bién sabemos que no podemos desprendernos de él alegremente aniquilando décadas de reflexión antropológica. Sencillamente, como moStraré en este libro ciliéndome a los enunciados más simples y clásicos de In antropología social, la noción de cultura no se puede sustituir por ~co­ nacimiento, creencin, arte, tecnología, tradición, o incluso ideología» sin sacrificar con ello lo mejor de nuesrro saber acumulado. Todas ésas son formas de habb.r, y cada cunl puede hablar como le apetezca. Pero nuestras formns de hnblar, especialmente cuando se cubren de retórica académica, producen efectos morales. M5s aún cuando detentamos posiciones que dotan a nuestra palabra de un poder especial para construir la realidad social. No se traca sólo de un pruriro profe· sional. En este sentido, la sobreextensión y el desatino de los usos de la palabro '-'culrura» en el espncio público podrían doler a llll antropólogo como duele a un físico el abuso de la pabbra «energía » enrre los charl:ltanes y videntes; o a un astrónomo la constante confusión mediática entre la palabra ..astronomía» y la palabra «astrología~. La gran diferen+ cía es que Rappel no puede provocar con sus mencione!> a la ..energía" un cambio en el co~mos, pero cada vez que un medio de comll!1icación confunde a las élites intelectuales con "el mundo de la cultura~, un periódico separa la sección de .. economía» de la sección de .. cultura» o una ministra confunde «cultura .. con «escolo.rización», se está construyendo, a mi juicio, un mundo social indeseable. Que suene'l los vio/illes Llego así a poner de manifiesto el trasfondo moral de mi empelio. Hablaré de la cultura para adarar un concepto que nos ayuda a conocer ~ comprender lo vida humana, pero no hay ciencia socialmoralrnente vacía. Definiré con precisión la noción de cultura y observaré las carenci:ls de sus usos comuneS, aunque políticamente poderosos, parn 1110srr:1r cómo este concepto comiene una descripción del potencial de connic[Q de la convivencia humana, pero también una descripción de su potencial armónico. Ser consecuentes con la idea de cultura que des:lrrollaré aqui llnplica acercarse a la comprensión de cualquier sociedad reconociendo su diversid3d interna, y apreciando la complejidad misma del concepto de "diversidad,> cunndo se aplica n los seres humanos. Como ciemíficos sociales, e:'lo nos obliga al rigor analítico; )' a quienes aplican nuesrro snber les oblig:l a esmerarse en el trabajo político, que no es, 110 debe ser otra cosa que trabaJO comunicativo. De lo comrario, la «cultura .. noS ahorconi en broma, peTO nos matad en serio. 2 FORMAS VIVAS Miradas sobre el concepto de cultura los ojos que han mirado la cul~ r3 han sido muchos y variados, y consecuentemente las formas de muarla. Pero no todas las lenguas la han nom~rado corno nosotros la nombramos. R~to es lo primero que debe ser dicho .. Cultura . . . 1m .. ". es, llllela eme, una palabra latina; y desde ahí ;e despliega en su dIversos sentidos bistóticos. La mayor p:me de las h:~1~as del mundo no han tenido semejante palabra, y las sociedad~ mes d~ esa.s lenguas la han tomado como préstamo en el comacto de 1as ColOnlZaClOnes. d U~a forma posible de mirar la culrura es seguir la vida de la palabra e1> eelr el rrayecro de "fi di' ", l lo ha h 'b . SU.S S~glll ca os llstóricos • Raymond Wi1Jiams mas enec o en un hbro UtlJISIIllO que se tirula Palabras c1aue l • Ahí pQdcTa" pe conrra~,que .. culrura_ fue para los hablantes del huín "agricultusu ~on rbo tamll é~ «culto", «homenoje», "adoración»; y que a través de I,bo d' 'I"ella Jaba de la labor de las tierras y, de un solo golpe ...le la r e as a mas Con t ' b' _ ' 'i comenzó fi 'é d' es os OJos ram len podemos ver que «cultura» re ti n ose a un proceso, el proceso del cultivo y de la ado!. Cf. M.:Jrkus 1993 r y I(luckh ohll, 1963a ·1'95"1' 1 j. _ • .. ',",3ss.,una1 ,reVISión más ex!ens~, plled~s leer tambi~n Kroeber Jss. Wilhams, 2000 [1976J. . la ;lIlat()gr~ enrre ambas I ¡, f tn ~§tt ¡exto de Plu;arco ~I . a dor~s orlll3 parte de nU<!!.fTa marrilllltel"ctunl, como -1.··1 A5í COmo 10$ agncu . 'l· ecelo~a o e eUlre muchos orros ~lmilares en la m'~ma obra. m~e~ttos d~11 bucn tOte!; CQ OC.in e&(¡Jca¡; a !as plal1l<lS, del nlilimo modo lo~ ¡'ueno~ tre-~Q.n r~tamen"O'IPp,recePtOsl y co, nSC)OS;l los jóvenes, p~r3 que los carJcrcre, de 6tos ,. umr.:o SlgosHl], 1992: 1, 55}. 26 27 CUlTU~A ANT~O~OlOC;I ... y OTilAS TONTEIIIAS ración, y que una vid.l de ~iglos terminó convirtiéndola en signo de un productO, el resultado del proceso: la obra, 1.1 cm... realizada, Ilber,ld ... ya del cuerpo que le dio la vida. Esto sucedió hace muy poco, un par de siglos ,ltds, cuando Europa \'Iv[a su gran transformación Industrial. En e.. tos relatos siempre se ¡,eñala que fue Herder, un filósofo alemán del siglo x\'lIl, quien comenzó a utilizar la pal.Jbra en plural con el aUn de mostTar la variada riqueza de los pueblos humanos. y no sólo la de aquéllos que ocupaban los centros urbanos europeos. ,·Culturas", y no ~cuhura", designaba con imaginación romántica y racionalidad ilustra· da la diversidad de las formas de: vida humana en el planeta~. y reforza· ha también, por otra parte, la unidad de cada una de ellas. Cad.1 pueblo, cadJ. nación tenía Sil cultura. También la nación alemana. Al pensar en el folklore, el saber del pueblo, Honorio Velasco ha J.punt.ldo 1l compenetración de esta idea de «cultura .. con su pareja "pueblo .. ', y ha II1dicado un doble camino COIl illnllmero~ cruces. Por un lado, la .. culmra* como colección de cosas, cosas en la vida, pero también cosas en museos; cosas que valen por su uso, pero también por ~u condición de p:unmonio. Por el otro. la _cultura_ como condición de los que saben, l.ls personas que dan valor a esas cosa.!., en l;¡s que poncn sus ojos. Estas personas, generalmeme formadas, clllti/Jadil5 en la escue· la, devuelven a l;¡ gente en forma dc ~cultu ra,. lo que para la gente sólo pareda ser una danza, un botijo, un trillo. una canción; o, en \'erM6n má.!. moderna, un grafittl en la pared del metro. Poco a poco la palabra ~culturaH, de la que todos -al menos desde Herder- nos que ¡amo!> por su aparente vaguedad, ha Impregnado nuestra "isión del mundo. Esta palabra tiene algo que \'er con hacerse. con formarse como ser humano; y tiene algo que ... er con lo que el ~er humano hace )' deja nas de sí; tiene algo que ver con lo que identifica a un pueblo. y por eso es emblema de políticas y de identidades; y tamo bién con lo que identifica ::1 los de arriba (y hace depender a los de abalo de las identidadcs que lo~ de arriba les otorgan). Vista con estos oJOs, tienen mucha razón los que afirman que ~cultura" es ha;.' una hermosa palabra con un Significado tan abierto. que recurrunoS a ella cuando quids no tenemos nada útil que decir. _ Estos ojos que persiguen la vida de la pal.1hra tambll~n se han em· pleado en ::apreciar con[ra~tes entre grande~ naciones. y, de e~a manera. en dar y quitar razones históricas, poner en su SitiO a los unos y a los otros (pue~ siempre, en e~tos ca\os, los bandos se organizan de dos en 4, C~''Io\On, 1'191. ~, \d~ ...n, \-'\10)- 1'192. dos). Adam Kupcr, a qUIen ya he nombrado, muestra su maestría en este modo de mirar: ¿no habrá que atribUir la obesidad de la palabra ..cul· ........ al sobrepcso de la antropología norteamericana (frente a la britá· aka)? liNo habríamos ganado más con la palabra (francesa) civlfisatioll O (mglesa) ci/Jilizati01I por lo que ésta tlelle de respero a los derechos gaivcrsales, que con la palabra (alemana) kll/,ur, madre de cxtermmio~? Me veo poco tentado a seguir esta ruta b• Es sólo cuestión de UIIOS ~. pndos entender q~e son las personas, no las palabras, las que matan o QOIlCCden derechos; como lo es entender que, en nlle~tros días y en los .,.ados. tanto da el aparentemente lumllloso concepto ~clviliz.,ciónH como el oscuro ~cultura .. para cerrar puertaS o para tender puentes, para mezclarse en divertidas ceremonias festivas o para chocar los unos contra los otros con la furia de la guerra. Cil'ilisatiotl, Ch,ili:alio,t, Kili· "", ell/ture, tomados como emblemas confusos de una jungla ideológi· ca, pueden servir a cualquier causa, hacer de comodín en los discursos de Hider y Pétain. en los de Churchill y Brandr, }' por supuesto en eSas ioYas del di.!.paratc proferida.!. por cualquiera dc los Bush. No es éste el ioeIo que me impona. Por el contrario, lo que bu!oCo es sacar la pal::lhra -aalrura,. de esa Jungla y colocarla con cuidado sobre una simple tabla, en mitad de un mar en Colima. Otros ojos para nmar 13 cultura, empleados también por Adam Ku· per. son los que indagan en las variantes que esta palabra ha encarnado ca la antropología social y cultural. A diferencia de los anteriores, que ~ la historia profunda del concepto l buscan hallar sus usos ha· biaaaIes en las grandcs ill.!.tituciones de una humanidad en movimiento, t:ICOI ojos contemplan cómo los antropólogos -un puñado de espe- = ;:aIw. 6. Norl>cn Ehlb y~ adlen13 en \9.19 de la t~leflhdad de un debale planle.!do en linmnO$: -I ... J E\ ~qur dunde la dl....:usi6n W Pltrde en el ,'~d,l. cu~ndC) el ~te· 9IIeft explicar ~t Inglb Y :al funck por qur J'~n rl el concePIO .le 'cwlllu~'ón' pero un \'~Ior de segundo gr~Jo [en relación con el eOn~tplO dt 'cul'tur:a'¡_ . . . . 1993; W). ElI,?deJ,~~ el rnr:'er c~ri.tuto de t<ol~ ohr~ ~ e"plor~r la _SI,l(I~ne. r(;l,dclos con.;epl0~ llvlhZ3clon y ~ulrura -. Pur OIrJ raClt. laml>'rn Alfred Krocber Kluckhohn dQcum~",;uon amp¡'~mtme HI condu~lón de qUt. ;¡] menO!> en el ~ antropológl<:n. I~s r~labr~ oLllltura- )' _Cl1'lhz.¡dÚn_ r.e tdieren Indl~lmlamenle • • fInbj , . __ lo cunfu'iQ eJe ~Ignalk¡ción ~ no lamo ~ un COn1Tól'>U: ln(tncion~d.tmenle bu~· '-'';. CtJn\:tPIU;I.J¡z.lI~O, ~ISfCllUflc.lInCn[t, como 'ultlerc Awm Kuptr: ·En anlropologb. ~Ios El,u.do, l,n,d,)~ como en Euror~. no ha hahldo nunCJ JparClIlcmeUIC nlllgun ..... IItfl'> de U\,ll1 cullur~ ~ lll'.h23<:l(>n com<l IrrmlnOS cn COU!T;hle- (.... rocbc:r y . . . . ohn. l'1td,¡ [19HI: 2,~). Sobre ~Ól11o. en la ~gund~ m'{01d del ~'glo X1)\. pudo ~ selecclonal"'>C un Ideal dc la nJ(:lón ~Iemana ba.\ddo en d conuplO & _Cultur,¡o -~lvlhZ.Id6n •. \r~.., 'Ie)e., 19bJ [I\I~!\. Un.:! re';\lnn m.i~ tc.;ltnl~ dd mi", PIobIem:a pucde h~lIanc en 'hinc., 1004. ... al. 29 CULTU~A FOtlt,MAS VIVA~ ..... NT~OPOLOGIA T OTRAS TONTERIAS címenes de la humanidad- se h1S han apañado para definir desde su perspectiva científica lo que encienden por «cu[tura». Los antropólogos estadounidenses Alfred Kroeber y CI)'de Kluckhohn ganaron en este intento el premio de la montai13 con un libro que intentaba recoger las decenas de definiciones aponadas hasta la fecha~. Este libro de Kroeber )' Kluckhohn suele utilizarse como una ilustración de la diversidfld de definiciones y pumas de vista acerca del concepto de culrura, y demasiado frecuentemente como un simplificador ejemplo de que [;1 antropología no dispone de un concepto unificado. y por lo tanto válidos. Aunque es cieno que el concepto de cultllra ha presentado históricamenre muchtls varianres, a[gulltlS de ellas incompatibles entre sr, Kroebcr y Kluckhoho no se limitaron a exponerlas en un listado incongruente. Por el conrrario, su intento consistió precisamente en ofrecer una perspectiva crítica del desarrollo del concepto con un sentido unificador. Su aportación fue, en este sentido, fLUldamental, y de ella se nutrid una pane importante de lo que leerás en este libro. Cuad/'o l. ¿Es la cultura necesariamente humana? 1. OsrwaJd, 1915 ! De n oll1i~amos culTUra a aquello que disringue de los animales (KK 139), n. Murdock, 7. 8. 9. Krpebcr)' Kluckhohn, 196.1a 11952]. I'or e¡emplo, Jone~, l007. "ahn (comr.), 1975. 30 los hombres 1940 ¡ ToJ os los animales son capaces pa.r~ el aprendizaje, pero sólo el hombre par~cc capaz. de rransmmr los hábitos adquiridos a su descendenCia en un grado consider.:lble (KK 164). lIt. Blumenrhal, 1941 i L1 en todos los medios de adaptac'ó 'd cultura consiste ,. 1 n prod uCI os no genencameme (KK 139). En la página siguiente empezaré a ofrecerte una serie de cuadros procedentes de esa obra clásica de Kroeber y KJuckhohn. Iré mostrando esas definiciones a la luz de los problemas fundamentales que ha suscitado el con~ cepro en antropología y, al comentarlas críticameme, mostraré su mayor o menor adecuación en relación con la orientación del concepto de cultura que ofrez.co aquí. Esas definiciones estarán marcadas en los cuadros con un ~igno Tcuando las considere adecuadas y con un signo! cuando las considere inadecuadas. Para las que, desde mi punto de vista, contienen aspecros adecuados e inadecuados, usaré el signo ¡. Con esos ojos también ha mirado la culnlra J. S. Kahn, quien, en lugar de resumir y criticar definiciones, nos ofreció un excelente conjunto de textos en los que diversos autores explican detalladamente sus visiones 9 • Ahí podrás ver que la cara de [a palabra «cultura·' se ocult,l tras múltiples máscaras. Cada una de sus acepciones teóricas nos ha servido para entender en pnne al ser humano. No es cuestión de cansar, pero es preciso fijarse aún en otras miradas que, como todas los anteriores, traigo aquf con el único ánimo de ¡'J La i~ea q~e formuJ.l Osnvald en la definición 1 está muy extendl~la. Sm, embargo, es Ulla idea inneces,:¡ria y desacerra~a. La Idea de l\ lurdock (11), es más moderada y compatible on lo que ~oy .sabemos, aunque 13s capacidades de trallSmi$Ión .comunlcatlva de formas culrurales en otras especies son mucho mayores de lo que conocíamos en 19-10 La'd el Blu menthal (lll) mu I 'h ' 1 ea e d i ' Ygenera, es compan le con un concepto Re c~ Cura no necesariameme hum,:¡no. Corno señaló KathleeD de~~s~m en 19~J, "ha llegado clmomemo de abandonar las clones de tipo roda-a-nada para comenzar a pensar en COll1porramiemos complejos existentes en diversos niveles o . grados" (Karhleen R. Gibson, 1993: 8). !n , , , ra~os.estos cuadros la expresión "KK,. seguida de un nÚ-. hoeh~ 1~~lca la referencia a Alfred L ~roeber y Clyde KluckQnd Dfi ~J.a 11952J. CII/tl/re. A Crltlcol Re¡;jew of COllcepts e pá Nueva York; Vintage. El número es el de la cPuedent~lO a! d~ estaacerca obra en que aparece citada la definición o del concepto de culrura de que se trate 'j na l/IttollS. J:¡ I l Pán d~e~ur:rfla rh,corr~r ~ra.s .d:fillicion?~ o comemarios ta~ qUe hago de el~~s~ta, ~cOlncldlras conmigo en 1:1 valoración 31 CULTUI\A ANTI\O~OLOGIA y OTI\A$ TONT(I\IAS FOl\l'IAi VIVAS poner uno:. cuanto:. ejemplos. Son l:u; que contemplan la culrur.1 en lo~ camillas de la formación de la.s e'>pecie". Con estos ojo~ vemos mucha~ cosas, pero ha) dos que de'itacan: cuan ellopecial es el "er humano, que no puede viVir ~1Il dar forllla social a 511 cuerpolO, y cuán parecido es, en mucha:. CO!>3S," los Otro,> ~eres vivos. Mientras miramos ellota doble imagen bien podemos caer en la cuenta de que, mnrra lo que podria opinar cualquiera de los erudito!. de 1:]. ~g r"n cultura_, 1m. serc:. humanos no <¡amollo los único,> agente~ de culrura en el planeta ll . Con ellotOs ojos, MKhael Carrithers <;e pregunta: ¿Por 'lile los ImmdItoS tell/'IIIOS CI/lluras? Nada hay .1quí necesariamenre elev~ldo, artístico, literario, o referido,] la política de las grandes naciones. Lo que ha) e~ un primate con su má!t \Imple herramienta: la rociabilid.ld. Indagando en 1.1 ht!chura de este útil encontr;U110S una unidad m:h !timple, tan ap3rentemente simple e II1vi~ihle como el aire: la relació" social e1l1re serl'S 111m/dI/os. Pue!t!ti en algún lugar hemos de poner l o~ ojo~ para comprend er la idea de cultura es en la ~ n cilla acción que consiste en relacion.1rse con 10110 otros y que, como en lO!. movimientos del hilado, \"01 tellendo entre las personas ese monumento de m~tLtuciones con las que damo~ forma a nueslra vida. fuI lo ha dejado eM:riro CarrLthers: So~(C'ngo que lo~ inui\'Iduo\ wu~rrdacionándo!>t' y el car.ktC'r intcracm·o de la vitb social wn ligeramente m.h illlpO rIJl1tc ~. m1~ vC'rdadero~, que ews objetos que Jenommam~ culrura. 1·.·1 1.0\ humanns, en primer término. ~e relacionan uno~ con no (on la ab~lrac':Ión de la cultura ll otrO~. entre ~i. Eugenia Ramírez Goicoechea ha usado tamhién e'o[O~ OlaS pU3 narrar 1.1\ :.fntesis que en este libro ~r:ín ob~esione~ recurrentes: sólo podemos entender la cultura como form3 social; sólo podemos entender las ide;¡s como formas vivas, pue~[.l!t en práctica por nuestrollo cuerp()~ en relaciÓn l l . Juega Raúl Bravo COIl Helgllem. CI/ltura el! acci6n He llegado a lo más simple y .1quí me vo)· a quedar. L.o que vaya hacer a continuación es ofret.:er u na progrcsi..,3 defil11óón de la palahra .'cul· tura _ que en sí mIsma no contiene mn~un.1 origlllalidad. 10. L«Ta.I'I":'I.3. 11 12. 13. S..Ip<.¡_L)·, .2.0111>. C..IrrirhcN. 1995, ~~ R-lmin:l t .. )i,,<xd,.:~ • .!OO9. (,Ib<.o>n, .!(l()2; Herder rid.t. rero <oC ob..c\ionó con esta idcJ. que rom.lré (omo pUIlIO de P,lr- ~ría impo\ible determinar quién, .mtes que él. rep;¡rú en ell,. para nomhrarb o sImple me me indic.lrla: SI. Culrur;¡ e~ una forma de \ida \ocI.11 Cultura ('S forma de h./cer en el moís amplio ..enrido de 1.1 pal3hrJ: hacer coSJ~ con 13, manos)' con el rclIoto del cuerpo, Incluido el cerc¡'ro ~ pien"'1 Y que en SU\ copiosas extensiones .. iente, sueña, Imagin.l, goza y ~urre, cre3 planc~, recuerd.l, h.lbl3, dICe r e,lll3, mlenre y de\miente, eng:llia y 'oC engañ'l. La únic3 condición para que cualqUier acto sta tenido por cultura e:. que en ~u forma. en lIoU modo, en 'u manera, intervenga .llguna da~C' de relación ~ocial (Cuadro 2). La linicJ. condIción es que el cuerpo que \e pone en mo\imienro lo hag.l en relación con 0Cf0\ ..:uerpo,. O tamhién: que para entender el monmielHo de c,e cuerpo foCa Imprc ~t.:lTldible rener a la vista el movinllento de 01 ro:. cuerpos en n=!.u:ión con aquéL Enseguida ~ ve que I.t 'Implel.l de "'ola iJea 'oC emparenta con ~u complejidad. Y que para empezar a apreCL;¡rla debel1l()~ pnmero calibr.-r la IC'nte de nlle~tra mirada. bta lente, ,]Iu~rada a ~u mayor amphnid posible, enfoca a 1.1 cultura en el campo mallo t'Xlemu: cu.lIqUler fornu de vida MX·¡.d, m.h .1lhí sin duda de nue~lr;1 "01.1 e"pl·cle. Cerrando un poco el 'ampo, la cultura e' ULl.l propied.lJ um\ersal de cualquier ,·iJ.1 humana. en tanto nu hay \"ida hum.m,] que GlTezca de (orm.1 social. Y .1~í podemos di,·ertirno" .1hriendo y ccrranJo nuestro fuco, y contemplar cómo nue\tTO~ COIC~.l<¡ de c'pccic VIven .1 \u manera, creando \ recreando juntamente en cada uno de su~ Jctm ~()CI.1ICllo la form.l J~ ..u· ,üb. Fijémonos en ÓIO~ y pcn'cmo\ un poco: -'. \J 11 SilCdr de p//ertIJ Iker C'.1SiIIl1s. Pl'lota IJTf{i1 de C.1sil/as. I:-:n wntdlJ en t·15.¡/to Clll11.1I·Jm ' •• Tocó Del Pú:m, pero reg./ló lá pelotIJ" Beck/Jl1m. j/It'g" Raúl BrJUQ COII Helglll'r.l. El M.1drid mlel/tand" teller pdóenciIJ en 1.1 s..,lid.:l. El b.1lón IJ.Jr.1 ~mJ/el..\amllel buKd .J Ro/'erto C.1rlos. JiJea de caúc~il Rol)('rto C1r105. rI:/lc:m Con ml/ch¡J l'el/laj,; P,lr.l C.U/l/IJL'dTO. Mdl.1 elltreglJ. Recuper" //_ dane. lid.me qlle .:lgU.lIltd uhi ul/te BI,uj. Abrl' el b.:l!cú/lldrd R,I/il Br02I'O. .Se e!tCfml sobre 1" b.wdJ 1./11:> hgu. Rmil 8r,Il'O, que 110 klbe u qllién {l.Is.lr. l;)cd fi"almente pdr" I./tls hgo. l-"igo deL'lIdl't' la pdfltJ dtrJs p.1rIJ Beckh.JlI/. Beckh.1111 Id il/troduce p.1ra Gr.1I·{,' sen. 1..1 dt>jd /1,1'.1 hgo. Figo se la dejd ulrds .• \ICllciólI t1 la SI,ltd.l ~"IOI> tUlhokrOl e!oI:... frotgrncnro .·'tralJo d, Jn I'.l!"tld., w1>",".I.tJ \..1 ft.,;nh,r lihn .. si¡:ulend.. el rUm" .Id m~r~J.I .. .1 ... ti"h.l),",1 ,\ olf~.·I";o. i~ Ii CUlTU~/I, /l,NTROPOlOGIA T OTRA, TONTERIA$ FO~M"'S VIVAS Cuadro 2. Fo rm ::!, m odo, manera Clle5tión. E!;a indic;Jción se expresa como una critica explkiu o t.'ici!.l, o por medio de cualquier aIro procedImiento m:ís o menos firme de corrección. es decir, con una sanción. Kroeber y KJuckboll1l, 1952 mj~ trivial, pero tamhién la.má~ bási~. Al deór .forma_ eSTamos indicando un _cómo. del comport:J.mlcnto socl:J.l, es declr, una m;lIlera de ponerlo en pdctiea. Si I'udves ;¡ pensar ahora en el ejemplo de los instrumentos para comer que he pueSTO en el punro (a) lo \'erás claro. Aunque básica, esra dimensión no wticiente para la nQción de forma que U50 en este libro. Cualquier especie \'i\·a (y prob~bl<,mente cualquier entidad del universo) ejecuta uno o varios .cómoso en rus comportamientos. Lo que Cilracreriza al comportamienro culmr:!1 es que t"~os ... cómos~ siguen, ;¡demás, raUtaS ba~adas en regla. con arreglo 11 pla nes; es deCir que, además, de tener un -c6mo_, Cl.unplen con las dimen~jon es (n), (b) y (d) de la CIta de Kroeber y Kll1ckhohll, E~ta es también una caracterísric:¡ del comportJmiento de otras especies de seres vivos, y,' en Id medid;! en que la investigación muestra que eq~ CJraCTerr~Ti ca se da en eS;lS c~pc:C\cs, los an rropó logos entendemos que los mlel11bros de csa~ c~pecies son mmbién age ntes d ~ cultura. La palabra "modo» o _manera .. puede implicar (a) palitas comune~ o compartidas; lb) sanciones cu:mdo no se siguen laJo regla~: (e) !InJ forma, un ~cómo- de comportamiento; (d) "planes" soci;¡lcs p;¡r;¡ la acción (KK 98), En este lihro, usaré la palJl-ra "forma .. sobre todo en las expr~iones "forma de b. acción social~ y _forma de las reb.ciones sociales_, EstJ cita de Kroeha y Kluckhohn recoge (uarro dimensionC5 de I;¡ noción de forma que dehemo~ considerar: (a),Form3» implica una {JI/Uta que, en alg(1Il grado (allnq u ~ nunca rotal· meme) ~s CO/IIIÍII (j coml~Mlid¡1 por un cierto número de sen's hUl1lano~, Pur ejemp lu, ~i ,,,ales a comer.l (lIalquicr reS¡aU r3me, b. 3(ción de I!cv:me l o~ ulimcl1ws a la OOC;I seguid In pall/a de ser emprendida con alg{1Il inSrrtl!l1emO (una cuchara, un tent!dor). Llevarse los alimentos de la mano directnmentc a la boc,l 110 sed lJn~ PIIl//(l tl1 e~:¡ siwnción, Esa. pi/ura de usar I!1srrul11ento~ para cOl11er es comlÍlI o compa rtida ~n algún grado por un cieno ntmll'fO dc ~erc~ hUlllano~. I)ero también experlmenta variaciolles segUn los casos y las sltu;u.:iont:s. La idea de variación es intrínsecll .1 la idea de pauta, pues ningun,¡ realización de la p3Uta es nunCl idéntica ~ mra. Si \·as 11 un reSUUf:¡llte a cumer con un niño l11uy pequeño, es muy posible que la pauta de U~Jr cuchara r tenedor ~e rebJc para el hasta su pdctica desaparIción. El mo[¡\ o es que ese -cierto número de perSUna5~ 1/0 puede" esperar que ese niño mn pequeño ~ea competente en elu\O de esos insrrumentos. Si vas a un re,taur;lIlte chino, 1;\ P;lut;l de comer con instrumentos se mantendrá, pero los instrumentOS serán otros. r, mcluso, si \'as a otros ripos de restaurantes, encontraras la pauta d<, comer con las manO$ pafa determinados alimentos. (b) Una Jimen~ión importante de la noción de ~(orma4 qul.' u~1ré en e~te libro (el La terce\'3 dimensión de la ciu de Kroeber y Kluckhohn es In es (d) El concepto de fo rm a, tal como [o usaré en eMe libro, incorpora una \:uartn dimensión. Una forma se dJ con arreglo ,\un .plnn", es decir. se realiza en un progrdm a de 3cci6n ordenado de "lgIIII;! Illanera en el espaóo yen el tie mpo, Esm quiere decir que, para b adecuadú comprensión de las formJs de comport:lmiento culrural, no es suficiente con definir una ~imp l e pautl. Es pOSIble hacerlo, pero no es suficiente. Si \·olvemos a penSlr en nUeSfrJ comida en u~ restaUr:lnte, un;l descripción lÍnicamente de las pautl5 de nu~tro uso de los lllstrumento& p3r:l comer seria aún muy pobre, pUe!. nos llevarla a mterpretar las accione:; como si fueran entidades ,lisIadas. de una en Utt.1. :)in embargo, ya en un ni\·e1muy bá.-;ico de descripción, esas acciones en el r~taurante se or~enan con Jrreglo a un program3 mJs general que las ~inÍ:l en el espacIO r en el tiempo de una sltII.lciÓn social concn'ta. • •• ~ CUltrO dimensiones del concepto de forma que usaré en e)te Isbro son ~ dh~, neccSilnas, r n.inguna deellas es suficiente .tOm~d;J aisladamente.' se encuentra en la noción de «regla ... La forma de la acción sucia) no sólo es forma porque SIgue palitas, también lo es porque esas paums se ha.'>an en reglas sociales. En esre libro encomrar.is muchos ejemplos del concepto de regla,}' también verás que ha) en él muchos marice.'>. Ahora es importante tener en cucma C\!O.'> dos :l~peclOs. En primer lugar. no rodas bs p1lura~ se ba5~n en resl;l~ ~oci3Ies, ['or ejemplo, la tT~rectori;l que sigue In luna en su elíptica alrededor de b rierra sigue una p3ut:l, pero esa pauta no se basa en ulla regb sodnl, ~ino en una regubrid~d astrofísica. En ~egundo lugar. como indican Kroebcr y KhJl"kholm en su pumo (b) de b drn de este cundro, la~ reglas soá!les siclllpre implican, en algún grado, el concepto de "sa ll d6n~, Esto qlJierc decir que ese cierto número de pcrson:ls que basan , ll comport:¡flIiesno ~n regla.'> tienen una e.'·¡Ju.ttllil'a ,Ic<,rcn de su cumplimiento recíproco. Cuando eS.l cxpe,,;r:HlI"n se ve defr:ludada, esas persomlS suclen II1t!icar dc algún 1110do ,1 quien la defrJuda que debió haber mamemdo b e:o.::pecuriva en ,ell~ndo use la expreSión ~form,¡ de la accIón soclal_, ha de entender¡¡.e ~ e~to y pens:mdo en que la acción tiene forma con arreglo J e\t~~ cuatro la ex nS\O~l es ~I mul f.ínearneme. '( ~n ello rambiéll estaré pcnsando cUlndo use pre~l Óll " f~ r ma de las rebelones soclales~. Como e~ta r.egunJ;! expresión n~~~nos uUlllm:a, le VOy a dedicar <lquí unas po<:as líllcas. Parre de las necio~.J_ n empren di das para establecer, prodUCIr. mmltenrr y eutll/un/mente '1n....,""~I . ,es entre personas. ESJ~ re l ~elOnes lnmbién ticne n forma ' e lI' IOlles son/J :::,~rreglo a las ( uatro di mensio nes expnesras. Cun ndo es tableces. prodlICCS. tic lenes)' euenlua~melll e c.allcelas la relación COII f U padre. (a) esa re13ción (bj ne lInu paur,! (d tfe reme de b de tu relación con tU hijo, por ejemplo), Slguc reglls sometidas a. exp~ctativas y s.1Tlciu n ~s, (e) rien" un ~CÓIllO~, y (d) ~e relb.a en slt¡l aClOn~~ concrefa.~. siguiendo pl:lIles. H 35 CULTURA ANTROPOLOGIA y OTRAS TONTERrAS de la JI/ve. El balóll para Emersoll. En el centro completamente solo Del Piero COI/ mucho terreno. Beckham que illtel/ta achicar. lbraJJIIlIollich aparece por la derecha para recibir. Se i/1COrpor<l también Camorallessi. Le sale al paso Roberto Carlos ... Cada cuerpo individual actú:¡ en rebción con otros cuerpos, se orienta hacia ellos, trab.:lja con ellos, y así, conjunramenre, todos eUos crean tlr1 cuerpo compuesto de mueMOS individuos en relación. Lo decisivo es q\le esre cuerpo, este conjunto de individuos en relación, tiene una forma: responde a un diseño que es puesta en práctica en el terreno de juegol~. La Cl/lturo es esa (arma por medio de la Cl/ol los cl/eTlJos se L'illwlall ellla práctica de 511 relacióll socia/o Ahora podemos entretenernos un momento con el objetivo de nuestro visor. Lo podemos cerr:lr hasta fijarnos alternativamente en las relaciones de los miembros de un equipo y del arra. Podemos apreciar que los de un bando se ordenan en :ltaque y los ocros se ordenan en defellS:.l. Podemos ver también que el at3quc y la defensa son pancs de esa fonn~ común de vida en la que todos esos cuerpos, los de uno y otro bando, se ven comprometidos. A veces, los cuerpos bllan, se equivocan, se la de;<lN atrás; pero fallan respecto:.l una forma, sin la cual el error no lo sed.l. Hace falra esa noción de forma para comprender lo que esos cuerpos están haciendo ahí, en los oct:\\'os de final de la Copa de Europa. Ahora abrimos el campo de la lente p:.lra dar entrada a otros cuerpos que también están ahi, imervinicndo en la forma de esa relación: el trío arbitre/lo el cuertJO téc/lico, los locutores y sus respectivas empresas de radiote!e\·isi611, los espectadores. Atención a la salida de la ¡uve. Todos esros agcnte~ lo son porque hacen cosas, y al hacerlas usan medios para alcanzar fines (Cuadro 3). Son agentes soci:lles porque las hacen los unos con los OtroS, los unos en relación a los otros. Son agentes de cultllra porque para b~­ cer lo que hacen ponen en juego (yen este sentido usan) forl11:ls de vida social. Cada movimiemo de Iluestr:.l leme nos ofrece un:.l im:.lgen de C~a culrura. Podemos abrirla 111;15. ¿O acaso se podría entender lo que hacen ahí esos Cl.lerpos sin dar emrada n las empresns que ponen su marca en las camisetas? ¿y podría entenderse esto sin dar cabida a todos aquellos que. sin ser espectadores del pnrrido, consumen los produclOs de esas 1$. En el caso d¡o UI1 equipo d~ fútbol es n:bn"amCIHe fá~illdelllifiGr ~~c d!5CJio. ~I menos en lln pl:l.no mur superfici,li. Por eiemplo, Indicando que el equipo cstll form"dCl wn un 4-3·3, es decir, 4 ddensas, J .-:en¡ro.:ampt<tas y 3 dcl:tnrero5 (el portero se d~ por surueSto). En l:t mayor parte de 10. <.:"so~. Y Jlm cuando "xiSl/m dis<:ños JhlllllCme [ll;ullficaJos .-...oo(:OtnU por ejemplo, 105 org:mlgrama, de las cmprcsn!r-. l.'s rc!a~lone~ 110 eSfán mn ~br~mente prcdefinidas, por lo ql1~ lJ p;,labra .Jis<:ño' pucd~ indie,lr un ex¡;~~o do inten..:ionalidad. J6 fORMAS VIVAS Cuadro 3. ¿Cómo han .de entenderse en este libro los concepro~ de agenCia, agente, y agenre social? ,.Agencia» debe e.nlender~e en este libro 5iclllpre con arreglo gUlenre definición de P:1lI1 Kockelman: ,1 I:i si- Ll agencb puede. entenderse inidalmcnte como el control relarivamenle fleXible de .medios en .relaci6n con la obrenci6n de fines [... ). DeCir que lino. enndad [pore]emplo, un ~cr humano] tiene más agencia que otr;¡ enudad es deCir que dispone de una mayor flexibilidad ......-() sea, que dispone de m~ medios y fines entre los que elegir (en un entOrno determmado, y baJO condiCiones determinad;¡s) . . [... J e u;¡mo lIIallor es 1a agencia de que uno dbpone sobre un proce~o m' -bl d . ." as su~ceptl y, po r e 11 o, I ' e..e~ e ~cr ICflldo. _como responsable de su resultado ' (e s~~ surero a aprobaclOn o censura, recompensa o castigo, orgullo O vcrguenZ:l (Adélptado de Paul Kockclmnn 2007: 375). Los conceptos ~e agente r agl'nte social, que encontrarás frecl.leIHCmel.\re en este libro, son ~imp¡es derivaciones de esta definici6n de agem:la. Un ag~l~re (un agente social) es quien dispone de agencia para realll.ar su ,\CClon (~u acción social). [Véa~e el cuadro 5 para los con~ . cepros de acción y acción sociall. En el articulo q~e acabo de cirar, Paul Kocke1m:lI1 ofrece un excelente ~ ~l'r,1Ilado análiSIS de los matices impJicadosen el concepto de agcnCl:l,}' ~e Jos componentcs.y pbnos de Jnfilbls que hay que tcuer ('n Est C,u~ll.ta para deSCribir la aCCión en términos de agencia. :1 dehnlcl6n de PauJ Kockellllnn no presupone de ninguna nnnera que e l agente haya de ser un ser humano. Yo he añadido em;.. c~rche­ ¡les 1.~~ordeJ~mplo> un ser humano_l s610 para facilirar la comprensión· ;tultlva e concepto. Por supuesro, en el texto de Kockelman u~ ser umOlno es una de las entidades de las que se puede predicar a~encia. firma~l ¿y q Ué d . d de su . I eCl~ «: los diseñadores de las ropas de Jos futbollstus )_ s eselle as de diseno) y d I ' • ricos b" . ro av a, cquc pensar de esos cuerpos poUlas .' d d i ' o I.s que _ b go lernan . ,CIU a es y amp3ran él os equipos o los crea" E Sll venClona d ,n, o 1os ut!'1'Izan pum crear modelos O" estandl1rtes)'. 5e de n to os }' cad:] uno de los movimientos de la lente se rev;bn y' SVancCt!n formas d · d . I '" P' . , e VI a SOCia, convenCIones que. al ber puestns ractlca config 1 -- d dro 4). ~m:1n a aC~lon e con,Juntos de seres humanos (Cu.J- E.s:S forma~ COlluelIctQlIüles de mda social SOIl culturas. 37 CULTUR"', ... NTROPOLOCiI ... y OTII. ... S rONTERI ... s FOfll1 ... S VIV ... S CI/adro 4. Convención ruede aplicJ[se el concepto Je acción del cuadro 5), (a) no ha sido generada necesanamente ni de forma relevante en IIna pdc[Íca compartida. ni (ú) debe su existencia a tU comunicación social con otrOS. Esto no quiere decir que, en la génesis de ese infarto de miocardio, tenga necesariamente que estar ausente roda forma de convención. Puede que ese inÍ<lrto de miocardio se haya producido, entre otTilS co!>a~, como consecuencia de un determinado consumo de Jlimentos. En la medida en que ese consumo de alamentos e~ una ;¡cción social, hay ahí un COnjUnTO de con\'ellcione~ que han incidido en la producción del infarto (por eso en grupos sociales con determimdas formas de .1Iiment'lci6n el infarto de rniocardio puede tener más incidencia que en otros). 19ualmeme, cU;lI1do sientt!S esa punzada en tu brazo izquierdo y la expresas ante otros e~ muy prob;¡ble que hagas Illter"cnir convenciones (en la medida en que m control del dolor te lo permita): las personas expresamo~ el dolor de diversos modos con arreglo a converKiones generadas en nllestTO~ entornos de comunicación social. Pero. cuamo m::h nos aproximemos a una deSCripción de ese infarm en rérminos estrictamente biomédicos e mdividuales, menOs relevante sed decir que en ese Infarto han intervenido conve!lcione~. Kroeber y Kluckhohn, 1952 1 En la operación de definición ld~ la culmraJ podemos ver <1 la manera de un microcosmos la e~encia del proceso cultural: L1 imposición de una forma convencional sobre el flujo de la experiencia (KK 78). 5teven Mailloux, al discmir un conjumo de textOs que giran en torno al concepto de convención, 11[¡ ofrecido el siguiente apunte: ~Las convenciones remiren a pnicticas compartidas» (l\bilJoux 2003: 399; d. Mail10llX 1982, Lcwis 2002. Purnam 1991, Culler 1981). El concepto de convención es, en consecuencia, ~l1bsidiario del concepto de practica [Véase el Cuadro 5 para el concepto de práctica]. Esto quiere decir que, tamo si !te expresan o realiZtlIl por medio d('llenguaje verbal como ~i se expresan O realizan de otros modos, las convenciones derit1al1 de pr,ícticas. Las convenciones no .1nteceden :l las práctica~; son las prácticas las que :lntccedeTl a las convencioncs. Esto es así porque la formación de convenciones exige un escenario compartido de práctica entre \"arios agentes [Véase el Cuadro 3 para el concepto de agente]. Una convención es siempre una producción socü¡/. Intuitivamente, es ba~tante fácil de entcnder el concepto de convención. Una convención cs cualquier acción o representación de la ;\cción que {al ha sido generada en una pr5ctica compartid<l, y que (b) debe su existt'ncia J la COmunicación social. Por ejemplo, pones en juego convenciones al ..aludar a rus amigo!> con dos beso!t en las mejillas, porque esa (arma de tll acci6/1 de saludar (n) h;¡ sido gelH::mda en rus prácticas companidas con otrm. y (b) debe su eXistencia a tu comunicación social con ellos. Sin embargo, 110 pOlles en ¡uego IImgmw COllllellci611 cuando sientes unJ punzad:! dI.' dolor rn tU brazo izquierdo como consecuencia de un infarta de miocardio, porqut' esa pU117.ada de dolor (nótese que aquí no Aunque intuitivamente el concepto de convención se entiende con b,lS¡ante facilidad, este concepto C~ un hueso duro de roer para los científicos SOci:llcs. El problema fundamental que entrana este concepto es que nos obliga a desarrollar Ull.l forllla de racionalidad generalmente minusvalorada en los ambientes típicat1lt:me considerados como I\cientíncos", donde se concede un gran valor a la tacionnlidaJ causal. Cu:\ndo tenemos que dar cuenta de las convenclone~, con l:t racionalidad causal no podemos Ir muy lejos. ¿F..s"poSlole cxplrcar en ese sentido causal por qué tú das dos be~o~ en las mellllas a rus a.migos!ti has crecido en un barrio de t\'ladrid, pero Jas solo uno en un;\ mejilla si te ha~ cri.ldo en un barrio de BlIeno~ Aires? Un ejemplo muy intuitivo de convención se encuentra en 1:1 formas de las palabras que lth seres humano~ utilizan para expresar ~tgmficados. En espailol la regla convencional es asociar la forma Ivelltana! con el ~Ignificado correspondiente, pero en rnglés esa. forma e~ /wlI1dow.l, en francés Ifenclre!, en alemanfFel1Stcrl, etcétera. De nuevo, e~:lS asociaciones no pueden explicarse en t¿rminos causales de dererminaci6n (esas formas lingüfstic;IS no determinan C~talmellre ~I significado ni a la in vena). Esa asociación,:tl no po er ser explt<.:aua en lo~ término~ de la determinaCión L-:lusal !te nos presenta como \lnll arúitmriedt¡d, Sin cmbnrgo, c~a~ a~ociacio­ ~:s se ellCUentran inst.t.ladas,e~ la ~~peTlcncia de !as personas a lo gn de !tu~ proce~os de soclilhzaclQn. Por ello, 111 cuando salud.ls Con uno o dos besos ni cUJnd() hrihlas en tu Jengua puedes operar COn e~as a~Oclaciones ,.lfbllril"amente. En este lihro usaré ststemancamcmc la noción de convención. no h1 noción de arhitraried'ld. 38 39 En este libro el concepro de convención será usado siempre con el siguiente énfasis: las convcnciones se generan :l partir de prácticas cOlll1l1licatl/JQS sltlladas eJl escenarios cOl/cretos de ac.ción coordinada (Lewis 2002). L1s convenciones se van constituyendo ell el C/lrso de la acción, y pueden llegar a estabilizarse, objetil'álldose hasTl el punt() de dar lugar :l cosa~ bien tangibles como leyes escritas, muebles, planificaciones urb:lnísticas sobre el papel. carreteras o rut:lS aéreas. partituras o grabaciones musicales. etcétera. CULTURA A"'TROPOlOGIA T OTItAS -ONT(RIAS Aquí ..c \e ya un problenM Jluporrame: ¿cu..imo hay que atJrir la lente: bo depende de 1.1 intem:ión de la Ilmad.:l. La noüón de cultll r3, en ~í mi,m'l, no lIoponc nlllgün línllte. Lo.. lugadore.. de la Juve ..on opue.. to~ en un nivel a los del Real Madrid, pero en mro nivel [Odos juegan 3 lo mlllllO. En dcrernllnados rb.no~ de su expericm:i:t, lo~ árbirro~ se enIrent3n a lO<, jugadorc\ )' é<,to~ al dub, )" el club:t las cadenas televisivas, y ésta, a lo... :lI1unr.:a:mres; r en Olros mm:hos plano,> Imbs esta,> divisionl'~, nposióo n e~, facc iones y subgrupol forman conjuntos solidanos. Asi puede est.ltJlecel"'ie una idea general que hemos de tener en cuenr.l a lo largo de todo el rcwrrido de este libro. Al m:l r la palabra ~culrur:l. P;U;1 hablar de cu.llqUlcr realid.ld estamos indicando una pe~­ pe¡;liva, un;¡ visión, un enfoque. por medu) del cual eSI:thleI.:CIllOS criterios pMa percibir (ormas COIII't'lIci01/,1/CS en c.:lda emorno concrero de .1Cción SOClJl. Como sucede con cualqUier concepto que h:l de concret.lrSC empincamellle. es deCir, con cualquier concepto qUe no, pone en relolción con el mundo .\ tr;l\'és de nuestros !temido.. > e~quenu~ de percepuón y categoril:1.ción.1a naruralez.l del concepro dt' cultura e, amhigua. Por una parte, .:ll u~ar e~te concepto e..tamo, \uponiendo que eXIste una (ormol COIl1'eflcmfl¡J/ cn el mundo externo ol llUe~tra pen:epción. c\ deCir, en 1m entornos mJ,mos de relacIón social. Esre supue,to C~ raza· n.lble en Cll.llqUler enfoque cmpirit:o: de no contar t:on él. deheríamos concluir que todo lo que deomo" Jt:t'rca del mundo e~ una lmención de nue'tra Im;¡ginaóón. Adem.h de ,er razolMble. e~c supuesto C~ también indl\pensahlc en t:l1.llqUler di"'-"11r<,{) óentítit:o; de no t:ont.lr con él. !.CrÍ.:l Impo,ihle realilar la má, clement.ll de las contr.l\t3c10nes publicas que exige la Ciencia: la conrr.:l\taci6n de IJ' evidenr.:iJ5 que cOn<,ideramo~ hedlO~ (cad,l cienlífico Imaginari.l lo que le '1IllerJ el1 gana en relación eDil cada realid:ld IIT101glllaria). Pero, por otra p.me, O1II1\ar el concepto de t:ulrura e..r3mo\ ordeflumJo IlJ/t'$tru percepciófI ce", arr~'glo u 1/1/01 mu· fler,1 de perciil/r, C~ decir, en el ca,o de la culrura e5t:lmm bUSt:ando activamente formas convenciOlule.. ; de manera que sin esa hlisgueda al.:ri\·a seguramente num:.1 las percibiríamos. f\a es la wndición amhigu:l de cu.\lquicr enfoque empírico. de cU31qlller conoúmien!o que. para ..ustentar~. h,l de t:()ntJr t:on el conrraste del mundo Independiente Je la percepcIón. No conOlCO nlngun modo de JI,olver c...l ,1mhl~ÜedaJ. Creemos en que lo que perohimos es un corrcl,lto del mundo mdependiente de nucstra percepuón, pero \ólo podcmo~ acccder aello .1 rra\"é, tic nllestr.¡' categ{)ría~ de percepción. Y. precl ..amentc, en el nentunl des.1IUSre emre lo que percihimo.. )' nuc~tr.l" cate~orí3' para percibir ..e cifra la exp.:lmión de nue\rro conocimiento, o ,e.l b cre'lClón de nUe\.l" catc~orL1, u 1.1 modlhc3.,;ión de l.:l" ex "lentes. 40 Toda forma debe ser mirada para ..er \"ista, r p.1fa ser ,i,>t:l. debe haber algUIen que !:t mue desde algún puma de "iSt.l. Las hOlas de los Mbu l e~ están en sm ramas. Son hoj,1' ~. no ram,\s porque un 010 bs I11lr.1. \' 1.1, ,·c. ¿(;u.ínto hay que .1bm !:t leme para entender qué es una Im!.I? ¿H. .\ta dónde rasrre.1T su .. re!:toones con otras cmas para enconrrar <,u sirio en el orden el desorden de la vida? No lo~. no puedo responder a esta pregunta t:ln general. 1.0 que sí sé es que los eql1lpos de túthol lo ~n, entre otras C9S3.'.., por la forma de los \ínculos que m:lntienen ~m agente'> entre sí; qu~ en ellems no puede orgamZ.:lrse un cuatro, (UatHl, dos; que, en el hOtan o l.:lboral de una pl.1I1ta de il1'>tabcionc~ aeronáuticas. lo.. agentes se nnculan entre sí de una forma relatlvameme dc.linta Jt w mo lo hacen en la pbnta de oncología de un hospnal; que en 1111 ba.rrio de Madrid nadie se dirige con especial re"pero ha¡:ia el hermano de su mad re por el hecho de serlo: y que la hoja de un ,lhedul e.. , según se mire, diferente de la hOJa de un opré!>. Forma de \"ida ...ocial. Eso e~ rodo por ahora. Ll Idea de t:ulrura, en pri ncipio. no presume otra <:osa. Es verdad que la idea de forma implic.1 de ,tlgún mudo 1.1 percepción de un comr.:l\te con t:u:llquier Off.:l ¡a rma, l,a percepción de una forma parece presumir la percepúón de un.J diferencia. Sin emhargo. y eSIO e~ algo patad61ico. cuando decimm de algo que tiene una forma podemos e,>rar diciendo solamcme ClooO , n'ldJ. más que eso (io es que cada vez que decimos que la hOJ3 de un abcdu l tiene forma estamos obligados a rnenClOnu las hoja.. de todo\ l o~ dcmás jrboles?). Presumimo~ que SI denmo, eso es porque .JI describir la forma de la ho,a de un abedul usa remos criteno," qt.le nos permni rán diferenclarb de Otra . . forma~ }" t:omp.lrarla con ellas. l.o mi..mo vale para b idea de cultura. Enunciar que la ,ida social hum.l· na tiene siempre .llglln3 cla~e de forma, ;tlgulla d.:l<,C de ntltur;l, t\ va ,> uficientemenre preci,o; aunque al hacerlo pre~umall1m, ademá.... q~e \1 d eSlgnamo~ un,l culrur;l y a t:ontinua(,:ión la descrllnmos e~ porque la diferenciamos dc orra~ forma ... en algún plano de oh,cn·ación .• Con todo, aunque los miembro,> de dos grupo~ humano.') pongan en Juego fa rOl." semejantes de vin¡:ular-.e, )' nosorros descrihamos l:l slrua¡:ión de C\e modo. cad.l uno de esOS grupos e~tará poniendo en práctica una forma de "iJa ~OCi.l!, una culnara. O sea que el hecho de se r dlfercllle, mut:ho má, el het:ho de ser exótico. es completamente IIldependlcmc de la .de:l de culrura. Todo "er hum3no que \IVe una vida ,>oel.:ll, por normal e lIlddercnClada que nm p.trezC¡l, la vive de alguIl3 f~)rn1.:l, y por I..1nlo pone en prát:ti¡:a una t:ulnara l ". "0 ° 41 CUlTU"' ... ANT~OPOlOGI ... y OT"' ... s TONTnlAS CU/lllm )' regla: Prohibido escupir en el slIelo. Prohibido fUlllar o /lellar el cigarro e11cel/dido. Por fallor, espere tras la líl/ea ro;a. Ocupell elarcél/. Es obltgalorio fumar Cuando yo era milo, hace hoy más de treinta mios, la consulta del den· rism exhibf:t esta repugnante orden: «prohibido escupir en el suelo». También por aquella época, los medios de transporte público hacían gala de reconocer la picaresca de los usuarios anricipánJose a sus argu~ memos para librnrse de una multa: ~probibido fumar o llevar el cigarro encendido,.. Tiempo después, las instituciones públicas comenzaron a devolver a sus usuarios un traro más cercano, y a comar en cierto modo con su colaboración; "Por favor ---empezaron a pedir con corresía-, espere tras la líne:l roja». Un lunes por la tarde, con el tráfico normal, está terminantemente prohibido ocupar el arcén; pero si vuelves el treinta y uno de ~l gos to a ru ciudad es posible leer la orden: «ocupen el arcén». Yen el locnl de ensayos de un grupo de rockeros, en plenn épocn de vigila ncia sanitaria de los usos del t:lbaco y arras hierbas, yo he leído la siguiente placa, escrita con ironía: «es obligatorio fumar». Ésros son eJemplos de lo que genéricamente entendemos por reglasl~, las regios del juego social: reglas que ordenan bs rebciones so~ ci:l.lcs de los unos con los otros. Algunos de estos ejemplos evocan una época. hasta el pUnIO Je condensar imágenes de lo que fuimos o de lo que creemos ser. Reglas para imponer. para sugerir, para incit:lr, par:l prohibir, para h:lcer o impedir que se haga cualquier clase de cosa que conociml~mo antropo!óglco lr.l~ la desco!oni2.:lciÓn. En él ocupa un~ pOSición Fundamen· !;¡! !;¡ CrfciC3 de la 'n~laJgia lmpcridlista. comlll·"me con la idea exotiunu.' del conc"pro de cuJlllra (Rosaldn, 1989). 17. En e'te lihro uS:1ré intencionadamente. de fOnlla genera!. un concepto de cultur.1 ha:;'ldo en el ..:oncePlo de regla, y no .. n d concC'pto más amplio~· flc.~ibtl."" de con~enci6n. Igua!mellle. e~fOy n<;.ando rmencionadameme una ,d~" de .,.,mIO"S hasa,b en el concepto de eó<ligo, y 110 en t!l com:epto, mucho más abierto y n.. ,,,bte de inlerpretanl ... [o !!Sto) h~c!Cndo a.i. porque ambJs llocJUnes -b de regla r la de .;ódigo-- "xigen un menor cs· ruc,l.O irn~ginolll~O J I ~órico por pJrte del lector. r prcswn asr un mejor servicio al C3rn.:ler b;lsico de I!l;!(' libro. Unn ~Qn5ecu~ncin del u~() ¡J~ estOS conct:Plos de resla r código es ~II li~liwdn rl,::)ilb rhdad. lo que me conduce a pOllcr qemplos de COT\\"~IKIOl1e~ dcm.l siado eStrUCTuradas y poco lIuida,. biaS conceplO~ son slllicicl1les para ~ I de~;¡rrll l lo d~ mi ;lrgulllel1l"O, p~ro 61c So! ve ~1Il dudn CllfIClutcido C<ln ~I de,arrollo que he escrtto ell el leXI<l .The Concepr of Cullure a5 [In Ol1lOlogical P'.Irndox., en jan Jnn'ie y Je~Lis Zumor;l· Bonilb (eds.), cn prcl'andÓIl. I ¡.. udbuok PMlos<)plry Scit'1lcc, Londres: S:lge. Sobre el conceplO de COIU'CIIÓÓ". véa~e m5s arriba el cuadro 4. Sobre el concepto de III/¡·rpre· ¡,mle en la u:urfn 'C111iÓIiI.""3 de Charles S. Ptirce y su aplicaci6n al ,onceplO de agencia. ~éase Kockelnmn, ZO07. No ob,r:mte, en este."" ¡¡hro también U5.1rC la noción de cOl1ven· ción, aunque con menor fre,ucncia. or 42 or FO~MAS VIVAS podamos lleg:J.r a hacer. Reglas escritas. literales e Irónicas, reglas no escritns. Todas ellas conforman esa forma que llamamos cultura. Todas ellas constiruycn esa forma. §2. Cultura es el conjunto de reglas con cuyo uso las personas dan forma a la relación que las personas mantienen entre sí, en su \ida social Ya lo dije. Lo primero para comprender el concepto de cultura es mir,n J la relación pocial entre los seres humanos. Hay que mirar h:lciJ algo que en prirfcipio no se ve. Sólo en principio. En la película de Nils Gaup, Orelas (El guí.l), un nuio va a afrontar la responsabilidad de conduci r a las gentes de su pueblo lejos del brazo ejecutor de unos persegUIdores. En UI1:l hermosa escena, el niño duda ante un :ulciano de la obliglltoried:J.d de su compromi!>o con los sUyOs, aduciendo que, puestO que los lazos que le Ull elJ a ellos son invisibles, no existen. El viejo emonees le tapa la boca hasta dejarlo sin <li re )' le pregunta: «¿Ves el aire? Sin em bargo, sin él no puede.', vivir*. Hacer \'is1bles las relaciones inrerrog,índose pOr las reglas que las constituyen precisamente de esa (arma es hacer visible la cultura. Complement3riameme, el mejor modo de ignorar el concepro de culturJ. basra el punto de no poder siquiera concebirlo es suponer que las socledodes son meros agregados de individuos puestos ahí de uno en uno, acum~lados como en los recuenros estadísticos. Para que haya relacIones socIales con una forma, para que hayo culrura, es imprescmdl ble que haya individuos. Sólo porque existen Helguera y SamueL Helguera le puede pasar el balón a Samuel. Pero para que haya cultura. para que el balón transite del uno al Otro empujado por el pie (y "O por la m~l1O) constituyendo una acción de ataql/e en un campo de fútbol, es preCIso que los cuerpos de ambos entren en una rel:lción se orienten el Un o haCJa . e I otro, hagan algo el uno en rebci6n al Otro (Cuadro ' 5). La cultura ex ige sociedad y la sociedad exige individuos; pero sólo podemos ~ nten d er la idea de cultura cuando los miramos como individuos reJaclon:ldos de algún modo, relacionados según reglas. Pu ede q ue la invisibilidad aparente de l::Js relaciones humanas lleve a Ollgunos a desterrar la culrur:l nI reino de lo ide;) 1y, con ello, n sostener que In ,cul lu.ra es COS3 de idealistas. En una vieja confusi6n, t,"Hl grosera C~~110 lIlsostenible, pueden llegar así n desestimar la cultura como el IHllo de El gUia, - porque no se ve. S·1n em IJargo, casI. todas las' personas -salvo alb'U nas que han hecho carrera universitaria llegando así t:lJ veza · d o-- pued en entender que con "el pinto va la for11l ' pensar d emaSI3 a d(' plato, que el tenedor es metal con su formn (o no e:. un tenedor), 43 C:UlTUIIA fOIlMA$ VIVAS ... NTI\O~OlOGIA y OTilA' TONTUI AS el/Jdro 5. ¿Cómo han de emenJer!>e c.'n e~le libro lo!- \:onccptoS de lcción ~0..:1,11 ~ acción? Pur .Jcción·, debe emender..c unl contluc\.l humanJ (hien con) ~i,ra en un hacer exrerno o Imerno, ya en un om\t1r o pennlllr SH:mpre que el !>u}t'ro o 1m su¡eros de la aCL'ión el/lace" a, el~a un se1ltulo ~ub,el1"o. La ~a.coÓn ~()I.:131., por IJI1IO, e~ l~na ~¡,;clon en donde el -.el1lido mentJdo por su '>Ulcto o ~uJeto~ c.'~ta rel~cn(~; la (ondw,:ta de otros, orienrJnJo!>C por é~t,l en su de~rro o e er \"J84 11"122): S). b La acción y la :lcción ,>ociJ.l. ,11 e,>tar enla7.ldJ.~ a un se"tido~l/b­ l'ril'O r 3rte del ~Uleto tlue la\ reahz.a, no pueden ~e'>CrI Ine !>l~ti¡,;ien~ne~te por medio de un relatO de eom(JOrt¡¡nllet'IOS eXlernm Cllalllll1Cra que 'oC,l la menCión de un \ulelO ,lI:erca del ..enddo !>l;blell\'O de !>u a":..:Ión, e'3 menCión hJ de :->er lomJ~a en ~onsl crlóón de 31gun.l manera t:n 1.\ de...:npClón de esa l¡,;clón lile mo 'cuando e\e sennJo mentado por el SUJeto no \e corre\Pon~e en ab\oluto con la mterprel:lCIÓn que no!>orros, corno obscn a ores, uariJmo!> de ellJ, En esle libro em:ontr3rJ!> I.lmbicn a ~llelludo lo~ conc~plm de prJctiCJ \' dc práctic.1 ~(l..:ia1. P,uala final1Jad expO~It1V3 de ~~~e . hbro pl1eJe~ con!>iderar que "JC~IÓn~, ~pr,1cm:a,'" .. acción ~ocla .) ~ rá~rica ,,()(i31~ 'iOn ~inónimO!>. En clencia\ !>C.KIJle!>, lo~ COI~CJ:IO~ ~e Jcción " de Jcción ~ocial pueden J.plicaN: 3 Sll¡etOJ ~t'lm/ 05 como tipos, deCir, ~u]eto5 Jeñll1dos por el u~rvador_con;o Id~JS de .lgCIIles. Así \\'eher puede bablar de la at:..:lo~ del ~dll0~ e~1 a· como un upo dJ."iticJtoTlo. )' no !>ólo Je un ltenor feu a CIlnr..relO. los ({)nccptoS de pr;Ínica\- de práctica s()(lal !>C.. usan habllualmen"te para hablar de \:¡~ ¡¡eC/(mes)' de l'¡$ aenO"es $OC/.I/es empre¡Jld3s. en concrelO. por agentc\ con..:retOl~, en ~lru3clones \lXla C~ cOncrel.l!>, La diferem:IJ e~ ImportJ.nlc para n~»otr.o!>. porquc. permite dennir b el1logr,¡fiil como una de,cnpClon e dnlerr~el~c, ó n de _r.kticas 5illl.ldas. En IOdo CJ.\O. lo!> concepto!>, e prJ.cn~~ de ;r3crica !>oci:i1 ¡",plie.m J los concepms Je JCClon )' de JCuon !>C.Klal. _. dctill1ción de Mol'. Weber restringe 1m conceplO~dde ¡¡CClon >,. ¡:cr3 , ¡ mante1l1cn () ..:on~lan .. de acción ..oclal a 10\ ~eres IUmJnos; pt!ru,. d ,. _ 1 ' I ti re\1O del contenido de la dehmClÓn. nadJ Inlpl e 3T 1Car\'~,~i I~. miembrO!> de cualquier orra e"pene \1 lo~ hallazp,o, Je la In g cI6n lo acome]an. es r 44 -lu e cuando hahlo contigo mi VOl viaJa por el aire que se mueve con la fMm.1 que 10 unpuban milt pulmone~, mi lannge, nn lengua )' mI'> \arios. En fin. que toda!> e\[:l~ co~, n~iblelt o no, son a un tiempo co~a~ ~' ¡O flll:t~, o no son nada que en e~te punto no\ Impone. Por IIln~ible!> que plrelcan, las rebl:l.ones 50..:Ialcs con las forma~ que tolllan facultan J lo~ TIld1Vldllo~ p:lra ganar a 1,1 JI/ve (o para perder. c\;lro e!>tá, como Je he..:ho sucedió en ese p.1frido); para hacer harem que flotan y a~"i()­ n~ que vuelan; pJ.ra firmar la paz. }' para dedar:tr 1.1 guerr:l. Para e~o no~ taclllr.11l nue!>tra</ relacl()ne~ soclal~ con ~IIS formalt; en definitiva. para (3~1 todo lo que como <;eres humano!> !>omo!> cap3ces de llevar a la pdcti¡;a. Mirar haoa un cuerpu en aCCión con otros elleP'/"J()s es empelar 3 .¡preciar las forma .. de la~ rdaClones. Enfield nos 1.0 emeñJ. de este modo: I:uando lo~ hablallle~ de bo h:lblall de relacIones entre padre.. e hIJOS, mueven ~us dedo\ h:tda J.Tflba y haci3 abaJO; cuando h3blan de relJclones entre p,lTlcntes mayores y menore!>. danz,lI1 con su .. mano.. \ltu;Índololt en el aire dc su ge~lO; y así con otra .. relacIOnes y ~u\ re\pc.:mas form.)!>'·; di,lgrama!> :1Cti\'05, geslO.. , que dibu¡an con el cuerpo un conjunto de relacione\ que \610 es Il1\'isiblc para qlllen nada entiende de ellas. Con b';¡Izadm; desnudos. EslN1ctO plíblico, comtmíeación }' Ilprend' ..llje Soel.,/ úm1l10 por una playa en un día de verano. Ha)" hombrc~ y mUieres de'>Cans3ndo. Reposan en ~us rumb(}n3~. Los que llegan se preparan p.tra el dia, despliegan su~ toalla~. se dc,nudan h3sta qued:lr en bañador. Algunos leen, Otro,> !-Implemente dormllan al sol. Un grupo de lúvene.., luega con un b,llón, }' en la onlla del mar dos niflO" 111U\' pcqueflO!>. completamente de~nudos, lueg.ll1 I:on su~ palit.ls cn la arena. \lguna\ de la~ mUieres tumbada~ en la arena llevan desnudo el pecho, Pt"ro tod3!> mamíenen la prenda inferl.or del biquini. Todos l.o!> \'arogcs .. dulto~ lIe"an puesto el bañador. Yo \igo camll\3Jldo, alej:indome de la entrada pnnClpal a la pbva. )' con ello de su ZOll3 m:is poblada. Después de caminar unos ochociento~ merro~ veo una mUler rendid3 en su toalil, cumpletamente desnuda; a ~u .1Irededor, algunas pcr~onas tom:1Il el sol en bailador r otra!>. com.o c~a famili3 que Jueg3 a la.. C3rra, baJO ~u !>ombrilla, e~t;Ín también desnudas, tn mi caminO, bordeando el agu,l, me cruzo con per~ona~ que van de aquí para all.1, alguna.s lIe\'an pue~to el b3ilador, otra~ no; pero conforme avanzo \'0\" n.otando que en b pla11i. [nlidd, 2.(I()~, 45 CULTURA ANTROPOlOGIA y OTRA~ TONTERIA~ ya ya casi no hay gente en bailador. Decido desnudarme. Por la t:lrde, en el hotel bajo al e~p:i . Es mi primer día. Uevo mi bañador y m1 toa~ lla. En el interior de esa sauna finlandesa las tres personas eSr::ll1 desnudas. Me desnudo y romo una sauna. En un espacio 31eclaño, sep:lrado por una mampara con motivos tropicales, se encuentra I~ piscil.la. ~n ella rodas llevan puesto el bañador. Yo también debo vestlrme SI qUIero darme lJIl bano. _ Este trajín de prendas nos enseña los componentes de la culrur:l. Un espacio público, la pbya con su geme¡ un COI/jI/lito de reglas con las que los personas dan forma a su convivenci:l, a su vida en sociedad; un CO¡¡;llI1tO de acciolles para poner en juego tales reglas, de maneras diversas. Vestirse o no en esa playa, en ese horel, es acción reglada, aunque como veremos a continuación lo es de diversas maneras. Eso significa que es también acción convenida entre seres humanos: acción corwendona!. y en este aspecro se encierra el mayor misterio de la cultura. La cl/ltllra es col/venciÓn. Las personas de esa playa y de ese hotel pueden esgrimir razones para vestirse o desnudarse, justificar. sus respecd~os comportamientos bas:índose en juicios morales o esténcos; pueden Incluso aludir a cnusas, defendiendo con ello un supuesto orden natural (llevar un bañador en una sauna finlandesa puede interpretarse como algo ami higiénico que, en consecuencia, debe ser evitado). Sin embargo, yo he estado en saunas finl:mdesas compartidas por hom?res y mujeres en las que todos llevan puesta una prenda. Puede dec1 rse, pues, que estas reglas que constituyen la cultura son irreductiblememe históricas, silU:lcionnles, convenciOnales. SOI1 como son, donde y cuando lo son, porque así parecen haberlo estipulado o acepl:ldo quienes las ponen en juego. El reSrD.ur:mte del hotel est:l decorado con viejas fotografías de 19J O. En esa misma plaY:l, bs personas -incluso los niúos- llevaban apararosas prendas que las cubrían casi por completO, pololos que hoy nos hacen sonreír. En las fotos de 1950, el cuerpo aparece mucho más descubierto, pero nadie reposa desnudo. Y hoy, b mujer que toma el sol desnudn en 1::1 zona nudista hn quedndo a las cinco, unos metros m:is :lUá, con unas amigas que prefieren desnudar solamente sus pechos. En esa situación, elln también se viste parcialmente. . Al estar hecha de reglas, b culturn est:l hecha de convenC10nes para vivir juntos. De ahí que los antropólogos siempre h"ya:nos visto un aire de familia entre la culturo con sus reglas y ellenguale con las suyas. Porque del mismo modo que en el lenguaje se encierra ~I misterio de la convención, éste también se encierra en 1.1 cultura. SI he de 46 fORMAS VIVAS habllr comigo y si has de entenderme, he de usar palabras comunes p:r.rn ti y p::rra mí: llamar «mesa" a ese objeto con cuatro patas donde ~ apoyan cosas. Sigo así la convención de nuestro idioma que asocia, pOrque sí,.n una cosa con la otra. Pero si l~nblas inglés. y yo lo hablo, he de deCIr «table". No rengo arra remed10. Nuesrra relaCIón repOSa en esaS reglas, }' la cOllstruimos n rravés de ella~ cad:t vez. que nos comun icamos. Y :lsí llegamos a un segundo aspt!cto que :lcompañn a la cultura. ruestO que la culttlta es un conjunto de reglas en acción, reglas que nos permHen jugar jumas a algún luego social y vincularnos los lIllOS con los otros de alguna forma, la cu ltura implica también siempre cQmllllicaúóll. lmplica siempre una relación comunicativa entre personas. Ese conjuntO de reglas no perrenece estrictnmenre a ningún individuo parriculnr. Se recrea y cobrn vida en el espacio público que comp:lrten las per<;onas, se realiZa en su comunicación. Las reglas que constrtuyen la cultura, como la palabra .. mesa", no son de nadie en concrero. Exi<;ten par;\ ser puestas en juego en relaciones sociales. Pudiera suceder que una mañana de fines de verano un hombre ~ol o, desnudo, se encuemre en eS:l playa. Nosotros no estamos. Él esd solo. Parece que rodo en esta acción es materia privada. Sin embargo, si se trata de un ser humano, sobre su desnudez gravitará siempre un espacio público. No puede ser dc Otra rnaneT<l. Para entenderlo basta con viaiar en el tiempo de su biografía. Como yo mismo me he desnudado al avanzar hacia la zonn nudist:.l de la playa, él también lo habrá hecho al avanzar en el camino de su vida. Habrá aprendido a desnudarse en la playa, sabrá dónde y cuándo es pertinente desnudarse; }' no lo had sin tener siempre presente nlgulla regla. Cuerpo biológico, ese hombre nnció, como todos, desnudo. Hoy sigue siendo un cuerpo desnudo l pero ra revestido inevimblemcnte con la piel invisible de la cultura l9 :JulltO Con los aspectos de la cOllvellciólI y la comlmicacióll, se nos alumbra aquí un tercer aspecto. Esos conjltntos de reglas que llamamos culrunl 19. Al ¡eereSla.'; IIne¡¡s, Nuria Fern;Ímlez Moreno me ha r~proc:hado con ra1.6n dilO kakrm~ ad~nrrado IJh¡~ ~n la compl~jJ relación entre llatural~7.3)" culturo. Puedes ellconlrar un rcciellle t'!ifu~I7.o de reflexión rCIIO\·~da sobre ~'I(' asumo en 1m, le"lu~ cuordillo1dos pOr Pedru Tomé (2009).l.:is palabrdS d~l I:OllleniJrio de Nurin son lan sugerentes que no (fU' relisto a reprodUCirlas aquí. aunque sólo o;c:;¡ par;¡ dar que penSo1r: .Mlentras unos kumanos (hahlfualmellle ~csndo.,) buS-\:;m ; r .. ¡\lndi,:an ~.';paclo, p~rJ poder d<!l;nud~nc, ~rros \·i~len ). adere7.an a los Illllm.l[e, (las tlend:u; de :lI1l1lules cxhinen un buen c><:olparaH' e ~Sl<l rop,m). Esto llene una larga rra}'e<:rona hlSlórica SI recllerti.a.§ b iconografía co. 10lllal d~ chimpJl1c& vcsr¡do;; de colol1,~ks, 10< lIIui'tCCO, aulómat;¡s (1Il0no~ Vt,tido~) Je fine.. del XVIII. la ~térkJ circen<~ con ~us o~·h"¡!.lTlIl;¡)_. 47 CVI JUliA ANT~O~OlOC;IA y OJ~"S TONTEIIIAS 11llpliCln rambicn ,) I~u na clase de ilPrendiuie soci.:ll. Par;¡ \"!\"Ir JuntO~ los sere.. humano.. ponen en Juego reglas y, al hacerlo, I;¡s en..el'l.ln y la .. .Jprendcn lo.. u n o~ de 1050 otros, lo.'> unos con los mro.., \" con ello Ia~ m..:orporan . .\1lra eso.. cuerpos del depone, mira la .'>ua\"~ mU.!K:ulaClÓn del ror ..o de lo~ nadadores. las mol e~ de los mu .. lo.. de 10'1 ,orred(lre .. d.e t:I~n merro.'>. la levedad de los Jmetes o de h!> l1Iña!> dl'" b gimnJ50i3 mmKa; mira el ,.dlo dl'" los labIOS de lo.. ~axofonistas. 1m problema.\ ~er\"l¡;ale .. de los vlohm .. tas; mira eso~ cuerpos diverso!>. re\·e .. ndos de Glltur.J. rdotlllados COIl la forma de cada deporte. de 'ad.l instrumento: conforn1.ldos a mlagen y semejanza de las regla~ pue~tas en pd,uc;¡ dur.lI1te decenas de hora~ de 'lprendlzale. Ll ..oledad e, aqui. un Incidente. Lo fundame ntal es la ¡;ompañí.l, la !o()cl~dad. Ahora e"Crlbo '>010 delante de la pantalb de mi ordenador, pero ..e que en mi cuerpo y en cada uno dc los obJctos que me rodean hay de,ell:1~ de miles de .lilaS de experiencia social. [ (tlddro 6. (\Jerpas ,eslldos de cultura ¡Gorer. 1949 i I ···I~e [rata del un,) ..:ulrur.l, en el \Cnlldo .:mtropológl"-o de b pabbra,' e .. det:lr, b .. pauta.. compartidas de compOrtJmlel1l0 .Jprendldo por mediO de 1.1.. cuales 110501 Impulsos biológiCO" fundament.lles. se rr Jmform.lI1 en ncce~idade~ .. ot:iale~ y en'uenrran ~~Jllfi":~Lión .1 travé<. de las mstiml:ione, ilpropi.lda .. . ~ue. ildel11.J\, definen lo permitido y lo prohibido (KK IOH). Para el argumento b.i~ico de etc libro. e~ta denlllclún e, apropl.1d.J; JUIH..jue hoy en di.l, a diferenCia de lo que ~ucedí.l en 1949. ~.lbemos que los proce~os que aquí sc denominan "Impul~o.. blOlógi..:os·· )' ··nel:esid,ldes sociales~ se form,1I1 en gran mcd ldauTl!tariamcnte (Ramírez Goil:Occhea, 2009). Por otra parte. habnJ que mauzar la expresión ~pall[a~ comparti. da,;." . cspe~lalmcnre clIando esta e\.preslón nos lleva a ,reer que la ulltur.l lon"l~te en paut,l'> compartidas homogéneamcTHc por todos l o~ mdlv idum de un grupo sOCIal. Como ~·eremos, la\ Plut,l' cultu r.l1" no necesitan ser (ni puedell ~er) ~compJrtiJa~~ e'l S/I tot<1ltd.;d para conformar cultura. 4" fOIll1AS VIVAS Pal.;hras muertas y palabrds [Iwas. Lel1glla,e y pr.ictic¡1 Mi paseo por la playa me ha ayudado.1 entender que lo.. ~cres humanos. en su .. csp;¡cio'i públicos. ponen en lue~o un ..:onunuo de reg!J.s. r-.;o hay en c\..I pla,·a. como puede haber en orras, una frontera c!J.ra .munclada con el cartel: ~entra usted en una zona nudi~ta •. En la nuyor parte de la.. '>Iruaóone!o cotidi.Jnas de la \ida no hay carteles de este tipo. Y. CU::l.ndo lo, h.JY, es perfectamente pOSible que no hagamo.. ca..o de ellos. E.. pred ~o por tatno .Klarar ~'a .JIgunos mJ.lll:e\ de la paJ.-¡bra •. regl::l.", que l;ln central resulta para nuesu:¡ definiCión de ··..:ultura··. DCClr que la cuhura es un conlunto de re~la~ no qUiere deCir que es un reglamento rígido de norma, compul~I\·;J.~. liJda\'Ía menos qUiere decir que la cultura se reduce .1 lo!. enllncl:1do~ hngüí .. tl(;Q~ de las reglas: .. Prohibido e\Cupir en el ~t1elo . «Prohibido fum.Jr ú ttevar el cigarro encendido·. Por favor, espere tra .. la \fnca roja·. ·.O..:upen el arcén,. "Es ohligatorlo fUI1l.lf· "A partir de e.. te pumo e.. d prohibidu usar h.lñ.ldor. ~ I empre que eX;J.nlll1al110S un conlunto ":lI.Jlqulera de regl.ls hemos de tener presenre que en ellas !oC enCierra una doble rcalidad. Por una parte, algunas de esas reglas encuentr.JII expre~lón hngüi!otica, como en I()~ ell'"mplos anteriores; por otr.l parte, algun.Js de es..1S regl.Js encuentran n presión pr.icrica. II1corpor.indo..e ala .JcClón. Y ,)sí.lilS reJ:l<Js de 1.1 wl(u rol se encuentran doblemente ",detenm,J¡Jdas. SI.' enClIe~1trilll j"Jeter· mi1lild.;s en cll.mto a su grado ,le explicitltd Imgliísticil )" se enclte1llr<Jn indetenllm.tJ..zs en {l/JlIto ¡J SI/ grado de correspo"dellcú¡ co" la .¡cció" Co" cretd. Cad::l. conlunto de reglas eXige una atenuón particular. de manera que en rebción con estas dos indetermll1allnne~ e.. Impo~ihle deCir de antemano que tr)(ús las regl.l~ de b cultura !>er.in de uno u otro modo. Pero en la diviSión entre e'-presión Ilngüi~ticJ y expr,csión pr.ktiC.J puedc encerrarse un engaño. A veces t.tI divlSlon e.. notoria porque b.l} r"I.Jlabras lIluertJS o .JhandonaJ.l'>, palahra!. en..:err;¡das en hotella~ o perdidas en bolsillos, como la cart,l de amor de un soldado caído en la b.uall;l: palahras inertes en tanto no haya nadie para rc~tlclt;¡r1as. Pero también hay palabras vi,'as, palahra!> que ~e di'cn y ~e escuchan. palahra.. en acción. Antc~ he paseado ~olo por esa pl.l)':l. :\hor.J VO} con dos amj ga~ que forman parte de un.l a ..oclaciÓn nl1di~ta muy a..:ti\"a. Esta .J ~ociaClÓn lIe\'a años IIltentanJo com'encer .1 1.1 gente d~ !.ts \"cnraJ.Js de la desnudez. Para dio han orgal1l7.Jdo cur..o... han puhhcado libros 49 CULTU~A. "'NT~OPOlOGIA r OT~A$ TONTERIAS y falleros, h?n puesro por escrito un con¡umo de Ideas que (orman así una IdeoJogla muy explíci.m. Al ak:lIlzar la zon:1 de la pby;.¡ en b que empez3.mos a ver a Jos primeros bañistas desnudos, una de ellas dICe: .A pamr de este pu~to está prohibido usar bañador». Se ve enseguida que ~stas p:1lobr~s, siendo una expresión !iugüísric::l son, también, una pr.ícoca,.una aCCión. M.i amiga las ha dicho por su boca, las ha lanzado como qUien lanza ~lI1a piedra al ólgua. Ha usado su cuerpo para decirlas. y con ello ha querido provocnr un efecto. En e~tas palabras vivas se aprecia una relación dHerenre entre expresión lingüística y expresión práctica. Yo sé que \'er esa frase escrita mUe~t3, abandonada quién sabe cuándo en un cartel de madera, no e~ lo mismo que eSCLIdl~rla de viva V07" Ambas expresiones lingüísticas inteman ".1over a la acción representándola en ellcnguaje. Pero la primera es anólllma, co~o ~o es cualqUier reglamento, )' se dirige a cualquiera qlle.p~se por alu; mientras que la segunda lleva el nombre de mi amiga y se dlflg(' concretamenre a mí: es una acción verbal que me provoca me c?l1voca. La Indeterminación en cuanto a la correspondencia de est~ acCI?11 v~rbal con la ~cción de desnudarse sigue en pie. Puede suceder que mi all11g01 prO~1LlnCle sus palabras sin efecto, y que ha<¡ta ellJ misma perJl1a~ezca vesllda tf:lS decirlas. Sin embargo, algo se moved en nuesrra soclcdad dc tres ~erson~s por el mero hecho de decirlas y escucharlas. ~abe.~~s que !:l distanCia entre I:l acción de desnudarse y la expresión hngUlstlca que la representa es Illucho Ill<lyor cU:lOdo las palabras están muertas. Es asf. 1\11 :tmiga, en cierro modo, se ha desnudado \'3 al decir sus palahras o va camino de hacerlo. . Sus pabbras, regb viva, culrura viva, transportan una idea de cómo hacer las COSas, y es una maravilla sin nombre el fenómeno de sus efectos sobr~ este micrOcosmos social quc formamos los tres. Es COS3 nuestra detenlllnar con nuestras O1cciones sucesivas qué reglas tnunbdn finalmente e~ el paseo. Esa expresión de cultura vi\'a es, en nuestras mallOS, IIn vehl~ulo para negociar, para jugar a dar forma culrural a este segmento de Vida. Podemos permanecer en silencio y desmidamos, como hell1o~ hecho ya muchas .otras veces; puedo bromear COIl mi amiga y mosrrarle -,.ortésmeme rru desagrado por lo que considero una coerción inadmiSible; podemos enzarzarnos en una discusión de justificaciones para nuestro comportamienroj puede que M01rr:l se desllude, pero no Pilar,}' que yo me qUite el bañ01dor, pero no la camisera (para no quemarme la esp~lda), y que unos)' otros hablemos de otras Cosas dejándonos hacer segun nuestro deseo. Pase lo que pase el universo del nudismo como interpretación del mundo, habrá cobrado vida entre nosotros e:l nuestras reglas de acción puestas en juego en ese espacio público. L~ semiremos 50 FORMAS I'II'A; coma opresor y ciego si es que nos vemos forzado~ contra nuestro deseo :1 considerarlo tina callsa final de nuestro comportamiento, por encima de nueStras voluntades personales; lo sentiremos como un recurso de conllll1icaci6n, productivo y creativo, si es que podemos incorporarlo a nuestra acción, moldeándolo con arreglo a nuestra voluntad y nuestra sensibilidad. Al moldearlo así, habremos moldeado t3mbién las relaciune~ sociales de nuestro espacio público!o. Habremos hecho sociedad de una forma concrera, habremos dado forma a nuestro microcQsmos socinl según nuestra forma de inrerpretar las reglas. La ¡lida es blallda. Matices ell el concepto de regla Mis blanda que la carne, fluidn como la sangre o C01110 el aire, la vida social se organiza a cada paso de ese paseo por la pl.!}a. Con él hemos llegado a una nueva formulación: 53. Culmm es el conjunto de reglas con cuyo uso las personas dan forma a su acción social Esta formulación entraña un riesgo que ya he :lnricipado y sobre el que ahora vuelvo a insistir: ¿cómo puede la blandura de la vida referirse con l:l noción de regla? La Real Academia nos alumbra. "Regla» es, en su primera acepción, el .. instrumento de m:idera, met:ll 11 otra mareri<l rígida, por lo común de poco grueso y de fib>ura rectangul:lr, que sirve pnncipalmeme para tr3Z3r líneas rectas, o para medir la distancia entre dos puntos». Y en su acepción octava: "pauta de !:l escrirura~. Rara vez IlOS seni de utilidad para entender la culruf:l imaginu la regla en el primer sentido. Pocas cOSas son rect:lS o rígidas o poco grues:ls en el camino de la vida. Pocas cosas son regulares como un rectángulo de bordes limpios. Prmcipalmente, la culrura es regla en el sentido de palita. También esta acepción represenra una cosa que rara el papel, pero incorpora COI1 mayor claridad la idea de modelo; un modelo para orie/ltar la acción. Esa acción, como el traz3do de la escrirura con la mano, es sinuos:l, pero no caótica, configum un estilo, tiende n la 'rectitud de un parrón, pero acaso nunca llega a cumplirlo del roda. Y es escrimf:l, movimiento pautado de la mano, porque lie ordena en el acta de su lO. Nige! Rapporl ha escogido C;t;! expresión Ill~gnific~ del annopólogo '\tichnel Jackson para formular escuer.llllente ~Sla \'i~ión de 1:¡,:u]IUf3:.un v~hkulo de Vida mrer· ~lIhlCtiva., ¡>ero no ,u fundmncllIo o su ~ausa final_. Ellexto de Nigel Rapporr es .'Culture l.'> no Excur.e'. CrilÍquing Multitulrurnl f',semialism ,md l<:k·mifying rhe Anthropological Com:reu:_ (1003: .HU). El de Jackson C~ Tlle Po!¡/ics of S/(J'ytl'lImg. \ ID/el/ce. 'Ir,msgrc$· S/Oll omd IlIur>ub¡l!Ctllliry (2001). 51 CULTURA. ANTROPOLOGIA y OTRAS rONTE",IA~ marenalización, paso a paso, como en un paseo por la playa, lIlvocando a los otros, quienes la convertirán en lecrura. Esta formulación de la idcil de culrura como conjunto de reglas se da a condición de que se cnrienda que el grado de obligación implicado en la palabra .. regla» es muy variable. Hay regl:ls escritas para el obligado cumplimiento, que transportan una larga hi~toria instirucional y mile~ de homs de trabajo colectivo, C0l110 las leyes sancionadas por un parlamento; hay reglamentos menos universales, con los que se preten~ de dar forma a la acción de determinados grupos o pautar determinadas actividades, como el reglamento de las comunidades de vecinos o el de la Federación lmernacional de Fútbol; bay regl::!s poco explícitas que sin embargo poseen una enorme eficacia práctica y capacidad para modelar el comportamiento público, como las reglas gramaticales del habla; y otras reglas táciras que permiten un amplio margen de maniobra, como las de la ¡;ortesía voluntaria en las actuales sociedades urbana~. Sea como sea, por muy dura que sea una regla siempre puede ser ignorada en la práctica; y, por muy blanda que parezca, siempre puede traducirse en acción concreta. Si es que una regla es regla, lo es solamente porque es illlerpretatla en el ~entido escénico de la palabra. Toda regla ofrece así, en :.u propia indeterminación, un margen para la improvisación r eventualmente para la transgresión. Toda regla puede ser ignorada o, como ha ltldicado Roger Keesing, somerida al capricho del intérprete21. Además, y esto es lo m:'ís importante, puesto que las reglas sólo terminan de tener existencia al ser puest.:¡s en práctica por agentes que las mterpretan, no p:J.rece adecuado fijar en ellas la referencia úlrima imaginando a las persona~ moverse a Sil alrededor con una mayor o menor desviación en rel::lci6n con el modelo que establecen. Es mucho mis adecuado invertir esa imagen y pensar que son las reglas las que dependen de quienes las interpretan. Desde est:l perspecriva, transgredir una regla, Ignorar una regla, someter una regb al capricho del intérprete, seguir una regkl, enrre arras posibilidades, sólo son variantes del proceso por el que las reglas 5011 C01lS1itllicúlS ell el curso tle la acciólI social. Es verdad que algunas reglas, como las leyes escrirns de un código civil, ofrecen la apariencia de referencias fijas; }' que algunas oaas, impuestas por medio de una violencia inmediala, limiran pr:.ícricarnenre por completo la capacidad de interpretación e improvisación de una parte de los :J.gemes. Pero, al decir que estas normas compulsivas ofrecen esa apariel/cia, pretendo seilalar que, vistas en proceso, incluso esras reglas son 2.1. fORMAS VIVAS rn realidad reglas fijadas por ~lgún a~e~He ~ocial concte~o p~r medio de - . as de insrituciona[¡7.aclón, obJetivaCIón o formalizaCIón. Cuanto pracuc . é' I • fi·adas se encuentran !as reglas del juego socia! más aSlln trlca es a mas J '1 por parte · 'bUclón del poder de construcción de ¡a rea ¡'d I a d 50(1::1 dlstn d 'd o, de los diversos :J.gentes: unos rienen un po cr mas eClSIVO que otros (véase el cuadro 3). Pero siempre h.emos de t,ener en cuenta que las ,¡ s son sOll1ctiblcs a tranSfOfl1l::lClOn por o/g/m agellte cOllcre/o, pues reg U ., fi . . E 1 , p,e hay ,¡guien que con su acclon les con ere eXIstenCIa. n toc::t Slc m l ' . ' .." regla hay, pues,.lIla dlmenslOn conS[1rut!va-. Así podemos enunciar una condición del concepro de r,eg~a que se traslad a amomáticamenre al concepto de cultura. No hay practIco SOCial . /1 regla [Jera 110 hay regla que pJleda predecir, de l/l/a vez por todas, , . I d cóm o será I/lIa práctica. Conocer las regbs es esencIa para compren er ~I !J, acción concreta, pero sin acción concreta roda regb es puro ~apel , do Esto condición es ciena1llenre inquietante para ese conjunto mop . . 'fi de personas que, como los anrropólogos, nos llamamos «Clellt1 cos soCI::lles". Las reglas de la cultura no son reglas de medir. Ni apelar a b ciencia cambiará esta circunstancia dr la vida, ni rechazar el conceptO de regla, y con él el com;epto de cultura, hará más cienrí~co nuesrro punto de vista. La vida es bl::lnda. La a~tro~ología como CIenCia de la vid::l social también lo es. Nos queda la lllqUlerud. Como animal cultural cualquier ser humano es un experto en reg!a~. Por ejemplo, ponemos en pdcrica complejos conjulHos de [egl~s especialmente preparauos para saltarse otras reglas, C0l110 la ley del SIlencio de la mafia. A veces jugamos siguiendo reglas, como cuando nos movemos en la cancha de baloncesto o en la mesa de Navidad; y a veces Jugamos con las reglas, recomponiéJ1dola~, q\lebrantándohl~ a voluntad, divirtiéndonos con ellas, como cuando los niiios inventan desde ahora otra forma del juego: "ahora soy la princesa y tú el rey". . . Las reglas que incorporamos ell fa acciólI COI/creta funCIonan C0l110 tácticas que han de ser útiles en las distancias cortas. El ~oxeador en, el r;/lg tiene que responder al otro, El otrO est3 ahí, ulnledlatnmenre ..Sus cuerpos son escenarios de reglas: golpe bajo, golpe en el codo. Bmkm entrenados para ese baile de violencia reglada, que no es un vals ni un Tilngo. Boxean lúel1 cuando SOI1 comperentes en la táctica, cu~ndo pO,nen en juego reglas largamenre aprendidas en el aquí y al.lOra, JustO alli, cuando hacen falta, adaptáIldola~ a cada finta del contrano, a cada amago. Son buenos boxeadores porque saben cómo verter todo ese riempo 22. U~:I explicación de este concepto de cOll5tirnción, "pb""do D I~ noc,ón dI' convención, puede encontrarse.' en MailloUJI:. 2003. Keesing, 191:l2. 52 53 CUlTU~A ANTROPOlOGIA ~ OT~A5 TONTERIAS Cuadro 7. Reglas, pautas 1. Kroeber y Kluckhohn (1952) inspirándose en Charles A. ElIwood (1944) T La culrura consisre en pamas de y para el comportamienro adquiridas y rrammiridas por medio de símbolos, que constituyen los logros distintivos de los grupos humanos, y que incluyen sus mcorporaciones en artefactos. El núcleo esencial de la cultura consiste en ideas rr3dicionales [= históricamente derivadas y seleccionad3s] y especialmente en los valores que se les asocian (KK 66). [1. Kluckhollll y Kelly, 1945 i Por culrur:l entendemos todos los diseños creados hisróricamcme para vivir, explícitOs e implícitos, racionales, irmcionólles y no mcionales, qlle existen en un tiempo concreto como guías potenciales para el comportamienro de los hombres (KK 97). 111. Gillin y Gillin, 1942 t L1S costumbres, tradiciones, acritudes, ideas, y símbolos que gobiernan el comportamiento social mucsrran una gran variedad. Cada grupo, cada sociedad tiene un conjunto de pautas de comportamiento (explíciras e implícitas) que son mas o menos comunes a sus miembros, que pasan de generación en generación, son cnseiiadas a los niños, y están permanentemente expuestas al cambio. A estas pautas comunes 1.1s denominamos cultufól (KK 96). Las definiciones I y I1 son impecables, y muy especialmente el comentario en la definición de 11: «existen en un tiempo concreto como guías potellcü¡{es". Este comentario contraSTa con el punto de visrn más determinista, y por tamo inadecuado de la definición [1[: "Las costumbres [... ] que gobiernal¡ el comportamiento". Las costumbres l/O gobiernan ttada. En todo caso son las personas las que usan las costumbres para gobernar su comportamiento. 54 fORMAS VIVAS de aprendizaje en el instante preciso d~ su gesto. Del entrenador se espera OtTO saber, otm competencia, él es el re~ponsable de b. teoría. En su caso las reglas funcionan más bien como estrategias. Nada impedirá que, en e/ momento de emrenar a sus l11uch3chos, su ll1agi~terio se ejerza rnmbién tácticamente, aprovechando el ejemplo apropiado para la ocasión. Pero su actividad como enrrenador, y no como boxeador, Jcmallda de él un plan de acción más absrT:lcto, O sea menos dependienre de cada situación concreta, un programa de peleas adecuado P,lT:1 la Glrrera de sus pL4:Jilos; y, para cada pelea, Ulla teoría gCl1cml acerca del conuario, de su esrilo previsible de lucha, sus forwlezas r sus defectos. Cllerpo y nlrna. Reglas en estado práctico En la primera secuencia de 13 película Closer, una mujer norte3mcricana (N en ali e Portman) es atropellad:! al ir a cruz.ar b c:l lle. Ln dmara ofrece t!nronces un plano cenital t'll el que, al Iado del cuerpo tendido, puede leer~e una inscripción pintada el1 la calzada que rccuerd:! al peatón que debe mirar a la derecha antes de cruz:lT. Es la manera de decirnos que la acción transcurrirá en Londres, donde los coches circulan por la izquierda. Cuando uno ha crecido allí o se ha habituado 10 suficiente a esa regl'3 del tráfico, su cuerpo se vuelve intuiTivamente hacia el lugar adecuado. El cuerpo sabe hacia dónde mirar sin llecesidad de recordarlo conscientemente cada \'ez que cruza la calle. La regla correspondiente está escrita en el código de la CIrculación, pero, con la practica, ha quedado mscrira en los cuerpos de las personas. Es /(110 regla ell estado práctico. De esta manera la noción de regla, y con ella la lloción de cu lntra, desafía nuestra división de la re:llidad en materia}' espíritu, cucrpo y alma. Ambas esferas aparecen fundidas en la acción de pOller el! práctica ulla regla, ambas son esferas Inscparables. El alma esta en el cuerpo tanto como el cuerpo está en el alm'I'~J. Joseph Conrad lo dilO de Otra manera en su novela Bajo /(/ mirada de Occidente: .. La vidól tiene forma. Tiene una forma plástica y un determinado aspecto intelectual. Los concepros más idealistas de amor y tolerancia rienen que estar recubiertos de carne, por decirlo así, para ser comprensibles"H. Esto lo saben muy bien los músicos. Para cllos [:! música es un saber vivo, cOllocimienro hecho sonido. Cuando tocrtn sus instrumentos sus Ctlcrpos se funden con el sonido, ~e prolongan en los afCOS y las cuerdas de sus violines, en los mazos y los pDrches de los [imbales. Entonces el 23. John~on, 1991. 14. Conrad, 19114[1911[, 107. 55 Cllddro 8. Por una parle I Por otr.) p<lrt~ Ellwuod, 19 P 1 I lL.~. ~ulrur.1 lI~clu)'eJ. por .una p.me, 1.1 rOt.llidad de la civdi~au~m nt;lten~1 del homhr~. las hcrramienra~. 1.1~ arma~. el ;.c~ndo, 1,1 ,1\ ¡Cnd.l. las m.lqum.¡~. c inclu ..o los ~i .. tema~ d~ I,n ~str1.ai }:' por otra parle, toda la ci\'iliza¡;¡{1Il no Illalerial o e'iplntua , \;omo ellenguajc, la liter.ltura. d ane, la reh ión el ritual, la momhd.ld.1a I~y. y el gohierno (I-.:K 159). g • E~pero que ~s~e libro te wn\'cnza d~ la e~lcrilidad de e .. te dualismo que sltua~ en 111~<1 l>.Jrte. la -Civil ización material" \' el! ~:aíu /I~rre. 1.1 ~cmlilaclOn no material o c.,p¡ritual •. Los capio.. .) y ti de este libro ..e dcdican íntegramente a poner c~te dualismo en cuc\t1Ón. univcr .. od mu~If.:.l[ . i . cobra \ ida en una especial! . l 1,·'U concreta d e I cuerpo de ml~rpretar con el aire de ~u~ ~ullllones, ) adaptan .. ti ~J\tellla respiratorio}' vocal coordlll.indolo o Il!- monmlemos de ~us dedos; lo~ plam\ta\ malllpul.1n un tccbdo que ~n ~lI misma dlspo~lción {hiel, recoge la relación a..cendente \ des~en ente de J.lS notas. La... recias hlanca... ;1\'anl..1I1 en un (amblO de 'ton~' as ~egra.s permiten caminar por .. emltono~. Para un \'iohm ..ta a'>Cende; en a e\l.:al.~ slgmfica 3<:ercar 1.1 ma~o .11 <:uerpo¡ par.l un (on~rabali.'>ta, h.lla~a hau.l el suelo; p;lra un plal1lSta. de\plal.;lrla h.Jel •• l.l derer.:ha El ~om .o orgafllz.1do de la músir.:a. e..e ~onido con forma cultural depc~de e ~so~ cllerpo~ {o,:"",dos para la lIlt~rprcr.lClón, para el m~\'lIm('nto precJ~O. No ha}' musu.:a .. 111 cuerpo, 111 regla, ni cultura. ~ue mo e a eI.llre. al poner ~n juego UlM fOfma concreta as r~gla\ de la ejeCución. Lo~ trompemt.1S crean 'anido d Una l'uelta de tucrCd. CIl/lum como dcscripczim Ahora e"amo\ en dispoMción de girar nue~tra mano (on calnl.l par.l ajustar un poco más el conceptO de cultura. De aquí vemmos: S3. Cultur.1 e, el conjunto de re¡!las con cuyo u\o las person,1" dan torma a ~u .lccidn \O{;;al 56 y ~.\ll10.'> haCia 3quf: S4. Cultura e.. un3 descrlpcióll. hecha por alguien. del ,0nt untO de regla .. con cuyo mo Ia~ persona~ d,lO forma :1 su acción social Ha) aquí dos niveles de exi~tcnciJ de la l.:ultur3. En el primer nivel (S3).I.1 culrur3 existe como conluntO de reglJ.S Il1terpret:ldas, pucsta~ ('n prjctil.: a en la úda social. En e ..te nivel, los imérpretes son IO~~fe~ 1m· ¡nanO' que \'i\'e8 su vida y que han aprendido.l vi\'lrla. Son 1m, pcr~ona,> que Ilor:m II ríen en un velatorio, que se visten o !oC dc~nudan en una pl.1ya. que dicen: ,·de.. núdate I;h per..on3S que nuran a la izquierd:a o ;1 b derech:a I.:uando Cfuzan una calle; la .. que .1,<3nzan en el Cl': .. ped p.lr:a del:ar :al contrincante en fuera de juego. Tod.u. e\35 per..onas :actúan con regl:a~ ...on :agenres de cultura. En el segundo nivel (S4), la cultura eXI~te como descripción mj~ () meno~ precis:a de esa~ reglas en a¡;ciÓn. bte -,egundo ll1\'el Illcorpora una rdlexión sobre lo que 1.1.. per... ona~ h:acen al \i\'lf su vida, una mir3da exterior o distanciad.l. En e ..te nivel. clllltérprcte e~ qUien se detiene :a nur.1r lo que 1.1 gente hace. :1 e~lI(har lo que dice; el que rctlexion:a ..obre lo que ,'e)' lo que oye y. como consecuenci3 de dio. ~xtr..1e un.l ide", un modelo o una teoria al.:crC:1 de la forilla que cobra. a \u ... ojo~. M ; e~c mundo ,>ocial. Lo.. antropólogm no somm lo!> úmcoS que reflexumamo\ sobre 1.1 \'id.l social, pero trahaj:\lno~ e"peC1:alil.ldalllelHe en ello. Inve,ugalllo~ 1.1.'> dl~ers.1.!> form.l!> que cobr:a 1,\ vida ,ocia!' En pruner lug:ar. lIuent:a mo~ elHcnder cómo e\ un.l furma de \'id.l \oual --d~ la ¡m!>m:a lllJ.ner;1 que un an.Homist:a mtenta entcnd~r c<Ímo e~ el cuerpo de UIl 'lllllllal, o la forma} c\trtlctura de cllJlqlller:a de "U\ órg;lIlo~. En ~egulldn lugar. IIltcntamm comprender 13!> rel..1r.:ionn que 1m difercnl~'> componentc\ de e.. 3 fotll\.J mantienen entre "í par.l mo!>rrar .. u~ l.:ondKiones de eXI"tencia, cómo hillleg.uio il ser lo que cs. ¿Puede la cn!>i, económICa de un club de fúthol. }' su Illtcrprel.IClún por parle de Ull.l direcri\'!\, entrar cn relación con el diseilo de t.icllCas dcfe¡bi\'a~ p,Jfa am:aTrar re!>ullado!> míIlIm..1mente hlleno~? ¿Puede un mmlmiento politicu de indepcndenciJ. naclonJ.1 enrrar en relanón con el de~.urono de la\ '>CCClOne~ ritmlCa" de e~a .. complhlci()Jle\ lllu...Ir.:.Ilc.. llamad:a~ - hinlllo\·? ¿Son fazon.lhlc~ e~t.l" relaCione .. e11lre íenúmeno~ o ,on mero" d~,-.lIleo!> Sltl ~ntid()? Como el .111aromlst,1, el anlropóllll};o b1l\ca de~crihlr la .. forma ... de e .. to .. (¡rganu.. \ocia1c' y comprender la' rcl.Klones que m:mllencn entre si. P.ua ello h.l dI;" llurarlm. e'>Cucharlo\. ~nllrlo .. y .lnalizarlu, de~c "lI pcr~pccn\a exteriur. p CUl TUllA ANTROPOlOGIA y OTRAS TONTEIIIAS Sin embargo, todos los seres humanos (no sólo los antropólogo!» estan capacitados de un modo u otro para !>ituarsc en cualquiera de esto~ dos niveles (S] y S4). Todos 10<; !>cres humanos son sin duda agcn· res de culrura, d:l.Il forma a !>u vida so..:ial (S3). y cualquier ~er huma· no puede adoptar una posición reflexiva sobre In vida social (propia o ajena), y construir con ello un modelo de ese mundo (§4). En relación COI1 el concepro de culruT3: cualquier ser humano es ageme interno y puede ser también observador}" analista e'l.terno. Harold Gilrfinkel planteó resueltamente esra idea. Si bien es cierto que los nnrropólogos, en colaboración con otros científicos sociales, estan especializados en analizar con sus mérodos las formas de la vida social, todos los seres humanos, en cualquier pnrte, explonln la vida social-particubrmeme la suya propia- siguiendo sus propios métodos y recursos lógicos. En este semido. cualquier ser humano puede ser un metodólogo capaz de mirnr, escuchar, semir y an:lliz:lr l:J. vida sociajl j • Pero las diferencias entre cU:l.lquier 'ser humano y el a.nrropólogo son destacables. Cunndo tienes un dolor imemas h3certe UI13 Imagen de tu cuerpo y su funcioll:lll1icnro, pero el cOl1ocimienro que pones en juego y el método p:lra diagnosticar el órgano de la afección difieren mucho, o al menos es lo que esperas, del conocimiento y t:l método que pone en practica UI1 médico, ex perro en nnaromía. Una imtimción human:l lbmada ciencia, con sus exigencias de raciollalidad y demostración pública, y con sus il1~trull1enros especi:lles par::! mirar, escuchar. sel1tir y analizar, di~tingue al anatomista. Así r:l.mbién sucede. o esperamOs que suceda. cuando se trata del :tntropólogo. El abismo de /a c/llrl/ra f...lirala figura 1 }' detente un momento en cUn. Esr:l.n ::!hí dispuei>tos dos planos de existencia de la culTUra. El pl;mo de las descripciones (o mode· los o teorías) (S4) es una proyecóón, como una sombra o un reflejo, del plano de las reglas COI1 bs que las pcr~onas dan forma a su acción social (S3). Siempre que la culUlra existe como descripciólI es porque pn~vj¡]· mente existe alguna forma de practiCl social a la que ,lquélla se refiere. Estos dos planos de existen.:ia pueden multiplicarse sin fin, como cU:lndo mir:ls en un espejo Siru:ldo frente: a rus ojos j¡J imagen que refleja ru cabeza en un espejo siruado a rus espaldas: una imagen replicada, rebotada una> otra \'cz enrre Jos dos espejos. El morivo es que Ia~ descripciones (o modelos o teorías) deben ser hecha~, fabricad.l5 por 25. C;~rlil1kel. 1967. 5R FO~MAS VIVAS 14 Cultura es una descripción. hecha por alguien. dd COlllunro de reglas con cuyo l1SU la~ p<:rS(1Il3S dan forma 3 su :lCción ~(lCial S3 Cuhura es el conjunto de reglas con cuyo uso las pcrsol1ns d:m forma [\ su ac;;;ión sud::!l h811f,1 l. Do~ nivflcs de exisT~ncia de 13 culmra. . alguien p3ra ser lo que son. Las descripcione~ (o modelos q reorías) son también resultado de acciones sociales. La figura 2 muestr:l lo que ves en ese espejo. Cadn esfera con su sombra S3·S4, se lIlscribe en una.nueva esfera con su ~ombra, UI1:l nueV:l escala en la que se coordinan las definiciones S3 y S4 del concepto de cultura. Un modo posible y habitual de t!ntender esa imagen es el sigulenre: En la esfera más il/terno eDil S/l sombra §3a-§4a: jJa se refiere al conjuntO de reg.las con cuyo uso las personas dan fOrln3 a su acción social. Por ejemplo, el conjunto de las reglas para expresar el duelo que se ponen en práctica en UIl velatorio concreto. §4a se refiere a la descripción que. algunas de esas personas h.lcen de ese conjunto de reglas. Por ejemplo. cU3ndo una de la~ herma.\9 . - --CULTURA ANTROPOLOGI A y OTitAS TONTERIAS y de descripciones puestas en juego por las personas que estin implicadas en la simación. §4b se refiere a la descripción idealizada de esa siruación, el modelo o la teoría que, seglÍlI ese a1ltropólogo, hace inreligible: • lo que esas personas han hecho en ese vcbtorio ~3a, • lo que esas personas han descrito acerca de ese velatorio 14. !4b ~4 .1 ¡.lb l'("Jllrd 1. El abismo de la culrura. nas del difunto, al l13blar conmigo en esa o en otra situación mc I fORMAS VIVAS c~enta lo que se hac~ regladamenre en un vel:norio (o lo qu'e se liZO en ague l velatorio). Es preciso selialar que enrre §3 y §4 siempre hab·' " d' . Pues e d § ," .. na IStnnCla. , 11 r? ? ca_~o: -t es I/lIa idealización de §3. La deseri ción de tina pmcnea es slcmpre UI1 esquema idealizado de e P . Esto es . . bl " s a practica. IIlCVltn e, a no ser que pora describir I ' I a . .<' a pracnca a pong mas en pr"ctlca completamente en cuyo caso y. . de'c' .·ó . , . "l1osera una s ,rlPCI ,11 Silla una muestrn de la prticric:I m[;;m3. • En la esfera m!ermedia eOIl Sil sombra §3b-§4b: §3b se refiere ,11 conjunto de reglas con cu ' o ' . . (en su función de tal) d.] formo a~"'" . ~ US~ un pll1vestlgtldor , '-' "... "CClon soel:!. l or el' e I un illltropólogo que eomem l ' . mp o, scrvaci6n y d . I p :1 Y registra, en su práctica de ab~ esclle la en ese velatorio, el conjunto de prácticas §4" • lo~ que él mismo ha registr3do COlllO consecuenón de su acción social de investigación §3b. Característicílmente, §4b es 1:1 representación teórica de la culrura producida por un antropólogo, por ejcmplo al escribir un líbro o producir una película sobre tillO forma de vid:!. Aún es posible ir más allá en esta secuencia, sólo por gtlsto. EII la esfe,'o más exlemCl con SIl sOlllhra §3c-§4c: §3c puede referi.rse al conjunto de regbs con cuyo uso un especialista da forma a su acción al someter a consideración el trahajo del antropólogo. Una siruación característica de este tipo se produce cada vez qtle el antropólogo revis:l el :lI1ólislS que h:l usado p:lra componer su propio modelo teórico §4b, o cada vez que lo hacen otros investigadores en el ámbito de un debate científico, por ejemplo un congreso; y también cada vez que un histori:ldor de la antropología o un epistemólogo sometC a examen obras de antropología. §4c es, de nuevo, la descripción idealizad:l de ese conjunto de prácticas de revisión, discusión o examen; la representación teórica de las reglas que las han regido en la práctica. Pues, si tomamos por ejemplo un congreso, en esa discusión se habrán puesto en juego las convenCIones con las que ese universo social de científicos opera para comprender los velarorios (S3c). ¿H:l tenido en cuenta ese antropólogo que la urbanización puede cambiar radicalmente la forma social de expresar el duclo o, por'el contrario, se ha limitado a observar lo sucedido en una pequeña aldea rural y ha generalizado a partir de ahí a cualqllier sitl\ación posible de duelo en las socied.1des humanas? §4c ofrece una descripción de 1:1 cultma con la que operan los científicos, en un momelltO dado, para interpretar In vida social. Las descripciones de este tipu constituyen los mareriales de lln3 crítica, una historia o una eplstemologiJ de 13 3ntropología. o 60 61 CU~TUR ...... NTROPOlOGI ... y OT~ ... S TO N T ERIAS Etie l' En/ie" Eliel' Emic 2' " l~ cu lTura tiene asf existencia en nuílti I 1 • . cnpclón. No debe mos perd j .' p es p anos de practIca y de de~er (t: VISta en c'¡da caso d é 1 rrat3, si es que queremos entender ade~u' • e qu palla se Concreto. los antropó logos h d adamenre de qué hablamos en li~güística p3ra dar Cuenta de:~lr~: lI~:lO d~s pa!nbr3s. presradas de 1.1 etle y emic. DUnlme años los esr dY ~!od e eXIstenCIa de la culrum; . do con est3s palabr• antropolo' l ·laflza 1 lt l~lJltes e ' g J ; ¡ se 1l :ln fami· ., as ra y COmo fueron divul&<ld M H :lrrJS~~. Sin embargo, su dlVlrl :lciÓn de o~ as por. arvin g . estas palabras no h:l srdo mu) afortunada. Por eso se h ace necesano retornar al . creador, ellingüisra Kenneth P ' k ' 'pensamrento de su plificaciones abusivas de M arvi~ ~a~~il:;~,se ha revuelto COntra las simEn la harm de un bar de Barcelona es jaume,jordi y Paco. j aumc es de Geror;a roy ~oman?~ una~ caf¡as con me que rrahaja ahí de camarero es de B . j~rdl, lln vieJO :lmlgo ~Ie jauso)' de Madrid. Todos habl' 3~ce ona. Paco es de SevJ/13. Yo , ' runos en espanol Me t '1 l' sJIllUlar cada una de esr", 1, bl . amar a lcencia de u a as ConCret.¡s. , ' P;]eo dJee: -ShavaJ, pOHnoh unah caflitah. Y entonces interVIene jaume: -Eso chavaJg, ponnos Igas cañitas de l/n'l v turno de presentaciones_ Este . A l ' ez~ -Jllullle abre un Yordi. . es nge g, de Madrtt. Paco, de Sevilla, Yo digo; -¿Có~o estis? Soy Angel, de Madrí. Paco dIce: ómo ehtáh? p;]CO, de Sevilla jordl me da la mano y dice : -L . gas amIgos de j:lllma Son mis amigos. Paco eoncl tl ye, dirigiéndose a jordi: -Enr~n~e pom'una pa ti también_ O doh. Al escflblr así el diálogo que hemos man 'd ' te nuesrms formas de I,"bl" 1 l ' t~J11 o, reflejO SOllleral1len_ " ..r [3 Como 35 regtSr' d' tonétiC3, que es alguien interesado en J T _ f3na un esru lOSO de la e ana IS1S sonoro dd h3bla. la fo- -cC: 26, I brris, 1991 27. En 199{) TI N ' ,lOmas. He~dbnd publicó UII lit. pro bl ema en el que se recog. l ' .•. ro entenmente dedrcado " eSte ,1 ur~cus! n 'Iva entre H P-k ros que examinan J~.\ cunseclIem:¡as ue b d" .. 3rr1S)', 'e, ~' una .crie de te.~· Harr¡~, 1990J. " "fJncJOn elltre rtie )'l!tllI' (l-Ieadl;1nd, P¡ke r 62 fORMAS VIVAS ndio (ctic) nos enseiia que, en ese fr3gmenro de conversación, hemos h.1bladO usando variantes sonora... de las misma", p:llabras: ~Madrit" ,,¿Cómo csds?~ ~Shaval" - .. Madrf" - .. ¿Cómo eht5h?" - .. Chavalg» En este pequeiio universo de acción han sucedido v:lI'ins co~as, pero me interesa ahora destacar dos. En prtmer lugar, como h.lhhmtes del español rodas htmos ordo p31abr3s pronunciadas de diferentes modo~; en segundo lugar, todos hemos dado por sentado que esas diferencias cn la pronunciación constituyen vnriann,'s de los mismos sonidos. Aunque ~ ~ta drit" suena, de hecho, diferente de "M:Jdrí.. , hemos dndo por sent.,do que ambas pronunciaciones son, de hecho, equivalentes , Ambas ,oSaS han sucedido, ambas son hechos, ambas COS3S son igualmente reales y co nviven en la misma escena social. Para dar cuenta del segundo hecho se precis3 de un análisis adicio~ nal a la fonética. Necesitamos un análi~is fonémico (ell1ic). Esre an;l[isi~ nos cnsei'ta que los sonido", del habla, a pesm de sus diferencias aclÍsti~ tas, son clasificados por los hablnnres como pertenecientes a clases de sonidos equiv:1lenres. Aunque "¿cómo cSt;Ís?~ suena distinto de ~¿cómo ehtilh ?», rodas los h:1blanres en el har clasificamos las eses aspimdas de mi amigo Paco en In mismn I,;aregorí;l sonora que mis eses de Madrid. En este evento social, "e~t;ÍS» y "ehdh~ forman lo que Kenneth P¡ke h;¡ denominndo una únjca I/nidad emic, .. Unn unid:ld emic --escrihe Pike- es un elemento o un sistema físico o mental que es trarado por los parricipanres internos de la acción como relevante para sus sÍl>rema", de componamien[(), y COIllO la misma unidad emic :1 pesar de la variabilidad etic"IM. :vb rvi n Harris, en su divulgación de esta idea, ha serribrado una gran c()nfusiónl~. Su pl3nteamiento se encuentra formuJ:ldo aquí: y la conducta de los participantes pueden enfocarse dos pehpecti"Ols difcrcntes: desde !J de los propios participanTes [tomic] )' desde b de los ohservadores letic], En amhos casos, son po,<,ibJes descripciones dentificas y ohjetivas de los campos mental y conducnJ'll. En el primero, los observ::ldores empIcan conceptos y disrinciones que son signiticarivos y apropi:J.dos p:J.r:l los participantes; y en Lo~ p~n~;¡mientos (!c~Je 211. 29. I'lk(', 1990, 21L "'ennClh I'ike, por su pane,lalllpoco 1m ~IJO mllsr,lI!<c en I.:uamo ala Jetirilción de 1003$ la-' d,mell';lOn~, (,1.: estll prablcm:ític.1. Una uetnll,u.la revisión Iml(lri,,, de eMC e.;paciu .le .unbigüedade_ pucde encomr:ane en Gonl.ile>. hhc~arria (2009). 63 BIBLlOTE( UNED p ULrUII" A.NTllo~nlOG¡A. v orllA.! TONTU¡A.S fOIlMA.$ VIVA.S el M:gunuO, com:epfO\ l' Jimncione ' o¡'~er\'.lJorc:) 1 0 ' S !>l~mfl~'Jn\'os} .1prori.ldo~ pJr.\ 10\ lol d.1\'e de la confu~ión imroducid b e'prc~ión ~Mgnifjcari\"os ' . _ d·1 por !\L1rvin Harris se ~inÍ.J en , . } JproplJ 0\.. lo q H . lon e\la e~pre~lón no se corres onde c " uc. arns qUIere declf 1l1():, I;¡ Idea de Harri,~: P 011 lo quc qUIso deor Pike, VeaLas propl>~lCi()nes ('/ll/c se n'tieren' , unClone, fenoménica~,," .\ ~"lCmJ~ fogico-CllIpiri..:o\ C!l)'as di,. 'LO"'-'H c\rJJl h'h d nacitlllc~ lJue lo!! J¡,;torc, " '. e... .1, t COMfra~tc:, r JI\Criml_ -", . - l!SIlIO, con~ldcr , fea .e\. leruader •b o dt" .1"gun orTO mod 1 ,111 ~lgnhKa!l~a,. GIIl \CnriJo ..J • f'm/c puede ~er (;¡I!>Jda, . , , L .lproplau,I~. UIU proposI(i6n . . I \e pueuc ",em()srr ..:ognlt!I·O por el que 10\ ,Icrore, mtoTrfud ar que conrradll"c el dkulo \lllIll.lrc:~ () dl(erenre~ , . , " .' o~ ¡Ulg.111 que b~ cllfld.ldcs Son • e .. cs• ..:on '>t:ntJJ" . -6furma aprupiold,b o ,1cept;;Jble~ '. ,Sl¡;:1lI Lafl\'ol, o de .dguna otra , Un.1 bre\'e p.1r.:lc.!a en tres retlexiones n .' meJor en qu(.: con\I'Ile la < "nf . d o) ayud.lrJ. J comprender .. ... u~lon.}' c:qu: d , tamo!> /lIeJor los fundamemo~ dI. . , l: mo o, a escJ.lre..:crla, a.sen, 1, H.lrm hahla .1quí de dosep~~n~~~:~ ~c culmra, n~la, Por una r.me el del n t" _/. ,P . ,s, por lamo, do) rumos de ,d ' a no ut a .KClun )0 "1]1 _ ~ I\lJnuonc\·, \C \O/lletc lJ rCJ/"d J . I . l . .1 cu)'o~ "concepto, emic; por Otra p.lrte el del oh " I ,'l la } como ~e dC~lTihe en el plano _ ' \crva dorqueol""r\' I ._. d ra, .1 CU\'O~ 'l"Ont:ep,o". J . . t: a ,1 Jt:uon c~dc fue, l\tlnClOnc~ .. ",-- 'i{) , ,. . \e l {'~cTJbe en el pblll; el.e mete .1 rea Jdad tal \' comu lOrJ \'() val11 l b ' " E.. fj¡;il comprender qu' I CJn'h, 'h' m.l ar a IOmarno:, una sm nmguna necesid.. d d.. e, o que ~1 I h,¡ ~u¡;edJdo hol \Idu po_\ibk .. que os pan/":Ipa ,. , ll'C lO eOI1SCieIl(L'S en 11 f d me.. en a sml.Klún ha)'an .: _' , . orll1J. e "concepro~ . J . \IJll.Klone~ \OIlOras an, J . .~ '''Unll(me~.. la .. cI .. " es e.sUHas. Jord, ' . . ' pon/cndo en juego "¡;omid, }' ,Stl\ .HllIgO~ no han hahlado , . eraClOnes·. con ..l -'' '. d } su\ da.stfic'h."lone,. Aunque pua h hl h e/He:, :i(Crl.l e 10\ ,>onido, nni\'o." no lo han he¡;ho a' • 'dar J.1111".ldo jnHrUll1ellto~ co"' .:l m.lIlera e un , 'il' l ' eo J la 1.1r ha/1l1\J.do regl~c . J ' l eu o ~ raCJtH1;11. :\ullq,,, .. ~ " .lpropla a,> .. no f'., ," ." . e cnteno lI1telecru;¡li.,tl de "1'''' 'J E'" e\ ICHO.:lr lear a eS.l'> rcgla~ rla ". o~nolll ,. . tn • •1 ..ah .. us reerl.:l"· 'oe liJ"" d ue~rr;1I1 Illllgun JJl[er6 " . <;'t. . an .1 pro U¡,;¡rla, .' . amigos \l/llplcl1leme h 1" ·d .fi' con \u a":"on. lordJ )' .. m . . • ...... () I l'nll cand \1 J . · c..:omo e'¡.h? J.:Ofl . ¿r.:ómo l'hr '1) h 0 _ . , ] n·, ¡;Oll.\bdrir ,11. ", ...1\'.11· ":00 dla~.:llg •. De ht'¡.:ho, + . f' A' " ,. ., . "·',,-d n , cso~ partiCipante, pueden operar con el>.l.s regla~ de dasll1<:ac¡ón de lo~ sOnido.... regb~ ¡;ultur;¡les, mclmo \'aria~ horas despu6, a la hora de ,,;iern: del local. tr.ls agarr.u:,e una notable melopea y en ellímire de sm ':J.r.u:idadcs ..:onl>c;ente~ (aunque entonces, SIl1 duda, las hlbbs sonadn la de otrO modo), Ya vimo~ que el concepto de regla, del que IJ~ reglJ~ ~1.:l'lti":3turia!l con~tituyen UI1 tipo muy lI11pOrtallte ell la vida ..ooal. no e~ enteramente 1I11e1e..:tual¡ no es co~a del ,lima, para m,lr una d.ísICa p.llJ.bra, e\ rarqlm:n co~ del cuerpo. Kennerh Pite .. iempre ha sido explkiro en su ncgación del duali~mo entre el alma (o 1.1 mente)} eI..:uerpo, comu .ll.:¡uí: Un.l unidad emi" dehe ~er dlfert:nte de otr;\ en 1.1 per..:ePliún 1/ e/I el lf~() de lo) r,lni..:ipantc~ nativo~; es Jccir, p.:lra '>Cr diil'rellle, l'n un ~entido t'mi,. do~ UllidaJe~ dellen tener ra\go~ de C(ll1tra"re (porelemplo. un ha..:ha c.. cuhuralmcntt' difcrentc t'/I Sil (ormJ)' liSO de un,l ..:as.l, .I~¡ cornil lo e~ de un partido de héi~¡'()1 o Je un panido de aoquet) '", Por t:mto, ~i bien C~ Cil'rto que un obset\-"ador externo ;1 eSJ escena (tamo 111,¡" ~\ ~e trata dc un eSIJeci<llista el/ (OIIO/Og"l) hahd de pcrgeil.:lr un cU.ldro de .. con..:eptos )' d'\lInCltme, .. mtelectualn si lJUlere ..er Icido por ,>tI\ coleg3s, no es impre'>ClIldihle (y hasta pare..:c poco reco· mendable) que, TOm.1ndomc una .. caña, ,"on mi~ amigo'i, yo neceSite Je ,~mcJ;¡nte aparato conceptual. FI e'pe¡;jJhsta l'n fonologí.l es .. in dudJ resptmsahle de otre¡;er un modelo falsable \ ~omeuhle .:l criterios de verdad, pero no Jordi y ~us anllgo\, que ha~tante tlcnen J.:on h.:lhlar }' IOm3r CailJ~. Ba~t,1 con que Jordi ) ~u ...1I1lig(h ,>epan h<lb/.lr cspañol, o, en ln~ eJcmplos de Pikc, ".leer cosa~ con hadlJS }' ca~.1S, {I/golr al héisbul n al r.:roquet. L1 diferencia de h:enneth Pike cntre etu- r emie no ~ ba~a e/1 r.:om,:epto\}' Jisun¡;joncs, J.:entr.ldo.. en d,ferentc~ pUtltu~ de ,-ista cOTls..:iente~ ) regIdos por criterios de verdad. Con .. u J.:onfu~a di"tlllClón, ~lar\'ln Harris pre\enl.l die y emic !.:(lmo do, \1,ione:, con,..:ienrc:, del mundo en I.:ompetencia¡ COIllO ~I el plano I.'tie, elaborado pur el lingÜista o el .1nrropólogo, tuviera ra hmóón de fal ..ar Jnalíric.llllente 31 plano emic producido pur los agente, so..:i.1le,. ..:uyo comportamlenr(l allali7an los hngül\la~ o 1m .:lntropólogo,. Al atrlhUlr.:l toJo lo que ~e enci~'rra en la categorÍ;1 t"lIe un e~t.Huto de reah· d.ld com":leme u iJeal, M.lrnll HJrfl~ ¡;ompone un fi¡;IICIU e<...:cnano de lu..:l1.1 entre la, \'I\lone, de lo, nati\'o, y la~ \'I,ionc, de 10<; ,1Iltrupólogo\, como ~i una dC'icripción de b ..:ultura en lo, TCrl1linm dl' I;¡s pnmera, ó< I CULTURA ANIRO~OL O GI ... y O ~R ... S lONaRIAS tuera ~ jdeails[a ~ }" una de~ripcló d I 'l'gunda~ (ucr.1 '.m:Herj;¡JI.5ta ~ 11 e ,3 ~uJrur.J en los • o sea, m.1S real. fO'-,.,AS VIVAS térmll10s de 1-1, Lo~ (On(CrIO, de r'm~' )' el" opcr;¡¡;,oll.ll pJra en unJ ép _propor':lonan . u/u bJ)C ep.\!emoIÓgu.:.l \ .,' • 0<.:.1 '-01110 b nu. .• el t: .. II(J~ de r.II1<'O ml'dlO o" , nrra. enrrepua a tu teori. s . " e> h,'n.l ['mo culnn.Il '1 ,u~U1gu,re/1{r'd ~ L{)~ ¡;on¡;Cpto!> originale\ de Kcnnerh m:mt'f,J nlJ. dJ~t,"ción / /' .. ' r " lue.ll\mO CIJ , rural r ti 111.1 . no lonllc\'J.1l de nlngun.1 . . .os mgUJ~t.l~ lo!> lIllro '/ cm ~oclales ~e OCllp," de"~ t . ' /_ , ro.'ogo~)' Otro\ cicmifi· • <\-.-;'5 r.¡r y ¡J1I.J loar I SOCl.lIcs, es decir \u muo .'o' ' .. 3\ JlClone~ de lo~ agente .. u (tille, compue'>l d .... . d e conceplo~ (ldcJ.les)' , ,JI / . o e pr.lc.:!I(;.l!> (materiJ.le~) \ . " .. lJ.eer o !>c <xup d ( .. ' /. .J.n e o reecr de~cnpclon(' ... mouelo!> O teori.l!> CUj'o ,)"d • en le e\.l!>tenCII d \·crbal. \"J!>ual, sonoro \. PO" , .d / • e~ un or en de e.\I'I<!IlCI.l ··· , ,anta I eiJ)' t / p d e hedlO en cierro modo d L d mol en}. uedc suceder \ . ene suce ero que J.:¡ u . , " () leon.lS de I()~ ciemilico, 'i'""" '/') d!> e!;(npClone~ modelo, vo.. .. ( ,e\.presJ. 1~ d . d ,. re uten a las vi'>lones con"',eote d / ,- es e ~u perspectIva etic• . / ~ e mundo q . , SOcIa e ... ~I la clenda s",.,,/. _ ue SOSllenen o!> agenle .. • '-"-" l:()nSISnera en d I d e / mundo que ~O!>tleneo /') ar .1 ml\nl.1 Illterprer.lóón .. per.. ona~ curo por ohJeto, ¿qué ~enfldo 'eot/ • ) P eomporramlellto ..e toma . na. ero C\IO n d conru\lón de lo l'mlc con el ideahsmo _de I a .1 llene que ver COI1 la .. ~. Al mrroduclr b eonóenci.l de I}~ o"et/~ con el m.uerl.1IIs010. llIelOn dd plano elllic 11.' H _ o. namos ...omo l:rneno de defi- - • slmplt/lmdJ y k I e , I~ .. rlllll tlrrlS operiJ c -d Ilmdlme1lSu)// 1/ d / ()1l II1I<l 1 e¡J enormemente , e COnOCl1mellto q / c ponemo!> e/l/uego en nuestra vd d' ue os ..ere' I,umano\ . I .10r mana Una\" - .- '-, d ,:alegonas nativas para da,,·fic' / /·d d' eL e\t:1o eCl o que la, • ur a rea I a 50n' .. mlr,c que el orden cmie ha q"'d d fi· d conSCIente" parece asu_ ca 0)'.1 J.1 ' odeu . . . / lua qUler Jc~crlpúón del COO'PO",. d / na \ e;,: por tod.1\ para , '. • .lmlCnfO c n ' rJ':1.\.. bla e\ una idc.1 mu). p o c , am o con e":l$ catego· ore \1 a compara . / d . /'k I e. para quien el crirerio fuod / d d' • mo,!, l:On .1 e I\enneth " amcnta e efin··' d / / . es /a con"'Clencra o incoo--,e", / ICJOn e pano emlc /lO , ""raene model ' , ¡'<lUCIa de fus cI<lsi(icuC-IQI1CS d / ' a~ categonJ\, <'1110 Id reJ~. t! OS 11<11//'05 en rel " comporto.1mle'lfo CQIIC-rt'tO" / . I1CICJ1/ con 1111 sIStema de . r.sa re eV;)nCI3 h a b l . serc\ humano,> en comp/e,,)' . d ce pO~1 e runClonar a lo~ ,entrama os cn el I 'd que. dept'nJu!ndo del d ó p .1110 emu; . e manerol , .. "eaCCI neoll' , ,>uJer.leión, lo ... parriclp'o, creto que "'omet;Jmos a ("on .. es en un eVCnto loOC' I d · comr;l5tc\ emic con""'leo'e· d la pue t.·n hlnClonar con , L S mlentriJ\ clan or ~11I1C en un fllvel rn -on' .' . ' . ro ... COntr.l.\ h.... Igualmente e Sl.:lente, tJoto o unplícito. C','e,,)" n. H,¡rri.., t9~1 /ILJMI] : "~I-4Yl, 66 "ro. P;lT.l entender cómo funcionJ volvamos a romarnos llIla... caña... con nue,rros amIgos. \1.ís arril:la ha ... Ic:íJo: Aunque .. Madrit . suena, de hecho. diferente de ~Madrí ~ t Uaume y yol hemo~ dado por sentado que amb~ pronunciaciones 50n, de hecho. eqUJ\'.llentes . Ahora habria que J.ñadlr que e~to es a<;í sólo SI Jaume (que es de Gerona) , yo (que soy de ~ladrid) atendemos a esa dlferencl.l d, pronun,j'lr.:lón. estrictaJ11eme. en re/L/ció" COl1 e/ Slsle1l1.1 de comportDmiento litlgtitStico, En e~e \I'tema de comportamiento. e\a dIferencia de pronum:lar.:ión 110 es releL'.mtt! para Jaume IH para mi, como particIpantes en e<,e evento de comunicaCIón. No lo es porque asumimus que lo fundJ.mcmal en e~e nivel ue comrortamiento e, la correcta. comprensl6n mutua r.:-omo hablallte~ de un.l lengua. Sin embargo. ese ~upueslO, que ronemo~ en práctica ~ln lom<lr conCIenCIa de él, puede c01wiJlir c(m nue~ua cOlloencia de la diferencia étOlca: .Madrrt·. y ~Madri . son idc/ltl(J.' para nosotro, porque al pronullr.:larlas ~abemos estar dICIendo lo ml~mo. en tt:rmino~ e~trictameme lingüi.\oticm; pero, .11 pronunciarla~ y al c\Cur.:h.lflas en el otro, ambo" .. abenlo~ que habbmo~ diferente" \'.1riames Jelespañol. de m~mera que yo Identitico a Jaume como hablante de Cataluña y J.lume me idcnn"ca .1 mi r.:omo hablamf.' de ~ladrid. E,lo qUIere Jer.:lt que, en ese unico e\"ento, pueden entrar en Juego simult;íneamentt: 1I0s \istema\ de comportanuenro rele\'ante~ para n050trO'., uno dolO y el otro con\Clente: un sIstema de comportanuenfQ e!>tnr.:ramente lingüístICO y un si~lem;l de comportamiento de rebei(lnc~ interc(meas. Así. al de¡;lr ··,\tadm . y . \bJrí~ Jaume )' yo podemos operar ~Imultáneamenre, en el orden emic, asumiendo que hemo, dIcho lo mIsmo (en el ~Istema cstm:t3lnente lingi.iiHico) ~. con COTlCIcnóa de haber h.lblado de formas Jifermtes (en el siStCm.l de rel.lciones mterétmc;)\). f.mic no llene que ver con el car:ícter con\l:iente o no de I.ls claSIficaCIOnes de los nativos, ~inn CO/l l0' ~I,tema~ concreto' de comp~)rtanuento para los que e,a.~ clasih.callolle't son o no ~on pertmentes, en dift!rente~ grados de cont:lem:J3. Que amWs c1<1slfic<lciones SOl1 emic "Sólo quiere decir qut' oper.J11 fimClon<llmel1te el1 I¡J uCCiÓl1 COl/eret,; de los l1<ltitJQs. por aposición a I¡JS c1a:;ific<-lcirmes que operu11 jiou:iol1'llme/lte ell 1¡1 <lCción de mI obserl'ddor extemD a 1,1 esCt'I/J COII mte"cióll ¡JI1JlitIC¡J v Clel1- tifica (e[ie). Si piem.h un poco mj~ en este e/emplo \er.h que e;05 dos ..istenu\ de comportamiento que nos conducen :1 Jaume y a mí a lugar COII da\lfir.:.lcinne\ ,Iparentemente contraria, (MMadm . e~ lo mi~mo que r-.üdrí.- , .l\I.ldrit .. no e~ lo ml\mO que \ladrf. ) podrian imenlr'c cn la ~ltu:Jclón concreta, .. in que 1.1 r.:nlllrcrKI:J de una o de la otra .¡fec[a~e un .¡rice a nucstr:1 011li~:1ci611 de considcr:lrlJ..!> emu:. e.. deCIr, perl1nellle~ CULTURA ANTROPOlOGI r A OTRAS TONTEkiAS FORMAS para nueSlra acción COmo participantes n ' . I .'ltJvos. Efecrrvamente, J aume \ yo podríamos operar con una , rota cOncIencia d I d-f -, entre esas dos elocuciones . e a I erencla ¡DI/ético .. . • manteniendo en . I I (.:lClto, Implícito o inconscie", un nlve comp eramentc e nuestr'1 difer . é . Este problema nos permite inrrod " enet" lme,l. marcador diacrítico f""da I IUCI~ en la discusión el concepto de , . ." menta en os J ) el'd personas ponen en prticrica e _ -d uegos e 1 entlficaClón que la!) n su VI a condia UdCQ es cU:11quier rasgo de la a" . na. 11 //larca ordtaeríti_ < CClon nartv" (un mod d . I h en e abb, un gesto etcétera) d' o e vestir, un acento '. ' ,pormelodelcuall '1 que partICJp:l!1 en las situacione< e , bl . ,os :1ctores SocIa es . .. s a ecen di{eren ' mIemos que Son pertinentes l' l' e/as en sus comporta_ .. , en a gUIl grado de c . . preslon concreta de sus ¡de ,-fi . onclencla, para la ex'. , n I caClOnes CU:1Jq , en eI p/:mo emic (por contraste l " .• ' Uler acclOn nativa se da . COI1 a aCClon de l b d que tiene VOluntad aIl.:llític..1 (, o-fi l ' Jt1 o serva or externo d' denn C¡] ellcJ)' pe ól 1 e esas aCCIones nativas son urilizados de ~ • ~o s. ,o a gunos t:lsgos vos al expresar sus idenrificaciones dii ,o~ma dwcrmca por esos natide conciencin. ert:ncl.:llmente 14, con algún grado U.u nue\'o ejemplo me permirid ilustra b ' efiC:lCl3, este concepro de mar'" d d' .. r re\ emenre, con mayor - I ' ....a or l.:lCrtnco Ene na menre útil en el examen d i ' concepto es espeeos procesos de crn.icid d d - I d e procesos sociales en los q" l. a ,es eClr, e lipo . e as perSOnas ponen " 'd fi caClOIlCS con «co[ectivos bl . en praCClC3 J enti-d ", "pue os"" "grupos" na' d e fi. 11I os por algun3 clase de origen l5 . .« cloneS etcétera, Hace algunos alios, emprendí un ro '" esr:1 temática en el Ártico europ 1h F p. yecto de tnVestlgacI6n sobre ea . UI a una pequeña localidad en el b , N. Hago aqur éllfa.~IS en el carácter t!xfirt'si¡'f) dl' l . . Ill;ucauores dI! diferencia lo, ,J. O~ marcadores d,acnrieos. AJ ser .. '. unen ,1 rl'<1ctlm SOCII/ I o~ otros l'n slrtJaciones de ,omun',c,có "lile as p~rson~> ~~t~oleeen con J. ,,~I n. omo se \'erá / 1 e.\-ce erse en la lIuerpretación de esos m~rcad . FI en e e/emp o que sigue, es fácil ~ trJ~ts de esos marcadores no tit • ,ores. hecho d" que al!:tl1,~n se ex.pre,e , d ne por qu Implicor que I . ua am.:';n!c e!>;1 expresIón Tan bé d os otro\ Imerpreren Jde. ,1 . • I In pue e suceder que . " [e nUl"5trJ aCCIón, interpretemos q",' d ' .0100 :mtropb ogo~ <) natillO!, 'd -, . ucrcrmlllJ o r~sgo d -, una 1 cnt! c.1clón dc qUlcn la po ., ' e ma ~~Cl n es a e.... presión de , ' I cl ne en praClI\;,1 cuando é;,e , E rrone,l le I enriñc.1Cion~s.1 hs "ersol n . ' no es e cam. sra atrihllción ,-"TCOtlpOS. r arJ Jos antropólogo, ", '"ssel'I!Cllenrr~enllb 'd' I se d . . . J5( e a urmaclón de esb' r lIe de evacnos n prOyecnr sob l.uatJ e un Importante . pro ema mctodológico que SI' ' . re os ~¡;emcs socl"I<·\ que op '1 ' l · e ' 'ó' 15 " expresUJ/li!S de idelllific<Jdón una Idcntidud cualqt.llcr mUJClón. ¡;:;. . er<Jn SIfI"'CIOIIJ /I/"lIle C01l ¡'la detenrda en el tiempo y \;ilid~ rara YI~AS norre de Noruega (cuyo nombre en noruego es Kautokeino). La geme de Kautokei.no se :IlHodefine en su gran mayoría como "saml'. y también coma "noruega,,: en su gran mayoría hablan sami r noruego. Y en su gran mayoría estarí¡m de acuerdo con la idea de que los «noruegos« llevaron a cabo una colonización de sus tierras, sus aguas y sus poblaciones, que puede doclll11ent:1rSe al menos desde fines de la Aira Edad ¡\Iedia. A[ autodefinirse como "samis» y tambiéll como «noruegos", las siru aciones sociales en las que p3rricipan ofrecen Ull campo I'\.lagnífico para explorar d juego con esas idenrificaciones. Ése es el Juego con [os marcadores diacríticos qu<'! resulmn ser o no ser relevames para expresar origen étnico. es decir, relevantes en relación con e[ sistema de comport:lmicntos específicamente étnico (ni en éste ni en nihgún Otro lug:lr del mundo b gente se paS3 rodas [as horas de su vida expresando etn icidad). En Kaurokeino [as personas usan con cierra frecuencia una vestimenta peculiar. Enrre las prendas de esa vestimenta destaca, en el caso de los varones, una casaCll de paño tejida en SllS purios. cuello y espalda con UD fino hilado en e[ que destacan el azul, el rOJO y el amarillo '7 . Cuando yo fui allí a hacer trabajo dI! campo. para mí como antropólogo (en mi sistema elie) era c\'idemc que el uso de esa casaca era un marcador diacrítico de ernicidad, "Quien se pone esa casaca -pemab;:¡ yo-- está diciendo 'soy sami' (por oposició1I a 'Soy noruego')>>. Pero, si es que efectivamente era un marC;1dor diacrítico de etnicidad, debería serlo en el sistema emic, es decir en el sistema de acción de esas personas (pues un marcador diacrítico siempre se ubica en el sistema emic) . Conforme fui conociendo mejor su vida social, encontré muchas situaciones en [as que las personas se vestían con esa prenda de ropa para expresar 51/ origen comlÍlI como «samis"" es decir, encontré muchas situaciones en las que la prenda tenía esa funCIón intencianadamenre étnica. Por ejemplo, el dfa que el embajador de [a Unión Europea visitó UJla institución pública de Kaurokeino para hab[nr de las bondades de la adhesión de Noruega :l la Unión, conscienre e inrenciQnadamenre los trabajadores y directivos de esa lIlstirución se pusieron el gdkti (que es como se denomina en sami a 13 prenda) para decir «somos sal11is». Sin embargo, también encontré muchas otras ~iruaciolles en las que el 35. levinc, /9\19. 16. F.s!!." proy<.'l'to, hoy en Grecibió lo curso . . del Dep:lr!~m~nro de E»tcriurcs d!'1 o' ~ SigUIentes .\po)'o.: l'n 2000. lln~ .1}'uda e~rtJdlo de la lengua \ami en la U ~dl~no omego (Uh'nnksdepartl'menrcl) para el lIer·G,.,m FOUlld'll1;" AII/brop ~"el"5l / J de Trom,<). En 2002, una ayuda de la \\'~". rnr o O!;tCl1 Rese¡lrch (C,r. 68 61!9,1l) c\lmrlemcntad~ con Otrll del Vicerrenor~t1o de Inllcsugnción de la UNED. En 100.1, Ulla Jyuda Jr In We.mer-(;rrn Formd.llirm rOl AnlhropologiC.J1 R/!SC.:lfCh (Cir. 7092) complemenl.ada con una Ayuda dd Programa dc MOlli/¡d~d del Prof!'sorudo del "'Imi.terio de Edl1~aei6n, Cl1lnlr~ y O<'p"nr (PR200J-Or6). .3'. (.::1' mUler"" lIelllln un vcs¡id,) que es congruente en col"r)· leiido COI! ese d,scilO. 69 fORMAS VIVAS CULTURA ANTROPOLOGIA y OTII.A~ TONTERIAS uso de la prenda nada tenía que ver con la expresión de emiddad. Una mañana, mientras rom:lbamos un café, se me ocurrió preguntar a mi tnterlocmor si era necesario expresar la idenrificación ~s3mi" anre una persona como yo (que fimll11cnre no formo parte de su orden social de forma significativa). M3this mostró eXTrañeza: "¿por qué dices quc ahora eHoy expresando samicidad?» -me dijo. "Porque te has puesto el gákti», le respondí. Y dijó: ",Me he pue~to el gdktl porque abriga más que lo que tÚ Uevas pue~[o". Lo que r-.lathis me estaba indicando es que existen mutliples órdenes de funcionalidad para esn premlJ, e~ decir, que esn prend:.l es relevante de modos gradualmenre conscien tes en múltiples sistemas de comportamiento. Obviamente, en su vid;l cotidiana Mathis no tenía por qué elegir entre pasar frío o ser tomado por activIsta étnico. Al \'enne en situaciones de este ripo, en las que 1:1~ personas de Kamokeino ponían en practica sus formas de vestir con mayor o menor intencionaJidnd étnica y en diferentes sistemas de acción (emic), fui refinando n115 Gncgorías analíticas (elic) para comprender cuáles son, cómo son y cómo opernn los marcadores diacríticos que la, personas utiliz.an en ese eonrextOl~. 3. El mundo de Marvill Harris se agota ell dos IÍllicos planos: 1m plano cmic y 1111 /)/ano etie. El mundo de Kennerh Pikc, como el abismo de la figura 2, no riene límite. 0, como ha señalado Dell Hymes, Harris habla de dos cosas, Pike al menos de rresl~. La cuestión es que no puede haber jamás un «observador,. que no sea también, de un modo II otro, ~parricipante" de algún sistem:l de acción social. El especialista en fonética que nos observn en el bar tomando cnñas (él debt" manrenerse sobrio, que para eso le pagan) encuenrra en esa cseen.1 elemenros distintivos del habla que no colllciden con las Jistincione, puestas en práctica por nosotros. Esto parece claro. Sin embargo, eso no quiere decir que, en sus prácticas de obsen·aci6n, él esté completa· mente:11 margen de tOdo sistema de acción social. Como investigador, él ramhién usará un marco producido en su sociedad de investigadores para disringuir los sonidos que 1l0SOlros producimos, e incluso para registrarlos. El investigador especialista en fonética que nos observa en el bar se llama Fernando. Con los años, Fernando ha conseguido obtener una gran muestra de fragmentos sonoros de habla parecidos al anterior. Dc 38. Un d"so1rro!lo extenso de este argumento puede encomfarse en e! "gll\cme le~­ ro, ~¿Dól1d~ esn) 13 frol1u.'_r3~ Preiuicios dI:: campo \. problern.u; .le es(ala en b eSrrUClUT.\· ción émic.1 en S~pml. ([)Iaz de R.lda. 200Rb). 39. H)'mes, 1990. Un argumento ~'n1d3r p~,ede lc,,~c en HrnlC';.. 2007 [/9.'121· >d modelo de las variantes sonoras de la lendo b3 constrUI o un d 1 s parese nlO _ Al \1evlf sus resultados a un congreso, uno. e °b 1 gua espano a. '.. fonética) le llama \:l atenCión so re o i ~¡~~~~::' ;~~r~a~:~'~~'~::~r~~oo" ~~:~~~~,e~~~~~~~~r~~r,~:;~'~~~fa~' aún exe~iv~mente grosero;nd:I~~~S, etcétera; pero no ha recogido las tes nladn\enos, catalane~. d J deJordi (ambos catalanes, uno de disnnciones entre el hab a 1e )u~~:los congresos siempre hlfy ~lgl1ie~ Gerona Y el otrf de Barce. olla. 'a Fernando pero rccoge la 11lceroque. mete el dedo en el 010:~ ple~ls~ la «1" gmu;al que pronuncia Jaume dumbre ~e1~.brada po~ su cntl~~: e e la "1,, gutural que pronuncia Jordi en .. Igas canltaS» el mismo SO~I . o qu \ '0 historiador de la . ) Ot o partlClpante en e cOl1gres , \> > en ~ I gos :1Il11gos~. r \ b \:lS repercusiones po Incas 1 'ón a Fernall(OSO re , \ > \\ funéne:l, -ama :l arenCl . . \ d>do a detenerse en as > > d' . 'Ión que la ten I de una tradiCión e mveStlgac \ d > > rración del Estado y no en 1 tes p:U3 a a m11llS \ h a\\ rcojones (e J a re evan • \ \,.> ,Fernando que es un • > d hb\ d' dnmásoca.[1.l>lqu • , las reglones e a a ~ or c: •. : \a \ gutural de todos >d b" se pregunta: ~sera , " " Investigador ..6 \I o y o seslv.o'.H 16 de debo precisar el sistema 1 s barrios de Gerona idéntica?' :lsta l n > > \ ezado a elaborar? o de distmel0nes que le emp , \ ,g,c en el que gr"bó la . eha de nueva e r ,~ tro Al volver a ca~a, escu. • esanocleene \ 1bar d, Bafcelonn ' y com",a c.omo la "1,, de Jordi. conversación que mantuvImoS d '. te \a ,,1» e Jau\lle su prueba que e fectlV,llllen 1 b't al entre los investigadores Se toma un somnífero (e.sto es muy '~ 1 uSo ue sospechando que algo obsesivos) e intenta don11lr. PeroAlnodJPu~ e: nl~ se entrevista con Jaume noddo la slgllle . · . ,. ue estas dos eles son el1111smo no mareha blen en su l. y Jordi y les pregunta: «,vos~troslcrdeels q /ro plllltO de vista?» Al for> > \. omdo res e I'ues , . somdo? ,Son e m1S1110 s b >ados a hacer exphc\tt\s d> y Jaume se ven a oc, mul ar esta pregunta. J or 1 h b' m-anecido implícitas para reglas del h:lbla que ha~ta entonces a lanper ~den reconocer sin es· ellos. Ambos le indican que no:. unt Y otro s~l~rara de un hablante de , fuer.lO, al oír n alguien pronunCiar a" I», SI Gerona o de un hablante de BarcclonJ. 11 ba en su cabeza un modelo hablantes and:11uees Y Antes de habbr con ellos, Fer;al~ o .ev: m ntre ENe, (un modelo del h:1bla que lStm g , d, Barcelona)· al pre, h I 1 Hes de G erona Y cata)¡l11es, pero 110 entre a) al 1 l' 'tO un modelo Emic¡ en el gumarles 01 ellos, Jordl }" Jaume lac,\n exp dl~lf > entes v que los pueden '05 del ha b a son I cr •. que se muestra que sus us . . dormir tranquilo de • d d nt:t de que SI qlllere o'do incompetente pafa reconocer. Fernan o se :1 cue . fi 10dd con ar en su , , ahor:t en :1d e\ante y:t no I . J Jordi Así que se compra > . \ di! . ue perCiben aume Y . perclblr:\s erenC\a.~ q .\.. 'onoro mucho mSs eficaL, capaz; de un aparalo de grab:l.c,ón Y o.na I~IS s 71 70 CUlTU~"" ""NT~O~OlOGI"" y Olll""i lONTllllAS regi .. rrar (' imprimir grMicamenlt' la~ n _ "uene. Fernando ha¡.;e su ' o o, lenores diferencias acústICas. Por . Ime~ngaclon en el ~I J ' !liera hecho en el sjo-Io "'/// 'o I..~ g o X'I. porque ~I la hu. o ... -, e ~al>er tcenol' '- ti I ' o O~ICO e .1 epoca le hubter.l Impedido connnuar con el trab o AJ cionarlo Fernando L'e Imp. • albo, ,lora ~I. con e~te ::Jp.1r::Jto revolu_ "'0 re e p::Jpel - , d I'ferenela en la "I~ gu/u." e!>a d J , q u e olrrol.1 J /ll,'iqulna la '1 .. e aU/lle r a de J d OJr Q. Ahora puede eonrinu::Jr'd d o or l ••lUnque no pued(" epuran o .. u modelo del h.lb/a e IIltrodUl'lr nuev::J~ distinciones en' llueva edición del congreso ~I ~ue~-o .rrrículo (ctie!) que lJevard a una ante su modelo depurado . I a.a e e... ro Impedirá, ~'" emba rgo, qUt. aparezl,;'¡ Otro coleo-:> , , e OJO. Para eso tr;¡h."o~ 1: d _ eo- para meter e el dedo en • .. .. rernan o para olre d teoría,> que han dc ser deb / d ' f i cer e...cnpclone" moddo!>, a I os )1/1 11 . Eso' social. es o que haee un científico' [¡ie l • Emi~ l .. Eli~~ __ ••• ....... /,_IIC Es J.kil adn'rrir que esta suce,ión e o 'd' " progreso de 1.\ inVt'"rigal:ión d o ' ~ I ennca cuando \e tr.na de/ ' enrre su formu aCiÓn IIlkial • d h e.un,so O J/lveSIJ"atfor . . . , en' a re ,.1CJOn 'pote'J, cHegorías d ,', o e PO~ttIVO .. "analiTIl'O\ \' ~u ' • • _ • e an;1 I~IS }' otro') dj~,progreslv.l nlodrfil."l"· h Con~ecuencia de l-h ~uce\j\, . .1.1011 \' re lIamlcnro como .1~ .1pro'JmaClones .1/ . ,, ' • tu d io. Con arreulo a e,,/" 'ó' \;.1mpo cmplrlCo de e~. ~ " ,uce~1 11 e último d, ' ug.1C1on, el [(":\TO del Invest.' ' .. pa\o c clla qmer 1n\'C\Iga( oro ~e \tTUol ~Icmpr' l· . ÚJ/1/!H). cn unJ P0'>lóón ehc ' . _ e 1'11 re aCU)1¡ COII Sil vez, en un.l po.. ición emie Fs~;\ no. h~on,lo SU¡:UrlÓ ,,"cnnerh Pike .1lguna . CXfO n.l producido po , (eI le. ) ' eMara .. in duda influido " • 'd r e lfI\'c~rig;\dor , por .1 Illel enoa de 1, -ti d ' Insulras en l.u matenal empíri '0 d d . a .. UIlI a es e'ltIe )u form.l concreta depend' . ~ • t~n,J a es procedelltcs del campo. Pcro era (fUCI.\ mente de la oro- .. . ve ... ng<ldor dé ,1 c~e Illrlrer 'h' d ,.,.lntl<lCIOn que el m, .. • la a\;lell o u~o de ,>u . " ' ol lI1VeStlg.lclón se dirigicra d marlO .111.1 mco elic. SI • a pro tlcrr un rebto e . d emle, el te\to re~ultmre\dol . . d J . xprel.a o en unidadt'~ Jenolllin.lron .naW:llil.n:o eF',ena e,.o que H.tmmer'ieley \ Atkll1~on . . - . nolnJra I~OIO con· t . d e Ime.o.rig;lclón que.comi .. r e . ..IS e t'n U/U lIlod::¡J¡dad l' en l.Uponer que el tC\t od·d t" 1m esugador reflt'j.I, ~m 111.\ "or Oled ." o pr lICI o por naT,\'O~ de una vida \oci.1l.... > lal.lon :malfnca. el Illundo de 1(1\ Fl moddo que ofrece F~mando de ende d' . cu\"o U\O ..e produce b ' ,P el ¡';OIlJunro de reg1.:t~ con .. lI1\"C\ng.lf.:IÓn en \11 ~o' ·d J "fi mOIllCIltO hisrórlco h el' l· , \;It' a cien u ca )' en \U • C 1'/1 re aerrm con el l'onjunro de regl.l\ f.:OIl el 40, llO Jn.1HOU" d.. '""'h IJ"J\ .... 1: _ ml:r..-.!c, ,- -\11"01<>11 loo! ,. o,u~ntr~ <,o J)ia,t .1, fU'/.I. 201'1 n : 4 1$.. ,-I,¡m• .,r~ LUla \";¡j"f.1.:,on d .. ! "1 r" /.1':''''1 ""1:1 ""1: il-'>1I01O ,,', ,( ',,_ .., pro ::us ltC'o"r .rus por P,k, <'o . • .... . .,n'-.1 el "h"'-,'rri.1. 2()(I~. 71 fOIlI1""S VIVAS 'lile hemoS dJdo form.1 a nuel.rm acción SQf.:ial en el bar, al romarnO'> unJ5 e<lñas; pero es el/l/e en relació" con la lrítica que generad en ~u "O(Jedad de il1\'estigadore... Elie y t!",ic son, pues, re/dciones. y no pueden rredif.:arse de ninguna realidad si n e~pecificar en relación con qué OfrJ n:.llidad aquélla e .. inrerpretada. Lol. múltiples pbnos de la culrura eXJgen e~ta di'>l.:iplLnJ. H:lbl:lr de cultura sin h.lblar del orden de realiJ3d en que la cultura es comider.1d<l es habbr sin sentido. Además. ningul10 de los planos de deSCripción de realidad ;lnterlore~ e~ meno<; sbb)etivo que Otro. Jaume, P.1CO. Jordi > yo somol. persona~ que IOl11an cañ;ti en un har. Indu!>O ~I e~tamos borrachos. Fern:lndo t:llllbién es un::¡ per..ona, y quien le cntica otra. Cualquier culmra, de,aila en cualquiera de sus planos. tiene un ;lgeme, porque no hay acción humana ni producto Jlguno de 1;1 aCCIón humana que sea obra de lo~ dngele,. Esto no quiere decir que la descripción que aporta Fern31\do de ese sistema de hahl<l como IIlVesugador sea eqUIvalente rila deSCripción que aporran J:lUllle o Jordl como hablante, nativo... La dt:~cripción de Fernando .. in"e al fin del conocimiento si~reJ1l.i.tiC()}" el debatc científico. )••11 haber contemplado en .. u modelo Illatenolle~ empíricos procedentcs de una multiplicidad de .1gellles. ,crá una descripción más IIIlersllb/ellL'<l que la de cualquiera de las personas de \u campo de in\'e¡,¡i~ación4t. Ll dt''l.:npción de Jaume o de cualquie ra de los que nos hcmos tonudo la) cañ;l", de produCll"'ie como tal de'>l.:ripClón, sir"e al proposito de d;¡r (uerpo a nuc)rro propio saber local, y. qui7.;Í~. a nuestras propia\ identificaciones pc¡"<,on:r.les. Volnendo a Ilue~tro ahi~lllo, y en lo que re)pecta a lo~ concepto . . etie y I!mic t;J1 como é~lOs h;J1l sido elahorado~ por Pike p;¡ra comprender la relación entre lal. insriruóones humanas en la \ida socl.11 ) la in~1I tueión científica que las reprcsenta, cada nueva efo fera con su ~ollll)fa, en relación con la esfera anterior con la ~uya. IIldicau/1 nuevo:enfoque elie. como en la figura 3. El f.:OIl)UJlIO de pdctieas que]"s per~ona~ producen en el \'el.ltorio de nueHro e)emplo (consciente~ o no. e ... pre~da~ o no por medio del lenguaje) (§3a-S-1a) f.orma un plano em/ej p;Jra el conJUnto de pr.icril,;<l~ que produce el antropólogo obsenador (§3h-§4h), que a <;u va forman un plano etic 1 en relaciÓn ..:on aquélbs. Sucesivamcnte. el conJunto de practlc.1s que produce el antropólogo ob~crvador (con<,cieme, o no. expresada.. {} no por medio del lengua)c) (§3b-S4b) forma un pl.lllo emie 1 par.l el conjunto de pr.h:tica.. que producen quie4\. j.Jo 0'><,;1(,0 J~ IIUt"'SU!',('III'"LJJ. "~lIIraj "" b t'Phl"llIulogl,¡ de ja clnogr~lü}' IJ, "1"OC" ..-xul"" w d~,",rroll,¡ all:" mj.~ ~n d lih""" ",¡r'lul.. de .... r.. lihr". y oobr" 1.,.1" rO \'da~"U) Dial_ de R.,J.l. 200., 1] <;.,7]. CULTUR .... ANTROPOlOGIA ~ OT"'< ''',~ TO N TERIAS fORMAS VIVAS \<b Elle 1 hgura J. Eti~, EmIC, nes observ;1n y evenruo lme nte critican su rraba"o _ forman un pkmo elic en I "6 J (§3c-§4c), que ti su vez 2 re :lel n COn aquéllas. ¿Para q/(é sirve la distillción eric/emic? Tras un detalbdo examen histórico y c ' . . ellc/clIlic, Aurora Gonzále' E h " p ,stemológlco de la distinción ' . .. ~C evarrm concluye I . . .. clón emlclefic es errónea desde el . o $Iglllenre: .. La dlsn ndoI6gico",42. No comparto con eJI punt~dde VIsta gnoseológicQ o meto-a esta I ea, aunque r d"lrllO .. a su Ij hro para apreciar sus mo¡ivos. e A menudo, explicar Jos conce t . cuánro me esfuerce en inrrod - J P os no es, sufiClenre. No imporra UCH a mayor c1andad posible en la disrin- (ió n cticfemic, todo ese esfuerzo puede irse <JI traste si no soy capaz de J11ostr:1f también par,¡ qué sirve esa dIstinción, es decir, cuál es el proble111;1 fl1nd :ul1cntal que justificó su formulación tanto en lingüística como en antro po logía. Es cierto -----<omo urgumenra Aurora Gonza!ez Eche,-.lrrfa- qu e esta distinción conceprunl ha est:ldo pl:J.gada de inconsisn::ncins y zonas opacas; sin embargo, el problema fundamem::tl que la iusnficó sigue siendo de la mayor importancia en las ciencias humanas ~' sociales. En estas disciplinas, los investig::ldores IOm:lmos por. objeto de nuestras refleJiones e interpretaciones el comportamiento de agentes qu e constantemente reflexion:l11 e interpretan también el mundo en el qu e viven . Esta condición de nUCHTO conocim.iento es inevitable, y 1.1 u[ilid:l.d de la distinción etic/emic consiste precisamenre en tener en cuentll esa condición. Etidemic tielle la IItilidad de permitirnos distinguir con la ma)'or precisió/J posilJle el plallo de III/estras acciones, rej1exiolles e IlI terpretaciones como I!/vestigadores, del plallo de las Ilcciones, reflexiolles e illterpretaciones de las IJerSQllas cl/yo comportamiento tomamos por ob;etu de análisis. H e ofrecido sólo :I.lgunos elementos para mostrar b utilidad de la distinción elicJemic. basándome en algunas ideas de Pike y de Marvin Harris, y en la versión del problema ofrecida por Del! Hymes. La lItilid:l.d fun dament:l.l de In distinción se encuentm precisamente en uno de los asunros que vienen preocupando centralmente a Aurora González Echevarría a lo largo de sus escritos: la responsabilidad an.:lIírica de los textos antropológicos. Corno otras ciencias sociales y humanidades, la :J.mropología trabaja sobre mundos en los que viven personas capaces de interpretar la realidad a través de sus acciones. Por eso hay que sei'¡alar que el investigador es responsable, desde su perspectiv:l etic, del texto en el que se describen, explican o inrerprcrnn 135 acciones de quienes viven su vida. El investigador. con su aparato conceprml, es quien prodllce un discurso acerc:! de las personas del campo que investiga, :I.unque ese discurso esté influido de maneras muy diversas por las acciones (pane de ellas igualmente descriptivas, explicativas o inrcrpn;tativas) de qui enes forman su campo de investigación. Etic y emic son c3tegorbs útil es sólo si nos atenernos al contraste entre dos form3s de práctica bien diferenciadas: la de quienes viven su mundo y la de quienes, como los :lI1tropólogos, lo illvestigall con fines analíticos precisos y COIl una específica disciplina científica (sin olvidar que éstos a su vez pueden ser lll vestigados por orros. como Aurora Gonz51ez Echenrría. desde una nueva perspectiva túc). En sus p;¡J::¡bras: 42. Gon~,\Jez Eche'-Mr[;" 2009: 1,16. 74 75 FORMAS VIVAS CULTU~A ANTROPOLOGIA y OTRA, TONTEI\IAS . En los úlrimos años he reflexionado sobre las diferentes concepcionl!5 de la dicotomia emü:/ef;c ¡... ]. La primera impresión h,e que emir: y etie ~on conceptoS reóricos que no pueden extrapolarse fuera de una orient,lóón teórica precisaH • Efectivamente, elic }' emic empiezan a ser categorías inútiles r, como asegura Aurora en ~u conclusión, «erróneas», en cuanto empezamos J. olvidar que cualifican a una relación cOI/creta de illlJestigaci61/, la que se da entre alguien que trabaja y escribe con voluntad analítica en el seno de una profesión científica y alguien que vive su vida persiguiendo muchas otras voluntades. Cuanclo estn distinción no se tiene en mente corremos dos tipos d..: riesgo complementarios. Por una parre, podemos llegar a entender que la representación de la vida social que hacen los inve~tig3dores como resultado de su trabajo es, simplemente, una muestra m:lS de la vida social que ese investigador ha tOmado por objeto, encubriendo así el rrabajo de análisis y composición del que sólo él es responsable como al/tor. Por otra parte, podemos llegar a pensar que bs e~trllcturas, sistemas lL otros entramados teóricos forrnul:ldos por el investigador en su trabajo profesional, se encuentran instalados de forma concreTa en el mundo de quienes viven MI vida, ignorando con ello que wdo análisis de la vida concreta ofrece un3 posibilidad, m:lS o menos adecuada pero !lila posibilidad al fin y al cabo, de representar esa vida. El análisis teórico de la vida 1>OCi:l1 puede ser m:lS menm valido, pero la tarea cien· (ifica consiste precisamente ell el recOIlOcillliel/to explícito de la prolJisionalidad de los allálisis. Si construimos un Jná1isi~ con la pretensión de que será el definitivo, el indiscurible, el que reOeja auténticamente lo que es esa vida, nuestro ejercicio dejará de ser ciencia pam convertirse en dogma. Como sucede con tantos otros concepros de las ciencias sociales (entre ellos el concepto de cultura), la deriva histórica de las caregorías cric y emic expresa un debate intelectual, un conjunto de pOSturas en el que se cirran las tensiones propias de Ulla empresa difícil: entender la vida humana y entender cómo llegamos a entenderla. Podríamos deshacernos nominalmente de las pabbras ~etic/emic;", como podríamos deshacernos nominaLmeme de la palabra «cultura» o de la palabra ~sociedad .. ; lo que no conseguiremos es deshacernos de los problemas fundamentales que han venido siendo representados a través de tales palabras. ° 4]. G()n;cll,,~ Ech""arrl;l, 2009: 'Il. UII matiZ so brc la expresión «COI/;lIl1to de reglas» p3gin~ más ~rr.iba, Iel: ~:í~~c~; Le/lguaJe y practica, la II,1S. - el concepto de culnlTa: ióll que entrana n~ .h ' d . con'umo cualquiera de regb~ emos e Siempre que eXJmlna!ll'los un ..) a una doble re:;¡lid;:¡d: por una parte, • "ue en" .as ~e enclcrr resión lingiHs!\ca; . , .1 tener prcse!he ... por ona. pan , .. algunas del!sas reglas en<.:uentr:ll1 e~Pre~ión práctica, incorpor .indose a 1.1 Suna~ de l!Sas reg1a~ el\cUel\t~:U1 ;~f:l. cultur:l se encuentran doblemente tJll.1S §c ve, las res a~ . e terl1lill:1d:ls en cuanto ,1 SIl gn'ldo de indetermil1ad:l~. Se encuentran In d e . d t~rminada~ en cuanto J. su grao explicirud lingüísm:a Y se enctlen~:lO In e d'o de correspondencia con la acción concreta. acción. Como 'd 1 de existencia de la cultura (§3 y §4) permire La. diferenCIa e p anos. "6 e hasta este momentO ha re de mdetermlllacl n qu . señalar una llueva f lIcn . . to de reglas". "Con)unto" bi¡o la expresIón ,<con)un d l ' 1 s que los seres humanos "n permaneci do ocu1ta . 1 s reglas cultura es con a d significa aqul que a . de una en una' o, dicho e otfa , s y relaClOnes no van • . , . d 'l' -tarse como la puesm en ¡uego e forma ,1 suS aCCIone Inlra no pue{ e lnterpre 1 1 manera, una cu ' l ' l"ca la idea de que as reg as se una sola regla. El conceptO de cu rura Infi'P 'ro ,iones o para utilizar una ·anal como con gu u , ,'¡ereen dt: forma re l aCI, H ' V,laseo dcml1adalllente, d ti do ton onono expresión que he esarro a . gos conducir UI1 coche, votar .. e'nar con nuestrOS amI , .., como tramas. t . . . . a DIOS ¡¡weror en bolsa ... cualqUIer aCCI0\1 '. d 'ego coniuntos de reglas en en unas eleCCIones, rezar roduce pomen o en 1U , I humana concreta se p . . bl 'IDa de la antrOpologl3 es e . 'ficas Un Vle¡o pro c · ' d configuraCiones e~p~cl . , . ue presentan estoS conjuntOS e grado de sistelllal 1c /(ittd y co"ael1cta q eia con éste es~ei grado de r egbs~.I. Un problema adicional, ql~e se empar , limitaciólI que presentan tales clon\untos. na sencilla indicación. Cada . 11 emas Pueden ac ararse conI u • .p '6/1 (\4) deJos COl1jUI1Estos pro) ma como un" (escrl el ) e YO> que la C\I 1nlra se pres d formo ° 'u aCCIón social {§3 , 1 ersonas an "", toS de reglas con cuyo uso as p ' d de sistem3ricidad, coheren" 6 . ¡de a Incorporar gra o s · _. El d esa eScnpCI n tlel' d oseer en estado practlCO. cia y limit":lción que la cultura P~16' 'd no p pra"'ica col110 he indicado, ~, 1 . d scnpcI n e una motivo es que cua qllle~ e _. una representación que no . .d r Laclón de esa practlca, contiene una I ea 1 . d . 'b sino a bs reglas de compOsólo responde ala práctica que se escn e, , d R d 2009 119971: CSrec;;¡lmellle, d opítu!o 6. H, Vdasco y D.3Z e 3 J, 41, Cf. Gcero.. \975. 77 76 . Palabras muertas v p,¡labras 111sli~uientC textO sobr; la i ndetermi- .ó fORMAS V¡VAS CUlTURA. A~TRO"OlOGIA y OTRAS TO~TERIAS ••• sición propias del arte de describir. Estas regbs de composición tienden entonces a incorporar coherencia, sistem:lticidad y limitación, porqlll.~ la práctica se toma como objeto de la arg/lmentación de quien describe. Imagina que paseas por el monte con Wl anúgo. Al andar (§J) hacéis un camino que existe en estado práctico; r ponéis en juego un conjumo de reglas, algunas de forma consciente y arras de forma inconsciente. dependiendo de cuál sea la intención de vuestro paseo. En ese paseo concreto puede suceder que decidáis adentraros por una ruta nueva, creando tina regla no previsra. Si vuestro objetivo es relajaros, segtlí~ aproximadamente la pauta de deteneros donde os apetece; pero si vlle~­ tro objetivo es hacer deporte, segufs aproximadamente la pauta contraria. En todo caso, seguís un conjunto de [eglas de forma aproximada, repleto de transgresiones y nuevas posibilidades. Al llegar a casa, ni hermano os pide que le describdis qué habéis hecho. Al describir vuestro paseo (§4), muy probablemente introduciréis un orden idealizado, lUla coherencia en los movimientos, lUl sistema en las trayectOrias, un catálogo de puntos y trayectos limitado. que representará p3rcialmcnte lo que habéis hecho en la práctica. Enseguida comprendes que la imposición de sistematicidad. coherencia y Ilmitaci6n en el nivel descriptivo de la culrura (§4) tiende a ser más r más probable conforme nos desplazamos hacia las esferas más Incluyentes de la figura 2. De hecho, las palabras «sistema» o «estructura» son características de los lenguajes analfticos de b antropología }' de Otras ciencias sociales (S4b, §4c ... ). Lo son porque las descripcione~ de la c\llmra producidas por los científicos sociales han de situarse en argumentos precisos y ordenados que tienden a ofrecer imágenes coherentes, sistemáticas y limitadas de sus objetos de estudio. Se trata. de una tensión inherente a cualquier práctica de investigación"·. Un estudio de los paseos no puede realizarse solamente yendo a p:lse3r. No import:! cuantos paseos concretos pongamos en práctica, sólo podremos hacer ciencia de esa forma de pr:ícrica idealizando descripciones de esos paseos. Para hacer ciencia probablemente necesitaremos pascar, pero t3mbién necesitaremos hacer mapas. Puedo enunciar ahora nuevas indetermiJ1aciones que nfecran al concepto de cultura, especialmente cuando éste se entiende corno una descripción de reglas (§4); la cultura se ellWelltra il/determinada el! cuanto al grado de sistematicidad y coberencia con que se presentall las relacio/les entre las reglas, y ell cuallto al grado de limitación del repertorio de reglas que es tomado en cOllsideraciÓn. 46. cr. Día7 de R;¡d3 y Cruces, A lo la~~fi;~i~S~~sc~~t;~~cl:;~~t~~~~I~~~aCUalro S1. Cultura es lIna for01".. de . de reglas con cuyO uso \as S2. culturades el conlU;l~~ re\aci61~ que las personas person:;l[l~:~n~~I:~Hre·s¡. e'n su vida social. d 1 con CllVO uso \:l.s : I pe¡'<;onas dan forma 3 su :.1ccI611 socia. , ., hecha por alguien. del §4. Culmra es una deSCrlPCfOlI,¡ . pc'rso!l:ls dan forma a con·Junto de regl:ls con cuyo uso ~sJ su aCCión SOCIa. SJ Cultura es el conjunto e reg as. . , do cuatrO lndeterminaciones en el También he presenta 1 . concepto de cu tura. . -6 L s reglas de la culrllra se Primera i/ldetenll/lW~J 11 . a • te a su grado de encuemran inde¡errmnad~ e~.7u~n explidtud lingulsuca. . ·6 La eglas de la cultura se Segunda illdeter}1/JI1a~, Id' s r u;nw a su grado de encuentran indedterm.lna as l:na~ci6n concreta, correspon encla con . '6 L c Ilrura se encuentrJ Tercera indeter/l!lIlacl 11.\ a do de sistematicidad y indeterminada en cuanto a gra \ relaciones cl1n'e las coherencia con que se presentan as • reglas. , '6 L cultura ~e encuenna Cuarta indeter/llHlaCl "' a rada de limitación del al indetennin:lda en cuanto g ado en consideración. repertorio de reglas que es tom L991. 79 78 vida social. 7 LA CULTU RA COMO RECONOC IMIENTO I Y CO MO DISCU RSO De hecho, elida person3 habb Su propi:l len.);ua, y a me.di· da que Jisminuycn lus conceptos con significado común, se hace más difícil comunicMsc con los demás. P.1Ll1 AlMer, El país de /IIS líltillldS cosas Veo mi trabajo como el de un restaur.tdor: alguien que se sirve de la memoria y de sus instrumentos para recomponer desde su propia sensibilidad una palabra usada. Como cu::ilquier palabra. la palabr:l «cultura» está para ser usadn, y rodo el que la usa goza de libertad para hacerlo a su antojo. Con el uso las palabras se erosionan, se fragmentan, a veces ganan sentidos nuevos, y rambién pueden llegar a lIenar<;c de herrumbre como el anda de un barco :lbandoll:ldo ti su suerte. NadJ. hay que decir sobre el uso de esa libertad. Como profesor de antropología me pagan para cuidar de las palabras que definen mi oficio, para reStaurarlas a mi m.:mera y devolverlas a arras personas, En el uso de su liberrad, esas personas barán de ellas lo que crean conveniente hacer. El pun,tO de partid::! e~ que hay una memori3; éS3 que yo he acopiado en mis c'srudios de lo que otros me dieron. Esa nu:moria de nuestro lenguaje es todo lo que tenemos Jos científicos sociales. Si queremos llegar a entendernos de algíl'n modo, hemos de comprender que no son aquéllos a quienes no pagan por hacerlo quienes deben cuidar de SI! lengua le, sino nosotros mismos, En nuestras 111allOS está, y sólo en nuestras lllallOS, cvit;lr que nuesrra sociedad científica se cOln'iertrl en el país de las (dti1l1a~ cosas. Hay así dos pai~ajes en la circulación de palabras como «culnml>\; el de la gente que se limif3 a usarlas, )' el de la genre a 13 que :lquelb otra paga por imentar restaurarlas. Pero, por arra parte, una sociedad científica no debería ser una iglesia. Restaura[ no d ebería signifiClr entre nmotros recuperar las palabras 18 J CULTU~A. ANT~OPOLOGIA y OTRA~ rONTERIA~ para otorgarles el valor de una verdad de fe. Nos guste o no nos guste, la palabra ·<cultura~ h.1 :l.colllP3ñado históricamente a la antropología social y cultural desde sus orígenes l. Soy de los que opinan que esa palabra sigue siendo una de las palabras fundamentales, si no la fundamental de nuestro vocabulario analítico. Todas las disciplinas científicas tienen palabras de esta especie. Estas palabras no deberían ser entendidas como portadoras de signifk.:ldos cerrados. Más bien, habría que entenderlas como esp:lcios par;1 el debate. Renunciar a ellas es renunciar a la empresa crítica de la ciencia, pero usarlas en una sociedad de cientíncos no debería conducir a anular su mejor cualidad: propiciar el disenso comunicativo. Son pabbras en tensión rorque cad::! amor ha de partir del supuesto de que su contribución a su definición, esclarecimiento o restauración sed inevitablemente una contribución parcial; pero, a la vez, ningún debate es posible sin contar con que quien participa en él rCl1dr:í la pretensió/I de convencer a los dem::ís de que su intento analí· tico es el correcIO. L'1 debilidad que algunos ven en la palabra «cultura», debido a la aparente pltualidad de sigl11ncados que encierra, e!i precisamente!iu mejor virtud. Esre argw11enro es importrlt1!c cuando se rr:J.ta de pensar en los usos de la palabra «cultura .. por parte de otros especialistas científiCO!), es decir, aquéllos a quienes se paga por cuidar de sus lenguajes analíticos. Hace unos años asistí aun congreso sobre «patrimonio cultural intangible» organizado en mi universidad por el profesor Honorio Velasco. A esa sesión asistimo!) trabajadores de diferentes disciplinas. Ante mi insistencia en la idea de que es ulIporrame conocer los contenidos analíticos que encierra la palabra "cultur:ll> en antropología social para poder siquiera empezar a e!Hender 10 que se encierra en el concepto "patrimonio cultural», un jurista exclamó: «ies que los antropólogos no os ponéis de acuerdo en el significado de la palabra cultura!» Esm exclamaciÓIl venía a ser una justincación para su completa ignoranCIa de nuestra tradición imelectuaP. Los antropólogos qlle hemos tenido el placer de compartir espacio con especinlistas de otrOS campos estamos acostumbrados a eMe cipo de mensajes'. Tal argumenro es sencillamente 1. Véa!;(" a c!!.t~ rc,pecto el excdenre ensayo de ~em1ntic[' hi,r6rica e~crilo por Al· fred L. Kroeber r ClyJI' Klud:hohn (1963b 11952[). Y, más recientcmente, Stocking (ed.). 1996. 2. Esm ignorancia oS pnfeclameme eVllable. como lo ha demostrado Je~ús Pric{o en 1111 exccleme eX3l1le" lurídlco de la presencia de la palabra _cuhura. en la constirución cspañ()la (Pricro d~ Pedro, t995). J. M, tr:lbalO en el ambiro de la antropologrn de t., eJIIC~Clón y de h. e~cucla, en reIJción con lo~ u~os pedagógicos del concepto de culrura.,s uno de las mO[J~OS Cl'ntral~$ 182 LA CULTURA COMO RECONOCIMIENTO Y COMO OISCU~;O Inadmisible. Como indiqué en el capitulo 4. puedo eSt:lr de acuerdo con Annetc Weiner cuando dedaró: La :tntropologia no puede seguir exigiendo derecho~ de propiedad sobre un concepto ¡el (OI1CepIO Je cultura] que form;¡ pane de muchos orrm campos e intereses·. Sin embargo. mi acuerdo con esta idea depende de qué entendemos aquí por la e"presión .. otros campos e intereses». Si se trata. del uso que hace de este concepto una madre de familia, O un rockero, entonces, como he indicado, nada hay que objetar. Pero si se trrua de personas que viven preci:.amente de la únicl empresa de tener cuidado con lo que quieren decir con sus pab.bras, como los juristas, los pedagogos o los sociólogos, emre muchos otros, eTltonce~. sin nece~iddd de utilizar la antipática expresión "derechos de propiedad», hay que decir eSto con total cbridad: en ni nguna disciplina se h:1 elaborado con mayor esmero, precisión y cuidado el concepro de "cultura» como en la disciplina antropológica. El jurista puede hacer lo que quiera con la palabra, naturalmente, perO cuando tenga que infhur en la confección de una ley sobre "patrimonio cultural" ell el ejercicio de 511 profesi6n es muy probable que sea sencillamente incompetenre; o que, como suele ser habitual, al contribuir con su ignor:mcia a esa ley, descubra algún Mediterráneo navegado décadas atr5~ por los antropólogos. Es verdad. los antropólogos no nos ponemos de acuerdo en lo que significn 1:1 pal:1bra «cultura», pero en el camll10 de ese acuerdo que, como he indicado. no tiene por que! llegar a alcanzarse por completo, muchos .antropólogos han invertido millones de horas de eshl(:rzo que han conducido, como muestro en este libro,:1 resultados bien concretos. Al fin y al cabo, ¿me permitiría a mi un jurista intervcnir como anrropólogo en lh interprctación profesiollal de las leyes sólo por el hecho de que entre los juristas no existe un acuerdo general sobre el concepto de «jl\Sticia~, o sobre la cOlllplej:1 relación conceptual entre «jusricia» y .. legalidad.>? Preferiría que no, por el bien de los afectados. de eslOS p:¡rr-•• fos. Vllia.", V~b<;co, Gard3 C;blaño y orJ1. de Rada (ed~.), 1007 [19931: y en ese libro. Oluy rarticularme'"t, el en~a)·o de Harrr F. Wo1con, .Sobre la imención emo· gdfica··. pp. 127·144, Vé~,e lambit'n Dí,\l de R.1da y VeIa.>Co. 19%; [)faz de Radn, 2007 )' 2008~. 4. ""ciner, 1995: IR. 183 l" CII/turtl yexcll/slón \,ol",amo\ " e:"l fUt:ntc de eJemplO!. quc fuc el Fórum cc:lebr;)do en Barcdona. fn \u entorno \C rcuni6 d Foro de las Alltorid.ldes l .oúl/es. En un .mir.:ulo tiluladn ~L1 Agenda 11 de la Cultura propone polílica\ contra la eXdU\LÓn \ou.ll~~ Llu¡~ Pdlicer escribió; El foro Je la, AUlClridJdc~ Lo.:alc) (FAL) de Pono Alegre Jprohó .1Ia J~lmhlcl lJ A~t·nl.b 21 de lJ Culrur .1, por Il quC' Ilh repn:!>Cnllntc, mum(lrJ1C'~ prC'-.c:nle, en tI reunión <;C' ~'()mprometlC'ron a IUl;hlr pnr 1.1 mdu~lón '>(k:ill de lo, ciu{lJd.1no~ a tr;l\'és del <lcccoso a 1,1 '/Ilt/lr,¡' en He ahí una Imagen frecuente de la cultura como espacIo separJdo por una puerta cerrld;l que e~ preciso abrir con política!> pllblica~ para bnndJr el ac(;eso de 1.1 gente. FS.l Imagen dibuja un estado del mundo. E~tán los que se encuentran ya en la cuhur.], r luego esdn IOdo ... lo ... dem3.,:>, fuera de ella. E,:>.l lIlugen di bUla también una idea de la cultura como e~pacio e"clmivo y exduyente. en el que ~e encuentr;1I1 la\ pobLtclones .df.lbetlzad;" y escolarizadas, I~ artistas reconocidos, los hombre .. mUJeres que \e han hecho '·.ller en una u otra rama de los ~abert:' púo blico~ rUC\IO~ en orcubCllÍn .1 través de libros, anículo~ científicos. cuadro!>. películ.t\. !tlllfonb~. mlleble~, edificio~, vestimelH.ls.leye\. ell.:élera. Esta Imagen del mundo \ de la cultura no consla nunca de un.l ~ola puerta. porque detd!\ dc cada puerta siempre encomrar.h otra que te ..eparad dc un nuc\'o espacIo de exclusi\"idad r exclusión. L.t l;uhur¡1 e .. l.:onccr'IJJ aquí como un bU:'n que te faculta para avanzar en 1.1 carrera de la vida. ha\ta llegar. puena Iras puerta, por las emplnada~ e~alera\ del ;)scenso \ocial. a lo, lug.lres de las élites. Las mejure~ Intenciones. e~as que p;llrlt.ln en el trabalo del Foro de las Alltoridades I.oúlles, no pueden ayudarnm. a ,obreponer el ímpetu de exdusividad ye,du<;ión que 'oC elKierr.l en esa imagen. Esa Imagen del concepto de cultur3 Iran~porta int·vuablememe el acuerdo con el Juego de la~ élltes. Condcscendicmcmenrc, gr;H:io.,ameme, la.. élnes emregan 1.1S llaves de .. m elev.lda~ c~tanCL.1\ a qtlLene .. c~tán ,1bajo. a qUIenes están fuera. Pue\ ,(¡lo puede .Kcedcr.. e .1 un lugar !tI e\ que aün no se está en él. b impo'lble. CU;)11I.10 loe ve .1,í el Illundo, res"urse a Jugar el juego ljue V.J incluidl) en el paquete dc lal cOIll.:cpción de la cultura. Para mí, como .llltropólugo ~oclal. la cultura no es e!to. El IUC~O e\ OIrO. Y e\te otru Juego oblig.l a precis.1r, con todo de/ollle, <l qllt se accede r /:11:.111 • ., Jc 01.1' ti o.. .!(l1)4. p. "'. l..l ",,",,,,, "" mu. 1<4 CUlTU~" COMO HCONOCIMIENro , COMO DI$CU~SO en concreto al atra\'esar cada puena. tn lil fllltur" y., eS!olmus lodos. ToJos lo~ sere!> humano!t ponclllos en juego nos contuntos de reglas que aquí vengo denominando cultura. El hecho de e~tar alfabeliz... do o no, el hecho de estar cscolanlado II no. el hecho de \:lber o no saber componer o apreciar !>lIlfonías nada tiene que "cr con el hedlO de ser un agente de culrura. El Foro de lils Al/tom/lIdes 1.0(¡J/es puede brll1d.lr escolanzación, alfabetizaCIón. competencias' rCl.."ur\o\ para conremplar cuadros. escuchar slIlfonias o IIlterpretar leye\. Todas é\a, 'ion competem:;as cultuGales. ciertamente; IOd.1~ ÍJcullan p<lra Ju~r con diversos conJunto~ de reglas [S1 r S3]. Pero no ..e puede deor de quicnes no h;)n aprendido e!>as competencias ljue no son a~entc\ culturalclo. Lo SOIl, Su ,ida social, la que viven cotidianamente Clundo h ... bl.lI1, ,1man. odian, trabalan, cocinan, comen. sueñan ... ~erb 1I11ro.,ihle "i no fueran agentes de cultura. L.1 consecuencia de jugar con un conccrto cxclmivo de culrura cs, gener.llmeme, dar por ~em;Jd.l la idc;l de que son I.'.wlllsil'os qUlene~!>c cnl'uentran ell la cultura. La consecucnCI.1 e~ moral: esa culrura e.xdu+ \iva de los exdu~i\"o~ los ha conducido por el camlllo de la pt·rfección. los h;l hecho más hUIll;tno~. Y así. no ~ólo Ik·g.Jnln, .1 pem,lf de qUIen h.l .lprendido en la escuela .1 leer)" e .."ihir que h.l perfeccion.1do preci!t,lInente csa competenci.t e\pedllca; lleg.lmo~ .1 pen\.lf ljue e.,.l persona es n1;)\ humana". t\ada import.l si otr... pCN.lIlJ h.l .lprendido en determinado!> espaCiOs de su vid.¡ di.lrü la .. tél.:nic ... , par.l cultivar lechug.ls, confcccionar zap.Jtos o p... ~lOrear reno~. r ..... \ Ctha~ no "on tan elcvad.1!> (creelllo!>, nalUralmente, lo~ que Jam.b no!> hemo, pue\HJ a hacerlas). Pero • .lntes de ser moral, la con,ecuenCl.l de Ju~ ... r I.."on un conl;cpto exdu!>;,'o de cultura es an ... lític;), o sea !l(l) afr.1'tr ... .1 1... Ignur.lnCla. Al usar un conccplo exclusivo de cultura IC\";)I\[;)mos un ... pueru, una escalera. enrre CM>S s;lberes especilIles }" 1.1 idc;) tan hum.lIla do! ~aber. Desconectamos dega y arbitrari.lL1\ente el mundu de la vid.1 ordin;lria ~ de la burbuja de la .culrur.l*. Escriture, .•lrti .. t.1S, Científico." etcétera, mueren así en "Ida pagando el predu de 'u propia Imem.uel. Sus1>er.ona\ IIt,gan a ser sustituidas por .,u\ obra;. E".J .ltrofi.l del concepto de culrurJ nos devuelve una Imagen desoladora. Por una parte, l!!ncmo\ pCf'onas 6. Vr;l.><! Frallzr. 200.!:\lS. ... E,lc ~OllccpfO oc "OlunJn ..1.. IJ nJJ' (td,.·,,5/t·,·lt) fu~ fr.lt>.I¡.1Ju .IOlph.lmemc pnr .\llre.1 'i~h(¡u~' ThuJll.l., I u~kmann, ~ Jdin,J,1 .1.[: ··P,l' IIlImJ.l Jc 1.1 \"loa ~o!OJIJna Jebe "lIIcnJer,c ..,<"" .imh'f<) oe la rcallo.lo 'lu" .. 1 aJuho ,11~rI.I \ norm.ll ',mplemenT" pre,,,p,,nc en 1.. .acmuJ Jr "IIUJU (umún. [)C"tiW¡_III1.", pur .. \u pr""'p,,,,idón ¡"Jo 1" 'l"" "'f"'nm.. m .. Ol"~ (Omu mUI<""!of"m.lt>k; p.lrJ n"",01r",. 11..10 nt.lJo Jc ~O!>.l~ n .Iproblem.íl"o hJ".1 nUC\<I a~I>;O. l"-'hu'lI ~ I u.:kmann • .!OUl 1<j.~!I: !~). INS CULTURA vivas, mas no suficientemente humanas; por otra parte, tenemos seres demasiado humanos que, cuanto más se acercan al ideal de humanidad, más mueren. El concepto de cultura de nuestra tradición antropológica es taxarivo a este respecto: todos somos seres igualmente hum:mos, rodas esramos vivos, todos sabemos hacer cosas (mejor o peor), unos unas y OtrOS orras. A un musco se accede pagando una entrada (o redistribuyendo un ImpueSto), a la culrura se accede siempre, sin pagar. Basta con haber nacido, tener un cuerpo, y unas cuantas personas alrededor. Nuestro concepro antropológico de cultura ha de incitar también a resolver el problema de las enormes desigualdades a escala planetaria. Es urgente tomarse en serio el propósito del Foro de las Alltoridades Locales: Rescatar 'bienes comunes de b humanidad', de los que millones de ciuhall quedado excluidos a causa de los 'desequilibrios' que hn dadano~ originadu I::J lA CULTURA COMO RECONOCIMI[NTO '( COMO OISCURSO ¡&'NTROPOlOGIA y OTRAS TONT€RIAS glohalizaci6n econ6mic<1 s . Pero esra s6lo sed posible con una imagen horizontal, no jerarquizada, de todos los millones de seres humanos que pueblan la tierra. Pues naco favor had la idea de cultor:l al reparto igualitario de los biene~ comunes, si esa misma idea conduce a presuponer, de alltemano, que se puede ser más o menos ~er humano. Hace tiempo has leído: §3. Cultura es el conjunto de reglas con cuyo uso las personas dan forma a su acción social Una parte de ese conjullto de reglas comiste en el repertorio de las que utilizamos para relaciotl<lTllos con las reglas mismas. Al relacionar- nos (regladamente) con las reglas que se ponen en juego en nuestro universo socia! sometemos a juicio, de un modo u otro, !aG formas de vida de bs jJfrsonas que en él habitan, incluidos nosotros mismos. Al ponerse esos zapatos, la tierna agente del FB! da cuerpo a un modo de vestir,:l un modo de entender lo que es «ir vestida», y ese modo incorpora su genuina sensibilid.ld estética, ~lI biografía y su origen social. Viste usando las reglas que aprendió a lo largo de su vida. Cree ir elegume porque así lo creyó <11 ponerse esa clase de Z:lpatos en su mundo social. Lo mismo sucede cuando calzamos calcetines impecablemente blancos con impecables I1locasines negros, creyendo que es:! parej<1 irnpolur3 de complementos nos toca de elegancÍ3. Entonces podemos tropezar con el portero de lllla discoteca que, consider<'indo;,c exclusiva, nos negad la entrad;]: "no se admiten horreras». Para entender este fenómeno, Jean-Claude Passeron nos dio un;] concis;] definición del concepto de cultura: Ull~ cultura es t:lntO un sistema de reglas9 • Los zapatos de Jodie Foster. La ClIltura como recollocimiento En El silencio de los corderos, la aún inexperta policía encarnada por Jodie Fosrer "isira por primera vez, en la cárcel, al despiadado Aníbal el caníbal. Ambos cruzan miradas a Través del vidrio de seguridad. Luego comienzan a hablar. El asesino, con su gesto aristocrático, sabe matar también con sus palabras. Toda la autoridad de la joven policía se vient abajo cuando él, en un alarde de ojo clínico. pone en evidencia su vergonzante origen de da~e: ¿de dónde ha sacado esos horrendos zapato~ baratos? La crudeza de ese Juicio e~tético}' moral, una forma de juicio a la que, expresa o fntimamemc, estamos todos acostumbrados, pone de relieve el proble!11:t del que :lhora me ocuparé: el recollocimiellto, 1" apreciaciólI y I:J. /Jlllomá6/1, como parte del concepra anrropológico de cull'ura. Apreciación y reconoc.imiento se encuentran en la base de cualqUier jer,:¡rquía socia] construida a través del concepto exclusivo de «cultura". 11. El Hlís, \1 de mJI'O de 2004. p. 39. 186 si~[ema de rel3cionc5 con las reglas como W1 La cultura no consiste sólo en las reg],:¡s para llevar a cabo tina acción, sino también en el conjunto de relaciol/es regladas que los agentes m,:¡nrienen con esas reglas, el conjunto de disposiciol1es que ponen en Juego al interpretarlas. Los agentes sociales, a traves de sus propias disposiciones aprendidas en relación con su mundo social, ma'ntienen relaciones con las reglas básicamente de dos modos: (a) JI percibir, apreciar y reconocer, las prácticas que realizan los demds; y (b) al realizar ellos mismos sus propias practicas. Ninguna <1cción social es, en 'este sentido, unidimensional. Cuando un relojero ajusta el mllllltCro de lln reloj no s610 usa reglas para su acción, sino que, sobre la marcha, usa reglas pam valorar la adecuación de su acción. Ninguna acción social es en este sentido una mera acción sobre cllllundo exterior al agente que la realiza, es tambiell una acción sobre su mundo subjeti"o, sobre las regl.:!s a través de !as que cobra forma su propia <1cciÓn. Por eso es preciso dar 9. Passeron. 1983: 22. 187 CULTUR/\ ANTRO~OlOGIA y OTRAS TONTERI/\s ahoTa un nuevo paso en 1;1 progresión de nuesrras definiciones. Desde esta definición, establecida en el capitulo 2: §3. Cultura es el conjunto de reglas con cuyo uso las personas dan forma a su acción social progresamos hacia esta Otra: SS. Parriendo de la definición §3, cultura es el conjunto de regbs para rela.cionarse con las regla.s de §3 en cada situación concreta Esas nuevas relaciones son inteligibles como un conjt1nto de reglas de üp/'eciaciólI, recOllocillliellto o illterpretación de las regbs del juego social; por ejemplo, Id interpretación que pone en pr:icrica Aníb,,1 el caníbal al juzgar los Z"p~1tOS de 1.1 joven pobón. La figur;1 13 iltmriJ el enunciado de la definición SS, mostrando sus componemes y exponicndo tres ejemplos con algunas vari:l1ltcs. ESte tlla::vo nivel de comprensión del conccptO de cultura puede enrenderse mejor 8i pensamos en el lenguaje y en las diferentes manera~ de esrudiarlo lo . Un:l posibilid:1d es estudiar el lenguaje corno un conjunto abstracto de regbs fonoJógic:ls, morfológicas, sem3ntiC:lS y sintácticas. Esa Imagen Jel lenguaje se puede contener en un par de libros escritos. En primer lugar, un diccionario lingüístico que melaya la 'iuficicme l11formación fonológic:l, morfológica y semántica; o se:!, un catálogo de pabbras con b representación de sus pronunciaciones (plano fonoI6gico). la mención de si se [rata de sustantivos, artículos, verbos, etcétera (plano morfológico), y la definiciÓn de sus significados (pl<lno sel1l;Íntico). En segundo lugar, una gramitiCl, en la que se nos dig:1 cómo esos diferemcs tipos de palabras se combinan sintácticamente para componer frases bien formadas. La gramárica es un conjunto de regla~ de compusición de oraciones bien fOTrll:ldas que nos dice, por ejemplo, que esta frase está mal compuesta: .. León vuela fucsia el por aire .. ; pero esta otra, aunque onfrica, está bien compuesta: "El león fucsia vuela por el aire»!I. Otra posibilidad, ba~taJlte más compleja, es estudi~lr el lenguaje ob~ervando sus liSOS ¡míetkas, es decir el conjunto de reglas con laS que los agentes concrelO~ que leen, cscuch,lIl, escriben y hab1a1l un idioma, 10. Un.l formulación ,om.:iSJ Jd mismo problema en la comp~ración entre cl1lturn y I~ngu;¡ie se enC'llemra en Jla.sseron (1983: 22). Un libro p3J"U disfrutar con la diferencia entre e.\OS ni\·e1~s de comrren~ión e~ el ~iguiente: ¿Qué sig,,¡ficu hablar! {Bourdietl. (985). 11. 11 elcmplu cI;¡SICO con es!c mi~mo formato se enOlentTa en b obra ,k No;un Chom~ky Esrmerllras slI/t<Íe/,eas (1 ':l78 11957J; 19). ¡8S LA CULTURA COMO ~ECONOCIMIEN"O y COMO DISCURSO :'i(H1 elemplo; dell'bno i 3.1. los siglli~ntts: ·Un réloiero pone en ju~go regb~ para aju,tar ti mmutero de un rdo) • La jo\·~n polida de El si/roe;o de IQ5 eor,l,'TOS pone en juego r~!as para calz:ll"sc y lb'ar ~ zapJ!($ >Te despides de un amigo de Buenos Airo dlndole do~ bew... uno en c:lda mejilb: pero, cuando le vas Il dar d ~gundo, fU amigo rema la mejilla (porque en Bueno5 Aire'! sólo esperan un be~). Tu has >o:guido una regla.s paro saludar, w amigo de Rutoo, Aires ha ~!luido OIras S 3.l. Ln! perrona, !ls,n reglas pora Jar fClrm;¡.1 '" ""'Ión \QClal t m." S 3.1. u>.< p,·r ••. '''.111 reglal poro tI"r í",",~ • l¡jo rebc)('Inc, qLl~ man"cn~n ,on las reBlo. U",,<I,I, ~" S 1.1. s.s Pmlcndo de la dcfi· nici(>u ST, culrUr.l es el collJlm!O de r~¡;JM par~ reladon.lr~ con Ia~ Te¡¡b~ de en rnda SJ .~iru;¡r:i611 Soo ejemplos dd plano S 3.1.10\ ~]guleme.; 'Sobre lJ marcha df \U ~~ción, e5l' relojero pone en iuego r~gla, rlra l"alorJr si lo VJ haciendo correrume11l1' al segll;r las r~gLas de SJ.1. • Al calza= )' lJe\'~r esos Z,lpaIOS. la ioY~n policia El silencio de 10$ corderos pone en lurgo reglas que b IIc,·an a reconoc~r que ponerse) IIc~ar eso\ d~ zapatos !!'S adl'Cu:lJo, oporruno, rl(é¡era. Al criliC3r to;.l~ reglas que ha rUC~!(¡ en Juego la loven poh,¡a, Allíb,11 d Caníbil no !xme el! dJld<l que!J poI,d<l s~(IJ ponerse rwO$ mpatos)' C<llllmfJr (Ol! el/os (I!'i tler:ir, las regb5 dd pl~uo S 3. l.). Lo que polJ~ el! d",/,¡ es qJ/~ /i! po/id..I sep.s ,UOI/I)(er qu~ ;..¡pwos 5011 los ,¡dewJdos, oponmms. elcill'r<l (e~ de,ir. b~ rc¡;JJ~ del plano S 3.1.) ·AI dar" tu amigo de Bu~no5 Alr~> dos bc<;o,. lIJ]O en cadJ meiilla. ponn eo juego regbs ¡¡Lle le permilen :;:¡her que d~r do. beliO. e,> lo correao, adecuado. e¡ct¡era. Al reCibir el primer beso, tu nllllgo de Buenos Am:s pon~ rn ILlego reglas que le pctnlllcn ~aber que 110 hu de t.\p~rJr tUi segundo I">cso, y retira la tara. Tu cmOnce~!e qucd:l.\ '011 el !W\IO ,uspellso)' él Hu"hién. Pero, como .suele suced~r C11:lJldo hn)" bllen rollo. ~lInb(l, co;t.lis di'ru~,ro~ u reconocer que en d pbllO S3.1. h~béis seguido r~~las di,lin!;)"~)' no e>!~is inclinuJo) a SllpOl1er ningu~ d~ est~~ dos cosas que os lJevJrian ~ tener uo rOlllliclo: (a) que ~I Otro es incompfleme rara !¡a1ud"" (rbno SJ.I.), (h) que d Olro e~ incOll1rClcnlc parn fo.lber qué forma de ,aludo es ulldecuad.l. ('()rr~,l.l, t!,éter;¡ (plano S3.1.) J-igura 13. En cada siTuación social exisTco al mCIl()~ do~ pl.1nos de rClllas. 1S9 CULlUII." "NlII.OPOLOGI" y Olll."S TONHItI"S hacen uso de su lengua par3 producir efectOs sobre los demi,>, sohre ellos mi~mos, y en general, sobre d mundo. Estudiar el lenguaJe de CSll' modo implica prestar atención al pLulO pragndrico, es deCir, pr.lctico: e implica sil ullr el uso del lenguaje en situaciones concretas de utiliz:lCIón, Estás en una sala de teatro, se apagan las luces} aparecen en el cs· cenario do~ personas que se du.;en lo sigu iente: .. deja que te bese en lo~ labios con pasión", La obra pro,sigue en el e5cen3rio cu~mdo de prOnto. tu vecino de bucaca, un desconocido, te dice al oído: ~ deja que te he~l' en los labios con pasión». Ambas expresione'l son idénticas :'J se contelllpbn desde la primera per~pccri\'a de estudio del lenguaje: en eSl' sentido, ambas son frases impec;:¡bles. Sin embargo, ambas expre,>ionc~ son completamente diferentes desde la segund3 perspectiV3 de estudio: la perspectiva pragmática. La primera per:.peuiva de estudio entiendt· el lengu3Je como un conjunto de reglas de producción de fr3.'>es; en ella se lInplica. por tanto, un sólo nivel de reglas, por complejo qUl' éste pueda :.er. La segunda per~pectiva entiende ellengu3je t.lmbién así. pero 3ñ:lde el e~tudio de b~ reglas con cuyo uso b~ personal> definen cómo usar las reglas del pnmer IlIvel. apreciándobs, reconociéndob~, LI1 te rp red.ndola~. Fácilmente caerá:. en la cuenta de que e~ta complicación se pare":t· mucho:lb que te expuse clL,mdo te arroJé.11 abi~mo de la cultur;:¡. La C,l' pacidad de los :.eres bumanos para defimr, .1preciar. reconocer, Interpreur regbs, y en definitiv3 par:l relacionar!>e ..:on las regbs en mlllriple~ IlIvele~, es JIlcreíble. Ninguna descnpción de la culwT:J es del todo ade· cuada hasta que llega a Incorporar est.1 complicación; a la que t:Hubién se refirieron Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohn: para hablar de cultur,l, no b:lst:l con b noción de ,.hábito,. (o lualquiera que la smrituya): La Pllabra .hjblto~ . [... J (S dema~lado nl':utral; un grupo nunca es a(n fl\"amem( indifereme a ~u cultural!. Escuchar de tu vecino de butaca la expresión ~deja que te bese t'n los bbios con pasión~ te 113 dejado de piedra. Pero entonces un fOl.:o se dirige hali;:a vosOtros r os ilumin3, de manera que todos los dem . h espectadores pueden ver que estás;:¡l bdo de un :lctar m.h. comp'lrricndo escenario. Sigues de piedra, claro. Pero de otra manera. Enton ce~. levant:lndo el volumen de la voz para que rodas ruedan oirlo, el qlJl: era tu vecll10 de butaca dice a todos los presentes, ilunllnado por una poteme luz: • ¡deja que te bese en los labio~ con pasión!" 190 L" C.ULTU~" C0r10 ~eCONOCIMIENlO'" COMO DISCU~SO Cuadro 22. Algo m,]:. que reglas Firrh, 1944 i La 3ntropologLl ~ocial es el estudio científico de l:t CUltuT3 humana. Su interé:.:.t' centra en l:t diversidad de regla.." comportamiento~ y creencias del hombre en los diferentes tipos lIe sociedad, y tn la uniformidad que subyace a tod3'> las sociedades (por ejemplo, en lo que respecta a la org,mización falmliar básica). No se ocupa sólo de las diferentes formas de las cosnUllbres en todo el mundo, SIIlO tambIén del ~Jglllficado que estas costumbres tienen para la gente que l:ts practica (KK 185). Ese orden de "sigmficado~ es el que ~e eXpres.1 en nue:.tra definición SS. Un detalle: cuando R3)mond Finh!>C refiere aquí a "la organización familiar b;Ísica ~, sólo indica que toda socied.ld humana riene alguna forma de organización f:tmiliar. Al hacer cosas que t'xigen de algím modo el 3juSte a reglas ejcrcit:lmas ulla doble competenCIa cultural. En un pnmer nivel. d3mos forma a nuestr.l'l acciones y relJciones, ), en un segundo nivel, damos formol a la relación que mantenemos con ese primer ejercicio. A su vez, las acciones rJe e~e segundo nivel pueden ~er objeto de un nuevo reconocimiento, como cuando se evalúa a un evaluador, y así sucesiv:lmente. Como me comentó en cierta ocasión mJ alll1go Fernando Monge, que solía Jugar al rugby años 3tds: «una cosa es jugar al rugby, y otra cosa es ser jugador de rugbp. Es decir, una co,>a es <.:onocer las reglas (le un juego y ponerl.ls en pr;ictica de alguna manera, y Otr:l cosa muy diferente e~ ejercit:lrlas con tal soltura que puede deCIrse que esa persona ha II1corparado, literalmeme.las regLts del juego: las ha Imprimido c" su cuerpo. Solemos reservar ese Juicio de identidad -ser lug.1dor de rugb}'- para recollocer que la relación que la persona l1lanl1ene con el conjunto de las reglas de Sil acción es sólida, consistente, y se debe a una experiencia de larga trayectoria. Y tambIén solemos apreciar las JIlseguridades que sa!t.lIl a 1.1 Vlst.l en nosotros mismo~ o en los demás cuando la rebción de una persona con las reglas de su acción es titubeante; o podemos hacer que el OfrO Il.:lquee al poner en evidencia pública, como A.níbal el caníbal, la 1Il.ldecu;¡ción de sus competencias culrurales en una situación determinad;\. La clave es que, al hacerlo. t.lmbién lugamos con reglas 191 CULTUAA ANlAO,"OlOGIA V t"cTkAS lONTIAIAS convcnr.:ionales, tamhién ejercitamo\ (ultura. No rodemos '-alorar t:. acción, con!>tnlyendo .l\i lerarquí.:J emre lo adecuado y lo madecuado. lo mejor r lo peor, lo hueno )' lo l11alo. ;11 margen de todo luego cultural. CUdlq/ller e;ercicio de wrarqlll::.lCI()1I SI! produce e1l algún campo dI! III('go, por medio del lISO de algún COII/1l1110 dI! COIIL'clIciol1es Imll/allas. Regl.l )' tiempo. L1 ctlltllra como discurso Ha llegado el momento de hacer un le\'e cambiO Je rumbo, un dc~do lOuril pero fundamemal en el trat:lIllLento del com;epto de cullUra. E,re desdo h.l ... ido señaliZ<ldo riempo atrj~ en nue\tro viaje, en el capirulo _'o al tr.-Har de la cuarta 1I.1\"e del llavero: la llave de t:. prjcrica y el proce..o. Sohre I:ls defil1l":lOnt:~ amenore!> (S2 a SS) pC'><.l gra\'ememe la expre~lón .conJunto de reglas ... Y por I11m:ho.!J matice .. que Imrodu/C.1· mo!> para .lhger;1f esa c;lrg,l, por mucho que no .. preguntemo,. como hIClmo~. ,,¿cómo puede la blandura de la vida refenrse con la no..:ión de regb?_, e imememo,> tlcxibilizar c!>e duro ¡""trumento de medida, la Pllahr.... regb·· a..:.1h.1f.l por ¡mronernos una ciert •• manl.l. F...l paJ,,bra termtnad hac¡cnd()no~ e!>Crihir en negrita 1,1 nO':lón de e~trll.:turJ. mienrra~ dejamos SIII relieve la no~i6n de pro..:cso. h prcci ... o. por tanto. desprcnder~e poco a poco de ella, y encontrar ,lltcrn.uivas más equill· brada, entre lo que Ylene preformado en la acción humana y lo que se estJ formando durante \u cur!>o. Lo~ l.apatos de JoJ¡e Fo<>ter t.unbién llevan .1 e .. re problenl.1 . .11111troduClr en nuestro concepto de cultura 111/ q//mto phmo de i11(leter11l1· //.:JetÓn. M;b arriba escrihf: las regb~ de la culrura se encuentran 1Ildcter·, minad.ls en cuanto a .. u grado de exphcltud hngühtica}" se encuentran mdeternunadas en cuanto a :.U grado de corre~p()nJenc\;l con b JC(lón con.:reta¡ b culmra se encuentra mdeterminada en cuamo al grado de si~lem:HiciJJd y cohcrenda con que Sto presentan Ia~ relacione .. elltre I;¡, regla!>, ) en cU:UltO al ~r.ldo de limitación del repertorio de regl;l~ que e, ramado en consideraCión. Aníh.ll el canmal no .. hace ver que 1.15 reglds de 1<1 <'IllturJ se el/c//ell' triJ/l mdetermm<1dJs t.wlbiill en cu.mto d Sil adectldciólI coucrer., <1 CdJo.l situación social co/teret./. No imporra cujl sea mi cxpectariva acer~.' de 1.1 adecuación de mi acción para ulla ,¡tuación \odal dada, pueHo que esa ~itua..:ión es :.o..:ial. 1111 acdón sólo tendrj un 'iCnrido )' una imerpre· ta":lón el/ el curso concreto de Sil reJIi:"¡óóll allte los otros, en Sil deel/r· so. ('ti s// disc/lrso.;\\¡ a":":Uln sólo u:ndr.í una formJ cultural un.1 Ve7 '-luc ha Sido, no ~ólo reali'",da. !>1Il0 tall1bicl1 \·;.Iorada. re..:onoclda. interprerada. por los orro~ -indulJo )"0 ml~IIIO comn e,pe~lador de 1111 prur,::a 19.1 LA CUlTUAA COMO AECONOCIMlENTO T COMO 015CUA50 ::acción. y como Jugador. Para ello, esa acción ha de cohrar cuerpo en un tiempo ..oClal concreto. en una .!Jltuación social concreta: ha de form,¡rse a!lle lo~ ojos. lo~ oído.. () d tacro de los que ahí se encuentran, formar..e ame la ..emihilidad de In.. que e!llran en relación conmigo, como age!lle en e.!Je escenario com;rew. ESil aCc/óll es imleterllllllada el/ lo que respecta <11 resl/flado concreto de 1/11 cOI/J/tIIlo de Iletos de Jerarqlli<.<táó1l, ¡Jetos de poder. elltel/d/l1o iste como /<1 capacid<1d p.lr<1 h.1cer efectil'.1 Id defil1icüíll de Id realid.1d SOÓrl/ lJ • ,\1e apropio :1!>i de la agudeza de (jerd Baumann • .:upndo c~cflbió: progre~J.do dewe unJ. no.:iÓn reificada de IJ l:ulturJ y luego pro· hast::a llegar J una t;:ompren\iÓT1 di"'UhIV.l 14 I kmo) ~c~ual y ambo J un n""o p"eno, S6, La cultur'l e.. el diSCurso. el decurso. de un conjunto de reglas convencionales pue,ta~ en prklÍca en el tiempo de la!> sitllacione~ sociales. Con esta formulación tenemo~ ya las sei~ definiciones del concepto de cuhura que propongo SI. Culmra es una forma de vid::a "'()(:l::al. \2. Cultura c, el conjunto de reglas con cuyo uso la, personas dan torma a la relaCión que la~ perwnas mantienen entre sí. en su vida ..oci.l!. ~.]. Culmra e\ el COllluntO de reglas con ..:uyo u..o la!> pcr~on,l~ dan forml ::a ~u .lcdón ~ocial. S4. Cultura es una descripáólI. hecha por ,llguieO', del conJunto de reg!.l\ con curo ll'.O 1,IS per\on.l' d;¡n form::a a su 3cción ..OCl,11. D, \'é .• ..., nln ti" R.I'J.¡. 200-:'- 121. "-,,,kdmJ.n. 2007 ()1f<1 nlOJ" Je- J"'lt ('S[(>, hacle-nJ" 11'>(' Jd (on~"rtu .le- mJrCJd"r d,,,cnl/(o que- U1!rOOUlt ("n tI capirul" 2, n ti ~lgule-nIC: <"d,) "Có'''' es md,·lt"f'""l1.ldJ,n a,,,,'/,,;11 grJJ<I t"II ¡JIII' 1m m"r,,,J""I'~ J,"'I1/Icm ¡JI/e ''''''' {>f'n<>IIu PI'"' ('JI I~J 5<'" IIItr..."rrt.,.}'J$ ik (on".). cmmm por wJ", 1". dt.'tIIJ' "\"',,,'" (lrr/,nc'tn ,..,r" <'$U •• /" ....;0(",. PueJo J",..-m.e un", ~It-¡u.ruo. u.r:\l,'" <lU;: a nll r;arcj:ll .. ~ll.lIn .h"tn.-nJ,,~, l..1 d;¡vt" e~ <lut". '''ITIO en muchos UIT ...... CUOII anjl,,~,. fiúlo Je....-uhrirt qUt le r;¡'t"",·n ,h"rrcnJ,,~· cuanJo 1", rong,a .l1fe MI. "I'~ e-n t:, U"fIO de .Igun.l d.lJC' Je- tnlt"uú"lón. 14. 11.1111"""'1. lO!! I 1n7. CULTURA, ANTROPOLOc;I ... y OTRAS TONTE!\IAS SS. Partiendo de la definición §3, cultura es el conjunto de reglas para relacionarse con las reglas de §3 en cada situación concreta. S6. La cultura es el discurso, el decurso, de un conjunto de reglas convencionales puestas en práctica en el tiempo de las situaciones sociales. También tenemos siete indeterminaciones en el concepto de cultura Primera indeterminación. Las reglas de la cultura se indeterminadas en cuamo a su grado de explicirud lingüística. encuenrr~lll Segunda indeterminaciólI. Las reglas de la cultura se encucntrrln indeterminadas en cuanto a su gmdo de correspolldenci:! con la. acción concreta. Tercera illdetermil/{/ciólI. La cultura se encuentra indeterminada en cuanto al grado de sistematiCidad y coherencia con que se presentan las relaciones entre las reglas. CI/arta i"determinación. La cultura se encuentra !nJeterrmnada en cuamo al grado de limitación del repertorio de reglas que es ramada en consideración. Q/lintd indeterminación. Las reglas de la cultura se encuentran indeterminadas en cuan ro a su adecuación concrera a cada situación social concreta. Sexta imleterminacióll. La acción es indeterminada en Jo que respecta al resultado concreto de un conjunto de actos de jerarquización, aeros de poder, entendido éste como la capacidad par:l hacer efectiva la definición de la realidad social. Séptima /l/determinaciólI (que es una variación de la sexta). La acción es indererrninada en cuanto al grado en 'lIle los marcadores diacríticos'! que una persona pone en juego son i.nrerpremdos de forma común por todos Jos demás agentes pertinentes para esa siru3ción. lA CUL TURA COMO R.CONOCIMIENTO y COMO DISCURSO La cultI/ra 110 es un agente Las consideraciones sobre el problem3 del reconocimienro, la aprecia· ción y la valoración, es decir, sobre la interpretación de la cultura como algo que está detrás de una puerta o en el altillo de una escalera, llevan a sugerir que cualquier científico social, pero más que nadie un antropólogo, ha de ser consciente y crítico freme 3 rales operaciones de jerarquización. Ningún reconocimiento es neU[r:l1. En consecuencia, como cienrificos sqciales no podemos dar por sentada la visión del mundo que se encierra en las siguientes palabras dichas por Lorenzo Milien el Telediario de las nueve, tras presentar la noticia de b felicitación pública en el ochenta cumpleaiíos de Gabriel Carda Márquez, y 'al introducir los preparativos del rodaje de Woody AlIen en 83fcelolla: "... y pasamos ahora a Otro grande de la c111tura"I~. Par:¡ un científico social consciente de la tradición del concepto de culrura que vengo desarrollando en este libro, el primero es grande escribiendo novelas y el segundo dirigiendo películas; pero ninguno de los dos es más gmnde que tú, o que cU31quier otro, como agenre de cultura. Dar por sentada la jerarquización que se encierra en esas palabras de Lorenzo implica una especie de alquimia l7 • Por arte de birlibirloque se pasa de entender la gran «cu!mr:l" (In lirer:uura, el cinc) como atribu~ to exclusivo de las élites, a entender c1l31quier otr:l fOfma de producción social como 3rributo de bs masas. Y así se pasa de reconocer el valor superior de una forma de acción a reconocer el valor superior de un agente social concreto (e inferior de todos los demás). La confusión entre el concepto de cultura (un discurso) y el concepto de. agente (quien lo pone en pdctica) está servida. En términos analíticOS esta confusión es letal: lfIlO cultura 1/0 es /111 agellte!lI. Al examinar la relación entre raza y clase social en lo~ Estados Unidos, Brackette WilJiams reveló los resortes polfricos que se acti\'an cad3 vez que se pone la cultura en cllugar de las personaS que la h:lcen: • Una vez cOfltempbd:l como socicd;¡d civil, la cultura se convierte en p.ute fundament:11 de los rnccuni5mos de control del cswdo. [...J La cultura, 15. Una eXl'lic~('i6n del ~on("'¡'>1Q de -marcador diacr¡rico- ,e cncu~nrr;! en la sec. ción ~r.fiCt' fnru: 1. I:IIC,. CIIUC)" .• de! capitulo 1. 16. Pru¡;ra1l1~ del 6 dt 1l1l1rzo d~ 2007. 17. Eslll palabra, .alquimia_, forma p~nc dd bag.11"'- Je conceptos crcados en el entorno d~ Pirrre Bourdieu par~ ImiJbr d~ la ... operOlcirme\ ~iTT1b6IicJS que". inserTa5 en e¡ercicios de poder, transtorman la realidad a la Illtulcla de b I1Iterprt.'lJL1Ón de quiell~s más 1l1tluyen en su udinic.ión. ei.. por ej(mpl(). P.l5Seron, 191U. IIL Vé:0.5e en el capítulo 4 l11i crfrica dial palabras d~ Gdlner. en Su conius16n dd (oncepto de culruu C(ln el concepl(> de "o!"aivl(bd. 194 195 ••• ~"CUlTU~A C O MO HCONOCIMIENTO y COMO DISCU~SO de l:ontrol e~u[dl. e~t,lhlece b~ (()OrJcnddJ." en que qued.ln fuera de e~a calcgori;¡ en la que ~t (I)ntun· den [ra.l.l r dJ-.e] put"Jtn nlJmpul.tr 1<1 conh,~,6n JI' ,JemiJau ) cultura l"Omo r,lfCt Ut "us CS{UCfIOS para ~ItUJf'ie a \i rni~mo~ en el C~IJJol'. uno de I()~ mec.lni~lm)\ CU\!) lIlaTCO l{)~ F\tJ. relación de jerarquí.l entre la culmra de l.l~ élltes ~' la de 10\ dem.h, com"ertida en ¡erarquÍJ. entre diferentes tlpm de !>ere\ htlll1ano~ (l:abrfa decir aqul, arropiad.lmeñte, ... cl.l,es") e!o el pan nuestro de cada día, tanto en d interior dc cad;1 e!otado-nación como en la relaoón entre las diferenre,> robla¡;jone~ dentro y fuera de los e\tados nacionales. De ese 1'.111 no se nlltre el l:oncepto de cultura que e~roy precisando en C~ta!> p.ígina~. De e!oc pan se nutrió la relación colonial ), ~e sigue nutriendo, gcneralmenre. el complejO prOl:eso de constitución de relaCIone.. entre mayodas naoOl1.1les }' mmorí.l_\ mmigrante~. ~e e~ el alimento de la per'l~tente idea de que eXI!>tcn ~culfUras a\'anzada~", y. por tanto. «~o­ ciedades avanzada<,~; a pe~;lr de que C1:lUde Lén-Srrauss .1dvlrrier.1 en 197.1, ..iguiendo una tradición de década!> de estudiO, antropológico.., que ninguna sociedad hununa wavama" en toda .. I.t., f,tcetas de 'u ,lCción !oimult.lneamentC<". Cuadro 11. Un 1.1ITlentahle ejercicio de clitismo I Jaeger. 1945 ! htamos acostumbrado~ a us.·u la palabra cultura no para desCribir el ideal que sólo po.,ee el mundo Helenocénrrico, sino en un !oentidu mucbo m:h trivial y general. para denotar .llgo 1I1hcrente en cualquier nación del mundo. mdu50 la má~ primitiva. Lo lI ..amos para designar el complejo tOlal de modo, y expresiones de la ,ida que caracterizan .t cualquier naCIón. Asf la palabra se ha ido al traste p;lra ~iglllfic:lr un concepto •tntropológlco simple. no un concepto valioso, un ideal consr.:tentemente per\Cguido (l\.K 60). iA ver SI este hbro que eH.h leyendo conrribuye a que la p;1I.1br.1 ,·cultura,· se vay;1 al tr:hte definitiv'll11eme, pero precisamente ell este sentido que defiende aquí Jaeger! I 1'1 WlllIJm~. 1~lIq, 414. 20. lt.I-!.tr~uss.I~~31Iq"'Jl. 196 El con..:epto de ..:ulrura que .lquí restauro no 1Illplu.::.l. por otra parte, un rel.ltI\'I~mo bobo en cuanto a la igllald",1 de perfección de [Oda forma de .tcción. Clda <lcción humana depende C'n ~u .lCabado de la experiencia ~ocial dC' un .Igente concreto que 1.1 pone en pdctlc<l, de un tiempo ~oual concreto de aprendizaje, de la depuración de una competenCia, de un trabajO lIl\'ertido C'n desarrollarla~ l . Un aprendiz de t:~­ cmor, el que empezó ayer a Jugar con pa l :lbra~, no puede escnblr como d aCtual (.abrld Garda Márquez (tampoco él mi"mo podía ha,erlo cuando tení~ catorce ailo~). Pero lo que .:1prendió a hacer Gabriel a lo largo de su vida e~, enlfe otras mucbas cosa\, escribIr; e~ de..:1T. aprendIÓ .:1 poner en práctica una forma concreta de compctenC1.l ~ulmrJI '-1 . En comrapartlda, no aprendió a dl,eñar 3croplano~, con<;trl11r Gltedrales, confel:cionar cestas o aparear caballos:'. NlIlguna de estas 3ctivid.:1de!o hace a nadie mi!. agente de cultura, Il1nguna lo convlcn~ a uno en mas humano. Todo ~er humano. en la realización de <;t1 \-'ida SOI,;I.ll, es .lgente de algún tipO de discur!>o de regla~. Todo ser hununo es agente de cultura. La cul/llra "0 es ,m I)roducla El error complementario de suponer que 1.:1 culmra es un agente e~ !>uponer que c~ sólo d producto de la acción de las per~onas. una co~a. un objeto. Ambos errores llevan :l Ignorar el proceso. el decurso de aCCIón, que encierra preci~amente lo que más IntereS3 al a11lropólogo. P ue~ro que es habitual comprender la cultura como un conlunto de per-.onas o productO~ jerarquizados. lIlcorporamo" el supuesto de que algunas persona", ,omo 10\ artistas reconocidos o 1m IllIelectuale'i, encarnan la cultura; }' algunos productos, la~ obras de .:1rte reconOcidas o los !,CSlIdos cns.:1VO~. son la cultura. Excluida!> de e~te hmbo se cncuentran todas las persa"nas sin redención, los fontaneros, lo~ albañiles, las "'e¡;relarias, las caJer.t5; Y todos lo~ productos de su acción, las tuberías, los tejados, las instancias, los v.llcs de compra . 21. Un ~ritUnJenlO ~mllIJr. en el .imhuu del relJtI~l~m(l hugi,il_uco. SI: en~Ilt'lllra "'pumad<l en ti lUlo de Dell H,mn . Un ... nut'\'J pt'l"opc':UU p.u,¡ 101 ,¡ntrvpolOftü hnltui.11'::1. (l9~ _~ [1'lM): 245). 22_ (jO'-..,h. 19M~ ll'i~~11 19'iO 11~¡¡61 . 2.1, !'\.l1uulmt'nft'. I~n"ro ~I el .lIllur dt' Cien ,111<)1 J,. y,I,·,IJ.f ha Jprendiutl ti 11" ~ h ....:er e,I;¡\ ~ ..u,. D... da Id cJr.fidad de m:mpo que h.lhr.i m~t:rndo t:n prQdU'I' 'u obra hcer;uu., iO'pc.:ho que n... 197 CULTU~". "NTRO~OLOGIA y OT~AS TONTERIAS Es un misterio sin resolver la fascinación que acampana a las cosas de la cultur:l exclusiv;]l~. Basta con que un objeto esté rocado por la mano de esa distinción par:t que creamos automáricamente que su naturaleza es superior. Basta con que una cosa sea un libro O un cuadro o un disco grabado para que creamos de alguna manera en su bondad moral; y, en todo caso, para que todas las otras cosas del mundo, las tuberías, los teiados, los ramillos, formen inmediatamente un fondo indistinto. una masa entre la que discurre nuestra vida ordinaria_ Lo mismo sucede con las «instituciones n:conocidas», esas cosas especiales desrinadas a albergar a las personaS}' los obretos sagrados de la cultura exclusiva: [os museos, las escuelas, las s,llas sinfónicas, los parlamentos ... Sin embargo, 110 está demás recordar que Mei/J Kampf es lffi libro y que la escuela franquista era un:! escuel.:l. Desde mi punto de visra, ninguna de estas cosas puede competir mor:! lmente con las vías de tren o los tornillos que las 3sientan, cosas ap3renn:meme más neutr:lS, pero sin duda mfis úriles para bcilitar 13 cOOl\lnic3ción social de las personas, En nuestro mundo capitalista, si es que las cosas han de valer, hnn de valer como 11lerc:lncí:ls. Convertir la cultura en COS:l, cosificarla, es el primer paso para transformarla en mercancía. De este modo, paradójicamente, la misma ideologb que conduce a definir13 como cosa distinguida 13 traslada a la circulación gel/eral de los bienes de consumo. Pero, puesto que las élircs ~culturales" encuentran su f3zón de ser precisamente en su disrinción como seres rabiosamente humanos, se resisten como gafO panza arriba ti aceptar que 10 suyo e.s mera producción de mercancías, r a e~e efecto consolidan la idea de que lo suyo es algo más que C053, es «culmra», o, en una versión delicadamente ambigua de Ja palabra ..cosa", a medio camino entre el tener y el ser: «patrimolllo». Por una pane, a través de esra noción de patrimonio la cultura cosifiGlda viene a provocar la exclusividad}' la exclusión; por orra parte, convenida en mercancía, 13 cultura cosi.ficada se disuelve en el flujo indistinto de l:l compraventa. La consecuencia es que las élires «culturah~s" y quienes aspiran 3 entrar en ellas, una vez sustraíd3S de b masa de lo~ mort:lles, pugnan por hacer v.der los productos específicos de su trabajo como l!ll:l «cldrura» distintiva, peto sólo pueden hacerlo manchálldose las lllanos COIl esa actividad mercanti l tan impropia de su rango. Designar a esos productos como «cululra" con la implicación de que las tuercas o los raíles no son «cultura ... , no tiene Otra funció n que mistificar a sus prodLlctore~ creando así dos categorías de persona,>: las que for2-1. QUIen rn;\~ S{' h3 ;Id~nrr.ldo en e~tc mim'rio, y qU'~1l mj~ ICluS h3 ileg.ulo ell su .1cbr.H:ión. e5 ~in dud3 I'ierre Sourdieu (1 \l1I8a 11979]). 198 LA CULTURA COMO RECONOCIMIENTO Y COMO DISCURSO man parte de la sagrada familia de 13:. élitcs. y las que no forman parte de nada. Como h.1 indicado ruat FirJ.r, la progresiva extemión de este concepto de «cultura.. es consecueme con el hecho de que «la cultura se conviena creciente mente en un obieto de consumo y de mercado_ 1··-1 Hoy en día, los individuos, creciememenre consumen culmras más que pertenecer a alguna de ellas,,!;. Es po:;ible ponerse apocalíptico como Fu:u Firat y construir una crítica de las sociedades contempodneas como si en ellas se hubiera borrado todi posible comprensión de la «cultura,. en arras términos que no sean los estrictamente mercantiles. Esta crítica 3pocalíptica. sin embargo, acaba trasbdando a la comprensión del concepto de cultura tOda la carga de cosificación que impide considerar e[ concepto con arreglo a la tradición antropológica. La deficiencia de este razonamientO r3dica en p3rticipar de la misma definición cosificada y jerarquizada qLle se somete II crítica, al dar por supuesto de antemano que esas cosas que llamamos «culmra», los cuadros, los libros, la~ obra~ de :lrte, son en sí mismas diferentes de las mercas, los r3fles o las mberras. Para un antropólogo social 110 lo S01l; todo producto de la acción humana, sea cual sea ese producto, lo es de un proceso de cultura. George Yúdice ignora también este principio, :ll escribir: La culrura se refiere a procl:Sos ~imh6lieos que delimitan un ad~nrro}' un afuera jerarquiz.ados. E~le a~pecto delimitador sigue siendo fund~men­ t:1l. J... J Es mediante eSta JeJilnicación como la cultura tiene ~us etectos constirurivos~~. La verdad de este enunciado es s610 parcial, pues responde a un concepto restringido de .. culrura .. , el que es acorde con los ejercicios de reconocimiento, apreciación y v3loración de las élite:; artísticas e intelectua[es. Estas é[ites son decisivas para 13 herrumbre del concepto de cultura pues gozan de un enorme poder ala hora de definir cómo debemos imaginar nuestro mundo social; son ellos, en definitiva, los principales agentes de eso que denominamos ~opil1ión pública'::. A través del concepto antropológico de cultura q\.le restauro 3quí, los alltfopólogos debemos saber renunci3r al privilegio de estas élites. 25. Fual Firal. 1995: 105_ 26. Yúdicc,2005: 107. 199 CULTURA ANTROPOLOGIA y OTRAS TONTERIAS ¿Excef)ciólI cultural? De esn pugna de las éJites artísticas e inrelecruales por mantener el privilegio de su exclusividad como seres humanos a través del privilegio de b exclusividad de sus obras, ha surgido t:l curioso debate de la excepción CIIltllral. Este concepto fue negociado por el gobierno francés en 1993, en el marco del Acuerdo General sobre Tarifas y Precios (CAD) de la Organización Mundial del Comercio, ame la invasión en tierras galas del audiovisual norteamericano, particularmente el cine y la televisión. Lo que propuso entonces el gobierno francés fue aplicar una regulación estatal (considerada especial) para obligar a los distribuidores a cumplir con una cuota de exhibición de películas francesas. Ello constiruía una supuesta excepción en las condiciones de libre mercado, aplicable a un bien «culrural» que debía ser protegido por el estado n.:tcional francés. Las voces de los adalides dellibemliS11l0 económico han formado coro desde entonces, jumo con algunas voces de las élites imelecnJ;lles y :lrtísticas, para expresar su escándalo ante esta limitación de la libertad de circulación de .. la cultura». Tanto la designación de .. excepción culrural», promovida por el gobierno francés, como el escánd:llo posterior sólo son comprensibles a la luz de un concepto restringido y elitista de cultura. que la inrerpreta como el producto de la acción de unos seres rocadas por el dedo de Dios. Sólo porque esa versión mistificada de la palabra «cultura» entra en escena se arma tanta bull:1; pues lo único que es excepcional de la llamada excepción cultural es el creer que la «cu ltura», es decir, las merc:.1tlcías producidas por las élin::s nrtísticas, ha de permanecer al margen de cualquier proceso regubr de mercado. La asociación de b p:llabra «cultura» con la palabra «libertad» genera un griterío ideológico que parece girar en torno a la libertad humana en su conjunro, cuando en realidad sólo gim en torno a la circulación de mercancías mondas)' lirondas. Establecer reglas de restricción para el mercado de la mantequilla no hubiera alenrado, no alienta de hecho, un escándalo de tal magnitud; y a ningún gobierno se le ocurriría designarlo, provocón, con la expresión "excepción láctea». Si tomamos como puntO de parrida el concepto anrropológico de clllruf:l que aquí quiero restaurar, un concepw que extiende la comlición de la cultura horizol1t:llmcnte a toda forma de acción humann, cabe pregunrarse: ¿por qué deberíamos considerar complt:tnlllente libres de tránsito a las mercancíns producidas por los arrista~ y los intelecnlales, cuando, de hecho, los estados nacionales someten a regulación constante orros tipos de mercancíns hasta donde pueden y por todos los medios a su alcance? 200 ~A CUlTURA COMO RECONOCIMIENTO Y COMO DISCURSO El escándalo suscit3do por la denominada "excepción cultural» se funda en un debate completamente desoriemado. En primer lugar, porque pane de una concepción restringida y exclusi\'~sta de .10 que ha de cnrenderse por «cultur¡l», el hueso preferido de artistas e lnte1ec.tllales, y también, en eSte caso, de políticos sedientos de «C\dr:lr:l n,lelonal,,; en segundo lugar, porque parte de la i.lusiÓn d~ que ~I ~llbre merca~o» e~ un becho, el hueso preferido de los economIstas hbernles. Pero ni la Clllrura se reduce a las películas (ni a los libros, ni a ningurta mercancía en concretor ni el mercado es libre (que se 10 digan a los defensores de la batalla perdida del llamado .. comercio ¡usto»). Veamos este desbarajuste en 1.1 opinión de unn persona que gusta de roer los dos huesos: Mario Vargas Llosa. En julio de 2004 publicaba un artículo en El País con el título .. R3zones contra la excepción cultural». Desde su punto de vista, los defensores de la excepción cultur:ll comparten dos supuestos: 11) Que los bienes y productos culmrales son distintO~ a lo~ otroS bienes )' productos industriales r comerci:lles, y que por lo nmmo no puc:den ser librados, como esms últimos, a las fuerzas del mercadu -a la le~' de b. oferta)' b. demanda-, porque si [o son, los produclOs ba~tard.~s, innuténrico~, chab3cano~ y vulgares terminan desplazando en la opmlOn pública (es decir, enrre lo~ consumidores) a los mis \'al¡o~os y ongmales, a las auténticas crc:aciones artisticas. [... [ . b) IQue] los productos culturales deben ser objeto de un CUidado .especial por parte del Estado porque de ellos depende. de mnncrCl pnfllor· dial, la idellfidad de un putblo l ... lr . No tengo dudas sobre las intenciones del gobierno rrancés en las direcciones que apunta aquí Vargas Llosa, y creo que quienes defien~en la excepción cultural se sumart.lI1 sin problemas a esto., dos prlllclplOs. Como antropólogo. mi opinión sobre 10 que dehe hacerse en materia comercial es aquí irrelevante. Lo que sí es relevarve es entender que se trata de eso, de un asuntO comercial, no de I~ c.utt//m. Y, si.endo COIllO es el caso que Mario Vargas Uosa no es espeClabst:l en r~\a.Clones comerciales ni antropólogo, cabe preguntarse por qué su opllllón en marcrin que toca estos dos palos alcanza tal predicamento. Sólo, ten.go 1.1nn respuesta. Su opinión ctlcnt:l como persona destacn,~n en el ambl_t? «de la culrura», o sea en ese ámbito del que quedan exclUidos los albanlles. las cajeras de los supermercados o las secretarins de dirección. 2í. V"rga5 L1osa.1004. 201 CUlTU~ .... "'NT~O"OlOGI ... y OT~ ... S lONTEIIIAS lA C UlTUIIA C0110 H C ONOCll1IENTO' 1.'0110 DISCU~~O Ll regulaGón men:anul de Ia~ IlIcr~all\:ia~ puede sostener"C (o no) con perfecta mdcpendem:ia de esOl> dth argumelH()~ que, sin dud.l, promovIó el gobierno franeÓ. PreCi'hilllelltc. ell el ámbito de bs mcrc;lnda!, produudas por arti~tl~ e Intelectuale~ C~ perfect;nnente pm,ible delendN es;¡ regulación comerCIal 111mb/e" desde o.1rgllmetltos COIrtrilrlos: d) los biene~ y productos ~eulturalcs* no ')on di.,tinms de cualqUIer otro bien o producto tndtl~trlal y comen.ul; b) nLllguna cllIelequia denomlllld.l ~Idelltidad de un pucolo~ puede legitimar la validez de mnguna expresión cultur.J1. entre las que hemOl> de mclUlr SI11 pemarlo dos veces los tornillm. l()~ ladrillos, los raíles y los motores Diesel. Con e~tos dos J.rgumemos o con lo~ contrario.. puede defenderse (o no) la regulación mercanril de los "~lIene') culturale .. ·, porque cualquier producto comerCl.:ll, cualqUIer mercancía. es de hedlO someud.l en el exterior de lo~ e~l,ldo') naCIonales a reglas arancelaria.!!, y, en \tI Interior, a regla~ Impositiva\ y de OIro~ tipos para regular .,u valor fin'll de mercado. Esas regb~ políticl\ ~OI1 a veces Internacionalmente acord;lda~ ~ a \"ece~ impul"s[a~ de fornlJ umlateral. ":n el tratanl1enlO dt' toda esta cuestión el concepto ;ulIropológlCo de cultura, ll1l1pio de herrtllnhre. permanece intacto. En lo que rc .. pet:ta a la consideraCIón de I.t . cuhura· como una burbUja habitad'l por artiH.ls e Intelectl1.l1e.... \'ar~a~ Llo\.l :.c ell~uentrJ m.h cerca del gooierno francés de lo que parece ;a \llllple vista. Por e~o est¡í de acuerdo con el primero de lo~ argumento\ que busca \omeu:r a critil:a, df',~·I.indulo sutilmente haCIa un vergel en el que prefiere no las del campo_ De hacer caso a \'arga5 Uosa tendremm que pen!klr que el éXIto de ventas de un.l nevera no es la melar prop;lg,lnd.l para el u\o de las tecnología.. domést1ca~. Nada de estO rcsl\te el an;i]151s. Un hora, por elemplo. BlIItaleólI y [,zs L·isltadoras. legitima con su éXito el valor de la literalUra exaCl.1mente dt· la 1l1lsm.l manera que una ne\'era legitima con su éxitO el valor de lo~ electrodomésticos. Pero tanto e~a novela como esa nevera encuentran d éxito. 1Tlcvtlablemenre. desplazando a otro~ produ~to~ de ~u mi~mo campo, y lo hacen gr.lClal> 1 dlSpoMtl\'OS (regulados) Ue disnihución y comercializaCión. y no po.r arte de magia. Una novela y una nevera '>On. en un plano, mercallCla5. y como tales .'>c comportan; y en Olro p];l1\o. ~on obra~ culturales. resultado de ,en· dos proce!.Os de acción humana reglada. AlU qUIen qUIera ver en esto distincione.. e:opuna.!!. . Se puede sostener que los agentes del mer..:ado re.1hzan la regubCIÓll comercial mejor o peor que los agellte~ del estldo. Lo que no se puede .,osrener es que las mercandas mal llamadas ~culturales,.. en lugar de "3n¡~ticas". ~liter3rias .. , " musl1;,)les~, o lo que <;ea que las de':>lgne con preci~ión. han de contemplarse como mer..:andas especiales. La ltbenad del enfoque liberal de Vargas L.lOS;l no e~. desde luego.. la de ,un campo de puerla\ ahiertas. como se rc~'ela en esta tnJ1l1festaClOn e:xphclta de un concepto de rulntra lerarqUlzanre y exclUSIva: Desde luego que: ,cría prefenble que.' lo~ coosumldurc~ N\'ieran J \'ece~ melor gu~to alJ hora de elegir un linro. un espectáculo. una rehc~IJ. un concierto, \ que dicran en 'u~ \'idas nl.1\'or prcftCm:IJ a b cultura. (Puede un gt)niern'o hacer algo al Tt"\peao? Much¡\imo. b la educaCIón. no los \UbSldios,lo que puede crear un punlico má~ ...--ulto'o. adelllr;Ir~; Fs \'erdad que los proJllcco~ ¡;ulturalc~ ~on dl~tll\to~ 3. los OtrO~. Pan lo 'iOn porque, a d.fcrcn":l3. de una ga~clha o una nevera. en H'Z dt: de..pl31aT en el mercado a ~us ..:om('Ctldure\, le~ abren la puen.1, lo~ promue\cn. Una obra de ¡ealro. un llhro. un rumor que tienen i:\lto ~n la mejor propaganda para darte dranütico. ];¡ ltter.Hura ) lJ pl1llura ) ..:rt:Jn una\ curi()<,idJde~ } apctito\ -unas Jdi,,:óOllC\- que bendióan a los OtTO~ arn~tas y es..:ritorc,!'!I. Con esta ide.1lización del papel .,bierto }' ecuménico de la ohra de arte Vargas UO\;1 de~paeha de un plum.uo I.ts lllcha~ por hacer~e valer en el mercado del arte!9. Como bueno.'> hermano.!!,lo.. artistas ~e ~ientan al banquete de la producción de obra:. sin Otro álllmo que abnr b~ pl/n" lll. Puede ser que la~ person.l" ha)'an de dar mayor pr~sencia en SU~ vidas a la/iteriltrlrol. el c;,re o la. músico silrftmicu. Yo en eso 111 ent.ro 111 salgo. A lo que no pueden a~plr.lf es a d.1r mayor presencia ala CII.ltllril, pues ésta está prc~clHe, siempre, en roda~ y cada tina d t sus acclon~s. Lo que distingue a un.1 ne"er.1 de una novela no es su cOndlCI?n cultural. En esta dl'>Cu\ión. 1.1 distinción relevante entre las mcr,,:,lnClas viene dada por la l1l1ención de qUIen, como autor o como distribuidor. las pone en el mer..:ado. En eSle ¡,entido. el conJunto de mercandas .1 rravé., de l:h cuales ~U\ .lUtoreS o di~rrihU1dore<; intentan CQI1I11I11Ci.¡r algo ¡,í produ..:en una diferen..:i3 en relación con el ~onJtlnto de merc.1ndas p.lra la, que tal Itllención C3rece de Importancia. Pero esta propu:dad lit/J. 2'1, BuurJlcu.I'NI. lO. 202 \".Jrp.~ Uou, 2U04 ti. 203 CULTUII;A ANTII;OPOLOGIA y OTkA5 TONTEkl A 5 no cs cxclu'>I\'a ue las novda~, b .. película.. o la mÚSica sinfómca. Toda,> la.. me:f\:anÜ.1S .pueden ~er nJ.i .. o meno~ susceptibles de tramporrar, por ejemplo a tra"e~ de .. u el/Se/ID, inrenuoncs comumcativa.. de sus autore,> o de ~u .. ui·.tribuidnrc... b emonce.. cuando ello~, que también pueden 'ter \'endcdorcs de I1c\'era-,> ", 'te ven atrapados en la tensión que siempre mcorpora el _conccplO dc prop/cJ,;¡d lIlte/eclu.J/. Porque emonces el au. tor o el dl-,>mb,uldor no sólo e'>peran p dmero a cambio de .. u rrahaJo: esperan [amblen expreSo/r, pre:úOIl.lr hJC1.' afuer,;¡, sobre l:ts forma .. de: ~u mundo, c.. peran que 1m otros parricipen de su forma de \'I\irlo· con su aCCión conHlllIcatlv.l, e'presiv.l. el autor O el distribUidor espera~ inflUir en b form,;¡ de \u mundo ..OU.l1. Y .1~j. e~pcran que su discurso cultural tenga rcpen:u\lón ,>obre los dl~curso~ cultu rales de los Otro~. Este: doble mOll\lO del wr humano cuando bu'>Ca COmUl1lCar algo a tra\lt!s de 1m producto\ de 'u acóón es inevitahlemente tenso. Piensa por ejemplo ell 10\ nuevo" problema.... U$Clf;ldo-,> por la pJr:ltería m[)Slva de la propiedad IIltelecnl.11 ••1 la que Sin duda puede ven.e aboc[)do también 1111 propio trahaJo. Como .1Utor, no me gmta que me roben. pero deseo que Ille le.1I1. Puentes. l.a cultuTU como c()munlcación S6. l--<l cultur.l e.. el dls..:ur~o, el decur\o, de un conjunto de: regla" con\'eIK1Unalc~ puesta~ en práctica en el tiempo de la~ sltuaClone!t socialc~ Entendido a\í, el C(lncepto de cultura aruda a comprender cómo e, que los sere, hum.1nO\ hahuan un mundo social en el que I.J~ .Kcio. ne:. de uno\ p.lrtlClpal1 de Ia~ .1CClOnes de 10\ otros, al formar\(; en un prOCeM> de e~tahlccinllento r regeneración de comenoones ..:mnUlle". ,-\lgun.1~ de e ...,<, convenciones, a tr.wts de forma:. de re..:ono..:lluit'nto apreciaoón ~' ,.lloracJ()I1. le\·antan puerta~, }" a \Ci.:e.. erigen muro~ qtl~ cxdu)·en a lo.. otros de la cop.lrtlcipación en la vida social. Pero cuan. do e~to slKede t"I .l,>unto \e reduce básicamente a dos COlmmos; o eso., muro, \011 muro .. reconocido~ por las pcrson;b en Juego, y por tamo. J.ceptauo:. como muro .. /('g/tim()s; o eso~ muros son muro .. lnant.ldo~ 11. 1...\ In~urp<)r,l"lun de ¡nle!\(iol1"~ ~umun'~Jfl\'as en las m~rc"nci;b 1" un ,,'unU! muy ,,;unlrlcl". FI Jlrol>l~!11.1 del dt~..,;,) mOlO lalor maJ,do ue un~ m"r.,;~nda n\I ....· rcJun ",I!anlcule ~ 1.1 ,eI.1,lón de rroJu'-(lón. e~ de...·IT, ~ I~ propia m~nUI.lCTUr.l. 1.1\ Tcla""I1<·' d~ '¡"m!>u.,;,,·U1 pueden "Cr l.1m!>'t'n J,·",~i'-l' ~ la hora d" (.dllicar \i!tnlli(~.I<.>.. Ue dl",ún en I.~ rnerc.1nd.n. llTU n~¡;l nla.1 .1" madera '-lile el1.u día ~ fal>n.:Ó con ,,1 UIII"" 01>1"'" ue "I"fl'llrr 1,,, pbf"~. rue,I.· r""""TI'<".l/"W ,," un "1"<."1111(1 de d"lntou.,;,ún .1" 'anllgile.I~'¡l"'" (nm.. una t"rm~ ~om"n,,,a"'·J. ~ lu,·6 dc lA (u.l1 el '·enueuor "~r'u J Ira....en.!'" 'u T"era run,tOnalldad de tl$I). lO4 LA CULTUkA COMO II;(CONOCIMllNTO y COMO OISCU~SO por la fuerza, y por tanto impue,>w.. por medio de la L·loh.'lIC/d que bu~a la anulación o el e'ternllnio del otro. l.m muro~ legaim.ldos hloquean la comuniCOlción ..ocial, par3dóJi..:amt:nte, IIlcorporando eS(' bloqueo como un hecho comunicari\-o m.ís, de maner.l que una puerta se cierra con lI.lve en el puente mbmo del emendllmento mutuo. en el puente de la cultura como diS<..-urso SOCiaL Asi lo~ <,crt:~ humanos con ..rruyen su-,> propIas ¡aulas, r normalmeme mrcnran s.alir de e!l3'> como pued·en. Ésa e~ la e:.encld.del conflicto SOCI.1!. É\a e~ tarnhi¿n b e~encia de la violen· Ci.1 ~Imbóhcá. que no~ hace con:.ennr el preoo Je algunas escl.lntude<; a c.llTlhio de la recompen ..a de b \'lda ~O":lal. En rodo ca.'>n, e'>.l puerta cerrada con nuestro cOIbentimicnto e~ t.lmbién un proce<;(J de: cultura, un proceso comUlllcau\'o. Lo:. muros levantados por la fuerza, ~111 embargo. cancelan toda fa r· ma de comUnicación y qued.m por tJntO exduido:. del proceso cultura!. Donde se engen e\o~ 1Tl1lro~ ya no lu)' puente; \ ~I e<, que hay 31gún puente, por difícil que ,>ea el pa~o, e~ porque c~e muro de 1.1 \'lolencla que bu\Ca el exterminio del otro ha \ido derrihado' l . DécOldas de IIlve~[ i gac l ón antropalúg¡":;l lun promOVIdo e!,ta ide3 de la cultura como COIllU1lICaóÓn. cuyo '-u\tento ,>e halla preci<,amente en la condlClon univer..al de 1.1<' competencla\ cuhurale~ huITlJna.... Es ésta un.l ide.l de culmr.l IIlcompatihle con tilla deti1lloún .1 pnon Jcrarquizame, exdu,i\'a o excluyente. El> IIlcompatLhlc tamhién cun una defim":lón quc entienda:lla cultura . .1 priOri, ":01110 una. cantidad que puede contener\e en 1.1\ per~ona, en m:l}or O menor gr:ldu. Ll ..:uhura e~ un dl~ur~o de regla~,lo que cuenr¡1 e:. su configur¡1óón, no '>u calltid.ld". L.l promoción de eMe concepto de cultura impli":J algo muy ~Imple. EII !lin1WIOS utltropológlcos toJos los seres J}/Im,;mIlS SOll ig/Mles e1l su co"dición de amma/es CII/Wr,l/me1lte competentes, pan SOIl Jil1ersQs ell sus fomt,;¡s de POllt" ell prJctic., es.' c()mpett·lIú". De! e;rudio de csta doble propiedad de la ao,:ión hunmu ~c OCUp.l la .1ntropología social \' cultural. De.. put!\ de dt!cada~. ~1Il emh;lrgo, lo~ ;tnlropólogo~ ;0 hemos ~ido c¡tpaces de impedir que e~te concepm. el timón de nue"tro harco. se lIe· ne de herrumhre. A pe~;¡r de 10\ e .. fuer7.o~, el JI,>(,:ur\o pühli..:o de nue,>· tro universo SOCi;ll sigue ~;¡tur:ld() de un concepto ler;¡rqui7;lme, ex· du ... ivo y exduyenre. ·Cultur;l" ~e U~.I CUlhfallte11lente en lo~ meJim _Il. roan un~ d, .....-u"ón l1I~flUd.J de ,,",,~ ~'lI1""rlO' Jc Holcnda )' ,uhuu. "~J"" }';.llInl.lnn ). C;IIlRn~h, 20043 , uentru d~ """ htow. "'I"""JII11"nl", "'rr"np'r. 1(}1)-I. ) BJIIIC'-'lm 1- Gm¡;rkh. !()04b. ll, ¡"'r"""ho, •• t'H 1. 105 CULTUR .... "'NTII.OPOlOGI ... y OTII."'5 TONTEII.I ... s pllbhcos para referirse confusamente a un conjunro específico de :lcciones cuyo nombre concreto eÍ> frecuenrcmcnre eludido: escribir novelas, pll1r~r cuadros, componer música; y deja de usarse con la misma constancia par:l orrm: acciones iguolmenre )ltIrnanas: hacer never:lS, pintar pnrcdes; construir vías de tren. OecJ:lrnr que ambos conju ntos de :lccioIles son ~g:lales ~n cuamO:1 la cultura que incorporan nos plantea a quienes escnbul10s bbr~s un costoso aHema persona): reconocernos igual de humanos que los pmtores de paredes, los albañiles, )' los obreros ferroviarios. Es decir, reconocer que estas persollas son tan humanas como nosotros lo somos. Ni más ni menos. El conccpro antropológico de culmra como discurso de reglas sólo puede restaurarse en el viaje hacia ese reconocimiento, y en b renuncia de las personas que fo rlllall las élires arústicas e inrclecnm!es a considerarse, a sí mismas, como la encarnaci6n de la verdadera humanidad. 8 ALGUNAS PREGUNTAS CON RESPUESTj\ En este pumo de nuestra travesía podemos disfrumf de UIl uaño en aguas claras. Antes de reanudar la marcha hacia el puerto de [a diversidad culmral, 10 que hasta aquí he escrito permite dar respuesta precisa a una serie de preguntas que se susciran a menudo cuando se trata del conceptO de culrura. ¿Pllede haber gente sill cultura: ¿Hace falra la escuela par:; "tener» culrura? ¿Se reduce la diversidad cultura! a la diversidad lingüísTica? (Es la cultura ulla forma particular de acción? ¿Cómo se «tiene» la culrura y quién b tiene, si es que algtlien la tiene? ¿Son "los chinos» una cultura? ¿Son "los espari.oles» una culrura? ¿Son "los heavies>o unn cultura: ¿Puede haber culrura sin gente? Responder a estas pregunms me permitirá atar el lazo enrre In gente )' la cultura; un lazo que, desde la primera. ha.sta la última de estas siete cuestiones, ata el envoltoriO de una idea: la cultura es un"a propiedad universal de la acción humana. ¿Pltede haber gente sin Clfllllra? No. No puede haber gente sin CI/ltt/ra. Los seres humanos viven siempre en instiruciones socinles con forma culrur:ll y construyen con sus pr:lcricas, constalltemente, el discurso de la culrura (§6). La gente crea y recrea I.1s convenciones que dan for01..1 a. su vida. social, :l su acción y a los productoÍ> de su acción. Esas cotlvenciones, y en especial las reglas, 106 207