SUMARIO Medicina General ECOGRAFÍA A portación de la ecocardiografía en la hipertensión arterial sistémica y su aplicación en Atención Primaria J. C. ESTÉVEZ LAGO Ponteareas. Pontevedra. ste trabajo fue presentado en el primer congreso de ecografía clínica celebrado en Madrid en Marzo de 1999. Razones técnicas hicieron imposible su publicación. Al salir a la luz el libro de comunicaciones y ponencias de ese congreso, me animo a reeditarlo con la morriña de no verlo publicado y con la sensación de que muchos compañeros después de dar el primer paso en ecografía abdominal o músculo esquelética, sienten la necesidad de abarcar nuevos horizontes en el mundo de los ultrasonidos. Ciertamente la ecografía en su aplicación cardíaca adquiere las mismas ventajas que en el resto de aplicaciones de la técnica. Es barata e inocua y por tanto accesible. También simplifica en una imagen lo que antes necesitaba la reunión de signos y síntomas clínicos, muchas veces médico-dependiente, que en ocasiones requería el apoyo de otros medios de diagnóstico. La ecocardiografía es más reducida en elementos anatómicos que el abdomen y mucho más que el aparato locomotor, donde cada articulación o segmento anatómico requiere un conocimiento amplio y preciso de su anatomía y biomecánica. El corazón también, pero vendría a representar en esfuerzo de aprendizaje el conocimiento de una sola articulación. En cuanto a patología, el número de grandes síndromes se reduce al estudio de las cavidades cardíacas incluyendo el cayado aórtico, paredes y saco pericárdico, morfología del aparato valvular y morfología dinámica del miocardio. La ecocardiografía, como la electrocardiografía, E requiere específicamente un conocimiento profundo de la electrofisiología cardíaca. Es imprescindible para una comprensión exacta de los fenómenos que ocurren en el corazón enfermo o sano. Al escribir este trabajo se pensó en la hipertensión arterial, lógicamente, por ser una enfermedad de alta prevalencia en la población adulta, por los daños que causa al corazón, y por ser el clínico general el médico que trata y controla el 90% de la población hipertensa. ■ AVANCE Hasta la fecha, la ecocardiografía era una técnica que venían utilizando exclusivamente los cardiólogos. Este trabajo va dirigido a médicos generales y clínicos en general. Por este motivo haré una breve introducción de las características propias de la técnica. a) Posición del paciente (figura 1) Si bien la mayoría de los exámenes ecocardiográficos se realizan con el paciente en decúbito supino, cambiar la posición del paciente puede aumentar el registro de ciertos ecos que se originan en algunas partes del corazón. La posición más usada ubica al paciente en decúbito lateral izquierdo buscando el contacto del corazón con la pared interna torácica, rechazando la lengüeta pulmonar y reduciendo la distancia entre la cara anterior del corazón y la sonda ecográfica. 113 MEDICINA GENERAL 2001; N.º Extraordinario: 113-120 Medicina General SUPRAESTERNAL PARAESTERNAL APICAL EPIGÁSTRICA Fig. 1. Situación del explorador y posición del paciente. Fig. 2. Tipos de ventanas. Generalmente de esta forma se obtiene la mejor calidad de imagen, hecho que por desgracia no ocurre siempre, sobre todo en pacientes obesos o con caja torácica en tonel. En la figura 1 se observa al paciente situado en decúbito supino, con el torso levemente incorporado hacia adelante y reclinado hacia el lado izquierdo. El explorador se dispone a la espalda del paciente abrazándolo con el brazo derecho, que sostiene y maneja el transductor. c) Ventanas acústicas (figura 2) b) Tipos de transductores Técnicamente, dependiendo de factores como edad, sexo o constitución torácica y abdominal, se utilizan transductores de baja frecuencia de 2,5 MHz. En niños y adultos asténicos se emplean sondas de 3,5 e incluso de 5 MHz. Actualmente se investiga en ecógrafos digitales y armónicos, que mejoraran la señal de ruido. Transductores de 3,5 MHz conseguirán una penetración similar al transductor de 2,5 MHz con mejor resolución de imagen. El futuro es prometedor. Los transductores de baja frecuencia ganan en profundidad de campo, pero pierden en resolución axial y lateral. Resolución axial y lateral es la capacidad para diferenciar una interfase acústica creada por dos tejidos de diferente densidad. Los equipos de mayor resolución son capaces de diferenciar dos tejidos con densidad similar. Esta propiedad si bien es muy importante en general en ecografía, no lo es tanto en ecocardiografía, técnica más dinámica que morfológica. 114 MEDICINA GENERAL 2001; N.º Extraordinario: 113-120 Ventanas o vías de acceso, son las que por sus características anatómicas permiten penetrar el haz ultrasónico, evitando las costillas, el esternón o el aire pulmonar. Existen varias. Ninguna de ellas permite un acceso completo al corazón. Se deben combinar para realizar el estudio completo. La figura 2 esquematiza las 4 ventanas cardíacas: 1. Vía Intercostal: – Paraesternal izquierda: – 3-4º espacio intercostal. – Punta cardíaca o apical: – 5º espacio intercostal en la línea media clavicular izquierda. 2. Vía Subcostal o epigástrica 3. Vía Supraesternal. d) Planos de estudio (figura 3) 1. Corte eje corto cardíaco. 2. Corte eje largo cardíaco. 3. Corte cuatro cámaras y sus variantes. 4. Otros. Por no ser de aplicación en este trabajo no se hará mención. La máxima en ecografía en modo B o bidimensional de confirmar los hallazgos en dos cortes, transverso y longitudinal, también se debe cumplir en ecografía cardíaca. Equivalencias: – Eje corto cardíaco = Corte transverso. – Eje largo cardíaco = Corte longitudinal. ECOGRAFÍA APLICACIONES DE LA ECOGRAFÍA EN LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTÉMICA B PLANO EN EL EJE MENOR EJE MAYOR PARAESTERNAL PLANO EN EL EJE MAYOR PLANO DE LAS CUATRO CÁMARAS PLANOS DE LAS IMÁGENES ECOCARDIOGRÁFICAS BIDIMENSIONALES Fig. 3. Clasificación de los ecocortes cardíacos. Fig. 5. Eje largo paraesternal izquierdo. Izquierda: Dibujo de ecocorte en eje largo. Derecha: Imagen real en modo B. La ecografía en modo B reproduce fielmente la anatomía cardíaca. (VD: ventrículo derecho. VI: ventrículo izquierdo. Ao: Aorta. AI: Aurícula izquierda. – Corte 3: Plano valvular Mitral. – Corte 4: Plano valvular Aórtico. En los cuatro planos de corte imaginarios, conoceremos la anatomía del VD, VI, AI y Aorta. Permite evaluar y medir grosores de pared, averiguar los diámetros de cavidades ventriculares y auriculares, y conocer la morfología de apertura y cierre valvular Aórtico y Mitral. 2. Plano eje largo paraesternal izquierdo (figura 5) Fig. 4. Eje corto paraesternal izquierdo. Dibujo con 4 ecocortes imaginarios a nivel de (1) Ápex. (2) Plano músculos papilares. (3) Plano valvular mitral. (4) Plano válvula aórtica. El estudio apical de dos, tres, cuatro y cinco cámaras es específico de la ecocardiografía. El plano de estudio de eje corto y eje largo deben incluir barridos completos que abarquen todo el corazón, recorriéndolo desde el ápex hasta aurícula izquierda y aorta. Tal como se observa figura 5, se trata de un corte longitudinal paraesternal izquierdo, eje largo en modo B. Este ecocorte permite la medición de los mismos parámetros que el eje corto cardíaco y además estudia el comportamiento en conjunto de la Sístole y Diástole aurículo-ventricular. A la derecha se observa una imagen en tiempo real obtenida en mi consulta, con una sonda Siemens cónvex multifrecuencia de 2,5 MHz, perfectamente válida para estudio bidemensional y en modo M. Destaca la semejanza entre el dibujo de la izquierda y la imagen ecográfica de la derecha. La ecocardiografía en modo B reproduce fielmente la anatomía cardíaca. 3. Plano apical de cuatro cámaras (figura 6) 1. Plano de eje corto paraesternal izquierdo (figura 4) Los planos de estudio deben seguir una sistemática rigurosa para realizar un abordaje lo más completo posible, sin olvidar ningún campo anatómico. En la figura 4 se observa la sistemática de 4 cortes obligatorios desde ápex hasta la válvula aórtica. – Corte 1: Ápex cardíaco. – Corte 2: Plano de los pilares de inserción de las cuerdas tendinosas de la válvula mitral. El transductor se sitúa en el 5º espacio intercostal, en el ápex cardíaco, en la línea media clavicular izquierda. Se orienta hacia el cuello, de forma que el haz ultrasónico penetra por la punta cardíaca y sale por ambas aurículas. Manejando el transductor, jugando con el ángulo de penetración y rotándolo a izquierda y derecha en sentido horario o antihorario, conseguimos individualizar las otras variantes del plano 4 cámaras. 115 MEDICINA GENERAL 2001; N.º Extraordinario: 113-120 Medicina General Fig. 6. Vía Apical cuatro cámaras. Comparativa dibujo-real. El plano cuatro cámaras es idóneo para observar en conjunto el comportamiento global del corazón. Fig. 8. Vía epigástrica. Ao Apd Ai jo del cuello. La sonda, generalmente de menores dimensiones, se sitúa en el hueco de la horquilla supraesternal. Es ideal para el estudio del cayado aórtico. Complementa el estudio de la aurícula izquierda, arteria pulmonar principal derecha y los grandes troncos supraórticos. 5. Vía subcostal o epigástrica (figura 8) Fig. 7. Vía supraesternal. Variantes del plano 4 cámaras: – Plano 2 cámaras: Rotación de 90º del transductor en sentido antihorario. Pone de manifiesto las dos cámaras izquierdas. – Plano 3 cámaras: Partiendo de la posición de la sonda en dos cámaras, se angula la sonda superficialmente hacia el cuello. Se ven las dos cámaras izquierdas y el tracto de salida Aórtico. – Plano 5 cámaras: Incluye las dos aurículas, los dos ventrículos y la cámara aórtica. El plano cuatro cámaras de la punta combinado con sus variantes, permite estudiar las 4 paredes del ventrículo izquierdo, lateral, medial, anterior y posterior, conocer la contractibilidad de la pared miocárdica, determinar zonas de isquemia, cuantificar la extensión de un infarto de miocardio,o destacar la presencia de un aneurisma de pared. Es una alternativa al plano de cuatro cámaras intercostal de la punta. Los pacientes enfisematosos cursan con pérdida importante de parénquima pulmonar, que es sustituido por bullas, cuyo aire se interpone entre el corazón y el esternón, impidiendo la transmisión del haz ultrasónico, imposibilitando el estudio por vía intercostal. Permite estudiar las cuatro cámaras cardíacas, observar la entrada de la vena cava inferior en la aurícula derecha. Es el plano ideal para estudiar la integridad del tabique interauricular. Este corte ofrece al investigador las cavidades derechas en primer plano. e) Modos de ultrasonidos Los modos o formas de ultrasonido empleadas en ecografía cardíaca son tres: – Modo M o unidimensional. – Modo B o bidimensional, – Modo Doppler. 4. Vía supraesternal (figura 7) Modo M (figura 9) El paciente se dispone en decúbito supino, con el cuello en hiperextensión, mejor con una almohadilla deba- 116 MEDICINA GENERAL 2001; N.º Extraordinario: 113-120 El modo M fue el primero en utilizarse. Sigue en ECOGRAFÍA APLICACIONES DE LA ECOGRAFÍA EN LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTÉMICA A B Vd TIV Vi Vi * Ai Fig. 11. Modo B. Vía intercostal paraesternal izquierda. Foto A: Plano de eje corto cardíaco a nivel de la valvula mitral. Foto B: Plano de eje largo. La valvula mitral está completamente abierta (*) en diástole ventricular / sístole auricular. Ai: aurícula izquierda. Vi: Ventrículo izquierdo. Vd: Ventrículo derecho. TIV: Tabique interventricular. Fig. 9. Modo M. Angulando la sonda de ápex a aurícula, se registran ecos de distinta morfología, expresados en trazos refringentes y bandas anecoicas. Las bandas anecoicas corresponden a cavidades y los trazos refringentes a elementos sólidos del corazón. P: Pilar posterior. PP: Pared posterior. VD: Ventrículo derecho. TIV: Tabique interventricular. VI: Ventrículo izquierdo. VPM: Valva mitral posterior. VAM: Valva mitral anterior. AO: Aorta. AI: Aurícula izquierda. a A b 1 2 3 4 5 6 a B fielmente la anatomía cardíaca (figuras 10 foto A-a, y 11). Con la simplicidad de la imagen real se consigue valorar en un solo vistazo morfología y dinámica cardíaca. La estudio combinado en modo B y M (figura 10) potencia la exploración. El modo B reproduce la anatomía cardíaca y precisa con exactitud que el haz US es perpendicular. El modo M es idóneo para mediciones de grosor de pared, diámetros de cavidades y morfología fina de la apertura y cierre valvular. 1 4 2 3 b 5 6 Fig. 10. Modo B y M. Vía paraesternal izquierda eje largo. Empleo combinado del modo B y M. Foto A: imagen real. Imagen B: dibujo. Foto A. a) Corte a nivel del plano valvular mitral. De superficie a profundidad y enumeradas de 1 a 6 se identifican distintas estructuras cardíacas. (1) ventrículo derecho. (2) tabique interventricular. (3) cavidad ventrículo izquierdo. (4) valva mitral anterior. (5) pared posterior del VI. (6) pericardio posterior. Foto A. b) Correspondencia de 1 a 6 en modo M. Imagen B: a) Cuatro cortes en modo B de ápex a aurícula izquierda. B b) Morfología de los 4 cortes en modo M. vigencia por ser idóneo para la medición de parámetros lineales de distancia. Utilizado de forma aislada es ciego, es decir, no reproduce la anatomía cardíaca de una forma real, aunque logra identificar las distintas partes anatómicas del corazón tal como se observa en la figura 9. Modo B (figuras 10 y 11) El modo B o ecografía bidimensional, reproduce ■ APORTACIÓN DE LA ECOGRAFÍA CARDÍACA EN EL DIAGNÓSTICO DE LA HIPERTROFIA VENTRICULAR IZQUIERDA SECUNDARIA A LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN LA CONSULTA DEL MÉDICO GENERAL Concepto HTA La hipertensión arterial sistémica se define como el aumento de las presiones que soportan las paredes arteriales al paso de la sangre. A la presión que soporta la pared arterial se denomina tensión. Si supera los valores 140/90 en la consulta y 160/95 cuando se toma fuera de ella, se denomina HIPERTENSIÓN ARTERIAL, aunque depende de la edad del paciente. Fisiopatología de la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) Tal como se observa en la figura 12, la hipertensión arterial sistémica cursa con aumento de las resistencias periféricas. Genera sobrecarga de presión y aumento de la postcarga cardíaca. En una primera fa- 117 MEDICINA GENERAL 2001; N.º Extraordinario: 113-120 Medicina General HTA RESISTENCIAS PERIFÉRICAS ARTERIALES POST-CARGA CARDíACA SOBRECARGA DE PRESIÓN TENSIÓN DE PARED HIPERTROFIA DE PARED REMODELADO VENTRICULAR – Simétrico. – Asimétrico: D.D. Miocardiopatía Hipertrófica septal Fig. 12. Fisiopatología de la cardiopatía hipertensiva. Diagrama. Fig. 14. Remodelado ventricular. Tensión de pared = (Ley de Laplace) PICV* x Radio Ventrículo Grosor de pared Conclusión: A mayor grosor de pared menor tensión o fuerza de pared. Detención de sólo el 4% de HVI en hipertensos. Fig. 15. Prevalencia diagnóstica de la electrocardiografía en la HVI. Fig. 13. Ley de Laplace. *PICV: Presión intracavitaria ventricular. Electrocardiografía se, el corazón lo compensa con el incremento de la frecuencia cardíaca. En una segunda fase, conforme la sobrecarga de presión es mayor y el tiempo de instauración es más prolongado, la frecuencia cardíaca no consigue mantener el volumen minuto, las fibras miocárdicas, al igual que ocurre en el músculo estriado del aparato locomotor, se hipertrofian, aumentan su grosor y mejoran el tono y la fuerza de contracción muscular. Aplicando la ley de Laplace (figura 13), la tensión de pared o fuerza de contracción del músculo cardíaco es mayor y directamente proporcional al volumen intracavitario y al radio del ventrículo. Se reduce y es inversamente proporcional al grosor de pared. Por tanto, a mayor hipertrofia menor esfuerzo. Otras causas que cursan con hipertrofia de pared son la Estenosis valvular aórtica y la Estenosis subaórtica. Remodelado ventricular (figura 14) La hipertrofia de pared suele afectar de forma difusa y simétrica al miocardio. El engrosamiento afecta por igual a la pared libre y al tabique interventricular; la relación grosor de pared libre / grosor tabique interventricular es igual a 1. En algunos casos, por razones desconocidas, la respuesta hipertrófica a la sobrecarga de presión es asimétrica. Hay una marcada desproporción entre el grosor del tabique y la pared libre. Cuando esto ocurre es difícil establecer el diagnóstico diferencial con miocardiopatía hipertrófica septal (Ecocardiogafía. P. Yuste. Pág. 185). 118 MEDICINA GENERAL 2001; N.º Extraordinario: 113-120 – Retraso de la deflexión intrisecoide > 0,045 sg. – Signos de voltaje: R altas en derivaciones izq. S profundas en derivaciones derechas. – Desviación izquierda del eje eléctrico. – Cambios en la repolarización: T y ST opuestos a QRS. Fig. 16. Signos electrocardiográficos de HVI. Diagnóstico de Hipertrofia Ventricular Izquierda (HVI) Los medios de estudio de HVI son: 1. Electrocardiografía. 2. Ecocardiografía. 3. Resonancia Magnética Nuclear (RMN). Existe una marcada diferencia en la prevalencia de la HVI detectada a través de la Electrocardiografía, Ecografía y Resonancia Magnética. Las estimaciones de prevalencia de HVI obtenida por electrocardiografía son muy bajas (figura 15). Los signos electrocardiográficos de HVI (figura 16), sólo detectan el 4% de las hipertrofias ventriculares secundarias a la HTA. El diagnóstico de HVI recibió un fuerte empujón con la ecocardiografía. (Estudio Framinghan. N Engl J Med 1990; 322: 1561-1566). Ecográficamente para estimar que un individuo hipertenso presenta HVI, se utilizan varios procedimentos: – Medición de grosor de TIV y PP (figura 17). – Relación entre el grosor de pared y el diámetro interno VI. ECOGRAFÍA APLICACIONES DE LA ECOGRAFÍA EN LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTÉMICA A MVI = 1.04* x ((DTD+GTIV+GPP)3 – (DTD)3) – 13,6 IMVI = MVI / SC B 1 1 3 2 Fig. 18. MVI e IMVI. Formulas de cálculo. DTD: Diámetro ventrículo izquierdo interno al final de la diástole. GTIV: Grosor del tabique ventricular en Telediástole. GPP: Grosor de la pared posterior en Telediástole. 1.04: Peso específico del tejido humano. 13,6: Factor de corrección para evitar sobreestimación. SC: Superficie corporal. 2 3 Fig. 17. Medicion de grosor de pared. 1 y 2: Punto de medición de grosor de pared en TIV y PP. 3: Haz US perpendicular al TIV y PP. La medición se realiza en modo M, tal como se observa en la figura B. 2 2 1 1 – Cálculo de masa ventricular izquierda (figura 18). 3 3 – Índice de masa ventricular izquierda y superficie corporal (figura 18). Medición del grosor de pared (figura 17) Se estima que el grosor de pared ventricular es normal cuando es menor de 1,1 cm (Ecocardiografía, Feigenbaum, Pág. 648). La medición se realiza por vía intercostal paraesternal izquierda en eje corto o largo, en modo M y en telediástole. Para elegir el punto de medición se utiliza de ayuda el registro electrocardigráfico. Se mide en el punto coincidente con el comienzo del complejo QRS. Si el estudio no se acompaña de electrocardiograma incorporado, el punto de medición se encuentra justo antes de la onda de contracción sistólica, en una leve depresión que se suele observar antes de la misma. Recordad que es requisito indispensable para realizar una correcta medición, que el haz US sea perpendicular al tabique y a la pared posterior. Si el haz US penetra de forma oblicua, las mediciones registradas estarán aumentadas y conducirán a error. Cálculo de la masa ventricular izquierda Para el cálculo de la masa ventricular izquierda se emplea la formula de Devereaux y Reichek (Anato- Fig. 19. Cálculo de la MVI. 1. DTD: Diámetro interno del VI al final de la diástole. 2. GTIV: Grosor del tabique ventricular en diástole. 3. GPP: Grosor de la pared posterior VI en telediástole. mical validation of the method. Circulation 1977; 55:613-618) (figura 18). Tres mediciones son necesarias para su cálculo (figura 19): grosor de TIV, grosor de PP y diámetro interno VI. Todas se realizan en telediástole. Índice de masa ventricular izquierda (IMVI) El IMVI se obtiene del cociente de dividir la masa ventricular izquierda por la superficie corporal (figura 18). Se afirma que un individuo hipertenso presenta HVI cuando el IMVI es igual o superior al percentil 95 de distribución de un grupo comparable de normotensos. La ecografía en modo M resulta muy adecuada para estimar las diferencias entre los valores de IMVI para grupos de sujetos, pero infraestima la prevalencia de la HVI, tal como se demuestra en estudios comparativos RMN/Ecocardiografía, de hi- 119 MEDICINA GENERAL 2001; N.º Extraordinario: 113-120 SUMARIO Medicina General pertensión experimental, realizado en animales. En la mayoría de las series publicadas, sólo en torno al 30% (rango 15-50%) de los hipertensos tiene HVI. La prevalencia estimada de HVI, aumenta hasta el 60%, cuando se estima la hipertrofia utilizando como parámetros de estudio, el grosor de pared o la relación grosor de pared/radio interno ventricular (figura 17). La infraestimación de la prevalencia de HVI en hipertensión, a través del cálculo del IMVI, es debida a que la fórmula de Devereaux empleada para su cálculo, toma como referencia la forma del ventrículo izquierdo como elipsoide, condición que no siempre se cumple. Además, eleva al cubo esta medición lineal, con lo cual amplifica el error en los casos de ventrículo de morfología no elipsoide (figura 18). (Anatomical validation of de method. Circulation 1977; 55:613-614.) ■ CONCLUSIONES (figura 20) A. La electrocardiografía se queda como último recurso en el diagnóstico de HVI, con una prevalencia del 4%. B. La ecografía cardíaca resulta un buen método de diagnóstico de la HVI. Alcanza una prevalencia entre 30% y 60% de los enfermos hipertensos. C. El método de elección para diagnóstico de HVI es la Resonancia Magnética, pero se necesita determinar si son suficientes las ventajas para compensar su alto coste. D. La Ecocardiografía en Atención Primaria resulta un método de primera magnitud. 1. El médico de Atención Primaria representa el 1er escalón asistencial en el diagnóstico, tratamiento y control del 90% de los enfermos hipertensos. 2. Alta prevalencia de la HTA en la población. 3. Alta prevalencia de otras cardiopatías que se verían igualmente beneficiadas con el estudio ecográfico: – Miocardiopatías dilatadas. – Valvulopatías seniles. 120 MEDICINA GENERAL 2001; N.º Extraordinario: 113-120 1. La Electrocardiografía obtiene una baja prevalencia diagnóstica de la HVI en hipertensos. Se queda como una prueba testimonial de los recursos que utilizaba el médico en el siglo pasado. 2. La Ecocaradiografía se muesta como una prueba accesible en Atención Primaria por su buena prevalencia diagnóstica y su excelente relación coste beneficio. 3. La Resonancia Magnética Nuclear es la prueba diagnóstica de elección de la HVI. A la espera de abaratar costes es una prueba de uso extrictamente hospitalario. Fig. 20. Conclusiones. ■ COMENTARIO FINAL La hipertensión arterial sistémica constituye en la actualidad uno de los problemas de salud más relevantes. En el médico de cabecera recae la responsabilidad de diagnósticar, tratar y controlar periódicamente la hipertensión arterial. Identificar mediante ecografía la HVI, en el primer escalón asistencial, mejorará el diagnóstico precoz de la enfermedad. Variar el curso de la enfermedad, evitando y retrasando la aparición de HVI mediante el empleo de terapias adecuadas, reducirá o retrasará las complicaciones secundarias a la hipertrofia ventricular, isquemia, arritmias e insuficiencia cardíaca. La ecografía cardíaca permite que conceptos clínicos y fisiopatológicos obtenidos a través de la historia clínica y exploración general del paciente, con frecuencia de difícil interpretación y aplicación, se conviertan en datos simples y de fácil retención en la memoria del clínico. Son tangibles, reales y medibles. Añaden sentido práctico y simplicidad a los planteamientos teóricos que jalonan primero nuestros estudios universitarios y luego el ejercicio profesional. En resumen una imagen vale más que mil palabras. "La ecografía facilita la medicina, dignifica al médico y lo agradece el paciente... y el médico".