La Filosofía del Quijote - IES Cardenal Sandoval y Rojas

Anuncio
Filosofía en “El Quijote”
INTRODUCCIÓN
Cuando leí por primera vez El Quijote, lógicamente por imposición
académica, lo hice sin ganas y cada vez que cogía el libro pensaba “qué
aburrimiento”. Sólo buscaba en la obra cervantina el argumento, para poder
rellenar el librofórum que me habían mandado hacer.
Hoy, después de unos años, he sido yo quien ha elegido esta obra para
hacer este trabajo de filosofía. Lo he leído con gusto, despacio, sufriendo con
el héroe sus desventuras y riendo las gracias de su escudero.
Desde el comienzo de la novela me encariñé con los personajes; me
producía ternura la ingenuidad de Sancho y me sentí atraído por el idealismo
de D. Quijote.
Si Cervantes escribió este libro para ridiculizar las novelas de caballerías
(que debían ser como las telenovelas de hoy), consiguió su propósito, pues ya
no se escribieron más, pero nos dejó algo mucho más importante que una
sátira. D. Quijote, dejando aparte sus desventuras, es un modelo a seguir por
el hombre, pues contra viento y marea lucha por el amor, la justicia, y la
libertad .
La muerte de D. Quijote me produce una inmensa tristeza, como si fuera
alguien real, un amigo con quien he compartido aventuras, pero es Alonso
Quijano quien muere, no D. Quijote; éste sólo se evapora cuando Alonso
recupera la razón.
Si bien El Quijote no es una obra propiamente filosófica, del tipo de “El
Banquete” de Platón, o “Metafísica” de Aristóteles, yo creo que se puede
trabajar bastante con ella y es lo que he intentado hacer, aunque soy consciente
de que este trabajo requiere mucho más tiempo y un estudio más profundo,
que yo aún no sé hacer.
2
Filosofía en “El Quijote”
METAFÍSICA EN “EL QUIJOTE”
REALIDAD
REALIDAD APARENTE Y SUB-REALIDAD
Don Quijote y Sancho Panza dan una dimensión de realidad al mundo
imaginario de la caballería. La caballería andante es un modo de vida y una
ciencia. Hay que tener conocimientos en leyes sobre la persona y la propiedad;
en Teología sobre las reglas cristianas que se practican; en Medicina para
preparar con hierbas el bálsamo de Fierabrás; en Astronomía para saber por
las estrellas qué hora de la noche es.... Se requiere “saber herrar un caballo,
aderezar la silla y el freno y el nadar. Y sobre todo tiene que ser mantenedor
de la verdad, aunque el defenderla le cueste la vida”. El que es caballero
andante nunca es llevado ante un juez, no paga impuestos, no paga sastres y
por supuesto su escudero no tiene sueldo, se le recompensa nombrándole
gobernador de alguna ínsula o reino reconquistado.
Es natural el conflicto entre el mundo de D. Quijote y el mundo de los
otros. Para D. Quijote su mundo está lleno de sentido, para los demás es un
mundo de locura. Siempre que choca con la realidad, culpa al mago Freston
de hacerle encantamientos. Los magos son la causa y el motivo. Don Quijote
interpreta el mundo en función de la actividad de los magos.
EL MUNDO DE DON QUIJOTE
En la época que le toca vivir a Don Quijote ya no existen esos caballeros
vengadores de afrentas y terror de los malvados. La Europa católica, en que
los campesinos hipotecaban su libertad a un señor que los protegía con las
armas, había desaparecido. Pero Don Quijote en su locura se tiene por
caballero andante y sale a los caminos en busca de aventuras. Se imagina algo
que no es. Quiere resucitar una institución definitivamente desaparecida. Esto
forzosamente violenta el mundo en el que se mueve. Hay un choque entre el
mundo interior de Don Quijote y el mundo real en el que vive. En la primera
parte del libro emprende correrías sólo por el gusto de emprenderlas, sólo
para ejercer su voluntad y buscar aventuras. Es un loco muy hábil en la
discusión y la disputa.
3
Filosofía en “El Quijote”
D. Quijote quiere ser más que hombre sin dejar de ser hombre. Está muy
descontento con lo que le rodea y con su vida misma; por eso siempre busca
superarse.
En ocasiones parece que D. Quijote no quiere ver el mundo tal como es,
teme verse engañado “ Yo sé y tengo para mí que estoy encantado y eso me
basta para la seguridad de mi conciencia; que la formaría muy grande si yo
pensase que estaba encantado y me dejase estar en esta jaula perezoso y
cobarde”.
Se puede pensar que D. Quijote no tenía sentido histórico, pues no era
posible que renaciera la orden de la caballería andante y sin embargo él piensa
que es una institución eterna.
IDEALES DE DON QUIJOTE
D. Quijote es un modelo de humanidad. Al decir D. Quijote, implico
también a Sancho que, más que su contraposición, es su complemento. Son
dos aspectos parciales que se integran en el hombre. Poseen una innata
bondad. El caballero no se limita a pensar en el noble ideal de la justicia sino
que se atreve a alzar bandera y el escudero se siente atraído por tan bello
proyecto. Los ideales de la caballería le ganan poco a poco: la protección del
desvalido es su obsesión; la gratitud que espera, su recompensa; la gloria
alcanzada en el cumplimiento del deber, su única ambición; la fe en el ideal, su
verdadera fuerza. “La hidalguía, en fin, la suprema razón que no mide el
peligro”. Cualquiera nos sentimos atraídos por este programa, sólo que ahora
esto lo llamamos demagogia. Toda acción es el desarrollo de una idea y D.
Quijote, con sus acciones, desarrolla ideas que no son simples ideas sino
ideales. En cualquier pasaje encontramos ejemplos de lo que puede apasionar
al hombre: las letras, la música, la ciencia, la paz la patria el valor el honor, el
amor, la belleza, la amistad, la esperanza, la voluntad,.
Contra los enemigos de la Humanidad el caballero de la Mancha creó la
verdadera caballería, para que triunfe la verdad y la justicia. Sus armas fueron
el desinterés, la abnegación, y el sacrificio. Cervantes nos convence de que D.
Quijote es un loco pero de ninguna manera un tonto. Yo creo que Cervantes, a
medida que avanza la obra, va aumentando el respeto por su personaje,
convencido de que la razón está dentro de su locura. Iguala la sabiduría de su
héroe con la suya propia y le hace portavoz de sus propias opiniones,
completando su locura con dignidad y cultura espiritual. Precisamente la forma
de expresarse el amo, es lo que produce la infinita admiración del escudero. A
4
Filosofía en “El Quijote”
pesar de todo, Cervantes no se cansa de inventar las mayores humillaciones
para D. Quijote y para su generosidad. Es posible pensar que lo hizo porque, a
mayor humillación del héroe, mayor sublimación ; esto lo entendemos mejor
que nadie los cristianos.
LA RELIGIOSIDAD DE DON QUIJOTE
Cervantes veía en la religión católica el nervio y el origen de nuestra
civilización.
Cervantes humilla, por boca de Sancho, la soberbia aristócrata de los
grandes y poderosos.
“Y dígame ahora ¿cuál es mas. Resucitar a un muerto, o matar a un
gigante?
La respuesta está en la mano -respondió D. Quijote- más es resucitar
a un muerto.
Cogido le tengo - dijo Sancho-. Luego la fama del que resucita
muertos, da vista a los ciegos....., mejor fama será, para este y para otro
siglo, que las que dejaron y dejaren cuantos emperadores gentiles y
caballeros andantes ha habido en el mundo.
También confieso esa verdad - respondió D. Quijote...
Quiero decir -dijo Sancho- que nos demos a ser santos y alcanzaremos
más brevemente la buena fama que pretendemos; y advierta señor, que ayer
o antes de ayer -que, según ha poco, se puede decir de esta manera canonizaron o beatificaron dos frailecillos descalzos, cuyas cadenas de
hierro con que ceñían y atormentaban sus cuerpos se tiene en gran ventura
el besarlas y tocarlas, y están en más veneración que está. Según dije. La
espada de Roldán en la armería del Rey nuestro señor, que Dios guarde. Así
que, señor mío, mas vale ser humilde frailecillo, de cualquier orden que sea,
que valiente y andante caballero; más alcanzan con Dios dos docenas de
disciplinas que dos mil lanzadas, ora las den a gigantes, ora a vestiglos o a
endriagos.
Todo es así -respondió D. Quijote-, pero no todos podemos ser frailes y
muchos son los caminos que donde lleva Dios a los suyos al cielo: religión es
la caballería; caballeros santos hay en la gloria.
Sí -respondió Sancho-, pero yo he oído decir que hay más frailes en el
cielo que caballeros andantes.
Aquí queda establecida perfectamente una escala de valores, Cervantes
antepone a todo el valor religioso. Cervantes está enraizado en su tierra, en su
5
Filosofía en “El Quijote”
mundo, por eso su obra emana ternura y comprensión. Toda la malicia de los
hombres no le priva de su buen humor, parece que nos quiere decir: esta es mi
cruz, y soy dichoso porque puedo llevarla. Cuando dice: “Porque Jesucristo,
Dios y hombre verdadero, que nunca mintió, ni pudo ni puede mentir,
siendo legislador nuestro, dijo que su yugo era suave y su carga liviana; y
así no nos había de mandar cosa que fuera imposible el cumplirla.” Nos
está hablando de auténtico cristianismo, pero que no impide afanarse en buscar
la honra y la inmortalidad, porque tenemos derecho a dejar nuestra huella en la
tierra. Vivimos para algo más que dar con nuestros huesos en una tumba.
DON QUIJOTE
INMORTALIDAD
EN
BUSCA
DE
LA
HONRA
Y
LA
La honra y el bien común son valores que impulsan la actuación de D.
Quijote. Cumple al pie de la letra el ritual de la caballería. Vive por encima del
instinto, cuidando siempre la dignidad propia y la ajena. El ansia de gloria y
renombre es el espíritu mismo del Quijotismo y su razón de ser. Pero no busca
fama por narcisismo sino por espíritu de servicio está claro cuando dice:
“Puesto que los cristianos católicos y andantes caballeros más
habemos de atender a la gloria de los siglos venideros, que es eterna en las
regiones celestes, que a la vanidad de la fama que en este presente y
acabable siglo se alcanza”.
Al igual que la de todos los santos españoles, la caridad de D. Quijote es
una caridad militante. Más que la justicia le importa la misericordia. No sabe si
los que van encadenados y presos lo están por sus culpas o por su desgracia:
sólo sabe que son desgraciados y les ayuda. No se fija en sus maldades sino
en sus penas.
El caballero de la Mancha sólo reconoce dos autoridades: Dios y él
mismo. Por eso la justicia que impone el Derecho y D. Quijote están reñidos.
EL SENTIDO DE LA MUERTE
Dice Unamuno sobre el Quijote: “Tu muerte fue aún más heroica que tu
vida, porque al llegar a ella cumpliste la más grande renuncia de tu gloria, la
renuncia de tu obra. Fue tu muerte encumbrado sacrificio. En la cumbre de tu
pasión, cargado de burlas, renuncias, no a ti mismo, sino a algo más grande
que tú: a tu obra. Y la gloria te acoge para siempre”
6
Filosofía en “El Quijote”
A punto de morir, D. Quijote, que era muy religioso, dice que no quiere
que se le recuerde con la fama de loco, aunque reconoce que lo ha sido, pero
que no lo quiere confirmar en su muerte. Da gracias a Dios por haberle
devuelto el juicio y reconoce que no es D. Quijote sino Alonso Quijano a quien
llamaban el bueno.
Cuando por fin renuncia a todo y se cura de su lo cura, muere
consolando a Sancho y amando profundamente al mundo, pero reconociendo
que ya no hacía ninguna falta en la tierra.
En presencia de la muerte Alonso Quijano sabe que su vida se acaba se
encuentre su obra en el estado en que se encuentre. Ya no puede añadir ni
reformar nada. Sólo le queda el arrepentimiento. A pesar de estar rodeado de
sus familiares y su amigo Sancho, él se siente absolutamente solo y sabe que
este trance es intransferible y único.
Cuando muere D. Quijote ,al lector se le encoge el alma (al menos a mí)
y siente una ternura y una pesadumbre como si realmente muriera un amigo
real.
Pero D. Quijote no muere, se evapora: es Alonso Quijano quien muere
cuando vuelve a la cordura. Alonso Quijano, buen cristiano al fin de cuentas,
abominó los disparates de los libros de caballería, no los valores eternos del
ideal caballeresco. Digo que D. Quijote no muere porque Cervantes no nos
hizo amar su locura sino sus ideales y estos no mueren.
ÉTICA EN EL QUIJOTE
EL BIEN
D. Quijote pone su vida entera al servicio del bien. Quiere ser un siervo
de Dios en la tierra, ejecutor de su justicia. Puede pensarse que Dulcinea
simboliza la gloria que persigue Don Quijote, pero Dulcinea es simplemente su
dama, con el significado que una dama tiene en los libros de caballería para
los caballeros andantes.
Nunca se deja llevar por el rencor, la vanidad, o los instintos. Siempre
actúa movido por la justicia y su amor a los desamparados. Así busca la
felicidad. Tiene un gran corazón y sabe dar buenos consejos, pero su locura le
impide llevarlos a cabo con buen término. Por lo general es discreto,
comedido, sincero, virtuoso y valiente, pero a ratos se muestra irascible,
fanfarrón, entrometido, mal pagador y hasta cobarde. Pero con todos sus
7
Filosofía en “El Quijote”
defectos, lo hallamos siempre razonable y simpático, tal vez porque se parece
a todo el mundo. Quizá resulte un poco exagerado llamar ridícula su
honestidad y decir que es mal pagador y cobarde. Su honestidad está mas allá
del ridículo, desfallecimientos de voluntad sí los tiene pero no se le puede
llamar cobarde y si no paga en las ventas es porque se acoge a las leyes de la
caballería andante.
D. Quijote no es un ideal en el sentido estricto de la palabra ( por eso el
lector se identifica más con él); de hecho la palabra quijotismo se usa a
menudo con sentido peyorativo.
Lo que salva y dignifica a D. Quijote es su generosidad, el darse a los
demás olvidándose por completo de él mismo, una generosidad que se basa
en el entusiasmo y el espíritu de sacrificio. No importa que en su primer intento
por liberar a un inocente de sus opresores se vuelva en una doble desgracia
sobre el inocente, ni que los peligrosos gigantes que le amenazan sean sólo
molinos de viento; lo que cuenta es que este hombre pobre, casi en la miseria,
se impone el deber de enderezar entuertos y defender oprimidos por donde
quiera que vaya.
ESTÉTICA DEL QUIJOTE
El Quijote provoca en el lector una emoción y un efecto intelectual
propios de la visión de lo bello. Al conocer la figura del caballero Manchego
sentimos agradabilidad, nos habla a la inteligencia, a la sensibilidad y a la
imaginación. Vemos en él unos sentimientos e ideas: caballerosidad, dulzura,
dignidad, delicadeza, dolor, generosidad... El caballero en sí expresa las
cualidades de su alma, y esta alma nos sugiere la armonía de la vida noble, y
llena de ideal.
Cervantes no cae en el realismo exagerado ni en el idealismo a ultranza,
no cae en lo falso ni en lo fantástico, ni se complace en lo feo y chocarrero.
Las ideas de Don Quijote no entran a menudo en la realidad porque tiene un
falso concepto de la realidad. Pero esto no quiere decir que los ideales de Don
Quijote sean quimeras. Sus ideales no son fantásticos, fantásticas son las
visiones que él tiene del mundo sensible. Pero su daltonismo metafísico
(permíteme llamarlo así) no le vuelve ridículo: el ridículo no despertaría en
nosotros la emoción estética y el amor intelectual propios de lo bello y de lo
bueno
Su lectura nos produce armonía. El orden, la verdad, la bondad
derivadas de la novela cervantina están envueltos por un esplendor y un brillo
8
Filosofía en “El Quijote”
especial. Al lado de la belleza fundamental de esta obra hay otras categorías
estéticas afines a lo bello: Elegancia (formas selectas y distinción de Don
Quijote), Sublimidad (grandeza ilimitada de los ideales quijotescos), Gracia
(viveza y expresividad del caballero y algunos de sus personajes). Cervantes
cuida de no escoger la fealdad y los valores negativos para representarlos de
forma atrayente. Como clásico buscaba la integridad, la proporción y el
esplendor. El Caballero de la Triste Figura tiene, como todo ente artístico, un
sentido metafórico.
ESTILO LITERARIO DE CERVANTES
El estilo que cada escritor plasma en su obra es un reflejo del propio
escritor, como persona. Cervantes en esta obra se nos muestra como un
hombre cultísimo, amante de las artes y sobre todo un enamorado de la
Humanidad
Su obra tiene ritmo y armonía en la prosa, frases agudas, párrafos
elegantes y correctos. Los adjetivos están escogidos con mucho acierto y
gracia. De hecho hay adjetivos que valen por toda una frase. Escoge en cada
momento la palabra adecuada sin emplear inútiles pegotes.
Cuando realmente demuestra su calidad literaria es en la descripción de
caracteres y momentos psicológicos. Cervantes no nos habla del color de los
ojos ni el pelo de D. Quijote; no sabemos de qué color era Rocinante, o cómo
era el rostro de Lucinda; sin embargo hace una magnífica descripción
psíquica de la ventera, de D. Diego de Miranda, de doña Rodríguez, y
especialmente de Sancho. Con unos cuantos pero expresivos rasgos,
Cervantes consigue que el lector conozca y ame a los personajes de su
novela.
Hizo protagonistas de su novela a dos hombres muy diferentes tanto
social como culturalmente y mezcló en ella dos estilos desde el más sublime y
exaltado de D. Quijote al más tosco y material de Sancho.
César Navarro Llorente 2º Bachillerato
9
Descargar