Escritura Creativa: La Trama

Escritura Creativa
Categoría: Escritura Creativa
Publicado el Lunes, 06 Mayo 2013 00:00
Escrito por Leticia de Juan Palomino
Visitas: 1899
Escritura Creativa: La Trama
Leticia de Juan Palomino
Para construir nuestra trama, debemos de tener en cuenta las tres partes en que se divide el
texto: planteamiento, nudo y desenlace.
El planteamiento. La parte inicial del relato debe generar interés en el lector, para que no lo
abandone.
El nudo. Salvo excepciones, en la parte más larga de un relato y la que contiene mayor
información.
El desenlace.
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Leticia de Juan Palomino
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Publicado el Lunes, 06 Mayo 2013 00:00
Escrito por Leticia de Juan Palomino
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Para construir nuestra trama, debemos de tener en cuenta las tres partes en que se divide el
texto: planteamiento, nudo y desenlace.
El planteamiento. La parte inicial del relato debe generar interés en el lector, para que no lo
abandone. Todos hemos oído la típica frase: “luego se pone mejor”. Pero, a veces, eso es
demasiado tarde. Además, es importante introducir el argumento, plasmar el tipo de historia
que vamos a contar. Por lo tanto, buscaremos el equilibrio: dar datos que aporten expectación,
sin desvelar todas nuestras cartas tan pronto. En el año 2006 se hizo una encuesta para
determinar los mejores comienzos de una novela. La ganadora fue Moby Dick, de Herman
Neville, con sólo dos palabras: “Llamadme Ismael”. Otra frase inicial que a mí me fascina,
pertenece a la obra “Crónica de una muerte anunciada” de Gabriel García Márquez: “El día en
que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana para esperar el buque
en que llegaba el obispo”.
El nudo. Salvo excepciones, en la parte más larga de un relato y la que contiene mayor
información. Une el planteamiento y el desenlace y, por lo tanto, tendremos que tener cuidado
de no perder el hilo argumental, naufragar en tramas laterales o contar demasiados detalles
que no sean pertinentes. La tensión ha de variar, sufriendo picos altos en determinados
momentos y dando un descanso al lector en otros.
El desenlace. Cuantas veces hemos leído una novela o visto una película y nos ha defraudado
el final, sintiéndonos en cierto modo “engañados”. Es imprescindible que nuestras historias
tengan un buen
desenlace, acorde con el resto
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del texto. Para ello, el final ha de ser creíble, no ha de dejar cabos sueltos (debemos de
resolver todos los conflictos generados) y el lector tiene que sentir que ha leído un relato
completo y ha disfrutado del mismo en su totalidad.
El esquema tradicional sigue la secuencia planteamiento – nudo – desenlace. Si bien, cada vez
es más habitual encontrar este orden alterado, tanto en la literatura, como en el cine. Podemos
ver obras que cuentan el final nada más empezar, o que comienzan en un punto medio y en
ciertos momentos te llevan a otro tiempo anterior o posterior.
La forma en qué desarrolles la trama es personal y, es probable, que debas de probar
diferentes fórmulas hasta encontrar la que mejor se adapta a ti. Hay autores que comienzan
con una sencilla idea inicial y dejan que la escritura les vaya guiando. Otros, establecen un
claro esquema y saben desde el principio qué va a suceder y cuál va a ser el final. Otra opción
es crear unos personajes muy concretos e irles dotando de vida a lo largo de la narración.
Tanto en este último caso, de manera evidente, cómo en los otros dos, tener unos personajes
bien definidos desde el principio, nos permitirá realizar una mejor historia, porque no serán sólo
muñecos de una serie de vicisitudes, sino uno de los elementos principales que capte a los
lectores.
Antes he comentado que se debe tener cuidado con las tramas
laterales. Es importante conocer cuál es el argumento clave, pero, especialmente en textos
largos, no pueden faltar las tramas laterales. Eso sí, no deben de hacernos perder el rumbo de
nuestra historia.
Ejercicio: A partir de una idea inicial:
Crea tres comienzos diferentes.
Construye los rasgos más significativos que tendrá el argumento.
Piensa dos finales distintos que podría tener la historia.
Próximo tema: El título.
Imágenes tomadas de Pixabay
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