11-05-09 Con interceptaciones, Policía logró captura de Alexis

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EL TIEMPO
11-05-09
eltiempo.com / colombia / justicia
Con interceptaciones, Policía logró
captura de Alexis Cano Vanegas, el
sicario más temido de Bogotá
Foto: Archivo
Las pistas sobre alias 'el Soldado' les han permitido a las autoridades rastrear a otros sicarios en la ciudad. Alexis Cano está en La Modelo.
Además, pudieron obtener datos claves sobre cómo se mueve el tenebroso mundo de los asesinos a
sueldo en Bogotá.
La mañana del domingo 9 de noviembre pasado, cuando iba a desayunar con su compañera, un sicario
baleó a Francisco Javier Castañeda Londoño, administrador de un hotel y dueño de una taberna en el
barrio Santa Fe.
La Policía casi daba por descontado que el asesinato entraría a la larga lista de crímenes no resueltos de
ese sector, uno de los más peligrosos del centro de Bogotá, pero un informante cambió la historia.
Les dijo que el asesino era un hombre conocido como 'el Soldado', remoquete que le quedó después de
prestar el servicio militar en Tolemaida (Melgar). También, que su verdadero nombre era Alexis Cano
Vanegas y hasta dio el número de un celular en el que lo contactaban para las 'vueltas' (crímenes por
encargo).
La Fiscalía 329 autorizó la interceptación de la línea y esa decisión resultó clave para lograr su captura en
diciembre pasado.
Lo que no sospechaban los investigadores era que esas conversaciones los iban a poner en la pista de
varios de los homicidios más importantes cometidos en la ciudad en los últimos meses.
Uno de los crímenes de 'el Soldado', dice la Policía, fue el de la sargento Adriana María González, que
trabajaba con la Regional de Inteligencia Militar del Ejército (Rime) de Bogotá. Las autoridades también
creen que disparó contra el Notario 76, Norberto Salamanca Flechas, en octubre.
La Policía dice que este hombre que nació hace 26 años en Girardot y que era uno de los poderes más
temidos de ese pedazo del centro que se mueve entre la delincuencia, la prostitución y la indigencia, es
"el sicario más efectivo y peligroso de Bogotá". Ya hay siete expedientes de homicidio documentados en
su contra, pero Fiscalía y Policía están cruzando datos sobre al menos una decena de asesinatos
cometidos en varias regiones a las que viajó el año pasado.
Cuando llegó a Bogotá, a comienzos de la década, hacía ajustes de cuentas para los dueños de las 'ollas'
del narcotráfico. Ahora la Policía busca a 'Tolima', otro de sus socios del crimen.
Once disparos
Este viernes, Cano fue acusado ante un juez por la muerte de Francisco Castañeda, que ha negado en
todo el proceso. La Fiscalía ya prepara una segunda acusación por el asesinato de la suboficial.
¿Sus pruebas? En una de las conversaciones, 'el Soldado' le pregunta a otro sicario qué ha salido en las
noticias sobre esa muerte. "Es para saber si una fulana de Bosa se fue", dice. "Lo pasaron por TV y dicen
que es pasional", le respondió el otro.
El sicario contó que la víctima intentó reaccionar y que le descargó toda la pistola. Habló de 11 tiros
("maicitos", dijo), que concuerdan con el caso de la sargento.
Horas después del asesinato del Notario 76, reconocido por las decenas de uniones gay que formalizó en
su despacho, Cano habló con un contacto y le dijo que había hecho "una vuelta en el norte" y que se
había quemado la pierna cuando guardó el arma debajo de la sudadera que tenía puesta ese día. El
hombre que mató a Salamanca Flechas en Cedritos, norte de Bogotá, llevaba, según los testigos, un
pantalón de sudadera.
Otra de sus llamadas llevó a la justicia a capturar a un delincuente conocido como 'Ratón', quien ya
reconoció responsabilidad en el asesinato de Julián Chica. El crimen se cometió la noche de Navidad .
Dos millones por muerto
El expediente de 'el Soldado' también deja al descubierto varios escalofriantes secretos del bajo mundo.
En otra interceptación, el sicario reconoce que está cobrando "dos millones" de pesos por "dar piso"
(asesinar) "Hay que pagar la alquilada de 'la niña' (el arma), pagar el descargue (lugar para dejarla,
generalmente un vehículo que está cerca del sitio del crimen) y pagar el roto" (escondite), respondió
cuando su interlocutor le dijo que cobraba "como usurero".
La breve descripción corresponde a uno de los modelos más usados por los sicarios: alquilan, por 100 mil
o 200 mil pesos, las armas que utilizan en sus crímenes. En zonas de San Victorino y Los Mártires, dicen
fuentes que conocen el tema, se consiguen revólveres y pistolas que han sido utilizadas en decenas de
homicidios. En los sitios de 'descargue' y los 'rotos' los sicarios entregan las armas. Así, si los capturan,
no llevan encima la principal evidencia en su contra.
En la jerga del hampa, los 'hinchas de Nacional' son agentes de Policía, por el color verde de sus
uniformes.
"Los zapaticos del niño son 19 y los de la niña son 10", dice otra de las interceptaciones. La Policía
asegura que se trataba de un robo en la calle 19 con carrera Décima, en el centro de Bogotá.
Los 'puntos', en ese mundo, son millones de pesos. "Hay dos puntos por un fulano y ya está cuadrada la
salida" (huida en carro o motocicleta), se escucha en otra de las conversaciones interceptadas por la
Policía. El sicario que estaba en la línea no quedó conforme. Era alias 'Ratón' y reconoció que que por un
"trabajo ya había recibido 4 'leños' y que había que "hablarle más duro" (subirle al precio) al cliente que
buscaba sus mortales servicios.
'Con esos, ya llevo como 57'
A las 10:30 de la noche del pasado 24 de diciembre, en plena noche de Navidad, Julián Chica se
encontró con la muerte en un callejón del barrio La Fragua, sur de Bogotá.
Según testigos, dos hombres pasaron y uno de ellos se quedó mirándolo. Chica lo increpó y entonces el
hombre sacó un arma y le disparó en varias ocasiones.
Las balas segaron la vida de Chica. Una niña resultó herida en el cuello y una mujer que la acompañaba
también recibió un impacto.
La Policía, que estaba detrás de Alexis Cano, encontró al responsable de ese crimen gracias a sus
llamadas: Gilbert Antonio Salamanca, alias 'Ratón'.
"Anoche me llevé a dos", dijo en una de esas conversaciones. Y aunque tiene varios procesos pendientes
en fiscalías de Bucaramanga, la confesión que le hizo a su interlocutor dejó fríos a los investigadores:
"Con estos ya llevo como 57".
La niña y la señora no murieron. La Policía logró capturarlo el pasado 8 de enero en el centro de Bogotá y
lo llevó a audiencia por el homicidio. Salamanca aceptó los cargos.
REDACCIÓN JUSTICIA
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