estimulación del desarrollo infantil

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ESTIMULACIÓN DEL DESARROLLO INFANTIL
(0 A 2 AÑOS)
Guía para los padres
UNICEF
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia,
Oficina de Área para Argentina, Chile y Uruguay
Autor
: Isabel Margarita Haeussler, Sicóloga de la Universidad Católica de Chile y del
CEDEP (Centro de Estudios de Desarrollo y Estimulación Psicosocial)
Titulo
: ESTIMULACIÓN DEL DESARROLLO INFANTIL (0 a 2 años)
GUÍA PARA PADRES (Tomo 1)
Inscripción Nº
ISBN
Copyright
Primera Edición
: 81.794
: 92-806-10 73-2
: UNICEF 1992
: Febrero 1992
Las expresiones y conceptos manifestados por el autor de este libro,
es de su exclusiva responsabilidad y no compromete a la Institución que lo edita.
Diseño
Ilustraciones
Diagramación
: Francisco Ramos
: Miguel Marfán
: ADOS
Impreso en Chile/Printed in Chile
PRESENTACIÓN
En los últimos años se ha ido aceptando cada vez con más fuerza la idea de que los primeros años de vida
son fundamentales para la formación de la personalidad del niño, como resultado de diversas investigaciones
realizadas por la psicología moderna.
En la primera infancia comienzan a desarrollarse todas las capacidades del niño, en especial las habilidades
cognitivas y la auto-estima o auto-confianza en el niño, dos elementos determinantes para el bienestar psico-social
del niño en su futuro.
El desarrollo de las capacidades y habilidades intelectuales, motoras, emocionales y sociales del menor,
depende en gran medida de la interacción que se da entre el niño y sus padres en su primera infancia y de la
calidad y variedad de los ambientes y los estímulos que rodean al niño; éste necesita un ambiente sano, rico en
efectividad y protegido; y necesita de estímulos verbales, táctiles, visuales, de contacto con otras personas y con la
naturaleza.
Los padres tienen un papel fundamental en la estimulación del desarrollo psico-social de sus hijos. Ellos son la
principal fuente educativa y los principales agentes para promover el desarrollo físico, psíquico y social del niño en
los primeros años de vida. Nadie como ellos, se encuentra en una relación tan cercana, profunda, íntima y
permanente con el niño, ni comparte tantas experiencias y vivencias en la interacción diaria con el menor.
La familia es el núcleo donde el niño nace, crece y se desarrolla y, por lo tanto, la primera fuente de interacción
del niño con el medio social que lo rodea. Lo que los padres y el grupo familiar en general puedan hacer para
favorecer el desarrollo psico-social del niño en estos primeros años de vida es determinante para el despliegue de
las potencialidades y capacidades del niño o la niña en el futuro.
En reconocimiento de esta realidad, la Oficina de UNICEF para Argentina, Chile y Uruguay con sede en
Santiago, ha impulsado la preparación de "Guía para los Padres" que estamos presentando, para apoyar a los
padres y a la familia, principales agentes educativos del niño, en su función de estimulación del desarrollo
psico-social de los niños menores de seis años.
Esta guía ha sido realizada por Isabel Margarita Haeussler, Psicóloga de la Universidad Católica de Chile y del
CEDEP (Centro de Estudios de Desarrollo y Estimulación Psicosocial), con amplia experiencia en desarrollo infantil.
En la revisión de los contenidos se contó con la asesoría técnica de Vicky Colbert, de la Oficina Regional de
UNICEF para las Américas con sede en Bogotá, de Robert Myers y María Eugenia Linares, Consultores de UNICEF
y de Felipe Risopatrón de la Oficina de UNICEF de Santiago.
Considerando las etapas del desarrollo psicosocial del pequeño, se contemplan dos guías separadas pero
complementarias entre sí: una con actividades para niños entre 0 y 2 años, y otra para niños entre 2 y 6 años.
Cada guía incluye cuatro áreas principales del desarrollo infantil: el área emocional, el área social, el área
intelectual o cognitiva y el área motora. Así los padres cuentan con actividades y situaciones cotidianas para
fomentar el desarrollo de sus hijos en las diferentes áreas, de acuerdo a la edad de cada niño. La realización de
este tipo de actividades favorece la interacción padre-hijos y no sólo el adulto estimula al niño sino, en su proceso
recíproco, el niño también va modificando la conducta del adulto.
Con esta guía, la Oficina de Área de UNICEF para Argentina, Chile y Uruguay entrega un nuevo aporte a los
organismos públicos y privados que trabajan en el área del desarrollo infantil y, en especial, a aquellos que intentan
capacitar a los padres para que éstos sean más capaces y se sientan más seguros en esta tarea tan noble y tan
importante, como es el apoyar y estimular el desarrollo psico-social de sus hijos y contribuir de este modo a que
éstos puedan desplegar sus potencialidades humanas desde la primera infancia.
Kristina Goncalves
Representante de Área
Oficina de UNICEF para
Argentina, Chile y Uruguay
ÍNDICE
Introducción
Aspectos generales sobre la estimulación psico-social
Área Emocional
Área Social
Área Intelectual o Cognitiva
Área Motora
5
7
13
23
31
45
INTRODUCCIÓN
El desarrollo psicosocial es un proceso de transformaciones que se da en una interacción permanente del niño
con su ambiente físico y social. Es un proceso integral, gradual, continuo y acumulativo que se inicia desde la
gestación.
En el desarrollo infantil pueden distinguirse cuatro dimensiones o áreas: intelectual o cognitiva, emocional, social
y motora. El proceso de desarrollo permite al niño ir alcanzando, en cada una de estas áreas, conductas y medios
que le posibilitan en forma creciente, a medida que avanza en edad, una mejor adaptación al medio. Poco a poco va
desarrollando nociones y conceptos, lenguaje comprensivo y expresivo, coordinación de sus movimientos finos y
gruesos, emociones y sentimientos, interacciones sociales positivas con un ambiente y va construyendo una
autoimagen y una autoestima y su seguridad personal.
La meta a lograr es el despliegue máximo de las potencialidades del niño, que en el futuro le permitan un
conocimiento crítico de su realidad y una participación activa en la sociedad en que vive.
Los niños que viven en situación de pobreza tienen más riesgo de no poder hacer realidad el despliegue de sus
capacidades y aptitudes y es preciso entonces apoyarlos en forma especial, teniendo en cuenta que el desarrollo
psico-social infantil puede estimularse desde los primeros días de vida.
En la estimulación del desarrollo es fundamental, como se ha insistido anteriormente, el partir de las necesidades
del niño, el que el mundo humano que lo rodea sea cálido, positivo y acogedor y donde los adultos estén atentos a
las interacciones del niño y respondan a él. Sobre esta base pueden agregarse actividades específicas que apoyen
el desarrollo de cada área.
A continuación se presentan mensajes básicos en cuanto a la estimulación del desarrollo psico-social del niño de
0 a 2 años de edad y se acompaña de sugerencias de actividades por área.
ASPECTOS GENERALES SOBRE LA
ESTIMULACIÓN PSICO-SOCIAL
1 EL DESARROLLO PSICOSOCIAL ES UN PROCESO DE CAMBIO ORDENADO Y POR ETAPAS DONDE EL
NIÑO VA LOGRANDO EN SU INTERACCIÓN CON EL MEDIO NIVELES CADA VEZ MAS COMPLEJOS DE
MOVIMIENTOS Y ACCIONES, DE PENSAMIENTO, DE LENGUAJE, DE EMOCIONES Y SENTIMIENTOS Y DE
RELACIONES CON LOS DEMÁS. ESTE DESARROLLO PUEDE ESTIMULARSE DESDE EL PRIMER DIA DE
VIDA.
Además de tener diferente ritmo, cada niño es distinto
al otro, tiene su temperamento, su forma de reaccionar, su manera de relacionarse con los demás. No
podemos forzar a los niños a comportarse todos de un
mismo modo, porque nos resulta más fácil o creemos
que es mejor. Si el niño mayor es muy tranquilo eso no
significa que el segundo será igual. Lo haremos sufrir
si constantemente lo forzamos a no moverse, lo
retamos y castigamos por ser activo y estar en
movimiento.
El desarrollo psicológico es un proceso de "evolución"
o de cambios sucesivos que se realiza a partir de lo
que el niño trae (su dotación genética, su constitución
física, sus destrezas y debilidades) en un intercambio
dinámico con el medio ambiente físico y social que lo
rodea. Esta evolución se da por etapas. Lo adquirido
primero sirve de base para construir la etapa siguiente.
Todos los niños pasan por las mismas etapas del desarrollo, pero cada uno tiene su propio ritmo, que es
necesario respetar. No tiene sentido apurar a los niños
para que logren conductas para las cuales no están
preparados. No todos los niños aprenden con la
misma rapidez.
Así por ejemplo, el niño primero aprende que, estirando sus brazos hacia un objeto, puede alcanzarlo. Luego se da cuenta que si esto no es posible, puede resolver el problema de alcanzar un objeto alejado, subiéndose a una silla o utilizando un palo. Más adelante
aún, usará el lenguaje como medio de obtener resultados deseados.
Nosotros, los adultos, podemos contribuir a preparar al
niño a lograr muchos aprendizajes. La actitud de los
adultos, la pronta respuesta al niño. el captar sus
señales, son factores esenciales en una adecuada
estimulación. También vemos lo importante que es el
disponer de información sobre las necesidades de los
niños en las diferentes edades, para poder tener adecuadas actitudes de apoyo y proponer actividades de
acuerdo a su etapa de desarrollo.
Un aprendizaje se da solamente cuando el organismo
está listo, es decir, biológicamente maduro y cuando
hay una motivación y una preparación del niño a su
aprendizaje. No podemos quedarnos tranquilos esperando que un niño de un año y medio que no camina,
lo haga, o que uno de tres años que no habla, comience a hablar. Es necesario preocuparse, estimularlo a hacerlo, motivarlo, ayudarlo.
El desarrollo psicológico y social del niño comprende
varias áreas: emocional, social, intelectual o cognoscitiva y motora.
Todas ellas pueden ser estimuladas desde el nacimiento hasta la adolescencia. Ya hemos revisado lo
importante que es, en la estimulación, el estar atento a
las necesidades del niño y responder a sus demandas
y a sus interacciones.
El niño tiene necesidades fundamentales en cuanto a
establecer vínculos de afecto y amor, y de interacción
con el medio que lo rodea para su desarrollo
psicosocial. En las páginas que siguen, se presentan
algunas actividades sencillas, que muchos padres
hacen en forma natural sin que nadie se los haya enseñado, que pueden servir de base para apoyar y
reforzar cada área del desarrollo psicosocial del niño
entre 0 y 2 años.
Estas actividades pueden ser discutidas por los padres
o adultos en grupo para intercambiar opiniones, y
aprender de la experiencia de los demás sobre una
labor tan importante, y en la cual nadie puede
reemplazar a los padres, como es la estimulación del
desarrollo infantil.
ÁREA EMOCIONAL
2
EL ÁREA EMOCIONAL PUEDE SER ESTIMULADA DESDE EL MOMENTO DE NACER; ELLO LE
PERMITIRÁ AL NIÑO EXPRESAR ADECUADAMENTE SUS SENTIMIENTOS, CONOCERSE A SI MISMO,
ADQUIRIR SEGURIDAD, SENTIRSE QUERIDO Y ACEPTADO Y TENER UNA BUENA AUTOESTIMA.
El desarrollo emocional en la infancia es la base del equilibrio psicológico del adulto.
Para desarrollarse emocionalmente sano el niño necesita sentirse querido, aceptado, valorado tal como él es.
El niño necesita dar y recibir afecto. El cariño es una verdadera "vacuna" que previene muchos problemas en
cuanto a desarrollo emocional. Es la base de la seguridad en el mundo y, en los otros y en sí mismo.
El niño también necesita poder conocerse a sí mismo, sentir que se confía en él, desarrollar su independencia e
iniciativa y tener oportunidades para actuar por sí mismo e ir logrando un desarrollo personal.
El sentirse querido, importante, autónomo, irá creando en el niño sentimientos de seguridad y confianza en sí
mismo. Así él' formará una buena autoestima.
El cariño, aprecio y confianza que se le transmiten, de todas las maneras posibles, le permitirán tener un
desarrollo emocional con estabilidad, con motivación por salir adelante, con tolerancia a las inevitables frustraciones
de la vida, con equilibrio y seguridad.
Las actividades que aquí se proponen sólo tienen sentido si se consideran previamente las necesidades afectivas
y de interacción del niño, si se da un clima de relaciones afectivas positivas y si se tienen presentes los factores de
riesgo en el desarrollo infantil. Actividades de estimulación hechas mecánicamente tienen poco sentido si no son
hechas con amor y en interacción con el ser humano niño o niña.
ESTIMULACIÓN DEL ÁREA EMOCIONAL
DEL NIÑO ENTRE 0 Y 2 AÑOS
Atiéndalo cada vez que llora. Sus llantos es uno de
sus medios de expresar sus necesidades, de hambre,
sueño, regaloneo, etc. Estudios han mostrado que los
niños que se dejan llorar sin atenderlos prontamente,
se vuelven más llorones e irritables.
Mírelos a los ojos cuando le hable, lo mude, la bañe, lo
regalonee.
Juegue juegos de imitación con él. Si él abre la boca,
ábrala usted, si saca la lengua, sáquela usted. O al
revés, observe como él lo imita en sus gestos: arrugar
la nariz, levantar las manos, aplaudir, repetir sonidos...
Sáquelo a pasear con frecuencia. Los desconocidos a
veces le pueden dar susto y llorar. Si usted lo tiene
bien firme y lo tranquiliza con su voz, él se calmará.
Pero no le evite el contacto con
más personas, aunque llore al principio y en algunas
edades (tipo 8-9 meses).
Juegue con el niño. Cuando lo mude o bañe, masajéelo, muévale las piernas o bracitos, acérquese y
aléjese, hágales suaves cosquillas. Todos los juegos
que permitan el desarrollo intelectual también permiten
establecer vínculos de afecto.
Deje que el niño participe de la vida familiar, que sus
hermanitos y familia puedan acercarse, tomarlo, cuidarlo, No lo aísle.
Juegue juegos vocales con él: Repetir lo que él dice,
decirle sonidos para que él repita...
Déjese un tiempo cada día, nada más que estar junto
al niño, regaloneándolo, conversándole, mirándolo,
jugando con él. Es difícil hacerse el tiempo, pero es
realmente muy importante hacérselo.
Cántele suavecito, canciones de cuna o sus canciones
preferidas.
Sonríale y alábele sus nuevos aprendizajes.
Háblele mucho, aunque no entienda. Poco a poco él
aprenderá a comunicarse con usted. Cuéntele si está
contento (a), preocupado (a). Cuéntele de los demás.
Póngale música. Acompáñese de gestos que el niño
pueda imitar.
Póngase frente a un espejo con él sonría, ponga diferentes expresiones (pena, enojo, alegría) y observe
las reacciones del niño.
Ojalá el niño pueda tener un muñeco, muñeca o animalito de peluche para acariciar él mismo y jugar con
él.
No conviene hacer diferencias en cuanto a cariño ni
tampoco entre varones y niñas. El padre debe darle
tiempo a sus niñas desde chiquititas y debe acariciar a
los varones aunque sean hombres.
Incite al resto de la familia a jugar con el niño, a sacarlo a pasear, a cantarle y regalonearlo.
Nómbrele por su nombre, para que él vaya aprendiendo a responder a él y a sentirse identificado.
Enséñele los nombres de las personas cercanas para
que él pueda pedirles a ellos también tiempo y regaloneo.
Es importante que lo padres le den cariño a todos sus
hijos y no hagan diferencias entre ellos. Es bueno que
el más pequeño vea que también su padre y su madre
acarician a sus hermanos.
ÁREA SOCIAL
3
EL ÁREA SOCIAL NECESITA APOYO Y ESTIMULO. EN LA CONVIVENCIA CON NIÑOS Y ADULTOS
APRENDERÁ A COMPARTIR, A COMUNICARSE, A SER SOLIDARIO, A DAR Y RECIBIR.
El saber convivir sanamente con los demás es uno de los aprendizajes más importantes del ser humano.
Para lograr una buena relación con los demás, es necesario tanto conocerse y estimarse a sí mismo, como
respetar a los demás.
Se aprende a estimar a los otros básicamente a través de la imitación. La mejor manera de enseñar al niño a
respetar, es respetándolo a él y a los otros, de enseñarle a compartir, es compartiendo con él.
El sentido de solidaridad no se enseña con palabras, sino con el ejemplo. El compromiso de los adultos con sus
familiares, vecinos y la comunidad, y el que se compartan experiencias y sentimientos le enseñarán al niño a ser
solidario.
El niño necesita aprender a sentir y tolerar frustraciones. No se le puede permitir realizar todos sus deseos: si
esto se le permite, no sabrá actuar cuando tenga que respetar el derecho de los demás.
Las actividades que se proponen a continuación pueden servir para estimular el desarrollo del área social. Para
ser efectivas ellas deben darse en un clima familiar y emocional positivo y considerando las necesidades del niño.
ESTIMULACIÓN DEL ÁREA SOCIAL
DEL NIÑO ENTRE 0 Y 2 AÑOS
Incite al niño a responder de alguna forma a su acercamiento. Cuando él le haga cualquier tipo de señales,
respóndale.
Acostúmbrelo a estar con distintas personas (padre,
hermanos, abuelos, tíos, amigos). Permita que otras
personas lo tomen en brazos, acaricien, muden y alimenten. Convérsele, sonríale, cántele, juegue con él.
Hágalo participar de momentos familiares agradables.
Llévelo a la mesa para que él esté mientras todos comen... Presénteselo a sus visitas.
Sáquelo a pasear cuando pueda. Pídale al papá o ---a
sus familiares que lo saquen o la acompañen. Llévelo
cuando vaya de compras cerca de su casa u cuando
visite a algún pariente o amigo.
Enséñele a reconocer al papá a los hermanos, los tíos;
pregúntele, por ejemplo, ¿dónde está el papá?
Ese es el papá...
Fomente que el niño participe en juegos y actividades
sociales: aplaudir, entregar objetos, dar gracias,
despedirse, imitar gestos.
No lo ponga largos ratos frente al televisor. Eso no lo
ayuda a descubrir el mundo ni a interactuar con otros.
Es importante que el niño se haga amigo de otras
personas, que no desconozca y pueda aceptar a otros
y permítales tomarlo, alimentarlo y también poder
jugar y reír con ellos.
Enséñele a saludar y despedirse, a dar besos, a hacer
gestos de despedida con su manito, diciendo "chao" o
"adiós".
Celébrelo por ayudar, esforzarse o compartir.
Déjelo moverse lentamente y ojalá empezar a estar
con otros niños.
Cuando vaya a comprar pan, lleve al niño y pásele la
bolsa a él.
Si puede, llévelo a una plaza con juegos infantiles. El
niño se columpiará y correrá junto a otros niños.
Incítelo a cooperar en tareas domésticas: botar papeles a la basura, recoger objetos del suelo, llevar cosas
a la mesa, ordenar herramientas, libros, revistas, etc.
Dele un pañito para que él le ayude a sacudir o limpiar
en la casa.
ÁREA INTELECTUAL O COGNITIVA
4
EL ÁREA INTELECTUAL O COGNITIVA REQUIERE DE UN FOMENTO ESPECIAL. EL NIÑO NECESITA
OPORTUNIDADES PARA MANIPULAR OBJETOS Y EXPLORAR SU MUNDO Y TAMBIÉN QUE SE
RESPONDA A SUS PREGUNTAS E INQUIETUDES Y SE LE MOTIVE A APRENDER. AS¡ EL
DESARROLLARA SU CAPACIDAD DE PENSAR, SU INTELIGENCIA Y SU LENGUAJE.
El niño aprende a pensar lógicamente a través de la acción: actuando sobre las cosas, experimentando, explorando, observando, relacionándose con las personas y el medio que lo rodea.
La curiosidad del pifio por conocer el mundo físico y social es grande, ilimitada y muy importante para el
desarrollo de su inteligencia.
La inteligencia del niño se desarrolla por medio de su propia experiencias con objetos y personas. Las experiencias son el "alimento" para el desarrollo del pensamiento y de su capacidad de razonar.
También las imágenes "alimentan" el desarrollo intelectual: el dibujar, el reconocer y observar imágenes, el dar
libre curso a su fantasía en los juegos...
El lenguaje es un importante medio de comunicación y también es un medio de desarrollo de la inteligencia: el
uso de palabras para comunicarse y explicar, ayuda al pifio a pensar en forma lógica.
El gusto y el interés por aprender que tenga el pifio dependerá en gran medida de las actitudes de los adultos
que lo rodean: estarán presentes si se elogian oportunamente sus logros, si se valoran sus adelantos en los juegos,
dibujos y aprendizajes, si se alienta frente a sus fracasos o errores, si se le da oportunidad de interactuar con ideas
de estímulos en una diversidad de situaciones.
ESTIMULACIÓN DEL ÁREA INTELECTUAL
DEL NIÑO ENTRE 0 Y 2 AÑOS
Muéstrele alguna cosa de color vivo y muévala lentamente para que !a siga con la vista. Pídale a un
hermanito que entretenga al pifio con esta actividad.
Cuelgue un móvil en un lugar donde él lo pueda mirar,
El móvil puede ser hecho por el padre con ayuda de
los hermanos. Consiste en un palito fino del que se
cuelgan con hilo o lana dibujos de animales, círculos
de colores, recortes de revistas o envases.
Cuelgue algunos objetos del borde de la cuna o lugar
donde pasa el niño para que él tenga a su alcance
cosas para tocar y explorar. (Puede ser un cascabel,
un animalito de goma, envases vacíos limpios y sin
tapas peligrosas...)
Acuérdese de cambiarlos de vez en cuando para que
el niño no se aburra y pueda mirarlos, golpearlos,
chuparlos.
Déjelo chupar cosas (dados, chupetes). Póngale el
chupete y muévaselo en la boca para que se ejercite
en chupar.
Póngalo debajo de un árbol, le gustará mirar como se
mueven las hojas.
Mientras lo muda, pásele alguna cosa al niño para que
tenga en sus manos y la observe, chupe y manipule.
Póngalo frente a un espejo para que se mire y lo mire
a usted.
Póngale el chupete en la mano para que trate él mismo de llevárselo a la boca. También puede ponerle
otras cosas en las manos como un cascabel o monito
de goma para que él trate de chuparlo o de ver qué
tiene en las manos.
Trate que el niño siga con la mirada los movimientos
que usted hace.
Cuando lo mude, aproveche para jugar a la "escondida" con el niño. Tápele la cara con un pañal y celébrelo si él se lo saca. También puede taparse usted
la cara con el pañal, para luego reaparecer sonriente.
Esconda, cuando el niño no esté mirando, un objeto
que a él le guste (como el chupete). Tápelo con un
chaleco, pañal, etc. Incite a! niño a buscarlo. Si lo hace
y coge el objeto, celébrelo. Si no lo busca, deje una
parte del objeto a la vista y muéstreselo. Esconda
otras cosas de igual manera.
Deje a su alcance distintos objetos, ojalá de distintas
formas y color y que hagan ruidos diferentes. Cuide
que no sean peligrosos.
Permítale sacar del plato, trocitos de comida o pan con
los dedos y llevárselos a la boca.
Pásele un objeto para que tenga en una mano, luego
otro para la otra mano. Cuando tenga las dos manos
ocupadas, pásele otra cosa que le guste. Deje que el
pifio "solucione" el problema: deberá tomar dos cosas
con una mano o dejar una.
Juegue usted y las personas de la familia con él a la
escondida. Póngale un pañal encima de la cara para
que él se lo saque o escóndase usted detrás de algo
para que el niño lo busque.
Pásele una cucharita para que vaya aprendiendo a
tomarla.
Póngale cerca una caja con objetos para que juegue a
meterlos adentro y luego sacarlos. Cuidado con pasarle cosas muy chicas que él podría tragarse.
Cuando lo bañe, ponga algunos objetos limpios dentro
del agua (taza plástica, corcho, esponja) y deje al niño
jugar con ellos.
Coloque un objeto que le guste en la punta más lejana
de un pañal y anime al niño para que tire el pañal y
alcance el objeto.
Pásele un pedacito de pan o plátano para que coma
solo. Es bueno que vaya aprendiendo poco a poco a
hacer cosas por su cuenta: tomar un vaso, tomar la
cuchara...
Fabrique una alcancía con una caja de zapatos. Hágale una ranura angosta por la cual puedan pasar algunos objetos.
Deje migas de pan encima de la mesa y pídale al niño
que las vaya echando en una taza.
Envuelva la cuchara del niño en un papel o servilleta;
pásesela para que él la desenvuelva.
Alrededor del año, déjelo que vaya aprendiendo a comer solo con cuchara cuando se le da comida seca
como puré, por ejemplo.
También puede enseñarle a tomar agua o leche en un
vaso plástico. (Preocúpese de poner pequeñas
cantidades de líquido).
Muéstrele como se abotona y desabotona una prenda
de vestir con botones grandes. Déjelo desabotonar a
él soto.
Muéstrele como alcanzar un objeto alejado con un
palo.
Pásele una caja de tallarines vacía y abierta por los
dos lados. Muéstrele como hacer pasar cosas de un
lado a otro.
Muéstrele como pasa cosas de una caja a otra. El
aprenderá rápidamente y se entretendrá pasando objetos de un lugar a otro.
Estimúlelo a cooperar en vestirse y desvestirse.
Pásele varios tarros de distinto tamaño destapados y
pídale que les ponga a cada uno su tapa.
Enséñele a soplar, por ejemplo, un fósforo, una vela.
Si tiene algunas cosas con olor agradable como flores
y naranjas, acérquelo para que las huela.
Permítale jugar con agua: vaciar, salpicar, ver, sentir,
patear y oír el agua; son actividades muy entretenidas
para el niño.
En la cocina pídale que le ayude a botar cáscaras a la
basura, que desgrane algunas arvejas o porotos, que
le ayude a amasar...
Pásele algún envase que se destape destornillando la
tapa.
Júntele cajas de fósforo vacías. Enséñele a abrirlas y
cerrarlas.
Pásele revistas viejas para hojear.
Pásele papel de diario y un lápiz de cera para que él
dibuje libremente.
Cuando usted esté lavando, déjelo lavar alguna prenda pequeña a él también.
Déjelo vaciar pequeñas cantidades de líquido de un
envase a otro.
ÁREA MOTORA
5
ÁREA MOTORA REQUIERE OPORTUNIDADES PARA EJERCITAR VARIADOS MOVIMIENTOS Y
ACCIONES CON SU CUERPO. LA ACTIVIDAD MOTORA ES UN MEDIO FUNDAMENTAL DE CONOCIMIENTO DEL MUNDO QUE LO RODEA Y DE SI MISMO.
En los primeros años de vida, ya lo hemos dicho, el pifio aprende básicamente a través de la acción, del
movimiento. Por eso se dice que en esta etapa el desarrollo del pifio es psicomotor. Sin el ejercicio y coordinación
de los sentidos y de la motricidad no hay desarrollo psíquico en los comienzos de la vida.
El pifio llega a tener una idea de lo que son las personas y las cosas ejerciendo acciones sobre ellas: tocando,
manipulando, mirando... Esta es la base del conocimiento y del desarrollo de la inteligencia.
El conocimiento y ejercitación de movimientos de todo su cuerpo y de partes de él, ayuda al pifio a adquirir
seguridad en sí mismo, conocer y probar su capacidad física, desarrollar su autoimagen.
Ya nos hemos referido antes a la importancia del movimiento de la acción en el desarrollo del pifio pequeño.
Ahora propondremos algunas actividades de estimulación del área motora que no hayan sido abordadas antes.
ESTIMULACIÓN DEL ÁREA MOTORA
DEL NIÑO ENTRE 0 Y 2 AÑOS.
Masajee suavemente el cuerpo del niño.
Acuéstelo en distintas posiciones de lado, para el otro
lado, boca abajo.
Tóquele las manitos y los brazos.
Tóquele los deditos uno por uno.
Déjelo mover libremente las piernas y los brazos.
Póngale ropa cómoda que le permita variados movimientos.
Tómele los brazos con suavidad, sin forzarlos y muévalos hacia abajo, hacia arriba, cruzándolos.
Ponga al niño de espaldas, tómelo de las manos y tire
hacia adelante hasta sentarlo. Vuélvalo a acostar.
Repita unas tres veces.
De espaldas tómele las piernas, estíreselas y dóblelas
suavemente; hágale movimientos como de pedaleo.
El baño es importante no sólo para que esté limpio
sino también es un juego y un ejercicio. Tome al niño
de manera que se sienta seguro y déjelo gozar un
ratito.
Tiéndase usted en una cama y coloque al niño de
"guatita" encima suyo. Juegue con él y anímelo a enderezarse haciendo fuerzas con sus brazos.
Déjelo, por ratos, acostado boca abajo (aprenderá a
sujetar mejor la cabeza).
Siente al niño en la cama y pásele objetos plásticos
limpios para jugar. Si se cae hacia el lado, o atrás,
incítele a sentarse solo o dele un poco de ayuda.
Afirme al niño con almohadas o ropa para dejarlo un
poco más sentado y así él pueda observar lo que usted hace.
Ponga una frazada en el suelo, coloque al niño encima
junto con algunos objetos que le interesen. Déjelo
moverse libremente.
Sobre una frazada en el suelo, párelo, sosteniéndolo
con firmeza para que haga movimientos de caminar.
El momento de la muda es el mejor para hacerle gimnasia. Ojalá lo haga diariamente. Déjelo jugar con su
cuerpo, pedalear, patalear, darse vuelta, tomarse los
pies, mirarse las manos, sentarse, gatear. El niño necesita conocer su cuerpo, sentirlo, tocarlo, verlo.
Es importante que el niño tenga un espacio seguro
donde pueda moverse, gatear, tratar de pararse.
Amarre un cordel a un objeto junto al niño; muéstrele
cómo tirando el cordel, se acerca al objeto.
Cuando ya pueda sentarse, incítelo a gatear o desplazarse, poniéndole objetos atractivos lejos de su alcance.
Cómprele al niño, si les es posible, una pelota chica de
plástico. Son fáciles de coger y se pueden tirar sin
romper cosas. Juegue a la pelota con él. Pida a otros
que también lo hagan.
Si su niño quiere subir escaleras, meterse debajo se
un mueble, subirse a una silla, meterse en una caja...
déjelo hacerlo.
Esconda objetos, a la vista del nitro, y pídale que lo
vaya a buscar: caminando, gateando, afirmándose de
algo, arrastrándose.
Ayúdelo a dar pasitos sostenido bajo las brazos, luego
de la mano. Recuerde que es importante alrededor de
los doce meses que su niño se ejercite para caminar.
Déjelo andar apoyándose en los muebles, déjelo
aprender a pararse y encuclillarse con apoyo.
Estimúlelo a que se suba solo a una cama o a una
silla, que suba gradas o peldaños aunque sea gateando.
Hágale un carretoncito con una caja y un cordel, para
que él pueda tirar cuando ya camine.
Todos los días antes de acostarlo, junte con el niño las
cosas con que él juega, en una bolsa o caja.
Ponga la radio y pásele dos tapas de olla para que las
golpee llevando un ritmo.
Fabríquele un martillo de madera y dele algunos corchos para que juegue a martillar.
Sáquelo a caminar todos los días. Pídale a alguien de
la familia que lo saque a veces.
Fabrique un tren con varias cajitas amarradas para
que el niño lo tire.
Pásele una escoba o un palo para que juegue al caballo.
Imparta usted otras actividades que se le ocurran para
estimular el desarrollo psico-motor del niño pequeno.
Enséñele a jugar al pillarse.
DECÁLOGO BÁSICO DEL DESARROLLO
PSICOSOCIAL INFANTIL
1. PARA EL NIÑO ES FUNDAMENTAL EL CONTACTO ESTRECHO CON LOS PADRES ANTES Y EN EL
MOMENTO DE NACER.
2. EL NIÑO NECESITA ESTABLECER UN VINCULO O RELACIÓN DE AFECTO Y AMOR CON SUS PADRES
O LAS PERSONAS QUE LO CUIDAN.
3. EL NIÑO NECESITA UN INTERCAMBIO CON SU MEDIO A TRAVÉS DEL LENGUAJE Y DEL JUEGO.
4. EL NIÑO NECESITA HACER LAS COSAS POR SI MISMO PARA ALCANZAR UN GRADO ADECUADO DE
AUTONOMÍA O INDEPENDENCIA.
5. EL NIÑO NECESITA LA VALORIZACIÓN POSITIVA PARA TENER UNA BUENA AUTOESTIMA Y
CONFIANZA EN SI MISMO.
6. EL NIÑO NECESITA TENER UN MÍNIMO DE SEGURIDAD Y ESTABILIDAD.
7. EL NIÑO NECESITA PODER EXPRESAR SUS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS SIN TEMOR A SER
REPRIMIDO O CASTIGADO.
8. CADA NIÑO ES DISTINTO, TIENE SU PROPIO TEMPERAMENTO Y SU PROPIO RITMO; NO TODOS LOS
NIÑOS APRENDEN CON LA MISMA RAPIDEZ.
9. LAS FAMILIAS ESTIMULADORAS, CARIÑOSAS Y APOYADORAS TIENEN NIÑOS MAS SANOS Y
FELICES.
10. LOS PADRES Y ADULTOS DEBEN EVITAR O GOLPEAR, MALTRATAR, ASUSTAR, DESCALIFICAR O
ENGAÑAR A LOS NIÑOS. UN AMBIENTE DE IRRITACIÓN, VIOLENCIA O INESTABILIDAD PROLONGADA
ES PERJUDICIAL PARA EL DESARROLLO INFANTIL.
ESTIMULACIÓN DEL DESARROLLO INFANTIL
(2 a 6 años)
GUÍA PARA LOS PADRES
UNICEF
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia,
Oficina de Área para Argentina, Chile y Uruguay
Autor:
: Isabel Margarita Haeussler, Sicóloga de la Universidad Católica de Chile y del
CEDEP (Centro de Estudios de Desarrollo y Estimulación Psicosocial)
Titulo
: ESTIMULACIÓN DEL DESARROLLO INFANTIL (2 a 6 años)
GUÍA PARA PADRES (Tomo 2)
Inscripción Nº
ISBN
Copyright
Primera Edición
: 81.794
: 92-806-10 73-2
: UNICEF 1992
: Febrero 1992
Las expresiones y conceptos manifestados por el autor de este libro,
es de su exclusiva responsabilidad y no compromete a la Institución que lo edita.
Diseño
: Francisco Ramos
Ilustraciones
: Miguel Marfán
Diagramación
: ADOS
Impreso en Chile/Printed in Chile
PRESENTACIÓN
En los últimos años se ha ido aceptando cada vez con más fuerza la idea de que los primeros años de vida
son fundamentales para la formación de la personalidad del niño, como resultado de diversas investigaciones
realizadas por la psicología moderna.
En la primera infancia comienzan a desarrollarse todas las capacidades del niño, en especial las habilidades
cognitivas y la auto-estima o auto-confianza en el niño, dos elementos determinantes para el bienestar psico-social
del niño en su futuro.
El desarrollo de las capacidades y habilidades intelectuales, motoras, emocionales y sociales del menor,
depende en gran medida de la interacción que se da entre el niño y sus padres en su primera infancia y de la
calidad y variedad de los ambientes y los estímulos que rodean al niño; éste necesita un ambiente sano, rico en
efectividad y protegido; y necesita de estímulos verbales, táctiles, visuales, de contacto con otras personas y con la
naturaleza.
Los padres tienen un papel fundamental en la estimulación del desarrollo psico-social de sus hijos. Ellos son la
principal fuente educativa y los principales agentes para promover el desarrollo físico, psíquico y social del niño en
los primeros años de vida. Nadie como ellos, se encuentra en una relación tan cercana, profunda, íntima y
permanente con el niño, ni comparte tantas experiencias y vivencias en la interacción diaria con el menor.
La familia es el núcleo donde el niño nace, crece y se desarrolla y, por lo tanto, la primera fuente de interacción
del niño con el medio social que lo rodea. Lo que los padres y el grupo familiar en general puedan hacer para
favorecer el desarrollo psico-social del niño en estos primeros años de vida es determinante para el despliegue de
las potencialidades y capacidades del niño o la niña en el futuro.
En reconocimiento de esta realidad, la Oficina de UNICEF para Argentina, Chile y Uruguay con sede en
Santiago, ha impulsado la preparación de "Guía para los Padres" que estamos presentando, para apoyar a los
padres y a la familia, principales agentes educativos del niño, en su función de estimulación del desarrollo
psico-social de los niños menores de seis años.
Esta guía ha sido realizada por Isabel Margarita Haeussler, Psicóloga de la Universidad Católica de Chile y del
CEDEP (Centro de Estudios de Desarrollo y Estimulación Psicosocial), con amplia experiencia en desarrollo infantil.
En la revisión de los contenidos se contó con la asesoría técnica de Vicky Colbert, de la Oficina Regional de
UNICEF para las Américas con sede en Bogotá, de Robert Myers y María Eugenia Linares, Consultores de UNICEF
y de Felipe Risopatrón de la Oficina de UNICEF de Santiago.
Considerando las etapas del desarrollo psicosocial del pequeño, se contemplan dos guías separadas pero
complementarias entre sí: una con actividades para niños entre 0 y 2 años, y otra para niños entre 2 y 6 años.
Cada guía incluye cuatro áreas principales del desarrollo infantil: el área emocional, el área social, el área
intelectual o cognitiva y el área motora. Así los padres cuentan con actividades y situaciones cotidianas para
fomentar el desarrollo de sus hijos en las diferentes áreas, de acuerdo a la edad de cada niño. La realización de
este tipo de actividades favorece la interacción padre-hijos y no sólo el adulto estimula al niño sino,
en su proceso recíproco, el niño también va modificando la conducta del adulto.
Con esta guía, la Oficina de Areade UNICEF para Argentina, Chile y Uruguay entrega un nuevo aporte a los
organismos públicos y privados que trabajan en el área del desarrollo infantil y, en especial, a aquellos que intentan
capacitar a los padres para que éstos sean más capaces y se sientan más seguros en esta tarea tan noble y tan
importante, como es el apoyar y estimular el desarrollo psico-social de sus hijos y contribuir de este modo a que
éstos puedan desplegarsus potencialidades humanas desde la primera infancia.
Kristina Gongalves
Representante de Área
Oficina de UNICEF para
Argentina, Chile y Uruguay
ÍNDICE
Introducción
Aspectos generales sobre la estimulación psico-social
Área Emocional.
Área Social
Área Intelectual o Cognitiva
Área Motora
INTRODUCCIÓN
El desarrollo psicosocial es un proceso de transformaciones que se da en una interacción permanente del niño
con su ambiente físico y social. Es un proceso integral, gradual, continuo y acumulativo que se inicia desde la
gestación.
En el desarrollo infantil pueden distinguirse cuatro dimensiones o áreas: intelectual o cognitiva, emocional, social
y motora. El proceso de desarrollo permite al niño ir alcanzando, en cada una de estas áreas, conductas y medios
que le posibilitan en forma creciente, a medida que avanza en edad, una mejor adaptación al medio. Poco a poco va
desarrollando nociones y conceptos, lenguaje comprensivo y expresivo, coordinación de sus movimientos finos y
gruesos, emociones y sentimientos, interacciones sociales positivas con su ambiente y va construyendo una
autoimagen y una autoestima y su seguridad personal.
La meta a lograr es el despliegue máximo de las potencialidades del niño, que en el futuro le permitan un
conocimiento crítico de su realidad y una participación activa en la sociedad' en que vive.
Los niños que viven en situación de pobreza tienen más riesgo de no poder hacer realidad el despliegue de sus
capacidades y aptitudes y es preciso entonces apoyarlos en forma especial, teniendo en cuenta que el desarrollo
psico-social infantil puede estimularse desde los primeros días de vida.
En la estimulación del desarrollo es fundamental, como se ha insistido anteriormente, el partir de las necesidades
del niño, el que el mundo humano que lo rodea sea cálido, positivo y acogedor y donde los adultos estén atentos a
las interacciones del niño y respondan a él. Sobre esta base pueden agregarse actividades específicas que apoyen
el desarrollo de cada área.
A continuación se presentan mensajes básicos en cuanto a la estimulación del desarrollo psico-social del niño de
2 a 6 años de edad y se acompaña de sugerencias de actividades por área.
ASPECTOS GENERALES SOBRE LA
ESTIMULACIÓN PSICO-SOCIAL
1 EL DESARROLLO PSICOSOCIAL ES UN PROCESO DE CAMBIO ORDENADO Y POR ETAPAS EN QUE EL
NIÑO VA LOGRANDO EN SU INTERACCIÓN CON EL MEDIO NIVELES CADA VEZ MAS COMPLEJOS DE
MOVIMIENTOS Y ACCIONES, DE PENSAMIENTO, DE LENGUAJE, DE EMOCIONES Y SENTIMIENTOS Y DE
RELACIONES CON LOS DEMÁS. ESTE DESARROLLO PUEDE ESTIMULARSE DESDE EL PRIMER. DIA DE
VIDA.
Todos los niños pasan por las mismas etapas del desarrollo, pero cada uno tiene su propio ritmo, que es
necesario respetar. No tiene sentido apurar a los niños
para que logren conductas para las cuales no están
preparados. No todos los niños aprenden con la
misma rapidez.
Además de tener diferente ritmo, cada niño es distinto
al otro, tiene su temperamento, su forma de reaccionar, su manera de relacionarse con los demás. No
podemos. forzar a los niños a comportarse todos de
un mismo modo, porque nos resulta más fácil o creemos que es mejor. Si el niño mayor es muy tranquilo
eso no significa que el segundo será igual. Lo haremos sufrir si constantemente lo forzamos a no moverse, lo retamos y castigamos por ser activo y estar
en movimiento.
El desarrollo psicológico es un proceso de "evolución"
o de cambios sucesivos que se realiza a partir de lo
que el niño trae (su dotación genética, su constitución
física, sus destrezas y debilidades) en un.' intercambio
dinámico con el medio ambiente físico y social que lo
rodea. Esta evolución se da por etapas. Lo adquirido
primero sirve de base para construir la etapa siguiente.
Así por ejemplo, el niño primero aprende que, estirando sus brazos hacia un objeto, puede afianzarlo. Luego se da cuenta que si esto no es posible, puede resolver el problema de afianzar un objeto alejado, subiéndose a una silla o utilizando un palo. Más adelante
aún, usará el lenguaje como medio de obtener resultados deseados.
Nosotros, los adultos, podemos contribuir a preparar al
niño a lograr muchos aprendizajes. La actitud de los
adultos, la pronta respuesta al niño. el captar sus
señales, son factores esenciales en una adecuada
estimulación. También vemos lo importante que es el
disponer de información sobre las necesidades de los
niños en las diferentes edades, para poder tener adecuadas actitudes de apoyo y proponer actividades de
acuerdo a su etapa de desarrollo.
Un aprendizaje se da solamente cuando el organismo
está listo, es decir, biológicamente maduro y cuando
hay una motivación y una preparación del niño a su
aprendizaje. No podemos quedamos tranquilos esperando que un niño de un año y medio que no camina,
lo haga, o que uno de tres años que no habla, comience a hablar. Es necesario preocuparse, estimularlo a hacerlo, motivarlo, ayudarlo.
El desarrollo psicológico y social del niño comprende
varias áreas: emocional, social, intelectual o cognoscitiva y motora.
Todas ellas pueden ser estimuladas desde el nacimiento hasta la adolescencia. Ya hemos revisado lo
importante que es, en la estimulación, el estar atento a
las necesidades del niño y responder a sus demandas
y a sus interacciones.
El niño tiene necesidades fundamentales en cuanto a
establecer vínculos de afecto y amor, y de interacción
con el medio que lo rodea para su desarrollo
psicosocial. En las páginas que siguen, se presentan
algunas actividades sencillas, que muchos padres
hacen en forma natural sin que nadie se los haya enseñado, que pueden servir de base para apoyar y
reforzar cada área del desarrollo psicosocial del niño
entre 2 y 6 años.
Estas actividades pueden ser discutidas por los padres
o adultos en grupo para intercambiar opiniones, y
aprender de la experiencia de los demás sobre una
labor tan importante, y en la cual nadie puede
reemplazar a los padres, como es la estimulación del
desarrollo infantil.
ÁREA EMOCIONAL
2 EL ÁREA EMOCIONAL PUEDE SER ESTIMULADA DESDE EL MOMENTO DE NACER; ELLO LE PERMITIRÁ
AL NIÑO EXPRESAR ADECUADAMENTE SUS SENTIMIENTOS, CONOCERSE A SI MISMO, ADQUIRIR
SEGURIDAD, SENTIRSE QUERIDO Y ACEPTADO Y TENER UNA BUENA AUTOESTIMA.
El desarrollo emocional en la infancia es la base del equilibrio psicológico del adulto.
Para desarrollarse emocionalmente sano el niño necesita sentirse querido, aceptado, valorado tal como él es.
El niño necesita dar y recibir afecto. El cariño es una verdadera "vacuna" que previene muchos problemas en cuanto
a desarrollo emocional. Es la base de la seguridad en el mundo y, en los otros y en sí mismo.
El niño también necesita poder conocerse a sí mismo, sentir que se confía en él, desarrollar su independencia e
iniciativa y tener oportunidades para actuar por sí mismo e ir logrando un desarrollo personal.
El sentirse querido, importante, autónomo, irá creando en el niño sentimientos de seguridad y confianza en sí
mismo. Así él formará una buena autoestima.
El cariño, aprecio y confianza que se le transmiten, de todas las maneras posibles, le permitirán tener un desarrollo
emocional con estabilidad, con motivación por salir adelante, con tolerancia a las inevitables frustraciones de la vida,
con equilibrio y seguridad.
Las actividades que aquí se proponen sólo tienen sentido si se consideran previamente las necesidades afectivas y
de interacción del niño, si se da un clima de relaciones afectivas positivas y si se tienen presentes los factores de
riesgo en el desarrollo infantil. Actividades de estimulación hechas mecánicamente tienen poco sentido si no son
hechas con amor y en interacción con el ser humano pifio o niña.
Es importante que los padres le den cariño a todos sus hijos y no hagan diferencias entre ellos. Es bueno que el
más pequeño vea que también su padre y su madre acarician a sus hermanos.
ESTIMULACIÓN DEL ÁREA EMOCIONAL
DEL NIÑO ENTRE 2 Y 6 AÑOS
Exprésele
cariño:
abrazándolo,
escuchándole,
conversándole suavemente, leyéndole cuentos
abrazados, interesándose por sus actividades.
El contacto a través de la piel es muy importante.
Conviene darse un tiempo al día para hacer cariño al
niño y dejarse regalonear por él ... resultará
beneficioso para ambos.
Si al niño se le expresa cariño, él aprenderá a hacer lo
mismo. Incentívelo, por ejemplo, a acariciar a su papá,
abrazar a la abuelita, consolar a alguien con pena,
despedirse, hacer regalos a otros.
Desde pequeñito el niño ha manifestado sus
sentimientos y necesidades y usted ha aprendido a
reconocerlo. Aunque crezca no debe perder el
derecho a expresar lo que siente. El debe sentir que
puede expresar su rabia, desilusión o pena.
Si usted fomenta la expresión de sentimientos
positivos como alegría, ternura o admiración y le
permite la expresión de sentimientos como la rabia o
los celos, contribuirá al equilibrio emocional del pifio.
El prohibir o castigar la manifestación de sentimientos
negativos puede acarrear consecuencias poco
favorables para el niño y las relaciones familiares:
inhibición, timidez, agresividad, destructividad ... en
todo caso, inseguridad e incluso, a veces, inhibición en
la expresión de sentimientos negativos en la aduftez.
Es importante entonces reconocerle al pifio el derecho
a sentir rabia, verbalizando sus sentimientos. No
ridiculice, minimice o castigue dicha expresión.
No debe etiquetarse al niño de "rabioso" o "peleador".
Sí es necesario descalificar la acción (pelear) pero no
la persona (el pifio). Si se le descalifica, se contribuye
a formar una mala imagen de sí mismo.
Refuerce la expresión de sentimientos positivos, tanto
del pifio como los suyos propios.
Ayude al niño a distinguir sentimientos y emociones.
Para eso es bueno que reconozca en usted mismo lo
que siente (qué feliz estoy, tengo pena, qué rabia me
da...). También, que nombre los sentimientos que en
usted producen las acciones del niño (qué contenta
me pongo cuando tú me abrazas).
Nombre los sentimientos que usted observa en el pifio
(parece que tiene miedo ...)
Ayude al pifio a reconocer y nombrar sus propios
sentimientos (parece que tiene rabia ...)
Ayude al pifio a reconocer sentimientos y expresiones
en imágenes (revistas, televisión), frente a un espejo,
o frente a diferentes personas con las cuales convive.
Permita y fomente que el pifio se exprese, mediante el
baile, disfraces, juegos de imitación de animales,
personas, el canto, la música, la pintura, el dibujo, y la
expresión libre.
Dele ideas, de jugar a imitar a diferentes personas de
la comunidad o familia, el señor del almacén, el cura
párroco, la enfermera o doctor del consultorio, el
chofer del bus, el locutor de radio o televisión, la
vecina, la abuelita, un bebé.
Llámelo por su nombre, así él lo aprenderá y se
sentirá orgulloso de si mismo. Juegue a las
escondidas, o nómbrelo frente a un espejo.
Incítelo a comer solo, aunque sin insistir en que coma
con buenos modales o que se coma todo. Hay niños
más apetentes que otros, recuerde que no todos son
iguales.
Estimúlelo a desvestirse y luego a vestirse solo.
Recuerde que esto se aprende paso a paso.
Enséñele a lavarse solo. Primero, lavarse y secarse
las manos, luego los dientes. Luego a jabonarse
cuando se baña. Si esto lo repite todos los días, se irá
convirtiendo en un hábito.
Tenga mucha paciencia cuando le enseñe a controlar
esfínteres. No trate de apurarlo ni lo castigue si ve que
al niño le puesta. Trate de enseñarle en el verano.
Ponga a su alcance objetos que sean atractivos con
los cuales se entretenga, para que aprenda a jugar
solo y a estar a veces sin la presencia de un adulto.
Permítale elegir, opinar o decidir. Eso no significa
dejarlo hacer siempre b que él quiera.
Dele la posibilidad de desarrollar iniciativas. Refuerce
sus actitudes espontáneas de cooperación, limpieza,
cariño.
Aliéntelo a resolver sus pequeños problemas por sí
mismo. No b solucione todo usted siempre, pues se
hará dependiente y pasivo. Confíe en el niño y verá
cómo él responde a su confianza.
No critique, ni destaque demasiado las conductas o
sentimientos negativos. No vigile ni corrija al niño
constantemente.
Invite al niño a expresarse y comunicarse con usted.
Elogie, refuerce mucho al niño, preocupándose que a
él le quede claro por qué usted b celebró. Así él
empezará a conocer sus cualidades y destreza.
ÁREA SOCIAL
3
EL ÁREA SOCIAL NECESITA APOYO Y ESTIMULO. EN LA CONVIVENCIA CON NIÑOS Y ADULTOS EL
NIÑO APRENDERÁ A COMPARTIR, A COMUNICARSE, A SER SOLIDARIO, A DAR Y A RECIBIR.
El saber convivir sanamente con los demás es uno de los aprendizajes más importantes del ser humano.
Para lograr una buena relación con los demás, es necesario tanto conocerse y estimarse a sí mismo, como respetar
y estimar a los demás.
Se aprende a estimar a los otros básicamente a través de la imitación. La mejor manera de enseñar al niño a
respetar, es respetándolo a él y a los otros, de enseñarle a compartir, es compartiendo con él.
El sentido de solidaridad no se enseña con palabras, sino con el ejemplo. El compromiso de los adultos con sus
familiares, vecinos y la comunidad, y el que se compartan experiencias y sentimientos, le enseñarán al niño a ser
solidario.
El niño necesita aprender a sentir y tolerar frustraciones. No se le puede permitir realizar todos sus deseos: si esto
se te permite, no sabrá actuar cuando tenga que respetar el derecho de los demás.
Las actividades que se proponen a continuación pueden servir para estimular el desarrollo del área social. Para
ser efectivas ellas deben darse en un clima familiar y emocional positivo y considerando las necesidades del niño.
ESTIMULACIÓN DEL ÁREA SOCIAL
ENTRE 2 Y 6 AÑOS
Favorezca el que el niño esté con otros niños. Al
principio con uno solo, luego con pequeños grupos.
Póngale a su disposición materiales de juego que
sean fácilmente divisibles. Ellos estarán juntos
haciendo la misma actividad, como: jugar con arena
construir con bloques, comer juntos.
Enséñele al niño a esperar un rato antes que lo
atiendan.
Elógielo cada vez que sea capaz de esperar su turno.
Fomente la cooperación del niño en las tareas de la
casa: ordenar, barrer, limpiar, poner la mesa. Ojalá
estas tareas sean entretenidas para él. No lo fuerce a
hacerlo, motívelo. Alábelo por su trabajo, aunque no
esté perfecto.
Dele la posibilidad de ver y estar con frecuencia con
niños de su edad, en el barrio, en la plaza, con
familiares.
Si tiene algún Jardín Infantil cerca de su casa, ojalá lo
pueda inscribir. Le hará bien el contacto con otros
niños.
Tenga paciencia... puede tomar más tiempo completar
la tarea con la ayuda del niño que hacerlo usted solo.
Incítelo a participar en juegos de equipo con otros
niños, por ejemplo fútbol.
Juegue con el pifio y comparta sus cosas con él.
No lo obligue a prestar sus cosas, ni lo culpe por no
hacerlo. Converse con él y analice situaciones donde
se pueda compartir. Se aprende a compartir con el
ejemplo.
Ayúdelo a darse cuenta que si comparte hará feliz a
los otros y él se sentirá satisfecho.
Celébrelo cuando comparta, cuando sea cariñoso y
preocupado por los otros.
Ponga pocos límites y manténgalos. Informe al niño
cuáles son sus límites y qué conducta se espera de él.
Sea muy claro. Si no lo es, el niño hará suposiciones y
actuará más con base a sus deseos que a la realidad.
Ayúdelo a darse cuenta de las necesidades de cariño
y ayuda de los otros que él pueda satisfacer.
Explique las razones por las cuales el niño debe
aceptar esos límites. El se sentirá respetado. Pero no
se pase dando explicaciones sobre sus órdenes,
porque desgastará su autoridad.
Si quiere que el niño aprenda a compartir, debe
permitirle de vez en cuando regalar libremente alguna
de sus cosas.
Enséñele, cariñosamente, pero con firmeza, a respetar
algunas reglas, normas y límites.
Para disciplinar con respeto, aclare lo que es
importante para usted y destáquelo. Ignore lo que
carece de importancia.
Comunique al pifio, con anticipación lo que se espera
de él en un momento más. Eso le dará tiempo para
prepararse y luego obedecer.
Comunique al niño lo que usted siente cuando él hace
algo que le desagrada ("me molesta que pelees").
Preste atención a las conductas positivas, cuando se
porte bien, sea amable y cariñoso. No le preste
atención cuando se porte mal. Así el no recibe
refuerzos y las conductas que no se refuerzan
desaparecen.
No evite frustraciones al pifio. Ayúdelo a aceptar sus
cualidades, sus debilidades (lo que le cuesta más), y
también a aceptar que a veces las cosas no salen de
acuerdo a nuestros deseos.
Pero no lo frustre constantemente., recuerde que él
necesita muchas experiencias de éxito para sentirse
seguro.
Enséñele que el proceso de aprender es tan
importante como el resultado final. Motívelo a gozar
por lo que hace y no sólo por lograr una meta.
Incítelo a participar en actividades con otros niños y en
pequeñas competencias. Resalte que 10 importante
es participar y que nunca pueden ganar todos.
No lo compare con otros niños. Alabe su esfuerzo y
compare al pifio consigo mismo y celebre sus
pequeños progresos.
Ayúdelo a controlar sus impulsos, a pensar antes de
actuar, a anticipar las consecuencias. Para eso es
importante que usted controle sus propios impulsos y
sea un modelo que da el ejemplo de auto control.
ÁREA INTELECTUAL O COGNITIVA
4 EL ÁREA INTELECTUAL O COGNITIVA REQUIERE DE UN FOMENTO ESPECIAL. EL NIÑO NECESITA
OPORTUNIDADES PARA MANIPULAR OBJETOS Y EXPLORAR SU MUNDO Y TAMBIÉN QUE SE
RESPONDA A SUS PREGUNTAS E INQUIETUDES Y SE LE MOTIVE A APRENDER. ASÍ EL
DESARROLLARÁ SU CAPACIDAD DE PENSAR, SU INTELIGENCIA Y SU LENGUAJE.
El niño aprende a pensar lógicamente a través de la acción: actuando sobre las cosas, experimentando, explorando,
observando, relacionándose con las personas y el medio que b rodea.
La curiosidad del niño por conocer el mundo físico y social es grande, ilimitada y muy importante para el desarrollo
de su inteligencia.
La inteligencia del niño se desarrolla por medio de su propia experiencia con objetos y personas. Las experiencias
son el "alimento" para el desarrollo del pensamiento y de su capacidad de razonar.
También las imágenes "alimentan" el desarrollo intelectual: el dibujar, el reconocer y observar imágenes, el dar libre
curso a su fantasía en los juegos...
El lenguaje es un importante medio de comunicación y también es un medio de desarrollo de la inteligencia: el uso
de palabras para comunicarse y explicar, ayuda al niño a pensar en forma lógica.
El gusto y el interés por aprender que tenga el niño dependerán en gran medida de las actitudes de los adultos que
lo rodean: estarán presentes si se elogian oportunamente sus logros, si se valoran sus adelantos en los juegos,
dibujos y aprendizajes, si se le alienta frente a sus fracasos o errores, si se le da oportunidad e interactuar con
seriedad de estímulos en una diversidad de situaciones.
ESTIMULACIÓN DEL ÁREA INTELECTUAL
DEL NIÑO ENTRE 2 Y 6 AÑOS
Ponga a disposición del niño una caja de cartón con
objetos que ya no use y que para él serán juguetes
muy entretenido, Objetos como:
• tapas de botella
• pedazos de tela
• envases plástico (de champú, margarina,
yogurt...)
• rollos vacíos de papel higiénico
• envases diversos (de cajas de pasta de dientes,
de huevos, vasos de helados)
• ollas viejas
• palos de helado
• plumas
• bobinas de hilo vacías
• llaves en desuso
• ramas
• esponjas
• cucharas de madera
• trozos de madera
Con estos objetos, ayúdelo a descubrir que hay cosas
duras, blandas, suaves, ásperas, pesadas, livianas,
grandes, chicas, que se doblan y que no se doblan,
que se rompen e irrompibles, que se arman y se
desarman.
Favorezca el gusto por la experimentación que tiene
su hijo, así lo ayudará a desarrollar su espíritu
científico. Permítale experimentar, probar, manipular,
tocar.
Cuando esté en la cocina haciendo masa, dele un
poco de harina y agua y muéstrele como se juntan y
amasa.
Permítale jugar con agua: vaciar, salpicar, ver, sentir,
patear y oír el agua; son actividades muy entretenidas
para el pifio.
En la cocina pídale que le ayude a botar cáscaras a la
basura, que desgrane algunas arvejas o porotos, que
le ayude a amasar...
Déjelo vaciar pequeñas cantidades de líquido de un
envase a otro.
Cuando usted esté lavando, déjelo lavar alguna
prenda pequeña a él también.
Pásele revistas viejas para ojear.
Dele restos de pan y frutas para jugar a hacer de
comer. Préstele algunas cucharas y platos o dele
algunos envases vacíos para que le sirvan de
recipiente.
Pásele papel de diario y un lápiz de cera para que él
dibuje libremente.
Muéstrele cómo hacer burbujas. Permítale soplar con
una bombilla o paja en una taza de agua con un poco
de detergente.
Comente con el niño sobre la lluvia, el frío y el
invierno; muéstrele que es necesario abrigarse bien.
Cuando el sol brilla, hágaselo notar, cuéntele que el
sol nos calienta. Convérsele sobre el verano.
Cuando él se fije en la luna, cuéntele sobre ella, sobre
la noche... Comente las diferencias entre el día y la
noche...
Muéstrele las estrellas.
Plante una planta con el niño. Ayúdelo a regarla
periódicamente. Observen juntos su crecimiento, sus
características.
Interésese por sus preguntas, respóndale, así le
ayudará a desarrollar interés por aprender.
Enséñele a reconocer flores y árboles típicos de su
región o que se ven cerca de dónde ustedes vivan.
Haga crecer plantas en frascos. Coloque una
betarraga o zanahoria partida por la mitad en un vaso
o frasco con un poco de agua. Déjela en la oscuridad.
Observe con el nitro cómo le salen hojas.
Hágalo recoger hojas de árboles y arbustos. Observen
diferencias de forma, tamaño, color.
Enséñele sobre los animales más típicos del país.
Muéstreselos en imágenes, ojalá en directo, por
ejemplo, en un paseo al zoológico.
Permítale tener contacto con animales domésticos,
que los acaricie y juegue con ellos (preocúpese que
estén limpios).
Enséñele a reconocer insectos: mariposas, abejas,
hormigas, arañas... Cuéntele sobre sus costumbres.
Enséñelo a reconocer los que pueden ser peligrosos.
Hágalo fijarse en los pájaros, a reconocer los que más
se ven cerca de su casa... a conocer un nido.
Llévelo al mercado o a la feria y enséñele a reconocer
peces y mariscos. También frutas y verduras.
Llévelo de paseo por el barrio o pueblo... muéstrele la
plaza, la parroquia, la municipalidad, la feria, las calles
comerciales.
Llévelo a conocer y cuéntele de los distintos tipos de
lugares de trabajo que pueden tener las personas que
él conoce o que viven cerca: fábricas, construcción,
comercio, hospital, oficina...
Interéselo por conocer diferentes medios de
transporte: camiones, buses, autos, motos. Ojalá
también pueda llevarlo a conocer un avión, un tren o
un carro de bomberos.
Celébrelo cada vez que él use palabras para
comunicarse, aunque las pronuncie mal o se le
entienda poco.
Muéstrese contento cada vez que él repita algo que
usted ha dicho, pero sin corregirlo.
Háblele mucho al pifio, aunque él no entienda todo. Es
importante asociar la experiencia y las acciones con
palabras. Convérsele cuando lo está acostando, al
lavarse, al jugar, al vestirse, al salir de paseo.
Pídale la opinión sobre la comida, sobre si algo es
bonito o feo, acerca del lugar para ir de paseo...
Estimúlelo a contar sus experiencias, interésese por
sus relatos.
Enséñele los nombres de los objetos y partes de la
casa, de las prendas de vestir, de las herramientas y
utensilios de cocina.
Enséñele poesías y canciones.
Mire revistas y libros junto con el pifio. Comente las
imágenes y situaciones que ve.
Léale cuentos. Reléalos varias veces. Cambie de tono
cuando hablan diferentes personas. Incítelo a
dramatizarlo y a tentarlo él después.
Incítelo a jugar juegos de imaginación con máscara,
ropas de los adultos, utensilios... Propóngale jugar al
almacén, al doctor, al papá y la mamá.
El niño necesita aprender a entender y obedecer
órdenes. Dele primero órdenes simples como "trae tus
zapatos", "busca tu pelota", "por favor, pásame la
peineta"... Luego dele dos instrucciones seguidas, que
el pifio debe ejecutar en orden: "Por favor abre la
puerta de la cocina y saca la escoba para afuera". Más
adelante podrá seguir tres instrucciones simples como
"por favor busca a tu hermano, dile que venga y que
traiga su chaleco azul".
Fomente juegos de imitación de personas, animales y
cosas. Imite usted alguno y trate que el pifio lo
reconozca. Después que sea él quien imite.
Enséñele a reconocer colores:
• al vestirse: vaya nombrando las prendas de
vestir y menciones el color de ellas.
• al leer cuentos y describir objetos incluya los
colores de éstos.
• en la comida: señale el color de las verduras y
frutas...
Enséñele a reconocer formas:
• haciendo collares con fideos de distintas
formas, con frutas secas, carretillas de hilos,
alternando diferentes formas.
• dibujando y nombrando distintas formas:
redondas, cuadradas, alargados.
• recortando de diarios y revistas, objetos
diferentes.
Estimule en el niño la formación del concepto de
tamaño, nombrando el porte de las cosas, y usando
las palabras chico-grande frecuentemente.
Posibilite experiencias que le permitan conocer: lo
suave (tocar pétalos de flor), lo áspero (lija), lo duro
(piedra), lo blando (masa), lo pesado (trozos de fierro),
lo liviano (algodón).
Estimúlelo a reconocer etiquetas, letreros y señales
del tránsito puestos en las calles.
Fomente en el niño desde un principio una actitud
positiva hacia todo su cuerpo. Enséñele a nombrar las
diferentes partes del cuerpo: pie, manos, ojo, nariz,
boca. Más adelante, cejas, pestañas, codos, tobillos.
• Frente al espejo
• En el baño
• Bañando una muñeca
Incite al niño a conocer por el tacto partes de su
cuerpo y objetos diversos...
Déjelo probar distintos sabores. Trate de que coma
normalmente una variedad amplia de comidas y
nombre los sabores (dulce, salado, ácido, amargo).
Juegue a reconocer con ojos cerrados objetos por el
olfato (un plátano, una flor, café...) o por el tacto (bolsa
con una caja de fósforos, un lápiz, una llave, una
fruta...)
ÁREA MOTORA
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EL ÁREA MOTORA REQUIERE OPORTUNIDADES PARA EJERCITAR VARIADOS MOVIMIENTOS Y
ACCIONES CON SU CUERPO. LA ACTIVIDAD MOTORA ES UN MEDIO FUNDAMENTAL DE
CONOCIMIENTO DEL MUNDO QUE LO RODEA Y DE SI MISMO
En los primeros años de vida, ya hemos dicho, el niño aprende básicamente a través de la acción, del movimiento.
Por eso se dice que en esta etapa el desarrollo del niño es psicomotor. Sin ejercicio y coordinación de los sentidos y
de la motricidad no hay desarrollo psíquico en los comienzos de la vida.
El niño llega a tener una idea de lo que son las personas y las cosas ejerciendo acciones sobre ellas: tocando,
manipulando, mirando... Esta es la base del conocimiento y del desarrollo de la inteligencia. El conocimiento y
ejercitación de movimientos de todo su cuerpo y de partes de él, ayuda al niño a adquirir en si mismo, conocer y
probar su capacidad física, desarrollar su autoimagen.
Ya nos hemos referido antes a la importancia del movimiento y de la acción en el desarrollo del niño pequeño. Ahora
propondremos algunas actividades de estimulación del área motora que no hayan sido abordadas antes.
ESTIMULACIÓN DEL ÁREA MOTORA
ENTRE 2 Y 6 AÑOS
- Incítelo frecuentemente a:
•
•
•
•
•
correr (lento-rápido)
saltar (con ambos pies juntos en el mismo
lugar, avanzando, con obstáculos)
gatear (imitando animales)
trepar
rodar
Hágalo tocarse distintas partes de su cuerpo, dándole
usted la indicación ("tócate los pies, los ojos, la
boca...") Ayúdelo a conocer y nombrar las partes de su
cuerpo.
Después de correr, hágalo observar su pulso y los
latidos de su corazón.
Ayúdelo a tomar conciencia de su respiración. Hágalo
inspirar (tomar aire) lentamente y botarlo poco a poco.
Repítalo varias veces.
Incítelo a imitar con gestos actividades familiares
como barrer, lavar, cocinar, dormir...
Póngale música y estimúlelo a bailar. Pídale que
mueva la cabeza, las manos, los brazos, el tronco.
Enséñele rondas infantiles para que juegue con sus
amiguitos: Arroz con Leche, La Niña María...
-Fomente su participación en juegos con movimiento:
•
•
•
•
A la pelota: chutear, tirarla a los amigos,
hacerla rebotar.
A saltar una cuerda
A las estatuas
Al mono mayor: el niño imita al adulto
siguiendo diferentes movimientos realizados
por él.
Hágalo recortar figuras humanas o caras o partes del
cuerpo de fotos de diarios y revistas usadas.
Enséñele a dibujar figuras humanas, y también formas
simples, con un palo en la tierra, con papel y lápiz...
Pregúntele ¿para qué sirven... los pies ... las manos ...
los ojos ... los oídos ... la nariz? Si el pifio no sabe o no
puede explicarlo, cuéntele usted.
Con un poco de masa, enséñele a modelar figuras,
primero muy simples: pelotas, palitos... luego un ,
canasto, frutas, un pájaro, una casa, un niño.
Frente a un espejo, hágalo hacer gestos con la cara
como
• Soplar
• lanzar besos
• arrugar la nariz
• inflar las mejillas
• cerrar y abrir los ojos
• sacar la lengua
• arrugar la frente
Permítale jugar libremente con masa, arena, greda...
Permítale cortar o picar papel con los dedos.
Enséñele a enhebrar una aguja de lana con punta
roma. Luego a bordar trabajos simples.
Permítale construir con cajas, tarros, envases, trozos
de madera...
Enséñele a recortar con los dedos y con tijeras (sin
punta).
Incítelo a colocar y sacar pernos, tuercas y tornillos...
Permítale dibujar libremente en papel grande.
Enséñele a aplaudir siguiendo un ritmo.
DECÁLOGO BÁSICO DEL DESARROLLO
PSICOSOCIAL INFANTIL
1. PARA EL NIÑO ES FUNDAMENTAL EL
CONTACTO ESTRECHO CON LOS PADRES
ANTES Y EN EL MOMENTO DE NACER.
2. EL NIÑO NECESITA ESTABLECER UN
VINCULO O RELACIÓN DE AFECTO Y AMOR
CON SUS PADRES O LAS PERSONAS QUE
LO CUIDAN.
3. EL NIÑO NECESITA UN INTERCAMBIO CON
SU MEDIO A TRAVÉS DEL LENGUAJE Y DEL
JUEGO.
4. EL NIÑO NECESITA HACER LAS COSAS
POR SI MISMO PARA ALCANZAR UN GRADO
ADECUADO
DE
AUTONOMÍA
O
INDEPENDENCIA.
5. EL NIÑO NECESITA LA VALORIZACIÓN
POSITIVA PARA TENER UNA BUENA AUTOESTIMA Y CONFIANZA EN SI MISMO.
6. EL NIÑO NECESITA TENER UN MÍNIMO DE
SEGURIDAD Y ESTABILIDAD.
7. EL NIÑO NECESITA PODER EXPRESAR SUS
EMOCIONES Y SENTIMIENTOS SIN TEMOR
A SER REPRIMIDO O CASTIGADO.
8. CADA NIÑO ES DISTINTO, TIENE SU
PROPIO TEMPERAMENTO Y SU PROPIO
RITMO; NO TODOS LOS NIÑOS APRENDEN
CON LA MISMA RAPIDEZ.
9. LAS
FAMILIAS
ESTIMULADORAS,
CARIÑOSAS Y APOYADORAS TIENEN
NIÑOS MAS SANOS Y FELICES.
10. LOS PADRES Y ADULTOS DEBEN EVITAR
GOLPEAR,
MALTRATAR,
ASUSTAR,
DESCALIFICAR O ENGAÑAR A LOS NIÑOS.
UN AMBIENTE DE IRRITACIÓN, VIOLENCIA
O
INESTABILIDAD
PROLONGADA
ES
PERJUDICIAL PARA EL DESARROLLO
INFANTIL.
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