Unidad II: Vigilancia epidemiológica

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Unidad II: Vigilancia epidemiológica
“Vigilancia epidemiológica”
Dr. Silvino López Martínez
UNIDAD 2 VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA.
La vigilancia epidemiológica es una de las aplicaciones tradicionales de la
Epidemiología en el marco de la administración sanitaria y hoy constituye una de sus
funciones más características por su capacidad para identificar situaciones de alarma
epidemiológica de la población(Martínez Navarro 1992) y proponer medidas para su control.
Es un sistema de información orientado al conocimiento para la acción, por ello debe de ser
entendido como(Last, J M.1989) de la observación continuada, que generalmente se sirve
de métodos caracterizados por ser prácticos, uniformes y con frecuencia rápida, más que
por su completa exactitud. Su principal propósito es el de detectar cambios de tendencia o
de distribución, el fin de poner en marcha medidas de investigación o de control.
La vigilancia epidemiológica constituye una función prioritaria de la administración
sanitaria, como parte de las actividades de promoción y protección de la salud, ha
evolucionado desde su cometido inicial encaminado al control de las epidemias y limitado a
las prácticas básicas de cuarentena para su control de los enfermos infecciosos y de sus
contactos, así como el control de las aguas, basuras y alimentos, hasta la creación de
programas para el control de las enfermedades, transmisibles o no y la evaluación de las
acciones relacionadas con la salud pública.
El termino de vigilancia epidemiológica aparece por primera vez a mediados de los
años sesenta, cuando la Organización Mundial de la Salud constituyo una unidad con esa
denominación. Otra forma de interpretar la vigilancia epidemiológica es considerarla como
un todo capaz de cubrir todas las necesidades de información sanitaria de las políticas de
salud.
Corresponde a Willian Farr como fundador del concepto de vigilancia(Lamgmuir,
1976) corresponde a Langmuir su formulación moderna. Para éste la vigilancia
epidemiológica, era la observación continuada de la distribución y tendencia de la incidencia
a través de la recogida sistemática, consolidación y evaluación de la morbilidad y otros
hechos relevantes.
En 1973 se define a la vigilancia epidemiológica “como un sistema dinámico que se
utiliza para observar de cerca y de forma permanente, todos los aspectos de la conducta de
la infección y de la enfermedad y de los factores que condicionan el fenómeno salud –
enfermedad, mediante la identificación de los hechos, la recolección, análisis e
interpretación sistemática de los datos y la distribución de los resultados y de las
recomendaciones necesarias(Organización Panamericana de la Salud, 1975).
De ello se deduce que la vigilancia epidemiológica no se limita a una encuesta
determinada o aún estudio esporádico, sino que es una función sistemática y continuada de
la administración sanitaria, orientada al conocimiento para la acción. El diseño de un sistema
de vigilancia epidemiológica lleva implícitos los siguientes objetivos:
1. Detección temprana del incremento de casos y estudio de epidemias.
2. Detección de cambios en el patrón epidemiológico de las enfermedades a fin
de estimular la investigación y el control.
3. Estudio de tendencia a medio y largo plazo que permita valorar la necesidad
de intervención o evaluar las medidas preventivas.
Difusión de la información y medidas de control. Es necesario la difusión de la
información en lo que se refiere a los datos, su análisis y recomendaciones, para organizar
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la difusión de la información debemos tener en cuenta que la vigilancia es un proceso que
se caracteriza por suministrar información para la acción(Goodman, 1994), así pues los
datos deben de estar disponibles:
♦ Para las fuentes declarantes o suministradoras de los datos primarios, es lo
que constituye el sistema de retroalimentación, normalmente los datos se presentan de
forma bruta y de fácil de leer, mediante tablas, gráficos, informes, esta retroalimentación
tiene por objeto hace llegar los informes consolidados al declarante, con el fin de
estimular su participación tanto en el control del problema como en la remisión de datos
futuros.
♦ Para las personas e instituciones con funciones de planificación, éstos
requieren de un análisis que permita interpretar lo que ocurre, de cara a la toma de
decisiones.
♦ Para el público en general, y
♦ Para el mundo científico, cuyos datos requieren una elaboración más
profunda, que es publicada en revistas científicas.
En México existe una Norma Oficial Mexicana, NOM-017-SSA2-1998, para la
vigilancia epidemiológica. La cual fue publicada en el diario oficial de la federación, con
fecha 10 de noviembre de 1998.
Las acciones de vigilancia epidemiológica se apoyan en el Sistema Nacional de
Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) el cual se concibe como el conjunto de relaciones
formales y funcionales, en el cual participan coordinadamente las instituciones del Sistema
Nacional de Salud, a través de su estructura, para llevar a cabo de manera oportuna y
uniforme la vigilancia epidemiológica.
Tiene por objeto obtener conocimientos oportunos, uniformes, completos y
confiables referentes al proceso salud-enfermedad en la población, a partir de la información
generada en los servicios de salud en el ámbito local, intermedio y estatal, o sus
equivalentes institucionales, para ser utilizados en la planeación, capacitación, investigación
y evaluación de los programas de prevención, control, eliminación y erradicación y, en su
caso, de tratamiento y rehabilitación.
El objetivo de esta Norma Oficial Mexicana es establecer los criterios para la
aplicación de la vigilancia epidemiológica de padecimientos, eventos y situaciones de
emergencia que afectan o ponen en riesgo la salud humana y que se incluyen en el Sistema
Nacional de Vigilancia Epidemiológica, por ser objeto de programas especiales de salud, por
estar incluidas en convenios nacionales o internacionales, o por su magnitud y
trascendencia.
Para efectos de esta Norma Oficial Mexicana, los elementos de la Vigilancia son los
siguientes
Casos de enfermedad,
Defunciones,
Factores de riesgo,
Factores de protección, y
Otros
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De acuerdo con los niveles técnico-administrativos del SNS, de otras instancias
comunitarias y del ámbito geográfico, la aplicación del SINAVE, será a nivel:
a) Operativo (local),
b) Jurisdiccional o zonal (municipal),
c) Estatal (Delegacional o intermedio o regional), y
d) Nacional.
Para efectos del SINAVE, el estudio de los padecimientos o eventos objeto de
vigilancia se divide en:
Caso sospechoso,
Caso probable
Caso confirmado,
Caso compatible
Caso descartado.
Según la trascendencia e importancia de los padecimientos y
eventos sujetos a vigilancia, la periodicidad para su notificación será:
inmediata, diaria, semanal, mensual, y anual.
Son eventos de notificación inmediata los casos y defunciones por:
Poliomielitis, parálisis flácida aguda, sarampión,
enfermedad febril exantemática, difteria, tos ferina, síndrome
coqueluchoide, cólera, tétanos, tétanos neonatal, tuberculosis
meníngea, meningoencefalitis amibiana primaria, fiebre
amarilla, peste, fiebre recurrente, tifo epidémico, tifo endémico
o murino, fiebre manchada, meningitis meningocócica,
influenza, encefalitis equina venezolana, sífilis congénta,
dengue hemorrágico, paludismo por plasmodium falciparum,
rabia humana, rubéola congénita, eventos adversos
temporalmente asociados a la vacunación y substancias
biológicas, lesiones por abeja africanizada, y además, se debe
notificar inmediatamente la presencia de brotes o epidemias de
cualquier
enfermedad,
urgencias
o
emergencias
epidemiológicas y desastres, así como los eventos que
considere necesario incluir el Órgano Normativo.
Son objeto de notificación semanal los casos de:
Enfermedades
prevenibles
por
vacunación:
poliomielitis, parálisis flácida aguda, sarampión, enfermedad
febril
exantemática,
difteria,
tos
ferina,
síndrome
coqueluchoide, tétanos, tétanos neonatal, tuberculosis
meníngea, rubéola y síndrome de rubéola congénita e
infecciones invasivas por Hemophilus influenzae.
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Enfermedades infecciosas y parasitarias del aparato
digestivo: cólera, amibiasis intestinal, absceso hepático
amibiano, ascariasis, shigelosis, fiebre tifoidea, giardiasis, otras
infecciones intestinales debidas a protozoarios, otras
infecciones intestinales por otros organismos y las mal
definidas, intoxicación alimentaria bacteriana, paratifoidea y
otras salmonelosis.
Enfermedades infecciosas del aparato respiratorio:
angina estreptocócica, infecciones respiratorias agudas,
neumonías y bronconeumonías, otitis media aguda,
tuberculosis del aparato respiratorio e influenza.
Enfermedades de transmisión sexual: sífilis adquirida,
sífilis congénita, síndrome de inmunodeficiencia adquirida,
seropositivos a virus de inmunodeficiencia humana, infección
gonocócica del tracto genitourinario, candidiasis urogenital,
chancro blando, herpes genital, linfogranuloma venéreo y
tricomoniasis urogenital.
Enfermedades transmitidas por vectores: dengue
clásico, dengue hemorrágico, encefalitis equina venezolana,
tifo epidémico, tifo murino, fiebre amarilla, fiebre manchada,
peste, paludismo por Plasmodium falciparum y por
Plasmodium vivax.
Zoonosis: rabia, brucelosis, leptospirosis humanas,
triquinelosis, teniasis (solium, saginata), cisticercosis, oxiuriasis
y otras helmintiasis.
Otras
enfermedades
escarlatina y erisipela.
exantemáticas:
varicela,
Otras enfermedades transmisibles: conjuntivitis
hemorrágica epidémica, hepatitis vírica A, hepatitis vírica B,
otras
hepatitis
víricas,
meningitis
meningocócica,
meningoencefalitis amibiana primaria, meningitis, parotiditis
epidémica infecciosa, escabiasis y tuberculosis otras formas.
Otras enfermedades no transmisibles: fiebre
reumática aguda, hipertensión arterial, bocio endémico,
diabetes mellitus, enfermedades isquémicas del corazón,
enfermedades cerebrovasculares, asma, cirrosis hepática,
intoxicación por plaguicidas, intoxicación por ponzoña de
animales, intoxicación por picadura de alacrán, anencefalia,
cáncer cérvicouterino, intoxicación por picadura de abeja
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africanizada, efectos indeseables de las vacunas
sustancias biológicas y urgencias epidemiológicas.
y/o
Otras enfermedades de interés local, regional o
institucional: oncocercosis, leishmaniosis, tracoma y
tripanosomiasis americana (enfermedad de Chagas).
ESTUDIO DE BROTE
Es la investigación de los factores epidemiológicos de dos o más casos asociados
en un área geográfica delimitada. El nivel técnico-administrativo superior de la unidad
notificante dentro de su institución, deberá verificar el cumplimiento de la realización y
seguimiento del estudio de brote.
En el caso de padecimientos que el Órgano Normativo considere de
emergencia (caso de poliomielitis, rabia, sarampión, etc.) se requiere estudio.
Conclusiones:
El estudio de un brote requiere la sistematización de las distintas fases del
método científico a aplicar, aunque algunas fases pueden variar de unos brotes a
otros, en todos aquellos se debe seguir los mismos principios generales, los pasos
son los siguientes:
1. Identificación del problema y recogida de información.
2. Confirmación de la existencia del brote y estudio descriptivo.
3. Formulación de la hipótesis.
4. Comprobación de la hipótesis.
5. Adopción de medidas de control y conclusiones
En presencia de un padecimiento "nuevo" o desconocido en zonas donde no
exista antecedente de dicho padecimiento, se deberá realizar la notificación en las
primeras 24 horas y se manejará como brote.
El estudio de Brotes debe incluir la investigación epidemiológica individual de casos y el
llenado del formato de "Notificación de Brote" desde el seguimiento hasta la resolución del
mismo.
El estudio deberá iniciarse en las primeras 24 horas posteriores a su conocimiento.
La unidad médica que detecte el brote, deberá realizar la notificación por el medio
más expedito y de manera inmediata al nivel inmediato superior, actividad sucesiva hasta el
nivel nacional y se deberá acompañar de los formatos correspondientes debidamente
llenados. Se debe considerar lo referido en el apartado El estudio, notificación y
seguimiento de brotes se deberá realizar de acuerdo con las especificaciones y
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necesidades de cada padecimiento, así como de los manuales de procedimientos
correspondientes.
La clasificación final del brote deberá contar con el estudio de laboratorio
específico y seguir los procedimientos de los manuales correspondientes.
En los casos de subsistemas especiales, la notificación se realizará conforme a la
normatividad establecida.
El nivel técnico administrativo superior de la unidad notificante, verificará el
cumplimiento de la realización y seguimiento del estudio de brote.
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