Horacio Etchegoyen - Sociedad Peruana de Psicoanálisis

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boletín
Lima-Perú Setiembre/2011 Nº2
SOCIEDAD PERUANA
DE PSICOANÁLISIS
Presidenta:
Teresa Ciudad
Vice Presidente:
Roberto Scerpella
Secretaria Científica:
Patricia Checa
Tesorera:
Stella Mohme
Directora del Instituto:
Teresa Bolaños
Director del SAP:
Dante Warthon
Director de Biblioteca:
Francisco Otero
Revista Psicoanálisis:
Augusto Escribens
Presidente Honorario:
Saúl Peña
Miembros Honorarios:
Carlos Crisanto,
Max Hernández,
Serge Lebovici y Leo Rangell
COMITÉ EDITORIAL
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS
ENTREVISTA: Horacio Etchegoyen
EL PRINCIPIO “UBUNTU”
XII CONGRESO PERUANO
DE PSICOANALISIS
ASPECTOS CURATIVOS
DEL PSICOANÁLISIS
Una playa de ternura… abuelazgo
El Uso del Psicoanálisis
para las Organizaciones
CONGRESO DE MÉXICO
REACTIVACIÓN DE LA ASOCIACIÓN
DE CANDIDATOS
PRIMERA MUESTRA DE ARTE DE LA SPP
Coordinador:
Roberto Scerpella
Integrantes:
Amelia Casas, Adela Escardó
y Fryné Santisteban
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
1
ENTREVISTA
Horacio Etchegoyen
es muy querido en el
mundo psicoanalítico. Su famoso libro, Los fundamentos
de la técnica psicoanalitica, va por la tercera edición. En el
Congreso de México fue galardonado con el Premio de
la IPA por Logros Científicos Sobresalientes. El Boletín lo
entrevistó en su departamento en Buenos Aires.
Por Adela Escardó
A: ¿Cómo eliges en primer lugar ser psicoanalista?
Horacio: La tradición en mi familia era que estudiara derecho. Mi hermano me estimuló a estudiar medicina. El
psicoanálisis es como un equilibrio entre el hablar y el
hacer de la medicina, yo me formé en el famoso Hospital
Melchor Romero de la Plata. Ahí fue mi maestro José María Blanco, que era Jefe del pabellón de Admisión del hospital. Ahora se llama Hospital Alejandro Korn, un médico
que trabajó más como filósofo que como médico, era un
médico psiquiatra. Cuando se fue José María yo quedé a
cargo del servicio y estuve bastante tiempo como Jefe
de Pabellón de Admisiones, es decir, como la figura más
importante del Hospital en ese momento. Después tomé
contacto con Pichon Rivière y él me encaminó; me dijo
que tenía que analizarme, cosa que para mí me parecía
ridícula (risas), tener que analizarme. Enrique Pichon me
ayudó mucho en mi orientación. Yo pienso que él fue mi
gran maestro, aparte de José María Blanco; después empecé mi análisis e hice mi análisis didáctico con Racker
que fue un momento clave en mi vida. Mi análisis con
Racker significó un cambio importante para mí, en la vida;
después cuando cayó Perón, yo me había ido del hospital
porque no quería ponerme luto por la muerte de Evita,
esa es la verdad. Me ofrecieron la cátedra en Mendoza y
ahí estuve desde el 57 hasta el 65 que me fui a Londres
con un beca y después retorné a Buenos Aires. Racker había muerto en 1980. Esa es mi trayectoria, después tuve
una beca de la Organización Mundial de la Salud en Londres y estuve un año. Me re analicé con Meltzer; con él en
la Tavistock Clinic, que fue una experiencia.
A: Gran maestro Meltzer…
Horacio: claro que sí ¸ creo que mi análisis fundamental
fue con Racker; pero claro, fue un análisis de siete años.
Meltzer me ayudó en muchas cosas que no habían quedado resueltas con Racker; tampoco nunca quedan resueltas las cosas al fin y al cabo, no?
A: ¿Cómo ves el psicoanálisis hoy?
Horacio: Lo veo débil, la sociedad que vivimos no se presta para la introspección y el psicoanálisis es una empresa de conocerse a uno mismo. Actualmente eso no tiene
mucho estímulo, mucha iniciativa para la gente joven;
pero yo creo que persiste un grupo de analistas muy
competentes que van a hacer que el psicoanálisis siga
desarrollándose en el siglo XXI. Estamos viviendo un mo-
Horacio ayer y hoy, por Carlos Rozensztroch.
mento sumamente complejo, pero yo tengo fe en que las
cosas que Freud nos enseñó son perdurables.
A: También has sido presidente de la IPA.
Horacio: Fui presidente de la IPA, de 1993 a 1997.
A: ¿Qué te queda como lo más significativo de ese periodo?
Horacio: Tenía varios planes y algunos los logré hacer
efectivos. Me ayudaron mucho Jorge Olagaray, que acaba
de morir, Elizabeth Tabak de Bianchedi, Günter Perdigao,
Samuel Zysman, que aunque no estaba en el consejo me
ayudó mucho en las finanzas. Mis principales objetivos yo
diría que los cumplí: uno fue terminar con el secreto de
las actas. Las actas del Consejo eran secretas, no las podía
conocer más que la gente del Consejo; daba la paradoja
cuando yo era vicepresidente que había vice presidentes
que tenían acceso a las actas por que habían estado, y
otros que no habían estado no tenían acceso a las actas;
eso a mí me parecía muy contradictorio y antidemocrático, completamente antidemocrático. Una de las primeras
cosas que logré fue suprimir radicalmente el secreto de
las actas; las actas desde entonces son públicas, cualquier
psicoanalista de la IPA en cualquier lugar del mundo puede tener acceso a las actas; ese fue uno de los logros. El
otro fue el logro económico, que eso se lo debo más a
Samuel que a mí porque él tiene idea de manejo económico, que yo no lo tengo; y logramos saldar el déficit y
no aumentamos nunca las cuotas en estos cuatro años y
logramos tener un superávit bastante importante.
Otro logro fue hacer que el Council fuera realmente el organismo de la IPA y no el “Trust”; porque había un “Trust”,
que estaba formado por cuatro, cinco personas que tenían más autoridad que el presidente de la IPA. Eso logramos hacerlo con Ana María Andrade de Acevedo, Samuel
Zysman, Elizabet Tabak de Bianchedi, Jorge Olagaray,
toda la gente que me acompañó y muchos otros. En realidad el Trust era, debería decir yo, una continuación del
committee que formaban Ferenczi, bueno,Freud desde
luego, Ferenczi, Jones, Abrahams, Otto Rank, y…no sé si
me olvido alguno; eso lo modificamos.
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
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ENTREVISTA
Y lo otro que también fue un logro fue terminar de desatar el problema de las torturas en Brasil, que los presidentes anteriores nunca habían podido hacer. Yo lo hice;
logré al final que Cabernite se fuera de la asociación; que
quedara muy claro que Amilcar Lobo era un médico psicoanalista que asesoraba a los torturadores en Río de Janeiro como pasaba acá con la dictadura. (Se refiere a los
casos de graves violaciones a la ética que tuvieron lugar
en Brasil en los años 70, Cfer. E. Roudinesco). Eso acá en
Argentina, en Brasil y en Chile fue feo. Bueno y después
tuve otros planes, por ejemplo uno de los planes que para
mí era muy importante, era comprar la casa de Sigmund
Freud para la IPA; pero el Council no me auspició. Dijo que
era mucho gasto. Yo me di cuenta siendo presidente de la
IPA que vos tenés que apuntar a algunas cosas concretas
y de entrada, porque después viene la época en que empiezas a tener menos poder.
A: Cuáles dirías que son los conflictos psicoanalíticos
que han dejado huella en la historia del psicoanálisis.
Horacio: Bueno la pelea de Freud, con Jung y con Adler
fue una pelea muy encarnizada. Freud tenía razón en realidad. La historia lo probó; pero es evidente que viendo
las cosas con otra perspectiva, Jung y Adler podrían haber quedado, aunque tuvieran puntos de vista diferentes.
Lo que pasa es que Freud tenía la idea, absolutamente
cierta, que ser psicoanalista era básicamente aceptar la
sexualidad infantil y ni Adler ni Jung querían eso. En ese
sentido Freud fue intransigente y en buena hora. Pero visto desde otra perspectiva, los aportes que hizo Adler a
la agresión, que Freud retomó en 1920, podrían haberse
incorporado con lo que Adler escribió en 1911. Y algunas de las ideas de Jung eran correctas. Aunque es cierto
que Jung tenía más afición por la psicología oculta o por
el misticismo. Pero, por ejemplo, en la teoría de que los
símbolos son reversibles o que hay una ontogenia de los
símbolos, eso lo retomó Ferenczi dentro del movimiento
psicoanalítico, que para mí es una maravilla de persona.
Alli Freud era muy intransigente porque él pensaba, no
sin razón, que lo que quería decir Abraham era lo mismo
que él, que los símbolos eran reversibles, es decir que, la
tierra es un símbolo de la madre y la madre es un símbolo
de la tierra. En realidad fue Jung; tenía razón, los símbolos son reversibles, pero no para decir que la orientación
tiene que ser psicosocial como pretendía Jung. El que
resolvió ese problema magistralmente, genialmente, fue
Ferenczi en su artículo La Ontogenia de los Símbolos; ese
fue un punto crucial.
Yo diría que hay otros dos puntos cruciales en la historia del psicoanálisis: uno es las controversias de los años
40, cuando se enfrentaron tan duramente Anna Freud y
Melanie Klein; en realidad las dos eran muy apasionadas,
Anna Freud y Melanie Klein. Yo soy Kleiniano, así que nadie puede dudar de mi orientación, pero yo creo que tanto Melanie Klein como Anna Freud significaron puntos de
vista enriquecedores en el psicoanálisis. Se peleaban porque, claro, ahí juegan las cosas personales también, Anna
Freud era la hija de Freud, Freud sabía que Anna era su
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hija. Melanie Klein pensaba que ella era más hija de Freud
que Anna, pero bueno, era muy difícil que eso lo pudiera
aceptar Freud. De todos modos, muchas ideas de Melanie
Klein se fueron incorporando. Por ejemplo, yo creo que
el aporte mayor de Melanie Klein fue aceptar que el lactante tiene una vida mental. Glover y Anna Freud, Robert
Walters creían que la vida del chico era refleja. En esos dos
puntos, yo creo que Melanie Klein tenía razón. El énfasis
de Anna Freud estaba en los mecanismos de defensa. Yo
creo que también era cierto: Melanie Klein por ahí se llevaba por delante los mecanismos de defensa.
Y el otro punto, hablando de los momentos cruciales o
del conflicto en la IPA, fue el momento en que Hartmann
se puso en contra de Lacan. Lacan tenía sus errores; uno
de ellos era que Hartmann no le aceptaba las sesiones de
tiempo corto, limitado; pero los hechos demostraron que
Lacan era un gran analista. Yo personalmente pienso que
Melanie Klein y Lacan son los dos analistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Hartmann era muy,
muy riguroso, pero también muy estrecho; y ese choque
llevó a que Lacan se fuera o lo echaran ellos de la IPA. La
historia demostró que era un error, en el sentido que era
un gran pensador; que mejor tenerlo adentro colaborando
con los otros que afuera. Bueno, otra cosa que podría decir
de mi presidencia, que no la dije, es que yo traté de reiniciar el diálogo, no con Lacan, porque Lacan había muerto
ya, pero sí con Jacques Alain Miller, del cual al final terminé
siendo muy amigo. Yo tengo mucha estima, mucho respeto por él, más allá de que discrepemos mucho en cuanto
a problemas de teoría o de técnica, pero en realidad yo
tengo una idea más bien de un psicoanálisis amplio y no
restringido; pero bueno, no todos lo piensan así.
A: ¿Qué debemos retener de Lacan?
Horacio: En primer lugar, una lectura muy cuidadosa de
Freud, que eso Lacan lo hizo mucho más que Anna Freud
o que Walters o que Hartmann o que Melanie Klein. En
ese sentido, el énfasis de Lacan y la lectura rigurosa de
Freud me parece que es un aporte importante. Otro aporte importante de Lacan es la trascendencia del lenguaje;
la teoría del significante es un aporte importante para el
psicoanálisis. No coincido con la técnica lacaniana; a mí la
sesión de tiempo corto o arbitrario, yo no estoy de acuerdo; pero de allí a que diga que eso no es psicoanálisis, es
una cosa distinta. No es el psicoanálisis que yo practico,
que yo prefiero, pero esos psicoanálisis basta leerlos, no
solo los escritos de Lacan o los seminarios sino también
las biografías que han escrito, analizados de Lacan para
darse cuenta que Lacan era un hombre de una enorme
perspicacia clínica; era un gran psiquiatra también, es,
para mí muy importante, y yo se lo dije a Jacques Alain.
‘Yo quiero hablar con vos para mostrarte cómo las diferencias que tenemos son de pensamiento; no para pelearnos, o no, para acordar; sino para decir vos piensas
esto y yo pienso esto. A mí me parece que Lacan es una
gran figura, que la IPA no debería haber perdido, como
perdió también a Jung y a Adler. En la forma en que antes
te dije, a Melanie Klein no la perdió por casualidad; por-
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
ENTREVISTA
que en las controversias, ganó Melanie Klein; ganó sobre
todo a Susan Isaacs, que era una mujer de una capacidad
intelectual mayor tal vez que la de Melanie Klein. Yo creo
que esos han sido los momentos más importantes, que
yo considero importantes, en la historia del psicoanálisis.
A: ¿Qué recomendaciones le darías tú a los analistas
que comienzan?
Horacio: Que defiendan más el método, que traten de hacer que los pacientes vayan con continuidad, que piensen
que el método exige una continuidad, un contacto; eso
les diría, les digo a los analistas jóvenes: que defiendan
más el método a pesar de que la cultura actual no los auspicia, no los apoya. Yo creo que los que defendemos o defienden el método, en alguna forma se las arreglan para
que se instauren los exámenes psicoanalíticos.
A: ¿Qué aconsejarías tú a los miembros que seleccionan
candidatos? ¿Qué criterios te parecen indispensables
para buscar a los postulantes?
Horacio: Que no sean demasiado enfermos y que tengan
compromiso con la tarea, más que eso, no.
A: Pensando en un tema que preocupa a muchos psicoanalistas sobre la productividad en relación con la
edad ¿Qué piensas de ello? ¿Habría que procurar que
los candidatos fueran más jóvenes?
Horacio: Sería mejor que los candidatos fueran más jóvenes y que los analistas viejos como yo tuviéramos un
lugar como el que tengo yo; al costado, digamos. Yo, por
ejemplo, tengo mucho cariño por la IPA y por APDEBA,
puedo hablar con las autoridades como Miguel Leivi,
(entonces Presidente de Apdeba) pero no, no tengo una
participación concreta o activa, me parece que hay que
saber medir los tiempos. Para decirlo más concretamente, me gustaría que los analistas empezaran antes y que
cuando llegan a la vejez, como es mi caso, reconozcan
que han pasado sus años más fértiles.
A: Uno de tus grandes aportes al psicoanálisis ha sido tu
libro de técnica, que ya va por la tercera edición.
Horacio: Si, yo creo que sí. El aporte más importante
que yo hice fue sistematizar la técnica, diría yo siguiendo mucho las ideas de Racker, porque, yo algunas veces,
me pienso a mí como un continuador de Racker; desde
luego que también la influencia estuvo con Libermann,
Pichon, Mike Lander, en mi formación, en mi desarrollo,
fue enorme; pero desde una perspectiva tal vez un poco
jactanciosa, yo diría que yo desarrollé lo que Racker había
iniciado, bueno con respecto a la técnica.
A: Hay cosas que solamente se advierten luego de muchas horas de vuelo, como las que tú tienes, ¿quisieras
compartir algunas de éstas, de la profesión analítica?
Horacio: Bueno, las que te he ido diciendo, de que los
analistas jóvenes mantengan el entusiasmo y defiendan
el método, y los analistas más seniors sigan con la misma
responsabilidad o compromiso que han tenido siempre.
A: Hay una frase tuya donde dices que el paciente trae
su regresión al análisis, ¿no es el proceso analítico el
que lo hace regresionar?
Horacio: No, yo creo que no, yo creo que el setting. Acá
hay una discusión de fondo…, si el setting promueve la
discusión o si el setting acepta la regresión. ¿Me explico?
cuando yo mantengo la distancia que tengo con el paciente, no tengo el objetivo de que él se infantilice, sino
de, yo poder ponerme en contacto con sus partes infantiles. Bueno, eso en el libro discuto mucho la teoría de la
regresión en el encuadre, el encuadre como continente
de la regresión; es una discusión importante que, yo creo,
está bastante resuelta. Parece que, en general, los analistas aún los que más defendieron la teoría de que el setting promueve la regresión, se dan cuenta que lo que el
setting ofrece es la capacidad de que se le exteriorice esa
regresión, el paciente ya la tenía.
A: En un tono un poco jocoso has afirmado en tu libro
que eres un kleiniano fanático. ¿Cómo te defines?
Horacio: Como eso, como un kleiniano fanático, pero que
es capaz de escuchar a todas las voces. Yo verdaderamente siento que soy un analista kleiniano, pero digamos creo
que Winnicott hizo aportes decisivos, y Abraham y también Lacan. Intento respetar a todos pero pero tengo una
orientación muy definida, si vos querés, en términos de angustias persecutorias y depresivas que es tal vez el aporte
más hondo de Melanie Klein. Yo trabajo con ese esquema;
no trabajo con el esquema de la adaptación de Hartmann,
que es otro esquema, tan respetable como el mío, o como
el de Klein; no trabajo con el significante como Lacan. Yo,
por ejemplo, creo que muchas cosas no pasan por el lenguaje, sino por el cuerpo. Te estoy respondiendo porque
yo me considero un analista kleiniano y no un winnicottiano o un lacaniano o un hartmaniano. Yo tengo una gran
estima por la obra de Hartmann, aunque no acepto la idea
de que haya línea de conflicto o de los procesos de adaptación; en eso estoy más cerca de Lacan que de Hartmann.
Pero las contribuciones de Hartmann a la metapsicología
me parecen respetables; a Lacan no le parecen muy respetables. Trato de escuchar a todos y utilizar a todos dentro
de un esquema fundamentalmente de angustias persecutorias y depresivas, para decirlo en estos términos.
A: Tú has señalado que la envidia es de lo más difícil de
interpretar.
Horacio: Sí, yo creo que la dinámica psíquica se juega entre el amor y la envidia; el amor es la capacidad de recibir lo que el objeto te da, la envidia es la mala condición
de atacar lo que el otro te da; y en ese sentido yo creo
que para mí es más convincente la idea de envidia que,
obviamente, fundamentó Melanie Klein, de 1957, o en el
congreso de 1955. A mí me parece que la idea de envidia es más clínica que la idea de pulsión de muerte; pero,
bueno, eso, eh… Winnicott no acepta la idea de pulsión
de muerte; los psicólogos del yo tampoco la aceptan. Melanie Klein acepta decididamente la pulsión de muerte a
partir de 1932 en el psicoanálisis del niño, pero la idea con
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
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ENTREVISTA
que ella entiende la pulsión de muerte es muy distinta
que la de Freud. La pulsión de muerte para Melanie Klein
no es muda como es para Freud; no, entonces yo pienso
si la pulsión de muerte no es muda ¿qué es? Es envidia; la
envidia no es muda evidentemente, pero esos son problemas de alto nivel teórico, no. Yo digo cuáles son mis
puntos de vista pero no digo que sean los correctos; yo
trabajo siempre en mi clínica con la idea de amor, odio,
reparación, envidia. Esos son los conceptos que más me
motivan a mí en mi trabajo.
A: Alguna vez has dicho que eres un psicoterapeuta que
por momentos es analista.
Horacio: Así es. Es muy difícil ubicarse en el lugar del analista, que recibe lo que el paciente le envía, lo metaboliza
internamente y de esta forma da una interpretación. En
ese momento sos analista, si, en otras circunstancias tenés
cariño por el paciente, querés ayudarlo al paciente, le das
buenas ideas; ahí no sos analista, ahí sos psicoterapeuta;
quiero decir que yo considero que soy analista en el momento que puedo recibir lo que el paciente me comunica
y transformarlo en una interpretación que tiene que ver
con lo que a él le pasa, no con lo que me pasa a mí.
A: Has dicho que crees no tanto en la analizabilidad del
paciente como en la capacidad plástica del analista.
Horacio: Si, es cierto el concepto porque, claro, todas las
cosas tienen su historia también. El concepto de analizabilidad tiene mucho que ver con la psicología de Hartmann, y con la idea de que la diferencia entre neurosis
y psicosis es muy definida. Yo no creo eso y en ese sentido entonces depende no solo de las posibilidades del
paciente, sino también de la capacidad de comprensión
del analista, el destino de la relación. Por ello no me gusta
mucho a mí la idea de analizabilidad porque es como ya
poner un límite; en realidad vos no sabés que hay pacientes que uno piensa que no se van a analizar y se analizan
muy bien y otros que vos piensas que se van a analizar
muy bien y sale mal todo, no. También la idea de neurosis
y psicosis… Freud la planteaba muy claramente; pero los
casos de Freud no eran muy neuróticos; el hombre de los
lobos no era un paciente neurótico. Dora, Dios me libre,
no sé si me atrevería a meterme con Dora; Dora terminó
mal. El hombre de las ratas era, me parece, un paciente
más de una neurosis obsesiva bastante típica, que murió en la guerra, así que de lance, uno poco y nada sabe,
cómo hubiera seguido. La idea kleiniana de angustias psicóticas, o angustias tempranas a mí me parece más que la
de la analizabilidad.
A: Dado que el psicoanálisis se está difundiendo tanto
en el mundo, en diversas partes del mundo, ¿qué es lo
más esencial en él¸ lo que no debería moverse?
Horacio: La asimetría de los roles, la reserva, que como
decía Liberman; paciente y analista hablan del paciente y
nada más que del paciente; David decía que es un diálogo en el cual paciente y analista hablan sólo del paciente,
es decir, la discriminación de los roles y la asimetría y la
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reserva para mí son esenciales en el análisis. El que más,
más genialmente trató de discutir eso fue Ferenczi en sus
últimos años, tenía bastante razón, en el sentido que a
veces el setting no sirve para retomar contacto con el paciente; pero la idea de un análisis recíproco, como llegó
a decir en algún momento Ferenczi, el mismo Ferenczi
comprendió que no era posible, que para plantearlo más
concretamente yo creo que la esencia del psicoanálisis
está en la asimetría de los roles, la reserva analítica y la
forma de operar del analista, que no es la del hombre de
la calle, sino que está interesado en que el paciente se
haga consciente de sus problemas.
A: ¿Qué piensas del análisis telefónico, por skype?
Horacio: No pienso mal, en realidad el análisis es una empresa muy difícil. Acabo de decir que solo en algunos momentos uno debe ver realmente al analista. En el mundo
actual la presencia corporal del otro, que para mí sigue
siendo fundamental, se puede discutir; y, en realidad,
¿qué hago yo con una persona que vive en la Patagonia,
no, que no puede venir cuatro o cinco veces por semana?
yo creo que no está mal intentar otro tipo de comunicación, con el skype o con el teléfono. Yo siempre me acuerdo de una muchacha que yo atendí muchos años y que
tuvo una hepatitis, que antes se llamaba hepatitis benigna, ahora son virosis, no; y ella estuvo un mes largo sin venir al consultorio. Yo en este momento no tengo ninguna
duda que la hubiera atendido por teléfono ese mes.
A: ¿Y el análisis didáctico en esas condiciones?
Horacio: Es lo mismo el análisis didáctico, es lo mismo;
solo que más difícil. Pero digamos ¿cómo haces vos para
responder a la legítima demanda china de psicoanálisis?
Yo no me voy a ir a vivir a China, y si me voy a vivir, ¿qué
hago? O sea, no sé el mandarín, no lo platico yo, entonces
si uno quiere responder a la legítima, legítima digo, demanda de otras culturas o de otros pueblos, como el chino, el coreano, a mí me parece que tenemos que adaptarnos a una condición que no es exactamente la misma que
la que tengo yo con una persona que vive a diez o quince
cuadras de mi casa; es decir, no creo que el psicoanálisis
por teléfono, por skype, por el mail o por lo que fuere sea
igual que el análisis que te practicamos nosotros, no creo
que sea igual; pero creo que es respetable cuando no hay
otra posibilidad. El ejemplo de la chica con la hepatitis a
mi me parece que es convincente, no; ella tuvo que parar
un mes de tratamiento porque, claro, la hepatitis en ese
tiempo, en la época en que yo la atendía a ella, lo que
se conocía en ese momento de la insuficiencia hepática,
es que tenía que guardar estricto reposo en cama, no; de
modo que ahí yo creo que hubiera sido muy pertinente
analizarla por teléfono; en ese tiempo parece que está
bien. La puesta o el intento de regularizar lo más posible
ese tipo de tratamiento me parece que es lógico, un horario concreto, a tales horas, los pagos.
A: Eso sería todo, Horacio. Muchísimas gracias por tu
tiempo y dedicación.
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
UBUNTU
EL PRINCIPIO “UBUNTU”
Por Amelia Casas, Promoción VIII
La palabra “Ubuntu”, proviene de la lengua Zulu, del
Sur de África. Últimamente ha sido asociada con un
lenguaje de programación de computadora (utilizado por ejemplo para producir la película Avatar), pero
¿por qué traerla a nuestro contexto?
la forma en que los candidatos de todas las partes del
mundo “nos encontrábamos y nos veíamos”. El saludo
“Ubuntu” circulaba, sin nosotros saberlo, entre todos:
“Qué gusto …por fin te puedo ver, yo soy……llevamos
tanto tiempo escribiéndonos por mail!!!”
Sorprendentemente, la “mentalidad” Ubuntu resulta
muy a fin con los planteamientos teóricos de importantes psicoanalistas. Ubuntu vienen del proverbio
Zulu: ‘umuntu ngumuntu ngabantu’, que significa ‘un
ser humano se convierte en ser humano a través de
otro ser humano’ o en palabras de Dick de Groot, educador holandés, ‘somos quienes somos porque somos
vistos, porque las personas a nuestro alrededor nos
respetan y nos reconocen como personas’.
En el mundo de hoy las barreras geográficas se han diluido gracias a Internet, los intereses académicos nos
han acercado convirtiéndonos en compañeros virtuales, pero es gracias a los Congresos y a los encuentros
promovidos por organizaciones como OCAL, IPSO y seguramente ahora nuestra propia Asociación de Candidatos, que logramos que ese principio que señala que
“nos construimos en la medida que nos podemos ver
(reflejados) en otros”, se haga una realidad tangible. El
grupo y la experiencia grupal resultan siendo, una vez
más, dimensiones fundamentales para la estructuración de la identidad como analistas.
Willard (2008) añade que Ubuntu significa “Yo soy porque tú eres”. Más que una palabra es una ética, una
forma de vida, un principio. Si bien no es algo que se
menciona a cada instante, para quienes lo viven está
presente en cada aspecto de su vida.
De Groot (2007) explica que cuando dos personas que
comparten el principio Ubuntu se encuentran, una de
ellas dice: “Sawu bona”, es decir: “Yo te veo” (“I see you”),
y en respuesta el otro le responde: “Sikhona”, es decir:
“Aquí estoy yo” (“Here I am”).
Hace algunos años cuando recién iniciaba mi formación en el Instituto y empezaba a trabajar en OCAL, una
de mis compañeras me preguntó porqué dedicaba
tanto tiempo a estas actividades. Luego me dijo: “Claro, es que como tú no eres de acá, para ti es importante
pertenecer”. En aquel entonces su comentario me impactó. Siento que ahora puedo darle la razón y añadir
que ha sido gracias a ello, a mi necesidad de “verme en
los otros”, que he podido consolidar quien soy, desde
mi origen, y quien quiero ser, desde mi deseo.
Sin embargo, esta reflexión solo pude llegar a incorporarla completamente después de asistir al Congreso de IPSO e IPA en Ciudad de México. Fue un evento
impresionante en varios sentidos. La enorme concurrencia de candidatos provenientes de muchas partes
del mundo (más de 200), los paneles centrales, la calidad de las ponencias y las supervisiones, los grupos
de discusión, la calidez de los mexicanos en su forma
de recibirnos y acogernos, y mucho más. Sin embargo, algo que me resultó especialmente impactante fue
El principio cartesiano de “Pienso luego existo” ha sido
traducido en África por “Yo me constituyo porque
nosotros existimos”. Es así como la ética Ubuntu y los
planteamientos psicoanalíticos albergan muchas coincidencias que invitan a repensar la forma de concebir y
vivir el proceso y el espacio de nuestra formación.
De Groot señala finalmente: “Si bien adquirir conocimientos y habilidades de forma individual es de importancia fundamental para favorecer el desarrollo, lo que
realmente importa es la inspiración, la estimulación, la
imaginación, los retos, favorecer la autoconfianza, ofrecer responsabilidades y favorecer la capacidad para hacer elecciones. Todos esos valores solo pueden lograrse en el contexto de una comunidad”. La comunidad
de la SPP, del Instituto, de los candidatos y de las varias
Instituciones a las que pertenecemos.
Ubuntu.
Bibliografía
De Groot, Dick, (2007),
w w w. i k b e n o m d at w i j z i j n . i n fo / i n d e x . p h p ? o p t i o n = co m _
content&view=article&id=98:i-am-because-we-are&catid=
44:english&Itemid=92
Willard,Adam, (2008),
www.associatedcontent.com/article/1060758/ubuntu_in_south_
africa_what_it_really.html?cat=9
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
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CONGRESO SPP
XII CONGRESO PERUANO DE PSICOANALISIS: La Clínica Psicoanalítica Hoy. Individuo y Sociedad
Los días 2 a 4 de Agosto se llevó a cabo el XII Congreso Peruano de Psicoanálisis. Hemos reincidido en el lugar sede del mismo, y es que el
Centro de Convenciones del Colegio Médico en Miraflores resulta ideal para tales ocasiones.
Contamos con la presencia de los invitados extranjero: Claudio Eizirik, Emilce Dio Bleichmar, Luis Martín Cabré, Rafael Paz y Jeremy
Holmes, quienes acompañados de todos los ponentes nacionales hicieron de este Congreso una gran evento académico.
Aqui presentamos las palabras inaugurales de Roberto Scerpella, el testimonio de Jorge Parodi sobre una de las exitosas actividades PreCongreso y la ponencia de Teresa Ciudad la cual no alcanzó a publicarse en el No. 9 de la Revista de la SPP, donde un buen número de
los trabajos presentados se han publicado en una cuidadosa edición a cargo de Augusto Escribens y el Comité Editorial compuesto por
María Luisa Silva, Fryné Santiesteban, Clelia Trelancia y Eduardo Montagne..... Nos encontramos en larga digestión de lo aprovechado!
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BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
CONGRESO SPP
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
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REFLEXIONES
ASPECTOS CURATIVOS DEL PSICOANÁLISIS
En la presentación de su último libro, titulado “Ilusiones y
Desilusiones del Trabajo Analítico”, André Green dedica la
presentación del mismo a la narración detallada y desgarradora del último de los tratamientos psicoanalíticos de
Marilyn Monroe. Lo llama “Marilyn Monroe: la muerte de
un ícono”.
Marylin Monroe al momento de morir estaba en un tratamiento de año y medio con un renombrado psicoanalista
de la época, el Dr. Ralph Greenson. Marilyn Monroe había
tomado cursos en el Actors Studio y Lee Strasberg, quien
lo dirigía y creía en el psicoanálisis la recomendó a una
psicoanalista, la doctora Margaret Hohenberg, con quien
estuvo por cinco años. Luego buscó ayuda en otra, la Dra.
Marianne Kris, quien, al mudarse Monroe la recomendó
con Greenson.
El análisis del Dr. Greenson nos puede resultar chocante por su escasa neutralidad: las sesiones al principio se
dieron en casa de Marilyn, luego en casa de Greenson,
quien la presentó a su familia, de la que Marilyn se hizo
crecientemente dependiente, en la idea de darle la casa
y los vínculos familiares de los que ella careció desde su
mas temprana infancia. Un colega de Greenson intentó
hacerle ver lo erróneo de su actuar y de que sus tendencias reparativas parecían no tener límite, pero no lo escuchó y al parecer, aunque esto no está probado, pudo
tener el apoyo, en este aspecto, de Anna Freud, de quien
era muy próximo.
El detalle de las complejas interacciones entre Greenson y
los allegados a Marilyn llegó a ser un entramado tal que no
debe haberle sido posible pensar siquiera en que era mejor salir. El analista terminó estando vinculado a diversas
personas en la vida de su paciente: a hombres con quienes
Marilyn estaba manteniendo relaciones amorosas y profesionales que eran a su vez pacientes de Greenson.
Lo que traigo como un ejemplo grueso de actuaciones
en las que la función analítica se vio seriamente comprometida e intenta dar inicio a nuestro diálogo respecto a
lo que nos convoca en esta mesa ¿de qué aspectos curativos hablamos cuando hablamos de psicoanálisis?
Quiero pensar que lo de Greenson fue un intento frustro
de ayuda, una especie de colapso de la función analítica, una suerte de literalidad de la ayuda que consistió en
intentar brindar a su paciente la familia que no tuvo sin
percatarse que no hacía sino agravar su sufrimiento. Y
aunque convengamos ya no con Greenson sino con André Green en que la patología con la imago materna es
mucho más difícil de modificar, la ruta que elegimos y la
manera en que lo hacemos, tendrá que ser cuidadosa y
estar siempre sometida a reflexión.
18
El análisis es trabajo, trabajo y más trabajo
Recuerdo con mucho afecto la frase que me dijo un supervisor en los inicios de mi formación: somos obreros,
no te hagas ilusiones, el trabajo de cada día no puede ser
reemplazado por ninguna frase brillante, o por la intuición más genial.
Trabajo sí, pero tal vez no únicamente en la connotación
de obligatoriedad que tiene el término. Prefiero ampliarlo y poner a consideración de ustedes lo que algunos aspectos de mi experiencia me permiten hoy saber.
Para ello, expondré dos enfoques, bastante diferentes
entre sí, con los que me siento identificada. La Sociedad
Peruana de Psicoanálisis no ha suscrito ninguna corriente
del psicoanálisis en el sentido de adscribirse a un predominio teórico o técnico determinado. Ha existido siempre
una actitud de apertura e inclusión de escuelas que postulan aspectos diversos y a veces, incluso divergentes. Sabemos que cuando hay diversidad corremos el riesgo de
confusión, de mezcolanza. También hay y espero que mi
trabajo sea expresión de ello, mayores posibilidades de
darle a nuestra tarea diversos sentidos, de experimentar
mayor libertad a la hora de implementarla, de repensarla constantemente, de cuestionarnos respecto a lo que
hacemos y confrontar lo que hacemos con colegas y en
espacios públicos como el que hoy nos convoca.
Primero
En su clásico ensayo “La naturaleza de la Acción Terapéutica en Psicoanálisis” James Strachey ( Int. Psycho –Anal
1934-15) menciona que ciertos aspectos del comportamiento de parte del analista pueden ser dinámicamente equivalentes a dar una interpretación mutativa, en particular, el hecho de que el analista no se
comporte como el objeto arcaico. Dice textualmente: “Es
difícil estimar qué proporción de los cambios terapéuticos que ocurren durante el análisis podrían deberse a interpretaciones mutativas implícitas de esta naturaleza”
(p.286) De esta manera el concepto de interpretación se
extiende considerablemente si incluimos más que la expresión verbal, de la manera como Strachey sugiere.
En realidad, existe una gran cantidad de cosas que suceden implícitamente en un análisis y que son parte de él.
Esto de ninguna manera invalida la importancia de la interpretación verbal, pero esta es sólo una herramienta
necesaria de nuestro trabajo. Las interpretaciones verbales son lo que discutimos y de lo que escribimos, pero
constituye sólo una parte de lo que sucede.
Los neurocientistas ya nos habían alertado respecto a las
formas no verbales en las que se produce la comunica-
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
REFLEXIONES
ción. Permítanme una brevísima incursión en algunas de
sus ideas. Hay trabajos sobre madres y sus bebés que nos
enseñan sobre la biología de la sintonía empática. Los infantes y sus madres espontáneamente empatizan con los
estados emocionales del otro al juntar la expresión facial,
el tono de voz y los movimientos. Se ha llegado a saber
que cuando una persona apareja las señales no verbales
de emoción de otro, tales como la postura, la prosodia y
la expresión facial, esto recrea dentro de esa persona los
cambios autónomos y las sensaciones corporales asociadas con el estado emocional del otro. Podemos literalmente sentir lo que el otro siente.
habíamos interpretado de otra, estableciendo nuevos
vínculos en nuestra mente y ampliando así nuestra visión,
se hace posible que lo que hacemos sea un proceso y no
una tediosa repetición de verdades encontradas previamente. Ayudamos a nuestros pacientes a no estar congelados ni en el tiempo ni en formas de pensar particulares, de tal manera que puedan conocer aspectos de sus
mentes que no conocían antes. Pensar lo que no podía
ser pensado y encontrar nuevos significados. Justamente
los estados patológicos se caracterizan por una constricción a modos de pensar fijos y repetitivos, a universos sin
tiempo y unidimensionales.
Regina Pally, neuróloga y psicoanalista, afirma que tanto
analistas como pacientes pueden influirse mutuamente
en cuanto a sus sensaciones corporales, fantasías, pensamientos y aun palabras a través de señales verbales
procesadas inconcientemente tales como cambios autónomos (rubor) y conductas (expresión facial, postura,
gestualidad). Estas señales son información vital proveniente tanto del analista como del paciente e informan
a ambos de lo que está pasando emocionalmente. Concluye Pally diciendo que la forma en que se comunica el
analista puede ser tan importante como lo que dice.
Ahora bien, sabemos que hay interpretaciones correctas
y hay otras que no lo son tanto, o peor aún, que no lo son
en absoluto. Sin embargo, no es la interpretación correcta la que es curativa en sí misma. Es la lucha, el esfuerzo
constante por la interpretación correcta la que lleva a una
contínua re-interpretación de parte del analista.
En este trabajo voy a ir varios pasos más allá de lo que
estos datos nos permiten saber. Es muy cierto que en un
ambiente de intimidad como el de un análisis, todos estos movimientos y operaciones biológicas se ponen en
acción. Existe así una empatía de bases también neurológicas que sin duda puede ser considerada como co-adyuvante de procesos de transformación y curación.
Volvamos entonces al planteamiento de Strachey: de qué
comportamientos implícitos estamos hablando cuando
hablamos de los aspectos curativos del análisis? Pienso
que nuestra atención y disponibilidad como analistas es
el resultado de colocarnos simultáneamente en el lugar
del paciente y el de colocarnos de un modo separado,
que nos permite un entendimiento construido por nuestra historia con él, con su forma de pensar, de sentir. Ser
capaces de movernos alrededor de diferentes perspectivas y sentidos es lo que le da vitalidad al análisis.
Ron Britton (1989) nos habla ya no de dos sino de tres posiciones que posibilitan que el paciente acepte lo que le
ofrecemos como interpretación. La primera es la perspectiva del analista, la segunda es la del paciente y la tercera
es la que apartándose, considera la interacción de ambos.
Este desplazamiento supone de parte del analista una
atención muy cercana a su paciente, atribuyendo significados a pequeños y e inesperados detalles, cuestionándose su propia interacción, haciendo nuevos vínculos
entre todo lo anteriormente nombrado.
Esta actitud es simbólicamente análoga al cuidado materno que se adapta a las necesidades particulares del bebé
y promueve así un narcisismo saludable. Un cuidado que
respeta el tiempo de un bebé para aceptar el alimento,
regurgitarlo, ponerse en pausa o ensoñar. Esto constituye
la fuerza y el compromiso libidinal entre paciente y analista. Así es como entendemos el hacer contacto con el
paciente, “tocarlo”
Para el paciente, la interpretación que lo toca significa
implícitamente que su analista lo ha estado escuchando
verdaderamente, que desea saber sobre él y atenderlo,
hacer sentido emocional a lo que el le dice, que no se ha
rendido o ha sido puesto en off por sus intentos de romper el contacto, apartarlo o destruirlo. Significa que el
paciente tiene un lugar en la mente del analista.
Por el contrario, la señal de que un análisis no está yendo
bien es cuando está encallado en alguna ranura de la que
el analista no es capaz de salir a flote. Es en esos momentos en que se juega el destino de un análisis. Coincido con
Dana Birksted-Breen, analista británica, que es precisamente lo que hace el analista para salir de esas ranuras, haciendo nuevos vínculos en su mente, recapitulando todo
lo que rodea el atasco, ampliando su manera de ver la situación difícil y elaborando así una nueva comprensión de
lo que ocurre. Este conjunto de operaciones constituyen los factores implícitos de la curación en el análisis.
No es pues, la interpretación en sí misma la que es curativa, como en los inicios del psicoanálisis se pensaba.
Coincido con Birksted-Breen cuando dice que es el hecho
que el analista esté preparado para hacerse cargo de las
ansiedades y la destructividad de su paciente, de manera
suficiente y para encontrar una forma y un nombre para
todo ello y sobre todo, para intentar nuevamente cuando la interpretación parece no ser de ayuda.
Sólo así, haciendo un esfuerzo de nuestra parte para reinterpretar de una manera distinta situaciones que tal vez
Entiendo que un analista puede estar en esa disposición
interna cuando su trabajo de autoanálisis continúa, cuan-
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
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REFLEXIONES
do tiene un compromiso verdadero, profundo y ético con
la tarea, cuando está dispuesto a revisar sus aciertos y sus
errores, a re-pensar constantemente lo que su práctica le
va permitiendo conocer.
Presentaré el segmento de un caso clínico de mis inicios
como analista. Como suele ocurrir, en los inicios uno toma
casos particularmente difíciles sea por exceso de optimismo, por ignorancia, por entusiasmo.
Segundo
La paciente, una mujer joven, de 29 años, madre de tres
niños, empezó su análisis de cuatro veces por semana,
después de dos procesos terapéuticos anteriores conmigo, que ella dio por terminados apenas empezó a sentir alguna mejoría. Su patología borderline hacía que el análisis
estuviera caracterizado por vaivenes de gran intensidad
emocional, que parecían afectarme más a mí que a ella.
Nuestra práctica tiene sin embargo, más matices de los
que he acabo de exponer. La corriente intersubjetiva ha
desarrollado un concepto, el de ser testigo, que no puedo
sino también suscribir con entusiasmo.
Este concepto ve la labor del analista como la de alguien
que atestigua y presencia, que captura la exploración del
paciente sobre sí mismo en la inmediatez del momento, a
la vez que permanece atento sin entrometerse o irrumpir
con una supuesta sabiduría.
El atestiguar es entonces una manera respetuosa de
atender, una presencia silenciosa pero activa, una escucha que no busca necesariamente la interpretación, pero
que complementa la función interpretativa del analista.
La interpretación y la presencia van mano a mano, facilitándose mutuamente.
El atestiguar entonces es entendido como una actividad,
la de captar emocionalmente lo que el paciente está diciendo, sin hacer algo activo al respecto. Atestiguar es un
desarrollo derivado del soporte (o holding) pero implica
dejar ir, porque saberse atendido fortalece al yo y favorece la actividad posterior del insight.
Esta es tal vez, de las cosas más difíciles de aprender y
entender de la labor psicoanalítica. Todos nos hemos
desesperado cuando se nos ha señalado que es mejor
aguardar, que la intervención prematura, por más que
nos pudiera parecer atractiva o coincidente con alguna
lectura o teoría con la que en ese momento nos identificamos, es más bien intrusiva. Que nuestra escucha
y silencio no son desapego, distracción o indiferencia,
que escuchar verdaderamente supone un proceso activo de entender.
Con los años uno aprende que cualquier intervención, va
a afectar la mente de nuestro paciente y que por ello, hay
que ser cuidadoso, respetuoso, no invasivo. ¿Será posible
entonces suscribir dos posturas que ingenuamente uno
puede pensar como antagónicas? O más bien estamos
hablando de diversos momentos a lo largo de un análisis
o a lo largo de una sola sesión en los que indistintamente uno espera, escucha con atención, va acompasando
la intervención al momento más apropiado para ello?
O también lucha, insiste, hace una serie de operaciones
mentales que nos permiten tolerar los sentimientos que
nos han sido proyectados sin caer en gruesas actuaciones
como las que al inicio de este trabajo comenté sobre el
análisis de Marilyn Monroe. O que cayendo en ellas, pueda uno luego registrarlas como tales e incluirlas como
parte del material de análisis.
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A medida que la transferencia se iba profundizando empezaban a aparecer aspectos que siendo incipientes mostraban un lado afectuoso y cálido En una sesión del día
jueves, la última de la semana, la paciente llevó a su hijo
menor, por quien sentía un especial cariño para que lo
conociera. Dijo que era un niño lindo, desconfiado pero
de buenos sentimientos. Dijo que no tenía planes para el
fin de semana y que no sabía de qué mas hablar. A mi vez
le dije que tal vez no saber lo que iba a ocurrir el fin de
semana la hacía sentir como a su hijo, un poco desconfiada, sin querer mostrarse mucho. El resto de la sesión
lo recuerdo como fluído, tranquilo y sin los ataques que
caracterizaban las separaciones.
Sin embargo a la sesión siguiente, la paciente mostró un
lado caprichoso, que intentaba desmentir cualquier avance, demostrarme que no valía la pena hacer esfuerzos por
ella. Por mi parte experimenté una especie de cansancio
y malestar por ataques hostiles de tanta intensidad. A su
vez esto pareció haber sido percibido por la paciente, la
que después de un momento dijo lo siguiente:
“.. sabes yo era exactamente así en el colegio, si había
una buena profesora que me quería ayudar yo pensaba
que era porque esa era su obligación y me portaba peor,
para que no le quedaran ganas de volver a intentarlo...
pero ¿porqué soy así?, ¿porqué me esmero en desilusionar a las personas? (en ese momento llora de manera
muy sentida)...sabes, yo creo que soy mala, mas mala de
lo que las personas puedan siquiera imaginarse”.
Leyendo mis notas de ese entonces, y reflexionando sobre
mis aciertos y errores interpretativos me veo reflejada en
las dos perspectivas que he desarrollado como factores
curativos en el análisis. En retrospectiva pienso que tal vez
debí ser más cauta, esperar más, escuchar con más paciencia, tolerar mejor sus ataques hostiles y sus masivas proyecciones. Rescato, sin embargo, mi persistencia y lucha en el
trabajo con la paciente. Mi paciente sabía que yo estaba
comprometida con su proceso y que con mis herramientas
de ese momento la iba a luchar, la íbamos a luchar, que valía la pena intentar una vez más y otra. Felizmente el tiempo y las desilusiones del trabajo no me han quitado la ilusión por éste, y espero que a ustedes tampoco se los quite.
Teresa Ciudad
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APORTE
Una playa de ternura… abuelazgo
Matilde Ureta de Caplansky1
Presentación:
Viñetas:
La experiencia del abuelazgo tiene, a la vista, virtudes únicas e indiscutibles en nosotros por lo general, un sentimiento de ternura y emoción relacionado
-entre otras- a la idea principal de descendencia y, por
tanto de trascendencia. ¿Podría alguna persona dudar
del baño de narcisismo que esta situación conlleva naturalmente? Lo dudo.
Los aspectos de responsabilidad y preocupaciones,
quedan, por un rato, de lado porque en principio fantaseamos que somos abuelos y no padres y que estos
se ocuparán centralmente de sus hijos y nosotros nos
dedicaremos a engreírlos y mimarlos.
Con los tiempos que corren, esta secuencia -aparentemente- natural ha variado mucho y existen, estadísticamente, muchos abuelos-padres de sus nietos,
tanto psíquica como económicamente hablando.
Se llega al abuelazgo en una etapa de la vida que
descubrimos -necesariamente- un tercer momento, en
cuyo escenario se juegan en simultáneo varias escenas:
vínculo conyugal de no menos de 20 años, viudez, divorcio, preocupaciones por otros hijos que están estudiando o empezando su vida laboral en un país como
el nuestro cuya tasa de incertidumbre en este tema y
otros es muy alta.
Otras escenas están referidas al propio envejecimiento y sus vigorosos cambios corporales, el inicio
asimismo de una cierta precariedad de la salud (las
ñañas, así llamadas coloquialmente) con diversos cuadros, no mortales, pero sí molestos y costosos.
Laboralmente puede, no siempre, haber una merma y/o competencia con nuevas generaciones con
las cuales hay que medirse aunque es cierto que la
experiencia acumulada -siendo un máximo valor en
nuestra sociedad- no deja de ser un factor importante
sobre todo para que los abuelos podamos sobrevivir
recurriendo a la acumulación de nuestros recursos.
Toda la situación descrita nos lleva a pensar que
esta playa de ternura tiene en su terreno piedras, conchitas y algo de deshechos que tenemos que ir sorteando cuando paseamos por ella.
Pregunta: ¿Para qué sirven los abuelos?
• Juan (4 años): …para quererlos…
• Marina (7 años): …para aconsejarnos, ayudarnos,
corregirnos, conversar con ellos…
• Samanta (9 años): …para darnos cariño, enseñarnos, para ayudarnos con nuestras tareas, y para que
nos cuiden…
• Andrea (4 años): …para cuidarnos…
• José (7 años): …para engreírnos…
• Anaïs (12 años): …Cuando los papas no te atienden, los abuelos siempre te reciben; son como papás, les puedes contar cosas como amigos aún
cuando tengan siempre el papel de papás…
Algo de teoría:
Estamos frente a una nueva función: el abuelazgo;
algunos postulan que se trataría de una re-maternización entre otras funciones.
Teóricamente podríamos decir que el objeto es tratado como el propio yo, éste sirve para reemplazar un
ideal del yo. El yo deviene de menos en menos exigente y pretencioso, y el objeto se convierte, más bien, en
algo importante y magnífico. El objeto entra en posesión de la totalidad del amor de si y del yo.
Lo que se produce es una re-narcisización con el
abuelazgo en términos de trascendencia en tanto la
vida continuará en principio y esta posibilidad da mucha satisfacción y orgullo. En otras palabras, los nietos
dan una cierta garantía de continuidad y descendencia, por lo menos poéticamente, aunque sabemos,
como dice el poeta: que la repartija de la vida es extraña, a veces te da y otras te quita.
Creemos consolarnos del yugo de la muerte porque
sabemos que somos mortales, y saberlo nos procura
el sentimiento de que podemos prepararnos para enfrentarla: “filosofar es aprender a morir”. No es la resignación ni la sumisión a una potencia ciega, a la que uno
acata en la impotencia; el consentimiento de nuestra
finitud nos mantiene en la idea de que la muerte puede encontrar en nosotros un adversario estimable.
1 Magíster en Salud Mental, CC.HH. y Sociales. Psicoanalista SPP-IPA. Vice Presidenta COWAP-IPA para Latinoamérica. E-mail: [email protected]
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
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APORTE
Hubo que esperar hasta Freud, Melanie Klein y, sobre todo, Winnicott, para comprender que el juego de
los niños era cosa seria y portador de una función tan
necesaria y tan extendida que podía englobar las actividades psíquicas más graves y más profundas de que los
adultos eran capaces. En efecto, el juego sólo se puede
comprender a la luz del fantasma y éste se arraiga en la
sexualidad para desplegarse en la sublimación.
Dejemos estas ensoñaciones, divertidas o terroríficas, para volver a Freud, quien no sospechaba que se
pudieran convertir en realidad. A sus ojos, la sexualidad es la función de la vida, que relativiza el poder del
individuo. Se lo puede ver fácilmente desde las primeras fases de su obra. Su primera teoría de las pulsiones
oponía las pulsiones de autoconservación (del individuo) a las pulsiones sexuales, para las cuales la conservación de la especie, aunque no es perceptible de manera directa, es empero la meta última. Dicho de otro
modo, la sexualidad recubre a la vez el campo del individuo y el de la especie, mientras que la autoconservación sólo atañe al individuo. Así, sexualidad, placer
(que amenaza a la autoconservación desde esta etapa
del pensamiento freudiano) y negación de la muerte
se ligan en una suerte común, que sólo el análisis de
los procesos inconscientes puede poner de manifiesto.
Sin embargo, con todo rigor, no se podría hablar verdaderamente aquí de inmortalidad. Sólo en apariencia
son equivalentes estar privado de cualquier representación de la muerte y creerse inmortal. Si la muerte no
tiene representante en el inconsciente, este no puede
reclamar la inmortalidad. Esta desmentida que excluye a
la conciencia de la muerte no se dicta por referencia a su
posibilidad, y todavía menos por referencia a su ineluctabilidad. La afirmación absoluta de la vida, en la forma
de los cumplimientos de deseo, no conoce antagonista.
La creencia en la inmortalidad arraiga, entonces, en
el yo inconsciente. La razón de ser de esta topografía es
la sexualización de las pulsiones del yo. El desconocimiento de la muerte en el inconsciente ha elegido por
domicilio el yo. Pero como el yo es también conciente
-necesidad obliga-, la instancia garante de la racionalidad que se sabe mortal por su relación con la realidad
exterior lleva en sus pliegues una dobladura megalomaníaca, presta a inflarse hasta eclipsar a la otra, a
veces para el placer inocente de la ficción, otras para
el sostenimiento de la fe. Y se manifiesta a plena luz
bajo los golpes de la psicosis. El yo es entonces esa duplicidad misma; su estructura escindida participa de su
funcionamiento más íntimo: enmascarado en la normalidad, a cara descubierta en la enfermedad. Reconocimiento de la realidad material (cuya importancia, por
otra parte, no se debe descuidar), desconocimiento de
ésta por la realidad psíquica (inconsciente), he ahí la
22
dialéctica que da razón del hecho de que el anhelo de
inmortalidad sólo cobra su sentido en coexistencia con
la conciencia de la muerte.
No obstante, en el punto a que ha llegado en 1919,
Freud entiende siempre la angustia de muerte como
un desplazamiento de la angustia de castración. La inmortalidad sería al narcisismo lo que la negación de la
castración es a la libido de objeto. Pero Freud empieza
a conjeturar el posible influjo de otros factores. Estaba
demasiado al tanto de la clínica psiquiátrica de su tiempo para no advertir que el síndrome de Cotard, observado en la melancolía, así como las ideas de grandeza
de las demencias vesánicas o de la fase terminal de las
parálisis generales, no se podían interpretar en nombre
del narcisismo únicamente. Aun en el marco de las curas psicoanalíticas, la resistencia a la curación demandaba explicaciones diferentes de la obstinación del yo en
agotarse en el mantenimiento de defensas superadas.
La completud narcisista ya no es el resultado de la
fusión con el objeto; nace ahora de la relación que el yo
mantiene con su doble. A la manera en que se ha podido decir que el ideal del autoerotismo eran “los labios
que se besan a sí mismos”, se podría también adivinar
en el fantasma de inmortalidad el ideal simétrico del
yo que se hace el amor a sí mismo, o se lo hace a su
expresión desdoblada, sin ser inquietado ya ni por la
angustia de castración ni por la angustia de muerte.
El yo no defiende ahora sólo su integridad o su unidad, con este anhelo de inmortalidad. Niega sus límites
en el espacio y en el tiempo. Ya no conoce la finitud
del ser- ahí ni el desgaste del aquí y ahora. La serie de
figuras por las que pasa la inmortalidad va de la fusión
primitiva del yo joven con el objeto, pasando por la investidura narcisista del yo, hasta llegar a la investidura
del doble, en un movimiento evolutivo coherente.
Nadie escapa a la depresión que se liga a la condición humana porque es el precio que pagamos por el
apego a los objetos que nos dan la alegría de vivir. No
todos morimos por ello, felizmente. En la mayoría de
los hombres, las pulsiones de vida nos devuelven un
gusto de vivir que por un momento pudo faltarnos. La
libido recupera su predominio, inviste objetos nuevos
o reinviste los que fueron la causa de la decepción que
nos movió a desinvestirlos. Aun el duelo de los seres
más queridos, los que creíamos irremplazables, toca a
su fin día. Es la gran lección de Montaigne y de Proust.
El olvido está de parte de la vida, porque de lo contrario la inmortalidad sería una carga. La represión es,
entonces, conservadora. Cuando el duelo se hace interminable, no es en la cuenta del amor donde anotaremos esa pérdida inconsolable, sino, al contrario, en la
de un resentimiento, originado en el abandono por el
objeto, resentimiento que no dice su nombre.
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
APORTE
En nuestros días, parece que muchas de nuestras
sociedades ya no encuentran la manera de dar al fantasma de inmortalidad un soporte colectivo por la
celebración de ritos o la conmemoración del pasado.
Privada de la amalgama comunitaria, la inmortalidad
es descuidada, como una tumba abandonada. Queda
relegada a creencia singular, a “religión privada”, que
arraiga con la misma fuerza en la psique, pero se avergüenza de las críticas que le dirige el yo racional.
El rol de las abuelas respecto a los nietos recién
nacidos a través del vínculo con sus hijas
Daniel Stern (1997) creó el concepto de constelación maternal para referirse a la organización psíquica en la que entra la madre, en nuestra cultura, con el
nacimiento de su bebé, la misma que determina un
nuevo conjunto de tendencias a la acción, sensibilidades, fantasías, temores y deseos. Este concepto implica
varios temas y preocupaciones, uno de los cuales se
refiere al discurso interno y externo que tiene la madre
respecto a su propia madre.
En nuestra cultura... cuando una mujer se convierte
en madre, surgen varios temas asociados: (...) el de la
vida y el crecimiento, (...) el de la relación primaria, (...)
el de la matriz de apoyo, (...) el de la reorganización de
la identidad. Cada uno de esos temas conlleva un grupo organizado de ideas, deseos, temores, recuerdos y
razones, que determinará o influenciará los sentimientos de la madre, sus acciones, interpretaciones, relaciones interpersonales y otras conductas de adaptación»
(Stern, 1997, p. 211).
“Stern afirma que «la constelación maternal hace
referencia (también) a tres preocupaciones y discursos
diferentes que tienen lugar tanto interna como externamente: el discurso de la madre con su propia madre,
especialmente
con-su-propia-madre-como-madrecuando-ella-era-niña; el discurso consigo misma, esencialmente consigo-misma-como-madre; y el discurso
con su bebé.” (Stern, 1997, p. 210).
Podríamos decir que esta abuela benevolente, a
la que hace referencia Stern, sería el equivalente a la
madre suficientemente buena de Winnicott. Así, si
tomamos prestado ese concepto y lo parafraseamos,
podríamos afirmar que una «abuela suficientemente
buena» permitirá a la madre primeriza desarrollar el
vínculo afectivo con su nuevo bebé y reorganizar su
propia identidad, pasando de ser hija a ser mamá.
El rol de los abuelos en circunstancias difíciles
Dolto afirma que «cuando las mujeres se han convertido en abuelas, ellas están felices de su descenden-
cia y son capaces de dar a sus hijos y a sus nietos una
ayuda que no parece un sacrificio, al mismo tiempo
que no buscan tomar el lugar de la madre en el corazón de sus nietos, o de la abuela de la otra rama (...) están, según sus medios y día a día, al servicio de la vida,
particularmente de los humanos, tanto en su realidad
cotidiana como en su aspecto simbólico» (Dolto, 1983).
Los abuelos transmiten cultura, tradiciones y raíces
a sus nietos. Hay un enriquecimiento mutuo, pues esos
momentos que los nietos pasan con sus abuelos están
teñidos por las experiencias vividas y una mirada del
mundo más sabia y tolerante. A cambio, los nietos les
devuelven frescura, vitalidad, espontaneidad y alegría.
Otro aspecto que queremos rescatar de esta relación es la capacidad de los abuelos de congregar a la
familia, en una época en la que por la distancia y velocidad de la vida cotidiana los encuentros son menos
frecuentes, de manera tal que se convierten en una
suerte de puente entre tiempos, generaciones y nuevas familias nucleares, contribuyendo a ti fortalecer
los lazos familiares y la transmisión de experiencias y
valores que, a la larga, para bien o para mal, pasan a
formar parte de la estructura familiar, dando lugar así a
la transmisión transgeneracional. (Soto, E. 2000).
Claudio Magris (2000) en su libro “Utopía y desencanto”, nos dice: “…Es como si se hubiera percatado por
instinto de que la realidad es un malentendido, pero sin
permitir que este descubrimiento le quite el gusto de vivir
y la vaga pero arraigada convicción de que la vida, con
todas sus contradicciones, tiene un sentido y un valor,
ante el que, a pesar de todo, uno debe inclinarse.”
Epilogo:
Vemos entonces que la abuelidad es mas compleja
que solo envejecer, con todo lo que ello implica, tejer
calcetas o bordar ropones…es también una movimiento psíquico que implica la totalidad de la mente y
de las relaciones de objeto.
Sin embargo, no me cabe duda que la playa de ternura de los pequeños, medianos y grandes nietos son
inmensas y entrañables y es una experiencia que bien
vale la maternidad para poder llegar al abuelazgo.
Bibliografía:
1. Green, A. El trabajo de lo negativo. Amorrortu, Buenos
Aires, 1995.
2. Magris, C. Utopía y desencanto. Anagrama, Barcelona
2001.
3. Zelaya, C.; Soto, E., Clemens, M. y Verán J. Ser abuelos:
un continuo sin fin. Fondo Editorial SIDEA. Lima, 2002.
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
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PSICOANÁLISIS APLICADO
El Uso del Psicoanálisis para las Organizaciones
En torno a la difusión de nuestro Congreso
En medio de la desestabilización producida por los
eventos dramáticos y los fracasos de políticas públicas
en el mundo globalizado, está surgiendo un escepticismo acerca de los modos habituales para elaborar conocimiento, y un cuestionamiento acerca de cuál
es el tipo de conocimiento que necesitamos. Aparece una crítica a la sobrevaloración de las explicaciones racionales, que clausura el espacio para las opciones poco probables (Nassim Taleb en “El Cisne Negro”) e ignora todo lo que no sean correlaciones cuantificadas (David Brooks en “Un Nuevo Humanismo”). Para Taleb, el problema es que perdemos apertura para
lo inesperado, mientras el mundo globalizado recibe
cada vez más “el impacto de eventos altamente improbables” (como los cisnes negros). Brooks advierte que la pretensión de que somos seres
racionales -mientras nuestras emociones y pasiones
son negadas- lleva a enormes fracasos. Alega, por
ejemplo, que el supuesto asumido de que los banqueros actúan racionalmente, tiene que ver con la crisis
financiera. O que el fracaso de la reforma educativa
norteamericana, se debe a que todos los intentos ignoraron la cuestión fundamental: la relación profesoralumno. “He llegado a creer que estos fracasos provienen de una única falla: nuestra confianza en una visión
enormemente simplista sobre la naturaleza humana. Tenemos una visión predominante en nuestra sociedad de que somos criaturas divididas. La razón, que
es confiable, está separada de las emociones, que son
sospechosas. La sociedad progresa hasta el punto de
que la razón puede suprimir las pasiones”.
Estas reflexiones llevan a perspectivas que colindan
con el psicoanálisis o lo apelan directamente.
Aparece una necesidad de focalizar cómo funciona la
mente. Entender cómo ésta organiza la percepción de
la realidad -exterior e interior- facilitando, sesgando o
bloqueando su comprensión. Taleb intenta explicar el
rechazo a lo inesperado por los “puntos ciegos, ilusiones y prejuicios de la mente”. Brooks denuncia que
“estamos atrapados en una visión amputada de la naturaleza humana” e invita a recoger una más rica y profunda visión producida por investigadores de diversos
24
campos. Finalmente, nos sorprende llamando a tomar
en cuenta un “insight clave”: que “la parte inconsciente
de la mente es la parte mayor de la mente, donde ocurren muchas de las más impresionantes proezas del
pensamiento” (!). Algo por lo que viene pugnando el
psicoanálisis desde hace más de un siglo. Pero estas perspectivas tienen el límite de no poder
operar sobre el núcleo del problema: las dificultades
de la mente para tolerar lo inesperado y pensar la comunicación del inconsciente.
Taleb invita a una actitud de apertura a lo inesperado. Brooks desea que las perspectivas más profundas
tengan un efecto en la cultura, cambiando la manera
como nos vemos a nosotros mismos.
El psicoanálisis, sin embargo, puede ir más allá de proponer una nueva actitud o difundir un cambio cultural.
Si bien carecemos de una capacidad para influir en el
amplio ámbito social, el método que nació en la clínica puede extenderse algo más allá y ser usado en el
ámbito de las organizaciones.
El psicoanálisis ha producido la teoría y la práctica que
hace posible analizar los elementos y procesos grupales inconscientes: los supuestos, fantasías y defensas,
creados y compartidas por el grupo, que dan forma
específica a maneras de interpretar la realidad.
Sobre esta área puede operar legítimamente el psicoanálisis, en un mundo que parece dar algunas tímidas
señales de empezar a necesitar algo más que estadísticas y consejos.
Es lo que percibimos en el diálogo que tuvimos con
los miembros del Club Empresarial, además de interés
y preocupación, entusiasmo y perplejidad, ante ideas
como las que expusimos más arriba.
Me parece un acierto la política del Presidente de la Comisión Organizadora del Congreso, Roberto Scerpella,
de acercar nuestra institución a dialogar con otras instituciones de la sociedad.
Jorge Parodi
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
CONGRESO DE MÉXICO
Panel del Inconsciente
Este panel concordó con uno de los objetivos principales del Congreso, de explorar conceptos fundamentales del
psicoanálisis. Los dos otros conceptos, la sexualidad y los
sueños se discutieron en espacios similares. La idea general fue invitar a analistas de comprobada solvencia teórica que expusieran distintos puntos de vista para poderlos
contrastar y apreciar la discusión actual respectiva. El presidente del Comité del Programa, Steve Ellman, es autor de
“Cuando las teorías se tocan” ( Karnac, 2010 ), y ha tratado
ampliamente este tema.
En el Congreso de México ( 3 – 6 de Agosto, 2011 ) tuve
ocasión de coordinar uno de los paneles que dio nombre al
congreso, el Panel sobre el Inconsciente. El objetivo fue explorar, conjuntamente con otros, un concepto fundamental
del psicoanálisis. Los otros espacios similares se orientaron a
estudiar los sueños y la sexualidad. Tenemos una pluralidad
de teorías vigentes, complementarias y contradictorias, y
ésta fue una oportunidad para explorar estas coexistencias.
Los ponentes invitados a ello fueron : Giuseppe Civitarese (Italia), Jorge Luis Maldonado (Argentina), Miguel Kolteniuk (México) y Werner Bohleber (Alemania). Bohleber, Ex
Presidente de la Asociación Psicoanalítica Alemana, apreció
que sería mejor ver al consciente y al inconsciente como
niveles distintos de organización o como formas de representación y modos de funcionamiento del material mental,
que se caracterizan por, pensamiento primario y secundario
o por catexis de energía con atención. Dijo que estas formas
organizacionales deberían imaginarse no claramente divididas las unas de las otras sino a lo largo de un contínuo.
Adelantó que en la cabeza de cada psicoanalista sus
teorías pueden diferir considerablemente con las de su
confesión manifiesta. Asimismo, relevó la geografía metafórica del alma que nos sirve para pensar dónde se sitúan
los procesos inconscientes. Por ejemplo, refirió que tenemos al modelo de un espacio psíquico tridimensional típicamente de Freud (1915), o el modelo kleiniano donde el
espacio metafórico tiende a ser horizontal en el que se desarrollan los procesos inconscientes de las identificaciones
proyectivas. Un tercero sería el de Laplanche para quien el
inconsciente se vuelve “enigmático embajador del otro”; y
aún contaríamos con un siguiente modelo proveniente de
las nuevas teorías intersubjetivas que ya no localiza el inconsciente intrapsíquicamente sino que la misma relación
interpersonal ( en el análisis ) se vuelve el lugar semántico
del inconsciente que es vivido en el vínculo.
Afirmó que la vieja distinción de Freud entre representación de palabra y cosa no le parecía ya apropiada, y que
sería mejor sustituir esta conceptualización por la categoría
de procesos de simbolización. Según su criterio, ello permite distinciones más precisas en el grado de simbolización, y
del otro, da pie para interpretar una traducción inconsciente
como una pérdida o retirada de significado.
Robert Stein, Adela Escardó, Antonino Ferro, Steven Ellman,
Roberto Doria Medina y Arnold Rodstein
El preconsciente, comprendido como un inconsciente descriptivo, sí tiene un significado hoy, debido a que aquello
que puede ser parte del inconsciente no reprimido puede
ser acomodado en él.
En otro lenguaje pero que dejaba ver puntos de contacto
con la exposición anterior, Civitarese, de la Sociedad Psicoanalítica Italiana, expuso su concepción de lo inconsciente
basada en las ideas de Bion sobre el pensamiento onírico
de la vigilia y su concepto social acerca del nacimiento del
sujeto. Puntualizó que una serie de operaciones mentales
que Bion llamó “la función alfa” decodifican contínuamente los estímulos sensoriales y emocionales elementales que
recibimos del entorno, y los transforman principalmente en
imágenes visuales (elementos alfa). Así, el niño nace con
una conciencia (función alfa) rudimentaria y depende de su
madre quien funcionaría como el inconsciente de su bebé.
Civitarese dijo apoyarse en los desarrollos de Grotstein, Ogden y Ferro, entre otros. Bajo su punto de vista, consciente
e inconsciente se sitúan a lo largo de un contínuo como las
dos superficies de una cinta de Moebius que se fusionan una
en la otra. Estarían separadas por una membrana compuesta
por un número mayor de elementos alfa, sujeta a procesos
contínuos de síntesis y descomposición. No habría suceso
psíquico que carezca de un aspecto inconsciente. Consciente e inconsciente pasarían a ser dos vértices desde los cuales observar un mismo fenómeno mental. Lo inconsciente
aparece, dijo, como un conjunto de procesos de creación de
significado que se extiende a lo largo de un gradiente que va
de lo sensorial / semiótico ( teniendo en cuenta la existencia
de un inconsciente inaccesible, no reprimido ), hasta lo simbólico. Y se desarrolla en la relacion primaria con el objeto.
Civitarese enfatizó que soñar es el principal componente
de la función psicoanalítica de la personalidad, que opera en
un doble registro, que es tanto conciente como inconsciente. Un individuo que logra esta capacidad para visión binocular puede aprehender la realidad desde una multiplicidad
de puntos de vista emocionalmente significativos y quizás
esto es lo que llamamos madurez y salud mental. La necesidad de conocer la verdad emocional de la propia existencia,
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
25
CONGRESO DE MÉXICO
lo que Grotstein (2007) llamó la Pulsión de la Verdad, asume
el rol jugado por las pulsiones para Freud.
Explicó que las memorias no son fijas sino que están
sujetas a cambios constantes. A su criterio debería dársele
menor énfasis a rescatar memorias reprimidas en el inconsciente y mucho más a la lenta internalización de una nueva
capacidad de procesar la experiencia y darle un significado personal. Esta habilidad se adquiere no solo mediante
modos simbólicos sino también semióticos ( preverbales,
prelingüísticos ) de comunicarse en la relación terapéutica.
Cuanto más crezca la capacidad del paciente para contener
sus emociones, para “soñar “ la realidad, mejor podrá construir una narrativa de vida más coherente y ser capaz de modificar patrones ineficientes y repetitivos de conducta
El representante instintivo y la representación de cosa,
explicó, serían, grosso modo, equivalentes a los elementos
beta y alfa, mientras la representación de cosa correpondería a los pensamientos del sueño.
Intentando traducir el “preconsciente” a la teorización
Bioniana, dijo que esta idea había sido identificada por varios autores con la “barrera de contacto”, generada por la
función alfa. En un sentido descriptivo el preconsciente correspondería a lo que hace el reverie.
Seguidamente tomó la palabra Miguel Kolteniuk, de
la Asociación Psicoanalítica Mexicana. Dijo que el principal
responsable de la multivocidad y confusión del concepto
de inconsciente era el propio Freud, ya que en 1923 en “ El
Yo y el Ello” había transformado el inconsciente de sistema a
cualidad psíquica, estableciendo una dilución de su densidad semántica y su apertura polisémica, además del borramiento de los límites de su uso. Planteó revisitar el concepto
sistemático del inconsciente de la primera tópica y cotejarlo
con los desarrollos del inconsciente como cualidad psíquica
de la segunda. Propuso diferenciar el concepto de inconsciente como lugar de inscripción y registro de la experiencia
( el inc. como Escritura propuesto por Derrida ), del concepto de inconsciente como irrupción, surgimiento y aparición
en el aquí y ahora: el inc. como Escenificación. Dijo que la
interacción entre la escritura y su reescenificación en la experiencia organizantes- desorganizante con el Otro definía
su concepción teórica del inconsciente. Manifestó su adhesión al conjunto que postula la existencia de un registro de
semiotización primitiva anterior al sistema inconsciente.
Jorge Luis Maldonado, de la Asociación Psicoanalítica
de Buenos Aires, centró sus consideraciones sobre el inconsciente dinámico en la relación analítica. Afirmó que este inconsciente correspondía al inconsciente que surge del conflicto psíquico y se constituye entre instancias. El conflicto
intrapsíquco adquiere expresión en la fantasía inconsciente
que contiene el deseo. Según indicó, la fantasía inconsciente
del paciente puede surgir en el campo intersubjetivo íntimamente entrelazada con fantasías del analista; constituyéndose una fantasía creada por ambos de manera conjunta.
Su visión es que cada movimiento del proceso puede empe26
zar mediante una fantasía creada en el campo intersubjetivo
pero una vez que la fantasía conjunta es disuelta, el análisis
se atiene a la fantasía que es exclusiva del paciente y el analista queda fuera de toda actividad mutua con el analizado.
Dijo que los procesos inconscientes tienden hacia una
transformación y el objetivo del análisis es el descubrimiento de los factores que lo impiden. El proceso analítico deviene una sucesión de transformaciones en las fantasías inconscientes y símbolos que las constituyen. La interpretación sería, de acuerdo a Maldonado, el factor de cambio estructural
a nivel de lo inconsciente.
En una frase que recordó a Etchegoyen, dijo que los factores personales del analista serían condición necesaria mas
no suficiente para producir las modificaciones que el análisis
necesita. Dicha condición suficiente se obtiene a partir de
interpretaciones que producen una mutación de las ecuaciones simbólicas.
Panel sobre el Envejecimiento de
Miembros y Candidatos de la IPA
Este panel, a cargo de María Theresa Hooke (Australia),
Claudio Eizirick (Brasil) y Luisa Marino (IPSO, Italia), analizó el
tema del envejecimiento de analistas y candidatos. Si bien
volverse viejo es un fenómeno natural, hoy ha alcanzado y
es probable que continúe alcanzando proporciones sin precedentes. A nivel de sociedades es algo que necesita ser pensado. ¿Cómo se enfrenta el envejecimiento en las sociedades
psicoanalíticas? ¿Hay políticas específicas? ¿Hasta qué edad
debe un analista tomar nuevos pacientes, si sabemos que
un tratamiento puede implicar un periodo largo, anos? ¿Qué
consideraciones son necesarias a nivel institucional buscando proteger a los pacientes así como cuidar la profesión? Es
a todas luces, un tema delicado , y sin embargo, negarlo es
un asunto más serio. En el panel se planteó como un objetivo
tomarlo de manera frontal y llevarlo a discusión al interior de
cada sociedad. Algunos ponentes hablaron del lugar de respeto y privilegio que protegía a algunos analistas, en especial
a quienes tenían una trayectoria respetable, renombre, etc.,
lo que volvía la situación de abordar las limitaciones propias
del envejecimiento una labor penosa y por todos evitada.
Desde la perspectiva de los candidatos la cuestión también
fue abordada: ¿Tenemos un problema de envejecimiento en
las sociedades psicoanalíticas? La encuesta llenada por candidatos a nivel mundial respondió a interrogantes en torno
a si ha cambiado la edad de analistas y candidatos en los
últimos diez años. ¿Por qué no postuló antes? Habría algún
mensaje subliminal en las sociedades que llama a tener mayor edad y experiencia al momento de postular? Envejecer
implica hacer frente a heridas narcisistas y pérdidas, un cambio de estatus frente a uno mismo y frente a la comunidad. Se
acordó dar prioridad al tema en cada sociedad, y tomarlo en
cuenta dentro de un espíritu de cuidado de sus miembros así
como de la comunidad a la que se atiende.
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
CANDIDATOS
REACTIVACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE CANDIDATOS
DEL INSTITUTO PERUANO DE PSICOANÁLISIS
Por Henry Flores (Promoción VIII) y Patricia León (Promoción IX)
El 30 de Junio de este año, los candidatos votamos a
favor de la reactivación de la Asociación de Candidatos
del Instituto Peruano de Psicoanálisis y luego elegimos
su nuevo Comité Directivo. A continuación, hacemos
mención del desarrollo de los hechos previos a este
importante logro.
PRIMER MOMENTO: “Inquietud”. Año 2006: Una
conversación entre Henry Flores (Promoción VIII) y
Fabián Ramos (Promoción VII) en la cual surge la pregunta, ¿por qué no congregar a los candidatos en una
asociación(claustro), tal como se da en los Institutos de
Formación Psicoanalítica de otros países?. Se hace un
intento, pero esta iniciativa se “desvanece”. En el año
2010: Una nueva conversación informal, Henry Flores y
Carlos de la Puente (Promoción IX), espontáneamente
retoman la misma pregunta.
Varias motivos despiertan esta inquietud: por primera vez se encuentran tres promociones formándose
al mismo tiempo; sería bueno contar con una instancia que nos agrupe, nos organice alrededor de motivaciones e intereses comunes; ¿cómo contar con una
instancia que permita que las iniciativas del grupo de
candidatos no queden como hechos aislados, eventuales
o coyunturales, si no que más bien puedan sostenerse de
manera continua?, ¿cómo integrar a los candidatos que
ya habiendo finalizado sus seminarios quedan, hasta
presentar sus casos de incorporación, en una suerte de
limbo?, ¿qué podemos aprender y replicar de la rica experiencia ya vivida por otros institutos que poseen asociaciones de candidatos muy organizadas y dinámicas?.
Partíamos de una premisa fundamental: todo esto, sin
lugar a dudas, alimenta y enriquece la formación de los
candidatos.
SEGUNDO MOMENTO: “Convocatoria, exploración”. Julio del 2010: somos ahora cuatro compañeros: Henry Flores, Patricia León, Carlos de la Puente y
Vivian Schwartzman de distintas promociones, VIII, IX y
X respectivamente. Nos unimos y animamos para sacar
adelante este proyecto. Nos vamos conociendo, creando lazos de camaradería y simpatía, a la vez que nos
consolidamos como grupo de trabajo.
Era el momento de convocar a nuestros compañeros
candidatos y explorar el inter´s grupal por formar esta
asociación, y en tal caso definir sus objetivos. Fue así,
como a lo largo del 2010 organizamos tres reuniones
de candidatos. Tenemos simpáticos recuerdos de las
mismas: un discurrir por gran variedad de temas respecto de nuestra formación, así como un ánimo alegre
y espontáneo.
La conclusión de estos encuentros fue que había un
interés de un número importante de candidatos por
conformar una asociación.
TERCER MOMENTO: “Re-activación”. La Dra. Teresa
Bolaños, actual directora del Instituto Peruano de Psicoanálisis, nos apoyó desde un inicio en esta iniciativa
y es así como nos informó que su Promoción, retomando la iniciativa de quienes los antecedieron, habían
constituído legalmente la Asociación de Candidatos
del Instituto Peruano de Psicoanálisis, habiendo incluso inscrito sus Estatutos en Registros Públicos. Grata
sorpresa y nueva inyección de ánimo para esta empresa. No se trataba entonces de una creación, si no de la
reactivación de la Asociación de Candidatos.
Con la alegría y el entusiasmo de varios de nuestros
compañeros, en especial: Lucho Dávalos, Pilar Aguilar,
Fabián Ramos, Amelia Casas y Valeria García, el proyecto retomó fuerzas y se nutrió de interesantes ideas.
Reactivar una asociación con estatutos ya establecidos
supone seguir una serie de pasos legales, entre ellos,
convocar al quórum necesario: es decir la mitad más uno
del total de candidatos en la actualidad: ¡¡¡No sólo lle-
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
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CANDIDATOS
gamos al quórum requerido si no que lo pasamos!!!.
¡Alegría y entusiasmo marcaron la celebración!!!
La Asociación se plantea como principales objetivos
generales: favorecer el proceso formativo de los candidatos mediante la promoción y creación de espacios
en donde se puedan intercambiar diversas ideas; promover el sentimiento de pertenencia entre sus miembros; fomentar la publicación de artículos; consolidar
vías de comunicación como con el Instituto y la SPP;
generar intercambios con candidatos pertenecientes
a otros Instituciones y promover eventos académicos
con invitados nacionales e Internacionales.
El Comité Directivo elegido, que estará enacrgado de
liderar la Asociación hasta Julio del 2012 quedó conformado de la siguiente manera:
Henry Flores (Promoción VIII) Presidente
Patricia León (Promoción IX) Vice-Presidenta
Pilar Aguilar (Promoción X) Secretaria
Vivian Schwartzman (Promoción X) Tesorera
Carlos de la Puente (Promoción IX) Coordinador de
actividades científicas y culturales
Nuestra gestión posee como primer y principal objetivo, formalizar a nivel legal la reactivación de la Asociación. Nuestro interés es asegurar los mecanismos
que permitan que promociones futuras mantengan
activa esta Asociación, permitiendo que puedan imprimirle su sello de identidad particular, favoreciendo
siempre la integración entre todos los candidatos peruanos, así como con las Organizaciones de Candidatos a nivel internacional.
CALENDARIO
Calendario Científico Internacional 2011-II
15
Octubre
(Argentina)
21-23
Octubre
(Estados Unidos)
The Eighth Annual Conference: Evolving British Object Relations
Self and Object Relations
Co-sponsored by COR Northwest Family Development Center & Northwestern
Psychoanalytic Society
Mayor información: Rikki Ricard, FIPA, Conference Chair [email protected]
or http://nwpsy.org/Events/ev_ebor2011.html
27-29
Octubre
(Argentina)
Asociación Psicoanalítica de Córdoba
10° Symposium. Descubriendo la clínica, invención tradicción.
Mayor información: [email protected]
09 -12
Noviembre
(Brasil)
Encuentro Internacional Bion 2011
Clínica: Mitos, Sentidos y Pasiones
Mayor información: [email protected]
17-19
Noviembre
(Argentina)
Asociación Psicoanalítica Argentina
XLIX Symposium y XXXIX Congreso APA
“El Analista instrumento de su práctica” “Convergencias y divergenciasclínico-teóricas
en el pensamiento psicoanalítico. Los caminos del placer y su más allá.
Mayor información: [email protected]
25-26
Noviembre
(Argentina)
Jornada Interinstitucional de COWAP (Comité de Mujeres y Psicoanálisis de IPA)
Cuerpo, género y psicoanálisis: erogeneidad y encarnadura”
Mayor información: [email protected]
9 -11
Diciembre
(Reino Unido)
28
Asociacion de Psicoanalisis de Rosario
Conferencia Dra. Janine Puget
Mayor información: www.apr-rosario.com.ar
UCL Division of Psychology and Language Sciences
Ron Britton Today Conference
Mayor información: [email protected]
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
ACTIVIDADES DE LOS MIEMBROS
En el mes de Mayo se realizó en Chile el IX Diálogo
COWAP bajo el nombre tema: Psicosexualidad en
el Siglo XXI. Participaron por parte de la SPP la Dra.
Matilde Ureta de Caplanzkycon el trabajo titulado
Maternidad: Afectos que Convocan, Graciela Cardó:
La satisfacción y el malestar en el cuidado materno: Lo femenino en la cultura y Olga Montero Rose:
Acerca de Lisbeth Salander (Millennium) y la Elección Bisexual de Objeto en la Mujer.
El Dr. Saúl Peña fue invitado el jueves 16 de junio al Simposium organizado por la Academia de
Medicina sobre “Salud mental y poder político” y
al I Congreso Internacional de Buen Gobierno y
Transparencia y Seguridad en Medellín, Colombia
los días 29 y 30 de junio, donde presentó la Conferencia Magistral sobre corrupción, patología mental, social, política y ética.
Los días 10 y 11 de Junio se llevo a cabo el Encuentro
Interregional de Niños y Adolescentes en la ciudad
de Sao Paulo. El evento contó con la participación
de las Dras. Mireya de Karsow (Chile), María Niño
Villamarín (Colombia) y Elena Piazzon representando a la Sociedad Peruana de Psicoanálisis. Fue un
exitoso y estimulante encuentro en el que destaco de manera especial nuestra compatriota, quien
compartió un material clínico muy honesto e ilustrativo de las complejidades del trabajo con niños.
I Congreso Internacional de Buen Gobierno
y Transparencia y Seguridad
Dras. Maria Nino Villamarin (Colombia), Mireya de Karsow (Chile) y Elena Piazzon
Francisco Otero presentó un trabajo en el Congreso de México sobre Freud y Schopenhauer. Es
el tema sobre el que viene trabajando hace buen
tiempo: Schopenhauer presente como el interlocutor oculto de Freud a lo largo de la construcción y
desarrollo de su obra: semejanzas y diferencias en
temas tan significativos como sexualidad, sueños,
represión y la centralidad de la Pulsión, en Schopenhauer la Voluntad (der Wille) .
El tema fue discutido durante el Congreso con la
Dra. Ilse Grubrich-Simitis (Alemania), quien estuvo
de acuerdo en la aún no reconocida gran influencia
del filósofo de Frankfurt sobre el pensamiento de
Freud. También fue discutido por Ricardo Bernardi
(Uruguay), editor de IJP, con Samuel Zysman (Argentina), entre otros.
Se remarcó en la ponencia y en la discusión la diferencia cualitativa que significó el aporte del pensamiento metapsicológico de Freud para enriquecer
la filosofía schopenhaueriana, en verdad novedosa
y revolucionaria por una parte, pero cerrada para la
vida, como lo afirma Freud en la Nuevas Lecciones
Introductorias de 1933.
En Medellín, Colombia los días 29 y 30 de junio.
Dará una Conferencia Magistral sobre Corrupción,
patología mental, social, política y ética.
El jueves 16 de junio
Simposium organizado por la Academia de
Medicina sobre “Salud mental y poder político”
En el auditorio del 3er piso del Centro de
Convenciones del Colegio Médico
sito en Av 28 de julio 776 Miraflores
Introducción:
Dr. Alberto Perales Cabrera
Presidente electo
Expositores
Dr. Max Hernández sobre Salud mental
y poder político a nivel nacional
Dr. Renato Alarcón sobre Salud mental
y poder político a nivel mundial
Dr.Saúl Peña sobre Poder político y corrupción
Palabras del Presidente de la Academia de Medicina
Dr. Fausto Garmendy Alorena
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
29
BIBLIOTECA
BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS
“JAIME HERESI”
REVISTA
Journal of the American Psychoanalytic Association.
2011, Vol 59, N° 1
Revista Chilena de Psicoanálisis. 2011, Vol. 28, N° 1
Revista de la Sociedad Colombiana de Psicoanálisis. 2010,
Vol. 35, N° 2 y 2011, Vol, 36, N° 1
Revista Uruguaya de Psicoanálisis. 2011, Vol. 59, N° 1
Cuestiones de Infancia. Revista de Psicoanálisis con Niños
y Adolescentes Año 2011, Vol. 14
LIBROS
André Green. El pensamiento clínico
André Green. Ideas directrices para un psicoanálisis
contemporáneo. Desconocimiento y reconocimiento del
inconsciente
André Green. Jugar con Winnicott
André Green. Las cadenas de Eros. Actualidad de lo sexual
David Rosenfeld. El alma, la mente y el psicoanalista
Didier Anzieu. El cuerpo de la obra: ensayos psicoanalíticos
sobre el trabajo cread or
Didier Anzieu. Las envolturas psíquicas
Emilce Dio Bleichmar. Manual de psicoterapia de la
relación padres e hijos
Ernst Jones & Sigmund Freud. Correspondencia completa
1908-1939
INSTITUTO PERUANO DE PSICOANÁLISIS (IPP)
Coordinación y distribución de fotocopias de la literatura
psicoanalítica recomendada por los seminarios de técnica,
teoría y psicopatología -como parte de la formación
psicoanalítica- a los candidatos de la IX y X Promoción del
IPP en este segundo semestre.
GRUPO DE ESTUDIO DE SUPERVISIÓN
Coordinación y distribución de fotocopias a los miembros
del Grupo de Supervisión.
Venta de Publicaciones
Comunicamos a nuestros miembros y candidatos que
tenemos ejemplares en venta de los siguientes títulos:
Revista de Psicoanálisis de la Sociedad Peruana de
Psicoanálisis, N° 2 al N° 9
Libro compilado por Matilde Caplansky y editado por
COWAP “El Padre, clínica, género, posmodernidad”.
30
Libro de Patricia De las Casas “Un cuerpo sin sombra:
anorexia y bulimia una relectura en Freud”
Libro de Viviana Maza. “La Casa de la Familia. Una
contribucion psicoanalitica a la salud pública en el Perú.
Libros de Jaime Lutenberg “Tratamiento psicoanalítico
telefónico” y otros.
estadisticas de uso de la biblioteca
Usuarios
De un total de 227 consultas atendidas de abril-agosto se
calcula un 56% a miembros y 40% candidatos y el 4% de
usuarios externos.
Felicitamos a nuestros más asiduos usuarios:.
Álvaro Rey de Castro, Carlos Crisanto, Eduardo Montagne,
Jorge Parodi, Julia Velaochaga, Maricarmen Bello, Matilde
Caplansky, Meche Valdez, Pilar Gavilano, Pilar Sousa,
Rocio Franco, Rodney Warthon, Rosario Zuzunaga y Sara
M. Flores
Tipo de material consultado
El uso de Psychoanalytic Electronic Publisher (PEP) fue
el recurso de información de más utilizado por nuestros
lectores. El envío de archivos e impresiones de artículos
descargados del CD está representado por el 41 % de
nuestras consultas. La revistas impresas fueron consulta
en un 34%. Los libros con un 12% son otros de los
recursos de mayor demanda.
Revistas más consultadas
Detallamos los títulos de Revistas más consultados:
International Journal Psychoanalysis, Psicoanálisis
(APdeBA), Revista de Psicoanálisis (APA), Journal of the
American Psychoanalytic Association, Psychoanalytic
Quarterly y Psychoanalytic Review.
Usuarios Externos
Le damos la más cordial bienvenida a nuestra nueva lectora
suscrita, a Biblioteca: María del Rosario Torres Mendez.
Atención de Biblioteca
Mañana: Lunes a Viernes 9:00 - 12:30 a.m. Tarde: Lunes a Viernes 1:30 - 4:00 p.m
Teléfono : 446-7714 / E-mail: [email protected]
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
ARTE DE LA SPP
PRIMERA MUESTRA DE ARTE DE LA SPP
Por: Pilar Sousa, Promoción VIII
Como parte del último congreso de la Sociedad, el Comité Organizador tuvo la iniciativa de programar una
exposición de arte, en la que los psicoanalistas y candidatos pudiesen mostrar sus propias creaciones. Esta
exposición tuvo lugar en el Colegio Médico durante las
fechas del evento y fue organizada por Eduardo Llanos y
Pilar Sousa, quienes contaron con la colaboración generosa de Lillian Ferreyros y de otras personas de la SPP y
del Centro de la Imagen.
Los psicoanalistas y candidatos que mostraron sus obras
en el evento fueron: Hilke Engelbrecht, Lillian Ferreyros,
Daniel Malpartida, Eduardo Llanos, Carla Marcos y Pilar
Sousa. Como pudo apreciarse en la muestra, ellos y ellas
presentaron dibujos y pinturas de muy variados estilos y
en diversos materiales y formatos.
Además de estas obras individuales, se expuso una pintura colectiva de intenso color y de formato grande. Esta
fue realizada en la SPP, por los miembros y candidatos
que se animaron a pintar juntos en la “Noche de Arte.”
Aunque hubo una persona que, con mucha gracia, expresó su decepción al no encontrar una noche festiva de
guitarra, cajón y canto en la anunciada “Noche de Arte”, re-
sultó contagiada por el entusiasmo de los muchos psicoanalistas y candidatos que se tiraron al piso y pusieron sus
manos a la obra, metiéndose a pintar con alegría y entrega.
Finalizada la noche, muchos de los “pintores” ahora convertidos en “críticos” consideraron que la obra estaba
innacabada y que “aún tenía para rato” antes de poder
ser una donación deseable y presentable para la SPP.
Sin embargo la inclusión de esta pintura colectiva en la
muestra de arte fue importante. Entre otras razones, porque el lienzo, con sus múltiples colores y trazos, parecía
contener las huellas y los afectos del grato momento vivido, poniendo de manifiesto la vitalidad, la unicidad y
el potencial creativo y lúdico de cada uno de los pintores
que contribuyeron a crearla.
Si bien—como es de esperar entre psicoanalistas-- no
faltaron los gestos de sorpresa, las bromas, las interpretaciones y las sugerencias ante la obra, muchos de los
asistentes a la muestra no dejaron de apreciar la fuerza, la
frescura y la vitalidad de lo creado. Más aún, al conocer o
recordar el modo en el que esta obra colectiva fue creada
muchos miembros de la SPP celebraron la apertura de
espacios artísticos como este y expresaron su deseo de
participar en una siguiente muestra de arte o en actividades artísticas de otro tipo, entre las que figuraban el
canto, el baile, la escritura e inclusive el teatro.
La forma que todos estos proyectos y deseos pueden ir
tomando en un futuro es incierta y puede ser muy variada, sin embargo no quisiéramos que pierda vigencia o
que se pierda de vista el entusiasmo y el interés de muchos, de seguir abriendo o posibilitando la existencia de
nuevos y potenciales modos de estar juntos y de seguir
creando en la SPP.
Agradecemos al Comité Organizador, y en especial Roberto Scerpella y sus colaboradores por haber posibilitado esta Primera Muestra de Arte y todo lo que, luego de
ella, pueda surgir.
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
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ARTE DE LA SPP
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BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE PSICOANÁLISIS/SETIEMBRE 2011 - Nº2
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