Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi Documentos Archivo General de la Nación Volumen CCXV José Abreu Cardet Elia Sintes Gómez Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi Documentos Santo Domingo 2014 Cuidado de la edición: Eliades Acosta Matos Cotejo y corrección: Ibis Acosta y Janley Rivera Mejías Diagramación: Juan Francisco Domínguez Novas Diseño de portada: Enrique F. Hernández Gómez Motivo de portada: Composición alegórica a los procesos iniciados por la justicia militar española para condenar a los participantes en los primeros levantamientos restauradores de febrero del año 1863, simbolizados por Gregorio Luperón, Santiago Rodríguez y Benito Monción. Primera edición, 2014 © José Abreu Cardet © Elia Sintes Gómez De esta edición © Archivo General de la Nación (vol. CCXV) Departamento de Investigación y Divulgación Área de Publicaciones Calle Modesto Díaz No. 2, Zona Universitaria, Santo Domingo, República Dominicana Tel. 809-362-1111, Fax. 809-362-1110 www.agn.gov.do ISBN: 978-9945-586-09-1 Impresión: Editora Centenario, S. R. L. Impreso en la República Dominicana • Printed in the Dominican Republic Índice Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Los preámbulos de la Restauración................................................................... 7 Documentos.............................................................................................................. 49 Índice onomástico.................................................................................................... 711 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi Los preámbulos de la Restauración La historia del Caribe ha sido interpretada desde diferentes ángulos. Los estudiosos de las sociedades de la región han ido buscando los más disímiles rincones materiales y espirituales para situarse a indagar sobre esta expresión de la geografía, devenida en un abigarrado y contradictorio mundo, que se nos ofrece día a día con renovados bríos: ingenios azucareros, cafetales, prisiones, buques negreros, prostíbulos o conventos, por solo mencionar algunos de los muchos entablados que han soportado las investigaciones de colegas o simples dilettantes. El campamento militar o el campo de batalla también ha sido un terreno muy andado. Es éste la punta del iceberg de la historia que atrae con fuerza superior el interés del público y del especialista. Si salimos de las guías turísticas, el Caribe está rodeado de un pasado violento, incluso, mucho antes de la llegada de los colonizadores había pueblos depredadores como los caribes. Es todo un símbolo que este gigantesco lago encerrado entre las islas y el continente tomáse el nombre de sus vecinos más fieros. Las Antillas y en general el Caribe, han recibido especial atención de las grandes potencias que aquí han tenido colonias y neo-colonias: Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Holanda, España y hasta las nórdicas Suecia y Dinamarca. Los alemanes llegaron a tener una explotación en Maracaibo. Este interés desmedido ha despertado ambiciones y contradicciones, solucionadas las más de las veces a cañonazos. Aquí se han desarrollado, desde escaramuzas de filibusteros hasta enfrentamientos de armadas que nada tienen que envidiarle a la Invencible. También han tenido lugar sitios portentosos de ciudades amuralladas, como La Habana, por los británicos. La esclavitud mantuvo un verdadero estado de violencia donde se aglomeraban, desde el solitario cimarrón, pasando por los palenques y las sublevaciones de diversas dimensiones, hasta la esplendorosa revolución haitiana. Las guerras de independencia crearon un verdadero espacio bélico que todavía sorprende por sus dimensiones y los esfuerzos de ambos bandos. 7 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Si nos limitamos tan solo al espacio insular colonizado por los franceses y españoles, es sorprendente el ritmo de la actividad bélica. La Española tiene un singular papel en este conglomerado de las armas y la acción. La independencia no puso fin al ímpetu guerrero. Haití ocupó Santo Domingo. Los dominicanos se sublevaron iniciando una larga historia de enfrentamientos con sus vecinos, que no se conformaban con perder esta parte de la isla. De ese modo se formó la sorprendente historia de cuando un estado antillano se convirtió en metrópoli expoliadora. Derrotados en varias contiendas los haitianos, República Dominicana logró su independencia. La anexión a España, en 1861, desembocó en la Guerra de Restauración. Se iniciaba el principio del fin del imperio español. La Restauración navegó en el entramado social que alimentó el impulso de la guerra del 68 de la mayor de las Antillas, Cuba. Calixto García, destacado general insurrecto cubano, en una de sus proclamas afirmó: «Antes de mucho veréis el final de la obra que empezó con el cobarde abandono de Santo Domingo, seguirá con el de Cuba y concluirá con el de Puerto Rico, último baluarte de la tiranía en toda América».1 No solo la guerra de Cuba traería en sus furias la huella dominicana, se ha afirmado que hasta el enfrentamiento de Chile y Perú a la flota española, en la llamada Guerra del Pacífico, llevaba implícito la decisión de los dominicanos. En una carta, el intelectual dominicano Manuel de Jesús Galván afirmaba: «Sí, es innegable que España perdió mucho de su prestigio en América con el abandono de Santo Domingo y que el error de creerla débil, por ese hecho, le produjo la Guerra del Pacífico y la insurrección de Cuba […]».2 En este texto brindamos al lector una colección de documentos producidos por las sublevaciones que fueron el antecedente más inmediato de la Guerra de la Restauración, nos referimos a las sublevaciones de febrero de 1863, en específico, a la parte de la papelería de los colonialistas sobre los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi. ¿Por qué nuestro interés por estos acontecimientos? En nuestro criterio, lo ocurrido en febrero de 1863 en El Cibao y en Neiba, significó una ruptura en la historia del rechazo a la anexión de una parte considerable de los dominicanos. Ningún alzamiento o protesta anterior había tenido la masividad de éste ni la participación de tantos grupos sociales. Tampoco tuvieron la proyección en el tiempo pues un grupo significativo de los sublevados se mantuvieron en franca rebeldía, tanto en Haití como en territorio dominicano. Las anteriores sublevaciones habían sido aplastadas sin dejar una continuidad palpable, más allá del ejemplo. De por sí, estos son elementos que despiertan el interés del investigador. Aunque no menos interesante es cuando penetramos en el universo de los represores. Los alzamientos de febrero de 1863 fueron esplendorosas victorias de la metrópoli. La sublevación fue aplastada por lo que las autoridades tuvieron tiempo y recursos para llevar a cabo una acuciosa investigación. Toda ella llevada al papel y guardada celosamente en los expedientes de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente. Fue Antonio Pirala Criado, Anales de la Guerra de Cuba, en tres tomos, tomo I, Madrid, Imprenta F. González Rojas, 1895, p. 763. 2 Roberto Marte, «Una carta de Manuel de Jesús Galván», año LXXIII, volumen XXXVI, No. 130, Santo Domingo, Boletín del Archivo General de la Nación, mayo-agosto, 2011, p. 355. 1 8 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos esta tenebrosa institución la encargada de acometer la investigación, por lo que el historiador cuenta con una información de primera mano, no solo para reconstruir aquellos acontecimientos, sino para conocer la sociedad dominicana, incluso, otros asuntos, como la vida material y la cotidiana, pues en los interrogatorios hay referencia a construcciones, calles, medios de transporte, etc. Existe el criterio de que tales interrogatorios no son confiables, pues se da por descontado que los detenidos mintieron para eludir la justicia. La afirmación es cierta. Personas que sabían que podían ser condenadas a prisión, e incluso a muerte, debieron de ocultar su participación en la revuelta. Pero como las autoridades contaron con tiempo y todos los recursos para llevar a cabo la investigación por medio de testigos, careos e interrogatorios muy bien estructurados, lograron, en general, determinar el desarrollo de los acontecimientos y la participación de los acusados con gran precisión. Además, si queremos analizar aquellos acontecimientos desde el punto de vista de las mentalidades colectivas, podemos considerar que siempre se miente sobre algo que pueda ser creíble, por lo que en cada mentira irá una información o una interpretación sobre una realidad social. La anexión a España El ser humano tiene la cualidad de acostumbrarse a todo, de hacer cotidiano lo extraordinario. En lo geográfico, se adapta a los fríos inclementes de Groenlandia o al calor abrasador del Sahara, como si el universo fuera así. En lo espiritual, diluye cualquier fenómeno y lo inserta en su memoria, como si no pudiera ocurrir de otra forma. Algo así nos parece la anexión de Santo Domingo a España. La anexión solicitada por la clase dominante del país no se efectuó en un país sumiso. En esta porción de La Española, se desarrollaron conflictos bélicos importantes. Tal parece que no ha existido potencia mundial que no probara el polvo de la derrota en algún intento por conquistar esta tierra. Y en medio de estos insumisos por nacimiento, las élites hicieron lo que nunca se imaginó hacer en América: retornar a la decadente metrópoli. Si nos situamos en la época, asombra que los latinoamericanos habían sostenido largas guerras para obtener su independencia y, contra toda lógica, los dominicanos, por voluntad propia, retornaban al redil del imperio. El asunto merece un estudio cuidadoso y hay que analizarlo desde diferentes puntos de vista. Al surgir en 1844 República Dominicana, España la consideraba: «[…] como un mal para nuestras Antillas e intereses considerando, no las ventajas que podemos sacar de ellas, sino los males que podemos evitar».3 Luis Álvarez López, Dieciséis conclusiones fundamentales de la anexión y la Guerra de la Restauración, Santo Domingo, Editora Argos, 2005, pp. 27-37. Ernesto Sagas y Orlando Inoa, The dominican people. A documentary history, New Jersey, Princeton, 2003, pp. 19-26. 3 9 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez La independencia del nuevo estado, situado estratégicamente entre Puerto Rico y Cuba, en el lado este de la antigua isla Española y la agravante de la existencia de Haití, en el lado oeste de la isla, con su prédica radical antiesclavista y su secular empeño por reconquistar la parte este de la isla, creó una situación compleja en el Caribe hispano. Las respuestas de los capitanes generales de Cuba y Puerto Rico, ante tan compleja coyuntura, estuvo bajo la presión de tres circunstancias que se desarrollaban simultáneamente en el área. Por un lado, el tono agresivo y belicoso que exhibía Haití contra la esclavitud. Esta era la base de la riqueza cubana. Los españoles hicieron lo posible e imposible por aislar a su rica colonia de la influencia haitiana. El terror que provocó Haití en la imaginación de los esclavistas españoles podemos resumirlo en una triste anécdota. España intentó dominar la levantisca Saint Domingue durante el desarrollo de la revolución. Un grupo de esclavos se unieron al frustrado esfuerzo español de reconquistar parte de La Española. Ante el fracaso del intento se dispuso trasladar a los negros que habían combatido con los españoles a Cuba. El Gobernador de Cuba se apresuró a informar lo delicado de la situación creada por esa decisión: Esta noticia ha llenado de terror a los habitantes blancos de la ciudad y de la isla, cada vecino cree ver el momento de la insurrección de sus esclavos y de la desolación universal de esta colonia en el momento de la aparición de estos personajes, esclavos miserables ayer, héroes hoy de una revolución triunfante, opulentos y condecorados; tales objetos no son para ser presentados a la vista de un pueblo compuesto en la mayor parte por hombres de color que viven en la opresión de un número más corto de blancos.4 Los militares negros fueron dispersados por diferentes territorios del imperio: La Florida, Yucatán, Costa de Mosquitos, Portobelo, Trinidad e incluso la propia Península, recibieron a los esforzados y poco apreciados defensores del imperio hispano. El abolicionismo británico encontró rechazo absoluto en los propietarios de esclavos cubanos y españoles. David Turnbull, el incorruptible cónsul británico en La Habana, fue detenido y expulsado cuando penetró en el norte del oriente cubano, tras las huellas de unos negros de Las Bahamas vendidos en esa zona. La anexión de Santo Domingo significó alejar de las costas cubanas la amenaza latente de los Estados Unidos, como en cierta forma, neutralizar el mal ejemplo haitiano. Por lo menos, eso parecía a los ojos hispanos. Al mismo tiempo, formaba parte del pensamiento imperial español, que en esos momentos se encontraba en auge. Jorge Ojeda y Jorge Canto, «La aventura imperial de España en la revolución haitiana. Impulso y dispersión de los negros auxiliares: El caso de San Fernando de Ake», Yucatán, Secuencia, Revista de Historia y Ciencias Sociales, Instituto Mora, México, enero-abril, 2001, pp. 74-75. 4 10 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Desde los años cincuenta del siglo xix, España había intentado abrirse un espacio entre las grandes potencias. Para esto se embarcó en toda una serie de aventuras coloniales como fue el envío, en 1858, de una pequeña expedición militar a Indochina, junto con los franceses. Esta aventura colonial se extendió desde 1858 hasta 1862. En este año retiraron el contingente formado por 1,500 militares.5 Entre 1859 y 1860 se llevó a cabo la agresión a Marruecos.6 Participó en el inicio de la intervención francesa en México, que culminó en el trasnochado imperio de Maximiliano. El general Prim, al frente de 4,000 militares, salió del puerto de La Habana y tomó parte en los primeros momentos de esa aventura. Prim retornó a La Habana con su ejército antes del estallido de la guerra contra Maximiliano.7 Los hispanos continuaron adelante con su espíritu imperial. Intentaron ocupar las islas peruanas de Chincha, ricas en guano.8 Esta agresión terminaría en la Guerra del Pacífico contra Chile y Perú. Los españoles no lograron reconquistar las islas y se retiraron prácticamente derrotados. La anexión de Santo Domingo está enmarcada en este retorno a los sueños imperiales. En el seno de la República Dominicana, sectores de la clase dominante y de la intelectualidad negaban la posibilidad de que esta nación pudiera constituirse en república, con su gobierno propio. La causa esencial de esa determinación casi siempre se situaba en el interés de mantenerse en el poder de un grupo de la élite de los hateros, encabezados por Santana. Para esto recurrieron al apoyo de España. También al desprecio de esa élite por el pueblo dominicano, al que consideraban que no era capaz de gobernarse. Todo esto es cierto, pero también es necesario tener en cuenta que aún no se había constituido una nacionalidad fuerte. Hoy es difícil juzgar este acontecimiento, pues en la Guerra Restauradora se formaron los grandes mitos heroicos del pueblo dominicano. Algo similar ocurrió en Cuba con la guerra de 1868: «Sagrada Madre Nuestra», llamó Martí a esta guerra.9 El genial cubano resumía el impacto emotivo de la contienda. Desde aquellos años difíciles, en la imaginación cubana se fue sobredimensionando el aporte heroico y se fue olvidando que una parte nada despreciable de los nacidos en la isla apoyaron a la metrópoli. En la República Dominicana se ha historiado, con lujo de detalles, el rechazo que encontró la anexión desde sus primeros momentos en una parte de la población, pero se recuerda menos que otra parte de los dominicanos la apoyaron. Un grupo de ellos de forma incondicional. En los momentos en que se produjo la anexión, en diferentes municipios o comunes se testimonió el respaldo a la medida por medio de la recolección de firmas en un documento. Es cierto que en un estado despótico, como el español, siempre queda la duda sobre la voluntariedad o no de esa decisión; pero surgen otras aristas del problema si valoramos el proceso restaurador y conocemos de la participación de René González Barrios, Chile en la independencia de Cuba, La Habana, Editora Verde Olivo, 2007, p. 23. Ibídem. 7 Ibídem. 8 Ibídem, p. 28. 9 Instituto de Historia de Cuba, Las luchas por la independencia nacional y las transformaciones estructurales, 1868-1898, La Habana, Editora Política, 1996, p. 151. 5 6 11 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez las llamadas Reservas Dominicanas en la guerra, formando parte del bando español, e incluso, que una parte significativa de éstas se retiraron con dicho ejército. Hemos tomado algunos ejemplos de los dominicanos que apoyaron la anexión: En el puesto militar de Sabana de la Mar, común de Hato Mayor, provincia de Santa Cruz del Ceibo, el 21 de marzo de 1861, firmaron, a favor de ésta, 36 personas;10 en San José de Yamasá, la firmaron 92 personas;11 en San Pedro de El Cercado, 144;12 en Las Matas, 97;13 en San Lorenzo de Montecristi, 52;14 en Hato Mayor, 95;15 en Cotuy, 90;16 en San Antonio de Bonao, 136;17 en Jarabacoa, 89;18 en Sabaneta, 59;19 en Guayubín, 99;20 en Baní, 93;21 en Santo Domingo, 614;22 en Azua, 137;23 en El Seybo, 103;24 en Barahona, 7425 y San Pedro de Macorís, 50.26 En una situación tan compleja, cuando una parte de la población niega la posibilidad de construir un estado independiente, estalló la guerra de agosto de 1863. El proceso restaurador fue un factor muy importante en la consolidación de la nacionalidad. Hostos se dio cuenta que aquella guerra fue un catalizador del proceso de formación de la dominicanidad; al respecto escribió: «Todos los males causados por España al pueblo dominicano pueden perdonársele en recompensa del beneficio involuntario que le hizo al obligarlo a tener conciencia».� Para el historiador dominicano Roberto Cassá: «[…] la guerra restauradora fue el acontecimiento histórico de mayor relevancia en la gestación de la nación dominicana y de la conciencia nacional […]».27 El asunto de una nacionalidad que no se había consolidado en el siglo xix era bastante común en las Antillas españolas. Aunque las causas del desarrollo de movimientos anexionistas, tanto en Cuba como en Santo Domingo, son muchas, el escenario de estos acontecimientos es el de nacionalidades que no se han consolidado. Ramón Lugo Lovatón, «Pronunciamientos anexionistas de 1861, conclusión», Vol. XVI, Ciudad Trujillo, Boletín del Archivo General de la Nación, julio-septiembre, No. 78, 1953, pp. 258-259. 11 Ibídem, pp. 259-261. 12 Ibídem, pp. 261-263. 13 Ibídem, pp. 263-265. 14 Ibídem, pp. 271-272. 15 Ibídem, pp. 273-274. 16 Ibídem, pp. 266-267. 17 Ibídem, pp. 268-269. 18 Ibídem, pp. 261-263. 19 Ibídem, pp. 269-270. 20 Ibídem, pp. 270-272. 21 Ibídem, pp. 55-56. 22 Ibídem, pp. 56-60. 23 Ibídem, pp. 60-62. 24 Ibídem, pp. 62-63. 25 Ibídem, pp. 63-65. 26 Ibídem, p. 65. 27 Roberto Cassá, Historia social y económica de la República Dominicana, tomo II, Santo Domingo, Editora Alfa y Omega, 1989, p. 91. 10 12 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos En Cuba ocurrió algo similar. Cada uno de esto países desarrolló su propia dinámica anexionista, reaccionando según los intereses y limitaciones de la élite de poder. En los dominicanos, asombra la cantidad de ofertas que hacen a todo el que quisiera anexarse al país. En esto coincide el interés de la élite del poder de perpetuarse. También demuestra que existieron lagunas en la conformación de la nacionalidad. La solución que buscaban los dominicanos a sus problemas era que una potencia lograra estabilidad e hiciera que la sociedad progresara. Las circunstancias hicieron que fuera con España con quien concluiría la anexión. Se unieron a uno de los países más atrasados de Europa. Existe cierta lógica en esta determinación. En la época, la dominicana era una sociedad con una élite inculta y relativamente pobre, que tan solo aspiraba a perpetuarse en el poder. La oferta de España podría entrar en la lógica de este grupo de hateros de escasas perspectivas económicas, pero con gran perspicacia política, pues utilizaron la anexión para perpetuar el control del poder político. La amenaza de Haití le vino como anillo al dedo a este grupo. Lo interesante es que los que promovieron la anexión fueron factor esencial en las derrotas militares de Haití, lo que consolidó la posibilidad de establecer un estado en la parte oriental de La Española. Uno de los militares que logró obtener varias de las más relevantes victorias contra los haitianos, el general Pedro Santana, fue el máximo impulsor de las ideas anexionistas. Los cubanos se obsesionaron con los Estados Unidos. En especial, en el occidente de la isla, era grata la anexión, pues los promotores eran, en esencia, propietarios de grandes ingenios azucareros cuya mano de obra era esclava. Se temía que ésta cediera ante Inglaterra y terminara aboliendo la esclavitud. Los terratenientes esclavistas cubanos eran gente inteligente, comprendieron que el sur esclavista iba a llegar a todos los extremos para mantener esa horrible institución. Al final de la guerra civil estadounidense, continuó el interés por la anexión, pero hubo un cambio radical: ahora los que pedían la anexión eran los que se alzaron en armas contra España, los que se habían ilusionado con la libertad y la igualdad. Existía un asunto circunstancial producto de la guerra; los insurrectos no tenían armas ni experiencia bélica para enfrentarse a un enemigo que los superaba en medios y organización militar. El apoyo de los Estados Unidos podía significar el fin de la guerra y del dominio español. Otro asunto también los atraía: el universo de libertades, el desarrollo industrial y social que ofrecía la vecina nación, en contrapartida con los países de América Latina. Los cubanos estaban en otra situación, pues tenían un desarrollo económico y social muy superior al de República Dominicana. El asunto es que la sociedad cubana había rebasado las posibilidades que le daba la metrópoli. Lo interesante es que el mayor esfuerzo cubano, en la primera mitad del sigo xix, no fue obtener la independencia, sino la anexión a una potencia de mayor desarrollo que España. Los movimientos armados de mayor relieve, las expediciones de Narciso López y el alzamiento de Joaquín de Agüero, perseguían ese objetivo. Tanto dominicanos como cubanos recurrieron a la anexión siguiendo la lógica de países con una nacionalidad en 13 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez formación. La diferencia de la metrópoli preferida estuvo dada por el desarrollo de cada uno de estos estados. El desarrollo económico cubano explica que escogieron a los Estados Unidos. Debemos recordar que el mercado para el azúcar cubano eran los Estados Unidos, no España. Para entender el camino a la anexión es necesario comprender la otra imagen de la independencia. El lograr ésta no podía ser tan agradable. Existían númerosos malos ejemplos para los dominicanos y los cubanos. Las repúblicas latinoamericanas, tras la independencia, mostraron aristas nada agradables. En ellas se estableció un estado de incertidumbre creado por numerosas guerras civiles. El asunto no era solo reconocido por los partidarios del independentismo. Diego Tanco, un abogado habanero que participó en la conspiración independentista de Soles y Rayos de Bolívar, desarrollada en Cuba en la década de los años veinte del siglo xix, desengañado ante la situación de las repúblicas latinoamericanas escribió: «Es preciso convencernos de que a esta isla no le conviene mudar de gobierno, aventurando un presente feliz y seguro, por teorías seductoras, que a sus espaldas, encubren los abismos más espantosos».28 Años después, el poeta cubano José María Heredia, que militó en el independentismo, en carta al capitán general español, Miguel Tacón, en momento de desesperación y desilusión, le expresaba: «[…] pero las calamidades y miserias que estoy presenciando hace ocho años, han modificado mucho mis opiniones, y verían como un crimen cualquier tentativa para trasplantar á la feliz y opulenta Cuba los males que afligen al continente americano».29 La anexión en las dos Antillas españolas fue motivada por muchos factores circunstanciales. En República Dominicana existía la supuesta posibilidad de ser anexados a Haití, lo que era muy poco probable en 1863, dada las numerosas victorias dominicanas contra Haití. Pero este espíritu anexionista tenía una base real: las nacionalidades cubana y dominicana no se habían consolidado. Esto le daba un margen de acción bastante grande a las tendencias anexionistas. Estados Unidos, con su gran desarrollo económico y social, fue siempre una posibilidad muy atractiva para las élites de ambos países, incluso en Santo Domingo, al estallar la lucha contra España, aparecía como un aliado de los independentistas. La posibilidad de un apoyo de los Estados Unidos estuvo presente en la mitología de la sublevación de ambos países. Dos individuos enviados por los sublevados de Santiago de los Caballeros, el 24 de febrero de 1864, para que solicitaran la rendición de las fuerzas españolas concentradas en el fuerte de San Luis, dijeron, sin base real alguna: «Señores, podemos asegurar a Uds. que una escuadra americana, con no sé qué número de tropas de desembarco, ha fondeado ayer en Montecristi».30 Esto, según un militar español que escribió un libro sobre aquellos acontecimientos, era: «[…] una de las muchas tonterías que, como propaganda, corría muy válida en los campos». Diego Tanco, Reflexiones breves e imparciales de un habanero sobre la isla de Cuba, La Habana, Imprenta Fraternal de los Díaz Castro, 1825, pp. 5-6, 16. 29 A. Pirala Criado, Anales de la guerra… tomo I, p. 14. 30 Adriano López Morillo, Memorias sobre la segunda reincorporación de Santo Domingo a España, tomo I, libro 3ro, Santo Domingo, Sociedad Dominicana de Bibliófilos. 28 14 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Durante el desarrollo de la guerra ese mito del apoyo militar estadounidense continuó. Poco antes de la ocupación de Montecristi, en 1864, por las fuerzas españolas, se afirmaba que en ese puerto se encontraban trescientos artilleros norteamericanos con cañones y parque dispuestos a luchar contra los españoles.31 En Cuba, el deseo de un apoyo estadounidense fue tema común en la imaginación de los enemigos de España. Un complotado en un movimiento subversivo que estalló en 1851, afirmaba que el objetivo de la conspiración era: «[…] romper el yugo del gobierno de España para hacerse independiente y contaba al logro de este propósito con fuerzas que vendrían de los Estados Unidos y con las de ellos mismos».32 Al principio de la guerra de 1868, también se siguió creyendo en esa posible ayuda del poderoso vecino. En este sentido se pueden valorar las palabras de uno de los caudillos de la frustrada sublevación que se produjo en Guantánamo. Uno de los detenidos relató a las autoridades hispanas las palabras de un líder que, en un encendido discurso, afirmó: «En el Norte de América, públicamente, se estaba reclutando gente para ayudar a los revolucionarios; que ya habían más de seis mil hombres que estaban para llegar de un momento a otro […]».33 En cierta forma, las sublevaciones de febrero de 1863 se desarrollaron en medio de dos presiones internacionales: una más cercana, el interés de Haití de poner fin al dominio español en Santo Domingo; la otra, los intereses expansionistas de los Estados Unidos hacia el Caribe. Ambos intereses eran un estímulo para los sublevados. Se esperaba que Haití y los Estados Unidos los apoyaran en la sublevación. No podemos descartar un imaginario apoyo de los países latinoamericanos que habían sufrido el yugo colonial hispano. Es muy interesante que el país que sirvió de pretexto para la anexión, Haití, fue una de las esperanzas de los dominicanos para sostener la lucha independentista contra España. El estudio de las sublevaciones de febrero de 1863 nos puede esclarecer este singular contrapunteo entre ambas naciones. En general, en la población dominicana existía un repudio ante la posibilidad del retorno a la dominación haitiana. Uno de los factores que permitió el rápido aniquilamiento de la sublevación de Neiba, el 9 de febrero de 1863, fue que uno de los líderes expresó la posibilidad de retornar al dominio haitiano. Las autoridades españolas propalaron ese criterio y la mayoría de los revolucionarios desertaron o se pasaron al bando contrario. Pero los hombres que habían luchado contra la anexión, hasta agosto de 1863, no habían considerado como perjudicial para el futuro de la república el obtener mayor apoyo de Haití o refugiarse en ese país, en caso de derrota. Si bien no estaban de acuerdo en retomar el antiguo estado de antes de febrero 1844, no existía una discrepancia radical con Haití y se podía aceptar el apoyo de este país. Los sublevados en febrero, trataron de obtener la ayuda haitiana. Esa situación echa por tierra el pretexto de la élite que solicitó la anexión a España. Es decir, la amenaza de Haití Ibídem, p. 32. Archivo Nacional de Cuba, Fondo: Comisión Militar Ejecutiva y Permanente, legajo 100, expediente 4, folio 118. 33 Ibídem, legajo 126, No. 12. 31 32 15 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez para la independencia. Es interesante que esa amenaza tan solo funcionara para los anexionistas, no para los independentistas. No hemos podido encontrar evidencias, entre los restauradores, del temor de que el apoyo de la vecina nación pusiera en peligro la futura independencia. Ya en la segunda mitad del siglo xix, la fuerza de atracción política que pudieran tener algunos de los grandes países latinoamericanos con intereses en el Caribe, como México, Venezuela y Colombia, había desaparecido. Igualmente ocurrió con Haití, que pese a sus pequeñas dimensiones había desarrollado cierto papel en la zona, como fue el apoyo a Bolívar, la anexión de lo que sería República Dominicana y las posteriores guerras de reconquista, al obtener ésta la independencia. En el siglo xx, tanto la historiografía dominicana como la cubana, han tratado de justificar esas inconsistencias que llevaron a tomar los caminos de la anexión. Los dominicanos han culpado tan solo a Santana y sus allegados, de la anexión a España. Se han olvidado del apoyo con que contó la anexión, al producirse ésta. Los cubanos han estado en una situación más delicada, pues si bien España es historia para los dominicanos, no sucede lo mismo con las relaciones de la mayor de Las Antillas con los Estados Unidos y el enfrentamiento entre ambos países en el siglo xx y xxi. En el siglo xx, se ha tratado de justificar esa veleidad anexionista, según el punto de vista de los independentistas, de diversas formas, una de ellas es limitando el asunto tan solo al tema militar, aduciendo que la ayuda militar y el reconocimiento político acelerarían el fin de la dominación colonial. En ambos casos, tanto en República Dominicana como en Cuba, no se ha valorado lo que pudo influir, sobre tal decisión, una nacionalidad en formación. Esas lagunas en la nacionalidad pueden, en parte, explicar el aporte de naturales de estos países a las fuerzas coloniales. El asunto es común para Las Antillas. En Haití, junto a los franceses, combatían tropas negras. Santo Domingo aportó al esfuerzo colonial las famosas y aguerridas Reservas Dominicanas. En Cuba pelearon en el bando hispano, con singular valor, las llamadas Guerrillas. El Cuerpo de Voluntarios protegió las ciudades y poblados. También de sus filas salieron no pocos batallones que operaron en el campo de batalla. Esta realidad militar ha creado serios problemas en las interpretaciones históricas. El apoyo de una parte de los naturales de estas islas a las metrópolis, provoca dificultades para la construcción de los mitos nacionales. No todos los cubanos fueron fieles insurrectos ni todos los dominicanos restauradores convencidos. Incluso el mismo desarrollo de las acciones también provoca contradicciones en las interpretaciones históricas. Al analizar el pasado bélico dominicano y en general de Las Antillas, no podemos olvidar que la referencia que se utiliza tiene un poderoso trasfondo de historia militar tradicional impuesto por la cultura de la metrópoli. En cierta forma, las metrópolis nos han exportado sus Austerlitz y Waterloo. No nos parece nada honroso reconocer la importancia definitoria de la escaramuza. Tampoco es elegante conocer que el combate frontal, en las guerras de independencia de Las Antillas, fue asunto muy secundario y que, en general, nada decidió. Fue 16 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos ésta, en esencia, guerra de pequeñas partidas, de resistencia prolongada. Las causas de los fallecimientos de los militares coloniales lo demuestran. En la revolución haitiana, las fuerzas francesas fueron virtualmente diezmadas por las enfermedades. Hasta el general en jefe, Leclerc, padeció de fiebres. En República Dominicana, las bajas españolas en la contienda de restauración fueron de 486 muertos en combate y 6,854, de enfermedades.34 Aunque el número parece disminuido por el interés de la metrópoli, en esencia, las enfermedades predominaron como causa de muerte. Las guerras de Cuba son los ejemplos más elocuentes. En la Guerra de los Diez Años, los españoles reconocieron que, del primero de noviembre de 1868 al primero de enero de 1878, tuvieron un total de 145,884 fallecidos, de ellos, por causas de enfermedades, 133,555; en combate, 12,329. Además, 1,612 quedaron inútiles por heridas y fueron licenciados, mientras que, por enfermedades, se encontraron en esa situación, 37,728. De esa forma tan solo el 8.4% murió en combate.35 En la guerra de 1895 a 1898, según una investigación realizada por los cubanos, solo el 3.18 % de los militares españoles murieron en combate, el resto de enfermedades.36 Esta realidad ha creado una seria controversia en la interpretación histórica. Algunos autores de la metrópoli señalan que estas fueron guerras, más contra los microbios que contra los hombres. Lo que no se ha comprendido es que ésta es, en general, una característica de las guerras irregulares, pero, muy en especial, de Las Antillas. Las enfermedades forman parte del conflicto. Las guerras contra España de República Dominicana y Cuba necesitan una revisión metodológica, incluso, nos ofrecen indicaciones para andar estos caminos de la interpretación. Hay que valorar el papel de la nacionalidad, en el campo puramente militar y lo que representó el enfrentamiento bélico en sí, es decir, el combate. Ninguna de estas contiendas se ganó o perdió por un combate o una batalla. En estas condiciones, el papel de los líderes militares y políticos es muy relativo. En el caso de Cuba, la mayoría de los líderes fallecen en el desarrollo de la contienda, pero ésta se mantiene. En Santo Domingo el asunto es más sorprendente. En los alzamientos de febrero de 1863, tal parece que las masas se han desbordado sobre los caudillos. Esta multitud es la que solicita que los futuros héroes se subleven. Tanto en Cuba como en República Dominicana, ocurre un acontecimiento interesante: el papel de los negros y mulatos. En República Dominicana, los españoles no tenían un enemigo común que uniera a un amplio segmento de la población, como sí ocurría en Cuba con los esclavos y gente de color libre, respecto a la población que Jorge Castel, Anexión y abandono de Santo Domingo (1861-1865), Madrid (Cuadernos de historia de las relaciones internacionales y política exterior de España), 1954, p. 32. Las cifras del historiador son bajas. Cifras más altas sobre el número de muertos las reflejan Eduardo González Calleja y Antonio Fontecha Pedraza en Una cuestión de honor. La polémica sobre la anexión vista desde España (1861-1865), Santo Domingo, Fundación García Arévalo, Amigos del Hogar, 2005, p. 172. 35 Casa Natal de Calixto García. Centro de Documentación de las Guerras de Independencia, documento 23. 36 Raúl Izquierdo Canosa, Viaje sin regreso, La Habana, Ediciones Verde Olivo, 2001, p. 125. 34 17 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez se consideraba blanca. Se temía una sublevación de los esclavos y de la población libre de color. El asunto racial en República Dominicana funcionó al revés. En Cuba, el miedo al negro había unido a una parte de la población en torno a la metrópoli, estableciendo en la sociedad cubana un profundo racismo. En República Dominicana, el desprecio de los blancos españoles por negros y mulatos fue un factor de cohesión, para gran parte de la población, en la decisión de restaurar la República. La población dominicana era, mayoritariamente, negra o mulata. En República Dominicana funcionó el miedo a la esclavitud, pero a la inversa de Cuba. En Cuba habían actuado dos temores: uno era que se aboliera la esclavitud y los propietarios se despertaran una mañana cualquiera con que habían perdido una parte fundamental de sus riquezas y el otro, que una sublevación de esclavos eliminara el poder y la vida de los que se consideraban blancos. En República Dominicana, la esclavitud también implantó el pánico en la sociedad. El común de la gente temía que los españoles establecieran la esclavitud. Los negros y mulatos, mayoría en la población, podían ser vendidos en Cuba y Puerto Rico, donde esa infernal situación existía. Un torbellino de comentarios recorría la Capitanía General de Santo Domingo, si bien algunos de ellos carecían de toda lógica. Se llegó a decir: «[…] que el Islmo. Sor. Arzobispo de la Isla no era tal sino un comerciante al cual había sido vendida la Isla, el que con un sello venía marcando a sus habitantes para embarcarlos y llevarlos a vender a la Isla de Cuba como esclavos y que los iba a desarmar a todos, no dejándoles ni aun un cuchillo con obgeto que no pudieran defenderse».37 Las causas de los alzamientos de febrero de 1863 son muchas, pero las que se hicieron más evidentes, que pudieron ser contadas por las autoridades, fueron resumidas por el general José Hungría en una carta a sus superiores, el 24 de febrero, en los momentos en que reprimía el alzamiento de Guayubín y Sabaneta: […] son varias las causas que hacían estar alarmados los ánimos a las que se unían la esplotación hecha de ellas por algunos malévolos, que están acostumbrados a medrar en las revoluciones; una de las cosas que más alarma había producido fué la pastoral del Señor Arzobispo, a la que con siniestro fin dieron la peor interpretación los díscolos y los sacerdotes encargados de ir moralizando al pueblo, la causa de éstos obrar así, es en mi concepto, el no avenirse a vivir morigeradamente, acostumbrados como estaban, a efectuarlo en el mayor libertinaje; V.E. sabe la influencia que ejercen sobre cierta clase de gente, y el partido que de ella pueden sacar y han sacado, pues los mismos Alcaldes Pedáneos, con motivo de los acontecimientos, han estado cometiendo otros vejámenes sin más obgeto que sublevar la gente que después ellos mismos han conducido al punto de la insurrección, agregase a esto, en mi concepto, los trabajos haitianos, pues cuentan con ellos, y si no ostensiblemente, Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, tomo 28. El original se encuentra en el Archivo de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago. 37 18 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos los ausilian por debajo, de que después sólo así se comprende aparezcan armados y municionados, cuando carecían de una y otra cosa. Estas eran, en mi concepto, las causas que estaban influyendo en el espíritu público, pero nada formal había todavía, prueba de ello las alarmas de Santiago y Puerto Plata, pero a la llegada del Señor Comandante de Artillería, tras la rotura por él de los armamentos y la clavazón de los cañones, corrió como chispa eléctrica por las galleras y demás lugares de ésta frontera, la voz de que las inutilizaban las armas y desembarcaban con objeto de esclavizarlos, y ésto Exmo Señor, cundiendo con la velocidad del rayo, soliviantó los ánimos, dando el triste resultado que tocamos.38 En los interrogatorios a los individuos apresados por la sublevación de febrero de 1863, era común que se expresara el miedo ante la posibilidad de ser convertidos en esclavos. Uno de los interrogados afirmaba que: «Siendo las voces que circulaban que los españoles querían poner la esclavitud y otras varias que no recuerda».39 El tema de que los españoles desarmaban a los dominicanos era real y fue utilizado por los revolucionarios en su propaganda contra estos. De por sí, el hecho de desarmar a la población resultaba incomprensible para los dominicanos. Ellos habían luchado durante siglos contra muchos enemigos. Para el pueblo, las armas resultaban parte de su cultura. Un testigo, refiriéndose a uno de los sublevados afirmó que: «[…] estándo un día jugando gallos, le dijo dicho Decaer que en Sabaneta los españoles habían roto los fusiles y que iban a ir, casa por casa, a desarmar los criollos».40 No menos importante fue el papel desempeñado por personas de relieve, como el comandante de milicias, don Norberto Torres. Según un informe español, los trabajos de los conspiradores: […] también lo hizo adelantarse según noticias que tengo, el haber sospechado el Señor Coronel Garrido, era uno de los que trabajan más principalmente con el Comandante de Milicias, Don Norberto Torres, el que se apercibió querían prenderle y desapareció del pueblo antes de anochecer, presentándose al día siguiente con la fuerza, habiendo antes sublevado a Sabaneta.41 La única promesa que cumplió España, fue no restablecer la esclavitud, pero la mayoría de los dominicanos acabaron creyendo esos inverosímiles comentarios sobre las autoridades. Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, tomo 28. El original se encuentra en el Archivo de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago. 39 Ibídem. 40 Ibídem. 41 Ibídem. 38 19 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Este fue uno de los motivos que movilizó a muchos dominicanos a integrar las filas de la Restauración. Diversos testimonios demostraban lo que significó este miedo a la esclavitud en el país. Por tan solo citar uno, Juan de la Cruz Ureña, quien se encontraba entre los que se sumaron a la insurrección del 24 de febrero en Santiago de los Caballeros, declaró al ser interrogado por los españoles, luego de su captura: Que se encontró una porción de paisanos armados entre los cuales recuerda a Ramón Almonte, Vidal Pichardo, Eugenio Perdomo, Pedro Ignacio Espaillat, Juan Antonio Alis, Domingo Curiel y Ramón Pacheco, todos los cuales le dijeron que los españoles querían hacerlos esclavos, entusiasmándolo con esto, con lo cual consiguieron que los siguiese […].42 El temor era tan general, que un militar peninsular que tomó parte en la Guerra de Restauración, anotó en sus memorias que, cuando se hizo el censo: «[…] muchos huyeron al monte porque les hacían creer que estábamos formando listas para llevarlos de esclavos a Cuba».43 Aunque la condición humana es compleja e impredecible. En ocasiones, una copa de más puede ayudar a marcar una frontera política. Así le ocurrió a José Rivas, un criador de ganado vecino de Montecristi quien afirmaba que: «[…] bien que cree se le haya prendido por haber dicho algunas palabras en contra de los criollos de su pueblo, en consecuencia de haber bebido algo más de la cuenta».44 Al referirse a criollos, hacía alusión a los miembros de las reservas españolas. A esto es necesario agregar el desprecio de las autoridades españolas hacia los dominicanos. Incluso, los miembros de las Reservas Dominicanas que defendieron la metrópoli, no estaban exentos de ese desprecio. Un informe español sobre ellos afirmaba que: «Los individuos del antiguo Ejército de la República de Santo Domingo, ignoran todos los ramos de la instrucción militar, en el cual no existía organización regular ni disciplina; que el carácter y hábitos de aquellos habitantes difiere mucho de los nuestros y principalmente en la cuestión de razas».45 Si una parte de la población había apoyado la anexión, otra, desde su inicio, se mostró inconforme e iniciaron las protestas. En el momento de izar la bandera española, en marzo de 1861, se produjeron reprobaciones en diferentes lugares del país. Luego se sucedieron movimientos armados. En una fecha tan temprana como el 23 de marzo de 1861, en San Francisco de Macorís, hubo una reacción negativa. En Moca, el dos de mayo se produjo una insurrección. Los rebeldes atacaron el cuartel Archivo General de Indias, Fondo Cuba, Comisión Militar Ejecutiva, Plaza de Santiago de los Caballeros, año 1863, legajo 1015a, documento 1, copia textual que se encuentra en el Archivo General de la Nación, República Dominicana, Fondo César Herrera, tomo II. 43 A. López Morillo, Memorias sobre la segunda reincorporación…, p. 69. 44 Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, tomo 28. El original se encuentra en el Archivo de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago. 45 Emilio Rodríguez Demorizi, Hojas de servicio del ejército dominicano (1844-1865), tomo I, Santo Domingo, Editorial del Caribe C por A, 1968, p. 50. 42 20 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos dando muerte al teniente Francisco Capellán, oficial de la guardia de la cárcel. Igualmente, atacaron la Comandancia de Armas hiriendo a Suero, general de las reservas, primera autoridad militar de la villa. Este último, sin embargo, logró vencer a los insurrectos en su intento de apoderarse de la Comandancia de Armas. Se produjeron otras manifestaciones de oposición en Puerto Plata, en la furtiva oposición del Senado para hacer viable que se frustrara el proyecto de anexión y en los fracasados intentos del presbítero Fernando Arturo de Meriño de producir un alzamiento nacional. Muy significativa fue la expedición de Sánchez y Carbajal. Esta expedición, integrada fundamentalmente por dominicanos, se organizó en Haití, desde donde invadió suelo dominicano. Este fue un esfuerzo orientado a crear una insurrección nacional generalizada que diera al traste con el proyecto anexionista. Sánchez, con ese objetivo, le escribió a los generales Fernando Valerio, José Valera, Víctor George, Manuel de Luna, Pedro Florentino y Juan Contreras, con el ánimo de sumarlos al alzamiento anti-anexionista. Los revolucionarios tuvieron algunos éxitos. Para fines de mayo y principios de junio cristalizó la toma de Las Matas de Farfán, por Cabral; se capturó El Cercado, por Sánchez y se ocupó Neiba, por Taveras. El objetivo siguiente sería el ataque sobre San Juan de la Maguana, el cual nunca se llegó a realizar, pues diferentes factores conspiraron contra la rápida movilización de los patriotas. El movimiento acabó en el fracaso, Cabral se retiró hacia Haití y Sánchez y sus expedicionarios fueron derrotados militarmente en una emboscada que tuvo lugar en El Cercado. Los heridos y sobrevivientes fueron sometidos a un Consejo de Guerra, condenados a la pena capital y ejecutados veinte.46 En febrero de 1863 se produjeron los alzamientos de Neiba, Guayubín, Sabaneta, Montecristi y Santiago de los Caballeros. Algunos de estos alzamientos conllevaron verdaderas operaciones militares y combates de cierta magnitud, como los de Guayubín y Sabaneta que contaron con la participación de cientos de hombres, concluyeron con la captura por los rebeldes de Guayubín, Sabaneta y Montecristi y provocaron combates de envergadura, como el de La Manga, donde se utilizó hasta artillería. Si bien, formalmente, podíamos hablar del fin de estos movimientos en marzo de 1863, por la acción represiva española, la insurrección continuó latente, no solo en el sentido espiritual, sino también en el material, pues muchos de sus integrantes pasaron a Haití, donde continuaron conspirando. Incluso, algunos permanecieron en territorio dominicano, en franca rebeldía. Las protestas anteriores y los alzamientos fueron la acción de grupos relativamente reducidos y no contaron con el apoyo de la mayoría de la población. Era la acción de los dominicanos más radicales y convencidos de la viabilidad del Estado dominicano, pero no encontraron un apoyo masivo, pues un segmento del pueblo esperaba de la nueva situación cambios favorables. En cierta forma, el Estado español no había agotado sus posibilidades de cambio. En febrero de 1863, estaba demostrado que con la anexión no se solucionarían los problemás esenciales del país. Lugo Lovatón, Sánchez, Ciudad Trujillo, Editora Montalvo, 1942, p. 56. 46 21 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez En agosto de 1863 se produjo el alzamiento de Capotillo, que dio inicio a la Guerra de Restauración. El alzamiento dominicano fue un proceso que se fue conformando desde los primeros momentos de la anexión y se manifestó en una oposición contra la dominiación española que fue ganando adeptos, motivada por las medidas administrativas españolas que lesionaron los intereses de diferentes sectores y por asuntos más subjetivos, como el racismo de los funcionarios y militares españoles y la imposición, por parte de las autoridades eclesiásticas peninsulares, de medidas que chocaban con los hábitos caribeños. España era incapaz de solucionar muchos problemas de los dominicanos ni cumplir, en lo más mínimo, las promesas que había hecho. Conspiración y alzamiento República Dominicana, en el momento de ser anexada a España, había sido un estado independiente. Incluso había sostenido una prolongada guerra contra Haití para alcanzar ese estatus. La existencia de una memoria bélica reciente es muy importante para entender los estallidos revolucionarios de febrero y, en general, el movimiento restaurador. Los dominicanos se habían batido contra diversos invasores, prácticamente desde la llegada de los colonizadores españoles. Esto había cimentado una cultura bélica en el país. Pero lo que influyó directamente en la lucha contra España, fue el desarrollo de las guerras contra Haití. En 1863, una parte significativa de los veteranos de las guerras contra Haití estaban vivos. Si hacemos un simple cálculo matemático podríamos considerar que un hombre que en 1844 tuviera 35 años, en 1863 tendría unos 55. Casi siempre, en las contiendas bélicas, los que forman parte de ambos bandos son jóvenes. Podríamos considerar que, una parte considerable de los que se sublevaron en 1844 y luego los que integraron las fuerzas dominicanas en las guerras que se desarrollaron entre ambos países, debían tener entre 20 y 35 años. Por lo tanto, en 1863, la mayoría de ellos estarían vivos y activos en la vida política y económica del país. Otro asunto importante es que algunos ayuntamientos se sumaron al movimiento independentista, como fue el caso del de Sabaneta y una parte significativa de los miembros del de Santiago de los Caballeros. Si bien lagunas en la conformación de la nacionalidad dominicana explican, en parte, la anexión a España y el apoyo que ésta recibió de un segmento de la población, al mismo tiempo, la consolidación de esa nacionalidad en aquellos años explica lo rápido del aliento independentista, por lo que la anexión puso en evidencia un contrapunteo entre las fortalezas y las debilidades de la nacionalidad dominicana. En Cuba, el apoyo al integrismo de una parte de la población, nos sitúa también ante este contrapunteo. Las estructuras de control español sobre la sociedad no se habían establecido con todo rigor. De todas formas, España había creado una expectativa entre un grupo 22 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos importante de dominicanos. Se esperaba que la metrópoli introdujera cambios significativos en la sociedad dominicana; pero nada de esto ocurrió. El alzamiento se produjo a los dos años y cuatro meses de restablecido el poder colonial. España intentó establecer mecanismos de control de la sociedad similares a los de Cuba. Se ha culpado a la metrópoli de imponer una política despótica en su nueva colonia. Pero España no tenía otra experiencia que fuera más allá del patíbulo y el calabozo. Mirándolo desde el lado de los dominadores, le habría dado resultado. Pese a todos los signos independentistas que se desarrollaron en América, en la primera mitad del siglo xix, lograron mantener bajo su control a Cuba y Puerto Rico. Pero la situación allí era diferente. Contaban con un poderoso aliado en la inmigración española. En el caso cubano, era un grupo portentoso. En 1862 residían en Cuba unos 48,000 canarios y 67,600 peninsulares y baleares;47 en total sumaban unos 115,600. Si tenemos en cuenta que la población era de 1,426 475,48 nos encontraremos con más del 10 % de los vecinos en la isla. Además, una parte significativa de ellos eran jóvenes varones, por lo que en una contienda bélica tendrían un peso importante en el bando al que se inclinaran. Muchos eran empleados del gobierno y, en general, todos se beneficiaban con los privilegios que significaba su condición de españoles. En lo material, Cuba les ofrecía posibilidades que no tenían en su tierra. Todos soñaban en convertirse en ricos indianos, así se les llamaba a los emigrados que se enriquecían en América Latina y regresaban a su tierra natal. Llevar la vida y la estampa que describe un intelectual español sobre los indianos, era una callada esperanza de cada peninsular, balear o canario que llegaba a Cuba: Eran inconfundibles, orondos, sonriendo a diestro y siniestro enseñando un puñado de dientes de oro que le iluminaban la boca y con sus leontinas, también de oro puro, colgándoles del chaleco, descaradamente. Con el veguero entre los labios, bien machacado, babeado de gusto, a punto de apagarse y el jipijape cubano cubriéndoles la cabeza. Con las barrigas hinchadas como bombos de tanto arroz con frijoles y tanta yuca y quimbombó. Y es que la mayoría venía de Cubita la Bella, que por aquel tiempo era la niña bonita de la emigración.49 José Martí realizó un análisis interesante sobre la situación de los inmigrantes españoles en Cuba. En la mayor de Las Antillas el inmigrante hispano:«[…] vive en gozo y consideración que no conoció jamás en su aldea miserable o en su ciudad roída o pobretona».50 Ismael Sarmiento Ramírez, Cuba: Entre la opulencia y la pobreza. Población, economía y cultura material en los primeros 68 años del siglo xix, Madrid, Aldaba Ediciones, 2004, p. 45. 48 Ibídem. 49 Leocadio Machado, «Los Indianos», http://mgar.net/cuba/indianos.htm. 50 José Martí, La Revolución de 1868, La Habana, Instituto del Libro, 1968, p. 329. 47 23 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez El apoyo del Estado español, en República Dominicana, era mucho más endeble. La inmigración hispana era muy reducida. En términos de peso para una contienda, la podemos considerar prácticamente nula. A diferencia de Cuba, donde un grupo de sus vecinos crearon estrechos lazos, por tradición o intereses, el dominicano había conocido otros senderos que no eran, precisamente, los de la sumisión colonial. En cierta forma, la misma anexión era un ejemplo de las muchas libertades que gozaban. Había tenido la oportunidad de escoger entre ser una república o parte del imperio español. Era necesario limar y convertir a estos levantiscos nuevos súbditos del imperio en gentes fieles. Concluida la anexión, un análisis del Capitán General de Santo Domingo sobre los oficiales de las reservas que serían trasladados a Cuba, afirma que: Los hombres de este país, nacidos en libertad, acostumbrados al goce de todos los derechos políticos y civiles y disfrutando de las ventajas de todas las categorías sociales, llevarán sus hábitos y su altiva condición a unas posiciones donde existe la esclavitud, sirviendo en ellas de pernicioso ejemplo para los esclavos y libertos de su propia raza.51 El asunto iba más allá del ejemplo potencial que podían dar en Cuba, sino en su propio suelo; esta población que había conocido la vida en una república donde eran ciudadanos, ahora se encontraba convertida en colonia de uno de los imperios más atrasados de la época, en lo social y en lo económico. La estructura mental de los colonialistas les impidió actuar con suficiente flexibilidad para ganarse sino a toda, a una parte considerable de la población. Desde el punto de vista material, poco le ofrecieron a la nueva colonia para beneficiar a un segmento de la sociedad, con tal de que le fuera fiel. Incluso, no crearon siquiera una capa de funcionarios públicos nativos que se beneficiaran con el nuevo poder. La mayoría de estos fueron importados de la metrópoli. El ejemplo más evidente fue el propio Santana, que después de actuar enérgicamente a favor del nuevo gobierno, acabó siendo despachado por lo agrio de su carácter y el cuestionar las órdenes emanadas de los capitanes generales. El alzamiento Si analizamos el alzamiento de febrero de 1863, en el marco de las guerras de los antillanos, nos vamos a encontrar con un movimiento típico de estas contiendas. Si bien existe un plan general, muy parecido al de los cubanos de 1868, 1879 y 1895, el alzamiento estalla sin orden, siguiendo el impulso de cada caudillo o grupo de comprometidos. El de Neiba estalló el 9; el de Sabaneta y Guayubín, el 20 y 21 y el Archivo Nacional de Cuba, Fondo: Asuntos Políticos, caja 227, No. 8. 51 24 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos de Santiago, en la noche del 24. Al igual que en los alzamientos cubanos, había un plan común por lo menos, entre los tres últimos, aunque el plan nadie lo cumplió. Al igual que los cubanos no hubo una preocupación prioritaria para acumular armas y parque. Existen muy buenas intenciones, pero los acontecimientos se imponen y la gente se alza con lo que tiene. Las armas y el parque eran uno de los problemás más serios de estos movimientos. Los españoles llevaron a cabo una intensa campaña de inteligencia en todo el Caribe para evitar las expediciones en ayuda de los revolucionarios. Realmente, esa preocupación tenía su lógica. El Caribe ha servido de escenario a uno de los mayores contrabandos de armas para sustentar expediciones. Cuba es un ejemplo palpable de esto. En la primera guerra de independencia cubana (1868-1878), se organizaron 58 expediciones. No todas lograron llegar.52 En la guerra de 1879 a 1880, desembarcaron dos expediciones insurrectas.53 En la contienda de 1895 a 1898 el salto es sorprendente por la gran cantidad de embarcaciones que llegan a la tierra del mambí; lograron desembarcar 48 expediciones.54 En el caso de los alzamientos de febrero de 1863, se pensaba obtener armas de Haití, además de las que guardaban los dominicanos. La existencia de un estado fronterizo enemigo de España era una gran ventaja para los dominicanos y, en este caso en particular, para los revolucionarios del Cibao. El asunto de obtener equipos bélicos no era fácil. España tenía una tupida red de espías que se encargaban de vigilar a los dominicanos exiliados. Un ejemplo de esto fue la vigilancia sobre Duarte. Al estallar la Guerra de la Restauración, las autoridades españolas en Santo Domingo comunicaban a Madrid que habían sido informados: «por conductos dignos de crédito […]»55 que Duarte se encontraba en Curazao «arreglando los medios de favorecer con armas y dinero a la facción de esta provincia y aún, de ir a la incorporación a ella […]»56 Poco después se envió desde Madrid un documento al encargado de negocio en Venezuela para que vigilara la acción de Duarte en ese país. El patriota dominicano residía desde hacía años en ese Estado. El referido funcionario logró averiguar que Duarte había embarcado en La Guaira, con rumbo a las Islas Turcas. De inmediato, el Encargado de Negocios puso en alerta al Cónsul en Puerto Cabello y Vicecónsul en La Guaira, quienes se encargarán de confirmar esa noticia.57 Gálvez Aguilera Milagros, Las expediciones navales en la Guerra de los Diez Años (1868-1878), La Habana, Ediciones Verde Olivo, 2000, p. 62. 53 Francisco Pérez Guzmán y Rodolfo Sarracino, La Guerra Chiquita: Una experiencia necesaria, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1982, pp. 260-268. 54 César García del Pino, Expediciones de la guerra de independencia (1895-1898), La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1996. Cuadro estadístico de las expediciones desembarcadas durante la guerra de independencia. 55 Emilio Rodríguez Demorizi, En torno a Duarte, Volumen XLII, Santo Domingo, Academia Dominicana de la Historia, 1976, p. 146. 56 Ibídem, p. 146. 57 Ibídem, p. 148. 52 25 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Este es tan solo un ejemplo de la acción de vigilancia de las autoridades españolas sobre los restauradores. Poco antes de los estallidos de febrero de 1863, los españoles hicieron un esfuerzo para desarmar al pueblo dominicano. Liquidaron los polvorines que existían en los poblados, pero en febrero de 1863, los sublevados contaban con armas. La mayoría de los interrogados por la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente, lo afirman. Una parte debió de proceder de las que tenían en propiedad los dominicanos. En un país de muchas guerras, era asunto normal que los particulares tuvieran armas, pero también hay informes de que, en especial, los sublevados en Sabaneta y Guayubín recibieron armas de Haití. Lo más probable es que no fueran directamente del Estado haitiano, que estaba bajo la amenaza de ser bombardeados sus puertos por la flota hispana, si se solidarizaban con los independentistas dominicanos. Pero la frontera era muy extensa, muy mal vigilada y siempre existía la posibilidad de que, a través de ella, se recibieran armas y parque. Otros asunto importante era la relación numérica entre hispanos y rebeldes. En las sublevaciones de febrero del 1863, las fuerzas revolucionarias en Guayubín, Sabaneta, Montecristi y Neiba, inicialmente, superaron a las tropas coloniales. Era imposible mantener guarniciones numerosas en aquellos poblados. La represión en las colonias era una inversión económica y ésta debe estar acorde a la importancia de la misma. Como era imposible mantener tropas en las diferentes comunes o municipios del Cibao, se recurrió a crear en Santiago una guarnición relativamente númerosa. La medida fue la más oportuna posible: si esas tropas se hubieran dispersado en los diferentes poblados de la región, hubieran podido ser rápidamente aniquiladas. Al evitar esto, se contaba con un núcleo importante para combatir a los posibles sublevados. Pero a corto plazo, esto le daba facilidades a los sublevados de contar con la superioridad numérica. Las fuerzas sublevadas tenían a su favor la naturaleza, propicia para la guerra de guerrillas, por la falta de comunicación y la existencia de bosques y montañas. Además, las fronteras de Haití podían ser un refugio de estos hombres. Un aspecto importante era lo relativamente reducido de la población; en la época, el país contaba con unos 300,000 vecinos y de estos, una parte apoyaba la metrópoli, algunos de una forma muy activa. Si bien se produjeron sublevaciones y protestas contra España, poco después de realizarse la anexión, también la nueva metrópoli recibió apoyo, en diferentes puntos. Los acontecimientos En febrero de 1863, en el Cibao se habían forjado los invisibles hilos de un complot independentista. Gente de las más diversas procedencias sociales habían comenzado a conspirar. Se realizaron reuniones y se traían armas y parque del cercano Haití. Otros alistaban sus viejos fusiles de las guerras de separación contra Haití. Como 26 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos siempre ocurre en este tipo de conspiraciones, donde hay demasiados que conocen los secretos, a oídos de las autoridades llegaron noticias alarmantes sobre el alzamiento que se preparaba. El general de las reservas, D. José Garrido, gobernador de Guayubín, afirmó: […] que en el mes de enero próximo pasado, cuya fecha no recuerda recibió una comunicación del Sor. Gobernador General de la provincia, por la cual dicho Sr. le manifestaba que había llegado a su conocimiento que en éste punto se trataba una rebolución en contra del Gobierno de S. M. y por consiguiente, tomáse todas las medidas de precaución que juzgase convenientes, dándole parte de todo cuanto sobre el particular supiera y ocurriera […].58 El gobernador tomó algunas medidas: […] al recibo del cual se apersonó con varios señores del pueblo que merecían su confianza, considerándoles adictos al Gobierno de S. M. de los cuales trató de inquirir informes sobre el obgeto a que se refería la comunicación que había recibido del Sr. General Gobernador de la Provincia, cuyos señores que son Juan Grullón y Basilio Fondé y a otros varios cuyos nombres no conoce por hacer poco tiempo que se halla en este punto, entre los cuales se dirigió también al Sr. Coronel de las Reservas D. Felix Escarfuller todos los que le manifestaron que nada sabían del asunto sobre el cual les preguntaba, en consecuencia de lo que ofreció en contestación al Sr. General Gobernador de la Provincia manifestándole que a pesar de las diligencias que había practicado en averiguación de los hechos sobre que le prevenía, no había podido indagar nada, sin embargo de lo que había tomado las disposiciones convenientes para la seguridad del término a su cargo continuando en averiguaciones sobre el particular […]59 Los vecinos fieles a España les brindaron más información a las autoridades coloniales de Guayubín. El gobernador español le informa a sus superiores: […] que poco después de esto se le presentó un hijo del viejo Vallejo cuyo nombre no sabe, el que, por encargo de su padre, le manifestó que tuviera mucho cuidado, pues había visto a muchas personas desconocidas que iban y venían por distintos puntos, cuyas personas notaba que se dirigían a otras del vecindario que no eran de su confianza, por Archivo General de la Nación, Fondo César Herrara, Tomo 28, El original se encuentra en el Archivo de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago. 59 Ibídem. 58 27 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez lo que sospecha dicho viejo Vallejo que se trataba de algún asunto de revolución […]60 El gobernador realizó indagaciones al respecto: «[…] cuya noticia manifestó seguidamente a los arriba dichos, D. Juan Grullón y D. Basilio Fondé, los cuales le dijeron entonces que tenían también noticias sobre lo mismo […]»61 El gobernador de Guayubín de inmediato tomó medidas: […] las cuales noticias puso inmediatamente en conocimiento del Sor. General Gobernador de la Provincia, por medio de un oficio, solicitando al propio tiempo de esta autoridad, se sirviera mandarle refuerzos o cuando menos algunas municiones, pues que la tropa de su destacamento no tenía otras a propósito para sus armas más que dos paquetes de cartuchos, cuya comunicación remitió por un particular que no recuerda quien fuera.62 La labor de inteligencia española dio sus resultados. Hasta oídos del gobernador de Guayubín llegaron noticias de que la conspiración se había extendido hasta la ciudad de Santiago de los Caballeros. Incluso llegó a obtener los nombres de algunos de los comprometidos. Envió un emisario con los detalles que logró obtener. El general Hungría, jefe de Santiago, recibió al subteniente Miguel Muzas que traía información del gobernador de Guayubín. Hungría tomó algunas medidas para la defensa de aquella plaza, como citar e interrogar a los individuos que denunciaba el jefe de Guayubín y aumentar la defensa del fuerte San Luis. En el caso de Guayubín, la situación era muy difícil, el jefe de la plaza era el coronel de la Reserva Juan Garrido, un hombre de absoluta fidelidad a España, pero que contaba para la defensa de la plaza con un oficial y 30 soldados del ejército español, de los cuales, ocho estaban enfermos. El 20 de febrero mandó un segundo mensaje a Hungría pidiéndole refuerzos. El día 21, Hungría envió, desde Santiago, 25 soldados para reforzar Guayubín. Esta decisión de Hungría fue criticada por algunos autores españoles de la época; estos eran muy pocos hombres, pero viendo el asunto con la óptica del momento, el general estaba realmente comprometido, debía de defender una amplia provincia con varios puntos importantes incluyendo la propia capital. Tenía una inmensa frontera con Haití que cubrir y para todo esto contaba con una guarnición relativamente reducida. Es de pensar que este general no quiso fragmentar sus fuerzas enviándolas a Guayubín u otro lugar de la provincia. Sus planes eran de mantener un contingente Ibídem. Ibídem. 62 Ibídem. 60 61 28 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos unido en Santiago y desde allí enviar refuerzos a cualquier punto de su jurisdicción. Para entender la situación del general Hungría y en general de las fuerzas de la metrópoli en el Cibao, en febrero de 1863, debemos de analizar la relación que existe entre las tropas regulares y las irregulares en este tipo de conflicto. La guerrilla es asunto individual. Incorporarse y sobrevivir a la dura prueba de la montaña o el bosque es una muestra de las muchas cualidades de cada hombre y mujer que la integran. Tiende rápidamente a ir individualizando las cualidades y defectos de cada uno de sus integrantes. El hombre definido, con nombre y apellido muy concreto, se puede destacar entre la veintena de irregulares por sus muchas habilidades en la emboscada, por su capacidad de guiar al grupo hacia las mejores y más ventajosas posiciones en el combate. La realidad cotidiana de sobrevivir y el combatir, lo irán decantando paulatinamente. Se le buscará en los momentos más difíciles para que salve las circunstancias más preñadas de peligros. Sin embargo, la contraguerrilla es asunto anónimo. La forma más eficaz de combatir al irregular es imponiéndose por el número, más que por la calidad. El guerrillero se expresa en decenas o centenas, el contra guerrillero, en decenas de miles. La superioridad numérica para las fuerzas gubernativas es absolutamente relativa. Este asunto en la historia, realmente, no se ha entendido en todas sus dimensiones. Para valorar la superioridad de las fuerzas de un gobierno sobre los irregulares se deben entender otros elementos que no consisten en una simple proporción numérica. Por regla, las tropas regulares son superiores, en número, a la guerrilla. Pero la esencia de la superioridad numérica no radica en un asunto aritmético. Las fuerzas gubernamentales deben de ocupar cada casa, cada sendero, cada aguada de importancia para los contrarios; tan solo se puede considerar una superioridad numérica a favor de la antiguerrilla si se cumple con tales parámetros. Por lo que la lucha antiguerrillera está matizada de un profundo sentido de colectivo, al accionar. El gran héroe es el número de combatientes. En el caso de la sublevación de febrero de 1863, la relación numérica estaba a favor de los irregulares. La guarnición de Guayubín y Sabaneta era muy reducida. Al parecer, en Sabaneta era más bien simbólica. El único lugar en que esa relación era favorable a los regulares, fue Santiago de los Caballeros. Tenían una superioridad respecto a los irregulares y además, el nivel de disciplina, organización y equipos militares que poseían. Agreguemos que la acción fundamental se efectúo en la ciudad; esto descartaba la ventaja del bosque. Los revolucionarios no pudieron recurrir a las guerrillas. Los sublevados en Guayubín hicieron un esfuerzo considerable para sumar a oficiales de experiencia de las Reservas Dominicanas. Varios de los líderes eran militares, pero en general, no se llegó a ver una cohesión entre los revolucionarios. La idea era sumar individuos con altos grados militares. Alrededor del 18 de febrero, los conspiradores se reunieron en el antiguo campamento español, ya abandonado, de Dajabón y acordaron alzarse el 20 de febrero. El día 20 se alzan en Sabaneta el general Santiago Rodríguez, el coronel Salcedo y Juan A. Polanco, así como los civiles Gilberto Torres, Ricardo Curiel y Silva. Parte 29 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez del Ayuntamiento de Sabaneta se une a los revolucionarios. Al ser aplastada la sublevación, la acción de las autoridades contra el Ayuntamiento puso en evidencia la participación de éste en la revuelta. Varios de ellos fueron condenados a prisión: «Los paisanos que componían el Ayuntamiento de Sabaneta Don Manuel de Jesús Núñez, Don Ambrosio Echavarría y Don Juan Isidro Rodríguez, han sido destinados por el Escmo. Sor. Capitán General a que sufran tres años de destierro en la península de Samaná. Lo que participo a V. para los efectos consiguientes».63 Las condenas que sufrirán posteriormente los miembros del Ayuntamiento respondían a la realidad de que habían apoyado la sublevación. Los sublevados ocuparon el poblado de Sabaneta. La primera medida que tomaron fue confeccionar una proclama anónima declarando la república. De inmediato comenzó el reclutamiento. Para esto utilizan una antigua costumbre dominicana de que, en caso de un peligro, se llamaba a los vecinos del poblado y los campos inmediatos, disparando el cañón que se encontraba en cada plaza de los centros urbanos. Se produjo una movilización general que concentró a los revolucionarios en el poblado de Sabaneta. Es interesante que las estructuras administrativas sirvieran para estos fines. El alcalde de la común y varios miembros del Ayuntamiento y funcionarios, se sumaron al movimiento revolucionario. El alcalde de Sabaneta le escribía a uno de sus subordinados: Sabaneta, 21 de febrero de 1863 Señor Alcalde Pedáneo: Hahora que son las 10 hace dos horas que se ha enarbolado el pabellón Dominicano; por tan inmediatamente reciba Ud. éstas pasará Ud. órdenes a todos los oficiales bajo su mando que nombren todos los hombres sin ecepción de personas se presente a ésta plaza con sus armas en el mejor estado advirtiéndole que en pudiendo tomar las armas no debe quedarse nadie quedando el cumplimiento de esta orden bajo su responsabilidad. Dejando solamente 20 hombres de guardia en el camino de la bajada de La Caoba para impedir el que pase ningún español y menos ningún grupo de hombres armados, a menos que se presenten uno a uno. Dios guarde a Ud. ms. años. El Coronel Encargado El Alcalde Firmado: Santiago Rodríguez.64 Ibídem. Ibídem. 63 64 30 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos La incorporación del Ayuntamiento al alzamiento incrementó el número de integrantes del movimiento revolucionario. Los sublevados en Sabaneta hicieron una estratagema para afectar la guarnición de Guayubín. Decidieron atraerla a Sabaneta y derrotarla allí. Antonio Puigrubí, contralor de la enfermería militar de Guayubín nos describirá esta estratagema de los sublevados en Sabaneta: […] el día diez y nueve del mes próximo pasado, que por la tarde el Sor. Gobernador Garrido recibió un oficio del Comandante de Armas de Sabaneta titulado el Coronel Batista, el que por dicha comunicación solicitaba fuerzas con el obgeto de reprimir una sublevación, que se estaba fraguando en aquel punto cuya fuerzas cree el declarante que las solicita el espresado Batista con el obgeto de hacerlas víctimas de su traición, pues es uno de los principales revolucionarios.65 Pero el gobernador de Guayubín no cayó en la trampa. En lugar de dirigirse a Sabaneta o enviar refuerzos allí, remitió la ayuda a Santiago de los Caballeros: «[…] pidiendo ausilio, de cuya comunicación fue portador D. Osvaldo Guasp, comerciante de ésta […]»66 Continúan llegando alarmantes noticias al mando español de Guayubín: «[…] y el día veinte y uno se empezó a circular la voz en el pueblo, que Sabaneta se había pronunciado, por lo que se redobló la vigilancia y se pusieron en defensa de ésta población».� Entre las medidas estaba el poner en alerta el destacamento y concentrar los heridos en el cuartel. De esa forma pensaban, por un lado, incrementar el número de fuerzas con los enfermos que pudieran combatir, proteger a los más graves y evitar la dispersión de sus hombres. Pero los sublevados de Sabaneta también habían tomado medidas. Marcharon sobre Guayubín. Lograron reunir alrededor de ochocientos hombres, al frente de estos se encontraban el general Lucas de Peña, Rodríguez y otros. En la noche, el grueso de los revolucionarios abandona Sabaneta y se dirige hacia Guayubín. Sabaneta se convierte en la retaguardia, allí se quedan algunas tropas que continúan el reclutamiento y entran en contacto con los colaboradores de Haití. Se calcula, según fuentes españolas, que los revolucionarios llegaron a contar con mil trescientos hombres, de ellos unos armados con armas de fuego; los demás, con machetes.67 Al amanecer del 21 de febrero llegaron a orillas del Yaque, junto a Guayubín. Los insurrectos piensan sorprender a la guarnición del poblado, se dividen en tres destacamentos y reparten en porción igual a los armados. Uno de estos, bajo el mando del general Rodríguez; el otro por el coronel Salcedo y el otro por el coronel Benito Monción. Los insurrecIbídem. Ibídem. 67 A. López Morillo, Memorias…, p. 62. 65 66 31 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez tos cruzan el río, al frente, el general Rodríguez con su tropa, luego el resto. Ya cerca del poblado, los generales Peña y Rodríguez acuerdan entrar en un arreglo con las tropas de Guayubín. Un testigo en el bando español describiría en estos términos lo ocurrido: […] y como a las diez de la mañana de mismo día (21) el General Lucas E. de Peña, titulado General en Gefe de las fuerzas sublevadas, le mandó una comunicación al Sor. Gobernador de éste punto en el que le manifestaba que se rindiese, pues de lo contrario él sería responsable de las desgracias que pudiesen haber si se veía en la necesidad de entrar por la fuerza, y hallándose dicho General Lucas situado al otro lado del río, en el sitio titulado El Mangar, con una fuerza de más de seiscientos hombres, entre los que figuraba también, como Gefe principal, Norberto Torres.68 Inicialmente, los españoles decidieron enfrentarse a los sublevados: […] en virtud de lo que el Gobernador reunió en Junta y en la Casa de Gobierno a los miembros del Ayuntamiento del pueblo, a los S.S. oficiales del destacamento, al declarante, al primer practicante de la enfermería y a otros S.S. comerciantes del pueblo, a los que les informó qué ocurría, manifestándoles que él estaba dispuesto a resistir a los revolucionarios con el destacamento a sus órdenes y personas que quisieran adherírseles, haciéndolo así saber al cabecilla de los Lucas, en contestación a la comunicación que éste le había dirigido.69 La respuesta del mando español fue enérgica: […] que después de esto, los Sres. del Ayuntamiento y comerciantes que habían sido llamados en Junta por el Gobernador, principiaron a rogar al Sor. Gobernador que se rindiera ó retirase con el destacamento, puesto que si se resistía se iba a arruinar el pueblo, peligrando las vidas de todos, pues iban aumentando considerablemente las fuerzas los sublevados.70 El gobernador tenía otro criterio: «[…] la cual no fue estimada por el Sor. Gobernador que le contestó estaba resuelto a defenderse».71 Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, tomo 28. El original se encuentra en el Archivo de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago. 69 Ibídem. 70 Ibídem. 71 Ibídem. 68 32 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos En vista de que no habían logrado la rendición de la guarnición, un grupo de vecinos decidieron convencer a los rebeldes para que no atacaran: […] en vista de lo que, los antedichos señores dispusieron nombrar una Comisión entre ellos con el obgeto que fuera a informarse del General revolucionario Lucas, cuál eran sus pretensiones, lo cual efectuaron ignorando cuáles fueron los señores que desempeñaron la comisión, sabiendo sí, que desistiese de sus propósitos revolucionarios, cuyos consejos fueron desatendidos por éste diciéndoles Lucas, que si el destacamento no se rendía antes de la seis de la mañana del siguiente día veinte y dos, entraría en el pueblo a sangre y fuego, haciéndolo con todas sus fuerzas, además de las que esperaba de la Sierra y Sabaneta.72 Se hizo un segundo intento para evitar y ganar tiempo, mientras se esperaba una columna de refuerzo: […] lo cual fue comunicado por dichos señores al Sor. Gobernador, el que repitió que de todos modos estaba resuelto a resistirse, que después se presentó D. Ambrosio García, propietario de la Región, aconsejando al Gobernador viese el modo de transigir pacíficamente con los sublevados, haciendo una capitulación honrosa, ofreciéndose ir a verse con el revolucionario Lucas a fin de conseguir de él que no se moviera del otro lado del río, por lo menos hasta la tarde ó noche del siguiente día veinte y dos, con el fin de ganar tiempo para que pudieran llegar refuerzos de Santiago, pues que hacía dos o tres días que el Alcalde de Monte Cristi al paso por ésta población viniendo de Santiago, había dicho al Gobernador, que el General Hungría, Gobernador de la provincia, le había dicho que el día después de Miércoles de Ceniza tenía dispuesto saliesen de aquella Capital ciento veinte y cinco hombres con obgeto de reforzar éste destacamento y establecer otro en Monte Cristi las cuales fuerzas se suponían próximás en camino de éste punto en las circunstancias que se narran.73 Pero este intento fracasa, según un testigo de todos aquellos acontecimientos: […] que habiendo ido el espresado Ambrosio García a tratar con Lucas con el indicado obgeto, le dijo éste, que no daba más tregua que hasta las seis de la mañana en que entraría en el pueblo con las fuerzas, que estaban deseosos de acabar con todos los blancos, ofreciéndoles sin Ibídem. Ibídem. 72 73 33 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez embargo que si se rendía el destacamento, les daría un salvo conducto para que se fueran a donde quisieran.74 Hubo un segundo intento de los vecinos: […] en vista de cuyas proposiciones, los antedichos señores del Ayuntamiento y Comercio volvieron a suplicar al Sor. Gobernador que se retirase con el destacamento, haciéndole reflecciones sobre la situación en que se hallaba el pueblo y considerable número de enemigos que tenía que contrarrestar, en consecuencia de lo que el Sor. Gobernador reunió en Junta a los S.S. Oficiales del destacamento y demás del destacamento y comercio, ya reunidos en la anterior dicha Junta, proponiendo que en vista de lo que Lucas le mandaba a decir que se podían retirar para donde quisieran, pensaban hacerlo con el destacamento y demás señores que quisieran seguirle con dirección a Santiago, cuya determinación adoptaba en virtud de las circunstancias, sin contar con agua, víveres y municiones suficientes para resistirse algunos días, siendo ésta determinación aceptada por todos los señores de la Junta, redactándose enseguida una Capitulación, por la cual se proponía a Lucas dicha retirada a Santiago, pudiéndolo hacer con equipos, armas y municiones, debiendo ser respetadas las vidas e intereses de todos, las cuales condiciones fueron aceptadas por el dicho Lucas que en la mañana siguiente veinte y dos, como a las siete de ella, entró en el pueblo con los sublevados, manifestándo entonces Lucas al Sor. Gobernador que sin embargo que había consentido que pudiera retirarse con dirección a Santiago le aconsejó que no lo hiciera así, en cuyo caso no respondería de lo que pudiera ocurrirle en el camino, que se hallaba en bastante número ocupado por los suyos con distintas partidas y puntos, por lo que creía más acertado marchara para Monte Cristi en donde podía embarcarse para el punto que quisiera ofreciéndole una escolta que le acompañara para evitar fuera atropellado por las partidas de su gente que pudiera hallar en el camino, lo cual fue aceptado por el Gobernador, en el interín.75 Se formaliza la capitulación con un documento firmado por ambos jefes militares: Yo, el infrascrito General en Gefe del Egército Expedicionario de ésta Plaza y del destacamento Español, D. Juan José Garrido, hemos convenido entre ambos bajo de una capitulación que ellos hacen, el primero a recibir y el segundo a entregar bajo las condiciones siguientes: Ibídem. Ibídem. 74 75 34 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos 1º. Respetar en todas sus partes las personas de su Destacamento y demás de la población con todos sus equipages. 2º. Concedérsele el retiro con sus armas bajo palabra de honor de no hacer uso de ellas hasta llegar a su destino. 3º. Dárseles un salvo conducto para impedir sean atacados en el tránsito. 4º. Dárseles una hora para salir antes de ocupar nosotros esta plaza. 5º. Consentir en que varias personas que quieran acompañarles lo hagan y todo fundado en mi palabra de honor. Hecho y pasado en San Lorenzo de Guayubín a 22 de febrero de 1863. Firmado: El Coronel Juan Garrido, L. E. de Peña, el Subt. Pedro Garrido y el Subteniente Luis Prado.76 La población de Guayubín, integrada fundamentalmente por bohíos y casas de madera y guano, no poseía defensas, además, el número de la guarnición era muy reducido. La defensa, ante lo desproporcional de las fuerzas contendientes, hubiera sido inútil. Según una fuente española: «La conducta regular y humanitaria seguida en Guayubín por los jefes rebeldes fue universalmente comentada con los pronunciamientos favorables a que eran acreedores [...]»77 La rendición de la guarnición de Montecristi, sin ofrecer resistencia, fue justificada por el jefe de ésta en estos términos: «[…] pero que por no haber tenido fuerza con qué contar fué imposible hacer resistencia pues solo había un número de veinte y cinco hombres a mi disposición, estos casi todos del pueblo».78 Mientras: «[…] la fuerza sublevada era muy superior, por lo que tanto ellos como yo nos vimos forzados a acceder a la rendición para de ése modo no esponer a la población a sufrir represalia a las masas insurrectas».� La realidad era que el movimiento había sido masivo. La primera medida que adoptan los revolucionarios en Guayubín, consistió en movilizar a todos los vecinos de la común; para esto disparan, varias veces, el cañonazo de alarma. Los sublevados en Sabaneta y Guayubín intentaron extender la sublevación a localidades cercanas. Una de estas fue Las Matas. Antonio Batista, uno de los líderes de Sabaneta, se dirige hacia Las Matas el dos de marzo, al frente de un grupo de insurrectos; su intención era tomar esa población. Pero las autoridades de Las Matas fueron informadas. El jefe militar, de inmediato, movilizó a los vecinos fieles y envió exploradores que lograron detectar, a legua y media, a la tropa enemiga. El nueve de marzo, el oficial le informaba a sus superiores lo acontecido en su jurisdicción. Luego de que obtuvo información de la presencia de los revolucionarios dispuso: Ibídem. A. López Morillo, Memorias…, p. 64. 78 Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, caja 26. El original se encuentra en el Archivo de Indias, Fondo Cuba, legajo 1004B, Gobierno Militar de Santiago. 76 77 35 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez […] que alguna parte de los habitantes de la común saliesen a su encuentro para contrarrestarlos. Efectivamente, se colocaron éstos en el lugar nombrado El Peñón como a media legua de éste pueblo y a las cuatro de la tarde del citado día se presentaron los rebeldes a su vista, instando repetidas veces que querían hablar ya conmigo, ya con otros, pero como se les hizo entender que no se quería comunicación y que para lograr su sedicioso proyecto era necesario pasar sobre nuestros cadáveres, se les hizo fuego en consecuencia y muy pronto se retiraron tomando precipitada y vergonzosamente la fuga para Sabaneta. El 3 mandé la misma tropa a fijarse en Mao, que es el límite que divide ésta población con la de Sabaneta, en donde á permanecido hasta hoy. El alcalde de Las Matas desmovilizó el día seis a una parte de los vecinos, dejando tan solo a cuarenta para enfrentar otro posible intento del enemigo. Los sublevados recaban el apoyo de las autoridades haitianas. Si bien algunos militares haitianos se mostraron proclives a la solidaridad, el gobierno central, ante la posibilidad de un ataque de la armada española, rechazó formalmente ese apoyo. El cónsul español en Haití describía lo acontecido: Consulado General y Encargaduría de Negocios de España en Haití.Escmo. Sor.- Muy Sr. mio al Escmo. Sr. Secretario de Estado digo con esta misma fecha lo que sigue.- «El 28 del pasado febrero recibí un atento billete de Mr. Dupuy, Ministro de Relaciones Exteriores invitándome a su casa para hacerme comunicaciones importantes. Acudí al punto y me dijo lo que sigue.- «Acabamos de recibir hoy una noticia desagradable de la frontera. En la parte española se ha sublevado un tal Peña contra el Gobierno español.- Este individuo ha dirigido una comunicación al General de Fort Liberté, que ha cometido la torpeza de contestarle. Dichas comunicaciones se han recibido en el Gobierno y el Presidente, oyendo al Consejo de Ministros, ha acordado separarle inmediatamente del mando, y nombrar en su lugar al General Philantrope Noel. Al propio tiempo se han despachado tres ayudantes de Campo a los Comandantes Generales de la línea fronteriza, mandando que rechazen si necesario fuese con la fuerza a los que se presenten armados en nuestros puestos cortando absolutamente toda la comunicación con los rebeldes, sin dejar pasar a persona alguna que no venga provista de un pasaporte del Capitán General de Santo Domingo.- Y que si por caminos estraviados entraban, luego que fuesen habidos serían internados en el territorio de la República.79 Ibídem. 79 36 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Según el criterio del Cónsul, en el gobierno haitiano se movían dos corrientes: unos que se declaraban enemigos de apoyar los restauradores y quienes simpatizaban con esa solidaridad. En el caso de la sublevación de febrero de 1863, habían prevalecido los primeros. El Cónsul se refirió a quienes se mostraban partidarios de esta tendencia: No cabe duda que si Mr. Dupuy y el Secretario del Presidente, Mr. Saint Armand, con quien estoy en la mejor inteligencia, no estuviesen al frente de la política del Gobierno, indudablemente se hubiera repetido otra vez lo que sucedió cuando la sublevación de Sánchez, que el General Lamothe protegió con cuantos recursos pudo proporcionar.80 Aunque las autoridades españolas reconocían que la llegada de equipos bélicos continuaba por otros senderos, el cónsul español afirmaba: Al trasladar a V. E. el presente despacho debo poner en su conocimiento que entre las Islas Turcas y Puerto Plata se hace contrabando de pólvora la que después me aseguran se interna en ésa Provincia.- Dios guarde a V. E. muchos años.- Port-ao-Prince 7 de mayo de 1863.- Excmo. Señor.B. L. M. de V. E. su atento seguro servidor, firmado- Mariano Alvarez.81 Mientras el 21, al medio día, entraba a Santiago el capitán de la reserva Ubaldo Gual, con quien el coronel Garrido de Guayubín le informaba a Hungría del levantamiento de Sabaneta. Casi al mismo tiempo que entraba este oficial en Santiago, Guayubín quedaba en poder de los insurrectos, pero esta situación era desconocida por las autoridades. La guarnición de Santiago estaba compuesta por el Segundo Batallón del Regimiento de La Corona, cuatro compañías del Batallón San Marcial y el Escuadrón de Cazadores de Santo Domingo. En total, unos seiscientos ochenta hombres. También se encontraban en activo unos 120 jefes y oficiales de la Reserva. El general Hungría tenía ante sí una situación en extremo compleja, por un lado debía aplastar a los rebeldes pero no podía desamparar Santiago, pues se temía un alzamiento revolucionario. Santiago era la capital de la provincia del mismo nombre, de la provincia del Cibao, el centro más importante de producción del tabaco. En la ciudad había un activo comercio, existía un grupo de comerciantes y artesanos que desaprobaban la anexión. España, poco o nada había aportado a la región más rica de la Capitanía General. Esperar refuerzo desde la capital de la Capitanía parecía asunto difícil. Las fuerzas enviadas por tierra desde Santo Domingo, para Santiago de los Caballeros, se encontraron con las muchas dificultades que les ofrecían los caminos en tiempo de Ibídem. Ibídem. 80 81 37 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez lluvia. Un militar enviado desde Santo Domingo a Santiago, poco después del estallido, describía en estos términos la marcha: Desde que salí de ésta Capital llebo con las tropas de mi mando cuatro días de marcha de ocho y nuebe leguas diarias y las dos últimas especialmente bajo un tiempo de agua incesante que ha puesto el camino en un estado intransitable y peligroso que no es posible describir ni formarse idea ni aún aproximada, así de que estoy sorprendido de que hayan podido llegar a éste punto, y al encontrarme con todo la fuerza reunida, esperimento una verdadera satisfacción porque me parecía harto imposible que no hubieran quedado atascados en el fango la mitad de los hombres y animales y lamentar alguna desgracia personal, sin que estubiera a mi alcance remediar nada, porque era aun más penoso el detenerse, pues se hubiera tenido que hacer ó sobre el fango ó sobre al agua en las sabanas ó sobre precipicios y sin recursos ni ausilio de ningún género, porque todo es despoblado y apenas se encuentra un mal bohío.82 El general Hungría, junto al también general de las Reservas Aquiles Michel y los oficiales del ejército español del San Marcial, Zarzuelo y el primer comandante José Velázquez, formaron una junta o especie de Estado Mayor para enfrentar la compleja situación. Acordaron que el general Michel quedaría como general interino, político militar de la provincia. Michel había nacido en Francia, pero desde muy joven vivía en Santo Domingo, había sido oficial del ejército francés y luego oficial instructor del ejército haitiano. Al concluir el dominio de ese Estado en Santo Domingo, se estableció en Santiago de los Caballeros. Muy pronto alcanzó un alto relieve social y político. Gozaba de un gran prestigio en la población y se le consideraba un fiel a la anexión. Hungría organizó una columna formada por cien soldados españoles y treinta jinetes de Cazadores de Santo Domingo; como jefe del Estado Mayor contaba con el comandante José Velázquez. Entre los hombres que se unieron a la columna se encontraba Benigno Rojas, un convencido anexionista. También, como práctico, el capitán Wal. En horas de la tarde, la columna inició la marcha. Si tenemos en cuenta las malas condiciones de los caminos dominicanos, ésta fue verdaderamente épica, pues sobre las siete de la tarde estaban en un lugar conocido como Navarrete, pequeño caserío situado a 20 kilómetros de Santiago, en las orillas del río del mismo nombre. Hungría se encargó de establecer un campamento seguro, situando avanzadas y postas que controlaban los accesos al sitio. Fue a una de aquellas postas, sorprendida por la presencia de un hombre que surgió de la oscuridad: era el general Gaspar Polanco. Éste se incorporó a la pequeña columna y sostuvo una larga conferencia con Hungría, Rojas y Velázquez. Acordaron que Polanco marcharía al día siguiente Ibídem. 82 38 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos a Entre Ríos, en la orilla derecha del río Yaque, para allí hacer un reclutamiento de su antiguo regimiento de las Reservas Dominicanas. Este tipo de formación de una unidad de combate extrañaría a un oficial de una academia, pero en República Dominicana las Reservas tenían estas características. Estos oficiales y soldados tenían estrechos vínculos con determinados jefes, por pertenecer a una misma región. Los lazos regionales, generalmente, eran muy estrechos. Además de lo puramente afectivo, de respirar el mismo aire social, de los recuerdos comunes, estaban los intereses creados por el clientelismo. Otro asunto significativo era el ser veteranos de pasadas campañas contra los haitianos o tener enemigos políticos comunes. Esto, además de los lazos afectivos que crea el ser compañeros a la hora de encarar la muerte, acababa conformando intereses sociales y económicos. Muchas veces conllevaba la militancia en un mismo bando político. No menos importante era la familia. Los vínculos de ese tipo, por lejanos que fueran, también conformaban fuertes lazos de fidelidad. También era necesario agregar otros senderos, como el de los padrinos. Es posible que existieran otros tipos de compromisos, de relaciones que han quedado en el olvido por el desarrollo de la sociedad, pero que en la época funcionaban. Esta sicología común entre los dominicanos es necesaria entenderla para analizar, tanto la anexión como la Restauración. Un tipo de relación de las enunciadas marcaba, las más de las veces, una frontera política. El general Polanco pensaba, con las fuerzas reclutadas en Entre Ríos, evitar que la insurrección continuara propagándose y apoyar los movimientos que realizara Hungría. En la mañana del 22, Polanco se despidió de la columna e inició su marcha hacia la zona donde tenía influencias, con el objetivo de crear una unidad. Hungría se dirigía a Jaibón, a donde llegó sobre las once de la mañana. Allí se estableció el vivac y se instalaron fogones donde se preparó el almuerzo; el general pensaba obtener alguna información sobre Guayubín. Comenzó a sentir un clima extraño que lo rodeaba. No se encontró a ningún caminante procedente de ese poblado y las casas y ranchos, en el transcurso del camino, estaban abandonados. Hungría se preparaba para un próximo encuentro. Dispuso que la caballería avanzara a la vanguardia. Entre estos se encontraba el capitán Wal, gran conocedor del terreno. Los jinetes llegaron a Hatillo, a unos seis kilómetros de Jaibón. En este lugar fueron sorprendidos, no por el enemigo, sino por una tropa española. Allí se encontraban los veinticinco soldados que el día 20 salieron de Santiago para reforzar Guayubín por orden de Hungría. Estos se enteraron, en ese punto, de la caída de Guayubín en poder del enemigo. Decidieron establecer un improvisado campamento en este lugar en espera de órdenes del mando superior de Santiago. El capitán Wal, de inmediato, con una pareja de escolta retrocede y se encuentra con Hungría al que le comunicó la triste novedad. Hungría, rápidamente, emprendió la marcha hacia Navarrete. Llegó sin novedad, tan solo el silencio rodeaba la pequeña columna. Estableció el campamento en este lugar y tomó medidas para rechazar un posible ataque. Dio estrictas órdenes de que los soldados permanecieran 39 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez con sus fusiles listos para disparar. Envió a un río cercano a la caballería para que le dieran agua a los caballos, sorprendiendo y apresando a dos individuos, que inmediatamente fueron presentados al general. Interrogados ambos individuos, seguramente amenazados de ser ejecutados por considerárseles espías y no es de dudar que, tras ser maltratados en lo físico y en lo moral, de ellos, Hungría logró obtener una valiosa información: Guayubín había caído en poder del enemigo, al igual que Sabaneta. La guarnición del primero, luego de capitular, fue enviada a Montecristi, que también había quedado en manos de los insurrectos. En general, una de las cuestiones que más afecta a los ejércitos que operan contra movimientos irregulares, es la falta de información. Esto es especialmente sencillo cuando la población local apoya a los guerrilleros. Así vemos que, de su salida de Santiago de los Caballeros hasta Hatillo, Hungría no ha tenido ningún tipo de información sobre lo que ocurre. Los caminantes esporádicos eluden su columna escapando a los montes cercanos. Las casas y ranchos que se encontraban en el camino estaban vacíos. Avanza como un ciego, sin encontrar la luz que le haga entender qué ocurre. Es por la casual captura de estos individuos que, por fin, ha comprendido su situación. En Hatillo, Hungría tomó dos decisiones: la primera fue que la tropa que encontró en este lugar se le uniese a su columna; la segunda, atrincherarse y esperar refuerzos de Santiago. Una Junta de oficiales lo convence de que retroceda a Jaibón. Este lugar ofrecía mejores condiciones para una resistencia, pues contaba con mayores recursos y un río caudaloso que podía cubrir uno de los flancos del futuro campamento español. Al llegar a Jaibón, Hungría designó a Velazco, su jefe de Estado Mayor, para que organizara el campamento. Lo primero que hizo éste fue realizar una requisa de animales, víveres y otros productos en la zona. Para esto contó con el conocimiento del país que tenía el capitán Wal. De esta forma, los campesinos de la comarca fueron implacablemente esquilmados para mantener a la tropa hispana. En cierta forma, el campamento de Jaibón, junto al establecido por Polanco en Entre Ríos y el comandante militar de San José de las Matas, coronel Nicolás Jerónimo, con alrededor de doscientos miembros de las Reservas en un punto llamado La Peña, formaban una línea que dificultaba el movimiento de los revolucionarios hacia Santiago. Nunca sabremos, realmente, la supuesta efectividad de esta estructura, pues entre cada uno de estos destacamentos habían campos y bosques, sin ningún tipo de protección, por lo que, de quererlo, los insurrectos de Guayubín y Sabaneta hubieran avanzado sobre Santiago de los Caballeros. Pero este plan no entraba en la idea de los sublevados. Recordemos que el estallido de Santiago no ocurrió hasta el 24, por lo que los insurrectos de Guayubín y Sabaneta debieron de imaginar que, si avanzaban hacia la capital, entrarían en una zona enemiga donde podrían ser abatidos. Este desfase de los acontecimientos de febrero fue nefasto, pues el enemigo los aplastó de forma independiente, hasta liquidar el foco insurrecto. Una de las causas significativas del fracaso fue esta falta de unidad de las fuerzas revolucionarias. 40 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Mientras esto ocurría, en Guayubín y Sabaneta se fortalecía la insurrección. Los sublevados de Guayubín hicieron un llamado disparando el cañón del poblado. Acudió una gran cantidad de vecinos y una fuente española asegura que eran alrededor de tres mil.83 Es interesante el razonamiento que hace el oficial español López Morillo sobre la concentración de Guayubín. Este autor trata en su obra de descalificar a los dominicanos que se movían por impulsos primarios o bien engañados. En Cuba se creó también esa tesis. Como la guerra duró más, se hicieron más fuertes tales criterios. El pobre campesino o el peón, supuestamente engañado y llevado a la guerra, es asunto muy común. De base a tal teoría sirvió el analfabetismo másivo de la población. Tales criterios no tienen fundamento cuando se valora que la guerra restauradora se extendió, por casi dos años, contra un ejército muy superior en hombres y equipos y en condiciones verdaderamente difíciles. Estos mambises resistieron durante ese período; sufrieron derrotas, pérdidas de jefes, enfermedades; pero mantuvieron el coraje combativo. Una tropa formada a la ligera, sin un convencimiento, se puede llevar a un alzamiento, incluso a un combate, pero no es creíble que soportara tanto tiempo de campaña y en condiciones tan adversas. El referido López Morillo hace referencia a las deserciones que se produjeron en Guayubín, entre los individuos supuestamente engañados, sin embargo hace un interesante razonamiento y nos dice que: «solo los negros de Dajabón y Sabaneta mostraban gran ardimiento, debido no a sus principios políticos, sino al odio de razas y a que los condujéramos esclavos a Cuba y Puerto Rico».84 La participación de los grupos más humildes de la población fortaleció el movimiento revolucionario dominicano. Desde Jaibón, Hungría envió un mensajero a Santiago para que le enviaran refuerzos y poder continuar su marcha hacía Guayubín. Mientras esperaba, decidió llevar a cabo una política de persuasión hacia los sublevados. Por su condición de dominicano y el prestigio alcanzado en las guerras contra Haití, contaba con condiciones óptimás para esto. Entró en contacto con varios vecinos de la zona. Algunos de ellos gozaban de influencia, para esto contaba, fundamentalmente, con los hermanos Fermín, dos terratenientes negros muy conocidos en esa zona y también con otro individuo llamado Furey Fondeor. Hungría tuvo una entrevista con ellos y los convenció de que se llevara a cabo una labor de zapa entre los revolucionarios. La acción de estos hermanos pronto dio sus frutos. Lograron convencer a unos diez o doce individuos negros y de influencia que se habían sublevado. El punto esencial de Hungría y los otros oficiales españoles versó en torno de negar la posibilidad de que España estableciera la esclavitud en la isla, o bien de ser trasladados a Cuba y vendidos como esclavos. Hungría también conoció en el diálogo con estas personas que el general Lucas de Peña no estaba de acuerdo con la sublevación, por lo que convenció a estos individuos para que partieran al territorio insurrecto y convencieran a los enemigos de España para que depusieran las armas. Incluso, le A. López Morillo, Memorias…, p. 68. Ibídem. 83 84 41 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez envió al general de Peña una carta para que retornara al seno del gobierno.85 En estos contactos, el papel de las Reservas Dominicanas era en extremo importante, incluso, que no pocos oficiales y generales eran negros o mulatos. Hungría había contactado con unos insurrectos tratando de llegar a un acuerdo. Esto trajo una serie de dudas en el campo revolucionario: Lucas de Peña, Norberto Torres y gran parte de la tropa querían llegar a un acuerdo con los españoles. La comisión formada por Furey Fondeu y los hermanos Fermín, enviados por Hungría, intentaron convencerlos de un acuerdo. El general Lucas de Peña consideraba que había sido forzado a íntegrarse a la revolución por Norberto Torres y otros insurrectos. Incluso, era del criterio de que se le obligó a tomar el mando de las fuerzas. Esta afirmación nos pone ante una singular situación que también se vio en Santiago de los Caballeros, donde la masa insurrecta le exigió al Ayuntamiento que se les sumara y encabezara la revolución. Esto tiene diversas interpretaciones; una de ellas podría ser que los revolucionarios se habían ido por encima de los líderes que tradicionalmente habían guiado a los dominicanos en su lucha contra los haitianos y las revoluciones internas. Esta situación trajo una desmoralización en parte de los revolucionarios. Los jefes no se mostraban radicales y dispuestos a continuar la guerra. Así, el general Lucas de Peña había expuesto públicamente su actuación de llegar a un acuerdo con los españoles. Expresó que suspendería las operaciones para llegar al referido acuerdo. Muy pronto surgió un grupo radical encabezado por Benito Monción, que estaba dispuesto a llegar a los extremos. Monción se dio cuenta de que era imposible defender el poblado de Guayubín pues tenía muchos accesos, la mayoría de las edificaciones eran rústicas, propensas a ser destruidas por el fuego enemigo. Trasladaron varias piezas de artillería hacia un lugar denominado El Manga. Éste estaba situado en el lado opuesto del río, a cierta altura, por lo que en caso de un ataque, los españoles debían atravesar el río y avanzar sobre el fuego rebelde. En los momentos en que abandonaban el pueblo lo saquearon, quemaron las casas y volaron el polvorín. Esta acción de Hungría dio sus primeros resultados: el general Lucas de Peña recibió la carta y le respondió. Acordaron efectuar una entrevista con Hungría el 26. Iría acompañado del líder insurrecto Gilberto Torres. En una carta en respuesta a la de Hungría, afirmaba que estaba dispuesto a llegar a un acuerdo con los españoles y renunciar a la lucha armada. Esta situación tendió a dividir las fuerzas insurrectas. El general Pedro Santana, en un informe de fecha 6 de abril de 1863 al Capitán General de Santo Domingo, resumió lo acontecido en los siguientes términos: Los rebeldes apenas sintieron su aprocsimación cuando abandonaron el pueblo y pasaron a acantonarse en las alturas de Manga.- Así pudo el General Hungría entrar a Guayubín y luego atravesó el río Yaque, atacó las posiciones del enemigo, los dispersó y enseguida siguió sobre SabaIbídem. 85 42 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos neta y allí también le dio otra carga, y dejó con sólo esos dos hechos de armas, restablecida la tranquilidad de aquellos lugares, sin que para la pacificación de Monte Cristi fuese necesario el uso de la fuerza, pues los rebeldes desalojaron aquel punto desde luego que se sintieron aislados sin la cooperación de los vecinos. El general Hungría ofrecía detalles sobre el combate del Mangar: Los rebeldes que quedaron en ésta conociendo sin duda que esta posesión no les ofrecía ya bastante seguridad porque puede embolverse fácilmente, se trasladaron a la fuerte posición del Mangar sobre la orilla izquierda del Jaque, dominando el Bado y la Barca que retiraron después de llevarse las cuatro piezas de bronce y una de hierro que había, y dé las cuales se les cayó una al río. Al llegar la columna de mi mando sobre esta población, a las siete y media de la mañana, fue recibida por disparos de artillería y fusilería que no causaron daño alguno, e inmediatamente dispuse que una mitad de Cazadores de San Marcial protegiese con su fuego el paso del río, quedando la compañía del 2º Batallón de la Corona de sostén en el pueblo. Para animar a la tropa con mi ejemplo, me lancé al río al grito de «Viva la Reyna», que es mágico siempre para los soldados españoles, esto hizo se arrojasen sin titubear al agua agarrados unos de otros y de los caballos y pasaron el río con el agua al pecho, y una corriente impetuosa bajo un nutrido fuego aunque poco certero, con suficiente rapidez y sin pérdida alguna. Reorganizados de momento al otro lado de las fuerzas que la corriente había desorganizado, emprendí el ataque de la terrible posición que nunca había podido ser tomada por los haitianos y fueron sucesivamente cayendo en nuestro poder las cuatro piezas de Artillería en una continuada carga a la bayoneta, despreciando los tiros de metralla y fusilería que hacían hasta menos de veinte pasos en cada una de las macetas donde la habían colocado con bastante acierto, pero que no les permitía cargar, después del arrojo y la rapidez de nuestros soldados que animados por sus Gefes y Oficiales apenas dispararon sus carabinas, sabiendo que serían inutilizadas la mayor parte de las municiones a pesar de la precaución que se tomó de hacérselas poner en la cabeza, pues fueron muy pocos los que no se vieron más o menos, por un espacio arrastrados y cubiertos por el agua. Las piezas fueron tomadas solo por una guerrilla del 2º de la Corona que iba por el estrecho frente que ofrecen las posiciones y por Oficiales y soldados sueltos que se adelantaron por las dificultades del terreno, a la guerrilla de la izquierda, que era de San Marcial. 43 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Su persecución no pudo ser más activa ni duradera, porque desparramados en los bosques y no haciendo fuego no podía recibírsele. La infantería siendo ya medio día y sin comer, estaba sumamente fatigada, además, la caballería que hasta entonces, a pesar de las dificultades del terreno, había llenado igualmente su deber de la manera más cumplida, no podía penetrar aquella espesura, por todo lo que dispuse volver a esta población a donde he hecho transportar la artillería, municiones y efectos robados que habían abandonado y están devolviéndose a sus legítimos dueños, que van acudiendo con sus familias cuando tienen conocimiento de la derrota de los rebeldes.86 En esta acción se llegó a un enfrentamiento cuerpo a cuerpo y se utilizó el machete. Un ejemplo de esto es que varios de los heridos lo fueron por armas blancas: El Capitán Valenzuela, que al subir la meseta recibió dos heridas de metralla, también lo fue de otras varias de machete al perseguir al enemigo; por todo lo cual he creído deber mandar que se le forme proceso para optar a la Cruz de 2ª Clase de San Fernando, aunque el estado de gravedad en que se halla no le permite pedirla.87 Lo que Hungría no comprendió, en el análisis y descripción del combate, es que era imposible que los sublevados, en las condiciones que se estaban dando, mantuvieran una posición fija. Los españoles podían trasladar tropas y medios suficientes para imponerse a los revolucionarios. Si aceptaban estos un combate regular, serían vencidos. El tres de marzo, las fuerzas hispanas recuperaron Montecristi. Varios factores influyeron en el fracaso de esta sublevación. Uno de ellos fue la falta de coordinación entre las fuerzas sublevadas. Esto permitió que, primero fuera aplastado el alzamiento de Neiba, luego el de Santiago de los Caballeros y más tarde el de Guayubín y Sabaneta. Se careció de una jefatura que guiara el esfuerzo de los sublevados. Los individuos seleccionados como líderes dudaron, lo que afectó la cohesión de los rebeldes. Un militar español hacia el siguiente razonamiento: «Todas las personas que han dado pruebas de adhesión en nuestro país se hallan conformes en que los revoltosos contaban con muchos elementos en el país y que por incapacidad de los que la dirigen puede darse por terminada»� Los movimientos de febrero de 1863 demostraron la simpatía del movimiento restaurador entre la población. Tan solo eran necesarios los líderes. La antesala de la sublevación de agosto de 1863 fueron los movimientos que se produjeron en febrero de 1863 en Neiba, Guayubín, Sabaneta, Montecristi y Santia Archivo General de la Nación, Fondo César Herrera, tomo 28. El original se encuentra en el Archivo de Indias, Fondo Cuba, legajo 10 11 B, sumaria 22, Santiago. 87 Ibídem. 86 44 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos go de los Caballeros. A pesar de la derrota sufrida por este movimiento, grupos de insurrectos al mando de Santiago Rodríguez, Benito Monción y otros, se internaron en las Lomás de Capotillo desde donde continuamente hostigaban a las tropas españolas establecidas en Dajabón. Estos grupos operaban con la solapada complicidad del gobierno haitiano. A finales de junio de 1863, las autoridades españolas empezaron a recibir mensajes en torno a: «[…] que una cuadrilla de insurrectos dominicanos capitáneados por Ignacio Reyes, Santiago Rodríguez y Benito Monción, se había reunido en los montes de la Sabaneta Española con el designio de tomar las armas contra España hacia el 15 del presente mes».88 Información similar fue ofrecida a las autoridades por Juan Antonio Alis, quien había sido indultado, junto con un tal Eusebio Gómez, a principios de agosto. Pero noticias mucho más alarmantes habían llegado a conocimiento del brigadier, comandante general del Cibao, Manuel Buceta, en el sentido de que: «[…] próximo a la bahía de Manzanillo entran con frecuencia buques mercantes y de guerra del Norte América, que de algunos de estos se han desembarcado armas aunque en pequeño número que fueron introducidas subrepticiamente en el territorio de la República».89 Al parecer, la idea de la presencia de buques norteamericanos y la ayuda a los insurrectos por parte de estos en la frontera se había convertido en un secreto a voces, pues el comandante de armas de Montecristi, Pedro Ezequiel Guerrero, en carta del 8 de agosto, le dijo a Buceta: […] Sr. General. Le suplico tenga la bondad de decirme si V. E. sabe algo de que se quiera tramar revolución, pues aquí andan unas noticias muy calientes de que daré a V. E. conocimiento de todas las habladas […] que vienen inquietando las familias diciendo que el lunes estará en Montecristi una flota americana de doce vapores de guerra cargados de pertrechos de guerra y tropas americanas y haitianas para dar auxilio a los dominicanos […].90 Buceta no fue el único preocupado por la presencia de los buques norteamericanos en Haití, el Comandante General de Marina del Apostadero de La Habana dispuso que la fragata Blanca, pasase a Port au Prince a vigilar los movimientos de buques de guerra de los Estados Unidos. Estos buques se encontraban en ese trasiego de armas pues había quien las comprara. El Cibao se encontraba en un estado de efervescencia. Por todas estas razones, no resulta extraño el viaje de Buceta a Montecristi el 12 de agosto, a Dajabón y toda la frontera, con la finalidad de «adquirir cuantas noticias Documentos procedentes del Archivo Nacional de Cuba. Expediente sobre la sublevación de Santo Domingo de 1863. Boletín del Archivo General de la Nación, Vol. XX, año XX, No. 94, p. 291. 89 Emilio Rodríguez Demorizi, Diario de los Cuarteles Generales, 1863-1865. Diarios de la guerra dominicoespañola de 1863 a 1865. «Carta del Brigadier al Capitán General» Santo Domingo, Editora del Caribe, 1963, p. 10. 90 Ibídem. 88 45 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez le sean dables» sobre los últimos acontecimientos. Cuatro días después, el 16 de agosto de 1863, el grupo de insurrectos capitáneados por Santiago Rodríguez, penetró en el territorio dominicano y en el lugar nombrado Capotillo izaron la bandera dominicana, como gesto simbólico del reinicio de la lucha por la independencia y la Restauración de la República. Esta acción dio inicio, con renovados bríos, a la Guerra de la Restauración, en cuya primera embestida los revolucionarios tomaron la ofensiva al compás de ataques sorpresivos, emboscadas y combates aislados contra destacamentos o columnas enemigas. La sublevación de agosto de 1863 fue una continuación de las de febrero de ese año. Bibliografía Álvarez López, Luis. Dieciséis conclusiones fundamentales de la anexión y la Guerra de la Restauración. Santo Domingo, Editora Argos, 2005. Cassá, Roberto. Historia social y económica de la República Dominicana. Tomo 2, Santo Domingo, Editora Alfa y Omega, 1989. Castel, Jorge. Anexión y abandono de Santo Domingo, 1861-1865. Madrid (Cuadernos de historia de las relaciones internacionales y política exterior), 1954. España. Tomo 1, libro tercero, Sociedad Dominicana de Bibliófilos, INC, 1983. Gálvez Aguilera, Milagros. Las expediciones navales en la Guerra de los Diez Años, 18681878. Ediciones Verde Olivo, La Habana, 2000. García del Pino, César. Expediciones de la guerra de independencia de Cuba, 1895-1898. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1996. Gonzales Barrios, René. Chile en la independencia de Cuba. Ediciones Verde Olivo, La Habana, 2007. Gonzales Calleja, Eduardo y Fontecha Pedraza, Antonio. Una cuestión de honor. La polémica de la anexión vista desde España (1861-1865). Santo Domingo, Fundación García Arévalo, impresión Amigos del Hogar, 2005. Instituto de Historia de Cuba. Las luchas por la independencia nacional y las transformaciones estructurales 1868-1898. La Habana, Editora Política, 1996. Izquierdo Canosa, Raúl. Viaje sin regreso. La Habana, Ediciones Verde Olivo, 2001. López Morillo Adriano. Memoria sobre la segunda reincorporación de Santo Domingo. Tomo 1, Libro Tercero, Santo Domingo, Sociedad Dominicana de Bibliófilos, INC, 1983. Lugo Lovatón, Ramón. Sánchez. Ciudad Trujillo. Editora Montalvo, 1942. Pérez Guzmán, Francisco y Sarracino, Rodolfo. La Guerra Chiquita: Una experiencia necesaria. La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1982. Pirala Criado, Antonio. Anales de la guerra de Cuba, 1895-1898. En tres volúmenes, Madrid, Imprenta F. González Rojas. Sin año de edición. Rodríguez Demorizi, Emilio. En torno a Duarte. Vol. XLII, Santo Domingo, Academia Dominicana de la Historia, Editora Taller, 1976. 46 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos ______. Hojas de servicio del ejército dominicano (1844-1865). Tomo I, Santo Domingo, Editora del Caribe C. por A, 1868. ______. Diarios de la guerra domínico-española de 1863 a 1865. Santo Domingo, Editora del Caribe, 1963. ______. (Compilador). Páginas dominicanas. Eugenio María de Hostos. 2da. edición, Santo Domingo, Editorial Taller C. por A, 1979. Sarmiento Ramírez, Ismael. Cuba: Entre la opulencia y la pobreza. Agualarga, Editores S. L., sin año de publicación. Sagas, Ernesto e Inoa, Orlando. The Dominican People. A Documentary History. New Jersey, Princeton, 2003. Tanco, Diego. Reflexiones breves e imparciales de un habanero sobre la isla de Cuba. La Habana, Imprenta Fraternal de los Díaz Castro, 1825. 47 Documentos A.G.I. CUBA 1011B Año de 1863. Comisión Militar de la Provincia de Santiago. No. 22 Causa formada en aberiguación de los hechos que han tenido lugar en la insurrección de Guayubín contra el Gobierno de S.M. el día 22 de febrero del año actual.1 Reos presos en ésta causa Paisano Juan Ramón Torres “ José Ramón Torres “ Raimundo Jaque “ Pablo Aquino “ Juan Bautista Gómez Reos prófugos en la misma Paisano Norberto Torres Tte. de las R. Don. Benito Monción Paisano Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú Paisano Andres Gonzalez (a) Maló Paisano José Vicente de los Santos (a) El Inglés Paisano San Améquita. Paisano Jacinto Ramos. El orignal del primer expediente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente se encuentra en el Archivo Geneal de Indias, Fondo Cuba, legajo 1011B, sumaria 22, Santiago. Reprodujimos la transcripción que hizo César Herrera Cabral, que se encuentra en el Archivo General de la Nación, República Dominicana, Fondo César Herrera Cabral, tomo 28. En todos los casos se ha resptado la ortografía y redacción de la época. 1 49 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Paisano Luis Sosa. Paisano Justo Carrasco. Paisano Alejandro Bueno. Paisano José Sosa. Paisano Cayetano Decaer. Tente. de las R. D. Juan Ramón Reyes. Id. D. Eugenio Beldar. Paisano Tomás Inglés. Paisano José de los Santos (a) Mayor Inglés. Comte. de las R. Juan Carlos Franco (a) Dorié. FISCAL El Capitán del batallón de San Quintin D. Vicente Atienza y Martínez. SECRETARIO Subteniente del mismo Bon. Don Juan Rueda Garrido. Brigada de operaciones sobre Guayubín Debiendo establecerse en éste punto la comisión militar para juzgar a los individuos que contrabinieran al bando público en este día (del cual incluyo copia) o sean cojidos a los reveldes, he tenido por conveniente nombrar a V. para que como fiscal de la espresada comisión proceda desde luego contra los individuos citados sirviéndole de secretario el Capitán graduado D. Manuel Cantelar. Al mismo tiempo se servirá V. formar una averiguación sumaria de quiénes han sido los principales revoltosos, istigadores y Gefe de la rebelión que han contribuido y ordenaron el Saqueo de éste pueblo, valiéndose para la mayor aclaración de los hechos que se indican de los honrados vecinos del mismo. Dios guarde a V. ms. as. Cuartel General del Guayubín, 3 de marzo de 1863. El Gral. Gefe de la fuerza. Firmado: José Hungría. Señor Capitán del 2o. Bon. de la Corona. D. Ignacio Olrich. 50 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos y Don José Hungría General de División Comandante General de la Provincia de Santiago. Considerando. Que se ha atentado contra la seguridad interior de ésta Isla en los pueblos de Sabaneta, Guayubín y algunos otros puntos tomando las armas unos pocos ilusos que con temeridad han pretendido conspirar contra el Gobierno y variar su forma legítima. Que para reprimir, según es de mi deber estricto, una conspiración directa contra el Estado, impedir su progreso ulterior, y castigar los delincuentes con arreglo a las leyes, deben dictarse cuantas medidas estén en la órbita de mis facultades. DECRETO Artículo 1º. Se pone, y queda desde luego en toda su fuerza y vigor, como ya lo ha sido en la Capital de Santiago, la Ley Marcial de 17 de abril de 1821.- En consecuencia, quedan sujetos a la jurisdicción militar, con derogación de todo fuero, los delincuentes que sean prendidos por fuerzas del (Gobierno) Ejército destinadas a perseguirlos, y los que siendo aprendidos de orden, requerimiento ó en aucsilio de la autoridad civil hiciesen resistencia a la tropa con arma de fuego, arma blanca ó con cualquier otro instrumento ofensivo. Artículo 2º. De la misma manera serán juzgados y castigados militarmente todos los que antes y después de la publicación de éste decreto, se encuentren reunidos con los facciosos, aunque no tenga armas; los que sean aprendidos por la tropa, huyendo, después de haber estado en cualquier facción, y los que habiendo estado con los facciosos, se encuentren ocultos y aun fuera de sus casas respectivas, con armas. Artículo 3º. Se prohibe absolutamente toda reunión de más de dos personas cualquiera que sea su objeto; debiendo ser tomados en el acto por sospechosos, los que en mayor número que el expresado se encuentren juntos, y conducidos a ésta Comandancia General para lo que convenga. Se hace en éste particular la excepción muy debida de los Señores Gefes, Oficiales y tropa del Gobierno. Artículo 4º. Publíquese el presente decreto en la forma de costumbre para su puntual observancia; y dése igualmente cuenta de él al Exmo. Señor Capitán General de la isla. 51 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Dado en el Cuartel General de Guayubín a tres de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- Entre líneas -antes y –vale–. El General Gefe de las fuerzas. José Hungría. Como Secretario. El Capitán. Ignacio Olrich. El anterior decreto fue publicado en cuatro lugares públicos de ésta Villa, ante la fuerza y vecindario, según en él se previene hoy día tres de marzo de 1863.Firmado: Dr. Ponce de León. Diligencia de aceptación del Oficial Secretario Ignacio Olrich Capitán de la Segunda Compañía del Segundo Batallón del Regimiento Infantería de la Corona número tres. Certifico: Que en cumplimiento de la orden que antecede del Sor. General Gobernador de la provincia de Santiago y Gefe de las fuerzas de operaciones y de la misma, para que como fiscal de la Comisión Militar, formar los procedimientos en averiguación de los hechos insurreccionarios que ha tenido lugar en ésta Villa; hice comparecer ante mí a Don Manuel Cantelar y Riera Capitán graduado Teniente de la Compañía de granaderos del mismo Batallón y Regimiento a quien Su Señoría ha nombrado por Secretario en éstas actuaciones. Según consta del nombramiento del citado oficio que obra en cabeza, unido en el bando publicado en el día de hoy, cuyo empleo dijo aceptaba y prometió bajo su palabra de honor obrar con fidelidad en cuanto actue; y para que conste lo firmó conmigo en la Villa de Guayubín a tres de marzo de mil ochocientos sesenta y tres. Firmado: Ignacio Olrich. Firmado: Manuel Cantelar. 52 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia haciendo constar no haber en la población papel con barbas2 Acto continuo el Sr. Fiscal dispuso hacer constar no haber papel con barba, según está prevenido por Reales Órdenes vigentes y careciendo de éste requisito se ha procedido dar principio con el más apropósito para el efecto. Y para su constancia se anota por diligencia que firmó el Sr. Fiscal conmigo el Secretario que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Declaración de D. José Ma. Lora Seguidamente compareció previa citación D. José María Lora a quien el Señor Fiscal ante mí el Secretario le recibió el juramento con arreglo a ordenanza, el cual prestó ofreciendo decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es del Comercio de ésta población y desde el día de ayer en que las tropas del Gobierno verificaron su entrada contra los perturbadores del orden público fue nombrado alcalde interinamente por el Sr. Comandante del Cuerpo de la Corona, en atención a no ecsistir en aquel momento ninguna autoridad. Preguntado. Si se encontraba en la población cuando tuvo efecto la insurrección por los enemigos del orden así como si tiene noticia ó sabe la causa que diese lugar a la desaparición de la autoridad Cibil y Militar de éste punto; dijo: Que hallándose en la población y hará como unos ocho ó nueve días se encontraba trabajando en una casita que está construyendo y observó aquel día había un crecido número de hombres armados por las afueras de la población; que a la noche al retirarse fueron llamados todos los vecinos honrados de ella, por el Sor. Gobernador, a lo que concurrieron y donde encontraron también a los Oficiales del destacamento y reunidos todos les manifestó aquella autoridad, que estaban amenazados por un número crecido de hombres armados que trataban de perturbar el orden y como consecuencia inmediata peligraban todos sus intereses; por cuya razón les invitó a tomar las armas contra dichos enemigos, pues tanto él como el destacamento estaban dispuestos a no entregarse bajo ningún concepto, cuya promesa hicieron igualmente los vecinos; que al siguiente día de ésta ocurrencia y como a las nueve de la mañana fue invadida la población por más de trescientos hombres armados dando voces de «Viva la República», qué a esto salió de su casa y encontró la fuerza del destacamento armadas con mochilas puestas y las armas en la mano, sabiendo después que habían celebrado la capitulación, y se Papel de barbas o con barbas era un tipo de papel grueso y de bordes rústicos usado en los documentos legales de la época. 2 53 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez dirigian con el Gobernador a Monte Cristi, que para el efecto fueron acompañados por una fuerza de los insurrectos a fin de que sus partidarios que se encontraban todavía por el monte no ofendieran en los más mínimo a las tropas capituladas, y el que narra también fué con ellos por ser amigo de los Oficiales, habiendo llegado hasta un punto denominado la Salada y entonces regresó el sólo al pueblo para evitar le saquearan la casa. Preguntado. Si desde que salieron y el señor Gobernador en dirección a Monte Cristi, tubo lugar alguna otra ocurrencia sobre el hecho de que se trata; dijo: Que desde la salida del Sr. Gobernador y tropas de éste pueblo empezaron a pertrecharse y con amenazas obligaban a los vecinos honrados a tomar las armas pero que abrazaran su partido pues únicamente habían quedado ya en el pueblo algunos hombres con obgeto de atender en lo que pudieran sus intereses, habiendo con anticipación mandado a sus familias al campo, pero que a ellos les vigilaban a fin de que no pudieran marcharse particularmente al alcalde D. José Carlos Rodríguez que constantemente le decían lo iban a matar hasta que por fin pudo ausentarse pues peligraba su vida. No más tranquilos estaban los demás que se habían quedado, pues al mismo tiempo vehían también comprometidas sus vidas e intereses que por más vigilancia y tesón que querían desplegar todo era infructuosos, pues el pillage y saqueo empezó y sin poder decir una sóla palabra. Luego procedieron a los nombramientos de los Gefes que debían mandar las fuerzas y empezaron a preparar la artillería. Preguntado. Diga si sabe cual era el Gefe que capitáneaba los insurrectos así como los cabecillas principales, por quien estaban socorridos y municionados; dijo: Que el Gefe principal era el General de las reservas D. Lucas de Peña, que éste nombró a Norberto Torres General de sus fuerzas, y acto continuo hicieron Coroneles, Comandantes y capitanes entre cuyos nombramientos estaban Benito Monción, Juan de la Cruz Alvarez y un tal Zamba y aun cuando fueron muchos más los nombrados no está en más antecedentes ni es posible recordarlos, con la algazara que había en la plaza, que no recibían socorro de nadie, manteniéndose sólo con lo que robaban en el campo y en la población, siendo municionados los que iban llegando por lo que existía en el parque que era bastante número de pertrechos. Preguntado. Manifiesta si D. Lucas de la Peña General de las Reservas, Norberto Torres, Benito Monción, Juan de la Cruz Alvarez y Zamba eran vecinos de ésta Villa ó donde estaban establecidos, añadiendo si recuerda de algunos más; dijo: Que en el pueblo sólo vivían Norberto Torres y Juan de la Cruz Alvarez y los demás estaban en el campo, que recuerda se encontraban también un tal Victorino, Juan Antonio Ramón y Antonio Ramón, que toda la gente era del campo, pues si bien los pocos del pueblo estubieron 54 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos con las armas en la mano, pero que ningúno les siguió cuando le abandonaron, solo los que lleva citados, era porque los obligaron a la fuerza, en tales términos que a éstos constantemente les amenazaban y les señalaron un cuarto de una casa situada en la plaza, para tenerlos más seguros y determinando asistieran una pieza de artillería que estaba situada en el Caño, y habiendo ellos puesto reparos, escusándose no saber manejarla, les dijo el titulado General Norberto Torres que si no iban los pasaban por las armas, de modo que no podían hacer otra cosa más que cometerse a lo que les mandaban, y al mismo tiempo saqueándoles, sus casas, como igualmente entraron en la Iglesia, extrayendo de ella una imagen de la Virgen del Rosario con el obgeto de que les sirviera de talismán, y al oponerse el que declara a tal desacato, le amenazaron, diciéndole que se la llevaban de todas maneras y que serían necesarias muchas balas para abandonarla, pues ella debía de ampararlos. Preguntando. Si sabe de que ha tenido fundamento la insurrección y si la vecindad tanto el pueblo como del campo ha sido alguna vez maltratada en algún sentido por las Autoridades Civil y Militar del partido; dijo: Que cree que la insurrección tomó fundamento a consecuencia de haberse inutilizado algunos fusiles y piezas de artillería que había en el depósito del pueblo, cuya operación fue ordenada por un Gefe de las tropas Españolas, desde cuya fecha, que no recuerda, pero que hará como unos quince días, principiaron a circular rumores para la sublevación a la cual animaba el ya citado Norberto Torres, que con respecto al trato que el pueblo y partido ha recibido de las autoridades Cibil y Militar, ha sido satisfacción del vecindario. Preguntado. Si sabe las condiciones con que capituló el destacamento del Batallón de S. Marcial que guarnecía éste punto; dijo: Que el día anterior a la Capitulación, cuya fecha no recuerda, varias personas del Comercio y otras acomodadas del pueblo reunidas en junta, invitaron al Gobernador y Oficiales del destacamento a que aceptasen la Capitulación que los reboltosos les proponían cuyas proposiciones fueron completamente rechazadas por dicho Sr. Gobernador y Oficiales, los que, con las tropas a sus órdenes estaban dispuestos a defenderse hasta perecer en bien de la Reina y del orden público; sin embargo de lo que, dicha junta insistió por segunda vez en que el destacamento aceptara la Capitulación en consideración al número de rebeldes que asediaban al pueblo y de los intereses del mismo que peligraban, lo cual indudablemente, fue aceptado, por el destacamento pues como dice anteriormente, encontró al día siguiente al abrir su casa que la Capitulación estaba hecha, ignorando las condiciones de ella: Preguntado. Que personas eran las que constituían la junta que propuso la Capitulación; dijo: Componían dicha junta D. Juan Grullón, D. Fernando Pérez, D. Román de Peña, ve55 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez cinos y del comercio de éste pueblo con otros varios señores que no recuerda quiénes eran, pues como ha dicho, en la referida noche se mantuvo el declarante recogido en su casa a causa de hallarse enfermo. Preguntado. Si sabe el número de sublevados que se hallaban en el pueblo y sus inmediaciones en el día de la capitulación, qué clase de armas portaban y si al gritar «Viva la República» enarbolaban alguna insignia ó bandera; dijo: Que por lo que oyó decir eran como quinientos los sublevados, provistos de todas clases de armas de fuego y blanca, los que después de la Capitulación entraron en el pueblo conduciendo la bandera de la ex-República Dominicana, la cual izaron en el mismo palo en que acostumbraba a enarbolarse el pabellón Español dando en aquel acto gritos de «Viva la República». Preguntado. Si en el momento de la Capitulación, antes ó después estaba enarbolado el pabellón Español, y cómo, cuándo y por quién fué éste arriada y qué se hizo de él; dijo: Que no hizo reparo de si la bandera española estaba ó no en el sitio que se acostumbra poner, ignorando lo demás que sobre el particular se le pregunta. Preguntado. Manifieste cuánto más sepa haya ocurrido desde los citados hechos hasta la entrada de la columna de operaciones; dijo: Que desde el momento en que los sublevados de hicieron dueños del pueblo, procedieron a establecer las piezas de artillería para su defensa, colocándolas de trecho en trecho, escalonadas desde la plaza hasta el punto llamado el Caño en dirección del camino de Santiago, por donde debían entrar las tropas del Gobierno; y que así supieron que dichas tropas estaban cerca, esto es, antes de ayer por la noche, dia primero, después de haber mandado una partida en reconocimiento de las tropas expedicionarias, al regreso de éstos observó desde su casa que tubieron una reunión en la Plaza, resultando que algunos de ellos se retiraron esparramándose por los campos, seguramente en dirección de sus casas, entre los que lo verificó el titulado General Lucas de Peña que estubo en la casa del declarante, el que después de haber le pedido unas botellas de ron y cerveza que vevió se despidió de él diciéndole se separaba de la Sublevación; que como a las doce de la noche óyo gran ruido producido por parte de las piezas de artillería que los sublevados se llevaban para el otro lado del Rio en dirección al fuerte titulado del Mangar dejando la otra parte de piezas abandonadas e inutilizadas en los puntos que anteriormente tenían situados, quedando una parte de los sublevados en la población los cuales saquearon el pueblo y que, como a las cuatro de la madrugada tiraron dos cañonazos incendiando el depósito de municiones continuando con otros varios que volvieron del otro lado del Rio en el saqueo de la población hasta la entrada de las tropas en que uyeron a incorporarse a los demás que se encontraban al otro lado del Rio; cuyas últimas ocurrencias las supo en parte por lo mismo que él observó desde 56 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos su casa y por lo que oyó de los mismos sublevados al paso de su dicha casa en la que se mantuvo encerrado. Preguntado. Sobre la condición, clase y color de los sublevados; dijo: Eran casi todos jornaleros del campo, y en su totalidad negros con escepción de algunos muy pocos mulatos oscuros; teniendo que lamentar por su parte la pérdida de algunos efectos de su tienda que le pillaron no saqueándole del todo por defender sus intereses con las armas en la mano y gracias también a la pronta llegada de las tropas; que no tiene más que decir, que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado, en que se afirma y ratifica leída que le fué ésta declaración y manifestándo ser mayor de veinte y cinco años lo firmó con el Sr. Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich.- José Ma. Lora. Ante mí.- Firmado: Manuel Cantelar. Declaración del síndico del Ayuntamiento D. Juan Grullón En el mismo día mes y año compareció Don Juan Grullón a quien el Sr. Fiscal ante mí el Secretario le recibió el juramento con arreglo a ordenanza el que prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuere interrogado, y siéndolo por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho, que es comerciante de ésta población y síndico del Ayuntamiento. Preguntado. Si se hallaba en la población cuando tuvieron lugar los primeros síntomas de insurrección promovidos por los enemigos del orden público y manifieste todo cuanto sobre el particular sepa; dijo: Que en el Carnaval se encontraba en compañía de D. Ubaldo Guay en Sabaneta a cuyo pueblo distante de éste como a tres horas de Camino, a caballo, fue con el obgeto de arreglar asuntos propios, pues tiene allí una tienda y corte de maderas, que al verificar un pago de veinte pesos en billetes Españoles de a cinco a Pablo Aquino, bueyero de la casa, que por su trabajo tenía ganados, dicho Aquino le rechazó los espresados billetes diciendo que no los admitía por haber oido decir al Cura del pueblo, cuyo nombre no sabe y al General Gobernador del pueblo D. Antonio Batista, que dichos billetes no servían, en vista de lo que el declarante se dirigió a la casa del General con obgeto de enterarse, a cuyo señor no encontró dejando recado a su muger ó querida; en consecuencia de éso el Regidor Manuel de Jesús Núñez se apersonó con el declarante con un montón de gacetas a fin de que le ayudase a buscar las superiores disposiciones en que prevenían la circulación de los espresados billetes, para poder hacer al otro día una publicación para alejar toda dura ó reparo para la admisión de aquellos, como en efecto se hizo siéndole entonces 57 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez admitidos por el dicho Aquino y cuantas personas hacían circular cantidades. Que después de ésto se vió con el General Gobernador don Antonio Batista el que le manifestó había en el pueblo y sus inmediaciones alarmantes síntomas de rebolución contra el Gobierno diciéndole que él se hallaba allí sólo sin fuerzas, de que poder disponer, puesto que treinta hombres criollos que tenía a sus órdenes se le habían marchado pretestándo que no se les pagaba, su servicio y que él no sabía qué hacer; además de lo que por voz pública del pueblo de Sabaneta, oyó las disposiciones ostiles que había contra el Gobierno, las cuales a su parecer tomaron fundamento de haberse inutilizado el armamento que había en depósito en aquel pueblo, cuya operación fue ordenada por un señor Comandante de Artillería que según noticias había practicado lo mismo en Monte Cristi y Guayubín; que durante el tiempo que estuvo en Sabaneta oyó de la Señora Domingo Madi que se propagaba la voz de que las tropas del destacamento de Guayubín maltrataban a las mugeres y salían al campo a robar todo lo que encontraban, manifestándo entonces el exponente que tales dichos eran una completa falsedad puesto que el indicado destacamento en ningún caso había maltratado en ningún término a muger ni hombre alguno del pueblo de Guayubín ni del campo, que si salian en busca de provisiones, las cuales pagaban religiosamente, y aun a mayor precio que los mismos vecinos, los que consideraban por esta misma razón de muy beneficioso al destacamento, puesto que además de garantizarles el orden y tranquilidad, daban, con sus compras, mucho dinero a la circulación del pueblo; que dichas falsas voces eran sólo propagadas con malévola intención y para sus perversos fines por los enemigos del orden; que en el mismo día se le apersonó un hijo de la citada viuda, cuyo nombre no sabe, el que le manifestó estaba muy contento con respecto a las noticias que sobre la conducta de las tropas españolas había dado a su madre y abuela, las que dieron completa fé a las razones que sobre el particular les dió el declarante comunicándolas a las personas con quiénes tenía ocasión de hablar. Después de todo lo cual, el declarante acompañado de D. Ubaldo Guay regresó a éste pueblo y su casa en el Miércoles de Ceniza, dando inmediatamente conocimiento al Gobernador de éste puesto y Oficiales de su destacamento, noticia de todo lo que llevo referido; en consecuencia de lo que dicho Sr. Gobernador dispuso que el Sr. Ubaldo Guay saliese seguidamente a caballo y sin perder tiempo para Santiago llevando un parte de las ocurrencias observadas; inmediatamente el Gobernador reunió unos doce o catorce señores del pueblo de mayor responsabilidad y confianza que armados ayudaron a sostener la tranquilidad y orden en el pueblo, el cual rondaron y vigilaron según las órdenes del Gobernador que a los dos días de su regreso de Sabaneta supo se había huido del pueblo Norberto Torres Comandante de Caballería que fue de la República, el cual al siguiente día apareció a la cabeza de un gran grupo de gente armada al otro lado del Río a un tiro de fusil del pueblo en donde se le juntaron los sublevados de Sabaneta conducidos por un titulado Coronel y llamado Ignacio Reyes cuyas fuerzas reunidas constaban de unos setecientos hombres todos provistos de armas de distintas clases, poniéndose a la cabeza de todos el General de las Reservas Lucas de Peña y enarbolando la bandera de la 58 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Ex-República Dominicana, pretendieron la rendición del destacamento de S. Marcial que guarnecía éste punto a cuyo fin como a eso de las cuatro de la tarde de dicho día, cuya fecha no recuerda, pero que era sábado, dirigieron un escrito al Gobernador en el que manifestaban se rindiera con las tropas a sus órdenes pues de otro modo serían pasados a cuchillo, para lo cual contaban con más de seiscientos cincuenta hombres bien armados y municionados, ésto sólo en el Mangar, además de los que en numerosas partidas se dirigían al pueblo por distintos puntos, conducidos unos por José Ramón Torres, otros por Juan Ramón Reyes, y otros, cabecillas que no sabe, todas cuyas fuerzas revolucionarias que circuhían el pueblo ascendían a unos mil hombres según juicio del declarante, por noticias que de unos y otros pudo adquirir. En tal situación el Sr. Gobernador habiendo consultado con los Oficiales del destacamento contestó al escrito revolucionario diciendo estaba resuelto a defenderse hasta perecer, ordenándoles se dispersaran retirándose a sus casas, cuya orden fué desatendida. En ésta estado sabida la resulta determinación del Gobernador y destacamento para defenderse se reunieron varios señores de mayor representación y responsabilidad del pueblo los que apersonándose con dicha autoridad le manifestaron el conflicto en que todos se hallaban y los graves perjuicios porque iba a correr el pueblo si insistía en defenderse contra fuerzas tan excesivamente superiores, suplicándole adoptara un medio en que salvándose vidas e intereses se mejorase la situación del mejor modo posible; en su consecuencia manifestó dicho Gobernador con el apoyo de los Oficiales y tropas del destacamento estaba resuelto a sostenerse defendiéndose hasta el último extremo según así se lo había manifestado a los sublevados, entonces los señores de la Junta dispusieron que una Comisión de ella fuera a verse con el General Lucas cabecilla de la revolución con el obgeto de hacerles desistir de su temerario empeño aconsejándoles se retiraran a sus casas, siendo nombrados para el efecto su hijo D. Diego Aquilino Grullón y D. Ambrosio García de la jurisdicción de Monte Cristi residente entonces en éste pueblo y D. José Carlos Rodríguez Regidor del Ayuntamiento de éste pueblo, los que en resultado regresaron trayendo condiciones de capitulación por las que el General Lucas ofrecía respetar vidas y haciendas tanto del destacamento como del pueblo, pudiendo la tropa conservar sus armas siendo conducida por competente escolta a Monte Cristi ó donde quisieran con el obgeto de que se embarcaran para donde les conviniera, para cuyo efecto se les determinó un plazo de tres ó cuatro horas que terminaban a las ocho de la noche para su resolución, cuyas condiciones con otras que fueron ecsigidas por el Gobernador fueron aceptadas por súplica que dicha junta hizo para ello en consideración a los males que sin ninguna bentaja hubieran sobrevenido al pueblo y tropa que lo guarnecía dándose conocimiento de éste determinación al mencionado General Lucas por los ya referidos comisionados; poco después de las ocho de la noche hora en que ya los sublevados avanzaban sobre el pueblo por haber transcurrido el plazo determinado, pero a instancias de la comisión que les llebó la noticia berbal de quedar aceptadas sus proposiciones de capitulación, ofrecieron no entrar en el pueblo hasta el amanecer del día siguiente domingo, a cuya hora lo verificaron, mientras que el destacamento ya capitulado salía por 59 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez otro punto en dirección a Monte Cristi escoltado por una partida de los sublevados mandada por José Ramón Torres lo que con anticipación a las fuerzas de Lucas habían entrado en el pueblo con éste obgeto además de cuya partida acompañaron los oficiales, algunos de sus amigos del pueblo con obgeto de aucsiliarse en cuanto fuera posible con sus personas y recursos, entre los cuales se contaban Román de Peña, el General Sebastián Reyes de la Reserva y D. Ventura Grullón, cuyo último Señor les facilitó los víveres y cuanto necesitaron, permaneciendo en compañía de ellos hasta que los dejó embarcados en el Puerto de Monte Cristi del que debían salir con dirección a Pto. Plata. Preguntado. Si sabe conste por escrito la capitulación propuesta y aceptada por el Gobernador; dijo: Que consta por escrito habiéndosela llevado el Gobernador del pueblo que también marchó con el destacamento para Monte Cristi. Preguntado. Qué personas fueron las que se reunieron en Junta para tratar sobre las ocurrencias espresadas; dijo: Que Ambrosio García, el declarante, Asir Fondé, Fernando Pérez, Manuel Menas, José María Lora, Pedro José Bidó y Diego Aquilino Grullón, el primero residente en Monte Cristi y los demás de esta población, formando también parte el Regidor D. José Carlos Rodríguez. Preguntado. Manifieste cuánto sepa ocurrió después de la capitulación; dijo: Que a la salida del destacamento capitulado, posesionados ya del pueblo los sublevados, se hicieron cargo de cuantas armas y pertrechos de guerra había en el depósito, haciéndose facilitar todo cuanto necesitaban para la subsistencia por el Comercio de la población el que satisfacía todas sus exigencias sin percibir de cuanto suministraban dinero alguno, además de lo que, pillaban y mataban cuantas reses les eran necesarias sin retribución de ninguna clase a sus dueños, amenazando a todos los vecinos honrados y que ellos suponían adictos al Gobierno de la Reina; en el interin colocaron las piezas de Artillería en distintos puntos y en dirección del camino de Santiago por donde suponían debían llegar las tropas, haciendo los disparos de alarma con las piezas que tubieron más pronto dispuestas, los cuales repitieron en distintas ocasiones con el fin de llamar a todos sus partidarios, al propio tiempo obligaron a las personas honradas y tranquilas del pueblo a tomar las armas en su partido; a éso en vista de las amenazas producidas por los insurreccionarios, tomaron todos las armas, a escepción del declarante y sus hijos y de Asir Fondé, que se escusaron haciéndoles ver que no podían atender a las armas a la vez que a sus establecimientos además de aucsiliarles con cuantos efectos y víveres le ecsigían, formando del resto que serían unos diez y seis hombres, una Compañía al mando de D. José María Lora, los cuales indudablemente estaban forzados y amenazados constantemente, pues los sublevados les vigi60 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos laban mucho, y en ésta disposición continuaron las cosas hasta el día primero por la noche que teniendo aviso que las tropas del Gobierno estaban cerca, trasladaron tres o cuatro piezas de Artillería al otro lado del Río en el sitio titulado El Mangar al cual se retiraron al siguiente día por la madrugada, después de haber tirado dos cañonazos, incendiar el polvorín y saqueado el pueblo, permaneciendo en él los del pueblo que como estaban forzados no los siguieron, teniendo por su parte que lamentar un saqueo total en su establecimiento, tanto de víveres como de efecto de telas y demás, hasta el estremo de haber tenido que abandonar su casa, por temor de ser asesinado, uyendo en busca de las tropas del Gobierno para ponerse en seguridad, a las que no pudo incorporarse por venir por distinto camino, encontrándolas ya en el pueblo después de haber batido a los revoltosos y casi todos los demás vecinos hicieron lo mismo parte de ellos en su compañía. Preguntado. Si sabe haya en el pueblo algunas personas, ó bien en sus inmediaciones, de las que tomaron una parte activa en la insurrección; dijo: Que de los vecinos que han regresado a la población, ningúno de ellos por lo que sabe ha tomado parte activa en la insurrección. Preguntado. Por la condición, clase y color de los insurrectos; dijo: Que esceptuando los cabecillas principales que eran unos hacendados y otros artesanos, los demás eran jornaleros del campo, casi todos negros. Preguntado. Si además de las personas citadas recuerda de alguna otra; dijo: Que recuerda de Juan Antonio Polanco, Coronel de la Reserva y vecino de Monte Cristi que fué a sublevar el partido aquel. Preguntado. Si tiene algo más que decir acerca de los sucesos ocurridos; dijo: Que el Martes de la semana pasada, sabiendo los insurrectos que el General Hungría venía con una columna de operaciones para atacarlos, el General Lucas, llamó al declarante, el Sr. Asis Fondé, D. José Pérez, Sr. Angel Núñez, y Diego Aquilino Grullón, hijo del esponente y Fernando Pérez con el obgeto de que en comisión fuesen a encontrar al General Hungría y hacerle presente todos los sucesos ocurridos, al mismo tiempo que le manifestaran las fuerzas de que disponían y que estaban resueltos a no abandonar ésta Villa, lo que practicaron inmediatamente, exceptuando Fernando Pérez, que no pudo por carecer de caballo, encontrando al citado general Hungría con las fuerzas del Gobierno que se encontraban en Jaibón donde le hicieron presente la comisión que llevaban entregándole además un pliego del General Lucas y enterándole de todos los pormenores más minuciosos; que por ahora no recuerda de más y sólo si 61 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez desea para que conste, hacer entrega de una certificación del Sr. Gobernador de éste punto, D. Pedro Garrido y Oficiales del Batallón de San Marcial que guarnecían esta población, que no tiene más que decir siendo todo la verdad, a cargo del juramento prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración, siendo mayor de edad y la firmó con el Sr. Fiscal y presente Secretario. Firmado.- Ignacio Olrich, Juan Grullón.Ante mí: Manuel Cantelar.- Diligencia de unir una certificación espedida a favor de D. Juan Grullón En la villa de Guayubín a los tres días del mismo mes y año el señor Fiscal dispuso se una a continuación una certificación que presentó D. Juan Grullón, espedida por el Sr. Gobernador D. Juan Garrido y Subteniente D. Luis Prados y D. Pedro Garrido y Ortega, estos últimos del Batallón de San Marcial y pertenecientes al destacamento que capituló, cuyo documento queda unido a continuación; y que para que conste se anota por diligencia que firmó el Sr. Fiscal que yo el Secretario doy fé. Lo entrerrenglonado «Juan» vale.- Lo tachado «Pedro» no vale.Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 62 A.G.I. CUBA 1011B D. Juan José Garrido Comandante Militar de Guayubín, D. Luis Prado y D. Pedro Garrido y Ortega Subtenientes del destacamento de dicho punto. Certificamos: Que los vecinos y Comerciantes de Guayubín D. Juan Grullón D. Basilio Fondeaur y sus familias, nos han acompañado en el bloqueo rendición y espedición para nuestros dominios con sus personas y comestibles para nuestra tropa y han permanecido fieles al Gobierno de S. M. la Reina de España (q. D. g.) hasta el punto de embarque que hemos efectuado en el día de hoy en la Goleta Española Matilde en la Bahía de Monte Cristy. Y para que puedan hacer constar estas dos familias la buena conducta y adhesión al Gobierno de S. M. C. lo firmamos en Monte Cristy a los veinte y cuatro días del mes de febrero de mil ochocientos sesenta y tres. Firmado: Luis Prado, Pedro Garrido y Juan J Garrido. Declaración de D. Osvaldo Guasp de Cervera En la citada Villa de Guayubín a los cuatro días del mes de marzo de mil ochocientos sesenta y tres compareció previa la competente citación D. Osvaldo Guasp de Cervera, a cuyo Señor el Sr. Fiscal le recibió el juramento con arreglo a su clase, y ante mí el Secretario lo presentó en debida forma y ofreció decir verdad en cuanto fuese interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como va dicho y es comerciante de éste pueblo. Preguntado. Si tiene noticias ó sabe los particulares de los hechos insurreccionarios que ha tenido lugar en ésta villa; dijo: Que habiendo ido a pasar el Carnaval en Sabaneta, donde se encontraba también D. Juan Grullón, observó en aquel punto síntomas 63 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez bastante alarmantes de insurrección contra el Gobierno, y preguntándole al Comandante de armas de aquel punto que qué era aquello, le contestó que nada podía hacer pues no disponía de un sólo hombre; que a su regreso a Guayubín, que lo verificó en unión de D. Juan Grullón, lo hicieron presente al Sr. Gobernador D. Juan José Garrido y al siguiente día dispuso dicha Autoridad que el declarante marchase a Santiago llebando un pliego al Sr. General Gobernador de la Provincia, y al mismo tiempo que verbalmente le pusiera en conocimiento de cuanto ocurría, a cuyo punto llegó el veinte y uno evacuando la comisión que se le había confiado, habiéndose puesto en camino para Guayubín al siguiente día aprovechando los momentos para evitar que los asuntos de Sabaneta perturbaran la tranquilidad de ésta población, pero que al llegar encontró ya que la insurrección había tomado cuerpo y se había estendido hasta aquí, en términos que los sublevados se habían hecho dueños del pueblo y el destacamento verificado una capitulación; tan luego como llegó, los sublevados lo pusieron preso é incomunicado junto con D. Enrique Menendez que le acompañaba, el cual es asesor fiscal de Santiago, no habiéndose levantado la prisión hasta el primero de éste mes, en cuyo día mandaron a D. Enrique Menéndez para Sabaneta y a él le dejaron el pueblo por Carcel y que a la oración ya entrada la noche aprovechó la oscuridad y pudo evadirse de las pesquisas de los insurrectos, pues temía lo fueran a asesinar, no volviendo entrar en el pueblo hasta el siguiente día que verificaron su entrada las tropas del Gobierno. Preguntado. Si al marchar para Sabaneta tenía ya alguna noticia de la alarma a que se refiere; dijo: Que las únicas noticias que tenía era que por el campo andaban propagando la insurrección hacia algunos días. Preguntado. Si sabe qué personas eran las que propendían a la sublevación y qué razones esponían para ello; dijo: Que según ha oido decir después eran el General de las reservas Lucas Evangelista de Peña, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez y otros varios de aquí y Sabaneta que en éste momento no recuerda, pero que el señor General Gobernador debe conservar una lista que en día de ayer se formó en el Gobierno, de los principales de los insurrectos, tanto por su grado superior entre ellos como por la influencia que sobre ellos tenían y que las únicas razones que puede dar, es que proclamaban la República. Preguntado. Si cuando vino de Santiago y que los sublevados lo pusieron preso, estaba izada alguna bandera y en éste caso manifieste cual era y si a pesar de la incomunicación en que estaba puede citar algún hecho más; dijo: Que cuando entró en la población estaba enarbolada la bandera de la Ex-República Dominicana y que todos gritaban «Viva la República», que durante su incomunicación no pudo ser testigo de nada, 64 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos más que las voces que llegaban a sus oidos de «Viva la República», «Viva la libertad», «Viva Baez», y en ésta disposición estaban constantemente. Preguntado. Si de los que tomaron parte en la insurrección sabe el paradero de alguno y si tiene noticias se hayan apropiado de efectos y víveres que no fuesen suyos; dijo: Que no sabe el paradero de los que tomaron parte en la sublevación y que antes de abandonar el pueblo lo saquearon en su mayor parte y que por la suya tiene que lamentar todo cuanto tenía, hasta la ropa de su uso, que no tiene nada más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado sin tener que añadir ni quitar en quese firma y ratifica leída que le ha sido ésta su declaración, manifestó ser mayor de veinte y cinco años y lo firmó con el Sr. Fiscal y presente Secretario. Firmado: Ignacio Olrich, Osvaldo Guasp. Ante mí: Manuel Cantelar. Declaración del Sr. D. José Carlos Rodríguez Seguidamente se presentó el Sr. D. José Carlos Rodríguez a quien el Sr. Fiscal ante mí el Secretario le exigió el juramento con arreglo a ordenanza, el que prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuera interrogado, y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda indicado, Sacristán de la Iglesia de ésta Villa y tercer Regidor del Ayuntamiento. Preguntado. Donde se hallaba cuando ocurrió la sublevación revolucionaria de ésta Villa y manifieste cuanto sobre sus particulares sepa, quiénes fueron sus promotores; dijo: Que cuando ocurrió la sublevación de éste pueblo hace doce días hallándose el declarante en unión con el Sr. Gobernador, el Sr. Contralor del hospital y un Oficial del destacamento, oyó decir que el Sr. Norberto Torres, vecino de éste pueblo, tramaba una revolución contra el Gobierno, el cual sabiendo sin duda que se estaban tomando disposiciones para prenderle, se uyó de su casa, en la noche anterior al día de la sublevación, apareciendo en éste al otro lado del río capitáneando una partida revolucionaria reuniendo cuantos adiptos pudo, mandando al propio tiempo llamar al General de las Reservas D. Lucas de Peña, con el obgeto de que tomara el mando como Gefe Superior de los revolucionarios, cuyo cargo dicho General Lucas rechazó por segunda vez, hasta que por la tercera amenazando por dicho Torres se hizo forzosamente cargo del mando indicado, teniendo ya reunidos más de doscientos hombres procedentes de éstas inmediaciones a los que se unieron después distintas partidas más procedentes de Sabaneta y otros puntos más distantes, todos los que, a su juicio, eccedían de quinientos hombres; que en ésta situación los revoltosos impusieron al 65 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Gobernador la condición de que se rindiera con el destacamento a su órdenes, dándole para ello cuatro horas de término, lo cual fue desatendido por dicha autoridad, manifestándo estaba resuelto a defenderse hasta morir con la tropa a sus órdenes; en vista de lo que el declarante en unión de otros señores honrados del pueblo, y adictos al Gobierno, se apersonaron con el Gobernador, con el obgeto de estudiar el mejor medio posible para salir de la angustiosa situación en que se hallaba el pueblo, a lo cual les contestó dicho Sr. Gobernador que no hallaba medio mejor que el de resistir la revolución por medio de la fuerza, en cuya virtud los señores que se reunieron con el ante dicho obgeto determinaron nombrar una comisión de entre ellos para que avistándose con el General revolucionario Lucas le manifestaron la situación peligrosa en que se hallaba el pueblo, estándo el destacamento dispuesto a defenderse a todo trance y de aconsejarles al mismo tiempo que desistieran de su temerario empeño, retirándose a sus casas, cuyas observaciones fueron por completo desatendidas, obligando a dicha comisión compuesta de D. Aquilino Grullón, el Sr. Ambrosio García y el declarante a que trageran al Gobernador condiciones de capitulación para el destacamento, por las cuales ofrecían respetar vidas é intereses, pudiendo el destacamento conservar sus armas y marchar para el punto de Monte Cristi para allí embarcara para Puerto Plata, cuya proposicion se negó aceptar el Gobernador insistiendo en defenderse; y visto lo cual y viendo el declarante que la situación no tenía remedio se retiró a su casa en la que permaneció hasta la mañana del día siguiente Domingo en que como á éso de las siete de la mañana fue a la Casa del Gobierno en donde por el mismo Gobernador supo que a las once de la noche anterior se había efectuado la capitulación en consecuencia de lo que dicho Sr. Gobernador y destacamento se disponían para marchar, lo cual seguidamente verificaron con dirección a Monte Cristi, acompañados de algunos amigos del pueblo y escoltados según á oido decir, por fuerzas de los insurrectos, los que seguidamente se apoderaron del pueblo ocupando cuantos pertrechos de guerra había en depósito enarbolando al propio tiempo la bandera de la antigua República Dominicana haciendo tres disparos de cañón y dando repetidas vivas a la República. Preguntado. Si además de los que ha citado como cabecillas de la revolución puede hacer cita de algunos otros y si sabe el paradero de alguno de ellos; dijo: Que como principales, además de los dichos, ha sabido lo eran por los empleos que se les habían conferido, Benito Monción titulado Coronel, natural de éste pueblo, Juan de la Cruz Alvarez nombrado también Coronel y vecino de éste pueblo, y un tal Carlos Francisco (a) Dosé, nombrado igualmente Coronel y también vecino de éste pueblo, de todos los cuales ignora el paradero, habiendo oido que andan por los montes de la Jabón. Preguntado. Si sabe que los insurrectos estuvieron en connivencia revolucionaria con otros puntos y de causas cree que tomara fundamento la insurrección; dijo: Ignora si estaban 66 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos en connivencia con otros puntos, así como también los motivos que pudieran tener los insurrectos para sublevarse. Preguntado. Si como Sacristán que es de la Iglesia sabe si fué estraido algún Sagrado obgeto de ella por los revolucionarios; dijo: Que no puede dar ecsacta contestación a la pregunta que se le hace en atención a haber estado ausente del pueblo desde el día siguiente a la capitulación hasta el de la fecha en que al regresar y poco antes de citársele para ésta declaración, supo por varias personas del pueblo que además de haber sido saqueado éste, fueron también estraidos algunos obgetos religiosos, entre ellos una imagen de Nuestra Señora del Rosario en busto de madera que se llevaron los sublevados, la que fué rescatada por las tropas del Gobierno al batir a los insurrectos hallándose en la actualidad dicha imagen depositada en casa de D. José María Lora vecino de éste pueblo, debiendo manifestar que al separarse de éste pueblo lo hizo uyendo de la revolución por haber sido amenazado con pérdida de la vida por los insurrectos. Preguntado. Si el cura se hallaba en el pueblo en el momento de la insurrección y si sabe donde se halla en la actualidad; dijo: Que desde el día diez y nueve del mes de febrero próximo pasado se halla el Sr. Cura asistiendo la Parroquia de Monte Cristi que también tiene a su cargo, que no tiene nada más que decir, que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado sin tener que añadir ni quitar, en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; manifestó ser mayor de edad y lo firmó con el Señor Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich, José Carlos Rodríguez. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber recibido una nota de los inds comprendidos en la rebelión de Guayubín, la cual quedó unida A los cinco días del mismo mes y años el Señor Fiscal recibió del Sor. General y Gobernador de la Provincia y Gefe de las fuerzas de operaciones, una nota de los individuos comprendidos en la rebelión de Guayubín, cuyo documento queda unido a continuación, y para que conste se anota por diligencia que firmó el Sr. Fiscal conmigo el secretario de que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 67 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Nota de los individuos comprendidos en la rebelión de Guayubín José Olivo.......................................................................................... Monte Cristi. José Alejandro..................................................................................Id. Corl. Juan Antonio Polanco............................................................Id. Corl. Gregorio Luperón (a) Eugenio, El Médico..............................Sabaneta. Santiago Rodríguez..........................................................................Id. Raymundo Jaque..............................................................................Id. Pablo Aquino....................................................................................Id. Justo Carrasco..................................................................................id. Luis Flores........................................................................................Id. Andrés Maló......................................................................................Villalobos. Casimiro Castellanos........................................................................Tevana. Norberto Torres............................................................................... Corral Grande. Cacú.................................................................................................. en Los Arroyos. Matías Carrasco................................................................................ Las Matas. Diego Crespo.................................................................................... Uña de Gato. Luis Sosa........................................................................................... Martín García. Justo Sosa..........................................................................................Pocito. Ignacio Reyes....................................................................................Sabaneta. José Ramón Torres Id. José de los Santos (a) Inglés.............................................................Escalante. Pedro Antonio Pimentel.................................................................. Sabana larga. Juan Ramón Reyes Victoriano Cordero Sambá...............................................................................................Antonia. San Amesquita..................................................................................Gorra. Luis Evangelista de Peña.................................................................Gral. Benito Monción Jacinto Ramos Alejandro Bueno..............................................................................Sabaneta. Bartolomé Megía Mao Ramón Regalado..............................................................................Botoneillo. Antonio Rodríguez..........................................................................Baltasar. Al capitán Fiscal en ésta villa por si le puede servir de más luces la anterior lista. El Gral. Gr. Firmado: Hungría. 68 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Declaración del Alcalde D. Fernando Pérez A los cinco días del corriente mes y año compareció D. Fernando Pérez a quien el Sr. Fiscal ante mí le ecisgió el juramento con arreglo a ordenanza el que prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuere preguntado; y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que el Alcalde de ésta población según nombramiento que le recayó por la superioridad, pero que con fecha tres del actual le ordenó el Sor. General Gobernador de la Provincia y Gefe de la columna de operaciones, que desde dicho día desempeñase dicho cometido. Preguntado. Si cuando los insurrectos se sublevaron se hallaba en el pueblo y en éste caso diga que día ocurrió la sublevación bajo, que pretestos, quiénes fueron sus promovedores, y si sabe el paradero de alguno de ellos; dijo: Se hallaba en el pueblo en el día de la sublevación, cuya fecha no recuerda, pero cree, si mal no recuerda, fue el domingo de la semana pasada, siendo los principales promovedores el General de las Reservas Lucas Evangelista de Peñas y Norberto Torres, ambos vecinos de éste pueblo, apareciendo también como principales revolucionarios, Juan de la Cruz Alvarez, José Vicente de los Santos, Victorino Cordero, Benito Monción, vecinos de éste pueblo, los cuales fueron nombrados coroneles por el General insurrecto Lucas, por el que, fué nombrado también General el arriba nombrado Norberto Torres, como también Alvaro de Peña, que fué nombrado Comandante, Juan Ramón de los Reyes, también Comandante y otros varios que ha oido nombrar y no recuerda, todos los que promovieron la insurrección. Así como también el de los que les secundaban como Oficiales y soldados, sabiendo únicamente, de pública voz, que todos andan huidos. Preguntado. Manifieste cuantos particulares sepa sobre la espresada sublevación; dijo: Que hallándose en el punto llamado El Peladero de regreso de Magüaca a donde fue a medir unas maderas, oyó decir a un tal Cayetano Deglé que cree vecino de Sabaneta y que venía procedente de Haití, que en Sabaneta había roto las armas y tirado las municiones del depósito al agua, por orden de un Gefe Español, por disposición del cual habían también salido tropas españolas de Guayubín con el obgeto de recoger las armas que tuvieran los vecinos del campo, al oir lo cual el declarante manifestó a varios de la concurrencia que tales noticias debían ser una falsedad, siendo seguramente en pretesto para exasperar los ánimos de los que las oyeran, regresando seguidamente a ésta y dando conocimiento de lo espresado al Sor. Gobernador del pueblo; que a los tres ó cuatro días, fué cuando ocurrió la sublevación en consecuencia de la que capituló el destacamento que se hallaba en éste punto, siendo el pueblo saqueado por los insurrectos, teniendo que lamentar por su parte la pérdida total de víveres y efectos que tenía en su tienda, la cual abandonó por temor de ser asesinado por los insurrectos, regresando a ella después que las tropas hubieron batido a los 69 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez sublevados y ocupando el pueblo; que al abandonar su casa llamó a cuatro hombres de su familia con el objeto de que le acompañaran por temor a que le asaltaran y asesinaran en su huida, la cual verificó en dirección de la Salada en donde permaneció hasta que supo la entrada de las tropas en éste punto, presentándose seguidamente al General de la provincia. Preguntado. Si sabe que la insurrección tuviera ramificaciones en otros puntos; dijo: Que tenía ramificaciones con los pueblos de Sabaneta y Monte Cristi, puesto que entre los insurrectos los había de dichos puntos, los cuales se sublevaron al propio tiempo que en éste punto. Preguntado. Si conoce algunos de la insurrección de Sabaneta y Monte Cristi; dijo: Que ha oido decir se hallaban entre ellos un tal Santiago Rodríguez y un tal Ignacio, y otros varios cuyos nombres que ha oido decir, pero no recuerda, éstos, de Sabaneta y Juan Antonio Polanco y José Olibo y distintos más que a ha oido nombrar de Monte Cristi, que no tiene más que decir, que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado, sin tener que añadir ni quitar, en que se afirma y ratifica leída que le fue ésta su declaración, manifestó ser mayor de veinte y cinco años y lo firmó con el Sr. Fiscal y presente Secretario de que doy fé.- Lo tachado «para» no vale. Firmado: Ignacio Olrich, Fernando Pérez. Ante mí: Manuel Cantelar. Ampliación a la declaración que antecede de D. Fernando Pérez Acto continuo dispuso el Sr. Fiscal manifestar a D. Fernando Pérez Alcalde y exponente de la declaración anterior la relación que de varios insurrectos consta al folio diez y ocho y. Preguntado. Si conoce alguno de los inscritos en dicha relación y sabe donde se hallan en la actualidad; dijo: Conoce a la mayor parte de los individuos inscritos en dicha relación, parte de los cuales ya he citado ignorando cual sea en la actualidad su paradero, pudiendo únicamente manifestar que Justo Sosa vecino del sitio llamado El Pocito se hallaba esta mañana en el pueblo de la misma Gobernación, suponiendo se hubiese presentado al General Gobernador de la provincia, en lo que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta (declaración) ampliación, bajo el juramento ya prestado en su anterior declaración, firmando ésta con el Sr. Fiscal y presente Secretario que doy fé. 70 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Firmado Ignacio Olrich, Fernando Pérez. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haberse puesto en prisión a Justo Sosa, uno de los comprendidos en la lista a f. 18 Acto continuo se presentó D. Fernando Pérez Alcalde del pueblo, manifestándo al Sr. Fiscal que Justo Sosa, comprendido en el Cuerpo de las lista de insurrectos, se hallaba en la habitación inmediata a la que se le acababa de tomar declaración, cita en la Casa de Gobierno, el cual inmediatamente fue puesto en prisión por el Sr. Fiscal; y para que conste por diligencia lo firmó conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Indagatoria del acusado Justo Sosa Inmediatamente el Sr. Fiscal hizo comparecer al acusado Justo Sosa y ante mí el Secretario le indicó iba a prestar una declaración acerca la insurrección que tubo lugar en ésta población; así como de que estaba obligado a decir verdad en cuanto se le preguntare lo que ofreció y. Preguntado. Su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse Justo Sosa, de edad de treinta años, natural de El Pocito partido de Guayubín provincia de Santiago de los Caballeros (C.A. y R.)3 y que es labrador del campo. Preguntado. Desde el día quince del mes pasado hasta el de hoy en dónde se ha hallado y en qué ha invertido el tiempo; dijo: Que durante éste tiempo ha permanecido en su casa ocupándose en la labranza de su conuco lo cual puede acreditar por el General de las Reservas D. Sebastián Reyes por un tal Pepe Pérez y por los individuos de su familia que viven inmediatos a su casa. Preguntado. Con qué obgeto ha venido hoy al pueblo; dijo: Que se halla en el pueblo desde ayer tarde, al cual vino con el obgeto de presentarse al Sor. General Gobernador de la provincia, lo que no efectuó por ver que dicho Sor. General estaba en conversación Religión católica, apostólica y romana (CAR). 3 71 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez con el General de las Reservas D. Gaspar Polanco habiendo sido recomendado a dicho Sor. General Gobernador de la provincia como así también su padre Ramón Sosa y sus dos hermanos Timoteo y Eusebio por D. Pepe Pérez y el ya citado General Reyes. Preguntado. Cual era el obgeto de la recomendación de dichos Señores en su favor, el de su padre y hermanos; dijo: Que dicha recomendación tenía por obgeto hacer presente la adicción a la causa del Gobierno como buenos españoles en cuyo concepto ofrecían sus servicios. Preguntado. En donde estaba y qué hizo el día en que los enemigos del Gobierno sublevándose contra sus instituciones entraron en el pueblo, así como también en los días antes y después de dicha ocurrencia; dijo: Que en días atrás cuando oyó que la bagamundería de los sublevados hicieron tres disparos de cañón en señal de la alarma, vino seguidamente al pueblo del cual se retiró al poco rato a su casa por no hallarse a gusto entre la bagamundería que había en el pueblo. Preguntado. Si vino y regresó sólo ó acompañado de alguna otra persona y si trahía armas ó no; dijo: Vino y regresó sólo, no trayendo más armas que un machetico. Preguntado. Qué es lo que hizo durante el tiempo que estubo en el pueblo en aquellas circunstancias y con quien habló y sobre qué asuntos y manifieste así mismo las ocurrencias que en aquel entonces observó; dijo: Que durante el tiempo que estubo en el pueblo en aquella ocasión, se empleo hablando con varios de los de la bagamundería versando sus conversaciones sobre simplezas y guaperías, en cuyas conversaciones invirtió como una hora retirándose seguidamente a su casa como lleva espuesto por no gustarle permanecer entre aquella bagamundería que alborotaba el pueblo, suponiéndose guapos por haber ganado la acción entrando en el pueblo. Preguntado. Á qué acción hace referencia, fue ganada por los bagamundos así como también esplique lo que entre ellos entendía por ser guapos; dijo: Que la acción a que se refiere era la de la entrada de los revoltosos en el pueblo obligando a salir las tropas que había en él, y que con respecto a lo de ser guapos quiere decir ser un hombre brabo y peleador. Preguntado. Si los insurrectos llevaban consigo alguna insignia ó bandera, qué gritos proferían, quiénes eran sus cabecillas y cite cuantos nombres de ellos sepa; dijo: Que te72 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos nían una banderita puesta en un palo, destrozada, colorada y un poco azul por las partes donde estaba rota, dando gritos de «Viva la República» por sus Gefes, que eran contestados por los demás; que los principales cabecillas eran el General Lucas y Norberto Torres y otros varios hechos Gefes por los dos antedichos Lucas y Torres. Preguntado. Si sabe en qué se emplearon su padre y hermanos durante el periodo que a él se le pregunta; dijo: Que su padre y hermanos durante el tiempo que se le pregunta estuvieron en sus casas empleados en el trabajo de campo. Preguntado. Si conoce los individuos que se le van a nombrar, cuyos nombres constan en relación foliada con el número diez y ocho y si los vió entre los revolucionarios y si sabe su paradero; dijo: Conoce a todos los sujetos que se le acaban de nombrar, los cuales se hallaban entre los sublevados, escepto Gregorio Luperón, Raimundo Jaque, Andres Mató, Ignacio Reyes y Alejandro Bueno que no conoce siendo hermano suyo Luis Sosa, ignorando el paradero de todos ellos. Preguntado. Manifieste cuanto se le ocurra decir sobre los sucesos porque se le pregunta; dijo: Que en la noche del día en que los sublevados hicieron los tres disparos de alarma volvió al pueblo por aviso del Gefe Norberto Torres el cual le entregó un fusil estropeado con el obgeto de que lo mandara componer y quedase armado con él, siguiendo sus fuerzas, a lo que, el declarante se negó, diciendo, que él no componía el fusil ni dispararía un tiro contra la Bandera Española, a cuya contestación el Norberto Torres le amenazó con que le pegaría cuatro tiros si no seguía el movimiento de su gente, contestándole el declarante que de ningún modo tiraría contra la Bandera Española y que se huiría al monte siendo por último mandado prender por dicho Torres que ordenó a dos de los suyos lo llevaran preso, lo cual verificaron, pero que en el camino les dijo a los dos que le escoltaban, que le dejaran ir para su casa, que de lo contrario pelearía con ellos dándoles patadas, en consecuencia de lo que lo dejaron libre marchándose entonces el declarante para su casa en la que permaneció hasta el día siguiente, en que volvió al pueblo en busca de su machete, que había dejado en la noche anterior y que entonces el General D. Sebastián Reyes se puso a aconsejarle no resistiera a la que le ordenaba el Norberto Torres puesto que era su Gefe y le podía ocasionar algún daño debiendo por tanto obedecerle. Preguntado. Qué hizo del fusil que dice le entregó el Norberto Torres; dijo: Que lo tiró en un rincón de su casa en donde está todavía en el mismo estado de inutilidad en que se le dió, teniendo también allí el machete de su uso y propiedad. 73 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si el General D. Sebastián Reyes se hallaba entre los sublevados y si tomó partido con ellos; dijo: Que dicho Sr. General se hallaba en el pueblo sin tomar parte en la insurrección. Preguntado. Qué es lo que hizo después que el General Reyes le aconsejó que obedeciera a Norberto Torres; dijo: Que se fue para su casa de la que, en virtud de los consejos del General Reyes venía al pueblo para cumplir lo que se le mandase, permaneciendo así como dos o tres días, al cabo de los cuales se fugó al monte regresando en el día de ayer según ya deja declarado y verificando su presentación como tiene también dicho. Preguntado. En donde se hallaba el día dos de éste mes en que entraron las tropas en éste pueblo, batiendo y derrotando a los insurrectos en el cerro llamado del Mangar; dijo: Que en ese día se encontraba en el Monte con toda su familia. Preguntado. Si en el referido día supo que las tropas habían verificado su entrada en éste pueblo y en éste caso por qué no verificó entonces su presentación; dijo: Que hasta antes de anoche no supo que les tropas del Gobierno habían ocupado el pueblo de lo cual tuvo noticia por su padre que fué avisárselo. Preguntado. Por qué atendió los consejos que le dio el General Reyes de que obedeciera al cabecilla de los insurrectos Norberto Torres; dijo: Que atendió los consejos de dicho Sor. por consideraciones de respeto y por haber sido su maestro y como quien dice criado por él, sin embargo, de los que se fugó después como ya deja dicho. Preguntado. Si tiene algo más que añadir ó quitar referente a los sucesos porque se le pregunta; dijo: Que no tiene nada más que decir ni añadir ni quitar, siendo todo la verdad, según ha ofrecido decirla, en que se afirma y ratifica leída que le ha sido ésta su declaración y manifestándo no saber escribir hizo la señal de la Cruz, firmándolo el Sr. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Lo entrerrenglonando «antes» vale.- Lo tachado «ayer p» no vale. Firmando: Olrich. (Hay una cruz con tinta) Ante mí: Manuel Cantelar. 74 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Declaración de D. Sebastián Reyes, General de las Reservas Incontinente previa citación competente se presentó D. Sebastián Reyes General de las Reservas, a cuyo Señor el Sor. Fiscal recibió el juramento con arreglo a ordenanza el que ante mí el Secretario ofreció decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como va indicado y que es General de las Reservas Provinciales de ésta Isla. Preguntado. En donde se hallaba en el día que ocurrió la insurrección en éste pueblo promovida por los enemigos del orden; dijo: Que si mal no recuerda el Viernes de la semana antepasada hallándose en El Pocito punto inmediato de éste pueblo al otro lado del río Yaque, fué avisado por su hijo Federico Reyes de menor edad y enviado por su Madre de que en el pueblo había novedad, en consecuencia de lo que vino inmediatamente a la población presentándose al Sor. Coronel Garrido Gobernador de éste punto con el obgeto de que le informáse de la novedad que ocurría, a lo que dicho Sr. Gobernador le contestó que lo que había era de que ya tenían el enemigo en el Mangar hallándose tomando las disposiciones convenientes para recibirle en virtud de lo que el declarante ofreció sus servicios así como los de sus dos hijos mayores, los cuales fueron aceptados, permaneciendo en su compañía hasta el momento en que dicho Sr. Gobernador se ausentó con el destacamento para Monte Cristi hasta cuyo punto le acompañó el declarante, regresando al día siguiente ó sea el martes de la semana pasada siendo entonces amenazado de muerte por los sublevados en repetidas ocasiones por lo que tomó el partido de retirarse con pasaporte del General insurrecto Lucas marchando a Mao en casa de su hermano en donde permaneció hasta el día de ayer en que regresó presentándose al Sor. General Gobernador de la Provincia. Preguntado. Si conoce al moreno Justo Sosa y si sabe donde se halla en la actualidad y si éste tomó parte en la insurrección; dijo: Que conoce al Justo Sosa que se le cita por ser vecino suyo que sabe se halla arrestado y al cual vió en el pueblo entre los insurrectos sin saber si tomó o no partido con ellos. Preguntado. Si el mencionado Justo Sosa ha sido en alguna circunstancia recomendado por él al Sor. General Gobernador de la provincia; dijo: Que hallándose el declarante en el Gobierno en la tarde de ayer le llamó Justo Sosa acompañado de otros tres hermanos y le manifestó que los cuatro hermanos venían a presentarse al General Hungría Gobernador de la provincia pero que viendo a dicho Sor. General muy ocupado, digeron al declarante si podían retirarse viniendo al día siguiente a hacer su presentación, a lo que les contestó que efectivamente el Sor. General Hungría estaba muy ocupado para que pudiera atenderles en aquel momento por lo que crehía bien pensado 75 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez el que se retiraran a sus casas y volvieron al día siguiente a presentarse ofreciéndoles el esponente que hablaría sobre su presentación al Sor. General Hungría, lo cual no recuerda si lo hizo, pero que sí se lo dijo al Coronel Gregorio Reyes, para que si tenía ocasión manifestase ésta circunstancia recomendatoria a dicho Sor. General a favor de los espresados Sosa. Preguntado. Con que objeto vinieron a presentarse y qué clase de recomendación solicitaban del declarante para con el Sor. General Hungría; dijo: Que no sabe con qué obgeto venían a presentarse suponiendo que lo hicieron por estar huidos ó escondidos, y con respecto a lo de la recomendación fué cosa mal entendida, puesto que él les dijo que le hablaría el General Hungría manifestándole simplemente la presentación de cuatro hermanos, sobre cuya hablaría también al arriba mencionado Coronel D. Gregorio Reyes por si a él se le olvidaba ó no tenía lugar de decírselo al General Hungría. Preguntado. Si sabe los motivos porque estaban huidos o escondidos los citados Sosa; dijo: Que no sabe si realmente estaban escondidos ó huidos siendo sólo una suposición que él hace fundada en consecuencia de los trastornos ocurridos a causa de la insurrección. Preguntado. Cuantas veces vió a Justo Sosa entre los insurrectos durante el tiempo que éstos ocuparon el pueblo, si alguna vez habló con él y sobre qué asuntos; dijo: Recuerda no haberlo visto más que una vez en atención a ocultarse el declarante, de las pesquisas que sobre él hacían algunos de los sublevados, y que en ésta vez que vió a Justo Sosa éste no hizo más que saludarle, diciéndole adiós, a lo que el declarante correspondió con igual saludo, sin tener conversación de ninguna especie con ningúno de los Sosa, que también se saludo con el padre de los mencionados en uno de los días en que estaban los insurrectos posesionados del pueblo y no recuerda si fue en el día en que éstos pusieron la bandera revolucionaria, ó un día antes ó después. Preguntado. Si Ramón Sosa y sus hijos tomaron parte en la insurrección; dijo: Que ignora si tomaron ó no parte en la insurrección pudiendo únicamente decir que vió entre los insurrectos a Ramón Sosa y sus hijos Justo, Eusebio y Luis. Preguntado. Quiénes eran los principales promovedores de la insurrección y cite así mismo cuantos nombres de los insurrectos sepa; dijo: Que al parecer el principal motor de la sublevación fué un tal Norberto Torres, que sin embargo de que sonaba el General Lucas de Peña como General en Gefe de los insurrectos, lo era sólo su nombre, pues así es la opinión de varias personas, habiéndole manifestado el mismo General Lucas, 76 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos que él se hallaba en la revolución forzosamente, pues que habiendo sido llamado una ó dos veces por Norberto Torres no hallándose en su casa hasta la tercera vez en que fué conducido por dos o tres y otros varios le obligaron a tomar el mando en Gefe de todas las fuerzas, cuyo cargo aceptó forzosamente y en vista de las amenazas que dijo le habían hecho de quitarle de en medio si no aceptaba. Preguntado. En qué día y lugar y ante qué personas le hizo el General Lucas ésta manifestación; dijo: Le hizo la espresada manifestación a solas pues lo llamó a parte dos o tres días despues de que entraron en el pueblo los insurrectos; que no tiene más que decir, sin tener que añadir ni quitar, siendo todo la verdad a cargo del juramento prestado en que afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración manifestándo ser mayor de veinte y cinco años y lo firmó con el Sr. Fiscal y presente Secretario de que doy fe.- Lo tachado «hablo» no vale. Firmado: Ignacio Olrich, J Sebastián Reyes. Ante mí: Manuel Cantelar. Declaración de D. José Pérez A los seis días de los mismos mes y año se presentó ante el Sr. Fiscal y presente Secretario D. José Pérez al que se le exigió el juramento con arreglo a su clase, el que prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que es propietario y vecino de El Pocito punto inmediato de ésta población, del otro lado del río. Preguntado. En donde se hallaba cuando tuvieron lugar las ocurrencias revolucionarias en éste pueblo; dijo: Que cuando las ocurrencias revolucionarias de éste pueblo, se hallaba en su casa, habiendo tenido noticias de la sublevación por una muger que huyendo del pueblo fué a parar a su casa. Preguntado. Si sabe quiénes eran los principales cabecillas y promovedores de la sublevación, qué obgeto tenía ésta y manifieste cuanto sobre el particular sepa; dijo: Que al día siguiente de haber entrado los revoltosos en éste pueblo le mandaron a llamar en nombre de Norberto Torres, el cual en unión del general de las reservas D. Lucas de Peña le obligaron a ir en comisión con otros varios señores a llevar un pliego al Sr. General Gobernador de la provincia que con las tropas de la Reina se hallaba en Jaibon, punto distante de ésta población como de unas cinco ó seis leguas, cuya comisión desempeñó por vías de fuerza, de la cual regresando al día siguiente dio conocimiento con sus demás 77 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez compañeros de haberla cumplido, a los dichos General Lucas y Norberto Torres, retirándose seguidamente a su posesión de El Pocito de donde venía todos los días al pueblo con objeto de vigilar una casa y pulpería que tiene en él, la que por fin le fué saqueada por los insurrectos. Preguntado. Quiénes eran los señores que le acompañaron en la Comisión de que hace mención, cual de ellos fué el que conducía el pliego de que lleva fecha referencia y si sabe cual era el contenido de éste y qué objeto llevaban en su comisión; dijo: Le acompañaron en dicha comisión Don Juan Grullón, D. Aquilino Grullón, D. Basilio Fondé, D. Angel Nuñez, y D. Fernando Pérez el cual no pudo acompañarles por no hallar caballo, todos vecinos y del comercio de éste pueblo, excepto D. Angel Nuñez que es labrador y ganadero, que no recuerda quien llevaba el referido pliego y cree fuese D. Juan Grullón ó D. Basilio Fondé, ignorando cual fuera su contenido, no sabiendo por su parte que la dicha comisión tuviera otro obgeto que el de llevar y entregar simplemente el espresado pliego al Sr. General Gobernador de la provincia. Preguntado. Si además de los Cabecillas Lucas de Peña y Norberto Torres, reconoce algunos otros como principales promovedores de la insurrección y cite cuantos nombres sepa de los sublevados y cual era el obgeto de éstos al alterar el orden público rebelándose contra las instituciones establecidas; dijo: Que después del dicho Lucas y Torres no sabe quiénes fueron los demás cabecillas de los revoltosos entre los cuales vió se hallaban un tal Victorino que era Comandante de Granaderos, Juan de la Paz, Alvaro de Peña, un tal Naná y otros varios que no conoce ni recuerda, si también, José de los Santos y un hijo de él llamado también José todos vecinos de éste pueblo y sus inmediaciones. Preguntado. Si conoce los individuos que se le van a citar y son los mismos que se hallan inscritos en relación foliada con el número diez y ocho y si sabe tomaran parte en la insurrección y cual es en la actualidad su paradero; dijo: Conoce a todos los que se le cita, menos Gregorio Luperón, Raimundo Jaque, Justo Carrasco, Luis Flores, Andres Maló, Casimiro Castellanos y Alejandro Bueno, habiendo visto entre los revolucionarios y con las armas en la mano a Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Matías Carrasco, Diego Crespo éste sin armas, Luis Sosa, Justo Sosa, Ignacio Reyes, José Ramón Torres, José de los Santos, Pedro Antonio Pimentel, Juan Ramón Reyes de color prieto, pues hay otro blanco de Santiago, Victorino Cordero, San Batista, San Amesquita. Lucas Evangelista de Peña, Benito Monción, Jacinto Ramos, Bartolomé Megía de Mao, Ramón Regalado y Antonio Rodríguez, ignorando el presente paradero actual de los relacionados, escepto el de Justo Sosa que se sabe se halla preso en el Cuartel de la Tropa. 78 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Si además de Luis y Justo Sosa que ha citado vió entre los revolucionarios con armas ó sin ellas a Ramón Sosa y a otros hijos Eusebio y Timoteo y si sabe en donde se hallan; dijo: Que ignora si Ramón Sosa, Eusebio y Timoteo estubieran con armas ó sin ellas entre los sublevados a los cuales ha visto esta madrugada en el pueblo y los que con Justo su hijo y hermano sabe se presentaron hace dos días al Sor. General Hungría Gobernador de la provincia teniéndose entendido que dicho Sor. General Gobernador los despachó para sus casas a excepción de Justo Sosa que oyó decir le había ordenado permaneciera arrestado en la Casa de Gobierno. Preguntado. Manifieste ocurrencias sepa respecto a la insurrección citada y si sabe de qué tomó fundamento y que obgeto se proponían en ella los sublevados; dijo: Ignora los motivos que pudieran impulsar a la insurrección así como también los fines que con ella se proponían los sublevados, que gritaban «Viva la República» teniendo una bandera de la Ex-República Dominicana; no teniendo más que decir, siendo todo la verdad a cargo del juramento prestado sin tener que añadir ni quitar en lo que se afirma y ratifica leída que le fué ésta su declaración, manifestándo ser de edad de cuarenta y dos años y lo firmó con el Sr. Fiscal y presente Secretario que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich, José Pérez. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber ordenado la prisión de Ramón Sosa y sus dos hijos Eusebio y Timoteo, practicando al propio tiempo un reconocimiento en sus casas y recoger las armas que se encontraran Sin pérdida de tiempo el Sr. Fiscal ordenó al amanecer de éste día que el Sargento Segundo de S. Marcial Demetrio Moralejo con ocho hombres a sus órdenes que dicho Señor había solicitado del Sor. Comandante de las tropas ecsistentes en el pueblo pasase acompañado de un hombre conocedor de sitios y personas que anticipadamente había el Sr. Fiscal pedido al Sr. Alcalde a prender a Ramón Sosa y sus hijos Eusebio y Timoteo, registrándose sus casas con obgeto de reconocer si en ellas tenían armas, debiendo en éste caso ser recogidas, al propio tiempo que sus dueños, disponiendo asimismo se registrara también la casa de Justo Sosa a fin de recoger el fusil y machete, que en su declaración manifestó tenía en su dicha casa; y para que conste se anota por diligencia, que firmo dicho Sr. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 79 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de haber reducido a prisión a Ramón Sosa Seguidamente se presentó el Alcalde del pueblo dando conocimiento de que Ramón Sosa se encontraba en la plaza, por lo que sin pérdida de tiempo el Sor. Fiscal lo prendió personalmente y redujo a prisión; y para que conste se anota por diligencia que firmó conmigo el Secretario que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Indagatoria del acusado Ramón Sosa Incontinente hizo comparecer el Sor. Fiscal, a Ramón Sosa, al que ante mí el Secretario le enteró iba a prestar una declaración y de que estaba obligado a decir verdad en cuanto fuera interrogado, lo que ofreció y. Preguntado. Su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho de edad de sesenta y tres años y natural de Santiago, provincia de id ( E. A. y R.) y propietario. Preguntado. En donde se ha hallado y en qué ha invertido el tiempo desde el quince del mes pasado hasta en el de la fecha; dijo: Que durante dicho tiempo ha estado en su casa ocupándose en la construcción de una casita que está haciendo, cuyos trabajos abandonó al oír tres cañonazos de alarma que se dispararon desde el pueblo, al cual acudió a ésta señal con el obgeto de informarse de la novedad que ocurría, sabiendo ya de antemano que en el día anterior a los tres cañonazos de alarma se hallaban algunos grupos de gentes reunidas por las inmediaciones del pueblo, lo cual supo por ésas mismas gentes que pasaban armadas por las inmediaciones de su casa y campos, diciendo iban a reunirse al Mangar sobre cuyas ocurrencias se estuvo lamentando a D. Ventura Grullón que a la sazón acababa de llegar a su casa viniendo de ver su corte de maderas, el que le dijo hiciera el favor de mandarle un hijo suyo para que le pasara el rio con el obgeto de llegar cuanto antes a su casa a lo que el declarante hizo que su hijo Justo acompañase a dicho Sr Grullón aconsejándoles pasasen el Rio por un sitio que les indico como más a propósito para preservarse de la vista de las gentes que se dirigían al Mangar, pudiendo así llegar a su casa más pronto y fácilmente; que tan pronto como su dicho hijo Justo hubo dejado al Sor. D. Ventura Grullón, regresó a su casa en la que permaneció aquella noche reunido con su familia así como con la suya en la de su propiedad el declarante y que al siguiente día por la mañana al oir los tres cañonazos de alarma vino al pueblo para informarse de lo que en él ocurría 80 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos según ya deja dicho, que a su llegada al pueblo se presentó al General Lucas, al que le manifestó que allí estaba para lo que le mandara, a lo cual el espresado Lucas le manifestó que estaba bien que lo que él quería era que se le reuniera mucha gente manifestándo estar muy contento por la que ya tenía reunida, y que como a las dos de la tarde de aquel mismo día se retiró el declarante a su casa, con el fin de cuidar de ella, por temor de que le robaran algún burro ú otras cosas, quedando en ella hasta que supo que el bagamundage había pasado piezas del otro lado del Río en dirección al Mangar, los gritos que ohía y ruido de la Artillería que se llevaban, huyó al monte, no queriendo saber a qué fin era aquella revolución. Preguntado. Como por la apariencia y ruido que hoyó puede juzgar de que los bagamundos se llevaban las piezas de artillería en la indicada dirección; dijo: Sin saberse explicar que la experiencia y el ruido del escándalo le hizo suponer que se llevaban las piezas al citado punto, no viendo lo que hacían por ser como las ocho ó las nueve de la noche. Preguntado. Si tenía conocimiento anterior de que los sublevados tratasen de llevarse la Artillería y establecerla en el Mangar; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta y que sólo lo supo en el momento en que se llevaban la Artillería por el escándalo que armaban. Preguntado. Si cuando vino á presentarse al titulado General Lucas lo hizo sólo ó acompañado de alguien, si bino con armas ó si las recibió a su presentación de dicho Lucas ó de alguna persona; dijo: Que cuando bino a presentarse al General Lucas lo efectuó sólo trayendo consigo el machete de su uso y propiedad, no recibiendo arma ninguna del mencionado Lucas ni de otra persona, que después de su presentación hasta las dos de la tarde que ha dicho que se retiró a su casa, estubo paseando por el pueblo como simple paisano, no habiéndosele querido dar destino ni arma, sin duda en consideración a su edad. Preguntado. Quiénes eran los principales de los reboltosos y cite cuantos nombres de ellos sepa; dijo: Que como principales lo eran el citado General Lucas de Peña, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Benito Monción, Jacinto Ramón, Victorino Cordero, un tal Dorié y otros varios como capitanitos y soldados, pudiendo citar entre ellos el Capitán de Granaderos Juan Ramón Reyes, Alvaro de Peña también como Capitán, José de los Santos (a) El Inglés, como Coronel y como soldado Juan de la Paz y otros muchos de éste empleo que no conserva sus nombres en la memoria. 81 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si sus hijos tomaron parte con los sublevados ó en donde permanecieron y en qué se emplearon en los días de la insurrección, dijo: Que sus hijos Justo, Eusebio y Timoteo se presentaron también en compañía del declarante en la Comandancia General del Lucas, a cuyo fin se reunieron todos en el pueblo creyendo era su obligación proceder de éste modo. Preguntado. Si sus referidos hijos vinieron a efectuar su presentación con armas ó sin ellas ó si recibieron alguna de Lucas ó por su orden; dijo: Que sus dichos tres hijos vinieron al pueblo a presentarse trayendo únicamente los machetes de su uso que siempre llevan consigo según costumbre en el país, pero que después de su presentación Eusebio y Timoteo recibieron cada uno un fusil por disposición del general Lucas, no sabiendo de cierto si su otro hijo Justo recibió arma en aquel entonces, el cual tuvo un sentimiento con Norberto Torres por haber querido éste maltratarle y prenderle, por cuya razón Justo se uyó. Preguntado. Si sabe qué fue su hijo Luis en los días en que los amotinados se reunieron y ocuparon el pueblo; dijo: Que su dicho hijo Luis se hallaba también entre los reboltosos armado de una carabina, el cual se separó de los insurrectos en la noche que se llevaron la Artillería al Mangar. Preguntado. Si él y sus hijos sabían cuál era el obgeto de la insurrección, bajo qué insignia ó Bandera tubo ésta efecto, y qué gritos proferían; dijo: Que el obgeto de los insurrectos era el de volver a restablecer la Republica Dominicana, cuya bandera enarbolaron a los gritos de «Viva la República». Preguntado. Si sabe y puede dar razón en dónde se hallan en la actualidad las personas cuyos nombres ha citado como iniciados en la sublevación; dijo: Que ignora dónde puedan hallarse en la actualidad las citadas personas. Preguntado Manifieste cuanto pueda saber respecto a los hechos de la insurrección de que se trata; dijo: Que no puede decir más sino que, después de haberse fugado al monte en la noche que a citado, regresó a éste pueblo hace cuatro días al saber que las tropas españolas habían derrotado a los sublevados en el cerro del Mangar, quitándoles la Artillería y municiones y tomado posesión del pueblo, presentándose antes de ayer con toda su familia al Sor. General Gobernador de la provincia. 82 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Como supo que las tropas españolas habían derrotado a los insurrectos y ocupado el pueblo; dijo: Que lo supo por su familia que estaba de parte acá del Río llevándole la noticia al otro lado de él en donde se encontraba escondido y en observación de los acontecimientos. Preguntado. Por qué no se presento seguidamente a su regreso al pueblo al Sor. Gobernador de la provincia, esperando hacerlo antes de ayer, ó sea dos días después de su vuelta al pueblo; dijo: Se le ha entendido mal pues en el primer día que vino al pueblo que fue al siguiente a la entrada de las tropas fue cuando se presentó sólo a dicho Sor. General, el que le ordenó viniera al pueblo con toda su familia, en compañía de la que se presentó por segunda vez, retirándose seguidamente y ocupando un buguío4 ageno del pueblo, que halló desocupado en el cual permanece todavía, que no tiene nada más que decir que lo dicho es la verdad, sin tener que añadir ni quitar, en que se firma y ratifica leída que le fue ésta su declaración, manifestándo no saber escribir por lo que hizo una señal de Cruz y lo firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario que doy fe.-Lo tachado «antes de ayer» y «decir» no vale. Firmado: Ignacio Olrich. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber regresado el Sargento Demetrio Moralejo que fué a practicar varias prisiones y reconocimientos de unas casas Seguidamente el Sor. Fiscal dispuso hacer constar el haberse presentado el Sargento Segundo Demetrio Moraleja con la escolta que llevó para reducir a prisión a Ramón Sosa y sus dos hijos Eusebio y Timoteo y practicar el reconocimiento de sus casas, cuyo Sargento manifestó no haber encontrado ningúno de los espresados individuos, ni más armas que un machete de los que usan para el campo y un baston roto de estoque, cuyos efectos quedaron en poder del Sor. Fiscal; y para que conste se anota por diligencia que firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Bohío. Nota del compilador. 4 83 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de haber sido puestos presos Eusebio y Timoteo Sosa Acto continuo y habiendo recibido noticia verbal el Sor. Fiscal de que los individuos Eusebio y Timoteo Sosa estaba en el pueblo dispuso inmediatamente su aprensión, lo que se verificó y quedaron presos en la guardia de prevención; y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario que doy fe. Firmado: Ignacio Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Indagatoria del acusado Timoteo Sosa En el momento el Sor. Fiscal dispuso se presentase Timoteo Sosa a quien ante mí el Secretario le enteró de que iba a prestar declaración así como de que estaba obligado a decir verdad en lo que fuere interrogado y habiéndolo ofrecido y.Preguntado. Su nombre, edad, patria, religión y profesión; dijo: Llamarse Timoteo Sosa de edad de diez y nueve años, natural de El Pocito partido de Guayubín provincia de Santiago (C.A y R.) de oficio criador de ganado y. Preguntado. Si sabe el motivo porque se halla preso; dijo: Que ignora las razones porque se le haya aprendido. Preguntado. En donde se hallaba el día y en los antes y después de ocurrir la sublevación revolucionaria de éste pueblo y si tomó ó no parte en ella; dijo: Que en el tiempo que se le pregunta se ha hallado en su casa y fue mandado buscar por el Comandante Norberto Torres, a cuyo aviso se presentó a éste que le dio encargo de que le tragera hoja para su caballo dejándola todos los días en sitio que le determinó, lo cual así hizo retirándose todos los días a su casa después de traerla y no tomando parte en la sublevación. Preguntado. Si no se presentó a alguno de los principales cabecillas de los insurrectos y particularmente al titulado General Lucas de Peña recibiendo algún arma por disposición de éste; dijo: Que el espresado Norberto Torres le dió un fusil y un paquete de municiones previniéndole que él no haría otro servicio más que el de traerle hoja para su caballo, cuya arma y cartuchos dejó en su casa en la noche en que los sublevados 84 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos se trasladaron al otro lado del Río de donde se le desapareció encontrando su bugío eserrajado5 del que en ésa misma noche huyó con toda su familia. Preguntado. Si sabe las causas que motivaron la insurrección y qué obgeto se proponían en ella los sublevados; dijo: Ignora por completo lo que sobre el particular se le pregunta puesto que él no hacía más que venir al pueblo a traer dicha hoja volviéndose seguidamente a su casa. Preguntado. Si antes de que estallase la sublevación de que se trata no tenía noticias de que se estuviese tramando, reuniéndose gente para ello; dijo: Que ignora cuanto sobre el particular se le pregunta. Preguntado. Si reconoce el machete y baston de estoque que se le ponen de manifiesto cuyos son los hallados en la casa de su padre, en compañía del cual vive; dijo: Que no conoce el machete que se le pone de manifiesto, pero que sí sabe que el bastón de estoque era de Norberto Torres que acostumbraba a usar. Preguntado. Si tiene algo más que decir respecto a los particulares porque se la ha preguntado; dijo: Que no tiene más que decir añadir ni quitar más que haberse presentado en compañía de su padre y hermanos acompañado de un tal Pépe Pérez al Sor. General Gobernador de la provincia un día después de haber entrado en éste pueblo las tropas Españolas. Preguntado. Con qué obgeto vinieron a efectuar dicha presentación y a qué fin venía con ellos el tal Pépe Pérez; dijo: Que vinieron a presentarse porque el tal Pépe Pérez les dijo que el General Hungría Gobernador de ésta provincia había hechado el perdón general, viniendo con ellos dicho Pépe Pérez con obgeto de hacer presente la presentación de ellos a dicho Sor. General; que no tiene más que decir añadir ni quitar, siendo todo la verdad en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración, y manifestándo no saber escribir, hizo la señal de la Cruz, y lo firmó el Sr. Fiscal y Secretario de que doy fé.- Lo entrerrenglonado «es» vale. Firmado: Ignacio Olrich. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Manuel Cantelar. Descerrajado. 5 85 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Indagatoria del acusado Eusebio Sosa Enseguida se hizo comparecer ante el Sor. Fiscal, a Eusebio Sosa, a quien ante mí el Secretario se le enteró iba a prestar su declaración, así como de que estaba obligado a decir verdad en lo que se le preguntase, lo que ofreció y.Preguntado. Su nombre, edad, patria, religión y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho, de edad poco más o menos de veinte y dos años pues no lo sabe de cierto, natural de El Pocito, partido de Guayubín provincia de Santiago (C. A. y R.) jornalero del campo. Preguntado. Si sabe los motivos porque se hallaba preso; dijo: Que lo ignora. Preguntado. En donde se hallaba cuando ocurrió en éste pueblo la sublevación contra las instituciones del Gobierno si tomó parte en ella, presentándose a algunos de sus Gefes y recibiendo armas de ellos; dijo: Que cuando estalló la insurrección se hallaba trabajando en el campo de su padre y en compañía de éste, cuando fueron mandados llamar por el General Lucas y Norberto Torres a cuyo recado le dejó su padre como también a sus hermanos Justo y Timoteo, que fueran a presentarse a los dichos Lucas y Torres, que él lo haría después, lo cual verificaron, recibiendo tanto el declarante como sus dos dichos hermanos un fusil y un paquete de cartuchos cada uno y orden de los espresados cabecillas de que permanecieran acantonados en el pueblo reuniéndose a la demás gente, sin embargo de lo que, tanto el declarante como sus hermanos, se iban frecuentemente a su casa con el objeto de vigilarla, volviendo después al pueblo, en cuya situación estuvieron hasta la noche en que los sublevados se alvorotaron llevándose las piezas de artillería al Mangar, en la tarde de cuyo día el declarante con su Padre, los dos referidos hermanos y familia, abandonaron las armas marchándose al sitio llamado Juan Gómez de donde huyeron al monte al oir los tiros y cañonazos del Mangar en la mañana del día siguiente, permaneciendo en el monte hasta el día después de la entrada de las tropas Españolas en el pueblo, al que regresaron presentándose al Sor. General Hungría según ya lleva espuesto. Preguntado. Qué motivos impulsaron a los sublevados y qué obgeto se proponían éstos en ella; dijo: Que el levantamiento fué porque el General Lucas y Norberto Torres hicieron entender a las gentes que además de haberse roto las armas de los depósitos por disposición del Gobierno Español, les iban también a desarmar a todos y que dicho Lucas y Torres y otros Gefes principales deban voces de «Vivan los Dominicanos» las que eran repetidas por toda su gente. 86 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Si reconoce el machete y bastón de estoque que se le ponen de manifiesto; dijo: Que no conoce el machete pero sí el bastón de estoque el cual fue llevado a su casa por un muchacho llamado Francisco que dijo que era suyo por habérselo dado Norberto Torres. Preguntado. Si tiene algo más que decir sobre los particulares porque se le ha preguntado; dijo: Que sin embargo de recibir las armas, él y sus hermanos manifestaban siempre en sus conversaciones que ellos no querían pelear en contra del general Hungría ni de la Bandera Española y que su padre les decía que la cosa iba muy mala aconsejándoles debían huirse todos, lo cual así lo hicieron según llevan manifestado; que no tiene más que decir añadir ni quitar siendo todo la verdad en que se afirma y ratifica leída que le ha sido ésta su indagatoria y por no saber escribir hizo una señal de cruz, y lo firmo el Sr. Fiscal y Secretario que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich. (Hay una cruz en tinta).6 Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber recibido un oficio incluyendo correspondencia cogida en Sabaneta a los insurrectos cuyos documentos quedan unidos a continuación Seguidamente como a las siete de la noche el Sor. Fiscal recibió de manos del Sor. Comandante Militar de éste punto una comunicación decretada por él y que le ha sido dirigida desde Sabaneta por el General Gobernador de la provincia a la cual acompañan varios documentos de correspondencia cogidos a los insurrectos, los que examinados por el Sor. Fiscal, dispuso éste quedasen unidos a éstas actuaciones; y para que conste por diligencia, lo firmó dicho Sor. Conmigo el Secretario que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Columna espedicionaria sobre Sabaneta Cuartel General de Guayubín, 6 de marzo de 1863. Pase al Sor. Fiscal de la Comisión Militar, Capitán D. Ingnacio Olrich para los efectos consiguientes. El Comte. Militar int. Firmado: Campillo. Las cruces en tinta en documentos de esta índole hacían las veces de firma, si el declarante era analfabeto, lo cual era muy usual entre los hombres del campo. 6 87 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Remito a V. para que lo haga a la Comisión Militar establecida en éste punto, la correspondencia cogida a los rebeldes, con una relación nominal de varios individuos comprometidos en el alzamiento republicano, a fin de que figurando dichos documentos en la causa que al efecto se forma obren en ella los fines a que den lugar. Dios gde. A. V. ms. as. Guayubín 5 de marzo de 1863. El Gral. Comte. Gral. Firmado: José Hungría. Sor. Comte. D. Juan López del Campillo. Relación numerica de la correspondencia cogida a los rebeldes en Guayubín. Nos. 1�������������� Comunicación (27 de febrero) en la que manifiesta el coronel Polanco desde Monte Cristi que se huyó al Vapor Español D. Ezquiel Peralta y otras cosas. 2�������������� Pidiendo ausilios a un General Haitiano según les tenía ofrecido en vida del General Valerio 3�������������� Proclama de los rebeldes. 4�������������� Carta del Coronel Polanco desde Monte Cristi en 23 de febrero sobre asuntos de rebelión. 5�������������� Carta al General Lucas desde Guayubín en 23 de febrero dirigida al General Batista en Sabaneta. 6�������������� Carta del General Batista de Sabaneta 25 de febrero al al Gefe de Guayubín en la que figura el Director de operaciones Santiago Rodríguez. 7�������������� Un recibo de raciones de Juan Reynoso. 8�������������� Carta del Coronel Bruno Polanco en 23 de febrero. 9�������������� Carta de José Olivo. 10������������ Carta del General Batista en Sabaneta 27 de febrero al Gefe Guayubín. 11������������ Carta del General Batista al Gefe de Guayubín dando cuenta de las operaciones en la que figura el General Valverde y otros inds. 12������������ Tres del General Batista al Gefe de Guayubín. 13������������ Recibo del Capitán José Sosa de raciones para su compañía. 14������������ Una carta del Coronel Gregorio Luperón al General Lucas en la que figura el general Megías. 15������������ Una relación de Gefes y oficiales rebeldes. Guayubín, 5 de marzo de 1863. El Gefe de E.M. Firmado: José Velasco. 88 A.G.I. CUBA 1011B No. 1 Dios Patria Libertad República Dominicana. Señor General Comandante de Armas de la Armada. Señor y amigo: Haviéndome comunicado el Señor Francisco Grisante que tiene en su poder sesenta y cinco pesos fuertes de la Gallera que aformó éste año, como también treinta y seis pesos de una patenta que pagó Belisa que los Respondió Ezequiel Peralta, pero aunque se ha hido como Enemigo de nosotros ha dejado un Establecimiento Surtido de algunos Comestibles y a dejado a Enrrique el hijo de Julicio Vivas, vendiéndole en dicho Establecimiento como también nos ha manifestado haber una Manda de Novillos del Gobierno Español se le hulleron al Vapor Español. Y como quiera que haqui estamos pereciendo y sin ningún recurso lo hasemos presente a V. a fin que V. me ordene si puedo determinar de esto para el mantenimiento de las tropas bajo de mi mando. No nos deje de dar conocimiento de lo ocurrido en Santiago. Dios gde. a V. ms. As. Monte Cristi, 27 de febrero de 1863. El Coronel Comte. de Armas. Juan Antonio Polanco. 89 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez No. 2 Dios Patria Libertad República Dominicana Comandancia en Gefe del Cuartel General de Guayubín. Señor General y amigo: Tomando en consideración que la posición nuestra hoy día con motivo de la revolución que de ante mano teniamos tramada, a favor de nuestro gloriosos pabellón Dominicano, atendiendo a las promesas que V., mi querido General, nos hizo a mí, y al finado General y amigo nuestro D. Fernando Valerio (Q. E. P. D.) hoy me veo en la necesidad de recurrir a V. a fin de que nos preste su protección con una parte de su ejercito bajo su mando, a fin de sacudir y apartar de nuestro suelo el Pabellón español y sus Ejercitos; pues así recordará Ud. que nos lo ofreció ami y al ya referido finado, ntro. amigo y hermano D. Fernando Valerio (Q. E. P. D.). Al mismo tiempo suplico a Vd, general, que en caso que a Vd. no sea permitido por algún inconveniente prestarme el socorro que necesito, como le dejo dicho, por lo menos espero de Vd. nos preste sus auxilios con aquello que le sea a Vd. más posible, afin de llevar nuestra gloriosa revolución a cabo; puesto que siempre y por siempre me acuerdo de la palabra que Vd. nos ha ofrecido como ya me esperesado en términos claros. No. 3 Dios Patria Libertad República Dominicana Amables compatriotas y compañeros de armas dominicanos, El Verdadero patriotismo con que hasta aquí y siempre os habéis portado me anima como Buen Dominicano a tomar en la Arta distinguida consideración el Buen deseo de bosotros, en consecuencia de la Santa y justa Causa de todo Dominicano, y Esperando que siempre seguiréis conduciéndoos del mismo Modo Bajo la confianza y seguridad con que contamos y espero que unidos con todo el orden y Buen deseo no hagamos fuertes como lo hemos hecho otras veces en circunstancias más criticas y hemos salido bien teniendo muy entendido como claro se vé que Dios que nos ha principiado a proteger sigirá hasta el fin. 90 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Por tanto Brabos Dominicanos estándo como estamos todos dispuestos y desididos a dar la última gota de sangre antes de consentir otra cosa que no sea llebar acabo nuestro Glorioso Pabellón Dominicano. No. 4 Comandancia de Armas de Mte. Cristi Al General en Gefe de la Armada. Señor General. Ayer a las cinco de la tarde Entramos en esta plaza la que capituló después de algunos devates por lo que hoy dia de la fecha pucimos el pabellon Dominicano y tiramos alarma, yo me encuentro aquí con alguna poca de Gente pero me creo de hoy en adelante se reuniran algunos de los de a pié pues todos los más que tengo son Dragones. Remito a V. la copia del proceso Verbal que hizo el General de la entrega ami, Mandeme razón circunstanciada de todo lo más mínimo, que pase en esa que yo are lo mismo con V. Dígame a quien puedo poner al mando de esta plaza, sobre los Españoles que me mandaron me parece mejor estén aya pues aquí no hay en donde embarcarlos ni menos proporción de mantenerlos. Dios gde. a. V. ms. as. Monte Cristi, 23 de febrero de 1863. El Coronel al mando de ésta Plaza Provisional. Juan Antonio Polanco. No. 5 Dios Patria Libertad República Dominicana Cuartel General de la Linea. Señor General. Sin embargo de haberle contestado su oficio hoy día de la fecha que abajo se espresa y teniendo grande necesidad para los fines que nos puedan convenir de comunicar 91 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez a V. ciertas cosas muy importantes y secretas, espero que V. a recepcion de ésta se ponga en camino, afin de que consultemos ciertas cosas de mayor importancia, según de antemano le tengo comunicado, con lo que saludo a V. como amigo. Dios gde. a. V. muchos años. Guayubín a 23 de febrero de 1863. El General en Gefe de estas Fronteras. Firmado L. E. Peña. Señor Gral. de División D. Antonio Batista. No. 6 Dios Patria Libertad República Dominicana Sr. Gral. A esta hora que son las siete de la noche acaba de llegar el enviado que mandamos a San José de las Matas, el Señor Alejo Esteves, el que nos comunica que el Sr. Gral. Micies lo remitió para Santiago con el mismo pliego de esta, y a su regreso sin traer ninguna correspondencia nos ha declarado que el Gral. Micies está reuniendo tropas criollas para marchar sobre nosotros. Nos declara que en Santiago hasta anoche todavía no habia habido ningún movimiento sobre el pronunciamiento; lo que participo a V. para su debida inteligencia. Dios gde. a. V. ms. as. Sabaneta y febrero 25/63. El Gral. Comdte de Armas. Firmado: Antonio Batista. El Director de Operaciones. Firmado: Stgo. Rodríguez. Señor General en Gefe de las fronteras Guayubín. 92 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos No. 7 Dios Patria Libertad República Dominicana Bale para racional 17 Hombres del cuerpo Hobrero a una libra de carne. San Lorenzo, 24 de febrero de 1863. El capitán de la Compañía. Firmado: Juan Reynoso. No. 8 Comandancia de Armas de Monte Cristi Señor Gral. Comandante de Armas de San Lorenzo. Señor: En éste puerto se encuentra la Goleta Matilde despachada para el Tapion a coger madera de Cahova7 de José Ramón Luciano, he hablado con su capitán para que nos facilite el embarque de los Españoles, pero me dice que no puede parar su biaje a menos de no tener una Razón del Señor Luciano, ó que le Gobierno se la pida a la fuerza que asi está al corriente. Por tanto V. me dirá lo que devo de aser con dicho Buque. Ds. Gde. a. V. ms. años. Monte Cristi 23 de febrero de 1863. El Comandante de Armas provisional. Firmado: Juan Antonio Polanco. P.D. esa carta adjunta es del capitán de dicha Goleta que le encarga se le aga marchar lo más pronto. Caoba. 7 93 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez No. 9 Dios Patria Libertad República Dominicana Señor General Comandante de Armas de las Fronteras del Nord-Este Señor General y amigo: He recivido su oficio fecha 27 del corriente y enterado del diré a V. que le remito la sal que nos pide en la suya, por lo que respecta a la carga de esperma no ha sido posible ayarla en este lugar lo que nos asido muy sensible pues aquí nos cuesta conseguir alguna vela para nuestro alumbrado. Por aquí no ocurre nada nuevo, todos gozamos de una perfecta tranquilidad, Dios gde. A. V. ms. As. Monte Cristi 28 de febrero de 1863. El Comandte. de Armas Provisional. Firmado: José Olivo. No. 10 Dios Patria Libertad República Dominicana Sr. Gral. En vista de las circunstancias actuales y el estado de tibiesa en que se encuentra nuestra importancia y justa causa hemos prevenido en iguales opiniones que es de absoluta necesidad de que V. se ponga a la cabeza de una fuerza regular con dos piesas de Artillería para marchar por esa parte para atacar a Santiago y nosotros por aquí haremos lo mismo para atacar a la Sierra para hacerlo pronunciar y seguido presentarnos algo. Para cuyo efecto necesitamos muy particularmente una cantidad de armas las que sino hay en esa debemos de ocurrir donde los podemos encontrar pues según estamos entendidos los vecinos haitianos nos facilitan del todo. Los comisionados portadores de ésta son los Señores el Comandante D. Ramón Almonte que es venido de Sgo., acompañado de otros diversos individuos que son como treinta pero solo van a esa el primer referido y el teniente Alejandro Bueno, lo que pueden darle (indudablemente) un detalle individualmente del estado de las cosas en Santiago. 94 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Esperamos con la mayor brevedad la contestación de la presente y resolucion de V. pues nada de frialdad debemos tener en nuestra tan justa causa, pues toda tibiesa nos perjudica grabemente. Dios gde. a V. ms. as. Sabaneta y febrero 27/63. El Gral. en Gefe de estas Fronteras. Firmado: Antonio Batista. No. 11 Dios Patria Libertad República Dominicana Sr. Gral. Por el espreso el Señor Pablo Aquino le remitimos un parte que nos ha comunicado el Señor Raymundo Jaque, que se haya en una Guardia avansada en el lugar de Gurabu adentro acompañado del Comandante Justo Carrasco para la vigilancia de las operaciones del enemigo cuyo parte V. pasará por la vista para su debida inteligencia. También pongamos a su conocimiento que inmediatamente recibimos su oficio de fecha 23 del que rige, pusimos al espreso Alejo Estevez en comisión a San José de las Matas, de cuyo resultado no damos a V. un conocimiento porque a esta hora que son las siete de la mañana no ha regresado a esta, lo que tan pronto como llegue daremos parte del resultado. Le pongamos a su conocimiento a esta misma hora sale de esta el Capitán Luis Flores bajo del compromiso de ir a San Jose de las Matas para hacer fijar la bandera, pues como verdadero patriota y defensor de la causa, nos ha hecho éste ofrecimiento con toda integridad. También le participamos que por ante de anoche mandamos un espreso en comunicación con el General Valverde poniendo conocimiento de todo lo ocurrido, lo que daremos conocimiento del resultado. Dios gde, a. V. ms. as. Sabaneta y febrero 25/63. El General en Gefe de ésta frontera. Firmado: Batista. El Director de Operaciones. Firmado: Santiago Rodríguez. 95 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez A esta misa hora acabamos de recibir un parte de Sgo. ó comisionado, el cual le han quitado en el Hato de Yaque la correspondencia que nos enviaba el General Valverde el que ya está a la cabeza de nuestra causa también se ha sabido que el Seybo está pronunciado. Vale. No. 12. Dios Patria y Libertad. República Dominicana. Sr. Gral. Habiendo llegado a nuestro conocimiento por unos muchachos que han venido de Martín García, que habían oido dos cañonazos y descargas de fusiles, deseamos nos participen si ha habido algún resultado para ver si se hace necesario tomar alguna medida. También necesitamos municiones pues nos encontramos desprovistos enteramente, lo que le participamos para nuestra inteligencia. Dios gde. a. V. ms. as. Sabaneta 22 de febrero de 1863. El General en Gefe de éstas fronteras. Firmado: Antonio Batista. El Director de las Operaciones. Firmado: Santiago Rodríguez. Aunque sean 25 paquetes mándenos con los mismos Dragones. Vale. Dios Patria y Libertad República Dominicana Sr. Gral. A esta hora que son las doce y tres cuartos de la noche, ha llegado el espreso que mandamos a Santiago y nos dice que allá a estrallado8 la revolución e igualmente en el Macorís, lo que ha sido motivos para que el General Valverde no pudiera recibir Estallado. 8 96 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos nuestros pleigos por que lo están inspectando a sus operaciones sin perdida de vistas. También nos ha dicho que viene para acá un grupo de hombres que viene a reunirse a este buscando fuerzas y pertrechos para ir a buscar auxilio a los Santiagueros, pues están sin munición y armas. Que tubieron una abordada entre el mismo pueblo, que murieron cuatro españoles y algunos heridos y le quitaron dos carabinas y todos los presos están fuera y están reuniendose mucho en el paso de la otra banda por lo que le mereceremos a Vd. nos mande algunos pertrechos de guerra, municiones, fusiles, picones, para tener con que auxiliar a los que vienen y mandarle a los demás. Por este momento acaba de llegar nuestro compañero que va ha imponerle de las necesidades que nos ocurren y los peligros que nos amenazan pues en este momento acaba de espiar al Gral. Hungría en fin el lo impondrá de todas las necesidades que ocurren. Dios gde, a. V. ms. as. Sabaneta 25/63. El Gral Comte. De Armas: Antonio Batista. El Director de Operaciones: Santiago Rodríguez. No. 12 Dios Patria y Libertad República Dominicana Sr. Gral. A esta hora que son la una del día acabamos de recibir otras noticias muy positivas y satisfactorias por uno de los prisioneros que se encontraban en la cárcel del Santiago José Vicente Piñera, el que nos declara lo siguiente, que el martes en la noche como entre las nueve y las diez de la noche habiendo rompido la revolución de nuestra justa causa en el pueblo de Santiago hubo un fueguito entre ambas partes y que a esto salieron todos los presos y que por un correo espreso de La Vega se sabe positivo que La Vega y Moca están pronunciadas y enarbolado nuestro pabellón Dominicano. Lo que pongamos a su conocimiento y satisfacción. Dios gde. a. V. ms. as. Sabaneta y febrero 26/ 63. El Gral. Gefe de las Fronteras. Firmado: Antonio Batista. El Director de operaciones. Firmado: Stgo. Rodríguez. 97 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez No. 13 Dios Patria y Libertad República Dominicana Vale por cuarenta y tres galletas para racional igual número de hombres pertenecientes a la Compañía del Capitán José Sosa. San Lorenzo 24 de febrero de 1863. El Capitán. Firmado: José Sosa. No. 14 Sr. D. Luca Peña Gral. de División Comandante en Gefe de los Egércitos Dominicanos. Muy Sr. y compañero de Armas. Llegando yo en procuranza del Señor Gral. Bartolo Mejia y en vigilancia del Sr. Hungría y su ejercito le remito al General Bartolo Mejía quien es dejado muy bien impuesto de la fidelidad y buena fé con que pretendemos en nuestro gobiernos. Pues he quedado muy bien entendido de su patriotismo y en verdad cuento de que Ud. le recibirá como compañero de armas. Su affmo. compañero de armas. Sabaneta febrero 26 1863. Firmado: Eugenio el médico su legítimo Gregorio Luperón Coronel No. 15 Norberto Torres General de Brigada y Comandante de Armas. José de los Santos Coronel de Egército y encargado de la maestranza. Bitorino Cordero Coronel de Egército. Esteban Martínez Comandante del Egército Juan Cobo Francisco Dorse Coronel de Egército. Benito Monción Coronel de Egército. Alvaro de Peña Comandante de Batallón de Artillería. Eugenio Beldar Capitán Ayudante Mayor de Bon. De Artillería. Tomás Inglés Capitán de Egército. 98 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos San Mequeta Teniente. León Jiménez Alferes de Egército. Bartolo (apellido ilegible) Alferes. Juan Ramón Reyes Capitán Comandante alludante Mallor. Jacinto Ramón Capitán de Granadero. Antonio Ramón Reyes Capitán de Egército. Angel Nuñez Teniente Alludante. Mayor Inglés Alférez. San Batista Teniente. Nota de los individuos comprendidos en la rebelión de Guayubín José Olivo de Monte Cristi. José Alejandro de Id. Juan Antonio Blanco de Id. Gregorio Luperón de Sabaneta. Santiago Rodríguez de id. Raimundo Jaque de id. Pablo Aquino de id. Justo Carrasco de id. Luis Flores de id. Andres Maló de id. Casimiro Castellanos Capn. pedáneo. Norberto Torres del Corral grande. Juan Alvarez (a) Cacú, en los arroyos y hacer una excursión en la Ciénaga. Matías Carrasco ........Las Matas Diego Crespo ............Uña de Gato Luis Sosa ...................Martín García Justo Sosa ..................Pocito Ignacio Reyes ............Sabaneta José Ramón Torres de Santana José de los Santos (a) El Inglés, de Escalante Pedro Antonio Pimentel Sabana Larga Juan Ramón Reyes Victorino Cordero Sambá .......................Antona Juan Mesquita ...........La Gorra Lucas de Peña ..........Guayubín Benito Monción .......id Jacinto Ramos Bartolomé Megias ....Mao 99 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Alejandro Bueno ......Sabaneta Ramón Regalado ......Botoncillo Antonio Rodríguez ..Baltasar Es copia El Comte. Gefe de E. M. Firmado: José Velasco. Diligencia de haber remitido un oficio al Sr. Gral. Gob. into. de Santiago de los Caballeros, incluyendo otro para el Sr. Fiscal de la Comisión Militar del mismo punto con remisión de copia de varios documentos Acto continuo y en vista de los documentos citados en la diligencia anterior dispuso el Sor. Fiscal oficial al Sor. General Gobernador interino de Santiago de los Caballeros a fin de que se sirva pasar a manos del Sor. Fiscal de la Comisión Militar de aquel punto un pliego que se le remite cuyas ambas comunicaciones dicen lo siguiente.- Comisión Militar de Guayubín.- Adjunto remito a la superioridad de V.S. un pliego dirigido al Sor. Fiscal de la Comisión militar de ese punto, a cuyas manos suplico a V.S. se sirva disponer llegue a la mayor brevedad, dignándose acusarme recibo de él así como también de éste que dirijo a V.S. procediendo en ella en cumplimiento del deber que me impone el cargo que desempeño como fiscal de la Comisión Militar de este punto.- Dios gde. a V a VS muchos años. Guayubín seis de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- El fiscalIgnacio Olrich.- Sor. General Gobernador interino de Santiago de los Caballeros.- Comisión Militar de Guayubín.- Para los efectos que estime V. más convenientes le remito la adjunta copia a la letra de varios documentos cogidos a los insurrectos de éste punto, por lo que resultan iniciados en dicha insurrección el Sor. General Valverde de las Reservas Provinciales y D. Ramón Almonte residente en esa Capital, cuyos documentos originales obran unidos en la causa que en averiguación de la espresada insurrección me hallo instruyendo, así mismo le remito también copia de una lista de los que aparecen como principales cómplices y promovedores de la referida insurrección lo que manifiesto a V. para su inteligencia y fines consiguientes.- Dios gde. a. V. ms. as. Guayubín seis de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- El fiscal.- Ignacio Olrich.- Sor. Fiscal de la Comisión Militar de Santiago de los Caballeros.- Y para que conste se anota por diligencia siendo la copia de los documentos que se mencionan los marcados con los números diez once y doce que constan en los folios cuarenta y tres y vuelto, cuarenta y cuatro y vuelto, cuarenta y seis y cuarenta y siete, y el diez y ocho la lista de que se hace referencia, Y para su constancia lo firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Lo tachado «cinco» no vale. Firmado: Ignacio Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 100 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia de haber pasado un oficio al Sor. Brigadier D. Manuel Buceta Comandante Gral. de las tropas expedicionarias de la frontera. A los siete días del mismo mes y año el Sor. Fiscal dispuso oficiar al Sor. Brigadier D. Manuel Buceta Comandante general de las tropas espedicionarias de la frontera, lo cual dicho Señor efectuó en los términos siguientes.- Comisión Militar de Guayubín.- Habiendo tenido noticias de que han llegado ha este punto a las órdenes de V. S. el Sor. Gobernador Militar de él D. Juan Garrido y los S. S. Oficiales del Batallón de S. Marcial que pertenecen al destacamento que capituló cuando la insurrección, D. Luis Prados y D. Pedro Garrido, espero merecer de la autoridad de V. S. se sirva dar sus órdenes a fin de que los espresados señores se presenten a la mayor brevedad a esta fiscalía, sita en la Casa de Gobierno, con objeto de prestar las declaraciones que se les exijan.- Dios gde. a. V.S. ms. as.- Guayubín siete de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- El fiscal.- Ignacio Olrich.- Sor. Brigadier D. Manuel Buceta Comandante General de las tropas especionarias de la frontera. Y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Indagatoria de José Ramón Torres acusado. Seguidamente el Sor. Fiscal hizo comparecer ante si a José Ramón Torres a quien a presencia de mi el Secretario se le enteró iba a prestar declaración y de que estaba obligado a decir verdad lo que ofreció siendo dicho individuo unos de los inscritos en la relación que obra a folio diez y ocho de esta Causa, el cual se encuentra preso en la Guardia de prevención y. Preguntado. Su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse José Ramón Torres de edad unos veinte y cinco años, natural de Monte Cristi, partido de Guayubín provincia de Santiago de los Caballeros (C.A. y R.) y que es labrador del campo. Preguntado. Si sabe el motivo porque se encuentra preso; dijo: Que no sabe por qué está preso. Preguntado. Cuando, por quien y como fué preso; dijo: Fue preso en la tarde del día de ayer hallándose en su casa en el punto de Santana, jurisdicción de Monte Cristi, siendo preso por la tropa que en la tarde de ayer venía de Monte Cristi para acá. 101 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. En donde se hallaba en los días en que se preparaba la insurrección revolucionaria que estalló en éste punto y en el de Monte Cristi y en el mismo día en que esta tuvo efecto; dijo: Que hallándose en su casa, cinco o seis dias antes de la revolución como a eso del mediodía, supo por un tal Ubaldo Español, vecino de éste pueblo y que estubo preso con el señor Fiscal de Santiago por el General Lucas de Peña Gobernador de ellos, cuyo dicho Ubaldo le manifestó que se estaba armando una contrarrevolución,9 en la cual le manifestó que entre otros varios figuraban como principales el General Lucas y el compadre del declarante Norberto Torres preguntándole si él tomaba parte en ella, en cuyo caso desistiera de semejante propósito por ser contrario a sus intereses y persona, a lo que el declarante contestó que él no pensaba tomar parte en la revolución que se preparaba, añadiendo que le aconsejara a su compadre Norberto Torres que desistiera de su propósito revolucionario, puesto que de lo contrario se perdería, que después, como al cabo de algunos días, pues no recuerda bien, oyó los tres cañonazos de alarma hallándose en compañía del Capitán Idelfonso de la Sección de su lugar de Santana, que al otro día de ésto se les presentó un tal Manuelito Villalón que es un joven de Santiago el que de parte del General Lucas le ordenó tanto a él como a dicho capitán Idelfonso que nombraba los hombres que tuviera se Sección y viniera a reunirse a Juan Gómez, punto inmediato a ésta población de Guayubín para ponerse bajo el mando del Comandante Alvaro de Peña, que después de recibir esta orden llegó también a su casa Candido Reinoso de Juan Gómez, el cual preguntándole sino sabía lo que pasaba, le dijo que la Bandera Dominicana estaba fijada, sin que le digera en donde, lo cual venía a avisarle para que no le cogiera descuidado, que por la tarde de ese mismo día llegó a su casa Ramón Regalado, vecino suyo, el cual llamándole a parte le dijo que le mandaba a decir al General Lucas así como también al capitán Idelfonso, que si no comparecían en éste punto al amanecer del día siguiente, serían juzgados por un Consejo Militar, a cuya intimación vinieron al pueblo, el cual hallaron ya ocupado por Lucas y su gente, yéndose el declarante a la casa de Fernando Pérez el cual le dio una caneca de Ginebra hallándose en compañía de éste, el Contralor del hospital de la tropa y D. Juan Grullón, el cual le dijo que cuidado que fuera hacer algún atentado, a lo que el declarante le contestó que él había venido por el orden y no por el desorden, viniendo entonces al Cuartel en compañía de dicho Contralor, de Javier Morel y del viejo Juan Grullón, que entonces estándo la tropa española formada en la plaza, llamó al Sor. Gobernador Garrido, al que le dijo que convendría mejor que sacara la tropa al Campo Santo pues sería fácil que a la entrada de la gente que ya venía con el General Lucas, podría suceder algún desorden, lo cual dicho Sor. Gobernador efectuó acompañándole el mismo declarante hasta el Campo Santo, que después de esto, le pidió al General Lucas que le dejara ir a acompañar al Gobernador y la tropa por camino de Monte Cristi, lo que fue concedido acompañándoles hasta su casa donde se quedó. Siguiendo acom Debió ser una revolución. 9 102 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos pañando a la tropa hasta Monte Cristi el General D. Sebastián Reyes y D. Ambrosio García, que después de haber salido del pueblo de Guayubín y llegado a Juan Gómez, un militar criollo llamado Antonio Meso se propasó con un español de la tropa queriéndole dar un machetazo, que entonces el declarante empuñó el sable y el fusil de Antonio Mesón, el que soltando el fusil hechó mano de un cuchillo para tirarle al declarante, que entonces otros le cogieron el cuchillo y Ambrosio García le dijo que si no le respetaba á él haría que le respetara, que entonces el declarante mandó preso al pueblo al dicho Mesón y continuó su marcha en compañía de la tropa. Preguntado. Si en el día que vino al pueblo lo verificó en compañía de alguien, si trahía armas y si se presentó al titulado General Lucas á su compadre Norberto Torres, ó a algún otro de los principales reboltosos y si recibió algún empleo, comisión ó armas de ellos; dijo: Que vino en compañía de Bartolo Fatis, Liborio Hermoso, Manuel Fatis, Goyo Fatis y Antonio Mesón todos vecinos suyos, los que venían unicamente con sus sables, presentándose como deja dicho al General Lucas, con obgeto de pedirle de dejar acompañar a los Españoles según a declarado, no recibiendo empleo ni comisión ni de Lucas ni de ningún otro. Preguntado. Si tiene algo más que decir sobre los sucesos que se le preguntan y si además de ser compadre de Norberto Torres tiene con él algún otro parentesco; dijo: Que además de ser compadre es también hermano del dicho Norberto Torres según cree ha manifestado antes, sin tener más que decir ni añadir ni quitar que lo dicho es la verdad en que se afirma y ratifica leída que le ha sido ésta su declaración firmándola con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich, J. R. Torres. Ante mí: Manuel Cantelar. Indagatoria del acusado Piti Ambrosio En la misma villa a los ocho días del corriente mes y año el Sor. Fiscal hizo comparecer ante sí al preso en la Guardia de prebención Piti Ambrosio a quien a presencia de mí el Secretario se le entregó iba a prestar declaración asi como estaba obligado a decir verdad en cuanto fuese preguntado lo que ofreció y. Preguntado. Su nombre, edad, patria, religión y profesión; dijo: Llamarse Piti Ambrosio, de edad como de treinta años, natural de Monte Cristi (C.A. y R.) que es de oficio Zapatero. 103 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si sabe porque se halla preso desde cuando y por quien y en donde fué aprisionado; dijo: Que no sabe porque se halla preso, habiéndolo sido por las tropas Españolas que entraron en Monte Cristi el día tres del mes actual hallándose de guardia en la Comandancia Militar de aquel punto. Preguntado. Con qué obgeto y por disposición de quién se hallaba en dicha guardia; dijo: Que hallándose en su casa como el jueves de la semana antepasada fue mandado llamar por el General Ecequiel Comandante de Armas de aquel punto en virtud de cuya orden se presentó a dicho Sor. el que le ordenó subir al fuerte con otros varios a todos los que les dió un arma y un paquete de municiones sacadas del almacen del fuerte, manifestándoles que el se iba a ver con una comisión que no sabía de dónde venía ni con qué obgeto, regresando el General Ecequiel al fuerte como a las ocho de la noche de aquel día en compañía del Coronel D. Juan Antonio Polanco, José Olibo y dos Dragones y manifestándoles entonces dicho General Ecequiel que él ya no era el Comandante de Armas, por haber entregado la plaza al mencionado Coronel Polanco, diciéndoles que obedecieran á éste Sor. lo mismo que si fuera él, después de lo que el General Ecequiel se retiró, quedando el declarante de guardia en aquel punto en unión de los demás que con él estaban por disposición del ya citado Coronel Polanco en cuyo servicio quedaron sin saber con qué idea; que al día siguiente de ésto el declarante se fué para su casa a la cual fué mandado a buscar varias veces por óden del Coronel Polanco, el que por fin le mandó a buscar por dos hombres armados, los cuales lo condujeron a la Comandancia, al llegar a cuyo punto vió que estaban izando la Bandera Dominicana, reprendiéndole el dicho Polanco porque no se había presentado, a lo que el declarante le contestó que no había podido acudir en atención a tener que cuidar de su muger que estaba parida, quedando en consecuencia arrestado por Polanco el que en la tarde del mismo día le puso en libertad, ordenándole quedase de guardia en la Comandancia en cuyo punto quedó hasta la entrada de las tropas Españolas, siendo entonces preso por éstas según ha dicho en el principio de su declaración. Preguntado. Con qué obgeto se hizó en Monte Cristi la Bandera Dominicana y por orden de quien; dijo: Que presume que mandó a poner la Bandera el espresado Coronel Polanco sin saber el obgeto que en ello se propusiera, que no tiene nada más que decir, añadir ni quitar siendo todo la verdad en que se afirma y ratifica leída que le fue ésta su declaración, y manifestó no saber escribir por lo que hizo una señal de Cruz, firmándolo el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich. (Hay una Cruz en tinta). Ante mí: Manuel Cantelar. 104 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Indagatoria del acusado José Rivas Seguidamente el Sor. Fiscal hizo comparecer al preso José Rivas, al que ante mí el Secretario lo enteró iba aprestar declaración y de que estaba obligado a decir verdad en lo que fuere, lo que ofreció y. Preguntado. Su nombre, edad, patria, religión y profesión; dijo: Llamarse José Rivas de edad poco más o menos de treinta años, natural de Monte Cristi (C.A. y R.) del campo y criador de ganado. Preguntado. Si sabe porque se halla preso, por quien lo fué cuándo y en donde; dijo: Ignora la causa porque está preso, bien que cree se le haya prendido por haber dicho algunas palabras en contra de los criollos de su pueblo, en consecuencia de haber vevido algo más de la cuenta, que fué prendido hará como cinco días hallándose en el campo por el Comandante José Sacarias. Preguntado. Si se halla en Monte Cristi ó en donde en los días en que tubieron lugar en aquel punto las ocurrencia revolucionarias en contra las instituciones del Gobierno; dijo: Que el domingo de la semana pasada recibió la orden de su Capitán Pedro Balbuena para que se presentara en el pueblo lo cual efectuó reuniéndose a la Caballería de las Compañías de José María Castro y el citado Balbuena, a la que pertenece como soldado de dragones, permaneciendo en el pueblo reunido a los suyos hasta la tarde del mismo día en que marchándose para su casa lo hizo revolver al pueblo el Gefe José Olibo, lo cual efectuó marchándose sin embargo otra vez y en la noche del mismo día para su casa, que después de estar tres días en ella, fué mandado llamar otra vez por su Capitán Pedro Balbuena el que le dijo que si no se quedaba en el pueblo le costaría mandarlo para Guayubín donde el General Luas en consecuencia de lo que se quedo en Monte Cristi hasta el día en que todo se desbarató yendose todos los Gefes, marchándose él para su casa permaneciendo en ella hasta el día en que fué preso del modo que ya deja dicho. Preguntado. Si durante su permanencia entre los reboltosos de Monte Cristi llevaba armas y si obtuvo algún empleo o comisión entre los reboltos; dijo: Concurrió al citado punto con un sable y un fusil y que no recibió empleo ni comisión alguna. Preguntado. Quiénes eran los hacían Cabeza entre los revolucionarios de aquel pueblo y que obgeto se proponían éstos al sublevarse contra las instituciones del Gobierno; dijo: 105 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Que el principal de ellos era el Comandante Juan Antonio Polanco y José Olibo, que no sabe el obgeto que se proponían en la sublevación, que lo único que puede decir es que gritaban «viva la Bandera Dominicana» que enarbolaron haciendo tres disparos de cañón, a cuyo acto concurrió como soldado y por mandato de su Capitán, que no tiene nada más que decir, añadir ni quitar, siendo todo la verdad en que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración, y por no saber escribir hizo la señal de la Cruz firmándolo el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Manuel Cantelar. Declaración del Contralor del Hospital D. Antonio Puigrubí En el mismo día, mes y año, se presentó previa citación, ante el Sor. Fiscal el Señor D. Antonio Puigrubí a quien ante mí el Secretario se le ecsiguió el juramento con arreglo a ordenanza, el que prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuera interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es contralor de la enfermería Militar de éste punto. Preguntado. Si se hallaba en éste pueblo cuando ocurrió la sublevación revolucionaria contra las instituciones del gobierno, en cuyo caso manifieste cuanto sobre el particular sepa, sijo se hallaba en éste pueblo cumpliendo las obligaciones de su cargo cuando ocurrieron los hechos sobre que se le pregunta, los cuales tubieron lugar dando principio el día diez y nueve del mes próximo pasado, que por la tarde el Sor. Gobernado Garrido recibió un oficio del Comandante de Armas de Sabaneta titulado el Coronel Batista, el que por dicha comunicación solicitaba fuerzas con el obgeto de reprimir una conspiración contra el Gobierno, que se estaba fraguando en aquel punto cuyas fuerzas cree el declarante que las solicitaba el espresado Batista con el obgeto de hacerlas víctimás de su traición, pues que es uno de los principales revolucionarios, en vista de lo que el Sor. Gobernador Garrido dispuso remitir dicha comunicación ó noticia de ella al Sor. Gobernador de Santiago pidiéndole ausilio, de cuya comunicación fue portador D. Osvaldo Guasp. Comerciante de ésta, tomando al propio tiempo las precauciones convenientes con el destacamento que tenía a sus órdenes, que el día veinte el Sor. Gobernador Garrido le ordenó por escrito se uniera al destacamento con los enfermos que tenía en el Hospital con obgeto de aumentar al fuerza, lo cual así lo efectuó cerrando el hospital en el que en aquellas circunstancias no había enfermo alguno, y el día veinte y uno se empezó a circular la voz por el pueblo, que Sabaneta se había pronunciado por lo que se redobló la vigilancia y se pusieron en defensa en ésta población, y como a las diez de la mañana del mismo día el General 106 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Lucas E. de Peña, titulado General en Gefe de las fuerzas sublevadas, le mandó una comunicación al Sor. Gobernador de éste punto en el que le manifestaba que se rindiese, pues de lo contrario él saldría responsable de las desgracias que pudiese haber si se veía en la necesidad de entrar por la fuerza, y hallándose dicho General Lucas situado al otro lado del Río, en el sitio titulado del Mangar, con una fuerza de más de seisicientos hombres, entre los que figuraba también como Gefe principal Norberto Torres, en virtud de lo que el Gobernador reunió en Junta y en la Casa de Gobierno a los miembros del Ayuntamiento del pueblo, a los S.S. Oficiales del destacamento, al declarante, al primer practicante de la enfermería y a otros S. S. Comerciantes del pueblo, a los que les informó que ocurría, manifiestándoles que él estaba dispuesto a resisitir a los revolucionarios con el destacamento a sus órdenes y personas que quisieran aderírseles, haciéndoselo así saber al cabecilla de los reboltosos Lucas en contestación a la comunicación que éste le había dirigido, que después de ésto, los Sres. del Ayuntamiento y Comerciantes que habían sido llamados en Junta por el Gobernador, principiaron a rogar al Sor. Gobernador que se rindiera ó retirase con el destacamento, puesto que si se resistía se iba a arruinar el pueblo, peligrando las vidas de todos, pues iban aumentando cosiderablemente las fuerzas de los sublevados, la cual suplica no fué estimada por el Sor. Gobernador que le contesto estaba resuelto a defenderse, en vista de lo que, los antedichos señores dispusieron nombrar una Comisión entre ellos con el obgeto que fuera a informarse del General revolucionario Lucas de cuales eran sus pretenciones, lo cual efectuaron ignorando cuales fueron los Señores que desempeñaron la Comisión, sabiendo si, que éstos fueron con tal misión y aconsejaron al citado Lucas que desistiese de sus propósitos revolucionarios, cuyos consejos fueron desatendidos por éste, diciéndoles Lucas, que si el destacamento no se rendía antes de las seis de la mañana del siguiente día veintes y dos, entraría en el pueblo a sangre y fuego, haciéndolo con todas sus fuerzas además de las que esperaba de la Sierra y Sabaneta, lo cual fue comunicado por dichos señores al Sor. Gobernador, el que repitió que de todos modos estaba resuelto a resistirse, que después se presentó D. Ambrosio Garcia propietario de la Región aconsejando al Gobernador viese el modo mejor de transigir pacíficamente con los sublevados, haciendo una capitulación honrosa, ofreciéndose ir a verse con el revolucionario Lucas a fin de conseguir de él que no se moviera del otro lado del Río por lo menos hasta por la tarde ó noche del día siguiente veinte y dos, con el fin de ganar tiempo para que pudieran llegar refuerzos de Santiago, pues que hacía dos o tres días que el Alcalde de Monte Cristi al paso por ésta población viniendo de Santiago, había dicho al Gobernador, que el General Hungría Gobernador de la provincia le había dicho que el día después de Miércoles de Ceniza tenía dispuesto saliésen de aquella Capital ciento veinte y cinco hombres con obgeto de reforzar éste destacamento y establecer otro en Monte Cristi las cuales fuerzas se suponían prócsimás en camino de éste punto en las circunstancias que se narran; que habiendo ido el espresado Ambrosio García a tratar con Lucas con el indicado obgeto, lo dijo éste, que no daba más tregua que hasta las seis de la mañana en que entraría en el pueblo con todas las fuerzas que 107 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez estaban deseosos de acabar con todos los blancos, ofreciéndole sin embargo que si se rendía el destacamento, les daría un salvo conducto para que fueran a donde quisieran y en vista de cuyas proposiciones, los antedichos señores del Ayuntamiento y Comercio volvieron a suplicar al Sor. Gobernador que se retirase con el destacamento, haciéndole reflecciones sobre la situación en que se hallaba el pueblo y el considerable número de enemigos que tenía que contrarrestar, en consecuencia de lo que el Sor. Gobernador reunió en Junta a los S.S. Oficiales del destacamento y demás del Ayuntamiento y Comercio, ya reunidos en la anterior dicha junta, proponiendo que en vista de lo que Lucas le mandaba a decir que se podían retirar para donde quisieran, pensaban hacerlo con el destacamento y demás señores que quisieran seguirle con dirección a Santiago, cuya determinación adoptaba en virtud de las circunstancias sin contar con agua, víveres y municiones suficientes para resistirse algunos días, siendo ésta determinación aceptada por todos los señores de la Junta, redactándose en seguida una Capitulación, por la cual se proponía a Lucas dicha retirada a Santiago, pudiéndolo hacer con equipos, armas y municiones, debiendo ser respetadas las vidas e intereses de todos, las cuales condiciones fueron aceptadas por el dicho Lucas que en la mañana del día siguiente veinte y dos como a las siete de ella entró en el pueblo con los sublevados, manifestándo entonces Lucas al Sor. Gobernador que sin embargo que había consentido que pudiera retirarse con dirección a Santiago le aconsejó no lo hiciera así en cuyo caso no respondía de lo que pudiera ocurrirle en el camino, que se hallaba en bastante número ocupado por los suyos con distintas partidas y puntos, por lo que crehía más acertado marchara para Monte Cristi en donde podía embarcarse para el punto que quisiera ofreciéndole una escolta que le acompañara para evitar fuera atropellado por las partidas de su gente que pudiera hallar en el camino, lo cual fue aceptado por el Gobernador; en el interin, el declarante había salido del pueblo esperando junto al Campo Santo situado inmediato a la última casa del pueblo a donde fue el insurrecto Norberto Torres con un crecido número de los suyos con los que rodeando al destacamento le obligó amenazándoles con pérdida de la vida a que entregaran sus armas y municiones a lo que tanto los Oficiales y tropa se negaron diciendo que antes morirían que entregar sus armas; que por último y en y en vista del considerable número del enemigo, accedieron a entregar únicamente las municiones, después de lo que, incorporándose el Gobernador marchó el destacamento como también el declarante para Monte Cristi siendo acompañados hasta dicho punto por algunos amigos como son el General de las Reservas Sor. Reyes, D. Ambrosio García, D. Buenaventura Grullón y D. Ramón de Peña, siendo escoltados por gran número de los insurrectos mandados por Ramón Torres, hermano de Norberto Torres, el cual decía «yo soy el Gefe de toda ésta gente», el que se quedó en el punto de Santana en donde vivía; que al llegar a Monte Cristi fueron entregados al titulado Coronel Polanco Gefe nombrado de aquella Plaza por los insurrectos, el cual dispuso que en la tarde de aquel día veinte y tres se embarcaran en la Goleta mercante Matilde con destino a Puerto Plata, punto de desembarque elegido por el Gobernador y Oficiales del destacamento, que impusieron al Capitán de 108 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos dicha goleta la obligación de conducirlos a Samaná y si no a Santo Domingo, en caso de hallarse Puerto Plata sublevado y en último estremo hasta Puerto Rico a lo cual accedió dicho Capitán D. Gaspar Ramadach, cuyo apellido no recuerda bien, Holandez é hijo de Curacao, el cual les trató a completa satisfacción de todos durante el tiempo que estuvieron a bordo de la espresada Goleta, arribando a Puerto Plata, si mal no recuerda, el día veintiséis, en donde desembarcaron presentándose al Gobernador Militar de aquella Plaza, en la que se embarcaron de nuevo a bordo del Vapor trasnporte número tres, en el que venía el Sor. Brigadier Buceta con algunas fuerzas con destino a operar en contra de la insurrección, llegando de regreso a éste punto de antes de ayer seis por la noche, en que volvió a tomar posesión de su destino por orden del Sr. Comisiario de Guerra D. Mariano Bailez. Preguntado. Si además del titulado General Lucas y Norberto Torres, había entre los revolucionarios otros que pueda denominar como cabecillas y manifieste cuantos nombres sepa de entre ellos así como también a que número ascendían; dijo: Que además de los dichos que eran los dos principales motores de la revolución, había también como cabecillas, el hermano de Norberto, Ramón Torres, ya citado, un tal Juan (a) Cacú, sabiendo había otros varios que él no conoce y además entre las chusma puede citar a Luis Sosa, Ramón Sosa su padre, un tal Javier de Juan Gómez, no pudiendo citar más nombres por no conocerlos. Preguntado. Si sabe el paradero de todos los sujetos que acaba de nombrar; dijo: Que lo ignora. Preguntado. Si sabe cual era el objeto que se proponían los insurrectos al sublevarse contra las instituciones del Gobierno y si estos estaban en connibencia con otros puntos; dijo: Que según cree, el obgeto de los sublevados era restablecer la República Dominicana, puesto que al verificar su entrada en éste pueblo en la mañana del día veinte y dos, lo verificaron a los gritos de «Viva la república» conduciendo su bandera que enarbolaron en la misma asta en que se acostumbraba poner el Pabellón Español, haciendo dos disparos de cañón como saludando a su dicha Bandera, que supone estuvieran en connivencia con los que se sublevaron en Monte Cristi y Sabaneta, como también con los de Santiago, puesto que dichos puntos se sublevaron también por aquellos días. Preguntado. Manifieste los nombres de los Señores del Ayuntamiento y Comercio que constituyeron la Junta que ha dicho presidió en dos distintas ocasiones el Sor. Gobernador de éste punto; dijo: Que dichos Señores son el Alcalde D. José Carlos Rodríguez, cuyo cargo desempeñaba interinamente pues es Regidor del Ayuntamiento; D. Juan 109 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Grullón, Síndico; el Secretario D. Pedro José Bidó y del Comercio, D. Manuel María Grullón, D. Aquilino Grullón, D. Basilio Fondé, D. Manuel Mena, D. Buenaventura Grullón, D. José Sebastián Reyes, General de las Reservas, D. Felix Escalfuller y su hijo, D. Basilio Fondé, D. Ambrosio García y no recuerda si algunos otros, y si, recuerda también asistió un Moreno cuyo nombre ignora y que decían era Alcalde Pedáneo de un punto que tampoco sabe, el cual se ofrecía en todas ocasiones a todos los españoles, manifestándo que estaba decidido a seguir la suerte de ellos, cuya conducta no puede menos de enaltecer el declarante, persuadido de que el espresado Moreno hacía dichas ofertas de corazón. Preguntado. Manifieste cuanto más sepa sobre los particulares sobre los que se le pregunta; dijo: Debe manifestar que en su marcha con el destacamento y Gobernador a Monte Cristi fueron auxiliados con comestibles y caballerías por D. Ambrosio García y Señores Grullón, poniendo por su parte en cuanto pudieron D. Ramón de Peña y el General de las Reservas Sebastián Reyes, todos cuyos Señores les acompañaros hasta Monte Cristi llevando D. Buenaventura Grullón una orden de su padre D. Juan, para una casa de dicho punto a fin de que se les facilitara todos cuantos recursos necesitaran, no teniendo más que decir añadir ni quitar, siendo todo la verdad, a cargo del juramento prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración y manifestó ser mayor de veinte y cinco años y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado Ignacio Olrich, Antonio Puigrubí. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber recibido un Oficio del Sor. Brigadier D. Manuel Buceta En el mismo días mes y año, el Sor. Fiscal recibió un pliego el cual abierto contenía un oficio que el Sor. Brigadier D. Manuel Buceta le remite en contestación al que dicho Sor. Fiscal le dirigió en el día de ayer a fin de que se presenten a declarar el Sor. Gobernador de Guayubín D. Juan Garrido, y los Señores oficiales del destacamento que capituló; y para que conste se anota por diligencia, uniendo a continuación dicha comunicación; y lo firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 110 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia de haber recibido un Oficio del Comte. Mr. de Monte Cristi dando conocimiento de remitir unos presos En el momento también recibió el Sor. Fiscal un oficio del comandante militar de Monte Cristi, cuya comunicación dirigida al Sr. Comandante Militar de Guayubín y decretada por éste participa remitir en calidad de presos a José Alejandro Meis, teniente Modesto Beliard, ambos de Caballería, Capitán José María Castro, Capitán Pedro Balbuena y Matías Carrasco, quedándose dicha comunicación unida a continuación y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmada: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 111 A.G.I. CUBA 1011B EJERCITO DE ULTRAMAR EN SANTO DOMINGO COLUMNA DE OPERACIONES EN LA FRONTERA Con ésta fecha prevengo lo conveniente al Sor. Gobernador Militar de Guayubín para que se sirva ordenar la presentación del Sor. Gefe y Oficiales reclamados para declarar en su comunicación del día anterior a que contesto. Dios gde. a. V. ms. as. Sabaneta, 8 de marzo de 1863. Firmado: Manuel Buceta. Sor. Capitán Fiscal en Guayubín. 112 A.G.I. CUBA 1011B COMANDANCIA DE ARMAS MONTE CRISTI Guayubín, 8 de marzo de 1863. Quedan a disposición del Sor. Fiscal Militar de ésta villa, los presos a que se refiere ésta comunicación. El Comte. Militar. Firmado: Campillo A cargo del Teniente D. Juan Cobos remito a V. los nombrados José Alejandro Meis, Teniente Modesto Beliard, Capitán José María Castro, Capitán Pedro Balbuena y Matías Carrasco. El Capitán Castro y Teniente Beliard, ambos de Caballería, fueron los miembros de la Comisión que se me presentó a pedir la rendición de ésta Plaza. El Alcalde Pedáneo, José Alejandro, a pesar de estar enfermo, fue en su propia casa donde se reunieron los que vinieron a fijar el pabellón Dominicano, acompañándoles hasta aquí. El Capitán de Sección Matías Carrasco fué de los que estaban al lado del Gefe facciosos de ésta Plaza dándole sus instrucciones. El capitán Balbuena, fue de los que se presentó con los demás sin tener la menor orden de su Gefe inmediato ni menos mía. Todo lo que espreso a V.S. en virtud a la orden del Sor. Brigadier de fecha 6 del actual con el fin de que los que se apresasen fueran remitidos a Santiago. Dios gde. a. V.S. ms. as. Monte Cristi, 8 de marzo de 1863. Firmado: Pedro Ezequiel Guerrero. Sor. Comandante Militar. Guayubín. 113 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Declaración del Sor. General de las reservas D. Juan José Garrido Gobernador de Guayubín A los nueve días del corriente mes y año compareció ante el Sor. Fiscal el Sor. Coronel D. Juan José Garrido, Gobernador de éste punto, con obgeto de prestar su declaración en virtud del oficio que con fecha siete del corriente se pasó al Sor. Brigadier D. Manuel Buceta, a cuyo Sor. Garrido a presencia de mí el Secretario se le recibió el juramento con arreglo a ordenanza, el que prestó y ofreció decir verdad en lo que fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es Comandante Militar de éste punto y Coronel de las Reservas Provinciales de Santo Domingo. Preguntado. Manifieste las ocurrencias que tuvieron lugar en éste punto y su término en consecuencia de la sublevación revolucionaria que tuvo efecto en los últimos días del mes de febrero próximo pasado; dijo: Que en el mes de enero próximo pasado, cuya fecha no recuerda recibió una comunicación del Sor. Gobernador General de la provincia por la cual dicho Sr. le manifiestaba que había llegado a su conocimiento que en éste punto se trataba una rebolución en contra el Gobierno de S. M. y por consiguiente tomáse todas las medidas de precaución que juzgase convenientes, dándole parte de todo cuanto sobre el particular supiera y ocurriera, no pudiendo manifestar dicha comunicación por haber hallado en su regreso á éste pueblo en desorden la documentación de la Comandancia entre cuyos papeles no sabe si se hallará el espresado documento, al recibo del cual se apersonó con varios Señores del pueblo que merecían su confianza considerándoles adictos al Gobierno de S. M. de los cuales trató de inquirir informes sobre el obgeto a que se refería la comunicación que había recibido del Sr. General Gobernador de la Provincia, cuyos señores que son Juan Grullón y Basilio Fondé y a otros varios cuyos nombres no conoce por hacer poco tiempo que se halla en este punto entre los cuales se dirigó también al Sr. Coronel de las Reservas D. Felix Escarfuller todos los que remanifestaron que nada sabían del asunto sobre el cual les preguntaba, en consecuencia de lo que ofició en contestación al Sr. General Gobernador de la provincia manifestándole que a pesar de las diligencias que había practicado en averiguación de los hechos sobre que le prevenía, no había podido indagar nada sin embargo de lo que había tomado las disposiciones convenientes por la seguridad del término a su cargo continuando en averiguaciones sobre el particular, de cuyo resultado le daría parte; que pocos días después de ésto se le presentó un hijo del Viejo Vallejo cuyo nombre no sabe, el que, por encargo de su padre, le manifestó que tuviera mucho cuidado, pues había visto a muchas personas desconocidas que iban y venían por distintos puntos cuyas personas notaba que se dirigían a otras del vecindario que no eran de su confianza por lo que sospecha dicho Vallejo que se trataba de algún asunto de revolución, cuya noticia manifestó seguidamente a los arriba dichos D. Juan Grullón y D. Basilio Fondé, los cuales le dijeron entonces que tenían también noticias sobre los mismo, las cuales 114 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos noticias puso inmediatamente en conocimiento del Sor. General Gobernador de la provincia, por medio de un oficio, solicitando el propio tiempo de ésta autoridad, se sirviera mandarle refuerzos ó cuando menos algunas municiones, pues que la tropa de su destacamento no tenía otras a propósito para sus armas más que dos paquetes de cartuchos, cuya comunicación remitió por un particular que no recuerda quien fuera. Preguntado. Si no podrá hacer memoria de las fechas que ocurrieron los hechos que relata, conservando consigo un libro ó cuaderno de apuntes ó anotaciones; dijo: Conserva consigo las hojas del libro copiador de Comunicaciones de su Comandancia, por haber tenido la precaución de arrancarlas llevándolas consigo, las que tiene en su casa, y a fin de poder narrar con más claridad, con autorización del Sor. Fiscal, pasó a recoger dichas hojas en compañía del Secretario con las que de regreso y ecsaminadas dichas hojas resultó que la primera comunicación que referente al particular dirigió al Sor. General Gobernador de la provincia, llevaba número trescientos quince y fecha tres de febrero último y la segunda el número trescientos veinte y seis y fecha diez y nueve del mismo mes. Preguntado. Sobre los hechos que hubieron lugar después de los que ya a declarado; dijo: Que el día veinte del citado febrero se le presentaron D. Osvaldo Guasp y D. Juan Grullón cuyos Señores vinieron de Sabaneta y le entregaron un escrito del General Comandante de Armas de aquel punto D. Antonio Batista por el cual le participaba no ocurría novedad, sin embargo de lo que los espresados Señores le manifestaron que ya aquel punto estaba sublevado gritándose por la calles «viva la República», faltando sólo que enarbolasen su bandera, cuya ocurrencia puso inmediatamente en conocimiento del Sor. General Gobernador de la provincia por medio de una Comunicación que llevó el Sr. Guasp; que al día siguiente veinte y uno por la mañana los dos hombres que se acostumbran a mandar de guardia a la barca viniveron y le participaron que al llegar a aquel punto se habían encontrado con un grupo de hombres armados que se burlaron de ellos, en consecuencia de lo que mandó a un propio que ya no recuerda quien fuera, bien que le parece que fue D. Aquilino Grullón con objeto de que se informara de que clase de gente era aquella, cuyo propio regresando inmediatamente le dijo que ya tenían la revolución encima puesto que a la otra banda del río, en el punto del Mangá había gran número de gente armada, a la cual se le iban reuniendo otras muchas partidas que venían de todas direcciones; que entonces dispuso aparapetarse en el Cuartel con el destacamento que tenía a sus órdenes para resistir a los sublevados en caso de ser atacados, mandando traer para el efecto y como a las doce de la noche de aquel día a fin de no ser observado el movimiento por los enemigos, dos piezas de artillería de a tres y municiones para ellas que se hallaban en el parque, las cuales mandó cargar y colocar en la Casa Cuartel permaneciendo en ésta disposición hasta el otro día veinte y dos en que capituló con dicho destacamento. 115 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Quien trató la capitulación, bajo qué condiciones si por escrito ó verbal y manifestándo todos los particulares que para ella mediaron; dijo: Que en la mañana del día veinte y uno tuvo noticias de que las fuerzas de los insurrectos se iban aumentando considerablemente, recibiendo por la tarde de dicho día una carta del General de las Reservas D. Lucas E. de Peña, la misma que manifiesta, por la que le proponía capitulase a cuya carta constestó áspera y negativamente haciendo saber al dicho Lucas que en ves de capitular estaba resuelto a defenderser a todo trance, reuniendo seguidamente en Junta a los Señores Oficiales del destacamento D. Luis Prado y D. Pedro Garrido, al Sr. Contralor del Hospital D. Antonio Puigrubí y Don Juan López primer practicante de dicho hospital y a los señores del Ayuntamiento, el Alcalde D. Carlos Rodríguez , el Síndico Juan Grullón y Secretario D. Pedro Bidó como también a los Señores del Comercio de éste pueblo D. Manuel María Grullón, D. José María de Lora, D. Román de Peña, D. Ambrosio García, labrador y propietario del Regio y otros varios que no recuerda entre los que hace memoria se hallaba también un tal Cacú de apodo, cuyo nombre no sabe y que era del Comercio de éste pueblo y uno de los que tomó parte con los insurrectos, a cuyos Señores reunidos leyó la carta que le había dirigido el General Lucas, pidiendo el parecer de todos, manifestándo por su parte estaba resuelto a defenderse hasta el último extremo de cuya igual opinión fueron los dos Oficiales del destacamento, así como también el Contralor y practicante del Hospital, diciendo que debían perecer antes que rendirse, en vista de cuya determinación los Señores del Ayuntamiento y Comercio propusieron se tratase de negociar con los sublevados algún arreglo en bien de los intereses del pueblo y vidas de sus habitantes a lo que el declarante se negó resueltamente manifestándoles que él no podía ponerse en relaciones con aquella canalla revolucionaria estándo, como ya había dicho y repetido, dispuesto a defenderse hasta morir, que entonces dichos Señores le hicieron varias reflexiones sobre el número de fuerzas enemigas que tenían rodeada la población la cual se arruinaría pereciendo sus habitantes si insistía en resistir con la fuerza a los insurrectos, diciéndoles entonces el declarante que si ellos querían podían tratar con los revoltosos lo que más les conviniera sin que para ello tomaran su nombre, en resultado de lo que nombraron una comisión de entre ellos que fue a verse con el Gefe principal de los insurrectos, el General Lucas, para informarse de cuales eran sus intenciones y aconsejarle esperase algún tiempo sin entrar en el pueblo con el fin de que ellos tubieran lugar á persuadir al declarante a que se rindiera en lo cual llevaban la mira de ganar tiempo esperando a que llegasen refuerzos de Santiago, la cual Comisión volvió diciendo que todo lo que había podido conseguir del revelde Lucas era un plazo hasta las diez de la mañana del día siguiente veinte y dos a cuya hora si no se rendían entraría en el pueblo con su gente a sangre y fuego en vista de lo que los Señores del Ayuntamiento y Comercio le repitieron su instancia de que capitulara, haciéndole comprender era temeraria su resolución de defenderse puesto que además del gran número de enemigos que había en el Mangá, circuian el pueblo por otras partes varias partidas de sublevados calculando que el número total de ellos era sobre de mil quinientos de lo que cerciorado 116 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos el que declara y en consideración a las reflecciones que aquellos Señores le hicieron en bien del pueblo, se resolvió por fin proponer al General rebelde Lucas las condiciones de capitulación siguientes; primero respetar las vidas y haciendas de todos, siguiendo los demás artículos según el documento que de la citada capitulación presenta; así como un acta que en su favor se levantó y el salvo conducto expedido por el indicado General L. E. de Peña, que después de efectuada la capitulación como a las diez del día veinte y tres siendo embarcados el veinte y cuatro con destino a Puerto Plata, punto de su elección, verificándose su embarque en la Goleta mercante Española Matilde, su capitán Sr. Ramadach de nación Holandés el que en un principio se negó a transportarlos en su buque por tener que cargar unas maderas de los dueños del buque señores Ginebra del Comercio de Puerto Plata, en vista de lo que el declarante se apersonó con el Gefe de los rebeldes de Monte Cristi Juan Antonio Polanco noticiándole que el espresado Capitán no quería fletarle la goleta para cuyo fin dicho Polanco mandó llamar al Capitán dándole una orden para que los embarcara inmediatamente, lo que efectuaron el día veinte y cuatro yendo fletado el buque por el declarante y en nombre del Gobierno, por la cantidad de seis pesos por cada individuo de la clase de tropa y diez y seis por cada uno de la de Oficiales, conviniendo con el capitán de la Goleta en que serían conducidos a Samaná ó Puerto Rico en caso de hallarse pronunciado Puerto Plata y Samaná; que el día veinte y seis llegaron y desembarcaron en Puerto Plata presentándose al Sor. General Gobernador de aquel punto desde donde se embarcaron de nuevo el día primero o el dos a bordo del vapor trasporte número tres en el cual venía el Sor. Brigadier D. Manuel Buceta, de cuyo Sr. recibieron la orden de embarque, viniendo en su Compañía hasta éste punto siguiendo después con él hasta Sabaneta, en cuyo punto el Sr. General Hungría Gobernador de la provincia le ordenó viniera a hacerse de nuevo cargo de ésta Comandancia Militar, lo cual efectuó en el día de ayer. Preguntado. Manifeste cuales eran además del citado Lucas los principales de los insurrectos, citando cuantos nombres de ellos sepa; dijo: Que como principales cabecillas seguían a Lucas, Norberto Torres, Ignacio Reyes (a) Catón y Benito Monción y otros varios que no recuerda ni conoce sus nombres. Preguntado. Si sabe las causas de que tomó fundamento la sublevación de que se trata y qué objeto se proponían con ella los insurrectos; dijo: Que ignoraba las causas que tubieran los insurrectos para sublevarse proponiéndose sin duda restablecer la República Dominicana, puesto que enarbolando la Bandera que ésta tenía, daban gritos de «Viva la República». Preguntado. Manifieste cuantos más particulares sepa referentes a la sublevación de que se trata; dijo: Que puede añadir que entre muchas propagandas, se corría la voz de 117 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez que estaban protegidos de un modo oculto por los Haitianos, que el General de las Reservas Provinciales D. José Desiderio Valverde había sido nombrado Presidente de la República por el Ayuntamiento de Santiago y que el Iltmo. Sor. Arzobispo de la Isla no era tal sino un Comerciante al cual había sido vendida la Isla, el que con un sello venía marcando a sus habitantes para embarcarlos y llevarlos a vender a la Isla de Cuba como esclavos y que los iban a desarmar a todos no dejándoles ni aun un cuchillo con obgeto de que no pudieran defenderse. Preguntado. Cuando y por quien tubo las noticias que acaba de referir y si de ellas dió algún conocimiento a la autoridad superior; dijo: Que supo éstas noticias pocos días antes de los sucesos de la sublevación insurreccionaria, sabiendolo por el General de las Reservas Provinciales D. Juan del Rosario, que le previno vigilara a un hombre venido de Haití y llamado Cayetano Decaer, el que andaba propalando parte de ésas noticias corriendo otras en boca del bulgo, ordenando en su consecuencia al Comandante de Armas de Sabaneta, el rebelde Antonio Batista, que capturara al espresado Decaer, lo cual no dio resultado; cuyas noticias participó al Sor. General Gobernador de la provincia si bien no explícitamente, diciéndole corrían voces alarmantes; que no tiene nada más que decir, siendo todo la verdad a cargo del juramento prestado, sin tener que añadir ni quitar, en que se afirmó y ratificó, leída que le fue ésta su declaración, manifestándo ser mayor de veinte y cinco años y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich, Juan J. Garrido. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber unido varios documentos presentados por el Sor. Coronel Reservas Dominicanas D. Juan Garrido Comandante Militar de Guayubín de las Seguidamente el Sor. Fiscal dispuso se unan a continuación una carta del General de las Reservas L. E. de Peña, General en Gefe de las fuerzas sublevadas, dirigida al Sor. Comandante Militar de ésta Villa; el acta de la capitulación celebrada entre éste Sor. los Oficiales del destacamento y dicho Lucas, otra acta estendida a favor del espresado Comandante Militar D. Juan Garrido y el salvo conducto para que el referido Sor. con el destacamento a sus órdenes pudiera trasladarse a Monte Cristi, cuyos documentos ha presentado el indicado Coronel D. Juan Garrido y de que lleva hecha referencia en su declaración; y para que conste se anota por diligencia que firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fe. Firmado: Ignacio Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 118 A.G.I. CUBA 1011B Mangas, 21 de febrero de 1863. EL Gral. L. E. Peña. Al Sr. D. Garrido Gobernador de ésta Línea. Señor y amigo a esta hora que son las 12 acaban de traerme tres en dibidos10 y entregarme la fuerza que hay en este puesto tan inocente me encontraba como inocente pero lla me encontraba perjudicado por las dos partes así le diré Señor mio que lla estoy en el caso de seguir la opinión de esta fuelsa que hay aquí seyciento sin cuenta hombres bien dispuestos y acaba de llegar de Sabaneta una Reserva de munición y Batista está al llegar y el coronel Ynasio con la fuersa de la sierra Por tantos no quisiera des que estubieramos que balernos de la fuerza ni del furor de las armas. Estas gentes no están para aser mal solo si quieren poner su Bandera asi amigo mio la fuerza que V. tiene no conpite con la que hay aquí quiero que Vd. me conteste si lo tiene a bien pues desde que ellegado aviso sujestándo la violencia que tienen estas jentes y portantos se lo comunico las que hay lla estos no quieren estar parado. Suyo y amigo. Firmado L. E. Peña. P. D. Si Ud. capitula mirando la poca fuerza nada abera sobre el particular pero si Ud. se resiste seara Ud. responsable des cual quier desasurdos que halla. Vale. Yo el infrascrito General en Gefe del Egército Espedicionario de ésta Plaza, de acuerdo con el Comandante Militar de ésta Plaza y del Destacamento Español D. Juan José Garrido hemos convenido entre ambos bajo de una capitulación que ellos hacen el primero a recibir y el segundo a entregar bajo las condiciones siguientes. Individuos. 10 119 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez 1º. Respetar en todas sus partes las personas de su Destacamento y demás de la población con todos sus equipages. 2º. Concedérsele el retiro con sus armas bajo palabra de honor de no hacer uso de ellas hasta no llegar a su destino. 3º. Darseles un salvo conducto para impedir que sean atacados en el transito. 4º. Darseles una hora para salir antes de ocupar nosotros esta plaza. 5º. Consentir en que varias personas que quieran acompañalres lo hagan y todo fundado en mi palabra de honor. Hecho pasado en San Lorenzo de Guayubín a 22 de febrero de 1863. Firmado El Coronel Juan Garrido, L. E. de Peña, el Subt. Pedro Grarrido y el Subteniente Luis Prado En la Plaza de San Lorenzo de Guayubín a los veinte y dos días del mes de febrero del año de mil ochocientos sesenta y tres. Habiéndose presentado en el lugar de Mangá una división de facciosos en número de seiscientos cincuenta según la carta que se une del General en Gefe D. Lucas de Peña donde se intimidaba al Comandante Militar la rendición de ésta plaza, la que fue contestada negativamente por esperarse fuerza de la Provincia que se mandó pedir por última vez el día diez y nueve del actual por D. Osvaldo Guasp; reconocida la fuerza que tiene el enemigo que se haya a cuatrocientos metros de éste punto, viendo que es cierta la cifra de hombres que el citado General en Gefe manifiesta en su carta, y viéndose por último, que había transcurrido el tiempo suficiente y que por las condiciones del Parlamento no daban tiempo de espera, y viendo el Comandante Militar que con cuarenta y cinco hombres que tenía a sus órdenes y ninguna posición favorable para la defensa contra tan superiores fuerzas, y con arreglo al Artículo o de las Órdenes generales, ordenó dicho Señor Comandante Militar reunir a los Sres. Oficiales del Destacamento, empleados de la Sanidad Militar, Corporación del Ayuntamiento y ciudadanos que firman con el obgeto y atendiendo a las circunstancias del caso, tratar sobre el asunto; declarando unánimes y fundados en las razones que se espresan a aceptar la capituación que se le intimidaba, lo que firmaron.- (Siguen firmas) A. García.- El Comte. Del Destacamento Luis Prado.- El Subte. Pedro Garrido.El Alcalde Sanidad Mr. Juan García.- El Síndico Juan de la C. Alvarez.- El Contralor Antonio Puig.- rubi.-El Secretario del Ayuntamiento Pedro José Bidó.- Felix Escarpuller.- Juan Grullón.- A. Grullón.- B. Grullón.- Achille Fondear.- Fernando Pérez.- Secundino Escarpuller.- Casimiro Lantigua.- S. Despirates.- Manuel Mena.- El General de las Reservas Provinciales de la isla de Santo Domingo J. Sebastián Reyes.- Pío de Peña.- José Eugenio Reyes.- Pablo Mena.- Ayuto Alejo.- Enrique Rodríguez.- José Dolores Reyes.Manuel Ma. Grullón.- Román de Peña.- Arruelo de Gregorio Castillo.- Francisco Granville.- Arruego de Eusebio Martinez.- Juan Nno. Rodríguez.- Felis Escalpullé.- Arruelo de Nicomedes de Peña, Achille Fondear.- Otra ilegible.- 120 A.G.I. CUBA 1011B Declaración de D. Luis Prados Subteniente del Batallón de S. Marcial En el mismo día mes y año compareció el Subteniente D. Luis de Prados a quien, ante mí, el Sor. Fiscal le recibió el juramento con arreglo a ordenanza por el que ofreció bajo su palabra de honor decir verdad en lo que fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es Subteniente del Batallón de S. Marcial. Preguntado. Si era el Comandante del destacamento que guarnecía éste punto cuando ocurrió la sublevación revolucionaria a fines del mes pasado en consecuencia de la cual consta que capituló con dicho destacamento; dijo: Que mandaba el destacamento que guarnecía éste punto en aquellas circunstancias teniendo a sus órdenes al de igual clase del mismo Cuerpo y Compañía D. Pedro Garrido, dos Sargentos Segundos, un Corneta y cuarenta y dos individuos más entre Cabos y soldados, con cuya fuerza capituló en resultado de una junta que tubieron ambos oficiales con el Sor. Coronel de las Reservas Comandante Militar de éste punto D. Juan Garrido, en virtud de cuya capitulación marcharon para Monte Cristi siendo escoltados por la partida de los sublevados, en número de treinta ó cuarenta, mandados por el titulado capitán de los revolucionarios José Ramón Torres acompañandoles varios amigos del pueblo entre ellos D. Ambrosio García y D. Buenaventura Grullón cuyos dos señores les facilitaron bagages y víveres. Preguntado. Si conoce algunos de los insurrectos cuyos nombres cite y cuales de ellos aparecían como principales cabecillas; dijo: D. Lucas Evangelista de Peña era el principal de los revolucionarios, General de las Reservas Provinciales, que como segundo aparecía Norberto Torres, ambos vecinos de éste pueblo pudiendo además citar como cabecillas a un tal Cacú de apodo, cuyo nombre no sabe, Ignacio Reyes de Sabaneta, Juan Antonio Polanco clasificado Coronel de las Reservas y otros varios cuyos nombres no sabe pero que si los viera los conocería. 121 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si sabe el obgeto que se proponían los insurrectos al sublevarse con qué pretesto lo hicieron y cual fue el número mayor de ellos que se unieron en éste pueblo y sus inmediaciones; dijo: Que a su juicio querían restablecer la República Dominicana, pues enarbolaban la Bandera que ésta tenía dando repetidas «Vivas a la República», que el mayor número de insurectos que se reunieron en el pueblo y en sus inmediaciones accedería procsimamente a dos mil hombres según las noticias que sobre el particular tubo y por lo qué él mismo vió. Preguntado. Si sabe que la insurrección de éste pueblo tuviera ramificaciones en otros puntos, hallándose comprometidas otras personas además de las que deja citadas; dijo: Que según le manifestó Torres el titulado Capitán de los Insurrectos que les escoltó hasta Monte Cristi, la revolución era general en toda la Isla estándo el foco de ella en Santiago de los Caballeros, no sabiendo de otras personas que se hallaran iniciadas en ésta conspiración, que no tiene nada más que decir, sin tener que añadir ni quitar, siendo todo la verdad, a cargo de la palabra de honor que tiene empeñada en que se afirmó y ratificó leída que le fue esta su declaración, manifestó tener veinte y nueve años de edad y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich. Luis Prado. Ante mí: Manuel Cantelar. Ampliación de la declaración del acusado José Ramón Torres Seguidamente el Sor. Fiscal hizo comparecer a José Ramon Torres para ampliarle su declaración, lo que le hizo comprender, y entrándole de que estaba obligado a decir verdad, lo ofreció y. Preguntado. Si sabe que los insurrectos que se sublevaron en éste punto estaban en connibencia o combinación con los de otros puntos y si él fue nombrado capitán y Gefe de los que escoltaron al destacamento del Batallón de S. Marcial en el camino de Monte Cristi; dijo: Que por Ramón Regalado supo que Santiago, Puerto Plata y Sabaneta estaban ya pronunciados y que como ya manifestó en su declaración de ayer no obtuvo nombramiento de empleo alguno y que si fue a acompañar a la tropa a Monte Cristi fue por habérselo pedido de favor el General Lucas a fin de proteger a dicha tropa en caso de que quisieran molestarla. 122 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Si sabe en Santiago, Sabaneta y Puerto Plata había personas que haya oido nombrar como iniciadas en la insurrección; dijo: Que unicamente sabe que estuvieran iniciados en la revolucion el General Antonio Batista el Comandante Ignacio Reyes, éstos de Sabaneta y Vidal Pichardo de Santiago que había venido de dicho punto con una partida de Cazadores de Santiago, armados de Carabinas, trayendo uno de éstos una bandera liada en un pañuelo, la cual hacia cuenta de volverla a fijar en Santiago. Preguntado. Quien era el que dice que llevaba la bandera y de qué colores era ésta; dijo: Que la Bandera era Dominicana y que el que la llevaba era un tal Eusebio, Lagaña, el cual es conocido por un tal Papá de Santiago y que sabe anda con el General Hungría. Preguntado. Si además de las citados no puede nombrar a algunos otros de Santiago y Puerto Plata; dijo: Que no puede nombrar más que a Pepillo Salcedo que se halla preso en Puerto Plata según ha oido decir; que no tiene más que añadir ni quitar, siendo todo la verdad en que afirmó y ratificó leída que le fue ésta su ampliación, firmándola con el Sor. Fiscal y Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich, J. R. Torres. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber recibido un oficio del Comandante Militar de Guayubín trasladando otro del Sor. General Gobernador de la Provincia y Gefe de las fuerzas de Operaciones. A los diez días del corriente mes y año, el Sor. Fiscal recibió una comunicación que del Sor. General Gobernador de ésta provincia Gefe de las operaciones de la misma le traslada el Comandante Militar de éste punto a los efectos a que se refiere, disponiendo dicho Sor. Fiscal quedase unida a éstas actuaciones; lo que para que conste por diligencia lo firmó dicho Sor. Fiscal con el Secretario de que doy fe. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 123 A.G.I. CUBA 1011B Comandancia Militar de Guayubín El Gral. Gefe de las fuerzas de operaciones con fecha 9 del presente me dice lo que sigue: En el momento que reciba V. esta comunicación, dispondrá que el Fiscal de la Comisión Militar en ése punto, saque copia literal y autorizada de los documentos que ecsisten en la correspondencia cogida al enemigo y versen sobre el General D. Desiderio Valverde; y con toda urgencia reservada se servirá V. remitirla al Sor. Gobernador de Santiago. Lo que traslado a V. para los fines consiguientes. Dios gde. a. V. ms. as. Guayubín, 10 de marzo de 1863. El Corl. Comte. Mr. Firmado: Juan J. Garrido. Sor. Fiscal militar de la comisión en éste punto. Diligencia de haber pasado un oficio al Comandante Militar de Guayubín Seguidamente el Sor. Fiscal dispuso oficiar al Sor. Comandante de Armas de éste punto en contestación al oficio citado en la anterior diligencia lo cual hizo en los términos siguientes.- Comisión Militar de Guayubín.- En contestación a la comunicación que del Sor. General Gobernador de la provincia se sirva V. trasladarme con fecha de hoy, debo manifestarle, que con fecha seis de éste mes, y según consta por diligencia anotada en la causa que instruyo, oficié al Sor. General Gobernador interino de Santiago de los Caballeros incluyéndole un pliego cerrado y dirigido al Sor. Fiscal de la Comisión Militar de aquel punto, a fin de que llegara a sus manos reservadamente por conducto de dicho General Gobernador, cuyo pliego contenía una comunica124 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos ción acompañada de testimonio certificado por el Sr. Secretario de ésta fiscalía de copia de los documentos que referentes al General de las Reservas Provinciales D. Desiderio Valverde cogidas a los insurrectos obran unidos a la causa que como Fiscal de la Comisión Militar de éste punto me hallo instruyendo; lo que tengo el honor de manifestar a V.S. por si considera conveniente de participarlo al Sor. General Gobernador de la provincia en contestación a su precipitada comunicación.- Dios gde. a. V.S. ms. as.- Guayubín diez de marzo del mil ochocientos sesenta y tres.- El Fiscal: Ignacio Olrich.- Sor. Comandante Militar de éste punto; y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firma: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Indagatoria del acusado José Alejandro Mes En el mismo día mes y año el Sor. Fiscal hizo comparecer al acusado José Alejandro Mes a quien ante mí el Secretario se le enteró iba a prestar declaración y de que estaba obligado a decir verdad en lo que se le pregunta, lo que ofreció. Preguntado. Su nombre, edad, patria, religión y ocupación; dijo: Llamarse José Alejandro Mes de edad de cuarenta y cuatro años natural de Peladero Comun de Monte Cristi (C.A. y R.) labrador. Preguntado. Si sabe porqué se halla preso, por quién lo fué y porque causa; dijo: Que presume que se halla preso a consecuencia de haber sido obligado por Juan Antonio Polanco titulado Coronel de los reboltosos el que el domingo día veinte y dos del pasado, hallándose en una gallera que tiene en el Peladero le obligó a que le siguiera a Monte Cristi, cuyo Polanco mandaba un grupo de hombres como de treinta todos armados de sables con los que iba recogiendo gentes y hechándola por delante, que al llegar a una media legua del pueblo el declarante recibió un patada de un caballo en una pierna que le derribó del que montaba, el cual le había sido dado por Polanco que se lo había quitado con éste obgeto a un hombre que lo llevaba, que entonces el que declara le dijo a Polanco que lo dejara ir para su casa, pues el no podía continuar herido como estaba de la pierna y del brazo, sin embargo de lo que le obligó a seguir haciéndole poner delante de su gente. Preguntado. Qué parte tomó en la sublevación que tubo lugar en Monte Cristi y si tenía algún empleo entre los insurrectos; dijo: Que él no tomó parte ninguna en la sublevación de 125 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Monte Cristi no habiendo obtenido ni cago ni empleo ni comisión alguna entre los insurrectos, que sólo permaneció en Monte Cristi el lunes de aquella semana que lo pasó tendido en una casa a consecuencia de las dichas heridas que tenía en la pierna y el brazo, marchándose al día siguiente martes a su casa, en la que permaneció hasta el día cuatro de éste mes en que yendo a la Alcaldía de Monte Cristi a dar cuenta de una misión que sobre bagages se le había confiado, fue arrestado por el Sor. General Ecequiel Comandante de Armas de aquel punto del que fué conducido a éste por una partida de tropa. Preguntado. Si conoce a Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena, Matías Carrasco, José Ramón Torres, Peti Ambrosio y José Rivas, y si alguno de éstos tenia algún empleo entre los sublevados; dijo: Que conoce a todos los sujetos que se le nombra, siendo Teniente de Dragones el primero y capitanes Castro, Balbuena y Carrasco cuyos empleos tienen de mucho tiempo hace, que con respecto a Torres, Piti Ambrosio y José Rivas no sabe que tuvieran ningún empleo entre los revolucionarios cuyos dichos sujetos se hallan presos en su compañía. Preguntado. Quiénes eran lo principales cabecillas de la sublevación sobre que se le pregunta; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta que se le hace. Preguntado. Si en su gallera del Peladero vió en alguna ocasión a un tal Declé y si ese se espresó en términos subversivos contra las disposiciones del Gobierno; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta que se le hace. Preguntado. Si en los dias en que dice estubo en su casa de regreso de Monte Cristi ó en los antes ó después se reunieron en ella algunas personas tratando de asuntos sobre la insurrección y en tal caso diga quiénes eran éstos; dijo: Que durante el dicho tiempo que estubo en su casa, estubo en la cama a consecuencia de las heridas dichas y que durante el tiempo que cita ni antes ni después de él tuvo en su casa reunión de personas que tratasen de asuntos de revolución, que solo si tuvo concurrencia de gentes en su citada gallera jugando gallos en los días de fiesta, que no tiene más que decir siendo todo la verdad según la ofreció, en que se afirmó y ratificó leída que le fue esta su declaración, manifestándo saber escribir, no pudiendo firmar por efecto de la herida que tiene en el brazo derecho haciendo por la tanto una Cruz con la mano izquierda y firmado el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich. (Hay una Cruz en tinta). Ante mí: Manuel Cantelar. 126 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Seguidamente compareció ante el Sor. Fiscal Modesto Beliard a quien ante mí el Secretario se le enteró iba aprestar declaración, asi como de que estaba obligado a decir verdad en cuanto se le preguntare lo cual ofreció y. Preguntado. Su nombre, edad, patria, religión y profesión; dijo: Llamarse Modesto Beliard de edad cuarenta años natural de la Comun de Bayaja en Haiti (C. A. y R.) que es criador y Teniente de Caballería de Dragones. Preguntado. Cuanto tiempo hace que se halla en la Isla de Santo Domingo y avecinado en donde; dijo: Que recien nacido le trajo su familia a esta parte Española de la Isla en la que desde entonces permanece siendo vecino de la Comun de Monte Cristi. Preguntado. Qué empleo tubo entre los insurrectos que a fines del mes pasado se sublevaron en Monte cristi, desempeñando algún cargo ó comisión entre ellos; dijo: Que no ha tenido otro empleo más que el de teniente de dragones según ya ha dicho, no habiendo desempeñado comisión ni cargo alguno entre los sublevados no haciendo más que obedecer al Coronel Juan Antonio Polanco, que el domingo veinte y tres del mes pasado hallándole en la gallera de Peladero cita en la casa de José Alejandro le mandó seguir junto con él y su gente la que iba aumentando con la recogía por el camino marchando a Monte Cristi a donde llegaron el mismo día en cuya tarde el declarante con José María Castro Capitán de Dragones y José Polanco hijo del Coronel del mismo nombre fueron comisiónados por el mismo Coronel Juan Antonio Polanco para que fueran a decirle al General Ecequiel Comandante de Armas de aquel punto que se hallaba en el fuerte que iban a entrar en el pueblo con su gente. Preguntado. Cual era el objeto que se proponía el dicho Coronel Polanco mandando a decir al General Ecequiel que iba a entrar con su gente y si en esta comisión para que fue nombrado no llevaba más razones ni órdenes que las dichas; dijo: Que no llevó otras razones más que las de decir simplemente al General Ecequiel que el Coronel Polanco les encargaba decirle que iba a entrar en el pueblo con su gente, no sabiendo el declarante cual era el obgeto que el Coronel Polanco se proponía entrando con su gente en el pueblo; que el General Ecequiel les dijo en contestación a su misión que le digeran al Coronel Polanco que subiera él mismo a la Comandancia a entenderse con él. Preguntado. Cuantos días permaneció en compañía de los insurrectos de Monte Cristi, qué clase de armas llevaba y de quien las recibió; dijo: Que mientras duró la revolución el declarante iba y venía del pueblo a su casa, sin permanecer fijamente entre aquella 127 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez bagamundería hasta el día en que entraron las tropas Españolas en que se fué para su casa, volviendo al día siguiente a presentarse a un Comandante Español que le dijo podía retirarse a su casa. Preguntado. Si conoce a José Alejandro Mes, José María Castro, Pedro Balbuena y Matías Carrasco y si sabe desempeñaron algún empleo ó comisión entre los sublevados; dijo: Que conoce a los sujetos que se le nombran todos los que siguieron con la gente del titulado Coronel Polanco no sabiendo que hubiera otros empleos que los de capitanes de Dragones, escepto José Alejandro Mes que es Alcalde Pedáneo del Peladero, habiendo ya dicho que José María Castro fué uno de los que le acompañaron en la Comisión que llevaron al General Ecequiel. Preguntado. Si además de los nombrados conoce a José Ramón Torres, Peto Andrés y José Rivas y si sabe desempeñaron algún destino ó comisión revolucionaria; dijo: Conoce a los tres individuos que se le citan, que el primero de ellos Torres era de los de este pueblo sin saber qué destino tenía y que los otros dos constaban como soldados; no teniendo nada más que decir siendo lo dicho la verdad como ha ofrecido decirla, en que se afirmó y ratificó leída que le fué esta su declaración, y lo firmó con el señor Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich, Modesto Beliard. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber recibido 2 Oficios, uno del Comandante Militar de Guayubín y otro del Sor. Gral. Gob. de la provincia y Gefe de la columna de operaciones de la frontera, en cuya virtud han sido puestos en libertad los presos Ramón Sosa, Justo Sosa, Eusebio Sosa y Timoteo Sosa En el mismo día mes y año el Sr. Fiscal recibió un escrito del Comandante Militar de éste punto en el que incluye otro del Sor. General Gefe de operaciones de la frontera cuyos dispuso el Sor. Fiscal unirlos a continuación y según el contenido del último ordenó fueran puestos en libertad los presos Ramón Sosa, Justo Sosa, Eusebio Sosa y Timoteo Sosa, que aun cuando aparecen que tomaron parte en la insurrección de éste pueblo no resultan contra ello circunstancias agravantes ni que tuvieran empleos de Gefes, ni hayan sigo agitadores ni promovedores de la insurrección, según el espíritu de la citada comunicación, y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 128 A.G.I. CUBA 1011B Comandancia Militar de Guayubín Sor. Fiscal. En un oficio queme dirige el Señor Gobernador, con fecha 8 de los corrientes, e encontrado avierto el documento que adgunto le mando por pertenecer a Vd. Dios gde. a. Vd. ms. as. El Comte. Mitar. Firmado: Juan J. Garrido. Sor. Fiscal de la Comisión Militar Guayubín. 129 A.G.I. CUBA 1011B Columna de operaciones de la frontera De acuerdo con el Sr. Brigadier D. Manuel Buceta Gefe de la 2ª. Brigada de operaciones, he determinado lo que sigue. En el interin recibe V. nuevas órdenes según las que se sirva dar el Escmo Sor. Capitán General a quien consulto con ésta fecha, se servirá V. abstenerse de prender y pondrá en libertad a los inds. acusados de haber solo acudido al llamamiento general en la sofocada rebelión como simples soldados, y no hayan sido promovedores, agitadores ni Gefes, ni cometido otro delito especial, a todos los cuales dirigirá sus pesquizas y procedimientos. Dios gde. a. ms. as. Cuartel General de Sabaneta, 8 de marzo de 1863. El General Gefe de las fuerzas. Firmado: José Hungría. Sr. Fiscal de la Comisión Militar en Guayubín. 130 A.G.I. CUBA 1011B al Diligencia de haber pasado un oficio Sor. General en Gefe de las fuerzas de operaciones Seguidamente dispuso el Sor. Fiscal oficiar al Sor. General Gobernador de la provincia en contestación a la comunicación sobre que hace referencia la diligencia anterior haciéndolo en los términos siguientes.- Comisión Fiscal de Guayubín.- En virtud de la comunicación que con fecha se sirve V.S. dirigirme por conducto del Sor. Comandante Militar de éste punto y llegada a mis manos en el día de hoy, pongo en el Superior Conocimiento de V.S. que en cumplimiento de las órdenes é instrucciones que V.S. se sirve darme en dicho escrito, he puesto en libertad a cuatro de los doce presos sujetos a ésta Comisión Militar de mi cargo, sobre los cuales no resultan circunstancias agravantes, si bien consta que tomaron parte con los insurrectos, continuando en prisión los ocho restántes, los cuales consta han desempeñado empleos y comisiones entre los insurrectos.- Lo que en contestación y cumplimiento de lo que V.S. me ordena en su citada comunicación, tengo el honor de participarselo para su superior conocimiento.- Dios gde. a. V.S. ms. as.- Guayubín diez de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- El Fiscal.- Ignacio Olrich.- Sr. General Gobernador de la provincia, Gefe de las fuerzas de operaciones de la misma.- Y para que conste por diligencia lo firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de suspensión A los once días del mismo mes y año el Señor Fiscal dispuso suspender éstas actuaciones por no haber hallado papel blanco de ninguna clase en las tiendas de éste pueblo ni entre los particulares de él, no habiéndolo podido obtener tampoco por carecer de él del Sr. Contralor del Hospital, y Sor. Oficial del destacamento; y para 131 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez que conste se anota por diligencia que firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario que doy fe. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber pasado un oficio al Sor. Genl. Gobr. De la provincia, Gefe de las fuerzas de operaciones de la misma Seguidamente dispuso el Sor. Fiscal y en virtud de la diligencia anterior oficiar al Sor. General Gobernador de la provincia en los terminos siguientes: Comisión Militar de Guayubín.- Por diligencia estendida en la causa que como fiscal militar de este puntome halla instruyendo y que consta con fecha de hoy me he visto en la necesidad de suspender sus actuaciones por falta de papel que no he podido hallar en las tiendas de éste pueblo ni entre los particulares, ni empleados de él. Debiendo al propio tiempo manifestar a V.S. que los presos sujetos a mi comisión fiscal, lo están en parage inseguro por carecerse en éste punto de prisión conveniente empleándose en su custodia mayor número de centinelas de los que serían necesarios y si se hallaran en lugar más seguro y conveniente, pues ocupan dichos presos una parte del mismo local en que se halla establecida la guardia de principal. Lo que en cumplimiento de mi deber tengo el honor de ponerlo en conocimiento de V.S. para los efectos que estime más convenientes.- Dios gde. a. V.S. ms. as.- Guayubín once de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- El Fiscal.- Ignacio Olrich.- Sor. General Gobernador de la provincia Gefe de las fuerzas expedicionarias de la misma.Cuya comunicación cerrada entregó dicho Sor. Fiscal ante mí el Secretario al Sor. Comandante Militar de éste punto, suplicándoles se sirviera dirigirlo a la mayor brevedad posible al punto donde supiera se hallase el Sor. General Gobernador de la provincia. Y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 132 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia de continuar estas actuaciones A las doce del día del mes de marzo del corriente año el Sor. Fiscal en virtud de haberle proporcionado un poco de papel el Sr. Comandante Militar de éste punto, dispuso la continuación de éstas actuaciones, y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Seguidamente el Sor. Fiscal dispuso se presentase José María Castro, a quien ante mí el Secretario se le entregó iba a prestar declaración así como de que estaba obligado a decir verdad en lo que fuere interrogado, lo que ofreció y. Preguntado. Su nombre edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse José Maria Castro de edad de cincuenta y tres años, natural de la jurisdicción de Monte Cristi (C.A. y R.) que es cultivador de la tierra haciendo diez y siete años que es Capitán de Caballería en Monte Cristi, nombrado por el General Gómez. Preguntado. Qué parte y empleo tomó en la sublevación revolucionaria que tuvo efecto en Monte Cristi a fines del mes pasado y si desempeñó alguna comisión referente a dicha sublevación; dijo: Que no ha tomado ninguna parte en la sublevación que se le cita no tomando en ella empleo alguno ni menos desempeñó comisión de ninguna especie. Preguntado. En donde estubo y en qué invirtió el tiempo desde mediados del mes pasado a fines del mismo; dijo: Que durante el tiempo que se le pregunta estuvo quieto en su casa trabajando en su conuco. Preguntado. Si sabe porque se halla preso, cuando por quien y en donde le fué; dijo: Que no sabe la causa porque se halla preso, habiéndolo sido por orden del General Ecequiel Comandante de Armas de Monte Cristi en el sábado pasado hará como unos cinco días, en circunstancias en que había ido a presentarse a dicho General Ecequiel siendo entonces arrestado por dicho Sr. según ha manifestado. Preguntado. Si antes de ésta vez que dice éstaba en el pueblo no fué a él en otros días; dijo: Que antes del día que ha citado y no recuerda en cual, estuvo otra vez en el pueblo 133 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez con objeto de presentarse a D. Ambrosio García que era Comandante de Armas de Monte Cristi mientras se presentaba el General Ecequiel, lo cual sucedió después que pusieron la Bandera Española en aquel punto. Preguntado. Con qué obgeto fué a presentarse a dicho Sr. D Ambrosio García; dijo: Que no fué a presentársele con obgeto alguno, diciéndole que allí estaba para lo que quisiera mandarle. Preguntado. Recuerde si en alguna otra circunstancia y en los días en que estuvo ocupado Monte Cristi por los sublevados se halló en dicho pueblo desempañando algún cargo ó comisión cerca del Sor. General Ecequiel; dijo: Que en ninguna otra circunstancia antes de las dichas estubo en el pueblo ni desempeñó ningún cargo ni comisión cerca de dicho General ni de otra persona. Preguntado. Si conoce a José Alejandro Mes, Modesto Beliard, Pedro Balbuena, Matías Carrasco, José Ramón Torres, Peti Andrés y José Ribas; dijo: Conoce a todas las personas que se le están nombrando por ser de la misma jurisdicción. Preguntado. Si sabe que los dichos tomaron parte en la sublevación sobre que se le pregunta y si tiene noticia de que tuvieran algún empleo ó desempeñaren alguna comisión entre los insurrectos de Monte Cristi ú otros puntos; dijo: Que, ignora el contenido de la pregunta que se le hace; no teniendo más que decir, añadir ni quitar siendo lo dicho la verdad según ha ofrecido decirlo en que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración, manifestó no saber escribir por lo que hizo una señal de Cruz, firmándolo el Sr. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fe. Firmado: Ignacio Olrich. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Manuel Cantelar. Indagatoria del acusado Matías Carrasco Acto continuo el Sor. Fiscal hizo presentar al preso Matías Carrasco a quien ante mí el Secretario se le enteró iba a prestar declaración, al propio tiempo de que estaba obligado a decir verdad en lo que fuere interrogado, lo que ofrecio y. 134 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse Matías Carrasco, como de unos treinta y cinco años de edad, pues no lo recuerda bien, natural del Campo, Común de Dajabon (C.A. y R.) criador de ganado y Capitán de Sección y Celador de las Matas de Sta. Cruz jurisdicción de Monte Cristi. Preguntado. Si tomó parte en la sublevación revolucionaria que tubo lugar en Monte Cristi a fines del mes pasado hallándose al lado del Coronel Juan Antonio Polanco Gefe de la misma, dándole consejos ó instrucciones en algún sentido; dijo: Que él no tomó parte ninguna en la sublevación por que se le pregunta, si bien se hallo en Monte Cristi en la época que se le cita a donde fué por orden del que llevaban a su cabeza Juan Antonio Polanco, alcalde del punto de su residencia, Santa Cruz de las Matas, el que se hizo cargo de la Comandancia Militar de la plaza de Monte Cristi, a cuyo Sr. el declarante no dió consejos ni instrucciones de ninguna especie. Preguntado. Cual era el obgeto del Juan Antonio Polanco al ponerse a la cabeza apareciendo como Gefe de la gente que dice; dijo: Que ignora lo que se le pregunta pues Polanco no les manifestó cuál era su idea. Preguntado. Que es lo que hizo Polanco y su gente al ocupar a Monte Cristi y si enarbolaron alguna Bandera profiriendo gritos de alguna especie; dijo: Que en el día que Polanco y su gente entraron en el pueblo y que fué en un domingo cuya fecha no recuerda, mandó un parlamento al General Ecequiel Guerrero con el objeto de que entregara al plaza. Preguntado. Diga quiénes fueron los comisiónados para el parlamento que dice y cuales eran las condiciones que éstos llevaban; dijo: Que no sabe quiénes fueran las personas comisiónadas para el parlamento pero que según cree fue un dragón cuyo nombre no sabe, ignorando que condiciones llevó el parlamentario, en cuyo resultado cree que se rindió la plaza, haciéndose cargo de ella el referido Polanco y que al día siguiente al levantarse el declarante supo que habían tirado los cañonazos de alarma y vió que la Bandera Dominicana estaba enarbolada en la Comandancia, que a los dos dias de esto lo licenciaron yendose para su casa. Preguntado. En que se empleó en los días que estuvo en Monte Cristi entre los insurrectos y por qué fué licenciado; dijo: Que empleó dicho tiempo jugando a la baraja y beviendo su trago siendo licenciado por Polanco. 135 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si al reunirse a los sublevados lo hizo en compañía de otras personas llevando armas; dijo: Que él siguió a Polanco desde su casa a la cual le fue a buscar en compañía de otros cinco o seis hombres, el que le dijo que le siguiera de orden del Gobierno, lo cual el declarante efectuó a caballo y con su sable. Preguntado. De qué Gobierno tomó la voz Polanco para ordenarle que le siguiera y quiénes eran los que le acompañaban; dijo: Que no le dijo de orden de qué Gobierno debía seguirle suponiendo el declarante que era por orden del Gobierno Español, que entre los que le acompañaron puede citar un hijo del mismo Polanco, Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena, José Alejandro y otros muchos que fue recogiendo por el camino y cuyos nombres no recuerda. Preguntado. Si José María Castro, Modesto Beliard, desempeñaron algún cargo siendo comisiónados para imponerle la rendición de la plaza al General D. Ecequiel; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta que se le hace, no teniendo más que decir sin tener que añadir ni quitar, siendo todo la verdad según ofreció decirla, en que se afirmó y ratificó leída que le fue esta su declaración, manifestándo no saber escribir por lo que hizo la señal de Cruz firmándolo el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fe. Firmado: Ignacio Olrich. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber recibido un oficio del Sor. Genl. Gob. Int. de Santiago En el mismo dia mes y año el Sor. Fiscal recibió un oficio del Sor. General Gobernador interino de Santiago en que le acusa recibo del que dicho Sor. Fiscal le dirigio con fecha seis del actual cuya comunicación queda unida a continuación; y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. conmigo el Secretario de que doy fe. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 136 A.G.I. CUBA 1011B Gobierno Militar de Santiago Con ésta fecha he recibido su comunicación de 6 del actual juntamente con un pliego dirigido al Fiscal de la comisión Mr. de ésta Ciudad, cuyo pliego fué puesto inmediatamente en manos de dicho Señor. Lo digo a V.S. para su inteligencia. Dios guarde a. V. ms. as. Santiago, 8 de marzo de 1863. El Gral. Gob. Int. Firmado: A. Michel. Señor Fiscal de la Comisión Militar de Guayubín. Indagatoria del acusado Pedro Balbuena Seguidamente el Sor. Fiscal hizo presente al preso Pedro Balbuena a quien ante mí el Secretario se le enteró iba a prestar declaración así como de que estaba obligado a decir verdad en lo que fuere interrogado lo que ofreció y. Preguntado. Su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse Pedro Balbuena de edad de cuarenta y ocho años que nació en el Campo jurisdicción de Monte Cristi, (C.A. y R.) y que es criador de ganado y labrador, Capitán de Dragones de la Segunda Compañía. Preguntado. Si sabe porque se halla preso; dijo: Que fué preso por disposición del General D. Ecequiel Guerrero Comandante de Armas de Monte Cristi y según cree, por haber 137 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez seguido a la gente y al Coronel Juan Antonio Polanco, el cual lo obligó a ello habiéndolo encontrado en un domingo en la gallera del peladero diciéndole que le siguiera de orden del General Lucas, que preguntándole entonces el declarante que adonde iban, le contestó que después se lo diría siguiendo con la gente que llevaba Polanco y que iba aumentando con la que recogía por el camino llegando en aquel día a Monte Cristi, al llegar a cuyo punto el declarante se acostó estándo enfermo de un pié; que el levantarse al día siguiente oyó tres cañonazos de alarma y vió enarbolada la Bandera Dominicana en la Comandancia. Preguntado. Quién fué el que enarboló la espresada bandera y con que objeto; dijo: Que no sabe quien no con qué obgeto se enarbolo la espresada Bandera. Preguntado. Cuantos días estuvo en compañía de Polanco y sus gentes, si tubo algún empleo ó comisión entre ellos y qué clase de armas llevaba; dijo: Que estubo en el pueblo tres días o sea hasta el martes en que por estar enfermo se retiró a su casa con licencia de Polanco, volviendo otra vez el sábado, en cuyo mismo día regresó para su casa, que no obtuvo empleo ni comisión entre los de Polanco estándo acostado durante el tiempo que estaba en Monte Cristi en atención a hallarse enfermo del pié como ya ha dicho. Preguntado. Si conoce a José Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro y Matías Carrasco; dijo: Que conoce las personas que se le acaban de nombrar por ir también unidos a la gente del Coronel Polanco. Preguntado. Si José María Castro y Modesto Beliard fueron nombrados en comsión para ir a ultimar la rendición de la plaza al Comandante de Armas de ella D. Ecequiel Guerrero; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta que se le hace. Preguntado. Si además de Juan Antonio Polanco puede citar los nombres de algunos otros que aparecieran como Gefes de aquella gente; dijo: Que no iba más Gefe que el citado Polanco. Preguntado. Si se reunió a la gente de Polanco a pié ó a caballo y con qué armas; dijo: Que siguió a dicha gente a caballo llevando su sable y un trabuco, el cual ha vendido a uno de Puerto Plata; que no tiene nada más que decir, sin tener que añadir ni quitar siendo todo la verdad, según ofreció decirla, en que se afirmó y ratificó leída que le 138 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos fué ésta su declaración, manifestó no saber leer por lo que hizo la señal de Cruz, y lo firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fe. Lo tachado «Pedro Balbuena» no vale. Firmado: Ignacio Olrich. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber Comandante Mr. de Guayubín para el comparecimiento de testigos de Monte Cristi oficiado al Acto continuo dispuso el Sor. Fiscal oficiar al Comandante Militar de ésta Villa en los términos siguientes: Comisión Militar de Guayubín.- Siendo de necesidad que el Sor. Alcalde de Monte Cristi y tres o cuatro vecinos se presenten a ésta fiscalía a declarar sobre la conducta de los sujetos que al margen se espresan, comprendidos en la sublevación revolucionaria que tuvo lugar en aquel punto a fines del mes pasado, espero se sirva V.S. dar sus órdenes a fin de que a la mayor brevedad posible se presenten dichos señores con el espresado obgeto.- Dios gde. a. V.S. ms. as. Guayubín doce de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- El Fiscal Ignacio Olrich. Sor. Comandante Militar de ésta Villa.Nombres que se citan al margen del oficio.- José Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena, Matías Carrasco, José Ramón Torres, Peti Ambrosio y José Ribas y para que conste se anota por diligencia que firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fe. Frimado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Declaración del Sargto. 2º. Ignacio Isla Esquerra. A los trece días del mismo mes y año compareció previa citación el Sargento Segundo Ignacio Isla Esquerra a quien el Sor. Fiscal ante mí el Secretario le recibió juramento con arreglo a ordenanza el que prestó y ofreció decir verdad en cuanto se le interrogare; y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es Sargento Segundo de la tercera Compañía del Batallón de S. Marcial. 139 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si conoce a un tal José Ramón Torres que tomó parte en la insurrección de éste pueblo siendo uno de los que componían la escolta que costudió hasta Monte Cristi el destacamento capitulado al cual él pertenecía, y si sabe que el dicho Torres constare como cabecilla de los insurrectos; dijo: Que conoce al citado José Ramón Torres del cual se decía entre los sublevados que era Gefe de ellos, siendo así de creer, pues iba mandando como Gefe de la partida que los escoltó hasta Monte Cristi, quedándose él en su casa que se halla sobre dicho camino. Preguntado. Si sabe quiénes eran los principales cabecillas ó promovedores de la insurrección de que se trata; dijo: Que como principales cabecillas puede citar al general de las reservas Pronvinciales llamado Lucas de Peña, un tal Norberto Torres, que eran los dos principales de ellos y otros varios de menos suposición que ha oido nombres y queno recuerda, que no tiene nada más que decir, añadir ni quitar, siendo todo la verdad a cargo del juramento prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración, manifestó ser de edad de veinte y seis años y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich, Ignacio Isla. Ante mí: Manuel Cantelar. Declaración de D. Aquilino Grullón A los catorce días de los corrientes mes y año se presentó previa situación competente D. Aquilino Grullón, a quien el Sor. Fiscal ante mí el Secretario recibió el juramento de su clase que prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que es del Comercio de ésta Villa. Preguntado. Si es uno de los Señores que formaron parte de la Junta para tratar con el cabecilla de los insurrectos que el día veinte y uno del mes prócsimo pasado se sublevaron en contra las instituciones del Gobierno; dijo: Que fue nombrado en compañía de D. Ambrosio García y D. Carlos Rodríguez para la citada comisión por resolución de la junta compuesta del Ayuntamiento y varios señores comerciantes del pueblo llevando por obgeto aconsejar al cabecilla de los sublevados Lucas de Peña desistiera de sus propósitos revolucionarios ó que por lo menos demorase su entrada en el pueblo algunas horas a lo que el citado Lucas les contestó que no esperaba más que hasta las siete de la mañana del siguiente veinte y dos a cuya hora si no se había rendido el destacamento entraría con al gente en el pueblo a sangre y fuego; que el día veinte y 140 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos dos habiendo capitulado el destacamento fue inbadido y ocupado el pueblo por los insurrectos, los que tirando tres cañonazos de alarma enarbolando la Bandera Dominicana a los gritos de «Viva la República» y «Viva Báez», mientras sucedía lo cual el destacamento que había capitulado marchaba para Monte Cristi acompañándole el hermano del declarante D. Buenaventura y otros Señores que eran amigos de los capitulados con obgeto de servirles y aucsiliarles en lo que estubiese de su parte yendo todos escoltados por una partida de los sublevados mandada por José Ramón Torres. Preguntado. Quiénes eran lo principales cabecillas de la insurrección y cite cuantos nombres de ellos sepa; dijo: Que como principales aparecían el espresado Lucas de Peña, Norberto Torres, Benito Monción, Juan Bautista Gómez que fué a pronunciar a Sabaneta, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, y otros varios cuyos nombres no recuerda, si también Juan Ramón Reyes, de Santiago, y Juan Antonio Polanco, de Macabo, a todos los cuales vió como cabecillas por las disposiciones que daban a la chusma de los sublevados. Preguntado. Si José Ramón Torres figuraba también como cabecilla desempeñando algún empleo ó cargo entre los insurrectos; dijo: Que no sabe tuviera ningún empleo yendo únicamente mandando como Gefe la partida que escoltó al destacamento capitulado hasta Monte Cristi. Preguntado. Manifieste cuantos particulares más sepa sobre los hechos de la insurrección de que se trata; dijo: Que desde el día veinte y dos hasta el primero de marzo estuvieron los insurrectos ocupando el pueblo que abandonaron en la noche de aquel día después de saquearle, llevándose la artillería al otro lado del Río, cuyos últimos hechos el declarante no presenció por haberse huido con toda su familia por temor de ser sus personas maltratadas por los revoltosos que les pillaron por completo su tienda de comercio y casa; que no tiene más que decir, añadir y quitar, siendo todo la verdad a cargo del juramento prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración, manifestó ser de veinte y cinco años de edad y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé.- Lo entrerrenglonado «hermano del» vale. Firmado: Ignacio Olrich, Aquilino Grullón Ante mí: Manuel Cantelar. 141 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez del Gefe Diligencia de haber recibido un Ofo. Comisión Ejecutiva de la prova. de Santiago de la El mismo día, mes y año el Sor. Fiscal recibió un oficio del Sor. Teniente Coronel de Artillería D. Luis Bustamante, Gefe de la Comisión Ejecutiva de la provincia de Santiago, en el cual recomienda la actividad y dá algunas instrucciones sobre éstas diligencias, cuya comunicación queda unida a continuación. Y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Comisión Egecutiva de la provincia de Santiago Siendo conbeniente que se haga sentir el peso de la Ley sobre los que han levantado vandera contra el gobierno legítimamente constituido, y siendo tanto más eficaz su acción cuanto más pronto se aplique el castigo, espero de V. que activará sin descanso las diligencias que se halla instruyendo en averiguación de los hechos; no remitiendo los presos asta tanto que su presencia en ésa sea innecesaria. Dios gde. a V. ms. años. Santiago de los Caballeros, 10 de marzo de 1863. El Tte. Cl. de Art. G. de la C. Firmado: Luis Bustamante. Sor. Fiscal de la Comisión Mr. De Guayubín. 142 A.G.I. CUBA 1011B Declaración de D. Ambrosio García A los quince días del mismo mes y año previa citación anterior se presentó D. Ambrosio García, a quien el Sor. Fiscal ante mí el Secretario se le recibió el juramento con arreglo a ordenanza, el que prestó y ofreció decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que es propietario y Capitán de las Reservas Provinciales. Preguntado. Si conoce a José Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena, José Ramón Torres, Piti Ambrosio y José Rivas y si sabe que estos tomaron parte en la insurrección que contra las instituciones del Gobierno tuvo efecto a fines del mes próximo pasado en éste punto, Monte Cristi y Sabaneta y si tiene noticias de que desempeñasen algún empleo ó comisión entre los insurrectos; dijo: Que conoce a todos los sujetos que se le nombran, a los cuales halló en Monte Cristi en el día en que el declarante llegó a aquel punto acompañando al destacamento que había capitulado en ésta Villa, a los cuales les preguntó qué era lo que hacían allí a lo que le contestaron que ellos habían sido arrastrados por sus Gefes, no sabiendo desempeñaran empleo ni comisión alguna entre los insurrectos; que con respecto a José Ramón Torres, puede decir que se ofreció a ponerse a la cabeza de la escolta de los sublevados que custodió al destacamento capitulado, hasta Monte Cristi, con el fin de evitar fuera éste maltratado por ellos mismos, lo cual hizo portándose muy bien con el destacamento quedándose en su casa situada sobre el camino, por haberle dicho el declarante que de allí en adelante ya no habría cuidado comprometiéndose él a conducirlos hasta el pueblo. Preguntado. Si los sugetos que se le han citado desempeñaron cargos militares perteneciendo anteriormente a la República Dominicana y si éstos les fueron reconocidos por el Gobierno de S. M. dijo: Que José Alejandro Mes es Alcalde Pedáneo del Peladero; 143 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez que Modesto Beliard es Teniente de Caballería de las Reservas; que José María Castro y Pedro Balbuena son también capitanes de Caballería de las Reservas; que Matías Carrasco es Celador de su partido y Peti Ambrosio y José Ribas son soldados de las Reservas constándole que Ribas fué preso por haberse propasado con alguna persona en consecuencia de hallarse ebrio; que no tiene nada más que decir, que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado, en que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración, manifestándo ser de edad de cuarenta y ocho años y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich, Ambrosio García. Ante mí: Manuel Cantelar. Declaración de D. Román de Peña Seguidamente compareció D. Román de Peña a quien el Sor. Fiscal ante mí el Secretario le recibió juramento con arreglo a ordenanza el que prestó ofrecimiento decir verdad en lo que fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que es del comercio de ésta ciudad. Preguntado. Si conoce a José Ramón Torres y si sabe tomáse parte en la sublevación del mes pasado y si sabe asimismo que el citado Torres desempeñara algún empleo o comisión entre los insurrectos; dijo: Que no sabe si el citado Torres tomó parte en la insurrección de que se trata pudiendo sólo decir que fué encargado como oficial de escoltar el destacamento que capituló hasta Monte Cristi sin embargo de lo que no llegó hasta dicho punto quedándose en su casa que se halla sobre el camino en el punto de Santana en atención a habérsele dicho por el declarante y otros señores que acompañaban como amigos al citado destacamento que se quedara, pues ellos se hacían responsables de que desde allí en adelante les sucediera algún contratiempo; que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado, en que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración, manifestó ser de veinte y nueve años de edad firmándolo con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fe. Firmado: Ignacio Olrich, Román de Peña. Ante mí: Manuel Cantelar. 144 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia haciendo constar haber sido puestos Peti Ambrosio y José Ribas en libertad los presos En la misma fecha dispuso el Sor. Fiscal poner en libertad a los presos Peti Ambrosio y José Ribas en virtud de no resultar cargo alguno contra ellos según el espiritu de la comunicación del Sor. General Gobernador de la provincia fecha ocho de éste mes que obra al folio ochenta y dos de éste sumario. Y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haber Comandante Mr. de Guayubín para ser evacuado en Monte Cristi oficiado al incluyéndole un interrogatorio Seguidamente el Sor. Fiscal dispuso remitir un interrogatorio a fin de que sea evacuado en Monte Cristi, el cual, por conducto del Sor. Coronel Comandante Militar de ésta Villa va con una comunicación al tenor siguiente: Comisión Militar de Guayubín. En vista de no haber obtenido resultado alguno en el oficio que dirigí a V.S. con fecha doce del corriente a fin de que se trasladaran a ésta Villa el Alcalde de Monte Cristi y dos ó tres vecinos honrados de aquel punto para prestar una declaración, y siendo al mismo tiempo de necesidad la declaración del Sor. General D. Ecequiel Guerrero Comandante Militar de aquel punto; adjunto le incluyo un interrogatorio para que pueda ser evacuado en dicho partido, recomiéndole al mismo tiempo su actividad a fin de poder activar según se me recomienda las diligencias que estoy instruyendo.Dios gde. a V. S. ms. as. Guayubín quince de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.- El fiscal Ignacio Olrich.- Sor. Coronel Comandante Militar de ésta Villa. Y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Olrich Ante mí: Manuel Cantelar. 145 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de haber recibido un oficio del Comand. de Armas de Monte Cristi En el mismo día mes y año el Sor. Fiscal recibió un oficio del Comandante de Armas de Monte Cristi en contestación al que se le dirigió el día doce para el comparendo de algunos testigos de aquel punto a fin de prestar varias declaraciones, cuya presentación han efectuado siendo portadores de la referida comunicación que se une seguidamente; y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Comandancia de Armas de Monte Cristi Alcalde ordinario, Síndico Regidor, Comte, D. Lorenzo Marichal, Capitán de Sección D. Francisco Paula Marichal, Sub. Teniente D. José Rivera, D. Juan Cabreja. Tengo recibido el oficio de V. por el que me encargó hacerle comparecer al Sor. Alcalde ord. y algunos individuos más. En su conocimiento he ordenado presentarse a ésa fiscalía en el término de veinte y cuatro horas a los individuos que al margen se expresa, quiénes podrán dar las declaraciones convenientes acerca de los detenidos que Vd. Indica, por haberse ellos encontrado a mi lado cuando la sublevación. Los que comparezcan podrán manifestar a V. cuanto sepan tanto de los detenidos cuanto de otros, que tomaron la misma parte y que andan fugitivos. Dios gde. a V. ms. as. Monte Cristi, 14 de marzo de 1863. Firmado: Pedro Ezequiel Gutierrez. Sor. Fiscal de la Comisión Militar de Guayubín. 146 A.G.I. CUBA 1011B Declaración del alcalde D. Francisco Grisanté. En el mismo día mes y año según el oficio de la diligencia que antecede se presentó D. Francisco Grisanté Alcalde de Monte Cristi a quien el Sor. Fiscal ante mí el Secretario se le recibió el juramento con arreglo a su clase el que prestó y ofreció decir verdad en lo que fuera interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es Alcalde de Monte Cristi. Preguntado. Si conoce a Jose Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena, Matías Carrasco, y José Ramón Torres y en tal caso manifieste si dichos individuos tomaron parte en la insurrección que tuvo lugar en Monte Cristi a fines de mes pasado; dijo: Que a excepción de José Ramón Torres que en aquellas circunstancias no se hallaba allí, los demás individuos que se le cita tomaron parte en la sublevación de que se trata y que entre ellos, Modesto Beliard y José María Castro, en compañía de un hijo del Coronel Polanco Gefe de los insurrectos fueron por disposición de éste a intimar la rendición de la plaza al Sor. General D. Ecequiel Guerrero Comandante de Armas de aquel punto, cuyo Señor llamó al declarante en aquellas circunstancias manifestándole la exigencia que trahían los dichos comisionados del Coronel Polanco, los que en nombre de éste le digeron al General Ecequiel que sino entregaba la plaza estaba dispuesto a tomarla a la fuerza con su gente a lo que dicho Sor. General le contestó que capitularía por no tener fuerza que le ayudase en cuyo caso se hubiera resistido defendiendo el pueblo y las instituciones del Gobierno. Preguntado. Si sabe el nombre del hijo del Coronel faccioso Polanco que ha citado; dijo: Que se llama José Polanco. 147 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si Pedro Balbuena y Matías Carrasco tenían algún empleo entre los insurrectos; dijo: Que Pedro Balbuena es Capitán de Caballería de las Reservas y Matías Carrasco Capitán de Sección. Preguntado. Si tiene conocimiento de que José Alejandro Mes tuviera en su casa reuniones de personas sospechosas para tratar sobre asuntos de la citada insurrección; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta que se le hace; que no tiene nada más que decir siendo todo la verdad, a cargo del juramento prestado, en que se afirmó y ratificó, leída que le fue ésta su declaración, manifestándo ser mayor de veinte y cinco años y lo firmo con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich, Francois Grisante. Ante mí: Manuel Cantelar. Declaración del Regidor D. Andrés García Seguidamente compareció el Regidor D. Andrés García a quien el Sor. Fiscal ante mí el Secretario se le exigió el juramento con arreglo a ordenanza por el que ofreció decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que es Regidor en Monte Cristi. Preguntado. Si conoce a José Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena y Matías Carrasco y si sabe que los dichos tomaron parte en la insurrección que tuvo efecto en Monte Cristi a fines del mes pasado y si desempeñaron algún empleo ó comisión entre los sublevados; dijo: Que no sabe si los sugetos que se le preguntan tomaron parte en la insurrección habiendo únicamente oido decir que Modesto Beliard y José María Castro en compañía de José Polanco hijo del Coronel del mismo nombre Gefe de los sublevados, habían sido comisionados por éste para hacer capitular el Sor. Comandante de Armas de aquel punto General D. Ecequiel Guerrero, que supo también que los demás se hallaron entre los sublevados entre los cuales él únicamente vió a Matías Carrasco. Preguntado. Por quien supo que los citados sujetos se hallaban entre los sublevados desempeñando la comisión de que lleva hecha referencia; dijo: Que lo supo por el General Ecequiel y otras personas que de ello le informaron al ser llamado para que firmara como testigo el convenio de capitulación que hizo el General Ecequiel Guerrero con el Gefe de los sublevados Juan Antonio Polanco; que no tiene nada más que decir, 148 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos añadir ni quitar, siendo todo la verdad a cargo del juramento prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración, manifestó ser de edad de sesenta y nueve años y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich, Andres García. Ante mí: Manuel Cantelar. Declaración de D. Lorenzo Marichal. Acto continuo se presentó D. Lorenzo Marichal a quien el Sor. Fiscal ante mí el Secretario le recibió juramento con arreglo a ordenanza, el que prestó y ofreció decir verdad en lo que fuera interrogado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que es Comandante de Guardia Civil retirado. Preguntado. Si conoce a José Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena y Matías Carrasco, y si sabe tomaron parte en la insurrección que tuvo lugar en Monte Cristi a fines del mes pasado, desempeñando empleo ó cargo entre los insurrectos; dijo: Conoce a los sujetos que se le nombran a los cuales vió entre los sublevados no pudiendo sin embargo decir si tomaron ó no parten en la insurrección que se trata, y habiendo sido llamado por General D. Ecequiel Guerrero, el cual le manifestó que Beliard, Castro y José Polanco le habían sido embiados por el Gefe de los sublevados Juan Antonio Polanco con el obgeto de hacerle entregar la plaza pues que de lo contrario la tomarían a la fuerza con su gente, en consecuencia de lo que y no teniendo medios de defensa se resolvió el Sr. General Ecequiel a capitular, cuya capitulación firmó como testigo el declarante; que no tiene nada más que decir siendo lo dicho la verdad a cargo del juramento prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración, manifestó ser mayor de edad y lo firmó con el Sor. Fiscal y presente Secretario de que doy fé. Firmado: Ignacio Olrich, Lorenzo Marichal. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de haberse trasladado esta Comisión Militar Santiago de los Caballeros conduciendo varios presos a A los quince días del citado mes y año en virtud de la orden verbal del Excmo. Sor. Teniente General D. Pedro Santana, General en Gefe de todas la fuerzas de ésta provincia el Sor. Fiscal dispuso trasladarse inmediatamente a Santiago de los Caballeros, conduciendo al propio tiempo los presos José Alejandro Mes, Modesto Beliard, 149 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez José María Castro, Pedro Balbuena, Matías Carrasco y José Ramón Torres; y para que conste se anota por diligencia que firmó dicho Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. Diligencia de entrega A los diez y nueve días de los corrientes mes y año, habiendo llegado a ésta ciudad a última hora del día de ayer, el Sor. Fiscal acompañado de mí el Secretario se presentó al Sor. Gobernador Militar y le hizo entrega de éstas diligencias que constan de noventa y siete hojas habiles, practicando lo propio con los presos que vinieron con el Sor. Fiscal, los cuales son José Alejandro Mes, Modesto Beliard, José María Castro, Pedro Balbuena, Matías Carrasco y José Ramón Torres; y para que conste por diligencia lo firmó el Sor. Fiscal conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Olrich. Ante mí: Manuel Cantelar. 150 A.G.I. CUBA 1011B Santiago de los Caballeros, 19 de marzo de 1863. Pase al Sor. Tte. Corl. Presidente de la Comisión Militar Egecutiva para los efectos que son consiguientes. El Brig. Comte. Gral. Firmado: Buceta. Santiago 19 de marzo de 1863. Pase al Sor. Comte. D. Francisco Aguilera Fiscal de la Comisión Mr. Para que continué las actuaciones. El T. C. Presidente de la Comn. Firmado: Luis Bustamante. Francisco Aguilera y Uribe Teniente Coronel graduado 2º. Comandante del Batallón de San Marcial No. 2 de Infantería, Fiscal nombrado por el Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla para actuar como tal en la Comisión Militar permanente creada con arreglo a la ley de 17 de abril de 1821 y publicada en 28 de febrero último. Aceptación de Secretario Certifico: Que en cumplimiento que aparece en el folio noventa y siete de las diligencias que anteceden, del Señor Presidente de la Comisión, hice comparecer al Teniente del espresado Batallón D. Miguel Cáceres y Díaz, a quien S.E. ha nombrado por Secretario de la espresada Comisión; cuyo empleo dijo aceptava y prometió bajo su palabra de honor proceder con lealtad en cuanto actue; y para que conste lo pongo y firmó conmigo en Santiago a veinte de marzo de mil ochocientos sesenta y tres. Firmado: Francisco Aguilera, Miguel Cáceres. 151 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de suspensión Inmediatamente y en razón a estar actuando en otras cuatro sumarias en averiguación de los mismos estremos a que esta se refiere, dispuso el Sor. Fiscal se pusiera ésta diligencia de suspensión hasta que haya tiempo para continuarla; y para que conste lo pongo por diligencia que firmó dicho Señor conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Aguilera Miguel Cáceres. Diligencia de entrega En dicha ciudad a los veinte y cinco días del referido mes y año ecsaminada que fué esta sumaria dispuso el Señor Fiscal pasar al Presidente de la Comisión el oficio que a la letra dice asi.- Examinada la sumaria instruida en Monte Cristi y Guayubín en averiguación de la parte que pudieron tomar en la rebelión de dichos puntos los capitanes de Dragones José María Castro y Pedro Balbuena el Teniente de los mismos Modesto Beliard y los paisanos José Alejandro Mes, Matías Carrasco y José Ramón Torres y resultando solamente evacuadas las declaraciones indagatorias por lo que es de necesidad pasar a los espresados lugares para interrogar a los testigos citados por los mismos tengo el honor de pasar a manos de V. la espresada sumaria a fin de que si cree atendibles las razones espuestas se sirva nombrar un fiscal que con el indicado obgeto se traslade a los puntos indicados.- Con cuyo oficio se remitió al espresado Señor Presidente de la citada Comisión ésta sumaria compuesta de noventa y ocho hojas útiles sin contar con la cubierta y para que conste lo pongo por diligencia que firmó dicho señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Aguilera. Ante mí: Miguel Cáceres. Santiago, 25 de marzo de 1863. Al Sor. Capitán D. Vicente Atienza, Fiscal de la Comisión Mr. Para que continue el proceso. El T. C. Presidente de la Comn. Mr. Firmado: Luis Bustamante. 152 A.G.I. CUBA 1011B Comandancia General del Cibao Adjunto incluyo a V. una causa para continuar las actuaciones le dirige el Señor Presidente de la Comisión Militar esperando de su acreditado celo, que procurará activarlas sin levantar mano, procurando hacer constar los nombres de los individuos que dirigieron el movimiento revolucionario. Dios gde. a V. ms. as. Santiago de los Caballeros, 26 de marzo de 1863. Firmado: Manuel Buceta. Sor. Fiscal de la Comn. Militar. Capitán D. Vicente Atienza. Vicente Atienza y Martinez capitán del Batallón de San Quintín número tres de Infantería de éste ejército, fiscal nombrado por el Señor Teniente Coronel presidente de la comisión militar permanente de Santiago de los Caballeros para actuar en el preciso averiguación de los promovedores de la rebelión que contra el Gobierno de S. M. ha tenido lugar. Certifico: Que en cumplimiento al decreto del Señor Brigadier Comandante General de la provincia del Cibao para que actue como Secretario de ésta fiscalía en otras causas el Subteniente de la Compañía de Granaderos D. Inocencio Cárdenas y Vasallo y no habiendo elegido otro para ésta nombro al mismo para que ejerza iguales funciones en éste proceso y enterado de la obligación que contrae acepta y promete bajo su palabra de honor guardar sigilo y fidelidad en cuanto actuó; y para que conste lo firmó conmigo en Guayubín á veinte y nueve de marzo de mil ochocientos sesenta y tres. Firmado: Vicente Atienza. Inocencio Cárdenas. 153 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de haber recibido ésta causa En el referido día mes y año el Señor Fiscal recivió ésta causa por la cual y en virtud del decreto que obra al folio noventa y ocho vuelto por el que el Señor Presidente de la Comisión Militar Egecutiva le ordena su continuación, dispuso se hiciese constar por diligencia haberla recivido firmándolo conmigo Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. Diligencia de unir un oficio del Señor Brigadier Com. General del Cibao En el dicho día mes y año el Señor Fiscal recivió un oficio del Señor Brigadier Comandante General de la provincia en que le adjuntava la cuasa que espresa la diligencia anterior recomendando su actividad y de unirse a éstas actuaciones dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia de que yo Secretario Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. Declaración del paisano D. Francisco Jabier de Peña Seguidamente compareció por mandato del Señor General Comandante General de la línea del Noreste D. José Hungría el paisano D. Francisco Jabier de Peña a quien el Señor Fiscal le advirtió la obligación que tenía de decir verdad ofreciéndolo y preguntado por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa de las labores del campo. Preguntado. Si conoce al General D. Juan Evangelista de Peña (sic) y á tenido alguna comisión para él o la recivido de dicho General diga cuales hayan sido y en que términos las a evacuado; dijo: Que conoce al General por que se le pregunta, que no ha tenido para él comición alguna, pero que fue comisiónado por dicho General en unión de Rafael Castro y Juan Carlos Castro para acompañar a Antonio Rodríguez correo portador de un pliego dirigido al General Simón Gefe de las fuerzas de la frontera de Haiti, al que entregaron dicha comunicación recibiendo del otro pliego para el General Lucas a quiénes se lo entregaron. 154 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Que obgeto tenía el pliego que condujeron cual, fué la contestación del General Simón y que habló dicho General con los comisiónados; dijo: Que el obgeto del pliego cree fuera pedir ausilio a la vecina república de Haití para el movimiento que el General Lucas proyectaba y que la contestación según oyó decir a Antonio Rodríguez hera negativa. Preguntado. Si sabía que dicho General Lucas intentaba ponerse al frente de la rebelión así como el obgeto que ésta tuviera y las ideas que se propalaban con éste fin; dijo: Que sabía que el General Lucas figuraba a la cabeza de la rebelión y que su obgeto era restablecer la bandera Dominicana y las ideas que propalaban era que se iba a establecer por el Gobierno español la esclavitud y otras varias en contra del Gobierno. Preguntado. Que personas creen las que más propalaban estas ideas; dijo: Que eran voces generales difundidas al pueblo por los cabecillas principales. Preguntado. Si tiene más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que prestó en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración dijo ser de edad de cincuenta años é hizo la señal de cruz por no saber escribir, firmándolo el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Diligencia de haberse trasladado la Fiscalía a Monte Cristi A los treinta días de dicho mes y año se trasladó el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario para el pueblo de Monte Cristi por ecsijirlo así las diferentes actuaciones que tiene a su cargo, y con obgeto de evacuar las citas que en éste pueblo hubiese; y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico. Firmado Atienza. Inocencio Cárdenas. 155 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de suspensión A los treinta y un días de dicho mes y año dispuse suspender estas actuaciones en virtud de no haber diligencia alguna que evacuar por ahora; y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmándolo dicho Señor conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cardenas. Diligencia de haber pasado a Guayubín y seguir las actuaciones A los cinco días de dicho mes y año se trasladó el Señor Fiscal acompañado del Secretario al pueblo de Guayubín por tener evacuadas la diligencias que devían efectuarse en Monte Cristi, así como de continuamiento de éstas actuaciones; y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. Declaración de D. Juan Ramón Reyes En el pueblo de Guayubín a los seis días del espresado mes y año compareció ante el señor Fiscal y presente secretario D. Juan Ramón Reyes vecino de Santiago a quien dicho Señor Fiscal le hizo prestar juramento con arreglo a ordenanza por el que ofreció decir verdad en cuanto fuere preguntado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa de los negocios del campo. Preguntado. Si tiene conocimiento de los hechos que tuvieron lugar en este punto diga por quien lo sabe y de cuanto tenga conocimiento; dijo: Que hayándose fundando un hato en el lugar de la ciénega en la jurisdicción de Sabaneta, tuvo conocimiento de la insurrección que inmediatamente se puso en marcha para éste punto con obgeto de seguir hasta Santiago para atender a su familia y que al pasar por éste pueblo y solicitar la licencia para Santiago le fue negada por el General Lucas que mandaba la plaza y embargado para escribir alguna carta y comunicaciones que se vió forzado hacer hasta que a los cuatro días no siéndole posible seguir para Santiago por tener cortado el paso se huyó, para la ciénaga nuevamente donde permaneció mientras duró la revolución continuando en dicho punto hasta que recivió la noticia del indulto en que se presentó para acogerse a él. 156 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Que comunicaciones escrivió a quiénes iban dirijidas y quien las dictaba los mismo que las cartas particulares cual era su obgeto a qué personas y en qué términos concevidas; dijo: Que las comunicaciones que puso fueron dirigidas a los Comandantes de Sabaneta y Monte Cristi con el objeto del sostenimiento de la rebelión que las dictava el mismo General Lucas y que no recuerda haber puesto otras de ninguna especie ni cartas. Preguntado. Quiénes eran los que figuraban como Comandantes de los puntos que ha citado; dijo: Que el General Batista de Sabaneta y de Monte Cristi el Coronel D. Juan Antonio Polanco. Preguntado. Quiénes eran los Gefes de la rebelión en éste punto quiénes los cabecillas y diga cuanto recuerde se hayaban adictos a la rebelión y figurasen con cargo alguno en ella; dijo: Que los Gefes principales eran el General D. Lucas E. de Peña y el Comandante D. Norberto Torres figurando después D. Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, el Comandante D. Victoriano Cordero, capitán Benito Monción, el Comandante José de los Santos (a) Inglés y su hijo, y otros que no recuerda. Preguntado. Cual era el principal obgeto de la rebelión qué ideas circulaban entre los insurrectos y qué atentados contra la propiedad y las personas hubo indicando los perpetradores; dijo: Que su principal obgeto era poner la bandera Dominicana que la voces que circulaban hera que se había quitado las armas al pueblo para poner mejor la esclavitud que era lo que se quería impedir por medio de la revolución ignorando si hubo algún atentado. Preguntado. Cuanto tiempo acía que se hallaba en el punto llamado de la Ciénega; dijo: Que haría prócsimamente cinco meses que se encontraba en el referido punto ocupado en la fundación de que ya tiene hecho mérito. Preguntado. Si casualmente conserva en su poder alguno de los documentos relativos a la revolución; dijo: Que no obra ningúno en su poder. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída 157 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez que le fue esta su declaración; dijo: Ser de edad treinta y cuatro años firmándola con el Señor Fiscal y presente Secretario de que Certifico. Firmado: Vicente Atienza, R. Reyes. Ante mí: Inocencio Cárdenas. Diligencia de haber pasado comunicación al Coronel Comandante Militar de Guayubín Seguidamente dispuso al Señor Fiscal pasar atento oficio al Señor Coronel Comandante Militar de éste punto a fin de que se sirva facilitarle una relación de todos los individuos de la jurisdicción de Guayuiín que pertenecen a las Reservas Provinciales en activo; y para que conste se anota por diligencia que firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. Diligencia haciendo constar varios individuos Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar oficio al Señor Comandante Militar de éste punto para que se sirva hacer comparecer a ésta fiscalía a prestar su declaración los individuos que especifica una relación que le adjunta manifestándole al mismo tiempo que en su contestación especifique los que pertenecen a otra jurisdicción ó sepa que se hayan presos ó prófugos; y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se hiciera constar por diligencia firmándola conmigo el Secretario que certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. Diligencia mandando proceder a la prision de D. Juan Ramón Reyes, Blanco Seguidamente el Señor Fiscal habiendo visto que el individuo D. Juan Ramón Reyes que de orden del Señor General Comandante General de la línea del Nororeste D. Jose Hungría, se había presentado en ésta fiscalía a prestar su declaración como simple testigo presencial de la insurrección de éste punto en cuyo concepto le fué tomado y resultando en los autos ser uno de los que figuran como cabezilla de dicha rebelión, dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación al Señor Comandante militar para que procediera a su arresto dando conocimiento de haberse así efectuado; y 158 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. Diligencia de unir un oficio del Señor Comandante de Armas En dicho día mes y año recibió el Señor Fiscal un oficio del Señor Comandante Militar de éste pueblo en que le participa hayarse preso y a disposición de ésta fiscalía D. Juan Ramón Reyes cuyo individuo se le ordenó prender por la misma en el día de hoy; y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cardenas. Diligencia pasando oficio al Señor Brigaider Comandante General del Cibao participandole la prision de D. Juan Ramón Reyes Seguidamente dispuso el Señor Fiscal pasar atenta comunicación al Señor Brigadier Comandante General del Cibao participándole la prisión de D. Juan Ramón Reyes en razón de constar en autos ser uno de los que tomaron parte activa en la rebelión de éste pueblo; y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmándola con el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. Dilgencia pasando oficio al Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar Acto seguido dispuso el Señor Fiscal pasar oficio al Señor Presidente de la Comisión Militar participándole la prision de D. Juan Ramón Reyes en razón de constar en autos ser uno de los que tomaron parte activa en la rebelión de éste punto; y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmádola con el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. 159 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez En el mismo día mes y año dispuso el Señor Fiscal se uniese a éste proceso un ejemplar del decreto de indulto del Excmo. Diligencia uniendo el decreto de indulto del Excmo. Sor. Capitán General Señor Capitán General y de quedar unido dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. (A continuación figura el decreto a que se refiere la anterior diligencia firmado por el Capitán General D. Felipe Ribero y Lemoyne, fechado an Santo Domingo el 16 de marzo de 1863.- Texto Impreso). 160 A.G.I. CUBA 1011B Comandancia Militar de Guayubín En consecuencia de la comunicación de Vd. fecha de hoy, en que me previene la prisión del Sr. D. Juan Ramón Reyes, participo a Vd. que queda cumplimentada dicha disposición y dicho individuo en la Carcel de éste pueblo, a disposición de esa fiscalía. Dios gde. a V.ms as. Guayubín, 6 de abril de 1863. El Comandante Miltar. Firmado: E. Alvarez. Sor. Capitán Fiscal de la Comisión Militar en Guayubín. Declaración del paisano Juan Carlos Castro En el mismo punto a los siete días del espresado mes y año compareció ante el señor Fiscal el paisano Juan Carlos Castro, previa citación, a quien el Señor Fiscal tomó el juramento según su clase y con arreglo a ordenanza por lo que prometió decir verdad y preguntado por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa en las labores del campo. Preguntado. Donde se hayó en los días en que los insurrectos estuvieron en éste pueblo; dijo: Que estándo en su casa en el Botoncillo fue requerido por el General Lucas para ir acompañando un correo que dirigía dicho Lucas a la vecina república de Haiti habiendole mandado a buscar a él y a su hermano Rafael y á Francisco Javier de Peña porque sabía que se hayaban bien montados. Que acudió a éste llamamiento lo mismo que su hermano temeroso de un atropello acompañando a Antonio Rodríguez portador de dicho pliego. 161 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. A quien hiva dirigido el pliego de que se hace referencia, qué contenía, a qué punto llegaron, quién lo recibió, que personas hayaron en él y qué contestación trajeron; dijo: Que el pleigo debería ir dirigido al General haitiano Simón puesto que a él le fue entregado en el punto de Juana Méndez, primer pueblo de Haití, que no hayaron más personas que las naturales del país a los que no entiende por hablar otra lengua y que recivida que fué la constestación volvieron y entregándola al General Lucas marcharon para su casa ignorando el contenido de ambos pliegos. Preguntado. Quiénes eran los cabecillas de la rebelión en éste punto así como los que más figurasen al lado de éstos; dijo: Que eran los principales el General Lucas y Norberto Torres que fueron los únicos que vió en el corto tiempo en que estuvo en el pueblo. Preguntado. Qué obgeto tenía la rbelión y qué ideas de propalaban; dijo: Que cree sería el restablecimiento de la bandera Dominicana que vió puesta en éste pueblo ignorando las voces que circulaban. Preguntado. Si conoce a José Ramón Torres y Juan Ramón Reyes y saben la parte que hayan tomado en la revolución y los cargos que hubieran desempeñado; dijo: Que conoce a los sujetos por que se le pregunta pero ignora la parte que hayan tomado en la revolución. Preguntado. Si a más de la comisión que desempeñó y ya tiene dicha prestó algún otro servicio ó obtuvo algún cargo ó recompensa por ellos; dijo: Que no desempeñó cargo ni prestó servicio alguno y menos tuvo remuneración. Preguntado. Si sabe se hayan comtido en el pueblo ecsesos contra personas o propiedades diga cuales hayan sido estos; dijo: Que nada sabe sobre el particular. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente haciendo la señal de Cruz con el Señor Fiscal que lo firmó conmigo el Secretario que certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. 162 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Indagatoria de Raimundo Jaque Seguidamente dispuso el Señor Fiscal pasar a la Cárcel de éste pueblo donde se encuentra preso el Alcalde Pedáneo de Sabaneta Raimundo Jaque a quien el Señor Fiscal le advirtió que iba a prestar su primera indagatoria y de la obligación que tenía de dicir verdad, lo cual prometió y. Preguntado. Por su nombre, edad, empleo, patria y estado y religión; dijo: Ser y llamarse como queda dicho de edad de cuarenta años natural de Guraba avecindado en Sabaneta su estado viudo con religión (C. A. R.) Preguntado. Si durante los acontecimientos que tuvieron lugar en el mes de febrero último se hayó desempeñando algún cargo entre los insurrectos; dijo: Que de orden del Alcalde de la común de Sabaneta D. Santiago Rodríguez le fue confiada una guardia de seis hombres apostada en el camino de Santiago con obgeto de impedir el transito a los que no llebasen un pasaporte firmado por dicho D. Santiago Rodríguez así como asegurar y remitir ante él a los que no tuvieran ese documentos. Que permaneció durante ocho días en el referido puesto hasta que sabiendo llegaban fuerzas españolas se huyó para la Sierra marchándose los individuos que tenía cada uno para su casa. Preguntado. Quiénes eran los que figuraban como cabeza de la revolución citando todos los individuos que recuerda se hallaban con las armas en la mano ó fuesen promovedores de la insurrección; dijo: Que los únicos que él conoce y vió fueron al ya citado Santiago Rodríguez, al Coronel Ignacio Reyes y Justo Carrasco que fué quien reunió la gente para marchar para Santiago llebando según cree como unos treinta hombres. Preguntado. Qué obgeto tenía la rebolución cuáles eran las ideas que circulaban y qué grado ó empleo le fué conferido por los rebeldes; dijo: Que aunque no lo vió le dijeron que el obgeto era quitar la bandera española y poner la dominicana, como ya lo habían hecho en Guayubín, Monte Cristi, Sabaneta y que igualmente le dijeron que los españoles querían esclabizar los dominicanos y que con ese obgeto se les había quitado las armas con otras que no recuerda, que no le dieron empleo alguno. Preguntado. Que órdenes le dió a Pedro Almonte que mandaba una ronda y vino a este punto con ella; dijo: Que habiéndole dicho el citado Pedro Almonte que tenía que venir para el pueblo a su casa de Jarbon a llebar comida para su familia y sabiendo que 163 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez tenia enemigos le facilitara gente que le acompañase por lo cual nombró dos que se llamaban Angel Gómez, Juan Gómez, volviéndose el primero y que no le dió orden alguna. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad según lo tiene prometido en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su primera indagatoria dejándola en esta disposición por si hubiese necesidad de continuarla, haciendo la señal de curz por no saber firmar y firmandola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración de Diego Crespo paisano Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario (previa citación) D. Diego Crespo a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento con arreglo a ordenanza por el cual prometio decir verdad en cuanto se le interrogase y preguntado por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa de las labores del campo. Preguntado. Si se hayó en éste pueblo en los días de la insurrección por qué motivo y qué cargos desempeñó; dijo: Que hayándose en su casa ocupado en las labores de ella le dijeron su esposa y uno de sus hijos que habían oido tres cañonazos que suponían eran la alarma lo que no creyó el declarante por no ser costumbre entre los españoles, que sin embargo mandó su referido hijo con obgeto de informarse de lo que ocurría y a su regreso le dijo que estaba enarbolada la bandera Dominicana, que en la Casa del Gobierno se hayaban el General Lucas, el Comandante Norberto Torres, Juan Ramón Reyes, el Coronel Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú y que Norberto le habia dado orden de incorporarse a sus escuadrones y el General Lucas de que volviera a su casa para que inmediatamente se le presentara el que narra que si no lo mandaria a buscar por lo que temeroso de cualquier atropello mandó a buscar su caballo y llegó al pueblo en la tarde del mismo día. Qué presentándose al General le ordenó éste le sirviera de Secretario a lo cual se negó prestestándo su ancianidad y achaques, pero que instado por el mismo y temiendo contradecirle totalmente acsedió a escrivir alguna cosa que no pudieron hacer los dos Secretarios que tenía. Que lo primero que del solicitó fué una carta para el General haitiano Simón lo que no quiso efectuar porque no quería 164 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos según dijo al mismo General Lucas mesclarle en nada que tuviese relación con los haitianos; que al siguiente día de lo referido fué llamado para traducir una carta del dicho General Simón negándose hacerlo por escrito y solo verbalmente y que lo unico que escribió fue una proclama a las tropas dictada por el General Lucas y el Comandante Norberto; que al tercer día viendo que se empezaba a atacar las propiedades puesto que se había dado orden de coger reses fueran de quien fuesen, a pie y después de haber dicho al mismo General Lucas que aquello era proceder mal y si faltaban reses debería llevarse anotación de las que se consumían y dueños de ellas, aún exponiéndose a ser presos y atropellos regresó a su casa sin volver a saber nada de la rebolución. Preguntado. Quiénes eran los cabecillas de la revolución y qué otras personas se hayaban mezcladas en ella, con espresión de los carogs que desempeñaban; dijo: Que los que recuerda son el General Lucas Evangelista de Peña, Comandante Norberto Torres, Coronel Don Juan de la Cruz Albarez (a) Cacú, Capitán Ayudante de Plaza y Secretario Juan Ramón Reyes, Comandantes Benito Monción, Victorino Cordero, José Vicente de los Santos (a) Inglés, Juan Bautista (a) Dorcel, Capitán Albaro de Peña, Alfereces San Batista y San Méquita y José de los Santos hijo del Inglés que recuerda también al General D. Bartolomé Mejía que salió de éste punto con una partida de insurrectos a Santiago y además de oídas sabe que en Monte Cristi estaban a la cabeza de la insurrección con D. José Olivo Coronel, Don Juan Antonio Polanco y en Sabaneta el General D. Antonio Batista y el Coronel D. Santiago Rodríguez y que el que se defindió fué Justo Carrasco Comandante. Preguntado. Cuál era el cotenido de la comunicación Haitiana que tradujo verbalmente al General Lucas; dijo: Que no tiene presente el contenido literal de dicha comunicación, pero que poco más o menos decía: «Que había recivido su carta que simpatizaba con sus ideas de emanciparse del Gobierno español y que de su comunicación había dado parte a su Gobierno y que interin recibía instrucciones de su mismo gobierno, le rogaba a Dios por su justa causa». Preguntado. Qué obgeto era el que tenía la revolución y qué ideas circulaban entre los insurrectos; dijo: Que su obgeto era el restablecimiento de la bandera dominicana, que sus ideas heran las de no querer satisfacer tantos impuestos y otras varias según a la clase que pertenecían los que la propalaban. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída 165 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad de sesenta y tres años firmándolo con el Señor Fiscal de que yo Secretario certifico. Firmado: Vicente Atienza, Diego Crespo. Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración del paisano Bonifacio Núñez Seguidamente comparecieron ante el Señor Fiscal y presente Secretario de Orden del Señor General Hungría el pasisano Bonifacio Núñez a quien dicho Señor le hizo prestar juramento con arreglo a ordenanza por el cual prometió decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Ser y llamarse como queda dicho y que se ocupa del campo. Preguntado. Si tiene algún hecho particular de que hacer mención referente a la sublevación de éste punto; dijo: Que hayándose en su casa en Pilot en los días de la sublevación entró en ella Pedro Almonte vecino de Jarbon acompañado de tres individuos más en los que sólo conoció a Juan Gómez diciéndole que llevaban orden de matarlo por lo que el declarante corrió huyendo de su casa dejándoles en ella y refugiándose en Hatillo. Que al siguiente día fue a su casa acompañado de Juan Guzmán y Manuel Núñez vecinos del Hatillo y encontraron rota una ventana y descerrajados los baules de que faltaban ciento ocho pesos fuertes propiedad del declarante que tenía en las monedas siguientes; seis onzas de moneda española en pesetas sevillanas y otras tres en plata menuda y además un sombrero; lo que puede certificar el Abanderado del Batallón de San Quintín número tres Don Pedro Gonzalo a quien le vendió un ganado en seis onzas y que la plata hacía tiempo la tenía en su poder. Preguntado. De quien llevaban orden de matarle el dicho Pedro Almonte y los que le acompañaban; dijo: Que según dijeron ellos llevaban orden de matarlo de Raimundo Jaque Alcalde Pedáneo de Jarabo. Preguntado. Si sabe de algún otro hecho como el suyo cite los que sean y personas que lo comterieron; dijo: Que no tiene conocimiento alguno de lo que se le pregunta. Preguntado. Quiénes eran los gefes de la revolución en éste punto, cuales las voces que corráin y obgeto de la rebelión y si el declarante tomó alguna parte en ella desempeñando cargos ó comisiones; dijo: Que ignora todo lo que se le pregunta porque tan luego 166 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos como oyó los cañonazos de alarma marchó hacia Santiago y uniéndose a las fuerzas que mandaba el General Hungría lo despachó éste como Correo para Santiago donde permaneció hasta que las tropas entraron en Guayubín que teniendo su caballo malo no pudo seguir quedándose en su casa que fué cuando la aconteció lo referido. Preguntado. Si tiene mes que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración; dijo: Ser de edad de treinta años y lo firmó con el Señor Fiscal de que yo Secretario certifico. Firmado: Vicente Atienza, Bonifacio Nuñez. Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración de Ramón Regalado A los ocho días de dicho mes y año compareció el Señor Fiscal y presente Secretario previa citación el paisano Ramón Regalado a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento según su clase y con arreglo a ordenanza por el cual prometió decir verdad y preguntado por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa en el campo. Preguntado. Donde se hayó durante las ocurrencias que tubieron lugar en éste punto; dijo: Que se hayaba en su casa de Botoncillo y vino al pueblo en busca de una hija suya y el Comandante Norberto le dijo que avisara a su hermano José Ramón Torres y al Capitán Victorino Cordero lo que efectuó al regreso para su casa siendo ésta la única cosa que hizo durante la revolución teniendo oculto su caballo para que no lo obligaran a montar ni prestar ningún servicio. Preguntado. Quiénes eran los cabezillas de la revolucion y promovedores de ella; dijo: Que los que recuerda son el General Lucas, Norberto Torres y Benito Monción Preguntado. Leídas que les fueron las relaciones que obran a los folios diez y ocho 50 y 51 diga si conoce a los individuos que comprende y saben hayan tomado parte en la revolución; dijo: Que a más de los tres que lleba referidos recuerda haber visto entre los que se le han leído a Santiago Rodríguez, Cacú, José (a) El Inglés, Victorino Cordero, Dorse, Alvaro de Peña. Tomás Inglés, Juan Ramón Reyes, Blanco, Jacinto Ramón, Angel Núñez, Mayor Inglés y San Batista ignorando los cargos que desempeñaban. 167 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si sabe ó á oido decir se hayan cometido robos o abusos, diga por quien y en qué forma; dijo: Que ignora lo que se le pregunta. Preguntado. Si tiene algo más que decir sobre lo que se le a preguntado; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente haciendo la señal de cruz firmandolo el Señor Fiscal con el Secretario de que Certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración del paisano Juan de la Paz Cordero Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal el paisano Juan de la Paz Cordero a quien dicho Señor le hizo prestar juramento con arreglo a ordenanza por el cual prometió decir verdad en cuanto fuere preguntado y habiéndolo sido por su nombre y profesión; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa en el campo. Preguntado. Si se encontró en éste pueblo durante las últimas ocurrencias y prestó algún servicio en ellas; dijo: Que recibió aviso dos veces del Comandante Norberto Torres para que se le presentase ó de lo contrario se vería obligado a castigarle, a cuya amenzaba se presentó al dicho Norberto y en la tarde del mismo día regresó a su casa a continuar sus trabajos, sin haber desempeñado comisión ni servicio alguno. Preguntado. Si en las personas que hubo en el pueblo durante la revolución se hallaban los que figuran en las relaciones que se le leen y obra en los folios 18, 50 y 51; dijo: Que se encontraban Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez, D. Diego Crespo, Coronel D. Ignacio Reyes, D. Victorino Cordero, San Mequita, General Lucas, Benito Monción, Jacinto Ramos, Dorse, Juan Ramón Reyes de color negro, Angel Nuñez y San Batista. Preguntado. Si sabe que se cometirera algún robo ó desórdenes de cualquier género; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta. 168 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente he hizo la señal de cruz firmándolo el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Diligencia de haber recibido un oficio Señor Presidente de la Comisión Militar y varios documentos del En dicho día mes y año el Señor Fiscal recibió una comunicación con decreto marginal del Señor Presidente de la comisión militar en que ordena se solicite el embargo de los bienes de los rebeldes que figuran en la causa con inclusión de un expediente promovido por D. Juan Grullón vecino de ésta y de quedar unidos dichos oficios a éstas actuaciones dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmándola conmigo el Secretario que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. Diligencia uniendo una relación de los individuos clasificados de Guayubín Seguidamente el Señor Fiscal recibió del Señor Coronel Comanandate militar de éste punto una relación comprensiva de los individuos que pertenecen a las Reservas Provinciales y son vecinos de ésta jurisdicción y de haber unido dicho documento a éstas actuaciones dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmandola dicho señor con el Secretario de que ceritifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. 169 A.G.I. CUBA 1011B Comandancia General del Cibao Para los efectos que puedan convenir incluyo a Vd. La solicitud que en reclamación de indemnización por las pérdidas (efectuadas) esperimentadas en el saqueo que efectuaron en su casa los revolucionarios de Guayubín, dirigió a ésta Comandancia Gral. el vecino de la misma población Juan Grullón y Grullón. Dios gde. a V. S. ms. as. Santiago, 5 de abril de 1863. Firmado: Manuel Buceta. Señor Presidente de la Comisión Militar Al margen dice: Santiago 5 de abril de 1863.- Al Sor. Fiscal de la Comisión Mr. Para que solicite el embargo de los bienes de los reveldes que figuren en la causa con arreglo a la R. l. Orden que cita el Sor. Asesor del Juzgado de guerra.- El T. C. Presidente de la Cn.Firmado: Luis Bustamante. 170 A.G.I. CUBA 1011B Relación de los individuos clasificados en activo y pasibo que pertenecen a las Reservas Provinciales de ésta isla y son vecinos de la Comun de San Lorenzo de Guayubín. Nº 1 Clase Gl. de Div. Nombre Lucas de Peña Relacion Activo 2 Id. Juan del Rosario Pasivo 3 Id. Ml. Jimenez Id. Finado 4 Id. Bartolo Megias Pasivo 5 Id. Sebastian Reyes Activo 6 Id. Gaspar Polanco Pasivo 7 Coronel Felis Escarfuller Activo 8 Id. Juan Ant. Polanco Activo 9 Teniente Cl. Julián Silva Activo 10 Id. Juan Carlos Francisco Pasivo 11 Id. Bitorino Cordero Pasivo 12 Id. Mgl de Luis Mieses Activo 13 capitán Miguel Megias Activo 14 Id. Fernando Pérez Id. 15 Teniente Benito Monción Pasivo 16 capitán Santiago Ventura Pasivo 17 Id. José Carlos Rodriguez Pasivo 18 Id. Albaro de Peña Id. 19 Id. Mitilus Gonil Id. 20 Teniente Raimundo Garcia Activo 21 Id. Eugenio Beliard Pasivo 22 Id. Felis Gómez Id. 23 Teniente Juan R. Reyes Pasivo 24 25 Id. Alferes Francisco A. Blanco A. Ramón Reyes Id. Id. San Lorenzo de Guayubín, 8 de abril de 1863. El Comandante Militar. Firmado: E. Alvarez. 171 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Declaracion de D. Angel Núñez paisano A los nueve dias de dicho mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario, previa citación, D. Angel Nuñez a quien el Señor Fiscal tomó el juramento de ordenanza según su clase por el cual prometió decir verdad en cuanto se le preguntare y habiéndolo sido por su nombre y empleo deijo llamarse como queda dicho y que se ocupa del campo. Preguntado. Si tiene conocimiento de los hechos que tuvieron lugar en éste punto diga por quién lo sabe y de cuanto tenga conocimiento; dijo: Que ignorante de lo que sucedía vino al pueblo el mismo día que los insurrectos pusieron la bandera dominicana, con obgeto de arreglar unas cuentas que tenía pendientes, al ver la rebelión convino con D. Juan Grullón, Asir Fondeu, Aquilino Grullón y José Pérez no marchando Fernando Pérez por no tener caballo en ir comisionados por el General Lucas con un pliego de dicho General para el General Hungría, lo que se efectuó entregando al dicho General Hungría el oficio y después de poner en conocimiento del susodicho General todos los rebeldes y los que estaban metidos en la revolución, se volvió al pueblo en unión de los demás para vigilar sus movimientos y poder tener al corriente de todo al General Hungría hasta que el Domingo tuvieron que huir pues estaban perseguidos, por los insurrectos, retiràndose y uniéndose a las tropas españolas. Preguntado. Si entre en los sublevados que se hayaban en la plaza recuerda haber visto ó saber habían tomado parte en la rebelión los individuos que figuran en las tres relaciones que obran en los folios 18, 50 y 51 de esta actuación, y qué cargos desempeñaban; dijo: D. Juan Antonio Polanco salió con orden del General Lucas para hacerse dueño de Monte Cristi, Gregorio Luperón (sic) nombrado General de Brigada, Raimundo Jaque Gefe de un puesto y ronda en el camino de Sabaneta a Santiago, Norberto Torres General de Brigada, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Comandante de Armas de Guayubín, Diego Crespo, Coronel Ignacio Reyes, José Ramón Torres, Coronel de Artillería, José de los Santos (a) El Inglés, Pedro Antonio Pimentel, Juan Ramón Reyes, Secretario privado del General Lucas y Ayudante de Plaza, Victorino Cordero, Coronel, San Méquita, Teniente, Lucas Evangelista de Peña General en Gefe de la revolución, Benito Monción, Coronel y guarda almacen, Jacinto Ramos, Bartolomé Megia, General, Juan Carlos Doré, Coronel, Albaro de Peña, Comandante, Mayor Inglés, Alférez y San Batista, Alferes y los restántes que se le han leído no recuerda haberlo visto en este punto. Preguntado. De todos los que a relacionado diga quiénes eran los cabecillas y promovedores de la agitación; dijo: Que el principal que hizo el movimiento fue Norberto Torres 172 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos poniendo a la cabeza al General Lucas, que a estos seguían Benito Monción y Juan de la Cruz Albarez (a) Cacú, los que daban sus órdenes a los demás Comandantes y Gefes. Preguntado. Cual era el obgeto que tenía la revolución y qué voces circulaban; dijo: Que el obgeto era restablecer la República Dominicana y respecto a las voces que corrían eran que los españoles quitaban las armas a los del país para embarcarlos y hacerlos esclavos. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente firmándolo con el Señor Fiscal y Secretario que Certifico. Firmado. Vicente Atienza, Angel Núñez. Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración del paisano Juan Bautista del Carmen (a) Zamba. En el mismo día mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario, previa citación, el paisano Juan Bautista del Carmen (a) Zamba, a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento de ordenanza según su clase y para lo que prometió decir verdad y preguntado por su nombre y ocupación; dijo: Llamarse como queda dicho y que su oficio es labrador. Preguntado. Dónde se encontró en los días de la revolución qué cargos desempeñó en ella y qué empleo le fue conferido; dijo: Que vino casualmente al pueblo al día siguiente al que empezó la revolución a sus asuntos particulares y que sabiendo que habia sido tambor en el pueblo de Monte Cristi lo obligaron a tomar la caja lo que no tubo más remedio que aceptar pero que habiéndole también querido obligar a cargar agua para la panadería, se negó a ello por lo cual lo tuvieron un día preso, y que tan luego como lo soltaron se fué para su casa sin haber vuelto más al pueblo, no habiéndole conferido empleo alguno. Preguntado. Quiénes eran los cabecillas de la revolución y qué obgeto tenía ésta así como qué voces circulaban entre los insurrectos; dijo: Que los que figuraban al frente eran el General Lucas, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú y Benito Monción, 173 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez que cree sería el restablecimiento de la bandera dominicana puesto que la vio enarbolada, ingnorando las voces que corrieran. Preguntado. Si además de los individuos que a citado vió los que figuran en las relaciones 18, 50 y 51 de éstas actuaciones que se le leyeron, y qué cargos desempeñaban; dijo: Raimundo Jaque, Diego Crespo, Luis Sosa, Justo Sosa, José Ramón Torres, José de los Santos (a) El Inglés, Victorino Cordero, San Amequita, Antonio Rodríguez, Juan Carlo Dorsé, Alvaro de Peña, Angel Nuñez, y San Batista. Preguntado. Si sabe se hayan cometido algunos robos ó ecsesos diga cuales han sido y quiénes los perpetradores; dijo: Que oyó decir que se habían cometido muchos robos pero no puede decir a quiénes ni a qué personas. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que ha prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente firmándolo el Señor Fiscal y haciendo el declarante la señal de cruz de que yo Secretario Certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. 174 A.G.I. CUBA 1011B Indagatoria de Pedro Almonte Incontinente dispuso el Señor Fiscal compareciese ante sí el paisano Pedro Almonte a quien el Señor Fiscal le advirtió la obligación que tenía de decir verdad lo que prometió y. Preguntado. Su nombre, empleo ó ocupación, estado, pueblo, edad, religión; dijo: Llamarse como queda dicho que se ocupa en el campo, de estado casado natural de Jarbon de edad veinte y cinco años su religión (C. A. R.) y. Preguntado. Qué servicio desempeñó en la revolución que tuvo lugar en el mes de febrero último; dijo: Que hiendo con su familia huyendo se encontró una guardia en Curabo camino de Sabaneta, mandada por Raimundo Jaque Alcalde Pedáneo del mismo punto el cual los detuvo y ordenó al que declara que con tres soldados de su guardia fuese a Piloto y le condujera preso al paisano Bonifacio Núñez porque sabía era espía del General Gaspar, que no tuvo más remedio que obedecer lo que se le mandaba y llegado al referido punto encontró en su casa al citado Núñez a quien dijo la orden que llevaba, que entonces le pidió permiso a Núñez para ir por su caballo, lo cual le fue concedido y hechando a correr desapareció, que entonces el que declara cerró la puerta del aposento con llave metiendo en el los trastes que había en la sala y que al salir de la casa se presentó reclamándole la llave un tan Escolástico vecino del mismo Gurabo hijo de Rudesindo Maisé porque decía que Núñez le debía una cantidad y quería cobrársela, pero que el declarante se negó a entregarle la llave y viendo que no volvía Núñez, se retiró con su gente para la guardia de Jaque no quedando persona alguna en el pueblo de Gurabo, que después siguió en busca de su familia y al siguiente día cuando regresaba para su casa de Jarbon encontró en el camino al dicho Escolástico con un sombrero que el que declara recuerda haberlo visto en la casa 175 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez de Bonifacio Núñez y por esto y por haber amanecido la casa con una ventana rota y robado varios efectos, presume seria dicho Escolástico el autor del robo. Preguntado. Quiénes eran los tres que le acompañaban en dicha ronda; dijo: Que Juan Gómez, Andres Lion y su hermano José, todos de Jarbon. Preguntado. Qué hizo de la llabe de la casa de Bonifacio Núñez, a quien la entregó y cuándo lo hizo; dijo: Que se la dió al compañero del dicho Núñez llamado José Manuel Cerda en la misma tarde antes de marcharse de Piloto. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene maás que decir que lo dicho es la verdad según lo tiene prometido en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración hizo la señal de cruz firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración del paisano Antonio Rodríguez Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario previa citación, el paisano Antonio Rodríguez a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento de ordenanza según su clase y por el cual prometió decir verdad y preguntado por su nombre y oficio; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa en la labranza. Preguntado. Si durante la rebelión última se le confirió alguna comisión diga cual ha sido ésta por quien fué nombrado y todo lo que en ella tenga coneccion; dijo: Que fue llamado por el General Lucas el que le ordenó pasar al Botoncillo y entregar una carta a Rafael de Castro para que éste acompañado de otros varios que eran Javier de Peña, Juan Carlos Castro y José Lion con el declarante pasase Haití y la entregaran al General Simón todo lo cual se efectuó trayendo la contestación que le fue entregada al General Lucas. Preguntado. Si desempeñó alguna otra comisión ó prestó servicio alguno así como si le fue conferida otra comisión; dijo: Que no desempeñó ninguna comisión más que la 176 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos espresada y que aunque fue nombrado Capitán no tuvo mando de gente alguna ni prestó servicio. Preguntado. Habiéndole leído las relaciones que obran en los folios 18, 50 y 51 de éstas actuaciones, diga los que se hayan encontrado en el pueblo durante la rebelión y qué cargos desempeñaban; dijo: Norberto Torres General de Brigada, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Coronel, Diego Crespo, José Ramón Torres, José de los Santos (a) Inglés, Coronel, Juan Ramón Reyes secretario privado del General Lucas, Victorino Cordero Coronel, Lucas Evangelista de Peña General en Gefe de la rebelión, Benito Monción Coronel, Bartolomé Mejia General, Albaro de Peña Coronel, Juan Ramón Reyes, negro y San Batista. Preguntado. Qué obgeto tenía la rebelión asi como las ideas que se propalaban y los promovedores de la revolución; dijo: Que el obgeto era restablecer la bandera Dominicana y que las ideas que se propalaban eran que se habían quitado las armas para esclavizarlos y que el primer promovedor de la revelión era Norberto Torres. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad en lo que se ratificó y afirmó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente y lo firmó con el Señor Fiscal haciendo la señal de Cruz el declarante de que yo Secretario Certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración del paisano Pablo Aquino Acto continuo compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el paisano Pablo Aquino a quien el Señor Fiscal le tomó juramento con arreglo a ordenanza y por el cual prometió decir verad é interrogado por su nombre y ocupación; dijo: Llamarse como queda dicho y que es boyero. Preguntado. Donde se encontró durante las ocurrencias del mes de febrero último; dijo: Que se hayaba en Sabaneta cuando estalló la revolución y que como era su deber se presentó al Gobernador de la Plaza que lo hera el General D. Antonio Batista el que aún sin querer el que declara le nombró Comandante de su Estado Mayor viéndose precisado a comunicar 177 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez las órdenes que de dicho General recibía habiéndole acompañado a la Sierra cuando fué á ella con obgeto según cree de reclutar gente por orden de D. Santiago Rodríguez director de las operaciones, pero que estuvieron cortas horas en la Sierra porque el General se marchó dándole orden al que declara de que mandase retirar al Coronel Ignacio Reyes y al Comandante Nicolas Jerónimo de que se retiraran igualmente que los soldados que encontrase. Preguntado. Qué pliegos llevó a quiénes y si sabe sus contenidos; dijo: Que el único pliego que llebó fué uno para el General Lucas entregándoselo al Comandante Norberto Torres en presencia del Secretario de dicho General D. Juan Ramón Reyes, ignorando el contenido de dicho pliego. Preguntado. Si sabía el motivo de la revolución y qué oyó hablar referente a ella al General Batista y Santiago Rodríguez; dijo: Que el obgeto de la revolución era el restablecimiento de la Bandera Dominicana y que no oyó conversación alguna referente a la revolución. Preguntado. Quiénes eran los que figuraban al frente del a rebelión; dijo: Que eran D. Santiago Rodríguez, el Ayudante José Marté que lo mataron en la acción, Alejandro Bueno y Ramón Diaz, todos prófugos sin que recuerde más. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que sólo tiene que añadir que el Teniente Francisco Pichardo le preguntó cual era su opinión que no quizo decirle el que narra añadiéndole que no tenía cuenta que darle, y que Raimundo Jaque Alcalde Pedáneo de Gurabo se hayaba mandando una guardia avanzada; que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente é hizo la señal de cruz firmándola el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Indagatoria del paisano Juan Bautista Gómez (a) San Batista En el dias mes y año compareció ante el señor fical y presente Secretario el paisano Juan Bautista Gómez (a) San Batista a quien dicho Señor advirtió iba a prestar su 178 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos primera indagatoria y la obligación que tenía de decir verdad en cuanto se le preguntase lo que prometió y. Preguntado. Su nombre, empleo, patria, edad estado y religión; dijo: Llamarse como queda dicho de oficio labrador natural de Santiago avecindado en La Antonia de estado soltero, de veinte y seis años de edad y de religión (C. A. R.). Preguntado. Si sabe quien lo apresó y por qué causa; dijo: Que lo prendió el Comandante Campillo en su casa ignorando la razón. Preguntado. Donde se hayó durante las ocurrencias que tuvieron lugar en éste pueblo en el mes de febrero próximo pasado; dijo: Que hayándose en su casa fueron una noche a buscarle el General Lucas y Norberto Torres obligándole a marchar a Sabaneta con Tomás Peralta soldado y los hermanos mellizos vecinos de Martín García, llamados Manuel Maris y Juan José, cuyo apellido no recuerda, que el primero de éstos se volvió desde el camino llegando sólo Juan José, Peralta y el que declara a Sabaneta y parando en la casa del Alcalde de dicho pueblo Santiago Rodríguez. Que allí se apeó el Capitán Juan José para hablar con dicho Alcalde y concluido marcharon a la casa del Coronel Ignacio Reyes y luego a la del General Antonio Batista. Estándo allí amaneció y el que declara vió que el Teniente Ayudante José Mate ya difunto enarboló la bandera Dominicana. Que aquel mismo día regresaron para este pueblo, quedándose el que declara en su casa a donde fue a buscarle Benito Monción conduciéndole al pueblo donde fué arrestado por orden del General Lucas. Preguntado. Si conoce a José Ramón Torres, a Juan Ramón Reyes, Blanco, y Pablo Aquino; dijo: Que conoce a los sujetos porque se le pregunta. Preguntado. Qué empleos ó cargos desempeñaban en la rebelión y especifique también los que en la misma eran cabecillas o promovedores; dijo: Que ignora los destinos que tenían dichos individuos y que los que él veía que manbaban eran el General Lucas, Norberto Torres, Benito Monción, Cacú y otros que no recuerda. Preguntado. Qué obgeto tenía la revolución así como qué ideas eran las que se propalaban; dijo: Que el obgeto era restablecer la bandera Dominicana y las voces que corrían heran de que los españoles querian poner la esclavitud. Y en ésta disposición mandó el Señor Fiscal suspender ésta indagatoria para continuarla si lo juzga necesario y por 179 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez no saber escribir hizo el declarante la señal de cruz firmandola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Indagatoria del paisano Pedro Antonio Pimentel Seguidamente hizo comparecer ante el Señor Fiscal y presente Secretario el Paisano Pedro Antonio Pimentel a quien el dicho Fiscal le advirtió la obligación que tenía de decir verdad al prestar su primera indagatoria lo que ofreció y. Preguntado. Su nombre, ocupación o empleo, estado, pueblo, edad y religión; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa en el campo de estado casado, natural de Guayubín, de edad cuarenta y un años, su religión (C. A. R.). Preguntado. Quien lo apresó, desde cuando y porque causa; dijo: Que ha sido preso por orden del Comandante Campillo, en su propia casa en la noche del diez y que ignora la causa de su prisión. Preguntado. Qué cargo desempeñó durnate la última rebelión; dijo: Que como se hayaba en el pueblo donde vive con su familia le cojió la revolución porque desde el campo tuvo noticias de ella y se apresuró inmediatamente para cuidar de los trastos y familia; que así que arregló todo y hayándose en cama enfermo su mujer permaneció en su casa pero que por tres veces lo mandaron llamar no pudiendo menos de concurrir para saber qué lo querían, y entonces le ordenaron que en unión de otros varios fuese por el camino de Santiago para ver la Armada española y en vez de ir acompañado marchó sólo reuniéndosele después con el mismo obgeto Matías Carrasco y Antonio Blanco; que llegaron a Villalobos, vieron allí la vanguardia de la Armada y regresaron enseguida marchando el que declara hacia su casa donde ya se encontraba su familia. Preguntado. Que más comisión desempeñó y si llevaba para la anteriormente dicha, orden por escrito y qué instrucciones recibió y de quién; dijo: Que no desempeñó ninguna comisión más y que la orden para la que ya tiene dicha se la dieron verbalmente el General Lucas y Norberto Torres. 180 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Qué objeto tenía la revolución y qué voces corrían entre los insurrectos; dijo: Que el obgeto sería restablecer la bandera Dominicana pues que estaba enarbolada ignorando las voces que circulaban. Preguntado. Quiénes eran los Gefes de la revolución y principales promovedores de ella; dijo: Que los únicos que él sabe del General Lucas y Norberto Torres ignorando los promovedores. Preguntado. Si posteriormente a los acontecimientos que se han relatado a tenido conocimiento de que en este pueblo haya habido robos ó cometidos eccesos algunos diciendo los que han sido los perpetradores; dijo: Que ignora quiénes fueron los que hicieron los robos cuando él fué uno de los que sufrieron pérdidas. Preguntado. Si a desempañado misión alguna posteriormente a los acontecimientos; dijo: Que el Señor General Hungría le había comisiónado para recoger un ganado de la propiedad del fugitivo General Lucas a cuyo fin debería de ponerse de acuerdo con D. Joaquín Portes escribano de guerra a quien el declarante le dijo que en su casa esperaba su aviso y que hayándose aguardando según había dicho le prendieron en la referida noche. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no; y en ésta disposición mandó el Señor Fiscal suspender ésta indagatoria para continuarla si lo juzgare necesario firmándola con el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico: Firmado: Vicente Atienza, Pedro Antonio Pimentel. Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración de D. Casimiro Castellanos A los diez dias de dicho mes y año el paisano D. Casimiro Castellanos Alcalde Pedáneo a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento de ordenanza según su clase y por el cual prometió decir verdad y preguntado su nombre empleo y ocupación; dijo: Llamarse como queda dicho y que es Alcalde Pedáneo de Cerro Gordo su oficio del campo. 181 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Donde se hayó en los acontecimientos ocurridos en el mes de febrero; dijo: Que cuando oyó los tres cañonazos de alarma acudió a saber la novedad y visto lo que ocurría se retiró enseguida a su casa sin haber vuelto al pueblo hasta el Domingo siguiente cuando todos huían para el monte, por cuya causa, sin haber venido al pueblo, regresó para su casa. Preguntado. Qué parte tomaron en la rebelión los sujetos contenidos en las relaciones que obran en los folios 18, 50 y 51 de éstas actuaciones; dijo: Norberto Torres, Cacú, Diego Crespo, Luis Sosa, Ignacio Reyes, José Ramón Torres, José de los Santos (a) El Inglés, Juan Ramón Reyes, General Lucas, Benito Monción, Juan Carlos Francisco, Dorsé, fueron los únicos que vió entre los que figuraban al frente el General Lucas, Norberto Torres, Benito Monción y Cacú. Preguntado. Qué objeto tenía la revolución y qué voces corrían entre los sublevados; dijo: Que el objeto debería ser restablecer la República Dominicana y que las voces que corrían heran de que los españoles hiban a poner la esclavitud y que se había desarmado al pueblo para que no se defendiera. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad de treinta y siete años haciendo la señal de cruz por no saber firmar y firmándola el Señor Fiscal con el Secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración de D. Pedro Vallejo Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente secretario el paisano D. Pedro Vallejo a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento de ordenanza según su clase y por lo que prometió decir verdad y preguntado por su nombre y ocupación; dijo: Llamarse como queda dicho y que su avanzada edad no le permite ocuparse de nada. Preguntado. Por quién tuvo conocimiento de la revolución que se fraguaba y si dió conocimiento de ella alguna autoridad; dijo: Que tuvo conocimiento de ella por los nombramientos que se hacían en las fincas todos en nombre de Pepillo y en virtud 182 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos al movimiento que se notaba dió inmediatamente aviso con un hijo suyo al Gobernador de Guayubín, el que sin duda no tendría tiempo de reprimir la rebelión. Preguntado. Quién hiba haciendo las espresadas citaciones y qué especie de ideas se propalaban; dijo: Que el que citaba en nombre de Pepillo era Manuel de Peña diciendo que era para restablecer la bandera Dominicana y que había marchado a Puerto Plata Pepillo para recoger víveres y gentes para seguir el movimiento. Preguntado. Si además de Pepillo sabe quiénes heran los que figuraban como Gefes y promovedores de la revolución; dijo: Que en los ranchos las voces que corrían heran de que Pepillo estaba al frente de todo y que a más el General Lucas, Norberto Torres, Cacú y otros que no recuerda puesto que ni él ni su familia se movieron de su casa. Preguntado. Si tiene más que decir; dijo: Que no tiene más que decir sino que la gente mezclada con la revolución y con especialidad Pepillo y los que han figurado a la cabeza son gente mala que si no se castiga fuertemente volverán hacer otra nueva y entonces perecerán todos; que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento que tiene prestado en lo que se afirmó leída que le fue esta su declaración; dijo: Ser de edad noventa y ocho años haciendo la señal de cruz por no saber escribir y firmándolo el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una señal de cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración del Señor Coronel D. Felix Escarfuller Acto coninuo compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el Coronel de las Reservas Provinciales en activo D. Felix Escarfuller a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento de ordenanza según su clase, por el cual prometió decir verdad y preguntado por su nombre y empleo; dijo: Ser y llamarse como queda dicho. Preguntado. Donde se hayó en los acontecimientos ocurridos en el mes de febrero último; dijo: Que en éste pueblo al lado del Comandante de Armas donde permaneció hasta la capitulación que se retiró con las tropas españolas en unión del Señor Gobernador, oficiales del destacamento, General D. Sebastián Reyes y otras familias del pueblo que no recuerda hasta Monte Cristi quedándose el que narra en el sitio llamado La Salada, de donde tuvo que venir al pueblo por ser llamado a la fuerza por el General Lucas y Norberto Torres 183 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez los que le dijeron que tenía que tomar el mando de su Regimiento lo que les fue negado manifestándole que él no tomaba las armas contra el Gobierno reconocido, por lo que le hicieron salir del pueblo de donde salió para La Salada, hasta que supieron que el General Hungría venía sobre Guayubín presentándose a dicho General con sus dos hijos. Preguntado. Que parte tomaron en la rebelión los sujetos contenidos en las relaciones que obran a los folios 18, 50 y 51 de estas actuaciones y que se le leen; dijo: Que D. Juan Antonio Polanco a la salida para Monte Cristi venía él para esta, que los principales que figuraban en cabeza de la rebelión eran Norberto Torres, General Lucas, Benito Monción Coronel, Juan de la Cruz Alvarez, (a) Cacú, Coronel, Matías Carrasco, Diego Crespo mandado a llamar, Luis Sosa Oficial, Ignacio Reyes de Sabaneta entró con fuerzas de dicho punto, José Ramón Torres entró con tropas del lado de Monte Cristi formándolos al lado del cementerio, Juan Ramón Reyes (a) Blanco, secretario privado, Victorino Cordero Comandante en activo, Coronel, Jacinto Ramos Oficial, Antonio Rodríguez al lado del General Lucas, Albaro de Peña, Eugenio Beliard, Tomás Inglés, León Jiménez, Juan Ramón Reyes, Negro, todos oficiales, Bartolomé Mejias General clasificado, y San Batista, éste fue a poner la bandera dominicana en Sabaneta. Preguntado. Qué objeto tenía la revolución y qué ideas circulaban; dijo: Que el obgeto era restablecer la bandera Dominicana que las voces que corrían eran de que Pepillo se tardaba con la gente, que los españoles querían hacer esclabos a los negros y que no había de quedar en blanco, con otras que no recuerda por permanecer como lleba dicho poco tiempo en el pueblo. Preguntado. Si sabe que haya habido ecsesos y robos y diga quiénes los perpetraron; dijo: Que ha oido decir que muchas familia se lamentaban de pérdidas y que él sólo vió la mayor parte de las casas del pueblo rotas las puertas y saqueadas, asi como Nuestra Señora de los Dolores que la sacaron de la iglesia y se la llebaron al Mangar pero que no sabe quiénes puedan ser. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad según tiene empeñada su palabra de honor en lo que se afirmó y ratificó; dijo: Ser de edad competente y lo firmó con el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico: Firmado: Vicente Atienza, Felix Escarfuyer. Ante mí: Inocencio Cárdenas. 184 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Declaración del paisano D. Pedro José Bidó Incontinente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el paisano D. Pedro José Bidó a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento con arreglo a la ordenanza y según su clase por el cual prometió decir verdad y preguntado por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es escribiente. Preguntado. Donde se hayó durante los acontecmientos ocurridos en el mes de febrero último; dijo: Que se encontró en éste pueblo siendo Secretario del Ayuntamiento y que supo lo pasado porque estándo en la comandancia se lo oyó a decir al Comandante el cual mandó a Wualdo Guasp con el parte a Santiago, interin se tomaron todas las medidas de precaución hasta que al declarante la dijeron que se hiva a capitular lo que a poco se efectuó firmándolo y retirándose a su casa, pero el mismo Norberto Torres le hizo acompañarle a la comandancia amenazado siempre por él y sus gefes, con el obgeto que les escribiera, hasta que pudo fugarse y se marchó al monte donde permaneció hasta que supo la entrada de las fuerzas españolas, que se presentó al General Hungría. Preguntado. Si conoce y sabe los empleos que se le confirieron a los individuos que figuraban en los folios 18, 50 y 51 de éstas actuaciones que se le leen; dijo: José Olivo, Gregorio Luperón, de Sabaneta, Pablo Aquino de id., Norberto Torres, General D. Lucas Evangelista de Peña, General de las operaciones, Cacú Coronel, Ignacio Reyes Coronel, Benito Monción Coronel y otros, pero que no sabe de los que se le han leído el empleo que le darían en la insurrección. Preguntado. Qué obgeto tenía la revolución y qué ideas se propalaban; dijo: Que sería poner la república otra vez cuando se puso la bandera, que el pueblo sus palabras era de que Pepillo lo esperaban con gente de los campos, y que los españoles querían poner la esclavitud con otras que no recuerda. Preguntado. Si sabe haya habido eccsesos ó robos en el pueblo y quiénes los autores así como qué se hizo del pabellón español; dijo: Que no sabe si habrá habido eccsesos, pero que sabe que habido robos pero ignora quiénes y que el pabellón español, se quitó y no sabe en poder de quién está. 185 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué esta su declaración; dijo: Ser de edad competente y lo firmó con el Señor Fiscal y Secretario de que Certifico. Firmado: Vicente Atienza, Pedro José Bidó. Ante mí: Inocencio Cárdenas. Diligencia de haber recibido un oficio del Señor Comandante Militar de éste puesto con una relacion de citaciones. En el mismo día mes y año el Señor Fiscal recibió una comunicación del Señor Coronel Comandante Militar de éste punto en que adjunta una relacion comprensiba de todos los individuos citados por ésta fiscalía con especificación de los que por hayarse presos prófugos ó ausentes en varios puntos no ha podido ser citados. Y de quedar unido dicho oficio a la citada relación dispuso el Señor Fiscal se hiziese la debida constancia por diligencia que firmó conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. 186 A.G.I. CUBA 1011B Comandancia Militar de Guayubín Acompaño a Vd. la relación detallada de los individuos que en sus oficios fechas 6 y 7 me insignua Ud. deben presentarse ante ésta fiscalía a prestar su declaración, lo que verá Ud. por la lista adjunta que le remito. Lo que comunico a Vd. Para su cabal inteligencia. Dios gde. a Vd. ms. as. Guayubín, 10 de abril de 1863. El Comandante Militar. Firmado: E. Alvarez. Sor. Capitán Fiscal de la Comisión Ejecutiva. Guayubín. 187 A.G.I. CUBA 1011B Relación de los individuos que por comunicaciones de la Fiscalía de la Comisión Militar de fecha 6 y 7 del actual han sido citados para declarar ante ella con especificación de los que no se han requeridos, por hallarse prófugos, presos ó ygnorarse quiénes sean. A saber: PRÓFUGOS Don Lucas Evangelista de Peña D. Norberto Torres D. Bebito Monción. D. Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú D. Santiago Rodríguez D. Juan Antonio Polanco D. José Olivo D. Ignacio Reyes D. Eusebio (a) Lagaña D. Ramón Almonte. D. Victorino Cordero D. Juan Ramón de los Reyes D. San Mesquita. D. Gregorio Luperón (a) El Médico D. José Vicente de los Santos (a) Mayor Inglés. D. José de los Santos (a) Inglés hijo. D. Eugenio Beliard. D. Tomás Inglés. D. Luis Sosa D. Cayetano Decaer D. José Sosa D. Justo Carrasco 188 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos D. Luis Flores. D. Andrés González (a) Maló D. Alejandro Bueno. D. Antonio Ramón de los Reyes PRESOS D. Antonio Batista Sr. Cura de Sabaneta D. Vidar Pichardo D. José Ramón Torres D. Bartolomé Mejias D. Juan Ramón Reyes D. Raimundo Jaque CITADOS D. Juan Reinoso D. Alejo Estevez D. José Vicente Piñero (Prófugo) D. León Jiménez (no se le conoce) D. Bartolo Molina (no se le conoce) D. Bartolo Ertis (no se le conoce) D. Antonio Mesón (Prófugo) D. Idefonso Ortega (no se le conoce) D. Felix Escarfuller (Coronel) D. Pedro Vallejo D. Juan del Rosario (General) D. Juan Bautista del Carmen D. Pedro José Bidó D. Angel Nuñez D. Juan de la Paz. D. Diego Crespo D. Jacinto Ramos (Prófugo) D. Ramón Regalado D. Antonio Rodríguez D. Casimiro Castellano AUSENTES EN SANTIAGO D. Acille Fondeur D. José Valverde. 189 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez D. Juan Carlos Francisco (a) Dorgé D. Alvaro de Peña. AUSENTE LICENCIADO EN HAITI D. Esteban Martínez AUSENTES D. Manuel Villalobos D. Henrique Menéndez Guayubín abril 10 de 1863. El Comandante Militar. E. Alvarez. Declaración de Manuel de Peña A los once días de dicho mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario previa citación, el paisano Manuel de Peña a quien dicho Señor tomó el juramento de ordenanza según su clase y por el cual prometió decir verdad lo que ofreció y preguntado su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa en el campo. Preguntado. Si antes que estallara la revelión tuvo conocimiento de ella; dijo: Que la víspera de entrar en éste pueblo los sublevados se presentó en su casa D. Juan Ramón Reyes instándole a que le siguiera para entrar con él y los demás en Guayubín pero que el declarante le manifestó que no podía por estar enfermo de una pierna, diciéndole el Reyes que el declarante debió ponerse al frente de todos los individuos de su partido, añadiéndole que al siguiente dia entraban en Guayubín el General Lucas y Norberto Torres con toda su gente y Pepillo con la que había ido a reunir a Puerto Plata, a lo que contestó que él no podía acudir por estar enfermo. Que tan pronto se marchó el dicho Reyes fue ha verse con el encargado de la sección Benito García a consultarle sobre lo que debía de hacer y éste le manifestó que se mantuviera quieto hasta la señal de alarma en cuyo caso acudiera como era de su deber. Que así lo efectuó y cuando al siguiente día oyó tres cañonazos acudió solo al pueblo en donde hayó enarbolada la bandera Dominicana y todo en revolución por lo que se retiró a su casa. 190 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Quiénes eran los gefes de la revolución, qué servicio desempeñó y cuánto tiempo estuvo entre los insurrectos; dijo: Que los que él vió como principales heran el General Lucas y Norberto Torres y que los demás no lo sabe con seguridad, que no desempeñó servicio de ninguna clase, estándo entre los insurrectos dos días, pues le fueron a buscar como a otros muchos, amenazádole que de no presentarse le pegarían cuatro tiros, por lo que volvió otra vez al pueblo, pero cuando lo nombraron para una guardia, en el camino de ella se huyó regresando nuevamente a su casa. Preguntado. Quién fué a darle la orden para presentarse en el pueblo; dijo: Que una ronda que andaba por su partido que no recuerda el nombre del que mandaba y eso fué lo que ocasionó su presentación. Preguntado. En nombre de quien fué a citarle el referido Reyes y si sabe hubiesen buscado a otras personas; dijo: Que no le dijo en nombre de nadie tan sólo si estaba ya orientado de la revelión a lo que contestó que nada sabía. Preguntado. Qué ideas se propalaban y cuál era el obgeto de la rebelión; dijo: Que las ideas eran de que los españoles iban a poner la esclavitud y que su obgeto cree sería poner la República. Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad en lo que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente he hizo la señal de cruz por no saber escribir firmándolo con el Señor Fiscal de que yo Secretario Certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Indagatoria de Juan Reinoso A los doce días de dicho mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario previa citación a Juan Reinoso paisano a quien el Señor Fiscal le advirtió que hiva a prestar su indagatoria por la cual tenía obligación de decir verdad lo que prometió y. Preguntado. Su nombre, empleo ú ocupación, estado, pueblo y religión; dijo: Llamarse como queda dicho que su oficio es fundidor, de estado soltero, natural de Santiago avecindado en Guayubín de religión (C.A. R.). 191 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Donde se hayó en la última revolución y qué cargos desempeñó; dijo: Que se encontró en el pueblo durante la revolución aunque sin mezclarse en ella ni desempeñar cargo alguno, marchándose del pueblo todas las noches a Juan Gómez y llevándose poco a poco todos sus trastos y familia. Preguntado. Puesto de manifiesto el recibo de ración que obra en el folio cuarenta de ésta causa, si lo reconoce por suyo; dijo: Que no reconoce por suyo el recibo que se le presenta primeramente porque no sabe escribir y segundo por que no ha tenido fuerza a su mando. Que ha sido en tiempo de la república Capitán de una compañía de obreros y que por este motivo recordando ese incidente harían el dicho recibo, que es público que no se metió en nada de la revolución y demuestra el haber sido nombrado por el General Hungría para ir de ronda en persecución de los que se hallaban prófugos y acompañando en igual servicio al Señor Comandante Campillo. Preguntado. Quiénes eran los que se hallaban en el pueblo como cabecillas y qué cargos desempeñaban los individuos que se le leen y que figuran en los folios 18, 50 y 51 de ésta causa; dijo: Norberto Torres, General, Juan de la Cruz (a) Cacú, Coronel, José Ramón Torres entró con fuerzas de los ranchos, Juan Ramón Reyes, Blanco, Secretario y Ayudante de Plaza, Victorino Cordero Coronel, General Lucas, General en Jefe de las operaciones, Benito Monción, Coronel guarda almacén y San Batista el que puso la bandera en Sabaneta, que a los demás los vió que aunque los demás estaba allí no recuerda el empleo que tenían. Preguntado. Qué objeto tenía la revolución y qué voces se propalaban; dijo: Que el objeto era poner la bandera Dominicana ignorando las ideas. Preguntado. Si sabe o ha oido decir que en el pueblo haya habido robos, eccesos y quiénes los perpetradores; dijo: Que sabe que habido robos a los S.S. Grullón y otros pero que no sabe por quiénes; en éste estado dispuso el Señor Fiscal suspender esta indagatoria por si fuera necesario continuarla, haciendo la señal de cruz por no saber escribir y firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una señal de cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. 192 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia pasando oficio al Señor Brigadier para la prisión de Pablo Aquino Seguidamente después el Señor Fiscal pasar oficio al Señor Brigadier participándole la prisión de Pablo Aquino por ser uno de los que tomaron una parte activa en la revelión quedando a disposición de ésta fiscalía y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmándola conmigo el secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cardenas. A los treces días de dicho mes y año el Señor Fiscal recibió una comunicación del presidente de la comisión en el que le participa adjuntarle una relación de los presos pendientes de causa a fin de que sepa los reos ausentes. Igualmente le autoriza para sacar copia certificada de lo que obra en ésta sumaria y de la de Monte Cristi en virtud a lo que se sacó certificada copia de los documentos siguientes: 1º. Copia del documento número primero folio treinta y cuatro. 2º. Id. del id. id. cuarto, folio treinta y siete. 3º. Copia del documento número octavo, folio cuarenta y uno. 4º. Copia del documento número noveno, folio cuarenta y dos. 5º. Indagatoria de Peti Ambrosio folio 54 vuelto. 6º. Idem de José Rivas folio 55 vuelto. 7º. Oficio del General Comandante de Armas de Monte Cristi folio 62. 8º. Indagatoria de José Alejandro Mes folio 77. 9º. Ídem de Modesto Delirad folio 78 vuelto 10º. Ídem de José María Castro folio 83 11º. Ídem de Matías Carrasco folio 84 12º. Ídem de Pedro Balbuena folio 87 13º. Diligencia oficiando al Comandante de Armas de Monte Cristi folio 88. 14º. Declaración de D. Ambrosio García folio 92. 15º. Diligencia para remitir una interrogatorio para Monte Cristi folio 93 16º. Diligencia de haber recibido un oficio del Comandante Militar de Monte Cristo folio 93 vuelto. 17º. Oficio del Comandante Militar de Monte Cristi folio 94. 18º. Declaración de D. Francisco Grisanti folio 95. 19º. Declaración de D. Andrés García folio 95 vuelto. 20º. Declaración de D. Lorenzo Marchal folio 96. 21º. Diligencia de traslación a Santiago de la fiscalía conduciendo los presos de la insurrección de Monte Cristi. 193 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Los que como improducentes en ésta causa se unieron en copia certificada a la de Monte Cristi para que en ella obren los debidos efectos quedando siempre los originales en ésta para la debida comprobación en todo caso; y para constancia de los documentos copiados como del recibo de la comunicación que lo autoriza y su unión a esta causa así como también de la relación de los presos en causa pendientes de la Comisión Militar recibida adjunta a dicho oficio é igualmente unida a éstas actuaciones dispuso el Señor Fiscal se hiciera de que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. 194 A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar de Guayubín de la provincia de Santiago Remito a V. una lista de los individuos procesados en ésta ciudad para que sepa a qué reos ausentes debe citar. De todos los documentos que existan en la causa de Guayubín y sea conveniente unirlos a la de Monte Cristi sacará V. copia certificada para que obren es ésta. Dios gede a V. ms as. Santiago 12 de abril de 1863. El T. C. Presidente de la Cn. Mr. Firmado: Luis Bustamante. Sor. Capn. Fiscal Dn. Vicente Atienza. 195 A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar de Santiago Fiscalía Relación de los presos que existen pendientes de la causa en ésta Fiscalía. Clase General Alcalde Mor. General Regidor General Coronel Regidor Id Id Teniente coronel sindico Coronel Teniente Coronel Secretario del Ayuntamiento Comandante capitán Idem Idem Idem capitán de Partido Teniente Subteniente Soldado Presbitero Procurador Paisano Id Id Id Id Id Id Id Nombre D. Antonio Batista D. José Balverde D. Juan Luis Franco Vidó D. Juan Evangelista Gil D. Bartolomé Megía D. Pedro Tomás D. Maximo Grullón D. Alfredo Detegen D. Pablo Puyol D. Belisario Curiel D. Carlos de Lora D. Vidal Pichardo Observaciones Juzgado Id Id En sum. Id Juzgado En sumaria Id Id Id Juzgado Juzgado D. Alejandro Vitoria En sumaria D. Rafael Reyes D. Pedro Ignacio Espaillat D. José Cejudo D. Bruno Zapata D. Pablo Hernández D. Pedro Quintín D. Raymundo García D. Juan Coronado José Ramón Vargas D. Juan Pineda D. Jacobo Rodriguez D. Marcos (apellidos ilegibles) D. Juan Isidro Rodríguez D. Ambrosio Echevarria D. Manuel Jesús Núñez D. Benigno de Rojas D. José Antonio Salcedo (a) Pepillo D. Wenceslao Alvarez D. Elias Beliza Id Juzgado Id Id Id Id Juzgado Id Id Juzgado Sumaria Juzgado En sumaria Id Id Id Id Id Id 196 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Id Id Id Id Id Id Id Id Id Id Id Id Id Id Id Id Teniente Paisanos Id Id Id Id Id Id Id D. Tomás Flandez D. Modesto Beliard D. José Alejandro D. José María Castro Matías Carrasco Pedro Balbuena José Ramón Torres Santiago Croig Baldomero Regalado Santiago Rodríguez Manuel Gimenez D. Eugenio Perdomo Juan de la Cruz Ureña Ramón Martínez José Ma. Checa Pedro Ignacio Martinez D. Ambrosio de la Cruz Pedro de Peña Federico Larrinaga D. Ramón Díaz Rojas D. Carlos Molins D. Marcelino Rodríguez D. Alvaro Fernández Ramón Díaz D. Vicente Tavares Total 57 Reos prófugos Comandante D. Ramón Almonte Otro................ D. Isidro Gimenez capitán........... D. Juan Antonio Alis Otro................ D. Pedro Ruiz Paisano........... Ignacio Briso Id.................... Manuel Tejada Id.................... Eusebio Gómez Id.................... Genaro Espaillat Id.................... José Carmen Lantigua Id.................... Ramón Pacheco Id.................... Domingo Curiel Id.................... Juan de la Paz Id.................... Manuel Jesús Bargas Id.................... Nicolas Toribio Id.................... Eusebio Lantigua Id.................... Gregorio Luperón Id.................... Justo Carrasco 197 Id Id Id Id Id Id Id Id Id Juzgado En sumaria Juzgado Id En sumaria Juzgado En sumaria Juzgado En sumaria Id En sumaria Id Id Juzgado En sumaria Id José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Id.................... Ramón Tejada Id.................... Nicolás Fortuna Paisano .......... Francisco Fortuna Id.................... Capitán Laureano Id.................... Luis Flores Id.................... Alejandro Bueno Id.................... Eusebio Carrasco Comandante D. José Borbón Paisano Raymundo Jaque. Santiago, 13 de abril de 1863. El T. C. Presidente de la Cn. Mr. Firmado: Luis Bustamante. 198 A.G.I. CUBA 1011B Declaración del General de Brigada D. Juan del Rosario A los catorce días de dicho mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el General de brigada D. Juan del Rosario a quien el Señor Fiscal le tomó el Juramento de ordenanza según su clase por el cual prometió decirla y preguntado su nombre y empleo; dijo: Ser y llamarse como queda dicho. Preguntado. Si conoce al Cayetano Decaer y sabe que dicho sujeto haya tomado parte en la rebelión; dijo: Que conoce el sugeto por el que se le pregunta por haber estado avencindado en ésta jurisdicción que ignora la parte que haya podido tomar en la revolución pero que estándo un día jugando gallos en el peleadero le dijo dicho Decaer que en Sabaneta los Españoles habían roto los fusiles y que iban a ir casa por casa a desarmar los criollos a lo que el declarante le contestó que eso no era verdad y que vería como a su casa no iban. Que juzgando que ésta idea pudiera tener consecuencias mandó noticias de éste hecho al Comandante de Armas de éste punto con el alcalde del mismo D. Fernández Pérez. Preguntado. Qué objeto tuvo la revolución y quiénes eran los que figuraban en cabeza de ella; dijo: Que nadie fué a su casa a decirle la más mínima cosa y que no se separó de ella hasta después de haber entrado el General Hungría con las tropas Españolas en éste pueblo y eso con obgeto de traer una bandera española que tenía en su poder para enarbolarla puesto que la que antes ecsistía se la habían llevado el destacamento, por lo que nada sabe. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo de la palabra de honor que tiene empeñada en lo que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser de edad competente firmándola el 199 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Señor Fiscal haciendo el declarante la señal de la Cruz por no saber firmar conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración indagatoria D. Nicolas Jerónimo Comandante de las Reservas A los quince días de dicho mes y año compareció (previa citación) ante el Señor Fiscal y presente Secretario D. Nicolás Jerónimo Comandante de las Reservas a quien el Señor Fiscal le advirtió que iba a prestar su indagatoria y de la obligación que tenía de decir verdad en cuanto se le preguntare lo que prometió y. Preguntado. Su nombre, empleo ú ocupación, edad, estado, patria y religión; dijo: Llamarse como queda dicho, que se ocupa de las labores del campo de edad como cuarenta año de estado casado natural de La Vega avecindado en El Pino de religión (C.A. R). Preguntado. Donde se encontró durante los acontecimientos que tuvieron lugar en el mes de febrero último si desempeñó alguna comisión diga cual haya sido ésta y qué persona se la confiaron; dijo: Que cuando oyó los tres cañonazos de alarma en Sabaneta se presentó al General Comandante de Armas D. Antonio Batista del que recibió orden para reunir la caballería y presentarla en el pueblo pero que en vez de cumplimentar ésta orden dió a los dragones la de que cuando él se marchase lo verificaran todos, cada uno a su casa lo cual efectuaron al recibir la orden el declarante de marchar a la Sierra, sin quedar ni un solo dragón, que no desempeñó comisión alguna. Preguntado. Si reicibó orden alguna para retirarse de la Sierra quién se la comuicó y en qué términos; dijo: Que sin haber cumplimentado la orden que se le dió dispersó su gente y se marchó a su casa sin haber recibido orden de nadie. Preguntado. Si conoce a Pablo Aquino sabe donde se haya y la parte que a tomado en la revolución; dijo: Que conoce al sujeto por quien se le pregunta y que sabe está preso en Santiago y que sabe fué nombrado Comandante de Estado Mayor del General Batista y que él era el que se entendía en la plaza con los gefes comunicando las órdenes. 200 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Qué obgeto tenía la rebelión quiénes eran los gefes de ella y que voces se propalaban; dijo: Que el obgeto deberá ser poner la Bandera Dominicana cuando la vió puesta cuando se presentó y por lo que se marchó él y dispersó a su gente que los cabezas eran el General Batista, D. Santiago Rodríguez y Jose Marte siendo las voces que circulaban que los españoles querían poner la esclavitud y otras varias que no recuerda. Preguntado. Si después de restablecida la bandera española se presentó, cuándo lo hizo y a qué persona; dijo: Que tan luego llegaron a Sabaneta el General Hungría y el Brigadier Buceta se presentó a ellos siguiéndoles en la ronda que hicieron acompañando igualmente despues en otra ronda al General D. Juan del Rosario y comisiónado por el General D. José Hungría para recoger las armas a los que no debieran tenerlas entregándolas en el depósito ó armando con ellas a los individuos de su ronda que no las tenían cuya comunicación firmada por dicho General Hungría presenta (y le fue devuelta) y últimamente acompañó al Señor Comandante Campillo en la ronda que estaba haciendo en la frontera recibiendo de dicho señor orden por escrito que presenta también (y le fue devuelta) para proteger los embargos que el escribano de guerra se haya haciendo en la jurisdicción. Preguntado. Si tiene algo más que decir; dijo: Que no tiene nada más que decir que lo dicho es la verdad según lo tiene prometido en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración firmándola con el Señor Fiscal y Secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza, Nicolas Jerónimo. Ante mí: Inocencio Cárdenas. Declaración del paisano Alejo Estevez A los diez y seis días de dicho mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el paisano Alejo Estevez a quien el Señor Fiscal le tomó el juramento de ordenanza por el cual prometió decir verdad y preguntado por su nombre y ocupación; dijo: Ser y llamarse como queda dicho y que se ocupa de las labores del campo. Preguntado. Donde se hayó durante la rebelión y qué servicios prestó en ella; dijo: Que nada sabe de la revolución solo si que hayándose un día en su casa de campo recibió orden del General Batista de presentarse a él inmediatamente con su caballo lo que efectuó recibiendo una carta para el General Dinicio Mieses que se hayaba en San José de 201 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez las Matas la cual llevó por no poder escusarse y a su regreso volvió a su casa sin haber entrado para nada en el pueblo durante la revolución. Preguntado. Cuál era el contenido de la carta que llevó, cuál el de la contestación y qué informes particulares dió al General Batista; dijo: Que ignora el contenido de ambas cartas y que lo que dijo al General Batista fué que en las Matas no pondrían la Bandera Dominicana pues por el contrario estaban reuniendo gente para ir sobre ellos cuya noticia le valió una fuerte reprensión por el General que dijo había ido a componerse con los españoles. Preguntado. Quiénes fueron los que figuraron en la revolución y qué obgeto tenía ésta y qué voces circulaban; dijo: Que el General Batista, Santiago Rodríguez, Alejandro Bueno, que el obgeto de la revolución era poner la bandera dominicana y las voces que corrían eran sobre la esclavitud con otras que no recuerda. Preguntado. Si tiene más que decir; dijo: Que no tiene más que decir en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración; dijo: Ser de edad de sesenta y dos años firmándola con el Señor Fiscal y Secretario de que certifico. Firmado.Vicente Atienza, Alejo Estevez. Ante mí: Inocencio Cárdenas. Diligencia de haber publicado un edicto citando varios individuos Seguidamente dispuso el Señor Fiscal llamar por edicto a los reos prófugos que obran en ésta causa a cuyo fin remitió con oficio de ésta fecha el Señor Presidente de la comisión militar el citado edicto pasando igualmente copia al Señor Comandante de Armas de éste pueblo para su publicación y copiado a la letra dice así: D. Vicente Atienza y Martinez capitán de la Compañía de Granaderos del Batallón de San Quintín número tres, Fiscal de la Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago nombrado para la aberiguación de los que promovieron la insurrección contra el gobierno de S. M. en éste pueblo en el mes de febrero próximo pasado. Habiéndose ausentado de éste pueblo y su jurisdicción el General de las Reservas D. Lucas Evangelista de Peña, los Comandantes D. Norberto Torres y D. Victorino Cordero, los tenientes D. Benito Monción y D. Juan Ramón Reyes, y los paisanos D. Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Eugenio Beliard, Tomás Inglés, Luis Sosa, José Sosa, Cayetano de Ecclaire, Justo Carrasco, Luis Flores, San 202 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Amequita, Gregorio Luperón (a) El Médico, y José de los Santos (a) Mayor Inglés, complicados en la causa que de orden superior estoy instruyendo y siendo de necesidad su declaración, usando la jurisdicción que la Reyna nuestra señora (q. D. g) tiene concedido en éstos casos por las Reales Ordenanzas a los oficiales de su ejército; por el presente llamo, cito y emplazo por éste único edicto y pregón a los dichos Generales de las Reservas D. Lucas Evangelista de Peña, Comandantes D. Norberto Torres y D. Victoriano Cordero, Tenientes D. Benito Monción y D. Juan Ramón Reyes, y los paisanos D. Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Eugenio Beliard, Tomás Inglés, Luis Sosa, José Sosa, Cayetano Decaer, Justo Carrasco, Luis Flores, San Amaquita, Gregorio Luperón (a) Eugenio El Médico, y José de los Santos (a) Mayor Inglés, señalándole éste pueblo para que en el preciso término de nueve días a contar desde la fecha se presenten con obgeto de que puedan dar sus descargos y de no comparecer en dicho plazo se les sentenciará en rebeldía por el Consejo de Guerra por el delito que merezca pena más grave entre aquel que ocasionó su fuga sin más llamarle y emplazarle por ser esta la voluntad de S.M.- Guayubín diez y seis de abril de mil ochocientos sesenta y tres. El Secretario de la causa Inocencio Cárdenas.- El Fiscal Atienza. Y para que conste dispuso el Señor Fiscal se pusiese por diligencia firmándola el dicho Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. de la Diligencia pasando oficio al Señor Teniente Cronel Presidente Comisión Militar remitiéndole un tanto del robo de Bonifacio Núñez A los diez y siete días del dicho mes y año el Sor. Fiscal pasó oficio al Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar manifestándole aparecer en éstas actuaciones que el paisano Bonifacio Núñez vecino de Pilotos fue robado en la época de la insurrección sin constar quien hubiera sido el autor de éste atentado, no habiendo más declaración que la de Pedro Almonte la cual estractada con todas las citas que hace así como la del citado Bonifacio Núñez igualmente se incluyeron en dicho Oficio a fin de que si lo juzga oportuno pase éste hecho a los tribunales civiles para su devida aclaración. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotara firmándola conmigo el Secretario que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. 203 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez A los diez y ocho dias de dicho mes y año el Señor Fiscal pasó oficio al Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar manifestándole que en virtud a que la instancia que D. Juan Grullón vecino de éste pueblo promovió en solicitud de indemnización de las pérdidas sufridas durante la revolución no se haya debidamente justificada por carecer de los indispensables requisitos de demostrar los efectos que tenían de existencia en su tienda así como el valor de los mismo y no ser incumbencia de ésta fiscalía la precitada aclaración fué devuelta la referida instancia adjunta a dicho oficio para por quien corresponda se desmuestren los citados hechos. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmándolo conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. Diligencia pasando oficio al Sor. Comandante de Armas para que esprese el motivo por qué no se han presentado varios individuos A los diez y nueve días del espresado mes y año el Señor Fiscal pasó comunicación al señor Coronel Comandante de Armas de éste pueblo, manifiestándole que constando en la relación de los individuos que había citado y que remitió unida ésta fiscalía a su comunicación fecha diez que lo habia sido José Vicente Piñera, León Jiménez, Bartolo Molina, Bartolo Erti, Antonio Mesón, Ildefonso Ortega y Jacinto Ramón, y no habiéndose presentado a prestar su declaración espresa las causas que lo haya motivado. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmándola dicho Sor. Conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. Diligencia pasando oficio al Coronel Comandante de Armas ordenando la remisión en calidad de presos de los reos citados por edicto si se presentaran A los veinte dias de dicho mes y año dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación al Señor Comandante de Armas de éste punto, manifestándole que en virtud de trasladarse ésta fiscalía a la ciudad de Santiago, en el día de mañana, ordena lo conveniente a fin de que si se presentase alguno de los reos prófugos citados por edicto fecha diez y seis del actual sean conducidos presos a Santiago a disposición de ésta fiscalía. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmándolo dicho Señor conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza Inocencio Cárdenas. 204 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia de unir un oficio del Comandante de Armas de este pueblo Seguidamente el Señor Fiscal recibió un oficio del Comandante de Armas en éste punto en el que manifiesta que los individuos que se le citan en comunicación de fecha diez y nueve, cuatro no pertenecen a ninguna de éstas jurisdicciones, dos se hayan prófugos y otro ha sido citado dos veces sin haber comparecido, cuya comunicación queda unida a éstas actuaciones. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase firmándolo dicho Señor conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. Comandancia militar de Guayubín Participo a V. que los individuos que me cita en su comunicación de ayer, según lo que acabo de recibir de Sabaneta y Monte Cristi, José Vicente Piñera, y Antonio Mesón se hallan prófugos, León Jiménez, Ildefonso Ortega, Bartolo Molina y Bartolo Estis, no pertenecen a esta jurisdicción y Jacinto Ramos no ha parecido sin embargo de haber sido citado ayer. Dios gde. a V. ms. as. Guayubín 20 de abril de 1863. El Corl. Comte. Milr. Firmado: E. Alvarez. Sor. Capitán Fiscal de la Comisión Mr. 205 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia de trasladarse esta fiscalía a la ciudad de Santiago A los veinte y un días de dicho mes y año el Señor Fiscal dispuso se trasladase ésta fiscalía a la ciudad de Santiago en atención a tener terminados en éste punto los trabajos que a él le condujeron emprendiendo acompañado de mí el Secretario la marcha para la referida Ciudad en el día de hoy. Y para que conste por diligencia lo ordenó el Fiscal se hiciese la debida constancia firmándola con el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza Inocencio Cárdenas. Diligencia uniendo un oficio del Señor Presidente de la comisión Militar en el que se le adjunta el tanto de culpa de Raimundo Jaque En la ciudad de Santiago a los veinte y tres dias del espresado mes y año el Señor Fiscal recibió una comunicación del Señor Presidente de la Comisión Militar a la que adjuntaba otra del Señor Comandante Fiscal de ésta Comisión Militar D. Francisco Aguilera manifestándo ambas la remisión a ésta fiscalía, del tanto de culpa del Alcalde de Gurabo Raimundo Jaque para que obre en éstas actuaciones. Y de haber unido a ellas los referidos oficios y el citado tanto de culpa dispuso el Señor Fiscal se anotara por diligencia firmándola dicho señor conmigo el Secretario de que doy fé. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. 206 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia de unir un oficio un tanto de culpa de Justo Carrasco y Alejandro Bueno En dicho punto día mes y año el Señor recibió una comunicación del Señor Presidente de la Comisión Militar que abrasa los estremos siguientes, primero manifiesta la remisión del tanto de culpa que resulta a Justo Carrasco y Alejandro Bueno en una de las causas que sigue el Comandante Fiscal de ésta Comisión Don Francisco Aguilera, a fin de que obre los efectos convenientes en ésta, aclarando los estremos que espresa. Segundo, pide la remisión del tanto de culpa que resulte en éstas actuaciones contra Gregorio Luperón atendido hayarse la causa de éste en plenario y últimamente ordena suspender toda actuación contra el rebelde General D. Lucas Evangelista de Peña por haberle ya sentenciado en reveldía el Consejo de Guerra. Y de quedar unido a éstas actuaciones el oficio y tanto de culpa dispuso el Señor Fiscal se hiciera la debida constancia anotándolo por diligencia que firmó conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza Inocencio Cárdenas. Diligencia uniendo un certificado espendido a favor de D. Juan Carlos Francisco Seguidamente el Señor Fiscal recibió un Certificado espedido por el Señor General de las Reservas D. José Hungría a favor del Comandante de las Reservas Juan Carlos Francisco decretado marginalmente por el Señor Presidente de la Comisión Militar para la averiguación de los estremos que abrasa. Y de quedar unido a éstas actuaciones dicho Certificado dispuso el Señor Fiscal se anotara por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. 207 A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar Ejecutiva de la provincia de Santiago Con ésta fecha doy las órdenes oportunas al Fiscal de ésta comisión Mr. Comandante D. Francisco Aguilera para que pase a V. un tanto de culpa del Alcalde Raimundo Jaque con objeto de que continue las actuaciones cesando él de proceder contra Jaque. Dios gde. a V. ms as. Santiago 18 de abril de 1863. El T. C. Presidente de la Com. Mr. Firmado: Luis Bustamante Sor. Capitán Fiscal D. Vicente Atienza. 208 A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar Fiscalía En virtud de orden recibida del Sr. T. C. Presidente de la Comisión Militar Egecutiva de ésta provincia tengo el gusto de incluir a V. la adjunta sumaria instando contra el Alcalde que fué de Gurabo D. Raymundo Jaque, a quien está V. procesando. Dios gde. a V. ms. as. Santiago 18 de abril de 1863. El T. C. Comte. Fiscal Firmado: Francisco Aguilera Sor. D. Vicente Atienza fiscal de dicha comisión. 209 A.G.I. CUBA 1011B 2º. Cabo de la isla de Santo Domingo Santiago, 21 de marzo de 1863. El Sor. Comte. Fiscal de la Comisión Mr. Egecutiva para que proceda a la formación de causa en averiguación de la conducta observada durante los últimos acontecimientos por el Alcalde Pedáneo de Gurabo. El T. C. Presidente de la comn. Firmado Luis Bustamante. Habiendo tenido noticia de la conducta altamente sospechosa observada en éstas circunstancias por el Alcalde Pedáneo de Gurabo según manifestación que al paso del Cuartel Gral, por aquel punto me hizo el Gral. de las Reservas D. Gaspar Polanco, así como el habérsele mandado comparecer sin que lo haya verificado, por cuyo motivo se providenció su arresto, el cual no tuvo efecto por no encontrársele en su casa morada en el mencionado punto de Gurabo, lo digo a V. para su conocimiento y para que pueda tomar la providencia que estime conveniente. Dios gde. a V. ms. as. Cuartel Gral de Santiago de los Caballeros 20 de marzo de 1863. Firmado: Carlos de Vargas. Sr. Presidente de la Comisión Militar de Santiago de los Caballeros. 210 A.G.I. CUBA 1011B Francisco Aguilera y Uribe Teniente Coronel Graduado 2º. Comandante del Batallón de San Marcial número 2 de Infantería fiscal nombrado por el Exmo. Señor Capitán General de ésta Isla para actuar como tal en la Comisión Militar Egecutiva creada con arreglo a la ley de 17 de abril de 1821 y publicada en 28 de febrero último. Certifico: Que en cumplimiento al decreto puesto al margen del oficio que encabeza éstas diligencias por el Señor Presidente de dicha comisión, hice comparecer al Teniente del espresado Batallón Don Miguel Cáceres y Díaz a quien S. E. ha nombrado Secretario de la misma, cuyo empleo dijo aceptaba y prometió bajo su palabra de honor proceder con lealtad en cuanto se actue. Y para que conste lo firmó conmigo en Santiago de los Caballeros a veinte y uno de marzo de mil ochocientos sesenta y tres. Firmado: Francisco Aguilera Miguel Cáceres. Diligencia pasando oficio al Señor Gobernador Militar pidiendo la prision del Alcalde Pedáneo de Gurabo Seguidamente dispuso el Señor Fiscal pasar atento oficio al Señor Brigadier Gobernador Militar de ésta Provincia, a fin de que se sirva dar sus órdenes para que prendan y pongan a disposición de ésta fiscalía al Alcalde Pedáneo de Gurabo D.N.N. Y para que conste lo pongo por diligencia que firmó dicho Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Aguilera Miguel Cáceres. 211 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia otra al mismo para que ordene una al Gral. D. Gaspar Polanco certificación Acto continuo dispuso el Señor Fiscal se pasara oficio a la espresada autoridad para que se sirva dar sus órdnes al General Comandante de Armas de San José de las Matas para que certifique de todos los antecedentes que tengo sobre la conducta observada por el Alcalde de Gurabo, de dicho partido, Sabaneta, o Guayubín. Y para que conte lo pongo por diligencia que firmó dicho Señor conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Aguilera Miguel Cáceres. Diligencia de suspensión Acto seguido y en vista de las diligencias que anteceden, dispuso el Señor Fiscal se suspendieran éstas hasta la comparecencia del Alcalde a que hacen referencia. Y para que conste lo firmó dicho Señor conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Aguilera Miguel Cáceres. Diligencia de insertar en esta causa una carta de Raymundo Jaque Alcalde de Gurabo En dicha ciudad a los veinte y cuatro días del referido mes y año atendiendo a que en la causa seguida al General D. Antonio Batista, no produce efecto alguno una carta de Raymundo Jaque Alcalde de Gurabo y deviendo por otra parte figurar en ésta como prueba del delito de conspiración y revolución, dispuso el Señor Fiscal se uniera con el espresado objeto; y de haberse así verificado lo pongo por diligencia que firmó dicho Señor conmigo el Srio. del que certifico. Firmado: Aguilera. Miguel Cáceres. 212 A.G.I. CUBA 1011B Dios Patria Libertad República Dominicana Señor General Antonio Batista Señor Alcalde Santiago Rodríguez. En Sabaneta. Señor General y Señor Alcalde la presente tiene para decirle a uste es que a pasao el Señor Jose Abrio y lo que declara es que Santiago no está en movimiento que se dice es que por Puerto de Plata se están desembarcandose quinientos hombres se me ha presentao un hombre de El Platanar jurisdicción de Santiago me declara que todos los de esa jurisdicción los estaba nombrando por orden del General José Hungría y que todas las familias se pasaron al otro lado y declara que encontró un oficial y le dice que se vuelva porque de Mao para abajo son todos enemigos también declara que supo por noticia que el Señor Bartolo Mexia está atropellando los hombres para que marchen para donde el General José Hungría para Guallacana el individuo a dejado su familia abandonado para pasarse a esta parte y el oficial bregó mucho por llebárselo el cual individuo declara que se llama Manuel del Rosario también declara el Señor Sotero Flores que algunos soldados estaban paralisado por que los estaban nombrando el Señor Bartolo Megia para ir por Guallacana para donde el General José Hungría. También quiero que me mande diez piedras de chispa y vea a ver si me puede mandar cuatro fusiles porque se dice que algunos se pueden venir por aquí. Guayabo, 24 de febrero de 1863. El Alcalde Pedáneo Raymundo Jaque. 213 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia uniendo el edicto por el que se llama al reo En la espresada ciudad a los cuatro dias del mes de abril del espresado mes y año en razón a no haberse presentado Raymundo Jaques, dispuso el Señor Fiscal se le llamara por edicto, lo que verificado se une impreso un egemplar para que produzca los efectos a que haya lugar; y para que conste lo pongo por diligencia que firmó dicho Señor Fiscal conmigo el Secretario de lo que Certifico. Firmado: Aguilera Miguel Cáceres. 214 A.G.I. CUBA 1011B EDICTO DON MIGUEL CÁCERES Y DIAZ, Teniente del Batallón de Infantería de San Marcial Núm. 2, autorizado por las Reales Órdenes de S. M. para actuar de Secretario de la Comisión Militar de ésta Provincia creada por el Escmo. Sor. Capitán General de esta Isla, de la que es Fiscal el Sor. Teniente Coronel graduado 2º. Comandante de dicho cuerpo, D. Francisco Aguilera y Uribe. Por éste mi único edicto de pregón estraordinario, llamo, cito y emplazo por el improrrogable témino de NUEVE DIAS, a contar desde ésta fecha, a los reos prófugos acusados de rebelión contra el Gobierno de S. M. Comandante de las Reservas Provinciales de ésta Isla D. José Borbón y al Alcalde Pedáneo Raymundo Jaques para que se presenten en el Fuerte de S. Luis de ésta Ciudad a dar sus descargos y defensas en la causa que se le sigue por el espresado delito; y de no comparecer en el referido plazo, se seguirá la causa y sentenciará en rebeldía por el Consejo de Guerra permanente de ésta Comisión Militar. Santiago, 4 de abril de 1863. Bo. Vo. Aguilera (rubricado) Por su mandato Miguel Cáceres (rubricado) 215 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia mandando pasar un oficio al señor Brigadier Comte. Gral. con 14 ejemplares del edicto Seguidamente dispuso el Señor Fiscal se pasara atento oficio al Señor Brigadier Comandante General del Cibao, acompañando catorce ejemplares del edicto que precede a fin de que se le de la correspondiente publicidad. Y de haberse así verificado lo pongo por diligencia que firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de lo que certifico. Firmado: Aguilera. Miguel Cáceres. Declaración del General D. Antonio Batista En la ciudad de Santiago a los ocho días del referido mes y año el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario a la Real Casa de ésta Ciudad en donde hizo comparecer ante sí a D. Antonio Batista, a quien dicho señor reicibió juramento de ordenanza por el que prometió bajo su palabra de honor decir verdad en lo que fuese preguntado y siéndolo por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es General de División de las Reservas Provinciales de ésta Isla. Preguntado. Si conoce a Raymundo Jaques, si sabe dónde se halla y la parte que éste haya tomado en la revolución del pasado mes de febrero; dijo: Que conoce al individuo por el que se le pregunta, que no sabe dónde se haya, y que lo único que puede decir respecto a la parte que éste haya tomado en la revolución es que estaba puesto de guardia en su misma Sección por el Director Santiago Rodríguez a el cual le daba partes de lo que ocurría. 216 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Si tenía el Jaques alguna fuerza a su mando; dijo: Que tenía fuerza para sostener dicha guardia e impedir que nadie saliese de Sabaneta. Preguntado. Si lo vió en Sabaneta alguna vez durante la revolución; dijo: Que no lo vió en ninguna vez. Preguntado. Que noticas comunicó en los partes que daba a Santiago Rodríguez y el declarante; dijo: Que no sabe qué noticias diese porque el no recibía los partes y sí Santiago Rodríguez. Preguntado. Si sabe que Raymundo Jaques se incorporara con su fuerza a la que defendió a Sabaneta ó a alguna otra de las insurrectas; dijo: Que no ha sabido de él más que lo que deja dicho no lo ha visto durante las ocurrencias. Preguntado. Habiéndole puesto de manifiesto la carta que obra a fojas cuatro, si la conoce y fué recibida por el declarante; dijo: Que es la primera vez que vé dicha carta pues como deja dicho era Santiago Rodríguez el que recibía y despachaba las comunicaciones; que no tiene más que decir que lo declarado es la verdad a cargo de la palabra de honor que tiene dada en que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración y la firmó con el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico. Firmado: Francisco Aguilera, Antonio Batista. Ante mí: Miguel Cáceres. Declaración de Bartolomé Mejias Inmediatamente el Señor Fiscal pasó con asistencia de mí el Secretario al Fuerte de San Luis en donde se halla preso el General de las Reservas Provinciales D. Bartolomé Mejias y habiéndole hecho comparecer ante sí le recibió juramento de ordenanza con arreglo a su clase por el que bajo su palabra de honor prometió decir verdad en lo que fuerse preguntado y siéndolo por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es General de Brigada de las Reservas Provinciales de ésta Isla clasificado en pasivo. 217 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si conoce a Raymundo Jaques y si sabe dónde se halla; dijo: Que conoce al individuo porque se le pregunta pero que ignora donde se halla. Preguntado. Qué parte ha tomado el espresado Jaques en la pasada revolución; dijo: Que sabe que Raymundo Jaques Alcalde Pedáneo de Gurabo, se hayaba mandando una fuerza de sublevados como de cuarenta hombres situada en el camino de esta ciudad a Sabaneta y punto llamado Gurabo Adentro; que su oficio allí era como guardia avanzada de Sabaneta, a donde remitia todos los hombres que pasaban a dicho pueblo. Preguntado. Si sabe marchase Jaques con su fuerza a algún otro punto; dijo: Que no lo save ni ha vuelto a tener noticias de él después de la revolución. Que no tiene más que decir, que lo declarado es la verdad a cargo de la palabra de honor que tiene dada en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración, y por no saber escribir hizo la señal de cruz y lo firmó el Señor Fiscal con el presente Secretario de que certifico. Firmado: Francisco Aguilera. (Hay una señal de cruz en tinta) Ante mí: Miguel Cáceres. Declaración del Gral. D. Gaspar Polanco En dicha ciudad a los doce dias del referido mes y año compareció ante el Señor Fiscal y Secretario, D. Gaspar Polanco, a quien dicho Señor recibió juramento de ordenanza por el cual prometió decir verdad en lo que fuere preguntado y siéndolo por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que es General de Brigada de las Reservas Provinciales de ésta Isla clasificado en pasivo. Preguntado. Si conoce a Raymundo Jaques y si sabe dónde se halla; dijo: Que conoce al individuo por que se le pregunta, pero que no sabe donde se halla y que tiene orden de prenderlo por su conducta altamente sospechosa durante las ocurrencias que tuvieron lugar en los últimos días de febrero y primeros de marzo último. Preguntado. Manifieste cuanto sepa sobre la parte que el Raymundo Jaques halla tomado en la insurrección; dijo: Que el dicho Jaques era Alcalde Pedáneo del partido de Gurabo Adentro antes de las citadas ocurrencias, que desde el momento que estalló la revolución en Sabaneta se estableció Jaques en el paso real de Gurabo con fuerzas de los 218 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos sublevados como guardia avanzada de Sabaneta mandando como Gefe dicha guardia la que prendía y amarraba y rompía pasaportes a los que pasaban y no querían tomar parte con él. Preguntado. Si conoce o sabe de alguno de los que fueron presos por el referido Raymundo Jaques; dijo: Que el Cabo José Dolores Gómez fué uno de los presos porque pasando por la guardia de Jaques con pasaporte del declarante para que fuese a buscar su familia lo amarró y rompiéndole dicho pasaporte le remitió a Sabaneta con una escolta, la que antes de llegar a dicho pueblo encontró a los fugitivos que lo habían abandonado en cuyo concepto soltaron al cabo citado, al que le quitaron la cartuchera y diez pesos fuertes según manifestó al declarante dicho Cabo. Preguntado. Si sabe alguna otra persona de las que fuesen detenidas por Jaques ó si conoce alguno de los individuos que estuvieran a sus órdenes; dijo: Que sabe mandó una ronda comandada por Pedro Gómez vecino del lugar llamado Jaybon cuya ronda llevaba orden de prender a Bonifacio Núñez, lo que no pudo efectuar por haber éste huido pero que saquearon su casa sita en Piloto. Preguntado. Hasta cuándo estuvo el Jaques establecido con su gente en el punto de Gurabo y de qué fuerzas se comprendía la avanzada que mandaba; dijo: Que según noticias se retiraron y dispersaron al día siguiente de la entrada en Sabaneta de las tropas Españolas, y que la fuerza que mandava era como de veinte y pico de hombres; que después de tomada Sabaneta y al retirarse el declarante para su casa por haber concluido los servicios que prestara cerca de la columna del General Hungría le encargó éste averiguase el paradero de Raymundo Jaques, por lo que se dirigió a la casa de éste y encontrándolo en ella le previno se presentase a dicho General preguntándole al mismo tiempo sobre los diez pesos que quitaron al Cabo José Dolores, a lo que contestó que él no sabía de ellos pero que sin embargo se hizo responsable a pagarlos quedando en marchar enseguida a presentarse al General Hungría, lo que hasta la fecha no se ha efectuado ni se sabe su paradero, que no tiene más que añadir, que lo declarado es la verdad a cargo de la palabra de honor que tiene dada en que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración y por no saber escribir hizo una señal de cruz y la firmó el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico. Firmado: Francisco Aguilera. (Hay una cruz en tinta) Ante mí: Miguel Cáceres. 219 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia mandando unir oficio del señor Presidente En la mencionada Ciudad a los diez y ocho dias del referido mes y año habiéndose recibido un oficio del Señor Presidente de la Comisión, dispuso el Señor Fiscal se uniera a esta sumaria para que produzca los efectos a que haya lugar. Y para que conste lo pongo por diligencia que firmó dicho Señor conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Aguilera. Miguel Cáceres. 220 A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar Ejecutiva de la provincia de Santiago Sirvase V. pasar al Capn. Fiscal de ésta Comn. Mr. Dn. Vicente Atienza, el tanto de culpa que resulta en la causa que éste está formando a Raimundo Jaque cesando V. en las actuaciones. Dios gde. a V. ms. as. Santiago 19 de abril de 1863. El T. C. Presidente de la Cn. Mr. Firmado: Luis Bustmante. Sor. Comte. Fiscal Dn. Francisco Aguilera. A.G.I. CUBA 1011B Diligencia de entrega En la misma Ciudad y acto seguido en vista del oficio que antecede atendido a que no figura en esta sumaria otro acusado más que Raymundo Jaques dispuso el Señor Fiscal se hiciera entrega de ella al Capitán Fiscal de la Comisión Don Vicente Atienza, compuesta de catorce hojas útiles sin contar con la cubierta; y de haberse así verificado lo firmó dicho Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Aguilera Miguel Cáceres. 221 A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar Egecutiva y Permanente Adjunto remito a V. el certificado del tanto de culpa que resulta a Justo Carrasco en una de las causas que sigue el Comandante Fiscal de ésta comisión Don Francisco Aguilera con el fin de que obre los efectos consiguentes en la que V. sigue al espresado Carrasco; y como en dicho certificado aparece también acusado el paisano Alejandro Bueno, sin que hasta la fecha aparezca más cargo que el que se denuncia ni más testigos que acrediten el hecho que figura en el espresado certificado procede que V. como establecido en el lugar de los acontecimientos inquiera cuánto sea necesario para la comprobación del delito que se imputa al indicado Bueno comprendiéndolo y siguiéndole la correspondiente causa en la de Justo Carrasco. Asi mismo espero de su celo que a la brevedad posible remita a mis manos el tanto de culpa que resulte contra Gregorio Luperón en atención a hallarse la causa de éste en Plenario seguida en ésta Plaza por el espresado Comandante Fiscal. También debo advertir se suspenda toda actuación contra el rebelde General Don Lucas Evangelista Peña, en atención a haberse ya sentenciado éste en rebeldía por el Consejo de Guerra celebrado en ésta ciudad el día 9 de los corrientes. Dios gde. a V. ms. as. Santiago, 18 de abril de 1863. El T.C. Presidente de la C. Firmado: Luis Bustamante. Sor. D. Vicente Atienza Capitán Fiscal de dicha Comisión. 222 A.G.I. CUBA 1011B Don Miguel Cáceres y Díaz Capitán del Batallón de Cazadores de Bailen número primero Secretario de la Comisión Militar Egecutiva de ésta Provincia creada con arreglo a la ley de 17 de abril de 1821, de la que es Fiscal el señor Teniente Coronel graduado segundo comandante del Batallón de San Marcial No. 2 de Infantería Don Francisco Aguilera y Uribe. Certifico: Que a los folios 22 de la causa que se sigue contra el rebelde Ayuntamiento de Sabaneta, ecsiste un oficio que copiado a la letra dice así. Gobierno Militar de SantiagoDe los individuos que V. me indica en su atenta comunicación de ésta fecha, figuran en una relación firmada por mí como cabezas de la rebelión en Sabaneta, debo manifestarle que dicho documento se hizo por las averiguaciones que tomé de algunos paisanos, pero mejor informado después ha resultado que Justo Carrasco, mandaba los rebeldes la tarde que se batieron en aquel punto con las tropas de la Reyna, y Alejandro Bueno fué el que quitó é hizo pedazos la bandera Española que estaba enarvolada en la plaza, sin que en los demás aparezca otro delito que el de haber acudido como simples soldados al llamamiento general y los que se fueron presentando a mi autoridad a su debido tiempo.- El Capitán Laureano ha disfrutado éste empleo cuando había Guardia Cívica, pero no ha sido clasificado ni pertenece a las Reservas.11 11 La Guardia Cívica fue organizada en las provincias a partir del logro de la independencia, en 1844. Tras la anexión a España, el llamado entonces «antiguo Ejército dominicano» fue rigurosamente depurado, dejando sólo a los elementos más leales al nuevo régimen. La labor de reorganización militar transcurrió bajo la supervisión directa del general Serrano, Capitán General de Cuba y del general Carlos de Vargas, Segundo Cabo de la Capitanía General de Puerto Rico. Con los elementos «depurados» se formaron las llamadas «Reservas Dominicanas», de cuyo seno salieron númerosos restauradores, demostrándose que la depuración no había sido todo lo eficaz que se había pensado. Vale decir que, desde su formación, las Reservas Dominicanas se rigieron por las ordenanzas militares del ejército español, pero sus miembros no eran considerados como miembros del mismo, incluso, estaban divididos en activos y pasivos, cobrando medio sueldo estos últimos. Sus reglamentos fueron copiados de los de las llamadas «Milicias Disciplinadas de Puerto Rico». Debe significarse que el proceso que dio orígen a las llamadas «Reservas Dominicanas» comenzó y finalizó con numerosas injusticias, en las que no poco pesaron, además de las sospechas de poca confiabilidad, el tema racial y los favoritismos hacia los seguidores de Pedro Santana, quien como Capitán General de la nueva provincia de la Corona, presidió las 223 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Dios guarde a V. muchos años. Santiago quince de abril de mil ochocientos sesenta y tres.- El general Gobernador José Hungría.- Hay una rúbrica.- Señor Fiscal de la Comisión Militar Don Francisco Aguilera. Así mismo certifico: que á fojas 23 se halla la diligencia siguiente.- Acto seguido dispuso el señor fiscal suspender toda actuación en vista del oficio que antecede, respecto a los individuos Ramón Tejada, Laureano Ramos, Nicolás y Francisco Fortuna, Luis Flores y Eusebio Carrasco comprendidos en la relación que obra a fojas 4 vuelta del certificado con que se encabeza ésta sumaria disponiendo al mismo tiempo poner en libertad a los dos primeros en atención a dicho oficio y no resultar cargos contra ellos; cuya providencia fué notificada por el Secretario a los espresados Tejada y Ramos; y para que conste por diligencia lo firmó el expresado Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico.- Miguel CáceresAguilera- Hay dos rúbricas- Y para que conste donde convenga doy la presente orden del espresado Señor Fiscal en Santiago a los diez y ocho días del mes de abril de mil ochocientos sesenta y tres. Vto. Bno. Firmado: Aguilera Firmado: Miguel Cáceres. labores de la llamada «Junta clasificadora de los jefes, generales y oficiales del antiguo ejército dominicano». 224 A.G.I. CUBA 1011B Don José Hungría General de División y Gobernador Político Militar de Santiago. Certifico que Don Juan Carlos Francisco Comte. de la Reserva en comisión pasiva, fué uno de los primeros que contribuyó con el que subscribe a enarbolar la bandera Española cuando la anecsión, después siguió observando muy buena conducta y ha permanecido siempre fiel al Gobierno de S. M. haciendo cuantos servicios le fueron encomendados. Tan pronto estalló la última revolución en Guayubín, fué mandado buscar a su casa por los cabecillas de ella, para que se presentara, más pretestándo enfermedad se le volvió a requerir por segúnta y tercera vez que viéndose en la imposibilidad de no obedecer efectuó su presentación con el mayor trabajo a causa de sus males, enseguida y poniéndose de acuerdo con el General de la Reserva D. Sebastián Reyes trataron de fugarse a la primera oportunidad la cual no pudo lograr dicho Carlos Francisco por la rapidez con que lo verificó el primero, hasta mi aprosimación a dicho punto con las tropas leales, que inmediatamente se me presentó abandonando a los insurrectos, como lo pueden manifestar el referido General D. Sebastián Reyes, los Regidores D. José Carlos Rodríguez y Alcalde D. Fernando Pérez y Capitán de la Reserva D. Miguel Megias. Santiago de los Caballeros diez y nueve de abril de mil ochocientos sesenta y tres. Firmado: José Hungría. Al margen dice. Santiago 20 de abril de 1863.- Al Capn. Fiscal de la Comn. Mr. en Guayubín Dn. Vicente Atienza para que haga las correspondientes averiguaciones.El T. C. Presidente de la C. Mr. Firmado Luis Bustamante. 225 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia de haber unido un oficio del Señor Presidente de la Comisión Militar pidiendo el tanto de culpa sobre el robo a Bonifacio Núñez. Acto continuo el Señor Fiscal recibió una comunicación del Señor Presidente de la Comisión Militar para que se le remita por esta fiscalía el tanto de culpa que aparezca en ésta causa acerca de los causantes del robo causado a Bonifacio Núñez vecino de Piloto para que el Señor Alcalde Mayor pueda proveer en contra del autor o autores de dicho robo. Y para que conste la unión del referido oficio a estos procedimientos, dispuso el Señor Fiscal se anotara por diligencia que firmó conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza Inocencio Cárdenas. Diligencia de unir oficio del Señor Presidente de la Comisión Militar mandando cesar las actuaciones sobre D. Ignacio Reyes y pidiendo el tanto de culpa sobre la capituaclión de Guayubín En el mismo día el Señor Fiscal recibió una comuncicación del Señor Presidente de la Comisión Militar ordenándole deje de proceder en contra del Coronel de las Reservas D. Ignacio Reyes por haber sido ya juzgado en Consejo de Guerra. Igualmente ordena la remisión del tanto de culpa de todo lo que haya actuado referente a la Capitulación de Guayubín al Señor Comandante Fiscal D. Francisco Aguilera cesando de actuar sobre el referido hecho en estos procedimientos. Y de quedar unido dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Inocencio Cárdenas. 226 A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar Ejecutiva de la provincia de Santiago Para que el señor Alcalde Mayor de éste partido pueda proceder contra el autor ó autores del robo causado a Bonifacio Núñez, vecino de Piloto se hace preciso que mande V. el tanto de culpa que en la causa instruida por motivos de rebelión aparezca, esto es copia certificada de las declaraciones que se rozan con éste particular. Lo que paticipo a V. en contestación a su oficio de 18 del actual. Dios gde. a V. ms. as. Santiago, 22 de abril de 1863. Firmado: Luis Bustamante. Sor. Capitán Dn. Vicente Atienza en Guayubín. A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar Ejecutiva de la provincia de Santiago Habiendo sido juzgado en Consejo de Guerra el Corl. de las Reservas de ésta Isla D. Ignacio Reyes, puede V. eliminarlo de la causa que se halla instruyento y en que aparece dicho Corl. Igualmente dejará de actuar en la parte referente a la capitulación de Guayubín pasando el tanto de culpa al Fiscal 2º Comte. Dn. Francisco Aguilera. Dios gde. a V. ms. as. Santiago, 23 de abril de 1863. El T.C. Presdte, de la Comn. Firmado: Luis Bustamante. Sor. Capn. Fiscal Dn. Vicente Atienza. 227 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia de nombramiento de nuevo Secretario En dicho punto a los veinte y cuatro dias del espresado mes y año el Señor Fiscal recibió un oficio del Señor Brigadier Comandante General decretado marginalmente por el Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar en el que me participa haber sido nombrado Secretario para la continuación de ésta causa el Subteniente D. Juan Rueda y Garrido, cuyo oficio se une a continuación. Y habiéndosele presentado dicho oficial y enterado de la obligación que contraía aceptó y prometió bajo su palabra de honor guardar sigilo y fidelidad en cuanto actuare. Y para constancia lo firmó con el Señor Fiscal en dicho punto a la citada fecha. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia remitiendo un tanto de culpa Seguidamente el Señor Fiscal remitió con adjunto oficio al Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar el tanto de culpa sacado de ésta causa y relación para la averiguación del robo hecho al paisano Bonifacio Núñez según petición del Señor Presidente de dicha comisión fecha veinte y dos del actual al folio ciento sesenta que obra en estas actuaciones. Y para que conste dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmándola comigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 228 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia remitiendo un tanto de culpa Acto continuo el Señor Fiscal remitió con adjunto oficio al Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar el tanto de culpa que le resulta en ésta causa a Gregorio Luperón (a) El Médico, cuyo tanto fue pedido por dicho señor presidente en oficio fecha diez y ocho del actual que obra al folio ciento cincuenta y seis de éstas actuaciones. Y para que conste dispuso el Señor Fiscal se anotara por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido. Diligencia uniendo un oficio del Comandante Fiscal Don Francisco Aguilera En dicho día mes y año el Señor Fiscal recibió una comunicación del Señor Teniente Coronel segundo Comandante Fiscal de ésta Comisión Militar en el que solicita le sea remitido por ésta Fiscalía todo lo que halla actuado sobre el Coronel Comandante Militar que hera de Guayubín en los días de la rebelión, D. Juan José Garrido y Capitulación del destacamento de aquel punto. Y de quedar unido dicho oficio dispuso el Señor Fiscal se hiciera la debida constancia anotándolo por diligencia que firmó conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido. 229 A.G.I. CUBA 1011B Comandancia General del Cibao Con fecha de hoy he nombrado Secretario de la Comisión Militar que V. preside al Subteniente del Batallón de San Quintín D. Juan Rueda y Garrido. Lo digo a V. como contestación a su comunicación del día de ayer. Dios gde. a V. ms. as. Santiago, 25 de abril de 1863. Firmado: Manuel Buceta. Señor Presidente de la Comn. Militar Al margen dice.- Santiago 25 de abril de 1863.- Al Sor. Capn. Fiscal D. Vicente Atienza para que dicho secretario actue a sus órdenes en la causa que instruye sobre la sublevación de Guayubín.- El T. C. Presidente de la C. M. Firmado: Luis Bustamante. 230 A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar Fiscalía He de merecer de V. se sirva remitirme correspondientemente legalizado, el tanto de culpa que aparezca en las causas que está V. instruyendo contra el Comandante Militar que fué de Guayubín Don Juan Garrido y oficiales del Destacamento de dicho pueblo, referente a la Capitulación y entrega a los rebeldes del referido pueblo. Dios gde. a V. ms. as. Santiago, 24 de abril de 1863. El T. C. Comte. Fiscal. Firmado: Francisco Aguilera. Sor. D. Vicente Atienza capitán Fiscal de dicha comisión. 231 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia citando los testigos para ratificar Seguidamente el Señor Fiscal en virtud de la Orden de la plaza de este dÍa que previene que en todo él entregue el Señor Presidente las relaciones de los testigos ausentes que tuviesen que ratificar sus declaraciones, dispuso pasar atenta comunicación al Señor presidente de la Comisión Militar la cual copiada a la letra dice así: Adjunto acompaño a V.S. cuatro relaciones de los individuos que residen en Guayubín , Sabaneta, Monte Cristi y Puerto Plata y tiene que ratificar en ésta Fiscalía las declaraciones que han prestado en las diferentes causas que me hallo instruyendo concernientes a los sucesos políticos del mes de febrero último y con arreglo a la orden de la Plaza fecha de hoy en que se previene la entrega de dichas relaciones. Pero como quiera que las causas no se hallan aún totalmente terminadas en su parte sumaria y de las declaraciones que aun restán pudieran resultar algunas citas nuevas que avacuar lo participo a V. S. en cumplimiento de mi deber a fin de que no estrañe si posterior a esta relación fuese de necesidad solicitar el comparendo de algunos testigos. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 232 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia pidiendo la relacion de oficiales defensores Acto continuo el Señor Fiscal pasó una comunicación al Señor Brigadier Comandante General de ésta Provincia solicitando lista ó relación de los Señores, Gefes y oficiales presentes en ésta Plaza actos para el desempeño del cargo de defensores. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se hiciese la debida anotación firmándola conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia de unir una relación detallada de los individuos que figuran en la causa En dicho punto a los veinte y cinco días de dicho mes y año el Señor Fiscal dispuso que en atención a ser muy crecido el número de individuos que comprenden esta causa se sacara una detallada relación de todos los que figuran en ella comprensiva de los que aparecen como reos con clasificada situación de ellos, la causa de no haberse procedido contra algunos así como la razón de no haber evacuado algunas citas. Y para que conste por diligencia el haber unido dicha relación a éstas actuaciones dispuso el Señor Fiscal se hiciese la debida (anotación) constancia firmándola el Secretario conmigo de que certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido. 233 A.G.I. CUBA 1011B Relación comprensiva de todos los individuos que figuran en esta causa espresendo las razones de no haberse procedido contra algunos de ellos y evacuando las citas que faltan así como la situación actual de los reos de ella. Clase ................................... nombre Reos de la causa presos en Santiago Paisano .............................. D. José Ramón Torres Id ....................................... Juan Ramón Reyes Id ....................................... Raimundo Jaque Id ....................................... Pablo Aquino Id ....................................... Juan Bautista Gómez (a) S. Batista. Id ....................................... Norberto Torres Prófugos Teniente de las R. ............. D. Benito Monción Paisano .............................. Juan de la Cruz Alvares (a) Cacú Id ....................................... Andrés González (a) Maló Comte. De las R. ............... D. Victorino Cordero Paisano .............................. José Vicente de los Santos (a) El Inglés Id ....................................... San Améquita Id ....................................... Jacinto Ramos Id ....................................... Luis Sosa Id ....................................... Alejandro Bueno Id ....................................... José Sosa Id ....................................... Cayetano Decaer Teniente de las R. ............. D. Juan Ramón Reyes Id ....................................... D. Eugenio Beliard 234 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Paisano .............................. Tomás Inglés Id ....................................... José de los Santos (a) Mor. Inglés. Ausente de Guayubín cuando allí se hallaba la fiscalía y hoy ausente de Santiago. Capn. De las R. ................. D. Alvaro de Peña. Individuos que figuran en la causa como complicados en la rebelión y que no se ha procedido contra ellos. General de las Reservas D. Lucas Evangelista de Peña. Por estar ya juzgado por la Comisión Militar según oficio del Sor. Presidente al folio 156. Coronel de id. D. Ignacio Reyes. Por hallarse ya juzgado por la Comisión Militar según oficio del Sor. Presidente al folio 161. Gral. De id. D. Antonio Batista Id. D. Bartolomé Megia. Id. D. José Valverde. Presbitero D. Juan Pineda. Teniente Corl. de las Reservas D. Vidal Pichardo. Alcalde Don Santiago Rodríguez. Por hallarse ya juzgados por la comisión Militar según relación al folio 130. Paisano Ramón Díaz Rojas. Id. Eusebio Lantigua (a) Lagaña. Id. Luis Flores. Por hallarse la causa pendiente en la Comisión Mr. según relación que obra al 130 de ésta causa. Subte. de San Marcial D. Luis Prados Corl. Comte. Ma. de Guayubín D. Juan José Garrido. Subte. de San Marcial D. Pedro Garrido. Se sacó tanto de culpa de la Capitulación de Guayubín que ellos firmaron según oficio que obra al 161. Corl. de las reservas D. Juan Antonio Polanco. Alférez de id, D. Santiago Tabares, Paisanos D, José Olivo, Matías Carrasco, José Alejandro Mes, José María Castro, Modesto Beliard, José Polanco, Pedro Balbuena y Gregorio Pimentel. Por haberse sacado tanto de culpa de los mismos para unirlo a la causa de la insurrección de Monte Cristi a que pertenecían según oficio del Sor. Presidente de la C. M. al folio 129. Paisano Gregorio Luperón (a) Eugnio El Médico. Se pasó tanto de culpa al Señor presidente de la Comisión Militar en virtud de un oficio que obra al folio 156 de éstas actuaciones. Paisano Pedro Almonte. Se sacó tanto del robo de Bonifacio Núñez según oficio del Señor Presidente de la Comisión Militar al folio 160 de ésta causa. Paisano Esteban Martínez. Licenciado en Haiti según relación del Sor. Comte. Mr. de Guayubín al folio 125. Paisanos Bartolo Erti, Bartolo Molina y León Jiménez. Sin embargo de figurar en la relación de insurrectos echa por ellos mismos que obra al folio 50 no los menciona nadie en la causa ni aparecen de la jurisdicción según oficio del Comte. Mr. de Guayubín al fo. 137. Paisanos: Pedro Antonio Pimentel, Juan Bautista del Carmen (a) Zambá, Juan Antonio Ramón, Casimiro Castellano, Pedro Almonte. Diego Crespo, Ramón Regalado, Antonio Rodríguez, Juan de la Paz, Juan Reinoso, Javier de Peña, Antonio Mesón, Manuel de Peña, Ramón Sosa, Justo Sosa, Timoteo Sosa, Eusebio Sosa, Rafael Castro. Comprendidos en el artículo 1º. del decreto de indulto del E.S.C. Gral: según certificado del Sr. Brigadier Comte. Gral. que exhibieron en su presentación. 235 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Comte. de las Reservas D. Nicolás Gerónimo, paisano Alejo Estebe, id. Antonio Ramón, id. Juan Carlos Castro. Comprendidos en el artículo 1º del decreto de indulto del E.S.C. Gral. según certificdo del Sor. Brigadier Comte. Gral. que exhibieron a su presentación. Santiago de los Caballeros, 25 de abril de 1863. El Secretario. Vo. Bo. Firmado: Atienza Firmado: Juan Rueda Garrido. 236 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia sacando tanto de culpa de la capitulación de Guayubín En dicho punto a los veinte y seis dias de dicho mes y año, el Señor Fiscal pasó al Señor Teniente Coronel segundo Comandante Fiscal de ésta Comisión D. Francisco Aguilera el tanto de culpa de la Capitulación de Guayubín con arreglo a la orden del Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar que obra al folio ciento sesenta y uno. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se hiciera la debida constancia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico: Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia solicitando prisión del capitán de las Reservas Alvaro de Peña A los veinte y siete días de dicho mes y año el Señor Fiscal pasó comunicación al Señor Brigadier Comandante General solicitando la prisión del Capitán de las Reservas D. Alvaro de Peña si se hallase en ésta Ciudad. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se hiciera la debida constancia firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmando: Atienza Juan Rueda Garrido. Diligencia citando individuo En el mismo punto a los veinte y ocho días del espresado mes y año el Señor Fiscal en atención a no hallarse en esta ciudad D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, Comandante de las Reservas por haber regresado a Guayubín en el mismo día que se trasladó la fiscalía de aquel punto dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación al 237 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Señor Brigadier Comandante General a fin de que se sirva disponer que se traslade inmediatamente a ésta Ciudad el referido individuo. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacer la debida constancia firmándola conmigo el Scretario de que certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido. Diligencia solicitando el nombramiento de defensores para los reos prófugos Seguidamente el Señor Fiscal pasó comunicación al Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia solicitando de su autoridad el nombramiento de los oficiales defensores de los reos prófugos en ésta causa que son los siguientes: Comandantes de las Reservas D. Victorino Cordero, Teniente de las Reservas D. Eugenio Veliard, id, D. Benito Monción, id, D. Juan Ramón Reyes, Moreno, paisano Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Andres González (a) Maló, Jose Vicente de los Santos, (a) El Inglés, San Amequita, Jacinto Ramos, Luis Sosa. Alejandro Bueno, José Sosa, Cayetano Decaer, Tomás Inglés, José de los Santos (a) Mayor Inglés y Antonio Mesón. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se hiciera la devida constancia firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido. Diligencia disponiendo el embargo de los bienes de los reos Seguidamente el Señor Fiscal pasó comunicación al Señor brigadier Comandante General de ésta provincia solicitando el embargo precautorio de los bienes de los que figuran como reos en ésta causa y son los siguientes: Juan Ramón Reyes (a) Blanco, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, Andrés González (a) Maló, José Vicente de los Santos (a) El Inglés, Jacinto Ramos, Luis Sosa, José Sosa, Cayetano Decaer, Tomás Inglés, José de los Santos (a) Mayor Inglés, Raimundo Jaque, Pablo Aquino, Juan Bautista Gómez (a) San Batista, San Amequita, Alejandro Bueno, Antonio Mesón, y Don José Ramón Torres. Con arreglo a lo prevenido en la Real Orden de 30 de marzo de 1824. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal se hiciera la debida constancia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 238 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Declaración de D. Fernando Pérez Acto continuo conpareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don Fernando Pérez Alcalde ordinario de Guayubín a quien dicho Señor le hizo prestar juramento con arreglo a su clase por el que prometió decir verdad en cuanto fuere preguntado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse y ser como queda dicho. Preguntado. Si conoce a D. Juan Carlos Francisco (a) Dorcé, diga la parte que dicho individuo halla tomado en la rebelión; dijo: Que hará como doce años que conoce al sugeto porque se le pregunta y que siempre lo ha visto obediente a las órdenes de su Gefes, que durante la revolución lo vió uno ó dos veces en el pueblo pero siempre con marcadas señales de disgusto por lo que calcula no sería adicto a las ideas revolucionarias como puede asegurar que no desempeñó cargo ni comisión alguna entre los sublevados sin embargo de que éstos por alagarle le nombraron Coronel y que tan luego como halló ocasión se fugó de entre los insurrectos. Preguntado. Si ha hablado con el citado individuo alguna vez referente a cuestiones políticas qué conversaciones han mediado así como si anterior o posterior a la revolución a prestado servicios a S. M. la Reyna (q. D. g); dijo: Que nunca han mediados entre ambos conversaciones de cuestiones politicas. Que poco después de la anección fue uno de los pocos que acompañaron al General D. José Hungría cuando la sublevación de Moca en contra del Gobierno hasta su completa sofocación que posteriormente a desempeñado cuantas comisiones le han sido confiadas. Preguntado. Si tiene algo más que añadir ó quitar a lo que á declarado; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado en que se afirmó y ratificó leída que le fue esta su declaración; dijo: Ser de edad competente y lo firmó con el Señor Fiscal y presente secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza, Fernando Perez. Ante mí: Juan Rueda Garrido. Diligencia remitiendo un interrogatorio En dicho punto a los treinta días del dicho mes y año el Señor Fiscal pasó una comunicación al Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia incluyéndole un interrogatorio que debe ser evacuado en los individuos siguientes: Bartolo Talis, Liberio Hermoso, Manuel Talis, Gollo Talis, y Antonio Mesón, pertenecientes a la jurisdicción de Guayubín. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 239 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de haber remitido un oficio al Señor Brigadier solicitando el embargo de los reos Seguidamente el Señor Fiscal pasó una comunicación al Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia solicitando de su autoridad ordene lo conveniente para el embargo precautorio de los bienes de los reos en ésta causa y que pertenecen a las Reservas Provinciales que son el Comandante D. Victorino Cordero, y los tenientes D. Benito Monción, Don Juan Ramón Reyes, Negro, y Don Eugenio Veliard. Todo con arreglo a la Real Orden de 30 de marzo de 1824. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo Srio. que certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido. Declaración del General de las Reservas D. Sebastián Reyes Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el General de las Reservas Don Sebastián Reyes a quien dicho Señor le hizo prestar juramento con arreglo a ordenanza por el que prometió decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Ser y llamarse como queda dicho. Preguntado. Si conoce a Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, Comandante de las Reservas diga la parte que haya tomado dicho Comandante en la revolución; dijo: Que es público que el citado Dorsé fue llamado por tres veces al pueblo al sitio llamado El Mangar con amenza de la vida la última vez si no se presentaba. Que en el pueblo en los días que permaneció hasta que pudo fugarse permaneció como triste y separado de todos sin dar voto alguno en nada no siendo tampoco consultado en lo más mínimo por los gefes de la rebelión atendido a que hera mal visto de ellos desde que supieron que había sido él quien denunció al General Hungría la revolucion que se proyectaba por los mismos poco después de la anexión ayudando a dicho General a sofocarla hasta terminados completamente todos los acontecimientos. Que sabe también por habérselo dicho el mismo Dorsé estaba sumamente disgustado por aquellos acontecimientos a los que había sido forzado acudir conviniendo con el declarante aprovechar la primera coyuntura para fugarse lo cual no pudo tener efecto por hacerlo precipitadamente el declarante. Que le es deudor a dicho sujeto de la salvación de los efectos principales de su casa puesto que aconsejó a su esposa sacara del pueblo todo lo que pudiese porque había oido rumores de que su casa había de ser saqueada, custodiándola él en persona interin tenía efecto la referida traslación por lo que puede asegurar que dicho individuo aunque presente no tomó parte en la revolución. 240 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Si tiene algo más que añadir o quitar sobre lo que ha declarado; dijo: Que no tiene más que decir y que lo dicho es la verdad a cargo de la palabra de honor que tiene empeñada en lo que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser mayor de veinte y cinco años firmándolo con el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza, Sebastián Reyes. Ante mí: Juan Rueda Garrido. Declaración del Capitán de las Reservas Don Ambrosio García Acto continuo compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el Capitán de las Reservas D. Ambrosio García a quien dicho Señor le hizo prestar juramento con arreglo a ordenanza por el cual prometió decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Ser y llamarse como queda dicho. Preguntado. Si conoce a Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé Comandante de las Reservas y sabe haya tomado parte en la revolución; dijo: Que conoce a dicho individuo y sabe que fué mandado llamar por los insurrectos no habiendo querido acudir a dicho llamamiento que fué requerido por segunda vez y pretestó hallarse enfermo y que vuelto a llamar por tercera vez con la orden espresa de que se presentara aunque fuere en un burro ó que de nó lo pasaría mal se había forzado a hacerlo y marchó a presentarse recibiendo terminante orden de diariamente presentarse. Que se hallaba completamente forzado por ser contrario a sus ideas como lo demuestra el haberse fugado de entre los insurrectos tan luego pudo hacerlo y haber contribuido a sofocar la rebelión que se proyectó en el mismo punto poco tiempo después de la anexión. Preguntado. Si sabe que haya desempeñado algún cargo ó le hubiesen conferido algún empleo; dijo: Que no sabe hubiera desempeñado cargo alguno y que aunque oyó decir que fué nombrado Coronel le digeron igualmente había sido con obgeto de atraerlo a su partido en vista del descontento que manifestaba. Preguntado. Si tiene algo más que añadir ó quitar a lo que lleva declarado; dijo: Que no tiene que añadir ni quitar que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser mayor de veinte y cinco años firmándola el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza, A. García. Ante mí: Juan Rueda Garrido. 241 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia remitiendo un oficio al señor Brigadier Gobernador Seguidamente el Señor Fiscal recibió una comunicación del Señor Brigadier Comandante General la misma que con fecha de ayer me fué pasada por ésta fiscalía ordenando la prisión al Capitán de las Reservas Don Alvaro de Peña informada por el Comisario de Policía de ésta ciudad manifestándo no haber sido habido dicho individuo ni ser de éste punto.Y decretado marginalmente por dicho Señor Brigadier a sus efectos en estas actuaciones. Y de quedar unida la referida comunicación dispuso el Señor Fiscal hacerlo constar por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico. Diligencia uniendo el oficio de nombramiento de oficiales defensores para los reos prófugos En el mismo día mes y año dispuso el Señor Fiscal unir un oficio que en igual fecha recibió del Señor Brigadier Comandante General en que le participa haber tenido ha bien nombrar defensores del Comandante de las Reservas Provinciales Don Victorino Cordero al Teniente del segundo batallón de la Corona Don Benito Gimeno, de los tenientes de la Corona Don José Lombardera, de Don Juan Ramón Reyes, Negro, al Teniente de San Marcial Don Eugenio Herrero y de los paisanos Norberto Torres al Teniente de la Corona Don José Alis, de Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, al teniente de San Marcial Don Ramón López, de Antonio González (a) Maló al Teniente de la Corona Don Florencio Laura, de José Vicente de los Santos (a) El Inglés, al Teniente de San Marcial Don Juan Cobos, de San Amequita al Teniente de San Quintín Don Juan Menéndez, de Jacinto Ramos al Subteniente de San Quintín Pedro González , de Luis de Sosa al Teniente de la Corona Don José Cano, de Alejandro Bueno al teniente de la Corona Don Tomás Francisco, de José Sosa al Teniente de la Corona Don Luis Moreno, de Cayetano Decaer al Subteniente de la Corona Don Luis Moreno, de Cayetano Decaer al Subteniente de San Marcial Don Joaquín Arnal, de Tomás Inglés al Subteniente de San Quintín Don Alejandro Carpintier, de José de los Santos (a) Mayor Inglés, al Teniente de la Corona Don Diego Garre, de Antonio Meso al Subteniente de la Corona Don Matías Fernández. Y de quedar unida dicha comunicación dispuso el Señor Fiscal hacer la debida constancia firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza Ante mí: Juan Rueda Garrido. 242 A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar Egecutiva Fiscalía Santiago de los Caballeros, 29 al 863. Al Com. de policía de esta ciudad para que dé cumplimiento a la petición fiscal devolviendo después esta comunicación a esta Com. Gral. El Brigadier Comandante General Firmado: Buceta. Constando en la causa que me hallo instruyendo sobre la sublevación de Guayubín que el Capitán de las Reservas Don Alvaro de Peña se hallaba ausente en este punto según las varias citaciones que de el se hicieron en el pueblo de Guayubín, he de merecer de V. S. se sirva dar sus superiores órdenes a fin de que si efectivamente se hayase en ésta ciudad, sea preso y puesto a disposición de ésta fiscalía por figurar como unos de los reos en la citada causa. Dios gde. a V. S. ms. as. Santiago, 29 de abril de 1863. El Capitán Fiscal. Firmado: Vicente Atienza. Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia. 243 A.G.I. CUBA 1011B Comisaría Superior de Policía de Santiago de los Caballeros El capitán de las Reservas Don Alvaro de Peña no se encuentra en ésta Ciudad ni en ella hay quien le conozca, según los partes que he recibido de todos los Salvaguardias de la policía a quiénes dí órdenes para su persecución y captura, sin embargo se continúa en la vigilancia de su paradero y si fuese hallado será puesto a disposición del Señor Fiscal requirente. Santiago, 29 de abril de 1863. Firmado: Ramón Y. de David. Santiago de los Caballeros, 30 de abril de 1863. Al Sr. Fiscal para que en la causa a que corresponde obre los debidos efectos. El Brigadier Comandante General. Firmado: Buceta. Comandancia General del Cibao Conforme V. lo solicita en su comunicación fecha 29 del actual he tenido ha bien nombrar defensores del Comandante de las Reservas Provinciales Don Victorino Cordero al Teniente del 2º. Batallón de la Corona Don Benito Gimeno, de los Tenientes de las mismas Reservas D. Eugenio Veliar al Teniente de San Marcial D. Eugenio Aguilar, de D. Benito Monción al Teniente de la Corona D. José Lombardero, de D. Juan Ramón Reyes, Negro, al Teniente de San Marcial D. Eugenio Herrero, y de los paisanos Norberto Torres al Teniente de la Corona D. José Alis, de Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, al Teniente de San Marcial Don Ramón López de Antonio González (a) Maló, el Teniente de la Corona D. Florencio Lanzas, de José Vicente de los Santos 244 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos (a) El Inglés, al Teniente de San Marcial D. Juan Cobos, de San Amequita al Teniente de San Quintín D. Juan Menéndez, de Jacinto Ramos al Subteniente de San Quintín D. Juan Menéndez, de Luis Sosa al Teniente de la Corona D. Luis Moreno, de Cayetano Degler al Subteniente de San Marcial D. Joaquín Arnal, de Tomás Inglés al Subteniente de San Marcial D. Joaquín Arnal de, José de los Santos (a) Mayor Inglés, al Teniente de la Corona D. Diego Carre, de Antonio Mesón al Subteniente de la Corona D. Matías Fernández. Lo digo a V. como contestación a su ya citada comunicación. Dios gde. a V. ms. as. Santiago 30 de abril de 1963.- Manuel Buceta. Señor Capitán Fiscal del a Comn. Militar D. Vicente Atienza Diligencia de haber citado a los oficiales defensores para aceptar cargo Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a cada uno de los señores oficiales que comprende la relación diligencia anterior a fin de que se personen en esta fiscalía con el obgeto de aceptar el cargo de oficiales defensores que les ha conferido el Señor Brigadier Comandante General y presenciar las ratificaciones cuyos oficios fueron dirigidos a los respectivos señores oficiales. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacerlo constar firmándolo conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Ante mí: Juan Rueda Garrido. Diligencia remitiendo un oficio ordenando nuevamente la prisión del Capitán de las Reservas Don Alvaro de Peña. En dicho punto el día primero de mayo del referido año dispuso el Señor Fiscal pasar atenta comunicación al Señor Brigaider Comandante General participándole que en atención a lo que el Señor Comisiario de Policía dice respecto a la prisión del Capitán de las Reservas Don Alvaro de Peña se solicitara del Señor Comandante Militar de Guayubín para que previniese el arresto y conducción a ésta ciudad a dicho Capitán por no poderse declarar prófugo interin sin que la autoridad militar de la jurisdicción no lo declare así. Asimismo le dice dicho Señor Fiscal que si el referido individuo se presentara estándo ya prócsima ésta causa para verse en Consejo de Guerra ó las citas de su indagatoria pudieran entorpecer el curso de los procedimientos, se le formaría causa separada sacando para ello el correspondiente tanto de culpa. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacer la constancia debida firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido. 245 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de haber aceptado y jurado el oficial defensor D. Benito Gimeno Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don Benito Gimeno Teniente del Segundo Batallón de la Corona en virtud del oficio que dicho Señor le pasó en veinte y nueve de marzo de dicho año de haberse nombrado por el Señor Brigadier Comandante General defensor del Comandante de la Reservas Provinciales D. Victorino Cordero reo prófugo en ésta causa, cuyo encargo dijo aceptaba y habiendo puesto la mano derecha tendida sobre el puño de su espada prometió bajo su palabra de honor defender al espresado D. Victorino Cordero con verdad arreglándose a lo que S. M. manda en sus Reales Ordenanzas; para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal y presente secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza, Benito Gimeno. Ante mí: Juan Rueda Garrido. Siguen 16 diligencias en las que en los mismos términos que en la anterior se hace constar la aceptación y juramento de los defensores de los reos prófugos de ésta causa. 246 A.G.I. CUBA 1011B Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el General de las Reservas Don Antonio Batista habiéndose presentado el Señor Fiscal conmigo el Secretario en la Cárcel de ésta ciudad donde se halla preso dicho General y habiéndole hecho prestar juramento con arreglo a ordenanza prometió decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho. Preguntado. Si conoce a Alejandro Bueno y sabe la parte que haya tomado en la revolución así como si dicho individuo fué el que quitó y rompió la bandera Española de Sabaneta; dijo: Que hacía como un mes que tenía guardada la Bandera en la Comandancia por no haber guarnición ninguna ni quien la pusiera de lo que tenía ya dado parte y que cuando entraron los sublevados y Marte en unión de ellos para poner la bandera Dominicana después de hacerlo pidieron al declarante la llave del cuarto en donde se hallaba la bandera española lo que les fué negado en vista de lo que derribaron la puerta y se apoderaron de ella siendo el primero que lo hizo el citado Alejandro Bueno haciéndola pedazos y sacándolos enganchados en la vayoneta de los fusiles siendo dicho individuo uno de los que más trabajaron en la revolución. Preguntado. Si sabe donde se halla el referido Alejandro Bueno; dijo: Que lo ignora pero que deberá estar junto con Santiago Rodríguez con quien siempre andaban y de quien es cuñado. Preguntado. Si tiene algo más que decir sobre lo que ha declarado; dijo: Que no tiene más que decir, que lo dicho es la verdad a cargo del juramento prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración; dijo: Ser mayor de veinte y cinco años firmándolo con el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza, Antonio Batista Ante mí: Juan Rueda Garrido. 247 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Declaración del paisano José Dolores Gómez En dicho punto a los dos días del espresado mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el paisano José Dolores Gómez a quien dicho Señor le hizo prestar juramento á ordenanza por el cual prometió decir verdad en cuanto fuere interrogado y habiéndolo sido por su nombre y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho y que se ocupa en las labores del campo. Preguntado. Si fué detenido por la guardia que en el sitio llamado de Gurabo mandaba el Alcalde de dicho punto Raimundo Jaque; dijo: Que yendo en busca de su madre que se hayaba huyendo a consecuencia de los acontecimientos de Sabaneta fué detenido por la referida guardia la cual le ató y robó diez pesos que llevaba siendo conducido en la misma forma por el camino de Sabaneta hasta un punto llamado El Caimitico en donde fue soltado porque habiendo encontrado en dicho sitio algunos que subían de Sabaneta y manifestándo que todos habían huido de dicho pueblo huyeron también los que le conducían temerosos de ser pillados. Preguntado. Si tiene conocimiento de que lo que con él se hizo se efectuara con algún otro individuo en la misma guardia; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta. Preguntado. Si sabe que Raimundo Jaque fuese unos de los principales cabecillas de la rebelión en Sabaneta; dijo: Que lo ignora. Preguntado. Si tiene algo más que decir o quitar; dijo: Que no tiene más que añadir ni quitar bajo el juramento prestado en lo que se afirmó y ratificó leída que le fué ésta su declaración; dijo: Ser mayor de veinte y cinco años haciendo la señal de la cruz por no saber escribir y firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Vicente Atienza (Hay una cruz en tinta) Ante mí: Juan Rueda Garrido. Declaración indagatoria del Comandante de las R. D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal previa citación, el Comandante de las Reservas D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, a quien dicho Señor le enteró que 248 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos iba a prestar su primera indagatoria manifestándole la obligación que tenía de decir verdad en lo que fuere interrogado, lo que ofreció y. Preguntado. Por su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Llamarse como queda dicho de edad de cuarenta y ocho años natural de Guanaiba (Haití) avecindado en Guayubín de religión (C. A. R.) y que es Comandante de las Reservas Provinciales clasificado en pasivo. Preguntado. Donde se encontró durante los acontecimientos que tuvieron lugar en Guayubín en el mes de febrero próximo pasado; dijo: Que hallándose en su casa cuando estalló la revolución le fueron a buscar de parte del General Lucas y de Norberto Torres para que se les reuniera, a lo cual contestó que se hallaba enfermo y que no podía moverse de su casa. Que por segunda vez lo volvieron a llamar y tampoco quizo acudir pretestándo la misma causa de la enfermedad que en virtud a tanta negativa fué por tercera vez llamado diciéndole que si no acudía de cualquier modo que fuera irían por él y lo llevarían a la fuerza. Que entonces sabiendo la enemistad que con él tenían dichos individuos porque al poco tiempo de la anexión el que declara descubrió a la autoridad la revolución que fraguaban en contra del Gobierno, temió una venganza por su parte y se fué a presentar porque aun cuando hubiera querido escaparse del punto que estaba se hallaba por todas partes rodeado de partidas de ellos y no lo hubiera conseguido. Que tan luego como llegó fué reprendido por dichos individuos ordenándole terminantemente que todos los días por la mañana se les presentara para recibir órdenes comprendiendo por esto y por lo que supo después de que estaba mandado vigilar. Comprendió que se hallaba en clase de preso en el pueblo que durante su permanencia entre los insurrectos no tomó participación alguna en los asuntos políticos no fué consultado para nada manifestándo en sus palabras y acciones el disgusto que sentía al verse precisado a estar presente en acontecmientos tan contrarios a lo que le sentía por que había jurado defender el Gobierno Español y a él sólo le debía respeto y obdiencia. Que sin embargo de estar siempre vigilado convino con el General Reyes en fugarse en la primera oportunidad que hubiera contribuyendo en cuanto pudo a salvar los efectos de la casa de dicho General que se haya amenazado de un saqueo. Que dicho General logró fugarse repentinamente y no dió conocimiento alguno a el que declara sintiéndolo extraordinariamente por lo que tenían ya convenido pero que a los dos días de haberse marchado dicho General hayó una ocasión favorable y huyendo por entre el monte se dirigió a encontrar al General Hungría y fuerzas Españolas reuniéndose con ellos en el punto llamado Alto del Medio que desde ese momento siguió con dicho General y la fuerza en persecución de los rebeldes habiendo permanecido siempre fiel al Gobierno de S. M. hasta el momento presente en que requerido por la autoridad se ha presentado para obedecer a lo que le ordenen. 249 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si los insurrectos le confirieron algún empleo le dieron alguna comisión ó le hicieron desempeñar algún cargo; dijo: Que no desempeñó cargo ni comisión alguna sabiendo que lo nombraron Coronel por haberlo oido nombrar en la Plaza cuando publicaron los demás nombramientos pero como no fue según esperaban a dar las gracias por la elección ni aceptó dicho nombramiento se hizo doblemente sospechoso para ellos que lo habían elevado al referido empleo para atraerlo a su partido y fué mandado vigilar con más cuidado desde entonces. Preguntado. Si antes que estallase la revolución tuvo conocimiento de ella; dijo: Que del mismo modo que en la época anterior dió conocimiento de ella a la autoridad lo hubiera hecho ahora, que nada sabía y que todos se ocultaban de él porque conocían sus ideas. Preguntado. Quiénes eran los que figuraban al frente de la revolución y qué comisiones desempeñaban; dijo: Que los que mandaban como principales Gefes de todo eran el General Lucas, Norberto Torres, Benito Monción y Cacú los que siempre estaban unidos y consultando unos con otros, que además de los espresados individuos figuraban otros muchos pero que los principales eran los ya referidos y que como el declarante siempre andaba solo sin querer mezclarse en nada puede decir que no fué ni aún testigo de lo que pasó. Preguntado. Si conoce a José Ramón Torres, Juan Ramón Reyes, Raimundo Jaque, Pablo Aquino, Alvaro de Peña y San Batista y sabe la parte que cada uno haya tomado en la revolución; dijo: Que como no se movía de su casa más que para la presentación que diariamente tenía que hacer, ecepto Raimundo Jaque y Pablo Aquino que como son de Sabaneta no los vió, a los demás los hallaba algunas veces por la calle menos a Juan Ramón Reyes que lo veía escribiendo en la Comandancia. Preguntado. Si tiene algo más que decir sobre lo que ha declarado; dijo: Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad según lo que ofreció en lo que se afirmó y ratificó leída está su declaración indagatoria y por no saber escribir hizo la señal de cruz firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza (Hay una cruz en tinta) Ante mí: Juan Rueda Garrido. 250 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia razonando la causa de no proceder contra Comandante de las Reservas D. Juan Carlos Francisco el Seguidamente el Señor Fiscal dispuso no proceder más contra el comandante de las reservas clasificado en pasivo Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, porque si bien aparece en la relación que se supone echa por los insurrectos y que figura al folio 50 de ésta causa con el empleo de Coronel y si bien varios testigos dicen haberlo visto entre los insurrectos y conferido el empleo de Coronel no se le imputa falta alguna ni hay constancia de que hubiese mandado fuerzas ni desempeñando comisión ni cargo alguno teniendo a su favor primeramente un certificado del Sor. General Don Jose Hungría por el que acredita haber permanecido a fuerza entre los insurrectos fugándose en cuanto hayó ocasión presentándose a dicha autoridad y fuerzas que mandaba antes de la evacuación del pueblo de los rebeldes así como que en época anterior había denunciado a la autoridad una rebelión que en igual sentido que la pasada se proyectaba ayudándola hasta su completa sofocación. Tiene además las declaraciones de varios individuos que acreditan todos los estremos de dicho certificado haciendo además constar en ella que si le fué conferido el empleo de Coronel, tuvo obgeto atraerle a su partido al que sabían que no era afecto. En su virtud el Señor Fiscal dispuso no continuar los procedimientos contra dicho individuo por no resultar contra él culpabilidad alguna. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacer la debida constancia firmándola dicho Señor conmigo el Secretario de que certifico. Frimado. Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia de haber sacado tanto de culpa del capitán Reservas D. Alvaro de Peña para formarle causa separada de las Seguidamente el Señor Fiscal en atención a que la culpabilidad que resulta en éste proceso contra D. Alvaro de Peña Capitán de las Reservas exige oir sus descargos evacuando las citas que puedan resultar y embaranzando éste echo el curso normal de los procedimientos contra los demás individuos que comprenden ésta causa dispuso el Señor Fiscal eliminarlo de ella sacando el correspondiente tanto de culpa y formando para él separadas actuaciones, todo lo que se efectuó acto continuo. Y para la debida constancia dispuso el Señor Fiscal se anotara por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido. 251 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de haber procedido a tomarles las confesiones a los reos En el referido punto a los cuatro días del espresado mes y año dispuso el Señor Fiscal proceder a tomar las confeciones de los reos en atención a que debe retrasarse aun varios días la llegada del interrogatorio que con fecha treinta del mes anterior se remitió al pueblo de Guayubín para que fuera evacuado en varios individuos de la jurisdicción de aquel punto y como quiera que el obgeto del indicado interrogatorio es sólo para la aclaración de un echo de un solo individuo y puede en cualquier tiempo unirse a las actuaciones en virtud a que deben venir ratificadas las declaraciones que comprenda y no deben sufrir retraso los demás individuos comprendidos en ésta causa determinó el Señor Fiscal proceder como ya se ha dicho a tomar las confesiones a los acusados y no suspender las actuaciones por la espera del referido interrogatorio. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacer la debida anotación firmándola conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido. Nombramiento de defensor Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario pasó a la Cárcel de ésta Ciudad donde se haya preso el paisano José Ramón Torres acusado en éste proceso para recibirle su confesión a quien le hizo saber se iba a poner en Consejo de Guerra y previno eligiera un oficial para que pudiera defenderlo en la presente causa y por mí el Secretario se le leyó la lista de todos los Señores Oficiales subalternos presentes en ésta Plaza y habiéndolo bien oido nombró a Don José María Cuervo Teniente del Batallón de San Marcial y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza Ante mí: Juan Rueda Garrido. Incontinente preguntado por su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Que se llama Jose Ramón Torres es de treinta y dos años de edad natural de Dajabón, avecindado en Monte Cristi en Santana de religión (C.A. R.) y que se ocupa en las labores del campo. Preguntado. Leídas que le fueron las declaraciones que tiene prestadas a los folios 53 y 57 de ésta causa si es lo mismo que ha declarado si tiene que añadir ó quitar si las firmas 252 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos que la autorizan son de su puño y letra y si se afirma y ratifica en su contenido; dijo: Que las declarciones que tiene prestadas son las mismas que se le han leído que no tiene que añadir y ratifica en su cotenido. Preguntado. Si sabe la causa por que se haya preso; dijo: Que fue arrestado por el señor Brigadier Comandante General ignorando cual sea la causa. Preguntado. De qué puntos eran los individuos que entraron con él en Guayubín y a que números ascendían; dijo: Que no entró con fuerza alguna en dicho punto que cuando él llegó había unos seis o siete hombres en el camino cerca de Juan Gómez los que pertenencientes al Batallón del Comandante Victorino Cordero se hallaban esperándole para reunírsele y que habiendo sabido que ya Guayubín se había capitulado se dirigió al pueblo al que le acompañaron los referidos individuos pero sin que él los fuese mandando. Reconvenido. Cómo dice que no mandaba fuerzas a la entrada de Guayubín cuando consta en la causa que entró en dicho punto con gente de los campos; dijo: Que no entró con más gente que los hombres referidos que como lleva dicho no iban a su mando. Preguntado. De orden de quien fué mandanda la partida que escoltaba al destacamento capitulado de Guayubín; dijo: Que fué por favor especial pedido al General Lucas con obgeto de tener una escusa para marcharse a su casa lo que efectuó pues no acompañó a dicho destacamento más que hasta su misma casa como sucedió puesto que a las cinco de la tarde cuando dicho destacamento se volvió a poner en marcha para Monte Cristi aseguró al Coronel Gobernador que desde allí para abajo no había quien les disparase un tiro. Preguntado. Si regresó inmediatamente al pueblo ó cuando lo efectuó y por qué causa; dijo: Que a los dos o tres días fue al pueblo a buscar al médico Don Juan García Bega para que visitas un niño que él tenía enfermo pero que no lo pudo conseguir por haberle dicho el referido Don Juan que tenía miedo de salir fuera del pueblo por lo que tuvo que regresar a su casa llevando dicho niño enfermo para su curación razón por la que permaneció en el pueblo durante la sublevación. Preguntado. Que mandos tubo en Guayubín durante la rebelión y qué comisiónes desempeñó asi como si le fué conferido algún empleo; dijo: Que niega todos los estremos de la pregunta. 253 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. En qué casa vivió mientras permaneció en Guayubín; dijo: Que en la casa de su madre que se haya enfrente de la casa de la querida de Don Juan, El Médico. Preguntado. Si en la referida casa habitaba también su hermano Norberto; dijo: Que dicho su hermano vivía en casa de su querida al otro estremo del pueblo. Preguntado. Si tiene algo más que decir o alegar en su favor; dijo: Que no tiene más que decir y lo dicho es la verdad según lo que prometió afirmándose y ratificándose leída que le fué ésta su confesión firmándola con el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza, J.R: Torres. Ante mí: Juan Rueda Garrido. Nombramiento de defensor Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario pasó a la Cárcel de ésta Ciudad donde se halla preso el paisano Juan Ramón Reyes, Blanco, acusado en éste proceso, para recibirle su confesión á quien le hizo saber se iba a poner en Consejo de Guerra y previno eligiera un oficial para que pudiera defenderle en la presente causa y por mí el Secretario se le leyó la lista de todos los Señores Oficiales subalternos presentes en ésta Plaza y habiéndolo oido bien enterado de todo nombró a Don León Sánchez Aguiñido Teniente del Segundo Batallón de la Corona y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Vicente Atienza Juan Rueda Garrido. Confesión del acusado Juan Ramón Reyes,Blanco Incontinentemente preguntado por su nombre, edad, patria, religión y empleo; dijo: Que se llama Juan Ramon Reyes (a) Blanco, de treinta cuatro años religión (C. A. R.) y de estado soltero. Preguntado. Leída que le fué su declaración que obra al folio 101 vuelto de ésta causa si es lo mismo que a declarado si tiene que añadir ó quitar si la firma que la autoriza es de 254 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos su puño y letra y si se afirma y ratifica en todo su contenido; dijo: Que la declaración que se le ha leído es la misma que prestó que no tiene más que añadir ni quitar que la firma que la autoriza es de su puño y letra y que se afirma y ratifica en su contenido. Preguntado. Si sabe por qué se haya preso; dijo: Que lo ignora. Preguntado. Si tubo conocimiento alguno de la revolución antes que esta tuviera efecto diga por quién y si citó a algunas personas para que concurriesen al movimiento revolucionario; dijo: Que hallándose en El Mangar adonde le había conducido la señal de alarma que había en Sabaneta el General Lucas y Norberto Torres le ordenaron marchar para avistarse con Pepillo y decirle en nombre de los referidos Lucas y Norberto que lo esperaban pero que no habiéndolo encontrado se volvió a decirle a su familia que hacía seis u ocho días que se hallaba en Puerto Plata. Que a la vuelta para Guayubín pasó por la casa de Manuel de Peña y le dió la orden en nombre de Norberto y Lucas que reuniera la gente de su sección y marchara hacia Guayubín y preguntado por dicho Peña qué era lo que ocurría le dijo se encontraba puesta la bandera Dominicana en Sabaneta y Guayubín marchando enseguida acompañado tan solo del dragón que llevaba hacia el referido punto de Guayubín. Preguntado. Con qué fuerzas entró en Guayubín de qué punto las había reunido y a qué número ascendían; dijo: Que no entró con ninguna gente en el pueblo. Reconvenido. Cómo niega haber entrado mandando fuerzas en Guayubín cuando aparece en autos que así sucedió; dijo: Que cómo era posible que él mandase tropas cuando había oficiales al frente de ellas tales como el Comandante Abelino y los capitanes Manuel Peña y Luis son todos de Villalobos formando un total de cuarenta hombres los que reunidos pertenecían unos al referido punto de Villalobos y otros a Guayubín mandados por Lucas y Norberto para entrar acompañando a los primeros cuya fuerza hayó el declarante a la entrada del pueblo entrando casi con ellos por lo que habrán tal vez dicho que mandaba las fuerzas. Preguntado. Cuanto tiempo permaneció en el pueblo entre los insurrectos qué cargos desempeñó y qué empleos le fueron conferidos; dijo: Que permaneció hasta la noche en que todos se retiraron habiéndolo nombrado el General Lucas para escribirle lo que se ocurriera nombrándole después Capitán y Ayudante no habiendo desempeñado servicio alguno por tener las tropas suficiente número de oficiales. 255 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Si la noche que dice que abandonó el pueblo lo hizo sólo o acompañado de alguien, quiénes eran estos y adónde se dirigieron; dijo: Que salió sólo y que fué el primero que abandonó el pueblo con pretesto para poder pasar la barca de ir a Sabaneta llevando un correo marchando desde allí para su casa de la Ciénaga de donde se dirigió al día siguiente al lugar de los arroyos para saber el paradero de los que quedaron aquella noche en Guayubín y el resultado de lo que ocurrió. Que en dicho punto le dijo Juan Bautista Chabó dueño de la casa en que se apeó que habían pasado por allí el General Lucas y Norberto Torres con dirección al Paso y que en Guayubín todo era ya un desorden que enseguida emprendió la marcha para encontrarlos lo que sucedió encontrando en dicho punto que es la misma frontera a los referidos acompañados de D. Diego Crespo habiéndole manifestado que aún no les había sido posible ver al General Simón por hallarse de Tourné y en su consecuencia resolvieron regresar a casa de Chavó a pasar la noche como lo efectuaron volviendo al siguiente día con igual obgeto y viendo a dicho General pero que no pudo saber lo que hablaron porque no posee el francés que tan sólo sabe que no les había dejado entrar dicho General por lo que regresaron hasta cerca de Sabaneta el General y él solos con obgeto de ver si podían poner aquello en orden y acogerse a la promesa de indulto que el General había mandado lo cual no pudo tener efecto por que varios le digeron en el camino que no se espusiera que peligraba su vida pues que por su causa se había perdido a Guayubín que los habían engañado y otras muchas cosas más que les obligaron a refugiarse al Monte cada uno por su lado hasta que al cabo de algunos días recibió el decreto de indulto del Capitán General y se presentó inmediatamente en Guayubín. Preguntado. Si tiene algo más que decir ó alegar en su favor; dijo: Que no tiene más que decir y que lo dicho es la verdad según lo ha prometido afirmándose y ratificándose leída que le fue esta su declaración firmándolo dicho Señor conmigo el Secretario. Firmado: Vicente Atienza, J. Reyes. Ante mí: Juan Rueda Garrido. Diligencia avisando al Oficial defensor Acto seguido dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a Don José María Cuervo Teniente del Batallon de San Marcial avisándole que el reo José Ramón Torres le había nombrado defensor suyo. Y para que conste por diligencia la firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido. 256 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia de haber aceptado y jurado el oficial defensor D. José María Cuervo Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don José María Cuerbo Teniente del Segundo Batallón de la Corona número tres en virtud del oficio que dicho Señor le encargó dijo aceptaba y habiéndole exigido el juramento de ordenanza prometió bajo su palabra de honor defender a José Ramón Torres con verdad arreglándose a ordenanzas. Y para que conste con diligencia lo firmo con dicho Señor y el presente Secretario. Firmado: Vicente Atienza José María Cuervo. Ant mí: Juan Rueda Garrido. Diligencia avisando al oficial defensor Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a Don León Sánchez Teniente del Segundo Batallón de la Corona número tres avisándolo que el reo Juan Ramón Reyes, Blanco, le había nombrado defensor suyo. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia de haber aceptado y jurado el oficial defensor Don León Sánchez Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don León Sánchez Aguiñido Teniente del Segundo Batallón de la Corona número tres en virtud del oficio que dicho Señor le encargó dijo aceptaba y habiéndole exigido el juramento de ordenanza prometió bajo su palabra de honor defender a Juan Ramón Reyes, Blanco, en verdad arreglándose a ordenanza. Y para que conste por diligencia lo firmó con dicho Señor y el presente Secretario. Firmado: Vicente Atienza. León Sánchez de A. Ante mí: Juan Rueda Garrido. 257 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Nombramiento de defensor Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario pasó a la cárcel de ésta ciudad donde se haya preso el paisano Raimundo Jaque acusado en éste proceso para recibirle su confesión á quien le hizo saber se iba a poner en Consejo de Guerra y previno eligiera un oficial para que pudiera defenderle en la presente causa y por mí el Secretario se le leyó la lista de todos los Señores oficiales subalternos presentes en ésta plaza y habiendo sido bien enterado de todo nombró a Don Antonio Martinez Subteniente del Batallon de San Quintín. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Confesión del acusado Raimundo Jaque Incontinentemente preguntado por su nombre, edad, patria, estado, religión y empleo; dijo: Que se llama Raimundo Jaque de cuarenta años de edad natural de Maho en Gurabo avecindado en Sabaneta, de estado viudo, de religión (C.A.R.) y que era Alcalde Pedáneo del pueblo de Gurabo. Preguntado. Si sabe porque está preso; dijo: Que lo ignora. Preguntado. Leída que le fué su declaración que obra al folio 106 vuelto de ésta causa si es la misma que prestó si tiene algo que añadir o quitar si reconoce por suya la señal de cruz que la autoriza y si se afirma y ratifica en su contenido; dijo: Que la declaración que se le a leído es la misma que prestó, que no tiene que añadir ni quitar que la señal de cruz que la autoriza es de su propia mano y que se afirma y ratifica en su contenido. Preguntado. Si la guardia que mandaba en Gurabo era por orden verval ó escrita de Santiago Rodríguez y cual fue la que recibió; dijo: Que fué orden por escrito según carta que presenta de dicho Santiago Rodríguez la que queda unida a continuación. Preguntado. Si escribió él carta alguna a dicho Santiago Rodríguez dándole parte de algún hecho de la revolución o pidiéndole municiones ú hombres para su guardia; dijo: Que nunca le había escrito carta alguna. 258 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Reconvenido. Como niega haber dirigido carta alguna a Santiago Rodríguez cuando obra al folio 145 de ésta causa una que le escribió desde Guayubín y se le lee; dijo: Que él no sabe escribir y que por lo tanto no puede haberla escrito así como niega también que la mandase escribir. Preguntado. Si en la citada guardia se detuvo alguna persona ó se le despojó de dinero ó efectos; dijo: Que no sabe se detuviera persona alguna más que al joven José Dolores Gómez pero que ignora si se le despojó de cantidad alguna. Reconvenido. Como niega que se la quitara cantidad alguna al citado José Dolores cuando consta que quedó responsable al General Polanco de satisfacerle dicha suma; dijo: Que es cierto contestó a dicho General que él lo pagaría aún cuando no tenía conocimiento de semejante hecho. Preguntado. Si se presentaron muchos individuos sin pasaporte de D. Santiago Rodríguez y qué se hizo con ellos por la citada guardia; dijo: Que no recuerda hubieran pasado más que dos individuos a los cuales no les detuvo. Reconvenido. Como niega que no se detuvo a persona alguna cuando obra en autos que por la guardia se rompían los pasaportes a los individuos que no los llevaban de dicho Alcalde y se conducían amarrados y presos para Sabaneta; dijo: Que el único que se amarró en su guardia fué a José Dolores sin que tuviera conocimiento de que se hubiera mandado hacer lo mismo con otro alguno. Preguntado. De cuánta fuerza se componía la guardia que mandaba; dijo: Que contaba solo de seis hombres puesto que los más que habían algunas veces eran de los que iban para abajo y pasaban allí un rato solos a con sus familias algunos. Reconvenido. Cómo dice que constaba solo de seis hombres cuando aparece que la componían como unos cuarenta hombres; dijo: Que se atiene a lo que ha contestado. Preguntado. Si estuvo en algún otro punto o siempre permaneció en la referida guardia; dijo: Que a los pocos días de estar mandando dicha guardia se presentó Justo Carrasco con una partida de Sabaneta para hacerse cargo de ella según una carta de Santiago Rodríguez cuya carta nunca se la leyeron por lo cual tuvo con dicho Carrasco una 259 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez cuestión pero que sin embargo le hizo entrega de la guardia volviendo a encargarse de ella cuando el citado Carrasco marchó para arriba con su gente por no quererlo seguir el que declara a quien le dijo estaba muy a disgusto según se conocía y llamando a su gente les dijo si estaban todos dispuestos a morir por él y contestándole que sí marchó con ellos que venían como unos treinta por el Camino de ésta Ciudad. Preguntado. Si Pedro Almonte fué como dice en su declaración a pedirle gente que le acompañase o el declarante con algún obgeto lo mandó alguna parte; dijo: Que se atiene a lo que en aquella fecha manifestó. Reconvenido. Cómo niega haber dado orden alguna a Pedro Almonte cuando aparece que le mandó a la casa de Bonifacio Nuñez vecino de Piloto con obgeto de llevarlo a su presencia por saber que dicho individuo era un espía del General Polanco; dijo: Que no es cierto el cargo que se le hace. Preguntado. Si fué a presentarse al Comandante General cuando recibió orden de hacerlo; dijo: Que el General Polanco le dió orden de presentarse pero que no pudo hacerlo en el momento por hallarse enfermo haciéndolo cuando se puso bueno al General López Comandante Militar de Sabaneta el que lo arrestó en el mismo día. Reconvenido. Cómo dice haber sido su enfermedad la única causa para no presentarse cuando habiendo sido requerido por la autoridad y no lo encontraron en su casa; dijo: Que se hallaría tal vez en la Sierra en casa de su hermano. Preguntado. Si según la carta que ha entregado en esta fiscalía del Señor Alcalde de Sabaneta a Don Santiago Rodríguez cumplimentó todas las órdenes que se le dió, dijo: Leída que le fué la referida carta que solo nombró la guardia poniéndose al frente de ella pero que no citó a nadie más. Preguntado. Si tiene algo más que decir ó alegar en su favor; dijo: Que no tiene más que decir y que lo dicho es la verdad según ofreció y por no saber escribir hizo la señal de cruz firmándola conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. (Hay una cruz en tinta) Ante mí: Juan Rueda Garrido. 260 A.G.I. CUBA 1011B Sabaneta, 21 de febrero de 1863. Señor Alcalde Pedáneo. Hahora que son las 10 hace dos horas que se ha enarbolado el pabellón Dominicano; por tan inmediatamente reciba Vd. ésta pasará Vd. órdenes a todos los oficiales bajo su mando que nombren todos los hombres sin ecepción de personas se presente a ésta plaza con sus armas en el mejor estado advirtiéndole que en pudiendo tomar las armas no debe quedarse nadie quedando el cumplimiento de ésta orden bajo su responsabilidad. Dejando solamente 20 hombres de guardia en el camino de la bajada de La Cahoba para impedir el que pase ningún español ni menos ningún grupo de hombres armados a menos que se presente uno a uno. Dios Guarde a Ud. ms. años. El Coronel Encargado. El Alcalde Firmado: Santiago Rodríguez. 261 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia avisando al oficial defensor Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a Don Antonio Martínez Subteniente del Batallón de San Quintín avisándole que el reo Raimundo Jaque le había nombrado defensor suyo. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia de haber aceptado y jurado el oficial defensor D. Antonio Martínez Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente secretario Don Antonio Martínez Subteniente del Batallón de San Quintín en virtud del oficio que dicho Señor le encargó dijo aceptaba y habiéndole exigido el juramento de ordenanza prometió bajo su palabra de honor defender a Raimundo Jaque en verdad arreglándose a ordenanza. Y para que conste por diligencia lo firmó con dicho Señor y el presente Secretario. Firmado: Vicente Atienza. Antonio Martínez. Ante mí: Juan Rueda Garrido. Nombramiento de defensor Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario pasó a la Cárcel de ésta Ciudad donde se haya preso el paisano Pablo Aquino acusado en éste proceso para recibirle su confesión a quien se le hizo saber se iba a poner en Consejo de Gue262 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos rra, y previno eligiera un oficial que pudiera defenderle en la presente causa y por mí el Secretario se le leyó la lista de todos los Señores oficiales subalternos presentes en ésta Plaza y habiendo oido bien enterado de todo nombró a Don León Sánchez Aguiniño Teniente del Segundo Batallón de la Corona número tres. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Incontinente preguntado por su nombre, edad, patria, religión, estado y empleo; dijo: Que se llama Pablo Aquino de cuarenta y dos años de edad natural de Las Matas de San Juan avecindado en Sabaneta de religión (C.A.R.) de estado casado y que se ocupa las labores del campo. Preguntado. Leídas que le fueron las declaraciones que tiene prestadas al folio 117 vto. De ésta causa si es lo mismo que ha declarado si tiene que añadir ó quitar se reconoce la señal de cruz que la autoriza y es de su propia mano y se afirma y ratifica en su contenido dono que la declaración que se le ha leído es la misma que prestó que no tiene que añadir ni quitar que la señal de cruz que la autoriza es de su propia mano y que se afirma y ratifica en su contenido. Preguntado. Si sabe porque está preso; dijo: Que lo ignora. Preguntado. Qué cargos desempeñó en los días de la insurrección de Sabaneta y quien se los confió; dijo: Que cuando estalló la revolución se presentó como ya tiene dicho al que era Gefe de la Plaza General Don Antonio Batista de quien recibió órdenes que comunicó porque le debía el respeto y consideración de primer autoridad y creía con esto cumplir así con su deber que dicho Gefe le nombró Comandante de su Estado Mayor pero que no quiso aceptar este empleo porque hacía tiempo se hallaba retirado y no quería antender más que en su trafico de Buelles. Reconvenido. Como dice que obedeció al General Batista por creer la Autoridad legal cuando veía enarbolado el pabellón Dominicano y debía saber que dicho General y tropas que mandaba se habían sublevado contra el Gobierno de S. M. dijo: Que el se presentó sólo en defensa del Gobierno Español ignorando los proyectos del General Batista. 263 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Qué órdenes comunicó de dicho General a qué personas y en qué puntos; dijo: Que no comunicó más órdenes que la dicha en su declaración de retirarse las tropas. Reconvenido. Como dice que no comunicó más órdenes que la referida cuando aparece en la causa que era él quien de orden del General Batista se entendía con los Gefes que había en la Plaza; dijo: Que se atiene a lo que ya ha contestado. Preguntado. Si tiene que decir algo más o alegar en su favor; dijo: Que no tiene más que decir y que lo dicho es la verdad según lo que ofreció y por no saber escribir hizo la señal de cruz firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta) Ante mí: Juan Rueda Garrido. Nombramiento de defensor Acto continuo el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario pasó a la Cárcel de ésta Ciudad donde se haya preso el paisano Juan Bautista Gómez (a) San Batista, acusado en éste proceso para recibirle su confesión a quien se le hizo saber se iba a poner en Consejo de Guerra y previno eligiera un oficial para que pudiera defenderle en la presente causa y por mí el Secretario se le leyó la lista de todos los señores oficiales subalternos en ésta Plaza y habiéndolo oido bien enterado de todo nombró a Don Julián Herminia Casares Teniente del Segundo Batallón de la Corona. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Confesión del acusado Juan Bautista Gómez (a) San Batista Seguidamente preguntado por su nombre, edad, patria, religión estado y empleo; dijo: Que se llama Juan Bautista Gómez (a) San Batista, de veinte y seis años de edad natural de Santiago de los Caballeros avecindado en La Antonia de estado soltero y de religión (C.A.R.) y que se ocupa en las labores del campo. 264 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Leída que le fué su declaración que tiene prestada al folio 118 de ésta causa si es lo mismo que ha declarado, si tiene que añadir ó quitar si la señal de cruz la reconoce por suya y si se afirma y ratifica en su contenido; dijo: Que la declaración que se la ha leído es la misma que tiene prestada que no tiene que añadir ni quitar siendo la señal de cruz que la autoriza de su propia mano y que se afirma y ratifica en todo su contenido. Preguntado. Si sabe la causa porque se haya preso; dijo: Que ignora el contenido de la pregunta. Preguntado. Quién le ordenó ir a Sabaneta cuándo y con qué obgeto; dijo: Que como ya tiene referido en su declaración fué requerido en su propia casa por el General Lucas y Norberto Torres Comandante de la Caballería a que él pertenece como dragón que es y que le obligaron a ir a Sabaneta acompañado a los sugetos que ya dijo pero ignorando la comisión que llevaba. Reconvenido. Cómo dice que ignoraba la comisión que llevaba cuando aparece que fué el comisiónado para enarbolar la bandera Dominicana en el pueblo de Sabaneta; dijo: Que se atiene a lo que ha contestado. Preguntado. Si se le confirió algún cargo ó empleo entre los sublevados; dijo: Que lo ignora. Reconvenido. Cómo dice que ignora que le confirien ningún cargo cuando obra en autos que lo hicieron Alférez en la revolución; dijo: Que tal vez lo harían pero que él no lo sabe. Preguntado. Cuánto tiempo estubo con los sublevados; dijo: Que cuando regresó de Sabaneta marchó enseguida para su casa donde como ya dijo en su declaración volvieron a buscarlo. Preguntado. Si en Sabaneta presenció el hecho de haber sacado de la Comandancia y roto la Bandera Española poniendo los pedazos de ella en las puntas de las bayonetas; dijo: Que no presenció lo que se le pregunta. 265 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Reconvenido. Cómo dice no tener conocimiento de éste hecho cuando aconteció inmediatamente después de poner la bandera Dominicana; dijo: Que no lo presenció porque en el momento que vió la bandera se puso en marcha para Guayubín y cuando se dispararon los tres cañonazos de alarma estaba ya lejos del pueblo. Preguntado. Si tiene algo más que decir ó alegar en su favor; dijo: Que no tiene más que decir y que lo dicho es la verdad según lo ofreció haciendo la señal de cruz por no saber escribir y firmándola el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. (Hay una cruz en tinta) Ante mí: Juan Rueda Garrido. 266 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia avisando al oficial defensor Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a Don León Sánchez Teniente del Segundo Batallón de la Corona avisándole que el reo Pablo Aquino le había nombrado defensor suyo. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia de haber aceptado y jurado el oficial defensor D. León Sánchez Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don León Sánchez Teniente del Segundo Batallón de la Corona en virtud del oficio que dicho Señor le encargó dijo aceptaba y habiéndole exigido el juramento de ordenanza prometió bajo su palabra de honor defender a Pablo Aquino en verdad arreglándose a ordenanza y para que conste por diligencia lo firmó con dicho Señor y presente Secretario. Firmado Vicente Atienza. León Sánchez. Ante mí: Juan Rueda Garrido. Diligencia avisando al Ofl. Defensor Acto continuo dispuso el Señor Fiscal pasar comunicación a Don Julián Hermida y Cásares Teniente del Segundo Batallón de la Corona avisándole que el reo Juan 267 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Bautista Gómez (a) San Batista, le había nombrado defensor suyo. Y para que conste por diligencia la firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia de haber aceptado y jurado el Ofl. Defensor D. Julián Hermida Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario Don Julián Hermida y Cásares Teniente del Segundo Batallón de la Corona en virtud del oficio que dicho Señor le encargó dijo aceptaba y habiéndole exigido el juramento de ordenanza prometió bajo su palabra de honor defender a Juan Bautista Gómez (a) San Batista en verdad arreglándose a ordenanza. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Vicente Atienza. Julián Hermida. Ante mí: Juan Rueda Garrido. del Diligencia de haber unido un oficio Señor Presidente de la Comisión Militar. En el dicho punto a los cinco días del espresado mes y año el Señor Fiscal recibió una comunicación del Señor Presidente de la Comisión Militar que se une a continuación en la que le ordena quede sin efecto el nombramiento de oficiales defensores para los reos prófugos si ya estubiesen nombrados por la autoridad Militar de la Provincia. Y como quiera que dichos señores oficiales no sólo han sido nombrados si no que tienen ya firmada su aceptación y han jurado su cargo dispuso el Señor Fiscal unir el oficio de que a echo mención para que queden anuladas las referidas diligencias en aceptación y juramento. Y para la debida constancia dispuso el Señor Fiscal se hiciera anotar por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 268 A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago No siendo preciso el nombramiento de defensores para los reos ausentes, prescindirá V. de ellos en la causa que instruye sobre el movimiento revolucionario de Guayubín si ya estuvieron nombrados por la autoridad militar de la Provincia. Dios gde. a V. ms. as. Santiago, 5 de mayo de 1863. El T. C. Presidente de la C. Mr. Firmado: Luis Bustamante. Sor. Capn. Dn. Vicente Atienza Fiscal de la Comn. Mr. 269 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia pasando oficio a los defensores participándoles queda sin efecto su nombramiento Seguidamente el Señor Fiscal pasó oficio a cada uno de los Señores Oficiales defensores de las reos prófugos trasladándoles íntegra la comunicación del Señor Presidente de la Comisión Militar a que hace referencia la diligencia anterior agregándoles queda sin efecto y valor por dicha causa el cargo que tenían jurado y aceptado. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacer la debida constancia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia avisando a los Ofs. defensores para ratificar Acto continuo y en virtud hallarse ya en ésta Ciudad la mayor parte de los testigos que tiene que ratificar sus declaraciones el Señor Fiscal pasó aviso a los Señores Oficiales defensores de los acusados presentes para que en el día de mañana y a las siete de ella se presentasen en ésta fiscalía a presenciar las ratificaciones de los testigos. Y para que conste por diligencia la firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 270 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Diligencia de haber comparecido los testigos para ratificar En dicho punto a los seis días del mismo mes y año comparecieron previa citación los testigos que han de ratificar en ésta causa dando principio a continuación. Y para que conste lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 271 A.G.I. CUBA 1011B Ratificación de Don Pedro Vallejo Seguidamente compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario y oficiales defensores Don Pedro Vallejo a quien dicho Señor le leyó la declaración que tiene prestada al folio 121 de ésta causa y preguntado si tiene algo que añadir ó quitar si conoce la señal de cruz si es de su mano propia si es la misma declaración que tiene prestada y si se afirma y ratifica en todo su contenido dijo que la declaración que se le lee es la misma declaración que prestó que reconoce por suya la señal de cruz que la autoriza que es de su mano propia y que en todo se afirma y ratifica bajo el juramento prestado haciendo la señal de cruz y firmándolo el Señor Fiscal conmigo el Secretario. Firmado: Vicente Atienza. (Hay una cruz en tinta) Ante mí: Juan Rueda Garrido. A continuación figuran las ratificaciones de los testigos que a continuación se relacionan, en consonancia con la anterior y que figuran de los folios 201 al 213 de ésta sumaria. Testigos que ratifican en sus anteriores declaraciones Don Fernando Pérez, Casimiro Castellanos, Don Aquilino Grullón, D. José María Lora, general de las Reservas Don Sebastián Reyes, Don José Carlos Rodríguez, Don Juan Grullón, Don Pedro José Vidó, General de las Reservas Don Juan del Rosario, Don Ramón de Peña, José Pérez, Angel Núñez, Antonio Puigrubi Contralor del Hospital de Guayubín, Juan Rainoso, Tomás Izquierdo, Coronel de las Reservas Don Feliz 272 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Escarfuller, Capitán de las Reservas D. Ambrosio García, Don Juan Carlos Castro, Ramón Regalado, Justo Sosa, Eusebio Sosa, Ramón Sosa Manuel Peña, Timoteo Sosa, Comandante de las Reservas Don Nicolás Jerónimo, Alejo Estévez, Diego Crespo, Juan de la Paz Cordero, General de las Reservas Don Gaspar Polanco, Osvaldo Guasp, Juan Bautista del Carmen, Pedro Antonio Pimentel, Sargento 2º del Batallón de San Marcial Ignacio Ezquerra, Francisco Javier de Peña, Antonio Rodríguez General de las Reservas Don Bartolomé Mejias, José Dolores González, Comandante D. Juan Carlos Francisco. 273 A.G.I. CUBA 1011B FOLIO 211 Diligencia haciendo constar no poder ratificar el General Don Antonio Batista Seguidamente el Señor Fiscal viéndose la imposibilidad de ratificar las declaraciones que el General de las Reservas Don Antonio Batista a los folios 149 y 183 de ésta causa, en razón a que ha sido pasado por las armas en el día de ayer según constan por las órdenes de la plaza del día anterior y pública notoriedad, dispuso hacerlo presente a los Señores Oficiales defensores, conviniendo en que constara por diligencia espresiva la razón de no llenar ésta formalidad tan necesaria en el proceso, y más aun siendo las declaraciones prestadas por el ya difunto General de bastante interés haciendo constancia de ello en el mismo momento antes de terminar las ratificaciones que aún existen pendientes. Y para que conste por diligencia ordenó dicho Señor Fiscal hacer la correspondiente anotación de todo firmándolo conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido. 274 A.G.I. CUBA 1011B FOLIO 214 Diligencia de haber presenciado los defensores las ratificaciones Seguidamente yo el infrascrito Secretario certifico que los Señores Oficiales defensores Don José María Cuervo, Teniente del Batallón de San Marcial, Don León Sánchez, Teniente del Segundo Batallón de San Quintín y Don Julián Hermida Teniente del Segundo Batallón de la Corona, Don Antonio Martínez Subteniente del Batallon de San Quintín que lo son de los acusados en éste proceso y presentes en la Cárcel de ésta Ciudad José Ramón Torres, Juan Ramón Reyes, Raimundo Jaque, Pablo Aquino y Juan Bautista Gómez (a) San Batista, han asistido por citación del señor Don Vicente Atienza Capitán del Batallón de San Quintín y Fiscal de éste proceso a todas la ratificaciones de los cuarenta testigos que figuran en ésta causa según manda S. M. en sus Reales Ordenanzas. Y para que conste por diligencia la firmaron con dicho Señor y presente Secretario. Firmado: León Sánchez, Julián Hermida, Antonio Martínez, José Mª. Cuervo, Vicente Atienza. Ante mí: Juan Rueda Garrido. 275 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia haciendo constar tiene en su poder Ramón Reyes el certificado de indulto el paisano acusado Juan En dicho día mes y año le fue presentado al Señor Fiscal por un enviado de Juan Ramón Reyes acusado en éste proceso el certificado de indulto espedido por el Señor brigadier Comandante General de la Provincia el cual copiado a la letra dice así: Comandancia General del Cibao. El paisano Don Juan Ramón Reyes se ha presentado a ésta Comandancia Militar el día dos de abril de mil ochocientos sesenta y tres como comprendido en el artículo primero del bando de indulto del E. Señor Capitán General de ésta Isla de fecha de diez y seis de marzo del presente año en virtud del cual queda en libertad para ocuparse de sus asuntos particulares. Guayubín cuatro de abril de mil ochocientos sesenta y tres.- El Brigadier Comandante General.- Manuel Buceta. Cuyo documento se entrega al portador para la devolución al interesado. Y para que conste por diligencia la firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia uniendo un interrogatorio En el mismo día el Señor Fiscal recibió por conducto del Señor Presidente de la Comisión Militar evacuado el interrogatorio que con fecha treinta del mes anterior se libró por ésta fiscalía al pueblo de Guayubín. Y de haberlo recibido y de quedar unido a éste proceso dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 276 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos A.G.I. CUBA 1011B Comandancia Militar de Guayubín Santiago, 8 de mayo de 1863. Al Sr. Presidente de la Comn. Militar para que en la causa a que corresponde obre los debidos efectos. El Brig. Comte. Gral. Firmado: Buceta. Tengo el honor de remitir a V.S. el interrogatorio que V. S. me dirigió en fecha 30 del mes proximo ppdo. evacuado en los paisanos a que se refiere. Dios gde. A V. S. ms. as. Guayubín, 6 de mayo de 1863. El Comandante Militar. Firmado: Eusebio Alvarez. Santiago 8 de mayo de 1863. Al Sor. Fiscal El T. C. Presidente de la C. M. Luis Bustamante. Señor Brigadier Comandante General del Cibao. 277 A.G.I. CUBA 1011B Comandancia Militar de Guayubín El Comandante General de Cibao con fecha 30 del mes prócsimo pasado me dice lo que copio: El Capitán Fiscal de la Comisión Militar con fecha de hoy me dice lo que sigue: Adjunto acompaño a V.S. un interrogatorio que debe evacuarse en los paisanos que cita de la jurisdicción de Guayubín a fin de que se sirva ordenar sea evacuado a la posible brevedad. Lo que con inclusión del interrogatorio a que hace referencia comunico a V. S. para su conocimiento y que sin pérdida de momento nombre Fiscal que lo evacue y concluido que sea lo dirija a ésta Comandancia General para no retardar la Admón. de Justicia. Y yo lo traslado a V. para su más pronta evacuación en los paisanos que cita y que se encuentran presente en ésta población y evacuado que sea lo remitirá a ésta Comandancia Militar para despacharlo con la prontitud a que se me ecsige. No habiendo otro Oficial en ésta Plaza puede V. nombrar un escribano que actue en él. Dios guarde V. ms. as. Guayubín, 5 de mayo de 1863. El Comandante Militar. Firmado: Eusebio Alvarez. Señor Capitán Comandante de la Fuerza Destacada en esta Plaza. 278 A.G.I. CUBA 1011B Comisión Militar Egecutiva Fiscalía Interrogatorio a cuyo tenor deben ser examinados los paisanos Bartolo Talis, Liborio Hermoso, Manuel Talis, Goyo Talis, y Antonio Mesón del partido de Santana jurisdicción de Guayubín. 1ª. Las generales de la ley. 2ª. Si acompañaron a José Ramón Torres cunado entró en el pueblo de Guayubín el día de la insurrección. 3ª. Cuánta fuerza mandaba el dicho Torres y dónde la había reclutado. 4ª. Cuánto tiempo permaneció en el pueblo y qué comisiones desempeñó. 5ª. Diga cuanto sepa referente a dicho individuo y que tenga relación con la revolución citada. El Señor Fiscal que se nombre procurará evacuar el anterior interrogatorio con la posible brevedad, devolviéndolo con las declaraciones ratificadas para mayor prontitud en la terminación de ésta causa según ésta muy recomendado por la superioridad. Santiago, 30 de abril de 1863. Vo. Bo. El Capn. Fiscal: Atienza. El Secretario: Juan Rueda Garrido. 279 A.G.I. CUBA 1011B Felipe Saenz de Tejada Capitán de la Cuarta Compañía del Batallón de San Quintín número tres de Infantería y Fiscal nombrado en éste interrogatorio. Debiendo nombrar escribano para que como tal actue en estas diligencias y autorizado por S. M. según ordenanza nombró al Sargento Primero de mi misma Compañía Pablo Tabares el que, enterado de la obligación que contrae acepta promete y jura desempeñarlo fiel y cumplidamente. Y para que conste lo firma conmigo en Guayubín a cinco de mayo de mil ochocientos sesenta y tres. Firmado: Felipe Saenz de Tejada. Pablo Tabares. Declaración de Liborio Hermoso En el Cantón de Guayubín a los cinco días de mayo de mil ochocientos sesenta y tres presentes el Fiscal y Escribano y previa citación compareció el paisano Don Liborio Hermoso el que juró según ordenanza decir verdad en lo que fuere interrogado y siéndolo por su nombre y clase; dijo: Llamarse como queda dicho y que no sabe los años que tiene, pero que sabe que nació poco después del último terremoto y que en la actualidad vive con su madre en Santana comun de Monte Cristi de oficio del Campo (C.A.R.) Preguntado. Si acompañó a José Ramón Torres cuando entró en Guayubín el día de la insurrección; dijo: Que algunos días antes de la insurrección al retirarse por la tarde de su Conuco a su casa de Santana encontró a José Ramón Torres el cual le dijo se viniera a Guayubín a lo que le contestó tenía que hacer en su casa, replicándole Torres que si no venía a Guayubín se comprometía que oido esto por el que declara tomó el camino del pueblo solo llegando hasta el Cementerio donde permaneció sin entrar nunca en Guayubín hasta el día que con la guarnición que había aquí marchó a Monte Cristi: que al llegar a Santana se separó de ellos y marchó a su casa. Preguntado. 280 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Cuánta fuerza mandaba José Ramón Torres y dónde la había reclutado; dijo: Que en el Cementerio habría como quince hombres, que los habría reclutado en distintos sitios pues le parece que los había de La Peñuela y de los ranchos de Puerto Plata; que como él apenas se apartaba de su casa conoce muy poca gente. Preguntado. Cuánto tiempo permaneció en el pueblo y qué comisiones desempeñó; dijo: Que como ya ha dicho él no entró en el pueblo y no desempeñó ninguna comisión y como se hallaba fuera no sabe lo que Torres hizo en el pueblo ni qué comisiones tuvo. Preguntado. Diga cuanto sepa referente a José Ramón Torres y que tenga relación con la revolución citada; dijo: Que hace unos cinco años conoce a Torres por tener su labranza también en Santana pero que nunca le habló sobre la revolución por tener poco trato con el; que no puede dar noticia de ella pues no entró en Guayubín que al marchar a Monte Cristi José Ramón Torres mandaba la gente que acompañó la guarnición y como él se separó en Santana ignora también lo ocurrido en Monte Cristi; que es cuanto tiene que decir siendo lo dicho la verdad bajo el juramento prestado en el que se afirma y habiéndole leído ésta declaración sin tener que añadir ni quitar nada, no sabiendo escribir hizo una cruz firmando el Señor Fiscal y presente escribano que doy fé. Firmado: Felipe Sanz de Tejada. (Hay una cruz en tinta). Ante mí: Pablo Tabares. Ratificación de José Liborio Hermoso Acto continuo presentes el Fiscal y Escribano y el paisano José Liborio Hermoso fué juramentado y ofreció decir verdad en lo que se le interroguare. Preguntado. Habiéndole leído la declaración que antecede si es la misma que ha prestado, si en su contenido se afirma y ratifica ó tiene que añadir ó quitar algo y si la señal de cruz que es de su puño la reconoce por suya; dijo: Que la declaración leída es la misma que ha prestado, que su contenido se afirma y ratifica sin tener que añadir ni quitar nada y que la señal de cruz es de su puño en todo lo cual se afirma y ratifica bajo el juramento prestado y no sabiendo escribir hace una cruz firmando el Sr. Fiscal y presente Escribano que doy fe. Firmado: Felipe Saenz de Tejada. (Hay una cruz en tinta) Ante mí: Pablo Tavares. 281 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de no existir ningún paisano el apellido Talis en el partido de Santana Doy fé que según informes tomados por el Sr. Fiscal resulta no ecsistir en el partido de Santana ningún paisano llamado Bartolo Talis ni Manuel Talis y si los llamados Bartolo Tate, Manuel Tate y Goyo Tate y no Goyo Talis en vista de lo cual, el Sr. Fiscal procede a interrogar a los tres llamados Tate; y para que conste lo puse por diligencia que firma dicho Sr. y presente escribano que doy fé. Firmado: Saenz de Tejada. Ante mí: Pablo Tavares. Declaracion de Manuel Tate A los cinco días de mayo presentes el Fiscal y Escribano y previa citación compareció el paisano Manuel Tate vecino de Santana común de Monte Cristi que nació tres o cuatro años antes del último terremoto y de oficio labrador y de estado soltero el que juró decir verdad en lo que se le interrogare y siéndolo por su nombre y clase; dijo: Llamarse y ser como queda dicho. Preguntado. Al tenor de la segunda del interrogatorio; dijo: Que antes de la insurrección recibieron un aviso él y sus hermanos de parte de Torres para que se le presentaran en su casa de Santana, que lo hicieron cerca de la oración y José Ramón Torres les mandó lo acompañasen a Guayubín sin decirles para qué, como era Gefe de Sección le obedecieron y vinieron con él hasta el Cementerio donde los dejó y él sólo entró en Guayubín, que pasaron la noche cerca del Cementerio y a la media noche salió Torres a ver si estaban y les previno no se separasen de allí sin decirles el motivo, que a la mañana siguiente salió Torres con la guarnición y les mandó le acompañasen a Monte Cristi como lo verificaron llevando el mando de todos Torres y que nada sabían de la insurrección. Preguntado. Según la tercera; dijo: Que calcula que serian once ó doce, cinco de Santana dos le parece de Juan Goméz y los demás no sabe de donde. 282 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Según la cuarta; dijo: Que ningúno entró en el pueblo y no tuvieron comisiones, que Torres entró antes de medianoche y salió por la mañana con la guarnición. Preguntado. Según la quinta; dijo: Que solo conoce a Torres porque tiene labranza en Santana y era Capitán de partido, pero que nunca le oyó hablar de la revolución que al marchar a Monte Cristi Torres se separó de ellos en Santana y no le volvieron a ver más y el que declara y sus hermanos llegaron hasta el regio desde se dirigieron a Monte Cristi; que es cuanto tiene que decir siendo lo dicho la verdad bajo el juramento hecho en el que se afirma y habiéndole leído esta declaración sin tener que añadir no quitar nada hizo una cruz por no saber escribir y firma el Señor Fiscal y presente Escribano que doy fé. Firmado: Felipe Saenz de Tejada. Ante mí: Pablo Tavares. (Viene a continuación la ratificación del declarante en su declaración que está en consonancia en su redacción con la de Liborio Hermoso copiada anteriormente) Declaración de Goyo Tate En el mismo día mes y año presentes el Fiscal y Escribano compareció el paisano Goyo Tate vecino de Santana comun de Monte Cristi de estado soltero y de oficio Labrador y que nació enseguida del terremoto, el que juró decir verdad en lo que se le interrogase y siéndolo por su nombre y clase; dijo: Ser y llamarse como se espresa. Preguntado. Conforme con la segunda del interrogatorio; dijo: Que vino con Torres y sus hermanos Bartolo y Manuel hasta el Cementerio de Guayubín que lo hicieron porque Ramón Torres era el Capitán de partido y les mandó acompañarle sin decirles para qué, que Torres entró en Guayubín y ellos pasaron la noche cerca del Cementerio. Preguntado. Conforme a la tercera; dijo: Que Torres mandaba once o doce hombres cinco de Santana, otros de Juan Gómez y los demás no los conoce. Preguntado. Conforme con la cuarta; dijo: Que antes de medianoche llegaron al cementerio y Torres entró sólo en Guayubín que ellos pasaron allí la noche hasta que por la mañana marcharon a Monte Cristi. 283 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Conforme a la quinta; dijo: Que conoce a Torres porque tiene labranza en Santana y era Capitán del partido pero que nunca les habló de revolución que al marchar a Monte Cristi Torres se quedó en su casa de Santana y a ellos los mandaron a seguir hasta Monte Cristi llevando las mochilas de los soldados en las caballerías y desde entonces no ha vuelto a ver a Torres; que es cuanto tiene que decir siendo lo dicho la verdad a cargo del juramente que tiene hecho en el que se afirma y habiéndole leído ésta declaración sin tener que añadir ni quitar nada hizo una cruz por no saber escribir firmando el Señor Fiscal y presente Escribano que doy fé. Firmado: Felipe Saenz de Tejada (Hay una cruz en tinta) Ante mí: Pablo Tavares. (Viene a continuación la ratificación del declarante en su anterior declaración, en consonancia con las anteriores) Declaracion del paisano Antonio Mesón En el mismo día cinco presente el Fiscal y Escribano compareció el paisano Antonio Mesón de veinte y cinco años vecino de Santana comun de Monte Cristi de estado soltero y dedicado al cuidado de su hacienda el que juró decir verdad en lo que se le interrogase y siéndolo por su nombre y clase; dijo: Ser y llamarse como queda dicho. Preguntado. Según la segunda del interrogatorio; dijo: Que el día antes de las ocurrencias de Guayubín recibió orden de José Ramón Torres que era ó había sido Capitán del partido para que se le presentase en su casa de Santana, que lo verificó y Torres le dijo tenía que acompañarlo a Guayubín sin decirle para qué, que el que declara le pidió permiso para volver a su casa por tener que trabajar en ella y Torres se lo negó ordenándole no se separase de su lado que a la oración se pusieron en camino y llegando antes de media noche al Cementerio de Guayubín, Torres entró en el pueblo y él se quedó con los hermanos Tate cerca del Cementerio. Preguntado. Según la tercera; dijo: Que tendría como unos once ó doce, cinco de Santana, dos de Juan Gómez y los demás desconocidos. Preguntado. Según la cuarta; dijo: Que en el pueblo sólo entró Torres antes de media noche y permaneció hasta el amanecer ignorando lo que hizo en él. 284 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Preguntado. Según la quinta; dijo: Que conoce a Torres porque tiene hacienda en Santana y ha sido capitán del partido pero que nunca le habló de revolución y tanto es así que al acompañar la tropa a Monte Cristi el que declara que nada sabía de lo ocurrido y conocía a algunos Soldados por haberlos tenido en su casa iba hablando y bromeando con ellos en buena armonía por lo que Torres tuvo con él algunas contestaciones antes de llegar a Juan Gómez y quiso arrestarlo por lo que el que declara se separó y marchó directamente a su casa; que es cuanto tiene que decir siendo todo lo dicho la verdad a cargo del juramento hecho en el que se afirma y habiéndole leído ésta su declaración sin tener que añadir ni quitar nada hizo una cruz por no saber escribir firmando el Señor Fiscal y presente Escribano que doy fé. Firmado: Felipe Saenz de Tejada. (Hay una cruz en tinta) Ante mí: Pablo Tavares. (Viene seguidamente la ratificación del declarante en su declaración, que está en consonancia con las ratificaciones anteriores) Declaración del paisano Bartolo Tate A los cinco dias de mayo presentes el Fiscal y escribano compareció el paisano Bartolo Tate vecino de Santana comun de Monte Cristi de oficio del campo de edad de treinta años de estado soltero el cual juró decir verdad, en lo que fuese interrogado y siéndolo por su nombre y clase; dijo: Es y se llama como se espresa. Preguntado. Según la segunda del interrogatorio; dijo: Que acompañó a José Ramón Torres hasta el Cementerio de Guayubín porque estándo en su casa recibió recado de Torres de que se le presentara y así lo hizo recibiendo la orden de acompañarle sin decirle para qué y que le obedeció porque era Capitán del partido . Preguntado. Según la tercera; dijo: Que habría unos diez ó doce hombres cinco de Santana, dos de Juan Gómez y los demás desconocidos. Preguntado. Según la cuarta; dijo: Que él no entró en el pueblo que pasó la noche junto al Cementerio y que Torres entró en Guayubín antes de media noche y salió al amanecer ignorando lo que hizo dentro. 285 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Preguntado. Según la quinta; dijo: Que conoce a Torres por ser vecino que nunca le ha hablado de revolución y nada sabe respecto á ella, que al amanecer el día citado el que declara se marchó desde el Cementerio a su casa, que es cuanto tiene que decir siendo lo dicho la verdad bajo el juramento hecho en el que se afirma y habiéndole leído ésta declaración sin tener que añadir ni quitar nada hizo una cruz por no saber escribir firmando el Señor Fiscal y presente Escribano que doy fé. Firmado: Felipe Saenz de Tejada. (Hay una cruz en tinta) Ante mí: Pablo Tabares. (Seguidamente se inserta la ratificación a la declaración prestada, que está en consonancia con las anteriores). Diligencia de entrega Acto continuo el Señor Fiscal acompañado de mí el Escribano hizo entrega de esta diligencia que se componen de ocho hojas útiles al Señor Comandante Militar. Y para que conste lo puse por diligencia que firma el Señor Fiscal y presente Escribano que doy fé. Firmado: Saenz de Tejada. Ante mí: Pablo Tabares. Diligencia de remisión del proceso al Señor Presidente de la Comisión Militar En el mismo punto a los nueve días de dicho mes y año el Señor Fiscal juzgando que se hayaba terminada esta Causa y en estado de verse y hallarse en Consejo de Guerra dispuso se pasase al Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar a fin de que sirva oir al Señor Asesor de la Comisión sobre los estremos prevenidos en la Real Orden de diez y nueve de mayo de mil ochocientos diez. Cuya causa acompañada de atento oficio para dicho Señor Presidente le entregué y el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 286 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Santiago, 9 de mayo de 1863. Al Sor. Asesor para que a la mayor brevedad posible diga si puede verse en Consejo de Guerra. El T. C. Presidente de la Comn. Mr. Firmado: Luis Bustamante. Señor Presidente: He examinado éste proceso seguido contra José Ramón Torres, Juan Ramón Reyes, Raymundo Jaque y compartes presos y prófugos acusados de ser autores, cómplices y ejecutores del movimiento revolucionario que en febrero último tuvo lugar en Guayubín; y como en él se ha evacuado todos los trámites y citas necesarios soy de la opinión que puede VS. haberlo por bastante para verle en Consejo de Guerra, disponiendo por en consecuencia que se entregue por su orden al Señor Fiscal y los Defensores para los fines de derecho V. S. sin embargo dispondrá lo que estime más procedente. Santiago y mayo diez de 1863. Firmado: Ldo. Angulo Guridi. Santiago, 10 de mayo de 1863. Al Sor. Fiscal para que presente la conclusión Fiscal, pase a los defensores para los fines de ordenanza. El T. C. Presidente de la C. Mr. Firmado: Luis Bustamante. Diligencia de haber recibido el proceso del Señor Presidente En la ciudad de Santiago a los diez días del espresado mes y año el Señor Fiscal recibió éste proceso del Señor Presidente de la Comisión Militar dictaminado por el señor Asesor de la Comisión y para los efectos de ordenanza con cuyo obgeto según consta en la última anterior diligencia le fué remitido a dicho Señor Presidente. Y para la debida constancia dispuso el Señor Fiscal se anotase por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 287 A.G.I. CUBA 1011B Conclusión fiscal Don Vicente Atienza y Martínez Capitán de la Compañía de Granaderos del Batallón de San Quintín número tres de Infantería y Juez Fiscal de éste proceso. Vistas y examinadas con toda detención las declaraciones diligencias y documentos de que consta este proceso y atendido el ecsesivo número de individuos que comprende, es indispensable para la debida claridad en la sustanciación de él, proceder con sumo orden, analizando detenidamente las circunstancias de cada uno de los acusados. Pero antes séame permitido hacer algunas aclaraciones que podrán arrojar bastante luz sobre los procedimientos patentizando el método observado en la instrucción de ellos. Como punto de partida para las investigaciones fiscales, tomé primero la relación de insurrectos formada por el Señor General Comandante General de la Provincia Don José Hungría al folio 18 y las que obran a los 50 y 51; la primera de estas sin firma alguna que la autorice, pero como documento hecho según parece por los mismos rebeldes, y con especificación de los empleos que confirieron, sino sirve para hacer un grave cargo a los que en ella se hallan comprendidos, es a lo menos un indicio que contra ellos obra, tanto más vehemente cuanto que en el curso de las actuaciones aparece cierto el contenido de dicha relación; y la que obra al folio 51 firmada por el Señor Comandante Gefe de Estado Mayor de la columna de operaciones Don José Velasco y que difiere muy poco de la del folio 18, merece, igualmente que ésta, entero crédito, por haberse hecho ambas con el suficiente número de datos, sobre el terreno de los hechos y en presencia de los acontecimientos. Prevenidas todas las citaciones y continuando los procedimientos, el Bando de Indulto del Exmo. Sor. Capitán General, simplificó mucho lo árduo de tan penosa tarea, porque provistos todos los individuos que habían tenido parte, aunque pequeña, en la rebelión, de su Certificado de indulto, dejaron de hallarse fuera de la ley y esta, que anteriormente hubiese tenido que pronunciar su fallo en contra de ellos, suspendió su acción, dirigiéndola tan sólo a los no comprendidos en el referido Bando. Este documento que obra al folio 105 de la causa es el segundo punto de partida que he tenido en cuenta para la continuación de los trabajos. Además, al 288 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos folio 105 de la causa es el segundo punto de partida que he tenido en cuenta para la continuación de los trabajos. Además, al folio 125, se halla una estensa relación especificada de la situación de los individuos que fueron citados, formada por el Comandante Militar de Guayubín, y esta relación unida a la firmada por el Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar que obra al folio 130, comprensiva de todos los que habían sido ya juzgado y se hallaban de causa pendiente en la comisión produjeron la detallada que yo formé y que obra al folio 166 de los que no obstante aparecer como culpables en la causa habíase dejado de proceder en contra de ellos. Relacionados ya los cuatro puntos cardinales que pueden servir para el detenido examen del proceso y eliminados de él los que aparecen como reos en las declaraciones de los testigos y de los careos mismos y que en la segunda subdivisión de la relación mencionada del folio 166 aparecen, queda pues reducida la causa a fallar tan solo sobre los individuos que se hallan presos y los que, bien por la conciencia de sus hechos ó por temor, están fuera de sus hogares, prefiriendo los sinsabores y amarguras de un destierro, aunque voluntario, al cariño de la familia y a los tranquilos placeres del hogar doméstico bajo la salvaguardia de un Gobierno justo y previsor. Voy pues a ocuparme de la culpabilidad de todos los acusados, y si el fallo que propongo para ellos, no fuera de general agrado, será por efecto de que mis escasas luces me habrán hecho ver las cuestiones bajo un prisma equivocado, pero de cualquier modo me cabe la satisfacción de haberlo pronunciado con la tranquilidad de una conciencia agena de pasiones de todo género. Paso pues a la particular especificación del delito de cada uno de los acusados. José Ramón Torres, paisano y hermano de Norberto Torres principal móvil de la revolución, es de los reos presentes, uno de los que más cargos tienen en contra suya; los testigos Don Juan Grullón al folio 7 vto. D. Felix Escarfuller al 121 vto. D. Pedro José Vidó al 122 vto. y Juan Reinoso al 127 vto. dicen que entró mandando fuerzas en Guayubín el día de la insurrección, cuyo aserto está corroborado por Liborio Hermoso al fo. 218, Manuel Tate al 219, Gregorio Tate al 220, Antonio Mesón al 221 y Bartolo Tate al 221 vto. y que agregan fueron citados por el mismo Torres y llevados a Guayubín en número de doce próximamente, formándolos al lado del Cementerio, que está a la misma entrada del pueblo sobre el Camino de Monte Cristi. Además si este hecho no fuera suficiente a demostrar que mandó tropas, si bien en pequeño número el mismo Don Juan Grullón al fo. 7, D. Luis Prados al 74, Ignacio Ezquerra al 88, D. Aquilino Grullón al 89, Ramón de Peña al 92, D. Ambrosio Garcia al 92 vto. D. Felix Escarfuller al 121 vto. y Liborio Hermoso al 218, dicen que fué él que como Gefe mandaba los treinta ó cuarenta hombres que escoltaron desde Guayubín á Monte Cristi al destacamento capitulado. Alega en su defensa que este mando lo obtuvo a petición propia por desear que no tuviera contratiempos algunos el destacamento y que se quedó en su casa en el camino, así como niega haber mandado fuerzas a la entrada del pueblo. Más que está suficientemente probado que tuvo un mando subalterno y que sacó gente para la rebelión. 289 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Raimundo Jaque, Alcalde Pedáneo de Gurabo, nombró y constituyó una guardia avanzada en el camino de Sabaneta a Santiago y punto llamado La Bajada de la Caoba, según carta orden de Santiago Rodríguez Alcalde de Sabaneta que obra al folio 195, y en la que lo primero que le recomienda es que impida el paso a los Españoles, dé avisos etc, empezando por decirle que se hallaba puesto el pabellón Dominicano. Consta que era gefe de dicha guardia que se componía próximamente de cuarenta hombres por los testigos Angel Núñez al folio 114, Pablo Aquino al 117 vto., General Batista al 149, General Megia al 150, General Polanco al 151, y José Dolores Gómez al 184; existiendo además una carta suya dirigida al General Antonio Batista y Alcalde Santiago Rodríguez, que obra al folio 149, en que como Gefe de dicha guardia le pide armas y les participa varios extremos. Consta también el hecho de haber mandado prender desde dicha guardia, a Bonifacio Núñez de Piloto, y el de ser amarrado y robado en ella el paisano José Dolores Gómez, pero éstos incidentes serían aislados, incumbencia especial del tribunal ordinario, sino se hallase probado plenamente que ejerció un mando subalterno y que se hallaba constituido en autoridad en los momentos de la Rebelión. Juan Bautista Gómez (a) San Batista, fué el emisario que el General Lucas de Peña y Norberto Torres mandaron a Sabaneta para que diece en su nombre, la orden de poner la bandera dominicana, hecho que él no niega si bien dice que era otro el emisario, pero que está demostrado por D. Aquilino Grullón al folio 89, Don Felix Escarfuller al 121 vto. y Juan Reinoso al 127 vto. Le corresponde de derecho la calificación de Mero ejecutor, pero reune las circunstancias agravantes de hallarse con las armas en la mano, según Don José Pérez al folio 25 y de haber sido nombrado Teniente según la relación formada por los mismos insurrectos al folio 50; corroborada por D. Diego Crespo al folio 107 vot. y Angel Núñez al 114. Pablo Aquino, paisano, bueyero de Sabaneta, tuvo una cuestión con Don Juan Grullón según dice éste al folio 7 vuelto por no quererle admitir unos billetes de los nuevamente espedidos por el Gobierno Español, empezando con esto a demostrar tenía algún antecedente de lo que ocurriría y hallarse temeroso de perderlos por no ser válidos después de la revolución; pero éste hecho pude también ser efecto de ignorancia y no tener fuerza alguna. Queda sólo con un indicio, al saber después que se halló mezclado en la revolución según dice Juan Bautista Gómez al folio 118 y Pedro José Vidó al 122 D. Nicolás Gerónimo al folio 133 dice que era Comandante Gefe de Estado Mayor del General Batista y el que comunicaba las órdenes a los Gefes de la Plaza. Este nombramiento no lo niega en sus declaraciones, si bien no concede que hubiera comunicado más que una orden. Se halla pues comprendido en la calificación de mero ejecutor sin que aparezca en contra suya circunstancia alguna agravante. Juan Ramón Reyes, Blanco, paisano, aparece según las declaraciones de D. Angel Núñez al folio 114, Antonio Rodríguez al 116, Pablo Aquino al 117 vto. D. Felix Escarfuller al 121 vto. D. Pedro Jose Vidó al 122 vto. y Juan Reinoso al 127 vto. que fue secretario privado del rebelde General Lucas de Peña y que fue nombrado, ad 290 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos honoren, Capitán y ayudante de Plaza. Dice Don Juan Grullón al folio 7vto. que mandaba fuerzas a la entrada de Guayubín pero nadie corrobora éste acerto, que por otra parte rebate Reyes en su confesión al 188 vto. Don Fernando Pérez al folio 19 y D. Aquilino Grullón al 89 le citan como uno de los principales, y últimamente Manuel de Peña al folio 127 dice que fué de orden de Norberto Torres y de Lucas de Peña a prevenirle que reuniera la gente de su Sección y marchara con ella sobre Guayubín. Todo lo dicho, unido a su confesión, en la que no solo justifica la mayor parte de éstos estremos, sino que no se escede hasta decir que acompañó a Lucas de Peña interin pudieron sin temor marchar unidos, y que estuvo a citar a Pepillo, diciéndole de parte de Norberto Torres y Lucas de Peña que lo aguardaban en Guayubín, hace ver una complicación grande en los sucesos si bien no figurando en ellos como promovedor, sino como simple egecutor aunque con circunstancias agravantes. Pero cuando terminado el proceso se hallaba prócsimo a verse en Consejo de Guerra, recibo de dicho individuo la certificación de indulto espedida por el Señor Brigadier Comandante General de ésta Provincia extendida en debida forma y cuya copia obra al folio 211 vto. por la cual en virtud a no poder ser juzgado como promovedor ni haber tenido mando de fuerzas y menos pertenecido a las Reservas Provinciales, lo considero que goza con el referido documento de absoluta inmunidad ante la ley, si bien debió haberlo presentado con más oportunidad, para haber evitado el tiempo de prisión que sufre y a sus jueces el fallo que en derecho como corresponda. Don Victorino Cordero Comandante de las Reservas y reo prófugo en ésta causa estuvo entre los insurrectos como uno de los principales de ellos según Don José Carlos Rodríguez al folio 15, Don Fernando Pérez al 19 y Ramón Sosa al 27 estándo, según dice Don José Pérez al folio 25, con las armas en la mano. En la relación de los empleos conferidos por los sublevados al folio 50, figura con el empleo de Coronel y lo mismo dicen Angel Núñez al folio 114, Juan Ramón Reyes al 101 vuelto, D. Diego Crespo al 107 vto. Antonio Rodríguez al 116 vto. D. Feliz Escarfuller al 121 vto., Pedro José Vidó al 122 vto. y Juan Reinoso al 127 vto. justificando haberlo visto, pero solo como testigos oculares que espresen la parte que tomó en la revolución, José María Lora al folio 4 vto., Ramón Regalado al 110, Juan de la Paz Cordero al 111, y Juan Bautista Gómez al 115. Queda pues demostrado que se halló entre los insurrectos con las armas en la mano, siendo Comandante de las Reservas. Don Benito Monción, Teniente de las reservas, y también prófugo es uno de los tres que formaban el consejo privado del General Lucas, según Angel Núñez al folio 114 y acusado como cabecilla principal por D. José Carlos Rodríguez al folio 15, Ramón Sosa al 27, Don Juan José Garrido al 64, Don Aquilino Grullón al 89, Ramón Regalado al 110, Juan Bautista del Carmen al 115, Juan Bautista Gómez al 118, y Casimiro Castellanos al 120, hallándose con las armas en la mano según dice D. José Pérez al folio 25, fue también nombrado Coronel por los insurrectos y guarda almacén del parque de artillería, según Angel Núñez al folio 114 y Juan Reinoso al 127 vto, asegurando la primera parte de éste nombramiento D. José María al folio 4 vto. 291 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Antonio Rodríguez al 116 vto. D. Feliz Escarfuller al 121 y D. Pedro José Vidó al 122. Queda pues probado que se halló con las armas en la mano entre los sublevados siendo Teniente de las Reservas. Don Eugenio Beliard, Teniente de las Reservas, y reo prófugo en ésta causa, dice Don Feliz Escarfuller que lo vió entre los rebeldes, y además en la relación hecha por éstos mismos al folio 50 se halla nombrado Capitán Ayudante, mayor de Artillería. Son dos datos que, unidos a su fuga, forman la prueba de su culpabilidad y demuestra que estuvo entre los rebeldes obteniendo de ellos empleos, sin embargo de ser Teniente de las Reservas Provinciales. Don Juan Ramón Reyes, Teniente de las Reservas, y reo prófugo en ésta causa, dice Don José Pérez al folio 25 que se hallaba con las armas en la mano, y según la relación de empleos conferidos por los insurrectos, folio 50, fue nombrado Comandante, lo cual se halla probado con las declaraciones de D. Angel Núñez, al folio 114 y de D. Feliz Escarfuller al folio 121 vto. agregando Ramón Sosa al folio 27 que era Capitán de Granaderos. También refieren haberlo visto entre los insurrectos, Juan de la Paz Cordero al folio 111 y Antonio Rodríguez al 116 vto. De forma que se halla probado que estuvo con las armas en la mano en la Rebelión, sin embargo de ser Teniente de las Reservas. Norberto Torres, paisano y reo prófugo en ésta causa. Según las declaraciones de D. José Carlos Rodríguez al 15, fué el principal promovedor de la rebelión. Las declaraciones de D. José María Lora al folio 40 vto. D. José Pérez al 25, Ramón Sosa al 27, D. Juan Garrido al 64 vto. D. José Pérez al 25, Ramón Sosa al 27, D. Juan Garrido al 64, D. Aquilino Grullón al 89, Juan Carlos Castro al 106, D. Diego Crespo al 108, Ramón Regalado al 110, Juan Bautista del Carmen al 115, Antonio Rodríguez al 116, Pedro Antonio Pimentel al 119, Casimiro Castellanos al 120, D. Felix Escarfuller al 1212 vto. y D. Pedro Vallejo al 122, todos dicen que era el principal cabeza de la Revolución, estándo demostrado que se hizo a sí mismo General de Brigada, según D. José María Lora al folio 4 vto. D. Angel Núñez al 114, Antonio Rodríguez al 116 vto. Consta además que amenazó de muerte para que sirvieran y desempeñaran los cargos que les confiaba a Justo Sosa folio 20 vto. y Juan de la Paz Cordero al 111. Queda pues plenamente probado que fué el primer promovedor, el primer sostenedor y el primer caudillo de la rebelión. Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, paisano y reo prófugo en ésta causa, dice Angel Núñez en su declaración al folio 114 que fue nombrado Comandante de Armas de Guayubín y que era uno de los principales Gefes de la revelión, cuya segunda parte se halla justificada por las declaraciones de D. Osvaldo Guasp al folio 14 D. José Carlos Rodríguez al 15, Don Fernando Pérez al 19, Ramón Sosa al 27, D. Antonio Puigrubí al 56, D. Aquilino Grullón al 89, Juan Ramón Reyes al 101, Juan Bautista del Carmen al 115, Juan Bautista Gómez al 118, Casimiro Castellanos al 120 y D. Pedro Ballejo al 121. Fué también nombrado Coronel, lo que justifican, Don José María Lora al folio 4 vto. D. José Carlos Rodríguez al 15, D. Diego Crespo al 108, Antonio Rodríguez al 116, D. Pedro José Vidó al 122 vto. y Juan Reinoso al 127 vto. Habiendo también 292 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos merecido la calificación de instigador por D. Osvaldo Guasp folio 14. Queda pues plenamente probado que fue caudillo de la rebelión. José de los Santos (a) El Inglés, paisano prófugo en ésta causa. Dice D. Fernando Pérez al folio 19 que era uno de los principales revolucionarios y D. José Pérez al 25 dice se hallaba con las armas en la mano. Además en la relación de insurrectos al folio 50 consta que fué hecho Coronel y encargado de la maestranza, cuyo aserto lo corrobora en todas sus partes Angel Núñez al folio 114, citando solo el empleo Ramón Sosa al folio 27, Juan Ramón Reyes al 101, D. Diego Crespo al 108, y Antonio Rodríguez al 116 vto. Y si estas declaraciones no fueran aún bastantes, Ramón Regalado al 110, Juan Bautista del Carmen al 115, y Casimiro Castellanos al 120, aseguran se hallaba entre los insurrectos, De modo que, por su ejemplo, por su cargo y por las calificaciones diversas de los testigos, queda probado que era uno de los principales caudillos de la Revolución. Juan Carrasco, paisano y reo prófugo en ésta causa, según dice D. Diego Crespo al folio 107 vto. fué el que se puso al frente de los que hicieron la defensa de Sabaneta, lo cual se halla afirmado por el General Don José Hungría al folio 157. Además Raimundo Jaque al folio 106 vto. dice fué el que con unos 30 hombres marchó por el camino de Santiago, todo lo cual prueba que fué caudillo y sostenedor de la rebelión. Alejandro Bueno, paisano y reo prófugo en ésta causa, según las declaraciones de Pablo Aquino al folio 118 y Alejo Esteve al 134 era uno de los que figuraban al frente de la rebelión en Sabaneta y como prueba de ello fue comsionado por el General Batista cerca del General Lucas de Peña, para informarle de lo que ocurría, según carta de dicho General al folio 43. El General Don José Hungría al folio 157 dice fué el que quitó la Bandera Española en Sabaneta haciéndola pedazos, y si bien no está demostrado que la quitara él, se justifica con la declaración del General Batista al folio 183, que dice fué uno de los que forzaron la puerta del cuarto en que el tenía guardada y haciéndola pedazos, los sacaron enganchados en las puntas de las bayonetas. Es más que suficiente para probar que era sostenedor de la rebelión. José Sosa, paisano y reo prófugo en ésta causa, en ninguna declaración aparece éste individuo, pero se halla en las relaciones de insurrectos y aparece además un recibo de raciones firmado por él para suministro de la compañía y que obra al folio 48, lo cual demuestra, unido a su fuga, que ejerció un mando subalterno en la rebelión. Luis Sosa, paisano y reo prófugo en ésta causa, D. Antonio Puigrubí al folio 56 vto. Juan Bautista del Carmen al folio 115, Casimiro Castellanos al 120 y D. Feliz Escarfuller al 121 vto. aseguran haberlo visto entre los rebeldes, agregando D. José Pérez al folio 25 que se hallaba con las armas en la mano. Está por lo tanto comprendido en la calificación de mero ejecutor, bien que con circunstancia agravante. San Amequita paisano y reo prófugo en ésta causa, en la relación de empleos conferidos por los insurrectos al folio 50 aparece agraciado con el de Teniente, cuya gracia se halla confirmada por las declaraciones de D. Diego Crespo al folio 107 vto. y de Angel Núñez al 114, Juan de la Paz Cordero al folio 111 Juan Bautista del Carmen al folio 115, dicen que se hallaba entre los insurrectos lo mismo que asegura D. José 293 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Pérez al folio 25 agregando que se hallaba con las armas en la mano. Está pues en el caso de mero ejecutor con circuntancias agravantes. Jacinto Ramos, paisano y reo prófugo en ésta causa. En la relación de empleos conferidos por los rebeldes, folio 50, aparece como Capitán de Granaderos y D. Feliz Escarfuller al folio 121 vto. dice fue nombrado oficial. Ramón Sosa al folio 27, Ramón Regalado al 110, Juan de la Paz Cordero al 111, y Angel Núñez al 114, dicen se hallaba entre los insurrectos, escepto el primero que agrega era uno de los principales revoltosos y D. José Pérez al 25 que dice se hallaba con las armas en la mano. Está comprendido por lo tanto en la calificación de mero ejecutor con circunstancia agravante. Tomás Inglés, paisano y reo prófugo en ésta causa. En la relación de empleos conferidos por los insurrectos al folio 50, aparece agraciado con el de Capitán, lo que justifican Angel Núñez al folio 114 y D. Felix Escarfuller al 121 vto. siendo también testigo de hallarse entre los rebeldes, Ramón Regalado al folio 110. No puede decirse que tuvo mando, porque a pesar de su empleo no se justifica pero si puede calificarse como mero ejecutor. Andrés González (a) Maló, paisano y reo prófugo en ésta causa. En las relaciones de insurrectos que obran a los folios 18 y 51, figura como uno de tantos y aunque en el curso de los procedimientos no lo menciona nadie, en el hecho de haberse fugado justifica su culpabilidad, por lo tanto puede calificarse como simple mero ejecutor. José de los Santos (a) Mayor Inglés, paisano y reo prófugo en ésta causa. D. José Pérez al folio 25 dice que se hallaba entre los insurrectos y lo mismo ratifica Ramón Regalado al 110. Además en la relación de los empleos conferidos por los rebeldes al folio 50 aparece agraciado con el de Alférez cuyo igual grado dicen que disfrutaba D. Diego crespo al folio 108 y Angel Núñez al 114. Puede por lo tanto en virtud a no estar justificado mandase tropas, calificarse como mero egecutor. Cayetano Decaer, paisano y reo prófugo en ésta causa. Dice D. Fernando Pérez al folio 19 que propalaba ideas subversivas diciendo que los españoles habían roto las armas a los criollos y que salían partidas por los campos con igual obgeto, cuya acusación la corroboran D. Juan José Garrido al folio 64 y el General D. Juan del Rosario al 132. Es suficiente prueba para poder considerarlos como calumniador de la Autoridad. D. Juan Carlos Francisco (a) Dorse, Comandante de las Reservas. En la relación de empleos conferidos por los rebeldes al folio 50, aparece agraciado con el de Coronel, lo cual confirman D. José Carlos Rodríguez al folio 15 D. Diego Crespo al 107 vto. Angel Núñez al 114, Juan Bautista del Carmen al 115 y Casimiro Castellanos al 120, diciendo haberlo visto entre los sublevados Ramón Sosa al 27, Ramón Regalado al 110 y Juan de la Paz Cordero al 111. De forma que su acusación probada es que fue nombrado Coronel y que se hallaba entre los rebeldes siendo Comandante de las Reservas. Pero si fuerte es la acusación, mayor aún es la defensa porque el General D. José Hungría en su certificado al folio 58, D. Fernando Pérez en sus declaraciones al folio 169, el General D. Sebastián Reyes al folio 170 y D. Ambrosio García al folio 171, 294 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos justifican en todas sus partes la declaración del dicho Comandante al folio 184 vto. constando primeramente que había sido siempre adicto al Gobierno Español; que en época anterior había denunciado a la Autoridad una revolución que los mismos fraguaban y ayudado a sofocarla; que fue mandado a llamar dos veces por los insurrectos amenazándole la tercera sino concurría, que era muy mal querido de los Gefes de la rebelión a consecuencia de la declaración referida y que recibió orden de presentarse diariamente, estándo mandado vigilar por ellos, que no le consultaron nunca nada ni le dieron comisión alguna, confiriéndole el empleo de Coronel con el obgeto de alhagarlo y atraerlo a su partido pero que no aceptó el nombramiento; que convino con el General D. Sebastián Reyes fugarse juntos a la primera oportunidad y ayudó a salvar los efectos de la casa de dicho General amenazada de saqueo por los rebeldes; que se fugó por fin y fué a reunirse con las tropas del Gobierno siguiendo en ellas en persecución de los revolucionarios. Justificados plenamente todos éstos extremos que por otra parte no desmienten los cargos de haberlo visto entre los insurrectos y ser nombrado Coronel por ello quedó ecsento de toda responsabilidad y no se procedió a su prisión ni se continuaron los procedimientos en contra suya. He analizado hasta ahora la tramitación judicial del proceso y la parte que cada uno de los acusados ha tomado en la Rebelión, pero no es ésto suficiente para pronunciar con acierto el severo fallo de la ley, precisa conocer detalladamente los hechos para poder valorar, sin temor de errores, la culpabilidad de cada delincuente, porque los delitos, si bien los mismos en la esencia varían según las circunstancias que los agravan ó atenuan. Cuando la rebelión tiene sólo un significado político, cuando el único y esclusivo obgeto de ella es el restablecimiento de tal o cual gobierno por tener más adeptos que el esistente en una nación, sea cual fuese las masas se levantan con esa sóla mira animadas por el resorte del bien general, aunque errónea sea su creencia, y giran en torno de sus conciudadanos, de las propiedades particulares y de la nación, como salvaguardias de ellas porque el principio moral que los domina es el adelanto de su país y la seguridad de los individuos y de los bienes que alcanzaron con sus virtudes y trabajo. Sin emebargo, aunque el principio sea sano, es rechazado por la ley y castigado severamente, porque no habría Gobierno posible que pudiese obrar, si sus actos fuesen analizados y reprochados por el pueblo con argumentos de fuerza material. Pero ésta rebelión no puede en manera alguna ser comparada con la que hoy se juzga al pueblo de Guayubín. Los Promovedores de ella, tuvieron en cuenta el espíritu de libertad, mal digo, de libertinaje en que hasta hoy han vivido los habitantes de aquellas comarcas, juzgando en su crasa ignorancia que las leyes de la naturaleza deberían siempre ser iguales a las leyes de la sociedad, y les hicieron temer castigos fabulosos para amedrentarlos y enconar sus ánimos. Hicieron más aún, animaron los odios de raza, que nuestro sabio y previsor gobierno habría acallado con sus medidas de una bien meditada política, y sembraron en las masas del pueblo, y más todavía en la montaña, las absurdas ideas de la esclavitud, procurando con falsedades de éste género adquirir adeptos 295 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez para sus ambiciosas miras unos, y otros para sus venganzas particulares. Ciñéndome a los hechos de Guayubín, hemos visto a ésos hombres de la revolución, sólos, aislados consigo mismos, aunque rodeados de un número crecido de hombres que no tomaban participación intelectual alguna y a quien la munificencia de nuestro Gobierno ha indultado, comprendiendo que su crasa ignorancia era solo el agente que los impulsaba. Los hemos visto en su fuga, dirigirse a la Iglesia y sacar la Sagrada Imagen de Nuestra Señora poniéndola al lado de los cañones y creyendo en su fanatismo que la Reina de los Cielos había de amparar y proteger los crimenes de la tierra. Hemos visto huir por los montes las familias honradas del pueblo temerosas de los furores de tan vandálica irrupción, como en otro tiempo huían los pueblos en masa ante las falanges sarracenas, destruidas las propiedades y convertido todo en un horrible caos, cuando fugitivos los Gefes, quedaron a disposición de la desenfrenada turba, las personas y las cosas, ¿Y esto por qué?, porque no era revolución sino desorden y porque no había ideas fijas sino rencores animados pues habían tenido precisión de exaltar las ánimos con fábulas absurdar para hacerse partidarios, transpasando en su codicia los límites de la razón, y cuando vieron la cuchilla de la ley pendiente sobre su cabeza, tuvieron miedo de su propia obra y abandonaron los suyos porque eran impotentes para contener el torrente que se desbordaba, y sólo con la fuga podían salvar sus vidas que por ambas partes estaba amenazada. Es mayor aún el crimen, éstos hombres nunca habían tenido importancia social, éstos hombres los recompensaba nuestro justo y liberal Gobierno proporcionándoles medios de subsistencia para atender con decoro a sus necesidades, veían prosperar su país con las mejoras que en el sistema administrativo, militar y judicial se habían introducido, tenían un Egército disciplinado y valiente que velase sus personas y propiedades, y últimamente, habían jurado fidelidad a un Gobierno solicitado por ellos mismos. Estos hombres por seguir el instinto de revolución que los domina, por encumbrarse unos, y otros por hacer productiva su habitual molicie, con actos que la ley de la razón repele, han expuesto un considerable número de conciudadanos, han sido causa de las lágrimás que hoy vierten multitud de familias y de la indigencia en que yacen honradas personas que tenían un mediano pasar, fruto de su trabajo y aplicación. Tal ha sido como acabo de bosquejar la sublevación del pueblo de Guayubín, sin que el colorido del cuadro que he trazado sea fuerte en lo más mínimo. He estado en el terreno de los hechos, he oido los lamentos de las víctimás de tan terrible pillage y he podido apreciar los detalles de la rebelión, asegurando, que en mi parecer, de todos los puntos sublevados, el que ha sido teatro de mayores escesos, es, a no dudarlo, el pueblo de Guayubín. Considerando pues los estremos expuestos y la especificada culpabilidad de cada uno de los acusados concluyo por la Reina a que José Ramón Torres sufra la pena de cadena perpetua con arreglo al miembro 2º del artículo 169 del Código Penal; a que Raimundo Jaque sufra igualmente la pena de cadena perpetua con sujeción al miembro 1º del articulo 169 de dicho código, a que Juan Bautista Gómez (a) San Batista, sufra la pena de 16 años de cadena con arreglo al artículo 170 del Código, a que Pablo 296 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Aquino sufra igualmente 12 años de cadena con sujeción al mismo artículo 170 del referido Código Penal y a que Juan Ramón Reyes sea puesto en libertad por hayarse indultado por el Exmo. Sor. Capitán General. A que los reos prófugos Comandante de las Reservas D. Victorino Cordero y Tenientes de las mismas D. Benito Monción, D. Eugenio y Don Juan Ramón Reyes sean pasados por las armas con arreglo al arto. 1º de la ley de 26 de abril de 1821 y arto. 26 tito. 10 Trato. 8º de las Reales Ordenanzas; igualmente la pena de muerte a los paisanos Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco y Alejandro Bueno, con arreglo del arto. 168 del Código Penal; José Sosa paisano sufra la pena de cadena perpetua con sujeción al miembro 1º al articulo, 169 del Código, los de igual clase Luis Sosa, San Amequita y Jacinto Ramos, sufran la pena de catorce años de cadena con el mismo articulo 170, del referido Código: Andrés, Maló, Tomás Inglés, y José de los Santos (a) Mayor Inglés, paisanos también con sujeción al ya dicho artículo 170, sufran la pena de doce años de cadena, y Cayetano Decaer, paisano, cuatro años, nueve meses de prisión menor con sujeción a los artículos 192 y 193 del Código Penal, siendo todos los referidos prófugos sentenciados en rebeldía, con calidad de oirles sus descargos si fuesen habidos ó se presentaren; a que el Comandante de las reservas D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, sea absuelto libremente sin que le perjudique en la opinión y fama que disfrute, los cargos que contra él obran en el proceso; y finalmente llamando la atención del Exmo. Sor. Capitán General para que en razón al crecido número de robos hechos por los insurrectos en las casas de comercio y particulares del pueblo de Guayubín, se sirva disponer que, de los bienes embargados a los reos que figuran en éste proceso se indemnicen las pérdidas que haya habido, previa la competente y legal justificación de ellas. Santiago de los Caballeros 10 de mayo de 1863. Firmado: Vicente Atienza. Diligencia de haber entregado el proceso a los oficiales defensores Seguidamente el Señor Fiscal en vista de hallarse concluida del todo ésta causa y haber pedido los oficiales defensores Don José María Cuerbo, Don Julián Hermida, Don León Sánchez y Don Antonio Martínez los autos para formar su defensa con arreglo a las Reales Ordenanzas mandó se le entregaran lo que egecuté yo el Secretario entregándoles hoy día de la fecha a las seis de la tarde el proceso compuesto de doscientas treinta y seis hojas útiles sin contar las blancas y la cubierta. Y para que en el término preciso de cuarenta y ocho horas le sea devuelto. Y para que conste por diligencia lo firmaron con dicho Señor y presente Secretario. Firmado: Vicente Atienza, José Mª Cuervo, Julián Hermida, León Sánchez y Antonio Martínez. Ante mí: Juan Rueda Garrido. 297 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de haber devuelto el proceso los oficiales defensores A los doce días del referido mes y año yo el Secretario Certifico que los Señores defensores Don José María Cuerbo, D. Julián Hermida, Don León Sánchez y Don Antonio Martínez hayan devuelto el proceso al Señor Juez Fiscal en los mismos términos que lo recibieron. Y para que conste por diligencia lo firmaron con dicho Señor y presente secretario. Firmado: Vicente Atienza, José Mª Cuervo, Julián Hermida, León Sánchez y Antonio Martínez. Ante mí: Juan Rueda Garrido. Diligencia de haber avisado a los capitanes para el Consejo Seguidamente el Señor Fiscal arreglándose a las Reales Ordenanzas puso en noticias del Señor Dn. Luis Bustamante Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar que el proceso estaba concluido por su parte, y obtenido el permiso del Señor Brigadier Comandante General para celebrar el Consejo nombró dicho Señor Presidente a Don Fermín Daza, Don José Rodríguez Vera, Don Manuel Alonso, D. Juan Delgado, Don Francisco Montaner y Don José Lapuente que deben asistir como jueces en la celebración del consejo a quien dicho Señor Fiscal comunicó la orden en debida forma para que al siguiente día de mañana se hallen a las siete y media de ella en la casa del Señor Brigadier Comandante General donde se ha de celebrar el consejo presidido por el Señor Teniente Coronel Don Luis Bustamante Presidente de la Comisión Militar, y en el mismo día a las siete de la mañana en la Iglesia Parroquial de ésta ciudad para oir la misa de Espíritu Santo que antes del Consejo a de celebrarse. Y de haberse así ejecutado lo firmó dicho Señor de que yo el Secretario Certifico. Firmado: Atienza Juan Rueda Garrido Diligencia de haberse juntado Consejo Don Vicente Atienza y Martínez Capitán del Batallón de San Quintín número tres de Infantería y Juez Fiscal de ésta causa. Certifico que hoy trece de mayo de mil ochocientos sesenta y tres, después de haber oido la misa del Espíritu Santo, se ha juntado el Consejo en la casa del Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia, presidido por el Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar Don Luis Bustamante en el cual se hallan de jueces los señores capitanes Don Fermín Daza, Comisión Militar Don Alejandro Angulo y Guridi y habiéndose hecho relación de éste 298 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos proceso y leída la defensa de los procuradores D. Julián Hermida, D. León Sánchez, D. Antonio Martínez y D. José María Cuervo, dichos Señores presentaron, excepto los dos últimos los certificados de indulto del Exmo. Sor. Capitán General expedido a favor de los acusados Pablo Aquino, Juan Ramón Reyes, Juan Bautista Gómez (a) San Batista, que, dentro del plazo fijado en el citado decreto se presentaron para disfrutar de la referida gracias, uno de los cuales, el de Juan Ramón Reyes, obra copia exacta de él al folio doscientos catorce de ésta causa, y los de Pablo Aquino y Juan Bautista Gómez (a) San Batista, copiados a la letra dicen así: Comandancia general del Cibao.- El paisano Pablo Aquino se ha presentado en ésta Comandancia el día once de marzo, como comprendido en el artículo primero del Bando de indulto del Exmo. Sor. Capitn General de ésta Isla de fecha diez u seis de marzo del presente año, en virtud del cual queda en libertad para ocuparse de sus asuntos particulares. El Brigadier Comandante General Manuel Buceta Y el de Juan Bautista Gómez (a) San Batista, dice así: Comandancia general del Cibao.- El paisano Juan Bautista Gómez se ha presentado a ésta comandancia Militar el día cuatro de abril de mil ochocientos sesenta y tres como comprendido en el artículo primero del Bando de indulto del Exmo. Sor. Capitán General en ésta Isla de fecha diez y seis de marzo del presente año, en virtud del cual queda en libertad para ocuparse de sus asuntos particulares. Guayubín abril y cinco de mil ochocientos sesenta y tres.-El Brigadier Comandante General.- Manuel Buceta. Cuyos certificados, después de haber sido examinados por el Sor. Presidente y vocales del Consejo, presente el Señor Asesor de la Comisión y copiados por mí el Fiscal literalmente en presencia de dichos Señores dispusieron éstos se devolvieron a los defensores de los respectivos acusados a que pertenecen para que volvieran a su poder, lo que yo Fiscal efectué en el acto. Después de este hecho pasó el Consejo a votar y para que coste por diligencia firmo. Firmado: Vicente Atienza. 299 A.G.I. CUBA 1011B VOTO 6º Considerando provocado el delito de que se acusa a los paisanos José Ramón Torres y Raymundo Jaque, al Comandante de las Reservas D. Victorino Cordero, Teniente de las mismas D. Benito Monción y Don Juan Ramón Reyes y los paisanos Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco, Alejandro Bueno, José Sosa, José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás Inglés, Luis Sosa, San Amequita, Jacinto Ramos y Cayetano Decaer é indicios graves en D. Eugenio Beldar y más leves en Andrés González (a) Maló, condeno a José Ramón Torres y Raimundo Jaque a que sufran la pena de cadena perpetua con arreglo al arto. 169 del Código Penal, a Don Victorino Cordero, Don Benito Monción, Don Juan Ramón reyes, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco y Alejandro Bueno a que sean pasados por las armas con arreglo al artículo 1º de la ley de veinte y seis de abril de mil ochocientos veinte y uno, a José Sosa a cadena perpetua con arreglo al artículo 169 del Código Penal, a José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás Inglés y Luis Sosa a doce años de cadena con arreglo al artículo 170 del Código Penal; a San Amequita y Jacinto Ramos a catorce años de cadena con arreglo al mismo artículo 170 de dicho código, a Cayetano Decaer a cuatro años nueve meses de prisión menor y cien pesos fuertes de multa, con arreglo a los artículos 192 y 193 del ya citado código; Eugenio Beldar a diez años de presidio con retención, como pena inmediata a la que le hubiera correspondido con arreglo al artículo primero de la ley de 26 de abril de 1821, si el delito estuviera plenamente provado y a Andres González (a) Maló a veinte meses de prisión correccional como pena arbitraria; los diez y siete últimos en rebelión debiendo los diez y nueve satisfacer con la parte que le corresponda de sus bienes los daños causados por los revolucionarios en los partidos de Guayubín y Sabaneta. En cuanto a Juan Ramón Reyes, Juan Bautista Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino aun cuando los correspondiera la pena de catorce años de cadena con arreglo al artículo 170 del Código Penal, es mi voto que sean puestos en libertad por haber acreditado en debida forma se acogieron en tiempo oportuno al decreto de indulto publicado por el Exmo. Sor. Capitán General en diez y seis de marzo del año actual. 300 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Es igualmente mi voto que D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, Comandante de las Reservas sea puesto en libertad sin que le perjudique en la buena fama y opinión que disfrute. Firmado Manuel Alonso. Voto 5º Considerando provado el delito de que se acusa a los paisanos José Ramón Torres y Raymundo Jaque, al Comandante de las reservas D. Victoriano Cordero, Teniente de las mismas D. Benito Monción, y Don Juan Ramón Reyes y los paisanos Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco, Alejandro Bueno, José Sosa, José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás Inglés, Luis Sosa, San Amequita, Jacinto Ramos y Cayetano Decaer é indicios graves en D. Eugenio Beliard y más leves en Andrés González (a) Malo; condeno a José Ramón Torres y Raymundo Jaque a que sufran la pena de cadena perpetua con arreglo al artículo 169 del Código Penal, a Don Victoriano Cordero, Don Benito Monción, Don Juan Ramón Reyes, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco y Alejandro Bueno a que sean pasados por las armas con arreglo al artículo primero de la ley de 26 de abril de 1821; a José Sosa a cadena perpetua con arreglo al artículo 169 del Código Penal Civil; a José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás Inglés, y Luis Sosa a doce años de cadena con arreglo al artículo 170 del dicho Código Penal, a San Amequita y Jacinto Ramos a catorce años de cadena con arreglo al mismo artículo 170 de dicho código; a Cayetano de Cler a cuatro años nueve meses de prisión menor y cien pesos fuertes de multa con arreglo a los artículos 191 y 193 del Código Penal; a Don Eugenio Beliard a diez años de presidio con retención como pena inmediata a la que le hubiera correspondido con arreglo al artículo primero de la Ley de 26 de abril de 1821, si el delito estuviera plenamente provado y a Andrés González (a) Maló a veinte y seis meses de presidio correccional como pena arbitraria, los diez y siete últimos en rebeldía debiendo los diez y nueve satisfacer con la parte que les corresponda de sus bienes los daños causados por los revolucionarios en los partidos de Guayubín y Sabaneta. En cuanto a Juan Ramón Reyes, Juan Bautista Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino, aun cuando les correspondía la pena de catorce años de cadena con arreglo al artículo 170 del Código Penal, es mi voto que sean puestos en libertad por haber acreditado en debida forma se acogieron en tiempo oportuno al decreto de indulto publicado por el Excelentísimo Señor Capitán General de 16 de marzo del año actual. Es igualmente mi voto que D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé Comandante de las Reservas sea puesto en libertad sin que por el procedimiento le perjudicque en la opinión y buena fama que disfrute. Firmado: Francisco Montaner. 301 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez VOTO 4º Considerando provado el delito de que se acusa a los paisanos José Ramón Torres y Raymundo Jaque, al Comandante de las reservas D. Victoriano Cordero, Tenientes de las mismas D. Benito Monción y D. Juan Ramón Reyes y los paisanos Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás Inglés, Luis Sosa, San Amezquita, Jacinto Ramos y Cayetano Decaer, e indicios graves en D. Eugenio de Beldar y más leves en Andrés González (a) Maló, condeno a José Ramón Torres y Raymundo Jaque a que sufran la pena de cadena perpetua con arreglo al artículo 169 del Código Penal, a D. Victoriano Cordero, D. Benito Monción, D. Juan Ramón reyes, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco, y Alejandro Bueno a que sean pasados por las armas con arreglo al artículo primero de la ley de 26 de abril de 1821, a José Sosa a cadena perpetua, con arreglo al artículo 170 del Código Penal a San Amezquita y Jacinto Ramos a catorce años de cadena con arreglo al artículo 170 del dicho código, a Cayetano Decaer a cuatro años nueve meses de prisión menor y cien pesos fuertes de multa con arreglo a los artículos 192 y 193 del Código Penal, a Don Eugenio Beldar a diez años de presidio con retención como pena inmediata a la que le hubiese correspondido con arreglo al artículo 1º de la ley de 26 de abril de 1821 si el delito estuviera plenamente probado y Andrés González (a) Maló, a veinte y seis meses de presidio correccional como pena arbitraria; los diecisiete últimos en rebelión debiendo los diez y nueve satisfacer con la parte que le corresponda de sus bienes los daños causados por los revolucionarios en los partidos de Guayubín y Sabaneta. En cuanto a Juan Ramón Reyes, Juan Bautista Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino, aun cuando les correspondía la pena de cadena con arreglo al artículo 170 del Código Penal, es mi voto que queden en libertad por haber acreditado en debida forma se acogieron en tiempo oportuno al decreto de indulto publicado por el Exmo. Sor. Capitán General en 16 de marzo del año actual. Es igualmente mi voto que D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, Comandante de las Reservas sea puesto en libertad sin que el procedimiento le perjudique en la opinión y buena fama que disfrute. Firmado: Juan Delgado Sánchez. Siguen a continuación los votos 3º emitido por D. Jose Lapuente, voto 2º emitido por d. Pablo Rodríguez Vera, voto 1º por D. Fermin Daza y el voto del Presidente D. Luis Bustamante que están redactados en iguales términos que el anteriormente inserto solicitando para los reos las mismas penas,etc. 302 A.G.I. CUBA 1011B SENTENCIA Habiéndose formado por el Capitán D. Vicente Atienza y Martínez el proceso que precede contra los paisanos José Ramon Torres y Raimundo Jaque, el Comandante de las reservas D. Victorino Cordero Tenientes de las mismas D. Benito Monción y D. Juan Ramón Reyes y los paisanos Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco, Alejandro Bueno, José Sosa, José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás Inglés, Luis Sosa, San Amequita, Jacinto Ramos y Cayetano Decaer, contra el Teniente de las Reservas D. Eugenio Delirad y paisano Andrés González (a) Maló; igualmente contra Juan Ramón Reyes, Juan Bautista Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino, paisanos, y el Comandante de las Reservas D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé, iniciados todos en el delito de rebelión contra el Gobierno de S. M. en consecuencia de la orden inserta por cabeza de él y orden para cu continuación por dicho Señor Capitán Don Vicente Atienza del Señor Teinete Coronel de Artillería Presidente de ésta Comisión Militar D. Luis Bustamante, que obra al folio 98 vto. Y héchose por dicho Señor relación de todo lo actuado al Consejo de Guerra celebrado el día trece de mayo de mil ochocientos sesenta y tres, celebrado en la casa del Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia Don Manuel Buceta, presidido por el Señor Presidente de ésta Comisión Militar Teniente Coronel de Artillería D. Luis Bustamante, siendo jueces de él los Señores capitanes Don Fermín Daza, Don José Lapuente, D. Pablo Rodríguez Vera, Don Juan Delgado, Don Francisco Montaner y Don Manuel Alonso, no habiendo comparecido los reos presentes; oido el dictamen fiscal, la defensa de los acusados y las ilustraciones orales del Señor Asesor de la Comisión Licenciado Don Alejandro Angulo Guridi, todo bien examinado, el Consejo ha condenado y condena por unanimidad a Jose Ramón Torres y Raimundo Jaque a que sufran la pena de cadena perpetua con arreglo al arto. 169 del Código Penal; a Don Victorino Cordero, Don Benito Monción, Don Juan Ramón Reyes, Norberto Torres, Juan de la Cruz Alvarez,(a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco y Alejandro Bueno, a que sean pasados por las armas con arreglo al arto. 1º de la ley de 26 de abril de 1821; a José Sosa a cadena perpetua con 303 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez arreglo al articulo 169 del Código Penal; a José de los Santos (a) Mayor Inglés, Tomás Inglés y Luis Sosa a doce años de cadena con arreglo al arto. 170 del Código Penal; a San Amequita y Jacinto Ramos a cartoce años de cadena con arreglo al mismo arto.de dicho Código; a Cayetano Decaer a cuatro años nueve meses de prisión menor y cien pesos fuertes de multa con arreglo a los artículos 192 y 193 del Código Penal; a Don Eugenio Beliard a diez años de presidio con retención como pena inmediata a la que le hubiese correspondido con arreglo al artículo 1º de la ley de 26 de abril de 1821, si el delito estuviera plenamente probado, y a Andrés González (a) Maló, a veinte y seis meses de presidio correccional, como pena arbitraria, los diez y siete últimos en rebeldía, debiendo los diez y nueve satisfacer con la parte que les corresponda de sus bienes los daños causados por los rebeldes en los partidos de Guayubín y Sabaneta. En cuanto a Juan Ramón Reyes, Juan Bautista Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino, aún cuando les correspondería la pena de catorce años de cadena con arreglo al articulo 170 del Código Penal, es igualmente unánime el voto de que sean puestos en libertad por haber acreditado en debida forma se acogieron en tiempo oportuno al decreto de indulto publicado por el Excelentísimo Señor Capitán General de 16 de marzo del año actual. Es del mismo modo unánime el voto de que Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé Comandante de las Reservas, sea absuelto libremente sin que el procedimiento le perjudique en la opinión y buena fama que disfrute. Santiago de los Caballeros catorce de mayo de mil ochocientos sesenta y tres. Firmado: Luis Bustamante, Fermín Daza, José Lapuente, Francisco Montaner, Pablo Rodríguez Vera, Juan Delgado Sánchez, Manuel Alonso. 304 A.G.I. CUBA 1011B Don José Mª Cuervo Ayudante del Batallón de San Marcial número dos de INFA. y defensor del paisano José Ramón Torres acusado de haber tomado parte en la revolución que ha tenido lugar en Guayubín de ésta provincia en el mes de febrero último. Señores Defensa Es a la verdad señores, sensible para un defensor cuya misión es la mía en éste momento, tenerse que presentar ante un Tribual defendiendo a un Reo, cuyo delito se alla probado. Concibo lo crítico de mi posición, pues las escasas luces que poseo, no me dejan llenar, si posible fuese, el cargo de defensor que ante Vs. represento. Por último Señor Presidente y vocales, harto sensible me es el tener que unir a mi insuficiencia la circunstancia de haber sido elegido defensor de un reo como José Ramón Torres, uno de los que mandaron fuerzas, aunque en corto número, en la revolución de Guayubín. Ahora bien, entrando en materia, empezaré por exponer al Consejo que en el proceso formado y que acaba de leer el Señor Juez Fiscal faltan por evacuar las citas que en su declaración y confesión hace mi cliente, y son las de Manuel Villalobo, Cándido Reynoso y Capitán Ildefonso, cuyas citas, evacuadas que fueran, podrían tal vez dar un resultado favorable, en descargo del delito porque es acusado mi defendido, pero de no haber llenado el Señor Fiscal esta circunstancia en el proceso formado, no puedo calificarla como una imperfección de él, pues vista la relación de testigos que aparece unida al folio 175, é visto en ella que los individuos citados, se allan prófugos y por consecuencia no le á sido posible llenar éste requisito que hubiese favorecido a mi cliente. Cierto es Señores, que la ley encaminada siempre a corregir las faltas que los hombres en mal hora acometieron, no puede menos de corregir a uno de ellos, cual es mi patrocinado, por haberse separado de ella, dejándose correr por la pendiente resbaladiza del crimen porque es acusado, pero sobrado nos es el saber que hay momentos en la vida del hombre en que nada parece razonable, nada prudente, causa por la 305 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez que, tal vez, mi cliente arrastrado por un extraviado sentimiento de su conciencia, se presentó entre los revolucionarios de Guayubín, pero esto lo hizo, no sin que en diferentes ocasiones fuese avisado en su misma casa, para que se presentase en aquella plaza, tanto que por último, viendo el General Lucas que se resisitía, mandó dicho General a un tal Ramón Regalado a su casa (común de Santana) con la espresa orden que si inmediatamente no se presentaban en Guayubín, serían juzgados todos los individuos de dicha Común, con el rigor que reclamaba la causa que defendía. Ahora diré a V.S. que José Ramón Torres es un paisano pobre, y de ninguna posición entre los magnates revolucionarios de ésta provincia, mi defendido es un labrador que con su trabajo tiene que atender al sustento de siete criaturas y una esposa, las que se contemplan hoy entregados a mi impotente habilidad, en defensa de su cariñoso padre. Por lo tanto atendiendo Vs. las razones que dejo espuestas, no me cabe la menor duda que serán benébolos y que rebajarán en lo posible la pena que contra mi patrocinado pide el Señor Fiscal en su bien razonada y estensa conclusión. Santiago de los Caballeros trece de mayo de mil ochocientos sesenta y tres. Firmado. José Mª. Cuervo. Don Antonio Martínez y Ruíz Subteniente de la Cuarta Compañía del Batallón de San Quintín número tres de Infantería y defensor nombrado por el paisano Raimundo Jaque, acusado de haber formado parte en la insurrección que tuvo lugar en ésta provincia en el mes de febrero último a éste respetable Consejo y en pro de mi defendido tiene el honor de exponer: Al presentarme por primera vez ante V V. SS. encargado de la sagrada misión de defensor ni confío en mi pobre imaginación ni menos aún en el limitado campo que presta la conducta de mi defendido, porque en vano buscaría razones sólidas para rebatir los cargos que en su acusación le dirige el Señor Fiscal; así pues convencido como lo estoy del fruto que pudiera darme la primera, cuanto del resultado que conseguiría si me fuera posible recurrir a desvirtuar los cargos, sólo me anima en éstos momentos la idea de que éste respetable Consejo, siempre generoso, acogerá benigno las consideraciones que me sugiera el deseo de cumplir con la confianza que en mí ha depositado el paisano Raimundo Jaque. El hombre ignorante es muchas veces el instrumento de que se valen los hombres de mala conducta y de siniestras pretensiones para el logro de sus planes, puesto que, por este medio, han conseguido en distintas ocasiones, al fracasar sus intentos, quedar libres de la responsabilidad de las leyes, al paso que han expuesto a aquel el rigor de las mismas. He aquí, ilustre Consejo, en sentir del defensor que tiene el honor de dirigirle la palabra el caso en que su patrocinado encuentra: hombre sin educación de ninguna clase, hombre ignorante hasta el extremo de desconocer completamente la lectura 306 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos y escritura, nada estraño es que, validos los promovedores del desoden de ésa misma ignorancia, le confiaran una comisión que cualquiera otro con más conocimientos y naturalmente más previsor ó avisado, hallaría comprometida, siendo aún menos estraño el que acatase la orden del Alcalde de Sabaneta, creyéndose en el deber de obedecerla por la circunstancia de ser mi defendido Alcalde Pedáneo de Gurabo. Dado que éste primer paso hijo únicamente como dejo dicho de la ignorancia de mi patrocinado, los demás fueron una consecuencia inmediata que le condujeron, digámoslo así, hasta el extremo de verse hoy juzgado como Gefe aunque con mando subalterno de la sedición ó motín; el hombre que toma parte en una revolución y se constituye uno de los principales agentes de ella, lleva siempre la idea de creer ó que vá a mejorar su situación ó que piensa cambiar en realidad la ilusiones que le dictara su ambición, nada de esto ha podido seducir a mi cliente, qué podría prometerse del resultado de la rebelión al tomar en ella la parte tan activa que se le supone. ¿Obraría inducido por la esperanza de variar de posición consiguiendo algún mando importante con el cambio de Gobierno? [...] Desde luego, respetable Consejo, se puede asegurar que un hombre de la edad de mi patrocinado, viudo, con seis hijos é ignorante, nada podía prometerse, mucho más cuando en la extinguida República, pródiga en consesiones de empleos militares no tuvo ningúno para Jaque, y hoy sus partidarios, sin embargo de ello le confieren el mando de un punto avanzado. De todo ello no se desprende otra cosa más que de la que si tomó parte en tan desagradables ocurrencias fué solamente por el abuso que se hace siempre de aquellos que nada ven, que nada preveen y que, débiles de carácter, efecto de su incapacidad, son conducidos por los que él considera superiores aún cuando sea tan sólo porque les conceden conocimientos que ellos desconocen. Aparece como Gefe principal de los insurrectos Don Santiago Rodríguez y éste es el que elige a mi defendido para formar la guardia; desde luego puede asegurarse que Rodríguez no ignoraba la incapacidad de aquel y la imposibilidad en que se hallaba no sólo de darle parte de las novedades que en el puesto a su cargo ocurriesen, si no también de enterarse de las órdenes que le comunicase y que en ésta imposibilidad tenía contra toda la previsión de un gefe de motin, que valerse de la primera persona que hallase a mano y pudiese escribirle las primeras y leerle las segundas, lo cual era de temer en circunstancias tan especiales como las que atravesaban las insurrectos; por todo lo expuesto nadie desconocerá que si se sirvieron de Raimundo Jaque fué únicamente como instrumento y no como hombre que pudiese obrar en favor de su causa y adquirir prosélitos […] ¿Y a éste instrumento se le quiere condenar con la pena que las leyes imponen al hombre? Yo espero que no. Yo confío en la ilustración de éste respetable Consejo, querer comprender a mi patrocinado en los efectos del artículo ciento sesenta y nueve del Código Penal, es condenarlo con una pena superior a la que su falta merece. Comprendo el mando subalterno en una sedición de distinto modo que lo ha comprendido el Señor Juez Fiscal y más en el caso presente que si obedece a una Autoridad cual era la del Alcalde ordinario por creerle con superiores poderes; el estar encargado de unos cuantos hombres de los cuales 307 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez se hace entrega el primero que llega como lo hizo mi defendido el Comandante Carrasco, no constituye mando, porque mando sería si los hubiese conducido, y se les hubiese investido con alguna autoridad para con los insurrectos, cosa incompatible con la ignorancia y más incompatible aún, con un paisano que jamás podía tener, ni la influencia necesaria para hacerse respetar y obedecer ni menos los conocimientos de muchos de los Militares en reserva, que tomaron parte en tan lamentables sucesos, y a los cuales, como es consiguiente, hubieron preferido para el mando de una fuerza avanzada. Ecsiste también una carta al folio 145 y 146 que se dice dirigió mi defendido a Don Santiago Rodríguez dándole cuenta del estado en que se encontraba, y reclamándole armas y municiones; pero como no sabe escribir y nadie depone que él la dictara ni aparece el autor, puede muy bien haber sido hecha por algún otro, sin que en ella haya tenido la más mínima parte mi patrocinado, circunstancia por la que no puede hacérsele ningún cargo puesto que lo que resulta acerca de dicha carta no constituye prueba. El dicho de José Dolores Gómez de haber sido preso y amarrado por la guardia de Jaque, robándole diez pesos fuertes que llevaba, no puede de ninguna manera servir de cargo a mi defendido porque además de ser sólo el interesado el que sobre ello depone, aún cuando el General Polanco en su declaración al folio ciento cincuenta y uno lo menciona, falta aclarar si Jaque tuvo ó no parte en el hecho ó solo hicieron por su cuenta los insurrectos que con él se encontraban razón por la que, nada puede afectar la causa de mi patrocinado un suceso en el que, ni resulta complicado, ni menos se halla probado convenientemente y del cual su indagatoria parece no tener conocimiento alguno. En tal virtud confío de la recta conciencia de VV. SS. aminoren la pena que el Señor Juez Fiscal pide para mi patrocinado en cuyo nombre se lo suplica a éste respetable Consejo el defensor. Santiago de Caballeros trece de mayo de mil ochocientos sesenta y tres. Firmado: Antonio Martínez. 308 A.G.I. CUBA 1011B Don Julián Hermida y Casares Ayudante del 2º Batallón del Regimiento de la Corona y defensor nombrado por el paisano Juan Bautista Gómez, tiene el honor de hacer presente al ilustre Consejo lo que sigue. Entraré desde luego en algunas consideraciones acerca de la acusación Fiscal por la que a mi defendido se le piden diez y seis años de cadena temporal colocándolo, según dice el Señor Fiscal en la pena media vista su dilación manera peregrina de seguir las reglas para su aplicación según el Código Penal civil y más peregrina aún de considerar los hechos, ya haciéndolos graves los que en realidad son leves, ya mencionándolos sólo para que, como medio de acriminación, ésta pena aumente, reclamando, una vez probado no está bien entendido el delito, y por lo tanto mal aplicada la pena, la gracia de indulto que le comprende y por la cual se encuentra esento de toda pena. Desde luego consta en autos y mi defendido no niega en manera alguna que se halló en Sabaneta al enarbolarse el pabellón dominicano, no niega tampoco se encontró en Guayubín y comunicó alguna orden dada por el General en Gefe Lucas de Peña; ¿pero se deduce de esto que egerció autoridad alguna ó querrá hacerse valer que fué nombrado Alférez? Ninguna autoridad egerció ni era fácil la egerciese; mi defendido fué buscado por el Gefe Peña y por Norberto Torres, lo mandaron acompañar a un correo que llevaba pliegos para los rebeldes de Sabaneta y, sin que le sirviese de disculpa para eximirse el pretestar que no tenía caballo, porque allanaron el inconveniente dándole uno, viéndose de éste modo obligado a ir y fué, pero ni en las órdenes que el correo conducía intervino ni las conocía, ni menos tuvo parte alguna en su egecución; se volvió a su casa y nuevamente fué llamado por el General Peña quien lo retuvo a su lado y transmitió una orden que le mandó comunicase; ¿podía negarse acaso? Creo señores que a nadie puede obligarsele a ser mártir y seguramente él ó cualquier otro lo hubiera sido al negarse a seguir en cierto modo la corriente, ésta arrastra siempre al temerario que lucha contra ella, se le sortea pero no se la contrarresta, la temeridad tiene siempre sus resultados; Ahora bien ¿podrá suponerse que por ésto fue nombrado Alférez? ¿Donde consta tal nombramiento y, aunque así fuese qué significaba ello en tales circunstancias cuando en aquel encontces y en 309 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez aquel punto todo era un caos, cuando para egercer cargos por delicados que fuesen no había más que querer, aquello, Señores, era una jaula más o menos grande en la que se encontraban no rebeldes sino infinitos locos, es indudable que VV. SS. habrán visto un local de dementes, sueltos éstos a los cuales les ataca la enfermedad por distinto lado; pues bien visto ésto es vista aquella inmensa jaula en la que la monomanía general era enarbolar un pabellón que anteriormente ondeó, pero que las particulares eran infinitas, tantas como monomaníacos esistían, ésto repito, dado el caso de que mi defendido hubiera sido nombrado Alférez y él lo hubiese admitido, pero hay más aún supuesto que lo nombraron y admitió ¿puede reconocérsele semejante graduación? ¿Puede considerársele para la aplicación de la pena? No Señores, creo que ello nada significa que debe considerársele como lo que es, como particular que mandaron obrar de éste ó del otro modo y obró sin poder hacer otra cosa distinta, debiendo considerarse atenuante su hecho por las razones dichas y no aplicándole en su consecuencia la pena pedida en la conclusión Fiscal por no ser la procedente y todo ésto en el caso de que pudiera aplicársele alguna, lo que no podrá tener lugar por hallarse comprendido en el indulto del Exmo. Sr. Capitán General de diez y seis de marzo. 2º punto que paso a esponer. Mi defendido una vez que pudo ocultarse y lo efectuó en lugar de seguir a los rebeldes a Mangá y Sabaneta, se ocultó en los montes y, ya apaciguada la rebelión se presentó el cuatro de abril al Comandante Militar de Guayubín en cuanto lo supo y pudo se le dió un documento de indulto que adjunto tengo el honor de presentar a VV.SS. Al siguiente día y con él, marchó tranquilamente a su casa, fué requerido para prestar servicios al Gobierno y cuando iba a obedecer se le prende y remite a ésta Ciudad é ignorante del valor que tenía la Cédula de indulto que le fué dada porque al ver era preso después de tenerla, creyó no servía, no la manifiesta y continúa en semejante idea, hasta que la casualidad favoreciéndole hace la presente al que suscribe en el día de ayer; ahora bien, yo como su defensor, reclamo de VV. SS. que se declare su validez, una vez ecsaminada la respetable firma del señor Brigadier Comandante General de la provincia Don Manuel Buceta y en su consecuencia su fecha y hasta por su uso habla lo suficiente en contrario de cuanto quiera suponerse que perjudique a mi defendido, por lo tanto, ruego y suplico al ilustrado Consejo que en mérito de lo que dejo expuesto, se le comprenda a mi patrocinado en el indulto referido, poniéndolo desde luego en libertad, por ser así conforme con la rectitud y reconocida bondad de VV. SS.- Santiago de los Caballeros trece de mayo de mil ochocientos sesenta y tres Firmado: Julián Hermida y Cáceres. 310 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos D. León Sánchez de Arquíñigo y Marco Teniente de la 6ª Compañía del 2º Batallón del Regimiento de Infantería de la Corona Nº 3 defensor nombrado por el paisano Aquino espone al Consejo. Muy sencilla me parece la defensa que tengo que hacer a favor del paisano Aquino, no tan solo porque los cargos que le hace el Señor Fiscal (a mis cortos alcances), sino que además media una circunstancia que, sea que al Sr. Fiscal se le haya pasado por alto (lo que creo muy factible, atendiendo a sus muchas ocupaciones) ó ya sea que mi defendido en su entorpecimiento haya dejado de advertírselo a dicho Señor Fiscal, de ésta circunstancia hablaré más adelante, seré lacónico para no molestar a VV. SS; vamos a lo primero. La cuestión que mi ahijado tuvo con Don Juan Grullón, según dice éste en su declaración al folio 7 vto., por motivo de no quererlo admitir unos billetes de los nuevamente creados por el Gobierno, ésto, yo seré muy torpe, pues no comprendo que haya nada de estraño en ésta cuestión ni mucho menos concerniente a la sublevación, dice que empezaba con ésto a demostrar, tenía algún antecdente de lo que iba a ocurrir. Señores ¿qué tiene que ver una cuestion de billetes con las circunstancias porque entonces se atravesaba? ¿Qué fuerza puede tener ése cargo atendiendo además a su ignorancia? Ninguna Sres., esto es lógico. Según declaración de Juan Bautista Gómez a folio 118 y Pedro José Bidó a folio 22 dicen que se halló mezclado en la rebolución, esto no quiere decir nada; pudo hallarse mezclado, como se hallan muchos, unos por fuerza, otros por no perder sus intereses, sus familias, sus vidas quizá y otros por ignorancia, en uno de éstos casos está mi defendido; y por último Señores el Comandante de Reservas Don Nicolas Gerónimo folio 33 dice que era Comandante Gefe de E. M. del General Batista y que el comunicaba sus órdenes a los Gefes de la plaza; esto si que es difícil de comprender, que un hombre que en su vida ha sido militar y en éstas circunstancias mucho menos, que un hombre rústico porque es boyero y que un hombre sin saber leer ni escribir sea nada menos que Comte. Gefe de E. M.; se me resiste el creerlo, en fin VV. SS. que tienen más tacto que yo decidirán si tengo razón. El Sor. Fiscal por éstos cargos tan sencillos, le impone nada menos que el minimun de cadena temporal, es decir, 12 años. Sin acordarse (y ahora voy a mencionar la circunstancia que cité al principio de mi alegato) que desde el día 11 de marzo está indultado por el E.S.C.G. según consta en ésta Cédula espedida por el Sr. Brigadier Buceta, la que tengo el honor de poner en manos de VV. SS. En fin señores yo espero en virtud de lo espuesto que a mi defendido se le exima de la pena que el Sr. Fiscal le ha impuesto; y se le ponga desde luego en livertad. Gracia que no dudo de alcanzar del muy sabido clemente Consejo, a la que quedaré eternamente agradecido. Santiago, 13 de mayo de 1863. Firmado: León Sánchez. 311 A.G.I. CUBA 1011B Don León Sánchez de Arquiñigo y Marco Teniente de la 6ª compañía del 2º Batallón del Regimiento de Infantería de la Corona Nº 3 y defensor nombrado por D. Juan Ramón Reyes al consejo espone. Señores, grande es la satisfacción de que en éste momento estoy poseído, al saber de boca del mismo Sor. Fiscal que a mi defendido se le pide la livertad; esto desde luego como VV. SS. puede comprender es para su defensor una satisfacción que sólo puede comprender aquel que se vea en su caso. Partiendo bajo este supuesto y no pidiéndole pena alguna al Sr. D. Juan Ramón Reyes, sólo me limitaré a suplicar a éste muy ilustre Consejo se sirva concederme un favor que creo no me lo negará. Éste es que, desde luego sea puesto en plena libertad y que además no le sirva de nota nunca, para que, si es posible que alguna vez esté llamando a ejercer algún destino público no sea ésto un obstáculo que se lo impida. Esto es Señores del Consejo, lo único que tengo que esponer en pro de mi defendido Sr. Reyes; así es que espero no me rehusarán éste obsequio por lo que quedará eternamente agradecido su defensor. Santiago, 12 de mayo de 1863. Firmado: León Sánchez. Diligencia de entrega. Incontinente después de terminado el Consejo y unidas las defensas de los procuradores que anteceden, el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario se personó en la Morada del Sr. Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar a quien hizo entrega de éste proceso. Y para que conste lo mando anotar por diligencia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 312 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Santo Domingo, 20 de mayo de 1863. Pasa a dictamen del Sor. Auditor de Guerra ésta causa remitidia por el Presidente de la Comisión Militar en 14 del actual. Firmado: Ribero. Exmo. Sor. Hemos escrito con la bastante extensión en los otros procesos análogos para determinar el orígen y fundamento de una rebelión que ha tenido por instrumentos y auxiliares pobres y rudas gentes del campo, ignorantes en su mayor parte de la empresa que acometían tan superior a sus débiles fuerzas y arrastradas por el engeño y temores de la esclavitud; y acaso también en algunos por ése espíritu de codicia, de ambición de mando ó de revueltas con que se ha señalado desgraciadamente éste país. La rebelión de Guayubín, ó sean los Gefes y la banda que se apoderaron del pueblo, tienen contra sí dos circunstancias que agravan su responsabilidad. Las otras conmociones que se dejaron sentir en Sabaneta y Santiago no se entregaron a actos de pillage y robo, no solicitaron los socorros y cooperación de los haitianos hasta el punto que demuestra el documento del folio 43 y uno de los Secretarios del General Rebelde Peña. No por esto nos pondremos en desacuerdo con la sentencia del Consejo y Conclusión Fiscal que le sirvió de guía. Al contrario, reconocemos la justicia del fallo y el estudio detenido que ha hecho de la causa el Caballero Fiscal D. Vicente Atienza. Nunca se tiene más razón que cuando en determinados delitos no se emplea todo el rigor de la ley; la rebelión de Guayubín quedó hundida bajo el peso de las maldiciones del país en que tuvo su asiento, e infamada por delitos comunes que nunca se escusan en la conciencia del hombre. Para los delitos de alzamiento y conspiración contra las instituciones políticas del Estado bastan en ocasiones como medios de represión, el extrañamiento, la relegación y confinamiento; estos es, el grupo de penas establecido en el Nº 3 de las escalas graduales del artº. 79 del Código Penal civil. En el actual proceso han podido sin embargo imponer las marcadas en los articulos 169 y 170 de cadena perpetua y temporal, y también las accesorias provenientes de la responsabilidad civil, al tenor de lo dispuesto en los articulos 15, 16, 115 y siguientes del Tito. 4º y 184 del mismo Código. Sobre el Certificado de indulto testimoniado al folio 214 vto. haríamos algunas observaciones si no fueran inútiles y carecieran de oportunidad, acordado el levantamiento de sitio y disolución prócsima de la Comisión Militar. Diremos sin embargo que los jueces no deben apreciar para sus fallos sino las Leyes y Bandos de V.E. las declaraciones de indulto a personas procesadas y cuando su causa se halla prócsima a verse en Consejo de Guerra, es decir en primeros de Mayo, no pueden hacerla los 313 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Gefes Militares ni Autoridades de ninguna clase. Otra cosa sería la intrusión en atribuciones judiciales que no les competen no pueden sentirse en lo sucesivo, sin sancionar lo absurdo y lo ilegal. ¿Cómo ha de saber la Autoridad Militar ó civil a quien se presenta un reo si éstá ó no comprendido en los beneficios del indulto y excepciones del Artº 2º del bando de 16 de marzo, si no conoce las actuaciones y responsabilidad ó gravedad de los cargos que resulten contra el rebelde presentado? Por lo demás la fecha de la presentación de D. Juan Ramón Reyes que según el certificado aludido, aparece hecha dentro del plazo legal, le hace merecedor de la verdaderamente gracia de indulto. En mérito de los expuesto y bien resumido en la acusación fiscal propongo a la Ilustración de V.E. la aprobación en todas sus partes de la sentencia unánime pronunciada por el Consejo permanente, creado en la plaza de Santiago; cuya sentencia de catorce del mes corriente se entienda respecto de los condenados en rebeldía, sin perjuicio de ser oidos, si fuesen presos ó presentados. V.E. se servirá estimarlo así ó resolver en otro caso lo más justo. Santo Domingo, 26 de mayo de 1863. Exmo. Sor. Firmado: Mauricio Hernando Navas. Santo Domingo, 3 de junio de 1863. Conforme en todas sus partes con el anterior dictámen apruebo la sentencia pronunciada por la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente de la Provincia de Santiago el catorce de mayo próximo pasado condenando a los paisanos José Ramón Torres, Raimundo Jaques y José Sosa a la pena de cadena perpetua; a los individuos de las Reservas Provinciales Teniente Coronel D. Victorino Cordero, Tenientes Don Benito Monción y Don Juan Alvárez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco y Alejandro Bueno a que sean pasados por las armas; a los paisanos José de los Santos (a) Mayor Inglés, Luis Sosa y Tomás Inglés a doce años de cadena; a San Amequita y Jacinto Ramos a catorce años de cadena; a Cayetano Decaer a cuatro años nueve meses de prisión menor y cien pesos fuertes de multa, al Teniente de las Reservas D. Eugenio Beliard a diez años de presidio con retención; al paisano Andrés González (a) Maló a veinte y seis meses de presidio correccional; declarando comprendidos en los beneficios de mi bando de indulto de 16 de marzo último a los paisanos Juan Ramón Reyes, Blanco, Juan Bautista Gómez (a) San Batista y Pablo Aquino y absolviendo libremente al Comandante de las Reservas Provinciales D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé; en el concepto de que José Ramón Torres y Raimundo Jaque únicos de los reos presentes a quiénes se impone condena, deberán extinguir la de cadena perpetua en el presidio de Ceuta. 314 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Firmado: Felipe Ribero. Hay un sello en tinta que dice: Capitanía General de Santo Domingo E. M. Santiago, 13 de junio de 1863. Pase el Sor. Fiscal para la notificación de la sentencia a los reos presentes. El T. C. Presidente de la C. Mr. Firmado: Luis Bustamante. 315 A.G.I. CUBA 1011B Diligencia de haber recibido la causa En la ciudad de Santiago a los trece días del mes de junio del mismo año yo el Secretario certifico que el Señor Fiscal recibió del Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar ésta causa para su terminación. Y para que conste por diligencia la firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Notificación. Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario se personó en la cárcel de ésta ciudad donde se hallan presos los paisanos D. Juan Ramón Reyes, Pablo Aquino, Juan Bautista Gómez (a) San Batista, José Ramón Torres a quiénes dicho Señor hizo comparecer ante sí lo mismo que al de igual clase Raimundo Jaque y previas las formalidades de ordenanza les notoficó la superior resolución del Exmo. Señor Capitán General fecha tres del que rige por la que quedan en pleno uso de su libertad los tres primeros citados Don Juan Ramón Reyes, Pablo Aquino y Juan Bautista Gómez (a) San Batista y destinados los dos últimos Raimundo Jaque y José Ramón Torres al presidio departamental de Ceuta a sufrir la pena de cadena perpetua. Acto continuo dispuso igualmente el Sr. Fiscal dar la orden conveniente para la libertad de los tres individuos a quiénes el Exmo. Señor Capitán General se había serbido acoger a la gracia de su indulto fecha 16 de marzo último, lo cual se efectuó a su presencia. Del mismo modo y no hallándose presente en ésta Ciudad el Comandante de las Reservas Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé residente en el partido de Guayubín el Señor Fiscal dispuso pasar atento oficio al Señor Comandante General de la provincia el cual a la letra dice así: Habiendo formado causa en ésta fiscalía en averiguación de los sucesos políticos que tuvieron lugar en el pueblo de Guayubín en el mes de febrero último y hallándo316 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos se comprendido en ellos el Comandante de las Reservas D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé el Exmo. Señor Auditor y de conformidad con él se a servido resolver con fecha tres del actual que el citado Comandante Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé sea absuelto libremente sin que en la opinión y buena fama que disfrute las actuaciones incohadas en contra suya. Lo que participo a V. para que por conducto regular llegue a noticia del interesado. Y para que conste por diligencia la firmó conmigo el Señor Fiscal de que yo el Secretario certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia de entrega En dicho punto a los catorce días del espresado mes y año el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario se personó en casa del Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar a quien se hizo entrega de éste proceso que consta de doscientas sesenta fojas útiles sin contar con las cubiertas. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Santiago, 16 de junio de 1863. Buelva al fiscal para que haga personalmente la notificiación al Comte. De las Reservas D. Juan Carlos Francisco (a) Dorsé. El T.C. Presidente de la C. Mr. Firmado: Luis Bustamante. Diligencia de haber recibido causa En la ciudad de Santiago a los diez y seis días del espresado mes y año el Señor Fiscal reicibió del Señor Fiscal Presidente de la Comisión Militar Egecutiva ésta causa con el obgeto que espresa el decreto que antecede. Y para que conste por diligencia la firmó conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido 317 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia dando oficio al Comandante General para la presentacion en ésta ciudad el Comandante de las Reservas Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé. Seguidamente el Señor Fiscal pasó atento oficio al Señor Comandante General de ésta provincia el cual copiado a la letra dice así: Debiendo presentarse en ésta capital y ante ésta Fiscalía el Comandante de las Reservas Provinciales Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé residente en el partido de Guayubín, para notificarle la superior resolución del Exmo. Señor Capitán General, en la causa instruida al mismo, lo pongo en conocimiento de V. para que se sirva dar las órdenes convenientes a fin de que venga a la brevedad posible. Y para que conste por diligencia, dispuso el Señor Fiscal hacer la debida constancia firmándola conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia de suspensión Acto continuo el Señor Fiscal dispuso se suspendieran éstas actuaciones hasta la presentación en ésta Ciudad del Comandante de las Reservas Don Juan Carlos Fracisco (a) Dorsé. Y para que conste por diligencia la firmó conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Notificación En dicho punto a los veinte y siete dias de dicho mes y año compareció ante el Señor Fiscal y presente Secretario el Comandante de las Reservas Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé y previas las formalidades de ordenanza el Señor Fiscal le notificó la aprobación de la sentencia que por resolución del Exmo. Señor Capitán General fecha tres del actual le absuelve libremente sin que en la opinión y buena fama que disfrute le perjudiquen los procedimientos seguidos en contra suya, de todo lo que 318 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos quedó enterado. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacer la debida constancia firmándolo conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia de entrega Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario se personó en casa del Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar a hacer entrega de ésta causa que consta de doscientas sesenta y una fojas útiles sin contar con las cubiertas. Y para que conste por diligencia dispuso el Señor Fiscal hacerlo constar, firmándolo conmigo el secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 319 A.G.I. CUBA 1011B Santiago, 30 de junio de 1863. Al Sor. Fiscal para que en virtud de Real Decreto de amnistía haga prestar juramento de fidelidad a los reos presentes y sean puestos en libertad. El T.C. Presidente de la C. Mr. Firmado: Luis Bustamante. Diligencia de haber recibido proceso En la ciudad de Santiago el día 30 de junio de dicho año el Señor Fiscal recivió del Señor Teniente Coronel Presidente de la Comsión Militar éste proceso para los efectos que espresa el Decreto que antecede. Y para que conste por diligencia lo firmó conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia de haber unido las actuaciones Seguidamente el Señor Fiscal en virtud de haber practicado separadamente las diligencias mandadas evacuar por el Señor Presidente de la Comisión Militar en el decreto que antecede a consecuencia del oficio de dicho Señor de ésta fecha que obra en cabeza de ellas, dispuso unirlas a éste proceso como lo efectuó. Y para que conste por diligencia lo firmó conmigo el Secretario de que Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 320 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago Año de 1863. Diligencias formadas con arreglo a lo dispuesto en el Real decreto de amnistía de 27 de mayo último de haber prestado juramento de fidelidad a S. M. la Reyna (q.D.g) y leyes del Estado siendo puestos en libertad los paisanos Raimundo Jaque y José Ramón Torres sentenciados a la pena de cadena perpetua en la Causa de la insurrección de Guayubín. Fiscal .......................................................... Secretario El Capitán del Bon. de San Quintín ........ El Subte. del mismo Batallón D. Vicente Atienza y Martínez .................. Don Juan Rueda Garrido Comisión Militar Egecutiva El Señor Brigadier Comandante General de ésta provincia en comunicación fecha de hoy me dice lo siguiente: El Escmo. Señor Capitán General con fecha 26 me dice lo que sigue.- Con fecha 27 de mayo último se ha designado S. M. la Reyna (q. D. g.) espedir el Real decreto siguiente: de conformidad con los expuesto por mi Consejo de Ministros, bengo en decretar lo siguiente.- Art. 1º Se concede amnistía general completa y sin escepción a todas las personas que hayan tenido participación en actos políticos anteriores a la reincorporación a España de la Isla de Santo Domingo, como también a los que directa ó indirectamente hayan tomado parte en la insurrección que ha tenido lugar recientemente en dicha Isla. Artº 2º.- Para disfrutar éste beneficio deberán los que obten a él presentarse a las autoridades competentes y prestar juramento de fidelidad a mi persona y a las leyes del Estado, en el término de seis meses desde que se publique éste Decreto en el punto donde se hallen siendo territorio Español. Si residiesen en el Extranjero, podrán hacer la presentación y juramento en las Legaciones y Consulados de España dentro de un plazo igual que se contará desde el día en que los respectivos embiados ó Cónsules hagan la publicación de la amnistía.- Artº 3º.- Se sobreeserá desde luego y sin costas en los procesos aludidos y las personas que en su virtud se hayan detenidas ó presas ó estén sufriendo condena, serán puestas inmediatamente en libertad sin nota alguna y sus bienes quedarán libres de todo secuestro previo el juramento de fidelidad espresado.- Artº 4º. Esta amnistía no com321 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez prende los delitos comunes ni perjudica el derecho del tercero.- Artº. 5º. Por los Ministerios de Guerra y Marina se dictarán las disposiciones necesarias en la parte que les corresponda para el cumplimiento de éste decreto.- Dado en Aranjuez a 27 de mayo de 1863.- Está rubricado de la Real mano.- El Ministro de Ultramar: José de la Concha.Lo que traslado a V. S. para su devido cumplimiento observando las siguientes disposiciones que he tenido a bien dictar al efecto.- 1ª Tan luego reciva V.S. ésta comunicación la trasladará a los Comandantes Millitares y de Armas y a los puestos militares de la jurisdicción de su mando a fin de que se publique y llegue a conocimiento de los interesados ó al de sus familias para que todos los comprendidos en el beneficio de ésta amnistía puedan volver a sus hogares con la seguridad y confianza de que no serán inquietados ni inquiridos por echos políticos a los que el Gobierno de S. M. tiene por conveniente sepultar en el más completo olvido.- 2ª ordenará V. S. a la Comisión Militar Egecutiva, Fiscales que de ella dependan y demás autoridades que estubieron conociendo por hechos que se relacionan con la insurrección promovida últimamente en ésta Isla, que suspendan todo procedimiento, poniendo desde luego en libertad a los reos políticos que no lo fuesen a la vez por delitos comunes, previo el juramento de fidelidad que exige el artº 3º del real Decreto. Los Fiscales de las causas a que se hace referencia harán constar por diligencia la suspensión de los procedimientos, libertad de los procesados y de haber prestado el juramento de fidelidad, cuya diligencia última suscribirán los interesados y no sabiendo firmar lo harán dos testigos a ruego y abecindados, remitiendo después los procesos cualquiera que sea su estado a mi Autoridad para resolver lo que fuere de derecho. 3ª.Las causas en que resulten ausentes los resos continuarán respecto a éstos en el estado en que se encuentren, si hubiese caído fallo egecutorio, suspendiéndose en las demás los procedimientos hasta la presentación ó transcurso del término de seis meses prefijado en el arto. 2º.- 4ª.- No estándo comprendidos en la amnistía los delitos comunes ni los que perjudican el derecho de tercero, se proseguirán las actuaciones respecto a esto, por el Tribunal a que corresponda según la clase de delitos ó personas que lo hubiesen cometido. Del recibo de ésta comunicación me dará oportuno abiso, cuidando de manifestarme la fecha con que se publique el ante inserto Real Decreto de amnistía, tanto en esa Capital, como en cada uno de los demás puntos de la jurisdicción del Gobierno de su mando.- Lo que traslado a V. para su conocimiento y correspondientes efectos, advirtiéndole que para que pueda espedir a los interesados el pasaporte que algunos tienen solicitado y a todos un documento con que puedan acreditar 322 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos que le fué aplicada la Real gracia, se sirva remitir a ésta Comandancia General una relación nominal de los individuos de todas las clases a quien haya sido notificada y prestado juramento de fidelidad. Y yo lo hago a V. para que en la parte que le concierne cumplimente todo lo que ordena la anterior comunicación en la causa que ha instruido en averiguación de los motores de la sublevación que tubo efecto en el pueblo de Guayubín en el mes de febrero último. Dios gde. a V. ms. as. Santiago, 30 de junio de 1863. El Tente. Corl. Presdte. de la C. M. Firmado: Luis Bustamante. Sor. D. Vicente Atienza Fiscal de la Comisión Millitar. 323 A.G.I. CUBA 1011B Don Vicente Atienza y Martínez Capitán de la Compañía de Granaderos del Batallón de San Quintín número tres de Infantería Fiscal de la Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago de los Caballeros. Habiendo de nombrar secretario para que actue en las diligencias que se han de practicar con arreglo a lo que previene el oficio que antecede y estándo desempeñando de orden superior el referido cargo en ésta Fiscalía el Subteniente Don Juan Rueda y Garrido de la Segunda Compañía del mismo Batallón, lo eligió con el espresado obgeto y enterado de la obligación que contrae acepta y promete bajo su palabra de honor guardar sigilo y fidelidad en cuanto actue. Y para que conste lo firmó conmigo en Santiago de los Caballeros a treinta de junio de mil ochocientos sesenta y tres. Firmado. Atienza Juan Rueda Garrido. Diligencia de haber jurador filidelidad a S. M. de las Leyes a los acusados en el proceso. En dicho día mes y año el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario, se personó en el Cárcel de ésta Ciudad donde se hayan presos los paisanos José Ramón Torres y Raimundo Jaque condenados a sufrir la pena de cadena perpétua por haber tomado parte activa en la rebolución que tubo efecto en el mes de febrero último en el pueblo de Guayubín según aprobación del Exmo. Señor Capitán General fecha tres del actual de la sentencia pronunciada por el Consejo de Guerra permanente de catorce del mismo. Y habiéndoles leído el Real Decreto de veinte y siete de mayo último por que el S. M. la Reyna (q. D. g.) concede general y completa amnistía a todos los comprendidos en los últimos acontecimientos políticos que han tenido lugar en ésta Isla previo el juramento de fidelidad a su Real persona y Leyes del Estado les arbitrió que debían prestar el espresado juramento firmándolo con el Señor Fiscal y presente Secretario. Y habiendo manifestado Raimundo 324 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Jaque no saber firmar se le advirtió debería presentar dos testigos vecinos de ésta Ciudad que lo efectuaron a su ruego con arreglo a lo prevenido por el Exmo. Señor Capitán General en la disposición tercera que obra en el oficio en cabeza de éstas diligencias. En su virtud el referido Raimundo Jaque presentó como testigos a los paisanos vecinos de ésta Ciudad Don Miguel Antonio Rojas y Don José Ignacio López y ante ellos el Señor Fiscal previas las formás de estilo hizo prestar juramento de fidelidad a S. M. la Reyna nuestra señora (q. D. g. ) y a las Leyes fundamentales del Estado a los ya referidos José Ramón Torres y Raimundo Jaque, lo que efectuaron firmándolo el primero de éstos y a ruego de Raymundo Jaque los paisanos Don Miguel Antonio Rojas y Don Ignacio López referidos ante el señor Fiscal y presente Secretario de que Certifico. Firmado: A ruego de Raimundo Jaque: Miguel Antonio Rojas. A ruego de Raymundo Jaque: Ignacio López, J. R. Torres, Vicente Atienza. Ante mí: Juan Rueda Garrido. Diligencia de haber sido puestos en libertad los acusados José Ramón Torres y Raimundo Jaque Acto continuo el Señor Fiscal con sugección a lo prebenido en el Artículo tercero del real decreto de amnistía de veinte y siete de mayo último ya citado y que obra en el oficio que encabeza éstas diligencias dió las órdenes convenientes para que fueran puestos en libertad los paisanos Raimundo Jaque y José Ramón Torres a que se contrae éstas actuaciones, lo cual se efectuó a su presencia. Y para que conste por diligencia lo firmó el Señor Fiscal y presente Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Diligencia de entrega Seguidamente el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario se personó en la casa del Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar para hacerle entrega de éstas diligencias que constan de siete fojas útiles sin las cubiertas. Y para que conste lo firmó conmigo el Señor Fiscal de que yo el Secretario Certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. 325 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Diligencia de entrega En la Ciudad de Santiago el día primero de julio de dicho año el Señor Fiscal acompañado de mí el Secretario se personó en casa del Señor Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar para hacerle entrega de ésta causa que consta de doscientos sesenta y un fojas útiles sin las cubiertas. Y para que conste por diligencia la firmó el Señor Fiscal conmigo el Secretario de que certifico. Firmado: Atienza. Juan Rueda Garrido. Santo Domingo, 11 de julio de 1863. Pase al Señor Auditor de Guerra la presente Sumaria remitida por el Presidente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente en Comunicación del 1 del actual, para que manifieste si está conclusa y en estado de archivarse. Firmado: Rivero. 326 A.G.I. CUBA 1011B Exmo. Sor. Esta causa deberá archivarse sin la declaración de conclusa hasta tanto que transcurridos los seis meses que prefija el arto. 2º del R. Decreto de Amnistía, pueda determinarse lo conveniente respecto a los que fueron condenados en rebeldía V. E. no obstante acordará lo más acertado. Fecha ut Supra. E. S. Firmado: Mauricio Hernando Novas. Santo Domingo, 14 de julio de 1863. Conforme con el anterior dictámen archívese, aunque en estado de suspensa.Acúseme recibo al Presidente de la Comisión Mr. Firmado: Ribero. FIN DE LA REPRODUCCIÓN DEL EXPEDIENTE DE LA COMISIÓN MILITAR EJECUTIVA Y PERMANENTE, AGN, FONDO CÉSAR HERRERA, TOMO 28. 327 REPRODUCCIÓN DEL EXPEDIENTE DE LA COMISIÓN MILITAR EJECUTIVA Y PERMANENTE QUE SE ENCUENTRA EN EL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, FONDO CÉSAR HERRERA, CAJA 26. EL ORIGINAL DE ESTE DOCUMENTO SE ENCUENTRA EN EL ARCHIVO GENERAL DE INDIAS, FONDO CUBA, LEGAJO 1004B, GOBIERNO MILITAR DE SANTIAGO1 Escmo. Sor. El Comandante de Monte Cristi con fecha 26 de febrero último me dice lo que sigue: Me cabe la satisfacción de participar a V.S. que todos los que aparecen firmados en la Capitulación fueron personas que me acompañaron hasta el último momento, dándome prueba de la más noble adhesión al Gobierno de S.M. pero que por no haber tenido fuerza con qué contar fué imposible hacer resistencia pues sólo había un número de veinte y cinco hombres a mi disposición estos casi todos del pueblo.- Lo que espreso a V.S. para que si son acreedores a alguna distinción se tome en cuenta que fueron rendidos por ser sumamente escaso el número de ellos y la fuerza sublevada muy superior, por lo que tanto ellos como yo nos vimos forzados a acceder a la rendición para de ése modo no esponer a la población a sufrir la represalia de las masas insurrectas. Al retirarme de aquel punto prometí tanto en mi nombre como en el de S.M.C. a quien representaba sería lo más pronto posible socorrida ya por una fuerza armada ó por un Cuerpo de tropa, asegurándoles que sus personas y propiedades serían respetados, pues ellos habían probado evidentemente sus nobles sentimientos por el Gobierno Español. Lo que elevo al superior conocimiento de V.S. para los fines oportunos.Dios gue. a V.S. muchos años.- Pedro Ecequiel Guerrero. El lector se encontrará que estos documentos se refieren a dos acontecimientos ocurridos en febrero de 1863. En la primera parte nos encontramos, fundamentalmente, con información referente a los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi. La segunda parte se refiere a los acontecimientos ocurridos en Santiago de los Caballeros en la noche del 24 y el 25 de febrero de 1863. 1 329 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Lo que con inclusión de la copia del pronunciamiento tengo el honor de trasladar a V.E. para los efectos que crea del caso. Dios gue. a V. E. ms.as. Santiago de los Caballeros, 3 de marzo de 1863. Escmo. Sor. El General Gobernador interino. /firmado/ A. Michel. Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla de Santo Domingo. /al margen dice: / Téngase presente al dar parte el Gobierno de todos los sucesos /rúbrica/ 330 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Exmo. Sr. Es la una de la noche de hoy 3, parte personal por Don Sinensio Pichardo de que lo de Guayubín a concluido no sin tener la sensible pérdida de ocho heridos de nuestras fuerzas entre los que se encuentra herido de dos machetazos el Capitán Valenzuela. Se les han cogido los cañones y huyeron a la desbandada a la punta de nuestras bayonetas, habiendo pasado un río con agua hasta el pecho nuestros valientes soldados para acometer al enemigo que antes de huir prendió fuego al parque. Ningún detalle más puedo tener el honor de participar a V.E. pues no he recibido correspondencia oficial todavía, ni más escrito que una carta del Comandante Campillo, cuya falta grave me ha tenido en la mayor ansiedad por las horribles voces que a mis oídos llegaron en ésta noche de que el enemigo venía por San José de las Matas a cortar al General Ungría y también a quemar el pueblo de Santiago, por cuya razón aunque para la guarnición y defensa de éste punto ó la retirada de Puerto Plata no tenía cuidado de poderla egecutar contra las fuerzas enemigas sin embargo veía un mal terrible en la incertidumbre en que me tiene colocado no obstante mi deseo de estar en contínua comunicación para obrar sobre éste pueblo y en éste pueblo en consecuencia y calmar su estado que no es estremo en razón de que su vecindario por la noche está a merced de su cordura y de oir sufriendo el flujo y reflujo de las noticias que esparcen los enemigos cuya cabeza he pensado y pienso que está aquí, conociendo mi opinión manifestada hayer y hoy a los Gefes y ellos aún lo propio de que fuera algún General de aquí solapado que esté observando ésto para relacionarlo a los de Guayubín y dirige el todo. Esta noche me ha confirmado un aviso del 2º. Comandante Campillo en que me dice prenda al General Valverde porque en Guayubín le cogió la correspondencia y cuanto esto espresa es sin duda porque estará por ella comprometido 331 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez el ingrato, así como otros que le siguen de cerca observando y que no obstante de ser autoridades me inspiran poca confianza y muchas dudas. Acto continuo que todo ésto he sabido hago que salga para noticia de V.E. tan feliz resultado y satisfacción de todos los buenos españoles, debiendo indicarle que éste movimiento de que conflagran tuvo su fin en la noche del 24 pues de no haber tenido aquel principio de seguro hoy la suerte que nos tocaba estaba hechada. Dios gue. a V.E. ms.as. Santiago de los Caballeros, 3 de marzo de 1863. Ecmo. Sr. El Gral. Gobernador. /firmado/ A. Michel. Exmo. Sor. Capitán General de ésta Isla. /al margen: Contestada según minuta adjunta. 332 A.G.I. CUBA 1004B En la Ciudad de San Fernando de Monte Cristi a los veinte y dos del mes de febrero de mil ochocientos sesenta y tres a las seis de la tarde. Don Pedro Ecequiel Guerrero, General de Brigada y Comandante de Armas de ésta Plaza. En virtud de haberse presentado a ésta Comandancia de Armas en ésta tarde el Coronel Don Juan Antonio Polanco a la cabeza de una fuerza pidiendo la rendición de ésta Plaza para enarbolar el Pabellón Dominicano, inmediatamente convoqué la municipalidad, personas notables y demás que componen el pueblo pronunciado a su conocimiento (sic) lo que se pretendía. Instantáneamente formé una guardia de los militares del pueblo y le hice cubrir el Fuerte San Francisco, pero en vista que la fuerza reunida no era suficiente para hacer una resistencia, lo manifesté a las autoridades subalternas y demás personas notables, y todos opinaron no ser posible hacer frente con la pequeña cantidad de hombres que se encontraban en el Fuerte, y que por consiguiente veían ser más prudente hacer una Capitulación a fin de evitar comprometer la población, Por tan poderosa razón y en virtud de la garantía que promete el Señor Coronel Polanco de respetar y hacer respetar las personas y propiedades ofreciendo además dejar hasta segunda orden las autoridades civiles. Por tanto y atendiendo a las condiciones que ofrece el Gefe de la facción he acordado, con la voluntad unánime del pueblo, de deponer el mando de Comandante de Armas que desempeñaba por el Gobierno de S.M.C., cuyo acto de capitulación después de darle lectura ha sido firmado por mí y demás autoridades Civiles, así firmamos.- Pedro Ecequiel Guerrero.- Juan Antonio Polanco.- Francisco Gisallt.- Juan Cabreja.- Ecequiel Leandro García.- Lorenzo Marichol.- José Ribera.- José María López.- Diego Marichol-. Andrés García.- Federico Ecequiel Peralta.- Es Copia conforme a su original.- Puerto Plata 20 de febrero de 1863.- Pedro Ecequiel Guerrero.Es Copia. El General Gobernador Interino. /firmado/ A. Michel. 333 A.G.I. CUBA 1004B Bando Noble Pueblo de Santiago: hora es que los hombres sensatos de toda clase, color y condición, que cada ciudadano se interese en consolidar el orden y tranquilidad restablecidos saliendo al frente de las mentiras que algunos malvados sembrar saben en el ánimo del público y en medio de sus hábitos de cordura. Escupamos todos a ésos seres siempre bajo la sombra de todo pabellón, de todo Gobierno y lamentemos las heridas que nuestra patria común sufre por la inicua gratitud (sic) de los rebeldes y bosotros labradores de los Campos aprended a comprender la canalla que siempre quiso tenerle a todos por su sencilla credulidad al carro de sus sucios designios para contemplarte al día siguiente de conseguirlos, con indiferencia y sin darte en ellos más frutos que tus desgracias. Cerrad vuestros oidos a la sugestión que tiende a separaros de los campos comparando la tranquilidad que disfrutábais hoy con la inquietud que sentíais hace dos años. Ber vuestros frutos que recogíais sin molestias de nadie cuando hantes no sembrábais porque os hera imposible recoger. Ciudadanos: todos vivid en la noble confianza que el noble León Español no puede alterarse por el ruin ladrido de un loco que ataviado de patriota, ni siquiera os puede enseñar un triste colejio de enseñanza que os legaran para que vuestros hijos aprendieran los fundamentos de nuestra Santa religión y hoy ya lo tenéis en la Capital para sacar un buen sacerdocio. Habitantes de ésta provincia, oponed con las ordinarias ocupaciones de buestro honrado trabajo una fuerte malla contra las intrigas mañosas pero miserables de los únicos que pretenden en sus pobres cálculos regenerar una Isla en que la yerba hera el fruto principal que nacía en las Calles de sus Ciudades y las lágrimás que recojíais en los campos. Desengañáos que en éste vello país hubo siempre hombres que vivieron de barullos y bagamunderías y como ben su […] descubierta quieren acudir al filón de los 334 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos engaños para entregarse a sus bicios con olgura. Despreciemos tan vil canalla y agrupados todos negros y blancos a la sombra de la ley, beamos en ella nuestro Escudo y protección, tened un poco de paciencia que no tardarán en venir refuerzos y también el Gral. Santana entre bosotros. Santiago, 2 de marzo de 1863. El General Presidente del Ayuntamiento. /firmado/ A. Michel.2 Este documento es un llamado del gobernador político de Santiago de los Caballeros, general Michel, a los vecinos de esa población en momentos en que el grueso de las fuerzas españolas se encontraban aplastando la sublevación de Guayubín. 2 335 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Ecmo. Señor. En ésta Ciudad y sus campos se vá restableciendo la tranquilidad pública. En Puerto Plata no hay novedad y lo mismo en los pueblos de Las Matas y Altamira. Se corren voces que Monte Cristi está pronunciado y es de creherse porque se hallaba sin fuerzas que defendiesen el pabellón español. Del mismo modo acabo de saber que en Puerto Plata ha desembarcado la fuerza peninsular que se hallaba de guarnición en Guayubín, juntamente con los Comandantes de Armas de éste último punto y Monte Cristi los cuales fueron obligados a embarcar por los revoltosos.3 Nada se sabe del estado de nuestras tropas que marcharon con el General Hungría.4 Es cuanto tengo el honor de participar a V.E. referente al particular. Dios gue. a V.E. ms.as. Santiago, 2 de marzo de 1863. El Gral. Gobr. Interino. /firmado/ A. Michel. Ecmo. Señor Capitán General de ésta Isla. /al margen dice: / Enterado /rúbrica/. Como parte del acuerdo firmado entre los revolucionarios y las fuerzas del gobierno español destacadas en Guayubín, éstas se rendían con la condición de que fueran trasladadas a Montecristi y embarcadas hacia un puerto controlado por el gobierno. Todo esto se cumplió. 4 Se refiere a tropas de la guarnición española y de las Reservas Dominicanas de Santiago de los Caballeros que, bajo el mando del general Hungría, se trasladaron a aplastar la sublevación de Guayubín y Sabaneta. 3 336 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Ecsmo. Señor Tengo el honor de espresar a V. E. que en ésta fecha he vuelto a remitir al Comandante Militar de Las Matas cien fusiles con cien paquetes de cartuchos para armar a otros fieles habitantes de aquella parte ante quien huyeron los rebeldes volviéndose a Savaneta; de manera que a dicho Comandante de Armas se debe mucha parte del resultado feliz que tocamos y en vista de ésto y de el buen comportamiento que bengo observando en dicho Gefe y tropa de las Reservas5 le he remitido doscientos pesos para las urgentes necesidades, que me reclama, siendo cien pago de sus sueldos atrasados, puesto que bien digno es de recompensa distinguida, ya que tantos no merecen seguir cobrando un sueldo que han dado pruevas de no merecer.6 Tengo el honor a la vez de remitir la adjunta copia del bando público, en gracia de la feliz conclusión que nuestros valientes han proporcionado a la noble España, y así creo poder asegurar a V.E. que en brebe y en el castigo de los malvados estará consolidado el orden que ellos alteraron. En el día de hoy la una de la mañana con las precauciones más esquisitas redeé (sic) la casa del General de las Reservas Don José Desiderio Valverde en consecuencia de aviso que recibí del Comandante Don Juan López del Campillo confirmado hoy por oficio del General Hungría de állarle complicado en el movimiento revolucionario otro Valverde a quien tengo incomunicado para los efectos correspondientes al recibo de la correspondencia cogida a los enemigos en la Comandancia de Guayubín. Según noticias que me ha dado un soldado cumplido de la Corona, en Monte Cristi capituló el enemigo a viva fuerza con el Brigadier Buceta,7 y les hizo algunos Una parte de las Reservas Dominicanas del ejército español permanecieron fieles a la metrópoli. Esta es una de las causas, en general, del fracaso de los movimientos ocurridos antes de agosto de 1863. Pese a la oposición de una parte del pueblo, había un sentido del equilibrio en la sociedad entre ambas tendencias; el anexionismo y el independentismo. El primer ejemplo de la ruptura en ese equilibrio lo dieron las sublevaciones de agosto de 1863. En ellas se produjo una gran incorporación de la población y abarcó una amplia región. 6 Se refiere a los miembros de las Reservas Dominicanas del ejército de España que, o bien se unieron a la sublevación o permanecieron indiferentes. 7 Jefe español enviado a reconquistar el puerto de Montecristi. Buceta fue famoso por su crueldad. 5 337 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez muertos y causó algunas pérdidas. Ordené que los enfermos del Hospital se trasladaran ya a su lugar puesto que se nota ya animación en el comercio y la tranquilidad deseada. Son las 9 de la noche y no ocurre novedad. Dios gue. a V.E. ms.as. Santiago, 33 de marzo de 1863. Escmo. Señor. El General Gobr. Interino. /firmado/ A. Michel. Escmo. Sor. Capitán General de ésta Isla. /al margen dice: / Contéstese quedar enterado y aprobando las disposiciones adoptadas y que dé las gracias al Comte. Mr. de Las Matas por los servicios que ha prestado durante los acontecimientos esperando que dará el parte circunstanciado de los triunfos obtenidos en Monte Cristi por el Brigadier Buceta /rúbrica/. 338 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Ecmo. Sr. En el día de hoy a las cinco de la tarde regresó el General Hungría sin atacar la facción de Guayubín compuesta según voces contestas (sic) de más de 2000 hombres con cuatro piezas de artillería una de ellas de bronce bastante buena debiéndose su vuelta a la crehencia de que ésta plaza necesitaba su ausilio en consecuencia de mis comunicaciones y de que no recibió las mías posteriores con oportunidad anunciándole, el triunfo completo conseguido aquí.8 De los campos han venido contínuas ofertas de hombres para coadyugar a la consolidación de ésto9 pero como es bueno no confundir éstos tardíos y acaso forzosos ausilios que tanto pueden partir del terror que nuestro rápido golpe comunicó con los que son de una absoluta buena fé no es prudente confiar ni dormirnos sobre lauros sin acabar con todo y como del movimiento del General Hungría pueda resultar el agriarse otra vez los ánimos y volver a peor estado que el anterior atribuyendo el movimiento operado a huida obligada se ha determinado en consulta de Gefes salir al encuentro de los de Guayubín para si resuelven venir contra ésta plaza ponerlos en jaque ó ganar tiempo y darles una justa y brusca embestida caso de que intentaran seguir adelante pues de otro modo, lo vencido pueden levantar la cabeza y viéndose venir de aquí un golpe fatal, por lo tanto y no obstante que se tomaran todas las precauciones y partidas que más convengan al logro de nuestra empresa, ruego a V.E. pronto refuerzo y caso de venir por Monte Cristi que sea enviando aquí un peón práctico avisándolo directamente para que en combinación El general Hungría, jefe militar y político de Santiago de los Caballeros, recibió información de la sublevación de Guayubín y Sabaneta por lo que se trasladó a esos lugares al frente de parte de la guarnición de Santiago de los Caballeros, pocas horas antes del estallido del 24 de febrero de 1863, en esa ciudad. Dejó como su sustituto al general Michel. Avisado del alzamiento de Santiago de los Caballeros retornó de inmediato, pero al llegar ya éste había sido aplastado. 9 El general Michel se refiere a los miembros de las Reservas Dominicanas radicados en los campos de la provincia de Santiago de los Caballeros, que actuaron con bastante indiferencia durante el desarrollo de la sublevación, pero una vez aplastada ésta, se brindaron a apoyar al gobierno. No pocos de ellos se sumarían en agosto a la sublevación contra España. 8 339 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez partamos de aquí y cogerlos entre dos fuegos pero, E.S., de la prontitud vendrá la completa pacificación del país.10 El General Hungría ha dispuesto pida en préstamo 6,000 pesos para atender al servicio, cuyas necesidades no se pueden satisfacer sin él. Si dentro de cinco días contados desde la fecha del recibo de ésta comunicación que llegará en cinco días a manos de V.E. no vuelve a su poder otra nueva prueba será que estamos incomunicados y sitiados completamente y como de la inteligencia de éste párrafo puede surgir un mal grave, diré a V.E. aunque sea repitiendo que de aquí partirá la nueva comunicación el 4 del entrante.11 Dios gue. a V.E. ms. años. Santiago, 26 de febrero de 1863. Ecmo. Señor. El Gral. Gobr. interino. /firmado/ A. Michel. Ecmo. Sr. Capitán General. /al margen dice: / Contestado según minuta adjunta. Comuniqúese al Gob. Sup. Civil y dése conocimiento del préstamo de que se hace mérito al Subintendente é Intendente Gral. /rúbrica/. El general Michel se refería a que desembarcaran fuerzas de Montecristi y avisaran a la guarnición de Santiago de los Caballeros, para marchar en combinación y atacar entre ambos a los sublevados. 11 Es interesante la confianza que tenía el general Michel en las comunicaciones españolas pese al estado deplorable de los caminos. Realmente el gobierno contaba con individuos fieles, conocedores de la región y que podían llegar hasta infiltrarse en las filas enemigas y llevar este urgente correo. 10 340 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago El E. S. Mariscal de Campo Don Carlos Vargas12 me dice con fecha 14 del actual desde Guayubín lo siguiente. Con ésta fecha digo al Señor Brigadier Don Manuel Buceta lo que sigue. Por disposición del Escmo. Sor. Comandante General en Gefe, y a propuesta mía, pasará V.S. en el día de mañana a Santiago de los Caballeros en calidad de Comandante General de las tropas del Egército que se encuentren en el Cibao, dependiendo de la autoridad de S.E. y la mía mientras nos hallemos en ésta provincia y durante la permanencia en ésta frontera del General Gobernador Don José Hungría con arreglo a las instrucciones que le dará S.E. para el desempeño de ésta importante comisión en las actuales circunstancias. Lo que tengo el honor de trasladar a V.E para su conocimiento y efectos que crea del caso. Dios gue. a V.E. ms.as.13 Santiago, 16 de marzo de 1863. Ecmo. Señor. El General Gobernador interino. /firmado/ A. Michel. Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla. /al margen dice: / Visto.- D.0. de S.E. /rúbrica/. Carlos Vargas era el Capitán General de Santo Domingo en aquellos momentos. Al analizar esta medida, no nos parece muy correcta, pues desde el punto de vista militar Buceta no actuó con la flexibilidad necesaria que requería el desarrollo de los acontecimientos y con su carácter déspota no se granjeó el respeto de los dominicanos. Era un hombre de probada fidelidad, valor personal y agresividad en el combate. 12 13 341 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Ecsmo. Señor. El Comandante Militar de Las Matas,14 me ha remitido con ésta fecha al General Don Antonio Batista, Gefe de la frontera de Savaneta, según los documentos que el mismo Comandante me remitió y fueron entregados al Señor Presidente de la Comisión Militar. Lo que tengo el honor de participar a V. E. para su superior inteligencia. Dios gue. a V. E. ms.as. Santiago, 14 de marzo de 1863. El General Gobr. Interino. /firmado/ A. Michel. Escmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo. /al margen dice: / Enterado, contéstese /rúbrica/. El documento es interesante pues pone en evidencia el papel de lo que hoy llamaríamos contrainteligencia militar, desarrollada por un oficial de las Reservas, deteniendo a este oficial dominicano por su participación en los alzamientos de febrero de 1863. El jefe de Las Matas llegó a incluir hasta documentos. 14 342 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Tengo la honra de elevar a las superiores manos de V.E. adjunta relación de los presos que se hallan a cargo de la Comisión Militar como cómplices de la revolución no incluyendo otros varios que, según aviso verbal, se hallan presos en Puerto Plata, donde ordené lo fueran en caso de hallarse, los cuales salieron huyendo de ésta después de derrotados. El nombrado Salcedo alias Pepillo se halla a la disposición del Teniente Gobernador de aquel punto, debiendo significarle que éste sujeto es sin duda alguna la base de la revolución. Dios gue. a V.E. ms.as. Santiago, 1 de marzo de 1863. El Gral. Gobr. interino. /firmado/ A. Michel. Escmo. Sor. Capitán General y Gobr. Sup. Civil de ésta Isla. /al margen dice:/Comuníquese al Gob. Sup. Civil y téngase presente para los fines que puedan convenir /rúbrica/. Al E.S. Gobernador Superior Civil en 5 de marzo de I863.-E.S.- El General Gobernador Militar interino de Santiago en oficio de Io del actual me dice lo que sigue.Aquí el oficio.- Lo que transcribo a V.E. con inclusión de copia de la relación para su conocimiento y fines consiguientes.- Dios etc. Fecha. 343 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Relación nominal de los presos que se hallan a cargo hoy fecha, de la Comisión Militar instalada en ésta Ciudad e iniciados (sic) cómplices en la revolución. Número Clases Nombres Paisano N° 1 Paisano José Chavarría N° 2 id. Luis León N° 3 Cap. de las R. Manuel de Jesús N° 4 Paisano Ramón Hernández N° 5 id. Juan Cabrera N° 6 id. Manuel Rancaño N° 7 Procurador Carlos Lemus N° 8 Paisano Manuel Giménez N° 9 Corl. de las R. Carlos Lora N° 10 Paisano Pedro de Peña N° 11 id. Federico Larrinaga N° 12 id. Ramón Díaz Roja N° 13 Oficial de las R. Pepin Cepeda N° 14 Regidor del Ayuntamiento Pablo Pujol N° 15 id. Máximo Grullón N° 16 id. Alfredo Detjen N° 17 Paisano Carlos Molins N° 18 Síndico y TC. de las R. Bilisario Curiel N° 19 Paisano Sebastian Balverde N° 20 id. Marcelino Rodríguez N° 21 Paisano Alvaro Fernández N° 22 id. Ramón Díaz N° 23 id. Vicente Tabares 344 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos N° 24 Cap. de las R. y Procurador. Jacobo Rodríguez N° 25 Paisano Sebastián Rodríguez N° 26 id. Alejandro Victoria N° 27 General y Alcalde Ordinario. D. Juan Luis Bidó N° 28 Regidor D. Juan Gil N° 29 Oficial de las Reservas Pedro Ignacio Espaillat N° 30 Alcalde Pedáneo Pedro Quintín En total 30 Santiago de los Caballeros 1º de marzo de 1863 El General Gobernador interino /firmado/ A. Michel.15 La mayoría de estos tomaron parte en la sublevación de Santiago de los Caballeros, no en la de Guayubín y Sabaneta. En esa fecha las referidas sublevaciones no habían sido aplastadas todavía. 15 345 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Escmo. Señor. En éste momento que son la una de la tarde he recibido la comunicación del Señor Brigadier Don Manuel Buceta desde Puerto Plata, que con fecha de ayer dice así: En éste momento que son las siete de la mañana acabo de llegar a éste punto con la fuerza de mi mando y continuaré la navegación a Monte Cristi cuya población en el día de mañana quedará sometida al Gobierno de S.M. la Reyna (q. D. g.) y dentro de pocos días llegarán los refuerzos de las Islas de Cuba y Puerto Rico con los cuales me propongo esterminar a los revoltosos que antes no hayan depuesto las armas. La adjunta comunicación que dirijo al Sr. General Ungría, espero del acreditado celo de V.S. por el bien del servicio se servirá acordar cuantas disposiciones conceptúe convenientes para que llegue a la brevedad posible a manos del espresado General. En Monte Cristi espero comunicación de V.S. que me entere del estado del país, estado de progreso ó decaimiento de la revolución, para que yo pueda obrar con completo conocimiento de las circunstancias. Lo que tengo el honor de trasladar a V.E. para su superior inteligencia; añadiendo que tan luego recibí el oficio que cita el Sr. Brigadier para el Gobernador Militar Don José Hungría, fué remitido sin pérdida de tiempo; habiendo a la vez contestado a dicho Sr. Brigadier de cuantos pormenores solicita y están a mi alcance, con lo que creo queda instalada la marcha de operaciones entre las autoridades y Gefes de columnas. Esta Ciudad y sus campos casi se hallan ya en su estado normal y no dudo que dentro de poco tiempo disfrutará de igual veneficio toda la provincia. 346 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos De cualquiera novedad que ocurra daré cuenta a V.E. por correo estraordinario, como lo vengo verificando desde el día primero que llegó a mis manos la disposición de V.E. en que así se me ordenaba. Dios gue. a V.E. ms.as, Santiago, 4 de marzo de 1863. El Gral. Gobr. Interino. /firmado/ A. Michel.16 Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla. /al margen dice: / Contéstese, enterado /rúbrica/. El que la sublevación de Santiago de los Caballeros fuera rápidamente aplastada permitió que esa plaza sirviera, tanto para enviar refuerzos, como de segura retaguardia para las tropas que actuaban contra los revolucionarios de Guayubín y Sabaneta. 16 347 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar Interino de Santiago Esmo. Sr. En consecuencia con mi deber y las dignas órdenes de V.E. tengo el honor de decirle que al momento que en mi poder fué la noticia del refuerzo de las dos Compañías de Bailen y una sección de Artillería a las órdenes del Brigadier Sr. Buceta, lo participé al General Hungría a fin de que noticioso de ella, se pusiese en comunicación desde Jaibon con dicho Sr. Brigadier y en contra de los sublevados desmoralizados en su mayor parte según noticias y sostenidos únicamente por la energía de un tal Norberto que precisa con su vigilancia sobre su Gral. en Gefe (llamado Peña) a marchar adelante en su empeño revolucionario. También dí conocimiento de la espresada a fin de que el Sr. Brigadier no fuese sorprendido en Monte Cristi, al General de Puerto Plata para que se lo avisase y que hiciese el desembarco con las precauciones convenientes toda vez que según avisos dominaba en dicho Monte Cristi la rebelión. Desde la noche del 2417 hasta aquí no se ha disparado un sólo tiro ni he tenido necesidad de medida alguna enérgica contra nuevos levantamientos aunque se nota todavía cierto malestar de intranquilidad natural puesto que está reciente aquella y las familias aún marchan al campo con tal de poder burlar mi vigilancia efecto consiguiente del flujo y reflujo de noticias buenas y malas que se difunden por unos y otros en semejantes situaciones, en cuyo desenlace por más que sea de la buena causa el triunfo indudable tiene el enemigo la ventaja de dominar siempre el ánimo de las gentes medrosas que sin criterio é irreflecsivamente se dejan arrastrar del pesimismo sin darse más razón que su propio miedo entregándose a los más fatales cálculos y el enemigo maquiavélico ha esparcir la noticia de que las soldados no querían marchar a las órdenes del Sr. Comandante Velasco.18 Se refiere a la sublevación del 24 de febrero de 1863 que se produjo en Santiago de los Caballeros y entre ese y el siguiente día fue aplastada. 18 Oficial español que tuvo un papel destacado en el aplastamiento de la sublevación del 24 de febrero de 1863 en Santiago de los Caballeros. 17 348 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Contra la emigración,19 ordené a la policía que la vigilara y prohibiera en lo posible sin exacerbar los ánimos y a la vez que difundiese noticias fuesen ó no ciertas contrarias a los enemigos para contrarrestar las paparruchas que ellos siembran sin descanso. La tropa continúa en su escelente espíritu sin preguntarse para estar contentos y alegres cuánto ha de durar ésto ni las noches que pierde en vigilar lo presente y el porvenir. Todo el mundo es respetado y a nadie se persigue sistemáticamente, apresando ya únicamente a los que aparecen como principales motores de la rebelión y despreciando los pequeños porque a la vez de no tener en ello un estorbo aparezca más en relieve la cabeza motora. Muchos alcaldes y paisanos, Gefes de reserva y Oficiales se me presentan ofreciéndome sus servicios y a todos con pequeñísimás escepciones los despido a sus casas, dándoles las gracias para ganar en tranquilidad lo que pudiera perder con tardíos ofrecimientos pues lo que parecen bien positivo barnizado por una buena noticia pudiera ser un mal grave por otra mala y en las dudas me he decidido el aconsejarles el trabajo diario en sus faenas recogiendo así un resultado moral cierto y evitarme el tener que darles armamento y costear su reunión que desde luego implicaría el elemento de discutir noticias y acaso fuera el fornes (sic) de una reacción contraria formada de los elementos no enteramente convencidos de nuestra justa causa.20 Los recientes sucesos me han hecho comprender si de antemano no conociera éste país y su versatilidad, que debo ser muy parco en fiarme de las mejores palabras pues es bastante común la ciencia de la hipocresía y saber belar los pensamientos más criminales y viejamente amasados con el suave y mañoso trato que aparentan en su sencillez gitana, por lo tanto no ordenaré a nadie porque no hay necesidad y recelo aún de las protestas más repetidas sin embargo oculto mi desconfianza vendiéndola también a mi vez belada con mis consejos sobre la escelencia del trabajo y faenas del tabaco a que deben mirar como su único interés y porque me causa desprecio la rebolución que no me sorprenderá ni aun bajo ésta consideración adormecido. Con arreglo a éstas premisas generales, al pedirme ayer el General Hungría21 cien fusiles y municiones escoltados por dragones22 del país que me inspirasen confianza con el objeto de dejar a los que armase con ellos de guarnición en Guayubín, no me ha parecido prudente arrojar al campo un elemento tan delicado en la crítica situación que el país corre porque no tengo tal confianza en nadie ni puedo desprenderme de un sólo soldado más, pues no cuento para sostener ésta posición más que En Santiago de los Caballeros residían un grupo relativamente importante de extranjeros, según la cantidad de estos en el país y además de ser una ciudad del interior. Algunos de ellos estaban entre los sospechosos de tomar parte en la sublevación. 20 El mando hispano desconfiaba de los miembros de las Reservas Dominicanas de Santiago de los Caballeros pues muchos de ellos no apoyaron al gobierno en el desarrollo de la sublevación. 21 Al hacer esa petición el general Hungría se encontraba combatiendo la sublevación de Guayubín y Sabaneta. 22 Dragón era un jinete que podía combatir tanto como infante como en la caballería. Para algunos autores era una infantería montada. 19 349 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez ciento veinte y tres hombres de la Corona y unos ciento sesenta de San Marcial con otros sueltos paisanos que no son apoyo tan seguro y como en la milicia lo cierto es la mejor base de operaciones y ningún enemigo debe serlos despreciable por ésto E. S. creo que si en todo caso debo conservar éste fuerte, en el presente con mucha más razón, porque es el refugio de los espedicionarios para todo evento y la posición de más influencia moral en todas éstas provincias.23 Por las espresadas razones movido, procuré y no descuido un sólo instante en reforzarla más y más recorriendo los cañones que estaban en su mayor parte llenos de inmundicias é inútiles para el servicio por roñosos y mal cuidados interior y esteriormente. Sigo fortificándome todo lo posible, haciendo esplanadas para los cañones que no había ni troneras en sus pobres parapetos. He creado con soldados carpinteros una maestranza de circunstancias para recorrer las cureñas viejas inservibles para hacer espeques que no había ningúno, cuñas para los cañones, estacas para la entrada libre que el fuerte tenía y en fin arreglar ésta mala fortificación de campaña contando con que V. E. tendrá a bien dispensar su superior aprobación a los cuasi insignificantes gastos que legítimamente documentados irán en su día a la residencia de V. E.24 Apoyado en mi criterio Militar que esgrimo para poder tener la hora de hacerme apreciar de mis dignos superiores con mi conducta en éstas circunstancias y toda vez que el objeto de los cien fusiles parace ser se dirigía a dárselos a gentes del país para echar mano de ellas dejándola de guarnición en Guayubín, no me atrevo a echarlos a los caminos en la incertidumbre de la llegada a su destino considerando también que las caballerías me son necesarias para la remisión de raciones cuya pérdida puedo esponer sin tan graves consecuencias tanto más dignas de tenerse en cuenta en razón de que al enemigo le faltan armas según aviso del 2° Comandante de la Corona, porque habiéndolas pedido a los Haytianos,25 les fueron negadas y de aquí la probabilidad de sus trabajos por adquirirlas y de no ver yo en dicha prevención una orden absoluta de obediencia porque me faltan los recursos ó dragones de confianza y en tal crisis, estoy por elegir el partido más digno a mi situación. Por ésta parte no tenga V.E. el más mínimo cuidado aún cuando todas nuestras buenas esperanzas de hoy en los espedicionarios fracasasen, me defenderé en éste punto contra todos con seguridad de écsito hasta recibir nuevos refuerzos de Santo Domingo ó de La Vega, que se me ofrecen llenos de buen espíritu por aquel Señor General Gobernador que en tan buen sentido tiene la Provincia toda. No acepté ésta oferta por evitar gastos, pero si la tempestad arrecia abré de echar mano hasta del El general Michel hace un acertado análisis del papel de Santiago de los Caballeros en la lucha contra las sublevaciones de la región. 24 El general Michel convirtió el fuerte San Luis en un verdadero campo atrincherado. Esto facilitaría en agosto de 1863 sostenerse frente a los ataques de los sublevados. 25 Una buena parte del armamento de los sublevados en febrero de 1863 procedía de Haití, como en el futuro ocurrirá con el de los restauradores. Oficialmente, Haití negaba que entregaba armas a los revolucionarios por temor a una agresión española, pero con altas y bajas, según las circunstancias, el gobierno de Haití permitió la venta de armas a los restauradores desde su país 23 350 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos último recurso y si algo gasto creo que en la responsabilidad que por ello asumo no debo dejar sin atar todo cabo para llegar al fin de la Jornada y llegar con honra militar que es mi enseña y por lo mismo, de V. E. confio se servirá aprobar mi conducta si bien le pareciere. La espedición salió de aquí con cinco raciones,26 hoy le mandaré todos los víveres que me sea posible, pues el país donde están es pobre y procuraré remediar éste inconveniente con remesas sucesivas hasta concluir de aplastar al enemigo. Me haré un deber noticiar a V. E. toda novedad digna de su atención y por de pronto le espresaré no hay ninguna en Moca ni en todos éstos alrededores no siendo las que dejo espresadas. Dios gue. a V.E. ms.as. Santiago 1º marzo de 1863. Ecmo. Señor. El Gral. Gobernador interino. /firmado/ A. Michel. Ecmo. Sr. Capitán General de ésta Isla. /al margen dice: / Contéstese quedar enterado del contenido de ésta comunicación y de la del día 2 aprobando cuantas disposiciones ha dictado y manifestándo estar acorde S.E. con las consideraciones de que hace mérito. Que conforme se le tiene indicado han salido de ésta Capital con fuerzas los Grales. Santana y Vargas y que con éstos ausilios y con todos los que habrá prestado el Brigadier Buceta con las fuerzas con que habrá desembarcado a Montecristi y que se habrán reunido a las que manda el General Hungría, bastarán para sofocar la revolución completamente ó dar tiempo por lo menos a que vayan los batallones que se han reclutado de Cuba y Puerto Rico27 y que debiendo desembarcar en Puerto Plata, convendrá esté avisado el Comandante Militar de dicho punto para disponer lo conveniente para recibirlos, acuartelarlos etc. y que tenga instrucciones de los puntos a donde deban dirigirse, /rúbrica/ Se refiere que llevó alimentos para cinco días de marcha. En Cuba había una númerosa población que defendía con gran convencimiento al imperio español. La mayoría de ellos eran naturales de España. En 1862 residían en Cuba unos 48,000 canarios y 67,600 peninsulares y baleares. En total sumaban unos 115,600. Si tenemos en cuenta que el total de la población, que era de 1,426,475, nos encontraremos que representaban más del 10 por ciento de los vecinos de la isla. También, no pocos nacidos en la Isla militaban en esa corriente política. Ismael Sarmiento Ramírez, Cuba: Entre la opulencia y la pobreza, sin la ciudad, Agualarga Editores S. L., sin año de publicación, pp. 45, 51. 26 27 351 A.G.I. CUBA 1004B Bando Don Achil Michel, General Gobernador interino de ésta Provincia a todos los habitantes de la misma. Para contener en los límites legales a los que se complacen en la tranquilidad pública (sic), profiriendo espresiones contra el legítimo Gobierno, forzando mil embustes y patrañas para sublevar y distraer de sus ocupaciones a la pacífica jente del campo, teniendo reuniones cuyos conciliábulos se celebran con desvergüenza en las casas de los que más interés debieran tener en el orden y en que no se alarmara el comercio de ésta Isla con pretensiones de patriotismo en ésos patriotas que quieren vivir a costa de la sencilla jente en nombre de S.M. Doña Isabel 2ª .(q.D.g.) ordeno y mando: Artículo 1º.- Queda declarada en su fuerza y vigor la ley de 17 de abril de 1821 y con arreglo a ella serán juzgados sumariamente por un Consejo de Guerra todos los que, por su conducta se hiciesen dignos de providenciar contra ellos, como contraventores del orden, quedando autorizados los Alcaldes Pedáneos de los Campos é Inspectores de Agricultura, para tomar hasta las más severas si hubiese algún díscolo que resistiese a sus providencias con hechos ostensibles. Artículo 2º.- Los Comercios estarán abiertos hasta la hora de costumbre y el Ayuntamiento hará que los dependientes de la policía, cuiden de las especialidades de su instituto. Artrtículo 3º.- Se prohive desde las siete de la noche en adelante corrillos por las calles y sitios públicos y en pasando de tres personas a la primera intimación, si no se disuelven, se les hará fuego. Articulo 4º.- Toda persona de quien se sospeche que trata de perturbar el orden, arrojando papeles alarmantes, y que se suponen van al campo para instar la sublevación, serán irremisiblemente entregados al Consejo de Guerra nombrado para entender en los casos de revelión y lo propio los que desobedezcan mis órdenes, para la salud pública dictada. 352 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Artículo 5º.- EI Ayuntamiento de ésta población se mantendrá en sesión permanente interín duren éstas circunstancias, permaneciendo en la sala de dicha Corporación dos individuos cuando menos continuando en sus funciones administratibas como hasta aquí pero en todo cuanto depende y concierne a la tranquilidad pública, obrará dependiente de mi autoridad, haciendo comprender a la jente sensata del país, lo interesante que es su cooperación moral en beneficio del bien público. Artículo 6º.- Queda prohibida la emigración de las familias pues de ello biene el alterarse el espíritu público, y las alarmas innecesarias cunden por el campo; estoy dispuesto a cortar de raíz con las medidas más severas, la inmotivada gravedad de la situación. Artículo 7º.- Los comerciantes y particulares que tubiesen pólvora plomo ó otros objetos propios de guerra los empacarán en cajas, si fuese mucho, y lo entregarán en el fuerte al encargado del parque quien les dará recibo de los artículos ó bultos sueltos, quedando sujetos a la pena correspondiente por su negatiba en cumplir éste mandato, los que no lo hicieren; encargo por último que deber es de todo Español y buen ciudadano Dominicano que también es Español, de ayudar al Gobierno a desacer la empresa de cuatro revoltosos a costa de las desgracias públicas, de las que se saben aprobechar dejando las lágrimás para el pobre que sólo ha de contemplar riquezas prontamente adquiridas, por los factores de los motines. Santiago de los Caballeros 25 de febrero de 1863. El General Gobernador. /firmado/ A.Michel. 353 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia General del Cibao Trasladando una comunicación del Capitán Comandante de las fuerzas de la frontera referente a las sospechas de una invasión de la vecina República. Escmo. Señor. El Capitán Comandante del destacamento de Capotillo con fecha 3 del actual me dice lo siguiente: Al presentarse ésta mañana el paisano Don Juan Antonio Alis y D. Eusebio Gómez, cuyos individuos se acogen a la amnistía, me ha manifestado reservadamente el primero que por la parte de Capotillo Francés se han distribuido unos mil fusiles al populacho y que del interior se alistan muchos hombres para una intentona de invasión sobre Capotillo Español y que ésta debe tener lugar en el plazo de veinte días prócsimamente. Creo deber participar ésta noticia a V.S. sin embargo de hacerlo con ésta fecha al Escmo. Señor Comandante General de la Línea.- Es portador de ésta comunicación por creerla más seguro y reservada el Subteniente Don Inocencio Cárdenas de Granaderos quien podrá enterar a V.E. de mayores detalles. En el momento que se haya incorporado la fuerza de la 4ª Compañía reforzaré con el carácter de interinidad los destacamentos de Piedra Blanca y La Joya los cuales hoy constan el primero de un Sargento, dos Cabos, un Corneta y quince soldados y el segundo de un Oficial, un Sargento, dos Cabos, un Corneta y veinticinco soldados. Lo que traslado a V.E. para su conocimiento añadiendo que por lo que pueda suceder he dispuesto marche a la frontera el Batallón de la Corona, el Escuadrón de Caballería y la Sección de Artillería de Montaña cuyas fuerzas emprenderán la marcha en la tarde del día día de hoy, siguiéndola yo en la mañana del ocho. 354 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Debo también añadir a V. E. que temo que el parte pueda tener alguna esactitud aunque no sean de temer sus consecuencias porque corren noticias de que la República ha concluido un tratado con el Norte de América por el cual se autoriza aquel Estado para tener una estación naval en uno de los puertos Haitianos28 y se observa también que muchos de los emigrados escriben que no aceptan la amnistía, cuyas circunstancias persuaden a creer que abrigan la esperanza de poderlo efectuar sin admitir aquel beneficio. Debo, Esmo. Señor, terminar éste escrito asegurando a su superior autoridad que si los súbditos de aquel miserable estado se atreviesen a traspasar los límites de nuestra frontera no tardarían en sentir los efectos de su locura de un modo que no puedan olvidarlo en muchos años, y de lo que ocurra daré a V.E. parte con la prontitud que el tiempo requiera. Dios gue. a V.E. ms.as. Santiago de los Caballeros, 6 de agosto de 1863. Escmo. Señor. El Brigadier Comandante General. /firmado/ Manuel Buceta Escmo. Señor Capitán General de la Isla. /al margen dice: / Contestada y resuelta según minuta adjunta. /rúbrica/ /MINUTA QUE SE CITA/ Al Brigadier Comte. Gral, de Santiago 9 de agosto de 1863. Por el parte extraordinario me ha dirigido V.S. fecha 6 del actual, me he enterado de la distribución de armas que se sospecha efectuada al populacho en la parte de Capotillo francés y que del interior del territorio de la República Haytiana se alistan muchos hombres para una intentona de invasión sobre Capotillo Español. Apruebo las acertadas disposiciones que me dá V.S. cuento y confío en que las fuerzas que se han dirigido a las fronteras y las que allí existen serán más que suficientes para hacer comprender a los Haytianos que no se viola impunemente el territorio de una Nación amiga fuerte y poderosa, si como no es de esperar, intentaran traspasar la frontera. Se comentaba en el país sobre la posibilidad de un apoyo de los Estados Unidos a la lucha contra España. Esto forma parte de esa aspiración frustrada pues el gobierno de los Estados Unidos no llevó a cabo tal apoyo. Tampoco construyeron una estación naval en Haití, en esa ocasión. 28 355 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Presumo que inmediatamente habrá dado V.S. el oportuno conocimiento al Comandante General de Fort Libert de las noticias que reservadamente ha adquirido sobre el particular sin hacer mencionar las personas que las han dado.29 Si las circunstancias lo exijiesen puede V.S. reclamar por el pronto del Gobernador de La Vega los ausillos que éste pueda facilitarle, dándome cuenta inmediatamente por estraordinario de cualquier novedad, si bien creo no es de temer que el Gobierno Haytiano se atreva a intentar ni a permitir que dentro de su territorio se organicen fuerzas contra la seguridad del nuestro, por más que comprenda la significación de que los emigrados no quieran acojerse a la amnistía. Dios etc.- Fecho. Este es un ejemplo elocuente de la acción del espionaje español contra Haití y los revolucionarios emigrados a ese país. 29 356 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos A.G.I. CUBA 1004B Gobernación Civil y Militar de Santiago Exmo. Señor Ayer a las dos de la tarde salió de ésta Ciudad el General Gobernador de la Provincia, llevando consigo ciento cinco individuos de nuestra guarnición y una sección de diez y seis montados con el Comandante Don José Velasco, su Secretario el Capitán de Ingenieros y otros Oficiales con dirección a Guayubín según aviso dio a V.E. En éstos momentos que son las ocho y media de la noche se ha recibido por un correo extraordinario del mismo Señor Gobernador el Oficio que a la letra dice así: Al llegar a Guayacana he recibido aviso de que en Sabaneta y Guayubín ha estallado la revolución encontrándose también en (Maijgá) Mangá a la cabeza de alguna fuerza el General Lucas de Peña; en su consecuencia y con toda urgencia espero remita V.S. cien hombres más con cargas de víveres y municiones; oficiando al Señor General Suero para que capture y mantenga con toda seguridad al nombrado Pepillo, esperando del celo de V.S. tome en ésa Capital todas las medidas necesarias a fin de mantener el orden de los que voluntariamente se presentan a V. S. y tenga confianza me mande algunos hombres, dando traslado de ésta comunicación por medio de correos extraordinarios al Exmo. Sor. Capitán Gral. el que manifestaré que supongo que los rebeldes tengan connivencia con Haity.- Dios gue. a V.S. ms.as.- Guayacana 22 de febrero de 1863. El General Gober.- José Hungría. Lo que me apresuro a trascribir a V.E. en cumplimiento de mi deber; debiendo añadir a V.E. que los puntos a que se debe acudir están muy diseminados y que 357 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez nuestras tropas son en muy pequeño número; que se carece de fondos y de todo lo demás que es necesario para sostener la lucha; sin embargo V. E. puede contar con la lealtad, no sólo de las tropas, sino de los muchos hombres adictos a S.M. (Q. D. G.) Dios gue. a V.E/ ms.as. Santiago, 22 de febrero de 1863. Escmo. Señor. /firmado/ A. Michel. Escmo Sor. Gobor.y Capn. Gral de Santo Domingo. /al margen dice:/Resuelto según minuta adjunta. 358 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia Militar de Puerto Plata No. 160 Ecmo. Sor. Tengo el honor de pasar a sus superiores manos dos ejemplares de los bandos que publiqué en ésta ciudad para calmar en algún tanto la ajitación pública en los días que están fechados. Dios gue. a V.E. ms. as. Puerto Plata, 16 de marzo de 1863. Ecmo. Sor. /firmado/ Juan Suero. Ecmo. Sor. Capitán General de ésta Isla. /al margen dice: / Enterado /rúbrica. /Al Comte. Mr. de Puerto Plata.- 31 marzo l863.- Con la comunicación de V. S. de 16 del actual he recibido dos egemplares de los bandos publicados en ésa Ciudad el 28 de febrero ppdo. a que la misma hace referencia. Lo digo a V. S. para su conocimiento. Dios etc.- Fecho /rúbrica/ 359 A.G.I. CUBA 1004B Bando Señores Generales, Gefes, Oficiales y soldados que hoy se encuentran en la Común de Puerto Plata. El movimiento de rebelión que ha estallado en Guayubín y sus promovedores quisieron propagar a Santiago, fué en éste punto instantáneamente sofocado en los días 24 y 25 del actual por las Tropas del Gobierno, dispersándose los rebeldes con pérdidas de hombres muertos heridos y prisioneros, las fuerzas que haun no han sido atacadas lo serán muy pronto, pues para ello cuenta el Sr. Gobernador de la Provincia con los medios necesarios, y un ejemplar castigo pondrá al país a cubierto de otro acto de rebelión. Vuestro General que os conoce porque con vosotros ha vencido siempre los enemigos del reposo público, no tiene que encargaros no os dejéis engañar si alguno tratare de comprometeros. Vuestra fidelidad al juramento prestado me es conocida, asi como no querréis merecer por ningún concepto, ni que por nadie se dude de vuestra adhesión a nuestra augusta Reyna Doña Isabel 2ª. (Q. D. G.) y su Gobierno. Estad prontos para el primer llamamiento y con sola la actitud resuelta con que os habéis presentado y en la que espero continuaréis, los enemigos del reposo público no intentarán perturbar el orden. El Gobierno confia en vuestro patriotismo y valor, así como vuestro General, que por lo mismo tiene asegurado a las autoridades superiores la completa adhesión del distrito de mi mando el que siempre se conservará fiel al actual Gobierno. Señores Generales, Gefes, Oficiales y Soldados. VIVA LA RELIGIÓN VIVA LA REYNA Puerto Plata, 28 de febrero de 1863. Vuestro Gral. Comandte. Militar. /firmado/ Juan Suero. 360 A.G.I. CUBA 1004B Estado Mayor General del Egército Excmo. Señor Cuando recibí en el Seybo el oficio de V.E. de fecha 26 de febrero ppdo. en que me anunciaba los sucesos de Guayubín, Sabaneta y Monte Cristy, y me manifestaba también la conveniencia de mi inmediata presencia en ésta Capital sin pérdida de tiempo, como era de mi deber, me puse en Marcha y el día primero de marzo en la noche entré aquí, presentándome seguidamente a V.E. para recibir sus superiores órdenes. No puedo negar a V.E. que me sentía súmamente impresionado con el relato que se hacía de las novedades de aquellos momentos, y con éste motivo, a más de ser un deber, mi principal deseo era hallarme de pronto en el teatro de los acontecimientos y reprimir con mi espada, si hubiese sido necesario los atentados que se acababan de perpetrar. A la siguiente mañana de mi llegada, el día dos, tuve el honor de recibir el oficio de V.E. por el que me nombraba Comandante General en Gefe de operaciones en las provincias del Cibao y me autorizaba para dictar todas las disposiciones que considerase conducentes al restablecimiento del orden, participándome en el mismo oficio que el Exmo. Señor General 2º. Cabo quedaba nombrado Comandante General del Egército, y autorizándome para proponer al Gefe que debiera encargarse del mando de las milicias del país para el caso de que se llegase a necesitar poner éstas sobre las armas. El mismo día acusé a V.E. recibo del referido oficio, y en consecuencia de lo que le dije en ésa contesta, me puse en marcha para el Cibao la mañana siguiente acompañado del Escmo. Señor General 2º. Cabo con las tropas que de momento se pusieron a mi disposición, llevando también a mi lado a más de otros Señores Gefes y Oficiales de las Reservas Provinciales al General de la misma procedencia Dn. José María Pérez, quien en virtud de mi propuesta iba designado por V.E. para tomar el mando de las fuerzas del país. A pesar de las dificultades que presentaban los caminos y de la creciente que produjo el río Yuna por las lluvias que se descargaron en ésos días, la marcha se hizo con la mayor rapidez posible, como lo notaría V.E. por los partes que diariamente le dirijía y el diez a las cinco de la tarde 361 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez entramos a la ciudad de Santiago de los Caballeros, cuya población, sin embargo de las inquietudes que acababa de esperimentar en los días anteriores, la encontré ya tranquila aunque a la verdad no dejaba de notar cierto recogimiento, cierta parálisis que indicaba hallarse hasta cierto punto afectados los negocios, como en efecto lo estaban por consecuencia precisa de las novedades que se habían sentido. Mi primer paso fué dirigir a aquellos pueblos la alocución del día 11 de que oportunamente di cuenta a V.E. con cuya publicación me propuse, y así lo conseguí, inspirar confianza en el ánimo de los Santiagueros y del resto de los habitantes de la Provincia, no limitándome únicamente a ésto, sino llamando y hablando personalmente a los que se me allegaban para hacerles conocer la misión pasificadora que me llevaba por aquellos lugares. Entonces tube oportunidad de conocer en su esencia la índole y el carácter de la rebelión, persuadiéndome como lo estoy hasta la evidencia de que ésta fué fraguada por unos pocos hombres faltos de rasón, que abusando de la candidez de nuestras masas y espantándolas con propagandas perniciosas consiguieron dar el escándalo de corta duración que afligió a los pueblos de Guayubín, Sabaneta y Monte Cristi y amenazó a la Ciudad de Santiago de los Caballeros.- La mayoría sensata, comprendida en ella la gente de más valimiento y representación, reprueba semejante escándalo como contrario a sus más caros intereses; dá muestras efectivas de lealtad al gobierno; quiere con ardor a la Reina (q.D.g.) y reconoce en ésta Augusta Señora la bienhechora de los dominicanos. Limitada pues la rebelión al corto número de individuos que por desgracia logró sorprender el ánimo de la gente incauta de aquellos pueblos, bastó la inmediata y enérgica acción de los fieles servidores de la nación para hacerla estrellar en su principio.- En Guayubín fué el primer punto para donde los rebeldes se asomaron y, desde ahí, se desplegaron a derecha é izquierda sobre Sabaneta y Monte Cristi, adueñándose de aquellos lugares por muy cortos días y durante los cuales amagaron inútilmente a San José de las Sierras, cuyo digno Comandante de Armas, General de las Reservas Provinciales Don Dionisio Mieses, con los leales habitantes de aquel lugar, pudo rechazarlos y sostener el orden público.- A la sazón, el General Don José Hungría Gobernador de la Provincia que con antelación tuvo noticia de los sucesos que se preparaban, había salido de Santiago con dirección a Guayubín llevando una pequeña fuerza de la guarnición, pero cuando se encontraba casi a medio camino se informó de que ya el movimiento había estallado en el pueblo para donde se dirigía, y en éste estado consideró necesario hacer alto para dar las disposiciones que por el momento creyó más indispensables. En ésta intervalo tubo el parte de lo ocurrido en Santiago, la noche del 24, y por ésta circunstancia contramarchó y volvió a entrar a Santiago, donde permaneció el tiempo muy preciso, y de nuebo volvió sobre Guayubín a marcha muy aselerada.Los rebeldes apenas sintieron su aprocsimación cuando abandonaron el pueblo y pasaron a acantonarse en las alturas de Mangá.- Así pudo el General Hungría entrar a Guayubín y luego atravesó el río Yaque, atacó las posiciones del enemigo, los dispersó y en seguidas siguió sobre Sabaneta y allí también le dió otra carga, y dejó con sólo esos dos hechos de armas restablecida la tranquilidad de aquellos lugares, 362 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos sin que para la pacificación de Monte Cristi fuese necesario el uso de la fuerza, pues los rebeldes desalojaron aquel punto desde luego que se sintieron aislados sin la cooperación de los vecinos.- Los detalles de éstas funciones de que oportunamente me dio cuenta el General Hungría, los tiene también V.E. y por éso escuso estenderme más sobre ellos.- Bajo las impresiones de todos éstos sucesos, llegué a Santiago acompañado del Excmo. Señor General 2º. Cabo; y palpitantes aún las cosas que acababan de pasar, creí necesario que nos marchásemos enseguida a Guayubín para dictar personalmente en el teatro de los acontecimientos las disposiciones que las circunstancias reclamaban a fin de dejar consolidada la seguridad pública.- Así lo hicimos; primeramente fuimos a Guayubín y allí tuve ocasión de verme con el Señor Brigadier Don Manuel Buceta que oportunamente desembarcó por Monte Cristi con las tropas que se pusieron a su disposición; también me ví entonces con el General Hungría, y tengo la satisfacción de decir a V. .E. que me siento sumamente complacido de la buena armonía, con que éstos dignos Gefes han sabido conducirse. Ambos me hicieron un relato circunstanciado de los sucesos; me dieron cuenta de todos sus actos; me informaron de la recorrida que dieron hasta Dajabón y últimamente quedé penetrado de que ya todo había terminado y no era de esperarse una gestión más de parte de los rebeldes. Estándo en Guayubín tuve parte de la llegada del Batallón de San Quintín a Puerto Plata, y como de antemano sobre éste particular tenía ya dadas mis órdenes al Comandante Militar de aquella Plaza, para que a la llegada de ése Cuerpo lo hiciese marchar para Santiago, se hizo sin la menor dilación.Al mismo tiempo tuve también parte del arribo del Batallón Cazadores de la Unión a MonteCristi, y como en aquellos momentos ya no era necesaria la concurrencia de más fuerzas por allí, dispuse que siguiese para ésta Capital a ponerse a las órdenes de V. E. según le informé por mis comunicaciones que oportunamente le dirigí. Después de permanecer en Guayubín el tiempo que creí más preciso, y de dar allí todas las disposiciones de que en su devido tiempo di cuenta a V.E. por mis oficios que desde aquel punto le envié, de acuerdo con el Excmo. Sor. General 2o. Cabo, determiné que el Señor Brigadier Buceta pasase a Santiago a encargarse del mando de las tropas, y que el General Hungría quedase en la línea en calidad de Comandante General de las fronteras, ambos con el carácter de interinidad, mientras se llevaban a cabo los arreglos definitivos que requería la situación. Luego seguimos para Sabaneta, y en ésta punto como en Guayubín me ocupé, siempre de acuerdo con el General Bargas, en organizar y dejar restablecidas las cosas lo mejor que se podía. Terminada ésta recorrida, regresamos a Santiago y desde allí escribí a V.E. dándole cuenta del cumplimiento de la misión que se me encomendó en cuya virtud recibí la orden de fecha 21 de marzo ppdo. que me autorizaba a volver a ésta Capital, y así lo he hecho, teniendo la satisfacción de decir a V.É. que la provincia de Santiago se halla en la más perfecta tranquilidad, que la de La Vega sigue también en el mismo estado de tranquilidad en que ha permanecido antes y después de los acontecimientos; que la opinión pública en ambas se encuentra en muy buen sentido 363 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez y que por todos los lugares que he trancitado no se respiran sino sentimientos de lealtad a la Reina (q. D. g.). Antes de terminar, Exmo. Señor, es justo que haga mis elogios al digno General Don Carlos de Vargas por su noble comportamiento, por su actividad, y muy especialmente por la cordial y buena armonía con que me ha acompañado en toda la marcha, dándome constantemente pruebas de su buen deseo por el pronto restablecimiento de la tranquilidad, lo que debo significar a V.E. para que teniéndolo en consideración, lo recomiende, si lo tiene a bien, a la munificencia Soberana. En cuanto a mí, Exmo. Señor, no aspiro a otra cosa sino a merecer la digna aprobación de V.E. la confianza de S.M. y ver realizada la felicidad de éste pueblo. Concluida así la cuenta de mis actos, quedo esperando las órdenes de V.E. Dios gue. a V.E. ms.as. Santo Domingo a 6 del mes de abril del año 1863. Exmo. Señor. /firmado/ Pedro Santana. Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo. /al margen dice: / Contéstese con arreglo a minuta aprobada por S.E. /rúbrica/ 364 A.G.I. CUBA 1004B Ejercito de Ultramar en Santo Domingo Columna de operaciones en la Frontera Exmo. Sor. Hallándose conformes todas las noticias recibidas de las rebeldes en que los habitantes honrados ingrezaron en las filas de la insurrección obedeciendo la señal de alarma acostumbrada en la estinguida República, regrezan a sus hogares confiados en la garantía que de acuerdo con el Sr. General Hungría creí deber concederles de que no serán incomodados y que el único grupo que aún existe armado lo forman los presos fugados de la Cárcel de Santiago de los Caballeros con otros criminales y algunos cabecillas que por la gravedad de sus faltas no pueden alimentar la ilusión de alcanzar perdón, por cuyas circunstancias, pude ya sin temor de equivocarme, considerar terminada la rebelión; pues aislados como se hallan los pocos que aun la defienden por la imperiosa necesidad de hacerlo en uso de sus personales defensas por habérseles negado la entrada en el territorio Haytiano, son impotentes para sostener el movimiento que iniciaron ó su derrota y completa dispersión, será provablemente el resultado del movimiento convinado con la Columna del Sor. General Hungría, que emprenderé en el día de mañana hacía el punto conocido con el nombre de los Arroyos, distante unas diez y ocho leguas de ésta Población. Lo que tengo el honor y particular satisfación de comunicar a V.E. para su superior conocimiento y efectos que estime convenientes. Dios gue. a V.E. ms.as. Sabaneta, 9 de marzo de 1863. Exmo. Sor. El Brigadier Gefe de la Columna. /firmado/ Manuel Buceta. Exmo. Sor. Capitán General de la Isla. /al margen dice: / Enterado, contéstese así.- /rúbrica/ 365 A.G.I. CUBA 1004B Al E.S. Director General del Cuerpo de E.M. del Ejército. 22 de marzo de 1863. Exmo. Sor. A consecuencia de la reclamación de fuerzas y recursos metálicos que dirigió el Exmo. Sor. Capitán General de ésta Isla al de la de Cuba, en vista del carácter alarmante que presentaba la revelión, estallada en la Provincia de Santiago de los Caballeros, ha desembarcado en Puerto Plata en el Vapor de S.M, San Francisco de Borja el Batallón Infantería de San Quintín, que se estaba organizando en la mencionada Isla, cuyo buque después de dejarlo allí ha venido a ésta Capital, y regresa en el día de hoy a La Habana, por no creerse ya necesarios sus ausilios. El 10 del actual salió de dicha Capital el Batallón Cazadores de la Unión de aquel Ejército a bordo del Vapor Isabel la Católica en dirección a Monte Cristi según las instrucciones que tenía del Capitán General de aquella Isla pero al llegar a éste punto recibió órdenes de los Generales Santana y Vargas, que no creyeron ya necesario dicho refuerzo, para que viniera a ésta Capital: con objeto de recibir instrucciones y desembarcar 200,000 pesos fuertes y 500,000 cápsulas de Guerra, fondeando dicho buque el 20 del actual en la Rada de éste puerto, habiendo dispuesto regresase en el día de ayer a La Habana, por haber cesado las circunstancias que ecsigieron la reclamación de dichas fuerzas. El espresado Vapor Isabel la Católica tenía orden de presentarse en Haití como ostentación de fuerzas, después de haber desembarcado lo que traía a su bordo; pero no habiéndolo verificado ha continuado su marcha directamente.30 España mantenía una constante presión naval sobre Haití amenazando con bombardear sus puertos para evitar el apoyo a los rebeldes dominicanos. Este es un ejemplo de esa política. La diferencia entre las fuerzas armadas eran abismales, a favor de España. Pese a esa tensa situación, los haitianos mantuvieron el apoyo a los restauradores vendiéndoles armas y parque y permitiendo el comercio de las zonas liberadas del Cibao a través de la frontera. 30 366 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos El Coronel de Infantería de éste Ejército Don Bruno Gayoso y Quesada que se encontraba en uso de licencia por enfermo en aquella Isla, vino también en el mencionado Vapor habiéndole confiado el Capitán General de la misma el mando de los Batallónes de la Unión y San Quintín. Este último, según lo manifestado por el E.S. Capitán General de aquella Isla, ha venido completamente organizado y dispuesto a entrar desde luego en operaciones, trayendo además once Acémilas31 para la conducción de sus equipages. El Escuadrón Cazadores de África debe haber salido ya de Nuevitas32 (Isla de Cuba) también completamente organizado y tal vez haya desembarcado a éstas horas en Puerto Plata. Según lo que ha manifestado el Comandante Gral. del Apostadero de La Habana, creyendo posible que los pasados sucesos tuviesen su origen ó apoyo en Haití, ha dado órdenes al Comandante de la Fragata de S.M. Petronila, que es la que debe mandar las fuerzas navales que vengan a éstas aguas, para que de acuerdo con el E.S. Capitán General de ésta Isla y después de acudir a lo más perentorio, pase a Port au Prince, donde provablemente no habrá en la actualidad Cónsul ni representante Español, y manifieste al Presidente de la República con toda energía, que el Gobierno de S.M. no dispensa nada que tienda a ausiliar a los ilusos y que tiene a la mano recursos para hacer respetar su Soberanía y pedir cuenta a los que de cualquier modo los favoreciesen en su descabellada empresa. Así mismo lo ha significado el espresado Comandante General, haber dispuesto que los Vapores Blasco de Garay, Pizarro y Hernán Cortés, vengan a éstas aguas porque por su poco calado podrán cubrir las comisiones que se les ecsigían. De éstos buques el primero aun no se ha presentado, el segundo lo había verificado ya a éste Puerto al recibir el aviso, continuando su marcha para la Isla de Cuba, después de tocar en Samaná, según las instrucciones que tenía entonces del espresado Comandante General habiéndosele dado la orden de permanencia en dicha Bahía, si las circunstancias lo ecsigían, y el tercero regresó a Puerto Rico después de dejar en ésta al Batallón de Cádiz, por creerlo necesario el Capitán General de dicha Antilla. Habiéndose tenido posteriormente noticias de la llegada a la espresada bahía de la Corbeta Mazarredo que debe quedar allí de estación y de haber desaparecido los síntomas de alarma que se habían presentado, se ha dispuesto por el E. S. Capitán General que la Compañía del Batallón Cazadores de Cádiz que había marchado a reforzar la guarnición de las Flechas de Colón33 vuelva a ésta Capital a incorporarse al resto del Cuerpo. Así mismo, considerándose asegurada la tranquilidad en la Provincia de Santiago de los Caballeros, según lo manifestado por los Generales Santana y Vargas, el Brigadier Buceta y el General de las Reservas Hungría, y en atención al aumento de Caballos o mulos utilizados para la carga. Nuevitas es un puerto cubano situado en el norte de la isla de Cuba. 33 Se encuentra en Samaná. Se le llamo así por un enfrentamiento entre Cristóbal Colón y aborígenes del lugar. 31 32 367 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez fuerzas que han tenido las que se hallan en la mencionada provincia con la llegada del Batallón de San Quintín, se ha invitado al primero de los espresados Generales, para que si no cree necesaria su presencia en el teatro de los pasados sucesos, vuelva a ésta Capital dejando al frente de aquella Provincia y de las fuerzas que la guarnecen al Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas, significándosele al propio tiempo la conveniencia de que regresen también a ésta Plaza, si no lo juzga preciso, el Batallón Cazadores de Bailén, las dos Secciones de Artillería de Montaña, la Compañía de Ingenieros y la fuerza del Escuadrón Cazadores de Santo Domingo que tiene a sus órdenes tan luego desembarque el de Africa. Lo que tengo el honor de manifestar a V.E. en cumplimiento de mi deber. Fecho. /MINUTA/ 368 A.G.I. CUBA 1004B Brigada de Operaciones sobre Guayubín Ecmo. Señor En el día de hoy ha sido publicada en éste punto la Ley Marcial de 21 de abril de 1821; y cuya adjunta copia del bando que con tal objeto se leyó en diferentes puntos de la población, tengo el honor de incluir a V.E. un ejemplar. Dios gue. a V.E. ms.as. Cuartel General de Guayubín, 3 de marzo de 1863. Ecmo. Sr. El General Gefe de la fuerza. /firmado/ José Hungría. /al margen dice: /A su espediente. Comuniquese al Gobr. Sup, Civil.rúbrica/ Al E, S. Gobr. Sup. Civil en 11 de marzo de 1863.- E.S.- El Sr. Gobr. de la Provincia de Santiago, comandante de la brigada de operaciones sobre Guayubín me dice con fecha 3 del actual lo siguiente.- Traslado.- Y lo traslado a V.E. con inclusión de copia del documento que se cita, para su conocimiento. Dios, etc.- Fecho. 369 A.G.I. CUBA 1004B Don José Hungría General de División y Comandante General de la Provincia de Santiago. Considerando que se ha atentado contra la seguridad interior de ésta Isla en los pueblos de Sabaneta, Guayubín y algunos otros puntos tomando las armas unos pocos ilusos que con temeridad han pretendido conjurar contra el Gobierno y variar su forma legítima.- Que para reprimir, según es mi deber estricto esta conjuración directa contra el estado, impedir su progreso ulterior y castigar los delincuentes con arreglo a las leyes, deben dictarse cuantas medidas en la órbita de mis facultades.DECRETO ARTICULO 1º.- Se pone y queda desde luego en toda su fuerza y vigor como ya lo ha sido en la Capital de Santiago, la Ley Marcial de 17 de abril de 1821. En consecuencia quedan sugetos a la jurisdicción militar, con derogación de todo fuero, los delincuentes que sean apreendidos por fuerzas del Ejército destinadas a perseguirlos, y los que, siendo apreendidos de orden, requirimiento ó en ausilio de la autoridad civil hicieren resistencia a la tropa con armas de fuego blanca ó con cualquiera otro instrumento.ARTICULO 2º.- De la misma manera serán Juzgados y castigados militarmente todos los que antes y después de la publicación de éste bando se encuentren reunidos con los facciosos, aunque no tengan armas, los que sean aprendidos por la tropa huyendo después de haber estado en cualquier facción; y los que habiendo estado con los facciosos se encuentren ocultos y aún fuera de sus casas respectivas con armas.ARTICULO 3º.- Se prohibe absolutamente toda reunión de más de dos personas, cualquiera que sea su objeto, debiendo ser tomados en el acto por sospechosos los que en mayor número que el espresado se encuentren juntos, y conducidos a ésta Comandancia General para lo que convenga. Se hace en éste particular la esección muy debida de los Señores Gefes, Oficiales y tropa del Gobierno.370 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos ARTICULO 4º.- Publíquese el presente bando en la forma de costumbre para su puntual observancia y dése igualmente cuenta de él al E.S. Capitán General de la Isla.- Cuartel General de Guayubín a tres de marzo de mil ochocientos sesenta y tres.EL General Gefe de la Brigada.- José Hungría.- Como Secretario.- El capitán.- Ignacio Olrich.- El anterior bando ha sido publicado en cuatro lugares públicos de ésta villa, ante la fuerza y vecindario de la misma según en él se ordena.- Fecha arretro.- Dr, M. Ponce de León.Es Copia. EL Comte. Gefe de E.M. /firmado/ José Velasco. 371 A.G.I. CUBA 1004B Excmo. Señor. El Comercio de ésta plaza ha sabido con la mayor indignación que los enemigos de la paz y la prosperidad de éste país mal avenidos sin duda con el orden que felizmente goza bajo el maternal Gobierno de S.M. la Reina (q.D.g) han levantado en el pueblo de Guayubín el odioso estándarte de la rebelión. Y aunque le consta que las fuerzas y los recursos del Gobierno legítimo, que tan dignamente representa V.E., son bastantes a restablecer en breve la tranquilidad en todos los ámbitos de la Provincia, aprovecha sin embargo la coyuntura que se le presenta de manifestar su adhesión a la gloriosa bandera de Castilla, ofreciendo a V.S. sus haciendas y servicios personales como leales súbditos de la Segunda Isabel, nombre que recuerda el de la noble madre de la Española. Dígnese V.E. recibir ésta muestra de nuestra lealtad y amor al Gobierno que simboliza el orden y la felicidad de Santo Domingo, y contar si la ocasión lo exigiere, con su ardiente patriotismo. Dios guarde la importante vida de V.E. muchos años. Santo Domingo, 2 de marzo de 1863. Excmo. Señor /firmado/ Cambiaso Ventura, Delmonte, Francisco Pouy Ca., José P. Escudero, P. Ricart y Ca., M Seybo y Ca., M. Lavastida, F. Calero hijo, Ricardo G. Pou, S. Pou. Excmo. Señor Capitán General Gefe Superior Civil de ésta Isla. /al margen dice:/ 1ª E.M.-Contéstese atentamente dando las gracias por tan espontáneo ofrecimiento, sincera prueba de los sentimientos de lealtad y adhesión a nuestra augusta soberana de que están animados. 372 A.G.I. CUBA 1004B Sección 3ª, 3 de marzo de 1863. A los Sres. Don Francisco Pou, Don Pedro Ricard y demás Señores del Comercio de ésta Ciudad. Me he enterado con la más grata satisfacción del manifiesto que V.V. me dirigen a impulsos de la justa indignación que ha producido en su ánimo el criminal atentado de los enemigos del orden que ingratos a los beneficios incesantemente provisados(sic) por nuestra Augusta Soberana, han lebantado el odioso estándarte de la anarquía en la provincia de Santiago. Al aceptar el espontáneo ofrecimiento que hacen V.V. de sus servicios en defensa del Pavellón Nacional ultrajado, me complazco en darles las gracias en nombre de S. M. acompañándoles un ejemplar del Bando sobre la organización de un Batallón de Voluntarios que he creido conveniente se constituya en ésta Capital para afianzar el orden público y garantizar la seguridad de las personas, y propiedades de los habitantes. Dios, etc.Fecho. /MINUTA/ 373 A.G.I. CUBA 1004B Don José Valverde, ex Comandante Militar de ésta Plaza y General de Divición de las Reservas Provinciales. Excmo. Señor. Al dejar el mando de ésta Villa, que me fué confiado desde el año 1844, no puedo menos que esponer al Gobierno de S.M. (q.D.g.) por el interesante órgano de V.E., que me queda la gran satisfacción en el alma de que, en ése lapso de tiempo de mando no he dejado la huella del crimen, y que no he abusado jamás del poder que me despido de mis conciudadanos, dejándolos contentos y satisfechos Debo desir a V.E. que el 18 del que cursa he entregado éste mando por orden del Señor Gobernador Civil y Militar de ésta partido, al Coronel de las Reservas Don Tomás Ramón Castillo, lo que se ha efectuado con las formalidades de estilo. A éste sucesor le he ofrecido mi cooperación para todo aquello en que pueda tener relación el buen orden y conservación de la seguridad del Gobierno. A.V.E. Señor, con muy justa razón debo hacer ésta oferta; por tanto os digo que, aunque alejado hoy día de la cosa pública, estoy dispuesto a prestar mi débil contingente, cada vez que el Superior Gobierno me llame a ello. No sería justo el concluir éstas líneas sin que estampara aquí el devido reconocimiento que siente mi corazón por la aquiesencia del Superior Gobierno a acceder a mi solicitud para mi retiro, en atención a mi edad y achaques de mala salud. En consecuencia, Excmo. Señor, aceptar las más expresivas gracias y contad siempre con la lealtad, patriotismo y afección de vuestro S.S. Q. B. L. M. de V. E. Excmo. Señor. /firmado/ José Valverde. Cotuy, 24 febrero año/63. Excmo. Señor Capitán General de ésta Provincia en la Capital de la Isla. /al margen dice /Contéstese dando las gracias y que se aceptarán sus servicios si fuesen necesarios para el sostenimiento del orden y del Trono de nuestra Augusta Soberana./rúbrica/ 374 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia General en Gefe del Cuerpo Espedicionario Cibao en las provincias del Escmo. Señor. En cumplimiento de cuanto V.E. se sirve prevenirme en su superior comunicación de 22 del mes actual, tengo el honor de participarle que he dispuesto marcharme mañana para ésa Capital, dejando encargado del mando de ésta Provincia hasta nueva orden al Excmo. Sor. Mariscal de Campo D. Carlos de Vargas y Cervetto. Dios gue. a V.E. ms.as. Cuartel General en Santiago de los Caballeros, 29 de marzo de1863. Escmo. Señor. /firmado/ Pedro Santana. Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla. /al margen dice: / a su espediente /rúbrica/ 375 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia General en Gefe del Cuerpo Espedicionario, Cibao en las provincias del Exmo. Señor. He recibido la comunicación de V.E. de fecha 12 de los corrientes en que me ordena gestionar del Gefe Haitiano que guarnece éste lado de la línea, el reclamo de las armas y municiones de los rebeldes que hubiesen penetrado por aquel territorio. Como habrá visto V.E, por los informes producidos por el Señor General Don José Hungría y Sor. Brigadier Buceta, el Gefe Haitiano les dijo que tenía órdenes de su Gobierno para no admitir en su territorio a nadie que no fuese con pasaporte legal, y en ésa virtud como quiera que los rebeldes dispersos aunque intentaron penetrar algunos de ellos en Haití no pudieron hacerlo por el rechazo que se les hacía, me he abstenido de gestionar la reclamación que V.E. me hace por no tener ella ya el objeto que pudiera proponerme. Lo que he ordenado al General Hungría es que haga todos sus esfuerzos por recolectar las armas y municiones que se hallen regadas por los puntos de la línea y dé cuenta de las que recoja para determinar lo que sea más conveniente. Dios gue. a V.E. ms.as. Cuartel General en Santiago, 22 de marzo de 1863. Exmo. Señor. /firmado/ Pedro Santana. Exmo. Sor. Capitán General de la Isla de Santo Domingo. 376 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia General en Gefe Cuerpo Espedicionario en las provincias del Cibao del Exmo. Señor. Ha llegado a mi poder su oficio de fecha 12 de los corrientes en que me habla relativamente al destino de las tropas dirigidas a éstos puntos. Desde Guayubín escribí a V.E. diciéndole lo que de acuerdo con el Exmo. Señor General 2o. Cabo resolví con el Batallón Cazadores de la Unión que vino a Monte Cristi, que fué enviarlo a ésa Capital a la disposición de V.E., pues no necesitándose esa fuerza ya por aquí, creí, ignorando la determinación de V.E más acertado mandarlo para allá que detenerlos a esperar sus órdenes. En cuanto al 2o. Batallón de la Corona, he tenido tiempo de dar contraorden para que no siga á Puerto Plata y continúe en ésta Plaza. Bailén que había seguido hasta Guayubín y una de sus Compañías hasta Sabaneta ha regresado y sigue hoy a estacionarse en La Vega, menos la Compañía que fué a Sabaneta y otras que quedaron en Guayubín, las que van a ser relevadas por fuerzas de San Quintín. Quedarán por consiguiente distribuidas las fuerzas que hay en ésta Provincia del modo siguiente: ingenieros en Santiago, Artillería en iden, Bailén en La Vega, San Marcial en Santiago y correspondientes destacamentos en Puerto Plata, La Vega y Moca. San Quintín en Santiago y el correspondiente destacamento en Guayubín, Sabaneta y Monte Cristy. Cazadores de Santo Domingo, en Santiago. Todo lo que digo a V. E. para su superior conocimiento y aprobación. Dios gue. a V.E. ms.as. Santiago de los Caballeros a 22 de marzo de 1863. Exmo. Señor. /firmado/ Pedro Santana Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo. /al margen dice/ Contéstese enterado /rúbrica/ 377 A.G.I. CUBA 1004B Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana, Comandante General en Gefe de las Provincias del Cibao. 1 de abril de 1863. Quedó enterado de la comunicación de V. E. de 22 de marzo último participándome haber suspendido la marcha a Puerto Plata al 2º Batallón de la Corona, de haber dispuesto el relevo de la Compañía de Bailén que fué a Sabaneta por otra de San Quintín y de la forma en que quedan distribuidas las fuerzas al mando de V.E. Dios &a. Fecho /MINUTA/. 378 A.G.I. CUBA 1004B 3ª de E. M. Al E, S. Teniente General Marqués de las Carreras, Comandante General en Gefe del Cuerpo Espedicionario en las Provincias del Cibao en 31 de marzo de I863. E.S- Quedo enterado de la comunicación de V.E. fecha veinte y dos del actual en la cual me manifiesta haber ordenado al Señor General Gobernador Militar de Santiago Don José Hungría, haga cuantos esfuerzos sean necesarios para recolectar las armas que se hallen esparcidas por todos los puntos de la línea de Haití y no haber hecho las gestiones que recomendé a V.E. en 12 del actual, toda vez que no se ha permitido la entrada a los rebeldes en el territorio Haitiano. Dios &a. Fecho /MINUTA/ 379 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia General en Gefe del Cuerpo Espedicionario Cibao de las provincias del Exmo. Señor. Desde nuestra llegada a ésta pueblo nos hemos ocupado en los diferentes arreglos que deben llevarse a cabo para dejar bien asegurado el orden público en éstas fronteras. Tenemos convenido pasar a Sabaneta el miércoles que contaremos 18 de los corrientes y en ése pueblo haremos lo mismo que aquí, a fin de que cuando nos retiremos quede todo si posible es en su marcha normal. Ayer despachamos para Santiago la sección de Artillería de Montaña que había venido con el Excmo. Señor Brigadier Don Manuel Buceta. Unos de los cabecillas del acontecimiento de Santiago llamado Vidal Pichardo fué capturado por Sabaneta y desde allí lo trajeron a éste pueblo, y anoche lo remitimos para Santiago. Igualmente ha sido capturado el General Don Antonio Batista en la jurisdicción de San José de las Matas y se le ha enviado a Santiago. Ahora, con la captura de éstos cabecillas, juzgo que se aclararán mejor las cosas. Por lo demás ninguna cosa ocurre por el presente y continúa la mejor tranquilidad. Dios gue. a V,E ms.as. Cuartel General de Guayubín a 16 de marzo 1863. Exmo. Señor. /firmado/ Pedro Santana. Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo. 380 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia General en Gefe del Cuerpo Espedicionario Cibao en las provincias del Exmo. Señor. Acompaño a V.E la orden General que de acuerdo con el Exmo. Señor General 2º. Cabo, he publicado en ésta fecha mandando serrar las comunicaciones con la vesina República de Haití por éste lado de la línea. No me queda duda que el foco principal de donde proceden las manifestaciones que de algún tiempo a ésta parte se han dejado sentir en nuestro territorio, surge de los lados de Haití en cuya República se encuentran aislados algunos disidentes de ésta parte que conspiran siempre desde allí contra la tranquilidad del país. Por ésta circunstancia creo que a la vez que doy ésta disposición de clausura por éste lado de la línea, podría V.E si lo tiene a bien hacerla estensiva a la frontera del Sur, pues estoy seguro que por allí existen los mismos daños que han motivado mi determinación. Dios gue. a V.E/ ms.as. Cuartel General en Guayubín, 15 de marzo de 1863. Exmo. Señor. /Firmado/ Pedro Santana. Exmo. Sor. Capitán General de la Isla de Santo Domingo. /al margen dice: / Visto.- D.0. de S.E, /rúbrica/ 381 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia General en Gefe del Cuerpo Espedicionario Cibao en las provincias del Orden General Habiendo observado hace algún tiempo que por ésta frontera se cometen algunos abusos que dan lugar a contrabandos que perjudican el Erario y los intereses comerciales, y se ejecutan casos de merodeo que destruyen la propiedad de éstos vecinos, añadiéndose a todo ésto la comunicación clandestina que se nota, tendente a promover trastornos como ha sucedido últimamente según lo revela la correspondencia cojida a los rebeldes y aún las disposiciones que acabo de adoptar el Gobierno Haytiano para no admitir en su territorio a los que furtivamente fueren procedentes de ésta parte, he venido en ordenar que, hasta ulterior disposición del Gobierno, se mantenga serrada toda comunicación con la vecina república de Haití previniendo a las Autoridades civiles y militares de ésta línea, vigilen el más estricto cumplimiento de ésta disposición, haciendo responsables a los que la infrinjan, y a cuyo efecto se le dará publicidad para general conocimiento. Cuartel General en Guayubín, 15 de marzo de 1863. /firmado/ Pedro Santana. 382 A.G.I. CUBA 1004B Capitanía General de Santo Domingo Estado Mayor Sección Gobierno Militar de Santiago.- Exmo. Señor.- Más enterado de todos los acontecimientos, paso a dar a V.E. conocimiento de ellos, así como de lo que en consecuencia he creido más conveniente hacer; como anteriormente le tengo manifestado, son varias las causas que hacían estar alarmados los ánimos a las que se unían la esplotación hecha de ellos por algunos malévolos, que están acostumbrados a medrar en las revoluciones; una de las cosas que más alarma había producido, fué la pastoral del Señor Arzobispo a la que con siniestro fin dieron la peor interpretación los díscolos y los Sacerdotes encargados de ir moralizando el pueblo, la causa de éstos obrar así, es en mi concepto, el no avenirse a vivir morigeradamente, acostumbrados como estaban a efectuarlo en el mayor libertinaje; V.E. sabe la influencia que ejercen sobre cierta clase de gentes, y el partido que de ella pueden sacar y han sacado pues hasta los mismos Alcaldes Pedáneos, con motivo de los (acontecimientos) han estado prendiendo y cometiendo otros vejámenes sin más objeto que sublevar la gente que después ellos mismos han conducido al punto de la insurrección, agrégase a ésto en mi concepto los trabajos haitianos pues cuentan con ellos, y si no ostensiblemente, los ausílian por bajo de cuerda; pues sólo así se comprende aparezcan todos armados y municionados, cuando carecían de una y otra cosa, éstas eran en mi concepto las causas que estaban influyendo en el espíritu público, pero nada formal había todavía, prueva de ello las alarmas de Santiago y Puerto Plata, pero a la llegada del Señor Comandante de Artillería y la rotura por él de los armamentos y clavazón de los cañones corrió como chispa eléctrica por las galleras y demás lugares de ésta frontera la voz de que les inutilizaban las armas y desarmaban con objeto de esclavizarlos, y ésto Exmo. Señor, cundiendo con la velocidad del rayo, soliviantó los ánimos, dando el triste resultado que tocamos; también lo hizo adelantarse según noticias que tengo, el haber sospechado el Señor Coronel Garrido, era uno de los que trabajaban más principalmente el Comandante de Milicias Don Norberto Torres, el que se apercibió querían prenderle y desapa- 383 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez reció del pueblo antes de anochecer, presentándose al día siguiente con la fuerza, habiendo antes sublevado a Sabaneta, según tengo entendido trató dicho Coronel de defenderse con la guarnición, pero no lo hizo considerando su poca fuerza, capitulando no sé con qué condiciones; sólo me han asegurado, salieron con las armas, escoltados por 200 insurrectos a Monte Cristi, enarbolando los revoltosos la bandera de la antigua República, tirando en Sabaneta, Guayubín y Monte Cristi los cañonazos de alarma, a los que acudieron todos los habitantes de éstas jurisdicciones, en las que no se encuentra nadie habiendo reunido como 2,000 hombres, de éstos 1,000 en Guayubín y los otros 1,000 entre Sabaneta, Monte Cristi y Mangá. En ésta situación, Exmo. Señor, ví que el único medio que me quedaba era ir entreteniendo el tiempo con objeto de esperar refuerzos, é irlos desmoralizando estándo también al cuidado de Puerto Plata y Santiago, de cuyos puntos no hay posibilidad de sacar fuerzas; con la gente del país no puede contarse, pues la que no es completamente hostil se mantiene quieta sin acudir. Se me habrán reunido unos sesenta hombres con el General Don Gaspar Polanco, pero V. E. comprenderá por lo que le manifiesto, la confianza que pueden infundirme, sin embargo que se va sosteniendo la fuerza moral y en el momento que cuente con fuerza peninsular suficiente obraré con toda la energía que requiere al caso, en el ínterin y sabiendo que en éste como en su mayor parte de casos análogos hay gente alucinada dispuse mandar dos sugetos de mi confianza con el oficio cuya copia número primero es adjunta, esa comunicación la mandé ayer tarde y como a las tres horas de haber salido, recibí una comisión con la comunicación copia número dos y a ella contesté con el oficio número tres, hoy he recibido la comunicación número cuatro por medio de mis comisionados, debiendo advertir a V. E. que las personas de la comisión de ayer se encuentran forzadas por tener sus familias é intereses en la población y haber sido sorprendidos por el movimiento, como así mismo el General Lucas de Peña, al cual forzaron y aún llegaron a ponerle las armas al pecho, teniéndole sumamente vigilado, lo cual me lo digeron ayer de su parte con la mayor reserva y me lo han repetido hoy mis comisionados, los que también me han traído cartas de dos personas que están trabajando para disuadirlos é irlos desmoralizando, que es el único medio que por ahora tengo manteniéndome atrincherado en el punto de Gaybon próximo al de Atillo, pero mejor por dominar todos los caminos que van a Santiago, y por encontrar algún pasto para la Caballería y tener el agua más cerca; esta es, Excmo. Señor mi situación y las medidas tomadas que son a mi parecer las únicas posibles y convenientes, pues el haber sufrido un choque con tan escasas fuerzas era esponerme á ciencia cierta a un descalabro seguro y que acarrearía fatales resultados; así Exmo, Señor que espero merezcan la aprobación V.E. así como la de haber mandado declarar el Distrito en estado de sitio, también debo declarar a V. E. que habiéndose adelantado el Señor Fiscal con el individuo que fué a Santiago a llevar el parte que motivó mi salida, le tienen los insurrectos preso en Guayubín, al Señor Alcalde Mayor y escribano, les he mandado retirar a Santiago por haber terminado su misión desde el momento en que ha llegado a 384 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos vías de hecho la sublevación esponiéndole también que a pesar de haber oficiado a Santiago reclamando dinero y víveres, éstos escasean y el primero quizás no puedan remitírmelo por carecer de él.- Todo lo que tengo el honor de manifestarle para su inteligencia y efectos convenientes.-Dios gue. a V.E. ms. as.- de Gaybón á 24 de febrero de 1863.- Excmo. Señor.- El General Gobernador.- José Hungría.- Exmo. Sor. Capitán General de ésta Isla.Es Copia. El Comandante Gefe de E.M. interino. /firmado/ Joaquín Rodriguez de Rivera. 385 A.G.I. CUBA 1004B Primera Con la mayor estrañeza he visto el movimiento efectuado en ésa y del que V, es gefe según un oficio que firmado por V. ha llegado a mi poder. Al mismo tiempo no puedo menos de lamentar las desgracias que él debe acarrear y las que en lo posible debo de evitar, resuelto sin embargo a sostener el orden a todo trance y sabiendo son éstas las mismas ideas que animan al Gobierno que nos rige y contra él cual no hay motivo legítimo de queja; pues él nos había dado la paz y seguridad que necesitábamos; yo creeré y sin temor de errar que ha sido V. engañado; toca a mí como buen Dominicano el sacarle de ése error que ha cometido y que podía ahora algún tanto enmendarse depositando las armas y retirándose a sus hogares ése círculo de engañados que le rodean, pues cuando los pueblos tienen algún motivo de queja, acuden por los trámites legales representando cuanto tienen que decir al legítimo Gobierno que siempre está dispuesto a oir a cuantos recurren a él, pero que de la misma manera rechaza fuerza con fuerza cuando por su modo de obrar pierden el derecho que pudieran tener poniéndose fuera de la Ley; éstas reflecciones que le hago llevan consigo el deseo que tengo de evitar la efusión de sangre siempre que V. se convenza de cuanto llevo dicho.- Dios gue. a V. ms. as. Atillo 23 de febrero de 1863.- El General.José Hungría.- Señor General Lucas Evangelista de Peña.- /COPIA/ 386 A.G.I. CUBA 1004B Segunda DIOS.- PATRIA Y LIBERTAD.- República Dotninicana.- Lucas Evangelista de Peña, General en Gefe de las fronteras en el cuartel general de Guayubín.- Sor. General y amigo.- Con motivo del acontecimiento que ha tenido lugar ayer día 22 que cursa, ponemos en conocimiento de V. que nos hemos pronunciado en fabor de nuestro muy glorioso Pabellón Dominicano é ignorando el éxito y proposiciones de V hacia éstas fronteras, he tenido a bien mandar la presente comisión compuesta de los Señores Don Juan Grullón, Don Achille Fondeur, Don Fernando Pérez, Don José Pérez, Don Aquilino Grullón y demás acompañados al efecto de dar a V. todos los detalles y pormenores ocurridos hasta ésta fecha a fin de satisfacer a V. sin que le quede duda, de todo lo que arriba le dejo espresado sobre el particular.- Esta comisión representa todos nuestros derechos, lleva amplias facultades para entenderse con V. en todo aquello que no sea contrario al fin a que nos hemos propuesto, y que generalmente estamos decididos hasta llevar nuestra revolución a cabo contando con todos los recursos necesarios al efecto.- Esperamos Señor General su contestación y le saludo a V. muy afectuosamente como amigo y compañero de armas.- Cuartel General en Guayubín: 23 de febrero de 1863. El General en Gefe.- L. E. de Peña. /COPIA/ 387 A.G.I. CUBA 1004B Tercera He recibido su comunicación fecha de hoy por la que me entera V. del acontecimiento que ya sabía oficialmente y en el que siento en obsequio de nuestra antigua amistad figure V. como cabeza. Quiero evitar la efusión de sangre y guiado por éste humanitario pensamiento le propongo a V. y al amigo Norberto Torres una entrevista conmigo para lo que le ofrezco las garantías de uso y bajo mi palabra de caballero les aseguro la imbiolavilidad de sus personas.- Yo espero que con una esplicación berval se allanarán las dificultades y que V.V. se convencerán de que el modo más eficaz de que se le haga justicia si tienen alguna cosa que reclamar ó agravios que esponer, es por el que les propongo fijando día y hora - Dios gue. a V. ms. as.- Jaybon 23 de febrero de 1863.- José Hungría.- Señor General Don Lucas Evangelista de Peña. /COPIA/ 388 A.G.I. CUBA 1004B Cuarta Dios, Patria y Libertad.- República Dominicana - Comandancia en Gefe de las fronteras del Nord-Este.- Señor General Don José Hungría.- Señor General y amigo.Recibí su contestación sobre la comunicación que tuve a bien dirijir a V. por medio de una comisión y en atención a las garantías y palabras con que V. se espresa acerca de una entrevista entre nosotros, queriendo marchar con el principio de evitar y zanjar todos los medios necesarios de orden convengo en la proposición que V. me hace de la entrebista, solo sí que no podrá tener lugar de mi parte hasta pasado mañana que contaremos 26 del corriente.- Sin otra cosa por el momento le saludo a V. como amigo y compañero de armas deseando que Dios gue. la importante vida de V. dilatados años.- Cuartel General de Guayubín 24 de febrero de 1863.- El General en Gefe Lucas E. de Peña.- Son Copias.- El General José Hungría.Es copia. EI Comandante Gefe de E.M. interino. /firmado/ Joaquín Rodríguez de Rivera. 389 A.G.I. CUBA 1004B Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago Relación de los Generales, Gefes y Oficiales que han sido juzgados por ésta Comisión Militar y penados por el Consejo permanente de la misma. CLASES HOMBRES General D. Lucas Evangelista de Peña Otro D. Antonio Batista Otro D. Bartolome Megía Otro D. Juan Luis Franco Vidó Coronel D. Pedro Tomás (alias) Píe Otro D. Ignacio Reyes Otro D. Juan Antonio Polanco Otro D. Carlos de Lora Tente Coronel D. José Borbón Otro D. Vidal Pichardo Otro D. Belisario Curiel Otro D. Ramón Almonte Otro D. Isidro Giménez Otro D. Manuel Tejada 1er Comandante D. Victoriano Cordero Capitán D. Pedro Ignacio Espaillat Otro D. José Cepeda Otro D. Jacobo Rodríguez Otro D. Manuel de Jesús Vargas Capitán D. Joaquín García 390 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Teniente D. Raymundo García Otro D. Benito Monción Otro D. Juan Ramón Reyes Otro D. Eugenio Beliard Otro D. Ambrosio de la Cruz Otro D. Juan Antonio Alis Otro D. Nicolás Toribio Otro D. Eusebio Gómez Otro Juan de la Paz Morales Otro D. Francisco Pichardo Otro D. Juan Coronado Otro D. Santiago Tavares Otro D. Eusebio Abreu Otro D. Domingo Curiel Otro D. Santiago Taberas Otro D. Antonio Ramón Reyes Santiago de los Caballeros, 4 de junio de 1863. El Teniente Coronel Presidente de la Comisión Militar.- Luis BustamanteEs Copia. El Gobernador interino. /firmado/ José Aranguren. 391 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia General en Gefe del Cuerpo Espedicionario Cibao en las provincias del Exmo. Señor. Hoy he llegado a éste pueblo acompañado siempre del Exmo. Señor General 2o. Cabo y en el estado de tranquilidad que he hallado éstos lugares, creo oportuno dar a V.E. una relación que aunque breve pueda darle una idea del carácter de los acontecimientos. Desde mi llegada a La Vega empesé a observar de parte de los vecinos de aquella provincia las mejores dispociciones a sostener el orden establecido y desde allí traté por consiguiente de investigar en su fondo la esencialidad de la alteración que se ha hecho sentir a la tranquilidad en éstos últimos días, tanto en éstos pueblos como en la Ciudad de Santiago. El conocimiento que tengo de los hombres y de las cosas en ésta Provincia; las esplicaciones que me han hecho personas de todo crédito y cuantos datos en fin he podido adquirir hasta el presente, me son de tanta satisfacción que puedo dar a V.E. la seguridad que ni las masas ni las notabilidades del Cibao se encuentran en mal sentido, que antes por el contrario la mayoría manifiesta muy sanas disposiciones y desidida adhesión a la Reyna (q.D.g.). Los alzamientos ocurridos en Guallubin, Sabaneta y Monte Cristy y el acontecimiento de Santiago fueron atentados promovidos y llevados a cabo contra el querer de la opinión pública. Los hombres del país, que estaban a concurrir a la población a ponerse a dispocisión de las autoridades siempre que se disparaban tres cañonazos que era la señal de alarma, creyendo que todavía estaba en práctica ésta costumbre, concurrieron a las poblaciones que fueron cojidas por los conspiradores cuando éstos dispararon los tiros, y por éste medio, abusando de la subordinación de las masas que vieron allí a algunos de sus antiguos Gefes, se dieron a éste alboroto unos proporciones que no tenían ni aún realidad, acumulando gente forzada y sin voluntad ninguna a cooperar en trastornos. A primera vista se consibe ésto, y se esplica muy bien con la desersión que siguió pasadas las primeras impresiones de sorpresa, hasta el estremo 392 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos de no quedar a los reveldes cuando tubieron lugar las ataques que se le dieron sino aquel número de hombres que no pudieron evadirse ó que fueron engañados por imposturas. En Santiago lo que he visto es perplejidad de una parte del Ayuntamiento, pero no complicidad de éste Cuerpo en los sucesos que se lamentan. Cuando se dejó sentir allí el conato de reveldía creyeron algunos miembros del Ayuntamiento que podrían ellos por su parte evitar el mal, y se dieron pasos que ya quizás no eran oportunos porque el momento de obrar con la fuerza había llegado y se necesitaba prescindir del influjo moral único que podría ofrecer el Ayuntamiento para reprimir a los perturbadores del orden en aquel momento y las diligencias activas que hicieron algunos de sus miembros en horas ya de egecucion, naturalmente dieron lugar a sospechas.- Esplicadas las cosas después como me aseguran, repito que en todo ésto no he visto más que perplejidad y nada más Por todo lo que dejo dicho a V. E. se desprende que la opinión pública de éstas Provincias está perfectamente en buen sentido, y que los que se lanzaron a trastornar el orden sobre Santiago son muy señalados y no hacen peso notable en la política del país. Resta ahora, a reserva de lo que V, E. se digne disponer realizar algunos arreglos en éstos lugares que dejen asegurada la tranquilidad y para ello me ocupo asiduamente de acuerdo con el Escmo. Sor. General 2o. Cabo en confeccionar las disposiciones que al efecto se deben dictar, y de ellas daré a V. E. conocimiento. Dios gue. a V.E. ms.as. Cuartel General de Guallubin a 14 de marzo de 1863. Excmo. Sor./firmado/ Pedro Santana. Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo. /al margen dice/ Enterado de cuanto se manifiesta en éste oficio contéstese,- De orden de SE. /rúbrica/ Fecho. Al Gobernador Civil para su conocimiento 21 marzo. /fecho/ 393 A.G.I. CUBA 1004B En la plaza de San Lorenzo de Guayubín a los veinte y dos días del mes de febrero del año de mil ochocientos sesenta y tres.- Habiéndose presentado en el lugar de Manga una división de facciosos en número de seiscientos cincuenta según la carta que se une del General el Gefe Don Lucas de Peña, donde sé intimidava al Comandante Militar la rendición de ésta Plaza, la que contestada negativamente por esperarse fuerza de la provincia que se mandó pedir por última vez el día diez y nueve del actual por Don Osbaldo Guasp reconocida la fuersa que tiene el enemigo que se haya a cuatrocientos metros de éste punto, viendo que es cierta la cifra de hombres que el citado General en Gefe manifiesta en su carta, y viéndose por último que había transcurrido el tiempo suficiente y que por las condiciones del Parlamento, no daban tiempo de espera, y biendo el Comandante Militar que con cuarenta y cinco hombres que tenía a sus órdenes y ninguna posición faborable para la defensa contra tan superiores fuerzas y con arreglo al artículo 9 de las órdenes generales, ordenó dicho Sr. Comandante Militar reunir a los Señores Oficiales del Destacamento empleados de la Sanidad Militar, Corporación del Ayuntamiento y ciudadanos que firman con el objeto y atendido a las circunstancias del caso, tratar sobre el asunto, declarando unánimes y fundados en las razones que se espresan a aceptar la capitulación que se le intimidaba lo que firmaron.A García, hay una rúbrica.- El Comte, del Destacamento.- Luis Prado.- Hay una rúbrica.- El Ste. Pedro Garrido.- Hay una rúbrica.- El M. Sanidad Militar.- Juan García.- Hay una rúbrica.- El síndico.- Juan de la C. Alvares.- hay una rúbrica.- El Contralor.- Antonio Puigrubí.- Hay una rúbrica.- El Secretario del Ayuntamiento.Pedro José Bidó.- Hay una rúbrica.- Juan Grullón.- Félix Escarfuller.- A. Grullón.Achille Fondeur.- B. Grullón.- Fernando Pérez.- Socundino Escarfuller.- Casimiro Lantigua.- S. Despradel.- Manuel Mena.- hay una rúbrica de todos.- El General de las Reservas Provinciales de la Isla de Santo Domingo.- José Sebastián Reyes.Pío de Peña.- José Eugenio Reyes.-Pablo Mena.- Brito Alejo.- José Dolores Ruíz.Enrique Rodríguez.- Manuel Grullón.- A ruego de Gregorio Castillo.- Francisco 394 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Granville.- Román de Peña.- A ruego de Eusebio Martínez.- Félix Escarfuller.- Juan Mariano Rodríguez.- Francisco Granville.- A ruego de Nicomedes de Peña Achille Fondeur.- J. M. Sons.- Hay una rúbrica de todos.Puerto Plata, 26 de febrero de l863. Es Copia. El Comandante Militar. /firmado/ Juan Suero. 395 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia General en Gefe del Cuerpo Espedicionario Cibao en las provincias del Estracto de la comunicación oficial del General Don José Hungría, Gobernador de la Provincia de Santiago de los Caballeros, actualmente en operaciones militares en las fronteras del Nordeste, su fecha en Sabaneta á 13 de marzo de 1863 dice así: Columna de Operaciones de la frontera.- Exmo. Señor: En la madrugada del día 10 del que cursa salí de éste punto con la columna de mi mando en unión de la del Señor Brigadier Don Manuel Buceta con dirección a la frontera, llegando al límite español titulado Dajavon a las ocho de la mañana del once donde recibí noticias más detalladas de los efectos del pánico que se había apoderado de los habitantes de ésta comarca y la de Guallubin que quedaban sin regresar a sus hogares aunque ya lo habían verificado más de 400 familias internándose aquellos en las fragosidades inhabilitadas de la Sierra de la frontera de Haity y límites de la provincia de Azua, por seguir en la absurda crehencia de que las tropas iban degollando a los hombres y prendiendo a las mujeres y niños para llebarlos a vender a los puertas como esclavos. Hasta ancianos moribundos han sido transportados en camillas y pasaba de 800 el número de mujeres y niños que se encontraban en la Sierra de Capotillo en la margen derecha del Masacre límite entre España y Haití donde había además como 300 hombres armados y entre ellos algunos de los Gefes de la insurrección, que habiendo tratado como muchos otros de refugiarse en el territorio haitiano, les había sido negado el asilo y no se consideraban seguros en parte alguna. Con tales datos, considerando lo mismo que el Señor Brigadier Buceta que de dirigirnos con la columna sobre dichos puntos, con el terror 396 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos de que estaban poseídas aquellas familias, sin haber hecho lo posible para desengañarlas, sería condenarlas en masa a una cierta y total destrucción pereciendo despeñadas ó de hambre y cansancio y considerando también la conveniencia de que el Gefe de la frontera Haytiana tubiese conocimiento de las operaciones que habían de emprenderse sobre la misma línea si se obsecaban en permanecer allí reunidos, pasé a conferenciar con dicho Gefe y tres Generales más acompañándome el Señor Brigadier Don Manuel Buceta y Comandante Don José Velasco, que nos sirvió de intérprete.- El General que acababa de llegar en relevo del General Simón que era Gefe de la frontera, nos manifestó que traía las órdenes más precisas del Presidente Gefrard de no permitir asilo a los reveldes ni tener comunicación alguna con ellos, esmerándose en mantener las buenas relaciones que sostenía con el Gobierno Español deduciéndose de algunas indicaciones de los otros Generales que la causa de haber sido depuesto y preso el General Simón, era la de haberse separado de ésta línea de conducta.Antes de tener lugar ésta conferencia había enviado de acuerdo con el Señor Brigadier Buceta, al Teniente Coronel de las Reservas Provinciales Don Nicolás Gerónimo con dose Dragones y veinte Infantes de las mismas reservas que me seguían y que tenían sus familias ó parientes entre los fugitivos a los cuales llevaron la intimación de volver a sus casas abandonando dichos parages adonde se dirigiría inmediatamente la columna para castigar con todo el rigor de las leyes a los que desobedecieran éste mandato.- Al regreso de los Dragones é Infantes con varios de los fugitivos de poca significación supe que también habían ido dos de los Generales Haitianos a hacerles la misma intimación y que todas las familias se dirigían a sus casas con la sola escepción de las de dos mujeres que habían parido aquella misma noche y otras que tenían enfermos de gravedad y habían perdido los medios de trasportarlos.- Dos de los Gefes principales de la insurrección que se hallaban allí, el Alcalde de éste pueblo Santiago Rodríguez y el Comandante Benito Monción que había tenido una parte muy principal en las acciones de Mangá y de Sabaneta contribuyeron a tranquilizar a las familias y persuadirlas de que debían volverse abandonándolos a ellos que no encontraban perdón ni asilo, a su desgraciada suerte, herrantes por aquellas peñas, interín sufrían su condigno castigo ó eran indultados por la piedad de S.M. Durante la marcha he visto confirmadas éstas noticias viendo el cuadro más lastimoso que puede imaginarse de ésas familias que regresaban desfallecidas y temerosas aunque hubieran perecido en su mayor parte, si hubiera continuado algunos días más el espanto que las hacía huir de nuestras tropas siendo dignas de compasión las mugeres que camina397 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez ban descalsas, con grandes líos de ropa en la cabeza, un niño en brazos y otro de la mano. En tal estado las cosas, de no haber ya en parte alguna enemigos reunidos que osen resistir el denodado arrojo de las tropas de la Reyna que tanto habían esperimentado en las dos acciones en que lo intentaron y considerando Inútil por lo tanto pacificado ya el país completamente, aumentar las fatigas y privaciones de los sufridos soldados peninsulares que con los pies estropeados sin otro alimento que carne las más de las veces, porque la rapidez y la variada dirección de mis marchas y la escasez de medios de conducción que he hallado, no me han permitido recibir las abundantes provisiones que me remitía el zeloso Gobernador interino de Santiago, he regresado a éste punto para racionarla hacer salir una pequeña columna de gente del país a las órdenes del Teniente Coronel de las Reservas Don Nicolás Gerónimo cuya adesión me es bien conocida, y cuyo color es una garantía para la gente de las paternales miras del Gobierno de S.M. respecto de ellos, a fin de que recorriendo ésas agrestes soledades persigan y aprendan los sublevados que vaguen por ellas del mismo modo que lo hago ejecutar a los Alcaldes Pedáneos en sus distritos con los cabecillas ó malhechores, pues los presos fugados de la cárcel de Santiago, que se creían reunidos, andan dispersos por todas partes según las noticias que tengo de ellos nombrar interinamente Comandante de Armas de ésta Población y Alcalde a los Señores General de las Reservas Don Jacinto de Lora y Don Manuel Encarnación Reyes, propietario de, una pequeña guarnición que juzgo ahora necesaria; hacer que se recojan las armas, establecer en ésta una enfermería provicional para los heridos y enfermos y marchar mañana al amanecer para Guallubin con objeto de providenciar del mismo modo en dicho punto y Monte Cristy y recibir las órdenes de V.E. Creo deber hacer presente a V.E. que según la correspondencia cojida a los reveldes y las noticias que he adquirido se hallaban aquellos en comunicación con los Generales Haitianos Simón y Berdrie desde hace tiempo; y cuando se presentaron los Gefes de la revelión en Guallubin Lucas de Peña, Norberto Torres y Juan Ramón Reyes en los momentos que tronaban los cañones de Mangá les dijo el General Nicolás, Gefe de la línea Haytiana que se volvieran con sus compañeros y subordinados que convatían y a quien habían abandonado covardemente. Lo cual si puede considerarse como un movimiento natural de indignación, puede también apreciarse como una sugestión emanada de las miras políticas que les estubieran secretamente encomendadas y que ahora que todo está terminado castiguen aparentemente a ésos Generales por haber tenido con los reveldes 398 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos relaciones que datan de cuando vivía el General Don Fernando Valerio y de que se hace mención en la correspondencia cojida, cuando en realidad lo sean por no haber desplegado bastante habilidad en las negociaciones que hubieran de asegurar el éxito de la insurrección.- Por mi parte al menos me inclino a creer lo último y que lo que verdaderamente sienten es que se haya malogrado el éxito por anticiparse y no seguir las instrucciones de emplear sólo medios indirectos como se recomendaban en el manifiesto que obra en las actuaciones que se siguen -Dios gue. a V.E. ms.aa.- Sabane.ta 13 de marzo de l863.- Exmo. Sor.- José Hungría.Es Copia conforma.-Guallubin marzo 14-/63.- El Coronel.-/firmado/ 399 A.G.I. CUBA 1004B Sección 3ª E. M. Al E.S. Ministro de la Guerra en 20 de abril de 1863. E. S. - Por consecuencia de los últimos sucesos ocurridos en la Provincia de Santiago, la comisión militar Egecutiva y permanente creada por mi bando de 28 de febrero del corriente año ha fallado dos causas, una de ellas contra el General de las Reservas Provinciales Don Juan Luis Franco Bidó, Alcalde ordinario de dicha Ciudad, el Coronel de las propias Reservas Don Carlos de Lora, el Capitán de las mismas Don Pedro Ignacio Espaillat y el paisano Don Eugenio Perdomo, sentenciados todos cuatro a la pena de ser pasados por las armas. La otra causa contra el Teniente Coronel de las Reservas Provinciales Don Vidal Pichardo, el capitán de las mismas Don José Cepeda, el teniente de las propias reservas Don Ambrosio de la Cruz y los paisanos D. Alvaro Fernández y Juan de la Cruz Ureña sentenciados los tres primeros a ser pasados por las armas y los dos últimos a cuatro años, nueve meses de presidio el primero y a cuatro meses de prisión mayor el segundo, cuyas sentencias fueron aprobadas por mí en 9 del actual, previo dictámen de mi Auditor de Guerra. La severidad de la Ley, E.S. es justa, la vindicta pública exije el castigo, el escandaloso atentado de una rebelión injustificada, reclamaba se hiciese un ejemplar que demostrase a los hombres perversos, que la autoridad está dispuesta a castigar con mano fuerte a los que perturben el orden. El interés del país, cuyo mando me está encomendado, cuya paz debe conservarse a todo trance, exigía la imposición de la pena que la comisión había dictado, arreglada a los méritos de la causa, Pero al mismo tiempo, creyendo político hermanar la justicia con la benignidad, seguro de interpretar los piadosos sentimientos de S.M. la Reina (q. D. g.) considerando que la espiación de cierto número de delincuentes hace patente la severidad de la ley así como la disminución de la pena en aquellos en quiénes concurren circunstancias atenuantes ú honrosas ó menor número de pruevas, pone de manifiesto la magnanimidad de la Augusta Señora, en cuyo nombre se 400 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos egerce la clemencia; en uso de las facultades que me concede la Real orden de 29 de mayo de 1855, previo el informe de mi Auditor de guerra y el voto consultivo del Real Acuerdo que previene la disposición 2ª de la mencionada Real Orden de 29 de Mayo, concedí indulto de la pena de muerte a un individuo de cada una de las dos causas citadas. Al ejercer en nombre de S.M La Reina (q.D.g.) una de sus más altas y preciosas prerrogativas, he procurado recaiga la gracia de indulto en favor de aquel en quien concurren circunstancias atenuantes ó en el de quien sea posible quebrantar la inflexibilidad de la ley, porque la fuerza de la prueba no produzca en el ánimo del Juez la convicción moral del crimen, hasta el límite último que el criterio recto y escrupuloso de la conciencia le señala. En tal concepto, he indultado de la última pena, conmutándoselas en la inmediata que deberán sufrir en el presidio de Ceuta, a Don Juan Franco Bidó comprendido en una de las causas y a Don José Cepeda que lo está en la otra, disponiendo al mismo tiempo se cumplieran desde luego las sentencias por lo que respecta a los demás reos que en ellas figuran, pasando los procesos al Presidente de la Comisión Militar, para los fines correspondientes, sin que hasta la fecha haya habido todavía noticia de que se hayan ejecutado. Las rasones que he tenido para obrar así son que según todos los Informes que recibí de personas caracterizadas é imparciales, que reúnen la circunstancia de ser conocidamente adictas a la Reina, Don Juan Luis Franco Bidó, es un sugeto de bastante edad, conocido por su honradez, padre de ocho hijos, de una conducta tan arreglada que jamás ha dado otras pruebas que las de una vida Cristiana y ejemplar, que no sólo es incapaz de mezclarse en convinaciones políticas, sino que en los sucesos de Santiago, que han dado motivo a la frustación de éstas causas, ha sido víctima de la debilidad de su carácter, que ha obrado bajo la presión de los hombres osados a quiénes no supo resistir que sus actos son efecto de ésa misma presión y no han nacido de su voluntad que en los mismos momentos en que se encontró en la plaza, trató de aplacar a los sublevados, valiéndose de palabras, que si bien le condenan, forma para mi juicio moral el convencimiento de que lo que quería era ganar tiempo para no romper las hostilidades, descubriéndose que era víctima de su debilidad y de la crítica situación en que se encontraba, sin tener energía para salir de ella.34 En cuanto a Don José Cepeda, no aparecen en la causa más que dos testigos de cargo, a uno de los cuales tacha el reo, y si bien la ley sanciona el principio de que dos testigos contestes en el hecho y sus circunstancias esenciales, que no tengan interés en faltar a la verdad, hacen prueba plena mientras sus dichos no hayan sido desvirtuados por otra prueba en contrario y si también la tacha del testigo que hace Cepeda, la ley no la admite como tal, aunque legal y justo el fundamento de la sentencia del Consejo en ésta parte, era dolorosa la pena con tan escasas, aunque suficientes prue Se refiere a los sucesos ocurridos en Santiago de los Caballeros en la noche del 24 de febrero de 1863. 34 401 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez vas con tanta más razón cuanto que para demostrar la inflecsibilidad de la ley, no hay necesidad de recurrir a esta parte del fallo de la Comisión Militar todo lo que tengo el honor de manifestar a V. E. para su superior conocimiento y por si se sirve elevarlo al de S.M, la Reina (q.D.g.) sin perjuicio de dar oportunamente la cuenta documentada que previene la disposición 2ª de la Real Orden de 29 de mayo de 1855. Dios g. Fecho Estracto.- Dando conocimiento de haberse aprobado las sentencias dictadas por la Comisión Militar de Santiago, en dos causas formadas contra varios individuos y del indulto concedido al General de las Reservas Don Juan Luis Franco Bidó y al capitán de las mismas Don José Cepeda, comprendidos en aquellas. Fecho. /MINUTA/ 402 A.G.I. CUBA 1004B Al limo. Sr. Regente de la Real Audiencia en 7 de junio de 1863. llmo. Sor. Por consecuencia de los sucesos ocurridos en la provincia de Santiago ,la Comisión Militar y Egecutiva creada por mi bando de 28 de febrero del corriente año, ha fallado una causa seguida contra Don Vicente Morel, Don Pedro Curiel, Don Francisco Ulises Espaillat y Don Macario de Lora, ex-individuos del Ayuntamiento de Santiago, acusados de haber tomado parte en las ocurrencias del 24 de febrero en dicha Ciudad, condenando a Don Pedro Curiel, D. Vicente Morel y Don Francisco Ulises Espaillat a la pena de doce años de estrañamiento y a Don Macario de Lora a la de estrañamiento perpetuo. Dicha sentencia ha sido aprobada por mí en ésta fecha, previo dictamen de mi auditor, por considerarla arreglada a los méritos del proceso y estricta legalidad, la aplicación de la ley es Justa y conforme con lo opinado debe cumplir Don Macario de Lora la pena que le ha sido impuesta pero respecto a Don Vicente Morel, Don Pedro Curiel y D. Francisco Ulises Espaillat, ecsaminada la causa, desentrañados los móviles qué impulsaron el alzamiento, son tantas y tan recomendables las circunstancias que en ellos concurren y se desprenden de las actuaciones, que más bien parecen exenciones que atenuaciones de su culpa, considerándoles individual y no colectivamente. Ningúno de ellos formó parte de las comisiones nombradas para la plaza y fuerte de San Luis ni mostraron durante el acto de la sesión del 2º de febrero desafección al Gobierno legítimo. Testimonios fidedignos e irrecusables aseguran de su sincera adhesión a la causa del Gobierno Español y al concurrir a la sección, de seguro ignoraban, como quizás ignoren todavía la grave responsabilidad que contraían constituyéndose en corporación y funcionando fuera de la órbita trazada por la ley y por el respeto debido al principio de autoridad por cuyas razones, usando de las facultades que me concede la Real Orden de 29 de mayo de 1855 me hallo dispuesto a suspender la ejecución de la sentencia respecto a Don Vicente Morel, Don Pedro Curiel y Don Francisco Ulises Espaillat con objeto de proponer al Gobierno de S.M. 403 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez la gracia de indulto en favor de los mismas, seguro de interpretar los piadosos sentimientos de S.M. la Reina (q.D.g.) Y deseando oír antes, acerca del particular, el voto consultivo del Real Acuerdo, con arreglo a la disposición 3ª. de la mencionada Real Resolución, me dirijo a V.S. Ilustrísima como Presidente de la Real Audiencia, siendo adjunta la causa de que llevo hecho mérito. Dios &, Fecho. /MINUTA/ 404 A.G.I. CUBA 1004B Santo Domingo, 3 de junio de 1863. Conforme en todas sus partes con el anterior dictamen apruebo la sentencia pronunciada por la Comisión Militar Egecutiva y Permanente de la Provincia de Santiago el catorce de mayo prócsimo pasado condenando a los paisanos José Ramón Torres, Raimundo Jaques y José Sosa a la pena de cadena perpetua; a los individuos de las Reservas Provinciales, Teniente Coronel Don Victorino Cordero, Tenientes Don Benito Monción y D Juan Ramón Reyes, paisanos Norberto Tores, Juan de la Cruz Albarez (a) Cacú, José de los Santos (a) El Inglés, Justo Carrasco y Alejandro Bueno, a que sean pasados por las armas los paisanos José de los Santos (a) Mayor Inglés, Luis Sosa y Tomás Inglés, a doce años de cadena a San Amequita y Jacinto Ramos a catorce años de cadena a Cayetano Decler a cuatro años nueve meses de prisión menor y cien pesos fuertes de multa al Teniente de las Reservas Don Eugenio Beliard a diez años de presidio con retención, al paisano Andrés González (a) Malo a veinte y seis meses de presidio correccional declarando comprendidos en los beneficios de mi bando de indulto de 16 de marzo último, a los paisanos Juan Ramón Reyes, Blanco, Juan Bautista Gómez (a), San Batista y Pablo Aquino y absolviendo libremente al Comandante de las Reservas Provinciales Don Juan Carlos Francisco (a) Dorsé en el concepto de que José Ramón Torres y Raimundo Jaque únicos de los reos presentes a quien se impone condena deban estinguir la de cadena perpetua en el presidio de Ceuta. /MINUTA/ 405 A.G.I. CUBA 1004B Real Audiencia de Santo Domingo Regencia Excmo. Señor En el espediente promovido con motivo de la atenta comunicación de V.E. de 7 del corriente consultando al Real Acuerdo en cuanto a la suspensión de la pena impuesta por la Comisión Militar establecida en Santiago de los Caballeros a Don Vicente Morel, Don Pedro Curiel y Don Francisco Ulises Espaillat, el Fiscal de S.M. ha emitido el dictamen siguiente: Excmo, Señor.- El Fiscal de S.M, dijo que el Sr, Capitán General pide a V.E. voto consultivo con arreglo a la disposición 3ª de la Real Orden de 29 de mayo de 1855 en cuanto a la suspensión de la pena impuesta por la Comisión Militar establecida en Santiago de los Caballeros a Don Vicente Morel, Don Pedro Curiel, y Don Francisco Ulises Espaillat, y propuesta de indulto al Gobierno Supremo.- Los tres individuos nombrados eran del Ayuntamiento de Santiago cuando ocurrió la revelión y no solamente se reunieron y obraron en el sentido de ella, sino que desobedecieron al Gobernador dando muestras de estar de acuerdo con los rebeldes. Por ésto, atenuado en parte por su conducta anterior y por la posibilidad que no conociesen toda la importancia de lo mal que obraban, se les ha impuesto la pena de doce años de estrañamiento, que como arreglada a los méritos del proceso, ha sido aprobada por el Señor Capitán General. Pero considerando por una parte que esas circunstancias que se han considerado como atenuantes son más bien escepciones que borran la culpa y por otra que es oportuna y política la benignidad en casos semejantes, después de castigados conforme a la ley los principales delincuentes, se halla dispuesto dicho Señor Capitán General a suspender la ejecución de la sentencia ya aprobada, y proponer la apli406 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos cación del indulto conforme a la Real Orden que se citó al principio. No puede haber duda ninguna en cuanto a que procede en fuerza de las atribuciones que le dá dicha Real Orden, ni tampoco en la utilidad y conveniencia de lo propuesto por las razones que se recomiendan, que en concepto del Fiscal interpretan dignamente los siempre piadosos sentimientos de S.M.-Por tanto es de evacuarse el voto consultivo en el concepto dé ser conforme lo propuesto por el Señor Capitán General, y oportuno y político el indulto de Curiel, Morel y Espaillat si bien no hay arbitrio para otra cosa que suspender la ejecución de la sentencia y proponer y recomendar el indulto al Gobierno Supremo.- Así le parece al Fiscal V.E. con mejor discernimiento determinará lo más acertado.Santo Domingo 10 de junio de l863. Osés. Y habiéndose dispuesto el Real Acuerdo que se evacue el voto consultivo pedido por V.E. en los términos propuestos en el dictámen inserto, lo traslado a V.E. para su conocimiento y fines consiguientes. Dios gue. a V.S. ms.as. Santo Domingo, 11 de junio de 1863. /firmado/ Román de la Torre de Trassierra. Excmo. Señor Gobernador Superior Civil de la Isla de Sto.Domingo /al margen dice: / S.E. ha dispuesto la suspensión de la ejecución de los individuos a que se hace referencia. Dígase lo conveniente al Comandante Gral. de Santiago previniéndole que por el Presidente de la Comisión Millitar se remita testimonio de la causa para proponer y recomendar al Gobierno el indulto. /rúbrica/ 407 A.G.I. CUBA 1004B Santo Domingo, 30 de abril de 1863. Conforme en todas sus partes con el precedente dictámen, apruebo la sentencia dictada por la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente de Santiago el día 20 del actual contra el capitán de partido D. Pedro Quintín, capitán de las Reservas Provinciales, Don Jacobo Rodríguez y Paisanos Don Carlos Molins, Don Manuel Giménez, Don Vicente Tabares, D. Sebastian Rodríguez, José Ma. Checo, y Pedro Ignacio Martínez con la sóla modificación que espresa dicho dictámen de que la pena de presidio menor impuesta al reo D. Manuel Giménez se entiende la de veinte y seis meses de presidio correccional en el concepto de que Don Pedro Quintín sufrirá su condena de cadena perpetua en el presidio de Ceuta y Don Jacobo Rodríguez y Don Manuel Jiménez en el de ésta Plaza. Vuelva éste proceso al Presidente de la Comisión Militar Egecutiva y Permanente para los fines que son consiguientes. /MINUTA/ 408 A.G.I. CUBA 1004B E.M. 30 d3 abril de 1863. Al Señor Brigadier Comandante General de la Provincia de Santiago. Con ésta misma fecha he aprobado previo dictámen de mi Auditor de Guerra la sentencia pronunciada por la Comisión Militar de ésa Provincia en la causa seguida contra el capitán de Partido Don Pedro Quintín, capitán de las Reservas Don Jacobo Rodríguez y Paisanos Don Carlos Molins, Don Manuel Jiménez, Don Vicente Tabares, Don Sebastian Rodríguez, José María Checo y Pedro Ignacio Espaillat en los términos que espresa dicho decreto debiendo ponerse en libertad a los paisanos Don Vicente Tabares, Don Sebastian Rodríguez, José María Checo y Pedro Ignacio Martínez, En su virtud dispondrá V.S. la entrega al Presidente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente de la referida causa para el cumplimiento de lo decretado. Dios &a. Fecho. 409 A.G.I. CUBA 1004B Al Brigadier Comandante General de la Provincia de Santiago en 30 de abril de 1863. Con fecha 24 del actual, ha sido aprovada por su autoridad, previo dictámen de mi Auditor de Guerra, la sentencia impuesta por la Comisión Militar de ésa Provincia en la causa formada contra el General Don Antonio Batista, el Coronel Don Pedro Tomás, el General Don Lucas Evangelista Peña, el Coronel Don Ignacio Reyes y paisano Don Santiago Rodríguez, los cuales han sido condenados a ser pasados por las armas, en rebeldía los tres últimos, siéndolo al propio tiempo a dos años de destierro fuera de esta Isla el Teniente Don Raimundo García y el Presbítero Don Juan Pineda, debiendo ponerse en libertad al General D. José Valverde y al paisano Marco Cerda, todo conforme se espresa en la mencionada sentencia. En su virtud, entregará V.S. al Presidente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente la precitada causa para el cumplimiento de lo resuelto por mí en aquella, previniéndole remita después a esta Capitanía General testimonio de lo que resulte contra el Presbítero Don Juan Pineda y sentencia recaída a fin de pasarlo al Exmo. é Iltmo. Sr. Arzobispo. Dios g. Fecho. /rúbrica/ 410 A.G.I. CUBA 1004B Sto. Domingo, 24 de abril de 1863. De conformidad con el precedente dictámen apruebo en todas sus partes la sentencia pronunciada por la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente de Santiago, contra los Generales de las Reservas Provinciales Don Lucas Evangelista, Don Antonio Batista, Don José Valverde y Coroneles de las propias Reservas Don Pedro Tomás y D. Ignacio Reyes, el Teniente de las mismas Don Raimundo García, el Presbítero D. Juan Pineda y los paisanos Don Santiago Rodríguez y Don Marcos Cerda, ejecútese, haciendo constar en la sentencia la fecha omitida conforme espresa el anterior dictámen. Vuelva éste proceso al Presidente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente para los fines que son consiguientes. La fecha de la sentencia 9 abril 1863. /hay una rúbrica/. /MINUTA/ 411 A.G.I. CUBA 1004B E. M. Al Brigadier 2o. Cabo Comandante General en Comisión de la Provincia de Santiago en 12 junio 1863. Tomando en consideración lo que V, S me manifestó al remitir la instancia promovida a mi Autoridad por los individuos del antiguo Ayuntamiento de ésa Ciudad, pidiendo se les otorgue algún tiempo para arreglar sus asuntos comerciales antes de salir de éste Territorio para cumplir la sentencia que les ha sido impuesta, oido el dictámen de Mi Auditor atendiendo a las circunstancias personales y buenos antecedentes de los interesados, he dispuesto conceder a los Sores, Don Pablo Pujol, Don Maximo Grullón, Don Julián Belisario Curiel y Don Alfredo Detjen dos meses de libertad para que puedan verificarlo bajo las garantías y responsabilidad de determinadas personas de arraigo y buen concepto, a entera satisfacción de V. S. que se obliguen en debida forma a responder de los reos al terminar el pase concedido y siempre que fueren llamados por la Autoridad. En cuanto a Don Alejandro Victoria no necesita de dicha gracia por haber sido condenado a la pena de inhabilitación temporal para ejercer cargos públicos Dios g. Fecho. /MINUTA/ 412 A.G.I. CUBA 1004B E. M. 3 de mayo de 1863. Al S. Brigadier Don Manuel Buceta Comandante General de Santiago Remito a V.S. la adjunta instancia que me ha dirigido Da. Eleonora Julia, Esposa de D. Máximo Grullón complicado en los sucesos de ésa Provincia, para que se sirva V.S. remitirla al presidente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente a fin de que ésta emita su dictámen y evacuado éste, me lo devuelva V.S. con su informe sobre las circunstancias de la interesada y demás particulares que se espresan en dicha instancia. Dios, etc. Fecho. /MINUTA/ 413 A.G.I. CUBA 1004B E.M. 3 de mayo de 1863. Al Señor Brigadier Don Manuel Buceta, Comandante General de Santiago. Remito a V. S. la adjunta instancia que me ha remitido Doña Juana Linares, esposa de Don Juan Evangelista complicado en los sucesos de ésa Provincia, para que se sirva V.S, remitirla al Presidente de la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente a fin de que ésta emita su dictámen y evacuado éste me la devuelva con su informe sobre las circunstancias de la interesada y demás particulares que se espresan en dicha instancia, Dios, etc. Fecho. /MINUTA/ 414 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Superior Civil de la Isla de Santo Domingo Excmo. Sor. EI Cónsul General de España en Haití con fecha 24 de marzo último me comunica lo que sigue: Excmo. Sor.- Muy Señor mío.- De conformidad con lo que tengo el honor de informar a V.E. en 9 del actual al transmitirle mis Despachos Nos. 19 y 20 de dicha fecha a la Primera Secretaría de Estado son adjuntas las copias de que hacía mérito, relativas a la rebelión de Guayubín a saber.- N° 1°.- Una carta del General Simón Sam, fecha 2 del corriente.2o.- Otra carta de los principales insurrectos.-3o.- Otra carta del General Simón Sam de la misma fecha de la primera.- y 4o,- Copia del despacho No. 21 fecha 9 del corriente dirigido a la Primera Secretaría en que se copia la minuta de la orden que el Presidente de Haití ha dirigido a los Gefes de las fronteras para rechazar de éste territorio á los rebeldes. Lo que tengo la honra de trasladar a V.E. incluyéndoles copias de las citadas en la preinserta comunicación para su conocimiento y fines oportunos. Dios gue. a V.E. muchos años. Santo Domingo, 9 de abril de 1863. /firmado/ Felipe Ribero Excmo. Sor. Capitán General de ésta Isla. /al margen dice: / A la sección para los fines que en ella convengan.Es Copia Secretario de Gobierno /firmado/ Victoriano García. 415 A.G.I. CUBA 1004B Consulado General y Encargaduría de Negocios de España en Haití- Número 2,- Dios Patria y Libertad.- República Dominicana.- Comandancia en Gefe de la Línea del nordeste.- Señor General y amigo.- En consecuencia al oficio anterior que dirigí a V. sobre nuestra revolución, me dirijo a V. por segunda vez a fin de poner en su conocimiento que la resolución que hemos acabado de constituir de nuevo nuestro territorio en República como anteriormente lo ha sido, toma grandes elementos, por consiguiente, habiendo tenido noticias de que Moca y La Vega se han pronunciado, ésto mismo Señor General y amigo, me estimula a orientarlo a V, de ésta favorable noticia, en la convicción de creer que Vd. debe alegrarse muy infinito de que en nuestro territorio flote el glorioso Pabellón Dominicano para nosotros tan honroso.- Por tanto le mereceré a Vd. me informe de lo más cierto si está en ésa parte el Señor Buenaventura Báez lo que le estimaré a V. mi querido General y amigo, mui particularmente le comunique Vd. el gran deseo que tenemos de que regrese a ésta, poniéndose al frente nuestro, puesto que éstos son y serán para culminar la obra a que nos hemos propuesto llevar a cabo para el bienestar y fidelidad de nuestra mui amable e inestimable República Dominicana.-Suplicóle al mismo tiempo Señor General, que Vd. se servirá comunicar a todos los Dominicanos que se encuentren en ésa parte , les permitirá el paso libre a fin de que se incorporen con nosotros tan pronto como ellos gusten.-Seguidamente Señor General y amigo, pongo en conocimiento de Vd. con motivo a los escasos de armas en que nos encontramos para llevar a cabo (si la Divina Providencia nos lo permite) nuestra revolución regenerando de nuevo nuestro territorio en República Dominicana como antes era por lo sucesivo y para evitar las consecuencias funestas que la guerra trae tomando yo las medidas de precaución que estén a mi alcance, tengo a bien dirigirme a Vd. para que me facilite quinientos fusiles y pertrechos correspondientes a ellos, lo que a su tiempo la nación Dominicana garantiza.Espero, Señor General y amigo mío, la contestación de V. en el más breve tiempo que le sea posible y tengo el grandísimo honor de suscribirme de Vd. atto. S.S. y amigo que le saluda en la patria deseando Dios guarde a Vd. muchos años.-. General En Gefe. Lucas E. Peña.-El General de Brigada y Gefe de Operaciones,- Norberto Torres,- eI Coronel y Comandante de Armas y Gefe de Operaciones de estas Plaza.- Juan de la C, Alvarez.- Cuartel General de Guayubín, febrero 28 de 1863.- Es copia Mariano Alvarez. Es Copia El Secretario de Gobierno /firmado/ Victoriano García Paredes. 416 A.G.I. CUBA 1004B Consulado General y Encargaduría de Negocios de España en Haití.- No. 3.-Liberté.- Egalité.- Republique de HaÍtí.-Guanarainthe 2 Mars 1863,-No. 70.-Le General de División S. Sam,Coaimandant provisoire l’arroncliaement de Fort liberté.- k son Escolíenos le President d’Haití.- President.- Je n’avais apeine termine la fermetura de l’espedition de ma peste,quand le General Nicolás Gabriel ehef de la ligne frontiére d’ouanaminthejest venu m’annoncer la presen-ce au bordde la rive Masacre, Grand passe. du General de División Lucas E. de Peria, avec un palto de toiletchppeau de pillevetu en hattier, le memo que je vous parle par ma letre au Ho. 67 de meme que sa letre a vous adressée,annon? ant que le General de División Hungría, eommandant le departement de la provinee de Sto.Yago, avait marché sur eux,avec une forcé importante sur Guayubín jcorone ils n’etaient pas suflisants pour oposser a cette forcefils furent bien obliges de ceapituler, et lui a pris fuÍtefabandonnat les siens II a demandé a se voir, et a me parler, J’ai donné ordre de lui faire cosiprendre que ¿’etalt absent, en toaras) ; ai aussi rendu absent mon comraandant de commune de suite renforeé tous les postes de lax ligne pour oposer 1’entres des fuyards de l’Est toute fois qui voudraient pretendre se refugier ici.- V.E. daignerá me diré quelques mots sur la maniera a teñir dans cette circonstance.- Jai l’honneur desaluer votre Escellence avec reseeet.- S. Sam.- Port au prIince 2h Mars 1863.- Es copia.- firmado.- Mariano ALvarez.Es Copia El Secretarlo de Gobierno /firmado/ Victoriano García Paredes 417 A.G.I. CUBA 1004B Consulado General y Encargaduría de Negocios de España en Haití.- No. 4.- Copia del despacho No. 21 de fecha 9 de marzo dirigido al E.S. Primer Secretario de Estado por el infrascrito.- Exmo, Señor.- Muy Señor mío.- En una conferencia que he tenido con Mr, Dupuy a la que asistió al final Mr. de St. Armand, Secretario del Gabinete particular de S. E. el Presidente, establecí las bases para las órdenes que debían espedirse a los Comandantes de los puestos Haitianos, relativas a los sublevados da la parte Española. Mr. de St. Armand redactó una minuta cuya copia dice asi: Deux depeches que je reqoís aujourd’hui du General Simon Sam, m’apprennent que la tentative d’insitrrection dans la province espaxgnole a echoucé, et que deja des rebelles ént tenté de passer la frontiere pour se refugier sur notre territoire.- Cette situation me porte a ajouter a celles que fé vous ai données.- Si des rebelles armes on non armes se pre-ateat liidividiieIÍ «íBent on par bandes aux postes de votre arrondi La frontíere, vous leur refusserez d’une maniere absolue l’entrée de notre territoire, et s’ils voulaient, ce qui a Dler laisey y penetrer de vive forcé vous les responserez par la force.- Tout espssnol reputé rebelle on non, qui se presentera au dit poste sans etre rv. nl de permis de circulation regulier emané de l’autorité esparnole, devra galement etre reponssé, meme par la forco en cas de resister. ee. Tíans le cas ou des personnes compromises dans la tentativo d’insurrection seralent parvenúes en la surveillance de nos postes a penetrer sur notre territoiré, ees. personnes devrant etre inmediatement mises en etat darrestation par le cenandat de la localábté haltlenne ou. elles se sont trowvés refuglées, et de sult eondultes sous escorte et reraises au comman dat des arrondissement des Gonaives et St. Uarcflocalités dans les quelles lies resteroat intérneos jusqu’a nouvel ordee du Gou-vemement.-Je n’aA pas besoin General de vous recommander que ees nouvelles instructions doivent etre observées a la lettre et rigoureusement par vousfet par les autorites 418 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos placees sous vous ordres aux quelles vous en ferez part sans retard. Les memes instructions vont etre donée aux comandants des autres arrondissements de la ligne frontiere en attendant qu’ils les recolvent, Je vous invite a les porter a la eonnalssance de eeux qui vous avoisinent par des espres/Je voussalue avec & ác.Lo que tengo el honor de elevar a V.E. para su superior conocimiento y en el correo próximo informar a V.E. de cuanto ocurra en las fronteras y demás particulares que interesen al mejor servicio del estado, y que V.E. debe saber para dictar en consecuencia sus acertadas resoluciones.- Port au Prinoe 24 de marzo de 1863.- Es copia.- firmado.- Mariano Alvares.35 Es Copia El Secretario de Gobierno /firmado/ Victoriano García Paredes. Los textos en francés se copiaron textualmente, los errores que tienen aparecen así en el original. Nota del compilador. 35 419 A.G.I. CUBA 1004B 2° Cabo de la Isla de Sto. Domingo. Escmo. Señor Por oficios que V.E. se sirvió dirigir al Escmo. Señor Marqués de las Carreras, previno que el Señor Brigadier Don Manuel Buceta marchase a ésa Capital siempre que su permanencia no la estimáse necesaria y V.E. consideró conveniente la continuación de dicho Señor Brigadier, así por sus cualidades y circunstancias como por otras razones. Por ellas mismas ruego a V.E. que si decide que el Brigadier Buceta marche de ésta Plaza se sirva V.E. prevenírmelo a la brevedad que estime conveniente puesto que para cumplirlo más pronto he dispuesto que el Señor General Don José Hungría, venga aquí, dejando encargado del mando de la línea al Sor. Comandante de la Corona Don Juan López del Campillo, interín se recibe la superior orden de V.E. si bien repito a V.E. que creo indispensable la continuación del citado Brigadier en el mando de Comandante General del Cibao como se dispuso por el Teniente General Marqués de las Carreras. Dios gue. a V.E. ms.as. Santiago, 5 de abril de 1863. Escmo. Señor. /firmado/ Carlos de Vargas Escmo.- Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo /al margen dice: / a su espediente /rúbrica/ 420 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia General del Cibao 116 Cursando una instancia del ex regidor que fué de éste Ayuntamiento Don Pedro Eugenio Curiel, en solicitud de que se le conceda un plazo de tiempo para el arreglo de sus asuntos. Esmo. Sor. Por si V.E se digna entregarle la gracia que solicita, adjunto tengo el honor de incluir a V.E. la instancia que promueve a su superior autoridad el ex regidor que fué del Ayuntamiento de ésta Ciudad Don Pedro Eugenio Curiel, en solicitud de que se le conceda un plazo de tiempo para poder arreglar sus asuntos. Dios gue. a V.E. ms. as. Santiago, 19 de junio de 1863. Esmo. Sor. El T.C. Comte. Gral. Interino. /firmado/ José Aranguren Escmo, Señor Capitán General de ésta Isla. /al margen dice:/ A su espediente puesto que éste individuo ha sido comprendido en el Real Decreto de Amnistía./rúbrica/. 421 A.G.I. CUBA 1004B Exmo. Señor Don Pedro Eugenio Curiel es Regidor del Ayuntamiento que fué de esta Ciudad y Comerciante en la misma, reo pendiente de la gracia de indulto según la notificación que le ha sido hecha en el día de hoy, con el mayor respeto a V.E. espone: Que en virtud del largo tiempo transcurrido durante la tramitación del proceso a que se halla sujeto y no teniendo persona alguna que interesado del estado de sus asuntos comerciales le haya podido representar en el referido tiempo, han sufrido sus intereses por no poder estar vigilándolos el que suscribese: éste concepto y en el de necesitar como es consiguiente el arreglo inmediato de todos sus asuntos pendientes es por lo que ruego. A V. E. encarecidamente suplica que previa la fianza que considere necesaria por su parte le sea concedida hasta tanto que S.M. la Reyna (Q.D.G) se digne dar la prueba más de su clemencia, en lo que depende su futura suerte, y la de su familia, la salida de éste Fuerte de San Luis en términos más amplios si lo considera así conveniente, es gracia que no dudo alcanzar de su justicia, bondad y recto corazón, en obsequio de sus inferiores, los que sin cesar ruegan a Dios que dé a su importante vida dilatados años. Santiago de los Caballeros, 17 de junio de 1863. Exmo. Señor. /firmado/ Pedro Eugenio Curiel Exmo. Sr. Capitán General de la Isla de Santo Domingo /al margen dice: / Escmo. Sor.-Don Pedro Eugenio Curiel, Ex Regidor de la anterior Corporación municipal, recurre a la superior autoridad de V.E. en súplica de que se conceda su libertad previa la correspondiente fianza por el tiempo que se estime conveniente, con objeto de arreglar sus asuntos comerciales no hallando inconveniente por mi parte en que V.E. le otorgue la gracia que solicita, mácsime habiéndosela ya V.E. concedido a varios individuos de la misma Corporación con fecha 12 del actual, le considero acreedor al mismo beneficio; más no obstante lo espresado ,V. E. resolverá lo que juzgue más acertado. Santiago, 19 de junio de 1863. El T.C. Comte. Gral. Interino. /no hay firma/. 422 A.G.I. CUBA 1004B 2o. Cabo de la Isla de Santo Domingo. Escmo. Señor. El General de las Reservas Don Gaspar Polanco que en los pasados sucesos de ésta Provincia ha prestado muy buenos servicios ya acompañando al General Hungría en su marcha sobre Guayubín y Sabaneta, ya siguiendo a todas partes a las fuerzas que operaron en la frontera, y uniéndose últimamente al Comandante Don Juan López del Campillo en las escursiones de que tengo dada cuenta a V.E., me ha suplicado por única recompensa, el perdón de su hermano el Coronel Don Juan Antonio Polanco complicado en la rebelión de la frontera y actualmente oculto por el temor que su conducta le ha inspirado. Más como éso no he podido ofrecérselo, sólo he debido manifestarle lo elevaría al superior conocimiento de V.E. como tengo el honor de hacerlo, por sí estándo en sus facultades, se digna otorgar esa gracia, que por mi parte, Escmo. Señor, la considero oportuna en las actuales circunstancias. Dios gue, a V.E. ms.as. Santiago, 12 de abril de 1863. Escmo. Señor. /firmado/ Carlos de Vargas Escmo. Señor Capitán General de ésta Isla. /al margen dice: / Espérese a que venga la causa y contéstese al E.S. Gl. 2o, Cabo que apreciando su recomendación la tendré presente oportunamente./rúbrica/ 423 A.G.I. CUBA 1004B E. M. 1ª. Ar. abril 24/863. Excrno. Sor. General 2o. Cabo. Excmo. Sor. Quedo enterado de lo que V.E. me expone en su comunicación de 12 del actual y súplica del General de las Reservas Don Gaspar Polanco pidiendo por recompensa de sus servicios en las actuales circunstancias el perdón de su hermano, Coronel Don Juan Antonio Polanco complicado en la rebelión de la frontera y apreciando la eficaz recomendación de V. E. la tendré presente oportunamente. Dios, etc. Fecho /MINUTA/ 424 A.G.I. CUBA 1004B Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago Esmo. Señor Adjunto tengo el honor de remitir a V.E. la relación de los reos prófugos que resultan en las diferentes causas seguidas por ésta Comisión, por si V.E. tiene a bien pasarla a las autoridades de las Provincias para los efectos consiguientes. Dios gue. a V.E. ms.as. Santiago, 23 de junio de 1863. Esmo. Sor., El T.C. Presidente. /firmado/ Luis Bustamante. Esmo. Sor. Capitán General de ésta Isla. /al margen/ A su espediente toda ves que por el Real Decreto de Amnistía de 27 de mayo último, se concede el plazo de seis meses para su presentación a los individuos que se encuentran en el caso de los que se espresa.- /rúbrica/ 425 A.G.I. CUBA 1004B Comisión Militar Egecutiva de la provincia de Santiago Relación de los individuos que han sido juzgados por ésta Comisión Militar en las diferentes causas instruidas por la misma y se hallan Prófugos. Clases Nombres General de las Reservas D. Lucas Evangelista de Peña Coronel de idem. D. Ignacio Reyes Id. de idem. D. Juan Antonio Polanco Teniente Coronel de idem. D. José Borbón Id. de id. D. Ramón Almonte Id. de id. D. Isidro Giménez Id. de id. D. Manuel Tejada Comandante de id. D. Victoriano Cordero Teniente de id. D. Juan Antonio Alís Id. de id. D. Nicolás Toribio Id. de id. D. Eusebio Gómez Id. de id. D. Benito Monción Id. de id. D. Juan Ramón Reyes Id. de id. D. Eugenio Beliard Sub. teniente de id. D. Domingo Curiel Id. de id. D. Santiago Tabares Paisano Santiago Rodríguez Otro Gregorio Luperón Otro Ramon Pacheco Otro Pedro Ruiz Otro Norberto Torres 426 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Otro Juan de la Cruz Alvarez (a) Cacú Otro José de los Santos (a) El Inglés Otro Justo Carrasco Otro Alejandro Bueno Otro José Sosa Otro José de los Santos (a) Mayor Inglés Otro Tomás Inglés Otro Luis Sosa Otro San Améquita Otro Jacinto Ramos Otro Cayetano Decler Otro Andrés González (a) Maló Otro Ramón de la Cruz Otro Ramón Yeyé Otro Estévan Tejar En total 36 Santiago de los Caballeros, 18 de junio de 1863. El T.C. Presidente de la Comisión Militar. /firmado/ Luis Bustamante. 427 A.G.I. CUBA 1004B 2o Cabo de la Isla de Santo Domingo Exmo. Sor. Paso a manos de V.E. originales las relaciones que he pedido al Gobernador de ésta Plaza, de los Generales, Gefes y Oficiales de las Reservas Provinciales que se han presentado ofreciendo sus servicios en las pasadas circunstancias, así como de los que no lo han hecho, espresando los motivos, afin de que, así como V.E. proporcione el premio de los unos, dicte las providencias que estime oportunas respecto de los otros. Dios gue. a V.E. ms. as. Cuartel General de Santiago de los Caballeros, 12 de marzo de 1863. Exmo. Sor. /firmado/ Carlos de Vargas Exmo. Sor. Capitán General. /al margen dice: / A la Sección para los fines que en ella puedan combenir en su oportunidad /rúbrica/ 428 A.G.I. CUBA 1004B Yo el infrascrito General en Gefe del Egto. Espedicionario de ésta Plaza de acuerdo con el Comandante Militar de ésta Plaza y del destacamento Español D, Juan José Garrido hemos conocido entre ambos bajo de una capitulación que ellos hacen el primero a recibir y el segundo a entregar bajo las condiciones siguientes.-1º.- Respetar en todas sus partes las personas de su destacamento y demás de la población con todos sus equipajes.- 2º.- Concedérsele el retirarse con sus armas, bajo la palabra de honor de no hacer uso de ellas hasta no llegar a su destino.- 3º.- Dárseles un salvo conducto para impedir que sean atacados en el tránsito.- 4º.- Dárseles una hora para salir antes de ocupar nosotros ésta plaza.- 5º.- Consentir en que varias personas que quieran acompañarlas lo hagan y todo fundado en mi palabra de honor.- Hecho y pasado en San Lorenzo de Guayubín á 22 de febrero de 1863. L.E. Peña/.- Hay una rúbrica.- El Coronel.- Juan Garrido.- hay una rúbrica.- El Subte.- Luis Prado.- hay una rúbrica.- El Subte. Pedro Garrido-Hay una rúbrica.Puerto Plata, 26 de febrero de 1863. Es Copia. EL Gral. Comte. Militar./firmado/ Juan Suero /hay un sello que dice: / Comandancia Militar de Puerto Plata. 429 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Relación de los SS. Gefes y Oficiales de las Reservas Provinciales de ésta Ciudad que se han presentado a mi autoridad en los sucesos pasados y prestado sus servicios. Gral. D. José María López Este general prestó servicio desde el 23 de febrero a la fecha Otro D. Antonio Hernández Se presentó ofreciendo sus servicios y estuvo en el Fuerte de San Luis Otro D. Federico Peralta Se presentó en el Fuerte y continúa Coronel D. Manuel María Frometa Este Sr. Ofreció hasta su dinero, no faltó del Fuerte durante el peligro. Coronel D. Gregorio Reyes Estubo la noche del 23 y del 24 no se le encontró en su casa. Coronel D. Pedro del Rosario Se presentó el 25 de febrero por la mañana Tte. Corl. D. José Gómez Dispuesto a prestar sus servicios. Capitán D. Nicasio Giménez Siempre estuvo en el Fuerte dispuesto a prestar sus servicios. Otro D. José Aguado Del 24 por la noche antes del fuego se halla clasificado en pasiva. Teniente D. Juan Gutiérrez Id id (en pasiva). Santiago 12, de marzo de 1863. El Gral. Gobr. Interino. /firmado/ A. Michel. 430 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Relación de los SS. Generales, Gefes y Oficiales de las Reservas Provinciales de ésta Ciudad y sus campos que no se han presentado a tiempo ofreciendo sus servicios y otros están fugitivos. General Don Juan Luis Franco Vidó.- Se ignora el motivo de no haberse presentado. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Otro.- Don José Desiderio Valverde.- Se presentó el 27 después de las ocurrencias. Otro Don Francisco Javier Giménez.- Vive en el campo y estaba enfermo. Otro.- Don Rafael Gómez.- id. Id y se presentó el 25. Otro.- Don Telesforo Pelegrín.- Se presenté el 27. Coronel Don José Ma. Morel.- id. id. Otro.- Don Joaquín Díaz.- No se presentó. Otro.- Don Eugenio Valerio.- Id id. Otro.- Don Rafael Ventura Espaillat.- id.- vive en el campo. Otro.- Don Carlos de Lora.- Preso por la revolución. Otro.- Don Juan Nepomuceno Núñez.- Vive en el campo y ofreció sus servicios. Teniente Coronel Don José Linecio Pichardo.- Se presentó el 26, se ignora la causa de no haberlo hecho antes. Otro.- Don Julián Belisario Curiel.- Se ignora la causa de no haberse presentado. Teniente Coronel Don Pedro Batista.- No se presentó. Otro.- Don Manuel Tejada.- Fujitivo. Otro.- Don Isidro Jiménez.- id. Otro.- Don José Hernández.- Se presentó el 25. Otro.- Don Ramón Almonte.- Fujitivo. Otro.- Don Ramón Céspedes.- Se presentó el 27 vive en el campo. Capitán Don Jacobo Rodríguez.- Preso, no se presentó. Otro.- Don Carlos Bonilla Bidó.- Sospechoso, no se presentó. Otro.- Don Manuel de Jesús Giménez.- id. id. Otro.- Don Pedro Ignacio Espailllat.- Preso. 431 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Otro.- Don Antonio Ceara Barceló.- Se presentó el 26 de febrero. Otro.- Don Antonio Bonilla.- Sospechoso. Otro.- Don Jacobo Morel Núñez.- No se presentó, se ignora la causa. D. Andrés Abelino Reynoso.- id. id. Otro.- Don Mateo Chanero.- id. id. Otro.- Don Cipriano Cortés.- id. id. Otro.- Don Juan Antonio Pichardo.- Este se presentó antes ofreciendo sus servicios y el 25 lo volvió a verificar. Otro.- D. Estéban Aybar.- Se ignora el motivo de no haberse presentado, Otro.- Don Emeterio Disla.- id. id. Otro.- Don Manuel Antonio Morilla.- id. id, Otro.- Don Guillermo Pérez.- id. id. Otro.- Don Vicente Guzman. id. id. Capitán Don Luis Llua.- Se ignora el motivo de haberse presentado (sic) Otro.- Don Felipe Santiago Uriña.- id. id. Otro.- Don Manuel Guichardo.- ld. id. Teniente.- Don Fernando de Peña.- id, id. Otro.- D. Juan de la Paz Morales.- Se halla preso. Otro.- Don Juan Pablo Rodríguez.- Se ignora la causa de no haberse presentado. Otro.- Don Domingo Miguel Pichardo.- id. id. Otro.- Don Ambrosio de la Crus.- Id. id. Otro.- Don Juan Luis Núñez.- id. id. Otro.- Don Joaquín Reynoso.- Id. id, Otro.- Don José Reyes.- Id. id. Otro.- Don Francisco Sevonet.- Este se hallaba en Haití con pasaporte. Otro.- Don José Nelson.- No se presentó Otro.- Don José de la Cruz Jiménez.- id. id. Otro.- D. José Nuñez.- id. id. Otro.- Don Manuel González id. id. Otro.- Don Juan Antonio Alis.- El primero que dió el grito de Viva la República Dominicana y fujitivo Otro.- Don Nicolás Sierra.-Se ignora la causa de no haberse presentado. Otro.- Don Santiago de Lora.- id. id. Otro.- Don Agapito Rodríguez.- id. id. Subteniente.- D. Isidro Pacheco.- Fujitivo. Otro.- Don Domingo Rodríguez Morel.- id. Otro.- Don José Ma. Espaillat.- id. Subteniente.- Don Policarpo Ciriaco.- No se presentó Otro.- Don Francisco Antonio Giménez.- idem vive en el campo Otro.- Don Francisco Batista.- No se presentó. Otro.- Don Domingo Curiel.- Uno de los mayores enemigos del Gobierno y que tomó las armas contra él. 432 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos • • • • Otro.- Don José Escobozo.- Se presentó el 26. Otro.- Don José Janer (?) id. id el 27 Otro.- Don Agustín Franco Bidó.- No se presentó Otro.- Don José Ramón Quintero. Se presentó el 25 por la mañana fingiendo que los revoltosos le habían robado un caballo. • Otro.- Don Izidro Regla.- Se ignora la causa de no haberse presentado, • Otro.- Don José Castillo.- id, id. • Otro.- Don Juan Moreno.- Este se presentó y fué con un pliego a La Vega. Clases pasivas • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • General.- Don Román Franco Bidó.- No se presentó.- Se ignora el motivo Otro.- Don Nicolás Minalla.- id. Id. y vive en el campo Otro.- Don Jacinto de Lara.- Se hallaba en los hatos con licencia. Coronel.- Don Andrés Tolentino.- No se presentó, se ignora el motivo. Otro.- Don Miguel Antonio Rojas.- id. id. Otro.- Don Ignacio Contreras.-Vive en el campo, no se presentó, Otro.- Don Bartolo Aybar.- No se presentó, es un anciano que siempre está enfermo. Coronel.- Don Gregorio de la Cruz.- Se presentó el 23 manifestándo que en atención a ser viejo no podía hacer [...] /es cierto lo que dice éste Coronel Otro.- Don Clesencio de los Santos.- No se ha presentado.- Se ignora el motivo. Otro.- Don José Guirado.- ld. id. Teniente Coronel Don Juan de Jesús Mejías.- Id. id Otro.- Don José Borbon.- No se ha presentado y anda fujitivo. Otro.- Don Tomás Colón.- No se ha presentado. Otro.- Don José Vidal Pichardo.- El principal cabecilla de los reveldes fujitivos. Otro.- Don José Pedro de la Cruz.- Se ignora su paradero Otro.- Don Santiago Calderón.- id. id. Otro.- Don José Ramón García.- No se ha presentado. Otro.- Don Miguel Travesa.- ld. id. Otro.- Don Pedro Dechant.- id, id. Capitán.- Don Manuel del Mena.- id. id. Otro.- Don José Deogracias Ciriaco.- Enfermo en el Hospital. Otro.- Don Felipe Rodríguez.- No se ha presentado y se ignora el motivo. Otro.- Don José Miguel Abad.- id. id. Otro.- Don Ramón Miranda.- id. id. Otro.- Don José María García.- id. Id. Otro.- Don Ramón Reyes.- id. id. Otro.- Don Manuel de Jesús Vargas.- Enfermo Capitán.- Don Felipe Gómez.- No se ha presentado. Otro.- Don Alejo Alfonseca.- Fué arrestado y se huyó. Otro.- Don Manuel de la Cruz.- No se ha presentado, se informa el motivo. 433 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Otro.- Don José Malloc.- id. Id. Otro.- Don Pablo Paulino.- Id. Id. Otro.- Don Jual Baldalamar.- id. id. Otro.- Don José Padilla.- id. id. Otro.- Don Bonifacio de Renón.- id. id. Otro.- Don Valentin Polanco.- No se ha presentado, está en el campo. Otro.- Don José Ma. Blanco.- id. id. Otro.- Don Manuel Fr. Rodríguez.- Preso Otro.- Don Guillermo Tejera.- Se presentó el 25 Otro.- Don José Manuel Cabral.- No se ha presentado. Otro.- Don José Benito.- id. Otro.- Don Pablo Mendoza.- Prestó la noche del 24 el servicio de correo. Teniente.- Don Santiago Petiton.- Se ignora su paradero. Otro.- D. Vicente Collado.- No se ha presentado y vive en el campo. Otro.- D. Santiago Regalado.- id. y vive en el pueblo. Otro.- D. Anasario Giménez.- id, y vive en el campo, Otro.- D. Juan Rotestán.- No se ha presentado. Otro.- Don Vicente Bidó.- id. id. Otro.- Don José Hernández.- Se presentó la noche del 25. Otro.- Don Florencio Calderón.- No se ha presentado Teniente.- Don Estevan Pacheco.- No se ha presentado. Otro.- Don Saturnino Hernández.- id. id. Otro.- Don José Luciano Núñez.- id. id. Otro.- Don Crisóstomo36 Acosta.- id. id. Subteniente,-Don Manuel Rivas.- id. id. Otro.- Don José Martínez.- id. id. Otro.- Don Simón Nuñez.- id. id. Otro.- Don Dionisio del Castillo.- id. id. Otro.- Don Nepomuceno de la Cruz.- ld. id. Otro.- Don Pedro Batista.- id. Id. Otro.- Don Gregorio Ureña.- id. id. Otro.- Don Eusebio Abreu.- id. id. Otro.- Don José Bordas.- id. id. Otro.- Don José Vicente Reynoso.- id. id. Otro.- Don Eusebio Gómez.- Se halla fugitivo Otro.- Don Paulino Aguilera.- Se hallaba ausente de la provincia con pasaporte. Otro.- Don Juan Cerdá.- No se ha presentado y vive en el campo. Otro.- Don Filomeno Beato.- id. id. Otro.- Don Damian Santana.- id. id, Otro.- Don Juan Pérez.- id. Id. Palabra ilegible. 36 434 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos • • • • • • • Otro.- Don Eugenio Reynoso.- Enfermo Otro.- Don Tomás Gómez.- No se ha presentado. Otro.- Don Santiago Tavares.- id, id. Otro.- Don Gregorio Germozo.- id, id Teniente.- Don Domingo Giménez.- No se ha presentado Otro.- Don Juan Antonio Cabrera.- id. id. Otro.- Don Santiago Tabera.-Fujitivo. Santiago, 12 de marzo de 1863. El Gral. Gobr. Interino. /firmado/ A. Michel. 435 A.G.I. CUBA 1004B Escmo. Señor Capitán General. Escmo. Señor. Los vecinos de ésta Población han visto con profunda indignación los acontecimientos ocurridos en la provincia del Cibao, que han burlado la paz general de que disfrutaba el país qué, a la sombra del Trono Augusto de nuestra escelsa Soberana, empezaba a desarrollar los elementos de riqueza con que próvida le ha dotado la Providencia. En presencia de un hecho tan criminal y tan contrario a los intereses de los dominicanos, cuyos sentimientos de lealtad hacia la España han sido y son proberviales cumple al deber de todos los buenos alzar el grito de reprobación contra los ilusos que en hora menguada alzaron el pendón de la rebelión, y ofrecer sus servicios a la dignísima suprema Autoridad de la Isla, para sofocar cuanto antes la sedición. Los habitantes de San Cristóbal aprovechan gustoso ésta oportunidad para ofrecer a V.E. los testimonios de su fidelidad y desearían que sus servicios los considerase V.E. necesarios para darle ésta muestra de su profunda adhesión a las instituciones que les rigen. Dios guarde a V.E. muchos años. San Cristóbal, marzo de 1863. Escmo. Señor. /firmado, El Síndico Procurador.- Bruno Montas.- Presidente de la Junta Municipal.- Modesto Díaz.- El Comisario de Policía.- Rufino Alfonseca.- El Alcalde Ordinario.- José Dolores P/ El Tercer Regidor.- Gerónimo Lachapel.- El Segundo Regidor.- Rafael Sánchez.- El Primer Regidor.- Manuel Díaz Pérez.- El General de la Reserva.- José Leger.- Eusebio Pereira.- Francisco Heredia.- el Coronel de las Reservas.- José Vicente de Valera.- Antonio Vidal.- el Coronel de las Reservas.-Demetrio Alvares.- El Subte, de las R.P.- Desir Beinard.- Subte. de las Reservas.-Severo Guri- 436 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos dis.- José Alfonseca.- Jacinto Pérez.- Nicolás Zafra.- Feliciano Troncoso.- Francisco Loiseau hijo.- El Subte de las Reservas.- Luis G. Marcano.- El Teniente de las Reservas.- Francisco de León.- José D. Valdés.- Eusebio Araujo.-Doris C. Alis.- Subteniente pasivo.- Luis Miranda.- EL Teniente de las Reservas.- Francisco Marcano.- Ezequiel Báez.- Florentino Peres.- Hipólito Bazil.- D. Renville.- Juan José Ledesma.- José Ignacio Díaz.- José Palacio.- Claudio Pereyra.- Tomás Macario.- A Coen.- Bernabé Ferrier.- Leoncio Medina.- El Maestro preceptor.- F. de P. Peguero.- José Antonio Soto.- Eusebio Macario.- Manuel de Jesús Piña.- José Mantilla.- Vicente Ferrer.- Fermín Duverg.- Dieudonne Dupil.- 437 A.G.I. CUBA 1004B 2o. Cabo de la Isla de Santo Domingo. Ecsmo. Sor. Desde que salí de ésta Capital llebo con las tropas de mi mando cuatro días de marcha de ocho y nuebe leguas diarias y las dos últimas especialmente bajo un tiempo de agua incesante que ha puesto el camino en un estado intransitable y peligroso que no es posible describir ni formarse idea ni aún aproximada; así de que estoy sorprendido de que hayan podido llegar a éste punto, y al encontrarme con toda la fuerza reunida, esperimento una verdadera satisfacción porque me parecía harto imposible que no hubieran quedado atascados en el fango la mitad de los hombres y animales y lamentar alguna desgracia personal, sin que estubiera a mi alcance remediar nada, por que era aun más penoso el detenerse, pues se hubiera tenido que hacer ó sobre el fango ó sobre el agua en las sabanas ó sobre precipicios, y sin recursos ni ausilio de ningún género, porque todo es despoblado y apenas se encuentra un mal bohío. La sección de Caballería y el Batallón de Bailén llegaron anoche conmigo y la Artillería é Ingenieros lo han verificado ésta mañana, habiendo pasado una noche de agua horrible, Escmo. Sr. ha sido una situación de las más aflictivas que he pasado en mi larga carrera Militar la marcha que acabo de hacer en éstos días y acostumbrado en la Isla de Cuba a hacerlas con las tropas de aquel Egército por malos caminos, con falta de recursos y con malos tiempos, nunca he tenido ocasión de admirar tanto sufrimiento tanta penalidad y tanta abnegación como la que han tenido en éstos días los Oficiales y Soldados que llebo a mis órdenes, digno de que les haga por ello la Justicia de recomendarlos . V.E. Habiendo tenido noticias de los acontecimientos de Santiago de los Caballeros y convenido con el E.S. Marqués de las Carreras el adelantarnos ambos con la sección de Caballería, quedará la fuerza descansando en éste punto el día de hoy, y que siga el viaje mañana a marchas regulares hasta aquella Ciudad, quedando encargado del mando de la Columna el Teniente Coronel Gefe del Batallón de Bailén a quien por ordenanza corresponde; ésto contando con que dé paso el Río Yuna, pues me acaban de avisar que no puede pasarse, pero si no lloviese más, mañana se podrá verificar. 438 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos La Administración y Sanidad Militar, aún no se me ha incorporado, ni espero que pueda alcanzar a la Columna a causa del camino y de las malas acémilas que trae, que infiero se le habrán quedado atascadas algunas, y caídas todas muchas veces, como ha sucedido con las que siguen a la tropa de éstas han quedado dos muertas en el camino y varias atascadas y he dado las disposiciones convenientes desde aquí para salir de éste conflicto. Ayer mañana cuando salí del Cevico dejé sólo cuatro enfermos al cuydado del Comandante Militar para que los recogiera la Sanidad Militar al pasar por aquel punto. Si las penalidades y los sufrimientos en el servicio son dignos de recomendación, lo hago a V.E. en ésta ocasión muy particularmente y como un deber de justicia del primer Gefe del Batallón de Bailén, que con un celo y una constancia perenne ha conseguido traer siempre su tropa reunida y en el mejor orden posible que la situación le permitía, sin dejar ningún rezagado y atendiendo con una eficacia suma a superar los trabajos que a cada momento se le presentaban en el camino, dando valor y ánimo a los Soldados . La Compañía de Ingenieros a las órdenes de su Capitán Don Ezequiel Giménez San Juan, además de haber sido incansable en el cuydado de la tropa, ha venido con ella ayudando a la Artillería y con los esfuerzos de los soldados de ésta Arma y con especialidad a las disposiciones del Comandante General de ella el Comandante Don Victoriano López Pinto, a cuyas órdenes venían ambas Compañías, se ha podido conseguir el que saliera adelante. La fuerza del escuadrón de Caballería al mando de su Comandante, ha seguido la marcha superando y luchando con esfuerzo en los malos pasos del camino, peligrosos para los infantes y mayores para la Caballería y todos son dignos de elogio y de recomendación. Y por último, Escmo. Señor, mi Ayudante de Campo el capitán Don Julián A. Bedia que en ésta difícil y penosa marcha ha sido incansable para comunicar las órdenes que he dado no puedo menos de recomendarlo también a V.E. Dios gue. a V.E ms.as. Cotuy, 7 de marzo de 1863. Escmo. Sor. /firmado/ Carlos de Vargas. Escmo. Sr. Capitán General de ésta Isla. /al margen dice:/ Contéstese quedar enterado y aprobando el que con el General Santana y la Caballería se adelantasen a las fuerzas y al mismo tiempo que S. E. está muy satisfecho del celo, eficacia y abnegación con que las tropas han superado los obstáculos que se les han presentado en tan difícil y penosa marcha y que dé las gracias en su nombre. /Hay una rúbrica/ 439 A.G.I. CUBA 1004B No. 1 Inspectoría de las Lagunas.- Las Lagunas 22 de febrero de 1863.- S. Gobernador de Puerto Plata.- Hago saber a V. que hoy a las siete de la noche he recivido el parte de Estero Hondo en donde me dicen que los Haitianos están en Mangá yo le remito el parte para que V. lo vea porque yo quiero hacerle saber lo que me han mandado a decir.- Es cuanto se me ofrece.- Suyo amigo.- El Comte. Juan B. Luis. No 2 Comisaría de las Lagunas.- Señor Juan Bautista Luis.- Según noticias he recibido, están los negros en Mangar de modo que V. contestará lo más presto para yo alistar los hombres, conteste con el portador para estar listo.- Y es cuanto por ahora, su affmo. servidor Isidoro Suárez.No. 3 Comisaría de las Lagunas.- S, Comandante Inspector.- Muy Sor. mío y amigo.-Anoche como a las nueve he oido tres cañonazos a lo que me parece que será novedad yo a nada me he determinado por no saber lo que V. determina pues V. me exijirá lo que debo hacer pues así es que V. me mandará el parte.- Y es cuanto se me ofrece, su servidor.- Isidoro Suárez. No. 4 Gobierno Militar de Santiago.- Habiendo recibido la noche anterior un parte del Sr. Comandante Militar de Guayubín en que me manifiesta haber síntomas de que la tranquilidad pública se alterava he dispuesto la marcha en la madrugada del día de hoy de una compañía para dicho punto y emprender yo la marcha con la sección de Caballería en ésta misma mañana lo que pongo en conocimiento de V.S. a fin de que sepa lo ocurrido y pueda tomar las medidas que juzgue convenientes para la tranquilidad y seguridad públicas. Dios gue. a V.S. ms. as.- Santiago 440 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos 21 de febrero de I863.- EI Gral. Gobernador.- José Hungría.- Sr. Comte. Militar de Puerto Plata.No. 5 Gobierno Militar de Santiago.- Tan luego reciba V. ésta comunicación dispondrá lo conveniente para que el 2o. Gefe de Artillería de ésa, con diez hombres de la misma armados los que se hallan en ésa emprendan la marcha para ésta Ciudad.-Dios gue. a V. ms. as. Santiago 22 de febrero de 1863.- a las diez de la noche.- El General Gobernador interino.- A. Michél.- S. Comte. Mr. de Puerto Plata. No. 6 Gobierno Mr. Cibil de Santiago.- En éste momento que son las cinco de la tarde acabo de recibir un escrito firmado por D. Santiago Rodríguez Alcalde ordinario de Sabaneta en que se imbita al Comte. de S. José de las Matas a una nueva […] al Pabellón Dominicano.- También dice dicho escrito que ese Pabellón Dominicano se enarboló a las seis de la mañana del día 21 del actual en Savaneta por lo que reclamaban del Comandante de Las Matas la misma atrocidad, pero éste Gefe, fiel al Gobierno me ha remitido el escrito a que me refiero. Debo hacer presente a V.S. que el General Lucas Peña es el Gefe de la rebolución según dicho escrito.- Lo digo a V.S. para su inteligencia y a fin de que por su parte tome en ésa Jurisdicción de su cargo las medidas que el caso ecsige.- Del recibo de ésta comunicación se servirá darme abiso.- Dios gue. a V.S. ms. as.- Santiago 22 de febrero de 1863.- A. Michel.- Sr. Comandante Militar de Puerto Plata.No. 7 Gobierno Cibil y Militar de Santiago.- De orden del Señor General Gobernador en propiedad de ésta Provincia, procederá V. a capturar al nombrado José Salcedo (a) Pepillo, el que mantendrá incomunicado y con toda seguridad hasta nuevo aviso.- Es de advertir a V.S. que en Sabaneta y Guayubín ha estallado la rebolución hallándose en Mangá la cabeza de algunas fuerzas el General Lucas de Peña.- Dios gue. a V.S. ms.as.- Santiago 22 de febrero de 1863.- a las nueve de la noche.- El General Gobernador interino.- A, Michel.- Sr. Comandante Militar de Puerto Plata.No. 8 Gobierno Militar de Santiago.- He recibido su escrito de fecha 23 del actual en que me traslada las comunicaciones del Comandante Juan B. Luis y en contestación devo decir a V.S. que tome todas las medidas de seguridad que el caso egsige y permanezca en ésa hasta que otra cosa se disponga.- De todo lo ocurrido se ha dado a V.S. conocimiento y a ésta fecha se habrá enterado ya pero en caso que no lo hubiese recibido, participo a V.S. que el General Hungría está hecho fuerte en Haitillo con 300 hombres Peninsulares y algunos del país y dice que se le agregarán varios de esta 441 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez clase.- En ésta no hay novedad, pero se sospecha que haya algo, lo que combiene es permanecer con la mayor vigilancia y aguardar fuerzas que no tardarán en llegar Lucas de Peña es quien se halla al frente de las tropas en Mangá.- Dios gue. a V.S. ms. as.- Santiago 24 de febrero de 1863.- El Gral. Gobr. interino.- A. Michel.- Sr. Comte. Militar de Puerto Plata. No. 9 Comandancia de Armas de Altamira.- Ayer tarde a las cinco recibí su más respetable comunicación de fecha 24 en el que me comunica la baja deshonra que han cometido los pueblos de Sabaneta y también cuasi Guayubín y el infame atentado de Lucas de Peña a cuya infamia de mi parte elijo que nueva venganza con respecto a mí y el número de vecinos de ésta Sección preste al Gobierno de S.M. y V.S. contará en que estoy y estamos dispuestos a sostener el juramento solemne que prestamos el 23 de marzo de serle fiel y morir por el Gobierno de S.M. sosteniendo hasta el último estremo el pabellón de Castilla y por tanto tengo el honor de repetir a V.S. y a todo aquel que se encuentre en el número de un berdadero español que al mismo tenor pueden contar siempre conmigo.- Dispensando V.S. de ésta mi confianza con que me refiero por acá se dice que Santiago está muy alvorotado, quería haber tirado un trabucazo ó dos para informar si la gente estava obediente y dispuesta a pesar de qué todas las noches no me falta el refuerzo en la guardia de suerte que aquí hasta la fecha todo está tranquilo, la gente muy dispuesta y amorosa.- Ahora que son las dos de la tarde acaba de llegar el que salió ayer al amanecer del día de hoy para Santiago, me fué forzoso mandar a un soldado a pié de la guardia por no haber tenido dragón dispuesto a hacer todo lo que V S. Juzgue conveniente.- El Teniente de Artillería que salió ayer de ésa que me fué dador del oficio de V.S. durmió aquí con la tropa, salió al amanecer de aquí.- Dios gue. a V.S ms. as.- San José de Altamira a 25 de febrero de 1863.- EI Comte. de Armas.- E. Alvarez.No. 10 Comandancia de Armas de Altamira.- Participo a V.S. como a las seis de la tarde de ésta a llegado Diego Bentura el de Pérez, viniendo de Santiago a quien en compañía de un Juan Bautista del mismo Pérez y al mismo momento me acaba de entregar el Sr. Abentajado del Resguardo D. José Fernández Pórtela los dos Oficios a mi dirigidos de V.S. en donde aciéndole yo mis preguntas a éstos dos individuos me acaban de comunicar que en Santiago habían puesto la bandera Dominicana y que la Artillería Española estaba acampada en el Fuerte, también me dicen que el General López acompaña a la Artillería española. Todo lo que participo a V.S para los fines combenientes. En vista de lo espuesto el detenido Sr. Pórtela conduciendo lo espuesto por ir según me dicen con caudales del Gobierno hasta tanto que se espie el resultado pues me dicen Diego y Juan Bautista que según están informados tiran a marchar contra el fuerte.- Esta tardecita cuando no se sabía nada acaba de llegar el que fué a Santiago 442 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos con el oficio de V.S despachado de aquí a Bitorino fuera con el oficio de Riogrande que trajo el de Santiago y otro de ésta para V.S.- Es todo lo que participo espero en que a la mayor brevedad V.S. me ordenará en el todos de éstos mis pormenores.-Dios gue. a V.S ms. as. Altamira, 25 de febrero de 1863. El Comandante de Armas.- E. Alvarez. S. General Teniente Gobernador de Puerto Plata. Puerto Plata, 26 de febrero de 1863. Es Copia. El General Comandante Militar /firmado/ Juan Suero. /Hay un sello que dice: / Comandancia Militar de Puerto Plata. 443 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Superior Civil de la Isla de Santo Domingo Consulado General y Encargaduría de Negocios de España en Haití.- Escmo.Sor.Muy Sr. mío Al Excmo. Sr. Secretario de Estado digo con ésta misma fecha lo que sigue: El 28 del pasado febrero recibí un atento billete de Mr. Dupuy Ministro de Relaciones Exteriores invitándome a su casa para hacerme comunicaciones importantes.- Acudí al punto y me dijo lo que sigue.- «Acabamos de recibir hoy una noticia desagradable de la frontera. En la parte Española se ha sublevado un tal Peña contra el Gobierno Español.- Este individuo ha dirigido una comunicación al General de Fort Liberté que ha cometido la torpeza de contestarle. Dichas comunicaciones se han recibido en el Gobierno, y el Presidente oyendo al Consejo de Ministros ha acordado separarle inmediatamente del mando, y nombrar en su lugar al General Philantrope Noel.- Al propio tiempo se han despachado tres Ayudantes de Campo a los Comandantes Generales de la línea fronteriza, mandando que rechazen si necesario fuese con la fuerza a los que se presenten armados en nuestros puestos cortando absolutamente toda comunicación con los rebeldes sin dejar pasar a persona alguna que no venga provista de un pasaporte del Capitán General de Santo Domingo.- Y que si por caminos estraviados entraban, luego que fuesen habidos serían internados en el territorio de la República.- Agradecí a Mr. Dupuy la noticia y aprobé sus resoluciones.- En seguida le indiqué que sería muy conveniente que en el Monitor oficial hiciese el Gobierno una manifestación al pueblo Haitiano para que comprendiesen en su propósito de rechazar a los rebeldes.- Me contestó que lo haría así en cuanto se recibiesen más noticias de los insurrectos y espontáneamente me dijo voy a remitir a V. la carta original del cabecilla Peña y demás documentos sobre éste asunto para que los examine y tome de ellos 444 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos copias si lo cree conveniente, porque está en nuestro interés, después de lo pasado, hacer ver al Gabinete de Madrid nuestro deseo de conservar con España las mejores relaciones». Así lo cumplió en la misma tarde, remitiéndome con una comunicación confidencial los documentos siguientes, cuyas copias son adjuntas para conocimiento de V.E.- 1º Una carta original en castellano fecha 22 de febrero dirigida al General Haitiano Simón Sam por el titulado General Peña.- 2º.- La respuesta en copia del General Simón Sam- 3°.- El despacho del General Simón Sam al Presidente de Haití fecha 23 de febrero y 4º La respuesta de S.E. el Presidente al General Simón Sam.- Por las adjuntas copias se enterará V.E. de lo ocurrido en éstas fronteras hasta la fecha de hoy.- De Santo Domingo no tengo noticia alguna.- Ni aún por el correo que acaba de llegar ésta tarde he recibido comunicaciones de aquella Capitanía General.- No cabe duda que si Mr. Dupuy y el Secretario del Presidente Mr. de Saint Armand con quiénes estoy en la mejor inteligencia no estubiesen al frente de la política del Gobierno, indudablemente se hubiera repetido otra vez lo que sucedió cuando la sublevación de Sánchez, que el General Lamothe protegió con cuantos recursos pudo proporcionar.Además un Ministerio como el del General Paul N, Plesance y Lamothe, no hubieran sido francos conmigo en ésta ocasión y hubieran comprometido al Presidente Geffrard que, hábil, valiente y capaz para destruir las maquinaciones revolucionarias, en todo lo demás de la administración vacila, y lo que se hace en el día se debe a la inteligencia y fuerza de voluntad del Ministro Mr. Dupuy.Al trasladar a V.E. el presente despacho debo poner en su conocimiento que entre las Islas Turcas y Puerto Plata se hace contrabando de pólvora la que después me aseguran se interna en ésa Provincia.- Dios guarde a V.E. muchos años.- Port au Prince 7 de marzo de 1863.- Excmo. Señor.- B.L.M. de V.E. su atento seguro servidor.firmado.- Mariano Alvarez. Es Copia. EL Secretario de Gobierno /firmado/ Victoriano García Paredes. 445 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Superior Civil de la Isla de Santo Domingo Consulado General y encargaduría de Negocios de España en Haití.- Excmo. Sor.Mui Señor mío.- Al Excmo. Señor Primer Secretario de Estado digo con ésta misma fecha lo que sigue: El Secretario de Estado de Relaciones Exteriores Mr. Dupuy me ha remitido para mi conocimiento otros tres documentos cuyas copias enviaré a V.E. el correo próximo, relativos a la sublevación de Guayubín, en la Provincia Española de ésta Isla de que informé a V.E. en mi anterior despacho No. 19.- De ellos resulta que perseguidos los rebeldes por las tropas de S.M. al mando del Sor. Hungría. Comandante de la columna que operaba en su persecusión habían capitulado y que el cabecilla Lucas E. Peña, abandonando a los suyos, se había presentado en las líneas Haitianas, solicitando avistarse con el Comandante General de Fort Liberté, pero que éste dio orden para que le hiciesen comprender que estaba ausente, y que enseguida reforzó todos los puestos de la línea para oponerse a la entrada de los fujitivos, toda vez que quisiesen refugiarse en éste territorio. Como en las actuales circunstancias juzgo de todo punto indispensable que los habitantes de la parte Española que se ocupan en conspirar pierdan la esperanza de ser acojidos y aucsiliados por las Autoridades Haitianas, como hasta ahora ha venido practicándose, desde luego fui a ver a Mr. Dupuy y convine con él, que inmediatamente se dirigiese a todos los Gefes de las líneas la orden que en el siguiente Despacho No. 25 tengo el honor de trasmitir a V.E. para su superior conocimiento.- Y lo traslado a V.E. con el mismo fin y en el correo próximo le remitiré copias de todos los documentos de que se hace mérito en el anterior despacho, no haciéndolo hoy por falta de tiempo.- Dios gue. a V.E. ms. as.- Port áu Prince 9 de marzo de 1863.- Exmo. Sor.- B.L.M. de V.S.- su atento seguro servidor.- Firmado.Mariano Alvarez.- Escmo. Sor. Gobernador Capitán General de Santo Domingo. Es Copia. El Secretario de Gobierno /fincado/ Victoriano García Paredes. 446 A.G.I. CUBA 1004B Hay al membrete un sello ovalado, en tinta negra, en cuyo interior está el escudo de España y, rodeándolo, se lee: Gobierno Superio de Sto. Domingo.- Consulado General y Encargaduría de Negocios de España en Haiti. N°. 1º Dios Patria y Libertad, Republica Domincana. - Cuartel Gral. de Guayubín.- febrero 22 de 1863.- Lucas E. de Peña.- Gral en Gefe de la plaza de Guayubín.- Señor Gral. y amigo, con motivo del acontecimiento que ha tenido lugar hoy día de la fecha, sobre la revolucion que de antemano teníamos tramada, a favor de nuestro glorioso Pavellón Dominicano, y en atención a la promesa que Vd. mi querido General, nos hizo á mi, y al finado Gral. y amigo nuestro, Don Fernando Valerio (Q.E.P.D.) y muy persuadido de la confianza que Vd. para nosotros merece, le damos el conocimiento de que no (sic) hemos pronunciado con todo patriotismo y mejor éxito que el que esperamos.- Por tanto estándo dispuesto generalmente á sostener nuestro Pavellón contra todos los obstáculos que se puedan presentar.- Por lo que contamos y esperamos que Vd. nos auxiliará, si necesario fuese con todo aquello que le sea posible en caso necesario, según tenemos entendidos; y esperando su contesta, os saludo á Vd. señor General con toda la amistad que de antemano le he profesado.- Deseándole á Vd. mucha felicidad.- Pido a Dios que de a su vida muchos años.- El Comandante Norberto Torres, que es el portador de la presente, de viva voz le hará á Vd. sus comunicaciones, pues nosotros somos los caudillos de nuestra gloriosa revolución.- L. E. Peña.- El Comandante Juan de la C. Alvarez.- Norberto Torres.- Señor General en Gefe del Fuerte Libertad en la línea de Juana Méndez.- Del General en Gefe del Ejercito espedicionario de la plaza de Guayubín.- En el lugar de Torres, vá el capitán Rafael de Castro.- N° 2.- Copia de la letra, escrite en reponse de celle du General de D. L. E. Peña.- Liberté.Egalite.- República de Haiti.- Guanamintha.- 3 fevreir 1863.- Le general de Division.Simon Sam, comandant pre. L arrondisement du Fort Liberté.- Au General de D. L. E. Peña.- General en chef de la ligne fronteiere de Guayubín Moncher General.- Je suis en posession de votre lettre du 22 de ce mois que mi fut remise par le capitaine Rafael Castro, l aquella m. Apprend la resolution que vous avez prise de prendre les armes contre le gouvermenent de votre parti_ Je ne puis nom cher General que de me simpathiser aux 447 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez malheurs que vous ont suggeres a cette resolution, en prient Dieu de venor á votre side.- J ai avisé á mon guvernement de l avis que vous me faites.- Je vous selus affectuescement.- signé.- Simon Sam.- N° 3 Liberte, Eglite N° 61 Republique de Haiti Cuananaminthe 23 revrier 1863.- Agustin Simon Sam, comandant d arrondissement du Fort Liberte.- A son Excellence le President d Haiti.- President.- Deu hures après avoir expedié ma poste, una deputation me fut annoncee par la General du B. de Beliara commandant la place et la commune de ouanaminthe, venant de la patria (sic) de l Est, j ai de suite ordone son entre, laquelle me remit una lettre du General de Peña et signee de deux autres individuos (Dominicains), la quelle me donna avis de la revolution faite par las Dominicains contre le guvernement de leur parti J envoie sous le couvert de la presente a V. E. la lettre originale pour que VE prenne connsissance du contenu de meme que ma reponse faite eux.- V E prenne connsissance du contenu de meme une note qu a trait aux donnees verbales que mont faites ces Messieurs.- V. E. tirera toute induction necesarie.- J ai l honneur de vous saluer avec respect.- S. Sam N° 4 Liberte Egalité.- Republique d Haiti.- N° 169.- Portauuprince le 28 Fevrier 1863.- an 60 de l Independance.- Fabvre. Geffrad.Président de Haiti au General de Division, comandant l arrondissement du Fort Liberté.- General.-Ja viens de recevoir ovtre dépêche dates du 23 fabrier ocurant ) N° 61) ainsi que les deux pieces que l accompagnainet a savoir.- 1° una lettre en langue espagnole a vous adessdee par le General espagnol Lucas E Peña, dateé du 22 février, presente annee.- 2° et la réponse que vous avez faite á ce general dates d ounaminthe du lendemain.- En repondant vous- meme a ce general avant d avoir prealablement envoye en communication sa lettre, vous avez maconnu les ordres formele que je vous ai donnes depuis long temps a vous comme a teus les conmandants des arrodisements de la frontiere, de no repondré a aucuse correspondance venant de la province espagnole, sans autorisation de ma part.- De plus en faisant un accueil amical a une daputation de reblles, et en vous metrant en correspondence avec le chef de la Rebelion fomentee contra un gouverment ami du gouvernement haitien, vous avez manque a votre devoir et a mes instructions.- Pour ces causes, General, je vous destitue du conmandement de l arrondissement du Fort Liberte.- En consequence vous remettrez au General de Brigada A. Lourgue, le comandandement de l arrondissement lequel en será chagué en attendant l ariveé du general de Brigada Philantrope Noel, un de mes aides.- de camps, que j ai appele a vous remplacer et vous vous randrez sans retard a la capitale pour rendre compte au Gouvernement de votre conduite.- Vous aurez durant votre commandement, des autorites espagnoles ainsi que les reponses que vous avez recues durant votre comandement, des autorites Espagnolaes ainsi que les reponses que vous avez faites a ces lettres Je vous selue avec une parfaite consideration.- Signe Geffrad.Pour copie, conforme.- Le chef du gavinet du Presidnet d Haiti, Secretaire particulaire (particulier) de sin Excellence-Saint Armand.- Port ua Prince 7 de marzo de 1863.- Son copias.- firmado Mariano Alvarez.- Es copia.- El Secretario de gobierno.firmado.- Victoriano Garcia Paredes. 448 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Al E.S Dr. Gral. Del Cuerpo de E. M. del Ejercito. 8 de marzo de 1863. E. S. Según los partes que por estraordinarios se recibieron el 25 de febrero ppdo. del Gobernador Militar de la Provincia de Santiago, se alteró la tranquilidad publica en Guayubín, Sabaneta y Manga, proclamando los sublevados la república, capitaneados por el General de las Reservas Lucas E. de Peña, el nombrado Pepillo y algunos otros, tan luego tuvo noticias de estos sucesos la espresada autoridad se dirigió al teatro de los mismos con 105 hombres de la Corona, y 16 cazadores del Escuadrón de Santo Domingo. Inmediatamente después el E.S.Ca.G de esta Isla, que en el Vapor de S.M. Transporte N° 7 se embarcasen en la misma noche del 25 para Monte Cristi, como punto más proximo al de las ocurrencias, dos compañías del Batallon de Bailén y una Sección de Artillería de Montañas racionadas para cuatro días y con la dotación, correspondiente de Municiones cuyo buque a su paso por Samaná donde habia de hacer carbón embarcó a su bordo al Brigadier Don Manuel Buceta, Gobernador de aquella provincia que debía ponerse al frente de esta fuerza, obrando de acuerdo con los de Santiago y La Vega. Asi mismo se ordenó que tan luego desembarcase dicho Vapor las tropas que llevaba, continuase para La Habana conduciendo pliegos urgentes para el E.S.C.G. de aquellas Antillas, reclamando un Batallón de Infantería, un escuadrón, dos Vapores, para transportes, y recursos metálicos para hacer frente a las eventualidades que pudieran presentarse, pues todo inducía a creer que la revolución iba a tener grandes proporciones. Los partes y noticias cada vez más alarmantes que se recibieron después lo confirmaban, los enemigos del orden en número considerable amenazaron y aún invadieron muchos puntos de la citada Provincia y habiéndose apoderado de Guayubín y obligado a capitular a la escasa guarnición de aquel punto, fuerte de unos 40 hombres del Ejèrcito que tuvo que ceder creyendo inútiles sus esfuerzos contra el considerable número de enemigos de que se hallaba sobrada, retirándose con armas y municiones a Monte Cristi, en donde se embarcó para Puerto Plata, habiéndose ordenado la instrucción de la correspondiente sumaria acerca de la conducta observada por el Oficial que mandaba la espresada fuerzaConsiderando que los ausilios solicitados del E.S.G.C. de Cuba, llegarían tal vez demasiado tarde por la gran distancia que se encuentra esta capital de aquella Isla y por el mal estado de las calderas del Vapor Transporte Num. 3, y como, los acontecimientos iban tomando un caracter más grave, del que podía sospecharse antes de la salida del espresado buque, pues transcurrieron tres sin tener noticias del teatro de los sucesos, lo que inducía a creer que los enemigos interceptaban los correos sin poder disponer de la escasa fuerza que guarnecía esta plaza, para restablecer las 449 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez comunicaciones, resolvió el E.S.C.G. reclamar de la Isla de Puerto Rico, un batallón de Infantería y recursos metalicos y del de la de Cuba, otro además del que habia solicitado primeramente, disponiendo al propio tiempo que la Fragata de S.M. Petronila fondeada en la bahía de Samaná, se pusiese desde luego a las órdenes del Brigadier Buceta y le auxiliase con armas, viveres y municiones y si preciso fuese con la fuerza de tropas y marinería de dicho buque, caso de que tuviese que efectuar un desembarco a viva fuerza como era probable Si para entonces los enemigos se habían apoderado de Monte Cristi y trataban de poner resistencia, aceptando la idea iniciada por las autoridades de Santiago y La Vega y algunas personas fidedignas y conocedoras del país, se invitó al E.S. Teniente General, Don Pedro Santana, Marqués de las Carreras para que se pusiese al frente de aquellas y de las fuerzas que habían de operar en las mismas por gozar este General de una gran influencia y señalado prestigio entre los habitantes del país. Propagándose de día en día la revolucion y considerándose la mayor parte del territorio en una situación eccepcional y fuera de las leyes ordinarias se declaró en estado de sitio en la parte Española de la Isla, y se dispuso la creación de las correspondientes comisiones militares con arreglo a las leyes del 26 de abril de de 1821, publicándose al efecto los bandos que tengo el honor de acompañar a V. E. Entre tanto alentados los insurrectos con la poseción de Guayubín difundido el grito de rebelión por toda la provincia y aprovechándose de la salida de las fuerzas mandadas por el General Hungría Gobernador de la Provincia de Santiago estalló el movimiento en la capital de la misma en la noche del 24 al 25, pero dos compañías del 2º Batallon de la Corona, y otros dos del de San Marcial, que la autoridad Militar había tenido la precaución de dejar en la Ciudad y que a los primeros síntomas de alarma se encerraron en el fuerte de San Luis de la misma, con obgeto de resistir a todo trance hasta la llegada de más fuerzas, hicieron una salida al mando del 2º Comandante del último de los citados cuerpos, Don Francisco Aguilera, y rechazaron a los sediciosos a la bayoneta, derrotándoles completamente y obligándolos a declararse en precipitada fuga, a las entusiastas voces de «Viva Isabel 2ª», dadas por nuestras valientes tropas, no sin haber dejado en el campo cinco muertos y dos heridos, por nuestra parte no ha habido que lamentar más pérdida que la de tres heridos y un contuso de la clase de tropas. Al amanecer del mismo día 25, habiéndose presentado algunos grupos de doscientos a trescientos hombres en los alrededores de la población se ordenó la salida de otras dos compañías al mando del 2º Comandante de la Corona Don Juan Lopez del Campillo, a fin de que reconociera toda su cercanías y los dispersase a viva fuerza, a la intimación de palabras de paz, no se retiraban pero al aproximarse dicha fuerza los sublevados levantaron todos el pañuelo blanco, dando vivas a la Reina y se retiraron a sus casas, confesando habían sido engañados por algunos individuos del Ayuntamiento, que según voz general los culpan todos como los factores del motín, llevando uno de ellos su osadía hasta abrir las puertas de la cárcel con objeto de que los presos engrosaran las filas del enemigo. 450 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos El Teniente General Don Pedro Santana que se hallaba en el Seybo, se presentó en esta Capital, y aceptó el mando de la fuerza del Ejército y Milicias del país, que habían de operar, saliendo en la madrugada del tres del actual de esta Capital, para el teatro de los sucesos con cinco compañías del Bon. Cazadores de Bailen, una Sección de Caballería, otra de Artillería y una Compañía de Ingenieros racionadas por seis días, provistas de tiendas, sacos, municiones y con todo el material necesario para entrar desde luego en operaciones. El E.S Gral. 2º Cabo Don Carlos de Vargas, y el Gefe de las Reservas Don José María Pérez, verificaron su salida al mismo tiempo tomando el primero el mando inmediato de las fuerzas del Ejército y el 2º el de las Milicias del País. El General Hungría que se dirigía a Guayubín al recibir en el camino la noticia de que la guarnición de dicho punto había capitulado sin habérsele reunido cincuenta hombres de Infantería que había dispuesto fuesen a reforzarlas y que los rebeldes eran dueños del pueblo y se habían apoderados de las piezas de Artillería que en él había, resolvió hacerse fuerte en El Hatillo y esperar a recibir refuerzos a fin de no esponer la pequeña fuerza a sus órdenes a un desastre cierto, pasando después a atrincherarse al punto de Saibon próximo al anterior pero mejor por dominar todos los caminos que van a Santiago, encontrarse algún pasto para la caballería y tener el agua más cerca. Al recibir este General las primeras noticias de los sucesos de la Capital y en la creencia de que éste necesitaba su ausilio regresó; en la tarde del día 16 sin atacar la facción de Guayubín compuestas, según voces, de más de 2,000 hombres, y cinco piezas de artillería pero como el espresado movimiento podía considerarse por los enemigos como una retirada, forzosa se resolvió en junta de Gefes, en la citada Ciudad que el espresado General con cuatro compañías de Infantería y varios grupos de paisanos armados saliese al encuentro, lo que verificó al día siguiente. Según los partes que sin detalles se acaban de recibir del teatro de las sucesos a la llegada, de dichas fuerzas a Guayubín, los rebeldes se replegaron con toda su Artillería al fuerte de Manga, inmediato a la espresada Ciudad, habiendo sido completamente derrotados y dispersos, por nuestras valientes tropas, declarándose en precipitada fuga hacia Sabaneta, no sin haber dejado en el campo, gran número de muertos, heridos y prisioneros, y en nuestro poder los únicos cañones que tenían; nuestras pérdidas se han reducido a ocho heridos entre los cuales se encontraba el capitán de Infantería Don Eduardo Valenzuela, que lo ha sido de dos machetazos. Este tiempo, unido al descalabro que los revoltosos sufrieron en la noche del 24 a 25 del mes pasado, hacen esperar confiadamente que no se halle lejano el completo restablecimiento de la tranquilidad. Todo lo que tengo el honor de manifestar a V. E. en cumplimiento de mi deber. Dios guarde Estracto.- Dando cuenta de los desórdenes ocurridos en la Provincia de Santiago de los Caballeros y de los triunfos obtenidos por nuestras tropas en la Capital de la misma y en Manga. 451 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Brigada de Operaciones sobre Guayubín Esmo. Señor Cumpliendo como había tenido el honor de anunciar a V. E. en el día de ayer con el deber de darle el parte circunstanciado de la acción ocurrida en el mismo día entre las tropas a mi mando y los rebeldes, debo manifestar a V. E. que mis gestiones para disuadir a los incautos que pudieron creer de buena fe las patrañas inventadas por los enemigos del reposo y la tranquilidad del país, para hacer creer que el inutilizar las armas tenía por objeto impedir que pudieran defenderse cuando vinieran el que creían Arzobispo, y solo era un rico potentado a quien se le habían vendido para ser esclavizados, dieron por resultados que la mayor parte de los sublevados desapareciesen de esta población, quedando solo unos cuatrocientos hombreas escasos de los más comprometidos o resueltos y de los peores antecedentes en general. Los habitantes viéndose esclusivamente en poder de esa verdadera turba de bandidos huyeron a los campos abandonando sus casas al más completo saqueo. Los reveldes que quedaron en ésta conociendo sin duda que esta posesión no les ofrecía ya bastante seguridad porque puede embolverse fácilmente se trasladaron a la fuerte posición del Mangar sobre la orilla izquierda del Jaque, dominando el Bado y la Barca que retiraron después de llevarse las cuatro piezas de bronce y una hierro de que había, y dé las cuales se les cayó una al río. Al llegar la columna de mi mando sobre esta población a las siete y media de la mañana fue recibida, por disparos de artillería y fusilería que no causaron daño alguno, e inmediatamente dispuse que una mitad de cazadores de San Marcial protegiese con su fuego el paso del río, quedando compañía del 2º Batallón de la Corona de sostén en el pueblo. Para animar a la tropa con mi ejemplo me lancé al río al grito de Viva la Reyna, que mágico siempre para los soldados Españoles, hizo se arrojasen sin titubear al agua agarrados unos de otro y de los caballos y pasaron el río con el agua al pecho, y una corriente impetuosa bajo un nutrido fuego aunque poco certero, con sorprendente rapidez y sin pérdida alguna. Reorganizadas de momento al otro lado las fuerzas que la corriente había desorganizado emprendí el ataque de la terrible posición que nunca había podido ser tomada por los Haitianos, y fueron sucesivamente cayendo en nuestro poder las cuatro piezas de Artillería en una continuada carga a la bayoneta, despreciando los tiros de metralla y fusilería que hacían hasta menos de veinte pasos en cada una de las mesetas donde la habían colocados con bastante acierto, pero que no les permitía cargar, después el arrobo y la rapidez de nuestros soldados que animados por sus Gefes y Oficiales apenas dispararon sus carabinas, sabiendo que sabían inutilizadas la mayor parte de las municiones a pesar de la precaución que se tomó de hacérselas poner en la cabeza, pues fueron muy pocos los que no se vieron más o menos espacio arrastrados y cubiertos por el agua. 452 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Las piezas fueron tomadas solo por una guerrilla del 2º de la Corona que iba por la derecha del estrecho frente que ofrecen las posiciones y por Oficiales y soldados sueltos que se adelantaron por las dificultades del terreno, a la guerrilla de la izquierda que era de San Marcial. Tomada la última pieza el enemigo se dispersó, en todas direcciones sin volver cara ni hacer un solo disparo. Su persecusión no pudo ser activa ni duradera, porque dispersado en los bosques y no haciendo fuego no podía recibírsele. La Infantería siendo ya medio día y sin comer estaba sumamente fatigada, además la Caballería que hasta entonces a pesar de las dificultades del terreno había llenado igualmente su deber de la manera más cumplida, no podía penetrar en aquella espesura, por todo lo que dispuse volver a esta población a donde he hecho transportar la artillería, municiones y efectos robados que habían abandonado y están devolviéndose a sus legítimos dueños, que van acudiendo con sus familias cuando tienen conocimiento de la derrota de los rebeldes. Para su persecusioón y captura se me han ofrecidos muchos vecinos de esta, por saber que vagan por los bosques en dirección de Haití causando todo género de depredaciones mientras recogiendo en esta la Artillería y pudiendo dejar un destacamento en el pueblo prosigo la pacificación del país que puede considerarse asegurada, una vez vatidas y deshechas las fuerzas de más confianza de los rebeldes y perdido el ánimo y la esperanza de vencer por la prisión de los principales agentes y sobre todo por el denuedo superior a todo lo que habían podido figurarse que han desplegado las tropas tanto en Santiago o en esta, sin reparar en la Superioridad del número ni en las ventajosas situaciones de sus contrarios. De todos por lo tanto Escmo. Señor debo hacer a V.E. en justicia el más cumplido elogio no pudiendo menos de hallarme orgulloso de mandar tales tropas y de esponer a la consideracion de V. E. por si tiene a bien hacerlo al Gobierno de S. M. los Oficiales e individuos de tropa que más se han distinguido a mi juicio en un combate donde todos han rivalizados en el desprecio de toda clase de riesgos y en particular el 2º Batallón de la Corona, que se ha hecho acreedor a llevar en su bandera la corbata de San Fernando. EI primer Comandante Don José Velasco, que había nombrado Gefe de E. M. de la columna ha llenado estás funciones con la serenidad que me prometía multiplicándole durante la acción para acudir a todo y especialmente a donde era mayor el riesgo. El 2º Comandante Don Juan Lopez del Campillo, que ya se había distinguido en los ataques que dió en Santiago, se hizo notar también por su decisión y entusiasmo El capitán Secretario del Gobierno Don Eduardo Valenzuela acompañado del de igual clase de Ingenieros Don Elias de la Casa, al llegar las guerrillas a la meseta que había a unos cincuentas pasos antes de la en que estaban situadas las dos últimas piezas, y en el momento de hacer un disparo de metralla con un arrojo y entusiasmo insospechable se precipitaron sobre las enunciadas piezas 453 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez con objeto de impedir nueva carga que a no ser por esta circunstancia hubiese sido funesta. Tan digno de elogios es como los anteriores el ayudante del 2º de la Corona y a mis órdenes Don Julián Hermida y Casares que hizo el mismo movimiento por otro lado de la mesetas y logró al llegar a ella apoderarse de la bandera enemiga seguido tan solo del cabo de corneta de su Batallón, que iba también a caballo, pues al aparecer por distintos lados estos intrépidos Oficiales y Cabo de cornetas, los enemigos huyeron precipitadamente. El capitán Valenzuela que al subir la meseta recibió dos heridas de metralla, también lo fue de otras varias de machete al perseguir al enemigo; por todo lo cual he creído deber mandar que se le forme proceso para optar a la cruz de 2ª clase de San Fernando, aunque el estado de gravedad en que se haya no le permite pedirla.El capitán de Cazadores del 2º de la Corona, Don Antonio Pérez, y Teniente Don Tomás Francisco del Hierro, permanecieron al frente de la guerrilla, animando valerosamente al soldado con su egemplo. El cabo de la misma compañía Manuel Gómez y Leiva, al tituvear un momento los soldados para asaltar una posición muy escarpada que solo podía subir uno de frente subió el primero al ser escitado por su primer Comandante precipitándose todos con un arranque eléctrico. El Cabo del Escuadrón de Santo Domingo Gerónimo Puertas habiéndose arrojado sobre el enemigo recibió tres heridas de machete. Los Oficiales de las Reservas Provinciales, Teniente Coronel Don Sinesio Pichardo, capitán Don José Vargas, Don Francisco Cruz, y Don José Cecilio Minie, se distinguieron también por su ardimiento en el paso del río, que favorecieron con sus caballos como otros muchos Oficiales y soldados de las mismas Reservas que han cooperados eficazmante al triunfo de nuestras armas. El asesor que me acompaña Doctor Don Manuel Ponce de León ha manifestado en todo una decisión por el Gobierno legítimo, que no puedo menos de recomendar también eficazmente a V. E. su comportamiento. Adjunto tengo el honor de acompañar a V.E. la relación de los que han sido heridos de gravedad, no habiendo tenido muerto alguno. Del enemigo sólo se han encontrado dos y ningún herido ni prisionero, lo que no es de estrañar atendido lo cubierto y ventajoso de la posición, Los rebeldes de Sabaneta, que habían marchado sobre San José de las Matas, para hacerlo pronunciar por haberse negado el Comandante Militar General de las Reservas Provinciales, Dionicio Miese, han sido rechazados por este en la peña del Peñón, donde le salió al encuentro con las fuerzas de las mismas Reservas, de que pudo disponer y no han vuelto a reunirse según las noticias que tengo, fugándose antes los cabecillas. Lo mismo ha ocurrido en Monte Cristi al saberse la acción del Mangar y la misma población ha enarbolado el pabellón español saludándolo con 21 cañonazos. El Gefe que destaqué con dos compañías a dicho punto mientras con las otras dos traía los 454 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos cañones, me participa que ha oído tres disparos de cañón en la vecina república de Haití, que es la señal de alarma y se cree producida por la llegada de los rebeldes que con el terror que se ha apoderado con ellos habrán hecho creer que nuestras tropas lleban intención de penetrar en aquel territorio. Por lo que he podido averiguar hasta ahora ningún ausilio de armas o municiones han recibido de Haití, aunque por la correspondencia cogida se ve con claridad que hacía muchos meses se entendía sobre el particular los principales agentes y el General Haitiano de la frontera. La actitud enérgica y decidida que en estas ocurrencias han tomado los Generales que mandaban en Santiago, y Puerto Plata, y San José de las Matas, aunque de este último no tengo parte Oficial, secundando mis disposiciones, han impedido sin duda que la rebelión tomáse las disposiciones con que se venía de muy atrás preparando, y debo también solicitar de V. E. que eleve a la consideración de S. M. sus relevantes servicios. La faccion de Sabaneta se ha desbandado al saber solo que estaba atacando la posición del Mangar ya en la otra orilla, procurando salir mañana para dicho punto. La revolución Escmo. Señor está vencida y ningún ausilio me es necesario ya para terminar la pacificación, pero creo deber significar a V. E. como soldado franco y leal, que sin duplicar al menos las fuerzas que ecsisten en el Cibao es muy probable no se restablezca la confianza necesaria en la inmutabilidad del Gobierno y que prosiguiéndose con mayor cautela y consejo por los enemigos de España, los trabajos que han abortado ahora podrán lograr mejor ecsito, porque aunque acojo como partidario del Gobierno a todos los que después del triunfo, se manifiestan tales, por creer que conviene así, estoy persuadido de que la mayoría en esta frontera y muy poco menos en el resto de esta provincia, es hoy contraria a la unión con España, aunque no desconfío de que pueda volver a sentimientos más favorables, adoptándose una marcha más en armonía con las necesidades de prosperidad y de fuerza que he tenido el honor de esponer a V.E. cuando estuve en esa recomendándole el plan del Señor Comandante Don José Velasco, que en mi juicio satisface aquellas necesidades. Dios gue. a V.E. ms. as. Cuartel General de Guayubín, 3 de marzo de 1863. Escmo. Sor. El Gral. Comandante Gral. de la Prov. José Hungría. Escmo. Señor Capitán General de esta Isla. (al margen dice:) Contestada según minuta adjunta. Comuníquese al gobernador Militar Civil. Rúbrica. 455 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Escmo. Señor. Tengo la satisfacción de manifestar a V.E. cómo en ésta Ciudad no ocurre novedad, las cosas vuelven a su estado normal y en la población se observa la animación de antes, que desgraciadamente carecíamos sin duda por las disposiciones dadas a las autoridades de los campos. De la columna que salió al mando del General Hungría nada he recibido desde el día 3, lo mismo sucede con la del señor Brigadier Buceta pero según me dicen unos paisanos que llevaron de ésta a Guayubín la correspondencia, el General Hungría salía hayer cinco para Sabaneta donde se hallan las fuerzas enemigas. De las Matas han salido con dirección a Sabaneta unos doscientos hombres paisanos y según me dice el Comandante Militar de éste punto están en la línea divisiones (sic) éstos fieles habitantes hicieron retroceder a los revoltosos y están impidiéndoles el paso de modo que si el General Hungría ataca puede hacer mucho, con ésta fecha salen 2690 raciones de Galletas para la tropa y algunos paisanos que se hallan defendiendo nuestra causa. Tanto la fuerza física como la moral de los sublevados está muy apocada y cada día se hacen nuevas aprehensiones. En el día de ayer me fueron remitidos siete sugetos de los que soltaron de la cárcel y cinco por hallarse en la parte de La Peñuela, entre éstos se halla el llamado Eugenio Perdomo conocido por uno de los primeros cabecillas, unos y otros se han puesto a disposición de la Comisión Militar Dios gue. a V.E. ms.as. Santiago, 6 de marzo de 1863. Escmo. Señor. /firmado/ A. Michel. Escmo. Sor. Capitán General de la Isla de Santo Domingo. /al margen/ Contestada según minuta adjunta. Comuniqúese al Gob.Sup. Civil. /rúbrica/ 456 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Al E.S. Gobr. Sup. Civil en 11 marzo 1863.- El Gobr. Mr. interino de Santiago me dice con fecha 6 del actual lo que copio.- Traslado.- Y lo traslado a V. E. para su conocimiento.- Dios, etc. Fecho. 457 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Escmo. Señor EI Señor Teniente Coronel del Batallón de San Marcial Dn. Joaquín Zarzuelo encargado de la defensa del Fuerte de San Luis, único de que podía disponer me dice con ésta fecha lo siguiente: Desde el momento que me encargó V.S. el mando de éste Fuerte y la pacificación de esta Ciudad, me dediqué sin descanso a cumplir tan honroso deber y a llenarlo lo más pronto posible puesto que de la rapidez consistía en mi opinión, justificado por los hechos el dominar la rebelión.- V.S. me permitirá hacer una pequeña reseña de los acontecimientos de ésta noche y dominado felizmente, principando por tener el honor de adjuntar a V.E. la relación de los heridos y contusos de la fuerza de San Marcial y la Corona en la salida que ordené hiciese el 2º Comandante Don Francisco Aguilera del Batallón de San Marcial, con dos Compañías al apoyo de otra fuerza que escalonada en el fuerte batió los revoltosos en la plaza y calles de la población sin pararse a contar el número que falsos informes lo hacían subir a dos mil hombres. Debo espresarle a la vez haber muerto en la plaza a cinco individuos de los revolucionarios quiénes desvandándose despavoridos ante la entusiasta voz de «Viva Isabel 2ª» y a la bayoneta se dejaron dos heridos que se hicieron prisioneros y se hallan presos en la Prevención del Batallón de la Corona. No puedo menos de indicar a V .E. que a la bien entendida dirección y esacto cumplimiento que dió a mis órdenes dicho Gefe, a la decisión y denodado arrojo de tan pequeña fuerza y de noche, ignorando el número de los que tenían que batir se debe el que feneciese en su cuna la revelión que tan imponente hacía por provocaciones directas y algunos individuos del Ayuntamiento según voz general y relación de los paisanos del Campo que los culpan todos 458 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos a una voz como los factores del motín, comprobándose ésta creencia general y uniforme respecto de algunos de él con supercherías y engaños que pretendieron embaucarme con las evasivas insolentes y disculpas de ganar tiempo para no cumplir sus dignas aspiraciones por la tranquilidad pública y defensa de la sociedad con el cuidado de los setenta presos que se escaparon de la cárcel matando al Cabo que los cuidaba y que sólo con sus heróicos esfuerzos quizo contenerlos y lo hubiera logrado de no habérselo impedido el Regidor Don Pablo Pujol que les abrió la puerta, según voz de los mismos amotinados a fin de que engrosasen las filas de la rebelión.- Debo también manifestarle que al amanecer de hoy veinticinco viendo que algunos grupos de doscientos a trescientos hombres, rodeaban ésta población, ordené la salida de otras dos Compañías en la forma que la noche anterior, al mando del Señor 2º. Comandante de la Corona Don Juan López del Campillo a fin de que recorriera todas las cercanías de la población y los dispersase a viva fuerza si a la intimación de palabras de paz no se retiraban a sus casas, debiendo esponer en consecuencia que a la activa cooperación de dicho Gefe al bien entendido desempeño de su cometido, los sublevados levantaron todos el pañuelo blanco, dieron vivas a la Reyna y se fueron a sus casas, confesando habían sido engañados por el Gobierno llamando así a los individuos espresados del Ayuntamiento de Santiago quiénes en sus necios cálculos creyeron sin duda que el Pabellón Español carecía de defensores pundonorosos para consentir se arrollara sin la resistencia que el honor militar aconseja siempre.- Debo decir por último que con Gefes, Oficiales incluso el Ayudante de [...], soldados, Cuerpo de Policía e individuos sueltos tan entusiastas y decididos, ninguna empresa es difícil y a ésto en parte, deberé la tranquilidad de la Provincia que ha estado a punto de subertirse de un modo el más serio y sostenida por los buenos Españoles en todas clases y condiciones, por lo más granado del comercio que, sacudida la primera sorpresa, han venido los primeros a reforsarnos en nuestra empresa. Nada tengo Escmo. Sor. obgecionar acerca del comportamiento de los Sres. Gefes, Oficiales y tropa española a mis órdenes de cuanto el Señor Teniente Coronel de San Marcial manifiesta en su comunicación que tengo el honor de trasladar a V.E. Este Gefe enérgico, valiente, celoso en todo y por todo como encargado de la defensa del fuerte, operaciones militares y civiles ha sido el anillo (sic) principal. Los Comandantes Don Francisco Aguilera y Don Juan López del Campillo, trabajaron cual era de esperar de Gefes dignos del honroso y valiente Ejército Español, siempre en el puesto que se les ha señalado acudiendo con prontitud y energía a donde el deber les llamaba, ora vatiendo 459 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez al enemigo, ya animando los pocos valientes a mis órdenes, nada me dejaron que desear, por el contrario fueron más allá de donde yo crehía. Los capitanes y Oficiales se hallan en igual caso en cuanto a la tropa, todos sin escepción llenos de valor y entusiasmo deseaban y se disputaban los puestos de mayor peligro, El Teniente Don Juan Benavente de reemplazo a mis órdenes no tengo palabras, Escmo. Señor, con qué ponderar su valor, energía, disposición y ausilios importantísimos, siempre en todo, ora batiéndola presentándome disposiciones que autorizaba porque convenían y propendían a sofocar y esterminar la revelión, ya con sus buenas relaciones en ésta Ciudad y sus Campos, buscando hombres fieles para saber las operaciones del enemigo y circular las importantísimás disposiciones que partían en todas direcciones de mi autoridad, se han hecho dignos de la consideración de S.M. Q.D.G. Lo que tengo el honor de participar a V.E. por si tiene la dignación de elevarlo a conocimiento de S.M. la Reina Nuestra Señora. Dios gue. a. V.E. ms.as. Santiago de los Caballeros, 25 de febrero de 1863. Escmo. Señor. El Gral. Gobr. Interino. /firmado/ A. Michel. Escmo. Sr. Capitán General de ésta Isla. /al margen dice/ Comuniqúese al Gobr. Sup. Civil.- Contestado según minuta adjunta, /rúbrica/ 460 A.G.I. CUBA 1004B 2 de marzo de 1863. E.M. Sección Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana Comandante General y en Gefe del Cuerpo de Operaciones espedicionario de las provincias del Cibao E. S. Teniendo en consideración las altas dotes militares de V.E. a la vez que el reconocido prestigio de que goza entre los habitantes de ésta Isla y convencido de la conveniencia de que una persona que además de éstas circunstancias la de una gerarquía elevada en al Egército tome el mando de las fuerzas de operaciones para destruir los criminales intentos de los enemigos del orden y del trono de S.M. que han ultrajado el Pabellón Nacional en la Provincia de Santiago, y lleve la confianza al ánimo de los habitantes honrados, he designado a V. E. para el desempeño de tan importante cometido con el carácter de Comandante General en Gefe de todas las fuerzas del Egército y Milicias del País que operan ó hayan de operar en las Provincias del Cibao así mismo teniendo en consideración las circunstancias especiales que concurren en el Escmo. Señor Mariscal de Campo, Don Carlos de Vargas y Cervetto, he dispuesto se encargue del mando inmediato da las primeras, pudiendo V. E. como más conocedor del País, proponer la persona que lo ha de verificar de las segundas, en el concepto de que a fin de reforzar las que en la actualidad existen en el teatro de las operaciones, he resuelto que acompañen a V.E. cinco Compañías del Batallón de Cazadores de Bailen, una Sección de Artillería de Montaña, otra de Caballería y una Compañía de Ingenieros de las tropas que guarnecen ésta Plaza cuya fuerza va provista de todo lo necesario en armas, Municiones y efectos de guerra para entrar desde luego en operaciones racionada para seis días y satisfecha de sus haberes hasta fin del corriente mes. He dispuesto además que para las atenciones sanitarias y administrativas que ocurran, acompañen a dicha fuerza para las primeras dos Oficiales de Sanidad Militar, un Farmacéutico del Cuerpo y el personal de Plana menor correspondiente con el Parque Sanitario de campaña y para los segundos un Comisario de Guerra, dos Oficiales segundos y el número de ausiliares necesarios. 461 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez El Comandante de Artillería Don Victoriano López Pinto se encargará de la Comandancia de Arma de las fuerzas espedicionarias, utilizando V.E. sus conocimientos del modo que crea conveniente, marchando además a las inmediatas órdenes y a las del Escmo. Sr. Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas el Capitán de Infantería D. Fernando García Leconte, La Sección de Administración Militar lleva 6,000 pesos fuertes cuya cantidad, además de la de 4,000 que se han remitido hace pocos días a Santiago y los 10,000 pesos entregados al Brigadier Buceta, bastarán por ahora a cubrir las necesidades estraordinarias de las fuerzas de operación toda vez que éstas están corrientes de sus haberes hasta fin del presente mes. Queda V.E. autorizado para movilizar las fuerzas del País que conceptúe necesarias y para adoptar cuantas disposiciones crea convenientes para el completo y pronto esterminio de las bandas insurrectas, esperando al propio tiempo no omitirá V.E. medio alguno para darme parte por estraordinario de cuantas novedades ocurran, deviendo significarle he dado conocimiento del nombre ade V.E. y del del Escmo. Sor. General 2º Cabo a los Gobiernos respectivos. Dios && Fecho Traslado al Escmo. Sor. General 2º. Cabo en igual fecha. Lo que traslado a V.E. para su conocimiento y fines correspondientes en el concepto de que he significado lo conveniente a los Gobernadores de les citadas Provincias pera que se obedezcan puntualmente en todos los puntos de las mismas, las órdenes que, tanto el espresado Teniente General como V. S. comuniquen. Dios a. Fecho /MINUTA/ 462 A.G.I. CUBA 1004B Sección 1ª Al E.S. Gobernador .Militar de ésta Plaza en 2 marzo de 1863.He dispuesto marche a las inmediatas ordenes de V. E. el capitán de Infantería Secretario del Gobierno Militar D. Fernando García Leconte, quedando encargado interinamente de la Secretaría el Subteniente de Infantería D. Lucas López Negueruela. Lo digo a V.E. para su conocimiento y fines consiguientes. Dios & a Fecho Al Señor Intendente Gral. del Sgto. y Real Hacienda y Sr. Subintendente Militar en 2 de marzo de 1863. He dispuesto marche a las inmediatas órdenes del E. S. Gral 2º. Cabo D. Carlos de Vargas el capitán de Infantería Don Fernando García Leconte Secretario del Gobierno Militar de ésta Plaza quedando encargado interinamente de dicha Secretaría el Subteniente de la misma arma, Don Lucas López Negueruela. Lo digo a V.E. para su conocimiento. Dios & a.- Fecho. /MINUTA/ 463 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia General en Gefe del Cuerpo Espedicionario en las provincias del Cibao Exmo. Señor En vista de la comunicación de V.E. de ésta fecha, y concurriendo en si General de las Reservas Provinciales Don José María Pérez las circunstancias que a mi juicio lo hacen recomendable para desempeñar el mando inmediato de las milicias del País que puedan movilizarse en las Provincias del Cibao, lo propongo a V.E. para que, si merece su superior aprovación, tenga a bien disponer lo que estime conveniente. Dios gue. a. V.E. ms. as. Santo Domingo y marzo 2/63 Exmo. Señor. /firmado/ Santana Exmo. Sor. Capitán General de Santo Domingo /al margen dice/ Dén la orden al momento.- /hay una rúbrica/ Al E.S. Teniente General Santana Marqués de las Carreras.- 3 marzo de 1863.-Consecuente con lo que V.E. me manifiesta en su comunicacion de ayer, he tenido a bien aprobar el acertado nombramiento del Gral. de las Reservas Provinciales Don José María Pérez que V.E. me propone para el mando inmediato de las milicias del país que hayan de móvilizarse en las Provincias del Cibao. Tengo el honor de manifestarlo a V.E. para su conocimiento y el del espresado General, debiendo al propio tiempo significarle que las cantidades que se han remitido a Santiago y las que se remitan en lo sucesivo son para atender a todos los gastos de las fuerzas movilizadas bien sean del Ejército o de las Reservas del País. 464 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos A las Administraciones de Correos se darán conforme V.E. solicite las órdenes correspondientes para que el servicio del espresado ramo se desempeñe con toda la regularidad y exactitud que exijan las actuales circunstancias. Fecho El General de División de las Reservas Don José María Perez. Conforme con lo que me ha propuesto el teniente General Marqués de las Carreras Comandante General en Gefe del Cuerpo de Operaciones del Cibao, he tenido a bien nombrar a V.S. para que se encargue del mando inmediato de las milicias del país que hayan de movilizarse en las Provincias del Cibao. Lo digo a V.G. para su conocimiento y satisfacción. Dios &a. Fecho A los SS. Teniente. General y Subintendente Militar en 2 de marzo de 1863.- Accediendo a lo propuesto por el Escmo. Sor. Teniente General Marqués de las Carreras y en vista de las circunstancias que concurren en el General de División de las Reservas Don José María Pérez, he tenido a bien nombrarle para el inmediato mando de las Milicias del País que han de operar en la Provincia de Santiago. Lo digo a V.S. para su conocimiento.- Dios Fecho 465 A.G.I. CUBA 1004B 2ª. E. M. Al Sr. Coronel Comandante principal del Departamento de Artillería. En 2 de marzo de 1863.Sírvase V.S. disponer que por el Parque de ésta Plaza se entreguen a la sección Administrativa que ha de salir en la noche del día de hoy con la columna espedicionaria a las Provincias del Cibao, veinte mil cartuchos de carabina rayada con el número de cápsulas correspondientes. Dios, etc. Fecho. Al Señor Subintendente Militar. Con ésta fecha doy las órdenes oportunas para que por el Parque de Artillería de esta Plaza se entreguen a la Sección Adminsitrativa que ha de salir ésta noche con la columna espedicionaria a las Provincias del Cibao, veinte mil cartuchos de carabina rayada y el número de cápsulas correspondientes. Lo digo a V.S. para su conocimiento y a fin de que disponga se haga cargo de dichas municiones, uno de los Oficiales de dicha sección, en el concepto de que para el trasporte y el del material correspondiente a la columna, he solicitado del Gobernador Político de ésta Ciudad treinta y cinco acémilas de bagage.- Dios, etc. Fecho. /MINUTA/ 466 A.G.I. CUBA 1004B Estado Mayor General del Egército Exmo. Señor He recibido la atenta comunicación de V.E. de fecha 29 del mes de mayo ppdo. y también los egemplares de los bandos de V.E. de la misma fecha, levantando el Estado de Sitio y disolviendo la Comisión Militar Egecutiva y Permanente de la Provincia de Santiago lo mismo que la alocución que V.E. dirige al país. De todo lo que me he impuesto y quedo enterado. Dios gue. a V.E. ms. as. Santa Cruz del Seybo á 8 de junio de 1863. Exmo. Señor. /firmado Pedro Santana. Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo. /al margen/ A su espediente./rúbrica/ 467 A.G.I. CUBA 1004B Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana Marqués de las Carreras 7 de abril de 1863. Por la atenta comunicación de V.E. del día de ayer dándome cuenta circunstanciada de todos los sucesos ocurridos en la Provincia de Santiago de los Caballeros me he enterado con satisfacción de la feliz represión de los desórdenes allí ocurridos y de la completa pacificación de la misma, así como de las acertadas disposiciones que para conseguirlo ha adoptado V.E. de acuerdo con el E.S. General 2o. Cabo Don Carlos de Vargas, las cuales han merecido mi completa aprobación no pudiendo menos de significar a V.E. lo satisfecho que estoy del celo, actividad e inteligencia que ha desplegado durante los pasados sucesos, correspondiendo a la confianza que no vacilé en depositar en V.E. al conferirle tan importante misión, apresurándose a aceptarla, y a dirigírse al Teatro de los acontecimientos, venciendo toda clase de dificultades y dándome sinceras pruebas de su lealtad y adesión al trono de Muestra Augusta Soberana y del interés con que se afana por ver realizada la felicidad y bienestar de los habitantes de éste territorio. Me complazco asimismo en dar a V.E. las gracias en nombre de S.M. la Reina (q.D.g.) por los importantes servicios que ha prestado, los cuales tendré el honor de elevar al Superior conocimiento así como los del espresado General Vargas que V.E. se sirve recomendarse habiendo ya notificado los de los Generales, Gefes y Oficiales tanto del Egército como los de las Reservas que han tenido ocasión de distinguirse en los espresados acontecimientos y que he creído dignos de la Superior munificencia. Restablecido el orden y la confianza en el ánimo de los habitantes de Santiago y terminada por lo tanto la comisión confiada a V. S. queda desde luego autorizado para dirigirse a donde lo crea conveniente. Fecho. 468 A.G.I. CUBA 1004B Estado Mayor General del Egército Escmo. Señor He tenido el honor de recibir la atenta comunicación de V.E. de fecha 26 del mes ppdo, con un egemplar de la Orden General publicada el día 23 del mismo por la que se determina las gratificaciones, pluses y raciones de pienso que se ha dispuesto se acrediten a los Gefes, Oficiales é individuos de tropa de los Cuerpos del Egército que salieron a operar en la Provincia de Santiago durante las últimas ocurrencias, como a los Generales, Gefes y oficiales de las Reservas que tomaron parte en dichas operaciones. De todo cuanto quedo impuesto lo mismo que de la disposición de V.E. para que dispute las raciones de pienso que me correspondan como a General empleado mientras permanecí al frente de las fuerzas espedicionarias. Dios gue a V.E. ms. as. Santa Cruz del Seybo y junio 8 de 1863. Exmo. Señor. /firmado/ Pedro Santana. Exmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo. /al margen: / A su espediente. /Rúbrica. 469 A.G.I. CUBA 1004B ESTADO MAYOR GENERAL DEL EGÉRCITO Exmo. Señor A pesar de las amonestaciones que hice al asistente Pablo González que pedí a V.E. ésta mañana, a pesar de haberle suplido en el camino de Santiago la falta de haberse atrevido a montar en uno de mis caballos de silla hasta el estremo de incharlo del lomo, no obstante de ésto, hoy después de haberlo despachado con mis cargas y sin proveer que yo quedaba atrás lo he encontrado montado en el mismo caballo, en ésta virtud y convencido de que no se ha hecho cargo de mis amonestaciones, me he conformado con despacharlo en el momento dándole una orden para que se presente al Teniente Coronel Don Joaquín Suares. Lo que manifiesto a V.E. para su conocimiento Dios gue. a V.E. ms.as. San Antonio de Guerra y abril 9 de 1863. Exmo. Señor /firmado/ Pedro Santana Exmo. Sor. Capitán General de la Isla de Santo Domingo /al margen dice: / Contéstese se ha visto con sentimiento éste mal comportamiento sobre el cual se ha dicho se le reprenda severamente /rúbrica/ 470 A.G.I. CUBA 1004B Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana 15 abril de 1863 Exmo. Señor He visto con sentimiento el mal comportamiento del asistente de V.E. Pablo González de que me dá cuenta en su comunicación de 9 del actual. En su consecuencia y toda vez que V.E. se ha visto precisado a despedirle, he advertido lo conveniente al Gefe del Cuerpo para que tan luego se incorpore dicho soldado sea severamente reprendido. Dios etc. Fecho. /MINUTA/ 471 A.G.I. CUBA 1004B 3a. E. M. Al E.S. Teniente General Marqués de las Carreras Comandante General Gefe del Cuerpo espedicionarlo de && en 25 marzo de 1863. E.S.- Quedo enterado de la comunicación de V.E. fecha 16 del actual participándome su prócsimo viaje a Sabaneta con el fin de asegurar el orden público, haber dispuesto marche a Santiago la sección de Artillería de Montaña que se hallaba a las órdenes del Sr. Brigadier Don Manuel Buceta y la captura de los Cabecillas Vidal Pichardo y D. Antonio Batista. Dios etc. Fecho. 472 A.G.I. CUBA 1004B Al E. S. teniente General Don Pedro Santana 25 de marzo de 1863 De acuerdo con cuanto V.E. me manifiesta en su oficio de 15 del actual fue aprobado que el General Don José Hungría permanezca encargado del mando de la Frontera hasta que se deje bien afirmada la tranquilidad. Dios, && Fecho /MINUTA/ 473 A.G.I. CUBA 1004B 1ª. Ar. 25 marzo 1863 Al Excmo. Sor. Teniente General Marqués de las Carreras Comandante General en Gefe del Cuerpo espedicionario en las Provincias del Cibao. Excrno. Señor El General Gobernador interino de Santiago me remite para su publicación un edicto citando y emplazando a varios de los individuos complicados en las ocurrencias del 24 de febrero en Santiago, fijándoles veinte y treinta días para su presentación, y como puede suceder que la vista de la causa en la cual aparecen estos complicados se demore hasta la espiración del plazo señalado, llamo la atención de V.E. sobre ésta circunstancia que paraliza la pronta acción de la justicia tan recomendada para éstos casos por lo cual se servirá V. E. disponer lo conveniente a fin de que, conforme lo previene el Artículo 12 de la Ley de 26 de abril de 1821, cuya observancia se manda en el Bando de 28 de febrero ppdo. creando la Comisión Militar Permanente y Ejecutiva, se forme pieza separada para todos los reos ausentes, encabezando ésta con el testimonio de lo que contra ellos resulte y que se continúe la principal hasta su terminación, prescindiendo en un todo de la complicidad que resulte contra los ausentes para no embarazar el curso de la causa principal, conforme lo marca la ya citada ley de 26 de abril de 1821, que dicta reglas para la formación y tramitación de las causas por los delitos y en circunstancias como las presentes Dios da. Fecho /MINUTA/ 474 A.G.I. CUBA 1004B 3a. 25 marzo 63. Al General Santana E.S. Desde la salida de V. E. de ésta Capital, le he dirijido infinidad de comunicaciones, bien contestándo a las suyas ó ya con otro objeto. El adjunto índice dará a V.E. conocimiento de los oficios que le hé remitido, sin embargo de que ya a éstas horas calculo estará en poder de V.E. dicha correspondencia, como sospecho que se ha retrasado el recibo, y como pudiera suceder de que alguna comunicación hubiese padecido estravío, dirijo a V.E. la presente comunicación é índices, incluyéndole al propio tiempo ejemplares del indulto que otorgué a los individuos comprometidos en éstos sucesos, de la alocución que dirigí a éstos habitantes en 16 del que rige y de la Orden General del día 22. Dios [...] Fecho Igual Comunicación al General 2º Cabo Fecho /MINUTA/ 475 A.G.I. CUBA 1004B 3ª de E. M. Al E. S. Teniente General Marqués de las Carreras Comandante General en Gefe en 24 de marzo de 1863 Quedo enterado de la comunicación de la fecha 17 del actual participándome haber dispuesto que el 2º Batallón de la Corona se concentre a Puerto Plata y que el de San Quintín cubra las guarniciones de la Frontera quedando la P. M. y el resto de la fuerza de éste último en Santiago de los Caballeros. En el caso de que el estado de la tranquilidad permita el regreso a ésta plaza de la fuerza que salió de la misma últimamente según tengo ya manifestado a V. E. podrá disponerse la distribución conveniente de las tropas que quedan en ésa Provincia en el concepto de que el 2º Batallón de la Corona ha de permanecer por ahora en ésta Isla. Dios á a. Fecho /MINUTA/ 476 A.G.I. CUBA 1004B Al E.S. Teniente General D. Pedro Santana 22 de marzo de 1863. Afianzada la tranquilidad pública que había sido alterada en la Provincia de Santiago, y convencido de las señaladas muestras de fidelidad y patriotismo que han dado con motivo de los recientes sucesos las autoridades de la Isla que se han afanado por el restablecimiento del orden considerando por otra parte que no es tan urgente el envío de la correspondencia oficial que puede verificarse por los medios ordinarios establecidos anteriormente y a fin de no grabar más el Tesoro de ésta Isla sobre el que pesan ya tantas obligaciones he dispuesto se proceda a la disolución de los dragones que se hayan mandado organizar en las provincias, con motivo de las actuales circunstancias; lo digo a V.E. para que se sirva dar las órdenes oportunas en el Territorio de su mando, Dios [...] Fecho A los Governadores Militares de la Plaza de Samaná, Azua y el Seybo Con esta fecha digo al E.S, Teniente General Don Pedro Santana lo siguiente.Lo traslado a V. S. para su cumplimiento en la parte que le corresponda, Dios, Fecho Al Subintendente e Intendente Con ésta fecha doy las órdenes oportunas para que se proceda a la disolución de los Dragones que con motivo de las actúales circunstancias se habían orga477 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez nizado en las Provincias de ésta Isla; lo digo a V.S. para su conocimiento y fines correspondientes. Dios &a. Fecho E. M. 22 marzo 1863 S. 1ª. Al E. S. Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas. Con ésta fecha digo al Teniente General Don Pedro Santana lo siguiente: E.S.- Afianzada la tranquilidad […] Territorio de su mando. Lo que traslado a V.E. para su conocimiento. Dios §a. Fecho Al E.S. Gobernador Superior Civil 22 marzo 1863 /MINUTA/ 478 A.G.I. CUBA 1004B Al E. S. Teniente General Pon Pedro Santana 22 de marzo de 1863. Deviendo haber desembarcado en ésa Provincia el Escuadrón Cazadores de África procedente de la Isla de Cuba y destinado a formar parte de éste Egército y toda vez que al estado da tranquilidad pública es bastante satisfactorio creo conveniente que la fuerza de Caballería del Escuadrón de Santo Domingo que se encuentra en ése territorio se reúna y emprenda la marcha para ésta Capital, si V.E. no juzga necesaria su permanencia en el teatro de los pasados sucesos. Si el Escuadrón Cazadores de África no ha desembarcado aún en ésa Provincia convendrá que V.S. disponga permanezca en ella una sección del de Cazadores de ésta Isla salvo el caso indicado anteriormente de que V.E. juzgue necesaria la permanencia de todo el Escuadrón. Dios [...] Fecho Al E.S. Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas Con ésta fecha digo al E. S. Teniente General Don Pedro Santana lo que sigue.Lo traslado a V. E para su conocimiento. Dios &a. Fecho /MINUTA/ 479 A.G.I. CUBA 1004B Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana Exmo/ Señor Habiendo recibido en el día de hayer partes y noticias alarmantes de haberse alterado la tranquilidad pública en Guayubín, Sabaneta, Monte Cristi y algunos otros puntos en la provincia de Santiago, confirmadas hoy aquellas por otras en las que se me anuncia que la revolución toma cada día mayores proporciones y en vista de cuanto me han manifestado los Generales y Gefes que se han puesto a la cabeza de las fuerzas tanto del Egército como de las milicias fieles a la causa del orden, de la conveniencia de que V.E. se ponga al frente de las tropas tanto por la confianza que su presencia puede inspirar a los pueblos amenazados, cuyos habitantes han sido seducidos por los enemigos del orden y de S. M. la Reyna, como también por el reconocido prestigio y dotes militares de V.E. y, abundando yo al propio tiempo en la misma idea, he creído deber manifestárselo para que si por su parte no tiene inconveniente en aceptar ésta importante misión, se sirva presentarse a la mayor brevedad en ésta Capital donde verbalmente tendré el honor de dar a V.E. instrucciones detalladas. Dios etc. Fecho /MINUTA/ 480 A.G.I. CUBA 1004B Al E.S. Gral. Don Pedro Santana D.O. de S.E. 21 de marzo de 1863. E. Sor. Habiéndome manifestado el Comandante Militar de Puerto Plata, General de las Reservas Provinciales Don Juan Suero que al embarcarse en el Vapor Transporte No. 3 de orden del Sr. Brigadier Don Manuel Buceta, tuvo que lamentar el desagradable incidente de haberse visto ultrajado por el capitán de Infantería Don Manuel Santarromana y a fin de que éste Oficial, que tan mal ha comprendido sus deveres, faltando abiertamente a lo prevenido en el espíritu y letra de la ordenanza, sufra el correctivo conveniente, he dispuesto que, como castigo de semejante falta, se impongan al espresado capitán Santarromana 15 días de Castigo que los deverá cumplir en el Fuerte de San Luis de ésa Ciudad,/ lo digo a V.E. para que se sirva dar las órdenes oportunas al esacto cumplimiento de ésta disposición. Dios etc. Fecho Al E.S. Mariscal de Campo D. Carlos de Vargas y Cervetto 29 de marzo de 1863 E.S. Con ésta fecha digo al E.S. Teniente General D. Pedro Santana lo que sigue.Lo traslado a V.E. para su conocimiento y fines correspondientes. Dios Fecho 481 A.G.I. CUBA 1004B Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana 21 de marzo de 1863 Exmo. Sor. Restablecido ya el orden y la tranquilidad pública de ésa provincia y aumentadas convenientemente sus guarniciones con las fuerza que habrán llegado de la isla de Cuba considero conveniente que el Batallón de Cazadores de Bailén regrese a ésta Capital si V.E no juzga necesaria su permanencia en el teatro de los sucesos pasados. Si V. E. ordena el regreso del espresado Cuerpo podrá verificarlo por tierra ó por mar según lo juzgue oportuno, pudiendo en éste último caso dirigirse al Comandante Militar de Puerto Plata para que prevenga a cualquiera de los Vapores que, procedentes de Cuba toquen en dicho punto y espere a la llegada el Batallón de Bailén para su embarque Dios etc. Fecho Al E. S. Mariscal de Campo D. Carlos de Vargas 2o. Cabo de ésta Capitanía General. Con ésta fecha digo al ES. T. Gral. Don Pedro Santana lo siguiente.Lo que traslado a V.E. para su conocimiento. Dios etc. Fecho 482 A.G.I. CUBA 1004B Al E. S. Teniente General D, Pedro Santana 21 de marzo de 1863. E. M. Por las mismas razones que he indicado a V.E. la conveniencia de que regrese a ésta Capital el Batallón de Bailen, creo deven verificarlo en la propia forma la Compañía de Ingenieros y Sección de Artillería que se encuentran en esa Provincia si V.E. no conceptúa necesaria su permanencia en el teatro de los pasados sucesos. Dios etc. Fecho Al E. S Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas E.S. Con ésta fecha digo al E.S. Teniente General Don Pedro Santana lo que sigue.- Lo traslado a V.E. para su conocimiento.Dios etc. Fecho 483 A.G.I. CUBA 1004B Al E.S. Teniente General Don Pedro Santana Marqués de las Carreras, Comandante General en Gefe &a & E. Sor. He recibido la comunicación de V.E. fecha 14 del actual dándome conocimiento del estado de tranquilidad de ésa Provincia, concepto que le merece la sublevación ocurrida y causas que han contribuido a aumentar la importancia, haciendo ver que los rebeldes contaban equivocadamente con fuerzas que no tenían cuando gran número de las personas que se creían en sus filas fueron sólo sorprendidos, como lo ha demostrado la conducta que observaron posteriormente, Dios etc. Fecho /MINUTA/ 484 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia Militar de Puerto Plata Exmo. Sor. Habiéndome embarcado en el Transporte No. 3 con el Sor. Brigadier Don Manuel Buceta y con el fin de prestar mis humildes servicios en unión de algunas fuerzas del país que también embarcaron con tal motivo y como quiera que en el espresado buque iban también fuerzas de Bailén y Artillería con sus correspondientes SS. Gefes y Oficiales, reinó entre todos durante la trabesía desde ésta puerto al de Monte Cristi la mejor armonía entre los Oficiales del Egto. peninsular y los de la estinguida república. Más un incidente desagradable, no obstante lo espuesto, acibaró la satisfacción que por aquellas razones me cabían y este afectísimo Sor., que estándo el General que suscribe hablando con otro de su clase en la cámara del buque le fué mandado callar con palabras obsenas, anti miIltares y nada comunes entre personas de buena educación.las cuales fueron bertidas por el capitán Graduado de Comandante Don Manuel Santarromana y Rivas; oír semejantes expresiones el General Don Gregorio Lora manifestó con prudencia a dicho Capitán que la persona a quien se dirigían era el general Don Juan Suero, contestándo a ésta observación el capitán de que me ocupo que nada tennía que ver conque fuera General ni con sus presillas, añadiendo otras que omito que ultrajaron de la manera más indecorosa la dignidad del Gefe a quien se dirigían, tanto como tal como menospreciándolo como hombre hasta llegar el caso de desafiarme en tal virtud lo puse todo en conocimiento del Sor. Brigadier D. Manuel Buceta el que amonestó al dicho Don Manuel Santarromana é ignoro la providencia subcesiva que haya tomado. Esto E.S. me es demasiado doloroso ponerlo en conocimiento de V.S. más como quiera que se encuentra mancillada de ésta manera la dignidad del Gefe que suscribe en presencia de muchos oficiales me veo en el caso de obrar así para que V.S. en vista de las razones alegadas providencie lo que considere de justicia. Dios gue. a V.E. ms.as. 485 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Puerto Plata, 1 de marzo de 1863. Exmo Sor. /firmado/ Juan Suero Escmo, Sor. Capitán General de ésta Isla /al margen dice: / que se ha visto con sentimiento la ocurrencia de que se dá cuenta que está dispuesto a no tolerar desmanes y mucho menos de la naturaleza del que se hace mérito, entre un inferior con el superior y que como castigo de tal falta se le imponen 15 días de Castillo37 al Capitán Santarromana que les debe sufrir en el fuerte de Santiago a la orden al General Santana y los conocimientos necesarios. /rúbrica/ Según minuta «Quince días de Castillo», en este caso, significa quince días de arresto a cumplir en el fuerte San Luís, de Santiago de los Caballeros. Este incidente, aparentemente menor, reflejaba la existencia de tensiones subterráneas entre los oficiales del Ejército español y los de las Reservas Dominicanas, a quiénes menospreciaban y de los que desconfiaban, entre otras razones, porque una parte de ellos había alzado el pabellón dominicano en los recientes sucesos y porque eran de razas consideradas «inferiores». Sobre este suelo germinó la participación en la Guerra de la Restauración de numerosos miembros de las Reservas Dominicanas, formando parte del bando independentista y explica también la participación en la Guerra de Independencia de Cuba, que estallaría el 10 de octubre de 1868, de oficiales de dicho cuerpo, que había sido evacuados junto a las tropas españolas y que habían sido fieles a la Corona hasta el final, entre los mambíses cubanos, como fue el caso paradigmático de Modesto Díaz, Máximo Gómez y los hermanos Marcano, entre otros. 37 486 A.G.I. CUBA 1004B Al Comandante Militar de Puerto Plata 21 de marzo de 1863. He visto con el mayor desagrado que el Capitán de Infantería Don Manuel Santarromana, faltando abiertamente al espíritu y letras de las ordenanzas se ha dirigido a V. S. en términos impropios de un Oficial, menospreciando su autoridad. Dispuesto como estoy a no tolerar desmanes de ningún género entre los Oficiales del Ejército y mucho menos de la naturaleza del que V.S. hace mérito de un inferior contra un superior, doy con ésta fecha la orden conveniente al E.S. teniente General Don Pedro Santana para que el espresado capitán Santarromana que tan mal ha comprendido sus deveres, se impongan en castigo a su falta 15 días de Castillo que deverá sufrirlos en el Fuerte de San Luís en Santiago de los Caballeros. Lo digo a V.S. para su conocimiento y satisfacción. Dios […] Fecho 487 A.G.I. CUBA 1004B Ecmo. Sor. Por el Comandante de la Fragata Petronila que en la tarde del día de hoy ha sondeado en éste Puerto, he recibido la respetable comunicación de V.E. de fecha 27 del mes anterior y como el estado de tranquilidad en que se halla Puerto Plata, y la derrota de los rebolucionarios, hacen innecesaria la presencia del espresado buque en éstos inseguros fondeaderos, he creído deber, sin perjuicio del servicio, prevenirle que regrese a Samaná. Combencido de que la ecsistencia de material de Artillería en puntos que carecen de seguridad es un aliciente que estimula a los ambiciosos a la revolución, porque sin gastos ni dificultades cuentan con elementos indispensables para el buen éxito de sus planes, con objeto de privarlos en lo sucesivo de recursos tan seductores, he dispuesto que la Artillería inútil que se hallaba en éste punto sea completamente destruída y que la útil y las municiones sean trasladadas a Puerto Plata. Con igual objeto he ordenado que sean recogidas cuantas armas en poder de los habitantes del País, confiado en que V.E. por consideración de las razones espuestas se servirá dar su superior aprobación a mi disposición. Todas las personas que han dado pruevas de adhesión en nuestro país se hallan conformes en que los reboltosos contaban con muchos elementos en el país y que por incapacidad de los que la dirigen puede darse por terminada. Una llubia que sin cesar ha estado y está cayendo desde las oraciones del día anterior me ha impedido marchar a Guayubín en cuyo el punto si el tiempo ó nuevas noticias no lo impiden permaneceré en la noche de mañana y desde él tendré el honor de comunicar a V.E. noticias más recientes Dios gue. a V.E/ ms.as Monte Cristi, 5 de marzo de 1863. 488 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Exmo. Sor. El Brigadier de Infantería /firmado/ Manuel Buceta Escmo. Sr. Capitán General de la Isla de Santo Domingo /al margen/ Decreto de éste oficio.- Contéstese enterado que aprueba S. E. su conducta sobre los estremos que indica-D.0 de S.E. /hay una rúbrica/ 489 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Escmo. Señor El Señor Gobernador de esta Provincia D. José Hungría me dice desde Sabaneta con fecha 6 del actual lo que sigue:: Contra lo que esperaba sucediese en éste Poblado los rebeldes han intentado resistir otra vez a las tropas de la Reina pero media hora ha bastado para embolverlos, desalojarlos a la bayoneta, cogerles las banderas y algunas armas, proviciones y municiones con toda la correspondencia causándoles tres muertos y un prisionero. Este nuevo triunfo no se ha conseguido sin embargo sin tener que lamentar por nuestra parte un individuo de tropa muerto y once heridos de gravedad entre ellos un Oficial Este número de heridos con una carencia de medios de trasporte mácsime con las actuales llubias, y el no poder dejar este pueblo abandonado hasta que regresen los habitantes que parece se han retirado huyendo a lugares distantes por haberles hecho creer que los Españoles venían degollando me ponen en la necesidad de permanecer en ésta algunos días hasta hacerlos venir a ocupar sus casas. Lo que participo a V. para su satisfacción y la de todos los buenos españoles de la provincia sirviéndose trasladar ésta comunicación a los Gobernadores de La Vega y Puerto Plata. Lo que tengo la satisfacción de trasladar a V.E. para la suya y honra del Ejército Español, rogando a V.E. tenga la dignación de elevarlo al superior conocimiento de nuestra Soberana Reyna. Dios gue. a V.E. ms.as. Santiago, 7 de marzo de 1863. Exmo. Señor El General Gobernador interino /firmado/ A. Michel Ecmo. Señor Capitán General de ésta Isla /al margen dice: / Contéstese enterado /hay una rúbrica/ 490 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Político y Militar de Santiago Exmo. Sor. En éste momento que son las cuatro y media de la tarde acabo de recibir del Comandante Militar de San José de las Matas la comunicación siguiente: En vista de haber recibido un escrito de la frontera y creyéndome alguna fracción que haiga en aquel lugar no he querido abrirlo, solo remitirlo a V por mi escribiente que es persona de mi confianza para que sea quien tome conocimiento de él y determinar lo que juegue combeniente. Cuyo documento dice asís: Dios Patria- Libertad- República Dominicana.- Señor General.- A nombre de la Conjunta General de línea.- Me cubre el honor de participarle como director (interinamente) indirectamente y recomendar por el General Lucas de Peña a la nueva revendición de nuestro pavellón Dominicano y nuestra libertad individual hemos tenido la gloria de enarbolar nuestro pabellón hoy día de la fecha a las seis de la mañana, por lo que esperamos en su reconocido patriotismo que al recibo de la presente lo efectúe V. en ése pueblo igual como nosotros.- Tan pronto como reciba alguna disposición de nuestro Gefe inmediato, pediré mi conocimiento (sic). Y a fin de que V. E. se entere del contenido del escrito a que se refiere el anterior lo copié del original. En vista de todo, he tomado las medidas conducentes al mejor éxito del asunto, habiendo pasado aviso a los Generales Gobernadores de La Vega y Puerto Plata, como igualmente al Gobernador en propiedad de ésta que se halla en marcha como he participado a V.E. para Guayubín. En ésta, continúa inalterable la tranquilidad pública. Es cuánto puedo informar a V.E. referente al particular de cualquiera nobedad tendré el honor de avisar a V. E. Dios gue. a V.E. ms.as. 491 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Santiago, 22 de febrero de 1363. Exmo. Sor., El Gobernador Militar interino /firmado/ A. Michel Escmo. Sor. Capitán General de ésta Isla /al margen/ Resuelto según minuta adjunta.- Comuniqúese al Gobr. Sup. Civil dando conocimiento de las fuerzas que se han embarcado en el Trasporte y del Gefe que ha de mandarlas poniéndose de acuerdo con los Gobernadores de Santiago y La Vega. Dése también conocimiento al Subintendente é Intendente General /Hay una rúbrica/ 492 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia Militar de Puerto Plata No. 100 Exmo. Sor. Como continuación a la comunicación que tuve la honra de dirigir a V.E. en 22 del actual, tengo el honor de acompañar a V.E. copia de todos los partes y comunicaciones recibidos en ésta Comandancia de mi mando desde principio de los acontecimientos políticos porque atrabiesa ésta Provincia. En consecuencia de lo que manifiestan los documentos marcados con el No. 1,2 y 3 providencié lo oportuno a fin de que los Inspectores y comisionados de ésta Jurisdicción redoblasen su vigilancia poniendo espías que observasen el movimiento de los rebolucionarios, ordenándoles me dieran cuenta de cuanto notaren. Tanto por éstos partes como por lo que aclara la copia No. 4, mandé fortaleser el Castillo de ésta Ciudad y establecí las patruyas convenientes, dando instrucciones a la policía para que vijliasen de cerca a aquellas personas que se tildan como enemigos ocultos de la situación. En cumplimiento a lo que se parta (sic) en la orden copiada con el No.5 dispuse saliese inmediatamente de ésta plaza el Teniente de Artillería Don Salvador Changura con los 10 individuos de tropa que en la misma se piden. Según verá V.E. por el atestado marcado con el No 6 se corroboran y dan carácter de grabedad a las noticias mencionadas hasta la fecha en su virtud mandé se reforzara la vigilancia y espiamiento de ésta ciudad y Jurisdicción ordenando se pusieran guardias en las trochas y veredas que más pueden ser seguras para sostenimiento en el orden en el país. Procedí al cumplimiento de lo mandado en el oficio No, 7 poniendo en juego todas las medidas convenientes al logro de lo que se deseava, puesto que el Coronel Salcedo era una de las personas de conducta más sospechosa la cual se encontraba a 493 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez la sazón en ésta población, vijilada muy desde cerca. Dicho Salcedo, considerándose a sí mismo culpable y sin saber por qué incidente, desapareció de ésta población, haciéndose con éste hecho reo. Llegado a mi noticia éste incidente dispuse su captura por la Jurisdicción, lo que tubo efecto a las 3 de la madrugada a legua y media en el sitio llamado Voca de San Marcos. Dicho sugeto huía en unión de Wenceslao Alvarez no menos sospechoso que él por sus antecedentes politicos, ambos en un caballo prestado quedando ambos presos é incomunicados bajo la mayor seguridad. Consecuente a lo que narran las copias de las comunicaciones marcadas 8,9 y 10 preceptué a todos los Inspectores, Comunicados y Gefes Militares, tanto de reserva como del activo egército, que los primeros tubiesen sus compañías y Batallones provinciales listos para responder a toda eventualidad, y en los mismos términos ordené estubiese toda la guarnición en activo. También quedaba en éste día organizado en ésta plaza un cuerpo de fuerza compuesto de los colonos Españoles y demás personas de la misma nación adictas a nuestra causa, sin que por ésto se les distraiga a ningúno de éstos ni aquellos ciudadanos pacíficos de sus tareas ordinarias. También verá V.E. por lo que se desprende de la comunicación N°. 10 que se encontraba en marcha para Santiago un Oficial con una partida que conduse presos y caudales pertenecientes al Batallón de San Marcial y Real Hacienda; en su consecuencia quedan tomadas las medidas oportunas para el resguardo de lo referido por si acaso en la atrabesía (sic) (hasta ahora franca) se encuentra algún impedimento. En copia también remito V. E. un pasaporte que ha llegado a éste Gobierno, firmado como V.E. verá por el Jefe de la revolución y espedido a favor de un pacífico ciudadano que se retirava de los puntos sublevados acia ésta su vecindad. Corren por ésta Ciudad los rumores, sin que a ésta hora se sepa nada oficial, que el General Gobernador de la Provincia Don José Hungría se ha batido en El Hatillo con los insurrectos. Para la mejor organización de las fuerzas en ésta Plaza he tomado la determinación de reunir todo el armamento que en ella ecsiste, valiéndome para ello de recoger todas que se encuentren en las casas particulares puesto que son escasas las ecsistentes en los almacenes de Artillería, en virtud que los 659 fusiles de chispa que allí estaban almacenados fueron inutilizados de orden del Sr. Comandante de dicho Cuerpo Don Enrique Casapuis (?) cuya medida tomé sin dar conocimiento a mi autoridad y por consiguiente hasta éste día no he tenido noticia del mencionado hecho, al pedir el correspondiente estado para cerciorarme de las armas con que contava en su consecuencia por el adjunto estado que en copia acompaño, se impondrá V.E. de las ecsistencias de dichos almacenes de éste hecho doy cuenta en esta fecha al Sr. Gobernador de ésta Provincia. En éste momento acaban de presentarse en ésta población el Comandante Militar de Guallubin Don Juan José Garrido y el igual clase de Monte Cristi los cuales me han entregado los documentos que en copia acompañé por los que V.E. se impondrá de la situación del país. También han acudido a ésta ciudad en unión de aquellos 494 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Señores dos Subtenientes del destacamento de Guallubin con individuos de tropa todos embarcados en la Goleta Mercante Española Matilde, su Capitán Don Gaspar Baradán. Al mismo tiempo he recibido un oficio del General D. José Hungría que también en copia acompaño. Por todas éstas consideraciones, E.S. y por el bien del buen servicio de S.M. no puedo por menos, valido de amor a la Bandera Española, que tomarme la libertad de hacer presente a V.E. que la situación de ésta Provincia es precaria rogando a V.E. que tomando en consideración mi escaso valor y el conocimiento que del país tengo, ordene si lo cree conveniente, la presentación en éstos parages del E.S. General D. Pedro Santana con algunas fuerzas. Esto, E.S., no quita que el subordinado que tiene la honra de dirigirse a V.E. vacile un momento en arrostrar todos los inconvenientes por insuperables que sean en bien de nuestra Española patria esperando se sirva V.E, perdonar mi noble franqueza como asimismo el que directamente me dirija a su autoridad, lo cual hago convencido hasta lo intimo, que llegará la presente a V.E. en breve tiempo y por conducto de toda confianza. Concluyo, en fin, con esponer a V.E. que como he sabido derramar mi sangre por la anección, también sabré agotarla por la misma causa siguiendo a muestra Reyna Ínterin cuente con átomos de vida defendiéndola contra todos los que ataquen los sagrados derechos de su Trono, Ha ésta ahora (sic) no ecsiste en ésta Jurisdicción novedad. Dios gue. a V. E. ms.as. Puerto Plata 26 de febrero 1863 a las 2 ¼ de la tarde. Exmo. Sor. El General Comandante Militar /firmado/ Juan Suero Exmo. Sor. Capitán General de ésta Isla /al margen/ Contéstese haber recibido éstas tres comunicaciones del mismo día con las copias de documentos que a las mismas acompañan, quedar enterado de su contenido y aprobando cuantas disposiciones se han dictado para evitar el que la tranquilidad pública se alterase, esperando de su acreditado celo continuará desplegando como hasta aquí toda la actividad que exige en las actuales circunstancias en el importante punto que ocupa con las fuerzas que deben haver desembarcado en Monte Cristy a las órdenes del Brigadier Buceta, las que se hallan en marcha para Santiago con los Generales Santana y Vargas y las del país que el primero de éstos generales está autoridad para movilizar, bastarán sin duda para sofocar completamente la rebolucion que ha recibido el primer golpe en Santiago en la noche del 24 al 25 logrando el que se retiraran a sus casas ó huyeran todos los rebeldes que se hallaban en sus inmediaciones. 495 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Que se halle dispuesto para recibir los batallones y escuadrón de caballería que deben desembarcar en breve en aquel punto procedentes de La Habana y Puerto Rico, y cuyos refuerzos serán más que suficientes para asegurar completamente el orden en toda la Provincia sin el cual no puede haber bienestar ni prosperidad en los pueblos. Fecho /rúbrica/ 6 marzo.- Hágase mérito de los partes recibidos en el día de hoy Fecho/Hay una rúbrica/ 496 A.G.I. CUBA 1004B COMANDANCIA MILITAR DE PUERTO PLATA Ecmo. Sor. El Comandante Militar de Altamira con fecha de hoy me dice lo que sigue: A las 9 y ¾ ha llegado Pascual Montan y al recibo del oficio de V.S. inmediatamente tiré tres trabucazos a fin de reunir las fuerzas posibles en ésta poco momentos antes acaba de marcharse un espreso que habia mandado el General Gómez a encontrar a los hijos los cuales heran los que casualmente llevavan, según me dice el abentajado en suma de $900,00 fuertes este espreso declara que es cierto que la bandera Dominicana está puesta y que por todos ésos lugares de Quinigua, Palmar y demás están todos los caminos cubiertos de guardias de día y que por la noche abanzaban contra la Tropa Española que está aposecionada en el Fuerte. Por tanto he determinado que en lugar de seguir, he dispuesto que vuelvan los caudales para atrás. El General Hungría me dice que según ha sabido están en Guallacán, quien creo que son toda la fuerza, está allí paralizado. Yo creo que si ha tenido efecto la cojida del Fuerte anoche marcharán sobre nosotros entretanto tengo pocos fuciles no alcansan a más de cuarenta vuenos y malos, más después daré cuenta a V.E. de las fuerzas que reuna. Hasta la fecha que son las 12 ¼ no ha parecido el Sr. Subteniente que V.S. me dice con los caudales. El abentajado está dispuesto a volberse pues sabe las noticias. Ahora escribo al Capitán de Río Grande daré después conocimiento a V.S. de las fuerzas que reuna. Todo lo que con el mayor sentimiento traslado a V.E. en el concepto que habiendo ya mandado a V.E. un pliego interesante por tierra y estándo todas las vías interceptadas, he dispuesto con toda prisa volber el referido correo y al efecto in497 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez cluyo a V.E. éste oficio en unión de aquel pliego habiendo acordado por las autoridades de ésta Ciudad con quien obro de acuerdo remitir por mar a Samaná éste pliego con oficio al Sor. Brigadier Don Manuel Buceta para que inmediatamente le dé curso asia V.E. Los caudales a que se refiere el anterior inserto se ha ordenado vuelvan a éste punto. Esta ciudad a ésta hora sigue sin novedad y están tomadas todas las medidas de seguridad. Dios gue. a V.E. ms. as. Puerto Plata 26 de febrero 1863 a las seis de la tarde. Escmo. Sor. El O.C.M. /firmado/ Juan Suero Ecsmo. Sor. Capitán General de ésta Isla 498 A.G.I. CUBA 1004B Comandancia Militar de Puerto Plata Ecmo. Sor. Como continuación a mi oficio de ésta fecha debo decir a V.E. que un cuarto de hora después de haber serrado el ultimo pliego han llegado a ésta Ciudad el oficial con la partida que conducía caudales a Santiago como asimismo el aventajado que se encontraba en marcha con igual fin sin cuales halla ocurrido novedad. Más estas personas me han manifestado ser veras la sublevación de Santiago diciéndose a su vez habían muerto en la rellerta un individuo de tropa peninsular y dos de los del país. Estas noticias no son oficiales pero no obstante las creo porque las ha corroborado uno de los hijos del General Gómez de la Caballería de Santiago que mando al encuentro hasta Altamira a darle noticia a dos hermanos que se dirigían a dicha Ciudad con el fin de que se volvieran atrás. Dios gue. a V.E. ms.as. Puerto Plata, 26 de febrero de 1863 a las 10 de la noche. El G. C. M Excmo. Sor. /firmado/ Juan Suero Exmo. Sor. Capitán General de ésta Isla. 499 A.G.I. CUBA 1004B Cuerpo de E.M. del Ejercito sección de la provincia Española de Sto. Domingo No. 50 Dando cuenta de los partes recibidos del Teatro de los sucesos con posterioridad a la acción de Sabaneta y de la completa pacificación del país. Exmo. Sor. Los partes oficiales recibidos con posterioridad á cuanto he manifestado a V.E. dan por terminada la pacificación de la provincia de Santiago. Según aquellos, la Columna del General Hungría en convinación con la del Señor Brigadier Buceta, salió de Sabaneta el 10 del actual en persecución de los restos rebeldes habiendo acampado en el punto denominado Chacuey y continuando la marcha el llegó a Dajavon donde se recibieron noticias de que los insurrectos en número de unos 300 y hasta 800, incluyendo ancianos, mugeres y niños de sus familias, se hallaban reunidos en Capotillo inmediato a la frontera de Haití. Estas gentes dominadas por el pánico que se difundió entre las familias en la absurda creencia de que las tropas iban degollando a los hombres y prendiendo a las mugeres y niños para llevarlos a vender a los puertos como esclavos, y rechazados del territorio Haytiano donde les fué negado el asilo que habían solicitado, intentaron defenderse en la posición elegida que habían fortificado con árboles cortados al efecto. Comprendiendo las desgracias que podía ocasionar un ataque a una posición en que se hallaban agrupadas numerosas personas indefensas y puestos de acuerdo los espresados Señores General Hungría y Brigadier Buceta, intimaron la rendición de aquellas gentes, a fin de que los que habían acudido a las señales de alarma establecidas en la antigua república sin haber tomado una parte activa en los desórdenes, se retiraran a sus hogares con las familias que les acompañaban y que los cabecillas se sometiesen para esperar el fallo de la Ley. Casi al mismo tiempo pasaron a conferenciar 500 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos con el Gefe de la Frontera Haitiana, quien manifestó traía las órdenes más precisas del Presidente Geffrard de no permitir asilo a los rebeldes ni tener comunicación alguna con ellos esmerándose en mantener las buenas relaciones que sostienen con el Gobierno Español. Al regreso de los mensageros que se habían enviado a los fugitivos, se supo que pocas horas después de haber diseminado su comisión se dispersaron los Cabecillas en diferentes direcciones, y que los demás individuos, aceptando el perdón ofrecido, regresaban a sus hogares presentando en su marcha los ancianos, mugeres y niños, un cuadro verdaderamente desconsolador. No habiendo ya enemigos que combatir y a fin de no cansar inútilmente a la tropa que se hallaba ya muy fatigada por las penalidades sufridas a consecuencia de la rápida y variada dirección de las marchas y por la falta de recursos de todo género, regresaron a Sabaneta para racionarlas, disponiendo entre otras cosas que el Teniente Coronel de las Reservas Don Nicolás Gerónimo, con una pequeña columna de gente del país, se ocupara en perseguir alguno de los principales culpables que vagaban por aquellas agrestes soledades, entre los cuales parece se encuentran los presos que se fugaron de la Cárcel de Santiago y de que ya tiene V.E. conocimiento que se dejara una corta guarnición en el pueblo, y que se recogieran las armas y se estableciera una pequeña enfermería para los heridos y enfermos dándose así por terminada la completa pacificación del país, Las noticias confidenciales que se han adquirido dan a conocer las direcciones que han tomado en su fuga algunos de los Cabecillas pero no puede responderse de su exactitud por cuya razón me abstengo de molestar la atención de V E. sobre el particular. El E.S. Teniente General Don Pedro Santana, Comandante General en Gefe de las Provincias del Cibao se encontraba en Guayubín con el E.S. 2o. Cabo de ésta Isla Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas y las fuerzas que salieron de ésta Capital. Todo lo que tengo el honor de manifestar a V.E. para su conocimiento y en cumplimiento de mi deber, Dios gue. a V.E. ms.as. Santo Domingo, 19 de marzo de 1863. Exmo. Sor. El Teniente Coronel graduado Comandante Gefe interino de E.M. /no hay firma/ Emo. Sor. Director General del Cuerpo de E M. del Egército. Madrid /al margen dice: / Rehecho 501 A.G.I. CUBA 1004B E.S. Director General del Cuerpo de E.M. del Egército 18 de marzo de 1863 Ecmo. Señor Posteriormente a la fecha en que me encargué interinamente del Estado Mayor de ésta Capitanía General, se han recibido noticias detalladas del teatro de los sucesos en las cuales se manifiesta que al aprocsimarse a Guayubín en la mañana del dos (?) del actual el General Hungría con las tropas que llevaba a sus órdenes creyeron sin duda los rebeldes que aquella posición no les ofrecía bastante seguridad y se trasladaron a la ventajosa del fuerte denominado del Mangá sobre la orilla, izquierda del Yaque dominando el vado y la barca que retiraron después de llevarse las cuatro piezas de bronce y una de hierro que había, y de las cuales se les cayó una al río Al llegar la columna sobre la población fué recibida por disparos de Artillería y fusilería que no causaron daño alguno a nuestros soldados e inmediatamente se emprendió la operación del paso del Río, bajo la protección de una mitad de la compañía de Cazadores del Batallón de San Marcial, quedando otra del 2o. Batallón de la Corona, de sostén en el pueblo. El citado General Hungría se lanzó el primero al río y al grito de «Viva la Reyna» lo verificaron sin desorden y con el agua al pecho los Gefes, Oficiales y Tropa bajo un fuego nutrido, pero sin pérdida alguna. Reorganizadas las fuerzas al otro lado del Yaque se emprendió el ataque de la posición, cayendo sucesivamente en nuestro poder las cuatro piezas de Artillería, en una continua carga a la bayoneta, despreciando los tiros de metralla y fusilería que hacían a muy corta distancia a nuestros soldados. Dichas piezas fueron tomadas sólo por una guerrilla del 2o. Batallón de la Corona que iba por la derecha del estrecho frente que ofrecían las posiciones del enemigo y por Oficiales y soldados sueltos que se adelantaron por las dificultades del terreno, a la guerrilla de la izquierda que era de San Marcial. Tomada la última pieza, se dispersaron los insurrectos en todas direcciones internándose en los bosques, cuya espesura y lo fatigados que se encontraban las fuerzas, dificultaron la persecución de los enemigos que en su mayor parte huyeron hacia 502 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Sabaneta último baluarte de sus impotentes maquinaciones quedando nuestros soldados dueños de la posicion, de las piezas, armas, municiones, víveres y por último de una bandera republicana que tenían enarbolada, las pérdidas por nuestra parte han sido un Capitán y nueve individuos de tropa heridos algunos de ellos de gravedad, el enemigo ha dejado en el campo varios muertos y heridos, no pudiendo fijarse su número porque la espesura de los bosques ha impedido practicar un reconocimiento detenido. Los Gefes, Oficiales y tropa han llenado su puesto y rivalizado en el desprecio de toda clase de riesgos. En la madrugada del día siguiente tres, salió para Monte Cristi con dos Compañías el 2º Comandante de la Corona D. Juan Campillo, los rebeldes que se hallaban en el espresado punto, sabedores del triunfo que acababan de alcanzar nuestras tropas, a la aprocsimación de dichas fuerzas enarbolaron el pabellón Nacional saludándolo con veinte y un cañonazos. Al anochecer del día siguiente desembarcó en dicho punto el Brigadier Buceta con las fuerzas de su mando y aquella misma noche regresó con las suyas a Guayubín el citado Comandante Campillo disponiéndose a seguirle de inmediato el espresado Brigadier. EI Comandante Militar de San José de las Matas General de las Reservas Don Dionisio Mieses al saber el dos del actual que los insurrectos de Sabaneta al mando del Gobernador Don Antonio Batista se aproximaban a aquella población con el malvado objeto de obligarla a pronunciarse y levantar la bandera de la estinguida República Dominicana dispuso salirles al encuentro con la fuerza de las Reservas que pudo disponer y una parte de los habitantes armados. Al presentarse los rebeldes a su vista en el sitio llamado Del Peñón a media legua de la Ciudad, les hicieron fuego, atacaron y obligaron a retirarse precipitadamente hacia el punto de su partida. Al día siguiente mandó el espresado Comandante Militar parte de la espresada fuerza que había movilizado a Mao, límite de aquella población con la de Sabaneta. En la mañana del cinco el General Hungría con las dos Compañías de la Corona que le quedaban y los diez y ocho Caballos del Escuadrón de Santo Domingo, emprendió la marcha para Sabaneta dejando en Guayubín la columna de Campillo que había llegado antes de su salida. Las precauciones con que necesitaban avanzar aquellas cortas fuerzas y la lluvia fuerte y continuada que sufrieron todo el día les impidieron llegar hasta las cinco de la tarde a la vista del enemigo, que hallándose posesionado del pueblo, rompió el fuego desde luego contra nuestras valientes tropas, pero media hora de combates les bastó para envolverlo y desalojarlo a la bayoneta, obligándolo a declararse en precipitada fuga por los barrancos contiguos a las casas de la población, no sin haberles causado tres muertos, varios heridos y prisioneros, dejando en poder de nuestras tropas una bandera, armas, provisiones, municiones y correspondencia; por nuestra parte ha habido que lamentar sin embargo un solo muerto y once heridos, entre ellos un oficial. 503 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez El 6 del actual pernoctó el Brigadier Buceta con la columna de su mando en Guayubín y al siguiente marchó a Sabaneta para ponerse de acuerdo con el General Hungría. Los restos de los sublevados vagan según las últimas noticias por las Sierras del Sudoeste de éste último punto, inmediatos a la frontera y cuya completa dispersión será el resultado del movimiento convinado que los referidos Gefes con sus fuerzas respectivas han debido emprender el 10 del actual hacia el punto conocido por los Arroyos sobre la frontera Haytiana. Lo que tengo el honor de manifestar a V.E. en cumplimiento de mi deber Dios etc. Fecho Estracto.-Dando cuenta de los sucesos ocurridos en la Provincia de Santiago de los Caballeros y de la completa derrota de los rebeldes 504 A.G.I. CUBA 1004B 3a. Sección E. M. No. 650 Copiado Al E.S. Ministro de la Guerra en 19 de febrero de 1863. E. S. En la madrugada del 9 del actual un grupo de 30 ó 40 hombres, sorprendieron en su casa al Comandante Militar de Neyba en la Provincia de Azua y habiéndole constituido en prisión, después de haber disparado algunos tiros en señal de alarma se pronunciaron los revoltosos en abierta rebelión proclamando la República y animando los Cabecillas a sus compañeros diciéndoles eran protegidos por los Haytianos que vendrían con tropas a socorrerlos, pero a las pocas horas se restableció la tranquilidad, merced a la eficacia con que los vecinos honrados de la Población en unión del citado Comandante Militar consiguieron sofocar el desorden y verificar la aprehensión del principal Cabecilla llamado Cayetano Velázquez. EI Gobernador militar de la Provincia, tan luego tuvo conocimiento del hecho marchó en dirección a Neyba a la cabeza de algunos Dragones y de una parte de las estinguidas milicias de Caballería del país que inmediatamente se reunieron y movilizaron de orden de la espresada autoridad por mi parte dispuse oportunamente la salida de una Compañía del Batallón de Vitoria acantonado en Baní y de un Oficial con diez caballos del Escuadrón de Santo Domingo, por considerar ésta fuerza suficiente para el completo restablecimiento del orden y con el fin de que los ciudadanos movilizados pudieran volver tranquilos al seno de sus familias. El Alcalde mayor de la Provincia se dirigió al mismo al lugar de la ocurrencia con objeto de instruir las primeras diligencias, pero siendo éste hecho de la competencia esclusiva de mi autoridad he dispuesto que por un Fiscal Militar se proceda a la formación de la correspondiente sumaria de cuyo resultado daré a V. E. oportuno conocimiento. Este desagradable suceso que ha alterado por algunas horas la tranquilidad pública de la Provincia de Azua, aunque no pasa de ser un hecho aislado y de poca importancia, viene no obstante a corroborar cuanto he tenido el honor de manifestar a V.E. en otras ocasiones de que los enemigos del orden que se agitan más ó menos por todas las Provincias de la Isla, procuran por todos los medios posibles estraviar 505 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez el espíritu del país para conducirlo a la anarquía y sostener en continua alarma a los habitantes pacificos lo que demuestra la imprescindible necesidad de sostener un Egército proporcionado a su importancia y capaz de poderse bastar a sí mismo para hacer frente a las eventualidades que puedan ocurrir. Tengo sin embargo la satisfacción de manifestar a V.E. que según los ulteriores partes recibidos, la tranquilidad pública en dicha Provincia estaba completamente asegurada, habiendo sido aprehendidos cuatro de los revoltosos y que tanto el Gobernador Militar de la misma como el Comandante Militar de Neyva y vecinos leales, que han acudido con las armas en la mano al primer llamamiento de la Autoridad dando sinceras pruebas de lealtad y de adesión al Trono de S, M la Reina (Q.D.G.) se han hecho acreedores a su Real munificencia. En los demás puntos de la Isla no hay síntomas de que se turbe por ahora la tranquildad habiéndose calmado notablemente el estado de agitación de las Provincias del Cibao. El estado sanitario de las tropas es bastante satisfactorio pues han desaparecido completamente los casos de fiebre amarilla que se habían presentado en Moca, provincia de La Vega. Dios Ecmo. Señor Estracto.- Se participa los desórdenes ocurridos en la Provincia de Azua y los medios adoptados para su represión. Fecho /MINUTA/ 506 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Azua Escmo. Señor Aunque en mi oficio fechado ayer en Azua le manifestaba mi salida para Neyba y que sólamente me acompañaban seis ú ocho Dragones y algunos Oficiales, enseguida que partí se me unieron varios otros más que con tal motivo salieron habiéndoseme unido también todo el Escuadrón de Caballería de San Juan en cumplimiento de las órdenes que huve comunicado al Comandante Militar de aquel punto, de éste modo verifiqué mi entrada en éste pueblo en éste instante que serán las tres y media de la tarde. Según informes del Sr. Comandante Militar de éste lugar, el nueve del actual a cosa de las 4 de la mañana un grupo de treinta ó cuarenta hombres se presentaron a la Comandancia adueñándose de las municiones y fusiles, constituyéndole en arresto disparando los tres cañonazos de alarma y proclamando la República Dominicana unos y los cabecillas alimentando a los otros con que eran protegidos por los haitianos y que vendrían con tropas a aucsiliarlos, que como a las once de la misma mañana pudo el dicho Comandante Militar unido ya a algunos vecinos con especialidad los de la Sección de Barbacoa quiénes han dado por ésta vez las más sinceras pruebas de lealtad y deferencia a S. M. la Reina Nuestra Sra. (Q.D.G) ordenar la aprehensión del principal cabecilla nombrado Calletano Velázquez lo que dió por resultado la completa desmoralización y evacuación de los demás, que procedió dicha autoridad a ordenar que desde luego se tomasen los informes debidos por el Alcalde ordinario de éste punto habiendo a esta fecha 4 individuos más en segura prisión, y como quiera que el Señor Alcalde Mayor de este Distrito me ha acompañado con objeto de practicar las primeras diligencias por haberme hecho entender el Sr. Asesor Militar, que también se halla en mi compañía, que a dicho funcionario correspondía, se ha encargado desde luego de dicha operación.- Lo que tengo el honor de representar a V. E. para su superior conocimiento y fines oportunos, en el concepto de que una vez 507 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez concluidas dichas primeras diligencias tendré el honor de remitirlas a V.E. y disponer al mismo tiempo que todos cuantos presos se hallen en ésta Cárcel pasen a la de Azua toda vez que presta más seguridad que ésta. Dios gue. A V. E. ms as Neyba, 12 de febrero de 1863. Escmo. Señor El General Gobernador /firmado/ Eusebio Puello E. S. Capitán General de ésta Isla. /al margen dice: / Contéstese manifestándo quedar enterado y aprobando cuantas disposiciones ha adoptado, dándole las gracias por el celo y actividad que ha desplegado en dichas circunstancias y […] en nombre de su Excelencia a los comandantes Militares y vecinos de la población que abandonando a sus familiares acudieron al primer llamamiento con las armas en la manos, dando sinceras pruebas de lealtad y de adhesión al trono de S. M. la Reina a quien S. E. pondrá en conocimiento su conducta. Respecto a los gastos que haya originado la movilización de las milicias del país, que conforme se le tiene manifestado serán abonados por la Administración de Rentas de aquella Provincia á cuyo fin se han dado las órdenes correspondientes. /hay una rúbrica/ 508 A.G.I. CUBA 1004B Al Gobernador de Azua 16 de febrero de 1863 Por el oficio de V. S. de 12 del actual me he enterado con satisfacción de las acertadas disposiciones que tanto V. S. como el Comandante Militar de Neiva han adoptado para restablecer la tranquilidad pública amenazada en dicho punto por una turba de descontentos enemigos del orden. Este desagradable incidente instantáneamente sofocados por el prestigio de la autoridad de V. S y la indignación de los ciudadanos pacíficos y honrados de la población, que abandonando sus familias, han acudido al primer llamamiento de aquella con las armas en la mano al sostenimiento del orden público, ha venido a demostrar de una manera evidente los sentimientos de ardiente patriotismo y adhesión al trono de nuestra augusta Soberana, que animan a los pueblos de ésa Provincia. Sin perjuicio de elevar éste hecho al Real conocimiento, me complazco en dar a V. S. las gracias por el celo y actividad que ha desplegado, esperando se sirva hacerlo en mi nombre al Comte. Militar de Neiva y vecinos de ésta provincia que han cooperado eficazmente a tan satisfactorio resultado añadiéndole que los gastos que haya originado la movilización de las milicias del país según ya he manifestado a V. S. anteriormente, serán abonados por la Administración de rentas de ésa Capital a cuyo fin se han dado las órdenes correspondientes. Dios, etc. MINUTA 509 A.G.I. CUBA 1004B Egército de Ultramar en Santo Domingo Columna Espedicionaria en la Frontera Escmo. Señor En la tarde del día de hoy con el retraso debido a las malas condiciones del Vapor Transporte N° 3, he desembarcado en éste punto donde se hallaba desde ayer una columna compuesta de fuerza de los Batallones de la Corona y San Marcial mandada por el Señor 2° Comandante del primero D. Juan López del Campillo, la cual marchará ésta noche para Guayubín y mañana seguiré yo su movimiento para reunirme con el Señor General Hungría y si, como creo, los rebeldes se hubiesen internado en Haytí, constituir en el mismo Guayubín la Comisión Militar que deba juzgar a los culpables. Puede V. E. conceptuar terminada la insurrección y agradecer a la providencia un suceso que ha terminado sin verter sangre y que habiendo dado a conocer la impotencia de los ambiciosos, contribuirá a asegurar por mucho tiempo la paz que tanto necesita el país para fomentar su riqueza. Interín no reciba nuevas instrucciones de V.E. continuaré en ésta Frontera procurando, de acuerdo con el esperesado Señor General Hungría, la consolidación del orden. Concluyo Escelentísimo Señor, rogando a su superior autoridad, que si lo estima conveniente se sirva autorizarme para permanecer en éste país interín los trabajos de la Comisión Militar no hayan esclarecido la verdad de los hechos y que pueda conocer los que son acreedores a justas recompensas y los que merezcan un ejemplar castigo. Dios gue a V.E. ms as Monte Cristi, 4 de marzo de 1863. 510 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos Escmo Señor. El Brigadier Gefe de la Comuna /firmado/ Manuel Buceta Escmo Sr. Capitán General de ésta Isla. /al margen/ Que continúe en la provincia ó territorio en que se halla a las órdenes de los Generales Marqués de las Carreras y Vargas como ya se le dijo en tal fecha. La Comisión Militar nombrada para Santiago de los Caballeros debe juzgar a los de Guayubín y Mangá. /rúbrica/ 511 A.G.I. CUBA 1004B 12 de marzo de 1863. Contestación al anterior 3ª E. M. Señor Brigadier Don Manuel Buceta. Consecuente al oficio de V. S. de 4 del actual participándome su llegada a Monte Cristi a bordo del Vapor Transporte N° 3 he dispuesto continúe V.S. en ése territorio a las órdenes de los Exmo. S. Sres. Generales Marqués de las Carreras y 2º Cabo. Debiendo manifestarle respecto a lo que dice V. S. acerca de la creación de una Comisión Militar en Guayubín que la que está nombrada para Santiago de los Caballeros es la misma que debe juzgar a los culpables de los sucesos de Guayubín y Mangá Dios etc. Fecho /MINUTA/ 512 A.G.I. CUBA 1004B Columna de Operaciones sobre Guayubín Exmo Sor. Esta mañana al llegar a Guayubín la Columna del Comandante Campillo emprendí la marcha para éste punto con las dos compañías de la Corona que manda el Comandante Velasco, y la caballería creyendo no encontrar a los rebeldes en gran número, según las noticias que tenía; y dejando las otras dos compañías en el pueblo indicado. Pronto comprendí que el enemigo esperaría otra vez por las señales de algunos dispersos. La precaución con que necesitaba avanzar y la lluvia fuerte y continuada de todo el día me impidieron llegar antes de las cinco de la tarde. El enemigo se hallaba en efecto guarnecido del pueblo y rompió el fuego contra la guerrilla que se aprocismaba pero media hora ha bastado para envolverlo y desalojarlo a la bayoneta fugándose por los barrancos contiguos a las casas y cuyos barrancos no me permitían guardar lo reducido de mis fuerzas, iguales cuando más, a las que parecía haber en el pueblo por habérseles reunido algunas de los dispersos de Mangá. El enemigo ha dejado en nuestro poder una bandera de la República Dominicana, tres muertos, un prisionero y algunas armas, provisiones, municiones y correspondencia. La población estaba completamente abandonada por los habitantes. Este nuevo triunfo de las armas de la Reyna, que ha restablecido el Pabellón de Castilla en los tres pueblos sublevados, nos ha costado un soldado muerto y onze heridos, entre los cuales hay un oficial. En Guayubín he hecho publicar la Ley Marcial y nombrado Fiscal y secretario para la Comisión Militar. Lo mismo efectuaré en éste punto haciendo que regresen pacíficos a sus casas, los vecinos. Dios gue. a V.E. ms. as. 513 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Cuartel General en Sabaneta a 5 de marzo de 1863. Exmo Señor /firmado/ José Hungría. /no hay dirección/ /al margen dice: /Dése parte al Gobierno y conocimiento a los Capitanes Generales de Puerto Rico y Cuba y contéstese. /rubrica/ 514 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Ecmo. Señor El Comandante Militar de las Matas en comunicación con fecha 9 del actual me dice lo siguiente: Habiendo sabido el 2 de los corrientes a las doce del día que los insurrectos de Sabaneta al mando del General Antonio Batista se aprocsimaban a ésta pacífica y leal población, con el malvado inicuo objeto de forzarla a levantar bandera de la abolida República Dominicana y envolvernos en su tan criminal y negra tacha y que estaban ya a la distancia de legua y media de este lugar, dispuse que alguna parte de los habitantes de la Común saliesen a su encuentro para contrarrestarlos. Efectivamente se colocaron éstos en el lugar nombrado El Peñón como media legua de éste pueblo y a las cuatro de la tarde del citado día se presentaron los rebeldes a su vista, instando repetidas veces que querían hablar ya conmigo ya con otros, pero como se les hizo entender que no se quería comunicación y que para logar su sedicioso proyecto era necesario pasar sobre nuestros cadáveres, se les hizo fuego en consecuencia y muy pronto se retiraron tomando precipitada y vergonzosamente la fuga para Sabaneta, el 3 mandé la misma tropa a fijarse en Maó, que es el límite que divide ésta población con la de Sabaneta en donde ha permanecido hasta hoy según las órdenes de V. S. en su honroso oficio del 6 del corriente despachándolos a sus hogares y dejándolos solamente cuarenta hombres para poner la población al abrigo de andar vagando por la sierra. No puedo por menos que comunicar a V. E. que la honradez, valor y fidelidad que en todos tiempo ha caracterizado ésta población lo han patentizado en ésta vez de una manera inequívoca en la espedición del Teniente 515 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Coronel Don Ramón Escona ha desplegado en su encargo una actividad y valor ayudado por el Comandante Inspector Don José María Chico, D. Juan Enemesio Greña, Don José Felipe Peralta, Ayudante de Guardia Nacional, Don José Ramón Ureña, Don Ramón Guzman y Don Lino Rodríguez y en la Comandancia antes y después de salir las tropas han manifestado ostensiblemente y con prontos servicios su decidido entusiasmo al Señor Alcalde Ordinario D. Andrés Infante Pichardo, regidor D. Juan Bautista Rodríguez, el Tente, Cr. D. Manuel Peralta y Espinosa que con su influjo y posición política ha sabido animarlos al cumplimiento de tan sagrada obligación y ayudarme con sus acertados consejos. Acompaño a V. E. copia de la pequeña alocución que dirigí a los habitantes al despedirlos para su casa. Lo que, con inclusión de la copia de la alocución del Comandante Militar de Las Matas traslado a V. E. por si tiene la disposición de elevarlo a conocimiento de S. M. la Reyna, nuestra Señora Dios gue a V. E. ms. as. Santiago, 10 de marzo de 1863. Escmo. Señor El Comandante Gobr interino /firmado/ A. Michel Escmo. Señor Capitán General de ésta isla. /al margen dice: / 3ª Sección.- 17 marzo.- Contéstese quedar enterado y que dé las gracias en nombre de S. M. al Comandante Militar, Gefes y Oficiales de las Reservas y leales habitantes de San José de las Matas por los servicios que han prestado a la causa del orden y del Trono de nuestra augusta soberana a cuyo Real conocimiento se ha elevado su conducta. /rúbrica/ 516 A.G.I. CUBA 1004B D. Dionisio Mieses General de Brigada de las Reservas Provinciales de ésta provincia y Comandante de Armas de San José de las Matas. A los habitantes de ella. Pacíficos y honrados habitantes que siguiendo el ejemplo de vuestros antecesores habéis conservado siempre el orden y tranquilidad en vuestro pueblo y que ahora más que nunca habéis volado a tomar las armas contra los que faltando a la fidelidad sumisión y respeto a nuestro Gobierno desconociendo las innumerables bondades con que se ha dignado favorecernos nuestra Augusta Reyna Doña Isabel 2ª. (Q. D. G), han levantado no tan solo el grito de la rebelión en los puntos inmediatos, más pretendiendo forzarlos a secundarlos. Grande es nuestra satisfacción al poder presentar dignamente a nuestro Gobierno vuestra fidelidad, valor y patriotismo. Contad pues que así como no dejará de darse el merecido castigo a los culpables, tampoco se olvidará la buena opinión que tan orgullosamente habéis sabido sostener y conservar. Deponed las armas y entregaos a vuestros trabajos domésticos, pues las sabias medidas de nuestro Gobierno han hecho volver la paz y tranquilidad a esta Provincia. Cuento y os encargo que continuéis siempre con los mismos sentimientos que tan honrosamente habéis sostenido hasta aquí. San José de las Matas 9 de marzo de 1863.- El Comandante de Armas.- Dionisio Mieses.- Es copia.- Santiago 10 de marzo de 1863. El general Gobernador interino /firmado / A. Michel 517 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Ecsmo. Señor El Señor Brigadier Don Manuel Buceta Comandante General de la Provincia del Cibao me dice con fecha de hayer lo siguiente.- El mando de V.S. como Comandante General de la provincia se estiende a todo el ramo de Guerra su parte activa y de operaciones Militares en toda ella con sujeción a lo que disponga el E.S. Comandante General en Gefe y después que nos ausentemos a lo que V.S. dispusiese. La parte política la desempeñará por ahora el Gobernador interino que quedará sólo con el carácter político. Lo que tengo el honor de trasladar a V.E. para su superior inteligencia, debiendo significarle que queda cumplimentado el superior inserto escrito. Dios gue a V. E. ms as Santiago, 19 de marzo de 1863. Esmo Señor El general Gobernador interino /firmado/ A. Michel Escmo. Señor Capitán General de la Isla de Santo Domingo /al margen/ 1ª Ro. 25 Mzo. Visto D.O. de S. E. /rúbrica/ 518 A.G.I. CUBA 1004B Gobierno Militar de Santiago Exmo Señor El 2º Comandante del 2º Batallón de la Corona me dice hoy a las siete y media de la mañana lo siguiente: Después del rudo combate de hayer en el pueblo de Guayubín de que ya el Sr. General Hungría daría a V. S. cuenta, emprendí a las cuatro de la tarde del mismo la marcha con la columna de mi mando compuesta de la Compañía de Cazadores de San Marcial y otra del Regimiento de la Corona en dirección a éste pueblo con el fin de batir a los revolucionarios que de él, su fuerte ó Arsenal y piezas de Artillería se habían apoderado, pero a tres leguas antes de llegar y a las cuatro de ésta mañana he recibido un oficio de un miembro del Ayuntamiento llamado Don Ezequiel García en que me participaba que a las nueve de la noche habían evacuado el pueblo los revolucionarios que causaron el motín proclamando la República Dominicana con el mayor desorden al saber se acercaban las tropas. Este Señor con la mayor parte de los vecinos honrados de éste pueblo se reunieron en el Ayuntamiento y dispusieron enarbolar la bandera Española saludándola con 21 cañonazos a las cinco de la mañana, lo que así se verificó pues a mi llegada que fue esta mañana a las ocho la encontré enarbolada habiendo cuatro cañones en el Arsenal y dos en la Playa. Estoy recogiendo las armas de fuego y depositándolas en la Comandancia Militar las cuales quedan a cargo del Comandante Militar que interinamente se ha nombrado. Se han sentido tres tiros de cañón hacia la frontera de la República de Haití y según éstos naturales es señal de alarma que sin duda han sembrado los revoltosos huidos de aquí y los dispersos del ataque de ayer 519 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez al penetrar en aquel país haciéndoles creer que los Españoles tengan intención de atacarles y penetrar en la República. Con el fin de proteger las piezas y demás queda en esta un oficial de San Marcial con 20 hombres todos de la Compañía de Cazadores y tan pronto como las tropas descansen emprenderé la marcha con dirección a Guayubín sino recibo contra orden del Señor General Hungría que salió en el día de hoy para Sabaneta en persecución de los rebeldes quedando en esta plaza en observación de lo que pueda ocurrir. Lo que tengo el honor de poner en conocimiento de V. E. para que los trasmita al E. S. Capitán General si lo cree digno de su superior atención. Lo que tengo el honor de participar a V.E. significándole es chocante que habiéndome ofrecido el Señor Brigadier Buceta con fecha 1º de marzo que recibí hayer desde Puerto Plata no ha llegado todavía a Monte Cristi cuando me indicaba que en la mañana de dicho día estaría allí haciéndome creer esto ó que a recibido atrasado ó que el Vapor en que venía con el refuerzo acaso se echaría a perder, esto supuesto en éste momento voy a mandar un espreso significando al Gobernador de Puerto Plata lo conveniente que es la marcha rápida del espresado Señor Brigadier a Monte Cristi para sellar con una mano con orden pudiendo marchar entonces una columnita a cortar los de Sabaneta ó tomar las disposiciones que mejor le pareciese pero de todos modos el refuerzo aunque el enemigo está batido en todas direcciones y muerto aquí bajo toda consideración, importa muy mucho vea el país el nuevo refuerzo y recibirá la parte de Monte Cristi convendrá mucho Ecsmo. Señor que hubiese víveres en Guayubín para que los Cuerpos los compraran pues allí es un país pobre y la conducción de aquí a dicho pueblo presenta bastantes inconvenientes. Dios gue a V. E ms as Santiago, 5 de marzo de 1863. Escmo. Sor. El Gobernador Militar interino /firmado/ A. Michel Escmo. Sor. Capitán General de ésta isla. /al margen/ 3ª Ro. 10 de marzo 63.- Contestada según minuta adjunta comuníquese al Gobernador Sup. Civil/rúbrica8 Al E. S. Gobernador Superior Civil en 11 de marzo de 1863.- E.S.- El Gobernador Militar interino de Santiago me dice con fecha 5 del actual lo siguiente.- Traslado.- Y lo traslado a V.E. para su conocimiento.- Dios a Fecho /COPIA SIC/ 520 A.G.I. CUBA 1004B Columna de Operaciones en Sabaneta Ecmo. Señor Entre la correspondencia que dejaron en esta los rebeldes he hallado una proclama ó manifiesto anónimo cuya copia elevo a las superiores manos de V. E. pasando el original al Fiscal de la Comisión Militar que he nombrado en ésta, y cuyo documento esplica en cierto modo la conducta de muchas personas y muy particularmente la que ha venido observando hasta ahora el Ayuntamiento de Santiago de los Caballeros, rémora constante para todas las mejoras que se han intentado. Este documento aunque redactado ó copiado con poco cuidado, se percibe desde luego por su lenguaje que no procede de los hombres ignorantes que hasta ahora figuran en la rebelión. Pertenece en mi sentir a otro orden de trabajos, que he indicado a V. E. anteriormente, cuya convinación se estiende sin duda fuera de la Isla y cuyos medios y objeto son presentar a la incauta muchedumbre de una manera torcida y contraria todas las medidas que emanan del Gobierno para hacerlas odiosas aunque sean en sí mismas las más recomendables; y apoyándose principalmente en las que más se prestan a los comentarios desfavorables ó haciendo aborrecible la unión con España para poder más fácilmente romperla al creer llegada la oportunidad. El retardo y las dificultades esperimentadas en el cambio del antiguo papel moneda, lo gravoso de las patentes para las clases pobres aunque para las más acomodadas sean sus cuotas hasta insignificantes, la pastoral y las circulares a los párrocos para cuyas disposiciones éste pueblo no se hallaba en manera alguna preparado, la profusión misma con que el Gobierno paternal de S. M. ha querido dotar todos los ramos de la administración pública en ésta provincia predilecta de sus antiguas y nuevas posiciones, sin haberse podido hasta ahora por causas accidentales atender a su fomento material ni al pago de las reservas, y últimamente la rotura y clavazón 521 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez de las armas inútiles, se han prestado admirablemente a esas interpretaciones malévolas con que se ha llegado a hacer creer a la multitud que había en efecto por parte del Gobierno la mira de oprimir y esclavizar a los naturales, después que se hallasen desarmados. La propaganda que con tales pretestos, se hubiera hecho despreciable y ridícula por absurda, en cualquiera otro país, ha sido sin embargo eficaz en éste, por el notable atraso de la generalidad de sus habitantes, por su origen y por su apego a la costumbre de llevar armas que forma en ellos como una parte de su ecsistencia. Interesado doblemente como Español y como dominicano por el bien de éste país, no solamente he procurado vencer ésta rebelión, que prevaleciendo le hubiera causado su total ruina, sino que he procurado por todos los medios que han estado a mi alcance, impedir que puedan tener lugar otras en los sucesivo, apoderándome de los principales instigadores, disuadiendo a la generalidad de sus herrores, y mostrando a V.E. la verdad de la situación tal como la concibo. Las masas, aunque hostiles hoy a la unión con España, porque se les ha hecho creer era contraria a sus libertades y a sus intereses, han sido y pueden volver a ser sinceramente adictas a ella, que es la única que puede prometer al país un porvenir de ventura y prosperidad. Tal es el norte de mi conducta, de contemplación y lenidad si se quiere, con los verdaderamente seducidos, como tengo significado a V. E. conducta que ha dado por resultado desmoralizar la insurrección introduciendo la desconfianza y la división en sus filas, y reduciéndola a los límites que hoy tiene de algunos verdaderos foragidos, sin caudillos, ni simpatías posibles entre los pueblos que saquean y que llegarán por lo mismo a desear y aplaudir su exterminio, cuando hace ocho días formaban causa común con ellos. Esta es también, Escmo. Señor, la razón de haberme mostrado muy parco en hacer prisiones y muy crédulo para las protestas de adhesión y arrepentimiento, considerando ésta marcha la más a propósito para obtener una pacificación instantánea que no aparezca debida a medios estraordinarios ó exteriores, si no a la misma voluntad ó desengaño de los naturales, al propio tiempo que se va averiguando y castigando a los promovedores y caudillos y a cuantos hayan sido verdaderos culpables y que con otra conducta se hubieran ya fugado. Guiado por éstos sentimientos y encaminándome a ésos fines que he tenido el honor de esponer a V.E. he publicado el adjunto bando que deseo vivamente merezca su ilustrada y superior aprobación así como el haber dispuesto desde el principio de las operaciones el 21 del anterior en el Campamento de Jaybón que se diese ración de campaña a los oficiales y tropa, tanto del Ejército como de la Reserva, en la imposibilidad absoluta de que pudiesen alimentarse de otro modo. Dios gue a V. E, ms as. Cuartel General de Sabaneta, 6 de marzo de 1863. 522 Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos El General Gefe de la fuerza /firmado/ José Hungría Escmo. Señor Capitán General de ésta isla. /al margen/ 3ª Sección.- 17 marzo.- Remítase a Guerra copia de la proclama, téngase presente éste oficio para en su día dar parte al Gobierno del juicio que merece ésta rebelión y contéstese enterado de todo y de lo dispuesto respecto a la ración de campaña, lo que se aprueba y acerca de lo cual se dirá lo conveniente a las oficinas de hacienda.- D. O de S. E /rúbrica/ 523 A.G.I. CUBA 1004B Don José Hungría General de división de Reservas Provinciales, Gobernador Civil y Militar de la provincia de Santiago y Jefe de las fuerzas que obran sobre la frontera. A todos los habitantes hago saber. Que los pocos ilusos que han osado trastornar ésta vez el orden público, y procurando engañar a los incautos, han sido escarmentado por las armas valerosas del Gobierno de S. M. y errantes han tenido que abandonar sus familias y sus intereses consecuencias desastrosas de la rebelión. El Gobierno de S. M. como justo, castigará según la ley sus perfidias. La paz y el orden público han sido completamente restablecidos en toda la provincia de mi mando; y en consecuencia Ordeno. Que todas las familias y sus Jefes respectivos, que se encuentren fuera de sus hogares, se restituyan a ellos dentro de veinte y cuatro horas de la publicación del presente mandato, considerándose como rebeldes a todos los que así no lo verifiquen, los cuales serán castigados conforme a la ley.- Sabaneta marzo 7 de 1863.- José Hungría. Es copia esacta. Sabaneta, 7 de marzo de 1863. Es copia del original El Comandante Gefe de E. M /firmado/ José Velasco. 524 A.G.I. CUBA 1004B Compatriotas. La situación actual de los dominicanos puede definirse brevemente diciendo que un puñado de hombres ambiciosos y una multitud de hombres sufridos han dado lugar a que el Gobierno sacrifique nuestra casa y tierras para «una patria tan costosa». Los actuales gobernantes no se obstinan más que en desarrollar un pensamiento político que no se ocupa más que en establecer contribuciones que arruinen a los infelices, mientras se pagan cuantiosos sueldos a empleados inútiles, recreándose otros con ver adornados sus nombres con pomposos títulos, habiendo en esto algo de la vanidad y nada de la grandeza varonil. El país sufre a éstos hombres, no porque no vé sus desaciertos y sólo porque obedece constantemente a las circunstancias, porque somos esclavos de nuestra suerte. Se sostiene éste Gobierno porque nuestra raza es la más obediente que se contenta con llevar atada la coyunda del Príncipe de la Paz. Por esto la unión vive, por eso el actual Gobierno ha durado hasta hoy, pero su mando está produciendo males incalculables al país por el escepticismo que siembra, siendo por ésta razón mucho más perjudicial que los gobiernos más crueles, porque cuando un Gobierno causa a la sociedad pérdidas que brotan sangre es fácil hacer desaparecer en poco tiempo hasta la cicatriz, pero cuando la envenenan con la tea de la discordia introduciendo en sus venas la ponzoña del egoísmo más ignorante ¿Qué porvenir reserva a la sociedad? Es pues necesario que todos contribuyamos a hacer desaparecer éste Gobierno, sin salir de los límites de la legalidad, porque los malos medios no dán buen resultado como la mala simiente no dá buen fruto, pero trabajando sin levantar mano y buscando sin descanso el medio de que remplace en el más breve término posible una política que se ocupe de los intereses de la Nación la política actual que sólo se ocupa de los intereses de algunas personas. ¿Y qué medios creen Vds. el más apropósito para conseguir éste resultado? Ante todo la unión y la propaganda de las ideas, acerquémonos unos a otros, sea cada partido un hombre, fundiendo toda nuestra voluntad en una sóla voluntad y de acuerdo 525 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez en lo que queremos para el presente y para el porvenir, en los medios y en los resultados mientras el Gobierno si atrae a ciertos hombres atacándolos por el lado de sus debilidades, a otros por el lado de la inteligencia, seamos la fuerza de la idea en oposición al actual Gobierno que sólo representa la idea de la fuerza por más que sea excesivamente débil, y el día que todos los hombres de nuestro partido que ahora solo en momentos dados nos reunimos, trabajamos y sin descanso, presentando una solución completa a todas las cuestiones políticas que se presenten, ésta situación sin base cuya política consiste en no tenerla, cuya habilidad se reduce a la de Proteo, desaparecerá ante nuestro sistema como las sombras ante la luz. No se interpreten mal nuestras palabras, no proponemos una conspiración ni cosa semejante, no queremos nada ilícito, solo que las filas de nuestro partido se estrechan y los que quedemos trabajemos por nosotros y por los que se van, que tengamos más presentes que nunca que un partido no es sino la consecuencia de una escuela y que, por lo tanto, más aún que a los triunfos duraderos de la teoría que nuestro partido es del porvenir, y no debemos por lo tanto perdonar ningún trabajo para asegurar nuestra cosecha y que en medio de nuestros trabajos, de nuestra proscripción, de nuestros martirios, debe alentarnos siempre la persuasión que tenemos de que no trabajamos personalmente para nosotros, sino para el bien de nuestra patria. Dominicanos, abran los ojos para que se desengañen y comprendan que esto no es una conspiración, sólo es una causa legítima que todos unidos debemos abrazar, pues no reclamamos más que nuestro derecho y nuestra libertad que es la voz que resuena en todo el suelo dominicano como lo debéis haber presenciado cada uno en particular, que ha sido vendida nuestra patria, que nos han engañado, que han sacrificado nuestra libertad por la que todos unidos y de acuerdo debemos decir. Viva la libertad Viva la Unión Viva la religión Viva la República Dominicana Es copia.- El Comandante Gefe de E. M. /firmado/ José Velasco 526 A.G.I. CUBA 1004B Columna de Operaciones de la Frontera Ecmo. Sor. En las conferencias que he tenido con el Sr. Brigadier Don Manuel Buceta que ha llegado anoche a ésta población, he hallado una conformidad absoluta entre sus opiniones y juicios y los míos a cerca de la situación actual, que no puede menos hacerme confiar en la esactitud con que considerado en los escritos, que he tenido el honor de dirigir a V. E. y muy particularmente en el día de ayer. La revolución, es ya indudable, que ha sido general en el Cibao, estándo comprometidos en ella la gran mayoría de sus habitantes, pero como ésa mayoría no conocía seguramente los trabajos anteriores de conspiración, sino el efecto de ellos, se desorganizó a la presencia de las fuerzas y por los medios que empleé al efecto y de que dí oportunamente parte a V. E. y había empezado a volver a sus hogares inmediatamente después de la acción de Mangá en que se vieron libres de la presión de los más ardientes y principalmente de los más criminales, que tenían el mayor interés en perpetuar la agitación. Por mi parte había hecho entender, según tenía manifestado a V.E. que los engañados nada tendrían que temer y la calma se estaba restableciendo, pero al empezarse a sentir los efectos del bando que V. E. tubo a bien dictar, cuando le fueron conocidos los primeros sucesos, en 28 de febrero y por el cual han empezado a prenderse para ser juzgados hasta los que han sido obligados a presentarse con sus armas por la fuerza ó por el mandato de las autoridades que se hallaban legalmente constituidas, y dieron los cañonazos de alarma, las casas vuelven a quedar abandonadas y a marcharse más gente para el interior de la sierra, con la esperanza sin duda de penetrar en Haití si se les concede el asilo, que hasta ahora les ha negado el Gefe de la frontera, ó bien pasar a los Valles de San Juan, ó retroceder y probar nuevamente la suerte de las armas dando lugar a que vuelvan a unírseles los que se hallan dispersados y ya tranquilos en toda la provincia. 527 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Según las noticias que tengo éstos últimos días sólo habían tomado esa dirección los Gefes principales y los presos fugados de Santiago, pero ahora se les reunirán todos los amenazados, de no adoptarse inmediatamente una medida que restablezca la confianza, con el Señor brigadier Don Manuel Buceta, y persuadido de que merecería la superior aprobación de V.E. por sus conocidos sentimientos de humanidad, y porque se convencerá de la conveniencia política de la medida, cortando los graves inconvenientes que tendría el esperar el resultado de esta consulta que dirijo a V.E. he creído deber tomar sobre mí la responsabilidad, interín V.E. se digne resolver otra cosa, de ordenar a los fiscales la suspensión de todos los procedimientos contra los que sólo hayan acudido como simples soldados al llamamiento general y no hayan sido promovedores ni agitadores, Gefes ó caudillos de la rebelión. V.E. estoy seguro que verá en éste paso una prueba únicamente del vivo deseo que me anima de llenar sus deseos que me son tan conocidos, de asegurar la paz y el bienestar en éste territorio de su merecido mando. Para conseguir más cumplidamente el objeto de que V. E. se entere lo más pronto posible y con toda minuciosidad de los sucesos y que pueda juzgar con todos los datos de la situación he acordado también con el Sor. Brigadier Buceta que pasen a esa capital, con éste objeto y el de llevar éste pliego, el Asesor que he tenido Don Manuel Ponce de León y el Capitán Comandante de Ingenieros de la provincia D. Elías de la Casa que han presenciado los acontecimientos y los conocen en todos sus detalles. Dios gue a V.E. ms. as. Cuartel General de Sabaneta, 8 de marzo de 1863. El General Gefe de las fuerzas. /firmado/ José Hungría Escmo. Sr. Capitán General de la Isla /al margen/ Contéstese enterado y aprobado lo que ha dispuesto D.O. de S. E /rúbrica/ Contestado. 528 A.G.I. CUBA 1004B Columna de Operaciones de la Frontera Esmo Sor. Al llegar sobre esta población a las cinco de la tarde del día de ayer por el camino del cantón del medio que es algo más despejado que el directo, fue recibida la columna de mi mando, según tuve el honor de manifestar a V. E. en el inmediato parte que le dirigí anoche, por un fuego bastante vivo de fusilería, que contestó la guerrilla que llevaba desplegada por precaución, pero hallándose el enemigo cubierto con las casas y árboles y teniendo la columna que abordarle al través de una espaciosa sabana, donde hubiera tenido una pérdida considerable, y apremiado al propio tiempo por la proximidad de la noche, dispuse que la Caballería envolviese la posición del enemigo por la izquierda, mientras que una de las Compañías de Infantería la atacaba a la bayoneta por el mismo flanco. El efecto fue instantáneo y decisivo. El enemigo se precipitó por los barrancos de la derecha, quedando muertos los pocos que osaron esperar un instante más a los bravos soldados del 2º Batallón de la Corona y del escuadrón de Cazadores de Sto. Domingo. Aunque en general todos los individuos de ésta columna se han hecho en mi juicio acreedores por su brillante comportamiento a la consideración de V. E. no puedo prescindir de recomendar a V. E. particularmente, por si tiene a bien hacerlo al Gobierno de S. M. los que más se hicieron notar por su decisión en la embestida que se dio al pueblo. Primer Comandante del 2º Batallón de la Corona y Gefe de E. M. Don José Velasco y Postigo que ha acreditado nuevamente su pericia, disposición y distinguido valor. Capitán de Cazadores de dicho Cuerpo Don Antonio Pérez y Pérez, Ayudante del mismo y a mis órdenes, D. Julián Hermida y Casares, Tenientes Don Tomás Francisco del Hierro y Don León Sánchez Arquíñigo y Subteniente Don Ulpiano Blanco; Sargento Don Juan Zamorano y Rodera, Cabo de Cornetas Jacinto Chinchón y García y los Soldados Joaquín Araujo y Pérez y Serafin Marcos Novas que se apoderó de la bandera Dominicana ,Alférez de la Sección de 529 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Cazadores del Escuadrón de Santo Domingo Don Francisco Arroyo y Covo y Sargento 2º José Alonso de la Puente y el Capitán de Ingenieros, Gefe del Cuerpo en ésta Provincia D. Elías de la Casa. También debo recomendar a V. E. al General de Brigada de las Reservas Provinciales Don Gaspar Polanco que me ha seguido en todas las operaciones con la gente que se le incorporó del antiguo Cuerpo que mandaba, a Don Enrique Menéndez, Fiscal del Juzgado de Santiago, a Don Juan Grullón hacendado de Guayubín que se me ofreció voluntariamente con 16 vecinos más del mismo pueblo, que acaudillaba, a Don José Eduardo Arcés que viene voluntariamente como soldado desde Santiago y a Don Osbaldo Guasp que habiendo puesto la bandera Española en éste pueblo, cuando la anecsión, ha estado preso por los rebeldes y querido ahora contribuir a que se enarbole nuevamente en ésta, como lo ha efectuado con distinción. Adjunto tengo el honor de remitir a V. E. la relación de los que han salido heridos de gravedad. Dios gue a V. E. ms. as. Cuartel General de Sabaneta, 7 de marzo de 1863. Esmo Señor El general Gefe de la fuerza /firmado/ José Hungría Esmo Sor. Capitán General de la Isla /al margen/ 3ª Ro. 17 marzo 63.- No se ha recibido en el registro la relación. Tengan presente al dar los partes a Guerra y a los Capitanes Generales de Puerto Rico y Cuba, Constéstese satisfactoriamente y en los términos combenientes / rúbrica/ 530 A.G.I. CUBA 1004B Ejército de Ultramar en Santo Domingo Columna de Operaciones en la Frontera Exmo Sor. En el día de ayer despues de haber pernoctado en Guayubín, emprendí el movimiento para ésta Población, con objeto de ponerme de acuerdo con el Sor., General Hungría y durante la marcha efectuada, sin ver ningún grupo de fuerza armada tuve ocasión de presenciar que todas las casas del tránsito exceptuando una, se hallaban abandonadas y procurando indagar las causas que habían motivado el alejamiento de los habitantes, he sabido con sentimiento que lo efectuaron desde que fue conocido el Bando de V. E. que somete los rebeldes sin excepción de clases al fallo de una Comisión Militar y desde que el Fiscal establecido en Guayubín principió las actuaciones, y como de continuar ésta situación durante muchos días podría ocasionar grandes perjuicios por razón de que el crecido número de los fugados aumentará las filas de la revolución prolongando la Guerra, con objeto de remediar males tan trascendentales, he acordado con el espresado Señor General que interín la superior autoridad de V. E. no se sirva resolver lo que estime conveniente, se pasen órdenes reservadas a los Fiscales para que suspendan todo procedimiento contra las clases inferiores que se interesaron en la revolución como Sargentos, Cabos y soldados, continuándolos con actividad contra Gefes y Oficiales y cualesquiera otro individuo empleado del Gobierno ó que haya sido reconocido como cabecilla, confiando en que V. E. con su superior ilustración comprenderá lo difícil de nuestra situación y se servirá aprobar ésta disposición. Dios gue a V. E. ms. as. Sabaneta, 8 de marzo de 1863. Exmo Sor. El Brigadier / firmado/ Manuel Buceta Exmo Sor. Capitán General de la Isla /al margen dice: / 3ª Rdo 14 de marzo de 1863 Enterado de lo que manifiesta y aprobando la determinación tomada. /rúbrica/ D.O. de S. E. Contestado 531 A.G.I. CUBA 1004B Al Gobernador Militar de Santiago, General Hungría 13 de marzo de 1863 Me he enterado del oficio de V. S. de 5 del actual referente a la acción de Sabaneta y brillante comportamiento de las dos compañías que al mando de V. S. han desalojado al enemigo del último baluarte de sus criminales demostraciones. Este nuevo triunfo debido a las acertadas disposiciones de V. E. y al esfuerzo de nuestros valientes viene a coronar la obra que con tan buen éxito comenzó en Santiago de los Caballeros para terminar en ése punto. Doy a V. S. las gracias y espero lo haga en mi nombre a los Gefes, Oficiales y tropa que tan bizarramente han desbaratado los descabellados intentos de los ilusos, sin perjuicio de elevar éste hecho a conocimiento de S. M. por si lo considera digno de su Real munificencia. Dios etc. Fecho /MINUTA/ 532 A.G.I. CUBA 1004B Egército de Ultramar en Santo Domingo Columna de Operaciones en la Frontera Esmo. Sor. Según tube el honor de manifestar a V.E. en nueve del actual desde Sabaneta al día siguiente diez en combinación con la columna del Sor., General Hungría, emprendí la marcha en persecución de los restos rebeldes pernoctando acampados en el lugar llamado Chacuey y continuando la marcha el día once llegamos a Dajabón, en donde se recibieron noticas de que los insurrecto en número de unos 300 armados y hasta 800 incluyendo ancianos, mujeres y niños de sus familia respectivas se hallaban reunidos en Capotillo inmediato a la Frontera del vecino estado, cuya entrada habían solicitado, y le había sido denegada, por cuya situación habían resultado defenderse en la posición elegida que habían fortificado con árboles cortados al efecto. Comprendiendo yo las desgracias que podría ocasionar un ataque a una posición en que se hallaban agrupadas numerosas personas indefensas, puesto de acuerdo con el espresado Señor General Hungría, antes de emprender la marcha en aquella dirección intimé a los que habían concurrido a la revolución llamados por la señal de alarma establecida en la antigua república y que después obedecían a sus antiguos Gefes sin comprender la gravedad de la falta en que incurrían, que se retirasen a sus hogares con las familias que los acompañaban y que los cabecillas se sometiesen para esperar el fallo de la ley, y al regreso de los mensageros, fui informado de que algunas horas después de haber desempeñado su comisión, los cabecillas se habían dispersado en diferentes direcciones y que los demás individuos aceptando el perdón ofrecido se habían apresurado a marcharse a sus casas con escepción de las mismas personas que por el mal estado de su salud no podían efectuarlo sin correr su ecsistencia graves peligros. Así E. S. quedó definitivamente terminada una insurrección que en los últimos días del mes anterior y primeros del actual había alarmado al País y hoy es de esperar que el orden restablecido no será ya alterado en mucho tiempo. 533 José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez Las noticias posteriormente recibidas de los Cabecillas, sin que yo me atreva a responder de su esactitud, combienen en que el General D. Lucas de Peña se halla en la Sierra de Bánica, el de la misma clase Don Antonio Batista en la Sierra de Juaná, que la misma dirección tomaron el Coronel Don Ignacio de los Reyes y el Alcalde de Sabaneta Don Santiago Rodríguez, que el Comandante Don Norberto Torres, burlando la vigilancia de las autoridades Haytiana logró pasar a la Frontera y ocultarse en el Pueblo de Guarico, ignorándose el paradero del Coronel D. Antonio Polanco, Comandante sin clasificar Don José de los Santos(a) El Inglés, el de la misma clase en situación pasiva Antonio Cordero, capitán Don Benito Monción y D. Juan de la Cruz Alvarez. Concluido el objeto de mi comisión, si antes que lleguen a ése punto los equipages y la Sección de Artillería que había dejado en Sabaneta, no recibiese instrucciones de V. E. ó del Ecmo. Sor. General Marqués de las Carreras, que me lo impidan, me dirigiré a Santiago de los Caballeros en donde esperaré las órdenes que la superior autoridad de V. E. se sirva comunicarme. Lo que tengo la honra y particular satisfacción de comunicar a V. E. como resultado de la comisión que se sirvió conferirme y si mi conducta en situación tan difícil mereciese su superior aprobación, me conceptuaré altamente recompensado de las pocas fatigas esperimentadas. Dios gue a V. E. ms. as. Guayubín, 13 de marzo de 1863. Esmo. Sor. El Brigadier Gefe de la Columna /firmado/ Manuel Buceta. Escmo. Sor. Capitán General de ésta Isla /al margen/ 3ª Sección.- 19 de marzo.- Únase al oficio 14 marzo en Guayubín del general Santana incluyendo copia del oficio que le pasó el general Hungría y hágase lo que en él se espresa. D. O de s. E / rubrica/ 534 A.G.I. CUBA 1004B Brigada de Operaciones de la Frontera Contestes38 las noticias que recibidas de los rebeldes en que los habitantes pacíficos que ingresaron en las filas de la insurrección, obedeciendo a la señal de alarma acostumbrada en la estinguida República, regresan a sus hogares confiados en la seguridad que, de acuerdo con el Señor Brigadier Buceta, creí deber concederles, que no serían incomodados, y contestes también en que el único grupo de rebeldes que existe lo forman los presos fugados de la Cárcel de Santiago de los Caballeros con otros criminales y algunos cabecillas que por la gravedad de sus crímenes no pueden hacerse la ilusión de alcanzar perdón, creo poder ya, sin temor a equivocarme, dar por terminada la insurrección, pues aislado como se hallan los que aún la defienden por la imperiosa necesidad de hacerlo en uso de su personal defensa, negándoles la entrada en el Territorio Haytiano, son impotentes para sostenerla, y su derrota ó completa dispersión será probablemente el resultado del movimiento convinado con la columna del Sr. Brigadier Buceta que emprenderé en el día de mañana hacia el punto conocido por los Arroyos, unas 18 leguas al oeste de ésta población sobre la frontera Haytiana, interior de la sierra. Dios gue. a V. E. ms. as. Cuartel General de Sabaneta, 9 de marzo de 1863. Esmo. Sr. El general Gefe de las fuerzas. /firmado/ Jose Hungría. Esmo. Sr. Capitán General de la Isla. /al margen/ Contéstese enterado/rúbrica/Contestada En el contexto en que el general Hungría hace uso del término «contestes» se deduce que quiso decir «constaté» o «comprobé». 38 535 A.G.I. CUBA 1004B Brigada de Operaciones sobre Guayubín Esmo. Señor En el día de hoy ha sido publicada en éste punto la Ley Marcial de 21 de abril de 1821; y cuya adjunta copia del bando que en tal objeto se leyó en diferentes puntos de la población tengo el honor de incluir a V. E. un e