Texto de la querella penal contra cuatro ex SS Totenkopf que

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Origen: Equipo Nizkor
19jun08
Texto de la querella penal contra cuatro ex SS
Totenkopf que actuaron en campos de
concentración nacionalsocialistas donde hubo
víctimas españolas.
Índice:
I.- HECHOS:
I.1.- La existencia de víctimas españolas en los campos de concentración
nacional-socialistas de Mauthausen, Sachsenhausen y Flossenbürg.
I.2.- Hechos probados en sede judicial relativos a la persecución y exterminio
de prisioneros, incluidos prisioneros españoles, en el campo de
concentración de Mauthausen.
I.3.- Hechos probados en sede judicial relativos a la persecución y exterminio
de prisioneros, incluidos prisioneros españoles, en el campo de
concentración de Sachsenhausen.
I.4.- Hechos probados en sede judicial relativos a la persecución y exterminio
de prisioneros, incluidos prisioneros españoles, en el campo de
concentración de Flossenbürg.
II.- FUNDAMENTOS DE DERECHO:
II.1.- Jurisdicción de los tribunales españoles.
II.2.- La Aplicación de las sentencias y los principios de Nuremberg en
jurisdicción interna. Obligación subsidiaria de aplicación del Estatuto de
Nuremberg por parte de los miembros de las Naciones Unidas.
II.3.- El plan o conspiración criminal como causa de imputación en
Nuremberg.
o
o
o
o
o
II.3.1.- Criterios y principios para determinar el carácter criminal de
una organización según Nuremberg.
II.3.2.- Organizaciones que por sus objetivos y fines fueron
consideradas criminales por el Tribunal de Nuremberg.
II.3.3.- Condenados en razón de su pertenencia a organización
criminal por el Tribunal de Nuremberg.
II.3.4.- Organización criminal bajo la Ley 10 del Consejo de Control
Aliado.
II.3.5.- Las Waffen SS y su carácter de organización criminal: Las
Waffen SS, las unidades Totenkopf y los campos de concentración.
II.4.- Organización criminal y doctrina del "Plan Criminal Común" en el
derecho internacional posterior a Nuremberg. Responsabilidad penal por
participación en Empresa Criminal Conjunta y su aplicación por el Tribunal
Penal Internacional para la ex Yugoslavia.
II.5.- Crímenes Contra la Humanidad
o
o
o
o
II.5.1.- Los crímenes contra la humanidad en el Derecho de
Nuremberg y su posterior desarrollo en el Derecho Internacional de
los Derechos Humanos.
II.5.2.- Actos que constituyen crímenes contra la humanidad.
II.5.3.- Elementos comunes en los crímenes contra la humanidad.
II.5.4.- Características de los crímenes contra la humanidad por
razón de su naturaleza.
III.- UNIDADES DE LA ORGANIZACIÓN CRIMINAL DE LAS SS ENCARGADAS DE LA
ADMINISTRACIÓN Y VIGILANCIA DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN.
IV. GUARDIAS ARMADOS INTEGRANTES DE LAS SS-TOTENKOPF-STURMBANN QUE HAN
PRESTADO SERVICIO EN LOS CAMPOS DE MAUTHAUSEN, SACHSENHAUSEN O
FLOSSENBÜRG Y CUYA IMPUTACIÓN Y PROCESAMIENTO SE SOLICITA A EFECTOS DE
DEMANDAR SU ENTREGA A LAS AUTORIDADES ESTADOUNIDENSES.
A. Johann Leprich: Resumen procesal; Hechos no disputados; Historia
procesal;Participación en persecución.
B. Anton Tittjung: Resumen procesal; Hechos probados; Historia procesal;
Participación en persecución.
C. Josias Kumpf: Resumen procesal; Hechos probados; Historia procesal;
Participación en persecución.
D. Iwan Demjanjuk: Resumen procesal; Hechos probados; Historia
procesal; Participación en persecución.
V.- PERSECUCIÓN CON FINES DE EXTERMINIO Y PARTICIPACIÓN EN OTROS ACTOS QUE
SON CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD, INCLUIDOS ASESINATO, EXTERMINIO,
ESCLAVITUD, DEPORTACIÓN, TORTURA Y OTROS ACTOS INHUMANOS.
VI.- EXENCIÓN FIANZA.
VII.- DILIGENCIAS A PRACTICAR.
***
Anexo I: Cuadro sinóptico de pruebas documentales aportadas. (No reproducido)
Nota documental sobre el presente documento.
AL JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCIÓN
DE LA AUDIENCIA NACIONAL
QUE POR REPARTO CORRESPONDA
Doña A.I.L.A., Procuradora de los Tribunales y de Don DAVID MOYANO
TEJERINA, Doña SILVIA DINHOF-CUETO, Doña CONCEPCIÓN RAMÍREZ
NARANJO y Don DONATO JESÚS DE COS BORBOLLA, según acredito mediante
escritura de poder que acompaño para su unión en los autos por copia cotejada con
devolución del original, ante el Juzgado comparezco y como mejor proceda en
derecho, DIGO:
Que mediante el presente escrito, al amparo de lo dispuesto en los Arts. 270 y
concordantes de la L.E.Cr., en relación con el 101 de la misma, vengo a interponer
QUERELLA en los términos que a continuación se expresan:
I
HECHOS:
I.1.- La existencia de víctimas españolas en los campos de
concentración nacionalsocialistas de Mauthausen, Sachsenhausen y
Flossenbürg.
La evolución del Derecho Penal Internacional, la normativa vigente en materia de
enjuiciamiento y castigo de los responsables de crímenes de guerra y crímenes
contra la humanidad y los avances jurisprudenciales que se han producido en este
sentido en España, han venido a ratificar el hecho de que los tribunales españoles
tienen jurisdicción sobre crímenes graves a los derechos humanos cometidos contra
nacionales españoles. La persecución de este tipo de crímenes que atentan contra
la conciencia común de la humanidad, no constituye únicamente un derecho de los
tribunales internos de los estados, sino también una obligación.
La existencia de víctimas españolas en el Konzentrationslager (KL) de
Mauthausen:
En el campo de concentración nacionalsocialista de Mauthausen, según las pruebas
presentadas ante distintos tribunales -principalmente ante el Tribunal Militar
Internacional para el Enjuiciamiento de los Principales Criminales de Guerra (en
adelante "el Tribunal de Nuremberg"), el Tribunal Militar estadounidense que
enjuició a los principales responsables de este campo de concentración en el
conocido como caso Altfuldisch (en el marco de los llamados "juicios de Dachau"), o
en el conocido como "juicio de Colonia" de 1967-, estuvieron prisioneros más de
7.000 españoles, de los cuales murieron más de 4.300.
Solamente en los registros contenidos en los llamados "Totenbuch" o Libros de la
Muerte de Mauthausen, que se consiguieron salvar de la destrucción y fueron
puestos a disposición de la comisión estadounidense que investigó los crímenes
cometidos en el campo, aparecen registrados como ejecutados más de
cuatrocientos españoles de los miles que allí fueron exterminados.
Como se detallará en el epígrafe dedicado a hechos probados acaecidos en este
campo de concentración, en los Totenbuch figuran los nombres de las víctimas, su
nacionalidad, el lugar y la fecha de nacimiento, la causa de la muerte, la fecha y
hora de ésta... Se trata de una serie de libros diarios donde se registraron algunas
de las muertes ocurridas en el campo. Siete de estos libros, en cuya portada decía
"Totenbuch - Mauthausen", fueron presentados por la fiscalía de Estados Unidos
como Documento Núm. 493-PS, Prueba Nº USA-251 al Tribunal Internacional de
Nuremberg.
Las tropas de liberación de Estados Unidos encontraron esos libros en el campo y
los incautaron. Cubren las muertes de algunos prisioneros en el período del 7 de
enero de 1939 hasta el 29 de abril de 1945. Los listados de muertes de prisioneros
se organizan en una tabla con varias columnas, las cuales recogen el nombre de los
prisioneros, el lugar de nacimiento, la causa que se asignó a su muerte y la hora de
la muerte de cada individuo. Además, a cada cuerpo se le asigna un número de
serie, y, siguiendo la explicación del fiscal de los Estados Unidos ante el Tribunal de
Nuremberg "la suma de la totalidad de los números de serie para el período de 5
años arroja la cifra de 35.318" |1|.
"El examen de los libros revela la rutina mortuoria del campo. Por ejemplo, las
páginas 568 a 582 del volumen 5 cubre los registros de muertes del 19 de marzo de
1945 entre la una y quince minutos de la madrugada y las 2 en punto de la tarde. En
este lapso de tiempo de 12 horas y tres cuartos, se registra la muerte de 203
personas. Se les asignan números de serie que van del 8390 al 8593. Se enumeran
los nombres de los muertos. Se registra a cada una de las víctimas como muertas a
causa de la misma afección "problemas cardíacos". Murieron en intervalos cortos de
tiempo. Murieron en orden alfabético. El primero en morir fue un hombre de apellido
Ackermann, que murió a la una y quince. El último fue un hombre llamado Zynger,
que murió a las 2 p.m.
A las dos y veinte de la tarde del mismo día, el 19 de marzo de 1945, comienza de
nuevo la lista, y se sigue hasta las cuatro y media. En el transcurso de dos horas
murieron 75 personas más. Nuevamente murieron de insuficiencia cardíaca y en
orden alfabético. Estas entradas se inscribieron en el mismo volumen, en las
páginas 582 a 586". |2|
Los Libros de la Muerte ("Totenbuch - Mauthausen") se adjuntan a la presente
querella (Documento No. 1), en soporte digital, así como una selección de las
páginas de los mismos en donde se hallan registradas víctimas españolas
(Documento No. 2). Su autenticidad está garantizada por los propios Archivos
Nacionales de los Estados Unidos, y su valor probatorio es indiscutible.
Se aportan adicionalmente los listados de más de 3.000 víctimas españolas en este
campo, obtenidos a través del Archivo Nacional de los Estados Unidos (NARA Roll163 - A3355 // RG-242 // 20 jul 1945) y con origen en la base de datos del
International Tracing Service, organismo cuya descripción se proporciona más
adelante.
No constituyen la única prueba incontrovertible -tanto por el origen de la misma
como por haber pasado el principio de contradicción de prueba- de la existencia de
víctimas españolas en el campo de Mauthausen, como se expondrá en mayor
detalle en el epígrafe dedicado a hechos probados relativos a este campo.
La existencia de víctimas españolas en el KL de Sachsenhausen:
Este campo de concentración fue liberado el 22 de abril de 1945 por la unidad 47ª
del ejército soviético y la 2ª División de Infantería polaca, por lo que la
documentación incautada sobre este campo se halla depositada, en gran parte, en
archivos rusos.
La información existente correspondiente a los registros de prisioneros se halla
disponible a través del "International Tracing Service" (Servicio Internacional de
Localización), entidad que tienen su origen en el Departamento que se creó en 1943
en el seno de la Cruz Roja Británica, por iniciativa de la fuerzas aliadas, para
comenzar con el trabajo de localización y registro de personas cuyo paradero era
desconocido. Este trabajo daría lugar a que el 15 de febrero de 1944 se estableciera
el "Central Tracing Bureau" u Oficina Central de Localización, que acabaría teniendo
su sede, desde enero de 1946, en Bad Arolsen.
El 1 de julio de 1947 la Organización Internacional para los Refugiados se hizo
cargo del "Central Tracing Bureau" y en 1948 se le dio el nombre de "International
Tracing Service" (ITS), por el que esta oficina es conocida hoy.
En abril de 1951 la dirección del ITS pasó a la HICOG (Allied High Commission for
Germany - Alta Comisión Aliada para Alemania).
El ITS tiene su base jurídica en los Acuerdos de Bonn. El 6 de junio de 1955, los
gobiernos de Bélgica, Francia, República Federal de Alemania, Grecia, Israel, Italia,
Luxemburgo, Holanda, Reino Unido y Estados Unidos firmaron un acuerdo para el
establecimiento de una Comisión Internacional que supervisara el ITS.
Esa Comisión Internacional la conforman en la actualidad 11 estados parte. En su
fundación, al ITS se le encomendó con la tarea de suministrar información sobre el
paradero de los perseguidos por el régimen nacionalsocialista y reunir a las familias
a quienes la guerra había separado. El ITS está bajo la dirección y gestión del
Comité Internacional de la Cruz Roja. Su mantenimiento es con cargo al
presupuesto federal de la República Federal de Alemania.
En Estados Unidos la autoridad depositaria de la copia digital de la base de datos
del ITS y habilitada legalmente para extender certificaciones de su contenido es el
United States Holocaust Memorial Museum (conocido como "Museo del
Holocausto").
Éste es el origen de la documentación probatoria relativa a varias víctimas
españolas que se adjunta como Documento No. 5 a la presente querella.
Cabe resaltar que el ITS lleva a cabo una intensa labor de preservación de los
documentos originales y que la digitalización de los mismos permite su mejor
protección.
Se adjunta igualmente, como Documento No. 6, un listado de víctimas españolas de
este campo extraído de la base de datos que mantiene el archivo del Memorial y
Museo de Sachsenhausen
Como puede observarse, una parte importante de los españoles cuyo carácter de
prisioneros en este campo se documenta, llegaron al campo de Sachsenhausen en
convoyes de deportados procedente de la ciudad francesa de Compiègne. En 1943,
Sachsenhausen es el primer campo de concentración en recibir un número
importante de deportados de Francia, en el marco del nuevo instrumento represivo
empleado por los nacionalsocialistas en territorio ocupado: la deportación de
oponentes a la ocupación alemana mediante convoyes masivos. 1943 comienza con
la puesta en marcha de la llamada operación Meerschaum, en aplicación de la
orden de Himmler, Reichsführer-SS y Jefe de la Policía Alemana, de llevar a cabo
traslados masivos a campos de concentración , una directiva que obedecía a
motivos de orden económico también. El Frontstalag 122 de Royallieu en
Compiègne (Oise) se convierte en el lugar de concentración de las víctimas de la
Schutzhaft, que son deportadas hacia los campos de concentración del Gran Reich.
A partir del 24 de enero de 1943 se organiza un primer convoy que parte de la
estación de Compiègne. Parte de las personas que iban en ese convoy son
registradas al día siguiente en el campo de concentración de Sachsenhausen.
Como puede observarse por las fecha de llegada al campo, varios nacionales
españoles son registrados el 25 de enero de 1943. Hubo dos convoyes desde ese
mismo lugar y hacia Sachsenhausen en fechas cercanas: 28 de abril y 8 de mayo
de 1943.
La existencia de víctimas españolas en el KL de Flossenbürg.
Flossenburg, según la sentencia del Tribunal estadounidense que condenó a los
principales responsables del funcionamiento de este campo en 1947, en era un
campo perteneciente a la Clase III. Durante el período comprendido entre 1942 y
abril de 1945 el campo albergó a aproximadamente 94.200 prisioneros, de los
cuales 16.000 eran mujeres. Entre los miles de prisioneros recluidos en el campo
principal y en los numerosos campos externos había ciudadanos rusos, polacos,
franceses, checos, italianos, griegos, españoles, daneses, noruegos, británicos,
canadienses y estadounidenses.
La informacióncorrespondiente a los registros de prisioneros se halla disponible
también a través del International Tracing Service.
Según una tabulación estadounidense de después de la guerra, presentada en el
marco de los procesos de Nuremberg, hubo 155 españoles en Flossenbürg, de los
cuales murieron al menos 60.
La documentación probatoria de la existencia de víctimas españolas en este campo
se aportará en ulterior momento.
I.2.- Hechos probados en sede judicial relativos a la persecución y
exterminio de prisioneros, incluidos prisioneros españoles, en el
campo de concentración de Mauthausen.
De conformidad con el conocido como "Informe Cohen" |3|, informe pericial sobre el
KL Mauthausen utilizado como pieza de convicción No. 249 ante el Tribunal de
Nuremberg, entre un millón y medio y dos millones de prisioneros políticos fueron
encarcelados en este campo y sometidos al programa de exterminio diseñado por el
sistema nacionalsocialista para los oponentes políticos considerados
"untermenschen" o subhumanos, programa en cuyo marco el campo de
concentración de Mauthausen tenía la calificación máxima del sistema
concentracionario, esto es, categoría 3. Entre los años 1941 y1945 la cadena de
campos la componían de 23 a 30 campos individuales, variando su número a
medida que los campos menores eran evacuados al término de los trabajos para los
que fueron concebidos.
El "Informe Cohen", fue elaborado y certificado por el Mayor |4| Eugene S. Cohen en
su calidad de Investigador-Perito y siguiendo instrucciones del Comando General
del 3er. Cuerpo de Ejército de los Estados Unidos. Eugene Cohen fue Jefe de
Investigaciones para Mauthausen bajo el General George Patton. La investigación
que dio lugar a este informe se realizó entre el 6 de mayo de 1945 -esto es, desde el
día siguiente al de la liberación del campo de Mauthausen por las tropas aliadas
estadounidenses- y el 15 de junio de 1945. Fue presentado como pieza de
convicción No. 249 ante el Tribunal Internacional de Nuremberg en el juicio a los
principales criminales de guerra de los países europeos del Eje. Sus conclusiones,
copia de las cuales (Documento No. 4) adjuntamos a la presente querella, fueron
admitidas como prueba por el Tribunal de Nuremberg en el juicio principal de los
celebrados en esa ciudad. Las conclusiones de Cohen estuvieron soportadas por
219 pruebas, a las que el informe hace referencia entre paréntesis. El informe se
incorporó al compendio de documentación probatoria usada en el juicio principal de
Nuremberg, con el número de Documento 2176-PS. Las conclusiones del mismo
fueron las siguientes:
COPIA DEL DOCUMENTO 2176-PS
CONFIDENCIAL
INFORME DEL OFICIAL INVESTIGADOR
CUARTEL GENERAL
TERCER CUERPO DEL EJÉRCITO DE LOS ESTADOS UNIDOS
Oficina del Auditor Militar
APO 403
AM 092 (3 JA-132) GNMCJ
17 de junio de 1945
ASUNTO: Informe de investigación sobre presuntos crímenes de guerra.
A: General en Jefe, Duodécimo Cuerpo del Ejército, APO 655, Ejército de los
Estados Unidos.
I. AUTORIDAD
1. Esta investigación ha sido realizada, de conformidad con la Instrucción,
Teatro Europeo de Operaciones, 24 de febrero de 1945, por Eugene S.
Cohen, ASN O-1573121, Mayor, 514 Servicio de Intendencia, APO 403,
Ejército de los Estados Unidos, Investigador-Examinador, entre el 6 de mayo
de 1945 y el 15 de junio de 1945, siguiendo órdenes del General en Jefe,
Tercer Cuerpo del Ejército de los Estados Unidos, una Copia de la cual se
adjunta como Prueba 1.
II. ASUNTOS INVESTIGADOS
2. Muerte por disparo, golpes, empleo de gas venenoso, ahogamiento,
desnutrición, administración de inyecciones, apedreamiento, congelación,
quema y estrangulamiento de los ciudadanos de veintitrés (23) naciones,
incluidos miembros del Ejército de los Estados Unidos, de la población civil
alemana que trabajaba a las órdenes de las fuerzas armadas alemanas y de
otros nacionales a las órdenes de las mencionadas fuerzas armadas
alemanas, en violación del Artículo 2 de la Convención de Ginebra sobre
Prisioneros de Guerra (párrafo 73, leyes y costumbres de la guerra en tierra;
Artículo 2 de la misma Convención, párrafos 25, 26, 30 y 31, leyes de la
guerra en tierra).
III. PROCEDIMIENTO
3. a. todos los testimonios de los testigos examinados en el curso de la
presente investigación y que se adjuntan y forman parte de la misma se
tomaron, cuando fue necesario, ante la presencia de un intérprete y una vez
que el testigo hubo prestado ante mí, a través del intérprete y en virtud del
Artículo de Guerra 114, el siguiente juramento: "Jura (o afirma) que la
información que va a proporcionar en esta investigación que yo dirijo es la
verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Que Dios le ayude".
Siempre que fue posible, se ofreció al testigo la posibilidad de firmar su
testimonio en mi presencia y, en todos los casos, la firma se produjo una vez
que el intérprete le hubiera leído de nuevo el testimonio en su propia lengua.
Las condiciones imperantes hicieron imposible el empleo de un mecanógrafo.
Al intérprete se le tomó el siguiente juramento: "Jura (o afirma) que
interpretará verazmente esta investigación que yo dirijo. Que Dios le ayude".
b. La transcripción del testimonio de cada uno de estos testigos cuyo nombre
aparece relacionado más abajo se adjunta aquí como Prueba (su número
correspondiente figura inmediatamente después del nombre del testigo).
Como ayuda complementaria, junto al nombre de los testigos figura el
nombre de cada uno de los campos de la red en el que se preparó la prueba.
***
c. Otras pruebas:
Descripción
(a) (La Prueba 4 es un informe elaborado por un Comité Internacional
constituido para esta investigación, jurado en la forma debida por los dos
testigos citados. El informe contiene, asimismo, los nombres de otros
individuos que ayudaron a recopilar los hechos y las cifras).
(b) Registro diario de víctimas entre ciertas fechas, que incluye información
acerca del nombre, nacionalidad, residencia, fecha de nacimiento, fecha de la
muerte, forma de muerte y nombre de los guardias responsables de la
ejecución (Prueba #214).
(c) "Totenbuch," o Libro de Muertos, donde figuran los nombres de las
víctimas, su nacionalidad, residencia, fecha de nacimiento, fecha de muerte y
forma de muerte, entre ciertas fechas. Se trata de una muestra de pequeños
diarios que se incorporaron posteriormente a los archivos permanentes en
número de dieciséis (16) volúmenes y que serán presentados en un informe
complementario (Prueba #215).
(d) Muestra del gas venenoso utilizado en las cámaras de gas de
Mauthausen y Gusen nº 1 y nº 2 (Prueba #216).
(e) Manga de goma utilizada por los guardias de las SS para pegar a los
prisioneros en la red de campos de Mauthausen (Prueba #217).
(f) Látigo pesado empleado por los guardias de las SS para golpear a los
prisioneros en la red de campos de Mauthausen (Prueba #218).
(g) Látigo de los llamados "gato de nueve colas" utilizado por los guardias de
las SS (Prueba #219).
IV. RESUMEN DE HECHOS
4. Se adjunta aquí en documento separado un certificado firmado por el
Investigador-Examinador en que se resumen los campos y los métodos que
se han empleado para analizarlos en la presente investigación.
a. Los archivos disponibles indican que entre 1.500.000 y 2.000.000 de
prisioneros políticos fueron recluidos y clasificados para su exterminio en la
red de campos de concentración de Mauthausen. Esta red estuvo
compuesta, entre los años 1941 y 1945, por entre 23 y 30 campos diferentes.
El número de campos variaba debido a que los campos de menor tamaño
eran en ocasiones evacuados una vez que finalizaban ciertos proyectos (ver
Pruebas 4, 81 y 213).
b. La presente investigación comprende 13 de los campos asociados a
Mauthausen. Los de mayor tamaño eran Mauthausen, Gusen (Número 1 y
Número 2), Ebensee, Steyr y Gunskirchen. Otros campos de la lista situados
en el territorio del Tercer Cuerpo del Ejército estadounidense eran Linz
(Números 1, 2 y 3), Wells, Lenzing, Schlier y Enns. Las víctimas de esta red
de campos fueron asesinadas por los guardias de las SS que trabajaban en
ellos al mando de Franz Ziereis, comandante, y de George Bachmayer,
subcomandante, ambos ya fallecidos, cuyo cuartel general se hallaba en la
fortaleza de Mauthausen (ver Pruebas 209, 210 y 212).
c. Las pruebas revelan que las órdenes para el exterminio sistemático de
estos prisioneros procedían de Berlín, directamente del Führer de las SS
Heinrich Himmler (ver Prueba 4).
d. El Ejército estadounidense liberó este campo el 5 de mayo de 1945, y este
Investigador-Examinador y su equipo comenzaron su investigación el 6 de
mayo de 1945.
e. La relación de víctimas de la red de campos de concentración de
Mauthausen está en fase de compilación y se presentará en un informe
complementario.
5. Debe añadirse que una de las funciones del Comité Internacional formado
por el investigador que suscribe para ayudar a investigar estos campos era
facilitar que cada nación elaborase, a partir de los archivos disponibles, una
copia con los nombres de sus propios muertos, con objeto de poder notificar
la muerte a sus familiares. Así pues, puede afirmarse fehacientemente que
todos estos países disponen de una lista de sus propios muertos con toda la
información relativa a las circunstancias de su muerte y de las estadísticas
correspondientes. Dicho Comité Internacional fue nombrado por el equipo de
entre los presos, y estaba integrado por los miembros más distinguidos de los
mismos, elegidos por los propios prisioneros. El Comité estaba formado por
seis miembros titulares y numerosos ayudantes que contribuyeron
notablemente a la investigación asegurando la presencia de los mejores
testigos y cubriendo todas las fases para la preparación de este caso con
vistas al juicio (ver Prueba 4).
6. Individuos enemigos
a. Ver Prueba 2.
b. Se están elaborando órdenes de busca de todos los responsables.
V. CONCLUSIONES
Las pruebas compiladas para este caso muestran de forma muy clara que la
finalidad última de la red de campos de concentración de Mauthausen era el
exterminio de seres humanos sólo por su oposición a la forma de pensar de
los nazis. No hay duda de que Mauthausen se concibió como punto de
partida para un posterior desarrollo a largo plazo. Había sido construido como
una gigantesca fortaleza de piedra en la cima de una montaña flanqueada
por pequeños barracones.
Además de sus edificaciones permanentes, Mauthausen contaba con
instalaciones destinadas a albergar a una nutrida guarnición de oficiales y
soldados, y disponía de grandes comedores e instalaciones de baño para el
personal. Su funcionamiento tenía como único fin exterminar a todos aquellos
(así llamados) prisioneros que ingresasen en el campo.
Los llamados subcampos de Mauthausen se hallaban bajo el mando directo
de los oficiales de las SS presentes allí. Todos los archivos, órdenes y
servicios administrativos de estos subcampos se gestionaban desde
Mauthausen. Los demás campos, incluidos Gusen y Ebensee, sus
subcampos más conocidos y de mayor tamaño, no se utilizaban de forma
exclusiva para el exterminio, pero allí los prisioneros eran explotados como
instrumentos para la construcción y la producción hasta que eran golpeados
o su malnutrición les convertía en inservibles, momento en el cual solían ser
trasladados de nuevo a Mauthausen para su eliminación definitiva.
La responsabilidad de estas muertes recae indudablemente en el Partido
Nazi y en los miembros de las SS que ejecutaban sus órdenes. Hombres
como Himmler, Zieries, Bachmayer, Schulz, Giesler, Pelzer y otros que
figuran en la Prueba 2 no son sino los principales criminales. Aunque no se
dispone de pruebas directas contra todos los guardias de las SS de esta
nefanda cadena, la presunción ineludible es que todos ellos son prima facie
culpables de estos asesinatos en masa y que la carga de la prueba de su
inocencia recae sobre ellos. En este sentido, la organización de las SS era
puramente voluntaria y sus fines de naturaleza claramente criminal, en
violación de las Convenciones de La Haya y de Ginebra y de los derechos
humanos.
El Investigador-Examinador es de la opinión que, en un caso tan virulento y
atroz como el de Mauthausen, debería aplicarse de forma estricta la teoría de
la "Asociación de malhechores" (ver Certificado adjunto).
/fdo/Eugene S. Cohen
EUGENE S. COHEN, Mayor, Servicio de Intendencia,
Oficina del AM, Tercer Cuerpo del Ejército de los Estados Unidos, Investigador-Examinador.
3 JA-132
DOCUMENTO CERTIFICADO DEL OFICIAL INVESTIGADOR DEL CAMPO
DE CONCENTRACIÓN DE MAUTHAUSEN.
Por la presente certifico lo siguiente:
1. La red de campos de concentración de Mauthausen comprendía de veinte
a treinta o más campos, dependiendo de las necesidades de los distintos
trabajos asignados.
2. Como se muestra en las Pruebas 21, 22 y 201, los archivos capturados
contienen los nombres de la mayor parte de estos campos, cuyo tamaño
variaba desde el de la propia gigantesca fortaleza de Mauthausen, hasta los
pequeños campos independientes como Steyr o Lenzing. Lenzing, por
ejemplo, al igual que Steyr (ver Pruebas 86, 194 y 195) eran subcampos de
Mauthausen establecidos y acantonados en barracones para llevar a cabo el
trabajo de dos grandes fábricas.
3. El mapa aquí incluido como Prueba 201 muestra el emplazamiento de
estos campos, así como las rutas más importantes que llegaban a ellos. Aquí
se puede observar cómo la mayoría de estos campos estaban situados al
este del río Enns (que desemboca en el Danubio y atraviesa Steyr y Enns, en
Austria) y, por consiguiente, son competencia rusa, ya que este río es el
actual límite internacional entre nosotros y la Unión Soviética.
4. Sin embargo, en la investigación también se han tenido en cuenta (véase
el listado de Pruebas) el resto de los campos (Prueba 201),
aproximadamente 13. De ellos, los más conocidos son, en primer lugar, por
supuesto, Mauthausen (considerado, junto con Auschwitz, como el peor de
todos los campos, y el de mayor tamaño); Ebensee (que muchos consideran
peor que Dachau, a pesar de ser un campo filial menor (dependiente de
Mauthausen); Gusen, dividido en dos grandes campos llamados Número 1 y
Número 2, ambos de gran tamaño; y Gunskirchen y Steyr (ver Prueba 84),
con una capacidad de cinco mil personas (ver Prueba 195).
5. Muchos de estos campos fueron evacuados casi inmediatamente después
de la liberación, incluido el campo de Gunskirchen, de gran tamaño (ver
Prueba 84). Este campo llegó a tener, según se dice, hasta 20.000
prisioneros, pero no estaba equipado, como tampoco lo estuvieron Steyr,
Lenzing, el grupo de campos de Linz (Prueba 22) e incluso Ebensee, para
llevar a cabo asesinatos en masa (exterminio), tal y como ocurría con
Mauthausen y los dos campos de Gusen. Cuando era "necesario" matar
[prisioneros] por procedimientos distintos a la muerte por desnutrición,
golpes, congelación o falta de condiciones higiénicas, los prisioneros eran
enviados a Mauthausen o Gusen, donde eran clasificados para el exterminio
(ver Prueba 4, una prueba concluyente que serviría por sí sola para
fundamentar un proceso contra los autores responsables).
6. Es imposible estimar el número total de víctimas, pero los propios archivos
alemanes indican (ver, de nuevo, la Prueba 4) que, si incluimos el Castillo de
Hartheim (un edificio utilizado para eliminar de forma misteriosa a los
prisioneros) (ver Prueba 213), éste asciende a casi dos millones.
7. Por lo que se refiere a los responsables o asesinos, en esta investigación
se incluye una lista completa de dirigentes y, aproximadamente, otros 10.000
nombres de las SS.
Se han incluido, siempre que ha sido posible, descripciones y, en todos los
casos, el nombre, rango, fecha de nacimiento, última residencia y domicilio
del familiar más cercano (al que podrían regresar) (ver Prueba 2, y la valiosa
Prueba 213, que contiene un listado de las víctimas entre ciertas fechas con
sus nombres, nacionalidades, fecha de nacimiento, día de la muerte, forma
de la muerte y nombres de los guardias responsables de la misma).
8. Los campos que se han investigado son los siguientes:
Mauthausen, Gusen (nº 1 y 2), Linz (Nº 1, 2 y 3) y Ebensee. Wels,
Gunskirchen, Lenzing, Steyr y Schlier también formaban parte de la red y han
sido analizados tal y como se indicó antes. Todos los demás se encontraban
en la zona rusa o británica. Todos estos campos se han tratado como un solo
caso. No obstante, se está elaborando un Informe Complementario que se
presentará como continuación del presente en breve. Debe señalarse que
Franz Ziereis, el comandante de la red de Mauthausen, y Georg Bachmayer,
el subcomandante, ya han fallecido (ver Pruebas 181, 182, 183, 184, 185,
209 y 210).
9. Además de los libros presentados como Pruebas en este informe, se han
microfilmado dieciséis Totenbucher (Libros de Muertos, descritos en la
Prueba 4) que, aunque ya preparados, no se han recibido a tiempo para
incorporarlos a este informe.
Un equipo oficial del Servicio de Transmisiones ha tomado más fotografías,
así como más de 1000 pies de película que serán incluidos en el Informe
Complementario.
/fdo/ Eugene S. Cohen
EUGENE S. COHEN,
Mayor, Servicio de Intendencia, Investigador Oficial |5|.
Como se ha mencionado, los Libros de la Muerte ("Totenbuch - Mauthausen")
mencionados en el Informe Cohen se adjuntan a la presente querella (Documento
No. 1), en soporte digital, así como una selección de las páginas de los mismos en
donde se hallan registradas víctimas españolas (Documento No. 2). Un juego de 7
de estos libros fue presentado como Documento Número 493-PS, Prueba USA
Número 251 por el fiscal estadounidense ante el Tribunal de Nuremberg.
La siguiente declaración jurada del prisionero político belga Lucien Vanherle, que,
de entre las pruebas que sustentaron el Informe Cohen es la prueba No. 27, define
el campo de Mauthausen como un campo de Categoría 3:
TRADUCCIÓN
Declaración jurada de Lucien Vanherle, en francés
Compareció personalmente ante mí, Eugene S. Cohen, Mayor, Cuerpo de
Intendencia, Sección JA, autorizado para administrar juramentos, Lucien
Vanherle quien, tras haber prestado juramento a través del intérprete, el T/5
Benjamin B. Ferencz, realizó y firmó la siguiente declaración:
El velo se levanta
La verdad acerca del campo de concentración de Mauthausen, el moderno
infierno de Dante.
Todas las personas civilizadas que han entrado en uno de los terribles
campos de concentración de Mauthausen y Gusen, liberados el pasado 5 de
mayo de 1945, quedaron estupefactas al ver las increíbles condiciones que
prevalecían en estos lugares y escuchar las atrocidades infernales
perpetradas por los asesinos nazis de la Gestapo: los SS.
Es difícil, incluso imposible, resumir en unas pocas líneas todo lo que ocurrió
en este lugar. Nos centraremos sólo en los hechos principales.
En primer lugar, debo advertir al lector que, en toda Alemania, los únicos
campos de concentración clasificados en la "Categoría 3" eran Mauthausen y
sus numerosos subcampos, como Gusen, Steyr, Wiener Neustadt, Lungitz,
Ebensee |6|, Loibl Pass, etc. Esto significa que la dirección del campo en lo
referente a su organización interna estaba en manos de bandidos del
derecho común alemán, asesinos profesionales cuya misión principal era
exterminar a los prisioneros de otras naciones con la mayor rapidez posible.
De un total de 200.000 prisioneros del campo de Mauthausen y sus
subcampos, 120.000 fueron masacrados por los procedimientos más
variados, y sólo en el campo de Gusen, el más terrible de todos ellos, se cree
que murieron cerca de 35.000, distribuidos como sigue:
Año Prisioneros llegados al campo Muertos
1940
8000
1600
1941
6700
6860
1942
8900
6300
1943
3900
7400
1944
22150
2900
1945
6000
11000
Detengámonos un momento en estas cifras. Podemos observar que entre los
años 1940 y 1944 se registró un número relativamente pequeño de muertes
en comparación con las entradas de prisioneros. Pero no nos dejemos
engañar por la relativa bondad de estas cifras. Debemos entender que las
entradas correspondientes a 1940 cubren principalmente los dos últimos
meses del año, y que "todos los buenos prisioneros necesitan seis meses
para 'engordar'", como decía sarcásticamente el último comandante del
campo, el Hauptsturmfuhrer de las SS Seidler. Debe saberse que el número
real de muertos era de 1600 por cada 2000 prisioneros. Examinemos el año
1941. Aquí la situación es elocuente: más prisioneros muertos que llegados al
campo. Fue al final de la guerra cuando la "Cultura-nación" perfeccionó sus
métodos de exterminio y éstos comenzaron a funcionar a pleno rendimiento.
Pasemos ahora a 1944. Aquí vemos cómo el número de muertos ha
disminuido en comparación con el número de nuevos prisioneros llegados.
Esto se debe esencialmente a la descentralización de la industria de guerra
alemana, que empezó a abrir sus fábricas en Austria y en Checoslovaquia
para evitar los bombardeos. Aquí vemos, una vez más, los siniestros
designios de los nazis para exponer a los prisioneros a los bombardeos
aliados. En el año 1945 las cifras son catastróficas. 6.000 prisioneros nuevos,
10.000 muertos. Estas muertes se distribuyen de la siguiente manera:
Enero.....................2120
Febrero.................1800
Marzo.....................2200
Abril.......................3880
Es entonces cuando los nazis, viendo que la guerra estaba perdida,
empezaron a aniquilar a sus esclavos en masa. Por resumir, el porcentaje de
muertes de todos los años aumentó un 70%. Ésta es la triste verdad acerca
de la tasa de mortalidad en uno de estos campos llamados de reeducación.
Veamos ahora de forma resumida cuáles eran los métodos de exterminio
diseñados para eliminar rápidamente a todos estos Hunde (perros). Eran tan
numerosos como variados. Es cuestión de diferenciar entre una muerte física
y moral lenta y una muerte violenta.
El mayor número de muertes lo producía la opresión total de un régimen
infernal, dirigido y administrado por los peores granujas de las SS que podían
encontrarse entre los delincuentes alemanes, y que ocupaban cargos como
los de jefe del campo, secretario del campo, jefe de bloque, jefe de barracón
o capo (jefe de equipamiento de un comando o destacamento de trabajo).
Los prisioneros, obligados a realizar el trabajo más duro que nadie haya sido
obligado a realizar, empezaban a caer rápidamente, incluso los más fuertes
de entre ellos. Se convirtió en una costumbre ver cómo morían en 3 meses al
menos al 70% de los prisioneros recién llegados al campo. Al cabo de los
seis meses la mortalidad ascendía, a finales de 1942, al 90% de los
transportes de otras razas y de todos los países. No olvidemos que la
población del campo estaba compuesta por cerca de 50 nacionalidades
diferentes que representaban a aproximadamente 80 grupos, cada uno con
un idioma diferente. Todos los pueblos de Europa estaban representados
aquí, porque los nazis aspiraban a la unidad completa de Europa , para ello,
habían combatido con adversarios de todos los países. A ello añadieron una
amalgama de individuos de procedencia asiática originarios en su mayoría de
los confines de Rusia. Por decirlo brevemente, era normal encontrar allí a
circasianos, kirguizos, árabes, negros, finlandeses, arios, ingleses, noruegos
o franceses.
Muchos de los prisioneros morían simplemente de hambre. Eran, decían
nuestros asesinos a la vista de pilas y pilas de cadáveres, "Zu Faul zum
fressen" ("demasiado vagos para comer"). La comida era realmente
abominable: sopa a mediodía, una rebanada de pan seco por la tarde. El
trato que recibían estos esclavos al borde de la muerte que trabajaban como
portadores de piedras, junto con los rigores del clima (al menos entre 25 a 35
grados bajo cero en invierno, bajo un sol abrasador en verano), ayudaba
considerablemente a diezmar a los prisioneros por miles, les empujaba a las
garras de la muerte, agonizando como perros en los barracones infectados,
tratados como bestias, comidos por los insectos, con escasas medicinas y
cuidados médicos insuficientes, presa de enfermedades que casi siempre
terminaban siendo mortales como la pleuresía, la artritis, la desnutrición, la
tuberculosis, los problemas de corazón, la furunculosis, las fiebres tifoideas,
etc.
Por lo que se refiere a las muertes violentas, los SS habían logrado
perfeccionar con rapidez unos métodos que eran tan refinados como
terribles. Los prisioneros morían por los latigazos recibidos, los ejercicios
forzados, las inyecciones de veneno, el gas, el suicidio inducido, los disparos
o la horca. Otro de los procedimientos consistía en meter a los desgraciados
bajo unas duchas que arrojaban alternativamente agua helada y agua
hirviendo. Muchos prisioneros morían de frío, tras haber estado expuestos al
aire libre con escasa ropa o completamente desnudos. Un método
particularmente eficaz empleado por algunos sádicos consistía en ahogar (a
la víctima) en un recipiente con agua o en excrementos humanos, o entre los
restos de otras víctimas. No hablaremos de los procedimientos realmente
diabólicos de tortura inventados por la Gestapo para hacer hablar a los
sospechosos. Nadie nos creería. Todo ello era hipócritamente ocultado por
los documentos oficiales que debían redactar los prisioneros, guardados y
registrados diariamente en la Oficina Política.
Era en este infierno donde franceses, belgas, luxemburgueses y holandeses
eran conducidos como bestias al matadero. Muchos de ellos llevaban las
iniciales "NN" en sus historiales, es decir, "Nacht und Lebel", "Noche y
Niebla". En otras palabras: estaban destinados a una muerte segura y
muchos de ellos habían desaparecido ya de la lista de vivos de esos países.
Jamás recibían correspondencia alguna. No tenían permiso para escribir ni
para recibir paquetes. No es preciso decir que esta terrible situación de
sufrimiento moral y físico aceleraba considerablemente la muerte de estos
prisioneros. Estimamos que un 90% de los prisioneros NN murieron por sus
ideas políticas y por su nacionalidad en aquellos infiernos de Gusen,
Mauthausen y otros campos.
Quienquiera que entrase en estos lugares podía decir con Dante: "Voi che
entrate qui, lasciate ogni speranza" ("Vosotros que entráis aquí, abandonad
toda esperanza").
Sólo en la segunda parte del año 1944, bajo la presión de los
acontecimientos políticos y militares por un lado, y gracias a la intervención
de la Cruz Roja por otro, se vieron obligados los buitres nazis a aflojar poco a
poco su control.
Las puertas de este río de muerte se empezaron poco a poco a abrir para
dejar entrar los primeros paquetes de la Cruz Roja. Obviamente, los SS y sus
sicarios interrumpían el tránsito de estos paquetes hacia su destino y
tomaban de ellos los bienes más preciados y que más gustaban a los SS,
como el chocolate, la leche o la fruta. Estos bienes los distribuían
abiertamente entre sus "mujeres", que vivían en un barracón especial
reservado para las prostitutas a disposición de los colaboradores.
Nunca nadie en la historia del mundo, ni siquiera durante los períodos más
negros del potentado Genguis Kan, o de Atila, o de Iván el terrible, o de la
Inquisición española, ha sido capaz de concebir un instrumento mejor de
represión y exterminio. Hitler y Himmler, los asesinos supremos e inventores
del instrumento de la Gestapo, soñaban con formar en Europa una población
esclava bajo la "protección" y la dominación de la gran y eterna Alemania
nazi.
En nombre de todos los prisioneros políticos que murieron por su país en
estos baños de Satán, pedimos justicia para ellos, para sus herederos y sus
familias. Exigimos un trato justo de extrema severidad frente a todos aquellos
que directa o indirectamente han tenido responsabilidad en esta horrible
carnicería.
Vanherle Lucien
Prisionero político belga
Como miembro de la Oficina Política de Gusen, donde trabajé durante dos
años y medio, certifico que las cifras y las afirmaciones sobre ellas son
rigurosamente exactas y verdaderas.
/fdo/
Lucien Vanherle
Contable
Kiewib Hasselt
Limberg Bélgica
Yo, Benjamin B. Ferencz, habiendo prestado previamente juramento, declaro
que he actuado como intérprete en este caso y que lo anterior es una
traducción fiel y correcta realizada de la mejor manera posible de la
declaración jurada de Lucien Vanherle, hecha en Mauthausen, Austria, en
este 9 de mayo de 1945.
/fdo/
Benjamin B. Ferencz
Jurado y firmado ante mí el 9 de mayo de 1945
/fdo/ Eugene S. Cohen
Mayor, Servicio de Intendencia
Oficial Investigador |7|
Entre las pruebas aportadas con el Informe Cohen, la prueba Núm. 4 recoge varias
declaraciones juradas de Ernst Martin y Josef Ulbrecht en relación con los Libros de
la Muerte de Mauthausen y los métodos empleados para la eliminación de
prisioneros. Ambos trabajaron en estadísticas del complejo de campos de
Mauthausen, de modo que esta prueba contiene extractos fidedignos y cifras de los
registros de muertes anuales, las causas de las mismas, el oro extraído de las
piezas dentales de las víctimas, la descripción de determinados aparatos técnicos,
tales como el camión de gas, la valla eléctrica, etc, los cuales eran usados por las
SS con fines de aniquilamiento.
La declaración de Ernst Martin sobre los métodos de asesinato de prisioneros en
Mauthausen contiene una clara sistematización de los mismos. Esta declaración
forma parte también, como se ha indicado, de las pruebas que sustentaron el
Informe Cohen, el cual, a su vez, conviene recordar, fue aceptado como prueba por
el Tribunal de Nuremberg bajo el número de Documento 2176-PS:
TRADUCCIÓN
Lo que sigue es un listado de los diferentes procedimientos y métodos
mediante los que se asesinaba a los prisioneros en el campo de
concentración de Mauthausen.
1. Prisioneros abatidos mediante disparados mientras intentaban huir
El procedimiento más frecuente para deshacerse de los prisioneros que iban
a ser asesinados era la expresión "disparado mientras intentaba escapar".
Debo añadir que ningún prisionero intentaba huir, porque era una empresa
imposible.
a. Los prisioneros más débiles que no podían realizar su trabajo eran
llevados hasta el cordón de vigilancia de guardias, y allí se les disparaba.
b. A los prisioneros políticos de todos los países, a los que se tenía un odio
especial, se les ordenaba en cuanto llegaban al campo acarrear piedras
desde la famosa Wiener Graben (la cantera). Tenían que trabajar descalzos,
en camiseta y calzoncillos, subiendo piedras de 50 a 80 kilos de peso a
través de 196 escalones, con una diferencia de altitud de 86 metros en una
distancia de 2 kilómetros. Esta tarea se repetía 15 veces por la mañana y 12
veces por la tarde. El viaje de regreso tenía que hacerse a paso ligero. Esto
significa que, por la mañana, los prisioneros tenían que recorrer 30 kilómetros
con la carga y otros 30 kilómetros de vuelta. Por las tardes eran 24 km de ida
y 24 de vuelta. Durante el trabajo recibían golpes, patadas e insultos. Incluso
el hombre más fuerte se derrumbaba al cabo de pocos días, especialmente si
tenemos en cuenta que las raciones de comida eran claramente insuficientes.
Cuando los prisioneros llegaban al cabo de sus fuerzas le llevaban al cordón
de seguridad de los guardias, o en muchos casos se dejaban caer
voluntariamente para acabar con sus terribles sufrimientos.
Durante la construcción del recinto y del campo de deportes se empleó a
menudo el siguiente método. Se colocaba a menudo un tronco de árbol fuera
y el cordón de guardias ordenaba recogerlo a los prisioneros. Por supuesto,
no les daban la voz de alto, y a continuación les disparaban. A veces se
tiraba la gorra del prisionero a los guardias, se le ordenaba ir a recogerla y se
le disparaba inmediatamente. Los prisioneros tiroteados que no morían no
podían recibir tratamiento. Se les daba un tiro de gracia o bien los médicos de
las SS les administraban una inyección. Mucha sangre se derramó de esta
forma durante la construcción del campo de deportes.
A pesar de que muchos prisioneros tenían más agujeros que un coladero, los
documentos oficiales sólo registraban dos o tres sucesos de este tipo. Estos
documentos fueron enviados al tribunal de las SS y de la Policía de Viena
(VII) para dar a estas muertes una causa legal.
Muy a menudo organizaban [supuestas] fugas colectivas para recibir órdenes
más estrictas o para evitar que se mandase a otro sitio a los hombres de las
SS. En esas llamadas fugas colectivas a veces se perseguía a grupos de
hasta 50 prisioneros hasta un cordón de guardias elegido de antemano y por
lo tanto preparado con ametralladoras y pistolas automáticas. Bastaba con
que el comandante o el jefe del destacamento de trabajo le dijese al Capo:
"Esta noche vuelves con 50 prisioneros menos". A veces, era él mismo quien
elegía a los prisioneros que no quería que volviesen. La mayoría de estos
capos eran gypsies o delincuentes profesionales que estaban dispuestos a
hacer este tipo de trabajo.
2. Prisioneros que se "suicidaban" saltando al vacío
Otro método muy frecuente de liquidar prisioneros era obligarles a saltar
desde el muro de la cantera. Una buena parte de los prisioneros holandeses
fueron eliminados así durante el verano y el otoño de 1941. Si el prisionero
no moría, se le remataba con un tiro de gracia o con una inyección. En
ninguna circunstancia recibía tratamiento médico.
3. Prisioneros que se "suicidaban" ahogándose
Con palos y fusiles, se obligaba a los prisioneros a sumergirse en un río poco
profundo que había en la cantera o en una charca y se les obligaba a
permanecer bajo el agua hasta que se ahogaban. A menudo se utilizaba para
esto un barril de agua.
4. Prisioneros que se "suicidaban" electrocutándose
El campo estaba rodeado por una alambrada electrificada (380 voltios). Se
obligaba a los prisioneros, la mayoría de ellos recién llegados procedentes
del campo de cuarentena, a tocar la alambrada. El prisionero no moría de
forma inmediata, sino que se quedaba pegado a la alambrada hasta el día
siguiente, en que bien amanecía quemado o se le daba un tiro de gracia.
Debo añadir aquí que no tocaban la alambrada voluntariamente. Con la
excepción de algunos pocos, que en su desesperación y sabiendo que iban a
morir elegían este tipo de muerte para acabar con su sufrimiento, todos eran
obligados a ello.
5. Prisioneros que se "suicidaban" colgándose
Algunos prisioneros se colgaban para acabar con su sufrimiento. Era muy
frecuente que el prisionero hubiera sido primero golpeado hasta la muerte y
que luego, para poder alegar que se había suicidado, se le colgara. Esto
ocurría sobre todo cuando el responsable de los golpes era un Capo o el
personal del bloque. Los prisioneros que se encontraban bajo arresto en el
búnker morían a menudo de esta forma. Se declaraba que se habían
suicidado, pero en realidad habían muerto por estrangulamiento.
6. Cuando se informaba de que el prisionero había muerto por enfermedad y
en realidad había sido asesinado
a. Cámara de gas
A los prisioneros que estaban enfermos o débiles y no podían trabajar se les
gaseaba regularmente. También se empleaba este método con los
prisioneros políticos. Metían a grupos de hasta 120 individuos, desnudos, y
se les gaseaba con Cyklon B. Era frecuente que tardaran horas en morir. Los
asesinos de las SS observaban el acontecimiento desde un agujero oculto.
b. El camión de gas
Había un camión-celda que estaba equipado de tal manera qe podía
utilizarse también para gasear prisioneros. Se cargaba este camión con un
grupo de prisioneros de Mauthausen y se les gaseaba de camino a Gusen.
Cuando llegaban a Gusen se les metía en el crematorio. En el viaje de
regreso se cargaba a otro grupo de prisioneros de Gusen, se les gaseaba y
se volcaba la carga en el crematorio de Mauthausen.
c. Muerte por inyección
El método más habitual para deshacerse de los prisioneros que sufrían
alguna enfermedad pulmonar o alguna otra enfermedad contagiosa era la
inyección. El procedimiento era el siguiente:
Se tumbaba al paciente sobre la mesa de operaciones, se le suministraba
éter y se les administraba una inyección con una larga aguja que llegaba
hasta el corazón. La solución aplicada consistía en una combinación de
cloruro de magnesio, Cyan Rhodan y otras sustancias, como la gasolina. La
mayoría de las veces, el prisionero moría en pocos segundos, entre
espasmos y calambres. Cuando no era un médico quien preparaba la
solución, el paciente podía pasarse horas sufriendo antes de morir.
Era habitual que se matara a los individuos que presentaban alguna
anomalía, por ejemplo a los jorobados o a las personas cuyos cuerpos
presentaban alguna característica interesante para su estudio. En ocasiones
se les mataba con el único objetivo de obtener su esqueleto o, si tenían algún
tatuaje, para obtener un fragmento de su piel. Los cadáveres se entregaban a
los médicos de las SS o se enviaban a las academias de medicina de las SS
de Graz.
Los médicos de las SS utilizaban los tatuajes de piel humana, tratados en la
oficina de anatomía de Gusen, para hacer cubiertas de libros que enviaban a
sus esposas, novias o familiares, o regalaban a destacadas personalidades
nazis. A veces sucedía que un médico de las SS veía un tatuaje interesante
en un prisionero cuando éste se estaba duchando. El prisionero era entonces
inmediatamente eliminado y despellejado en la forma descrita, y su piel
utilizada como se acaba de detallar.
d. Muerte por despedazamiento causado por los perros
A los prisioneros más odiados, o a aquellos que habían sido seleccionados a
su llegada al campo, se les reunía en la plaza del recuento y se les echaban
los perros hasta que éstos literalmente terminaban de despedazarlos. Esto
sucedió en varias ocasiones en los baños de la cárcel y en las celdas.
e. Durante el invierno, se metía a los prisioneros que acababan de llegar al
campo en una ducha caliente y luego se les sacaba a la plaza del recuento.
Sólo llevaban camiseta y calzoncillos, nada más. La mayoría de ellos morían
por la noche, y los que sobrevivían lo hacían por la mañana. Cientos de
personas murieron así.
f. A algunos prisioneros se les obligaba a estar de pie encadenados a un
muro, y no se les daba nada de comer ni de beber. No se les daba la más
mínima oportunidad de soltarse. En esta postura duraban a veces 8 días, si
es que no se les libraba antes del sufrimiento mediante un tiro en la nuca.
g. El tiro en la nuca
A muchos prisioneros se les disparaba en los baños, o en un cuarto especial
junto al crematorio. Se les ordenaba ponerse junto a una pared y se les
disparaba en la nuca. Así murieron casi todos los hombres que se hallaban
bajo arresto o aquéllos que sabían demasiado antes de la llegada de las
tropas americanas.
Declaro bajo juramento que todo lo anterior es verdad.
/fdo/ Ernst Martin |8|
Otro testimonio usado como prueba en el marco de la investigación llevada a cabo
por Cohen, en relación también con los asesinatos cometidos en el campo de
Mauthausen, es el siguiente:
TRADUCCIÓN
Información adicional suministrada por los testigos acerca de los
asesinatos cometidos en KL de Mauthausen:
En relación con 2
He visto con mis propios ojos cómo obligaban a golpes a los
prisioneos judíos a saltar a la cantera. Lo hacían en grupos de 20. Si
no morían, los golpeaban hasta que murieran o les obligaban a tirarse
otra vez. Kuril Ondrej, Meliorations Meister, Svatovoric, junto a Kykov,
nº 107.
En relación con 6b
En la segunda mitad de marzo de 1943, el comandante del campo, el
Obersturmbannfuhrer Franz Ziereis |9|, junto con el Hauptsturmfuhrer
Georg Bachmayer, aparecieron en el taller, y en su presencia se
realizó el siguiente trabajo. Se selló para hacerlo hermético un camióncelda, en cuya puerta se practicó un agujero de aproximadamente
18x25. Debajo de la apertura se colocó una pieza de hierro para
garantizar que la botella de gas se rompiera al introducirla en el
camión. Según las palabras del jefe de las SS, en el camión tenía
teóricamente una capacidad de treinta personas. Estamos dispuestos
a confirmar la veracidad de esta declaración bajo juramento. Drapel
Franz, Vinicne Sumice 244, junto a Brunn, mecánico de automóviles.
En relación con 6d
El 1 de septiembre de 1943, el comandante del campo de prisioneros,
Bachmayer, sacó a tres prisioneros. Los nombres de estos prisioneros
eran: Kolowrat, Matucha y Zilch. Fueron seleccionados alrededor de
las cuatro de la mañana. Bachmayer salió con un perro de gran
tamaño y se lo soltó a los prisioneros. El perro arrancó no sólo la
vestimenta, sino también trozos de carne. Después de una tortura que
se prolongó durante una hora y media, los tres prisioneros yacían
sangrando en el suelo. Los testigos que trabajaron esa noche concreta
en el taller de zapatería vieron esta escena con sus propios ojos y
están dispuestos a confirmar la declaración bajo juramento. Anton
Novotny, zapatero, Praga II Smecky, y Franz Ondraceck, Praga-Nusle
II. U Pankrazke Vozovny 1060.
En relación con 6e
En febrero de 1942, fui testigo de lo siguiente: se envió a los baños un
transporte de 150 personas (en su mayoría judíos). Se les roció con
agua casi hirviendo y luego se les azotó con grandes látigos. Como
consecuencia de ello, la piel les colgaba del cuerpo. Diez de ellos
murieron inmediatamente. No puedo decir cuántos murieron en los
siguientes días. Casi ninguno de ellos sobrevivió, porque habían
perdido mucha sangre. Además, los supervivientes tenían que
permanecer de pie durante muchas horas bajo temperaturas gélidas y
vestidos sólo con ropa interior. /fdo/ Jan Makalous, empresario, PrahaSmichow, Nadrazni 3.
En relación con G
Durante el período comprendido entre el 1 de diciembre de 1944 y el
21 de abril de 1944, el comandante Standartenfuhrer Franz Ziereis
ejecutó personalmente a más de 300 prisioneros. Los ejecutaba en
grupos de 30-40 hombres. Utilizaba como arma una carabina corta. He
visto esto con mis propios ojos y estoy dispuesto a confirmarlo bajo
juramento.
/fdo/ David Zimey
Comerciante, Lodz Strasse
Des 11 Nov nº 40 Polonia |10|
Asimismo, los siguientes testimonios de dos prisioneros políticos checoslovacos
describen claramente el tratamiento brutal dispensado a los prisioneros en
Mauthausen, así como la actuación de los SS que custodiaban el campo:
Premysl DOBIAS
Abogado
Prisionero político checo
del campo de
MAUTHAUSEN
Mauthausen, 12 de mayo de 1945
Breve descripción de mi larga estancia de tres años en el campo de
Mauthausen
Llegué a la estación de ferrocarril de Mauthausen el 12 de mayo de 1942,
junto a otros trece prisioneros. Marchamos hasta el campo acompañados por
cuatro SS armados con ametralladoras. Cuando atravesamos el pueblo de
Mauthausen, los SS simplemente se limitaron a caminar a uno y otro lado del
grupo, pero en cuanto llegamos a las afueras nos hicieron parar y nos
preguntaron por el motivo por el que estábamos detenidos. Cualquiera que
fuera la respuesta, los SS empezaron a darnos patadas y puñetazos en la
cara. Varios de nosotros empezamos a sangrar. A continuación nos pusimos
de nuevo en marcha y continuamos nuestro camino hacia el campo. La
recepción que nos dispensaron dentro del recinto fue aún peor. Dos SS,
llamados "Blockfuhrers", empezaron a investigar consecutivamente los delitos
políticos que se nos imputaban y nuestras profesiones. Cuando dije que yo
era abogado, uno de ellos me espetó: "Y tú, maldito 'Inteligenzler' (expresión
despectiva para inteligente), ¿cuántos días quieres vivir?", y me daba un
puñetazo en la nariz; como estaba cerca de un muro de piedra, siempre [que
me pegaba] me golpeaba con la cabeza contra el muro. Golpearon a un
prisionero político austriaco, Graf Collorado v. Mannsfeld, estallándole sus
gruesas gafas sobre la nariz. Sin las gafas aquel hombre estaba
prácticamente ciego. ([Collorado] sigue todavía en este campo y puede
corroborar este informe).
A continuación nos llevaron a los baños, como era habitual por aquel
entonces, y nos obligaron a esperar varias horas frente a la oficina del campo
vestidos sólo con camiseta y pantalones. Esto se hacía cualquiera que fuera
la estación del año, incluso en invierno. Después nos llevaron al Bloque 5, el
de la cuarentena. Respiré hondo cuando los hombres de los SS
desaparecieron y pensé que me encontraba entre camaradas, los demás
prisioneros. Cuál sería mi sorpresa cuando el jefe del Bloque (el
Blockalteste), un delincuente alemán, comenzó a hacer sus propias
averiguaciones. A dos de nuestro grupo, delincuentes como él, no les puso la
mano encima, pero a todos los demás les empezó a propinar patadas y
golpes. Por la tarde, cuando los hombres de los barracones regresaron de su
trabajo vi por primera vez en este campo cómo el jefe del barracón mataba a
un prisionero, delante de todos nosotros. Estaba vertiendo café caliente en
las escudillas de los prisioneros cuando le golpeó con una pesada
herramienta de hierro en la cabeza y el prisionero se desplomó, inconsciente.
Entonces vertió el café caliente en la boca entreabierta del prisionero. Dejó a
aquel hombre agonizante en el suelo y siguió distribuyendo el café. Cuando
acabó de hacerlo el hombre no había muerto todavía, de modo que ordenó
que le llevaran a las letrinas. El hombre murió en el curso de la noche. Casi
todas las noches el jefe del barracón llevaba a algunos de los prisioneros
hasta la alambrada que podía verse desde la ventana del quinto barracón. El
único individuo del personal del Bloque que era amable con nosotros y que
nos daba en secreto consejos útiles sobre cómo debíamos comportarnos
para salvar nuestra vida era el antiguo Blockschreiber (el secretario del
barracón), Karl Müller, que se encuentra aún en este campo y puede
confirmar este informe. Al día siguiente de nuestra llegada al campo se nos
ordenó que acudiéramos al Politische Abteilung (la oficina política). Cuando
entré en ella vi a dos hombres de las SS en el pasillo (por aquel entonces no
sabía cuál era su rango). Uno de ellos me dio una patada entre las piernas e
inmediatamente después el otro me golpeó por detrás, de manera que caí de
cabeza al suelo. Estando allí, en el suelo, empezaron a interrogarnos.
Tras permanecer dos semanas en este barracón, lleno de espanto porque
casi todos los días o noches mataban a alguno del grupo, nos distribuyeron
por diferentes barracones y empezamos a trabajar en la cantera. No tuve
suerte: mi barracón era el número 13, cuyo jefe era un famoso delincuente
llamado Ackerl. Este nombre engrosará para siempre la lista de asesinos y
bestias de este campo. Para matar a los prisioneros, solía ponerles bajo una
ducha de agua fría y les obligaba a mantenerse allí durante horas, para
después ordenarles permanecer en el patio casi desnudos. Todavía hay
algunos centenares de prisioneros que vivían entonces en el campo y que
pueden confirmar este extremo. El citado Ackerl fue liberado después por los
SS y enviado a frente.
Así se comportaban los delincuentes alemanes prisioneros en el campo. La
brevedad de este informe no me permite describir detalladamente todas las
bestialidades que cometían. Para sintetizar, solían pegar a los prisioneros
políticos en cualquier ocasión que se les presentara con tubos de goma
especiales, palos de madera, palas y todo lo que caía en sus manos. A
golpes, obligaban a los prisioneros a cruzar el cordón de seguridad
(postenkette), donde los guardias de las SS les disparaban. En la cantera
presencié cómo uno de los llamados "capos" arrojaba la gorra de uno de los
prisioneros más allá del cordón de seguridad y le ordenaba que fuera a
recogerlo. Cuando el prisionero se acercó al cordón, los guardias de las SS lo
mataron a tiros. Casi todos los días había montones de personas muertas o
medio muertas tiradas por el suelo de la cantera. Se cargaba a todos
(muertos y vivos) en un carro y se les llevaba al crematorio. Los judíos eran
los que recibían peor trato. Hasta la primera mitad del año 1944, eran pocos
los que lograban sobrevivir más de tres semanas. Los SS solían tirarlos
desde las rocas al fondo de la cantera (que tenía una profundidad de 40
metros) o les ahogaban en las charcas que había en ella. Casi todos los
prisioneros estaban desnutridos. Sólo los "capos", que robaban todo lo que
necesitaban de las cocinas o de las raciones de los prisioneros, estaban bien
alimentados. A los que estaban débiles o enfermos se les obligaba a trabajar
hasta que morían trabajando o en el bloque. Fue la etapa más espantosa de
mi vida. Hambrientos, exhaustos, enfermos... Sólo esperaba la muerte. Mi
amigo, al que arrestaron conmigo y que era la persona más próxima a mí en
aquellos días de horror y sufrimiento, enfermó gravemente (sufría de
inflamaciones) y, unos días después, fue golpeado con una pala hasta la
muerte por dos SS porque ya no podía seguir trabajando. Por mi parte,
pesaba sólo 43 Kg y tenía una herida abierta en el muslo derecho provocada
por una patada. Gracias a algunos de mis amigos, que llevaban ya unos
meses en el campo y tenían algunos contactos en el hospital, me trasladaron
al bloque 20, llamado Revier. Tendría que haber muerto allí si no hubiera
conocido al hombre que me salvó la vida; era polaco y se llamaba Franek
Poprawka. Por aquel entonces, el médico del campo, el Sturmbannführer de
las SS Krebsbach, solía venir al hospital y anotar los números de aquellos
prisioneros que estaban más débiles o más enfermos. Siempre decía que los
estos prisioneros iban a ser trasladados a Dachau. El campo de
concentración de Dachau era mejor [que Mauthausen], de modo que los
prisioneros estaban contentos de poder ir allí. Desgraciadamente, sin
embargo, aquellos hombres no eran enviados a Dachau, sino que se les
administraba unas inyecciones de gasolina en el corazón o se les mandaba a
la cámara de gas. Estuve dos veces incluido en ese grupo, y las dos veces
me salvó Poprawka sacándome de él.
Cuando se creó el Campo-hospital, me nombraron Blockschreiber
(secretario). Allí pude ver a las víctimas de la crueldad de los SS. Hombres
con graves mordeduras provocadas por los perros, las piernas y los brazos
rotos, las mandíbulas partidas, que morían de hambre y de agotamiento. El
Unterscharführer de las SS Kleingünther solía matar a los prisioneros
inyectándoles gasolina en el corazón, y cerca de 1.500 hombres fueron
enviados a una supuesta "Erholungsheim" (casa de recreo), que era en
realidad una gran cámara de gas con un crematorio contiguo en los
alrededores de Mauthausen llamada Schloss Hartheim. El invierno pasado
destruyeron esta gigantesca cámara de gas y su crematorio. Enviaron a un
grupo de trabajadores de este campo para reconstruir el castillo. Algunos de
estos prisioneros están aún en el campo y pueden confirmar lo que acabo de
decir.
Desde julio de 1944 trabajé como empleado en la oficina del campo, donde
recibíamos los nombres de los que habían sido seleccionados para ser
eliminados y de los que habían muerto en la llamada Acción K (Kugel Aktion
= Acción Bala). Los prisioneros considerados indeseables eran enviados a la
cárcel y ejecutados allí. Estos hombres desaparecían sin dejar rastro, ya que
su número de matrícula se asignaba a otro prisionero que acabase de llegar
al campo. El nombre del prisionero que había muerto era sustituido en todos
los registros por el del prisionero recién llegado. Esta modificación en los
registros se llevaba a cabo por el siguiente procedimiento:
Laut Anordnung der Politischen Abteilung sind dir Personalien nachstehender
Häftlinge folgend zu ändern:
En virtud de la orden dictada por la Oficina Política, los nombres de los
siguientes prisioneros deben ser modificados como sigue:
Ejemplo:
Nº 97056
Fish Charles heisst richtig (su nombre correcto es) = el nombre del
prisionero asesinado
Brown John, nacido el 3.6.13, campesino, etc. = el nombre del nuevo
prisionero
Durante el mes de abril de 1945 murieron en Mauthausen y en los campos de
menor tamaño que dependían de este campo más de 10.000 prisioneros.
Sólo unos días antes de que las tropas estadounidenses entraran en el
campo morían en las cámaras de gas 240 prisioneros al día, 120 por la
mañana y 120 por la tarde.
Los asesinos de Mauthausen cometieron tantos crímenes que se
necesitarían varios cientos de páginas para describirlos. De manera que es
imposible describir los sentimientos y la felicidad que sentimos cuando el 5 de
mayo de 1945, a la una y media de la tarde, el campo fue ocupado por las
tropas estadounidenses. Estaremos por siempre agradecidos a los
americanos por habernos liberado y habernos salvado la vida.
/fdo/ Premsysl Dobias
Jurado y firmado ante mí el 15 de mayo de 1945
/fdo/ Eugene S. Cohen
Mayor, Servicio de Intendencia
Oficial Investigador
***
TRANSCRIPCIÓN
Ante mí, Eugene S. Cohen, Mayor, Cuerpo de Intendencia, Oficial
Investigador, autorizado para tomar juramentos, ha comparecido
personalmente Otto Schick, quien prestó juramento ante mí y dictó en inglés
la siguiente declaración al T/5 Jack R. Nowitz.
9 de mayo de 1945
Mauthausen, Austria
Mi nombre es Otto Schick, de 26 años de edad, nacido en Pilsen,
Checoslovaquia, soltero. En mayo de 1941 fui arrestado por la Gestapo junto
a muchos otros camaradas. Fui trasladado a una cárcel de la Gestapo
situada en Praga. Allí permanecí durante cuatro meses, hasta que el 3 de
octubre de 1941 me trasladaron al campo de concentración de Mauthausen,
donde he estado hasta ser liberado por las tropas estadounidenses.
Estos son los sucesos que he presenciado en persona:
Cuando llegamos fuimos conducidos a la Sección Política, de la que se
encargaban el Oberst Schultz y el Oberscharfuhrer Fasse. Allí dimos nuestros
nombres y fuimos inmediatamente castigados; sangramos mucho y teníamos
múltiples heridas. Nos gritaron y nos insultaron.
Estuve en cuarentena durante dos semanas. Como mi abuelo era judío, me
sacaron de la sección checa y me llevaron con los judíos, al Bloque 15, el
peor de los bloques del campo.
Cuando yo llegué había allí 1.200 judíos, todos ellos holandeses y checos
procedentes de Ámsterdam y de Praga. El primer día me pusieron a trabajar.
Llevábamos zapatos de madera que perdimos inmediatamente, así que nos
vimos obligados a ir descalzos. Aunque estaba nevando y hacía un frío
espantoso sólo llevábamos unos pantalones ligeros y una camisa ligera. Un
día nos llevaron a trece a trabajar; uno de nosotros era ciego. Mientras nos
obligaban a avanzar sobre la nieve los SS empezaron a golpear al hombre
ciego hasta que lo mataron. A continuación recogieron su cadáver y lo
echaron a un pozo de piedra. El responsable de esto fue Scharf Korsitsky.
Tenía unos 32 años, 1.80 m. de estatura, delgado, musculoso, de pelo rubio,
ojos azules, rasgos recortados y sin bigote.
Nos hacían trabajar para transportar grandes piedras por unos 200
escalones. Muchos se desplomaban por el camino. Cuando alguien se caía le
golpeaban de forma salvaje con porras o palos, obligándoles a proseguir.
Muchos morían por el camino y luego eran incinerados. A muchos les daban
patadas y les maltrataban. A mí me sucedía con frecuencia. Me quedaba
quieto y temblaba.
Un día un Obersch. llamado Buckser, de unos 28 años de edad, de hombros
anchos, grueso y de estatura baja, fue pasando de uno a otro apuntándonos.
Finalmente, eligió a 20 o 30 diarios para saltar desde lo alto de la cantera
hasta abajo. A quienes se resistían les obligaba a subir hasta lo más alto y
les empujaba hacia una muerte inmediata. Los 1.200 judíos murieron todos
de esta misma manera, excepto 30 de ellos que murieron por las inyecciones
que se les administraban en las venas.
Durante todos los días que precedieron a esto no nos dieron nada o casi
nada de comer. No me trataban exactamente como a un judío, y por eso me
dejaron sobrevivir. A la cantera nos llevaba la comida el Obersch.
Spatzenecker, de unos 50 años de edad, tiene 5 hijos y su casa está cerca
de aquí, de Wienergraben. Se escapó y no lo encontraron. Ponía el cubo con
la comida a 100 metros de distancia y hacía que todo el mundo se arrastrase
a cuatro patas hasta las sobras. Como estábamos hambrientos, todos le
obedecíamos. Por el camino nos golpeaban y los SS volcaban el cubo.
Entonces nos arrastrábamos de nuevo y lamíamos el suelo en busca de los
restos.
Spatzenecker hacía también lo siguiente: apuntó con una pistola en la cabeza
a un hombre que no quería arrastrarse, y cuando el hombre le suplicó por su
vida se rió y esparció sus sesos delante de todos nosotros.
Cuando abandonábamos la cantera teníamos que llevar a todos los que se
habían desplomado, vivos y muertos, de regreso con nosotros. Vi orejas
desgarradas, cráneos abiertas, incluso en hombres que seguían con vida.
Estos últimos no recibían ningún tratamiento. Los cadáveres se quemaban en
el crematorio, y los cuerpos de los que aún estaban vivos se dejaban tirados
en la calle hasta que apestaban a causa de las heridas abiertas, hasta que
morían ellos también. Entonces se les apartaba y se les incineraba.
Muchos capos (delincuentes alemanes) eran peores que los SS. Iban de un
barracón a otro pegando y pataleando a la gente. Era espantoso oír los
llantos durante toda la noche. Un hombre se volvió loco. Otro se asfixió a
causa de las patadas que le dieron en el cuello. Uno de estos capos se
llamaba Schwartz y era de Viena; tenía unos 50 años, las mejillas hundidas y
nariz gruesa. Éste también huyó.
Puedo relatar otros muchos ejemplos de aniquilación como éstos. He dictado
la presente declaración al Pcf Jack R. Nowitz, Sección J A [Judge Advocate],
porque, aunque hablo inglés, no estoy seguro de mi ortografía.
Juro ante Dios que todo lo que he dicho es verdad.
/fdo/ Otto Schick
Prag II
Myslikova 30
Jurado y firmado ante mí el 15 de mayo de 1945
/fdo/ Eugene S. Cohen
Mayor, Servicio de Intendencia
Oficial Investigador |11|
La siguiente declaración jurada, Prueba No. 19 de las que sustentaron el informe
Cohen, expone un "caso típico de brutalidad nazi con resultado de muerte":
Caso típico de brutalidad nazi con resultado de muerte.
Declararon ante mí, Eugene S. Cohen, Oficial investigador, autorizado para
administrar juramentos, M. Vichot y Leon Parouty quienes, tras haber
prestado juramento a través del intérprete, el T/5 Jack R. Norwitz, Sección
JA, Cuartel General del Tercer Cuerpo del Ejército, realizaron y firmaron la
siguiente declaración:
En diciembre de 1943, nuestro camarada Jean Gautry, de 45 años, originario
de Argenteuil y carpintero de esta ciudad, encontró la muerte en el campo de
Gusen en unas circunstancias particularmente atroces que reflejan la
voluntad manifiesta de los nazis de exterminar a un ser indefenso. He aquí
los hechos tal y como la memoria los ha fielmente registrado, según el relato
que el propio Gautry hiciera antes de morir a varios de nuestros camaradas.
Después de una estancia prolongada en la enfermería de Gusen, Jean
Gautry, expulsado de su destacamento de trabajo habitual, fue asignado al
recientemente formado destacamento Messerschmidt. Mutilado de la mano
derecha desde hacía tiempo (mucho antes de su arresto), Gautry fue
encargado de las tareas de cuidado y limpieza de los vestíbulos de una
fábrica, único trabajo que, naturalmente, podía realizar. Hombre muy recto de
carácter, dócil y dulce, Gautry cumplió honestamente con sus obligaciones
durante varios días. Una mañana, para su desgracia, el jefe de destacamento
de las SS responsable del lugar colocó su abrigo sobre el respaldo de una
silla que estaba en el local donde barría nuestro camarada. Éste, por
naturaleza un hombre muy honrado, era incapaz de cualquier acto delictivo,
ni siquiera de un hurto. La fatalidad quiso que el abrigo desplazase la silla y
cayese al suelo, de donde Gautry lo recogió para volver a colocarlo
inmediatamente sobre la silla. El SS se dio cuenta de que el hábito no se
hallaba en la posición en que lo había dejado y el animal acusó
inmediatamente al barrendero de haberse atrevido a fisgonear en los bolsillos
del abrigo con el fin de robar algo. A pesar de sus negativas formales y del
resultado negativo del registro en toda regla al que se le sometió, Gautry fue
"castigado" a recibir en el campo 50 golpes en los riñones. Jean Gautry, ya
débil a causa de los largos sufrimientos anteriores, se desmayó y fue
trasladado a la enfermería en un estado lamentable. Se le admitió en el
bloque 31, de siniestra reputación. Tendría que morir al día siguiente,
probablemente a causa de la inyección que solía administrarse en este tipo
de casos. Jean Gautry pudo dar a los camaradas franceses que le rodeaban
los detalles que acabamos de describir y que hemos registrado con una
indignación horrorizada. Incluso si no hubiera recibido la inyección letal, Jean
Gautry difícilmente hubiera podido escapar de las garras de sus verdugos,
pues en caso de una recuperación milagrosa su acusación hubiese resultado
molesta y el SS que ordenó su castigo con certeza había dado ya orden
habitual de exterminio que se dictaba en estos casos. Con los riñones
triturados, el pobre desgraciado no tenía pues ninguna posibilidad de
salvarse, y todos nos preguntamos por qué no fue rematado in situ como lo
han sido muchos otros mártires similares.
Declaramos que estos hechos son reales y que se produjeron en Gusen, y
que los relatamos para servir a la justicia y para vengar a al menos uno de
nuestros desgraciados compatriotas.
/fdo/
M. VICHOT
Maestro de Escuela Nac.
Besancon
/fdo/
Léon PAROUTY
[Dirección]
Yo, T/5 Jack R. Norwitz, habiendo prestado previamente juramento formal, declaro que he
traducido fielmente el juramento administrado por Eugene S. Cohen, Mayor del Cuerpo de
Intendencia, a M Vichot y a Léon Parouty, y que acto seguido han realizado y firmado la
siguiente declaración (en el reverso).
/fdo/ Jack. R. Norwitz, T/5
Sección J.A., Cuartel General del Tercer Cuerpo del Ejército de Estados Unidos
Firmado y jurado ante mí en Gusen, Alemania, en este 12 de mayo de 1945.
/fdo/ Eugene S. Cohen
Mayor, Cuerpo de Intendencia
Oficial investigador |12|
En cuanto al trato dispensado a prisioneros de guerra, la siguiente declaración
jurada del Teniente de la Reserva Naval de Estados Unidos, Jack H. Taylor,
presentada como prueba No. 3 con el Informe Cohen, es ilustrativa del mismo. En el
caso de los prisioneros de guerra no se respetaban las convenciones de La Haya en
vigor en la época:
TRANSCRIPCIÓN
Compareció personalmente ante mí, Eugene S. Cohen, Mayor, Cuerpo de
Intendencia, Sección JA, 3er. Cuerpo del Ejército de los Estados Unidos,
autorizado para administrar juramentos, el teniente Jack H. Taylor, quien, tras
haber prestado juramento ante mí, realizó y firmó la siguiente declaración:
Declaración jurada del Teniente (Senior Grade) Jack H. Taylor
14 de mayo de 1945
Me llamo Jack H. Taylor, de la Reserva Naval de los Estados Unidos,
asignado a la OSS. Fui capturado en uniforme por diez agentes de la
Gestapo en Schutzen, (cerca de Eisenstadt) Austria, junto a mi intérprete (un
cabo austríaco a nuestro servicio) el 1 de diciembre de 1944. Fuimos
fuertemente golpeados y me fracturaron la articulación del codo izquierdo
cuando me torcían el brazo detrás de la espalda, durante los interrogatorios
me abofeteaban y daban patadas fuerte y repetitivamente. Siempre
encadenado y con un hombre de la Gestapo sentado en mis rodillas, me
llevaron al cuartel de la Gestapo en Weiner Neustadt, donde me desnudaron
y examinaron durante un minuto.
Me ofrecieron ropas de civil que me negué a ponerme, pues supuse que me
iban a fotografiar con ellas como prueba de que me habían capturado de civil,
pero como me iban a llevar a Viena, me puse sólo la ropa interior y unos
zapatos rígidos para protegerme del frío.
Por la mañana temprano, me condujeron al cuartel de la Gestapo en Viena y
me pusieron solo en una celda, hasta me sacaron los cordones de los
zapatos para que no me colgara con ellos. No me estaba permitido ni
recostarme ni dormir, tampoco me daban ni comida ni agua, existía un control
de guardia muy estricto. Más avanzada la mañana, me condujeron ante el
Kriminalrat Sanizer de la Gestapo, y otros, y de nuevo me interrogaron. Me
negué a responder a preguntas hasta que no me devolvieran mi uniforme.
Amenazaron con hacerme de todo, pero más allá de retorcerme mi ya
dolorido brazo izquierdo y darme bofetadas, no fue sometido a tortura
propiamente dicha. Al cabo de unas tres horas, asintieron en devolverme el
uniforme y consentí en responder algunas preguntas. También dijeron que
me mandarían un médico para que examinara mi brazo, pero por supuesto,
esto nunca ocurrió.
Me tuvieron en el cuartel de la Gestapo en Viena durante 4 meses, de los que
estuve dos y medio en confinamiento solitario. No se permitía lectura alguna,
ni siquiera en alemán, ningún tipo de material escrito, la Cruz Roja
Internacional no había sido notificada y, por supuesto, no se permitía ni un
sólo paquete de la Cruz Roja ni correo alguno.
Lo prisioneros se levantaban a las 5 a.m. y después de asearnos (de uno en
uno, de modo que ninguno vimos nunca a otro prisionero) esperábamos
hasta las 6 a.m. para tomar el desayuno, que consistía en agua caliente (café
ersatz muy diluido, sin leche ni azúcar) y una pequeña rodaja de pan negro.
El almuerzo era una sopa muy pobre (sopa de nabo), que no contenía nada
de caldo de carne, hueso u otras verduras, y otra rodaja de pan negro. La
cena consistía en lo mismo que el almuerzo. Para la cena de los sábados, en
lugar de sopa nos daban un pequeño cubo de queso, y para la de los
domingos, un trozo muy pequeño de salchicha.
En enero sufrí una disentería grave con pérdida de sangre durante diez días
y, una vez más, no fui atendido por médico alguno ni se me proporcionó
ningún medicamento, a pesar de las promesas diarias.
Me gustaría dejar claro que éramos vigilados por agentes ordinarios de la
policía vienesa y no por miembros de las SS o de la Wehrmacht, y que la
mayoría de los policías se mostraban amables y simpáticos, especialmente
cuando no había nadie de la Gestapo o de las SS alrededor. Nuestros
guardianes, sin embargo, estaban sometidos a un estricto control.
El día 1 de marzo sucumbí a una neumonía y empecé a sufrir fiebres altas.
Durante cuatro días y a razón de dos veces diarias pedí que me atendiera un
médico y me aseguraron que iba a venir, pero no se presentó ninguno.
Gracias a un guardia que era amable con nosotros pude hacerme con algo
de sulfanilimide procedente del botiquín con que me habían capturado. No
me cabe ninguna duda de que este medicamento me ayudó a salvar la vida.
Cuando los rusos estuvieron a 50 kilómetros de Viena, nos llevaron en tren a
Enns, en Austria, cerca de Linz, desde donde iniciamos la marcha hacia el
campo de concentración de Mauthausen el 29 de marzo. Estuvimos 48 horas
sin comer ni beber.
En Mauthausen nos pusieron en fila y fuimos sistemáticamente interrogados,
golpeados, abofeteados e intimidados por numerosos guardias de las SS en
turnos que duraban unas cuatro horas. A muchos les pegaban con palos,
además de golpearles y escupirles. Después nos condujeron a los baños,
donde se nos despojó de todas nuestras pertenencias, incluida toda la ropa
que llevábamos, nos afeitaron el pelo de todo el cuerpo y, tras una ducha
caliente, nos dieron una muda vieja de ropa interior. A continuación nos
sacaron fuera, descalzos, donde permanecimos en formación hasta que nos
llevaron a los barracones. La capacidad normal de estos barracones era de
220 hombres, pero nuestro grupo estaba compuesto por unos 400. Esta cifra
aumentó luego hasta 500, lo que obligó a que en la mayoría de las literas,
que eran individuales, durmiesen tres hombres; en algunas pocas dormían
dos hombres. Las instalaciones de baño e higiénicas también eran
insuficientes.
El desayuno consistía en un sucedáneo de café muy diluido (agua caliente)
que recibíamos a las cinco de la mañana. Para comer nos daban un litro de
sopa mucho más espesa que la que recibíamos en Viena, pero mucho menos
sabrosa. La cena consistía en una ración de 60 a 100 gramos de pan negro.
Este pan, sin embargo, estaba hecho con harina de trigo, peladuras de
patata, serrín y paja. Después de dos días, y tras complicados
procedimientos, logramos hacernos con zapatos de madera y pantalones o
camisas. Pasadas dos semanas conseguí reunir un uniforme completo de
variados harapos. La diferencia principal entre la cárcel de Viena y el campo
de Mauthausen es que en éste nos obligaban a trabajar. La dieta y la dureza
del trabajo que realizábamos hicieron que mi salud se resintiese. Mi trabajo
consistía en transportar arena, cemento y agua para los soladoresalicatadores que trabajaban en el nuevo crematorio. Un día, a eso del
mediodía, entraron varios hombres de las SS y nos preguntaron por qué el
trabajo iba tan lento; nos dijeron que debíamos acabar el cuarto y tenerlo listo
para el día siguiente por la mañana, y que de lo contrario seríamos los
primeros ocupantes de los nuevos hornos. No hace falta decir que acabamos
el trabajo en el tiempo que se nos había asignado. Después de aquello,
ayudé a transportar enormes calderos de sopa hasta un campo cercano de
judíos húngaros que se hallaba a unos 800 metros de distancia. Los judíos
estaban demasiado débiles como para transportar su propia comida. Mientras
trasladábamos aquellos grandes calderos de sopa los SS, y en ocasiones los
encargados de los fogones, nos golpeaban con dureza, a menudo con palos.
Yo sufrí varios de esos golpes porque no podía cargar peso con mi brazo
izquierdo, a causa de la fractura de diciembre. Tras casi dos semanas
conseguí , a través de un amigo, que me trasladasen a un barracón mejor
donde los prisioneros solían recibir alimentos y otros paquetes de sus casas.
Casi todos los días lograba hacerme con pequeñas porciones de estos
alimentos, y guardaba y cocinaba las peladuras de las patatas. Casi todo el
tiempo que estuve en Mauthausen estuve enfermo de disentería, a veces con
una fiebre muy alta y con muchas náuseas, de modo que después de dos
semanas y media pesaba 52 kilos, cuando mi peso normal era 75 kilos. Me
negué a recibir tratamiento médico en el campo-enfermería |13| porque eran
muy pocos los que volvían de allí. [Dormían] cinco pacientes en una cama, y
la porción era de medio litro de sopa y 60gramos de pan. Y hacia el final
había tanta hambre que los enfermos se comían los músculos, el corazón y el
hígado de los que habían muerto, que eran más de cuatrocientos al día.
Durante sus seis años de existencia el campo jamás distribuyó los paquetes
de la Cruz Roja, aunque un día vieron a los guardias de las SS comiendo
barritas de chocolate y fumando cigarrillos americanos; los prisioneros
recogieron varios cartones vacíos y me los trajeron. Éste fue el primer indicio
que tuvimos de que la Cruz Roja mandaba paquetes al campo. Los SS se
habían adueñado de todos los paquetes de la Cruz Roja para ellos y sus
familias. Habían abierto todos los paquetes franceses y habían cogido el
chocolate y los cigarrillos. Yo recibí un paquete de procedencia húngara que
contenía Ovaltine, queso y azúcar. Mi organismo estaba tan deteriorado que
no podía digerir el Ovaltine ni el queso. Estaba tan débil que no podía
permanecer mucho tiempo de pie sin desmayarme.
Estábamos esperando a los rusos, que llevaban casi un mes a unos 60
kilómetros. A finales de abril empezamos a oír rumores de que los
americanos se hallaban también muy cerca. Unos días después ya podía
digerir el Ovaltine y el queso y empezamos a escuchar las armas de los
americanos. Los SS abandonaron precipitadamente el campo y fueron
sustituidos por la Wehrmacht hacia el 1 de mayo. Un día antes de que
llegaran los americanos, la Wehrmacht fue sustituida por la policía vienesa,
que eran hombres mayores y poco agresivos.
Después de que llegaran los americanos se supo que yo tenía que haber sido
ejecutado el 28 de abril de 1945, pero un conocido checo había retirado mi
nombre del archivo y lo había quemado tres días antes, de modo que no
figuraba en el listado. En la confusión de la huida los SS no tuvieron tiempo
de controlar exhaustivamente a los 18.000 prisioneros. En abril se ejecutó en
el campo a cuatro militares americanos. Dos de ellos fueron ejecutados y
luego incinerados el 12 de abril, y los otros dos el 21 de abril. Sus nombres
eran: Halsey S. Nisula, O-2065604, T43-44, OP, Nelson Bernard Paris, 65480-47, T11-420, USNR, Leroy Tischendorf, O-762835, T43-44, OP, y otro
americano del que los asistentes no han logrado hacerse con las placas de
identificación del cadáver porque los hombres de las SS estaban observando.
/fdo/ Jack H. Taylor
Teniente (S.G.) US-Navy
178727
Jurado y refrendado el día 14 de mayo de 1945 por
/fdo/ Eugene S. Cohen
Mayor, Servicio de Intendencia
Oficial Investigador |14|
En relación con los "intentos de fuga" y la actuación de los SS, la siguiente
declaración jurada de un prisionero italiano, también integrante de las pruebas
recabadas y presentadas por Cohen, es definitoria de los métodos de exterminio
empleados por los alemanes en Mauthausen:
TRADUCCIÓN
Declaración jurada en Italiano de Albertino Masetti
Asunto: métodos de exterminio utilizados por los alemanes
Mauthausen, 19 de mayo de 1945
Los intentos de fuga.
La tarde del 5 de septiembre de 1944 llegó a Mauthausen un grupo de unos
50 hombres, todos ellos jóvenes y fuertes. A diferencia de lo que era habitual,
llegaron encadenados y férreamente escoltados. Fueron inmediatamente
conducidos a la cárcel, donde pasaron toda la noche. Por la mañana, cuando
salieron los destacamentos de trabajo, se les llevó a los baños, se les tatuó
en el pecho su número de matrícula correspondiente, se les dio el uniforme
de prisioneros y fueron a trabajar.
Dos guardias de las SS les condujeron hasta la cantera y les obligaron a
cargar sobre los hombros piedras que pesaban de 40 a 50 kg. A continuación
les ordenaron trasladar las piedras hasta un lugar designado por los SS. Era
obvio que allí no se necesitaban esas piedras y que lo único que pretendían
era que subiesen por una colina de pendiente muy pronunciada, de unos 186
escalones, y por una senda muy deteriorada. Los hombres de las SS que
encabezaban la columna empezaron a caminar más rápidamente mientras
que el otro, el que la cerraba, empujaba y golpeaba con un palo a aquellos
que no podían seguir la rápida marcha y se quedaban rezagados.
A medida que transcurría el tiempo y aumentaba el cansancio crecía también
el número de cabezas partidas. Esta tortura se prolongó hasta las 3 de la
tarde, cuando empezó la fase final de eliminación.
Un grupo compuesto por aproximadamente 30 hombres fueron obligados a
palos a caminar hasta un pequeño prado cercado situado al otro lado de la
valla. Esta valla rodeaba todo el espacio donde se trabajaba.
Inmediatamente, un grupo de SS que había sido enviado expresamente a
este lugar para este propósito abrió fuego sobre ellos. Tras una fuerte
descarga de tiros, los 30 hombres yacían muertos sobre un gran charco de
sangre. Poco después llegaron dos nuevos hombres de las SS con una
cámara para tomar fotografías del prado en el que yacían los cadáveres,
fotografías con las que pretendían probar que se encontraban más allá de la
valla y que, por consiguiente, se trataba de un intento de fuga que había
obligado a los SS a disparar sobre ellos.
El resto del grupo, es decir, los que habían presenciado el brutal asesinato de
sus compañeros el día anterior, fue asesinado del mismo modo a la mañana
siguiente. Ya sabían lo que les iba a ocurrir, así que, para no prolongar
inútilmente su sufrimiento, después de cargar con las piedras se dirigieron
resignadamente al prado designado.
Éste era uno de los muchos métodos de eliminación que utilizaban los
alemanes, el llamado "intento de fuga".
El que suscribe fue condenado en Roma (Italia) el 1 de diciembre de 1938
por el Tribunal Especial para la Defensa del Estado a 15 de años de cárcel
por propaganda comunista. Estando en la cárcel de Parma los SS me
trasladaron a Alemania tras la invasión de Italia, que tuvo lugar el 8 de
septiembre de 1943.
El que suscribe declara que fue testigo personal de los incidentes descritos
arriba.
/fdo/ Masetti, Albertino
[Dirección]
Bolonia (Italia)
Yo, Jack R. Nowitz, T/5, habiendo prestado juramento, declaro que he actuado como
intérprete en este caso y que lo anterior es una traducción correcta realizada de la mejor
manera posible.
Jurado y firmado ante mí el 15 de mayo de 1945
/fdo/ Eugene S. Cohen
Mayor, Servicio de Intendencia
Oficial Investigador |15|
En cuanto a la organización del campo de Mauthausen, incluidos el de Gusen y los
restantes campos exteriores, otra declaración jurada de Ernst Martin presentada
como Prueba No. 22 por Cohen, recoge la siguiente sistematización:
TRADUCCIÓN
Organización del campo de concentración de Mauthausen, del KLM Gusen y
de todos los campos exteriores.
1. MAUTHAUSEN:
Comandante (Comandante del campo y de todos los campos mencionados a
continuación): STANDARTSFUHRER FRANZ ZIEREIS
Auxiliar: HAUPTST. ZUTTER
Oficina Política: (servicio para detectar delincuentes, Dpto. Fotog.).
Médico destinado en Mauthausen (para Mauthausen y para todos los campos
externos, incluido Gusen, así como para las SS y la policía de Linz y Wels)
Oficina de Construccion de las SS.
Custodio de las propiedades de los prisioneros.
Oficina Postal (Censor).
Administración del Crematorio.
Oficina del Registrador: (el hombre responsable de la Oficina Política era
también el oficial de la Gestapo de esta Oficina. Esto significa que podía
casar a gente, firmar certificados de defunción, etc.)
JEFE DEL CAMPO DE DETENCIÓN PREVENTIVA:
El jefe del campo de detención preventiva era al mismo tiempo el jefe
responsable de todos los prisioneros de Mauthausen, Gusen y todos los
campos externos.
Departamento de Trabajo: Oficina responsable de la organización del trabajo
de todos los prisioneros.
Oficial Supervisor:
Comandante de la Defensa
Comandante de tropa:
Comandante del Batallón Totenkopf de las SS de Mauthausen. SS = 2962
hombres.
2. KLM GUSEN:
Jefe del campo de detención preventiva:
Médico del campo.
Comandante de tropa. (SS Gusen)
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a. SOLVAY-KALKSTEINBERGWERKE (ZEMENT) en EBENSEE:
10692 prisioneros. SS 4/128/475.
b. MELK (QUARZ): 8343 prisioneros. SS 3/97/470
c. LINZ I, II, III, 213: 5296 prisioneros. Ninguno de ellos presente, ya
que las bombas destruyeron la prisión.
d. WIEN-NEUDORF: 2519 prisioneros. SS 1/124/208
e. WIEN-FLORISDORF: 2729 prisioneros. SS 1/44/306
f. WIEN-SAUERWERKE: 1474 prisioneros. SS 1/46/85
g. ST. VALENTIN (fabricación de tanques NIEBELUNGEN WERKE):
1046 prisioneros. SS 1/8/105
h. AMSTETTEN: 2.540 prisioneros. SS 2/10/90
i. WELS: 1020 prisioneros. SS 1/15/35
j. GUNSKIRCHEN (WELS): 376 prisioneros. SS 9/75
k. STEYR (STEYR-WERKE A.G.): 1262 prisioneros. SS 1/28/135
l. PASSAU I y II (WALSWERKE): 36 prisioneros. SS 2/4
m. SCHLIER: 482 prisioneros. SS 1/16/121
n. WR. NEUSTAD (RAX WERKE): 536 prisioneros. SS 1/15/121
o. ST. LAMBRECHT MIT SCnLOSS LIND: 99 prisioneros. SS 4/14
p. LOIBL-PASS (OBRAS DE TÚNELES Y CARRETERAS): 984
prisioneros. SS 2/51/164.
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q. GRAZ-LIEBNITZ (KALKSTEINWERKE): 469 prisioneros. SS 10/56
r. PEGGAU BEI GRAZ: 877 prisioneros. SS 2/18/94
s. ST. AEGYD (RESERVA DE MOTORES DE LAS SS): 301
prisioneros. SS 4/48
t. KLAGENFURT: 80 prisioneros. Guardias suministrados por las SS
locales
u. HIRTENBURG: 398 prisioneras. SS 1/7/17
v. LENZING (LENZINGER ZELLWOLLE A.G.): 567 prisioneros. Sólo
mujeres de las SS 19/1
Eisenerz fue clausurado en diciembre de 1944 y todos los prisioneros
(alrededor de 300) transferidos a PEGGAU.
Además de MAUTHAUSEN y GUSEN, había otros 26 campos de trabajo,
algunos de los cuales (aquéllos con un mayor número de prisioneros) tenían
hasta 5 subcampos.
La elaboración de esta lista concluyó el 27 de marzo de 1945, cuando aún
existían todos los campos exteriores. En abril de 1945 se produjeron
numerosos traslados y clausuras de campos que distorsionaban todo este
marco.
La composición de las tropas de las SS se describe de la siguiente manera:
2962 hombres quiere decir oficiales, suboficiales y hombres.
19/3010 quiere decir 19 oficiales y 3010 suboficiales y hombres
1/28/135 quiere decir 1 oficial, 28 suboficiales y 135 hombres
-/19/75 quiere decir ningún oficial, 19 suboficiales y 75 hombres
Mauthausen, 9 de mayo de 1945
/fdo/ ERNST MARTIN
Traducción fidedigna
/fdo/ Jack. R. Norwitz, T/5
Sección J.A., Cuartel General del Tercer Cuerpo del Ejército de Estados Unidos
Copia fidedigna
/fdo/ Victor H. Miles
Capitán, AGD
Firmado y jurado ante mí
/fdo/ Eugene S. Cohen
20 de mayo de 1945 |16|
La siguiente declaración del prisionero francés Jean Biondi, Prueba No. 16 de las
que sustentaron el Informe Cohen, relata la organización, el funcionamiento y las
atroces condiciones en que vivían y morían los prisioneros en uno de los campos
dependientes de Mauthausen, Ebensee:
TRADUCCIÓN
TRADUCCIÓN DE LA DECLARACIÓN JURADA DE JEAN BIONDI:
Diputado por L'Oise, Alcalde de Creil (?), [Dirección]
EL CAMPO DE EBENSEE
I. Su organización:
1. Dirección - encomendada a las SS
1 "Lager-fuhrer", 1 "Rapport-fuhrer", numerosos "Oberschachtfuhrers"
(encargados del funcionamiento de ciertos servicios como las cocinas, la
enfermería, etc.), "Block-fuhrers" (número variable, dependiendo del tamaño
del campo), suboficiales y soldados de las SS encargados de la vigilancia de
los prisioneros y de escoltar a los destacamentos de trabajo.
2. Administración - La administración del campo se encargaba a los propios
prisioneros, pero los principales dirigentes (Jefe del Campo, SecretarioGeneral, etc.) eran elegidos por el Lager-fuhrer.
Los jefes de barracón eran nombrados por el Lager-fuhrer por recomendación
del Jefe del Campo, mientras que los secretarios de barracón eran elegidos
por recomendación del Secretario-General. Los jefes de barracón tenían
como ayudantes a los jefes de dormitorio, con la aprobación del Jefe del
Campo, y solían ser elegidos entre los prisioneros más jóvenes.
El Secretario-General, o "Lager-Schreiber", se encargaba, junto con los
secretarios de barracón, de la formación y composición de los destacamentos
de trabajo.
II. El comandante del campo de Ebensee:
Como en todos los campos de concentración alemanes, en el campo de
Ebensee había prisioneros de todos los tipos y nacionalidades. El bandido, el
chulo y el asesino convivían con el acaparador, el hombre político o las
víctimas patriotas de sus ideales, sin otra distinción que el color del triángulo
cosido junto al número de matrícula impreso en su camisa y sus pantalones
(triángulo verde para los presos comunes, rojo para los políticos). No
obstante, y como regla general, las funciones principales se encomendaban a
los prisioneros comunes de nacionalidad alemana o polaca. Los españoles
detentaban también algunos puestos de responsabilidad y, por desgracia, en
términos generales no se comportaban mejor que los otros.
El Lager-fuhrer GANZ, que fue liquidado tras la liberación por dos de sus
antiguos subordinados. Antes había trabajado como "Rausmeister"
(¿vigilante?) de un club nocturno. Era un sinvergüenza tremendamente cruel
que había perdido toda compasión humana, si es que alguna vez la había
tenido. El clásico frustrado, incapaz, que de la noche a la mañana, gracias
únicamente al régimen y a la "Schlaque" (?), se había encontrado al mando
más de una división. Baste decir que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa
por conservar su cargo. Su pasatiempo favorito consistía en repetir a los
prisioneros que ninguno de ellos saldría del campo vivo. No logró mantener la
promesa. La noche anterior a la llegada de nuestros libertadores había
ordenado que se nos encerrase en el túnel nº 3, que había sido excavado la
semana anterior. Nuestra actitud decidida y, sobre todo, una cierta vacilación
entre los soldados vestidos de SS, algunos de los cuales no estaban seguros,
hicieron que, en el instante de la muerte, renunciase a su proyecto.
Este Lager-fuhrer se deleitaba en montar demostraciones espectaculares.
Para castigar los llamados intentos de fuga, ordenaba ahorcar a los culpables
y elegía para la ejecución la hora del recuento matutino. Agrupaba a los
prisioneros en la gran plaza, las primeras filas sentadas, las siguientes sobre
las rodillas y las últimas de pie, mientras el comandante, con un cigarrillo en
la boca, hacía ejecutar la orden a los amigos más cercanos de las víctimas.
Catorce prisioneros murieron de esta forma entre el 20 de septiembre de
1944 y el 25 de abril de 1945, día en que se ahorcó a cuatro prisioneros
juntos. En cuanto acabó la operación, los prisioneros fueron obligados a
pasar por delante de los cadáveres de sus compañeros en grupos de cinco.
He aquí otra anécdota en el haber de este comandante: una tarde trajeron en
camilla hasta la plaza del recuento a un prisionero al que había matado un
guardia de las SS. Dándole una ágil patada, el Lager-fuhrer hizo que el
cadáver se deslizara hasta el polvo, destapó la herida y obligó a los 7.000
hombres reunidos en la plaza a pasar por delante del cadáver sangrante de
su desgraciado compañero.
Se podrían poner muchos ejemplos como éstos. Nos contentaremos con
describir uno más. Cuando se produjo la llegada de un grupo de 2.000 judíos
procedentes del campo de Auschwitz, Ganz preguntó por la capacidad de
trabajo del horno del crematorio y declaró a continuación que en dos
semanas el grupo quedaría reducido a la mitad. Lo más triste es que la
realidad nos concedió el dudoso privilegio de comprobar que no se trataba de
una mera amenaza. Durante 15 días seguidos, los barracones 25 y 26, donde
estaban los judíos, enviaron al crematorio cientos de cadáveres.
III. El Jefe del Campo:
Para el cargo de Jefe del Campo o Lager-Altester, el Comandante designó a
un prisionero político alemán llamado MAGNUS que, a pesar de sus
orígenes, era un verdadero bandido, demasiado inteligente para entregarse
personalmente a la brutalidad. Magnus trabajaba a través de un agente.
Nombró a un delincuente profesional llamado LORENTZ que, siempre bajo
los efectos del alcohol que consumía abundantemente, cometía numerosos
crímenes y organizaba masacres de forma periódica. Además, para elegir a
los jefes de barracón Magnus se dirigió a aquellos "kapos" que habían dado
muestras de sus destacadas aptitudes violentas como jefes de los
destacamentos de trabajo. Estos hombres, muchos de los cuales estaban en
el campo por asesinato, recibían instrucciones de Magnus o de Lorentz y,
para conservar su puesto, las llevaban a cabo con inusitada precisión y
sadismo. En este período, Magnus pudo dedicarse tranquilamente al tráfico
de oro y piedras preciosas.
IV. Los Jefes de Barracón:
Para ilustrar los procedimientos preferidos por los jefes de barracón,
citaremos el ejemplo de un tal LUDWIC, jefe del Barracón 1. Su caso
pertenece desgraciadamente al campo de la psiquiatría. En la mañana del 1
de enero de 1945, cuando la tierra estaba cubierta por una capa de nieve de
1,30 m., este hombre reunió a los prisioneros de su barracón y les ordenó
dirigirse a las duchas, situadas al otro lado del campo. La marcha fue
acompañada de golpes con palos y [ilegible] y gritos de "Feliz año nuevo".
Con este fanático, cualquier cosa se atribuía a un "golpe de Schlaque" (?): la
cama mal hecha, los pantalones rotos, las sábanas mal dobladas, las botas
llenas de barro, reunirse junto al fuego cuando hacía mucho frío. En resumen,
por cualquier nimiedad te cogían, te ponían sobre un taburete con los
pantalones bajados y el verdugo te propinaba de 25 a 50 latigazos. Después
de esta operación, el prisionero no se le daba tiempo nada más que para ir a
la enfermería a curar sus nalgas. Esto no significaba que el paciente no
tuviera que volver inmediatamente al trabajo, donde le aguardaba el mismo
trato amable.
Todo lo que se cuente del Barracón 1, que es sólo un pálido reflejo de los
métodos empleados, puede decirse de todos los barracones dirigidos por los
criminales alemanes y polacos.
En agosto de 1944 el jefe del Barracón 19 era un loco llamado Karl que, por
la mañana, cuando el destacamento nocturno regresaba de trabajar, se
deleitaba montando espectáculos de gimnasia mientras les azotaba con
palos. El espectáculo se prolongaba hasta las 10 o las 11 de la mañana, e
impedía que los hombres pudiesen descansar y dormir. Tras algunos días
sometidos a este régimen, los hombres se consumían. Este jefe de barracón
fue recompensado por su celo y se convirtió en el Lager-Altester del campo
de Wels cuando se abrió este campo.
V. Los ayudantes de los Jefes de Barracón:
Los jefes de barracón eran ayudados en sus tareas por auxiliares bien
alimentados, bien vestidos y que estaban encargados del extenuante trabajo
de los comandos. Para justificar y conservar estas ventajas, estos
privilegiados no dudaban en golpear a sus desgraciados compañeros. Estos
jóvenes carroñeros azotaban sin compasión a hombres que podían haber
sido sus padres. Para ser precisos, hay que decir que muchos de estos
jóvenes empleados, de los que el mayor de ellos no superaba los 18 años,
eran en realidad jóvenes invertidos de los que se servían el jefe de barracón
o el jefe de dormitorio. La sodomía era uno de los rasgos que caracterizaba a
estos hombres y a muchos de sus amos de las SS. Éste era uno de los
productos más destacables del campo de concentración.
VI. Los enfermos y la enfermería:
El régimen al que estaban sometidos no permitía que los hombres
aguantasen demasiado tiempo. La insuficiente vestimenta y alimentación,
unidos al durísimo trabajo y a la crueldad de los castigos físicos, acababan
pronto con las constituciones más fuertes. Se estima que la duración de un
hombre que vivía en condiciones normales en el campo de concentración
rara vez excedía los nueve meses. La enfermería se regía por el siguiente
principio: todo paciente debía ser un trabajador. En la medida en que pudiera
seguir desempeñando esta función, el paciente seguía siendo de interés,
pero el día en que su estado físico no permitiera ya contar con él dejaba de
serlo. Así pues, el "Revier" (?) no era ni una enfermería ni un hospital, sino
simplemente un lugar de recuperación responsable de llevar a cabo una
selección de los pacientes enfermos o heridos. Los recuperables recibían un
tratamiento (con los escasos medios disponibles); los otros son condenados
a muerte.
Todo enfermo que se sometiera a una revisión debía esperar frente a la
puerta de la "Revier" durante una o dos horas, hiciera el tiempo que hiciera y
a menudo descalzo. Si padecía de bronquitis o de neumonía solía
derrumbarse y morir antes de que el médico le hubiese examinado. Así pues,
la mayoría de los que estaban enfermos no se atrevían a acudir a la
enfermería por miedo a que esa prolongada espera agravase su estado de
salud.
La revisión médica la llevaban a cabo médicos prisioneros, pero en presencia
de suboficiales o de un cabo de las SS, un absoluto profano, lo que no le
impedía dictar su decisión al doctor. De hecho, todo se desarrolla como si el
médico no existiera y, la mayoría de las veces, es decir, 7 veces de cada 10,
el hombre que había acudido como enfermo se ve obligado a volver al trabajo
un poco más exhausto que antes de haber recibidos los golpes.
VII. Los comandos:
Los prisioneros tenían que realizar trabajos forzados. En Ebensee la mayor
parte del trabajo se hacía en dos canteras, la de Steinbruch y la del campo,
donde los alemanes habían comenzado a excavar túneles para albergar allí
fábricas subterráneas. En cada una de estas canteras había miles de
prisioneros, divididos en comandos, que llevaban a cabo las más variadas y
difíciles tareas, sin preocuparse por agotar su capacidad.
Cada comando era dirigido por un "Kommando Fuhrer" y se hallaba bajo la
supervisión de un determinado número de guardias de las SS, variable en
función de la importancia del comando. Los trabajos se realizaban bajo la
responsabilidad de uno de los prisioneros que había adquirido un serio
compromiso; era el "Kapo". Por últimos, las órdenes para la ejecución [del
trabajo] eran dictadas por un capataz que recibía el nombre de "Meister".
En principio, sólo el "Kapo" estaba autorizado para dar órdenes, dirigir y
hacer ejecutar el trabajo que se había asignado a los prisioneros. Para ello se
servía de métodos duros, es decir, del "goumi", de palos, del mango de una
pala o de un pico, barras de hierro, patadas y puñetazos, etc. En la realidad,
todo el mundo daba órdenes, todo el mundo pegaba, y los golpes que el
desgraciado prisionero lograba evitar del Kapo le llegaban a la espalda o a la
cabeza a través del Kommando-fuhrer o del meister. Entre estos últimos
había uno que era odioso y que parecía tener por una cuestión de honor el
superar en brutalidad a los SS o a los Kapos. Estos hombres contribuyeron
en gran medida a reforzar entre nosotros la opinión de que no existen
diferencias entre los nazis y el resto del pueblo alemán, siendo los primeros
producto de la mentalidad natural del segundo.
En resumen, los pobres prisioneros pasaban sus horas de trabajo bajo la
amenaza perpetua de los golpes. Como su estómago estaba vacío,
rápidamente perdían la apariencia de seres humanos para asemejar la de
una bestia acorralada. Además, la mayor parte del tiempo estos hombres
iban descalzos, casi desnudos, y debían trabajar hiciese el tiempo que
hiciese. Todos los días caían por docenas. Uno de los espectáculos más
sobrecogedores era presenciar el regreso diario de los comandos, aquellos
hombres delgados, exhaustos, apoyándose los unos en los otros o llevando
en brazos a aquellos compañeros incapaces de caminar. Llegaban hasta la
plaza del recuento y debían esperar, a veces durante media hora o menos, a
veces durante varias horas, entre la nieve y el barro, hasta que finalizasen las
formalidades del recuento; contentos, de hecho, si no se les ofrecía como
postre el espectáculo del ahorcamiento de uno de ellos, tal y como hemos
relatado más arriba. Y aquí no acababa todo: a su regreso al barracón, tenían
todavía que sufrir las bromas del jefe de barracón, someterse al control de
piojos, a los afeitados y cortes de pelo, rehacer sus camas, guardar filas para
tocar un pequeño trozo de pan; en definitiva, sufrir todas las humillaciones,
vejaciones, golpes y puñetazos a los que al jefe de barracón le diera la gana
de someterlos. Sólo por la noche, a partir de las 10 y hasta las 4 de la
mañana, podían disfrutar de un relativo descanso, si es que tenían la suerte
de no tener que compartir la litera con 3 o 4 prisioneros y el jefe de barracón
no tenía la ocurrencia de presentarse a eso de la medianoche para
asegurarse de que se habían quitado los calcetines antes de meterse en la
cama.
En lo que respecta al papel que desempeñaban los Kapos, no hace falta
insistir. Su propósito era matar. En el campo de Ebensee, los Kapos buenos
podían contarse con los dedos de una mano; la mayoría de ellos eran
asesinos que podían matar a un hombre por el módico precio de 20
cigarrillos. Uno de ellos merece una mención especial: se trata de un tal
Hartmann, un gitano de nacionalidad alemana, condenado por golpes y
heridas, un absoluto ignorante que durante unos meses fue jefe de un
destacamento de 700 hombres y que añadía todos los días dos o tres
muertes a su "cuadro de honor". Este bandido fue ejecutado por sus
compañeros el mismo día de la llegada de las tropas americanas, pero es
increíble pensar que, hasta ese día, ocupó un puesto preeminente en el
campo.
VIII. La higiene:
La mayor preocupación de las autoridades de las SS era mantener una
higiene rigurosa en el campo. Con esta finalidad, los prisioneros eran
llamados a los baños todos los días; pero tenían que presentarse desnudos,
tanto en invierno como en verano, lo que se traducía todas las semanas en
un elevado número de casos de neumonía, bronquitis y pleuresía. Todos las
semanas, y por el mismo procedimiento, los prisioneros se sometían a un
control de piojos en el que se les afeitaba la cabeza. Pero la misma cuchilla
con la que se había afeitado a hombres con furúnculos o con sarna se
utilizaba para afeitar a los sanos, que así terminaban desarrollando estas
mismas enfermedades.
En el campo no había ninguna lavandería ni cambio de ropa. El 6 de mayo,
en el momento de la llegada de las tropas estadounidenses, muchos
prisioneros seguían vistiendo la misma camiseta y los mismos calzoncillos
que se habían puesto el anterior 15 de septiembre. Es verdad que de vez en
cuando las camisetas y calzoncillos se enviaban a la sala de vapor, pero a la
vuelta se tiraban sobre el suelo del barracón, anulando así todos los efectos
de la desinfección. Además, los hombres dormían amontonados 3 o 4 en una
misma cama, los sanos con los afectados de tuberculosis, sífilis o
escrofulosis. Por último, los prisioneros no disponían de escudillas
individuales; a menudo se les servía en grupos de 5 a 10 individuos y todos
debían comer del mismo recipiente. Y así sucesivamente.
Los muertos:
Otra de las características de los campos de concentración alemanes, y
especialmente del de Ebensee, era el desprecio con que se trataba a los
muertos, a diferencia de lo que sucede en otros lugares del mundo, incluso
en los más incivilizados.
Aquí se despojaba a los muertos de su vestimenta y se les trasladaba como
si fueran objetos sin valor al horno del crematorio. Pero antes de ellos, se les
abría la boca para extraer de ella los dientes de oro que hacían del "abuelo"
el objeto de provechosas transacciones entre los jefes del campo y los
dirigentes de las SS. Frecuentemente, el crematorio no tenía capacidad
suficiente para seguir el ritmo de la tasa de mortalidad (hasta 350 muertes al
día durante el mes de abril en un campo que albergaba a 15.000 prisioneros).
Los cadáveres permanecían apilados y desnudos en vagones durante días.
Finalmente se cavaba una fosa común y se les echaba de cualquier manera
en medio de la cal viva. Para indicar de modo más preciso qué ocurría allí, en
abril, en el barracón 23, se sacaban unos 80 cadáveres diarios entre los
cuales no era infrecuente ver pies o manos que aún se movían.
La comida:
Siempre insuficiente en Ebensee, tanto en cantidad como en calidad.
Durantes los meses de febrero y marzo de 1945, los prisioneros recibían 350
gramos de pan al día, pero este pan consistía una mezcla indescriptible de
paja, grano y castañas. Varios civiles alemanes confesaron que era peor que
el famoso pan KK de la otra guerra. Baste saber que con este régimen los
excrementos de los prisioneros eran parecidos al estiércol de caballo, y que
todos ellos sufrían de heridas en el ano. Durante todo el mes de abril se
trabajo mucho teniendo por única alimentación tres cuartos de litro de un
agua grasienta y 180 gramos de pan al día.
En conclusión:
Los campos de concentración alemanes son el infierno sobre la tierra. Todo
para los bandidos, nada para las personas honradas. Los trabajadores tenían
que andar descalzos, vestidos con andrajos, sin comida, mientras que los
que no hacían nada y permanecían bajo techo estaban todos bien
alimentados, vestidos, calientes y cuidados. Todo estaba previsto, organizado
hasta el último detalle, para traer lentamente la muerte. Es un castigo
perpetuo para los infelices prisioneros. Los pueblos civilizados deben
aprender la lección de estas espantosas atrocidades. La Historia se
encargará de poner al pueblo alemán y a sus dirigentes en el lugar que sus
bárbaros métodos les han reservado.
Esta declaración en siete páginas ha sido escrita a mano enteramente por mí
y juro solemnemente que representa toda la triste verdad.
/fdo/ Jean Biondi
Yo, Willian J. Koen, habiendo previamente prestado juramento, declaro que lo anterior es una
traducción fidedigna y correcta de la declaración jurada de Jean Biondi realizada en
Ebensee, Austria, el 17 de mayo de 1945, en la mejor de mis capacidades.
/fdo/ Sargento William J. Koen, sección JA
Cuartel General, Tercer Cuerpo del Ejército
FIRMADA Y JURADA ANTE MÍ EN EBENSEE, AUSTRIA, EN ESTE 17 DE MAYO DE 1945.
/fdo/ Eugene S. Cohen, Mayor, Cuerpo de Intendencia
Oficial investigador |17|
En cuanto a los campos adscritos a Mauthausen:
LISTA DE CAMPOS DEPENDIENTES DE MAUTHAUSEN
NOMBRE
EMPLAZAMIENTO
OFICIAL AL MANDO
1. Mauthausen 23 km. al este de Linz
Oficial al mando de todos
los campos situados en
Austria: ZIEREIS
2. Gusen
3. Quarz &
4. Solvay,
Ebensee
5. St. Valentin
6. Linz
7. Graz
(Leibnitz)
8. St. Agyd
9. Peggau
10. Schlier
11. Wr.
Neudorf
12. Wr.
Neustadt
13. Sauerweke
14. Steyr
15.
Gunskirschen
16.
Hinterbrühl
17. Loibl-Pass
19 km al este de Linz
O. de St. Polten, Ruta 8
E. de Salzburgo, Ruta 35
SE de Linz
Segundo oficial:
BACHMAYER
Seidler
Ludolf
Ganz
Heidingsfelder
Schöpperle
SE. de Graz, Ruta 95
SE. de St. Polten
Auerswald
N. de Graz, Ruta 95
Rücken
Altpang, SO de Linz, Ruta
31
Viena
Viena
Viena
SE. de Linz, Ruta 95
SO. de Wels, Ruta 31
Streitwieser
Viena
SO. de Klagenfurt, Ruta
333
18. Amstetten E. de Linz, Ruta 8
19. Florizdorf Viena
20. Lenzing
Entre Wels y Gmunden
21. Wels
SO. De Linz, Ruta 31
22. Gross
SE. de Steyr, Ruta 95
Ramming
23. St.
SO. de Graz (monasterio
Lambrecht
con 80 prisioneros)
Winkler
Stretwieser
Altfuldisch
15 de mayo de 1945
Mauthausen, Austria
Por la presente certifico que la anterior es una lista de los campos de
concentración dependientes del campo de Mauthausen, con indicación de su
emplazamiento y de nombre del oficial al mando siempre que hayan podido
identificarse con certeza.
/fdo/
EUGENE S. COHEN
Mayor, Cuerpo de Intendencia
Oficial Investigador |18|
La siguiente declaración jurada del español Casimiro Climent Schreiber, prueba No.
28 en el Informe Cohen, muestra el empleo de prisioneros en funciones
administrativas al servicio de la organización del campo. Casimiro Climent trabajó
desde 1941 en la oficina de la Gestapo |19| del campo de Mauthausen, para el
Komando denominado Politische Abteilung:
Me llamo, Casimiro Climent, nacido el 23.9.1940 en Valencia y de residencia
en Barcelona (España).
Con fecha 11.2.1939 atravesé la Frontera Española-Francesa como toda la
unidad del Ejercito Republicano a que yo pertenecía. Con fecha 20.5.1940 fui
hecho prisionero por el Ejercito Aleman, junto con la totalidad de la 30
Compañia de Trabajadores Españoles destacada en Puttalange (Lorena)
Llege al Campo de Concentracion de Mauthausen el 25.11.40 donde fui
destinado a trabajar en la Cantera, hasta el 16.3.41 en que pase a prestar
servicio en las Oficinas del Politische Abteilung.
Mi trabajo en dichas oficinas se limitaban a todo lo que hacia referencia a los
asuntos de Espanoles, al mantenimiento del orden dentro de la cartoteca
general y ultimamente se me encargó de lo que hacia referencia a las
mujeres presas en el campo.
Durante mi estancia en el politische, he conocido gran cantidad de SS, ya
que cambiaban con frecuencia. El jefe, era ultimamente el Oberstumbführer
Karl Schulz. He presenciado diariamente como se procedia a azotar a los
presos sometidos a declaracion o bien solo que por el placer de azotarlos,
muchas veces sin causa justificada.
En lo que hace referencia a mi persona, solo he sido golpeado que dos o tres
veces.
Como todos los que han vivido en este campo he podido comprobar las
ejecuciones,-algunas veces numerosas,- tanto de hombres como de mujeres,
algunos no mayores de edad.
Fusilamientos, muertes mediantes camaras de gasee toxicos, abandono de
gente hambrienta, en recintos en donde morian privados de todo alimento, es
decir un sin fin de actos de sadismo.
Con fecha 2.5.1945, fui llamada por el Jefe de las oficinas el cual me dijo que
yo debia,-dada mi larga permanencia en el politische,-tomar el uniforme de
SS y marcharme junto con el. Yo alegé mi condicion de extranjero y me
negué rotundamente, entonces se me comunico que seria liberado
inmediatamente. Dada la manera como me fui concedido, al principio crei se
trataba de mi eliminacion, ya que los creia muy capaces de hacerlo. Sali del
Campo a las 17 horas del mismo dia trasladandome a Linz, donde he
permanecido hasta el dia 5 en que presencie la entrada del Ejercito
Americano y enseguida que supe que las carreteras estaban libres, me
traslade a pie desde la referida ciudad a este campo.
Prometo haber declarado la verdad
/fdo/ Casimiro, Climent
Firmado y jurado ante mí en Mauthausen, Alemania, en este 9 de mayo de 1945.
/fdo/ Eugene S. Cohen
Mayor, Cuerpo de Intendencia
Oficial investigador
Yo, T/5 Jack R. Norwitz, habiendo prestado previamente juramento formal: declaro que he
traducido fielmente el juramento administrado por Eugene S. Cohen, Mayor del Cuerpo de
Intendencia, a Climent Casimiro, y que acto seguido ha realizado y firmado la siguiente
declaración en mi presencia.
/fdo/ Jack. R. Norwitz, T/5
Firmado y jurado ante mí en Mauthausen, Alemania, en este 9 de mayo de 1945.
/fdo/ Eugene S. Cohen
Mayor, Cuerpo de Intendencia
Oficial investigador |20|
Los días 28 y 29 de enero de 1946 el nacional español Francesc Boix, compareció
como testigo ante el Tribunal de Nuremberg, básicamente como prueba de que
Kaltenbrunner, al frente del SD, estuvo en Mauthausen, y también Albert Speer,
Ministro de Armamento. Allí explicó el contenido de varias fotografías que había
entregado a la comisión de investigación y declaró también el carácter de "subhumanos" que para los nacional-socialistas tenían los prisioneros políticos
españoles. Proporcionó también cifras de los españoles en el campo y fue muy
específico sobre la categoría de campo que era Mauthausen:
M. DUBOST: ¿Es usted un reportero fotográfico? Usted estuvo internado en
el campo de Mauthausen desde...
BOIX: Desde el 27 de enero de 1941.
M. DUBOST: ¿Entregó usted a la comisión de investigación un cierto número
de fotografías?
BOIX: Sí.
M. DUBOST: Se van a proyectar en la pantalla y usted declarará bajo
juramento en qué circunstancias y dónde se hicieron estas fotografías.
BOIX: Sí.
M. DUBOST: ¿Cómo obtuvo estas fotografías?
BOIX: Debido a mi experiencia profesional me enviaron a Mauthausen a
trabajar en la sección de identificación del campo. Había una sección
fotográfica, y se podían tomar fotografías de todo lo que ocurría en el campo
y enviarlas al Alto Mando en Berlín.
[...]
M. DUBOST: ¿Le llevaron a Mauthausen como prisionero de guerra o como
prisionero político?
BOIX: Como prisionero de guerra.
M. DUBOST: ¿Había combatido como voluntario en el Ejército Francés?
BOIX: En batallones de Infantería, en la Legión Extranjera, o en los
regimientos de pioneros adjuntos al Ejército al que pertenecía. Estuve en los
Vosgos con el 5º Ejército. Nos hicieron prisioneros. Nos retiramos hasta
Belfort, donde me hicieron prisionero la noche del 20 al 21 de junio de 1940.
Me juntaron con algunos compañeros españoles y nos transfirieron a
Mulhouse. Sabiendo que habíamos sido antes republicanos españoles y
antifascistas, nos pusieron con los judíos como miembros de un orden inferior
de la humanidad (Untermensch). Fuimos prisioneros de guerra durante seis
meses, y después nos enteramos de que el Ministro de Exteriores se había
entrevistado con Hitler para discutir la cuestión de los extranjeros y otros
asuntos. Nos enteramos de que nuestra situación había sido una de las
cuestiones tratadas. Oímos que los alemanes preguntaron qué se debía
hacer con los prisioneros de guerra españoles que habían servido en el
Ejército Francés, los que eran republicanos y ex-miembros del Ejército
Republicano. La respuesta...
M. DUBOST: Eso no importa. Así que aunque usted era un prisionero de
guerra, lo enviaron a un campo que no estaba bajo control del Ejército.
BOIX: Exacto. Éramos prisioneros de guerra. Se nos dijo que nos transferían
a un Kommando subordinado al igual que a todos los demás franceses.
Después nos transfirieron a Mauthausen, donde, por primera vez, vimos que
no había soldados de la Wehrmacht, y nos dimos cuenta de que estábamos
en un campo de exterminio.
M. DUBOST: ¿Cuántos de ustedes fueron allí?
BOIX: Finalmente éramos 1.500; había un total de 8.000 españoles cuando
llegamos.
M. DUBOST: ¿Cuántos de ustedes fueron liberados?
BOIX: Aproximadamente 1.600.
[...]
Gen. RUDENKO: ¿Debo entender de su testimonio que el campo de
concentración era en realidad un campo de exterminio?
BOIX: El campo pertenecía a la última categoría, categoría 3. Es decir, era un
campo del que no podría salir nadie.
[...]
EL PRESIDENTE: ¿Desea la defensa interrogar al testigo?
HERR BABEL: Testigo, ¿cómo le marcaron en el campo?
BOIX: ¿El número? ¿Qué tipo de marca?
HERR BABEL: Los prisioneros eran marcados con estrellas de diversos
colores, rojo, verde, amarillo, y otros. ¿Se hacía eso también en
Mauthausen? ¿Qué llevaba usted?
BOIX: Todo el mundo llevaba una insignia. No eran estrellas; eran triángulos
y letras para indicar la nacionalidad. Había estrellas amarillas y rojas para los
judíos, estrellas de seis puntas rojas y amarillas, dos triángulos, uno encima
del otro.
HERR BABEL: ¿Qué color llevaba usted?
BOIX: Un triángulo azul con una "S" en él, indicando "refugiado político
español".
HERR BABEL: ¿Era usted un Kapo?
BOIX: No, al principio fui intérprete.
HERR BABEL: ¿Cuáles eran sus tareas y deberes?
BOIX: Tenía que traducir al español todas las barbaridades que los alemanes
querían decirle a los prisioneros españoles. Después comencé a trabajar en
fotografía, revelando las películas que se tomaban por todo el campo,
mostrando la historia completa de lo que ocurría en el campo.
HERR BABEL: ¿Cuál era la política con respecto a los visitantes? ¿Iban los
visitantes sólo al campo interior y a lugares donde se trabajaba?
BOIX: Visitaban todos los campos. Era imposible que no supieran lo que
estaba pasando. Sólo se hacían excepciones cuando venían altos cargos u
otras personas importantes de Polonia, Austria o Eslovaquia, de todos estos
países. Entonces sólo les enseñaban las partes mejores. Franz Ziereis decía:
"Véanlo ustedes mismos". Mostraba a cocineros, ladrones internados y
delincuentes comunes, gordos y bien alimentados. Escogía a éstos para
poder decir que todos los internos estaban como éstos.
HERR BABEL: ¿Se prohibía a los prisioneros comunicarse entre ellos en
cuanto a las condiciones en el campo ? La comunicación con el exterior era,
por supuesto, esporádicamente posible.
BOIX: Estaba tan absolutamente prohibido que si se cogía a alguien
haciéndolo, no sólo significaba su muerte, sino también terribles represalias
para todos los de su nacionalidad.
HERR BABEL: ¿Qué observó usted con respecto a los Kapos? ¿Cómo se
comportaban con sus compañeros prisioneros?
BOIX: A veces eran dignos de ser de las SS. Para ser Kapo había que ser
ario puro. Eso significaba que tenían porte marcial y, como los SS, plenos
derechos sobre nosotros; tenían derecho a tratarnos como animales. Los SS
les daban carta blanca para hacer con nosotros lo que quisieran. Es por lo
que en el momento de la Liberación los prisioneros y los deportados
ejecutaron a todos los Kapos a los que pudieron coger.
Poco antes de la Liberación los Kapos pidieron alistarse voluntarios en las
SS, y se fueron con los SS porque sabían lo que les aguardaba. A pesar de
eso les buscamos por todas partes y los ejecutamos sumariamente.
HERR BABEL: Dice que "tenían que tratarle a uno como bestias salvajes".
¿De qué hechos saca usted la conclusión de que tenían que hacerlo?
BOIX: Habría que haber estado ciego para no verlo. Se podía ver la forma en
la que se comportaban. Era mejor morir como un hombre que vivir como una
bestia, pero preferían vivir como bestias, como salvajes, como criminales.
Eso eran considerados. Viví allí cuatro años y medio y sé muy bien lo que
hacían. Había muchos de entre nosotros que podrían haber llegado a ser
Kapos por su trabajo, por ser especialistas en algún ámbito u otro en el
campo. Pero prefirieron ser golpeados, y masacrados si era necesario, antes
que convertirse en Kapos.
HERR BABEL: Gracias.
[...]
BOIX: Querría decir algo más. Querría señalar que hubo casos en los que se
masacró a oficiales soviéticos. Es importante señalarlo porque concierne a
prisioneros de guerra. Querría que el Tribunal me escuchara
cuidadosamente.
EL PRESIDENTE: ¿Qué es lo que quiere decir sobre la masacre de los
prisioneros de guerra soviéticos?
BOIX: En 1943 llegó un transporte de oficiales. El mismo día de su llegada al
campo comenzó su masacre por todos los medios. Pero parece que se
recibió una orden de una autoridad superior con respecto a estos oficiales
que decía que se tenía que hacer algo extraordinario. Así que les pusieron en
el mejor bloque del campo. Les dieron ropas nuevas de prisionero. Incluso les
dieron cigarrillos; les dieron camas con sábanas, les daban todo lo que
querían comer. Un oficial médico, el Sturmbannführer Krebsbach los examinó
con un estetoscopio.
Bajaban a la cantera, pero llevaban sólo piedras pequeñas, y en grupos de
cuatro. El Oberscharführer Paul Ricker, jefe del servicio, estuvo allí con su
Leica sacando incontables fotografías. Hizo unas 48 fotografías. Las revelé, y
se enviaron cinco copias de cada una, de 13 X 18 junto con los negativos, a
Berlín. Es una pena que no robara los negativos, como hice con los otros.
Cuando terminaron con esto, se hizo a los rusos entregar sus ropas y todo lo
demás y los enviaron a la cámara de gas. Terminó la comedia. Todo el
mundo podía ver en las fotografías que los prisioneros de guerra rusos, los
oficiales, y especialmente los comisarios políticos, eran tratados bien, y se les
cuidaba bien, apenas trabajaban, y estaban en buenas condiciones. Es una
cosa que debería señalarse porque creo que es importante.
Y otra cosa. Había un barracón llamado nº 20. Ese barracón estaba dentro
del campo, y a pesar de la alambrada electrificada que rodeaba el campo,
había un muro adicional con alambre espino electrificado alrededor de él, y
en ese barracón había prisioneros de guerra: oficiales y comisarios rusos,
algunos eslavos, unos pocos franceses y decían que incluso unos pocos
ingleses. Nadie podía entrar en ese barracón, excepto los dos führer que
estaban en la prisión del campo, los comandantes de los campos interior y
exterior. Estos internos iban vestidos, al igual que nosotros, como prisioneros
criminales, pero sin ningún número ni identificación de su nacionalidad. No se
podía saber su nacionalidad por su ropa.
El servicio de "Erkennungsdienst" debió tomarles fotos. Se puso una placa
con un número sobre su pecho. Comenzaron por un número superior a
3.000. Había números que parecían el nº 11 (dos dardos azules). Los
números comenzaron en 3.000 y llegaron hasta el 7.000. El Unterscharführer
de las SS Hermann Schinlauer era entonces el fotógrafo jefe. Era de la región
de Berlín, de algún lugar a las afueras de Berlín, no recuerdo el nombre.
Tenía orden de revelar las películas y hacer todo el trabajo personalmente,
pero como todos los SS de los servicios internos del campo, eran hombres
que no sabían nada. Siempre necesitaban a los prisioneros para que hicieran
su trabajo. Por eso me necesitó para revelar estas películas. Hice las
ampliaciones, 5 x 7. Estas fotos se enviaron al Obersturmführer Karl Schultz,
de Colonia, el Jefe del Politische Abteilung. Me dijo que no le hablara a nadie
de estas fotografías ni del hecho de que revelamos estas películas, y que si
lo hacía seríamos liquidados de inmediato. Sin miedo a las consecuencias le
conté todo a mis camaradas, para que si alguno de nosotros lograba salir,
pudiera contarle al mundo lo ocurrido.
EL PRESIDENTE: Creo que hemos oído suficientes detalles de lo que nos
está contando. Pero volvamos por un momento al caso del que hablaba usted
. Querría que repitiera el caso de los prisioneros de guerra rusos en 1943.
Dijo que los oficiales fueron llevados a la cantera para que cargaran con las
piedras más pesadas.
BOIX: No, sólo piedras muy pequeñas, que no pesaban ni veinte kilos, y las
llevaban entre cuatro, para mostrar en las fotografías que los oficiales rusos
no hacían trabajos pesados, sino al contrario, trabajos ligeros. Esto sólo fue
para las fotografías, la realidad era totalmente diferente.
EL PRESIDENTE: Pensaba que había dicho que cargaban piedras grandes y
pesadas.
BOIX: No.
EL PRESIDENTE: ¿Se tomaron las fotografías mientras iban de uniforme
cargando estas piedras ligeras?
BOIX: Sí, Señoría, tuvieron que ponerse uniformes limpios e ir bien
arreglados para demostrar que los prisioneros rusos eran tratados bien y
correctamente.
EL PRESIDENTE: Muy bien. ¿Hay algún otro incidente particular del que
quiera hablar?
BOIX: Sí, sobre el Bloque 20. Gracias a mis conocimientos de fotografía,
pude verlo. Tenía que estar allí para encargarme de las luces mientras mi jefe
hacía las fotografías. De esta forma pude seguir con todo detalle todo lo que
ocurría en este barracón. Era un campo interior. Este barracón, como todos
los demás, era de 7 metros de ancho por 50 de largo. Había 1.800 internos
allí, con una ración alimentaria de menos de la cuarta parte de lo que
recibíamos nosotros como comida. No tenían ni cucharas ni platos. Se
vaciaban sobre la nieve grandes recipientes de comida estropeada y se
dejaba allí hasta que se empezaba a congelar; entonces se ordenaba a los
rusos comerla. Los rusos tenían tanta hambre que se peleaban por esta
comida. Los SS usaban estas peleas como pretexto para golpear a algunos
prisioneros con porras.
EL PRESIDENTE: ¿Quiere decir que se puso directamente a los rusos en el
Bloque 20?
BOIX: Los rusos no vinieron al campo directamente. Los que no fueron
enviados a la cámara de gas nada más llegar fueron trasladados al Bloque
20. Nadie del campo interior, ni siquiera el "Blockführer", podía entrar en este
barracón. Venían varias veces a la semana pequeños convoyes de 50 ó 60, y
siempre se oía ruido de peleas dentro.
En enero de 1945, cuando los rusos se enteraron de que los ejércitos
soviéticos se acercaban a Yugoslavia, se jugaron una última oportunidad. Se
hicieron con extintores y mataron a soldados apostados bajo la torre de
vigilancia. Se hicieron con ametralladoras y todo lo que se pudiera usar como
arma. Cogieron mantas y todo lo que pudieron encontrar. Eran 700, pero sólo
62 consiguieron llegar a Yugoslavia y unirse a los partisanos.
Ese día Franz Ziereis, comandante del campo, dio una orden por radio a
todos los civiles según la cual debían cooperar "en liquidar" a los criminales
rusos que habían huido del campo de concentración. Dijo que todo el que
pudiera presentar pruebas de que había matado a alguno de estos hombres
recibiría una extraordinaria cantidad de marcos. Es por eso por lo que todos
los partidarios de los nazis de Mauthausen se pusieron a trabajar y lograron
matar a más de 600 prisioneros fugados. No fue difícil porque algunos de los
rusos no pudieron arrastrarse más de diez metros.
Después de la Liberación uno de los rusos supervivientes vino a Mauthausen
para ver cómo estaba todo entonces. Nos contó todos los detalles de su
dolorosa marcha.
EL PRESIDENTE: No creo que el Tribunal quiera oír más detalles de los que
no fue testigo usted. ¿Quiere algún miembro de la defensa hacer alguna
pregunta al testigo sobre los puntos que él mismo ha tratado?
HERR BABEL: Sólo una pregunta. Durante su testimonio, usted ha dado
ciertas cifras, 165, luego 180 y justo ahora 700. ¿Estaba usted en situación
de contarlos?
BOIX: Casi siempre los convoyes venían al campo en columnas de cinco. Era
fácil contarlos. Estos transportes siempre eran enviados desde prisiones de la
Wehrmacht de algún lugar en Alemania. Se enviaban desde todas las
prisiones de Alemania, de la Wehrmacht, de la Luftwafe, de las SD o de las
SS.
EL PRESIDENTE: Simplemente responda a la pregunta y no dé un discurso.
Usted ha dicho que venían en columnas de cinco y era fácil contarlos.
BOIX: Muy fácil contarlos, especialmente para los que querían poder contar
la historia algún día.
HERR BABEL: ¿Tenía usted tanto tiempo como para poder observar todas
estas cosas?
BOIX: Los transportes siempre venían por la noche después de que los
deportados hubieran vuelto al campo. A esa hora siempre teníamos dos o
tres horas en las que podíamos pasear por el campo mientras esperábamos
que sonara la campana que era la señal para que nos fuéramos a la cama.
EL PRESIDENTE: El testigo puede retirarse. |21|
Además de las pruebas sobre este campo presentadas ante el Tribunal de
Nuremberg y que fueron consideradas por el mismo a la hora de dictar sentencia, un
Tribunal Militar estadounidense juzgó a los principales responsables del campo
nacional-socialista de Mauthausen en el marco de los denominados "Juicios de
Dachau". El juicio sobre Mauthausen se celebró en la sala que se habilitó a estos
efectos en el campo de concentración de Dachau. Comenzó el 29 de marzo de
1945. El fiscal estadounidense William Denson presentó cargos contra 61 acusados.
Este juicio concluyó el 13 de mayo de 1946 y todos los acusados fueron
condenados. El caso se conoce como "US. v. Hans Altfuldisch y otros". Una copia
certificada del original de la correspondiente sentencia se adjunta como Documento
No. 7 a la presente querella.
En su acta de acusación, la Fiscalía acusaba a los implicados de participar en un
"plan común" que tenía por finalidad violar las leyes y usos de la Guerra
contemplados en la Convención de Ginebra de 1929.
La sentencia pronunciada por el Tribunal, en relación con las muertes acaecidas en
Mauthausen, recoge como hechos probados por la acusación:
"Se han probado las siguientes cifras de muertos en
Mauthausen:
1942 De 50 a 150 al día
1943 De 200 a 300 al día
1944 De 350 a 400 al día
En abril de 1945, sólo las muertes por hambre sumaban las 400
a 500 diarias, frente a las 250-300 de principios del año. Tras la
liberación, esta cifra de muertes diarias (de 400 a 500) se redujo
en quince días a 50 muertes diarias, y seis semanas después a
11 al día. Las enfermedades de la piel, como costras e
infecciones, particularmente las causadas por mordiscos de los
perros y por la ausencia de condiciones higiénicas, agravaban
esta penosa situación." |22|
El Tribunal concluyó que los horrores perpetrados en este campo eran del
conocimiento de todo el personal destinado de una u otra forma en el mismo, y que,
por tanto, todos ellos eran penalmente responsables:
Inmediatamente después de condenar a los acusados, el tribunal anunció las
siguientes conclusiones:
"El Tribunal concluye que las circunstancias, condiciones y la
naturaleza misma del Campo de Concentración de Mauthausen,
junto con todos y cada uno de sus campos, eran de tal
naturaleza criminal que cada funcionario, ya fuera
gubernamental, militar y civil, y cada empleado del mismo, ya
fuera miembro de las Waffen SS, las Allgemeine SS, guardia, o
civil, son culpables y penalmente responsables.
El Tribunal considera además que era imposible que cada
funcionario gubernamental, militar o civil, guardia, o empleado
civil en el Campo de Concentración de Mauthausen, junto con
todos y cada uno de sus campos, que hubiera estado al control
de, sido empleado en, o estado presente o residiendo en el
susodicho Campo de Concentración de Mauthausen, junto con
todos y cada uno de sus campos, en cualquier momento de su
existencia, no hubiera adquirido conocimiento determinado de
las prácticas y actividades criminales que se dieron en el
mismo.
El Tribunal considera adicionalmente que el irrefutable historial
de muertes por disparo, gaseamiento, ahorcamiento, privación
planificada de alimentos, y otros atroces métodos de asesinato,
provocadas por la deliberada conspiración y planificación de los
oficiales del Reich, tanto del Campo de Concentración de
Mauthausen como de sus sub campos anexos, o de la alta
jerarquía nazi, eran del conocimiento de las personas más
arriba mencionadas, así como de los prisioneros, ya fueran
políticos, criminales o militares.
El Tribunal declara por tanto: Que todo funcionario
gubernamental, militar o civil, ya fuera miembro de las Waffen
SS, las Allgemeine SS, o todo guardia o empleado civil, que de
alguna manera tuviera a su cargo el control de, o estuviera
destinado o dedicado a, la operatividad del Campo de
Concentración de Mauthausen, o de todos y cada uno de sus
subcampos de una u otra forma, es culpable de un crimen
contra las leyes, usos y costumbres de las naciones civilizadas,
así como contra la letra y el espíritu de las leyes y usos de la
guerra, y por estas razones ha de ser castigado". |23|
El Tribunal dio también por probados los siguientes hechos especiales:
"Hechos Especiales: Además de los hechos probados en
relación con cada uno de los acusados, el Tribunal admitió
ciertos hechos especiales o adicionales que, en su opinión,
quedaban ampliamente respaldados por las pruebas aportadas
en el juicio. Estos hechos especiales son los siguientes: (1) Que
el campo de concentración de Mauthausen era en esencia una
empresa criminal; (2) que es imposible que una persona que
estuviera empleada o presente en el campo no conociese de
modo definitivo las prácticas criminales que se desarrollaban
allí; (3) que todos los empleados y oficiales relacionados con el
campo, independientemente de su cargo, son culpables del
crimen de violación de las leyes o usos de la guerra. Podría
alegarse que el Tribunal, al tener por probados estos hechos,
ha excedido los cargos y alegaciones y que, por consiguiente,
dichos hechos no son procedentes. Sin embargo, el
reconocimiento de hechos especiales por parte de los tribunales
militares viene avalado por el trabajo de Winthrop "Military Law
and Precedents" [Leyes y precedentes militares], segunda
edición, reimpresión de 1920, página 385, donde se afirma:
'Es una peculiaridad del procedimiento militar el hecho de
que el juicio ante un consejo de guerra no tiene por qué
limitarse exclusivamente a la absolución o condena [del
acusado], sino que puede calificar o explicar los hechos
(o la sentencia), o acompañarla de comentarios,
recomendaciones u otras observaciones...'
No se pretende sentenciar a ningún individuo en un proceso in
absentia. Los hechos están constituidos por una combinación
de conclusiones jurídicas y hechos probados. En la medida en
que se trata de hechos probados, se ajustan a las pruebas
aducidas a lo largo del juicio. Además, en la medida en que
constituyen conclusiones jurídicas, simplemente señalan las
leyes que deben aplicarse a este caso en particular. El hecho
de que otros individuos que participaron en estos crímenes
masivos puedan ser llevados a juicio por su complicidad en los
hechos ilegales que se produjeron en el campo no significa que
ya hayan sido juzgados en relación con estos hechos. Por el
contrario, para contrarrestar las pruebas presentadas en tales
juicios tendrán la oportunidad de demostrar que no estuvieron
en el campo de concentración de Mauthausen o que, si
estuvieron, desconocían la naturaleza criminal de su
funcionamiento, o que, aún teniendo conocimiento de esta
última, la naturaleza y alcance de su participación fue
irrelevante y no contribuyó a fomentar, mantener o favorecer el
funcionamiento criminal del campo. Además, puede ser que el
Tribunal haya pensado que su declaración de hechos aclararía
su valoración de las pruebas presentadas y que dicha
aclaración sería de utilidad en procedimientos posteriores que
afectasen a otros participantes en los crímenes en masa del
campo de Mauthausen. La declaración de hechos probados no
es todo lo comprensiva que habría sido de desear, pero será útil
para los tribunales que se ocupen de procesos posteriores y
eliminará la necesidad de duplicar ciertos tipos de pruebas". |24|
Con posterioridad al juicio principal de Nuremberg y al caso Altfuldisch en que
fueron condenados los 61 hombres que habían sido acusados y que estaban
vinculados de una u otra forma al campo de Mauthausen, entre el 6 y el 21 de
agosto de 1947 se celebró otro juicio conocido como "Segundo Juicio de
Mauthausen", también ante un tribunal militar estadounidense, que resultó en la
condena de 7 acusados. El caso Altfuldisch tuvo el carácter de "caso matriz"
("parent case") para toda una serie de casos subsiguientes en los que se juzgó a
otros SS y Kapos que prestaron servicio en el Campo de Mauthausen y/o en sus
subcampos. La acusación se basaba en los mismos crímenes en que se sustentó el
caso Altfuldisch y en la participación de los acusados en un "plan común" destinado
a someter a los prisioneros a "asesinatos, palizas, torturas, muerte por privación de
comida, abusos e indignidades" |25|.
Tras esta serie de procesos transcurridos entre 1945 y 1948, el 30 de octubre de
1967 un tribunal alemán de Colonia condenó a Anton Streitweiser, quien fue
comandante del subcampo de Melk, un campo satélite del campo de Mauthausen.
Fue condenado por crímenes cometidos entre 1939 y 1945 en KL Mauthausen, KL
Gusen, KL Wien-Floridsdorf y KL Wien-Mödling (Hinterbrühl). Entre los testigos que
aportaron su declaración al caso se encuentran los españoles Juan de Diego
Herranz y Antonio García Alonso.
Por tanto, la categoría 3 en que estaba catalogado el campo de Mauthausen, así
como las atrocidades perpetradas en el mismo contra los prisioneros que en él se
encontraban, incluidos los españoles, constituyen hechos probados que han
superado el principio de contradicción en varios tribunales, y que han motivado
numerosas sentencias condenatorias contra personal SS y civiles que trabajaron al
servicio del plan común con finalidad criminal que se aplicaba en el campo.
I.3.- Hechos probados en sede judicial relativos a la persecución y exterminio
de prisioneros, incluidos prisioneros españoles, en el campo de
concentración de Sachsenhausen.
El 21 de marzo de 1933, un grupo de guardias de asalto de las SA tomaron el
edificio de una fábrica en desuso en el centro de la ciudad de Oranienburg, situada
a unos 35 km. al norte de Berlín. En ese lugar se estableció el primer campo de
concentración de Prusia. El campo de concentración de Oranienburg fue lugar clave
en la persecución de la oposición durante los meses que siguieron al triunfo de los
nacional-socialistas, especialmente en la capital, Berlín. Tras el llamado "Röhmputsch" y la supresión de las SA, las SS tomaron el campo en julio de 1934 y lo
cerraron. Hasta su cierre el 13 de julio de 1934, más de 3000 personas estuvieron
presas en el campo de concentración de Oranienburg. El escritor Erich Mühsam fue
asesinado en este campo.
A diferencia del que después sería el campo de concentración de Sachsenhausen,
el de Oranienburg estaba en el centro de la ciudad, sobre la carretera principal a
Berlín, de modo que la gente del lugar y los de fuera podían ver lo que había en el
interior. A los prisioneros de les mandaba a hacer trabajos para la alcaldía a
distintos lugares de la ciudad. Los informes de prisioneros que lograron huir acerca
de los horrores en el campo eran enseguida contrarrestados por la propaganda
nacionalsocialista, que respondía con retratos idealizados de las condiciones en el
mismo.
El campo de concentración de Sachsenhausen fue construido en julio de 1936 por
equipos de prisioneros transferidos allí desde otros campos más pequeños de la
zona de Ems. Fue el primer campo creado tras el nombramiento del ReichsführerSS Heinrich Himmler como Jefe de la Policía alemana. Estaba ubicado cerca de la
central de administración de todos los campos de concentración, en Oranienburg, y
se convirtió en campo central de entrenamiento de las SS.
Lo diseñaron arquitectos de las SS como campo modelo y a modo de expresión
arquitectónica de la visión del mundo de las SS, subyugando simbólicamente a los
prisioneros al poder absoluto de las SS. En cuanto campo modelo, y dada su
ubicación tan cercana a la capital del Reich, Sachsenhausen desempeñó un papel
especial en el sistema de campos de concentración nacional-socialistas. Este
carácter se vio reforzado en 1938 cuando la Oficina de la Inspección General de
Campos de Concentración, que era la sede administrativa para todos los campos de
concentración de la esfera de influencia alemana, fue trasladada de Berlín a
Oranienburg.
Más de 200.000 personas estuvieron prisioneras en al campo de concentración
Sachsenhausen entre 1936 y 1945. Los primeros prisioneros eran en su mayoría
opositores políticos al régimen nacionalsocialista. Más tarde fueron también
enviadas a este campo personas pertenecientes a grupos definidos por los nacionalsocialistas como racial o biológicamente inferiores. También llegaron a este campo,
desde 1939, un gran número de nacionales de los territorios ocupados del Este.
Entre otros convoyes, en agosto de 1941 llegaron en tren a Sachsenhausen 18.000
prisioneros de guerra soviéticos, que fueron conducidos en masa hasta una zona
abierta exterior cercana al crematorio y asesinados. Decenas de miles de
prisioneros murieron de hambre, enfermedades, trabajos forzados y malos tratos, o
fueron víctimas del programa de exterminio sistemático de las SS. Miles de
prisioneros murieron a finales de abril de 1945 en las marchas organizadas para
evacuar el campo. En 1944, el 90% de los prisioneros eran de origen extranjero, la
mayoría de la entonces Unión Soviética y de Polonia.
El campo fue liberado el 22 de abril de 1945 por la unidad 47ª del ejército soviético y
la 2ª División de Infantería polaca.
El 23 de octubre de 1947, el Comandante del campo Anton Kaindl fue enjuiciado
ante un Tribunal Militar Soviético, en Berlín, junto a 15 hombres más implicados en
las atrocidades del campo, entre ellos, el segundo y tercer jefe del campo, el director
de la prisión, el médico principal, varios jefes de barracón y un antiguo prisionero. A
este juicio se le conoce como el "juicio de Berlín".
El juicio concluyó el 31 de octubre de 1947 con la condena de los 15 acusados. Una
copia certificada del original de esta sentencia se adjunta como Documento No. 8 a
la presente querella. A continuación reproducimos una traducción no oficial al
español del texto completo de esta sentencia, en donde se relatan los hechos que el
tribunal consideró probados, así como la caracterización penal de los mismos, la
cual se basa para los 16 acusados en los incisos b) y c) del Artículo II de la Ley 10
del Consejo Aliado de Control, esto es, en la comisión de crímenes de guerra y de
crímenes contra la humanidad. Respecto de aquellos de los acusados que eran
miembros de las SS, 13 en total, el Tribunal les condena además en aplicación del
inciso d) del Artículo II de la Ley 10, es decir, por "d) Pertenencia a los grupos u
organizaciones declarados criminales por el Tribunal Militar Internacional", ya que
las SS fueron declaradas como tal por el Tribunal de Nuremberg:
SENTENCIA
En nombre de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
desde el 23 hasta el 31 de octubre del año 1947
EL TRIBUNAL MILITAR de las tropas soviéticas de ocupación en Alemania,
en sesión pública celebrada en la ciudad de Berlín, conformado de la
siguiente manera:
Preside:
Coronel de la Justicia Mayorov N.Ia.
Miembros del Tribunal:
Teniente-Coronel de la Justicia Klimovich S.D.
Teniente-Coronel de la Guardia de la Justicia Zvonarev V.A.
En presencia del Secretario Mayor de la Guardia de la Justicia
Kamiyshanski M.A.
Se examinó el caso objeto de acusación con la participación de la
Fiscalía del Estado representada por el Consejero de Justicia en
Segunda Clase Belaev F.A. y los abogados de la defensa Kaznacheev
S.K., Belov N.P., Chizov K.D., Gavrilov V.N., Sivorenko N.T., se
conoció del expediente de acusación relativo a los ex directivos y
administradores del Campo de Concentración SS de Sachsenhausen:
1. Comandante del Campo de Concentración Kaindl Antón, nacido en
1902, en la ciudad de Munich, alemán, ex miembro del NSDAP desde
1937, perteneciente a las unidades de las SS desde 1935, división
"Totenkopf" (Calavera), con grado de Standartenführer SS.
2. Segundo jefe del Campo de Concentración Hohn August, nacido en
1904, alemán, ex miembro del NSDAP desde 1938, perteneciente a
las unidades de las SS desde 1933, con el grado de Untersturmführer
SS.
3. Tercer Jefe del mismo campo de concentración Corner Michail,
nacido en 1914, alemán, ex miembro del NSDAP desde 1932,
perteneciente a las unidades de las SS desde 1937, con el grado de
Obershturmführer SS.
4. Director de la prisión del mismo Campo de Concentración Eccarius
Kurt, nacido en 1905, alemán, ex miembro del NSDAP desde 1932,
perteneciente a las unidades de las SS desde 1933, con el grado de
Hauptscharführer SS.
5. Médico principal del Campo de Concentración, Baumkotter Heinz,
nacido en el año 1912, alemán, médico al servicio de las SS desde
1939, con el grado de Hauptscharführer SS.
6. Jefe del Servicio de Repartición de Mano de Obra del Campo de
Concentración, Rehn Ludwig. Nacido en el año 1910, alemán,
miembro del NSDAP desde 1936, perteneciente a las unidades de las
SS desde 1939, con el grado de Untersturmführer SS.
7. Director de la filial del campo adscrita a la fábrica de ladrillos
"Klinkerwerk", Fresemann Heinrich, nacido en el año 1914, alemán,
miembro del NSDAP desde 1937, perteneciente a las unidades de las
SS desde 1935, con el grado de Oberscharführer SS.
8. Encargado de Registro Sorge Gustave, nacido en el año 1914,
alemán, miembro del NSDAP desde 1931, perteneciente a las
unidades de las SS desde 1934, con el grado de Hauptscharführer SS.
9. Blockführer [Jefe de Barracón] Schubert Wilhelm, nacido en el año
1917, alemán, miembro del NSDAP desde 1938, perteneciente a las
unidades de las SS desde 1936, con el grado de Oberscharführer SS.
10. Blockführer [Jefe de Barracón] Knittler Martin, nacido en el año
1916, alemán, miembro del NSDAP desde 1937, perteneciente a las
unidades de las SS desde 1936, con el grado de Oberscharführer SS.
11.Blockführer [Jefe de Barracón] Ficker Fritz, nacido en el año 1913,
alemán, miembro del NSDAP desde 1937, perteneciente a las
unidades de las SS desde 1937, con el grado de Oberscharführer SS.
12. Blockführer [Jefe de Barracón] Saathoff Menne, nacido en el año
1914, alemán, miembro del NSDAP desde 1940, perteneciente a las
unidades de las SS desde 1934, con el grado de Oberscharführer SS.
13. Blockführer [Jefe de Barracón] Hempel Horst, nacido en el año
1910, miembro del NSDAP desde 1937, perteneciente a las unidades
de las SS desde 1937, con el grado Unterscharführer SS.
- Por la comisión de los crímenes contemplados en los incisos b), c) y
d), apartado 1º del artículo II de la Ley Nº 10 del Consejo de Control en
Alemania, de 20 de diciembre de 1945, sobre Castigo de los Culpables
de Crímenes de Guerra, Crímenes contra la Paz y Crímenes contra la
Humanidad.
14. Jefe del Servicio de Pruebas de Calzado, Brennscheidt Ernst,
nacido en el año 1917, original de la ciudad de Zentzburg, en Prusia
Oriental, alemán con diploma universitario, civil.
15. Verdugo del campo, Sakowski Paul, nacido en el año 1920, original
de la ciudad de Breslau, alemán.
16. Capataz del Crematorio, Zander Kart, nacido en el año 1887,
original de Brandeburgo, alemán.
- Por la comisión de los crímenes contemplados en los incisos b) y c),
apartado 1º del artículo II de la Ley Nº 10 del Consejo de Control en
Alemania, de 20 de diciembre de 1945, sobre Castigo de los Culpables
de Crímenes de Guerra, Crímenes contra la Paz y Crímenes contra la
Humanidad.
Habiendo analizado y verificado los materiales objeto de la instrucción
preliminar reunidos para el caso, las declaraciones de los testigos, la
documentación [disponible], las conclusiones de los expertos,
habiendo examinado las pruebas materiales, habiendo escuchado los
argumentos de la Fiscalía del Estado y de la defensa, las
explicaciones y la última palabra de los acusados, el Tribunal Militar
ESTABLECE
Habiendo tomado el poder en sus manos, el Gobierno Fascista
Hitleriano del Estado Alemán desarrolló un plan masivo de destrucción
física de todos los elementos antifascistas opuestos al régimen.
Para la realización de este plan delictivo se construyeron campos de
concentración SS en distintos puntos de Alemania. Habiendo iniciado
una guerra de conquista, los hitlerianos, sin respetar las normas del
derecho internacional, deportaron masivamente ciudadanos y
prisioneros de guerra desde los territorios ocupados, con la finalidad
de eliminarlos usando tácticas especiales de destrucción masiva.
Uno de los primeros de estos campos fue el campo de exterminio de
Sachsenhausen, situado en Oraniemburg, que resultó ser un campo
en donde se practicaron los métodos más perversos y atroces propios
de la actividad criminal del Gobierno fascista de Alemania, tendentes a
la destrucción masiva de personas, especialmente de prisioneros del
ejército soviético y de ciudadanos deportados de los territorios
ocupados por los nazis, de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas y de otros países eslavos.
En el campo de Sachsenhausen, que se encontraba bajo el mando
directo del Reichsführer SS Heinrich Himmler, fueron internados
alemanes antifascistas, ciudadanos deportados de los países
ocupados por el ejército fascista, soldados y oficiales hechos
prisioneros [procedentes] de los países agredidos por Alemania,
religiosos, científicos y otros intelectuales, mujeres, [ilegible], y niños
de 47 nacionalidades.
El número de personas detenidas llegó a 70.000, y se calcula que
pasaron por el campo más de 200.000 personas. Al ingresar al campo
eran despojadas de sus pertenencias. Se les asignaban números que
les eran marcados en el cuerpo con soluciones químicas especiales.
En este campo de la muerte, según los datos disponibles, padecieron
estos métodos inhumanos alrededor de 100.000 personas.
Además, como en el campo Sachsenhausen únicamente se lograba
exterminar una parte de los prisioneros, unas 26.000 personas fueron
trasladadas a Dachau, Auschwitz, Majdanek y otros campos de la
muerte.
En otoño de 1941 fueron llevados a Sachsenhausen 18.000
prisioneros de guerra soviéticos, y allí todos encontraron la muerte.
Los métodos usados para el exterminio de prisioneros en el campo de
Sachsenhausen fueron: horca fija y móvil, cámara de gas y vehículos
[con función de cámara] de gas, horno crematorio fijo y móvil, vapor
mortal en cámaras especiales [ilegible], distintos venenos inyectados o
administrados en la comida, "tir", cámaras especiales donde se
efectuaban ejecuciones mediante balas que explotan dentro [del
cuerpo], liberando sustancias químicas, preparados para
medicamentos, operaciones quirúrgicas de carácter criminal a modo
de experimento sobre los prisioneros.
En el campo [de Sachsenhausen] se recurrió también al trabajo
forzado y a la gimnasia como método de exterminio, sometiendo a los
prisioneros a agotamiento físico mediante ejercicios y marchas hasta
la muerte. Otros procedimientos empleados consistieron en la
privación de alimentos, la exposición al frío, la carencia de vestimenta
y de asistencia médica, la represión por cualquier causa o sin causa
alguna, las torturas de carácter sádico, como por ejemplo, rociar con
agua fría a los prisioneros durante el invierno o amarrarlos a una
cadena en una celda, impidiéndoles el sueño y el movimiento, o
caminar dando vueltas con pesos de hasta 40 kilogramos a la espalda,
o colgamientos de manos hasta perder el conocimiento, [obligación de
estar] de pie sin moverse, en posición firme, durante nueve o diez
horas y bajo la nieve o lluvia, etc.
El edificio del crematorio se componía de una habitación donde se
examinaba a los prisioneros antes de ser asesinados, de la habitación
de ejecuciones, donde se les ejecutaba de un disparo en la nuca a
través de un agujero, de la cámara de gas, de un recinto donde se
apilaban los cadáveres y se extraían los dientes, y de los hornos
crematorios.
[Ilegible]
Con la liberación del campo Sachsenhausen recobraron la libertad
aproximadamente 45.000 prisioneros que se encontraban en un
deplorable estado a la espera de ser eliminados.
El Tribunal Militar halló culpable a cada uno de los acusados en
base a lo siguiente:
1. Kaindl, en su condición de comandante del campo Sachsenhausen
desde agosto de 1942. hasta abril de 1945, y en cuanto organizador
de asesinatos masivos de prisioneros a través de métodos de
ejecución mediante bala, horca, envenenamiento con gases tóxicos,
inyecciones letales y otras modalidades.
Siguiendo sus deseos personales y bajo su dirección, en el campo de
concentración de Sachsenhausen fueron asesinados 42.000
prisioneros, transformándose este campo en un campo de la muerte.
De conformidad con sus deseos y órdenes personales, en otoño de
1943 en el campo de concentración de Sachsenhausen se construyó
una cámara de gas destinada al asesinato masivo de prisioneros
mediante la utilización de gases del tipo ácido cianhídrico (prúsico),
ciclón A.
En otoño de 1942 Kaindl ordenó al doctor Vitman la realización de
experimentos en dos soldados soviéticos para probar el accionar de
nuevas formas de granadas. En su presencia, las granadas fueron
arrojadas al recinto donde se encontraban estos soldados.
Kaindl ejecutó a más de 5.000 prisioneros que llegaron al campo de
concentración desde Berlín. A su llegada en 1942 fueron ahorcados
cuatro militares soviéticos en presencia de otros detenidos. En 1945
fue ahorcado en las puertas del campo un ucraniano. Kaindl presentó
a Himmler, en persona, el ahorcamiento público de 20 detenidos. En
1944 Kaindl ordenó al acusado Hohn el fusilamiento de 27 detenidos
alemanes antifascistas.
Kaindl estableció en el campo de Sachsenhausen y sus filiales
regímenes inhumanos de insoportables trabajos forzados, de hambre y
de torturas, implementados por todo el personal del campo y, como
consecuencia de los mismos, murieron miles de detenidos. Bajo sus
órdenes, en el período de 1942 a 1945, 26.000 prisioneros fueron
enviados a otros campos de concentración.
A comienzos de febrero de 1945 organizó exterminios masivos de
prisioneros del campo. En febrero y marzo de 1945, bajo sus órdenes
y mediante distintos métodos y procedimientos, fueron asesinados
5.000 prisioneros de diferentes nacionalidades, más de 16.000
prisioneros fueron enviados para su exterminio a los campos de
Bergen- Belsen, Mauthausen y otros. En abril de 1945, con el avance
del ejército soviético, Kaindl envió 45.000 prisioneros al puerto de
Lübeck con el propósito de subirles en embarcaciones y hundirles en
el mar. Los que en el camino hacia el puerto se quedaban atrás,
fueron fusilados. De esta forma, el recorrido quedó sembrado de
cadáveres de detenidos. El ejército soviético logró sin embargo impedir
este mórbido plan, logrando librar de la muerte a decenas de miles de
prisioneros del fascismo destinados a una muerte segura.
2. Hohn - [Hallado culpable] en su condición de Segundo Jefe del
campo de concentración S desde el otoño de 1943 hasta abril de
1945, habiendo sido organizador y partícipe directo de asesinatos
masivos y torturas de prisioneros.
Fusiló personalmente a más de 300 detenidos ciudadanos soviéticos.
A principios de 1944 bajo su mando fueron fusilados 6 ciudadanos
soviéticos y polacos. En el verano de 1944 fusiló a 8 personas,
quienes luego fueron cremadas. Organizó y fue partícipe de casi todos
los casos de ahorcamiento. En su condición de jefe también se
ocupaba de la asfixia de prisioneros en la cámara de gas. Envenenó
personalmente a 50 prisioneros y ahorcó a 40.
En 1944 envenenó personalmente en la cámara de gas a 17
franceses, checos, y prisioneros de otras nacionalidades deportados al
campo desde la Gestapo de Berlín. En mayo de 1944 organizó y fusiló
personalmente a 27 antifascistas alemanes. En 1945 comandó la
ejecución de 5 prisioneros de guerra marines ingleses, de 20
luxemburgueses, de un grupo de prisioneros polacos y de personas de
otras nacionalidades. En febrero de 1945 ordenó una selección de
prisioneros para que fueran exterminados y se puso a la cabeza de un
grupo de verdugos que asesinó a 5.000 prisioneros, de entre los
cuales 142 personas fueron matadas por él personalmente. Dirigió
igualmente la selección de 16.000 prisioneros que fueron trasladados
a otros campos de la muerte para su exterminio. También participó en
la organización del traslado de 45.000 prisioneros al puerto de Lübeck
para su ahogamiento en el mar y fusiló a 120 prisioneros de este
grupo, que se habían quedado atrás en el trayecto por sus deplorables
condiciones físicas.
Participó en los criminales experimentos que resultaron en la muerte
de muchos prisioneros.
3. Corner - desempeñó el cargo de Tercer Jefe del campo; fue
organizador y partícipe directo de asesinatos masivos y torturas
[dirigidos] contra los prisioneros del campo de Sachsenhausen. Desde
principios de octubre de 1944 hasta abril de 1945 ahorcó
personalmente a 13 prisioneros y fusiló a 222. Co-organizó y dirigió
apaleamientos públicos, torturas de los prisioneros en postes,
mediante dislocamiento de brazos, en el potro y otros métodos de
torturas que ocasionaban la muerte de los prisioneros.
Durante la noche del 1 de febrero de 1945 participó en el fusilamiento
de 130 personas.
En febrero de 1945 seleccionó y deportó a 16.000 prisioneros hacia
otros campos de concentración para su exterminio y 45.000
prisioneros al puerto de Lübeck para ser ahogados.
4. Eccarius - desempeñó el cargo de Director de la prisión del campo
de Sachsenhausen. En el otoño de 1941 participó en el asesinato de
más de 18.000 prisioneros de guerra soviéticos. En los años siguientes
participó en el fusilamiento sistemático, ahorcamiento y exterminio en
la cámara de gas de ciudadanos soviéticos llegados al campo desde la
Gestapo de Berlín y el SD, pero también del mismo campo. Eccarius
fusiló personalmente a un austríaco demócrata organizando a modo
de provocación la ficticia fuga de este prisionero. Eccarius reforzó
intencionalmente el régimen de detención, que ya era insoportable, de
los religiosos que estaban en prisión, lo cual resultó en la muerte de
200 de ellos. Una parte de los religiosos, con la participación de
Eccarius, fueron asesinados en el campo, y 527 católicos fueron
deportados a Dachau para ser exterminados. En 1942 intervino en el
fusilamiento de dos teólogos alemanes de nombres Weies y Pribold.
En febrero de 1945 participó en el fusilamiento del prisionero inglés
Capitán Kumerley y de 4 soldados. Este mismo día participó en el
fusilamiento del capitán del ejército polaco Kuncewich, y de un
miembro del partido comunista alemán, Konen. Condujo
personalmente al crematorio para su eliminación a los prisioneros de
guerra del ejército inglés Growelicus y Zutin, así como al noruego
Pernilien.
En abril de 1942, un grupo de prisioneros holandeses fue transferido
de la prisión al campo principal y fueron eliminados por órdenes de
Eccarius.
Eccarius ponía a los prisioneros en celdas sin camas ni luz, dándoles
una comida caliente cada tres días y amarrándoles con cadenas al
suelo, de formal tal que se les vedaba cualquier posibilidad de
movimiento y sueño. Ordenaba rociarles con agua fría y apagar la
calefacción en época de invierno. Torturaba a los prisioneros por
cientos.
De este modo conducía a los prisioneros a estados de enajenación y
muerte.
5. Baumkötter - desde noviembre de 1942 se desempeñó como
médico del campo de Sachsenhausen. Practicaba en el campo
experimentos criminales, eliminando a los prisioneros de esta forma.
50 prisioneros que ya no podían trabajar en la fábrica de aviones
Heinkel fueron conducidos a la enfermería. Les pidió que se
desvistieran, se les ofreció una vacuna que les fue inyectada y como
consecuencia de la cual muchos murieron
En el año 1942, en la enfermería del campo se realizaron
experimentos quirúrgicos en detenidos sanos. También se llevó a cabo
contaminación de sangre para causar septicemia y después investigar
la efectividad de nuevos preparados antisépticos. De 25 personas que
sirvieron para el experimento, 18 fallecieron y otras quedaron
inválidas.
En el verano de 1943 experimentó en prisioneros sanos un
medicamento que ralentizaba el ritmo cardíaco. En 1944 fueron
sometidas a experimentos 6 niñas con edades comprendidas en los 8
y los 14 años. Las infectó con hepatitis infecciosa a fin de probar en
ellas nuevos tratamientos para la enfermedad.
En 1944, en presencia de Baumkötter, un especialista en química de la
policía, Hatman, experimentó en prisioneros la acción de nuevos tipos
de venenos. Este mismo año empleó fósforo líquido para quemar a los
prisioneros y examinar después las cualidades curativas de nuevas
pomadas. Junto a otros científicos investigó en cuatro prisioneros
ciudadanos soviéticos y polacos los efectos producidos en el
organismo por balas envenenadas: al cabo de unos minutos esas
personas fallecieron.
Baumkötter, o bien siguiendo sus órdenes alguno de sus
subordinados, participó en todos los casos de asesinato de
prisioeneros que se produjeron en su servicio.
Baumkötter contribuyó con [los restantes encargados de] la
administración del campo a la creación de un régimen insoportable
causante de muertes masivas y no sólo nunca brindó la ayuda médica
necesaria, sino que se burlaba de los prisioneros que necesitaban tal
ayuda.
Baumkötter, a través de la falsificación de actas y de certificados de
defunción ocultó las verdaderas causas de fallecimiento de los
prisioneros, así como el número de víctimas. De este modo, el 15 de
febrero de 1945, por sugerencia de Kaltenbrunner, quien resultó
condenado por el Tribunal de Nuremberg, un científico botánico
alemán de nombre Helmut Schat fue fusilado en el crematorio de
Sachsenhausen. Baumkötter certificó que su muerte se debió a un
catarro intestinal.
Baumkötter realizaba la selección sistemática de detenidos y les
enviaba a la muerte una vez que éstos ya no podían trabajar. Así,
envió a la muerte a otros campos de exterminio a más de 26.000
prisioneros.
6. Rehn - desempeñó el cargo de Jefe de mano de obra en el campo
de Sachsenhausen. Fue uno de los organizadores del régimen de
trabajos forzosos insufribles, llevando a los prisioneros al agotamiento
físico y la muerte.
Rehn participó en la organización de batallones disciplinarios y en
esos batallones las condiciones eran tan inhumanas y mortalmente
fatigantes, tan arbitrarias y con tales torturas, que en poco tiempo los
detenidos se convertían en inválidos. Cada día morían de esta forma
entre 12 y 15 personas. Muchos de ellos terminaban suicidándose,
enloquecían y acababan arrojándose a los vigilantes para que éstos
les ejecutaran. Sometía a los detenidos, personalmente, a
estiramientos en el potro.
Rehn enviaba a los prisioneros al comando de "corredores" y mandaba
exterminar a los agotados. Participó en la ocultación del número de
personas torturadas y eliminadas. Participó junto a los demás en la
selección y deportación de prisioneros a otros campos y al puerto de
Lübeck para ser ahogados en el mar y fusiló a los que se quedaban
atrás en la marcha organizada para la evacuación del campo.
7. Fresemann - en su condición de Director de la filial del campo
adscrita a la fábrica de ladrillos "Klinkerwerk" estableció un régimen de
trabajos forzados y de torturas para los prisioneros. Las normas y la
duración de la jornada de trabajo eran insoportables. Los detenidos
pasaban hambre. Como consecuencia de este régimen los prisioneros
se convertían muy pronto en inválidos. Diariamente retiraban grupos
de 25 prisioneros y luego los eliminaban. Fresemann fusiló a un piloto
americano cautivo que hizo un aterrizaje de emergencia en las
cercanías de Klinkerwerk. A fin de borrar las huellas de sus crímenes
hundió tres barcazas con los restos que quedaron de cuerpos
humanos tras haber sido cremados.
Al acompañar a una de las columnas al puerto de Lübeck para el
hundimiento en el mar de los prisioneros, realizó fusilamientos masivos
durante la marcha.
En febrero de 1945 envió a 300 prisioneros de guerra al campo
Sachsenhausen para su exterminio.
8. Sorge - en su condición de encargado de registro (Raportführer) del
campo de Sachsenhausen, en el otoño de 1941 participó en el
asesinato de más de 18.000 prisioneros de guerra soviéticos y durante
los años siguientes, personalmente, fusiló, ahorcó y asfixió en la
cámara de gas, de manera sistemática, a ciudadanos soviéticos que
habían sido transferidos al campo desde la Gestapo de Berlín y el SD,
así como del mismo campo de Sachsenhausen.
Desde diciembre de 1941 y hasta mayo de 1942 fusiló a 25
prisioneros, de los cuales 16 eran ciudadanos soviéticos. Sorge
participó en la práctica de torturas y en asesinatos, y marcaba a los
[prisioneros] soviéticos con una solución química especial.
En mayo de 1942, participó personalmente en el fusilamiento de
ciudadanos holandeses. En diciembre de 1942 participó en el
gaseamiento de un grupo de niños y de mujeres en la cámara de gas.
Bajo sus órdenes se torturó a un investigador [ilegible]. Bajo sus
órdenes se torturaba sistemáticamente a los prisioneros extrayéndoles
los dientes y golpeándoles los oídos hasta reventarles el tímpano.
Participaba en ahorcamientos, en las torturas en el potro y en todas las
otras formas de tortura.
En 1942, 28.000 prisioneros fueron dejados sin cenar y sin dormir toda
una noche, en el frío, y por la mañana fueron enviados a trabajos
forzados. En 1941 torturó durante una hora a 30 prisioneros en los
postes, con las manos amarradas atrás, y luego les colocó en el potro,
propinando de 25 a 30 latigazos a cada prisionero.
Mantenía personalmente a los prisioneros en "posición de firme" de 9
a 10 horas bajo la lluvia o la nieve; los prisioneros que no lo
aguantaban eran enviados a los baños, donde se les condenaba a una
cruel muerte. De esta forma morían 20 personas todos los días.
Participó en la simulación del número de prisioneros eliminados y de la
causa de su muerte.
9. Schubert - en su condición de Blockführer [Jefe de Barracón] en el
campo de Sachsenhausen, participó en 1941 en el asesinato de
18.000 prisioneros de guerra soviéticos y en los años siguientes
participó sistemáticamente en los fusilamientos, ahorcamientos y
asesinatos en la cámara de gas de ciudadanos soviéticos. Fusiló
personalmente a 630 personas, participó en el fusilamiento de 33 y en
el ahorcamiento de 12 ciudadanos polacos. Como Jefe de Barracón,
contribuyó a crear las condiciones que llevaron a la muerte a 1.300
ciudadanos polacos en el transcurso de seis meses, entre los cuales
se encontraban sacerdores católicos, científicos y estudiantes.
Fue condecorado por sus acciones criminales con la Cruz de Hierro y
enviado de vacaciones al balneario de Sorrento en Italia.
10. Knittler - en su condición de Blockführer [Jefe de Barracón] en el
campo SS de Sachsenhausen, en otoño de 1941 participó en el
asesinato de 18.000 prisioneros de guerra soviéticos, 50 de los cuales
ejecutó personalmente. Por esto fue condecorado y enviado de
vacaciones al balneario de Sorrento en Italia.
Bajo su mando se torturaba y humillaba a los prisioneros, en particular,
se les colgaba de postes con las manos amarradas a ellos y cuando
se les soltaba de los postes se les obligaba a lamer del suelo su propia
sangre. En diciembre de 1941 participó en el colgamiento de 30
prisioneros de los postes, y luego los torturó en el potro. Antes de su
nombramiento en el campo de Sachsenhausen trabajó en el campo de
Mittelbau, donde participó en ejecuciones en más de una ocasión.
11. Ficker - en su condición de Blockführer [Jefe de Barracón] en el
campo de Sachsenhausen, participó en el exterminio de prisioneros. El
30 de abril de 1942 participó en la ejecución de un grupo de
prisioneros holandeses. Torturaba y golpeaba sistemáticamente a los
prisioneros judíos; los metía en una habitación especial donde durante
horas tenían que permanecer sentados en cuclillas y con las manos
dobladas sobre el vientre.
También participó en las torturas consistentes en colgamientos de los
postes, siendo los prisioneros después golpeados y enviados a
batallones disciplinarios en donde tenían que trabajar de pie con el
agua hasta las rodillas en cualquier época del año. Como
consecuencia, 15 personas morían a diario y muchos prisioneros se
arrojaban sobres los guardias para que éstos les mataran. Otros
prisioneros eran enviados por Ficker a la "Plaza de Armas", donde se
los mantenía en posición de firme sosteniendo peso en la espalda,
bajo la lluvia o la nieve, durante 9-10 horas. A quienes no lo
soportaban se les conducía a los baños y de este modo se les
condenaba a una cruel muerte.
12. Hempel - en su condición de Blockführer [Jefe de Barracón] y
escribano en la oficina del campo de Sachsenhausen, en otoño de
1941 participó en el asesinato de 18.000 prisioneros de guerra
soviéticos, por lo que fue condecorado y enviado de vacaciones al
balneario de Sorrento en Italia. En 1944 participó en la ejecución de 6
detenidos ciudadanos polacos transferidos al campo desde la Gestapo
de Berlín. En el verano de 1944 envió a 8 detenidos desde el campo al
crematorio, entre ellos 4 ciudadanos soviéticos, y participó en la
eliminación de sus cuerpos. En diciembre de 1944 participó en el
colgamiento de 3 ciudadanos soviéticos, y en marzo de 1945 envió al
crematorio a 35 mujeres soviéticas y polacas, y participó en su
exterminio.
El 8 y 9 de febrero participó en el asesinato de 400 judíos que habían
sido trasladados al campo de Sachsenhausen desde el sub-campo de
"Lieberose".
Hempel participó en colgamientos en los postes, en diferentes torturas
y vejámenes [infligidos] a los detenidos.
13. Saathof - en su condición de Blockführer [Jefe de Barracón] en el
campo de Sachsenhausen, participó en la ejecución de un grupo de
prisioneros holandeses, en la flagelación a 1.000 prisioneros en el
potro, en el colgamiento en los postes de 600 prisioneros, en el envío
de prisioneros a los batallones disciplinarios y en las torturas
practicadas en estos batallones.
Todos los delitos anteriormente enumerados y cometidos por los
acusados: Kaindl, Hohn, Corner, Eccarius, Baumköfter, Rehn,
Fresemann, Sorge, Schubert, Knittler, Ficker, Hempel y Saathoff, se
hallan contemplados en los incisos b), c), y d), apartado 1º del artículo
II de la Ley Nº 10 del Consejo de Control en Alemania, de 20 de
diciembre de 1945, sobre Castigo de los Culpables de Crímenes de
Guerra, Crímenes contra la Paz y Crímenes contra la Humanidad
14. Brennscheidt - en su condición de Jefe del Servicio de Control de
Pruebas de Resistencia del Calzado para la Tropa del campo de
Sachsenhausen, organizó el "Comando de Corredores", cuya finalidad
era torturar a los prisioneros, conduciéndoles a condiciones físicas
deplorables y ulteriormente a la muerte. En este "Comando" se
encontraban prisioneros de distintas nacionalidades, pero en su
mayoría lo conformaban de ciudadanos soviéticos. En 1944 fueron
ejecutados 3 marines ingleses que pertenecían a este comando.
Brennscheidt torturaba sistemáticamente a los detenidos del comando
de corredores. Les obligaba a correr con un gran peso a las espaldas y
zapatos estrechos, siguiendo un recorrido previsto a estos efectos;
tenían que alinearse en filas de 5 personas y a hacer 40 kilómetros, y
quienes se salían de la línea o se retrasaban, o no mantenían el paso,
o no respetaban la distancia, eran golpeados y les echaban los perros.
15. Sakowski - en su condición de verdugo del campo de
Sachsenhausen participó en todos los preparativos de ejecuciones que
tuvieron lugar en el campo y en el exterminio sistemático de detenidos.
Sakowski, junto al acusado Zander, incineró en el crematorio los
cadáveres de 14.000 prisioneros de guerra y ciudadanos soviéticos
que habían sido fusilados. Él era el encargado de la preparación de los
patíbulos, y colgaba a los prisioneros en público. Formó parte de
pelotones de ejecución de prisioneros de guerra holandeses y de 250
judíos traídos desde Checoeslovaquia; realizó ahorcamientos en los
postes, amarramiento de manos y torturas en el potro, donde [los
prisioneros] eran flagelados, y otros métodos de tortura aplicados en el
campo y en la prisión; extraía de las bocas de los prisioneros muertos
las coronas dentales y las prótesis.
16. Zander, en su condición de Blockführer [Jefe de Barracón] y de
Capataz del crematorio del campo de Sachsenhausen, en septiembre
de 1941 participó en el asesinato de 18.000 personas y participó en la
incineración de 14.000 cadáveres de prisioneros de guerra y
ciudadanos soviéticos. Participó, en julio de 1942 y en agosto de 1943,
en el ahorcamiento público de 6 prisioneros ciudadanos soviéticos. En
1945 participó en el fusilamiento de 5 prisioneros ingleses y del grupo
de prisioneros holandeses.
Todos los delitos anteriormente enumerados y cometidos por los
acusados: Brennscheidt, Sakowski y Zander, se hallan contemplados
en los incisos b) y c), apartado 1º del artículo II de la Ley Nº 10 del
Consejo de Control en Alemania, de 20 de diciembre de 1945, sobre
Castigo de los Culpables de Crímenes de Guerra, Crímenes contra la
Paz y Crímenes contra la Humanidad.
De conformidad con el apartado 2º y el inciso b) del apartado 3º del
artículo II de la Ley Nº 10 del Consejo de Control en Alemania, de 20
de diciembre de 1945, sobre Castigo de los Culpables de Crímenes de
Guerra, Crímenes contra la Paz y Crímenes contra la Humanidad, el
TRIBUNAL MILITAR
CONDENA A
Kaindl Antón, Hohn August, Corner Michail, Eccarius Kurt, Baumkötter
Heinz, Rehn Ludwig, Fresemann Heinrich, Sorge Gustave, Schubert
Wilhelm, Knittler Martin, Ficker Fritz, Hempel Horst, Saathoff Menne y
Sakowski Paul a cadena perpetua con trabajos forzados, a
Brennscheidt Ernst y a Zander Kart a 15 años de prisión con trabajos
forzados a cada uno de ellos.
El inicio de la pena comienza para Zander Kart a partir del 3 junio de
1945 y para Brennscheidt Ernst el 4 de junio de 1945.
Esta condena es firme y no puede ser apelada.
Las siguientes palabras "miembro" y "acusación" que han sido
tachadas, no han de ser tenidas en cuenta, y las palabras añadidas
"servicio", "eslavos", "acusados", "Gestapo", "médico", "enfermos" y
"apartado 3º", son válidas.
El Presidente:
Coronel de la Justicia Mayorov N.Ia.
Los miembros del Tribunal:
Teniente-Coronel de la Justicia Klimovich S.D.
Teniente-Coronel de la Guardia de la Justicia Zvonarev V.A. |26|
Una descripción cualificada del campo de Sachsenhausen es la proporcionada por
el perito y experto en la Alemania nacional-socialista, Dr. Charles W. Sydnor en el
marco del procedimiento de desnaturalización que se ha seguido en los Estados
Unidos contra Michael Negele, un guarda integrante de las Unidades de las SS
conocidas como Totenkopf y que prestó servicios en el campo de concentración de
Sachsenhausen y en el gueto de Theresienstadt.
El Tribunal de Distrito para el Distrito Este de Missouri, el 20 de julio de 1999 revocó
la orden de naturalización de 9 de septiembre de 1955, y el correspondiente
certificado por el que se concedía la nacionalidad estadounidense a Michael Negele.
El tribunal toma el contexto de los hechos a partir del trabajo del perito y experto en
la Alemania nacional-socialista, Dr. Charles W. Sydnor. Sus credenciales
impresionan, existiendo solamente seis o siete personas en los Estados Unidos que
cuentan con la cualificación académica especializada del Dr. Sydnor, tal y como
pone de manifiesto este Tribunal de Distrito en el marco de uno de los numerosos
casos en los que ha aportado su conocimiento científico en la materia. |27|
Dice literalmente ese Tribunal de Distrito lo siguiente acerca del campo de
Sachsenhausen:
"Sachsenhausen fue uno de los campos de concentración
permanentes construidos originalmente en Alemania después
de julio de 1934. Los otros grandes campos de concentración
ubicados en Alemania eran Dachau, Buchenwald, Ravensbruck
y Mauthausen. Cerca del campo de concentración de
Sachsenhausen existió antes un centro de detención ad hoc
sobre los mismos terrenos, conocido como Oranienburg. Un
mes después de ascender al poder en Alemania, en enero de
1933, Hitler convenció al Presidente de la República de Weimar
para que firmase un decreto de excepción suspendiendo los
derechos civiles contemplados en la Constitución. Los nazis
obtuvieron autorización para encarcelar a sus opositores
políticos. Uno de los emplazamientos más convenientes de que
disponían eran las instalaciones situadas a unos treinta
kilómetros al norte de Berlín, en la ciudad de Oranienburg. Una
alambrada de espino rodeaba un recinto industrial que
albergaba empresas y almacenes. En julio de 1934, pasó a ser
considerado como campo de concentración permanente
incorporado a la oficina para la Inspección de Campos de
Concentración de las SS, y en 1936 pasó a llamarse
Sachsenhausen. Sachsenhausen fue también el lugar elegido
como sede de la Oficina del Inspector General de Campos de
Concentración, y desde julio de 1934 hasta octubre de 1939 el
Inspector General fue Theodor Eicke. Eicke fue también el
primer comandante de Dachau, campo que logró convertir en lo
que se consideraba una empresa de éxito y a partir del cual se
decidió diseñar todo el sistema de campos de concentración. Su
oficina se encontraba junto a las instalaciones de
Sachsenhausen. El campo albergaba a muchos prisioneros
políticos. Durante la década de los años 30, Eicke había
desarrollado en Dachau un sistema de clasificación para reducir
al mínimo las posibilidades de fuga de los prisioneros del
campo. Un triángulo verde definía al prisionero como
delincuente profesional. Estos eran los intermediarios de los SS,
los llamados Kapos. Eran los individuos en los que los SS
delegaban la represión de los demás prisioneros. Un triángulo
negro indicaba que el prisionero era considerado un asocial, un
distintivo morado indicaba que el individuo era un testigo de
Jehová y un triángulo rosa identificaba al individuo como
homosexual. Los prisioneros que presentaban un riesgo de fuga
llevaban una diana en sus espaldas. Los ciudadanos judíos
llevaban un triángulo amarillo. En los campos de concentración,
sólo los prisioneros judíos recibían un trato peor que los
homosexuales.
En 1939 se procedió a ampliar el sistema original con la
construcción en Polonia de los campos de Flossenburg y GrossRosen. Los campos se fueron diseñados originalmente para
recluir a prisioneros políticos, prisioneros religiosos y, en
general, toda persona considerada inaceptable para el régimen
nacionalsocialista por razones religiosas o políticas, incluidos
sacerdotes católicos, desempleados crónicos, prostitutas,
delincuentes menores, homosexuales e individuos que
pertenecieran a partidos políticos que no fueran el partido
nacionalsocialista. Se trataba, en teoría, de mantener a estas
personas tras unas alambradas para que fueran lo más
inofensivos posible y para explotar su capacidad de trabajo
durante el período de su reclusión. Cuando empezó la guerra, la
estructura del sistema de campos de concentración cambió. Los
campos originales eran utilizados por las SS para la
administración de su programa de "tratamiento especial", un
procedimiento empleado por la Gestapo para asesinar a los que
se consideraban indeseables. Un individuo que fuese
sorprendido repartiendo panfletos en Berlín, por ejemplo, podía
ser conducido como prisionero al cuartel general de la Gestapo,
detenido temporalmente e interrogado, y el jefe de la Gestapo
podía dictar una orden para que se le aplicase el tratamiento
especial. El individuo era trasladado desde Berlín a
Sachsenhausen en coche, conducido a un campo de tiro
contiguo al campo y ejecutado bien por un pelotón de guardias
de las SS o por un oficial de la Gestapo.
Tras el comienzo de la guerra, el gobierno alemán creó una
segunda categoría de campos diseñados para recluir no sólo a
prisioneros políticos y enemigos "raciales", sino a la posible
resistencia de las poblaciones nacionalistas de los territorios
ocupados por Alemania. En Polonia, además de Gross-Rosen y
Flossenburg, se creó en el Mar Báltico el campo de Stutthof,
diseñado principalmente para encerrar a los prisioneros
políticos polacos y a los miembros de la iglesia católica en
Polonia. Auschwitz albergó primero uno, luego dos, y finalmente
tres campos. El campo principal original se utilizaba para
encerrar y eliminar a las personas pertenecientes a los grupos
nacionales que podían causar problemas al Reich alemán. En
1941, las SS construyeron un segundo campo en Auschwitz, el
campo de exterminio de Birkenau, universalmente asociado con
el Holocausto. Se trataba de un gran campo de exterminio
situado dentro del complejo de Auschwitz y designado por las
SS como SS II. El tercer campo de Auschwitz era Monowitz, o
Auschwitz III, donde la empresa IG. Farben construyó una
gigantesca fábrica de goma sintética.
Los campos de concentración se incorporaron a lo que las SS
denominaban la "aniquilación a través del trabajo". Las
personas recluidas en ellos trabajaban literalmente hasta morir.
Auschwitz, Stuttthof, Gross-Rosen y todos los demás campos
que existieron durante la guerra participaron en el programa de
muerte por trabajo. Alemania podía así aprovecharse de su
trabajo a medida que los prisioneros morían lentamente. El
gobierno consideraba que eliminar sin más a los prisioneros era
un despilfarro, y que era necesario extraer todo el beneficio que
pudiera derivarse del trabajo esclavo que los prisioneros
pudieran proporcionar antes de su previsible fallecimiento. El
gobierno nazi firmó un elevado número de contratos industriales
en los que subcontrataba los pedidos empresariales de grandes
compañías alemanas con los campos de concentración que
proporcionaban trabajo esclavo. Prácticamente todas las
grandes empresas alemanas tenían contratos con las SS que
les permitían utilizar el trabajo esclavo de alguno de los
campos, entre ellas Krupp, Siemens, I.G. Farben, Volkswagen,
Daimler-Benz y Messerschmidt.
Las enormes cámaras de gas de Auschwitz se construyeron
para liquidar de manera rápida a grandes cantidades de
personas. Muchas de ellas eran asesinadas en el mismo
momento de su llegada; otras lo eran después de haber
trabajado durante un período de tiempo considerable. Tiempo
después se construyó una cámara de gas en Mauthausen, así
como diversos campos de exterminio en Treblinka, Belzec,
Sobibor y Chelmno. Se trataba de grandes instalaciones
construidas para eliminar a grandes cantidades de personas
mediante el empleo del gas, de una forma rápida y eficaz.
Sachsenhausen era considerado un campo antiguo, el campo
madre. En Sachsenhausen murieron miles de personas, pero
no de la misma manera en que lo hacían en Treblinka y otros
campos de exterminio masivo. Sachsenhausen siguió siendo
principalmente un centro del programa de aniquilación a través
del trabajo.
Los guardias de la Totenkopf custodiaban a los prisioneros de
los campos de concentración y de los guetos. Allí donde hubiera
prisioneros había también guardias de la Totenkopf. Todas las
mañanas se realizaba el recuento de prisioneros, en una plaza
del campo en que los presos de todos los barracones se
alineaban para ser contados por los jefes de bloque. El
comandante de las SS del campo tenía que quedar satisfecho
de que se había contado a todos y cada uno de los prisioneros.
Los cadáveres de quienes habían muerto durante la noche eran
sacados al exterior y colocados en el suelo de modo que
pudiesen ser físicamente contados junto con los vivos. A
continuación se dividía a los prisioneros en función del
programa de trabajo elaborado para esa jornada por el oficial de
las SS encargado de la distribución del trabajo. Este oficial
decidía cuántos hombres debían ir a la fábrica de repuestos
aeronáuticos, cuántos a probar calzado militar, cuántos a la
fábrica de ladrillos y cuántos a otros destacamentos de trabajo.
Todos los destacamentos de prisioneros iban acompañados por
un grupo de guardias. Cada grupo de quince a veinte
prisioneros era vigilado por lo general por un pequeño
escuadrón de tres a cinco guardias. Para acompañar a las
columnas de hasta 200 prisioneros que marchaban desde la
plaza central del campo se necesitaría un número mayor de
guardias. Por norma general, había un guardia por cada diez
prisioneros. A medida que la guerra fue avanzando, sin
embargo, el número de guardias disponibles disminuyó. A
finales de 1943, el número de prisioneros en Sachsenhausen
rondaba los 27.000. En 1945 era superior a los 50.000, sin que
hubiera habido un incremento correspondiente en el número de
guardias. La primera regla es que allí donde hubiera prisioneros
tenía que haber guardias; y la segunda, que todos los guardias,
en general, debían saber cómo se realizaban las distintas
labores de vigilancia del campo a diferentes horas del día y de
la noche, lo que incluía hacer guardia en las torres de vigilancia,
patrullar el perímetro del campo, vigilar los destacamentos de
trabajo y traer de vuelta al campo a los prisioneros cuando
finalizaba la jornada. Su trabajo incluía también servicios
extraordinarios, como atrapar a los prisioneros que intentaban
huir y acompañar a grupos de prisioneros desde
Sachsenhausen a otros campos de concentración, o desde
éstos a Sachsenhausen.
Los únicos que se libraban de estos trabajos eran los
especialistas más valorados de los campos: los adiestradores
de perros. La función de éstos era trabajar permanentemente
con su perro en actividades de vigilancia. Los adiestradores de
perros de las Totenkopf tenían como función vigilar en todos
aquellas situaciones en que hubiera prisioneros y, en opinión de
la administración del campo, la seguridad exigiera la presencia
de guardias con perros. Los adiestradores de perros solían
gozar de una mayor movilidad que los guardias ordinarios.
Normalmente, los adiestradores no tenían que hacer guardia
con su perro en una de las torres de vigilancia, sino que se
dedicaban a patrullar el perímetro del campo y a acompañar a
los destacamentos de prisioneros a las fábricas o a las canteras
fuera de los campos y a trasladarlos a los mismos por la tarde.
Los guardias de Sachsenhausen portaban un fúsil o una pistola
y, en algunos casos, ambos tipos de armas. A su llegada a
Sachsenhausen se les asignaban armas de fuego. El
entrenamiento de los guardias de la división Totenkopf de las
SS incluía la instrucción sobre quiénes eran los prisioneros y
por qué estaban recluidos. Los miembros del Batallón de
Guardias Totenkopf de Sachsenhausen tenían instrucciones
precisas de disparar a matar a los prisioneros en caso de que
intentaran escapar. No se preveía castigo alguno para los
guardias que disparasen a prisioneros, pero sí para el caso de
que dejasen escapar a alguno. Los guardias recibían
recompensas por disparar a los prisioneros que se fugaban.
Himmler, Oswald Pohl (jefe de la oficina administrativa y
económica principal de las SS), Richard Glucks (de la
Inspección General de Campos de Concentración) y los propios
comandantes de los campos recompensaban el entrenamiento
tanto de los perros como de los guardias. Aquellos miembros
del destacamento de guardias de las SS de un campo de
concentración que hubiesen completado el período de
instrucción básica y demostrado facilidad en el trato y manejo
de animales, o aquellos que se ofrecían como voluntarios para
ser adiestradores, pasaban por un período de prácticas como
adiestradores. El entrenamiento como adiestrador de perros
duraba aproximadamente de seis a ocho semanas. Una vez
formado, el adiestrador se convertía en responsable del
entrenamiento, salud, alimentación, limpieza y ejercicio del
animal. Se suponía que el perro sólo debía mantener un vínculo
con su adiestrador y, si algo le ocurría a éste, el animal era
descartado. Nadie podía ya trabajar con ese perro en particular
y ningún otro miembro de las SS podía utilizarlo una vez que se
le hubiera asignado un adiestrador. Aquellos hombres del
batallón de guardas de las SS que no hubieran sido asignados
a la unidad canina o no fueran adiestradores tenían prohibido el
acceso a las perreras.
En uno de los documentos capturados puede leerse que "los
perros que patrullan fuera del campo deben ser adiestrados
para que se comporten como bestias voraces, como los perros
de presa africanos" (Documento 66 del Gobierno). Los perros
estaban entrenados para intimidar y, en caso necesario, atacar
a los prisioneros, así como para localizarlos cuando trataban de
escapar. Los perros estaban adiestrados para despedazar a
quien se le ordenase salvo a su adiestrador. En caso de fuga,
los adiestradores estaban entrenados para azuzar a los perros
contra los prisioneros. Un "informe de acción" de Mauthausen
revela cómo los guardias habían soltado los perros a un
prisionero que había logrado huir durante siete horas, y cómo
éstos "le habían descuartizado". Un documento capturado de
Sachsenhausen y firmado por Arthur Libehenschel indica que
durante las labores de patrulla los perros debían acorralar y
ladrar al infractor hasta que éste alzase las manos y se
detuviese, pero que en caso de que tratase de alejarse,
escapar, atacar al perro o realizar cualquier tipo de movimiento
defensivo, el perro debía atacar y "morder sin piedad".
Los miembros del Batallón de Guardias Totenkopf de las SS en
Sachsenhausen eran responsables de la vigilancia de los
prisioneros. En todos los campos de concentración existía un
batallón Totenkopf de las SS para vigilar a los prisioneros. El
nombre del batallón Totenkopf de Sachsenhausen era SS
Totenkopfsturmbann Sachsenhausen. También se conocía
como Totenkopfwachbataillon Sachsenhausen. Ambas
denominaciones se empleaban de manera indistinta. Totenkopf
significa calavera y Wachbataillon quiere decir batallón de
guardia. Sturmbann es otra forma de decir batallón. Las
unidades Totenkopf pasaron en las oficinas de las SS por tres o
cuatro denominaciones. En 1933 se conocían como la unidad
de guardias de las SS en Dachau; a continuación se
convirtieron en las unidades Totenkopf de las SS.
Totenkopfverbaende significa literalmente en alemán "Unidad
de la Calavera". En 1938, su denominación empezó a cambiar y
pasó a llamárseles Totenkopfstandarten (es decir, Regimientos
de la Calavera). Hasta finales de 1939, cada uno de los grandes
campos de concentración disponía de un regimiento Totenkopf
de las SS completo en la unidad de guardias. Después de 1939,
con la ampliación de los campos, la multiplicación de éstos y el
incremento en el número de prisioneros, cada campo pasó a
disponer de un batallón de guardias Totenkopf de las SS, de
modo que dejó de llamárseles Totenkopfrerbaende o
Totenkopfstandarten para referirse a ellos como
Totenkopfsturmbannen o, simplemente,
Totenkopfwachbataillon. Las expresiones Wachbataillon,
Totenkopfsturmbannen y unidad Totenkopf de las SS se
empleaban indistintamente. Con independencia de la
denominación adoptada, este cuerpo desempeñó siempre la
misma función de vigilancia de los prisioneros internados en los
campos de concentración a lo largo de toda la historia de las
Totenkopf.
Sachsenhausen era responsable de la administración de todos
los campos. El complejo disponía de un hospital para los SS,
una cantina para los SS y otras instalaciones administrativas y
de apoyo para las unidades de guardias Totenkopf. Los
prisioneros del campo de Sachsenhausen trabajaban en las
fábricas de ladrillos, donde se fabricaban ladrillos para la
construcción de proyectos de las SS y de otras entidades
estatales. Los depósitos especiales donde se almacenaban las
municiones y se guardaban las armas y los vehículos se
encontraban en la zona oriental del campo. Estas instalaciones
formaban parte de un gran complejo de las SS y
desempeñaban múltiples funciones para las unidades armadas
de las SS. Al norte de la zona destinada a los prisioneros se
hallaban las pequeñas residencias destinadas a los oficiales de
las SS de alto rango, y al noroeste del campo de detención
preventiva había un gran recinto industrial. Además, cerca del
campo había un taller de reparación de piezas de aviones.
Cerca de la puerta principal estaba la plaza del recuento, donde
los prisioneros se reunían todas las mañanas y todas las tardes
para ser recontados. Sachsenhausen se hallaba bajo la
jurisdicción y autoridad de la Inspección General de Campos de
Concentración. Theresienstadt, en tanto que gueto judío, estaba
bajo la jurisdicción y autoridad de Adolph Eichmann en calidad
de Especialista en Asuntos Judíos de la Gestapo y director de la
Oficina Central de Emigración Judía. Cada campo de
concentración tenía destacamentos de prisioneros que estaban
encargados del funcionamiento diario de las instalaciones de los
cadáveres. Cuando los prisioneros morían por la noche, sus
cadáveres eran arrastrados hasta la plaza del recuento de
modo que se pudiera contar físicamente a todo el mundo. Los
prisioneros morían por desnutrición, enfermedades, epidemias
de tifus y cólera; eran asesinados por los guardias, se
suicidaban lanzándose a las alambradas electrificadas, eran
golpeados hasta la muerte en los lugares de trabajo,
despedazados por los perros, tiroteados, gaseados o
asesinados en experimentos médicos. Un Leichenkommando
(literalmente, comando de cadáveres) de prisioneros iba de un
sitio a otro del campo con un carro para cargar los cadáveres
que a continuación transportaban al crematorio. Otros
prisioneros se encargaban del funcionamiento de los hornos en
los que se incineraba los cadáveres. En varios de los campos
se llevaban a cabo enterramientos en masa. Todos los grandes
campos disponían de al menos un crematorio, y muchos de
ellos tenían varios. En Auschwitz había cuatro crematorios con
una capacidad para incinerar 10.000 cadáveres al día. Un
guardia polaco de Birkenau relató que la tierra, hasta un metro y
medio de profundidad, estaba mezclada con cenizas humanas.
Desde 1942 y hasta el final de la guerra, las SS mantuvieron
dos tipos de grupos de artesanos especiales en
Sachsenhausen. El primero de ellos estaba compuesto por
joyeros y relojeros, y el segundo se dedicaba a la falsificación
de billetes. Las operaciones de falsificación realizadas por
grabadores e impresores formaban parte del esquema de
Himmler para tratar de desestabilizar o llevar a la quiebra a la
economía británica mediante la devaluación de la libra inglesa.
Los relojes procedentes de judíos asesinados eran llevados de
Auschwitz, Treblinka, Sobibor y Belzec a Sachsenhausen,
donde se reparaban y se enviaban a miembros de las SS. Los
prisioneros que participaban en estos dos tipos de operaciones
trabajaban en instalaciones interiores caldeadas durante el
invierno, lo que no era corriente para los trabajadores esclavos
de los campos de concentración.
La mayoría de los prisioneros alojados en Sachsenhausen eran
transportados en trenes. Los prisioneros políticos procedentes
de Berlín llegaban en automóviles y camiones. Por lo general,
los prisioneros pasaban por la oficina administrativa del campo,
donde se les registraba por su nombre, se les asignaba un
número y se les entregaba un uniforme de preso y una
designación especial dependiendo de su país de origen. Un
ciudadano polaco, por ejemplo, llevaba la letra "P" pintada en su
uniforme con una brocha. En agosto de 1941 llegaron en tren a
Sachsenhausen 18.000 prisioneros de guerra soviéticos. No
fueron procesados uno a uno como prisioneros civiles, sino
conducidos en masa hasta una zona abierta exterior cercana al
crematorio y asesinados. Los prisioneros no recibían ninguna
atención médica a su llegada, a menos que tuvieran fiebre
amarilla, tifus exantemático o alguna enfermedad que obligara a
los SS a tratar con una epidemia. A su llegada, se les afeitaba
la cabeza y se les requisaban todos sus efectos personales.
Los prisioneros de Sachsenhausen recibían muy malos tratos.
La esperanza media de vida en el campo era de alrededor de
tres meses. Por la mañana los prisioneros solían recibir un
sucedáneo de café que se suponía debía sostener al prisionero
hasta el mediodía. El almuerzo consistía en algún tipo de sopa
con un poco de pan. Por la tarde, la ración consistía en un trozo
de pan con una fina capa de margarina y, en ocasiones, de 30 a
60 gramos de carne. Los prisioneros solían consumir entre 500
y 1.000 calorías al día. Estas personas trabajaban a la
intemperie en las fábricas de componentes aeronáuticos y las
en canteras de piedra, realizando un trabajo físico extenuante, y
la dieta recibida producía un deterioro debilitamiento físico
rápido y grave que finalmente desembocaba en enfermedades y
muerte. Los barracones de prisioneros eran unos recintos
grandes, rectangulares, parecidos a frágiles graneros. Se
trataba de construcciones de una sola capa con ventanas
acristaladas y ningún aislamiento. No eran herméticos y
carecían de calefacción. Cada barracón disponía en uno de sus
extremos de una pequeña habitación con calefacción donde se
alojaba el jefe del bloque, el encargado de los prisioneros. Por
lo general, las literas tenían cinco niveles de altura y en cada
una de las literas dormían tres prisioneros juntos. Los
prisioneros llevaban la misma ropa durante todo el año, ya fuera
dentro de los barracones o al aire libre, en verano o en invierno;
también recibían idénticas raciones fuera cual fuera la época del
año. Las condiciones invernales favorecían de hecho a los
internos, porque el menor número de horas de luz significaba
que la jornada laboral era más corta. La jornada de trabajo se
extendía desde el alba hasta la puesta del sol, seis días a la
semana, o siete en caso de que así se ordenase. En los meses
de junio y julio, los prisioneros trabajaban de once a doce horas
al día.
En Sachsenhausen los guardias de las SS disparaban a los
prisioneros por diversión. Quitaban la gorra a un prisionero, se
la lanzaban más allá de una determinada línea y le ordenaban
que fuera a por ella. Cuando el prisionero empezaba a caminar
para recoger su gorra y cruzaba la línea, los guardias
levantaban sus fusiles, le disparaban e informaban de que se
había tratado de un intento de fuga. Los prisioneros también
eran castigados por los guardias con perros, que echaban a los
animales contra ellos intencionalmente. Arthur Liebehenschel, el
jefe administrativo del Grupo de Oficina B, en la oficina
económica y administrativa principal de las SS, remitió una
directriz a los comandantes de los campos de concentración de
Dachau, Sachsenhausen, Buchenwald y Mauthausen,
informando de que era deseo expreso de Himmler que se
intensificaran los castigos tanto a los hombres como a las
mujeres presos en los campos, infligiéndolos en las zonas
descubiertas de su anatomía inferior. Tenían que golpearles con
las nalgas desnudas. Veinte prisioneros de Sachsenhausen
fueron trasladados a un aeródromo en el Mar Báltico, atados a
asientos de inyección experimentales diseñados por el Ejército
del aire y disparados fuera de los aparatos a modo de conejillos
de Indias para probar los asientos.
En Sachsenhausen, la formación de los guardias duraba entre
cuatro y seis semanas e incluía el manejo de armas, con un
fusil o una pistola, o con ambos; la instrucción militar; el
adoctrinamiento ideológico, con especial hincapié en la historia
de las SS y de la Alemania nazi; un curriculum informativo
bastante amplio sobre los prisioneros del campo de
concentración; e instrucciones sobre cómo vigilar a los
prisioneros, cómo identificarlos y cómo debían comportarse
ellos mismos en presencia de los prisioneros. Se probaba su
aptitud patrullando alrededor del campo en lo que en
Sachsenhausen se conocía como "el tubo", un corredor situado
entre el muro exterior del campo y su alambrada interior.
Después de 1942, cuando el reclutamiento de alemanes étnicos
procedentes de diferentes zonas de Europa se convirtió en un
componente cada vez más significativo de las unidades de
guardias, los instructores de las SS empezaron a prestar más
atención al aprendizaje de la lengua con el fin de asegurarse de
que los futuros guardias entendían las órdenes en alemán. Un
manual "para los guardias que prestan servicio en campos de
concentración" con dibujos que ilustraban la respuesta
correcta/incorrecta, mostraba a los guardias reclutados cómo
debían escoltar a los destacamentos de trabajo de prisioneros,
cómo debían cargar a los prisioneros en los trenes, cómo
debían descargarlos y cómo debían transportar a los prisioneros
en los camiones. Se trata de un documento formativo muy
elemental, básico y sencillo. Mediante fotografías o dibujos, el
documento ilustra los errores en los guardias podían incurrir al
realizar alguna tarea y meterse en problemas y complicaciones
con los prisioneros y la manera correcta de cumplir sus
obligaciones. En el año 1941 se empleó como manual de
referencia e instrucción para los guardias una versión más
elaborada de este manual de entrenamiento (denominada
Reglamento de Servicios para los Campos de Concentración,
1941). La instrucción de los guardias en Sachsenhausen se
llevaba a cabo en el terreno que ocupaba el campo de
concentración y en los alrededores del campo.
Entre 1942 y 1944, el personal de las Waffen SS era casi
siempre procesado a través del llamado Cuartel General de la
Reserva y Reemplazo de las Waffen SS para el sureste de
Europa, situado en Viena, Austria. Los individuos procedían de
Hungría o de Rumanía y eran procesados a través de Viena,
donde se les entrevistaba, se les sometía a un exhaustivo
examen médico y se les asignaba a una unidad de las Waffen
SS o del Ejército alemán.
Las instalaciones sanitarias de Sachsenhausen eran
inapropiadas. Dado su deterioro físico, muchos prisioneros
morían de enfermedades causadas por la falta de higiene.
Había una gran letrina abierta con un solo grifo para lavarse con
una capacidad para cuarenta personas. Los prisioneros estaban
constantemente expuestos a residuos humanos. Los
barracones no disponían de baños. No había material sanitario
para los prisioneros. Los internos llevaban zapatos o zuecos de
madera diseñados para impedir que pudieran escaparse. A
algunos prisioneros se les utilizaba para probar calzado militar,
obligándoles a realizar ejercicios para probar la resistencia las
botas. Lo habitual era que los prisioneros aguantaran menos
que las botas.
Según consta en documentación relativa a crímenes de guerra,
en Sachsenhausen se realizaban experimentos con fósforo con
los prisioneros. El doctor Heinz Baumkotter era el médico jefe
de las SS en Sachsenhausen. Su superior, el Cirujano Jefe de
las SS Ernst Grawitz, provocaba a los prisioneros quemaduras
con fósforo para probar los diferentes tipos de pomadas y
bálsamos que podían emplearse para curar quemaduras o
heridas causadas por quemaduras.
Cuando los prisioneros enfermaban y ya no podían seguir
trabajando en Sachsenhausen, se les solía trasladar a un
edificio con el pretexto de prepararlos para un examen médico,
se les ordenaba desnudarse y ponerse contra una pared como
si se les fuera a medir, y un oficial de las SS les disparaba en la
nuca a través de un orificio practicado en la pared. Muchos de
los prisioneros de Sachsenhausen fueron trasladados a
Auschwitz para ser gaseados cuando su salud les impedía
seguir trabajando. Los castigos en Sachsenhausen consistían
en palizas regulares infligidas en público en la plaza del
recuento por la tarde o por la mañana. El prisionero tenía que
llevar la cuenta del número de golpes, y si perdía la conciencia
se le echaba agua encima y el proceso empezaba de nuevo.
Los prisioneros también eran sometidos a "colgamientos" en
postes. Esta práctica consistía en atarles las manos a la
espalda y alzarles del suelo de modo que sus pies no pudieran
tocarlo. De este modo, todo el peso de su cuerpo descansaba
sobre las fosas de sus hombros. Este castigo provocaba la
dislocación de los hombros, la rotura de brazos, fracturas
múltiples en muñecas y antebrazos, y otras lesiones
permanentes. El sufrimiento humano en Sachsenhausen era tan
extremo que nadie que se encontrase dentro o cerca de sus
instalaciones y que dispusiera de ojos para ver, algún sentido
del olfato, oídos para oír y el mínimo sentido de la percepción
podía permanecer ajeno a la crónica de la muerte." |28|
De conformidad con la documentación probatoria a la que esta parte ha tenido
acceso, casi un centenar de nacionales españoles estuvieron prisioneros en el
campo de concentración de Sachsenhausen y sometidos el régimen de persecución
y exterminio relatados.
I.4.- Hechos probados en sede judicial relativos a la persecución y exterminio
de prisioneros, incluidos prisioneros españoles, en el campo de
concentración de Flossenbürg.
Las atrocidades cometidas en el campo de concentración de Flossenbürg fueron
objeto de un informe elaborado por el Área de Crímenes de Guerra de la Sección
Judicial del 3er. Cuerpo de Ejército de los Estados Unidos, el cual se presentó como
prueba documental bajo la referencia 2309-PS ante el Tribunal de Nuremberg.
En dicho informe, fechado el 21 de junio de 1945, se exponen los siguientes hechos
resultado de la investigación llevada a cabo:
" 4. El campo de concentración de Flossenbürg (Coord. P-3338)
fue fundado en 1938 como campo para prisioneros políticos. La
construcción se inició en 1938 y la llegada del primer transporte
de prisioneros no se produjo hasta abril de 1940... Flossenbürg
era el campo principal y bajo su jurisdicción y control directo se
hallaban 47 campos satélite o comandos exteriores para
prisioneros varones y 27 campos para mujeres trabajadoras. A
estos comandos exteriores les eran suministrados los
prisioneros necesarios para los diversos proyectos de trabajo
que se llevaban a cabo. [..]
Durante los 12 meses que precedieron a la liberación, en
Flossenbürg y el elenco de campos bajo su control murieron
14.739 hombres y 1.300 mujeres. Estas cifras representan las
muertes tal cual fueron obtenidas de los archivos encontrados
en el campo. No obstante, en modo alguno son completas, pues
se produjeron muchas muertes y ejecuciones en masa secretas.
En 1941 se añadió una nueva prisión al campo de Flossenbürg,
para albergar a 2.000 prisioneros rusos. De esos 2.000
prisioneros sólo 102 sobrevivieron.
La mejor manera de describir el campo de concentración de
Flossenbürg es como una fábrica de muerte. Si bien este
campo tenía como finalidad primaria el trabajo con mano de
obra esclava, otro de sus objetivos principales era la eliminación
de seres humanos mediante los métodos empleados en el
manejo de los prisioneros.
Hambre e inanición, sadismo, las condiciones de alojamiento,
vestimenta inadecuada, negligencia médica, enfermedades,
palizas, ahorcamientos, congelamiento, colgamiento de manos,
suicidios forzosos, ejecuciones mediante bala, etc., todo ello en
aras de la consecución de su objetivo. Los prisioneros eran
asesinados arbitrariamente... Las inyecciones de veneno y los
disparos en el cuello eran comunes a diario. Se permitía que las
epidemias de tifus y la fiebre exantemática se extendieran como
medio de eliminación de los prisioneros. La vida en el campo no
tenía valor alguno. Lo ordinario era matar, hasta le punto de que
una muerte rápida era el consuelos de los desafortunados. [...]
El sistema puesto en marcha en este campo era un sistema de
eliminación masiva de prisioneros por medios tortuosos. Un
papel importante en ello lo desempeñaban las míseras dietas
alimenticias diseñadas para provocar la muerte al cabo de
pocos meses.... Había innumerables ejecuciones, malos tratos,
palizas, sesiones de azotes que terminaban en muerte, que
siguieron ocurriendo hasta el momento en que este campo fue
invadido por nuestras fuerzas. También se realizaban
ahorcamientos en masa... Al principio, los SS encargados de los
ahorcamiento recibían raciones extra por cada ahorcamiento.
Más tarde, los ahorcamientos fueron tan numerosos que las
raciones extra se pararon.[...]
En marzo o abril, fueron colgados 13 paracaidistas
estadounidenses o británicos.[...]
Muchos miles fueron torturados y asesinados mediante cuantos
métodos se conocen. Ciertos miembros del campo que llegaron
a ser especialmente conocidos por su sadismo, idearon nuevos
métodos de castigo brutal y de asesinato mediante tortura. [...]
[D]esde el establecimiento del campo en 1938 hasta el día de
su liberación se estima que murieron más de 29.000 internos".
|29|
Entre junio de 1946 y enero de 1947 un Tribunal Militar estadounidense enjuició a
los principales responsables del campo de Flossenbürg en el caso conocido como
US vs. Joseph Becker et al., también en el marco de los llamados "Juicios de
Dachau". Se pronunciaron más de 40 condenas. Los hechos presentados por la
Acusación son sistematizados en la sentencia del siguiente modo:
"Flossenburg era un campo perteneciente a la Clase III, un
campo entre cuyas instalaciones había una cantera y donde se
llevaba a cabo el trabajo más duro y más exigente. Durante el
período comprendido entre 1942 y abril de 1945 el campo
albergó a aproximadamente 94.200 prisioneros, de los cuales
16.000 eran mujeres. Entre los miles de prisioneros recluidos en
el campo principal y en los numerosos campos externos había
ciudadanos rusos, polacos, franceses, checos, italianos,
griegos, daneses, noruegos, británicos, canadienses y
estadounidenses.
La administración de Flossenburg estaba a cargo del
Comandante del Campo y de su Ayudante, y se hallaba dividida
en doce departamentos, a saber: (a) Asuntos Básicos, (b)
Político, (c) Disciplinario, (d) Administración, (e) Seguridad, (f)
Asignación de Trabajo, (g) Servicios de Trabajo, (h)
Construcción, (i) Sanitario, (j) Destacamentos de trabajo
externos, (k) Vigilancia y (l) Detención. Cada departamento o
subdepartamento estaba al mando de un oficial o suboficial de
las SS.
Durante la segunda mitad de 1944 y a comienzos de 1945,
había 45 destacamentos de prisioneros trabajando fuera de
Flossenburg con aproximadamente 30.000 hombres y 16.000
mujeres. Además, otros 6.000-8.000 prisioneros trabajaban
también fuera del campo principal. Los destacamentos de
trabajo de los subcampos de Hersbruck, Leimeritz, Elsabe y
Muelsen eran conocidos como los "destacamentos de la
muerte", porque su tasa de mortalidad era del 12% al 16% al
mes.
Entre los prisioneros recluidos en Flossenburg estaban el
Príncipe de Hesse; el Canciller de Austria SCHUSCHNIGG; el
jefe del deuxième bureau del Estado Mayor danés; el cónsul
danés de Danzig; el General PAPAGOS, comandante general
del Ejército griego, junto con otros cuatro generales griegos; el
Comandante SANEK, jefe de las fuerzas de insurrección
eslovacas; un capitán de marina noruego; el príncipe ZAMOSKI,
jefe de la resistencia polaca; diecisiete oficiales británicos o
anglosajones; dos sargentos del Ejército estadounidense; dos
oficiales de las fuerzas aéreas polacas; dos generales rusos, el
Teniente General PRIVALOV y el Jefe de la Policía Rusa en
Ucrania y General de División EESSONOF; cuatro generales
franceses; y un ministro checo.
1. Recepción: Los prisioneros que llegaban a Flossenburg eran
a veces golpeados con las culatas de los rifles cuando
descendían en la estación de trenes y maltratados durante su
marcha hacia el campo principal. Una vez llegados al campo,
solían ser golpeados por el personal de las SS para
"acostumbrarles a la disciplina del campo". A continuación se
procedía a su recuento y a despojarles de los relojes, gafas,
dispositivos ortopédicos que pudieran llevar en el calzado,
zapatos de piel, dinero y otro tipo de objetos valiosos. Se les
quitaba toda la ropa y se les hacía tomar una ducha que podía
llegar a durar cuatro o cinco horas. Después de la ducha, se
entregaba a los prisioneros la indumentaria de los campos de
concentración, que por sistema incluía zapatos de madera en
sustitución de los zapatos de piel. En ese momento se les
recluía en los barracones. Durante la ducha y después de la
misma, y mientras recibían su nueva indumentaria, los
prisioneros eran a menudo golpeados y obligados a permanecer
expuestos al frío. Los prisioneros recién llegados solían ser
conducidos al departamento Político. Muchos de ellos eran
golpeados en el trayecto. Allí se examinaba exhaustivamente
sus antecedentes, se les interrogaba y se incluía toda la
documentación que les concerniera en sus expedientes
personales.
El médico del campo clasificaba rápidamente a los prisioneros
en función de su capacidad aparente para trabajar. A
continuación se estampaba en la frente del prisionero un
número que indicaba su clasificación. En algunas ocasiones,
hacia el final de la guerra, prisioneros que habían sido
clasificados como débiles y enfermos eran reclasificados y
asignados a duras tareas de trabajo con objeto de compensar la
escasez de hombres fuertes. Los prisioneros más débiles
morían en ocasiones por exceso de trabajo.
Durante los últimos meses de 1944, llegaron al campo
numerosos transportes procedentes de los campos de
concentración de Buchenwald y Auschwitz. Muchos de los
prisioneros de estos transportes se hallaban en un estado de
extrema debilidad, y alrededor de la estación podían observarse
numerosos cadáveres. En octubre de 1944 llegó un transporte
de 1.800 prisioneros, la mayoría de los cuales sufrían una
enfermedad epidémica. Hacia finales de ese mismo mes, se
corrió la voz de que sólo 300 o 400 de ellos sobrevivían.
2. Alojamiento: Flossenburg había sido construido para albergar
de 3.000 a 4.000 prisioneros. En 1944, el número de prisioneros
fue por término medio de 8.000 a 12.000 y, en 1945, de 12.000.
En un momento determinado de 1945 había recluidos en el
campo 16.000 prisioneros. En los barracones, que contenían de
200 a 210 camas, dormían entre 1.000 y 1.200 prisioneros.
En enero de 1942 había en Flossenburg 10 barracones de
prisioneros para un número de 3.000 a 4.000 prisioneros; en
abril de 1945 sólo había 14 o 15 barracones para 16.000
prisioneros. En 1942, normalmente cada prisionero disponía de
su propia cama, pero en 1945 cada cama era compartida por
cuatro prisioneros. Cuando los demás campos fueron
evacuados y los prisioneros llegaron a Flossenburg, a cada
litera le correspondían de seis a ocho prisioneros. Debido a la
escasez de combustible, los barracones no solían disponer de
ningún sistema de calefacción durante el invierno. Cada
prisionero tenía una manta o, a lo sumo, dos.
3. Alimentación: Las principales causas de muerte en
Flossenburg eran la muerte por hambre y por enfermedades
causadas por la desnutrición. Las raciones del campo fueron
siempre insuficientes. El desayuno consistía en una taza de
sucedáneo de café sin azúcar y sin leche. A mediodía se
distribuía un litro de sopa de col o de patata sin ningún tipo de
grasa o carne. Tres días a la semana, esta sopa contenía
pequeños trozos de carne. Hasta el otoño de 1944, la cena
consistía en un poco de pan negro y una cucharada de
mermelada, 10 gramos de margarina o una pequeña salchicha.
Además, durante algunos períodos los prisioneros que
trabajaban recibieron una ración extra diaria consistente en dos
pequeñas rebanadas de pan con margarina. Esta ración
complementaria fue suspendida en diversas ocasiones.
Después del otoño de 1944 las raciones menguaron. Se
siguieron distribuyendo el café y el litro de sopa; la ración de
pan disminuyó; y la ración extra de pan y margarina para los
prisioneros que trabajaban fue suspendida. Las raciones que se
repartían en los subcampos de Wolkenburg, Hersbruck y
Muelsen eran similares a las que se acaban de describir.
[...]
Durante los 11 meses anteriores a la liberación, muchos
prisioneros murieron por comer alimentos crudos no
comestibles.
Los miles de prisioneros que participaron en la marcha de
evacuación de miles de prisioneros de Flossenburg a Dachau,
alrededor del 20 de abril de 1945, no recibieron prácticamente
ningún alimento antes de la partida. Algunos de ellos recibieron
un puñado de granos de cereal. El 21 de abril de 1945, los
prisioneros que marchaban no recibieron ningún tipo de
alimento, pero al día siguiente cada uno de ellos recibió 100
gramos de pan y cuatro patatas crudas. Después de que los
prisioneros hubieran sido evacuados, se encontraron en
Flossenburg grandes cantidades de arroz, sémola de avena,
copos de patata, salchichas enlatadas, miel, azúcar, margarina
y carne fresca.
[...]
6. Tratamiento médico: El hospital de Flossenburg estaba a
menudo saturado, y en ocasiones personas muy enfermas se
veían obligadas a compartir una misma cama. El médico del
campo provocó la muerte de algunos prisioneros al negarse a
tratar a muchos prisioneros que estaban enfermos y maltratar a
muchos de los que solicitaban atención médica. Enviaba a los
prisioneros a trabajar antes de que se hubieran recuperado de
sus enfermedades. Muchos prisioneros enfermos recibían una
escasa o nula atención médica. Los pacientes eran víctimas de
numerosas operaciones innecesarias que provocaban
numerosas muertes. Las operaciones se realizaban sin adoptar
las debidas precauciones higiénicas.
Durante la epidemia de tifus que azotó Flossenburg desde
aproximadamente noviembre de 1944 hasta enero de 1945, un
elevado número de prisioneros murió a consecuencia de la falta
de un adecuado control y tratamiento médico. En el curso de
esta epidemia murieron aproximadamente 4.000 prisioneros.
Alrededor de febrero de 1945, 250 prisioneros de un grupo
integrado por 600 que había sido trasladado al subcampo de
Obertraubling murieron de disentería, tifus y tuberculosis,
principalmente debido a la ausencia del necesario tratamiento
médico.
7. Experimentos médicos: Entre mayo y septiembre de 1944, de
25 a 30 prisioneros recibieron una inyección o vacuna de
"tuberculin". Una media de 20 de cada 25 inyectados murieron.
Esta media disminuyó a 5 de cada 25 cuando se modificó la
solución de "tuberculin". Estas inyecciones siguieron
administrándose hasta marzo de 1945 [...].
El médico del campo realizaba a menudo operaciones
innecesarias a los prisioneros. Entre el 3 de julio de 1944 y el 22
de marzo de 1945, este médico operó a 75 prisioneros de
úlceras de estómago y en la "primera parte del intestino". Sólo
10 de estas operaciones eran necesarias. Cincuenta y dos de
estas víctimas murieron en el curso de las primeras 24 a 72
horas. [...] Catorce prisioneros fueron víctimas de una
"laparotomía exploratoria" que consistía en un "paseo quirúrgico
por el estómago" cuyo objetivo era "divertirse algo". Se
practicaron de 280 a 300 amputaciones "sobre todas las partes
del cuerpo excepto la cabeza". Aproximadamente un 60% de
las víctimas murieron durante la primera semana. Algunas de
las amputaciones habían sido practicadas demasiado tarde;
otras eran innecesarias.
Cuando fue informado de que el registro de muertes reflejaba
que en Flossenburg habían muerto más de 10.000 prisioneros,
el Médico del Campo afirmó que era "un resultado muy bueno".
8. Asesinatos y malos tratos: En Flossenburg se practicaban
muy diversos procedimientos de asesinato y malos tratos. Por
enumerar sólo algunos de ellos, los prisioneros eran asesinados
de un tiro, por ahorcamiento, mediante la administración de
inyecciones, conduciéndoles hasta las alambradas
electrificadas, por estrangulamiento, a garrotazos, a causa de
operaciones innecesarias, de hambre y por falta de tratamiento
médico.
[...]
Al parecer estas formas de asesinato, tortura y abusos
formaban parte del sistema de exterminio de las SS. El
Comandante del Campo visitaba a menudo la fábrica
Messerschmitt con miembros de las SS que golpeaban o
pateaban a los prisioneros por cualquier motivo menor para
provocar una sonrisa del Comandante.
Alrededor de octubre de 1944 llegó a Flossenburg un transporte
de prisioneros procedente de Colonia que fue asignado al
barracón 21. En este barracón, los cadáveres se echaban en
las letrinas y era frecuente que los cadáveres se acumularan
antes de que nadie los recogiera. Aunque la mayoría de los 600
prisioneros que habían llegado de Colonia gozaba de buena
salud, aproximadamente 90 murieron en el curso de las tres
primeras semanas o un mes.
Los prisioneros eran obligados a trabajar sin descanso en la
cantera mientras recibían golpes constantes. Con frecuencia
eran golpeados tan duramente con tubos de goma que
quedaban parcialmente incapacitados. Todas las noches traían
al campo una media de 20 a 30 prisioneros exhaustos. Muchos
de ellos eran asesinados de un tiro después de correr
voluntariamente hacia la alambrada electrificada. [...] En una
ocasión, los guardias recibieron un permiso especial por haber
acertado al disparar a los prisioneros.
[...]
A los prisioneros débiles y enfermos solían meterles en los
barracones 20, 22 y 23. A menudo, los capos silenciaban a
estos prisioneros que gritaban de dolor a golpes. Algunas
noches podían llegar a morir hasta 30 o 40 de estas víctimas,
que eran trasladadas a las letrinas. En una ocasión uno o dos
prisioneros de los que se habían trasladado a las letrinas no
estaban muertos y consiguieron arrastrarse entre los cadáveres
y regresar a sus barracones. Sus gritos y gemidos irritaron al
capo, que los mató a golpes y ordenó que sus cadáveres fueran
trasladados de nuevo a las letrinas. Un testigo de este incidente
declaró: "Ni el mismísimo infierno podría compararse a lo que
sucedió allí aquella noche".
El personal del campo administraba los castigos por su propia
iniciativa y sin remitirse a ninguna autoridad superior.
Los prisioneros de la compañía de castigo debían cargar con
piedras que podían llegar a pesar 100 libras y a caminar con
ellas sobre el barro, hundidos medio metro en él. Los guardias
de esta compañía mataban de tres a cuatro prisioneros al día.
El trabajo en la compañía de castigo era insoportable. Algunos
prisioneros podían aguantarlo durante un día, otros sólo
duraban dos horas. Muchos de ellos eran asesinados.
9. Exterminio:
a. Ejecuciones: Muchos prisioneros eran asesinados a tiros o
ahorcados en el patio que rodeaba las celdas de confinamiento.
[...]
A los prisioneros se les preparaba para la ejecución llevándoles
primero a los baños. A los que tenían miedo se les ordenaba
que se desvistiesen con la excusa de que iban a ducharse. Una
vez que se habían quitado toda la ropa, se les ataba las manos
a la espalda y se les llevaba al patio. Si se les iba a ejecutar, se
les ordenaba que se colocasen mirando hacia el muro y se les
disparaba en la nuca con un rifle del calibre 22 a una distancia
de unos 10 a 20 centímetros. En el caso de los ahorcamientos,
la víctima debía subir por unos escalones. Se colocaba al
prisionero la soga alrededor del cuello y se retiraban los
escalones. Cuando se ejecutaba a más de un prisionero, los
cadáveres permanecían allí hasta que todos ellos habían sido
asesinados. A uno de los lados del muro había cuatro o cinco
horcas y al otro lado dos o tres. Los cuerpos permanecían
colgando aproximadamente media hora.
En ocasiones, los prisioneros eran ahorcados en la plaza
central del campo. Cuando se ahorcaba a dos o tres prisioneros
a la vez, se clavaban tres clavos o ganchos largos a uno y otro
lado de una farola alta. Se obligaba a la víctima a subirse en
una mesa o un tablón colocado entre dos sillas. A continuación
se le colocaba una soga alrededor del cuello y se retiraban las
sillas o la mesa, lo que provocaba que el prisionero muriera por
estrangulamiento en vez de por rotura del cuello. Con este
procedimiento, la víctima podía tardar en morir hasta 30
minutos. El resto de los prisioneros tenía que presenciar estos
ahorcamientos para que vieran cuál era el castigo por sabotaje,
vagancia u otras infracciones de las reglas del campo.
Otro de los métodos de ejecución consistía en descerrajar un
tiro al prisionero mediante una pistola con silenciador.
A veces la víctima era golpeada con hasta 50 azotes antes de
ser ahorcada. En una ocasión unos prisioneros recibieron 25
golpes por no haber golpeado con la debida fuerza a otro
prisionero ruso que iba a ser ahorcado. En ocasiones, los
oficiales y los funcionarios que asistían a estas ejecuciones
recibían alcohol o cigarrillos como recompensa. [...].
Durante la primavera de 1944 casi todos los días se llevaban a
cabo de cuatro a seis ejecuciones o ahorcamientos. Entre junio
y diciembre de 1944 a veces había hasta 20 ejecuciones
diarias. Durante el período transcurrido entre 1942 y abril de
1945 fueron ejecutados al menos 2.000 prisioneros.
b. Inyecciones: Los prisioneros también eran asesinados
mediante inyecciones de fenol que les provocaban la muerte
inmediata. En cumplimiento de una orden aparentemente
dictada por Himmler, los prisioneros que se hallaban demasiado
débiles para desempeñar algún trabajo útil eran liquidados
mediante la administración de inyecciones. En el barracón 13 se
dispuso una habitación especial a la que se asignó el número
"13-C". Cuando se examinaba a un prisionero y se determinaba
su incapacidad para realizar trabajos útiles, el médico
estampaba el número fatal "13-C" en tinta roja en su cuerpo.
Algunas veces se le ofrecía la alternativa de seguir trabajando o
de ir al crematorio. Algunos de los prisioneros más débiles
optaban por el crematorio. La habitación "13-C" albergaba de 20
a 25 personas y todos los que llegaban allí en el curso de la
mañana eran asesinados por la tarde mediante una inyección
de fenol. Después de un período durante el cual se estuvo
asesinando de este modo a una media de 20 prisioneros al día,
el personal del campo alegó que la orden, supuestamente
dictada por Himmler, había sido suspendida y esta forma de
ejecución cesó.
En una ocasión el médico del campo administró una inyección
de tres ampollas de evipan a una prisionera húngara de origen
judío que tenía una pierna rota, provocándole la muerte
inmediata. También inyectó una solución a un prisionero ruso
mayor que estaba demasiado débil para trabajar, causándole
asimismo la muerte de forma inmediata. En otra ocasión, el
médico inyectó a un prisionero ruso que estaba enfermó una
solución de 10 centímetros cúbicos de alcanfor, provocándole la
muerte media hora después.
c. Transportes al exterior: Los prisioneros que apenas tenían
capacidad para trabajar o que eran completamente incapaces
de trabajar eran enviados a los campos de concentración de
Auschwitz o de Bergen-Belsen, un viaje conocido popularmente
entre los prisioneros como la "ascensión". Todo el mundo sabía
en Flossenburg que estos prisioneros eran trasladados para su
ejecución. De Flossenburg partían cada año unos cuatro
transportes al año con 1.000-2.000 prisioneros con destino a los
mencionados campos. Entre junio de 1942 y abril de 1945, se
estima que unos 12.000 prisioneros fueron enviados a la muerte
por este procedimiento.
10. Tasas de mortalidad: Entre 1942 y 1945, 94.200 prisioneros,
entre los cuales se contaban 16.000 mujeres, llegaron a
Flossenburg y a sus subcampos. De ellos, 25.300 murieron
entre 1942 y abril de 1945, 1.000 de ellos mujeres. De los que
murieron, 2.000 fueron víctimas de ejecuciones. El testigo, al
hablar de "ejecuciones", parece referirse a asesinato a tiros o
por ahorcamiento.
En marzo de 1943, los registros del campo principal reflejan que
aproximadamente 2.000 prisioneros fueron quemados en él.
Esta cifra se elevó a 14.000 en la fecha en que se liberó el
campo. Durante los meses de febrero, marzo y abril de 1945
murieron tantos prisioneros en el campo principal que los
cadáveres no pudieron ser eliminados en el crematorio. Cuando
esto ocurría, los cadáveres se apilaban durante varios días y,
cuando se acumulaban 400 o 500, se procedía a quemarlos a
cielo abierto.
Los registros del campo indican que entre marzo de 1944 y el
15 de abril de 1945 hubo 89.360 prisioneros recluidos en
Flossenburg y en sus subcampos, de los que 14.739 murieron.
Entre los muertes había 2.200 rusos, 5.000 polacos, 2.600
judíos, 1.200 franceses y 600 checos.
En el período comprendido entre el 28 de febrero de 1945 y el
12 de abril de 1945, exceptuando dos días cuyo registro ha
desaparecido, los documentos de Flossenburg registran la
muerte de 4.495 prisioneros. Estas muertes se produjeron en el
campo principal y en los subcampos dependientes de éste e
incluyen 205 mujeres prisioneras.
Las piezas de oro y plata eran extraídas de los cadáveres de los
prisioneros a una tasa diaria de 10-15 durante los meses de
junio, julio y agosto de 1944, de 20-25 durante septiembre de
1944, de 60-70 durante los meses de octubre y noviembre de
1944, de 80-100 en el mes de diciembre de 1944 y de 250-300
durante enero y febrero de 1945. Durante parte del período
1942-1944, la oficina dental recibió setenta gramos de oro al
día.
Las muertes diarias en el subcampo de Hersbruck se elevaron a
506 en noviembre de 1944, 460 en diciembre de 1944, 300 en
enero de 1945, 500 en febrero de 1945 y 700 en marzo de
1945. [...] Entre enero y marzo de 1945, aproximadamente
1.600 de los 5.000 prisioneros recluidos en Hersbruck murieron.
El médico de la guarnición de Flossenburg firmó entre 6.000 y
8.000 informes de fallecimiento de prisioneros entre octubre de
1944 y abril de 1945." |30|
La cuestión de la "Obediencia debida" se planteó en estos juicios. A este respecto el
Tribunal sentenció lo siguiente:
"E. OBEDIENCIA DEBIDA
Tal y como se indica en la Sección VII, post, los acusados
número 6, BRUSCH, 13, GELDHARDT, 25, MATHCI, 35,
PENZ, 36, PINTER, 51, WOLF y 52, WURST, han tratado de
justificar su actuación aportando pruebas para demostrar que
actuaban en cumplimiento de "órdenes superiores". El
cumplimiento de órdenes superiores no constituye una defensa
contra la acusación de haber cometido crímenes contra la
humanidad (Juicio de Henry Wirz, 40º Congreso, 2ª Sesión,
Parlamento, Ex. Doc. nº 23, pág. 812; Vol. II, 6ª edición,
Oppenheim, "International Law", párrafo 253, pág. 453; Caso
Llandovery Castle, American Journal of International Law,
página 708; Estados Unidos vs. Dominikus Thomas, diciembre
de 1945; y Estados Unidos vs. Alfons Klein et al., Caso Fábrica
de muerte de Hadamar, febrero de 1946). Esta regla es seguida
por la jurisprudencia anglo-americana (Mitchell vs. Harmony, 13
How. 115, y "Manual for Courts-Martial, U.S. Army", párrafo
148).
El cumplimiento de órdenes superiores puede, en ciertas
circunstancias, ser considerado como una atenuante de la
pena. Ahora bien, un acusado que pretenda valerse de esta
argumentación asume la carga de probar: (a) que recibió una
orden de un superior indicándole que cometiera el acto ilegal,
(b) que no sabía o que, como persona razonablemente
prudente, no podía saber, que el acto que se le había ordenado
llevar a cabo era ilegal o contrario a los principios
universalmente aceptados para la conducta humana y (c) que
actuó, al menos en cierto grado, bajo compulsión inmediata.
Una vez establecidos de forma satisfactoria estos elementos, el
grado de atenuación de su pena depende de la naturaleza y
amplitud de la compulsión inmediata bajo la cual el sujeto
actuase (véase Acuerdo de Londres de 8 de agosto de 1945,
relativo al procesamiento y castigo de los principales criminales
de guerra del Eje europeo; FM 27-10, Departamento de Guerra,
Ejército de los Estados Unidos, "Rules of Land Warfare", párrafo
345.1, Cambio nº 1, 15 de noviembre de 1944; Oppenheim,
"International Law", supra, y el citado Caso Llandovery Castle;
"Manual for Courts-Martial, U.S. Army", 1928, párrafo 148;
"Report to the President of the United States", 7 de junio de
1945, del Juez Jackson, Consejero Supremo de Estados Unidos
para el Procesamiento de los Criminales del Eje; Extracto de
Goebbels, "The Air Terror of Our Enemies", en nota a pie de
página 53, "Military Occupation and the Rule of Law, por Ernst
Fraenkel; y opiniones del Deputy Theater Judge Advocate en
Estados Unidos vs. Albert Bury y Wilhelm Hofner, septiembre de
1945, Estados Unidos vs. Dominikus Thomas, diciembre de
1945, y Estados Unidos vs. Gerd Beck y Otto Weinrich,
diciembre de 1946)." |31|
Por tanto, Flossenbürg era un campo destinado a la eliminación masiva de las
personas en él internadas. Entre los miles de prisioneros recluidos en el campo
principal y en los numerosos campos externos había ciudadanos de diversas
nacionalidades, entre ellos españoles.
II
FUNDAMENTOS DE DERECHO:
II.1.- Jurisdicción de los tribunales españoles.
El Reino de España, en cuanto Estado miembro de las Naciones Unidas y mediante
su práctica convencional a lo largo de las últimas décadas, ha reconocido y se ha
vinculado por una serie de normas y principios de Derecho Internacional General
que, dada la extremada importancia del bien jurídico protegido, se han convertido en
ius cogens internacional, esto es, normas perentorias, de obligado cumplimiento
para los estados de la comunidad internacional, no susceptibles de derogación
alguna. Esto significa que estas obligaciones son exigibles a todos los Estados y por
todos los Estados.
Entre esas normas, se hallan, como se expondrá detalladamente, las que prohíben
los actos de persecución en cuanto crimen contra la humanidad.
Este principio ha quedado reconocido por el derecho internacional desde el
establecimiento del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, que tenía
jurisdicción sobre los crímenes de lesa humanidad con independencia del lugar en
el que se hubieran cometido. Los principios articulados en el Estatuto y la Sentencia
de Nuremberg fueron confirmados en 1946 como principios de derecho internacional
por la Asamblea General de las Naciones Unidas (Resolución 95 (I)).
Los crímenes de lesa humanidad y las normas que los regulan forman parte del jus
cogens. Como tales son normas imperativas del derecho internacional general que,
tal como lo reconoce el Artículo 53 de la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados (1969), no pueden ser modificadas o revocadas por tratados o por
leyes nacionales. Este Artículo dispone: "una norma imperativa de derecho
internacional general es una norma aceptada y reconocida por la comunidad
internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite acuerdo en
contrario y que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de derecho
internacional general que tenga el mismo carácter".
Como explica Cherif Bassiouni, destacado experto en este campo del derecho, "el
jus cogens se refiere al estatuto legal que alcanzan ciertos crímenes
internacionales, y la obligación erga omnes se deriva de los efectos legales que
tiene la caracterización de determinado crimen como sujeto al jus cogens... Existe
suficiente fundamentación legal para llegar a la conclusión de que todos estos
crímenes forman parte del jus cogens" |32|. Así lo reconoció, como ya se ha
expuesto, la Corte Internacional de Justicia en el fallo sobre el asunto Barcelona
Traction, Light and Power Company Ltd. |33| La prohibición por el derecho
internacional de actos como los imputados en estos casos es una obligación erga
omnes, y todos los Estados tienen un interés jurídico en velar por su cumplimiento.
El crimen contra la humanidad es claramente un crimen de Derecho Internacional.
Como señaló la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas, "la
violación grave y a gran escala de una obligación internacional de importancia
esencial para la salvaguardia del ser humano, como las que prohíben la esclavitud,
el genocidio y el apartheid" |34| es un crimen internacional. Esto quiere decir que su
contenido, su naturaleza y las condiciones de su responsabilidad vienen
establecidas por el Derecho Internacional con independencia de la que pueda
establecerse en el derecho interno de los Estados. En este sentido, no cabe
posibilidad jurídica alguna de que las violaciones a los derechos humanos más
fundamentales, que son los que están comprometidos en los crímenes contra la
humanidad, no sean sometidas a juicio y sus autores castigados. Según esto, la
obligación internacional de un Estado es la de juzgar y castigar a los responsables
de crímenes contra la humanidad.
Fueron miles los españoles deportados a campos concentración nacionalsocialistas
durante la Segunda Guerra Mundial. Entre esos campos se encuentran los de
Mauthausen y Sachsenhausen. En tales campos, prisioneros de numerosas
nacionalidades, incluidos españoles, fueron sometidos a persecución sistemática
con fines de exterminio.
Los representados en esta querella son antiguos prisioneros y familiares directos de
antiguos prisioneros del campo de Mauthausen, que solicitan la tutela de los
tribunales españoles en la persecución penal de los responsables de los hechos de
que fueron objeto.
El Tribunal Supremo (en adelante "TS") español se ha expedido en varias ocasiones
sobre la jurisdicción de los tribunales españoles para conocer de este tipo de
crímenes cometidos fuera del territorio nacional. En su Sentencia Nº 327/2003, de
25 de febrero de 2003, a raíz de crímenes graves cometidos contra la población civil
en Guatemala, el Tribunal Supremo quiso delimitar el alcance de la competencia
extraterritorial de los tribunales españoles. Recurrido en casación ante este Tribunal
el auto de 13 de diciembre de 2000 del Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia
Nacional por el que se disponía el archivo de la querella en este caso, el Pleno de la
Sala de lo Penal del TS estimó parcialmente el recurso y confirmó la jurisdicción de
los tribunales españoles, pero sólo para el enjuiciamiento de los hechos
denunciados contra ciudadanos españoles. Expone el TS, "[U]na parte importante
de la doctrina y algunos Tribunales nacionales se han inclinado por reconocer la
relevancia que a estos efectos pudiera tener la existencia de una conexión con un
interés nacional como elemento legitimador, en el marco del principio de justicia
universal, modulando su extensión con arreglo a criterios de racionalidad y con
respeto al principio de no intervención. En estos casos podría apreciarse una
relevancia mínima del interés nacional cuando el hecho con el que se conecte
alcance una significación equivalente a la reconocida a otros hechos que, según la
ley interna y los tratados, dan lugar a la aplicación de los demás criterios de
atribución extraterritorial de la jurisdicción penal. Se une así el interés común por
evitar la impunidad de crímenes contra la Humanidad con un interés concreto del
Estado en la protección de determinados bienes. Esta conexión deberá apreciarse
en relación directa con el delito que se utiliza como base para afirmar la atribución
de jurisdicción y no de otros delitos, aunque aparezcan relacionados con él, pues
solo así se justifica dicha atribución jurisdiccional." |35| Y a continuación especifica
el TS que es posible "concretar dicha conexión en la nacionalidad de las víctimas"
|36|. De esto modo concluye, "La Sala estima, por tanto, que en los casos del
asesinato de los sacerdotes españoles antes citados, así como en el caso del asalto
a la Embajada Española en Guatemala, respecto de las víctimas de nacionalidad
española, ..., los Tribunales españoles tienen jurisdicción para la investigación y
enjuiciamiento de los presuntos culpables." |37| Y declara "la jurisdicción de los
Tribunales españoles para la investigación y enjuiciamiento de los hechos
cometidos contra ciudadanos españoles ... en Guatemala..." |38|.
Este elemento de conexión limitativo del alcance de la jurisdicción universal
formulado por el TS, fue considerado después por el Tribunal Constitucional (en
adelante "TC") español no acorde con los principios que rigen para este tipo de
crímenes graves.
Y así, nuestro más Alto Tribunal, en su sentencia de fecha 26 de septiembre de
2005, afirma lo siguiente:
[E]s importante recordar que ... el precepto legal objeto de la
controversia [el del art. 23.4 LOPJ] ha sido objeto de
pronunciamientos previos por parte de este Tribunal, de los
cuales pueden extraerse algunas implicaciones para el
enjuiciamiento de las resoluciones impugnadas. Concretamente
la STC 21/1997, de 10 de febrero, FJ 3, puso de manifiesto que;
"al establecer la extensión y límites de la jurisdicción de los
Juzgados y Tribunales españoles, el art. 23.4 de la Ley
Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, atribuye el
conocimiento por nuestros órganos judiciales de los hechos
cometidos por españoles y extranjeros fuera del territorio
nacional cuando los mismos sean susceptibles de tipificación
como delitos, según la Ley penal española, en ciertos
supuestos [...]. Lo que entraña, pues, que el legislador ha
atribuido un alcance universal a la jurisdicción española para
conocer de estos concretos delitos, en correspondencia tanto
con su gravedad como con su proyección internacional".
Asimismo, en la STC 87/2000, de 27 de marzo, FJ 4,
manifestamos que "el fundamento último de esta norma
atributiva de competencia radica en la universalización de la
competencia jurisdiccional de los Estados y sus órganos para el
conocimiento de ciertos hechos sobre cuya persecución y
enjuiciamiento tienen interés todos los Estados, de forma que
su lógica consecuencia es la concurrencia de competencias, o
dicho de otro modo, la concurrencia de Estados competentes.
[E]n todo caso, con carácter previo no puede dejar de
resaltarse, y ello tanto en relación con la resolución de la
Audiencia Nacional como con la del Tribunal Supremo, que el
art. 23.4 LOPJ otorga, en principio, un alcance muy amplio al
principio de justicia universal, puesto que la única limitación
expresa que introduce respecto de ella es la de la cosa juzgada;
esto es, que el delincuente no haya sido absuelto, indultado o
penado en el extranjero. En otras palabras, desde una
interpretación apegada al sentido literal del precepto, así como
también desde la voluntas legislatoris, es obligado concluir que
la LOPJ instaura un principio de jurisdicción universal absoluto,
es decir, sin sometimiento a criterios restrictivos de corrección o
procedibilidad, y sin ordenación jerárquica alguna con respecto
al resto de las reglas de atribución competencial, puesto que, a
diferencia del resto de criterios, el de justicia universal se
configura a partir de la particular naturaleza de los delitos objeto
de persecución. Lo acabado de afirmar no implica, ciertamente,
que tal haya de ser el único canon de interpretación del
precepto, y que su exégesis no pueda venir presidida por
ulteriores criterios reguladores que incluso vinieran a restringir
su ámbito de aplicación. Ahora bien, en dicha labor exegética,
máxime cuando esa restricción conlleva asimismo la de los
márgenes del acceso a la jurisdicción, deben tenerse muy
presentes los límites que delimitan una interpretación estricta o
restrictiva de lo que, como figura inversa a la de la analogía,
habría de concebirse ya como una reducción teleológica de la
ley, caracterizada por excluir del marco de aplicación del
precepto supuestos incardinables de modo indudable en su
núcleo semántico. Desde el prisma del derecho de acceso a la
jurisdicción tal reducción teleológica se alejaría del principio
hermenéutico pro actione y conduciría a una aplicación del
Derecho rigorista y desproporcionada contraria al principio
consagrado en el art. 24.1 CE. Tal es el cauce analítico que
debemos seguir. |39|
Y continúa el TC en la sentencia ya referida de 26 de septiembre de 2005:
Asimismo hemos puesto de manifiesto que el principio pro
actione no puede entenderse como la forzosa selección de la
interpretación más favorable a la admisión o a la resolución del
problema de fondo de entre todas las posibles de las normas
que la regulan, ya que esta exigencia llevaría al Tribunal
Constitucional a entrar en cuestiones de legalidad procesal que
corresponde resolver a los Tribunales ordinarios (STC
133/2005, de 23 de mayo, FJ 2). Por el contrario el deber que
este principio impone consiste únicamente en obligar a los
órganos judiciales a interpretar los requisitos procesales de
forma proporcionada, "impidiendo que determinadas
interpretaciones y aplicaciones de los mismos eliminen u
obstaculicen desproporcionadamente el derecho a que un
órgano judicial conozca y resuelva en Derecho sobre la
pretensión a él sometida" (por todas, STC 122/1999, de 28 de
junio, FJ 2)...
En efecto, el derecho a la tutela judicial efectiva, en su vertiente
de acceso a la jurisdicción, ha quedado menoscabado en el
presente caso porque una interpretación acorde con el telos del
precepto conllevaría la satisfacción del ejercicio de un derecho
fundamental de acceso al proceso y sería por tanto plenamente
acorde con el principio pro actione, y porque el sentido literal del
precepto analizado aboca, sin forzamientos interpretativos de
índole alguna, al cumplimiento de tal finalidad y, con ello, a la
salvaguarda del derecho consagrado en el art. 24.1 CE. Por
tanto la forzada e infundada exégesis a que el Tribunal
Supremo somete el precepto supone una restricción ilegítima
del citado derecho fundamental, por cuanto vulnera la exigencia
de que "los órganos judiciales, al interpretar los requisitos
procesales legalmente previstos, tengan presente la ratio de la
norma con el fin de evitar que los meros formalismos o
entendimientos no razonables de las normas procesales
impidan un enjuiciamiento del fondo del asunto, vulnerando las
exigencias del principio de proporcionalidad" (STC 220/2003, de
15 de diciembre, FJ 3), al constituir una "denegación del acceso
a la jurisdicción a partir de una consideración excesivamente
rigurosa de la normativa aplicable" (STC 157/1999, de 14 de
septiembre, FJ 3)...
De todo lo anterior se desprende que tanto el Auto de la
Audiencia Nacional de 13 de diciembre de 2000 como la
Sentencia del Tribunal Supremo de 25 de febrero de 2003 han
vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE)
de los demandantes en su vertiente de acceso a la jurisdicción,
por lo que procede otorgar el amparo y, en consecuencia,
anular las citadas resoluciones y retrotraer las actuaciones al
momento inmediatamente anterior al de dictarse el Auto de la
Audiencia Nacional anulado sin que, en aras a preservar el
carácter subsidiario del recurso de amparo proceda entrar a
analizar las denuncias de vulneración de otros derechos
fundamentales que se efectúan en la demanda. |40|
Con ello el Tribunal Constitucional declaró contraria al derecho a la tutela judicial
efectiva, en su vertiente de derecho de acceso a la jurisdicción, la doctrina de la
Sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo de 25 de febrero de 2003.
Si de algo no cabe duda es de que las víctimas españolas se encuentran
amparadas por el art. 24.1 de la CE., en su vertiente de acceso a la justicia y de
derecho al juez natural, así como por el principio de igualdad ante la ley.
Por su parte, y como muestra de la jerarquía que el propio derecho al acceso a la
justicia está adquiriendo en derecho internacional, reproducimos las siguientes
afirmaciones del juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en
adelante "Corte IDH"), Sr. A.A. Cançado Trindade, en su voto concurrente y
razonado a la sentencia Almonacid Arellano y otros, de 26 de septiembre de 2006,
en la que se condena al Estado chileno por el asesinato en 1973 del Sr. Arellano en
cuanto crimen contra la humanidad:
19. [N]ingún Estado puede acudir a artificios para violar normas
del jus cogens; las prohibiciones de este último no dependen
del consentimiento del Estado. En su muy reciente Sentencia,
de hace cuatro días, en el caso Goiburú y Otros versus
Paraguay (del 22.09.2006), la Corte Interamericana amplió el
contenido material del jus cogens de modo a abarcar el
derecho de acceso a la justicia en los planos nacional e
internacional, en el sentido en que venía yo propugnando en el
seno de la Corte hace ya algún tiempo, tal como señalé en mi
Voto Razonado (párrs. 62-68) en este caso. |41|
La propia Corte IDH en su sentencia relativa al caso La Cantuta, de 29 de
noviembre de 2006, - por la que condena al Estado Peruano por los hechos de La
Cantuta también en cuanto crímenes contra la humanidad- afirma que el derecho de
acceso a la justicia constituye una norma imperativa de derecho internacional:
160. Según ha sido reiteradamente señalado, los hechos del
presente caso han infringido normas inderogables de derecho
internacional (ius cogens). En los términos del artículo 1.1 de la
Convención Americana, los Estados están obligados a
investigar las violaciones de derechos humanos y a juzgar y
sancionar a los responsables. Ante la naturaleza y gravedad de
los hechos, más aún tratándose de un contexto de violación
sistemática de derechos humanos, la necesidad de erradicar la
impunidad se presenta ante la comunidad internacional como
un deber de cooperación interestatal para estos efectos. El
acceso a la justicia constituye una norma imperativa de
Derecho Internacional y, como tal, genera obligaciones
erga omnes para los Estados de adoptar las medidas que
sean necesarias para no dejar en la impunidad esas
violaciones, ya sea ejerciendo su jurisdicción para aplicar su
derecho interno y el Derecho Internacional para juzgar y, en su
caso, sancionar a los responsables de hechos de esa índole, o
colaborando con otros Estados que lo hagan o procuren
hacerlo. La Corte recuerda que, bajo el mecanismo de garantía
colectiva establecido en la Convención Americana, en conjunto
con las obligaciones internacionales regionales y universales en
la materia, los Estados Parte en la Convención deben colaborar
entre sí en ese sentido. |42|
Esas obligaciones universales, según la propia Corte, son:
La Carta de las Naciones Unidas firmada el 26 de junio de
1945, Preámbulo y artículo 1.3; Declaración Universal de
Derechos Humanos, adoptada y proclamada por la Resolución
de la Asamblea General 217 A (iii) del 10 de diciembre de 1948;
Pacto Internacional de Derechos Civiles Políticos de las
Naciones Unidas, resolución 2200 A (XXI) de la Asamblea
General de 16 de diciembre de 1966; Convenios de Ginebra de
12 de agosto de 1949 y sus Protocolos; Convenio sobre la
Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los
Crímenes de lesa humanidad, resolución 2391 (XXIII) de la
Asamblea General de 26 de noviembre de 1968 [no ratificado
por España, pero que contiene principios de ius cogens];
Convención para la Prevención y Sanción del Delito de
Genocidio, resolución 260 A (III) de la Asamblea General de 9
de diciembre de 1948; Convención contra la Tortura y Otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, resolución
39/46 de la Asamblea General de 10 de diciembre de 1984;
Declaración sobre la protección de todas las personas contra la
desaparición forzada, G.A. Res. 47/133, 47 U.N. GAOR Supp.
(no. 49) at 207, U.N. Doc. A/47/49 (1992), artículo 14; Principios
de las Naciones Unidas sobre la efectiva prevención e
investigación de ejecuciones extra-legales, arbitrarias y
sumarias, E.S.C. Res. 1989/65, U.N. Doc. E/1989/89 para. 18
(24 de mayo de 1989); Principios de las Naciones Unidas de
Cooperación Internacional en la Detección, Arresto, Extradición
y Sanción de Personas Culpables de Crímenes de Guerra y
Crímenes de Lesa Humanidad, G.A. Res. 3074, U.N. Doc.
A/9030 (1973); Resolución sobre la cuestión del castigo de los
criminales de guerra y de las personas que hayan cometido
crímenes de lesa humanidad, G.A. Res. 2840, U.N. Doc.
A/Res/2840 (1971); Proyecto de Código de Crímenes contra la
Paz y la Seguridad de la Humanidad de la Comisión de Derecho
Internacional de 1996; Proyecto de Convención Internacional
para la protección de todas las personas contra las
desapariciones forzadas, Consejo de Derechos Humanos de
Naciones\ Unidas, 1er periodo de sesiones, tema 4 del
programa, A/HRC/1/L.2, 22 de junio de 2006; Declaración sobre
el Asilo Territorial, adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, resolución 2312 (XXII) de 14 de diciembre de
1967, y Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto
de los Refugiados, 189 U.N.T.S. 150, adoptada el 28 de julio de
1951 por la Conferencia de Plenipotenciarios sobre el estatuto
de los refugiados y de los apátridas\ (Naciones Unidas),
convocada por la Asamblea General en su resolución 429 (V),
de 14 de diciembre de 1950. |43|
El 21 de marzo de 2006 la Asamblea General de la Naciones Unidas aprobó los:
"Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones
manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones
graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener
reparaciones" (A/60/509/Add.1). Esta Resolución lo que hace es sistematizar y
ratificar una serie de principios de derecho internacional. Destacamos, a los efectos
que aquí interesa, lo siguiente:
[...] La obligación de respetar, asegurar que se respeten y
aplicar las normas internacionales de derechos humanos y el
derecho internacional humanitario según lo previsto en los
respectivos ordenamientos jurídicos comprende, entre otros, el
deber de:
a) Adoptar disposiciones legislativas y administrativas y
otras medidas apropiadas para impedir las violaciones;
b) Investigar las violaciones de forma eficaz, rápida,
completa e imparcial y, en su caso, adoptar medidas
contra los presuntos responsables de conformidad con el
derecho interno e internacional;
c) Dar a quienes afirman ser víctimas de una
violación de sus derechos humanos o del derecho
humanitario un acceso equitativo y efectivo a la
justicia, como se describe más adelante, con
independencia de quién resulte ser en definitiva el
responsable de la violación;
d) Proporcionar a las víctimas recursos eficaces, incluso
reparación, como se describe más adelante. |44|
Los Principios y Directrices contemplan también el derecho de las víctimas a
disponer de recursos y de acceso a la justicia:
"VII. Derecho de las víctimas a disponer de recursos
11. Entre los recursos contra las violaciones manifiestas de las
normas internacionales de derechos humanos y las violaciones
graves del derecho internacional humanitario figuran los
siguientes derechos de la víctima, conforme a lo previsto en el
derecho internacional:
a) Acceso igual y efectivo a la justicia;
b) Reparación adecuada, efectiva y rápida del daño
sufrido;
c) Acceso a información pertinente sobre las violaciones
y los mecanismos de reparación.
VIII. Acceso a la justicia
12. La víctima de una violación manifiesta de las normas
internacionales de derechos humanos o de una violación grave
del derecho internacional humanitario tendrá un acceso igual a
un recurso judicial efectivo, conforme a lo previsto en el derecho
internacional. Otros recursos de que dispone la víctima son el
acceso a órganos administrativos y de otra índole, así como a
mecanismos, modalidades y procedimientos utilizados conforme
al derecho interno. Las obligaciones resultantes del derecho
internacional para asegurar el derecho al acceso a la justicia y a
un procedimiento justo e imparcial deberán reflejarse en el
derecho interno. A tal efecto, los Estados deben:
a) Dar a conocer, por conducto de mecanismos públicos
y privados, información sobre todos los recursos
disponibles contra las violaciones manifiestas de las
normas internacionales de derechos humanos y las
violaciones graves del derecho internacional humanitario;
b) Adoptar medidas para minimizar los inconvenientes a
las víctimas y sus representantes, proteger su intimidad
contra injerencias ilegítimas, según proceda, y
protegerlas de actos de intimidación y represalia, así
como a sus familiares y testigos, antes, durante y
después del procedimiento judicial, administrativo o de
otro tipo que afecte a los intereses de las víctimas;
c) Facilitar asistencia apropiada a las víctimas que tratan
de acceder a la justicia;
d) Utilizar todos los medios jurídicos, diplomáticos y
consulares apropiados para que las víctimas puedan
ejercer su derecho a interponer recursos por violaciones
manifiestas de las normas internacionales de derechos
humanos o por violaciones graves del derecho
internacional humanitario.
13. Además del acceso individual a la justicia, los Estados han
de procurar establecer procedimientos para que grupos de
víctimas puedan presentar demandas de reparación y obtener
reparación, según proceda.
14. Los recursos adecuados, efectivos y rápidos contra las
violaciones manifiestas de las normas internacionales de
derechos humanos o las violaciones graves del derecho
internacional humanitario han de comprender todos los
procedimientos internacionales disponibles y apropiados a los
que tenga derecho una persona y no deberían redundar en
detrimento de ningún otro recurso interno." |45|
Por su parte, la Sentencia Núm. 16/2005, de 19 de abril de 2005, recaída en el caso
Adolfo Scilingo, expone claramente en los antecedentes del caso lo siguiente: "Con
fecha 28 de junio de 1996, se dicta auto por el que se declara la competencia de la
jurisdicción española para conocer de los delitos denunciados, acordándose entre
otras actuaciones, el requerimiento al Ministerio de Asuntos Exteriores para que
remita información sobre los españoles o personas de origen español asesinados o
desaparecidos en Argentina entre los años 1976 a 1983, así como los
procedimientos judiciales que se hubieran seguido por tales hechos, interesándose
al mismo tiempo, librar Comisión Rogatoria a Argentina en el mismo sentido." |46|
Es decir, la competencia de la jurisdicción española para conocer de hechos
delictivos cometidos fuera del territorio nacional, en ese momento, 1996, estuvo
vinculada a la existencia de víctimas española en ese país, como dice la sentencia
mencionada de 19 de abril de 2005.
Esa misma sentencia en su apartado "5. LAS VÍCTIMAS", dice:
Constan en la causa, perfectamente identificadas, 610 víctimas
de nacionalidad española e hijos y nietos de españoles.
Ya desde un primer momento la Embajada Española en Buenos
Aires identificó, al menos, veintisiete ciudadanos de
nacionalidad exclusivamente española:
1.- ABADÍA CRESPO, Dominga.
2.- ALONSO CIFUENTES, María Gloria.
3.- ARESTIN CASAIS, Salvador. [...] |47|
El Tribunal Supremo español, mediante sentencia Nº 798/2007, de 1 de octubre de
2007, vino a ratificar la calificación penal de los hechos como crímenes contra la
humanidad y no entró en la cuestión de la jurisdicción, puesto que ésta ya había
sido resuelta con anterioridad, y en relación con el mismo caso, a favor de los
tribunales españoles, además de lo ya dispuesto por el TC en la sentencia referida
de 26 de septiembre de 2005. Al existir víctimas españolas, el TS no tuvo que
abordar esta cuestión, reconociendo que "en el caso actual tal conexión existe de
forma indiscutible" |48|. Y además: "La aplicación de normas relativas al alcance de
la jurisdicción en el ámbito internacional a hechos anteriores a su vigencia no ha
planteado problemas insolubles cuando se trata de delitos que atentan a los
Derechos Humanos esenciales. En este sentido, la creación de Tribunales por el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas demuestra que la inexistencia de una
norma que atribuya la jurisdicción con carácter previo al hecho no impide el
enjuiciamiento. El acento se ha puesto en la naturaleza de los hechos y no en la
fecha de constitución del Tribunal" |49|. Si bien en el caso que nos ocupa, esta
naturaleza no está en discusión, y ha sido incluso avalada por el Tribunal Europeo
de Derechos Humanos en su decisión de 17 de enero de 2006 recaída en el caso
Kolk y Kislyiy v. Estonia, como se verá más adelante.
Finalmente, en sentencia de 22 de octubre de 2007, el Tribunal Constitucional
reafirmó la línea doctrinal desarrollada en su sentencia No. 237/2005, de 26 de
septiembre, al conocer de un recurso de amparo interpuesto por doña Zhi Zhen Dai
y otros frente a la Sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo y los Autos
de la Audiencia Nacional y de un Juzgado Central de Instrucción que no admitieron
a trámite una querella por delitos cometidos en China:
4. La cuestión ahora suscitada, esto es, la posible vulneración
por las resoluciones judiciales impugnadas del derecho a la
tutela judicial efectiva, en su vertiente de derecho de acceso a
la jurisdicción (art. 24.1 CE) , como consecuencia de la
interpretación que en ellas se ha efectuado de la regla de
extensión de la jurisdicción española en el orden penal prevista
en el art. 23.4 LOPJ, referida al principio de la denominada
jurisdicción universal, en la que han fundado la decisión de
inadmisión de la querella interpuesta por los demandantes de
amparo, es sustancialmente idéntica a la planteada en la STC
237/2005, de 26 de septiembre.
En este caso el Juzgado Central de Instrucción, cuya decisión
de inadmisión y los razonamientos en los que se sustenta han
sido confirmados por el Pleno de la Sala de lo Penal de la
Audiencia Nacional y por la Sala de lo Penal del Tribunal
Supremo, ha fundado aquella decisión en la doctrina
jurisprudencial recogida en la Sentencia de la Sala de lo Penal
del Tribunal Supremo de 25 de febrero de 2003. En aplicación
de esta doctrina jurisprudencial, según la cual, en síntesis, es
preciso para la entrada en juego de la regla del art. 23.4 LOPJ
la existencia de determinados vínculos o elementos de conexión
de los hechos denunciados con nuestro ámbito jurisdiccional,
entre ellos, que el presunto autor del delito se halle en territorio
español, que las víctimas sean de nacionalidad española o bien
que exista otro punto de conexión directo con intereses
españoles, el Juzgado Central de Instrucción núm. 2 inadmitió a
trámite la querella interpuesta por los demandantes de amparo
al concluir que la jurisdicción española no era competente para
el conocimiento de los hechos denunciados "habida cuenta de
que ninguno de los presuntos culpables es de nacionalidad
española ni se encuentra en territorio nacional ni España ha
denegado su extradición y, de otra parte, no se aprecia la
existencia de una conexión con un interés nacional español en
relación directa con esos delitos, pues siendo posible conectar
dicha conexión en la nacionalidad de las víctimas, no se
denuncia, ni se aprecia la comisión de delitos de genocidio y
torturas sobre españoles. Tampoco se conecta directamente
con otros intereses españoles relevantes" (razonamiento
jurídico séptimo). [...]
c) El Tribunal también rechazó como elementos de conexión el
de la personalidad pasiva, haciendo depender la competencia
universal de la nacionalidad española de las víctimas, y el de la
vinculación de los delitos cometidos con otros intereses
españoles relevantes.
Respecto a ambos elementos se dijo entonces, y hemos de
reiterar ahora, que:
"tal interpretación, radicalmente restrictiva del principio de
jurisdicción universal plasmado en el art. 23.4 LOPJ, que más
bien habría de ser calificada como reducción teleológica (por
cuanto va más allá del sentido gramatical del precepto),
desborda los cauces de lo constitucionalmente admisible desde
el marco que establece el derecho a la tutela judicial efectiva
consagrado en el art. 24.1 CE, en la medida en que supone una
reducción contra legem a partir de criterios correctores que ni
siquiera implícitamente pueden considerarse presentes en la ley
y que, además, se muestran palmariamente contrarios a la
finalidad que inspira la institución, que resulta alterada hasta
hacer irreconocible el principio de jurisdicción universal según
es concebido en el Derecho internacional, y que tiene el efecto
de reducir el ámbito de aplicación del precepto hasta casi
suponer una derogación de facto del art. 23.4 LOPJ.
En efecto, el derecho a la tutela judicial efectiva, en su vertiente
de acceso a la jurisdicción, ha quedado menoscabo en el
presente caso porque una interpretación acorde con el telos del
precepto conllevaría la satisfacción del ejercicio de un derecho
fundamental de acceso al proceso y sería por tanto plenamente
acorde con el principio pro actione, y porque el sentido literal del
precepto analizado aboca, sin forzamiento interpretativos de
índole alguna, al cumplimiento de tal finalidad y, con ello, a la
salvaguarda del derecho consagrado en el art. 24.1 CE. Por
tanto la forzada e infundada exégesis a que el Tribunal
Supremo somete el precepto supone una restricción ilegítima
del citado derecho fundamental, por cuanto vulnera la exigencia
de que los órganos judiciales, al interpretar los requisitos
procesales legalmente previstos, tengan presente la ratio de la
norma con el fin de evitar que los meros formalismos o
entendimientos no razonables de las normas procesales
impidan un enjuiciamiento del fondo del asunto, vulnerando las
exigencias del principio de proporcionalidad' (STC 220/2003, de
15 de diciembre, FJ 3), al constituir una denegación del acceso
a la jurisdicción a partir de una consideración excesivamente
rigurosa de la normativa aplicable' (STC 157/1999, de 14 de
septiembre, FJ 4)" (FJ 8).
d) A las precedentes consideraciones comunes a ambos
elementos, se añadió que:
"la restricción basada en la nacionalidad de las víctimas
incorpora una requisito añadido no contemplado en la ley, que
además tampoco puede ser teleológicamente fundado, por
cuanto, en particular con relación al genocidio, contradice la
propia naturaleza del delito y la aspiración compartida de su
persecución universal, la cual prácticamente queda cercenada
por su base … La exégesis manejada por el Tribunal Supremo
implicaría, en consecuencia, que tal delito de genocidio sólo
sería relevante para los Tribunales españoles cuando la víctima
fuera de nacionalidad española y, además, cuando la conducta
viniera motivada por la finalidad de destruir el grupo nacional
español. La inverosimilitud de tal posibilidad ha de ser muestra
suficiente de que no era esa la finalidad que el Legislador
perseguía con la introducción de la jurisdicción universal en el
art. 23.4 LOPJ, y de que no puede ser una interpretación acorde
con el fundamento objetivo de la institución.
Y lo mismo debe concluirse en relación con el criterio del interés
nacional … con su inclusión el núm. 4 del art. 23 LOPJ queda
prácticamente huérfano de contenido, al ser reconducido a la
regla de competencia jurisdiccional contemplada en el número
anterior. Como ya se ha afirmado, la cuestión determinante es
que el sometimiento de la competencia para enjuiciar crímenes
internacionales como el genocidio o el terrorismo a la
concurrencia de intereses nacionales, en los términos
planteados por la Sentencia, no resulta cabalmente conciliable
con el fundamento de la jurisdicción universal. La persecución
internacional y transfronteriza que pretende imponer el principio
de justicia universal se basa exclusivamente en las particulares
características de los delitos sometidos a ella, cuya lesividad
(paradigmáticamente en el caso del genocidio) trasciende de las
concretas víctimas y alcanza a la comunidad internacional en su
conjunto. Consecuentemente su persecución y sanción
constituyen, no sólo un compromiso, sino también un interés
compartido de todos los Estados (según tuvimos ocasión de
afirmar en la STC 87/2000, de 27 de marzo, FJ 4), cuya
legitimidad, en consecuencia, no depende de ulteriores
intereses particulares de cada uno de ellos".
Además, concluíamos:
"el exacerbado rigorismo con que tales criterios son aplicados
… redunda en la incompatibilidad de sus pronunciamientos con
el derecho a la tutela judicial efectiva en su vertiente de acceso
a la jurisdicción, puesto que exige que la conexión con intereses
nacionales deba apreciarse en relación directa con el delito que
se toma como base para afirmar la atribución de la jurisdicción,
excluyendo expresamente la posibilidad de interpretaciones
más laxas (y, con ello, más acordes con el principio pro actione)
de dicho criterio, como la de vincular la conexión con intereses
nacionales con otros delitos conectados con aquél, o bien, más
genéricamente, con el contexto que rodea los mismos" (FJ 9).
6. La aplicación de la precedente doctrina constitucional
conduce en este caso a estimar que la decisión de inadmisión
de la querella interpuesta por los recurrentes en amparo ha
vulnerado su derecho a la tutela judicial efectiva, en su vertiente
de derecho de acceso a la jurisdicción (art. 24.1 CE) , por lo que
procede, en consecuencia, otorgar el amparo solicitado, anular
las resoluciones judiciales impugnadas y retrotraer las
actuaciones al momento inmediatamente anterior al del Auto del
Juzgado Central de Instrucción núm. 2 de 20 de noviembre de
2003, a fin de que se dicte una nueva resolución judicial
respetuosa con el derecho fundamental vulnerado. |50|
Por tanto, si la doctrina de nuestro más Alto Tribunal reafirma la jurisdicción de los
tribunales españoles para los crímenes graves contra los derechos humanos aún
cuando tales actos hayan sido perpetrados fuera del territorio nacional, con más
razón pueden y deben nuestros tribunales ejercer tal jurisdicción cuando se trata de
víctimas nacionales españoles, como es el caso que nos ocupa, garantizándoles de
esta manera su derecho a la tutela judicial efectiva.
II.2.- La Aplicación de las sentencias y los principios de Nuremberg
en jurisdicción interna. Obligación subsidiaria de aplicación del
Estatuto de Nuremberg por parte de los miembros de las Naciones
Unidas.
El significado del proceso de Nuremberg no queda tanto en su función de cierre de
una época, sino en la apertura de la misma, una época de un nuevo derecho
humanitario internacional, una nueva vigencia de los principios universales de los
derechos humanos.
Quien fuera Juez de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos y, en lo
que al Tribunal Militar Internacional de Nuremberg se refiere, Fiscal Supremo por
parte de los Estados Unidos, Sr. Robert H. Jackson, en su discurso de apertura
expresaba lo siguiente: "El trato que un gobierno da a su propio pueblo,
normalmente no se considera como asunto que concierne a otros gobiernos o la
comunidad internacional de estados. El maltrato, sin embargo, de alemanes por
alemanes durante el nazismo traspasó, como se sabe ahora, en cuanto al número y
a las modalidades de crueldad, todo lo que la civilización moderna puede tolerar.
Los demás pueblos, si callaran, participarían de estos crímenes, porque el silencio
sería consentimiento." |51|
En palabras de Rainer Huhle, "Tímidamente, pero sí notablemente, se abrió paso a
la idea de que hay derechos universales del hombre que ningún gobierno puede
pisar libremente, sea en tiempos de guerra o de paz, sea en contra de sus propios
ciudadanos o los de otra nación. Lo que se pudo observar en Nuremberg, era el
penoso proceso del nacimiento de una nueva idea de derecho, desde las cáscaras
del derecho de guerra." |52|
Los principios reconocidos en el acuerdo firmado en Londres el 8 de agosto de 1945
por Estados Unidos, Francia, Reino Unido y la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas -al que se adherirían después 19 países más- , por el que se decide el
establecimiento del Tribunal de Nuremberg, son llamados oficialmente en las
Naciones Unidas "los Principios de Nuremberg". El parte de acuerdo, que integró los
Principios en casos de delitos contra la paz y la seguridad de la humanidad, se
llama Estatuto de Nuremberg (Charter of the International Military Tribunal).
El 13 de febrero de 1946 la Asamblea General de la ONU adoptó la resolución 3 (1),
en la que "toma conocimiento de la definición de los crímenes de guerra, contra la
paz y contra la Humanidad tal como figuran en el Estatuto del Tribunal Militar de
Nuremberg de 8 de agosto de 1945", es decir tal cual figuran en el artículo 6 y
siguientes del Estatuto.
Estos principios fueron integrados en las sentencias del Tribunal Militar Internacional
de Nuremberg, del 30 de septiembre y 1 de octubre de 1946. El Secretario General
de la ONU, Trygve Lie, en su informe complementario, sugirió el 21 de octubre de
1946 que los Principios de Nuremberg fuesen adoptados como parte del Derecho
Internacional. En su resolución 95 (I) de 11 de diciembre de 1946, la Asamblea
General de la ONU aceptó formalmente la sugerencia y por lo tanto, "confirma los
principios de Derecho Internacional reconocidos por el Tribunal de Nuremberg y por
la Sentencia de ese Tribunal".
El efecto de las resoluciones mencionadas es consagrar con alcance universal el
derecho creado en el Estatuto y en la Sentencia del Tribunal de Nuremberg |53|.
El tenor literal de la mencionada resolución 95 (I) de 11 de diciembre de 1946 es el
que sigue:
95 (I). Confirmación de los principios de Derecho
Internacional reconocidos por el estatuto del Tribunal de
Nuremberg.
La Asamblea General,
Reconoce la obligación que tiene, de acuerdo con el inciso (a)
del párrafo 1 del Artículo 13 de la Carta, de iniciar estudios y
hacer recomendaciones con el propósito de estimular el
desarrollo progresivo del Derecho Internacional y su
codificación;
Toma nota del Acuerdo para el establecimiento de un Tribunal
Militar Internacional encargado del juicio y castigo de los
principales criminales de guerra del Eje europeo, firmado en
Londres el 8 de agosto de 1945, y del Estatuto anexo al mismo,
así como del hecho de que principios similares han sido
adoptados en el Estatuto del Tribunal Militar Internacional para
el juicio de los principales criminales de guerra en el Lejano
Oriente, promulgados en Tokio el 19 de enero de 1946.
Por lo tanto,
Confirma los principios de Derecho Internacional reconocidos
por el Estatuto del Tribunal de Nuremberg y las sentencias de
dicho Tribunal:
Da instrucciones al Comité de codificación de Derecho
Internacional, establecido por resolución de la Asamblea
General de 11 de diciembre de 1946, para que trate como un
asunto de importancia primordial, los planes para la
formulación, en una codificación general de delitos contra la paz
y la seguridad de la humanidad, o de un Código Criminal
Internacional, conteniendo los principios reconocidos en el
Estatuto del Tribunal de Nuremberg y en las sentencias de
dicho Tribunal.
Quincuagésima quinta sesión plenaria,
11 de diciembre de 1946.
A su vez, mediante resolución 177 (II), de 21 de noviembre de 1947, relativa a la
Formulación de los principios reconocidos por el Estatuto y por las sentencias del
Tribunal de Nuremberg, la Asamblea General, decide confiar dicha formulación a la
Comisión de Derecho Internacional, encargando a esta Comisión:
a) Que formule los principios de Derecho Internacional
reconocidos por el Estatuto y por las sentencias del Tribunal de
Nuremberg; y
b) Que prepare un proyecto de código en materia de delitos
contra la paz y la seguridad de la humanidad, en el cual se
indique claramente la función que corresponde a los principios
mencionados en el precedente inciso a).
La Comisión, en su primera reunión de mayo a junio de 1949, elaboró dichos
Principios y Delitos, adoptándolos en 1950 |54|. Tales principios se transcriben a
continuación:
Principio I. Toda persona que cometa un acto que constituya
delito bajo el Derecho Internacional es responsable del mismo y
está sujeta a sanción.
Principio II. El hecho de que el Derecho nacional no sancione
un acto que constituya delito bajo el Derecho Internacional no
exime de responsabilidad, conforme al mismo derecho, al
ejecutor de tal delito.
Principio III. El hecho de que una persona que haya cometido
un acto que constituya un crimen conforme al Derecho
Internacional, haya actuado como Jefe de Estado o como
funcionario público, no le exime de responsabilidad conforme al
Derecho Internacional.
Principio IV. El hecho de que una persona haya actuado en
cumplimiento de una orden de su Gobierno o de un superior no
lo exime de responsabilidad conforme al Derecho Internacional,
siempre que de hecho haya tenido la posibilidad de elección
moral. Sin embargo, puede esta circunstancia ser tomada en
consideración para atenuar la pena si la justicia así lo requiere.
Principio V. Toda persona acusada de un delito conforme al
Derecho Internacional, tiene derecho a un juicio imparcial sobre
los hechos y sobre el derecho.
Principio VI. Los crímenes que se enumeran a continuación son
punibles bajo el Derecho Internacional:
a) Crímenes contra la paz; a saber:
1. Planear, preparar, iniciar o hacer una guerra de agresión o
una guerra que viole tratados, acuerdos y garantías
internacionales.
2. Participar en un plan común o conspiración para la
perpetración de cualquiera de los actos mencionados en el
inciso 1.
b) Crímenes de guerra; a saber:
Las violaciones de las leyes o costumbres de la guerra. Tales
violaciones comprenden, sin que esta enumeración tenga
carácter limitante, el asesinato, el maltrato o la deportación para
realizar trabajos en condiciones de esclavitud, o con cualquier
otro propósito, de poblaciones civiles en territorios ocupados, o
que en ellos se encuentren; el asesinato o el maltrato de
prisioneros de guerra o personas en el mar; la matanza de
rehenes; el saqueo de la propiedad pública o privada; la
destrucción incondicional de ciudades, villas o aldeas ,o la
devastación no justificada por las necesidades militares.
c) Crímenes contra la Humanidad; a saber:
El asesinato, el exterminio, la esclavitud, la deportación y otros
actos inhumanos cometidos contra una población civil, o las
persecuciones por razones políticas, raciales o religiosas,
cuando tales actos sean cometidos o tales persecuciones sean
llevadas a cabo al perpetrar cualquier delito de guerra, o en
relación con tales delitos.
Principio VII. La Complicidad en la perpetración de un crimen
contra la paz, un crimen de guerra o un crimen contra la
Humanidad de los enumerados en el Principio VI es un crimen
bajo el Derecho Internacional |55|.
Esta elaboración de los principios de Nuremberg a cargo de la Comisión de Derecho
Internacional incluye pues la complicidad -en los crímenes contra la paz, en los
crímenes de guerra y en los crímenes contra la humanidad- en cuanto crimen
internacional, es decir, la complicidad en un acto que constituye un crimen de
Derecho Internacional es en sí misma un crimen de Derecho Internacional.
El proyecto de Código de Crímenes contra la Paz y la Seguridad de la Humanidad
de 1954 incluye las figuras de la conspiración y la complicidad como consecuencia
de la asunción de la doctrina de Nuremberg. Así pues, en su artículo 2.13) se
recoge la figura de la conspiración referida a toda una serie de actos que
constituyen delitos bajo el Derecho Internacional. El texto de proyecto de Código
elaborado en 1954 es como sigue:
Art. 1. Los delitos contra la paz y la seguridad de la humanidad,
definidos en el presente Código, son delitos de derecho
internacional, por los cuales serán castigados los individuos
responsables.
Art. 2. Son delitos contra la paz y la seguridad de la humanidad
los siguientes actos: 1) Todo acto de agresión, inclusive el
empleo por las autoridades de un Estado, de la fuerza armada
contra otro Estado, para cualquier propósito que no sea legítima
defensa nacional o colectiva o la aplicación o recomendación de
un órgano competente de las Naciones Unidas. 2) Toda
amenaza hecha por las autoridades de un Estado de recurrir a
un acto de agresión contra otro Estado. 3) La preparación por
las autoridades de un Estado del empleo de la fuerza armada
contra otro Estado, para cualquier propósito que no sea la
legítima defensa nacional o colectiva, o la aplicación de una
decisión o recomendación de un órgano competente de las
Naciones Unidas. 4) El hecho de que las autoridades de un
Estado organicen dentro de un territorio o en cualquier otro
territorio bandas armadas para hacer incursiones en el territorio
de otro Estado o estimulen la organización de tales bandas; o el
hecho de que toleren la organización de dichas bandas en su
propio territorio o de que toleren que dichas bandas armadas se
sirvan de su territorio como base de operaciones o punto de
partida para hacer incursiones en el territorio de otro Estado, así
como el hecho de partir directamente en tales incursiones o de
prestarles su apoyo. 5) El hecho de que las autoridades de un
Estado emprendan o estimulen actividades encaminadas a
fomentar luchas civiles en el territorio de otro Estado, o la
tolerancia por las autoridades de un Estado de actividades
organizadas encaminadas a fomentar luchas civiles en el
territorio de otro Estado. 6) El hecho de que las autoridades de
un Estado emprendan o estimulen actividades terroristas en
otro Estado, o la tolerancia por las autoridades de un Estado de
actividades organizadas, encaminadas a realizar actos
terroristas en otro Estado. 7) Los actos de las autoridades de un
Estado que violen las obligaciones establecidas por un tratado
destinado a garantizar la paz y la seguridad internacional
mediante restricciones o limitaciones respecto a armamentos,
adiestramiento militar o fortificaciones u otras restricciones del
mismo carácter. 8) La anexión por las autoridades de un Estado
de un territorio perteneciente a otro Estado o de un territorio
colocado bajo un régimen internacional mediante actos
contrarios al derecho internacional. 9) El hecho de que las
autoridades de un Estado intervengan en los asuntos internos o
externos de otro Estado mediante medidas coercitivas de índole
económica o política, con el fin de influir sobre sus decisiones y
obtener así ventajas de cualquier índole. 10) Los actos de las
autoridades de un Estado o de particulares, perpetrados con
intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional,
étnico, racial o religioso como tal, inclusive: la matanza de
miembros del grupo; la lesión grave a la integridad física o
mental de los miembros del grupo; el sometimiento internacional
del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su
destrucción física, total o parcial; las medidas destinadas a
impedir los nacimientos en el seno del grupo; el traslado por
fuerza de niños del grupo a otro grupo. 11) Los actos
inhumanos, tales como el asesinato, el exterminio, la esclavitud,
la deportación o las persecuciones contra cualquier población
civil por motivos políticos, raciales, religiosos o culturales,
perpetrados por las autoridades de un Estado o por particulares
que actúen por instigación de dichas autoridades o con su
tolerancia. 12) Los actos cometidos violando las leyes o usos de
la guerra. 13) Los actos que constituyan: conspiración para
cometer cualquiera de los delitos definidos en los párrafos
anteriores del presente artículo; instigar directamente a cometer
cualquiera de los delitos definidos en los párrafos anteriores del
reciente artículo; tentativas de cometer cualquiera de los delitos
definidos en los párrafos anteriores del presente artículo;
complicidad en la perpetración de cualquiera de los delitos
definidos en los párrafos anteriores del presente artículo.
Art. 3. El hecho de que una persona haya actuado como Jefe de
un Estado o como autoridad del Estado no la eximirá de
responsabilidad por la perpetración de los delitos definidos en el
presente Código.
Art. 4. El hecho de que una persona, acusada de un delito
definido en este Código, haya actuado en el cumplimiento de
órdenes de su Gobierno o de su superior jerárquico, no la
eximirá de responsabilidades conforme al derecho internacional
si, dadas las circunstancias del caso, ha tenido la posibilidad de
no acatar dicha orden.
Estos principios relativos a la responsabilidad del individuo y de los agentes del
Estado en la conspiración para cometer crímenes contra la humanidad, fueron
también plasmados en la redacción del Proyecto de Código de Crímenes contra la
Paz y la Seguridad de la Humanidad de 1996, en cuyo artículo 2, relativo a la
responsabilidad individual, se recoge la participación directa en el plan o
confabulación para cometer el crimen de genocidio (artículo 17), crímenes contra la
humanidad (artículo 18), crímenes contra el personal de las Naciones Unidas y el
personal asociado (artículo 19) y, por último, crímenes de guerra (artículo 20) |56|.
Cabe resaltar que cuando el tipo delictivo en cuestión exige que la comisión de los
actos a que se refiere sea de forma sistemática (i.e. crímenes contra la humanidad),
los codificadores aclaran que por forma sistemática se entiende "con arreglo a un
plan o política preconcebidos |57|".
También los Estatutos de los Tribunales ad-hoc, para la ex-Yugoslavia y Ruanda, se
han hecho eco de estas figuras que arrancan de Nuremberg, como se verá
posteriormente.
En su Informe sobre la constitución de un Tribunal Internacional encargado de
juzgar a "las personas presuntamente responsables de violaciones graves del
derecho humanitario internacional cometidas en el territorio de la ex-Yugoslavia"
desde 1991, el Secretario General de la ONU ha enumerado varias convenciones
que en su opinión forman parte del Derecho Internacional consuetudinario, a saber:
a) el Convenio de La Haya del 18 de octubre de 1907 sobre las
leyes y costumbres de la guerra terrestre (Convenio núm. IV) y
el Reglamento anexo al mismo, de 18 de octubre de 1907
b) el Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg de
8 de agosto de 1945,
c) la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio de 9 de diciembre de 1948,
d) los Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949 para la
protección de las víctimas de la guerra. |58|
La constatación por el Secretario General del carácter consuetudinario de estos
instrumentos es vinculante para todos los Estados conforme al artículo 25 de la
Carta de la ONU, pues el Consejo de Seguridad aprobó el Informe del Secretario
General sin ninguna reserva (S/Res. 827, 25 de mayo de 1993, párr. 2).
Por último, y si tenemos en cuenta que la Comisión de Derecho Internacional orientó
su trabajo hacia la entonces futura creación de un Tribunal Penal Internacional, es
necesario añadir que el Estatuto de este Tribunal, aprobado en Roma en julio de
1998 por 120 votos a favor, 21 abstenciones y sólo 7 votos en contra, se hace eco
de los principios de Nuremberg en su artículo 25, sobre responsabilidad penal
individual, artículo éste enmarcado bajo la rúbrica de "Principios Generales de
Derecho Penal".
Art. 25. Responsabilidad penal individual
1. De conformidad con el presente Estatuto, la Corte tendrá
competencia respecto de las personas naturales.
2. Quien cometa un crimen de la competencia de la Corte será
responsable individualmente y podrá ser penado de
conformidad con el presente Estatuto.
3. De conformidad con el presente Estatuto, será penalmente
responsable y podrá ser penado por la comisión de un crimen
de la competencia de la Corte quien:
a) Cometa ese crimen por sí solo, con otro o por
conducto de otro, sea éste o no penalmente responsable;
b) Ordene, proponga o induzca la comisión de ese
crimen, ya sea consumado o en grado de tentativa;
c) Con el propósito de facilitar la comisión de ese crimen,
sea cómplice o encubridor o colabore de algún modo en
la comisión o la tentativa de comisión del crimen, incluso
suministrando los medios para su comisión;
d) Contribuya de algún otro modo en la comisión o
tentativa de comisión del crimen por un grupo de
personas que tengan una finalidad común. La
contribución deberá ser intencional y se hará:
i) Con el propósito de llevar a cabo la actividad o
propósito delictivo del grupo, cuando una u otro
entrañe la comisión de un crimen de la
competencia de la Corte; o
ii) A sabiendas de que el grupo tiene la intención
de cometer el crimen; (....)
Igualmente, la improcedencia del cargo oficial se recoge en el artículo 27, la
responsabilidad de los jefes y otros superiores en el artículo 28, y, la no exención
por obediencia debida en el artículo 33.
Todo ello ilustra claramente la obligación erga omnes que tienen todos los Estados
de la comunidad internacional de aplicar los principios emanados de Nuremberg,
entre otras razones, porque la mera pertenencia a la Organización de las Naciones
Unidas mediante la aceptación del estatuto de la misma lleva ínsita la aceptación y
el compromiso por hacer cumplir los principios que, emanados de Nuremberg, han
pasado a ser Derecho Internacional de obligado cumplimiento, tanto consuetudinario
como convencional.
II.3.- El plan o conspiración criminal como causa de imputación en
Nuremberg.
Más de sesenta años después del establecimiento del Tribunal Militar Internacional
de Nuremberg, los principios de Derecho Internacional emanados de su Estatuto y
de sus sentencias constituyen la base para establecer la responsabilidad de los
autores de graves violaciones a los derechos humanos.
Los aspectos que se refieren al porqué del proceso, su razón de ser y su
legitimidad, quedaron establecidos en forma escrita en dos documentos básicos:
a) el Acuerdo de Londres, de 8 de agosto de 1945, suscrito entre el Gobierno de los
Estados Unidos de América, el Gobierno Provisional de la República de Francia, el
Gobierno del Reino Unido de la Gran Bretaña y de Irlanda del Norte y el Gobierno
de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Este acuerdo tenía por objeto la
persecución y el castigo de los principales criminales de guerra de los países
europeos del Eje. También fue suscrito, de conformidad con el artículo 5 del mismo,
por los siguientes Estados de las Naciones Unidas: Australia, Bélgica,
Checoslovaquia, Dinamarca, Etiopía, Grecia, Haití, Holanda, Honduras, India,
Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, Panamá, Paraguay, Polonia, Uruguay,
Venezuela y Yugoslavia; este Acuerdo, que hace referencia a la Declaración de
Moscú sobre Crímenes de Guerra de 1943, lo conforman un preámbulo seguido de
siete artículos, y, además, forma parte integrante del mismo, tal cual se desprende
de su Artículo 2,
b) el Estatuto del Tribunal, anexo al Acuerdo de Londres, aprobado en la misma
Conferencia de Londres y compuesto de 30 artículos.
Ambos textos documentan la fase preparatoria del Tribunal. Sobre esta base, el 18
de octubre de 1945 se constituyó el Tribunal Militar Internacional, con sede en
Berlín, ante el cual, entre el 20 de noviembre de 1945 y el 1 de octubre de 1946, se
realizó un proceso en contra de los principales criminales de las potencias europeas
del Eje. El lugar de celebración del proceso fue la ciudad de Nuremberg que, bajo el
III Reich, sirviera de marco a los congresos del NSDAP o Partido Nacionalsocialista
Alemán de los Trabajadores, comúnmente conocido como Partido Nazi. De esta
última ciudad tomaría su nombre el Tribunal.
El cómo del proceso vino dado por su propio desarrollo, incluyendo sus normas
procesales y toda la argumentación político-jurídica, que comenzó, como ya se ha
dicho, el 20 de noviembre de 1945, y terminó el 1 de octubre de 1946 con la
sentencia.
El Tribunal se estableció para el justo enjuiciamiento y castigo de los principales
criminales de guerra del Eje Europeo. El acta de acusación o indictment acusaba a
24 de los más altos representantes del régimen naconal socialista personalmente y
como miembros de una serie de grupos y organizaciones a los que pertenecieron,
entre ellos la GESTAPO (Policía Secreta del Estado) y las SS (Cuerpos de Élite del
NSDAP, conocidos como camisas negras, de carácter paramilitar). Todos los
acusados declararon que eran inocentes (unschuldig). El proceso duró 216 días y
concluyó con la sentencia condenatoria contra la mayoría de los acusados, en el
caso de varios de ellos tanto por su pertenencia a una de las organizaciones
declaradas criminales por la sentencia, como por razón de los actos criminales
cometidos por cada uno de ellos, pues el Estatuto dispuso que durante el juicio a un
miembro individual de cualquier grupo u organización, el Tribunal podía declarar (en
relación con cualquier acto por el que el individuo en cuestión pudiera ser
condenado) que ese grupo u organización al que/a la que el individuo pertenecía era
una organización criminal.
Si bien en la percepción pública parece que el significado histórico del proceso de
Nuremberg está relacionado con el cierre definitivo -real y simbólico- de una etapa
histórica, Nuremberg no supone tanto la función de cierre de un período, sino la
apertura de una nueva época, una época de un nuevo derecho humanitario
internacional, una nueva vigencia de los principios universales de los derechos
humanos.
En qué medida el Tribunal de Nuremberg generó precedentes para el desarrollo del
derecho, dependía no sólo de la historia política del mundo después de la Segunda
Guerra Mundial, sino también de sus propias bases jurídicas:
- de las normas sobre las que se constituyó el Tribunal, y
- de la definición de los crímenes que declaraba dentro de su jurisdicción.
Lo que aquí interesa es la cuestión de la jurisdicción material del Tribunal Militar
Internacional. ¿Cuáles eran los delitos que el Tribunal consideraba dentro de su
competencia para juzgar?, con especial énfasis en las modalidades que, según el
Estatuto, dan lugar a responsabilidad individual por la comisión de los crímenes para
cuyo conocimiento el Tribunal es competente y que se establecen en el último inciso
del famoso artículo 6 del Estatuto, artículo que se recoge íntegramente a
continuación:
" Artículo 6. El Tribunal establecido por el Acuerdo aludido en el
Artículo 1 del presente [Estatuto], para el enjuiciamiento y
condena de los principales criminales de guerra de los países
europeos del Eje, estará facultado para juzgar y condenar a
aquellas personas que, actuando en defensa de los intereses
de los países europeos del Eje, bien a título individual, bien
como miembros de organizaciones, hubieren cometido
cualesquiera de los crímenes que se exponen a continuación.
Los siguientes actos, o cualesquiera de ellos, constituyen
crímenes que recaen bajo la competencia del Tribunal y que
darán lugar a responsabilidad individual:
(a) CRÍMENES CONTRA LA PAZ: a saber, la planificación, la
preparación, el inicio o la conducción de una guerra de agresión
o una guerra que supone la violación de tratados, acuerdos o
garantías internacionales, o bien la participación en un plan
común o en una conspiración cuyo objetivo es la ejecución de
cualquiera de los actos precedentes;
(b) CRÍMENES DE GUERRA: a saber, violaciones de las leyes
o usos de la guerra. Tales violaciones comprenden el asesinato,
los malos tratos o la deportación para realizar trabajos forzados,
o para otros fines, perpetrados contra la población civil de un
territorio ocupado o en dicho territorio, el asesinato o los malos
tratos perpetrados contra prisioneros de guerra o personas en
alta mar, la ejecución de rehenes, el robo de bienes públicos o
privados, la destrucción arbitraria de ciudades, pueblos o
aldeas, o la devastación no justificada por necesidades
militares, sin que dichas violaciones queden limitadas a los
actos enumerados.
(c) CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD: a saber, el
asesinato, el exterminio, el sometimiento a esclavitud, la
deportación y otros actos inhumanos cometidos contra cualquier
población civil antes o durante la guerra; o la persecución por
motivos políticos, raciales o religiosos en ejecución de los
crímenes que sean competencia del Tribunal o en relación con
los mismos, constituyan o no una vulneración de la legislación
interna del país donde hubieran sido perpetrados.
Los dirigentes, organizadores, instigadores y cómplices
participantes en la elaboración o en la ejecución de un plan
común o de una conspiración para cometer cualquiera de los
crímenes antedichos son responsables de todos los actos
realizados por cualesquiera personas en ejecución de tal plan.
|59|"
Nuremberg establece la responsabilidad penal individual, no sólo por la comisión de
uno o varios de los crímenes bajo su jurisdicción, sino también por motivo de
pertenencia a una organización criminal que tuviera precisamente como finalidad la
comisión de los crímenes del Artículo 6, estando derivado su carácter criminal
precisamente de esa finalidad.
En abril de 1945, el concepto de organización criminal fue explícitamente reconocido
por los Aliados en el borrador inicial del "Acuerdo Ejecutivo". El borrador inicial, tal
como fue preparado por los Estados Unidos, declaraba:
"En virtud de este acuerdo, se podrá acusar a organizaciones,
oficiales o no oficiales, de actos criminales o de complicidad con
los mismos, presentando ante el tribunal y sometiendo a juicio a
aquel número de sus miembros que sea fielmente
representativo, según determine el tribunal, del grupo u
organización de que se trate".
La disposición mencionada fue finalmente adoptada en junio de 1945 como párrafo
16 (c) del "Acuerdo Ejecutivo" de las cuatro Grandes Potencias, con el siguiente
agregado: "Habiéndose dictado condena contra una organización de acuerdo con la
presente disposición, el tribunal deberá formular conclusiones escritas y dictar
sentencia por escrito de los cargos contra dicha organización y sus miembros
representativos sometidos a enjuiciamiento" |60|.
Las disposiciones relativas a la responsabilidad por pertenencia a una organización
criminal exigida por el "Acuerdo Ejecutivo", quedaron finalmente incorporadas al
Estatuto del Tribunal de Nuremberg como Artículos 9, 10 y 11:
"Artículo 9. En el juicio de un individuo perteneciente a algún
grupo u organización, el Tribunal podrá declarar (en relación
con cualquier acto por el que dicho individuo pudiera ser
condenado) que el grupo u organización al que pertenecía dicha
persona era una organización criminal.
Una vez recibido el Escrito de Acusación, el Tribunal hará las
notificaciones que considere pertinentes respecto del propósito
de la acusación de solicitar al Tribunal que formule tal
declaración y cualquiera de los miembros de la organización
tendrá derecho a solicitar al Tribunal ser escuchado por el
mismo sobre la cuestión del carácter criminal de dicha
organización. El Tribunal estará facultado para acceder a la
petición o denegarla. En caso de acceder, el Tribunal podrá
indicar la forma en que serán representados y oídos los
solicitantes.
Artículo 10. En el supuesto de que un grupo u organización sea
declarado criminal por parte del Tribunal, la autoridad nacional
competente de cada uno de los Signatarios tendrá derecho a
enjuiciar a los individuos por su pertenencia a dicho grupo u
organización ante los tribunales nacionales, militares o de
ocupación. En tales casos, la naturaleza criminal del grupo u
organización se considerará probada y no podrá ser
cuestionada.
Artículo 11. Aquellas personas condenadas por el Tribunal
podrán ser acusadas ante un tribunal nacional, militar o de
ocupación a los que se alude en el Artículo 10 del presente
Estatuto, de un crimen que no sea el de pertenencia a un grupo
u organización criminal y dicho tribunal podrá, después de dictar
condena, imponerles una pena independiente y adicional al la
pena impuesta por el Tribunal por su participación en las
actividades criminales de dicho grupo u organización" |61|.
Poco después de haberse reconocido la responsabilidad por pertenencia a
organización criminal de conformidad con el Estatuto de Londres, el Estatuto del
Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente, promulgado el 19 de enero de
1946, previó también en su artículo 5 el castigo a los "[L]os dirigentes,
organizadores, instigadores y cómplices participantes en la elaboración o en la
ejecución de un plan común o de una conspiración para cometer cualesquiera de los
crímenes antedichos" |62|, quienes serían "responsables de todos los actos
realizados por cualesquiera personas en ejecución de tal plan". |63|
Sobre la base de estas disposiciones estatutarias, el acta de acusación determina
las personas y organizaciones objeto de tal acusación y los cargos que se les
imputan. Junto a los 24 acusados, el acta especifica también los grupos u
organizaciones que "habían de ser declarados criminales por motivo de sus fines y
los medios usados para la consecución de los mismos y en relación con la condena
de los acusados en cuanto miembros de estas organizaciones" |64|, entre las cuales
se encontraban las conocidas SS (Cuerpos de Élite del NSDAP) y la GESTAPO
(Policía Secreta del Estado). Los cuatro cargos de que se acusa a los imputados
son:
- crímenes contra la paz;
- crímenes de guerra;
- crímenes contra la humanidad y
- el plan o conspiración común para cometer tales crímenes.
Éste último fue formulado precisamente como el primero de los cargos bajo el título:
CARGO UNO - EL PLAN O CONSPIRACIÓN COMÚN.
Partiendo del artículo 6 del Estatuto del Tribunal, la contextualización y exposición
que hace la Fiscalía de este cargo es la siguiente:
Durante el período de años que preceden al 8 de mayo de
1945, todos los acusados, junto con diversas otras personas,
participaron como líderes, organizadores, instigadores o
cómplices en la formulación o ejecución de un plan o
conspiración común para cometer, o que conllevaba la comisión
de, Crímenes contra la Paz, Crímenes de Guerra y Crímenes
contra la Humanidad, tal como se les define en el Estatuto de
este Tribunal y, de acuerdo con las disposiciones del mismo,
son responsables, a título individual, por sus propios actos y por
todos los actos cometidos por cualesquiera personas en la
ejecución de tal plan o conspiración. El plan o conspiración
común incluía la comisión de Crímenes contra la Paz, en la
medida en que los acusados planificaron, prepararon, iniciaron
y llevaron a cabo guerras de agresión, que eran también
guerras que violaban tratados, acuerdos o garantías
internacionales. En el desarrollo y curso del plan o conspiración
común, éste llegó a abarcar la comisión de Crímenes de Guerra
en cuanto contemplaba, y así lo decidieron y llevaron a cabo los
acusados, guerras implacables contra países y poblaciones en
que se infringían las normas y usos de la guerra, incluyendo
como medios típicos y sistemáticos para llevarla a cabo, el
asesinato, los malos tratos, la deportación con fines de trabajos
forzosos, y otros fines, contra las poblaciones civiles de los
territorios ocupados, el asesinato y maltrato de prisioneros de
guerra y de personas en alta mar, el secuestro y asesinato de
rehenes, el saqueo de bienes públicos y privados, la
destrucción arbitraria de ciudades, pueblos y aldeas, y la
devastación no justificada por necesidad militar. El plan o
conspiración común contemplaba, y llegó a abarcar, como
medios típicos y sistemáticos, y así lo decidieron y llevaron a
cabo los acusados, Crímenes contra la Humanidad, tanto en
Alemania como en los territorios ocupados, incluyendo el
asesinato, el exterminio, la esclavitud, la deportación y otros
actos inhumanos cometidos contra las poblaciones civiles antes
y durante la guerra, y persecuciones por motivos políticos,
raciales o religiosos, en la ejecución del plan para preparar y
llevar a cabo guerras de agresión o ilícitas, infringiendo muchos
de tales actos y persecuciones el derecho interno de los países
donde se perpetraban.
Detalles sobre la naturaleza y desarrollo del plan o
conspiración criminal
El partido nazi como núcleo central del plan o conspiración
criminal:
En 1921, Adolfo Hitler se convirtió en el líder supremo, o
Fuehrer del "Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei
(Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores),
conocido también como el Partido Nazi, que había sido fundado
en Alemania en 1920, y permaneció como tal durante todo el
período cubierto por este acta de acusación. El Partido Nazi,
junto con algunas de sus organizaciones subsidiarias, pasó a
ser el instrumento de cohesión entre los acusados y sus coconspiradores, y un instrumento para llevar a cabo los objetivos
y propósitos de su conspiración. Cada acusado se convirtió en
miembro del Partido Nazi y de la conspiración, con
conocimiento de sus objetivos y propósitos o, contando con
dicho conocimiento, haciéndose cómplice de sus objetivos y
propósitos en alguna etapa del desarrollo de la conspiración.
Objetivos comunes y métodos de conspiración:
Los fines y objetivos del Partido Nazi y de los acusados y de las
diversas otras personas que paulatinamente se incorporaron
como líderes, miembros, partidarios o adherentes del Partido
Nazi (a los que en adelante se denominará colectivamente los
"conspiradores Nazis") eran conseguir, por cualquier medio
considerado oportuno, incluyendo medios ilícitos y
contemplando en última instancia la amenaza de fuerza, la
fuerza y la guerra de agresión, lo que se detalla a continuación:
(i) derogar y derrocar el Tratado de Versalles y sus restricciones
al armamentismo y actividad militar de Alemania; (ii) apoderarse
de los territorios perdidos por Alemania como consecuencia de
la Guerra Mundial de 1914-18 y de otros territorios en Europa
que serían ocupados, según afirmaban los conspiradores nazis,
principalmente por los llamados "alemanes de raza"; (iii)
apoderarse de otros territorios adicionales en la Europa
continental y en otros lugares, que según sostenían los
conspiradores nazis, iban a necesitar los "alemanes de raza"
como "Lebensraum" o espacio para vivienda, todo ello a costa
de países vecinos y otros. Los objetivos y propósitos de los
conspiradores nazis no eran ni fijos ni estáticos, evolucionando
y ampliándose a medida que los nazis se hicieron gradualmente
más poderosos y pudieron aplicar en forma más efectiva sus
amenazas de fuerza y amenazas de guerra de agresión.
Cuando sus objetivos y propósitos de expansión alcanzaron
finalmente tales dimensiones como para provocar una fuerza tal
de resistencia a la que sólo podrían derrotar mediante la fuerza
armada y la guerra de agresión, y no simplemente con los
oportunistas métodos usados hasta entonces, tales como
fraude, engaño, amenazas, intimidación, actividades
quintacolumnistas y de propaganda, los conspiradores nazis
deliberadamente planearon, decidieron y lanzaron sus guerras
de agresión y guerras que violaban tratados, acuerdos y
garantías internacionales según las etapas y pasos que a
continuación se describen con más detalle.
Técnicas doctrinarias del plan o conspiración criminal:
Para incitar a otros a unirse al plan o conspiración criminal, y
como forma de garantizar a los conspiradores nazis el más alto
grado de control sobre la comunidad alemana, propusieron,
difundieron y se aprovecharon de ciertas doctrinas, entre otras,
las siguientes:
1. Que las así denominadas personas de "sangre alemana"
(definidas por los conspiradores nazis) constituían una "raza
superior", con derecho, por lo tanto, a subyugar, dominar o
exterminar a otras "razas" y pueblos;
2. Que el pueblo alemán debería ser gobernado de acuerdo con
el Fuehrerprinzip (principio de la jefatura), según el cual el poder
reside en un Fuehrer del cual se derivaría la autoridad en un
orden jerárquico, debiendo cada sublíder obediencia
incondicional a su jefe superior inmediato, siendo no obstante
absoluto en su propia esfera de competencia; y el poder de la
jefatura sería ilimitado, extendiéndose a todas las etapas de la
vida pública y privada;
3. Que la guerra era una actividad noble y necesaria de los
alemanes;
4. Que el liderazgo del Partido Nazi, como único titular de lo que
antecede y de otras doctrinas del Partido Nazi, le facultaba para
dar forma a la estructura, políticas y prácticas del Estado
Alemán y de todas sus instituciones conexas, para dirigir y
supervisar las actividades de todos los individuos en el interior
del Estado y para destruir a todos sus opositores....
La adquisición y consolidación del control totalitario sobre
Alemania y su maquinaria estatal.
Para poder conseguir sus fines y objetivos, los conspiradores
nazis prepararon la adquisición del control totalitario sobre
Alemania y así asegurarse de que no iba a surgir resistencia
efectiva alguna en su contra en Alemania. Tras el fracaso del
golpe de Munich de 1923, los conspiradores nazis se
propusieron socavar y apoderarse del Gobierno alemán a través
del Partido Nazi y mediante métodos "legales" apoyados por el
terrorismo. De este modo, utilizaron la SA (Sección de Asalto),
organización integrada por jóvenes voluntarios entrenados
para/y "comprometidos" con el uso de la violencia. Se trataba
de una organización de carácter semi-militar que tenía por
misión convertir al Partido en el máster de las calles.
En enero de 1933 Hitler devino Canciller de la República de
Alemania. Las libertades civiles consagradas en la Constitución
de Weimar fueron suspendidas (i.e. libertad de prensa, de
expresión, de asociación, etc.). Los conspiradores nazis,
asegurándose la promulgación de la "Ley para la Protección del
Pueblo y del Reich", invistieron de plenos poderes a Hitler y los
miembros de su Gobierno. Todos los partidos políticos, salvo el
Partido Nazi, fueron prohibidos. Consiguieron hacer del Partido
Nazi una organización paragubernamental dotada de amplios y
extraordinarios privilegios.
Una vez en posesión de la maquinaria del Estado alemán, los
conspiradores nazis establecieron la consolidación de su
posición de poder dentro de Alemania, el exterminio de la
potencial resistencia interna y la colocación de la nación
alemana en pie de guerra:
(a) Los conspiradores nazis redujeron el Reichstag a un cuerpo
de personas afines designadas por ellos mismos y anularon el
derecho a celebrar elecciones libres.....Instituyeron una purga
general de funcionarios civiles; restringieron drásticamente la
independencia del poder judicial y lo convirtieron en un
instrumento de los fines nazis....Los conspiradores nazis
coordinaron las agencias del Estado con el Partido Nazi y sus
ramas y afiliados, con el resultado de que la vida alemana pasó
a regirse por la doctrina y prácticas nazis y a mobilizarse
progresivamente para la consecución de sus fines.
(b) Para asegurar su dominio frente a todo ataque y para
instaurar el miedo entre el pueblo alemán, los conspiradores
nazis establecieron y propagaron un sistema de terror en contra
de los oponentes, y supuestos oponentes, al régimen.
Encarcelaron a estas personas sin mediar proceso judicial
alguno, manteniéndoles en "custodia preventiva" y campos de
concentración, y sometiéndoles a persecución, degradación,
despojo, esclavitud, tortura y asesinato. Estos campos de
concentración fueron establecidos en 1933 bajo la dirección del
acusado Goering y extendidos como parte preconcebida de la
política y método terroristas de los conspiradores y usados por
ellos para la comisión de los crímenes contra la humanidad que
se invocarán a continuación. Entre las agencias principales
utilizadas para la perpetración de estos crímenes estaban las
SS y la GESTAPO, a las que, en conjunción con las ramas y
agencias favorecidas del Estado y del Partido, les fue permitido
operar sin miramiento alguno hacia la ley.
(c) Los conspiradores nazis planificaron que, junto a la
supresión de la oposición política, era necesario eliminar o
exterminar otros determinados grupos o movimientos
considerados por ellos como obstáculos a su control total sobre
Alemania y a sus fines de conspiración en el extranjero. Así
pues:
- Los conspiradores nazis destruyeron los sindicatos alemanes,
confiscando sus fondos y propiedades, persiguiendo a sus
líderes, prohibiendo sus actividades, y suplantándolos por una
organización afiliada al Partido Nazi El principio del liderazgo
fue introducido en las relaciones industriales, deviniendo así el
empresario en líder y los obreros en sus seguidores. De este
modo, cualquier potencial resistencia por parte de los
trabajadores se veía frustrada, situando toda la fuerza de
trabajo de la nación alemana bajo el control efectivo de los
conspiradores....
- La persecución, por parte de los conspiradores nazis, de los
grupos pacifistas, incluídos los movimientos religiosos
dedicados al pacifismo, se llevó a cabo de manera cruel y
despiadada.
(d) En implementación de su política racial, los conspiradores se
unieron en un programa de persecución implacable contra los
judíos; este programa estaba diseñado para su exterminio; la
aniquilación de los judíos se convirtió en política oficial del
Estado y se llevó a cabo mediante la actuación oficial y la
incitación a la violencia individual y de masas.
(e) Para hacer al pueblo alemán más moldeable a sus
propósitos, los conspiradores nazis redefinieron el sistema
educativo y, especialmente, la educación y formación de la
juventud alemana. También en el sistema educativo se introdujo
el principio del liderazgo.... Los conspiradores nazis impusieron
la supervisión de todas las actividades culturales, controlaron la
difusión de información y opinión en Alemania, así como el
movimiento intelectual, y crearon una poderosa maquinaria
propagandística.
En cuanto a la planificación económica, una vez alcanzado el
poder político, los conspiradores nazis organizaron la economía
alemana para así hacer efectivos sus fines políticos. Para
eliminar la posibilidad de resistencia en el plano económico,
privaron a los trabajadores de sus derechos de asociación
sindical y política. Usaron organizaciones comerciales alemanas
como instrumentos de la movilización económica hacia la
guerra. Dirigieron la economía alemana hacia la preparación y
el equipamiento de la maquinaria bélica. Hacia esta finalidad
dirigieron las finanzas, las inversiones de capital y el comercio
exterior. Con este propósito, los conspiradores nazis
establecieron también una serie de agencias y autoridades
administrativas, como el Plan Cuatrienal, del que Goering era
plenipotenciario....
Este control nazi fue usado seguidamente para la agresión
exterior y así, la ejecución de los planes de invasión contra
Austria, Checoslovaquia, Dinamarca, Noruega, Bélgica,
Holanda, etc....
Cargo Cuatro - Crímenes contra la Humanidad
Todos los acusados cometieron Crímenes contra la Humanidad
durante un período de años anteriores al 8 de mayo de 1945, en
Alemania y en todos los países y territorios ocupados por las
fuerzas armadas alemanas desde el 1 de septiembre de 1939, y
en Austria, en Checoslovaquia, en Italia y en alta mar.
Todos los acusados, actuando de común acuerdo entre ellos,
formularon y ejecutaron un plan o conspiración común para
cometer Crímenes contra la Humanidad según se les define en
el Artículo 6 (c) del Estatuto. Dicho plan implicaba, entre otras
cosas, el asesinato y persecución de todos quienes fuesen o se
sospechase fuesen hostiles al Partido Nazi y de todos quienes
estuviesen en contra o se sospechase estuviesen en contra del
plan común alegado en el Cargo Uno.
Los antedichos Crímenes contra la Humanidad fueron
cometidos por los acusados y por otras personas de cuyos
actos los acusados son responsables (según el Artículo 6 del
Estatuto) ya que esas otras personas realizaron sus actos en
ejecución de un plan y conspiración común para cometer dichos
crímenes, con la participación en la formulación y ejecución de
dicho plan y conspiración de todos los acusados en calidad de
líderes, organizadores, instigadores y cómplices.
Estos métodos y crímenes constituyeron violación de
convenciones internacionales, de normas penales internas, de
todos los principios generales del derecho penal que se derivan
del derecho penal de toda nación civilizada, y estuvieron
involucrados en/y fueron parte de un curso sistemático de
conducta. Estos actos van en contra del Artículo 6 del Estatuto.
La acusación se basará también en los hechos que se alegan
bajo el Cargo Tres, relativo a los Crímenes de Guerra, como
constitutivos también de Crímenes contra la Humanidad.
(A) ASESINATO, EXTERMINIO, ESCLAVITUD,
DEPORTACIÓN Y OTROS ACTOS INHUMANOS COMETIDOS
CONTRA LAS POBLACIONES CIVILES ANTES Y DURANTE
LA GUERRA
Para llevar a cabo los propósitos antes expuestos, los acusados
adoptaron una política de persecución, represión y exterminio
de cuantos civiles en Alemania fuesen, o se creyese que
fuesen, o se creyese que pudieran llegar a ser hostiles al
Gobierno Nazi y al plan o conspiración común descrito en el
Cargo Uno. Encarcelaron a tales personas sin proceso judicial,
manteniéndolas bajo "custodia preventiva" y en campos de
concentración, donde las sometían a persecución, degradación,
despojamiento, esclavitud, tortura y asesinato.
Se crearon tribunales especiales para materializar la voluntad
de los conspiradores; se permitió a ramas u organismos
favorecidos operar incluso fuera del marco de una legislación
nazificada y aplastar toda tendencia y todo elemento que
considerasen "indeseable". Los diversos campos de
concentración incluían a Buchenwald, que se creó en 1933, y
Dachau, establecido en 1934. En éstos y en otros campos se
obligó a los civiles a realizar trabajos forzaosos, siendo
asesinados y maltratados por distintos medios, incluyendo los
reseñados en el Cargo Tres, y tales actos y políticas
continuaron y se extendieron hasta los países ocupados
después del 1 de septiembre de 1939, y hasta el 8 de mayo de
1945.
(B) PERSECUCIÓN POR MOTIVOS POLÍTICOS, RACIALES Y
RELIGIOSOS EN LA EJECUCIÓN DE/Y EN RELACIÓN CON
EL PLAN COMÚN MENCIONADO EN EL CARGO UNO.
Tal como se expresó anteriormente, en la ejecución del/y en
relación con el plan común mencionado en el Cargo Uno, se
procedió a exterminar y perseguir a los opositores del Gobierno
Alemán. Estas persecuciones se dirigieron contra los judíos.
También se dirigieron contra personas cuyas creencias políticas
o aspiraciones espirituales se considerasen opuestas a los
objetivos de los nazis.
A partir de 1933 se persiguió sistemáticamente a los judíos; se
les privó de libertad, enviándolos a campos de concentración
donde fueron asesinados y maltratados. Sus propiedades
fueron confiscadas. Cientos de miles de judíos recibieron este
tratamiento antes del 1 de septiembre de 1939.
A partir del 1 de septiembre de 1939, se redobló la persecución
de los judíos: millones de judíos provenientes de Alemania y de
los países occidentales ocupados fueron enviados a los países
orientales para su exterminio.
A modo de ejemplo y sin perjuicio de la presentación de
evidencia de otros casos, los detalles son los siguientes:
Los nazis asesinaron, entre otros, al Canciller Dollfuss, al social
demócrata Breitscheid y al comunista Thaelmann. Encarcelaron
en campos de concentración a numerosas figuras políticas y
religiosas, como por ejemplo el Canciller Schuschnigg y el
Pastor Niemoeller.
En noviembre de 1938, por órdenes del Jefe de la Gestapo, se
celebraron demostraciones anti judías en toda Alemania. Las
propiedades judías fueron destruídas; 30.000 judíos fueron
arrestados y enviados a campos de concentración,
confiscándose sus bienes.... |65|
El escrito de la acusación continúa proporcionando cifras del exterminio contra los
judíos y a continuación aborda la cuestión de la determinación de las
responsabilidades -tanto por actos propios como por pertenencia a las
organizaciones criminales- de los distintos acusados.
En su Sentencia, el Tribunal de Nuremberg analizó las facultades que tenía para
declarar o no criminal a una organización:
"Esta facultad es una facultad judicial y no permite actos arbitrarios, sino que debe
ser ejercida con arreglo a principios jurídicos bien establecidos, siendo uno de los
más importantes el que la responsabilidad penal es personal y que deberían
evitarse los castigos en masa. Si estuviere convencido del carácter criminal de la
organización o grupo en cuestión, el hecho de que la teoría de la "criminalidad
grupal" sea nueva o la existencia de la posibilidad de que pueda ser aplicada
injustamente por algún tribunal posterior, no deben ser óbices para que el tribunal
declare la criminalidad de la organización. Por otro lado, el Tribunal debe
asegurarse, a la hora de emitir dicha declaración de criminalidad, que no se
castigará a personas inocentes" |66|.
La sentencia del Tribunal de Nuremberg incide también en que "Una organización
criminal es análoga a una conspiración criminal en cuanto la esencia de ambas es la
cooperación para fines criminales. Debe existir un grupo unido y organizado hacia
un propósito común. El grupo deberá estar formado o ser usado en relación con la
comisión de los crímenes previstos en el Estatuto. Dado que la declaración con
respecto a las organizaciones y grupos fijará, tal como se ha señalado, la
criminalidad de sus miembros, esa definición debería excluir a personas que no
tuviesen conocimiento de los objetivos u actos criminales de la organización y a
aquéllos que hubiesen sido reclutados por el Estado para lograr su incorporación, a
menos que estuviesen personalmente implicados en la comisión de actos
declarados criminales por el Artículo 6 del Estatuto como miembros de la
organización. La pertenencia por sí sola no cae dentro del ámbito de estas
declaraciones" |67|.
Y con arreglo a este criterio, fueron declaradas criminales las siguientes
organizaciones: los Cuadros del Partido Nacionalsocialista, la GESTAPO, las SS y
el SD. Asimismo, los siguientes acusados resultaron condenados, entre otros, por el
cargo de pertenencia a organización criminal:
1.- Hermann Wilhem Goering: segundo después de Adolf Hitler en el régimen
nacional-socialista; Comandante en Jefe del Luftwaffe (Ejército del Aire), entre otros
cargos.
2.- Rudolf Hess: miembro del Partido Nacionalsocialista; Ministro del Reich sin
Cartera; miembro del Gabinete Secreto; miembro del Consejo Ministerial para la
Defensa del Reich, entre otros cargos.
3.- Joachim von Ribbentrop: miembro del Partido Nacionalsocialista; asesor de Adolf
Hitler en política exterior y representante del Partido Nacionalsocialista en política
exterior; Embajador en Inglaterra; Ministro de Asuntos Exteriores, entre otros
cargos.
4.- Wilhem Keitel: Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.
5.- Alfred Rosenberg: miembro del Partido Nacionalsocialista; ideólogo del Partido
Nacionalsocialista y difusor de su doctrina.
6.- Erich Raeder: Almirante; miembro del Consejo de Defensa; Almirante Inspector
de la Marina.
7.- Alfred Jodl: Jefe de la Sección Nacional de Defensa del Alto Mando; Jefe del
Personal de Operaciones del Alto Mando de las Fuerzas Armadas, si bien su
superior inmediato era Keitel, rendía cuentas de sus operaciones directamente a
Hitler; en sentido estricto militar, Jodl fue el planificador de la guerra y responsable
en gran medida de la estrategia y la conducción de las operaciones.
8.- Constantin von Neurath: Ministro de Asuntos Exteriores; Ministro del Reich sin
Cartera; Presidente del Gabinete Secreto y miembro del Consejo de Defensa del
Reich; Protector del Reich para Bohemia y Moravia; detentaba el rango de
Obergruppenfuehrer en las SS.
Desempeñándose en tal condición y asociados en un grupo al más alto nivel, ya sea
dentro del Partido Nacionalsocialista o en la Organización de las Fuerzas Armadas
Alemanas, estas personas tuvieron, como se hace constar en el acta de acusación,
una responsabilidad principal en la planificación, preparación, desencadenamiento y
conducción de guerras ilícitas, tal como se indica en los Cargos Uno y Dos de tal
acta, y en los Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad llevados a cabo
en ejecución del plan o conspiración común detallada en los Cargos Tres y Cuatro
del acta de acusación.
II.3.1.- Criterios y principios para determinar el carácter criminal de una
organización según Nuremberg. Derecho aplicable a la criminalidad de los
grupos y organizaciones y bajo el que se acusa a las organizaciones nazis de
ser organizaciones criminales.
La siguiente argumentación sobre el derecho y las líneas de actuación de aplicación
al cargo formulado por la acusación consistente en que ciertos grupos y
organizaciones nacionalsocialistas han de ser declaradas criminales, fue
proporcionada el 28 de febrero de 1946 por el Fiscal Supremo de los Estados
Unidos, Hon. Robert Jackson, ante el Tribunal de Nuremberg.
Con la venia de sus Señorías:
La rendición incondicional de Alemania creó originales y difíciles
problemas jurídicos y de administración a los vencedores. Dado
que se trata del primer caso de rendición de una sociedad
entera, con una organización moderna, los precedentes y
experiencias pasadas no nos ayudan mucho a la hora de
orientar nuestras políticas hacia los vencidos. La
responsabilidad implícita en la petición y aceptación de la
capitulación de todo un pueblo debe forzosamente incluir la
obligación de discriminar con justicia y con inteligencia entre los
elementos opuestos de una población que mantenía relaciones
dispares con las políticas y conductas que condujeron a la
catástrofe. Esta diferenciación es el objetivo de las
disposiciones del Estatuto que autorizan a este Tribunal a
declarar que hay organizaciones o grupos que son criminales.
Entender este problema que el Estatuto intenta solucionar es
esencial a la hora de su interpretación y aplicación.
A. El problema de las organizaciones nazis.
Una de las siniestras rarezas que mostraba la sociedad
alemana en el momento de su rendición era que el Estado en
cuanto tal, sólo jugaba un rol subordinado en el ejercicio del
poder político, en tanto que existían controles realmente
drásticos sobre la sociedad alemana que se habían organizado
fuera del gobierno nominal. Todo esto se logró gracias a una
elaborada red de organizaciones muy unidas y exclusivas
integradas por voluntarios seleccionados que habían jurado
ejecutar, sin demora y sin preguntas, las órdenes de los jefes
nazis.
Estas organizaciones penetraron toda la vida alemana. El país
fue subdividido en pequeños principados nazis de
aproximadamente cincuenta hogares cada uno, y cada una de
estas comunidades tenía sus propios líderes políticos
reconocidos, policía y espías encubiertos del partido. Éstos se
integraban en unidades de mayor tamaño con líderes de mayor
rango, verdugos y espías. Constituían en su conjunto una
pirámide de poder fuera de la ley, con el Fuhrer en la cúspide y
con los funcionarios locales del partido formando una amplia
base que se sustentaba fuertemente en la población alemana.
El despotismo nazi no estaba formado, por lo tanto, sólo por
estos acusados individuales. Habían miles de pequeños fuhrers
que ordenaban, miles de imitaciones de Goering que
alardeaban, miles de Schirach que incitaban a los jóvenes,
miles de Sauckel que imponían trabajos forzosos, miles de
Streicher and Rosenberg que incitaban al odio, miles de
Kaltenbrunner y Frank que torturaban y mataban, miles de
Schacht y Speer y Funk que administraban, financiaban y
apoyaban el movimiento. El movimiento nazi fue una fuerza
integrada en la ciudad y en el condado y en la aldea. El poder
del partido resultante de este sistema de organizaciones
compitió primero y controló después el poder del Estado mismo.
El vicio primario de esta red de organizaciones fue que se las
utilizó para traspasar el poder de coacción sobre los hombres
desde el gobierno y la ley a los líderes nazis. La libertad, el
autogobierno y la seguridad de las personas y de los bienes
sólo existen en tanto en cuanto la facultad de coacción sea
patrimonio exclusivo del Estado y sea ejercida siempre
conforme a derecho. Los nazis, sin embargo, montaron un
sistema privado de coacción, externo e inmune a la ley, con
campos de concentración y pelotones de fusilamiento
controlados por el partido para administrar sanciones
decretadas oficiosamente. Sin responsabilidad alguna ante la
ley y sin mandamiento de tribunal alguno, los nazis pudieron
confiscar bienes, arrebatar la libertad y apoderarse, incluso, de
la vida misma.
Estas organizaciones tuvieron un papel calculado y decisivo en
los bárbaros extremos del movimiento nazi. Sirvieron muy
ingeniosamente para explotar la psicología del populacho y para
manipularlo. Al multiplicar el número de personas en una
empresa común se tiende a disminuir el sentido de
responsabilidad moral de cada individuo y a acrecentar su
sensación de seguridad. Los líderes nazis fueron maestros en
esta técnica. Manipularon a estas organizaciones para efectuar
impresionantes exhibiciones de grupo y de poder ante el pueblo
alemán. Se las usó para incitar el espíritu del populacho y para
después satisfacer desenfrenadamente los odios populares y la
ambición germánica que ellas mismas habían desatado e
inflado.
Estas organizaciones adoctrinaban y practicaban la violencia y
el terrorismo. Se encargaban de la ejecución sistematizada,
agresiva y disciplinada de todo el catálogo de crímenes que
hemos demostrado en toda Alemania y en los países ocupados.
El florecimiento del sistema queda representado por el fanático
General Ohlendorf de las S.S., quien dijo a este Tribunal, sin
vergüenza ni asomo de piedad alguna, que había ordenado
personalmente la muerte de 90.000 hombres, mujeres y niños.
Nunca tribunal alguno ha escuchado jamás un recital de
asesinatos tan sistemáticos como el que este Tribunal escuchó
de él y de Wisliceny, uno de sus compañeros en las SS. El
testimonio que ellos mismos dieron demuestra la
responsabilidad de las SS en el programa de exterminio que
segó las vidas de cinco millones de judíos, responsabilidad que
la organización agradecía y cumplía metódica, despiadada y
meticulosamente. Estos crímenes no tienen precedente por el
espeluznante número de víctimas. Y son todavía más
espeluznantes y sin precedentes por el gran número de
personas que se combinaron para perpetrarlos. Los escrúpulos
y conciencias de un segmento muy amplio del pueblo alemán
estaban encomendados al cuidado de los nazis, y sus devotos
no tenían sentimiento de culpa personal alguno mientras
pasaban de una medida extrema a otra. Por otra parte,
competían en crueldad y crímenes. Desde su banquillo de
testigo, Ohlendorf acusó a otros comandantes de las SS, cuyas
matanzas sobrepasaban las suyas, de "exagerar" las cifras.
No podía haber ni justicia ni sabiduría alguna en una política de
ocupación que imponía a alemanes pasivos y desorganizados e
inarticulados las mismas cargas que atribuía a quienes
voluntariamente hacían causa común con estas poderosas y
conocidas pandillas. Uno de los requisitos básicos, tanto de la
justicia como de la administración exitosa de la responsabilidad
de ocupación de los vencedores, es segregar a estos elementos
organizados de las masas de alemanes para darles un
tratamiento aparte.
Pareciera estar fuera de controversia que castigar a unos pocos
líderes y dejar intacta esta red de cuerpos organizados en
medio de la sociedad alemana de postguerra, sería fomentar el
germen de un nuevo dominio nazi. Sus miembros están
acostumbrados a una cadena establecida de mando
centralizado; han creado un hábito y desarrollado una técnica
de colaboración tanto secreta como declarada. Abrigan todavía
una devoción ciega por el suspendido, aunque no abandonado,
programa nazi. Mantendrán vivos los odios y ambiciones que
generaron la orgía de crímenes que hemos demostrado. Son
portadores, desde esta generación a la siguiente, del virus de
una guerra agresiva y despiadada. El Tribunal ha visto en la
pantalla con cuanta facilidad un conjunto que ostensiblemente
es sólo una fuerza laboral normal puede de hecho ser una
unidad de entrenamiento militar excavando con palas. La
próxima guerra y los próximos pogroms se incubarán en los
nidos de estas organizaciones con tanta certeza como si
dejamos que su prestigio e influencia salgan indemnes de
condena y castigo.
La amenaza de estas organizaciones es más impresionante
cuando consideramos la desmoralizada situación en que se
encuentra la sociedad alemana. Pasarán años antes de que
pueda establecerse en el Estado alemán una autoridad política
que no sea inexperta y provisional. No podrá adquirir con
rapidez la estabilidad propia de un gobierno respaldado por el
largo hábito de la obediencia y respeto tradicional. La intriga, la
obstrucción y, posiblemente el derrocamiento, que gobiernos
antiguos y establecidos temen de grupos conspiradores, es un
peligro real y presente para cualquier orden social estable en la
Alemania de hoy y de mañana.
En la medida en que el Estatuto de este Tribunal contempla una
justicia retributiva, es obvio que no podrá dejar pasar estos
instrumentos organizados e instigadores de crímenes pasados.
Al abrir este caso dije que los Estados Unidos no intentan
condenar a todo el pueblo alemán por el crimen. Pero es
igualmente importante que este juicio no sirva para absolver a
todo el pueblo alemán, excepto los 22 hombres que están en el
banquillo de acusados. Los agravios causados al mundo por
estos acusados y por sus cómplices superiores no fueron
hechos por su voluntad o con su sola fuerza. El éxito de sus
designios fue posible porque hubo un gran número de alemanes
que se organizaron para convertirse en el fulcro y palanca
mediante los cuales se extendió y magnificó el poder de estos
líderes. Si en este juicio no se condena a estos cómplices
organizados por su cuota de responsabilidad en esta catástrofe,
se interpretará que han sido exonerados.
Pero este Estatuto no se ocupó de la justicia punitiva
solamente. Pone de manifiesto una política constructiva
influenciada por consideraciones ejemplarizadoras y
preventivas. El objetivo principal al exigir que la rendición fuese
incondicional fue despejar el camino para la reconstrucción de
la sociedad alemana sobre la base de que no amenace
nuevamente la paz de Europa y del mundo.... De acuerdo con la
política de desnazificación en vigor, ningún miembro del partido
nazi o de sus formaciones podrá ser contratado para un cargo,
excepto en tareas corrientes, o en alguna empresa comercial, a
menos que se compruebe que su actuación como nazi fue
nominal solamente. A las personas en ciertas categorías, cuya
posición en la comunidad es de prominencia o influencia, se les
exige que cumplan este principio, y a quienes no lo hagan, se
les podrá negar participación ulterior en sus empresas o
profesiones. Es imperativo retirar o excluir de los cargos
públicos, y de puestos de importancia en empresas privadas y
quasi públicas a las personas que entren en las
aproximadamente 90 categorías especificadas y que, por ende,
se considere que son nazis activos, simpatizantes nazis o
militaristas. Los bienes de tales personas quedan bloqueados.
Ha quedado reconocido por el Consejo de Control, tal como lo
fue por los artífices del Estatuto, que un programa permanente,
a largo plazo, debería estar basado en una discriminación más
cuidadosa y más individual que lo que fue posible con medidas
interinas y radicales. Existe actualmente una tendencia en el
seno del Consejo de Control llamada a reconsiderar todas sus
políticas y procedimientos de desnazificación. La actuación de
este Tribunal al declarar o al dejar de declarar que las
organizaciones acusadas son criminales, tiene una importancia
vital en la futura política de ocupación.
Fue propósito del Estatuto el servirse del juicio oral de este
Tribunal para identificar y condenar a aquellas fuerzas nazis y
militaristas que estaban tan organizadas como para constituir
una amenaza permanente a los objetivos de largo plazo en aras
de los cuales nuestros países han entregado las vidas de sus
jóvenes hombres. Es a la luz de este gran propósito que
deberemos examinar las cláusulas del Estatuto.
(...)
La pertenencia a organización que el Estatuto y la Ley del
Consejo de Control convierten en criminal implica, por supuesto,
implica la existencia de una auténtica pertenencia que lleve
aparejada la voluntad del miembro. El acto de afiliación a la
organización deberá haber sido intencional y voluntario. Nunca
se ha pensado que la obligación legal o coacción ilícita, el
engaño o trampa efectiva del que alguien sea víctima, sea un
delito de la víctima, y no deberá deducirse un resultado tan
injusto. La medida del conocimiento que el miembro tenga de la
naturaleza criminal de la organización es, sin embargo, otro
asunto. Es posible que no lo supiera en el momento de afiliarse,
pero podría haber seguido siendo miembro después de conocer
este hecho. Y será imputable no sólo por lo que era de su
conocimiento sino también por todo aquéllo que
razonablemente pudo conocer.
Existen salvaguardias para garantizar que este programa se
llevará a cabo de buena fe. La acusación hecha en virtud de la
declaración es una facultad discrecional, y si existiese propósito
de castigo sin juicio, ya se habría efectuado sin esperar la
declaración. Creemos que el Tribunal asumirá que las potencias
signatarias que voluntariamente se han sometido a este
proceso lo llevarán a cabo fielmente.
La Ley del Consejo de Control sólo se aplica a las "categorías
de pertenencia a organización declarada criminal". Este
lenguaje reconoce la facultad de este Tribunal para limitar el
efecto de su declaración. Por las razones que expondré
después, no creo que esto debiera interpretarse o aprovecharse
para juzgar ahora cuestiones relativas a sub-grupos o secciones
o individuos, las que podrán ser juzgadas posteriormente. Creo
que debería interpretarse en el sentido de significar no aquellas
limitaciones que pudiesen quedar definidas por una evidencia
detallada, sino limitaciones de principio como las que ya están
implicadas, tal como he señalado. No se pide a este Tribunal
que profundice en la evidencia para así condicionar que su
sentencia, si lo considera apropiado, afecte sólo a la
pertenencia intencional, voluntaria y consciente. No suplanta los
juicios que vengan después, sino que los guía.
No puede decirse que a un plan, como el que aquí tenemos,
carezca de sensatez o no sea "juego limpio", por el mero hecho
de sus aspectos novedosos. Y si bien presenta inusuales
dificultades de procedimiento, no creo que presente dificultades
insuperables.
(...)
Las organizaciones que tienen fines criminales son
consideradas en todas partes como estando en la naturaleza de
las conspiraciones criminales, y su criminalidad es juzgada por
la aplicación de los principios de la conspiración. La razón por la
que resultan ofensivas a los pueblos que se rige por el derecho
ha quedado sucintamente expuesto en la forma siguiente:
"La razón para declarar que existe responsabilidad criminal en
caso de una unión para llevar a cabo un fin ilícito o para usar
medios ilícitos, aún si el hecho contemplado fuese en la práctica
cometido por un individuo, es que una unión de personas para
cometer un acto perverso, sea como fin o como medio para
alcanzar un fin, es tanto más peligrosa por su mayor poder de
causar daño, por ser más dificil protegerse frente a ella e
impedir los malvados designios de un grupo de personas que
de una sola persona, y por el terror que el temor ante tal unión
tiende a crear en las mentes de la gente." (Miller on Criminal
Law, 1932, p. 110).
El Estatuto, en su Artículo 6, estipula que "Los dirigentes,
organizadores, instigadores y cómplices participantes en la
elaboración o en la ejecución de un plan común o de una
conspiración para cometer cualquiera de los crímenes
antedichos son responsables de todos los actos realizados por
cualesquiera personas en ejecución de tal plan". Los acusados
individuales están en el banquillo de los acusados por este
cargo que, si es probado, los hará responsables de los actos de
otros en la ejecución del plan común.
El Estatuto no definió la responsabilidad por los actos de otros
en términos de "conspiración" solamente. Los crímenes fueron
definidos en términos que no eran técnicos pero sí globales y
que abarcaban la formulación y ejecución de un "plan común"
así como la participación en una "conspiración". Se temió que
hacerlo de otra forma podría introducir en los procedimientos
exigencias y limitaciones técnicas que se han desarrollado en
torno al término "conspiración". Existen algunas divergencias
entre el concepto anglo-americano de conspiración y el de las
jurisprudencias soviética, francesa o germana. Lo que se buscó
fue que los casos específicos se guiasen por consideraciones
más amplias e inherentes a la naturaleza del problema social,
más que amparados por formas rebuscadas de alguna ley local.
Ahora bien, excepto por las dificultades de procedimiento que
se derivan de la cantidad de sus miembros, no hay razón
alguna por la cual cada miembro de cualquier organización nazi
aquí acusada no hubiese podido ser procesado y condenado
como parte de la conspiración en virtud del Artículo 6, aún si el
Estatuto no se hubiese referido nunca a las organizaciones. La
pertenencia voluntaria constituía un acto definido de adhesión a
algunos planes y propósitos comunes. Éstos no pretendían ser
meramente grupos sociales o culturales; han admitido que se
unieron para actuar. En el caso de varias de las organizaciones
nazis, el hecho de confederarse quedó evidenciado por la
inducción formal a la afiliación, la toma de un juramento, el uso
de un uniforme distintivo, el sometimiento a una disciplina. Ha
quedado suficientemente establecido que todos los miembros
de cada organización nazi sí se habían unido bajo un plan
común para alcanzar un propósito mediante esfuerzos aunados.
Los criterios que se usan y se usarán para determinar la
culpabilidad colectiva de quienes se adhirieron a un plan
común son, obviamente, los mismos que sirven para medir
la legalidad de una combinación o conspiración.
¿Contemplaba ésta métodos ilícitos o tenía fines ilícitos? Si
así fuese, la responsabilidad de cada miembro de una de
estas organizaciones nazis por los actos de cada uno de
los restantes miembros no sería básicamente distinta de la
responsabilidad por conspiración que se ha hecho valer en
tribunales de los Estados Unidos en contra de hombres de
negocios que unen sus acciones para infringir la
legislación antitrust, o de otros acusados en virtud de leyes
antidrogas, actos de sedición u otras leyes penales
federales.
(...)
Por supuesto, los miembros de organizaciones criminales o
conspiraciones que cometan personalmente crímenes son
imputables a título individual por tales crímenes tal como lo son
quienes cometan similares delitos sin un respaldo organizativo.
Pero lo fundamental en el delito de conspiración o de
pertenencia a una organización criminal es la responsabilidad
por los actos que una persona no comete personalmente pero
que se ven facilitados o instigados por los actos de esa
persona. El delito reside en unirse a otros y participar en una
acción común ilícita, por inocentes que sean los actos
personales del participante al considerárseles por sí mismos.
El aparentemente inocente acto de enviar una carta es
suficiente para implicar a una persona en una conspiración si el
propósito de la carta es la presentación de un plan criminal.
Existen innumerables ejemplos de esta doctrina en la
jurisprudencia anglo-americana.
El alcance del derecho que regula la conspiración es una
consideración importante a la hora de determinar los criterios de
culpabilidad aplicables a las organizaciones. Ciertamente, la
responsabilidad indirecta derivada de la pertenencia voluntaria,
formalizada mediante juramento, dedicada a un fin organizativo
común y a la sumisión a una disciplina y cadena de mando, no
puede ser menor que la que se deriva de la colaboración
informal con un grupo nebuloso en aras de la consecución de
un fin común, que es suficiente en la conspiración. Esto
satisface la teoría de que se exigirá a la acusación probar que
cada miembro, o cada parte, cada fracción o cada división de
los miembros es culpable de actos criminales. La teoría ignora
la naturaleza conspirativa del cargo. Tal interpretación reduciría
el Estatuto, además, a una ridiculez impracticable. Concentrarse
en las investigaciones de un Tribunal Internacional que solicite
evidencia tan detallada respecto de cada miembro se
convertiría en una tarea cuya consumación no podría llevarse a
cabo mientras duren los vivos.
Es muy fácil manejar un cliché tan convincente, aunque
superficial, como "Uno debe ser condenado por sus actividades,
no por su pertenencia o asociación". Pero esto ignora el hecho
de que la pertenencia o afiliación a los órganos nazis era en sí
misma una actividad. No era algo que se repartiese como un
volante a un pasivo ciudadano. Incluso una pertenencia nominal
puede ayudar e incitar muchísimo a un movimiento. ¿Puede
creer alguien que Hjalmar Schacht, sentado en la primera fila en
el Congreso del Partido Nazi de 1935, usando la insignia del
Partido, fue incluído en las películas de propaganda nazi para
lograr un efecto artístico solamente? El simple préstamo del
nombre de este importante banquero a esta turbia empresa le
dio un impulso y una respetabilidad a los ojos de cada alemán
que aún dudase. Es posible que existan instancias en que ser
miembro no ayudó ni instigó los fines y métodos de la
organización, pero la valoración de situaciones individuales de
ese tipo corresponderá a audiencias posteriores y no a este
Tribunal. Por lo general, el uso de la pertenencia a una
organización es un esbozo rápido y simple, pero al mismo
tiempo bastante correcto, de los contornos de una conspiración
para hacer lo que la organización efectivamente hizo. Es lo
único factible en esta etapa del juicio. No puede resultar en
injusticia alguna porque antes de que un individuo pueda ser
castigado, él podrá someter los hechos de su propio caso a un
examen judicial más detallado.
Aunque el Estatuto no lo contempla específicamente, creemos
que en base a principios legales comunes, la carga de la prueba
para justificar una declaración de criminalidad corresponde a la
acusación. Esto se cumple, creemos, cuando establecemos lo
siguiente:
1. La organización o grupo de que se trate deberá ser un grupo
de personas asociadas en una relación identificable con un
objetivo general colectivo.
2. Si bien el Estatuto no lo declara, creemos que dio a entender
que la pertenencia a una organización de ese tipo deberá ser
por lo general voluntaria. Y eso no exige prueba de que cada
miembro fuese un voluntario. Ni significa que una organización
no deberá ser considerada voluntaria si la defensa prueba que
alguna fracción menor o algún porcentaje pequeño de sus
miembros fue obligado a unirse. El test es de sentido común:
¿Era la organización, en general, una organización a la que las
personas podían libremente unirse o permanecer fuera de ella?
La pertenencia o afiliación no pasa a ser involuntaria por el
hecho de que fuese un buen negocio o una buena política
identificarse con el movimiento. La coacción deberá ser del tipo
que la ley normalmente reconoce, con lo que las amenazas de
represalias políticas o económicas no traerían consecuencias.
3. Los objetivos de la organización deberán ser criminales en el
sentido de que fue ideada para llevar a cabo actos denunciados
como crímenes en el Artículo 6 del Estatuto. Ningún otro acto
autorizaría la condena de un individuo y, por lo tanto, ningún
otro acto autorizaría la condena de una organización en relación
con la condena del individuo.
4. Los objetivos o métodos criminales de la organización
deberán haber sido de tal índole que sus miembros puedan, en
general, ser acusados de conocerlos. En este caso,
nuevamente, esto no lo exige específicamente el Estatuto. Por
supuesto, no le corresponde a la acusación establecer el
conocimiento individual de cada miembro de la organización o
refutar la posibilidad de que algunos se hubieran unido a ella
ignorando su verdadera naturaleza.
5. Alguno de los acusados individuales deberá haber sido
miembro de la organización y deberá haber sido condenado por
algún acto en base al cual se declare que la organización es
criminal.
A la hora de dictar sentencia respecto del Cargo Uno, el plan o conspiración
criminal, el Tribunal explica su veredicto del siguiente modo:
En opinión del Tribunal, la conspiración deberá quedar
claramente explicada en su objetivo criminal. El Tribunal deberá
examinar si existía un plan concreto para llevar adelante la
guerra, y determinar los participantes en ese plan concreto.
En opinión del Tribunal, la evidencia establece una planificación
común por parte de ciertos acusados para hacer la guerra. Es
irrelevante considerar si una única conspiración, en la medida y
por el tiempo indicado en el Acta de Acusación, ha quedado
probada de forma concluyente. La planificación continuada, con
una guerra de agresión como objetivo, ha quedado establecida
más allá de toda duda. La verdad de la situación fue bien
declarada por Paul Schmidt, intérprete oficial del Ministerio de
Asuntos Externos alemán, como sigue:
"Los objetivos generales de la jefatura nazi fueron evidentes
desde el inicio, a saber, la dominación del Continente Europeo,
que debía lograrse, en primer lugar, a través de la incorporación
de todos los grupos de habla alemana en el Reich, y, en
segundo lugar, mediante la expansión territorial bajo la consigna
"Lebensraum". El cumplimiento de estos objetivos básicos, sin
embargo, parecía estar caracterizado por la improvisación.
Cada paso siguiente era aparentemente llevado a cabo cuando
surgía una nueva situación, aunque todos ellos eran coherentes
con los objetivos finales antes mencionados".
El argumento de que no puede haber una planificación común
como esa cuando existe dictadura total es rebatible. Un plan en
cuya ejecución participa una cantidad de personas sigue siendo
un plan, aún si hubiese sido ideado por una de ellas solamente;
y quienes ejecuten el plan, no eluden su responsabilidad
demostrando que actuaron bajo las instrucciones del hombre
que lo ideó. Hitler no podría haber hecho una guerra de
agresión por sí solo. Tuvo que contar con la colaboración de
estadistas, de jefes militares, de diplomáticos y de hombres de
negocios. Cuando esta gente, en conocimiento de los objetivos
de Hitler, le prestó su colaboración, se hicieron a sí mismos
partícipes en el plan que había iniciado. No se les puede
considerar inocentes porque Hitler les hubiese utilizado, si
sabían lo que estaban haciendo. Que un dictador les asignase
tareas no les absuelve de responsabilidad por sus actos. La
relación de jefe y discípulo no impide responsabilidad en este
caso más que lo que lo haría en la tiranía equiparable del
crimen doméstico organizado.
El Cargo Uno, sin embargo, abarca, no sólo la conspiración
para cometer una guerra de agresión, sino también para
cometer Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad.
Pero el Estatuto no define la conspiración como crimen
separado excepto la conspiración para cometer actos de guerra
de agresión. El Artículo 6 del Estatuto dispone:
"Los dirigentes, organizadores, instigadores y cómplices
participantes en la elaboración o en la ejecución de un plan
común o de una conspiración para cometer cualquiera de los
crímenes antedichos son responsables por todos los actos
realizados por todas las personas en ejecución de tales planes".
En opinión del Tribunal, estas palabras no suponen un delito
nuevo y separado de los ya detallados. Con estas palabras se
pretendió establecer la responsabilidad de las personas que
participan en un plan común. Por lo tanto, el Tribunal no
considerará las acusaciones en el Cargo Uno en el sentido que
los acusados conspiraron para cometer Crímenes de Guerra y
Crímenes contra la Humanidad, y sólo considerará el plan
común para preparar, iniciar y hacer una guerra de agresión
|68|.
Hay que destacar que el artículo 9 del Estatuto usa las palabras "El Tribunal podrá
declarar", de modo tal que el Tribunal queda investido de facultades discrecionales
para declarar si una organización es criminal. Y precisamente este extremo es
aclarado por el Tribunal de Nuremberg en su "Opinión y sentencia":
"Esta facultad es una facultad judicial y no permite actos arbitrarios, sino que debe
ser ejercida con arreglo a principios jurídicos bien establecidos, siendo uno de los
más importantes el que la responsabilidad penal es personal y que deberían
evitarse los castigos en masa. Si estuviere convencido del carácter criminal de la
organización o grupo en cuestión, el hecho de que la teoría de la "criminalidad
grupal" sea nueva o la existencia de la posibilidad de que pueda ser aplicada
injustamente por algún tribunal posterior, no deben ser óbices para que el tribunal
declare la criminalidad de la organización. Por otro lado, el Tribunal debe
asegurarse, a la hora de emitir dicha declaración de criminalidad, que no se
castigará a personas inocentes" |69|.
La sentencia del Tribunal de Nuremberg incide también en que "Una organización
criminal es análoga a una conspiración criminal en cuanto la esencia de
ambas es la cooperación para fines criminales. Debe existir un grupo unido y
organizado hacia un propósito común. El grupo deberá estar formado o ser
usado en relación con la comisión de los crímenes previstos en el Estatuto. Dado
que la declaración con respecto a las organizaciones y grupos fijará, tal como se ha
señalado, la criminalidad de sus miembros, esa definición debería excluir a
personas que no tuviesen conocimiento de los objetivos u actos criminales de la
organización y a aquéllos que hubiesen sido reclutados por el Estado para lograr su
incorporación, a menos que estuviesen personalmente implicados en la comisión de
actos declarados criminales por el Artículo 6 del Estatuto como miembros de la
organización. La pertenencia por sí sola no cae dentro del ámbito de estas
declaraciones |70|"
II.3.2.- Organizaciones que por sus objetivos y fines fueron consideradas
criminales por el Tribunal de Nuremberg.
El "Plan Común o Conspiración" que constituye el Cargo Uno en el Acta de
Acusación, cubre 25 años: desde la formación del Partido Nacionalsocialista en
1919 hasta el término de la guerra en 1945. Se habla del Partido como "el
instrumento de cohesión entre los Acusados" para llevar a cabo los objetivos de la
conspiración - el derrocamiento del Tratado de Versalles, apoderándose del territorio
perdido por Alemania en la última guerra y del "Lebensraum" en Europa mediante el
uso, allí donde fuere necesario, de la fuerza armada, de la guerra de agresión. La
"toma del poder" por los nazis, el uso del terror, la destrucción de los sindicatos, el
ataque contra la enseñanza cristiana y las iglesias, la persecución de los judíos, la
estricta disciplina de los jóvenes - todos éstos son pasos tomados deliberadamente
para llevar a cabo el plan común, que se materializaron, así se afirma por la
Acusación, en el rearme secreto, en el retiro de Alemania de la Conferencia de
Desarme y de la Liga de Naciones, en el servicio militar universal, y en la toma de
Renania. Finalmente, de acuerdo con el Acta de Acusación, se planificaron y
llevaron a cabo acciones de agresión contra Austria y Checoslovaquia en 19361938, a las que siguió la planificación y continuación de la guerra contra Polonia, y,
sucesivamente, contra otros 10 países.
El Acta de Acusación deja sentado que cualquier participación significativa en los
asuntos del Partido Nacionalsocialista o del Gobierno constituye evidencia de
participación en una conspiración que es, en sí misma, criminal.
Como se ha expuesto, el Tribunal no consideró necesario decidir si las pruebas
demostraban la existencia de una conspiración matriz única entre los acusados. La
toma del poder por el Partido Nacionalsocialista y el consiguiente dominio por el
Estado nacionalsocialista de todas las esferas de la vida económica y social fueron
tenidos en cuenta al examinar los planes que posteriormente se implementaron para
llevar a cabo la guerra. Es evidente que ya el 5 de noviembre de 1937, y
probablemente antes, se habían hecho planes para la guerra. Con posterioridad a
esa fecha, tales preparativos continuaron en muchas direcciones y amenazando la
paz de muchos países. Es más, la amenaza de guerra - y la guerra misma - era
parte integral de la política nazi. No obstante, la evidencia aportada en Nuremberg
establecía con certeza la existencia de muchos planes separados, más que de una
única conspiración que los abarcase a todos. Que Alemania se estaba moviendo
rápidamente para completar su dictadura, y progresivamente hacia la guerra desde
el momento en que los nacionalsocialistas tomaron el poder, como lo expresara el
Tribunal, quedó abrumadoramente demostrado en la ordenada secuencia de actos y
guerras de agresión que se relata en la Sentencia.
En opinión del Tribunal, la evidencia arrojaba la existencia de una planificación
común por parte de ciertos acusados para hacer la guerra. El Tribunal opinó
también que un plan en cuya ejecución participe una cantidad determinada de
personas, sigue siendo un plan, aún estando concebido por una de ellas solamente;
a los ejecutores de dicho plan no se les puede eximir de responsabilidad penal por
el hecho de demostrar que actuaban siguiendo instrucciones de quien lo concibió,
pues ningún plan o conspiración común puede ser ejecutado por una única persona.
Y de este modo, Hitler no podía haber hecho una guerra de agresión por sí solo.
Tuvo que contar con la colaboración de estadistas, de jefes militares, de
diplomáticos, de hombres de negocios.... Cuando todos ellos, a sabiendas de los
objetivos de Hitler, le prestaron su colaboración, se hicieron a sí mismos partícipes
del plan que había iniciado. Que un dictador les asignase tareas no les exime de
responsabilidad por sus actos.
El propio Estatuto del Tribunal de Nuremberg, en su artículo 8, establece que la
obediencia debida no eximirá de responsabilidad penal alguna. La relación jefediscípulo, de acuerdo con la sentencia de Nuremberg, es equiparable en este caso a
las relaciones que se generan en las estructuras del crimen organizado a nivel
interno de los estados.
El Cargo Uno, sin embargo, abarca, no sólo la conspiración para cometer una
guerra de agresión, sino también para cometer Crímenes de Guerra y Crímenes
contra la Humanidad. Recordemos a tal efecto que el artículo 6 del estatuto,
después de declarar los crímenes contra la paz, los crímenes de guerra y los
crímenes contra la humanidad dentro de su competencia, concluye con el siguiente
párrafo:
"Los dirigentes, organizadores, instigadores y cómplices
participantes en la elaboración o en la ejecución de un plan
común o de una conspiración para cometer cualquiera de los
crímenes antedichos son responsables de todos los actos
realizados por cualesquiera personas en ejecución de tal plan."
|71|
Por su parte, los artículos 9 y 10 del Estatuto se ocupan, como ya se ha visto, de la
figura de la organización criminal:
El Artículo 9 del Estatuto estipula, inter alia, lo siguiente:
"En el juicio de un individuo perteneciente a algún grupo u
organización, el Tribunal podrá declarar (en relación con
cualquier acto por el que dicho individuo pudiera ser
condenado) que el grupo u organización al que pertenecía dicha
persona era una organización criminal..." |72|
El Artículo 10 dispuso que la criminalidad de los grupos y organizaciones declaradas
criminales por el Tribunal Militar Internacional se deberá considerar probada y no
podrá ser impugnada en procedimientos posteriores. Su tenor literal es el que sigue:
"En el supuesto de que un grupo u organización sea declarado
criminal por parte del Tribunal, la autoridad nacional competente
de cada uno de los Signatarios tendrá derecho a enjuiciar a los
individuos por su pertenencia a dicho grupo u organización ante
los tribunales nacionales, militares o de ocupación. En tales
casos, la naturaleza criminal del grupo u organización se
considerará probada y no podrá ser cuestionada." |73|
La Ley No. 10 del Consejo de Control, aprobada el 20 de diciembre de 1945,
describió como delito la pertenencia a una organización declarada criminal por el
Tribunal Militar Internacional:
"Cada uno de los actos que se indican a continuación es
reconocido como delito....:
(d) La condición de miembro en las categorías de los
grupos u organizaciones criminales declarados como
tales por el Tribunal Militar Internacional....
(3) Cualquier persona hallada culpable de cualquiera de los
crímenes antes mencionados podrá, una vez condenada, ser
castigada en la forma que el Tribunal determine justa. Dicho
castigo podrá consistir en uno o más de las penas siguiente:
(a) Pena de muerte
(b) Cadena perpetua o prisión por un período
determinado de años, con o sin trabajos forzosos.
(c) Multa, y prisión con o sin trabajos forzosos, en lugar
de la misma".
El marco legal para el examen de la existencia o no de crímenes de guerra lo
constituyó, por supuesto, el artículo 6, Sección (b) del Estatuto, pero el Tribunal tuvo
también en cuenta que tales actos ya eran crímenes de guerra bajo el derecho
internacional vigente en la época: artículos 46, 50, 52 y 56 de la Convención de La
Haya de 1907, y artículos 2, 3, 4, 46 y 51 de la Convención de Ginebra de 1929.
En lo que se refiere a los crímenes contra la humanidad, no había duda alguna, en
palabras del Tribunal, de que "los opositores políticos fueron asesinados en
Alemania antes de la guerra, y que a muchos de ellos se les mantuvo en campos de
concentración en circunstancias de tremendo horror y crueldad. No hay duda de que
se llevó a cabo una política de terror a gran escala, que en muchos casos fue
organizada y sistemática. La política de persecución, represión y asesinato de
civiles en Alemania antes de la guerra de 1939, que probablemente eran hostiles al
Gobierno, fue llevada a cabo de la manera más despiadada. La persecución de
judíos durante el mismo período ha quedado establecida más allá de toda duda.
Para que constituyan Crímenes contra la Humanidad, los actos en los que se basa,
antes del comienzo de la guerra, deberán haberse realizado en ejecución de/o en
relación con algún delito dentro de la competencia del Tribunal. El Tribunal es de la
opinión que con todo lo repugnante y horrible que fueron estos crímenes, no ha
quedado satisfactoriamente probado que se hubiesen realizado en ejecución de o
en relación con tal crimen. El Tribunal no puede, en consecuencia, formular una
declaración general en el sentido de que los actos anteriores a 1939 fueron
Crímenes contra la Humanidad según la acepción del Estatuto; pero desde el inicio
de la guerra en 1939 se cometieron Crímenes de Guerra a gran escala, los que eran
también Crímenes contra la Humanidad; en la medida en que los actos
inhumanos recogidos como cargos por el Acta de Acusación y cometidos
después del inicio de la guerra fueron todos ellos perpetrados en ejecución
de/o en relación con la guerra de agresión, constituyen, por lo tanto, Crímenes
contra la Humanidad" |74|.
Partiendo del principio de que "una organización criminal es análoga a una
conspiración criminal en cuanto la esencia de ambas es la cooperación para
fines criminales", debiendo existir un grupo unido y organizado hacia un propósito
común, el Tribunal declaró criminales, de entre las organizaciones propuestas por la
Fiscalía, las siguientes:
1. Los Cuadros del Partido Nacionalsocialista (Cuerpo de dirigentes del NSDAP)
2. La GESTAPO o policía secreta del Estado
3. Las SS o estafetas de defensa del NSDAP
4. El SD o servicio de seguridad
La sentencia del Tribunal de Nuremberg ilustra y fundamenta el carácter criminal de
las anteriores organizaciones del modo siguiente |75|:
1) Cuadros del Partido Nacionalsocialista.
Estructura y Partes Integrantes: En el Acta de Acusación se
afirma que los Cuadros del Partido Nacionalsocialista son un
grupo u organización que debiera ser declarada criminal. Los
Cuadros del partido nazi consistían, en efecto, en la
organización oficial del Partido Nacionalsocialista, con Hitler
como Führer a la cabeza. Quien estaba verdaderamente a
cargo de los Cuadros era el responsable de la Cancillería en
representación del Partido (Hess, a quien sucedió Bormann),
asistido por la Dirección del Partido para el Reich, o
Reichsleitung, que estaba compuesta por los Reichsleiters, los
líderes de la organización funcional del Partido, así como por
los responsables de los distintos departamentos y oficinas
principales adjuntas a la Dirección del Partido para el Reich. Por
debajo del responsable de la Cancillería del Partido estaban los
Gauleiters, con jurisdicción territorial sobre las principales
regiones administrativas del Partido o Gaus. Los Gauleiters
estaban asistidos por la Dirección del Gau (regional) del Partido
o Gauleitung, cuya composición y funciones eran similares a la
Dirección del Partido en el Reich. Por debajo de los Gauleiters,
en la jerarquía del Partido, estaban los Kreisleiters, con
jurisdicción territorial sobre el Kreis, que generalmente estaba
formado por un solo condado, y que estaban asistidos por la
Dirección del Kreis del Partido, o Kreisleitung. Los Kreisleiters
ocupaban el escalafón inferior de la jerarquía del Partido y eran
empleados a sueldo y por tiempo completo. Justo por debajo de
los Kreisleiters estaban los Ortsgruppenleiters, después los
Zellenleiters y a continuación los Blockleiters. Las instrucciones
y directivas se recibían de la Dirección del Partido para el Reich.
Los Gauleiters tenían la función de interpretar dichas órdenes y
transmitirlas a las formaciones inferiores. Los Kreisleiters
contaban con alguna facultad discrecional al interpretar las
órdenes, que no tenían los Ortsgruppenleiters, quienes debían
actuar de acuerdo con instrucciones específicas. Hasta el nivel
de los Ortsgruppenleiters, las instrucciones sólo se daban por
escrito. El Block y los Zellenleiters normalmente recibían las
instrucciones verbalmente. La pertenencia a los Cuadros del
Partido, en todos los niveles, era voluntaria.
El 28 de febrero de 1946, la Acusación excluyó de la solicitud
de declaración de criminalidad por pertenencia a organización
criminal a todos los miembros de los staffs de los
Ortsgruppenleiters y a todos los asistentes de los Zellenleiters y
Blockleiters. La declaración de criminalidad solicitada en contra
de los Cuadros del Partido Nacionalsocialista incluye, por lo
tanto, al Führer, el Reichsleitung, los Gauleiters y oficiales de su
staff, los Kreisleiters y oficiales de su staff, los
Ortsgruppenleiters, los Zellenleiters y los Blockleiters,
estimándose que este grupo incluía, al menos, 600.000
personas.
Objetivos y Actividades: El objetivo primario de los Cuadros fue,
desde sus inicios, colaborar con los Nazis para obtener y,
después del 30 de enero de 1933, detentar y retener el control
del Estado Alemán. La maquinaria de los Cuadros fue usada
para la difusión generalizada de la propaganda
nacionalsocialista y para mantener un detallado control sobre
las actitudes políticas del Pueblo Alemán. En esta actividad, los
Líderes Políticos inferiores desempeñaron un papel
particularmente importante. En el Manual del Partido se
ordenaba a los Blockleiters informar a los Ortsgruppenleiters
acerca de toda persona que circulase rumores o críticas
perjudiciales para el régimen. Sobre la base de la información
que les suministraban los Blockleiters y los Zellenleiters, los
Ortsgruppenleiters mantenían un archivo de las personas de su
Ortsgruppe en el que se registraban los factores que se usarían
para formarse opinión en cuanto a su fiabilidad política.
Los Cuadros eran particularmente activos durante los
plebiscitos. Todos los miembros participaban para recabar el
voto y garantizar el más alto número posible de votos
"afirmativos". Los Ortsgruppenleiters y los líderes políticos de
más alto rango colaboraban a menudo con la Gestapo y el SD
en la adopción de medidas para determinar quiénes se negaban
a votar o votaban "no", y en la adopción de medidas en contra
de las personas que habían procedido de este modo, que
llegaban hasta su arresto y detención en un campo de
concentración.
Actividad Criminal: Estas medidas, tendentes simplemente a la
consolidación del control del Partido Nacionalsocialista, no son
criminales desde el punto de vista de la conspiración para llevar
a cabo una guerra de agresión. Pero los Cuadros fueron usados
también para dar pasos similares en Austria y en aquellas
partes de Checoslovaquia, Lituania, Polonia, Francia, Bélgica,
Luxemburgo y Yugoslavia que fueron incorporadas al Reich y
que estaban dentro del Gaue del Partido Nacionalsocialista. En
esos territorios, la maquinaria de los Cuadros del Partido fue
usada para germanizarlos a través de la eliminación de las
costumbres locales y la detección y arresto de personas que se
oponían a la ocupación alemana. Estos eran crímenes con
arreglo al artículo 6 (b) del Estatuto en aquellos aspectos
regulados por el Convenio de la Haya sobre las leyes y
costumbres de la guerra terrestre y con arreglo al artículo 6 (c)
del Estatuto en cuanto al resto.
Los Cuadros jugaron su papel en la persecución de los judíos.
Participaron en la discriminación económica y política aplicada
en contra de los judíos poco después de asumir el poder los
Nazis. La Gestapo y el SD recibieron instrucciones para
coordinar con los Gauleiters y los Kreisleiters las medidas
adoptadas en los pogroms de 9 y 10 de noviembre de 1938.
También fueron usados para impedir que la opinión pública
alemana reaccionara contra las medidas tomadas en el Este en
contra de los judíos. El 9 de octubre de 1942, se envió a todos
los Gauleiters y Kreisleiters un boletín de información
confidencial titulado "Medidas Preparatorias para la Solución
Final del Problema Judío en Europa. Rumores relativos a las
Condiciones de los Judíos en el Este". En este boletín se
indicaba que se estaban iniciando rumores provenientes de los
soldados que regresaban, relativos a las condiciones de los
judíos en el Este que algunos alemanes podrían no entender, y
exponía en detalle la explicación oficial que debía darse. El
boletín no incluía ninguna declaración explícita en el sentido de
que se estuviese exterminando a los judíos; sí indicaba en
cambio que iban a campos de trabajo, y hablaba de su total
segregación y eliminación y de la necesidad de un trato severo
y sin misericordia para con ellos. De este modo, incluso
creyendo lo que decía, el boletín se hacía eco de la utilización
de la maquinaria de los Cuadros del Partido para impedir que la
opinión pública se rebelara ante un programa del que se
afirmaba implicaba condenar a los judíos de Europa a toda una
vida de esclavitud. Esta información continuó a disposición de
los Cuadros. La edición de agosto de 1944 del Die Laga, una
publicación que circulaba entre los líderes políticos, describía la
deportación de 430.000 judíos desde Hungría.
Los Cuadros jugaron un importante papel en la administración
del programa de trabajos forzosos. Un decreto de Sauckel, de
fecha de 6 de abril de 1942, designaba a los Gauleiters como
Plenipotenciarios para la Movilización de la Mano de Obra en
sus Gaue, con facultades para coordinar a todas las agencias
que tuviesen que ver con asuntos laborales en sus Gaue, con
facultades específicas sobre el empleo de trabajadores
extranjeros, incluyendo sus condiciones de trabajo, alimentación
y alojamiento. En virtud de estas facultades, los Gauleiters
asumieron el control sobre la asignación de la mano de obra en
sus Gaue, incluyendo los trabajadores forzosos provenientes de
países extranjeros. En la implementación de esta tarea, los
Gauleiters usaban muchas de las oficinas del Partido en sus
Gaue, incluyendo a líderes políticos subordinados. Por ejemplo,
el decreto de Sauckel de 8 de septiembre de 1942, relativo a la
asignación a tareas domésticas de 400.000 mujeres
trabajadoras traídas del Este, estableció un procedimiento en
virtud del cual las solicitudes presentadas respecto de dichas
trabajadoras deberían ser aprobadas por los Kreisleiters, cuya
decisión era definitiva.
De acuerdo con las instrucciones de Sauckel, eran los Cuadros
los que tenían que ver directamente con el trato dispensado a
los trabajadores extranjeros, dándose instrucciones específicas
a los Gauleiters para impedir que los "responsables de fábricas
políticamente ineptos" prestasen "demasiada atención al
cuidado de los trabajadores del Este". El tipo de problemas a
que se aludía incluía los informes preparados por los
Kreisleiters sobre embarazos entre las trabajadoras forzosas,
que terminarían en aborto si el origen del niño no cumpliese los
estándares raciales establecidos por las SS y normalmente en
la detención en un campo de concentración para mano de obra
esclava femenina. La evidencia demuestra que bajo la
supervisión de los Cuadros, los trabajadores industriales eran
alojados en campos en condiciones sanitarias atroces,
trabajaban largas horas y recibían alimentación inadecuada.
Bajo similar supervisión, los trabajadores agrícolas, que eran
tratados algo mejor, tenían prohibido el desplazamiento, el ocio
y los oficios religiosos, y se les hacía trabajar sin límite de
tiempo en sus horas de trabajo, y bajo normas que daban al
empleador el derecho a infligir castigo corporal. Los líderes
políticos, por lo menos hasta el nivel de los Ortsgruppenleiters,
eran responsables de esta supervisión. El 5 de mayo de 1943
se distribuyó un memorandum de Bormann a los
Ortsgruppenleiters ordenándoles poner término a los malos
tratos de los trabajadores forzosos. Igualmente, el 10 de
noviembre de 1944, una circular de Speer daba curso a una
directiva de Himmler estipulando que todos los miembros del
Partido Nacionalsocialista, de acuerdo con las instrucciones del
Kreisleiter, serían advertidos por los Ortsgruppenleiters de su
deber de mantener a los trabajadores extranjeros bajo
cuidadosa observación.
Los Cuadros tenían directamente que ver con el trato
dispensado a los prisioneros de guerra. El 5 de noviembre de
1941, Bormann emitió una directiva enviada hasta el nivel de los
Kreisleiters, ordenándoles que asegurasen el cumplimiento, por
parte del ejército, de las recientes directivas del Departamento
del Interior que ordenaban que los cuerpos de los prisioneros de
guerra rusos debían ser enterrados envueltos en papel de brea
en lugares alejados, sin ceremonias ni ornamentos sobre sus
tumbas. El 25 de noviembre de 1943 Bormann envió una
circular, ordenando a los Gauleiters que informaran acerca de
cualquier trato indulgente con los prisioneros de guerra. El 13
de septiembre de 1944, Bormann envió una directiva destinada
hasta el nivel de los Kreisleiters ordenando que se
estableciesen enlaces entre los Kreisleiters y los guardianes de
los prisioneros de guerra con el objeto de "asimilar mejor el
compromiso de los prisioneros de guerra con las demandas
políticas y económicas". El 17 de octubre de 1944, una directiva
del OKW instruía al oficial encargado de los prisioneros de
guerra que consultara con los Kreisleiters respecto de los temas
relativos a la productividad de la mano de obra. El uso de
prisioneros de guerra, particularmente los venidos del Este,
estuvo acompañado de una generalizada violación de las
normas de la guerra terrestre. Esta evidencia demuestra bien a
las claras que los Cuadros del Partido Nacionalsocialista hasta
el nivel del Kreisleiter participaban en estos malos tratos ilícitos.
La maquinaria de los Cuadros fue usada también para intentar
para privar a los aviadores aliados de la protección a que tenían
derecho bajo la Convención de Ginebra. El 13 de marzo de
1940, Hess transmitió instrucciones a través de los Cuadros,
hasta el nivel de los Blockleiters, para orientar a la población
civil en caso del aterrizaje de aviones o paracaidistas enemigos;
las instrucciones decían que los paracaidistas enemigos
deberían ser arrestados inmediatamente o "inutilizados". El 30
de mayo de 1944, Bormann envió una carta circular a todos los
Gaus y Kreisleters que informaban acerca de linchamientos
perpetrados contra aviadores aliados de bajo rango y en los que
no hubo intervención policial. Se pedía que se informase
verbalmente a los Ortsgruppenleiters del contenido de esta
carta. Esta carta vino a acompañar a una campaña de
saturación propagandística, instituída por Goebbels, para
inducir tales linchamientos, y equivalía pues, de manera
irrebatible, a instrucciones para inducir tales linchamientos o, al
menos, para violar la Convención de Ginebra retirando la
protección policial. Hubo algunos linchamientos efectuados de
acuerdo con este programa, pero no pareciera que tuvieron
lugar en toda Alemania. Sin embargo, la existencia de esta
carta circular demuestra que los los Cuadros del Partido
Nacionalsocialista la usaban para un fin que era
manifiestamente ilegal y que implicaba el uso de la maquinaria
de los Cuadros, al menos a través del Ortsgruppenleiter.
Conclusión:
Los Cuadros fueron usados para fines que, de acuerdo con el
Estatuto, eran criminales, y que implicaban la germanización de
los territorios incorporados, la persecución de los judíos, la
administración del programa de trabajos forzosos y los malos
tratos a los prisioneros de guerra. Los acusados Bormann y
Sauckel, que eran miembros de esta organización, estaban
entre quienes la utilizaron para tales fines. Los Gauleiters, los
Kreisleiters y los Ortsgruppenleiters participaron, en uno u otro
grado, en estos programas criminales. El Reichsleitung, como
organización suprema del Partido, es también responsable de
estos planes y programas criminales, así como los
responsables de las organizaciones del staff de los Gauleiters y
los Kreisleiters. La decisión del Tribunal sobre estas
organizaciones del staff sólo incluyen a los Amtsleiters, que
eran los responsables de oficina del staff del Reichsleitung,
Gauleitung y Kreisleitung. Respecto de otros funcionarios del
staff y organizaciones del Partido adjuntas a los Cuadros del
mismo y distintos de los Amtsleiters a que se ha hecho
referencia anteriormente, el Tribunal sigue la sugerencia de la
Acusación de excluirlos de la declaración de criminalidad.
El Tribunal declara que es criminal, dentro de la acepción del
Estatuto, el grupo compuesto por aquellos miembros de los
Cuadros que ocupaban los cargos enumerados en el párrafo
anterior y que se convirtieron o permanecieron como miembros
de la organización a sabiendas de que ésta estaba siendo
utilizada para la comisión de actos declarados criminales por el
artículo 6 del Estatuto, o que estuvieron personalmente
implicados como miembros de la organización en la comisión de
dichos crímenes. El fundamento de esta conclusión es la
participación de la organización en Crímenes de Guerra y
Crímenes contra la Humanidad relacionados con la guerra; el
grupo declarado criminal no puede, en consecuencia, incluir a
personas que hubiesen dejado de ocupar los cargos
enumerados en el anterior párrafo antes del 1 de septiembre de
1939.
2) GESTAPO y SD.
Estructura y Partes Integrantes: La Acusación afirma en su Acta
que la Geheime Staatspolizei (Gestapo) y las Sicherheitsdienst
des Reichsführer SS (SD) son grupos u organizaciones que
debieran ser declarados criminales. La Acusación presentó los
casos contra la Gestapo y el SD en conjunto, declarando que
esto era necesario dada la estrecha relación de trabajo que
existía entre ambos. El Tribunal permitió, previa denuncia de
intereses contrapuestos, que el SD presentase su defensa
separadamente, pero después de examinar la evidencia
resuelve considerar el caso de la Gestapo y del SD en conjunto.
La Gestapo y el SD se juntaron por primera vez el 26 de junio
de 1936 gracias a la designación de Heydrich, que era Jefe del
SD, para el cargo de Jefe de la Policía de Seguridad, la cual,
por definición, englobaba a la Gestapo y a la Policía Criminal.
Antes de esa época, el SD había sido el organismo de
inteligencia, primero de las SS y, con posterioridad al 4 de junio
de 1934, de todo el Partido Nacionalsocialista. La Gestapo
había estado formada por las diversas fuerzas de la policía
política de los distintos estados federales alemanes que
quedaron unificados bajo el liderazgo personal de Himmler, con
la colaboración de Goering. Himmler había sido designado Jefe
de la Policía Alemana en el Ministerio del Interior el 17 de junio
de 1936, y en su condición de Reichsführer SS y Jefe de la
Policía Alemana, expidió su decreto de 26 de junio de 1936, que
colocaba a la Policía Criminal, o Kripo, y a la Gestapo, en la
Policía de Seguridad, poniendo a la Policía de Seguridad y al
SD bajo el mando de Heydrich.
Esta consolidación, bajo la jefatura de Heydrich, de la Policía de
Seguridad, una organización del Estado, y del SD, una
organización del Partido, quedó formalizada por el decreto de
27 de septiembre de 1939, que unió las diversas dependencias
del Estado y del Partido que estaban bajo el mando de
Heydrich, como Jefe de la Policía de Seguridad y del SD, en
una sola unidad administrativa, la Oficina Principal de Seguridad
del Reich (RSHA), que al mismo tiempo era una de las
principales oficinas (Hauptamter) de las SS al mando de
Himmler como Reichsführer SS y una oficina en el Ministerio del
Interior al mando de Himmler como Jefe de la Policía Alemana.
La estructura interna del RSHA muestra cómo se fundieron las
oficinas de la Policía de Seguridad con las del SD. El RSHA
estaba dividido en siete oficinas (Amter), dos de las cuales (Amt
I y Amt II) se encargaban de los aspectos administrativos. La
Policía de Seguridad estaba representada por el Amt IV, la
oficina principal de la Gestapo, y por el Amt V, la oficina
principal de la Policía Criminal. El SD estaba representado por
el Amt III, la oficina principal para las actividades del SD en el
interior de Alemania, por el Amt VI, la oficina principal para las
actividades del SD fuera de Alemania, y por el Amt VII, la oficina
para la investigación ideológica. Poco después de la creación
del RSHA, en noviembre de 1939, la Policía de Seguridad
quedó "coordinada" con las SS, al transferir a todos los
funcionarios de la Gestapo y de la Policía Criminal a las SS con
rangos equivalentes a sus cargos.
La creación de la RSHA representó la formalización, al más alto
nivel, de la relación en virtud de la cual el SD actuaba como el
organismo de inteligencia para la Policía de Seguridad. Similar
coordinación existía en las oficinas locales. Dentro de Alemania
y de las áreas incorporadas al Reich para fines de
administración civil, las oficinas locales de la Gestapo, de la
Policía Criminal y del SD estaban formalmente separadas.
Estaban, sin embargo, sujetas a coordinación mediante la
función por parte de los inspectores de la Policía de Seguridad y
del SD sobre el personal de los líderes superiores de las SS y y
de la Policía locales, y una de las funciones principales de las
unidades locales del SD era servir de organismo de inteligencia
a las unidades locales de la Gestapo. En los territorios
ocupados, la relación formal entre las unidades locales de la
Gestapo, de la Policía Criminal y del SD era un poco más
estrecha. Se organizaban en unidades locales de la Policía de
Seguridad y del SD y estaban bajo el control del RSHA y del
líder superior de las SS y la Policía designado por Himmler para
integrar el staff de la autoridad ocupante. Las oficinas de la
Policía de Seguridad y del SD en el territorio ocupado estaban
compuestas por departamentos que correspondían a las
distintas Amts del RSHA. En los territorios ocupados que
todavía se consideraban como áreas militares operacionales o
donde el control alemán no había quedado formalmente
establecido, la organización de la Policía de Seguridad y del SD
sólo fue objeto de pequeñas modificaciones. Se juntó a los
miembros de la Gestapo, Kripo y SD en organizaciones de tipo
militar conocidas como Einsatz Kommandos y Einsatzgruppen
en las que los puestos clave estaban ocupados por miembros
de la Gestapo, el Kripo y el SD y en las cuales los miembros de
la Policía del Orden, las SS Waffen e incluso la Wehrmacht eran
usados como auxiliares. Estas organizaciones estaban bajo el
control absoluto del RSHA, aunque en las áreas de primera
línea estaban bajo el control operativo del correspondiente
comandante del ejército.
De este modo, puede verse que desde un punto de vista
funcional tanto la Gestapo como el SD eran grupos importantes
y estrechamente relacionados en el seno de la organización de
la Policía de Seguridad y el SD. La Policía de Seguridad y el SD
estaban bajo un mando único, el de Heydrich y posteriormente,
de Kaltenbrunner, en cuanto Jefe de la Policía de Seguridad y
del SD; tenían una sola sede, el RSHA; disponían de su propia
cadena de mando y trabajaban como una organización tanto en
Alemania, como en los territorios ocupados, y en las áreas
inmediatamente detrás de las líneas del frente. Durante el
período que preocupa especialmente al Tribunal, los candidatos
a puestos en la Policía de Seguridad y SD recibieron
entrenamiento en todas sus organizaciones integrantes, la
Gestapo, la Policía Criminal y el SD. Ha habido alguna
confusión por el hecho de que parte de la organización fuese
técnicamente una formación del Partido Nacionalsocialista, en
tanto que otra parte de la organización fuese una oficina del
Gobierno, pero esto no tiene ninguna significación especial en
vista de la ley de 1 de diciembre de 1933, que declaró la unidad
del Partido Nacionalsocialista y el Estado Alemán.
La Policía de Seguridad y el SD era una organización de
voluntarios. Es cierto que hubo muchos empleados civiles y
funcionarios administrativos que fueron traspasados a la Policía
de Seguridad. La pretensión de que este traspaso fue obligado
equivale tan sólo a afirmar que había que aceptar el traspaso o
renunciar a los cargos, con la posibilidad de haber caído en
desgracia ante el oficialismo. Durante la guerra, los miembros
de la Policía de Seguridad y SD no podían optar libremente por
puestos en la organización y la negativa a aceptar un puesto
específico, especialmente cuando había que servir en territorios
ocupados, podría haber llevado a graves castigos. El hecho que
subsiste, sin embargo, es que todos los miembros de la Policía
de Seguridad y SD se unieron voluntariamente a la organización
sin más limitaciones que el deseo de conservar sus puestos
como funcionarios.
La organización de la Policía de Seguridad y SD incluía también
a tres unidades especiales que deberán ser abordadas
separadamente. La primera de ellas era la Policía de Fronteras,
o Grenzpolizei, que pasó a estar bajo el control de la Gestapo
en 1937. Sus tareas consistían en controlar el paso por las
fronteras de Alemania, arrestando a quienes las cruzaban
ilegalmente. La evidencia presentada revela claramente que
también recibía instrucciones de la Gestapo para llevar a los
trabajadores extranjeros aprehendidos a campos de
concentración. Podía también solicitar permiso a la oficina local
de la Gestapo para internar a las personas arrestadas en
campos de concentración. El Tribunal es de la opinión que la
Policía de Fronteras debe considerarse incluída en la
imputacióin de criminalidad contra la Gestapo.
La protección de fronteras y aduanas, o Zollgrenzschutz, pasó a
ser parte de la Gestapo en el verano de 1944. Las funciones de
esta organización eran similares a las de la Policía de Fronteras
en lo que se refiere al cumplimiento de la legislación sobre
fronteras, con especial énfasis respecto de la prevención del
contrabando.
No pareciera, sin embargo, que su traspaso hubiera sido
completo. Casi la mitad de su personal, de 54.000 miembros, se
quedó en la Administración de Finanzas del Reich o en la
Policía del Orden. Unos pocos días antes del término de la
guerra, la organización entera fue devuelta a la Administración
de Finanzas del Reich. El traspaso de la organización a la
Gestapo fue tan tardío y su participación en las actividades
globales de la organización tan escasa que el Tribunal no cree
que debería ser tratada al considerar la criminalidad de la
Gestapo.
La tercera organización fue la denominada Policía Secreta
sobre el Terreno, que inicialmente estuvo bajo el control del
ejército, pero que fue traspasada en 1942 a la Policía de
Seguridad por orden militar. La Policía Secreta sobre el Terreno
se preocupaba de temas de seguridad en el interior del ejército
en los territorios ocupados, y también de la prevención de
ataques de civiles a instalaciones o unidades militares, y
cometió Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad
a gran escala. No ha quedado probado, sin embargo, que fuese
parte de la Gestapo, y el Tribunal no considera que entra en la
imputación de criminalidad incluída en el Acta de Acusación,
excepto aquéllos de sus miembros que hubiesen sido
traspasados del RSHA al Amt IV o fuesen miembros de
organizaciones declaradas criminales por esta Sentencia.
Actividad Criminal: Inicialmente, una de las principales
funciones de la Gestapo fue la prevención de cualquier
oposición política al régimen Nacionalsocialista, función que
llevó a cabo con la colaboración del SD. El arma principal usada
para llevar a cabo esta función fue el campo de concentración.
La Gestapo no tenía control administrativo sobre los campos de
concentración pero, actuando a través del RSHA, era
responsable de la detención de prisioneros políticos en esos
campos. Los funcionarios de la Gestapo estaban generalmente
a cargo del interrogatorio de prisioneros políticos en los
campos.
La Gestapo y el SD se encargaban también de los cargos de
traición y de cuestiones relativas a la prensa, las iglesias y los
judíos. A medida que se intensificó el programa nazi de
persecución antisemita, el papel desempeñado por estos
grupos fue cada vez más importante. En las primeras horas de
la mañana del 10 de noviembre de 1938, Heydrich envió un
telegrama a todas las oficinas de la Gestapo y del SD dando
instrucciones para la organización de los pogroms de esa fecha
e instruyéndolas para arrestar tantos judíos como pudieran
acoger las prisiones, "especialmente los ricos", pero teniendo
cuidado de que los arrestados fuesen saludables y no
demasiado viejos. A fecha de 11 de noviembre de 1938, 20.000
judíos habían sido arrestados y muchos de ellos fueron
enviados a campos de concentración. El 24 de enero de 1939,
Heydrich, Jefe de la Policía de Seguridad y del SD, fue acusado
de fomentar la emigración y evacuación de judíos desde
Alemania, y el 31 de julio de 1941, de tratar de lograr una
solución total al problema judío en la Europa dominada por los
alemanes. Se montó una sección especial de la oficina de la
Gestapo del RSHA, bajo el mando del Standartenführer
Eichmann, responsable de los asuntos judíos, que empleaba a
sus propios agentes para investigar el problema judío en los
territorios ocupados. Las oficinas locales de la Gestapo se
usaron, primero, para supervisar la emigración de judíos y,
posteriormente, para deportarlos al Este desde Alemania y
desde los territorios ocupados durante la guerra. El
Einsatzgruppen de la Policía de Seguridad y del SD, que
operaba tras las líneas del Frente Oriental, participó en la
masacre sistemática de judíos. Un destacamento especial
llegado de las instalaciones de la Gestapo en el RSHA fue
utilizado para organizar la deportación de judíos desde los
países satélites del Eje hacia Alemania y así ser sometidos a la
"solución final".
Las oficinas locales de la Policía de Seguridad y del SD
desempeñaron un importante papel en la administración
alemana de los territorios ocupados. La índole de su
participación queda demostrada por las medidas tomadas en el
verano de 1939 para la preparación del ataque a
Checoslovaquia que se contemplaba por aquel entonces. Los
Einsatzgruppen de la Gestapo y del SD se organizaron para
seguir al ejército hacia Checoslovaquia, encargándose de la
seguridad de la vida política en los territorios ocupados. Se
formularon planes para la infiltración anticipada de hombres del
SD en la zona, y para la elaboración de un sistema de archivos
que indicase a qué habitantes había que vigilar, o retirarles el
pasaporte, o liquidar. Estos planes se vieron considerablemente
alterados debido a la anulación del ataque a Checoslovaquia,
pero los Einsatzgruppen de la Policía de Seguridad y del SD
operaron en las operaciones militares que en la práctica
tuvieron lugar, particularmente en la guerra contra la URSS,
combinando las brutales medidas destinadas a la pacificación
de la población civil con la matanza sistemática de judíos.
Heydrich dio órdenes para desencadenar incidentes en la
frontera polaco-alemana en 1939, lo que brindó a Hitler motivos
de provocación suficiente para atacar Polonia. En estas
operaciones participó personal tanto de la Gestapo como del
SD.
Las unidades locales de la Policía de Seguridad y del SD
prosiguieron su trabajo en los territorios ocupados después de
que dichos territorios dejasen de ser un área de operaciones. La
Policía de Seguridad y el SD se dedicaron al arresto
generalizado de población civil en estos países ocupados,
encarcelando a muchos de ellos en condiciones inhumanas,
sometiéndolos a brutales métodos del tercer grado, y enviando
a muchos de ellos a campos de concentración. Las unidades
locales de la Policía de Seguridad y del SD participaron también
en el fusilamiento de rehenes, el encarcelamiento de familiares,
la ejecución de personas acusadas de terrorismo, así como de
saboteadores, sin mediar juicio alguno, y en la aplicación de los
famosos decretos "Nacht und Nebel" ("Noche y Niebla"), según
los cuales, las personas acusadas de algún tipo de delito que se
creyese pusiese en peligro la seguridad de las fuerzas de
ocupación, deberían ser o ejecutadas dentro del plazo de una
semana o llevadas clandestinamente a Alemania sin que se les
permitiese comunicarse con sus familias y amigos.
Las oficinas de la Policía de Seguridad y el SD participaron en
la administración del Programa de Trabajos Forzosos. En
algunos de los territorios ocupados, colaboraron con las
autoridades laborales locales para cumplir las cuotas impuestas
por Sauckel. Se asignó a las oficinas de la Gestapo dentro de
Alemania la vigilancia de los trabajadores forzosos y la
responsabilidad de capturar a quienes se ausentasen de su
puesto de trabajo. La Gestapo estaba también a cargo de los
llamados campos de entrenamiento para el trabajo. Aunque
tanto trabajadores alemanes como extranjeros podían ser
internados en esos campos, la Gestapo jugó un papel
significativo obligando a los trabajadores extranjeros a trabajar
en pro del esfuerzo de guerra alemán. En las últimas etapas de
la guerra, a medida que las SS se embarcaban en su propio
programa de trabajos forzosos, se usó a la Gestapo para
arrestar a trabajadores con el fin de garantizar un adecuado
suministro en los campos de concentración.
Las oficinas locales de la Policía de Seguridad y el SD tuvieron
participación también en la comisión de Crímenes de Guerra
que implicaban el maltrato y asesinato de prisioneros de guerra.
Los prisioneros de guerra soviéticos en campos de prisioneros
de guerra en Alemania fueron sometidos a investigación por los
Einsatz Kommandos que actuaban bajo las órdenes de las
oficinas locales de la Gestapo. Quienes eran comisarios, judíos,
miembros de la "intelligentsia", "comunistas fanáticos" e incluso
aquéllos considerados enfermos incurables fueron clasificados
como "intolerables" y posteriormente exterminados. Las oficinas
locales de la Policía de Seguridad y del SD participaron en la
aplicación del decreto "Bullet", que entró en vigor el 4 de marzo
de 1944, según el cual, ciertas categorías de prisioneros de
guerra, que habían sido recapturados, no serían tratados como
prisioneros de guerra sino llevados clandestinamente a
Mauthausen y fusilados. A los miembros de la Policía de
Seguridad y del SD se les acusa de hacer cumplir el decreto
para llevar a cabo el fusilamiento de paracaidistas y comandos.
Conclusión:
La Gestapo y el SD fueron usados para fines que, de acuerdo
con el Estatuto, eran criminales al implicar la persecución y
exterminio de judíos, brutalidades y matanzas en campos de
concentración, excesos en la administración de los territorios
ocupados, y el mal trato y asesinato de prisioneros de guerra. El
Acusado Kaltenbrunner, quien fue miembro de esta
organización, estaba entre quienes la utilizaron para tales fines.
Al tratar el caso de la Gestapo, el Tribunal incluye a todos los
funcionarios ejecutivos y administrativos del Amt IV del RSHA o
implicados en la administración de la Gestapo a través de otros
departamentos del RSHA, y a todos los funcionarios locales de
la Gestapo que servían dentro y fuera de Alemania, incluyendo
a los miembros de la Policía de Fronteras, pero sin incluir a los
miembros de Protección de Fronteras y Aduanas ni a los
miembros de la Policía Secreta sobre el Terreno, excepto
aquellos miembros que ya han sido especificados. Por
sugerencia de la Acusación, el Tribunal no incluye a personas
empleadas por la Gestapo en tareas de mero secretariado,
estenográficas, de conserjería o similares tareas de carácter
rutinario y no oficial. Al tratar el caso del SD, el Tribunal incluye
al Amter III, VI, y VII del RSHA y a todos los otros miembros del
SD, incluyendo a todos sus representantes y agentes locales,
honorarios o no, fuesen o no técnicamente miembros de las SS,
pero sin incluir a los informadores honorarios que no eran
miembros de las SS y a los miembros de la Abwehr que fueron
traspasados al SD.
El Tribunal declara que es criminal dentro de la acepción dada
por el Estatuto el grupo compuesto por aquellos miembros de la
Gestapo y del SD que ocupaban los puestos enumerados en el
párrafo anterior y que se convirtieron o permanecieron como
miembros de la organización a sabiendas de que se la estaba
utilizando para la comisión de actos declarados criminales por el
Artículo 6 del Estatuto, o que estuvieron personalmente
implicados como miembros de la organización en la comisión de
tales crímenes. El fundamento de esta conclusión es la
participación de la organización en Crímenes de Guerra y
Crímenes contra la Humanidad relacionados con la guerra; este
grupo declarado criminal no podrá, sin embargo, incluir a
personas que hubiesen dejado de ocupar los puestos
enumerados en el párrafo anterior antes del 1 de septiembre de
1939.
3) SS
Estructura y Partes Integrantes: La Acusación ha señalado que
las Schutzstaffeln der Nationalsozialistischen Deutschen
Arbeiterpartei (conocida comúnmente como las SS) es una
organización que debería ser declarada criminal. La parte del
Acta de Acusación que trata sobre las SS incluye también a Der
Sicherheitsdienst des Reichsführer-SS (conocido comúnmente
como el SD). Esta última organización, que era en su origen
una rama de inteligencia de las SS, se convirtió posteriormente
en una parte importante de la organización de la Policía de
Seguridad y del SD y se la aborda en la parte precedente de la
Sentencia del Tribunal, relativa a la Gestapo.
Las SS fueron creadas inicialmente por Hitler en 1925 como
una unidad de élite del SA (Sección de Asalto) para fines
políticos, con el pretexto de proteger a los oradores del Partido
Nacionalsocialista en reuniones públicas. Una vez que los nazis
llegaron al poder, se las utilizó para mantener el orden y
controlar a los asistentes a manifestaciones masivas,
encargándoseles además, por un decreto del Führer, tareas de
"seguridad interna". Las SS jugaron un importante papel
durante la purga de Röhm, el 30 de junio de 1934, y, en
compensación por sus servicios, se convirtieron poco después
en una unidad independiente del Partido Nazi.
En 1929, cuando Himmler fue nombrado Reichführer por
primera vez, las SS contaban con 980 miembros, todos ellos
considerados de especial confianza. En 1933 estaban formadas
por 52.000 hombres procedentes de todas las profesiones y
condiciones sociales. El núcleo inicial de las SS eran las
Allgemeine SS, que en 1939 contaban ya con 240.000
miembros, organizados en una estructura militar compuesta por
divisiones y regimientos. Durante la guerra, sus efectivos
disminuyeron por debajo de los 40.000 hombres.
Originalmente, las SS incluían otras dos formaciones, las SS
Verfüngunstruppe, una fuerza formada por miembros de las SS
que se habían presentado voluntarios para realizar un servicio
militar de cuatro años en lugar del servicio obligatorio en el
ejército, y las SS Totenkopf Verbände, tropas especiales
empleadas para vigilar los campos de concentración que
pasaron al control de las SS en 1934. Las SS Verfügunstruppe
estaban organizadas como una unidad armada para ser
utilizada junto con el ejército en caso de movilización. En el
verano de 1939, las Verfügungstruppe estaban equipadas como
una división motorizada, el núcleo de las fuerzas que en 1940
pasarían a conocerse como las Waffen SS. En ese año, las
Waffen SS contaban con 100.000 hombres, 56.000 procedentes
de las Verfügunstruppe y el resto de las Allgemeine SS y del
Totenkopf Verbände. Al término de la guerra, las Waffen SS
disponían de aproximadamente 580.000 hombres y 40
divisiones. Las Waffen SS estaban bajo el mando táctico del
Ejército, pero su equipamiento y suministros procedían de la
estructura administrativa de las SS y se hallaban bajo el control
disciplinario de las SS.
La Organización Central de las SS tenía 12 oficinas principales.
Las más importantes de éstas eran la RSHA, que ya hemos
analizado, la WVHA u Oficina Principal para la Administración
Económica, encargada, entre otras funciones, de la
administración de los campos de concentración, y la Dirección
General de Raza y Colonización, junto con oficinas auxiliares
para la repatriación de alemanes étnicos
(Volksdeutschemittelstelle). La Organización Central de las SS
tenía también una dirección jurídica; las SS contaban con su
propio sistema legal y su personal estaba bajo la jurisdicción de
tribunales especiales. De las oficinas principales de las SS
dependía también una fundación de investigación conocida
como los Experimentos Ahnenerbe. Se dice que los científicos
adjuntos a esta organización eran principalmente miembros
honorarios de las SS. Durante la guerra, hubo un instituto de
investigación científico-militar que acabó formando parte del
Ahnenerbe; este instituto llevaba a cabo numerosos
experimentos sirviéndose de seres humanos vivos. Uno de los
empleados de este instituto fue el Dr. Rascher, quien realizaba
estos experimentos con pleno conocimiento del Ahnenerbe, que
recibía subsidios y patrocinio del Reichsführer de las SS
(síndico de la fundación).
A comienzos de 1933, se produjo una gradual pero completa
fusión de la policía y las SS. En 1936, Himmler, el Reichsführer
de las SS, se convirtió en Jefe de la Policía Alemana con
poderes sobre la policía regular uniformada y la Policía de
Seguridad. Himmler estableció un sistema por el cual los altos
líderes de las SS y la Policía, designados por cada Wehrkreis,
actuaban como sus representantes personales para coordinar
las actividades de la Policía del Orden, la Policía de Seguridad y
el SD y el Allgemeine SS en sus respectivas jurisdicciones. En
1939, los sistemas policiales y de la SS se coordinaron,
pasando a las SS todos los funcionarios de la Policía de
Seguridad y de Orden, con los rangos de las SS equivalentes al
rango que detentaban en la policía.
Actividades Criminales:
Las unidades de las SS participaron de forma activa en las
diversas etapas que desembocaron en la guerra de agresión. El
Verfügungstruppe fue utilizado en la ocupación del territorio de
los Sudetes, de Bohemia y Moravia, y de Memel. El Henlein
Free Corps estuvo bajo la jurisdicción del Reichsführer de las
SS durante las operaciones que se llevaron a cabo en los
Sudetes en 1938, y el Volksdeutschemittelstelle financió las
actividades quintacolumnistas que tuvieron lugar allí.
Las SS tuvieron una participación aún más general en la
comisión de crímenes de guerra y crímenes contra la
humanidad. A través del control que ejercían sobre la
organización de la Policía (y, en particular, de la Policía de
Seguridad y del SD), las SS participaron en todos los crímenes
de la Gestapo y el SD que se han detallado en esta Sentencia.
Hubo otras ramas de las SS igualmente implicadas en estos
planes o programas criminales. Existen pruebas de que el
fusilamiento de prisioneros de guerra desarmados constituyó
una práctica general en algunas divisiones de la Waffen SS. El
1 de octubre de 1944 se traspasó la custodia de los prisioneros
de guerra y de los individuos internados a Himmler, quien a su
vez transfirió los asuntos relativos a prisioneros de guerra al
Obergruppenführer de las SS Berger y al Obergruppenführer de
las SS Pohl. La Oficina de Raza y Colonización de las SS, junto
con el Volksdeutschemittelstelle, se ocuparon de llevar a cabo
programas para la germanización de los territorios ocupados de
acuerdo con los principios raciales del Partido
Nacionalsocialista y participaron en la deportación de los judíos
y otros ciudadanos extranjeros. Para llevar a cabo estos planes,
se utilizaron unidades del Waffen SS y de los Einsatzgruppen
que dependían directamente de la oficina principal de las SS.
Estas unidades participaron también en los asesinatos y
maltrato generalizado de las poblaciones civiles de los territorios
ocupados. Bajo el disfraz de un combate contra las unidades
partisanas, las unidades de las SS exterminaron a judíos y
personas consideradas políticamente indeseables por las SS, y
sus informes registran la ejecución de un enorme número de
personas. Las divisiones de la Waffen SS fueron responsables
de muchas masacres y atrocidades cometidas en los territorios
ocupados, tales como las masacres de Oradour y Lidice.
A partir de 1934, las SS se hicieron cargo de la custodia y
administración de los campos de concentración. Las pruebas no
dejan lugar a dudas acerca del hecho de que el brutal trato
sistemáticamente dispensado a los internos de los campos
respondía a una política general de las SS en virtud de la cual
los presos eran personas de raza inferior a las que sólo se
podía tratar con desprecio. Las pruebas indican que, cuando las
consideraciones de tipo laboral lo permitían, el deseo de
Himmler era hacer rotar periódicamente los batallones de
guardias de manera que todos los miembros de las SS se
formaran acerca de la actitud que debían adoptar respecto de
las razas inferiores. A partir de 1942, fecha en que los campos
de concentración pasan al control de la WVHA, los prisioneros
empezaron a ser utilizados como mano de obra esclava. El
acuerdo alcanzado con el Ministerio de Justicia el 18 de
septiembre de 1942 estipulaba que los elementos antisociales
que hubiesen concluido sus penas en prisión debían ser
entregados a las SS para hacerlos trabajar hasta la muerte.
Para garantizar que las SS contaran con un suministro
adecuado de mano de obra proveniente de los campos de
concentración para llevar a cabo sus proyectos, se adoptaron
numerosas medidas que implicaban el uso de la Policía de
Seguridad y del SD, e incluso de las Waffen SS.
En relación con la administración de los campos de
concentración, las SS se embarcaron en una serie de
experimentos con seres humanos en los que se empleaba a
prisioneros de guerra o internos de los campos de
concentración. Algunos de estos experimentos consistían en la
congelación hasta la muerte y la muerte con balas
envenenadas. Las SS lograron obtener una asignación de
fondos públicos para este tipo de investigación con el
argumento de que tenían acceso a material humano del que no
disponían otros organismos.
Las SS jugaron un papel particularmente significativo en la
persecución de los judíos. La organización participó
directamente en las manifestaciones del 10 de noviembre de
1938. La evacuación de los judíos de los territorios ocupados se
llevó a cabo de acuerdo con las instrucciones de las SS, con la
colaboración de las unidades de Policía de las SS. El exterminio
de los judíos fue dirigido por las organizaciones centrales de las
SS y llevado a la práctica por formaciones de las SS. Los
Einsatzgruppen y las unidades de Policía de las SS participaron
en las masacres sistemáticas de judíos. La masacre de los
judíos del gueto de Varsovia, por ejemplo, se llevó a cabo de
acuerdo con las instrucciones de Stroop, Brigadeführer de las
SS y Mayor General de la Policía. Un grupo especial de la
organización central de las SS organizó la deportación de judíos
desde diversos países satélites del Eje; su exterminio se llevó a
cabo en campos de concentración dirigidos por la WVHA.
Es imposible señalar una fracción de las SS que no
estuviese implicada en estas actividades criminales. Las
Allgemeine SS participaron de forma activa en la
persecución de judíos y suministraban guardias a los
campos de concentración. Las unidades de las Waffen SS
participaron directamente en la matanza de prisioneros de
guerra y en las atrocidades en los países ocupados;
proporcionaron personal a los Einsatzgruppen y, tras
absorber a los batallones Totenkopf, que controlaban
inicialmente el sistema, pasaron a ser responsables de los
guardias de los campos de concentración. Diversas
unidades de la Policía de las SS cometieron también
atrocidades en los países ocupados y colaboraron en el
exterminio de los judíos de estos territorios. La
organización central de las SS supervisaba las actividades
de estas formaciones y era responsable de proyectos
especiales, tales como los experimentos con humanos y la
"solución final" del problema judío |76|.
El Tribunal considera que el conocimiento de estas actividades
criminales fue lo suficientemente general como para justificar la
declaración de que las SS eran una organización criminal en los
términos hasta ahora descritos. Aunque ciertas fases de su
actividad se intentaron mantener en secreto, su programa
criminal era tan generalizado e implicaba matanzas a tan gran
escala, que es imposible que dicha actividad criminal no fuese
ampliamente conocida. Debe señalarse, además, que las
actividades criminales de las SS eran una consecuencia lógica
de los principios que regían su organización. Se habían hecho
todos los esfuerzos imaginables por hacer de las SS una
organización altamente disciplinada, compuesta por la élite del
Nacional Socialismo. Himmler declaró que había gente en
Alemania que "enferma cuando ven estas camisas negras" y
que no esperaba que "muchos les apreciasen". Himmler
expresó también que el objetivo de las SS era perpetuar una
reserva racial de élite para hacer de Europa un continente
germánico, y que las SS habían sido instruidas en la idea de
que su misión era ayudar al Gobierno Nazi en el dominio
completo de Europa y en la eliminación de todas las razas
inferiores. Esta creencia mística y fanática en la superioridad de
lo nórdico-alemán evolucionó hacia un desprecio estudiado e
incluso odio hacia otras razas que hizo que las actividades
criminales arriba descritas se concibiesen como algo natural, e
incluso como una cuestión de orgullo. La actuación de un
soldado de las Waffen SS que, en septiembre de 1939 y
actuando absolutamente por cuenta propia, mató a 50
trabajadores judíos a los que custodiaba, fue justificada en el
juicio con el argumento de que, en tanto que miembro de las
SS, el soldado era "especialmente sensible a la vista de los
judíos" y había actuado "muy irreflexivamente con un juvenil
espíritu de aventura"; la sentencia que lo condenó a tres años
de cárcel fue anulada por una amnistía. Hess escribió
acertadamente que, dada su amplia formación en cuestiones de
raza y nacionalidad, las Waffen SS eran las más adecuadas
para afrontar los problemas específicos que había que resolver
en los territorios ocupados. Himmler destacó, en una serie de
discursos pronunciados en 1943, lo orgulloso que estaba de la
capacidad de las SS para llevar a cabo estos actos criminales.
Animó a sus hombres a ser "duros y despiadados"; habló de
fusilar a "miles de importantes polacos", y les agradeció su
colaboración y falta de remilgos a la vista de los cientos y miles
de cadáveres de sus víctimas. Ensalzó la falta de misericordia
en el exterminio de la raza judía y describió posteriormente el
proceso como "despiojante". Estos discursos muestran que la
actitud general imperante en las SS era coherente con estos
actos criminales.
Conclusiones:
Las SS fueron utilizadas para fines que eran criminales según el
Estatuto y que implicaban la persecución y exterminio de judíos,
brutalidades y matanzas en los campos de concentración,
excesos en la administración de los territorios ocupados, la
administración de un programa de trabajos forzosos y el
maltrato y asesinato de prisioneros de guerra. El Acusado
Kaltenbrunner era miembro de las SS implicadas en estas
actividades. El Tribunal considera miembros de las SS a todas
aquellas personas que fueron oficialmente aceptadas como
miembros de esta organización, incluidos los miembros de las
Allgemeine SS, los miembros de las Waffen SS, los miembros
de los batallones Totenkopf de las SS y los de cualesquiera de
las distintas fuerzas policiales integradas en las SS. El Tribunal
excluye a las llamadas unidades de equitación de las SS. El
caso Der Sicherheitsdienst des Reichsführer SS (conocida
comúnmente como el SD) es tratado en la parte de la Sentencia
del Tribunal relativa a la Gestapo y el SD.
El Tribunal declara que es criminal en el contexto del Estatuto el
grupo compuesto por aquellas personas que fueron oficialmente
aceptadas como miembros de las SS y que se enumeran en el
párrafo anterior, que ingresaron en la organización o siguieron
siendo miembros de la misma a sabiendas de su participación
en actos declarados criminales por el Artículo 6 del Estatuto, o
que se implicaron personalmente como miembros de la
organización en la comisión de tales crímenes, excluyendo, sin
embargo, a aquellos individuos que fueron reclutados por el
Estado sin posibilidad de elección, y que no cometieron tales
crímenes. El fundamento de esta conclusión es la participación
de la organización en crímenes de guerra y crímenes contra la
humanidad relacionados con la guerra; este grupo declarado
criminal no incluye, pues, a aquellos individuos que hubiesen
dejado de pertenecer a las organizaciones enumeradas en el
párrafo anterior antes del 1 de septiembre de 1939.
La conspiración como figura necesaria.
A la hora de declarar la criminalidad de una determinada organización, se parte
pues del planteamiento de que todos sus miembros están unidos por un plan común
orientado a un fin ilícito y en el que cada uno de ellos participa, independientemente
del grado de participación,
Los crímenes fueron definidos en el Estatuto en términos que no eran técnicos, pero
sí globales, y que abarcaban la formulación y ejecución de un "plan común" así
como la participación en una "conspiración". Al tratar con la figura de la
conspiración, el Estatuto buscó que los casos específicos se guiasen por
consideraciones amplias e inherentes a la naturaleza del problema social que se
tiene entre manos. La evidencia presentada en Nuremberg de cara a la declaración
de criminalidad de determinadas organizaciones nazis tenía por finalidad demostrar
que todos los miembros de estas organizaciones se habían unido bajo un plan
común para alcanzar un fin ilegal uniendo esfuerzos.
Es suficiente que exista, aunque una/s persona/s realice/n una parte y otras realicen
otras, una acción concertada y un trabajo conjunto entendiendo que se forma parte
de un plan común para conseguir un fin común y, por supuesto, que este fin sea
ilícito, es decir, que se persiga la comisión de delitos. En el caso que nos ocupa,
este fin ilícito consiste en la comisión de graves violaciones contra los derechos
humanos, tales como crímenes contra la humanidad, las cuales constituyen ofensas
contra la conciencia común de la humanidad
Asimismo, los siguientes criterios muestran también bien a las claras cómo la
conspiración se halla en la base de la criminalidad de este tipo de organizaciones
que usan de la estructura estatal para violar seriamente los derechos humanos y
cómo la existencia de tal conspiración es condición necesaria para alcanzar el
resultado o finalidad perseguida, que no es otro que la comisión del crimen:
a) Se puede ser responsable aún sin haber sabido quiénes eran
los otros conspiradores o qué papel desempeñaban o qué actos
han cometido, incluso sin haber participado personalmente en
los mismos o sin haber estado presente en el momento de
producirse los actos criminales.
b) Podrá haber responsabilidad por los actos de los coconspiradores aún si no se hubiesen planeado o previsto actos
específicos, siempre y cuando estos actos se realizasen en
ejecución del plan común.
c) Para que exista responsabilidad no es necesario ser miembro
de una conspiración al mismo tiempo que los otros
participantes, o en el momento de los actos criminales. Cuando
uno se hace parte de una conspiración, adopta y ratifica lo
hecho anteriormente y sigue siendo responsable hasta que
renuncie a la conspiración, dando aviso de ello a sus
compañeros de conspiración.
Y conforme a lo actuado en Nuremberg, insistimos, "Lo fundamental en el delito de
conspiración o de pertenencia a una organización criminal es la responsabilidad por
los actos que una persona no comete personalmente pero que se ven facilitados o
instigados por los actos de esa persona. El delito reside en unirse a otros y
participar en una acción común ilícita, por inocentes que sean los actos personales
del participante al considerárseles por sí mismos. El aparentemente inocente acto
de enviar una carta es suficiente para implicar a una persona en una conspiración si
el propósito de la carta es la presentación de un plan criminal" |77|.
Y también:
"El alcance del derecho que regula la conspiración es una consideración importante
a la hora de determinar los criterios de culpabilidad aplicables a las organizaciones.
Ciertamente, la responsabilidad indirecta derivada de la pertenencia voluntaria,
formalizada mediante juramento, dedicada a un fin organizativo común y a la
sumisión a una disciplina y cadena de mando, no puede ser menor que la que se
deriva de la colaboración informal con un grupo nebuloso en aras de la consecución
de un fin común, que es suficiente en la conspiración....Por lo general, el uso de la
afiliación a una organización es un esbozo rápido y simple, pero al mismo tiempo
bastante correcto, de los contornos de una conspiración para hacer lo que la
organización efectivamente hizo" |78|.
Por último, subrayar una vez más que la sentencia del Tribunal de Nuremberg incide
también en que "Una organización criminal es análoga a una conspiración
criminal en cuanto la esencia de ambas es la cooperación para fines
criminales. Debe existir un grupo unido y organizado hacia un propósito
común" |79|.
II.3.3.- Condenados en razón de su pertenencia a organización criminal por el
Tribunal de Nuremberg.
Como se explicó anteriormente, los principios generales de la responsabilidad
internacional del individuo en materia criminal resultan del Estatuto y la Sentencia
del Tribunal de Nuremberg. El Tribunal de Nuremberg estableció la responsabilidad
penal de los individuos por delitos contra la paz y la seguridad de la humanidad, es
decir, por los delitos sobre los que el tribunal tenía jurisdicción y que se enumeran
en el artículo 6 del Estatuto ya transcrito.
Y así, los siguientes acusados -además de ser condenados por los actos
individuales que recaían en las categorías de crímenes previstos en el art. 6 del
Estatuto, fueron también condenados por su pertenencia a organización criminal
(cargo uno)
Nombre del
acusado
1. Hermann
Wilhem
Goering
Puesto de responsabilidad oficial
Primero en la sucesión de Hitler; Ministro del
Aire del Reich; Presidente del Consejo
Ministerial para la Defensa del Reich; miembro
del Gabinete Secreto de Hitler; Jefe de los
Bosques; Comandante en Jefe del Ejército del
Aire; Primer Ministro de Prusia; Presidente del
Consejo de Estado de Prusia; Presidente del
Reichstag; Plenipotenciario del Plan de los
Cargos de los que se
le acusa conforme a
la Sentencia del
Tribunal
Internacional de
Nurember de 1
octubre de 1946 (*)
Cargos Uno, Dos, Tres
y Cuatro.
Cuatro Años; Jefe del "Reichswerke Hermann
Goering"; Reichsmarschall (Mariscal del Reich);
Obergruppenfuehrer en las SS;
Obergruppenfuehrer en las SA
2. Rudolf
Hess
Segundo en la sucesión de Hitler; Delegado del Cargos Uno, Dos, Tres
Fuehrer para todos los asuntos del Partido;
y Cuatro.
Ministro del Reich; miembro del Reichstag hasta
1941.
3. Joachim
von
Ribbentrop
Ministro de Asuntos Exteriores (1938-1945);
Embajador en Gran Bretaña (1936-1938);
Embajador en Large (1935-1938); Delegado
Especial para Cuestiones de Desarme (19341937); miembro del Gabinete Secreto; miembro
del Staff Político del Fuehrer en la Sede Central
(1942-1945); miembro del Reichstag;
Obergruppenfuehrer en las SS.
4. Wilhem
Keitel
Mariscal de Campo; Comandante en Jefe de las Cargos Uno, Dos, Tres
Fuerzas Armadas (OKW); miembro del Gabinete y Cuatro.
con rango de Ministro del Reich; miembro del
Gabinete Secreto; miembro del Consejo
Ministerial para la Defensa del Reich; miembro
del Consejo de Defensa del Reich.
5. Alfred
Rosenberg
Ministro del Reich para los Territorios Ocupados Cargos Uno, Dos, Tres
del Este; Reichsleiter; responsable de los
y Cuatro.
Departamentos del RL para Política Exterior y
para la Ideología; Obergruppenfuehrer en las SS;
Obergruppenfuehrer en las SA.
6. Erich
Raeder
Almirante y Jefe del Alto Mando de la Marina
hasta 1943, después de lo cual,
Admiralinspekteur de la Marina Alemana;
miembro del Gabinete con el rango de Ministro
del Reich; miembro del Gabinete Secreto.
7. Alfred Jodl Coronel General (1944); Jefe del Staff de
Operaciones del Alto Mando de las Fuerzas
Armadas (1939-1945).
8. Constantin
H. K.
Freiherr von
Neurath
Cargos Uno, Dos, Tres
y Cuatro.
Cargos Uno, Dos y
Tres.
Cargos Uno, Dos, Tres
y Cuatro.
Ministro del Reich sin Cartera (antiguo Ministro Cargos Uno, Dos, Tres
de Asuntos Exteriores del Reich 1932, 1933,
y Cuatro.
1938); Presidente del Gabinete Secreto; miembro
del Consejo de Defensa del Reich;
Reichsprotector para Bohemia y Moravia, 19391943.
(*) Cada numeral se corresponde con los siguiente cargos:




Cargo Uno: Plan Común o Conspiración criminal: condena por
pertenencia a organización criminal.
Cargo Dos: Crímenes contra la Paz.
Cargo Tres: Crímenes de Guerra.
Cargo Cuatro: Crímenes contra la Humanidad.
II.3.4.- Organización criminal bajo la Ley 10 del Consejo de Control Aliado.
La Ley 10 del Consejo Aliado de Control se promulgó el 20 de diciembre de 1945
para hacer efectivos los términos de la Declaración de Moscú de 30 de octubre de
1943 y el Acuerdo de Londres de 8 de agosto de 1945, así como el Estatuto del
Tribunal, y con vistas a establecer una base legal uniforme en Alemania para el
enjuiciamiento de los criminales de guerra y los responsables de crímenes contra la
humanidad que no fueron enjuiciados por el Tribunal Militar Internacional. El
Consejo Aliado de Control inició sus trabajos el 30 de agosto de 1945 y terminó el
18 de junio de 1948.
El atículo II de esta Ley estableció la responsabilidad penal por pertenencia a
organización criminal del siguiente modo:
Artículo II:
"1. Cada uno de los siguientes actos se reconoce como crimen:
(....)
(c) Crímenes contra la Humanidad: Atrocidades y delitos,
incluidos pero no limitados a, el asesinato, exterminio,
esclavitud, deportación, encarcelamiento, tortura,
violación u otros actos inhumanos cometidos contra
cualquier población civil, o persecuciones por motivos
políticos, raciales o religiosos, atenten o no contra el
derecho interno del país donde fueron perpetrados.
(d) Pertenencia a los grupos u organizaciones declarados
criminales por el Tribunal Militar Internacional.
2. Se considera que toda persona, independientemente de su
nacionalidad o de la capacidad en que actuó, ha cometido un
crimen de los definidos en el parágrafo 1 del presente artículo,
si esa persona era a) el autor principal o b) era cómplice en la
comisión de tal crimen u ordenó o alentó el mismo o (c) lo toleró
o (d) estaba vinculada a planes o empresas que implicaban su
comisión o (e) era miembro de cualquier organización o grupo
vinculados a la comisión de tal crimen o (f) en relación con el
parágrafo 1 (a), si ocupaba un cargo alto político, civil o militar
(incluido el Estado Mayor General) en Alemania o en uno de
sus aliados, co-beligerantes o satélites o una alta posición en la
vida financiera, industrial o económica de cualquiera de esos
países".
Bajo esta Ley 10 se celebraron los llamados "procesos de Nuremberg
subsiguientes" (1946-1949). Se trata de 12 procesos contra los criminales de guerra
y de crímenes contra la humanidad celebrados por autoridades estadounidenses en
su zona de ocupación después del juicio principal de Nuremberg. Estos juicios se
dirimieron en la sede del Tribunal en Nuremberg y ante los conocidos como
"Tribunales Militares de Nuremberg", habiéndose adoptado como base de actuación
de los tribunales los principios de Nuremberg.
Los procesos estaban instruidos contra miembros de determinadas organizaciones
dirigentes del III Reich. En aplicación del artículo II transcrito, los individuos
pertenecientes a organizaciones criminales como las SS y la Gestapo, fueron
consecuentemente enjuiciados por su pertenencia a tales organizaciones. Los doce
juicios se desarrollaron ente el 9 de diciembre de 1946 y el 13 de abril de 1949, y
son los siguientes:
1. El caso de los médicos (9 diciembre 1946 - 20 agosto 1947)
2. El caso Milch (2 enero - 14 abril 1947)
3. El caso de los Funcionarios de Justicia (5 marzo - 4 diciembre 1947)
4. El caso Pohl (8 abril - 3 noviembre 1947)
5. El caso Flick (19 abril - 22 diciembre 1947)
6. El caso de los rehenes (8 julio 1947 - 19 febrero 1948)
7. El caso IG Farben (27 agosto 1947 - 30 julio 1948)
8. El caso Einsatzgruppen (29 septiembre 1947 - 10 abril 1948)
9. El caso RuSHA (20 octubre 1947 - 10 marzo 1948)
10. El caso Krupp (8 diciembre 1947 - 31 julio 1948)
11. El caso del Alto Mando (30 diciembre 1947 - 28 octubre 1948)
12. El caso de los Ministros (6 enero 1948 - 13 abril 1949)
En el caso conocido como "The Justice Case", Caso de los Funcionarios de Justicia,
sustanciado contra altos funcionarios de la administración de justicia, el Tribunal, a
la hora de aplicar el principio de responsabilidad penal por pertenencia a
organización criminal, recordó que ciertos grupos de los Cuadros del Partido
Nacionalsocialista, las SS, la Gestapo y la SD fueron declarados organizaciones
criminales en la sentencia del Tribunal de Nuremberg. El criterio aplicado para
determinar la culpabilidad de los individuos de una organización criminal es el
aplicado por el Tribunal de Nuremberg: los miembros de una organización que haya
sido declarada criminal "que devinieron o siguieron siendo miembros de la
organización a sabiendas de que estaba siendo utilizada para la comisión de actos
declarados criminales por el artículo 6 del Estatuto, o que estaban personalmente
implicados en cuanto miembros de la organización en la comisión de tales
crímenes" son declarados culpables |80|.
En este proceso a los funcionarios de justicia el Tribunal explica lo siguiente: "La Ley
10 del CC establece que estamos vinculados a las conclusiones [del Tribunal de
Nuremberg] relativas a la naturaleza criminal de estos grupos u organizaciones. Sin
embargo, ha de añadirse que la criminalidad de estos grupos u organizaciones ha
sido también establecida por las pruebas recibidas para el presente caso. A algunos
de los acusados de les imputa el cargo de pertenecer a los siguientes grupos u
organizaciones que han sido declaradas, y ahora han sido halladas nuevamente,
criminales, a saber: los Cuadros del Partido Nacionalsocialista, el SD, y las SS. Al
abordar estos cargos contra los respectivos acusados, el Tribunal aplicará los
criterios de culpabilidad establecidos más arriba" |81|.
Con arreglo a este criterio fueron condenados por su pertenencia a organización
criminal, entre otros, Josef Altstoetter (Jefe de la División de Derecho Civil y
Procedimiento del Ministerio de Justicia del Reich, y Oberfuehrer en las SS) y
Guenther Joel (Asesor Jurídico del Ministerio de Justicia del Reich en lo referente a
enjuiciamientos penales; Jefe de la Fiscalía de Westphalia en Hamm;
Obersturmbannfuehrer en las SS; Untersturmbannfuehrer en el SD).
El Cargo 1 del acta de acusación, relativo al plan común o conspiración, acusa a los
acusados, valga la redundancia, de actuar en aras de un plan común, de modo que
voluntaria e ilícitamente, y a sabiendas, conspiraron y se pusieron de acuerdo entre
sí y con otras personas, para cometer crímenes de guerra y crímenes contra la
humanidad en la medida que los acusados ilícita y voluntariamente, y a sabiendas,
promovieron, ayudaron, contribuyeron y participaron en la comisión de crímenes
contra las personas y bienes, incluyendo saqueo de propiedad privada, asesinato,
exterminio, esclavitud, deportación, torturas, persecución por motivos políticos,
raciales o religiosos, y tratos inhumanos y degradantes contra miles de personas.
El acta de acusación declara que el Ministerio de Justicia participó en la ejecución
del Decreto promulgado por Hitler "Noche y Niebla", en virtud del cual quienes
cometían ofensas contra el Reich o las fuerzas alemanas en los territorios ocupados
eran trasladados a Alemania secretamente por la Gestapo y entregados a los
Tribunales Especiales para su enjuiciamiento y castigo. Este programa resultó en el
asesinato, tortura, detención ilegal y malos tratos de miles de prisioneros. El juicio
era secreto y a cargo de tribunales especiales. El paradero de la víctima, el juicio y
subsiguiente disposición eran mantenidos en completo secreto para así servir al
doble propósito de aterrorizar a los familiares y amigos de la víctima y evitar el
recurso a las pruebas, testigos o el acceso a un abogado defensor.
En el caso del acusado Joel, el trabajo de éste contribuyó muy satisfactoriamente a
la ejecución del plan de persecución racial y exterminio de polacos y judíos. Ante el
tribunal se presentaron algunos de los casos por él sustanciados y reveladores de
que a través de sus funciones como juez aplicaba la política nazi de exterminio. Se
aportaron documentos que revelaron que Joel había promovido, contribuido y
participado en el plan de Noche y Niebla. Asimismo, quedó acreditado que estaba al
corriente a las condiciones en los campos de concentración. Se aportaron pruebas
de que continuó siendo miembro del SD y las SS aún a sabiendas del carácter
criminal de estas organizaciones.
En el caso del acusado Altstoetter, fue también condenado por su pertenencia a la
organización criminal de las SS. El Tribunal sostuvo que los crímenes cometidos por
tal organización revestían tal alcance que nadie en posesión de la inteligencia del
acusado, y nadie que hubiera alcanzado el rango de Oberfuehrer en las SS, podría
no estar al corriente de estas actividades ilícitas.
Pero el caso más relevante a los efectos del presente escrito es el caso United
States v. Otto Ohlendorf, et al. (Caso No. 9), más conocido como Caso
Einsatzgruppen. Este proceso acabó siendo conocido como Caso Einsatzgruppen
porque la conducta criminal en virtud de la cual se acusaba a todos los procesados
se derivaba de sus funciones en cuanto miembros de los Einsatzgruppen. El término
alemán "Einsatzgruppen", puede traducirse como "Fuerzas de tareas Especiales" (o
"Grupos de Tareas Especiales" o "unidades especiales"). Cuatro de estas unidades
especiales se constituyeron en mayo de 1941, justo antes del ataque alemán sobre
Rusia, y fueron establecidas bajo la dirección de Hitler y Heinrich Himmler, Jefe de
las SS y de la Policía alemana.
Las unidades fueron organizadas por Reinhardt Heydrich, Jefe de la Policía de
Seguridad y del SD (Servicio de Seguridad) y operaban bajo el control directo de la
Oficina Principal de Seguridad del Reich (RSHA). El personal de los Einsatzgruppen
provenía de las SS, el SD, la Gestapo (Policía Secreta del Estado) y otras unidades
policiales. La Fiscalía alegó que el propósito básico de los Einsatzgruppen era
acompañar al ejército alemán a los territorios ocupados del Este y exterminar a
judíos, gitanos, oficiales soviéticos y otros elementos de la población civil tenidos
por inferiores "racialmente" o "políticamente indeseables". Aproximadamente un
millón de seres humanos fueron víctimas de este programa.
El Caso Einsatzgruppen se sustanció en el Palacio de Justicia de Nuremberg. El
acta de acusación se introdujo el 3 de julio de 1947 y la sentencia es de fecha 8, 9
de abril de 1948.
El Cargo 1, Crímenes contra la Humanidad, de que eran acusados los procesados,
fue enunciado del siguiente modo:
1. Entre mayo de 1941 y julio de 1943 todos los acusados en
esta causa cometieron crímenes contra la humanidad, tal cual
aparecen definidos en el artículo II de la Ley 10 del Consejo de
Control, en la medida en que fueron los autores principales de,
cómplices en, ordenaron, promovieron y consintieron, estaban
vinculados con planes e iniciativas que contemplaban, y eran
miembros de organizaciones o grupos vinculados a, crímenes y
atrocidades, incluyendo pero no limitados a, persecución por
motivos políticos, raciales o religiosos, asesinato, exterminio,
encarcelamiento, y otros actos inhumanos cometidos contra la
población civil, tanto contra nacionales alemanes como de otros
países.
2. Los actos, conductas, planes e iniciativas imputados en el
parágrafo 1 de este acta, fueron ejecutados como parte de un
programa sistemático de genocidio que tenía por finalidad la
destrucción de naciones extranjeras y grupos étnicos a través
del exterminio por asesinato.
3. Desde mayo de 1941, siguiendo órdenes de Himmler, se
formaron fuerzas de tareas especiales conocidas como
"Einsatzgruppen" a partir de personal de las SS, el SD, la
Gestapo y otras unidades de policía. El propósito básico de
estos grupos era acompañar al ejército alemán a los territorios
ocupados del Este y exterminar a judíos, gitanos, oficiales
soviéticos y otros elementos de la población civil tenidos por
inferiores "racialmente" o "políticamente indeseables".
4. Inicialmente se constituyeron cuatro Einsatzgruppen, cada
uno de ellos supervisaba las operaciones de un número de
unidades subordinadas llamadas "Einsatzkommandos" o
"Sonderkomandos". Además, algunos Einsatzgruppen tenían
otras unidades para fines especiales. Cada Einsatzgruppe, junto
con sus unidades subordinadas, lo componían de 500 a 800
personas. El Einsatzgruppe A, que operaba principalmente en la
región Báltica, incluía los Sonderkommandos 1a y 1b y los
Einsatzkommandos 2 y 3. (...)
6. Einsatzgruppe A y las unidades bajo su mando perpetraron
asesinatos y otros crímenes que incluyeron, pero no estaban
limitados a, los siguientes:
(A) Durante el período entre el 22 de junio de 1941 y el 15 de
octubre de 1941 en Lituania, Letonia, Estonia y la Rutenia
Blanca, el Einsatzgruppe A asesinó a 118.430 judíos y 3.398
comunistas. |82|
El tribunal dejó claro que hasta el tiempo de la caída de Alemania la pertenencia a
las SS y al SD era totalmente voluntaria. Asimismo, ante la alegación de algunos de
los acusados de que se les impidió dejar la organización en un momento posterior,
por ejemplo durante la guerra, el Tribunal estableció que esto no era obstáculo
alguno para condenarles por pertenencia a organización criminal ya que el
consentimiento para entrar en esta organización fue dado voluntariamente al
margen de las que hubieran sido las razones de tal decisión. El propio Tribunal de
Nuremberg distinguió, al establecer la criminalidad de las SS, entre la pertenencia
voluntaria y "aquéllos que habían sido llamados por el Estado". Sólo si este
llamamiento obedece a una ley o decreto válidos promulgados por el Estado alemán
puede ponerse en duda el carácter voluntario de la pertenencia a la organización
criminal.
En lo que se refiere al conocimiento de los actos o fines
criminales de la organización, ha de señalarse que es del todo
irrelevante el que el miembro en cuestión conociera del carácter
criminal de la organización el día en que se unió a la misma. Sin
lugar a dudas éste es responsable penalmente si continuó
siendo miembro de la misma después de conocido el hecho. No
cabe duda de que se le puede condenar, no sólo por lo que
sabía, sino por todo lo que razonablemente debiera haber
sabido.
En cuanto al conocimiento general de las actividades
criminales, basta con exponer las conclusiones siguientes del
Tribunal Militar Internacional:
"El Tribunal considera que el conocimiento de estas actividades
criminales fue lo suficientemente general como para justificar la
declaración de que las SS eran una organización criminal en la
medida descrita hasta ahora. Parece que se intentó mantener
en secreto algunas fases de sus actividades, pero sus
programas criminales fueron tan generalizados e implicaron
matanzas a tan gran escala, que sus actividades criminales
tienen que haber sido ampliamente conocidas. Más aún, debe
reconocerse que las actividades criminales de las SS eran una
deducción lógica de los principios que regían su organización"
|83|.
Por lo tanto, el Tribunal, a la hora de condenar a un acusado por pertenencia a
organización criminal tuvo en cuenta el carácter criminal de estas organizaciones ya
declarado por el Tribunal de Nuremberg y dos aspectos adicionales: a) que el
acusado se hubiera unido a, o continuara siendo miembro de, la organización
criminal en cuestión voluntariamente y a partir del 1 de septiembre de 1939, y b) que
conociera o estuviera directamente implicado en la comisión de actos declarados
criminales bajo el artículo 6 del Estatuto.
Conforme a estos parámetros fueron condenados Otto Ohlendorf y veintiún
acusados más.
Los siguientes extractos de la sentencia son definitorios del funcionamiento de los
Einsatzgruppen en cuanto Grupos de Tareas dedicados al exterminio de prisioneros
de guerra y población civil:
III. Alegato inicial de la Fiscalía.
"Los acusados son comandantes y oficiales de grupos
especiales de la SS conocidos como Einsatzgruppen,
establecidos con la finalidad específica de masacrar seres
humanos por el hecho de ser judíos, o porque, por algún otro
motivo, eran considerados como inferiores. Cada uno de los
acusados que está en el banquillo desempeñó un cargo de
responsabilidad, o con facultad de mando, en el seno de una
unidad de exterminio. Cada uno asumió el derecho a decidir
sobre el destino de hombres, siendo la muerte el pretendido
resultado de su poder y desprecio. Sus propios informes
demostrarán que la masacre cometida por estos acusados no
fue dictada por la necesidad militar, sino por esa suprema
perversión del intelecto, la teoría nazi de la raza aria.
Demostraremos que los hechos de estos hombres uniformados
consistieron en la ejecución metódica de planes a largo plazo
para eliminar los grupos étnicos, nacionales, políticos y
religiosos que eran condenados en la mentalidad nazi. El
genocidio, el exterminio de categorías enteras de seres
humanos, fue el instrumento primario de la doctrina nazi |84| (...)
Los Einsatzgruppen se formaron en la primavera de 1941. La
secuencia de hechos es como sigue:
Anticipando el ataque contra Rusia, Hitler emitió una orden
estableciendo que la Policía de Seguridad (SIPO) y el Servicio
de Seguridad (SD) tenían ayudar el ejército a desmantelar
cualquier método de resistencia detrás del frente de batalla.
Como consecuencia, el General de Intendencia del ejército,
General Wagner, representando a Keitel, Jefe del Mando
Supremo de la Wehrmacht, se reunió con Heydrich, jefe de la
Policía de Seguridad y del Servicio de Seguridad. Estos dos
hombres llegaron a un acuerdo sobre la implementación, las
funciones, el mando y la jurisdicción de unidades de la Policía
de Seguridad y del SD dentro del marco del ejército. Para poder
cumplir con las tareas bajo la dirección de Heydrich y Himmler,
los Einsatzgruppen tuvieron que funcionar en las áreas de
operación de la retaguardia y subordinados administrativamente
a los ejércitos en campaña.
El motivo por el cual para crear unidades tan reducidas se
necesitaron decisiones al más alto nivel militar y administrativo,
viene dado por el carácter de su misión. Estas "medidas de
seguridad" fueron definidas conforme con los principios de la
Policía de Seguridad y el SD, los principios de Heydrich, los
principios de terror absoluto y asesinato. Las acciones de los
Einsatzgruppen dentro los territorios ocupados pondrán de
manifiesto la finalidad por la cual fueron creados.
Al principio se crearon cuatro unidades, cada una asignada a un
grupo del ejército. El Einsatzgruppe A fue asignado al Grupo del
Ejército del Norte, Einsatzgruppe B al Grupo del Ejército del
Centro, Einsatzgruppe C al Grupo del Ejército del Sur y
Einsatzgruppe D al Undécimo Ejército Alemán que, a su vez,
estaba llamado a convertirse en el núcleo para la formación de
un cuarto grupo del ejército después de llegar al Caúcaso. La
función de los Einsatzgruppen aquí era la de asegurar la
seguridad política de los territorios ocupados tanto en las zonas
operativas de la Wehrmacht, como en las zonas de la
retaguardia que no estaban directamente bajo administración
civil. Estas dos misiones fueron reveladas en una reunión
general del personal de los Einsatzgruppen antes del ataque
sobre Rusia. En esta reunión Heydrich, jefe de la SIPO y del
SD, y Streckenbach, jefe de la oficina de personal de la Oficinal
Central de Seguridad del Reich (RSHA), explicaron nítidamente
que la misión de los Einsatzgruppen se vería cumplida con la
exterminio de toda oposición al nacionalsocialismo.
Tampoco se puede decir que los comandantes de las fuerzas
armadas desconocían el objetivo de los Einsatzgruppen. El
mismo Hitler les informó que la misión de estos grupos de
tareas especiales era el exterminio de todos los judíos y
comisarios políticos en los territorios asignados. Los
Einsatzgruppen dependían del comandante del ejército para su
alojamiento, comida y transporte; las relaciones entre las
fuerzas armadas y la Policía de Seguridad y el SD eran
estrechas y casi cordiales, y los comandantes de los
Einsatzgruppen informaban constantemente que el
entendimiento que tenían los comandantes del ejército acerca
de la tarea de los Einsatzgruppen facilitaba mucho sus
operaciones.
Una unidad normal de los Einsatzgruppen la componían entre
500 y 800 personas. Los oficiales de los Einsatzgruppen
procedían del SD, las SS, la Policía Criminal (Kripo) y la
Gestapo. Las fuerzas alistadas provenían de los Waffen SS, la
policía regular, la Gestapo y la Policía reclutada localmente. De
ser necesario, los comandantes de la Wehrmacht reforzarían la
fuerza de los Einsatzgruppen con su propio personal. Los
Einsatzgruppen estaban divididos entre Einsatzkommandos y
Sonderkommandos. Estas sub unidades se distinguían
solamente por sus nombres. En los casos en que una misión
requería sólo un grupo de tareas muy pequeño, los Einsatz o
los Sonderkommandos se podían a su vez subdividir en grupos
más reducidos conocidos como Teilkommando.
Las actividades de los Einsatzgruppen no se limitaron a la
población civil, sino que se extendieron a los campos de
prisioneros de guerra, en total violación de la leyes de la guerra.
Los soldados estuvieron bajo la supervisión de personal de los
Einsatzkommandos en lo que hace a la búsqueda y asesinato
de judíos y comisarios políticos. |85| (...)
Se hará patente que seguían métodos comunes en la ejecución
de su empresa conjunta.
Lo idéntico del objetivo y del alto mando se reflejaba en un
mismo patrón de funcionamiento. Se dispuso de algunas
víctimas de manera un tanto improvisada. A los funcionarios
políticos se les fusilaba allí donde se les encontrara. Los
prisioneros de guerra que caían en la categoría de oponentes al
nacionalsocialismo eran entregados por la Wehrmacht a los
Einsatzgruppen y asesinados.
Estos métodos rápidos se aplicaban también a la hora de
disponer de los judíos, los gitanos y las personas que caían
bajo la vaga denominación de "indeseables". Pero estas últimas
clases de seres humanos tenidas por blanco de asesinato eran
muy numerosas - demasiado numerosas como para poder
ocuparse de ellas por la vía del asesinato fortuito. Su cuantía
exigía que fueran asesinados en masa. Consecuentemente,
hemos hallado planes y métodos que se ajustan a esta
necesidad. |86| (...)
TEORÍA DE LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL
(...)
Cada hombre en el banquillo tenía pleno conocimiento de la
finalidad de su organización. No podemos creer que ningún
miembro de un grupo involucrado en miles de asesinatos podía
ignorar su finalidad criminal. No asumimos la carga de
demostrar que cualquiera de los acusados sabía de antemano
los contornos precisos del crimen cometido. En ninguna parte
del mundo exige la ley semejante obligación. Cada acusado
desempeñó un cargo de responsabilidad o mando dentro de
una unidad de exterminio. En virtud de su puesto tenía el poder
de ordenar ejecuciones. No es concebible que hechos de esta
gravedad fueran actos independientes de algunos subordinados
despistados. |87| (...)
6. Los Einsatzgruppen tenían las siguientes tareas: Tenían a su
cargo todas las tareas de seguridad política dentro de la zona
operativa de las unidades del ejército y las zonas de retaguardia
en la medida en que éstas últimas no recaían bajo la
administración civil. Además tenían la tarea de limpiar la zona
de judíos, oficiales comunistas y agentes. Esta última tarea
debía cumplirse mediante el asesinato de todos los elementos
capturados racial o políticamente indeseables y considerados
un peligro para la seguridad. |88| (...)
VII. PRUEBAS Y ARGUMENTOS SOBRE ASPECTOS
IMPORTANTES DEL CASO.
2. La magnitud de la empresa. De los documentos
contemporáneos sobre este punto, que aparecen en las páginas
141 a 197, un documento relata la matanza de más de 200.000
personas, otro de más 130.000 personas, y otros de más de
91.000 personas, 80.000 personas y 60.000 personas,
respectivamente, y algunos documentos relatan la matanza de
menor número de personas. El documento aquí reproducido
denuncia la matanza de al menos de 10.000 personas.
3. Métodos de ejecución. La fiscalía alega que el exterminio
masivo de judíos y otros indeseables se llevó a cabo, en la
mayoría de los casos, por fusilamiento, y que también se
usaban furgonetas de gas para este fin. Los extractos de las
pruebas que obran en poder de la fiscalía sobre este punto, que
aparecen en las páginas 198 a 216, incluyen la declaración de
un testigo ocular, un comerciante alemán llamado Friedrich
Graebe, y declaraciones de varios acusados.
4. Pertenencia a organizaciones criminales. De conformidad con
el cargo 3 del acta de acusación, todos los acusados están
procesados por su pertenencia a organizaciones declaradas
criminales por el Tribunal Militar Internacional, siendo éstas las
SS, la SD y la Gestapo respectivamente. La fiscalía presentó
como prueba extractos de los archivos originales del personal
de las SS. Estos archivos revelan la duración de la afiliación, las
promociones, honores, recomendaciones para promoción, etc.
de los respectivos acusados. |89| (...)
EXTRACTO DE LA ORDEN OPERATIVA No. 8, 17 JULIO 1941
Antes de efectuar las ejecuciones, los líderes de los
Einsatzkommandos deben siempre contactar con los jefes del
cuartel regional de la Gestapo que tiene jurisdicción o los
comandantes de la zona con competencia en el campo, con
referencia a la implementación de tal tarea. Las ejecuciones no
se deben efectuar dentro del campo mismo ni en la vecindad
inmediata. No son públicas y se deben efectuar con la máxima
discreción. |90| (...)
Suplemento - Solicito que los jefes de los Einsatzgruppen
intenten ejecutar la purga de los campos de tránsito usando su
propio personal. |91| (...)
[Sello] Alto Secreto - Documento Adjunto 2. Berlín, 17 julio 1941
- Oficina IV
Directivas para los Kommandos del Jefe de la Policía de
Seguridad y el Servicio de Seguridad para su aplicación a los
campos permanentes de prisioneros de guerra [Stalags].
Las funciones de los Kommandos se establecerán de
conformidad con el acuerdo entre el jefe de la policía de
seguridad y el servicio de seguridad y el Mando Supremo de las
Fuerzas Armadas de 16 de julio de 1941. (Ver doc. adjunto 1)
Dentro del marco regulatorio de los campos, los Kommandos
están operando independientemente en virtud de autorización
especial y de conformidad con las directrices generales que les
han sido emitidas. Se entiende que los Kommandos
mantendrán el contacto más estrecho posible con el
comandante del campo y el oficial de contra inteligencia
adjunto.
La tarea de los Kommandos consiste en la investigación de los
antecedentes políticos de todos los reclusos del campo y la
segregación y tratamiento ulterior de:a. elementos que son indeseables por motivos políticos,
criminales o de otra índole,
b. aquellas personas que puedan ser utilizadas en la
reconstrucción de los territorios ocupados.
A los Kommandos no se les puede facilitar ayuda alguna en el
cumplimiento de sus funciones. El "Registro Alemán de
Personas Buscadas", la "lista compilada por la Oficina para las
Investigación de Domicilios", y el "Registro Especial de
Personas Buscadas U.R.S.S." no servirán de mucho en la
mayoría de los casos; el "Registro Especial de Personas
Buscadas, U.R.S.S." no es suficiente porque sólo una
proporción muy reducida de los rusos soviéticos clasificados
como peligrosos aparecen en dicho registro.
Los Kommandos, por lo tanto, tendrán que depender de su
conocimiento especializado y su capacidad, de sus propias
pistas y su propia experiencia. Por este motivo no podrán
comenzar su tarea hasta que hayan acumulado suficiente
material.
Ahora y también después, los Kommandos, mientras cumplen
sus tareas, utilizarán al máximo posible, la experiencia que los
comandantes de los campos han acumulado en base a la
observación de los presos y los interrogatorios de los internos
de los campos. |92| (...)
Observaciones realizadas y medidas adoptadas por la Policía
de Seguridad
A parte de la minuciosa liquidación de la organización del
Partido y las operaciones encaminadas a limpiar el país de
judíos, que constituyen el peor factor de desintegración, las
operaciones ejecutivas del Einsatzgruppe C en estos momentos
incluyen, especialmente, la lucha contra los elementos políticos
molestos, desde la banda bien organizada y el francotirador
individual, hasta el alcahuete sistemático.
No obstante, dado que, principalmente en los pueblos grandes,
las cada vez mayores tareas de seguridad no pueden ser
resueltas sólo por los Einsatzkommandos, ya que son
demasiado débiles para ello, se atribuye cada vez más
importancia a la creación y organización de un servicio de
policía regular. A estos efectos, se están empleando ucranianos
especialmente fiables, bien investigados; también se ha puesto
en marcha con mucho éxito una red de agentes confidenciales,
en su mayoría compuesta de alemanes étnicos. |93| (...)
En Kirovo el desarrollo es tal que los hombres alistados para
esta finalidad ya cobran sueldo de la municipalidad con cargo a
fondos originados en bienes capturados a los judíos y también
reciben su parte en la explotación de una pequeña granja que
les ha sido asignada. |94| (...)
En lo que se refiere a la relación entre los Einsatzgruppen y sus
Kommandos con otros cargos y autoridades, la relación con la
Wehrmacht es particularmente digna de atención. Desde el
principio los Einsatzgruppen consiguieron establecer relaciones
excelentes con todos los cuarteles del ejército. |95| (...)
Sólo en relación con el problema judío tardó en llegar el
entendimiento completo con las oficinas subordinadas de la
Wehrmacht, habiéndose producido éste hace relativamente
poco. |96| (...)
Estas dificultades probablemente han sido superadas ahora con
una nueva orden del OKW (Mando Supremo de las Fuerzas
Armadas), porque consta claramente en esta orden que la
Wehrmacht tiene que colaborar en la solución de este
problema, y que han de ser otorgados los permisos necesarios
a los SD en toda su amplitud...
No hubo ninguna dificultad como consecuencia de la
colaboración con la GFP (Policía Secreta de Campo). Claro, se
podía observar que la GFP manejaba preferentemente los
asuntos sólo en lo que hace a la policía de seguridad supuestamente por la falta de otras tareas. Sin embargo, estos
defectos siempre se eliminaban tras ser consultados. |97| (...)
Durante el periodo que cubre este informe, el Einsatzkommando
8 incautó 491.705 rublos más, además de 15 rublos de oro.
Esto se registró en los libros y pasaron a la administración del
Einsatzkommando 8. El total de los rublos adquiridos hasta la
fecha por los Einsatzkommando alcanza los 2.511.226 rublos.
|98| (...)
TESTIMONIO BAJO JURAMENTO DE ADOLF OTT, 24 ABRIL
1947
3. El 15 de febrero de 1942 me destinaron al Sonderkommando
7b del Einsatzgruppe B. Me convertí en jefe de este Kommando
y sucedí al Teniente Coronel Rausch. Mi ayudante era Dr.
Auniger. Cuando dejé el Kommando en enero de 1943, me
sucedió Obersturmbannfuehrer Georg Raabe. Entre otras
cosas, participé en la operación conocida como "Eisbaer", bajo
la dirección del Coronel (Ejército) Ruebsam. Esta operación
tuvo como misión combatir las bandas (guerrilleras) en la región
de Bryansk.
4. Durante el tiempo en que lideré el Kommando 7b, este
Kommando llevó a cabo de 80 a 100 ejecuciones. Recuerdo
una ejecución que sucedió en el vecindario de Bryansk. El
comandante de la zona entregó a mi unidad la gente que había
que ejecutar. Los cadáveres fueron enterrados provisionalmente
en la nieve y luego enterrados por el ejército. Los objetos de
valor recolectados a esta gente fueron enviados al
Einsatzgruppe B, lo mismo con las otras ejecuciones...
7. En junio de 1942, sin haber recibido orden alguna en este
sentido, abrí un campo de internamiento en Orel. En mi opinión,
no se debe fusilar a la gente inmediatamente por haber
cometido infracciones sin importancia. Por este motivo les
interné en este campo, donde la gente tenía que trabajar. Yo
decidía el tiempo que la gente tenía que trabajar. Yo decidía
cuánto tiempo la gente tenía que permanecer en el campo
sobre la base de los interrogatorios e investigaciones de los
casos individuales que realizaba el Kommando. Sucedió
también que se liberó a algunas personas. El número mayor de
internos que tuve en este campo fue de 120 personas.
8. Me consta que, además de mi unidad, había otras unidades
que realizaban ejecuciones en las proximidades de Orel y
Bryansk. Por ejemplo, la Policía Secreta de Campo, bajo el
liderazgo del Comisario de lo Criminal Kukafka y el Grupo de
Contra Inteligencia Widder realizaron ejecuciones frecuentes.
|99| (...)
Se desprende claramente de esta sentencia que los Allgemeine
SS y las SS y el SD siguieron siendo organizaciones la
pertenencia a las cuales era voluntarias hasta el colapso de
Alemania. Como consecuencia, los intentos de los acusados
por demostrar que eran miembros "involuntarios" de las SS
contradicen las disposiciones vinculantes de la Ley No. 10 y de
la Ordenanza No. 7.
Las pruebas han demostrado que todos los acusados fueron
oficialmente admitidos como miembros de las SS y habían sido
miembros de los Allgemeine SS y el SD. Las pruebas también
corroboran que se hicieron, o permanecieron siendo, miembros
de las SS a sabiendas de que esta organización "se utilizaba
para la comisión de actos declarados criminales por Artículo 6
del Estatuto", y que habían desempeñado varios cargos,
personalmente involucrados, en cuanto miembros de las SS, en
la comisión de tales crímenes. Ninguno de los acusados ha
probado que fue destinado a las SS de tal manera que no tuvo
otra alternativa (comparar los escritos de la fiscalía contra los
acusados individuales). Queda claro que la pertenencia a una
organización criminal no deviene involuntaria por el mero hecho
de que pudiera suponer un buen negocio o ser buena política
identificarse con el movimiento nazi. Sólo podría considerarse
como obligatoria la de alistamiento a las SS emitida por el
Estado; las amenazas de represalia política o económica no
constituirían razón suficiente.
Tampoco cambiaría el carácter voluntario de su pertenencia el
hecho de que a algunos de los acusados les hubiera sido
supuestamente impedido salir de la organización en un
momento posterior, por ejemplo, durante la guerra. El
consentimiento de entrar a formar parte de esta organización
fue otorgado voluntariamente, sean cuales fueren los motivos
de dicha decisión. Si este argumento de algunos de los
acusados (que se convirtieron en miembros involuntarios de
una organización criminal - a pesar de pertenecer a ella
voluntariamente - debido a que después les fue vedado
abandonarla), tuviera validez como defensa, las disposiciones
de la ley No.10 del Consejo Aliado de Control y del Estatuto, así
como numerosas partes de la Sentencia del Tribunal Militar
Internacional, carecerían de sentido. Que dicho argumento no
tiene ningún valor resulta sumamente claro en la Sentencia del
Tribunal Militar Internacional, la cual, en el caso de las SS,
distingue expresamente entre miembros voluntarios y "quienes
fueron llamados a filas por el Estado". El criterio para determinar
la pertenencia involuntaria, por lo tanto, sólo puede sustentarse
en que el individuo que alega haber sido un miembro
involuntario fue destinado a las SS por el Estado, de forma tal
que no tuvo elección. Dicho llamamiento a filas sólo se podría
haber efectuado sobre la base de una ley u orden vigente del
Estado Alemán. Los acusados no han demostrado tal cosa.
En lo que hace al conocimiento de la finalidad o actos
criminales de la organización, ha de señalarse que es
completamente irrelevante si el miembro sabía del carácter
ilegal de la organización el día en que se unió a la misma. Sin
lugar a dudas es responsable penalmente si continuó siendo
miembro tras enterarse del hecho. Es indiscutible que puede ser
acusado, no sólo por lo que sabía, sino por todo lo que,
razonablemente, debería haber sabido. |100| (...)
ACUSADO OHLENDORF: Ya he explicado que las unidades de
los Einsatzgruppen eran básicamente órganos auxiliares del
oficial de inteligencia. El ámbito funcional definitivamente
establecido debía lograr una colaboración segura con el
ejército. Éste fue el marco general de la orden y dentro del
marco de esta orden estaba la que frecuentemente se ha
debatido aquí, esto es, la liquidación de ciertos grupos de
personas para conseguir el objetivo de garantizar la seguridad
dentro de este territorio. Mi autoridad consistía en salvaguardar
las lineas de comunicación del ejército y también la policía de
seguridad y en decidir si los Einsatzgruppen debían realizar
dichas ejecuciones o no. Recaía fuera de mi autoridad el
detener a los Einsatzkommandos cuando llevaban a cabo tales
ejecuciones, ya que era ésta la orden básica que venía del
Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y no estaba entre
las facultades conferidas a los jefes de unidad. Mi autoridad
sólo consistía en ejecutar estas órdenes, o sea, empezaba
cuando decidía de qué manera habían de llevarse a cabo estas
órdenes, lo cual se consideraba como la principal función de
seguridad. Las órdenes emitidas por el Alto Mando en este
sentido demuestran que yo nunca exploté la autoridad de
adoptar medidas encaminadas a garantizar la seguridad en
estas áreas. |101| (...)
El precedente alemán en lo que hace a la Doctrina de las
Órdenes Superiores.
... Ningún soldado debería sentirse humillado por no participar
en una batalla contra un enemigo sin defensa. No se podría
acusar a ningún soldado de cobardía por haber evitado un
deber que, después de todo, no es el deber de un soldado. No
se puede considerar que un soldado u oficial que intenta
escaparse de semejante tarea esté intentando eludir una
obligación militar. Sencillamente está pidiendo que no lo
conviertan en asesino. Si los líderes de los Einsatzgruppen
hubieran indicado su falta de voluntad para desempeñar el
papel del asesino, esta página oscura en la historia alemana no
habría sido escrita. |102| (...)
Si la historia ha enseñado algo, ha demostrado en términos
devastadores, que la mayoría del mal del mundo se ha debido
al servilismo cobarde de personas subordinadas a hombres
quiénes, a través de una ambición sin límite y sin conciencia,
han diseñado planes que, propuestos por cualquier otro,
habrían sido rechazados por aberrantes.
La dictadura en la conducción del gobierno sólo puede conducir
al desastre porque cualquier beneficio derivado de un control
centralizado se pierde en el daño infinito que inevitablemente
sigue a la falta de responsabilidad. Que la autoridad y el poder
sin límite son males que destruyen el juicio y la razón es un
hecho demostrable y tan contundentemente establecido como
cualquier fórmula química ensayada y probada en un
laboratorio. La genialidad del verdadero gobierno democrático
reside en que a nadie le está permitido decidir conducir a la
nación con sus millones de personas a un destino fatídico sin el
consejo y el acuerdo de quienes están sometidos a los peligros,
las privaciones y las consecuencias potencialmente fatales de
esta decisión. |103|
Otro de los procesos seguidos al amparo de la Ley 10 del Consejo de Control Aliado
fue el conocido como "Caso RuSHA", oficialmente United States of America vs.
Ulrich Greifelt, et al (Case 8), que se llevó a cabo contra los funcionarios de la
Dirección General de las SS para la Raza y la Colonización, y cuya sentencia es de
fecha 10 de marzo de 1948. Trece de los catorce acusados lo fueron por
pertenencia a organización criminal. Los acusados eran altos funcionarios de la
RuSHA o bien de otras tres agencias de las SS; estas cuatro agencias eran ramas
del Mando Supremo de las SS. La responsabilidad penal de los acusados provino
de sus funciones al ocupar altos cargos en estas agencias. Los crímenes de que se
les acusaba "estaban relacionados con un programa sistemático de genocidio"
|104|.
Entre los actos por los que fueron condenados algunos de los acusados (por
ejemplo, Greifelt, Meyer-Hetling, Creutz, Otto Hofmann, Hildebrandt, Sollmann, etc.)
y que se circunscribían dentro de ese programa de exterminio, estaba el secuestro
de niños extranjeros y el arrebatar niños a los trabajadores de los territorios del
Este, todo ello dentro del programa de exterminio de no arios y de germanización de
la raza.
En el caso concreto de Meyer-Hetling, Jefe de Planeamiento, el Tribunal no
encontró evidencia ni documental ni oral de los crímenes que se le imputaban, pero
en la medida en que era miembro de las SS, fue condenado por pertenencia a
organización criminal.
El acusado Max Sollmann, Jefe de Lebensborn fue acusado del secuestro de niños,
de arrebatar niños a trabajadores del Este y de saqueo a la propiedad tanto pública
como privada. El tribunal desarrolla el cargo de robo de niños.
La evidencia, según el Tribunal, demuestra que la Sociedad Lebensborn, que existía
antes de la guerra, era una institución social y, principalmente, una casa de
maternidad. Desde sus inicios se ocupaba de madres, casados y solteras, e hijos,
legítimos e ilegítimos.
La Fiscalía no puedo llegar a probar con total certitud que la participación de
Lebensborn y los acusados relacionados con esta institución, en el programa de
robo de niños de los Nazis. Si bien la evidencia ha revelado que miles de miles de
niños fueron secuestrados por otras agencias u organizaciones y llevados a
Alemania, las pruebas revelan también que sólo un pequeño porcentaje del número
total entraron en Lebensborn. Y de este número, sólo en casos determinados
Lebensborn cogió niños uno de cuyos padres aún viviera....
Si bien era un secreto a voces, fue imposible demostrar el delito en el que la
institución estaba involucrada; no obstante, su Director fue condenado por
pertenencia a la organización criminal de las SS.
II.3.5.- Las Waffen SS, las unidades Totenkopf y los campos de concentración.
En el epígrafe relativo a las organizaciones que por sus objetivos y fines fueron
consideradas criminales por el Tribunal de Nuremberg, se han transcrito los párrafos
de la sentencia dictada por el Tribunal en los que éste expone las actividades
criminales de las SS y el porqué considera que estas unidades constituyen una
organización criminal en el sentido del Estatuto.
El Tribunal de Nuremberg llega en su sentencia a la conclusión de que "[L]as SS
fueron utilizadas para fines que eran criminales según el Estatuto y que implicaban
la persecución y exterminio de judíos, brutalidades y matanzas en los campos de
concentración, excesos en la administración de los territorios ocupados, la
administración de un programa de trabajos forzosos y el maltrato y asesinato de
prisioneros de guerra... El Tribunal considera miembros de las SS a todas aquellas
personas que fueron oficialmente aceptadas como miembros de esta organización,
incluidos los miembros de las Allgemeine SS, los miembros de las Waffen SS, los
miembros de los batallones Totenkopf de las SS y los de cualesquiera de las
distintas fuerzas policiales integradas en las SS. El Tribunal excluye a las llamadas
unidades de equitación de las SS... El Tribunal declara que es criminal en el
contexto del Estatuto el grupo compuesto por aquellas personas que fueron
oficialmente aceptadas como miembros de las SS y que se enumeran en el párrafo
anterior, que ingresaron en la organización o siguieron siendo miembros de la
misma a sabiendas de su participación en actos declarados criminales por el
Artículo 6 del Estatuto, o que se implicaron personalmente como miembros de la
organización en la comisión de tales crímenes. El Tribunal excluye, sin embargo, a
aquellos individuos que fueron reclutados por el Estado sin posibilidad de elección, y
que no cometieron tales crímenes. El fundamento de esta conclusión es la
participación de la organización en crímenes de guerra y crímenes contra la
humanidad relacionados con la guerra; este grupo declarado criminal no incluye,
pues, a aquellos individuos que hubiesen dejado de pertenecer a las organizaciones
enumeradas en el párrafo anterior antes del 1 de septiembre de 1939. |105|
Por tanto, la pertenencia a las SS, al ser ésta declarada una organización criminal,
incluidas las unidades Totenkopf, lleva aparejada responsabilidad penal individual
derivada de la participación en las actividades criminales de la organización, cuyo
"programa criminal era tan generalizado e implicaba matanzas a tan gran escala,
que es imposible que dicha actividad criminal no fuese ampliamente conocida".
Las SS habían sido declaradas como organización independiente por Hitler
mediante una orden (aportada como documento 1857-PS al Tribunal de Nuremberg)
de 20 de julio de 1934, en donde también se especifica que el Reichsführer de las
SS queda directamente subordinado al führer supremo de las SS:
TRADUCCIÓN DEL DOCUMENTO 1857-PS
VOELKISCHER BEOBACHTER, 26 de julio 1934 p.I.
El Führer concede a las SS la condición de Organización Independiente.
Munich, 25 de julio
La Oficina de Prensa del Reich anuncia la siguiente orden del Führer:
En consideración al muy meritorio servicio prestado por las SS,
especialmente en relación con los acontecimientos del 30 de junio de 1934, le
concedo la condición de organización independiente en el marco del NSDAP.
El Reichsführer de las SS, al igual que el Jefe del Estado Mayor, queda en
consecuencia directamente subordinado al führer supremo de las SS. Tanto
el Jefe del estado Mayor como el Reichsführer de las SS quedan investidos
con el cargo de Reichsleiter del Partido.
Munich, 20 de julio de 1934.
/fdo/ Adolf Hitler |106|.
El Anuario nacionalsocialista de 1940, ensalzaba el papel desempeñado por las
unidades Totenkopfverbaende (Unidades de la Calavera de las SS) y les rendía
tributo al reconocer que "[E]l servicio en los campos de concentración, la vigilancia
de los enemigos del Estado y de la subhumanidad criminal demanda exigencias
inimaginables de estos hombres tanto en términos físicos como psicológicos":
TRADUCCIÓN DEL DOCUMENTO 2164-PS
ANUARIO NACIONAL-SOCIALISTA 1940
[Nationalsozialistisches Jahrbuch 1940]
Editor: Dr. Robert Ley, Pp. 365-371
Las SS
(Los "Schutzstaffeln" del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores)
Las SS desde el Congreso del Partido de 1938
Entre el Reichsparteitag de 1938 y el día de hoy ha transcurrido un período
saturado de acontecimientos políticos importantes que ha sido rico en
misiones y compromisos para las SS en su conjunto. Sólo mencionaremos
tres sucesos de especial relevancia:
La incorporación de los Sudetes al Reich,
la creación del Protectorado de Bohemia-Moravia,
la reincorporación de Memel a la gran Alemania.
Cuando se inició la marcha hacia las provincias liberadas de los Sudetes en
aquel memorable 1 de octubre de 1938, las Tropas de Emergencia
[Verfuegungstruppen] y las Unidades de la Calavera [Totenkopfverbaende]
estaban entre las que iban a la cabeza. Ya antes se habían mostrado
capaces en todas las facetas de todas las misiones que se les habían
encomendado y contribuido así a su éxito. Pero no sólo se utilizaron las
tropas acuarteladas de las SS. También se utilizó a las SS Generales
[Allgemeine SS] para ciertas misiones especiales. Miles de antiguos y nuevos
camaradas de las SS han sido empleados para reforzar la Policía y vigilar los
campos de concentración y han cumplido fielmente con sus obligaciones a lo
largo de varias semanas.
El 15 de marzo de 1939 se empleó de forma similar a las SS para establecer
el orden en la Checoslovaquia en descomposición. Esta acción finalizó con la
creación del Protectorado de Bohemia-Moravia.
Sólo una semana después, el 29 de marzo de 1939, Memel fue reincorporado
al Reich en virtud de un acuerdo con Lituania. Una vez más, las SS (y, en
especial, las SS prusiano orientales), desempeñaron un papel esencial en la
liberación de esta provincia.
Además de las misiones citadas, las SS siguieron desempeñando una de sus
funciones más conocidas, la de cordón policial [Absperrdienst]. Esta función
exigió de las SS berlinesas un aún mayor compromiso a consecuencia de las
visitas del Ministro de Asuntos Exteriores italiano, el Conde Ciano (21 a 23 de
mayo de 1939), del Príncipe regente de Yugoslavia (1 a 5 de junio de 1939) y
del regreso de la Legión Cóndor (6 de junio de 1939). También llevaron a
cabo satisfactoriamente estas misiones, en colaboración con otras
formaciones del movimiento.
Debe destacarse especialmente que las SS han respondido siempre a lo que
se les ha solicitado en todas las ocasiones y han demostrado ser dignas de la
confianza del Führer.
Naturalmente, la expansión territorial del Reich también trajo consigo una
nueva ampliación de las SS.
La recuperación de Austria trajo consigo la creación del Regimiento de las SS
"Der Führer" en el seno de las SS-V.T. [Verfuegungstruppen] y la creación del
Regimiento de las SS "Austria" dentro de las SS-T. [Totenkopfverbaende],
además de la formación del Cuerpo de las SS "Donau" en las SS Generales
[Allgemeine]. Asimismo, la incorporación de las provincias alemanas de los
Sudetes precisa de la organización de nuevas unidades de las Allgemeinen
SS.
La creación del protectorado de Bohemia-Moravia trajo también consigo la
posibilidad de formar una unidad de las SS en este territorio, compuesta por
la división independiente XXXIX de las SS en Praga y los regimientos 107 en
Iglau y 108 en Praga, bajo el mando del jefe supremo de las SS y de la
Policía en Bohemia-Moravia, el Brigadier General de las SS Frank.
Tras la recuperación de Memel, el Reichsführer de las SS incorporó toda la
policía de orden público de Memel a las SS. Los miembros del nuevo
regimiento conservaron el derecho a llevar el emblema originario de Memel,
los cuernos de alce, como insignia en el cuello [del uniforme].
Las Tropas de Emergencia [Verfuegungstruppen] de las SS
Las Tropas de Emergencia [Verfuegungstruppen] de las SS. Las
Verfuegungstruppe son un cuerpo militar regular, pero forman parte de las SS
en su totalidad. No pertenecen ni a la Policía ni a la Wehrmacht, y están a la
exclusiva disposición del Führer.
Por razones organizativas, la formación de los diferentes grupos de las SSVerfuegungstruppe es similar a la de las unidades correspondientes del
Ejército. Las Verfuegungstruppe están formadas por voluntarios procedentes
de los soldados de reclutamiento [Wehrpflichtigen]; no obstante, están sujetos
a las normas especiales de selección de las SS, además de al examen para
determinar su aptitud al que les somete la Wehrmacht.
Los miembros de las SS-Verfuegungstruppe cumplen en esta formación (en
la que se obligan a permanecer cuatro años) los dos primeros años de su
reclutamiento legal en el Ejército.
En el año 1938, tras la reincorporación de Austria al Reich, se formó en
Austria, por un decreto del Führer, un nuevo regimiento de las SS: "Der
Fuehrer". Su primera aparición pública tuvo lugar con ocasión de la
Reichsparteitag de 1938.
Durante la crisis de septiembre del año 1938, un decreto especial del Führer
ordenó que las Verfuegungstruppen de las SS se pusieran a disposición del
Ejército para llevar a cabo la misión de liberar los Sudetes.
Las unidades de las Verfuegungstruppen, junto a las primeras formaciones
del ejército, marcharon a lo largo de la frontera en todo el territorio de las
recién incorporadas provincias de los Sudetes. Las Verfuegungstruppen
cumplieron en todos y cada uno de los casos con todas las misiones que se
les encomendaron. El comportamiento de estas tropas fue excelente.
Una vez cumplida esta misión, se ordenó la motorización completa de las
Verfuegungstruppen de las SS durante el invierno. Esto supuso una enorme
carga de trabajo para todos los oficiales y hombres de las Verfuegungstruppe
en el invierno.
Además de las medidas organizativas necesarias para esta reestructuración,
también tenía que instruirse en este breve período de tiempo a un elevado
número de conductores para distintos tipos de vehículos. Había que formar
especialistas. Además, había que volver a enseñar el principio de liderazgo
de los cargos y de los individuos. En marzo de 1939, cuando todo el mundo
trabajaba con todas sus fuerzas en esta tarea, se asignó a las
Verfuegungstruppen la nueva misión de colaborar en la la pacificación del
protectorado de Bohemia-Moravia.
Una vez más, por decreto del Führer las Verfuegungstruppe de las SS se
pusieron a disposición del Ejército. Esta misión permitió poner a prueba la
eficiencia de las Verfuegungstruppe. Apenas había finalizado el trabajo de
motorización cuando se les encomendó una misión bajo esta nueva forma sin
que aparentemente mediara un período de formación significativo.
Sin embargo, el regreso de esta misión de ningún modo significó la
continuación del período de instrucción continuo. Un nuevo decreto del
Führer ordenó la inmediata conversión de las unidades existentes de las SSVerfuegungstruppen en una división motorizada. Así pues, los preparativos
para la constitución de las nuevas formaciones comenzaron en los campos
de entrenamiento militar a raíz de su compromiso en el Protectorado. Se
crearon el Regimiento de Artillería de las SS, el Batallón Antitanques de las
SS, el Batallón Antiaéreo de ametralladoras de las SS y los Escuadrones de
Reconocimiento de las SS.
La transformación de estas nuevas formaciones en una unidad lista y
utilizable para el combate era el objetivo del tan breve curso de
entrenamiento del verano de 1939.
Las Unidades de la Calavera de las SS [Totenkopfverbaende]
Las Unidades Totenkopf de las SS se muestran al público a gran escala una
vez al año: el día de la Reichparteitag. La participación en este día es para
los oficiales y hombres una recompensa por los duros servicios prestados
durante el año precedente. Además, [dicha participación] debería servir de
testimonio de la exclusividad y disciplina militar de esta parte armada de las
SS.
Si tuviéramos que resumir de forma rápida el trabajo de construcción y el
compromiso desarrollados durante los años precedentes, deberíamos decir
para empezar que no hay prácticamente ningún joven alemán que pase por
una escuela de auto-formación y auto-disciplina tan dura como la de los
hombres que integran los regimientos Totenkopf de las SS. El servicio en los
campos de concentración, la vigilancia de los enemigos del Estado y de la
subhumanidad criminal demanda exigencias inimaginables de estos hombres
tanto en términos físicos como psicológicos; estos hombres que cumplen con
su deber día a día en su compromiso altruista y su ejemplar honradez.
Porque [esta tarea] no sólo implica ser un soldado sino, además, una
personalidad que se muestra fuerte a pesar de todas las adversidades y firme
ante todas las tentaciones que puedan presentársele. Sólo el mejor material
humano, seleccionado por su personalidad y su herencia, ha prosperado para
servir en esta organización.
En el pasado año, como en el curso de todos los años de su existencia, las
herramientas espirituales para su empleo diario les han sido proporcionadas
por la formación e instrucción en el silencioso trabajo de tropa, mientras que
la instrucción militar les dotaba de una impresionante capacidad militar. Esta
formación sistemática ha hecho posible que los regimientos [Standarte]
Totenkopf de las SS hicieran justicia a todas las misiones que se les han
encomendado fuera de la esfera de su servicio diario. Ya fuera cuando fueron
empleados en la reincorporación del distrito de los Sudetes al Reich, durante
la cual los hombres de los regimientos Totenkopf fueron especialmente
asignados al frente y donde sirvieron para ejecutar las obligaciones más
rápidas y delicadas que se les habían ordenado, o en el curso de la recepción
de representantes de Estados extranjeros, cuando hubieron de servir como
tropas de desfile en público, los regimientos Totenkopf de las SS siempre
cumplieron sus deberes de forma inmaculada. Así pues, pueden mirar hacia
atrás con orgullo justificado a todas las misiones en las que han sido
empleados y donde han servido para representar a las SS. Esto vale también
para su empleo durante las festividades del Partido en distritos y condados
[Kreistag] y en otras ocasiones, como por ejemplo el día de los Guerreros del
Reich de Kassel. En toda ocasión los hombres sirvieron con alegría y
dedicación de acuerdo con su lema: "Sed más de lo que parece".
Una de las principales misiones del año pasado ha consistido en la formación
continua de Unidades Especiales [Sondereinheiten], por ejemplo, todas las
cuestiones relativas al transporte, las comunicaciones y los asuntos
sanitarios. Además, se han establecido los Batallones-E (Educativos), cuya
función es la formación, en cursos de 3 meses de duración, de aquellos
camaradas de las SS Generales [Allgemeinen] que no son reclutados para
servir en la Wehrmacht, y que fueron instruidos en el uso de armas y sobre el
terreno. |107|
En cuanto a la finalidad principal de los campos de concentración, las técnicas de
terror que se empleaban en ellos y el elevadísimo número de sus víctimas, la
sentencia del Tribunal de Nuremberg concluye lo siguiente (el extracto que se
transcribe incluye las referencias a las pruebas documentales aceptadas y utilizadas
por el Tribunal en su sentencia |108|):
CAPÍTULO XI - LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
Los Campos de Concentración, utilizados contra el pueblo alemán y contra
los ciudadanos e los países aliados, eran una de las instituciones
fundamentales del régimen nacionalsocialista. Eran uno de los pilares del
régimen de terror mediante el cual los nazis consolidaron su poder en toda
Alemania. Eran asimismo un arma principal en la lucha contra los judíos,
contra la Iglesia cristiana, contra los sindicatos, contra los que defendían la
paz, contra los que se oponían al uso sistemático del terror para lograr la
cohesión necesaria en Alemania para llevar a cabo los planes de agresión de
los conspiradores. Eran el eslabón final de una cadena de terror y represión
que implicaba a las SS y a la Gestapo y cuyo resultado final era la detención
de las víctimas y su reclusión sin juicio, a menudo también sin cargos y, por
lo general, sin indicación alguna acerca de la duración de su arresto.
Las SS, a través de su sistema de espionaje, identificaba a las víctimas; la
policía criminal y la Gestapo les arrestaba y trasladaba a los campos de
concentración; y los campos de concentración estaban administrados por las
SS. No intentaremos aquí presentar un catálogo completo de las atrocidades
individuales que se cometieron. Nuestra atención se centrará más bien en la
finalidad principal que perseguían estos campos, las técnicas de terror que se
empleaban en ellos, el elevado número de sus víctimas y la muerte y
angustia que generaban.
1. LOS COMIENZOS DE LA "DETENCIÓN PREVENTIVA"
Los nazis se percataron muy pronto de que sin una represión drástica de
todos los opositores reales y potenciales no podrían consolidar su poder
sobre el pueblo alemán. Inmediatamente después de que Hitler fuera
nombrado Canciller, los conspiradores suspendieron rápidamente los
derechos civiles a través del Decreto Presidencial de Emergencia del 28 de
febrero de 1933 (1390-PS). Este decreto fue la base de la Schutzhaft, es
decir, de la "detención preventiva" (la facultad otorgada a la Gestapo para
encarcelar personas sin procedimiento judicial previo), como lo demuestra
claramente una orden de detención preventiva típica:
"Orden de Detención Preventiva. En virtud del Artículo 1 del Decreto del
Presidente del Reich para la Protección del Pueblo y el Estado, de 28 de
febrero de 1933 (Reichsgesetzblatt I, p. 83), se le somete a detención
preventiva en interés de la seguridad y el orden público.
"Motivo: Sospecha de actividades perjudiciales par el Estado" (2499-PS).
Goering, en un libro titulado Aufbau Einer Nation y publicado en 1934,
procuró transmitir la impresión de que los campos estaban originalmente
destinados a aquellos individuos que los nazis consideraban "comunistas" y
"socialdemócratas". En la página 89 de este libro, declaraba lo siguiente:
"Tenemos que ser implacables con estos enemigos del Estado. No debemos
olvidar que, cuando llegamos al poder, en las elecciones de marzo al
Reichstag, más de 6 millones de personas votaron oficialmente por el
comunismo y cerca de 8 millones por el marxismo.
"Y así se crearon los campos de concentración, a los que en primer lugar
teníamos que enviar a miles de funcionarios de los partidos comunista y
socialdemócrata" (2324-PS).
En el terreno de la práctica, la facultad para ordenar la reclusión carecía
prácticamente de limitaciones: Frick, en una orden dictada por él el 25 de
enero de 1938 como Ministro del Interior, dejó claro este extremo. El Artículo
1 de esta orden disponía que
"la Policía Estatal Secreta, con el fin de contrarrestar todas las aspiraciones
de los enemigos del Pueblo y del Estado, puede decretar, como medida
coercitiva, la detención preventiva contra aquellas personas que, con su
actitud, ponen en peligro la seguridad del Pueblo y del Estado" (1723-PS).
La orden en cuestión establecía, además, lo siguiente:
"* * * En un resumen de todos los decretos dictados con anterioridad sobre la
cooperación entre el Partido y la Gestapo, me remito a lo siguiente y ordeno:
"1. El Führer ha confiado a la Gestapo la misión de vigilar y eliminar a todos
los enemigos del Partido y del Estado Nacionalsocialista, así como a todas
las fuerzas desintegradoras de cualquier tipo que actúen contra éstos. El
éxito de esta misión es uno de los requisitos esenciales para el
funcionamiento sin trabas ni fricciones del Partido. La Gestapo, en esta tarea
extremadamente difícil, debe recibir todo el apoyo y asistencia posibles del
NSDAP" (1723-PS).
A. Persecución de los pacifistas.
Así pues, los conspiradores dirigían su aparto de terror contra los "enemigos
del Estado", contra las "fuerzas desintegradoras" y contra aquellos individuos
que, "por su actitud", representaban una amenaza para el Estado. ¿A quién
incluían dentro de estas amplias categorías? En primer lugar, a aquellos
individuos que abogaban por la paz en Alemania. En este sentido, un affidávit
firmado por Gerhart H. Segar declara lo siguiente:
"* * * 2. Durante el período posterior a la Primera Guerra Mundial y hasta mi
internamiento en la cárcel de Leipzig y en el campo de concentración de
Oranienburg, en la primavera de 1933 (tras el acceso de los nazis al poder en
enero de ese mismo año), mis relaciones empresariales y políticas me
expusieron a todas las consecuencias de las teorías y prácticas nazis de
represión violenta y a su estrategia de terror. Mi confrontación con los nazis a
raíz de mi identificación con el movimiento pacifista y como miembro electo
del Reichstag que representaba una opción política (el Partido
Socialdemócrata) hostil al Nacionalsocialismo, ponía claramente de
manifiesto que, incluso durante la fase anterior a 1933, los nazis
consideraban el crimen y el terrorismo un arma necesaria y deseable para
vencer a la oposición democrática * * *"
"* * * (e). Fue en diciembre de 1932 cuando tomé conciencia de que los nazis
ya habían concebido los campos de concentración como un instrumento para
reprimir y controlar a los elementos de la oposición, en el curso de una
conversación que mantuve con el Dr. Wilhelm Frick. Frick era por aquel
entonces Presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Reichstag, de
la que yo era miembro. Al responder con contundencia a Frick acerca del
asunto que se estaba discutiendo, éste replicó: 'No se preocupe, cuando
lleguemos al poder os meteremos a todos vosotros en campos de
concentración.' Cuando los nazis se hicieron con el poder, Frick fue
nombrado Ministro del Interior del Reich y rápidamente llevó a cabo su
amenaza en colaboración con Goering, como Jefe de la Policía Estatal
Prusiana, y con Himmler" (L-83).
Así pues, ya antes de llegar al poder en Alemania los nazis habían concebido
la estrategia de reprimir toda posible oposición mediante el terror.
La respuesta de Frick a Gerhart Segar es completamente coherente con las
declaraciones que había realizado antes, el 18 de octubre de 1929. En aquel
entonces, Frick declaró:
"Esta fatídica batalla se dará en primer lugar en las urnas, pero esto no puede
continuar indefinidamente, porque la Historia nos ha enseñado que en una
batalla es necesario derramar sangre y disparar fuego. Las urnas son el
comienzo de esta fatídica batalla. Estamos decididos a promulgar por la
fuerza lo que predicamos de palabra. Del mismo modo que Mussolini ha
exterminado a los marxistas en Italia, así debemos nosotros lograr lo mismo
mediante la dictadura y el terror" (2513-PS).
Existen otros muchos ejemplos de la utilización de los campos de
concentración en contra de los individuos que defendían la paz. Había, por
ejemplo, un grupo denominado los Bibel Forscher (Estudiosos de la Biblia), la
mayoría de los cuales eran Testigos de Jehová. Como eran pacifistas, los
conspiradores se ocuparon no sólo de perseguirlos ante los tribunales, sino
también de internarles en campos de concentración una vez que habían
cumplido sus sentencias. Una orden de la Policía Estatal Secreta en Berlín,
fechada el 5 de agosto de 1937, disponía lo siguiente:
"El Ministro de Justicia del Reich me ha informado de que no comparte la
opinión expresada por ciertos departamentos subordinados en distintas
ocasiones, de acuerdo con los cuales se supone que el arresto de los
Bibelforschers una vez que éstos han cumplido su sentencia puede poner en
peligro la autoridad de los tribunales. Es plenamente consciente de la
necesidad de que la Policía Estatal adopte medidas una vez que la sentencia
ha sido cumplida. Pide, sin embargo, que no se aplique la detención
preventiva a los Bibelforschers en aquellos casos en que pueda resultar
perjudicial para el prestigio de los tribunales de justicia. * * *."
"2. Si las autoridades encargadas de la ejecución de la sentencia informan de
la liberación inminente de un Bibelforscher, se solicitará que se aplique mi
decisión relativa a la aplicación de medidas por la Policía Estatal, de acuerdo
con mi decreto-circular de fecha 22.4.37, de modo que pueda trasladársele a
un campo de concentración inmediatamente después de que haya terminado
de cumplir su sentencia. En caso de que el traslado inmediato a un campo de
concentración al término de la pena no sea posible, los Bibelforschers serán
retenidos en las prisiones policiales" (D-84).
B. Persecución de los miembros de los sindicatos.
También los sindicatos de trabajadores, tradicionalmente opuestos a las
guerras de agresión, sufrieron todas las consecuencias del terror nazi. Los
campos de concentración eran un arma importante en la campaña contra los
sindicatos. Goering dejó claro, por ejemplo, que los miembros del Partido
Socialdemócrata debían ser recluidos en campos de concentración (2324PS). Muchos dirigentes sindicales eran miembros de este partido y pronto
tuvieron ocasión de conocer lo que significaba la "detención preventiva".
A modo de ilustración, podemos citar la orden de detención preventiva
dictada contra un ciudadano llamado Joseph Simon (2330-PS). Las "razones"
esgrimidas eran las siguientes:
"Simon ha sido durante muchos años miembro del Partido Socialista y,
durante un tiempo, miembro también de la Union Socialiste Populaire. Entre
1907 y 1918 fue diputado del Landtag por el Partido Socialista, y de 1908 a
1930 consejero municipal socialdemócrata del Ayuntamiento de Nuremberg.
Dado el decisivo papel que Simon ha desempeñado en los sindicatos
internacionales, y a la vista de sus relaciones con dirigentes y órganos
centrales marxistas internacionales, que continuó tras la recuperación
nacional, fue sometido a detención preventiva el 3 de mayo de 1933, y
recluido hasta el 25 de enero de 1934 en el campo de concentración de
Dachau. Sobre Simon recae la insistente sospecha de que incluso con
posterioridad a esta fecha ha seguido desempeñando un papel activo en la
pervivencia ilegal del Partido Socialista. Ha participado en reuniones cuyo
objetivo era la continuación ilegal del Partido Socialista y la divulgación en
Alemania de material impreso marxista e ilegal.
"Con esta actitud radical, hostil al Estado, Simon pone directamente en
peligro la seguridad y el orden públicos" (2330-PS).
Los documentos 2334-PS y 2928-PS describen otros casos de persecución
de miembros de los sindicatos.
C. Persecución de los judíos.
Miles de judíos fueron recluidos, como es sabido, en los campos de
concentración. (Un análisis más detallado de esta cuestión puede leerse en el
Capítulo XII.) Entre los numerosos documentos que demuestran la detención
de ciudadanos alemanes por el solo hecho de ser judíos, resulta
representativo un teletipo enviado del Gruppenführer de las SS Heydrich.
Esta orden está fechada el 10 de noviembre de 1938, y está dirigida a todos
los cuarteles generales de la Policía Estatal y a todos los distritos y
subdistritos del SD (3051-PS). El párrafo 5 de este teletipo, titulado "Medidas
a adoptar contra los judíos esta noche", establecía:
"* * * 5. En la medida en que en el curso de los acontecimientos de esta
noche sea posible emplear agentes para este propósito, en todos los distritos
deberá detenerse a tantos judíos, especialmente a los ricos, como puedan
contener las cárceles existentes. Por el momento debe arrestarse sólo a
hombres saludables y no demasiado viejos. Una vez que se produzca el
arresto, debe contactarse inmediatamente con el campo de concentración
correspondiente con objeto de proceder a su traslado al mismo tan pronto
como sea posible" (3051-PS).
En 1943, Himmler señaló que la utilización de los campos de concentración
en contra de los judíos se explicaba no sólo por el racialismo nazi, sino
también por miedo a que los judíos supusiesen un obstáculo para la agresión.
En un discurso pronunciado con ocasión de una reunión con los generales de
división de las SS en Posen, el 4 de octubre de 1943, Himmler trató de
justificar así la política antijudía de los nazis:
"Me refiero a acabar con los judíos, al exterminio de la raza judía. Es una de
esas cosas sobre las que resulta fácil hablar ('La raza judía está siendo
exterminada', dice un miembro del Partido, 'esto está bastante claro, está en
nuestro programa, la eliminación de los judíos, y estamos haciéndolo,
estamos exterminándoles'). Y aquí tenemos a 80 millones de honrados
alemanes, y cada uno de ellos conoce a un judío decente; por supuesto, el
resto son basura, pero este es un judío de primera categoría. Pero ni uno
solo de los que hablan así lo ha presenciado nunca, ninguno ha pasado por
ello. Muchos de vosotros sabéis lo que significa ver 100 cadáveres apilados,
o 500, o 1.000. Llevar esto a cabo y seguir siendo al mismo tiempo (al
margen de las excepciones derivadas de la debilidad humana) hombres de
bien, eso es lo que nos ha endurecido. Esta es una página gloriosa en
nuestra historia que nunca ha sido escrita y nunca lo será, porque nosotros
sabemos qué difícil habría sido todo para nosotros (con los bombardeos, las
penurias y privaciones de la guerra) si en todas nuestras ciudades hubiera
aún judíos actuando como saboteadores, agitadores y provocadores" (1919PS).
Los documentos que acabamos de citar demuestran claramente que, antes
de que los nazis iniciaran su guerra de agresión, los campos de
concentración habían sido uno de los instrumentos esenciales mediante los
cuales los conspiradores lanzaron su agresión y sus ejércitos arrasaron
Europa, trayendo consigo el sistema concentracionario y el terror nazi a los
territorios ocupados. Además, trasladaron a los ciudadanos de los países
ocupados a Alemania y les sometieron a todo el aparato de terror nazi. En un
comunicado dirigido a Himmler el 16 de diciembre de 1942, Mueller, el Jefe
de la Policía de Seguridad y del SD, trata de la captura de los judíos polacos
para su deportación a los campos de concentración de Alemania. Me gustaría
citar la parte principal de este comunicado:
"En relación con el incremento de los traslados de mano de obra a los
campos de concentración, que deben finalizar para el 30 de enero de 1943, el
procedimiento que debe aplicarse a la sección judía es el siguiente:
"1. Número total: 45.000 judíos.
"2. Inicio de los transportes: 11 de enero de 1943; Fin de los transportes: 31
de enero de 1943. (Los ferrocarriles del Reich no pueden suministrar trenes
especiales para la evacuación entre el 15 de diciembre de 1942 y el 10 de
enero de 1943 debido al incremento del tráfico de trenes para el ejército).
"3. Composición: de entre los 45.000 judíos, 30.000 deben proceder del
distrito de Bialistok, 10.000 del gueto de Theresienstadt (5.000 de los cuales
son judíos capaces para el trabajo que hasta ahora han sido utilizados para
realizar trabajos de importancia secundaria necesarios para el Gueto, y 5.000
judíos por lo general no aptos para el trabajo, incluidos judíos mayores de 60
años * * *. Por el momento sólo se seleccionarán para su evacuación a
aquellos judíos que no dispongan de contactos especiales y que no estén en
posesión de altas condecoraciones. 3.000 judíos de los territorios holandeses
ocupados, 2.000 judíos de Berlín-45,000. La cifra de 45.000 incluye a los
inválidos (viejos y niños judíos). Utilizando unos criterios prácticos, la
selección de los judíos destinados a Auschwitz debería proporcionar al
menos de 10.000 a 15.000 individuos capacitados para el trabajo" (R-91).
Los judíos húngaros sufrieron idéntica suerte. Entre el 19 de marzo de 1944 y
el 1 de agosto de 1944 se detuvo a más de 400.000 judíos húngaros. Muchos
de éstos fueron metidos en vagones y enviados a campos de exterminio. Un
affidávit firmado en Londres por el Dr. Rudolph Kastner, un antiguo dirigente
de la Organización Sionista Húngara, afirma lo siguiente:
"19 de marzo de 1944: junto con la ocupación militar alemana, llegó a
Budapest un 'Comando especial' de la Policía Secreta alemana cuyo objetivo
único era la liquidación de los judíos húngaros * * * Detuvieron y
posteriormente enviaron a Mauthausen a todos los dirigentes políticos y
empresariales de la comunidad y a los periodistas, además de a los políticos
democráticos y antifascistas húngaros * * *."
"Hasta el 27 de junio de 1944 se deportó a 475.000 judíos".
"De acuerdo con las declaraciones hechas en febrero o marzo de 1945 por
Krumey y Wislicseny, Eichmann convocó una reunión de oficiales del
[departamento] IV.B. en Berlín, en la primavera de 1942. [Eichmann] les
informó de que el gobierno había decidido proceder a la completa
aniquilación de los judíos europeos y que esto debía llevarse a cabo
silenciosamente en las cámaras de gas. 'La victoria es nuestra', declaró
Eichmann. 'El final de la guerra está próximo. Debemos darnos prisa, porque
ésta es la última oportunidad para librar a Europa de los judíos. Después de
la guerra ya no será posible utilizar estos métodos'".
"Los comandantes de los campos de concentración gaseaban sólo por orden
directa o indirecta de Eichmann. El oficial del IV.B. que dirigía las
deportaciones de un país concreto tenía competencias para señalar si el tren
debía ir o no a un campo de exterminio, y qué es lo que debía suceder con
los pasajeros. Las instrucciones las llevaba a cabo generalmente las SS-NCO
que escoltaban al tren. Las letras 'A' o 'M' que figuraban en las instrucciones
de escolta indicaban Auschwitz o Majdanek, y significaba que los pasajeros
iban a ser gaseados.
* * * En relación con los judíos húngaros, en Auschwitz se estableció la
siguiente regla general: los niños de hasta 12 o 14 años de edad, las
personas mayores de más de 50, los enfermos y las personas con
antecedentes penales (a los que se transportaba en vagones especialmente
señalizados) eran conducidos nada más llegar a las cámaras de gas.
"Los otros eran examinados por un médico de las SS que decidía sobre la
marcha quién estaba capacitado para trabajar y quién no. Los declarados
incapaces eran enviados a las cámaras de gas, y los demás eran repartidos
entre los distintos campos de trabajo" (2605-PS).
2. "CARGOS" IMPUTADOS A LOS PRISIONEROS DE LOS CAMPOS DE
CONCENTRACIÓN
En los territorios del Este, las víctimas eran arrestadas para su exterminio en
los campos de concentración sin que mediase cargo alguno. En los territorios
ocupados del Oeste parece que en ciertos casos a las víctimas se les
imputaba algún cargo. Algunos de estos cargos, que los nazis consideraban
fundamento suficiente para el internamiento en un campo de concentración,
quedan ilustrados en un resumen del informe sobre 25 personas arrestadas
en Luxemburgo para su posterior reclusión en distintos campos de
concentración, informe que describe los cargos que se imputan a cada uno
de ellos (L-215). Los cargos en cuestión eran los siguientes:
"Nombre; Cargo; Lugar de reclusión
HENRICY- Por su vinculación con miembros de los movimientos ilegales de
resistencia y recaudar fondos para éstos en violación de los tipos de cambio
legales, por perjudicar los intereses del Reich y ser sospechoso de
desobedecer en el futuro los reglamentos administrativos oficiales y de actuar
como un enemigo del Reich. Natzweiler
KRIER- Por participar en actos avanzados de sabotaje laboral y causar miedo
por su pasado político y delictivo. Su liberación sólo estimularía sus
tendencias antisociales. Buchenwald
MONTI- Por existir la fuerte sospecha de que ayuda a la deserción.
Sachsenhausen
JUNKER- Porque en tanto que familiar de un desertor se sospecha que
pueda poner en peligro los intereses del Reich alemán si se le libera.
Sachsenhausen
JAEGER- Porque en tanto que familiar de un desertor se sospecha que
puede tratar de aprovechar cualquier ocasión para perjudicar al Reich
alemán. Sachsenhausen
LUDWIG- Por existir la fuerte sospecha de que ayuda a la deserción.
Dachau" (L-215).
3. LA UTILIZACIÓN DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN PARA LOS
PRISIONEROS DE GUERRA
A los campos de concentración se enviaba no sólo a los civiles de los
territorios ocupados, sino también a los prisioneros de guerra. Un
memorándum dirigido a todos los oficiales de la Policía Secreta, firmado por
Mueller (Jefe de la Gestapo) y fechado el 9 de noviembre de 1941, discute el
"Transporte de los prisioneros de guerra rusos, destinados a la ejecución, a
los campos de concentración" (1165-PS). Este memorándum contiene las
siguientes reflexiones:
"Los comandantes de los campos de concentración se están quejando de
que entre un 5 y un 10% de los rusos soviéticos destinados a ser ejecutados
están llegando a los campos muertos o medio muertos. Así pues, existe la
impresión de que los Stalag se están deshaciendo de los prisioneros de esta
manera.
"Se destacó de forma especial que en el curso de la marcha desde, por
ejemplo, la estación de ferrocarril hasta el campo, un número bastante
elevado de prisioneros de guerra se desplomaron de agotamiento por el
camino, muertos o medio muertos, y tuvieron que ser recogidos por un
camión que seguía al convoy.
"Es imposible evitar que el pueblo alemán se entere de estos sucesos.
"A pesar de que es la Wehrmacht quien generalmente se encarga del
transporte hasta los campos, la población va a atribuir esta situación a las
SS.
"Con el fin de evitar, en la medida de lo posible, que se produzcan sucesos
similares en el futuro, ordeno en consecuencia que a partir del día de hoy los
rusos soviéticos declarados definitivamente sospechosos y los marcados por
la muerte (por ejemplo, a causa del tifus), y que por lo tanto no estarían en
condiciones de soportar el esfuerzo de ni siquiera una corta marcha a pie,
deberán en un futuro, como criterio básico, ser excluidos de los transportes
hacia los campos de concentración para su ejecución" (1165-PS).
Un informe oficial de la investigación sobre el campo de concentración de
Flossenburg llevada a cabo por el Cuartel General del Tercer Cuerpo del
Ejército de Estados Unidos, Oficina del Auditor Militar, Sección de Crímenes
de Guerra, y fechado el 21 de junio de 1945 (2309-PS), contiene pruebas
adicionales acerca del confinamiento de los prisioneros de guerra rusos en
los campos de concentración. En este informe puede leerse:
"En 1941 se construyó en el campo de Flossenburg un nuevo recinto para
albergar a 2.000 prisioneros rusos. De estos 2.000 prisioneros, sólo 102
sobrevivieron" (2309-PS).
Los prisioneros de guerra soviéticos se encontraban en los campos de
concentración con sus aliados. El mismo informe oficial continúa:
"Entre las víctimas de Flossenburg había civiles y prisioneros de guerra
rusos, ciudadanos alemanes, italianos, belgas, polacos, checos, húngaros, y
prisioneros de guerra británicos y americanos. No se disponía de medios
prácticos para elaborar una lista completa de las víctimas de este campo. No
obstante, se estima que desde la creación del campo, en 1938, hasta el día
de su liberación, murieron allí más de 29.000 prisioneros" (2309-PS).
Los prisioneros de guerra fugados eran enviados a campos de concentración
especialmente creados como centros de exterminio. Una comunicación de la
Oficina de la Policía estatal Secreta de Colonia, fechada el 4 de marzo de
1944, transmitía las siguientes órdenes a la OKW (de la que era responsable
Keitel) en relación con los prisioneros de guerra fugados:
"1. Salvo en el caso de los prisioneros de guerra británicos y americanos,
todo prisionero de guerra fugado y capturado que sea un oficial o un
suboficial debe ser entregado al Jefe de la Policía de Seguridad y del Servicio
de Seguridad con la clasificación "Fase III", con independencia de que la fuga
tuviera lugar durante un traslado, o de que fuese colectiva o individual.
"2. Dado que la transferencia de prisioneros de guerra a la Policía de
Seguridad y al Servicio de Seguridad no debe ser oficialmente conocida en el
exterior bajo ninguna circunstancia, no se debe informar bajo ningún
concepto al resto de los prisioneros de guerra de su captura. Los nombres de
los prisioneros capturados deben remitirse a la Oficina de Información del
Ejército como "escapados y no capturados". Su correspondencia será
gestionada en consecuencia. Los requerimientos de los representantes de la
Cruz Roja Internacional y de otras organizaciones de ayuda deben recibir la
misma respuesta" (1650-PS).
Este comunicado contenía una copia de la orden dictada del General de las
SS Müller quien, en representación del Jefe de la Policía de Seguridad y el
SD, ordenaba a la Gestapo transportar a los prisioneros fugados
directamente a Mauthausen. Los dos primeros párrafos de la orden de Müller
disponen:
"Las Direcciones Generales de la Policía Estatal aceptarán a los oficiales
fugados que les entreguen los comandantes de los campos de prisioneros de
guerra y los trasladarán al campo de concentración de Mauthausen siguiendo
el procedimiento ya vigente, a menos que las circunstancias obliguen a
emplear un transporte especial. Los prisioneros de guerra deberán estar
esposados durante el transporte (pero, si los transeúntes pueden verlo, no en
la estación). El comandante del campo de Mauthausen deberá ser notificado
de que el traslado tiene lugar en el marco de la acción "Kugel". Las
Direcciones Generales de la Policía Estatal presentarán informes
semianuales sobre estos traslados, limitándose a informar de las cifras. El
primer informe deberá presentarse el 5 de julio de 1944 (subrayado).
En aras de la confidencialidad, se ha solicitado al Mando Supremo de las
Fuerzas Armadas que informe a los campos de prisioneros de guerra para
que éstos envíen a los prisioneros capturados a la Policía estatal local en
lugar de enviarlos directamente a Mauthausen" (1650-PS).
No es casual que la traducción literal del término alemán "Kugel" sea "bala",
ya que Mauthausen, el campo al que se enviaba a los prisioneros fugados,
era un centro de exterminio.
4. LA RED DE CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
La conquista nazi estuvo caracterizada por la creación de campos de
concentración en todos los países de Europa. El siguiente informe sobre el
emplazamiento de los campos de concentración, firmado por Pohl, un general
de las SS responsable de la política de trabajo en los campos, refleja el
alcance de estas actividades:
"1. Cuando estalló la guerra existían los siguientes campos de concentración:
a Dachau, 1939, 4.000 prisioneros, hoy 8.000.
b Sachsenhausen, 1939, 6.500 prisioneros, hoy 10.000.
c Buchenwald 1939, 5.300 prisioneros, hoy 9.000.
d Mauthausen, 1939, 1.500 prisioneros, hoy 5.500.
e Flossenburg, 1939, 1.600 prisioneros, hoy 4.700.
f Ravensbrück, 1939, 2,500 prisioneros, hoy 7,500.
"2. Entre los años 1940 y 1942 se fundaron nueve campos nuevos, a
saber:
a. Auschwitz. (Polonia)
b. Neuengamme
c. Gusen (Austria)
d. Natzweiler (Francia)
e. Gross-Rosen
f. Lublin (Polonia)
g. Niederhagen
h. Stutthof (cerca de Danzig)
i. Arbeitsdorf" (R-129).
Además de estos campos situados en los territorios ocupados, había otros
muchos. El informe oficial del Cuartel General, Tercer Cuerpo del Ejército de
Estados Unidos, Oficina del Auditor Militar, Sección de Crímenes de Guerra,
contiene la siguiente información:
"El campo de concentración de Flossenburg fue creado en 1938 como un
campo para prisioneros políticos. La construcción del campo empezó en 1938
y el primer transporte de prisioneros no llegó hasta abril de 1940. A partir de
esta fecha los prisioneros empezaron a llegar al campo de forma continua.
* * * Flossenburg era el campo madre. Bajo su control y jurisdicción directos
se hallaban 47 campos satélite o comandos externos para los prisioneros
varones y 27 campos para trabajadoras. Era a estos comandos externos a
los que se asignaban los proyectos.
"De todos estos comandos externos, los de Hersbruck y Leifmeritz (en
Checoslovaquia), y los de Oberstaubling, Mulsen y Sall, situados en el
Danubio, eran considerados los peores" (2309-PS).
5. EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN COMO INSTRUMENTO DEL
TERROR
El trato brutal que recibían en estos campos de concentración los ciudadanos
de los países aliados, los prisioneros de guerra y otras víctimas del terror nazi
ya ha sido descrito en las pruebas fílmicas ya presentadas. El análisis verbal
de esta cuestión será, por lo tanto, breve.
Las actas del Comité de Planificación Central, órgano al que pertenecía
Speer y donde se diseñó la estrategia superior nazi sobre producción de
armamentos, registran una reunión en la que se trató sobre la cuestión de
cómo obtener más trabajo de los trabajadores esclavos. Speer, que por lo
general no era considerado un fanático como Frick, o un hombre de sangre y
fuego como Goering, expuso el problema de la siguiente forma:
"Speer: Debemos discutir también sobre la cuestión de los vagos. Ley ha
comprobado que el número de enfermos ha disminuido entre una cuarta y
una quinta parte en aquellas fábricas que disponen de médicos para
examinar a los enfermos. No hay nada que objetar a que las SS y la Policía
adopten medidas drásticas y envíen a estos vagos a campos de
concentración. No hay alternativa posible. Dejemos que esto ocurra varias
veces y la noticia se propagará rápidamente" (R-124).
El efecto disuasorio que los campos de concentración tenían en la sociedad
había sido cuidadosamente planificado. Para intensificar el halo de terror que
envolvía a los campos de concentración, éstos estaban rodeados de
secretismo. Todo lo que ocurría detrás de las alambradas de aquellos
recintos era objeto de temerosas conjeturas tanto en Alemania como en los
países ocupados por los nazis.
Esta fue la estrategia política empleada desde el principio, cuando los nazis
llegaron por primera vez al poder y crearon el sistema de campos de
concentración. Una orden dictada el 1 de octubre de 1933 por el comandante
del campo de Dachau establece un programa de azotes, confinamiento en
solitario y ejecuciones para aquellos presos que infrinjan las normas (778PS). Entre estas normas se encontraban las que prescribían una rígida
censura sobre las condiciones imperantes en el campo:
"En aplicación de las leyes que pesan sobre los revolucionarios, los
siguientes delincuentes, considerados agitadores, deben ser ahorcados.
Toda persona que, con fines agitadores, lleve a cabo cualquiera de los
siguientes actos en el campo, en el trabajo, en los cuarteles, en las cocinas y
talleres, lavabos y lugares de descanso: hable de política, pronuncie
discursos instigadores o celebre reuniones, forme grupos, merodee con otros;
quien con objeto de suministrar propaganda a la oposición divulgue
supuestas atrocidades, recopile información verdadera o falsa sobre el
campo de concentración y su institución; reciba esta información, la oculte,
hable de ello con otros, la filtre al exterior del campo a través de visitantes de
fuera u otras personas por medio de procedimientos clandestinos o de otro
tipo, la traslade por escrito u oralmente a prisioneros liberados o a prisioneros
situados por encima de él, la oculte entre ropa o en otros artículos, lance
piedras u otros objetos por encima de los muros del campo con dicha
información, o elabore documentos secretos; quien, con fines agitadores,
trepe a los tejados de los barracones o a los árboles, trate de establecer
contacto con el exterior mediante señales luminosas o de otro tipo, induzca a
otros a escapar o a cometer un delito, les asesore a tal efecto o apoye de
cualquier forma este tipo de iniciativas" (778-PS).
La censura vigente en los campos se complementaba con una campaña de
rumores instigados oficialmente fuera de los campos. Había rumores sobre
los campos de concentración, y estos rumores eran diseminados por agentes
de la policía secreta. Una orden "altamente confidencial" de 26 de octubre de
1939 relativa a los campos de concentración, dictada por el Jefe de la
Gestapo y distribuida entre los oficiales de policía adecuados, establece:
"Para lograr un mayor efecto disuasorio, en el futuro deberá observarse en
cada caso individual lo siguiente * * *
"3. La duración del período de custodia no debe darse a conocer en ninguna
circunstancia, ni siquiera en caso de que el Reichsführer de las SS y Jefe de
la Policía Alemana o el Jefe de la Policía de Seguridad y del SD ya la hayan
fijado.
"La orden de reclusión en un campo de concentración deberá ser
públicamente anunciada como 'hasta próxima notificación.'
"En los casos más graves, no existe objeción en aumentar el efecto
disuasorio difundiendo de forma inteligente rumores dirigidos más o menos a
transmitir la idea de que, por lo que se comenta y a la vista de la gravedad
del caso, el detenido no será liberado antes de 2 o 3 años.
"4. En ciertos casos, el Reichsführer de las SS y Jefe de la Policía alemana
ordenará, además de la detención en un campo de concentración, la
administración de azotes. Las órdenes de este tipo también serán
transmitidas a partir de ahora a la Oficina de Distrito de la Policía Estatal
correspondiente. En este caso, tampoco existe objeción en difundir el rumor
de esta sanción reforzada prevista en la Sección 3, párrafo 3, en la medida
en que se considere conveniente para potenciar los efectos disuasorios.
"5. Obviamente, para difundir estas noticias debe elegirse a individuos
particularmente adecuados y dignos de confianza" (1531-PS).
6. EL TRATO A LAS VÍCTIMAS DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
El efecto disuasorio de los campos de concentración se basaba en la
promesa de una brutalidad salvaje. Y esta promesa se cumplió hasta un
extremo que desafía toda descripción. Una vez bajo custodia de los guardias
de las SS, la víctima era golpeada, torturada, desnutrida y a menudo
asesinada a través del llamado programa de "exterminio a través del trabajo",
o mediante ejecuciones masivas en las cámaras de gas y los hornos de los
campos (descritos en las pruebas audiovisuales). Los informes de las
investigaciones estatales oficiales suministran pruebas adicionales sobre las
condiciones imperantes en los campos de concentración. El informe oficial
sobre el campo de concentración de Flossenburg, prologado por la Oficina
del Auditor Militar General del Ejército de los Estados Unidos, fechado el 21
de junio de 1945 y complementado por los affidávits y el testimonio adjuntos,
contiene la siguiente descripción:
"En estos campos el trabajo consistía fundamentalmente en tareas bajo tierra
cuya finalidad era la construcción de grandes fábricas subterráneas,
almacenes, etc. El trabajo se realizaba en instalaciones bajo tierra y, como
consecuencia de la brutalidad del trato y de las condiciones laborales y de
vida, la media de prisioneros muertos era de 100 al día. En febrero de 1945
se transportó a 700 prisioneros al campo de Oberstaubling, y el 15 de abril de
1945 sólo 405 de ellos seguían con vida. Durante los 12 meses anteriores a
la liberación, murieron en Flossenburg y en sus subcampos 14.739
prisioneros varones y 1.300 mujeres. Estas cifras reflejan las muertes
obtenidas de los registros existentes en el campo, pero no son en absoluto
definitivas, ya que se produjeron muchas ejecuciones en masa y asesinatos
secretos. En 1941 se construyó un nuevo recinto en el campo de Flossenburg
para albergar a 2.000 prisioneros rusos. De estos 2.000 prisioneros, sólo 102
sobrevivieron.
"La mejor descripción posible del campo de concentración de Flossenburg es
que era una fábrica de muerte. Aunque el objetivo inicial del campo era la
explotación de masas de trabajadores esclavos, otro de sus objetivos
principales era la eliminación de vidas humanas a través del tratamiento dado
a los prisioneros, "raciones de hambre y desnutrición, sadismo, alojamiento y
vestimentas inadecuados, desatención médica, enfermedades, golpes,
ahorcamientos, muerte por congelación, colgamientos por las manos,
suicidios obligados, disparos, todos estos métodos desempeñaron un papel
esencial para alcanzar el objetivo. Los prisioneros eran asesinados al azar;
las matanzas violentas de judíos eran un hecho ordinario. La administración
de inyecciones letales y los tiros en la nuca eran cotidianos. Se permitía que
las epidemias de tifus común y tifus exantemático camparan a sus anchas
como procedimiento para eliminar prisioneros. En este campo, la vida no
valía nada y el asesinato era algo común, tan común que los desafortunados
agradecían una muerte rápida".
"Unas Navidades de 1944 se ahorcó a varios prisioneros a la vez. Los
[demás] prisioneros fueron obligados a presenciar el ahorcamiento. Junto a la
horca había un árbol de Navidad decorado y, en palabras de uno de los
prisioneros, 'era una visión horrorosa, esa combinación de los prisioneros
colgados en el aire y el reluciente árbol de Navidad'.
"En marzo o abril se ahorcó a 13 paracaidistas americanos o británicos.
Habían sido capturados cuando trataban de volar unos puentes y llevaban
poco tiempo en el campo".
"El 20 de abril de 1945, se reunió a cerca de 15.000 prisioneros para iniciar
una marcha forzosa con destino al campo de concentración de Dachau. Fue
la inminente llegada de los Aliados al campo la que forzó a la evacuación de
estos prisioneros. Estos 15.000 prisioneros fueron asignados a tres grupos y
comenzaron la marcha. Sólo se seleccionó a aquellos prisioneros que podían
caminar y, antes de abandonar Flossenburg, muchos fueron ejecutados,
como también lo fueron aquellos que se derrumbaban aguardando en las filas
el inicio de la marcha. No había ninguna previsión ni para alimentar a estos
prisioneros ni para que durmieran durante el viaje. Marchaban en largas
columnas escoltadas por guardias de las SS.
"Durante la marcha se ejecutó a miles de prisioneros, y los caminos por los
que marcharon estaban sembrados de cadáveres. Se elegía a grupos de 5 a
50 hombres a los que se sacaba de la columna de marcha, se les obligaba a
cavar fosas y después se les disparaba. Muchas de las fosas ni siquiera se
cubrían. A medida que caían por agotamiento los ya hambrientos y
debilitados prisioneros, el grupo de guardias de las SS que cerraba la marcha
les remataba de un disparo en la nuca. Todo aquel que abandonara la
formación era inmediatamente ejecutado de esta forma. También morían
como resultado de las palizas recibidas o de golpes asestados en la cabeza.
"Los prisioneros marcharon de viernes a lunes, y durante este tiempo sólo
recibieron 100 gramos de pan. Caminaban bajo la lluvia y dormían en el
campo, en medio del barro y el agua. Muchos de ellos murieron de
agotamiento. El 23 de abril de 1945 fueron liberados por las tropas
norteamericanas entre las localidades de Cham y Roding" (2309-PS).
Un informe oficial de la Oficina del Auditor Militar General del Tercer Cuerpo
del Ejército estadounidense, fechado el 17 de junio de 1945, describe del
siguiente modo las condiciones reinantes en Mauthausen, uno de los más
conocidos centros de exterminio:
"V. Conclusiones. No hay duda de que Mauthausen se concibió como punto
de partida para un posterior desarrollo a largo plazo. Fue construido como
una gigantesca fortaleza de piedra en la cima de una montaña flanqueada
por pequeños barracones.
[...]
La película presentada y estos informes, que podrían ser complementados
con muchos otros similares, ponen claramente de manifiesto que las brutales
condiciones prevalecientes en todos los campos de concentración seguían un
patrón general idéntico. La incidencia generalizada de estas condiciones
demuestra claramente que no eran consecuencia de los excesos esporádicos
de ciertos guardianes, sino el resultado de una política impuesta
deliberadamente desde arriba.
Los crímenes cometidos por los nazis en los campos de concentración fueron
de tal magnitud que las atrocidades individuales palidecen a su lado. Pero la
acusación está en posesión de dos pruebas que ilustran el desprecio que los
nazis sentían por los valores humanos. La primera es una fotografía que
muestra una serie de cortes de piel, procedente de cuerpos de prisioneros del
campo de concentración de Buchenwald y utilizados posteriormente como
adornos (Prueba física aportada por la acusación). Fueron seleccionados por
los tatuajes que tenían en la piel. A esta prueba se adjunta un extracto de un
informe oficial del Ejército estadounidense que describe las circunstancias en
que se obtuvo esta prueba (3420-PS):
"Unidad Móvil de Interrogatorios sobre el terreno nº 2
PW INTELLIGENCE BULLETIN
"Nº 2/20, 19 de diciembre de 1944.
"Comunicados y peticiones remitidos a HQ, FID, MIS, APO 887
"EXTRACTO
"13. Campo de concentración, Buchenwald.
"Preámbulo. El autor de este relato es el PG Andreas Pfafflenberger, 1 Coy, 9
Landesschuetzen Bn., de 43 años de edad y formación limitada, carnicero de
profesión. La concordancia sustancial entre los detalles de su relato y los
detallados en PWIS (H)/LF/736 confirman la validez de su testimonio.
"El prisionero de guerra no ha sido interrogado sobre afirmaciones que, sobre
la base de lo que ya se conoce, son aparentemente erróneas en algunos de
sus detalles, ni se ha hecho nada por modificar el carácter subjetivo de su
relato, que escribió sin ser informado de los datos que ya se conocían. Los
resultados de los interrogatorios relativos al personal de Buchenwald ya han
sido publicados (PWIB NO 2/12 Item 31)."
"En 1939 se ordenó a todos los prisioneros que llevaran tatuajes presentarse
en el dispensario. Nadie sabía cuál era el objetivo. Una vez que los
prisioneros con tatuajes fueron examinados, aquellos que lucían los mejores
y más artísticos permanecieron en el dispensario, donde fueron asesinados
mediante las inyecciones que les administró Karl Beigs, un preso común. Los
cadáveres fueron a continuación enviados al departamento de patología,
donde se arrancaron los fragmentos deseados de piel tatuada para su
posterior tratamiento. El producto final se enviaba a la mujer del
Standartenführer de las SS Koch, que las convirtió en pantallas para
lámparas y otros artículos domésticos ornamentales. Yo mismo pude ver
estos fragmentos de piel tatuada con diversos dibujos y leyendas escritas en
ellos, como por ejemplo "Hans'l und Gret'I", que un prisionero llevaba tatuado
en su rodilla, y barcos dibujados en el pecho algunos prisioneros. Este trabajo
lo llevaba a cabo un prisionero llamado Wernerbach" (3420-PS).
La prueba se acompaña asimismo del siguiente certificado:
"Por la presente, yo, George C. Demas, certifico que la prueba aportada,
consistente en fragmentos de piel, fue hallada en el campo de Buchenwald
por las tropas al mando del Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas, y
me fue entregada por la Sección de Crímenes de Guerra, [Oficina del] Auditor
Militar General, Ejército de los Estados Unidos, en mi calidad de Teniente del
USNR [United States Navy Reserve], a las órdenes del Fiscal Jefe de los
Estados Unidos contra los Crímenes de Guerra cometidos por las Potencias
del Eje, y como parte de mis competencias " (3421-PS).
La conclusión del informe oficial del Ejército de los Estados Unidos que
acompaña a la prueba, es la siguiente:
"Sobre la base de los hechos mencionados en el Párrafo 2, las tres muestras
son restos de piel humana tatuada" (3423-PS).
Otro ejemplo de esta fase patológica de la cultura nazi, otro trofeo nazi, es
una cabeza humana desprovista de cráneo, reducida, disecada y conservada
para la posteridad (prueba física aportada por la acusación). La cabeza
perteneció probablemente a un trabajador extranjero, secuestrado por
Sauckel para trabajar en la industria de armamentos de Speer. Los nazis
habían hecho decapitar a una de sus muchas víctimas después de ahorcarle
por fraternizar con una mujer alemana; luego usaron esta cabeza de adorno.
Éste es un símbolo del producto final del sistema nazi; representa tanto la
degradación del "dominador" nazi como la angustia de sus víctimas. El
informe oficial del Ejército estadounidense que se adjunta a esta prueba
detalla cómo se adquirió la prueba. En dicho informe puede leerse:
"También vi en aquel lugar las cabezas reducidas de dos jóvenes polacos
que habían sido ahorcados por mantener relaciones con chicas alemanas.
Las cabezas tenían el tamaño de un puño, y conservaban el pelo y las
señales de la soga" (3423-PS) |109|.
La siguiente carta adjuntada como anexo al documento presentado ante el Tribunal
de Nuremberg con el Número 2171-PS, fue enviada a los comandantes de los
campos de concentración, incluidos Mauthausen y Sachsenhausen, en relación con
las actividades médicas en los campos ante la alta tasa de mortalidad registrada:
Anexo II
Copia de una carta enviada por la Oficina Principal de Administración
Económica de las SS a todos los campos de concentración.
Oficina Principal de Administración Económica de las SS
Grupo de Servicio D - Campo de Concentración
D III/Az.: 14 h (KL) 12.42 Lg/Wy
Oranienburg
28 de diciembre de 1942
Asunto: Actividades médicas en los campos de concentración
Referencia: sin referencia
Documento adjunto: 1
SECRETO
A los médicos-jefe de los campos de concentración de Da., Sh. Bu., Neu.,
Au., Rav., Flo., Lu., Stu., Gr-Ro., Nied., Natz., Hinz., Mor., Herzog., Mau.,
Copia a los comandantes de los campos.
Se les envía para su información un documento adjunto que incluye una
compilación de las llegadas y salidas actuales en todos los campos de
concentración. Dicho documento revela que, de las 136.000 llegadas,
aproximadamente 70.000 han muerto. Con una tasa de mortalidad tan
elevada, el número de prisioneros nunca podrá llegar a la cifra que ha
establecido el Reichsfuehrer de las SS. Los médicos-jefe de los campos
deben emplear todos los medios a su alcance para reducir de forma notable
esta tasa de mortalidad en los distintos campos. El mejor médico de campo
de concentración no es aquel que piensa que debe destacar por una
severidad que no se le exige, sino el que mediante su supervisión y
colaboración mantiene la capacidad de trabajo de los distintos
destacamentos de trabajo al máximo nivel posible. Los médicos de campo
deben supervisar con más frecuencia que hasta ahora la comida de los
prisioneros y, con la autorización de la administración, presentar propuestas
para mejorarla a los comandantes del campo. Dichas propuestas, sin
embargo, no deben limitarse a quedar plasmadas en el papel, sino que deben
ser regularmente controladas por los médicos de campo. Además, los
médicos de campo deben verificar que las condiciones laborales de los
distintos lugares de trabajo mejoran tanto como sea posible. A estos efectos,
será necesario que los médicos de campo inspeccionen los lugares de
trabajo sobre el terreno y se cercioren de las condiciones de trabajo vigentes
en los mismos.
El Reichsfuehrer de las SS ha ordenado que la tasa de mortalidad debe
reducirse necesariamente. Ésta es la razón por la que se ha ordenado lo
precedente y por la que todos los meses deberá presentarse un informe
sobre esta cuestión al Jefe del departamento D III. El primero de estos
informes debe presentarse el 1 de febrero de 1943.
[Firma ilegible]
Klueder [?]
Brigadefuehrer de las SS y General de División |110|
II.4.- Organización criminal y doctrina del "Plan Criminal Común" en el
derecho internacional posterior a Nuremberg.
El Principio VI de los Principios derivados del Estatuto y la Sentencia de Nuremberg,
publicados oficialmente por las Naciones Unidas en 1950, prevé específicamente
como crimen contra la humanidad la participación en un plan común que implique la
comisión de:
Principio VI. Los crímenes que se enumeran a continuación son
punibles bajo el Derecho Internacional:
(...)
b) Crímenes de guerra; a saber:
Las violaciones de las leyes o costumbres de la guerra. Tales
violaciones comprenden, sin que esta enumeración tenga
carácter limitante, el asesinato, el maltrato o la deportación para
realizar trabajos en condiciones de esclavitud, o con cualquier
otro propósito, de poblaciones civiles en territorios ocupados, o
que en ellos se encuentren; el asesinato o el maltrato de
prisioneros de guerra o personas en el mar; la matanza de
rehenes; el saqueo de la propiedad pública o privada; la
destrucción incondicional de ciudades, villas o aldeas ,o la
devastación no justificada por las necesidades militares.
c) Crímenes contra la Humanidad; a saber:
El asesinato, el exterminio, la esclavitud, la deportación y otros
actos inhumanos cometidos contra una población civil, o las
persecuciones por razones políticas, raciales o religiosas,
cuando tales actos sean cometidos o tales persecuciones sean
llevadas a cabo al perpetrar cualquier delito de guerra, o en
relación con tales delitos.
Principio VII. La Complicidad en la perpetración de un crimen
contra la paz, un crimen de guerra o un crimen contra la
Humanidad de los enumerados en el Principio VI es un crimen
bajo el Derecho Internacional |111|.
Después de Nuremberg la responsabilidad por pertenencia a organización criminal
no ha sido aplicada con la misma terminología, y se han aplicado los conceptos de
conspiración criminal y de complicidad en la comisión de actividades criminales. La
terminología acuñada por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (en
adelante "TPIY") es la de Empresa Criminal Conjunta ("JCE" por sus siglas en
inglés).
Por su parte, el Artículo 3 de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito
de Genocidio, a través de la figura de la asociación ilícita, establece la
responsabilidad penal de quienes se unen para la comisión de este fin ilícito.
Artículo 3
Serán castigados los actos siguientes:
a) El genocidio;
b) La Asociación para cometer genocidio;
c) La instigación directa y pública a cometer genocidio;
d) La tentativa de genocidio;
e) La Complicidad en el genocidio.
El segundo sub-párrafo penaliza la conspiración para cometer genocidio. La
conspiración es condenable tanto en el borrador del Secretariado como en el del
Comité Ad Hoc. El comentario al borrador del Secretario General indica que "el
genocidio difícilmente puede cometerse a gran escala sin alguna forma de acuerdo.
De ahí que el simple hecho de la conspiración pueda ser punible, incluso aunque
"no haya tenido lugar ningún acto preparatorio". El Secretario General concluye, así,
que la grave amenaza planteada a la humanidad por el genocidio, dicta que es
punible el simple acuerdo para cometerlo, en razón a salvaguardarse contra la
realización de tales actos |112|.
El Estatuto del TPIY establece en su artículo 7 la responsabilidad penal individual
por la comisión de, entre otros, crímenes contra la humanidad, del siguiente modo
|113|:
Artículo 7
Responsabilidad penal individual
1. Quienquiera haya planificado, incitado a cometer, ordenado,
cometido, o ayudado y alentado de cualquier forma a planificar,
preparar o ejecutar uno de los crímenes contemplados en los
artículos 2 a 5 del presente Estatuto, es individualmente
responsable de dicho crimen.
2. La categoría oficial de un acusado, ya sea como Jefe de
Estado o de Gobierno, o como alto funcionario, no le exonera
de su responsabilidad penal y no es motivo de disminución de la
pena.
3. El hecho de que cualquiera de los actos contemplados en los
artículos 2 a 5 del presente Estatuto haya sido cometido por un
subordinado, no libera su superior de su responsabilidad penal
si sabía o tenía razones para saber que el subordinado se
aprestaba a cometer ese acto o ya lo hizo, y que el superior no
tomó las medidas necesarias y razonables para impedir que
dicho acto no fuera cometido, o para castigar a los autores.
4. El hecho de que un acusado haya actuado en ejecución de
una orden de un gobierno o de un superior no le exonera de su
responsabilidad penal, pero puede ser considerado como un
motivo de disminución de la pena si el Tribunal Internacional lo
estima conforme a la justicia.
El artículo 6 del Estatuto del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (en adelante
"TPIR") se expresa en los mismo términos.
A su vez, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, aprobado el 17 de
julio de 1998 y cuya Ley Orgánica de Ratificación ya ha sido aprobada por el
Parlamento Español, establece en su artículo 25.3 sobre Responsabilidad Penal
Individual:
3. De conformidad con el presente Estatuto, será penalmente
responsable y podrá ser penado por la comisión de un crimen
de la competencia de la Corte quien:
a) Cometa ese crimen por sí solo, con otro o por
conducto de otro, sea éste o no penalmente responsable;
b) Ordene, proponga o induzca la comisión de ese
crimen, ya sea consumado o en grado de tentativa;
c) Con el propósito de facilitar la comisión de ese crimen,
sea cómplice o encubridor o colabore de algún modo en
la comisión o la Tentativa de comisión del crimen, incluso
suministrando los medios para su comisión;
d) Contribuya de algún otro modo en la comisión o
tentativa de comisión del crimen por un grupo de
personas que tengan una finalidad común. La
contribución deberá ser intencional y se hará:
i) Con el propósito de llevar a cabo la actividad o
propósito delictivo del grupo, cuando una u otro
entrañe la comisión de un crimen de la
competencia de la Corte; o
ii) A sabiendas de que el grupo tiene la intención
de cometer el crimen;
e) Respecto del crimen de genocidio, haga una
instigación directa y pública a que se cometa;
f) Intente cometer ese crimen mediante actos que
supongan un paso importante para su ejecución, aunque
el crimen no se consume debido a circunstancias ajenas
a su voluntad. Sin embargo, quien desista de la comisión
del crimen o impida de otra forma que se consuma no
podrá ser penado de conformidad con el presente
Estatuto por la tentativa si renunciare íntegra y
voluntariamente al propósito delictivo.
Responsabilidad penal por participación en Empresa Criminal Conjunta y su
aplicación por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia.
Como se acaba de exponer más arriba, el Estatuto del TPIY establece en su artículo
7 la responsabilidad penal individual por la comisión de, inter alia, crímenes contra la
humanidad.
La determinación de la responsabilidad penal individual sobre la base de
pertenencia a organización criminal, o, en la terminología actual de este Tribunal,
"Empresa Criminal Conjunta", ha sido establecida en la jurisprudencia del TPIY,
siendo de destacar la sentencia de 27 de septiembre de 2006 recaída en el caso
Krajisnik.
Sentencia Krajisnik del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia de 27 de
septiembre de 2006.
Los jueces del TPIY condenaron el 27 de septiembre de 2006 a Momilo Krajišnik, ex
miembro de la dirigencia serbio bosnia, a 27 años de prisión al hallarle culpable de
los siguientes cargos:





Cargo 3, persecución como crimen contra la humanidad
Cargo 4, exterminio como crimen contra la humanidad
Cargo 5, asesinato como crimen contra la humanidad
Cargo 7, deportación como crimen contra la humanidad
Cargo 8, traslado forzoso como acto inhumano como crimen
contra la humanidad
En esta sentencia |114| el TPIY aborda en detalle la doctrina del plan común que el
Tribunal ya había perfilado en la sentencia Tadic, extractada a estos efectos más
abajo, y abunda en lo que para el TPIY se configura como "Empresa Criminal
Conjunta" o "Joint Criminal Enterprise", "JCE" por sus siglas en inglés.
El resumen oficial del fallo tal cual fue leído por la Cámara de Primera Instancia del
Tribunal, en lo que se refiere al plan criminal común y la responsabilidad penal del
acusado dice así |115|:
Abordaremos a continuación la cuestión de la responsabilidad
penal del Sr. Krajisnik por los crímenes enunciados
anteriormente. A la luz de los hechos del presente caso, la
Cámara estima que el modo más apropiado para establecer la
responsabilidad es el de la empresa criminal conjunta. Por
tanto, no se han considerados otras formas de responsabilidad
contempladas en el acta de acusación.
La Cámara sostiene que la existencia de una empresa criminal
conjunta no presupone una planificación preparatoria o un
acuerdo explícito entre los participantes en la misma. La
Cámara concluye que existía un empresa criminal conjunta a lo
largo del territorio de la República Serbo Bosnia. Había un
componente medular del grupo, que incluía al Sr. Krajisnik,
Radovan Karadzic y a otros líderes serbo bosnios. La base de
la empresa criminal conjunta estaba en las regiones y
municipalidades de la República Serbo Bosnia, y mantenía
estrechos lazos con la dirección de la capital serbo bosnia de
Pale. Una empresa criminal conjunta puede existir, y sus
miembros pueden ser hallados responsables de los crímenes
cometidos en las municipalidades por los perpetradores
principales aún cuando puedan no haber compartido el objetivo
común de la empresa criminal conjunta. En tales casos, basta
con demostrar que sus actos fueron procurados por miembros
de la empresa criminal conjunta en la ejecución del objetivo
común. La posibilidad de que uno o más de los perpetradores
principales no fueran conscientes de la empresa criminal
conjunta o de su objetivo no es excluyente con la conclusión de
que la empresa criminal conjunta cometió crímenes por el
territorio de las municipalidades del acta de acusación a través
de tales perpetradores principales.
El objetivo de la empresa criminal conjunta era el de
recomponer étnicamente los territorios fijados como objetivo por
la dirección serbo-bosnia a través de la reducción drástica de la
proporción de musulmanes bosnios y croatas bosnios mediante
su expulsión. La Cámara determinó que los crímenes de
deportación y traslado forzoso eran los crímenes iniciales de
este objetivo común. El Sr. Krajisnik dio el visto bueno para el
inicio de programa de expulsión durante una sesión de la
Asamblea Serbo Bosnia en la cual hizo un llamamiento,
textualmente "a la implementación de lo acordado, la división
étnica sobre el terreno".
Los medios criminales al servicio de un objetivo criminal común
pueden ampliarse cuando los miembros a la cabeza de la
empresa criminal conjunta son informados de nuevos tipos de
crímenes cometidos en ejecución del objetivo y no adoptan las
medidas necesarias para impedir la repetición de tales
crímenes, y cuando persisten en la implementación del objetivo
común. En este caso, se ha demostrado que los miembros de la
empresa criminal conjunta han pretendido la ampliación de los
medios, puesto que la implementación del objetivo común ya no
puede considerarse limitada a la comisión de los crímenes
iniciales.
Si bien en los primeros momentos de la empresa criminal
conjunta en la que el Sr. Krajisnik participó, el objetivo común
pudo estar limitado a los crímenes de deportación y traslado
forzoso, las pruebas demuestran que los medios criminales de
la empresa crecieron muy pronto y pasaron a incluir otros
crímenes de persecución, así como asesinato y exterminio. Este
conjunto ampliado de crímenes, como se detalla en la
sentencia, vinieron a redefinir los medios criminales mediante
los cuales el objetivo común de la empresa criminal conjunta
sería alcanzado durante el período de tiempo previsto en el acta
de acusación.
Las pruebas no demuestran, en ningún momento del periodo
contemplado en el acta de acusación, que el crimen de
genocidio formara parte del objetivo criminal común de la
empresa criminal conjunta en la que la evidencia revela que el
Sr. Krajisnik participó, ni tampoco que el Sr. Krajisnik tuviera la
intencionalidad específica necesaria para [poder calificar los
crímenes como] genocidio. Tampoco las pruebas permiten
sostener la conclusión de que el Sr. Krajisnik fue cómplice de
genocidio.
La Cámara considera que la contribución global del Sr. Krajisnik
a la empresa criminal conjunta consistía en ayudar a establecer
y perpetuar las estructuras estatales y del partido SDS que eran
instrumentales a la comisión de los crímenes. También
desplegó sus habilidades políticas tanto a nivel local como
internacional para facilitar la implementación del objetivo común
de la empresa criminal conjunta a través de los crímenes
previstos en ese objetivo. El Sr. Krajisnik conocía de, y
pretendía, la detención masiva y la expulsión de civiles. Tenía
poder para intervenir, pero no le incumbían las dificultades de
las personas detenidas y expulsadas. El Sr. Krajisnik quería que
a las poblaciones musulmana y croata se las sacara en gran
número fuera de los territorios serbo bosnios, y aceptó que era
necesario un alto costo de sufrimiento, muerte y destrucción
para conseguir la dominación serbia y un estado viable.
Por lo tanto, la Cámara concluye que el Sr. Krajisnik es culpable
de los crímenes más arriba mencionados a través de su
participación en una empresa criminal conjunta.
Para este caso, la Cámara de Primera Instancia estuvo conformada por los
siguientes magistrados: Juez Alphons Orie (Magistrado Presidente), juez Claude
Hanoteau y el juez ad litem de origen español Joaquín Martín Canivell, magistrado
de la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo español.
Los párrafos 1078 a 1126 de la sentencia dictada en el caso Prosecutor v. Momilo
Krajišnik contienen las conclusiones del Tribunal acerca de la responsabilidad del
acusado por su pertenencia a Empresa Criminal Conjunta.
Caso Tadic
La sentencia de la Sala de Apelaciones del TPIY en el Caso Tadic, sentencia de 15
de julio de 1999, sistematizó lo que hasta ese momento se denominaba doctrina del
"Plan Común Criminal", haciendo un recorrido histórico, sobre todo en cuanto a las
fuentes jurisprudenciales, así como una explicación de la aplicación de la figura a la
luz del mens rea o elemento intencional.
A continuación se transcriben los parágrafos relevantes de dicha sentencia con sus
correspondientes notas marginales y comentarios:
"2. La responsabilidad penal individual del acusado.
(a) El artículo 7(1) del Estatuto y el concepto de Plan Común.
185. Surge pues la cuestión de si bajo el derecho penal
internacional se puede establecer la responsabilidad penal del
acusado por el asesinato de 5 hombres en Jaskici aunque no
exista evidencia de que éstos hayan sido asesinados por el
acusado personalmente. Las dos cuestiones centrales son:
(i) si los actos de una persona pueden dar lugar a la
culpabilidad penal de otra en aquellos casos en que ambas
participan en la ejecución de un plan criminal común; y
(ii) qué grado de mens rea se requiere en tales casos.
186. La asunción básica debe venir dada por el hecho de que
en derecho internacional, al igual que en los sistemas
nacionales, la responsabilidad penal se basa en el principio de
culpabilidad personal: nadie puede ser tenido por penalmente
responsable de actos o transacciones en los que no se ha
involucrado personalmente o participado de ningún otro modo
(nulla poena sine culpa). En los ordenamientos jurídicos
nacionales este principio aparece recogido en las
constituciones, en las leyes o en las decisiones judiciales. En
derecho penal internacional este principio se prevé, entre otros,
en el artículo 7(1) del estatuto del Tribunal Internacional, que
establece:
Quienquiera haya planificado, incitado a cometer, ordenado,
cometido, o ayudado y alentado de cualquier forma a planificar,
preparar o ejecutar uno de los crímenes contemplados en los
artículos 2 a 5 del presente Estatuto, es individualmente
responsable de dicho crimen. (El énfasis es nuestro).
Esta disposición se halla muy bien explicada en el Informe del
Secretario-General sobre el establecimiento del Tribunal
Internacional, en donde se afirma lo siguiente:
Un importante elemento en relación con la competencia ratione
personae (jurisdicción personal) del Tribunal Internacional es el
principio de la responsabilidad penal individual. Como se ha
señalado más arriba, el Consejo de Seguridad ha reafirmado en
una serie de resoluciones que las personas que han cometido
graves violaciones del derecho internacional humanitario en la
antigua Yugoslavia son individualmente responsables de tales
violaciones. |116|
El artículo 7(1) también determina los parámetros de la
responsabilidad penal individual a la luz del Estatuto. Cualquier
acto que recaiga bajo una de las cinco categorías contenidas en
la disposición, puede entrañar la responsabilidad penal del
perpetrador o quienquiera que hubiere participado en el crimen
bajo una de las formas explicitadas en la misma disposición del
Estatuto.
187. Teniendo en cuenta las disposiciones generales
precedentes, ha de determinarse si la responsabilidad individual
por participación en un objetivo criminal común recae bajo el
ámbito del artículo 7(1) del Estatuto.
188. Esta disposición cubre, ante todo, la perpetración material
de un crimen por parte del propio infractor, o la omisión culpable
de un acto cuya imperatividad deriva de una regla de derecho
penal. Sin embargo, la comisión de uno de los crímenes
previstos en los artículos 2, 3, 4 ó 5 del Estatuto puede también
producirse mediante la participación en la realización del plan o
finalidad común.
189. Una interpretación del Estatuto basada en su objetivo y
finalidad conduce a la conclusión de que el Estatuto pretende
extender la jurisdicción del Tribunal Internacional a todos
aquéllos "responsables de graves violaciones del derecho
internacional humanitario" cometidas en la antigua Yugoslavia
(artículo 1). Como se desprende de la redacción del artículo
7(1) y de las disposiciones que establecen los crímenes sobre
los que el Tribunal Internacional tiene competencia (artículos 2
a 5), tal responsabilidad por graves violaciones del derecho
internacional humanitario no se restringe exclusivamente a
quienes de hecho llevan a cabo el actus reus de los crímenes
enumerados, sino que se extiende también a otros
transgresores (ver concretamente el artículo 2, que se refiere a
la comisión o a ordenar la comisión de infracciones graves a las
convenciones de Ginebra, así como el artículo 4, que establece
varios tipos de delitos en relación con el genocidio, incluyendo
la conspiración, la instigación, la tentativa y la complicidad).
190. Ha de resaltarse que esta noción ha sido explicada en
forma clara por el Secretario General en su Informe, según el
cual:
El Secretario General considera que todas las personas que
participan en la planificación, preparación o ejecución de graves
violaciones del derecho internacional humanitario en la antigua
Yugoslavia son individualmente responsables de tales
violaciones. |117|
Por lo tanto, todos aquéllos involucrados en graves violaciones
del derecho internacional humanitario, al margen de la forma en
la que puedan haber perpetrado, o participado en la
perpetración, de tales violaciones, han de ser puestos a
disposición de la justicia. Si esto es así, es adecuado concluir
que el Estatuto no se limita a otorgar jurisdicción sobre aquellas
personas que planifican, instigan, ordenan, perpetran
físicamente un crimen o ayudan a/y alientan su planificación,
preparación o ejecución.. El Estatuto no se detiene ahí. No
excluye las formas de participación en la comisión de los
crímenes que tienen lugar cuando varias personas que
comparten una finalidad común se embarcan en una actividad
criminal que es después llevada a cabo, bien conjuntamente,
bien por sólo algunos miembros de esta pluralidad de personas.
Cualquiera que contribuya a la comisión de crímenes por parte
del grupo de personas o de algunos miembros del grupo, en
ejecución de una finalidad criminal común, pueden ser
responsables penalmente en caso de darse las condiciones que
se especifican más abajo.
191. La interpretación anterior no viene dictada únicamente por
el objeto y finalidad del Estatuto, sino que es una exigencia de
la misma naturaleza de muchos crímenes internacionales, los
cuales se cometen casi siempre en tiempos de guerra. En la
mayoría de las ocasiones estos crímenes no tienen su origen en
la tendencia criminal de determinas personas consideradas
individualmente, sino que constituyen manifestaciones de una
criminalidad colectiva: estos crímenes son muy a menudo
ejecutados por grupos de individuos movidos por la
consecución de un plan criminal común. Si bien puede que sólo
algunos miembros del grupo perpetren físicamente el acto
criminal (asesinato, exterminio, destrucción indiscriminada de
ciudades, pueblos o aldeas, etc.), la participación y contribución
de los restantes miembros del grupo es con frecuencia crucial
para facilitar la comisión del crimen en cuestión, de donde se
desprende que el reproche moral de tal participación no suele
ser menor -o al menos no diferente- que el que merecen
quienes de hecho han llevado a cabo los actos en cuestión.
192. Bajo estas circunstancias, tener por única responsable
penal a la persona que realizó materialmente la acción criminal,
supondría dejar de lado el papel de co-perpetradores de todos
aquéllos que de alguna manera hicieron posible que el
perpetrador pudiera llevar a cabo físicamente el acto criminal. Al
mismo tiempo, y dependiendo de las circunstancias, hacer
responsables a éstos últimos únicamente como cómplices o
encubridores puede suponer una infraestimación del grado de
su responsabilidad penal.
193. Esta interpretación, basada en el Estatuto y las
características inherentes de muchos de los crímenes
cometidos en tiempos de guerra, refuerza la conclusión de que
la responsabilidad penal internacional abarca acciones
perpetradas por una colectividad de personas en seguimiento
de un plan criminal común. Ha de destacarse igualmente que tal y como se mencionará más abajo- las reglas penales
internacionales sobre la finalidad común encuentran
substancialmente su raíz en, y reflejan en gran medida, la
posición adoptada por muchos Estados del mundo en sus
ordenamientos jurídicos internos.
194. No obstante, el Estatuto del Tribunal no especifica (ni
implícita ni explícitamente) los elementos objetivos y subjetivos
(actus reus y mens rea) de esta categoría de criminalidad
colectiva. Para identificar estos elementos debemos echar
mano del derecho internacional consuetudinario. Las normas
consuetudinarias en esta materia pueden discernirse sobre la
base de varios elementos: principalmente la jurisprudencia y
algunas pocas instancias de legislación internacional.
195. Muchos de los casos que siguieron a la II Guerra Mundial
relativos a crímenes de guerra estaban inspirados por el
principio de que cuando dos o más personas actúan
conjuntamente en persecución de una finalidad criminal común,
los delitos perpetrados por cualquiera de ellas pueden conllevar
la responsabilidad penal de todos los miembros del grupo. Un
repaso detallado de la jurisprudencia relevante muestra que, en
términos generales, la noción de finalidad común entraña tres
categorías diferenciadas de criminalidad colectiva.
196. La primera de esas categorías viene representada por los
casos en que todos los coacusados, actuando en persecución
de un plan común, poseen la misma intencionalidad delictiva;
por ejemplo, la formulación de un plan entre los coperpetradores para asesinar, en donde, a la hora de llevar a la
práctica este plan común (e incluso si cada uno de los coperpetradores desempeña una función diferente dentro del
plan), sin embargo, todos poseen la intención de matar. Los
requisitos previos, tanto objetivos como subjetivos, para imputar
la responsabilidad penal a un participante que no ha efectuado,
o no puede probarse que haya efectuado, el asesinato, son los
siguientes: (i) el acusado ha de haber participado
voluntariamente en algún aspecto del plan común (por ejemplo,
infligiendo violencia sin resultado de muerte sobre la víctima,
suministrando ayuda material o facilitando las actividades de
sus co-perpetradores); y (ii) el acusado, incluso si no ha
intervenido personalmente en la realización del asesinato, debe
no obstante pretender su resultado.
197. Con respecto a esta categoría, es de obligada referencia el
caso Georg Otto Sandrock et al. (también conocido como el
juicio Almelo). |118| En este caso, un tribunal británico halló
culpables a tres alemanes que habían asesinado a un
prisionero de guerra británico bajo la doctrina de la "empresa
común". Resultaba claro que todos ellos habían tenido la
intención de asesinar al soldado británico, si bien cada cual jugó
un papel diferente. Por tanto, todos ellos eran co-perpetradores
del crimen de asesinato. |119| Igualmente, en el caso Hoelzer et
al., sustanciado ante un tribunal militar canadiense, en su
exposición final el Juez Auditor Militar |120| habló de una
"empresa común" respecto del asesinato de un prisionero de
guerra canadiense a manos de tres alemanes, y enfatizó que
los tres sabían que la finalidad de llevar al canadiense a una
zona concreta era la de asesinarle. |121|
198. Otra instancia de aplicación de co-autoría de esta
naturaleza viene dada por el caso Jepsen y otros. |122| Un
tribunal británico tenía que pronunciarse sobre la
responsabilidad de Jepsen (uno de varios acusados) por las
muertes de internos en campos de concentración durante las
semanas anteriores a la capitulación de Alemania en 1945 y
mientras estaban de tránsito hacia otro campo de
concentración. En este sentido, el Fiscal alegó (y esto no fue
rebatido por el Juez Auditor Militar) que:
[S] i Jepsen se unió a esta carnicería de unas ochenta personas
de manera voluntaria, ayudando a los demás cumpliendo con
su parte en las matanzas, las ochenta y tantas muertes pueden
achacársele a él y a cada uno de los hombres que de alguna
manera contribuyeron al acto. |123|
En línea similar, el Juez Auditor Militar señaló en Schonfeld que:
si varias personas se ponen de acuerdo para conseguir una
finalidad ilegal, o una finalidad legal cuya consecución requiera
de medios ilegales, y una de ellas, a la hora de poner en
práctica ese propósito, mata a un hombre, esta muerte recaerá
sobre todos los presentes [...], dado que la muerte ha sido
causada por un miembro del grupo en el transcurso de sus
actividades para llevar a la práctica el objetivo común de la
asamblea. |124|
199. Ha de señalarse que en algunos casos se vincula
ampliamente la noción de finalidad común con la de causación.
En este sentido puede mencionarse el caso Ponzano |125|, que
versó sobre el asesinato de cuatro prisioneros de guerra
británicos en violación de las leyes de la guerra. En este caso,
el Juez adoptó la línea argumentativa propuesta por el Fiscal
|126|, y enfatizó lo siguiente:
[...] el requisito de que un acusado, antes de ser hallado
culpable ha debido estar involucrado en el crimen. [E] star
involucrado en la comisión de un acto criminal [...] no quiere
decir necesariamente que esa persona sea la que de hecho
haya infligido la herida fatal causante directa de la muerte, ya
sea mediante un disparo o cualquier otro medio violento;
también abarca un grado indirecto de participación [...]. [E] n
otras palabras, esa persona ha de ser un eslabón en la rueda
de sucesos que conducen al resultado que de hecho tuvo lugar.
Puede perseguir tal objetivo no solamente ordenando la
comisión de un acto criminal, sino también a través de una
variedad de medios. |127|
Es más, el Juez Auditor Militar mantuvo que si bien la
implicación en los actos criminales debe ser un eslabón de la
cadena de causación, no es necesario que su participación
tenga el carácter de sine qua non, o que el crimen no hubiera
tenido lugar sin su participación. |128| Sin embargo, en
consonancia con los mismos requerimientos de la
responsabilidad penal bajo esta categoría, el Juez Auditor
Militar resaltó la necesidad de conocimiento por parte del
acusado en lo que atañe a la finalidad pretendida de la empresa
criminal. |129|
200. Finalmente, otro caso digno de mención en relación con
esta primera categoría, es el caso de los Einsatzgruppen case.
|130| En lo que hace al plan común, un Tribunal de los Estados
Unidos en Nuremberg señaló que:
ha de quedar bien claro el principio elemental de que ni bajo la
Ley 10 del Consejo de Control ni bajo ningún sistema conocido
de derecho penal la culpabilidad por asesinato se limita al
hombre que apretó al gatillo o entierra el cadáver. En
consonancia con los principios comúnmente reconocidos por
todos los sistemas jurídicos civilizados, el parágrafo 2 del
Artículo II de la Ley 10 del Consejo de Control especifica una
serie de tipos en conexión con el crimen y que son suficientes
para dar lugar a la culpabilidad. De este modo, no sólo los
autores principales son culpables, sino también los accesorios,
es decir, aquéllos que consintieron a la comisión del crimen o
que están relacionados con planes o actuaciones involucradas
en su comisión, aquéllos que ordenan o encubren el crimen y
aquéllos que pertenecen a una organización o grupo implicados
en la comisión del crimen. Estas disposiciones no entrañan ni
nuevos ni radicales principios de responsabilidad criminal. [...].
El Tribunal continuó:
Aunque estos hombres [Radetsky, Ruehl, Schubert y Graf] no
estaban al mando, no pueden obviar el hecho de que eran
miembros de unidades de los Einsatz cuya misión expresa, bien
conocida de todos sus miembros, era la implementación de una
programa de asesinato a gran escala. Todo miembro que
coadyuvara a hacer posible el funcionamiento de estas
unidades, a sabiendas de lo que estaba tramándose, es
culpable de los crímenes cometidos por la unidad. El cocinero
en la galera de un buque pirata no escapa al peligro de las
vergas por el mero hecho de que él, personalmente, no esgrima
un sable. El hombre que se queda en la puerta de un banco y
vigila los alrededores puede parecer el más pacífico de los
ciudadanos, pero si su objetivo es advertir a sus compañeros de
robo que están dentro del banco de que la policía se acerca, su
culpabilidad está lo suficientemente establecida. Y si asumimos,
a efectos de la argumentación, que los acusados como
Schubert y Graf han conseguido establecer que su papel fue
auxiliador únicamente, no están éstos en mejor posición que el
cocinero o el vigilante de los ladrones. |131|
En esta línea, el tribunal también entró en la aseveración de que
ciertos mandos no participaron directamente en los crímenes
cometidos, señalando que:
"[c] on respecto a los acusados Jost y Naumann, [...] es [...]
altamente probable que estos acusados no participaran
personalmente, al menos con mucha frecuencia, en las
ejecuciones. De hecho sería extraño que en su caso hubiera
sido de otro modo, pues ellos tenían autoridad. Lejos de
servirles de defensa o de contribuir a la atenuación de la pena,
el hecho de que estos acusados no dispararan personalmente a
un gran número de personas, sino que más bien se dedicaron a
dirigir las operaciones globales de los Einsatzgruppen, tan sólo
viene a demostrar su responsabilidad aún mayor por los
crímenes cometidos por los hombres bajo su mando. |132|
201. Ha de advertirse que en muchos de los juicios posteriores
a la II Guerra Mundial que se sustanciaron en otros países, los
tribunales adoptaron el mismo punto de vista respecto de los
crímenes en que se ha dado la participación de dos o más
personas en diferente grado. Sin embargo, no se basaron en la
noción de finalidad o plan común, optando por el concepto de
co-perpetración o co-autoría. Esto sucedió en varios casos en
Italia y Alemania.
202. La segunda categoría de casos es en muchos aspectos
similar a la expuesta más arriba, y comprende los llamados
casos de los "campos de concentración". La noción de la
finalidad común se aplicó a situaciones en que los crímenes que
se imputaban habían sido cometidos por miembros de unidades
militares o administrativas como las que se encargaban de los
campos de concentración, es decir, por grupos de personas que
actuaban movidas por un plan concertado. Entre los casos
ilustrativos de esta categoría está el del Campo de
Concentración de Dachau |133|, sustanciado ante un tribunal de
los Estados Unidos habilitado para tales efectos en Alemania y
el caso Belsen |134|, conducido por un tribunal militar británico
en Alemania. En estos casos los acusados ostentaban una
posición de autoridad dentro de la jerarquía de los campos de
concentración. En términos generales, los cargos en su contra
consistían en que habían actuado en aras de un plan común
para asesinar o maltratar prisioneros y por consiguiente, para
cometer crímenes de guerra: "Parece, por lo tanto, que lo que
marcaba todo el caso, como una amenaza, era lo siguiente: que
en el campo se dio un sistema general de tratos inhumanos y
asesinatos contra los internos (la mayoría eran nacionales
aliados) y que este sistema fue implementado con conocimiento
de los acusados, que eran miembros del personal, y con su
participación activa. El tribunal mantiene en este caso que tal
curso de conducta equivale a 'actuar en persecución de un plan
común para violar las leyes y usos de la guerra'. Todos lo que
de algún modo participaron en ese plan común fueron hallados
culpables de un crimen de guerra, si bien la naturaleza y el
alcance de tal participación podían variar" |135|.
En su resumen del caso Belsen, el Juez Auditor Militar adoptó
los tres requerimientos identificados por el Fiscal como
necesarios para establecer la culpabilidad en cada caso: (i) la
existencia de un sistema organizado para maltratar a los
detenidos y cometer varios de los crímenes que se alegan; (ii) la
conciencia del acusado de la naturaleza del sistema; y (iii) el
hecho de que el acusado, de alguna manera, participó
activamente en el fortalecimiento del sistema, esto es, animó,
ayudó y encubrió, o, en todo caso, participó, en la realización
del plan criminal común. [El Juez resumió la argumentación
jurídica del Fiscal, aprobándola, del siguiente modo:
Para la Fiscalía, todos los acusados empleados en
Auschwitz sabían que existía un sistema y un curso de
conducta, y que, de uno u otro modo, en aras de un
acuerdo común para llevar el campo de manera brutal,
toda esa gente estaba participando de ese curso de
conducta. Pidieron al tribunal que no tratara los actos
individuales que pudieran probarse como meros
crímenes cometidos por ellos, sino también como
pruebas claramente indicativas de que el acusado en
concreto estaba actuando voluntariamente como
componente en aras del sistema. Propusieron que si el
tribunal estaba de acuerdo en que su actuación era la
mencionada, todos y cada uno de ellos deben asumir la
responsabilidad de lo ocurrido |136|.]
Las condenas de varios de los acusados [especialmente
Kramer] se basaron explícitamente en este criterio.
203. Esta categoría de casos (...) es en realidad una variante de
la primera considerada más arriba. Los acusados, cuando eran
hallados culpables, eran vistos como co-perpetradores del
crimen de trato cruel e inhumano debido a su "posición de
autoridad" objetiva en el seno del sistema del campo de
concentración y porque tenían el "poder para velar por los
internos y hacerles satisfactoria su vida" |137|, pero no obraron
así. Parece que en estos casos el actus reus que se requiere es
la participación activa en el reforzamiento del sistema de
represión, como puede inferirse de la posición de autoridad y
las funciones específicas detentadas por cada acusado. El
elemento de la mens rea comprendería: (i) conocimiento de la
naturaleza del sistema y (ii) la intencionalidad de perseguir el
plan común concertado para dispensar trato cruel a los internos.
Es importante señalar que, en estos casos, la intencionalidad
requerida puede ser inferida también de la posición de autoridad
detentada por el personal del campo. De hecho, es apenas
necesario probar el elemento de intencionalidad en los caos en
que el alto rango o la autoridad del individuo en cuestión
indican, por sí solos, el conocimiento del plan común y la
intencionalidad de participar en el mismo. Todos los
condenados fueron hallados culpables del crimen de guerra de
tratos crueles, si bien las penas variaron, como es lógico, en
función del grado de participación de cada uno de los acusados
en la comisión de ese crimen de guerra.
204. La tercera categoría se refiere a los casos en los que
existe un plan común para ejecutar un determinado curso de
conducta en donde uno de los perpetradores comete un acto
que, si bien está fuera del plan común, es sin embargo una
consecuencia natural y previsible de la puesta en práctica de
esa finalidad común. Un ejemplo de este tipo de casos lo
constituye la intención común y compartida por parte de un
grupo de trasladar forzosamente a los miembros de una etnia
de su ciudad, pueblo o región (implementación de "limpieza
étnica") con la consecuencia de que, en el transcurso de esta
acción, una o más víctimas son disparadas y asesinadas. Si
bien el asesinato puede no haber sido reconocido
explícitamente como parte del plan común, era sin embargo
previsible que el traslado forzoso de civiles a punta de pistola
pudiera bien resultar en las muertes de uno o más de esos
civiles. La responsabilidad penal puede entonces ser imputada
a todos los participantes en la empresa común allí donde el
riesgo de muerte era tanto una consecuencia previsible de la
ejecución del plan común y el acusado incurrió en imprudencia
o en indiferencia respecto de ese riesgo. Otro ejemplo sería el
de un plan común para llevar a cabo la evicción forzosa de
civiles pertenecientes a un grupo étnico concreto mediante el
incendio de sus viviendas; si algunos de los participantes en el
plan, a la hora de implementarlo, asesina civiles al incendiar sus
casas, los restantes participantes en el plan son penalmente
responsables de estos asesinatos si estas muertes eran
previsibles.
205. La jurisprudencia en esta categoría ha versado, en primer
lugar, sobre casos de violencia de bandas, esto es, situaciones
de desorden en donde una pluralidad de delincuentes actúan
movidos por una finalidad común, en donde cada uno de ellos
cometen crímenes contra la víctima, pero en donde se
desconoce o es imposible dilucidar exactamente qué actos
fueron ejecutados por cada perpetrador, o cuando el vínculo
causal entre cada uno de los actos y el eventual daño causado
a las víctimas es igualmente indeterminado. Esta categoría la
ilustran casos como los de Essen Lynching y la Isla de Borkum.
206. Tal y como se explicará con mayor detalle seguidamente,
los requisitos establecidos en estos casos son: el de la
intencionalidad criminal de participar en un plan común criminal
y la previsión de que es probable que otros participantes en ese
plan común cometan actos criminales adicionales a los
contemplados en el plan común criminal.
207. El caso del Linchamiento de Essen (también conocido
como Essen West) fue sustanciado ante un tribunal militar
británico, si bien, tal y como declaró el tribunal, "no se trataba
de un juicio bajo el derecho británico" |138|. Dada la importancia
del caso, merece la pena revisarlo. Tres prisioneros de guerra
británicos habían sido linchados por un grupo de alemanes en
el pueblo de Essen-West el 13 de diciembre de 1944. Siete
personas (dos soldados y cinco civiles) fueron acusadas de
haber cometido un crimen de guerra al estar involucradas en el
asesinato de tres prisioneros de guerra. Entre ellos había un
capitán alemán, Heyer, que había colocado a los tres pilotos
británicos bajo la escolta de un soldado alemán que debía
trasladar a los prisioneros a una unidad de la Luftwaffe para su
interrogatorio. Al tiempo que la escolta con los prisioneros
abandonaba el lugar, el capitán había ordenado a la escolta que
no debía interferir si los prisioneros llegaban a ser molestados
por civiles alemanes, añadiendo que debían ser disparados y
que lo serían. Esta orden le fue dada a la escolta en voz alta
desde las escaleras del cuartel, de modo que la muchedumbre,
que estaba allí concentrada, pudiera oirla y saber exactamente
lo que ocurriría. Según el sumario proporcionado por la
Comisión de Crímenes de Guerra de las Naciones Unidas:
[c] uando los prisioneros de guerra fueron conducidos a través
de una de las principales calles de Essen, la muchedumbre en
torno a ellos fue creciendo, y comenzó a golpearles y a
arrojárles palos y piedras. Un cabo alemán disparó con un
revólver a uno de los pilotos, hiriéndole en la cabeza. Cuando
llegaron al puente, los pilotos fueron arrojados por el mismo;
uno de los pilotos murió a consecuencia de la caída; los otros
estaban aún con vida cuando cayeron, pero fueron asesinados
por los disparos efectuados desde el puente y por los miembros
de la multitud que les golpearon y patalearon hasta que
murieron |139|.
208. La defensa puso énfasis en la necesidad de probar que
cada uno de los acusados tenía la intención de matar. La
Fiscalía adoptó el punto de vista contrario. El Fiscal, el Mayor
Tayleur, declaró lo siguiente:
Mi amigo [el abogado de la defensa] les ha hablado
sobre la intencionalidad que es necesaria y afirma que no
se ha presentado ante Vds. prueba alguna de la
intención de matar. En mi presentación he introducido
pruebas considerables de la intencionalidad de matar. Si
uno prueba la intencionalidad de matar, prueba el
asesinato; pero puede haber un asesinato ilegal, que
sería homicidio, sin mediar en cambio la intención de
matar, sino simplemente la ejecución de un acto ilegal de
violencia. Una persona puede abofetear a otra sin
pretender en absoluto matarla, pero si por alguna
desafortunada circunstancia, por ejemplo, que esa
persona tuviera un cráneo débil, ésta llegara a morir,
mantengo que la persona que propinó el golpe sería
culpable de homicidio e incurriría en un asesinato tal que
recaería bajo las palabras del cargo que debatimos. Por
lo tanto, con lo que Vd. debería estar satisfecho - y la
carga de la prueba recae por supuesto sobre la Fiscalíaes con que todos y cada uno de los acusados, antes de
que sean condenados, estaban involucrados en el
asesinato de estos tres pilotos no identificados en
circunstancias tales que bajo el derecho británico habrían
constituido bien asesinato, bien homicidio |140|.
El Fiscal prosiguió añadiendo:
lo que la Fiscalía afirma es que cada una de las personas
que, siguiendo la incitación hecha a la muchedumbre de
matar a estos hombres, voluntariamente actuó de
manera agresiva contra cualquiera de estos tres pilotos,
es culpable en la medida en que tuvo que ver en el
asesinato. Es imposible establecer la separación entra
cada una de estas personas, todas ellas dieron lugar a lo
que se conoce como linchamiento. Sostengo que desde
el momento en que dejaron el cuartel esos hombres
estaban sentenciados y la muchedumbre sabía que lo
estaban, y cada persona de esa muchedumbre que les
propinó algún golpe es responsable tanto moral como
penalmente de las muertes de esos tres hombres |141|.
Dado que Heyer fue condenado puede decirse que el tribunal
asumió los argumentos de la Fiscalía en lo que hace a la
responsabilidad penal de este acusado (para este caso no se
había designado ningún Juez Auditor Militar. En lo que se
refiere al soldado que escoltaba a los pilotos, estaba en el
deber, no sólo de impedir que los prisioneros escapasen, sino
también de evitar que fueran molestados; se le condenó a cinco
años de cárcel (a pesar de que la Fiscalía sugiriera que no era
responsable penalmente). Según el informe de la Comisión de
Crímenes de Guerra de las Naciones Unidas, tres civiles "fueron
hallados culpables [de asesinato] porque cada uno de ellos
habían tomado parte, de una u otra manera, en el trato
inhumano que eventualmente conduciría a la muerte de las
víctimas, aunque contra ninguno de los acusados se había
probado de manera exacta que, individualmente, hubieran
disparado o propinado los golpes causantes de la muerte" |142|.
209. Parecería justificado inferir de los argumentos de las partes
y del veredicto que el tribunal se aferró a la noción de que todos
los acusados que fueron hallados culpables participaron, en
diverso grado, en el asesinato; no todos ellos pretendían el
resultado de muerte pero todos pretendieron participar en el
trato cruel e ilegal dispensado a los prisioneros de guerra. No
obstante, todos ellos fueron hallados culpables de asesinato ya
que todos ellos "tuvieron que ver en el asesinato". Por lo tanto,
parece justificado inferir que el tribunal defendió el argumento
de que las personas condenadas que simplemente propinaron
un golpe o incondicionalmente incitaron el asesinato podrían
haber previsto que otras matarían a los prisioneros; por ende,
estas personas fueron también halladas culpables de asesinato
|143|.
210. Una postura similar fue la mantenida por un tribunal militar
de los Estados Unidos en el caso Kurt Goebell et al. (también
conocido como el caso de la Isla de Borkum). El 4 de agosto de
1944, una Fortaleza Volante de los Estados Unidos fue obligada
a aterrizar en la isla alemana de Borkum. Los siete miembros de
su tripulación fueron hechos prisioneros y después obligados a
marchar, bajo custodia militar, por las calles de Borkum.
Primero se les obligó a pasar entre filas de miembros del
Cuerpo de Trabajo del Reich, quienes por orden de un oficial
alemán del Reichsarbeitsdienst les golpearon con palas. A
continuación fueron golpeados por civiles en la calle. Después,
al pasar por otra calle, el alcalde de Borkum les gritó, incitando
a la multitud a matarles "como perros". Entonces fueron
golpeados por civiles, mientras los guardias de la escolta, lejos
de protegerles, fomentaron el ataque y participaron en la paliza.
Cuando los pilotos llegaron a la alcaldía, uno de ellos recibió el
disparo de un soldado alemán y murió, seguido de los restantes
pocos minutos después, todos ellos disparados por soldados
alemanes. Fueron acusados algunos oficiales, algunos
soldados rasos, el alcalde de Borkum, algunos policías, un civil
y el director del Cuerpo de Trabajo del Reich. Todos ellos
fueron acusados de crímenes de guerra, concretamente de
"haber alentado, coadyuvado, encubierto y participado
voluntaria, deliberada e injustamente en el asesinato" de los
pilotos y de "voluntaria, deliberada e injustamente haber
alentado, coadyuvado, encubierto y participado en los ataques"
dispensados a los mismos |144|. En su exposición de apertura
el Fiscal desarrolló la doctrina del plan común. Declaró lo
siguiente:
[E] s importante, tal cual lo veo yo, establecer la
culpabilidad de cada uno de estos acusados a la luz del
papel concreto que cada uno de ellos desempeñó. No
todos ellos participaron exactamente del mismo modo.
Con los integrantes de una multitud suele ser así. Uno
llevará a cabo una acción particular o concreta y otro
otra. Es la suma de las acciones de todos la que
desemboca en la comisión del crimen. Ahora bien, la
doctrina está de acuerdo en que allí donde existe un plan
común a una multitud habiendo llevado ésta a la práctica
su propósito, entonces, no puede hacerse distinción
alguna entre el que señaló y el que apretó el gatillo (sic).
No se establece distinción entre el que, a través de sus
actos, puso a las víctimas a disposición del arbitrio de la
muchedumbre y el que la incitó, o los que propinaron los
golpes fatales. Esta norma del derecho y del sentido
común debe ser así de pura necesidad. De lo contrario,
muchos de los verdaderos instigadores del crimen nunca
llegarían a ser castigados.
¿Quién puede decir qué acto particular fue el
responsable en mayor medida de los disparos finales a
estos pilotos?. ¿Acaso no podría verdaderamente
afirmarse que cada uno de los actos de cada uno de
estos acusados podría haber sido el acto que provocó el
resultado final?. Aunque el acto definitivo podría haber
sido alguno en el que el anterior actor no hubiera
participado directamente, [c] ada vez que un integrante
de una multitud lleva a cabo un acto encaminado a
alentar, a animar a alguien de los presentes, a participar,
entonces, esa persona se ha puesto al servicio de la
consecución del resultado final |145|.
En resumen, el Fiscal señalaba que los acusados eran
"eslabones de la rueda del plan común, todos ellos igualmente
importantes, cada uno de ellos desempeñando la función que
se le ha asignado. Y la rueda del asesinato al por mayor no
puede girar sin todos los eslabones" |146|. Como consecuencia,
según el Fiscal, si se probara más allá de toda duda razonable
"que cada uno de estos acusados jugó su parte en la violencia
de masa que condujo al asesinato injustificado de los siete
pilotos americanos, [....], bajo la ley, todos y cada uno de los
acusados [sería] culpable de asesinato" |147|.
211. Merece la pena enfatizar que al adoptar el punto de vista
recién resumido, el Fiscal estaba, sustancialmente, presentando
una doctrina del plan común que presupone que todos los
participantes en tal plan compartían la misma intencionalidad
criminal, esto es, la comisión de asesinato. En otras palabras, el
Fiscal se adhirió a la doctrina del plan común mencionada más
arriba en relación con la primera categoría de casos. Es
interesante señalar que los diversos abogados de la defensa
rechazaron la aplicación de esta doctrina del plan común, pero
no por principio, sino meramente a la luz de los hechos del caso
concreto. Por ejemplo, algunos negaron la existencia de la
intención criminal de participar en un plan común, alegando que
la mera presencia no era suficiente para la determinación de la
intención de tomar parte en los asesinatos |148|. Otros
abogados de la defensa arguyeron que no había evidencias de
una conspiración entre los oficiales alemanes |149|, o que, de
haber existido tal conspiración, no llevaba ésta aparejado el
asesinato de los pilotos |150|.
212. Tampoco en este caso ningún Juez Auditor Militar declaró
el derecho a aplicar. Sin embargo, puede decirse en justicia que
en el caso, el tribunal abrazó la doctrina del plan común, si bien
de una manera diferente, pues halló a algunos de los acusados
culpables tanto del asesinato como de la acusación de agresión
|151|, mientras que declaró a otros culpables sólo del ataque
|152|.
213. Puede inferirse de este caso que a todos los acusados
hallados culpables se les consideró responsables de perseguir
un plan criminal común, siendo la finalidad atacar a los
prisioneros de guerra. Sin embargo, algunos de ellos fueron
también declarados culpables de asesinato, incluso en casos en
que no había evidencia de que de hecho hubieran asesinado a
los prisioneros. Presumiblemente, la base para ello era que los
acusados, bien en virtud de su estatus, papel o conducta,
podían haber previsto que la agresión conduciría al asesinato
de las víctimas de la mano de los participantes en la misma.
214. Ha de hacerse mención ahora a algunos casos
sustanciados ante tribunales italianos después de la Segunda
Guerra Mundial y relativos a crímenes de guerra cometidos,
bien por civiles, bien por personal militar perteneciente a las
fuerzas armadas de la llamada "Repubblica Sociale Italiana"
("RSI"), un Gobierno de facto, bajo control alemán, establecido
en el centro y norte de Italia por el liderazgo fascista tras la
declaración de guerra de Italia contra Alemania el 13 de octubre
de 1943. Después de la guerra varias personas fueron
enjuiciadas por crímenes cometidos entre 1943 y 1945 contra
prisioneros de guerra, partisanos italianos o miembros del
ejército italiano que combatían contra los alemanes y la RSI.
Algunos de estos juicios abordaron la cuestión de la
culpabilidad penal por actos perpetrados por grupos de
personas en donde, de hecho, sólo un miembro del grupo había
cometido el crimen.
215. En el caso D'Ottavio et al., en recurso de apelación
proveniente del antiguo Tribunal de Teramo, la Corte de
Casación se pronunció el 12 de marzo de 1947 sobre uno de
estos casos. Algunos civiles armados habían perseguido
ilegalmente a dos prisioneros de guerra escapados de un
campo de concentración, con el propósito de capturarlos. Un
miembro del grupo había disparado a los prisioneros sin
intención de matarlos, pero un prisionero resultó herido y murió
como consecuencia de ello. El tribunal sostuvo que todos los
restantes miembros del grupo eran responsables no sólo de
"restricción ilegal de la libertad" (sequestro di persona) sino
también de homicidio (omicidio preterintenzionale). La Corte de
Casación sostuvo este argumento. Mantuvo que para que este
tipo de responsabilidad penal se diera, era necesaria la
existencia no sólo de un nexo causal material, sino también
psicológico, entre el resultado pretendido por todos los
miembros del grupo y las diferentes acciones llevadas a cabo
por un individuo de ese grupo. La Corte continuó señalando
que:
[d] e hecho la responsabilidad del partícipe (concorrente)
[...] no se funda en el concepto de responsabilidad
objetiva [...], sino en el principio fundamental de la
concurrencia de causas inter dependientes [...]; en virtud
de este principio, todos los partícipes son responsables
del crimen tanto en caso de haberlo causado
directamente como indirectamente, de conformidad con
la conocida máxima jurídica causa causae est causa
causati |153|.
La Corte observó que en el caso en cuestión:
[e] xistía un nexo de causalidad material, pues todos los
partícipes habían cooperado directamente en el crimen
de tentativa de "secuestro ilegal" [...] al rodear y
perseguir armados con una pistola y un rifle a los dos
prisioneros de guerra evadidos con vistas a capturarlos
ilegalmente. Este crimen fue la causa indirecta de un
suceso subsiguiente y diferente, esto es, los disparos
(efectuados sólo por Ottavio) contra uno de los fugitivos
que provocaron las heridas causantes de la muerte.
Además, existió una causalidad psicológica, pues todos
los partícipes tenían intención de perpetrar y
conocimiento de la perpetración, de hecho, de una
tentativa de secuestro y previeron la posible comisión de
un crimen deferente. Esta previsión (previsione) dimana
necesariamente del uso de las armas: era previsible
(dovendo prevedersi) que uno de los participantes
pudiera disparar a los fugitivos para conseguir el
propósito común (lo scopo comune) de capturarlos |154|.
216. En otro caso (Aratano et al.) la Corte de Casación abordó
las siguientes circunstancias: un grupo de milicianos de la RSI
habían planificado el arresto de algunos partisanos, sin
intención de matarles; sin embargo, para atemorizar a los
partisanos, uno de los milicianos disparó varios tiros al aire.
Como consecuencia, los partisanos dispararon de vuelta,
sobrevino un intercambio de disparos y en el transcurso del
mismo uno de los partisanos fue asesinado por un miembro de
las milicias del RSI. La Corte sostuvo que el tribunal
sentenciador había cometido un error al condenar a todos los
miembros de la milicia por asesinato. Desde su óptica, como el
tribunal sentenciador no había encontrado que los milicianos
pretendieran matar a los partisanos:
Estaba claro que [el asesinato de uno de los partisanos]
fue un suceso no pretendido (evento non voluto), y,
consecuentemente, no podía ser atribuido a todos los
participantes: el crimen cometido fue más grave que el
pretendido y pone de manifiesto la necesidad de recurrir
a categorías distintas de la del homicidio voluntario. Esta
Corte Suprema ha tenido ya oportunidad de declarar el
mismo principio, señalando que para hallar a una
persona responsable de un homicidio perpetrado en el
transcurso de una operación de limpieza llevada a cabo
por muchas personas, era necesario establecer que, al
participar en esta operación, se ha originado una
actividad voluntaria relacionada con el homicidio (fosse
stata spiegata un'attività volontaria in relazione anche
all'omicidio) (sentencia de 27 de agosto de 1947 in re:
Beraschi) |155|.
217. Otros casos se refieren a la aplicación de la ley de
amnistía aprobada por Decreto Presidencial No. 4 de 22 de
junio de 1946. Entre otras cosas, la amnistía era de aplicación a
crímenes de "colaboración con los ocupantes alemanes", pero
no cubría los crímenes de asesinato. La cuestión en Tossani
era si la ley de amnistía podía aplicarse a una persona que
había participado en una operación de limpieza contra civiles en
el transcurso de la cual un soldado alemán había asesinado a
un partisano. La Corte de Casación decidió que la amnistía
debía aplicarse. Resaltó que el apelante que participó en la
operación no había tomado parte activa en la misma y no
portaba armas; además, se halló que el asesinato había
resultado ser "un suceso excepcional e imprevisto", ya que en
una operación de búsqueda un civil había huido para evitar ser
detenido y había sido disparado por el soldado alemán |156|.
Una postura similar mantuvo la misma Corte en Ferrida. El
apelante había participado, "tan sólo en su capacidad de
enfermero", en una operación de limpieza en el transcurso de la
cual fueron asesinados varios partisanos. La Corte dictaminó
que no era culpable de asesinato, con lo que podía beneficiarse
de la ley de amnistía |157|. En el caso Bonati et al. El apelante
adujo que el crimen de asesinato, no contemplado por el grupo
de personas concernido, había sido perpetrado por otro
miembro de ese grupo. La Corte de Casación rechazó el
recurso de apelación, declarando que el apelante era también
culpable de asesinato. Aunque este crimen era más grave que
el pretendido por algunos de los partícipes (concorrenti), "era en
todo caso una consecuencia, si bien indirecta, de su
participación" |158|.
218. En estos casos, los tribunales aplicaron
incontestablemente el criterio de que una persona puede ser
penalmente responsable de un crimen cometido por otro
miembro del grupo y no contemplado en el plan criminal. Es
cierto que en algunos de los casos el elemento intencional que
se requería tuviera un miembro del grupo para ser declarado
responsable de tal acción no fue claramente definida. No
obstante, a la luz de otras sentencias dictadas en el mismo
período sobre la misma cuestión, si bien no relacionadas con
crímenes de guerra, puede decirse que los tribunales requerían
que el suceso debiera haber sido previsible. En ete sentido
baste mencionar la sentencia de la Corte de Casación de 20 de
julio de 1949 en Manelli, en la que la Corte explicó el nexo
causal requerido de la manera siguiente:
La relación de causalidad material en virtud de la cual el
derecho considera a algunos de los partícipes
responsables de un crimen distinto al pretendido, ha de
ser correctamente entendida desde el punto de vista de
la lógica y el derecho y ha de diferenciarse estrictamente
de una relación incidental (rapporto di occasionalita').
Ciertamente, la causa, ya sea mediata o inmediata,
directa o indirecta, simultánea o sucesiva, nunca puede
confundirse con la mera coincidencia. Para que haya una
relación de causalidad material entre el crimen deseado
por uno de los partícipes y el crimen diferente cometido
por otro, es necesario que el último crimen constituya el
desarrollo lógico y previsible del primero (il logico e
prevedibile sviluppo del primo). En cambio, allí donde
existe una completa independencia entre los dos
crímenes, se puede encontrar, en función de las
circunstancias específicas, una relación meramente
incidental (un rapporto di mera occasionalita'), pero no
una relación causal. A la luz de estos criterios, el que
requiera de un tercero para que cause heridas o mate no
puede responder del robo perpetrado por esa otra
persona, ya que este crimen no constituye el desarrollo
lógico del crimen pretendido, sino un nuevo hecho
revestido de su propia autonomía causal, y vinculado a la
conducta deseada por el instigador (mandante) por una
relación meramente incidental |159|.
219. El mismo criterio fue enunciado por la misma Corte de
Casación en muchos otros casos |160|. Que este sea el criterio
básico defendido por la Corte parece desprenderse del hecho
de que el único caso en que la misma Corte adoptó un punto de
vista diferente no deja de llamar la atención |161|. De acuerdo
con esto, parece que, en relación con el grado de mens rea
requerido para declarar la responsabilidad penal de una
persona por actos cometidos en el marco de un plan común
pero no contemplados en el plan criminal, esta Corte, o bien
aplicó el criterio de una forma atenuada de intencionalidad
(dolus eventualis) o bien requirió un alto grado de imprudencia
(culpa)
220. Resumiendo, la Sala de Apelaciones sostiene que el
criterio del plan común como forma de responsabilidad de los
cómplices está firmemente arraigado en el derecho
internacional consuetudinario y además es adoptado, si bien
implícitamente, por el Estatuto del Tribunal Internacional. En lo
que se refiere a los elementos objetivos y subjetivos del crimen,
la jurisprudencia pone de manifiesto que este criterio ha sido
aplicado a tres categorías diferentes de casos. En primer lugar,
a casos de coautoría en que todos los partícipes en el plan
común poseen la misma intencionalidad criminal de cometer el
crimen (y uno o más de ellos, de hecho, perpetraron el crimen,
con intención de ello). En segundo lugar, en los casos
conocidos como "casos de campos de concentración", en los
cuales el requisito de mens rea engloba el conocimiento de la
naturaleza del sistema de malos tratos y la intención de
fomentar el plan de malos tratos. Esta intencionalidad puede
probarse, bien directamente, o bien como una cuestión de
inferencia a partir de la naturaleza de la autoridad del acusado
dentro del campo o en el organigrama jerárquico. En relación
con la tercera categoría de casos, resulta apropiado aplicar el
criterio del "plan común" sólo cuando se cumplan los siguientes
requisitos en relación con el elemento intencional: (i) la
intención de tomar parte en una empresa criminal conjunta y de
favorecer -individual y conjuntamente- la finalidad criminal de
esa empresa; y (ii) la previsión de la posible comisión por parte
de otros miembros del grupo de crímenes que no constituyen el
objeto del plan criminal común. Por tanto, el partícipe ha debido
tener en mente la intención, por ejemplo, de maltratar a los
prisioneros de guerra (incluso si tal plan surgió
extemporáneamente) y son uno o algunos miembros del grupo
los que de hecho les han matado. No obstante, para que la
responsabilidad por las muertes pueda imputarse a los otros,
cada miembro del grupo ha debido poder predecir este
resultado. Ha de señalarse que se requiere algo más que
negligencia. Lo que se requiere es un estado de ánimo en que
una persona, si bien no intentó producir un determinado
resultado, era consciente de que las acciones del grupo
conducirían muy probablemente a ese resultado, pero sin
embargo corrió tal riesgo voluntariamente. En otras palabras, se
requiere el llamado dolus eventualis (también conocido como
"advertent recklessness" en algunos ordenamientos jurídicos
internos).
(...)
222. Un criterio sustancialmente similar fue el establecido en el
artículo 25 del Estatuto de la Corte Penal Internacional,
adoptado por una Conferencia Diplomática en Roma el 17 de
julio de 1998 ("Estatuto de Roma") |162|. En su parágrafo 3 (d),
esta disposición, recoge la doctrina en discusión del siguiente
modo:
[De conformidad con el presente Estatuto, será
penalmente responsable y podrá ser penado por la
comisión de un crimen de la competencia de la Corte
quien:....]
(d) Contribuya de algún otro modo [que sea distinto del
hecho de ser cómplice o encubridor o colaborar de algún
modo en la comisión o la tentativa de comisión del
crimen] en la comisión o tentativa de comisión del crimen
por un grupo de personas que tengan una finalidad
común. La contribución deberá ser intencional y se hará:
i) Con el propósito de llevar a cabo la actividad o
propósito delictivo del grupo, cuando una u otro
entrañe la comisión de un crimen de la
competencia de la Corte; o
ii) A sabiendas de que el grupo tiene la intención
de cometer el crimen;
223. El peso jurídico que ha de atribuirse actualmente a las
disposiciones del Estatuto de Roma ha sido correctamente
establecido por la Sala II de Primera Instancia en el caso
Furundzija. |163| En este caso la Sala de Primera Instancia
señaló que el Estatuto es aún un tratado internacional no
vinculante ya que todavía no ha entrado en vigor. No obstante,
ya posee un valor jurídico significativo. El Estatuto fue adoptado
por una aplastante mayoría de los Estados presentes en la
Conferencia Diplomática de Roma y fue sustancialmente
confirmado por el Sexto Comité de la Asamblea General de las
Naciones Unidas. Este hecho pone de manifiesto que el texto
cuenta con el apoyo de un gran número de Estados y puede
considerarse como expresión de la postura jurídica, i.e. opinio
iuris, de esos Estados. Esto es coherente con el punto de vista
de que la forma de responsabilidad de los cómplices en
discusión se encuentra bien establecida en el derecho
internacional y es distinta del hecho de alentar y encubrir |164|.
282. Como se ha expresado más arriba, la doctrina de la
actuación en aras de un propósito común está enraizada en los
ordenamientos internos de muchos Estados. Algunos países se
mueven por el principio de que cuando varias personas
participan de un propósito o plan común, todas ellas son
responsables de la subsiguiente conducta criminal, al margen
de su grado o forma de participación, a condición de que todas
tuvieran la intención de perpetrar el crimen previsto en el plan
común. Si uno de los partícipes comete un crimen no previsto
en el propósito o plan común, solamente él incurrirá en
responsabilidad por tal crimen. Entre estos países se
encontrarían Alemania |165| y Holanda |166|. Otros Estados
aplican también el principio por el que si varias personas
participan en un plan o conspiración común para cometer un
crimen, todas ellas son penalmente responsables del crimen,
cualquiera haya sido el papel desempeñado por cada una. Sin
embargo, en estos países, si una de las personas participantes
en el plan o empresa criminal común perpetra otro crimen que
recae fuera del plan común, pero no obstante previsible, esas
personas son todas completamente responsables de ese
crimen. Estos países incluyen Estados con sistemas de derecho
civil, como los de Francia |167| e Italia |168|.
También abarcan sistemas de derecho común como los de
Inglaterra y Gales |169|, Canadá |170|, los Estados Unidos
|171|, Australia |172| y Zambia |173|.
(...)
226. La Sala de Apelaciones considera que la consistencia y
fuerza de la jurisprudencia y de los tratados mencionados más
arriba, así como su consonancia con los principios generales
sobre responsabilidad penal establecidos tanto en el Estatuto y
el derecho penal internacional general, como en la legislación
interna, corrobora la conclusión de que la jurisprudencia refleja
normas consuetudinarias de derecho penal internacional.
227. En suma, los elementos objetivos (actus reus) de esta
forma de participación en uno de los crímenes previstos en el
Estatuto (respecto de cada una de las tres categorías de casos)
son los que siguen:
i. Una pluralidad de personas. No es necesario que éstas estén
organizadas en una estructura militar, política o administrativa,
tal cual muestran claramente los casos del Linchamiento de
Essen y Kurt Goebell.
ii. La existencia de un plan, diseño o finalidad común
consistente en, o que supone, la comisión de un crimen previsto
en el Estatuto. No es necesario que este plan, diseño o finalidad
hayan sido previamente establecidos o formulados. El plan o
finalidad común puede materializarse extemporáneamente y ser
inferido del hecho de que una pluralidad de personas actúen de
acuerdo entre sí para poner en práctica una empresa criminal
común.
iii. La participación del acusado en el plan común que entraña la
perpetración de uno de los crímenes previstos en el Estatuto.
No es necesario que esta participación conlleve la comisión de
un crimen específico de los contemplados en una de esas
disposiciones (por ejemplo, asesinato, exterminio, tortura,
violación, etc.), sino que puede adoptar la forma de ayuda a, o
contribución a, la ejecución del plan o finalidad común.
228. En cambio, el elemento de mens rea difiere en función de
la categoría de plan común que se considere. Respecto de la
primera categoría, lo que se requiere es la intención de
perpetrar un crimen determinado (siendo ésta la intención
compartida por todos los coautores). En relación con la segunda
categoría (que, como se ha expresado con anterioridad, es
realmente una variante de la primera), se requiere que el
individuo tenga conocimiento personal del sistema de malos
tratos (ya se pruebe por expreso testimonio o mediante la mera
cuestión de la inferencia razonable a partir de la posición de
autoridad del acusado), así com la intención de fomentar este
sistema común y concertado de malos tratos. En lo que se
refiere a la tercera categoría, lo que se requiere es la intención
de participar en, y promover, la actividad criminal o la finalidad
delictiva de un grupo y de contribuir a la empresa criminal
común o, en todo caso, a la comisión de un crimen por parte del
grupo. Además, la responsabilidad por [la comisión] de un
crimen distinto del acordado en el plan común aflora sólo si, a la
luz de las circunstancias del caso, (i) era previsible que tal
crimen fuera perpetrado por uno u varios de los otros miembros
del grupo y (ii) el acusado corrió ese riesgo voluntariamente.
229. A la luz de las proposiciones precedentes, resulta ahora
apropiado distinguir entre actuar en aras de un plan o finalidad
común consistente en la comisión de un crimen y la
cooperación/participación delictiva:
(i) El colaborador e instigador es siempre un accesorio del
crimen perpetrado por otra persona, el autor principal.
(ii) En el caso de la coperación/participación delictiva no se
requiere prueba alguna de la existencia de un plan común
concertado, menos aún de la pre-existencia de tal plan.
Ciertamente, no se requiere plan o acuerdo, el autor principal
puede incluso no estar al corriente de la contribución del
cómplice.
(iii) El colaborador e instigador lleva a cabo actos
específicamente encaminados a coadyuvar, alentar o prestar
apoyo moral para la perpetración de un determinado crimen
específico (asesinato, exterminio, violación, tortura, destrucción
arbitraria de bienes civiles, etc.), y su apoyo tinene un efecto
sustantivo sobre la perpetración del crimen. En cambio, en el
caso en que se actúa en aras de un plan o finalidad común,
basta con que el partícipe lleve a cabo actos que de alguna
manera están encaminados a la consecución del plan o
finalidad común.
(iv) En el caso de la cooperación/participación delictiva, el
elemento intencional requerido es el conocimiento de que los
actos llevados a cabo por el colaborador/instigador ayudan a la
comisión de un crimen específico por parte del autor principal.
Por el contrario, en el caso del plan o finalidad común el
requisito es mayor (i.e., bien la intención de perpetrar el crimen
o de actuar en aras del plan criminal común, junto con la
previsión de que era bastante probable que esos crímenes no
contemplados en la finalidad criminal común fueran cometidos),
como se ha expresado con anterioridad.
(b) La culpabilidad del recurrente en el presente caso.
230. En el presente caso, la Sala de Primera Instancia estimó
que el recurrente participó en el conflicto armado que se
desarrollló entre los meses de mayo y diciembre de 1992 en la
región de Prijedor. Una de las características de este conflicto
fue la existencia de una política de comisión de actos
inhumanos contra la población civil no serbia del territorio en el
marco de lo que era el intento de llegar a la creación de la Gran
Serbia |174|. También se estimó que, en fomento de esta
política, se cometieron actos inhumanos contra numerosas
víctimas y "siguiendo un plan identificable" |175|. Los ataques a
Sivci y Jaskici el 14 de junio de 1992 ocurrieron en el marco de
este conflicto armado que se daba en la región de Prijedor.
231. El recurrente participó activamente en la finalidad criminal
común consistente en vaciar la región de Prijedor de población
no serbia mediante actos inhumanos. La finalidad criminal
común no consistía en asesinar a todos los hombres no serbios;
de la evidencia presentada y aceptada se desprende
claramente que con frecuencia se producían asesinatos en el
marco de ese esfuerzo por vaciar la región de Prijedor de
población no serbia. No ha lugar a dudas que el recurrente
había estado al corriente de los asesinatos que acompañaban
la comisión de actos inhumanos contra la población no serbia.
Este es el contexto en que ha de situarse el ataque a Jaskici y
su participación en el mismo, como estimó la Sala de Primera
Instancia y también la de Apelaciones. El hecho de que nadie
fuera asesinado en el ataque a Sivci el mismo día no representa
cambio alguno en la finalidad criminal común.
232. El recurrente era un miembro armado de un grupo armado
que, en el contexto del conflicto en la región de Prijedor, atacó
Jaskici el 14 de junio de 1992. La Sala de Primera Instancia
halló lo siguiente:
En relación con el asesinato de cinco hombres en
Jaskici, las testigos Draguna Jaskic, Zemka [ahbaz y
Senija Elkasovic vieron sus cinco cuerpos muertos
tendidos en el pueblo cuando las mujeres pudieron salir
de sus casas una vez que se habían ido los hombres
armados; Senija Elkasovic vio que cuatro de ellos habían
sido disparados en la cabeza. Había oído disparos
después de que se llevaran a los hombres de su casa
|176|.
El recurrente participó activamente en este ataque, acorralando
y golpeando fuertemente a algunos de los hombres de Jaskici.
Como señalara la Sala de Primera Instancia:
[n] o estaba en cuestionamiento el hecho de que los
hombres armados fueran violentos, varios de estos
testigos fueron amenazados de muerte por estos
hombres mientras se llevaban a los hombres del pueblo.
Además de esto, el que golpearan a los hombres del
pueblo, en muchos casos hasta dejarlos inconscientes
mientras estaban tendidos en la carretera, constituye
prueba adicional de su violencia |177|.
De acuerdo con esto, la única inferencia que se puede
establecer es que el recurrente tenñia la intención de favorecer
la finalidad criminal de vaciar la región de Prijedor de población
no serbia mediante la comisión de actos inhumanos en contra
de esta población. Era previsible, en las circunstancias del
presente caso, que en la puesta en práctica de este propósito
común pudieran ser asesinadas personas no serbias. El
recurrente era consciente de que era probable que las acciones
del grupo al que pertenecía condujeran a estos asesinatos, pero
no obstante corrió ese riesgo voluntariamente.
3. Las conclusiones de la Sala de Apelaciones.
233. La Sala de Primera Instancia se equivocó al mantener que
no podía, a la luz de la evidencia que se le había presentado,
estar satisfecha más allá de toda duda razonable con que el
recurrente hubiera participado en el asesinato de los cinco
hombres del pueblo de Kaskici. La Sala de Apelaciones
considera que el recurrente participó en los asesinatos de los
cinco hombres de Jaskici, que fueron cometidos durante un
conflicto armado en el marco de una ataque generalizado o
sistemático contra la población civil. La Sala de Apelaciones,
por tanto, sostiene que a la luz de lo dispuesto en el artículo
7(1) del Estatuto, la Sala de Primera Instancia debiera haber
hallado culpable al recurrente.
234. La Sala de Apelaciones decide acoger este alegato
planteado por la Fiscalía en sus alegaciones al recurso.
C. Conclusión.
235. En vista de que la Sala de Apelaciones ha decidido que el
artículo 2 resulta aplicable, el recurrente es declarado culpable
del Cargo 29 (infracción grave en los términos del artículo 2(a)
(matar intencionalmente) del Estatuto) y artículo 7(1) del mismo.
236. La decisión de la Sala de Primera Instancia sobre el Cargo
30 se desestima. El recurrente es declarado culpable del Cargo
30 (violación de las leyes y usos de la guerra en los términos
del artículo 3(1)(a) (asesinato) del Estatuto) y artículo 7(1) del
mismo.
237. La decisión de la Sala de Primera Instancia sobre el Cargo
31 se desestima. El recurrente es declarado culpable del Cargo
31 (crímenes contra la humanidad en los términos del artículo
5(a) (asesinato) del Estatuto) y artículo 7(1) del mismo."
Por tanto, la Sala de Apelaciones del TPIY declaró al acusado culpable de crímenes
contra la humanidad en los términos del artículo 5(a) (asesinato) del Estatuto y
artículo 7(1) [participación en plan común con finalidad delictiva] del mismo.
II.5.- CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD
II.5.1.- Los crímenes contra la humanidad en el Derecho de Nuremberg y su
posterior desarrollo en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
La historia del desarrollo del concepto de crímenes contra la humanidad está
asociada a la Segunda Guerra Mundial y los Tribunales de Nuremberg, pero esta
historia se remonta a un tiempo anterior. Los horrores de las guerras del siglo XIX
en Europa, así como los de la Primera Guerra Mundial, fueron el telón de fondo para
que naciera la conciencia de que ciertos actos eran contrarios a la esencia misma
del ser humano y por ende, debían prohibirse.
La necesidad de proteger a los individuos frente a actos que son contrarios a las
más elementales normas de convivencia civilizada de la humanidad se ha
manifestado en la búsqueda de nociones y mecanismos que permitieran enfrentar
las formas más crueles y despiadadas contra el ser humano. En esta búsqueda de
la humanidad de amparar a los individuos contra actos contrarios a la moral de la
humanidad, fue emergiendo la noción de crimen contra la humanidad. Así mismo,
fue naciendo la idea de que éstos deben ser objeto de justicia por parte del
concierto de la comunidad internacional.
El término jurídico "crímenes contra la humanidad" fue primeramente definido en el
artículo 6 c) del Estatuto de Nuremberg, pero estos crímenes recibieron
reconocimiento legal en fecha tan lejana como 1868, en la Declaración de San
Petersburgo sobre proyectiles explosivos de pequeño calibre. Esta Declaración
buscaba la limitación en el uso de los mismos, ya que consideraba a éstos como
"contrarios a las leyes de la humanidad". En enero de 1872, Gustav Moynier, de
Suiza, propuso que se constituyera una Corte Penal Internacional para impedir las
violaciones de la Convención de Ginebra de 1864 y procesar a los responsables de
las atrocidades cometidas por ambos bandos durante la guerra franco-prusiana de
1870. El concepto de leyes de la humanidad recibió después reconocimiento legal
explícito en la Primera Conferencia de La Haya de 1899, que adopta por unanimidad
la Cláusula Martens como parte del Preámbulo de la Convención de La Haya sobre
respeto a las leyes y costumbres de la guerra terrestre:
"A la espera de que se redacte un código más completo sobre
las leyes de la guerra, las Altas Partes Contratantes consideran
oportuno hacer constar que, en los casos no comprendidos en
las disposiciones reglamentarias por ellas adoptadas, la
población y las partes beligerantes se hallan bajo la protección y
la jurisdicción de los principios del derecho internacional, tal
como se desprende de los usos establecidos entre naciones
civilizadas, de las leyes de la humanidad y de las exigencias de
la conciencia pública".
Hoy en día, la Cláusula Martens ha sido incorporada, prácticamente sin
modificaciones, a una gran variedad de instrumentos de derecho internacional
humanitario.
Las masacres perpetradas por el Imperio Otomano contra los armenios en Turquía,
estuvieron entre los primeros crímenes específicamente incluídos bajo la rúbrica
"crímenes contra la humanidad". En una Declaración de Francia, Gran Bretaña y
Rusia de 24 de mayo de 1915, las masacres fueron denunciadas como "crímenes
contra la humanidad y la civilización por los que se haría rendir cuentas a todos los
miembros del Gobierno turco en su conjunto, junto con aquéllos de sus
representantes implicados en las masacres". La Comisión de la Conferencia de Paz
de 1919 interpretó que los crímenes contra la humanidad incluían asesinatos,
masacres, terrorismo sistemático, matanza de rehenes, torturas de civiles, inanición
deliberada de civiles, violación, abducción de mujeres y niñas para su sometimiento
a prostitución forzosa, deportación de civiles, internamiento de civiles bajo
condiciones inhumanas, trabajos forzosos de civiles en conexión con las
operaciones militares del enemigo y bombardeo deliberado de hospitales y lugares
indefensos.
Pero sería después de la Segunda Guerra Mundial, con la creación del Tribunal
Militar Internacional de Nuremberg, cuando la noción de crimen contra la
humanidad, también llamados crímenes de lesa humanidad, empezaría a ser
definida. François de Menthon, Fiscal General por Francia en el juicio de
Nuremberg, lo definió como aquellos crímenes contra la condición humana, como un
crimen capital contra la conciencia que el ser humano tiene hoy de su propia
condición |178|. Con Nuremberg tendrían lugar los primeros juicios por crímenes
contra la humanidad.
El Estatuto de Nuremberg definió los crímenes contra la humanidad en su artículo 6
c), tipificando como tales los siguientes actos:
".... el asesinato, el exterminio, el sometimiento a esclavitud, la
deportación y otros actos inhumanos cometidos contra cualquier
población civil antes o durante la guerra; o la persecución por
motivos políticos, raciales o religiosos en ejecución de los
crímenes que sean competencia del Tribunal o en relación con
los mismos, constituyan o no una vulneración de la legislación
interna del país donde hubieran sido perpetrados".
El Estatuto reconoce pues dos categorías de crímenes contra la humanidad: a)
actos inhumanos y b) persecución por los motivos mencionados en el artículo 6 c).
El Acta de Acusación de los principales criminales de guerra distinguió entre estas
dos categorías diferentes de crímenes contra la humanidad, y de igual modo haría la
Sentencia. El análisis del Estatuto y la Sentencia de Nuremberg preparado por las
Naciones Unidas poco después del juicio a los principales criminales de guerra
nazis, abordó esta distinción en los siguientes términos:
"El artículo 6(c) contempla dos tipos de crímenes contra la
humanidad. La primera categoría comprende el asesinato, el
exterminio, la esclavitud, la deportación y otros actos
inhumanos cometidos contra cualquier población civil. La frase
"y otros actos inhumanos" indica que la enumeración explícita
que se hace de determinados actos inhumanos no es
exhaustiva. Podríamos preguntarnos, por ejemplo, si la
privación de los medios de subsistencia no podría ser
considerada como "acto inhumano". Las actividades reprobadas
son actividades dirigidas contra cualquier población civil. Esto
no quiere decir que haya de verse afectada toda la población.
(...) La palabra "cualquier" indica que el crimen contra la
humanidad puede ser cometido contra los propios compatriotas
de quienes lo perpetran (...) |179|."
Si bien tras el Protocolo de Berlín de 6 de octubre de 1945, no sólo la segunda
categoría de crímenes contra la humanidad, sino también la primera, quedaban
sujetas al requisito de que el crimen se cometiera en conexión con los crímenes
sobre los que el Tribunal era competente (i.e. crímenes contra la paz y crímenes de
guerra), la Ley 10 del Consejo Aliado de Control suprimió el requisito de conexión en
su definición de crímenes contra la humanidad. Esta Ley tenía por finalidad dar
efectividad a la Declaración de Moscú y al Acuerdo de Londres, que contiene el
Estatuto de Nuremberg, proveyendo de una base uniforme para el enjuiciamiento de
criminales de guerra y autores de delitos similares distintos de los principales
criminales de guerra juzgados por el Tribunal de Nuremberg.
El Tribunal de Nuremberg condenó a varios de los acusados, no sólo por crímenes
contra la humanidad, sino también por la participación en un plan común o
conspiración criminal para cometer tales crímenes.
El art. 6 c) del Estatuto del Tribunal de Nuremberg ha sido aplicado directamente no
sólo por los tribunales aliados después de la IIGM, sino también:

en 1961, por el Tribunal del distrito de Jerusalén y el Tribunal
Supremo de Israel (caso Eichmann. I.L.R., 36, pp. 39-42, 4548,288, 295),

en 1971, por los tribunales de Bangladesh en el caso de la
solicitud de extradición a la India de oficiales de Pakistán "por
actos de genocidio y crímenes contra la Humanidad" (C.I.J.
Annuaire 1973-1974, p. 125), en 1981, por el Tribunal Supremo
de los Países Bajos, en el asunto Menten (N.Y.I.L., 1982, pp.
401 y ss.), en 1983, por el Tribunal Supremo de Francia en el
caso Barbie, que fundamenta la aplicación del citado art. 6.c) en
los siguientes criterios (todos ellos aplicables en España):
a) esta inculpación pertenece a "un orden represivo
internacional al que le es fundamentalmente ajena la
noción de frontera"
b) la adhesión de Francia a este orden represivo,
c) la consagración, por la resolución de 13.II.1946 de la
Asamblea General de la ONU, de la definición de
crímenes contra la Humanidad que figura en el estatuto
del Tribunal de Nuremberg,
d) la recomendación de las Naciones Unidas a los
Estados, en esta resolución, de perseguir o extraditar a
los autores de tales crímenes,
e) la conformidad de tales textos con los arts. 15.2. del
Pacto Internacional relativo a los derechos civiles y
políticos (y al art. 7.2 de la Convención Europea de
derechos del hombre), que afirman que el principio de
irretroactividad de las leyes penales no se opone a la
persecución y condena de personas por hechos
reputados como "criminales según los principios
generales del derecho reconocidos por la comunidad de
las naciones" -art. 15.2 citado. Esta excepción, en el caso
de en propiedad lo fuera, a la irretroactividad de las leyes
penales ha sido aplicada en la persecución penal contra
una persona acusada de haber desviado un avión
cuando éste hecho no era punible por el ius fori en el
momento de haber sido cometido (Sri Lanka, Cr. of App.,
28.5.1986, caso Ekanayake, I.l.R., 87, p. 298.

en 1989, por el Tribunal Superior de Justicia de Ontario
(Canadá) en el caso Finta (10.5.1989, I.L.R., 82, 438 ss.).
Esta noción de crimen contra la humanidad obedece a la necesidad por parte de la
comunidad internacional de reconocer que "hay dictados elementales de la
humanidad que deben reconocerse en toda circunstancia" |180|. Hoy son parte de
los principios aceptados por el Derecho Internacional. Así lo confirmó la resolución
95 (I) de la Asamblea General de la ONU, de 11 de diciembre de 1946.
La noción de crimen contra la humanidad busca la preservación a través del
derecho penal internacional, de un núcleo de derechos fundamentales cuya
salvaguardia constituye una norma imperativa de Derecho Internacional, ya que,
como afirma la Corte Internacional de Justicia en la sentencia Barcelona Traction,
"dada la importancia de los derechos que están en juego puede considerarse que
los Estados tienen un interés jurídico en que esos derechos sean protegidos; las
obligaciones de que se trata son obligaciones erga omnes" |181|. Esto significa que
estas obligaciones son exigibles a todos los Estados y por todos los Estados. Este
aspecto de los mismos lo desarrollaremos en el apartado referido a su sujeción al
principio de jurisdicción universal.
II.5.2- Actos que constituyen crímenes contra la humanidad.
Aunque los instrumentos legales posteriores a Nuremberg han profundizado en la
definición de crímenes contra la humanidad, existe un acuerdo generalizado sobre
los tipos de actos inhumanos que constituyen crímenes contra la humanidad, los
cuales son esencialmente los mismos que se reconocían hace casi ochenta años. A
la luz del desarrollo actual del Derecho Internacional, tanto consuetudinario como
convencional, constituyen crímenes contra la humanidad el genocidio, el apartheid y
la esclavitud. Así mismo, han sido considerados crímenes contra la humanidad la
práctica sistemática o a gran escala del asesinato, la tortura, las desapariciones
forzadas, la detención arbitraria, la reducción a estado de servidumbre, los trabajos
forzosos, las persecuciones por motivos políticos, raciales, religiosos o étnicos, las
violaciones y otras formas de abusos sexuales, la deportación o traslado forzoso de
poblaciones con carácter arbitrario |182|.
De este modo, el Artículo II, pár. 1 de la Ley No. 10 del Consejo Aliado de Control,
promulgada para hacer efectivos los términos del la Declaración de Moscú de 30 de
octubre de 1943 y del Acuerdo de Londres de 8 de agosto de 1975, define los
crímenes contra la humanidad del siguiente modo:
(c) Crímenes contra la Humanidad: atrocidades y ofensas
incluyendo, pero no limitadas a, el asesinato, exterminio,
esclavitud, deportación, encarcelamiento, tortura, violación, o
cualesquiera actos inhumanos cometidos contra una población
civil, o persecuciones por motivos políticos, raciales, o
religiosos, sean o no una violación de la legislación interna del
país donde hubieran sido perpetrados.
(d) Pertenencia a las categorías de grupo u organización
declarados criminales por el Tribunal Militar Internacional.
Más recientemente, los Estatutos de los Tribunales Internacionales para la Antigua
Yugoslavia y Ruanda, en sus artículos 5 y 3 respectivamente, definen los crímenes
contra la humanidad como sigue:
Crímenes contra la humanidad.
El Tribunal Internacional está habilitado para juzgar a los
presuntos responsables de los siguientes crímenes cuando
éstos han sido cometidos en el curso de un conflicto armado, de
carácter internacional o interno, y dirigidos contra cualquier
población civil:
a) Asesinato;
b) Exterminio;
c) Esclavitud;
d) Deportación;
e) Encarcelamiento;
f) Tortura;
g) Violaciones;
h) Persecuciones por motivos políticos, raciales o
religiosos;
i) Otros actos inhumanos.
Esta definición está basada en la primera parte del artículo 6(c) del Estatuto de
Nuremberg y la misma hace referencia también a los actos de persecución que, de
hecho, constituyen la segunda categoría de crímenes contra la humanidad
contenida en el Estatuto del Tribunal.
El exterminio es un crimen contra la humanidad, y por lo tanto punible bajo el
Derecho Internacional. El exterminio es reconocido como crimen contra la
humanidad en el artículo 6(c) del Estatuto de Nuremberg; artículo II(1) (c) de la Ley
Núm. 10 del Consejo Aliado de Control, órgano supremo de los aliados en
Alemania, ocupada después de la II G.M.; artículo 5(c) del Estatuto de Tokio y
Principio IV(c) de los Principios de Nuremberg. Se incluyó también en los estatutos
de los tribunales penales internacionales para la Antigua Yugoslavia (artículo 5) y
Ruanda (artículo 3), así como en el Proyecto de Código de Crímenes contra la Paz y
la Seguridad de la Humanidad [1954: artículo 2, párr. 11 y 1996: artículo 18(b)].
La práctica sistemática o generalizada del asesinato es un crimen contra la
humanidad.
El asesinato se reconoce como crimen contra la humanidad desde la I Guerra
Mundial, en la Declaración de Francia, Gran Bretaña y Rusia de 1915, y, por la
Comisión de la Conferencia de Paz 1919. Desde entonces, el delito de asesinato ha
sido contemplado como un crimen contra la humanidad en el Estatuto de
Nuremberg, artículo 6(c), la Ley No. 10 del Consejo Aliado de Control, artículo II,
pár. (c), el Estatuto del Tribunal para el Lejano Oriente, artículo 5(c); Principio VI c)
de los Principios de Nuremberg; Estatuto del ICTY, artículo 5(a); Estatuto del ICTR,
artículo 3(a), artículo 18 del proyecto de Código de Crímenes de 1996 y artículo 2,
párr. 11 del proyecto de código de 1954.
En el proyecto del Código de Crímenes, la Comisión de Derecho Internacional
explica que el asesinato "es un crimen claramente tipificado y bien definido en la
legislación nacional de todos los Estados". Las diferencias conceptuales en la
definición del asesinato entre los distintos sistemas nacionales de justicia penal
conducen a veces a confusiones en lo que hace a la cuestión de la inclusión del
asesinato como crimen contra la humanidad. La definición del asesinato como
crimen contra la humanidad, incluye los asesinatos extrajudiciales, que son
matanzas ilegales y deliberadas, llevadas a cabo por orden de un gobierno o con su
complicidad o consentimiento. Este tipo de asesinatos son premeditados y
constituyen violaciones de las normas nacionales e internacionales. No obstante, el
crimen de asesinato no requiere que el acto sea premeditado e incluye la creación
de condiciones de vida peligrosas que probablemente darán lugar a la muerte. |183|
En cuanto a las diferencias entre el asesinato y el exterminio, la Comisión de
Derecho Internacional, en su Informe de 1996 explicó que ambos, asesinato y
exterminio, "consisten en una conducta criminal distinta pero, sin embargo,
estrechamente relacionada, que supone privar de la vida a seres humanos
inocentes. El exterminio es un crimen que, por su naturaleza misma, se dirige contra
un grupo de personas. Además, el acto utilizado para cometer el delito de exterminio
supone un elemento de destrucción masiva que no se requiere para el asesinato. A
este respecto, el exterminio está estrechamente relacionado con el crimen de
genocidio, en el sentido de que ambos crímenes se dirigen contra un gran número
de víctimas. No obstante, el crimen de exterminio se daría en casos que difieren de
los comprendidos en el crimen de genocidio. El exterminio comprende los casos en
que se mata a grupos de personas que no comparten características comunes. Se
aplica también a casos en que se mata a algunos miembros de un grupo pero no a
otros. Finalmente, el recién aprobado Estatuto del Tribunal Penal Internacional,
incluye en la definición de exterminio, en su artículo 7.2, "la imposición intencional
de condiciones de vida ... encaminadas a causar la destrucción de parte de una
población".
Existen normas bien consolidadas a nivel nacional, regional e internacional que
prohíben la privación arbitraria de la vida. El artículo 15 de la Constitución Española
declara claramente "Todos tienen derecho a la vida ...." La protección frente al
asesinato y de la integridad física se encuentra garantizada por el Código Penal
español en sus artículos 138 a 142. El artículo 2, párr. 1 de la Convención Europea
de Derechos Humanos compromete a las Partes con la disposición de que "el
derecho de toda persona a la vida estará protegido por la ley". A nivel internacional,
el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece: "Todo
individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona";
asimismo, el artículo 6, párr. 1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos dice: "El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho
estará protegido por la ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente".
El derecho a la vida se encuentra pues firmemente protegido por normas
internacionales, lo que hace del asesinato una infracción penal tanto del derecho
internacional como del derecho interno español.
La cuestión del asesinato en cuanto crimen contra la humanidad ya ha sido
conceptualizada y fijada por la Corte IDH, en su sentencia de 26 de septiembre de
2006 en el caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile, referido a la ejecución
extrajudicial del Sr. Arellano, profesor de enseñanza básica, militante del Partido
Comunista de Chile.
Sobre el asesinato como crimen contra la humanidad dice textualmente la Corte
IDH:
93. En esta sección la Corte analizará si el crimen cometido en
contra del señor Almonacid Arellano podría constituir o no un
crimen de lesa humanidad. En este sentido, la Corte debe
analizar si para el 17 de septiembre de 1973, fecha en que
murió el señor Almonacid Arellano, el asesinato constituía un
crimen de lesa humanidad, y en qué circunstancias.
[...]
99. Basándose en los párrafos anteriores, la Corte encuentra
que hay amplia evidencia para concluir que en 1973, año de la
muerte del señor Almonacid Arellano, la comisión de crímenes
de lesa humanidad, incluido el asesinato ejecutado en un
contexto de ataque generalizado o sistemático contra sectores
de la población civil, era violatoria de una norma imperativa del
derecho internacional. Dicha prohibición de cometer crímenes
de lesa humanidad es una norma de ius cogens, y la
penalización de estos crímenes es obligatoria conforme al
derecho internacional general.
100. La Corte Europea de Derechos Humanos también se
pronunció en el mismo sentido en el caso Kolk y Kislyiy v.
Estonia. En este caso los señores Kolk y Kislyiy cometieron
crímenes de lesa humanidad en 1949 y fueron juzgados y
sancionados por ellos en las cortes de Estonia en el año 2003.
La Corte Europea indicó que aún cuando los actos cometidos
por esas personas pudieron haber sido legales por la ley
doméstica que imperaba en ese entonces, las cortes de Estonia
consideraron que constituían crímenes de lesa humanidad bajo
el derecho internacional al momento de su comisión, y que no
encontraba motivo alguno para llegar a una conclusión
diferente.
[...]
103. Como se desprende del capítulo de Hechos Probados
(supra párr. 82.3 a 82.7), desde el 11 de septiembre de 1973
hasta el 10 de marzo de 1990 gobernó en Chile un dictadura
militar que dentro de una política de Estado encaminada a
causar miedo, atacó masiva y sistemáticamente a sectores de
la población civil considerados como opositores al régimen,
mediante una serie de graves violaciones a los derechos
humanos y al derecho internacional, entre las que se cuentan al
menos 3.197 víctimas de ejecuciones sumarias y
desapariciones forzadas, y 33.221 detenidos, de quienes una
inmensa mayoría fue víctima de tortura (supra párr. 82.5). De
igual forma, la Corte tuvo por probado que la época más
violenta de todo este período represivo correspondió a los
primeros meses del gobierno de facto. Cerca del 57% de todas
las muertes y desapariciones, y el 61% de las detenciones
ocurrieron en los primeros meses de la dictadura. La ejecución
del señor Almonacid Arellano precisamente se produjo en esa
época.
104. En vista de lo anterior, la Corte considera que existe
suficiente evidencia para razonablemente sostener que la
ejecución extrajudicial cometida por agentes estatales en
perjuicio del señor Almonacid Arellano, quien era militante del
Partido Comunista, candidato a regidor del mismo partido,
secretario provincial de la Central Unitaria de Trabajadores y
dirigente gremial del Magisterio (SUTE), todo lo cual era
considerado como una amenaza por su doctrina, cometida
dentro de un patrón sistemático y generalizado contra la
población civil, es un crimen de lesa humanidad." |184|
La desaparición forzosa o involuntaria perpetrada de forma generalizada o
sistemática es un crimen contra la humanidad.
El crimen de "desaparición" parece haber sido una invención de Adolf Hitler, quien
emitió el conocido Nacht und Nebel Erlass (Decreto de Noche y Niebla) el 7 de
diciembre de 1941 con la finalidad de secuestrar personas y no dar a conocer el
paradero a los miembros de su familia. Tal como explicara Hitler, "La intimidación
eficiente y perdurable se consigue solamente con la pena capital o con medidas por
las cuales los familiares del criminal y la población no conozcan el destino del
criminal" |185|.
El Comité Preparatorio para el Establecimiento de una Corte Penal Internacional
reconoció también que la desaparición forzosa de personas es un crimen contra la
humanidad, y así se recogió en el artículo 7 (i) del Estatuto de Roma aprobado el 17
de julio de 1998. Asimismo, en el proyecto del Código de Crímenes se explica que
por su crueldad y gravedad este tipo de conducta ha de ser incluida en tal código
como crimen contra la humanidad.
La jurisprudencia del sistema interamericano de protección de derechos humanos,
establece de manera explícita el crimen de desaparición forzada como crimen
punible tanto bajo el Derecho Internacional consuetudinario como bajo el Derecho
Internacional de los tratados o Derecho Internacional convencional.
La Corte IDH, en el caso Velásquez Rodríguez, Sentencia de 29 de julio de 1988,
Serie C No. 4, sostuvo unánimemente que el Gobierno de Honduras era
responsable de la desaparición involuntaria de Angel Mandredo Velásquez
Rodríguez, y, como tal, había infringido el artículo 7 (derecho a la libertad personal)
y 4 (derecho a la vida) de la Convención americana de derechos humanos. En su
fallo, la Corte señaló:
"149. En la historia de la violación de los derechos humanos, las
desapariciones no son una novedad. Pero su carácter
sistemático y reiterado, su utilización como una técnica
destinada a producir no sólo la desaparición misma,
momentánea o permanente, de determinadas personas, sino
también un estado generalizado de angustia, inseguridad y
temor, ha sido relativamente reciente...."
150. El fenómeno de las desapariciones constituye una forma
compleja de violación de los derechos humanos que debe ser
comprendida y encarada de una manera integral.
La Corte IDH afirmó:
"153. (....) La doctrina y la práctica internacionales han calificado
muchas veces las desapariciones como un delito contra la
humanidad (Anuario Interamericano de Derechos Humanos,
1985, pags. 369, 687 y 1103). La Asamblea de la OEA ha
afirmado que 'es una afrenta a la conciencia del Hemisferio y
constituye un crimen de lesa humanidad" (AG/RES.666, supra).
También la ha calificado como 'un cruel e inhumano
procedimiento con el propósito de evadir la ley, en detrimento
de las normas que garantizan la protección contra la detención
arbitraria y el derecho a la seguridad e integridad personal
(AG/RES.742, supra)".
La OEA reafirmó que "la práctica sistemática de la desaparición forzada de
personas constituye un crimen contra la humanidad", en su adopción de la
Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada de Personas, que entró
en vigor el 29 de marzo de 1996. |186|
En el caso Kurt v. Turquía |187|, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
sentenció que el estado de Turquía había violado el art. 3 de la Convención europea
de derechos humanos, que prohíbe la tortura, por considerar que la desaparición
forzada del hijo había sometido a tortura a la madre, que en este caso era la
peticionaria ante el Tribunal. El Tribunal toma en consideración lo alegado por la
peticionaria, alegación que en este punto se encuentra explicada en el pár. 113 de
la sentencia: "además alegó [la Sra. Kurt], que el hecho de que las autoridades no
hayan suministrado ninguna explicación satisfactoria sobre la desaparición de su
hijo constituía también una violación del Artículo 3 [prohibición de torturas y tratos
inhumanos o degradantes], y que la ausencia de una investigación apropiada acerca
de su denuncia era también una violación, en sí misma, de esa disposición".
En la sentencia de 8 de octubre de 1999 en el caso The Kingdom of Spain -vAugusto Pinochet Ugarte, el Juez Bartle mantiene:
"Desde mi punto de vista, la información relacionada con la alegación de
conspiración, anterior al ocho de diciembre de 1988, puede ser tomada en
consideración por el tribunal, puesto que la conspiración es un delito que no
prescribe".
"En relación a si las desapariciones constituyen tortura; el efecto sobre las familias
de los desaparecidos puede constituir tortura mental". |188|
El 20 de diciembre de 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó
por consenso la "Convención internacional para la protección de todas las personas
en contra de las desapariciones forzadas", cuyo art. 5 recoge lo ya acuñado en
derecho internacional y es que:
Artículo 5
La práctica generalizada o sistemática de la desaparición
forzada constituye un crimen de lesa humanidad tal como está
definido en el derecho internacional aplicable y entraña las
consecuencias previstas por el derecho internacional aplicable.
|189|
La tortura se ha reconocido como una violación del Derecho Internacional
consuetudinario desde hace aproximadamente un siglo.
Ya la Comisión sobre Responsabilidad de los Autores de la Guerra y Aplicación de
Penas (Commission on the Responsibility of the Authors of the War and on
Enforcement of Penalties) reconoció la tortura como crimen contra la humanidad en
el Informe de la Comisión de la Conferencia de Paz de 1919. Al término de la II
Guerra Mundial el concepto de "crímenes contra la humanidad" fue ulteriormente
desarrollado, concretamente en los juicios de Nuremberg. Si bien en la definición de
crímenes contra la humanidad del Estatuto de los Tribunales Militares de Nuremberg
y el Lejano Oriente no se hacía mención explícita a la tortura, se enjuició y condenó
a los acusados por cometer tortura, que es un "acto inhumano"incluido en la
definición de crímenes contra la humanidad.
La tortura fue reconocida por primera vez como crimen contra en la Ley 10 del
Consejo de Control aliado, de 20 de diciembre de 1945, cuyo artículo II, 1 (c) dice
literalmente:
"1. Cada uno de los siguientes actos se reconoce como crimen:
(c) Crímenes contra la Humanidad: Atrocidades y delitos, incluidos pero no limitados
a, el asesinato, exterminio, esclavitud, deportación, encarcelamiento, tortura,
violación u otros actos inhumanos cometidos contra cualquier población civil, o
persecuciones por motivos políticos, raciales o religiosos, atenten o no contra el
derecho interno del país donde fueron perpetrados" |190|.
Desde la II Guerra Mundial, las Naciones Unidas y otros mecanismos
internacionales y regionales encargados de la protección y promoción de los
derechos humanos han reconocido explícita y coherentemente el derecho a no ser
torturado como un derecho fundamental y universal bajo el Derecho Internacional.
En 1975, las Naciones Unidas, mediante Resolución 3452 de 9 de diciembre de
1975 promulgaron la "Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra
la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes". Esta
Declaración se convertiría en 1984 en la "Convención contra la Tortura y Otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes", que entró en vigor el 26 de
junio de 1987. La Convención desarrolla el artículo 5 de la Declaración Universal,
por el que se prohíben la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes, y constituye una codificación más completa del artículo 7 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Su artículo 1, pár. 1, define este acto prohibido del siguiente modo:
"1. A los efectos de la presente Convención, se entenderá por el
término "tortura" todo acto por el cual se inflija
intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos
graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella
o de un tercero información o una confesión, de castigarla por
un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o
de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por
cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación
cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un
funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones
públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o
aquiescencia. No se considerarán torturas los dolores o
sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones
legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas."
El ámbito de aplicación de esta Convención se limita pues a los actos cometidos en
el ejercicio de funciones públicas o con connivencia oficial. Sin embargo, el pár. 2 de
su artículo 1 prevé que el término "tortura" puede ser de aplicación más amplia en
virtud de otros instrumentos internacionales. Esto es importante en el contexto de
los crímenes contra la humanidad cometidos no sólo por gobiernos sino por
organizaciones o grupos. A los presentes fines, los actos de tortura quedan
comprendidos si se cometen de manera sistemática o en escala masiva por
cualquier gobierno, organización o grupo.
En los artículos 4 a 16 se fija la obligación de los Estados Parte de perseguir las
violaciones de la Convención que hayan sido cometidas por los nacionales del
Estado en cuestión, en su territorio o bien contra sus nacionales. El artículo 4
establece "Todo Estado Parte velará por que todos los actos de tortura constituyan
delitos conforme a su legislación penal". Y el artículo 5 (1): "Todo Estado Parte
dispondrá lo que sea necesario para instituir su jurisdicción sobre los delitos a que
se refiere el artículo 4 en los siguientes casos: .... c) Cuando la víctima sea nacional
de ese Estado y éste lo considere apropiado". El artículo 8 establece que la tortura
es un delito extraditable.
El derecho sustantivo a no ser torturado ya estaba bien establecido en el derecho
internacional consuetudinario antes de la entrada en vigor de la Convención contra
la tortura. Como la tortura es cada vez más perseguida como crimen contra la
humanidad por parte de los tribunales, como los de la ex Yugoslavia y Ruanda.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas incluyó la tortura como crimen
contra la humanidad en los Estatutos de los Tribunales Internacionales para la ex
Yugoslavia, artículo 5, y Ruanda, artículo 3 |191|. Éste último artículo establece: "El
Tribunal Internacional para Ruanda está habilitado para juzgar a los presuntos
responsables de los siguientes crímenes cuando éstos han sido cometidos en el
curso de un ataque generalizado y sistemático, y dirigidos contra cualquier
población civil en razón de su nacionalidad o pertenencia a un grupo político, étnico,
racial o religioso: .... f) Tortura;".
La Comisión de Derecho Internacional también ha incluido la tortura como crimen
contra la humanidad en el artículo 18 de su Código de Crímenes: "Por crimen contra
la humanidad se entiende la comisión sistemática o en gran escala e instigada o
dirigida por un gobierno o por una organización política |192| o grupo de cualquiera
de los actos siguientes: .... c) Tortura;".
Por último, el Estatuto de Roma por el que se aprueba el establecimiento de una
Corte Penal Internacional también incorpora la tortura como crimen contra la
humanidad en su artículo 7: "1. A los efectos del presente Estatuto, se entenderá
por 'crimen de lesa humanidad' cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa
como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con
conocimiento de dicho ataque: .... f) Tortura;".
En un caso importante a estos efectos, sustanciado en Estados Unidos, Filártiga v.
Peña, 630 F.2d 876 (1980), la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito (U.S.
Court of Appeals for the Second Circuit) |193|, falló a favor de la concesión de
reparación a los parientes extranjeros de Joelito Filártiga, quien, en 1976, había sido
brutalmente torturado y asesinado por un miembro de la alta jerarquía de la fuerza
policial paraguaya. Al fallar en favor del demandante, condenando al general de
Paraguay a pagar una indemnización de diez (10) millones de dólares, la Corte de
Circuito invocó el artículo 7 de la Convención contra la Tortura y sostuvo: "La tortura
deliberadamente perpetrada al amparo de un cargo oficial viola normas
universalmente aceptadas del Derecho Internacional de los Derechos Humanos,
siendo indiferente a estos efectos la nacionalidad de las partes". Al tomar esta
decisión, la Corte se fundó en que la tortura está prohibida por el derecho de gentes.
Yendo más allá, la Corte señaló que "el Derecho Internacional confiere derechos
fundamentales a todos los individuos frente a sus gobiernos". Pero además, la Corte
de Apelaciones pidió el reconocimiento y la aplicación de las normas fundamentales
de derechos humanos por parte de los tribunales nacionales:
"En el siglo XX la comunidad internacional ha llegado a
reconocer el peligro común basado en el flagrante
desconocimiento de los derechos humanos básicos y, en
particular, el derecho a no ser torturado. En la edad moderna,
se combinan consideraciones de carácter práctico y humanitario
para llevar a las naciones del mundo a reconocer que el respeto
a los derechos humanos fundamentales redunda en su interés
individual y colectivo. Entre los derechos universalmente
proclamados por todas las naciones, como hemos subrayado,
está el derecho a no ser físicamente torturado |194|. De hecho,
a los efectos de responsabilidad civil, la tortura se ha convertido
-como lo eran antes el pirata y el tratante de esclavos- en un
hostis humanis generis, es decir, en un enemigo del género
humano".
En el caso Siderman v. Argentina, 965 F.2D 699 (9th Cir. 1992), el Noveno Circuito
Federal dictaminó: "Si bien no todo el derecho consuetudinario internacional lleva
aparejada la fuerza de una norma de ius cogens, la prohibición contra la tortura
proveniente de instancias oficiales ha alcanzado este estatus". Ibid., p. 717. Y
continúa este tribunal:
"Concluímos que el derecho a no ser torturado por personas en
el ejercicio de funciones públicas es un derecho fundamental y
universal, un derecho meritorio de la más elevada condición
bajo el Derecho Internacional, una norma de ius cogens |195|.
El aplicar latigazos, el recurso al tornillo en el pulgar, la presión
del cinturón de castidad, y, en estos tiempos modernos más
eficientes, la descarga de la picana eléctrina propia del ganado,
son formas de tortura que el orden internacional no tolerará.
Someter a una persona a tales horrores equivale a cometer una
de las violaciones más atroces contra la seguridad personal y la
dignidad del ser humano. No cabe duda de que los estados
practican la tortura oficialmente, pero todos los estados creen
que es malum en se; todos los que practican la tortura lo niegan
y ningún estado invoca un derecho soberano a torturar a sus
propios ciudadanos".
Las sentencias de la Cámara de los Lores del Reino Unido relativas al proceso de
extradición de Augusto Pinochet Ugarte, han reafirmado este carácter de ius cogens
que tiene el crimen de tortura, así como la aplicación del principio de jurisdicción
penal universal contemplado por la Convención contra la Tortura. En el fallo "Regina
v. Bartle and the Commissioner of Police for the Metropolis and Others Ex Parte
Pinochet Regina v. Evans and Another and the Commissioner of Police for the
Metropolis and Others Ex Parte Pinochet (On Appeal from a Divisional Court of the
Queen's Bench Division)", de 24mar99, Lord Browne-Wilkinson hace constar que:
"La república de Chile aceptó ante sus señorías los Lores que el derecho
internacional por el cual se prohíbe la tortura tiene el carácter de ius cogens o norma
perentoria, es decir, una de esas reglas del derecho internacional que tiene un
estatus particular. En el caso Furundzija (supra) párr. 153, el Tribunal dijo:
'Debido a la importancia de los valores que protege, [la prohibición de tortura] ha
devenido una norma perentoria de ius cogens, esto es, una norma que disfruta de
un rango más elevado en la jerarquía internacional que el derecho de los tratados e
incluso que las reglas consuetudinarias 'ordinarias'. La consecuencia más notable
de este rango más elevado es que el principio en cuestión no puede ser derogado
por los estados a través de tratados internacionales o costumbres locales o
especiales o incluso reglas consuetudinarias generales que no estén revestidas de
la misma fuerza normativa.... Sin lugar a dudas, la naturaleza de ius cogens de la
prohibición contra la tortura articula la noción de que la prohibición se ha convertido
en uno de los estándares más fundamentales de la comunidad internacional. Es
más, esta prohibición ha sido diseñada para producir un efecto disuasorio en el
sentido de que señala a todos los miembros de la comunidad internacional y a los
individuos sobre los que se ejerce el poder que la prohibición de tortura es un valor
absoluto del que nadie ha de desviarse". (ver también los casos citados en la Nota
170 del caso Furundzija).
La naturaleza de jus cogens de que goza el crimen internacional de tortura justifica
que los estados ejerzan la jurisdicción universal sobre el crimen de tortura donde
quiera que éste haya sido cometido. El derecho internacional dispone que las
ofensas que tienen el estatus de ius cogens puede ser castigadas por cualquier
estado porque quienes las cometen son 'enemigos comunes de toda la humanidad y
todas las naciones tienen un interés igual en su aprehensión y enjuiciamiento:
Demjanjuk v. Petrovsky (1985) 603 F. Supp. 1468; 776 F. 2d. 571." |196|
La Nota 170 del caso Furundzija remite a su vez a la Observación general No. 24
sobre "Cuestiones relativas a las reservas hechas en el momento de ratificación o
adhesión al Pacto (de Derechos Civiles o Políticos) o al Protocolo Facultativo del
mismo, o en relación con las declaraciones bajo el art. 41 del Pacto", emitida el 4 de
noviembre de 1994 por el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
par. 10, donde se afirma que "la prohibición de tortura tiene el estatus de norma
perentoria", es decir, ha adquirido el estatus de norma de ius cogens.
El TPIY analizó también en este caso la cuestión del efecto de las leyes nacionales
de amnistía sobre la práctica de la tortura. Habiendo llegado a la conclusión del
carácter de ius cogens de la norma internacional que prohíbe la tortura, el Tribunal
abordó la cuestión de los intentos de legitimar la tortura:
"Carecería de sentido argumentar, por una parte, que por razón del valor de ius
cogens de que goza la prohibición de la tortura, los tratados y las normas
consuetudinarias que contemplan la tortura son nulos de pleno derecho, y después
hacer caso omiso a las medidas internas adoptadas por un determinado Estado
autorizando o perdonando la comisión de torturas, o absolviendo a sus
perpetradores mediante una ley de amnistía. Si una situación tal llegara a
producirse, las medidas nacionales que violan este principio general, así como
cualquier disposición relevante contenida en un tratado, .... no gozarían de
reconocimiento internacional. Las víctimas potenciales podrían iniciar un
procedimiento en caso de estar investidas de locus standi ante un órgano judicial
competente internacional o nacional.... Pero lo que es todavía más importante es
que los perpetradores de torturas que actúen gracias a/o prevaliéndose de esas
medidas nacionales pueden ser procesados penalmente por tortura, ya sea por un
Estado extranjero, o por su propio Estado ante un cambio de régimen. En resumen,
a pesar de que los órganos legislativos o judiciales hayan autorizado a nivel
nacional la violación del principio que prohíbe la tortura, los individuos siguen
estando obligados a respetar ese principio.
Es más, a nivel individual, es decir, a efectos de responsabilidad penal individual,
parece que una de las consecuencias del carácter de ius cogens que la comunidad
internacional otorga a la prohibición de la tortura es que cada Estado está
autorizado para investigar, enjuiciar y castigar a aquéllos individuos acusados de
tortura que se hallen presentes en territorio sometido a su jurisdicción". |197|
En 1986, el Relator Especial de las Naciones Unidas, P. Kooijmans, en su informe a
la Comisión de Derechos Humanos adoptó una opinión similar (E/CN. 4/1986/15, p.
1, para 3). Que la prohibición de la tortura se ha convertido en una norma de ius
cogens ha sido sostenido, entre otros, por los tribunales de los Estados Unidos en
Siderman de Blake v. República Argentina, 965 F. 2d 699 (9th Cir. 1992) Cert.
Denied, Republic of Argentina v. De Blake, 507 U.S. 1017,123L. Ed. 2d 444, 113 S.
Ct. 1812 (1993); Committee of U.S. Citizens Living in Nicaragua v. Reagan, 859 F.
2d 929, 949 (D.C. Cir. 1988); Xuncax et al. v. Gramajo, 886 F. Supp. 162 (D. Mass.
1995); Cabiri v. Assasie-Gyimah, 921 F. Supp. 1189, 1196 (S.D.N.Y. 1996); e In re
Estate of Ferdinand E. Marcos, 978 F. 2d 493 (9th Cir. 1992) Cert. Denied, Marcos
Manto v. Thajane, 508 U.S. 972, 125L. Ed. 2d 661, 113 S. Ct. 2960 (1993)].
Y continúa la sentencia de los Lores de 24mar99:
"La naturaleza de ius cogens del crimen internacional de tortura justifica que los
Estados ejerciten la jurisdicción universal sobre tal crimen al margen de donde se
hubiere cometido. El derecho internacional establece que los delitos de ius cogens
pueden ser castigados por cualquier Estados ya que sus autores son "enemigos
comunes de toda la humanidad y todas las naciones tienen un mismo interés en su
aprehensión y procesamiento (Demjanjuk v. Petrovsky (1985) 603 F. Supp. 1468;
776 F. 2d. 571).
Ha sido sugerido por la Sra. Montgomery [abogada defensora de Pinochet], para el
Senador Pinochet, que aunque la tortura sea contraria al derecho internacional, no
era estrictamente un crimen de derecho internacional en su sentido más elevado. A
la luz de las autoridades jurídicas que he mencionado (así como muchas otras no
mencionadas) no albergo duda alguna de que mucho antes de la Convención contra
la Tortura de 1984 la tortura estatal era un crimen internacional en su acepción más
elevada".
En Siderman de Blake v. la República de Argentina (1992) 965 F.2d 699, 714-717
se sostuvo que los actos de tortura oficial invocados, que fueron cometidos en 1976
antes de que se redactara la Convención contra la Tortura, eran violatorios del
Derecho Internacional según el cual la prohibición de la tortura oficial había
adquirido el estatus de ius cogens (En este caso el peticionario fue víctima de trato
cruel durante un período de siete días a manos de hombres que actuaban bajo la
dirección del gobernador militar de Tucumán, Gral Bussi). La cuidadosa discusión
de las reglas de ius cogens y erga omnes en relación con las alegaciones de tortura
oficial en el caso Siderman de Blake v. República of Argentina (1992) 26 F.2d 1166,
pp. 714-718, muestra que ya entonces existía un extendido acuerdo en que la
prohibición frente a los actos de tortura oficial había alcanzado el estatus de norma
de ius cogens.
Por su parte, Lord Millett en la sentencia ya mencionada de 24mar99, mantiene lo
siguiente:
"En mi opinión, los crímenes prohibidos por el derecho internacional están
sometidos a la jurisdicción universal bajo el derecho internacional consuetudinario si
se satisfacen los dos criterios siguientes. En primer lugar, han de ser contrarios a
una norma perentoria de derecho internacional de manera que infrinjan el ius
cogens. En segundo lugar, han de ser tan graves y haber sido cometidos a tal
escala que pueden ser justamente considerados como un ataque al orden jurídico
internacional. Los crímenes aislados, incluso si han sido cometidos por funcionarios
públicos, no se amoldan a estos criterios. El primero de los mencionados criterios
está bien demostrado por diversas autoridades jurídicas y manuales: a modo de
ejemplo reciente, véase la sentencia emitida el 10 de diciembre de 1998 por el TPIY
en el caso la Fiscalía versus Anto Furundzija [...]
El segundo requisito está implícito en la restricción original aplicable a los crímenes
de guerra y los crímenes contra la humanidad, los fundamentos jurídicos de la corte
en el caso Eichman, así como las definiciones empleadas en los recientes estatutos
por los que se establecen los tribunales internacionales ad hoc para la antigua
Yugoslavia y Ruanda.
Bajo el derecho internacional consuetudinario, cada estado tiene competencia para
ejercer jurisdicción extraterritorial respecto de los crímenes internacionales que se
ajusten a los criterios relevantes. El que sus tribunales posean jurisdicción
extraterritorial bajo su derecho interno depende, por supuesto, de sus previsiones
constitucionales y de la relación entre derecho internacional consuetudinario y la
jurisdicción de sus tribunales penales. La jurisdicción de los tribunales penales
ingleses es normalmente de carácter estatutario, pero se ve complementada por el
common law. El derecho internacional consuetudinario forma parte del common law,
y por consiguiente, considero que los tribunales ingleses tienen y siempre han
tenido jurisdicción penal extraterritorial respecto de los crímenes que según el
derecho internacional consuetudinario están sometidos a jurisdicción universal".
Y continúa Lord Millett:
"En su manual sobre la Convención contra la Tortura (1984), Burgers y Danelius
escriben en la pág. 1:
'Mucha gente asume que el objetivo principal de la Convención es declarar fuera de
la ley la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Esta
asunción no es del todo correcta en la medida en que puede dar a entender que
sólo la Convención establece bajo el derecho internacional la prohibición de estas
prácticas y que tal prohibición será vinculante en cuanto regla de derecho
internacional solamente para aquellos Estados parte en la Convención. Al contrario,
la Convención se basa en el reconocimiento de que las prácticas más arriba
mencionadas ya se encuentran proscritas por el derecho internacional. El principal
objetivo de la Convención consiste en fortalecer la ya existente prohibición de tales
prácticas mediante una serie de medidas de apoyo al respecto'.
Es mi opinión que el empleo sistemático de la tortura a gran escala y como
instrumento de política de estado se ha unido a la piratería, a los crímenes de
guerra y a los crímenes contra la paz en cuanto crimen internacional de jurisdicción
universal mucho antes de 1984. Considero que adquirió tal carácter en torno a 1973.
En lo que a mi atañe, por lo tanto, sostengo que los tribunales de este país ya
poseían jurisdicción extraterritorial respecto de la tortura y la conspiración para
torturar cometidas a la escala de los cargos del presente caso y que no se requería
de ley alguna que autorizara el ejercicio de tal jurisdicción. (....)
La Convención contra la Tortura (1984) no creó un nuevo crimen internacional, sino
que vino a redefinirlo. Si la comunidad internacional había condenado el uso
generalizado y sistemático de la tortura como instrumento de política de estado, la
Convención extendió la tipificación de este crimen de modo que abarcara casos de
tortura aislados e individuales siempre y cuando su autor fuera un funcionario
público. No pienso que este último tipo de delitos fueran considerados previamente
crímenes internacionales sometidos a jurisdicción universal. En cambio, los cargos
contra el Senador Pinochet reúnen los requisitos antes mencionados totalmente. De
este modo, la Convención reafirmó y amplió un crimen internacional ya existente e
impuso la obligación sobre los estados parte en la Convención de adoptar medidas
para prevenir este crimen y castigar a los cupables del mismo. Como explican
Burgers y Danielus, su propósito principal consistía en introducir un mecanismo
institucional que permitiera lo anterior. Si bien antes los estados podían ejercer su
jurisdicción respecto de este crimen al margen de donde hubiere sido cometido,
ahora estaban obligados a hacerlo. Cualquier estado parte en cuyo territorio sea
hallada la persona de la cual se supone que ha cometido este tipo de crimen está
obligado a ofrecerse a extraditarla o a iniciar el procedimiento para su enjuiciamiento
(...)".
Hay que señalar que esta sentencia del Tribunal de los Lores de 24mar99 tenía
como objeto dirimir si Augusto Pinochet Ugarte gozaba de inmunidad o no, ello en el
marco del procedimiento de extradición que se siguió en su contra. Al margen de
este tema de la inmunidad, lo que la sentencia de los lores deja bien claro es que el
crimen internacional de tortura, en el derecho internacional consuetudinario, tiene y
tenía antes de la Convención una existencia derivada del ius cogens.
La persecución por motivos políticos, raciales o religiosos es un crimen
contra la humanidad y, por lo tanto punible bajo el Derecho Internacional.
Este tipo de crimen contra la humanidad se reconoce como tal en el artículo 6(c) del
Estatuto de Nuremberg; en el artículo II (1)(c) de la Ley 10 del Consejo de Control
Aliado; en el Principio VI de los Principios de Nuremberg; en el artículo 2(11) del
proyecto de Código de Delitos de 1954, en el artículo 5(h) del Estatuto del TPIY y en
el artículo 3(h) del Estatuto delTPIR; en el artículo 18 (e) del protecto de Código de
Crímenes de 1996 y, por último, en el artículo 7(h) del Estatuto de la Corte Penal
Internacional.
La Comisión de Derecho Internacional mantiene que el acto inhumano de
persecución puede adoptar muchas formas cuya característica común es la
denegación de los derechos humanos y libertades fundamentales que corresponden
a todas las personas sin distinción, como reconocen la Carta de las Naciones
Unidas en sus artículos 1 y 55 y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos en su artículo 2. En este proyecto de código la Comisión criminaliza los
actos de persecución en que no existe la intención específica que se requiere para
el crimen de genocidio |198|.
Observando que el término "persecución" ha adquirido un sentido universalmente
aceptado, el eminente profesor tratadista M. Cherif Bassiouni propone la siguiente
definición:
"La Política o Acción del estado conducente a someter a un individuo a
hostigamiento, tormento, opresión, o medidas discriminatorias diseñadas para o con
la probabilidad de, producir sufrimiento físico o mental, o daño económico, por
motivo de las creencias, opiniones o pertenencia de la víctima a un determinado
grupo identificable (religioso, social, étnico, lingüístico, etc.), o simplemente porque
el perpetrador buscara singularizar una determinada categoría de víctimas por
motivos peculiares del perpetrador" |199|.
El TPIY, en su sentencia de 27 de septiembre de 2006 en el caso Prosecutor v.
Momilo Krajišnik, aborda los diversos actos que, cometidos de manera sistemática
y/o generalizada constituyen crímenes contra la humanidad, sistematizando los
elementos de los mismos, entre ellos, el acto de persecución.
Dice esa sentencia al respecto:
5.4 Persecución en cuanto crimen contra la humanidad
5.4.1 Derecho aplicable
Elementos comunes de la persecución en cuanto crimen contra
la humanidad
733. El acta de acusación culpa al acusado, a tenor del artículo
5(h) del Estatuto |200|, de persecución en cuanto crimen contra
la humanidad cometida contra musulmanes bosnios y croatas
bosnios en los municipios objeto del acta de acusación...
734. El crimen de persecución consiste en una acción u omisión
que:
a) discrimina de hecho y niega un derecho humano fundamental
afianzado en derecho internacional; y
b) se lleva a cabo con la intencionalidad de discriminar por
alguno de los motivos enumerados, a saber, políticos, raciales o
religiosos.
735. Los actos enumerados en los restantes sub-apartados del
artículo 5 del Estatuto o previstos en otras partes del mismo, así
como los actos a los que el Estatuto no hace mención explícita,
pueden ser calificados como actos subyacentes de persecución.
|201| No es necesario que el acto subyacente, en sí mismo,
constituya un crimen bajo el derecho internacional. En la
práctica, no toda negación de un derecho humano fundamental
reviste la gravedad suficiente para constituir un crimen contra la
humanidad. El acto subyacente cometido por motivos
discriminatorios, considerado aisladamente o en conjunción con
otros actos, debe tener la misma gravedad que otros crímenes
enumerados en el artículo 5 del Estatuto. |202|
El encarcelamiento arbitrario está también reconocido como crimen contra la
humanidad.
Este reconocimiento se efectuó por primera vez en la Ley 10 del Consejo de Control
Aliado:
"1. Cada uno de los siguientes actos se reconoce como crimen:
(c) Crímenes contra la Humanidad: Atrocidades y delitos,
incluidos pero no limitados a, el asesinato, exterminio,
esclavitud, deportación, encarcelamiento, tortura, violación u
otros actos inhumanos cometidos contra cualquier población
civil, o persecuciones por motivos políticos, raciales o religiosos,
atenten o no contra el derecho interno del país donde fueron
perpetrados" |203|.
Ha sido reconocido también como un crimen contra la humanidad en el Estatuto del
TPIR, artículo 3(e), y en el Estatuto del TPIY, artículo 5(e). Igualmente se recoge en
el artículo 7(e) del Estatuto de la Corte Penal Internacional.
Además de su inclusión como crimen contra la humanidad en los instrumentos
anteriores, el derecho a no ser detenido sin mediar juicio previo justo y rápido, de
conformidad con las normas internacionales del debido proceso, es también un
derecho humano fundamental reconocido por la Declaración Universal, artículos 9 y
10, y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Los artículos 6, 9, 14 y
15 de éste último establecen expresamente tanto el derecho a no ser detenido
arbitrariamente, como las normas mínimas del debido proceso para el arresto,
detención y enjuiciamiento de los individuos. Las normas mínimas del debido
proceso requeridas para la protección contra las detenciones arbitrarias han sido
elaboradas por las Naciones Unidas en los siguientes instrumentos: Reglas Mínimas
para el Tratamiento de los Reclusos; Conjunto de Principios para la Protección de
Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o Prisión;
Convención contra la Tortura, artículos 7 y 15; Principios Básicos Relativos a la
Independencia de la Judicatura; Principios Básicos sobre la Función de los
Abogados y las Directrices sobre la Función de los Fiscales.
La Comisión de Derecho Internacional mantiene que el término "encarcelamiento"
comprende toda violación de la libertad de la persona y el término "arbitrario"
establece el requisito de que esa privación sea sin el debido procedimiento legal.
Este acto inhumano incluye, según la citada Comisión, los casos de
encarcelamiento arbitrario sistemático o en gran escala, como en campos de
concentración o detención, u otras formas de privación de libertad de larga duración
|204|.
El Genocidio
El genocidio es un crimen contra la humanidad, y por lo tanto punible bajo el
Derecho Internacional. El Estatuto del Tribunal de Nuremberg reconoció en el
apartado (c) de su artículo 6 dos categorías distintas de crímenes de lesa
humanidad. La primera es la relativa a los actos inhumanos, la segunda a la
persecución, definiendo esta segunda categoría de crímenes contra la humanidad
como "la persecución por motivos políticos, raciales o religiosos para cometer
cualquier crimen que sea de la competencia del Tribunal o en relación con ese
crimen". El Tribunal de Nuremberg condenó a algunos de los acusados de crímenes
contra la humanidad sobre la base de este tipo de conducta y, de esa forma,
confirmó el principio de la responsabilidad y el castigo individuales de tales
conductas como crímenes de Derecho Internacional |205|.
Posteriormente, la Asamblea General reconoció que, en todos los períodos de la
historia, el genocidio había infligido grandes pérdidas a la humanidad, al aprobar la
Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 1948, con
objeto de establecer una base para la cooperación internacional necesaria a fin de
librar a la humanidad de un flagelo tan odioso |206|.
Tal y como hace constar la Comisión de Derecho Internacional, "La Convención ha
sido ampliamente aceptada por la comunidad internacional y ratificada por la
inmensa mayoría de los Estados. Además, los principios en que la Convención se
basa han sido reconocidos por la Corte Internacional de Justicia |207| como
vinculantes para los Estados aun sin necesidad de una obligación convencional."
|208|
La Convención confirma en su artículo 1 que el genocidio es un crimen de Derecho
Internacional que puede cometerse en tiempo de paz o en tiempo de guerra. Este
tratado supuso un avance en materia de crímenes contra la humanidad consistentes
en persecución reconocidos en el Estatuto del Tribunal de Nuremberg, pues no
incluye el requisito de la existencia de un nexo con crímenes contra la paz o con
crímenes de guerra que contemplaba el Estatuto al referirse a "persecución .... para
cometer cualquier crimen que sea de la competencia del Tribunal o en relación con
ese crimen".
Los requisitos en torno al mens rea y actus reus necesarios para que una conducta
concreta pueda subsumirse en el tipo de genocidio, vienen determinados por el
artículo II de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
Ya en el plano jurisprudencial, la Corte de Distrito de Jerusalén, en el caso
Eichmann, reconoció que el genocidio cae dentro de la definición de crímenes
contra la humanidad:
Sobra decir que "el crimen contra al pueblo judío", que
constituye un crimen de "genocidio", no es más que el tipo más
grave de "crímenes contra la humanidad", .... [T]odo lo que se
ha dicho en los principios de Nuremberg sobre los "crímenes
contra la humanidad", se aplica a fortiori al "genocidio contra el
pueblo judío" |209|.
En lo que se refiere al tipo de elemento intencional necesario para el crimen de
genocidio, entendido como crimen contra la humanidad, la Corte Suprema de Israel,
al revisar la decisión de la Corte de Distrito en el caso Eichmann, afirmó que "el
principio subyacente en el Derecho Internacional en relación con tales crímenes
[como el genocidio] es que el individuo que ha cometido cualquiera de ellos, al
actuar así, se puede presumir que comprende totalmente la atroz naturaleza de este
acto y debe rendir cuentas por su conducción...." |210|
Este tipo penal surge para hacer frente a las situaciones derivadas de la aplicación
de lo que se conoce como doctrina racial. En el caso europeo, la Alemania
nacionalsocialista desarrolló e implementó este tipo de doctrina a nivel legislativo y
judicial; la misma fue aplicada por tribunales raciales en el Este de Europa,
principalmente durante la conocida como Operación Barbarossa, conducida por las
unidades móviles de exterminio denominadas Einsatzgruppen. Estas unidades,
siguiendo las órdenes de la cadena de mando, llevaron a cabo dos tipos de
operaciones: a) operaciones de exterminio de los dirigentes comunistas o judíos
integrados en organizaciones sociales y políticas y, b) operaciones raciales donde
las órdenes consistían en la eliminación de los eslavos, judíos y demás razas
consideradas como untermenschen (subhumanos) y, por lo tanto, "culpables" antes
las leyes raciales ya promulgadas y que debían ser eliminados. |211|
La cuestión del genocidio es un constructo intelectual debido básicamente a
Rahpaël Lemkin. Lemkin presentó por primera vez como cuestión nueva para el
derecho internacional el tipo de delitos que se presumía serían cometidos a gran
escala con la aplicación de la doctrinas raciales nacionalsocialistas, y presentó su
formulación en un fecha tan temprana como 1933.
Lemkin titula el Capítulo IX de su obra Axis Rule in Occupied Europe: Laws of
Occupation - Analysis of Government - Proposals for Redress, "Genocidio: un nuevo
término y una nueva concepción para la destrucción de las naciones". Comienza el
mismo exponiendo lo siguiente:
Las nuevas concepciones requieren nuevos términos. Por
"genocidio" nos referimos a la destrucción de una nación o de
un grupo étnico. Esta nueva palabra, acuñada por el autor para
referirse a una vieja práctica en su desarrollo moderno, viene
del vocablo del griego antiguo genos (raza, tribu) y del latín cide
(matanza)...
El genocidio tiene dos fases: una, la destrucción de la identidad
nacional del grupo oprimido; la otra, la imposición de la
identidad nacional del opresor. Esta imposición, a su vez, puede
hacerse sobre la población oprimida a la que le es permitido
quedarse, o únicamente sobre el territorio, tras haber expulsado
a la población y colonizado la zona con los propios nacionales
del opresor. En el pasado, el vocablo empleado para describir la
destrucción de una identidad nacional era "desnacionalización".
El autor cree, sin embargo, que esta palabra no es la adecuada
porque: 1) no connota la destrucción de la estructura biológica;
2) al connotar la destrucción de una identidad nacional, no
connota la imposición de la identidad nacional del opresor; y 3)
algunos autores emplean la palabra "desnaturalización" para
referirse sólo al despojo de la nacionalidad.
[...]
El genocidio es la antítesis de la Doctrina Rousseau-Portalis,
que puede considerarse como implícita en los Reglamentos de
La Haya. Esta doctrina sostiene que la guerra se dirige contra
los soberanos y ejércitos, no contra los súbditos y civiles. En su
aplicación moderna en las sociedades civilizadas, esta doctrina
implica que la guerra se lleva a cabo contra estados y fuerzas
armadas y no contra la poblaciones. Fue necesaria una larga
evolución en las sociedades civilizadas para que se avanzara
desde las guerras de exterminio |212|, que ocurrieron en tiempo
antiguos y en la Edad Media, hacia la concepción de la guerra
como limitada esencialmente a actividades contra los ejércitos y
estados. Sin embargo, en la presente guerra, el genocidio está
siendo ampliamente practicado por el ocupante alemán.
Alemania no podía aceptar la doctrina Rousseau-Portalis:
primero, porque Alemania está llevando a cabo una guerra total;
y segundo, porque según la doctrina del nacional socialismo, el
factor predominante es la nación y no el estado. Bajo esta
concepción alemana, la nación suministra el elemento biológico
al estado. Consecuentemente, al poner en práctica un Nuevo
Orden, los alemanes prepararon, desataron y continuaron
adelante con una guerra no solamente contra los estados y sus
ejércitos, si no contra la pueblos. Por tanto, para las autoridades
alemanas de ocupación, la guerra parecía ofrecer la ocasión
más apropiada para implementar su política de genocidio. Su
razonamiento parece ser el siguiente:
La nación enemiga bajo control de Alemania ha de ser
destruida, desintegrada, o debilitada en distinto grado durante
las décadas venideras. De este modo, el pueblo alemán, en el
período de post guerra, podrá tratar con otros pueblos europeos
desde la ventaja que le confiere su superioridad biológica. Dado
que la imposición de esta política de genocidio es más
destructiva para un pueblo que las heridas sufridas en combate,
el pueblo alemán, tras la guerra, será más fuerte que los
pueblos sojuzgados, incluso si el ejército alemán es derrotado.
Desde esta perspectiva, el genocidio es una nueva técnica de
ocupación dirigida a ganar la paz incluso si la guerra en sí
misma se pierde.
Con esta finalidad, el ocupante ha elaborado un sistema
diseñado para destruir a las naciones siguiendo un plan
preparado con antelación. Incluso antes de la guerra, Hitler
previó el genocidio como forma de cambiar las interrelaciones
biológicas en Europa a favor de Alemania. La concepción que
Hitler tenía del genocidio no se basa en características
culturales, sino biológicas. Él pensaba que la "germanización
sólo podía llevarse a cabo con la tierra y nunca con los
hombres". |213|
En cuanto al tipo de grupos protegidos, tanto la Convención contra el genocidio,
como los estatutos del TPIY, el TPIR y la CPI contemplan los mismos grupos. Los
grupos políticos no se incluyeron en la Convención para la Prevención y la Sanción
del Delito de Genocidio porque, entre otros motivos, este tipo de grupo se consideró
que no era lo suficientemente estable a los propósitos de este tipo de crimen.
Ver en este sentido sentencias del TPIY Jelisic (Sala Primera Instancia) 14 de
diciembre de 1999; Krstic (Trial Chamber) August 2001; y del TPIR: Prosecutor v.
Rutaganda, Trial Chamber, December 6, 1999; Akayesu, Trial Chamber 2
September 1998, entre otras.
En realidad el tipo de genocidio se creó para hacer frente a los sistemas penales
raciales como los que implantó el nacionalsocialismo a partir de los años 30 e
incluso países como Croacia en los años 80.
Los crímenes de lesa humanidad codificados en tratados y otros instrumentos de
ámbito internacional.
Los crímenes de lesa humanidad reconocidos en el derecho internacional incluyen
la práctica sistemática o generalizada del asesinato, la tortura, la desaparición
forzada, la deportación y el desplazamiento forzoso, la detención arbitraria y la
persecución por motivos políticos u otros. Cada uno de estos crímenes de lesa
humanidad han sido reconocidos como crímenes comprendidos en el derecho
internacional por convenios y otros instrumentos internacionales, ya sea de forma
expresa o dentro de la categoría de otros actos inhumanos. Entre estos
instrumentos figuran: el Artículo 6 (c) del Estatuto del Tribunal Militar Internacional
de Nuremberg (1945) (asesinato, deportación y otros actos inhumanos de
persecución), la Ley Núm. 10 del Consejo del Control Aliado (1946) (asesinato,
deportación, encarcelamiento, tortura y otros actos inhumanos y de persecución), el
Artículo 6 (c) de la Carta del Tribunal Militar Internacioral para el Extremo Oriente
(Tribunal de Tokio) (1946) (asesinato, deportación y otros actos inhumanos y de
persecución), el Artículo 2 (10) del Proyecto de Código en Materia de Delitos contra
la Paz y la Seguridad de la Humanidad (1954) (asesinato, deportación y
persecución), el Artículo 5 del Estatuto del TPIY (1993) (asesinato, deportación,
encarcelamiento, persecuciones y otros actos inhumanos), el Artículo 3 del Estatuto
del TPIR (1994) (asesinato, deportación, encarcelamiento, persecución y otros actos
inhumanos), el Artículo 18 del Proyecto de Código en Materia de Crímenes contra la
Paz y la Seguridad de la Humanidad (1996) (asesinato, tortura, persecución,
encarcelamiento arbitrario, deportación o desplazamiento forzoso de poblaciones
con carácter arbitrario, desaparición forzada de personas y otros actos inhumanos) y
el Artículo 7 del Estatuto de la Corte Penal Internacional (1998) (asesinato,
deportación o desplazamiento forzoso de poblaciones, desaparición forzada de
personas, encarcelamiento u otra grave privación de la libertad física que viole los
principios fundamentales del derecho internacional, tortura, persecución,
desaparición forzada de personas y otros actos inhumanos).
Más recientemente, la recién aprobada "Convención Internacional para la Protección
de Todas las Personas Contra las Desapariciones Forzadas", recoge este acto en
su artículo 5 como crimen contra la humanidad.
Los crímenes de lesa humanidad como parte del derecho consuetudinario.
Estos crímenes, además, son reconocidos como crímenes de lesa humanidad por el
derecho consuetudinario internacional (Artículo VI (c) de los Principios de Derecho
Internacional Reconocidos en el Estatuto del Tribunal de Nuremberg y en el Fallo
del Tribunal, Comisión de Derecho Internacional (1950) |214|. Como explicitó el
Secretario General de las Naciones Unidas en su informe al Consejo de Seguridad
relativo al establecimiento del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia,
que tiene jurisdicción sobre los crímenes de lesa humanidad, "[l]a aplicación del
principio nullum crimen sine lege exige que el Tribunal Internacional aplique las
normas del derecho internacional humanitario que sin duda alguna forman parte del
derecho consuetudinano, de tal modo que no se plantea el problema de que algunos
de los Estados pero no todos se hayan adherido a determinadas convenciones"
(Informe presentado por el Secretario General de conformidad con el párrafo 2 de la
Resolución 808 (1993) del Consejo de Seguridad, Documento de la ONU S/25704, 3
de mayo de 1993, párrafo 34). También manifestó que "El derecho internacional
humanitario convencional que fuera de toda duda ha pasado a formar parte del
derecho consuetudinario" incluye la Carta de Nuremberg (Ibid., párrafo 35).
II.5.3.- Elementos comunes en los crímenes contra la humanidad.
Hay ciertos elementos comunes en todos los crímenes contra la humanidad:
1) El crimen tiene que ser cometido contra la población civil, aunque no
necesariamente contra toda la población de un país en particular, una región o una
comunidad. Así, la Cámara de Procesamiento del Tribunal de crímenes de guerra
cometidos en la ex Yugoslavia, determinó como crímenes contra la humanidad
aquéllos que "afectan directamente a la población civil específicamente identificada
como un grupo por los perpetradores de tales actos" |215|. Además, estos crímenes
pueden ser cometidos en contra de cualquier población civil. Sirva a modo de
ejemplo la condena, por el Tribunal de Nuremberg, de funcionarios estatales por
crímenes contra la humanidad cometidos por éstos contra sus propios nacionales.
2) No es necesario que estos crímenes estén motivados por un intento de
discriminación política, racial o religiosa, excepto cuando se trata del crimen de
persecución.
Los tratadistas André Huet y Renée Koering-Joulin |216|, sostienen que "Esta
categoría de crímenes (...) es más amplia que la crímenes de guerra, (...) son
susceptibles de ser cometidos contra los propios nacionales (...)".
3) Otro elemento esencial es que los crímenes hayan sido cometidos
sistemáticamente o en gran escala. El Secretario General de las Naciones Unidas
explicó que los crímenes contra la humanidad contemplados en el artículo 5 del
Estatuto del TPIY se referían a "actos inhumanos de naturaleza muy grave ....
cometidos como parte de un ataque extendido o sistemático" |217|. De igual modo,
el Estatuto del TPIR, confiere jurisdicción al Tribunal de Ruanda sobre crímenes
contra la humanidad "cuando fueron cometidos como parte de un ataque extendido
o sistemático".
Para D. Thiam, Ponente especial de la Comisión de Derecho Internacional de la
ONU: "Un acto inhumano cometido contra una sola persona podría constituir de un
crimen contra la Humanidad si se situara dentro de un sistema o se ejecuta según
un plan, o si presenta un carácter repetitivo que no deja ninguna duda sobre las
intenciones de su autor (...) un acto individual inscribiera dentro de un conjunto
coherente y dentro de una serie de actos repetidos e inspirados por el mismo móvil:
político, religioso, racial o cultural" |218|.
En el Proyecto de Código de Crímenes contra la Paz y Seguridad de la Humanidad,
la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas explica que "forma
sistemática" quiere decir "con arreglo a un plan o política preconcebidos. La
ejecución de ese plan o política podría llevar a la comisión repetida o continua de
actos inhumanos. Lo importante de este requisito es que excluye el acto cometido al
azar y no como parte de un plan o política más amplios" |219|. El Estatuto de
Nuremberg no incluía este requisito. No obstante, el Tribunal, al examinar si esos
actos constituían crímenes de lesa humanidad, subrayó que los actos inhumanos se
cometieron como parte de una política de terror y fueron "en muchos casos....
organizados y sistemáticos" |220|.
La Comisión de Derecho Internacional entiende por "comisión en gran escala" que
"los actos se dirijan contra una multiplicidad de víctimas. Este requisito excluye el
acto inhumano aislado cometido por un autor por su propia iniciativa y dirigido contra
una sola víctima " |221|. El Estatuto de Nuremberg tampoco incluía este requisito.
No obstante, el Tribunal, al examinar los actos inhumanos como posibles crímenes
de lesa humanidad subrayó también que la política de terror "se realizó sin duda a
enorme escala" |222|. En el texto aprobado en primera lectura por la Comisión de
Derecho Internacional se utilizó la expresión "de manera.... masiva" para indicar el
requisito de una multiplicidad de víctimas. Esta expresión se sustituyó por la de "en
gran escala" en el texto de 1996, por ser suficientemente amplia para comprender
distintas situaciones que supongan una multiplicidad de víctimas, por ejemplo como
consecuencia del efecto acumulativo de una serie de actos inhumanos o del efecto
aislado de un sola acto inhumano de extraordinaria magnitud.
Se trata de dos requisitos alternativos, en consecuencia, un acto podría constituir un
crimen contra la humanidad si se diera cualquiera de esos dos requisitos.
5) En la redacción del Código de Crímenes de 1996, artículo 18, se exige también
una actuación "instigada o dirigida por un gobierno o por una organización política o
grupo". Esa instigación puede pues provenir de un gobierno o de una organización o
grupo. La alternativa tiene por objeto, según la Comisión de Derecho Internacional,
excluir el caso de que una persona cometa un acto inhumano por su propia iniciativa
al realizar su plan criminal propio, pero sin que exista ningún estímulo ni dirección
por parte de un gobierno, o de un grupo u organización. Baste recordar que el
Tribunal de Nuremberg declaró el carácter criminal de varias organizaciones
creadas con el fin de cometer, inter alia, crímenes de lesa humanidad. El Estatuto y
las sentencias reconocieron, como ya se ha expuesto, la posibilidad de una
responsabilidad penal basada en la pertenencia de una persona a una organización
criminal de esa índole. Una conducta criminal aislada de una sola persona, explica
la Comisión de Derecho Internacional, no constituiría un crimen contra la
humanidad. "Sería sumamente difícil para una sola persona que actuase aislada
cometer los actos inhumanos [crímenes contra la humanidad] previstos en el artículo
18". |223|
6) Por último, y conforme a la redacción del artículo 18 del Código de Crímenes ya
mencionado, la definición de crímenes contra la humanidad no incluye el requisito
de que el acto se cometa en tiempo de guerra, o en relación con crímenes contra la
paz o con crímenes de guerra, tal cual exigía el Estatuto de Nuremberg.
La autonomía de los crímenes contra la humanidad se reconoció en instrumentos
jurídicos posteriores, que no incluyeron ese requisito, y así, la Convención para la
Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 1948, establece en su artículo
que el genocidio es un crimen contra la humanidad que puede cometerse en tiempo
de paz o en tiempo de guerra. Tampoco la Ley No. 10 del Consejo Aliado de
Control, aprobada poco después del protocolo de Berlín, ni la Convención sobre la
Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa
Humanidad de 1968 [artículo 1(b)], ni los Estatutos más recientes de los Tribunales
Penales Internacionales para la ex Yugoslavia (artículo 5) y Ruanda (artículo 3),
incluyen ningún requisito de conexión sustantiva con otros crímenes relacionados
con un estado de guerra |224|.
A nivel europeo, el hecho de que los crímenes contra la humanidad puedan cometer
tanto en tiempo de guerra como de paz, ha quedado acreditado por el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos en su decisión a tenor del caso Kolk y Kislyiy v.
Estonia |225|, en donde esta instancia reafirma lo siguiente:
El 26 de noviembre de 1968 la Asamblea General de las
Naciones Unidas adoptó mediante resolución 2391 (XXIII) la
Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de
guerra y de los crímenes de lesa humanidad (United Nations
Treaty Series, vol. 754). La Convención entró en vigor el 11 de
noviembre de 1970. Fue ratificada por la Unión Soviética el 22
de abril de 1969. Estonia se adhirió a la misma el 21 de octubre
de 1991. La Convención dispone, inter alia:
Artículo I
"Los crímenes siguientes son imprescriptibles, cualquiera que
sea la fecha en que se hayan cometido:
[...]
b) Los crímenes de lesa humanidad cometidos tanto en tiempo
de guerra como en tiempo de paz, según la definición dada en
el Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, de 8
de agosto de 1945, y confirmada por las resoluciones de la
Asamblea General de las Naciones Unidas 3 (I) de 13 de
febrero de 1946 y 95 (I) de 11 de diciembre de 1946, así como
la expulsión por ataque armado u ocupación y los actos
inhumanos debidos a la política de apartheid y el delito de
genocidio definido en la Convención de 1948 para la Prevención
y la Sanción del Delito de Genocidio aun si esos actos no
constituyen una violación del derecho interno del país donde
fueron cometidos.
Por su parte, la sentencia Núm. 16/2005, dictada en el caso Scilingo, lleva a cabo
una sistematización de los elementos definidores del delito de lesa humanidad a
partir de la jurisprudencia del TPIY:
"La definición del delito de lesa humanidad en nuestro Código
penal viene establecida sobre la base de la comisión de un
hecho concreto: homicidio; lesiones; detenciones ilegales, etc.
(delito subyacente), dentro del contexto de un ataque
generalizado o sistemático contra la población civil o contra una
parte de ella, considerando que, en todo caso, se considerará
delito de lesa humanidad la comisión de tales hechos: 1º Por
razón de la pertenencia de la víctima a un grupo o colectivo
perseguido por motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos,
culturales, religiosos o de género u otros motivos
universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al
derecho internacional; 2º En el contexto de un régimen
institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un
grupo racial sobre uno o más grupos raciales y con la intención
de mantener ese régimen.
(...) En cuanto a los elementos definidores del delito de lesa
humanidad, la jurisprudencia del Tribunal de la Ex-Yugoslavia, a
través de distintas sentencias de aplicación de su Estatuto, ha
venido estableciendo una serie de elementos o puntos
definidores del delito y su prueba, que por su utilidad y
aplicabilidad al presente caso, sistematizamos a continuación:
1) El crimen tiene que ser cometido directamente contra una
población civil. ICTY Kunarac, Kovac and Vukovic (Trial
Chamber) 22.02.2001; (Appels Chamber) 12.06.2002. parr 90.
2) No es necesario que sea contra la totalidad de la población,
pero si un número suficiente (representativo de ella) ICTY
Kunarac, Kovac and Vukovic, (Appels Chamber) 12.06.2002,
parr 90.
3) La población ha de ser predominantemente civil. ICTY Kordic
and Cerkez (Trial Chamber) 26.02.2001, parr. 180; Naletilic and
Martinovic, (Trial Chamber) 31.03.2003, parr. 235; Jelisic, (Trial
Chamber) 14.12.1999, parr. 54.
4) La presencia de no civiles no priva del carácter civil a la
población. Prosecutor v. Kupreskic et al. (Trial Chamber)
14.01.2000, para 549.
5) Procede hacer una interpretación amplia del concepto de
población civil. Jelisic, (Trial Chamber) 14.12.1999, parr. 54;
Prosecutor v. Kupreskic et al. (Trial Chamber) 14.01.2000, para
547-549.
6) La protección se refiere a cualquier población civil
independiente de que sea a la propia población civil. Vasilejevic,
(Trial Chamber) 29.11.2002, parr. 33;
7) La exigencia de ataque contra la población civil viene a
significar en estos momentos una actuación de conformidad con
políticas de Estado o de una organización no estatal, pero que
ejerce el poder político "de facto".
7) El ataque debe ser "generalizado o sistemático". Kunarac,
Kovac and Vukovic (Trial Chamber) 22.02.2001, para 431;
Generalizado: Kordic and Cerkez (Trial Chamber) 26.02.2001,
para 179; BlasKic (Trial Chamber) 3.03.2000, para 206;
Martinovic, (Trial Chamber) 31.03.2003, parr. 236;.
Sistemático: Kunarac, Kovac and Vukovic, (Appels Chamber)
12.06.2002, parr 94; Naletilic and Martinovic, (Trial Chamber)
31.03.2003, parr. 236; BlasKic (Trial Chamber) 3.03.2000, para
203.
8) El ataque es el que debe ser "generalizado o sistemático", no
los actos del acusado.
9) Puede ser calificado como crimen contra la humanidad un
simple acto, si está en conexión con un ataque "generalizado o
sistemático". Kordic and Cerkez (Trial Chamber) 26.02.2001,
para 178; Kupreskic et al. (Trial Chamber) 14.01.2000, para
550.
10) Es necesario tener en cuenta que existen muchos factores
definidores de cuando un ataque es "generalizado o
sistemático" y que son inferibles del contexto.
11) Los ataques deben ser masivos o sistemáticos o que se
ejerzan en el marco de una política o plan estatal, pero no es
imprescindible que se dé este último elemento.
12) Intencionalidad. El autor debe tener el propósito o intención
de cometer los delitos subyacentes. Vasilejevic, (Trial Chamber)
29.11.2002, parr. 37;
13) Los motivos del sujeto resultan irrelevantes. Kunarac, Kovac
and Vukovic, (Appels Chamber) 12.06.2002, parr 103; Tadic
(Appels Chamber) 15.07.1999, parr 270-272; Kordic and Cerkez
(Trial Chamber) 26.02.2001, para 187.
14) Resulta irrelevante si los actos son directamente contra la
población civil o simplemente contra una persona concreta. Lo
relevante es que el ataque sea contra la población civil y no los
actos concretos. Kunarac, Kovac and Vukovic, (Appels
Chamber) 12.06.2002, parr 103.
15) La intencionalidad discriminatoria solo es necesaria para el
delito de persecución. Tadic (Appels Chamber) 15.07.1999, parr
283,292,305; Kordic and Cerkez (Trial Chamber) 26.02.2001,
para 186; BlasKic (Trial Chamber) 3.03.2000, para 244, 260;
Todorovic (Trial Chamber) 31.07.2001, para 113.
16) Conocimiento: El autor debe tener conocimiento de que
participa en un ataque generalizado o sistemático. Kunarac,
Kovac and Vukovic, (Appels Chamber) 12.06.2002, parr 102,
410; , Tadic (Appels Chamber) 15.07.1999, parr 271; Kordic and
Cerkez (Trial Chamber) 26.02.2001, para 185; BlasKic (Trial
Chamber) 3.03.2000, para 244, 247; o alternativamente admite
el riesgo de que sus actos formen parte de él. Vasilejevic, (Trial
Chamber) 29.11.2002, parr. 37; BlasKic (Trial Chamber)
3.03.2000, para 257; Krnojelac (Trial Chamber) 15.03.2002,
parr. 59.
Debe tener conocimiento del ataque y del nexo entre sus actos
y el contexto,
17) No son necesarios conocimiento de los detalles del ataque.
Kunarac, Kovac and Vukovic, (Appels Chamber) 12.06.2002,
parr 102; Krnojelac (Trial Chamber) 15.03.2002, parr. 59.
18) No es necesario que el participe deba aprobar el contexto
del ataque en el que se enmarcan sus actos. Kordic and Cerkez
(Trial Chamber) 26.02.2001, para 185.
19) Este conocimiento del contexto es inferible de la
concurrencia de una serie de elementos, tales como el
conocimiento del contexto político en que se produce, función o
posición del acusado dentro del mismo, su relación con las
jerarquías políticas o militares, amplitud, gravedad y naturaleza
de los actos realizados, etc.. BlasKic (Trial Chamber) 3.03.2000,
para 258-259.
20) Tratándose de delitos subyacentes, en caso de homicidio no
es necesario el cadáver para la existencia del delito. Krnojelac
(Trial Chamber) 15.03.2002, parr. 326. (...) |226|
II.5.4.- Características de los crímenes contra la humanidad por razón de su
naturaleza.
En razón de la naturaleza de estos crímenes, como ofensa a la dignidad inherente al
ser humano, los crímenes contra la humanidad tienen varias características
específicas.
1) Son crímenes imprescriptibles. Precisamente así lo establece la Convención
sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad,
adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la Resolución
2391 (XXII) de 1968 y el tratado del Consejo de Europa (Imprescriptibilidad de los
Crímenes contra la humanidad y de los Crímenes de Guerra, adoptado por el
Consejo de Europa el 25 de enero de 1974). Este principio fundamental del derecho
internacional fue reafirmado en el Artículo 29 del Estatuto de la Corte Penal
Internacional.
Los delitos de la naturaleza de los crímenes contra la humanidad, no prescriben,
precisamente por la naturaleza especial de los mismos.
Así lo ha determinado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en su
reciente decisión de 17 de enero de 2006 en el caso Kolk y Kislyiy v. Estonia,
referido a crímenes contra la humanidad cometidos en el año 1949 en ese país. En
esta decisión, el TEDH reafirma conocidos principios de derecho internacional en
relación con este tipo de crímenes, estableciendo lo siguiente:
[...] El Tribunal señala que la deportación de población civil
estaba expresamente reconocida como crimen contra la
humanidad por el Estatuto del Tribunal de Nuremberg de 1945
(artículo 6 c)). Si bien el Tribunal de Nuremberg se estableció
para enjuiciar a los principales criminales de guerra de los
Países Europeos del Eje, por los crímenes que habían cometido
antes y durante la Segunda Guerra Mundial, el Tribunal destaca
que la validez universal de los principios relativos a los
crímenes contra la humanidad se vio posteriormente confirmada
por, inter alia, la resolución 95 de la Asamblea General de las
Naciones Unidas (11 de diciembre de 1946) y más tarde por la
Comisión de Derecho Internacional. Como consecuencia, la
responsabilidad por crímenes contra la humanidad no puede
verse limitada únicamente a los nacionales de ciertos países, ni
exclusivamente a actos cometidos dentro del periodo específico
de la Segunda Guerra Mundial. En este contexto, el Tribunal
desea enfatizar que el artículo I b) de la Convención sobre la
imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes
de lesa humanidad declara expresamente la imprescriptibilidad
de los crímenes contra la humanidad, cualquiera que sea la
fecha en que se hayan cometido e independientemente de si
han sido cometidos en tiempo de guerra o en tiempo de paz.
Tras acceder a la Convención antedicha, la República de
Estonia quedó vinculada a la aplicación de los mencionados
principios.
El Tribunal reitera, que el artículo 7 § 2 del Convenio dispone
expresamente que este artículo no impedirá el juicio y el castigo
de una persona culpable de una acción o de una omisión que,
en el momento de su comisión, constituía delito según los
principios generales del derecho reconocidos por las naciones
civilizadas. Esto es verdad respecto de los crímenes contra la
humanidad, para los que la regla de que no estaban sujetos a
limitación de tiempo fue establecida por el Estatuto del Tribunal
Internacional de Nuremberg (ver Papon v. France (no. 2) (dec.),
no. 54210/00, ECHR 2001-XII, y Touvier v. France, no.
29420/95, decisión de la Comisión de 13 de enero de 1997,
Decisiones e Informes 88-B, p. 161).
Además, el Tribunal recuerda que la interpretación y aplicación
del derecho interno recaen, en principio, bajo la jurisdicción de
los tribunales nacionales (ver Papon, citado más arriba, y
Touvier, citado más arriba, p. 162). Esto también es de
aplicación a aquellos casos en que el derecho interno hace una
remisión a reglas del derecho internacional general o a
acuerdos internacionales. El papel del Tribunal se ciñe a
evaluar si los efectos de tal interpretación son compatibles con
el Convenio (ver, mutatis mutandis, Waite and Kennedy v.
Germany [GC], no. 26083/94, § 54, ECHR 1999-I).
El Tribunal estima que incluso si los actos cometidos por los
demandantes podrían haber sido vistos como legales bajo el
derecho soviético en vigor entonces, los tribunales estonios sí
han concluido en cambio que ya constituían crímenes contra la
humanidad en el momento de su comisión a la luz del derecho
internacional. El Tribunal no ve motivo para llegar a una
conclusión diferente. En este contexto, hay que mencionar que
la Unión Soviética era parte del Acuerdo de Londres de 8 de
agosto de 1945, mediante el cual se promulgó el Estatuto de
Nuremberg. Además, el 11 de diciembre de 1946 la Asamblea
General de las Naciones Unidas confirmó los principios de
derecho internacional reconocidos por el Estatuto. Como la
Unión Soviética era un Estado miembro de las Naciones
Unidas, no puede alegarse que las autoridades soviéticas
desconocían estos principios. Por lo tanto, el Tribunal considera
infundadas las alegaciones de los demandantes en el sentido
de que sus actos no constituían crímenes contra la humanidad
en el momento de su comisión y de que no se podía esperar de
ellos razonablemente que supieran tal cosa.
Además, tal y como el Tribunal ha expresado más arriba, los
crímenes contra la humanidad no están sujetos a limitación
temporal alguna, sea cual fuere la fecha de su comisión.
Estonia accedió a la Convención el 21 de octubre de 1991. Este
Tribunal no halla motivo para cuestionar la interpretación y
aplicación que hacen los tribunales estonios del derecho interno
a la luz del derecho internacional relevante. [...]
Con ello el TEDH determinó que la condena por crímenes contra la humanidad a los
apelantes (Sres. August Kolk y Petr Kislyiy), no viola el artículo 7 del Convenio
Europeo de Derechos Humanos, que dispone expresamente que "este artículo no
impedirá el juicio y el castigo de una persona culpable de una acción o de una
omisión que, en el momento de su comisión, constituía delito según los principios
generales del derecho reconocidos por las naciones civilizadas".
En el mismo sentido, el artículo 15 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, que forma parte del ordenamiento interno español en virtud de los
artículos 10.2 y 96.1 de la Constitución Española, dispone:
"1. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el
momento de cometerse no fueran delictivos según el derecho
nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave
que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Si con
posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la
imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará
de ello.
2. Nada de lo dispuesto en este artículo se opondrá al juicio ni a
la condena de una persona por actos u omisiones que, en el
momento de cometerse, fueran delictivos según los principios
generales del derecho reconocidos por la comunidad
internacional."
Adicionalmente, los "Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas
de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de
violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y
obtener reparaciones" aprobados por la Asamblea General de la ONU el pasado 21
de marzo de 2006 (A/60/509/Add.1), y que recogen una serie de derecho
internacional de ius cogens disponen:
"IV. Prescripción
6. Cuando así se disponga en un tratado aplicable o forme parte
de otras obligaciones jurídicas internacionales, no prescribirán
las violaciones manifiestas de las normas internacionales de
derechos humanos ni las violaciones graves del derecho
internacional humanitario que constituyan crímenes en virtud del
derecho internacional.
7. Las disposiciones nacionales sobre la prescripción de otros
tipos de violaciones que no constituyan crímenes en virtud del
derecho internacional, incluida la prescripción de las acciones
civiles y otros procedimientos, no deberían ser excesivamente
restrictivas."
En el caso interno español, las causas que en 1996 se iniciaron ante la Audiencia
Nacional española por los crímenes cometidos durante las últimas dictaduras
militares en Chile y Argentina y las víctimas españolas en estos países, junto con los
desarrollos operados a nivel internacional, especialmente con el establecimiento de
la Corte Penal Internacional, han contribuido a trasladar a nivel interno el derecho
internacional de los derechos humanos en lo que hace a la tipificación penal y
aplicación por parte de la jurisprudencia de la figura de los crímenes contra la
humanidad.
Mediante Ley Orgánica 6/2000, de 4 de octubre, se autoriza la ratificación por
España del Estatuto de la Corte Penal Internacional.
En el marco de la adecuación del ordenamiento jurídico español al Estatuto de
Roma de la Corte Penal Internacional, mediante la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de
noviembre -por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del
Código Penal-, se procedió a la modificación del Código Penal español,
añadiéndose un capítulo II bis al título XXIV del libro II del mismo, con la rúbrica "De
los delitos de lesa humanidad", recogiéndose esta figura en el artículo 607 bis del
mismo, cuyo primer apartado dispone:
"Artículo 607 bis.
1. Son reos de delitos de lesa humanidad quienes cometan los
hechos previstos en el apartado siguiente como parte de un
ataque generalizado o sistemático contra la población civil o
contra una parte de ella.
En todo caso, se considerará delito de lesa humanidad la
comisión de tales hechos:
1. Por razón de la pertenencia de la víctima a un grupo o
colectivo perseguido por motivos políticos, raciales, nacionales,
étnicos, culturales, religiosos o de género u otros motivos
universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al
derecho internacional.
2. En el contexto de un régimen institucionalizado de opresión y
dominación sistemáticas de un grupo racial sobre uno o más
grupos raciales y con la intención de mantener ese régimen.
Tal y como expone la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia
Nacional en la sentencia Núm. 16/2005, recaída en el caso Adolfo Scilingo
Manzorro:
"2. La definición del delito de lesa humanidad en nuestro Código
penal viene establecida sobre la base de la comisión de un
hecho concreto: homicidio; lesiones; detenciones ilegales, etc.
(delito subyacente), dentro del contexto de un ataque
generalizado o sistemático contra la población civil o contra una
parte de ella, considerando que, en todo caso, se considerará
delito de lesa humanidad la comisión de tales hechos: 1º Por
razón de la pertenencia de la víctima a un grupo o colectivo
perseguido por motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos,
culturales, religiosos o de género u otros motivos
universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al
derecho internacional; 2º En el contexto de un régimen
institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un
grupo racial sobre uno o más grupos raciales y con la intención
de mantener ese régimen."
En cuanto a la tipicidad, lex certa y la irretroactividad de la norma penal aplicable, la
sentencia viene a resolver estas cuestiones al amparo de las propias características
inherentes a los crímenes contra la humanidad:
"Como ya avanzamos en su momento, el primer y
aparentemente mayor problema, que inmediatamente vamos a
tratar, para la aplicación del precepto penal contenido en el
art.607 bis del CP referido a los crímenes de lesa humanidad lo
constituye el de su no vigencia en el momento de la producción
de los hechos dada su reciente incorporación al derecho
positivo español. El Art. 9.3 de la CE, al garantizar el principio
de legalidad también se refiere al de la irretroactividad de las
disposiciones sancionadoras mas favorables. El Art. 25 CE,
expresamente establece que "Nadie puede ser condenado o
sancionado por acciones u omisiones que en el momento de
producirse no constituyan delito … según la legislación vigente
en aquel momento". Se plantean, pues, varios problemas
relacionados con el principio de legalidad y tipicidad de las
normas penales: retroactividad, certeza y previsibilidad de la
norma penal aplicable...
En cuanto [a] ... la posible ausencia de norma penal en el
momento de producción de los hecho... [p]artimos de la
prohibición penalmente sancionada, desde hace décadas, por el
derecho internacional, de las conductas a que se refiere el tipo
penal recientemente introducido, siendo esta prohibición una
norma de general aplicación para todos los Estados al ser un
norma de "ius cogens" internacional. No puede decirse, por
tanto, que se traten de conductas que no estaban anteriormente
prohibidas, como tampoco, como veremos, que sean inciertas o
imprevisibles ni en el mandato o prohibición que contienen ni en
el de la pena a aplicar..." |227|
Por tanto, la prohibición de cometer este tipo de crímenes es una norma imperativa,
de ius cogens, y no sometida al instituto jurídico de la prescripción.
Por su parte, la Corte IDH en la sentencia ya mencionada en el caso Almonacid
Arellano y otros vs. Chile, califica los actos represivos de la dictadura Chilena (19731990) como de crímenes contra la humanidad y se refiere expresamente a la
imprescriptibilidad de estos crímenes y el hecho de que el Estatuto de Nuremberg
proporcionó la primera articulación de los elementos de este tipo de crímenes:
93. En esta sección la Corte analizará si el crimen cometido en
contra del señor Almonacid Arellano podría constituir o no un
crimen de lesa humanidad. En este sentido, la Corte debe
analizar si para el 17 de septiembre de 1973, fecha en que
murió el señor Almonacid Arellano, el asesinato constituía un
crimen de lesa humanidad, y en qué circunstancias.
94. El desarrollo de la noción de crimen de lesa humanidad se
produjo en los inicios del siglo pasado. En el preámbulo del
Convenio de la Haya sobre las leyes y costumbres de la guerra
terrestre de 1907 (Convenio núm. IV) las potencias contratantes
establecieron que "las poblaciones y los beligerantes
permanecen bajo la garantía y el régimen de los principios del
Derecho de Gentes preconizados por los usos establecidos
entre las naciones civilizadas, por las leyes de la humanidad y
por las exigencias de la conciencia pública". Asimismo, el
término "crímenes contra la humanidad y la civilización" fue
usado por los gobiernos de Francia, Reino Unido y Rusia el 28
de mayo de 1915 para denunciar la masacre de armenios en
Turquía118.
95. El asesinato como crimen de lesa humanidad fue codificado
por primera vez en el artículo 6.c del Estatuto del Tribunal Militar
Internacional de Nuremberg, el cual fue anexado al Acuerdo
para el establecimiento de un Tribunal Militar Internacional
encargado del juicio y castigo de los principales criminales de
guerra del Eje Europeo, firmado en Londres el 8 de agosto de
1945 (el "Acuerdo de Londres"). Poco después, el 20 de
diciembre de 1945, la Ley del Consejo de Control No. 10
también consagró al asesinato como un crimen de lesa
humanidad en su artículo II.c. De forma similar, el delito de
asesinato fue codificado en el artículo 5.c del Estatuto del
Tribunal Militar Internacional para el juzgamiento de los
principales criminales de guerra del Lejano Oriente (Estatuto de
Tokyo), adoptada el 19 de enero de 1946.
96. La Corte, además, reconoce que la Estatuto de Nuremberg
jugó un papel significativo en el establecimiento de los
elementos que caracterizan a un crimen como de lesa
humanidad. Este Estatuto proporcionó la primera articulación de
los elementos de dicha ofensa, que se mantuvieron
básicamente en su concepción inicial a la fecha de muerte del
señor Almonacid Arellano, con la excepción de que los
crímenes contra la humanidad pueden ser cometidos en
tiempos de paz como en tiempos de guerra.
En base a ello, la Corte reconoce que los crímenes contra la
humanidad incluyen la comisión de actos inhumanos, como el
asesinato, cometidos en un contexto de ataque generalizado o
sistemático contra una población civil. Basta que un solo acto
ilícito como los antes mencionados sea cometido dentro del
contexto descrito, para que se produzca un crimen de lesa
humanidad. En este sentido se pronunció el Tribunal
Internacional para la ex Yugoslavia en el caso Prosecutor v.
Dusko Tadic, al considerar que "un solo acto cometido por un
perpetrador en el contexto de un ataque generalizado o
sistemático contra la población civil trae consigo
responsabilidad penal individual, y el perpetrador no necesita
cometer numerosas ofensas para ser considerado
responsable". Todos estos elementos ya estaban definidos
jurídicamente cuando el señor Almonacid Arellano fue
ejecutado.
97. Por su parte, el Tribunal Militar Internacional para el
Juzgamiento de los Principales Criminales de Guerra (en
adelante "el Tribunal de Nuremberg"), el cual tenía jurisdicción
para juzgar los crímenes establecidos en el Acuerdo de
Londres, indicó que la Estatuto de Nuremberg "es la expresión
de derecho internacional existente en el momento de su
creación; y en esa extensión es en sí mismo una contribución al
derecho internacional"122. Con ello reconoció la existencia de
una costumbre internacional, como una expresión del derecho
internacional, que proscribía esos crímenes.
98. La prohibición de crímenes contra la humanidad, incluido el
asesinato, fue además corroborada por las Naciones Unidas. El
11 de diciembre de 1946 la Asamblea General confirmó "los
principios de Derecho Internacional reconocidos por el Estatuto
del Tribunal de Nuremberg y las sentencias de dicho
Tribunal"123. Asimismo, en 1947 la Asamblea General encargó
a la Comisión de Derecho Internacional que "formul[ara] los
principios de derecho internacional reconocidos por el Estatuto
y por las sentencias del Tribunal de Nuremberg"124. Estos
principios fueron adoptados en 1950. Entre ellos, el Principio
VI.c califica al asesinato como un crimen contra la humanidad.
De igual forma, la Corte resalta que el artículo 3 común de los
Convenios de Ginebra de 1949, ..., también prohíbe el
"homicidio en todas sus formas" de personas que no participan
directamente en las hostilidades [...]
99. Basándose en los párrafos anteriores, la Corte encuentra
que hay amplia evidencia para concluir que en 1973, año de la
muerte del señor Almonacid Arellano, la comisión de crímenes
de lesa humanidad, incluido el asesinato ejecutado en un
contexto de ataque generalizado o sistemático contra sectores
de la población civil, era violatoria de una norma imperativa del
derecho internacional. Dicha prohibición de cometer crímenes
de lesa humanidad es una norma de ius cogens, y la
penalización de estos crímenes es obligatoria conforme al
derecho internacional general.
100. La Corte Europea de Derechos Humanos también se
pronunció en el mismo sentido en el caso Kolk y Kislyiy v.
Estonia. En este caso los señores Kolk y Kislyiy cometieron
crímenes de lesa humanidad en 1949 y fueron juzgados y
sancionados por ellos en las cortes de Estonia en el año 2003.
La Corte Europea indicó que aún cuando los actos cometidos
por esas personas pudieron haber sido legales por la ley
doméstica que imperaba en ese entonces, las cortes de Estonia
consideraron que constituían crímenes de lesa humanidad bajo
el derecho internacional al momento de su comisión, y que no
encontraba motivo alguno para llegar a una conclusión
diferente." |228|
2) Son imputables al individuo que los comete, sea o no órgano o agente del
Estado. Conforme a los principios reconocidos en el Estatuto del Tribunal de
Nuremberg, toda persona que comete un acto de esta naturaleza "es responsable
internacional del mismo y está sujeta a sanción". Igualmente, el hecho de que el
individuo haya actuado como jefe de Estado o como autoridad del Estado, no le
exime de responsabilidad. Tampoco, puede ser eximido de responsabilidad penal
por el hecho de haber actuado en cumplimiento de órdenes de un superior
jerárquico: esto significa, que no se puede invocar el principio de la obediencia
debida para eludir el castigo de estos crímenes.
En su Fallo, el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg declaró: "Los crímenes
contra las leyes internacionales los cometen hombres, no entidades abstractas, y
sólo castigando a los individuos que cometen esos crímenes se pueden hacer
cumplir las disposiciones del derecho internacional"
El Tribunal trascendió las disposiciones de su propio Estatuto al concluir que la
inmunidad del Estado no es aplicable a los crímenes comprendidos en el derecho
internacional:
Se alegó que [...] cuando el acto en cuestión es un acto del Estado, los que lo
ejecutan no son responsables a título personal, sino que están protegidos por la
doctrina de la soberanía del Estado. Es la opinión de este Tribunal que [este
argumento] debe rechazarse [...] El principio del derecho internacional que, en
determinadas circunstancias, protege al representante de un Estado, no se puede
aplicar a actos que el derecho internacional considera criminales. Los autores de
esos actos no pueden escudarse en su cargo oficial para librarse de ser castigados
en el procedimiento correspondiente.
El Tribunal de Nuremberg explicitó que la inmunidad soberana del Estado no era
aplicable a los casos en que el Estado autorizaba la comisión de actos, como los
crímenes de lesa humanidad, que "escapaban a su competencia en virtud del
derecho internacional":
La esencia misma del Estatuto consiste en que los individuos tienen deberes
internacionales que trascienden la obligación nacional de obediencia impuesta por el
Estado en cuestión. El que viola las leyes de la guerra no puede obtener inmunidad
cuando actúa en cumplimiento de la autoridad del Estado si el Estado en cuestión,
al autorizar esos actos, excede la competencia que ejerce en virtud del derecho
internacional.
Este principio fundamental del derecho internacional también ha venido siendo
refrendado durante más de medio siglo por la comunidad internacional: Artículo 6
del Estatuto del Tribunal Militar Internacional para el Extremo Oriente (Tribunal de
Tokio) (1946); Artículo IV de la Convención para la Prevención y la Sanción del
Delito de Genocidio (1948); Principio III de los Principios de Derecho Internacional
Reconocidos por la Carta y el Fallo del Tribunal de Nuremberg (Principios de
Nuremberg) (1950); Artículo 3 del Proyecto de Código en Materia de Delitos contra
la Paz y la Seguridad de la Humanidad (1954); Artículo 7 (2) del Estatuto del TPIY
(1993); Artículo 6 (2) del Estatuto del TPIR (1994); y Artículo 7 del Proyecto de
Código en Materia de Crímenes contra la Paz y la Seguridad de la Humanidad
(1996), así como el Artículo 27 del Estatuto de la Corte Penal Internacional
adoptado en Roma el 17 de julio de 1998 por 120 votos contra 7, con 21
abstenciones).
Los Estados apoyaron la incorporación de este principio en el Estatuto de la Corte
Penal Internacional |229|. La exclusión de la inmunidad para los jefes de Estado y
los funcionarios del Estado se prevé en el Artículo 27 del Estatuto. El Artículo 27
dispone:
1. El presente Estatuto será aplicable por igual a todos sin distinción alguna basada
en el cargo oficial. En particular, el cargo oficial de una persona, sea Jefe de Estado
o de Gobierno, miembro de un gobierno o parlamento, representante elegido o
funcionario de gobierno, en ningún caso la eximiáa de responsabilidad penal ni
constituirá per se motivo para reducir la pena.
2. Las inmunidades y las normas de procedimiento especiales que conlleve el cargo
oficial de una persona, con arreglo al derecho interno o al derecho internacional, no
obstarán para que la Corte ejerza su competencia sobre ella.
La Comisión de Derecho Internacional ha manifestado:
"Como reconoció también el Tribunal de Nuremberg en su
sentencia, el autor de un crimen de derecho internacional no
puede invocar su carácter oficial para evitar ser castigado en el
procedimiento correspondiente. La ausencia de toda inmunidad
procesal frente a la persecución o castigo en el procedimiento
judicial correspondiente es una consecuencia esencial de la
ausencia de cualquier inmunidad o excepción sustantivas"
|230|.
3) A las personas responsables o sospechosas de haber cometido un crimen
contra la humanidad no se les puede otorgar asilo territorial ni se les puede
conceder refugio, tal cual prevén los Principios de cooperación internacional en la
identificación, detención extradición y castigo de los culpables de crímenes de
guerra o de crímenes de lesa humanidad (Principio 5), adoptados por Resolución
3074 (XXVII) de 3 de diciembre de 1973 de la Asamblea General de las Naciones
Unidas; Convención sobre el Estatuto de los Refugiados (artículo 1.F) y Declaración
sobre el Asilo Territorial (artículo 1.2).
4) Como crimen internacional, la naturaleza del crimen contra la humanidad y
las condiciones de su responsabilidad son establecidas por el derecho
internacional con independencia de la que pueda establecerse en el derecho
interno de los Estados. Esto significa que el hecho de que el derecho interno del
Estado no imponga pena alguna por un acto que constituye un crimen de lesa
humanidad, no exime de responsabilidad en derecho internacional a quien lo haya
cometido. Por ello, es que precisamente el artículo 15 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, establece que aún cuando nadie podrá ser condenado
por "actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivo según
el derecho nacional o internacional", se podrá llevar a juicio y condenar a una
persona por "actos y omisiones que en el momento de cometerse, fueran delictivos
según los principios generales del derecho reconocidos por la comunidad
internacional". Similar cláusula tiene el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Así que la ausencia de tipos penales en el derecho penal interno para reprimir los
crímenes contra la humanidad, reconocidos como parte de estos principios del
derecho internacional, no puede invocarse como obstáculo para enjuiciar y
sancionar a sus autores.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dejado claro este aspecto en su
sentencia Kolk y Kislyiy v. Estonia, de 17 de enero de 2006, en que declara:
[E]l Tribunal señala que la deportación de población civil estaba
expresamente reconocida como crimen contra la humanidad por
el Estatuto del Tribunal de Nuremberg de 1945 (artículo 6 c)). Si
bien el Tribunal de Nuremberg se estableció para enjuiciar a los
principales criminales de guerra de los Países Europeos del Eje,
por los crímenes que habían cometido antes y durante la
Segunda Guerra Mundial, el Tribunal destaca que la validez
universal de los principios relativos a los crímenes contra la
humanidad se vio posteriormente confirmada por, inter alia, la
resolución 95 de la Asamblea General de las Naciones Unidas
(11 de diciembre de 1946) y más tarde por la Comisión de
Derecho Internacional. Como consecuencia, la responsabilidad
por crímenes contra la humanidad no puede verse limitada
únicamente a los nacionales de ciertos países, ni
exclusivamente a actos cometidos dentro del periodo específico
de la Segunda Guerra Mundial. [...]
El Tribunal reitera, que el artículo 7 § 2 del Convenio dispone
expresamente que este artículo no impedirá el juicio y el castigo
de una persona culpable de una acción o de una omisión que,
en el momento de su comisión, constituía delito según los
principios generales del derecho reconocidos por las naciones
civilizadas. Esto es verdad respecto de los crímenes contra la
humanidad, para los que la regla de que no estaban sujetos a
limitación de tiempo fue establecida por el Estatuto del Tribunal
Internacional de Nuremberg (ver Papon v. France (no. 2) (dec.),
no. 54210/00, ECHR 2001-XII, y Touvier v. France, no.
29420/95, decisión de la Comisión de 13 de enero de 1997,
Decisiones e Informes 88-B, p. 161).
Además, el Tribunal recuerda que la interpretación y aplicación
del derecho interno recaen, en principio, bajo la jurisdicción de
los tribunales nacionales (ver Papon, citado más arriba, y
Touvier, citado más arriba, p. 162). Esto también es de
aplicación a aquellos casos en que el derecho interno hace una
remisión a reglas del derecho internacional general o a
acuerdos internacionales. El papel del Tribunal se ciñe a
evaluar si los efectos de tal interpretación son compatibles con
el Convenio (ver, mutatis mutandis, Waite and Kennedy v.
Germany [GC], no. 26083/94, § 54, ECHR 1999-I).
El Tribunal estima que incluso si los actos cometidos por los
demandantes podrían haber sido vistos como legales bajo el
derecho soviético en vigor entonces, los tribunales estonios sí
han concluido en cambio que ya constituían crímenes contra la
humanidad en el momento de su comisión a la luz del derecho
internacional. El Tribunal no ve motivo para llegar a una
conclusión diferente. En este contexto, hay que mencionar que
la Unión Soviética era parte del Acuerdo de Londres de 8 de
agosto de 1945, mediante el cual se promulgó el Estatuto de
Nuremberg. Además, el 11 de diciembre de 1946 la Asamblea
General de las Naciones Unidas confirmó los principios de
derecho internacional reconocidos por el Estatuto. Como la
Unión Soviética era un Estado miembro de las Naciones
Unidas, no puede alegarse que las autoridades soviéticas
desconocían estos principios. Por lo tanto, el Tribunal considera
infundadas las alegaciones de los demandantes en el sentido
de que sus actos no constituían crímenes contra la humanidad
en el momento de su comisión y de que no se podía esperar de
ellos razonablemente que supieran tal cosa.
Además, tal y como el Tribunal ha expresado más arriba, los
crímenes contra la humanidad no están sujetos a limitación
temporal alguna, sea cual fuere la fecha de su comisión.
Estonia accedió a la Convención el 21 de octubre de 1991. Este
Tribunal no halla motivo para cuestionar la interpretación y
aplicación que hacen los tribunales estonios del derecho interno
a la luz del derecho internacional relevante. [Este Tribunal] se
muestra conforme con el hecho de que la condena de los
demandantes y la pena que les ha sido impuesta tienen su base
jurídica en el artículo 61-1 § 1 del Código Criminal. Por
consiguiente, las cuestiones objeto de demanda no son
irrespetuosas con el artículo 7 del Convenio.
5) Estos crímenes no son amnistiables.
Tanto la sentencia Almonacid Arellano y otros, como del caso La Cantuta ya
mencionadas, ambas de la Corte IDH, han sistematizado y enunciado claramente lo
que es la doctrina internacional al respecto. La primera de las sentencias referidas
expone en este sentido:
105. Según el corpus iuris del Derecho Internacional, un crimen
de lesa humanidad es en sí mismo una grave violación a los
derechos humanos y afecta a la humanidad toda. En el caso
Prosecutor v. Erdemovic el Tribunal Internacional para la ex
Yugoslavia indicó que
[l]os crímenes de lesa humanidad son serios actos de violencia
que dañan a los seres humanos al golpear lo más esencial para
ellos: su vida, su libertad, su bienestar físico, su salud y/o su
dignidad. Son actos inhumanos que por su extensión y
gravedad van más allá de los límites de lo tolerable para la
comunidad internacional, la que debe necesariamente exigir su
castigo. Pero los crímenes de lesa humanidad también
trascienden al individuo, porque cuando el individuo es
agredido, se ataca y se niega a la humanidad toda. Por eso lo
que caracteriza esencialmente al crimen de lesa humanidad es
el concepto de la humanidad como víctima.
106. Al ser el individuo y la humanidad las víctimas de todo
crimen de lesa humanidad, la Asamblea General de las
Naciones desde 1946 ha sostenido que los responsables de
tales actos deben ser sancionados. Resaltan al respecto las
Resoluciones 2583 (XXIV) de 1969 y 3074 (XXVIII) de 1973. En
la primera, la Asamblea General sostuvo que la "investigación
rigurosa" de los crímenes de guerra y los crímenes de lesa
humanidad, así como la sanción de sus responsables, "son un
elemento importante para prevenir esos crímenes y proteger los
derechos humanos y las libertades fundamentales, y para
fomentar la confianza, estimular la cooperación entre pueblos y
contribuir a la paz y la seguridad internacionales ". En la
segunda Resolución, la Asamblea general afirmó:
Los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad,
dondequiera y cualquiera que sea la fecha en que se hayan
cometido, serán objeto de una investigación, y las personas
contra las que existan pruebas de culpabilidad en la comisión
de tales crímenes serán buscadas, detenidas, enjuiciadas y, en
caso de ser declaradas culpables, castigadas.
[…]
Los Estados no adoptarán medidas legislativas ni tomarán
medidas de otra índole que puedan menoscabar las
obligaciones internacionales que hayan contraído con respecto
a la identificación, la detención, la extradición y el castigo de los
culpables de crímenes de guerra o de crímenes de lesa
humanidad.
107. Igualmente, las Resoluciones 827 y 955 del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas, junto con los Estatutos de
los Tribunales para exYugoslavia (Artículo 29) y Ruanda
(Artículo 28), imponen una obligación a todos los Estados
miembros de las Naciones Unidas de cooperar plenamente con
los Tribunales en la investigación y persecución de personas
acusadas de haber cometido serias violaciones de Derecho
Internacional, incluidos crímenes contra la humanidad.
Asimismo, el Secretario General de las Naciones Unidas ha
señalado que en vista de las normas y los principios de las
Naciones Unidas, los acuerdos de paz aprobados por ella
nunca pueden prometer amnistías por crímenes de lesa
humanidad.
108. La adopción y aplicación de leyes que otorgan amnistía por
crímenes de lesa humanidad impide el cumplimiento de las
obligaciones señaladas. El Secretario General de las Naciones
Unidas, en su informe sobre el establecimiento del Tribunal
Especial para Sierra Leona, afirmó que
[a]unque reconocen que la amnistía es un concepto jurídico
aceptado y una muestra de paz y reconciliación al final de una
guerra civil o de un conflicto armado interno, las Naciones
Unidas mantienen sistemáticamente la posición de que la
amnistía no puede concederse respecto de crímenes
internacionales como el genocidio, los crímenes de lesa
humanidad o las infracciones graves del derecho internacional
humanitario.
109. El Secretario General también informó que no se reconoció
efectos jurídicos a la amnistía concedida en Sierra Leona, "dada
su ilegalidad con arreglo al derecho internacional". En efecto, el
artículo 10 del Estatuto del Tribunal Especial para Sierra Leona
dispuso que la amnistía concedida a personas acusadas de
crímenes de lesa humanidad, infracciones al artículo 3 común
de los Convenios de Ginebra y Protocolo Adicional II, así como
otras infracciones graves del derecho internacional humanitario,
"no constituirá un impedimento para [su] procesamiento".
110. La obligación conforme al derecho internacional de
enjuiciar y, si se les declara culpables, castigar a los
perpetradores de determinados crímenes internacionales, entre
los que se cuentan los crímenes de lesa humanidad, se
desprende de la obligación de garantía consagrada en el
artículo 1.1 de la Convención Americana. Esta obligación
implica el deber de los Estados Partes de organizar todo el
aparato gubernamental y, en general, todas las estructuras a
través de las cuales se manifiesta el ejercicio del poder público,
de manera tal que sean capaces de asegurar jurídicamente el
libre y pleno ejercicio de los derechos humanos. Como
consecuencia de esta obligación los Estados deben prevenir,
investigar y sancionar toda violación de los derechos
reconocidos por la Convención y procurar, además, el
restablecimiento, si es posible, del derecho conculcado y, en su
caso, la reparación de los daños producidos por la violación de
los derechos humanos. Si el aparato del Estado actúa de modo
que tal violación quede impune y no se restablezca, en cuanto
sea posible, a la víctima en la plenitud de sus derechos, puede
afirmarse que ha incumplido el deber de garantizar su libre y
pleno ejercicio a las personas sujetas a su jurisdicción. |231|
6) Frente a los crímenes contra la humanidad, no es invocable el principio ne
bis in idem como excluyente de responsabilidad para excusarse del deber de
investigar y sancionar a los responsables.
Así lo ha expresado la Corte IDH en, inter alia, las sentencias Almonacid y La
Cantuta:
151. El Estado no podrá argüir ninguna ley ni disposición de
derecho interno para eximirse de la orden de la Corte de
investigar y sancionar penalmente a los responsables de la
muerte del señor Almonacid Arellano. Chile no podrá volver a
aplicar el Decreto Ley No. 2.191, por todas las consideraciones
dadas en la presente Sentencia, en especial las contenidas en
el párrafo 145. Pero además, el Estado no podrá argumentar
prescripción, irretroactividad de la ley penal, ni el principio ne bis
in idem, así como cualquier excluyente similar de
responsabilidad, para excusarse de su deber de investigar y
sancionar a los responsables. [...]
154. En lo que toca al principio ne bis in idem, aún cuando es
un derecho humano reconocido en el artículo 8.4 de la
Convención Americana, no es un derecho absoluto y, por tanto,
no resulta aplicable cuando: i) la actuación del tribunal que
conoció el caso y decidió sobreseer o absolver al responsable
de una violación a los derechos humanos o al derecho
internacional obedeció al propósito de sustraer al acusado de su
responsabilidad penal; ii) el procedimiento no fue instruido
independiente o imparcialmente de conformidad con las debidas
garantías procesales, o iii) no hubo la intención real de someter
al responsable a la acción de la justicia. Una sentencia
pronunciada en las circunstancias indicadas produce una cosa
juzgada "aparente" o "fraudulenta"... [L]as exigencias de la
justicia, los derechos de las víctimas y la letra y espíritu de la
Convención Americana desplaza la protección del ne bis in
idem. |232|
El Juez Sergio García Ramírez emitió un voto razonado a la sentencia La Cantuta,
abordando incluso la cuestión de lo que llama "ausencia de resolución legítima":
Debido proceso, cosa juzgada y ne bis in idem
9. La Corte Interamericana --al igual que otros tribunales
internacionales y nacionales-- ha establecido criterios a
propósito de la cosa juzgada y del principio ne bis in idem,
conectado a aquélla. La cosa juzgada y el principio ne bis in
idem sirven a la seguridad jurídica e implican garantías de
importancia superlativa para los ciudadanos y, específicamente,
para los justiciables. Ahora bien, la cosa juzgada supone que
existe una sentencia a la que se atribuye esa eficacia: definición
del derecho, intangibilidad, definitividad. Sobre esa hipótesis se
construye la garantía de ne bis in idem: prohibición de nuevo
juicio sobre los mismos hechos que han sido materia de la
sentencia dotada con autoridad de cosa juzgada (material).
10. La sentencia es el resultado del proceso, es decir,
constituye la desembocadura de una serie de actuaciones
perfectamente reguladas y sujetas a un orden garantista que
establece los presupuestos del proceso y las condiciones de
validez de los actos centrales que integran éste, y en
consecuencia acreditan la legitimidad del proceso mismo como
sustento de la sentencia. El desarrollo del sistema procesal bajo
el impulso de los derechos humanos preside la noción de
debido proceso. En este sentido, pone de manifiesto la
sustitución de la cuestionada fórmula "el fin justifica los medios"
por otra regla de signo contrario: "la legitimidad de los medios
empleados justifica el fin que se logra con ellos"...
12. El Derecho internacional de los derechos humanos en la
hora actual, así como el Derecho penal internacional, reprueban
la simulación de enjuiciamientos cuyo propósito o resultado se
distancia de la justicia y pretende un objetivo contrario al fin
para el que han sido dispuestos: injusticia, oculta entre los
pliegues de un proceso "a modo", celebrado bajo el signo del
prejuicio y comprometido con la impunidad o el atropello. De ahí
que la justicia internacional sobre derechos humanos no se
conforme necesariamente con la última decisión interna que
analiza la violación de un derecho (y autoriza o permite que
subsista la violación y persista el daño hecho a la víctima), y de
ahí que la justicia penal internacional se rehúse a convalidar las
decisiones de instancias penales domésticas que no pueden o
no quieren hacer justicia.
13. ¿Implica esto la decadencia de la cosa juzgada -frecuentemente cuestionada en materia penal-- y la supresión
del ne bis in idem, con riesgo general para la seguridad
jurídica? La respuesta, que prima facie pudiera parecer
afirmativa, no lo es necesariamente. No lo es, porque bajo las
ideas expuestas no se disputa la eficacia de la res judicata ni de
la prohibición de segundo juicio cuando aquélla y éste se fincan
en las disposiciones aplicables y no entrañan ni fraude ni abuso,
sino garantía de un interés legítimo y amparo de un derecho
bien establecido. No se combate, pues, la "santidad" de la cosa
juzgada ni la firmeza del primer juicio --a título, entonces, de
único juicio posible--, sino la ausencia de resolución legítima -esto es, legitimada a través de un debido proceso-- a la que se
atribuya eficacia de cosa juzgada e idoneidad para sustentar el
ne bis in idem. |233|
7) Frente a los crímenes contrala humanidad no cabe la objeción de
obediencia debida.
La obediencia debida no puede ser invocada como eximente de la responsabilidad
penal en la comisión de crímenes contra la humanidad. Es decir, no existe exención
de responsabilidad penal frente a los crímenes cometidos como consecuencia del
cumplimiento de órdenes de un superior jerárquico.
En este sentido, el Artículo 8 del Estatuto de Nuremberg establece: "El hecho de
que el acusado hubiera actuado en cumplimiento de órdenes de su Gobierno o de
un superior jerárquico no eximirá al acusado de responsabilidad, pero ese hecho
podrá considerarse para la atenuación de la pena, si el Tribunal determina que la
justicia así lo requiere".
Y el Principio IV de los Principios de Nuremberg: "El hecho de que una persona
haya actuado en cumplimiento de una orden de su Gobierno o de un superior no lo
exime de responsabilidad conforme al Derecho Internacional, siempre que de hecho
haya tenido la posibilidad de elección moral. Sin embargo, puede esta circunstancia
ser tomada en consideración para atenuar la pena si la justicia así lo requiere."
El artículo 5 del Proyecto de Código de Crímenes contra la Paz y la Seguridad de la
Humanidad dispone: "El hecho de que el acusado de un crimen contra la paz y la
seguridad de la humanidad [entre ellos el crimen de agresión] haya actuado en
cumplimiento de órdenes de un gobierno o de un superior jerárquico no lo eximirá
de responsabilidad criminal, pero podrá considerarse circunstancia atenuante si así
lo exige la equidad".
En el mismo sentido se expresan, respecto de los crímenes de la competencia del
Tribunal, el Artículo 7.4 del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y el
Artículo 6.4 del Tribunal Penal Internacional para Rwanda.
A su vez, el Artículo 33 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional,
establece:
"Órdenes superiores y disposiciones legales
1. Quien hubiere cometido un crimen de la competencia de la
Corte en cumplimiento de una orden emitida por un gobierno o
un superior, sea militar o civil, no será eximido de
responsabilidad penal a menos que:
a) Estuviere obligado por ley a obedecer órdenes
emitidas por el gobierno o el superior de que se trate;
b) No supiera que la orden era ilícita; y
c) La orden no fuera manifiestamente ilícita."
8) Pero sin lugar a dudas, la característica más importante de estos crímenes
es que están sujetos a jurisdicción penal universal.
Este aspecto ha sido también ratificado por la sentencia del Tribunal Constitucional
español STC 237/2005, de 26 de septiembre de 2005, en que nuestro más Alto
Tribunal considera que la jurisdicción universal no se rige por el principio de
subsidiariedad, sino por el de concurrencia, pues precisamente su finalidad es evitar
la impunidad.
Este principio ha quedado reconocido por el derecho internacional desde el
establecimiento del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, que tenía
jurisdicción sobre los crímenes de lesa humanidad con independencia del lugar en
el que se hubieran cometido. Los principios articulados en el Estatuto y la Sentencia
de Nuremberg fueron confirmados en 1946 como principios de derecho internacional
por la Asamblea General de las Naciones Unidas (Resolución 95 (I)).
Los crímenes de lesa humanidad se rigen por el derecho de gentes: Los crímenes
de lesa humanidad y las normas que los regulan forman parte del jus cogens. Como
tales son normas imperativas del derecho internacional general que, tal como lo
reconoce el Artículo 53 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados
(1969), no pueden ser modificadas o revocadas por tratados o por leyes nacionales.
Este Artículo dispone: "una norma imperativa de derecho internacional general es
una norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados en su
conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser
modificada por una norma ulterior de derecho internacional general que tenga el
mismo carácter".
Como explica Cherif Bassiouni, destacado experto en este campo del derecho penal
internacional, "el jus cogens se refiere al estatuto legal que alcanzan ciertos
crímenes internacionales, y la obligación erga omnes se deriva de los efectos
legales que tiene la caracterización de determinado crimen como sujeto al jus
cogens... Existe suficiente fundamentación legal para llegar a la conclusión de que
todos estos crímenes [incluidos la tortura, el genocidio y otros crímenes contra la
humanidad] forman parte del jus cogens" |234|. Así lo reconoció, como ya se ha
expuesto, la Corte Internacional de Justicia en el fallo sobre el asunto Barcelona
Traction, Light and Power Company Ltd. La prohibición por el derecho internacional
de actos como los imputados en estos casos es una obligación erga omnes, y todos
los Estados tienen un interés jurídico en velar por su cumplimiento.
El crimen contra la humanidad es claramente un crimen de Derecho Internacional.
Como lo señaló la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas, "la
violación grave y a gran escala de una obligación internacional de importancia
esencial para la salvaguardia del ser humano, como las que prohíben la esclavitud,
el genocidio y el apartheid" |235| es un crimen internacional. Esto quiere decir que
su contenido, su naturaleza y las condiciones de su responsabilidad vienen
establecidas por el Derecho Internacional con independencia de la que pueda
establecerse en el derecho interno de los Estados. En este sentido, no cabe
posibilidad jurídica alguna de que las violaciones a los derechos humanos más
fundamentales, que son los que están comprometidos en los crímenes contra la
humanidad, no sean sometidas a juicio y sus autores castigados. Según esto, la
obligación internacional de un Estado es la de juzgar y castigar a los responsables
de crímenes contra la humanidad; se trata de una norma imperativa del Derecho
Internacional que pertenece al ius cogens.
Esto significa que todos los Estados tienen la obligación de perseguir judicialmente
a los autores de estos crímenes, independientemente del lugar donde estos fueron
cometidos o de la nacionalidad del autor o de las víctimas. Existe la obligación
internacional de investigar, juzgar y condenar a los culpables de crímenes contra la
humanidad así como un interés de la comunidad internacional para reprimir esta
clase de crímenes. Como lo aseveró la Corte de Casación de Francia, al juzgar por
crímenes contra la humanidad a Klaus Barbie, estos crímenes pertenecen a un
orden represivo internacional, al cual la noción de frontera le es extranjera. Esta ha
sido la razón para el establecimiento de los Tribunales Internacionales Ad Hoc para
la ex Yugoslavia y Ruanda así como para la creación de la Corte Penal
Internacional.
Uno de los medios para hacer efectivo este principio de jurisdicción universal, y por
tanto de proceder a la represión internacional de los crímenes contra la humanidad,
es la vía de los Tribunales penales internacionales.
Igualmente, y más aún considerando las limitaciones de competencia territorial de
los tribunales internacionales e híbridos existentes, la represión internacional de los
crímenes contra la humanidad puede lograrse a través de la acción de los tribunales
nacionales de un tercer Estado, aunque el crimen no haya sido cometido allí o el
autor y las víctimas no sean nacionales de ese país.
Los Principios de cooperación internacional en la identificación, detención,
extradición y castigo de los culpables de crímenes de guerra o de crímenes de lesa
humanidad, adoptados por Resolución 3074 (XXVII) de 3 de diciembre de 1973 de
la Asamblea General de las Naciones Unidas, prescriben que "los crímenes de lesa
humanidad, dondequiera y cualquiera que sea la fecha en que se haya cometido,
serán objeto de una investigación, y las personas contra las que existen pruebas de
culpabilidad en la comisión de tales crímenes serán buscadas, detenidas,
enjuiciadas y, en caso de ser declaradas culpables, castigadas" (Principio I). Aunque
estos mismos Principios establecen que los responsables de crímenes contra la
humanidad deben ser juzgados "por lo general en los países donde hayan cometido
esos crímenes", con ello no se agota la posibilidad de que sus autores sean
procesados por los tribunales de otros países. Incluso, el Principio 2 establece que
los Estados puedan juzgar a sus propios nacionales autores de crímenes contra la
humanidad, con lo cual cabe la posibilidad de que un Estado procese a alguien por
un crimen contra la humanidad cometido en el territorio de otro Estado. La
Convención sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid, en su artículo
V, establece que los tribunales de cualquier Estado pueden juzgar a un autor de
crimen de Apartheid cuando tienen jurisdicción sobre esta persona. Esta jurisdicción
puede resultar en virtud del derecho interno que faculta a reprimir crímenes de
transcendencia internacional, aunque hayan sido cometidos en el exterior y por y
contra personas que no son nacionales de ese Estado.
La represión contra los crímenes de lesa humanidad esta inspirada en la noción
misma de justicia. Esta represión no implica, de ninguna manera, la merma de las
garantías procesales y del derecho a un juicio justo.
III.- UNIDADES DE LA ORGANIZACIÓN CRIMINAL DE LAS SS ENCARGADAS
DE LA ADMINISTRACIÓN Y VIGILANCIA DE LOS CAMPOS DE
CONCENTRACIÓN.
Como se ha expuesto con anterioridad, la administración de los campos de
concentración y exterminio estaba a cargo de unidades especiales de las SS. Las
unidades Totenkopf constituían una organización diferenciada dentro de las SS. A
partir de 1939 y durante todo el período de existencia del Tercer Reich, hasta mayo
de 1945, las unidades Totenkopf [calavera] de las SS eran las responsables del
funcionamiento y vigilancia de los campos de concentración y exterminio.
En el epígrafe II.3.5 más arriba desarrollado, la información correspondiente a las
Waffen SS y las Totenkopf proviene de los hechos dados por probados por el
Tribunal de Nuremberg en su sentencia y tomados en consideración en la misma.
En este epígrafe se expondrá con mayor detalle lo relativo a las SS y las unidades
Totenkopf encargadas de la administración y vigilancia de los campos de
concentración, pero usando para ello los hechos considerados probados por
tribunales estadounidenses que han fallado en favor de la desnaturalización de
guardias armados integrantes de esas unidades y que habían ingresado en Estados
Unidos ocultando su pasado nacionalsocialista y su pertenencia a las SS.
El Tribunal de Distrito para el Distrito Este de Missouri, el 20 de julio de 1999 revocó
la orden de naturalización de 9 de septiembre de 1955, y el correspondiente
certificado por el que se concedía la nacionalidad estadounidense a Michael Negele,
un guardia integrante de las Unidades de las SS conocidas como Totenkopf y que
prestó servicios en el campo de concentración de Sachsenhausen y en el gueto de
Theresienstadt.
Como se ha indicado, el tribunal toma el contexto de los hechos a partir del trabajo
del perito y experto en la Alemania nacionalsocialista, Dr. Charles W. Sydnor. Cabe
recordar que el Tribunal subraya que existen solamente seis o siete personas en los
Estados Unidos que cuentan con la cualificación académica especializada del Dr.
Sydnor. |236|
Dice literalmente ese Tribunal de Distrito lo siguiente acerca de las SS y sus
unidades especializadas en la custodia de los campos:
Las Schutzstoffel y el Ejército alemán.
Las Schutzstoffel |237| o SS eran una organización del partido
nazi creada originalmente como brigada de protección en 1925
para la seguridad personal de Adolph Hitler con el objetivo de
protegerle en mítines políticos y encuentros públicos. En
adelante, las siglas SS harán referencia a Schutzstoffel, que
literalmente significa "brigada de protección". Cuando Hitler
llegó al poder en 1933, las SS constituían una fuerza muy
pequeña que se convirtió en la base de la dictadura
nacionalsocialista alemana. En 1936 se hizo con el control de la
policía y los diversos cuerpos de policía pasaron a quedar
centralizados en un solo cuerpo nacional. Hasta 1933, Alemania
era un sistema federal donde las competencias de policía
correspondían a los distintos estados que componían Alemania.
Después de 1936, todos los cuerpos de policía alemanes se
fundieron con la agencia de las SS del partido nazi y todas las
competencias de policía del país quedaron centralizadas bajo el
mando de Heinrich Himmler quien, en junio de 1936, se
convirtió en el jefe de la policía alemana. Un documento alemán
capturado (una circular del Ministerio del Interior del Reich,
Schutzhaft, fechada el 12 de abril de 1934), es una orden
dictada por la oficina de Himmler, la primera de una serie de
órdenes que hacen referencia al Decreto del incendio del
Reichstag de 27 de febrero de 1933 (la excusa que utilizó Hitler
para hacer que el Presidente Hindenburg emplease su
autoridad para suspender la Constitución de Weimar y otorgar a
Hitler poderes excepcionales). Este documento delimitaba en
qué circunstancias podían dictarse órdenes de detención
preventiva y recluir en campos de concentración a los
ciudadanos. En 1936 entró en vigor una nueva regulación de la
detención o custodia preventiva, en virtud de la cual se podía
arrestar y recluir en campos de concentración a aquellas
personas que hubiesen presuntamente cometido infracciones
de naturaleza política o social que no eran constitutivas de
delito. El 5 de enero de 1938, el Ministerio del Interior del Reich
dictó desde Berlín una circular de los oficiales de la Gestapo a
todos los oficiales de la policía secreta estatal de Alemania
revisando los criterios que definían las circunstancias en que
podía aplicarse la detención preventiva y estableciendo cuál
debía ser el destino de los afectados por una orden de
detención preventiva. Para defender al pueblo y al estado de
todos sus enemigos, la policía secreta estatal podía dictar la
detención preventiva obligatoria de todas aquellas personas
cuyo comportamiento supusiese una amenaza para la
seguridad y la supervivencia del pueblo alemán. Sólo la policía
secreta estatal podía autorizar la detención preventiva. Esta
circular es la primera norma que restringía la aplicación de la
detención preventiva (esto es, el encarcelamiento en campos de
concentración), otorgando facultades exclusivas para ordenarla
a la Gestapo. Desde 1934 y hasta la promulgación de esta
circular, eran varias las autoridades estatales que podían dictar
órdenes de detención preventiva y hacer detener a alguien,
pero a partir de dicha fecha esta competencia quedó
exclusivamente en manos de la Gestapo. En 1936, la Gestapo
era la policía secreta del Estado y formaba parte de las SS. Era
uno de los distintos cuerpos de policía que existían en la
Alemania nazi. Reinhard Heydrich era el jefe de la policía de
seguridad, integrada por la Gestapo (dirigida por Heinrich
Mueller) y por la policía criminal (dirigida por Arthur Nebe). La
Gestapo y la policía criminal constituyeron la policía de
seguridad, con Heydrich a la cabeza. A partir de 1936 (fecha en
que la Gestapo pasó a formar parte de las SS) y hasta 1945, el
jefe de la Gestapo fue Heinrich Mueller. El 3 de septiembre de
1939, Heydrich, como jefe de la Policía de Seguridad y del
Servicio de Seguridad dictó una orden que contenía una serie
de disposiciones que debían aplicarse mediante la represión,
encarcelamiento y ejecución de todo aquel que, por la razón
que fuera, se opusiera al esfuerzo de guerra alemán o sembrara
dudas sobre la victoria final de Alemania.
El término Waffen SS significa literalmente "SS armadas". Las
Waffen SS se crearon en 1939 a partir de dos tipos de
organizaciones de las SS que habían existido entre 1933 y
1939. La primera de ellas eran las tropas especiales de las SS,
organizadas y entrenadas como una formación militar. La
segunda rama de las Waffen SS provenía de las unidades
Totenkopf de las SS, responsables de la vigilancia de los
campos de concentración que se habían construido en
Alemania entre 1933 y 1939. Entre estos campos se
encontraban el campo original de Dachau, el campo de
concentración de Oranienburg (a partir de 1936,
Sachsenhausen), el campo de concentración de Buchenwald, el
campo de concentración de mujeres de Ravensbruck, creado
en 1938, y el campo de concentración de Mauthausen,
construido en Austria después de que este país fuese
anexionado por Alemania en 1938. Cada uno de los grandes
campos disponía de una unidad Totenkopf de las SS llamada
regimiento Totenkopf de las SS que proporcionaba los guardias
que debían custodiar a los prisioneros.
Las SS tenían una responsabilidad política e ideológica esencial
en el gobierno nazi como fuerza de protección del estado. Su
función era proteger a Hitler y al Estado nazi de todos sus
enemigos, nacionales o extranjeros. A partir de 1939 y durante
todo el período de existencia del Tercer Reich, hasta mayo de
1945, las unidades Totenkopf [calavera] de las SS eran las
responsables del funcionamiento y vigilancia de los campos de
concentración. Correspondía a las SS, en su función de
protección de Hitler y del Estado nazi, la eliminación de la
oposición, lo que incluía toda opinión política independiente que
fuera crítica con Hitler y con el régimen nazi. Las SS lo lograron
controlando dos tipos de organizaciones: la Gestapo, desde
1933, un acrónimo conocido universalmente que designa a la
policía política encargada de administrar el terror en el interior
de Alemania, y la policía. En 1936, la Gestapo pasó a formar
parte de un cuerpo de policía mayor creado para aplicar la
reforma política represiva en todo el país. El terror policial
resultaba muy eficaz dentro de un sistema paralelo que contaba
con unos campos de concentración que funcionaban fuera de
los límites convencionales del derecho. Los campos de
concentración se hallaban al margen del principio tradicional del
proceso debido y de la jurisprudencia aceptada, y en ellos los
individuos eran encarcelados a discreción exclusiva de la
policía. Si alguien escuchaba, por casualidad, decir a una
persona algo negativo sobre Hitler, el individuo en cuestión
pasaba a ser considerado un anti social, y la Gestapo podía
dictar una orden de detención preventiva que permitía arrestarlo
y recluirlo en un campo de concentración, sin derecho a ser
oído por un juez, a que la decisión fuera revisada por un tribunal
u otro organismo o a un proceso legal con todas las garantías,
como el que se reconoce en las sociedades civilizadas. El
detenido permanecía en el campo de concentración todo el
tiempo que la Gestapo estimase oportuno. Esta era la
concepción nazi de la protección del Estado frente a sus
enemigos. En 1939, las SS y la policía se fundieron en una sola
organización, y las SS se hicieron con el control absoluto tanto
de la policía como del sistema de campos de concentración.
Cuando empezó la guerra, Hitler adoptó este modelo y empezó
a aplicarlo a los territorios que se hallaban bajo el control y la
jurisdicción alemanes u ocupados por Alemania.
Las Waffen SS también contaban con unidades de combate
cuyas responsabilidades se ampliaron de forma espectacular
después del 1 de septiembre de 1939, fecha de comienzo del
conflicto. Las SS nunca formaron parte del Ejército alemán. El
principal ejecutor en los territorios ocupados por Alemania entre
1939 y 1945 no fue el Ejército, sino las SS y la policía. Ya en
1938, las formaciones de las SS, la policía, las unidades
Totenkopf de las SS y las tropas especiales de las SS estaban
bien armadas y eran consideradas básicamente unidades
paramilitares. Himmler se encargaba de reclutar a los alemanes
jóvenes y sanos para la policía, las unidades Totenkopf y las
tropas especiales de las SS. La cúpula de las fuerzas armadas
alemanas no permitía a las SS reclutar miembros, de manera
que Himmler llegó a un acuerdo con el Ejército a través de una
serie de negociaciones que empezaron a finales de 1938 y
concluyeron en marzo de 1940, en virtud de las cuales las SS
podían reclutar nuevos miembros durante determinados
períodos de tiempo y en determinadas circunstancias entre la
población de alemanes étnicos apta y sana. El ejército, la
marina y la aviación alemanes, por su parte, reclutaban
alemanes dentro de las fronteras del país. En los primeros
tiempos de la guerra, las fronteras territoriales de Alemania
consistían en el llamado Antiguo Reich (es decir, las fronteras
alemanas anteriores a 1937) y, más tarde, el Gran Reich
alemán (las fronteras de Alemania tras la anexión de Austria).
En Alemania existía un régimen de servicio militar, y el ejército
de tierra, la marina y la aviación se dividían a la población en
edad de reclutamiento sobre una base porcentual (un 66% de la
leva correspondía al ejército de tierra, y un porcentaje menor a
la marina y a la aviación). Las SS no estaban incluidas en este
esquema de reclutamiento.
Los uniformes de las distintas unidades podían diferenciarse por
las insignias. Los uniformes de las unidades Totenkopf de las
SS estaban adornados con una calavera y unas tibias bordadas
en hilo plateado sobre un fondo negro en la solapa derecha del
cuello. Las insignias de los oficiales del Ejército eran bastante
distintas. La graduación de cada individuo venía indicada por
una insignia en la solapa izquierda del cuello. Los miembros de
las unidades Totenkopf de las SS portaban la calavera y las
tibias perfiladas con un cordón plateado sobre la parte frontal de
su gorra. |238|.
Igualmente, en el caso United States v. Tittjung, el Tribunal de Distrito para el
Distrito Este de Wisconsin, anuló el certificado de naturalización de Tittjung en una
decisión de 14 de diciembre de 1990. El tribunal consideró probado que Tittjung fue
miembro de las Totenkopf-Sturmbann, y que, en cuanto tal, prestó servicios como
guarda armado en el campo de concentración de Mauthausen y el subcampo de
Gross Raming.
También el tribunal basa una parte importante de los hechos probados en la
declaración jurada del perito y experto Dr. Charles W. Sydnor.
En su declaración jurada en el caso United States v. Tittjung, Sydnor sistematiza del
siguiente modo la creación, funcionamiento y actividades de las SS y las unidades
dependientes de las mismas, con especial énfasis en el rol de las Totenkopf en los
campos de concentración |239|:
I. La evolución del estado policial en la Alemania nazi
9. Cuatro semanas después de que Hitler fuese nombrado
Canciller de Alemania el 30 de enero de 1933, el Reichstag
alemán (el edificio parlamentario) se incendió, y el incendio fue
atribuido a un comunista. Hitler aprovechó esta oportunidad
para lanzar su primer ataque contra la Constitución de Weimar y
para transformar Alemania en un estado policial totalitario. El 28
de febrero de 1933, el día en que se incendió el Reichstag,
Hitler convenció al octogenario Presidente del Reich, Paul von
Hindenburg, para que dictase el "Decreto del Presidente del
Reich para la protección del Volk [pueblo] y del Estado", que
declaraba el estado de emergencia y suspendía las garantías
de los derechos y libertades individuales contemplados en la
Constitución de Weimar, incluida la libertad de expresión, el
derecho de reunión y el derecho a no ser sometido a búsqueda
y captura sin autorización. En particular, el decreto autorizaba el
empleo de la Schutzhaft (detención preventiva), es decir, la
detención, sin necesidad de que mediara una orden de arresto,
de aquellas personas cuyas actividades fueran consideradas
una amenaza para el Estado. El estado de emergencia se
prolongó durante los doce años en que se mantuvo Hitler en el
poder |240|.
10. El Partido Nazi utilizó este decreto durante los siguientes
meses del año 1933 para hacerse con el control de los
gobiernos de todos los estados alemanes y prohibir todos los
demás partidos y sindicatos. Dirigentes de los sindicatos,
periodistas (sobre todo, periodistas judíos), miembros del
Partido Comunista y del Partido Socialdemócrata, e incluso
algunos miembros de partidos conservadores fueron sometidos
a Schutzhaft y encarcelados en prisiones o en campos de
concentración dirigidos por las organizaciones paramilitares del
Partido Nazi, las SA (Sturmabteilung o tropas de asalto) y las
SS.
11. En abril de 1934, el Ministro del Interior dictó diversos
reglamentos ordinarios sobre la aplicación de la Schutzhaft
|241|. Estos reglamentos dejaban claro que la Schutzhaft debía
aplicarse a aquellos individuos implicados en actividades de
naturaleza política, no delictiva, es decir, contra cualquiera que
"con su comportamiento, ponga directamente en peligro la
seguridad y el orden públicos, particularmente a través de
actividades hostiles al Estado". La Schutzhaft podía ser aplicada
por la Gestapo (Geheime Staatspolizei o policía estatal secreta)
en Prusia o por la policía controlada por los nazis en otros
estados alemanes, sin intervención de los tribunales y sin que el
arrestado pudiera interponer recurso legal efectivo alguno.
Además, la duración de la Schutzhaft era indefinida, o "por el
tiempo que su objetivo requiera" |242|.
12. Entre 1934 y 1938, la Schutzhaft se amplió para incluir no
sólo a aquellos individuos que participaban de forma activa en
la oposición política al Estado nazi, sino también a los que se
consideraba que probablemente se opondrían en algún
momento oponerse al gobierno nazi. También podían verse
afectadas las personas que desarrollaran actividades que,
aunque no fueran de carácter político, se tenían por contrarias a
los objetivos e ideología de los nazis. Una muestra de los
decretos de Schutzhaft vigentes en Baviera en 1935 pone de
manifiesto que estas medidas se estaban aplicando contra
párrocos, testigos de Jehová, emigrantes retornados que
habían abandonado Alemania tras la llegada de los nazis al
poder, trabajadores agrícolas que habían incumplido sus
contratos de empleo, personas que habían acabado de cumplir
sus penas de prisión por alta traición e individuos considerados
asociales (es decir, "mendigos, vagabundos, gitanos,
vagabundos, gente que no quiere trabajar, holgazanes,
prostitutas, rezongones, psicópatas y discapacitados
mentales"). A los detenidos en virtud de los decretos de
Schutzhaft se les negaba por sistema representación legal en
caso de que la Gestapo decidiera que dicho recurso "ponía en
peligro el objetivo político-policial de la Schutzhaft" |243|.
13. La Internationale Vereinigung der Ernsten Bibelforscher
[Unión Internacional de Estudiosos Serios de la Biblia],
conocidos en Estados Unidos como los testigos de Jehová,
fueron elegidos especialmente para la aplicación de la
Schutzhaft por su pacifismo. Según los nazis, esta secta
religiosa era en realidad un movimiento subversivo fundado por
un judío americano llamado Rutherford con el único propósito
de socavar el poderío militar alemán. Después de que la
organización fuera disuelta en Alemania, en 1933, y todo
proselitismo de la misma fuera ilegalizado, muchos testigos de
Jehová fueron detenidos y condenados apenas de cárcel. Pero,
al parecer, los dirigentes nazis consideraban que este castigo
era insuficiente o poco eficaz, como revela una circular de la
Oficina de la Gestapo en Munich del 19 de mayo de 1937. Esta
circular ordena la aplicación de la Schutzhaft a todo testigo de
Jehová que fomente por cualquier procedimiento los objetivos
de esta secta o la unidad de sus seguidores, incluso en el caso
de que un tribunal rechace autorizar su arresto, y señalaba que
debía aplicarse la Schutzhaft y enviar a campos de
concentración a aquellas personas que hubieran cumplido pena
de cárcel por sus actividades en beneficio de los Testigos de
Jehová |244|.
14. La ampliación del ámbito de la Schutzhaft queda reflejada
en los nuevos reglamentos que el Ministro del Interior del Reich
publicó a principios de 1938. De acuerdo con el decreto que
promulgaba estos reglamentos, la Schutzhaft podía aplicarse a
"todas aquellas personas que con su comportamiento pongan
en peligro la seguridad y supervivencia del pueblo y el estado
alemán". A diferencia de los reglamentos anteriores, este
decreto asignaba a la Gestapo la competencia exclusiva para
ordenar la Schutzhaft o para liberar a un individuo arrestado
bajo la misma. El decreto distinguía asimismo entre el "arresto
temporal", que no podía durar más de diez días, y la Schutzhaft,
que implicaba una detención de larga duración y que, desde la
fecha de publicación del nuevo decreto en adelante, sólo podía
cumplirse en un campo de concentración |245|.
15. Los nuevos reglamentos sobre la Schutzhaft reflejan
también el inmenso poder que acumularon Heinrich Himmler y
sus SS desde que los nazis llegaron al poder en 1933.
Siguiendo órdenes de Hitler, las SS asesinaron a Ernst Röhm,
el líder de la mayor organización paramilitar nazi (las SA) el 30
de junio de 1934. Inmediatamente después, las SS pasaron a
responsabilizarse de la administración y vigilancia de todos los
campos de concentración. En 1936, con el nombramiento de
Himmler como "Líder de las SS y Jefe de la Policía Alemana", la
Gestapo y todas las demás formaciones de policía alemanas
quedaron centralizadas y unidas a las SS |246|. Los nuevos
reglamentos, al asignar a la Gestapo la prerrogativa exclusiva
para aplicar la Schutzhaft y al confinar a todos los prisioneros
en campos de concentración, otorgaban a Himmler y a sus SS
todo el poder del estado para perseguir, arrestar y retener de
forma indefinida a cualquier persona que ellos pudiesen
considerar como peligrosa para la seguridad o los objetivos del
régimen nazi.
II. El desarrollo de la política ordinaria de tratamiento de las
personas presas en campos de concentración
16. El primer oficial de las SS nombrado por Himmler para el
cargo de Inspector de los Campos de Concentración fue
Theodor Eicke, que era quien se había encargado
personalmente del asesinato de Röhm. Eicke había servido
previamente como comandante del campo de concentración de
Dachau, donde elaboró las reglas que habían de regir para los
prisioneros y para los guardias y que más tarde las SS aplicaron
en todos los demás campos. Aunque estas reglas estaban
destinadas en parte a evitar los excesos no autorizados que
solían cometer en los campos los guardias de las SS y de las
SA durante los primeros meses de la revolución nazi |247|,
también sirvieron para imponer la dura disciplina cotidiana de
los campos, que exigía que los prisioneros fueran tratados con
la mayor severidad y no dejaban margen a la compasión o la
piedad. Las "Reglas disciplinarias y penales para el campo de
prisioneros" de Dachau, por ejemplo, elaboradas por Eicke y
publicadas el 1 de octubre de 1933, establecían castigos
estandarizados para infracciones específicas y otorgaban la
facultad de ordenar los castigos (que en todo caso debían
constar por escrito) exclusivamente al comandante del campo.
En la introducción a estas reglas, Eicke advierte que "tolerancia
equivale a debilidad. Tenemos que actuar sin piedad... en todos
aquellos casos en que resulte necesario para el interés de la
Patria... Digamos a los provocadores políticos y a los agitadores
intelectuales: ... Tened cuidado que no os coja alguien, y que
ese alguien no vaya a agarraros por el cuello y a silenciaros de
acuerdo con vuestros propios métodos" |248|.
17. Los principales castigos admitidos en estas reglas
consistían en el arresto durante 8, 14, 21 o 42 días, incluido el
confinamiento en solitario, y en palizas, que consistían en 25
golpes y solían aplicarse junto con el arresto. Así, por ejemplo,
insultar a un miembro de las SS u obviar el saludo a un guardia
de las SS se castigaban con ocho días de arresto "severo" (un
catre desnudo y una alimentación a base de pan y agua dentro
de una celda oscura), precedido o seguido por 25 golpes. Otros
castigos permitidos eran ejercicios de instrucción de castigo,
"trabajo físico duro o trabajos especialmente viles, repugnantes,
a desarrollar bajo supervisión especial", retención del correo,
retirada de la comida y colgamiento por las muñecas a un palo.
Las reglas también preveían la pena de muerte para ciertas
infracciones como, por ejemplo, intentar difundir noticias acerca
de las condiciones del campo al mundo exterior.
18. De forma similar, las "Reglas de servicio para los guardias
de escolta y los guardias de prisioneros", dictadas también por
Eicke el 1 de octubre de 1933, especifican exactamente cómo
debían los guardias recibir a los destacamentos de trabajo de
prisioneros, cómo debían escoltarlos hasta los lugares de
trabajo, cómo debían vigilarlos mientras trabajaban y cómo
debían traerlos de regreso al campo, y prohibían expresamente
"todo maltrato u hostigamiento" . Todo prisionero que intentase
escapar, sin embargo, "debe ser disparado sin previo aviso. El
guardia que, en el ejercicio de su deber, dispare a un prisionero
que haya intentado escaparse, no será castigado... En caso de
amotinamiento o revuelta de un testamento de prisioneros,
todos los guardias que estuvieron supervisándolo deberán
disparar al destacamento. Los disparos de aviso quedan
prohibidos como una cuestión de principio" |249|. Eicke
pretendía convertir a los guardias del campo de concentración
que dirigía en una élite altamente disciplinada dentro de la
fuerza de élite de las SS, soldados políticos del Tercer Reich
empleados contra sus enemigos internos. Además, Eicke
consideraba la educación ideológica como un componente
especial de la formación de los guardias del campo,
especialmente en la medida en que dicha ideología
caracterizaba a los prisioneros de los campos de concentración:
eran "basura" "subhumana" que suponía una amenaza mortal
para el pueblo alemán y que, por consiguiente, debía ser
tratada con un odio implacable |250|.
19. En 1936, los guardias de las SS que servían en campos de
concentración recibieron la denominación de "SS
Totenkopfverbände". Las Tontenkopfverbände estaban
compuestas por por seis Sturmbanne o batallones (de
aproximadamente 500 hombres cada uno). Cada campo de
concentración disponía de un batallón Totenkopf de las SS
asignado exclusivamente a él. En 1938 quedó consolidado el
sistema de campos de concentración. Tras un nuevo esfuerzo
de reclutamiento, las formaciones Totenkopf se reorganizaron y
ampliaron en tres Standarten o regimientos, cada uno de ellos
con base en uno de los tres grandes campos de concentración:
Dachau, Buchenwald y Sachsenhausen. Cuando empezó la
Segunda Guerra Mundial, el 1 de septiembre de 1939, los
Totenkopfstandarten fueron movilizados y desplegados en
acciones de policía en la retaguardia del frente polaco. Para
sustituirlos en los campos se llamó a filas a los reservistas
Totenkopf. Después de la campaña de Polonia, los
Totenkopfstandarten se reorganizaron y pasaron a integrar la
División Totenkopf de las SS (Totenkopfdivision), una unidad
militar de vanguardia que debía desplegarse en la campaña del
Oeste. La función de vigilancia de los campos de concentración
fue asumida entonces por los batallones de reemplazo
integrados en su mayor parte por miembros de las SS
Allgemeine (Generales) llamados para este servicio |251| y que
pasaron a adoptar el nombre de las unidades de guardias
originales (es decir, Batallones Totenkopf).
III. Los campos de concentración durante la Segunda
Guerra Mundial
20. El estallido de la guerra supuso un incremento tanto en el
número como en las clases de prisioneros de los campos de
concentración, así como de las funciones desempeñadas por
los campos. Inmediatamente después del comienzo de la
guerra, el Jefe de la Policía de Seguridad (que ahora incluía a la
Gestapo), Reinhardt Heydrich, ordenó que "todo intento por
socavar la solidaridad y el espíritu de lucha del pueblo alemán...
sea reprimido sin piedad". Esta represión, además, podía
implicar más que el simple encarcelamiento en un campo de
concentración, "ya que las autoridades superiores pueden
ordenar la liquidación brutal de estos elementos de la sociedad"
|252|. El hecho de que durante los primeros días de guerra se
ordenaron ejecuciones queda probado por las directrices sobre
el "tratamiento especial", es decir, ejecución, dictadas por la
Oficina Principal de Seguridad del Reich 26 de septiembre de
1939. Estas instrucciones mencionan también algunas de las
categorías de personas a quienes debía aplicarse "tratamiento
especial": "simpatizantes comunistas-marxistas", acaparadores
y "párrocos, teólogos y Testigos de Jehová" |253|. Estas
ejecuciones se llevaban a cabo por orden de Himmler, sin
posibilidad de juicio u otro tipo de sanción judicial, y solían
realizarse en los campos de concentración.
21. El estallido de la guerra sirvió al régimen nazi como
justificación para proceder violentamente no sólo contra
aquellos elementos considerados peligrosos, sino también
contra los considerados como indeseables, los que no tenían
lugar en el "nuevo orden" que los nazis pretendían construir.
Los nazis utilizaron la guerra como una excusa para actuar
contra aquellos elementos que consideraban indeseables en la
sociedad que esperaban formar en Alemania. Así, las batidas
masivas y las órdenes de Schutzhaft dictadas durante el primer
año de la guerra afectaban a antiguos simpatizantes comunistas
y socialdemócratas, independientemente de sus actuales
tendencias o afinidades, judíos, alemanes de origen polaco,
asociales y miembros del clérigo protestante y católico |254|. El
24 de octubre de 1939, el jefe de la Gestapo, Heinrich Mueller,
ordenó que ninguno de los prisioneros a los que se hubiera
aplicado la Schutzhaft podría ser liberado de los campos de
concentración mientras durase la guerra |255|. Algunos judíos
fueron aparentemente exceptuados de esta orden durante unos
meses si eran capaces de obtener los papeles necesarios para
emigrar, pero en abril de 1940 la Oficina Principal de Seguridad
del Reich ordenó que los judíos tampoco podían ser liberados
de los campos de concentración durante el transcurso de la
guerra |256|.
22. El contingente más numeroso de prisioneros de campos de
concentración estaba constituido, con mucha diferencia, por
ciudadanos de los países ocupados por Alemania. Dentro de
dicho contingente, los polacos representaban el grupo más
nutrido. Los polacos residentes en Alemania constituyeron un
porcentaje significativo de los prisioneros llegados a los campos
de concentración durante los primeros días de la guerra, y a
ellos pronto se les unieron aquellos miembros de la intelligentzia
polaca a los que los nazis no habían ejecutado por un
procedimiento sumario |257|. Desde 1940, los nazis llevaron a
más de un millón de trabajadores polacos a Alemania, donde
eran estrictamente segregados del resto de la población. Eran
fácilmente identificables por las insignias de tela que se cosían
a sus ropas y sus movimientos y actividades estaban
severamente restringidos. La violación de estas restricciones se
traducía frecuentemente en el internamiento en un campo de
concentración |258|. En aquellas zonas de Polonia que
Alemania había anexionado se dictó una normativa penal
diferenciada para los polacos y los judíos que simplificaba los
procedimientos mediante los cuales podían ser encarcelados y
que era mucho más dura que la que se aplicaba a los alemanes
|259|.
23. La campaña contra la Unión Soviética, iniciada el 22 de
junio de 1941, provocó una entrada masiva de nuevos
prisioneros (extranjeros y alemanes) en los campos. El 27 de
agosto de 1941, por ejemplo, Himmler ordenó que "todos los
párrocos alborotadores de muchedumbre, los polacos y los
checos hostiles a Alemania, y los comunistas y demás ralea
deben ser encarcelados en campos de concentración hasta que
termine la guerra" |260|. Además de albergar a prisioneros
civiles, los campos de concentración disponían de complejos
especiales para los prisioneros de guerra soviéticos entregados
por el Ejército alemán a las SS.
24. Mientras que los ciudadanos de los países de Europa
occidental ocupados por Alemania solían ser enviados a los
campos de concentración por sus tendencias políticas,
verdaderas o supuestas, los prisioneros de la Europa del Este, y
en particular los polacos y los rusos, eran ante todo víctimas de
las teorías raciales nazis, que les describían no sólo como
inferiores, sino como biológicamente peligrosos para los
alemanes. En septiembre de 1942, Himmler empleo el
argumento de que "los polacos y los individuos de los países del
Este eran pueblos anormales e inferiores desde el punto de
vista racial" para persuadir al Ministro de Justicia alemán de que
otorgara a las SS jurisdicción directa en los casos penales en
que estuvieran implicados polacos, rusos y ucranianos, así
como judíos y gitanos |261|. Además de estar representados en
una proporción mucho mayor que los ciudadanos de los países
europeos occidentales, los prisioneros de los países del Este
solían recibir un trato mucho peor en los campos de
concentración. Un ejemplo de esta diferencia de trato lo ofrece
la orden de 21 de abril de 1942 por la Inspección de Campos de
Concentración, en la que se determinó que los sacerdotes
polacos y lituanos prisioneros en los campos fueran asignados
a todo tipo de trabajos, mientras que los prisioneros alemanes,
holandeses y daneses debían trabajar únicamente en los
jardines de hierba de los campos |262|.
25. A medida que la guerra fue avanzando, el suministro de
trabajo esclavo para respaldar el esfuerzo de guerra alemán
pasó a ser una función cada vez más importante de los campos
de concentración. La utilización de trabajo esclavo en los
campos permitió a Himmler, además, desarrollar su propio
imperio privado de empresas económicas propiedad de y
dirigidas por las SS. Para poder sobrevivir y crecer, este imperio
necesitaba que el sistema de campos de concentración
absorbiera un número cada vez mayor de nuevos prisioneros.
El problema de las elevadas tasas de mortalidad en los campos
intensificaba esta demanda. Así pues, las SS intentaron ampliar
su poder sobre un número creciente de segmentos de las
poblaciones controladas por Alemania. Los trabajadores
extranjeros obligados a trabajar en Alemania representaban una
valiosa fuente de prisioneros para las SS, de modo que, a
finales de 1942, la Gestapo ordenó que todos los trabajadores
extranjeros de los estados enemigos que trataran de huir, los
que violaran las normas que regulaban su conducta o sus
contratos de trabajo, fueran transferidos a campos de
concentración |263|. La Inspección de Campos de
Concentración, alegando la necesidad de salvaguardar la
producción de las empresas de armamento propiedad de las SS
que empleaban trabajo esclavo, ordenó a comienzos de 1943
que los trabajadores civiles soviéticos, que hasta entones
regresaban a sus lugares de trabajo después de cumplir penas
breves de internamiento en los campos de concentración por
infracciones menores, no debían salir de los campos mientras
durase la guerra |264|. A medida que las tropas alemanas
fueron batiéndose en retirada del frente oriental, los alemanes
simplemente realizaban redadas masivas de trabajadores
civiles a los que enviaban a trabajar a campos de concentración
|265|.
26. El doble propósito al que servían los campos de
concentración durante la guerra se pone de manifiesto en las
notas de la reunión que mantuvo Himmler con un representante
del Ministerio de Justicia en septiembre de 1942:
2. Entrega de los individuos asociales que están cumpliendo
penas al Reichführer para aniquilación a través del trabajo.
Todos los siguientes [grupos] deben ser entregados: personas
sentenciadas por crímenes, judíos, gitanos, rusos y ucranianos,
polacos con sentencias de más de tres años, checos o
alemanes con sentencias de más de ocho años, de acuerdo con
la decisión del Ministro de Justicia del Reich. Los peores de
entre estos asociales serán entregados primero |266|.
27. La creciente importancia del trabajo de los prisioneros llevó
a las SS a introducir ciertos cambios en los campos de
concentración para reducir la tasa de mortalidad, que en los
últimos seis meses de 1942 alcanzó el 60% de la población
reclusa total. Los cambios en cuestión consistieron
principalmente en una reducción del número de ejecuciones y
malos tratos por parte de los guardias y en la introducción de un
sistema de recompensas materiales (básicamente, aumento de
las raciones de comida) para incrementar la productividad |267|.
No se hizo ningún esfuerzo serio, sin embargo, para modificar
las condiciones básicas que hacían que la mayoría de los
prisioneros no pudieran sobrevivir más de unos cuantos meses:
la malnutrición, combinada con un trabajo duro durante al
menos once horas al día |268|, y unas condiciones higiénicas y
unos tratamientos médicos inadecuados que provocaban
epidemias continuas de disentería, tifus y otras enfermedades.
De hecho, estas condiciones no hicieron sino empeorar debido
al rápido crecimiento del número de prisioneros durante los dos
últimos años de la guerra: en enero de 1945, la población de
prisioneros en los campos de concentración ubicados en
Alemania era de 714.211, de los que 202.674 eran mujeres
|269|.
28. Además de las muertes por causas "naturales" derivadas de
las condiciones de vida en el campo, los campos llevaban a
cabo purgas periódicas en las que se seleccionaba a los
prisioneros a los que se consideraba demasiado enfermos o
débiles para su exterminio, generalmente mediante el empleo
de gas o de inyecciones letales. A finales de 1941 se formaron
comisiones especiales de médicos para llevar a cabo estas
selecciones en los campos |270|. Además, durante toda la
guerra fueron llegando a los campos de concentración
"elementos indeseables" (incluidos miles de prisioneros de
guerra soviéticos) para su inmediata ejecución |271|. Por decirlo
claramente, la finalidad de los campos de concentración era
aislar a todos aquellos individuos que las SS consideraba
peligrosos o indeseables y exterminarlos, directa o
indirectamente, por agotamiento a través de trabajos forzados.
|272|
IV. GUARDAS ARMADOS INTEGRANTES DE LAS SS-TOTENKOPFSTURMBANN QUE HAN PRESTADO SERVICIO EN LOS CAMPOS DE
MAUTHAUSEN, SACHSENHAUSEN O FLOSSENBÜRG Y CUYA
IMPUTACIÓN Y PROCESAMIENTO SE SOLICITA A EFECTOS DE
DEMANDAR SU ENTREGA A LAS AUTORIDADES
ESTADOUNIDENSES.
En el primer epígrafe de esta querella se ha expuesto la indubitada existencia de
víctimas españolas en los campos de concentración de Mauthausen,
Sachsenhausen y Flossenbürg.
Habiendo tenido conocimiento a partir de comunicados oficiales del Departamento
de Justicia de los Estados Unidos de que al menos cuatro antiguos guardias
armados pertenecientes a las SS Totenkopf y que han prestado servicios ya sea en
el campo de Mauthausen, de Sachsenhausen o de Flossenbürg, han sido
desnaturalizados por Tribunales estadounidenses al ocultar su pasado
nacionalsocialista y su pertenencia a las SS y se encuentran en territorio de los
Estados Unidos, nuestros representados interesan que estos ex guardias pasen a
disposición de los tribunales españoles para su ulterior enjuiciamiento por los
medios previstos legalmente para ello.
A tales efectos, se proporciona a continuación los datos relativos a estas personas y
su historia procesal en los Estados Unidos, así como lo referente a su participación
en el delito de persecución en cuanto crimen contra la humanidad cometido en estos
campos, donde perecieron miles de nacionales españoles.
A. Johann Leprich
Resumen procesal:


Nacido en 1925 en Birk, Rumanía. Volksdeutscher (alemán
étnico)
Servicio durante la II Guerra Mundial: guarda armado
perteneciente a las SS Totenkopf destinado en el campo de
concentración de Mauthausen, en la Austria anexionada.







Emigró a Estados Unidos procedente de Alemania
Nacionalidad: apátrida (desnaturalizado como ciudadano
estadounidense; ex nacional de Rumanía y Hungría)
Procedimiento de desnaturalización iniciado en 1986, ganado
por el Gobierno estadounidense en 1987.
Procedimiento de deportación iniciado en 2003 al ser capturado
en Michigan (había huido y permanecido oculto en Canadá
durante 16 años, tras haber sido desnaturalizado); ganado por
el Gobierno en 2003. Encarcelado en 2003 y puesto en libertad
el 16 de octubre de 2006 al amparo de la conocida como
doctrina Zadvydas de la Corte Suprema.
Procedimiento de deportación completado el 12 de enero de
2006.
Orden de deportación a Rumanía, o, alternativamente, a
Alemania o Hungría
Resultados de la ejecución de la orden de deportación:
rechazada por Rumanía, Alemania y Hungría.
Hechos incontrovertidos.
Leprich, ex miembro de las Waffen SS, participó en la persecución de judíos,
gitanos y otros grupos étnicos, así como de prisioneros políticos de diversas
nacionalidades de Europa, entre ellos españoles, durante la Segunda Guerra
Mundial; ocultó el servicio que prestó durante la guerra y se hizo ilegalmente con la
ciudadanía estadounidense. Leprich cuenta con una larga historia en el sistema de
justicia federal, que data de hace más de 20 años.
Mediante la decisión United States of America v. Leprich, 666 F. Supp. 967 (E.D.
Mich. 1987), el Tribunal de Distrito para el Distrito Este de Michigan procedió a
revocar la orden de naturalización de Leprich. Los hechos indubitables que el
tribunal enumera como probados en esta decisión, son los siguientes:
[...] Los hechos materiales no están en discusión. Habiendo
revisado cuidadosamente el sumario y habiendo escuchado los
argumentos de la defensa, el tribunal concluye:
Hechos
1. Johann Leprich nació el 7 de julio de 1925 en Petela,
Rumanía. Petela se conoce también por el nombre de Birk, en
alemán, y de Petele, en húngaro.
2. Leprich se convirtió en miembro de las Waffen SS en
noviembre de 1943.
3. Leprich comenzó su servicio como guarda uniformado de las
SS en el campo de concentración de Mauthausen en noviembre
o diciembre de 1943.
4. En Mauthausen, Leprich era miembro de las SS TotenkopfSturmbann (Batallón de la Calavera), y portaba la insignia de la
calavera y las tibias cruzadas en el cuello del uniforme.
(El Tribunal Militar Internacional de Nuremberg concluyó en
1946 que las SS, incluido el Batallón de la Calavera, eran una
organización criminal involucrada en "la persecución y el
exterminio de judíos, brutalidades y asesinatos en campos de
concentración, excesos en la administración de los territorios
ocupados, administración del programa de mano de obra
esclava y malos tratos y asesinatos de prisioneros de guerra."
(Ver: Juicio de Nuremberg, 6 F.R.D. página 69, 143)
5. Leprich siguió sirviendo en el campo de concentración de
Mauthausen hasta abril o mayo de 1944.
6. Mauthausen era un campo destinado al castigo severo contra
los enemigos del Reich.
7. Los prisioneros eran sometidos a inanición, palizas, torturas y
asesinados por diversos métodos, incluyendo gaseamiento,
horca, estrangulamiento, administración de inyecciones en el
corazón, electrocución, golpes, ahogamientos, torturas,
quemados vivos, muertos por hambre y ejecutados.
8. A los prisioneros se les obligaba a trabajar en el campo.
Muchos de ellos trabajaban en la cantera, donde morían a
causa del exceso de trabajo, eran golpeados hasta la muerte o
disparados por los guardias.
9. A los prisioneros se les obligaba a cruzar el cinturón de
vigilancia para que los guardias les disparasen.
10. En Mauthausen estaban encarcelados grupos como los
judíos, los gitanos, los testigos de Jehová y los polacos, así
como individuos de prácticamente todas las nacionalidades de
Europa.
11. Los judíos eran identificados como tales en el campo y
recibían un trato particularmente duro por su condición de
judíos.
12. La función de Leprich en Mauthausen era vigilar el campo
en el que vivían los prisioneros.
13. En su función como guardia del campo de Mauthausen,
Leprich llevaba un fusil al hombro y munición.
14. En Mauthausen, Leprich ocupó diversos puestos de guardia
en el campo, tanto en el terreno como en las torretas de
vigilancia.
15. Leprich recibía un salario en remuneración por su servicio
como guardia en Mauthausen.
16. Leprich disfrutó de días de permiso en tanto que guardia de
Mauthausen.
17. Leprich siguió siendo un miembro de las Waffen SS hasta
que fue capturado por el Ejército de los Estados Unidos en junio
de 1945.
18. Leprich no ha estado nunca en Sopron, Hungría.
19. Leprich no fue en ningún momento, durante los años 1944 o
1945, miembro del Ejército húngaro.
20. Leprich fue prisionero de guerra del Ejército estadounidense
hasta junio de 1946.
21. Leprich recibió un visado para emigrar a Estados Unidos el
12 de febrero de 1952, de conformidad con la Ley sobre
Personas Desplazadas [Displaced Persons Act] de 1948,
enmendada.
22. En su solicitud de visado, firmada y jurada, Leprich afirmó
que los lugares en que había residido hasta 1946 eran los
siguientes: "1939-1943: Birk, Rumanía; mayo de 1945: soldado
del Ejército húngaro; 1946: Sopron, Hungría".
23. El informe del analista Edward Kelly, de la Comisión de
Personas Desplazadas [Displaced Persons Commission] (DPC,
por sus siglas en inglés) hace referencia al Fragebogen
(solicitud) ante la DPC de Leprich, en la cual éste afirmó haber
"servido en el Ejército húngaro" entre 1943 y 1945 y haber sido
"ayudante agrícola en Hungría y en Huettenheim, Alemania" de
1945 a 1949.
24. No es cierto que Leprich fuera soldado del Ejército húngaro
desde 1943 y hasta mayo de 1945, ni que residiera en Sopron,
Hungría, desde mayo de 1945 hasta 1946.
25. A su llegada a los Estados Unidos, Leprich firmó y juró una
declaración en la que afirmaba que "nunca había defendido [la
persecución ] ni ayudado a perseguir persona alguna por
motivos de raza, religión u origen nacional".
26. Para conseguir emigrar a Estados Unidos, Leprich nunca
informó a ningún funcionario estadounidense de que había
pertenecido a las Waffen SS o de que había sido guardia en
Mauthausen.
27. De haberse conocido que Leprich había sido miembro de
las Waffen SS, los funcionarios de inmigración hubieran iniciado
una investigación acerca de la naturaleza de ese servicio.
28. Si se hubiera sabido que Leprich había sido guardia en el
campo de concentración de Mauthausen, no se le habría
concedido el visado.
29. Leprich ingresó en este país el 29 de marzo de 1952.
30. Leprich se convirtió en ciudadano de los Estados Unidos de
América el 30 de diciembre de 1958 |273|.
Historia procesal:
Basándose en estos hechos, el tribunal revocó la ciudadanía de Leprich,
concluyendo que "no reunía los requisitos para la obtención del visado que recibió
porque 1) participó en la persecución de personas por motivos raciales, religiosos o
de origen nacional; y 2) distorsionó intencionadamente los hechos para conseguir su
entrada en este país. Puesto que no reunía los requisitos para que se le otorgara el
visado, nunca fue admitido legalmente a este país y obtuvo su ciudadanía
ilegalmente. |274|"
Esta decisión sería confirmada en enero de 2006 por la Corte de Apelaciones del
sexto circuito. En su fallo United States v. Leprich, Nos. 04-1059, 04-1066 and 043337, 169 Fed. Appx. 926 (6th Cir. 2006), la Corte de Apelaciones del Sexto Circuito
expone del siguiente modo los antecedentes de hecho referidos a Leprich: "Leprich
nació en Birk, Rumanía, en 1925. En noviembre de 1943 pasó a ser miembro de la
organización militar nazi conocida como las Waffen SS, y, poco tiempo después,
comenzó su servicio como guarda SS uniformado en el campo de concentración de
Mauthausen en Austria, donde sirvió hasta abril o mayo de 1944. Mauthausen era
un campo destinado al castigo cruel de los enemigos de la Alemania
nacionalsocialista, y los prisioneros en él recluidos eran sometidos a inanición,
palizas, torturas, y asesinados mediante una diversidad de métodos, incluyendo
gaseamiento, ahorcamiento, estrangulación, administración de inyecciones en el
corazón, electrocución, palizas, ahogamiento, quemados vivos, desnutrición y
ejecuciones. Los prisioneros de Mauthausen eran judíos, gitanos, testigos de
Jehová y polacos, así como nacionales de casi todos los países europeos [incluidos,
al menos, más de siete mil (7.000) nacionales españoles]. Durante su período de
servicio en Mauthausen, Leprich pasó a ser miembro de las SS TotenkopfSturmbann, que fue después declarada por el Tribunal Militar Internacional de
Nuremberg, como una organización criminal involucrada en 'la persecución y el
exterminio de judíos, brutalidades y asesinatos en campos de concentración,
excesos en la administración de los territorios ocupados, administración del
programa de mano de obra esclava y malos tratos y asesinatos de prisioneros de
guerra'. Más tarde, en junio de 1945, Leprich fue capturado por el ejército de los
Estados Unidos y detenido como prisionero de guerra hasta que fue liberado en
junio de 1946.
El 12 de febrero de 1952, Leprich entró en los Estados Unidos y obtuvo un visado
de conformidad con la Ley sobre Personas Desplazadas de 1948, en su versión
enmendada ("DPA")... A su llegada los Estados Unidos, Leprich firmó y juró una
declaración en la que afirmaba que 'nunca había defendido [la persecución ] ni
ayudado a perseguir persona alguna por motivos de raza, religión u origen nacional'.
Nunca puso en conocimiento de ningún funcionario de los Estados Unidos que
había sido miembro de las Waffen SS, de las SS Totenkopf-Sturmbann, o guarda en
Mauthausen. Tampoco fue nunca soldado del ejército húngaro como decía, ni ha
vivido en Sopron, Hungría. Leprich fue naturalizado ciudadano de los Estados
Unidos el 30 de diciembre de 1958.
En 1986, el Gobierno de los Estados Unidos, a través de la OSI, interpuso una
denuncia basada en ocho cargos contra Leprich ante el Tribunal de Distrito de los
Estados Unidos para el Distrito Este de Michigan, con la pretensión de obtener la
revocación de su ciudadanía de conformidad con la Ley de Inmigración y
Nacionalidad de 1952, en su versión enmendada ("INA")." |275|
Al no estar en discusión los hechos del caso, el Gobierno solicitó que el tribunal
decidiera sobre la base de las declaraciones y pruebas que obraban en su poder,
sin necesidad de celebración de juicio (en lo que se llama summary judgment) y el
13 de julio de 1987 el Tribunal de Distrito acogió la pretensión de Gobierno al
considerar que la entrada de Leprich en los Estados Unidos había sido ilegal, pues
se produjo en violación de la DPA al tratarse de alguien que ha defendido y
participado en la persecución de personas por motivos raciales, religiosos o de
origen nacional, y que ha distorsionado y omitido intencionalmente los hechos que
reflejó en la declaración que hizo para obtener el visado.
En una orden por separado, de 10 de julio de 1987, el Tribunal de Distrito otorgó la
solicitud de summary judgment realizada por el Gobierno, y accedió a las tres
formas específicas de reparación que éste solicitaba: cancelación del certificado de
naturalización de Leprich y revocación de su nacionalidad estadounidense; impedir
a Leprich la reclamación de cualesquiera derechos, privilegios, o ventajas que
pudiera obtener en virtud de cualquier documento que pruebe su nacionalidad
estadounidense; y, exigir a Leprich la entrega inmediata de su certificado de
naturalización, o de cualquier pasaporte o prueba documental que atestigüe su
nacionalidad.
"Leprich en ese momento no apeló la decisión del Tribunal de Distrito de 1987, sino
que huyó a Canadá antes de que el Gobierno iniciara el procedimiento de
deportación. Leprich dice haber residido en Canadá desde 1987 hasta 2003, pero
renovó su permiso de conducir de Michigan en dos ocasiones en los años 90, y el
Gobierno de los Estados Unidos sospecha que estuvo en este país durante diversos
periodos a lo largo de ese tiempo. Leprich volvió a los Estados Unidos en abril de
2003 para visitar a su esposa en Michigan, y no fue hasta el 1 de julio de 2003 que
agentes del Departamento de Seguridad Interior arrestaron a Leprich tras la
obtención de una orden de allanamiento. Estaba escondido en un compartimento
secreto de su casa de Michigan.
***
En octubre de 2003, una vez bajo custodia, Leprich solicitó ante el Tribunal de
Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Michigan que dejara sin efecto
la orden de 1987 de revocación de su nacionalidad... El 10 de diciembre de 2003 el
tribunal de distrito rechazó esta solicitud, y Leprich procedió a la apelación.
También el 7 de octubre de 2003, Leprich presentó una solicitud de hábeas corpus...
argumentando... que había sido detenido ilegalmente porque todavía es ciudadano
de los Estados Unidos. El 10 de diciembre de 2003 el tribunal de distrito rechazó la
petición de hábeas corpus interpuesta por Leprich, y Leprich apeló la misma.
Finalmente, tras el arresto de Leprich en 2003, el Departamento de Seguridad
Interior inició el procedimiento administrativo de deportación, alegando que la
nacionalidad de Leprich había sido revocada en 1987, por lo que pasaba ser sujeto
de deportación. El 21 de noviembre de 2003 un juez de inmigración concluyó que
Leprich podía ser deportado al haber entrado ilegalmente en los Estados Unidos. El
4 de marzo de 2004, el Board of Immigration Appeals ("BIA") ratificó esa decisión."
|276|
Leprich interpuso una solicitud de revisión judicial ante la Corte de Apelaciones para
el Sexto Circuito, consolidándose ante esta corte esta solicitud y las otras dos
apelaciones.
En su decisión de 11 de enero de 2006, el sexto circuito 1) ratifica la decisión del
tribunal de distrito de mantener la orden de revocación de la ciudadanía de Leprich
dictada en 1987; 2) ratifica la denegación de la petición de Leprich de hábeas
corpus; y, 3) ratifica la decisión del Board of Immigration Appeals en el sentido de
que a Leprich le ha de ser aplicado el procedimiento de deportación.
El 18 de septiembre de 2006, Leprich a través de su abogado presentó una nueva
solicitud de hábeas corpus, la cual fue rechazada por el Tribunal de Distrito de los
Estados Unidos para el Distrito Occidental de Michigan en una decisión de 31 de
enero de 2007 |277|.
Las autoridades de inmigración de los Estados Unidos procedieron a su puesta en
libertad el 16 de octubre de 2006 después de que su abogado pidiera un juez
federal que lo liberara basándose en el precedente sentado por el Tribunal Supremo
de los Estados Unidos en el caso Zadvydas V. Davis et al., donde esta alta instancia
judicial sostuvo que el Gobierno sólo puede mantener bajo detención a presos que
se encuentran a la espera de ser deportados por un periodo máximo de seis meses.
Leprich, que ha estado bajo custodia durante aproximadamente 40 meses, lleva un
brazalete de localización en el tobillo y debe comparecer ante las autoridades
estadounidenses semanalmente.
Alemania, Rumania y Hungría han rechazado el retorno de Leprich a su territorio,
por lo que la Oficina de Investigaciones Especiales del Departamento de Justicia de
los Estados Unidos (OSI) sigue a la espera de que un estado europeo le acepte.
La participación de Leprich en persecución con fines de exterminio y en otros
actos que son crímenes contra la humanidad, incluidos asesinato, exterminio,
esclavitud, deportación, tortura y otros actos inhumanos, concretamente en
persecución de nacionales españoles internados en el campo de Mauthausen,
queda probada por su pertenencia a las Totenkopf SS, y su prestación de
servicios en cuanto guarda armado en ese campo.
En cuanto al hecho sustantivo del servicio de Leprich como guarda armado en el
campo de concentración de Mauthausen así como la participación que ello implica
en el delito de persecución por motivos étnicos, raciales y políticos, el siguiente
extracto de la decisión del tribunal que revocó su ciudadanía en 1987 es muy claro
en cuanto a la determinación de la responsabilidad penal individual para este tipo de
casos:
"El servicio del acusado prestado en un campo de concentración en calidad de
guarda armado convierte en ilegal la obtención de su visado, incluso si el acusado
pudo probar que su servicio había sido involuntario. La Corte [Suprema] en
Fedorenko concluyó explícitamente que la voluntariedad no es un factor a la hora de
determinar si un guarda "participó en persecución," 449 U.S. at 512-13. La
fundamentación de la corte se basaba en la inclusión de un requisito de
voluntariedad en la redacción de ciertas disposiciones excluyentes, pero su
exclusión de las disposiciones sobre persecución. En la sección 13de la versión
enmendada de la DPA, el Congreso incluyó un requisito de voluntariedad en una
disposición relacionada con el hecho de empuñar armas contra los Estados Unidos,
pero excluyó este requisito de la disposición relativa a la persecución. Este tribunal
por lo tanto, debe rechazar, como hizo la Corte en Fedorenko, "'dar por supuesta
una condición que se opone a los términos explícitos de la ley.'" Ibid. p. 513, citando
a Detroit Trust Co. v. The Thomas Barlum, 293 U.S. 21 (1934)." |278|
La relación de documentos de prueba utilizados en estos procesos de
desnaturalización que se aportan con la presente querella, en lo que concierne a
Johann Leprich, se encuentra en el cuadro sinóptico de pruebas presentadas y
enunciadas en el Anexo I. Se trata de los Documentos No. 10, 11, 12 y 13.
Básicamente, se trata de la prueba documental de: a) la pertenencia de Johann
Leprich a las Waffen SS, y concretamente a las SS Totenkopf-Sturmbann, b) su
prestación de servicios en el campo de Mauthausen.
B. Anton Tittjung.
Resumen procesal:

Nacido en 1924 en Erdud, antigua Yugoslavia, actual Croacia.
Volksdeutscher.








Servicio durante la II Guerra Mundial: guarda armado
perteneciente a las SS Totenkopf-Sturmbann destinado en el
complejo del campo de concentración de Mauthausen, en la
Austria anexionada, incluido el subcampo de Gross Raming.
Emigró a Estados Unidos procedente de Austria
Nacionalidad: apátrida (desnaturalizado como ciudadano
estadounidense; ex nacional de Yugoslavia). En su solicitud de
visado su nacionalidad aparecía tanto como "indeterminada"
como "apátrida".
Procedimiento de desnaturalización iniciado en 1989; ganado
por el Gobierno estadounidense en 1990 (ante el E.D. Wisc.)
Procedimiento de deportación: iniciado en 1992; ganado por el
Gobierno estadounidense en 1994
Fecha de finalización del procedimiento de deportación: 25 de
mayo de 2001
Ordenada la deportación a Croacia
Resultado de la ejecución de la orden de deportación hasta la
fecha: rechazada por Croacia, y también por Alemania y
Austria.
Hechos probados.
El 14 de diciembre de 1990 el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el
Distrito Este de Wisconsin revocó la nacionalidad estadounidense de Tittjung.
La sentencia United States v. Tittjung, 753 F. Supp. 251 (E.D. Wisc. 1990), dio por
probados los siguientes hechos |279|:
III. HECHOS PROBADOS.
A. Antecedentes del acusado Tittjung.
Tittjung nació el 17 de noviembre de 1924 en Erdud |280|,
Yugoslavia (Prueba 1 en 2, 4, 9, 21, 23, 27 y 35; Prueba 10 en
4; Prueba 12). Tittjung vivió desde que nació y hasta 1933 en
Erdud, donde asistió a la escuela primaria (Prueba 12). Entre
1933 y 1937, Tittjung asistió a la escuela secundaria en
Belgrado, Yugoslavia (Id.). Posteriormente, Tittjung regresó a
Erdud, donde residió hasta 1942 (Id.; Prueba 1 en 5).
B. Servicio del acusado Tittjung como guardia de las SS.
Tittjung se alistó en las SS |281| en octubre de 1942 y
permaneció en dicha organización hasta el final de la guerra, en
1945 (Prueba 1 en 5; Prueba 12 en 3). Tittjung era miembro del
Totenkopf-Sturmbann |282| (Prueba 14 en 1, entrada 100).
Tittjung portaba el emblema de esta organización, una calavera
y unas tibias, en el cuello de su uniforme (Testimonio del
historiador Charles Sydnor, Jr.). Siendo miembro del TotenkopfSturmbann, Tittjung sirvió como guardia en el campo de
concentración de Mauthausen y en uno de sus subcampos,
Gross-Raming (Testimonio de Sydnor; Prueba 14, entrada 100).
El servicio de Tittjung como guardia armado está documentado
de forma clara y convincente en un listado de tropa elaborado
por las SS con fecha 26 de julio de 1944. El listado indica que
Anton Tittjung era miembro de la Quinta Compañía del Batallón
Totenkopf de las SS destinado en Mauthausen y destinado en
Gross-Raming (Testimonio de Sydnor; Prueba 14). El listado
especifica los nombres, fechas de nacimiento y domicilios del
familiar más cercano de los guardias de Mauthausen y sus
subcampos. La entrada 100 de este listado contiene la siguiente
información: nombre, "Anton Tittjung"; rango, "cabo"; fecha de
nacimiento, "17 de noviembre de 1924"; y domicilio, "Padres: en
Erdud, Croacia". Este listado de guardias fue capturado en
Mauthausen el 6 de mayo de 1945 por el Mayor del ejército
estadounidense Eugene Cohen en el curso de su invesigación
oficial sobre los crímenes de guerra cometidos en Mauthausen
y sus subcampos (Testimonio de Sydnor; Prueba 15). El listado
en cuestión aparece incluido, al igual que otros listados
similares, en el informe sobre la investigación del Mayor Cohen
(el "Informe Cohen"), algunas de cuyas partes fueron
posteriormente admitidas como prueba en Nurenberg como
Documento 249 de los Estados Unidos (Testimonio de Sydnor;
Prueba 15). En la opinión, no rebatida, del doctor Charles
Sydnor, un historiador respetado que ha escrito varias obras
sobre la historia de los campos de concentración, el listado de
tropa es auténtico e incluye únicamente a los guardias del
subcampo de Gross-Raming.
C. Naturaleza del trabajo de guardia en los campos de
Mauthausen y Gross-Raming.
El Batallón Totenkopf era una organización diferenciada dentro
de las SS, responsable del funcionamiento del campo de
concentración de Mauthausen (incluido su subcampo de GrossRaming), que era un complejo de campos de concentración
creados y dirigidos por la Alemania nazi en la Austria ocupada
(Testimonio de Sydnor; Pruebas 14 y 15). Todos los guardias
de prisioneros estacionados en el complejo de campos de
Mauthausen eran miembros del Batallón Totenkopf (Testimonio
de Sydnor; Prueba 15).
Los guardias estacionados en campos de concentración como
Mauthausen y Gross-Raming desempeñaban diversas
funciones, como vigilar a los prisioneros para garantizar que
participaran en los trabajos forzosos del campo y que no
escaparan del lugar de trabajo; vigilar a los prisioneros en las
marchas forzadas que tenían lugar desde el campo principal
hasta los distintos subcampos; y vigilar a los prisioneros desde
el perímetro del campo y desde las torres de vigilancia para
evitar que huyesen (Testimonio de Sydnor; Testimonio de
Zivadin Ljubisavljevic, antiguo prisionero de Mauthausen y de
Gross-Raming). Durante las tareas de vigilancia, los guardias
estaban armados con rifles o metralletas y tenían orden de
disparar a todo prisionero que intentase huir (Testimonio de
Sydnor; Docs. 54 y 55).
Durante el desempeño de las tareas de vigilancia, los miembros
del Batallón Totenkopf ordenaron, incitaron, ayudaron y, en
general, participaron en la persecución de los prisioneros por
motivo de su raza, religión, nacionidad o tendencias políticas
(Testimonio de Sydnor). Esta persecución incluía, aunque no de
forma exclusiva, el confinamiento forzoso, la realización de
trabajo esclavo, la privación, los abusos físicos y psíquicos, la
tortura y el exterminio (Testimonio de Sydnor y de
Ljubisavljevic).
Durante el período comprendido entre 1943 y 1945, las
personas recluidas en el complejo de Mauthausen lo eran por
razón de su raza, religión, nacionalidad o tendencia política, y
desde aproximadamente enero de 1943 hasta agosto de 1944,
eran confinadas en el subcampo de Gross-Raming por las
mismas razones (Testimonio de Sydnor). Entre los prisioneros
recluidos en Mauthausen y Gross-Raming había judíos;
prisioneros de guerra rusos, británicos y norteamericanos; y
opositores políticos a los nazis, incluyendo ciudadanos
yugoslavos, polacos, soviéticos, españoles y de muchos otros
países europeos (Id.). Algunos prisioneros de Mauthausen y de
sus subcampos llevaban símbolos que hacían referencia a los
motivos raciales, nacionales o políticos de su reclusión además
de símbolos que indicaban cuál era su país de origen
(Testimonio de Sydnor y de Ljubisavljevic). Mauthausen y
Gross-Raming eran campos de concentración cuyo
funcionamiento era confiado exclusivamente a la compañía del
Batallón Totenkopf a la que pertenecía Tittjung.
Durante el período en que Tittjung sirvió en el campo de
concentración, la cifra de muertos en Mauthausen osciló entre
200 y 300 prisioneros al día en 1943, y entre 350 y 400 al día en
1944 (Testimonio de Sydnor). Durante todo este período, miles
de prisioneros murieron en Mauthausen a consecuencia de los
disparos recibidos, gaseados, ahorcados, electrocutados, de
hambre, por el trabajo esclavo que se les obligaba a realizar, a
causa de la administración de inyecciones letales y mediante
otras formas de asesinato (Id.). Sólo en Gross-Raming murieron
al menos 185 prisioneros durante el período en que Tittjung
sirvió en este subcampo. |283|
En su declaración jurada ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el
Distrito Norte de Illinois, División Este, el experto Charles Sydnor proporcionó la
siguiente explicación -que consideramos científicamente válida dado el origen de las
fuentes que especifica el historiador-, sobre el campo de Mauthausen y su
subcampo Gross Raming |284|:
"IV. El campo de concentración de Mauthausen
29. En Mauthausen, a pocos kilómetros de la ciudad de Linz
(Austria), existió desde mayo de 1938, fecha en que dieron
comienzo los trabajos de preparación y construcción, un campo
de concentración. Los motivos por los que se construyó un
campo de concentración en este emplazamiento fueron dos: en
primer lugar, porque cerca del mismo había una cantera de
piedra que podía proporcionar material de construcción y, en
segundo lugar porque, tras la Anschluss (la ocupación de
Austria por Alemania), se esperaba un fuerte incremento en el
número de prisioneros. El campo pasó por dos fases distintas a
lo largo de su existencia. La primera de ellas comenzó en mayo
de 1938 y se prolongó hasta finales de 1942/principios de 1943.
Durante esta fase el campo funcionó como un centro de
internamiento, y el trabajo que realizaban los prisioneros
formaba parte de su condena. La segunda fase empezó a
finales de 1942/principios de 1943 y duró hasta el final de la
guerra y se caracterizó por el importante incremento en el
número de prisioneros, la creación de numerosos campos
dependientes y la utilización de los prisioneros de la mayoría de
estos subcampos en industrias relacionadas con la guerra.
30. En mayo de 1938, el General de las SS e Inspector de
Campos de Concentración Theodor Eicke y el Jefe de la Oficina
Principal para la Administración Económica
[Wirtschaftsverwaltungshauptamt o WVHA], Oswald Pohl,
viajaron, acompañados de personal técnico, a la zona de Linz
para elegir el emplazamiento de un campo de concentración.
Los primeros prisioneros llegaron también en mayo de 1938 y
comenzaron a construir el campo. A finales de septiembre las
barracas para los prisioneros y los SS ya estaban construidas y
comenzó la expansión sistemática de Mauthausen.
31. Durante sus dieciséis primeros meses de existencia, los
prisioneros del campo de concentración de Mauthausen
procedían principalmente de Alemania y Austria, y la mayoría
de ellos habían sido detenidos tras la Anschluss. A finales de
noviembre de 1938, Mauthausen albergaba a más de mil
prisioneros, y a finales de septiembre de 1939, poco después
de estallar la guerra, la cifra había aumentado hasta 2.995.
Aunque entre los prisioneros que construyeron el campo ya
había individuos que habían sido detenidos por sus creencias
políticas, el primer gran transporte de prisioneros políticos llegó
en mayo de 1939, y la mayoría de ellos era comunistas y
socialistas alemanes de los Sudetes.
32. En septiembre de 1939, con el estallido de la guerra, los
alemanes conquistaron otras zonas que fueron directamente
incorporadas al Reich. Con la invasión de los Países Bajos y
Francia, en junio de 1940, los nazis pasaron a controlar nuevos
territorios. Inmediatamente, comenzaron a practicarse
detenciones de los opositores políticos y de ciudadanos
considerados de razas inferiores. El primer grupo de prisioneros
extranjeros enviado a Mauthausen comprendía a 448 presos
políticos polacos, que llegaron el 9 de marzo de 1940. Los
prisioneros españoles que habían luchado en el bando
republicano durante la Guerra civil española y que habían huido
a Francia también llegaron en 1940; habían sido arrestados por
los nazis en junio de 1940, tras la caída de Francia. Como
habían combatido contra las fuerzas fascistas en España, los
nazis les consideraban enemigos políticos que debían ser
mantenidos en los campos de concentración hasta, por lo
menos, el final de la guerra. El primer gran transporte de judíos,
un grupo seleccionado por los nazis para su aniquilación, llegó
a Mauthausen en febrero de 1941 y estaba integrado por 900
judíos holandeses. Más tarde, en ese mismo año, llegó al
campo un transporte de judíos checos.
33. En Mauthausen y sus subcampos las condiciones en que
vivían los prisioneros eran deliberadamente peores que las
imperantes en los demás campos de concentración. El 2 de
enero de 1941 se publicó una directiva que clasificaba los
campos de concentración en tres categorías y sólo uno de ellos,
Mauthausen, integraba la tercera categoría, la más severa de
todas. De acuerdo con este decreto, Mauthausen era un campo
de nivel tres y, en la retórica nazi, estaba reservado "a los más
problemáticos, especialmente a aquellos con un historial
delictivo y a los asociales, es decir, a los que no tienen
prácticamente posibilidades de rehabilitarse" |285|. La finalidad
del decreto era clara: todas aquellas personas consideradas
hostiles al régimen nazi por razones políticas, raciales o de otra
índole podían ser internadas en un campo de concentración de
nivel tres y debían ser tratados con la máxima dureza; debían
ser, en efecto, explotados hasta morir. Las tasas de mortalidad
en Mauthausen y en sus subcampos eran, en consonancia con
esto, muy altas |286|.
34. Los criterios para enviar prisioneros a los campos de
concentración, incluidos aquellos campos que formaban parte
del complejo de Mauthausen, se ampliaron, tal y como revelan
las actas de una reunión que sostuvieron representantes del
Ministerio de Justicia y de las SS el 18 de septiembre de 1942.
En esta reunión se acordó que los llamados "elementos
asociales" debían ser enviados a los campos para su
"destrucción a través del trabajo. Deben ser entregados, sin
excepción, aquellos internados por razones de seguridad, los
judíos, los gitanos, los rusos y ucranianos, y los polacos con
sentencias de más de ocho años, de acuerdo con la decisión
del Ministro de Justicia del Reich" |287|.
35. A lo largo de la guerra el número de prisioneros recluido en
Mauthausen aumentó espectacularmente: en 1939 hubo
aproximadamente 2.800 nuevos prisioneros registrados; en
1940 la cifra fue de al menos 11.000; en 1941 el número
aumentó de nuevo hasta 18.000; en 1942 se procesó a 13.000
nuevos prisioneros; en 1943, el número fue de 21.028; en 1944
hubo 65.645 entradas; y en 1945 la cifra de nuevos registros fue
de 24.793. Los prisioneros procedían de todas partes de Europa
y el espectacular aumento de las cifras se debió, en parte, al
incremento de territorios conquistados y, en parte, a una política
nazi deliberada |288|.
36. El campo de concentración de Mauthausen se vio
especialmente afectado por el giro de la política nazi que
requería el arresto de más personas para levantar la debilitada
industria armamentística. La demanda de soldados de las
fuerzas armadas alemanas y las políticas de reclutamiento
provocaron una escasez de mano de obra en el tejido industrial
alemán. Al mismo tiempo, algunas ramas de las SS, y en
particular la Oficina Principal Económica y Administrativa
((WVHA) eran conscientes de que los campos de concentración
proporcionaban una abundante oferta de trabajo a las empresas
de las SS y que esta fuente de trabajo permitiría a las SS
alcanzar una posición fuerte en la industria de armamento. El
jefe de la WVHA, Oswald Pohl, lanzó en marzo de 1942 una
enérgica campaña para tratar de convencer a la industria
alemana de que la clave para elevar la producción era utilizar la
mano de obra de los campos de concentración. Para aumentar
el suministro de trabajadores, el 17 de diciembre de 1942 la
Policía de Seguridad anunció que, "por razones importantes
relacionadas con la guerra y sobre las que no nos
extenderemos aquí, el Jefe de las SS y de la Policía Alemana
[Heinrich Himmler] ha ordenado el 14 de diciembre de 1942 que
se envíe para finales de enero de 1943 a los campos de
concentración al menos a 35.000 prisioneros capaces de
trabajar" |289|.
37. El enorme crecimiento de la población retenida en
Mauthausen exigía la creación de nuevos subcampos. El mayor
incremento en el número de prisioneros y de nuevos
subcampos se produjo en 1943 y continuó durante 1944. Casi
todos los subcampos de nueva creación estaban vinculados a la
industria armamentística, bien a través de la fabricación de
componentes de armas y la ampliación de las infraestructuras
necesarias para dicha industria o, a partir del otoño de 1943,
para situar las fábricas en túneles subterráneos, a salvo de los
ataques aéreos. El subcampo de Gross Raming fue uno de los
que se crearon para proporcionar infraestructuras a las
empresas industriales.
IV. El campo de concentración de Gross Raming
38. El campo de concentración de Gross Raming, un subcampo
del complejo de Mauthausen, existió desde septiembre de 1942
hasta su disolución el 29 de agosto de 1944, y estaba situado
cerca de la localidad de Gross Raming, a unos 50 kilómetros de
Mauthausen. En 1942, se envió desde Mauthausen hasta Gross
Raming un destacamento de prisioneros para empezar la
construcción del campo, al mando de Karl Schoepperle. El sitio
se hallaba cerca del río Enn, separado de él por la carretera que
unía Steyr con Gross Raming. La construcción se prolongó
durante todo el otoño; a principios de 1943, el campo disponía
de seis barracas para alojar a los prisioneros, y más tarde se
fabricaron dos más. Una doble alambrada de espino rodeaba el
campo y en cada una de las esquinas del campo había una
torre de vigilancia. En la parte frontal del campo, en la esquina
derecha, se encontraba el sitio del recuento, donde cada
mañana y cada tarde los prisioneros se reunían y esperaban,
cuadrados, a su recuento.
39. La puerta principal estaba situada en medio de la valla
frontal, junto al lugar de recuento. Junto a esta puerta había
otras estructuras de madera que albergaban las cocinas y la
cantina. En el otro lado del camino se hallaban las oficinas y
cuarteles de las SS, que disponían de tres barracas para sus
tropas. Llegada allí en una fase relativamente tardía de la
guerra, la población reclusa era un reflejo de la de Mauthausen
y estaba representada por prisioneros de diversos países de
Europa. Durante los veinte meses de su existencia, los
prisioneros de Gross Raming trabajaron en diversos proyectos,
de los cuales el principal era la construcción de una planta
hidrográfica sobre el río Enn y el menor consistía en la
construcción de carreteras. La planta eléctrica debía formar
parte de la infraestructura construida para contribuir a la
producción armamentística dentro del complejo de Mauthausen.
40. Aunque Gross-Raming era un subcampo de Mauthausen,
en él había al menos dos subcomandos: uno en Bachmanning,
donde trabajaban aproximadamente 20 prisioneros en un
aserradero, y otro en Dippoldsau, donde los prisioneros
trabajaban en una presa y en la planta eléctrica |290|. Los
prisioneros trabajaban también en una antera cercana.
41. Cuando se liquidó el campo, el 29 de agosto de 1944, los
prisioneros que seguían con vida fueron enviados de nuevo al
campo principal, desde donde la mayoría de ellos fueron
asignados a diversos subcampos.
LA ADMINISTRACIÓN DEL CAMPO DE CONCENTRACIÓN
DE GROSS RAMING
42. Gross-Raming tuvo varios comandantes a lo largo de su
existencia. El primer comandante del campo fue Karl
Schoepperle que, desde septiembre de 1942, supervisó su
creación, la construcción de los barracones y el comienzo de las
obras en la planta eléctrica y en las carreteras. El segundo
comandante fue Julius Ludolph, que asumió el cargo en agosto
de 1943 y, durante sus nueve meses en Gross-Raming,
también sirvió brevemente en el subcampo de Loiblpass. Más
tarde fue comandante del subcampo de Melk. El tercer
comandante de Gross-Raming fue Hans Altfuldisch, que
desempeñó este cargo desde mayo de 1944 hasta el cierre del
campo, en agosto de 1944.
43. La estructura administrativa del campo de Gross-Raming
era similar a la que existía en la mayoría de los demás campos
de concentración aunque, debido al número relativamente
pequeño de prisioneros, era en cierto modo algo más racional y
menos formal. Dicha estructura comprendía |291|:
I. Ayudante y personal del cuartel general: responsable
de la administración general del campo, de los asuntos
de personal, de las comunicaciones con el campo
principal de Mauthausen y de la ejecución de sus
decretos, y del enlace con el 5º Batallón de guardias
Totenkopf de las SS- Campo de concentración de
Mauthausen;
II. Campo de detención preventiva: responsable del
internamiento de los prisioneros (alojamiento,
supervisión, trabajo y castigos). Las operaciones
cotidianas del campo de detención preventiva, la zona
vallada de Gross-Raming, eran mantenidas en parte por:
1. El Jefe de Recuento (Rapportführer), cuya
función consistía en supervisar el censo exacto de
la población del campo. Dicho censo se
determinaba a través del recuento que se llevaba
a cabo dos veces al día en el campo. El
Rapportführer también era responsable de la
disciplina en el interior del campo.
2. Los Jefes de Bloque (Blockführer), hombres de
las SS elegidos de entre los miembros del batallón
de guardias para desempeñar esta función y que
eran responsables de uno de los ocho bloques de
barracas del campo de Gross-Raming, el
mantenimiento de la limpieza y el orden, la
asignación de barracas a los nuevos prisioneros y
la supervisión de los prisioneros durante las
comidas. Los Jefes de Bloque estaban
directamente subordinados al Jefe de Recuento y
se ocupaban también de la administración y/o
supervisión de los castigos corporales y de otro
tipo. En ocasiones también servían como
supervisores de los diferentes destacamentos de
trabajo.
3. El Jefe de Asignación de Trabajo
(Arbeitseinsatzführer) era responsable de
satisfacer las solicitudes de trabajo presentadas
por los distintos empleadores. Tenía por función
asignar y transferir a los prisioneros a los
diferentes destacamentos de trabajo.
4. Las funciones de supervisión auxiliares del
campo las llevaban a cabo los prisioneros
conocidos como Kapos. Elegidos entre los
prisioneros del campo, los kapos eran
responsables de los cuartos individuales de las
barracas (el Stubenältester), de bloques enteros
de barracas (Blockältester) o de toda la población
de prisioneros (Lagerältester). Cada destacamento
de trabajo tenía un kapo responsable de mantener
la disciplina entre los prisioneros durante el trabajo
y de la realización de las tareas asignadas. Los
kapos eran también quienes hacían el trabajo
necesario para cumplir las órdenes de castigo que
consistían en el fustigamiento de los prisioneros o
en su ahorcamiento.
IV. Administración: responsable del suministro de
alimentos, uniformes para los prisioneros, herramientas,
materiales de construcción y otros conceptos, además de
los asuntos presupuestarios del campo.
V. Enfermería y equipo médico del campo: responsable
del tratamiento sanitario de los prisioneros y del personal
de las SS.
EL BATALLÓN TOTENKOPF DE LAS SS - LA COMPAÑÍA
DE GROSS-RAMING
44. Desde septiembre de 1942 hasta agosto de 1944 GrossRaming estuvo vigilado por tropas de las SS desplazadas desde
el campo principal de Mauthausen. Un listado de la unidad
fechado en julio de 1944 identifica estas tropas como una
compañía perteneciente a la Quinta Compañía del Batallón de
guardias Totenkopf de las SS del campo de concentración de
Mauthausen. La compañía estaba integrada por unos 125
hombres.
45. Las funciones de la compañía Totenkopf de las SS de
Gross-Raming eran iguales que las que desempeñaban las
demás compañías de guardias en otros campos de
concentración. Entre estas funciones estaban: 1) vigilar el
campo de concentración desde las cuatro torres de vigilancia
que había y en el terreno, 2) escoltar a los prisioneros desde y
hacia los lugares de trabajo, una tarea principal en GrossRaming y 3) escoltar a los transportes de prisioneros que salían
o llegaban al campo. Como en el caso de los guardias de las
SS de otros campos de concentración, los guardias de GrossRaming recibían un salario por su trabajo.
46. Las funciones de los guardias y la forma en que debían
tratar a los prisioneros estaban descritas en las instrucciones
dictadas por la Inspección de Campos de Concentración, la
WVHA, y la Oficina Principal de Seguridad del Reich |292|. Los
hombres alistados a las SS recibían continuo adoctrinamiento
que hacía hincapié en su importancia como soldados políticos
del Reich que servían para proteger al Estado de sus enemigos
internos reales y potenciales |293|. Las labores de vigilancia
consistían en servir en las torres de vigilancia y hacer guardia
en el perímetro del campo. En ambos casos, los guardias tenían
órdenes de disparar a matar si cualquier prisionero intentaba
huir. Se consideraba que todo prisionero que penetrara en el
cinturón de vigilancia de la alambrada electrificada o se
acercara a los límites de la zona de seguridad que rodeaba el
campo o el lugar de trabajo estaba tratando de escapar.
47. Los guardias asignados a la vigilancia de los destacamentos
de trabajo se unían a éstos en la entrada principal del campo de
detención preventiva. Los guardias estaban obligados a
mantener una distancia de al menos dos metros de modo que
tuvieran espacio suficiente para prepararse y disparar a los
prisioneros en caso de que fuera necesario. En el lugar de
trabajo, los guardias formaban un cordón de seguridad
(Postenkette) alrededor de los prisioneros trabajadores. Los
guardias iban armados con fusiles o con armas automáticas,
salvo el jefe del destacamento, que llevaba una pistola. Tenían
órdenes de disparar a matar a cualquier prisionero que
intentase escapar del destacamento; atravesar el cordón de
seguridad era considerado un intento de fuga.
48. Los guardias del campo de concentración de Gross-Raming
supervisaban el trabajo de los prisioneros de los diversos
destacamentos, que incluía la construcción de una planta
eléctrica, la construcción de una carretera hasta Mauthausen, la
tala de árboles y trabajos generales de construcción. Tal y como
varios prisioneros testificaron en al menos cinco juicios sobre
crímenes de guerra contra guardias después de la guerra, los
guardias de las SS golpeaban y abusaban de los prisioneros de
forma sistemática |294|.
49. Algunos guardias de Gross-Raming llevaban perros de
ataque adiestrados durante sus tareas de escolta y vigilancia.
Los perros se utilizaban para intimidar a los prisioneros y para
perseguir a los prisioneros que se hubieran fugado, a los que
atacaban de forma salvaje y, en ocasiones, con consecuencias
fatales.
LOS PRISIONEROS
50. La población reclusa de Gross-Raming era un reflejo de la
de su campo principal, Mauthausen, del que procedían, y
contenía prisioneros de prácticamente todos los países de
Europa. El mayor contingente estaba representado por
ciudadanos yugoslavos, la mayoría de los cuales habían sido
arrestados y enviados a campos de concentración por razones
políticas. En Gross-Raming había también prisioneros
alemanes, polacos, rusos, checos y gitanos.
51. Dado que era un pequeño campo de trabajo dedicado a la
construcción de una planta eléctrica, el número de prisioneros
de Gross-Raming era relativamente pequeño (la cifra estimada
es de aproximadamente mil prisioneros).
52. Entre los documentos que se conservaban en GrossRaming se hallaban los listados donde se dejaba constancia del
traslado de prisioneros entre Mauthausen y su subcampo. Estos
listados o informes sobre cambio de estatus
(Veränderungsmeldung) brindan un retrato de la población
reclusa. Comprenden los datos básicos sobre cada prisionero,
incluidos su nombre completo, lugar y fecha de nacimiento,
número de identificación del prisionero y motivo de su
internamiento en el campo. Los listados también recogen la
fecha de traslado de un campo a otro. Otros documentos en los
que se registraban las muertes incluyen los mismos datos,
además de la fecha de la muerte |295|.
53. Uno de los informes más detallados de que disponemos
sobre cambio de estatus en Gross-Raming nos permite conocer
mejor la naturaleza de la población de prisioneros del campo.
Está fechado el 16 de julio de 1943, e indica que, de los 60
nuevos prisioneros enviados a Gross-Raming, 24 eran
prisioneros políticos yugoslavos, 28 alemanes (condenados
trasladados de cárceles ordinarias a campos de concentración)
y el resto rusos y polacos |296|.
54. Cuando formaban parte de algún destacamento de trabajo
del exterior del campo (casi toda la población reclusa de GrossRaming lo hacía), los prisioneros llevaban los tradicionales
uniformes a rayas y unos toscos zuecos de madera. En la parte
izquierda de la chaqueta, a la altura del pecho, y en la pernera
derecha de los pantalones, los prisioneros llevaban un triángulo
de tela que indicaba su categoría, bajo el cual figuraba, sobre
una franja de tela, el número que se le había asignado. Las
categorías eran las siguientes:
Rojo = Político
Negro = Asocial
Verde = Criminal
Rosa = Homosexual
Morado = Testigo de Jehová
Azul = Apátrida
En el centro del triángulo había una letra que denotaba la
nacionalidad del prisionero.
MUERTES
55. En Gross-Raming se mantenían registros diferenciados
donde se transcribían las muertes de los prisioneros, y los
informes elaborados eran enviados al Departamento Político de
Mauthausen. Algunos de estos registros indican la causa de la
muerte. Debido a su naturaleza fragmentaria, sin embargo, sólo
nos permiten tener un conocimiento parcial del patrón de
fallecimientos. Los documentos existentes recogen la muerte
por disparo de algunos prisioneros y la muerte de otros en la
alambrada electrificada que rodeaba al campo de GrossRaming. Algunos prisioneros murieron a causa de los golpes
propinados por los guardias y/o los kapos. Los procesos contra
algunos guardias de Gross-Raming celebrados después de la
guerra contienen diversos testimonios sobre la muerte a golpes
o por disparos de algunos prisioneros |297|.
CASTIGOS Y MALOS TRATOS
56. La administración sistemática de castigos acentuó la dureza
de las condiciones de vida y redujo las posibilidades de
supervivencia de los prisioneros a lo largo de toda la existencia
de Gross-Raming como campo de concentración. Los
reglamentos que regían el funcionamiento de los campos de
concentración preveían tres tipos de castigo: sanciones,
confinamiento en condiciones extremas y castigos corporales.
Las sanciones podían consistir en reprimendas, trabajo o
ejercicios físicos de castigo fuera de la jornada laboral, retirada
de las comidas o la permanencia durante horas en la plaza de
armas, fueran cuales fuesen las condiciones climáticas. El
confinamiento, un castigo no habitual en Gross-Raming, se
llevaba a cabo en una celda aislada, en la que el prisionero
recibía raciones reducidas después de haber sometido a un
castigo físico. Según un antiguo prisionero del campo de GrossRaming, algunos prisioneros tuvieron que aguantar dos días y
dos noches completos en la plaza de armas, un castigo que,
debido a las copiosas lluvias, produjo varias muertes |298|.
57. Aunque teóricamente no estaba permitido dar palizas a los
prisioneros, los puñetazos, golpes y bofetadas eran habituales
en Gross-Raming. Por lo general, los golpes iban acompañados
de órdenes de trabajar más o de marchar más deprisa y eran
infligidos por los guardias y los kapos.
58. Como ocurría en otros campos de concentración, en GrossRaming tampoco era extraño que un guardia golpeara con
fuerza a un prisionero, incluso hasta la muerte. Los antiguos
prisioneros que prestaron testimonio en 1948 ante los tribunales
militares norteamericanos narraron estas palizas incluyendo,
por ejemplo, las que propinaba un guardia que pegaba
habitualmente a los prisioneros con la culata de su rifle e incluso
con piedras entre agosto de 1943 y febrero de 1944 |299|. Otro
prisionero se refirió a los golpes que propinaba en 1943 y 1944
un guardia "todos los días que estaba [el guardia] en el
destacamento" |300|.
59. Los testimonios sobre las palizas que daban los guardias en
Gross-Raming, prestados ante los tribunales militares
estadounidenses poco después de la guerra indican que a lo
largo de toda la existencia de este campo de concentración los
prisioneros estuvieron sometidos a constantes abusos físicos."
|301|
Historia procesal.
"En 1952, Tittjung solicitó y obtuvo un visado para entrar en los Estados Unidos de
conformidad con la Ley sobre Personas Desplazadas de 1948 ("DPA"). En ningún
momento durante el proceso de solicitud Tittjung reveló su relación con el Batallón
de la Calavera de las SS, ni tampoco su participación en la persecución
nacionalsocialista en cuanto guardia de campo de concentración.. Tittjung solicitó la
nacionalidad [estadounidense] en 1973 y nuevamente ocultó el servicio prestado
para los nacionalsocialistas durante la guerra. El 9 de enero de 1974 Tittjung fue
naturalizado y devino ciudadano de los Estados Unidos.
El 1 de septiembre de 1989 el Gobierno interpuso una denuncia contra Tittjung y
procedió a solicitar al Tribunal de Distrito para el Distrito Este de Wisconsin que
revocara su ciudadanía. La solicitud de revocación se basaba en las pruebas
existentes que revelaban que Tittjung había sido miembro de las Waffen SS y
guardia armado en el campo de concentración de Mauthausen y en Gross Raming.
El Gobierno solicitó una sentencia expedita, alegando que los guardias de los
campos de concentración nacionalsocialistas no podía obtener visados al amparo
de la DPA, y,en consecuencia, la ciudadanía de Tittjung fue conseguido ilegalmente.
El 14 de diciembre de 1990 el Tribunal de Distrito accedió a la solicitud del
Gobierno... El tribunal sostuvo que en cuanto guardia de campo de concentración
había participado en la persecución de personas por motivos de raza, religión, u
origen nacional. Como la DPA, en su versión enmendada de 1950, prohibía la
obtención de visados a aquellas personas que hubieran ayudado a la Alemania nazi
en la persecución de población civil, Tittjung no podía obtener un visado cuando
entró en los Estados Unidos. Para ser apta para la naturalización, una persona ha
debido ser legalmente admitida en los Estados Unidos y estar en posesión de un
visado válido de inmigración... El tribunal determinó que dado que el visado de
Tittjung no era válido, esté nunca había sido admitido legalmente en los Estados
Unidos. Dado que Tittjung no había satisfecho los requisitos para la naturalización,
el tribunal revocó su ciudadanía, dejó sin efecto la orden de 9 de enero de 1974
admitiéndole como tal, y canceló su certificado de naturalización... Esta Corte [Corte
de Apelaciones para el Séptimo Circuito] ratificó la decisión del Tribunal de Distrito
mediante un fallo de 14 de noviembre de 1991, 948 F.2d 1292 (7th Cir. 1991), y
después el Tribunal Supremo negó el certiorari [no avocándose pues], 505 U.S.
1222 (1992).
Como consecuencia de la decisión del Tribunal de Distrito de 1990, Tittjung pasó a
tener un estatuto de extranjero y por lo tanto entraban los supuestos de deportación.
El 11 de mayo de 1992, el Gobierno inició el procedimiento de deportación en su
contra. El tribunal de inmigración, el 24 de marzo de 1994, ordenó la deportación de
Tittjung de conformidad con la enmienda Holtzman. |302|
Tittjung apeló la decisión del tribunal de inmigración al Board of Immigration Appeals
("BIA"). El 13 de agosto de 1997, el BIA ratificó la orden de deportación y rechazó la
apelación de Tittjung. Tittjung presentó entonces una solicitud de reconsideración de
esta decisión, rechazada por el BIA el 27 de agosto de 1998. El 2 de diciembre de
1999, esta Corte [Corte de Apelaciones para el Séptimo Circuito] confirmó el fallo
del BIA. Tittjung v. Reno, 199 F.3d at 393, reh'g denied, No. 98-3407 (Feb. 9, 2000).
El 29 de junio de 2000 el Tribunal Supremo negó el certiorari. U.S., 120 S.Ct. 2746.
Confrontado con una deportación inminente, Tittjung interpuso una solicitud ante el
Tribunal de Distrito para el Distrito Este de Wisconsin, mediante la que pretendía
dejar sin efecto la sentencia de desnaturalización de 1990... El 27 de abril de 2000
el tribunal de distrito de negó esa solicitud," |303| ratificando la Corte de Apelaciones
para el Séptimo Circuito esa decisión del tribunal de distrito mediante fallo de fecha
15 de diciembre de 2000.
El procedimiento de deportación concluyó el 25 de mayo de 2001, habiendo sido
rechazada la misma por Croacia, y también por Alemania y Austria.
La participación de Tittjung en persecución con fines de exterminio y en otros
actos que son crímenes contra la humanidad, incluidos asesinato, exterminio,
esclavitud, deportación, tortura y otros actos inhumanos, concretamente en
persecución de nacionales españoles internados en el campo de Mauthausen,
queda probada por su pertenencia a las Totenkopf SS, y su prestación de
servicios en cuanto guarda armado en ese campo.
En cuanto al hecho sustantivo del servicio de Tittjung como guarda armado en el
campo de concentración de Mauthausen y el subcampo de Gross Raming. así como
la participación que ello implica en el delito de persecución por motivos raciales y
políticos, el siguiente extracto de la decisión del tribunal que le despojó de su
ciudadanía en 1990 es muy claro en cuanto a la determinación de la responsabilidad
penal individual para este tipo de casos:
"Después de la II Guerra Mundial, Tittjung residió en Austria durante varios años.
Después solicitó su entrada como residente permanente al amparo de la Ley sobre
Personas Desplazadas de 1948 (DPA)... La finalidad de la DPA era permitir a los
refugiados europeos a quienes la guerra había expulsado de sus hogares que
pudieran emigrar a los Estados Unidos sin estar sujetos a los cupos tradicionales de
inmigración. Fedorenko v. United States, 449 U.S. 490, 495 (1981). Esta Ley
excluyó explícitamente de la categoría de "personas desplazadas" a los individuos
que hubieran 'ayudado al enemigo en la persecución de civi[les]....' Este Tribunal
concluye, basándose en las pruebas documentales y testificales que así lo
corroboran, que Tittjung prestó servicio como guardia en el complejo del campo de
concentración de Mauthausen y que por tanto no podía obtener un visado al amparo
de la DPA. Tittjung no rebatió las pruebas presentadas por el Gobierno que
demuestran su servicio como guardia, ni tampoco ha cuestionado el argumento del
Gobierno de que los guardias armados de los campos de concentración no recaen
en los supuestos para obtención de visado.
1. Las pruebas demuestran convincentemente el servicio de Tittjung como guardia.
El listado de guardias de Gross Raming que incluye el nombre de Tittjung establece
de manera clara y convincente que Tittjung efectivamente prestó servicio como
guardia armado de campo de concentración. Este Tribunal concluye que el listado
[de SS] incluye al acusado Tittjung y que es fidedigno por varias razones. En primer
lugar, la entrada "Anton Tittjung" en el listado contiene la misma fecha y lugar de
origen que Tittjung proporcionó en su solicitud de visado y en otros documentos
(Pruebas 1, 10 y 14). En segundo lugar, en opinión de un experto historiador
conocedor de los documentos sobre campos de concentración, el listado tiene el
mismo contenido y estilo que otros listados utilizados en el sistema del campo de
concentración de Mauthausen (Testimonio de Sydnor; Pruebas 14 y 15) |304|. En
tercer lugar, la anotación al final del listado (señalando que una de las entradas ha
sido numéricamente repetida) revela que el listado era sometido a una lectura de
revisión de errores antes de ser firmado por el comandante de la compañía de las
SS el 27 de julio de 1944 (Testimonio de Sydnor; Prueba 14). Cuarto, el hecho de
que el 'Informe Cohen' señale que la corrección al final del listado establece que el
mismo fue incautado en Mauthausen por investigadores del Ejército de los Estados
Unidos a principios de mayo de 1945 (Pruebas 14 y 15)... Por tanto, el listado de
guardias de Gross Raming es auténtico y establece de manera convincente que
Tittjung fue guardia de un campo de concentración. [...]
La versión enmendada de la DPA... 'convertía en no aptos para la obtención de
visados a quienes hubieren ayudado en la persecución'. 449 U.S. 512... Por tanto, la
Corte Suprema estableció en Fedorenko que ningún guardia de campo de
concentración era legalmente apto para la obtención de visado ya que habían
ayudado en el tipo de persecución prohibida por la DPA. 449 U.S. pp. 513-16.
En Fedorenko, los hechos ante la Corte establecieron que Fedorenko había servido
como guardia de perímetro en el campo de concentración de Treblinka, pero no
determinaron ningún acto específico cometido por Fedorenko contra los prisioneros.
La Corte sostuvo que 'el servicio de un individuo en cuanto guardia armado de un
campo de concentración -ya sea a título voluntario o no- lo convertía en no apto
para la obtención de visado.' 449 U.S. p. 512... Este tribunal está obligado a llegar a
la misma conclusión a la que llegó la Corte Suprema en Fedorenko. Los prisioneros
eran perseguidos y asesinados por motivos de raza, religión, u origen nacional en
Gross Raming... como en Treblinka. Ver 449 U.S. pp. 512-13 nota 34. Además, los
guardias de Gross Raming llevaban uniforme, iban armados con fusiles y recibían
un estipendio... como los guardias en Treblinka. Ver 449 U.S. pp. 512-13 nota 34.
Por lo tanto, al igual que en Fedorenko, este caso no conlleva 'problema difíciles de
demarcación" en lo que se refiere ala naturaleza del servicio prestado por Tittjung en
tiempo de guerra...
Este Tribunal concluye que Tittjung fue un guardia armado de un campo de
concentración nacionalsocialista, y por tanto considera que no obtuvo un visado
válido, que es un pre-requisito legal para conseguir la naturalización... Como
consecuencia, la subsiguiente naturalización de Tittjung fue ilegalmente obtenida.
Fedorenko, 449 U.S. pp. 512-15; Kairys, 782 F.2d p. 1377 nota 3. Esta conclusión
no se ve afectada por la voluntariedad del servicio de Tittjung, 449 U.S. p. 512-13, o
la falta de un testimonio ocular que indique la involucración individual de Tittjung en
persecución, 449 U.S. pp. 510 nota32, 512, 513.
Este Tribunal concluye que Tittjung no era apto legalmente para la obtención de un
visado". |305|
Como consecuencia, el Tribunal de Distrito revoca su ciudadanía estadounidense,
deja sin efecto la orden de 9 de enero de 1974 que lo cualificaba para la ciudadanía
y canceló su certificado de naturalización.
Por su parte, la Corte de Apelaciones para el Séptimo Circuito, en United States v.
Tittjung, 235 F.3d 330 (7th Cir. 2000), decisión en la que esta Corte ratifica el fallo
del Tribunal de Distrito, aclara lo siguiente:
"La aseveración de que un guardia armado de un campo de concentración 'ayudó
en la persecución' (tal cual se entiende en la DPA) no puede ser rebatida. En
Schmidt declaramos que 'resulta claro que el servicio como guardia armado en un
campo de concentración constituye ayuda en persecución bajo la DPA'... Asimismo,
en Schellong v. INS señalamos que "los campos de concentración
nacionalsocialistas eran lugares de persecución; los individuos que, armados con
fusiles, garantizaban la cautividad de los prisioneros y les obligaban a realizar
trabajos forzados bajo amenazas de muerte o pena capital, no puede negarse que
ayudaron a los nazis en su programa de opresión racial, política y religiosa". 805
F.2d 655, 661 (7th Cir. 1986)..." |306|
En tanto que miembro del Batallón Totenkopf de las SS- Mauthausen, Anton Tittjung
participó en las tareas rutinarias llevadas a cabo por los guardias de las SS: vigilar el
perímetro del campo, escoltar a los prisioneros en su trayecto hacia o desde los
lugares de trabajo y vigilarles mientras realizaban trabajo esclavo. Anton Tittjung
desarrolló estas funciones estando armado y tenía orden de disparar a cualquier
prisionero que intentase huir. Durante el periodo de tiempo que prestó servicio en
este campo, el número de muertos en Mauthausen oscialaba entre 200 y 300 al día
en 1943, y entre 350 y 400 diarios en 1944.
La relación de documentos de prueba utilizados en estos procesos de
desnaturalización que se aportan con la presente querella, en lo que concierne a
Anton Tittjung, se encuentra en el cuadro sinóptico de pruebas presentadas y
enunciadas en el Anexo I. Se trata del Documento No. 14.
C. Josias Kumpf.
Resumen procesal:





Hechos probados.
Nacido el 7 de abril de 1925 en lo que antes era Nova Pasova,
Yugoslavia. Volksdeutscher.
Servicio durante la II Guerra Mundial: guardia armado de la
Unidad de la Calavera de las Waffen Schutzstaffel (SS), en el
campo de concentración de Sachsenhausen en Alemania;
trasladado con posterioridad al campo de entrenamiento de las
SS en Trawniki, en la Polonia ocupada. Con posterioridad fue
trasladado de Trawniki al campo de concentración de Majdanek
en Polonia. En 1944 fue enviado a Francia para vigilar un
destacamento de prisioneros de campo de concentración,
subordinado al campo de concentración de Buchenwald en
Alemania, dedicado a mano de obra esclava.
El 23 de marzo de 1956 obtuvo un visado de inmigrante en
Salzburgo, Austria, y fue admitido como tal en los Estados
Unidos el 25 de mayo de 1956. Obtuvo la nacionalidad
estadounidense el 9 de mayo de 1964
Desnaturalizado ciudadano estadounidense en 2005.
Orden de deportación a Alemania (alternativamente a Austria, a
Serbia o a cualquier país que lo acepte) cursada en enero de
2007. Esta orden fue ratificada por el BIA el 16 de junio de
2008.
El Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Wisconsin,
mediante sentencia de 10 de mayo de 2005 |307| procedió a la revocación de la
orden de 9 de mayo de 1964 por la que Kumpf obtuvo la ciudadanía
estadounidense. El Tribunal revocó también el certificado de Naturalización No.
8707719 que en su día le había sido otorgado.
Los hechos en los que el Tribunal apoya su decisión son los siguientes:
El acusado, alemán étnico nacido en Yugoslavia, sirvió en las
Waffen SS de Alemania desde octubre de 1942 hasta mayo de
1945, cuando terminó la guerra. Desde octubre de 1942 hasta
octubre de 1943 sirvió como guarda armado en
Sachsenhausen, donde los nazis confinaron, trataron
brutalmente y asesinaron a miles de prisioneros por motivos de
raza, religión, origen nacional u opinión política. El acusado
empezó su servicio como soldado y obtuvo una promoción. Los
nazis le remuneraban por su servicio y le dieron un uniforme de
las SS, el cual portaba, y un tatuaje distintivo de las SS. Le
entrenaron en el uso de armas y en impedir que los prisioneros
se escapasen, si fuera necesario disparándoles. El acusado
prestó servicio como guardia armado en Sachsenhausen a
diario, lo que incluyó tareas repetitivas de vigilancia en las torres
del campo. Sabía que en Sachsenhausen había cámaras de
gas, llegando a declarar, "Me contaron que metían a la gente
dentro y que ahí terminaba todo. No salían de ahí, eso es lo que
me contaron". (Declaración de Kumpf p. 69:7-69:19). Los nazis
dieron varios permisos al acusado, durante los cuales visitó
Berlín y también visitó a su familia Yugoslavia.
Hacia octubre de 1943, los nazis transfirieron al acusado y a
otros guardias al campo de entrenamiento de las SS en
Trawniki, en la Polonia ocupada, un campo administrado
conjuntamente por las SS y la policía alemana. Las SS también
administraban un campo de trabajo adyacente donde se
mantenía prisioneros a 8000 judíos, incluidos al menos 400
niños. El 3 de noviembre de 1943, los nazis asesinaron una
serie de los prisioneros frente a hoyos [cavados para que
cayeran muertos dentro de ellos]. Como mínimo, el acusado
llegó a Trawniki un día después de la masacre y desempeñó su
trabajo como guardia cerca de las fosas donde tuvo lugar la
masacre, con instrucciones de disparar sobre los prisioneros
que intentaran escapar, incluidos aquellos que, en palabras
suyas, " aún estaban medio vivos" (Id. p. 88:14-21.). Algunos
prisioneros escaparon, pero en las semanas siguientes, los
nazis les capturaron y mataron a la mayoría. El acusado
recuerda que el olor de los cuerpos quemados de los
prisioneros asesinados en Trawniki se parecía al de "carne
quemada" en una barbacoa. (Id. pp. 92:8-14, 94:9-18.) Estando
de servicio en Trawniki el acusado recibió un permiso y fue a
visitar a su familia. Estando de permiso, llevó su uniforme de SS
a un estudio fotográfico y se retrató junto a su hermana y dos de
los amigos de ésta. (Id. pp. 20:21-22:6; Fotografía del acusado
No. 2.)
En 1944 los nazis enviaron al acusado a Francia, donde, entre
otras cosas, se ocupó de la vigilancia de prisioneros que
trabajaban forzosamente en la construcción de lanzaderas para
misiles alemanes.
Al final de la guerra, los soviéticos le capturaron y le hicieron
prisionero de guerra. Durante esta etapa, el acusado se deshizo
de su uniforme de SS e hizo que le borraran el tatuaje distintivo
de las mismas con ácido, para evitar que lo identificaran como
SS. Cuando los soviéticos le liberaron, se unió su familia en un
campo para desplazados en Austria.
En 1951 el acusado sopesó emigrar a los Estados Unidos, pero
no solicitó un visado porque sabía que en Estados Unidos no
aceptarían ex miembros de las SS. Sin embargo, en 1956,
solicitó en Salzburgo, Austria, un visado de emigrante al amparo
de la RRA [Refugee Relief Act] e indicó como lugar de
residencia de 1942 a 1945 "Ejército alemán: Alemania, Polonia,
Francia". (Solicitud de visado del acusado ¶ 26). El embajador
Richard Bloomfield, que se desempeñó como vicecónsul de los
Estados Unidos en Salzburgo y quien adquirió experiencia
interrogando a los solicitantes varones sobre sus actividades
durante la guerra, entrevistó al acusado. El acusado le dijo que
había servido en una unidad de combate y ocultó su servicio
como guardia armado de las SS por temor a que, si se
enteraban, los funcionarios estadounidenses "probablemente"
no le habrían permitido inmigrar. (Declaración de Kumpf, pp.
118:18-119:13, 125:10-19.) Bloomfield declaró que si hubiera
conocido los destinos en tiempo de guerra del acusado o los
hechos que éste había ocultado, le habría negado su solicitud
de visado.
Por otra parte, el 14 de diciembre de 2004 el perito experto Ronald M. Smelser
presentó una declaración jurada ante el Tribunal para el Distrito Este de Wisconsin
en la que expone sus conclusiones tras analizar las declaraciones del acusado y los
documentos probatorios de su pertenencia a las SS y los destinos que le fueron
asignados. Una parte de esa declaración pericial está consagrada al servicio de
Josias Kumpf en el campo de concentración de Sachsenhausen, donde hubo
decenas de víctimas españolas.
Tal y como figura en su declaración jurada, Ronald M. Smelser es profesor de
historia en la Universidad de Utah desde 1974. Ha dedicado la mayor parte de su
carrera profesional al estudio y análisis de la historia de Alemania y de Europa del
Este en el siglo XX, en concreto la relativa al periodo nacionalsocialista. Ha
presidido la Asociación de Estudios Germanos, integrado el Comité Ejecutivo de la
Conferencia de Historia Checoslovaca y presidido también el Conference Group for
Central European History (CGCEH). Ha publicado prolíficamente en alemán e inglés
sobre la historia alemana del siglo XX. Ha investigado en 37 archivos diferentes de
los Estados Unidos, Alemania y la antigua Checoslovaquia, en los que se hallan
depositadas fuentes primarias relacionadas con la política e instituciones
nacionalsocialistas, especialmente en lo referido a la persecución y el genocidio
nacionalsocialistas. Entre estos archivos se encuentran el del United States
Holocaust Memorial Museum, los Archivos Nacionales de los Estados Unidos, los
Archivos Federales Alemanes, el antiguo Centro de Documentación de Berlín, los
Archivos Políticos del Ministerio Alemán de Exteriores y el Archivo Central Estatal de
la antigua Checoslovaquia.
Ronald M. Smelser aclara que para las conclusiones a las que llega en esta
declaración jurada se ha basado principalmente en documentación que las
autoridades alemanas han producido y mantenido entre 1933 y 1945 en el
transcurso de su actividad rutinaria. Concretamente, ha revisado y analizado
muchos documentos del periodo de guerra relativos a los campos de concentración
de Sachsenhausen, Trawniki, Majdanek, Buchenwald, Mittelbau y la Quinta Brigada
de Construcción de las SS, incluidos documentos referidos específicamente a
Josias Kumpf. "He trabajado intensamente con tales documentos en el pasado,
incluyendo las colecciones de numerosos archivos en los que he investigado, y
sobre la base de esta experiencia concluyo que los documentos citados en esta
declaración son auténticos y fidedignos y que se encuentran en la actualidad
depositados en lugares donde hubiera esperado encontrarlos... Allí donde las
pruebas se limitan meramente a sugerir una determinada conclusión sin que la
misma haya quedado establecida definitivamente, he preferido no llegar a esa
conclusión" |308|.
En lo que se refiere específicamente a Josias Kumpf, el perito mencionado concluye
que los siguientes hechos son ciertos, al estar basados en documentación válida y
fidedigna |309|:
SERVICIO DE KUMPF EN SACHSENHAUSEN
44. Kumpf ha admitido que era miembro del batallón de
guardias de Sachsenhausen y que su función era vigilar a los
prisioneros y evitar que éstos escapasen. Esta admisión
confirma las pruebas documentales, que establecen de manera
concluyente que Kumpf sirvió como guardia en Sachsenhausen
entre el 15 de octubre de 1942 y el 29 de octubre de 1943.
45. Existen tres documentos de guerra alemanes que sitúan a
Kumpf en Sachsenhausen. El primero de ellos es una tarjeta
como las que solían expedirse en el sistema alemán de campos
de concentración para registrar los datos personales y de
servicio del personal de guardia |310|. En dicha tarjeta figura el
nombre de "Josias Kumpf" y su fecha de nacimiento como el 4
de julio de 1925 ("4.7.1925"). Así pues, invierte su verdadera
fecha de nacimiento, 7 de abril de 1925 ("7.4.1925"), en lo que
parece ser una confusión recurrente de los alemanes en esta
materia. La tarjeta, además, indica que su lugar de nacimiento
es "Neu Pazua" y recoge como domicilio "Neu Pazua, HermannGöring-Str. 41" |311|. Señala correctamente que era un granjero
evangélico luterano, de estado civil soltero |312|. La tarjeta
indica que fue alistado por la Oficina Principal de las SS, Cuartel
General de Reemplazo del Sureste, es decir, la oficina que
realmente estaba encargada del reclutamiento en Croacia. En el
apartado titulado "unidad", figura sellado "Batallón Totenkopf de
las SS de Sachsenhausen", lo que refleja debidamente el
cambio de denominación de la unidad que tuvo lugar en enero
de 1943. En la tarjeta consta que Kumpf ostentaba el rango de
SS Schütze (soldado). Por último, este documento deja
constancia de que Kumpf empezó a prestar servicios como
guardia en el campo de concentración de Sachsenhausen el 15
de octubre de 1942 y fue trasladado al Campo de
Entrenamiento de Trawniki el 29 de octubre de 1943. [Este
documento se adjunta a la presente querella como Documento
No. 16, en su versión original en alemán y su traducción
certificada al inglés bajo el título "Camp Service Card for Josias
Kumpf; n.d."]
46. El segundo documento que prueba que el SS Schütze
Josias Kumpf prestó sus servicios en el campo de
Sachsenhausen (Truppenstammrolle) es el listado de tropa de
la Sexta Compañía del batallón de guardias, que muestra que
perteneció a dicha unidad entre el 15 de octubre de 1942 y el 27
de febrero de 1943, fecha en la cual fue transferido a la Novena
Compañía |313|. Los listados de tropa eran volúmenes
encuadernados compuestos por formularios impresos en los
que la compañía registraba cronológicamente y con detalle a
todo su personal. [Este documento se adjunta a la presente
querella como Documento No. 17, en su versión original en
alemán y su traducción certificada al inglés bajo el título "Troop
Muster Roll Record no. 773/42/6 for Josias Kumpf; 2/27/1943"].
Cuando un hombre se incorporaba a la unidad, el encargado
administrativo de la compañía registraba la información
correspondiente en la siguiente página disponible. El encargado
actualizaba esta información cuando era necesario y, cuando el
individuo en cuestión abandonaba la unidad, dejaba constancia
de cuál era su nuevo destino y la razón de su traslado. El oficial
a cargo añadía entonces (u ordenaba al encargado que lo
hiciese) una valoración de la conducta del individuo durante su
estancia en la unidad y debía firmar y sellar el reverso de la
página.
47. Los listados de tropa se introdujeron por vez primera en
Sachsenhausen a principios de 1943, varios meses después de
la llegada de Kumpf al campo. Sin embargo, las compañías de
guardias procuraban completar estos listados entradas
retroactivas, de modo que reflejasen no sólo los nuevos
miembros que se incorporaban a la unidad, sino también los
actuales, e incluso (en la medida en que los encargados del
registro pudieran reconstruir la información necesaria) aquellos
que ya habían abandonado la unidad, como si el sistema
hubiese estado vigente desde un principio. Una vez que el
nuevo sistema comenzaba a funcionar, los encargados de cada
compañía se ocupaban de mantenerlo sistemáticamente
actualizado.
48. Así pues, el listado de tropa de la Sexta Compañía se creó
varios meses después de que Kumpf se incorporase a esta
unidad, y este hecho explica que la caligrafía que se observa en
la página correspondiente a Kumpf sea uniforme, pues no había
sido mantenida y actualizada gradualmente a lo largo de un
período de tiempo prolongado, sino redactada
aproximadamente en la fecha en que abandonó la unidad. El
listado de tropa reitera buena parte de los datos personales y de
servicio que recoge la tarjeta personal de Kumpf, pero indica
como fecha de nacimiento el 7 de abril de 1925 ("7.4.1925"), en
una corrección de lo que parece haber sido la anotación
original, que señalaba el 4 de julio de 1925 ("4.7.1925") |314|. El
documento menciona también a su padre, Johann Kumpf, como
su pariente más cercano |315|.
49. El tercer documento que prueba el servicio de Kumpf en
Sachsenhausen es el listado de tropa de la Novena Compañía,
que confirma que sirvió en esta unidad desde el 28 de febrero
de 1943, cuando fue transferido desde la Sexta Compañía,
hasta su traslado al Campo de Entrenamiento de SS en
Trawniki, el 29 de octubre de 1943 |316|. El documento
correspondiente a Kumpf dentro del listado de la Novena
Compañía sí fue mantenido y actualizado a lo largo de un
período de ocho meses, y por lo tanto refleja una mayor
variedad de caligrafías que el listado de la Sexta Compañía. El
listado de la Novena Compañía también corrobora los datos
personales contenidos en la tarjeta de Kumpf y en el listado de
tropa de la Sexta Compañía, y en él se registra correctamente
la fecha de nacimiento de Kumpf como el 7 de abril de 1925. El
documento señala asimismo que Kumpf recibió una placa de
identificación militar, similar a las que se expiden en el Ejército
estadounidense |317|. [Este documento se adjunta a la presente
querella como Documento No. 20, en su versión original en
alemán y su traducción certificada al inglés bajo el título "Troop
Muster Roll Record No. 125/43/9 for Josias Kumpf; October 30,
1943 Truoppenstammrolle betr. Josias Kumpf"]
50. Kumpf sirvió en la Sexta Compañía desde el 15 de octubre
de 1942 hasta el 27 de febrero de 1943, y en la Novena
Compañía desde el 28 de febrero de 1943 hasta el 29 de
octubre de 1943. Recibió instrucción básica en la Sexta
Compañía, donde se le entrenó (como muestra su ficha en el
listado de tropa de dicha unidad) en el manejo del rifle modelo
98, la pistola del modelo 08, pistolas automáticas y el modelo de
ametralladora ligera 26(t) |318|. El 6 de diciembre de 1942, tras
una instrucción de aproximadamente siete semanas, Kumpf y
los restantes reclutas de las Sexta Compañía prestaron el
juramento de fidelidad a las SS, cuyo tenor literal era: "Yo te
juro, Adolf Hitler, Führer y Canciller del Reich, fidelidad y valor.
Prometo obediencia hasta la muerte a ti y a los superiores por ti
designados. Que Dios me ayude" |319|.
51. El listado de tropa de la Sexta Compañía señala que Kumpf
recibió instrucción sobre "confidencialidad" (Geheimhaltung) el
16 de enero de 1943. Esta anotación, sin embargo, es una
forma breve de hacer referencia a la instrucción sobre diversos
aspectos, y cada guardia debía firmar un "acta de obligación"
(Verpflichtungsverhandlung) sobre la instrucción recibida. La
página frontal de este documento dejaba constancia de que el
guardia había sido instruido sobre la necesidad de respetar los
secretos oficiales (tanto durante el período de servicio como
después de dejar las SS), y contenía la siguiente declaración:
"Prometo solemnemente en lugar de jurar, como miembro del
batallón de guardias Totenkopf de las SS de Sachsenhausen,
que cumpliré siempre puntual y cabalmente con mis
obligaciones y que siempre mantendré el secreto oficial en
todas las materias". Además, el guardia debía declarar que
sabía que estaba prohibido "atacar" a los prisioneros o
castigarlos por iniciativa propia (aunque los documentos
históricos demuestran que la infracción de este deber era muy
frecuente). En el reverso del documento, el guardia daba su
palabra de honor de que, sabiendo que sólo "el Führer puede
decidir sobre la vida y la muerte de un enemigo del estado" y
que ningún nacionalsocialista podía infligir un daño a un
prisionero por propia iniciativa, "seguiría las directrices del
Führer en todas las circunstancias". El guardia declaraba
asimismo que había sido instruido en lo que se refiere a
"mantener la pureza de las SS y de la policía", en "la
confidencialidad de las cuestiones militares y la defensa frente
al espionaje" y en "el respeto de los procedimientos oficiales"
|320|. De hecho, los guardias recibían periódicamente
instrucción sobre estas cuestiones, y la ficha contenida en el
listado de la tropa de la Novena Compañía y referente a Kumpf
muestra que éste recibió nuevamente instrucción el 7 de mayo
de 1943.
52. Los listados de tropa están firmados por los hombres que
estaban al mando de las Compañías Sexta y Novena en las
fechas en que Kumpf dejó de prestar servicio en dichas
unidades (el SS Untersturmführer Jakob Bosch y el SS
Untersturmführer Karl Heimann, respectivamente). En ambos
casos, el listado de tropa registra que Kumpf no había recibido
ningún castigo y que su conducta era "buena".
53. Kumpf admite haber sido guardia en Sachsenhausen
durante aproximadamente un año tras su llegada en octubre de
1942 |321|. Asimismo, ha aportado una fotografía suya que
envió a su casa desde Sachsenhausen a finales de 1942,
cuando su padre le pidió una fotografía en que apareciera
retratado con su nuevo uniforme de las unidades Totenkopf de
las SS |322|. En su declaración, Kumpf admitió además que en
Sachsenhausen se le practicó un tatuaje con su grupo
sanguíneo en la parte superior del antebrazo, una práctica
rutinaria en las unidades de SS para facilitar la donación y
transfusión de sangre |323|. Aunque Kumpf ha negado que
fuera trasladado de una compañía a otra dentro de
Sachsenhausen, es razonable suponer que lo haya podido
olvidar después de tanto tiempo |324|. Por otro lado, también
negó recordar ninguno de los nombres de otros guardias, a
pesar del hecho de que había crecido con muchos de aquellos
hombres en Nova Pazova |325|. "No, no había nadie [de Nova
Pazova] allí", declaró |326|. Cuando se le preguntó directamente
acerca de varios guardias de Nova Pazova, negó recordar que
ninguno de ellos estuviera en Sachsenhausen, si bien reconoció
que es posible que conociera a dos de ellos de la época de su
infancia" |327|. Incluso sostuvo no recordar a ningún guardia
llamado Jakob Kumpf, que había nacido en Nova Pazova y
había recibido instrucción con él en la Sexta Compañía |328|.
Además, negó recordar los nombres de sus oficiales superiores
(sólo admitió, cuando se le preguntó por el comandante Anton
Kaindl, que "había oído hablar" sobre él) |329|.
54. En su declaración, Kumpf admitió haber recibido instrucción
básica en Sachsenhausen (le habían enseñado cómo marchar y
cómo manejar las armas que aparecen mencionadas en el
listado de tropa de la Sexta Compañía) |330|. Admitió asimismo
que se le había entregado un fusil, que desempeñó con él
labores de vigilancia desde las torretas que rodeaban el campo,
que estaba de servicio "prácticamente todos los días" y que
tenía órdenes de disparar a los prisioneros que intentasen
escapar |331|. Negó, sin embargo, haber realizado otras
funciones de vigilancia como guardia, además del servicio en
las torres. Negó haber patrullado el perímetro del campo. Negó
haber escoltado prisioneros de un lugar a otro. Negó haber
vigilado prisioneros en los lugares de trabajo situados fuera del
recinto del campo |332|. En resumen, negó la existencia del
sistema entero de rotación de funciones vigente en todo el
sistema de campos de concentración. En este sentido, el relato
de Kumpf debe compararse con la declaración, más honesta,
de otro antiguo guardia de Sachsenhausen, John Hansl,
también él un alemán étnico procedente de Croacia, cuya
estancia en Sachsenhausen, de febrero a octubre de 1943,
coincide en gran parte con la del propio Kumpf.
P: ¿En qué lugar del campo hacía usted guardia?
R: ¿En qué lugar? Hacía guardia alrededor del campo de
Sachsenhausen. Había siete torres [sic], siete, y en cada
una de ellas había un guardia.
P: ¿Así que a usted se le asignó a una de las torres?
R: Sí.
P: ¿Siempre estaba usted en la misma torre, o le
asignaron también a otras torres?
R: No. Mire, había cuatro compañías en cada batallón
[sic], así que una compañía hacía guardia. Otra
compañía estaba de reserva. La tercera compañía hacia
guardia fuera del campo, y la cuarta compañía quedaba
libre, pero tenía que pasar por la instrucción y por la
inspección, así que en realidad nunca estabas libre.
P: Bien. ¿O sea que lo que usted está diciendo es que
durante un día cualquiera una compañía estaba haciendo
una cosa mientras otra compañía hacía otra?
R: Sí. La compañía que estaba de servicio lo estaba
durante toda la semana.
P: Bien.
R: Porque la compañía era responsable de la vigilancia
en las torres y del control del perímetro del campo.
P: ¿Y las compañías se turnaban en este servicio de
guardia?
R: Sí, sí |333|.
55. El propósito obvio de todas las negativas de Kumpf es
situarse a sí mismo lo más lejos posible de los prisioneros a los
que admite tenía que vigilar. Del mismo modo que, cuando se le
preguntó si había hablado alguna vez con un prisionero, afirmó:
"No podía. Estaba demasiado lejos" |334|. Hansl, por el
contrario, reconoció que cuando los guardias escoltaban a una
columna de prisioneros hasta o desde el lugar de trabajo,
marchaban "a aproximadamente un metro" a cada lado [de la
columna]. Cuando se le preguntó si se le permitía hablar con los
prisioneros en estas ocasiones, admitió que, en efecto, les
había dado órdenes |335|.
56. Kumpf permaneció en Sachsenhausen más de un año,
período durante el cual rotó en sucesivas ocasiones a lo largo
del ciclo completo de funciones de guardia, vigilando a los
prisioneros del campo desde distintos puntos elevados, pero
también escoltando destacamentos de prisioneros hacia y
desde los lugares de trabajo situados en el exterior del campo.
Independientemente de las labores concretas de vigilancia (de
hecho, independientemente de sus admisiones y negativas
concretas), la función principal de Kumpf como guardia de
Sachsenhausen era impedir que los prisioneros pudiesen
escapar de las terribles condiciones prevalecientes en el
campo. Para llevar a cabo esta función, Kumpf llevaba un rifle y
estaba autorizado a utilizarlo para evitar que cualquier
prisionero pudiera escapar, disparándole si fuera necesario.
|336|
Historia procesal.
El 1 de junio de 2006, la Oficina de Investigaciones Especiales del Departamento de
Justicia (OSI) inició el procedimiento de deportación contra Josias Kumpf. Este
procedimiento estuvo precedido por la desnaturalización de Josias Kumpf efectuada
por el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Wisconsin
en el asunto United States v. Kumpf, Case No. 03-C-0944, May 10, 2005 (Adelman,
J.). El Tribunal de Distrito procedió a la revocación del correspondiente certificado
de naturalización basándose en su conclusión de que el Sr. Kumpf había obtenido
su naturalización ilegalmente porque no reunía el pre-requisito establecido por la ley
de ser admitido legalmente en cuanto residente permanente tras haber obtenido un
visado válido de inmigración. Concretamente, el Tribunal de Distrito determinó que
el Sr. Kumpf no era apto para el visado de inmigrante que se le otorgó en 1956 al
amparo del Refugee Relief Act de 1953, debido a su ayuda en la persecución de
personas en el período en que prestó servicio como guarda armado de las SS para
el Gobierno nacionalsocialista de Alemania. La Corte de Apelaciones de los Estados
Unidos para el Séptimo Circuito ratificó el 23 de febrero de 2006 la decisión del
Tribunal de Distrito.
El 3 de enero de 2007 el Tribunal de Inmigración de Chicago, Illinois, ordenó la
deportación de Kumpf a Alemania , y, alternativamente, para el caso de que
Alemania no estuviera dispuesta a aceptarle, a Austria, país que le admitió antes de
ir a los Estados Unidos, a Serbia, país en donde se encuentra actualmente el lugar
donde nació, y cualquier otro país que lo acepte caso de ser "impracticable,
desaconsejable o imposible" deportar a Kumpf a cualquiera de los países más arriba
mencionados.
El BIA ratificó esa orden el 16 de junio de 2008. El proceso de apelación no se ha
agotado.
La participación de Kumpf en persecución con fines de exterminio y en otros
actos que son crímenes contra la humanidad, incluidos asesinato, exterminio,
esclavitud, deportación, tortura y otros actos inhumanos, concretamente en
persecución de nacionales españoles internados en el campo de
Sachsenhausen, queda probada por su pertenencia a las Totenkopf SS, y su
prestación de servicios en cuanto guarda armado en ese campo.
La orden de deportación emitida el 3 de enero de 2007 por un juez de inmigración
de Illinois, establece claramente lo siguiente:
Después de haber analizado detenidamente los respectivos
argumentos de cada una de las partes, concluyo que el
demandado es susceptible de ser deportado de los Estados
Unidos al amparo de la Enmienda Holtzman al haber ayudado
en la persecución de otros. El servicio del demandado en
cuanto guardia nazi armado de las SS en el campo de
concentración de Sachsenhausen y en otros campos de trabajo,
donde tenía la función específica de evitar que los prisioneros
se escaparan, con órdenes de disparar sobre quienes lo
hicieran, y de garantizar que los prisioneros realizaran su
trabajo en los campos, establece de forma incuestionable,
mediante pruebas claras y convincentes, que de hecho estaba
personalmente involucrado en la persecución de otros en un
grado tal que es suficiente para caer bajo los supuestos de la
Enmienda Holtzman.
Si bien el demandado alega que su servicio en las SS fue
involuntario y que nunca disparó contra ningún prisionero de los
que custodiaba, una amplia jurisprudencia de la Corte Suprema,
de la Corte de Apelaciones y del Board of Immigration Appeals,
sostiene que la voluntariedad, motivación, e intencionalidad en
el servicio prestado no son los elementos determinantes de si
uno " ayudó" en la persecución de otros. Más bien, es el
resultado objetivo de las acciones propias el factor que
interviene a la hora de determinar si alguien ha ayudado en
persecución. Ver Fedorenko v. U.S., 449 U.S. 490 (1981)
(donde se sostiene que el servicio en cuanto guardia armado de
campo de concentración, ya fuera voluntario o involuntario,
constituye "ayuda en persecución" a luz de la Ley sobre
Personas Desplazadas de 1948); Kulle v. I.N.S., 825 F.2d 1188,
1193 (7th Cir. l987)(ratificando la decisión del Board of
Immigration Appeals en el sentido de que bajo la Enmienda
Holtzman, la "ayuda" en persecución pude inferirse de la
naturaleza general del papel desempeñado por una persona en
la guerra); U.S. v. Wittie, 422 F.3d 479 (7th Cir. 2005) (el
servicio de un extranjero en las Waffen SS, independientemente
de su naturaleza o voluntariedad, convierten al demandado en
no apto para la obtención de un visado inaplicación de la Ley
sobre Personas Desplazadas); U.S. v. Schmidt, 923 F.2d 1253,
1259 (7th Cir. 1991) (al probar que el extranjero era miembro
del Batallón de la Calavera en el campo de concentración de
Sachsenhausen, el Gobierno ha probado satisfactoriamente que
el demandado ha ayudado en la persecución de otros); Kairys v.
I.N.S., 981 F.2d 937, 942 (7th Cir. 1992), accord Matter of
Fedorenko, 19 I&N Dec. 57, 69 (BIA 1984) (el Gobierno no
necesita probar que un guardia armado [que presta servicio] en
un campo de concentración estuvo involucrado en atrocidades
específicas " más allá de lo que implícitamente conlleva el servir
como guardia en tal campo").
[...]
En aplicación de los precedentes existentes, resuelvo que el
hecho incontrovertible del servicio prestado por el demandado
para el gobierno nazi de Alemania como guardia SS armado en
el campo de concentración de Sachsenhausen y en otros
campos de trabajo nazis, es prueba concluyente de que ayudó
en la persecución de otros en los términos de la Enmienda
Holtzman y que toda evidencia de " circunstancias atenuantes"
resulta irrelevante e insustancial.
El demandado ha de ser deportado en aplicación de NA
§237(a)(4)(D), 8 U.S.C. § 11 27(a)(4)(D), en virtud de pruebas
claras y concluyentes, como extranjero que ayudó en la
persecución nazi. |337|
Por su parte, la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el Séptimo
Circuito, en su fallo de 23 de febrero de 2006 ratificando la decisión de
desnaturalización ordenada por el Tribunal de Distrito, sostuvo en lo que se refiere a
la participación de Josias Kumpf en el delito de persecución:
Kumpf enfatiza en su escrito que él "nunca hizo daño
personalmente a ningún individuo" y que nunca "apuntó ni
disparó su arma contra nadie". Alega que su limitada conducta
no puede constituir ayuda personal en persecución. Esta falta
de actos afirmativos, sin embargo, no menoscaba el hecho de
que haya realizado su función como guardia... La presencia
personal de Kumpf sirvió para disuadir los intentos de fuga y
mantener el orden entre los prisioneros... Presidió y presenció la
tortura y el asesinato de gente indefensa. Alega que no tuvo
que disparar a nadie porque nadie intentó escapar durante su
servicio. No obstante, su presencia personal como guardia
armado ayudó claramente a la persecución de los prisioneros.
Como explicara el Octavo Circuito, "[l]a pregunta pertinente es [
]si Friedrich 'ayudó personalmente' en la persecución, no si
estuvo involucrado directamente en ella". Friedrich, 402 F.3d at
845. El Octavo Circuito llegó a la conclusión de que "[a]l guardar
el perímetro de los [ ]campos de concentración para garantizar
que los prisioneros no escaparan de estas condiciones
inenarrables, Friedrich ayudó personalmente en la persecución
que tuvo lugar en esos campos". Id. at 846. Estamos de
acuerdo con este razonamiento... Los actos de Kumpf
constituyen claramente ayuda personal en la persecución. Su
alegación de inexistencia de actos perjudiciales afirmativos o
directos no altera esta conclusión. |338|
La relación de documentos de prueba utilizados en estos procesos de
desnaturalización que se aportan con la presente querella, en lo que concierne a
Josias Kumpf, se encuentra en el cuadro sinóptico de pruebas presentadas y
enunciadas en el Anexo I. Se trata de los Documentos No. 15, 16, 17, 18, 19, 20 y
21.
D. Iwan (John) Demjanjuk.
Resumen procesal:






Nacido el 3 de abril de 1920 en Duboimachariwzi, Ucrania
(entonces República de la antigua Unión Soviética)
Servicio durante la II Guerra Mundial: guarda armado en
diversos campos nacionalsocialistas, entre ellos: Trawniki
(campo de entrenamiento), Majdanek (campo de
concentración), Sobibor (campo de exterminio), Flossenbürg
(campo de concentración).
Entró en Estados Unidos en 1952 en virtud de la Ley sobre
Personas Desplazadas y devino ciudadano naturalizado en
1958.
Revocación de ciudadanía y naturalización dictaminadas por el
Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte
de Ohio el 21 de febrero de 2002.
Orden de deportación con fecha de 28 de diciembre de 2005,
ordenando que Demjanjuk fuera deportado a Ucrania, o,
alternativamente, a Alemania o a Polonia. Decisión ratificada
por el BIA el 21 de diciembre de 2006.
El Tribunal Supremo de los Estados Unidos denegó el 19 de
mayo de 2008 la petición de certiorari interpuesta por
Demjanjuk, rehusando así entrar a analizar sus argumentos
contra la orden de deportación.
Hechos probados.
El 21 de febrero de 2002, el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el
Distrito Norte de Ohio revocó la nacionalidad estadounidense de Demjanjuk
basándose en los siguientes hechos |339|:
1. Está fuera de discusión que Trawniki, Majdanek, Flossenbürg
y Okzow fueron lugares de persecución nazi, y que quienes allí
prestaron servicio ayudaron en persecución.
2. La prueba número 3 del Gobierno [aportada a la presente
querella como Documento No. 22] es una tarjeta de
identificación de servicio en el Campo de Entrenamiento de
Trawniki, emitida a nombre de Iwan Demjanjuk, con número de
identificación 1393.
3. Con anterioridad a su naturalización como ciudadano
americano en 1958, el acusado usaba el nombre de Iwan
Demjanjuk.
4. En la tarjeta de identificación de servicio No. 1393 se
especifica que Iwan Demjanjuk nació el 3 de abril de 1920 en
"Duboimachariwzi".
5. El acusado nació en 3 de abril de 1920 en Dubovi
Makharyntsi (en ruso: Dubovye Makharintsy). [...]
8. En la tarjeta de identificación de servicio No. 1393 se
especifica que la nacionalidad de Iwan Demjanjuk era
ucraniana.
9. El acusado es de origen nacional ucraniano. [...]
12. En la tarjeta de identificación de servicio No. 1393 se
especifica que Iwan Demjanjuk tenía una cicatriz en la espalda.
[...]
16. La tarjeta de identificación de servicio No. 1393 lleva una
fotografía de un hombre con el número 1393 sobre su pecho.
17. El acusado ha admitido que la fotografía de la Tarjeta de
Identificación de Servicio No. 1393 se le parece.
18. La comparación de la Tarjeta de Identificación de Servicio
No. 1393 con conocidas fotografías del acusado muestra una
claro parecido. [...]
20. El acusado ha admitido que la firma "Demjanjuk" que
aparece en el prueba número 3 del Gobierno es "como" él
escribía su nombre antes. [...]
25. La prueba 3 del Gobierno identifica al acusado y lleva su
fotografía. [...]
iii. La prueba 3 del Gobierno es un Documento Alemán del
Periodo de Guerra Auténtico, el cual le fue extendido al
acusado.
40. La prueba 3 del Gobierno se halla en un estado que no
levanta sospecha alguna acerca de su autenticidad. [...] |340|
A continuación el Tribunal enuncia las conclusiones que soportan la autenticidad del
documento en cuestión y que son extraídas del minucioso examen forense del
mismo, especificando que esa autenticidad viene refrendada, entre otros extremos:
por el lugar donde el documento fue hallado, por reunir las características distintivas
de las tarjetas de identidad de servicio en Trawniki, por el tipo de papel, tinta y
máquina de escribir empleada, por las firmas, los sellos y sus defectos y porque la
fotografía que aparece en la tarjeta es la original.
El Tribunal considera también probado que Demjanjuk llegó a Trawniki no mucho
después del 19 de julio de 1942. Acerca del entrenamiento que siguió y sus
actividades concluye:
70. La finalidad principal del Campo de Entrenamiento de
Trawniki era entrenar a los hombres para que coadyuvaran al
Gobierno nazi de Alemania en la implementación de sus
políticas racialmente motivadas, incluida y especialmente la
"Operación Reinhard".
71. La Operación Reinhard era el programa nazi para
desposeer, explotar y asesinar a los judíos en Polonia.
72. Los hombres que llegaron al Campo de Entrenamiento de
Trawniki a mediados de 1942 entraron al servicio de las
Fuerzas de Guardia de las SS y del Mando de la Policía del
Distrito de Lublin.
73. Al llegar al Campo de Entrenamiento de Trawniki, el
acusado entre al servicio de las Fuerzas de Guardia de las SS y
del Jefe de Policía del Distrito de Lublin [...]
75. En el Campo de Entrenamiento de Trawniki el acusado
recibió el número permanente de identificación personal
1393.[...]
77. En el Campo de Entrenamiento de Trawniki el acusado
recibió el rango de Wachman (guardia soldado). [..]
79. El acusado recibía un salario y podía obtener permisos.
|341|
Tras explicar el servicio de Demjanjuk en Okzow y en el Campo de Concentración
de Majdanek (en donde, según establece el Tribunal, "el acusado sirvió como
guardia armado de prisioneros, a quienes impedía escaparse" |342|), campo del que
volvería a Trawniki, el Tribunal, siguiendo un criterio cronológico, aborda el destino
de Demjanjuk en el campo de exterminio de Sobibor y su asignación al
"Destacamento Especial de las SS en Sobibor":
112. El acusado es identificado en el listado de traslados de
Sobibor en la entrada 30 por su nombre ("Iwan Demianiuk"),
rango, fecha de nacimiento, lugar de nacimiento, y el número de
identificación 1393.
113. El "Iwan Demianiuk" identificado en el listado de traslados
de Sobibor es el mismo guardia entrenado en Trawniki
identificado en la Tarjeta de Identificación de Servicio No. 1393,
pues comparten el mismo nombre, fecha de nacimiento, lugar
de nacimiento, y número de identificación. [...]
123. El listado de traslados de Sobibor muestra que el 26 de
marzo de 1943, o en torno a esa fecha, siendo miembro de las
Fuerzas de Guardia de las SS y del Mando de la Policía del
Distrito de Lublin, el acusado fue asignado al "Destacamento
Especial de las SS en Sobibor".
124. La Tarjeta de Identificación de Servicio No. 1393 muestra
que el acusado empezó su servicio en el campo de exterminio
de Sobibor no más tarde del 27 de marzo de 1943.[...]
128. Los alemanes construyeron en Sobibor uno uno de los tres
campos de exterminio que con la concreta finalidad de matar a
los judíos en el marco de la Operación Reinhard. [...]
135. El acusado regresó de Sobibor a Trawniki hacia el 1 de
octubre de 1943. |343|
En cuanto al servicio prestado por Demjanjuk en el campo de concentración de
Flossenbürg, donde fueron hechos prisioneros más de 150 españoles:
137. El acusado es identificado en el listado de traslados de
Flossenbürg [que se aporta como Documento No. 23 a la
presente querella] en la entrada 53 por su nombre ("Iwan
Demianjuk"), rango, fecha de nacimiento, lugar de nacimiento, y
número de identificación 1393.
138. El "Iwan Demianjuk" identificado en la entrada 53 del
listado de traslados de Flossenbürg es el mismo guardia
entrenado en Trawniki identificado en la Tarjeta de Identificación
de Servicio No. 1393, pues comparten el mismo nombre, fecha
de nacimiento, lugar de nacimiento, y número de identificación.
[...] |344|
A continuación el Tribunal detalla los materiales documentales de Flossenbürg en
los que aparece Demjanjuk, entre ellos, un registro de armas de este campo y un
listado de asignación de tareas. El documento No. 24 adjuntado a la presente
querella es precisamente el Listado de Asignación de Tareas de Flossenbürg para el
04 de octubre de 1944, fechado 3 octubre 1944. Y el No. 25 contiene un resumen de
materiales documentales que corroboran los listados y registros de Flossenbürg en
lo que hace a Demjanjuk. Asimismo, el Tribunal confirma la autenticidad de estos
documentos.
Y en cuanto al servicio de Demjanjuk en Flossenbürg:
162. El 1 de octubre de 1943, o en torno a esa fecha, el
acusado fue trasladado de Trawniki al Campo de Concentración
de Flossenbürg, donde devino miembro de Batallón de la
Calavera de las SS de Flossenbürg. [...]
164. El Batallón de la Calavera de las SS de Flossenbürg era la
formación de guardias responsable de la guardia del Campo de
Concentración de Flossenbürg.
165. Miles de judíos, gitanos, Testigos de Jehová, percibidos
como asociales, y otros civiles fueron confinados en
Flossenbürg por motivos de raza, religión u origen nacional.
166. Las condiciones de los prisioneros en el Campo de
Concentración de Flossenbürg eran inhumanas, y allí los
prisioneros eran sometidos a abuso físico y psicológico,
incluidos trabajo forzado y asesinato.
167. Los guardas del Batallón de la Calavera de las SS de
Flossenbürg participaban de una rotación mediante la cual
guardaban a los prisioneros del campo y les impedían escapar.
168. En su desempeño como miembro del Batallón de la
Calavera de las SS de Flossenbürg, el acusado prestó servicio
como guardia armado de prisioneros, a los que impedía
escapar.
169. El 3 de octubre de 1944, en el marco de la rotación de
guardias, el acusado fue asignado expresamente a la guardia
de prisioneros, para el día siguiente, como parte del
"Destacamento para la Construcción del Búnker" en
Flossenbürg.
170. Las SS tatuaban a los miembros del Batallón de la
Calavera de las SS de Flossenbürg en la cara interna del brazo
izquierdo.
171. El acusado admite haber recibido un tatuaje si bien dice
que fue en Graz, Austria.
172. En su desempeño como miembro del Batallón de la
Calavera de las SS de Flossenbürg, el acusado recibió un
tatuaje en la cara interna de su brazo izquierdo.
173. El acusado siguió perteneciendo al Batallón de la Calavera
de las SS en el campo de concentración de Flossenbürg al
menos hasta diciembre de 1944. |345|
El Tribunal se basa también en los testimonios de antiguos guardias entrenados en
Trawniki, entre ellos el de Ignat Danilchenko, guardia entrenado en Trawniki que
prestó servicio en Sobibor y Flossenbürg, y que recordó a Demjanjuk como guardia
en esos dos campos también, llegando además a identificar fotografía de
Demjanjuk.
A Danilchenko le fue tomada declaración por la Fiscalía de la antigua URSS el 21 de
noviembre de 1979, en la Ciudad de Tyumen'. En dicho interrogatorio, según figura
en el acta del mismo, expresa textualmente lo siguiente:
Serví como Wachmann [guardia privado] de las SS en el campo
de concentración de Sobibor, en el territorio de Polonia, desde
marzo de 1943 hasta marzo o abril, no estoy seguro, de 1944.
El campo estaba situado no muy lejos de una pequeña estación
de tren llamada Sobibor. El campo estaba cerca del acceso a
una zona de bosque. Era un campo diseñado para el exterminio
masivo de personas de origen judío procedentes de la Unión
Soviética, Polonia, Holanda y otros países ocupados por los
hitlerianos [Nazis]. Los judíos procedentes de Alemania también
eran exterminados allí. El campo abarcaba una superficie de
aproximadamente cuatro kilómetros cuadrados y estaba
rodeado por cuatro filas de alambrada de cerca de tres metros
de altura. Había dos entradas al campo construidas en la
barrera de alambrada junto a la zona de acceso al bosque.
Estaban cerradas con puertas de madera. Una de ellas estaba
reservada a la entrada de trenes especiales [sic] en el recinto
del campo. La otra entrada facilitaba el acceso de los vehículos.
También había una pequeña barrera giratoria en la segunda
entrada al campo; los Wachmänner [guardias] y los alemanes
entraban por aquí. En el recinto del campo, cerca del desvío de
las vías férreas, se construyó una plataforma a la altura de las
puertas de los vagones de mercancías. En este lugar se bajaba
la gente que llegaba al campo en los trenes especiales para su
exterminio.[...] Desde el momento en que se descargaba a la
gente de los vagones hasta que eran conducidos a la
instalación de gaseado, los Wachmänner vigilaban para evitar
que nadie se escapara y para impedir el pánico y el desorden
que podrían haberse desatado entre los condenados. Los
alemanes, asistidos por los kapos, les decían a los judíos
durante la descarga de los vagones especiales que habían sido
traídos a Sobibor supuestamente para someterse a un proceso
de saneamiento tras el cual serían enviados a trabajar. Por eso,
en la mayoría de los casos la gente que recorría los senderos
permanecía tranquila hasta que llegaba a las puertas de la
instalación de gaseado. Había Wachmänner armados
apostados a ambos lados de los senderos; estaban preparados
para abrir fuego ante cualquier muestra de resistencia por parte
de los condenados. Por las conversaciones entre los
Wachmänner supe que después de matar a la gente en las
cámaras de gas, los cadáveres se cargaban en carretas traídas
hasta la "casa de baños" por las vías férreas.
Luego eran trasladados a cierta distancia dentro de la zona de
las instalaciones de gaseado. A continuación, los cadáveres se
apilaban sobre la rejilla de las vías férreas y se quemaban. De
la incineración de los cadáveres se encargaba un destacamento
de trabajo especial formado por cincuenta personas
supervisado por los alemanes. Este destacamento estaba
compuesto por prisioneros del campo - judíos alemanes. Los
judíos de este destacamento residían en un barracón que se
encontraba dentro del recinto de las instalaciones de gaseado.
La entrada al barracón estaba permanentemente custodiada por
Wachmänner. [...]
Por norma, todos los judíos que llegaban al campo eran
exterminados ese mismo día. Básicamente, era una fábrica
para el exterminio masivo de personas. Durante el medio año
que siguió a mi llegada al campo llegaron cada día al campo
una media de uno a dos trenes especiales de transporte de
prisioneros. Cada uno de estos trenes especiales estaba
formado por unos 25 vagones de carga, pero algunos eran
incluso mayores, y otros más pequeños. En cada vagón tenía
capacidad para unos cincuenta o sesenta prisioneros. Todos los
judíos eran exterminados el mismo día de su llegada. Quienes
por motivos de salud no podían caminar por sí mismos hasta las
cámaras de gas recibían un disparo en la zona de las
instalaciones de gaseado conocida como la "enfermería". Cada
día se exterminaba a cerca de 1.500 judíos en el campo. Me
resulta difícil aportar cifras más precisas de los prisioneros
muertos en el campo cada día; en cualquier caso, eran al
menos 1.500 personas, incluidos mujeres, ancianos y niños.
También llegaban al campo judíos procedentes de los guetos
vecinos en vehículos de mercancías cubiertos. Todos los días
llegaban al campo de cinco a seis vehículos con 20-25
prisioneros destinados a morir. A finales de 1943, los
transportes de prisioneros por ferrocarril llegaban con menos
frecuencia. Para la primavera de 1944 cesaron por completo.
Durante esta período, los judíos seguían llegando desde los
guetos para ser exterminados en el campo. No obstante, la
llegada de estos prisioneros era cada vez menos habitual.
El jefe del campo era un oficial alemán de las fuerzas de las SS.
No recuerdo su rango. También he olvidado su apellido. En
aquella época, tenía alrededor de 35 a 40 años, era alto, de
complexión fuerte. No puedo mencionar ninguna otra
característica porque han pasado muchos años desde
entonces. Había una compañía de guardias de las SS asignada
al campo, unas 120 personas en total. La compañía constaba
de cuatro secciones. Había treinta personas asignadas a cada
sección. El comandante de la compañía era un oficial alemán
de las SS. No recuerdo su apellido. Los comandantes de las
secciones eran Zugwachmänner [sargentos del personal de
guardia] escogidos entre los Volksdeutsche [sic: en alemán,
alemanes étnicos]. El comandante de la Sección 1, a la que yo
estaba asignado, también era un Volksdeutscher. Recuerdo que
procedía de Donbas o Zaporozh'e [Zaporizhzhya]. No recuerdo
su apellido, pero le llamaban KARL. Como no era muy alto, los
Wachmänner le apodaban "karlik" [enano]. No recuerdo a los
comandantes de otras secciones. Las secciones se formaban
en función de la estatura. La Sección 1 estaba formada por
guardias que medían al menos 180 centímetros. Yo medía
entonces 184 centímetros. Entre los Wachmänner que servían
conmigo en la Sección 1 recuerdo a IVAN IVCHENKO, que
trabajaba de cocinero, y a IVAN DEM'YANYUK. Cuando llegué
a Sobibor, DEM'YANYUK ya trabajaba en el campo como
guardia de las SS. No conozco el patronímico de
DEM'YANYUK. Por las conversaciones con DEM'YANYUK, sé
que procedía de la provincia de Vinnitsa [Vinnytsya]. Es dos o
tres años mayor que yo. Su cabello era rubio claro y en aquella
época presentaba calvas visibles. Tenía una complexión fuerte,
ojos grises y era algo más alto que yo - entre 186 y 187
centímetros. Recuerdo bien el aspecto de DEM'YANYUK y es
posible que fuera capaz de reconocerle. No sé de dónde ni
cuándo vino exactamente DEM'YANYUK a Sobibor. Por las
conversaciones con DEM'YANYUK, sé que, al igual que el resto
de nosotros, los Wachmänner que servíamos en Sobibor, había
recibido entrenamiento en el campo de las SS en Travniki
[Trawniki]. Conocí a DEM'YANYUK nada más llegar a Sobibor;
ya estaba destinado allí. DEM'YANYUK me dijo que había
servido en el Ejército Soviético y que, al comienzo de la guerra,
había sido capturado por los alemanes. Desconozco las
circunstancias en que fue capturado. Es posible que
DEM'YANYUK me lo haya contado, pero ya no me acuerdo. No
sé si sufrió heridas o golpes. Nunca le vi ninguna señal de
herida. En Sobibor, DEM'YANYUK era un Wachmänner de las
SS corriente. Vestía un uniforme negro de las SS con el cuello
gris. Solía ir armado con un rifle de combate y munición.
Cuando montaba guardia fuera del campo, DEM'YANYUK,
como cualquier otro guardia, iba armado con un arma
automática de combate y munición. Cuando estaba de guardia,
era responsable de que ningún extraño entrara en el recinto del
campo y de impedir que nadie se fugara del campo.
DEM'YANYUK, al igual que otros guardias en el campo,
participó en el exterminio masivo de los judíos. Yo también
participé en este crimen y fui condenado y he cumplido mi pena.
Durante el período en el que serví en el campo, a menudo vi a
DEM'YANYUK, armado con un rifle, custodiando a los
destinados a morir en las distintas zonas del campo, junto con
otros guardias, y en muchos casos conmigo. Llevó a cabo estas
tareas desde el lugar en el que descargaban a la gente hasta la
entrada a las instalaciones de gaseo. DEM'YANYUK escoltaba
a la gente hasta las instalaciones de gaseo para asegurarse de
que los condenados a morir no violaban el "orden" en el que
eran enviados al exterminio. No puedo describir con exactitud
las circunstancias en las que DEM'YANYUK escoltaba a la
gente hasta las instalaciones de gaseo ni cuántos grupos de
prisioneros custodió durante su servicio en el campo. Estas
funciones constituían nuestro "trabajo" habitual, diario. No vi a
DEM'YANYUK disparar a nadie de camino a las instalaciones
de gaseo. Este tipo de situaciones se daban en el campo; se
daban cuando los prisioneros oponían alguna forma de
resistencia. Es difícil decir quién disparaba a los prisioneros
enfermos y débiles en la "enfermería". Es posible que fueran los
Wachmänner bajo las órdenes de los alemanes; sin embargo,
no puedo decir nada específico a este respecto. No sé si
DEM'YANYUK participó en las ejecuciones de los prisioneros
enfermos. Yo tenía que vigilar el lugar donde se descargaba a
la gente de los vagones junto con DEM'YANYUK. Vi a los
Wachmänner y a DEM'YANYUK empujar a los judíos con las
culatas de los rifles y golpearles - éstas eran circunstancias
"normales" cuando se descargaba a la gente. Por lo tanto, me
resulta difícil describir la conducta específica de DEM'YANYUK
hacia los condenados.
DEM'YANYUK era tenido por un guardia fiable y experimentado.
Por ejemplo, era enviado con regularidad por alemanes a
detener a los judíos de los guetos cercanos y traerles en
vehículos al campo para su exterminio. A mí no se me
asignaron tales tareas por carecer de experiencia suficiente.
Cuando servía fuera de la zona de instalaciones de gaseo,
DEM'YANYUK vigilaba los barracones del destacamento de
trabajo que atendía a las instalaciones de gaseo. Le vi
ocupando este puesto muchas veces, armado con un rifle. No
sé si hizo de guardia dentro de la zona de las instalaciones de
gaseo. Recuerdo que como recompensa por la lealtad con que
cumplía las órdenes de los alemanes, DEM'YANYUK disfrutaba
a menudo de días libres. Ahora no recuerdo si los alemanes le
condecoraron de algún modo.
En marzo o abril de 1944, DEM'YANYUK y yo fuimos enviados
de Sobibor a la ciudad de Flossenburg [Flossenbürg], en
territorio alemán. Allí fuimos guardias de un campo de
concentración donde se retenía a prisioneros políticos y de una
fábrica de aviones. En la sección médica del campo, todos los
guardias sin excepción, incluido DEM'YANYUK, fueron tatuados
en la cara interna del brazo izquierdo por encima del codo. El
tatuaje indicaba nuestro grupo sanguíneo para el caso de que
resultásemos heridos. He conservado mi tatuaje hasta hoy - la
letra alemana "B", que indica mi grupo sanguíneo. No sé cuál
era la letra del grupo sanguíneo de DEM'YANYUK.
A finales del otoño de 1944, en octubre o noviembre,
DEM'YANYUK y yo fuimos enviados junto con otros guardias a
la ciudad de Regensburg. En concreto, escoltamos a doscientos
prisioneros políticos del campo de concentración de
Flossenburg hasta otro campo situado a unos 18 a 29 [sic]
kilómetros de Regensburg.
En este campo estuvimos vigilando prisioneros hasta abril de
1945. Los prisioneros realizaban trabajos de construcción. En
abril de 1945, ante el avance del frente, todo el campo marchó
en dirección a la ciudad de Nuremberg para la evacuación. Yo
escapé durante el trayecto, y DEM'YANYUK siguió escoltando a
los prisioneros. No aceptó mi oferta de acompañarme en mi
huida. Desde entonces no he vuelto a ver a DEM'YANYUK, y no
sé qué fue de él después. Tampoco sé qué sucedió con los
prisioneros de la marcha. |346|
Determinada su prestación de servicios en varios campos nacionalsocialistas en
cuanto guardia, y dado que quedó demostrado que Demjanjuk ocultó estos hechos
para poder ser admitido en los Estados Unidos y conseguir después su
naturalización, el Tribunal de Distrito para el Distrito Norte de Ohio concluyó que
Demjanjuk entró ilegalmente en 1952 en los Estados Unidos y obtuvo ilegalmente su
naturalización, por lo que ésta debía ser revocada.
El experto en las SS Totenkopf y perito en este tipo de documentos, Charles W.
Sydnor, realizó en cuanto tal un informe científico completo en el que el Tribunal
pudo también basar sus conclusiones y fallar a favor de la desnaturalización de
Demjanjuk. Se trata de un peritaje con fecha de 21 de septiembre de 2000,
completado por sendos informes suplementarios de fecha 18 de diciembre de 2000
y 30 de abril de 2001.
En el primero de los informes mencionados, Charles W. Sydnor especifica que
"Flossenbürg contaba con su propio Batallón e la Calavera de las SS. Al mando de
esta unidad se encontraba el Untersturmführer de las SS Bruno Skierka, cuyas
actividades le valdrían una condena a muerte (posteriormente conmutada) ante un
tribunal militar americano después de la guerra. El superior inmediato de Skierka era
el comandante del campo de Flossenbürg, el Obersturmbannführer de las SS
(Teniente Coronel) Max Koegel, antiguo comandante de Majdanek, y antes de ello el
primer comandante que tuvo Ravensbrück, el conocido campo de concentración
para mujeres. Koegel se suicidó mientras estaba detenido en 1946. El 1 de enero de
1945, Flossenbürg y sus subcampos albergaban en total a 3.046 guardias (incluidas
521 celadoras), encargados de impedir la huida de 40.437 prisioneros (incluidas
11.191 mujeres). Estas cifras arrojan una media de un guardia por cada trece
prisioneros." |347|
En cuanto al servicio de Demjanjuk en Flossenbürg, Charles Sydnor detalla lo
siguiente en el mismo informe:
B. DEMJANJUK EN FLOSSENBÜRG
Mientras Demjanjuk se hallaba todavía en Sobibor, el control de
Trawniki pasó de Globocnik a la Oficina Principal Económica y
Administrativa de las SS (SS-WVHA) situada en Oranienburg. A
partir de entonces, el Campo de Entrenamiento de Trawniki
pasó a llamarse Campo de Entrenamiento de las SS de
Trawniki. La Operación Reinhard se acercaba a su lógica
conclusión, y la SS-WVHA comenzó a trasladar a los hombres
de Streibel que se encontraban en Trawniki para que sirvieran
como guardias en los campos de concentración permanentes,
también controlados por dicha Oficina. A diferencia de otros
traslados similares, como el del propio Demjanjuk a Majdanek,
estos traslados retiraban de forma permanente a los hombres
afectados de la órbita del campo de entrenamiento, cortando
toda conexión institucional con el mismo. No tengo constancia
de que ninguno de los cientos de hombres trasladados es este
modo regresara nunca a Trawniki. El 1 de octubre de 1943, y
dentro de este movimiento de tropas más amplio, 140 guardias
entrenados en Trawniki, entre ellos Demjanjuk, abandonó
Trawniki en dirección a Flossenbürg. El viaje en tren duró al
parecer seis o siete días.
Antes de abandonar el campo, Demjanjuk volvió a pasar algún
tiempo en Trawniki. En septiembre de 1943, el número de
judíos que se hallaba en el campo de trabajo de las SS de
Trawniki superaba los 6.000, cifra que no incluye un número
desconocido de judíos que llegaron a mediados de meses en
dos transportes procedentes del gueto de Minsk. Sin embargo,
no hay pruebas que permitan señalar si Demjanjuk asumió
labores de vigilancia de prisioneros en el campo de trabajo o en
el cercano subcampo de Dorohucza durante este período. Un
mes y dos días después de la partida de Demjanjuk hacia
Flossenbürg, los alemanes ejecutaron a estos prisioneros.
Cuatro documentos independientes de dos archivos distintos
muestran que Demjanjuk sirvió como guardia en el campo de
Flossenbürg. El primero de ellos es una autorización de
traslado, fechada el 1 de octubre de 1943 y remitida por el
Campo de Entrenamiento de las SS de Trawniki a las
autoridades del Campo de Concentración de Flossenbürg, en
virtud de la cual se asignaba a Flossenbürg 140 guardias, entre
los cuales se encontraba el Wachmann Iwan Demianjuk, nacido
en Dubaimach****zi, Samhorodsky, **niza, el 3 de abril de 1920,
con número de identificación 1393. La copia que ha sobrevivido
es una copia de carbón sin rúbrica en la que sin embargo figura
la expresión "para quedarse", escrita con lápiz rojo, al parecer
para informar a la oficina de personal de Trawniki de que estos
hombres no iban a regresar al campo. El segundo de los
documentos es un registro de armas de Flossenbürg, fechado el
1 de abril de 1944, en el que consta que se había entregado al "
W[achmann] Demianiuk" un rifle, modelo 24(t), número de serie
D 6255, el 8 de octubre de 1943, y en un registro separado
indica que "Demianiuk" había recibido también una bayoneta,
modelo 1101(t), número de serie B E/26, el mismo día. El
registro está firmado por el SS Unterscharführer Ebert, como
armero del campo, y el SS Obersturmführer (Teniente) Ludwig
"Lutz" Baumgartner, el temido oficial adjunto del comandante. El
tercer documento es un cuadro de servicios, fechado el 3 de
octubre de 1944, que detalla los servicios de guardia del día
siguiente. Este cuadro, firmado por el comandante del Batallón
de la Calavera de las SS en Flossenbürg, el Untersturmführer
de las SS Bruno Skierka, indica que a "Demenjuk 1393" se le
asigna la vigilancia del "destacamento de construcción del
búnker", armado con un rifle. El cuarto documento es un listado
de 117 hombres identificados por sus rangos en Trawniki, que
incluye al Wachmann Demenjuk, nº 1393. Este listado, que
forma parte de una colección de documentos relativos a
Flossenbürg, enumera a hombres que sirvieron como guardias
en Flossenbürg, y está anotado de forma similar a otros
documentos conocidos sobre Flossenbürg. Como se verá más
adelante, un análisis comparativo permite afirmar que este
documento fue elaborado en algún momento entre el 10 de
diciembre de 1944 y el 15 de enero de 1945, cuando todos los
hombres que en él se mencionan estaban sirviendo como
guardias del campo principal. Además de los cuatro
documentos que datan del período de la guerra, se dispone
asimismo de la declaración, realizada después de la guerra, de
un antiguo guardia de Flossenbürg que menciona a Demjanjuk
como uno de sus colegas en el campo.
He tenido ocasión de examinar el archivo original de la
autorización de traslado fechada el 1 de octubre de 1943 y
fotocopias de los otros tres documentos de Flossenbürg en que
figura Demjanjuk. Mi conclusión, basada en mi experiencia con
otros documentos similares, en mi análisis histórico de su
contenido y en la corroboración de este contenido con otras
fuentes, es que se trata de documentos auténticos. Tres de
estos documentos han estado bajo la custodia exclusiva de
países occidentales, dado que fueron capturados por el Ejército
de los Estados Unidos durante los últimos días de la guerra y
fueron posteriormente remitidos a Alemania occidental. Estos
cuatro documentos confirman que Demjanjuk sirvió como
guardia en Flossenbürg durante más de un año, desde octubre
de 1943 hasta al menos diciembre de 1944. El hecho de que los
alemanes escribieran el nombre de Demjanjuk de diferentes
maneras en estos cuatro documentos carece de relevancia: el
número de identificación de Trawniki que consta en tres de ellos
confirma a qué guardia se referían los alemanes, y la fecha de
nacimiento en la autorización de traslado del 1 de octubre de
1943 es la misma que la que figura en la Dienstausweis de
Demjanjuk y en la autorización de traslado del 26 de marzo de
1943.
Efectivamente, los documentos que sitúan a Demjanjuk en
Flossenbürg están ampliamente corroborados. En primer lugar,
los unos corroboran a los otros. Todos los nombres (a
excepción de dos de ellos) que constan en la autorización de
traslado del 1 de octubre de 1943 aparecen también en el
registro de armas del 1 de abril de 1944. Del mismo modo,
cuarenta y dos de los nombres de la autorización de traslado
figuran en el cuadro de servicios fechado el 4 de octubre de
1944. Asimismo, la autorización de traslado y el listado de
guardias del campo principal fechada en diciembre de
1944/enero de 1945 tienen 105 nombre en común.
En segundo lugar, estos documentos están también
sobradamente corroborados por otros documentos alemanes
fechados durante la guerra. He tenido ocasión de examinar
estos documentos, que confirman la presencia en Flossenbürg
de no menos de sesenta y cuatro guardias de los mencionados
en la autorización de traslado de 1 de octubre de 1943. Así, por
ejemplo, los listados de guardias alemanes elaborados durante
la guerra documentan el servicio de muchos de estos hombres
en los subcampos de Dresde, Hainichen, Hersbruck,
Holleischen y Saal, todos ellos dependientes de Flossenbürg.
Los listados correspondientes a los destacamentos asignados a
Dresde y Hainichen confirman incluso que los números de serie
de los rifles registrados coinciden con los nombres de los
hombres que figuran en el registro de armas de Flossenbürg.
Otros documentos fechados durante la guerra dejan constancia
de las enfermedades, heridas y fallecimientos de varios de los
guardias asignados a Flossenbürg y citados en la autorización
de traslado de 1 de octubre (y que revelan en particular una
elevada incidencia de las enfermedades venéreas). Otros
documentos hacen referencia a cuestiones de disciplina.
Muchos de estos documentos del período de la guerra no sólo
corroboran la presencia de estos hombres en Flossenbürg, sino
que confirman específicamente su pertenencia al Batallón de la
Calavera de las SS en el campo. Algunos de estos documentos
proporcionan incluso el número de la compañía de guardias en
que sirvieron estos hombres. Además, los documentos
alemanes de guerra también corroboran la presencia en
Flossenbürg de muchos de los guardias alemanes mencionados
en el cuadro de servicios del 4 de octubre 1944.
En tercer lugar, las declaraciones realizadas después de la
guerra por los hombres que figuran corroboran asimismo su
contenido. Así, por ejemplo, el nombre de Filipp Babenko
aparece en la autorización de traslado del 1 de octubre 1943, en
el registro de armas de 1 de abril de 1944 y en el listado de
hombres que especifica los rangos de los guardias en Trawniki.
Tras la guerra, [Babenko] declaró que "en octubre de 1943, fui
enviado a la ciudad de Flossenbürg (Alemania), donde serví
como Wachmann hasta abril de 1945''. El nombre de Aleksandr
Fedchenko aparece también en la autorización de traslado, en
el registro de armas y en el listado de hombres con los rangos
de Trawniki. Después de la guerra, [Fedchenko] declaró que
"hacia octubre de 1943, fui trasladado a la ciudad de
Flossenburg [sic], donde permanecí hasta marzo de 1945'' El
nombre de Vasilij Litvinenko figura en la autorización de
traslado, en el registro de armas y en el listado de hombres con
los rangos de Trawniki. Otros documentos le sitúan asimismo
en Flossenbürg. Después de la guerra, [Litvinenko] declaró que
"el 1 de octubre de 1943, nuestro destacamento de
Wachmänner... fue trasladado desde Trawniki hasta la ciudad
de Flossenburg [sic] para vigilar a los prisioneros en el campo
de concentración''. De hecho, cuando se le mostró una copia de
la autorización de traslado, [Litvinenko] se identificó a sí mismo
en ella y confirmó que los hombres que aparecían en el listado
habían sido de hecho enviados a Flossenbürg, donde se
dedicaban a vigilar a los prisioneros. El nombre de Nikolaj Pavlij
aparece en la autorización de traslado y en el registro de armas.
Después de la guerra, admitió haber sido trasladado de
Trawniki a Flossenbürg en octubre de 1943. Asimismo, afirmó
que en marzo de 1944 fue asignado como guardia a
Grafenreuth, un subcampo de Flossenbürg, lo que explicaría
por qué su nombre no figura ni en el cuadro de servicios del 4
de octubre de 1944 ni en el listado de hombres con rangos de
Trawniki. El nombre de Vasilij Churikov no aparece en ninguno
de los documentos de Flossenbürg que he examinado, excepto
en el listado de hombres con los rangos de Trawniki, pero este
dato es coherente con su declaración, realizada después de la
guerra, de que "desde noviembre de 1944 y hasta finales de
febrero de 1945, serví como guardia en el campo de
concentración en la ciudad de Flosenberg [sic]''. Hay otros
muchos ejemplos.
La precisión con que las pruebas disponibles establecen el
rango de posibles fechas para el listado de hombres con rangos
de guardia de Trawniki demuestra la eficacia con que los
documentos históricos pueden autentificarse los unos a los
otros. El listado contiene 117 nombres, 105 procedentes de la
autorización de traslado de 1 de octubre de 1943 más doce
incorporaciones posteriores. Un examen de otros documentos
del período de la guerra revela que los hombres que
abandonaron el campo principal de Flossenbürg antes de los
primeros días de diciembre de 1944 no figuran en esta lista,
mientras que aquellos hombres que dejaron el campo después
de mediados de enero de 1945 sí figuran en ella. Así, el
inventario de las armas y la munición asignadas a los treinta y
un guardias de servicio en el subcampo de Dresde el 5 de
noviembre de 1944 incluye los nombres de cuatro hombres con
rangos de Trawniki. Ninguno de ellos figura en el listado de 117
nombres. Un inventario similar para los diez guardias de
servicio en el subcampo de Hainichen el 28 de noviembre
incluye los nombres de otros cuatro hombres con rangos de
Trawniki. Una vez más, ninguno de ellos figura en el listado de
117 nombres. Del mismo modo, un listado de treinta guardias
asignados al subcampo de Saal el 1 de diciembre de 1944
incluye a siete de los hombres con rangos de Trawniki. Ninguno
de ellos aparece en la lista de 117 nombres. Por otro lado, el
Zugwachmann Peter Kudrja sí que aparece en el listado, en el
que consta que se encuentra en el hospital. Un listado de los
pacientes aquejados de sífilis en Flossenbürg indica que el
Zugwachmann Peter Kudrja fue sometido a esta tercera fase de
tratamiento de la enfermedad a partir del 7 de diciembre de
1944. Todas estas pruebas sugieren que el listado data del 7 de
diciembre de 1944 o de una fecha posterior, si bien no permite
concluir esto de modo no definitivo. La entrada correspondiente
al Wachmann Ilja Baidin en este listado, sin embargo, prueba
que el documento no pudo haber sido elaborado antes del 10
de diciembre de 1944. Dicha entrada indica que Baidin había
"sufrido [un] accidente fatal". Otros documentos alemanes
indican que dicho accidente tuvo lugar el 10 de diciembre de
1944, cuando Baidin intentaba subirse a un tren en marcha.
El otro extremo en el rango de fechas viene dado por un listado
alemán de cuarenta guardias trasladados al subcampo de
Hersbruck, dependiente de Flossenbürg, el 15 de enero de
1945. Trece de los quince guardias entrenados en Trawniki que
figuran en el listado aparecen en el listado de los 117 nombres.
Por lo tanto, el listado debe corresponder a una fecha anterior al
traslado de estos hombres fuera del campo principal, el 15 de
enero. Esta conclusión aparece respaldada por otro listado
alemán de veintisiete hombres que fueron trasladados al
subcampo de Saal, también dependiente de Flossenbürg, el 5
de febrero de 1945. Los seis hombres de Trawniki que figuran
en este listado aparecen también en el listado de los 117. La
conclusión final que se deriva de todas estas pruebas es que el
listado sin datar debió ser elaborado en algún momento entre el
10 de diciembre de 1944 y el 15 de enero de 1945. Esta
conclusión sitúa sin lugar a dudas a Demjanjuk en el campo
principal de Flossenbürg al menos desde el 10 de diciembre de
1944.
Las funciones de los guardias entrenados en Trawniki y
asignados a Flossenbürg consistían, al igual que en sus
anteriores destinos, en custodiar a los prisioneros e impedir que
huyeran. Tal y como ocurría en Majdanek (y, de hecho, en todo
el sistema de campos de concentración) esta función se
cumplía haciendo rotar a los guardias en diferentes labores de
vigilancia. Los guardias vigilaban el propio campo tanto desde
las torres de vigilancia como a pie sobre el terreno que mediaba
entre ellas; escoltaban a los prisioneros en su traslado hacia los
lugares de trabajo y de vuelta al campo, y durante la propia
jornada de trabajo. Además, escoltaban también a los
prisioneros durante el trayecto hacia o desde los numerosos
subcampos de Flossenbürg y, en ocasiones, a otros campos de
concentración. Los alemanes estaban constantemente
trasladando a los prisioneros dentro del sistema de campos de
concentración, y alguien debía de vigilar estos traslados.
El cuadro de servicios del 4 de octubre de 1944 ilustra el tipo de
tareas de vigilancia que se asignaba a los hombres de Trawniki.
Un documento administrativo rutinario de naturaleza efímera
debe su conservación al hecho de que el armador del campo
utilizó la parte de atrás del mismo el 14 de octubre para registrar
las existencias de armas y munición asignadas a los guardias
destacados en el subcampo de Zwodau. Este listado contiene
las tareas asignadas a sesenta y un guardias entrenados en
Trawniki, incluidos Demjanjuk y otros cuarenta y un hombres
que figuran en la autorización de traslado del 1 de octubre de
1943. El listado, sin embargo, sólo deja constancia del nombre
de aquellos guardias asignados a la vigilancia de los prisioneros
que formaban parte de distintos "pequeños destacamentos [de
trabajo]", desde aquellos destinados a la construcción del
alcantarillado hasta los destinados a la limpieza de las cuadras.
En el caso de los grandes contingentes de guardias asignados
a la "gran cadena de centinelas" que rodeaba el campo, a la
"guardia principal" en torno al campo de detención preventiva y
a "2004" (la fábrica Messerschmidt), sólo se identifica por su
nombre a los suboficiales al mando. Éste es el motivo por el que
el número de guardias entrenados en Trawniki identificados
individualmente en el cuadro de servicios es mucho menor que
el número total asignado en ese momento al campo principal.
El cuadro de servicios indica que Demjanjuk estaba asignado a
la vigilancia del "destacamento de construcción del búnker"
(armado con un rifle) junto con un sargento de las SS llamado
Schmalac*er y con hombres de las SS llamados Pfeiffer
(armado con una metralleta) y Fröhlich (armado con un rifle).
Otros documentos establecen que un Unterscharführer de las
SS llamado Friedrich Schmalacker y un Rottenführer de las SS
llamado Oskar Fröhlich sirvieron en efecto como guardias en
Flossenbürg. El cuadro de servicios indica que las tareas se
distribuyeron el 3 de octubre para el día siguiente. No existen
pruebas que indiquen si las tareas que en efecto se realizaron
no coincidieron con las planeadas. El listado, sin embargo, no
sólo deja constancia de cuál fue el destacamento de trabajo al
que Demjanjuk fue asignado ese día concreto, sino también que
[Demjanjuk] estaba desempeñando las tareas diarias rutinarias
de los guardias del campo de concentración de Flossenbürg
aproximadamente un año después de su llegada al mismo.
Otros documentos del período de guerra confirman que los
hombres procedentes de Trawniki desempeñaban tareas de
vigilancia en Flossenbürg. En febrero de 1945, la actitud de
Wasil Litwinenko, que se hallaba haciendo la guardia en una de
las torres, contrarió a un suboficial de inspección. Según
Litwineko, a quien el Untersturmführer de las SS Skierka
interrogó a cerca del incidente, el suboficial en cuestión le había
ordenado abrir fuego con la ametralladora montada en la torre,
a lo cual Litwinenko se había negado, alegando que ello habría
causado una alarma innecesaria. Al margen del detalle
revelador de que un guardia entrenado en Trawniki se sentía
legitimado para desobedecer una orden directa de un superior
cuando sabía que dicha orden vulneraba las normas, este
incidente muestra que uno de los hombres de Trawniki
nombrado en la autorización de traslado del 1 de octubre de
1943 se encontraba haciendo guarda desde una de las torres
de Flossenbürg, armado con una ametralladora, quince meses
después de su llegada al campo.
Las declaraciones efectuadas después de la guerra por
guardias entrenados en Trawniki y destinados a Flossenbürg
corroboran los documentos del período de la guerra que indican
que estos hombres llevaban a cabo tareas de guardia. El propio
Litvinenko ofreció una declaración detallada al respecto:
"Vigilábamos el campo desde fuera, hacíamos guardia en las
torres y escoltábamos columnas de prisioneros [que salían a
trabajar]". [Litvinenko] admitió haber presenciado cómo los
alemanes maltrataban a los prisioneros. "En el recinto del
campo había también un patíbulo, y varias veces vi cómo los
alemanes colgaban a prisioneros. Los cadáveres de los
ejecutados eran quemados en el crematorio del campo".
Litvinenko recordaba un incidente concreto en la cantera que
había tenido lugar en diciembre de 1943, cuando un prisionero
había tratado de escapar. Varios Wachmänner abatieron al
hombre con rifles. "No sé dónde hirieron al prisionero", declaró
Livinenko, "pero sé que su cara, sus manos y su ropa estaban
llenas de sangre. El hombre herido estaba consciente y gemía".
Esa misma tarde, el prisionero que había intentado fugarse fue
colgado "en presencia de todos los prisioneros y de los
Wachmänner".
Otros guardias han confirmado las características principales
del servicio de guardia en el campo de concentración de
Flossenbürg. "Serví como guardia armado en el campo",
testificó Filipp Babenko. "Llevábamos [a los prisioneros] a
realizar distintos tipos de trabajo.... Cuando vigilábamos el
campo, teníamos órdenes de impedir que nadie abandonara el
campo vivo y de disparar a quienes intentaran escaparse''.
Nikolaj Pavlij declaró que en Flossenbürg "vigilaba a prisioneros
y les acompañaba custodiados hasta las obras de construcción
en la planta aeronáutica de la fábrica Messerschmidt así como a
otros trabajos". Según Vasilij Churikov,
"como guardia, vigilaba el perímetro exterior del campo, hacía la
guardia bien en las torres de vigilancia o entre ellas. También
escoltaba a prisioneros hacia y desde los lugares de trabajo....
Además de vigilar el campo y escoltar a los prisioneros en el
trayecto desde y hacia el trabajo, no desempeñé ninguna otra
función mientras estuve asignado en el campo de concentración
de Flosenberg [sic]''.
Según Aleksandr Fedchenko, "en Flossenburg, vigilábamos un
campo de concentración alemán. El campo albergaba
prisioneros de distintas nacionalidades: franceses, italianos,
belgas y otros. No teníamos asignada ninguna otra función allí".
Mikhail Titov admitió también haber vigilado prisioneros y
haberlos escoltado desde y hacia los lugares de trabajo. Admitió
además haber escoltado a prisioneros hacia los subcampos de
Leitmeritz y Dresde, dependientes de Flossenbürg, así como
hacia Colmar, donde se hallaba uno de los subcampos del
Campo de Concentración de Natzweiler. Muchos otros guardias
han admitido haber vigilado prisioneros en Flossenbürg.
Durante su estancia a Flossenbürg, cada Wachmann era
marcado con un tatuaje en la parte inferior de su brazo
izquierdo, por encima del codo, que designaba su grupo
sanguíneo. Las SS utilizaban frecuentemente este tipo de
tatuaje para facilitar tanto la donación de sangre como la
transfusión de sangre a hombres que hubieran sido heridos.
Después de la guerra, estos hombres a menudo trataron de
borra estos tatuajes con el fin de ocultar sus actividades durante
la guerra. Varios guardias entrenados en Trawniki y asignados a
Flossenbürg admitieron posteriormente haber sido marcados
con tatuajes de las SS con su tipo sanguíneo. Los hombres
entrenados en Trawniki y asignados a otros campos de
concentración, como Buchenwald, Mauthausen-Gusen y
Stutthof, también fueron tatuados de forma similar. El
reconocimiento por parte de Demjanjuk de que durante la
guerra había sido tatuado por los alemanes, tatuaje que más
tarde se haría borrar, corrobora los documentos que muestran
su servicio como guardia en el Batallón de la Calavera de las
SS estacionado en el campo de Flossenbürg.
Sobre la base de todas las pruebas aquí descritas, concluyo
que Demjanjuk sirvió como guardia en Flossenbürg desde
comienzos de octubre de 1943 hasta al menos el 10 de
diciembre de 1944. Las pruebas, en mi opinión, no bastan para
extraer una conclusión acerca del servicio de Demjanjuk con
posterioridad al 10 de diciembre de 1944. Durante los catorce
meses o más que permaneció en Flossenbürg, sin embargo,
Demjanjuk participó en la rotación rutinarias de las tareas de
vigilancia del campo, alternando entre diversos tipos de tareas
de un día a otro. Armado con un rifle y una bayoneta, vigiló a
prisioneros y evitó que éstos pudieran escapar.
XI. CONCLUSIÓN
Iwan Demjanjuk comenzó a prestar servicios para los alemanes
como guardia auxiliar en el Campo de Entrenamiento de
Trawniki a mediados de 1942. Poco después de su llegada,
recibió el número de identificación 1393 de Trawniki y la
administración del campo creó para él la Dienstausweis nº
1393. Demjanjuk recibió en Trawniki un uniforme y un rifle, así
como entrenamiento. Le fue asignado el rango de Wachmann
(soldado guardia). El 22 de septiembre de 1942, fue trasladado
a la hacienda Okzow, donde sirvió como guardia. Tras este
servicio, regresó a Trawniki para ser asignado al campo de
concentración de Lublin, comúnmente conocido como
Majdanek, donde sirvió durante el invierno de 1942-43. En
Majdanek, Demjanjuk vigilaba prisioneros y evitaba su fuga. El
18 de enero de 1943, fue detenido cuando regresaba al campo
después de haberlo abandonado, incumpliendo la cuarentena
de tifus entonces vigente. Fue sancionado por esta infracción el
21 de enero. Tras su servicio en Majdanek, Demjanjuk regresó
a Trawniki. El 26 de marzo de 1943, los alemanes ordenaron su
asignación al Destacamento Especial de las SS en Sobibor.
Llegó a Sobibor el 26 o el 27 de marzo de 1943, y sirvió en este
campo durante un período. Durante su servicio en Sobibor,
Demjanjuk vigilaba prisioneros y evitaba que éstos pudiesen
escapar. También participó en el proceso de exterminio que
constituía la razón de ser de Sobibor. Posteriormente, regresó
de nuevo a Trawniki. El 1 de octubre de 1943, los alemanes
ordenaron su traslado al Campo de Concentración de
Flossenbürg. Llegó a este campo el 8 de octubre, fecha en que
se le entregó un rifle y una bayoneta. Demjanjuk sirvió en
Flossenbürg al menos hasta el 10 de diciembre de 1944, es
decir, al menos durante catorce meses. Durante su servicio en
este campo, vigilaba a los prisioneros e impedía que éstos
pudiesen escapar.
La presente descripción del servicio de Demjanjuk es
conscientemente conservadora, y la he limitados a los datos
mínimos que pueden ser probados sin género de duda. Durante
sus actividades al servicio de los alemanes, es posible que
Demjanjuk haya vigilado también a prisioneros en Trawniki,
Okzow y probablemente en otros lugares.
Los prisioneros a los que Demjanjuk vigilaba en Majdanek,
Sobibor y Flossenbürg estaban retenidos allí en contra de su
voluntad por razones de raza, religión, nacionalidad o
convicciones políticas. Los prisioneros recluidos en estos tres
campos fueron objeto de formas extremas de maltrato y abuso,
incluido el asesinato. Otras personas fueron trasladadas a estos
tres campos con el propósito específico de ser asesinadas en
razón de su raza, religión, nacionalidad o convicciones políticas.
A través de su servicio como guardia armado en estos campos,
Demjanjuk asistió de forma directa al gobierno nazi de Alemania
en la aplicación de sus políticas raciales e ideológicas contra los
pueblos bajo su dominio. |348|
En su primer anexo el informe pericial mencionado, Charles Sydnor hace constar
además, en lo que hace a la historia de Demjanjuk en Flossenbürg, lo siguiente:
ANEXO DEL INFORME PERICIAL DE CHARLES W. SYDNOR,
JR.
En la página 26 de mi informe pericial, afirmaba que: "He
examinado los originales de cuatro de los [siete] documentos de
los archivos alemanes que mencionan a Demjanjuk y he visto
las fotocopias de los [tres] restantes". En la página 87, afirmaba
igualmente: "He examinado la autorización original de traslado
en los archivos, fechada el 1 de octubre de 1943, y fotocopias
de los otros tres documentos referentes a Flossenbürg que
mencionan a Demjanjuk". El 16-17 de noviembre de 2000,
después de remitir mi informe, visité los Archivos Federales
Alemanes en Berlín y examiné en los archivos los tres
documentos citados originales de los cuales sólo había visto
una fotocopia anteriormente, es decir, el registro de armas de
Flossenbürg de 1 de abril de 1944, el cuadro de servicios de los
guardias en Flossenbürg para el 4 de octure de 1944 (fechado
el 3 de octubre de 1944) y la lista de 117 hombres con rangos
de Trawniki. Mi examen de estos documentos de archivo
confirmó plenamente mi conclusión previa de que eran
auténticos. |349|
Y en el segundo anexo al informe pericial inicial añade nuevos documentos que
corroboran aún más el servicio de Demjanjuk en Flossenbürg:
En la página 88 de mi informe, declaraba que los documentos
que situaban a Demjanjuk en Flossenbürg habían sido
exhaustivamente corroborados. Se han localizado varios
documentos nuevos que corroboran áun más este punto. Uno
es un cuadro de servicios similar al del 4 de octubre de 1944
que menciona a Demjanjuk |350|. Este nuevo cuadro nombra a
los guardias asignados a la guardia principal durante la noche
del 15-16 de septiembre de 1944, así como la gran cadena de
centinelas del día 16 de septiembre. Está firmada por el
Untersturmführer (Alférez) de las SS Skierka, el comandante del
Batallón de la Calavera de las SS en Flossenbürg y el mismo
hombre que firmó el cuadro de servicios que nombra a
Demjanjuk. Nombra a veinticinco hombres con números de
identificación de Trawniki, veinticuatro de los cuales también
figuran en la autorización de traslado de Trawniki-Flossenbürg
de 1 de octubre de 1943 que menciona a Demjanjuk |351|.
Los veinticinco hombres figuran junto con Demjanjuk en el
registro de armas y equipos. Doce figuran junto a él en el
cuadro de servicios del 4 de octubre de 1944 |352|. A excepción
de dos, el resto figura en una lista sin fechar de hombres con
rangos en Trawniki que también menciona a Demjanjuk |353|.
Por último, el armador del campo, el Unterscharfuhrer de las SS
(sargento) Willi Zettl, utilizó el cuadro de servicios para el 15-16
de septiembre de 1944 como papel de borrador unos días
después, del mismo modo que hiciera con el cuadro de
servicios que menciona a Demjanjuk |354|.
Los registros del campo referentes a los guardias que padecían
enfermedades venéreas corroboran la presencia en
Flossenbürg de una serie de hombres nombrados en los
documentos junto con Demjanjuk. Una serie de fichas y notas
manuscritas mencionan a los guardias infectados cuyos
nombres figuran en la autorización de traslado del 1 de octubre
de 1943, el registro de armas y equipos, el cuadro de servicios
del 4 de octubre de 1944 y el listado sin fechar |355|.
Los expedientes médicos también corroboran la presencia del
Wachmann de las SS Wasil Litwinenko en Flossenbürg el 16 de
enero de 1945, cuando fue sometido a la prueba del tifus, fiebre
paratifoidea y disentería |356|. El nombre de Litwinenko aparece
junto al de Demjanjuk en la autorización de traslado del 1 de
octubre de 1943, el registro de armas y equipos y el listado sin
fechar.
Un informe remitido al comandante del Batallón de la Calavera
de las SS en Flossenbürg corrobora la presencia del
"Wachmann Jesersky 2536" en Flossenbürg en la mañana del
14 de febrero de 1945, cuando fue sorprendido mientras dormía
en el barracón en lugar de montar la guardia que le había sido
asignada |357|. El nombre de Jesersky aparece junto con el de
Demjanjuk en el registro de armas y equipos, en el cuadro de
servicios para el 4 de octubre de 1944 y en el listado sin fechar
de hombres con rangos en Trawniki |358|.
Tres documentos nuevos confirman la presencia del Wachmann
de las SS Alexander Rychow en el subcampo de Saal,
dependiente de Flossenbürg, en febrero y marzo de 1945 |359|.
Rychow fue detenido en la cercana Kelheim-Ost después de
haber perpetrado supuestamente repetidos asaltos armados
contra trabajadores extranjeros estando fuera de servicio. El
nombre de Rychow aparece junto con el de Demjanjuk en la
autorización de traslado del 1 de octubre de 1943, el registro de
armas y equipos y el listado sin fechar |360|.
En la página 80 de mi informe señalaba que las condiciones
meteorológicas durante la mayor parte del año en Flossenbürg
eran difíciles. Un telegrama enviado por el comandante de
Flossenbürg a la Oficina Principal Económica y Administrativa
de las SS afirma que a finales de noviembre de 1943 el campo
estaba sumido en una "densa niebla" durante todo el día |361|.
En las páginas 92-93 de mi informe, apuntaba que las tareas de
los guardias en Flossenbürg consistían en vigilar a los
prisioneros y evitar que se escaparan. Durante el interrogatorio
efectuado por las autoridades americanas después de la guerra
a Ludwig Buddensieg, comandante de la 1ª Compañía del
Batallón de la Calavera de las SS en Flossenbürg, corrobora
esta afirmación |362|. |363|
Historia procesal.
Desnaturalizado mediante la decisión del Tribunal de Distrito para el Distrito Norte
de Ohio de 21 de febrero de 2002, el 28 de diciembre de 2005 el entonces Chief
Immigration Judge Michael J. Creppy, emitió la orden de deportación de Demjanjuk
a Ucrania, o alternativamente a Alemania o Polonia.
En una decisión de 20 de abril de 2004, la Corte de Apelaciones de los Estados
Unidos para el Sexto Circuito |364| ratificó en todos sus aspectos el fallo del Tribunal
de Distrito. El 21 de diciembre de 2006 el BIA rechazó la apelación interpuesta por
Demjanjuk y ratificó la decisión del Juez de Inmigración.
El 30 de enero de 2008 la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el
Sexto Circuito denegó la solicitud de revisión efectuada por Demjanjuk, y el 19 de
mayo de 2008 el Tribunal Supremo de los Estados Unidos denegó a Demjanjuk esa
misma petición.
La participación de Iwan (John) Demjanjuk en persecución con fines de
exterminio y en otros actos que son crímenes contra la humanidad, incluidos
asesinato, exterminio, esclavitud, deportación, tortura y otros actos
inhumanos, concretamente en persecución de nacionales españoles
internados en el campo de Flossenbürg, queda probada por su pertenencia al
Batallón de las Totenkopf SS de Flossenbürg y su prestación de servicios en
cuanto guardia armado en ese campo.
Tal y como expuso el Tribunal de Distrito en su decisión de 21 de febrero de 2002,
ratificada por los tribunales superiores con posterioridad:
39. El servicio en cuanto guardia armado en un campo de
concentración nazi constituye ayuda en persecución en el
sentido de la Sección 13 de la DPA. Ver, See, e.g., Fedorenko,
449 U.S. at 512; United States v. Breyer, 41 F.3d 884, 890 (3d
Cir. 1994); United States v. Kairys, 782 F.2d at 1378; United
States v. Schmidt, 923 F.2d 1253, 1259 n.9 (7th Cir. 1991), cert.
denied, 502 U.S. 921 (1991); United States v. Linnas, 527
F.Supp. 426 (E.D.N.Y. 1981), aff*d, 685 F.2d 427 (2d Cir. 1982).
[...]
41. Tal y como explicó la Corte de Apelaciones de los Estados
Unidos para el Séptimo Circuito:
Está fuera de cuestión que los judíos fueron perseguidos en [los
campos de concentración], y ha quedado establecido en este
circuito que, en cuanto guardia armado de las SS, ... Kairys
"ayudó" en esa persecución, al margen de si cometió o no una
atrocidad específica al golpear hasta la muerte a un interno
judío o, de cualquier forma, maltratarle más allá de lo implícito al
servicio en cuanto guardia en ese campo... Si el funcionamiento
de tal campo fuera tratado como una conspiración criminal
ordinaria, los guardias armados, como quienes hacen el trabajo
de vigilancia para una banda de ladrones, serían considerados
co-conspiradores, o si no, ciertamente como auxiliadores o
cómplices en la conspiración. [...]
43. El servicio de un individuo en una unidad dedicada a la
explotación y exterminio de civiles por motivos de raza o religión
constituye ayuda en persecución en el sentido de la DPA. Ver
Ciurinskas, 148 F.3d at 734 ("Incluso si Ciurinskas no participó
personalmente , su servicio en [un grupo que perpetró
ejecuciones masivas de judíos] es suficiente para constituir
ayuda en persecución ... Vemos poca diferencia entre ser
guardia de un campo de concentración ... y pertenecer a una
fuerza dedicada al exterminio... de civiles" [...]
44. El servicio del acusado con las Fuerzas de Guardia de las
SS y el Mando de la Policía del Distrito de Lublin (en Trawniki,
Majdanek y Sobibor), y con el Batallón de la Calavera de las SS
en el campo de concentración de Flossenbürg contituyó ayuda
en la persecución de personas por motivos de raza, religión u
origen nacional. [...]
45. El Gobierno ha demostrado mediante pruebas claras,
convincentes e inequívocas que el acusado ayudo en la
persecución de poblaciones civiles durante la Segunda Guerra
Mundial. |365|
La relación de documentos de prueba utilizados en estos procesos de
desnaturalización que se aportan con la presente querella, en lo que concierne a
Iwan Demjanjuk, se encuentra en el cuadro sinóptico de pruebas presentadas y
enunciadas en el Anexo I. Se trata de los Documentos No. 22, 23, 24 y 25.
El servicio en cuanto guardias armados de las SS en lugares donde se
perpetraron crímenes contra la humanidad, en este caso concreto en los
campos de concentración de Mauthausen, Sachsenhausen y Flossenbürg,
hace responsables a Johann Leprich, Anton Tittjung, Josias Kumpf e Iwan
(John) Demjanjuk de actos de persecución con fines de exterminio y otros
actos que son crímenes contra la humanidad, incluidos asesinato, exterminio,
esclavitud, deportación, tortura y otros actos inhumanos.
Es un hecho incontrovertible que los cuatro miembros de las Totenkopf SS más
arriba mencionados, prestaron servicio como guardias armados en lugares
destinados a la persecución de personas por motivos políticos y raciales, entre
otros. Los campos de concentración de Mauthausen, Sachsenhausen y Flossenbürg
fueron lugares de persecución.
Después de la Segunda Guerra Mundial muchos refugiados europeos entraron en
los Estados Unidos al amparo de la Ley sobre Personas Desplazadas de 1948, la
cual les permitía acceder a este país sin estar sujetas a las tradicionales cuotas de
inmigración. Esta ley dispone que quienes intencionalmente presenten hechos no
ajustados a la verdad con el propósito de ser admitidos en los Estados Unidos en
calidad de desplazados, no serán aptos para tal admisión. La definición de
"personas desplazadas" excluye específicamente a los individuos que hayan
"ayudado al enemigo en la persecución de población civil", o que hayan "ayudado
voluntariamente a las fuerzas enemigas" en sus operaciones. Las personas que
habían sido miembros de organizaciones que figuraban en la "lista de enemigos"
elaborada por las autoridades de Estados Unidos a los efectos de implementación
de esta ley, no podían, categóricamente, obtener visados para entrar en los Estados
Unidos. En esos listados figuraban la Gestapo y los Batallones de la Calavera en las
SS. Quienes aún así consiguieron entrar en los Estados Unidos al amparo de esta
ley, pueden ser desnaturalizados sobre la base de que no obtuvieron legalmente su
entrada, lo cual es un pre-requisito para la legalidad de la naturalización; como
consecuencia, estas personas pueden ser deportadas por este mismo motivo.
En consecuencia, el Servicio de Inmigración y Naturalización de los Estados Unidos,
junto con la fiscalía, iniciaron investigaciones y procesos de desnaturalización. Ante
el fracaso del primer intento en este sentido, lo concerniente a la investigación y
enjuiciamiento de criminales nazis se puso en manos de la Oficina de
Investigaciones Especiales de la División Criminal del Departamento de Justicia,
oficina creada en 1979. La OSI se ocupó a partir de entonces del caso de un ex
guardia armado de las SS que llegó a la Corte Suprema de los Estados Unidos con
sentencia favorable para el Gobierno. Se trata del conocido como caso Fedorenko.
En enero de 1981, la Corte Suprema de los Estados Unidos sentó precedente para
todos los procesos de desnaturalización de este tipo, es decir, en lo referido a la
revocación de la nacionalidad de los criminales de guerra nazis que habían entrado
en los Estados Unidos en calidad de "personas desplazadas". En un fallo histórico
en el caso Fedorenko, la Corte Suprema confirmó que el tipo de servicio que una
persona prestó a los nazis puede, en sí mismo, ser determinante de la participación
del individuo en cuestión en el delito de persecución, y puede determinar por tanto el
que esa persona sea apta o no para la obtención de un visado al amparo de la Ley
sobre Personas Desplazadas, incluso sin recurrir a las listas de enemigos y sin
mediar prueba de perpetración directa en las atrocidades.
Fedorenko, al igual que los Totenkopf mencionados, prestó servicio como guardia
armado en un campo nacionalsocialista de concentración, concretamente en el de
Treblinka, en Polonia. Devino ciudadano americano en 1970 tras haber ocultado en
el proceso el hecho de que prestó servicio para los nazis como guardia armado.
Fedorenko perdió su caso a nivel de Corte de Apelaciones, y más tarde ante la
propia Corte Suprema.
En su histórico fallo, la Corte Suprema dispuso que la ciudadanía de Fedorenko
debía ser revocada porque había sido obtenida ilegalmente. De hecho, es en este
caso en donde la Corte Suprema ha determinado lo que constituye ayuda en
persecución al amparo de la Ley sobre Personas Desplazadas, concluyendo que un
guardia armado que ha prestado servicio en un campo de concentración ha
ayudado en la persecución de civiles en los términos de la ley mencionada. " El
servicio de un individuo en cuanto guardia armado en un campo de concentración sea éste voluntario o involuntario- lo convierte en no apto para la obtención de un
visado." |366| "La solución al problema... estriba... en si una conducta concreta
puede ser considerada como ayuda en persecución de civiles. Así, un individuo que
no hizo más que cortar el pelo de las prisioneras antes de que éstas fueran
ejecutadas, no puede considerarse que ha ayudado en la persecución de civiles.
Por otra parte, no hay lugar a dudas de que un guardia a quien le ha sido
proporcionado uniforme y que va armado con rifle y pistola, a quien se le paga un
estipendio y a quien se le permite regularmente abandonar el campo de
concentración para visitar la localidad cercana, y que admite disparar a los
prisioneros que huyan bajo órdenes del comandante del campo, entra en la
categoría de personas que contempla la ley como que ayudaron en la persecución
de civiles." |367| Por tanto, concluye la Corte Suprema que un guardia armado que
ha prestado servicio en un campo de concentración ha ayudado en la persecución
de civiles.
Como ha expresado Eli Rosenbaum, director de la OSI, esta forma de hacer frente
al problema surge de la comprensión del hecho de que la perpetración de crímenes
de guerra y de crímenes contra la humanidad a la escala masiva llevada a cabo por
la Alemania nazi y sus aliados, requirió de la participación coordinada de un gran
número de personas, cada una de las cuales desempeñaba una función necesaria
en esa empresa, independientemente de si esa función conllevaba un contacto
directo con las víctimas.
"Tras Fedorenko, varios tribunales federales han sostenido que un amplio espectro
de conductas contituyen 'ayuda en persecución" al amparo de la DPA. Ver, por
ejemplo, United States v. Sokolov, 814 F.2d 864, 874 (2d Cir. 1987) (la publicación
de artículos anti semitas en un periódico en la Rusia ocupada por los nazis
constituye "ayuda en persecución"); United States v. Reimer, No. 92-Civ-4638, 2002
WL 32101927 p. 9 (S.D.N.Y. Sept. 3, 2002) (un individuo que suministró apoyo
logístico a los guardias que liquidaron el gueto ayudó en la persecución bajo el DPA,
en su versión enmendada), aff'd 356 F.3d 456 (2d Cir. 2004); United States v.
Dercacz, 530 F. Supp. 1348, 1351 (E.D.N.Y. 1982) (miembro de la policía local que
arrestó a personas judías por no llevar brazaletes que las identificaran como tales,
ayudó en persecución); United States v. Osidach, 513 F. Supp. 51, 97-99 (E.D. Pa.
1981) (miembro de la policía local ayudó en persecución al servir como intérprete y
patrullero uniformado).
Bajo la DPA, el gobierno no necesita probar que el individuo en cuestión pretendió
ayudar en la persecución "por motivos de" raza, religión, u origen nacional, y que la
conducta del individuo ayudó a la persecución. Más bien, basta con probar que los
nacionalsocialistas persiguieron por motivos de raza, religión, u origen nacional. Ver,
por ejemplo, Reimer, 2002 WL 32101927, p 8. Además, no es necesario demostrar
el carácter voluntario de la conducta persecutoria del individuo para que la misma
constituya ayuda en persecución. Fedorenko, 449 U.S. at 512." |368|
El Séptimo Circuito ha rechazado explícitamente el argumento de que se requiere
prueba de participación personal en las atrocidades. En este sentido: Kairys v. INS,
981 F.2d. 942-43 (7th Cir. 1992); Kulle v. INS, 825 F.2d 1192 (7th Cir. 1987);
Schellong v. INS, 805 F.2d 661 (7th Cir. 1986), así como United States v. Schmidt,
923 F.2d 1258-59 (7th Cir. 1991).
En ese último caso, la Corte ratificó la decisión del Tribunal de Distrito por la que
éste procedió a la revocación de la ciudadanía y la cancelación del correspondiente
certificado de naturalización referidos a Michael Schmidt, alemán étnico originario de
Rumanía y que sirvió como guardia armado en el campo de concentración de
Sachsenhausen. La Corte es muy clara en cuanto a la no necesidad de prueba de
participación directa en la comisión de atrocidades:
"Schmidt mantiene también que él, personalmente, no cometió atrocidades contra
los prisioneros de Sachsenhausen. Sostiene que dado que a los guardas armados
no les estaba permitido entrar en el campo, no tenía conocimiento de la persecución
que se desarrollaba dentro de los muros de Sachsenhausen. Sin embargo, el que
Schmidt haya participado personalmente o no en actos de violencia, no afecta a
nuestra conclusión de que participó en persecución... |369| En Schellong v. INS, 805
F.2d 655 (7th Cir. 1986), cert. denied, 481 U.S. 1004, 107 S.Ct. 1624, 95 L.Ed.2d
199 (1987) señalamos que 'los campos de concentración nazis eran lugares de
persecución; aquellos individuos que, armados con fusiles, mantenían a los
prisioneros cautivos y les empujaban al trabajo forzado bajo amenaza de muerte o
pena capital, no pueden negar que ayudaron a los nazis en su programa de
opresión racional, política y religiosa'. Ibid. p. 661. Al examinarse en su contexto, las
actividades de un guardia armado de campo de concentración han de ser
consideradas como una contribución al esfuerzo colectivo de los nazis en la
persecución de civiles inocentes...
El servicio en cuanto guardia armado ... aseguraba la destrucción sistemática de los
prisioneros de los campos de concentración.
De este modo, incluso si Schmidt no participó personalmente en los brutales actos
cometidos en Sachsenhausen, su servicio armado y uniformado es suficiente en sí
mismo para concluir que participó en persecución." |370|
Asimismo, en United States v. Koreh, 59 F.3d 431, 442 (3d Cir. 1995), la Corte
declaró que "no es necesario que se dé la participación personal del acusado en la
comisión de atrocidades físicas", y que el servicio prestado para los
nacionalsocialistas no tiene que ser necesariamente un servicio armado para que
constituya ayuda en persecución. Ibid. p. 431. El arma de Korech, en cuanto editor
antisemita, eran su propio periódico (Szekely Nep, un diario privado del Norte de
Transilvania).
En United States v. Stelmokas, 100 F.3d 302, 314 (3d Cir. 1996), cert. denied, U.S. ,
117 S. Ct. 1847 (1997), la Corte mantuvo que "si bien no existe testimonio ocular
que identifique [al acusado] como una persona que cometió atrocidades o que, de
cualquier otra forma, persiguió a población civil, la única inferencia razonable que se
desprende del sumario es que eso es exactamente lo que hacía".
La naturaleza del servicio prestado en cuanto guardia de campo de concentración
fue también analizada por el Tribunal en el caso de la desnaturalización de Theodor
Szehinskyj, quien igualmente se desempeñó como guardia armado en varios
campos de concentración nacional-socialistas.
El Tribunal de Distrito concluyó que "los guardias del Batallón de la Calavera de las
Waffen SS desempeñaron un papel esencial en el mantenimiento del terror en los
campos. El Dr. Sydnor testificó sencillamente que los campos no habrían podido
funcionar sin ellos. Los guardias, que estaban uniformados, armados, pagados y a
quienes se les concedían permisos, tenían instrucciones de disparar a cualquier
prisionero que intentara escapar. Sometían a los internos a castigos físicos tanto
oficiales como no oficiales, así como abuso verbal y persecución... El Dr. Sydnor
enfatizó que a los guardias de las Totenkopf no se les asignaban los mismos
trabajos cada día. Tenían que hacer todo tipo de patrulla nocturna, escoltar a los
prisioneros hasta y desde los lugares de trabajo, vigilarles durante el trabajo,
servicio en las garitas de vigilancia, patrullar el perímetro del campo, etc. También
tenían que estar preparados en todo momento para la búsqueda de personas
escapadas". |371|
En esta misma causa el Dr. Sydnor testificó que no conocía de "ningún caso en que
se hubiera castigado a un guardia por disparar sin justificación, pero que un guardia
podría ser sancionado por no disparar cuando, a ojos de los nacionalsocialistas, la
situación lo requería. Esta afirmación estaba sustentada en pruebas documentales
consistentes en la traducción al inglés de instrucciones emitidas para los guardias
de las SS que fueron presentadas como pruebas ante el Tribunal.
El mismo Tribunal de Distrito afirmó que "[P]or definición, los Totenkopf ayudaron a
la persecución de judíos y de otros considerados racialmente inferiores o
'defectuosos'. Los guardias de los campos de concentración llevaban todos fusiles y
tenían estrictas órdenes de usarlos". |372|
Y también:
Al final de su testimonio, el Dr. Sydnor se refirió a la evolución
de los campos de concentración hacia una "cultura cerrada de
asesinato"... La documentación admitida como prueba no deja
lugar a dudas de que los campos eran, considerados
minuciosamente, una empresa de asesinar de patrocinio estatal
meticulosamente organizada. El reglamento puesto en marcha
por el mismo Heinrich Himmler, y que sus principales acólitos
Theodor Eicke y Oswald Pohl adornaron, ordenaba un sistema,
favorecía la brutalidad y sancionaba la piedad entre los guardias
Totenkopf... Ese mismo reglamento dejaba claro que ningún
guardia podía permanecer mucho tiempo en la periferia de esta
cultura cerrada. Según la práctica de las Waffen SS, a los
guardias Totenkopf se les asignaban nuevas tareas cada día, y
ninguno de ellos puede sostener convincentemente que pasó la
guerra meramente mirando de costado. Por tanto, la fuerte
presunción a extraer de esta incontrovertible documentación
histórica es que los guardias eran, como mínimo, cómplices de
esta cultura cerrada de asesinato incluso aunque no haya
pruebas contundentes de que un homicidio concreto haya sido
cometido a menos de un guardia específico |373|.
El 3er. Circuito ratificó unánimemente la decisión del Tribunal de Distrito y declaró
que "[e]stá claro que la participación personal en atrocidades no se requiere en el
caso de alguien que ha ayudado en persecución - el hecho de ser guardia armado
de campo de concentración es suficiente" |374|.
En su decisión de 1 de junio de 2004 ratificando por unanimidad la orden de
deportación de Michael Negele, el Octavo Circuito falló que al "al impedir escapar a
los prisioneros mediante su presencia en calidad de guardia armado del Batallón de
la Calavera de las SS, Negele estuvo activa y personalmente involucrado en [el
delito de] persecución" |375|.
También como se ha indicado, en 2006 el Séptimo Circuito, en United States v.
Kumpf (7th Circuit, No. 05-2972, Feb. 23, 2006), retomó para hacer propio lo que el
Octavo Circuito había declarado en 2005 en el caso U.S v. Friedrich (guardia
armado en los campos de ocncentración de Gross-Rosen, Dyhenfurth y
Flossenburg), y determinó que el acusado había ayudado personalmente en
persecución, incluso aunque no hubiera prueba de que algún prisionero hubiera
intentado escapar bajo su vigilancia, ya que su presencia personal disuadía los
intentos de fuga y mantenía el orden entre los prisioneros.
Por tanto, los casos que ha habido sobre campos de concentración en los Estados
Unidos en el marco de los procedimientos de desnaturalización, se han basado
tradicionalmente en el precedente establecido por el caso Fedorenko, en que el
Tribunal Supremo reconoció que todos los guardias armados de los campos de
concentración nacionalsocialistas eran, per se, participantes en la persecución
planificada y ejecutada por el régimen nacional-socialista.
Al impedir a los prisioneros que éstos pudieran escapar al inhumano y letal
internamiento en campos de concentración, los Totenkopf garantizaban que
aquéllos siguieran sometidos al programa nazi de persecución y exterminio.
Por otra parte, y también en lo referido a este tipo d e casos, aún si se trata de
procedimientos de desnaturalización, las cortes han sido claras en que "sobre el
Gobierno recae la pesada carga de la prueba en un procedimiento de
desnaturalización y las pruebas que justifiquen la revocación de la ciudadanía han
de ser claras, inequívocas y convincentes, y no deben dejar lugar a dudas.
El Tribunal Supremo afirmó en Fedorenko que el Gobierno ha de responder a una
'pesada carga' para poder establecer las condiciones necesarias para la
desnaturalización |376|.
Tal y como afirma la Oficina de Investigaciones Oficiales, "[L]a carga que pesa sobre
el Gobierno en el sentido de que las pruebas han de ser claras, inequívocas y
convincentes, no deja la cuestión a expensas de la duda, sino que [la carga] es
sustancialmente idéntica a la regida por el parámetro de 'más allá de toda duda
razonable' que se le impone al Gobierno en las causas penales. Klapprott v. United
States, 335 U.S. 601, 612 (1949)." |377|
V.- Persecución con fines de exterminio y participación en otros actos
que son crímenes contra la humanidad, incluidos asesinato,
exterminio, esclavitud, deportación, tortura y otros actos inhumanos.
Los hechos descritos, sin perjuicio de ulterior tipificación, son constitutivos del delito
de persecución (por motivos políticos y raciales), con fines de exterminio, en cuanto
crimen contra la humanidad. Dado el carácter sistemático y a gran escala con que
se perpetraron tales hechos delictivos, constituyen éstos crímenes contra la
humanidad.
Los hechos descritos constituyen también crímenes de guerra.
En el epígrafe relativo a las características y los tipos de actos que constituyen
crímenes contra la humanidad, se ha indicado que este tipo de crimen contra la
humanidad se reconoce como tal en el artículo 6(c) del Estatuto de Nuremberg; en
el artículo II (1)(c) de la Ley 10 del Consejo de Control Aliado; en el Principio VI de
los Principios de Nuremberg; en el artículo 2(11) del proyecto de Código de Delitos
de 1954, en el artículo 5(h) del Estatuto del TPIY y en el artículo 3(h) del Estatuto
del TPIR; en el artículo 18 (e) del protecto de Código de Crímenes de 1996 y, por
último, en el artículo 7(h) del Estatuto de la Corte Penal Internacional.
La Comisión de Derecho Internacional mantiene que el acto inhumano de
persecución puede adoptar muchas formas cuya característica común es la
denegación de los derechos humanos y libertades fundamentales que corresponden
a todas las personas sin distinción, como reconocen la Carta de las Naciones
Unidas en sus artículos 1 y 55 y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos en su artículo 2.
Observando que el término "persecución" ha adquirido un sentido universalmente
aceptado, el profesor experto en derecho penal internacional M. Cherif Bassiouni
propone la siguiente definición:
"La Política o Acción del estado conducente a someter a un
individuo a hostigamiento, tormento, opresión, o medidas
discriminatorias diseñadas para o con la probabilidad de,
producir sufrimiento físico o mental, o daño económico, por
motivo de las creencias, opiniones o pertenencia de la víctima a
un determinado grupo identificable (religioso, social, étnico,
lingüístico, etc.), o simplemente porque el perpetrador buscara
singularizar una determinada categoría de víctimas por motivos
peculiares del perpetrador" |378|.
El TPIY, en su sentencia de 27 de septiembre de 2006 en el caso Prosecutor v.
Momilo Krajišnik, aborda los diversos actos que, cometidos de manera sistemática
y/o generalizada constituyen crímenes contra la humanidad, sistematizando los
elementos de los mismos, entre ellos, el acto de persecución.
Dice esa sentencia al respecto:
5.4 Persecución en cuanto crimen contra la humanidad
5.4.1 Derecho aplicable
Elementos comunes de la persecución en cuanto crimen contra
la humanidad
733. El acta de acusación culpa al acusado, a tenor del artículo
5(h) del Estatuto |379|, de persecución en cuanto crimen contra
la humanidad cometida contra musulmanes bosnios y croatas
bosnios en los municipios objeto del acta de acusación...
734. El crimen de persecución consiste en una acción u omisión
que:
a) discrimina de hecho y niega un derecho humano fundamental
afianzado en derecho internacional; y
b) se lleva a cabo con la intencionalidad de discriminar por
alguno de los motivos enumerados, a saber, políticos, raciales o
religiosos.
735. Los actos enumerados en los restantes sub-apartados del
artículo 5 del Estatuto o previstos en otras partes del mismo, así
como los actos a los que el Estatuto no hace mención explícita,
pueden ser calificados como actos subyacentes de persecución.
|380|
No es necesario que el acto subyacente, en sí mismo,
constituya un crimen bajo el derecho internacional. En la
práctica, no toda negación de un derecho humano fundamental
reviste la gravedad suficiente para constituir un crimen contra la
humanidad. El acto subyacente cometido por motivos
discriminatorios, considerado aisladamente o en conjunción con
otros actos, debe tener la misma gravedad que otros crímenes
enumerados en el artículo 5 del Estatuto. |381|
El servicio en cuanto guardias armados de las SS en lugares donde se perpetraron
crímenes contra la humanidad, en este caso concreto en los campos de
concentración de Mauthausen, Sachsenhausen y Flossenbürg, hace responsables a
Johann Leprich, Anton Tittjung, Josias Kumpf e Iwan (John) Demjanjuk de actos de
persecución con fines de exterminio y otros actos que son crímenes contra la
humanidad, incluidos asesinato, exterminio, deportación, esclavitud, tortura y otros
actos inhumanos.
En esos tres campos hubo víctimas españolas, tal cual se acredita.
VI.Mis representados se encuentra exento de prestar fianza, al amparo de lo dispuesto
en el Art. 281 de la L.E.Cr.
VII.DILIGENCIAS A PRACTICAR
Se solicita la imputación y ulterior procesamiento de Johann Leprich, Anton Tittjung,
Josias Kumpf e Iwan (John) Demjanjuk a efectos de demandar su entrega a las
autoridades judiciales estadounidenses.
Esta solicitud de diligencias se ampliará en el momento procesal oportuno.
Madrid, a diecinueve de junio de dos mil ocho.
Nota documental sobre el presente documento:
El escrito "Texto de la querella penal contra cuatro SS Totenkpf que actuaron en campos de
concentración nacionalsocialistas donde hubo víctimas españolas" es propiedad del Equipo
Nizkor. Las traducciones del inglés y del ruso fueron realizadas por el Equipo Nizkor.
La selección de textos y la argumentación jurídica, así como la valoración y anális de las
pruebas documentales fue realizada por el Equipo Nizkor.
Las pruebas utilizadas con relación a los querellados son las utilizadas por el DOJ
(Departamento de Justicia de los Estados Unidos) en el marco de los procedimientos de
desnaturalización en los Estados Unidos y tienen carácter de documento público al haberse
presentado en procesos judiciales en la jurisdicción norteamericana.
Aunque en general se aclara exactamente el origen de cada uno de los documentos
probatorios, todos tienen carácter de documentos públicos y la traducción al español, en
todos los casos, fue realizada por el Equipo Nizkor.
El duplicado de todos y cada uno de los documentos que se mencionan se encuentran en los
archivos del Equipo Nizkor.
El uso del presente documento se debe citar como propiedad del Equipo Nizkor y queda
reservado a la autorización expresa y fehaciente por parte del Equipo Nizkor.
Sede Europea del Equipo Nizkor, Charleroi, 19jun08s [ Volver]
Notas finales:
1. Nazi Conspiracy and Aggression. United States Printing Office. Washington, 1946. Vol I, p. 967.
Salvo especificación en contrario, todas las traducciones al español del presente documento han sido
realizadas por el Equipo Nizkor. [ Volver]
2. Ibid. [ Volver]
3. Report of Investigation of Alleged War Crimes: Mauthausen - Gusen - Ebensee Chain of
Concentration Camps, Judge Advocate Section, Third United States Army, War Crimes Investigation,
USA Exhibit 249, File No. 3JA-132, p. 5, para 4.a., (en adelante "Informe Cohen"). El original del
"Informe Cohen" se encuentra en los Archivos Nacionales de los Estados Unidos- NARA, y está
catalogado en el Record Group 238. [ Volver]
4. NT: "Major" en la versión original en lengua inglesa, equivalente a un oficial OF-3 en el Código de
la OTAN. [ Volver]
5. Nazi Conspiracy and Aggression. United States Printing Office. Washington, 1946, Vol IV, pp. 836841 [ Volver]
6. NT.: "Ebersee" en el texto original en inglés. [ Volver]
7. Informe Cohen, Prueba No. 27 (A098208-A098211), 2176-PS 214-217. [ Volver]
8. Informe Cohen, Prueba No. 4 (A098080-A098082), 2176-PS 95-97 [ Volver]
9. NT.: "Ziereiz" en el texto en inglés. [ Volver]
10. Informe Cohen (A098095-A098096), 2176-PS, 110-111 [ Volver]
11. Informe Cohen, Pruebas No. 5 y 6 (A098102-A098104 y A098108-A098109), 2176-PS. [ Volver]
12. Informe Cohen, Prueba No. 19 (A098172), 2176-PS 179. [ Volver]
13. NT.: "Sanitaes Lager" en el original. [ Volver]
14. Informe Cohen, Prueba No. 3 (A098069-A098071), 2176-PS 84-86. [ Volver]
15. Informe Cohen, Prueba No. 9 (A098124-A098125), 2176-PS 136-137. [ Volver]
16. Informe Cohen, Prueba No. 22 (A098181-A098182), 2176-PS 187-188. [ Volver]
17. Informe Cohen, Prueba No. 16 (A098150-A098155), 2176-PS 159-164. [ Volver]
18. Informe Cohen, Prueba No. 21 (A098180), 2176-PS 186. [ Volver]
19. Ver: David Wingeate Pike, Spaniards in the Holocaust: Mauthausen, the Horror on the Danube,
Ed. Routledge, London, 2000, p. 408. El autor reproduce un boletín de paga de las SS de 21 de
marzo de 1945 donde figuran 21 prisioneros empleados en la oficina de la Gestapo del campo de
Mauthausen: Kommando: Politische Abteilung, Mauthausen, den 21. März 1945, LISTE - über zu
zahlende Prämien für die Zeit vom 19.3.1945 bis 24.3.45 zu verbuchen gemäß Dienstvorschrift über
Gewärung von Vergünstigungen an Häftlinge vom 15.5.1943 bei Kap. 21/7 b (sächl. Ausgaben).- El
empleado No. 4 es "Climent, Casimir", prisionero No. 4540, empleado como "Schreiber" (registrador).
Junto a Climent, aparecen también en el listado de empleados en el Politische Abteilung los
españoles "Josef Bailina", "Franz Boix", "Josef Cereceda" y "Antonio García". [ Volver]
20. Informe Cohen, Prueba No. 28 (A098217-A098218), 2176-PS 224-225. [ Volver]
21. Trial of the Major War Criminals Before the International Military Tribunal, Nuremberg, 14
November 1945 - 1 October 1946, International Military Tribunal Nuremberg, Nuremberg, Germany,
1947, Vol. VI, pp. 263-278. Traducción al español realizada sobre la base de la versión previamente
traducida a este idioma por The Nizkor Project. [ Volver]
22. US vs. Altfuldisch et al., Case 000-50-5, Record Group 338, National Archives and Records
Administration, Washington D.C., pp. 11-12. [ Volver]
23. US vs. Altfuldisch et al., p. 4. [ Volver]
24. US vs. Altfuldisch et al., pp. 20-21 [ Volver]
25. Ver, entre otros: Caso No. 000-50-5-5 (US vs. Willy Werner et al.); Caso No. 000-50-5-6 (US vs.
Hans Joachim Geiger et al.); Caso No.000-50-5-15 (US vs. Paul Fenner et al.); Caso No. 000-50-5-17
(US vs. Waldemar Barner et al.); Caso No. 000-50-5-33 (US vs. Heinrich Schmitz et.); Caso No. 00050-5-34 (US vs. Horst Goennemann); Caso No. 000-50-5-39 (US vs. Johann Schiller), etc. [ Volver]
26. Sentencia dictada en el caso Anton Kaindl y otros. Esta traducción al español ha sido realizada a
partir de la copia certificada del original microfilmado que se encuentra en haber del United States
Holocaust Memorial Museum, y cuya referencia de archivo es la siguiente: Record Group RG06.025*26, File 2246. [ Volver]
27. En United States v. Negele, No. 4:97CV01810, slip op. pp. 3-4 (E.D.Mo. July 20, 1999), el tribunal
incluye las siguientes referencias sobre el Dr. Sydnor en cuanto perito:
El Dr Sydnor ha sido Presidente del Emory & HenryCollege del 1 de julio de 1984 hasta el 2 de enero
de 1992, donde impartía clases sobre historia del Holocausto y la era de Hitler. Entre 1980 y 1982 fue
profesor asociado en el Hampden-Sydney College, en Virginia, donde enseñó Historia de la Alemania
Nazi. Entre 1972 y 1980 impartió clases sobre historia europea desde 1933 hasta 1955 en el
Longwood College en Virginia. Desde 1969 y hasta 1972 fur profesor de historia en la Universidad
estatal de Ohio, concretamente sobre Civilización Europea e Historia Moderna de Alemania, incluida
la II Guerra Mundial... En 1967 obtuvo un M.A. de la Universidad de Vanderbilt y en 1971 obtuvo su
titulación de Ph.D.... Su tesis doctoral en Vanderbilt versó sobre la historia de la División de la
Calavera de las SS, creada en noviembre de 1939 a partir de 3 regimientos de guardas de campos
de concentración existentes con anterioridad al inicio de la guerra. Domina el idioma alemán y en los
archivos militares de la entonces Alemania Occidental ha investigado lo relativo a los Batallones de la
Calavera de las SS. Ha trabajado también en los Archivos Nacionales de Alemania Occidental que se
encuentran en Koblenz y realizado trabajo de investigación para el Instituto de Historia
Contemporánea de Munich. También ha llevado a cabo investigaciones en los memoriales de
diversos campos de concentración en Europa desde 1970, incluidos los campos de Dachau en
Alemania, Mauthausen en Austria, Auschwitz en Polonia y el museo de los Luchadores del Ghetto en
Israel. Es un gran conocedor de los fondos de la Segunda Guerra Mundial que se hallan en el Museo
del Holocausto de los Estados Unidos así como en el Archivo Nacional (NARA), ambos en
Washington D.C.; en este último archivo ha trabajado principalmente los documentos del juicio de
Nuremberg. Más tarde trabajó en el centro de documentación de Berlín, donde las SS guardaron
unas 66.000 fichas individuales de oficiales pertenecientes a las mismas. Asimismo, ha trabajado
también en una agencia dependiente de la Oficina del Fiscal General Federal de Alemania, creada
específicamente para investigar los crímenes de guerra nacionalsocialistas.
Entre las muchas obras que ha publicado sobre la Alemania nacionalsocialista, ha escrito sobre
Theodor Eicke, quien se desempeñó como Inspector General de los campos de concentración y
comandante de la División de la Calavera de las SS hasta que fue asesinado en Rusia en 1943. Ha
colaborado con otros autores en diversas materias relacionadas con el Holocausto. Ha impartido
clases y publicado trabajos de investigación sobre el papel de la División de la Calavera de las SS y
las unidades SS en la guerra entre 1941 y 1943. Durante los últimos 30 años, la investigación del Dr.
Sydnor se ha centrado en tres áreas principalmente. En primer lugar, la historia individual de los
diversos campos de concentración que proliferaron después de 1939, tras el inicio de la guerra y
cuando Alemania se dedicó intensamente a la conquista y persecución de pueblos considerados por
los nacionalsocialistas peor que indeseables. Su segundo ámbito de conocimiento es el de la política
racial, y el tercero se centra en la figura de Reinhard Heydrich, jefe de la policía de seguridad y del
Servicio de Seguridad, responsable del desarrollo y planificación de la llamada "solución final a la
cuestión judía". [ Volver]
28. United States v. Negele, No. 4:97CV01810, slip op. at 20-32 (E.D.Mo. July 20, 1999). [ Volver]
29. Nazi Conspiracy and Aggression, Vol IV, pp. 1000-1003. [ Volver]
30. US vs. Joseph Becker et al., Case No. 000-50-46, Deputy Judge Advocate Office - 7708 War
Crimes Group - European Command - APO 407, 21 May 1947, pp. 4-12 [ Volver]
31. Ibid., p. 21. [ Volver]
32. Bassiouni, M. Cherif , International Crimes: Jus Cogens and obligatio Erga Omnes, en Law &
Contemp.Prob., 25 (1996), pp. 63, 68 [ Volver]
33. Ver: In re Barcelona Traction, Light & Power Co. (Belg. v. Spain), 1970 I.C.J. 4, 33 (Judgment of
Feb. 5). [ Volver]
34. Comisión de Derecho Internacional, Anuario de la Comisión de Derecho Internacional, 1976, Vol.
II, 2a Parte, p. 89. [ Volver]
35. STS (Sala de lo Penal) No. 327/2003, de 25 de febrero de 2003, Fundamento de Derecho
Décimo. [ Volver]
36. Ibid., Fundamento de Derecho Undécimo. [ Volver]
37. Ibid., Fundamento de Derecho Duodécimo. [ Volver]
38. Ibid., Fallo. [ Volver]
39. STC 237/2005, de 26 de septiembre de 2005, FJ 3. [ Volver]
40. STC 237/2005, FJ 2, 8 y 10. [ Volver]
41. Corte IDH, Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile. Sentencia sobre Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. (Serie C) No. 154. 26 de septiembre de 2006. Voto
razonado del Juez A.A. Cançado Trindade, párr. 19. Disponible en
http://www.derechos.org/nizkor/chile/doc/almonacid.html (con índice de lectura) y en
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_154_esp.pdf (visitadas por última vez el
03may08). [ Volver]
42. Corte IDH, Caso La Cantuta vs. Perú. Sentencia sobre fondo, reparaciones y costas. (Serie C)
No. 162. 29 de noviembre de 2006, párr. 160. Disponible en:
http://www.derechos.org/nizkor/peru/doc/cantuta3.html (visitada por última vez el 03may08). [ Volver]
43. Ibid., nota 134 [ Volver]
44. Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las
normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional
humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones, A/RES/60/147, Asamblea General de las
Naciones Unidas, 21 de marzo de 2006, p. 5. La negrilla es añadida. [ Volver]
45. Ibid., pp. 6-7. [ Volver]
46. Sentencia Núm. 16/2005, Sección Tercera, Sala de lo Penal, Audiencia Nacional, 19 de abril de
2005, pp. 3-4. [ Volver]
47. Ibid., pp. 46-47. [ Volver]
48. STS (Sala de lo Penal) No. 798/2007, de 1 de octubre de 2007, Fundamento de Derecho
Séptimo. [ Volver]
49. Ibid. [ Volver]
50. STC No. 227/2007, de 22 de Octubre de 2007, FJ 4, 5 y 6. [ Volver]
51. Der Prozeß gegen die Hauptkriegsverbrecher vor dem Internationalen Militärgerichtshof Nürnberg
14. November 1945 - 1. Oktober 1946, Nürnberg 1947, tomo II, p. 150 [ Volver]
52. Huhle, Rainer De Nüremberg a la Haya, KO'AGA ROÑE'ETA se.v (1997) http://www.derechos.org/koaga/v/1/huhle.html [ Volver]
53. Nur. U.S. Mil. Trib, 4 Dec. 1947, Justice Trial, A.D., 1947, 282; Canada, High Court of Justice, 10
July 1989, Regina v. Finta, I.L.R., 82, p. 441 [ Volver]
54. Informe de la Comisión de Derecho Internacional sobre los trabajos de su segunda sesión, ILC
Yearbook 1950 Vol II Doc.A/1316 pp. 374-378. [ Volver]
55. Osmañczyk, Edmund J., Enciclopedia Mundial de Relaciones Internacionales y Naciones Unidas,
Fondo de Cultura Económica, México, 1976, pp. 787-788. [ Volver]
56. Informe de la Comisión de Derecho Internacional sobre la labor realizada en su 48º período de
sesiones, 6 de mayo a 26 de julio de 1996. Asamblea General. Documentos Oficiales Quincuagésimo
primer período de sesiones. Suplemento No. 10 (A/51/10), p. 20 [en adelante, "Código de
Crímenes"]. Este informe contiene el Proyecto de Código de Crímenes contra la Paz y la Seguridad
de la Humanidad correspondiente a 1996. [ Volver]
57. Código de Crímenes, p. 101. [ Volver]
58. Report of the Secretary-General Pursuant to Paragraph 2 of Security Council Resolution 808
(1993), UN Doc. S/25704, 3 May 1993 ("Report of the Secretary-General"), párr. 35 [ Volver]
59. Nazi Conspiracy and Aggression, Vol I, p. 5. Traducción al español de la versión original en inglés
realizada por el Equipo Nizkor y tomada de: Estatuto de la Corte Penal Internacional. Estatutos de los
Tribunales Internacionales de Nuremberg (1945) a Sierra Leona (2002), Equipo Nizkor, 2ª. Ed.,
Madrid, 11 noviembre 2002, pp. 14-15. [ Volver]
60. Howard S. Levie, Terrorism in War: The Law of War Crimes, 1993, p. 414 [ Volver]
61. Nazi Conspiracy and Aggression, Vol I, p. 6. Estatutos de los Tribunales Internacionales de
Nuremberg (1945) a Sierra Leona (2002), p. 15 [ Volver]
62. Friedman, Leon, The Law of War, A documentary History: The Tokio War Crimes Trial, 1972,
p.1040. Traducción al español de la versión original en inglés realizada por el Equipo Nizkor y
tomada de: Estatutos de los Tribunales Internacionales de Nuremberg (1945) a Sierra Leona (2002),
p. 27 [ Volver]
63. The Law of War, A documentary History: The Tokio War Crimes Trial, p.1040. Estatutos de los
Tribunales Internacionales de Nuremberg (1945) a Sierra Leona (2002), p. 27 [ Volver]
64. Nazi Conspiracy and Aggression, Vol I, p. 14 [ Volver]
65. Nazi Conspiracy and Aggression, Vol I, pp. 15-56 [ Volver]
66. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, United States Printing Office.
Washington, 1947, p. 85 [ Volver]
67. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, p. 86 [ Volver]
68. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, pp. 54-56 [ Volver]
69. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, p. 85 [ Volver]
70. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, p. 86 [ Volver]
71. Nazi Conspiracy and Aggression, Vol I, p. 5. Estatutos de los Tribunales Internacionales de
Nuremberg (1945) a Sierra Leona (2002), p. 14-15 [ Volver]
72. Nazi Conspiracy and Aggression, Vol I, p. 6. Estatutos de los Tribunales Internacionales de
Nuremberg (1945) a Sierra Leona (2002), p. 15 [ Volver]
73. Nazi Conspiracy and Aggression, Vol I, p. 6. Estatutos de los Tribunales Internacionales de
Nuremberg (1945) a Sierra Leona (2002), p. 15 [ Volver]
74. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, p. 84 [ Volver]
75. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, pp. 87-102 [ Volver]
76. La negrilla es añadida. [ Volver]
77. Nazi Conspiracy and Aggression. United States Printing Office. Washington, 1946. Vol II, p. 14 [
Volver]
78. Nazi Conspiracy and Aggression, Vol II, pp. 14-15 [ Volver]
79. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, p. 86 [ Volver]
80. Trials of War Criminals Before the Nuernberg Military Tribunals Under Control Council Law No.
10. Nuernberg, October 1946 - April 1949. Volume III. United States Government Printing Office.
Washington: 1951, p.1030. [ Volver]
81. Ibid, p. 1031. [ Volver]
82. Trials of War Criminals Before the Nuernberg Military Tribunals Under Control Council Law No.
10. Nuernberg, October 1946 - April 1949. Volume IV. United States Government Printing Office.
Washington: 1951, p.15 y 16 [ Volver]
83. Ibid., p. 219 [ Volver]
84. Ibid. p. 30 [ Volver]
85. Ibid. pp. 36-37 [ Volver]
86. Ibid.. p. 39 [ Volver]
87. Ibid.. p. 51 [ Volver]
88. Ibid., p. 93 [ Volver]
89. Ibid., pp. 118-119 [ Volver]
90. Ibid., pp. 124-125 [ Volver]
91. Ibid., p. 125 [ Volver]
92. Ibid., p. 129 [ Volver]
93. Ibid., pp. 142-143 [ Volver]
94. Ibid., p. 143 [ Volver]
95. Ibid., p. 152 [ Volver]
96. Ibid., p. 152 [ Volver]
97. Ibid., p. 153 [ Volver]
98. Ibid., p. 173 [ Volver]
99. Ibid., p. 205 [ Volver]
100. Ibid., pp. 218-219 [ Volver]
101. Ibid., pp. 266-267 [ Volver]
102. Ibid., pp. 484-485 [ Volver]
103. Ibid., p. 508 [ Volver]
104. Ibid., p. 599 [ Volver]
105. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, pp. 101-102 [ Volver]
106. Nazi Conspiracy and Agression, Vol. IV, p. 496 [ Volver]
107. Nazi Conspiracy and Agression, Vol. IV, pp. 768-772. [ Volver]
108. El listado de referencias jurídicas y de documentos relacionados con los campos de
concentración se recoge en las pp. 968 a 977 del Vol. I de la serie "Nazi Conspiracy and Aggression".
Las entradas incluyen la información relativa a: número asignado al documento; descripción; volumen
de la serie "Nazi Conspiracy and Aggression" en el que se encuentra, y página del volumen de
referencia. Este listado es como sigue:
Documento - Descripción - Vol. - Página
Charter of the International Military Tribunal, Article 6 (B, c) I 5
International Military Tribunal, Indictment Number 1, sections III; VIII (A, C);
X....I 15,31,41,53
3737-PS Hague Convention of 1907 respecting the laws and Customs of War
on Land, Annex, Article 46... VI 597
3738-PS Geneva Convention of 1929 relative to treatment of Prisoners of
War, Articles, 2, 3..........VI 600
Note: A single asterisk (*) before a document indicates that the document
was received in evidence at the Nurnberg trial. A double asterisk(**) before a
document number indicates that the document was referred to during the trial
but was not formally received in evidence, for the reason given in
parentheses following the description of the document. The USA series
number, given in parentheses following the description of the document, is
the official exhibit number assigned by the court.
*374-PS TWX Series of orders signed by Heydrich and Mueller, issued by
Gestapo Headquarters Berlin, 9-11 November 1938, concerning treatment of
Jews. (USA 729) .......III 277
*392-PS Official NSDAP circular entitled "The Social Life of New Germany
with Special Consideration of the German labor Front", by Prof. Willy Mueller
(Berlin, 1938). (USA 326)........III 380
*641-PS Report of Public Prosecutor General in Munich, 1 June 1933,
concerning murder of Dr. Strauss in Dachau by an SS guard. (USA 450).....III
453
*642-PS Report to Public Prosecutor General in Munich, 1 June 1933,
concerning murder of Hausmann in Dachau by an SS guard. (USA 451)......III
454
*644-PS Report to Public Prosecutor General in Munich, 1 June 1933,
concerning murder of Schloss in Dachau by an SS guard. (USA 452)......III
455
*645-PS Report to Public Prosecutor General in Munich, 1 June 1933,
concerning murder of Nefzger in Dachau by an SS guard. (USA 453)......III
457
*778-PS Disciplinary and Penal Measures for Concentration Camp Dachau
and Service Regulations for the Camp Personnel, signed by Eicke, 1 October
1933. (USA 247)......III 550
833-PS Instructions by Admiral Canaris, Head of the Abwehr, 2 February
1942, concerning prosecution of crimes against the Reich or occupying
forces in the occupied territories......III 600
*1063-A-PS Order of Chief of SIPO and SD. 2 January 1941, concerning
classification of concentration camps. (USA 492).....III 775
*1063-B-PS Letter signed by Kaltenbrunner, 26 July 1943, concerning
establishment of Labor Reformatory camps. (USA 492).....III 777
*1063-D-PS Mueller's order, 17 December 1942, concerning prisoners
qualified for work to be sent to concentration camps.(USA 219).....III 778
1063-E-PS Copy of Mueller's order, 25 June 1942, concerning increased
shipments to concentration camps......III 780
1151-P-PS Letter from WVHA, 28 March 1942, concerning "Action 14 F 13"
from files of Gross Rosen Concentration Camp.........III 808
*1165-PS Letter from Commandant of concentration Camp Gross Roesen,
23 October 1941, and letter of Mueller to all Gestapo offices, 9 November
1941, concerning execution of Russian PW's. (USA 244)......III 821
*1166-PS Interoffice memorandum of WVHA, 15 August 1944, concerning
number of prisoners and survey of prisoners' clothing. (USA 458).....III 824
1216-PS Typewritten memorandum, "Important Incidents in Concentration
camp Dachau".......III 846
1390-PS Decree of the Reich President for the Protection of the People and
State, 28 February 1933. 1933 Reichsgesetzblatt, Part I, p. 83.......III 968
*1531-PS Directive from RSHA,26 October 1939, concerning execution of
protective custody, and directive, 12 June 1942, concerning third degree.
(USA 248).......IV 93
*1584-I-PS Teletype from Goering to Himmler, 14 February 1944, concerning
formation of 7th Air force Group squadron for special purposes. (USA
221)........IV 117
*1584-III-PS Correspondence between Himmler and Goering, 9 March 1944,
concerning use of concentration camp inmates in aircraft industry. (USA
457).......IV 118
1616-PS Letter from Dr. Rascher to Himmler, 17 February 1943, concerning
freezing experiments........IV 133
*1650-PS Directive to state police Directorates from Chief of SIPO and SD by
Mueller, 4 March 1944, concerning captured escaped PWs .(USA 246)......IV
158
*1723-PS Order concerning cooperation of Party offices with the Secret State
Police, 25 January 1938, published in Decrees, Regulations,
Announcements, 1937, Vol. II. pp. 430-439. (USA 206)....IV 219
*1919-PS Himmler's speech to SS Gruppenfuehrers, 4 October 1943. (USA
170).....IV 558
1956-PS Meaning and Tasks of the Secret State Police, published in The
Archives, January 1936, Vol 22-24, p. 1342..........IV 598
2107-PS Law on Secret State Police of 10 February 1936. 1936 Preussische
Gesetzsammlung, pp. 21-22......IV 732
2108-PS Decree for execution of Law on Secret State Police of 10 February
1936. 1936 Preussische Gestzsammlung, pp. 22-24.......IV 732
2169-PS Quarterly report of the SS medical officer of Hmb. Neuengamme
concentration camp, 29 March 1945......IV 799
2171-PS U. S. Government report B-2833 on Numerical Expansion of
Buchenwald Concentration Camp, during years 1937-1945......IV 800
*2176-PS Report on Mauthausen concentration camp, by investigating
officer, Office of Judge Advocate, Third U. S. Army, 17 June 1945.(USA
249).....IV 836
2187-PS Order from Main Ss economic administration office, 14 July 1943,
concerning beating of female prisoners.......IV 842
*2189-PS Orders from Department D of Economic and Administrative Main
Office, 11 August 1942, concerning punishment by beating. (USA 460)......IV
842
2222-PS Report of investigation of Buchenwald Concentration Camp, by
Judge Advocate Section, Third United States Army, 25 May 1945......IV 860
*2285-PS Affidavit, 13 May 1945, by two French officers, about shooting of
prisoners at Mauthausen. (USA 490)......IV 991
*2309-PS Report by Headquarters Third United States Army, 21 June 1945,
concerning Flossenburg Concentration Camp. (USA 245)......IV 999
*2324-PS Extracts from Reconstruction of a Nation, by Hermann Goering.
1934. (USA 233)......IV 1033
*2330-PS Order of Protective Custody, Police Directorate of Nurnberg-Fuerth
of Josef Simon, Chairman Of German Shoemaker's Union, 29 August 1935.
(USA 237).......IV 1038
*2334-PS Affidavits of Lorenz Hagen, Chairman of Local Committee, German
Trade Unions, Burnberg. (USA 238).....IV 1041
2344-PS Reconstruction of a Nation by Goering, 1934, p. 89......IV 1065
2347-PS Court decisions from 1935 Reichsverwaltungsblatt, Vol.56, pp.557578, 20 July 1934. IV 1066
2476-PS Affidavit of Josef Buehler, 4 November 1945.........V 228
*2477-PS Affidavit of Willy Litzenberg, 4 November 1945. (USA 518)........V
229
2478-PS Affidavit of Willy Litzenberg, 4 November 1945 V 230
*2499-PS Original Protective Custody Order served on Dr. R. Kempner, 15
March 1935.(USA 232).....V 236
*2513-PS Extract from The National Socialist Workers' Party as an
Association Hostile to State and to Republican Form of Government and
Guilty of Treasonable Activity.(USA 235).....V 252
2533-PS Extract from article "Legislation and Judiciary in Third Reich", from
Journal of the Academy for German Law, 1936, pp. 141-142.....V 277
*2605-PS Affidavit of Dr. Rudolf Kastner, former President of the Hungarian
Zionist Organization, 13 September 1945.(USA 242).....V 313
2615-PS Affidavit of Dr. Wilhelm Hoettl, 5 November 1945......V 338
2655-PS Concordat between the Holy See and the German Reich, Article 31.
1933 Reichsgesetzblatt, Part II, p. 679, 687-8......V 364
*2663-PS Hitler's speech to the Reichstag,30 January 1939, quoted from
Voelkischer Beobachter, Munichedition, 1 February 1939. (USA 268).....V
367
*2745-PS Order for commitment to concentration camp, 7 July 1943,
Kaltenbrunner's signature. (USA 519).....V 383
*2753-PS Affidavit of Alois Hoellriegl, 7 November 1945. (USA 515)......V 393
*2928-PS Affidavit of Mathias Lex, deputy president of the German
Shoemakers Union. (USA 239)......V 594
*3051-PS Three teletype orders from Heydrich to all stations of State police,
10 November 1938, on measures against Jews, and one order from Heydrich
on termination of protest actions. (USA 240)......V 797
*3249-PS Affidavit of Dr. Franz Blaha, 24 November 1945. (USA 663)......V
949
*3420-PS U. S. Army report on human skin exhibits at Buchenwald
Concentration Camp. (USA 252).....VI 122
*3421-PS Certificate accompanying human skin exhibit. (USA 253).....VI 123
*3423-PS U. S. Army report on identification of tattooed human skins. (USA
252).....VI 123
*3590-PS Charges and findings against Weiss and others tried by U. S.
Military Court at Dachau. (USA 664).....VI 288
*3601-PS Affidavit of Sidney Mendel, 28 December 1945, concerning the
connection of Frick's Ministry of Interior with concentration camps. (GB
324).....VI 313
*3751-PS Diary of the German Minister of Justice, 1935 concerning
prosecution of church officials and punishment in concentration camps. (USA
828; USA 858).....V 636
*3762-PS Affidavit of SS Colonel Kurt Becher, 8 March 1946, concerning the
responsibility of Kaltenbrunner for concentration camp executions. (USA
798).....VI 645
*3844-PS Statement of Josef Niedermayer, 7 March 1946, concerning
Kaltenbrunner'spart in "bullet" orders at mauthausen concentration camp.
(USA 801)......VI 782
*3846-PS Interrogation of Johann Kanduth, 30 November 1945, concerning
crematorium at Mauthausen and the activities of Kaltenbrunner there. (USA
796)....VI 783
*3868-PS Affidavit of Rudolf Franz Ferdinand Hoess, 5 April 1946,
concerning execution of 3,000,000 people at Auschwitz Extermination
Center. (USA 819).....VI 787
*3870-PS Affidavit of Hans Marsalek, 8 April 1946, concerning Mauthausen
Concentration Camp and dying statement of Franz Ziereis, the Commandant.
(USA 797).....VI 790
*D-84 Gestapo instructions to State Police Departments, 5 August 1937,
regarding protective custody for Bible students. (USA 236).....VI 1040
*D-569 File of circulars from Reichsfuehrer SS, the OKW, inspector of
Concentration Camps, Chief of Security Police and SD, dating from 29
October 1941 through 22 February 1944, relative to procedure in cases of
unnatural death of Soviet PW, execution of Soviet PW, etc. (GB 277).....VII
74
*D-728 Circular, 15 March 1945 , from NSDAP Gauleitung Hessen-Nassau to
the "Kreis"-Leaders of' the Gau, concerning action by the Party to keep
Germans in Check until end of the War, (GB 282).....VII 174
*D-745-A Deposition of Anton Kaindl; 8 March 1946, concerning SS
personnel supervising concentration camps. (USA 811).....VII 208
*D-745-B Deposition of Anton Kaindl, 19 March 1946, concerning SS
personnel supervising concentration camps. (USA 812).....VII 209
*D-746-A Deposition of Fritz Suhren, 8 March 1946, concerning SS
personnel supervising concentration camps. (USA 813).....VII 209
*D-746-B Deposition of Fritz Suhren, 19 March 1946, concerning SS
personnel supervising concentration camps. (USA 814) VII 210
*D-748 Affidavit of Karl Totzauer, 15 March 1946, concerning SS personnel
supervising concentration camps. (USA 816).....VII 211
*D-749-B Statement of Rudolf Hoess, 20 March 1946, concerning SS
personnel supervising concentration camps. (USA 817).....VII 212
*D-750 Deposition of August Harbaum, 19 March 1946, concerning SS
personnel supervising concentration camps. (USA 818).....VII 213
*L-83 Affidavit of Gerhart H. Seger, 21 July 1945. (USA 234).....VII 859
*L-215 File of orders and dossiers of 25 Luxembourgers committed to
concentration camps at various times in 1944. (USA 243).....VII 1045
*R-91 Telegram from Mueller, SS Gruppenfuehrer to Reichsfuehrer Ss, 16
December 1942. (USA 241)......VIII 60
*R-124 Speer's conference minutes of Central Planning Board, 1942-44,
concerning labor supply. (USA 179).....VIII 146
*R-129 Letter and enclosure from Pohl to Himmler, 30 April 1942, concerning
concentration camps. (USA 217).....VIII 198 [ Volver]
109. Nazi Conspiracy and Aggression, Vol I, pp. 949-967 [ Volver]
110. Nazi Conspiracy and Aggression, Vol IV, pp. 833-834 [ Volver]
111. Enciclopedia Mundial de Relaciones Internacionales y Naciones Unidas, pp. 787-788. [ Volver]
112. Draft Convention on the Crime of Genocide, Commentary, U.N. Secretary-General, U.N. Doc
E/447 (1947). [ Volver]
113. UN Security Council resolution 827, May 25, 1993 [ Volver]
114. Prosecutor v. Momilo Krajišnik, Trial Chamber I, Case: IT-00-39-T, 27 September 2006. Texto
completo en su versión original en inglés disponible en:
http://www.un.org/icty/krajisnik/trialc/judgement/kra-jud060927e.pdf (visitada por última vez el
21may08). A los efectos que aquí interesan ver párrs. 1078 a 1124, relativos a la conclusión del
Tribunal en cuanto a la responsabilidad del acusado ("Conclusions on the Accused's responsibility"). [
Volver]
115. El texto completo del resumen de la sentencia leído oficialmente por el tribunal, en su versión en
inglés, se encuentra disponible en: http://www.un.org/icty/pressreal/2006/p1115e-summary.htm
(visitada por última vez el 03may08) [ Volver]
116. Report of the Secretary-General Pursuant to Paragraph 2 of Security Council Resolution 808
(1993), U.N. Doc. S/25704, 3 May 1993 ("Report of the Secretary-General"), para. 53 [ Volver]
117. Ibid., para 54 [ Volver]
118. Trial of Otto Sandrock and three others, British Military Court for the Trial of War Criminals, held
at the Court House, Almelo, Holland, on 24th-26th November, 1945, UNWCC, vol. I, p. 35). [ Volver]
119. Los acusados eran suboficiales alemanes que habían ejecutado a un prisionero de guerra
británico y a un civil holandés en cuya casa se había refugiado el miembro de la Fuerza Aérea
británica. En cada ejecución, uno de los alemanes había efectuado el disparo letal, otro había dado la
orden y el tercero permanecía al volante de un coche usado para ir a un bosque en las afueras del
pueblo holandés de Almelo, para impedir que la gente se acercara mientras tenían lugar los disparos.
El Fiscal declaró que "la analogía que le parecía más idónea a este caso era la del crimen del tipo
ganster, en donde cada miembro de la banda es tan igualmente responsable como el hombre que
hizo el disparo" (ibid., p. 37). En su cierre, el Juez señaló que:
"No cabe duda, tal y como yo lo entiendo, que los tres [alemanes] sabían lo
que estaban haciendo y habían ido allí con el firme propósito de asesinar a
este oficial; y, como Vds. saben, si las personas están en presencia unas de
otras, al mismo tiempo, formando parte de una empresa común que es
ilegal, cada cual, desde su (sic) particular forma de coadyuvar a la finalidad
común de todos, es igualmente culpable en lo que atañe a la ley" (ver
transcripción oficial, Public Record Office, London, WO 235/8, p. 70; copia en
los archivos de la Biblioteca del Tribunal Internacional; el informe en la
UNWCC, vol. I, p. 40 difiere ligeramente).
Todos los acusados fueron declarados culpables, pero los que habían
ordenado los disparos o los habían ejecutado, fueron condenados a muerte,
mientras que los otros fueron condenados a quince años de prisión (Ibid., p.
41). [ Volver]
120. NT: "Judge Advocate" en su expresión original en lengua inglesa y para designar al Juez
encargado de la administración de la justicia militar, con rango de oficial. [ Volver]
121. Hoelzer et al., Canadian Military Court, Aurich, Germany, Record of Proceedings 25 March-6
April 1946, vol. I, pp. 341, 347, 349 (RCAF Binder 181.009 (D2474); copia en los archivos de la
biblioteca del Tribunal Internacional). [ Volver]
122. Trial of Gustav Alfred Jepsen and others, Proceedings of a War Crimes Trial held at Luneberg,
Germany (13-23 August, 1946), judgement of 24 August 1946 (transcripción original en la Public
Record Office, Kew, Richmond; copia en los archivos de la biblioteca del Tribunal Internacional). [
Volver]
123. Ibid., p. 241. [ Volver]
124. Trial of Franz Schonfeld and others, British Military Court, Essen, June 11th-26th, 1946,
UNWCC, vol. XI, p. 68 (summing up of the Judge Advocate). [ Volver]
125. Trial of Feurstein and others, Proceedings of a War Crimes Trial held at Hamburg, Germany (424 August, 1948), judgement of 24 August 1948 (transcripción original en la Public Record Office,
Kew, Richmond; copia en los archivos de la biblioteca del Tribunal Internacional). [ Volver]
126. El Fiscal argumentó lo siguiente:
Es un principio básico del derecho inglés, y en realidad de todo el derecho, el
que un hombre sea responsable de sus actos y se considere que pretenda
las consecuencias naturales y normales de los mismos, y, si estos hombres
[...] pusieron en marcha la maquinaria por la que los cuatro prisioneros
fueron disparados, entonces son culpables del crimen de asesinato. No es
esencial, y no lo ha sido, el hecho de que cualquiera de estos hombres haya
conducido a un lugar a estos soldados y los haya ejecutado o despachado
personalmente. No es necesario en absoluto; su responsabilidad queda
establecida por el mero hecho de poner en marcha la maquinaria que
terminó matando a los cuatro hombres que nos ocupan. (ibid., p.4). [ Volver]
127. Ibid., summing up of the Judge Advocate, p. 7. [ Volver]
128. Al respecto, el Juez Auditor Militar señaló que: "[p] or supuesto, es bastante probable que [el
acto criminal] hubiera tenido lugar en ausencia de todos los aquí acusados, pero no es lo mismo que
decir [...] que [el acusado] no puede ser un eslabón en la cadena de causación [...]" (ibid., pp. 7-8). [
Volver]
129. Concretamente, se sostuvo que para estar "involucrado en la comisión del acto criminal", era
necesario probar: "que cuando tomó parte en ello conocía el fin pretendido. Si cualquiera de los
acusados hubiera ordenado la ejecución creyendo que se trataba de una ejecución perfectamente
legal, si estos cuatro soldados hubieran sido condenados a muerte por un tribunal debidamente
constituido no siendo en este caso la orden de ejecución más que la orden de llevar a cabo la
decisión de la Corte, entonces el acusado no sería culpable pues carecería de conocimiento doloso.
Pero donde [...] una persona estuviera involucrada, y [...] conociera del fin pretendido con estos
actos, entonces, ese acusado sería culpable del crimen que se le imputa". (ibid., p. 8).
El requisito de conocimiento por parte de cada participante, si bien sólo deducible implícitamente,
también fue resaltado en el caso Stalag Luft III, Juicio de Max Ernst Friedrich Gustav Wielen y Otros,
Proceedings of the Military Court at Hamburg, (1-3 Julio 1947) (transcripción original en la Public
Record Office, Kew, Richmond; copia en los archivos de la Biblioteca del Tribunal Internacional),
relativo al asesinato de 50 oficiales de la fuerza aérea aliada que se habían escapado del campo
Stalag Luft III en Silesia. El Fiscal, en sus observaciones iniciales señaló que: "todos, en concreto
cada policía, sabía con certitud que había habido una fuga masiva de prisioneros de guerra el 25 de
marzo de 1944 [...] cada policía sabía que los prisioneros de guerra estaban en libertad. Creo que es
importante recordar esto, y concretamente en relación con los miembros de baja graduación de la
Gestapo que han sido acusados ante este Tribunal, es importente recordarlo porque pueden alegar
que no sabían quién era esa gente. Pueden decir que no sabían que eran prisioneros de guerra pero
[de hecho] todos ellos lo sabían [...]" (ibid., p. 276).
Yendo aún más lejos, en dos casos concernientes a la participación de un acusado en "la noche de
los cristales rotos", el Tribunal Supremo para la zona británica enfatizó que no se requiere que el
acusado esté al corriente de las revueltas en todo el Reich. Basta con que conozca de una acción
local, que la apruebe y que la pretenda como "propia" (traducción no oficial). El hecho de que el
acusado participara conscientemente en las medidas arbitrarias dirigidas contra las judíos es
suficiente para hacerle responsable de un crimen contra la humanidad (Caso no. 66, Strafsenat.
Urteil vom 8Februar 1949 gegen S. StS 120/48, p. 284-290, 286, vol. II). Ver también Caso no. 17,
vol. I, 94-98, 96, en donde el Tribunal Supremo sostuvo que era irrelevante el que la escala de trato
inhumano, deportación y destrucción acaecida en otras partes del país esa misma noche no fueran
llevadas a cabo en ese pueblo. Bastaba con que el acusado hubiera participado intencionadamente
en la acción y que "estuviera al tanto del hecho de que la acción local constituía una medida
diseñada para sembrar terror, lo que se encuadraba en la persecución a escala nacional de los
judíos" (traducción no oficial). [ Volver]
130. The United States of America v. Otto Ohlenforf et al., Trials of War Criminals before the
Nuremberg Military Tribunals under Control Council Law No. 10, United States Government Printing
Office, Washington, 1951, vol. IV, p. 3. [ Volver]
131. Ibid., p. 373 [ Volver]
132. Ibid. [ Volver]
133. Trial of Martin Gottfried Weiss and thirty-nine others, General Military Government Court of the
United States Zone, Dachau, Germany, 15th November-13th December, 1945, UNWCC, vol. XI, p. 5.
[ Volver]
134. Trial of Josef Kramer and 44 others, British Military Court, Luneberg, 17th September-17th
November, 1945, UNWCC, vol. II, p. 1. [ Volver]
135. Ver Dachau Concentration Camp case, UNWCC, vol. XI, p. 14 [ Volver]
136. Belsen case, UNWCC, vol. II, p. 121 [ Volver]
137. Ibid., p.121 [ Volver]
138. Trial of Erich Heyer and six others, British Military Court for the Trial of War Criminals, Essen,
18th-19th and 21st-22nd December, 1945, UNWCC, vol. I, p. 88, at p. 91. [ Volver]
139. Ibid., p. 89. [ Volver]
140. Ver transcripción en la Public Record Office, London, WO 235/58, p. 65 [ Volver]
141. Ibid., p. 66 [ Volver]
142. UNWCC, vol. 1, p. 91. Además de Heyer y el escolta (Koenen) fueron condenados tres civiles.
El primero de los civiles acusados, Boddenberg, admitió haber golpeado a uno de los pilotos en el
puente, después de que otro hubiera sido arrojado por encima del mismo, a sabiendas de que "las
pretensiones de la muchedumbre en contra de ellos [los pilotos] eran fatales, pero sin embargo se
sumó a ella" (transcripción en la Public Record Office, London, WO 235/58, p. 67; copia en el archivo
de la Biblioteca del Tribunal Internacional); el segundo, Kaufer, fue hallado culpable de haber
"golpeado a los pilotos" y de haber "tomado parte activa" en la violencia de la multitud en su contra.
Además, se alegó que intentó quitarle el rifle a un suboficial para disparar a los pilotos debajo del
puente y que empezó a gritar que los pilotos merecían ser disparados (Ibid., pp. 67-68). Al tercero,
Braschoss, se le vio golpear a uno de los pilotos en el puente, bajando debajo del puente para arrojar
al piloto que aún vivía a la corriente. Se alegó además que él y otro cómplice arrojaron a otro piloto
del puente (Ibid., p. 68). Dos de los civiles acusados Sambol y Hartung, fueron absueltos; el primero
por estimarse que los golpes que infligió no fueron particularmente severos ni estuvieron próximos a
la muerte de los pilotos (tratándose de los primeros golpes que se infligieron) y el último porque no
llegó a probarse más allá de toda duda razonable que de hecho tomara parte en la reyerta (Ibid., pp.
66-67, UNWCC, vol. I, p. 91). [ Volver]
143. El cargo, en estricto sentido jurídico, consistía más en la comisión de un crimen de guerra en
violación de las leyes y usos de la guerra por "tener que ver en el asesinato" de los pilotos que en un
asesinato, pues "no estábamos ante un juicio bajo el derecho inglés". (Ibid., at p. 91). A efectos de
intencionalidad y propósito de todos los concernidos, sin embargo, el cargo aparece tratado como un
cargo de asesinato, pues en el transcurso del procedimiento se aceptó que "en tanto en cuanto cada
cual fuera consciente de lo que quería decir la palabra 'asesinato', .... 'no existe dificultad', para los
propósitos de este juicio" (Ibid., pp. 91-92). [ Volver]
144. Ver Pliego de Cargos, en las Publicaciones en Microfilm del Archivo Nacional de los Estados
Unidos, I (disponible en la Biblioteca del Tribunal Internacional). [ Volver]
145. Ibid., p. 1186. [ Volver]
146. Ibid., p. 1188. Ver nota 11 y texto adjunto en relación con los comentarios realizados con
respecto a la causación en el caso Ponzano. [ Volver]
147. Ibid., p. 1190 [ Volver]
148. Ver e.g. Ibid., pp. 1201, 1203-1206. [ Volver]
149. Ver Ibid., pp. 1234, 1241, 1243. [ Volver]
150. Ver Ibid., pp. 1268-1270. [ Volver]
151. Los acusados Akkerman, Krolikovski, Schmitz, Wentzel, Seiler y Goebbel fueron hallados
culpables tanto del asesinato como del cargo de agresión y se les condenó a muerte, a excepción de
Krolikovski, que fue condenado a cadena perpetua (Ibid., pp. 1280-1286). [ Volver]
152. Los acusados Pointner, Witzke, Geyer, Albrecht, Weber, Rommel, Mammenga y Heinemann
were fueron hallados culpables sólo de agresión y se les condenó a penas de cárcel que oscilaron
entre los 2 y los 25 años (Ibid.). [ Volver]
153. Ver texto manuscrito de la sentencia (no publicada), p.6 (traducción no oficial; gentilmente
suministrada por la Oficina del Archivo Público Italiano, Roma; archivo de la Biblioteca del Tribunal
Internacional). Ver también Giustizia penale, 1948, Part II, col. 66, no. 71 (donde aparece una nota
acerca de la sentencia). [ Volver]
154. Ver texto manuscrito de la sentencia (no publicada), p. 6-7 (traducción no oficial). [ Volver]
155. Ver texto manuscrito de la sentencia (no publicada), pp. 13-14 (gentilmente suministrada por la
Oficina del Archivo Público Italiano, Roma; archivo de la Biblioteca del Tribunal Internacional). Una
anotación sobre este caso aparece también en el Archivio penale, 1949, p. 472. [ Volver]
156. Sentencia de 12 de septiembre de 1946, en Archivio penale, 1947, Part II, pp. 88-89. [ Volver]
157. Sentencia de 25 de julio de 1946, en Archivio penale, 1947, Part II, p. 88. [ Volver]
158. Ver texto manuscrito de la sentencia (no publicada) de 5 de julio de 1946, p. 19 (gentilmente
suministrada por la Oficina del Archivo Público Italiano, Roma; archivo de la Biblioteca del Tribunal
Internacional). Ver también Giustizia penale, 1945-46, Part II, cols. 530-532. Para casos en que la
Corte de Casación concluyó que el partícipe era culpable del crimen más grave sin estar éste
previsto en el plan común, ver Torrazzini, sentencia de 18 de agosto de 1946, en Archivio penale
1947, Part II, p. 89; Palmia, sentencia de 20 de septiembre de 1946, Ibid. [ Volver]
159. Ver Giustizia penale, 1950, Part II, cols. 696-697. [ Volver]
160. Ver e.g. Corte de Casación, 15 de marzo de 1948, caso Peveri case, en Archivio penale, 1948,
pp. 431-432; Corte de Casación, 20 de julio de 1949, caso Mannelli, en Giustizia penale, 1949, Part
II, col. 906, no.599; Corte de Casación, 27 de octubre de 1949, P.M. v. Minafò, en Giustizia penale,
1950, Part II, col. 252, no. 202; 24 de febrero de 1950, Montagnino, Ibid., col.821; 19 de abril de
1950, Solesio et al., Ibid., col. 822. En cambio, en una sentencia de 23 de octubre de 1946, la misma
Corte de casación, en Minapò et al., sostuvo que no hacía al caso el que el partícipe de un crimen
hubiera previsto o no la conducta criminal llevada a cabo por otro miembro del grupo criminal
(Giustizia penale, 1947, Part II, col. 483, no. 382). [ Volver]
161. En el caso Antonini (sentencia de la Corte de Casación de 29 de marzo de 1949), el tribunal
sentenciador halló al acusado culpable no sólo del arresto ilegal de algunos civiles, sino también de
su subsiguiente ejecución por parte de los alemanes como "venganza" por un ataque contra tropas
alemanas en Via Rasella, Roma. Según el tribunal sentenciador, el acusado, al arrestar a los civiles,
no había intentado provocar su asesinato pero sabía que había hecho posible una situación que
probablemente conduciría a este resultado. La Corte de Casación desestimó este argumento
sosteniendo que para que el acusado fuera hallado culpable era necesario no sólo que hubiera
previsto sino también que hubiera deseado el asesinato (ver texto de la sentencia en Giustizia
penale, 1949, Part II, cols. 740-742). [ Volver]
162. Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, U.N. Doc. A/CONF.183/9, 17 de julio de
1998. [ Volver]
163. "Judgement", Prosecutor v. Anto Furundzija, Case No.: IT-95-17/1-T, Trial Chamber II, 10
December 1998, para. 227. [ Volver]
164. Incluso si se arguyera que los elementos objetivos y subjetivos del crimen tal cual se establecen
en el artículo 25 (3) del Estatuto de Roma difieren en cierta medida de los requeridos por la
jurisprudencia más arriba citada, las consecuencias de esta desviación sólo pueden ser apreciadas a
largo plazo, una vez que la Corte sea establecida. Esto se debe a la inaplicabilidad al artículo 25 (3)
del Estatuto del artículo 10 del mismo, que establece que "Nada de lo dispuesto en la presente parte
se interpretará en el sentido de que limite o menoscabe de alguna manera las normas existentes o
en desarrollo del derecho internacional para fines distintos del presente Estatuto". Esta disposición no
abarca el artículo 25, ya que aparece en la Parte 2 del Estatuto, mientras que el artículo 25 está
incluido en la Parte 3. [ Volver]
165. Ver párr. 25(2) del Strafgesetzbuch: "Begehen mehrere die Straftat gemeinschaftlich, so wird
jeder als Täter bestraft (Mittäter)". ("si varias personas cometen un crimen en calidad de coautores,
cada una de ellas puede ser penada como autor principal." (traducción no oficial)). La jurisprudencia
alemana ha establecido claramente el principio según el cual cuando se hubiere cometido un crimen
no previsto por el plan criminal común, sólo el autor de este crimen responderá penalmente del
mismo. Ver BGH GA 85, 270. Según la Corte Federal Alemana (en BGH GA 85, 270):
"Mittäterschaft ist anzunehmen, wenn und soweit das Zusammenwirken der
mehreren Beteiligten auf gegenseitigem Einverständnis beruht, während jede
rechtsverletzende Handlung eines Mittäters, die über dieses Einverständnis
hinausgeht, nur diesem allein zuzurechnen ist". ("Hay coautoría
(Mittäterschaft) cuando, y en la medida en que, la acción conjunta de los
distintos partícipes esté basada en un acuerdo recíproco (Einverständnis),
por cuanto cualquier acción criminal de uno de los partícipes (Mittäter) que
sobrepase este acuerdo puede ser únicamente atribuida a ese partícipe."
(Traducción no oficial)). [ Volver]
166. En Holanda el término empledo para esta forma de responsabilidad criminal es "medeplegen".
(Ver HR 6 December 1943, NJ 1944, 245; HR 17 May 1943, NJ 1943, 576; and HR 6 April 1925, NJ
1925, 723, W 11393). [ Volver]
167. Ver artículo 121-7 del Code pénal, cuyo tenor literal es el que sigue:
"Est complice d'un crime ou d'un délit la personne qui sciemment, par aide ou
assistance, en a facilité la préparation ou la consommation. Est également
complice la personne qui par don, promesse, menace, ordre, abus d'autorité
ou de pouvoir aura provoqué à une infraction ou donné des instructions pour
la commettre". ("Será cómplice de un crimen o delito quien a sabiendas
hubiere facilitado la planificación o la comisión del mismo, ya sea alentando
tales planificación o comisión o ayudando a ellas. Será igualmente cómplice
quien por medio de dádiva, promesa, amenaza, orden, abuso de autoridad o
de poder hubiere instigado un acto criminal o dado instrucciones de
cometerlo". (Traducción no oficial)).
Además de la responsabilidad por crímenes cometidos por más personas, la Corte de Casación ha
previsto la responsabilidad penal por actos cometidos por un cómplice más allá de lo contemplado
por el plan criminal. En este sentido, la Corte ha distinguido entre crímenes carentes de relación con
el crimen previsto (e.g. una persona entrega una pistola a un cómplice en el contexto de un atraco,
pero el cómplice usa el arma para asesinar a un familiar), y crímenes en que la conducta guarda
alguna relación con el crimen planificado (e.g. el hurto llevado a cabo bajo la forma de un robo). En la
primera categoría de casos, la jurisprudencia francesa no considera responsable a la persona
concernida, mientras que en la última sí, pero bajo determinadas condiciones (tal cual sostivo en una
sentencia de 31 de diciembre de 1947, Bulletin des arrêts criminels de la Cour de Cassation 1947,
no. 270, el cómplice "devait prévoir toutes les qualifications dont le fait était susceptible, toutes les
circonstances dont il pouvait être accompagné" ("debía prever todas la calificaciones de que el hecho
era susceptible y todas las circunstancias que pudieran resultar del crimen" (traducción no oficial)).
Ver también la decisión de 19 de junio de 1984, Bulletin, Ibid., 1984, no. 231. [ Volver]
168. El principio del plan común aparece delineado en su sustancia en las siguientes disposiciones
del Codice Penale:
"Artículo 110: Pena per coloro che concorrono nel reato.- Quando più
persone concorrono nel medesimo reato, ciascuna di esse soggiace alla
pena per questo stabilità, salve le disposizioni degli articoli seguenti."
("Penas a imponer a los partícipes en un crimen.- Cuando varias personas
participan en el mismo crimen, a cada una de ellas se le impondrá la pena
prevista para ese crimen teniendo en cuenta las disposiciones de los
artículos siguientes". (traducción no oficial); y
"Artículo 116: Reato diverso da quello voluto da taluno dei concorrenti.Qualora il reato commesso sia diverso da quello voluto da taluno dei
concorrenti, anche questi ne risponde, se l'evento e conseguenza della sua
azione od omissione." ("Otros crímenes distintos del previsto por algunos de
los partícipes.- Cuando el crimen cometido sea distinto del pretendido por
uno de los partícipes, éste responderá también de ese crimen si el mismo es
consecuencia de su acción u omisión". (traducción no oficial)).
Ha de destacarse que los tribunales italianos han interpretado cada vez con mayor frecuencia el
artículo 116 como que establece la responsabilidad penal en casos en que el resultado era previsible.
Ver concretamente la sentencia de la Corte Constitucional de 13 de mayo de 1965, no. 42, Archivio
Penale 1965, part II, pp. 430 ff. En algunos casos los tribunales han requerido la llamada previsión
abstracta (prevedibilità astratta) (ver e.g., instance, Corte de Casación, 3 de marzo de 1978,
Cassazione penale, 1980, pp. 45 ff; Corte de Casación, 4 de marzo de 1988, Cassazione penale,
1990, pp. 35 ff); en otros casos se ha requerido una previsión concreta o específica (prevedibilità
concreta) (ver e.g., Corte de Casación, 11 de octubre de 1985, Rivista penale, 1986, p. 421; y Corte
de Casación, 8 de febrero de 1998, Rivista penale, 1988, p. 1200). [ Volver]
169. Ver R. v. Hyde [1991] 1 QB 134; R. v. Anderson; R. v. Morris [ 1966] 2 QB 110, en donde Lord
Parker CJ sostuvo que "cuando dos personas se embarcan en una empresa conjunta, cada una de
ellas puede ser penada por los actos cometidos en persecución de esa empresa conjunta, lo que
incluye la responsabilidad por las consecuencias anormales si éstas tienen su origen en la ejecución
de la acordada empresa conjunta". Sin embargo, la responsabilidad por tales consecuencias
anormales se restringe a los delitos que el acusado previó que el principal podía cometer como
incidente posible de la empresa ilícita común, y además, el acusado, teniendo tal previsión, ha
debido continuar participando en la empresa (ver Hui Chi-Ming v. R. [ 1992] 3 All ER 897 at 910-911).
[ Volver]
170. La Sección 21(2) del Criminal Code establece que:
"Cuando dos o más personas tienen la intención de llevar a la práctica un
propósito ilícito y ayudarse mutuamente en aras de su consecución, y,
cualquiera de ellas, al llevar a cabo el propósito común, comete un crimen,
se considera que cada uno de los que sabían o debieran haber sabido que la
comisión de ese crimen podría ser una consecuencia probable de llevar a
cabo el plan común,es parte en ese crimen."
Ha de señalarse que a pesar del hecho de que esta sección se está refiriendo a un requisito de
previsión objetiva, la Corte Suprema de Canadá ha modificado esto al mantener lo siguiente: "[e] n
aquellos casos en que al autor principal se le aplica como estándard del elemento intencional una
previsión subjetiva, el partícipe no puede ser constitucionalmente condenado por el mismo crimen
sobre la base de un estándard de previsión objetiva" (R. v. Logan [ 1990] 2 SCR 731 at 735). Por
ende, se aplica un estándard subjetivo en el caso de crímenes como el asesinato. Ver también R. v.
Rodney [ 1990] 2 SCR 687. [ Volver]
171. E.g., en Maine (17 Maine Criminal Code § 57 (1997), Minnesota (Minnesota Statutes § 609.05
(1998)), Iowa (Iowa Code § 703.2 (1997)), Kansas (Kansas Statutes § 21-3205 (19997)), Wisconsin
(Wisconsin Statutes § 939.05 (West 1995)). Si bien bajo el derecho federal de los Estados Unidos no
existe una doctrina del plan común claramente definida, la doctrina Pinkerton ha promulgado
similares principios. Esta doctrina establece la responsabilidad penal por actos cometidos en
persecución de un plan criminal común, al margen de que tales actos hubieren sido específicamente
planeados o no, siempre que estos actos hayan podido ser razonablemente contemplados como
probable consecuencia o probable resultado del plan criminal común (ver Pinkerton v. United States,
328 U.S. 640, 66 S. Ct. 1180, 90 L. Ed. 1489 (1946); State v. Walton, 227 Conn. 32; 630 A.2d 990
(1993); State of Connecticut v. Diaz, 237 Conn. 518, 679 A. 2d 902 (1996)). [ Volver]
172. Bajo el derecho australiano, cuando dos partes se embarcan en una empresa criminal conjunta,
un partícipe puede ser penado por un acto que él prevé pueda ser llevado a cabo por el otro partícipe
en el transcurso de la empresa, incluso aunque aquél no haya dado su consentimiento explícito o
tácito para la comisión de tal acto (McAuliffe v. R. (1995) 183 CLR 108 at 114). La prueba para
determinar si un crimen recae bajo el alcance de la finalidad conjunta relevante, es la prueba
subjetiva de la previsión [contemplation]: "acorde con la importancia que el derecho otorga ahora al
estado mental del acusado, el test se ha convertido en un test subjetivo, y el alcance de la finalidad
común ha de determinarse a la luz de lo contemplado por las partes que comparten esa finalidad"
(Ibid.). [ Volver]
173. El artículo 22 del Código Penal establece:
"Cuando dos o más personas tienen la intención comun de perseguir una
finalidad ilícita en conjunción mutua, y en la persecución de tal finalidad se
comete un crimen de tal naturaleza que su comisión sea una consecuencia
probable de la persecución de la finalidad pretendida, se estimará que cada
una de llas habrá cometido el crimen". [ Volver]
174. Ver sentencia de la sala de Primera Instancia, parágrafos 127-179, que explican los
antecedentes del conflicto en la opstina (municipio) de Prijedor. (Opinion and Judgment of: 7 May
1997- Prosecutor v. Dusko Tadic a/k/a "Dule"). [ Volver]
175. Sentencia, párr. 660. [ Volver]
176. Ibid., párr. 370 [ Volver]
177. Ibid. [ Volver]
178. Dobkine, Michel, Crimes et humanité - extraits des actes du procès de Nuremberg - 18 octobre
1945/1er octobre 1946, Ediciones Romillat, Paris 1992, pp. 49-50. [ Volver]
179. Citado en: Morris Virginia and Scharf Michael P., An Insider's Guide to the International Criminal
Tribunal for the Former Yugoslavia, Transnational Publishers, Inc., NY, 1995, pp. 73-74 [ Volver]
180. Informe Final de la Comisión de Expertos para la investigación de las graves transgresiones de
los Convenios de Ginebra y otras violaciones del derecho internacional humanitario cometidas en el
territorio de la ex Yugoslavia, documento de las Naciones Unidas S/1994/674, de 27 de mayo de
1994, párr. 73. [ Volver]
181. Case concerning the Barcelona Traction, Light and Power Company Limited (new application:
1962) (Second Phase), Belgium v. Spain, Judgment of 5 February 1970, I.C.J. Reports 1970, para.33
[ Volver]
182. Código de Crímenes, pp. 100 y ss. [ Volver]
183. Bassiouni, Cherif, Crimes Against Humanity in International Criminal Law, 2nd. rev. ed., The
Hague, Kluwer, 1999, pp. 301-302 [ Volver]
184. Sentencia Almonacid, párrs. 93-104. [ Volver]
185. Citado en: Judgment of the International Military Tribunal for the Trial of German Major war
Criminals, Nuremberg, 30 September and 1 October 1946 (Nuremberg judgment), Cmd. 6964, Misc.
No. 12 (London: H.M.S.O. 1946). [ Volver]
186. Ver preámbulo de la Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada de Personas,
disponible en: http://www.cidh.org/Basicos/Basicos7.htm (visitada por última vez el 21may08) [
Volver]
187. Hudoc reference: REF00000931 - Application number 00024276/94, sentencia de 25may98. [
Volver]
188. The Kingdom Of Spain - V - Augusto Pinochet Ugarte, Bow Street Magistrates' Court, 08 Octiber
1999. [ Volver]
189. Disponible en: http://www2.ohchr.org/spanish/law/disappearance-convention.htm (visitada por
última vez el 21may08) [ Volver]
190. Taylor, Telford, Final report to the Secretary of the Army on the Nuernberg War Crimes Trials
under Control Council law No. 10 , Government Printing Office, Washington, DC, 1949 [ Volver]
191. U.N. Doc. S/RES/955, Anexo, adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU el 8 de
noviembre de 1994. [ Volver]
192. La traducción al castellano que aparece en el Informe de la Comisión de Derechos Internacional
de las Naciones Unidas para su 48º periodo de sesiones, difiere sustantivamente de las versiones
originales en inglés y francés, en donde el adjetivo "política" caracterizando a "organización" no
aparece. La versión en inglés es como sigue: "A crime against humanity means any of the following
acts, when committed in a systematic manner or on a large scale and instigated or directed by a
Government or by any organization or group: [...]". Y en francés: "On entend par crime contre
l'humanité le fait de commettre, d'une manière systématique ou sur une grande échelle et à
l'instigation ou sous la direction d'un gouvernement, d'une organisation ou d'un groupe, l'un des actes
ci-après :[...]". Dado que la versión en castellano no es la original, consideramos la inclusión del
adjetivo "política" un error de traducción. [ Volver]
193. Sentencia comentada en 78 American Journal Int'l Law, 677, 198.4 [ Volver]
194. La cursiva es añadida [ Volver]
195. La cursiva es añadida [ Volver]
196. Disponible en: http://www.parliament.the-stationeryoffice.co.uk/pa/ld199899/ldjudgmt/jd990324/pino1.htm> (visitada por última vez el 21may08) [ Volver]
197. Judgement", Prosecutor v. Anto Furundzija, Case No.: IT-95-17/1-T, Trial Chamber II, 10
December 1998, disponible en: http://www.un.org/icty/furundzija/trialc2/judgement/fur-tj981210e.pdf [
Volver]
198. Código de Crímenes, p. 106 [ Volver]
199. Crimes Against Humanity in International Criminal Law, p. 327 [ Volver]
200. El artículo 5 del Estatuto del TPIY dispone:
"El Tribunal Internacional estará facultado para enjuiciar a las personas
responsables de los siguientes crímenes cuando hayan sido cometidos en el
marco de un conflicto armado, de carácter internacional o interno, y dirigidos
contra cualquier población civil:
a) Homicidio intencional;
b) Exterminio;
c) Esclavitud;
d) Deportación;
e) Encarcelamiento;
f) Tortura;
g) Violación;
h) Persecución por motivos políticos, raciales o religiosos;
i) Otros actos inhumanos."
Ver: Estatuto del Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia, adoptado por el C.S. Res. 827, U.N.
SCOR, 48º Período de Sesiones, 3217ª sesión, p. 6, U.N. Doc. S/RES/827 (1993), 32 I.L.M. 1203
(1993). [ Volver]
201. Tadi Trial Judgement, párrs. 700, 702-3; Kupreški et al. Trial Judgement, párrs. 605, 614. Citado
en: Prosecutor v. Momilo Krajišnik, párr. 735 [ Volver]
202. Prosecutor v. Momilo Krajišnik, párrs. 733-735 [ Volver]
203. Taylor, Telford, Final report to the Secretary of the Army on the Nuernberg War Crimes Trials
under Control Council law No. 10 [ Volver]
204. Código de Crímenes, p. 108 [ Volver]
205. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, pp. 84, 129-131 y 144-146 [ Volver]
206. Resolución 260 A (III) de la Asamblea General; Naciones Unidas, Recueil des Traités, vol. 78, p.
296 [ Volver]
207. Reservations to the Convention on Genocide, Advisory Opinion: I.C.J. Reports, p. 23 [ Volver]
208. Código de Crímenes, pp. 93-94 [ Volver]
209. Israel v. Eichmann, 36 International Law Report 5, 41 (1961). [ Volver]
210. Israel v. Eichmann, 36 Int'l L. Rep. 277, 291-93 (Isr. S. Ct. 1962) [ Volver]
211. Ver: Richard Rhodes, Masters of Death. The SS Einsatzgruppen and the Invention of the
Holocaust, Vintage Books Edition, Random House, NY, August 2003; Henry Friedlander, The origins
of Nazi Genocide from Euthanasia To The Final Solution, The University of North Carolina Press,
Chapel Hill, London, 1995; Ben Shepherd, War in the Wild East. The German Army and Soviet
Partisans, Harvard University Press, London, 2004; Wendy Lower, Nazi Empire - Building and The
Holocaust in Ucraine, The University of North Carolina Press, Published in asociation with the United
States Holocaust Memorial Museum, 2005; Edward B. Westermann, Hitler's Police Battalions.
Enforcing Racial War in the East, University Press of Kansas, 2005. [ Volver]
212. Lemkin considera como antecedentes del crimen de genocidio hechos históricos comparables
como los que menciona en el siguiente comentario: "Como ejemplos clásicos de guerras de
exterminio en que fueron completamente, o casi completamente, destruidos naciones y grupos de
población, pueden citarse los siguientes: la destrucción de Cartago en 146 A.C.; la destrucción de
Jerusalén por Tito en 72 D.C.; las guerras religiosas del Islam y las Cruzadas; las masacres de los
albigenses y los waldenses; y el sitio de Magdeburg en la Guerra de los Treinta Años. De gran escala
fueron las masacres ocurridas en las guerras desatadas por Genghis Khan y por Tamerlane". Citado
en: Rahpaël Lemkin, Axis Rule in Occupied Europe: Laws of Occupation - Analysis of Government Proposals for Redress, Carnegie Endowment for International Peace, New Jersey, 2005, p. 80. [
Volver]
213. Axis Rule in Occupied Europe, pp. 79 a 81. [ Volver]
214. Ian Brownlie, Principles of Public International Law, Oxford, Clarendon Press, 4a ed., 1991, p.
562 [ Volver]
215. Prosecutor v. Dragan Nikolic a.k.a. "Jenki" (Nikolic Case, Rule 61 Decision), Review of
Indictment Pursuant to Rule 61 of the Rules of Procedure and Evidence, Case No. IT-94-2-61, 20
October 1995, para. 26 [ Volver]
216. André HUET et Renée KOERING-JOULIN, Droit Penal International, Presses Universitaires de
France, Paris, 1993, p. 52 [ Volver]
217. Informe del Secretario General de conformidad con el Párrafo 2 de la Resolución del Consejo de
Seguridad 808 (1993), U.N: Doc. S/25704, 3 mayo 1993, párr. 48. [ Volver]
218. Rapport C.D.I., 1989, p. 147, párr. 147 [ Volver]
219. Código de Crímenes, p. 101. [ Volver]
220. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, p. 84 [ Volver]
221. Código de Crímenes, p. 102. [ Volver]
222. Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and Judgment, p. 84 [ Volver]
223. Código de Crímenes, p. 103. Véase además Nazi Conspiracy and Aggression. Opinion and
Judgment, en relación con los acusados Streicher y von Schirach, pp. 129 y 144 respectivamente. [
Volver]
224. Véase el informe presentado por el Secretario General en cumplimiento del párr. 5 de la
resolución 955 (1994) del Consejo de Seguridad (documento S/1995/134, nota 5). Véase también
Morris y Scharf, op. cit. p. 81 [ Volver]
225. Texto completo disponible en: http://www.derechos.org/nizkor/impu/kolkesp.html (Visitada por
última vez el 20may08). [ Volver]
226. Sentencia Núm. 16/2005, pp. 77-81. [ Volver]
227. Sentencia Núm. 16/2005, pp. 95-96. [ Volver]
228. Sentencia Almonacid, párrs. 93-100 y 103-104. A los efectos que aquí interesan ver párrafos 93
a 100 ambos incl. [ Volver]
229. Véase el informe del Comité Preparatorio sobre el Establecimiento de una Corte Penal
Internacional, Asamblea General, Documentos Oficiales, 51° Período de Sesiones, Suplemento (Nº
22), Documento de la ONU A/51/22 (1996), párrafo 193. [ Volver]
230. Código de Crímenes, p. 44. [ Volver]
231. Sentencia Almonacid, párrs. 105-110. [ Volver]
232. Ibid., párrs. 151 y 154 [ Volver]
233. Sentencia La Cantuta, Voto razonado del juez Sergio García Ramírez, párrs. 9-13. [ Volver]
234. International Crimes: Jus Cogens and obligatio Erga Omnes, pp. 63, 68 [ Volver]
235. Comisión de Derecho Internacional, Anuario de la Comisión de Derecho Internacional, 1976,
Vol. II, 2a Parte, p. 89 [ Volver]
236. Ver: United States v. Negele, No. 4:97CV01810, slip op. at 3-4 (E.D. Mo. July 20, 1999). [
Volver]
237. NT: Schutzstoffel en el documento original en lugar del término correcto Schutzstaffel. [ Volver]
238. United States v. Negele, No. 4:97CV01810, slip op. at 8-13 (E.D.Mo. July 20, 1999) [ Volver]
239. Los extractos que se citan a continuación incluyen el texto de las notas tal cual aparece en el
documento original correspondiente a la Declaración Jurada ("affidavit") del experto Charles W.
Sydnor ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte de Illinois, de fecha 9
de agosto de 1990. [ Volver]
240. Prueba 6.3: Corte Estatal de Bonn, Juicio en el Proceso Penal contra Hermann Sorge y Wilhelm
Karl Ferdinand Schubert, 6 de febrero de 1959, 8 Ks 1/58. [ Volver]
241. Prueba 3.2: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Microcopia T-580: Documentos alemanes
capturados filmados en Berlín, Bobina 49/Archivador 271: Ministerio del Interior del Reich,
"Schutzhaft", 12 de abril de 1934, firmado: Pfundtner. [ Volver]
242. Ibíd.; Martin Broszat, "The Concentration Camps", en Helmut Krausnick, Hans Buchheim, Martin
Broszat, Hans-Adolf Jacobsen, eds., Anatomy of the SS State (1968: Walker and Company, Nueva
York), 400-419. [ Volver]
243. Prueba 3.3: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de documentos T-580, Bobina
49/Archivador 271: Circular de la oficina de policía política bávara, "Compilación de los decretos de
Schutzhaft actualmente vigentes en Bavaria", 1 de agosto de 1936, firmado: Stepp, [ Volver]
244. Prueba 3.25: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de documentos T-580, Bobina
49/Archivador 271: Circular de la Oficina de la Gestapo en Munich, 19 de mayo de 1937, firmado:
Stepp. Doc. 2.1: Corte Estatal de Bonn, Juicio en el Proceso Penal contra Hermann Sorge y Wilhelm
Karl Ferdinand Schubert, 6 de febrero de 1959, 8 Ks 1/58; Martin Broszat, "The Concentration
Camps", Anatomy of the SS State, 451-452. [ Volver]
245. Prueba 3.4: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de documentos T-580, Bobina
49/Archivador 271:Ministro del Interior del Reich, "Detención preventiva", 25 de enero de 1938,
firmado: (Wilhelm) Frick, Ministro del Interior del Reich. [ Volver]
246. Hans Buchheim, "The SS - Instrument of Domination", pp. 157-166. [ Volver]
247. Ver, por ejemplo, el memorándum relativo a las muertes por causas no naturales en Dachau, 1
de junio de 1933, firmado por Doebig, en el Doc. 3.5: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo
de Documentos 238, Documento de Nuremberg 1216-PS: "Órdenes especiales del campo de
concentración de Dachau (Organización del campo) - Reglamento de servicios - Notas acerca de la
conferencia sobre la pena de muerte". [ Volver]
248. Prueba 3.6: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento de
Nuremberg 78-PS: Campo de concentración de Dachau, Cuartel General del Comandante,
"Reglamentos disciplinarios y penales para el campo de prisioneros", 1 de octubre de 1933, firmado:
(Theodor) Eicke, Comandante de Dachau. [ Volver]
249. Prueba 3.5: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento de
Nuremberg 1216-PS: "Órdenes especiales del campo de concentración de Dachau (Organización del
campo) - Reglamento de servicios - Notas acerca de la conferencia sobre la pena de muerte",
incluidos los "Reglamentos de servicio para los guardias de escolta y los guardias de prisioneros", 1
de octubre de 1933, sin firma. [ Volver]
250. Sydnor, Soldiers of Destruction: The SS Death's Head Division, 1933-1945, pp. 26-30. [ Volver]
251. Ibíd., pp. 24-36; Hans Buchheim, "The SS - Instrument of Domination", Anatomy of the SS State,
258-270; Rüdolf Hoss: Kommandant in Auschwitz. Autobiographische Aufzeichnungen, Martin
Broszat, ed. (1981: Deutscher Taschenbug Verlag, Munich), p. 71. [ Volver]
252. Prueba 3.7: Archivos Nacionales de Estados Unidos, T-580, Bobina 49/Archivador 271: Jefe de
la Policía de Seguridad, "Fundamentos de la Seguridad Interna del estado durante la guerra", 3 de
septiembre de 1939, firmado: (Reinhardt) Heydrich, Jefe de la Policía de Seguridad y del Servicio de
Seguridad. [ Volver]
253. Prueba 3.6: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento de
Nuremberg NO-905: Oficina Principal de Seguridad del Reich, Departamento II A, "Tratamiento
especial (Ejecución)", 20 de septiembre de 1939, firmado: Heller. [ Volver]
254. Martin Broszat, "The SS - Instrument of Domination", Anatomy of the SS State, pp. 469-471. [
Volver]
255. Prueba 3.10: Bundesarchiv (Archivos Federales) de Koblenza, República Federal de Alemania
R58/1027: Jefe de la Policía de Seguridad y del Servicio de Seguridad, "Carta urgente en relación
con la Schutzhaft", 24 de octubre de 1939, firmada: (Heinrich) Mueller, Jefe de la Gestapo. [ Volver]
256. Doc. 3.11: Bundesarchiv de Koblenza, R58/1027: Oficina Principal de Seguridad del Reich,
Sección IV C2, "Memorándum", 23 de abril de 1940, firmado: (Kurt) Lindow. [ Volver]
257. Prueba 3.14: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Microcopia T-175, Bobina
239/Fotogramas 2728236-2728240: Oficina Principal de Seguridad del Reich, Cancillería de
Personal, "Discusión con los Jefes de Departamento y con los Comandantes de los Einsatzgruppen",
27 de septiembre de 1939; Martin Broszat, "The Concentration Camps", Anatomy of the SS State, p.
469. [ Volver]
258. Prueba 3.15: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento
de Nuremberg R-148: Serie de decretos relativos al tratamiento de los trabajadores civiles polacos en
Alemania, 8 de marzo de 1940. [ Volver]
259. Prueba 3.16: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento
de Nuremberg L-316: carta urgente de la Oficina Principal de Seguridad del Reich, "Jurisdicción
sobre los polacos y los ciudadanos del Este", 5 de noviembre de 1942, firmado: (Bruno)
Streckenbach. [ Volver]
260. Prueba 3.9: Bundesarchiv de Koblenza, RD 3/19: Colección de decretos de la Oficina Principal
de Seguridad del Reich, Sección 2F VIIIa, p. 15: Jefe de la Policía de Seguridad y del Servicio de
Seguridad, "Orden Básica del Reichführer de las SS y Jefe de la Policía alemana relativa a la
detención de los elementos hostiles al Estado tras el inicio de la campaña contra la Unión Soviética",
27 de agosto de 1941, sin firmar. [ Volver]
261. Prueba 3.16: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento
de Nuremberg L-316: carta urgente de la Oficina Principal de Seguridad del Reich, "Jurisdicción
sobre los polacos y los ciudadanos del Este", 5 de noviembre de 1942, firmado: (Bruno)
Streckenbach; Doc. 3.15: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238,
Documento de Nuremberg 654-PS: "Discusión con el Reichsführer Heinrich Himmler el 18 de
septiembre de 1942 en su Cuartel General y en presencia del Secretario de Estado Dr. Rothenberg,
el Gruppenführer [General] de las SS Streckenbach y el Obersturmbannführer [Teniente Coronel]
Bender", sin fecha, sin firma. [ Volver]
262. Prueba 3.26: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento
de Nuremberg NO-1235: WVHA de las SS, Amstgruppe, memorándum para los comandantes de los
campos de concentración, incluido Sachsenhausen, 21 de abril de 1942, firmado: Liebehentschel. [
Volver]
263. Prueba 3.12: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento
de Nuremberg 1063-d-PS: Orden del Jefe de la Policía de Seguridad y del Servicio de Seguridad,
Oficina IV, 17 de diciembre de 1942, firmado: Mueller,. [ Volver]
264. Prueba 3.13: Archivos Nacionales de Estados Unidos, T-175, Bobina 218/Fotograma 275260:
WVHA de las SS, Amstgruppe D, memorándum a los comandantes de los campos de concentración,
"Liebración de los trabajadores civiles soviéticos" (26 de febrero de 1943), firmado: Liebehentschel. [
Volver]
265. Martin Broszat, "The Concentration Camps", Anatomy of the SS State, p. 496. "Orden del RFSS
de 1 de septiembre de 1943, Captura de trabajadores para la industria de armamentos y para la
agricultura alemanas durante las operaciones contra partisanos", Bundesarchiv de Koblenza
R19/126. [ Volver]
266. Prueba 3.36: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento
de Nuremberg 654-PS: "Discusión con el Reichsführer Heinrich Himmler el 18 de septiembre de
1942". [ Volver]
267. Prueba 6.4: Corte Estatal de Münster, Sentencia del proceso penal seguido contra Heinz
Baumkötter et al. (19 de febrero de 1962), 6 Ks 1/61; Martin Broszat, "The Concentration Camps",
Anatomy of the SS State, pp. 480-499. [ Volver]
268. Prueba 3.18: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento
de Nuremberg NO-1290: Jefe de la WVHA, "Jornada de trabajo de los prisioneros" (22 de enero de
1943), firmado: (Oswald) Pohl, Jefe de la WVHA de las SS. [ Volver]
269. Martin Broszat, "The Concentration Camps", Anatomy of the SS State, p. 499-504. [ Volver]
270. Doc. 3.19: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento de
Nuremberg 1151-PS: Inspector de Campos de Concentración, "Comisión de médicos" (10 de
diciembre de 1942), firmado: Liebehentschel; Doc. 3.22: Archivos Nacionales de Estados Unidos,
Grupo de Documentos 238, Documento de Nuremberg 1151-PS: WVHA de las SS, Amstgruppe D,
"Tratamiento especial" (26 de marzo de 1942), firmado: Liebehentschel. [ Volver]
271. Doc. 3.28: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento de
Nuremberg 1751-PS: Reichsführer de las SS y Jefe de la Policía Alemana, ""Reglamentos sobre el
procedimiento para las ejecuciones" (6 de enero de 1943), firmado: Himmler; Doc. 6.3: Corte Estatal
de Bonn, Sentencia del proceso penal seguido contra Hermann Sorge y Wilhelm Karl Ferdinand
Schubert (6 de febrero de 1959), 8 Ks 1/58; Doc. 6.10: Corte Estatal de Dusseldorf, Sentencia del
proceso penal seguido contra August Höhn et al. (15 de octubre de 1960), 8 Ks 2/59; Doc. 6.4: Corte
Estatal de Münster, Sentencia del proceso penal seguido contra Heinz Baumkötter et al. (19 de
febrero de 1962), 6 Ks 1/61. [ Volver]
272. Declaración Jurada de Charles W. Sydnor ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos
para el Distrito Norte de Illinois, Civil Action No. 89 C 1068 (caso United States v. Anton Tittjung), 9
agosto 1990, párrs. 9-28. [ Volver]
273. United States v. Leprich, 666 F. Supp. 967, 967-968 (E.D. Mich. 1987). [ Volver]
274. Ibid. p. 971. [ Volver]
275. United States v. Leprich, Nos. 04-1059, 04-1066 and 04-3337, 169 Fed. Appx. 926 (6th Cir.
2006). [ Volver]
276. Leprich, 169 Fed. Appx. 926, 929-30 (6th Cir. 2006) [ Volver]
277. Ver: Leprich v- Alan L. Byam, et al. Leprich v. Byam, No. 1:06-CV-679, 2007 U.S. Dist. LEXIS
17437 (6th Cir. Mar. 9, 2007). [ Volver]
278. Leprich, 666 F. Supp. 967, 971 (E.D. Mich. 1987) [ Volver]
279. Por motivos de fidelidad respecto del texto original, en la traducción hemos mantenido las
referencias entre paréntesis a las pruebas documentales numeradas en las que el tribunal basa cada
una de sus conclusiones de hecho, tal cual figuran en el fallo judicial original. Los números de
documentos se mantienen porque a efectos de la presente querella damos por probados los hechos,
por haber superado éstos el principio de contradicción. Esta parte se reserva la presentación de las
pruebas de referencia, si fuera necesario, para el momento procesal oportuno.
Los extractos que se citan a continuación incluyen el texto de las notas tal cual aparece en el
documento original correspondiente al fallo del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el
Distrito Este de Wisconsin,esto es, United States v. Tittjung, 753 F. Supp. 251 (E.D. Wisc. 1990). [
Volver]
280. El nombre de esta ciudad aparece escrito en algunos documentos como "Erdut", en lugar de
"Erdud". United States v. Tittjung, 753 F. Supp. 251, 252 (E.D. Wisc. 1990). [ Volver]
281. Tittjung declaró a la Displaced Persons Commission [Comisión de Personas Desplazadas] que
había sido reclutado por las Waffen-SS en octubre de 1942 (Prueba 1 en 5). Sin embargo, según las
pruebas documentales y los testimonios judiciales, en dicha fecha las SS aún no habían alcanzado
un acuerdo con el gobierno de Croacia sobre el reclutamiento de alemanes étnicos (Testimonio de
Sydnor). Dichas pruebas parecen corroborar la tesis del Gobierno de que Tittjung se incorporó a las
Waffen-SS de forma voluntaria. Sin embargo, tal y como este documento discute infra, el carácter
voluntario o no del servicio del acusado como guardia armado de un campo de concentración es
irrelevante desde el punto de vista legal; se considera que todos estos guardias obtuvieron sus
visados de forma ilegal. Fedorenko vs. Estados Unidos, 449 U.S. 490, 510-11, 514 (1981). [ Volver]
282. La traducción al inglés de Totenkopf-Sturmbann es "Death's Head Battalion". [NT: al español
sería "Batallón de la Calavera"] [ Volver]
283. United States v. Tittjung, 753 F. Supp. 251, 252-254 (E.D. Wisc. 1990). [ Volver]
284. Los extractos que se citan a continuación incluyen el texto de las notas tal cual aparece en el
documento original correspondiente a la Declaración Jurada ("affidavit") del experto Charles W.
Sydnor ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte de Illinois, de fecha 9
de agosto de 1990. [ Volver]
285. Prueba 3.21: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento
de Nuremberg 1063-PS: Jefe de la Policía de Seguridad, "Clasificación de los campos de
concentración", 2 de enero de 1941. [ Volver]
286. Sobre la tasa de mortalidad de Mauthausen, ver Hans Marsalek, Die Geschichte des
Konzentrationlagers Mauthausen: Dokumentation (Viena: Oesterreichische Lagergemeinschaft
Mauthausen, 1980), 2ª edición, pp 155-160. [ Volver]
287. Prueba 3.24: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento
de Nuremberg 654-PS: "Conversación con el Reichsführer Himmler", 18 de septiembre de 1942. [
Volver]
288. Para el número de prisioneros llegados al campo de concentración de Mauthausen con cada
transporte, ver Marsalek, Die Geschichte des Konzentrationlagers Mauthausen: Dokumentation, pp.
119-130. [ Volver]
289. Prueba 3.12: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documento
de Nuremberg 1063-d-PS, Orden del Jefe de la Policía de Seguridad y del Servicio de Seguridad,
Oficina IV, 17 de diciembre de 1942, firmado: Mueller. [ Volver]
290. International Tracing Service, Register of Places of Detention Under the Reichsführer SS (19331945), (Arolsen: International Tracing Service, 1979), pp. 175-176. [ Volver]
291. Sobre la estructura administrativa de los subcampos de Mauthausen, ver Florian Freund, Arbeits
Zement: Das KonzentrationsLager Ebensee und die Raketenrüstung (Vienna: Verlag für
Gesselschaftskritik, G.m.b.H, 1989), pp. 129-138. [ Volver]
292. Prueba 3.22: Archivo de la Revolución de Octubre, Moscú: "Reglamento de servicios para los
campos de concentración" (Publicación secreta de la Oficina Principal de Seguridad del Reich),
firmado por Himmler, 1941. [ Volver]
293. Prueba 3.23: Archivos Nacionales de Estados Unidos, T-175, Bobina 218/Fotogramas 27565632756570: SS-WVHA, "La vigilancia de los prisioneros", 27 de julio de 1943. [ Volver]
294. Prueba 6.5: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 338, Estados
Unidos vs. Hans Bergerhoff et al., "Revisión y recomendaciones", 26 de febrero de 1948.Prueba 6.6:
Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 338, Estados Unidos vs. Fabian
Richter et al., "Revisión y recomendaciones" y Fragmentos de testimonio, 16 de enero de
1948.Prueba 6.7: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 338, Estados
Unidos vs. Johann Haider et al., "Revisión y recomendaciones" y Fragmentos de testimonio, 28 de
enero de 1948.Prueba 6.8: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 338,
Estados Unidos vs. Friedrich Kurbel et al., "Revisión y recomendaciones", 12 de enero de
1948.Prueba 6.9: Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 338, Estados
Unidos vs. Kaspar Goetz et al., "Revisión y recomendaciones", 28 de febrero de 1948. [ Volver]
295. Varsovia, Comisión Principal para la Investigación de los Crímenes Hitlerianos,
KonzentrationLager Mauthausen, Lagerschreibstube, "Veränderungsmeldung für den 15.Juli 1943",
16 de julio de 1943; "Veränderungsmeldung für den 2. September 1943", 3 de septiembre de 1943;
Politische Abteilung, "Todesmeldung", 20 de abril de 1944; y Politische Abteilung, "Todesmeldung",
28 de abril de 1944. [ Volver]
296. Varsovia, Comisión Principal para la Investigación de los Crímenes Hitlerianos,
KonzentrationLager Mauthausen, Lagerschreibstube, "Veränderungsmeldung für den 15.Juli 1943",
16 de julio de 1943. [ Volver]
297. Archivos Nacionales de Estados Unidos, Grupo de Documentos 238, Documentos de
Nuremberg 493-PS, "Totenbuch Mauthausen vom 27.3.42-8.XI.43". Ver, por ejemplo, la causa de la
muerte de los prisioneros número 1695, 1740, 1856, 1985, 2317, 2437, 2520, 2545 y 2589; Prueba
6.6, Prueba 6.8 y Prueba 6.9. [ Volver]
298. Prueba 6.5, Estados Unidos vs. Hans Bergerhoff, p. 3. [ Volver]
299. Prueba 6.9, Estados Unidos vs. Kaspar Goetz, p. 9. [ Volver]
300. Prueba 6.8, Estados Unidos vs. Friedrich Kurbel, pp. 20-21. [ Volver]
301. Affivavit of Charles W. Sydnor, August 9, 1990 (Sydnor Aff.), paras 29-59. [ Volver]
302. La Enmienda Holtzman dispone la deportación de extranjeros que hayan "ayudado o participado
de cualquier otra forma en la persecución de personas por motivos raciales, religiosos, de origen
nacional, u opinión política bajo la dirección de, o en asociación con, el Gobierno nazi de Alemania".
8 U.S.C. sec. 1251 (a)(4)(D) (hoy codificada bajo 8 U.S.C. sec. 1227(a)(4)(D)). Citado en: United
States v. Tittjung, 235 F.3d 330 (7th Cir. 2000) [ Volver]
303. United States v. Tittjung, 235 F.3d 330 (7th Cir. 2000), pp. 333-334. [ Volver]
304. Como indica el experto Charles Sydnor, el documento lleva el sello y la firma del oficial al mando
el Mayor de las SS Hans Altfuldisch, como sucedía en la práctica administrativa de las SS. [ Volver]
305. United States v. Tittjung, 753 F. Supp. 251, 254-257 (E.D. Wisc. 1990). [ Volver]
306. Tittjung, 235 F.3d 330 (7th Cir. 2000), nota 8 [ Volver]
307. United States v. Kumpf, Case No. 03-C-0944, May 10, 2005 (Adelman, J.). [ Volver]
308. Affidavit of Ronald M. Smelser, 14 December 2004, pp. 3-4. [ Volver]
309. Por motivos de fidelidad respecto del texto original, en la traducción hemos mantenido las
referencias a las pruebas documentales numeradas presentadas por el Gobierno en las que el
tribunal apoya su relato de los hechos, tal cual figuran en el fallo judicial original. Los números de
documentos se mantienen porque a efectos de la presente querella damos por probados los hechos,
por haber superado éstos el principio de contradicción. Esta parte se reserva la presentación de las
pruebas de referencia, si fuera necesario, para el momento procesal oportuno.
Los extractos que se citan a continuación incluyen el texto de las notas tal cual aparece en el
documento original correspondiente a la Declaración Jurada ("affidavit") del experto Ronald M.
Smelser ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Wisconsin, de
fecha de 14 diciembre 2004. [ Volver]
310. Prueba 7: Tarjeta de servicio de campo de Josias Kumpf en los Archivos Militares Estatales de
Rusia, Moscú (en adelante "AMER"), 1367-1-118, fol. 104). [ Volver]
311. En su declaración, Kumpf admitió que el número de su domicilio era el 41, aunque sostuvo que
la calle era "Untergase", como en efecto se llamaba antes de la invasión alemana. Prueba 3:
declaración de Josias Kumpf, 26 de mayo de 2004, en 27, 35. Hermann Göring era el jefe de la
Luftwaffe y uno de los hombres más poderosos de Alemania.. [ Volver]
312. Cf. Prueba 3: Declaración de Josias Kumpf, 26 de mayo de 2004, en 7-8 (se casó en 1948 y no
había estado casado con anterioridad), 24 (luterano), 25 (ayudaba al padre en una granja). [ Volver]
313. Prueba 8: Documento del listado de tropa de Sachsenhausen 773/42/6 correspondiente a
Josias Kumpf, en AMER, 1367-1-77, fol. 174. [ Volver]
314. El día original puede leerse claramente, pero el mes original está demasiado borrado por la
subsiguiente corrección como para que pueda discernirse. No obstante, dada la inversión de la fecha
de nacimiento de Kumpf en otros documentos alemanes, es razonable suponer que antes de la
corrección se había cometido el mismo error. [ Volver]
315. Cf. Prueba 3: Declaración de Josias Kumpf, 26 de mayo de 2004, en 10 (el nombre del padre
era Johann). [ Volver]
316. Prueba 9: Documento del listado de tropa 125/43/9 correspondiente a Josias Kumpf en los
Archivos Federales alemanes, Archivos Provisionales de Dahlwitz-Hoppegarten (en adelante "BADH"), ZM 1386, A. 20, fol. 130. Examiné el original de este listado de tropa en los archivos de
Dahlwitz-Hoppegarten en julio de 2004. [ Volver]
317. Las placas de identificación alemanas contienen la designación de la unidad y un número de
serie que, en el caso de Kumpf, eran "Batallón Totenkopf de las SS de Oranienburg 743". Los
listados de tropa permiten claramente deducir que en Sachsenhausen este tipo de placas se
empezaron a distribuir en la primavera de 1943, razón por la cual el documento del listado de tropa
de la Sexta Compañía correspondiente a Kumpf no la menciona. [ Volver]
318. Prueba 8: Documento del listado de tropa 773/42/6 correspondiente a Josias Kumpf. El Mauser
Gewehr 98 era un rifle de cerrojo que se fabricó entre 1898 y 1918. Arma de uso habitual en el
Ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial, era también muy utilizada por las unidades de
reserva y las que operaban en el frente interno alemán en la Segunda Guerra Mundial. El Luger 08,
una pistola de 9mm, era la pistola que utilizaba el Ejército alemán durante las dos guerras. El MG
26(t) es el nombre alemán que se dio a un modelo de ametralladora de fabricación checa de gran
calidad de uso muy frecuente en las unidades militares alemanas durante la Segunda Guerra
Mundial. [ Volver]
319. Prueba 8: Documento del listado de tropa 773/42/6 correspondiente a Josias Kumpf (entrada
correspondiente al juramento fechada el 6 de diciembre de 1942). Prueba 9: Documento del listado
de tropa 125/43/9 correspondiente a Josias Kumpf(ídem). Para el texto del juramento véase, por
ejemplo, Prueba 33: Administración del juramento a Eduard Patiga, 11 de agosto de 1943, en AMER,
1367-1-127, fol. 233. [ Volver]
320. Véase, por ejemplo, la Prueba 34: Acta de Obligación de Adam Ackermann, 4 de octubre de
1944, en NARA, colección de microfilmes A3343, bobina A2, fotogramas 2650-51. [ Volver]
321. Prueba 4: Affidávit Michelle L. Heyer, 8 de diciembre de 2004, con declaración jurada adjunta
de Josias Kumpf, 23 de marzo de 2003 (prestó servicio como guardia armado en Sachsenhausen).
Respuesta a la denuncia, 25 de noviembre de 2003, en 11 (admite la alegación de que sirvió en
Sachsenhausen desde aproximadamente el 15 de octubre de 1942 hasta aproximadamente el 29 de
octubre de 1943). Prueba 1: "Respuestas del demandante a las preguntas del acusado" (sic, en
adelante citado como "Respuestas del acusado a las preguntas del demandante"), s.f. (23 de marzo
de 2004), en 1-2 (sirvió en Oranienburg desde octubre de 1942 hasta octubre de 1943). Prueba 3:
Declaración de Josias Kumpf, 26 de mayo de 2004, en 37, 58 (llegó a Sachsenhausen en octubre de
1942 y permaneció allí once meses). [ Volver]
322. Prueba 3: Declaración de Josias Kumpf, 26 de mayo de 2004, en 15-17. Prueba 5: Fotografía
de Josias Kumpf en uniforme. [ Volver]
323. Prueba 3: Declaración de Josias Kumpf, 26 de mayo de 2004, en 41-43. Preguntado por su
tatuaje, Kumpf declaró que el tipo sanguíneo que en él figuraba era el 0. Los dos listados de tropa, en
los documentos que se refieren a Kumpf, confirman que este era su tipo sanguíneo. Kumpf reconoció
que se había borrado el tatuaje con ácido al final de la guerra para evitar ser identificado como
antiguo miembro de las SS. A medida que se acercaba la derrota de la Alemania nazi, los intentos
por ocultar estos tatuajes se convirtieron en una práctica habitual. Ver Prueba 35: Cuartel General,
Oficina del Ayudante General, Fuerzas de Servicio del Ejército [Army Service Forces], Memorándum,
re: "Examen de los prisioneros de guerra alemanes", 20 de noviembre de 1944, en NARA, Grupo de
Documentos entrada 4399, caja 35 ("Muchos prisioneros de guerra que llevan esta señal han tratado
de borrarla, bien tatuándose un nuevo dibujo encima del anterior, bien aplicando algún tipo de sosa o
de ácido para quemarla"). [ Volver]
324. Prueba 3: Declaración de Josias Kumpf, 26 de mayo de 2004, en 44-45 ("No. No me moví de un
sitio a otro... No me transfirieron, nada... Tal vez el traslado constara sobre un papel, pero yo no supe
[nada]". [ Volver]
325. Ibíd. 45-46, 96-97. [ Volver]
326. Ibíd. 45. [ Volver]
327. Ibíd. 46, 97. [ Volver]
328. Ibíd. 24. [ Volver]
329. Ibíd. 46-48, 66
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