Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo Declinación de la Población en Japón: Legislación familiar e inmigración Ines Sanmiguel Sobre el autor Inés Sanmiguel, actualmente investigadora independiente, realizó estudios de antropología en la Universidad de los Andes, Bogotá, y luego obtuvo un doctorado en la Universidad de Durham, Inglaterra. Durante su larga carrera académica y de investigación ha estado vinculada a varias instituciones en Colombia, México, Estados Unidos, Inglaterra y Japón. Resumen Japón enfrenta los problemas de una sociedad cada vez más envejecida. El envejecimiento se debe a la combinación de dos factores: una baja fertilidad y una alta esperanza de vida. Se calcula que en el 2025 un 27% de su población tendrá más de 60 años. Esto, unido a una baja tasa de nacimientos, hace que Japón enfrente un agudo problema en el futuro cercano. Se prevé que la población actual de 127 millones disminuya a 100 millones para el 2050, y 64 millones para el 2100. Por tanto, el futuro crecimiento económico del país está en peligro, y el gobierno encontrará difícil sostener el sistema de pensiones y de salud para las personas mayores que no trabajan. Entonces la pregunta es ¿cómo puede Japón atenuar esta predecible situación para mantener su población y a la vez asegurar la prosperidad económica y social? Presentaremos las dos posibilidades más comunes que son aumentar la natalidad o la inmigración de trabajadores extranjeros. El gobierno japonés, bastante cauteloso hasta la fecha y por medio de algunas reformas en materia de legislación familiar y de inmigración, ha comenzado a poner en práctica unas posibles medidas satisfactorias a este problema demográfico de pirámide a la inversa. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo Declinación de la Población en Japón: Legislación familiar e inmigración Ines Sanmiguel 1. Introducción Se había calculado que la populación japonesa llegaría al máximo en el 2007 con una población de 127.5 millones de personas, y que a partir de esta fecha la población entraría en un rápido descenso. Este descenso, sin embargo, ya comenzó en el 2005, dos años antes de lo pronosticado. Se estima que la población disminuya de 90 a 100 millones para el año 2050 y a 64 millones para el 2100. Manteniéndose la tendencia actual la población disminuirá un tercio en 50 años. Para el 2050 se calcula que la proporción de la población mayor de 65 va a aumentar de los 18.3 millones que había en 1995 a 33.3 millones o más. Simultáneamente, sin ninguna inmigración de otros países, la población activa entre los 15 a los 64 años va a disminuir durante este periodo de los 87.2 millones a cerca de 57 millones. Japón afronta consecuencias económicas preocupantes ya que es previsible que en el 2025 el 27% de su población tenga más de 60 años1. Se calcula que actualmente el país cuenta con el mayor número de población envejecida y el más bajo número de jóvenes en relación al total de población (véase Figura 2.3). El porcentaje de población de la tercera edad en relación a la población activa es el más alto del mundo, al tiempo que la tasa de fertilidad es una de las más bajas. 1 Cornelius, W. 1994, ‘The Illusion of Immigration Control’, in Cornelius, Martin & Hollifield eds., Immigration: A Global Perspective, Stanford University Press, Stanford, California, p. 378. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo Este desbalance está amenazando la prosperidad y el futuro crecimiento económico de Japón, lo que traerá una gran baja al mercado doméstico, a su vez que aumenta el temor de si el gobierno podrá sostener el actual fondo de pensiones y el sistema de subsidio a la salud. Al disminuir el número potencial de trabajadores que aportan al sistema tributario se reducen los fondos disponibles para sustentar el número creciente de personas mayores, índice que se coloca entre más altos del mundo (véase Figura 2.4). Si 12 personas sostenían en 1950 un pensionado, en 1990 fueron 5.5 y para el 2020 serán 2.3 trabajadores.2 2 Chapple, J. 2004, ‘The Dilemma Possed by Japan’s Population Decline’, en Electronic Journal of Contemporary Japanese Studies (ejcjs), Discussion Paper 5. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo En esta presentación quisiera examinar si la declinación de la tasa de nacimientos puede reducirse con la política gubernamental, en especial las medidas que tienen que ver con el cuidado infantil y la licencia otorgada por maternidad para el cuidado del niño; y si la inmigración en masa venida del exterior se presenta como una prioridad para solucionar este problema. 2. Descenso poblacional y envejecimiento demográfico Desde el siglo 18 hasta mediados del 19, la población de Japón se mantuvo estable, con unas 30 millones de personas. Sin embargo, a partir de la época Meiji, en 1868, aquélla comenzó a expandirse al mismo tiempo que la nueva nación se fue construyendo. En 1926, alcanzó los 60 millones, y en 1967, sobrepasó la marca de los 100 millones. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo Observando los cambios en la estructura poblacional, la proporción de los mayores de 65 años en relación al total de la población alcanzó el 7% en 1970, o sea lo que las Naciones Unidas llaman una sociedad envejecida. En los siguientes 25 años, este número alcanzó el 14% (véase Tabla 2.2), un paso no experimentado por ningún otro país industrialmente desarrollado. En el año de ‘Hinoeuma’ (del Caballo Fogoso) en 1966, la tasa de fertilidad bajó a 1.58. Hinoemuna sucede cada 60 años y las mujeres evitan tener hijos en este año por temor a que nazca una niña. Se cree que las que nacen en el Año de Hinoeuma tienen un carácter fuerte y van a quedarse solteras. En el siglo pasado las fechas fueron 1906 y 1966. La próxima será en el 2026. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo La tasa de fertilidad aumentó un poco entre 1960 y la mitad de los setentas, pero en 1989 fue aún más baja que en 1966, llegando hasta 1.57. Esta caída se conoce como el ‘shock’ 1.57, y desde entonces ha bajado año tras año (véase Tabla 2.4). En 2005 fue de 1.25 mientras que en el 2006 subió excepcionalmente a 1.4. La cifra estimada para el 2011 es 1.21.3 Estos datos se calculan según el censo que se hace cada 5 años, teniendo en cuenta la variedad regional ya que no es lo mismo la tasa para una ciudad como Tokyo que para la zona rural. Los demógrafos sostienen que una tasa de fertilidad de 2.1 es necesaria para mantener una población estable. 3 Index Mundi, Japan fertility rate, marzo 2011, en www.indexmundi.com/ Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo Aparte de los Estados Unidos, en todos los países desarrollados se presenta actualmente una baja en la tasa de fertilidad. El pronóstico de un alto descenso de la población no es solo un fenómeno japonés. En países europeos tales como España e Italia, la caída de la tasa de fertilidad se presenta también alta. En los países en donde la tasa de fertilidad ha caído los gobiernos han iniciado políticas con programas designados a ayudar a las mujeres con el fin de que haya un balance entre su trabajo y las necesidades del cuidado y crianza de los hijos. 3. ¿Por qué una baja natalidad? Llama la atención ver que en los países desarrollados es en donde se presenta una baja tasa de fertilidad, por tanto no es la economía pobre el factor que pudiera ser la causa. Aún más, durante el auge de la economía japonesa en los años ochenta con un alto empleo, la tasa de nacimientos continuó decayendo. En contraste, los países más pobres con las peores economías tienen altas tasas de nacimientos, mientras que los más ricos tienen las más bajas. Estudios han demostrado que la baja de nacimientos en Japón se debe a: a. La tendencia a quedarse soltero Recientemente las parejas no se casan a una edad temprana. Según parece, en la sociedad japonesa de hoy día no es fácil encontrar el compañero o compañera adecuados. Aproximadamente 3 de cada 5 mujeres mayores de 25 años siguen solteras y una tercera parte de estas en los treinta. Cerca de la mitad de los hombres de la misma edad no han encontrado esposa. Para ambos, hombres y mujeres que están en los 20 y 30 años, el número que permanece soltero ha aumentado en un 5% en lo que va de este siglo. b. Baja cohabitación En Japón no es legalmente aceptada la cohabitación libre, como sí lo es en Europa y Colombia. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo c. Aumento del divorcio y mayor edad para contraer matrimonio Han aumentado el divorcio y la edad para casarse y la decisión deliberada a tener menos hijos y posponer su nacimiento que muchas veces resulta en no tenerlos (véanse Figura 2.7, Tablas 2.5 y 2.6). A las mujeres se les culpa de ser egoístas y querer gozar del tiempo libre sin las obligaciones que impone la maternidad. d. Abandono tardío de la casa paterna Los jóvenes no quieren abandonar la casa paterna después de completar la educación superior. Para los llamados ‘parásitos solteros’ es más cómodo continuar en casa de sus padres, dependiendo económicamente de ellos. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo e. Alto desempleo Una vez terminados los estudios no es fácil encontrar un buen trabajo. Según cálculos para octubre de 2010, solo el 56.7% de los estudiantes que cursan el último año de universidad reciben ofertas de empleo antes de la graduación. 4 Muchos tienen que emplearse en lo que les ofrecen y esperar hasta que se presente una buena oportunidad, o aceptar trabajos temporales y poco remunerados. f. Educación prolongada Antes era común para las mujeres estudiar solo por 2 años y entrar a una empresa hasta encontrar marido. Ahora las mujeres buscan la educación universitaria de 4 años. Además de que un buen número tanto de hombres como mujeres continúan con estudios de posgrado. Otro factor que está afectando la baja tasa de nacimiento es la inestabilidad financiera, la continua recesión y, aun cuando Japón tiene un bajo desempleo inferior al 10%, el 4 Fackler, M. ‘Futuro gris para juventud de Japón’, en The New York Times (semanal de El Espectador), 8 febrero, 2011, p. IV. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo prospecto de no encontrar empleo es muy preocupante. Otro sería la vivienda de apartamentos muy pequeños, como también el uso común de anticonceptivos y la facilidad del aborto, legalizado en 1948. 4. Legislación familiar En Japón las familias gozan de la protección de la Ley de Cuidado Infantil y la Licencia de Maternidad. El principio básico de la ley está en permitir a uno de los padres encargarse del cuidado del niño en la edad temprana. Si la persona tiene trabajo temporal no puede acogerse a este esquema. Un trabajador que quiera beneficiarse tiene que cumplir con lo estipulado por la ley de protección familiar: a. Que el niño sea menor de un año. b. Que haya trabajado para la compañía por un tiempo superior a un año. c. Que regrese a trabajar a la misma compañía una vez terminada la licencia, y que el contrato no sea por un período fijo. d. Estar casado legalmente. A pesar de que tanto hombres como mujeres tienen derecho por ley a tomar la licencia para cuidado del niño, una encuesta hecha en 1999 mostró que en las compañías con más de 5 empleados, 56.4% de mujeres toma la licencia, mientras que solo 0.42% de los hombres lo hace. Aun más, el número de hombres que ha solicitado la licencia ha declinado. Por ejemplo, una encuesta del 2001 dio como resultado que solo el 0.3% de la población masculina de empleados públicos había tomado la licencia, en comparación a otra encuesta de 1997 hecha por el Ministerio de Trabajo que mostraba que el 0.6 % de hombres lo había hecho en el año fiscal de 1995. Según datos de una encuesta nacional publicada en Febrero del 2001, los hombres no piden la licencia porque al haber mucho trabajo no hay personas disponibles para reemplazarlos, y por la falta de simpatía por parte de los patrones de las empresas. Otra Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo causa podría ser el pago del bono bianual, que al no ser obligatorio, pueda rebajarse. El gobierno japonés ha visto la necesidad de experimentar con nuevas medidas o modificar las existentes con el fin de estimular a los trabajadores a tener hijos, y para ello introdujo en 1994 el ‘Plan Ángel’ que fue mejorado en 1999. La intención fue la de aumentar el número de guarderías cerca de las estaciones de transporte y las horas de cuidado para los padres que trabajan. El Plan Ángel probó no ser suficiente y el gobierno decidió incorporar en 2003 nuevas estrategias designadas a mejorar el estilo de vida de trabajo, reduciendo las horas laborales con el nuevo programa, ‘Propuesta Plus One’. Como parte de la nueva política, el gobierno local y las empresas con más de 300 empleados tienen que cumplir con la cifra del 80% para las mujeres y 10% para los hombres de tomar la licencia de cuidado del niño. La cifra para las mujeres es posible de alcanzar, pero la de los hombres se ve todavía difícil.5 Otro problema a tener en cuenta es de carácter cultural. ¿Estarían los hombres dispuestos a realizar las tareas de una casa tales como la limpieza, cocina, etc.? Por lo general, los maridos esperan que las esposas los cuiden como si fueran sus propios hijos. Así que ellos aumentan el peso de las tareas domésticas, haciendo más difícil para la mujer con la crianza de los hijos. No es necesario ser un experto en los quehaceres hogareños, pero uno se pregunta si ambos, hombres y mujeres, ¿se encuentran preparados para un cambio de actitudes? Por otro lado, los planes del gobierno han encontrado una fuerte oposición de parte de los líderes empresariales. Ellos temen que la nueva propuesta vaya a empeorar los gastos en tiempos difíciles para la economía del país. 5. Inmigración internacional 5 Curtis, J. S. 2002, ‘The Declining Birthrate in Japan: Part One – Numerical Targets for Childcare Leave’, en Social Trends, no. 17, GLOCOM Platform, 18 Noviembre 2002. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo El gobierno ha enfocado el asunto de la baja de la tasa de nacimientos principalmente como un problema doméstico, evitando la posibilidad de permitir más inmigración internacional para ayudar a compensar esta tendencia. En julio del 2003 el Ministerio de Economía, Comercio e Industria recomendó que se deberían hacer mayores esfuerzos para aumentar el número de trabajadores extranjeros. Sin embargo, hasta la fecha poco se ha hecho. Una estrategia más abierta y generosa podría ofrecer una dirección positiva a la actual política de inmigración. Por más de 100 años, el gobierno japonés subsidió un programa de inmigración estructurado para recolocar a sus ciudadanos en ultramar. Hoy día, muchos de estos inmigrantes y sus descendientes han ido a Japón para trabajar. Es probable que muchos de esta población nikkeijin (persona descendiente de japonés que nace en el extranjero) quisieran regresar o ir a Japón si les ofrecieran condiciones más satisfactorias a sus necesidades familiares. El gobierno subsidió la emigración hasta 1984, año en el cual declaró oficialmente terminados los programas a ultramar. La economía del país se recobró notablemente después de finalizada la Segunda Guerra Mundial y por tanto no hubo necesidad de salir fuera en busca de una mejor calidad de vida. En el caso de la emigración al exterior, quien lo hace generalmente es la gente de clase media, que luego vienen a formar parte del estrato bajo del país a donde emigran. Esto causa lo que se conoce como ‘teoría de antagonismo étnico’, al desarrollarse una división del mercado laboral donde éste tiene dos o más grupos de trabajadores cuyo precio de trabajo difiere substancialmente. En esta situación se presentan 3 clases en conflicto mutuo: patrones, trabajadores con alto salario y trabajadores mal remunerados. En el caso de la inmigración hacia Japón, desde los comienzos de los años 80s se presentó un enorme incremento en el número de trabajadores ilegales, la mayoría proveniente de los países asiáticos y del Medio Oriente, lo que llevó al gobierno a revisar la ley de inmigración en 1989, y posteriormente en 1999. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo El Acta de Control de Inmigración, puesta en práctica en 1952, estipula que el gobierno japonés solo admite trabajadores con entrenamiento o conocimientos de los que los nacionales carecen. Esto hacía legalmente imposible para un extranjero no calificado trabajar en Japón. La reforma de 1989 no significó que el país cambiara su política con respecto a los trabajadores extranjeros. Lo que sí cambió fue el haber ampliado de 18 a 28 las categorías en donde se acepta a los extranjeros calificados con visa de trabajo hasta por 3 años, y permitir la entrada al país de la segunda y tercera generación de los descendientes de japoneses y de sus cónyuges por un periodo indefinido. A pesar de que la categoría de la visa concedida a los descendientes de japoneses no es estrictamente hablando una visa de trabajo, implícitamente sí les concede el derecho a trabajar en cualquier oficio sin las restricciones a las que están obligados el resto de extranjeros. La reforma a la ley de inmigración creó incentivos para los trabajadores nikkeijin, especialmente para aquellos que viven en países acosados por problemas sociales y políticos. Una vez expedida la reforma a la ley de inmigración vino un gran aumento en la demanda de trabajadores procedentes de los países latinoamericanos. Mientras que en 1984 la población de latinoamericanos residentes en Japón llegaba a 4.260 personas, en 1990 aumentó a 72.000 y en 1995 se había triplicado a más de 220.000. Los colombianos que en 1984 eran apenas 232, en 1990 se duplicó el número y en 1995 sumaban 1.367 personas. Estas cifras no discriminan la población nikkeijin, pero se estima que la mayoría lo son. Perú y Brasil son los lugares de donde provienen la mayoría de los trabajadores nikkeijin en Japón y la mayoría labora en las fábricas. La actual población de trabajadores de ascendencia japonesa ha alcanzado el número estable de 300.000. Al final de 1999, el número total de extranjeros alcanzó 1.55 millones, de los cuales aproximadamente dos terceras partes provenían de Asia. Es cierto que al revisarse la ley de inmigración se ampliaron las posibilidades de trabajo. Sin embargo, conseguir un trabajo profesional no es fácil, haciendo posible para los nikkeijin y sus familias solo el trabajo en las fábricas. Esto no quiere decir que ellos fueran empleados de fábricas y obreros de construcción en sus propios países. Por el contrario, Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo muchos de ellos eran profesionales y miembros de la clase media. Sin embargo, las oportunidades que se les dieron los colocó en un sector determinado del trabajo laboral. Japón ha necesitado aumentar el número de trabajadores en las últimas décadas debido a la expansión industrial, demanda que los nacionales no pudieron llenar por la falta de crecimiento de la población y porque el pueblo japonés que ha alcanzado un alto grado de educación no desea trabajos duros y mal remunerados. El gobierno ha sido criticado al reformar la ley inmigratoria en favor de los descendientes de japoneses, al reemplazar éstos a los trabajadores no calificados provenientes de los países asiáticos.6 A pesar de que el gobierno les ha dado la bienvenida a los descendientes de japoneses con privilegios que otros trabajadores extranjeros jamás podrían gozar, ellos han experimentado muchas dificultades tratando de adaptarse a la sociedad que los ha acogido. Los trabajos son inestables, la educación de los hijos ha sido un problema, y muchos han cometido crímenes lo cual ha molestado a sus patronos y a la sociedad japonesa en general. Aún así, el gobierno ha continuado abriendo las puertas a los nikkeijin, reformando la ley a su favor, pero la pregunta es si ellos son igualmente bienvenidos por la población japonesa. La afinidad de sangre no implica su aceptación en la sociedad como iguales. Se espera que en el futuro, pasadas dos o tres generaciones de los ya nacidos en Japón, éstos logren integrarse mejor en la vida corriente de la sociedad japonesa. 6. Consideraciones finales A pesar de la preocupación por parte del gobierno, los mencionados planes como son el Plan Ángel y Propuesta Plus One constituyen solo cambios menores. No hay credibilidad en que estas medidas sean suficientes para parar la declinación de la población. Otras opciones con mejores resultados tendrán que ponerse en práctica porque aunque la tasa de nacimientos se recupere, la estructura de la población no va a cambiar inmediatamente. Por esto Japón necesitaría reorganizar el sistema social y económico para que las parejas 6 Véase Sanmiguel, I. (2002) 2009, Japan’s Quest for El Dorado: Emigration to Colombia, Kojinshoten, Tokyo, pp. 163–71. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo puedan tener más hijos. Unas buenas medidas serían, entre otras, reducir las horas de trabajo y dar a los empleados vacaciones más largas para disfrutar de más tiempo libre con la familia. También crear mayores oportunidades de trabajo ya que la proporción de la población menor de 60 años inactiva o con trabajos inestables va indiscutiblemente en aumento. Una participación más activa de las mujeres en el trabajo ayudará a atenuar una declinación en la población laboral. Para que las mujeres puedan a la vez trabajar y criar hijos, se tendrá que mejorar la infraestructura para el cuidado de los infantes y desarrollar un ambiente que permita a las mujeres combinar el trabajo con las actividades familiares, y los hombres tendrán que cooperar con sus parejas para que las mujeres tengan la oportunidad de realizar sus ambiciones profesionales. En un país en donde la expectativa de vida para los hombres en 2010 va hasta los 82 y la de las mujeres es de 88 años, de las más altas en el mundo (véase Figura 2.6), la edad de jubilación oficial permanece en los 60. Esta costumbre se inició en la época cuando la esperanza de vida era de 68 años. Hoy esa medida supera los 80 y por consiguiente la gente debería mantener su trabajo por más tiempo. En años recientes las universidades que antes eran estatales han aumentado la edad de la jubilación a los 65. En las universidades privadas varía según la institución de los 65 a 70 años. Mucha gente mayor se siente con suficiente fuerza, energía y creatividad para continuar produciendo hasta después de la edad de retiro obligatorio del trabajo. Como resultado, algunas compañías están gozando de los beneficios de continuar dando trabajo a los empleados pensionados. Yamaha, por ejemplo, ha introducido un programa de consejeros en la fábrica de pianos en Hamamatsu. En este programa un centenar de trabajadores mayores escogen trabajar en parejas con los jóvenes para entrenarlos. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo Se ha calculado que 70% de los hombres y 40% de las mujeres continúan trabajando después de la jubilación. La crisis del pago de pensiones se ve agravar en el futuro cercano si no sube la edad para pensionarse. La primera generación de los llamados baby boomers que nacieron después de la Guerra entre 1947 y 1949 y que representan más del 8% de la población activa del país, ha comenzado a jubilarse. Forzosamente tendrán que retirarse ya que de acuerdo a los resultados de las encuestas, solamente 1 de cada 5 de las corporaciones tiene el plan de darle trabajo a aquellos mayores de 60. Es una necesidad que la edad de la jubilación aumente, algo a lo cual la sociedad no está opuesta. También que las empresas diversifiquen el estilo de trabajo para que se ajuste a la capacidad de los mayores. Sin embargo, viene el problema de las nuevas generaciones. Si Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo la gente mayor no se retira, para los jóvenes será todavía más difícil encontrar trabajo. En cuanto a la inmigración internacional, de los países que gozan un mayor desarrollo económico no solo Japón está afrontando el problema de una notoria declinación. La población mundial calculada en 6 mil millones en el 2000, se ha doblado desde 1960 con 3 mil millones. Los demógrafos pronostican que para el año 2050 habrá alcanzado los 9 mil millones. Sin embargo, casi todo el crecimiento demográfico va a ocurrir en las naciones en desarrollo. Es por esto que se requiere un cambio radical en las políticas inmigratorias con el fin de permitir una mejor distribución de la gente de los países en desarrollo con exceso de población a los países industrializados con poblaciones bajas. Según un modelo de la División de Población de las Naciones Unidas, el nivel de la población actual en Japón podría estabilizarse con un aumento promedio de 381.000 inmigrantes por año. Este modelo aumentaría la población en 17 millones a partir del 2005 hasta el 2050. Sin embargo, otros consideran que esta cifra no es suficiente y que se necesitaría aumentar a 609.000 el número anual de inmigrantes.7 El problema que presenta esta clase de modelos con un influjo tal de inmigrantes es poco realista, al menos que hubiera un cambio radical en la opinión pública acerca de aumentar el número de extranjeros. Los medios de información no estarían de acuerdo con la idea de que la inmigración fuera algo positivo para Japón. Existe el temor de que un alto número de extranjeros lleve a la corrupción la ética del trabajo y los valores positivos de la nación tales como el orden, la disciplina, el respeto, la honestidad, que los japoneses han construido con tanto esfuerzo y hacen parte innata de su cultura. Es cierto que el país necesita un influjo de inmigrantes para mantener la economía activa. La idea de aumentar los inmigrantes quizá pueda tener más aceptación con trabajadores de los países cercanos asiáticos. Ya se encuentra en marcha un plan de traer enfermeras de Filipinas. Otro aumento que se está viendo es con los investigadores profesionales y estudiantes universitarios, en buen número procedentes de China, quienes eventualmente podrán establecerse como residentes permanentes en Japón y procrear nuevas familias. 7 Migration News, 2000, p. 7. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo Aún si permitieran más inmigrantes, habría que pensar en modificar la legislación. En Japón se le da mucha importancia a los lazos familiares sanguíneos. La ciudadanía es otorgada de acuerdo con el principio de la ley sanguínea (jus sanguinis) no territorial (jus solis). Por ello los hijos de extranjeros que nacen en Japón, como tampoco las siguientes generaciones, tienen derecho a la ciudadanía del país. La estrategia japonesa hacia la declinación de la población ha sido muy similar a la europea en lo que se refiere a la asistencia a las mujeres para lograr un balance entre el trabajo y las necesidades del cuidado de los hijos. Sin embargo, han sido muy cautelosos en estimular y aumentar la inmigración hacia el país, concentrando la política con preferencia en algunas mejoras en la legislación familiar y el ambiente de trabajo. Debido a que es muy complejo cambiar o reorganizar el sistema social y económico de un país o abordar el problema de la inmigración internacional, los resultados pueden pronosticarse pero habrá que esperar de 50 a 100 años para verificar si los demógrafos o los políticos lo hicieron bien. No es nada fácil hallar una solución satisfactoria al problema de la declinación de la natalidad. La historia ha probado que las tendencias demográficas son increíblemente difíciles de controlar y la mayoría de las políticas resultan ineficientes. Finalmente, es la gente quien decide sobre el número de la población, no son los demógrafos ni los políticos. Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África XIII Congreso Internacional de ALADAA Japón Contemporáneo Bibliografía -Cornelius, W. 1994, ‘The Illusion of Immigration Control’, in Cornelius, Martin & Hollifield eds., Immigration: A Global Perspective, Stanford University Press, Stanford, California, p. 378. -Chapple, J. 2004, ‘The Dilemma Possed by Japan’s Population Decline’, en Electronic Journal of Contemporary Japanese Studies (ejcjs), Discussion Paper 5. Index Mundi, Japan fertility rate, marzo 2011, en www.indexmundi.com/ -Fackler, M. ‘Futuro gris para juventud de Japón’, en The New York Times (semanal de El Espectador), 8 febrero, 2011, p. IV. -Curtis, J. S. 2002, ‘The Declining Birthrate in Japan: Part One – Numerical Targets for Childcare Leave’, en Social Trends, no. 17, GLOCOM Platform, 18 Noviembre 2002. -Sanmiguel, I. (2002) 2009, Japan’s Quest for El Dorado: Emigration to Colombia, Kojinshoten, Tokyo, pp. 163–71. -Migration News, 2000, p. 7.