DERECHO TRIBUTARIO Primera Unidad Actividad financiera del Estado Introducción: 1.- Actividad Financiera del Estado. Los hombres desarrollan actividades económicas en el sentido de que la economía es la satisfacción de las necesidades de las personas. La primera y más básica de las actividades económicas que desarrollaban las personas era la de procurarse sustento. En el transcurso de los tiempos los hombres fueron adoptando diversas formas de organización; partiendo por la familia, de allí formaron clanes, tribus, hasta llegar a conformar lo que hoy conocemos como nación. Junto con la nación se tuvo que dar una organización de carácter político y nació el concepto de Estado; el que, en los tiempos modernos y a través de la ficción de la representación contenida en la Teoría del Contrato Social de Rousseau, ha pasado a ser en la mayoría de los países actuales, la forma política en que los Estados se encuentran organizados; a saber: la soberanía reside en la ciudadanía y ésta transfiere esta soberanía a sus representantes. Esta organización tiene gastos que debe sustentar y es por ello que debe realizar determinados hechos de carácter económico que le permitan obtener los recursos necesarios para financiarlos. Estos hechos se conocen como la Actividad Financiera del Estado. Concepto de actividad financiera del Estado: Es la actividad económica desarrollada por el Estado, destinada a obtener y administrar los medios necesarios para el cumplimiento de sus fines. En consecuencia, la actividad financiera del Estado comprende: 1. Obtención de ingresos y recursos públicos, los que, una vez logrados se denominan patrimonio público o erario nacional. Ingresos Públicos. 2. Administración y empleo de dichos recursos, representada esta actividad por los gastos públicos y el presupuesto. Presupuesto. Ejemplo: el proyecto de ley de presupuesto general de la nación, en donde se detalla el monto de los ingresos para el año siguiente y la forma en que se gastarán los recursos. 3. Orientación que debe darse a la actividad financiera para obtener determinados objetivos políticos, económicos o sociales. Política (priorización del gasto). El sistema financiero chileno corresponde al Poder Ejecutivo. Por esa razón, se dice que Chile tiene una constitución de carácter presidencialista. 2.- Disciplinas que estudian la actividad financiera del estado. Ø Finanzas Públicas: Se refiere a la actividad que realiza el Estado para obtener los recursos que le permitan sustentar sus gastos. Dicho de otro modo, es la ciencia que estudia la actividad financiera del Estado. a) Esteban Jaramillo: es el conjunto de reglas y principios que determinan la manera de constituir y administrar el patrimonio público. b) Federico Flora: es la rama del conocimiento humano que estudia los principios abstractos, los objetivos políticos y las normas legislativas que rigen la adquisición, gestión y empleo de las riquezas requeridas por los entes políticos para la satisfacción de las necesidades públicas. Ø Política Financiera: Estudia las orientaciones que el Estado puede dar a la actividad financiera para obtener determinados objetivos. Por ejemplo, se pueden establecer objetivos de política financiera para que a través de los impuestos se pueda lograr una mejor distribución de la renta nacional; o, a través de la rebaja de aranceles aduaneros para obtener el balance de los pagos extranjeros; o, el aumento de estos aranceles aduaneros para proteger a la industria nacional. Ø Derecho Financiero : Se empezó a desarrollar en el siglo XIX, cuando los Estados empezaron a tener una mayor injerencia en la administración de los países y hubo que crear normas que reglamentaran la actividad financiera, principalmente como una manera de impedir el abuso por parte de quienes tienen el poder. 3.- Definiciones: a) Giuliani Fonrouge: El Derecho Financiero es el conjunto de normas jurídicas que regulan la actividad financiera del Estado en sus diferentes aspectos, los órganos que la ejercen, los medios en que se exterioriza y el contenido de las relaciones que origina. b) Pedro Massone: El Derecho Financiero es el complejo financiero que disciplina la recaudación, la gestión y la erogación de los medios económicos necesarios para la vida de los entes públicos 4.- Objeto del Derecho Financiero. El Derecho Financiero estudia la Teoría Financiera, la Organización Financiera del Estado, las Relaciones del Estado y los sujetos pasivos de las obligaciones tributarias. Teoría Financiera: Es indispensable para dictar la norma financiera, como también, para aplicar, interpretar y modificar dicha norma legal. En consecuencia, es indispensable conocer conceptualmente las finanzas para obtener normas apropiadas. Organización Financiera: Constituye la base constitucional del Derecho Financiero. Es la estructura orgánica del Derecho Financiero para la administración, percepción y fiscalización de los recursos públicos. En Chile, la Constitución Política entrega la conducción económica del Estado al Poder Ejecutivo, así por ejemplo, el Presidente de la República tiene iniciativa exclusiva en materia de leyes tributarias. La determinación de la obligación tributaria está entregada al Servicio de Impuestos Internos y el cobro de los tributos a la Tesorería General de la República, los tributos aduaneros –su cobro- están entregados al Servicio Nacional de Aduanas. Órganos todos que pertenecen a la administración del Estado a través del Ministerio de Hacienda, es decir, forman parte del Poder Ejecutivo. Obligación Tributaria: Se establece por ley y crea vínculos entre el Estado y los sujetos pasivos de esta obligación: contribuyentes; siendo su estudio la materia más importante para el Derecho Financiero y la que más interesa a los particulares, ya que allí están delimitados los derechos y obligaciones de los contribuyentes frente al Estado o Fisco, que es el acreedor de los contribuyente, y también se establecen las garantías que a estos últimos protegen y amparan. Relaciones entre los propios contribuyentes: El Derecho Financiero también se refiere a las relaciones entre los propios contribuyentes, que se crean por la aplicación de los impuestos, como ocurre en el caso del Impuesto a las Ventas y Servicios, en que el sujeto pasivo es el que debe recaudar el impuesto y enterarlo en arcas fiscales, que en este caso es el vendedor o prestador de servicios, y el sujeto pasivo de hecho es el que soporta en su patrimonio el gravamen del tributo y que, para este caso, es el comprador o beneficiario de los servicios. Otro ejemplo es, la solidaridad que se crea entre el otorgante de un instrumento público y el notario que lo autoriza, por los impuestos de timbres y estampillas que afectan dicho acto. De lo expuesto se concluye que, el Derecho Financiero rige importantes relaciones jurídicas que se concretan en dos tareas concordantes y armónicas: 1°. Establecer la organización financiera total del Estado, ya sea en la propia Constitución Política o en las leyes que se dicten para complementarla. 2°. La dictación de la legislación tributaria en la que debe determinarse con precisión: a) Sujetos activos y pasivos de la obligación tributaria. b) Atribuciones de funcionarios y organismos llamados a aplicar las leyes tributarias. c) La obligación tributaria, con todas las prestaciones que ella implica. d) Objeto o Hecho Gravado. e) Tasas y cuantías de cada impuesto. f) Sanciones a los infractores de la obligación impositiva. g) Procedimientos judiciales y administrativos relativos a tributos. h) Derechos del Estado y de los contribuyentes en relación a cada impuesto y tribunales que deben resolver las contiendas tributarias. 5.- Ubicación del Derecho Financiero y Tributario: En la antigua separación de Derecho en Público y Privado, no cabe duda que ambas ramas del Derecho son de carácter público; toda vez que, su génesis, se encuentra en la Constitución Política, que es la que otorga al Estado la posibilidad de imponer a sus súbditos la carga de contribuir a los gastos que este organismo y estructura debe efectuar, en teoría, para todos sus habitantes. Sin embargo, existe una fuerte discusión acerca de si se trata de ramas autónomas e independientes del Derecho o si forman parte dependiente de otras ramas. Don Aquiles Giannini señala que el Derecho Tributario y el derecho Financiero son parte del Derecho Administrativo, ya que ambas ramas no subsisten sin la administración del Estado y forman parte indisoluble de éste. Si el Estado no obtiene ingresos con qué financiar sus gastos, dicha estructura no funciona. Fonrouge señala que el Derecho Tributario es parte del Derecho Financiero, toda vez que las finanzas públicas y las normas que las regulan tienen dos aspectos: a) El de la recaudación de los recursos. b) El gasto de dichos recursos. En lo que dice relación con la primera de estas cuestiones (a), se regula por el derecho Tributario; y en lo que dice relación con el gasto de dichos recursos (b), se regula por el Derecho Presupuestario. Massone estima que ésta es una rama autónoma del Derecho, ya que tiene principios propios que la hacen distinta de las otras ramas de esta ciencia. 6.- Conceptos: Ingresos Ordinarios: Son aquellos que se repiten en el tiempo y en cuantía, que el estado percibe en cada periodo financiero y que se destinan a la satisfacción de necesidades ordinarias. Por ejemplo: el impuesto a la renta Se clasifican a su vez en I.P.O. de Derecho privado e I.P.O. de Derecho público. Los de Derecho privado se llaman así, porque provienen de la actividad del Estado cuando éste actúa como particular. Constituyen los ingresos que obtiene el Estado explotando él mismo fuentes propias de riquezas y actuando como un empresario en cualquier actividad (ENAP, ENAMI, CODELCO, TVN, etc.). Los I.P.O. de Derecho público reciben este nombre, porque provienen de la actividad del estado en el ejercicio de sus facultades soberanas actuando como autoridad, usando el IUS IMPERIUM, creando relaciones entre él y los contribuyentes, que solo pueden ser reguladas por normas de Derecho público. Se llaman también Ingresos Derivados y son conocidos genéricamente como Tributos. Los tributos son: los impuestos, las tasas, las contribuciones especiales y los derechos. Ingresos Extraordinarios: Son aquellos establecidos en leyes especiales y corresponden a circunstancias de financiamiento extraordinarias del Estado. No tienen una agrupación genérica, sino casuística. Los más conocidos son el crédito público, la emisión de papel moneda, la enajenación de bienes del Estado y las reparaciones de guerra. EL CÓDIGO TRIBUTARIO. a) Regulación: Está contenido en el D.L. 830 de 31 de Diciembre de 1974. Se ha dicho que es una serie de normas jurídicas, contenidas en un solo texto, orgánicamente ordenadas, en donde se encuentran las instituciones jurídicas básicas del sistema tributario chileno. b) Características: 1. Se trata de disposiciones de carácter general que regulan materias preferentemente administrativas y procesales. 2. No se reglamentan en particular los impuestos, sino que aspectos generales y de aplicación común. 3. En consecuencia, existen paralelamente en Chile el Código Tributario y leyes que contienen tributos específicos. c) Ámbito de aplicación: Se dice que se trata de una aplicación restringida, ya que no todos los tributos que existen en el país se rigen por él. El art. 1 del Código Tributario señala que sus disposiciones se aplican exclusivamente a las materias de tributación fiscal interna que sean, según la ley, de competencia del SII. En consecuencia, para que un impuesto esté regido por el Código Tributario debe cumplir con dos requisitos copulativos: 1°. Que se trate de una materia de tributación fiscal interna, o sea, que el tributo esté establecido en beneficio fiscal y que no se refiera a operaciones de comercio exterior; quedan excluidas, en consecuencia, materias aduaneras, municipales, las corporaciones de Derecho Público (Universidades). 2°. Que de acuerdo con la ley, sean de competencia del SII: El art. 1 del Estatuto Orgánico del SII señala que son de su competencia la aplicación y fiscalización de todos los impuestos internos actualmente establecidos o que se establezcan, o de otro carácter y cuyo control no esté expresamente encomendado por la ley a otra autoridad diferente. Le corresponde además, la aplicación y fiscalización de aquellos impuestos cuyo control le encomiende la ley o una autoridad diferente. EL DERECHO TRIBUTARIO. Capitulo 1: 1.- Definiciones: Aquiles Donato Giannini: El Derecho Tributario es aquella rama del Derecho Administrativo que expone los principios y las formas relativas a la imposición y a la recaudación de los tributos y analiza las consiguientes relaciones jurídicas entre los entes públicos y los ciudadanos. Giuliani Fonrouge: El Derecho Tributario o Fiscal es la rama del Derecho Financiero que se propone estudiar el aspecto jurídico de la tributación en sus diferentes manifestaciones, como actividad del Estado, en las relaciones de éste con los particulares y las que se suscitan entre éstos últimos. Massone: El Derecho Tributario es aquella rama del derecho que regula los tributos (impuestos y tasas), así como también los poderes, deberes y prohibiciones que los complementan. 2.- Potestad Tributaria Se entiende por Potestad Tributaria, la facultad o posibilidad que tiene el Estado para establecer e imponer tributos, deberes y prohibiciones de naturaleza tributaria. También podemos señalar que dicha Potestad es la facultad que el ordenamiento jurídico le reconoce al Estado para imponer, modificar o suprimir en virtud de una ley, obligaciones de índole tributaria. De lo anterior cabe resaltar el hecho que ésta sólo se puede expresar en normas de rango legal. Dicha Potestad posee las siguientes atribuciones: es irrenunciable, abstracta, permanente e indelegable. En efecto, es irrenunciable en cuanto se encuentra reservada pare el Estado a objeto que éste cumpla con el bien común. Es abstracta, por cuanto existe con independencia a su efectivo ejercicio. Es permanente, atendido que no se extingue, ni siquiera por prescripción. Es indelegable, por cuanto su ejercicio se materializa a través de la ley, sin que sea posible que el legislador la delegue. Esta facultad la ejerce el Estado a través del Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial. En efecto, En el Legislativo se traduce en el Principio de la Legalidad del Tributo o Reserva Legal. En el ámbito del Poder Ejecutivo se vincula a través de la esfera de atribuciones que permite la Administración y Fiscalización de las normas impositivas. Además, se ejerce la Potestad Tributaria a través del Poder Judicial, en la medida que este poder del Estado es el llamado a dirimir las controversias entre el Contribuyente y la Administración. El fundamento de la Potestad Tributaria radica, principalmente, en la soberanía del Estado como asimismo, en el poder de imperio que éste ejerce, conforme al cual, y a objeto de cumplir con el deber constitucional de promover el bien común, le es dable imponer unilateralmente a los ciudadanos, tributos de carácter forzoso, en cuanto su pago será obligatorio y se sancionará su incumplimiento. Lo anterior por cuanto la existencia de todo Estado, conlleva la necesidad de proveer al mismo de los recursos necesarios en aras a que pueda cumplir sus finalidades. Es más, de conformidad a la tendencia liberal, actualmente se ha reducido su grado de intervención pública en la economía y ciertamente en la actividad empresarial, de manera que gran parte de los recursos que requieren los Estados, son obtenidos gracias a la recaudación impositiva. Por otra parte, también se puede advertir que los tributos son en sí mismos una importante herramienta para el desarrollo de ciertas finalidades. Así, a través de ellos se puede lograr incentivar o desincentivar determinadas actividades, mediante la dictación de normas de fomento o franquicias. Cabe advertir que si bien la Potestad Tributaria reconoce una serie de atribuciones, no es menos cierto que también se encuentra sometida a limitaciones de índole interna y externa. Así, internamente, existen una serie de principios jurídicos consagrados en nuestra propia Constitución que –como veremos- deberá respetar y, externamente, no podemos olvidar que dicha Potestad debe coexistir con la de los otros Estados. 3.- Fuentes del Derecho Tributario A.- La Constitución Política del Estado. Principios Constitucionales que regulan la Potestad Tributaria. a) La Legalidad de los Impuestos o Reserva Legal: Este principio se encuentra consagrado en el artículo 60 Nº14 de la Constitución, en cuanto establece que: “Sólo son materia de Ley: (…) 14) Las demás que la Constitución señale como leyes de iniciativa exclusiva del Presidente de la República”. En este contexto el Nº1 del inciso 4º del artículo 62 de nuestra Constitución agrega que: “Corresponderá, asimismo, al Presidente de la República la iniciativa exclusiva para: 1º Imponer, suprimir, reducir o condonar tributos de cualquier clase o naturaleza, establecer exenciones o modificar las existentes, y determinar su forma, proporcionalidad o progresión”. Es más, de conformidad con lo establecido en el inciso final del artículo 62 “El Congreso Nacional sólo podrá aceptar, disminuir o rechazar los servicios, empleos, emolumentos, préstamos, beneficios, gastos y demás iniciativas sobre la materia que proponga el Presidente de la República”. Conforme agrega el inciso segundo del artículo 62 “Las leyes sobre tributos de cualquier naturaleza que sean (…), sólo pueden tener su origen en la Cámara de Diputados”. Con la consagración de este principio se garantiza el derecho de propiedad, toda vez que los impuestos necesariamente implican una limitación al dominio de los particulares en favor del Estado. Es más, este Principio es sin duda uno de los de mayor relevancia dentro del contexto de un Estado de Derecho, por cuanto asegura a los particulares que toda decisión acerca de la creación, modificación, supresión o establecimiento de exenciones en relación a los tributos, deba necesariamente ser materia de Ley. De esta manera se evita que cualquier autoridad pública o ente de la Administración, arbitrariamente disponga el establecimiento de un gravamen a los particulares a través de un acto administrativo cualquiera. La Constitucionalidad de una Ley es resguardada, por el Tribunal Constitucional, de conformidad a lo previsto en el artículo 93 de nuestra Constitución, según la modificación introducida por la Ley Nº20.050 de 26.08.05. Por otra parte y de conformidad a lo preceptuado en los artículos 19 Nº20 y Nº26, 60, 61 y 62 de la propia Constitución, la legalidad comprendería todos los elementos esenciales de los impuestos, entendiéndose por tales, la determinación del hecho gravado, la determinación de los sujetos de la obligación tributaria, el procedimiento para determinar la base imponible, la tasa a aplicarse sobre la base, las exenciones, las infracciones y sanciones. En este contexto, no puede dejar de mencionarse la discusión existente en orden a si el Principio de Legalidad debe entenderse en sentido amplio o estricto. Así, para quienes lo entienden en un sentido restringido, bastaría con que la ley estableciera aquellos aspectos esenciales de la determinación de los tributos, como serían los sujetos y el hecho gravado, pudiendo quedar el resto de los aspectos en la esfera de la potestad reglamentaria. Sin embargo, no podemos olvidar que conforme al Nº26 del artículo 19 de la propia Constitución Política, la regulación, limitación o restricción de los derechos, sólo puede hacerse por ley y en aquellos casos que la misma Constitución autorice y, siendo la imposición de tributos una limitación al derecho de propiedad, no se pueden imponer condiciones, tributos o requisitos que impidan su libre ejercicio. En relación a esta discusión Evans De La Cuadra y Evans Espiñeira son de la opinión que “La Constitución Política es en extremo rigurosa en cuanto a extender el principio de legalidad tributaria a todos los elementos esenciales de la obligación, es decir, el hecho imponible definido, de manera cierta; los presupuestos del hecho a los que se atribuirá la producción del hecho imponible; los sujetos obligados al pago; el método o procedimiento para determinar la base imponible, en sus lineamientos esenciales, las alícuotas que se aplicarán para fijar el monto del tributo; los casos de exenciones; los supuestos de infracciones; las sanciones correspondientes etc. “Lo expuesto resulta del tenor de los preceptos que tienen referencia a los tributos dentro de la Carta Fundamental. “En efecto, revisando los artículos 19 Nº20, 19 Nº26, 60, 61 y 62 inciso cuarto Nº1, queda meridianamente claro que la Constitución hace reserva a una ley regularmente tramitada la creación, supresión o modificación de un tributo, como asimismo el establecimiento de exenciones y, en general, la determinación de cualquiera de los elementos que incidan en la obligación tributaria. Es más, el artículo 19 Nº20 precisa, al consagrar la igualdad en la repartición de los tributos, que estos pueden ser proporcionales, progresivos o en otra forma que la ley precise”. Otro aspecto en discusión dice relación con el establecimiento de tributos a través de la delegación legislativa, de conformidad a los decretos con fuerza de ley. Lo anterior, toda vez que conforme al artículo 32 Nº3 de la Constitución Política, es atribución especial del Presidente de la República “Dictar, previa delegación de facultades del Congreso, decretos con fuerza de ley sobre las materias que señala la Constitución”. Sobre este punto cabe advertir que “la mayor garantía para el contribuyente se logra cuando es la ley, consecuencia del concurso político de los distintos sectores representados en el parlamento, la que establece todos los elementos que integran la obligación impositiva”. Lo anterior, más aún cuando a través de esta obligación impositiva se afecta, particularmente, el derecho de propiedad, razón por la cual es necesario que su imposición esté revestida de absoluta legitimidad, que excluya la posibilidad de arbitrariedades y reconozca un mayor cumplimiento voluntario por parte de aquellos a quienes afecta. b) La Igualdad y No Discriminación Arbitraria en Materia Económica: Este principio se encuentra consagrado en las siguientes disposiciones de nuestra Constitución: Inciso 1º del artículo 19 Nº20 por cuanto señala que: “La Constitución asegura a todas las personas: La igual repartición de los tributos en proporción a las rentas o en la progresión o forma que fije la ley, y la igual repartición de las demás cargas públicas”. Inciso 1º del artículo 19 Nº22, conforme al cual se asegura a todas las personas: “La no discriminación arbitraria en el trato que deben dar el Estado y sus organismos en materia económica”. La historia fidedigna de esta norma, permite señalar que la Igualdad Tributaria no es más que una especie dentro del género de la Igualdad ante la Ley establecida en el Nº2 del Artículo 19 de la Constitución. En esta última, todas las personas son iguales, en cambio para la Ley Tributaria tal Igualdad no es absoluta sino relativa, dado que la propia Ley puede establecer discriminaciones en virtud a las distintas capacidades contributivas de las personas. En consecuencia, la Igualdad exigida por el Constituyente implica que la Ley Tributaria debe ser igual ante personas con una misma capacidad contributiva prohibiéndose toda discriminación arbitraria al respecto. Por lo anterior, en el propio número 20 del Artículo 19 se entregan ciertos criterios al legislador para establecer las discriminaciones que miran a la referida capacidad contributiva, como son “las rentas o la progresión o forma que fije la ley” Es así como conviene advertir que no existe discriminación cuando la ley establece beneficios especiales para determinadas regiones del país, por cuanto se garantiza la igualdad de condiciones de dichos beneficios, para todos quienes desarrollen estas actividades. Del mismo modo, la ley puede establecer distintos gravámenes atendiendo por ejemplo, al origen de las rentas. Así, normalmente se distingue entre rentas del capital y rentas del trabajo, existiendo un trato más beneficioso para estas últimas. En palabras de Pedro Massone, “Ya no se trata (…) de una igualdad ante el impuesto, sino de una igualdad a través del impuesto”. Lo anterior por cuanto el Principio de la Igualdad, no se refiere a una igualdad en términos numéricos, sino más bien se trata de asegurar el mismo tratamiento tributario a quienes se encuentren en situaciones similares, lo que no obsta a que el legislador pueda formar distintas categorías para los efectos de distribuir la carga impositiva entre los diferentes contribuyentes, por ejemplo, de acuerdo a su capacidad contributiva o al origen de sus rentas. De manera tal que la ley tributaria debe aplicarse respecto de todos aquellos contribuyentes que se encuentren en la situación que describe la ley, lo que conlleva a que los tributos sean pagados por todos quienes se encuentren en una situación objetivamente planteada. Ello, claro está sin perjuicio de las exenciones que se adopten por el legislador, conforme a circunstancias de orden económico, político y social que tiendan a una mayor justicia social o a fomentar el desarrollo de determinadas actividades. A este respecto cabe precisar que, en todo caso, el establecimiento de exenciones se encuentra expresamente consagrado en los artículos 19 Nº22 y 62 de la propia Constitución. Así, la primera de estas disposiciones establece que “Sólo en virtud de una ley y siempre que no signifique tal discriminación (arbitraria), se podrán autorizar determinados beneficios directos o indirectos, a favor de algún sector, actividad o zona geográfica, o establecer gravámenes especiales que afecten a unos u otros.”. Y por su parte, tal como hemos visto, el Nº1 del inciso 4º del artículo 62 reconoce en el Presidente de la República, la iniciativa exclusiva, entre otras materias, para establecer exenciones o modificar las existentes. c) La No Afectación: De conformidad a lo previsto en los incisos 3º y 4º del artículo 19 Nº20 de la propia Constitución: “Los tributos que se recauden, cualquiera que sea su naturaleza, ingresarán al patrimonio de la Nación y no podrán estar afectos a un destino determinado. “Si embargo, la ley podrá autorizar que determinados tributos puedan estar afectos a fines propios de la defensa nacional. Asimismo podrá autorizar que los que gravan actividades o bienes que tengan una clara identificación regional o local puedan ser aplicados, dentro de los marcos que la misma ley señale, por las autoridades regionales o comunales para el financiamiento de obras de desarrollo”. A este respecto cabe recordar que los tributos tienen por finalidad la satisfacción de las necesidades sociales o públicas y, en tal sentido existe una total independencia entre la obligación de pago y el destino que se les dará por la autoridad a los recursos obtenidos por medio de su recaudación. En otra palabras, la imposición de tributos constituye un gravamen que se exige para cubrir los gastos generales del Estado, por el cual el deudor o contribuyente recibe un beneficio indeterminado, en iguales términos a aquel que reciben los demás habitantes del país. En definitiva, no existe una equivalencia en las prestaciones que el impuesto importa, toda vez que al momento en que se paga el impuesto, el Estado no otorga una contraprestación que se mire en términos equivalentes. d) La Justicia Tributaria o No Confiscatoriedad: En relación a este principio el inciso 2º del artículo 19 Nº20 de la Constitución Política señala que: “En ningún caso la ley podrá establecer tributos manifiestamente desproporcionados o injustos”. Cabe enfatizar que la norma señala que no se pueden establecer tributos “manifiestamente” desproporcionados, dejando de esta manera abierta la posibilidad que en cada caso concreto se pueda realizar un estudio de la situación por nuestros tribunales. Sin perjuicio de lo cual, desde ya podemos señalar que un tributo será manifiestamente desproporcionado o injusto cuanto afecta la esencia del derecho de propiedad, o bien, cuando impide el desarrollo o ejercicio de una lícita actividad económica. Como ya se ha manifestado los tributos constituyen una limitación al derecho de propiedad, situación que se justifica atendido el fin social que está llamado a cumplir el Estado por mandato de la propia Constitución. Sin embargo y conforme lo previsto en el artículo 19 Nº20 inciso 2º de nuestra Carta Fundamental, los tributos no pueden revestir el carácter de expropiatorios o excesivos de manera tal que lleguen a afectar la esencia del derecho de propiedad. En otras palabras, un tributo será confiscatorio cuando lesiona el Derecho de Propiedad, esto es, cuando el monto de su tasa es irrazonable, lo que origina un cercenamiento del derecho mismo o de cualquiera de sus atributos. Así por ejemplo, cuando el tributo equivale a una parte significativa del capital, renta o utilidad. También podemos señalar que la ley incurriría en este vicio cuando establece una carga impositiva notoriamente desproporcionada en razón del valor del bien respectivo o de la utilidad que éste le reporta al contribuyente. B.- La Ley. Efectos de la Ley Tributaria. Desde ya cabe advertir que en virtud del Principio de Legalidad consagrado en nuestra Constitución, la Ley es la fuente por excelencia del Derecho Tributario, en razón de ello a continuación analizaremos sus efectos tanto en el territorio como en el tiempo. a) En cuanto al Territorio: Rige el principio de la Territorialidad, es decir, la ley tributaria, grava los bienes, hechos o actividades que se encuentran ubicados o se realizan, en el territorio nacional. A este respecto, si bien no existe una norma general que reconozca este principio, la consagración del mismo, se manifiesta tanto en la Ley de Impuesto a la Renta, como en la Ley del IVA. En efecto, a.1) El artículo 3 de la Ley de la Renta, establece que “toda persona domiciliada o residente en Chile, pagará impuestos sobre sus rentas de cualquier origen, sea que la fuente de entradas esté situada dentro del país o fuera de él, y las personas no residentes en Chile estarán sujetas a impuesto sobre sus rentas cuya fuente esté dentro del país.” Por excepción, el mismo artículo señala que “… el extranjero que constituya domicilio o residencia en el país, durante los tres primeros años contados desde su ingreso a Chile sólo estará afecto a los impuestos que gravan las rentas obtenidas de fuentes chilenas.” La excepción a la regla la encontramos en lo dispuesto en el artículo 59 Nº2 de la Ley de Impuesto a la Renta, en cuanto grava con impuesto adicional, la remuneración que se paga a un extranjero, que no tiene domicilio ni residencia en Chile, por servicios prestados en el extranjero. Lo anterior, por cuanto la empresa chilena puede rebajar como gasto la referida remuneración en la determinación de su renta líquida. De conformidad a las normas citadas anteriormente cabe recordar los siguientes conceptos: domicilio y residencia. En efecto, en relación al domicilio, por no existir definición en nuestra legislación tributaria, es necesario remitirnos al Código Civil, en donde se define como “la residencia acompañada real o presuntivamente del ánimo de permanecer en ella”. Por su parte, el artículo 8 Nº8 del Código Tributario, entiende por residente a “toda personas natural que permanezca en Chile más de seis meses en un año calendario, o más de seis meses en total, dentro de dos años tributarios consecutivos.” En este ámbito también cabe señalar lo dispuesto en el artículo 4 de la Ley de la Renta en cuanto señala que “La sola ausencia o falta de residencia en el país no es causal que determine la pérdida de domicilio en Chile, para los efectos de esta ley. Esta norma se aplicará, asimismo, respecto de las personas que se ausenten del país, conservando el asiento principal de sus negocios en Chile, ya sea individualmente o a través de sociedades de personas.” Necesario es agregar que de acuerdo a lo expuesto, tratándose de personas no domiciliadas ni residentes en el país, la Ley grava sus rentas de fuente chilena y, conforme al artículo 10 de la Ley de la Renta “son rentas de fuente chilena, las que provengan de bienes situados en el país o actividades desarrolladas en él cualquiera que sea el domicilio o residencia del contribuyente”. a.2) Por otra parte los artículos 4 y 5 del DL 825 consagran el Principio de la Territorialidad en materia de IVA. Así, la primera disposición grava “las ventas de bienes corporales muebles e inmuebles ubicados en el territorio nacional, independientemente del lugar en que se celebre la convención respectiva”. Tratándose de los servicios, el artículo 5 de dicho cuerpo legal agrega que, se gravarán los servicios “prestados o utilizados en el territorio nacional, sea que la remuneración correspondiente se pague o perciba en Chile o en el extranjero. “Se entenderá que el servicio es prestado en el territorio nacional cuando la actividad que genera el servicio es desarrollada en Chile, independientemente del lugar donde éste se utilice”. b) En cuanto al Tiempo: Rige el principio de Irretroactividad de la Ley Tributaria. En efecto, el artículo 3 del Código Tributario establece que “En general, la ley que modifique una norma impositiva, establezca nuevos impuestos o suprima uno existente, regirá desde el día primero del mes siguiente al de su publicación. En consecuencia, sólo los hechos ocurridos a contar de dicha fecha estarán sujetos a la nueva disposición”. Lo anterior, se encuentra en plena armonía con lo dispuesto en nuestro derecho común, particularmente, con lo establecido en el artículo 9 del Código Civil en cuanto establece que “La ley sólo puede disponer para el futuro, y no tendrá jamás efecto retroactivo”. Sin embargo, el propio artículo 3 del Código Tributario establece excepciones a la regla general enunciada. A saber: Tratándose de infracciones y sanciones “se aplicará la nueva ley a hechos ocurridos antes de su vigencia, cuando dicha ley exima tales hechos de toda pena o se les aplique una menos rigurosa”. En lo que respecta a los impuestos anuales se establece que la ley que modifique la tasa de los mismos o los elementos que sirven para determinar la base de ellos “entrará en vigencia el día 1º de Enero del año siguiente al de su publicación y los impuestos que deban a contar de dicha fecha quedarán afecto a la nueva ley”. Finalmente, en lo que refiere a la tasa del interés moratorio, ésta “será la que rija al momento del pago de la deuda a que ellos accedan, cualquiera que fuere la fecha en que hubieren ocurrido los hechos gravados”. En todo caso, cabe precisar que las normas relativas a las vigencia de las leyes tributarias, ya referidas, tienen una aplicación subsidiaria, sólo para el evento que la ley no señale una fecha para la entrada en vigor de sus disposiciones. Es más, tratándose de materias de índole tributaria que no estén comprendidas en las disposiciones ya referidas del propio Código Tributario, debe recurrirse a los artículos 6 y 7 del Código Civil, según los cuales la ley no obliga sino una vez promulgada en conformidad a la Constitución Política del Estado y publicada insertándose en el Diario Oficial, fecha desde la cual, se entenderá conocida por todos y será obligatoria. A menos que la propia ley establezca reglas diferentes en cuanto a su publicación y a la fecha de entrada en vigencia. En todo caso cabe señalar que el principio de irretroactividad consagrado en el artículo 3 del Código Tributario, sólo tiene rango legal, y nada impide que el legislador dicte leyes que tengan efecto retroactivo, dado que la nueva ley prima sobre la antigua, inclusive en materia tributaria, sin embargo, siempre deberá considerarse como límite el respeto a la Propiedad Privada. Lo anterior, considerando que la protección al derecho de propiedad consagrado en el artículo 19 Nº24 de la propia Constitución hace improcedente la dictación de una ley con efecto retroactivo que implique el menoscabo a un derecho legalmente adquirido. Por otra parte, en lo concerniente a la vigencia de las leyes procedimentales de índole tributario, cabe advertir que éstas debieran aplicarse en forma inmediata, sin perjuicio que los plazos que hubieren comenzado a correr y las actuaciones y diligencias ya iniciadas, debieran regirse por la ley vigente al tiempo de su iniciación, aunque durante su transcurso se hubiere dictado una nueva ley que modifique la anterior. Lo expuesto no viene a ser sino una aplicación de lo establecido en la Ley sobre Efecto Retroactivo de las Leyes, cuerpo normativo que en su artículo 24 establece que “Las leyes concernientes a la substanciación y ritualidad de los juicios prevalecen sobre las anteriores desde el momento en que deban empezar a regir. Pero los términos que hubiesen empezado a correr y las actuaciones y diligencias que ya estuvieren iniciadas se regirán por la ley vigente al tiempo de su iniciación”. C.- La Potestad Reglamentaria: Sólo en cuanto las normas dictadas por el ejecutivo tienen por objeto complementar y regular la aplicación de la Ley Tributaria, sin que puedan restringirla o ampliarla conforme al referido Principio de Legalidad. A este respecto cabe agregar que de conformidad a lo establecido en el artículo 32 Nº8 de nuestra Constitución Política, “Son atribuciones especiales del Presidente de la República: (…) Ejercer la potestad reglamentaria en todas aquellas materias que no sean propias del dominio legal, sin perjuicio de la facultad de dictar los demás reglamentos, decretos e instrucciones que crea convenientes para la ejecución de las leyes”. A este respecto cabe recordar que, entre los más importantes reglamentos dentro de esta materia encontramos el Reglamento de la Ley sobre Impuesto a las Ventas y Servicios. D.- Circulares, Oficios y otros documentos emanados del Servicio de Impuestos tributaria y, si bien no son una fuente directa del Derecho Tributario, su importancia radica en lo dispuesto en el artículo 26 del Código Tributario, conforme al cual, no procede el cobro con efecto retroactivo de impuestos, cuando el contribuyente se haya ajustado de buena fe a una determinada interpretación de las leyes tributarias, sustentada por la Dirección o las Direcciones Regionales a través de circulares, dictámenes, informes u otros documentos oficiales, destinados a impartir instrucciones a los funcionarios del Servicio o a ser conocidos de los contribuyentes en general o de uno o más de éstos en particular. Sin embargo, cabe señalar que la propia norma establece una presunción de derecho acerca del conocimiento de nuevas interpretaciones administrativas, cuando éstas son publicadas en el Diario Oficial. En relación a esta norma conviene advertir que, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 6, letra A, Nº1 del Código Tributario, corresponde al Director Nacional del administrativamente las Servicio de disposiciones Impuestos tributarias, Internos, fijar “Interpretar normas, impartir instrucciones y dictar órdenes para la aplicación y fiscalización de los impuestos”. Por su parte, de acuerdo al Nº1 de la letra B del mismo artículo, a los Directores Regionales en la jurisdicción de su territorio, les corresponde “Absolver las consultas sobre la aplicación e interpretación de las normas tributarias”. Sin embargo, de acuerdo al inciso final del citado artículo “en el ejercicio de sus funciones, deberán ajustarse a las normas e instrucciones impartidas por el Director”. Por otra parte, cabe precisar que conforme lo establece el inciso 4º del artículo 126 del Código Tributario, no son reclamables, las circulares o instrucciones impartidas por el Director Nacional o por los Directores Regionales a sus funcionarios, como tampoco, las respuestas dadas por ellos –o por otros funcionarios del Servicio- a consultas generales o particulares que se les formulen sobre la aplicación o interpretación de las leyes tributarias Capítulo II Los Tributos. A) Definiciones: Giannini: Son los ingresos del Estado percibidos en virtud de su facultad de imperio. B) Características de los Tributos: 1. Son prestaciones obligatorias, ya que no nacen de la voluntad de las partes, sino de la imposición del Estado a través de la ley. 2. En ellos el Estado actúa como autoridad y hace uso de su poder coercitivo. 3. Estas prestaciones se efectúan, por regla general, en dinero, pero no es forzoso que así sea. En Chile todos los tributos son en dinero y no hay pagos en especie. En México, en cambio, el impuesto a la minería se paga entregando una parte de la producción al Estado. C) Fines u objetivos de los tributos: Doctrinariamente se persiguen tres objetivos: 1. Fin Fiscal: Es decir, financiar los gastos públicos. En Chile los tributos financian aproximadamente el 70 % del presupuesto nacional. 2. Fin Económico: Sirven como elementos de política económica para obtener objetivos de este carácter. Por ejemplo: para proteger la producción nacional hay que establecer tributos aduaneros altos; se pueden aumentar los tributos al consumo si se pretende disminuir el gasto privado. 3. Fin Social: Propende a una mejor distribución de la renta nacional. Los tributos sirven para que las personas que más ganan tributen más, de tal forma que el Estado pueda administrar estos recursos para favorecer a los sectores de menores ingresos. Al respecto la ciencia económica señala que la redistribución tiene dos caminos: a) Redistribución primaria: Se efectúa naturalmente a través de los ingresos por parte de las personas, de acuerdo a sus capacidades y potencialidades. b) Redistribución secundaria: La efectúa el Estado, principalmente a través del gasto social, el que se financia afectando en mayor medida a las personas de más altos ingresos y desgravando o eximiendo a los sectores de más bajos ingresos. CAPITULO III Los Impuestos . 1.- Definiciones: Giuliani Fonrouge: Son impuestos las prestaciones en dinero o en especie exigidas por el Estado, en virtud de su facultad de imperio a aquellos que se encuentran en las situaciones señaladas por la ley. Felipe Herrera: Impuesto es la prestación monetaria de carácter indivisible, recabada por el Estado compulsivamente de acuerdo a reglas fijas, para financiar intereses de carácter general. Manuel Matus B.: Es la cuota de las rentas privadas que el Estado exige en uso de su poder coercitivo sin ofrecer un servicio o prestación personal en el momento del pago, y que está destinado a financiar sus egresos y obtener finalidades económico sociales o de carácter nacional, conjuntamente con el fin fiscal o financiero, o con prescindencia de éste. 2.- Características de los Impuestos: 1. Es una prestación monetaria , ya que en Chile la economía y por ende, el sistema impositivo, es de carácter monetario o dinerario. Por esta razón en Chile la prestación se efectúa siempre en dinero. 2. Tiene carácter indivisible , porque los impuestos están destinados a satisfacer gastos que tienen por objeto procurar beneficios a la colectividad en general. Los impuestos deben ser pagados íntegramente, incluidos sus reajustes. Nadie puede pretender que porque no ocupa los servicios que brinda el Estado, no paga los impuestos o sólo paga una parte de ellos. 3. La prestación es recabada por el Estado de los particulares . La definición señala cuáles son las partes en el impuesto. El Estado es el sujeto activo o acreedor y el contribuyente es el sujeto pasivo o deudor. 4. Establecido el monto del impuesto, éste puede ser exigido compulsivamente , es decir, siendo el impuesto una obligación de carácter legal, su incumplimiento genera el cobro forzado de la prestación; para lo cual existen procedimientos específicos que otorgan al Estado las facilidades necesarias para procurarse judicialmente la obtención de estos recursos en forma compulsiva. 5. Los impuestos se rigen por reglas fijas , es decir, los impuestos están establecidos en disposiciones constitucionales y legales preestablecidas y aprobadas por los órganos correspondientes, de tal manera, que dichas normas impiden que se puedan cometer arbitrariedades y abusos en el establecimiento, modificación y cobro de los impuestos. 6. Los impuestos están destinados a financiar servicios del Estado de interés general . Esto significa, que el producto de lo recaudado en impuestos se destina al fondo general de la nación y sólo puede ser gastado en fines generales y nunca en fines específicos o especiales. El principio que rige esta materia se denomina de la “no afectación de los t ributos” y está consagrado en la Constitución Política. En la Constitución de 1925 no existía este principio. 3.- Clasificación de los impuestos: i.- Impuestos Directos e Indirectos. Criterios: a) Según la recaudación o criterio administrativo: · Son impuestos directos aquellos que se recaudan en virtud de listas o roles, de manera que se conoce a las personas obligadas a pagarlo. Por ejemplo: Impuesto Territorial. · Son impuestos indirectos los que se recaudan en virtud de ciertos actos del contribuyente. No existen nóminas, de modo que se desconoce quiénes pagarán y la forma en que lo harán. Por ejemplo: Impuesto a las ventas y servicios. b) Según el proceso de traslación o incidencia: · Son impuestos directos aquellos que recaen sobre los contribuyentes que la ley señala, que sufren el gravamen del tributo y que no pueden traspasar dicha carga a terceras personas. Por ejemplo: Impuesto a la renta; impuesto a las herencias, asignaciones y donaciones; impuesto territorial; impuesto de timbres y estampillas. · Son impuestos indirectos aquellos que se adelantan en su pago por los contribuyentes que la ley señala, pero que en definitiva gravan a consumidores posteriores a los primeros. Por ejemplo: Impuesto a las ventas y servicios. c) Según la forma en que se gravan los patrimonios: · Son impuestos directos los que gravan de un modo directo e inmediato la renta, patrimonio o fortuna de una persona. Por ejemplo: Impuesto a la renta. · Son impuestos indirectos aquellos que gravan el gasto de la renta o el empleo de los patrimonios, o sea, aquellos que recaen sobre actos de consumo. Por ejemplo: Impuesto a las ventas y servicios. En el caso del impuesto a la renta y del impuesto a las ventas y servicios, hay una doble tributación, porque se grava cuando la renta ingresa entra al patrimonio (impuesto a la renta) y se grava cuando la renta sale del patrimonio (Impuesto a las ventas y servicios). Por eso se sostiene que el IVA es un impuesto a la renta. ii.- Impuestos Reales y Personales. Atendiendo a la fuente de los ingresos: · Son Impuestos Reales aquellos que se determinan de acuerdo con las condiciones de la materia imponible, sin tomar en cuenta las circunstancias personales del contribuyente. Ejemplos: Impuesto Territorial, Impuesto de Timbres y Estampillas, Impuesto a las ventas y Servicios. · Son Impuestos Personales aquellos que se determinan teniendo en cuenta las condiciones específicas de cada contribuyente, o las condiciones individuales de las que depende la capacidad contributiva del contribuyente, por ejemplo, las cargas de familia. Ejemplos: Impuesto Global Complementario; Impuesto a las Herencias, Asignaciones y Donaciones. iii.- Impuestos Proporcionales y Progresivos. Atendiendo a la naturaleza de las tasas. · Son Impuestos Proporcionales aquellos en que la tasa para el cálculo del impuesto permanece siempre fija y, en consecuencia, es igual para todos. Ejemplo: Impuesto a las ventas y servicios. · Son Impuestos Progresivos aquellos en que la tasa varía creciendo en relación con el aumento del monto imponible. La progresividad puede ser simple o por tramos. Es simple cuando a un determinado monto de base imponible se le va aumentando la tasa en la medida en que aumenta la base. El impuesto es progresivo por tramos cuando se establece una escala de bases imponibles, correspondiendo a cada una de ellas la correspondiente tasa. Se ubica la base y se va aplicando a cada uno de los tramos la correspondiente tasa. Ejemplo: En Chile no hay impuestos progresivos simples. Progresivos por tramos encontramos: Impuesto Global Complementario; Impuesto Único de los trabajadores del artículo 42 N° 1 de la Ley de la Renta; Impuesto a las Herencias, Asignaciones y Donaciones. Simplemente Progresivos $10.000 x 10% = $ 1.000 $ 10.001 – 100.000 x 20% = $ 20.000 100.001 – 1.000.000 x 30% = $ 300.000 Progresivo por tramos x 10% = $ 1.000 x 20% = $ 18.000 + x 30% = $ 270.000 Total a pagar = $ 289.000 iv.- Impuestos Únicos e Impuestos Múltiples. Según la cantidad de fuentes únicas: · Son Impuestos Únicos aquellos que gravan una sola fuente de recursos y no admiten otro impuesto. Ejemplos: Impuesto a las Ganancias de Capital del artículo 17 N°8 de la Ley de la Renta, Impuesto a los Premios de Lotería, Impuesto único a los trabajadores. · Son Impuestos Múltiples aquellos que gravan diversos tipos de recursos y que admiten gradaciones y otros impuestos. Ejemplos: Impuesto de 1ra y 2da Categoría a la Renta que además pueden ser gravados en el Impuesto Global Complementario o el adicional en su caso, Impuesto a las Bebidas Alcohólicas y Analcohólicas que se gravan además con el IVA. Además de estos impuestos, debe mencionarse a los impuestos sustitutivos. Impuestos sustitutivos son aquellos que se aplican en reemplazo de un impuesto de carácter general, atendidas las condiciones especiales de los contribuyentes a los que afecta. Ejemplo: El Impuesto Sustitutivo de los pequeños contribuyentes señalados en el artículo 22 de la Ley de la Renta. Los impuestos sustitutivos tienen también el carácter de únicos, o sea, no admiten otro impuesto. CAPITULO IV Teoría General de los Impuestos. Es un conjunto de principios o postulados de carácter económico, jurídico, financiero y administrativos que han sido doctrinariamente elaborados. Son de carácter general y no aluden a ningún impuesto específico. A.- Principios Jurídicos: Se constituyen con el objeto de que los impuestos sean justos, que con su aplicación se produzca equidad, evitando tratos preferentes, o situaciones que perjudiquen o beneficien a determinados sectores. Los principios jurídicos han sido consagrados, por regla general, en textos legales y son; a saber: 1.- Principio de la Legalidad de la Imposición: Se refiere en que para que se establezca un tributo, éste debe estar consagrado en una ley. “Sin Ley No Hay Tributo”. De tal manera, que la ley debe establecer la forma, extensión, monto y medida en que se recaudarán las prestaciones de los contribuyentes. En Chile, este principio está consagrado de manera oblicua, al contrario de lo que sucedía antes de la Constitución Política de 1980. En la Constitución política de 1925 se fijaba, con precisión, en el art. 22 N° 1 que era materia de ley: “los tributos que debían afectar a la ciudadanía”. La constitución de 1980 establece el Principio de la Legalidad de la Imposición de la siguiente forma en el art. 60 N° 14: “Sólo son materias de ley las demás que la Constitución señale como leyes de iniciativa exclusiva del Presidente de la República”. Por su parte el art. 62 inciso 4° N° 1 señala: “Corresponderá, asimismo, al Presidente de la República la iniciativa exclusiva para imponer, suprimir, reducir o condonar tributos de cualquier clase o naturaleza, establecer exenciones o modificar las existentes, y determinar su forma, proporcionalidad o progresión”. Además los proyectos de ley tienen como cámara de origen la Cámara de Diputados (art. 62 inciso 2 CPR). En directa relación con el principio de legalidad de la imposición, se examina el art. 19 n° 20 CPR, que establece el principio de la no afectación de los tributos. Esto significa, que por disposición constitucional, los productos o recaudación de los tributos deben ser destinados a fondos generales de la nación para ser gastados en los fines señalados en la ley de presupuesto de la Nación. No puede existir un tributo que favorezca a determinada actividad o a un grupo específico de contribuyentes. 2.- Principio de la Igualdad de las Partes frente a los Impuestos: Establece que, tanto el Fisco como los contribuyentes deben actuar en igualdad de condiciones frente a la relación jurídica derivada del impuesto. Para poder cumplir con este principio, se reconoce: a) Existencia de organismos jurisdiccionales que resuelvan el conflicto con imparcialidad. b) Existencia de procedimientos procesales preestablecidos que den garantías a los litigantes (contribuyentes y Fisco) de una acertada administración de justicia. En Chile ninguno de estos principios se cumple. El SII controla todas las operaciones e inversiones que realizan las personas naturales y jurídicas en Chile. En materia de tribunales tributarios, la primera instancia de la reclamación del contribuyente en contra del Servicio de Impuestos Internos es conocida y fallada por el director regional del mismo SII que fiscalizó y determinó los impuestos que el contribuyente supuestamente está debiendo. El art. 6 letra b) N° 8del Código Tributario, constituye en tribunal de primera instancia a este funcionario, pero también lo transforma en juez y parte. A mayor abundamiento, el SII, por la vía administrativa, dictando resoluciones y órdenes de este carácter ha creado los denominados Tribunales Tributarios, y en virtud de la facultad que le otorga el art. 6 letra b) N°7 al director regional de delegar sus funciones en otros funcionarios, ha nombrado como jueces tributarios a funcionarios distintos de él, que firman sus resoluciones y sentencias con la frase: “Por orden del Director Regional”. Esta situación fue establecida en 1989 y se mantiene hasta la fecha. Un fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago de octubre de 2002 resolvió la nulidad de un reclamo tributario, por estimar – la Corte- que el tribunal establecido por medio de esta delegación carecía de potestad para ejercer la función jurisdiccional, toda vez que, ella sólo puede emanar de la ley y, además, dicha facultad jurisdiccional de los jueces es indelegable. De esta forma el director regional del SII sólo puede delegar en otros funcionarios sus facultades administrativas, pero jamás las jurisdiccionales. A parte de que los tribunales son juez y parte, carecen de independencia, ya que el art. 6 letra b), después de enunciar todas las facultades del director regional, además de resolver las reclamaciones que presenten los contribuyentes, ordena que los directores regionales en el ejercicio de sus funciones deberán ajustarse a las normas e instrucciones dictadas por el director nacional del SII, de modo que, el director regional actuando como juez, no puede fallar distinto de lo que le ordene su superior. En cuanto a los procedimientos tributarios existen también diversos reparos que atentan contra el principio de la igualdad de las partes, como por ejemplo el art. 70 de la Ley de Impuesto a la Renta que establece la presunción de que toda persona disfruta de una renta equivalente a sus gastos de vida y de los que viven a sus expensas, con lo que se invierte el peso de la prueba, lo que se opone al art. 1698 del Código Civil. En materia tributaria, el SII tiene conocimiento del sumario en el proceso penal. La fianza es de un 30% del valor de los impuestos adeudados y reajustados según la tasación que haya efectuado el SII. 3.- Principio de la Igualdad de los Habitantes ante el Impuesto: Consiste en que los impuestos deben significar iguales sacrificios económicos para todos los contribuyentes. En Chile este principio está consagrado en el art. 19 N° 20 de la CPR que señala: “La Constitución asegura a todas las personas la igual repartición de los tributos en proporción a las rentas o en la progresión que fije la ley, y la igual repartición de las demás cargas públicas”. Para lograr este principio se recomienda: a) Al establecerse los impuestos no debe vulnerarse la capacidad tributaria del contribuyente. Esta capacidad tributaria consiste en la aptitud que posee una persona para soportar el peso de los impuestos sin que se vea afectada la satisfacción de sus necesidades esenciales. b) Debe existir un mínimo exento de imposiciones, es decir, la ley debe dejar de afectar una parte de la cuantía de la renta de una persona para que ésta pueda solventar sus necesidades esenciales. Ejemplo: En Chile existe una renta exenta equivalente a 13,5 U.T.M. (Aproximadamente $ 497.650 pesos). c) Debe haber un predominio de los impuestos personales, o sea, el sistema tributario debe privilegiar aquellos impuestos que consideran las condiciones individuales de cada persona para gravarlo. d) Se recomienda la progresividad de las tasas de los impuestos, de manera que éstas crezcan en proporción del aumento de la base imponible, con esto, los que ganan más, pagan más. e) Se debe conceder un trato tributario más favorable a aquellas rentas que provienen del trabajo dependiente y afectar más a las que provienen del capital. Esto a raíz de las siguientes razones: Porque las rentas del trabajo son más inestables, ya que las personas se enferman, quedan cesantes, etcétera. Porque las personas que obtienen rentas del capital tienen, por lo general, capacidad de trabajo. f) Se recomienda un predominio de los impuestos directos por sobre los indirectos: En Chile la mayor recaudación viene del IVA, que es un impuesto indirecto. 4.- Principio de la Generalidad de la Imposición: Deben pagar impuestos todas las personas que viven en un Estado determinado y no deben existir grupos privilegiados. Se acepta este principio con el de la igualdad de los habitantes ante el impuesto. B.- Principios Económicos de la Imposición: Los principios económicos de la imposición son los postulados que tienen por objeto esencial que la aplicación de los impuestos no produzcan obstáculos en el desenvolvimiento de las actividades económicas nacionales y evitar las distorsiones en los efectos y objetivos de la imposición. Entre los muchos principios de este tipo que existen mencionaremos dos: 1. Elección de la Fuente Imponible: Es la manifestación de riqueza o de poder contributivo que el Estado elige para gravarlo con impuesto. En Derecho Tributario corresponde al concepto de hecho gravado y responde a la pregunta ¿Sobre qué recae el impuesto? La elección de la fuente imponible es de carácter esencialmente económico, pero también político; toda vez, que el Estado debe escoger cuál va a ser el hecho o acto que va a dar origen a un tributo. En un principio sólo se gravaba la renta y el capital, pero en la actualidad hay nuevos hechos gravados, tales como los actos jurídicos, producción y consumo de bienes y servicios, etcétera. 2. Forma en que jurídicamente o de hecho se reparte la carga tributaria en las economías privadas: El problema consiste en que el Estado al establecer un impuesto, junto con elegir la fuente imponible, señala también quiénes son los contribuyentes que deben soportar la carga económica que el impuesto supone, lo que normalmente se efectúa en la propia ley que establece el impuesto. Dicha ley indica con precisión cuáles son las personas obligadas a enterar en arcas fiscales el monto del tributo. Sin embargo, en la práctica, no siempre hay coincidencia entre la intención del Estado de gravar a determinadas personas y la aplicación práctica que se hace de la ley, ya que muchas veces las personas que deben quedar gravadas evitan que el tributo afecte su patrimonio. Cuando esto se produce, se desvirtúa todo el sistema de la política impositiva, lo que tiene como consecuencia graves efectos en la economía nacional. De ahí la importancia del estudio de estos aspectos que comprenden diversos fenómenos; a saber: a) Impacto o Percusión: Cuando la ley establece impuestos, señala con precisión cuál es la persona que debe pagarlos, el que se llama Sujeto Pasivo de la Obligación Tributaria o Contribuyente de Iure o de Derecho. Cuando el sujeto pasivo de iure paga efectivamente el impuesto se produce el Impacto o Percusión. Para Paolinelli, Impacto o Percusión es el proceso legal y económico en virtud del cual el contribuyente de Derecho paga el impuesto a que la ley lo obliga. b) Traslación: El contribuyente de Derecho puede conformarse con pagar el impuesto, pero también puede tratar de recuperar lo pagado, pasando el gravamen a otra persona; por ejemplo recargando costos, o aumentando aranceles, aumentado rentas de arrendamiento, etcétera. Concepto: Traslación es el procedimiento en virtud del cual la persona que ha sufrido el impacto o percusión, traspasa todo o parte del gravamen económico a otra u otras personas. La traslación puede ser legal o de hecho. Es legal cuando la autoriza la ley, como ocurre, por ejemplo, con el IVA. Es de hecho cuando se efectúa al margen de la ley o en contravención a ella. c) Incidencia: Es el peso real y efectivo que una economía soporta derivada del pago de impuestos al no poder trasladarlos. La incidencia la sufre, en definitiva, quien soporta el gravamen. El contribuyente incidido se denomina “contribuyente de hecho o de facto”. En el IVA el contribuyente de derecho es el vendedor o prestador de servicios y el contribuyente de facto es el comprador o quien usa el servicio. Sólo se produce la separación en el caso de traslación. d) Evasión: Es el fenómeno que consiste en sustraerse del pago de los impuestos. Consecuencias: 1) No ha impacto ni percusión y se alteran las finalidades perseguidas por la imposición. 2) Hay violación de leyes tributarias que se castigan con: Sanciones pecuniarias: multas, comisos, clausuras, etcétera. Penas corporales: presidio, reclusión, etcétera. 3) La evasión es grave, porque: Altera el cálculo de ingresos y gastos del Estado y el presupuesto general de la Nación. Obliga a establecer nuevos impuestos o a aumentar las tasas de los ya existentes. Se afecta más a quienes, por la naturaleza de sus ingresos, no pueden evadir. Es injusto para los contribuyentes cumplidores, porque los evasores obtienen beneficios económicos indebidos y los cumplidores deben pagar las consecuencias. e) Elución: Consiste en evitar el pago de los impuestos mediante el uso de mecanismos lícitos que no fueron contemplados por el legislador en las disposiciones tributarias. En otras palabras, consiste en aprovechar los vacíos de la ley para evitar el pago de los tributos. A esto se le denomina “Planificación Tributaria”. C.- Principios Financieros de la Imposición: Son recomendaciones de carácter general que tienden a asegurar al Estado un adecuado rendimiento de su sistema impositivo. ANALISIS: 1. Suficiencia en el rendimiento de los impuestos: consiste en que los impuestos deben ser capaces de cubrir todos los ingresos que se requieren para financiar el presupuesto de un periodo financiero. Si ello se logra, se dice que se ha logrado el equilibrio presupuestario. 2. Elasticidad en el sistema tributario: Los impuestos que componen el sistema tributario deben ser capaces de adaptarse rápidamente a las variaciones que el Estado pueda experimentar en sus necesidades de ingresos. Para estos efectos se recomienda la movilidad de las tasas, la reajustabilidad del sistema tributario que se conoce como ajustes integrales por inflación o corrección monetaria, como también que los impuestos se determinen por rentas efectivas determinadas por contabilidad y no por presunciones. 3. Estabilidad del sistema tributario: Deben evitarse las continuas modificaciones de los impuestos, los que deben ser lo más estables posibles. Los cambios constantes desorientan a los contribuyentes y desalientan las inversiones. 4. Simplicidad del sistema tributario: Para que los impuestos sean simples, deben cumplirse, a lo menos, tres recomendaciones: a) Evitar la multiplicidad tributaria: ya que cuando existen muchos impuestos hay también muchas dificultades en la fiscalización, pago y cobro de ellos, y también se pueden producir duplicidades en el pago de los tributos. b) Simplificar la administración: en base a normas sencillas y expeditas que hagan fácil al contribuyente cumplir sus obligaciones tributarias. c) Que exista un orden legislativo: es decir, que las leyes sean claras e inteligibles y que haya también uniformidad en su interpretación, todo lo cual evita la evasión de los impuestos. D.- Principios Administrativos de la Imposición: Fueron los primeros en formularse, siendo su autor Adam Smith (“La riqueza de las naciones”) y tuvieron por objeto conciliar en forma equitativa los intereses del Estado y de lo particulares. Se señala: 1. Los impuestos deben ser justos: Los contribuyentes deben tributar de acuerdo a su capacidad tributaria. 2. Los impuestos deben ser ciertos: Las leyes que establezcan impuestos deben fijar con precisión el tiempo del pago, el modo de pago y la cantidad a pagar; todo lo cual debe conocer el contribuyente anticipadamente. 3. Los impuestos deben ser cómodos: Deben recaudarse en el tiempo más conveniente y prudente para el contribuyente. Por ejemplo, en Chile se estableció como mes de pago del Impuesto a la Renta el mes de abril, ya que cuando se estableció este impuesto en 1918, la producción nacional era, en general, de carácter primario (actividad agrícola), por tanto, los agricultores cosechaban en febrero y marzo y en abril ya tenían el pago de la cosecha de ese año. 4. Los impuestos deben ser económicos: Es decir, se debe ser austero en la recaudación de los tributos, de manera que exista más beneficio para el Fisco y sea menos oneroso para los contribuyentes.