Martes, 7 de octubre de 2008. Año: XVIII. Numero: 6868. CIENCIA MEDICINA / Los franceses Luc Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi reciben el galardón por el VIH, excluyendo del hallazgo al estadounidense Robert Gallo / El alemán Harald zur Hausen lo gana por detectar el papilomavirus El Nobel premia a los descubridores de los virus del sida y del cáncer de útero MARIA SAINZ / CRISTINA G. LUCIO MADRID.- Tres pioneros europeos que descubrieron dos de los virus más mortíferos de la Historia han ganado este año el Premio Nobel de Medicina. La Academia sueca ha galardonado a los investigadores franceses Luc Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi por el descubrimiento del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, y al alemán Harald zur Hausen por el hallazgo del papilomavirus humano, que provoca el cáncer de cuello de útero. La concesión del Nobel a Montagnier y Barré-Sinousi parece zajar definitivamente la polémica sobre la paternidad del hallazgo del VIH, que durante muchos años fue reclamada también por el científico estadounidense Robert Gallo. Muchos especialistas en el campo del sida consideran que sin los conocimientos de Gallo, quien aportó la metodología para identificar los primeros retrovirus humanos, Montagnier nunca hubiera podido descubrir el VIH. Sin embargo, en esta ocasión, el jurado del Nobel -a diferencia del Premio Príncipe de Asturias de Investigación del 2000, que compartieron Montagnier y Gallo por el mismo hallazgo- ha optado por no hacer ninguna mención al investigador estadounidense en sus argumentos sobre el galardón. El comité encargado de la designación del galardón quiso ayer destacar la importancia de los descubrimientos de Montagnier, actual director de la Fundación Mundial para la Investigación y Prevención del Sida, en París, y Barré-Sinoussi, del Instituto Pasteur, también en la capital francesa. «Nunca antes la ciencia y la medicina ha sido tan rápidas a la hora de descubrir, identificar el origen y aportar tratamiento para una nueva enfermedad», señaló el Instituto Karolinska. «Me he llevado una gran alegría al conocer el premio, sobre todo al saber que también se ha reconocido la labor de la investigadora Barré-Sinoussi», declaraba ayer a EL MUNDO el doctor José Alcamí, del Instituto de Salud Carlos III. La doctora Barré-Sinoussi fue la autora principal del estudio que en 1983 informaba por primera vez en las páginas de la revista Science del descubrimiento de un retrovirus que más tarde recibiría el nombre de VIH. Esta investigadora había entrado a formar parte del equipo de virólogos de Luc Montagnier en el Instituto Pasteur en 1974. Juntos empezaron a trabajar y, siete años después, dieron con el causante de un extraño síndrome que creó una conmoción mundial y ha provocado 25 millones de víctimas desde entonces: el sida. Su descubrimiento hizo posible una clonación rápida del genoma del VIH-1, fundamental para determinar el comportamiento del virus, el diagnóstico de la enfermedad y el desarrollo de medicamentos antivirales, que han limitado la expansión de la pandemia El jurado del Nobel también ha querido destacar el papel de Harald zur Hausen (1936) a la hora de identificar al verdadero responsable del cáncer de cuello de útero. La mayor parte de su carrera profesional la desarrolló en el Centro alemán de Investigaciones Oncológicas de Heidelberg. En la década de los 70 y contrariamente a las teorías sobre el origen de la enfermedad vigentes en la época, este investigador alemán logró aislar a partir de estudios con liebres dos cepas del papilomavirus humano, de las que hoy se sabe que están implicadas en el 70% de los tumores de cuello de útero. Sus trabajos en este terreno han permitido que, en unos pocos años, esté disponible ya en el mercado una vacuna diseñada para prevenir la infección por este patógeno. elmundo.es Especial: Sepa más del sida y del papilomavirus. Dedicatoria a los enfermos «He pensado en todos los enfermos de sida, en todos aquellos que siguen peleando contra la enfermedad». Estas fueron ayer las primeras palabras de Luc Montagnier, tras conocer que la Academia sueca lo había galardonado con el Premio Nobel de Medicina. El investigador galo se enteró de la noticia durante la celebración de una rueda de prensa en Abiyán (Costa de Marfil), en la que anunció la creación de una «vacuna terapéutica» contra el sida de aquí a cuatro años. Visiblemente emocionado, el veterano investigador explicó que sigue trabajando en el desarrollo de tratamientos que permitan erradicar la infección. «Mi trabajo ahora es descubrir terapias complementarias que permitan eliminar la infección con el fin de que los pacientes puedan recibir tratamiento durante un tiempo corto y, después, curarse. Es decir, que su propio sistema inmunitario pueda controlar la infección», explicó. El premio, que llega después de 25 años del descubrimiento del VIH en su laboratorio del Instituto Pasteur, fue recibido con ironía por el investigador francés: «Más vale tarde que nunca. Está bien que el comité del Nobel se interese por esta enfermedad. Aunque es un poco curioso que lo haga ahora que es una plaga mundial». © Mundinteractivos, S.A.