la revolución; dijo: Que conoce al sujeto por quien se le pregunta y que sabe está preso en
Santiago y que sabe fué nombrado Comandante de Estado Mayor del General Batista
y que él era el que se entendía en la plaza con los gefes comunicando las órdenes.
200
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Qué obgeto tenía la rebelión quiénes eran los gefes de ella y que voces se propalaban; dijo: Que el obgeto deberá ser poner la Bandera Dominicana cuando la vió
puesta cuando se presentó y por lo que se marchó él y dispersó a su gente que los
cabezas eran el General Batista, D. Santiago Rodríguez y Jose Marte siendo las voces
que circulaban que los españoles querían poner la esclavitud y otras varias que no
recuerda.
Preguntado.
Si después de restablecida la bandera española se presentó, cuándo lo hizo y a
qué persona; dijo: Que tan luego llegaron a Sabaneta el General Hungría y el Brigadier Buceta se presentó a ellos siguiéndoles en la ronda que hicieron acompañando
igualmente despues en otra ronda al General D. Juan del Rosario y comisiónado por
el General D. José Hungría para recoger las armas a los que no debieran tenerlas
entregándolas en el depósito ó armando con ellas a los individuos de su ronda que
no las tenían cuya comunicación firmada por dicho General Hungría presenta (y le
fue devuelta) y últimamente acompañó al Señor Comandante Campillo en la ronda
que estaba haciendo en la frontera recibiendo de dicho señor orden por escrito que
presenta también (y le fue devuelta) para proteger los embargos que el escribano de
guerra se haya haciendo en la jurisdicción.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene nada más que decir que lo dicho es
la verdad según lo tiene prometido en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta
su declaración firmándola con el Señor Fiscal y Secretario de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza, Nicolas Jerónimo.
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Declaración del
paisano
Alejo Estevez
A los diez y seis días de dicho mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el paisano Alejo Estevez a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento de
ordenanza por el cual prometió decir verdad y preguntado por su nombre y ocupación; dijo: Ser y llamarse como queda dicho y que se ocupa de las labores del campo.
Preguntado.
Donde se hayó durante la rebelión y qué servicios prestó en ella; dijo: Que nada
sabe de la revolución solo si que hayándose un día en su casa de campo recibió orden
del General Batista de presentarse a él inmediatamente con su caballo lo que efectuó
recibiendo una carta para el General Dinicio Mieses que se hayaba en San José de
201
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
las Matas la cual llevó por no poder escusarse y a su regreso volvió a su casa sin haber
entrado para nada en el pueblo durante la revolución.
Preguntado.
Cuál era el contenido de la carta que llevó, cuál el de la contestación y qué informes
particulares dió al General Batista; dijo: Que ignora el contenido de ambas cartas y que
lo que dijo al General Batista fué que en las Matas no pondrían la Bandera Dominicana
pues por el contrario estaban reuniendo gente para ir sobre ellos cuya noticia le valió
una fuerte reprensión por el General que dijo había ido a componerse con los españoles.
Preguntado.
Quiénes fueron los que figuraron en la revolución y qué obgeto tenía ésta y qué
voces circulaban; dijo: Que el General Batista, Santiago Rodríguez, Alejandro Bueno,
que el obgeto de la revolución era poner la bandera dominicana y las voces que corrían eran sobre la esclavitud con otras que no recuerda.
Preguntado.
Si tiene más que decir; dijo: Que no tiene más que decir en lo que se afirmó y
ratificó leída que le fué ésta su declaración; dijo: Ser de edad de sesenta y dos años
firmándola con el Señor Fiscal y Secretario de que certifico.
Firmado.Vicente Atienza, Alejo Estevez.
Ante mí: Inocencio Cárdenas.
Diligencia de haber
publicado un edicto citando varios individuos
Seguidamente dispuso el Señor Fiscal llamar por edicto a los reos prófugos que
obran en ésta causa a cuyo fin remitió con oficio de ésta fecha el Señor Presidente de
la comisión militar el citado edicto pasando igualmente copia al Señor Comandante
de Armas de éste pueblo para su publicación y copiado a la letra dice así:
D. Vicente Atienza y Martinez capitán de la Compañía de Granaderos
del Batallón de San Quintín número tres, Fiscal de la Comisión Militar
Egecutiva de la provincia de Santiago nombrado para la aberiguación de
los que promovieron la insurrección contra el gobierno de S. M. en éste
pueblo en el mes de febrero próximo pasado. Habiéndose ausentado de
éste pueblo y su jurisdicción el General de las Reservas D. Lucas Evangelista de Peña, los Comandantes D. Norberto Torres y D. Victorino Cordero,
los tenientes D. Benito Monción y D. Juan Ramón Reyes, y los paisanos
D. Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Eugenio Beliard, Tomás Inglés, Luis
Sosa, José Sosa, Cayetano de Ecclaire, Justo Carrasco, Luis Flores, San
202
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Amequita, Gregorio Luperón (a) El Médico, y José de los Santos (a) Mayor
Inglés, complicados en la causa que de orden superior estoy instruyendo y
siendo de necesidad su declaración, usando la jurisdicción que la Reyna
nuestra señora (q. D. g) tiene concedido en éstos casos por las Reales
Ordenanzas a los oficiales de su ejército; por el presente llamo, cito y
emplazo por éste único edicto y pregón a los dichos Generales de las
Reservas D. Lucas Evangelista de Peña, Comandantes D. Norberto Torres
y D. Victoriano Cordero, Tenientes D. Benito Monción y D. Juan Ramón
Reyes, y los paisanos D. Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Eugenio Beliard,
Tomás Inglés, Luis Sosa, José Sosa, Cayetano Decaer, Justo Carrasco, Luis
Flores, San Amaquita, Gregorio Luperón (a) Eugenio El Médico, y José de
los Santos (a) Mayor Inglés, señalándole éste pueblo para que en el preciso
término de nueve días a contar desde la fecha se presenten con obgeto de
que puedan dar sus descargos y de no comparecer en dicho plazo se les
sentenciará en rebeldía por el Consejo de Guerra por el delito que merezca pena más grave entre aquel que ocasionó su fuga sin más llamarle y
emplazarle por ser esta la voluntad de S.M.- Guayubín diez y seis de abril
de mil ochocientos sesenta y tres.
El Secretario de la causa Inocencio Cárdenas.- El Fiscal Atienza.
Y para que conste dispuso el Señor Fiscal se pusiese por diligencia firmándola el
dicho Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
de la
Diligencia pasando oficio al Señor Teniente Cronel Presidente
Comisión Militar remitiéndole un tanto del robo de Bonifacio Núñez
A los diez y siete días del dicho mes y año el Sor. Fiscal pasó oficio al Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar manifestándole aparecer en éstas
actuaciones que el paisano Bonifacio Núñez vecino de Pilotos fue robado en la época
de la insurrección sin constar quien hubiera sido el autor de éste atentado, no habiendo más declaración que la de Pedro Almonte la cual estractada con todas las citas
que hace así como la del citado Bonifacio Núñez igualmente se incluyeron en dicho
Oficio a fin de que si lo juzga oportuno pase éste hecho a los tribunales civiles para su
devida aclaración. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotara
firmándola conmigo el Secretario que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
203
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
A los diez y ocho dias de dicho mes y año el Señor Fiscal pasó oficio al Señor Teniente
Coronel Presidente de la Comisión Militar manifestándole que en virtud a que la instancia que D. Juan Grullón vecino de éste pueblo promovió en solicitud de indemnización
de las pérdidas sufridas durante la revolución no se haya debidamente justificada por
carecer de los indispensables requisitos de demostrar los efectos que tenían de existencia
en su tienda así como el valor de los mismo y no ser incumbencia de ésta fiscalía la precitada aclaración fué devuelta la referida instancia adjunta a dicho oficio para por quien
corresponda se desmuestren los citados hechos. Y para que conste por diligencia dispuso
el Señor Fiscal se anotase firmándolo conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
Diligencia pasando oficio al Sor. Comandante de Armas para
que esprese el motivo por qué no se han presentado varios individuos
A los diez y nueve días del espresado mes y año el Señor Fiscal pasó comunicación al señor Coronel Comandante de Armas de éste pueblo, manifiestándole que
constando en la relación de los individuos que había citado y que remitió unida ésta
fiscalía a su comunicación fecha diez que lo habia sido José Vicente Piñera, León
Jiménez, Bartolo Molina, Bartolo Erti, Antonio Mesón, Ildefonso Ortega y Jacinto
Ramón, y no habiéndose presentado a prestar su declaración espresa las causas que
lo haya motivado. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase
firmándola dicho Sor. Conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
Diligencia pasando oficio al Coronel Comandante de Armas ordenando
la remisión en calidad de presos de los reos citados por edicto si se presentaran
A los veinte dias de dicho mes y año dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación al
Señor Comandante de Armas de éste punto, manifestándole que en virtud de trasladarse ésta fiscalía a la ciudad de Santiago, en el día de mañana, ordena lo conveniente a fin de que si se presentase alguno de los reos prófugos citados por edicto fecha
diez y seis del actual sean conducidos presos a Santiago a disposición de ésta fiscalía.
Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmándolo dicho
Señor conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza
Inocencio Cárdenas.
204
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia de unir un oficio del Comandante de Armas de este pueblo
Seguidamente el Señor Fiscal recibió un oficio del Comandante de Armas en éste
punto en el que manifiesta que los individuos que se le citan en comunicación de
fecha diez y nueve, cuatro no pertenecen a ninguna de éstas jurisdicciones, dos se hayan prófugos y otro ha sido citado dos veces sin haber comparecido, cuya comunicación queda unida a éstas actuaciones. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmándolo dicho Señor conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
Comandancia militar de Guayubín
Participo a V. que los individuos que me cita en su comunicación de ayer, según
lo que acabo de recibir de Sabaneta y Monte Cristi, José Vicente Piñera, y Antonio
Mesón se hallan prófugos, León Jiménez, Ildefonso Ortega, Bartolo Molina y Bartolo
Estis, no pertenecen a esta jurisdicción y Jacinto Ramos no ha parecido sin embargo
de haber sido citado ayer.
Dios gde. a V. ms. as.
Guayubín 20 de abril de 1863.
El Corl. Comte. Milr.
Firmado: E. Alvarez.
Sor. Capitán Fiscal de la Comisión Mr.
205
A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia de trasladarse esta fiscalía a la ciudad de Santiago
A los veinte y un días de dicho mes y año el Señor Fiscal dispuso se trasladase
ésta fiscalía a la ciudad de Santiago en atención a tener terminados en éste punto los
trabajos que a él le condujeron emprendiendo acompañado de mí el Secretario la
marcha para la referida Ciudad en el día de hoy. Y para que conste por diligencia lo
ordenó el Fiscal se hiciese la debida constancia firmándola con el Secretario de que
Certifico.
Firmado: Atienza
Inocencio Cárdenas.
Diligencia uniendo un oficio del Señor Presidente de la comisión
Militar en el que se le adjunta el tanto de culpa de Raimundo Jaque
En la ciudad de Santiago a los veinte y tres dias del espresado mes y año el Señor
Fiscal recibió una comunicación del Señor Presidente de la Comisión Militar a la que
adjuntaba otra del Señor Comandante Fiscal de ésta Comisión Militar D. Francisco
Aguilera manifestándo ambas la remisión a ésta fiscalía, del tanto de culpa del Alcalde de Gurabo Raimundo Jaque para que obre en éstas actuaciones. Y de haber unido
a ellas los referidos oficios y el citado tanto de culpa dispuso el Señor Fiscal se anotara
por diligencia firmándola dicho señor conmigo el Secretario de que doy fé.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
206
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia de unir un oficio un tanto de culpa
de Justo Carrasco y Alejandro Bueno
En dicho punto día mes y año el Señor recibió una comunicación del Señor Presidente de la Comisión Militar que abrasa los estremos siguientes, primero manifiesta
la remisión del tanto de culpa que resulta a Justo Carrasco y Alejandro Bueno en
una de las causas que sigue el Comandante Fiscal de ésta Comisión Don Francisco
Aguilera, a fin de que obre los efectos convenientes en ésta, aclarando los estremos
que espresa. Segundo, pide la remisión del tanto de culpa que resulte en éstas actuaciones contra Gregorio Luperón atendido hayarse la causa de éste en plenario y
últimamente ordena suspender toda actuación contra el rebelde General D. Lucas
Evangelista de Peña por haberle ya sentenciado en reveldía el Consejo de Guerra. Y
de quedar unido a éstas actuaciones el oficio y tanto de culpa dispuso el Señor Fiscal
se hiciera la debida constancia anotándolo por diligencia que firmó conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza
Inocencio Cárdenas.
Diligencia uniendo un certificado
espendido a favor de
D. Juan Carlos Francisco
Seguidamente el Señor Fiscal recibió un Certificado espedido por el Señor General de las Reservas D. José Hungría a favor del Comandante de las Reservas Juan
Carlos Francisco decretado marginalmente por el Señor Presidente de la Comisión
Militar para la averiguación de los estremos que abrasa. Y de quedar unido a éstas
actuaciones dicho Certificado dispuso el Señor Fiscal se anotara por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
207
A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar Ejecutiva de la provincia de Santiago
Con ésta fecha doy las órdenes oportunas al Fiscal de ésta comisión Mr. Comandante D. Francisco Aguilera para que pase a V. un tanto de culpa del Alcalde Raimundo Jaque con objeto de que continue las actuaciones cesando él de proceder contra
Jaque.
Dios gde. a V. ms as.
Santiago 18 de abril de 1863.
El T. C. Presidente de la Com. Mr.
Firmado: Luis Bustamante
Sor. Capitán Fiscal D. Vicente Atienza.
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A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar
Fiscalía
En virtud de orden recibida del Sr. T. C. Presidente de la Comisión Militar Egecutiva de ésta provincia tengo el gusto de incluir a V. la adjunta sumaria instando contra
el Alcalde que fué de Gurabo D. Raymundo Jaque, a quien está V. procesando.
Dios gde. a V. ms. as.
Santiago 18 de abril de 1863.
El T. C. Comte. Fiscal
Firmado: Francisco Aguilera
Sor. D. Vicente Atienza fiscal de dicha comisión.
209
A.G.I. CUBA 1011B
2º. Cabo de la isla de Santo Domingo
Santiago, 21 de marzo de 1863.
El Sor. Comte. Fiscal de la Comisión Mr. Egecutiva para que proceda a la formación de causa en averiguación de la conducta observada durante los últimos acontecimientos por el Alcalde Pedáneo de Gurabo.
El T. C. Presidente de la comn.
Firmado Luis Bustamante.
Habiendo tenido noticia de la conducta altamente sospechosa observada en éstas
circunstancias por el Alcalde Pedáneo de Gurabo según manifestación que al paso
del Cuartel Gral, por aquel punto me hizo el Gral. de las Reservas D. Gaspar Polanco,
así como el habérsele mandado comparecer sin que lo haya verificado, por cuyo motivo se providenció su arresto, el cual no tuvo efecto por no encontrársele en su casa
morada en el mencionado punto de Gurabo, lo digo a V. para su conocimiento y para
que pueda tomar la providencia que estime conveniente.
Dios gde. a V. ms. as. Cuartel Gral de Santiago de los Caballeros 20 de marzo de
1863.
Firmado: Carlos de Vargas.
Sr. Presidente de la Comisión Militar de Santiago de los Caballeros.
210
A.G.I. CUBA 1011B
Francisco Aguilera y Uribe Teniente Coronel Graduado 2º. Comandante del Batallón de San Marcial número 2 de Infantería fiscal nombrado por el Exmo. Señor
Capitán General de ésta Isla para actuar como tal en la Comisión Militar Egecutiva
creada con arreglo a la ley de 17 de abril de 1821 y publicada en 28 de febrero último.
Certifico:
Que en cumplimiento al decreto puesto al margen del oficio que encabeza éstas
diligencias por el Señor Presidente de dicha comisión, hice comparecer al Teniente
del espresado Batallón Don Miguel Cáceres y Díaz a quien S. E. ha nombrado Secretario de la misma, cuyo empleo dijo aceptaba y prometió bajo su palabra de honor
proceder con lealtad en cuanto se actue. Y para que conste lo firmó conmigo en
Santiago de los Caballeros a veinte y uno de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.
Firmado: Francisco Aguilera
Miguel Cáceres.
Diligencia pasando oficio al Señor Gobernador Militar
pidiendo la prision del Alcalde Pedáneo de Gurabo
Seguidamente dispuso el Señor Fiscal pasar atento oficio al Señor Brigadier Gobernador Militar de ésta Provincia, a fin de que se sirva dar sus órdenes para que
prendan y pongan a disposición de ésta fiscalía al Alcalde Pedáneo de Gurabo D.N.N.
Y para que conste lo pongo por diligencia que firmó dicho Señor Fiscal conmigo el
Secretario de que certifico.
Firmado: Aguilera
Miguel Cáceres.
211
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia otra al mismo para que ordene una
al Gral. D. Gaspar Polanco
certificación
Acto continuo dispuso el Señor Fiscal se pasara oficio a la espresada autoridad
para que se sirva dar sus órdnes al General Comandante de Armas de San José de
las Matas para que certifique de todos los antecedentes que tengo sobre la conducta
observada por el Alcalde de Gurabo, de dicho partido, Sabaneta, o Guayubín. Y para
que conte lo pongo por diligencia que firmó dicho Señor conmigo el Secretario de
que certifico.
Firmado: Aguilera
Miguel Cáceres.
Diligencia de suspensión
Acto seguido y en vista de las diligencias que anteceden, dispuso el Señor Fiscal se
suspendieran éstas hasta la comparecencia del Alcalde a que hacen referencia. Y para
que conste lo firmó dicho Señor conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Aguilera
Miguel Cáceres.
Diligencia de insertar en esta causa una carta
de Raymundo Jaque Alcalde de Gurabo
En dicha ciudad a los veinte y cuatro días del referido mes y año atendiendo a
que en la causa seguida al General D. Antonio Batista, no produce efecto alguno una
carta de Raymundo Jaque Alcalde de Gurabo y deviendo por otra parte figurar en
ésta como prueba del delito de conspiración y revolución, dispuso el Señor Fiscal se
uniera con el espresado objeto; y de haberse así verificado lo pongo por diligencia
que firmó dicho Señor conmigo el Srio. del que certifico.
Firmado: Aguilera.
Miguel Cáceres.
212
A.G.I. CUBA 1011B
Dios Patria Libertad
República Dominicana
Señor General Antonio Batista
Señor Alcalde Santiago Rodríguez.
En Sabaneta.
Señor General y Señor Alcalde la presente tiene para decirle a uste es que a pasao
el Señor Jose Abrio y lo que declara es que Santiago no está en movimiento que se
dice es que por Puerto de Plata se están desembarcandose quinientos hombres se me
ha presentao un hombre de El Platanar jurisdicción de Santiago me declara que todos los de esa jurisdicción los estaba nombrando por orden del General José Hungría
y que todas las familias se pasaron al otro lado y declara que encontró un oficial y le
dice que se vuelva porque de Mao para abajo son todos enemigos también declara
que supo por noticia que el Señor Bartolo Mexia está atropellando los hombres para
que marchen para donde el General José Hungría para Guallacana el individuo a
dejado su familia abandonado para pasarse a esta parte y el oficial bregó mucho por
llebárselo el cual individuo declara que se llama Manuel del Rosario también declara
el Señor Sotero Flores que algunos soldados estaban paralisado por que los estaban
nombrando el Señor Bartolo Megia para ir por Guallacana para donde el General
José Hungría.
También quiero que me mande diez piedras de chispa y vea a ver si me puede
mandar cuatro fusiles porque se dice que algunos se pueden venir por aquí.
Guayabo, 24 de febrero de 1863.
El Alcalde Pedáneo Raymundo Jaque.
213
A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia uniendo el edicto por
el que se llama al reo
En la espresada ciudad a los cuatro dias del mes de abril del espresado mes y año
en razón a no haberse presentado Raymundo Jaques, dispuso el Señor Fiscal se le llamara por edicto, lo que verificado se une impreso un egemplar para que produzca los
efectos a que haya lugar; y para que conste lo pongo por diligencia que firmó dicho
Señor Fiscal conmigo el Secretario de lo que Certifico.
Firmado: Aguilera
Miguel Cáceres.
214
A.G.I. CUBA 1011B
EDICTO
DON MIGUEL CÁCERES Y DIAZ, Teniente del Batallón de Infantería de San
Marcial Núm. 2, autorizado por las Reales Órdenes de S. M. para actuar de Secretario
de la Comisión Militar de ésta Provincia creada por el Escmo. Sor. Capitán General
de esta Isla, de la que es Fiscal el Sor. Teniente Coronel graduado 2º. Comandante de
dicho cuerpo, D. Francisco Aguilera y Uribe.
Por éste mi único edicto de pregón estraordinario, llamo, cito y emplazo por el
improrrogable témino de NUEVE DIAS, a contar desde ésta fecha, a los reos prófugos acusados de rebelión contra el Gobierno de S. M. Comandante de las Reservas
Provinciales de ésta Isla D. José Borbón y al Alcalde Pedáneo Raymundo Jaques para
que se presenten en el Fuerte de S. Luis de ésta Ciudad a dar sus descargos y defensas
en la causa que se le sigue por el espresado delito; y de no comparecer en el referido
plazo, se seguirá la causa y sentenciará en rebeldía por el Consejo de Guerra permanente de ésta Comisión Militar.
Santiago, 4 de abril de 1863.
Bo. Vo.
Aguilera (rubricado)
Por su mandato
Miguel Cáceres (rubricado)
215
A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia mandando pasar un oficio al señor
Brigadier Comte. Gral. con 14 ejemplares del edicto
Seguidamente dispuso el Señor Fiscal se pasara atento oficio al Señor Brigadier
Comandante General del Cibao, acompañando catorce ejemplares del edicto que
precede a fin de que se le de la correspondiente publicidad. Y de haberse así verificado lo pongo por diligencia que firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de lo
que certifico.
Firmado: Aguilera.
Miguel Cáceres.
Declaración del General D. Antonio Batista
En la ciudad de Santiago a los ocho días del referido mes y año el Señor Fiscal
acompañado de mí el Secretario a la Real Casa de ésta Ciudad en donde hizo comparecer ante sí a D. Antonio Batista, a quien dicho señor reicibió juramento de ordenanza por el que prometió bajo su palabra de honor decir verdad en lo que fuese
preguntado y siéndolo por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y
que es General de División de las Reservas Provinciales de ésta Isla.
Preguntado.
Si conoce a Raymundo Jaques, si sabe dónde se halla y la parte que éste haya tomado en la revolución del pasado mes de febrero; dijo: Que conoce al individuo por
el que se le pregunta, que no sabe dónde se haya, y que lo único que puede decir
respecto a la parte que éste haya tomado en la revolución es que estaba puesto de
guardia en su misma Sección por el Director Santiago Rodríguez a el cual le daba
partes de lo que ocurría.
216
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Si tenía el Jaques alguna fuerza a su mando; dijo: Que tenía fuerza para sostener
dicha guardia e impedir que nadie saliese de Sabaneta.
Preguntado.
Si lo vió en Sabaneta alguna vez durante la revolución; dijo: Que no lo vió en
ninguna vez.
Preguntado.
Que noticas comunicó en los partes que daba a Santiago Rodríguez y el declarante; dijo: Que no sabe qué noticias diese porque el no recibía los partes y sí Santiago
Rodríguez.
Preguntado.
Si sabe que Raymundo Jaques se incorporara con su fuerza a la que defendió a
Sabaneta ó a alguna otra de las insurrectas; dijo: Que no ha sabido de él más que lo
que deja dicho no lo ha visto durante las ocurrencias.
Preguntado.
Habiéndole puesto de manifiesto la carta que obra a fojas cuatro, si la conoce
y fué recibida por el declarante; dijo: Que es la primera vez que vé dicha carta
pues como deja dicho era Santiago Rodríguez el que recibía y despachaba las comunicaciones; que no tiene más que decir que lo declarado es la verdad a cargo
de la palabra de honor que tiene dada en que se afirmó y ratificó leída que le fué
ésta su declaración y la firmó con el Señor Fiscal y presente Secretario de que
certifico.
Firmado: Francisco Aguilera, Antonio Batista.
Ante mí: Miguel Cáceres.
Declaración de Bartolomé Mejias
Inmediatamente el Señor Fiscal pasó con asistencia de mí el Secretario al Fuerte de San Luis en donde se halla preso el General de las Reservas Provinciales D.
Bartolomé Mejias y habiéndole hecho comparecer ante sí le recibió juramento de
ordenanza con arreglo a su clase por el que bajo su palabra de honor prometió decir
verdad en lo que fuerse preguntado y siéndolo por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es General de Brigada de las Reservas Provinciales de
ésta Isla clasificado en pasivo.
217
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si conoce a Raymundo Jaques y si sabe dónde se halla; dijo: Que conoce al individuo porque se le pregunta pero que ignora donde se halla.
Preguntado.
Qué parte ha tomado el espresado Jaques en la pasada revolución; dijo: Que sabe
que Raymundo Jaques Alcalde Pedáneo de Gurabo, se hayaba mandando una fuerza
de sublevados como de cuarenta hombres situada en el camino de esta ciudad a Sabaneta y punto llamado Gurabo Adentro; que su oficio allí era como guardia avanzada
de Sabaneta, a donde remitia todos los hombres que pasaban a dicho pueblo.
Preguntado.
Si sabe marchase Jaques con su fuerza a algún otro punto; dijo: Que no lo save ni
ha vuelto a tener noticias de él después de la revolución. Que no tiene más que decir,
que lo declarado es la verdad a cargo de la palabra de honor que tiene dada en que
se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración, y por no saber escribir hizo
la señal de cruz y lo firmó el Señor Fiscal con el presente Secretario de que certifico.
Firmado: Francisco Aguilera.
(Hay una señal de cruz en tinta)
Ante mí: Miguel Cáceres.
Declaración del Gral. D. Gaspar Polanco
En dicha ciudad a los doce dias del referido mes y año compareció ante el Señor
Fiscal y Secretario, D. Gaspar Polanco, a quien dicho Señor recibió juramento de ordenanza por el cual prometió decir verdad en lo que fuere preguntado y siéndolo por
su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es General de Brigada
de las Reservas Provinciales de ésta Isla clasificado en pasivo.
Preguntado.
Si conoce a Raymundo Jaques y si sabe dónde se halla; dijo: Que conoce al individuo por que se le pregunta, pero que no sabe donde se halla y que tiene orden de
prenderlo por su conducta altamente sospechosa durante las ocurrencias que tuvieron lugar en los últimos días de febrero y primeros de marzo último.
Preguntado.
Manifieste cuanto sepa sobre la parte que el Raymundo Jaques halla tomado en la
insurrección; dijo: Que el dicho Jaques era Alcalde Pedáneo del partido de Gurabo
Adentro antes de las citadas ocurrencias, que desde el momento que estalló la revolución en Sabaneta se estableció Jaques en el paso real de Gurabo con fuerzas de los
218
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
sublevados como guardia avanzada de Sabaneta mandando como Gefe dicha guardia
la que prendía y amarraba y rompía pasaportes a los que pasaban y no querían tomar
parte con él.
Preguntado.
Si conoce o sabe de alguno de los que fueron presos por el referido Raymundo
Jaques; dijo: Que el Cabo José Dolores Gómez fué uno de los presos porque pasando por la guardia de Jaques con pasaporte del declarante para que fuese a buscar
su familia lo amarró y rompiéndole dicho pasaporte le remitió a Sabaneta con una
escolta, la que antes de llegar a dicho pueblo encontró a los fugitivos que lo habían
abandonado en cuyo concepto soltaron al cabo citado, al que le quitaron la cartuchera y diez pesos fuertes según manifestó al declarante dicho Cabo.
Preguntado.
Si sabe alguna otra persona de las que fuesen detenidas por Jaques ó si conoce
alguno de los individuos que estuvieran a sus órdenes; dijo: Que sabe mandó una ronda comandada por Pedro Gómez vecino del lugar llamado Jaybon cuya ronda llevaba
orden de prender a Bonifacio Núñez, lo que no pudo efectuar por haber éste huido
pero que saquearon su casa sita en Piloto.
Preguntado.
Hasta cuándo estuvo el Jaques establecido con su gente en el punto de Gurabo
y de qué fuerzas se comprendía la avanzada que mandaba; dijo: Que según noticias
se retiraron y dispersaron al día siguiente de la entrada en Sabaneta de las tropas
Españolas, y que la fuerza que mandava era como de veinte y pico de hombres;
que después de tomada Sabaneta y al retirarse el declarante para su casa por haber
concluido los servicios que prestara cerca de la columna del General Hungría le
encargó éste averiguase el paradero de Raymundo Jaques, por lo que se dirigió a
la casa de éste y encontrándolo en ella le previno se presentase a dicho General
preguntándole al mismo tiempo sobre los diez pesos que quitaron al Cabo José
Dolores, a lo que contestó que él no sabía de ellos pero que sin embargo se hizo
responsable a pagarlos quedando en marchar enseguida a presentarse al General
Hungría, lo que hasta la fecha no se ha efectuado ni se sabe su paradero, que no
tiene más que añadir, que lo declarado es la verdad a cargo de la palabra de honor
que tiene dada en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración y por
no saber escribir hizo una señal de cruz y la firmó el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico.
Firmado: Francisco Aguilera.
(Hay una cruz en tinta)
Ante mí: Miguel Cáceres.
219
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia mandando unir oficio del
señor
Presidente
En la mencionada Ciudad a los diez y ocho dias del referido mes y año habiéndose recibido un oficio del Señor Presidente de la Comisión, dispuso el Señor Fiscal
se uniera a esta sumaria para que produzca los efectos a que haya lugar. Y para que
conste lo pongo por diligencia que firmó dicho Señor conmigo el Secretario de que
certifico.
Firmado: Aguilera.
Miguel Cáceres.
220
A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar Ejecutiva de la provincia de Santiago
Sirvase V. pasar al Capn. Fiscal de ésta Comn. Mr. Dn. Vicente Atienza, el tanto de
culpa que resulta en la causa que éste está formando a Raimundo Jaque cesando V.
en las actuaciones.
Dios gde. a V. ms. as.
Santiago 19 de abril de 1863.
El T. C. Presidente de la Cn. Mr.
Firmado: Luis Bustmante.
Sor. Comte. Fiscal Dn. Francisco Aguilera.
A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia de entrega
En la misma Ciudad y acto seguido en vista del oficio que antecede atendido a
que no figura en esta sumaria otro acusado más que Raymundo Jaques dispuso el
Señor Fiscal se hiciera entrega de ella al Capitán Fiscal de la Comisión Don Vicente
Atienza, compuesta de catorce hojas útiles sin contar con la cubierta; y de haberse así
verificado lo firmó dicho Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Aguilera
Miguel Cáceres.
221
A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar Egecutiva y Permanente
Adjunto remito a V. el certificado del tanto de culpa que resulta a Justo Carrasco
en una de las causas que sigue el Comandante Fiscal de ésta comisión Don Francisco
Aguilera con el fin de que obre los efectos consiguentes en la que V. sigue al espresado Carrasco; y como en dicho certificado aparece también acusado el paisano Alejandro Bueno, sin que hasta la fecha aparezca más cargo que el que se denuncia ni más
testigos que acrediten el hecho que figura en el espresado certificado procede que V.
como establecido en el lugar de los acontecimientos inquiera cuánto sea necesario
para la comprobación del delito que se imputa al indicado Bueno comprendiéndolo
y siguiéndole la correspondiente causa en la de Justo Carrasco.
Asi mismo espero de su celo que a la brevedad posible remita a mis manos el tanto
de culpa que resulte contra Gregorio Luperón en atención a hallarse la causa de éste
en Plenario seguida en ésta Plaza por el espresado Comandante Fiscal.
También debo advertir se suspenda toda actuación contra el rebelde General Don
Lucas Evangelista Peña, en atención a haberse ya sentenciado éste en rebeldía por el
Consejo de Guerra celebrado en ésta ciudad el día 9 de los corrientes.
Dios gde. a V. ms. as.
Santiago, 18 de abril de 1863.
El T.C. Presidente de la C.
Firmado: Luis Bustamante.
Sor. D. Vicente Atienza Capitán Fiscal de dicha Comisión.
222
A.G.I. CUBA 1011B
Don Miguel Cáceres y Díaz Capitán del Batallón de Cazadores de Bailen número
primero Secretario de la Comisión Militar Egecutiva de ésta Provincia creada con
arreglo a la ley de 17 de abril de 1821, de la que es Fiscal el señor Teniente Coronel
graduado segundo comandante del Batallón de San Marcial No. 2 de Infantería Don
Francisco Aguilera y Uribe.
Certifico:
Que a los folios 22 de la causa que se sigue contra el rebelde Ayuntamiento de Sabaneta, ecsiste un oficio que copiado a la letra dice así. Gobierno Militar de SantiagoDe los individuos que V. me indica en su atenta comunicación de ésta fecha, figuran
en una relación firmada por mí como cabezas de la rebelión en Sabaneta, debo manifestarle que dicho documento se hizo por las averiguaciones que tomé de algunos
paisanos, pero mejor informado después ha resultado que Justo Carrasco, mandaba
los rebeldes la tarde que se batieron en aquel punto con las tropas de la Reyna, y Alejandro Bueno fué el que quitó é hizo pedazos la bandera Española que estaba enarvolada en la plaza, sin que en los demás aparezca otro delito que el de haber acudido
como simples soldados al llamamiento general y los que se fueron presentando a mi
autoridad a su debido tiempo.- El Capitán Laureano ha disfrutado éste empleo cuando había Guardia Cívica, pero no ha sido clasificado ni pertenece a las Reservas.11
11
La Guardia Cívica fue organizada en las provincias a partir del logro de la independencia, en 1844.
Tras la anexión a España, el llamado entonces «antiguo Ejército dominicano» fue rigurosamente
depurado, dejando sólo a los elementos más leales al nuevo régimen. La labor de reorganización
militar transcurrió bajo la supervisión directa del general Serrano, Capitán General de Cuba y
del general Carlos de Vargas, Segundo Cabo de la Capitanía General de Puerto Rico. Con los
elementos «depurados» se formaron las llamadas «Reservas Dominicanas», de cuyo seno salieron
númerosos restauradores, demostrándose que la depuración no había sido todo lo eficaz que se
había pensado. Vale decir que, desde su formación, las Reservas Dominicanas se rigieron por
las ordenanzas militares del ejército español, pero sus miembros no eran considerados como
miembros del mismo, incluso, estaban divididos en activos y pasivos, cobrando medio sueldo
estos últimos. Sus reglamentos fueron copiados de los de las llamadas «Milicias Disciplinadas
de Puerto Rico». Debe significarse que el proceso que dio orígen a las llamadas «Reservas
Dominicanas» comenzó y finalizó con numerosas injusticias, en las que no poco pesaron, además
de las sospechas de poca confiabilidad, el tema racial y los favoritismos hacia los seguidores de
Pedro Santana, quien como Capitán General de la nueva provincia de la Corona, presidió las
223
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Dios guarde a V. muchos años. Santiago quince de abril de mil ochocientos sesenta
y tres.- El general Gobernador José Hungría.- Hay una rúbrica.- Señor Fiscal de la
Comisión Militar Don Francisco Aguilera. Así mismo certifico: que á fojas 23 se halla
la diligencia siguiente.- Acto seguido dispuso el señor fiscal suspender toda actuación
en vista del oficio que antecede, respecto a los individuos Ramón Tejada, Laureano
Ramos, Nicolás y Francisco Fortuna, Luis Flores y Eusebio Carrasco comprendidos en
la relación que obra a fojas 4 vuelta del certificado con que se encabeza ésta sumaria
disponiendo al mismo tiempo poner en libertad a los dos primeros en atención a
dicho oficio y no resultar cargos contra ellos; cuya providencia fué notificada por el
Secretario a los espresados Tejada y Ramos; y para que conste por diligencia lo firmó
el expresado Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.- Miguel CáceresAguilera- Hay dos rúbricas- Y para que conste donde convenga doy la presente orden
del espresado Señor Fiscal en Santiago a los diez y ocho días del mes de abril de mil
ochocientos sesenta y tres.
Vto. Bno.
Firmado: Aguilera
Firmado: Miguel Cáceres.
labores de la llamada «Junta clasificadora de los jefes, generales y oficiales del antiguo ejército
dominicano».
224
A.G.I. CUBA 1011B
Don José Hungría General de División y Gobernador Político Militar de Santiago.
Certifico que Don Juan Carlos Francisco Comte. de la Reserva en comisión pasiva,
fué uno de los primeros que contribuyó con el que subscribe a enarbolar la bandera
Española cuando la anecsión, después siguió observando muy buena conducta y ha
permanecido siempre fiel al Gobierno de S. M. haciendo cuantos servicios le fueron
encomendados.
Tan pronto estalló la última revolución en Guayubín, fué mandado buscar a su
casa por los cabecillas de ella, para que se presentara, más pretestándo enfermedad
se le volvió a requerir por segúnta y tercera vez que viéndose en la imposibilidad
de no obedecer efectuó su presentación con el mayor trabajo a causa de sus males,
enseguida y poniéndose de acuerdo con el General de la Reserva D. Sebastián Reyes
trataron de fugarse a la primera oportunidad la cual no pudo lograr dicho Carlos
Francisco por la rapidez con que lo verificó el primero, hasta mi aprosimación a dicho punto con las tropas leales, que inmediatamente se me presentó abandonando
a los insurrectos, como lo pueden manifestar el referido General D. Sebastián Reyes,
los Regidores D. José Carlos Rodríguez y Alcalde D. Fernando Pérez y Capitán de la
Reserva D. Miguel Megias.
Santiago de los Caballeros diez y nueve de abril de mil ochocientos sesenta y tres.
Firmado: José Hungría.
Al margen dice. Santiago 20 de abril de 1863.- Al Capn. Fiscal de la Comn. Mr. en
Guayubín Dn. Vicente Atienza para que haga las correspondientes averiguaciones.El T. C. Presidente de la C. Mr. Firmado Luis Bustamante.
225
A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia de haber unido un oficio del Señor Presidente de la Comisión Militar
pidiendo el tanto de culpa sobre el robo a Bonifacio Núñez.
Acto continuo el Señor Fiscal recibió una comunicación del Señor Presidente
de la Comisión Militar para que se le remita por esta fiscalía el tanto de culpa que
aparezca en ésta causa acerca de los causantes del robo causado a Bonifacio Núñez
vecino de Piloto para que el Señor Alcalde Mayor pueda proveer en contra del autor
o autores de dicho robo. Y para que conste la unión del referido oficio a estos procedimientos, dispuso el Señor Fiscal se anotara por diligencia que firmó conmigo el
Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza
Inocencio Cárdenas.
Diligencia de unir oficio del Señor Presidente de la Comisión
Militar mandando cesar las actuaciones sobre D. Ignacio Reyes
y pidiendo el tanto de culpa sobre la capituaclión de Guayubín
En el mismo día el Señor Fiscal recibió una comuncicación del Señor Presidente
de la Comisión Militar ordenándole deje de proceder en contra del Coronel de las
Reservas D. Ignacio Reyes por haber sido ya juzgado en Consejo de Guerra. Igualmente ordena la remisión del tanto de culpa de todo lo que haya actuado referente
a la Capitulación de Guayubín al Señor Comandante Fiscal D. Francisco Aguilera cesando de actuar sobre el referido hecho en estos procedimientos. Y de quedar unido
dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmándola conmigo el Secretario
de que certifico.
Firmado: Atienza.
Inocencio Cárdenas.
226
A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar Ejecutiva de la provincia de Santiago
Para que el señor Alcalde Mayor de éste partido pueda proceder contra el autor
ó autores del robo causado a Bonifacio Núñez, vecino de Piloto se hace preciso que
mande V. el tanto de culpa que en la causa instruida por motivos de rebelión aparezca, esto es copia certificada de las declaraciones que se rozan con éste particular. Lo
que paticipo a V. en contestación a su oficio de 18 del actual.
Dios gde. a V. ms. as.
Santiago, 22 de abril de 1863.
Firmado: Luis Bustamante.
Sor. Capitán Dn. Vicente Atienza en Guayubín.
A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar Ejecutiva de la provincia de Santiago
Habiendo sido juzgado en Consejo de Guerra el Corl. de las Reservas de ésta
Isla D. Ignacio Reyes, puede V. eliminarlo de la causa que se halla instruyento y en
que aparece dicho Corl. Igualmente dejará de actuar en la parte referente a la capitulación de Guayubín pasando el tanto de culpa al Fiscal 2º Comte. Dn. Francisco
Aguilera.
Dios gde. a V. ms. as.
Santiago, 23 de abril de 1863.
El T.C. Presdte, de la Comn.
Firmado: Luis Bustamante.
Sor. Capn. Fiscal Dn. Vicente Atienza.
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A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia de nombramiento de nuevo Secretario
En dicho punto a los veinte y cuatro dias del espresado mes y año el Señor Fiscal
recibió un oficio del Señor Brigadier Comandante General decretado marginalmente por el Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar en el que me
participa haber sido nombrado Secretario para la continuación de ésta causa el Subteniente D. Juan Rueda y Garrido, cuyo oficio se une a continuación. Y habiéndosele
presentado dicho oficial y enterado de la obligación que contraía aceptó y prometió
bajo su palabra de honor guardar sigilo y fidelidad en cuanto actuare. Y para constancia lo firmó con el Señor Fiscal en dicho punto a la citada fecha.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia remitiendo un tanto de culpa
Seguidamente el Señor Fiscal remitió con adjunto oficio al Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar el tanto de culpa sacado de ésta causa y relación
para la averiguación del robo hecho al paisano Bonifacio Núñez según petición del
Señor Presidente de dicha comisión fecha veinte y dos del actual al folio ciento sesenta que obra en estas actuaciones. Y para que conste dispuso el Señor Fiscal se anotase
por diligencia firmándola comigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
228
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia remitiendo un tanto de culpa
Acto continuo el Señor Fiscal remitió con adjunto oficio al Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar el tanto de culpa que le resulta en ésta causa a
Gregorio Luperón (a) El Médico, cuyo tanto fue pedido por dicho señor presidente
en oficio fecha diez y ocho del actual que obra al folio ciento cincuenta y seis de éstas
actuaciones. Y para que conste dispuso el Señor Fiscal se anotara por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido.
Diligencia uniendo un oficio del Comandante Fiscal Don Francisco Aguilera
En dicho día mes y año el Señor Fiscal recibió una comunicación del Señor Teniente Coronel segundo Comandante Fiscal de ésta Comisión Militar en el que solicita le sea remitido por ésta Fiscalía todo lo que halla actuado sobre el Coronel
Comandante Militar que hera de Guayubín en los días de la rebelión, D. Juan José
Garrido y Capitulación del destacamento de aquel punto. Y de quedar unido dicho
oficio dispuso el Señor Fiscal se hiciera la debida constancia anotándolo por diligencia que firmó conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido.
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A.G.I. CUBA 1011B
Comandancia General del Cibao
Con fecha de hoy he nombrado Secretario de la Comisión Militar que V. preside
al Subteniente del Batallón de San Quintín D. Juan Rueda y Garrido.
Lo digo a V. como contestación a su comunicación del día de ayer.
Dios gde. a V. ms. as.
Santiago, 25 de abril de 1863.
Firmado: Manuel Buceta.
Señor Presidente de la Comn. Militar
Al margen dice.- Santiago 25 de abril de 1863.- Al Sor. Capn. Fiscal D. Vicente
Atienza para que dicho secretario actue a sus órdenes en la causa que instruye sobre
la sublevación de Guayubín.- El T. C. Presidente de la C. M.
Firmado: Luis Bustamante.
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A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar
Fiscalía
He de merecer de V. se sirva remitirme correspondientemente legalizado, el tanto de culpa que aparezca en las causas que está V. instruyendo contra el Comandante
Militar que fué de Guayubín Don Juan Garrido y oficiales del Destacamento de dicho
pueblo, referente a la Capitulación y entrega a los rebeldes del referido pueblo.
Dios gde. a V. ms. as.
Santiago, 24 de abril de 1863.
El T. C. Comte. Fiscal.
Firmado: Francisco Aguilera.
Sor. D. Vicente Atienza capitán Fiscal de dicha comisión.
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A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia citando los
testigos para ratificar
Seguidamente el Señor Fiscal en virtud de la Orden de la plaza de este dÍa que
previene que en todo él entregue el Señor Presidente las relaciones de los testigos
ausentes que tuviesen que ratificar sus declaraciones, dispuso pasar atenta comunicación al Señor presidente de la Comisión Militar la cual copiada a la letra dice así:
Adjunto acompaño a V.S. cuatro relaciones de los individuos que residen en Guayubín , Sabaneta, Monte Cristi y Puerto Plata y tiene que ratificar en ésta Fiscalía las
declaraciones que han prestado en las diferentes causas que me hallo instruyendo
concernientes a los sucesos políticos del mes de febrero último y con arreglo a la
orden de la Plaza fecha de hoy en que se previene la entrega de dichas relaciones.
Pero como quiera que las causas no se hallan aún totalmente terminadas en su parte
sumaria y de las declaraciones que aun restán pudieran resultar algunas citas nuevas
que avacuar lo participo a V. S. en cumplimiento de mi deber a fin de que no estrañe
si posterior a esta relación fuese de necesidad solicitar el comparendo de algunos
testigos.
Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia
firmándola conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
232
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia pidiendo la relacion de oficiales defensores
Acto continuo el Señor Fiscal pasó una comunicación al Señor Brigadier Comandante General de ésta Provincia solicitando lista ó relación de los Señores, Gefes y
oficiales presentes en ésta Plaza actos para el desempeño del cargo de defensores. Y
para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se hiciese la debida anotación
firmándola conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de unir una
relación detallada
de los individuos que figuran en la causa
En dicho punto a los veinte y cinco días de dicho mes y año el Señor Fiscal dispuso que en atención a ser muy crecido el número de individuos que comprenden
esta causa se sacara una detallada relación de todos los que figuran en ella comprensiva de los que aparecen como reos con clasificada situación de ellos, la causa de no
haberse procedido contra algunos así como la razón de no haber evacuado algunas
citas. Y para que conste por diligencia el haber unido dicha relación a éstas actuaciones dispuso el Señor Fiscal se hiciese la debida (anotación) constancia firmándola el
Secretario conmigo de que certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido.
233
A.G.I. CUBA 1011B
Relación comprensiva de todos los individuos que figuran en esta causa espresendo las razones de no haberse procedido contra algunos de ellos y evacuando las citas
que faltan así como la situación actual de los reos de ella.
Clase ................................... nombre
Reos
de la causa presos en
Santiago
Paisano .............................. D. José Ramón Torres
Id ....................................... Juan Ramón Reyes
Id ....................................... Raimundo Jaque
Id ....................................... Pablo Aquino
Id ....................................... Juan Bautista Gómez (a) S. Batista.
Id ....................................... Norberto Torres
Prófugos
Teniente de las R. ............. D. Benito Monción
Paisano .............................. Juan de la Cruz Alvares (a) Cacú
Id ....................................... Andrés González (a) Maló
Comte. De las R. ............... D. Victorino Cordero
Paisano .............................. José Vicente de los Santos (a) El Inglés
Id ....................................... San Améquita
Id ....................................... Jacinto Ramos
Id ....................................... Luis Sosa
Id ....................................... Alejandro Bueno
Id ....................................... José Sosa
Id ....................................... Cayetano Decaer
Teniente de las R. ............. D. Juan Ramón Reyes
Id ....................................... D. Eugenio Beliard
234
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Paisano .............................. Tomás Inglés
Id ....................................... José de los Santos (a) Mor. Inglés.
Ausente de Guayubín cuando allí se hallaba la fiscalía y
hoy ausente de
Santiago.
Capn. De las R. ................. D. Alvaro de Peña.
Individuos que figuran en la causa como complicados en la rebelión y que no se
ha procedido contra ellos.
General de las Reservas D. Lucas Evangelista de Peña. Por estar ya juzgado por la
Comisión Militar según oficio del Sor. Presidente al folio 156.
Coronel de id. D. Ignacio Reyes. Por hallarse ya juzgado por la Comisión Militar
según oficio del Sor. Presidente al folio 161. Gral. De id. D. Antonio Batista Id. D.
Bartolomé Megia. Id. D. José Valverde. Presbitero D. Juan Pineda. Teniente Corl. de
las Reservas D. Vidal Pichardo. Alcalde Don Santiago Rodríguez. Por hallarse ya juzgados por la comisión Militar según relación al folio 130. Paisano Ramón Díaz Rojas.
Id. Eusebio Lantigua (a) Lagaña. Id. Luis Flores. Por hallarse la causa pendiente en
la Comisión Mr. según relación que obra al 130 de ésta causa.
Subte. de San Marcial D. Luis Prados Corl. Comte. Ma. de Guayubín D. Juan José
Garrido. Subte. de San Marcial D. Pedro Garrido. Se sacó tanto de culpa de la Capitulación de Guayubín que ellos firmaron según oficio que obra al 161.
Corl. de las reservas D. Juan Antonio Polanco. Alférez de id, D. Santiago Tabares,
Paisanos D, José Olivo, Matías Carrasco, José Alejandro Mes, José María Castro, Modesto Beliard, José Polanco, Pedro Balbuena y Gregorio Pimentel. Por haberse sacado tanto de culpa de los mismos para unirlo a la causa de la insurrección de Monte
Cristi a que pertenecían según oficio del Sor. Presidente de la C. M. al folio 129.
Paisano Gregorio Luperón (a) Eugnio El Médico. Se pasó tanto de culpa al Señor presidente de la Comisión Militar en virtud de un oficio que obra al folio 156 de éstas actuaciones.
Paisano Pedro Almonte. Se sacó tanto del robo de Bonifacio Núñez según oficio
del Señor Presidente de la Comisión Militar al folio 160 de ésta causa.
Paisano Esteban Martínez. Licenciado en Haiti según relación del Sor. Comte.
Mr. de Guayubín al folio 125.
Paisanos Bartolo Erti, Bartolo Molina y León Jiménez. Sin embargo de figurar en la
relación de insurrectos echa por ellos mismos que obra al folio 50 no los menciona nadie en la causa ni aparecen de la jurisdicción según oficio del Comte. Mr. de Guayubín
al fo. 137. Paisanos: Pedro Antonio Pimentel, Juan Bautista del Carmen (a) Zambá, Juan
Antonio Ramón, Casimiro Castellano, Pedro Almonte. Diego Crespo, Ramón Regalado, Antonio Rodríguez, Juan de la Paz, Juan Reinoso, Javier de Peña, Antonio Mesón,
Manuel de Peña, Ramón Sosa, Justo Sosa, Timoteo Sosa, Eusebio Sosa, Rafael Castro.
Comprendidos en el artículo 1º. del decreto de indulto del E.S.C. Gral: según certificado del Sr. Brigadier Comte. Gral. que exhibieron en su presentación.
235
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Comte. de las Reservas D. Nicolás Gerónimo, paisano Alejo Estebe, id. Antonio
Ramón, id. Juan Carlos Castro. Comprendidos en el artículo 1º del decreto de indulto del E.S.C. Gral. según certificdo del Sor. Brigadier Comte. Gral. que exhibieron a
su presentación.
Santiago de los Caballeros, 25 de abril de 1863.
El Secretario.
Vo. Bo. Firmado: Atienza
Firmado: Juan Rueda Garrido.
236
A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia sacando tanto de culpa de la capitulación
de
Guayubín
En dicho punto a los veinte y seis dias de dicho mes y año, el Señor Fiscal pasó al
Señor Teniente Coronel segundo Comandante Fiscal de ésta Comisión D. Francisco
Aguilera el tanto de culpa de la Capitulación de Guayubín con arreglo a la orden del
Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar que obra al folio ciento
sesenta y uno. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se hiciera la
debida constancia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico:
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia solicitando prisión del
capitán de las
Reservas Alvaro
de
Peña
A los veinte y siete días de dicho mes y año el Señor Fiscal pasó comunicación al Señor
Brigadier Comandante General solicitando la prisión del Capitán de las Reservas D. Alvaro de Peña si se hallase en ésta Ciudad. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor
Fiscal se hiciera la debida constancia firmándola conmigo el Secretario de que certifico.
Firmando: Atienza
Juan Rueda Garrido.
Diligencia citando individuo
En el mismo punto a los veinte y ocho días del espresado mes y año el Señor
Fiscal en atención a no hallarse en esta ciudad D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé,
Comandante de las Reservas por haber regresado a Guayubín en el mismo día que
se trasladó la fiscalía de aquel punto dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación al
237
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Señor Brigadier Comandante General a fin de que se sirva disponer que se traslade
inmediatamente a ésta Ciudad el referido individuo. Y para que conste por diligencia
dispuso el Señor Fiscal hacer la debida constancia firmándola conmigo el Scretario
de que certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido.
Diligencia solicitando el nombramiento de defensores
para los reos prófugos
Seguidamente el Señor Fiscal pasó comunicación al Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia solicitando de su autoridad el nombramiento de los
oficiales defensores de los reos prófugos en ésta causa que son los siguientes: Comandantes de las Reservas D. Victorino Cordero, Teniente de las Reservas D. Eugenio
Veliard, id, D. Benito Monción, id, D. Juan Ramón Reyes, Moreno, paisano Norberto
Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Andres González (a) Maló, Jose Vicente de
los Santos, (a) El Inglés, San Amequita, Jacinto Ramos, Luis Sosa. Alejandro Bueno,
José Sosa, Cayetano Decaer, Tomás Inglés, José de los Santos (a) Mayor Inglés y Antonio Mesón. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se hiciera la
devida constancia firmándola conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido.
Diligencia disponiendo el embargo de los
bienes de los reos
Seguidamente el Señor Fiscal pasó comunicación al Señor brigadier Comandante
General de ésta provincia solicitando el embargo precautorio de los bienes de los que
figuran como reos en ésta causa y son los siguientes: Juan Ramón Reyes (a) Blanco,
Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Andrés González (a) Maló, José
Vicente de los Santos (a) El Inglés, Jacinto Ramos, Luis Sosa, José Sosa, Cayetano Decaer, Tomás Inglés, José de los Santos (a) Mayor Inglés, Raimundo Jaque, Pablo Aquino, Juan Bautista Gómez (a) San Batista, San Amequita, Alejandro Bueno, Antonio
Mesón, y Don José Ramón Torres. Con arreglo a lo prevenido en la Real Orden de 30
de marzo de 1824. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se hiciera
la debida constancia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
238
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Declaración de D. Fernando Pérez
Acto continuo conpareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don Fernando
Pérez Alcalde ordinario de Guayubín a quien dicho Señor le hizo prestar juramento
con arreglo a su clase por el que prometió decir verdad en cuanto fuere preguntado y
habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse y ser como queda dicho.
Preguntado.
Si conoce a D. Juan Carlos Francisco (a) Dorcé, diga la parte que dicho individuo
halla tomado en la rebelión; dijo: Que hará como doce años que conoce al sugeto
porque se le pregunta y que siempre lo ha visto obediente a las órdenes de su Gefes,
que durante la revolución lo vió uno ó dos veces en el pueblo pero siempre con marcadas señales de disgusto por lo que calcula no sería adicto a las ideas revolucionarias
como puede asegurar que no desempeñó cargo ni comisión alguna entre los sublevados sin embargo de que éstos por alagarle le nombraron Coronel y que tan luego
como halló ocasión se fugó de entre los insurrectos.
Preguntado.
Si ha hablado con el citado individuo alguna vez referente a cuestiones políticas
qué conversaciones han mediado así como si anterior o posterior a la revolución a
prestado servicios a S. M. la Reyna (q. D. g); dijo: Que nunca han mediados entre ambos conversaciones de cuestiones politicas. Que poco después de la anección fue uno
de los pocos que acompañaron al General D. José Hungría cuando la sublevación de
Moca en contra del Gobierno hasta su completa sofocación que posteriormente a
desempeñado cuantas comisiones le han sido confiadas.
Preguntado.
Si tiene algo más que añadir ó quitar a lo que á declarado; dijo: Que no tiene más
que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado en que se afirmó
y ratificó leída que le fue esta su declaración; dijo: Ser de edad competente y lo firmó
con el Señor Fiscal y presente secretario de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza, Fernando Perez.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Diligencia remitiendo un interrogatorio
En dicho punto a los treinta días del dicho mes y año el Señor Fiscal pasó una comunicación al Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia incluyéndole
un interrogatorio que debe ser evacuado en los individuos siguientes: Bartolo Talis,
Liberio Hermoso, Manuel Talis, Gollo Talis, y Antonio Mesón, pertenecientes a la
jurisdicción de Guayubín. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal
conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
239
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de haber remitido un oficio al Señor
Brigadier solicitando el embargo de los reos
Seguidamente el Señor Fiscal pasó una comunicación al Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia solicitando de su autoridad ordene lo conveniente
para el embargo precautorio de los bienes de los reos en ésta causa y que pertenecen
a las Reservas Provinciales que son el Comandante D. Victorino Cordero, y los tenientes D. Benito Monción, Don Juan Ramón Reyes, Negro, y Don Eugenio Veliard. Todo
con arreglo a la Real Orden de 30 de marzo de 1824. Y para que conste por diligencia
lo firmó el Señor Fiscal conmigo Srio. que certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido.
Declaración del General de las Reservas D. Sebastián Reyes
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el General de
las Reservas Don Sebastián Reyes a quien dicho Señor le hizo prestar juramento con
arreglo a ordenanza por el que prometió decir verdad en cuanto fuere interrogado y
habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Ser y llamarse como queda dicho.
Preguntado.
Si conoce a Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, Comandante de las Reservas
diga la parte que haya tomado dicho Comandante en la revolución; dijo: Que es
público que el citado Dorsé fue llamado por tres veces al pueblo al sitio llamado El
Mangar con amenza de la vida la última vez si no se presentaba. Que en el pueblo
en los días que permaneció hasta que pudo fugarse permaneció como triste y separado de todos sin dar voto alguno en nada no siendo tampoco consultado en lo más
mínimo por los gefes de la rebelión atendido a que hera mal visto de ellos desde
que supieron que había sido él quien denunció al General Hungría la revolucion
que se proyectaba por los mismos poco después de la anexión ayudando a dicho
General a sofocarla hasta terminados completamente todos los acontecimientos.
Que sabe también por habérselo dicho el mismo Dorsé estaba sumamente disgustado por aquellos acontecimientos a los que había sido forzado acudir conviniendo
con el declarante aprovechar la primera coyuntura para fugarse lo cual no pudo
tener efecto por hacerlo precipitadamente el declarante. Que le es deudor a dicho
sujeto de la salvación de los efectos principales de su casa puesto que aconsejó a su
esposa sacara del pueblo todo lo que pudiese porque había oido rumores de que
su casa había de ser saqueada, custodiándola él en persona interin tenía efecto la
referida traslación por lo que puede asegurar que dicho individuo aunque presente
no tomó parte en la revolución.
240
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Si tiene algo más que añadir o quitar sobre lo que ha declarado; dijo: Que no tiene
más que decir y que lo dicho es la verdad a cargo de la palabra de honor que tiene empeñada en lo que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser mayor de
veinte y cinco años firmándolo con el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza, Sebastián Reyes.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Declaración del Capitán de las Reservas Don Ambrosio García
Acto continuo compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el Capitán de
las Reservas D. Ambrosio García a quien dicho Señor le hizo prestar juramento con
arreglo a ordenanza por el cual prometió decir verdad en cuanto fuere interrogado
y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Ser y llamarse como queda dicho.
Preguntado.
Si conoce a Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé Comandante de las Reservas y
sabe haya tomado parte en la revolución; dijo: Que conoce a dicho individuo y sabe
que fué mandado llamar por los insurrectos no habiendo querido acudir a dicho
llamamiento que fué requerido por segunda vez y pretestó hallarse enfermo y que
vuelto a llamar por tercera vez con la orden espresa de que se presentara aunque
fuere en un burro ó que de nó lo pasaría mal se había forzado a hacerlo y marchó a
presentarse recibiendo terminante orden de diariamente presentarse. Que se hallaba
completamente forzado por ser contrario a sus ideas como lo demuestra el haberse
fugado de entre los insurrectos tan luego pudo hacerlo y haber contribuido a sofocar
la rebelión que se proyectó en el mismo punto poco tiempo después de la anexión.
Preguntado.
Si sabe que haya desempeñado algún cargo ó le hubiesen conferido algún empleo; dijo: Que no sabe hubiera desempeñado cargo alguno y que aunque oyó decir
que fué nombrado Coronel le digeron igualmente había sido con obgeto de atraerlo
a su partido en vista del descontento que manifestaba.
Preguntado.
Si tiene algo más que añadir ó quitar a lo que lleva declarado; dijo: Que no tiene
que añadir ni quitar que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado en lo
que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser mayor de veinte
y cinco años firmándola el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza, A. García.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
241
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia remitiendo un oficio al señor Brigadier Gobernador
Seguidamente el Señor Fiscal recibió una comunicación del Señor Brigadier Comandante General la misma que con fecha de ayer me fué pasada por ésta fiscalía ordenando
la prisión al Capitán de las Reservas Don Alvaro de Peña informada por el Comisario
de Policía de ésta ciudad manifestándo no haber sido habido dicho individuo ni ser de
éste punto.Y decretado marginalmente por dicho Señor Brigadier a sus efectos en estas
actuaciones. Y de quedar unida la referida comunicación dispuso el Señor Fiscal hacerlo
constar por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico.
Diligencia uniendo el oficio de nombramiento
de oficiales defensores para los reos prófugos
En el mismo día mes y año dispuso el Señor Fiscal unir un oficio que en igual fecha
recibió del Señor Brigadier Comandante General en que le participa haber tenido ha
bien nombrar defensores del Comandante de las Reservas Provinciales Don Victorino
Cordero al Teniente del segundo batallón de la Corona Don Benito Gimeno, de los
tenientes de la Corona Don José Lombardera, de Don Juan Ramón Reyes, Negro, al
Teniente de San Marcial Don Eugenio Herrero y de los paisanos Norberto Torres al
Teniente de la Corona Don José Alis, de Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, al teniente
de San Marcial Don Ramón López, de Antonio González (a) Maló al Teniente de la
Corona Don Florencio Laura, de José Vicente de los Santos (a) El Inglés, al Teniente de
San Marcial Don Juan Cobos, de San Amequita al Teniente de San Quintín Don Juan
Menéndez, de Jacinto Ramos al Subteniente de San Quintín Pedro González , de Luis
de Sosa al Teniente de la Corona Don José Cano, de Alejandro Bueno al teniente de la
Corona Don Tomás Francisco, de José Sosa al Teniente de la Corona Don Luis Moreno,
de Cayetano Decaer al Subteniente de la Corona Don Luis Moreno, de Cayetano Decaer al Subteniente de San Marcial Don Joaquín Arnal, de Tomás Inglés al Subteniente
de San Quintín Don Alejandro Carpintier, de José de los Santos (a) Mayor Inglés, al Teniente de la Corona Don Diego Garre, de Antonio Meso al Subteniente de la Corona
Don Matías Fernández. Y de quedar unida dicha comunicación dispuso el Señor Fiscal
hacer la debida constancia firmándola conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
242
A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar Egecutiva
Fiscalía
Santiago de los Caballeros, 29 al 863.
Al Com. de policía de esta ciudad para que dé cumplimiento a la petición fiscal
devolviendo después esta comunicación a esta Com. Gral.
El Brigadier Comandante General
Firmado: Buceta.
Constando en la causa que me hallo instruyendo sobre la sublevación de Guayubín que el Capitán de las Reservas Don Alvaro de Peña se hallaba ausente en este
punto según las varias citaciones que de el se hicieron en el pueblo de Guayubín, he
de merecer de V. S. se sirva dar sus superiores órdenes a fin de que si efectivamente
se hayase en ésta ciudad, sea preso y puesto a disposición de ésta fiscalía por figurar
como unos de los reos en la citada causa.
Dios gde. a V. S. ms. as.
Santiago, 29 de abril de 1863.
El Capitán Fiscal.
Firmado: Vicente Atienza.
Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia.
243
A.G.I. CUBA 1011B
Comisaría Superior de Policía de Santiago de los Caballeros
El capitán de las Reservas Don Alvaro de Peña no se encuentra en ésta Ciudad ni
en ella hay quien le conozca, según los partes que he recibido de todos los Salvaguardias de la policía a quiénes dí órdenes para su persecución y captura, sin embargo se
continúa en la vigilancia de su paradero y si fuese hallado será puesto a disposición
del Señor Fiscal requirente.
Santiago, 29 de abril de 1863.
Firmado: Ramón Y. de David.
Santiago de los Caballeros, 30 de abril de 1863.
Al Sr. Fiscal para que en la causa a que corresponde obre los debidos efectos.
El Brigadier Comandante General.
Firmado: Buceta.
Comandancia General del Cibao
Conforme V. lo solicita en su comunicación fecha 29 del actual he tenido ha bien
nombrar defensores del Comandante de las Reservas Provinciales Don Victorino Cordero al Teniente del 2º. Batallón de la Corona Don Benito Gimeno, de los Tenientes
de las mismas Reservas D. Eugenio Veliar al Teniente de San Marcial D. Eugenio
Aguilar, de D. Benito Monción al Teniente de la Corona D. José Lombardero, de D.
Juan Ramón Reyes, Negro, al Teniente de San Marcial D. Eugenio Herrero, y de los
paisanos Norberto Torres al Teniente de la Corona D. José Alis, de Juan de la Cruz
Alvarez (a) Cacú, al Teniente de San Marcial Don Ramón López de Antonio González
(a) Maló, el Teniente de la Corona D. Florencio Lanzas, de José Vicente de los Santos
244
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
(a) El Inglés, al Teniente de San Marcial D. Juan Cobos, de San Amequita al Teniente
de San Quintín D. Juan Menéndez, de Jacinto Ramos al Subteniente de San Quintín
D. Juan Menéndez, de Luis Sosa al Teniente de la Corona D. Luis Moreno, de Cayetano Degler al Subteniente de San Marcial D. Joaquín Arnal, de Tomás Inglés al
Subteniente de San Marcial D. Joaquín Arnal de, José de los Santos (a) Mayor Inglés, al
Teniente de la Corona D. Diego Carre, de Antonio Mesón al Subteniente de la Corona D. Matías Fernández. Lo digo a V. como contestación a su ya citada comunicación.
Dios gde. a V. ms. as. Santiago 30 de abril de 1963.- Manuel Buceta.
Señor Capitán Fiscal del a Comn. Militar D. Vicente Atienza
Diligencia de haber
citado a los oficiales defensores para aceptar cargo
Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a cada uno de los señores
oficiales que comprende la relación diligencia anterior a fin de que se personen en esta
fiscalía con el obgeto de aceptar el cargo de oficiales defensores que les ha conferido el
Señor Brigadier Comandante General y presenciar las ratificaciones cuyos oficios fueron
dirigidos a los respectivos señores oficiales. Y para que conste por diligencia dispuso el
Señor Fiscal hacerlo constar firmándolo conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Diligencia remitiendo un oficio ordenando nuevamente
la prisión del Capitán de las Reservas Don Alvaro de Peña.
En dicho punto el día primero de mayo del referido año dispuso el Señor Fiscal
pasar atenta comunicación al Señor Brigaider Comandante General participándole
que en atención a lo que el Señor Comisiario de Policía dice respecto a la prisión
del Capitán de las Reservas Don Alvaro de Peña se solicitara del Señor Comandante
Militar de Guayubín para que previniese el arresto y conducción a ésta ciudad a dicho
Capitán por no poderse declarar prófugo interin sin que la autoridad militar de la
jurisdicción no lo declare así. Asimismo le dice dicho Señor Fiscal que si el referido
individuo se presentara estándo ya prócsima ésta causa para verse en Consejo de Guerra ó las citas de su indagatoria pudieran entorpecer el curso de los procedimientos,
se le formaría causa separada sacando para ello el correspondiente tanto de culpa.
Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacer la constancia debida
firmándola conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido.
245
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de haber
aceptado y jurado el oficial defensor
D. Benito Gimeno
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don Benito
Gimeno Teniente del Segundo Batallón de la Corona en virtud del oficio que dicho
Señor le pasó en veinte y nueve de marzo de dicho año de haberse nombrado por el
Señor Brigadier Comandante General defensor del Comandante de la Reservas Provinciales D. Victorino Cordero reo prófugo en ésta causa, cuyo encargo dijo aceptaba
y habiendo puesto la mano derecha tendida sobre el puño de su espada prometió
bajo su palabra de honor defender al espresado D. Victorino Cordero con verdad
arreglándose a lo que S. M. manda en sus Reales Ordenanzas; para que conste por
diligencia lo firmó el Señor Fiscal y presente secretario de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza, Benito Gimeno.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Siguen 16 diligencias en las que en los mismos términos que en la anterior se
hace constar la aceptación y juramento de los defensores de los reos prófugos de ésta
causa.
246
A.G.I. CUBA 1011B
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el General
de las Reservas Don Antonio Batista habiéndose presentado el Señor Fiscal conmigo
el Secretario en la Cárcel de ésta ciudad donde se halla preso dicho General y habiéndole hecho prestar juramento con arreglo a ordenanza prometió decir verdad en
cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse
como queda dicho.
Preguntado.
Si conoce a Alejandro Bueno y sabe la parte que haya tomado en la revolución así
como si dicho individuo fué el que quitó y rompió la bandera Española de Sabaneta;
dijo: Que hacía como un mes que tenía guardada la Bandera en la Comandancia
por no haber guarnición ninguna ni quien la pusiera de lo que tenía ya dado parte y
que cuando entraron los sublevados y Marte en unión de ellos para poner la bandera
Dominicana después de hacerlo pidieron al declarante la llave del cuarto en donde
se hallaba la bandera española lo que les fué negado en vista de lo que derribaron la
puerta y se apoderaron de ella siendo el primero que lo hizo el citado Alejandro Bueno haciéndola pedazos y sacándolos enganchados en la vayoneta de los fusiles siendo
dicho individuo uno de los que más trabajaron en la revolución.
Preguntado.
Si sabe donde se halla el referido Alejandro Bueno; dijo: Que lo ignora pero que
deberá estar junto con Santiago Rodríguez con quien siempre andaban y de quien
es cuñado.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir sobre lo que ha declarado; dijo: Que no tiene más que
decir, que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado en lo que se afirmó
y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser mayor de veinte y cinco años
firmándolo con el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza, Antonio Batista
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
247
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Declaración del
paisano José
Dolores Gómez
En dicho punto a los dos días del espresado mes y año compareció ante el Señor
Fiscal y presente Secretario el paisano José Dolores Gómez a quien dicho Señor le
hizo prestar juramento á ordenanza por el cual prometió decir verdad en cuanto
fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como
queda dicho y que se ocupa en las labores del campo.
Preguntado.
Si fué detenido por la guardia que en el sitio llamado de Gurabo mandaba el Alcalde de dicho punto Raimundo Jaque; dijo: Que yendo en busca de su madre que
se hayaba huyendo a consecuencia de los acontecimientos de Sabaneta fué detenido
por la referida guardia la cual le ató y robó diez pesos que llevaba siendo conducido
en la misma forma por el camino de Sabaneta hasta un punto llamado El Caimitico
en donde fue soltado porque habiendo encontrado en dicho sitio algunos que subían de Sabaneta y manifestándo que todos habían huido de dicho pueblo huyeron
también los que le conducían temerosos de ser pillados.
Preguntado.
Si tiene conocimiento de que lo que con él se hizo se efectuara con algún otro
individuo en la misma guardia; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta.
Preguntado.
Si sabe que Raimundo Jaque fuese unos de los principales cabecillas de la rebelión en Sabaneta; dijo: Que lo ignora.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir o quitar; dijo: Que no tiene más que añadir ni quitar
bajo el juramento prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración; dijo: Ser mayor de veinte y cinco años haciendo la señal de la cruz por no
saber escribir y firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Vicente Atienza
(Hay una cruz en tinta)
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Declaración indagatoria del Comandante de las R.
D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal previa citación, el Comandante
de las Reservas D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, a quien dicho Señor le enteró que
248
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
iba a prestar su primera indagatoria manifestándole la obligación que tenía de decir
verdad en lo que fuere interrogado, lo que ofreció y.
Preguntado.
Por su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho de edad de cuarenta y ocho años natural de Guanaiba (Haití) avecindado en
Guayubín de religión (C. A. R.) y que es Comandante de las Reservas Provinciales
clasificado en pasivo.
Preguntado.
Donde se encontró durante los acontecimientos que tuvieron lugar en Guayubín
en el mes de febrero próximo pasado; dijo: Que hallándose en su casa cuando estalló
la revolución le fueron a buscar de parte del General Lucas y de Norberto Torres para
que se les reuniera, a lo cual contestó que se hallaba enfermo y que no podía moverse de su casa. Que por segunda vez lo volvieron a llamar y tampoco quizo acudir
pretestándo la misma causa de la enfermedad que en virtud a tanta negativa fué por
tercera vez llamado diciéndole que si no acudía de cualquier modo que fuera irían
por él y lo llevarían a la fuerza. Que entonces sabiendo la enemistad que con él tenían
dichos individuos porque al poco tiempo de la anexión el que declara descubrió a la
autoridad la revolución que fraguaban en contra del Gobierno, temió una venganza
por su parte y se fué a presentar porque aun cuando hubiera querido escaparse del
punto que estaba se hallaba por todas partes rodeado de partidas de ellos y no lo hubiera conseguido. Que tan luego como llegó fué reprendido por dichos individuos
ordenándole terminantemente que todos los días por la mañana se les presentara
para recibir órdenes comprendiendo por esto y por lo que supo después de que
estaba mandado vigilar. Comprendió que se hallaba en clase de preso en el pueblo
que durante su permanencia entre los insurrectos no tomó participación alguna en
los asuntos políticos no fué consultado para nada manifestándo en sus palabras y
acciones el disgusto que sentía al verse precisado a estar presente en acontecmientos
tan contrarios a lo que le sentía por que había jurado defender el Gobierno Español
y a él sólo le debía respeto y obdiencia. Que sin embargo de estar siempre vigilado
convino con el General Reyes en fugarse en la primera oportunidad que hubiera
contribuyendo en cuanto pudo a salvar los efectos de la casa de dicho General que se
haya amenazado de un saqueo. Que dicho General logró fugarse repentinamente y
no dió conocimiento alguno a el que declara sintiéndolo extraordinariamente por lo
que tenían ya convenido pero que a los dos días de haberse marchado dicho General hayó una ocasión favorable y huyendo por entre el monte se dirigió a encontrar
al General Hungría y fuerzas Españolas reuniéndose con ellos en el punto llamado
Alto del Medio que desde ese momento siguió con dicho General y la fuerza en persecución de los rebeldes habiendo permanecido siempre fiel al Gobierno de S. M.
hasta el momento presente en que requerido por la autoridad se ha presentado para
obedecer a lo que le ordenen.
249
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si los insurrectos le confirieron algún empleo le dieron alguna comisión ó le hicieron desempeñar algún cargo; dijo: Que no desempeñó cargo ni comisión alguna
sabiendo que lo nombraron Coronel por haberlo oido nombrar en la Plaza cuando
publicaron los demás nombramientos pero como no fue según esperaban a dar las
gracias por la elección ni aceptó dicho nombramiento se hizo doblemente sospechoso para ellos que lo habían elevado al referido empleo para atraerlo a su partido y fué
mandado vigilar con más cuidado desde entonces.
Preguntado.
Si antes que estallase la revolución tuvo conocimiento de ella; dijo: Que del mismo modo que en la época anterior dió conocimiento de ella a la autoridad lo hubiera
hecho ahora, que nada sabía y que todos se ocultaban de él porque conocían sus
ideas.
Preguntado.
Quiénes eran los que figuraban al frente de la revolución y qué comisiones desempeñaban; dijo: Que los que mandaban como principales Gefes de todo eran el
General Lucas, Norberto Torres, Benito Monción y Cacú los que siempre estaban
unidos y consultando unos con otros, que además de los espresados individuos figuraban otros muchos pero que los principales eran los ya referidos y que como el
declarante siempre andaba solo sin querer mezclarse en nada puede decir que no fué
ni aún testigo de lo que pasó.
Preguntado.
Si conoce a José Ramón Torres, Juan Ramón Reyes, Raimundo Jaque, Pablo Aquino, Alvaro de Peña y San Batista y sabe la parte que cada uno haya tomado en la
revolución; dijo: Que como no se movía de su casa más que para la presentación que
diariamente tenía que hacer, ecepto Raimundo Jaque y Pablo Aquino que como son
de Sabaneta no los vió, a los demás los hallaba algunas veces por la calle menos a Juan
Ramón Reyes que lo veía escribiendo en la Comandancia.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir sobre lo que ha declarado; dijo: Que no tiene más que
decir que lo dicho es la verdad según lo que ofreció en lo que se afirmó y ratificó leída
está su declaración indagatoria y por no saber escribir hizo la señal de cruz firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza
(Hay una cruz en tinta)
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
250
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia razonando la causa de no proceder contra
Comandante de las Reservas D. Juan Carlos Francisco
el
Seguidamente el Señor Fiscal dispuso no proceder más contra el comandante de
las reservas clasificado en pasivo Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, porque si bien
aparece en la relación que se supone echa por los insurrectos y que figura al folio 50
de ésta causa con el empleo de Coronel y si bien varios testigos dicen haberlo visto
entre los insurrectos y conferido el empleo de Coronel no se le imputa falta alguna
ni hay constancia de que hubiese mandado fuerzas ni desempeñando comisión ni
cargo alguno teniendo a su favor primeramente un certificado del Sor. General Don
Jose Hungría por el que acredita haber permanecido a fuerza entre los insurrectos
fugándose en cuanto hayó ocasión presentándose a dicha autoridad y fuerzas que
mandaba antes de la evacuación del pueblo de los rebeldes así como que en época
anterior había denunciado a la autoridad una rebelión que en igual sentido que la
pasada se proyectaba ayudándola hasta su completa sofocación. Tiene además las declaraciones de varios individuos que acreditan todos los estremos de dicho certificado
haciendo además constar en ella que si le fué conferido el empleo de Coronel, tuvo
obgeto atraerle a su partido al que sabían que no era afecto. En su virtud el Señor
Fiscal dispuso no continuar los procedimientos contra dicho individuo por no resultar contra él culpabilidad alguna. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor
Fiscal hacer la debida constancia firmándola dicho Señor conmigo el Secretario de
que certifico.
Frimado. Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de haber sacado tanto de culpa del capitán
Reservas D. Alvaro de Peña para formarle causa separada
de las
Seguidamente el Señor Fiscal en atención a que la culpabilidad que resulta en
éste proceso contra D. Alvaro de Peña Capitán de las Reservas exige oir sus descargos
evacuando las citas que puedan resultar y embaranzando éste echo el curso normal
de los procedimientos contra los demás individuos que comprenden ésta causa dispuso el Señor Fiscal eliminarlo de ella sacando el correspondiente tanto de culpa y
formando para él separadas actuaciones, todo lo que se efectuó acto continuo. Y para
la debida constancia dispuso el Señor Fiscal se anotara por diligencia firmándola
conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido.
251
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de haber
procedido a tomarles las confesiones a los reos
En el referido punto a los cuatro días del espresado mes y año dispuso el Señor
Fiscal proceder a tomar las confeciones de los reos en atención a que debe retrasarse
aun varios días la llegada del interrogatorio que con fecha treinta del mes anterior se
remitió al pueblo de Guayubín para que fuera evacuado en varios individuos de la jurisdicción de aquel punto y como quiera que el obgeto del indicado interrogatorio es
sólo para la aclaración de un echo de un solo individuo y puede en cualquier tiempo
unirse a las actuaciones en virtud a que deben venir ratificadas las declaraciones que
comprenda y no deben sufrir retraso los demás individuos comprendidos en ésta causa determinó el Señor Fiscal proceder como ya se ha dicho a tomar las confesiones a
los acusados y no suspender las actuaciones por la espera del referido interrogatorio.
Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacer la debida anotación
firmándola conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido.
Nombramiento de defensor
Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario pasó a la Cárcel
de ésta Ciudad donde se haya preso el paisano José Ramón Torres acusado en éste
proceso para recibirle su confesión a quien le hizo saber se iba a poner en Consejo
de Guerra y previno eligiera un oficial para que pudiera defenderlo en la presente
causa y por mí el Secretario se le leyó la lista de todos los Señores Oficiales subalternos presentes en ésta Plaza y habiéndolo bien oido nombró a Don José María Cuervo
Teniente del Batallón de San Marcial y para que conste por diligencia lo firmó el
Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Incontinente preguntado por su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo:
Que se llama Jose Ramón Torres es de treinta y dos años de edad natural de Dajabón,
avecindado en Monte Cristi en Santana de religión (C.A. R.) y que se ocupa en las
labores del campo.
Preguntado.
Leídas que le fueron las declaraciones que tiene prestadas a los folios 53 y 57 de
ésta causa si es lo mismo que ha declarado si tiene que añadir ó quitar si las firmas
252
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
que la autorizan son de su puño y letra y si se afirma y ratifica en su contenido; dijo:
Que las declarciones que tiene prestadas son las mismas que se le han leído que no
tiene que añadir y ratifica en su cotenido.
Preguntado.
Si sabe la causa por que se haya preso; dijo: Que fue arrestado por el señor Brigadier Comandante General ignorando cual sea la causa.
Preguntado.
De qué puntos eran los individuos que entraron con él en Guayubín y a que números
ascendían; dijo: Que no entró con fuerza alguna en dicho punto que cuando él llegó había unos seis o siete hombres en el camino cerca de Juan Gómez los que pertenencientes
al Batallón del Comandante Victorino Cordero se hallaban esperándole para reunírsele
y que habiendo sabido que ya Guayubín se había capitulado se dirigió al pueblo al que le
acompañaron los referidos individuos pero sin que él los fuese mandando.
Reconvenido.
Cómo dice que no mandaba fuerzas a la entrada de Guayubín cuando consta en
la causa que entró en dicho punto con gente de los campos; dijo: Que no entró con
más gente que los hombres referidos que como lleva dicho no iban a su mando.
Preguntado.
De orden de quien fué mandanda la partida que escoltaba al destacamento capitulado de Guayubín; dijo: Que fué por favor especial pedido al General Lucas con
obgeto de tener una escusa para marcharse a su casa lo que efectuó pues no acompañó a dicho destacamento más que hasta su misma casa como sucedió puesto que
a las cinco de la tarde cuando dicho destacamento se volvió a poner en marcha para
Monte Cristi aseguró al Coronel Gobernador que desde allí para abajo no había
quien les disparase un tiro.
Preguntado.
Si regresó inmediatamente al pueblo ó cuando lo efectuó y por qué causa; dijo:
Que a los dos o tres días fue al pueblo a buscar al médico Don Juan García Bega para
que visitas un niño que él tenía enfermo pero que no lo pudo conseguir por haberle
dicho el referido Don Juan que tenía miedo de salir fuera del pueblo por lo que tuvo
que regresar a su casa llevando dicho niño enfermo para su curación razón por la que
permaneció en el pueblo durante la sublevación.
Preguntado.
Que mandos tubo en Guayubín durante la rebelión y qué comisiónes desempeñó
asi como si le fué conferido algún empleo; dijo: Que niega todos los estremos de la
pregunta.
253
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
En qué casa vivió mientras permaneció en Guayubín; dijo: Que en la casa de su
madre que se haya enfrente de la casa de la querida de Don Juan, El Médico.
Preguntado.
Si en la referida casa habitaba también su hermano Norberto; dijo: Que dicho su
hermano vivía en casa de su querida al otro estremo del pueblo.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir o alegar en su favor; dijo: Que no tiene más que decir
y lo dicho es la verdad según lo que prometió afirmándose y ratificándose leída que
le fué ésta su confesión firmándola con el Señor Fiscal y presente Secretario de que
certifico.
Firmado: Vicente Atienza, J.R: Torres.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Nombramiento de defensor
Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario pasó a la Cárcel de
ésta Ciudad donde se halla preso el paisano Juan Ramón Reyes, Blanco, acusado en éste
proceso, para recibirle su confesión á quien le hizo saber se iba a poner en Consejo
de Guerra y previno eligiera un oficial para que pudiera defenderle en la presente
causa y por mí el Secretario se le leyó la lista de todos los Señores Oficiales subalternos
presentes en ésta Plaza y habiéndolo oido bien enterado de todo nombró a Don León
Sánchez Aguiñido Teniente del Segundo Batallón de la Corona y para que conste por
diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Vicente Atienza
Juan Rueda Garrido.
Confesión del
acusado Juan
Ramón Reyes,Blanco
Incontinentemente preguntado por su nombre, edad, patria, religión y empleo;
dijo: Que se llama Juan Ramon Reyes (a) Blanco, de treinta cuatro años religión (C.
A. R.) y de estado soltero.
Preguntado.
Leída que le fué su declaración que obra al folio 101 vuelto de ésta causa si es lo
mismo que a declarado si tiene que añadir ó quitar si la firma que la autoriza es de
254
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
su puño y letra y si se afirma y ratifica en todo su contenido; dijo: Que la declaración
que se le ha leído es la misma que prestó que no tiene más que añadir ni quitar que la
firma que la autoriza es de su puño y letra y que se afirma y ratifica en su contenido.
Preguntado.
Si sabe por qué se haya preso; dijo: Que lo ignora.
Preguntado.
Si tubo conocimiento alguno de la revolución antes que esta tuviera efecto diga
por quién y si citó a algunas personas para que concurriesen al movimiento revolucionario; dijo: Que hallándose en El Mangar adonde le había conducido la señal de alarma que había en Sabaneta el General Lucas y Norberto Torres le ordenaron marchar
para avistarse con Pepillo y decirle en nombre de los referidos Lucas y Norberto que
lo esperaban pero que no habiéndolo encontrado se volvió a decirle a su familia que
hacía seis u ocho días que se hallaba en Puerto Plata. Que a la vuelta para Guayubín
pasó por la casa de Manuel de Peña y le dió la orden en nombre de Norberto y Lucas
que reuniera la gente de su sección y marchara hacia Guayubín y preguntado por dicho Peña qué era lo que ocurría le dijo se encontraba puesta la bandera Dominicana
en Sabaneta y Guayubín marchando enseguida acompañado tan solo del dragón que
llevaba hacia el referido punto de Guayubín.
Preguntado.
Con qué fuerzas entró en Guayubín de qué punto las había reunido y a qué número ascendían; dijo: Que no entró con ninguna gente en el pueblo.
Reconvenido.
Cómo niega haber entrado mandando fuerzas en Guayubín cuando aparece en
autos que así sucedió; dijo: Que cómo era posible que él mandase tropas cuando
había oficiales al frente de ellas tales como el Comandante Abelino y los capitanes
Manuel Peña y Luis son todos de Villalobos formando un total de cuarenta hombres
los que reunidos pertenecían unos al referido punto de Villalobos y otros a Guayubín mandados por Lucas y Norberto para entrar acompañando a los primeros cuya
fuerza hayó el declarante a la entrada del pueblo entrando casi con ellos por lo que
habrán tal vez dicho que mandaba las fuerzas.
Preguntado.
Cuanto tiempo permaneció en el pueblo entre los insurrectos qué cargos desempeñó y qué empleos le fueron conferidos; dijo: Que permaneció hasta la noche en
que todos se retiraron habiéndolo nombrado el General Lucas para escribirle lo que
se ocurriera nombrándole después Capitán y Ayudante no habiendo desempeñado
servicio alguno por tener las tropas suficiente número de oficiales.
255
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Si la noche que dice que abandonó el pueblo lo hizo sólo o acompañado de alguien,
quiénes eran estos y adónde se dirigieron; dijo: Que salió sólo y que fué el primero que
abandonó el pueblo con pretesto para poder pasar la barca de ir a Sabaneta llevando
un correo marchando desde allí para su casa de la Ciénaga de donde se dirigió al día
siguiente al lugar de los arroyos para saber el paradero de los que quedaron aquella
noche en Guayubín y el resultado de lo que ocurrió. Que en dicho punto le dijo Juan
Bautista Chabó dueño de la casa en que se apeó que habían pasado por allí el General
Lucas y Norberto Torres con dirección al Paso y que en Guayubín todo era ya un desorden que enseguida emprendió la marcha para encontrarlos lo que sucedió encontrando en dicho punto que es la misma frontera a los referidos acompañados de D. Diego
Crespo habiéndole manifestado que aún no les había sido posible ver al General Simón
por hallarse de Tourné y en su consecuencia resolvieron regresar a casa de Chavó a
pasar la noche como lo efectuaron volviendo al siguiente día con igual obgeto y viendo
a dicho General pero que no pudo saber lo que hablaron porque no posee el francés
que tan sólo sabe que no les había dejado entrar dicho General por lo que regresaron
hasta cerca de Sabaneta el General y él solos con obgeto de ver si podían poner aquello
en orden y acogerse a la promesa de indulto que el General había mandado lo cual
no pudo tener efecto por que varios le digeron en el camino que no se espusiera que
peligraba su vida pues que por su causa se había perdido a Guayubín que los habían
engañado y otras muchas cosas más que les obligaron a refugiarse al Monte cada uno
por su lado hasta que al cabo de algunos días recibió el decreto de indulto del Capitán
General y se presentó inmediatamente en Guayubín.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir ó alegar en su favor; dijo: Que no tiene más que decir
y que lo dicho es la verdad según lo ha prometido afirmándose y ratificándose leída
que le fue esta su declaración firmándolo dicho Señor conmigo el Secretario.
Firmado: Vicente Atienza, J. Reyes.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Diligencia avisando al Oficial defensor
Acto seguido dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a Don José María Cuervo Teniente del Batallon de San Marcial avisándole que el reo José Ramón Torres le
había nombrado defensor suyo. Y para que conste por diligencia la firmó el Señor
Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido.
256
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia de haber
aceptado y jurado el oficial defensor
D. José María Cuervo
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don José
María Cuerbo Teniente del Segundo Batallón de la Corona número tres en virtud del
oficio que dicho Señor le encargó dijo aceptaba y habiéndole exigido el juramento
de ordenanza prometió bajo su palabra de honor defender a José Ramón Torres con
verdad arreglándose a ordenanzas. Y para que conste con diligencia lo firmo con
dicho Señor y el presente Secretario.
Firmado: Vicente Atienza
José María Cuervo.
Ant mí: Juan Rueda Garrido.
Diligencia avisando al oficial defensor
Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a Don León Sánchez
Teniente del Segundo Batallón de la Corona número tres avisándolo que el reo Juan
Ramón Reyes, Blanco, le había nombrado defensor suyo. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de haber
aceptado y jurado el oficial defensor
Don León Sánchez
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don León
Sánchez Aguiñido Teniente del Segundo Batallón de la Corona número tres en virtud del oficio que dicho Señor le encargó dijo aceptaba y habiéndole exigido el juramento de ordenanza prometió bajo su palabra de honor defender a Juan Ramón
Reyes, Blanco, en verdad arreglándose a ordenanza. Y para que conste por diligencia
lo firmó con dicho Señor y el presente Secretario.
Firmado: Vicente Atienza.
León Sánchez de A.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
257
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Nombramiento de defensor
Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario pasó a la cárcel de
ésta ciudad donde se haya preso el paisano Raimundo Jaque acusado en éste proceso
para recibirle su confesión á quien le hizo saber se iba a poner en Consejo de Guerra
y previno eligiera un oficial para que pudiera defenderle en la presente causa y por
mí el Secretario se le leyó la lista de todos los Señores oficiales subalternos presentes
en ésta plaza y habiendo sido bien enterado de todo nombró a Don Antonio Martinez Subteniente del Batallon de San Quintín. Y para que conste por diligencia lo
firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Confesión del
acusado
Raimundo Jaque
Incontinentemente preguntado por su nombre, edad, patria, estado, religión y
empleo; dijo: Que se llama Raimundo Jaque de cuarenta años de edad natural de
Maho en Gurabo avecindado en Sabaneta, de estado viudo, de religión (C.A.R.) y
que era Alcalde Pedáneo del pueblo de Gurabo.
Preguntado.
Si sabe porque está preso; dijo: Que lo ignora.
Preguntado.
Leída que le fué su declaración que obra al folio 106 vuelto de ésta causa si es la
misma que prestó si tiene algo que añadir o quitar si reconoce por suya la señal de
cruz que la autoriza y si se afirma y ratifica en su contenido; dijo: Que la declaración
que se le a leído es la misma que prestó, que no tiene que añadir ni quitar que la
señal de cruz que la autoriza es de su propia mano y que se afirma y ratifica en su
contenido.
Preguntado.
Si la guardia que mandaba en Gurabo era por orden verval ó escrita de Santiago
Rodríguez y cual fue la que recibió; dijo: Que fué orden por escrito según carta que
presenta de dicho Santiago Rodríguez la que queda unida a continuación.
Preguntado.
Si escribió él carta alguna a dicho Santiago Rodríguez dándole parte de algún hecho de la revolución o pidiéndole municiones ú hombres para su guardia; dijo: Que
nunca le había escrito carta alguna.
258
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Reconvenido.
Como niega haber dirigido carta alguna a Santiago Rodríguez cuando obra al
folio 145 de ésta causa una que le escribió desde Guayubín y se le lee; dijo: Que él no
sabe escribir y que por lo tanto no puede haberla escrito así como niega también que
la mandase escribir.
Preguntado.
Si en la citada guardia se detuvo alguna persona ó se le despojó de dinero ó
efectos; dijo: Que no sabe se detuviera persona alguna más que al joven José Dolores
Gómez pero que ignora si se le despojó de cantidad alguna.
Reconvenido.
Como niega que se la quitara cantidad alguna al citado José Dolores cuando consta que quedó responsable al General Polanco de satisfacerle dicha suma; dijo: Que es
cierto contestó a dicho General que él lo pagaría aún cuando no tenía conocimiento
de semejante hecho.
Preguntado.
Si se presentaron muchos individuos sin pasaporte de D. Santiago Rodríguez y
qué se hizo con ellos por la citada guardia; dijo: Que no recuerda hubieran pasado
más que dos individuos a los cuales no les detuvo.
Reconvenido.
Como niega que no se detuvo a persona alguna cuando obra en autos que por
la guardia se rompían los pasaportes a los individuos que no los llevaban de dicho
Alcalde y se conducían amarrados y presos para Sabaneta; dijo: Que el único que se
amarró en su guardia fué a José Dolores sin que tuviera conocimiento de que se hubiera mandado hacer lo mismo con otro alguno.
Preguntado.
De cuánta fuerza se componía la guardia que mandaba; dijo: Que contaba solo de
seis hombres puesto que los más que habían algunas veces eran de los que iban para
abajo y pasaban allí un rato solos a con sus familias algunos.
Reconvenido.
Cómo dice que constaba solo de seis hombres cuando aparece que la componían
como unos cuarenta hombres; dijo: Que se atiene a lo que ha contestado.
Preguntado.
Si estuvo en algún otro punto o siempre permaneció en la referida guardia; dijo:
Que a los pocos días de estar mandando dicha guardia se presentó Justo Carrasco
con una partida de Sabaneta para hacerse cargo de ella según una carta de Santiago
Rodríguez cuya carta nunca se la leyeron por lo cual tuvo con dicho Carrasco una
259
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
cuestión pero que sin embargo le hizo entrega de la guardia volviendo a encargarse
de ella cuando el citado Carrasco marchó para arriba con su gente por no quererlo
seguir el que declara a quien le dijo estaba muy a disgusto según se conocía y llamando a su gente les dijo si estaban todos dispuestos a morir por él y contestándole que sí
marchó con ellos que venían como unos treinta por el Camino de ésta Ciudad.
Preguntado.
Si Pedro Almonte fué como dice en su declaración a pedirle gente que le acompañase o el declarante con algún obgeto lo mandó alguna parte; dijo: Que se atiene
a lo que en aquella fecha manifestó.
Reconvenido.
Cómo niega haber dado orden alguna a Pedro Almonte cuando aparece que le
mandó a la casa de Bonifacio Nuñez vecino de Piloto con obgeto de llevarlo a su presencia por saber que dicho individuo era un espía del General Polanco; dijo: Que no
es cierto el cargo que se le hace.
Preguntado.
Si fué a presentarse al Comandante General cuando recibió orden de hacerlo;
dijo: Que el General Polanco le dió orden de presentarse pero que no pudo hacerlo
en el momento por hallarse enfermo haciéndolo cuando se puso bueno al General
López Comandante Militar de Sabaneta el que lo arrestó en el mismo día.
Reconvenido.
Cómo dice haber sido su enfermedad la única causa para no presentarse cuando
habiendo sido requerido por la autoridad y no lo encontraron en su casa; dijo: Que
se hallaría tal vez en la Sierra en casa de su hermano.
Preguntado.
Si según la carta que ha entregado en esta fiscalía del Señor Alcalde de Sabaneta
a Don Santiago Rodríguez cumplimentó todas las órdenes que se le dió, dijo: Leída
que le fué la referida carta que solo nombró la guardia poniéndose al frente de ella
pero que no citó a nadie más.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir ó alegar en su favor; dijo: Que no tiene más que decir
y que lo dicho es la verdad según ofreció y por no saber escribir hizo la señal de cruz
firmándola conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
(Hay una cruz en tinta)
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
260
A.G.I. CUBA 1011B
Sabaneta, 21 de febrero de 1863.
Señor Alcalde Pedáneo.
Hahora que son las 10 hace dos horas que se ha enarbolado el pabellón Dominicano; por tan inmediatamente reciba Vd. ésta pasará Vd. órdenes a todos los oficiales
bajo su mando que nombren todos los hombres sin ecepción de personas se presente
a ésta plaza con sus armas en el mejor estado advirtiéndole que en pudiendo tomar
las armas no debe quedarse nadie quedando el cumplimiento de ésta orden bajo su
responsabilidad. Dejando solamente 20 hombres de guardia en el camino de la bajada de La Cahoba para impedir el que pase ningún español ni menos ningún grupo
de hombres armados a menos que se presente uno a uno.
Dios Guarde a Ud. ms. años.
El Coronel Encargado.
El Alcalde
Firmado: Santiago Rodríguez.
261
A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia avisando al oficial defensor
Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a Don Antonio Martínez Subteniente del Batallón de San Quintín avisándole que el reo Raimundo Jaque
le había nombrado defensor suyo. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor
Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de haber
aceptado y jurado el oficial defensor
D. Antonio Martínez
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente secretario Don Antonio Martínez Subteniente del Batallón de San Quintín en virtud del oficio que dicho
Señor le encargó dijo aceptaba y habiéndole exigido el juramento de ordenanza prometió bajo su palabra de honor defender a Raimundo Jaque en verdad arreglándose
a ordenanza. Y para que conste por diligencia lo firmó con dicho Señor y el presente
Secretario.
Firmado: Vicente Atienza.
Antonio Martínez.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Nombramiento de defensor
Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario pasó a la Cárcel de
ésta Ciudad donde se haya preso el paisano Pablo Aquino acusado en éste proceso
para recibirle su confesión a quien se le hizo saber se iba a poner en Consejo de Gue262
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
rra, y previno eligiera un oficial que pudiera defenderle en la presente causa y por mí
el Secretario se le leyó la lista de todos los Señores oficiales subalternos presentes en
ésta Plaza y habiendo oido bien enterado de todo nombró a Don León Sánchez Aguiniño Teniente del Segundo Batallón de la Corona número tres. Y para que conste por
diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Incontinente preguntado por su nombre, edad, patria, religión, estado y empleo; dijo: Que se llama Pablo Aquino de cuarenta y dos años de edad natural de
Las Matas de San Juan avecindado en Sabaneta de religión (C.A.R.) de estado
casado y que se ocupa las labores del campo.
Preguntado.
Leídas que le fueron las declaraciones que tiene prestadas al folio 117 vto. De ésta
causa si es lo mismo que ha declarado si tiene que añadir ó quitar se reconoce la señal
de cruz que la autoriza y es de su propia mano y se afirma y ratifica en su contenido
dono que la declaración que se le ha leído es la misma que prestó que no tiene que
añadir ni quitar que la señal de cruz que la autoriza es de su propia mano y que se
afirma y ratifica en su contenido.
Preguntado.
Si sabe porque está preso; dijo: Que lo ignora.
Preguntado.
Qué cargos desempeñó en los días de la insurrección de Sabaneta y quien se los
confió; dijo: Que cuando estalló la revolución se presentó como ya tiene dicho al
que era Gefe de la Plaza General Don Antonio Batista de quien recibió órdenes que
comunicó porque le debía el respeto y consideración de primer autoridad y creía con
esto cumplir así con su deber que dicho Gefe le nombró Comandante de su Estado
Mayor pero que no quiso aceptar este empleo porque hacía tiempo se hallaba retirado y no quería antender más que en su trafico de Buelles.
Reconvenido.
Como dice que obedeció al General Batista por creer la Autoridad legal cuando
veía enarbolado el pabellón Dominicano y debía saber que dicho General y tropas
que mandaba se habían sublevado contra el Gobierno de S. M. dijo: Que el se presentó sólo en defensa del Gobierno Español ignorando los proyectos del General
Batista.
263
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Qué órdenes comunicó de dicho General a qué personas y en qué puntos; dijo:
Que no comunicó más órdenes que la dicha en su declaración de retirarse las tropas.
Reconvenido.
Como dice que no comunicó más órdenes que la referida cuando aparece en la
causa que era él quien de orden del General Batista se entendía con los Gefes que
había en la Plaza; dijo: Que se atiene a lo que ya ha contestado.
Preguntado.
Si tiene que decir algo más o alegar en su favor; dijo: Que no tiene más que decir
y que lo dicho es la verdad según lo que ofreció y por no saber escribir hizo la señal
de cruz firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta)
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Nombramiento de defensor
Acto continuo el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario pasó a la Cárcel
de ésta Ciudad donde se haya preso el paisano Juan Bautista Gómez (a) San Batista, acusado en éste proceso para recibirle su confesión a quien se le hizo saber se
iba a poner en Consejo de Guerra y previno eligiera un oficial para que pudiera
defenderle en la presente causa y por mí el Secretario se le leyó la lista de todos los
señores oficiales subalternos en ésta Plaza y habiéndolo oido bien enterado de todo
nombró a Don Julián Herminia Casares Teniente del Segundo Batallón de la Corona. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario
de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Confesión del
acusado Juan
Bautista Gómez (a) San Batista
Seguidamente preguntado por su nombre, edad, patria, religión estado y empleo;
dijo: Que se llama Juan Bautista Gómez (a) San Batista, de veinte y seis años de edad
natural de Santiago de los Caballeros avecindado en La Antonia de estado soltero y
de religión (C.A.R.) y que se ocupa en las labores del campo.
264
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Leída que le fué su declaración que tiene prestada al folio 118 de ésta causa si es
lo mismo que ha declarado, si tiene que añadir ó quitar si la señal de cruz la reconoce
por suya y si se afirma y ratifica en su contenido; dijo: Que la declaración que se la
ha leído es la misma que tiene prestada que no tiene que añadir ni quitar siendo la
señal de cruz que la autoriza de su propia mano y que se afirma y ratifica en todo su
contenido.
Preguntado.
Si sabe la causa porque se haya preso; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta.
Preguntado.
Quién le ordenó ir a Sabaneta cuándo y con qué obgeto; dijo: Que como ya tiene
referido en su declaración fué requerido en su propia casa por el General Lucas y
Norberto Torres Comandante de la Caballería a que él pertenece como dragón que
es y que le obligaron a ir a Sabaneta acompañado a los sugetos que ya dijo pero ignorando la comisión que llevaba.
Reconvenido.
Cómo dice que ignoraba la comisión que llevaba cuando aparece que fué el comisiónado para enarbolar la bandera Dominicana en el pueblo de Sabaneta; dijo: Que
se atiene a lo que ha contestado.
Preguntado.
Si se le confirió algún cargo ó empleo entre los sublevados; dijo: Que lo ignora.
Reconvenido.
Cómo dice que ignora que le confirien ningún cargo cuando obra en autos que lo
hicieron Alférez en la revolución; dijo: Que tal vez lo harían pero que él no lo sabe.
Preguntado.
Cuánto tiempo estubo con los sublevados; dijo: Que cuando regresó de Sabaneta
marchó enseguida para su casa donde como ya dijo en su declaración volvieron a
buscarlo.
Preguntado.
Si en Sabaneta presenció el hecho de haber sacado de la Comandancia y roto la
Bandera Española poniendo los pedazos de ella en las puntas de las bayonetas; dijo:
Que no presenció lo que se le pregunta.
265
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Reconvenido.
Cómo dice no tener conocimiento de éste hecho cuando aconteció inmediatamente después de poner la bandera Dominicana; dijo: Que no lo presenció porque
en el momento que vió la bandera se puso en marcha para Guayubín y cuando se
dispararon los tres cañonazos de alarma estaba ya lejos del pueblo.
Preguntado.
Si tiene algo más que decir ó alegar en su favor; dijo: Que no tiene más que decir
y que lo dicho es la verdad según lo ofreció haciendo la señal de cruz por no saber
escribir y firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
(Hay una cruz en tinta)
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
266
A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia avisando al oficial defensor
Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a Don León Sánchez
Teniente del Segundo Batallón de la Corona avisándole que el reo Pablo Aquino le
había nombrado defensor suyo. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor
Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de haber
aceptado y jurado el oficial defensor
D. León Sánchez
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don León
Sánchez Teniente del Segundo Batallón de la Corona en virtud del oficio que dicho
Señor le encargó dijo aceptaba y habiéndole exigido el juramento de ordenanza
prometió bajo su palabra de honor defender a Pablo Aquino en verdad arreglándose
a ordenanza y para que conste por diligencia lo firmó con dicho Señor y presente
Secretario.
Firmado Vicente Atienza.
León Sánchez.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Diligencia avisando al Ofl. Defensor
Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a Don Julián Hermida
y Cásares Teniente del Segundo Batallón de la Corona avisándole que el reo Juan
267
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Bautista Gómez (a) San Batista, le había nombrado defensor suyo. Y para que conste
por diligencia la firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de haber
aceptado y jurado el
Ofl. Defensor D. Julián Hermida
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don Julián
Hermida y Cásares Teniente del Segundo Batallón de la Corona en virtud del oficio
que dicho Señor le encargó dijo aceptaba y habiéndole exigido el juramento de ordenanza prometió bajo su palabra de honor defender a Juan Bautista Gómez (a) San
Batista en verdad arreglándose a ordenanza. Y para que conste por diligencia lo firmó
el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Vicente Atienza.
Julián Hermida.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
del
Diligencia de haber unido un oficio
Señor Presidente de la Comisión Militar.
En el dicho punto a los cinco días del espresado mes y año el Señor Fiscal recibió
una comunicación del Señor Presidente de la Comisión Militar que se une a continuación en la que le ordena quede sin efecto el nombramiento de oficiales defensores para los reos prófugos si ya estubiesen nombrados por la autoridad Militar de la
Provincia. Y como quiera que dichos señores oficiales no sólo han sido nombrados si
no que tienen ya firmada su aceptación y han jurado su cargo dispuso el Señor Fiscal
unir el oficio de que a echo mención para que queden anuladas las referidas diligencias en aceptación y juramento. Y para la debida constancia dispuso el Señor Fiscal
se hiciera anotar por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
268
A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago
No siendo preciso el nombramiento de defensores para los reos ausentes, prescindirá V. de ellos en la causa que instruye sobre el movimiento revolucionario de
Guayubín si ya estuvieron nombrados por la autoridad militar de la Provincia.
Dios gde. a V. ms. as.
Santiago, 5 de mayo de 1863.
El T. C. Presidente de la C. Mr.
Firmado: Luis Bustamante.
Sor. Capn. Dn. Vicente Atienza Fiscal de la Comn. Mr.
269
A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia pasando oficio a los
defensores
participándoles queda sin efecto su nombramiento
Seguidamente el Señor Fiscal pasó oficio a cada uno de los Señores Oficiales defensores de las reos prófugos trasladándoles íntegra la comunicación del Señor Presidente de la Comisión Militar a que hace referencia la diligencia anterior agregándoles queda sin efecto y valor por dicha causa el cargo que tenían jurado y aceptado.
Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacer la debida constancia
firmándola conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia avisando a los Ofs. defensores
para ratificar
Acto continuo y en virtud hallarse ya en ésta Ciudad la mayor parte de los testigos
que tiene que ratificar sus declaraciones el Señor Fiscal pasó aviso a los Señores Oficiales defensores de los acusados presentes para que en el día de mañana y a las siete
de ella se presentasen en ésta fiscalía a presenciar las ratificaciones de los testigos. Y
para que conste por diligencia la firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que
Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
270
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Diligencia de haber
comparecido los testigos para ratificar
En dicho punto a los seis días del mismo mes y año comparecieron previa citación
los testigos que han de ratificar en ésta causa dando principio a continuación. Y para
que conste lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
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A.G.I. CUBA 1011B
Ratificación de Don Pedro Vallejo
Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario y oficiales
defensores Don Pedro Vallejo a quien dicho Señor le leyó la declaración que tiene
prestada al folio 121 de ésta causa y preguntado si tiene algo que añadir ó quitar si
conoce la señal de cruz si es de su mano propia si es la misma declaración que tiene
prestada y si se afirma y ratifica en todo su contenido dijo que la declaración que
se le lee es la misma declaración que prestó que reconoce por suya la señal de cruz
que la autoriza que es de su mano propia y que en todo se afirma y ratifica bajo el
juramento prestado haciendo la señal de cruz y firmándolo el Señor Fiscal conmigo
el Secretario.
Firmado: Vicente Atienza.
(Hay una cruz en tinta)
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
A continuación figuran las ratificaciones de los testigos que a continuación se
relacionan, en consonancia con la anterior y que figuran de los folios 201 al 213 de
ésta sumaria.
Testigos que
ratifican en sus anteriores declaraciones
Don Fernando Pérez, Casimiro Castellanos, Don Aquilino Grullón, D. José María
Lora, general de las Reservas Don Sebastián Reyes, Don José Carlos Rodríguez, Don
Juan Grullón, Don Pedro José Vidó, General de las Reservas Don Juan del Rosario,
Don Ramón de Peña, José Pérez, Angel Núñez, Antonio Puigrubi Contralor del Hospital de Guayubín, Juan Rainoso, Tomás Izquierdo, Coronel de las Reservas Don Feliz
272
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Escarfuller, Capitán de las Reservas D. Ambrosio García, Don Juan Carlos Castro,
Ramón Regalado, Justo Sosa, Eusebio Sosa, Ramón Sosa Manuel Peña, Timoteo Sosa,
Comandante de las Reservas Don Nicolás Jerónimo, Alejo Estévez, Diego Crespo,
Juan de la Paz Cordero, General de las Reservas Don Gaspar Polanco, Osvaldo Guasp,
Juan Bautista del Carmen, Pedro Antonio Pimentel, Sargento 2º del Batallón de San
Marcial Ignacio Ezquerra, Francisco Javier de Peña, Antonio Rodríguez General de
las Reservas Don Bartolomé Mejias, José Dolores González, Comandante D. Juan Carlos Francisco.
273
A.G.I. CUBA 1011B
FOLIO 211
Diligencia haciendo constar no poder
ratificar el
General Don Antonio Batista
Seguidamente el Señor Fiscal viéndose la imposibilidad de ratificar las declaraciones que el General de las Reservas Don Antonio Batista a los folios 149 y 183 de ésta
causa, en razón a que ha sido pasado por las armas en el día de ayer según constan
por las órdenes de la plaza del día anterior y pública notoriedad, dispuso hacerlo presente a los Señores Oficiales defensores, conviniendo en que constara por diligencia
espresiva la razón de no llenar ésta formalidad tan necesaria en el proceso, y más aun
siendo las declaraciones prestadas por el ya difunto General de bastante interés haciendo constancia de ello en el mismo momento antes de terminar las ratificaciones
que aún existen pendientes. Y para que conste por diligencia ordenó dicho Señor
Fiscal hacer la correspondiente anotación de todo firmándolo conmigo el Secretario
de que Certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido.
274
A.G.I. CUBA 1011B
FOLIO 214
Diligencia de haber
presenciado los defensores las ratificaciones
Seguidamente yo el infrascrito Secretario certifico que los Señores Oficiales defensores Don José María Cuervo, Teniente del Batallón de San Marcial, Don León
Sánchez, Teniente del Segundo Batallón de San Quintín y Don Julián Hermida Teniente del Segundo Batallón de la Corona, Don Antonio Martínez Subteniente del
Batallon de San Quintín que lo son de los acusados en éste proceso y presentes en la
Cárcel de ésta Ciudad José Ramón Torres, Juan Ramón Reyes, Raimundo Jaque, Pablo Aquino y Juan Bautista Gómez (a) San Batista, han asistido por citación del señor
Don Vicente Atienza Capitán del Batallón de San Quintín y Fiscal de éste proceso a
todas la ratificaciones de los cuarenta testigos que figuran en ésta causa según manda
S. M. en sus Reales Ordenanzas. Y para que conste por diligencia la firmaron con
dicho Señor y presente Secretario.
Firmado: León Sánchez, Julián Hermida, Antonio Martínez, José Mª. Cuervo, Vicente
Atienza.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
275
A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia haciendo constar tiene en su poder
Ramón Reyes
el certificado de indulto el paisano acusado Juan
En dicho día mes y año le fue presentado al Señor Fiscal por un enviado de Juan
Ramón Reyes acusado en éste proceso el certificado de indulto espedido por el Señor
brigadier Comandante General de la Provincia el cual copiado a la letra dice así:
Comandancia General del Cibao. El paisano Don Juan Ramón Reyes
se ha presentado a ésta Comandancia Militar el día dos de abril de mil
ochocientos sesenta y tres como comprendido en el artículo primero
del bando de indulto del E. Señor Capitán General de ésta Isla de fecha
de diez y seis de marzo del presente año en virtud del cual queda en
libertad para ocuparse de sus asuntos particulares. Guayubín cuatro de
abril de mil ochocientos sesenta y tres.- El Brigadier Comandante General.- Manuel Buceta.
Cuyo documento se entrega al portador para la devolución al interesado. Y para que
conste por diligencia la firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia uniendo un interrogatorio
En el mismo día el Señor Fiscal recibió por conducto del Señor Presidente de la
Comisión Militar evacuado el interrogatorio que con fecha treinta del mes anterior se
libró por ésta fiscalía al pueblo de Guayubín. Y de haberlo recibido y de quedar unido
a éste proceso dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmándola conmigo
el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
276
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
A.G.I. CUBA 1011B
Comandancia Militar de Guayubín
Santiago, 8 de mayo de 1863.
Al Sr. Presidente de la Comn. Militar para que en la causa a que corresponde obre
los debidos efectos.
El Brig. Comte. Gral.
Firmado: Buceta.
Tengo el honor de remitir a V.S. el interrogatorio que V. S. me dirigió en fecha 30
del mes proximo ppdo. evacuado en los paisanos a que se refiere.
Dios gde. A V. S. ms. as.
Guayubín, 6 de mayo de 1863.
El Comandante Militar.
Firmado: Eusebio Alvarez.
Santiago 8 de mayo de 1863.
Al Sor. Fiscal
El T. C. Presidente de la C. M.
Luis Bustamante.
Señor Brigadier Comandante General del Cibao.
277
A.G.I. CUBA 1011B
Comandancia Militar de Guayubín
El Comandante General de Cibao con fecha 30 del mes prócsimo pasado me dice
lo que copio:
El Capitán Fiscal de la Comisión Militar con fecha de hoy me dice lo
que sigue:
Adjunto acompaño a V.S. un interrogatorio que debe evacuarse en los
paisanos que cita de la jurisdicción de Guayubín a fin de que se sirva
ordenar sea evacuado a la posible brevedad.
Lo que con inclusión del interrogatorio a que hace referencia comunico a V. S. para su conocimiento y que sin pérdida de momento nombre
Fiscal que lo evacue y concluido que sea lo dirija a ésta Comandancia
General para no retardar la Admón. de Justicia.
Y yo lo traslado a V. para su más pronta evacuación en los paisanos que cita y que
se encuentran presente en ésta población y evacuado que sea lo remitirá a ésta Comandancia Militar para despacharlo con la prontitud a que se me ecsige.
No habiendo otro Oficial en ésta Plaza puede V. nombrar un escribano que actue
en él.
Dios guarde V. ms. as.
Guayubín, 5 de mayo de 1863.
El Comandante Militar.
Firmado: Eusebio Alvarez.
Señor Capitán Comandante de la Fuerza Destacada en esta Plaza.
278
A.G.I. CUBA 1011B
Comisión Militar Egecutiva
Fiscalía
Interrogatorio a cuyo tenor deben ser examinados los paisanos Bartolo Talis, Liborio Hermoso, Manuel Talis, Goyo Talis, y Antonio Mesón del partido de Santana
jurisdicción de Guayubín.
1ª. Las generales de la ley.
2ª. Si acompañaron a José Ramón Torres cunado entró en el pueblo de Guayubín el
día de la insurrección.
3ª. Cuánta fuerza mandaba el dicho Torres y dónde la había reclutado.
4ª. Cuánto tiempo permaneció en el pueblo y qué comisiones desempeñó.
5ª. Diga cuanto sepa referente a dicho individuo y que tenga relación con la revolución citada.
El Señor Fiscal que se nombre procurará evacuar el anterior interrogatorio con la
posible brevedad, devolviéndolo con las declaraciones ratificadas para mayor prontitud
en la terminación de ésta causa según ésta muy recomendado por la superioridad.
Santiago, 30 de abril de 1863.
Vo. Bo.
El Capn. Fiscal: Atienza.
El Secretario: Juan Rueda Garrido.
279
A.G.I. CUBA 1011B
Felipe Saenz de Tejada Capitán de la Cuarta Compañía del Batallón de San Quintín número tres de Infantería y Fiscal nombrado en éste interrogatorio.
Debiendo nombrar escribano para que como tal actue en estas diligencias y autorizado por S. M. según ordenanza nombró al Sargento Primero de mi misma Compañía Pablo Tabares el que, enterado de la obligación que contrae acepta promete
y jura desempeñarlo fiel y cumplidamente. Y para que conste lo firma conmigo en
Guayubín a cinco de mayo de mil ochocientos sesenta y tres.
Firmado: Felipe Saenz de Tejada.
Pablo Tabares.
Declaración de Liborio Hermoso
En el Cantón de Guayubín a los cinco días de mayo de mil ochocientos sesenta y tres
presentes el Fiscal y Escribano y previa citación compareció el paisano Don Liborio Hermoso el que juró según ordenanza decir verdad en lo que fuere interrogado y siéndolo
por su nombre y clase; dijo: Llamarse como queda dicho y que no sabe los años que tiene,
pero que sabe que nació poco después del último terremoto y que en la actualidad vive
con su madre en Santana comun de Monte Cristi de oficio del Campo (C.A.R.)
Preguntado.
Si acompañó a José Ramón Torres cuando entró en Guayubín el día de la insurrección; dijo: Que algunos días antes de la insurrección al retirarse por la tarde de su
Conuco a su casa de Santana encontró a José Ramón Torres el cual le dijo se viniera
a Guayubín a lo que le contestó tenía que hacer en su casa, replicándole Torres que
si no venía a Guayubín se comprometía que oido esto por el que declara tomó el
camino del pueblo solo llegando hasta el Cementerio donde permaneció sin entrar
nunca en Guayubín hasta el día que con la guarnición que había aquí marchó a Monte Cristi: que al llegar a Santana se separó de ellos y marchó a su casa.
Preguntado.
280
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Cuánta fuerza mandaba José Ramón Torres y dónde la había reclutado; dijo: Que
en el Cementerio habría como quince hombres, que los habría reclutado en distintos
sitios pues le parece que los había de La Peñuela y de los ranchos de Puerto Plata; que
como él apenas se apartaba de su casa conoce muy poca gente.
Preguntado.
Cuánto tiempo permaneció en el pueblo y qué comisiones desempeñó; dijo: Que
como ya ha dicho él no entró en el pueblo y no desempeñó ninguna comisión y como
se hallaba fuera no sabe lo que Torres hizo en el pueblo ni qué comisiones tuvo.
Preguntado.
Diga cuanto sepa referente a José Ramón Torres y que tenga relación con la revolución citada; dijo: Que hace unos cinco años conoce a Torres por tener su labranza
también en Santana pero que nunca le habló sobre la revolución por tener poco
trato con el; que no puede dar noticia de ella pues no entró en Guayubín que al
marchar a Monte Cristi José Ramón Torres mandaba la gente que acompañó la guarnición y como él se separó en Santana ignora también lo ocurrido en Monte Cristi;
que es cuanto tiene que decir siendo lo dicho la verdad bajo el juramento prestado
en el que se afirma y habiéndole leído ésta declaración sin tener que añadir ni quitar
nada, no sabiendo escribir hizo una cruz firmando el Señor Fiscal y presente escribano que doy fé.
Firmado: Felipe Sanz de Tejada.
(Hay una cruz en tinta).
Ante mí: Pablo Tabares.
Ratificación de José Liborio Hermoso
Acto continuo presentes el Fiscal y Escribano y el paisano José Liborio Hermoso
fué juramentado y ofreció decir verdad en lo que se le interroguare.
Preguntado.
Habiéndole leído la declaración que antecede si es la misma que ha prestado,
si en su contenido se afirma y ratifica ó tiene que añadir ó quitar algo y si la señal
de cruz que es de su puño la reconoce por suya; dijo: Que la declaración leída es la
misma que ha prestado, que su contenido se afirma y ratifica sin tener que añadir ni
quitar nada y que la señal de cruz es de su puño en todo lo cual se afirma y ratifica
bajo el juramento prestado y no sabiendo escribir hace una cruz firmando el Sr. Fiscal
y presente Escribano que doy fe.
Firmado: Felipe Saenz de Tejada.
(Hay una cruz en tinta)
Ante mí: Pablo Tavares.
281
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de no existir ningún paisano
el apellido Talis en el partido de Santana
Doy fé que según informes tomados por el Sr. Fiscal resulta no ecsistir en el partido de Santana ningún paisano llamado Bartolo Talis ni Manuel Talis y si los llamados
Bartolo Tate, Manuel Tate y Goyo Tate y no Goyo Talis en vista de lo cual, el Sr. Fiscal
procede a interrogar a los tres llamados Tate; y para que conste lo puse por diligencia
que firma dicho Sr. y presente escribano que doy fé.
Firmado: Saenz de Tejada.
Ante mí: Pablo Tavares.
Declaracion de Manuel Tate
A los cinco días de mayo presentes el Fiscal y Escribano y previa citación compareció el paisano Manuel Tate vecino de Santana común de Monte Cristi que nació
tres o cuatro años antes del último terremoto y de oficio labrador y de estado soltero
el que juró decir verdad en lo que se le interrogare y siéndolo por su nombre y clase;
dijo: Llamarse y ser como queda dicho.
Preguntado.
Al tenor de la segunda del interrogatorio; dijo: Que antes de la insurrección recibieron un aviso él y sus hermanos de parte de Torres para que se le presentaran
en su casa de Santana, que lo hicieron cerca de la oración y José Ramón Torres les
mandó lo acompañasen a Guayubín sin decirles para qué, como era Gefe de Sección
le obedecieron y vinieron con él hasta el Cementerio donde los dejó y él sólo entró
en Guayubín, que pasaron la noche cerca del Cementerio y a la media noche salió
Torres a ver si estaban y les previno no se separasen de allí sin decirles el motivo, que
a la mañana siguiente salió Torres con la guarnición y les mandó le acompañasen a
Monte Cristi como lo verificaron llevando el mando de todos Torres y que nada sabían de la insurrección.
Preguntado.
Según la tercera; dijo: Que calcula que serian once ó doce, cinco de Santana dos
le parece de Juan Goméz y los demás no sabe de donde.
282
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Según la cuarta; dijo: Que ningúno entró en el pueblo y no tuvieron comisiones,
que Torres entró antes de medianoche y salió por la mañana con la guarnición.
Preguntado.
Según la quinta; dijo: Que solo conoce a Torres porque tiene labranza en Santana
y era Capitán de partido, pero que nunca le oyó hablar de la revolución que al marchar a Monte Cristi Torres se separó de ellos en Santana y no le volvieron a ver más
y el que declara y sus hermanos llegaron hasta el regio desde se dirigieron a Monte
Cristi; que es cuanto tiene que decir siendo lo dicho la verdad bajo el juramento
hecho en el que se afirma y habiéndole leído esta declaración sin tener que añadir
no quitar nada hizo una cruz por no saber escribir y firma el Señor Fiscal y presente
Escribano que doy fé.
Firmado: Felipe Saenz de Tejada.
Ante mí: Pablo Tavares.
(Viene a continuación la ratificación del declarante en su declaración que está en
consonancia en su redacción con la de Liborio Hermoso copiada anteriormente)
Declaración de Goyo Tate
En el mismo día mes y año presentes el Fiscal y Escribano compareció el paisano
Goyo Tate vecino de Santana comun de Monte Cristi de estado soltero y de oficio
Labrador y que nació enseguida del terremoto, el que juró decir verdad en lo que se
le interrogase y siéndolo por su nombre y clase; dijo: Ser y llamarse como se espresa.
Preguntado.
Conforme con la segunda del interrogatorio; dijo: Que vino con Torres y sus hermanos Bartolo y Manuel hasta el Cementerio de Guayubín que lo hicieron porque
Ramón Torres era el Capitán de partido y les mandó acompañarle sin decirles para
qué, que Torres entró en Guayubín y ellos pasaron la noche cerca del Cementerio.
Preguntado.
Conforme a la tercera; dijo: Que Torres mandaba once o doce hombres cinco de
Santana, otros de Juan Gómez y los demás no los conoce.
Preguntado.
Conforme con la cuarta; dijo: Que antes de medianoche llegaron al cementerio
y Torres entró sólo en Guayubín que ellos pasaron allí la noche hasta que por la mañana marcharon a Monte Cristi.
283
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Conforme a la quinta; dijo: Que conoce a Torres porque tiene labranza en Santana y era Capitán del partido pero que nunca les habló de revolución que al marchar
a Monte Cristi Torres se quedó en su casa de Santana y a ellos los mandaron a seguir
hasta Monte Cristi llevando las mochilas de los soldados en las caballerías y desde
entonces no ha vuelto a ver a Torres; que es cuanto tiene que decir siendo lo dicho
la verdad a cargo del juramente que tiene hecho en el que se afirma y habiéndole
leído ésta declaración sin tener que añadir ni quitar nada hizo una cruz por no saber
escribir firmando el Señor Fiscal y presente Escribano que doy fé.
Firmado: Felipe Saenz de Tejada
(Hay una cruz en tinta)
Ante mí: Pablo Tavares.
(Viene a continuación la ratificación del declarante en su anterior declaración, en
consonancia con las anteriores)
Declaracion del
paisano
Antonio Mesón
En el mismo día cinco presente el Fiscal y Escribano compareció el paisano Antonio Mesón de veinte y cinco años vecino de Santana comun de Monte Cristi de estado
soltero y dedicado al cuidado de su hacienda el que juró decir verdad en lo que se le
interrogase y siéndolo por su nombre y clase; dijo: Ser y llamarse como queda dicho.
Preguntado.
Según la segunda del interrogatorio; dijo: Que el día antes de las ocurrencias de
Guayubín recibió orden de José Ramón Torres que era ó había sido Capitán del partido para que se le presentase en su casa de Santana, que lo verificó y Torres le dijo
tenía que acompañarlo a Guayubín sin decirle para qué, que el que declara le pidió
permiso para volver a su casa por tener que trabajar en ella y Torres se lo negó ordenándole no se separase de su lado que a la oración se pusieron en camino y llegando
antes de media noche al Cementerio de Guayubín, Torres entró en el pueblo y él se
quedó con los hermanos Tate cerca del Cementerio.
Preguntado.
Según la tercera; dijo: Que tendría como unos once ó doce, cinco de Santana, dos
de Juan Gómez y los demás desconocidos.
Preguntado.
Según la cuarta; dijo: Que en el pueblo sólo entró Torres antes de media noche y
permaneció hasta el amanecer ignorando lo que hizo en él.
284
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Preguntado.
Según la quinta; dijo: Que conoce a Torres porque tiene hacienda en Santana y
ha sido capitán del partido pero que nunca le habló de revolución y tanto es así que
al acompañar la tropa a Monte Cristi el que declara que nada sabía de lo ocurrido y
conocía a algunos Soldados por haberlos tenido en su casa iba hablando y bromeando con ellos en buena armonía por lo que Torres tuvo con él algunas contestaciones
antes de llegar a Juan Gómez y quiso arrestarlo por lo que el que declara se separó y
marchó directamente a su casa; que es cuanto tiene que decir siendo todo lo dicho
la verdad a cargo del juramento hecho en el que se afirma y habiéndole leído ésta su
declaración sin tener que añadir ni quitar nada hizo una cruz por no saber escribir
firmando el Señor Fiscal y presente Escribano que doy fé.
Firmado: Felipe Saenz de Tejada.
(Hay una cruz en tinta)
Ante mí: Pablo Tavares.
(Viene seguidamente la ratificación del declarante en su declaración, que está en
consonancia con las ratificaciones anteriores)
Declaración del
paisano
Bartolo Tate
A los cinco dias de mayo presentes el Fiscal y escribano compareció el paisano
Bartolo Tate vecino de Santana comun de Monte Cristi de oficio del campo de edad
de treinta años de estado soltero el cual juró decir verdad, en lo que fuese interrogado y siéndolo por su nombre y clase; dijo: Es y se llama como se espresa.
Preguntado.
Según la segunda del interrogatorio; dijo: Que acompañó a José Ramón Torres
hasta el Cementerio de Guayubín porque estándo en su casa recibió recado de Torres
de que se le presentara y así lo hizo recibiendo la orden de acompañarle sin decirle
para qué y que le obedeció porque era Capitán del partido
.
Preguntado.
Según la tercera; dijo: Que habría unos diez ó doce hombres cinco de Santana,
dos de Juan Gómez y los demás desconocidos.
Preguntado.
Según la cuarta; dijo: Que él no entró en el pueblo que pasó la noche junto al Cementerio y que Torres entró en Guayubín antes de media noche y salió al amanecer
ignorando lo que hizo dentro.
285
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Preguntado.
Según la quinta; dijo: Que conoce a Torres por ser vecino que nunca le ha hablado de revolución y nada sabe respecto á ella, que al amanecer el día citado el
que declara se marchó desde el Cementerio a su casa, que es cuanto tiene que decir
siendo lo dicho la verdad bajo el juramento hecho en el que se afirma y habiéndole
leído ésta declaración sin tener que añadir ni quitar nada hizo una cruz por no saber
escribir firmando el Señor Fiscal y presente Escribano que doy fé.
Firmado: Felipe Saenz de Tejada.
(Hay una cruz en tinta)
Ante mí: Pablo Tabares.
(Seguidamente se inserta la ratificación a la declaración prestada, que está en
consonancia con las anteriores).
Diligencia de entrega
Acto continuo el Señor Fiscal acompañado de mí el Escribano hizo entrega de
esta diligencia que se componen de ocho hojas útiles al Señor Comandante Militar. Y
para que conste lo puse por diligencia que firma el Señor Fiscal y presente Escribano
que doy fé.
Firmado: Saenz de Tejada.
Ante mí: Pablo Tabares.
Diligencia de remisión del
proceso al
Señor Presidente de la Comisión Militar
En el mismo punto a los nueve días de dicho mes y año el Señor Fiscal juzgando
que se hayaba terminada esta Causa y en estado de verse y hallarse en Consejo de
Guerra dispuso se pasase al Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar a fin de que sirva oir al Señor Asesor de la Comisión sobre los estremos prevenidos en la Real Orden de diez y nueve de mayo de mil ochocientos diez. Cuya causa
acompañada de atento oficio para dicho Señor Presidente le entregué y el Secretario
de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
286
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Santiago, 9 de mayo de 1863.
Al Sor. Asesor para que a la mayor brevedad posible diga si puede verse en Consejo de Guerra.
El T. C. Presidente de la Comn. Mr.
Firmado: Luis Bustamante.
Señor Presidente:
He examinado éste proceso seguido contra José Ramón Torres, Juan Ramón Reyes,
Raymundo Jaque y compartes presos y prófugos acusados de ser autores, cómplices y
ejecutores del movimiento revolucionario que en febrero último tuvo lugar en Guayubín; y como en él se ha evacuado todos los trámites y citas necesarios soy de la opinión
que puede VS. haberlo por bastante para verle en Consejo de Guerra, disponiendo por
en consecuencia que se entregue por su orden al Señor Fiscal y los Defensores para los
fines de derecho V. S. sin embargo dispondrá lo que estime más procedente.
Santiago y mayo diez de 1863.
Firmado: Ldo. Angulo Guridi.
Santiago, 10 de mayo de 1863.
Al Sor. Fiscal para que presente la conclusión Fiscal, pase a los defensores para los
fines de ordenanza.
El T. C. Presidente de la C. Mr.
Firmado: Luis Bustamante.
Diligencia de haber
recibido el proceso del
Señor Presidente
En la ciudad de Santiago a los diez días del espresado mes y año el Señor Fiscal
recibió éste proceso del Señor Presidente de la Comisión Militar dictaminado por el
señor Asesor de la Comisión y para los efectos de ordenanza con cuyo obgeto según
consta en la última anterior diligencia le fué remitido a dicho Señor Presidente. Y
para la debida constancia dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
287
A.G.I. CUBA 1011B
Conclusión fiscal
Don Vicente Atienza y Martínez Capitán de la Compañía de Granaderos del Batallón de San Quintín número tres de Infantería y Juez Fiscal de éste proceso.
Vistas y examinadas con toda detención las declaraciones diligencias y documentos de que consta este proceso y atendido el ecsesivo número de individuos que comprende, es indispensable para la debida claridad en la sustanciación de él, proceder
con sumo orden, analizando detenidamente las circunstancias de cada uno de los
acusados. Pero antes séame permitido hacer algunas aclaraciones que podrán arrojar
bastante luz sobre los procedimientos patentizando el método observado en la instrucción de ellos.
Como punto de partida para las investigaciones fiscales, tomé primero la relación
de insurrectos formada por el Señor General Comandante General de la Provincia
Don José Hungría al folio 18 y las que obran a los 50 y 51; la primera de estas sin firma
alguna que la autorice, pero como documento hecho según parece por los mismos
rebeldes, y con especificación de los empleos que confirieron, sino sirve para hacer
un grave cargo a los que en ella se hallan comprendidos, es a lo menos un indicio
que contra ellos obra, tanto más vehemente cuanto que en el curso de las actuaciones aparece cierto el contenido de dicha relación; y la que obra al folio 51 firmada
por el Señor Comandante Gefe de Estado Mayor de la columna de operaciones Don
José Velasco y que difiere muy poco de la del folio 18, merece, igualmente que ésta,
entero crédito, por haberse hecho ambas con el suficiente número de datos, sobre el
terreno de los hechos y en presencia de los acontecimientos.
Prevenidas todas las citaciones y continuando los procedimientos, el Bando de
Indulto del Exmo. Sor. Capitán General, simplificó mucho lo árduo de tan penosa
tarea, porque provistos todos los individuos que habían tenido parte, aunque pequeña, en la rebelión, de su Certificado de indulto, dejaron de hallarse fuera de la
ley y esta, que anteriormente hubiese tenido que pronunciar su fallo en contra de
ellos, suspendió su acción, dirigiéndola tan sólo a los no comprendidos en el referido Bando. Este documento que obra al folio 105 de la causa es el segundo punto
de partida que he tenido en cuenta para la continuación de los trabajos. Además, al
288
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
folio 105 de la causa es el segundo punto de partida que he tenido en cuenta para
la continuación de los trabajos. Además, al folio 125, se halla una estensa relación
especificada de la situación de los individuos que fueron citados, formada por el
Comandante Militar de Guayubín, y esta relación unida a la firmada por el Señor
Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar que obra al folio 130, comprensiva de todos los que habían sido ya juzgado y se hallaban de causa pendiente
en la comisión produjeron la detallada que yo formé y que obra al folio 166 de los
que no obstante aparecer como culpables en la causa habíase dejado de proceder
en contra de ellos.
Relacionados ya los cuatro puntos cardinales que pueden servir para el detenido
examen del proceso y eliminados de él los que aparecen como reos en las declaraciones de los testigos y de los careos mismos y que en la segunda subdivisión de la
relación mencionada del folio 166 aparecen, queda pues reducida la causa a fallar
tan solo sobre los individuos que se hallan presos y los que, bien por la conciencia de
sus hechos ó por temor, están fuera de sus hogares, prefiriendo los sinsabores y amarguras de un destierro, aunque voluntario, al cariño de la familia y a los tranquilos placeres del hogar doméstico bajo la salvaguardia de un Gobierno justo y previsor. Voy
pues a ocuparme de la culpabilidad de todos los acusados, y si el fallo que propongo
para ellos, no fuera de general agrado, será por efecto de que mis escasas luces me
habrán hecho ver las cuestiones bajo un prisma equivocado, pero de cualquier modo
me cabe la satisfacción de haberlo pronunciado con la tranquilidad de una conciencia agena de pasiones de todo género. Paso pues a la particular especificación del
delito de cada uno de los acusados.
José Ramón Torres, paisano y hermano de Norberto Torres principal móvil de la
revolución, es de los reos presentes, uno de los que más cargos tienen en contra suya;
los testigos Don Juan Grullón al folio 7 vto. D. Felix Escarfuller al 121 vto. D. Pedro
José Vidó al 122 vto. y Juan Reinoso al 127 vto. dicen que entró mandando fuerzas en
Guayubín el día de la insurrección, cuyo aserto está corroborado por Liborio Hermoso al fo. 218, Manuel Tate al 219, Gregorio Tate al 220, Antonio Mesón al 221 y
Bartolo Tate al 221 vto. y que agregan fueron citados por el mismo Torres y llevados a
Guayubín en número de doce próximamente, formándolos al lado del Cementerio,
que está a la misma entrada del pueblo sobre el Camino de Monte Cristi. Además si
este hecho no fuera suficiente a demostrar que mandó tropas, si bien en pequeño
número el mismo Don Juan Grullón al fo. 7, D. Luis Prados al 74, Ignacio Ezquerra
al 88, D. Aquilino Grullón al 89, Ramón de Peña al 92, D. Ambrosio Garcia al 92 vto.
D. Felix Escarfuller al 121 vto. y Liborio Hermoso al 218, dicen que fué él que como
Gefe mandaba los treinta ó cuarenta hombres que escoltaron desde Guayubín á Monte Cristi al destacamento capitulado. Alega en su defensa que este mando lo obtuvo
a petición propia por desear que no tuviera contratiempos algunos el destacamento
y que se quedó en su casa en el camino, así como niega haber mandado fuerzas a la
entrada del pueblo. Más que está suficientemente probado que tuvo un mando subalterno y que sacó gente para la rebelión.
289
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Raimundo Jaque, Alcalde Pedáneo de Gurabo, nombró y constituyó una guardia
avanzada en el camino de Sabaneta a Santiago y punto llamado La Bajada de la Caoba, según carta orden de Santiago Rodríguez Alcalde de Sabaneta que obra al folio
195, y en la que lo primero que le recomienda es que impida el paso a los Españoles,
dé avisos etc, empezando por decirle que se hallaba puesto el pabellón Dominicano.
Consta que era gefe de dicha guardia que se componía próximamente de cuarenta
hombres por los testigos Angel Núñez al folio 114, Pablo Aquino al 117 vto., General
Batista al 149, General Megia al 150, General Polanco al 151, y José Dolores Gómez al
184; existiendo además una carta suya dirigida al General Antonio Batista y Alcalde
Santiago Rodríguez, que obra al folio 149, en que como Gefe de dicha guardia le
pide armas y les participa varios extremos. Consta también el hecho de haber mandado prender desde dicha guardia, a Bonifacio Núñez de Piloto, y el de ser amarrado y
robado en ella el paisano José Dolores Gómez, pero éstos incidentes serían aislados,
incumbencia especial del tribunal ordinario, sino se hallase probado plenamente
que ejerció un mando subalterno y que se hallaba constituido en autoridad en los
momentos de la Rebelión.
Juan Bautista Gómez (a) San Batista, fué el emisario que el General Lucas de Peña
y Norberto Torres mandaron a Sabaneta para que diece en su nombre, la orden de
poner la bandera dominicana, hecho que él no niega si bien dice que era otro el emisario, pero que está demostrado por D. Aquilino Grullón al folio 89, Don Felix Escarfuller al 121 vto. y Juan Reinoso al 127 vto. Le corresponde de derecho la calificación
de Mero ejecutor, pero reune las circunstancias agravantes de hallarse con las armas
en la mano, según Don José Pérez al folio 25 y de haber sido nombrado Teniente
según la relación formada por los mismos insurrectos al folio 50; corroborada por D.
Diego Crespo al folio 107 vot. y Angel Núñez al 114.
Pablo Aquino, paisano, bueyero de Sabaneta, tuvo una cuestión con Don Juan
Grullón según dice éste al folio 7 vuelto por no quererle admitir unos billetes de los
nuevamente espedidos por el Gobierno Español, empezando con esto a demostrar
tenía algún antecedente de lo que ocurriría y hallarse temeroso de perderlos por
no ser válidos después de la revolución; pero éste hecho pude también ser efecto de
ignorancia y no tener fuerza alguna.
Queda sólo con un indicio, al saber después que se halló mezclado en la revolución según dice Juan Bautista Gómez al folio 118 y Pedro José Vidó al 122 D. Nicolás
Gerónimo al folio 133 dice que era Comandante Gefe de Estado Mayor del General
Batista y el que comunicaba las órdenes a los Gefes de la Plaza. Este nombramiento
no lo niega en sus declaraciones, si bien no concede que hubiera comunicado más
que una orden. Se halla pues comprendido en la calificación de mero ejecutor sin
que aparezca en contra suya circunstancia alguna agravante.
Juan Ramón Reyes, Blanco, paisano, aparece según las declaraciones de D. Angel Núñez al folio 114, Antonio Rodríguez al 116, Pablo Aquino al 117 vto. D. Felix
Escarfuller al 121 vto. D. Pedro Jose Vidó al 122 vto. y Juan Reinoso al 127 vto. que
fue secretario privado del rebelde General Lucas de Peña y que fue nombrado, ad
290
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
honoren, Capitán y ayudante de Plaza. Dice Don Juan Grullón al folio 7vto. que
mandaba fuerzas a la entrada de Guayubín pero nadie corrobora éste acerto, que
por otra parte rebate Reyes en su confesión al 188 vto. Don Fernando Pérez al folio
19 y D. Aquilino Grullón al 89 le citan como uno de los principales, y últimamente
Manuel de Peña al folio 127 dice que fué de orden de Norberto Torres y de Lucas
de Peña a prevenirle que reuniera la gente de su Sección y marchara con ella sobre
Guayubín. Todo lo dicho, unido a su confesión, en la que no solo justifica la mayor
parte de éstos estremos, sino que no se escede hasta decir que acompañó a Lucas
de Peña interin pudieron sin temor marchar unidos, y que estuvo a citar a Pepillo,
diciéndole de parte de Norberto Torres y Lucas de Peña que lo aguardaban en
Guayubín, hace ver una complicación grande en los sucesos si bien no figurando
en ellos como promovedor, sino como simple egecutor aunque con circunstancias
agravantes. Pero cuando terminado el proceso se hallaba prócsimo a verse en Consejo de Guerra, recibo de dicho individuo la certificación de indulto espedida por
el Señor Brigadier Comandante General de ésta Provincia extendida en debida
forma y cuya copia obra al folio 211 vto. por la cual en virtud a no poder ser juzgado
como promovedor ni haber tenido mando de fuerzas y menos pertenecido a las Reservas Provinciales, lo considero que goza con el referido documento de absoluta
inmunidad ante la ley, si bien debió haberlo presentado con más oportunidad, para
haber evitado el tiempo de prisión que sufre y a sus jueces el fallo que en derecho
como corresponda.
Don Victorino Cordero Comandante de las Reservas y reo prófugo en ésta causa
estuvo entre los insurrectos como uno de los principales de ellos según Don José
Carlos Rodríguez al folio 15, Don Fernando Pérez al 19 y Ramón Sosa al 27 estándo,
según dice Don José Pérez al folio 25, con las armas en la mano. En la relación de los
empleos conferidos por los sublevados al folio 50, figura con el empleo de Coronel y
lo mismo dicen Angel Núñez al folio 114, Juan Ramón Reyes al 101 vuelto, D. Diego
Crespo al 107 vto. Antonio Rodríguez al 116 vto. D. Feliz Escarfuller al 121 vto., Pedro
José Vidó al 122 vto. y Juan Reinoso al 127 vto. justificando haberlo visto, pero solo
como testigos oculares que espresen la parte que tomó en la revolución, José María
Lora al folio 4 vto., Ramón Regalado al 110, Juan de la Paz Cordero al 111, y Juan
Bautista Gómez al 115. Queda pues demostrado que se halló entre los insurrectos
con las armas en la mano, siendo Comandante de las Reservas.
Don Benito Monción, Teniente de las reservas, y también prófugo es uno de los
tres que formaban el consejo privado del General Lucas, según Angel Núñez al folio 114 y acusado como cabecilla principal por D. José Carlos Rodríguez al folio 15,
Ramón Sosa al 27, Don Juan José Garrido al 64, Don Aquilino Grullón al 89, Ramón
Regalado al 110, Juan Bautista del Carmen al 115, Juan Bautista Gómez al 118, y
Casimiro Castellanos al 120, hallándose con las armas en la mano según dice D. José
Pérez al folio 25, fue también nombrado Coronel por los insurrectos y guarda almacén del parque de artillería, según Angel Núñez al folio 114 y Juan Reinoso al 127
vto, asegurando la primera parte de éste nombramiento D. José María al folio 4 vto.
291
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Antonio Rodríguez al 116 vto. D. Feliz Escarfuller al 121 y D. Pedro José Vidó al 122.
Queda pues probado que se halló con las armas en la mano entre los sublevados siendo Teniente de las Reservas.
Don Eugenio Beliard, Teniente de las Reservas, y reo prófugo en ésta causa, dice
Don Feliz Escarfuller que lo vió entre los rebeldes, y además en la relación hecha por
éstos mismos al folio 50 se halla nombrado Capitán Ayudante, mayor de Artillería.
Son dos datos que, unidos a su fuga, forman la prueba de su culpabilidad y demuestra que estuvo entre los rebeldes obteniendo de ellos empleos, sin embargo de ser
Teniente de las Reservas Provinciales.
Don Juan Ramón Reyes, Teniente de las Reservas, y reo prófugo en ésta causa,
dice Don José Pérez al folio 25 que se hallaba con las armas en la mano, y según la
relación de empleos conferidos por los insurrectos, folio 50, fue nombrado Comandante, lo cual se halla probado con las declaraciones de D. Angel Núñez, al folio 114
y de D. Feliz Escarfuller al folio 121 vto. agregando Ramón Sosa al folio 27 que era
Capitán de Granaderos. También refieren haberlo visto entre los insurrectos, Juan
de la Paz Cordero al folio 111 y Antonio Rodríguez al 116 vto. De forma que se halla
probado que estuvo con las armas en la mano en la Rebelión, sin embargo de ser
Teniente de las Reservas.
Norberto Torres, paisano y reo prófugo en ésta causa. Según las declaraciones
de D. José Carlos Rodríguez al 15, fué el principal promovedor de la rebelión. Las
declaraciones de D. José María Lora al folio 40 vto. D. José Pérez al 25, Ramón Sosa al
27, D. Juan Garrido al 64 vto. D. José Pérez al 25, Ramón Sosa al 27, D. Juan Garrido
al 64, D. Aquilino Grullón al 89, Juan Carlos Castro al 106, D. Diego Crespo al 108,
Ramón Regalado al 110, Juan Bautista del Carmen al 115, Antonio Rodríguez al 116,
Pedro Antonio Pimentel al 119, Casimiro Castellanos al 120, D. Felix Escarfuller al
1212 vto. y D. Pedro Vallejo al 122, todos dicen que era el principal cabeza de la Revolución, estándo demostrado que se hizo a sí mismo General de Brigada, según D.
José María Lora al folio 4 vto. D. Angel Núñez al 114, Antonio Rodríguez al 116 vto.
Consta además que amenazó de muerte para que sirvieran y desempeñaran los cargos que les confiaba a Justo Sosa folio 20 vto. y Juan de la Paz Cordero al 111. Queda
pues plenamente probado que fué el primer promovedor, el primer sostenedor y el
primer caudillo de la rebelión.
Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, paisano y reo prófugo en ésta causa, dice Angel
Núñez en su declaración al folio 114 que fue nombrado Comandante de Armas de
Guayubín y que era uno de los principales Gefes de la revelión, cuya segunda parte se
halla justificada por las declaraciones de D. Osvaldo Guasp al folio 14 D. José Carlos
Rodríguez al 15, Don Fernando Pérez al 19, Ramón Sosa al 27, D. Antonio Puigrubí
al 56, D. Aquilino Grullón al 89, Juan Ramón Reyes al 101, Juan Bautista del Carmen
al 115, Juan Bautista Gómez al 118, Casimiro Castellanos al 120 y D. Pedro Ballejo al
121. Fué también nombrado Coronel, lo que justifican, Don José María Lora al folio
4 vto. D. José Carlos Rodríguez al 15, D. Diego Crespo al 108, Antonio Rodríguez
al 116, D. Pedro José Vidó al 122 vto. y Juan Reinoso al 127 vto. Habiendo también
292
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
merecido la calificación de instigador por D. Osvaldo Guasp folio 14. Queda pues
plenamente probado que fue caudillo de la rebelión.
José de los Santos (a) El Inglés, paisano prófugo en ésta causa. Dice D. Fernando
Pérez al folio 19 que era uno de los principales revolucionarios y D. José Pérez al 25
dice se hallaba con las armas en la mano. Además en la relación de insurrectos al
folio 50 consta que fué hecho Coronel y encargado de la maestranza, cuyo aserto
lo corrobora en todas sus partes Angel Núñez al folio 114, citando solo el empleo
Ramón Sosa al folio 27, Juan Ramón Reyes al 101, D. Diego Crespo al 108, y Antonio
Rodríguez al 116 vto. Y si estas declaraciones no fueran aún bastantes, Ramón Regalado al 110, Juan Bautista del Carmen al 115, y Casimiro Castellanos al 120, aseguran
se hallaba entre los insurrectos, De modo que, por su ejemplo, por su cargo y por las
calificaciones diversas de los testigos, queda probado que era uno de los principales
caudillos de la Revolución.
Juan Carrasco, paisano y reo prófugo en ésta causa, según dice D. Diego Crespo
al folio 107 vto. fué el que se puso al frente de los que hicieron la defensa de Sabaneta, lo cual se halla afirmado por el General Don José Hungría al folio 157. Además
Raimundo Jaque al folio 106 vto. dice fué el que con unos 30 hombres marchó por el
camino de Santiago, todo lo cual prueba que fué caudillo y sostenedor de la rebelión.
Alejandro Bueno, paisano y reo prófugo en ésta causa, según las declaraciones de
Pablo Aquino al folio 118 y Alejo Esteve al 134 era uno de los que figuraban al frente
de la rebelión en Sabaneta y como prueba de ello fue comsionado por el General Batista cerca del General Lucas de Peña, para informarle de lo que ocurría, según carta
de dicho General al folio 43. El General Don José Hungría al folio 157 dice fué el que
quitó la Bandera Española en Sabaneta haciéndola pedazos, y si bien no está demostrado que la quitara él, se justifica con la declaración del General Batista al folio 183,
que dice fué uno de los que forzaron la puerta del cuarto en que el tenía guardada y
haciéndola pedazos, los sacaron enganchados en las puntas de las bayonetas. Es más
que suficiente para probar que era sostenedor de la rebelión.
José Sosa, paisano y reo prófugo en ésta causa, en ninguna declaración aparece
éste individuo, pero se halla en las relaciones de insurrectos y aparece además un recibo de raciones firmado por él para suministro de la compañía y que obra al folio 48,
lo cual demuestra, unido a su fuga, que ejerció un mando subalterno en la rebelión.
Luis Sosa, paisano y reo prófugo en ésta causa, D. Antonio Puigrubí al folio 56 vto.
Juan Bautista del Carmen al folio 115, Casimiro Castellanos al 120 y D. Feliz Escarfuller al 121 vto. aseguran haberlo visto entre los rebeldes, agregando D. José Pérez al
folio 25 que se hallaba con las armas en la mano. Está por lo tanto comprendido en
la calificación de mero ejecutor, bien que con circunstancia agravante.
San Amequita paisano y reo prófugo en ésta causa, en la relación de empleos
conferidos por los insurrectos al folio 50 aparece agraciado con el de Teniente, cuya
gracia se halla confirmada por las declaraciones de D. Diego Crespo al folio 107 vto. y
de Angel Núñez al 114, Juan de la Paz Cordero al folio 111 Juan Bautista del Carmen
al folio 115, dicen que se hallaba entre los insurrectos lo mismo que asegura D. José
293
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Pérez al folio 25 agregando que se hallaba con las armas en la mano. Está pues en el
caso de mero ejecutor con circuntancias agravantes.
Jacinto Ramos, paisano y reo prófugo en ésta causa. En la relación de empleos
conferidos por los rebeldes, folio 50, aparece como Capitán de Granaderos y D. Feliz Escarfuller al folio 121 vto. dice fue nombrado oficial. Ramón Sosa al folio 27,
Ramón Regalado al 110, Juan de la Paz Cordero al 111, y Angel Núñez al 114, dicen
se hallaba entre los insurrectos, escepto el primero que agrega era uno de los principales revoltosos y D. José Pérez al 25 que dice se hallaba con las armas en la mano.
Está comprendido por lo tanto en la calificación de mero ejecutor con circunstancia
agravante.
Tomás Inglés, paisano y reo prófugo en ésta causa. En la relación de empleos
conferidos por los insurrectos al folio 50, aparece agraciado con el de Capitán, lo que
justifican Angel Núñez al folio 114 y D. Felix Escarfuller al 121 vto. siendo también
testigo de hallarse entre los rebeldes, Ramón Regalado al folio 110. No puede decirse
que tuvo mando, porque a pesar de su empleo no se justifica pero si puede calificarse
como mero ejecutor.
Andrés González (a) Maló, paisano y reo prófugo en ésta causa. En las relaciones
de insurrectos que obran a los folios 18 y 51, figura como uno de tantos y aunque en
el curso de los procedimientos no lo menciona nadie, en el hecho de haberse fugado
justifica su culpabilidad, por lo tanto puede calificarse como simple mero ejecutor.
José de los Santos (a) Mayor Inglés, paisano y reo prófugo en ésta causa. D. José
Pérez al folio 25 dice que se hallaba entre los insurrectos y lo mismo ratifica Ramón
Regalado al 110. Además en la relación de los empleos conferidos por los rebeldes
al folio 50 aparece agraciado con el de Alférez cuyo igual grado dicen que disfrutaba
D. Diego crespo al folio 108 y Angel Núñez al 114. Puede por lo tanto en virtud a no
estar justificado mandase tropas, calificarse como mero egecutor.
Cayetano Decaer, paisano y reo prófugo en ésta causa. Dice D. Fernando Pérez
al folio 19 que propalaba ideas subversivas diciendo que los españoles habían roto
las armas a los criollos y que salían partidas por los campos con igual obgeto, cuya
acusación la corroboran D. Juan José Garrido al folio 64 y el General D. Juan del
Rosario al 132. Es suficiente prueba para poder considerarlos como calumniador de
la Autoridad.
D. Juan Carlos Francisco (a) Dorse, Comandante de las Reservas. En la relación de
empleos conferidos por los rebeldes al folio 50, aparece agraciado con el de Coronel,
lo cual confirman D. José Carlos Rodríguez al folio 15 D. Diego Crespo al 107 vto.
Angel Núñez al 114, Juan Bautista del Carmen al 115 y Casimiro Castellanos al 120,
diciendo haberlo visto entre los sublevados Ramón Sosa al 27, Ramón Regalado al
110 y Juan de la Paz Cordero al 111. De forma que su acusación probada es que fue
nombrado Coronel y que se hallaba entre los rebeldes siendo Comandante de las
Reservas. Pero si fuerte es la acusación, mayor aún es la defensa porque el General D.
José Hungría en su certificado al folio 58, D. Fernando Pérez en sus declaraciones al
folio 169, el General D. Sebastián Reyes al folio 170 y D. Ambrosio García al folio 171,
294
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
justifican en todas sus partes la declaración del dicho Comandante al folio 184 vto.
constando primeramente que había sido siempre adicto al Gobierno Español; que en
época anterior había denunciado a la Autoridad una revolución que los mismos fraguaban y ayudado a sofocarla; que fue mandado a llamar dos veces por los insurrectos
amenazándole la tercera sino concurría, que era muy mal querido de los Gefes de la
rebelión a consecuencia de la declaración referida y que recibió orden de presentarse diariamente, estándo mandado vigilar por ellos, que no le consultaron nunca nada
ni le dieron comisión alguna, confiriéndole el empleo de Coronel con el obgeto de
alhagarlo y atraerlo a su partido pero que no aceptó el nombramiento; que convino
con el General D. Sebastián Reyes fugarse juntos a la primera oportunidad y ayudó a
salvar los efectos de la casa de dicho General amenazada de saqueo por los rebeldes;
que se fugó por fin y fué a reunirse con las tropas del Gobierno siguiendo en ellas
en persecución de los revolucionarios. Justificados plenamente todos éstos extremos
que por otra parte no desmienten los cargos de haberlo visto entre los insurrectos y
ser nombrado Coronel por ello quedó ecsento de toda responsabilidad y no se procedió a su prisión ni se continuaron los procedimientos en contra suya.
He analizado hasta ahora la tramitación judicial del proceso y la parte que cada
uno de los acusados ha tomado en la Rebelión, pero no es ésto suficiente para pronunciar con acierto el severo fallo de la ley, precisa conocer detalladamente los hechos para poder valorar, sin temor de errores, la culpabilidad de cada delincuente,
porque los delitos, si bien los mismos en la esencia varían según las circunstancias
que los agravan ó atenuan.
Cuando la rebelión tiene sólo un significado político, cuando el único y esclusivo
obgeto de ella es el restablecimiento de tal o cual gobierno por tener más adeptos
que el esistente en una nación, sea cual fuese las masas se levantan con esa sóla mira
animadas por el resorte del bien general, aunque errónea sea su creencia, y giran en
torno de sus conciudadanos, de las propiedades particulares y de la nación, como
salvaguardias de ellas porque el principio moral que los domina es el adelanto de su
país y la seguridad de los individuos y de los bienes que alcanzaron con sus virtudes y
trabajo. Sin emebargo, aunque el principio sea sano, es rechazado por la ley y castigado severamente, porque no habría Gobierno posible que pudiese obrar, si sus actos
fuesen analizados y reprochados por el pueblo con argumentos de fuerza material.
Pero ésta rebelión no puede en manera alguna ser comparada con la que hoy se juzga
al pueblo de Guayubín.
Los Promovedores de ella, tuvieron en cuenta el espíritu de libertad, mal digo, de
libertinaje en que hasta hoy han vivido los habitantes de aquellas comarcas, juzgando
en su crasa ignorancia que las leyes de la naturaleza deberían siempre ser iguales a
las leyes de la sociedad, y les hicieron temer castigos fabulosos para amedrentarlos
y enconar sus ánimos. Hicieron más aún, animaron los odios de raza, que nuestro
sabio y previsor gobierno habría acallado con sus medidas de una bien meditada política, y sembraron en las masas del pueblo, y más todavía en la montaña, las absurdas
ideas de la esclavitud, procurando con falsedades de éste género adquirir adeptos
295
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
para sus ambiciosas miras unos, y otros para sus venganzas particulares. Ciñéndome a
los hechos de Guayubín, hemos visto a ésos hombres de la revolución, sólos, aislados
consigo mismos, aunque rodeados de un número crecido de hombres que no tomaban participación intelectual alguna y a quien la munificencia de nuestro Gobierno
ha indultado, comprendiendo que su crasa ignorancia era solo el agente que los
impulsaba. Los hemos visto en su fuga, dirigirse a la Iglesia y sacar la Sagrada Imagen
de Nuestra Señora poniéndola al lado de los cañones y creyendo en su fanatismo que
la Reina de los Cielos había de amparar y proteger los crimenes de la tierra. Hemos
visto huir por los montes las familias honradas del pueblo temerosas de los furores
de tan vandálica irrupción, como en otro tiempo huían los pueblos en masa ante
las falanges sarracenas, destruidas las propiedades y convertido todo en un horrible
caos, cuando fugitivos los Gefes, quedaron a disposición de la desenfrenada turba,
las personas y las cosas, ¿Y esto por qué?, porque no era revolución sino desorden y
porque no había ideas fijas sino rencores animados pues habían tenido precisión de
exaltar las ánimos con fábulas absurdar para hacerse partidarios, transpasando en su
codicia los límites de la razón, y cuando vieron la cuchilla de la ley pendiente sobre
su cabeza, tuvieron miedo de su propia obra y abandonaron los suyos porque eran
impotentes para contener el torrente que se desbordaba, y sólo con la fuga podían
salvar sus vidas que por ambas partes estaba amenazada. Es mayor aún el crimen,
éstos hombres nunca habían tenido importancia social, éstos hombres los recompensaba nuestro justo y liberal Gobierno proporcionándoles medios de subsistencia para
atender con decoro a sus necesidades, veían prosperar su país con las mejoras que en
el sistema administrativo, militar y judicial se habían introducido, tenían un Egército
disciplinado y valiente que velase sus personas y propiedades, y últimamente, habían
jurado fidelidad a un Gobierno solicitado por ellos mismos. Estos hombres por seguir
el instinto de revolución que los domina, por encumbrarse unos, y otros por hacer
productiva su habitual molicie, con actos que la ley de la razón repele, han expuesto
un considerable número de conciudadanos, han sido causa de las lágrimás que hoy
vierten multitud de familias y de la indigencia en que yacen honradas personas que
tenían un mediano pasar, fruto de su trabajo y aplicación.
Tal ha sido como acabo de bosquejar la sublevación del pueblo de Guayubín, sin
que el colorido del cuadro que he trazado sea fuerte en lo más mínimo. He estado en
el terreno de los hechos, he oido los lamentos de las víctimás de tan terrible pillage y
he podido apreciar los detalles de la rebelión, asegurando, que en mi parecer, de todos los puntos sublevados, el que ha sido teatro de mayores escesos, es, a no dudarlo,
el pueblo de Guayubín.
Considerando pues los estremos expuestos y la especificada culpabilidad de cada
uno de los acusados concluyo por la Reina a que José Ramón Torres sufra la pena de
cadena perpetua con arreglo al miembro 2º del artículo 169 del Código Penal; a que
Raimundo Jaque sufra igualmente la pena de cadena perpetua con sujeción al miembro 1º del articulo 169 de dicho código, a que Juan Bautista Gómez (a) San Batista,
sufra la pena de 16 años de cadena con arreglo al artículo 170 del Código, a que Pablo
296
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Aquino sufra igualmente 12 años de cadena con sujeción al mismo artículo 170 del
referido Código Penal y a que Juan Ramón Reyes sea puesto en libertad por hayarse
indultado por el Exmo. Sor. Capitán General. A que los reos prófugos Comandante
de las Reservas D. Victorino Cordero y Tenientes de las mismas D. Benito Monción, D.
Eugenio y Don Juan Ramón Reyes sean pasados por las armas con arreglo al arto. 1º
de la ley de 26 de abril de 1821 y arto. 26 tito. 10 Trato. 8º de las Reales Ordenanzas;
igualmente la pena de muerte a los paisanos Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez
(a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco y Alejandro Bueno, con arreglo
del arto. 168 del Código Penal; José Sosa paisano sufra la pena de cadena perpetua
con sujeción al miembro 1º al articulo, 169 del Código, los de igual clase Luis Sosa,
San Amequita y Jacinto Ramos, sufran la pena de catorce años de cadena con el mismo
articulo 170, del referido Código: Andrés, Maló, Tomás Inglés, y José de los Santos (a)
Mayor Inglés, paisanos también con sujeción al ya dicho artículo 170, sufran la pena de
doce años de cadena, y Cayetano Decaer, paisano, cuatro años, nueve meses de prisión
menor con sujeción a los artículos 192 y 193 del Código Penal, siendo todos los referidos prófugos sentenciados en rebeldía, con calidad de oirles sus descargos si fuesen
habidos ó se presentaren; a que el Comandante de las reservas D. Juan Carlos Francisco
(a) Dorsé, sea absuelto libremente sin que le perjudique en la opinión y fama que disfrute, los cargos que contra él obran en el proceso; y finalmente llamando la atención
del Exmo. Sor. Capitán General para que en razón al crecido número de robos hechos
por los insurrectos en las casas de comercio y particulares del pueblo de Guayubín, se
sirva disponer que, de los bienes embargados a los reos que figuran en éste proceso se
indemnicen las pérdidas que haya habido, previa la competente y legal justificación de
ellas. Santiago de los Caballeros 10 de mayo de 1863.
Firmado: Vicente Atienza.
Diligencia de haber
entregado el proceso a los oficiales defensores
Seguidamente el Señor Fiscal en vista de hallarse concluida del todo ésta causa y
haber pedido los oficiales defensores Don José María Cuerbo, Don Julián Hermida,
Don León Sánchez y Don Antonio Martínez los autos para formar su defensa con
arreglo a las Reales Ordenanzas mandó se le entregaran lo que egecuté yo el Secretario entregándoles hoy día de la fecha a las seis de la tarde el proceso compuesto de
doscientas treinta y seis hojas útiles sin contar las blancas y la cubierta. Y para que en
el término preciso de cuarenta y ocho horas le sea devuelto. Y para que conste por
diligencia lo firmaron con dicho Señor y presente Secretario.
Firmado: Vicente Atienza, José Mª Cuervo, Julián Hermida, León Sánchez y Antonio
Martínez.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
297
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de haber
devuelto el proceso los oficiales defensores
A los doce días del referido mes y año yo el Secretario Certifico que los Señores
defensores Don José María Cuerbo, D. Julián Hermida, Don León Sánchez y Don Antonio Martínez hayan devuelto el proceso al Señor Juez Fiscal en los mismos términos
que lo recibieron. Y para que conste por diligencia lo firmaron con dicho Señor y
presente secretario.
Firmado: Vicente Atienza, José Mª Cuervo, Julián Hermida, León Sánchez y Antonio
Martínez.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Diligencia de haber
avisado a los capitanes para el
Consejo
Seguidamente el Señor Fiscal arreglándose a las Reales Ordenanzas puso en noticias del Señor Dn. Luis Bustamante Teniente Coronel Presidente de la Comisión
Militar que el proceso estaba concluido por su parte, y obtenido el permiso del Señor Brigadier Comandante General para celebrar el Consejo nombró dicho Señor
Presidente a Don Fermín Daza, Don José Rodríguez Vera, Don Manuel Alonso, D.
Juan Delgado, Don Francisco Montaner y Don José Lapuente que deben asistir como
jueces en la celebración del consejo a quien dicho Señor Fiscal comunicó la orden
en debida forma para que al siguiente día de mañana se hallen a las siete y media de
ella en la casa del Señor Brigadier Comandante General donde se ha de celebrar el
consejo presidido por el Señor Teniente Coronel Don Luis Bustamante Presidente de
la Comisión Militar, y en el mismo día a las siete de la mañana en la Iglesia Parroquial
de ésta ciudad para oir la misa de Espíritu Santo que antes del Consejo a de celebrarse. Y de haberse así ejecutado lo firmó dicho Señor de que yo el Secretario Certifico.
Firmado: Atienza
Juan Rueda Garrido
Diligencia de haberse juntado Consejo
Don Vicente Atienza y Martínez Capitán del Batallón de San Quintín número tres
de Infantería y Juez Fiscal de ésta causa. Certifico que hoy trece de mayo de mil ochocientos sesenta y tres, después de haber oido la misa del Espíritu Santo, se ha juntado
el Consejo en la casa del Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia,
presidido por el Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar Don Luis
Bustamante en el cual se hallan de jueces los señores capitanes Don Fermín Daza, Comisión Militar Don Alejandro Angulo y Guridi y habiéndose hecho relación de éste
298
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
proceso y leída la defensa de los procuradores D. Julián Hermida, D. León Sánchez,
D. Antonio Martínez y D. José María Cuervo, dichos Señores presentaron, excepto
los dos últimos los certificados de indulto del Exmo. Sor. Capitán General expedido a
favor de los acusados Pablo Aquino, Juan Ramón Reyes, Juan Bautista Gómez (a) San
Batista, que, dentro del plazo fijado en el citado decreto se presentaron para disfrutar
de la referida gracias, uno de los cuales, el de Juan Ramón Reyes, obra copia exacta
de él al folio doscientos catorce de ésta causa, y los de Pablo Aquino y Juan Bautista
Gómez (a) San Batista, copiados a la letra dicen así:
Comandancia general del Cibao.- El paisano Pablo Aquino se ha presentado en ésta Comandancia el día once de marzo, como comprendido en
el artículo primero del Bando de indulto del Exmo. Sor. Capitn General
de ésta Isla de fecha diez u seis de marzo del presente año, en virtud
del cual queda en libertad para ocuparse de sus asuntos particulares. El
Brigadier Comandante General Manuel Buceta
Y el de Juan Bautista Gómez (a) San Batista, dice así:
Comandancia general del Cibao.- El paisano Juan Bautista Gómez se
ha presentado a ésta comandancia Militar el día cuatro de abril de mil
ochocientos sesenta y tres como comprendido en el artículo primero
del Bando de indulto del Exmo. Sor. Capitán General en ésta Isla de
fecha diez y seis de marzo del presente año, en virtud del cual queda
en libertad para ocuparse de sus asuntos particulares. Guayubín abril y
cinco de mil ochocientos sesenta y tres.-El Brigadier Comandante General.- Manuel Buceta.
Cuyos certificados, después de haber sido examinados por el Sor. Presidente y
vocales del Consejo, presente el Señor Asesor de la Comisión y copiados por mí el
Fiscal literalmente en presencia de dichos Señores dispusieron éstos se devolvieron a
los defensores de los respectivos acusados a que pertenecen para que volvieran a su
poder, lo que yo Fiscal efectué en el acto. Después de este hecho pasó el Consejo a
votar y para que coste por diligencia firmo.
Firmado: Vicente Atienza.
299
A.G.I. CUBA 1011B
VOTO 6º
Considerando provocado el delito de que se acusa a los paisanos José Ramón Torres
y Raymundo Jaque, al Comandante de las Reservas D. Victorino Cordero, Teniente de
las mismas D. Benito Monción y Don Juan Ramón Reyes y los paisanos Norberto Torres,
Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco, Alejandro Bueno, José Sosa, José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás Inglés, Luis Sosa, San
Amequita, Jacinto Ramos y Cayetano Decaer é indicios graves en D. Eugenio Beldar
y más leves en Andrés González (a) Maló, condeno a José Ramón Torres y Raimundo
Jaque a que sufran la pena de cadena perpetua con arreglo al arto. 169 del Código Penal, a Don Victorino Cordero, Don Benito Monción, Don Juan Ramón reyes, Norberto
Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco y
Alejandro Bueno a que sean pasados por las armas con arreglo al artículo 1º de la ley de
veinte y seis de abril de mil ochocientos veinte y uno, a José Sosa a cadena perpetua con
arreglo al artículo 169 del Código Penal, a José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás
Inglés y Luis Sosa a doce años de cadena con arreglo al artículo 170 del Código Penal; a
San Amequita y Jacinto Ramos a catorce años de cadena con arreglo al mismo artículo
170 de dicho código, a Cayetano Decaer a cuatro años nueve meses de prisión menor
y cien pesos fuertes de multa, con arreglo a los artículos 192 y 193 del ya citado código;
Eugenio Beldar a diez años de presidio con retención, como pena inmediata a la que
le hubiera correspondido con arreglo al artículo primero de la ley de 26 de abril de
1821, si el delito estuviera plenamente provado y a Andres González (a) Maló a veinte
meses de prisión correccional como pena arbitraria; los diez y siete últimos en rebelión
debiendo los diez y nueve satisfacer con la parte que le corresponda de sus bienes los
daños causados por los revolucionarios en los partidos de Guayubín y Sabaneta. En
cuanto a Juan Ramón Reyes, Juan Bautista Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino aun
cuando los correspondiera la pena de catorce años de cadena con arreglo al artículo
170 del Código Penal, es mi voto que sean puestos en libertad por haber acreditado en
debida forma se acogieron en tiempo oportuno al decreto de indulto publicado por el
Exmo. Sor. Capitán General en diez y seis de marzo del año actual.
300
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Es igualmente mi voto que D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, Comandante de
las Reservas sea puesto en libertad sin que le perjudique en la buena fama y opinión
que disfrute.
Firmado Manuel Alonso.
Voto 5º
Considerando provado el delito de que se acusa a los paisanos José Ramón Torres
y Raymundo Jaque, al Comandante de las reservas D. Victoriano Cordero, Teniente
de las mismas D. Benito Monción, y Don Juan Ramón Reyes y los paisanos Norberto
Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco, Alejandro Bueno, José Sosa, José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás Inglés, Luis
Sosa, San Amequita, Jacinto Ramos y Cayetano Decaer é indicios graves en D. Eugenio Beliard y más leves en Andrés González (a) Malo; condeno a José Ramón Torres
y Raymundo Jaque a que sufran la pena de cadena perpetua con arreglo al artículo
169 del Código Penal, a Don Victoriano Cordero, Don Benito Monción, Don Juan
Ramón Reyes, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos
(a) El Inglés, Justo Carrasco y Alejandro Bueno a que sean pasados por las armas con
arreglo al artículo primero de la ley de 26 de abril de 1821; a José Sosa a cadena
perpetua con arreglo al artículo 169 del Código Penal Civil; a José de los Santos (a)
Mayor Inglés, Tomás Inglés, y Luis Sosa a doce años de cadena con arreglo al artículo
170 del dicho Código Penal, a San Amequita y Jacinto Ramos a catorce años de cadena con arreglo al mismo artículo 170 de dicho código; a Cayetano de Cler a cuatro
años nueve meses de prisión menor y cien pesos fuertes de multa con arreglo a los
artículos 191 y 193 del Código Penal; a Don Eugenio Beliard a diez años de presidio
con retención como pena inmediata a la que le hubiera correspondido con arreglo
al artículo primero de la Ley de 26 de abril de 1821, si el delito estuviera plenamente
provado y a Andrés González (a) Maló a veinte y seis meses de presidio correccional
como pena arbitraria, los diez y siete últimos en rebeldía debiendo los diez y nueve
satisfacer con la parte que les corresponda de sus bienes los daños causados por los
revolucionarios en los partidos de Guayubín y Sabaneta. En cuanto a Juan Ramón
Reyes, Juan Bautista Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino, aun cuando les correspondía la pena de catorce años de cadena con arreglo al artículo 170 del Código Penal, es mi voto que sean puestos en libertad por haber acreditado en debida forma se
acogieron en tiempo oportuno al decreto de indulto publicado por el Excelentísimo
Señor Capitán General de 16 de marzo del año actual. Es igualmente mi voto que D.
Juan Carlos Francisco (a) Dorsé Comandante de las Reservas sea puesto en libertad
sin que por el procedimiento le perjudicque en la opinión y buena fama que disfrute.
Firmado: Francisco Montaner.
301
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
VOTO 4º
Considerando provado el delito de que se acusa a los paisanos José Ramón Torres
y Raymundo Jaque, al Comandante de las reservas D. Victoriano Cordero, Tenientes
de las mismas D. Benito Monción y D. Juan Ramón Reyes y los paisanos Norberto
Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás
Inglés, Luis Sosa, San Amezquita, Jacinto Ramos y Cayetano Decaer, e indicios graves
en D. Eugenio de Beldar y más leves en Andrés González (a) Maló, condeno a José
Ramón Torres y Raymundo Jaque a que sufran la pena de cadena perpetua con arreglo al artículo 169 del Código Penal, a D. Victoriano Cordero, D. Benito Monción,
D. Juan Ramón reyes, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los
Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco, y Alejandro Bueno a que sean pasados por las
armas con arreglo al artículo primero de la ley de 26 de abril de 1821, a José Sosa a
cadena perpetua, con arreglo al artículo 170 del Código Penal a San Amezquita y Jacinto Ramos a catorce años de cadena con arreglo al artículo 170 del dicho código, a
Cayetano Decaer a cuatro años nueve meses de prisión menor y cien pesos fuertes de
multa con arreglo a los artículos 192 y 193 del Código Penal, a Don Eugenio Beldar a
diez años de presidio con retención como pena inmediata a la que le hubiese correspondido con arreglo al artículo 1º de la ley de 26 de abril de 1821 si el delito estuviera
plenamente probado y Andrés González (a) Maló, a veinte y seis meses de presidio
correccional como pena arbitraria; los diecisiete últimos en rebelión debiendo los
diez y nueve satisfacer con la parte que le corresponda de sus bienes los daños causados por los revolucionarios en los partidos de Guayubín y Sabaneta. En cuanto a Juan
Ramón Reyes, Juan Bautista Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino, aun cuando les
correspondía la pena de cadena con arreglo al artículo 170 del Código Penal, es mi
voto que queden en libertad por haber acreditado en debida forma se acogieron en
tiempo oportuno al decreto de indulto publicado por el Exmo. Sor. Capitán General
en 16 de marzo del año actual. Es igualmente mi voto que D. Juan Carlos Francisco
(a) Dorsé, Comandante de las Reservas sea puesto en libertad sin que el procedimiento le perjudique en la opinión y buena fama que disfrute.
Firmado: Juan Delgado Sánchez.
Siguen a continuación los votos 3º emitido por D. Jose Lapuente, voto 2º emitido
por d. Pablo Rodríguez Vera, voto 1º por D. Fermin Daza y el voto del Presidente D.
Luis Bustamante que están redactados en iguales términos que el anteriormente inserto solicitando para los reos las mismas penas,etc.
302
A.G.I. CUBA 1011B
SENTENCIA
Habiéndose formado por el Capitán D. Vicente Atienza y Martínez el proceso que
precede contra los paisanos José Ramon Torres y Raimundo Jaque, el Comandante
de las reservas D. Victorino Cordero Tenientes de las mismas D. Benito Monción y D.
Juan Ramón Reyes y los paisanos Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú,
José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco, Alejandro Bueno, José Sosa, José de
los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás Inglés, Luis Sosa, San Amequita, Jacinto Ramos
y Cayetano Decaer, contra el Teniente de las Reservas D. Eugenio Delirad y paisano Andrés González (a) Maló; igualmente contra Juan Ramón Reyes, Juan Bautista
Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino, paisanos, y el Comandante de las Reservas
D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, iniciados todos en el delito de rebelión contra
el Gobierno de S. M. en consecuencia de la orden inserta por cabeza de él y orden
para cu continuación por dicho Señor Capitán Don Vicente Atienza del Señor Teinete Coronel de Artillería Presidente de ésta Comisión Militar D. Luis Bustamante,
que obra al folio 98 vto. Y héchose por dicho Señor relación de todo lo actuado al
Consejo de Guerra celebrado el día trece de mayo de mil ochocientos sesenta y tres,
celebrado en la casa del Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia Don
Manuel Buceta, presidido por el Señor Presidente de ésta Comisión Militar Teniente
Coronel de Artillería D. Luis Bustamante, siendo jueces de él los Señores capitanes
Don Fermín Daza, Don José Lapuente, D. Pablo Rodríguez Vera, Don Juan Delgado,
Don Francisco Montaner y Don Manuel Alonso, no habiendo comparecido los reos
presentes; oido el dictamen fiscal, la defensa de los acusados y las ilustraciones orales
del Señor Asesor de la Comisión Licenciado Don Alejandro Angulo Guridi, todo bien
examinado, el Consejo ha condenado y condena por unanimidad a Jose Ramón Torres y Raimundo Jaque a que sufran la pena de cadena perpetua con arreglo al arto.
169 del Código Penal; a Don Victorino Cordero, Don Benito Monción, Don Juan
Ramón Reyes, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez,(a) Cacú, José de los Santos
(a) El Inglés, Justo Carrasco y Alejandro Bueno, a que sean pasados por las armas con
arreglo al arto. 1º de la ley de 26 de abril de 1821; a José Sosa a cadena perpetua con
303
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
arreglo al articulo 169 del Código Penal; a José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás
Inglés y Luis Sosa a doce años de cadena con arreglo al arto. 170 del Código Penal; a
San Amequita y Jacinto Ramos a cartoce años de cadena con arreglo al mismo arto.de
dicho Código; a Cayetano Decaer a cuatro años nueve meses de prisión menor y cien
pesos fuertes de multa con arreglo a los artículos 192 y 193 del Código Penal; a Don
Eugenio Beliard a diez años de presidio con retención como pena inmediata a la que
le hubiese correspondido con arreglo al artículo 1º de la ley de 26 de abril de 1821,
si el delito estuviera plenamente probado, y a Andrés González (a) Maló, a veinte y
seis meses de presidio correccional, como pena arbitraria, los diez y siete últimos en
rebeldía, debiendo los diez y nueve satisfacer con la parte que les corresponda de sus
bienes los daños causados por los rebeldes en los partidos de Guayubín y Sabaneta.
En cuanto a Juan Ramón Reyes, Juan Bautista Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino,
aún cuando les correspondería la pena de catorce años de cadena con arreglo al articulo 170 del Código Penal, es igualmente unánime el voto de que sean puestos en
libertad por haber acreditado en debida forma se acogieron en tiempo oportuno al
decreto de indulto publicado por el Excelentísimo Señor Capitán General de 16 de
marzo del año actual. Es del mismo modo unánime el voto de que Don Juan Carlos
Francisco (a) Dorsé Comandante de las Reservas, sea absuelto libremente sin que el
procedimiento le perjudique en la opinión y buena fama que disfrute. Santiago de
los Caballeros catorce de mayo de mil ochocientos sesenta y tres.
Firmado: Luis Bustamante, Fermín Daza, José Lapuente, Francisco Montaner, Pablo
Rodríguez Vera, Juan Delgado Sánchez, Manuel Alonso.
304
A.G.I. CUBA 1011B
Don José Mª Cuervo Ayudante del Batallón de San Marcial número dos de INFA. y
defensor del paisano José Ramón Torres acusado de haber tomado parte en la revolución que ha tenido lugar en Guayubín de ésta provincia en el mes de febrero último.
Señores
Defensa
Es a la verdad señores, sensible para un defensor cuya misión es la mía en éste
momento, tenerse que presentar ante un Tribual defendiendo a un Reo, cuyo delito
se alla probado. Concibo lo crítico de mi posición, pues las escasas luces que poseo,
no me dejan llenar, si posible fuese, el cargo de defensor que ante Vs. represento.
Por último Señor Presidente y vocales, harto sensible me es el tener que unir a mi
insuficiencia la circunstancia de haber sido elegido defensor de un reo como José
Ramón Torres, uno de los que mandaron fuerzas, aunque en corto número, en la
revolución de Guayubín. Ahora bien, entrando en materia, empezaré por exponer
al Consejo que en el proceso formado y que acaba de leer el Señor Juez Fiscal faltan
por evacuar las citas que en su declaración y confesión hace mi cliente, y son las de
Manuel Villalobo, Cándido Reynoso y Capitán Ildefonso, cuyas citas, evacuadas que
fueran, podrían tal vez dar un resultado favorable, en descargo del delito porque es
acusado mi defendido, pero de no haber llenado el Señor Fiscal esta circunstancia en
el proceso formado, no puedo calificarla como una imperfección de él, pues vista la
relación de testigos que aparece unida al folio 175, é visto en ella que los individuos
citados, se allan prófugos y por consecuencia no le á sido posible llenar éste requisito
que hubiese favorecido a mi cliente.
Cierto es Señores, que la ley encaminada siempre a corregir las faltas que los hombres en mal hora acometieron, no puede menos de corregir a uno de ellos, cual es mi
patrocinado, por haberse separado de ella, dejándose correr por la pendiente resbaladiza del crimen porque es acusado, pero sobrado nos es el saber que hay momentos
en la vida del hombre en que nada parece razonable, nada prudente, causa por la
305
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
que, tal vez, mi cliente arrastrado por un extraviado sentimiento de su conciencia, se
presentó entre los revolucionarios de Guayubín, pero esto lo hizo, no sin que en diferentes ocasiones fuese avisado en su misma casa, para que se presentase en aquella
plaza, tanto que por último, viendo el General Lucas que se resisitía, mandó dicho
General a un tal Ramón Regalado a su casa (común de Santana) con la espresa orden
que si inmediatamente no se presentaban en Guayubín, serían juzgados todos los individuos de dicha Común, con el rigor que reclamaba la causa que defendía. Ahora
diré a V.S. que José Ramón Torres es un paisano pobre, y de ninguna posición entre
los magnates revolucionarios de ésta provincia, mi defendido es un labrador que con
su trabajo tiene que atender al sustento de siete criaturas y una esposa, las que se contemplan hoy entregados a mi impotente habilidad, en defensa de su cariñoso padre.
Por lo tanto atendiendo Vs. las razones que dejo espuestas, no me cabe la menor
duda que serán benébolos y que rebajarán en lo posible la pena que contra mi patrocinado pide el Señor Fiscal en su bien razonada y estensa conclusión. Santiago de los
Caballeros trece de mayo de mil ochocientos sesenta y tres.
Firmado. José Mª. Cuervo.
Don Antonio Martínez y Ruíz Subteniente de la Cuarta Compañía del Batallón
de San Quintín número tres de Infantería y defensor nombrado por el paisano Raimundo Jaque, acusado de haber formado parte en la insurrección que tuvo lugar en
ésta provincia en el mes de febrero último a éste respetable Consejo y en pro de mi
defendido tiene el honor de exponer:
Al presentarme por primera vez ante V V. SS. encargado de la sagrada misión de
defensor ni confío en mi pobre imaginación ni menos aún en el limitado campo que
presta la conducta de mi defendido, porque en vano buscaría razones sólidas para
rebatir los cargos que en su acusación le dirige el Señor Fiscal; así pues convencido
como lo estoy del fruto que pudiera darme la primera, cuanto del resultado que conseguiría si me fuera posible recurrir a desvirtuar los cargos, sólo me anima en éstos
momentos la idea de que éste respetable Consejo, siempre generoso, acogerá benigno las consideraciones que me sugiera el deseo de cumplir con la confianza que en
mí ha depositado el paisano Raimundo Jaque.
El hombre ignorante es muchas veces el instrumento de que se valen los hombres
de mala conducta y de siniestras pretensiones para el logro de sus planes, puesto
que, por este medio, han conseguido en distintas ocasiones, al fracasar sus intentos,
quedar libres de la responsabilidad de las leyes, al paso que han expuesto a aquel el
rigor de las mismas.
He aquí, ilustre Consejo, en sentir del defensor que tiene el honor de dirigirle la
palabra el caso en que su patrocinado encuentra: hombre sin educación de ninguna
clase, hombre ignorante hasta el extremo de desconocer completamente la lectura
306
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
y escritura, nada estraño es que, validos los promovedores del desoden de ésa misma
ignorancia, le confiaran una comisión que cualquiera otro con más conocimientos
y naturalmente más previsor ó avisado, hallaría comprometida, siendo aún menos
estraño el que acatase la orden del Alcalde de Sabaneta, creyéndose en el deber de
obedecerla por la circunstancia de ser mi defendido Alcalde Pedáneo de Gurabo.
Dado que éste primer paso hijo únicamente como dejo dicho de la ignorancia de
mi patrocinado, los demás fueron una consecuencia inmediata que le condujeron,
digámoslo así, hasta el extremo de verse hoy juzgado como Gefe aunque con mando
subalterno de la sedición ó motín; el hombre que toma parte en una revolución y se
constituye uno de los principales agentes de ella, lleva siempre la idea de creer ó que
vá a mejorar su situación ó que piensa cambiar en realidad la ilusiones que le dictara
su ambición, nada de esto ha podido seducir a mi cliente, qué podría prometerse
del resultado de la rebelión al tomar en ella la parte tan activa que se le supone.
¿Obraría inducido por la esperanza de variar de posición consiguiendo algún mando
importante con el cambio de Gobierno? [...] Desde luego, respetable Consejo, se
puede asegurar que un hombre de la edad de mi patrocinado, viudo, con seis hijos é
ignorante, nada podía prometerse, mucho más cuando en la extinguida República,
pródiga en consesiones de empleos militares no tuvo ningúno para Jaque, y hoy sus
partidarios, sin embargo de ello le confieren el mando de un punto avanzado. De
todo ello no se desprende otra cosa más que de la que si tomó parte en tan desagradables ocurrencias fué solamente por el abuso que se hace siempre de aquellos que
nada ven, que nada preveen y que, débiles de carácter, efecto de su incapacidad, son
conducidos por los que él considera superiores aún cuando sea tan sólo porque les
conceden conocimientos que ellos desconocen.
Aparece como Gefe principal de los insurrectos Don Santiago Rodríguez y éste
es el que elige a mi defendido para formar la guardia; desde luego puede asegurarse
que Rodríguez no ignoraba la incapacidad de aquel y la imposibilidad en que se hallaba no sólo de darle parte de las novedades que en el puesto a su cargo ocurriesen,
si no también de enterarse de las órdenes que le comunicase y que en ésta imposibilidad tenía contra toda la previsión de un gefe de motin, que valerse de la primera
persona que hallase a mano y pudiese escribirle las primeras y leerle las segundas,
lo cual era de temer en circunstancias tan especiales como las que atravesaban las
insurrectos; por todo lo expuesto nadie desconocerá que si se sirvieron de Raimundo
Jaque fué únicamente como instrumento y no como hombre que pudiese obrar en
favor de su causa y adquirir prosélitos […] ¿Y a éste instrumento se le quiere condenar con la pena que las leyes imponen al hombre? Yo espero que no. Yo confío en la
ilustración de éste respetable Consejo, querer comprender a mi patrocinado en los
efectos del artículo ciento sesenta y nueve del Código Penal, es condenarlo con una
pena superior a la que su falta merece. Comprendo el mando subalterno en una sedición de distinto modo que lo ha comprendido el Señor Juez Fiscal y más en el caso
presente que si obedece a una Autoridad cual era la del Alcalde ordinario por creerle
con superiores poderes; el estar encargado de unos cuantos hombres de los cuales
307
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
se hace entrega el primero que llega como lo hizo mi defendido el Comandante Carrasco, no constituye mando, porque mando sería si los hubiese conducido, y se les
hubiese investido con alguna autoridad para con los insurrectos, cosa incompatible
con la ignorancia y más incompatible aún, con un paisano que jamás podía tener, ni
la influencia necesaria para hacerse respetar y obedecer ni menos los conocimientos
de muchos de los Militares en reserva, que tomaron parte en tan lamentables sucesos,
y a los cuales, como es consiguiente, hubieron preferido para el mando de una fuerza
avanzada.
Ecsiste también una carta al folio 145 y 146 que se dice dirigió mi defendido a
Don Santiago Rodríguez dándole cuenta del estado en que se encontraba, y reclamándole armas y municiones; pero como no sabe escribir y nadie depone que él la
dictara ni aparece el autor, puede muy bien haber sido hecha por algún otro, sin que
en ella haya tenido la más mínima parte mi patrocinado, circunstancia por la que
no puede hacérsele ningún cargo puesto que lo que resulta acerca de dicha carta no
constituye prueba.
El dicho de José Dolores Gómez de haber sido preso y amarrado por la guardia de
Jaque, robándole diez pesos fuertes que llevaba, no puede de ninguna manera servir
de cargo a mi defendido porque además de ser sólo el interesado el que sobre ello
depone, aún cuando el General Polanco en su declaración al folio ciento cincuenta
y uno lo menciona, falta aclarar si Jaque tuvo ó no parte en el hecho ó solo hicieron
por su cuenta los insurrectos que con él se encontraban razón por la que, nada puede afectar la causa de mi patrocinado un suceso en el que, ni resulta complicado, ni
menos se halla probado convenientemente y del cual su indagatoria parece no tener
conocimiento alguno.
En tal virtud confío de la recta conciencia de VV. SS. aminoren la pena que el
Señor Juez Fiscal pide para mi patrocinado en cuyo nombre se lo suplica a éste respetable Consejo el defensor. Santiago de Caballeros trece de mayo de mil ochocientos
sesenta y tres.
Firmado: Antonio Martínez.
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A.G.I. CUBA 1011B
Don Julián Hermida y Casares Ayudante del 2º Batallón del Regimiento de la
Corona y defensor nombrado por el paisano Juan Bautista Gómez, tiene el honor de
hacer presente al ilustre Consejo lo que sigue.
Entraré desde luego en algunas consideraciones acerca de la acusación Fiscal por
la que a mi defendido se le piden diez y seis años de cadena temporal colocándolo,
según dice el Señor Fiscal en la pena media vista su dilación manera peregrina de
seguir las reglas para su aplicación según el Código Penal civil y más peregrina aún
de considerar los hechos, ya haciéndolos graves los que en realidad son leves, ya
mencionándolos sólo para que, como medio de acriminación, ésta pena aumente,
reclamando, una vez probado no está bien entendido el delito, y por lo tanto mal
aplicada la pena, la gracia de indulto que le comprende y por la cual se encuentra
esento de toda pena.
Desde luego consta en autos y mi defendido no niega en manera alguna que se
halló en Sabaneta al enarbolarse el pabellón dominicano, no niega tampoco se encontró en Guayubín y comunicó alguna orden dada por el General en Gefe Lucas de
Peña; ¿pero se deduce de esto que egerció autoridad alguna ó querrá hacerse valer
que fué nombrado Alférez? Ninguna autoridad egerció ni era fácil la egerciese; mi
defendido fué buscado por el Gefe Peña y por Norberto Torres, lo mandaron acompañar a un correo que llevaba pliegos para los rebeldes de Sabaneta y, sin que le sirviese de disculpa para eximirse el pretestar que no tenía caballo, porque allanaron el
inconveniente dándole uno, viéndose de éste modo obligado a ir y fué, pero ni en las
órdenes que el correo conducía intervino ni las conocía, ni menos tuvo parte alguna
en su egecución; se volvió a su casa y nuevamente fué llamado por el General Peña
quien lo retuvo a su lado y transmitió una orden que le mandó comunicase; ¿podía
negarse acaso? Creo señores que a nadie puede obligarsele a ser mártir y seguramente él ó cualquier otro lo hubiera sido al negarse a seguir en cierto modo la corriente,
ésta arrastra siempre al temerario que lucha contra ella, se le sortea pero no se la
contrarresta, la temeridad tiene siempre sus resultados; Ahora bien ¿podrá suponerse que por ésto fue nombrado Alférez? ¿Donde consta tal nombramiento y, aunque
así fuese qué significaba ello en tales circunstancias cuando en aquel encontces y en
309
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
aquel punto todo era un caos, cuando para egercer cargos por delicados que fuesen
no había más que querer, aquello, Señores, era una jaula más o menos grande en la
que se encontraban no rebeldes sino infinitos locos, es indudable que VV. SS. habrán
visto un local de dementes, sueltos éstos a los cuales les ataca la enfermedad por distinto lado; pues bien visto ésto es vista aquella inmensa jaula en la que la monomanía
general era enarbolar un pabellón que anteriormente ondeó, pero que las particulares eran infinitas, tantas como monomaníacos esistían, ésto repito, dado el caso
de que mi defendido hubiera sido nombrado Alférez y él lo hubiese admitido, pero
hay más aún supuesto que lo nombraron y admitió ¿puede reconocérsele semejante
graduación? ¿Puede considerársele para la aplicación de la pena? No Señores, creo
que ello nada significa que debe considerársele como lo que es, como particular que
mandaron obrar de éste ó del otro modo y obró sin poder hacer otra cosa distinta,
debiendo considerarse atenuante su hecho por las razones dichas y no aplicándole
en su consecuencia la pena pedida en la conclusión Fiscal por no ser la procedente
y todo ésto en el caso de que pudiera aplicársele alguna, lo que no podrá tener lugar
por hallarse comprendido en el indulto del Exmo. Sr. Capitán General de diez y seis
de marzo.
2º punto
que paso a esponer.
Mi defendido una vez que pudo ocultarse y lo efectuó en lugar de seguir a los
rebeldes a Mangá y Sabaneta, se ocultó en los montes y, ya apaciguada la rebelión se
presentó el cuatro de abril al Comandante Militar de Guayubín en cuanto lo supo y
pudo se le dió un documento de indulto que adjunto tengo el honor de presentar
a VV.SS. Al siguiente día y con él, marchó tranquilamente a su casa, fué requerido
para prestar servicios al Gobierno y cuando iba a obedecer se le prende y remite a
ésta Ciudad é ignorante del valor que tenía la Cédula de indulto que le fué dada
porque al ver era preso después de tenerla, creyó no servía, no la manifiesta y continúa en semejante idea, hasta que la casualidad favoreciéndole hace la presente al
que suscribe en el día de ayer; ahora bien, yo como su defensor, reclamo de VV. SS.
que se declare su validez, una vez ecsaminada la respetable firma del señor Brigadier Comandante General de la provincia Don Manuel Buceta y en su consecuencia su fecha y hasta por su uso habla lo suficiente en contrario de cuanto quiera
suponerse que perjudique a mi defendido, por lo tanto, ruego y suplico al ilustrado
Consejo que en mérito de lo que dejo expuesto, se le comprenda a mi patrocinado
en el indulto referido, poniéndolo desde luego en libertad, por ser así conforme
con la rectitud y reconocida bondad de VV. SS.- Santiago de los Caballeros trece de
mayo de mil ochocientos sesenta y tres
Firmado: Julián Hermida y Cáceres.
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
D. León Sánchez de Arquíñigo y Marco Teniente de la 6ª Compañía del 2º Batallón del Regimiento de Infantería de la Corona Nº 3 defensor nombrado por el
paisano Aquino espone al Consejo.
Muy sencilla me parece la defensa que tengo que hacer a favor del paisano Aquino, no tan solo porque los cargos que le hace el Señor Fiscal (a mis cortos alcances),
sino que además media una circunstancia que, sea que al Sr. Fiscal se le haya pasado
por alto (lo que creo muy factible, atendiendo a sus muchas ocupaciones) ó ya sea
que mi defendido en su entorpecimiento haya dejado de advertírselo a dicho Señor
Fiscal, de ésta circunstancia hablaré más adelante, seré lacónico para no molestar a
VV. SS; vamos a lo primero. La cuestión que mi ahijado tuvo con Don Juan Grullón,
según dice éste en su declaración al folio 7 vto., por motivo de no quererlo admitir
unos billetes de los nuevamente creados por el Gobierno, ésto, yo seré muy torpe,
pues no comprendo que haya nada de estraño en ésta cuestión ni mucho menos
concerniente a la sublevación, dice que empezaba con ésto a demostrar, tenía algún
antecdente de lo que iba a ocurrir. Señores ¿qué tiene que ver una cuestion de billetes con las circunstancias porque entonces se atravesaba? ¿Qué fuerza puede tener
ése cargo atendiendo además a su ignorancia? Ninguna Sres., esto es lógico. Según
declaración de Juan Bautista Gómez a folio 118 y Pedro José Bidó a folio 22 dicen que
se halló mezclado en la rebolución, esto no quiere decir nada; pudo hallarse mezclado, como se hallan muchos, unos por fuerza, otros por no perder sus intereses, sus
familias, sus vidas quizá y otros por ignorancia, en uno de éstos casos está mi defendido; y por último Señores el Comandante de Reservas Don Nicolas Gerónimo folio 33
dice que era Comandante Gefe de E. M. del General Batista y que el comunicaba sus
órdenes a los Gefes de la plaza; esto si que es difícil de comprender, que un hombre
que en su vida ha sido militar y en éstas circunstancias mucho menos, que un hombre
rústico porque es boyero y que un hombre sin saber leer ni escribir sea nada menos
que Comte. Gefe de E. M.; se me resiste el creerlo, en fin VV. SS. que tienen más tacto
que yo decidirán si tengo razón.
El Sor. Fiscal por éstos cargos tan sencillos, le impone nada menos que el minimun
de cadena temporal, es decir, 12 años. Sin acordarse (y ahora voy a mencionar la
circunstancia que cité al principio de mi alegato) que desde el día 11 de marzo está
indultado por el E.S.C.G. según consta en ésta Cédula espedida por el Sr. Brigadier
Buceta, la que tengo el honor de poner en manos de VV. SS.
En fin señores yo espero en virtud de lo espuesto que a mi defendido se le exima
de la pena que el Sr. Fiscal le ha impuesto; y se le ponga desde luego en livertad.
Gracia que no dudo de alcanzar del muy sabido clemente Consejo, a la que quedaré
eternamente agradecido.
Santiago, 13 de mayo de 1863.
Firmado: León Sánchez.
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A.G.I. CUBA 1011B
Don León Sánchez de Arquiñigo y Marco Teniente de la 6ª compañía del 2º Batallón del Regimiento de Infantería de la Corona Nº 3 y defensor nombrado por D.
Juan Ramón Reyes al consejo espone.
Señores, grande es la satisfacción de que en éste momento estoy poseído, al saber
de boca del mismo Sor. Fiscal que a mi defendido se le pide la livertad; esto desde
luego como VV. SS. puede comprender es para su defensor una satisfacción que sólo
puede comprender aquel que se vea en su caso. Partiendo bajo este supuesto y no
pidiéndole pena alguna al Sr. D. Juan Ramón Reyes, sólo me limitaré a suplicar a éste
muy ilustre Consejo se sirva concederme un favor que creo no me lo negará. Éste es
que, desde luego sea puesto en plena libertad y que además no le sirva de nota nunca,
para que, si es posible que alguna vez esté llamando a ejercer algún destino público
no sea ésto un obstáculo que se lo impida.
Esto es Señores del Consejo, lo único que tengo que esponer en pro de mi defendido Sr. Reyes; así es que espero no me rehusarán éste obsequio por lo que quedará
eternamente agradecido su defensor.
Santiago, 12 de mayo de 1863.
Firmado: León Sánchez.
Diligencia de entrega.
Incontinente después de terminado el Consejo y unidas las defensas de los procuradores que anteceden, el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario se personó
en la Morada del Sr. Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar a quien hizo
entrega de éste proceso. Y para que conste lo mando anotar por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Santo Domingo, 20 de mayo de 1863.
Pasa a dictamen del Sor. Auditor de Guerra ésta causa remitidia por el Presidente
de la Comisión Militar en 14 del actual.
Firmado: Ribero.
Exmo. Sor.
Hemos escrito con la bastante extensión en los otros procesos análogos para determinar el orígen y fundamento de una rebelión que ha tenido por instrumentos y
auxiliares pobres y rudas gentes del campo, ignorantes en su mayor parte de la empresa que acometían tan superior a sus débiles fuerzas y arrastradas por el engeño y
temores de la esclavitud; y acaso también en algunos por ése espíritu de codicia, de
ambición de mando ó de revueltas con que se ha señalado desgraciadamente éste
país. La rebelión de Guayubín, ó sean los Gefes y la banda que se apoderaron del
pueblo, tienen contra sí dos circunstancias que agravan su responsabilidad. Las otras
conmociones que se dejaron sentir en Sabaneta y Santiago no se entregaron a actos
de pillage y robo, no solicitaron los socorros y cooperación de los haitianos hasta el
punto que demuestra el documento del folio 43 y uno de los Secretarios del General
Rebelde Peña.
No por esto nos pondremos en desacuerdo con la sentencia del Consejo y Conclusión Fiscal que le sirvió de guía. Al contrario, reconocemos la justicia del fallo y
el estudio detenido que ha hecho de la causa el Caballero Fiscal D. Vicente Atienza.
Nunca se tiene más razón que cuando en determinados delitos no se emplea todo
el rigor de la ley; la rebelión de Guayubín quedó hundida bajo el peso de las maldiciones del país en que tuvo su asiento, e infamada por delitos comunes que nunca se
escusan en la conciencia del hombre. Para los delitos de alzamiento y conspiración
contra las instituciones políticas del Estado bastan en ocasiones como medios de represión, el extrañamiento, la relegación y confinamiento; estos es, el grupo de penas
establecido en el Nº 3 de las escalas graduales del artº. 79 del Código Penal civil. En
el actual proceso han podido sin embargo imponer las marcadas en los articulos 169
y 170 de cadena perpetua y temporal, y también las accesorias provenientes de la responsabilidad civil, al tenor de lo dispuesto en los articulos 15, 16, 115 y siguientes del
Tito. 4º y 184 del mismo Código.
Sobre el Certificado de indulto testimoniado al folio 214 vto. haríamos algunas
observaciones si no fueran inútiles y carecieran de oportunidad, acordado el levantamiento de sitio y disolución prócsima de la Comisión Militar. Diremos sin embargo
que los jueces no deben apreciar para sus fallos sino las Leyes y Bandos de V.E. las
declaraciones de indulto a personas procesadas y cuando su causa se halla prócsima
a verse en Consejo de Guerra, es decir en primeros de Mayo, no pueden hacerla los
313
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Gefes Militares ni Autoridades de ninguna clase. Otra cosa sería la intrusión en atribuciones judiciales que no les competen no pueden sentirse en lo sucesivo, sin sancionar lo absurdo y lo ilegal. ¿Cómo ha de saber la Autoridad Militar ó civil a quien se
presenta un reo si éstá ó no comprendido en los beneficios del indulto y excepciones
del Artº 2º del bando de 16 de marzo, si no conoce las actuaciones y responsabilidad
ó gravedad de los cargos que resulten contra el rebelde presentado? Por lo demás la
fecha de la presentación de D. Juan Ramón Reyes que según el certificado aludido,
aparece hecha dentro del plazo legal, le hace merecedor de la verdaderamente gracia de indulto.
En mérito de los expuesto y bien resumido en la acusación fiscal propongo a la
Ilustración de V.E. la aprobación en todas sus partes de la sentencia unánime pronunciada por el Consejo permanente, creado en la plaza de Santiago; cuya sentencia
de catorce del mes corriente se entienda respecto de los condenados en rebeldía, sin
perjuicio de ser oidos, si fuesen presos ó presentados.
V.E. se servirá estimarlo así ó resolver en otro caso lo más justo.
Santo Domingo, 26 de mayo de 1863.
Exmo. Sor.
Firmado: Mauricio Hernando Navas.
Santo Domingo, 3 de junio de 1863.
Conforme en todas sus partes con el anterior dictámen apruebo la sentencia pronunciada por la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente de la Provincia de Santiago
el catorce de mayo próximo pasado condenando a los paisanos José Ramón Torres,
Raimundo Jaques y José Sosa a la pena de cadena perpetua; a los individuos de las
Reservas Provinciales Teniente Coronel D. Victorino Cordero, Tenientes Don Benito
Monción y Don Juan Alvárez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco
y Alejandro Bueno a que sean pasados por las armas; a los paisanos José de los Santos
(a) Mayor Inglés, Luis Sosa y Tomás Inglés a doce años de cadena; a San Amequita
y Jacinto Ramos a catorce años de cadena; a Cayetano Decaer a cuatro años nueve
meses de prisión menor y cien pesos fuertes de multa, al Teniente de las Reservas D.
Eugenio Beliard a diez años de presidio con retención; al paisano Andrés González
(a) Maló a veinte y seis meses de presidio correccional; declarando comprendidos en
los beneficios de mi bando de indulto de 16 de marzo último a los paisanos Juan Ramón Reyes, Blanco, Juan Bautista Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino y absolviendo
libremente al Comandante de las Reservas Provinciales D. Juan Carlos Francisco (a)
Dorsé; en el concepto de que José Ramón Torres y Raimundo Jaque únicos de los reos
presentes a quiénes se impone condena, deberán extinguir la de cadena perpetua en
el presidio de Ceuta.
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Firmado: Felipe Ribero.
Hay un sello en tinta que dice: Capitanía General de Santo Domingo E. M.
Santiago, 13 de junio de 1863.
Pase el Sor. Fiscal para la notificación de la sentencia a los reos presentes.
El T. C. Presidente de la C. Mr.
Firmado: Luis Bustamante.
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A.G.I. CUBA 1011B
Diligencia de haber
recibido la causa
En la ciudad de Santiago a los trece días del mes de junio del mismo año yo el Secretario certifico que el Señor Fiscal recibió del Señor Teniente Coronel Presidente
de la Comisión Militar ésta causa para su terminación. Y para que conste por diligencia la firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Notificación.
Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario se personó en la
cárcel de ésta ciudad donde se hallan presos los paisanos D. Juan Ramón Reyes, Pablo
Aquino, Juan Bautista Gómez (a) San Batista, José Ramón Torres a quiénes dicho Señor
hizo comparecer ante sí lo mismo que al de igual clase Raimundo Jaque y previas las formalidades de ordenanza les notoficó la superior resolución del Exmo. Señor Capitán
General fecha tres del que rige por la que quedan en pleno uso de su libertad los tres
primeros citados Don Juan Ramón Reyes, Pablo Aquino y Juan Bautista Gómez (a) San
Batista y destinados los dos últimos Raimundo Jaque y José Ramón Torres al presidio
departamental de Ceuta a sufrir la pena de cadena perpetua. Acto continuo dispuso
igualmente el Sr. Fiscal dar la orden conveniente para la libertad de los tres individuos
a quiénes el Exmo. Señor Capitán General se había serbido acoger a la gracia de su
indulto fecha 16 de marzo último, lo cual se efectuó a su presencia. Del mismo modo y
no hallándose presente en ésta Ciudad el Comandante de las Reservas Don Juan Carlos
Francisco (a) Dorsé residente en el partido de Guayubín el Señor Fiscal dispuso pasar
atento oficio al Señor Comandante General de la provincia el cual a la letra dice así:
Habiendo formado causa en ésta fiscalía en averiguación de los sucesos políticos
que tuvieron lugar en el pueblo de Guayubín en el mes de febrero último y hallándo316
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
se comprendido en ellos el Comandante de las Reservas D. Juan Carlos Francisco (a)
Dorsé el Exmo. Señor Auditor y de conformidad con él se a servido resolver con fecha
tres del actual que el citado Comandante Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé sea
absuelto libremente sin que en la opinión y buena fama que disfrute las actuaciones
incohadas en contra suya. Lo que participo a V. para que por conducto regular llegue
a noticia del interesado.
Y para que conste por diligencia la firmó conmigo el Señor Fiscal de que yo el
Secretario certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de entrega
En dicho punto a los catorce días del espresado mes y año el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario se personó en casa del Señor Teniente Coronel Presidente
de la Comisión Militar a quien se hizo entrega de éste proceso que consta de doscientas sesenta fojas útiles sin contar con las cubiertas. Y para que conste por diligencia lo
firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Santiago, 16 de junio de 1863.
Buelva al fiscal para que haga personalmente la notificiación al Comte. De las
Reservas D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé.
El T.C. Presidente de la C. Mr.
Firmado: Luis Bustamante.
Diligencia de haber
recibido causa
En la ciudad de Santiago a los diez y seis días del espresado mes y año el Señor
Fiscal reicibió del Señor Fiscal Presidente de la Comisión Militar Egecutiva ésta causa
con el obgeto que espresa el decreto que antecede. Y para que conste por diligencia
la firmó conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido
317
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia dando oficio al Comandante General
para la presentacion en ésta ciudad el Comandante
de las Reservas Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé.
Seguidamente el Señor Fiscal pasó atento oficio al Señor Comandante General
de ésta provincia el cual copiado a la letra dice así:
Debiendo presentarse en ésta capital y ante ésta Fiscalía el Comandante
de las Reservas Provinciales Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé residente en el partido de Guayubín, para notificarle la superior resolución del
Exmo. Señor Capitán General, en la causa instruida al mismo, lo pongo
en conocimiento de V. para que se sirva dar las órdenes convenientes a
fin de que venga a la brevedad posible.
Y para que conste por diligencia, dispuso el Señor Fiscal hacer la debida constancia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de suspensión
Acto continuo el Señor Fiscal dispuso se suspendieran éstas actuaciones hasta la
presentación en ésta Ciudad del Comandante de las Reservas Don Juan Carlos Fracisco (a) Dorsé. Y para que conste por diligencia la firmó conmigo el Secretario de que
certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Notificación
En dicho punto a los veinte y siete dias de dicho mes y año compareció ante el
Señor Fiscal y presente Secretario el Comandante de las Reservas Don Juan Carlos
Francisco (a) Dorsé y previas las formalidades de ordenanza el Señor Fiscal le notificó
la aprobación de la sentencia que por resolución del Exmo. Señor Capitán General
fecha tres del actual le absuelve libremente sin que en la opinión y buena fama que
disfrute le perjudiquen los procedimientos seguidos en contra suya, de todo lo que
318
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
quedó enterado. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacer la
debida constancia firmándolo conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de entrega
Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario se personó en casa
del Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar a hacer entrega de ésta
causa que consta de doscientas sesenta y una fojas útiles sin contar con las cubiertas.
Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacerlo constar, firmándolo
conmigo el secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
319
A.G.I. CUBA 1011B
Santiago, 30 de junio de 1863.
Al Sor. Fiscal para que en virtud de Real Decreto de amnistía haga prestar juramento de fidelidad a los reos presentes y sean puestos en libertad.
El T.C. Presidente de la C. Mr.
Firmado: Luis Bustamante.
Diligencia de haber
recibido proceso
En la ciudad de Santiago el día 30 de junio de dicho año el Señor Fiscal recivió
del Señor Teniente Coronel Presidente de la Comsión Militar éste proceso para los
efectos que espresa el Decreto que antecede. Y para que conste por diligencia lo firmó conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de haber
unido las actuaciones
Seguidamente el Señor Fiscal en virtud de haber practicado separadamente las
diligencias mandadas evacuar por el Señor Presidente de la Comisión Militar en el
decreto que antecede a consecuencia del oficio de dicho Señor de ésta fecha que
obra en cabeza de ellas, dispuso unirlas a éste proceso como lo efectuó. Y para que
conste por diligencia lo firmó conmigo el Secretario de que Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
320
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago
Año de 1863.
Diligencias formadas con arreglo a lo dispuesto en el Real decreto de amnistía de
27 de mayo último de haber prestado juramento de fidelidad a S. M. la Reyna (q.D.g)
y leyes del Estado siendo puestos en libertad los paisanos Raimundo Jaque y José Ramón Torres sentenciados a la pena de cadena perpetua en la Causa de la insurrección
de Guayubín.
Fiscal .......................................................... Secretario
El Capitán del Bon. de San Quintín ........ El Subte. del mismo Batallón
D. Vicente Atienza y Martínez .................. Don Juan Rueda Garrido
Comisión Militar Egecutiva
El Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia en comunicación fecha de hoy me dice lo siguiente:
El Escmo. Señor Capitán General con fecha 26 me dice lo que sigue.- Con fecha 27 de mayo último se ha designado S. M. la Reyna
(q. D. g.) espedir el Real decreto siguiente: de conformidad con los
expuesto por mi Consejo de Ministros, bengo en decretar lo siguiente.- Art. 1º Se concede amnistía general completa y sin escepción a
todas las personas que hayan tenido participación en actos políticos
anteriores a la reincorporación a España de la Isla de Santo Domingo, como también a los que directa ó indirectamente hayan tomado
parte en la insurrección que ha tenido lugar recientemente en dicha
Isla. Artº 2º.- Para disfrutar éste beneficio deberán los que obten a
él presentarse a las autoridades competentes y prestar juramento de
fidelidad a mi persona y a las leyes del Estado, en el término de seis
meses desde que se publique éste Decreto en el punto donde se hallen siendo territorio Español. Si residiesen en el Extranjero, podrán
hacer la presentación y juramento en las Legaciones y Consulados de
España dentro de un plazo igual que se contará desde el día en que
los respectivos embiados ó Cónsules hagan la publicación de la amnistía.- Artº 3º.- Se sobreeserá desde luego y sin costas en los procesos
aludidos y las personas que en su virtud se hayan detenidas ó presas ó
estén sufriendo condena, serán puestas inmediatamente en libertad
sin nota alguna y sus bienes quedarán libres de todo secuestro previo
el juramento de fidelidad espresado.- Artº 4º. Esta amnistía no com321
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
prende los delitos comunes ni perjudica el derecho del tercero.- Artº.
5º. Por los Ministerios de Guerra y Marina se dictarán las disposiciones necesarias en la parte que les corresponda para el cumplimiento
de éste decreto.- Dado en Aranjuez a 27 de mayo de 1863.- Está rubricado de la Real mano.- El Ministro de Ultramar: José de la Concha.Lo que traslado a V. S. para su devido cumplimiento observando las
siguientes disposiciones que he tenido a bien dictar al efecto.- 1ª Tan
luego reciva V.S. ésta comunicación la trasladará a los Comandantes
Millitares y de Armas y a los puestos militares de la jurisdicción de
su mando a fin de que se publique y llegue a conocimiento de los
interesados ó al de sus familias para que todos los comprendidos
en el beneficio de ésta amnistía puedan volver a sus hogares con la
seguridad y confianza de que no serán inquietados ni inquiridos por
echos políticos a los que el Gobierno de S. M. tiene por conveniente
sepultar en el más completo olvido.- 2ª ordenará V. S. a la Comisión
Militar Egecutiva, Fiscales que de ella dependan y demás autoridades
que estubieron conociendo por hechos que se relacionan con la insurrección promovida últimamente en ésta Isla, que suspendan todo
procedimiento, poniendo desde luego en libertad a los reos políticos
que no lo fuesen a la vez por delitos comunes, previo el juramento
de fidelidad que exige el artº 3º del real Decreto. Los Fiscales de las
causas a que se hace referencia harán constar por diligencia la suspensión de los procedimientos, libertad de los procesados y de haber
prestado el juramento de fidelidad, cuya diligencia última suscribirán los interesados y no sabiendo firmar lo harán dos testigos a ruego
y abecindados, remitiendo después los procesos cualquiera que sea
su estado a mi Autoridad para resolver lo que fuere de derecho. 3ª.Las causas en que resulten ausentes los resos continuarán respecto a
éstos en el estado en que se encuentren, si hubiese caído fallo egecutorio, suspendiéndose en las demás los procedimientos hasta la presentación ó transcurso del término de seis meses prefijado en el arto.
2º.- 4ª.- No estándo comprendidos en la amnistía los delitos comunes
ni los que perjudican el derecho de tercero, se proseguirán las actuaciones respecto a esto, por el Tribunal a que corresponda según la
clase de delitos ó personas que lo hubiesen cometido. Del recibo de
ésta comunicación me dará oportuno abiso, cuidando de manifestarme la fecha con que se publique el ante inserto Real Decreto de amnistía, tanto en esa Capital, como en cada uno de los demás puntos
de la jurisdicción del Gobierno de su mando.- Lo que traslado a V.
para su conocimiento y correspondientes efectos, advirtiéndole que
para que pueda espedir a los interesados el pasaporte que algunos
tienen solicitado y a todos un documento con que puedan acreditar
322
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
que le fué aplicada la Real gracia, se sirva remitir a ésta Comandancia
General una relación nominal de los individuos de todas las clases a
quien haya sido notificada y prestado juramento de fidelidad.
Y yo lo hago a V. para que en la parte que le concierne cumplimente todo lo que
ordena la anterior comunicación en la causa que ha instruido en averiguación de los
motores de la sublevación que tubo efecto en el pueblo de Guayubín en el mes de
febrero último.
Dios gde. a V. ms. as.
Santiago, 30 de junio de 1863.
El Tente. Corl. Presdte. de la C. M.
Firmado: Luis Bustamante.
Sor. D. Vicente Atienza Fiscal de la Comisión Millitar.
323
A.G.I. CUBA 1011B
Don Vicente Atienza y Martínez Capitán de la Compañía de Granaderos del Batallón de San Quintín número tres de Infantería Fiscal de la Comisión Militar Egecutiva
de la provincia de Santiago de los Caballeros.
Habiendo de nombrar secretario para que actue en las diligencias que se han de
practicar con arreglo a lo que previene el oficio que antecede y estándo desempeñando de orden superior el referido cargo en ésta Fiscalía el Subteniente Don Juan Rueda y Garrido de la Segunda Compañía del mismo Batallón, lo eligió con el espresado
obgeto y enterado de la obligación que contrae acepta y promete bajo su palabra de
honor guardar sigilo y fidelidad en cuanto actue. Y para que conste lo firmó conmigo
en Santiago de los Caballeros a treinta de junio de mil ochocientos sesenta y tres.
Firmado. Atienza
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de haber jurador filidelidad a S. M.
de las Leyes a los acusados en el proceso.
En dicho día mes y año el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario, se personó en el Cárcel de ésta Ciudad donde se hayan presos los paisanos José Ramón
Torres y Raimundo Jaque condenados a sufrir la pena de cadena perpétua por
haber tomado parte activa en la rebolución que tubo efecto en el mes de febrero
último en el pueblo de Guayubín según aprobación del Exmo. Señor Capitán General fecha tres del actual de la sentencia pronunciada por el Consejo de Guerra
permanente de catorce del mismo. Y habiéndoles leído el Real Decreto de veinte
y siete de mayo último por que el S. M. la Reyna (q. D. g.) concede general y completa amnistía a todos los comprendidos en los últimos acontecimientos políticos
que han tenido lugar en ésta Isla previo el juramento de fidelidad a su Real persona
y Leyes del Estado les arbitrió que debían prestar el espresado juramento firmándolo con el Señor Fiscal y presente Secretario. Y habiendo manifestado Raimundo
324
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Jaque no saber firmar se le advirtió debería presentar dos testigos vecinos de ésta
Ciudad que lo efectuaron a su ruego con arreglo a lo prevenido por el Exmo. Señor
Capitán General en la disposición tercera que obra en el oficio en cabeza de éstas
diligencias. En su virtud el referido Raimundo Jaque presentó como testigos a los
paisanos vecinos de ésta Ciudad Don Miguel Antonio Rojas y Don José Ignacio López y ante ellos el Señor Fiscal previas las formás de estilo hizo prestar juramento
de fidelidad a S. M. la Reyna nuestra señora (q. D. g. ) y a las Leyes fundamentales
del Estado a los ya referidos José Ramón Torres y Raimundo Jaque, lo que efectuaron firmándolo el primero de éstos y a ruego de Raymundo Jaque los paisanos Don
Miguel Antonio Rojas y Don Ignacio López referidos ante el señor Fiscal y presente
Secretario de que Certifico.
Firmado: A ruego de Raimundo Jaque: Miguel Antonio Rojas. A ruego de Raymundo
Jaque: Ignacio López, J. R. Torres, Vicente Atienza.
Ante mí: Juan Rueda Garrido.
Diligencia de haber sido puestos en libertad
los acusados José Ramón Torres y Raimundo Jaque
Acto continuo el Señor Fiscal con sugección a lo prebenido en el Artículo tercero
del real decreto de amnistía de veinte y siete de mayo último ya citado y que obra
en el oficio que encabeza éstas diligencias dió las órdenes convenientes para que
fueran puestos en libertad los paisanos Raimundo Jaque y José Ramón Torres a que
se contrae éstas actuaciones, lo cual se efectuó a su presencia. Y para que conste por
diligencia lo firmó el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Diligencia de entrega
Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario se personó en la
casa del Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar para hacerle entrega de éstas diligencias que constan de siete fojas útiles sin las cubiertas. Y para que
conste lo firmó conmigo el Señor Fiscal de que yo el Secretario Certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
325
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Diligencia de entrega
En la Ciudad de Santiago el día primero de julio de dicho año el Señor Fiscal
acompañado de mí el Secretario se personó en casa del Señor Teniente Coronel
Presidente de la Comisión Militar para hacerle entrega de ésta causa que consta de
doscientos sesenta y un fojas útiles sin las cubiertas. Y para que conste por diligencia
la firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.
Firmado: Atienza.
Juan Rueda Garrido.
Santo Domingo, 11 de julio de 1863.
Pase al Señor Auditor de Guerra la presente Sumaria remitida por el Presidente
de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente en Comunicación del 1 del actual,
para que manifieste si está conclusa y en estado de archivarse.
Firmado: Rivero.
326
A.G.I. CUBA 1011B
Exmo. Sor.
Esta causa deberá archivarse sin la declaración de conclusa hasta tanto que transcurridos los seis meses que prefija el arto. 2º del R. Decreto de Amnistía, pueda determinarse lo conveniente respecto a los que fueron condenados en rebeldía V. E. no
obstante acordará lo más acertado. Fecha ut Supra.
E. S.
Firmado: Mauricio Hernando Novas.
Santo Domingo, 14 de julio de 1863.
Conforme con el anterior dictámen archívese, aunque en estado de suspensa.Acúseme recibo al Presidente de la Comisión Mr.
Firmado: Ribero.
FIN DE LA REPRODUCCIÓN DEL EXPEDIENTE DE LA COMISIÓN MILITAR
EJECUTIVA Y PERMANENTE, AGN, FONDO CÉSAR HERRERA, TOMO 28.
327
REPRODUCCIÓN DEL EXPEDIENTE DE LA COMISIÓN MILITAR
EJECUTIVA Y PERMANENTE QUE SE ENCUENTRA EN EL ARCHIVO
GENERAL DE LA NACIÓN, FONDO CÉSAR HERRERA, CAJA 26.
EL ORIGINAL DE ESTE DOCUMENTO SE ENCUENTRA EN EL
ARCHIVO GENERAL DE INDIAS, FONDO CUBA, LEGAJO 1004B,
GOBIERNO MILITAR DE SANTIAGO1
Escmo. Sor.
El Comandante de Monte Cristi con fecha 26 de febrero último me dice lo que
sigue:
Me cabe la satisfacción de participar a V.S. que todos los que aparecen
firmados en la Capitulación fueron personas que me acompañaron hasta el último momento, dándome prueba de la más noble adhesión al
Gobierno de S.M. pero que por no haber tenido fuerza con qué contar
fué imposible hacer resistencia pues sólo había un número de veinte
y cinco hombres a mi disposición estos casi todos del pueblo.- Lo que
espreso a V.S. para que si son acreedores a alguna distinción se tome en
cuenta que fueron rendidos por ser sumamente escaso el número de
ellos y la fuerza sublevada muy superior, por lo que tanto ellos como yo
nos vimos forzados a acceder a la rendición para de ése modo no esponer a la población a sufrir la represalia de las masas insurrectas.
Al retirarme de aquel punto prometí tanto en mi nombre como en el
de S.M.C. a quien representaba sería lo más pronto posible socorrida ya
por una fuerza armada ó por un Cuerpo de tropa, asegurándoles que
sus personas y propiedades serían respetados, pues ellos habían probado evidentemente sus nobles sentimientos por el Gobierno Español.
Lo que elevo al superior conocimiento de V.S. para los fines oportunos.Dios gue. a V.S. muchos años.- Pedro Ecequiel Guerrero.
El lector se encontrará que estos documentos se refieren a dos acontecimientos ocurridos en febrero
de 1863. En la primera parte nos encontramos, fundamentalmente, con información referente a los
alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi. La segunda parte se refiere a los acontecimientos
ocurridos en Santiago de los Caballeros en la noche del 24 y el 25 de febrero de 1863.
1
329
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Lo que con inclusión de la copia del pronunciamiento tengo el honor de trasladar a V.E. para los efectos que crea del caso.
Dios gue. a V. E. ms.as.
Santiago de los Caballeros, 3 de marzo de 1863.
Escmo. Sor.
El General Gobernador interino.
/firmado/ A. Michel.
Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla de Santo Domingo.
/al margen dice: / Téngase presente al dar parte el Gobierno de todos los sucesos
/rúbrica/
330
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Exmo. Sr.
Es la una de la noche de hoy 3, parte personal por Don Sinensio Pichardo de
que lo de Guayubín a concluido no sin tener la sensible pérdida de ocho heridos
de nuestras fuerzas entre los que se encuentra herido de dos machetazos el Capitán
Valenzuela.
Se les han cogido los cañones y huyeron a la desbandada a la punta de nuestras
bayonetas, habiendo pasado un río con agua hasta el pecho nuestros valientes soldados para acometer al enemigo que antes de huir prendió fuego al parque.
Ningún detalle más puedo tener el honor de participar a V.E. pues no he recibido correspondencia oficial todavía, ni más escrito que una carta del Comandante Campillo, cuya falta grave me ha tenido en la mayor ansiedad por las horribles
voces que a mis oídos llegaron en ésta noche de que el enemigo venía por San
José de las Matas a cortar al General Ungría y también a quemar el pueblo de
Santiago, por cuya razón aunque para la guarnición y defensa de éste punto ó la
retirada de Puerto Plata no tenía cuidado de poderla egecutar contra las fuerzas
enemigas sin embargo veía un mal terrible en la incertidumbre en que me tiene
colocado no obstante mi deseo de estar en contínua comunicación para obrar
sobre éste pueblo y en éste pueblo en consecuencia y calmar su estado que no es
estremo en razón de que su vecindario por la noche está a merced de su cordura
y de oir sufriendo el flujo y reflujo de las noticias que esparcen los enemigos cuya
cabeza he pensado y pienso que está aquí, conociendo mi opinión manifestada
hayer y hoy a los Gefes y ellos aún lo propio de que fuera algún General de aquí
solapado que esté observando ésto para relacionarlo a los de Guayubín y dirige
el todo. Esta noche me ha confirmado un aviso del 2º. Comandante Campillo en
que me dice prenda al General Valverde porque en Guayubín le cogió la correspondencia y cuanto esto espresa es sin duda porque estará por ella comprometido
331
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
el ingrato, así como otros que le siguen de cerca observando y que no obstante de
ser autoridades me inspiran poca confianza y muchas dudas.
Acto continuo que todo ésto he sabido hago que salga para noticia de V.E. tan
feliz resultado y satisfacción de todos los buenos españoles, debiendo indicarle que
éste movimiento de que conflagran tuvo su fin en la noche del 24 pues de no haber
tenido aquel principio de seguro hoy la suerte que nos tocaba estaba hechada.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santiago de los Caballeros, 3 de marzo de 1863.
Ecmo. Sr.
El Gral. Gobernador.
/firmado/ A. Michel.
Exmo. Sor. Capitán General de ésta Isla.
/al margen: Contestada según minuta adjunta.
332
A.G.I. CUBA 1004B
En la Ciudad de San Fernando de Monte Cristi a los veinte y dos del mes de febrero de mil ochocientos sesenta y tres a las seis de la tarde.
Don Pedro Ecequiel Guerrero, General de Brigada y Comandante de Armas de
ésta Plaza.
En virtud de haberse presentado a ésta Comandancia de Armas en ésta tarde el
Coronel Don Juan Antonio Polanco a la cabeza de una fuerza pidiendo la rendición
de ésta Plaza para enarbolar el Pabellón Dominicano, inmediatamente convoqué la
municipalidad, personas notables y demás que componen el pueblo pronunciado a
su conocimiento (sic) lo que se pretendía.
Instantáneamente formé una guardia de los militares del pueblo y le hice cubrir
el Fuerte San Francisco, pero en vista que la fuerza reunida no era suficiente para
hacer una resistencia, lo manifesté a las autoridades subalternas y demás personas
notables, y todos opinaron no ser posible hacer frente con la pequeña cantidad de
hombres que se encontraban en el Fuerte, y que por consiguiente veían ser más prudente hacer una Capitulación a fin de evitar comprometer la población,
Por tan poderosa razón y en virtud de la garantía que promete el Señor Coronel
Polanco de respetar y hacer respetar las personas y propiedades ofreciendo además
dejar hasta segunda orden las autoridades civiles.
Por tanto y atendiendo a las condiciones que ofrece el Gefe de la facción he acordado, con la voluntad unánime del pueblo, de deponer el mando de Comandante
de Armas que desempeñaba por el Gobierno de S.M.C., cuyo acto de capitulación
después de darle lectura ha sido firmado por mí y demás autoridades Civiles, así firmamos.- Pedro Ecequiel Guerrero.- Juan Antonio Polanco.- Francisco Gisallt.- Juan
Cabreja.- Ecequiel Leandro García.- Lorenzo Marichol.- José Ribera.- José María López.- Diego Marichol-. Andrés García.- Federico Ecequiel Peralta.- Es Copia conforme
a su original.- Puerto Plata 20 de febrero de 1863.- Pedro Ecequiel Guerrero.Es Copia.
El General Gobernador Interino.
/firmado/ A. Michel.
333
A.G.I. CUBA 1004B
Bando
Noble Pueblo de Santiago: hora es que los hombres sensatos de toda clase, color
y condición, que cada ciudadano se interese en consolidar el orden y tranquilidad
restablecidos saliendo al frente de las mentiras que algunos malvados sembrar saben
en el ánimo del público y en medio de sus hábitos de cordura. Escupamos todos a
ésos seres siempre bajo la sombra de todo pabellón, de todo Gobierno y lamentemos
las heridas que nuestra patria común sufre por la inicua gratitud (sic) de los rebeldes
y bosotros labradores de los Campos aprended a comprender la canalla que siempre
quiso tenerle a todos por su sencilla credulidad al carro de sus sucios designios para
contemplarte al día siguiente de conseguirlos, con indiferencia y sin darte en ellos
más frutos que tus desgracias.
Cerrad vuestros oidos a la sugestión que tiende a separaros de los campos
comparando la tranquilidad que disfrutábais hoy con la inquietud que sentíais
hace dos años. Ber vuestros frutos que recogíais sin molestias de nadie cuando
hantes no sembrábais porque os hera imposible recoger. Ciudadanos: todos vivid
en la noble confianza que el noble León Español no puede alterarse por el ruin
ladrido de un loco que ataviado de patriota, ni siquiera os puede enseñar un triste colejio de enseñanza que os legaran para que vuestros hijos aprendieran los
fundamentos de nuestra Santa religión y hoy ya lo tenéis en la Capital para sacar
un buen sacerdocio.
Habitantes de ésta provincia, oponed con las ordinarias ocupaciones de buestro
honrado trabajo una fuerte malla contra las intrigas mañosas pero miserables de los
únicos que pretenden en sus pobres cálculos regenerar una Isla en que la yerba hera
el fruto principal que nacía en las Calles de sus Ciudades y las lágrimás que recojíais
en los campos.
Desengañáos que en éste vello país hubo siempre hombres que vivieron de barullos y bagamunderías y como ben su […] descubierta quieren acudir al filón de los
334
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
engaños para entregarse a sus bicios con olgura. Despreciemos tan vil canalla y agrupados todos negros y blancos a la sombra de la ley, beamos en ella nuestro Escudo y
protección, tened un poco de paciencia que no tardarán en venir refuerzos y también
el Gral. Santana entre bosotros.
Santiago, 2 de marzo de 1863.
El General Presidente del Ayuntamiento.
/firmado/ A. Michel.2
Este documento es un llamado del gobernador político de Santiago de los Caballeros, general Michel,
a los vecinos de esa población en momentos en que el grueso de las fuerzas españolas se encontraban
aplastando la sublevación de Guayubín.
2
335
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Ecmo. Señor.
En ésta Ciudad y sus campos se vá restableciendo la tranquilidad pública.
En Puerto Plata no hay novedad y lo mismo en los pueblos de Las Matas y
Altamira.
Se corren voces que Monte Cristi está pronunciado y es de creherse porque se
hallaba sin fuerzas que defendiesen el pabellón español.
Del mismo modo acabo de saber que en Puerto Plata ha desembarcado la fuerza
peninsular que se hallaba de guarnición en Guayubín, juntamente con los Comandantes de Armas de éste último punto y Monte Cristi los cuales fueron obligados a
embarcar por los revoltosos.3
Nada se sabe del estado de nuestras tropas que marcharon con el General Hungría.4
Es cuanto tengo el honor de participar a V.E. referente al particular.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santiago, 2 de marzo de 1863.
El Gral. Gobr. Interino.
/firmado/ A. Michel.
Ecmo. Señor Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice: / Enterado /rúbrica/.
Como parte del acuerdo firmado entre los revolucionarios y las fuerzas del gobierno español
destacadas en Guayubín, éstas se rendían con la condición de que fueran trasladadas a Montecristi y
embarcadas hacia un puerto controlado por el gobierno. Todo esto se cumplió.
4
Se refiere a tropas de la guarnición española y de las Reservas Dominicanas de Santiago de los
Caballeros que, bajo el mando del general Hungría, se trasladaron a aplastar la sublevación de
Guayubín y Sabaneta.
3
336
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Ecsmo. Señor Tengo el honor de espresar a V. E. que en ésta fecha he vuelto a remitir al Comandante Militar de Las Matas cien fusiles con cien paquetes de cartuchos
para armar a otros fieles habitantes de aquella parte ante quien huyeron los rebeldes
volviéndose a Savaneta; de manera que a dicho Comandante de Armas se debe mucha parte del resultado feliz que tocamos y en vista de ésto y de el buen comportamiento que bengo observando en dicho Gefe y tropa de las Reservas5 le he remitido
doscientos pesos para las urgentes necesidades, que me reclama, siendo cien pago de
sus sueldos atrasados, puesto que bien digno es de recompensa distinguida, ya que
tantos no merecen seguir cobrando un sueldo que han dado pruevas de no merecer.6
Tengo el honor a la vez de remitir la adjunta copia del bando público, en gracia
de la feliz conclusión que nuestros valientes han proporcionado a la noble España,
y así creo poder asegurar a V.E. que en brebe y en el castigo de los malvados estará
consolidado el orden que ellos alteraron. En el día de hoy la una de la mañana con
las precauciones más esquisitas redeé (sic) la casa del General de las Reservas Don
José Desiderio Valverde en consecuencia de aviso que recibí del Comandante Don
Juan López del Campillo confirmado hoy por oficio del General Hungría de állarle
complicado en el movimiento revolucionario otro Valverde a quien tengo incomunicado para los efectos correspondientes al recibo de la correspondencia cogida a los
enemigos en la Comandancia de Guayubín.
Según noticias que me ha dado un soldado cumplido de la Corona, en Monte
Cristi capituló el enemigo a viva fuerza con el Brigadier Buceta,7 y les hizo algunos
Una parte de las Reservas Dominicanas del ejército español permanecieron fieles a la metrópoli. Esta
es una de las causas, en general, del fracaso de los movimientos ocurridos antes de agosto de 1863.
Pese a la oposición de una parte del pueblo, había un sentido del equilibrio en la sociedad entre
ambas tendencias; el anexionismo y el independentismo. El primer ejemplo de la ruptura en ese
equilibrio lo dieron las sublevaciones de agosto de 1863. En ellas se produjo una gran incorporación
de la población y abarcó una amplia región.
6
Se refiere a los miembros de las Reservas Dominicanas del ejército de España que, o bien se unieron
a la sublevación o permanecieron indiferentes.
7
Jefe español enviado a reconquistar el puerto de Montecristi. Buceta fue famoso por su crueldad.
5
337
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
muertos y causó algunas pérdidas. Ordené que los enfermos del Hospital se trasladaran ya a su lugar puesto que se nota ya animación en el comercio y la tranquilidad
deseada.
Son las 9 de la noche y no ocurre novedad.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santiago, 33 de marzo de 1863.
Escmo. Señor.
El General Gobr. Interino.
/firmado/ A. Michel.
Escmo. Sor. Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice: / Contéstese quedar enterado y aprobando las disposiciones
adoptadas y que dé las gracias al Comte. Mr. de Las Matas por los servicios que ha
prestado durante los acontecimientos esperando que dará el parte circunstanciado
de los triunfos obtenidos en Monte Cristi por el Brigadier Buceta /rúbrica/.
338
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Ecmo. Sr. En el día de hoy a las cinco de la tarde regresó el General Hungría
sin atacar la facción de Guayubín compuesta según voces contestas (sic) de más de
2000 hombres con cuatro piezas de artillería una de ellas de bronce bastante buena
debiéndose su vuelta a la crehencia de que ésta plaza necesitaba su ausilio en consecuencia de mis comunicaciones y de que no recibió las mías posteriores con oportunidad anunciándole, el triunfo completo conseguido aquí.8
De los campos han venido contínuas ofertas de hombres para coadyugar a la
consolidación de ésto9 pero como es bueno no confundir éstos tardíos y acaso forzosos ausilios que tanto pueden partir del terror que nuestro rápido golpe comunicó con los que son de una absoluta buena fé no es prudente confiar ni dormirnos
sobre lauros sin acabar con todo y como del movimiento del General Hungría pueda resultar el agriarse otra vez los ánimos y volver a peor estado que el anterior atribuyendo el movimiento operado a huida obligada se ha determinado en consulta
de Gefes salir al encuentro de los de Guayubín para si resuelven venir contra ésta
plaza ponerlos en jaque ó ganar tiempo y darles una justa y brusca embestida caso
de que intentaran seguir adelante pues de otro modo, lo vencido pueden levantar
la cabeza y viéndose venir de aquí un golpe fatal, por lo tanto y no obstante que se
tomaran todas las precauciones y partidas que más convengan al logro de nuestra
empresa, ruego a V.E. pronto refuerzo y caso de venir por Monte Cristi que sea enviando aquí un peón práctico avisándolo directamente para que en combinación
El general Hungría, jefe militar y político de Santiago de los Caballeros, recibió información de la
sublevación de Guayubín y Sabaneta por lo que se trasladó a esos lugares al frente de parte de la
guarnición de Santiago de los Caballeros, pocas horas antes del estallido del 24 de febrero de 1863,
en esa ciudad. Dejó como su sustituto al general Michel. Avisado del alzamiento de Santiago de los
Caballeros retornó de inmediato, pero al llegar ya éste había sido aplastado.
9
El general Michel se refiere a los miembros de las Reservas Dominicanas radicados en los campos
de la provincia de Santiago de los Caballeros, que actuaron con bastante indiferencia durante el
desarrollo de la sublevación, pero una vez aplastada ésta, se brindaron a apoyar al gobierno. No pocos
de ellos se sumarían en agosto a la sublevación contra España.
8
339
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
partamos de aquí y cogerlos entre dos fuegos pero, E.S., de la prontitud vendrá la
completa pacificación del país.10
El General Hungría ha dispuesto pida en préstamo 6,000 pesos para atender al
servicio, cuyas necesidades no se pueden satisfacer sin él.
Si dentro de cinco días contados desde la fecha del recibo de ésta comunicación
que llegará en cinco días a manos de V.E. no vuelve a su poder otra nueva prueba
será que estamos incomunicados y sitiados completamente y como de la inteligencia
de éste párrafo puede surgir un mal grave, diré a V.E. aunque sea repitiendo que de
aquí partirá la nueva comunicación el 4 del entrante.11
Dios gue. a V.E. ms. años.
Santiago, 26 de febrero de 1863.
Ecmo. Señor.
El Gral. Gobr. interino.
/firmado/ A. Michel.
Ecmo. Sr. Capitán General.
/al margen dice: / Contestado según minuta adjunta. Comuniqúese al Gob. Sup.
Civil y dése conocimiento del préstamo de que se hace mérito al Subintendente é
Intendente Gral. /rúbrica/.
El general Michel se refería a que desembarcaran fuerzas de Montecristi y avisaran a la guarnición de
Santiago de los Caballeros, para marchar en combinación y atacar entre ambos a los sublevados.
11
Es interesante la confianza que tenía el general Michel en las comunicaciones españolas pese al
estado deplorable de los caminos. Realmente el gobierno contaba con individuos fieles, conocedores
de la región y que podían llegar hasta infiltrarse en las filas enemigas y llevar este urgente correo.
10
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Gobierno Militar de Santiago
El E. S. Mariscal de Campo Don Carlos Vargas12 me dice con fecha 14 del actual
desde Guayubín lo siguiente.
Con ésta fecha digo al Señor Brigadier Don Manuel Buceta lo que sigue.
Por disposición del Escmo. Sor. Comandante General en Gefe, y a propuesta mía,
pasará V.S. en el día de mañana a Santiago de los Caballeros en calidad de Comandante General de las tropas del Egército que se encuentren en el Cibao, dependiendo de la autoridad de S.E. y la mía mientras nos hallemos en ésta provincia y durante
la permanencia en ésta frontera del General Gobernador Don José Hungría con
arreglo a las instrucciones que le dará S.E. para el desempeño de ésta importante
comisión en las actuales circunstancias. Lo que tengo el honor de trasladar a V.E para
su conocimiento y efectos que crea del caso.
Dios gue. a V.E. ms.as.13
Santiago, 16 de marzo de 1863.
Ecmo. Señor.
El General Gobernador interino.
/firmado/ A. Michel.
Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice: / Visto.- D.0. de S.E. /rúbrica/.
Carlos Vargas era el Capitán General de Santo Domingo en aquellos momentos.
Al analizar esta medida, no nos parece muy correcta, pues desde el punto de vista militar Buceta no
actuó con la flexibilidad necesaria que requería el desarrollo de los acontecimientos y con su carácter
déspota no se granjeó el respeto de los dominicanos. Era un hombre de probada fidelidad, valor
personal y agresividad en el combate.
12
13
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A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Ecsmo. Señor.
El Comandante Militar de Las Matas,14 me ha remitido con ésta fecha al General
Don Antonio Batista, Gefe de la frontera de Savaneta, según los documentos que el
mismo Comandante me remitió y fueron entregados al Señor Presidente de la Comisión Militar.
Lo que tengo el honor de participar a V. E. para su superior inteligencia.
Dios gue. a V. E. ms.as.
Santiago, 14 de marzo de 1863.
El General Gobr. Interino.
/firmado/ A. Michel.
Escmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo.
/al margen dice: / Enterado, contéstese /rúbrica/.
El documento es interesante pues pone en evidencia el papel de lo que hoy llamaríamos
contrainteligencia militar, desarrollada por un oficial de las Reservas, deteniendo a este oficial
dominicano por su participación en los alzamientos de febrero de 1863. El jefe de Las Matas llegó a
incluir hasta documentos.
14
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Gobierno Militar de Santiago
Tengo la honra de elevar a las superiores manos de V.E. adjunta relación de los
presos que se hallan a cargo de la Comisión Militar como cómplices de la revolución
no incluyendo otros varios que, según aviso verbal, se hallan presos en Puerto Plata, donde ordené lo fueran en caso de hallarse, los cuales salieron huyendo de ésta
después de derrotados. El nombrado Salcedo alias Pepillo se halla a la disposición del
Teniente Gobernador de aquel punto, debiendo significarle que éste sujeto es sin
duda alguna la base de la revolución.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santiago, 1 de marzo de 1863.
El Gral. Gobr. interino.
/firmado/ A. Michel.
Escmo. Sor. Capitán General y Gobr. Sup. Civil de ésta Isla.
/al margen dice:/Comuníquese al Gob. Sup. Civil y téngase presente para los
fines que puedan convenir /rúbrica/.
Al E.S. Gobernador Superior Civil en 5 de marzo de I863.-E.S.- El General Gobernador Militar interino de Santiago en oficio de Io del actual me dice lo que sigue.Aquí el oficio.- Lo que transcribo a V.E. con inclusión de copia de la relación para su
conocimiento y fines consiguientes.- Dios etc.
Fecha.
343
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Gobierno Militar de Santiago
Relación nominal de los presos que se hallan a cargo hoy fecha, de la Comisión
Militar instalada en ésta Ciudad e iniciados (sic) cómplices en la revolución.
Número
Clases
Nombres
Paisano N° 1
Paisano
José Chavarría
N° 2
id.
Luis León
N° 3
Cap. de las R.
Manuel de Jesús
N° 4
Paisano
Ramón Hernández
N° 5
id.
Juan Cabrera
N° 6
id.
Manuel Rancaño
N° 7
Procurador
Carlos Lemus
N° 8
Paisano
Manuel Giménez
N° 9
Corl. de las R.
Carlos Lora
N° 10
Paisano
Pedro de Peña
N° 11
id.
Federico Larrinaga
N° 12
id.
Ramón Díaz Roja
N° 13
Oficial de las R.
Pepin Cepeda
N° 14
Regidor del Ayuntamiento
Pablo Pujol
N° 15
id.
Máximo Grullón
N° 16
id.
Alfredo Detjen
N° 17
Paisano
Carlos Molins
N° 18
Síndico y TC. de las R.
Bilisario Curiel
N° 19
Paisano
Sebastian Balverde
N° 20
id.
Marcelino Rodríguez
N° 21
Paisano
Alvaro Fernández
N° 22
id.
Ramón Díaz
N° 23
id.
Vicente Tabares
344
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
N° 24
Cap. de las R. y Procurador.
Jacobo Rodríguez
N° 25
Paisano
Sebastián Rodríguez
N° 26
id.
Alejandro Victoria
N° 27
General y Alcalde Ordinario.
D. Juan Luis Bidó
N° 28
Regidor
D. Juan Gil
N° 29
Oficial de las Reservas
Pedro Ignacio Espaillat
N° 30
Alcalde Pedáneo
Pedro Quintín
En total 30
Santiago de los Caballeros 1º de marzo de 1863 El General Gobernador interino
/firmado/ A. Michel.15
La mayoría de estos tomaron parte en la sublevación de Santiago de los Caballeros, no en la de
Guayubín y Sabaneta. En esa fecha las referidas sublevaciones no habían sido aplastadas todavía.
15
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A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Escmo. Señor.
En éste momento que son la una de la tarde he recibido la comunicación del Señor Brigadier Don Manuel Buceta desde Puerto Plata, que con fecha de ayer dice así:
En éste momento que son las siete de la mañana acabo de llegar a
éste punto con la fuerza de mi mando y continuaré la navegación a
Monte Cristi cuya población en el día de mañana quedará sometida
al Gobierno de S.M. la Reyna (q. D. g.) y dentro de pocos días llegarán los refuerzos de las Islas de Cuba y Puerto Rico con los cuales me
propongo esterminar a los revoltosos que antes no hayan depuesto
las armas.
La adjunta comunicación que dirijo al Sr. General Ungría, espero del
acreditado celo de V.S. por el bien del servicio se servirá acordar cuantas disposiciones conceptúe convenientes para que llegue a la brevedad
posible a manos del espresado General. En Monte Cristi espero comunicación de V.S. que me entere del estado del país, estado de progreso
ó decaimiento de la revolución, para que yo pueda obrar con completo
conocimiento de las circunstancias.
Lo que tengo el honor de trasladar a V.E. para su superior inteligencia; añadiendo que tan luego recibí el oficio que cita el Sr. Brigadier para el Gobernador
Militar Don José Hungría, fué remitido sin pérdida de tiempo; habiendo a la vez
contestado a dicho Sr. Brigadier de cuantos pormenores solicita y están a mi alcance, con lo que creo queda instalada la marcha de operaciones entre las autoridades
y Gefes de columnas.
Esta Ciudad y sus campos casi se hallan ya en su estado normal y no dudo que
dentro de poco tiempo disfrutará de igual veneficio toda la provincia.
346
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
De cualquiera novedad que ocurra daré cuenta a V.E. por correo estraordinario,
como lo vengo verificando desde el día primero que llegó a mis manos la disposición
de V.E. en que así se me ordenaba.
Dios gue. a V.E. ms.as,
Santiago, 4 de marzo de 1863.
El Gral. Gobr. Interino.
/firmado/ A. Michel.16
Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice: / Contéstese, enterado /rúbrica/.
El que la sublevación de Santiago de los Caballeros fuera rápidamente aplastada permitió que esa
plaza sirviera, tanto para enviar refuerzos, como de segura retaguardia para las tropas que actuaban
contra los revolucionarios de Guayubín y Sabaneta.
16
347
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar Interino de Santiago
Esmo. Sr.
En consecuencia con mi deber y las dignas órdenes de V.E. tengo el honor de
decirle que al momento que en mi poder fué la noticia del refuerzo de las dos Compañías de Bailen y una sección de Artillería a las órdenes del Brigadier Sr. Buceta, lo
participé al General Hungría a fin de que noticioso de ella, se pusiese en comunicación desde Jaibon con dicho Sr. Brigadier y en contra de los sublevados desmoralizados en su mayor parte según noticias y sostenidos únicamente por la energía de un
tal Norberto que precisa con su vigilancia sobre su Gral. en Gefe (llamado Peña) a
marchar adelante en su empeño revolucionario.
También dí conocimiento de la espresada a fin de que el Sr. Brigadier no fuese
sorprendido en Monte Cristi, al General de Puerto Plata para que se lo avisase y que
hiciese el desembarco con las precauciones convenientes toda vez que según avisos
dominaba en dicho Monte Cristi la rebelión.
Desde la noche del 2417 hasta aquí no se ha disparado un sólo tiro ni he tenido
necesidad de medida alguna enérgica contra nuevos levantamientos aunque se nota
todavía cierto malestar de intranquilidad natural puesto que está reciente aquella y
las familias aún marchan al campo con tal de poder burlar mi vigilancia efecto consiguiente del flujo y reflujo de noticias buenas y malas que se difunden por unos y
otros en semejantes situaciones, en cuyo desenlace por más que sea de la buena causa
el triunfo indudable tiene el enemigo la ventaja de dominar siempre el ánimo de las
gentes medrosas que sin criterio é irreflecsivamente se dejan arrastrar del pesimismo
sin darse más razón que su propio miedo entregándose a los más fatales cálculos y el
enemigo maquiavélico ha esparcir la noticia de que las soldados no querían marchar
a las órdenes del Sr. Comandante Velasco.18
Se refiere a la sublevación del 24 de febrero de 1863 que se produjo en Santiago de los Caballeros y
entre ese y el siguiente día fue aplastada.
18
Oficial español que tuvo un papel destacado en el aplastamiento de la sublevación del 24 de febrero
de 1863 en Santiago de los Caballeros.
17
348
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Contra la emigración,19 ordené a la policía que la vigilara y prohibiera en lo posible sin exacerbar los ánimos y a la vez que difundiese noticias fuesen ó no ciertas
contrarias a los enemigos para contrarrestar las paparruchas que ellos siembran sin
descanso.
La tropa continúa en su escelente espíritu sin preguntarse para estar contentos
y alegres cuánto ha de durar ésto ni las noches que pierde en vigilar lo presente y el
porvenir.
Todo el mundo es respetado y a nadie se persigue sistemáticamente, apresando
ya únicamente a los que aparecen como principales motores de la rebelión y despreciando los pequeños porque a la vez de no tener en ello un estorbo aparezca más en
relieve la cabeza motora.
Muchos alcaldes y paisanos, Gefes de reserva y Oficiales se me presentan ofreciéndome sus servicios y a todos con pequeñísimás escepciones los despido a sus casas,
dándoles las gracias para ganar en tranquilidad lo que pudiera perder con tardíos
ofrecimientos pues lo que parecen bien positivo barnizado por una buena noticia
pudiera ser un mal grave por otra mala y en las dudas me he decidido el aconsejarles
el trabajo diario en sus faenas recogiendo así un resultado moral cierto y evitarme
el tener que darles armamento y costear su reunión que desde luego implicaría el
elemento de discutir noticias y acaso fuera el fornes (sic) de una reacción contraria
formada de los elementos no enteramente convencidos de nuestra justa causa.20
Los recientes sucesos me han hecho comprender si de antemano no conociera
éste país y su versatilidad, que debo ser muy parco en fiarme de las mejores palabras
pues es bastante común la ciencia de la hipocresía y saber belar los pensamientos más
criminales y viejamente amasados con el suave y mañoso trato que aparentan en su
sencillez gitana, por lo tanto no ordenaré a nadie porque no hay necesidad y recelo
aún de las protestas más repetidas sin embargo oculto mi desconfianza vendiéndola
también a mi vez belada con mis consejos sobre la escelencia del trabajo y faenas del
tabaco a que deben mirar como su único interés y porque me causa desprecio la rebolución que no me sorprenderá ni aun bajo ésta consideración adormecido.
Con arreglo a éstas premisas generales, al pedirme ayer el General Hungría21 cien
fusiles y municiones escoltados por dragones22 del país que me inspirasen confianza
con el objeto de dejar a los que armase con ellos de guarnición en Guayubín, no
me ha parecido prudente arrojar al campo un elemento tan delicado en la crítica
situación que el país corre porque no tengo tal confianza en nadie ni puedo desprenderme de un sólo soldado más, pues no cuento para sostener ésta posición más que
En Santiago de los Caballeros residían un grupo relativamente importante de extranjeros, según la
cantidad de estos en el país y además de ser una ciudad del interior. Algunos de ellos estaban entre
los sospechosos de tomar parte en la sublevación.
20
El mando hispano desconfiaba de los miembros de las Reservas Dominicanas de Santiago de los
Caballeros pues muchos de ellos no apoyaron al gobierno en el desarrollo de la sublevación.
21
Al hacer esa petición el general Hungría se encontraba combatiendo la sublevación de Guayubín y
Sabaneta.
22
Dragón era un jinete que podía combatir tanto como infante como en la caballería. Para algunos
autores era una infantería montada.
19
349
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
ciento veinte y tres hombres de la Corona y unos ciento sesenta de San Marcial con
otros sueltos paisanos que no son apoyo tan seguro y como en la milicia lo cierto es
la mejor base de operaciones y ningún enemigo debe serlos despreciable por ésto E.
S. creo que si en todo caso debo conservar éste fuerte, en el presente con mucha más
razón, porque es el refugio de los espedicionarios para todo evento y la posición de
más influencia moral en todas éstas provincias.23
Por las espresadas razones movido, procuré y no descuido un sólo instante en reforzarla más y más recorriendo los cañones que estaban en su mayor parte llenos de
inmundicias é inútiles para el servicio por roñosos y mal cuidados interior y esteriormente. Sigo fortificándome todo lo posible, haciendo esplanadas para los cañones
que no había ni troneras en sus pobres parapetos. He creado con soldados carpinteros una maestranza de circunstancias para recorrer las cureñas viejas inservibles
para hacer espeques que no había ningúno, cuñas para los cañones, estacas para la
entrada libre que el fuerte tenía y en fin arreglar ésta mala fortificación de campaña
contando con que V. E. tendrá a bien dispensar su superior aprobación a los cuasi
insignificantes gastos que legítimamente documentados irán en su día a la residencia
de V. E.24
Apoyado en mi criterio Militar que esgrimo para poder tener la hora de hacerme
apreciar de mis dignos superiores con mi conducta en éstas circunstancias y toda vez
que el objeto de los cien fusiles parace ser se dirigía a dárselos a gentes del país para
echar mano de ellas dejándola de guarnición en Guayubín, no me atrevo a echarlos
a los caminos en la incertidumbre de la llegada a su destino considerando también
que las caballerías me son necesarias para la remisión de raciones cuya pérdida puedo esponer sin tan graves consecuencias tanto más dignas de tenerse en cuenta en
razón de que al enemigo le faltan armas según aviso del 2° Comandante de la Corona, porque habiéndolas pedido a los Haytianos,25 les fueron negadas y de aquí la
probabilidad de sus trabajos por adquirirlas y de no ver yo en dicha prevención una
orden absoluta de obediencia porque me faltan los recursos ó dragones de confianza
y en tal crisis, estoy por elegir el partido más digno a mi situación.
Por ésta parte no tenga V.E. el más mínimo cuidado aún cuando todas nuestras
buenas esperanzas de hoy en los espedicionarios fracasasen, me defenderé en éste
punto contra todos con seguridad de écsito hasta recibir nuevos refuerzos de Santo
Domingo ó de La Vega, que se me ofrecen llenos de buen espíritu por aquel Señor
General Gobernador que en tan buen sentido tiene la Provincia toda. No acepté ésta
oferta por evitar gastos, pero si la tempestad arrecia abré de echar mano hasta del
El general Michel hace un acertado análisis del papel de Santiago de los Caballeros en la lucha contra
las sublevaciones de la región.
24
El general Michel convirtió el fuerte San Luis en un verdadero campo atrincherado. Esto facilitaría
en agosto de 1863 sostenerse frente a los ataques de los sublevados.
25
Una buena parte del armamento de los sublevados en febrero de 1863 procedía de Haití, como en
el futuro ocurrirá con el de los restauradores. Oficialmente, Haití negaba que entregaba armas a los
revolucionarios por temor a una agresión española, pero con altas y bajas, según las circunstancias, el
gobierno de Haití permitió la venta de armas a los restauradores desde su país
23
350
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
último recurso y si algo gasto creo que en la responsabilidad que por ello asumo no
debo dejar sin atar todo cabo para llegar al fin de la Jornada y llegar con honra militar que es mi enseña y por lo mismo, de V. E. confio se servirá aprobar mi conducta
si bien le pareciere.
La espedición salió de aquí con cinco raciones,26 hoy le mandaré todos los víveres
que me sea posible, pues el país donde están es pobre y procuraré remediar éste inconveniente con remesas sucesivas hasta concluir de aplastar al enemigo.
Me haré un deber noticiar a V. E. toda novedad digna de su atención y por de
pronto le espresaré no hay ninguna en Moca ni en todos éstos alrededores no siendo
las que dejo espresadas.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santiago 1º marzo de 1863.
Ecmo. Señor.
El Gral. Gobernador interino.
/firmado/ A. Michel.
Ecmo. Sr. Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice: / Contéstese quedar enterado del contenido de ésta comunicación y de la del día 2 aprobando cuantas disposiciones ha dictado y manifestándo estar acorde S.E. con las consideraciones de que hace mérito. Que conforme se le tiene
indicado han salido de ésta Capital con fuerzas los Grales. Santana y Vargas y que con
éstos ausilios y con todos los que habrá prestado el Brigadier Buceta con las fuerzas
con que habrá desembarcado a Montecristi y que se habrán reunido a las que manda
el General Hungría, bastarán para sofocar la revolución completamente ó dar tiempo
por lo menos a que vayan los batallones que se han reclutado de Cuba y Puerto Rico27
y que debiendo desembarcar en Puerto Plata, convendrá esté avisado el Comandante
Militar de dicho punto para disponer lo conveniente para recibirlos, acuartelarlos
etc. y que tenga instrucciones de los puntos a donde deban dirigirse, /rúbrica/
Se refiere que llevó alimentos para cinco días de marcha.
En Cuba había una númerosa población que defendía con gran convencimiento al imperio español.
La mayoría de ellos eran naturales de España. En 1862 residían en Cuba unos 48,000 canarios y
67,600 peninsulares y baleares. En total sumaban unos 115,600. Si tenemos en cuenta que el total de
la población, que era de 1,426,475, nos encontraremos que representaban más del 10 por ciento de
los vecinos de la isla. También, no pocos nacidos en la Isla militaban en esa corriente política. Ismael
Sarmiento Ramírez, Cuba: Entre la opulencia y la pobreza, sin la ciudad, Agualarga Editores S. L., sin año
de publicación, pp. 45, 51.
26
27
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A.G.I. CUBA 1004B
Bando
Don Achil Michel, General Gobernador interino de ésta Provincia a todos los
habitantes de la misma.
Para contener en los límites legales a los que se complacen en la tranquilidad
pública (sic), profiriendo espresiones contra el legítimo Gobierno, forzando mil embustes y patrañas para sublevar y distraer de sus ocupaciones a la pacífica jente del
campo, teniendo reuniones cuyos conciliábulos se celebran con desvergüenza en las
casas de los que más interés debieran tener en el orden y en que no se alarmara el
comercio de ésta Isla con pretensiones de patriotismo en ésos patriotas que quieren
vivir a costa de la sencilla jente en nombre de S.M. Doña Isabel 2ª .(q.D.g.) ordeno y
mando:
Artículo 1º.- Queda declarada en su fuerza y vigor la ley de 17 de abril de 1821 y
con arreglo a ella serán juzgados sumariamente por un Consejo de Guerra todos los
que, por su conducta se hiciesen dignos de providenciar contra ellos, como contraventores del orden, quedando autorizados los Alcaldes Pedáneos de los Campos é
Inspectores de Agricultura, para tomar hasta las más severas si hubiese algún díscolo
que resistiese a sus providencias con hechos ostensibles.
Artículo 2º.- Los Comercios estarán abiertos hasta la hora de costumbre y el Ayuntamiento hará que los dependientes de la policía, cuiden de las especialidades de su
instituto.
Artrtículo 3º.- Se prohive desde las siete de la noche en adelante corrillos por las
calles y sitios públicos y en pasando de tres personas a la primera intimación, si no se
disuelven, se les hará fuego.
Articulo 4º.- Toda persona de quien se sospeche que trata de perturbar el orden,
arrojando papeles alarmantes, y que se suponen van al campo para instar la sublevación, serán irremisiblemente entregados al Consejo de Guerra nombrado para entender en los casos de revelión y lo propio los que desobedezcan mis órdenes, para
la salud pública dictada.
352
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Artículo 5º.- EI Ayuntamiento de ésta población se mantendrá en sesión permanente interín duren éstas circunstancias, permaneciendo en la sala de dicha Corporación dos individuos cuando menos continuando en sus funciones administratibas
como hasta aquí pero en todo cuanto depende y concierne a la tranquilidad pública,
obrará dependiente de mi autoridad, haciendo comprender a la jente sensata del
país, lo interesante que es su cooperación moral en beneficio del bien público.
Artículo 6º.- Queda prohibida la emigración de las familias pues de ello biene el
alterarse el espíritu público, y las alarmas innecesarias cunden por el campo; estoy
dispuesto a cortar de raíz con las medidas más severas, la inmotivada gravedad de la
situación.
Artículo 7º.- Los comerciantes y particulares que tubiesen pólvora plomo ó otros
objetos propios de guerra los empacarán en cajas, si fuese mucho, y lo entregarán
en el fuerte al encargado del parque quien les dará recibo de los artículos ó bultos
sueltos, quedando sujetos a la pena correspondiente por su negatiba en cumplir éste
mandato, los que no lo hicieren; encargo por último que deber es de todo Español
y buen ciudadano Dominicano que también es Español, de ayudar al Gobierno a
desacer la empresa de cuatro revoltosos a costa de las desgracias públicas, de las que
se saben aprobechar dejando las lágrimás para el pobre que sólo ha de contemplar
riquezas prontamente adquiridas, por los factores de los motines.
Santiago de los Caballeros 25 de febrero de 1863.
El General Gobernador.
/firmado/ A.Michel.
353
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia General del Cibao
Trasladando una comunicación del Capitán Comandante de las fuerzas de la
frontera referente a las sospechas de una invasión de la vecina República.
Escmo. Señor.
El Capitán Comandante del destacamento de Capotillo con fecha 3 del actual me
dice lo siguiente:
Al presentarse ésta mañana el paisano Don Juan Antonio Alis y D. Eusebio Gómez, cuyos individuos se acogen a la amnistía, me ha manifestado reservadamente el primero que por la parte de Capotillo Francés
se han distribuido unos mil fusiles al populacho y que del interior se
alistan muchos hombres para una intentona de invasión sobre Capotillo Español y que ésta debe tener lugar en el plazo de veinte días
prócsimamente. Creo deber participar ésta noticia a V.S. sin embargo
de hacerlo con ésta fecha al Escmo. Señor Comandante General de
la Línea.- Es portador de ésta comunicación por creerla más seguro
y reservada el Subteniente Don Inocencio Cárdenas de Granaderos
quien podrá enterar a V.E. de mayores detalles. En el momento que
se haya incorporado la fuerza de la 4ª Compañía reforzaré con el carácter de interinidad los destacamentos de Piedra Blanca y La Joya los
cuales hoy constan el primero de un Sargento, dos Cabos, un Corneta
y quince soldados y el segundo de un Oficial, un Sargento, dos Cabos,
un Corneta y veinticinco soldados.
Lo que traslado a V.E. para su conocimiento añadiendo que por lo que pueda
suceder he dispuesto marche a la frontera el Batallón de la Corona, el Escuadrón de
Caballería y la Sección de Artillería de Montaña cuyas fuerzas emprenderán la marcha en la tarde del día día de hoy, siguiéndola yo en la mañana del ocho.
354
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Debo también añadir a V. E. que temo que el parte pueda tener alguna esactitud
aunque no sean de temer sus consecuencias porque corren noticias de que la República ha concluido un tratado con el Norte de América por el cual se autoriza aquel
Estado para tener una estación naval en uno de los puertos Haitianos28 y se observa
también que muchos de los emigrados escriben que no aceptan la amnistía, cuyas
circunstancias persuaden a creer que abrigan la esperanza de poderlo efectuar sin
admitir aquel beneficio.
Debo, Esmo. Señor, terminar éste escrito asegurando a su superior autoridad que
si los súbditos de aquel miserable estado se atreviesen a traspasar los límites de nuestra frontera no tardarían en sentir los efectos de su locura de un modo que no puedan olvidarlo en muchos años, y de lo que ocurra daré a V.E. parte con la prontitud
que el tiempo requiera.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santiago de los Caballeros, 6 de agosto de 1863.
Escmo. Señor.
El Brigadier Comandante General.
/firmado/ Manuel Buceta
Escmo. Señor Capitán General de la Isla.
/al margen dice: / Contestada y resuelta según minuta adjunta. /rúbrica/
/MINUTA QUE SE CITA/
Al Brigadier Comte. Gral, de Santiago
9 de agosto de 1863.
Por el parte extraordinario me ha dirigido V.S. fecha 6 del actual, me he enterado de la distribución de armas que se sospecha efectuada al populacho en la
parte de Capotillo francés y que del interior del territorio de la República Haytiana se alistan muchos hombres para una intentona de invasión sobre Capotillo
Español.
Apruebo las acertadas disposiciones que me dá V.S. cuento y confío en que las
fuerzas que se han dirigido a las fronteras y las que allí existen serán más que suficientes para hacer comprender a los Haytianos que no se viola impunemente el territorio
de una Nación amiga fuerte y poderosa, si como no es de esperar, intentaran traspasar la frontera.
Se comentaba en el país sobre la posibilidad de un apoyo de los Estados Unidos a la lucha contra
España. Esto forma parte de esa aspiración frustrada pues el gobierno de los Estados Unidos no llevó
a cabo tal apoyo. Tampoco construyeron una estación naval en Haití, en esa ocasión.
28
355
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Presumo que inmediatamente habrá dado V.S. el oportuno conocimiento al Comandante General de Fort Libert de las noticias que reservadamente ha adquirido
sobre el particular sin hacer mencionar las personas que las han dado.29
Si las circunstancias lo exijiesen puede V.S. reclamar por el pronto del Gobernador de La Vega los ausillos que éste pueda facilitarle, dándome cuenta inmediatamente por estraordinario de cualquier novedad, si bien creo no es de temer que el
Gobierno Haytiano se atreva a intentar ni a permitir que dentro de su territorio se
organicen fuerzas contra la seguridad del nuestro, por más que comprenda la significación de que los emigrados no quieran acojerse a la amnistía. Dios etc.- Fecho.
Este es un ejemplo elocuente de la acción del espionaje español contra Haití y los revolucionarios
emigrados a ese país.
29
356
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
A.G.I. CUBA 1004B
Gobernación Civil y Militar de Santiago
Exmo. Señor
Ayer a las dos de la tarde salió de ésta Ciudad el General Gobernador de la
Provincia, llevando consigo ciento cinco individuos de nuestra guarnición y una
sección de diez y seis montados con el Comandante Don José Velasco, su Secretario
el Capitán de Ingenieros y otros Oficiales con dirección a Guayubín según aviso dio
a V.E.
En éstos momentos que son las ocho y media de la noche se ha recibido por
un correo extraordinario del mismo Señor Gobernador el Oficio que a la letra
dice así:
Al llegar a Guayacana he recibido aviso de que en Sabaneta y Guayubín
ha estallado la revolución encontrándose también en (Maijgá) Mangá
a la cabeza de alguna fuerza el General Lucas de Peña; en su consecuencia y con toda urgencia espero remita V.S. cien hombres más con
cargas de víveres y municiones; oficiando al Señor General Suero para
que capture y mantenga con toda seguridad al nombrado Pepillo, esperando del celo de V.S. tome en ésa Capital todas las medidas necesarias
a fin de mantener el orden de los que voluntariamente se presentan a
V. S. y tenga confianza me mande algunos hombres, dando traslado de
ésta comunicación por medio de correos extraordinarios al Exmo. Sor.
Capitán Gral. el que manifestaré que supongo que los rebeldes tengan
connivencia con Haity.- Dios gue. a V.S. ms.as.- Guayacana 22 de febrero
de 1863. El General Gober.- José Hungría.
Lo que me apresuro a trascribir a V.E. en cumplimiento de mi deber; debiendo añadir a V.E. que los puntos a que se debe acudir están muy diseminados y que
357
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
nuestras tropas son en muy pequeño número; que se carece de fondos y de todo
lo demás que es necesario para sostener la lucha; sin embargo V. E. puede contar
con la lealtad, no sólo de las tropas, sino de los muchos hombres adictos a S.M.
(Q. D. G.)
Dios gue. a V.E/ ms.as.
Santiago, 22 de febrero de 1863.
Escmo. Señor.
/firmado/ A. Michel.
Escmo Sor. Gobor.y Capn. Gral de Santo Domingo.
/al margen dice:/Resuelto según minuta adjunta.
358
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia Militar de Puerto Plata
No. 160
Ecmo. Sor.
Tengo el honor de pasar a sus superiores manos dos ejemplares de los bandos que
publiqué en ésta ciudad para calmar en algún tanto la ajitación pública en los días
que están fechados.
Dios gue. a V.E. ms. as.
Puerto Plata, 16 de marzo de 1863.
Ecmo. Sor.
/firmado/ Juan Suero.
Ecmo. Sor. Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice: / Enterado /rúbrica.
/Al Comte. Mr. de Puerto Plata.- 31 marzo l863.- Con la comunicación de V. S. de
16 del actual he recibido dos egemplares de los bandos publicados en ésa Ciudad el
28 de febrero ppdo. a que la misma hace referencia. Lo digo a V. S. para su conocimiento.
Dios etc.- Fecho /rúbrica/
359
A.G.I. CUBA 1004B
Bando
Señores Generales, Gefes, Oficiales y soldados que hoy se encuentran en la Común de Puerto Plata.
El movimiento de rebelión que ha estallado en Guayubín y sus promovedores
quisieron propagar a Santiago, fué en éste punto instantáneamente sofocado en los
días 24 y 25 del actual por las Tropas del Gobierno, dispersándose los rebeldes con
pérdidas de hombres muertos heridos y prisioneros, las fuerzas que haun no han sido
atacadas lo serán muy pronto, pues para ello cuenta el Sr. Gobernador de la Provincia
con los medios necesarios, y un ejemplar castigo pondrá al país a cubierto de otro
acto de rebelión.
Vuestro General que os conoce porque con vosotros ha vencido siempre los enemigos del reposo público, no tiene que encargaros no os dejéis engañar si alguno
tratare de comprometeros. Vuestra fidelidad al juramento prestado me es conocida,
asi como no querréis merecer por ningún concepto, ni que por nadie se dude de
vuestra adhesión a nuestra augusta Reyna Doña Isabel 2ª. (Q. D. G.) y su Gobierno.
Estad prontos para el primer llamamiento y con sola la actitud resuelta con que os
habéis presentado y en la que espero continuaréis, los enemigos del reposo público
no intentarán perturbar el orden. El Gobierno confia en vuestro patriotismo y valor,
así como vuestro General, que por lo mismo tiene asegurado a las autoridades superiores la completa adhesión del distrito de mi mando el que siempre se conservará
fiel al actual Gobierno. Señores Generales, Gefes, Oficiales y Soldados.
VIVA LA RELIGIÓN
VIVA LA REYNA
Puerto Plata, 28 de febrero de 1863.
Vuestro Gral. Comandte. Militar.
/firmado/ Juan Suero.
360
A.G.I. CUBA 1004B
Estado Mayor General del Egército
Excmo. Señor
Cuando recibí en el Seybo el oficio de V.E. de fecha 26 de febrero ppdo. en que
me anunciaba los sucesos de Guayubín, Sabaneta y Monte Cristy, y me manifestaba
también la conveniencia de mi inmediata presencia en ésta Capital sin pérdida de
tiempo, como era de mi deber, me puse en Marcha y el día primero de marzo en la
noche entré aquí, presentándome seguidamente a V.E. para recibir sus superiores
órdenes. No puedo negar a V.E. que me sentía súmamente impresionado con el relato que se hacía de las novedades de aquellos momentos, y con éste motivo, a más
de ser un deber, mi principal deseo era hallarme de pronto en el teatro de los acontecimientos y reprimir con mi espada, si hubiese sido necesario los atentados que se
acababan de perpetrar. A la siguiente mañana de mi llegada, el día dos, tuve el honor
de recibir el oficio de V.E. por el que me nombraba Comandante General en Gefe de
operaciones en las provincias del Cibao y me autorizaba para dictar todas las disposiciones que considerase conducentes al restablecimiento del orden, participándome
en el mismo oficio que el Exmo. Señor General 2º. Cabo quedaba nombrado Comandante General del Egército, y autorizándome para proponer al Gefe que debiera
encargarse del mando de las milicias del país para el caso de que se llegase a necesitar
poner éstas sobre las armas. El mismo día acusé a V.E. recibo del referido oficio, y
en consecuencia de lo que le dije en ésa contesta, me puse en marcha para el Cibao
la mañana siguiente acompañado del Escmo. Señor General 2º. Cabo con las tropas
que de momento se pusieron a mi disposición, llevando también a mi lado a más de
otros Señores Gefes y Oficiales de las Reservas Provinciales al General de la misma
procedencia Dn. José María Pérez, quien en virtud de mi propuesta iba designado
por V.E. para tomar el mando de las fuerzas del país. A pesar de las dificultades que
presentaban los caminos y de la creciente que produjo el río Yuna por las lluvias que
se descargaron en ésos días, la marcha se hizo con la mayor rapidez posible, como lo
notaría V.E. por los partes que diariamente le dirijía y el diez a las cinco de la tarde
361
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
entramos a la ciudad de Santiago de los Caballeros, cuya población, sin embargo de
las inquietudes que acababa de esperimentar en los días anteriores, la encontré ya
tranquila aunque a la verdad no dejaba de notar cierto recogimiento, cierta parálisis
que indicaba hallarse hasta cierto punto afectados los negocios, como en efecto lo
estaban por consecuencia precisa de las novedades que se habían sentido. Mi primer
paso fué dirigir a aquellos pueblos la alocución del día 11 de que oportunamente di
cuenta a V.E. con cuya publicación me propuse, y así lo conseguí, inspirar confianza en el ánimo de los Santiagueros y del resto de los habitantes de la Provincia, no
limitándome únicamente a ésto, sino llamando y hablando personalmente a los que
se me allegaban para hacerles conocer la misión pasificadora que me llevaba por
aquellos lugares. Entonces tube oportunidad de conocer en su esencia la índole y el
carácter de la rebelión, persuadiéndome como lo estoy hasta la evidencia de que ésta
fué fraguada por unos pocos hombres faltos de rasón, que abusando de la candidez
de nuestras masas y espantándolas con propagandas perniciosas consiguieron dar el
escándalo de corta duración que afligió a los pueblos de Guayubín, Sabaneta y Monte
Cristi y amenazó a la Ciudad de Santiago de los Caballeros.- La mayoría sensata, comprendida en ella la gente de más valimiento y representación, reprueba semejante
escándalo como contrario a sus más caros intereses; dá muestras efectivas de lealtad
al gobierno; quiere con ardor a la Reina (q.D.g.) y reconoce en ésta Augusta Señora
la bienhechora de los dominicanos. Limitada pues la rebelión al corto número de
individuos que por desgracia logró sorprender el ánimo de la gente incauta de aquellos pueblos, bastó la inmediata y enérgica acción de los fieles servidores de la nación
para hacerla estrellar en su principio.- En Guayubín fué el primer punto para donde
los rebeldes se asomaron y, desde ahí, se desplegaron a derecha é izquierda sobre Sabaneta y Monte Cristi, adueñándose de aquellos lugares por muy cortos días y durante los cuales amagaron inútilmente a San José de las Sierras, cuyo digno Comandante
de Armas, General de las Reservas Provinciales Don Dionisio Mieses, con los leales
habitantes de aquel lugar, pudo rechazarlos y sostener el orden público.- A la sazón,
el General Don José Hungría Gobernador de la Provincia que con antelación tuvo
noticia de los sucesos que se preparaban, había salido de Santiago con dirección a
Guayubín llevando una pequeña fuerza de la guarnición, pero cuando se encontraba
casi a medio camino se informó de que ya el movimiento había estallado en el pueblo
para donde se dirigía, y en éste estado consideró necesario hacer alto para dar las
disposiciones que por el momento creyó más indispensables.
En ésta intervalo tubo el parte de lo ocurrido en Santiago, la noche del 24, y por
ésta circunstancia contramarchó y volvió a entrar a Santiago, donde permaneció el
tiempo muy preciso, y de nuebo volvió sobre Guayubín a marcha muy aselerada.Los rebeldes apenas sintieron su aprocsimación cuando abandonaron el pueblo
y pasaron a acantonarse en las alturas de Mangá.- Así pudo el General Hungría entrar a Guayubín y luego atravesó el río Yaque, atacó las posiciones del enemigo, los
dispersó y en seguidas siguió sobre Sabaneta y allí también le dió otra carga, y dejó
con sólo esos dos hechos de armas restablecida la tranquilidad de aquellos lugares,
362
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
sin que para la pacificación de Monte Cristi fuese necesario el uso de la fuerza, pues
los rebeldes desalojaron aquel punto desde luego que se sintieron aislados sin la
cooperación de los vecinos.- Los detalles de éstas funciones de que oportunamente
me dio cuenta el General Hungría, los tiene también V.E. y por éso escuso estenderme más sobre ellos.- Bajo las impresiones de todos éstos sucesos, llegué a Santiago acompañado del Excmo. Señor General 2º. Cabo; y palpitantes aún las cosas
que acababan de pasar, creí necesario que nos marchásemos enseguida a Guayubín
para dictar personalmente en el teatro de los acontecimientos las disposiciones que
las circunstancias reclamaban a fin de dejar consolidada la seguridad pública.- Así
lo hicimos; primeramente fuimos a Guayubín y allí tuve ocasión de verme con el
Señor Brigadier Don Manuel Buceta que oportunamente desembarcó por Monte
Cristi con las tropas que se pusieron a su disposición; también me ví entonces con el
General Hungría, y tengo la satisfacción de decir a V. .E. que me siento sumamente
complacido de la buena armonía, con que éstos dignos Gefes han sabido conducirse. Ambos me hicieron un relato circunstanciado de los sucesos; me dieron cuenta
de todos sus actos; me informaron de la recorrida que dieron hasta Dajabón y últimamente quedé penetrado de que ya todo había terminado y no era de esperarse
una gestión más de parte de los rebeldes.
Estándo en Guayubín tuve parte de la llegada del Batallón de San Quintín a Puerto Plata, y como de antemano sobre éste particular tenía ya dadas mis órdenes al
Comandante Militar de aquella Plaza, para que a la llegada de ése Cuerpo lo hiciese
marchar para Santiago, se hizo sin la menor dilación.Al mismo tiempo tuve también parte del arribo del Batallón Cazadores de la
Unión a MonteCristi, y como en aquellos momentos ya no era necesaria la concurrencia de más fuerzas por allí, dispuse que siguiese para ésta Capital a ponerse a
las órdenes de V. E. según le informé por mis comunicaciones que oportunamente
le dirigí. Después de permanecer en Guayubín el tiempo que creí más preciso, y de
dar allí todas las disposiciones de que en su devido tiempo di cuenta a V.E. por mis
oficios que desde aquel punto le envié, de acuerdo con el Excmo. Sor. General 2o.
Cabo, determiné que el Señor Brigadier Buceta pasase a Santiago a encargarse del
mando de las tropas, y que el General Hungría quedase en la línea en calidad de Comandante General de las fronteras, ambos con el carácter de interinidad, mientras
se llevaban a cabo los arreglos definitivos que requería la situación. Luego seguimos
para Sabaneta, y en ésta punto como en Guayubín me ocupé, siempre de acuerdo
con el General Bargas, en organizar y dejar restablecidas las cosas lo mejor que se
podía. Terminada ésta recorrida, regresamos a Santiago y desde allí escribí a V.E.
dándole cuenta del cumplimiento de la misión que se me encomendó en cuya virtud
recibí la orden de fecha 21 de marzo ppdo. que me autorizaba a volver a ésta Capital,
y así lo he hecho, teniendo la satisfacción de decir a V.É. que la provincia de Santiago se halla en la más perfecta tranquilidad, que la de La Vega sigue también en el
mismo estado de tranquilidad en que ha permanecido antes y después de los acontecimientos; que la opinión pública en ambas se encuentra en muy buen sentido
363
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
y que por todos los lugares que he trancitado no se respiran sino sentimientos de
lealtad a la Reina (q. D. g.).
Antes de terminar, Exmo. Señor, es justo que haga mis elogios al digno General
Don Carlos de Vargas por su noble comportamiento, por su actividad, y muy especialmente por la cordial y buena armonía con que me ha acompañado en toda la
marcha, dándome constantemente pruebas de su buen deseo por el pronto restablecimiento de la tranquilidad, lo que debo significar a V.E. para que teniéndolo en
consideración, lo recomiende, si lo tiene a bien, a la munificencia Soberana.
En cuanto a mí, Exmo. Señor, no aspiro a otra cosa sino a merecer la digna aprobación de V.E. la confianza de S.M. y ver realizada la felicidad de éste pueblo.
Concluida así la cuenta de mis actos, quedo esperando las órdenes de V.E.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santo Domingo a 6 del mes de abril del año 1863.
Exmo. Señor.
/firmado/ Pedro Santana.
Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo.
/al margen dice: / Contéstese con arreglo a minuta aprobada por S.E.
/rúbrica/
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A.G.I. CUBA 1004B
Ejercito de Ultramar en Santo Domingo
Columna de operaciones en la Frontera
Exmo. Sor.
Hallándose conformes todas las noticias recibidas de las rebeldes en que los habitantes honrados ingrezaron en las filas de la insurrección obedeciendo la señal de
alarma acostumbrada en la estinguida República, regrezan a sus hogares confiados
en la garantía que de acuerdo con el Sr. General Hungría creí deber concederles de
que no serán incomodados y que el único grupo que aún existe armado lo forman
los presos fugados de la Cárcel de Santiago de los Caballeros con otros criminales y
algunos cabecillas que por la gravedad de sus faltas no pueden alimentar la ilusión de
alcanzar perdón, por cuyas circunstancias, pude ya sin temor de equivocarme, considerar terminada la rebelión; pues aislados como se hallan los pocos que aun la defienden por la imperiosa necesidad de hacerlo en uso de sus personales defensas por
habérseles negado la entrada en el territorio Haytiano, son impotentes para sostener
el movimiento que iniciaron ó su derrota y completa dispersión, será provablemente
el resultado del movimiento convinado con la Columna del Sor. General Hungría,
que emprenderé en el día de mañana hacía el punto conocido con el nombre de los
Arroyos, distante unas diez y ocho leguas de ésta Población.
Lo que tengo el honor y particular satisfación de comunicar a V.E. para su superior conocimiento y efectos que estime convenientes.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Sabaneta, 9 de marzo de 1863.
Exmo. Sor.
El Brigadier Gefe de la Columna.
/firmado/ Manuel Buceta.
Exmo. Sor. Capitán General de la Isla.
/al margen dice: / Enterado, contéstese así.- /rúbrica/
365
A.G.I. CUBA 1004B
Al E.S. Director General del Cuerpo de E.M. del Ejército.
22 de marzo de 1863.
Exmo. Sor.
A consecuencia de la reclamación de fuerzas y recursos metálicos que dirigió el
Exmo. Sor. Capitán General de ésta Isla al de la de Cuba, en vista del carácter alarmante que presentaba la revelión, estallada en la Provincia de Santiago de los Caballeros, ha desembarcado en Puerto Plata en el Vapor de S.M, San Francisco de Borja el
Batallón Infantería de San Quintín, que se estaba organizando en la mencionada Isla,
cuyo buque después de dejarlo allí ha venido a ésta Capital, y regresa en el día de hoy
a La Habana, por no creerse ya necesarios sus ausilios.
El 10 del actual salió de dicha Capital el Batallón Cazadores de la Unión de aquel
Ejército a bordo del Vapor Isabel la Católica en dirección a Monte Cristi según las instrucciones que tenía del Capitán General de aquella Isla pero al llegar a éste punto
recibió órdenes de los Generales Santana y Vargas, que no creyeron ya necesario
dicho refuerzo, para que viniera a ésta Capital: con objeto de recibir instrucciones y
desembarcar 200,000 pesos fuertes y 500,000 cápsulas de Guerra, fondeando dicho
buque el 20 del actual en la Rada de éste puerto, habiendo dispuesto regresase en el
día de ayer a La Habana, por haber cesado las circunstancias que ecsigieron la reclamación de dichas fuerzas.
El espresado Vapor Isabel la Católica tenía orden de presentarse en Haití como
ostentación de fuerzas, después de haber desembarcado lo que traía a su bordo; pero
no habiéndolo verificado ha continuado su marcha directamente.30
España mantenía una constante presión naval sobre Haití amenazando con bombardear sus puertos
para evitar el apoyo a los rebeldes dominicanos. Este es un ejemplo de esa política. La diferencia
entre las fuerzas armadas eran abismales, a favor de España. Pese a esa tensa situación, los haitianos
mantuvieron el apoyo a los restauradores vendiéndoles armas y parque y permitiendo el comercio de
las zonas liberadas del Cibao a través de la frontera.
30
366
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
El Coronel de Infantería de éste Ejército Don Bruno Gayoso y Quesada que se
encontraba en uso de licencia por enfermo en aquella Isla, vino también en el mencionado Vapor habiéndole confiado el Capitán General de la misma el mando de los
Batallónes de la Unión y San Quintín.
Este último, según lo manifestado por el E.S. Capitán General de aquella Isla, ha
venido completamente organizado y dispuesto a entrar desde luego en operaciones,
trayendo además once Acémilas31 para la conducción de sus equipages.
El Escuadrón Cazadores de África debe haber salido ya de Nuevitas32 (Isla de
Cuba) también completamente organizado y tal vez haya desembarcado a éstas horas
en Puerto Plata.
Según lo que ha manifestado el Comandante Gral. del Apostadero de La Habana, creyendo posible que los pasados sucesos tuviesen su origen ó apoyo en Haití,
ha dado órdenes al Comandante de la Fragata de S.M. Petronila, que es la que debe
mandar las fuerzas navales que vengan a éstas aguas, para que de acuerdo con el E.S.
Capitán General de ésta Isla y después de acudir a lo más perentorio, pase a Port au
Prince, donde provablemente no habrá en la actualidad Cónsul ni representante
Español, y manifieste al Presidente de la República con toda energía, que el Gobierno de S.M. no dispensa nada que tienda a ausiliar a los ilusos y que tiene a la mano
recursos para hacer respetar su Soberanía y pedir cuenta a los que de cualquier modo
los favoreciesen en su descabellada empresa.
Así mismo lo ha significado el espresado Comandante General, haber dispuesto
que los Vapores Blasco de Garay, Pizarro y Hernán Cortés, vengan a éstas aguas porque
por su poco calado podrán cubrir las comisiones que se les ecsigían. De éstos buques
el primero aun no se ha presentado, el segundo lo había verificado ya a éste Puerto al
recibir el aviso, continuando su marcha para la Isla de Cuba, después de tocar en Samaná, según las instrucciones que tenía entonces del espresado Comandante General habiéndosele dado la orden de permanencia en dicha Bahía, si las circunstancias
lo ecsigían, y el tercero regresó a Puerto Rico después de dejar en ésta al Batallón de
Cádiz, por creerlo necesario el Capitán General de dicha Antilla.
Habiéndose tenido posteriormente noticias de la llegada a la espresada bahía de
la Corbeta Mazarredo que debe quedar allí de estación y de haber desaparecido los
síntomas de alarma que se habían presentado, se ha dispuesto por el E. S. Capitán
General que la Compañía del Batallón Cazadores de Cádiz que había marchado a
reforzar la guarnición de las Flechas de Colón33 vuelva a ésta Capital a incorporarse
al resto del Cuerpo.
Así mismo, considerándose asegurada la tranquilidad en la Provincia de Santiago de los Caballeros, según lo manifestado por los Generales Santana y Vargas, el
Brigadier Buceta y el General de las Reservas Hungría, y en atención al aumento de
Caballos o mulos utilizados para la carga.
Nuevitas es un puerto cubano situado en el norte de la isla de Cuba.
33
Se encuentra en Samaná. Se le llamo así por un enfrentamiento entre Cristóbal Colón y aborígenes
del lugar.
31
32
367
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
fuerzas que han tenido las que se hallan en la mencionada provincia con la llegada
del Batallón de San Quintín, se ha invitado al primero de los espresados Generales,
para que si no cree necesaria su presencia en el teatro de los pasados sucesos, vuelva
a ésta Capital dejando al frente de aquella Provincia y de las fuerzas que la guarnecen
al Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas, significándosele al propio tiempo la
conveniencia de que regresen también a ésta Plaza, si no lo juzga preciso, el Batallón
Cazadores de Bailén, las dos Secciones de Artillería de Montaña, la Compañía de
Ingenieros y la fuerza del Escuadrón Cazadores de Santo Domingo que tiene a sus
órdenes tan luego desembarque el de Africa.
Lo que tengo el honor de manifestar a V.E. en cumplimiento de mi deber.
Fecho.
/MINUTA/
368
A.G.I. CUBA 1004B
Brigada de Operaciones sobre Guayubín
Ecmo. Señor
En el día de hoy ha sido publicada en éste punto la Ley Marcial de 21 de abril de
1821; y cuya adjunta copia del bando que con tal objeto se leyó en diferentes puntos
de la población, tengo el honor de incluir a V.E. un ejemplar.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Cuartel General de Guayubín, 3 de marzo de 1863.
Ecmo. Sr.
El General Gefe de la fuerza.
/firmado/ José Hungría.
/al margen dice: /A su espediente. Comuniquese al Gobr. Sup, Civil.rúbrica/
Al E, S. Gobr. Sup. Civil en 11 de marzo de 1863.- E.S.- El Sr. Gobr. de la Provincia
de Santiago, comandante de la brigada de operaciones sobre Guayubín me dice con
fecha 3 del actual lo siguiente.- Traslado.- Y lo traslado a V.E. con inclusión de copia
del documento que se cita, para su conocimiento. Dios, etc.- Fecho.
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A.G.I. CUBA 1004B
Don José Hungría General de División y Comandante General de la Provincia de
Santiago.
Considerando que se ha atentado contra la seguridad interior de ésta Isla en
los pueblos de Sabaneta, Guayubín y algunos otros puntos tomando las armas
unos pocos ilusos que con temeridad han pretendido conjurar contra el Gobierno y variar su forma legítima.- Que para reprimir, según es mi deber estricto esta
conjuración directa contra el estado, impedir su progreso ulterior y castigar los
delincuentes con arreglo a las leyes, deben dictarse cuantas medidas en la órbita
de mis facultades.DECRETO
ARTICULO 1º.- Se pone y queda desde luego en toda su fuerza y vigor como ya
lo ha sido en la Capital de Santiago, la Ley Marcial de 17 de abril de 1821. En consecuencia quedan sugetos a la jurisdicción militar, con derogación de todo fuero, los
delincuentes que sean apreendidos por fuerzas del Ejército destinadas a perseguirlos,
y los que, siendo apreendidos de orden, requirimiento ó en ausilio de la autoridad
civil hicieren resistencia a la tropa con armas de fuego blanca ó con cualquiera otro
instrumento.ARTICULO 2º.- De la misma manera serán Juzgados y castigados militarmente
todos los que antes y después de la publicación de éste bando se encuentren reunidos con los facciosos, aunque no tengan armas, los que sean aprendidos por la
tropa huyendo después de haber estado en cualquier facción; y los que habiendo
estado con los facciosos se encuentren ocultos y aún fuera de sus casas respectivas
con armas.ARTICULO 3º.- Se prohibe absolutamente toda reunión de más de dos personas,
cualquiera que sea su objeto, debiendo ser tomados en el acto por sospechosos los
que en mayor número que el espresado se encuentren juntos, y conducidos a ésta
Comandancia General para lo que convenga. Se hace en éste particular la esección
muy debida de los Señores Gefes, Oficiales y tropa del Gobierno.370
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
ARTICULO 4º.- Publíquese el presente bando en la forma de costumbre para
su puntual observancia y dése igualmente cuenta de él al E.S. Capitán General de la
Isla.- Cuartel General de Guayubín a tres de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.EL General Gefe de la Brigada.- José Hungría.- Como Secretario.- El capitán.- Ignacio
Olrich.- El anterior bando ha sido publicado en cuatro lugares públicos de ésta villa,
ante la fuerza y vecindario de la misma según en él se ordena.- Fecha arretro.- Dr, M.
Ponce de León.Es Copia.
EL Comte. Gefe de E.M.
/firmado/ José Velasco.
371
A.G.I. CUBA 1004B
Excmo. Señor.
El Comercio de ésta plaza ha sabido con la mayor indignación que los enemigos
de la paz y la prosperidad de éste país mal avenidos sin duda con el orden que felizmente goza bajo el maternal Gobierno de S.M. la Reina (q.D.g) han levantado en el
pueblo de Guayubín el odioso estándarte de la rebelión. Y aunque le consta que las
fuerzas y los recursos del Gobierno legítimo, que tan dignamente representa V.E., son
bastantes a restablecer en breve la tranquilidad en todos los ámbitos de la Provincia,
aprovecha sin embargo la coyuntura que se le presenta de manifestar su adhesión a
la gloriosa bandera de Castilla, ofreciendo a V.S. sus haciendas y servicios personales
como leales súbditos de la Segunda Isabel, nombre que recuerda el de la noble madre de la Española.
Dígnese V.E. recibir ésta muestra de nuestra lealtad y amor al Gobierno que simboliza el orden y la felicidad de Santo Domingo, y contar si la ocasión lo exigiere, con
su ardiente patriotismo.
Dios guarde la importante vida de V.E. muchos años.
Santo Domingo, 2 de marzo de 1863.
Excmo. Señor /firmado/ Cambiaso Ventura, Delmonte, Francisco Pouy Ca., José
P. Escudero, P. Ricart y Ca., M Seybo y Ca., M. Lavastida, F. Calero hijo, Ricardo G.
Pou, S. Pou.
Excmo. Señor Capitán General Gefe Superior Civil de ésta Isla.
/al margen dice:/ 1ª E.M.-Contéstese atentamente dando las gracias por tan espontáneo ofrecimiento, sincera prueba de los sentimientos de lealtad y adhesión a
nuestra augusta soberana de que están animados.
372
A.G.I. CUBA 1004B
Sección 3ª,
3 de marzo de 1863.
A los Sres. Don Francisco Pou, Don Pedro Ricard y demás Señores del Comercio
de ésta Ciudad.
Me he enterado con la más grata satisfacción del manifiesto que V.V. me dirigen a impulsos de la justa indignación que ha producido en su ánimo el criminal
atentado de los enemigos del orden que ingratos a los beneficios incesantemente
provisados(sic) por nuestra Augusta Soberana, han lebantado el odioso estándarte
de la anarquía en la provincia de Santiago.
Al aceptar el espontáneo ofrecimiento que hacen V.V. de sus servicios en defensa
del Pavellón Nacional ultrajado, me complazco en darles las gracias en nombre de
S. M. acompañándoles un ejemplar del Bando sobre la organización de un Batallón
de Voluntarios que he creido conveniente se constituya en ésta Capital para afianzar
el orden público y garantizar la seguridad de las personas, y propiedades de los habitantes. Dios, etc.Fecho.
/MINUTA/
373
A.G.I. CUBA 1004B
Don José Valverde, ex Comandante Militar de ésta Plaza y General de Divición de
las Reservas Provinciales.
Excmo. Señor.
Al dejar el mando de ésta Villa, que me fué confiado desde el año 1844, no puedo
menos que esponer al Gobierno de S.M. (q.D.g.) por el interesante órgano de V.E.,
que me queda la gran satisfacción en el alma de que, en ése lapso de tiempo de mando no he dejado la huella del crimen, y que no he abusado jamás del poder que me
despido de mis conciudadanos, dejándolos contentos y satisfechos
Debo desir a V.E. que el 18 del que cursa he entregado éste mando por orden
del Señor Gobernador Civil y Militar de ésta partido, al Coronel de las Reservas Don
Tomás Ramón Castillo, lo que se ha efectuado con las formalidades de estilo. A éste
sucesor le he ofrecido mi cooperación para todo aquello en que pueda tener relación
el buen orden y conservación de la seguridad del Gobierno.
A.V.E. Señor, con muy justa razón debo hacer ésta oferta; por tanto os digo que,
aunque alejado hoy día de la cosa pública, estoy dispuesto a prestar mi débil contingente, cada vez que el Superior Gobierno me llame a ello.
No sería justo el concluir éstas líneas sin que estampara aquí el devido reconocimiento que siente mi corazón por la aquiesencia del Superior Gobierno a acceder a
mi solicitud para mi retiro, en atención a mi edad y achaques de mala salud.
En consecuencia, Excmo. Señor, aceptar las más expresivas gracias y contad siempre con la lealtad, patriotismo y afección de vuestro S.S.
Q. B. L. M. de V. E.
Excmo. Señor.
/firmado/ José Valverde.
Cotuy, 24 febrero año/63.
Excmo. Señor Capitán General de ésta Provincia en la Capital de la Isla.
/al margen dice /Contéstese dando las gracias y que se aceptarán sus servicios si
fuesen necesarios para el sostenimiento del orden y del Trono de nuestra Augusta
Soberana./rúbrica/
374
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia General en Gefe
del
Cuerpo Espedicionario
Cibao
en las provincias del
Escmo. Señor.
En cumplimiento de cuanto V.E. se sirve prevenirme en su superior comunicación de 22 del mes actual, tengo el honor de participarle que he dispuesto marcharme mañana para ésa Capital, dejando encargado del mando de ésta Provincia hasta
nueva orden al Excmo. Sor. Mariscal de Campo D. Carlos de Vargas y Cervetto.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Cuartel General en Santiago de los Caballeros, 29 de marzo de1863.
Escmo. Señor.
/firmado/ Pedro Santana.
Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice: / a su espediente /rúbrica/
375
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia General en Gefe
del
Cuerpo Espedicionario,
Cibao
en las provincias del
Exmo. Señor.
He recibido la comunicación de V.E. de fecha 12 de los corrientes en que me
ordena gestionar del Gefe Haitiano que guarnece éste lado de la línea, el reclamo de
las armas y municiones de los rebeldes que hubiesen penetrado por aquel territorio.
Como habrá visto V.E, por los informes producidos por el Señor General Don
José Hungría y Sor. Brigadier Buceta, el Gefe Haitiano les dijo que tenía órdenes
de su Gobierno para no admitir en su territorio a nadie que no fuese con pasaporte
legal, y en ésa virtud como quiera que los rebeldes dispersos aunque intentaron penetrar algunos de ellos en Haití no pudieron hacerlo por el rechazo que se les hacía,
me he abstenido de gestionar la reclamación que V.E. me hace por no tener ella ya el
objeto que pudiera proponerme.
Lo que he ordenado al General Hungría es que haga todos sus esfuerzos por recolectar las armas y municiones que se hallen regadas por los puntos de la línea y dé
cuenta de las que recoja para determinar lo que sea más conveniente.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Cuartel General en Santiago, 22 de marzo de 1863.
Exmo. Señor.
/firmado/ Pedro Santana.
Exmo. Sor. Capitán General de la Isla de Santo Domingo.
376
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia General en Gefe
Cuerpo Espedicionario
en las provincias del Cibao
del
Exmo. Señor.
Ha llegado a mi poder su oficio de fecha 12 de los corrientes en que me habla
relativamente al destino de las tropas dirigidas a éstos puntos.
Desde Guayubín escribí a V.E. diciéndole lo que de acuerdo con el Exmo. Señor
General 2o. Cabo resolví con el Batallón Cazadores de la Unión que vino a Monte
Cristi, que fué enviarlo a ésa Capital a la disposición de V.E., pues no necesitándose
esa fuerza ya por aquí, creí, ignorando la determinación de V.E más acertado mandarlo para allá que detenerlos a esperar sus órdenes. En cuanto al 2o. Batallón de
la Corona, he tenido tiempo de dar contraorden para que no siga á Puerto Plata y
continúe en ésta Plaza. Bailén que había seguido hasta Guayubín y una de sus Compañías hasta Sabaneta ha regresado y sigue hoy a estacionarse en La Vega, menos la
Compañía que fué a Sabaneta y otras que quedaron en Guayubín, las que van a ser
relevadas por fuerzas de San Quintín.
Quedarán por consiguiente distribuidas las fuerzas que hay en ésta Provincia del
modo siguiente: ingenieros en Santiago, Artillería en iden, Bailén en La Vega, San Marcial en Santiago y correspondientes destacamentos en Puerto Plata, La Vega y Moca.
San Quintín en Santiago y el correspondiente destacamento en Guayubín, Sabaneta y Monte Cristy.
Cazadores de Santo Domingo, en Santiago.
Todo lo que digo a V. E. para su superior conocimiento y aprobación.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santiago de los Caballeros a 22 de marzo de 1863.
Exmo. Señor.
/firmado/ Pedro Santana
Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo. /al margen dice/ Contéstese enterado /rúbrica/
377
A.G.I. CUBA 1004B
Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana, Comandante General en Gefe de
las Provincias del Cibao.
1 de abril de 1863.
Quedó enterado de la comunicación de V. E. de 22 de marzo último participándome haber suspendido la marcha a Puerto Plata al 2º Batallón de la Corona, de
haber dispuesto el relevo de la Compañía de Bailén que fué a Sabaneta por otra de
San Quintín y de la forma en que quedan distribuidas las fuerzas al mando de V.E.
Dios &a.
Fecho /MINUTA/.
378
A.G.I. CUBA 1004B
3ª de E. M.
Al E, S. Teniente General Marqués de las Carreras, Comandante General en Gefe
del Cuerpo Espedicionario en las Provincias del Cibao en 31 de marzo de I863.
E.S- Quedo enterado de la comunicación de V.E. fecha veinte y dos del actual en
la cual me manifiesta haber ordenado al Señor General Gobernador Militar de Santiago Don José Hungría, haga cuantos esfuerzos sean necesarios para recolectar las
armas que se hallen esparcidas por todos los puntos de la línea de Haití y no haber
hecho las gestiones que recomendé a V.E. en 12 del actual, toda vez que no se ha
permitido la entrada a los rebeldes en el territorio Haitiano.
Dios &a.
Fecho /MINUTA/
379
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia General en Gefe
del
Cuerpo Espedicionario
Cibao
de las provincias del
Exmo. Señor.
Desde nuestra llegada a ésta pueblo nos hemos ocupado en los diferentes arreglos que deben llevarse a cabo para dejar bien asegurado el orden público en éstas
fronteras. Tenemos convenido pasar a Sabaneta el miércoles que contaremos 18 de
los corrientes y en ése pueblo haremos lo mismo que aquí, a fin de que cuando nos
retiremos quede todo si posible es en su marcha normal.
Ayer despachamos para Santiago la sección de Artillería de Montaña que había
venido con el Excmo. Señor Brigadier Don Manuel Buceta.
Unos de los cabecillas del acontecimiento de Santiago llamado Vidal Pichardo
fué capturado por Sabaneta y desde allí lo trajeron a éste pueblo, y anoche lo remitimos para Santiago.
Igualmente ha sido capturado el General Don Antonio Batista en la jurisdicción
de San José de las Matas y se le ha enviado a Santiago. Ahora, con la captura de éstos
cabecillas, juzgo que se aclararán mejor las cosas. Por lo demás ninguna cosa ocurre
por el presente y continúa la mejor tranquilidad.
Dios gue. a V,E ms.as.
Cuartel General de Guayubín a 16 de marzo 1863.
Exmo. Señor.
/firmado/ Pedro Santana.
Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo.
380
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia General en Gefe
del
Cuerpo Espedicionario
Cibao
en las provincias del
Exmo. Señor.
Acompaño a V.E la orden General que de acuerdo con el Exmo. Señor General
2º. Cabo, he publicado en ésta fecha mandando serrar las comunicaciones con la
vesina República de Haití por éste lado de la línea.
No me queda duda que el foco principal de donde proceden las manifestaciones
que de algún tiempo a ésta parte se han dejado sentir en nuestro territorio, surge de
los lados de Haití en cuya República se encuentran aislados algunos disidentes de
ésta parte que conspiran siempre desde allí contra la tranquilidad del país. Por ésta
circunstancia creo que a la vez que doy ésta disposición de clausura por éste lado de
la línea, podría V.E si lo tiene a bien hacerla estensiva a la frontera del Sur, pues estoy
seguro que por allí existen los mismos daños que han motivado mi determinación.
Dios gue. a V.E/ ms.as.
Cuartel General en Guayubín, 15 de marzo de 1863.
Exmo. Señor.
/Firmado/ Pedro Santana.
Exmo. Sor. Capitán General de la Isla de Santo Domingo.
/al margen dice: / Visto.- D.0. de S.E, /rúbrica/
381
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia General en Gefe
del
Cuerpo Espedicionario
Cibao
en las provincias del
Orden General
Habiendo observado hace algún tiempo que por ésta frontera se cometen algunos abusos que dan lugar a contrabandos que perjudican el Erario y los intereses
comerciales, y se ejecutan casos de merodeo que destruyen la propiedad de éstos
vecinos, añadiéndose a todo ésto la comunicación clandestina que se nota, tendente
a promover trastornos como ha sucedido últimamente según lo revela la correspondencia cojida a los rebeldes y aún las disposiciones que acabo de adoptar el Gobierno
Haytiano para no admitir en su territorio a los que furtivamente fueren procedentes
de ésta parte, he venido en ordenar que, hasta ulterior disposición del Gobierno, se
mantenga serrada toda comunicación con la vecina república de Haití previniendo a
las Autoridades civiles y militares de ésta línea, vigilen el más estricto cumplimiento
de ésta disposición, haciendo responsables a los que la infrinjan, y a cuyo efecto se le
dará publicidad para general conocimiento.
Cuartel General en Guayubín, 15 de marzo de 1863.
/firmado/ Pedro Santana.
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A.G.I. CUBA 1004B
Capitanía General de Santo Domingo Estado Mayor
Sección Gobierno Militar de Santiago.- Exmo. Señor.- Más enterado de todos
los acontecimientos, paso a dar a V.E. conocimiento de ellos, así como de lo que en
consecuencia he creido más conveniente hacer; como anteriormente le tengo manifestado, son varias las causas que hacían estar alarmados los ánimos a las que se
unían la esplotación hecha de ellos por algunos malévolos, que están acostumbrados a medrar en las revoluciones; una de las cosas que más alarma había producido,
fué la pastoral del Señor Arzobispo a la que con siniestro fin dieron la peor interpretación los díscolos y los Sacerdotes encargados de ir moralizando el pueblo, la
causa de éstos obrar así, es en mi concepto, el no avenirse a vivir morigeradamente,
acostumbrados como estaban a efectuarlo en el mayor libertinaje; V.E. sabe la influencia que ejercen sobre cierta clase de gentes, y el partido que de ella pueden
sacar y han sacado pues hasta los mismos Alcaldes Pedáneos, con motivo de los
(acontecimientos) han estado prendiendo y cometiendo otros vejámenes sin más
objeto que sublevar la gente que después ellos mismos han conducido al punto de
la insurrección, agrégase a ésto en mi concepto los trabajos haitianos pues cuentan
con ellos, y si no ostensiblemente, los ausílian por bajo de cuerda; pues sólo así se
comprende aparezcan todos armados y municionados, cuando carecían de una y
otra cosa, éstas eran en mi concepto las causas que estaban influyendo en el espíritu
público, pero nada formal había todavía, prueva de ello las alarmas de Santiago y
Puerto Plata, pero a la llegada del Señor Comandante de Artillería y la rotura por
él de los armamentos y clavazón de los cañones corrió como chispa eléctrica por
las galleras y demás lugares de ésta frontera la voz de que les inutilizaban las armas
y desarmaban con objeto de esclavizarlos, y ésto Exmo. Señor, cundiendo con la
velocidad del rayo, soliviantó los ánimos, dando el triste resultado que tocamos;
también lo hizo adelantarse según noticias que tengo, el haber sospechado el Señor
Coronel Garrido, era uno de los que trabajaban más principalmente el Comandante de Milicias Don Norberto Torres, el que se apercibió querían prenderle y desapa-
383
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
reció del pueblo antes de anochecer, presentándose al día siguiente con la fuerza,
habiendo antes sublevado a Sabaneta, según tengo entendido trató dicho Coronel
de defenderse con la guarnición, pero no lo hizo considerando su poca fuerza,
capitulando no sé con qué condiciones; sólo me han asegurado, salieron con las
armas, escoltados por 200 insurrectos a Monte Cristi, enarbolando los revoltosos
la bandera de la antigua República, tirando en Sabaneta, Guayubín y Monte Cristi
los cañonazos de alarma, a los que acudieron todos los habitantes de éstas jurisdicciones, en las que no se encuentra nadie habiendo reunido como 2,000 hombres,
de éstos 1,000 en Guayubín y los otros 1,000 entre Sabaneta, Monte Cristi y Mangá.
En ésta situación, Exmo. Señor, ví que el único medio que me quedaba era ir
entreteniendo el tiempo con objeto de esperar refuerzos, é irlos desmoralizando
estándo también al cuidado de Puerto Plata y Santiago, de cuyos puntos no hay
posibilidad de sacar fuerzas; con la gente del país no puede contarse, pues la que
no es completamente hostil se mantiene quieta sin acudir. Se me habrán reunido
unos sesenta hombres con el General Don Gaspar Polanco, pero V. E. comprenderá
por lo que le manifiesto, la confianza que pueden infundirme, sin embargo que se
va sosteniendo la fuerza moral y en el momento que cuente con fuerza peninsular
suficiente obraré con toda la energía que requiere al caso, en el ínterin y sabiendo
que en éste como en su mayor parte de casos análogos hay gente alucinada dispuse
mandar dos sugetos de mi confianza con el oficio cuya copia número primero es
adjunta, esa comunicación la mandé ayer tarde y como a las tres horas de haber
salido, recibí una comisión con la comunicación copia número dos y a ella contesté
con el oficio número tres, hoy he recibido la comunicación número cuatro por medio de mis comisionados, debiendo advertir a V. E. que las personas de la comisión
de ayer se encuentran forzadas por tener sus familias é intereses en la población
y haber sido sorprendidos por el movimiento, como así mismo el General Lucas
de Peña, al cual forzaron y aún llegaron a ponerle las armas al pecho, teniéndole
sumamente vigilado, lo cual me lo digeron ayer de su parte con la mayor reserva
y me lo han repetido hoy mis comisionados, los que también me han traído cartas de dos personas que están trabajando para disuadirlos é irlos desmoralizando,
que es el único medio que por ahora tengo manteniéndome atrincherado en el
punto de Gaybon próximo al de Atillo, pero mejor por dominar todos los caminos
que van a Santiago, y por encontrar algún pasto para la Caballería y tener el agua
más cerca; esta es, Excmo. Señor mi situación y las medidas tomadas que son a mi
parecer las únicas posibles y convenientes, pues el haber sufrido un choque con
tan escasas fuerzas era esponerme á ciencia cierta a un descalabro seguro y que
acarrearía fatales resultados; así Exmo, Señor que espero merezcan la aprobación
V.E. así como la de haber mandado declarar el Distrito en estado de sitio, también
debo declarar a V. E. que habiéndose adelantado el Señor Fiscal con el individuo
que fué a Santiago a llevar el parte que motivó mi salida, le tienen los insurrectos
preso en Guayubín, al Señor Alcalde Mayor y escribano, les he mandado retirar a
Santiago por haber terminado su misión desde el momento en que ha llegado a
384
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
vías de hecho la sublevación esponiéndole también que a pesar de haber oficiado a
Santiago reclamando dinero y víveres, éstos escasean y el primero quizás no puedan
remitírmelo por carecer de él.- Todo lo que tengo el honor de manifestarle para
su inteligencia y efectos convenientes.-Dios gue. a V.E. ms. as.- de Gaybón á 24 de
febrero de 1863.- Excmo. Señor.- El General Gobernador.- José Hungría.- Exmo.
Sor. Capitán General de ésta Isla.Es Copia.
El Comandante Gefe de E.M. interino.
/firmado/ Joaquín Rodriguez de Rivera.
385
A.G.I. CUBA 1004B
Primera
Con la mayor estrañeza he visto el movimiento efectuado en ésa y del que V, es
gefe según un oficio que firmado por V. ha llegado a mi poder. Al mismo tiempo no
puedo menos de lamentar las desgracias que él debe acarrear y las que en lo posible
debo de evitar, resuelto sin embargo a sostener el orden a todo trance y sabiendo son
éstas las mismas ideas que animan al Gobierno que nos rige y contra él cual no hay
motivo legítimo de queja; pues él nos había dado la paz y seguridad que necesitábamos; yo creeré y sin temor de errar que ha sido V. engañado; toca a mí como buen
Dominicano el sacarle de ése error que ha cometido y que podía ahora algún tanto
enmendarse depositando las armas y retirándose a sus hogares ése círculo de engañados que le rodean, pues cuando los pueblos tienen algún motivo de queja, acuden
por los trámites legales representando cuanto tienen que decir al legítimo Gobierno
que siempre está dispuesto a oir a cuantos recurren a él, pero que de la misma manera rechaza fuerza con fuerza cuando por su modo de obrar pierden el derecho
que pudieran tener poniéndose fuera de la Ley; éstas reflecciones que le hago llevan
consigo el deseo que tengo de evitar la efusión de sangre siempre que V. se convenza
de cuanto llevo dicho.- Dios gue. a V. ms. as. Atillo 23 de febrero de 1863.- El General.José Hungría.- Señor General Lucas Evangelista de Peña.- /COPIA/
386
A.G.I. CUBA 1004B
Segunda
DIOS.- PATRIA Y LIBERTAD.- República Dotninicana.- Lucas Evangelista de Peña,
General en Gefe de las fronteras en el cuartel general de Guayubín.- Sor. General y
amigo.- Con motivo del acontecimiento que ha tenido lugar ayer día 22 que cursa,
ponemos en conocimiento de V. que nos hemos pronunciado en fabor de nuestro
muy glorioso Pabellón Dominicano é ignorando el éxito y proposiciones de V hacia
éstas fronteras, he tenido a bien mandar la presente comisión compuesta de los Señores Don Juan Grullón, Don Achille Fondeur, Don Fernando Pérez, Don José Pérez,
Don Aquilino Grullón y demás acompañados al efecto de dar a V. todos los detalles y
pormenores ocurridos hasta ésta fecha a fin de satisfacer a V. sin que le quede duda,
de todo lo que arriba le dejo espresado sobre el particular.- Esta comisión representa
todos nuestros derechos, lleva amplias facultades para entenderse con V. en todo
aquello que no sea contrario al fin a que nos hemos propuesto, y que generalmente estamos decididos hasta llevar nuestra revolución a cabo contando con todos los
recursos necesarios al efecto.- Esperamos Señor General su contestación y le saludo
a V. muy afectuosamente como amigo y compañero de armas.- Cuartel General en
Guayubín: 23 de febrero de 1863.
El General en Gefe.- L. E. de Peña.
/COPIA/
387
A.G.I. CUBA 1004B
Tercera
He recibido su comunicación fecha de hoy por la que me entera V. del acontecimiento que ya sabía oficialmente y en el que siento en obsequio de nuestra antigua
amistad figure V. como cabeza. Quiero evitar la efusión de sangre y guiado por éste
humanitario pensamiento le propongo a V. y al amigo Norberto Torres una entrevista
conmigo para lo que le ofrezco las garantías de uso y bajo mi palabra de caballero les
aseguro la imbiolavilidad de sus personas.- Yo espero que con una esplicación berval
se allanarán las dificultades y que V.V. se convencerán de que el modo más eficaz de
que se le haga justicia si tienen alguna cosa que reclamar ó agravios que esponer, es
por el que les propongo fijando día y hora - Dios gue. a V. ms. as.- Jaybon 23 de febrero de 1863.- José Hungría.- Señor General Don Lucas Evangelista de Peña.
/COPIA/
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A.G.I. CUBA 1004B
Cuarta
Dios, Patria y Libertad.- República Dominicana - Comandancia en Gefe de las
fronteras del Nord-Este.- Señor General Don José Hungría.- Señor General y amigo.Recibí su contestación sobre la comunicación que tuve a bien dirijir a V. por medio
de una comisión y en atención a las garantías y palabras con que V. se espresa acerca
de una entrevista entre nosotros, queriendo marchar con el principio de evitar y zanjar todos los medios necesarios de orden convengo en la proposición que V. me hace
de la entrebista, solo sí que no podrá tener lugar de mi parte hasta pasado mañana
que contaremos 26 del corriente.- Sin otra cosa por el momento le saludo a V. como
amigo y compañero de armas deseando que Dios gue. la importante vida de V. dilatados años.- Cuartel General de Guayubín 24 de febrero de 1863.- El General en Gefe
Lucas E. de Peña.- Son Copias.- El General José Hungría.Es copia.
EI Comandante Gefe de E.M. interino.
/firmado/ Joaquín Rodríguez de Rivera.
389
A.G.I. CUBA 1004B
Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago
Relación de los Generales, Gefes y Oficiales que han sido juzgados por ésta Comisión Militar y penados por el Consejo permanente de la misma.
CLASES
HOMBRES
General
D. Lucas Evangelista de Peña
Otro
D. Antonio Batista
Otro
D. Bartolome Megía
Otro
D. Juan Luis Franco Vidó
Coronel
D. Pedro Tomás (alias) Píe
Otro
D. Ignacio Reyes
Otro
D. Juan Antonio Polanco
Otro
D. Carlos de Lora
Tente Coronel
D. José Borbón
Otro
D. Vidal Pichardo
Otro
D. Belisario Curiel
Otro
D. Ramón Almonte
Otro
D. Isidro Giménez
Otro
D. Manuel Tejada
1er Comandante
D. Victoriano Cordero
Capitán
D. Pedro Ignacio Espaillat
Otro
D. José Cepeda
Otro
D. Jacobo Rodríguez
Otro
D. Manuel de Jesús Vargas
Capitán
D. Joaquín García
390
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Teniente
D. Raymundo García
Otro
D. Benito Monción
Otro
D. Juan Ramón Reyes
Otro
D. Eugenio Beliard
Otro
D. Ambrosio de la Cruz
Otro
D. Juan Antonio Alis
Otro
D. Nicolás Toribio
Otro
D. Eusebio Gómez
Otro
Juan de la Paz Morales
Otro
D. Francisco Pichardo
Otro
D. Juan Coronado
Otro
D. Santiago Tavares
Otro
D. Eusebio Abreu
Otro
D. Domingo Curiel
Otro
D. Santiago Taberas
Otro
D. Antonio Ramón Reyes
Santiago de los Caballeros, 4 de junio de 1863.
El Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar.- Luis BustamanteEs Copia.
El Gobernador interino.
/firmado/ José Aranguren.
391
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia General en Gefe
del
Cuerpo Espedicionario
Cibao
en las provincias del
Exmo. Señor.
Hoy he llegado a éste pueblo acompañado siempre del Exmo. Señor General 2o.
Cabo y en el estado de tranquilidad que he hallado éstos lugares, creo oportuno dar
a V.E. una relación que aunque breve pueda darle una idea del carácter de los acontecimientos. Desde mi llegada a La Vega empesé a observar de parte de los vecinos de
aquella provincia las mejores dispociciones a sostener el orden establecido y desde
allí traté por consiguiente de investigar en su fondo la esencialidad de la alteración
que se ha hecho sentir a la tranquilidad en éstos últimos días, tanto en éstos pueblos
como en la Ciudad de Santiago. El conocimiento que tengo de los hombres y de las
cosas en ésta Provincia; las esplicaciones que me han hecho personas de todo crédito
y cuantos datos en fin he podido adquirir hasta el presente, me son de tanta satisfacción que puedo dar a V.E. la seguridad que ni las masas ni las notabilidades del Cibao
se encuentran en mal sentido, que antes por el contrario la mayoría manifiesta muy
sanas disposiciones y desidida adhesión a la Reyna (q.D.g.).
Los alzamientos ocurridos en Guallubin, Sabaneta y Monte Cristy y el acontecimiento de Santiago fueron atentados promovidos y llevados a cabo contra el querer
de la opinión pública.
Los hombres del país, que estaban a concurrir a la población a ponerse a dispocisión de las autoridades siempre que se disparaban tres cañonazos que era la señal
de alarma, creyendo que todavía estaba en práctica ésta costumbre, concurrieron a
las poblaciones que fueron cojidas por los conspiradores cuando éstos dispararon
los tiros, y por éste medio, abusando de la subordinación de las masas que vieron
allí a algunos de sus antiguos Gefes, se dieron a éste alboroto unos proporciones
que no tenían ni aún realidad, acumulando gente forzada y sin voluntad ninguna a
cooperar en trastornos. A primera vista se consibe ésto, y se esplica muy bien con la
desersión que siguió pasadas las primeras impresiones de sorpresa, hasta el estremo
392
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
de no quedar a los reveldes cuando tubieron lugar las ataques que se le dieron sino
aquel número de hombres que no pudieron evadirse ó que fueron engañados por
imposturas. En Santiago lo que he visto es perplejidad de una parte del Ayuntamiento, pero no complicidad de éste Cuerpo en los sucesos que se lamentan. Cuando se
dejó sentir allí el conato de reveldía creyeron algunos miembros del Ayuntamiento
que podrían ellos por su parte evitar el mal, y se dieron pasos que ya quizás no eran
oportunos porque el momento de obrar con la fuerza había llegado y se necesitaba
prescindir del influjo moral único que podría ofrecer el Ayuntamiento para reprimir
a los perturbadores del orden en aquel momento y las diligencias activas que hicieron algunos de sus miembros en horas ya de egecucion, naturalmente dieron lugar a
sospechas.- Esplicadas las cosas después como me aseguran, repito que en todo ésto
no he visto más que perplejidad y nada más
Por todo lo que dejo dicho a V. E. se desprende que la opinión pública de éstas
Provincias está perfectamente en buen sentido, y que los que se lanzaron a trastornar
el orden sobre Santiago son muy señalados y no hacen peso notable en la política del
país.
Resta ahora, a reserva de lo que V, E. se digne disponer realizar algunos arreglos
en éstos lugares que dejen asegurada la tranquilidad y para ello me ocupo asiduamente de acuerdo con el Escmo. Sor. General 2o. Cabo en confeccionar las disposiciones que al efecto se deben dictar, y de ellas daré a V. E. conocimiento.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Cuartel General de Guallubin a 14 de marzo de 1863.
Excmo. Sor./firmado/ Pedro Santana.
Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo.
/al margen dice/ Enterado de cuanto se manifiesta en éste oficio contéstese,- De
orden de SE. /rúbrica/ Fecho.
Al Gobernador Civil para su conocimiento 21 marzo. /fecho/
393
A.G.I. CUBA 1004B
En la plaza de San Lorenzo de Guayubín a los veinte y dos días del mes de febrero del año de mil ochocientos sesenta y tres.- Habiéndose presentado en el lugar de Manga una división de facciosos en número de seiscientos cincuenta según
la carta que se une del General el Gefe Don Lucas de Peña, donde sé intimidava
al Comandante Militar la rendición de ésta Plaza, la que contestada negativamente por esperarse fuerza de la provincia que se mandó pedir por última vez el día
diez y nueve del actual por Don Osbaldo Guasp reconocida la fuersa que tiene el
enemigo que se haya a cuatrocientos metros de éste punto, viendo que es cierta la
cifra de hombres que el citado General en Gefe manifiesta en su carta, y viéndose
por último que había transcurrido el tiempo suficiente y que por las condiciones
del Parlamento, no daban tiempo de espera, y biendo el Comandante Militar que
con cuarenta y cinco hombres que tenía a sus órdenes y ninguna posición faborable para la defensa contra tan superiores fuerzas y con arreglo al artículo 9 de las
órdenes generales, ordenó dicho Sr. Comandante Militar reunir a los Señores Oficiales del Destacamento empleados de la Sanidad Militar, Corporación del Ayuntamiento y ciudadanos que firman con el objeto y atendido a las circunstancias
del caso, tratar sobre el asunto, declarando unánimes y fundados en las razones
que se espresan a aceptar la capitulación que se le intimidaba lo que firmaron.A García, hay una rúbrica.- El Comte, del Destacamento.- Luis Prado.- Hay una
rúbrica.- El Ste. Pedro Garrido.- Hay una rúbrica.- El M. Sanidad Militar.- Juan
García.- Hay una rúbrica.- El síndico.- Juan de la C. Alvares.- hay una rúbrica.- El
Contralor.- Antonio Puigrubí.- Hay una rúbrica.- El Secretario del Ayuntamiento.Pedro José Bidó.- Hay una rúbrica.- Juan Grullón.- Félix Escarfuller.- A. Grullón.Achille Fondeur.- B. Grullón.- Fernando Pérez.- Socundino Escarfuller.- Casimiro
Lantigua.- S. Despradel.- Manuel Mena.- hay una rúbrica de todos.- El General
de las Reservas Provinciales de la Isla de Santo Domingo.- José Sebastián Reyes.Pío de Peña.- José Eugenio Reyes.-Pablo Mena.- Brito Alejo.- José Dolores Ruíz.Enrique Rodríguez.- Manuel Grullón.- A ruego de Gregorio Castillo.- Francisco
394
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Granville.- Román de Peña.- A ruego de Eusebio Martínez.- Félix Escarfuller.- Juan
Mariano Rodríguez.- Francisco Granville.- A ruego de Nicomedes de Peña Achille
Fondeur.- J. M. Sons.- Hay una rúbrica de todos.Puerto Plata, 26 de febrero de l863.
Es Copia.
El Comandante Militar.
/firmado/ Juan Suero.
395
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia General en Gefe
del
Cuerpo Espedicionario
Cibao
en las provincias del
Estracto de la comunicación oficial del General Don José Hungría, Gobernador
de la Provincia de Santiago de los Caballeros, actualmente en operaciones militares
en las fronteras del Nordeste, su fecha en Sabaneta á 13 de marzo de 1863 dice así:
Columna de Operaciones de la frontera.- Exmo. Señor: En la madrugada del día 10 del que cursa salí de éste punto con la columna de mi
mando en unión de la del Señor Brigadier Don Manuel Buceta con
dirección a la frontera, llegando al límite español titulado Dajavon a
las ocho de la mañana del once donde recibí noticias más detalladas
de los efectos del pánico que se había apoderado de los habitantes
de ésta comarca y la de Guallubin que quedaban sin regresar a sus
hogares aunque ya lo habían verificado más de 400 familias internándose aquellos en las fragosidades inhabilitadas de la Sierra de la
frontera de Haity y límites de la provincia de Azua, por seguir en la
absurda crehencia de que las tropas iban degollando a los hombres y
prendiendo a las mujeres y niños para llebarlos a vender a los puertas como esclavos. Hasta ancianos moribundos han sido transportados en camillas y pasaba de 800 el número de mujeres y niños que
se encontraban en la Sierra de Capotillo en la margen derecha del
Masacre límite entre España y Haití donde había además como 300
hombres armados y entre ellos algunos de los Gefes de la insurrección, que habiendo tratado como muchos otros de refugiarse en el
territorio haitiano, les había sido negado el asilo y no se consideraban seguros en parte alguna.
Con tales datos, considerando lo mismo que el Señor Brigadier Buceta que de dirigirnos con la columna sobre dichos puntos, con el terror
396
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
de que estaban poseídas aquellas familias, sin haber hecho lo posible
para desengañarlas, sería condenarlas en masa a una cierta y total destrucción pereciendo despeñadas ó de hambre y cansancio y considerando también la conveniencia de que el Gefe de la frontera Haytiana
tubiese conocimiento de las operaciones que habían de emprenderse
sobre la misma línea si se obsecaban en permanecer allí reunidos,
pasé a conferenciar con dicho Gefe y tres Generales más acompañándome el Señor Brigadier Don Manuel Buceta y Comandante Don
José Velasco, que nos sirvió de intérprete.- El General que acababa de
llegar en relevo del General Simón que era Gefe de la frontera, nos
manifestó que traía las órdenes más precisas del Presidente Gefrard
de no permitir asilo a los reveldes ni tener comunicación alguna con
ellos, esmerándose en mantener las buenas relaciones que sostenía
con el Gobierno Español deduciéndose de algunas indicaciones de
los otros Generales que la causa de haber sido depuesto y preso el
General Simón, era la de haberse separado de ésta línea de conducta.Antes de tener lugar ésta conferencia había enviado de acuerdo con
el Señor Brigadier Buceta, al Teniente Coronel de las Reservas Provinciales Don Nicolás Gerónimo con dose Dragones y veinte Infantes de
las mismas reservas que me seguían y que tenían sus familias ó parientes entre los fugitivos a los cuales llevaron la intimación de volver a
sus casas abandonando dichos parages adonde se dirigiría inmediatamente la columna para castigar con todo el rigor de las leyes a los que
desobedecieran éste mandato.- Al regreso de los Dragones é Infantes
con varios de los fugitivos de poca significación supe que también
habían ido dos de los Generales Haitianos a hacerles la misma intimación y que todas las familias se dirigían a sus casas con la sola escepción de las de dos mujeres que habían parido aquella misma noche y
otras que tenían enfermos de gravedad y habían perdido los medios
de trasportarlos.- Dos de los Gefes principales de la insurrección que
se hallaban allí, el Alcalde de éste pueblo Santiago Rodríguez y el Comandante Benito Monción que había tenido una parte muy principal
en las acciones de Mangá y de Sabaneta contribuyeron a tranquilizar
a las familias y persuadirlas de que debían volverse abandonándolos
a ellos que no encontraban perdón ni asilo, a su desgraciada suerte,
herrantes por aquellas peñas, interín sufrían su condigno castigo ó
eran indultados por la piedad de S.M.
Durante la marcha he visto confirmadas éstas noticias viendo el cuadro
más lastimoso que puede imaginarse de ésas familias que regresaban
desfallecidas y temerosas aunque hubieran perecido en su mayor parte,
si hubiera continuado algunos días más el espanto que las hacía huir de
nuestras tropas siendo dignas de compasión las mugeres que camina397
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
ban descalsas, con grandes líos de ropa en la cabeza, un niño en brazos
y otro de la mano.
En tal estado las cosas, de no haber ya en parte alguna enemigos reunidos que osen resistir el denodado arrojo de las tropas de la Reyna que
tanto habían esperimentado en las dos acciones en que lo intentaron y
considerando Inútil por lo tanto pacificado ya el país completamente,
aumentar las fatigas y privaciones de los sufridos soldados peninsulares que con los pies estropeados sin otro alimento que carne las más de
las veces, porque la rapidez y la variada dirección de mis marchas y la
escasez de medios de conducción que he hallado, no me han permitido recibir las abundantes provisiones que me remitía el zeloso Gobernador interino de Santiago, he regresado a éste punto para racionarla
hacer salir una pequeña columna de gente del país a las órdenes del
Teniente Coronel de las Reservas Don Nicolás Gerónimo cuya adesión
me es bien conocida, y cuyo color es una garantía para la gente de las
paternales miras del Gobierno de S.M. respecto de ellos, a fin de que
recorriendo ésas agrestes soledades persigan y aprendan los sublevados que vaguen por ellas del mismo modo que lo hago ejecutar a los
Alcaldes Pedáneos en sus distritos con los cabecillas ó malhechores,
pues los presos fugados de la cárcel de Santiago, que se creían reunidos, andan dispersos por todas partes según las noticias que tengo de
ellos nombrar interinamente Comandante de Armas de ésta Población y Alcalde a los Señores General de las Reservas Don Jacinto de
Lora y Don Manuel Encarnación Reyes, propietario de, una pequeña
guarnición que juzgo ahora necesaria; hacer que se recojan las armas,
establecer en ésta una enfermería provicional para los heridos y enfermos y marchar mañana al amanecer para Guallubin con objeto de
providenciar del mismo modo en dicho punto y Monte Cristy y recibir
las órdenes de V.E.
Creo deber hacer presente a V.E. que según la correspondencia cojida a los reveldes y las noticias que he adquirido se hallaban aquellos
en comunicación con los Generales Haitianos Simón y Berdrie desde
hace tiempo; y cuando se presentaron los Gefes de la revelión en
Guallubin Lucas de Peña, Norberto Torres y Juan Ramón Reyes en
los momentos que tronaban los cañones de Mangá les dijo el General
Nicolás, Gefe de la línea Haytiana que se volvieran con sus compañeros y subordinados que convatían y a quien habían abandonado
covardemente. Lo cual si puede considerarse como un movimiento
natural de indignación, puede también apreciarse como una sugestión emanada de las miras políticas que les estubieran secretamente encomendadas y que ahora que todo está terminado castiguen
aparentemente a ésos Generales por haber tenido con los reveldes
398
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
relaciones que datan de cuando vivía el General Don Fernando Valerio y de que se hace mención en la correspondencia cojida, cuando
en realidad lo sean por no haber desplegado bastante habilidad en
las negociaciones que hubieran de asegurar el éxito de la insurrección.- Por mi parte al menos me inclino a creer lo último y que lo
que verdaderamente sienten es que se haya malogrado el éxito por
anticiparse y no seguir las instrucciones de emplear sólo medios indirectos como se recomendaban en el manifiesto que obra en las
actuaciones que se siguen -Dios gue. a V.E. ms.aa.- Sabane.ta 13 de
marzo de l863.- Exmo. Sor.- José Hungría.Es Copia conforma.-Guallubin marzo 14-/63.- El Coronel.-/firmado/
399
A.G.I. CUBA 1004B
Sección 3ª
E. M.
Al E.S. Ministro de la Guerra en 20 de abril de 1863.
E. S. - Por consecuencia de los últimos sucesos ocurridos en la Provincia de
Santiago, la comisión militar Egecutiva y permanente creada por mi bando de 28
de febrero del corriente año ha fallado dos causas, una de ellas contra el General
de las Reservas Provinciales Don Juan Luis Franco Bidó, Alcalde ordinario de dicha
Ciudad, el Coronel de las propias Reservas Don Carlos de Lora, el Capitán de las
mismas Don Pedro Ignacio Espaillat y el paisano Don Eugenio Perdomo, sentenciados todos cuatro a la pena de ser pasados por las armas. La otra causa contra el
Teniente Coronel de las Reservas Provinciales Don Vidal Pichardo, el capitán de
las mismas Don José Cepeda, el teniente de las propias reservas Don Ambrosio de
la Cruz y los paisanos D. Alvaro Fernández y Juan de la Cruz Ureña sentenciados
los tres primeros a ser pasados por las armas y los dos últimos a cuatro años, nueve
meses de presidio el primero y a cuatro meses de prisión mayor el segundo, cuyas
sentencias fueron aprobadas por mí en 9 del actual, previo dictámen de mi Auditor
de Guerra.
La severidad de la Ley, E.S. es justa, la vindicta pública exije el castigo, el escandaloso atentado de una rebelión injustificada, reclamaba se hiciese un ejemplar que demostrase a los hombres perversos, que la autoridad está dispuesta a
castigar con mano fuerte a los que perturben el orden. El interés del país, cuyo
mando me está encomendado, cuya paz debe conservarse a todo trance, exigía la
imposición de la pena que la comisión había dictado, arreglada a los méritos de
la causa, Pero al mismo tiempo, creyendo político hermanar la justicia con la benignidad, seguro de interpretar los piadosos sentimientos de S.M. la Reina (q. D.
g.) considerando que la espiación de cierto número de delincuentes hace patente
la severidad de la ley así como la disminución de la pena en aquellos en quiénes
concurren circunstancias atenuantes ú honrosas ó menor número de pruevas,
pone de manifiesto la magnanimidad de la Augusta Señora, en cuyo nombre se
400
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
egerce la clemencia; en uso de las facultades que me concede la Real orden de 29
de mayo de 1855, previo el informe de mi Auditor de guerra y el voto consultivo
del Real Acuerdo que previene la disposición 2ª de la mencionada Real Orden de
29 de Mayo, concedí indulto de la pena de muerte a un individuo de cada una de
las dos causas citadas.
Al ejercer en nombre de S.M La Reina (q.D.g.) una de sus más altas y preciosas
prerrogativas, he procurado recaiga la gracia de indulto en favor de aquel en quien
concurren circunstancias atenuantes ó en el de quien sea posible quebrantar la inflexibilidad de la ley, porque la fuerza de la prueba no produzca en el ánimo del Juez
la convicción moral del crimen, hasta el límite último que el criterio recto y escrupuloso de la conciencia le señala.
En tal concepto, he indultado de la última pena, conmutándoselas en la inmediata que deberán sufrir en el presidio de Ceuta, a Don Juan Franco Bidó comprendido
en una de las causas y a Don José Cepeda que lo está en la otra, disponiendo al mismo
tiempo se cumplieran desde luego las sentencias por lo que respecta a los demás reos
que en ellas figuran, pasando los procesos al Presidente de la Comisión Militar, para
los fines correspondientes, sin que hasta la fecha haya habido todavía noticia de que
se hayan ejecutado.
Las rasones que he tenido para obrar así son que según todos los Informes que
recibí de personas caracterizadas é imparciales, que reúnen la circunstancia de ser
conocidamente adictas a la Reina, Don Juan Luis Franco Bidó, es un sugeto de bastante edad, conocido por su honradez, padre de ocho hijos, de una conducta tan
arreglada que jamás ha dado otras pruebas que las de una vida Cristiana y ejemplar,
que no sólo es incapaz de mezclarse en convinaciones políticas, sino que en los
sucesos de Santiago, que han dado motivo a la frustación de éstas causas, ha sido
víctima de la debilidad de su carácter, que ha obrado bajo la presión de los hombres
osados a quiénes no supo resistir que sus actos son efecto de ésa misma presión y
no han nacido de su voluntad que en los mismos momentos en que se encontró
en la plaza, trató de aplacar a los sublevados, valiéndose de palabras, que si bien le
condenan, forma para mi juicio moral el convencimiento de que lo que quería era
ganar tiempo para no romper las hostilidades, descubriéndose que era víctima de
su debilidad y de la crítica situación en que se encontraba, sin tener energía para
salir de ella.34
En cuanto a Don José Cepeda, no aparecen en la causa más que dos testigos de
cargo, a uno de los cuales tacha el reo, y si bien la ley sanciona el principio de que dos
testigos contestes en el hecho y sus circunstancias esenciales, que no tengan interés
en faltar a la verdad, hacen prueba plena mientras sus dichos no hayan sido desvirtuados por otra prueba en contrario y si también la tacha del testigo que hace Cepeda,
la ley no la admite como tal, aunque legal y justo el fundamento de la sentencia del
Consejo en ésta parte, era dolorosa la pena con tan escasas, aunque suficientes prue Se refiere a los sucesos ocurridos en Santiago de los Caballeros en la noche del 24 de febrero de 1863.
34
401
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
vas con tanta más razón cuanto que para demostrar la inflecsibilidad de la ley, no hay
necesidad de recurrir a esta parte del fallo de la Comisión Militar todo lo que tengo el
honor de manifestar a V. E. para su superior conocimiento y por si se sirve elevarlo al
de S.M, la Reina (q.D.g.) sin perjuicio de dar oportunamente la cuenta documentada
que previene la disposición 2ª de la Real Orden de 29 de mayo de 1855.
Dios g.
Fecho
Estracto.- Dando conocimiento de haberse aprobado las sentencias dictadas por
la Comisión Militar de Santiago, en dos causas formadas contra varios individuos y
del indulto concedido al General de las Reservas Don Juan Luis Franco Bidó y al capitán de las mismas Don José Cepeda, comprendidos en aquellas.
Fecho.
/MINUTA/
402
A.G.I. CUBA 1004B
Al limo. Sr. Regente de la Real Audiencia en 7 de junio de 1863.
llmo. Sor.
Por consecuencia de los sucesos ocurridos en la provincia de Santiago ,la Comisión Militar y Egecutiva creada por mi bando de 28 de febrero del corriente año,
ha fallado una causa seguida contra Don Vicente Morel, Don Pedro Curiel, Don
Francisco Ulises Espaillat y Don Macario de Lora, ex-individuos del Ayuntamiento de
Santiago, acusados de haber tomado parte en las ocurrencias del 24 de febrero en
dicha Ciudad, condenando a Don Pedro Curiel, D. Vicente Morel y Don Francisco
Ulises Espaillat a la pena de doce años de estrañamiento y a Don Macario de Lora a
la de estrañamiento perpetuo.
Dicha sentencia ha sido aprobada por mí en ésta fecha, previo dictamen de mi
auditor, por considerarla arreglada a los méritos del proceso y estricta legalidad, la
aplicación de la ley es Justa y conforme con lo opinado debe cumplir Don Macario
de Lora la pena que le ha sido impuesta pero respecto a Don Vicente Morel, Don
Pedro Curiel y D. Francisco Ulises Espaillat, ecsaminada la causa, desentrañados los
móviles qué impulsaron el alzamiento, son tantas y tan recomendables las circunstancias que en ellos concurren y se desprenden de las actuaciones, que más bien
parecen exenciones que atenuaciones de su culpa, considerándoles individual y no
colectivamente. Ningúno de ellos formó parte de las comisiones nombradas para la
plaza y fuerte de San Luis ni mostraron durante el acto de la sesión del 2º de febrero
desafección al Gobierno legítimo. Testimonios fidedignos e irrecusables aseguran de
su sincera adhesión a la causa del Gobierno Español y al concurrir a la sección, de seguro ignoraban, como quizás ignoren todavía la grave responsabilidad que contraían
constituyéndose en corporación y funcionando fuera de la órbita trazada por la ley
y por el respeto debido al principio de autoridad por cuyas razones, usando de las
facultades que me concede la Real Orden de 29 de mayo de 1855 me hallo dispuesto
a suspender la ejecución de la sentencia respecto a Don Vicente Morel, Don Pedro
Curiel y Don Francisco Ulises Espaillat con objeto de proponer al Gobierno de S.M.
403
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
la gracia de indulto en favor de los mismas, seguro de interpretar los piadosos sentimientos de S.M. la Reina (q.D.g.)
Y deseando oír antes, acerca del particular, el voto consultivo del Real Acuerdo,
con arreglo a la disposición 3ª. de la mencionada Real Resolución, me dirijo a V.S.
Ilustrísima como Presidente de la Real Audiencia, siendo adjunta la causa de que
llevo hecho mérito.
Dios &,
Fecho.
/MINUTA/
404
A.G.I. CUBA 1004B
Santo Domingo, 3 de junio de 1863.
Conforme en todas sus partes con el anterior dictamen apruebo la sentencia pronunciada por la Comisión Militar Egecutiva y Permanente de la Provincia de Santiago el catorce de mayo prócsimo pasado condenando a los paisanos José Ramón Torres, Raimundo Jaques y José Sosa a la pena de cadena perpetua; a los individuos de
las Reservas Provinciales, Teniente Coronel Don Victorino Cordero, Tenientes Don
Benito Monción y D Juan Ramón Reyes, paisanos Norberto Tores, Juan de la Cruz
Albarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco y Alejandro Bueno, a
que sean pasados por las armas los paisanos José de los Santos (a) Mayor Inglés, Luis
Sosa y Tomás Inglés, a doce años de cadena a San Amequita y Jacinto Ramos a catorce
años de cadena a Cayetano Decler a cuatro años nueve meses de prisión menor y cien
pesos fuertes de multa al Teniente de las Reservas Don Eugenio Beliard a diez años
de presidio con retención, al paisano Andrés González (a) Malo a veinte y seis meses
de presidio correccional declarando comprendidos en los beneficios de mi bando de
indulto de 16 de marzo último, a los paisanos Juan Ramón Reyes, Blanco, Juan Bautista Gómez (a), San Batista y Pablo Aquino y absolviendo libremente al Comandante de
las Reservas Provinciales Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé en el concepto de que
José Ramón Torres y Raimundo Jaque únicos de los reos presentes a quien se impone
condena deban estinguir la de cadena perpetua en el presidio de Ceuta.
/MINUTA/
405
A.G.I. CUBA 1004B
Real Audiencia de Santo Domingo
Regencia
Excmo. Señor
En el espediente promovido con motivo de la atenta comunicación de V.E. de
7 del corriente consultando al Real Acuerdo en cuanto a la suspensión de la pena
impuesta por la Comisión Militar establecida en Santiago de los Caballeros a Don
Vicente Morel, Don Pedro Curiel y Don Francisco Ulises Espaillat, el Fiscal de S.M.
ha emitido el dictamen siguiente:
Excmo, Señor.- El Fiscal de S.M, dijo que el Sr, Capitán General pide
a V.E. voto consultivo con arreglo a la disposición 3ª de la Real Orden
de 29 de mayo de 1855 en cuanto a la suspensión de la pena impuesta
por la Comisión Militar establecida en Santiago de los Caballeros a Don
Vicente Morel, Don Pedro Curiel, y Don Francisco Ulises Espaillat, y
propuesta de indulto al Gobierno Supremo.- Los tres individuos nombrados eran del Ayuntamiento de Santiago cuando ocurrió la revelión y
no solamente se reunieron y obraron en el sentido de ella, sino que desobedecieron al Gobernador dando muestras de estar de acuerdo con
los rebeldes. Por ésto, atenuado en parte por su conducta anterior y
por la posibilidad que no conociesen toda la importancia de lo mal que
obraban, se les ha impuesto la pena de doce años de estrañamiento, que
como arreglada a los méritos del proceso, ha sido aprobada por el Señor
Capitán General. Pero considerando por una parte que esas circunstancias que se han considerado como atenuantes son más bien escepciones
que borran la culpa y por otra que es oportuna y política la benignidad
en casos semejantes, después de castigados conforme a la ley los principales delincuentes, se halla dispuesto dicho Señor Capitán General a
suspender la ejecución de la sentencia ya aprobada, y proponer la apli406
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
cación del indulto conforme a la Real Orden que se citó al principio.
No puede haber duda ninguna en cuanto a que procede en fuerza de
las atribuciones que le dá dicha Real Orden, ni tampoco en la utilidad y
conveniencia de lo propuesto por las razones que se recomiendan, que
en concepto del Fiscal interpretan dignamente los siempre piadosos
sentimientos de S.M.-Por tanto es de evacuarse el voto consultivo en el
concepto dé ser conforme lo propuesto por el Señor Capitán General,
y oportuno y político el indulto de Curiel, Morel y Espaillat si bien no
hay arbitrio para otra cosa que suspender la ejecución de la sentencia y
proponer y recomendar el indulto al Gobierno Supremo.- Así le parece
al Fiscal V.E. con mejor discernimiento determinará lo más acertado.Santo Domingo 10 de junio de l863. Osés.
Y habiéndose dispuesto el Real Acuerdo que se evacue el voto consultivo pedido
por V.E. en los términos propuestos en el dictámen inserto, lo traslado a V.E. para su
conocimiento y fines consiguientes.
Dios gue. a V.S. ms.as.
Santo Domingo, 11 de junio de 1863.
/firmado/ Román de la Torre de Trassierra.
Excmo. Señor Gobernador Superior Civil de la Isla de Sto.Domingo /al margen
dice: / S.E. ha dispuesto la suspensión de la ejecución de los individuos a que se hace
referencia. Dígase lo conveniente al Comandante Gral. de Santiago previniéndole
que por el Presidente de la Comisión Millitar se remita testimonio de la causa para
proponer y recomendar al Gobierno el indulto.
/rúbrica/
407
A.G.I. CUBA 1004B
Santo Domingo, 30 de abril de 1863.
Conforme en todas sus partes con el precedente dictámen, apruebo la sentencia
dictada por la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente de Santiago el día 20 del
actual contra el capitán de partido D. Pedro Quintín, capitán de las Reservas Provinciales, Don Jacobo Rodríguez y Paisanos Don Carlos Molins, Don Manuel Giménez,
Don Vicente Tabares, D. Sebastian Rodríguez, José Ma. Checo, y Pedro Ignacio Martínez con la sóla modificación que espresa dicho dictámen de que la pena de presidio
menor impuesta al reo D. Manuel Giménez se entiende la de veinte y seis meses de
presidio correccional en el concepto de que Don Pedro Quintín sufrirá su condena
de cadena perpetua en el presidio de Ceuta y Don Jacobo Rodríguez y Don Manuel
Jiménez en el de ésta Plaza. Vuelva éste proceso al Presidente de la Comisión Militar
Egecutiva y Permanente para los fines que son consiguientes.
/MINUTA/
408
A.G.I. CUBA 1004B
E.M.
30 d3 abril de 1863.
Al Señor Brigadier Comandante General de la Provincia de Santiago.
Con ésta misma fecha he aprobado previo dictámen de mi Auditor de Guerra la
sentencia pronunciada por la Comisión Militar de ésa Provincia en la causa seguida
contra el capitán de Partido Don Pedro Quintín, capitán de las Reservas Don Jacobo
Rodríguez y Paisanos Don Carlos Molins, Don Manuel Jiménez, Don Vicente Tabares,
Don Sebastian Rodríguez, José María Checo y Pedro Ignacio Espaillat en los términos
que espresa dicho decreto debiendo ponerse en libertad a los paisanos Don Vicente
Tabares, Don Sebastian Rodríguez, José María Checo y Pedro Ignacio Martínez,
En su virtud dispondrá V.S. la entrega al Presidente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente de la referida causa para el cumplimiento de lo decretado.
Dios &a.
Fecho.
409
A.G.I. CUBA 1004B
Al Brigadier Comandante General de la Provincia de Santiago en 30 de abril de 1863.
Con fecha 24 del actual, ha sido aprovada por su autoridad, previo dictámen de
mi Auditor de Guerra, la sentencia impuesta por la Comisión Militar de ésa Provincia
en la causa formada contra el General Don Antonio Batista, el Coronel Don Pedro
Tomás, el General Don Lucas Evangelista Peña, el Coronel Don Ignacio Reyes y paisano Don Santiago Rodríguez, los cuales han sido condenados a ser pasados por las
armas, en rebeldía los tres últimos, siéndolo al propio tiempo a dos años de destierro
fuera de esta Isla el Teniente Don Raimundo García y el Presbítero Don Juan Pineda,
debiendo ponerse en libertad al General D. José Valverde y al paisano Marco Cerda,
todo conforme se espresa en la mencionada sentencia. En su virtud, entregará V.S. al
Presidente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente la precitada causa para el
cumplimiento de lo resuelto por mí en aquella, previniéndole remita después a esta
Capitanía General testimonio de lo que resulte contra el Presbítero Don Juan Pineda
y sentencia recaída a fin de pasarlo al Exmo. é Iltmo. Sr. Arzobispo.
Dios g.
Fecho.
/rúbrica/
410
A.G.I. CUBA 1004B
Sto. Domingo, 24 de abril de 1863.
De conformidad con el precedente dictámen apruebo en todas sus partes la sentencia pronunciada por la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente de Santiago, contra los Generales de las Reservas Provinciales Don Lucas Evangelista, Don Antonio
Batista, Don José Valverde y Coroneles de las propias Reservas Don Pedro Tomás y
D. Ignacio Reyes, el Teniente de las mismas Don Raimundo García, el Presbítero D.
Juan Pineda y los paisanos Don Santiago Rodríguez y Don Marcos Cerda, ejecútese,
haciendo constar en la sentencia la fecha omitida conforme espresa el anterior dictámen. Vuelva éste proceso al Presidente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente para los fines que son consiguientes.
La fecha de la sentencia 9 abril 1863.
/hay una rúbrica/.
/MINUTA/
411
A.G.I. CUBA 1004B
E. M.
Al Brigadier 2o. Cabo Comandante General en Comisión de la Provincia de Santiago
en 12 junio 1863.
Tomando en consideración lo que V, S me manifestó al remitir la instancia promovida a mi Autoridad por los individuos del antiguo Ayuntamiento de ésa Ciudad,
pidiendo se les otorgue algún tiempo para arreglar sus asuntos comerciales antes
de salir de éste Territorio para cumplir la sentencia que les ha sido impuesta, oido
el dictámen de Mi Auditor atendiendo a las circunstancias personales y buenos antecedentes de los interesados, he dispuesto conceder a los Sores, Don Pablo Pujol,
Don Maximo Grullón, Don Julián Belisario Curiel y Don Alfredo Detjen dos meses
de libertad para que puedan verificarlo bajo las garantías y responsabilidad de determinadas personas de arraigo y buen concepto, a entera satisfacción de V. S. que se
obliguen en debida forma a responder de los reos al terminar el pase concedido y
siempre que fueren llamados por la Autoridad. En cuanto a Don Alejandro Victoria
no necesita de dicha gracia por haber sido condenado a la pena de inhabilitación
temporal para ejercer cargos públicos
Dios g.
Fecho.
/MINUTA/
412
A.G.I. CUBA 1004B
E. M.
3 de mayo de 1863.
Al S. Brigadier Don Manuel Buceta Comandante General de Santiago
Remito a V.S. la adjunta instancia que me ha dirigido Da. Eleonora Julia, Esposa
de D. Máximo Grullón complicado en los sucesos de ésa Provincia, para que se sirva
V.S. remitirla al presidente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente a fin de
que ésta emita su dictámen y evacuado éste, me lo devuelva V.S. con su informe sobre las circunstancias de la interesada y demás particulares que se espresan en dicha
instancia.
Dios, etc.
Fecho.
/MINUTA/
413
A.G.I. CUBA 1004B
E.M.
3 de mayo de 1863.
Al Señor Brigadier Don Manuel Buceta, Comandante General de Santiago.
Remito a V. S. la adjunta instancia que me ha remitido Doña Juana Linares, esposa de Don Juan Evangelista complicado en los sucesos de ésa Provincia, para que se
sirva V.S, remitirla al Presidente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente a fin
de que ésta emita su dictámen y evacuado éste me la devuelva con su informe sobre
las circunstancias de la interesada y demás particulares que se espresan en dicha instancia,
Dios, etc.
Fecho.
/MINUTA/
414
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Superior Civil
de la Isla de Santo Domingo
Excmo. Sor.
EI Cónsul General de España en Haití con fecha 24 de marzo último me comunica lo que sigue:
Excmo. Sor.- Muy Señor mío.- De conformidad con lo que tengo el honor de informar a V.E. en 9 del actual al transmitirle mis Despachos Nos.
19 y 20 de dicha fecha a la Primera Secretaría de Estado son adjuntas
las copias de que hacía mérito, relativas a la rebelión de Guayubín a
saber.- N° 1°.- Una carta del General Simón Sam, fecha 2 del corriente.2o.- Otra carta de los principales insurrectos.-3o.- Otra carta del General
Simón Sam de la misma fecha de la primera.- y 4o,- Copia del despacho
No. 21 fecha 9 del corriente dirigido a la Primera Secretaría en que se
copia la minuta de la orden que el Presidente de Haití ha dirigido a los
Gefes de las fronteras para rechazar de éste territorio á los rebeldes.
Lo que tengo la honra de trasladar a V.E. incluyéndoles copias de las citadas en la
preinserta comunicación para su conocimiento y fines oportunos.
Dios gue. a V.E. muchos años.
Santo Domingo, 9 de abril de 1863.
/firmado/ Felipe Ribero
Excmo. Sor. Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice: / A la sección para los fines que en ella convengan.Es Copia Secretario de Gobierno /firmado/ Victoriano García.
415
A.G.I. CUBA 1004B
Consulado General y Encargaduría de Negocios de España en Haití- Número 2,- Dios
Patria y Libertad.- República Dominicana.- Comandancia en Gefe de la Línea del nordeste.- Señor General y amigo.- En consecuencia al oficio anterior que dirigí a V. sobre
nuestra revolución, me dirijo a V. por segunda vez a fin de poner en su conocimiento que
la resolución que hemos acabado de constituir de nuevo nuestro territorio en República
como anteriormente lo ha sido, toma grandes elementos, por consiguiente, habiendo
tenido noticias de que Moca y La Vega se han pronunciado, ésto mismo Señor General y
amigo, me estimula a orientarlo a V, de ésta favorable noticia, en la convicción de creer
que Vd. debe alegrarse muy infinito de que en nuestro territorio flote el glorioso Pabellón Dominicano para nosotros tan honroso.- Por tanto le mereceré a Vd. me informe
de lo más cierto si está en ésa parte el Señor Buenaventura Báez lo que le estimaré a V.
mi querido General y amigo, mui particularmente le comunique Vd. el gran deseo que
tenemos de que regrese a ésta, poniéndose al frente nuestro, puesto que éstos son y serán
para culminar la obra a que nos hemos propuesto llevar a cabo para el bienestar y fidelidad de nuestra mui amable e inestimable República Dominicana.-Suplicóle al mismo
tiempo Señor General, que Vd. se servirá comunicar a todos los Dominicanos que se encuentren en ésa parte , les permitirá el paso libre a fin de que se incorporen con nosotros
tan pronto como ellos gusten.-Seguidamente Señor General y amigo, pongo en conocimiento de Vd. con motivo a los escasos de armas en que nos encontramos para llevar a
cabo (si la Divina Providencia nos lo permite) nuestra revolución regenerando de nuevo
nuestro territorio en República Dominicana como antes era por lo sucesivo y para evitar
las consecuencias funestas que la guerra trae tomando yo las medidas de precaución que
estén a mi alcance, tengo a bien dirigirme a Vd. para que me facilite quinientos fusiles y
pertrechos correspondientes a ellos, lo que a su tiempo la nación Dominicana garantiza.Espero, Señor General y amigo mío, la contestación de V. en el más breve tiempo que le
sea posible y tengo el grandísimo honor de suscribirme de Vd. atto. S.S. y amigo que le
saluda en la patria deseando Dios guarde a Vd. muchos años.-. General En Gefe. Lucas E.
Peña.-El General de Brigada y Gefe de Operaciones,- Norberto Torres,- eI Coronel y Comandante de Armas y Gefe de Operaciones de estas Plaza.- Juan de la C, Alvarez.- Cuartel
General de Guayubín, febrero 28 de 1863.- Es copia Mariano Alvarez.
Es Copia El Secretario de Gobierno /firmado/ Victoriano García Paredes.
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Consulado General y Encargaduría de Negocios de España en Haití.- No. 3.-Liberté.- Egalité.- Republique de HaÍtí.-Guanarainthe 2 Mars 1863,-No. 70.-Le General
de División S. Sam,Coaimandant provisoire l’arroncliaement de Fort liberté.- k son
Escolíenos le President d’Haití.- President.- Je n’avais apeine termine la fermetura de
l’espedition de ma peste,quand le General Nicolás Gabriel ehef de la ligne frontiére
d’ouanaminthejest venu m’annoncer la presen-ce au bordde la rive Masacre, Grand
passe. du General de División Lucas E. de Peria, avec un palto de toiletchppeau de
pillevetu en hattier, le memo que je vous parle par ma letre au Ho. 67 de meme que sa
letre a vous adressée,annon? ant que le General de División Hungría, eommandant le
departement de la provinee de Sto.Yago, avait marché sur eux,avec une forcé importante sur Guayubín jcorone ils n’etaient pas suflisants pour oposser a cette forcefils
furent bien obliges de ceapituler, et lui a pris fuÍtefabandonnat les siens II a demandé
a se voir, et a me parler, J’ai donné ordre de lui faire cosiprendre que ¿’etalt absent,
en toaras) ; ai aussi rendu absent mon comraandant de commune de suite renforeé
tous les postes de lax ligne pour oposer 1’entres des fuyards de l’Est toute fois qui
voudraient pretendre se refugier ici.- V.E. daignerá me diré quelques mots sur la maniera a teñir dans cette circonstance.- Jai l’honneur desaluer votre Escellence avec reseeet.- S. Sam.- Port au prIince 2h Mars 1863.- Es copia.- firmado.- Mariano ALvarez.Es Copia El Secretarlo de Gobierno /firmado/ Victoriano García Paredes
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Consulado General y Encargaduría de Negocios de España en Haití.- No. 4.- Copia del despacho No. 21 de fecha 9 de marzo dirigido al E.S. Primer Secretario de
Estado por el infrascrito.- Exmo, Señor.- Muy Señor mío.- En una conferencia que he
tenido con Mr, Dupuy a la que asistió al final Mr. de St. Armand, Secretario del Gabinete particular de S. E. el Presidente, establecí las bases para las órdenes que debían
espedirse a los Comandantes de los puestos Haitianos, relativas a los sublevados da la
parte Española. Mr. de St. Armand redactó una minuta cuya copia dice asi:
Deux depeches que je reqoís aujourd’hui du General Simon Sam,
m’apprennent que la tentative d’insitrrection dans la province espaxgnole a echoucé, et que deja des rebelles ént tenté de passer la frontiere
pour se refugier sur notre territoire.- Cette situation me porte a ajouter
a celles que fé vous ai données.- Si des rebelles armes on non armes se
pre-ateat liidividiieIÍ «íBent on par bandes aux postes de votre arrondi
La frontíere, vous leur refusserez d’une maniere absolue l’entrée de
notre territoire, et s’ils voulaient, ce qui a Dler laisey y penetrer de vive
forcé vous les responserez par la force.- Tout espssnol reputé rebelle
on non, qui se presentera au dit poste sans etre rv. nl de permis de circulation regulier emané de l’autorité esparnole, devra galement etre
reponssé, meme par la forco en cas de resister. ee. Tíans le cas ou des
personnes compromises dans la tentativo d’insurrection seralent parvenúes en la surveillance de nos postes a penetrer sur notre territoiré, ees.
personnes devrant etre inmediatement mises en etat darrestation par le
cenandat de la localábté haltlenne ou. elles se sont trowvés refuglées, et
de sult eondultes sous escorte et reraises au comman dat des arrondissement des Gonaives et St. Uarcflocalités dans les quelles lies resteroat
intérneos jusqu’a nouvel ordee du Gou-vemement.-Je n’aA pas besoin
General de vous recommander que ees nouvelles instructions doivent
etre observées a la lettre et rigoureusement par vousfet par les autorites
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
placees sous vous ordres aux quelles vous en ferez part sans retard. Les
memes instructions vont etre donée aux comandants des autres arrondissements de la ligne frontiere en attendant qu’ils les recolvent, Je vous
invite a les porter a la eonnalssance de eeux qui vous avoisinent par des
espres/Je voussalue avec & ác.Lo que tengo el honor de elevar a V.E. para su superior conocimiento y en el
correo próximo informar a V.E. de cuanto ocurra en las fronteras y demás particulares que interesen al mejor servicio del estado, y que V.E. debe saber para dictar en
consecuencia sus acertadas resoluciones.- Port au Prinoe 24 de marzo de 1863.- Es
copia.- firmado.- Mariano Alvares.35
Es Copia
El Secretario de Gobierno
/firmado/ Victoriano García Paredes.
Los textos en francés se copiaron textualmente, los errores que tienen aparecen así en el original.
Nota del compilador.
35
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2° Cabo de la Isla de Sto. Domingo.
Escmo. Señor
Por oficios que V.E. se sirvió dirigir al Escmo. Señor Marqués de las Carreras,
previno que el Señor Brigadier Don Manuel Buceta marchase a ésa Capital siempre
que su permanencia no la estimáse necesaria y V.E. consideró conveniente la continuación de dicho Señor Brigadier, así por sus cualidades y circunstancias como por
otras razones.
Por ellas mismas ruego a V.E. que si decide que el Brigadier Buceta marche de
ésta Plaza se sirva V.E. prevenírmelo a la brevedad que estime conveniente puesto
que para cumplirlo más pronto he dispuesto que el Señor General Don José Hungría, venga aquí, dejando encargado del mando de la línea al Sor. Comandante de la
Corona Don Juan López del Campillo, interín se recibe la superior orden de V.E. si
bien repito a V.E. que creo indispensable la continuación del citado Brigadier en el
mando de Comandante General del Cibao como se dispuso por el Teniente General
Marqués de las Carreras.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santiago, 5 de abril de 1863.
Escmo. Señor.
/firmado/ Carlos de Vargas Escmo.- Señor Capitán General de la Isla de Santo
Domingo /al margen dice: / a su espediente /rúbrica/
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Comandancia General del Cibao 116
Cursando una instancia del ex regidor que fué de éste Ayuntamiento Don Pedro
Eugenio Curiel, en solicitud de que se le conceda un plazo de tiempo para el arreglo
de sus asuntos.
Esmo. Sor.
Por si V.E se digna entregarle la gracia que solicita, adjunto tengo el honor de
incluir a V.E. la instancia que promueve a su superior autoridad el ex regidor que fué
del Ayuntamiento de ésta Ciudad Don Pedro Eugenio Curiel, en solicitud de que se
le conceda un plazo de tiempo para poder arreglar sus asuntos.
Dios gue. a V.E. ms. as.
Santiago, 19 de junio de 1863.
Esmo. Sor.
El T.C. Comte. Gral. Interino.
/firmado/ José Aranguren Escmo, Señor Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice:/ A su espediente puesto que éste individuo ha sido comprendido en el Real Decreto de Amnistía./rúbrica/.
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Exmo. Señor
Don Pedro Eugenio Curiel es Regidor del Ayuntamiento que fué de esta Ciudad y
Comerciante en la misma, reo pendiente de la gracia de indulto según la notificación
que le ha sido hecha en el día de hoy, con el mayor respeto a V.E. espone: Que en virtud
del largo tiempo transcurrido durante la tramitación del proceso a que se halla sujeto
y no teniendo persona alguna que interesado del estado de sus asuntos comerciales le
haya podido representar en el referido tiempo, han sufrido sus intereses por no poder
estar vigilándolos el que suscribese: éste concepto y en el de necesitar como es consiguiente el arreglo inmediato de todos sus asuntos pendientes es por lo que ruego.
A V. E. encarecidamente suplica que previa la fianza que considere necesaria por
su parte le sea concedida hasta tanto que S.M. la Reyna (Q.D.G) se digne dar la prueba
más de su clemencia, en lo que depende su futura suerte, y la de su familia, la salida
de éste Fuerte de San Luis en términos más amplios si lo considera así conveniente, es
gracia que no dudo alcanzar de su justicia, bondad y recto corazón, en obsequio de sus
inferiores, los que sin cesar ruegan a Dios que dé a su importante vida dilatados años.
Santiago de los Caballeros, 17 de junio de 1863.
Exmo. Señor.
/firmado/ Pedro Eugenio Curiel Exmo. Sr. Capitán General de la Isla de Santo
Domingo /al margen dice: / Escmo. Sor.-Don Pedro Eugenio Curiel, Ex Regidor de
la anterior Corporación municipal, recurre a la superior autoridad de V.E. en súplica
de que se conceda su libertad previa la correspondiente fianza por el tiempo que
se estime conveniente, con objeto de arreglar sus asuntos comerciales no hallando
inconveniente por mi parte en que V.E. le otorgue la gracia que solicita, mácsime habiéndosela ya V.E. concedido a varios individuos de la misma Corporación con fecha
12 del actual, le considero acreedor al mismo beneficio; más no obstante lo espresado ,V. E. resolverá lo que juzgue más acertado.
Santiago, 19 de junio de 1863.
El T.C. Comte. Gral. Interino.
/no hay firma/.
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2o. Cabo de la Isla de Santo Domingo.
Escmo. Señor.
El General de las Reservas Don Gaspar Polanco que en los pasados sucesos de ésta
Provincia ha prestado muy buenos servicios ya acompañando al General Hungría en
su marcha sobre Guayubín y Sabaneta, ya siguiendo a todas partes a las fuerzas que
operaron en la frontera, y uniéndose últimamente al Comandante Don Juan López
del Campillo en las escursiones de que tengo dada cuenta a V.E., me ha suplicado por
única recompensa, el perdón de su hermano el Coronel Don Juan Antonio Polanco
complicado en la rebelión de la frontera y actualmente oculto por el temor que su
conducta le ha inspirado. Más como éso no he podido ofrecérselo, sólo he debido
manifestarle lo elevaría al superior conocimiento de V.E. como tengo el honor de
hacerlo, por sí estándo en sus facultades, se digna otorgar esa gracia, que por mi
parte, Escmo. Señor, la considero oportuna en las actuales circunstancias.
Dios gue, a V.E. ms.as.
Santiago, 12 de abril de 1863.
Escmo. Señor.
/firmado/ Carlos de Vargas Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice: / Espérese a que venga la causa y contéstese al E.S. Gl. 2o, Cabo
que apreciando su recomendación la tendré presente oportunamente./rúbrica/
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E. M.
1ª. Ar. abril 24/863.
Excrno. Sor. General 2o. Cabo.
Excmo. Sor.
Quedo enterado de lo que V.E. me expone en su comunicación de 12 del actual
y súplica del General de las Reservas Don Gaspar Polanco pidiendo por recompensa
de sus servicios en las actuales circunstancias el perdón de su hermano, Coronel Don
Juan Antonio Polanco complicado en la rebelión de la frontera y apreciando la eficaz
recomendación de V. E. la tendré presente oportunamente.
Dios, etc.
Fecho
/MINUTA/
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Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago
Esmo. Señor
Adjunto tengo el honor de remitir a V.E. la relación de los reos prófugos que
resultan en las diferentes causas seguidas por ésta Comisión, por si V.E. tiene a bien
pasarla a las autoridades de las Provincias para los efectos consiguientes.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santiago, 23 de junio de 1863.
Esmo. Sor.,
El T.C. Presidente.
/firmado/ Luis Bustamante.
Esmo. Sor. Capitán General de ésta Isla.
/al margen/ A su espediente toda ves que por el Real Decreto de Amnistía de 27
de mayo último, se concede el plazo de seis meses para su presentación a los individuos que se encuentran en el caso de los que se espresa.- /rúbrica/
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A.G.I. CUBA 1004B
Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago
Relación de los individuos que han sido juzgados por ésta Comisión Militar en las
diferentes causas instruidas por la misma y se hallan Prófugos.
Clases
Nombres
General de las Reservas
D. Lucas Evangelista de Peña
Coronel de idem.
D. Ignacio Reyes
Id. de idem.
D. Juan Antonio Polanco
Teniente Coronel de idem.
D. José Borbón
Id. de id.
D. Ramón Almonte
Id. de id.
D. Isidro Giménez
Id. de id.
D. Manuel Tejada
Comandante de id.
D. Victoriano Cordero
Teniente de id.
D. Juan Antonio Alís
Id. de id.
D. Nicolás Toribio
Id. de id.
D. Eusebio Gómez
Id. de id.
D. Benito Monción
Id. de id.
D. Juan Ramón Reyes
Id. de id.
D. Eugenio Beliard
Sub. teniente de id.
D. Domingo Curiel
Id. de id.
D. Santiago Tabares
Paisano
Santiago Rodríguez
Otro
Gregorio Luperón
Otro
Ramon Pacheco
Otro
Pedro Ruiz
Otro
Norberto Torres
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Otro
Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú
Otro
José de los Santos (a) El Inglés
Otro
Justo Carrasco
Otro
Alejandro Bueno
Otro
José Sosa
Otro
José de los Santos (a) Mayor Inglés
Otro
Tomás Inglés
Otro
Luis Sosa
Otro
San Améquita
Otro
Jacinto Ramos
Otro
Cayetano Decler
Otro
Andrés González (a) Maló
Otro
Ramón de la Cruz
Otro
Ramón Yeyé
Otro
Estévan Tejar
En total 36
Santiago de los Caballeros, 18 de junio de 1863.
El T.C. Presidente de la Comisión Militar.
/firmado/ Luis Bustamante.
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A.G.I. CUBA 1004B
2o Cabo de la Isla de Santo Domingo
Exmo. Sor.
Paso a manos de V.E. originales las relaciones que he pedido al Gobernador de
ésta Plaza, de los Generales, Gefes y Oficiales de las Reservas Provinciales que se han
presentado ofreciendo sus servicios en las pasadas circunstancias, así como de los que
no lo han hecho, espresando los motivos, afin de que, así como V.E. proporcione el
premio de los unos, dicte las providencias que estime oportunas respecto de los otros.
Dios gue. a V.E. ms. as.
Cuartel General de Santiago de los Caballeros, 12 de marzo de 1863.
Exmo. Sor.
/firmado/ Carlos de Vargas Exmo. Sor. Capitán General.
/al margen dice: / A la Sección para los fines que en ella puedan combenir en su
oportunidad /rúbrica/
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A.G.I. CUBA 1004B
Yo el infrascrito General en Gefe del Egto. Espedicionario de ésta Plaza de acuerdo con el Comandante Militar de ésta Plaza y del destacamento Español D, Juan José
Garrido hemos conocido entre ambos bajo de una capitulación que ellos hacen el
primero a recibir y el segundo a entregar bajo las condiciones siguientes.-1º.- Respetar en todas sus partes las personas de su destacamento y demás de la población con
todos sus equipajes.- 2º.- Concedérsele el retirarse con sus armas, bajo la palabra de
honor de no hacer uso de ellas hasta no llegar a su destino.- 3º.- Dárseles un salvo
conducto para impedir que sean atacados en el tránsito.- 4º.- Dárseles una hora para
salir antes de ocupar nosotros ésta plaza.- 5º.- Consentir en que varias personas que
quieran acompañarlas lo hagan y todo fundado en mi palabra de honor.- Hecho y
pasado en San Lorenzo de Guayubín á 22 de febrero de 1863. L.E. Peña/.- Hay una
rúbrica.- El Coronel.- Juan Garrido.- hay una rúbrica.- El Subte.- Luis Prado.- hay una
rúbrica.- El Subte. Pedro Garrido-Hay una rúbrica.Puerto Plata, 26 de febrero de 1863.
Es Copia.
EL Gral. Comte. Militar./firmado/ Juan Suero /hay un sello que dice: / Comandancia Militar de Puerto Plata.
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A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Relación de los SS. Gefes y Oficiales de las Reservas Provinciales de ésta Ciudad
que se han presentado a mi autoridad en los sucesos pasados y prestado sus servicios.
Gral.
D. José María López
Este general prestó servicio desde el 23 de febrero a
la fecha
Otro
D. Antonio Hernández
Se presentó ofreciendo sus servicios y estuvo en el
Fuerte de San Luis
Otro
D. Federico Peralta
Se presentó en el Fuerte y continúa
Coronel
D. Manuel María Frometa
Este Sr. Ofreció hasta su dinero, no faltó del Fuerte
durante el peligro.
Coronel
D. Gregorio Reyes
Estubo la noche del 23 y del 24 no se le encontró en
su casa.
Coronel
D. Pedro del Rosario
Se presentó el 25 de febrero por la mañana
Tte. Corl.
D. José Gómez
Dispuesto a prestar sus servicios.
Capitán
D. Nicasio Giménez
Siempre estuvo en el Fuerte dispuesto a prestar sus
servicios.
Otro
D. José Aguado
Del 24 por la noche antes del fuego se halla clasificado en pasiva.
Teniente
D. Juan Gutiérrez
Id id (en pasiva).
Santiago 12, de marzo de 1863.
El Gral. Gobr. Interino.
/firmado/
A. Michel.
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A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Relación de los SS. Generales, Gefes y Oficiales de las Reservas Provinciales de
ésta Ciudad y sus campos que no se han presentado a tiempo ofreciendo sus servicios
y otros están fugitivos.
General Don Juan Luis Franco Vidó.- Se ignora el motivo de no haberse presentado.
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Otro.- Don José Desiderio Valverde.- Se presentó el 27 después de las ocurrencias.
Otro Don Francisco Javier Giménez.- Vive en el campo y estaba enfermo.
Otro.- Don Rafael Gómez.- id. Id y se presentó el 25.
Otro.- Don Telesforo Pelegrín.- Se presenté el 27.
Coronel Don José Ma. Morel.- id. id.
Otro.- Don Joaquín Díaz.- No se presentó.
Otro.- Don Eugenio Valerio.- Id id.
Otro.- Don Rafael Ventura Espaillat.- id.- vive en el campo.
Otro.- Don Carlos de Lora.- Preso por la revolución.
Otro.- Don Juan Nepomuceno Núñez.- Vive en el campo y ofreció sus servicios.
Teniente Coronel Don José Linecio Pichardo.- Se presentó el 26, se ignora la causa de no haberlo hecho antes.
Otro.- Don Julián Belisario Curiel.- Se ignora la causa de no haberse presentado.
Teniente Coronel Don Pedro Batista.- No se presentó.
Otro.- Don Manuel Tejada.- Fujitivo.
Otro.- Don Isidro Jiménez.- id.
Otro.- Don José Hernández.- Se presentó el 25.
Otro.- Don Ramón Almonte.- Fujitivo.
Otro.- Don Ramón Céspedes.- Se presentó el 27 vive en el campo.
Capitán Don Jacobo Rodríguez.- Preso, no se presentó.
Otro.- Don Carlos Bonilla Bidó.- Sospechoso, no se presentó.
Otro.- Don Manuel de Jesús Giménez.- id. id.
Otro.- Don Pedro Ignacio Espailllat.- Preso.
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
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Otro.- Don Antonio Ceara Barceló.- Se presentó el 26 de febrero.
Otro.- Don Antonio Bonilla.- Sospechoso.
Otro.- Don Jacobo Morel Núñez.- No se presentó, se ignora la causa.
D. Andrés Abelino Reynoso.- id. id.
Otro.- Don Mateo Chanero.- id. id.
Otro.- Don Cipriano Cortés.- id. id.
Otro.- Don Juan Antonio Pichardo.- Este se presentó antes ofreciendo sus servicios y el 25 lo volvió a verificar.
Otro.- D. Estéban Aybar.- Se ignora el motivo de no haberse presentado,
Otro.- Don Emeterio Disla.- id. id.
Otro.- Don Manuel Antonio Morilla.- id. id,
Otro.- Don Guillermo Pérez.- id. id.
Otro.- Don Vicente Guzman. id. id.
Capitán Don Luis Llua.- Se ignora el motivo de haberse presentado (sic)
Otro.- Don Felipe Santiago Uriña.- id. id.
Otro.- Don Manuel Guichardo.- ld. id.
Teniente.- Don Fernando de Peña.- id, id.
Otro.- D. Juan de la Paz Morales.- Se halla preso.
Otro.- Don Juan Pablo Rodríguez.- Se ignora la causa de no haberse presentado.
Otro.- Don Domingo Miguel Pichardo.- id. id.
Otro.- Don Ambrosio de la Crus.- Id. id.
Otro.- Don Juan Luis Núñez.- id. id.
Otro.- Don Joaquín Reynoso.- Id. id,
Otro.- Don José Reyes.- Id. id.
Otro.- Don Francisco Sevonet.- Este se hallaba en Haití con pasaporte.
Otro.- Don José Nelson.- No se presentó
Otro.- Don José de la Cruz Jiménez.- id. id.
Otro.- D. José Nuñez.- id. id.
Otro.- Don Manuel González id. id.
Otro.- Don Juan Antonio Alis.- El primero que dió el grito de Viva la República
Dominicana y fujitivo
Otro.- Don Nicolás Sierra.-Se ignora la causa de no haberse presentado.
Otro.- Don Santiago de Lora.- id. id.
Otro.- Don Agapito Rodríguez.- id. id.
Subteniente.- D. Isidro Pacheco.- Fujitivo.
Otro.- Don Domingo Rodríguez Morel.- id.
Otro.- Don José Ma. Espaillat.- id.
Subteniente.- Don Policarpo Ciriaco.- No se presentó
Otro.- Don Francisco Antonio Giménez.- idem vive en el campo
Otro.- Don Francisco Batista.- No se presentó.
Otro.- Don Domingo Curiel.- Uno de los mayores enemigos del Gobierno y que
tomó las armas contra él.
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
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Otro.- Don José Escobozo.- Se presentó el 26.
Otro.- Don José Janer (?) id. id el 27
Otro.- Don Agustín Franco Bidó.- No se presentó
Otro.- Don José Ramón Quintero. Se presentó el 25 por la mañana fingiendo que
los revoltosos le habían robado un caballo.
• Otro.- Don Izidro Regla.- Se ignora la causa de no haberse presentado,
• Otro.- Don José Castillo.- id, id.
• Otro.- Don Juan Moreno.- Este se presentó y fué con un pliego a La Vega.
Clases pasivas
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General.- Don Román Franco Bidó.- No se presentó.- Se ignora el motivo
Otro.- Don Nicolás Minalla.- id. Id. y vive en el campo
Otro.- Don Jacinto de Lara.- Se hallaba en los hatos con licencia.
Coronel.- Don Andrés Tolentino.- No se presentó, se ignora el motivo.
Otro.- Don Miguel Antonio Rojas.- id. id.
Otro.- Don Ignacio Contreras.-Vive en el campo, no se presentó,
Otro.- Don Bartolo Aybar.- No se presentó, es un anciano que siempre está enfermo.
Coronel.- Don Gregorio de la Cruz.- Se presentó el 23 manifestándo que en atención a ser viejo no podía hacer [...] /es cierto lo que dice éste Coronel
Otro.- Don Clesencio de los Santos.- No se ha presentado.- Se ignora el motivo.
Otro.- Don José Guirado.- ld. id.
Teniente Coronel Don Juan de Jesús Mejías.- Id. id
Otro.- Don José Borbon.- No se ha presentado y anda fujitivo.
Otro.- Don Tomás Colón.- No se ha presentado.
Otro.- Don José Vidal Pichardo.- El principal cabecilla de los reveldes fujitivos.
Otro.- Don José Pedro de la Cruz.- Se ignora su paradero
Otro.- Don Santiago Calderón.- id. id.
Otro.- Don José Ramón García.- No se ha presentado.
Otro.- Don Miguel Travesa.- ld. id.
Otro.- Don Pedro Dechant.- id, id.
Capitán.- Don Manuel del Mena.- id. id.
Otro.- Don José Deogracias Ciriaco.- Enfermo en el Hospital.
Otro.- Don Felipe Rodríguez.- No se ha presentado y se ignora el motivo.
Otro.- Don José Miguel Abad.- id. id.
Otro.- Don Ramón Miranda.- id. id.
Otro.- Don José María García.- id. Id.
Otro.- Don Ramón Reyes.- id. id.
Otro.- Don Manuel de Jesús Vargas.- Enfermo
Capitán.- Don Felipe Gómez.- No se ha presentado.
Otro.- Don Alejo Alfonseca.- Fué arrestado y se huyó.
Otro.- Don Manuel de la Cruz.- No se ha presentado, se informa el motivo.
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
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Otro.- Don José Malloc.- id. Id.
Otro.- Don Pablo Paulino.- Id. Id.
Otro.- Don Jual Baldalamar.- id. id.
Otro.- Don José Padilla.- id. id.
Otro.- Don Bonifacio de Renón.- id. id.
Otro.- Don Valentin Polanco.- No se ha presentado, está en el campo.
Otro.- Don José Ma. Blanco.- id. id.
Otro.- Don Manuel Fr. Rodríguez.- Preso
Otro.- Don Guillermo Tejera.- Se presentó el 25
Otro.- Don José Manuel Cabral.- No se ha presentado.
Otro.- Don José Benito.- id.
Otro.- Don Pablo Mendoza.- Prestó la noche del 24 el servicio de correo.
Teniente.- Don Santiago Petiton.- Se ignora su paradero.
Otro.- D. Vicente Collado.- No se ha presentado y vive en el campo.
Otro.- D. Santiago Regalado.- id. y vive en el pueblo.
Otro.- D. Anasario Giménez.- id, y vive en el campo,
Otro.- D. Juan Rotestán.- No se ha presentado.
Otro.- Don Vicente Bidó.- id. id.
Otro.- Don José Hernández.- Se presentó la noche del 25.
Otro.- Don Florencio Calderón.- No se ha presentado
Teniente.- Don Estevan Pacheco.- No se ha presentado.
Otro.- Don Saturnino Hernández.- id. id.
Otro.- Don José Luciano Núñez.- id. id.
Otro.- Don Crisóstomo36 Acosta.- id. id.
Subteniente,-Don Manuel Rivas.- id. id.
Otro.- Don José Martínez.- id. id.
Otro.- Don Simón Nuñez.- id. id.
Otro.- Don Dionisio del Castillo.- id. id.
Otro.- Don Nepomuceno de la Cruz.- ld. id.
Otro.- Don Pedro Batista.- id. Id.
Otro.- Don Gregorio Ureña.- id. id.
Otro.- Don Eusebio Abreu.- id. id.
Otro.- Don José Bordas.- id. id.
Otro.- Don José Vicente Reynoso.- id. id.
Otro.- Don Eusebio Gómez.- Se halla fugitivo
Otro.- Don Paulino Aguilera.- Se hallaba ausente de la provincia con pasaporte.
Otro.- Don Juan Cerdá.- No se ha presentado y vive en el campo.
Otro.- Don Filomeno Beato.- id. id.
Otro.- Don Damian Santana.- id. id,
Otro.- Don Juan Pérez.- id. Id.
Palabra ilegible.
36
434
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
•
•
•
•
•
•
•
Otro.- Don Eugenio Reynoso.- Enfermo
Otro.- Don Tomás Gómez.- No se ha presentado.
Otro.- Don Santiago Tavares.- id, id.
Otro.- Don Gregorio Germozo.- id, id
Teniente.- Don Domingo Giménez.- No se ha presentado
Otro.- Don Juan Antonio Cabrera.- id. id.
Otro.- Don Santiago Tabera.-Fujitivo.
Santiago, 12 de marzo de 1863.
El Gral. Gobr. Interino.
/firmado/ A. Michel.
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A.G.I. CUBA 1004B
Escmo. Señor Capitán General.
Escmo. Señor.
Los vecinos de ésta Población han visto con profunda indignación los acontecimientos ocurridos en la provincia del Cibao, que han burlado la paz general de que
disfrutaba el país qué, a la sombra del Trono Augusto de nuestra escelsa Soberana,
empezaba a desarrollar los elementos de riqueza con que próvida le ha dotado la
Providencia. En presencia de un hecho tan criminal y tan contrario a los intereses
de los dominicanos, cuyos sentimientos de lealtad hacia la España han sido y son
proberviales cumple al deber de todos los buenos alzar el grito de reprobación
contra los ilusos que en hora menguada alzaron el pendón de la rebelión, y ofrecer
sus servicios a la dignísima suprema Autoridad de la Isla, para sofocar cuanto antes
la sedición.
Los habitantes de San Cristóbal aprovechan gustoso ésta oportunidad para ofrecer a V.E. los testimonios de su fidelidad y desearían que sus servicios los considerase
V.E. necesarios para darle ésta muestra de su profunda adhesión a las instituciones
que les rigen.
Dios guarde a V.E. muchos años.
San Cristóbal, marzo de 1863.
Escmo. Señor.
/firmado, El Síndico Procurador.- Bruno Montas.- Presidente de la Junta Municipal.- Modesto Díaz.- El Comisario de Policía.- Rufino Alfonseca.- El Alcalde Ordinario.- José Dolores P/ El Tercer Regidor.- Gerónimo Lachapel.- El Segundo Regidor.- Rafael Sánchez.- El Primer Regidor.- Manuel Díaz Pérez.- El General de la
Reserva.- José Leger.- Eusebio Pereira.- Francisco Heredia.- el Coronel de las Reservas.- José Vicente de Valera.- Antonio Vidal.- el Coronel de las Reservas.-Demetrio
Alvares.- El Subte, de las R.P.- Desir Beinard.- Subte. de las Reservas.-Severo Guri-
436
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
dis.- José Alfonseca.- Jacinto Pérez.- Nicolás Zafra.- Feliciano Troncoso.- Francisco
Loiseau hijo.- El Subte de las Reservas.- Luis G. Marcano.- El Teniente de las Reservas.- Francisco de León.- José D. Valdés.- Eusebio Araujo.-Doris C. Alis.- Subteniente
pasivo.- Luis Miranda.- EL Teniente de las Reservas.- Francisco Marcano.- Ezequiel
Báez.- Florentino Peres.- Hipólito Bazil.- D. Renville.- Juan José Ledesma.- José
Ignacio Díaz.- José Palacio.- Claudio Pereyra.- Tomás Macario.- A Coen.- Bernabé
Ferrier.- Leoncio Medina.- El Maestro preceptor.- F. de P. Peguero.- José Antonio
Soto.- Eusebio Macario.- Manuel de Jesús Piña.- José Mantilla.- Vicente Ferrer.- Fermín Duverg.- Dieudonne Dupil.-
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A.G.I. CUBA 1004B
2o. Cabo de la Isla de Santo Domingo.
Ecsmo. Sor.
Desde que salí de ésta Capital llebo con las tropas de mi mando cuatro días de
marcha de ocho y nuebe leguas diarias y las dos últimas especialmente bajo un tiempo
de agua incesante que ha puesto el camino en un estado intransitable y peligroso que
no es posible describir ni formarse idea ni aún aproximada; así de que estoy sorprendido de que hayan podido llegar a éste punto, y al encontrarme con toda la fuerza
reunida, esperimento una verdadera satisfacción porque me parecía harto imposible
que no hubieran quedado atascados en el fango la mitad de los hombres y animales
y lamentar alguna desgracia personal, sin que estubiera a mi alcance remediar nada,
por que era aun más penoso el detenerse, pues se hubiera tenido que hacer ó sobre
el fango ó sobre el agua en las sabanas ó sobre precipicios, y sin recursos ni ausilio de
ningún género, porque todo es despoblado y apenas se encuentra un mal bohío. La
sección de Caballería y el Batallón de Bailén llegaron anoche conmigo y la Artillería
é Ingenieros lo han verificado ésta mañana, habiendo pasado una noche de agua horrible, Escmo. Sr. ha sido una situación de las más aflictivas que he pasado en mi larga
carrera Militar la marcha que acabo de hacer en éstos días y acostumbrado en la Isla
de Cuba a hacerlas con las tropas de aquel Egército por malos caminos, con falta de
recursos y con malos tiempos, nunca he tenido ocasión de admirar tanto sufrimiento
tanta penalidad y tanta abnegación como la que han tenido en éstos días los Oficiales y Soldados que llebo a mis órdenes, digno de que les haga por ello la Justicia de
recomendarlos . V.E.
Habiendo tenido noticias de los acontecimientos de Santiago de los Caballeros y
convenido con el E.S. Marqués de las Carreras el adelantarnos ambos con la sección
de Caballería, quedará la fuerza descansando en éste punto el día de hoy, y que siga
el viaje mañana a marchas regulares hasta aquella Ciudad, quedando encargado del
mando de la Columna el Teniente Coronel Gefe del Batallón de Bailén a quien por
ordenanza corresponde; ésto contando con que dé paso el Río Yuna, pues me acaban
de avisar que no puede pasarse, pero si no lloviese más, mañana se podrá verificar.
438
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
La Administración y Sanidad Militar, aún no se me ha incorporado, ni espero que
pueda alcanzar a la Columna a causa del camino y de las malas acémilas que trae, que
infiero se le habrán quedado atascadas algunas, y caídas todas muchas veces, como
ha sucedido con las que siguen a la tropa de éstas han quedado dos muertas en el
camino y varias atascadas y he dado las disposiciones convenientes desde aquí para
salir de éste conflicto.
Ayer mañana cuando salí del Cevico dejé sólo cuatro enfermos al cuydado del Comandante Militar para que los recogiera la Sanidad Militar al pasar por aquel punto.
Si las penalidades y los sufrimientos en el servicio son dignos de recomendación,
lo hago a V.E. en ésta ocasión muy particularmente y como un deber de justicia del
primer Gefe del Batallón de Bailén, que con un celo y una constancia perenne ha
conseguido traer siempre su tropa reunida y en el mejor orden posible que la situación le permitía, sin dejar ningún rezagado y atendiendo con una eficacia suma a
superar los trabajos que a cada momento se le presentaban en el camino, dando valor
y ánimo a los Soldados .
La Compañía de Ingenieros a las órdenes de su Capitán Don Ezequiel Giménez
San Juan, además de haber sido incansable en el cuydado de la tropa, ha venido con
ella ayudando a la Artillería y con los esfuerzos de los soldados de ésta Arma y con
especialidad a las disposiciones del Comandante General de ella el Comandante Don
Victoriano López Pinto, a cuyas órdenes venían ambas Compañías, se ha podido conseguir el que saliera adelante.
La fuerza del escuadrón de Caballería al mando de su Comandante, ha seguido
la marcha superando y luchando con esfuerzo en los malos pasos del camino, peligrosos para los infantes y mayores para la Caballería y todos son dignos de elogio y
de recomendación.
Y por último, Escmo. Señor, mi Ayudante de Campo el capitán Don Julián A.
Bedia que en ésta difícil y penosa marcha ha sido incansable para comunicar las órdenes que he dado no puedo menos de recomendarlo también a V.E.
Dios gue. a V.E ms.as.
Cotuy, 7 de marzo de 1863.
Escmo. Sor.
/firmado/ Carlos de Vargas.
Escmo. Sr. Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice:/
Contéstese quedar enterado y aprobando el que con el General Santana y la Caballería se adelantasen a las fuerzas y al mismo tiempo que S. E. está muy satisfecho del
celo, eficacia y abnegación con que las tropas han superado los obstáculos que se les
han presentado en tan difícil y penosa marcha y que dé las gracias en su nombre.
/Hay una rúbrica/
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A.G.I. CUBA 1004B
No. 1
Inspectoría de las Lagunas.- Las Lagunas 22 de febrero de 1863.- S. Gobernador
de Puerto Plata.- Hago saber a V. que hoy a las siete de la noche he recivido el parte
de Estero Hondo en donde me dicen que los Haitianos están en Mangá yo le remito
el parte para que V. lo vea porque yo quiero hacerle saber lo que me han mandado a
decir.- Es cuanto se me ofrece.- Suyo amigo.- El Comte. Juan B. Luis.
No 2
Comisaría de las Lagunas.- Señor Juan Bautista Luis.- Según noticias he recibido,
están los negros en Mangar de modo que V. contestará lo más presto para yo alistar
los hombres, conteste con el portador para estar listo.- Y es cuanto por ahora, su
affmo. servidor Isidoro Suárez.No. 3
Comisaría de las Lagunas.- S, Comandante Inspector.- Muy Sor. mío y amigo.-Anoche como a las nueve he oido tres cañonazos a lo que me parece que será novedad
yo a nada me he determinado por no saber lo que V. determina pues V. me exijirá lo
que debo hacer pues así es que V. me mandará el parte.- Y es cuanto se me ofrece, su
servidor.- Isidoro Suárez.
No. 4
Gobierno Militar de Santiago.- Habiendo recibido la noche anterior un parte
del Sr. Comandante Militar de Guayubín en que me manifiesta haber síntomas de
que la tranquilidad pública se alterava he dispuesto la marcha en la madrugada
del día de hoy de una compañía para dicho punto y emprender yo la marcha con
la sección de Caballería en ésta misma mañana lo que pongo en conocimiento de
V.S. a fin de que sepa lo ocurrido y pueda tomar las medidas que juzgue convenientes para la tranquilidad y seguridad públicas. Dios gue. a V.S. ms. as.- Santiago
440
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
21 de febrero de I863.- EI Gral. Gobernador.- José Hungría.- Sr. Comte. Militar de
Puerto Plata.No. 5
Gobierno Militar de Santiago.- Tan luego reciba V. ésta comunicación dispondrá
lo conveniente para que el 2o. Gefe de Artillería de ésa, con diez hombres de la misma armados los que se hallan en ésa emprendan la marcha para ésta Ciudad.-Dios
gue. a V. ms. as. Santiago 22 de febrero de 1863.- a las diez de la noche.- El General
Gobernador interino.- A. Michél.- S. Comte. Mr. de Puerto Plata.
No. 6
Gobierno Mr. Cibil de Santiago.- En éste momento que son las cinco de la tarde
acabo de recibir un escrito firmado por D. Santiago Rodríguez Alcalde ordinario de
Sabaneta en que se imbita al Comte. de S. José de las Matas a una nueva […] al Pabellón Dominicano.- También dice dicho escrito que ese Pabellón Dominicano se enarboló a las seis de la mañana del día 21 del actual en Savaneta por lo que reclamaban
del Comandante de Las Matas la misma atrocidad, pero éste Gefe, fiel al Gobierno
me ha remitido el escrito a que me refiero. Debo hacer presente a V.S. que el General
Lucas Peña es el Gefe de la rebolución según dicho escrito.- Lo digo a V.S. para su inteligencia y a fin de que por su parte tome en ésa Jurisdicción de su cargo las medidas
que el caso ecsige.- Del recibo de ésta comunicación se servirá darme abiso.- Dios gue.
a V.S. ms. as.- Santiago 22 de febrero de 1863.- A. Michel.- Sr. Comandante Militar de
Puerto Plata.No. 7
Gobierno Cibil y Militar de Santiago.- De orden del Señor General Gobernador en propiedad de ésta Provincia, procederá V. a capturar al nombrado José
Salcedo (a) Pepillo, el que mantendrá incomunicado y con toda seguridad hasta
nuevo aviso.- Es de advertir a V.S. que en Sabaneta y Guayubín ha estallado la rebolución hallándose en Mangá la cabeza de algunas fuerzas el General Lucas de
Peña.- Dios gue. a V.S. ms.as.- Santiago 22 de febrero de 1863.- a las nueve de la
noche.- El General Gobernador interino.- A, Michel.- Sr. Comandante Militar de
Puerto Plata.No. 8
Gobierno Militar de Santiago.- He recibido su escrito de fecha 23 del actual en
que me traslada las comunicaciones del Comandante Juan B. Luis y en contestación
devo decir a V.S. que tome todas las medidas de seguridad que el caso egsige y permanezca en ésa hasta que otra cosa se disponga.- De todo lo ocurrido se ha dado a
V.S. conocimiento y a ésta fecha se habrá enterado ya pero en caso que no lo hubiese
recibido, participo a V.S. que el General Hungría está hecho fuerte en Haitillo con
300 hombres Peninsulares y algunos del país y dice que se le agregarán varios de esta
441
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
clase.- En ésta no hay novedad, pero se sospecha que haya algo, lo que combiene es
permanecer con la mayor vigilancia y aguardar fuerzas que no tardarán en llegar
Lucas de Peña es quien se halla al frente de las tropas en Mangá.- Dios gue. a V.S. ms.
as.- Santiago 24 de febrero de 1863.- El Gral. Gobr. interino.- A. Michel.- Sr. Comte.
Militar de Puerto Plata.
No. 9
Comandancia de Armas de Altamira.- Ayer tarde a las cinco recibí su más respetable comunicación de fecha 24 en el que me comunica la baja deshonra que
han cometido los pueblos de Sabaneta y también cuasi Guayubín y el infame atentado de Lucas de Peña a cuya infamia de mi parte elijo que nueva venganza con
respecto a mí y el número de vecinos de ésta Sección preste al Gobierno de S.M.
y V.S. contará en que estoy y estamos dispuestos a sostener el juramento solemne
que prestamos el 23 de marzo de serle fiel y morir por el Gobierno de S.M. sosteniendo hasta el último estremo el pabellón de Castilla y por tanto tengo el honor
de repetir a V.S. y a todo aquel que se encuentre en el número de un berdadero
español que al mismo tenor pueden contar siempre conmigo.- Dispensando V.S.
de ésta mi confianza con que me refiero por acá se dice que Santiago está muy
alvorotado, quería haber tirado un trabucazo ó dos para informar si la gente estava obediente y dispuesta a pesar de qué todas las noches no me falta el refuerzo
en la guardia de suerte que aquí hasta la fecha todo está tranquilo, la gente muy
dispuesta y amorosa.- Ahora que son las dos de la tarde acaba de llegar el que
salió ayer al amanecer del día de hoy para Santiago, me fué forzoso mandar a un
soldado a pié de la guardia por no haber tenido dragón dispuesto a hacer todo
lo que V S. Juzgue conveniente.- El Teniente de Artillería que salió ayer de ésa
que me fué dador del oficio de V.S. durmió aquí con la tropa, salió al amanecer
de aquí.- Dios gue. a V.S ms. as.- San José de Altamira a 25 de febrero de 1863.- EI
Comte. de Armas.- E. Alvarez.No. 10
Comandancia de Armas de Altamira.- Participo a V.S. como a las seis de la tarde
de ésta a llegado Diego Bentura el de Pérez, viniendo de Santiago a quien en compañía de un Juan Bautista del mismo Pérez y al mismo momento me acaba de entregar
el Sr. Abentajado del Resguardo D. José Fernández Pórtela los dos Oficios a mi dirigidos de V.S. en donde aciéndole yo mis preguntas a éstos dos individuos me acaban de
comunicar que en Santiago habían puesto la bandera Dominicana y que la Artillería
Española estaba acampada en el Fuerte, también me dicen que el General López
acompaña a la Artillería española. Todo lo que participo a V.S para los fines combenientes. En vista de lo espuesto el detenido Sr. Pórtela conduciendo lo espuesto por ir
según me dicen con caudales del Gobierno hasta tanto que se espie el resultado pues
me dicen Diego y Juan Bautista que según están informados tiran a marchar contra el
fuerte.- Esta tardecita cuando no se sabía nada acaba de llegar el que fué a Santiago
442
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
con el oficio de V.S despachado de aquí a Bitorino fuera con el oficio de Riogrande
que trajo el de Santiago y otro de ésta para V.S.- Es todo lo que participo espero en
que a la mayor brevedad V.S. me ordenará en el todos de éstos mis pormenores.-Dios
gue. a V.S ms. as.
Altamira, 25 de febrero de 1863.
El Comandante de Armas.- E. Alvarez. S. General Teniente Gobernador de Puerto Plata.
Puerto Plata, 26 de febrero de 1863.
Es Copia.
El General Comandante Militar
/firmado/ Juan Suero.
/Hay un sello que dice: / Comandancia Militar de Puerto Plata.
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A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Superior Civil de la Isla
de
Santo Domingo
Consulado General y Encargaduría de Negocios de España en Haití.- Escmo.Sor.Muy Sr. mío Al Excmo. Sr. Secretario de Estado digo con ésta misma fecha lo que
sigue:
El 28 del pasado febrero recibí un atento billete de Mr. Dupuy Ministro
de Relaciones Exteriores invitándome a su casa para hacerme comunicaciones importantes.- Acudí al punto y me dijo lo que sigue.- «Acabamos de recibir hoy una noticia desagradable de la frontera. En la parte
Española se ha sublevado un tal Peña contra el Gobierno Español.- Este
individuo ha dirigido una comunicación al General de Fort Liberté que
ha cometido la torpeza de contestarle. Dichas comunicaciones se han
recibido en el Gobierno, y el Presidente oyendo al Consejo de Ministros
ha acordado separarle inmediatamente del mando, y nombrar en su lugar al General Philantrope Noel.- Al propio tiempo se han despachado
tres Ayudantes de Campo a los Comandantes Generales de la línea fronteriza, mandando que rechazen si necesario fuese con la fuerza a los
que se presenten armados en nuestros puestos cortando absolutamente
toda comunicación con los rebeldes sin dejar pasar a persona alguna
que no venga provista de un pasaporte del Capitán General de Santo
Domingo.- Y que si por caminos estraviados entraban, luego que fuesen
habidos serían internados en el territorio de la República.- Agradecí a
Mr. Dupuy la noticia y aprobé sus resoluciones.- En seguida le indiqué
que sería muy conveniente que en el Monitor oficial hiciese el Gobierno
una manifestación al pueblo Haitiano para que comprendiesen en su
propósito de rechazar a los rebeldes.- Me contestó que lo haría así en
cuanto se recibiesen más noticias de los insurrectos y espontáneamente
me dijo voy a remitir a V. la carta original del cabecilla Peña y demás
documentos sobre éste asunto para que los examine y tome de ellos
444
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
copias si lo cree conveniente, porque está en nuestro interés, después
de lo pasado, hacer ver al Gabinete de Madrid nuestro deseo de conservar con España las mejores relaciones». Así lo cumplió en la misma
tarde, remitiéndome con una comunicación confidencial los documentos siguientes, cuyas copias son adjuntas para conocimiento de V.E.- 1º
Una carta original en castellano fecha 22 de febrero dirigida al General
Haitiano Simón Sam por el titulado General Peña.- 2º.- La respuesta en
copia del General Simón Sam- 3°.- El despacho del General Simón Sam
al Presidente de Haití fecha 23 de febrero y 4º La respuesta de S.E. el
Presidente al General Simón Sam.- Por las adjuntas copias se enterará
V.E. de lo ocurrido en éstas fronteras hasta la fecha de hoy.- De Santo
Domingo no tengo noticia alguna.- Ni aún por el correo que acaba de
llegar ésta tarde he recibido comunicaciones de aquella Capitanía General.- No cabe duda que si Mr. Dupuy y el Secretario del Presidente Mr.
de Saint Armand con quiénes estoy en la mejor inteligencia no estubiesen al frente de la política del Gobierno, indudablemente se hubiera
repetido otra vez lo que sucedió cuando la sublevación de Sánchez, que
el General Lamothe protegió con cuantos recursos pudo proporcionar.Además un Ministerio como el del General Paul N, Plesance y Lamothe,
no hubieran sido francos conmigo en ésta ocasión y hubieran comprometido al Presidente Geffrard que, hábil, valiente y capaz para destruir
las maquinaciones revolucionarias, en todo lo demás de la administración vacila, y lo que se hace en el día se debe a la inteligencia y fuerza de
voluntad del Ministro Mr. Dupuy.Al trasladar a V.E. el presente despacho debo poner en su conocimiento que
entre las Islas Turcas y Puerto Plata se hace contrabando de pólvora la que después
me aseguran se interna en ésa Provincia.- Dios guarde a V.E. muchos años.- Port au
Prince 7 de marzo de 1863.- Excmo. Señor.- B.L.M. de V.E. su atento seguro servidor.firmado.- Mariano Alvarez.
Es Copia.
EL Secretario de Gobierno
/firmado/ Victoriano García Paredes.
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A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Superior Civil de la Isla
de
Santo Domingo
Consulado General y encargaduría de Negocios de España en Haití.- Excmo. Sor.Mui Señor mío.- Al Excmo. Señor Primer Secretario de Estado digo con ésta misma
fecha lo que sigue:
El Secretario de Estado de Relaciones Exteriores Mr. Dupuy me ha remitido para
mi conocimiento otros tres documentos cuyas copias enviaré a V.E. el correo próximo, relativos a la sublevación de Guayubín, en la Provincia Española de ésta Isla
de que informé a V.E. en mi anterior despacho No. 19.- De ellos resulta que perseguidos los rebeldes por las tropas de S.M. al mando del Sor. Hungría. Comandante
de la columna que operaba en su persecusión habían capitulado y que el cabecilla
Lucas E. Peña, abandonando a los suyos, se había presentado en las líneas Haitianas,
solicitando avistarse con el Comandante General de Fort Liberté, pero que éste dio
orden para que le hiciesen comprender que estaba ausente, y que enseguida reforzó
todos los puestos de la línea para oponerse a la entrada de los fujitivos, toda vez que
quisiesen refugiarse en éste territorio. Como en las actuales circunstancias juzgo de
todo punto indispensable que los habitantes de la parte Española que se ocupan en
conspirar pierdan la esperanza de ser acojidos y aucsiliados por las Autoridades Haitianas, como hasta ahora ha venido practicándose, desde luego fui a ver a Mr. Dupuy
y convine con él, que inmediatamente se dirigiese a todos los Gefes de las líneas la
orden que en el siguiente Despacho No. 25 tengo el honor de trasmitir a V.E. para su
superior conocimiento.- Y lo traslado a V.E. con el mismo fin y en el correo próximo
le remitiré copias de todos los documentos de que se hace mérito en el anterior despacho, no haciéndolo hoy por falta de tiempo.- Dios gue. a V.E. ms. as.- Port áu Prince
9 de marzo de 1863.- Exmo. Sor.- B.L.M. de V.S.- su atento seguro servidor.- Firmado.Mariano Alvarez.- Escmo. Sor. Gobernador Capitán General de Santo Domingo.
Es Copia.
El Secretario de Gobierno /fincado/ Victoriano García Paredes.
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Hay al membrete un sello ovalado, en tinta negra, en cuyo interior está el escudo
de España y, rodeándolo, se lee: Gobierno Superio de Sto. Domingo.- Consulado
General y Encargaduría de Negocios de España en Haiti. N°. 1º Dios Patria y Libertad, Republica Domincana. - Cuartel Gral. de Guayubín.- febrero 22 de 1863.- Lucas
E. de Peña.- Gral en Gefe de la plaza de Guayubín.- Señor Gral. y amigo, con motivo
del acontecimiento que ha tenido lugar hoy día de la fecha, sobre la revolucion que
de antemano teníamos tramada, a favor de nuestro glorioso Pavellón Dominicano,
y en atención a la promesa que Vd. mi querido General, nos hizo á mi, y al finado
Gral. y amigo nuestro, Don Fernando Valerio (Q.E.P.D.) y muy persuadido de la
confianza que Vd. para nosotros merece, le damos el conocimiento de que no (sic)
hemos pronunciado con todo patriotismo y mejor éxito que el que esperamos.- Por
tanto estándo dispuesto generalmente á sostener nuestro Pavellón contra todos los
obstáculos que se puedan presentar.- Por lo que contamos y esperamos que Vd. nos
auxiliará, si necesario fuese con todo aquello que le sea posible en caso necesario,
según tenemos entendidos; y esperando su contesta, os saludo á Vd. señor General
con toda la amistad que de antemano le he profesado.- Deseándole á Vd. mucha felicidad.- Pido a Dios que de a su vida muchos años.- El Comandante Norberto Torres,
que es el portador de la presente, de viva voz le hará á Vd. sus comunicaciones, pues
nosotros somos los caudillos de nuestra gloriosa revolución.- L. E. Peña.- El Comandante Juan de la C. Alvarez.- Norberto Torres.- Señor General en Gefe del Fuerte Libertad en la línea de Juana Méndez.- Del General en Gefe del Ejercito espedicionario
de la plaza de Guayubín.- En el lugar de Torres, vá el capitán Rafael de Castro.- N°
2.- Copia de la letra, escrite en reponse de celle du General de D. L. E. Peña.- Liberté.Egalite.- República de Haiti.- Guanamintha.- 3 fevreir 1863.- Le general de Division.Simon Sam, comandant pre. L arrondisement du Fort Liberté.- Au General de D. L.
E. Peña.- General en chef de la ligne fronteiere de Guayubín Moncher General.- Je
suis en posession de votre lettre du 22 de ce mois que mi fut remise par le capitaine
Rafael Castro, l aquella m.
Apprend la resolution que vous avez prise de prendre les armes contre le gouvermenent de votre parti_ Je ne puis nom cher General que de me simpathiser aux
447
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
malheurs que vous ont suggeres a cette resolution, en prient Dieu de venor á votre
side.- J ai avisé á mon guvernement de l avis que vous me faites.- Je vous selus affectuescement.- signé.- Simon Sam.- N° 3 Liberte, Eglite N° 61 Republique de Haiti
Cuananaminthe 23 revrier 1863.- Agustin Simon Sam, comandant d arrondissement du Fort Liberte.- A son Excellence le President d Haiti.- President.- Deu hures
après avoir expedié ma poste, una deputation me fut annoncee par la General du
B. de Beliara commandant la place et la commune de ouanaminthe, venant de la
patria (sic) de l Est, j ai de suite ordone son entre, laquelle me remit una lettre du
General de Peña et signee de deux autres individuos (Dominicains), la quelle me
donna avis de la revolution faite par las Dominicains contre le guvernement de leur
parti J envoie sous le couvert de la presente a V. E. la lettre originale pour que VE
prenne connsissance du contenu de meme que ma reponse faite eux.- V E prenne
connsissance du contenu de meme une note qu a trait aux donnees verbales que
mont faites ces Messieurs.- V. E. tirera toute induction necesarie.- J ai l honneur
de vous saluer avec respect.- S. Sam N° 4 Liberte Egalité.- Republique d Haiti.- N°
169.- Portauuprince le 28 Fevrier 1863.- an 60 de l Independance.- Fabvre. Geffrad.Président de Haiti au General de Division, comandant l arrondissement du Fort
Liberté.- General.-Ja viens de recevoir ovtre dépêche dates du 23 fabrier ocurant )
N° 61) ainsi que les deux pieces que l accompagnainet a savoir.- 1° una lettre en
langue espagnole a vous adessdee par le General espagnol Lucas E Peña, dateé
du 22 février, presente annee.- 2° et la réponse que vous avez faite á ce general
dates d ounaminthe du lendemain.- En repondant vous- meme a ce general avant
d avoir prealablement envoye en communication sa lettre, vous avez maconnu les
ordres formele que je vous ai donnes depuis long temps a vous comme a teus les
conmandants des arrodisements de la frontiere, de no repondré a aucuse correspondance venant de la province espagnole, sans autorisation de ma part.- De plus
en faisant un accueil amical a une daputation de reblles, et en vous metrant en correspondence avec le chef de la Rebelion fomentee contra un gouverment ami du
gouvernement haitien, vous avez manque a votre devoir et a mes instructions.- Pour
ces causes, General, je vous destitue du conmandement de l arrondissement du
Fort Liberte.- En consequence vous remettrez au General de Brigada A. Lourgue,
le comandandement de l arrondissement lequel en será chagué en attendant l ariveé du general de Brigada Philantrope Noel, un de mes aides.- de camps, que j ai
appele a vous remplacer et vous vous randrez sans retard a la capitale pour rendre
compte au Gouvernement de votre conduite.- Vous aurez durant votre commandement, des autorites espagnoles ainsi que les reponses que vous avez recues durant
votre comandement, des autorites Espagnolaes ainsi que les reponses que vous avez
faites a ces lettres Je vous selue avec une parfaite consideration.- Signe Geffrad.Pour copie, conforme.- Le chef du gavinet du Presidnet d Haiti, Secretaire particulaire (particulier) de sin Excellence-Saint Armand.- Port ua Prince 7 de marzo de
1863.- Son copias.- firmado Mariano Alvarez.- Es copia.- El Secretario de gobierno.firmado.- Victoriano Garcia Paredes.
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Al E.S Dr. Gral. Del Cuerpo de E. M. del Ejercito.
8 de marzo de 1863.
E. S.
Según los partes que por estraordinarios se recibieron el 25 de febrero ppdo. del
Gobernador Militar de la Provincia de Santiago, se alteró la tranquilidad publica en
Guayubín, Sabaneta y Manga, proclamando los sublevados la república, capitaneados
por el General de las Reservas Lucas E. de Peña, el nombrado Pepillo y algunos otros,
tan luego tuvo noticias de estos sucesos la espresada autoridad se dirigió al teatro de
los mismos con 105 hombres de la Corona, y 16 cazadores del Escuadrón de Santo
Domingo.
Inmediatamente después el E.S.Ca.G de esta Isla, que en el Vapor de S.M. Transporte N° 7 se embarcasen en la misma noche del 25 para Monte Cristi, como punto
más proximo al de las ocurrencias, dos compañías del Batallon de Bailén y una Sección de Artillería de Montañas racionadas para cuatro días y con la dotación, correspondiente de Municiones cuyo buque a su paso por Samaná donde habia de hacer
carbón embarcó a su bordo al Brigadier Don Manuel Buceta, Gobernador de aquella
provincia que debía ponerse al frente de esta fuerza, obrando de acuerdo con los de
Santiago y La Vega.
Asi mismo se ordenó que tan luego desembarcase dicho Vapor las tropas que llevaba, continuase para La Habana conduciendo pliegos urgentes para el E.S.C.G. de
aquellas Antillas, reclamando un Batallón de Infantería, un escuadrón, dos Vapores,
para transportes, y recursos metálicos para hacer frente a las eventualidades que pudieran presentarse, pues todo inducía a creer que la revolución iba a tener grandes
proporciones.
Los partes y noticias cada vez más alarmantes que se recibieron después lo confirmaban, los enemigos del orden en número considerable amenazaron y aún invadieron muchos puntos de la citada Provincia y habiéndose apoderado de Guayubín y
obligado a capitular a la escasa guarnición de aquel punto, fuerte de unos 40 hombres
del Ejèrcito que tuvo que ceder creyendo inútiles sus esfuerzos contra el considerable
número de enemigos de que se hallaba sobrada, retirándose con armas y municiones
a Monte Cristi, en donde se embarcó para Puerto Plata, habiéndose ordenado la
instrucción de la correspondiente sumaria acerca de la conducta observada por el
Oficial que mandaba la espresada fuerzaConsiderando que los ausilios solicitados del E.S.G.C. de Cuba, llegarían tal vez
demasiado tarde por la gran distancia que se encuentra esta capital de aquella Isla y
por el mal estado de las calderas del Vapor Transporte Num. 3, y como, los acontecimientos iban tomando un caracter más grave, del que podía sospecharse antes de
la salida del espresado buque, pues transcurrieron tres sin tener noticias del teatro
de los sucesos, lo que inducía a creer que los enemigos interceptaban los correos
sin poder disponer de la escasa fuerza que guarnecía esta plaza, para restablecer las
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
comunicaciones, resolvió el E.S.C.G. reclamar de la Isla de Puerto Rico, un batallón
de Infantería y recursos metalicos y del de la de Cuba, otro además del que habia solicitado primeramente, disponiendo al propio tiempo que la Fragata de S.M. Petronila
fondeada en la bahía de Samaná, se pusiese desde luego a las órdenes del Brigadier
Buceta y le auxiliase con armas, viveres y municiones y si preciso fuese con la fuerza
de tropas y marinería de dicho buque, caso de que tuviese que efectuar un desembarco a viva fuerza como era probable
Si para entonces los enemigos se habían apoderado de Monte Cristi y trataban
de poner resistencia, aceptando la idea iniciada por las autoridades de Santiago y La
Vega y algunas personas fidedignas y conocedoras del país, se invitó al E.S. Teniente
General, Don Pedro Santana, Marqués de las Carreras para que se pusiese al frente
de aquellas y de las fuerzas que habían de operar en las mismas por gozar este General de una gran influencia y señalado prestigio entre los habitantes del país.
Propagándose de día en día la revolucion y considerándose la mayor parte del
territorio en una situación eccepcional y fuera de las leyes ordinarias se declaró en
estado de sitio en la parte Española de la Isla, y se dispuso la creación de las correspondientes comisiones militares con arreglo a las leyes del 26 de abril de de 1821,
publicándose al efecto los bandos que tengo el honor de acompañar a V. E.
Entre tanto alentados los insurrectos con la poseción de Guayubín difundido el
grito de rebelión por toda la provincia y aprovechándose de la salida de las fuerzas
mandadas por el General Hungría Gobernador de la Provincia de Santiago estalló el
movimiento en la capital de la misma en la noche del 24 al 25, pero dos compañías
del 2º Batallon de la Corona, y otros dos del de San Marcial, que la autoridad Militar
había tenido la precaución de dejar en la Ciudad y que a los primeros síntomas de
alarma se encerraron en el fuerte de San Luis de la misma, con obgeto de resistir
a todo trance hasta la llegada de más fuerzas, hicieron una salida al mando del 2º
Comandante del último de los citados cuerpos, Don Francisco Aguilera, y rechazaron
a los sediciosos a la bayoneta, derrotándoles completamente y obligándolos a declararse en precipitada fuga, a las entusiastas voces de «Viva Isabel 2ª», dadas por nuestras valientes tropas, no sin haber dejado en el campo cinco muertos y dos heridos,
por nuestra parte no ha habido que lamentar más pérdida que la de tres heridos y un
contuso de la clase de tropas.
Al amanecer del mismo día 25, habiéndose presentado algunos grupos de doscientos a trescientos hombres en los alrededores de la población se ordenó la salida
de otras dos compañías al mando del 2º Comandante de la Corona Don Juan Lopez
del Campillo, a fin de que reconociera toda su cercanías y los dispersase a viva fuerza, a la intimación de palabras de paz, no se retiraban pero al aproximarse dicha
fuerza los sublevados levantaron todos el pañuelo blanco, dando vivas a la Reina y se
retiraron a sus casas, confesando habían sido engañados por algunos individuos del
Ayuntamiento, que según voz general los culpan todos como los factores del motín,
llevando uno de ellos su osadía hasta abrir las puertas de la cárcel con objeto de que
los presos engrosaran las filas del enemigo.
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
El Teniente General Don Pedro Santana que se hallaba en el Seybo, se presentó
en esta Capital, y aceptó el mando de la fuerza del Ejército y Milicias del país, que
habían de operar, saliendo en la madrugada del tres del actual de esta Capital, para
el teatro de los sucesos con cinco compañías del Bon. Cazadores de Bailen, una Sección de Caballería, otra de Artillería y una Compañía de Ingenieros racionadas por
seis días, provistas de tiendas, sacos, municiones y con todo el material necesario para
entrar desde luego en operaciones.
El E.S Gral. 2º Cabo Don Carlos de Vargas, y el Gefe de las Reservas Don José
María Pérez, verificaron su salida al mismo tiempo tomando el primero el mando
inmediato de las fuerzas del Ejército y el 2º el de las Milicias del País.
El General Hungría que se dirigía a Guayubín al recibir en el camino la noticia de
que la guarnición de dicho punto había capitulado sin habérsele reunido cincuenta
hombres de Infantería que había dispuesto fuesen a reforzarlas y que los rebeldes
eran dueños del pueblo y se habían apoderados de las piezas de Artillería que en
él había, resolvió hacerse fuerte en El Hatillo y esperar a recibir refuerzos a fin de
no esponer la pequeña fuerza a sus órdenes a un desastre cierto, pasando después a
atrincherarse al punto de Saibon próximo al anterior pero mejor por dominar todos
los caminos que van a Santiago, encontrarse algún pasto para la caballería y tener el
agua más cerca.
Al recibir este General las primeras noticias de los sucesos de la Capital y en la
creencia de que éste necesitaba su ausilio regresó; en la tarde del día 16 sin atacar
la facción de Guayubín compuestas, según voces, de más de 2,000 hombres, y cinco
piezas de artillería pero como el espresado movimiento podía considerarse por los
enemigos como una retirada, forzosa se resolvió en junta de Gefes, en la citada Ciudad que el espresado General con cuatro compañías de Infantería y varios grupos de
paisanos armados saliese al encuentro, lo que verificó al día siguiente.
Según los partes que sin detalles se acaban de recibir del teatro de las sucesos
a la llegada, de dichas fuerzas a Guayubín, los rebeldes se replegaron con toda su
Artillería al fuerte de Manga, inmediato a la espresada Ciudad, habiendo sido completamente derrotados y dispersos, por nuestras valientes tropas, declarándose en
precipitada fuga hacia Sabaneta, no sin haber dejado en el campo, gran número de
muertos, heridos y prisioneros, y en nuestro poder los únicos cañones que tenían;
nuestras pérdidas se han reducido a ocho heridos entre los cuales se encontraba el
capitán de Infantería Don Eduardo Valenzuela, que lo ha sido de dos machetazos.
Este tiempo, unido al descalabro que los revoltosos sufrieron en la noche del 24 a
25 del mes pasado, hacen esperar confiadamente que no se halle lejano el completo
restablecimiento de la tranquilidad.
Todo lo que tengo el honor de manifestar a V. E. en cumplimiento de mi deber.
Dios guarde
Estracto.- Dando cuenta de los desórdenes ocurridos en la Provincia de Santiago
de los Caballeros y de los triunfos obtenidos por nuestras tropas en la Capital de la
misma y en Manga.
451
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Brigada de Operaciones sobre Guayubín
Esmo. Señor
Cumpliendo como había tenido el honor de anunciar a V. E. en el día de ayer con
el deber de darle el parte circunstanciado de la acción ocurrida en el mismo día entre
las tropas a mi mando y los rebeldes, debo manifestar a V. E. que mis gestiones para
disuadir a los incautos que pudieron creer de buena fe las patrañas inventadas por
los enemigos del reposo y la tranquilidad del país, para hacer creer que el inutilizar
las armas tenía por objeto impedir que pudieran defenderse cuando vinieran el que
creían Arzobispo, y solo era un rico potentado a quien se le habían vendido para ser
esclavizados, dieron por resultados que la mayor parte de los sublevados desapareciesen de esta población, quedando solo unos cuatrocientos hombreas escasos de los
más comprometidos o resueltos y de los peores antecedentes en general.
Los habitantes viéndose esclusivamente en poder de esa verdadera turba de bandidos huyeron a los campos abandonando sus casas al más completo saqueo.
Los reveldes que quedaron en ésta conociendo sin duda que esta posesión no les
ofrecía ya bastante seguridad porque puede embolverse fácilmente se trasladaron a
la fuerte posición del Mangar sobre la orilla izquierda del Jaque, dominando el Bado
y la Barca que retiraron después de llevarse las cuatro piezas de bronce y una hierro
de que había, y dé las cuales se les cayó una al río.
Al llegar la columna de mi mando sobre esta población a las siete y media de la
mañana fue recibida, por disparos de artillería y fusilería que no causaron daño alguno, e inmediatamente dispuse que una mitad de cazadores de San Marcial protegiese
con su fuego el paso del río, quedando compañía del 2º Batallón de la Corona de
sostén en el pueblo.
Para animar a la tropa con mi ejemplo me lancé al río al grito de Viva la Reyna,
que mágico siempre para los soldados Españoles, hizo se arrojasen sin titubear al
agua agarrados unos de otro y de los caballos y pasaron el río con el agua al pecho,
y una corriente impetuosa bajo un nutrido fuego aunque poco certero, con sorprendente rapidez y sin pérdida alguna.
Reorganizadas de momento al otro lado las fuerzas que la corriente había desorganizado emprendí el ataque de la terrible posición que nunca había podido ser tomada por los Haitianos, y fueron sucesivamente cayendo en nuestro poder las cuatro
piezas de Artillería en una continuada carga a la bayoneta, despreciando los tiros de
metralla y fusilería que hacían hasta menos de veinte pasos en cada una de las mesetas donde la habían colocados con bastante acierto, pero que no les permitía cargar,
después el arrobo y la rapidez de nuestros soldados que animados por sus Gefes y
Oficiales apenas dispararon sus carabinas, sabiendo que sabían inutilizadas la mayor
parte de las municiones a pesar de la precaución que se tomó de hacérselas poner en
la cabeza, pues fueron muy pocos los que no se vieron más o menos espacio arrastrados y cubiertos por el agua.
452
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Las piezas fueron tomadas solo por una guerrilla del 2º de la Corona que iba por
la derecha del estrecho frente que ofrecen las posiciones y por Oficiales y soldados
sueltos que se adelantaron por las dificultades del terreno, a la guerrilla de la izquierda que era de San Marcial.
Tomada la última pieza el enemigo se dispersó, en todas direcciones sin volver
cara ni hacer un solo disparo.
Su persecusión no pudo ser activa ni duradera, porque dispersado en los bosques
y no haciendo fuego no podía recibírsele.
La Infantería siendo ya medio día y sin comer estaba sumamente fatigada, además
la Caballería que hasta entonces a pesar de las dificultades del terreno había llenado
igualmente su deber de la manera más cumplida, no podía penetrar en aquella espesura, por todo lo que dispuse volver a esta población a donde he hecho transportar
la artillería, municiones y efectos robados que habían abandonado y están devolviéndose a sus legítimos dueños, que van acudiendo con sus familias cuando tienen
conocimiento de la derrota de los rebeldes.
Para su persecusioón y captura se me han ofrecidos muchos vecinos de esta, por
saber que vagan por los bosques en dirección de Haití causando todo género de
depredaciones mientras recogiendo en esta la Artillería y pudiendo dejar un destacamento en el pueblo prosigo la pacificación del país que puede considerarse asegurada, una vez vatidas y deshechas las fuerzas de más confianza de los rebeldes y
perdido el ánimo y la esperanza de vencer por la prisión de los principales agentes y
sobre todo por el denuedo superior a todo lo que habían podido figurarse que han
desplegado las tropas tanto en Santiago o en esta, sin reparar en la Superioridad del
número ni en las ventajosas situaciones de sus contrarios.
De todos por lo tanto Escmo. Señor debo hacer a V.E. en justicia el más cumplido
elogio no pudiendo menos de hallarme orgulloso de mandar tales tropas y de esponer a la consideracion de V. E. por si tiene a bien hacerlo al Gobierno de S. M. los
Oficiales e individuos de tropa que más se han distinguido a mi juicio en un combate
donde todos han rivalizados en el desprecio de toda clase de riesgos y en particular el
2º Batallón de la Corona, que se ha hecho acreedor a llevar en su bandera la corbata
de San Fernando.
EI primer Comandante Don José Velasco, que había nombrado Gefe de E. M. de
la columna ha llenado estás funciones con la serenidad que me prometía multiplicándole durante la acción para acudir a todo y especialmente a donde era mayor el
riesgo.
El 2º Comandante Don Juan Lopez del Campillo, que ya se había distinguido en
los ataques que dió en Santiago, se hizo notar también por su decisión y entusiasmo
El capitán Secretario del Gobierno Don Eduardo Valenzuela acompañado
del de igual clase de Ingenieros Don Elias de la Casa, al llegar las guerrillas a la
meseta que había a unos cincuentas pasos antes de la en que estaban situadas
las dos últimas piezas, y en el momento de hacer un disparo de metralla con un
arrojo y entusiasmo insospechable se precipitaron sobre las enunciadas piezas
453
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
con objeto de impedir nueva carga que a no ser por esta circunstancia hubiese
sido funesta.
Tan digno de elogios es como los anteriores el ayudante del 2º de la Corona y a
mis órdenes Don Julián Hermida y Casares que hizo el mismo movimiento por otro
lado de la mesetas y logró al llegar a ella apoderarse de la bandera enemiga seguido
tan solo del cabo de corneta de su Batallón, que iba también a caballo, pues al aparecer por distintos lados estos intrépidos Oficiales y Cabo de cornetas, los enemigos
huyeron precipitadamente.
El capitán Valenzuela que al subir la meseta recibió dos heridas de metralla, también lo fue de otras varias de machete al perseguir al enemigo; por todo lo cual he
creído deber mandar que se le forme proceso para optar a la cruz de 2ª clase de San
Fernando, aunque el estado de gravedad en que se haya no le permite pedirla.El capitán de Cazadores del 2º de la Corona, Don Antonio Pérez, y Teniente Don
Tomás Francisco del Hierro, permanecieron al frente de la guerrilla, animando valerosamente al soldado con su egemplo.
El cabo de la misma compañía Manuel Gómez y Leiva, al tituvear un momento los
soldados para asaltar una posición muy escarpada que solo podía subir uno de frente
subió el primero al ser escitado por su primer Comandante precipitándose todos con
un arranque eléctrico.
El Cabo del Escuadrón de Santo Domingo Gerónimo Puertas habiéndose arrojado sobre el enemigo recibió tres heridas de machete.
Los Oficiales de las Reservas Provinciales, Teniente Coronel Don Sinesio Pichardo, capitán Don José Vargas, Don Francisco Cruz, y Don José Cecilio Minie, se distinguieron también por su ardimiento en el paso del río, que favorecieron con sus
caballos como otros muchos Oficiales y soldados de las mismas Reservas que han
cooperados eficazmante al triunfo de nuestras armas.
El asesor que me acompaña Doctor Don Manuel Ponce de León ha manifestado
en todo una decisión por el Gobierno legítimo, que no puedo menos de recomendar
también eficazmente a V. E. su comportamiento.
Adjunto tengo el honor de acompañar a V.E. la relación de los que han sido heridos de gravedad, no habiendo tenido muerto alguno.
Del enemigo sólo se han encontrado dos y ningún herido ni prisionero, lo que no
es de estrañar atendido lo cubierto y ventajoso de la posición,
Los rebeldes de Sabaneta, que habían marchado sobre San José de las Matas,
para hacerlo pronunciar por haberse negado el Comandante Militar General de las
Reservas Provinciales, Dionicio Miese, han sido rechazados por este en la peña del
Peñón, donde le salió al encuentro con las fuerzas de las mismas Reservas, de que
pudo disponer y no han vuelto a reunirse según las noticias que tengo, fugándose
antes los cabecillas.
Lo mismo ha ocurrido en Monte Cristi al saberse la acción del Mangar y la misma
población ha enarbolado el pabellón español saludándolo con 21 cañonazos. El Gefe
que destaqué con dos compañías a dicho punto mientras con las otras dos traía los
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
cañones, me participa que ha oído tres disparos de cañón en la vecina república de
Haití, que es la señal de alarma y se cree producida por la llegada de los rebeldes que
con el terror que se ha apoderado con ellos habrán hecho creer que nuestras tropas
lleban intención de penetrar en aquel territorio.
Por lo que he podido averiguar hasta ahora ningún ausilio de armas o municiones han recibido de Haití, aunque por la correspondencia cogida se ve con claridad
que hacía muchos meses se entendía sobre el particular los principales agentes y el
General Haitiano de la frontera.
La actitud enérgica y decidida que en estas ocurrencias han tomado los Generales
que mandaban en Santiago, y Puerto Plata, y San José de las Matas, aunque de este
último no tengo parte Oficial, secundando mis disposiciones, han impedido sin duda
que la rebelión tomáse las disposiciones con que se venía de muy atrás preparando,
y debo también solicitar de V. E. que eleve a la consideración de S. M. sus relevantes
servicios.
La faccion de Sabaneta se ha desbandado al saber solo que estaba atacando la
posición del Mangar ya en la otra orilla, procurando salir mañana para dicho punto.
La revolución Escmo. Señor está vencida y ningún ausilio me es necesario ya para
terminar la pacificación, pero creo deber significar a V. E. como soldado franco y leal,
que sin duplicar al menos las fuerzas que ecsisten en el Cibao es muy probable no se
restablezca la confianza necesaria en la inmutabilidad del Gobierno y que prosiguiéndose con mayor cautela y consejo por los enemigos de España, los trabajos que han
abortado ahora podrán lograr mejor ecsito, porque aunque acojo como partidario
del Gobierno a todos los que después del triunfo, se manifiestan tales, por creer que
conviene así, estoy persuadido de que la mayoría en esta frontera y muy poco menos
en el resto de esta provincia, es hoy contraria a la unión con España, aunque no desconfío de que pueda volver a sentimientos más favorables, adoptándose una marcha
más en armonía con las necesidades de prosperidad y de fuerza que he tenido el
honor de esponer a V.E. cuando estuve en esa recomendándole el plan del Señor
Comandante Don José Velasco, que en mi juicio satisface aquellas necesidades.
Dios gue. a V.E. ms. as.
Cuartel General de Guayubín, 3 de marzo de 1863.
Escmo. Sor.
El Gral. Comandante Gral. de la Prov.
José Hungría.
Escmo. Señor Capitán General de esta Isla.
(al margen dice:)
Contestada según minuta adjunta.
Comuníquese al gobernador Militar Civil.
Rúbrica.
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A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Escmo. Señor. Tengo la satisfacción de manifestar a V.E. cómo en ésta Ciudad no
ocurre novedad, las cosas vuelven a su estado normal y en la población se observa la
animación de antes, que desgraciadamente carecíamos sin duda por las disposiciones
dadas a las autoridades de los campos.
De la columna que salió al mando del General Hungría nada he recibido desde el
día 3, lo mismo sucede con la del señor Brigadier Buceta pero según me dicen unos
paisanos que llevaron de ésta a Guayubín la correspondencia, el General Hungría
salía hayer cinco para Sabaneta donde se hallan las fuerzas enemigas.
De las Matas han salido con dirección a Sabaneta unos doscientos hombres paisanos y según me dice el Comandante Militar de éste punto están en la línea divisiones
(sic) éstos fieles habitantes hicieron retroceder a los revoltosos y están impidiéndoles
el paso de modo que si el General Hungría ataca puede hacer mucho, con ésta fecha
salen 2690 raciones de Galletas para la tropa y algunos paisanos que se hallan defendiendo nuestra causa.
Tanto la fuerza física como la moral de los sublevados está muy apocada y cada día
se hacen nuevas aprehensiones. En el día de ayer me fueron remitidos siete sugetos
de los que soltaron de la cárcel y cinco por hallarse en la parte de La Peñuela, entre
éstos se halla el llamado Eugenio Perdomo conocido por uno de los primeros cabecillas, unos y otros se han puesto a disposición de la Comisión Militar
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santiago, 6 de marzo de 1863.
Escmo. Señor.
/firmado/ A. Michel.
Escmo. Sor. Capitán General de la Isla de Santo Domingo.
/al margen/ Contestada según minuta adjunta. Comuniqúese al Gob.Sup. Civil.
/rúbrica/
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Al E.S. Gobr. Sup. Civil en 11 marzo 1863.- El Gobr. Mr. interino de Santiago me
dice con fecha 6 del actual lo que copio.- Traslado.- Y lo traslado a V. E. para su conocimiento.- Dios, etc.
Fecho.
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A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Escmo. Señor
EI Señor Teniente Coronel del Batallón de San Marcial Dn. Joaquín Zarzuelo encargado de la defensa del Fuerte de San Luis, único de que podía disponer me dice
con ésta fecha lo siguiente:
Desde el momento que me encargó V.S. el mando de éste Fuerte y la
pacificación de esta Ciudad, me dediqué sin descanso a cumplir tan
honroso deber y a llenarlo lo más pronto posible puesto que de la
rapidez consistía en mi opinión, justificado por los hechos el dominar la rebelión.- V.S. me permitirá hacer una pequeña reseña de los
acontecimientos de ésta noche y dominado felizmente, principando
por tener el honor de adjuntar a V.E. la relación de los heridos y contusos de la fuerza de San Marcial y la Corona en la salida que ordené
hiciese el 2º Comandante Don Francisco Aguilera del Batallón de San
Marcial, con dos Compañías al apoyo de otra fuerza que escalonada en
el fuerte batió los revoltosos en la plaza y calles de la población sin pararse a contar el número que falsos informes lo hacían subir a dos mil
hombres. Debo espresarle a la vez haber muerto en la plaza a cinco individuos de los revolucionarios quiénes desvandándose despavoridos
ante la entusiasta voz de «Viva Isabel 2ª» y a la bayoneta se dejaron dos
heridos que se hicieron prisioneros y se hallan presos en la Prevención
del Batallón de la Corona. No puedo menos de indicar a V .E. que a la
bien entendida dirección y esacto cumplimiento que dió a mis órdenes dicho Gefe, a la decisión y denodado arrojo de tan pequeña fuerza
y de noche, ignorando el número de los que tenían que batir se debe
el que feneciese en su cuna la revelión que tan imponente hacía por
provocaciones directas y algunos individuos del Ayuntamiento según
voz general y relación de los paisanos del Campo que los culpan todos
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Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
a una voz como los factores del motín, comprobándose ésta creencia general y uniforme respecto de algunos de él con supercherías y
engaños que pretendieron embaucarme con las evasivas insolentes y
disculpas de ganar tiempo para no cumplir sus dignas aspiraciones
por la tranquilidad pública y defensa de la sociedad con el cuidado de
los setenta presos que se escaparon de la cárcel matando al Cabo que
los cuidaba y que sólo con sus heróicos esfuerzos quizo contenerlos y
lo hubiera logrado de no habérselo impedido el Regidor Don Pablo
Pujol que les abrió la puerta, según voz de los mismos amotinados a
fin de que engrosasen las filas de la rebelión.- Debo también manifestarle que al amanecer de hoy veinticinco viendo que algunos grupos
de doscientos a trescientos hombres, rodeaban ésta población, ordené
la salida de otras dos Compañías en la forma que la noche anterior, al
mando del Señor 2º. Comandante de la Corona Don Juan López del
Campillo a fin de que recorriera todas las cercanías de la población
y los dispersase a viva fuerza si a la intimación de palabras de paz no
se retiraban a sus casas, debiendo esponer en consecuencia que a la
activa cooperación de dicho Gefe al bien entendido desempeño de su
cometido, los sublevados levantaron todos el pañuelo blanco, dieron
vivas a la Reyna y se fueron a sus casas, confesando habían sido engañados por el Gobierno llamando así a los individuos espresados del
Ayuntamiento de Santiago quiénes en sus necios cálculos creyeron sin
duda que el Pabellón Español carecía de defensores pundonorosos
para consentir se arrollara sin la resistencia que el honor militar aconseja siempre.- Debo decir por último que con Gefes, Oficiales incluso
el Ayudante de [...], soldados, Cuerpo de Policía e individuos sueltos
tan entusiastas y decididos, ninguna empresa es difícil y a ésto en parte, deberé la tranquilidad de la Provincia que ha estado a punto de subertirse de un modo el más serio y sostenida por los buenos Españoles
en todas clases y condiciones, por lo más granado del comercio que,
sacudida la primera sorpresa, han venido los primeros a reforsarnos
en nuestra empresa.
Nada tengo Escmo. Sor. obgecionar acerca del comportamiento de los
Sres. Gefes, Oficiales y tropa española a mis órdenes de cuanto el Señor Teniente Coronel de San Marcial manifiesta en su comunicación
que tengo el honor de trasladar a V.E. Este Gefe enérgico, valiente,
celoso en todo y por todo como encargado de la defensa del fuerte,
operaciones militares y civiles ha sido el anillo (sic) principal. Los Comandantes Don Francisco Aguilera y Don Juan López del Campillo,
trabajaron cual era de esperar de Gefes dignos del honroso y valiente
Ejército Español, siempre en el puesto que se les ha señalado acudiendo con prontitud y energía a donde el deber les llamaba, ora vatiendo
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
al enemigo, ya animando los pocos valientes a mis órdenes, nada me
dejaron que desear, por el contrario fueron más allá de donde yo crehía.
Los capitanes y Oficiales se hallan en igual caso en cuanto a la tropa, todos sin escepción llenos de valor y entusiasmo deseaban y se disputaban
los puestos de mayor peligro,
El Teniente Don Juan Benavente de reemplazo a mis órdenes no tengo
palabras, Escmo. Señor, con qué ponderar su valor, energía, disposición
y ausilios importantísimos, siempre en todo, ora batiéndola presentándome disposiciones que autorizaba porque convenían y propendían a
sofocar y esterminar la revelión, ya con sus buenas relaciones en ésta
Ciudad y sus Campos, buscando hombres fieles para saber las operaciones del enemigo y circular las importantísimás disposiciones que partían en todas direcciones de mi autoridad, se han hecho dignos de la
consideración de S.M. Q.D.G.
Lo que tengo el honor de participar a V.E. por si tiene la dignación de elevarlo a
conocimiento de S.M. la Reina Nuestra Señora.
Dios gue. a. V.E. ms.as.
Santiago de los Caballeros, 25 de febrero de 1863.
Escmo. Señor.
El Gral. Gobr. Interino.
/firmado/ A. Michel.
Escmo. Sr. Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice/ Comuniqúese al Gobr. Sup. Civil.- Contestado según minuta
adjunta, /rúbrica/
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2 de marzo de 1863.
E.M. Sección
Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana Comandante General y en Gefe del
Cuerpo de Operaciones espedicionario de las provincias del Cibao E. S.
Teniendo en consideración las altas dotes militares de V.E. a la vez que el reconocido prestigio de que goza entre los habitantes de ésta Isla y convencido de
la conveniencia de que una persona que además de éstas circunstancias la de una
gerarquía elevada en al Egército tome el mando de las fuerzas de operaciones para
destruir los criminales intentos de los enemigos del orden y del trono de S.M. que
han ultrajado el Pabellón Nacional en la Provincia de Santiago, y lleve la confianza
al ánimo de los habitantes honrados, he designado a V. E. para el desempeño de tan
importante cometido con el carácter de Comandante General en Gefe de todas las
fuerzas del Egército y Milicias del País que operan ó hayan de operar en las Provincias del Cibao así mismo teniendo en consideración las circunstancias especiales que
concurren en el Escmo. Señor Mariscal de Campo, Don Carlos de Vargas y Cervetto,
he dispuesto se encargue del mando inmediato da las primeras, pudiendo V. E. como
más conocedor del País, proponer la persona que lo ha de verificar de las segundas,
en el concepto de que a fin de reforzar las que en la actualidad existen en el teatro
de las operaciones, he resuelto que acompañen a V.E. cinco Compañías del Batallón
de Cazadores de Bailen, una Sección de Artillería de Montaña, otra de Caballería y
una Compañía de Ingenieros de las tropas que guarnecen ésta Plaza cuya fuerza va
provista de todo lo necesario en armas, Municiones y efectos de guerra para entrar
desde luego en operaciones racionada para seis días y satisfecha de sus haberes hasta
fin del corriente mes.
He dispuesto además que para las atenciones sanitarias y administrativas que ocurran, acompañen a dicha fuerza para las primeras dos Oficiales de Sanidad Militar,
un Farmacéutico del Cuerpo y el personal de Plana menor correspondiente con el
Parque Sanitario de campaña y para los segundos un Comisario de Guerra, dos Oficiales segundos y el número de ausiliares necesarios.
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
El Comandante de Artillería Don Victoriano López Pinto se encargará de la Comandancia de Arma de las fuerzas espedicionarias, utilizando V.E. sus conocimientos
del modo que crea conveniente, marchando además a las inmediatas órdenes y a las
del Escmo. Sr. Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas el Capitán de Infantería D.
Fernando García Leconte,
La Sección de Administración Militar lleva 6,000 pesos fuertes cuya cantidad, además de la de 4,000 que se han remitido hace pocos días a Santiago y los 10,000 pesos
entregados al Brigadier Buceta, bastarán por ahora a cubrir las necesidades estraordinarias de las fuerzas de operación toda vez que éstas están corrientes de sus haberes
hasta fin del presente mes.
Queda V.E. autorizado para movilizar las fuerzas del País que conceptúe necesarias y para adoptar cuantas disposiciones crea convenientes para el completo y pronto esterminio de las bandas insurrectas, esperando al propio tiempo no omitirá V.E.
medio alguno para darme parte por estraordinario de cuantas novedades ocurran,
deviendo significarle he dado conocimiento del nombre ade V.E. y del del Escmo.
Sor. General 2º Cabo a los Gobiernos respectivos. Dios &&
Fecho
Traslado al Escmo. Sor. General 2º. Cabo en igual fecha.
Lo que traslado a V.E. para su conocimiento y fines correspondientes en el concepto de que he significado lo conveniente a los Gobernadores de les citadas Provincias pera que se obedezcan puntualmente en todos los puntos de las mismas, las
órdenes que, tanto el espresado Teniente General como V. S. comuniquen. Dios a.
Fecho /MINUTA/
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A.G.I. CUBA 1004B
Sección 1ª
Al E.S. Gobernador .Militar de ésta Plaza en 2 marzo de 1863.He dispuesto marche a las inmediatas ordenes de V. E. el capitán de Infantería
Secretario del Gobierno Militar D. Fernando García Leconte, quedando encargado
interinamente de la Secretaría el Subteniente de Infantería D. Lucas López Negueruela. Lo digo a V.E. para su conocimiento y fines consiguientes. Dios & a Fecho
Al Señor Intendente Gral. del Sgto. y Real Hacienda y Sr. Subintendente Militar
en 2 de marzo de 1863.
He dispuesto marche a las inmediatas órdenes del E. S. Gral 2º. Cabo D. Carlos
de Vargas el capitán de Infantería Don Fernando García Leconte Secretario del Gobierno Militar de ésta Plaza quedando encargado interinamente de dicha Secretaría
el Subteniente de la misma arma, Don Lucas López Negueruela. Lo digo a V.E. para
su conocimiento. Dios & a.- Fecho.
/MINUTA/
463
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia General en Gefe
del Cuerpo Espedicionario
en las provincias del Cibao
Exmo. Señor
En vista de la comunicación de V.E. de ésta fecha, y concurriendo en si General
de las Reservas Provinciales Don José María Pérez las circunstancias que a mi juicio
lo hacen recomendable para desempeñar el mando inmediato de las milicias del País
que puedan movilizarse en las Provincias del Cibao, lo propongo a V.E. para que, si
merece su superior aprovación, tenga a bien disponer lo que estime conveniente.
Dios gue. a. V.E. ms. as.
Santo Domingo y marzo 2/63
Exmo. Señor.
/firmado/ Santana
Exmo. Sor. Capitán General de Santo Domingo
/al margen dice/ Dén la orden al momento.- /hay una rúbrica/
Al E.S. Teniente General Santana Marqués de las Carreras.- 3 marzo de 1863.-Consecuente con lo que V.E. me manifiesta en su comunicacion de ayer, he tenido a bien
aprobar el acertado nombramiento del Gral. de las Reservas Provinciales Don José
María Pérez que V.E. me propone para el mando inmediato de las milicias del país
que hayan de móvilizarse en las Provincias del Cibao.
Tengo el honor de manifestarlo a V.E. para su conocimiento y el del espresado
General, debiendo al propio tiempo significarle que las cantidades que se han remitido a Santiago y las que se remitan en lo sucesivo son para atender a todos los gastos
de las fuerzas movilizadas bien sean del Ejército o de las Reservas del País.
464
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
A las Administraciones de Correos se darán conforme V.E. solicite las órdenes
correspondientes para que el servicio del espresado ramo se desempeñe con toda la
regularidad y exactitud que exijan las actuales circunstancias. Fecho
El General de División de las Reservas Don José María Perez.
Conforme con lo que me ha propuesto el teniente General Marqués de las Carreras Comandante General en Gefe del Cuerpo de Operaciones del Cibao, he tenido
a bien nombrar a V.S. para que se encargue del mando inmediato de las milicias del
país que hayan de movilizarse en las Provincias del Cibao.
Lo digo a V.G. para su conocimiento y satisfacción.
Dios &a.
Fecho
A los SS. Teniente. General y Subintendente Militar en 2 de marzo de 1863.- Accediendo a lo propuesto por el Escmo. Sor. Teniente General Marqués de las Carreras y
en vista de las circunstancias que concurren en el General de División de las Reservas
Don José María Pérez, he tenido a bien nombrarle para el inmediato mando de las
Milicias del País que han de operar en la Provincia de Santiago. Lo digo a V.S. para
su conocimiento.- Dios Fecho
465
A.G.I. CUBA 1004B
2ª. E. M.
Al Sr. Coronel Comandante principal del Departamento de Artillería. En 2 de
marzo de 1863.Sírvase V.S. disponer que por el Parque de ésta Plaza se entreguen a la sección Administrativa que ha de salir en la noche del día de hoy con la columna espedicionaria
a las Provincias del Cibao, veinte mil cartuchos de carabina rayada con el número de
cápsulas correspondientes.
Dios, etc.
Fecho.
Al Señor Subintendente Militar.
Con ésta fecha doy las órdenes oportunas para que por el Parque de Artillería de
esta Plaza se entreguen a la Sección Adminsitrativa que ha de salir ésta noche con la
columna espedicionaria a las Provincias del Cibao, veinte mil cartuchos de carabina
rayada y el número de cápsulas correspondientes.
Lo digo a V.S. para su conocimiento y a fin de que disponga se haga cargo de dichas municiones, uno de los Oficiales de dicha sección, en el concepto de que para
el trasporte y el del material correspondiente a la columna, he solicitado del Gobernador Político de ésta Ciudad treinta y cinco acémilas de bagage.- Dios, etc.
Fecho.
/MINUTA/
466
A.G.I. CUBA 1004B
Estado Mayor General del Egército
Exmo. Señor
He recibido la atenta comunicación de V.E. de fecha 29 del mes de mayo ppdo. y
también los egemplares de los bandos de V.E. de la misma fecha, levantando el Estado de Sitio y disolviendo la Comisión Militar Egecutiva y Permanente de la Provincia
de Santiago lo mismo que la alocución que V.E. dirige al país.
De todo lo que me he impuesto y quedo enterado.
Dios gue. a V.E. ms. as.
Santa Cruz del Seybo á 8 de junio de 1863.
Exmo. Señor.
/firmado Pedro Santana.
Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo.
/al margen/ A su espediente./rúbrica/
467
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Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana Marqués de las Carreras
7 de abril de 1863.
Por la atenta comunicación de V.E. del día de ayer dándome cuenta circunstanciada de todos los sucesos ocurridos en la Provincia de Santiago de los Caballeros me
he enterado con satisfacción de la feliz represión de los desórdenes allí ocurridos y
de la completa pacificación de la misma, así como de las acertadas disposiciones que
para conseguirlo ha adoptado V.E. de acuerdo con el E.S. General 2o. Cabo Don Carlos de Vargas, las cuales han merecido mi completa aprobación no pudiendo menos
de significar a V.E. lo satisfecho que estoy del celo, actividad e inteligencia que ha desplegado durante los pasados sucesos, correspondiendo a la confianza que no vacilé
en depositar en V.E. al conferirle tan importante misión, apresurándose a aceptarla,
y a dirigírse al Teatro de los acontecimientos, venciendo toda clase de dificultades y
dándome sinceras pruebas de su lealtad y adesión al trono de Muestra Augusta Soberana y del interés con que se afana por ver realizada la felicidad y bienestar de los
habitantes de éste territorio.
Me complazco asimismo en dar a V.E. las gracias en nombre de S.M. la Reina
(q.D.g.) por los importantes servicios que ha prestado, los cuales tendré el honor de
elevar al Superior conocimiento así como los del espresado General Vargas que V.E.
se sirve recomendarse habiendo ya notificado los de los Generales, Gefes y Oficiales
tanto del Egército como los de las Reservas que han tenido ocasión de distinguirse en
los espresados acontecimientos y que he creído dignos de la Superior munificencia.
Restablecido el orden y la confianza en el ánimo de los habitantes de Santiago
y terminada por lo tanto la comisión confiada a V. S. queda desde luego autorizado
para dirigirse a donde lo crea conveniente.
Fecho.
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Estado Mayor General del Egército
Escmo. Señor
He tenido el honor de recibir la atenta comunicación de V.E. de fecha 26 del mes
ppdo, con un egemplar de la Orden General publicada el día 23 del mismo por la
que se determina las gratificaciones, pluses y raciones de pienso que se ha dispuesto
se acrediten a los Gefes, Oficiales é individuos de tropa de los Cuerpos del Egército
que salieron a operar en la Provincia de Santiago durante las últimas ocurrencias,
como a los Generales, Gefes y oficiales de las Reservas que tomaron parte en dichas
operaciones.
De todo cuanto quedo impuesto lo mismo que de la disposición de V.E. para
que dispute las raciones de pienso que me correspondan como a General empleado
mientras permanecí al frente de las fuerzas espedicionarias.
Dios gue a V.E. ms. as.
Santa Cruz del Seybo y junio 8 de 1863.
Exmo. Señor.
/firmado/ Pedro Santana.
Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo.
/al margen: / A su espediente. /Rúbrica.
469
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ESTADO MAYOR GENERAL DEL EGÉRCITO
Exmo. Señor
A pesar de las amonestaciones que hice al asistente Pablo González que pedí a
V.E. ésta mañana, a pesar de haberle suplido en el camino de Santiago la falta de haberse atrevido a montar en uno de mis caballos de silla hasta el estremo de incharlo
del lomo, no obstante de ésto, hoy después de haberlo despachado con mis cargas y
sin proveer que yo quedaba atrás lo he encontrado montado en el mismo caballo, en
ésta virtud y convencido de que no se ha hecho cargo de mis amonestaciones, me he
conformado con despacharlo en el momento dándole una orden para que se presente al Teniente Coronel Don Joaquín Suares.
Lo que manifiesto a V.E. para su conocimiento
Dios gue. a V.E. ms.as.
San Antonio de Guerra y abril 9 de 1863.
Exmo. Señor
/firmado/ Pedro Santana
Exmo. Sor. Capitán General de la Isla de Santo Domingo
/al margen dice: / Contéstese se ha visto con sentimiento éste mal comportamiento sobre el cual se ha dicho se le reprenda severamente /rúbrica/
470
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Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana 15 abril de 1863
Exmo. Señor
He visto con sentimiento el mal comportamiento del asistente de V.E. Pablo González de que me dá cuenta en su comunicación de 9 del actual.
En su consecuencia y toda vez que V.E. se ha visto precisado a despedirle, he
advertido lo conveniente al Gefe del Cuerpo para que tan luego se incorpore dicho
soldado sea severamente reprendido.
Dios etc.
Fecho.
/MINUTA/
471
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3a. E. M.
Al E.S. Teniente General Marqués de las Carreras Comandante General Gefe del
Cuerpo espedicionarlo de && en 25 marzo de 1863.
E.S.- Quedo enterado de la comunicación de V.E. fecha 16 del actual participándome su prócsimo viaje a Sabaneta con el fin de asegurar el orden público, haber
dispuesto marche a Santiago la sección de Artillería de Montaña que se hallaba a
las órdenes del Sr. Brigadier Don Manuel Buceta y la captura de los Cabecillas Vidal
Pichardo y D. Antonio Batista. Dios etc.
Fecho.
472
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Al E. S. teniente General Don Pedro Santana 25 de marzo de 1863
De acuerdo con cuanto V.E. me manifiesta en su oficio de 15 del actual fue aprobado que el General Don José Hungría permanezca encargado del mando de la
Frontera hasta que se deje bien afirmada la tranquilidad.
Dios, && Fecho
/MINUTA/
473
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1ª. Ar. 25 marzo 1863
Al Excmo. Sor. Teniente General Marqués de las Carreras Comandante General
en Gefe del Cuerpo espedicionario en las Provincias del Cibao.
Excrno. Señor
El General Gobernador interino de Santiago me remite para su publicación un
edicto citando y emplazando a varios de los individuos complicados en las ocurrencias del 24 de febrero en Santiago, fijándoles veinte y treinta días para su presentación, y como puede suceder que la vista de la causa en la cual aparecen estos complicados se demore hasta la espiración del plazo señalado, llamo la atención de V.E.
sobre ésta circunstancia que paraliza la pronta acción de la justicia tan recomendada
para éstos casos por lo cual se servirá V. E. disponer lo conveniente a fin de que, conforme lo previene el Artículo 12 de la Ley de 26 de abril de 1821, cuya observancia se
manda en el Bando de 28 de febrero ppdo. creando la Comisión Militar Permanente
y Ejecutiva, se forme pieza separada para todos los reos ausentes, encabezando ésta
con el testimonio de lo que contra ellos resulte y que se continúe la principal hasta
su terminación, prescindiendo en un todo de la complicidad que resulte contra los
ausentes para no embarazar el curso de la causa principal, conforme lo marca la ya
citada ley de 26 de abril de 1821, que dicta reglas para la formación y tramitación de
las causas por los delitos y en circunstancias como las presentes
Dios da.
Fecho
/MINUTA/ 474
A.G.I. CUBA 1004B
3a. 25 marzo 63.
Al General Santana
E.S.
Desde la salida de V. E. de ésta Capital, le he dirijido infinidad de comunicaciones, bien contestándo a las suyas ó ya con otro objeto. El adjunto índice dará a V.E.
conocimiento de los oficios que le hé remitido, sin embargo de que ya a éstas horas
calculo estará en poder de V.E. dicha correspondencia, como sospecho que se ha
retrasado el recibo, y como pudiera suceder de que alguna comunicación hubiese
padecido estravío, dirijo a V.E. la presente comunicación é índices, incluyéndole al
propio tiempo ejemplares del indulto que otorgué a los individuos comprometidos
en éstos sucesos, de la alocución que dirigí a éstos habitantes en 16 del que rige y de
la Orden General del día 22.
Dios [...]
Fecho Igual Comunicación al General 2º Cabo
Fecho
/MINUTA/
475
A.G.I. CUBA 1004B
3ª de E. M.
Al E. S. Teniente General Marqués de las Carreras Comandante General en Gefe
en 24 de marzo de 1863
Quedo enterado de la comunicación de la fecha 17 del actual participándome
haber dispuesto que el 2º Batallón de la Corona se concentre a Puerto Plata y que el
de San Quintín cubra las guarniciones de la Frontera quedando la P. M. y el resto de
la fuerza de éste último en Santiago de los Caballeros.
En el caso de que el estado de la tranquilidad permita el regreso a ésta plaza de la
fuerza que salió de la misma últimamente según tengo ya manifestado a V. E. podrá
disponerse la distribución conveniente de las tropas que quedan en ésa Provincia en
el concepto de que el 2º Batallón de la Corona ha de permanecer por ahora en ésta
Isla.
Dios á a.
Fecho
/MINUTA/
476
A.G.I. CUBA 1004B
Al E.S. Teniente General D. Pedro Santana
22 de marzo de 1863.
Afianzada la tranquilidad pública que había sido alterada en la Provincia de Santiago, y convencido de las señaladas muestras de fidelidad y patriotismo que han dado
con motivo de los recientes sucesos las autoridades de la Isla que se han afanado por el
restablecimiento del orden considerando por otra parte que no es tan urgente el envío
de la correspondencia oficial que puede verificarse por los medios ordinarios establecidos anteriormente y a fin de no grabar más el Tesoro de ésta Isla sobre el que pesan
ya tantas obligaciones he dispuesto se proceda a la disolución de los dragones que se
hayan mandado organizar en las provincias, con motivo de las actuales circunstancias;
lo digo a V.E. para que se sirva dar las órdenes oportunas en el Territorio de su mando,
Dios [...]
Fecho
A los Governadores Militares de la Plaza de Samaná, Azua y el Seybo
Con esta fecha digo al E.S, Teniente General Don Pedro Santana lo siguiente.Lo traslado a V. S. para su cumplimiento en la parte que le corresponda,
Dios,
Fecho
Al Subintendente e Intendente
Con ésta fecha doy las órdenes oportunas para que se proceda a la disolución
de los Dragones que con motivo de las actúales circunstancias se habían orga477
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
nizado en las Provincias de ésta Isla; lo digo a V.S. para su conocimiento y fines
correspondientes.
Dios &a.
Fecho
E. M. 22 marzo 1863 S. 1ª.
Al E. S. Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas.
Con ésta fecha digo al Teniente General Don Pedro Santana lo siguiente:
E.S.- Afianzada la tranquilidad […] Territorio de su mando.
Lo que traslado a V.E. para su conocimiento.
Dios §a.
Fecho
Al E.S. Gobernador Superior Civil 22 marzo 1863
/MINUTA/
478
A.G.I. CUBA 1004B
Al E. S. Teniente General Pon Pedro Santana
22 de marzo de 1863.
Deviendo haber desembarcado en ésa Provincia el Escuadrón Cazadores de África procedente de la Isla de Cuba y destinado a formar parte de éste Egército y toda
vez que al estado da tranquilidad pública es bastante satisfactorio creo conveniente
que la fuerza de Caballería del Escuadrón de Santo Domingo que se encuentra en ése
territorio se reúna y emprenda la marcha para ésta Capital, si V.E. no juzga necesaria
su permanencia en el teatro de los pasados sucesos.
Si el Escuadrón Cazadores de África no ha desembarcado aún en ésa Provincia
convendrá que V.S. disponga permanezca en ella una sección del de Cazadores de
ésta Isla salvo el caso indicado anteriormente de que V.E. juzgue necesaria la permanencia de todo el Escuadrón.
Dios [...]
Fecho
Al E.S. Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas
Con ésta fecha digo al E. S. Teniente General Don Pedro Santana lo que sigue.Lo traslado a V. E para su conocimiento.
Dios &a.
Fecho
/MINUTA/
479
A.G.I. CUBA 1004B
Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana
Exmo/ Señor
Habiendo recibido en el día de hayer partes y noticias alarmantes de haberse
alterado la tranquilidad pública en Guayubín, Sabaneta, Monte Cristi y algunos otros
puntos en la provincia de Santiago, confirmadas hoy aquellas por otras en las que
se me anuncia que la revolución toma cada día mayores proporciones y en vista de
cuanto me han manifestado los Generales y Gefes que se han puesto a la cabeza de
las fuerzas tanto del Egército como de las milicias fieles a la causa del orden, de la
conveniencia de que V.E. se ponga al frente de las tropas tanto por la confianza que
su presencia puede inspirar a los pueblos amenazados, cuyos habitantes han sido seducidos por los enemigos del orden y de S. M. la Reyna, como también por el reconocido prestigio y dotes militares de V.E. y, abundando yo al propio tiempo en la misma
idea, he creído deber manifestárselo para que si por su parte no tiene inconveniente
en aceptar ésta importante misión, se sirva presentarse a la mayor brevedad en ésta
Capital donde verbalmente tendré el honor de dar a V.E. instrucciones detalladas.
Dios etc.
Fecho
/MINUTA/
480
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Al E.S. Gral. Don Pedro Santana
D.O. de S.E.
21 de marzo de 1863.
E. Sor.
Habiéndome manifestado el Comandante Militar de Puerto Plata, General de
las Reservas Provinciales Don Juan Suero que al embarcarse en el Vapor Transporte
No. 3 de orden del Sr. Brigadier Don Manuel Buceta, tuvo que lamentar el desagradable incidente de haberse visto ultrajado por el capitán de Infantería Don Manuel
Santarromana y a fin de que éste Oficial, que tan mal ha comprendido sus deveres,
faltando abiertamente a lo prevenido en el espíritu y letra de la ordenanza, sufra el
correctivo conveniente, he dispuesto que, como castigo de semejante falta, se impongan al espresado capitán Santarromana 15 días de Castigo que los deverá cumplir en
el Fuerte de San Luis de ésa Ciudad,/ lo digo a V.E. para que se sirva dar las órdenes
oportunas al esacto cumplimiento de ésta disposición.
Dios etc.
Fecho
Al E.S. Mariscal de Campo D. Carlos de Vargas y Cervetto 29 de marzo de 1863
E.S.
Con ésta fecha digo al E.S. Teniente General D. Pedro Santana lo que sigue.Lo traslado a V.E. para su conocimiento y fines correspondientes.
Dios
Fecho
481
A.G.I. CUBA 1004B
Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana
21 de marzo de 1863
Exmo. Sor.
Restablecido ya el orden y la tranquilidad pública de ésa provincia y aumentadas
convenientemente sus guarniciones con las fuerza que habrán llegado de la isla de
Cuba considero conveniente que el Batallón de Cazadores de Bailén regrese a ésta
Capital si V.E no juzga necesaria su permanencia en el teatro de los sucesos pasados.
Si V. E. ordena el regreso del espresado Cuerpo podrá verificarlo por tierra ó por
mar según lo juzgue oportuno, pudiendo en éste último caso dirigirse al Comandante Militar de Puerto Plata para que prevenga a cualquiera de los Vapores que, procedentes de Cuba toquen en dicho punto y espere a la llegada el Batallón de Bailén
para su embarque
Dios etc.
Fecho
Al E. S. Mariscal de Campo D. Carlos de Vargas 2o. Cabo de ésta Capitanía General.
Con ésta fecha digo al ES. T. Gral. Don Pedro Santana lo siguiente.Lo que traslado a V.E. para su conocimiento.
Dios etc.
Fecho
482
A.G.I. CUBA 1004B
Al E. S. Teniente General D, Pedro Santana
21 de marzo de 1863.
E. M.
Por las mismas razones que he indicado a V.E. la conveniencia de que regrese a
ésta Capital el Batallón de Bailen, creo deven verificarlo en la propia forma la Compañía de Ingenieros y Sección de Artillería que se encuentran en esa Provincia si V.E.
no conceptúa necesaria su permanencia en el teatro de los pasados sucesos.
Dios etc.
Fecho
Al E. S Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas
E.S. Con ésta fecha digo al E.S. Teniente General Don Pedro Santana lo que
sigue.- Lo traslado a V.E. para su conocimiento.Dios etc.
Fecho
483
A.G.I. CUBA 1004B
Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana Marqués de las Carreras, Comandante General en Gefe &a &
E. Sor.
He recibido la comunicación de V.E. fecha 14 del actual dándome conocimiento
del estado de tranquilidad de ésa Provincia, concepto que le merece la sublevación
ocurrida y causas que han contribuido a aumentar la importancia, haciendo ver que
los rebeldes contaban equivocadamente con fuerzas que no tenían cuando gran número de las personas que se creían en sus filas fueron sólo sorprendidos, como lo ha
demostrado la conducta que observaron posteriormente,
Dios etc.
Fecho
/MINUTA/
484
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia Militar de Puerto Plata
Exmo. Sor.
Habiéndome embarcado en el Transporte No. 3 con el Sor. Brigadier Don Manuel Buceta y con el fin de prestar mis humildes servicios en unión de algunas
fuerzas del país que también embarcaron con tal motivo y como quiera que en
el espresado buque iban también fuerzas de Bailén y Artillería con sus correspondientes SS. Gefes y Oficiales, reinó entre todos durante la trabesía desde ésta
puerto al de Monte Cristi la mejor armonía entre los Oficiales del Egto. peninsular y los de la estinguida república. Más un incidente desagradable, no obstante
lo espuesto, acibaró la satisfacción que por aquellas razones me cabían y este
afectísimo Sor., que estándo el General que suscribe hablando con otro de su
clase en la cámara del buque le fué mandado callar con palabras obsenas, anti
miIltares y nada comunes entre personas de buena educación.las cuales fueron
bertidas por el capitán Graduado de Comandante Don Manuel Santarromana y
Rivas; oír semejantes expresiones el General Don Gregorio Lora manifestó con
prudencia a dicho Capitán que la persona a quien se dirigían era el general Don
Juan Suero, contestándo a ésta observación el capitán de que me ocupo que nada
tennía que ver conque fuera General ni con sus presillas, añadiendo otras que
omito que ultrajaron de la manera más indecorosa la dignidad del Gefe a quien
se dirigían, tanto como tal como menospreciándolo como hombre hasta llegar el
caso de desafiarme en tal virtud lo puse todo en conocimiento del Sor. Brigadier
D. Manuel Buceta el que amonestó al dicho Don Manuel Santarromana é ignoro
la providencia subcesiva que haya tomado.
Esto E.S. me es demasiado doloroso ponerlo en conocimiento de V.S. más como
quiera que se encuentra mancillada de ésta manera la dignidad del Gefe que suscribe
en presencia de muchos oficiales me veo en el caso de obrar así para que V.S. en vista
de las razones alegadas providencie lo que considere de justicia.
Dios gue. a V.E. ms.as.
485
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Puerto Plata,
1 de marzo de 1863.
Exmo Sor.
/firmado/ Juan Suero
Escmo, Sor. Capitán General de ésta Isla
/al margen dice: / que se ha visto con sentimiento la ocurrencia de que se dá
cuenta que está dispuesto a no tolerar desmanes y mucho menos de la naturaleza del
que se hace mérito, entre un inferior con el superior y que como castigo de tal falta
se le imponen 15 días de Castillo37 al Capitán Santarromana que les debe sufrir en
el fuerte de Santiago a la orden al General Santana y los conocimientos necesarios.
/rúbrica/
Según minuta
«Quince días de Castillo», en este caso, significa quince días de arresto a cumplir en el fuerte San
Luís, de Santiago de los Caballeros. Este incidente, aparentemente menor, reflejaba la existencia de
tensiones subterráneas entre los oficiales del Ejército español y los de las Reservas Dominicanas, a
quiénes menospreciaban y de los que desconfiaban, entre otras razones, porque una parte de ellos
había alzado el pabellón dominicano en los recientes sucesos y porque eran de razas consideradas
«inferiores». Sobre este suelo germinó la participación en la Guerra de la Restauración de numerosos
miembros de las Reservas Dominicanas, formando parte del bando independentista y explica también
la participación en la Guerra de Independencia de Cuba, que estallaría el 10 de octubre de 1868, de
oficiales de dicho cuerpo, que había sido evacuados junto a las tropas españolas y que habían sido
fieles a la Corona hasta el final, entre los mambíses cubanos, como fue el caso paradigmático de
Modesto Díaz, Máximo Gómez y los hermanos Marcano, entre otros.
37
486
A.G.I. CUBA 1004B
Al Comandante Militar de Puerto Plata
21 de marzo de 1863.
He visto con el mayor desagrado que el Capitán de Infantería Don Manuel Santarromana, faltando abiertamente al espíritu y letras de las ordenanzas se ha dirigido a
V. S. en términos impropios de un Oficial, menospreciando su autoridad.
Dispuesto como estoy a no tolerar desmanes de ningún género entre los Oficiales
del Ejército y mucho menos de la naturaleza del que V.S. hace mérito de un inferior
contra un superior, doy con ésta fecha la orden conveniente al E.S. teniente General
Don Pedro Santana para que el espresado capitán Santarromana que tan mal ha comprendido sus deveres, se impongan en castigo a su falta 15 días de Castillo que deverá
sufrirlos en el Fuerte de San Luís en Santiago de los Caballeros. Lo digo a V.S. para
su conocimiento y satisfacción.
Dios […]
Fecho
487
A.G.I. CUBA 1004B
Ecmo. Sor.
Por el Comandante de la Fragata Petronila que en la tarde del día de hoy ha sondeado en éste Puerto, he recibido la respetable comunicación de V.E. de fecha 27
del mes anterior y como el estado de tranquilidad en que se halla Puerto Plata, y la
derrota de los rebolucionarios, hacen innecesaria la presencia del espresado buque
en éstos inseguros fondeaderos, he creído deber, sin perjuicio del servicio, prevenirle
que regrese a Samaná.
Combencido de que la ecsistencia de material de Artillería en puntos que carecen de seguridad es un aliciente que estimula a los ambiciosos a la revolución,
porque sin gastos ni dificultades cuentan con elementos indispensables para el
buen éxito de sus planes, con objeto de privarlos en lo sucesivo de recursos tan
seductores, he dispuesto que la Artillería inútil que se hallaba en éste punto sea
completamente destruída y que la útil y las municiones sean trasladadas a Puerto
Plata.
Con igual objeto he ordenado que sean recogidas cuantas armas en poder de los
habitantes del País, confiado en que V.E. por consideración de las razones espuestas
se servirá dar su superior aprobación a mi disposición.
Todas las personas que han dado pruevas de adhesión en nuestro país se hallan
conformes en que los reboltosos contaban con muchos elementos en el país y que
por incapacidad de los que la dirigen puede darse por terminada.
Una llubia que sin cesar ha estado y está cayendo desde las oraciones del día anterior me ha impedido marchar a Guayubín en cuyo el punto si el tiempo ó nuevas
noticias no lo impiden permaneceré en la noche de mañana y desde él tendré el
honor de comunicar a V.E. noticias más recientes
Dios gue. a V.E/ ms.as
Monte Cristi, 5 de marzo de 1863.
488
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Exmo. Sor.
El Brigadier de Infantería
/firmado/
Manuel Buceta Escmo. Sr. Capitán General de la Isla de Santo Domingo /al margen/ Decreto de éste oficio.- Contéstese enterado que aprueba S. E. su conducta
sobre los estremos que indica-D.0 de S.E. /hay una rúbrica/
489
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Escmo. Señor
El Señor Gobernador de esta Provincia D. José Hungría me dice desde Sabaneta
con fecha 6 del actual lo que sigue::
Contra lo que esperaba sucediese en éste Poblado los rebeldes han intentado
resistir otra vez a las tropas de la Reina pero media hora ha bastado para embolverlos, desalojarlos a la bayoneta, cogerles las banderas y algunas armas, proviciones y
municiones con toda la correspondencia causándoles tres muertos y un prisionero.
Este nuevo triunfo no se ha conseguido sin embargo sin tener que lamentar por
nuestra parte un individuo de tropa muerto y once heridos de gravedad entre ellos
un Oficial
Este número de heridos con una carencia de medios de trasporte mácsime con
las actuales llubias, y el no poder dejar este pueblo abandonado hasta que regresen
los habitantes que parece se han retirado huyendo a lugares distantes por haberles
hecho creer que los Españoles venían degollando me ponen en la necesidad de permanecer en ésta algunos días hasta hacerlos venir a ocupar sus casas.
Lo que participo a V. para su satisfacción y la de todos los buenos españoles de la
provincia sirviéndose trasladar ésta comunicación a los Gobernadores de La Vega y
Puerto Plata.
Lo que tengo la satisfacción de trasladar a V.E. para la suya y honra del Ejército
Español, rogando a V.E. tenga la dignación de elevarlo al superior conocimiento de
nuestra Soberana Reyna.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santiago, 7 de marzo de 1863.
Exmo. Señor
El General Gobernador interino
/firmado/ A. Michel
Ecmo. Señor Capitán General de ésta Isla
/al margen dice: / Contéstese enterado /hay una rúbrica/
490
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Político y Militar de Santiago
Exmo. Sor.
En éste momento que son las cuatro y media de la tarde acabo de recibir del Comandante Militar de San José de las Matas la comunicación siguiente:
En vista de haber recibido un escrito de la frontera y creyéndome alguna fracción
que haiga en aquel lugar no he querido abrirlo, solo remitirlo a V por mi escribiente
que es persona de mi confianza para que sea quien tome conocimiento de él y determinar lo que juegue combeniente.
Cuyo documento dice asís:
Dios Patria- Libertad- República Dominicana.- Señor General.- A nombre de
la Conjunta General de línea.- Me cubre el honor de participarle como director
(interinamente) indirectamente y recomendar por el General Lucas de Peña a
la nueva revendición de nuestro pavellón Dominicano y nuestra libertad individual hemos tenido la gloria de enarbolar nuestro pabellón hoy día de la fecha
a las seis de la mañana, por lo que esperamos en su reconocido patriotismo que
al recibo de la presente lo efectúe V. en ése pueblo igual como nosotros.- Tan
pronto como reciba alguna disposición de nuestro Gefe inmediato, pediré mi
conocimiento (sic).
Y a fin de que V. E. se entere del contenido del escrito a que se refiere el anterior
lo copié del original.
En vista de todo, he tomado las medidas conducentes al mejor éxito del asunto, habiendo pasado aviso a los Generales Gobernadores de La Vega y Puerto Plata,
como igualmente al Gobernador en propiedad de ésta que se halla en marcha como
he participado a V.E. para Guayubín.
En ésta, continúa inalterable la tranquilidad pública.
Es cuánto puedo informar a V.E. referente al particular de cualquiera nobedad
tendré el honor de avisar a V. E.
Dios gue. a V.E. ms.as.
491
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Santiago, 22 de febrero de 1363.
Exmo. Sor.,
El Gobernador Militar interino
/firmado/ A. Michel
Escmo. Sor. Capitán General de ésta Isla
/al margen/
Resuelto según minuta adjunta.- Comuniqúese al Gobr. Sup. Civil dando conocimiento de las fuerzas que se han embarcado en el Trasporte y del Gefe que ha de
mandarlas poniéndose de acuerdo con los Gobernadores de Santiago y La Vega.
Dése también conocimiento al Subintendente é Intendente General /Hay una
rúbrica/
492
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia Militar de Puerto Plata
No. 100
Exmo. Sor.
Como continuación a la comunicación que tuve la honra de dirigir a V.E. en 22
del actual, tengo el honor de acompañar a V.E. copia de todos los partes y comunicaciones recibidos en ésta Comandancia de mi mando desde principio de los acontecimientos políticos porque atrabiesa ésta Provincia.
En consecuencia de lo que manifiestan los documentos marcados con el No. 1,2
y 3 providencié lo oportuno a fin de que los Inspectores y comisionados de ésta Jurisdicción redoblasen su vigilancia poniendo espías que observasen el movimiento
de los rebolucionarios, ordenándoles me dieran cuenta de cuanto notaren. Tanto
por éstos partes como por lo que aclara la copia No. 4, mandé fortaleser el Castillo
de ésta Ciudad y establecí las patruyas convenientes, dando instrucciones a la policía
para que vijliasen de cerca a aquellas personas que se tildan como enemigos ocultos
de la situación.
En cumplimiento a lo que se parta (sic) en la orden copiada con el No.5 dispuse
saliese inmediatamente de ésta plaza el Teniente de Artillería Don Salvador Changura con los 10 individuos de tropa que en la misma se piden.
Según verá V.E. por el atestado marcado con el No 6 se corroboran y dan carácter
de grabedad a las noticias mencionadas hasta la fecha en su virtud mandé se reforzara la vigilancia y espiamiento de ésta ciudad y Jurisdicción ordenando se pusieran
guardias en las trochas y veredas que más pueden ser seguras para sostenimiento en
el orden en el país.
Procedí al cumplimiento de lo mandado en el oficio No, 7 poniendo en juego
todas las medidas convenientes al logro de lo que se deseava, puesto que el Coronel
Salcedo era una de las personas de conducta más sospechosa la cual se encontraba a
493
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
la sazón en ésta población, vijilada muy desde cerca. Dicho Salcedo, considerándose
a sí mismo culpable y sin saber por qué incidente, desapareció de ésta población, haciéndose con éste hecho reo. Llegado a mi noticia éste incidente dispuse su captura
por la Jurisdicción, lo que tubo efecto a las 3 de la madrugada a legua y media en el
sitio llamado Voca de San Marcos. Dicho sugeto huía en unión de Wenceslao Alvarez
no menos sospechoso que él por sus antecedentes politicos, ambos en un caballo
prestado quedando ambos presos é incomunicados bajo la mayor seguridad.
Consecuente a lo que narran las copias de las comunicaciones marcadas 8,9 y 10
preceptué a todos los Inspectores, Comunicados y Gefes Militares, tanto de reserva
como del activo egército, que los primeros tubiesen sus compañías y Batallones provinciales listos para responder a toda eventualidad, y en los mismos términos ordené
estubiese toda la guarnición en activo.
También quedaba en éste día organizado en ésta plaza un cuerpo de fuerza compuesto de los colonos Españoles y demás personas de la misma nación adictas a nuestra causa, sin que por ésto se les distraiga a ningúno de éstos ni aquellos ciudadanos
pacíficos de sus tareas ordinarias.
También verá V.E. por lo que se desprende de la comunicación N°. 10 que se
encontraba en marcha para Santiago un Oficial con una partida que conduse presos
y caudales pertenecientes al Batallón de San Marcial y Real Hacienda; en su consecuencia quedan tomadas las medidas oportunas para el resguardo de lo referido por
si acaso en la atrabesía (sic) (hasta ahora franca) se encuentra algún impedimento.
En copia también remito V. E. un pasaporte que ha llegado a éste Gobierno, firmado como V.E. verá por el Jefe de la revolución y espedido a favor de un pacífico
ciudadano que se retirava de los puntos sublevados acia ésta su vecindad.
Corren por ésta Ciudad los rumores, sin que a ésta hora se sepa nada oficial, que
el General Gobernador de la Provincia Don José Hungría se ha batido en El Hatillo
con los insurrectos.
Para la mejor organización de las fuerzas en ésta Plaza he tomado la determinación de reunir todo el armamento que en ella ecsiste, valiéndome para ello de
recoger todas que se encuentren en las casas particulares puesto que son escasas las
ecsistentes en los almacenes de Artillería, en virtud que los 659 fusiles de chispa que
allí estaban almacenados fueron inutilizados de orden del Sr. Comandante de dicho
Cuerpo Don Enrique Casapuis (?) cuya medida tomé sin dar conocimiento a mi autoridad y por consiguiente hasta éste día no he tenido noticia del mencionado hecho,
al pedir el correspondiente estado para cerciorarme de las armas con que contava
en su consecuencia por el adjunto estado que en copia acompaño, se impondrá V.E.
de las ecsistencias de dichos almacenes de éste hecho doy cuenta en esta fecha al Sr.
Gobernador de ésta Provincia.
En éste momento acaban de presentarse en ésta población el Comandante Militar
de Guallubin Don Juan José Garrido y el igual clase de Monte Cristi los cuales me
han entregado los documentos que en copia acompañé por los que V.E. se impondrá
de la situación del país. También han acudido a ésta ciudad en unión de aquellos
494
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Señores dos Subtenientes del destacamento de Guallubin con individuos de tropa
todos embarcados en la Goleta Mercante Española Matilde, su Capitán Don Gaspar
Baradán.
Al mismo tiempo he recibido un oficio del General D. José Hungría que también
en copia acompaño.
Por todas éstas consideraciones, E.S. y por el bien del buen servicio de S.M. no
puedo por menos, valido de amor a la Bandera Española, que tomarme la libertad
de hacer presente a V.E. que la situación de ésta Provincia es precaria rogando a V.E.
que tomando en consideración mi escaso valor y el conocimiento que del país tengo,
ordene si lo cree conveniente, la presentación en éstos parages del E.S. General D.
Pedro Santana con algunas fuerzas. Esto, E.S., no quita que el subordinado que tiene
la honra de dirigirse a V.E. vacile un momento en arrostrar todos los inconvenientes
por insuperables que sean en bien de nuestra Española patria esperando se sirva V.E,
perdonar mi noble franqueza como asimismo el que directamente me dirija a su
autoridad, lo cual hago convencido hasta lo intimo, que llegará la presente a V.E. en
breve tiempo y por conducto de toda confianza.
Concluyo, en fin, con esponer a V.E. que como he sabido derramar mi sangre por
la anección, también sabré agotarla por la misma causa siguiendo a muestra Reyna
Ínterin cuente con átomos de vida defendiéndola contra todos los que ataquen los
sagrados derechos de su Trono,
Ha ésta ahora (sic) no ecsiste en ésta Jurisdicción novedad.
Dios gue. a V. E. ms.as.
Puerto Plata 26 de febrero 1863 a las 2 ¼ de la tarde.
Exmo. Sor.
El General Comandante Militar
/firmado/ Juan Suero
Exmo. Sor. Capitán General de ésta Isla
/al margen/ Contéstese haber recibido éstas tres comunicaciones del mismo día
con las copias de documentos que a las mismas acompañan, quedar enterado de su
contenido y aprobando cuantas disposiciones se han dictado para evitar el que la
tranquilidad pública se alterase, esperando de su acreditado celo continuará desplegando como hasta aquí toda la actividad que exige en las actuales circunstancias en
el importante punto que ocupa con las fuerzas que deben haver desembarcado en
Monte Cristy a las órdenes del Brigadier Buceta, las que se hallan en marcha para
Santiago con los Generales Santana y Vargas y las del país que el primero de éstos generales está autoridad para movilizar, bastarán sin duda para sofocar completamente
la rebolucion que ha recibido el primer golpe en Santiago en la noche del 24 al 25
logrando el que se retiraran a sus casas ó huyeran todos los rebeldes que se hallaban
en sus inmediaciones.
495
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Que se halle dispuesto para recibir los batallones y escuadrón de caballería que
deben desembarcar en breve en aquel punto procedentes de La Habana y Puerto
Rico, y cuyos refuerzos serán más que suficientes para asegurar completamente el
orden en toda la Provincia sin el cual no puede haber bienestar ni prosperidad en
los pueblos.
Fecho /rúbrica/ 6 marzo.- Hágase mérito de los partes recibidos en el día de hoy
Fecho/Hay una rúbrica/
496
A.G.I. CUBA 1004B
COMANDANCIA MILITAR DE PUERTO PLATA
Ecmo. Sor.
El Comandante Militar de Altamira con fecha de hoy me dice lo que sigue:
A las 9 y ¾ ha llegado Pascual Montan y al recibo del oficio de V.S. inmediatamente tiré tres trabucazos a fin de reunir las fuerzas posibles en
ésta poco momentos antes acaba de marcharse un espreso que habia
mandado el General Gómez a encontrar a los hijos los cuales heran
los que casualmente llevavan, según me dice el abentajado en suma de
$900,00 fuertes este espreso declara que es cierto que la bandera Dominicana está puesta y que por todos ésos lugares de Quinigua, Palmar y
demás están todos los caminos cubiertos de guardias de día y que por la
noche abanzaban contra la Tropa Española que está aposecionada en el
Fuerte. Por tanto he determinado que en lugar de seguir, he dispuesto
que vuelvan los caudales para atrás. El General Hungría me dice que
según ha sabido están en Guallacán, quien creo que son toda la fuerza,
está allí paralizado.
Yo creo que si ha tenido efecto la cojida del Fuerte anoche marcharán
sobre nosotros entretanto tengo pocos fuciles no alcansan a más de cuarenta vuenos y malos, más después daré cuenta a V.E. de las fuerzas que
reuna. Hasta la fecha que son las 12 ¼ no ha parecido el Sr. Subteniente
que V.S. me dice con los caudales. El abentajado está dispuesto a volberse pues sabe las noticias. Ahora escribo al Capitán de Río Grande daré
después conocimiento a V.S. de las fuerzas que reuna.
Todo lo que con el mayor sentimiento traslado a V.E. en el concepto que habiendo ya mandado a V.E. un pliego interesante por tierra y estándo todas las vías
interceptadas, he dispuesto con toda prisa volber el referido correo y al efecto in497
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
cluyo a V.E. éste oficio en unión de aquel pliego habiendo acordado por las autoridades de ésta Ciudad con quien obro de acuerdo remitir por mar a Samaná éste
pliego con oficio al Sor. Brigadier Don Manuel Buceta para que inmediatamente le
dé curso asia V.E.
Los caudales a que se refiere el anterior inserto se ha ordenado vuelvan a éste
punto.
Esta ciudad a ésta hora sigue sin novedad y están tomadas todas las medidas de
seguridad.
Dios gue. a V.E. ms. as.
Puerto Plata 26 de febrero 1863 a las seis de la tarde.
Escmo. Sor.
El O.C.M.
/firmado/ Juan Suero
Ecsmo. Sor. Capitán General de ésta Isla
498
A.G.I. CUBA 1004B
Comandancia Militar de Puerto Plata
Ecmo. Sor.
Como continuación a mi oficio de ésta fecha debo decir a V.E. que un cuarto de
hora después de haber serrado el ultimo pliego han llegado a ésta Ciudad el oficial
con la partida que conducía caudales a Santiago como asimismo el aventajado que se
encontraba en marcha con igual fin sin cuales halla ocurrido novedad.
Más estas personas me han manifestado ser veras la sublevación de Santiago diciéndose a su vez habían muerto en la rellerta un individuo de tropa peninsular y dos
de los del país.
Estas noticias no son oficiales pero no obstante las creo porque las ha corroborado uno de los hijos del General Gómez de la Caballería de Santiago que mando
al encuentro hasta Altamira a darle noticia a dos hermanos que se dirigían a dicha
Ciudad con el fin de que se volvieran atrás.
Dios gue. a V.E. ms.as.
Puerto Plata, 26 de febrero de 1863 a las 10 de la noche.
El G. C. M
Excmo. Sor.
/firmado/ Juan Suero
Exmo. Sor. Capitán General de ésta Isla.
499
A.G.I. CUBA 1004B
Cuerpo
de
E.M. del Ejercito
sección de la provincia
Española de Sto. Domingo
No. 50
Dando cuenta de los partes recibidos del Teatro de los sucesos con posterioridad
a la acción de Sabaneta y de la completa pacificación del país.
Exmo. Sor.
Los partes oficiales recibidos con posterioridad á cuanto he manifestado a V.E.
dan por terminada la pacificación de la provincia de Santiago.
Según aquellos, la Columna del General Hungría en convinación con la del Señor Brigadier Buceta, salió de Sabaneta el 10 del actual en persecución de los restos
rebeldes habiendo acampado en el punto denominado Chacuey y continuando la
marcha el llegó a Dajavon donde se recibieron noticias de que los insurrectos en número de unos 300 y hasta 800, incluyendo ancianos, mugeres y niños de sus familias,
se hallaban reunidos en Capotillo inmediato a la frontera de Haití.
Estas gentes dominadas por el pánico que se difundió entre las familias en la
absurda creencia de que las tropas iban degollando a los hombres y prendiendo a
las mugeres y niños para llevarlos a vender a los puertos como esclavos, y rechazados
del territorio Haytiano donde les fué negado el asilo que habían solicitado, intentaron defenderse en la posición elegida que habían fortificado con árboles cortados al
efecto.
Comprendiendo las desgracias que podía ocasionar un ataque a una posición en
que se hallaban agrupadas numerosas personas indefensas y puestos de acuerdo los
espresados Señores General Hungría y Brigadier Buceta, intimaron la rendición de
aquellas gentes, a fin de que los que habían acudido a las señales de alarma establecidas en la antigua república sin haber tomado una parte activa en los desórdenes, se
retiraran a sus hogares con las familias que les acompañaban y que los cabecillas se sometiesen para esperar el fallo de la Ley. Casi al mismo tiempo pasaron a conferenciar
500
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
con el Gefe de la Frontera Haitiana, quien manifestó traía las órdenes más precisas
del Presidente Geffrard de no permitir asilo a los rebeldes ni tener comunicación
alguna con ellos esmerándose en mantener las buenas relaciones que sostienen con
el Gobierno Español.
Al regreso de los mensageros que se habían enviado a los fugitivos, se supo que
pocas horas después de haber diseminado su comisión se dispersaron los Cabecillas
en diferentes direcciones, y que los demás individuos, aceptando el perdón ofrecido,
regresaban a sus hogares presentando en su marcha los ancianos, mugeres y niños,
un cuadro verdaderamente desconsolador.
No habiendo ya enemigos que combatir y a fin de no cansar inútilmente a la tropa que se hallaba ya muy fatigada por las penalidades sufridas a consecuencia de la
rápida y variada dirección de las marchas y por la falta de recursos de todo género, regresaron a Sabaneta para racionarlas, disponiendo entre otras cosas que el Teniente
Coronel de las Reservas Don Nicolás Gerónimo, con una pequeña columna de gente
del país, se ocupara en perseguir alguno de los principales culpables que vagaban por
aquellas agrestes soledades, entre los cuales parece se encuentran los presos que se
fugaron de la Cárcel de Santiago y de que ya tiene V.E. conocimiento que se dejara
una corta guarnición en el pueblo, y que se recogieran las armas y se estableciera
una pequeña enfermería para los heridos y enfermos dándose así por terminada la
completa pacificación del país,
Las noticias confidenciales que se han adquirido dan a conocer las direcciones
que han tomado en su fuga algunos de los Cabecillas pero no puede responderse
de su exactitud por cuya razón me abstengo de molestar la atención de V E. sobre el
particular.
El E.S. Teniente General Don Pedro Santana, Comandante General en Gefe de
las Provincias del Cibao se encontraba en Guayubín con el E.S. 2o. Cabo de ésta Isla
Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas y las fuerzas que salieron de ésta Capital.
Todo lo que tengo el honor de manifestar a V.E. para su conocimiento y en cumplimiento de mi deber,
Dios gue. a V.E. ms.as.
Santo Domingo, 19 de marzo de 1863.
Exmo. Sor.
El Teniente Coronel graduado Comandante Gefe interino de E.M.
/no hay firma/
Emo. Sor. Director General del Cuerpo de E M. del Egército. Madrid /al margen
dice: / Rehecho
501
A.G.I. CUBA 1004B
E.S. Director General del Cuerpo de E.M. del Egército 18 de marzo de 1863
Ecmo. Señor
Posteriormente a la fecha en que me encargué interinamente del Estado Mayor
de ésta Capitanía General, se han recibido noticias detalladas del teatro de los sucesos en las cuales se manifiesta que al aprocsimarse a Guayubín en la mañana del dos
(?) del actual el General Hungría con las tropas que llevaba a sus órdenes creyeron
sin duda los rebeldes que aquella posición no les ofrecía bastante seguridad y se
trasladaron a la ventajosa del fuerte denominado del Mangá sobre la orilla, izquierda
del Yaque dominando el vado y la barca que retiraron después de llevarse las cuatro
piezas de bronce y una de hierro que había, y de las cuales se les cayó una al río
Al llegar la columna sobre la población fué recibida por disparos de Artillería
y fusilería que no causaron daño alguno a nuestros soldados e inmediatamente se
emprendió la operación del paso del Río, bajo la protección de una mitad de la compañía de Cazadores del Batallón de San Marcial, quedando otra del 2o. Batallón de
la Corona, de sostén en el pueblo.
El citado General Hungría se lanzó el primero al río y al grito de «Viva la Reyna»
lo verificaron sin desorden y con el agua al pecho los Gefes, Oficiales y Tropa bajo un
fuego nutrido, pero sin pérdida alguna.
Reorganizadas las fuerzas al otro lado del Yaque se emprendió el ataque de la
posición, cayendo sucesivamente en nuestro poder las cuatro piezas de Artillería, en
una continua carga a la bayoneta, despreciando los tiros de metralla y fusilería que
hacían a muy corta distancia a nuestros soldados.
Dichas piezas fueron tomadas sólo por una guerrilla del 2o. Batallón de la Corona
que iba por la derecha del estrecho frente que ofrecían las posiciones del enemigo y
por Oficiales y soldados sueltos que se adelantaron por las dificultades del terreno, a
la guerrilla de la izquierda que era de San Marcial.
Tomada la última pieza, se dispersaron los insurrectos en todas direcciones internándose en los bosques, cuya espesura y lo fatigados que se encontraban las fuerzas,
dificultaron la persecución de los enemigos que en su mayor parte huyeron hacia
502
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Sabaneta último baluarte de sus impotentes maquinaciones quedando nuestros soldados dueños de la posicion, de las piezas, armas, municiones, víveres y por último de
una bandera republicana que tenían enarbolada, las pérdidas por nuestra parte han
sido un Capitán y nueve individuos de tropa heridos algunos de ellos de gravedad,
el enemigo ha dejado en el campo varios muertos y heridos, no pudiendo fijarse su
número porque la espesura de los bosques ha impedido practicar un reconocimiento
detenido.
Los Gefes, Oficiales y tropa han llenado su puesto y rivalizado en el desprecio de
toda clase de riesgos.
En la madrugada del día siguiente tres, salió para Monte Cristi con dos Compañías el 2º Comandante de la Corona D. Juan Campillo, los rebeldes que se hallaban
en el espresado punto, sabedores del triunfo que acababan de alcanzar nuestras tropas, a la aprocsimación de dichas fuerzas enarbolaron el pabellón Nacional saludándolo con veinte y un cañonazos.
Al anochecer del día siguiente desembarcó en dicho punto el Brigadier Buceta
con las fuerzas de su mando y aquella misma noche regresó con las suyas a Guayubín
el citado Comandante Campillo disponiéndose a seguirle de inmediato el espresado
Brigadier.
EI Comandante Militar de San José de las Matas General de las Reservas Don
Dionisio Mieses al saber el dos del actual que los insurrectos de Sabaneta al mando
del Gobernador Don Antonio Batista se aproximaban a aquella población con el
malvado objeto de obligarla a pronunciarse y levantar la bandera de la estinguida
República Dominicana dispuso salirles al encuentro con la fuerza de las Reservas que
pudo disponer y una parte de los habitantes armados.
Al presentarse los rebeldes a su vista en el sitio llamado Del Peñón a media legua
de la Ciudad, les hicieron fuego, atacaron y obligaron a retirarse precipitadamente
hacia el punto de su partida.
Al día siguiente mandó el espresado Comandante Militar parte de la espresada
fuerza que había movilizado a Mao, límite de aquella población con la de Sabaneta.
En la mañana del cinco el General Hungría con las dos Compañías de la Corona que le quedaban y los diez y ocho Caballos del Escuadrón de Santo Domingo,
emprendió la marcha para Sabaneta dejando en Guayubín la columna de Campillo
que había llegado antes de su salida. Las precauciones con que necesitaban avanzar
aquellas cortas fuerzas y la lluvia fuerte y continuada que sufrieron todo el día les
impidieron llegar hasta las cinco de la tarde a la vista del enemigo, que hallándose posesionado del pueblo, rompió el fuego desde luego contra nuestras valientes tropas,
pero media hora de combates les bastó para envolverlo y desalojarlo a la bayoneta,
obligándolo a declararse en precipitada fuga por los barrancos contiguos a las casas
de la población, no sin haberles causado tres muertos, varios heridos y prisioneros,
dejando en poder de nuestras tropas una bandera, armas, provisiones, municiones
y correspondencia; por nuestra parte ha habido que lamentar sin embargo un solo
muerto y once heridos, entre ellos un oficial.
503
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
El 6 del actual pernoctó el Brigadier Buceta con la columna de su mando en Guayubín y al siguiente marchó a Sabaneta para ponerse de acuerdo con el General Hungría. Los restos de los sublevados vagan según las últimas noticias por las Sierras del
Sudoeste de éste último punto, inmediatos a la frontera y cuya completa dispersión
será el resultado del movimiento convinado que los referidos Gefes con sus fuerzas
respectivas han debido emprender el 10 del actual hacia el punto conocido por los
Arroyos sobre la frontera Haytiana.
Lo que tengo el honor de manifestar a V.E. en cumplimiento de mi deber
Dios etc.
Fecho
Estracto.-Dando cuenta de los sucesos ocurridos en la Provincia de Santiago de
los Caballeros y de la completa derrota de los rebeldes
504
A.G.I. CUBA 1004B
3a. Sección E. M. No. 650 Copiado
Al E.S. Ministro de la Guerra en 19 de febrero de 1863.
E. S.
En la madrugada del 9 del actual un grupo de 30 ó 40 hombres, sorprendieron
en su casa al Comandante Militar de Neyba en la Provincia de Azua y habiéndole
constituido en prisión, después de haber disparado algunos tiros en señal de alarma se pronunciaron los revoltosos en abierta rebelión proclamando la República y
animando los Cabecillas a sus compañeros diciéndoles eran protegidos por los Haytianos que vendrían con tropas a socorrerlos, pero a las pocas horas se restableció la
tranquilidad, merced a la eficacia con que los vecinos honrados de la Población en
unión del citado Comandante Militar consiguieron sofocar el desorden y verificar la
aprehensión del principal Cabecilla llamado Cayetano Velázquez.
EI Gobernador militar de la Provincia, tan luego tuvo conocimiento del hecho
marchó en dirección a Neyba a la cabeza de algunos Dragones y de una parte de las
estinguidas milicias de Caballería del país que inmediatamente se reunieron y movilizaron de orden de la espresada autoridad por mi parte dispuse oportunamente la
salida de una Compañía del Batallón de Vitoria acantonado en Baní y de un Oficial
con diez caballos del Escuadrón de Santo Domingo, por considerar ésta fuerza suficiente para el completo restablecimiento del orden y con el fin de que los ciudadanos
movilizados pudieran volver tranquilos al seno de sus familias.
El Alcalde mayor de la Provincia se dirigió al mismo al lugar de la ocurrencia con
objeto de instruir las primeras diligencias, pero siendo éste hecho de la competencia esclusiva de mi autoridad he dispuesto que por un Fiscal Militar se proceda a la
formación de la correspondiente sumaria de cuyo resultado daré a V. E. oportuno
conocimiento.
Este desagradable suceso que ha alterado por algunas horas la tranquilidad pública de la Provincia de Azua, aunque no pasa de ser un hecho aislado y de poca importancia, viene no obstante a corroborar cuanto he tenido el honor de manifestar
a V.E. en otras ocasiones de que los enemigos del orden que se agitan más ó menos
por todas las Provincias de la Isla, procuran por todos los medios posibles estraviar
505
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
el espíritu del país para conducirlo a la anarquía y sostener en continua alarma a los
habitantes pacificos lo que demuestra la imprescindible necesidad de sostener un
Egército proporcionado a su importancia y capaz de poderse bastar a sí mismo para
hacer frente a las eventualidades que puedan ocurrir.
Tengo sin embargo la satisfacción de manifestar a V.E. que según los ulteriores
partes recibidos, la tranquilidad pública en dicha Provincia estaba completamente
asegurada, habiendo sido aprehendidos cuatro de los revoltosos y que tanto el Gobernador Militar de la misma como el Comandante Militar de Neyva y vecinos leales,
que han acudido con las armas en la mano al primer llamamiento de la Autoridad
dando sinceras pruebas de lealtad y de adesión al Trono de S, M la Reina (Q.D.G.) se
han hecho acreedores a su Real munificencia.
En los demás puntos de la Isla no hay síntomas de que se turbe por ahora la tranquildad habiéndose calmado notablemente el estado de agitación de las Provincias
del Cibao.
El estado sanitario de las tropas es bastante satisfactorio pues han desaparecido
completamente los casos de fiebre amarilla que se habían presentado en Moca, provincia de La Vega.
Dios Ecmo. Señor
Estracto.- Se participa los desórdenes ocurridos en la Provincia de Azua y los medios adoptados para su represión.
Fecho
/MINUTA/
506
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Azua
Escmo. Señor
Aunque en mi oficio fechado ayer en Azua le manifestaba mi salida para Neyba y
que sólamente me acompañaban seis ú ocho Dragones y algunos Oficiales, enseguida
que partí se me unieron varios otros más que con tal motivo salieron habiéndoseme
unido también todo el Escuadrón de Caballería de San Juan en cumplimiento de las
órdenes que huve comunicado al Comandante Militar de aquel punto, de éste modo
verifiqué mi entrada en éste pueblo en éste instante que serán las tres y media de la
tarde.
Según informes del Sr. Comandante Militar de éste lugar, el nueve del actual a
cosa de las 4 de la mañana un grupo de treinta ó cuarenta hombres se presentaron a
la Comandancia adueñándose de las municiones y fusiles, constituyéndole en arresto
disparando los tres cañonazos de alarma y proclamando la República Dominicana
unos y los cabecillas alimentando a los otros con que eran protegidos por los haitianos y que vendrían con tropas a aucsiliarlos, que como a las once de la misma mañana
pudo el dicho Comandante Militar unido ya a algunos vecinos con especialidad los
de la Sección de Barbacoa quiénes han dado por ésta vez las más sinceras pruebas
de lealtad y deferencia a S. M. la Reina Nuestra Sra. (Q.D.G) ordenar la aprehensión
del principal cabecilla nombrado Calletano Velázquez lo que dió por resultado la
completa desmoralización y evacuación de los demás, que procedió dicha autoridad
a ordenar que desde luego se tomasen los informes debidos por el Alcalde ordinario de éste punto habiendo a esta fecha 4 individuos más en segura prisión, y como
quiera que el Señor Alcalde Mayor de este Distrito me ha acompañado con objeto de
practicar las primeras diligencias por haberme hecho entender el Sr. Asesor Militar,
que también se halla en mi compañía, que a dicho funcionario correspondía, se ha
encargado desde luego de dicha operación.- Lo que tengo el honor de representar a
V. E. para su superior conocimiento y fines oportunos, en el concepto de que una vez
507
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
concluidas dichas primeras diligencias tendré el honor de remitirlas a V.E. y disponer
al mismo tiempo que todos cuantos presos se hallen en ésta Cárcel pasen a la de Azua
toda vez que presta más seguridad que ésta.
Dios gue. A V. E. ms as
Neyba, 12 de febrero de 1863.
Escmo. Señor
El General Gobernador
/firmado/ Eusebio Puello
E. S. Capitán General de ésta Isla.
/al margen dice: / Contéstese manifestándo quedar enterado y aprobando cuantas disposiciones ha adoptado, dándole las gracias por el celo y actividad que ha desplegado en dichas circunstancias y […] en nombre de su Excelencia a los comandantes Militares y vecinos de la población que abandonando a sus familiares acudieron
al primer llamamiento con las armas en la manos, dando sinceras pruebas de lealtad
y de adhesión al trono de S. M. la Reina a quien S. E. pondrá en conocimiento su
conducta.
Respecto a los gastos que haya originado la movilización de las milicias del país,
que conforme se le tiene manifestado serán abonados por la Administración de Rentas de aquella Provincia á cuyo fin se han dado las órdenes correspondientes.
/hay una rúbrica/
508
A.G.I. CUBA 1004B
Al Gobernador de Azua 16 de febrero de 1863
Por el oficio de V. S. de 12 del actual me he enterado con satisfacción de las acertadas disposiciones que tanto V. S. como el Comandante Militar de Neiva han adoptado para restablecer la tranquilidad pública amenazada en dicho punto por una turba
de descontentos enemigos del orden.
Este desagradable incidente instantáneamente sofocados por el prestigio de la
autoridad de V. S y la indignación de los ciudadanos pacíficos y honrados de la población, que abandonando sus familias, han acudido al primer llamamiento de aquella
con las armas en la mano al sostenimiento del orden público, ha venido a demostrar
de una manera evidente los sentimientos de ardiente patriotismo y adhesión al trono
de nuestra augusta Soberana, que animan a los pueblos de ésa Provincia.
Sin perjuicio de elevar éste hecho al Real conocimiento, me complazco en dar
a V. S. las gracias por el celo y actividad que ha desplegado, esperando se sirva hacerlo en mi nombre al Comte. Militar de Neiva y vecinos de ésta provincia que han
cooperado eficazmente a tan satisfactorio resultado añadiéndole que los gastos que
haya originado la movilización de las milicias del país según ya he manifestado a V. S.
anteriormente, serán abonados por la Administración de rentas de ésa Capital a cuyo
fin se han dado las órdenes correspondientes.
Dios, etc.
MINUTA
509
A.G.I. CUBA 1004B
Egército de Ultramar en Santo Domingo
Columna Espedicionaria en la Frontera
Escmo. Señor
En la tarde del día de hoy con el retraso debido a las malas condiciones del Vapor
Transporte N° 3, he desembarcado en éste punto donde se hallaba desde ayer una
columna compuesta de fuerza de los Batallones de la Corona y San Marcial mandada
por el Señor 2° Comandante del primero D. Juan López del Campillo, la cual marchará ésta noche para Guayubín y mañana seguiré yo su movimiento para reunirme
con el Señor General Hungría y si, como creo, los rebeldes se hubiesen internado
en Haytí, constituir en el mismo Guayubín la Comisión Militar que deba juzgar a los
culpables.
Puede V. E. conceptuar terminada la insurrección y agradecer a la providencia un
suceso que ha terminado sin verter sangre y que habiendo dado a conocer la impotencia de los ambiciosos, contribuirá a asegurar por mucho tiempo la paz que tanto
necesita el país para fomentar su riqueza.
Interín no reciba nuevas instrucciones de V.E. continuaré en ésta Frontera procurando, de acuerdo con el esperesado Señor General Hungría, la consolidación del
orden.
Concluyo Escelentísimo Señor, rogando a su superior autoridad, que si lo estima
conveniente se sirva autorizarme para permanecer en éste país interín los trabajos
de la Comisión Militar no hayan esclarecido la verdad de los hechos y que pueda
conocer los que son acreedores a justas recompensas y los que merezcan un ejemplar
castigo.
Dios gue a V.E. ms as
Monte Cristi, 4 de marzo de 1863.
510
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
Escmo Señor.
El Brigadier Gefe de la Comuna
/firmado/ Manuel Buceta
Escmo Sr. Capitán General de ésta Isla.
/al margen/ Que continúe en la provincia ó territorio en que se halla a las órdenes de los Generales Marqués de las Carreras y Vargas como ya se le dijo en tal fecha.
La Comisión Militar nombrada para Santiago de los Caballeros debe juzgar a los de
Guayubín y Mangá.
/rúbrica/
511
A.G.I. CUBA 1004B
12 de marzo de 1863.
Contestación al anterior
3ª E. M.
Señor Brigadier Don Manuel Buceta.
Consecuente al oficio de V. S. de 4 del actual participándome su llegada a Monte
Cristi a bordo del Vapor Transporte N° 3 he dispuesto continúe V.S. en ése territorio
a las órdenes de los Exmo. S. Sres. Generales Marqués de las Carreras y 2º Cabo. Debiendo manifestarle respecto a lo que dice V. S. acerca de la creación de una Comisión Militar en Guayubín que la que está nombrada para Santiago de los Caballeros
es la misma que debe juzgar a los culpables de los sucesos de Guayubín y Mangá
Dios etc.
Fecho
/MINUTA/
512
A.G.I. CUBA 1004B
Columna de Operaciones
sobre
Guayubín
Exmo Sor.
Esta mañana al llegar a Guayubín la Columna del Comandante Campillo emprendí la marcha para éste punto con las dos compañías de la Corona que manda el
Comandante Velasco, y la caballería creyendo no encontrar a los rebeldes en gran
número, según las noticias que tenía; y dejando las otras dos compañías en el pueblo
indicado.
Pronto comprendí que el enemigo esperaría otra vez por las señales de algunos
dispersos.
La precaución con que necesitaba avanzar y la lluvia fuerte y continuada de todo
el día me impidieron llegar antes de las cinco de la tarde.
El enemigo se hallaba en efecto guarnecido del pueblo y rompió el fuego contra la guerrilla que se aprocismaba pero media hora ha bastado para envolverlo y
desalojarlo a la bayoneta fugándose por los barrancos contiguos a las casas y cuyos
barrancos no me permitían guardar lo reducido de mis fuerzas, iguales cuando más,
a las que parecía haber en el pueblo por habérseles reunido algunas de los dispersos
de Mangá.
El enemigo ha dejado en nuestro poder una bandera de la República Dominicana, tres muertos, un prisionero y algunas armas, provisiones, municiones y correspondencia.
La población estaba completamente abandonada por los habitantes.
Este nuevo triunfo de las armas de la Reyna, que ha restablecido el Pabellón de
Castilla en los tres pueblos sublevados, nos ha costado un soldado muerto y onze heridos, entre los cuales hay un oficial.
En Guayubín he hecho publicar la Ley Marcial y nombrado Fiscal y secretario
para la Comisión Militar. Lo mismo efectuaré en éste punto haciendo que regresen
pacíficos a sus casas, los vecinos.
Dios gue. a V.E. ms. as.
513
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Cuartel General en Sabaneta a 5 de marzo de 1863.
Exmo Señor
/firmado/ José Hungría.
/no hay dirección/
/al margen dice: /Dése parte al Gobierno y conocimiento a los Capitanes Generales de Puerto Rico y Cuba y contéstese.
/rubrica/
514
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Ecmo. Señor
El Comandante Militar de las Matas en comunicación con fecha 9 del actual me
dice lo siguiente:
Habiendo sabido el 2 de los corrientes a las doce del día que los insurrectos de Sabaneta al mando del General Antonio Batista se aprocsimaban a ésta pacífica y leal población, con el malvado inicuo objeto de
forzarla a levantar bandera de la abolida República Dominicana y envolvernos en su tan criminal y negra tacha y que estaban ya a la distancia de
legua y media de este lugar, dispuse que alguna parte de los habitantes
de la Común saliesen a su encuentro para contrarrestarlos.
Efectivamente se colocaron éstos en el lugar nombrado El Peñón como
media legua de éste pueblo y a las cuatro de la tarde del citado día se
presentaron los rebeldes a su vista, instando repetidas veces que querían
hablar ya conmigo ya con otros, pero como se les hizo entender que no
se quería comunicación y que para logar su sedicioso proyecto era necesario pasar sobre nuestros cadáveres, se les hizo fuego en consecuencia
y muy pronto se retiraron tomando precipitada y vergonzosamente la
fuga para Sabaneta, el 3 mandé la misma tropa a fijarse en Maó, que es
el límite que divide ésta población con la de Sabaneta en donde ha permanecido hasta hoy según las órdenes de V. S. en su honroso oficio del
6 del corriente despachándolos a sus hogares y dejándolos solamente
cuarenta hombres para poner la población al abrigo de andar vagando
por la sierra.
No puedo por menos que comunicar a V. E. que la honradez, valor y fidelidad que en todos tiempo ha caracterizado ésta población lo han patentizado en ésta vez de una manera inequívoca en la espedición del Teniente
515
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Coronel Don Ramón Escona ha desplegado en su encargo una actividad
y valor ayudado por el Comandante Inspector Don José María Chico, D.
Juan Enemesio Greña, Don José Felipe Peralta, Ayudante de Guardia
Nacional, Don José Ramón Ureña, Don Ramón Guzman y Don Lino
Rodríguez y en la Comandancia antes y después de salir las tropas han
manifestado ostensiblemente y con prontos servicios su decidido entusiasmo al Señor Alcalde Ordinario D. Andrés Infante Pichardo, regidor D. Juan Bautista Rodríguez, el Tente, Cr. D. Manuel Peralta y
Espinosa que con su influjo y posición política ha sabido animarlos al
cumplimiento de tan sagrada obligación y ayudarme con sus acertados
consejos.
Acompaño a V. E. copia de la pequeña alocución que dirigí a los habitantes al despedirlos para su casa.
Lo que, con inclusión de la copia de la alocución del Comandante Militar de Las
Matas traslado a V. E. por si tiene la disposición de elevarlo a conocimiento de S. M.
la Reyna, nuestra Señora
Dios gue a V. E. ms. as.
Santiago, 10 de marzo de 1863.
Escmo. Señor
El Comandante Gobr interino
/firmado/ A. Michel
Escmo. Señor Capitán General de ésta isla.
/al margen dice: / 3ª Sección.- 17 marzo.- Contéstese quedar enterado y que dé
las gracias en nombre de S. M. al Comandante Militar, Gefes y Oficiales de las Reservas y leales habitantes de San José de las Matas por los servicios que han prestado a la
causa del orden y del Trono de nuestra augusta soberana a cuyo Real conocimiento
se ha elevado su conducta.
/rúbrica/
516
A.G.I. CUBA 1004B
D. Dionisio Mieses General de Brigada de las Reservas Provinciales de ésta provincia y Comandante de Armas de San José de las Matas.
A los habitantes de ella.
Pacíficos y honrados habitantes que siguiendo el ejemplo de vuestros antecesores
habéis conservado siempre el orden y tranquilidad en vuestro pueblo y que ahora
más que nunca habéis volado a tomar las armas contra los que faltando a la fidelidad
sumisión y respeto a nuestro Gobierno desconociendo las innumerables bondades
con que se ha dignado favorecernos nuestra Augusta Reyna Doña Isabel 2ª. (Q. D.
G), han levantado no tan solo el grito de la rebelión en los puntos inmediatos, más
pretendiendo forzarlos a secundarlos.
Grande es nuestra satisfacción al poder presentar dignamente a nuestro Gobierno vuestra fidelidad, valor y patriotismo. Contad pues que así como no dejará de darse el merecido castigo a los culpables, tampoco se olvidará la buena opinión que tan
orgullosamente habéis sabido sostener y conservar. Deponed las armas y entregaos a
vuestros trabajos domésticos, pues las sabias medidas de nuestro Gobierno han hecho
volver la paz y tranquilidad a esta Provincia. Cuento y os encargo que continuéis siempre con los mismos sentimientos que tan honrosamente habéis sostenido hasta aquí.
San José de las Matas 9 de marzo de 1863.- El Comandante de Armas.- Dionisio
Mieses.- Es copia.- Santiago 10 de marzo de 1863.
El general Gobernador interino
/firmado / A. Michel
517
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Ecsmo. Señor
El Señor Brigadier Don Manuel Buceta Comandante General de la Provincia del
Cibao me dice con fecha de hayer lo siguiente.- El mando de V.S. como Comandante General de la provincia se estiende a todo el ramo de Guerra su parte activa y de
operaciones Militares en toda ella con sujeción a lo que disponga el E.S. Comandante General en Gefe y después que nos ausentemos a lo que V.S. dispusiese. La parte
política la desempeñará por ahora el Gobernador interino que quedará sólo con el
carácter político.
Lo que tengo el honor de trasladar a V.E. para su superior inteligencia, debiendo
significarle que queda cumplimentado el superior inserto escrito.
Dios gue a V. E. ms as
Santiago, 19 de marzo de 1863.
Esmo Señor
El general Gobernador interino
/firmado/ A. Michel
Escmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo
/al margen/ 1ª Ro. 25 Mzo. Visto D.O. de S. E. /rúbrica/
518
A.G.I. CUBA 1004B
Gobierno Militar de Santiago
Exmo Señor
El 2º Comandante del 2º Batallón de la Corona me dice hoy a las siete y media de
la mañana lo siguiente:
Después del rudo combate de hayer en el pueblo de Guayubín de que
ya el Sr. General Hungría daría a V. S. cuenta, emprendí a las cuatro de
la tarde del mismo la marcha con la columna de mi mando compuesta
de la Compañía de Cazadores de San Marcial y otra del Regimiento de
la Corona en dirección a éste pueblo con el fin de batir a los revolucionarios que de él, su fuerte ó Arsenal y piezas de Artillería se habían
apoderado, pero a tres leguas antes de llegar y a las cuatro de ésta mañana he recibido un oficio de un miembro del Ayuntamiento llamado
Don Ezequiel García en que me participaba que a las nueve de la noche
habían evacuado el pueblo los revolucionarios que causaron el motín
proclamando la República Dominicana con el mayor desorden al saber
se acercaban las tropas.
Este Señor con la mayor parte de los vecinos honrados de éste pueblo
se reunieron en el Ayuntamiento y dispusieron enarbolar la bandera
Española saludándola con 21 cañonazos a las cinco de la mañana, lo
que así se verificó pues a mi llegada que fue esta mañana a las ocho la
encontré enarbolada habiendo cuatro cañones en el Arsenal y dos en
la Playa. Estoy recogiendo las armas de fuego y depositándolas en la
Comandancia Militar las cuales quedan a cargo del Comandante Militar
que interinamente se ha nombrado.
Se han sentido tres tiros de cañón hacia la frontera de la República de
Haití y según éstos naturales es señal de alarma que sin duda han sembrado los revoltosos huidos de aquí y los dispersos del ataque de ayer
519
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
al penetrar en aquel país haciéndoles creer que los Españoles tengan
intención de atacarles y penetrar en la República. Con el fin de proteger
las piezas y demás queda en esta un oficial de San Marcial con 20 hombres todos de la Compañía de Cazadores y tan pronto como las tropas
descansen emprenderé la marcha con dirección a Guayubín sino recibo
contra orden del Señor General Hungría que salió en el día de hoy para
Sabaneta en persecución de los rebeldes quedando en esta plaza en observación de lo que pueda ocurrir.
Lo que tengo el honor de poner en conocimiento de V. E. para que los trasmita
al E. S. Capitán General si lo cree digno de su superior atención.
Lo que tengo el honor de participar a V.E. significándole es chocante que habiéndome ofrecido el Señor Brigadier Buceta con fecha 1º de marzo que recibí hayer
desde Puerto Plata no ha llegado todavía a Monte Cristi cuando me indicaba que en
la mañana de dicho día estaría allí haciéndome creer esto ó que a recibido atrasado ó
que el Vapor en que venía con el refuerzo acaso se echaría a perder, esto supuesto en
éste momento voy a mandar un espreso significando al Gobernador de Puerto Plata
lo conveniente que es la marcha rápida del espresado Señor Brigadier a Monte Cristi
para sellar con una mano con orden pudiendo marchar entonces una columnita a
cortar los de Sabaneta ó tomar las disposiciones que mejor le pareciese pero de todos
modos el refuerzo aunque el enemigo está batido en todas direcciones y muerto aquí
bajo toda consideración, importa muy mucho vea el país el nuevo refuerzo y recibirá
la parte de Monte Cristi convendrá mucho Ecsmo. Señor que hubiese víveres en Guayubín para que los Cuerpos los compraran pues allí es un país pobre y la conducción
de aquí a dicho pueblo presenta bastantes inconvenientes.
Dios gue a V. E ms as
Santiago, 5 de marzo de 1863.
Escmo. Sor.
El Gobernador Militar interino
/firmado/ A. Michel
Escmo. Sor. Capitán General de ésta isla.
/al margen/ 3ª Ro. 10 de marzo 63.- Contestada según minuta adjunta comuníquese al Gobernador Sup. Civil/rúbrica8
Al E. S. Gobernador Superior Civil en 11 de marzo de 1863.- E.S.- El Gobernador
Militar interino de Santiago me dice con fecha 5 del actual lo siguiente.- Traslado.- Y
lo traslado a V.E. para su conocimiento.- Dios a Fecho
/COPIA SIC/
520
A.G.I. CUBA 1004B
Columna de Operaciones
en
Sabaneta
Ecmo. Señor
Entre la correspondencia que dejaron en esta los rebeldes he hallado una
proclama ó manifiesto anónimo cuya copia elevo a las superiores manos de V. E.
pasando el original al Fiscal de la Comisión Militar que he nombrado en ésta, y
cuyo documento esplica en cierto modo la conducta de muchas personas y muy
particularmente la que ha venido observando hasta ahora el Ayuntamiento de
Santiago de los Caballeros, rémora constante para todas las mejoras que se han
intentado.
Este documento aunque redactado ó copiado con poco cuidado, se percibe
desde luego por su lenguaje que no procede de los hombres ignorantes que hasta
ahora figuran en la rebelión. Pertenece en mi sentir a otro orden de trabajos, que
he indicado a V. E. anteriormente, cuya convinación se estiende sin duda fuera de
la Isla y cuyos medios y objeto son presentar a la incauta muchedumbre de una manera torcida y contraria todas las medidas que emanan del Gobierno para hacerlas
odiosas aunque sean en sí mismas las más recomendables; y apoyándose principalmente en las que más se prestan a los comentarios desfavorables ó haciendo aborrecible la unión con España para poder más fácilmente romperla al creer llegada
la oportunidad.
El retardo y las dificultades esperimentadas en el cambio del antiguo papel moneda, lo gravoso de las patentes para las clases pobres aunque para las más acomodadas sean sus cuotas hasta insignificantes, la pastoral y las circulares a los párrocos
para cuyas disposiciones éste pueblo no se hallaba en manera alguna preparado, la
profusión misma con que el Gobierno paternal de S. M. ha querido dotar todos los
ramos de la administración pública en ésta provincia predilecta de sus antiguas y
nuevas posiciones, sin haberse podido hasta ahora por causas accidentales atender
a su fomento material ni al pago de las reservas, y últimamente la rotura y clavazón
521
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
de las armas inútiles, se han prestado admirablemente a esas interpretaciones malévolas con que se ha llegado a hacer creer a la multitud que había en efecto por
parte del Gobierno la mira de oprimir y esclavizar a los naturales, después que se
hallasen desarmados.
La propaganda que con tales pretestos, se hubiera hecho despreciable y ridícula por absurda, en cualquiera otro país, ha sido sin embargo eficaz en éste,
por el notable atraso de la generalidad de sus habitantes, por su origen y por su
apego a la costumbre de llevar armas que forma en ellos como una parte de su
ecsistencia.
Interesado doblemente como Español y como dominicano por el bien de éste
país, no solamente he procurado vencer ésta rebelión, que prevaleciendo le hubiera
causado su total ruina, sino que he procurado por todos los medios que han estado a
mi alcance, impedir que puedan tener lugar otras en los sucesivo, apoderándome de
los principales instigadores, disuadiendo a la generalidad de sus herrores, y mostrando a V.E. la verdad de la situación tal como la concibo.
Las masas, aunque hostiles hoy a la unión con España, porque se les ha hecho
creer era contraria a sus libertades y a sus intereses, han sido y pueden volver a ser
sinceramente adictas a ella, que es la única que puede prometer al país un porvenir
de ventura y prosperidad.
Tal es el norte de mi conducta, de contemplación y lenidad si se quiere, con los
verdaderamente seducidos, como tengo significado a V. E. conducta que ha dado por
resultado desmoralizar la insurrección introduciendo la desconfianza y la división en
sus filas, y reduciéndola a los límites que hoy tiene de algunos verdaderos foragidos,
sin caudillos, ni simpatías posibles entre los pueblos que saquean y que llegarán por
lo mismo a desear y aplaudir su exterminio, cuando hace ocho días formaban causa
común con ellos.
Esta es también, Escmo. Señor, la razón de haberme mostrado muy parco en
hacer prisiones y muy crédulo para las protestas de adhesión y arrepentimiento, considerando ésta marcha la más a propósito para obtener una pacificación instantánea
que no aparezca debida a medios estraordinarios ó exteriores, si no a la misma voluntad ó desengaño de los naturales, al propio tiempo que se va averiguando y castigando a los promovedores y caudillos y a cuantos hayan sido verdaderos culpables y que
con otra conducta se hubieran ya fugado.
Guiado por éstos sentimientos y encaminándome a ésos fines que he tenido el honor de esponer a V.E. he publicado el adjunto bando que deseo vivamente merezca
su ilustrada y superior aprobación así como el haber dispuesto desde el principio de
las operaciones el 21 del anterior en el Campamento de Jaybón que se diese ración
de campaña a los oficiales y tropa, tanto del Ejército como de la Reserva, en la imposibilidad absoluta de que pudiesen alimentarse de otro modo.
Dios gue a V. E, ms as.
Cuartel General de Sabaneta, 6 de marzo de 1863.
522
Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos
El General Gefe de la fuerza
/firmado/ José Hungría
Escmo. Señor Capitán General de ésta isla.
/al margen/ 3ª Sección.- 17 marzo.- Remítase a Guerra copia de la proclama, téngase presente éste oficio para en su día dar parte al Gobierno del juicio que merece
ésta rebelión y contéstese enterado de todo y de lo dispuesto respecto a la ración de
campaña, lo que se aprueba y acerca de lo cual se dirá lo conveniente a las oficinas
de hacienda.- D. O de S. E
/rúbrica/
523
A.G.I. CUBA 1004B
Don José Hungría General de división de Reservas Provinciales, Gobernador Civil
y Militar de la provincia de Santiago y Jefe de las fuerzas que obran sobre la frontera.
A todos los habitantes hago saber.
Que los pocos ilusos que han osado trastornar ésta vez el orden público, y procurando engañar a los incautos, han sido escarmentado por las armas valerosas del
Gobierno de S. M. y errantes han tenido que abandonar sus familias y sus intereses
consecuencias desastrosas de la rebelión. El Gobierno de S. M. como justo, castigará
según la ley sus perfidias.
La paz y el orden público han sido completamente restablecidos en toda la provincia de mi mando; y en consecuencia
Ordeno.
Que todas las familias y sus Jefes respectivos, que se encuentren fuera de sus hogares, se restituyan a ellos dentro de veinte y cuatro horas de la publicación del presente
mandato, considerándose como rebeldes a todos los que así no lo verifiquen, los
cuales serán castigados conforme a la ley.- Sabaneta marzo 7 de 1863.- José Hungría.
Es copia esacta.
Sabaneta, 7 de marzo de 1863.
Es copia del original
El Comandante Gefe de E. M
/firmado/ José Velasco.
524
A.G.I. CUBA 1004B
Compatriotas.
La situación actual de los dominicanos puede definirse brevemente diciendo que
un puñado de hombres ambiciosos y una multitud de hombres sufridos han dado
lugar a que el Gobierno sacrifique nuestra casa y tierras para «una patria tan costosa». Los actuales gobernantes no se obstinan más que en desarrollar un pensamiento
político que no se ocupa más que en establecer contribuciones que arruinen a los
infelices, mientras se pagan cuantiosos sueldos a empleados inútiles, recreándose
otros con ver adornados sus nombres con pomposos títulos, habiendo en esto algo de
la vanidad y nada de la grandeza varonil. El país sufre a éstos hombres, no porque no
vé sus desaciertos y sólo porque obedece constantemente a las circunstancias, porque
somos esclavos de nuestra suerte. Se sostiene éste Gobierno porque nuestra raza es
la más obediente que se contenta con llevar atada la coyunda del Príncipe de la Paz.
Por esto la unión vive, por eso el actual Gobierno ha durado hasta hoy, pero su
mando está produciendo males incalculables al país por el escepticismo que siembra,
siendo por ésta razón mucho más perjudicial que los gobiernos más crueles, porque
cuando un Gobierno causa a la sociedad pérdidas que brotan sangre es fácil hacer
desaparecer en poco tiempo hasta la cicatriz, pero cuando la envenenan con la tea de
la discordia introduciendo en sus venas la ponzoña del egoísmo más ignorante ¿Qué
porvenir reserva a la sociedad?
Es pues necesario que todos contribuyamos a hacer desaparecer éste Gobierno,
sin salir de los límites de la legalidad, porque los malos medios no dán buen resultado
como la mala simiente no dá buen fruto, pero trabajando sin levantar mano y buscando sin descanso el medio de que remplace en el más breve término posible una
política que se ocupe de los intereses de la Nación la política actual que sólo se ocupa
de los intereses de algunas personas.
¿Y qué medios creen Vds. el más apropósito para conseguir éste resultado? Ante
todo la unión y la propaganda de las ideas, acerquémonos unos a otros, sea cada partido un hombre, fundiendo toda nuestra voluntad en una sóla voluntad y de acuerdo
525
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
en lo que queremos para el presente y para el porvenir, en los medios y en los resultados mientras el Gobierno si atrae a ciertos hombres atacándolos por el lado de
sus debilidades, a otros por el lado de la inteligencia, seamos la fuerza de la idea en
oposición al actual Gobierno que sólo representa la idea de la fuerza por más que sea
excesivamente débil, y el día que todos los hombres de nuestro partido que ahora
solo en momentos dados nos reunimos, trabajamos y sin descanso, presentando una
solución completa a todas las cuestiones políticas que se presenten, ésta situación
sin base cuya política consiste en no tenerla, cuya habilidad se reduce a la de Proteo,
desaparecerá ante nuestro sistema como las sombras ante la luz.
No se interpreten mal nuestras palabras, no proponemos una conspiración ni cosa
semejante, no queremos nada ilícito, solo que las filas de nuestro partido se estrechan
y los que quedemos trabajemos por nosotros y por los que se van, que tengamos más
presentes que nunca que un partido no es sino la consecuencia de una escuela y que,
por lo tanto, más aún que a los triunfos duraderos de la teoría que nuestro partido es
del porvenir, y no debemos por lo tanto perdonar ningún trabajo para asegurar nuestra cosecha y que en medio de nuestros trabajos, de nuestra proscripción, de nuestros
martirios, debe alentarnos siempre la persuasión que tenemos de que no trabajamos
personalmente para nosotros, sino para el bien de nuestra patria.
Dominicanos, abran los ojos para que se desengañen y comprendan que esto no
es una conspiración, sólo es una causa legítima que todos unidos debemos abrazar,
pues no reclamamos más que nuestro derecho y nuestra libertad que es la voz que
resuena en todo el suelo dominicano como lo debéis haber presenciado cada uno en
particular, que ha sido vendida nuestra patria, que nos han engañado, que han sacrificado nuestra libertad por la que todos unidos y de acuerdo debemos decir.
Viva la libertad
Viva la Unión
Viva la religión
Viva la República Dominicana
Es copia.- El Comandante Gefe de E. M.
/firmado/ José Velasco
526
A.G.I. CUBA 1004B
Columna de Operaciones
de la
Frontera
Ecmo. Sor.
En las conferencias que he tenido con el Sr. Brigadier Don Manuel Buceta que
ha llegado anoche a ésta población, he hallado una conformidad absoluta entre sus
opiniones y juicios y los míos a cerca de la situación actual, que no puede menos hacerme confiar en la esactitud con que considerado en los escritos, que he tenido el
honor de dirigir a V. E. y muy particularmente en el día de ayer.
La revolución, es ya indudable, que ha sido general en el Cibao, estándo comprometidos en ella la gran mayoría de sus habitantes, pero como ésa mayoría no
conocía seguramente los trabajos anteriores de conspiración, sino el efecto de ellos,
se desorganizó a la presencia de las fuerzas y por los medios que empleé al efecto y
de que dí oportunamente parte a V. E. y había empezado a volver a sus hogares inmediatamente después de la acción de Mangá en que se vieron libres de la presión de
los más ardientes y principalmente de los más criminales, que tenían el mayor interés
en perpetuar la agitación.
Por mi parte había hecho entender, según tenía manifestado a V.E. que los engañados nada tendrían que temer y la calma se estaba restableciendo, pero al empezarse a sentir los efectos del bando que V. E. tubo a bien dictar, cuando le fueron conocidos los primeros sucesos, en 28 de febrero y por el cual han empezado a prenderse
para ser juzgados hasta los que han sido obligados a presentarse con sus armas por la
fuerza ó por el mandato de las autoridades que se hallaban legalmente constituidas, y
dieron los cañonazos de alarma, las casas vuelven a quedar abandonadas y a marcharse más gente para el interior de la sierra, con la esperanza sin duda de penetrar en
Haití si se les concede el asilo, que hasta ahora les ha negado el Gefe de la frontera,
ó bien pasar a los Valles de San Juan, ó retroceder y probar nuevamente la suerte de
las armas dando lugar a que vuelvan a unírseles los que se hallan dispersados y ya
tranquilos en toda la provincia.
527
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Según las noticias que tengo éstos últimos días sólo habían tomado esa dirección
los Gefes principales y los presos fugados de Santiago, pero ahora se les reunirán
todos los amenazados, de no adoptarse inmediatamente una medida que restablezca
la confianza, con el Señor brigadier Don Manuel Buceta, y persuadido de que merecería la superior aprobación de V.E. por sus conocidos sentimientos de humanidad,
y porque se convencerá de la conveniencia política de la medida, cortando los graves
inconvenientes que tendría el esperar el resultado de esta consulta que dirijo a V.E.
he creído deber tomar sobre mí la responsabilidad, interín V.E. se digne resolver otra
cosa, de ordenar a los fiscales la suspensión de todos los procedimientos contra los
que sólo hayan acudido como simples soldados al llamamiento general y no hayan
sido promovedores ni agitadores, Gefes ó caudillos de la rebelión.
V.E. estoy seguro que verá en éste paso una prueba únicamente del vivo deseo
que me anima de llenar sus deseos que me son tan conocidos, de asegurar la paz y el
bienestar en éste territorio de su merecido mando.
Para conseguir más cumplidamente el objeto de que V. E. se entere lo más pronto
posible y con toda minuciosidad de los sucesos y que pueda juzgar con todos los datos de la situación he acordado también con el Sor. Brigadier Buceta que pasen a esa
capital, con éste objeto y el de llevar éste pliego, el Asesor que he tenido Don Manuel
Ponce de León y el Capitán Comandante de Ingenieros de la provincia D. Elías de la
Casa que han presenciado los acontecimientos y los conocen en todos sus detalles.
Dios gue a V.E. ms. as.
Cuartel General de Sabaneta, 8 de marzo de 1863.
El General Gefe de las fuerzas.
/firmado/ José Hungría
Escmo. Sr. Capitán General de la Isla
/al margen/ Contéstese enterado y aprobado lo que ha dispuesto
D.O. de S. E /rúbrica/ Contestado.
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Columna de Operaciones
de la
Frontera
Esmo Sor.
Al llegar sobre esta población a las cinco de la tarde del día de ayer por el camino
del cantón del medio que es algo más despejado que el directo, fue recibida la columna de mi mando, según tuve el honor de manifestar a V. E. en el inmediato parte que
le dirigí anoche, por un fuego bastante vivo de fusilería, que contestó la guerrilla que
llevaba desplegada por precaución, pero hallándose el enemigo cubierto con las casas y árboles y teniendo la columna que abordarle al través de una espaciosa sabana,
donde hubiera tenido una pérdida considerable, y apremiado al propio tiempo por
la proximidad de la noche, dispuse que la Caballería envolviese la posición del enemigo por la izquierda, mientras que una de las Compañías de Infantería la atacaba a
la bayoneta por el mismo flanco. El efecto fue instantáneo y decisivo. El enemigo se
precipitó por los barrancos de la derecha, quedando muertos los pocos que osaron
esperar un instante más a los bravos soldados del 2º Batallón de la Corona y del escuadrón de Cazadores de Sto. Domingo.
Aunque en general todos los individuos de ésta columna se han hecho en mi
juicio acreedores por su brillante comportamiento a la consideración de V. E. no
puedo prescindir de recomendar a V. E. particularmente, por si tiene a bien hacerlo al Gobierno de S. M. los que más se hicieron notar por su decisión en la embestida que se dio al pueblo. Primer Comandante del 2º Batallón de la Corona y Gefe
de E. M. Don José Velasco y Postigo que ha acreditado nuevamente su pericia, disposición y distinguido valor. Capitán de Cazadores de dicho Cuerpo Don Antonio
Pérez y Pérez, Ayudante del mismo y a mis órdenes, D. Julián Hermida y Casares,
Tenientes Don Tomás Francisco del Hierro y Don León Sánchez Arquíñigo y Subteniente Don Ulpiano Blanco; Sargento Don Juan Zamorano y Rodera, Cabo de
Cornetas Jacinto Chinchón y García y los Soldados Joaquín Araujo y Pérez y Serafin
Marcos Novas que se apoderó de la bandera Dominicana ,Alférez de la Sección de
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Cazadores del Escuadrón de Santo Domingo Don Francisco Arroyo y Covo y Sargento 2º José Alonso de la Puente y el Capitán de Ingenieros, Gefe del Cuerpo en
ésta Provincia D. Elías de la Casa.
También debo recomendar a V. E. al General de Brigada de las Reservas Provinciales Don Gaspar Polanco que me ha seguido en todas las operaciones con
la gente que se le incorporó del antiguo Cuerpo que mandaba, a Don Enrique
Menéndez, Fiscal del Juzgado de Santiago, a Don Juan Grullón hacendado de
Guayubín que se me ofreció voluntariamente con 16 vecinos más del mismo pueblo, que acaudillaba, a Don José Eduardo Arcés que viene voluntariamente como
soldado desde Santiago y a Don Osbaldo Guasp que habiendo puesto la bandera
Española en éste pueblo, cuando la anecsión, ha estado preso por los rebeldes
y querido ahora contribuir a que se enarbole nuevamente en ésta, como lo ha
efectuado con distinción.
Adjunto tengo el honor de remitir a V. E. la relación de los que han salido heridos
de gravedad.
Dios gue a V. E. ms. as.
Cuartel General de Sabaneta, 7 de marzo de 1863.
Esmo Señor
El general Gefe de la fuerza
/firmado/ José Hungría
Esmo Sor. Capitán General de la Isla
/al margen/ 3ª Ro. 17 marzo 63.- No se ha recibido en el registro la relación.
Tengan presente al dar los partes a Guerra y a los Capitanes Generales de Puerto
Rico y Cuba, Constéstese satisfactoriamente y en los términos combenientes / rúbrica/
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Ejército de Ultramar en Santo Domingo
Columna de Operaciones en la Frontera
Exmo Sor.
En el día de ayer despues de haber pernoctado en Guayubín, emprendí el movimiento para ésta Población, con objeto de ponerme de acuerdo con el Sor., General
Hungría y durante la marcha efectuada, sin ver ningún grupo de fuerza armada tuve
ocasión de presenciar que todas las casas del tránsito exceptuando una, se hallaban
abandonadas y procurando indagar las causas que habían motivado el alejamiento de
los habitantes, he sabido con sentimiento que lo efectuaron desde que fue conocido el
Bando de V. E. que somete los rebeldes sin excepción de clases al fallo de una Comisión
Militar y desde que el Fiscal establecido en Guayubín principió las actuaciones, y como
de continuar ésta situación durante muchos días podría ocasionar grandes perjuicios
por razón de que el crecido número de los fugados aumentará las filas de la revolución
prolongando la Guerra, con objeto de remediar males tan trascendentales, he acordado con el espresado Señor General que interín la superior autoridad de V. E. no se
sirva resolver lo que estime conveniente, se pasen órdenes reservadas a los Fiscales para
que suspendan todo procedimiento contra las clases inferiores que se interesaron en
la revolución como Sargentos, Cabos y soldados, continuándolos con actividad contra
Gefes y Oficiales y cualesquiera otro individuo empleado del Gobierno ó que haya sido
reconocido como cabecilla, confiando en que V. E. con su superior ilustración comprenderá lo difícil de nuestra situación y se servirá aprobar ésta disposición.
Dios gue a V. E. ms. as.
Sabaneta, 8 de marzo de 1863.
Exmo Sor.
El Brigadier / firmado/ Manuel Buceta
Exmo Sor. Capitán General de la Isla
/al margen dice: / 3ª Rdo 14 de marzo de 1863
Enterado de lo que manifiesta y aprobando la determinación tomada.
/rúbrica/ D.O. de S. E.
Contestado
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Al Gobernador Militar de Santiago, General Hungría 13 de marzo de 1863
Me he enterado del oficio de V. S. de 5 del actual referente a la acción de Sabaneta y brillante comportamiento de las dos compañías que al mando de V. S. han
desalojado al enemigo del último baluarte de sus criminales demostraciones.
Este nuevo triunfo debido a las acertadas disposiciones de V. E. y al esfuerzo de
nuestros valientes viene a coronar la obra que con tan buen éxito comenzó en Santiago de los Caballeros para terminar en ése punto.
Doy a V. S. las gracias y espero lo haga en mi nombre a los Gefes, Oficiales y tropa
que tan bizarramente han desbaratado los descabellados intentos de los ilusos, sin
perjuicio de elevar éste hecho a conocimiento de S. M. por si lo considera digno de
su Real munificencia.
Dios etc.
Fecho
/MINUTA/
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Egército de Ultramar en Santo Domingo
Columna de Operaciones en la Frontera
Esmo. Sor.
Según tube el honor de manifestar a V.E. en nueve del actual desde Sabaneta al
día siguiente diez en combinación con la columna del Sor., General Hungría, emprendí la marcha en persecución de los restos rebeldes pernoctando acampados en
el lugar llamado Chacuey y continuando la marcha el día once llegamos a Dajabón,
en donde se recibieron noticas de que los insurrecto en número de unos 300 armados y hasta 800 incluyendo ancianos, mujeres y niños de sus familia respectivas se hallaban reunidos en Capotillo inmediato a la Frontera del vecino estado, cuya entrada
habían solicitado, y le había sido denegada, por cuya situación habían resultado defenderse en la posición elegida que habían fortificado con árboles cortados al efecto.
Comprendiendo yo las desgracias que podría ocasionar un ataque a una posición
en que se hallaban agrupadas numerosas personas indefensas, puesto de acuerdo
con el espresado Señor General Hungría, antes de emprender la marcha en aquella
dirección intimé a los que habían concurrido a la revolución llamados por la señal
de alarma establecida en la antigua república y que después obedecían a sus antiguos
Gefes sin comprender la gravedad de la falta en que incurrían, que se retirasen a
sus hogares con las familias que los acompañaban y que los cabecillas se sometiesen
para esperar el fallo de la ley, y al regreso de los mensageros, fui informado de que
algunas horas después de haber desempeñado su comisión, los cabecillas se habían
dispersado en diferentes direcciones y que los demás individuos aceptando el perdón
ofrecido se habían apresurado a marcharse a sus casas con escepción de las mismas
personas que por el mal estado de su salud no podían efectuarlo sin correr su ecsistencia graves peligros.
Así E. S. quedó definitivamente terminada una insurrección que en los últimos
días del mes anterior y primeros del actual había alarmado al País y hoy es de esperar
que el orden restablecido no será ya alterado en mucho tiempo.
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José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez
Las noticias posteriormente recibidas de los Cabecillas, sin que yo me atreva a
responder de su esactitud, combienen en que el General D. Lucas de Peña se halla
en la Sierra de Bánica, el de la misma clase Don Antonio Batista en la Sierra de Juaná,
que la misma dirección tomaron el Coronel Don Ignacio de los Reyes y el Alcalde de
Sabaneta Don Santiago Rodríguez, que el Comandante Don Norberto Torres, burlando la vigilancia de las autoridades Haytiana logró pasar a la Frontera y ocultarse
en el Pueblo de Guarico, ignorándose el paradero del Coronel D. Antonio Polanco,
Comandante sin clasificar Don José de los Santos(a) El Inglés, el de la misma clase en
situación pasiva Antonio Cordero, capitán Don Benito Monción y D. Juan de la Cruz
Alvarez.
Concluido el objeto de mi comisión, si antes que lleguen a ése punto los equipages y la Sección de Artillería que había dejado en Sabaneta, no recibiese instrucciones de V. E. ó del Ecmo. Sor. General Marqués de las Carreras, que me lo impidan,
me dirigiré a Santiago de los Caballeros en donde esperaré las órdenes que la superior autoridad de V. E. se sirva comunicarme.
Lo que tengo la honra y particular satisfacción de comunicar a V. E. como resultado de la comisión que se sirvió conferirme y si mi conducta en situación tan difícil
mereciese su superior aprobación, me conceptuaré altamente recompensado de las
pocas fatigas esperimentadas.
Dios gue a V. E. ms. as.
Guayubín, 13 de marzo de 1863.
Esmo. Sor.
El Brigadier Gefe de la Columna
/firmado/ Manuel Buceta.
Escmo. Sor. Capitán General de ésta Isla
/al margen/ 3ª Sección.- 19 de marzo.- Únase al oficio 14 marzo en Guayubín del
general Santana incluyendo copia del oficio que le pasó el general Hungría y hágase
lo que en él se espresa.
D. O de s. E / rubrica/
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Brigada de Operaciones de la Frontera
Contestes38 las noticias que recibidas de los rebeldes en que los habitantes pacíficos que ingresaron en las filas de la insurrección, obedeciendo a la señal de alarma
acostumbrada en la estinguida República, regresan a sus hogares confiados en la seguridad que, de acuerdo con el Señor Brigadier Buceta, creí deber concederles, que
no serían incomodados, y contestes también en que el único grupo de rebeldes que
existe lo forman los presos fugados de la Cárcel de Santiago de los Caballeros con
otros criminales y algunos cabecillas que por la gravedad de sus crímenes no pueden
hacerse la ilusión de alcanzar perdón, creo poder ya, sin temor a equivocarme, dar
por terminada la insurrección, pues aislado como se hallan los que aún la defienden
por la imperiosa necesidad de hacerlo en uso de su personal defensa, negándoles
la entrada en el Territorio Haytiano, son impotentes para sostenerla, y su derrota ó
completa dispersión será probablemente el resultado del movimiento convinado con
la columna del Sr. Brigadier Buceta que emprenderé en el día de mañana hacia el
punto conocido por los Arroyos, unas 18 leguas al oeste de ésta población sobre la
frontera Haytiana, interior de la sierra.
Dios gue. a V. E. ms. as.
Cuartel General de Sabaneta, 9 de marzo de 1863.
Esmo. Sr.
El general Gefe de las fuerzas.
/firmado/ Jose Hungría.
Esmo. Sr. Capitán General de la Isla.
/al margen/ Contéstese enterado/rúbrica/Contestada
En el contexto en que el general Hungría hace uso del término «contestes» se deduce que quiso decir
«constaté» o «comprobé».
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Brigada de Operaciones sobre Guayubín
Esmo. Señor
En el día de hoy ha sido publicada en éste punto la Ley Marcial de 21 de abril de
1821; y cuya adjunta copia del bando que en tal objeto se leyó en diferentes puntos
de la población tengo el honor de incluir a V. E. un e
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