Aspectos generales sobre los centros penitenciarios en El Salvador

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Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
CAPÍTULO I:
ASPECTOS GENERALES SOBRE LOS CENTROS PENITENCIARIOS
EN EL SALVADOR
1. Reseña histórica de los Centros Penitenciarios en el mundo.
No puede hablarse de penitenciarias en la época antigua, sin embargo habían
especies de mazmorras en donde se hacían permanecer a los que cometían delitos
hasta que se les aplicaba una sanción. En el siglo XVIII las penas se encontraban
establecidas en pena capital, corporales e infamantes.
En la Edad Media, fue la Iglesia quien tomó el lugar del Imperio Romano y quien
introdujo la pena privativa de libertad para que el sujeto “expiase”, en la soledad de
su celda, el “pecado” cometido, en los Conventos, que era el lugar donde los internos
pensaban y meditaban.
En la época del ilusionismo, se empieza a aplicar la pena con fines preventivos y se
generaliza el uso de Edificios Penitenciarios, siendo el primero en construirse el
denominado Edificio Penitenciario “San Miquel”, el cual tenía como característica que
servía para albergar jóvenes descarriados. Ese edificio fue construido en Roma en el
año de 1767.
Para el siglo XIX los Conventos, fueron sustituidos por los Edificios radiales, que
tenían forma de “X”, en cada una de sus extensiones había un conjunto de celdas,
sólo había una salida y al centro de la construcción habían vigilantes. Ejemplo de
esta edificación fue “La Modelo”, ubicada en Barcelona, España.
Con posterioridad, se crearon los edificios denominados “Panópticos”, lo cual
significa “Visión Toral”, que eran construcciones cilíndricas en donde todas las celdas
podían apreciarse desde el centro del edificio, por lo que solamente se ocupaba a un
vigilante para cuidar a todos los internos residentes en es penitenciaria.
Ya en el siglo XX estaba generalizada la idea de crear Centros Penitenciarios
Antifugas, en donde se albergaran a los delincuentes más peligrosos. Es así como se
crearon, por ejemplo, la penitenciaria de Alcatraz, ubicada en una isla de San
Francisco, Estados Unidos; en donde abundan los tiburones alrededor.
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Capítulo I.
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La penitenciaria de Siberia, ubicada en Rusia, en donde los prisioneros que trataban
de escapar morían congelados por las bajas temperaturas de la ciudad que lleva el
mismo nombre de la penitenciaria; y , finalmente, en países del medio oriente se
crearon las penitenciarias subterráneas, construcciones ubicadas en el subsuelo y en
donde prácticamente era imposible escapar.1
2. Antecedentes del Sistema Penitenciario en El Salvador
2.1. Cárceles públicas
En su origen histórico, los sistemas penitenciarios estaban divididos en cárceles
públicas y privadas.
Las públicas fueron destinadas a los reos del pueblo, plebeyos o siervos y estaban
ubicadas alrededor de grandes centros urbanos, con características especiales para
los políticos, a quienes instalaban en las fortalezas con construcciones fuertes y
extremadamente vigilados.
Las cárceles privadas estaban destinadas para los señores feudales y su detención
era de tipo domiciliario en sus castillos.
En esta época, el sistema carcelario se caracterizaba por ser de carácter preventivo
y solo tenía lugar para los reos a quienes se les hacía un proceso jurídico.
Para los presos condenados, el castigo se hacía efectivo con trabajo forzado para
ganarse su alimentación o con la pena de muerte.
Con el desarrollo cultural, la sociedad se opone a esta clase de penas, se humaniza
el sistema de la sanción penal, desaparece el trabajo forzado y los castigos
corporales y morales.
Surge entonces, el Sistema Celular, que se entiende como el que se asignan celdas
individuales a cada reo y es el que ha prevalecido a través de la historia, por lo que
se ha convertido en la base de los sistemas penitenciarios de América Latina.
1
Arquitectura penitenciaria y su efecto en la resocialización de los internos. Alvarenga de Rodríguez, Ana Lucía;
Pérez de Méndez, Claudia Xochill; Centerno Zavaleta, Laura Lisett. Tesis UFG. 2005.
2
Capítulo I.
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El artículo 27 de la Constitución de la República de El Salvador, señala que el Estado
organizará los centros penitenciarios con el objeto de corregir a los delincuentes,
educarlos y formarles hábitos de trabajo, procurando su readaptación y la prevención
de los delitos.
La creación del Sistema Penitenciario salvadoreño data de la antigua Ley de
Cárceles Públicas, contenida en el documento de Codificación de Leyes Patrias de
1879. Según el contenido de dicha Ley, cada población de la República debía contar
con una cárcel para hombres y otra para mujeres y que el régimen económico de
ellas, dependerían de las municipalidades, a excepción de las cárceles para los
funcionarios públicos que estaría a cargo de los Gobernadores departamentales.
Además
en la cabecera de distrito, cada cárcel debía tener las separaciones
necesarias para procesados, para rematados y para deudores; en Santa Ana y en
San Miguel, debería de funcionar una cárcel especial para funcionarios públicos.
La administración de los reclusorios estaba bajo la responsabilidad del Ministerio de
Justicia adscrito al Ministerio de Relaciones Exteriores, pero en 1956 por medio del
Decreto Nº 2296 de fecha 13 de diciembre y publicado en el Diario Oficial Nº 238,
Tomo Nº 173, del día 22 de Diciembre de 1956, se estableció la separación de
ambas carteras de Estado.
Anteriormente a esta separación existía la Dirección General de Prisioneros, como
una dependencia del Ministerio de Justicia, creada mediante la Ley de Salarios. Su
creación fue publicada en el Diario Oficial Nº 236, Tomo Nº 153, de fecha 21 de
Diciembre de 1951.
En 1988, la Comisión Revisora de la Legislación Salvadoreña (CORELESAL),
interesada en trabajar en una nueva Ley Penitenciaria, realizó un Estudio
Diagnóstico del sistema penitenciario y de readaptación en El Salvador, en base a
reconocerle a la persona humana su dignidad, que la sigue conservando, aunque
haya cometido delito. (artículo 1 y 27, inciso 2do y 3ro. Cn)
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Capítulo I.
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Este estudio tuvo lugar en pleno conflicto, cuando se redujo el número de penales
debido a que esas instalaciones fueron utilizadas por el ejército; pero surgieron
cárceles fuera del sistema, como en la Policía Nacional y Guardia Nacional, que no
eran responsabilidad de la Dirección General de Centros Penales y Readaptación,
institución que norma y contiene los objetivos, modalidades y características del
sistema, régimen y tratamiento penitenciario.2
2.2. Antecedentes jurídicos del Sistema Penitenciario
La relación histórica-jurídica del Sistema, régimen y tratamiento penitenciario en El
Salvador, parte de las disposiciones establecidas en la Constitución de 1824 para
concluir con la de 1983, enfatizando los más relevantes cambios experimentados en
el campo de la pena y de su aplicación, así como también la evolución del sistema
penitenciario y la abolición de la pena de muerte.
En 1950 se decretó la Constitución de la República en la cual se hace alusión a un
aspecto básico que es la organización de los Centros Penitenciarios, lo que
constituyó una novedad respecto de los anteriores ordenamientos constitucionales.
Para desarrollar este mandato constitucional era necesaria una ley secundaria que
nunca fue decretada durante la vigencia de esta Constitución.
Al crearse la Secretaría de Justicia, la Dirección de Prisioneros se convirtió en
Dirección General de Centros Penales, cuyas funciones se encontraban Reguladas
por la Ley del Régimen de Centros Penales y de Readaptación, emitida mediante
Decreto Legislativo Nº 427 de fecha 11 de Septiembre de 1973, publicado en el
Diario Oficial Nº 180, Tomo Nº 240 , del día 27 de septiembre de 1973.
Al desaparecer el Ministerio de Justicia por medio del Decreto Legislativo Nº 824, de
fecha 19 de enero de 2000, publicado en el Diario Oficial Nº 39, Tomo Nº 346, del día
24 de febrero de 2000, la Dirección General de Centros Penales, pasó a formar parte
oficialmente del Ministerio del Interior, no obstante presupuestariamente, dicha
Dirección fue adscrita al Ministerio del Interior a partir del 01 de enero del año 2000.
2
www.gobernacion.gob.sv. Consultada
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En este año, se fusionaron el Ministerios del Interior y el Ministerio de Seguridad
Pública y Justicia, creándose el Ministerio de Gobernación. Actualmente, la Dirección
General de Centros Penales es una dependencia del Ministerio de Gobernación.
En Abril de mil novecientos noventa y ocho, entra en vigencia la Ley Penitenciaria,
decretada por la Asamblea Legislativa, aprobada por el entonces Presidente de la
República Dr. Armando Calderón Sol.
2.3.
Instituciones Penitenciarias
Las instituciones penitenciarias establecidas en la Ley, tienen por misión fundamental
procurar la readaptación social de los condenados y la prevención de los delitos, así
como la custodia de los detenidos provisionales.
Se considerarán internos, todas aquellas personas que se encuentren privadas de
libertad por aplicación de la detención provisional, de una pena privativa de libertad o
de una medida de seguridad.
2.3.1. Principios Rectores
a) Principio de legalidad
La actividad penitenciaria se deberá fundamentar en la Constitución de la República,
en esta Ley, en los reglamentos dictados conforme a ella y en las sentencias
judiciales. Ningún interno podrá ser obligado a realizar una actividad penitenciaria, a
omitir el ejercicio de un derecho, o a cumplir una medida disciplinaria, si esta
restricción, mandato o medida no han sido previstos en aquellos.
b) Humanidad e igualdad
Queda terminantemente prohibida la utilización de torturas y de actos o
procedimientos vejatorios en la ejecución de las penas.
No se discriminará a ningún interno por razón de su nacionalidad, sexo, raza,
religión, tendencia u opinión política, condición económica o social o cualquier otra
circunstancia.
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c) Principio de judicialización
Toda pena se ejecutará bajo el estricto control del Juez de Vigilancia Penitenciaria y
de Ejecución de la Pena, y la Cámara respectiva, en su caso, quienes harán
efectivas las decisiones de la sentencia condenatoria. El Juez también controlará el
adecuado cumplimiento del régimen penitenciario.
Es obligatorio garantizar la asistencia letrada de los internos durante los trámites
jurídicos que se susciten en la etapa de ejecución penal, si el condenado no pudiere
nombrar abogado.
d) Principio de participación comunitaria
La Dirección General de Centros Penales deberá incluir en la planificación de
actividades de educación, trabajo, asistencia y, en general, en cualquier actividad de
la ejecución de la pena y medida de seguridad que lo permita, o durante la detención
provisional, la colaboración y participación activa de patronatos y asociaciones civiles
de asistencia.
e) De asistencia a Internos y Liberados
La Comunidad podrá participar en la asistencia social a los internos y liberados, por
medio de patronatos o asociaciones civiles, cuya personalidad jurídica le
corresponderá otorgarla a la Dirección General de Centros Penales
La Dirección General de Centros Penales podrá también organizar tales patronatos
cuando lo considere conveniente.
Toda ayuda post-carcelaria a los liberados, podrá ser proporcionada por las personas
naturales y jurídicas aquí mencionadas, de conformidad a lo que se establezca
reglamentariamente.
f) Programas de asistencia
Las entidades de asistencia podrán diseñar y desarrollar programas en favor de los
internos, en todas las actividades permitidas dentro de los centros penitenciarios,
pudiendo éstas ser de carácter educativo, económico, social, moral, religioso u otros
autorizados por la Dirección General de Centros Penales o el Ministerio de Justicia.
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g) Resultados
Todas las actividades realizadas por las entidades de asistencia con participación de
los internos o liberados, serán debidamente evaluadas cada año, por la Dirección
General de Centros Penales, con el fin de determinar su modificación, mantenimiento
o cesación de actividades del patronato o asociación, previo informe que al respecto
emita el Consejo Criminológico respectivo.
3. Situación actual del Sistema Penitenciario en El Salvador
3.1. Centros Penitenciarios
Se entiende por centro penitenciario a la estructura arquitectónica, administrativa y
funcional con organización propia; que está formada por unidades, módulos,
departamentos, sectores, recintos y celdas que facilitan la distribución y separación
de los internos.
La Dirección General de Centros Penales clasificará los Centros Penitenciarios de
conformidad a la Ley Penitenciaria, y podrá ser modificada cuando se considere de
beneficio a los fines del Sistema Penitenciario.
En un mismo Centro Penitenciario podrán funcionar los diferentes tipos de Centros
que establece la Ley, siempre que se mantengan las separaciones físicas de los
internos que permitan la funcionalidad del régimen correspondiente.
Según el Art. 69 de la Ley Penitenciaria; los Centros penitenciarios deberán contar
con las instalaciones siguientes:
1) Dormitorios individuales o colectivos;
2) Enfermerías, clínicas médicas y psicológicas;
3) Instalaciones deportivas y recreativas;
4) Salas o espacios adecuados, para recibir visitas;
5) Instalaciones sanitarias adecuadas;
6) Escuela, biblioteca y salas de estudio;
7) Talleres y lugares de trabajo adecuados a las modalidades de cada
establecimiento;
8) Habitaciones para la visita íntima;
9) Comedores adecuados;
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Capítulo I.
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10) Cualquiera otra que sea necesaria.
Los establecimientos Penitenciarios según su función, se organizan conforme a los
siguientes criterios:
a) Regulación
de
convivencia,
adaptada
a
cada
tipo
de
establecimiento
penitenciario, basado en el respeto a los derechos y el cumplimiento de los
deberes y obligaciones de los internos
b) Aplicación de tratamiento para eliminar índices de peligrosidad y prevenir la
reincidencia
c) La asistencia médica, religiosa, social, laboral y desarrollo personal
en
condiciones similares a las de la vida en libertad
d) Un sistema de custodia que garantice la seguridad de los internos y del personal
penitenciario
e) La vigilancia exterior o perimetral corresponde además del personal de seguridad
del Centro a la Policía Nacional Civil
f) Las pautas generales que sobre régimen y tratamiento dicte el Consejo
Criminológico Nacional, así como de las directrices que fije para clasificación y
traslado de internos
g) Cumplimiento de las regulaciones que el Consejo Criminológico Nacional dicte
sobre las distintas fases del régimen progresivo, tratamiento de los internos y las
directrices para su clasificación y traslado.
La Ley Penitenciaria en el Art. 68, hace una clasificación de los Centros
Penitenciarios, según su función:
a)
Centros de admisión.
b)
Centros preventivos.
c)
Centros de cumplimiento de penas.
d)
Centros especiales.
Estos Centros podrán funcionar en un mismo conjunto arquitectónico, siempre que
ellos se instalen con la debida separación.
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a) Centros de Admisión
Los Centros de admisión son establecimientos destinados para los internos que
ingresan al sistema penitenciario, durante se realiza su observación y diagnóstico
inicial.
El Consejo Criminológico Regional deberá decidir en un plazo máximo de treinta días
la ubicación del interno en el régimen y en el Centro Penitenciario que corresponda,
de acuerdo a los resultados de la observación y diagnóstico.
En las regiones donde no existan Centros de admisión, se harán secciones
especiales de admisión, con la debida separación de acuerdo a lo que determine la
Dirección General de Centros Penales.
b) Centros preventivos
Los Centros preventivos son establecimientos destinados exclusivamente a la
retención y custodia de detenidos provisionalmente por orden judicial.
La Dirección General de Centros Penales establecerá, por lo menos, un
establecimiento de este tipo por región, tanto para mujeres como para hombres,
siempre totalmente separados de los penados, a fin de facilitar la administración de
justicia y mantener a los internos cerca de su medio social y familiar.
Los Centros preventivos deberán contar con los sectores necesarios para garantizar
la seguridad de los internos.
Sin perjuicio de lo que disponga la reglamentación, deberán contar con los sectores
siguientes:
1. Sector para el alojamiento de adultos hasta veintiún años de edad;
2. Sector de mayores de veintiún años;
3. Sector de seguridad. Este sector estará destinado a alojar a los internos que
presentan problemas de convivencia dentro del régimen propio de los Centros
preventivos; y,
4. Sector de atención médica destinada al alojamiento temporal de internos con
enfermedades infecto-contagiosas que requieran una atención especial.
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Capítulo I.
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c) Centros de cumplimiento de penas
Los Centros de cumplimiento de penas estarán destinados a los internos que se
encuentran en el período de la ejecución de la pena.
Los adultos hasta veintiún años de edad serán alojados en Centros distintos a los
destinados para adultos mayores de esa edad o, en todo caso, en secciones
especiales. En casos excepcionales, el Consejo Criminológico Regional podrá
destinar a los Centros, Secciones para adultos internos que, habiendo cumplido esta
edad, no hayan alcanzado los veinticinco.
La ubicación de los internos en los distintos tipos, así como los cambios de
ubicación, serán resueltos por el Consejo Criminológico Regional.
La Dirección General de Centros Penales organizará los siguientes tipos de Centros
de cumplimiento de penas:
c-1) Centros ordinarios.
c-2) Centros abiertos.
c-3) Centros de detención menor.
c-4) Centros de seguridad.
c-1) Centros Ordinarios
Los centros ordinarios estarán destinados a alojar a los internos que cumplen penas
privativas de libertad de acuerdo con el régimen progresivo de cumplimiento
establecido en esta Ley.
c-2) Centros Abiertos
Los centros abiertos estarán destinados a aquellos internos que no presentan
problemas significativos de inadaptación en los centros ordinarios. Estos gozarán de
regímenes penitenciarios basados en la confianza y autogobierno de los internos.
c-3) Centros de Detención Menor
Los Centros de Detención Menor estarán destinados al cumplimiento de las penas
hasta de un año, el de cumplimiento del resto de condena, en los casos que
conforme a las normas del Código Penal se revoque el beneficio concedido, o se
convierta a prisión la pena no privativa de libertad.
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Capítulo I.
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El Consejo Criminológico Regional podrá disponer también que sean alojados en
estos Centros los internos que cumplan pena privativa de libertad en la fase de
semilibertad.
c-4) Centros de Seguridad
Serán destinados a los Centros de Seguridad aquellos internos que presenten
problemas de inadaptación extrema en los Centros ordinarios y abiertos,
constituyendo un peligro para la seguridad del mismo interno, de los otros internos y
demás personas relacionadas con el centro.
La permanencia de los internos en estos Centros será por el tiempo mínimo
necesario, hasta que desaparezcan las circunstancias que determinaron su ingreso.
d) Centros especiales
Los Centros especiales estarán destinados para la atención y tratamiento de la salud
física y mental de los internos.
Mientras el sistema penitenciario no cuente con estos centros especiales, el
Ministerio de Gobernación a través de la Dirección de Centros Penales podrá solicitar
la colaboración del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, y del Instituto
Salvadoreño del Seguro Social.
3.2. Régimen Penitenciario
a) Ingreso.
El ingreso de un imputado o condenado en cualquiera de los Centros penitenciarios,
se hará previa entrega al Director del Centro, o quien haga sus veces, de la
correspondiente orden escrita emanada de autoridad judicial competente.
El imputado o condenado recibirán al ingresar a cualquiera de los Centros del
sistema penitenciario, un folleto que explicará de modo claro y sencillo sus derechos
fundamentales, obligaciones y prohibiciones, y el régimen interior del Centro. Si la
persona
fuere
analfabeta,
se
le
proporcionará
además
dicha
información
verbalmente.
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Capítulo I.
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Será obligación de la administración formar un expediente de toda persona que
ingrese al sistema, que deberá contener.
En el registro se agregarán todas las actuaciones que se produzcan durante la etapa
de ejecución penal o de detención provisional, así como todos los datos o
informaciones que se establezcan reglamentariamente.
b) Alojamiento, Diagnóstico y separación de internos.
Mientras duren la clasificación y estudios de diagnóstico que realizará el Consejo
Criminológico Regional, el interno será alojado en los centros de admisión.
En el plazo máximo de treinta días, los internos serán ubicados en el lugar asignado
sobre la base de los estudios iniciales.
Los
internos
serán
agrupados
según
sus
características
comunes
y
complementarias, teniendo en cuenta las reglas de separación siguientes:
i. Deberán estar separados hombres y mujeres en centros diferentes o en
secciones totalmente independientes y seguras;
ii. Los adultos de dieciocho a veintiún años, sean condenados o detenidos
provisionales, deberán estar separados de los adultos mayores de esa edad;
iii. Los que presenten deficiencias físicas o mentales que les haga imposible
atender al régimen normal del Centro Penitenciario, deberán ser trasladados a
alguno de los Centros especiales;
iv. Los imputados o condenados por delito doloso deberán estar separados
totalmente de los imputados o condenados por delitos culposos;
v. Los imputados o condenados que, en razón del cargo que desempeñen o han
desempeñado, corran peligro en su integridad física, estarán separados del
resto de los internos; y,
vi. Habrá una sección de primarios y otra de reincidentes.
Permisos especiales de salida.
Los internos, sean condenados o detenidos provisionales, podrán obtener permisos
de salida en los siguientes casos:
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Capítulo I.
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Por razón de grave enfermedad o muerte de su cónyuge, convivientes,
ascendiente o descendiente, y hermanos;
Para participar en actividades culturales, laborales y deportivas entre los
establecimientos penales, o con ocasión de eventos de trascendencia comunal o
nacional organizados por la Dirección General, entidades estatales, patronatos o
asociaciones de asistencia a los internos; y,
Para contraer matrimonio, cuando no sea posible la concurrencia del funcionario
competente, sacerdote o ministro del culto al cual pertenece el interno.
El permiso de salida podrá ser otorgado por el Juez de Vigilancia Penitenciaria y de
Ejecución de la Pena o el Director del centro en el caso de los condenados; y por el
juez de la causa en el caso de los detenidos provisionales. En ambos casos, el juez
competente deberá comunicar su resolución al Director del centro, en la cual
determinará el tiempo del permiso y la custodia, si fuere necesaria.
c) Egreso.
La libertad de los detenidos sólo podrá ser autorizada por orden escrita de la
autoridad judicial competente.
El egreso se hará constar en el expediente del interno, especificando la resolución
judicial en que se fundamenta.
La administración del centro dejará constancia del egreso en el expediente del
interno, y dará aviso al Juez de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la Pena
sobre su cumplimiento.
3.3. Fases del Régimen Penitenciario
La ejecución de la pena de prisión se realizará a través de las siguientes fases:
Fase de adaptación; Fase ordinaria; Fase de confianza; y Fase de semilibertad.
a) Fase de adaptación.
La fase de adaptación tendrá por objetivo lograr la adaptación de los internos a las
condiciones de vida en el centro al que fueren destinados.
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Capítulo I.
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La Dirección del centro observará las siguientes reglas:
•
Se organizará reuniones explicativas sobre el funcionamiento del centro, de las
normas disciplinarias, del trabajo disponible en el centro y de las posibilidades de
instrucción y capacitación;
•
Asimismo, se organizará reuniones grupales de internos a fin de considerar sus
problemas e inquietudes. Las reuniones serán coordinadas por profesionales;
•
Las sanciones disciplinarias impuestas durante este período no se harán constar
en el expediente personal del interno; y,
•
Los días y horarios de visita serán amplios.
Al fin del período de adaptación que no excederá de sesenta días, el Consejo
Criminológico Regional elaborará un informe que determinará si el interno está apto o
no para su ingreso a la fase ordinaria. En caso el informe fuere negativo, la
adaptación se prolongará por otro término igual. De esta resolución se podrá apelar
para ante el Consejo Criminológico Nacional.
b) Fase ordinaria.
La fase ordinaria se extenderá desde la finalización del período de adaptación hasta
el ingreso a la fase de confianza, y se regirá por las reglas siguientes:
•
Se establecerán horarios de trabajo, de instrucción, de recreación y de descanso.
El horario de trabajo no podrá ser superior a ocho horas, el horario de instrucción
será de una hora salvo que el interno asista a cursos regulares;
•
La Dirección del centro deberá brindar posibilidades de trabajo a todos los
internos. Todos los condenados estarán obligados a trabajar, salvo que realicen
cursos regulares educativos o que, en circunstancias especiales y con
autorización del Consejo Criminológico Regional, reemplacen el trabajo con algún
otro tipo de actividad útil;
•
Los centros deberán brindar posibilidades de recreación a todos los internos. Se
fomentará, en especial, la práctica de deportes y las actividades culturales y
artísticas;
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Capítulo I.
•
Centros Penitenciarios de El Salvador
Los centros deberán brindar a los internos posibilidades de instrucción, de
acuerdo a lo previsto en la Ley penitenciaria;
•
Los internos deberán colaborar en las labores de limpieza, de acuerdo a lo que
establece la reglamentación del centro; y,
•
Se velará especialmente por establecer condiciones de vida digna, promoviendo
las relaciones comunitarias, de modo que la vida en prisión prepare al interno
para la vida social en libertad.
c) Fase de confianza.
La fase de confianza consiste en la flexibilización de la disciplina y la concesión de
mayores facultades al condenado, conforme a las reglas siguientes:
•
El interno podrá disfrutar de permisos de salida;
•
Se procurará que el interno tenga mayor opción a puestos de trabajo de más
responsabilidad;
•
Se aumentará el número de visitas familiares y de amigos; y,
•
Disfrutará de mayores facilidades para su libertad ambulatoria dentro del centro.
El ingreso a la fase de confianza será decidido por el Consejo Criminológico
Regional. La decisión será recurrible ante el Consejo Criminológico Nacional.
Serán condiciones para ingresar a la fase de confianza:
•
Haber cumplido la tercera parte de la pena; y,
•
Demostrar avances en el desarrollo de la personalidad. A este fin, se valorarán en
conjunto las relaciones del interno con la comunidad penitenciaria y con el
exterior, su predisposición a participar en la vida de su grupo social, la conducta,
los progresos demostrados en los programas de instrucción educativa, su
actividad laboral y, en
los casos de internos que reciban tratamiento, los
resultados producidos en el mismo.
En casos especiales, atendiendo a las circunstancias personales del condenado, las
del hecho cometido, la duración de la pena, o por méritos demostrados en el régimen
ordinario, el Consejo Criminológico Regional podrá decidir el ingreso en esta etapa
del régimen sin cumplir con el requisito tiempo de pena.
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Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
d) Fase de semilibertad.
Cumplidas las dos cuartas partes de la pena, o seis meses antes de la fecha en que
el interno se pueda beneficiar con la libertad condicional, el Consejo Criminológico
Regional podrá otorgar a aquél el beneficio de la semilibertad.
La fase de semilibertad se regirá por las siguientes normas:
•
El condenado podrá realizar trabajos fuera del centro;
•
Podrá gozar de permisos de salida más amplios que los de la fase de confianza;
•
Los centros brindarán apoyo profesional para colaborar con el proceso de
reinserción del interno en la vida familiar y en la sociedad;
•
Los internos gozarán de amplia libertad para recibir visitas, salvo por razones de
disciplina y orden;
•
Se brindará al interno asistencia para buscar trabajo, preparar documentación y,
si fuere el caso, buscar vivienda;
•
Los centros promoverán todas las actividades que puedan vincular al interno con
la comunidad, su familia y amigos. En especial, se promoverá la relación con las
instituciones de ayuda post-penitenciaria; y,
•
Los internos serán alojados en Centros Abiertos o en Centros de Detención
Menor.
3.4. Reglamentación
El Consejo Criminológico Nacional regulará las distintas fases del régimen
progresivo, debiéndose basar en lo dispuesto en los artículos relacionados con el
régimen penitenciario, y en los derechos y obligaciones señalados por el Título I de la
Ley Penitenciaria.
a) Regimen de Encierro Especial.
Los internos que sean enviados a los Centros de Seguridad por su alto índice de
agresividad o peligrosidad, estarán sometidos a un régimen de encierro especial, que
implicará las siguientes limitaciones:
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Capítulo I.
•
Centros Penitenciarios de El Salvador
El cumplimiento de la pena en una celda o pabellón especial separado de sus
compañeros de encierro;
•
Asistencia psicológica, a fin de poder identificar las causas de su inadaptación y
contribuir a la modificación de su conducta;
•
Limitaciones al derecho a trabajar, salvo que existiera posibilidad de realizar
trabajos individuales compatibles con su ubicación o condición personal; y,
•
La utilización de espacios especiales de lectura y recreación, separado del resto
de sus compañeros de encierro.
•
b) Informes del Consejo Criminológico Regional.
Todo informe elaborado por el Consejo Criminológico Regional, que decida la
ubicación inicial del interno, o su avance o retroceso dentro de las diversas fases del
régimen penitenciario, deberá ser agregado al expediente del interno y comunicado,
para su conocimiento, al Juez de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la Pena.
3.5. Trabajo Penitenciario.
El trabajo penitenciario no deberá ser de carácter aflictivo. Se procurará, en todo lo
que sea posible, la identificación de las características del trabajo penitenciario con el
trabajo en libertad.
Todos los derechos previstos en la legislación laboral serán aplicables en los centros
penitenciarios, mientras no contraríen las normas de la Ley Penitenciaria.
El trabajo penitenciario tendrá como finalidad:
•
Mantener o aumentar la formación, creación o conservación de hábitos laborales
el interno, para favorecer sus posibilidades al momento de regresar a la vida en
libertad;
•
La rehabilitación del interno mediante su capacitación en las diversas actividades
laborales; y,
•
Dotar de recursos económicos a los internos.
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Capítulo I.
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3.5.1. Trabajo de internos
Trabajo de internos provisionales, y penados.
Los internos que se encuentren detenidos provisionalmente podrán trabajar a sus
expensas o con particulares ajenos al centro, pero si lo solicitaren también lo podrán
hacer con la administración del centro, en cuyo caso la administración deberá
facilitarles, en lo posible, los medios para poder realizar la actividad laboral a que se
dediquen.
Los internos condenados tendrán el deber de trabajar conforme a sus aptitudes
físicas y mentales salvo que, con la autorización del Consejo Criminológico Regional,
dediquen su tiempo a realizar cursos regulares de educación u otra actividad útil, o
se encuentren en los siguientes casos:
Los incapacitados, según dictamen del médico del centro, por enfermedad o por
accidente; las mujeres embarazadas durante el mes anterior al parto y los dos meses
posteriores al alumbramiento, conforme dictamen del médico del centro; los que por
razones mentales no pudieren desempeñar trabajo alguno; y, los que no pudieren
trabajar por razones de fuerza mayor.
Casos especiales.
Las personas mayores de sesenta años, y los discapacitados físicos, no están
obligados a realizar trabajo alguno, pero podrán optar por trabajar, solicitándolo a la
administración del centro. En estos casos, se les proporcionará trabajo conforme a
su condición.
3.5.2. Remuneración.
El trabajo que realicen los internos, salvo el de labores domésticas para el buen
funcionamiento del centro, deberá ser siempre remunerado. La remuneración no
podrá ser menor al salario mínimo establecido por ley para cada caso.
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Capítulo I.
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3.5.3. Trabajo con particulares.
Los internos que realicen trabajos para particulares estarán, en todo momento, bajo
vigilancia del personal del centro, y los particulares que los contraten les pagarán no
menos del salario mínimo exigible por dicho trabajo.
En los centros donde existan tierras disponibles para el cultivo, se organizará el
trabajo agrícola conforme indique el reglamento de cada centro penitenciario.
3.5.4. Oficina Ocupacional. Convenios.
En cada centro operará una oficina encargada de asignar trabajo a los internos. Esta
asignación se hará teniendo en cuenta la vocación, las aptitudes, capacidad laboral
para el trabajo en libertad y el tratamiento, así como las posibilidades del centro.
Cuando el interno haya adquirido alguna destreza laboral o se haya especializado en
alguna labor, el Ministerio de Trabajo, a petición del Jefe de la Oficina Ocupacional
del Centro le otorgará un certificado que acredite su idoneidad. El certificado no hará
referencia a su condición.
El Ministerio de Gobernación, con el apoyo de las oficinas ocupacionales de los
Centros Penitenciarios, podrá celebrar convenios con personas naturales o jurídicas,
nacionales o extranjeras, para organizar empresas comerciales, agrícolas o
industriales.
3.5.5. Centro de Coordinación Post-Penitenciario.
El Director General de Centros Penales formará un Centro de Coordinación Postcarcelario que tendrá a su cargo la coordinación, ayuda y promoción de todas las
actividades post-carcelarias. En especial tendrá a su cargo promover la reinserción
laboral de los ex-condenados y mantener contacto fluido con todas las instituciones o
personas dedicadas a la asistencia post-carcelaria . El Centro estará a cargo de un
Director.
19
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
3.5.6. Red Institucional e Interinstitucional
Se define Red institucional, al conjunto de organizaciones de la comunidad e
instituciones de diferentes sectores como salud, educación, iglesias, jurídico, policía
y otros, que unen esfuerzos para desarrollar actividades con el propósito de ayudar a
la reinserción socio-laboral de los ex condenados.
Objetivos de la Red de Prevención y Atención a los Ex condenados:
•
Reducir los niveles de reincidencia, trabajando especialmente en todos los
ámbitos, contando con la participación de la comunidad organizada e
institucionalizando la temática en los sectores que de una u otra forma tienen que
ver con la problemática. (salud, policía, educación, otros)
•
Movilizar
los
recursos
institucionales
y
comunitarios
para promover
la
concientización sobre la importancia de su participación, promoviendo actividades
de educación y formación, relacionadas con la sensibilización del trabajo del
centro.
•
Contribuir al desarrollo humano, brindando oportunidades tanto a mujeres como a
hombres, para su inserción laboral.
•
Desarrollar programas permanentes de prevención y atención a los ex
condenados.
3.6. Organismos de Aplicación de la Ley
3.6.1. Organismos Administrativos
Son organismos administrativos:
La Dirección General de Centros Penales; El Consejo Criminológico Nacional; Los
Consejos Criminológicos Regionales y La Escuela Penitenciaria.
a) Dirección General de Centros Penales
La Dirección General de Centros Penales depende del Ministerio de Gobernación y
tiene a su cargo la Dirección de la Política Penitenciaria que le fije dicho Ministerio,
de conformidad a los principios que rigen la Ley; así como la organización,
funcionamiento y control administrativo de los centros penitenciarios.
20
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
La Dirección General de Centros Penales estará a cargo de un Director General y de
los Subdirectores Generales necesarios.
Son funciones de la Dirección General de Centros Penales:
•
Garantizar el cumplimiento de esta Ley y su reglamento, de las decisiones
judiciales en la etapa de ejecución de la pena y medidas de seguridad; así como
de la aplicación de la detención provisional;
•
Presentar al Ministro de Gobernación los proyectos de trabajo y reglamentos
necesarios para el funcionamiento de los establecimientos penitenciarios, las
reformas que sugiera el Consejo Criminológico Nacional; y propuestas de política
penitenciaria;
•
Presentar anualmente al Ministro de Gobernación el proyecto de presupuesto de
funcionamiento e inversión y vigilar que se cumpla lo presupuestado
•
Proponer al Ministro de Gobernación para su nombramiento o contratación, previo
dictamen de la Escuela Penitenciaria, la nómina del personal de todas sus
dependencias, así como su refrenda, traslados, ascensos y destituciones;
•
Autorizar los gastos con recursos provenientes de la actividad penitenciaria,
producto de donaciones o de cualquier recurso propio; y,
•
Todas aquéllas que determine la Ley y su Reglamento.
La Dirección General de Centros Penales estará formada por los Departamentos y
Secciones que sean necesarios para el cumplimiento de sus fines, según se
establezca en el reglamento de la Ley Penitenciaria.
a-1) Sub Dirección General
Tiene por objeto brindar apoyo a la Dirección general, a través de la gestión de
cooperación nacional e internacional, en beneficio de la ejecución de proyectos que
satisfagan necesidades existentes en el Sistema Penitenciario, gestión que deberá
ser autorizada previamente por la Dirección General de Centros Penales.
Además, tiene por objeto brindar apoyo a la Dirección General para el
funcionamiento del sistema penitenciario, administrando los recursos disponibles;
coordinar y apoyar la Asistencia Legal, la funcionalidad del sistema penitenciario.
21
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
a-2) Secretaría General
Son funciones de la Secretaría General, dar cumplimiento a las instrucciones
dictadas por la Dirección General, supervisando su ejecución por las demás
unidades involucradas; asesorar y apoyar técnicamente a las unidades del Sistema
Penitenciario; organizar y canalizar la correspondencia de la Dirección General hacia
otras unidades y viceversa, entre otras.
a-3) Inspectoría General
Son funciones del Inspector General, garantizar la seguridad de los Centros
Penitenciarios, para el efectivo cumplimiento de las órdenes judiciales de restricción
de libertad individual de los internos, de respeto a sus derechos y del funcionamiento
normal de dichos centros; evaluar el desempeño del Personal de Seguridad y
custodia del Sistema Penitenciario; llevar el registro y control del equipo, uniformes,
armas y municiones del personal de Seguridad y Custodia, velando por la adecuada
distribución y utilización y lo relacionado con el Personal de Seguridad según las
necesidades de los Centros Penitenciarios.
b) Consejo Criminológico Nacional .
El Consejo Criminológico Nacional tendrá como finalidad determinar las diversas
clases de tratamiento aplicables, según los casos individualizados, que los Consejos
Criminológicos Regionales sometan a su consideración; e igualmente tendrá por
objeto resolver los incidentes que se susciten sobre la aplicación de criterios de
ubicación y clasificación de internos dentro del sistema progresivo.
El Consejo Criminológico Nacional estará integrado por un abogado, un criminólogo,
un sociólogo, un médico, un psiquiatra, un psicólogo, un licenciado en trabajo social y
un licenciado en ciencias de la educación y estará presidido por un Director elegido
por ellos mismos entre sus integrantes. El Consejo dependerá administrativamente
del Ministerio de Gobernación y será absolutamente independiente en sus tareas
técnico-científicas.
Las funciones del Consejo Criminológico Nacional son las siguientes:
22
Capítulo I.
•
Centros Penitenciarios de El Salvador
Proponer a la Dirección General de Centros Penales los proyectos de trabajo y
reglamentos que sean necesarios para el mejor funcionamiento de los
establecimientos;
•
Dictar las pautas generales sobre el régimen y tratamiento de los internos y las
directrices para su clasificación y traslado, que deberán seguir los Consejos
Criminológicos Regionales;
•
Conocer en grado de las decisiones o resoluciones de los Consejos
Criminológicos Regionales, por impugnaciones hechas en favor de los internos,
cuando dichas medidas les ocasionen un perjuicio;
•
c)
Las demás que se establezcan en la Ley y su Reglamento.
Consejos Criminológicos Regionales.
En cada región, previamente determinada por el Ministerio de Gobernación, habrá un
Consejo Criminológico Regional integrado al menos por un abogado, un psicólogo,
un licenciado en trabajo social y un licenciado en ciencias de la educación. Cuando la
población penitenciaria lo justifique, dicho Consejo estará integrado por más
profesionales de los mencionados y se incluirán también, según las necesidades, a
médicos, criminólogos y psiquiatras.
Deberá existir un Consejo para cada centro penitenciario si fuere necesario.
Las funciones de los Consejos Criminológicos Regionales son las siguientes:
•
Determinar la ubicación inicial que le corresponde a cada interno al ingresar al
sistema penitenciario, en base al estudio de sus condiciones personales;
•
Determinar el régimen de ejecuciones de la pena y medidas de seguridad, así
como el tratamiento de cada penado según sus necesidades;
•
Decidir el avance o regresión de los penados dentro de las diferentes etapas del
sistema progresivo, y su clasificación en los distintos tipos de centros, según sus
condiciones personales;
23
Capítulo I.
•
Centros Penitenciarios de El Salvador
Proponer al Juez de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la Pena la
concesión del beneficio de libertad condicional anticipada, a favor de los
condenados que reúnan los requisitos que establece el Código Penal; y las
demás que se establezcan en la Ley y el Reglamento.
d) Escuela Penitenciaria.
La capacitación del personal penitenciario estará bajo la responsabilidad de la
Escuela Penitenciaria, la cual dependerá de la Dirección General de Centros
Penales. Se deberá dotar a la Escuela de los recursos humanos y materiales
suficientes para cumplir adecuadamente su finalidad.
Será requisito para aspirar a ser empleado penitenciario u obtener designaciones o
ascensos, haber aprobado los estudios impartidos por la Escuela.
3.6.2. Organismos Judiciales
Son organismos judiciales de aplicación de esta Ley:
Las Cámaras de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la Pena; Los Jueces de
Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la Pena; y, El Departamento de Prueba y
Libertad Asistida.3
3.7. El sistema penitenciario en cifras
El Sistema Penitenciario salvadoreño cuenta con 20 recintos, ubicados en diferentes
puntos del país y clasificados de acuerdo con el tipo de población que albergan.
También existen 2 pabellones hospitalarios, 2 Centros Abiertos y 1 Centro
Preventivo.
En el Pabellón de Atención del Hospital Psiquiátrico se encuentran 24 hombres y 3
mujeres con medidas de internamiento que no han ingresado al sistema
penitenciario. Asimismo, La diferencia positiva representa la sobrepoblación existente
en cada Centro y la diferencia negativa la capacidad disponible en los mismos.
3
Ley penitenciaria de El Salvador
24
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Tabla 1: Existencia de Internos en el Sistema Penitenciario
CENTRO PENITENCIARIO
CONDENADOS
M
TOTAL CAPACIDAD
DIFERENCIA
POR C.P. INSTALADA
TOTAL
H
2049
2049
562
562
2611
800
1811
CUMPL. DE PENAS, SANTA ANA
433
433
0
0
433
350
83
PREV. Y CUMPL. DE PENAS, SN. VICENTE
566
566
371
371
937
400
537
PREVENTIVO SONSONATE
182
182
162
162
344
200
144
PREV. Y CUMPL. DE PENAS, QUEZALTEP.
499
499
291
291
790
200
590
153
439
220
219
236
713
300
413
PREV. Y CUMPL. DE PENAS, MARIONA
H
PROCESADOS
286
PREV. Y CUMPL. DE PENAS, ILOPANGO
PREV. Y CUMPL. DE PENAS, CHALATEN.
477
CUMPL. DE PENAS SENSUNTEPEQUE
218
PABELLON ATENC. HOSP. PSIQUIATRICO
4
PABELLON ATENC. HOSP. ROSALES
M TOTAL
286
153
477
236
24
242
9
21
30
272
220
52
0
4
22
1
23
27
30
-3
3
3
0
0
3
20
-17
CUMPL. DE PENAS USULUTAN
452
452
0
0
452
300
152
PREV. Y CUMPL. De PENAS, SAN MIGUEL
561
624
49
68
692
180
512
6
6
152
152
158
100
58
403
403
26
26
429
200
229
0
0
201
201
201
120
81
113
113
41
41
154
170
-16
1879
1879
546
546
2425
1800
625
23
33
30
3
PREVENTIVO LA UNION
DE SEGURIDAD, GOTERA
PREVENTIVO JUCUAPA
PREV. Y CUMPL. DE PENAS, METAPAN
PREV. Y CUMPL. DE PENAS, APANTEOS
63
10
PREV. Y CUMPL. DE PENAS, BERLIN
19
10
23
PREV. Y CUMPL. DE PENAS, C. BARRIOS
631
631
329
329
960
1000
-40
DE SEGURIDAD, ZACATECOLUCA
243
243
1
1
244
400
-156
0
20
12
8
20
CENTRO ABIERTO MUJERES, STA TECLA.
CENTRO ABIERTO HOMBRES, MARIONA
CENTRO PREVENTIVO COJUTEPEQUE
TOTAL GENERAL
20
0
56
56
0
0
56
60
-4
245
245
218
218
463
260
203
9020 403
9423 3216 217 3433
12856
7372
5484
POBLACION INTERNA EXISTENTE AL 30/04/06
12922
POBLACION INTERNA EXISTENTE AL 31/05/06
12856
VARIABLE EPRESENTAINCREMENTO
-66
=
-0,52%
Fuentes: Unidad de Registro y Control Penitenciario/ Unidad de Informática
25
Capítulo I.
4.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Centro de Readaptación de Mujeres de Ilopango4
4.1. Antecedentes del Centro de Readaptación para Mujeres
A este Centro de Readaptación se le llama comúnmente Cárcel de Mujeres debido a
que con ese nombre se inauguró el 10 de febrero de 1930, durante la administración
del Presidente Dr. Pío Romero Bosque, siendo el Ministro de Gobernación el Dr.
Héctor David Castro.
De acuerdo con las antiguas leyes de Cárceles públicas que datan desde 1879, en el
título “ De las Cárceles” , se establecía que las Repúblicas debían contar con una
cárcel para mujeres y otra para hombres, además que la administración económica
estaría bajo la dependencias de las Municipalidades, a excepción de las cárceles de
los funcionarios públicos que estarían a cargo de los Gobernadores departamentales.
En cuanto a la atención de la población interna femenina en El Salvador tuvo su
origen en 1930, cuado las religiosas del Buen Pastor, dirigida por Sor María Zaldívar,
abrieron la primera cárcel para mujeres, iniciando su gestión con el cuidado de 60
reclusas que dependían de la municipalidad dirigida por el Dr. Severo López.
Durante el periodo de gobierno del Dr. Pío Romero, Sor María Zaldívar Guerra llegó
a un arreglo con autoridades del gobierno para cambiar y reformar la tutela de las
cárceles para mujeres y traer religiosas al recinto y así surgen los decretos de Ley.
De la Fundación de Religiosas del Buen Pastor, siete de ellas optaron por la gracia
de trabajar con internas: Sor María Rafael Puig, Sor María Inmaculada Concepción
Dejonghe, Sor María Leoni, Sor María Eucaristía, Sor María de San Alonso, Sor
María del Buen Pastor, Sor María del Espíritu Santo, todas ellas eran de diferentes
nacionalidades.
Las religiosas organizaron las horas en el recinto en: trabajo, descanso, recreo,
instrucción moral y religiosa, y les proporcionaron uniformes y ropa en general a las
reclusas para contribuir en su desarrollo integral.
Cabe destacar que la Congregación del Buen Pastor de Angers, data de 1641
surgida en Francia, como parte de la Fundación de la orden de Nuestra Señora de la
Caridad del Refugio.
4
Ver anexo 3, Ubicación geográfica del Centro de Readaptación de mujeres.
26
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Su principal objetivo era lograr la conversión y rehabilitación de las jóvenes y mujeres
que habían caído en el desorden moral y la protección de las se encontraban en
peligro de caer. La población interna estaba clasificada en: Rematadas, Sumariadas
y Especiales.
El primer recinto correctivo era una casa grande y pobre ubicada en el Barrio San
Jacinto y sin ninguna garantía de seguridad y menos aún, presupuesto para el
desarrollo de actividades de carácter social, moral o de cualquier otra índole.
Para
el período de gobierno del Coronel Oscar Osorio, 1950-1956, se logró la
aprobación de presupuesto para la construcción del actual recinto penitenciario; en
1952 se adquirió el terreno de varias manzanas, para que en 1953, se comenzara la
construcción y finalizara en 1956.
Realmente el reclusorio fue reinaugurado en Septiembre de 1956, aunque en nuevas
instalaciones y con otro tipo de administración.
A la nueva cárcel de mujeres, se le denominó “Centro de Readaptación para la
Mujer”, al que el Monseñor Chávez y González, Arzobispo de San Salvador, bendijo.
Actualmente, el Centro de Readaptación para Mujeres, depende de la Dirección
General de Centros Penales, dependencia del Ministerio de Gobernación y está
responsablemente administrado por la Licenciada María Magdalena Valdivieso, quien
llegó al centro en el año 2005 a cargo de la Dirección y hasta la fecha, ha manejado
adecuadamente el presupuesto asignado para la alimentación de las internas y sus
hijos, así como los programas de tratamiento impulsados en el recinto.
4.2. Centro de Readaptación para Mujeres
Las mujeres serán ubicadas en centros adecuados a su condición personal, siempre
separadas de los hombres.
Los centros para mujeres deberán contar con dependencias especiales para
atención de las internas embarazadas y de las que han dado a luz. Se procurará que
el parto se realice en un establecimiento asistencial ajeno al Centro, y si el niño
naciera en el establecimiento penal, no deberá constar esta circunstancia en su
partida de nacimiento.
27
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Las mujeres podrán tener en su compañía a sus hijos menores de cinco años. A tal
efecto, en los centros de mujeres se organizará un local destinado a parvulario
infantil. En todo caso serán aplicadas las disposiciones que rigen los Centros
Penitenciarios de los hombres, excepto en los que la Ley o Reglamento establezca lo
contrario o diferente.
La interna en fase de confianza o semilibertad podrá gozar de permisos de salida
para un mejor cuido y atención de sus hijos menores, por acuerdo del Consejo
Criminológico Regional y por recomendación del Equipo Técnico Criminológico.
A su ingreso los penados deberán permanecer en un sector especial para su inicial
adaptación al Centro.
La actividad penitenciaria se ejercerá respetando la dignidad e integridad personal de
las internas y los derechos e intereses legítimos de las mismas, no afectadas por la
sentencia condenatoria, sin que exista discriminación alguna por razón de
nacionalidad, sexo, raza, religión, tendencia y opinión política, condición económica o
social, o cualquier circunstancia que no sea necesaria como parte del tratamiento
rehabilitador.
En consecuencia, la administración garantizará a los internos e internas:
•
Sus vidas, su integridad personal y salud; en ningún caso serán sometidos a
torturas, malos tratos de palabra o de obra, ni objeto de rigor innecesario en la
aplicación de las sanciones disciplinarias.
•
La preservación de su intimidad, sin perjuicio de las medidas exigidas para una
ordenada vida de prisión. En este sentido, tienen derecho a que su condición de
interno sea reservada, sin perjuicio de lo que establezcan las leyes
•
El acceso a disfrutar de la seguridad social y las prestaciones públicas que
pudieran corresponderles
•
La elaboración y entrega oportuna de los informes y dictámenes para el trámite
de los beneficios previstos en la legislación penal, procesal penal y penitenciaria.
•
Remitir las peticiones y quejas ante las autoridades penitenciarias y judiciales,
Ministerio Público
28
Capítulo I.
•
Centros Penitenciarios de El Salvador
Facilitar la utilización de los medios de la defensa de sus derechos e intereses
legítimos a que se refiere la Ley
•
Recibir información actualizada acerca de su situación penitenciaria
•
El conocimiento de la justificación técnico científica de cualquier medida que
afecte sus derechos e intereses
El ejercicio del derecho de libertad ambulatoria del interno dentro del Centro de
Detención estará limitado por la distribución y organización de los internos en las
instalaciones,
en
atención
al
Régimen
y
funcionalidad
que
determine la
administración penitenciaria, regulando el uso, y acceso a determinadas áreas, lo
que ha de implicar en todo caso un trato igualitario y no discriminatorio de los
internos.
4.3. Organización5
Esta es la organización que la Ley Penitenciaria establece para todos los Centros
Penitenciarios, en función de dar cumplimiento a los propósitos de aplicación de la
Ley, regulando la actividad penitenciaria, logrando la reinserción social de los
privados de libertad; sin embargo, no todos los Centros poseerán esta estructura, tal
cual es enunciada en la Ley, presentando diferencias en algunos espacios
funcionales muchas veces por la limitante presupuestaria, sin dejar de lado la
absorción de las actividades a realizar por personal relacionado o de manera
intermitente adecuándose a las necesidades y superando cualquier escasez que se
presente.
Para el caso del Centro de Readaptación para Mujeres, esta estructura se adecua tal
vez en algunos puestos con un título diferente, como ejemplo podemos mencionar
que a la oficina ocupacional no se le conoce como tal, sino más bien como “talleres”;
pero cumpliendo con las funciones descritas en la Ley.
5
Ver anexo 2: Estructura organizativa del Centro de Readaptación para Mujeres.
29
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
4.3.1. Personal Penitenciario.
El personal penitenciario será cuidadosamente seleccionado teniendo en cuenta su
integridad y capacidad personal.
Los miembros del personal penitenciario quedan sujetos a la obligación de seguir,
antes de su nombramiento, y durante el desempeño de su cargo, los cursos de
inducción, formación y de actualización que establezca la Escuela Penitenciaria, así
como someterse a los exámenes de selección respectiva.
La función de los empleados penitenciarios es de naturaleza eminentemente social, y
tiene como objetivo velar por la readaptación del interno a la sociedad.
Todo empleado penitenciario deberá poseer las características generales siguientes:
•
Ser estable emocionalmente y poder tomar decisiones en momentos de
emergencia;
•
Tener buenas relaciones humanas para con los funcionarios y demás empleados
y, especialmente, en el trato con los internos;
•
Poseer conocimientos de administración de prisiones. Esta característica es
obligatoria para aspirantes a Directores, Sub-Directores o Secretarios Generales;
•
Ser de notoria moralidad y honradez.
El estudio y evaluación del personal penitenciario para los efectos anteriores lo hará
la Escuela Penitenciaria. El personal técnico que labora en los centros de trabajo y
centros penitenciarios especiales deberá ser idóneo y deberá especializarse para
garantizar la ejecución delas medidas de seguridad.
Existirán tres categorías de personal penitenciario:
Profesionales y especialistas; Personal auxiliar y administrativo y Personal de
seguridad. El régimen de servicios de todos los Centros Penitenciarios es
eminentemente civil.
En el Capítulo I del Reglamento de la Ley Penitenciaria se describen los Organismos
Administrativos de los Centros Penales, a partir del Artículo 137.
Todo Centro Penitenciario tendrá la estructura Organizativa Interna siguiente:
•
Un Director
•
Un Subdirector Técnico
30
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
•
Un Subdirector de Seguridad y Custodia
•
Equipo Técnico Criminológico
•
Secretaría o Alcaldía según el caso
•
Economato
•
Comité de Desarrollo Integral
•
El Comité de Apoyo Externo
4.3.2. Dirección del Centro
La Dirección del Centro, tiene por objeto velar por el cumplimiento de todos los
objetivos institucionales emanados por la Dirección General de Centros Penales, así
como también, coordinar todas las actividades administrativas, de vigilancia y
custodia de la población interna; y dar fiel cumplimiento a la Normativa Penitenciaria.
Tiene como funciones las siguientes:
•
Coordinar las funciones de la Subdirección Técnica y de Seguridad del Centro; y
aprobar los planes de trabajo.
•
Velar por la administración eficiente de los recursos del Centro.
•
Dar cumplimiento a las políticas penitenciarias emanadas de la Dirección General
de Centros Penales.
•
Coordinar con la Subdirección General Administrativa de Centros Penales, el
apoyo logístico y de abastecimiento del centro.
•
Coordinar y ejecutar todas las actividades recreativas, técnicas y administrativas
del Centro Penitenciario
•
Gestionar apoyo con otras instituciones y organizaciones regionales y nacionales,
con la colaboración del Patronato del Centro
•
Formular el Plan Anual de Trabajo del Centro.
•
Adoptar medidas de control y disciplinarias para el personal administrativo y de
seguridad del Centro.
•
Coordinar el Comité Técnico Administrativo, el Equipo Técnico Criminológico y el
Patronato del Centro.
•
Atender en forma permanente las necesidades de los internos
31
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
•
Formular y ejecutar el reglamento interno del Centro
•
Coordinar y agilizar los traslados de internos
•
Autorizar los permisos de salidas de internos en situaciones de urgencia y dar
cumplimiento a los autorizados por los jueces competentes.
4.3.3. Subdirector Técnico
Corresponderá a la Subdirección Técnica del Centro velar por el desarrollo del
programa anual del trabajo en lo que se refiere al tratamiento penitenciario y gestión
de cursos de capacitación, así como el control de los diferentes servicios
penitenciarios.
La Subdirección Técnica tiene las funciones siguientes:
•
Diseñar y ejecutar los planes anuales de trabajo de la Subdirección
•
Supervisar y coordinar el trabajo de las áreas de: Psicología, Legal, Trabajo
Social, Educativo, Medio Odontológico, etc.
•
Recopilar los informes técnicos presentados por las distintas áreas
•
Definir el horario de funcionamiento del Centro
•
Velar por la atención integral y de forma individualizada o grupal del interno para
su proceso de readaptación
•
Certificar informes de conducta de los internos
•
Consolidar y enviar oportunamente los informes criminológicos al Consejo
Criminológico Nacional y a los Consejos Criminológicos Regionales
•
Analizar, discutir
y aprobar los diferentes programas o actividades que
desarrollará cada área técnica del centro
•
Elaboración y seguimiento del expediente único de los internos e internas que se
encuentran en el centro.
4.3.4. Subdirector de Seguridad y Custodia
Corresponde a la Subdirección de Seguridad, velar por la seguridad y custodia de
todos los internos, que se cumplan las normas disciplinarias y de convivencia en la
institución, aplicando las políticas definidas por el Comité Técnico Administrativo.
32
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
En cada Centro Penal se establecerán dos tipos de Seguridad; interna y externa. El
personal designado para servicio de Seguridad Interna será dirigido por un Inspector
o un Sub inspector a quien se le denominará Oficial de Servicio Interior, y es el
responsable inmediato del orden y disciplina en las áreas donde permanece la
población interna por lo tanto se hará acompañar de los auxiliares que sean
necesarios y tendrá además la obligación de coordinar y ejecutar el encierro para el
descanso nocturno y las actividades a realizar de los internos, supervisar la
asistencia al Centro Escolar, Talleres, Bibliotecas y atender a los internos que lo
soliciten
El Comandante de Guardia es el responsable del control de ingreso o salida de
personas u objetos y tendrá que mantener informado a las autoridades del
Establecimiento de todas las novedades que ocurran, además de velar porque todos
los servicios de Vigilancia estén funcionando
4.3.5. Equipo Técnico Criminológico
El Equipo Técnico Criminológico del Centro está integrado por el Subdirector
Técnico, un Psicólogo, un Trabajador Social, un Educador, un Abogado y un Médico
u Odontólogo o carrera técnica afín. Entre sus funciones se encuentran las
siguientes:
•
Proponer los beneficios penitenciarios que las leyes establecen para los internos
ante el Consejo Criminológico Regional
•
Formular propuestas de progresión o regresión de fase regimental de internos
•
Formular propuestas de ubicación de internos e internas
•
Dar cumplimiento a la aplicación y efectividad del Expediente único
•
Asesorar a los patronos y asociaciones civiles de asistencia, sobre los programas
a ser presentados a la Dirección General de Centros Penales
•
Elaborar y enviar informe mensual al Consejo Criminológico Regional, de las
actividades realizadas por las entidades de Asistencia Social con participación de
los internos
33
Capítulo I.
•
Centros Penitenciarios de El Salvador
Evaluar a la población penitenciaria para determinar las necesidades de
tratamiento
•
Diseñar, aplicar y valorar efectivamente el tratamiento de intervención a la
población interna que lo requiera, emanado por el Consejo Criminológico
respectivo
•
Efectuar
tratamiento
de
intervención
penitenciario
en
forma
grupal
o
individualizado, según el caso
•
Emitir informe de los internos que por razón justificada estén exentos de realizar
un trabajo
•
Dictaminar sobre la capacidad y conveniencia para el desempeño de un interno
como docente en el Sistema Penitenciario
•
Elaborar nóminas de los internos condenados, seis meses antes de que cumplan
la tercera parte de la pena, la media pena y las dos terceras partes de la misma;
así como elaborar informes al Consejo Criminológico Regional del interno que
cumpla con los requisitos establecidos por la Ley
•
Realizar evaluaciones de diagnóstico Criminológico y de conducta
•
Recomendar el horario del Centro y mantener actualizado el mapa de recursos
internos y externos
•
Realizar estudios de casos y remitir propuestas de ubicación inicial de
procesados, el avance, estancamiento o regresión de los penados, al Consejo
Criminológico Regional
•
Informar al Consejo Criminológico respectivo sobre el incumplimiento de horarios
y objetivos de premiso de salida, otorgados a los condenados en la fase de
Confianza o Semilibertad
4.3.6. Comité de Desarrollo Integral
Los centros del Sistema Penitenciario contarán con servicios de medicina general,
odontológicos, psicológicos, y psiquiátricos, con suficiente dotación de profesionales,
equipo y los medicamentos necesarios. En los centros de mujeres, se contará con
atención ginecológica y pediatría para los niños.
34
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Servicios que se prestan a los internos de los Centros penitenciarios:
a)
Asistencia médica
En cada Centro Penitenciario existirá un local destinado para clínica médica y
odontológica equipada con lo necesario para cubrir la asistencia médica y
odontológica general y en centros para mujeres habrá servicio con sus respectivos
instrumentos para ginecología y obstetricia.
El Médico Penitenciario tendrá la función de realizar evaluaciones médicas del
expediente único a internos de nuevo ingreso y propone el plan de manejo individual,
así como las evaluaciones de seguimiento respectivo, además de brindar consulta
médica a todos los internos con problemas de salud y controlar que se le suministre
la prescripción adecuada; participar en la formulación integral de diagnósticos
criminológicos y trabajar en coordinación con el Ministerio de Salud Pública y
Asistencia Social o institución gubernamental, para el beneficio de la conservación y
e mejoramiento de la salud de la población interna.
b)
Trabajo Social
El objetivo fundamental de la labor social del sistema penitenciario, radica en
contribuir a la acción conjunta en el procesos de intervención y tratamiento
interdisciplinario para la readaptación y reinserción del interno.
El trabajador social visitará al interno en las primeras veinticuatro horas a su ingreso
para atender las demandas de los internos y sus familias, tratando en lo posible de
conservar la humildad, realizará estudios socioeconómicos de los internos y brindará
el aporte técnico para el dictamen de ubicación, clasificación y traslado necesario.
Elabora mapa de recurso local y establece los primeros contactos; participa en la
planificación y ejecución de las actividades socioculturales y promueve programas de
asistencia grupal con familiares del interno.
35
Capítulo I.
c)
Centros Penitenciarios de El Salvador
Asistencia psicológica
Las evaluaciones y el tratamiento de los rasgos psicológicos del interno, tiene por
objeto, evaluar habilidades y carencias del interno para determinar la ubicación y el
tratamiento a seguir en la adquisición de habilidades, a fin de que se integre en forma
responsable y productiva a la sociedad.
El Psicólogo o psicóloga, participa en el Consejo Criminológico del Centro a fin de
realizar la evaluación psicológica inicial del interno en detención provisional y el
estudio criminológico del interno ya condenado, aplicando los métodos adecuados
para determinar los rasgos de personalidad, inteligencia, aptitudes para la
interpretación y comprensión de carencias y habilidades del mismo.
d)
Asistencia Jurídica
Los internos procesados o condenados, al ingresar a cualquiera de los centro del
sistema penitenciario, serán informados de sus derechos fundamentales, de sus
obligaciones, prohibiciones y del régimen del interior del centro; así como las
condiciones de otorgamiento para progresar en cada una de las fases del régimen.
Las personas encargadas del área jurídica de cada centro tendrá que llevar el control
de la información del límite temporal de la detención provisional, así como el cómputo
de los condenados, los internos sometidos a medidas de seguridad de internación,
de los que gozan del permiso de salida en las diferentes fases del cumplimiento de la
pena y otros controles que en su momento sean necesarios.
Además controla que los internos cumplan las condiciones o reglas de conducta
establecidas para gozar de permisos de salida en fase de confianza y semi-libertad,
registro en el expediente único en informar oportunamente a la Subdirección técnica
del Centro de los casos que considere pertinentes.
e)
Educación e instrucción
El objetivo fundamental de la educación es proporcionar la enseñanza básica que
permita la readaptación del interno penado, como medio para conseguir su
integración social, desarrollando programas con una intensa labor formativa y
combinando los programas que coadyuden al proceso de modificación de conducta.
36
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
En cada centro penitenciario habrá una escuela en la que se impartirá educación
básica a los internos. Se desarrollarán los planes de estudio oficiales a fin de que, al
obtener su libertad, los internos puedan continuarlos.
La administración brindará posibilidades de continuar sus estudios a aquellos
internos que estuvieren en condiciones de seguir cursos de educación media,
superior, técnica o universitaria. Para estos efectos, la administración penitenciaria,
por medio del Ministerio de Gobernación, podrá celebrar convenios o acuerdos con
instituciones educativas, tecnológicas y universidades estatales o privadas.
El educador tiene que participar en el Consejo Criminológico del Centro, así como
participar en la formulación del Plan Anual Operativo del establecimiento
penitenciario, en lo referente al área educativa; desarrollar los programas formales de
educación y promover programas que conlleven actividades socioculturales y
deportivas en coordinación de instituciones públicas o privadas en cooperación para
el orden de los objetivos educativos.
f)
Asistencia Religiosa
Todos los internos son libres de profesar una religión, sin más límites que los
establecido por el Art. 25 de la Constitución de la República..
La administración penitenciaria podrá acceder a que los fieles de las diversas
creencias legalmente autorizadas, realicen su ritos y días de fiesta, siempre que lo
permitan el presupuestos, la seguridad, la vida normal del centro penitenciario y los
derechos fundamentales de los demás internos
Actividades culturales, deportivas
Los internos podrán gozar de actividades culturales, deportivas y religiosas. La
administración penitenciaria deberá promover la participación de los internos en las
actividades culturales y deportivas que programe; ellas estarán destinadas al mayor
número de internos y se realizarán todo el año. El Equipo Técnico Criminológico
coordinará la realización de tales actividades, así como la participación voluntaria de
los internos, del personal penitenciario y demás colabores del exterior.
37
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Todos los internos que participen en alguna actividad deportiva, deberán integrar los
comités de salud mental y física, con el fin de lograr un cambio voluntario de
conductas y actitudes positivas en ellos mismos.
4.3.7. El Comité de Apoyo Externo
Los patronatos y asociaciones civiles dedicados a la asistencia de los internos y
liberados, deberán presentar a la Dirección General de Centros Penales para su
aprobación la correspondiente solicitud de colaboración junto con el programa
concreto de intervención penitenciaria que deseen desarrollar, en el que se deberá
indicar expresamente los objetivos a alcanzar, su duración, la nómina de las
personas que vayan a participar en la ejecución del programa, así como los medios
materiales y en su caso, personales a utilizar y los parámetros de evaluación, y
oportunamente los resultados de la implementación del programa.
4.4. Participación
de
las
internas
en
las
actividades
del
Centro
Penitenciario
Las internas podrán participar en la organización de las actividades de orden
educativo no formales, recreativas, religiosas, culturales o deportivas.
La participación de las internas en estas actividades, tanto en los Centros de
cumplimiento de pena como en los Centros preventivos, se efectuará a través de
designaciones que haga el Equipo Técnico Criminológico del Centro, de entre las
internas clasificadas que presenten buena conducta en el caso de los que se
encuentren en detención provisional, así como también de los que se encuentren en
tercer grado de tratamiento. Del resultado de la designación, se levantará acta que
se expondrá en el periódico mural del establecimiento.
Esto se hará solicitando a las internas su participación en las actividades previstas;
comunicando éstas su decisión al empleado penitenciario o encargado de dichas
actividades con una antelación de quince días.
La participación de las internas designadas, no podrá ser menor de seis meses ni
mayor de un año. No podrán ser designadas aquellas internas que tengan sanciones
disciplinarias por faltas graves o muy graves, cuya sanción no haya sido cumplida.
38
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
En el caso de los centros de cumplimiento de pena en la fase de confianza y
semilibertad, los internos que deseen participar en las actividades de la naturaleza
señalada, lo podrán hacer libremente, siempre y cuando existieren las condiciones
para su participación.
4.4.1.
Formación profesional y ocupacional
Las internas que carezcan o posean escasa especialización profesional u
ocupacional, realizarán con su consentimiento los cursos que sobre estos aspectos
le sean asignados, de acuerdo con las directrices que señale el Equipo Técnico
Criminológico del Centro y según las necesidades detectadas. Estos cursos se
organizarán siguiendo los planes oficiales existentes en materia de formación
profesional y ocupacional.
No existirá relación jurídica laboral en los diferentes casos de ocupación no
productiva, desarrollada por los internos en los centros penitenciarios, como lo son la
formación profesional u ocupacional y las prestaciones personales en labores
domésticas del Centro.
El trabajo que realicen las internas en los talleres de formación profesional u
ocupación del Centro, se enmarca dentro de los cursos de formación que reciben las
internas; y si algún beneficio económico pudiese obtener la administración por la
venta de productos elaborados en aquellos talleres, éste beneficio se utilizará para
reponer materia prima necesaria y equipo para el funcionamiento y mantenimiento de
los mismos.
4.4.2.
Actividad laboral
Se entiende por relación laboral especial penitenciaria, aquella que surge entre los
internos condenados y la administración penitenciaria como consecuencia del
desarrollo de actividades laborales de producción.
Los internos detenidos provisionalmente podrán trabajar conforme a sus aptitudes e
inclinaciones; para tal efecto, la administración penitenciaria les facilitará los medios
de producción que disponga, a aquellos internos que lo soliciten.
39
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Cuando realicen trabajos productivos, estos internos
gozarán de igualdad de
condiciones con respecto a los condenados dentro de la relación laboral.
La administración penitenciaria propiciará la instalación de talleres vocacionales en
cada centro penitenciario, los que serán propiedad de la administración del centro y
estarán por lo tanto bajo su control.
Se consideran establecimientos de trabajo las colonias agrícolas, los institutos de
trabajo o cualquier otro establecimiento similar que la Dirección General de Centros
Penales organice con el fin de rehabilitar a las personas sometidas a través de la
formación profesional y la actividad laboral.
A toda interna sometida se le practicará un estudio de su nivel educativo,
conocimientos, capacidades y aptitudes en los primeros diez días de su ingreso para
determinar la actividad laboral que le corresponderá y el programa de formación
profesional que deberá cumplir. Dicho estudio será efectuado por el Equipo Técnico
del establecimiento.
a)
Derechos y deberes en la relación laboral especial penitenciaria. Art. 310.
Reglamento Penitenciario
Todo interno trabajador en talleres productivos podrá gozar y ejercer los derechos
siguientes:
•
A que valore el trabajo productivo realizado por el interno en orden al régimen y
tratamiento penitenciario, así como la concesión de beneficios penitenciarios
establecidos en la Ley
•
A realizar su labor sin perturbación alguna salvo por razones de seguridad y
orden
•
A la promoción y formación profesional en el trabajo
•
A no ser discriminado como empleado por razón de nacionalidad, sexo, raza,
religión tendencia u opinión política, condición económica y social
•
A una adecuada política, condición económica y social
•
Recibir la remuneración económica por su trabajo, así como al descanso semanal
y las vacaciones anuales
40
Capítulo I.
b)
Centros Penitenciarios de El Salvador
Obligaciones:
Todo interno trabajador en talleres productivos tendrá las obligaciones siguientes:
•
Cumplir con las obligaciones de sus puestos de trabajo así como las que
dependan de la actividad laboral comprendida en su programa individualizado de
tratamiento
•
Observar las medidas de seguridad e higiene adoptadas en el taller de
producción
•
No dañar o efectuar procedimientos que puedan afectar al buen funcionamiento
de los instrumentos de trabajo o la maquinaria
•
Cumplir las órdenes e instrucciones de los encargados de talleres o de quienes
les ayuden a éstos
•
Tomar descansos semanales y las vacaciones anuales que le corresponden
como trabajador
La relación laboral especial tendrá la duración de la obra o servicio que se realice, o
podrá darse suspendida parcialmente por mutuo acuerdo entre las partes;
incapacidad temporal del interno; maternidad de la mujer trabajadora; por suspensión
debido al cumplimiento de sanciones disciplinarias; caso fortuito; razones de
tratamiento; traslado de centro que dure más de treinta días; o por disfrutar permisos
de salida tanto ordinario como especiales.
La suspensión de la relación laboral especial exonera a la administración
penitenciaria de la obligación de remunerar a las internas trabajadoras. Es estas
situaciones se dará el trabajo a otra interna, para el desempeño del puesto, mientras
dura la suspensión; y tendrá derecho preferencial las condenadas.
Toda interna trabajadora que se encuentre en la fase de confianza y semi libertad,
podrá ser contratada por particulares quedando extinguida la relación especial
laboral la interna quedará sujeta a su nuevo contrato en sistema laboral del país.
Las internas trabajadoras podrán realizar trabajos bajo la dirección de una persona
natural o jurídica ajena al Centro; quien proporcionará la formación, maquinaria,
equipo y suministros necesarios para realizar el trabajo.
41
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
En este caso la relación laboral se ajustará a las características de la relación laboral
especial establecida en el Reglamento Penitenciario.
Para legalizar lo dispuesto, la empresa o persona interesada deberá presentar una
solicitud a la Dirección del Centro que describe el tipo de taller y productos que se
generarán, además de los mecanismos de control del taller; así mismo, éste se
comprometerá con la Dirección del Centro a respetar las normas del régimen
establecido en el mismo y la relación laboral especial penitenciaria; y a su vez, la
administración del Centro someterá a la aprobación de la Subdirección General de
asuntos Jurídicos y Cooperación Penitenciaria, la implementación del taller o talleres.
Cuando ocurra alguna de las causas de suspensión o extinción de la relación laboral
especial penitenciaria, el empresario solicitará a la oficina ocupacional del Centro un
listado de las internas que puedan cubrir el puesto de trabajo vacante.
El trabajo productivo deberá ser organizado por el Equipo Técnico Criminológico del
Centro en coordinación con la oficina ocupacional, tomando en cuenta los
parámetros establecidos en la Ley Penitenciaria al respecto.
La actividad laboral de los internos estará controlada por la Subdirección Técnica del
Centro, junto con la Oficina Ocupacional.
Cuando la interna goce de la fase de confianza y de la semi libertad, como cualquier
beneficio penitenciario, este control se ejercerá por parte de la Oficina Ocupacional, y
con la Policía Nacional Civil, en los casos que fuere procedente.6
4.4.3.
Programas que se desarrollan en el Centro de Readaptación
para Mujeres en Ilopango.
Como en todos los Centros Penitenciarios del país, el Centro de Readaptación para
Mujeres cuenta con talleres que ofrecen diferentes programas, previamente
estudiados por el Equipo Técnico del Centro, que está integrado por la Sub dirección
Técnica, un médico, un psicólogo, un trabajador social, la encargada de talleres y el
profesor de la Escuela que ha tenido a su cargo la formación académica de la interna
en cuestión.
6
Ley penitenciara de El Salvador
42
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Los talleres del Centro tienen una ubicación estratégica, pues se encuentran todos
ubicados en las cercanías de la administración y al mismo tiempo están accesibles
tanto a la población interna como a los visitantes externos, están equipados de
manera que facilita el aprendizaje y la actividad productiva.
La población interna tiene una clasificación física dentro del recinto, de la siguiente
manera:
a)
Maternal
b)
Adultas
c)
Procesadas y Penadas
d)
Fase de Confianza y Semi-libertad
En los talleres de este Centro se están desarrollando dos tipos de programas:
Enseñanza y Producción; y la administración actual promueve la participación de
toda la población en todas las actividades programadas, sin distinción de su
condición jurídica. (procesada, penada, fase de confianza y semi-libertad).
En los programas de Enseñanza participan todas las internas que lo deseen y que
estén autorizadas por el Equipo Técnico del Centro; la persona encargada de
coordinar las actividades promueve los cursos a impartirse con todos la información
general de horario, lugar y fechas; y las internas se incorporan voluntariamente al
curso de su elección.
Los programas de producción están destinados para las internas en cumplimiento de
pena, a quienes se les ubica con el apoyo del Equipo Técnico, en un taller para
asignarle una ocupación permanente y mantener una responsabilidad en su tiempo
de permanencia dentro del centro; sin embargo, a las internas en condiciones
jurídicas de Proceso, se les hace conciencia para que participen de las actividades
productivas que el Centro promueve. El trabajo en los talleres también es voluntario,
solo se induce y promueve como medio de ayuda a las internas, para que tengan un
incentivo económico, una actividad constante y una ocupación en su tiempo de
cumplimiento de pena.
Los programas que se desarrollan durante todo el año de manera cíclica son:
Piñatería, Panadería, Cosmetología y Costura, además de la elaboración de huertos,
siembra de hortalizas y la crianza de pollos.
43
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Los programas de piñatería, y cosmetología, tienen una duración de tres meses,
para el aprendizaje y se realiza en un promedio de 9 horas semanales; repitiéndose
a lo largo del año en promedio de dos a tres veces al año, según la demanda de la
población interesada en tomar los cursos. Los huertos y la crianza se desarrollan
constantemente y se asignan grupos con diferentes horarios para la atención de los
animalitos y la siembra, de manera que sean visitados por lo menos dos veces al día
para su cuidado permanente.
El caso de Panadería está en iguales condiciones, porque la producción es diaria, ya
que se suministra el pan para el Centro, dos veces al día.
Programa de Costura
Este programa está diseñado en 3 etapas continuas:
a)
Máquinas domésticas.
Para desarrollar esta etapa que es con la inicia el proceso de aprendizaje, se cuenta
con 12 máquinas de pedal; aquí las internas en un período de tres meses, aprenden
el manejo y dominio del pedal, el sistema de enhebrado y la manipulación de
materiales a coser. Una vez adquirida la habilidad para el manejo de estas máquinas,
la interna pasa al siguiente período de igual duración.
b)
Máquinas eléctricas
En esta etapa continúan el aprendizaje de manipulación de materiales y dominio de
pedal, siempre tiene una duración de tres meses por la complejidad de las máquinas,
donde aprenden la regulación de puntada, de tensión, modificaciones de acuerdo al
material a coser. Se cuenta con 10 máquinas eléctricas.
Estas dos etapas con duración de tres meses cada una, repartidas en sesiones de
tres horas diarias durante tres días a la semana, hacen un total de doscientas horas
de aprendizaje y dominio de las máquinas. Este proceso se desarrolla en un período
de 6 meses, por tal razón, este ciclo puede repetirse solo dos veces al año.
44
Capítulo I.
c)
Centros Penitenciarios de El Salvador
Máquinas industriales
Este programa sólo puede implementarse con las internas que hayan superado
satisfactoriamente las etapas anteriores, pues con el dominio del pedal, la
manipulación de los materiales, en esta etapa solo se necesita conocer el sistema de
enhebrado de las máquinas. Para iniciar con esta etapa han tenido que transcurrir
seis meses en las etapas anteriores, entonces se lleva a cabo dos veces al año.
En esta etapa del proceso, las internas ya son capaces de realizar trabajos de
confección de prendas, y mientras se preparan en máquinas domésticas y eléctricas,
el equipo industrial se destina a producción con las internas que ya han aprendido.
La actividad productiva en la sección de Costura industrial está sujeta a la
disposición de materiales, por lo general el Centro provee de todos los insumos para
que exista una regular producción de artículos en tela y prendas de vestir; este flujo
de trabajo está determinado por la demanda que realiza periódicamente la Tienda,
lugar donde se comercializan los productos elaborados en todos los talleres.
A la fecha, el Centro tiene basta experiencia en el desarrollo de artículos artesanales
entre los que se mencionan los bolsos de tela, forros para Biblias, para licuadoras,
tostadoras, para sanitarios; ropa para cama, enguatados, cojines, en fin una gran
variedad de artículos en tela, para los que ya poseen los moldes, medidas, consumo
de materiales y procedimiento establecido.
Respecto a la elaboración de prendas de vestir, el trabajo ha sido menor; por lo
general se confecciona ropa para niños, por varias razones: el consumo de material
es menor, la demanda en la tienda, por el costo del producto, por el menor grado de
dificultad que implica; pero un factor determinante es la competencia de los
productos en las tiendas externas, especialmente la mercadería China, que le vende
ropa de dos, tres dólares para niños y para adulto desde tres dólares, cinco, ocho y
hasta diez dólares prendas con materiales y calidad aceptables; condición con la que
se hace difícil competir.
Con la confección de prendas de vestir, las internas no tienen la experiencia
suficiente como para optimizar los recursos, y la poca práctica realizada no les da la
pauta para incursionar en el mercado de ropa para todos los tamaños.
45
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Se tiene el equipo, pues cuentan con 19 máquinas industriales y un grupo de
internas que dominan el equipo con las cuales se puede echar a andar una unidad
de producción de prendas de vestir, con calidad competitiva, que pueda
comercializarse tanto en la tienda del Centro, como fuera de el.
5.
Situación de Trabajo Penitenciario en Otros Países
5.1.
La situación de las cárceles en América Latina
La situación de las cárceles en América Latina ha llegado a un nivel en el que no se
pueden aplicar soluciones simples.
Elías Carranza, director del Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la
prevención del delito y el tratamiento del delincuente (ILANUD), considera que la
complejidad de la situación carcelaria es tal que no existe una única forma de atacar
el problema.
"Hay que ser realistas, en el sentido de entender que las cárceles van a seguir
existiendo. La solución, que no es fácil, es tratar de que no haya hacinamiento, que
el espacio vital de cada persona exista", señaló.
Los organismos, instituciones y académicos que siguen este tema concuerdan en
señalar que, por un lado, se debe trabajar para terminar con la sobrepoblación. Por
otro, destacan la necesidad de reformar los códigos penales para que las personas
encarceladas sin condena sean la excepción, y no la regla, como ocurre hoy por hoy
en la mayoría de los países de la región.
Joanne Mariner, subdirectora de la división de las Américas de la organización de
defensa de los derechos humanos "Human Rights Watch", se manifestó optimista, al
menos sobre la posibilidad de reducir este problema.
"Yo creo que hay una esperanza de ver cambios en el sistema. Por ejemplo, el tema
de bajar el número de presos sin condena ya está siendo atacado por algunos
gobiernos".
"Actualmente varios países como Chile, Bolivia, El Salvador están tratando de
cambiar el sistema de procedimiento penal y es una de las reformas más importantes
que está ocurriendo en América Latina".
46
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Mark Ungar, profesor de la Universidad de Nueva York y director del Programa
"Cárceles en crisis", un proyecto en el que se está recogiendo información sobre la
situación penal en la región latinoamericana, dijo que "es un problema complejo
porque no sólo depende de la voluntad política sino también de cambiar la
mentalidad de la población".
Los expertos consultados concuerdan en señalar la necesidad de que los gobiernos
implementen sentencias alternativas para aquellos presos que están condenados por
delitos menores.
Elías Carranza, director de ILANUD, en la misma línea, destacó que es necesario
que los gobiernos adopten políticas sociales que logren un mejor reparto del ingreso.
Destacó que es posible implementar programas que no requieran de una gran
inversión pero que permitan bajar la delincuencia en el corto plazo, y de esa forma,
se pueda contar con centros penales más humanos y eficaces. La clave, sostiene el
director del proyecto "Cárceles en crisis", es que los gobiernos trabajen más con las
comunidades,
con
organizaciones
no
gubernamentales,
que
tengan
más
coordinación con el sistema educativo y con sistemas sociales para prevenir la
delincuencia y no sólo para responder a ella. 7
Tabla 2: Sobrepoblación en las Cárceles de América Latina
7
América Latina
Año
Capacidad
Población
Bolivia
Brasil
Colombia
Cota Rica
Chile
Ecuador
El Salvador
Guatemala
Haití
Honduras
México
Nicaragua
Panamá
1999
2002
2001
2002
2001
2001
2002
1999
1999
1999
2000
2002
2002
4,959
181,865
39,591
6,032
423,855
6,831
6,137
7,233
2,000
5,235
119,972
5,348
7,036
8,057
240,107
54,034
6,613
33,635
7,859
10,278
8,169
3.694
10,938
151,662
5,555
9,607
newbbc.co.uk. Consultada en Abril de 2006
47
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
Dominicana
Uruguay
Venezuela
2000
2002
2002
1999
1999
1999
2001
2002
119,972
5,348
7,036
2,707
19,949
4,460
3,386
20,449
151,662
5,555
9,607
4,088
27,493
11,416
5,107
23,147
Fuente: Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la prevención del delito y el tratamiento del delincuente (ILANUD)
5.2. Algunos Sistemas Penitenciarios con Trabajo Productivo
5.2.1.
España. Centro de Iniciativa para la Reinserción (CIRE)8
Desde su creación en 1989 con la aprobación de la ley 5/1989 del 12 de mayo, el
Centro de Iniciativa para la Reinserción (CIRE) gestiona el trabajo que se realiza en
los talleres de los ocho centros penitenciarios catalanes.
El CIRE, que depende directamente del departamento de Justicia de la Generalitat,
gestiona en la actualidad los 32 talleres de trabajo que hay en el interior de las
cárceles catalanas, que le supusieron en 1999 una facturación de más de 1.239
millones de pesetas (equivalente a US$ 9,234,553)9 y la ampliación de su actividad
empresarial con la incorporación de 62 nuevos clientes, tanto en producción propia
como en trabajos para terceras empresas.
Los datos de 1999 registran 413.980 jornadas de trabajo en las cárceles, tres veces
más que en 1991, por las que el organismo público abonó 497 millones de pesetas a
los presos (equivalente a US$ 3,704,255). En Cataluña, el 44% de la población
interna, trabajan por una media de 300 pesetas por hora (equivalente a US$ 2.23),
aunque cobran por unidad producida y no por tiempo trabajado, cobrando el 75% del
Salario Mínimo Interprofesional en jornadas parciales de cuatro horas. Esto se
extiende a la práctica totalidad de las cárceles catalanas, ocho en la actualidad
(Figueres, Quatre Camins, Mujeres-Wad Ras, Modelo, Brians, Tarragona, JóvenesTrinitat, Girona y Ponent).
8
9
www.kcl.uk. KCL Consultado en Abril de 2006
$1.00 ≡ 134.17 pesetas
48
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
De 202 pesetas por hora de trabajo pagadas
(equivalente a US$ 1.51), con la
implantación de CIRE se pasó a 300 en 1995, (equivalente a US$ 2.23 ) vigentes en
la actualidad.
El salario medio mensual que perciben los presos es de 21.500 pesetas, (equivalente
a US$ 160.25), que oscila según las cárceles y los ritmos productivos. La actividad
va de la fabricación de cajas de fruta a las artes gráficas, pasando por la carpintería,
la confección, el montaje y cartonaje, los manipulados, la panadería y la cerrajería.
Uno de los últimos trabajos es la confección de los nuevos y polémicos triángulos de
señalización vial.
5.2.2.
Chile. Centros de Educación y Trabajo (CET)10
Las cifras disponibles indican que en Chile hay 35.036 personas encarceladas en
centros penitenciarios. De ellas, 18.755 (53,5%) corresponden a condenados que se
encuentran en un establecimiento penal del sistema cerrado o semiabierto y 14.352
(40,9%) a procesados en espera de sentencia, es decir en prisión preventiva. El
5,6% restante está en calidad de detenido en alguno de estos recintos.
a)
La situación laboral de los reclusos
El trabajo y la capacitación asociada a éste, son elementos indispensables para que
los internos desarrollen sus habilidades y puedan mejorar su vida tanto dentro como
fuera del penal. Lo anterior es posible al permitirles ocupar su tiempo libre, obtener
ingresos, adquirir conocimientos y experiencia laboral que faciliten su reinserción en
la sociedad cuando obtengan la libertad.
Según cifras de Gendarmería, (partícipe del Sistema de Administración de Justicia),
el año 2001 el número de internos trabajadores superaba los 8.000. En su mayoría
trabaja en talleres institucionales, por ejemplo, como artesanos, microempresarios,
con privados en los Centros de Educación y Trabajo (CET).
10
www.gendarmeria.cl Consultada en Abril de 2006
49
Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
La actividad laboral a la que pueden optar los reclusos en los penales, la podemos
agrupar en trabajos con mayor formalidad como Microempresarios, en los Centros de
Educación y Trabajo (CET) y Trabajo con Privados, o en trabajos más informales
como Mozos y Jornales, Artesanos y Patronato Nacional de Reos.
Aquellos que trabajan como Microempresarios deben cumplir
con ciertas
formalidades, tales como, estar constituidos, llevar contabilidad, entre otras. Ellos
fabrican productos que comercializan directamente y en pueden combinar la
producción propia con el encargo de trabajos desde el exterior por empresas y
particulares. También existen algunas organizaciones sin fines de lucro que apoyan
algunas de estas actividades las que se encuentran en el Directorio de Instituciones.
En los Centros de Educación y Trabajo (CET), los reclusos previamente
seleccionados de acuerdo a un perfil preestablecido, son capacitados y trabajan en
talleres o predios agrícolas donde se les proporciona trabajo remunerado de acuerdo
a los ingresos reales que origine el centro y según el grado de capacitación que ha
alcanzado el recluso. Parte de su sueldo se destina a un fondo de ahorro para
cuando obtengan la libertad. Actualmente, existen dos tipos de CET: los cerrados,
que son unidades que funcionan al interior de las cárceles y en los que trabajan
internos seleccionados por el propio establecimiento en base a sus características
psico-sociales y penitenciarias; y los semi-abiertos, que son unidades penales
independientes que funcionan bajo un régimen de autodisciplina y confianza, y a los
que pueden acceder aquellos internos condenados que cumplen con un perfil psicosocial y penitenciario más exigente y a los que preferentemente les restan más de
dos años para postular a libertad condicional.
El Trabajo con Privados se refiere a que empresas privadas pueden instalarse al
interior de un penal, en lugares cedidos o arrendados a Gendarmería, los cuales
deben ser adecuados para el funcionamiento de la empresa. Este procedimiento se
realiza mediante una licitación pública, una vez adjudicada se establece un convenio
entre la empresa y Gendarmería. Las condiciones laborales para los internos se
ajustan a la normativa vigente, debiendo considerar un tiempo de capacitación tras lo
cual son contratados.
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Capítulo I.
b)
Centros Penitenciarios de El Salvador
Actividad laboral penitenciaria: Segundo semestre del 2002
Las actividades de capacitación y trabajo, permiten incorporar hábitos laborales y
sociales en el individuo, facilitando el proceso de reinserción social de quienes se
encuentran privados de libertad.
La Política Institucional que mantiene Gendarmería de Chile, considera favorecer
estas instancias propendiendo su complementación con el desarrollo de actividades
de formación y recreación, de manera tal, de intervenir integralmente en el individuo.
Lo anterior, ha dirigido la gestión institucional hacia la búsqueda e implementación de
alternativas laborales que permitan a la población penal este desarrollo, debiendo
para ello, vincularse con la empresa privada, o en su defecto propender a la gestión
productiva propia, con estos fines.
La focalización de la población objetivo y la interacción y gestión con distintas
entidades privadas y gubernamentales, ha permitido conformar una serie de
alternativas laborales para la población penal, pero persisten algunas carencias que
limitan el aumento de la cobertura en especial en aquellas actividades laboralesproductivas que se encuentran más formalizadas.
5.2.3.
Anécdotas en los Centros Penitenciarios de Chile
Con fecha, 3 de noviembre de 2005, se presenta una serie de historias sucedidas en
las penitenciarias de Chile en América del Sur, titulado: “Reos y empresarios”
En la cárcel de Colina algunos reos se convierten en microempresarios.
Para entrar a la cárcel de Colina, ubicada a 30 minutos al norte de Santiago, hay que
cruzar un subterráneo enrejado y dejar el teléfono móvil en custodia. Nadie se salva
de la revisión personal ni de los detectores de metales, ni siquiera los gendarmes
encargados de la seguridad.
Pero, a pesar de la rigurosidad de estas medidas, se trata de una cárcel muy
particular, donde se lleva a cabo una política laboral que permite a los reos de buena
conducta trabajar en sus propios negocios y convertirse en microempresarios.
Una vez al aire libre, cruzando otra reja, el panorama cambia, se vuelve más amable
a la vista y aparecen jardines con rosales que los propios reos se encargan de
mantener en buenas condiciones.
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Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Se llega entonces a los galpones de los talleres y fábricas del Área Laboral, donde
trabajan más de mil reos -o internos, como los llaman las autoridades-, de un total de
1.300 que tiene el penal. En estos galpones funcionan 16 talleres y empresas.
El tiempo pasa volando . . .
En la mueblería "Fama" BBC Mundo conversó con su
dueño, Juan Maldonado Riquelme, quien lleva 17 años en la cárcel y 14 dedicado a
la fabricación de muebles.
Juan Maldonado fabrica muebles en la cárcel desde hace 14 años.
"Todo lo que usted puede ver aquí es mío, soy un microempresario", cuenta con
orgullo al enseñar sus máquinas, sus materias primas y los muebles que sus clientes
le compran por catálogo o a través de un portal en internet.
Con los ahorros que consiguió trabajando en talleres fiscales, Juan Maldonado
compró sus primeras máquinas. Hoy reinvierte sus utilidades en la mueblería y
trabaja junto a cinco reclusos, a quienes ha capacitado previamente.
Aprender un oficio, cree, puede ser útil para todos cuando recuperen su libertad.
"Tengo dos compañeros que se van a fines de año. Ellos pretenden seguir con esto.
Espero que les sirva lo que aprendieron acá".
"El tiempo pasa volando aquí en el trabajo. Uno se olvida de la calle, se olvida que
está preso", comenta Maldonado, quien dice que hace esto "por el bien de la familia".
A los 49 años, tiene siete hijos de dos matrimonios. Cuenta que espera salir de la
cárcel en tres años más y llevarse el negocio al exterior.
También quiere pedir apoyo municipal para rehabilitar reclusos y para apoyar a
jóvenes en riesgo social. Por ahora, ningún banco le ha ofrecido préstamos.
"Pero he sido autosuficiente para no molestar a nadie. Lo que gano, después de
pagar los sueldos, lo reinvierto". Uniformes, techos y pan.
Otro caso exitoso es el de Raimundo Espinoza, quien consiguió una socia en el
exterior para montar su taller de confecciones "Raysi".
Con el dinero que Raimundo Espinoza obtiene, paga la universidad de uno de sus
hijos. Actualmente se encuentra fabricando 300 uniformes de seguridad, con colores
reflectantes, para funcionarios de Vialidad, del Ministerio de Transportes.
Las utilidades que consigue en el taller le permiten financiar los estudios
universitarios de uno de sus hijos.
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Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
La Corporación Nacional del Cobre, CODELCO, es la mayor empresa fiscal y apoya
dos iniciativas dentro de la cárcel de Colina.
Una es la producción de tejas para techumbres de cobre, con 15 obreros y cuatro
mozos encargados del aseo, y la otra es un taller artístico de grabados y repujados
en láminas de cobre.
El Patronato Nacional de Reos puso en marcha una panadería dentro de la cárcel.
Su supervisor técnico, Eduardo Muñoz, cuenta con un personal integrado por 65
internos. "Aquí se selecciona a quienes tienen mayor interés y habilidades para
trabajar en la panadería", explica.
Todos reciben un sueldo, tal como ocurriría si fuese una empresa privada. Producen
diariamente cinco mil kilos de pan y abastecen no sólo a la cárcel de Colina sino
también a otras cárceles de la Región Metropolitana.
Pero también existen empresarios privados que se han instalado dentro de la cárcel.
Alfredo Irarrázaval es dueño de la empresa DOT, que tiene oficinas tanto en la
cárcel como en Santiago.
La empresa se dedica a la fabricación de muebles especiales para puntos de venta
de marcas internacionales y multitiendas chilenas y extranjeras.
Hace cuatro años decidió apostar por los reclusos, a quienes define como "mano de
obra que es muy fácil especializar, se complementa con nuestros requerimientos y
hacemos un muy buen trabajo".
Hoy trabaja con 35 reos. "Y a medida que van cumpliendo condena, quedan
automáticamente contratados en la fábrica de Santiago. Así que salen especializados
y con pega (trabajo)", comenta. Irarrázaval sabe que este caso es excepcional
porque los reos, al cumplir sus condenas, suelen tener problemas para encontrar
trabajo. Les piden certificados de antecedentes y, al saber que estuvieron en la
cárcel, no los contratan. "Pagan una condena estando presos y después siguen
pagando una segunda condena, estando en libertad, donde no tienen comida o cama
y por esa razón muchos vuelven a lo mismo", sostiene Irarrázaval, quien suele
decirle a los reos que "la cárcel es dura, pero la calle es mucho más dura".
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Capítulo I.
Centros Penitenciarios de El Salvador
Política laboral
Chile tiene más de cien cárceles, con 39.000 reclusos , que son vigilados por 12.000
funcionarios de Gendarmería.
El Director Nacional de Gendarmería, Juan Carlos Pérez, dijo a la BBC que las
experiencias de trabajo dentro de algunas cárceles forman parte de un proceso de
cambios que se ha venido desarrollando durante los últimos 15 años.
Desde la cárcel deberían egresar con un título técnico, si es posible, o con su
enseñanza (básica y media) completa, comenta Juan Carlos Pérez, Director Nacional
de Gendarmería
En el sur de Chile, en Vilcún, existe un Centro de Educación del Trabajo, "focalizado
en el trabajo como una forma de reinsertarse en la sociedad aprendiendo un oficio".
En aquel recinto, un predio forestal, no hay rejas. Y trabajan 300 personas. De los
centros "intramuros" destaca los casos de las cárceles de Valparaíso (a hora y media
de Santiago) y Colina.
"Para una adecuada reinserción es requisito fundamental que el lugar de reclusión
sea apto y digno para un ser humano", dijo Pérez, quien anunció la construcción de
diez nuevas cárceles, con participación del sector privado.
Lo que se pretende es garantizar que la infraestructura de los recintos permitirá una
efectiva rehabilitación de los reos, ofreciéndoles, entre otras cosas, fábricas,
escuelas y comunidades terapéuticas para abandonar el consumo de drogas.
También esperan contar, en el futuro, con más asistentes sociales (uno por cada 200
internos) y sicólogos (uno por cada 240 internos).
Por ahora, las antiguas cárceles construidas en el Siglo XIX, con todos sus
problemas de hacinamiento y seguridad, conviven con las del nuevo sistema.
Según el director de Gendarmería, "estamos en esta etapa de transición, que es
bastante difícil de cumplir", pero la meta es adecuarse a los estándares
internacionales.
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