La música en las labores agrícolas y domésticas La música también ha estado vinculada a las labores agrícolas y domésticas de los rifeños, unas veces con un repertorio autónomo; otras, trasladando los cantos de boda al medio laboral con un carácter lúdico para sobrellevar las duras tareas de la autoproducción agrícola, ganadera y las tareas domésticas. Del repertorio específico utilizado en las labores agrícolas queda en la memoria colectiva muy poco debido, sobre todo, a las siguientes razones: - Han cambiado a lo largo del siglo XX muchas formas de producción agrícola o han desaparecido por estar asociados a determinados productos que hoy existen de forma diferente o son comprados (leche, granos etc.). Se ha producido un gran éxodo del campo a las ciudades debido a la escasez de alimentos y de trabajo. La producción agrícola se ha mecanizado (en algunos casos de forma parcial) en algunas zonas rurales aledañas a los grandes núcleos urbanos. La emigración a Europa y las ciudades como Nador han hecho que para algunas familias la autoproducción sea insostenible al tener que contratar mano de obra para poder producir alimentos. Nuestros colaboradores, sobre todo, mujeres y hombres de avanzada edad llevan mucho tiempo sin interpretar dichos cantos por no encontrarse activos en las mencionadas labores cosa que ha mermando en su memoria la interpretación del canto, aunque afirmen de su existencia. En todos los testimonios se aprecia la utilización de cantos que ayudaran a sobrellevar las fatigosas tareas del campo y de la casa y que a la vez sirvieran como modo de expresión en la que la improvisación de versos es la forma característica de estos cantos, pudiendo diferenciar los tipos siguientes: Cantos de siembra, segar, recoger el grano y molerlo, buscar agua a los pozos, recoger los frutos, recoger leña, ordeñar el ganado como repertorio específico y cantos de boda de tipo festivo o lal labuya como cantos relacionados. La poca conservación de estos cantos en la zona oriental del Rif da la condición a los ejemplos sonoros de patrimonio inmaterial de la cultura rifeña. Las mujeres rifeñas nos refieren las siguientes descripciones que contextualizan a los cantos en las labores agrícolas y domésticas: Ordeñar las vacas Cuando ordeñamos vamos diciendo de forma rítmica ha, ha, ha, ha. Nos levantamos al amanecer, llenamos agua en un cubo y subimos al tejado mirando hacia la meca, y hacemos unos movimientos a derecha e izquierda y al frente como un balanceo, pronunciando las palabras (con esto atraemos la leche nuestra, y no la de otros) y esta agua se la añadimos a la leche que está en el cántaro y vamos removiendo el cántaro de arriba abajo diciendo (dos corcheas rítmicas negra 120) ANDDU,(VARIAS VECES) ALLAH (Varias veces), con forme vamos haciendo los movimientos, la leche se va convirtiendo en manteca y la recogemos. Recogida de leña Vamos a recoger leña en grupo, varias mujeres, la agrupamos nos la echamos a la espalda y de vuelta a casa. De vuelta a casa vamos cantando y descargamos la leña y hacer de comer., Yo trabajaba con mi marido en la siembra, arando la tierra y luego las cosas de la casa, llevaba al niño en la espalda envuelto con trapos, hacíamos el pan en el horno de barro, con el fuego de leña, donde hacíamos patatas asadas, pan, hoy en día vestimos y comemos bien. Ira por agua Cuando íbamos a traer agua, el cántaro nos lo poníamos en la espalda atado con una cuerda, con el niño en brazos, cuando lo llenábamos y volvíamos a casa, entonces soltábamos el ganado (vacas, los borregos, los mulos, los caballos) luego arábamos la tierra, después íbamos a segar el trigo.