queja disciplinaria - Corte Suprema De Justicia

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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACION CIVIL
Bogotá, D. C., cuatro (4) de junio de dos mil trece
(2013).
Referencia: Exp. 11001 02 03 000 2013 00731 00
Procede la suscrita Magistrada, en su condición de
Presidenta de la Sala Civil de Casación de la Corte Suprema de
Justicia, a emitir el pronunciamiento pertinente, respecto de la
queja aducida por Alejandro Bohórquez Rodríguez.
Antecedentes.
1. El citado señor expresó su inconformidad con la
actuación de la Secretaria, por “no subir el expediente al
despacho del Magistrado Fernando Giraldo con un derecho de
petición presentado por mí el día 12 de diciembre de 2013 (sic),
expediente que permaneció sin ingreso y por lo tanto no se tenía
conocimiento de su existencia, atentando contra la seguridad
jurídica, donde el mismo Magistrado le hace la advertencia de ley
(…)”.
2. La empleada acusada, por solicitud expresa
informa sobre el incidente acontecido, expresando que era cierta
la entrega del memorial a que alude el quejoso y la fecha en que
tuvo lugar la radicación del mismo ante la Secretaría de la Sala;
explicó que la supuesta demora estuvo justificada por dos hechos
relevantes e insuperables; por un lado, el cumplimiento de las
órdenes emitidas en la sentencia proferida dentro del proceso en
el que el señor Bohórquez presentó el derecho de petición; por
otro, la vacancia judicial. Empero, negó rotundamente alguna
descortesía o manifestación grosera de parte suya para con el
memorialista.
Consideraciones:
1. Cumple anotar, en primer término, que conforme a
lo establecido por los artículos 67 y 76 de la Ley 734 de 2002, en
concordancia con lo reglado por el numeral 7º del artículo 16 del
Acuerdo 006 de 2002 -Reglamento General de la Corte Suprema
de Justicia-, corresponde a la Presidencia de esta Sala adoptar la
determinación que corresponda a propósito de la queja señalada.
2. Según lo contempla el artículo 22 de la Ley 734 de
2002 (Código Único Disciplinario), el ejercicio de la función pública
implica la asunción de comportamientos plegados a “la moralidad
pública, transparencia, objetividad, legalidad, honradez, lealtad,
igualdad,
imparcialidad,
celeridad,
publicidad,
economía,
neutralidad, eficacia y eficiencia”; además, el funcionario o
empleado cumplirá los deberes y respetará las prohibiciones
consagrados en las leyes pertinentes. Por supuesto, la trasgresión
de esos referentes de conducta genera para quien se sustraiga de
acatarlos las investigaciones y, eventualmente, las sanciones
previstas en aquella normatividad.
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3. Atendiendo lo expuesto por el señor Bohórquez y lo
dicho por la Secretaria de la Sala, aparece que la mora o tardanza
denunciada, tiene varias razones claramente justificadas como es,
de una lado, el cumplimiento de una orden contenida en la
sentencia emitida; del otro, una inactividad imposible de superar
como fue el receso generado por las vacaciones colectivas
previstas en la ley para los empleados y funcionarios de la Corte
Suprema.
4. Bajo las anteriores circunstancias, no encuentra la
suscrita
Magistrada
motivo
suficiente
para
emitir
pronunciamientos enderezados a iniciar las actuaciones que el
Código Disciplinario previene, pues, sin titubeo alguno, puede
decirse que a pesar del tiempo transcurrido entre la fecha de
radicación del memorial suscrito por el quejoso y el trámite ante el
Despacho del Magistrado ponente, para el pronunciamiento del
caso, si bien pueden contarse dos meses (12 de diciembre de
2012, a 14 de febrero de 2013), los mismos no traslucen mora o
negligencia de los empleados de la Secretaría y en particular de la
titular de la misma, habida cuenta que por concepto de
vacaciones, corresponde descontar 22 días.
5. Además, según el pronunciamiento del Magistrado
ponente (15 de febrero de 2013), respecto del derecho de
petición, la hipotética tardanza, que objetivamente no se
desprende de lo informado por la Secretaria, no describe un
comportamiento “antijurídico” que haya afectado la noción del
“deber funcional” (artículo 5º de la Ley 734 de 2002), pues tal
solicitud resultó improcedente, tanto en cuanto su naturaleza no
devino compatible con la clase de asunto en trámite y que no fue
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aducido dentro de la oportunidad prevista en la ley. Lo anterior
significa que, en últimas, el memorialista no sufrió menoscabo
alguno en sus derecho, más allá de su propio actuar.
6. Surge de lo dicho, entonces, que no puede
predicarse el incumplimiento de los deberes atribuidos a la señora
Secretaria, lo que descarta la presencia de una falta que afecte la
buena marcha de la administración de justicia y, por ello mismo,
corresponde
emitir
decisión
inhibitoria,
pues
los
“hechos
disciplinariamente irrelevantes” (parágrafo 1º del artículo 150 del Código
Disciplinario), no pueden habilitar la iniciación de ninguna actividad
disciplinaria.
Con fundamento en lo anterior, la Presidencia de la
Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia se inhibe,
de plano, de iniciar actuación alguna contra la señora María
Fernanda
Ariza
Carrero,
por
los
hechos
expuestos.
En
consecuencia, ordena archivar las diligencias y comunicarle al
quejoso la determinación emitida.
Notifíquese.
MARGARITA CABELLO BLANCO
Presidenta
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