Dilema de la Empresa Cooperativa Actual

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Dilema de la empresa cooperativa actual.
Roberto Fermín Bertossi
Experto de la CoNEAU/
Cooperativismo
Investigador CIJS/UNC
A primera vista, pareciera ser que este dilema cooperativo consiste en la opción: "o
propósitos de bienestar social u objetivos centralmente empresariales, impuestos por la
globalización"
Por su parte, el ámbito ecológico, ético, sociológico, geográfico, cultural, jurídico e
internacional en el que deberá desempeñarse la cooperativa en este Siglo XXI, es
diametralmente diferente al imperante en el contexto del origen y evolución del
cooperativismo durante el siglo XIX, e incluso, el XX.
El Capitalismo del siglo XXI nos compele a otras perspectivas donde verificamos la
preeminencia de lo empresarial sobre lo social, del mercado sobre naciones soberanas.
En nuestro caso, esta perversa lógica mercantil viene presionando cuando no,
estrangulando a nuestras pequeñas y medianas cooperativas. La misma se traduce en
múltiples y diversas empresas cooperativas con la adopción de modernas metodologías
organizacionales, de funcionamientos y expansiones con nuevos esquemas digitales de
gestión, mercadeo y asimilación de innovaciones en las secuencias de comercialización y
exportación pero, todo esto, al alto costo cooperativo de ir perdiendo autenticidad y
genuinidad en lo concerniente a su inherente dimensión social.
Así las cosas no es extraño encontrarse con cooperativas sin cooperativistas esto es con
asociados reducidos a clientes o, peor aún, cuando siendo las empresas cooperativas
verdaderos iconos del tercer sector de la economía, vienen siendo
bastardeadas/socavadas en el día a día por grandes empresas usurarias, evasoras de
impuestos y aportes previsionales, promotoras de fraudes laborales; empresas que
utilizan sin escrúpulos las figuras cooperativas o mutuales como pantallas de lo peor, y
eso, ante las narices de una cómplice e irresponsable fiscalización privada/pública.
Todo ello ha generado una hipertensión entre las realidades cooperativas más mentadas
y los principios del marco axiológico cooperativo que fueran reformulados en Manchester,
1995` pero al cual por imperio de lo obvio, ya nos urge revisarlo y corregirlo aceptando
con pragmatismo las realidades del mercado. De lo contrario, persistir en una contienda
absurda contra una competencia desigual cuando no, desleal, será construir el camino
seguro para la desaparición de todo cooperativismo posible, más aún cuando la amenaza
es un capitalismo puro, reconcentrado, tecnificado, sin responsabilidad social ni
ambiental, progenitor de tanta desigualdad.
En efecto, con la lógica pura del mercado según la cual, la salud, la educación, la nutrición,
la seguridad, el agua potable, los servicios esenciales y tales son “una mercancía más”, el
capitalismo del siglo XXI se ha envalentonado como nunca sin nada ni nadie que lo
modere, lo limite ni lo regule.
Este capitalismo con sus empresas esotéricas, han puesto en ridículo y de rodillas a la
cooperativa, a la mutual, a la empresa familiar, al campesino, al almacenero, al carnicero,
al panadero, al bazar, a la despensa, al carpintero, al zapatero, al tallerista, a las artes y a
los oficios; al fin y al cabo, a los cimientos imprescindibles para un desarrollo
local/regional arraigado, duradero y armonioso en sus costados familiares, sociales,
económicos, recreativos y culturales.
A la vista de lo anteriormente expuesto y en torno a la dimensión empresarial de las
cooperativas como subsistema de la economía, las mismas deberán adquirir nueva fuerza
y dimensión, a los fines de incrementar su presencia en el conjunto económico general,
contribuyendo a la generación de empleo mediante la producción de bienes y servicios a
través de la constitución, afianzamiento y expansión de empresas de esta naturaleza,
propias y específicas de una economía solidaria civil.
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