CÉLULA DE CRECIMIENTO Lección 9

CÉLULA DE CRECIMIENTO
SERIE: “El Poder De Ir Hasta Lo Último.”
Tema: “4 Mentalidades Erradas Y 4 Hábitos De Conquista”
Pr. Ap. Raúl David Ávila
Lección 9
www.ccnven.org/discipulado
Texto: Proverbios 30:21-28
“Predicar el evangelio del reino, para ganar personas para Jesucristo, formar discípulos para enviarlos a
predicar y gobernar, a fin de transformar la ciudad, la nación y el mundo con el mensaje de evangelio”.
Introducción.A) De acuerdo a la palabra profética que nos ha sido dada, hay una frase que queda siempre marcada en nuestro
corazón. Esa frase es “diez veces más”. Toda la palabra profética es bien extensa, pero esta frase nos marca la
pauta del aumento que nos viene en todas las cosas, y ella, a su vez, también nos indica más responsabilidad, junto
con las cosas nuevas.
B) Ahora bien, cuando transcurren estos dos primeros meses del año, bajo las condiciones de alteración, discordia,
incertidumbre, descontento, sumado a que los medios de comunicación sobre dimensionan lo que está ocurriendo,
esto genera en nosotros varias interrogantes.
C) Cuando Dios habla una palabra de aumento y todo el entorno se vuelve un ambiente desafiante, podemos
plegarnos a un pensamiento negativo que alimente nuestra mente tal como: “¿Será que el profeta se equivocó?,
¿Eran diez veces más líos o qué?”, o por el contrario podemos revocarlo de nuestra mente.
D) En ocasiones el problema no está en el pensamiento que viene a la mente, sino en cómo nos relacionamos con la
palabra profética.
E) Es muy similar a lo que sucedió con Abraham. Él tuvo que hacer profundos cambios con su agenda, cortar
relaciones con su sobrino Lot, luego de una palabra extraordinaria le viene un gran desafío. Iba a recibir por
herencia todo lo que podía alcanzar a ver con sus ojos, montado sobre un monte muy alto, para él y sus
generaciones.
F) Evidentemente, eso saca de cualquiera de nosotros un gran AMÉN, pero muchas veces nos quedamos con la
emoción del momento por la palabra recibida.
1. Meditemos sobre la palabra profética que Dios le dio Abraham.
1.1.
Observamos una serie de cosas que llaman la atención, las cuales Abraham tuvo que superar en el pasaje de
Génesis capítulos 12 y 13, hasta el versículo 13.
1.1.1. Morir a la cultura de su casa.
1.1.2. Renunciar a los menosprecios personales.
1.1.3. Restaurar su casa desde el altar y no desde su propia fuerza.
1.1.4. Limpiar su agenda de amistades, de una relación almática que tenía con su sobrino Lot que sólo le traía
problemas.
1.1.5. El tuvo que morir, renunciar, restaurar y limpiar.
1.2. Lo curioso es que después de esta primera etapa de formación por la palabra, observamos que Dios lo lleva a otro
nivel de revelación acerca de su herencia.
1.2.1. Génesis 13:14,15. Esto podríamos llamarlo su “diez veces más”.
1.2.2. Hasta aquí todo está bien, lo que a veces no leemos con atención es que después de la palabra, vino una
guerra de cuatro reyes contra cinco reyes en el territorio que Dios le dijo ¡es tuyo! (Gen. 14:14, 15; 15:1)
1.2.3. El territorio que Dios le había dado a Abraham estaba tomado por corruptos y por un espíritu de opresión.
1.2.4. Abraham debía intervenir en el conflicto. Primeramente porque la guerra estaba llegando a los límites de sus
propiedades, y segundo porque él se consideraba poseedor por derecho divino de ese territorio, pues Dios se
lo había dado por herencia para él y sus generaciones.
1.3. A veces nosotros tenemos una relación irresponsable con la profecía, y entendemos que si Dios da una palabra de
aumento todo será “color de rosas”.
1.3.1. Y esto definitivamente no funciona así. Cuando leemos el libro de Números en el capítulo 14, nos damos
cuenta que Israel cayó en decepción cuando llegó a la tierra prometida, porque habían ejércitos con los
cuales tenían que batallar para tomar y poseer la tierra.
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Desde que vieron que en su herencia tendrían conflicto para poseerla, cayeron en decepción. Tanto así que
en el capítulo 16 Israel se levanta con una rebelión dirigida por Coré en contra de Moisés y Aarón.
Lo peor es que el rebelde Coré llegó a decir en Números 16:13 refiriéndose de Egipto como tierra que destila
leche y miel.
Coré utiliza la misma frase con la que los profetas habían identificado a la tierra prometida por Dios, para
hablar de la tierra de su esclavitud en la cual tuvieron 430 años sumidos en trabajos forzados y viviendo mal.
Esto es muy peligroso. Hoy en día hay cristianos que utilizan el lenguaje profético para hablar mejor de su
pasado, que del presente y del futuro que Dios les depara.
Por eso volvemos a decir que toda gran palabra anuncia un gran desafío, pero el gran desafío anuncia que es
tan cierto lo que Dios dice, que el diablo tiene miedo, y por eso se para en contra.
El problema no es lo que se te profetiza, el problema es no entender que profecia es autorización divina para
trabajar con esmero por lo que Dios en su soberanía ya te otorgó. (Det. 8:18; 9:3)
Era tan notable que Dios estaba con Israel que los pueblos que se enteraban cómo Dios los sacó de Egipto
entraron en pánico, terror y temblor. Todos sabían cómo Dios de manera milagrosa los había librado de 430
años de esclavitud. Ej.: Balac (Núm. 22:3-6). El problema no era lo que Dios les había profetizado, tampoco
cómo los veían los demás pueblos, el problema real era la mentalidad con la cual querían tomar su herencia.
¡Qué pensaban ellos de sí mismos!
Por lo tanto, el asunto aquí es saberse relacionar con la palabra profética. De hacerlo así, derribando
pensamientos incorrectos, Ud. y yo atravesaremos todos los desafíos y gustaremos de lo mejor de Dios para
nuestras vidas.
2. ¿Cuál es la clave aquí? Identificar maneras de pensar erróneas que nos impiden relacionarnos de manera correcta
con la profecía.
- Hablaré de 4 mentalidades que nos desaprueban rumbo a la conquista de nuestra herencia. El mismo texto que
leímos al principio, pero en otra versión, dice: “Hay tres tipos de gente y hasta cuatro, que son insoportables
y hacen temblar la tierra: el esclavo que llega a ser rey, el necio que tiene comida de sobra, la mujer
despreciada que encuentra marido, y la esclava que toma el lugar de su señora”.
2.1. El esclavo que llega a ser rey: ¡¡No hay peor rey que un esclavo con corona!!
2.1.1. El día que tiene algo, vive atemorizado por si lo pierde, así que se dedica toda la vida a ver cómo mantiene el
estándar de vida que ha conseguido, porque debido a que todo le llegó súbitamente ignora cómo moverse en
ese ambiente. Pudo haber salido de la pobreza económica, pero no ha salido de la pobreza mental. Esto lo
lleva a pensar que algún día volverá al estado de pobreza inicial. Entonces no lucha por avanzar, sino por
mantenerse.
2.1.2. Este temor no le permite correr riesgos, no avanza y todo lo que amenace su comodidad lo ve como un
enemigo de sus logros, porque está lleno de temor. En otras palabras, es un inseguro.
2.1.3. Un esclavo con corona es inseguro; por eso no permite que gente a su alrededor progrese. Vive viendo
enemigos en todos lados. Le gusta tenerlos a todos a su alrededor como enanos, que ninguno sobresalga.
2.1.4. No le gusta mentorear o discipular a otros, porque teme que le roben lo que consiguió, no sólo en dinero, sino
en aprobación de la gente, porque vive por la imagen que proyecta, no por una palabra profetica.
2.1.5. Este tipo de mentalidad siempre será incrédula a la profecía.
2.2. El necio que tiene comida de sobra: no le interesa el propósito eterno, porque él está cómodo en su condición.
2.2.1. Esa es la mentalidad que tenía Lot. El día que hizo plata, él mismo consideraba que ya no le hacía falta
Abraham. Nunca le interesó la vida de su tío, sino más bien que se cumpliera lo que se le dijo para él recibir el
beneficio, así fuera de salpicadas. Es como “el discípulo que no puede tener un poquito de dinero porque ya
no quiere congregarse”.
2.2.2. Lot desarrolló esta mentalidad a tal punto, que gracias a la intervención de Abraham en la guerra de los cuatro
reyes contra cinco, él es rescatado junto con su familia, sus bienes, su ganado; pero prefiere acercarse e irse a
Sodoma que correr al altar de Dios.
2.2.3. El problema de esta mentalidad no es inseguridad ni temor, son sus prioridades incorrectas.
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Para esta mentalidad Dios no es soberano, sino es un medio para llegar a su verdadero dios; “el dinero”. No lo
mueve un propósito eterno, lo mueven sus necesidades.
Este es el tipo de mentalidad que te lleva a tener fe en Dios sólo para atravesar la crisis, pero no para
administrar su herencia, porque quien no administra, la avaricia es quien lo administra a él.
Este tipo de mentalidad nunca tendrá una sincera relación con la profecía, porque el día que le toque sus
intereses va a renegar de Dios y de las autoridades que Dios les ha dado.
2.3. La mujer despreciada que encuentra marido: es la gente que está dominada por una mentalidad de auto
lástima.
2.3.1. Son las personas que no superan las crisis de su pasado, aunque tengan respuestas en su presente.
2.3.2. Es la gente que anda buscando oración todo el tiempo por las mismas cosas, ellos no quieren ser formados,
ellos quieren ser acariciados; los eternos comprendidos. Es gente que aunque se le han materializado cosas, no
viven desligados de su pasado.
2.3.3. Hay pastores y líderes que se forman con esta mentalidad, y gerencian multitudes bajo esa mentalidad. Es
gente que se considera siempre pobrecita y con un bozal de arepa, se les compra la conciencia. ¿Cómo cambia
una persona que lo que quiere son beneficios externos sin cambios internos?
2.3.4. Esta mentalidad no le agrada la palabra profética que le exija progreso, cambios, atravesar las crisis, porque
estar atados a sus dolores y fracasos del ayer se le han convertido en su carta de presentación.
2.4. La esclava que toma el lugar de su señora: Esta es la mentalidad de ser un usurpador. De esta mentalidad la
palabra advierte que la tierra no la debe sufrir. Porque un esclavo no puede tener herencia, sólo a los hijos les
corresponde recibir herencia.
2.4.1. Es la persona que todas las cosas las consiguió con corrupción.
2.4.2. Su herencia la construyó sobre la base de usurpar. Es decir, posicionarse a través de negocios sucios.
2.4.3. Esta mentalidad no cree en el trabajo. El trabajo lo ve como la actividad de los tontos. Esta mentalidad cree
que lo que genera riquezas es ser un corrupto.
2.4.4. Todo lo que se deba construir a través del trabajo, la integridad y sostener una palabra profetica más allá de
las dificultades le parece una estupidez.
2.4.5. Esta ha sido la mentalidad que ha gobernado a Latinoamérica, desde los gobernantes hasta los gobernados.
Por eso, aunque la mayoría se queja de la corrupción, usan la corrupción para levantar una herencia.
2.4.6. La Biblia nos habla de la sabiduría terrenal, y de la que viene de Dios. De la primera dice que es carnal,
animal y diabólica. Cada sabiduría produce un efecto y un resultado.
2.4.7. El problema es que la herencia que se construye sobre la corrupción (sabiduría que viene de las tinieblas), no
genera principios de sabiduría divina para educar a los herederos. Por lo tanto, el resultado a futuro será una
sociedad en ruinas por la propia avaricia de los herederos.
2.4.8. Vemos cómo el rebelde Coré termina siendo tragado por la tierra, porque para él Egipto era leche y miel, la
tierra de la corrupción, y con esa mentalidad él no podía heredar lo que Dios les había dado a través de la
profecía.
 Si podemos identificar estas mentalidades y no nos asociamos con ellas, entonces podemos desarrollar estos
siguientes cuatro hábitos.
3. Salomón no sólo revela el problema sino los cuatro hábitos que deben observarse en la gente que va a
administrar la herencia que Dios nos ha profetizado:
3.1. La clave de la hormiga.
3.1.1. La hormiga no es intimidante. La hormiga tiene metas claras.
3.1.2. Debes tener metas claras, medibles, realizables y sostenibles.
3.1.3. Tener metas claras es la tarea de los que conquistan.
 Por eso se nos ha venido hablando en discipulado sobre cómo gestionar eficazmente el tiempo, llevar
seguimiento y control sobre nuestras metas y objetivos, y por último planificación estratégica.
3.1.4. Mientras otros se lamentan en el frio, la hormiga tiene comida para atravesar el invierno.
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Situaciones desafiantes son parte del paquete de la vida, la cuestión es cómo te preparas para ellas.
Hay jóvenes que quieren casarse pero no saben cuánto les cuesta la boda, no saben por qué orar, no saben
por cuánto tienen que trabajar.
3.2. La clave del conejo. Ponen su casa en la piedra.
3.2.1. El poder del trabajo en equipo para ser estable.
3.2.2. Juntos estamos trabajando en las casas, para construir una nueva nación. Desarrollamos el poder de trabajar
en acuerdo y en equipo, esto nos va a dar los mayores resultados.
 Desarrollar el poder del equipo, nos ayuda a llegar a la conquista, porque no necesitamos héroes, necesitamos
obreros que estén siempre ahí.
 Cuando oras bajo el poder del equipo o del acuerdo, el diablo no tiene espacio para dañar lo que estás
construyendo en tu casa.
3.2.3. Querer hacer los cambios por si solos, lo que nos deja es frustración. Tener conciencia y trabajo en equipo
nos llevará a la conquista.
3.2.4. Lo que tú hagas o dejes de hacer, a mí me suma o me resta.
3.2.5. Jesus nunca habló de super héroes para recoger la cosecha, habló de obreros. Los obreros recogen la cosecha.
3.2.6. Debes funcionar en el poder del acuerdo en el discipulado, en tu matrimonio, en tu familia.
3.3. La clave de la langosta.
3.3.1. Disciplina para conquistar las metas.
3.3.2. Esto es lo que yo entiendo como autodeterminación.
3.3.3. No te permitas a ti mismo ser una persona que funciona por regaños, o porque otros te empujan al logro,
determínate a cambiar. Si esto ocurre, todos debemos hacernos una evaluación para descubrir qué es lo que
nos está deteniendo en el camino a nuestro propósito.
3.3.4. Disciplínate en la oración, disciplínate en el altar familiar, disciplínate en la la lectura biblica, disciplínate en
leer lo que te enriquezca y no lo que te hace perder el tiempo.
3.3.5. No podemos leer todos los autores ni todos los libros, hay que seleccionar lo que añada y conduzca al
propósito de vida, lo que Dios quiere para ti y para mí.
3.3.6. Sin disciplina las metas son sólo fantasía.
3.4. La clave de la araña.
3.4.1. Es activar el poder de penetración.
3.4.2. La araña la puedes atrapar con la mano, pero ella está en el palacio del rey.
3.4.3. Trabaja con una mentalidad de palacio.
3.4.4. David tenía 17 años, mató al gigante enfermo y terminó en la casa del rey.
3.4.5. David en sus próximos años de vida aprendió cómo se vive en el palacio, porque un día iba a gobernar.
3.4.6. Cuando tú sabes que fuiste creado para el palacio, cuando sabes que fuiste creado para cosas grandes,
buscarás hacerte amigo de gente que te impulse al cambio, no de gente mediocre.
3.4.7. Tú y yo debemos desarrollar una mentalidad de palacio.
3.4.8. Por eso tenemos que cuidar qué tipo de personas son las que nos rodean. Dedica tiempo a personas que te
sumen; no necesariamente tiene que ser gente millonaria, sino gente con un espíritu diferente.
3.4.9. Hoy los medios de comunicación nos venden que para ser exitosos debemos ser estúpidos: (reaggeton,
estrellas de rock, pop, etc.), buscan que no pienses, que no te prepares, que no determines cosas, sino que
simplemente seas uno más que ellos controlan.
3.4.10. El poder de penetración se activará en tu vida a medida que profundices en Dios. Tenemos que recuperarlo
todo; así que en todo espacio de la sociedad vamos a penetrar.
4. Conclusiones:
4.1. Mientras en Venezuela hay gente distraída protestando, usted y yo que tenemos una palabra profética,
forjemos hábitos en nosotros que nos lleven a gobernar.
4.2. Debes estar enfocados. Pongamos nuestra mirada en Cristo (Heb. 12:2)
4.3. Una figura de esto es el texto de Números 21:4- 9. Todo el que vea a Cristo va vivir y no morirá en el
conflicto.
4.4. Enfócate en lo que te llevará a la victoria, enfócate en lo que te dará vida.
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