Asunto: (Pago de justo precio) CORTE NACIONAL DE JUSTICIA

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Expediente 074-2012
Asunto: (Pago de justo precio)
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL.
Quito, a 10 de mayo de 2013; las 09h00.VISTOS.- La doctora Cristina González Camacho, en calidad de Procuradora Judicial del Ingeniero Othón
Zevallos Moreno, Gerente General y Representante Legal de la Empresa Pública Metropolitana de Agua
Potable y Saneamiento de la ciudad de Quito, interpone recurso de casación contra la sentencia dictada por la
Segunda Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales y Mercantil de la Corte Provincial de
Justicia de Pichincha, el 21 de septiembre de 2011, a las 15h42, en la cual se acepta el recurso de apelación
interpuesto por los actores Gustavo Abelardo Porras Tenorio y otros, disponiéndose que los demandados
paguen inmediatamente a los apelantes el precio, por metro cuadrado de terreno determinado en el informe
pericial, por la superficie reclamada, así como del auto en el que se niega la aclaración de la sentencia.Siendo
el estado procesal el de resolver, para hacerlo se considera:
JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA
En virtud de que la Jueza y los Jueces de la Corte Nacional firmantes, hemos sido designados, por el Consejo
de la Judicatura, mediante Resolución No. 4-2012 de 25 de enero de 2012; y, el Pleno de la Corte Nacional de
Justicia, mediante Resolución No. 1-2012 de 30 de enero de 2012, para integrar la Sala Especializada de lo
Civil y Mercantil y; y conforme a la correspondiente acta de sorteo que consta en el expediente de casación de
fecha 21 de marzo de 2012, somos competentes y avocamos conocimiento del presente recurso de casación,
conforme a lo establecido en el artículo 190 numeral 1 del Código Orgánico de la Función Judicial y el artículo
1 de la Ley de Casación.
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FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO
PRIMERO: La sentencia recurrida, es la dictada por la Segunda Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y
Materias Residuales y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, el 21 de septiembre de 2011, a
las 15h42, en la cual se acepta el recurso de apelación interpuesto por los actores Gustavo Abelardo Porras
Tenorio y otros; además se recurre del auto en el que se niega la aclaración de la sentencia.
SEGUNDO: La parte recurrente mediante casación, estima que se han infringido las siguientes
normas de derecho contenidas en los artículos siguientes:875, 877, 898, 901,2214, 215 y 2216 del
Código Civil;57 de la Ordenanza Metropolitana de Suelo para el Distrito Metropolitano de Quito No.
0255; 148,252 de la Codificación de la Ley Orgánica de Régimen Municipal; 321, 323, 82,76 de la
Constitución de la República; del Código de Procedimiento Civil; 40, 52,115,117, 250, 249, 257y
274 y 346del Código de Procedimiento Civil.
TERCERO: Las causales en las que sustentan los impugnantes el recurso de casación, son la
primera, quinta, tercera y segunda del artículo 3 de la Ley de Casación.
CUARTO: Los fundamentos y argumentos en que se apoya el recurso se encuentra determinado
en los siguientes términos:
a.- La parte recurrente aduce, falta de aplicación de los artículos 875, 877, 898 y 901 del Código
Civil; 57 de la Ordenanza Metropolitana de Régimen de Suelo ara el Distrito Metropolitano de Quito
No. 0255, publicada en Registro Oficial No. 413 de 28 de agosto de 2008; 148, 252 de la
Codificación de la Ley Orgánica de Régimen Municipal, indicando que estas violaciones configuran
la causal primera del artículo 3 de la Ley de Casación, puesto que se trata del establecimiento de
una servidumbre legal de acueducto para la conducción de aguas claras o servidas, que se
encuentra construida al borde de una quebrada y dentro del área de protección de quebradas, y
que no se puede oponer título alguno, sin que se trate de una ocupación arbitraria del área de
terreno de propiedad de los actores. Señala, que de las normas indicadas se determina que las
servidumbres legales son relativas al uso público, dentro de las cuales se encuentra especialmente
la servidumbre de acueducto para la conducción de aguas servidas las demás determinadas por los
reglamentos u ordenanzas respectivas; se construyó en un área del terreno de propiedad de los
actores una obra pública como fue la tubería de alcantarillado, para la conducción de aguas
servidas, que en su mayor extensión esta al borde de la quebrada dentro de los diez metros en
longitud horizontal en el área de protección de la quebrada, reiterando que se trata de una
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servidumbre legal para el uso público, y así debió declararse en sentencia, si se hubiere aplicado
las disposiciones legales antes señaladas. En relación a lo expuesto, la impugnante dice, que se
complementa con lo dispuesto en el artículo 148 de la Codificación de la Ley Orgánica de Régimen
Municipal, ya que esta norma faculta a la Municipalidad imponer las servidumbres gratuitas de
acueducto para la conducción de las aguas. La falta de aplicación de las normas jurídicas citadas
han provocado que el fallo recurrido adolezca de un vicio de juzgamiento in iudicando, por la
violación directa de dichas normas sustantivas, no existe ocupación arbitraria, ni obligación de la
Municipalidad de realizar trámite alguno para declarar la expropiación con su consecuente pago del
justo precio del terreno que se dice se encuentra afectado.Existe aplicación indebida de los
artículos 321 y 323 de la Constitución de la República en virtud de lo establecido en la causal
primera del artículo 3 de la Ley de Casación, dichas normas hacen relación al derecho a la
propiedad y a la facultad de las instituciones del Estado de declarar por razones de utilidad pública
o interés social, la expropiación de bienes, previa justa valoración, indemnización y pago de
conformidad con la ley; los elementos fácticos probados en el juicio y admitido por las partes, en la
ocupación parcial de una franja de terreno de propiedad de los actores, parala instalación del
sistema de alcantarillado, ubicado al borde de la quebrada, que por disposición legal determina la
existencia de una servidumbre de legal de acueducto, ubicada en área de protección de quebradas
que son de uso público y de libre acceso a las empresas de servicios públicos, para la instalación y
mantenimiento de su infraestructura, no se trata de una actuación arbitraria, no existe violación del
derecho a la propiedad, ni es exigible la declaratoria de expropiación del terreno, por lo que existe
indebida aplicación de las normas constitucionales por error en la subsunción de los hechos en las
citadas disposiciones, aquello acarrea violación de la garantía constitucional a la seguridad jurídica.
b.- Dice, que hay errónea interpretación de los artículos 2214, 2215, 2216 del Código Civil, en virtud
de la causal primera del artículo 3 de la Ley de Casación, ya que de dichas normas se deduce que
el daño o perjuicio es un
elemento fundamental para que nazca la responsabilidad civil de
reparación, que debe ser directo, actual y cierto, lo que no ocurre en el presente caso, ya que la
sala se limito en indicar la existencia del daño por no haber precedido los trámites legales y haber
pagado una indemnización, la Sala le atribuye un sentido distinto a dichas normas, no analiza los
elementos que debe reunir el daño para que sea indemnizable, se limita a establecer su existencia
por el solo hecho de no haber realizado los trámites legales de expropiación del terreno y la
supuesta obligación de pagar una indemnización por ocupar el terreno, interpretándose
erróneamente las normas jurídicas sobre el daño y la responsabilidad civil de reparar, no
habiéndose evidenciado perjuicio alguno, conforme así la Sala debió establecer.
c.- La errónea interpretación de las normas jurídicas que hacen relación al daño y la
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responsabilidad civil deriva en indebida aplicación de las normas sustantivas contenidas en los
artículos 2214, 2215, 2216 del Código Civil que configuran la causal primera del artículo 3 de la Ley
de Casación, normas violentadas directamente por la Sala, ya que se trata de una servidumbre
legal de acueducto que no requiere de trámite legal alguno ni título para su establecimiento, sin que
exista daño alguno a los accionantes, no existe detrimento o menoscabo del patrimonio y bienes, su
derecho a la propiedad no ha sido
afectado, por tanto no existe responsabilidad civil de la
Municipalidad ni de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento,
consecuentemente no hay lugar al pago de una indemnización, este yerro se da por no subsumir
correctamente los hechos al derecho.
d.- Manifiesta que, el fallo adolece de defectos en su estructura, siendo la sentencia incompatible,
configurando la causal quinta del artículo 3 de la Ley de Casación, la parte dispositiva de la
sentencia no está debidamente respaldada por la parte considerativa, no existe relación de causa
efecto, siendo una sentencia inconsistente, por cuanto se determina que la ocupación del terreno
se lo hizo sin preceder los trámites legales sin haber pagado ninguna indemnización, lo cual causo
daño; se dice que la indemnización por daños y perjuicios, comprende el daño emergente
(damnunemegens) y el lucro cesante (lucrumcesans), siendo necesario probar a cuanto ascienden
los daños y perjuicios, en el presente caso no se probó ninguno de los componentes que conforman
los daños y perjuicios, la Sala ordena el pago en base a la pericia como si se tratará de un juicio de
expropiación mediante el cual se fija el justo precio, no se ha probado que los actores hayan sufrido
daño, ni patrimonial ni en sus bienes, por lo que la sentencia es nula y así debe ser declarado por el
Tribunal de Casación. La inconsistencia evidencia que la sentencia adolece de falta de motivación,
dando lugar a la aplicación de la causal quinta del artículo 3 de la Ley de Casación; la motivación
debe reunir varios requisitos, ha de ser expresa, clara, legítima y lógica, lo que no ocurre en el
presente caso, tratándose de una violación directa de los artículos 76 de la Constitución de la
República y 274 del Código de Procedimiento Civil, habiendo una fundamentación absurda y sin
sentido, cuando los razonamientos y la conclusión son inconciliables y contradictorios, tal como se
ha probado en este cargo.
e.- Existe violación del artículo 115 del Código de Procedimiento Civil en la valoración de la prueba,
que han conducido a la equivocada aplicación o a la no aplicación de normas de derecho,
contenidas en los artículos 117, 250, 249 y 257 del Código de Procedimiento Civil, lo que configura
la causal tercera del artículo 3 de la Ley de Casación; el juzgador esta en la obligación de valorar
las pruebas aportadas en el proceso, aplicando los principios de la lógica, de las ciencias y de la
experiencia, excluyendo todo razonamiento arbitrario que conduzca a una equivocada aplicación o
no aplicación de normas de derecho en la parte resolutiva de la sentencia. En este sentido no se
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aplicó las reglas de la sana crítica en la valoración del informe pericial, que debió hacérselo en
todas los factores y circunstancias del caso, y no se hizo de esa manera, la Sala cometió un yerro al
darle toda la fuerza probatoria, ya que carece de claridad el informe, por no haberse indicado que
ese espacio de terreno era para la construcción de la red de alcantarillado y que está ubicado al
borde de la quebrada dentro de los límites establecidos como área de protección de quebradas,
que son de uso público y libre acceso para la instalación de infraestructura pública, el objeto de la
pericia fue establecer el estado y circunstancia del bien controvertido, más no en hacer un avalúo
del precio del terreno, no se trata de un juicio de expropiación, circunstancias que la Sala ha omitido
valorar conforme las reglas de la sana crítica y que ha derivado en la violación de los artículos 242
y 249 por falta de aplicación, asímismoprovoca indebida aplicación del artículo 257 del Código de
Procedimiento Civil, el informe pericial para que tenga eficacia probatoria debe reunir con ciertos
requisitos, como el de expresar con claridad los fundamentos técnicos en los que se apoya, lo cual
no contiene la pericia, se sobrevalora el bien, además fue impugnado el informe oportunamente,
mas se le otorga eficacia probatoria, violando el artículo 117 del Código de Procedimiento Civil.
f.- Se alega falta de aplicación de normas procesales, que a criterio de la parte impugnante
configuran la causal segunda del artículo 3 de la Ley de Casación, ya que la Sala frente a la
alegación de ilegitimidad de personería activa, deja de aplicar el artículo 10 del Código de
Procedimiento Civil en relación con el artículo 43 ibidem , no se ha producido tal legitimación, ya
que el poder especial otorgado a Gustavo Abelardo Porras, no le habilita parapresentarse a juicio,
debió otorgarse procuración judicial a favor de un profesional del derecho y de esta forma legitimar
su comparecencia, lo cual nulita la causa. Existe violación directa del artículo 52 del Código de
Procedimiento Civil, ya que no se ha designado a Gustavo Abelardo Porras de procurador común
por parte del resto de accionantes, sin que por tanto se encuentren legitimadas sus intervenciones,
debiendo declararse la nulidad de la sentencia, por violación de una solemnidad sustancial como es
la legitimidad de personería, prevista en el artículo 346 numeral 3 del Código de Procedimiento
Civil, omisión que ha influido definitivamente en la causa.
ANÁLISIS DEL TRIBUNAL
PRIMERO: El recurso de casación se establece, como instrumento para la creación de jurisprudencia, con el
fin de conseguir la unidad interpretativa del ordenamiento jurídico, en aras de la certeza de las normas y de la
seguridad de su conocimiento que al tiempo -como respuesta judicial- satisfaga el derecho a la igualdad de
todas y todos los ciudadanos en la aplicación de la ley. Es un medio de impugnación extraordinario y formal,
tendiente a la anulación de la sentencia de instancia recurrida, su extraordinariedad exige el cumplimiento de
determinados requisitos, los cuales constituyen limitaciones que se imponen para su acceso, ya que no todo es
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casable, existen motivos o causas prestablecidas por los cuales se puede recurrir en casación; en nuestra
legislación los regula este recurso, la Ley de Casación, la cual en el artículo 3 establece las causales por las
cuales procede. En tal sentido la fundamentación debe ser precisa, clara y concreta, que permita al Tribunal de
Casación la verificación de la legalidad del fallo impugnado, dentro de los limites establecidos por el
casacionista; en tal sentido la jurisprudencia colombiana ha señalado:“La naturaleza excepcional,
extraordinaria y eminentemente dispositiva del recurso de casación, comporta en la normatividad procesal
civil una especial atención por parte del legislador a los requisitos formales de la demanda que lo sustenta,
de tal forma que su admisión a trámite despunta vedada en el evento de obviar el recurrente las exigencias
estatuida. Es así como entre los requisitos del libelo impugnaticio, resultan en extremo relevantes para el
asunto que ocupa la atención de la Corporación, los contenidos en el numeral 3° del artículo 374 del
Código de Procedimiento Civil, con arreglo al cual para la admisión de la demanda han de exponerse ‘los
fundamentos de cada acusación en forma clara y precisa’, pues la propia naturaleza del medio de
impugnación impone a la Corte el moverse sólo dentro de los estrictos límites demarcados por la
censura…”1
. Al referir a los fines de la casación, es importante y de utilidad, remitirnos a lo posición doctrinaria que
Miguel Fenech recoge de una ejecutoria de la Corte Suprema de Justicia de España, que señala: “… El
instituto de la Casación tiene como fin primordial establecer una doctrina jurídica que no solo sea aplicable
al caso concreto, sino que sirva de enseñanza para la solución de casos posteriores…”.2,este criterio
ratifica los fines del recurso de casación, la unificación de la jurisprudencia y la corrección de los
yerros de derecho en que incurren los juzgadores al emitir sentencia. El recurso de casación tiene
además una función de justicia, ya que al corregir los errores de derecho se restablece el orden y la
paz social, al respecto la doctrina coincidentemente se ha pronunciado en los siguientes términos:
“…es un remedio procesal extraordinario que procede contra resoluciones judiciales
definitivas(en el sentido que pone término al litigio) con el objeto de anularlas de dejarlas sin
efecto por haber sido dictadas con infracción del derecho positivo o de la doctrina
jurisprudencial establecida (cómo prevé la legislación peruana) restableciendo la vigencia
del derecho…”3
.
SEGUNDO:La recurrente fundamenta su recurso en las causales: primera, quinta, tercera y segunda del
artículo 3 de la Ley de Casación.
a.- En primer lugar procede el análisis de la causal segunda, la cual tiene lugarcuando existe, aplicación
1
Corte Suprema de Justicia de Colombia, Sala de Casación Civil, Auto de 19 de enero de 2009, exp. 00192, reiterado en auto de 18 de diciembre del mismo
año, exp. 07634.
2
3
Fenech Miguel, “Doctrina Procesal Civil del Tribunal Supremo”, Volumen VI, Aguilar, S.A. de Ediciones, Madrid, 1969, pág. 12875.
CARRION LUGO, Jorge, “El recurso de Casación en el Perú”, Doctrina –Legislación –Jurisprudencia”, Ed. Grijley, Lima, 1er Ed. , 1997, pág. 6
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indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de normasprocesales, si éstas han viciado el proceso de
nulidad insanable oprovocado indefensión, siempre que hubieren influido en la decisión dela causa y que la
respectiva nulidad no hubiere quedado convalidadalegalmente. La doctrina al respecto señala:“la resolución
está viciada porerror in procedendo en los siguientes casos: cuando el órganojurisdiccional carece de
jurisdicción o competencia, cuando los litigantesno tienen capacidad jurídica y procesal, cuando, en fin, se
hubiere dejadode convocar de modo que se posibilite el ejercicio válido de los actosprocesales, lo cual a la
vez ocasiona una indefensión que haga ineficaz la resolución”. (Exp. 20, R. O. 41, 7-X-96). En tal
sentido,cuando el recurrente atribuye a la sentencia el cargo de falta deaplicación de una norma procesal, como
se alega en el presente caso, para que el recurso prospere no bastacitar el artículo cuestionado, sino que es
indispensable precisarla forma como esa falta de aplicación, esto es, del artículo 40 del Código de
Procedimiento Civil, ha dado lugar a una nulidadinsanable del proceso o ha provocado la indefensión del
recurrente, debiendo explicarse la razón por la cual la infracción que alega ha influido enla decisión de la
causa en los términos y forma que corresponde alrecurso extraordinario de casación. En la especie revisadas las
actuaciones procesales y la sentencia recurrida, se establece que, el actor Gustavo Abelardo Porras Tenorio
comparece en juicio como actor por sus propios derechos y como apoderado de su hija Silvia Elizabeth Porras
Buñay, poder especial mediante el cual se otorga la facultad para que conjuntamente con los demás herederos
de la señora difunta Zoila Rosa BuñayTenelema, deduzca en contra del Municipio del Distrito Metropolitano
de Quito y/o de la Empresa Metropolitana de Alcantarillado y Agua Potable de Quito, la acción judicial que
corresponda para obtener el pago del justo precio o indemnización por la ocupación de mil doscientos once
metros cuadrados de terreno, desmembrándolo del lote de terreno de tres mil cuatrocientos setenta y cinco
metros cuadrados, situado en el sector La Pulida, de la parroquia Chaupicruz, del Distrito Metropolitano de
Quito. En efecto, el artículo 40 del Código de Procedimiento Civil, el cual establece expresamente: “Sólo los
abogados en el ejercicio de su profesión podrá comparecer en juicio como procuradores judiciales y asistir a
las juntas, audiencias y otras diligencias, en representación de las partes, cuando estas no pueden concurrir
personalmente(…)Se exceptúan de lo dispuesto en este artículo la procuración judicial o comparecencia a
juntas, audiencias y otras diligencias ante jueces, funcionarios o autoridades residentes en cantones o
lugares en que no hubiere por lo menos cinco abogados establecidos, así como los casos de procuración
proveniente del exterior”, elseñor Gustavo Abelardo Porras Tenorio comparece a juicio a nombre de la
mandante Silvia Elizabeth Porras Buñay, en ejercicio del poder otorgado ante el Cónsul del Ecuador en
Madrid-Españaseñor Nelson Torres Zapata. La alegación de la recurrente se centra en señalar que existe
ilegitimidad de personería activa, por lo que la Sala deja de aplicar el artículo 10 del Código de Procedimiento
Civil en relación con el artículo 43 ibidem, ya que el poder especial otorgado a Gustavo Abelardo Porras, no le
habilita para presentarse a juicio, y se debió otorgar procuración judicial a favor de un profesional del derecho y
de esta forma legitimar su comparecencia, lo cual nulita la causa. Cabe por tanto dejar claramente establecido,
lo que constituye dicha institución jurídica, así, la ilegitimidad de personería consiste, según la doctrina
uniforme y jurisprudencia reiterada, (G.J. Serie IX No. 5 Pág. 546; G.J. Serie X No. 5 Pág. 2499, etc.), en
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carecer el actor o el demandado de la capacidad necesaria para comparecer en juicio por sí mismo, o en la
ausencia de representación legal, cuando el que comparece lo hace a nombre de un incapaz, o en juicio como
procurador judicial sin tener tal calidad; la que, como explica el Dr. Víctor Manuel Peñaherrera, en sus
magistrales Lecciones de Derecho Procesal, Tomo III, pág. 531, no debe confundirse con la excepción
perentoria de falta de derecho que, ‘afecta directamente al título o fundamento de la obligación que se exige’.
La personería legitima es un presupuesto procesal vinculado a la capacidad de las partes para comparecer en
juicio, o más específicamente capacidad procesal, que le habilita para comparecer en el juicio por sí mismas o
por medio de un mandatario válidamente constituido. El artículo 100 del Código Adjetivo Civil señala dos
causales expresas en los que cabe la falta de personería ilegítima: incapacidad legal y falta de poder; en
ninguno de los cuales está incurso el actor, puesto que la capacidad legal se presume y no se ha demostrado lo
contrario, y al haber comparecido por sus propios derechos y como mandatario de su hija que se encontraba en
Madrid –España, conforme al poder que obra del proceso y a lo establecido en el inicio final del artículo 40 del
Código de Procedimiento Civil, actúa en ejercicio del mandato otorgado mediante documento legal y
legítimamente otorgado, por lo que se descarta lo concerniente a que debió otorgarse procuración judicial a un
abogado, al ser otorgado el documento habilitante en el extranjero. Por tanto resultan improcedentes las
alegaciones en casación por la causal segunda del artículo 3 de la Ley de Casación.
b.- En cuanto a la causal primera alegada por la recurrente, ésta tiene lugar cuando existe, aplicación indebida,
falta de aplicación o errónea interpretación de normas de derecho, incluyendo los precedentes jurisprudenciales
obligatorios, en la sentencia o auto, que hayan sido determinantes de su parte dispositiva; por tanto, para que la
casación basada en esta causal proceda, es indispensable que se cumplan los siguientes requisitos: 1.Que la
violación corresponda a una “norma de derecho”, esto es a una norma sustantiva; 2.Que la infracción de la
norma de derecho se produzca por uno de los tres modos que reconoce la ley: a) aplicación indebida,
constituida por la elección incorrecta de la norma; b) falta de aplicación, producida por el empleo de una norma
impertinente o extraña al caso; y, c) errónea interpretación, ocasionada por atribuir a la norma en cuestión un
significado que no le corresponde; y 3. Que la infracción, en cualquiera de sus tres modos, haya sido
determinante en la parte dispositiva de la sentencia, es decir que influya de tal manera que el juzgador decida
en uno u otro sentido. Al respecto, la parte recurrente aduce, falta de aplicación de los artículos 875, 877, 898 y
901 del Código Civil; 57 de la Ordenanza Metropolitana de Régimen de Suelo ara el Distrito Metropolitano de
Quito No. 0255, publicada en Registro Oficial No. 413 de 28 de agosto de 2008; 148, 252 de la Codificación
de la Ley Orgánica de Régimen Municipal, se alega el hecho de que el Tribunal de instancia, en palabras de
Hernando DevisEchandía-, ha “considerado inexistente una Ley que literalmente existía” (Estudios de Derecho
Procesal) al momento de la contratación entre los litigantes y al de la resolución de la causa, ley cuyo texto se
mantiene en vigor; en concepto de Garzonet, citado por José Duque Sánchez, el hecho de que “se niega a la
situación jurídica que está bajo su alcance” (Manual de Casación Civil); y por último, en opinión de José
Núñez Aristimuño, que “la infracción por omisión conduce a la violación directa de la norma; esto es, que en el
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caso, la situación de fondo debió ser decidida de acuerdo con el precepto que efectivamente planteaba la
solución y que el juez no aplicó” (Aspectos en la Técnica de la Formulación del Recurso de Casación). En este
contexto se determina que no hay falta de aplicación de las normas antes señaladas, como erradamente sostiene
la parte recurrente, ya que no se señala con claridad respecto de cada una de las normas, de que manera se viola
la ley y de que modo es determinante en la parte dispositiva de la sentencia, además no se acompañala
argumentación quedemuestre la violación alegada. De igual manera no hay violación de la ley, por falta de
aplicación de las normas contenidas en los artículos 321 y 323 de la Constitución de la República, al amparo
de lo manifestado en líneas anteriores. Por la misma causal primera se alega errónea interpretación de las
normas jurídicas que hacen relación al daño y la responsabilidad civil que deriva en indebida aplicación de las
normas sustantivas contenidas en los artículos 2214, 2215 y 2216 del Código Civil, hechos que no demuestran
que exista indebida aplicación de dichas normas, no hay mayor argumento para declarar procedente la casación
por esta causal, se dice que se trata una servidumbre legal de acueducto que no requiere de trámite legal alguno
ni título para su establecimiento, sin que exista daño alguno a los accionantes, por lo que no existe detrimento o
menoscabo del patrimonio y bienes, su derecho a la propiedad no ha sido afectado, por tanto no existe
responsabilidad civil de la Municipalidad ni de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y
Saneamiento, argumento insuficiente para que prospere el recurso, como se dijo hay que precisar las
violaciones y relacionarla con cada alegación, que debe cumplir con las exigencias legales en materia de
casación, lo cual no ocurre en el presente caso.
c.-La causal quinta señala que prospera, cuando la sentencia o auto no contuvieren los requisitos exigidos por
la ley o en su parte dispositiva se adoptan decisiones contradictorias o incompatibles, en este caso se
debeprecisar cuáles son los requisitos que no contiene la sentencia o cuáles son las decisiones contradictorias o
incompatibles; no es suficiente señalar que: el fallo adolece de defectos en su estructura, la sentencia es
incompatible, la parte dispositiva de la sentencia no está debidamente respaldada por la parte considerativa, no
existe relación de causa efecto, la inconsistencia de la sentencia, bajo el argumento de que la ocupación del
terreno se lo hizo sin preceder los trámites legales sin haber pagado ninguna indemnización, lo cual causó
daño; además se sostiene innecesariamente que la indemnización por daños y perjuicios, comprende el daño
emergente (damnunemegens) y el lucro cesante (lucrumcesans)y que se debió probar a cuanto ascienden los
daños y perjuicios, que no se probó ninguno de los componentes que conforman los daños y perjuicios, la Sala
ordena el pago en base a la pericia como si se tratara de un juicio de expropiación mediante el cual se fija el
justo precio, no se ha probado que los actores hayan sufrido daño, ni patrimonial ni en sus bienes, por lo que la
sentencia es nula y así debe ser declarado por el Tribunal de Casación, como no se cumple con las exigencias
legales por la causal quinta, tampoco procede la casación.
d.-Consta del escrito de interposición del recurso de casación por parte de la recurrente, que no cumple con
todos los requisitos dispuestos en la Ley de Casación para su admisibilidad pues, si bien la recurrente señala
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como infringidos el artículo115 del Código de Procedimiento Civil, que han conducido a la equivocada
aplicación o a la no aplicación de normas de derecho, contenidas en los artículos 117, 250, 249 y 257 del
Código de Procedimiento Civil,funda su recurso en la causal tercera del Art. 3 de la ley de la materia, por
aplicación indebida de los preceptos jurídicos aplicables a la valoraciónde la prueba, sin embargo olvida que
era su obligación determinar en el propio escrito de interposición, como la violación de preceptos
jurídicosaplicables a la valoración de la prueba, condujeron a la equivocada aplicación o a la no aplicación de
normas de derecho en la sentencia impugnada, conforme lo dispone la causal en la que apoya su recurso; es
decir debió establecer las normas de derecho para poder dar sustento a sus pretensiones y determinar como la
indebida aplicación de los preceptos probatorios llevaron al Tribunal superior a aplicar equivocadamente o no
aplicar las normas sustantivas que apoyan su pretensión. Al respecto cabe anotar lo que enseña la doctrina:
“…La Corte ha sostenido que las disposiciones referentes a pruebas, ‘…tampoco por sí solas pueden dar
base para casar una sentencia, sino que es preciso que de la infracción de una de esas disposiciones resulte
infringida otra norma sustantiva, que, o no tuvo eficacia o se aplicó o interpreto mal, precisamente por no
haberse aplicado o haberse aplicado erróneamente una disposición del Código Judicial. Cuando se cita
como violada la disposición del Código Judicial, pero sin hacer referencia a la otra norma sustantiva que
queda desconocida por esa violación, porque el juzgador no sabe cuál es la otra norma sustantiva que el
recurrente estima violada y no puede proceder de oficio al respecto..” (Murcia Ballén, Humberto, “La
Casación Civil”, Págs. 273-274).Además, es de señalar que la recurrente, no da cumplimiento con lo dispuesto
en el numeral cuarto del Art. 6 ibídem, que dice: “4. Los fundamentos en que se apoya el recurso.”, pues
“…Cuando la ley exige este requisito, lo que espera del recurrente, por medio de su defensor, es la
explicación razonada del motivo o causa de las alegaciones o infracciones acusadas; la justificación lógica
y coherente para demostrar, por ejemplo, que existe la falta de aplicación de una norma de derecho; o
errónea interpretaciónde preceptos jurídicos aplicables a la valoración de la prueba. Fundamentar dice el
Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual de Guillermo Cabanellas es: ‘…Afirmar, establecer un
principio o base. / Razonar, argumentar. / …’. En consecuencia ‘los fundamentos en que se apoya el
recurso’, no son los antecedentes del juicio, ni los alegatos impropios para este recurso extraordinario como
tampoco los razonamientos sobre asuntos o disposiciones extrañas a la litis, sino los argumentos pertinentes
a la materia de alegación expuestos de manera adecuada como para sostener la existencia de la infracción o
los cargos contra la sentencia recurrida.” (Resolución Nº 247- 2002, Juicio 299- 2001, publicado en el
Registro Oficial Nº 742 de 10 de enero del 2003).
DECISIÓN
Por las consideraciones expuestas, este Tribunal de la Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional de
Justicia, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR
Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, rechaza el
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Expediente 074-2012
recurso de casación interpuesto por la Dra. Cristina González Camacho, en calidad de Procuradora Judicial del
Ingeniero Othón Zevallos Moreno, Gerente General y Representante Legal de la Empresa Pública
Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de la ciudad de Quito y NO casa la sentenciadictada por la
Segunda Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Justicia de
Pichincha, el 21 de septiembre de 2011, a las 15h42.- Sin costas ni honorarios que regular. Notifíquese,
publíquese y devuélvase al juzgado de origen el expediente para los fines de ley.- f) Dr. Paúl Iñiguez Ríos; Dr.
Álvaro Ojeda Hidalgo;
Dr. Wilson Andino Reinoso; Jueces Nacionales y
Dra. Lucía Toledo Puebla;
Secretaria Relatora que Certifica.”
RAZON:
Siento por tal que la presente copia es igual a su original.- Quito, a 10 de mayo de 2013.
Dra. Lucía Toledo Puebla.
SECRETARIA RELATORA DE LA SALA DE LO CIVIL Y
MERCANTIL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA
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