Buenas - Universidad Obrera de México

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L
os trabajadores de todo el
mundo conmemoran la gesta
efectuada en Chicago en 1886,
cuando un Primero de Mayo
fueron agredidos de manera
brutal por las fuerzas policiacas
al servicio del gobierno y la patronal de aquel lugar. El suceso
ocurrió en la plaza Haymarket,
hubo cientos de trabajadores
sindicalistas heridos y detenidos. Este acontecimiento fue el
resultado del acuerdo de más
de 300 mil sindicalizados que
reivindicaban el establecimiento de los “tres ochos” –ocho horas de trabajo, ocho de estudio
o recreación y las últimas al
descanso nocturno–, que provenían de unos 11 mil establecimientos fabriles de diversas
ramas profesionales; sólo en
Chicago fueron a la huelga 45
mil.
La represión no paró ahí
pues fueron condenados a morir ahorcados Adolph Fisher, Albert R. Parsons, August Spies,
George Engel y Lingg (que se
suicidó en prisión). A Samuel
J. Fielden, Eugene Schwab y
Oscar W. Neebe se les condenó
a cadena perpetua.
En nuestro país, en 1913 y a
convocatoria de la Casa del
Obrero Mundial, se conmemoró por primera vez esta fecha
en plena dictadura de Victoriano Huerta. El orador principal fue el licenciado Isidro Fa-
bela, quien al terminar su intervención tuvo que huir, junto
con otros compañeros; en su
discurso, que queda para la historia del movimiento sindical y
político, señala que los trabajadores “viven en medio de la
monotonía doliente de la pobreza sin más premio que las
alabanzas mudas de la propia
conciencia. […] Ellos son los
productores pacientes y constantes de la riqueza; ellos son
los que torturando sus fuerzas, menoscabando su salud y
agotando impíamente su triunfal juventud, viven laborando
la felicidad ajena …”
También señaló un concepto de profunda actualidad:
“¿Cuál es el problema que nos
toca plantear, trabajar y resolver? El mejoramiento de la clase obrera, de acuerdo con la historia, con el medio y con las
circunstancias actuales; porque
es una verdad, de un gran filósofo, este apotegma incontrovertible: las necesidades crean
las leyes y no las leyes a las necesidades.”
Ahora que se está a punto de
revisar la actual Ley Federal del
Trabajo no podemos dejar de
pensar en la carestía, la decadencia universal y una corrupción que permea la banca mundial y llega hasta el mundo
desempleado y empobrecido de
miles de trabajadores. <
Buenas tardes, me gustaría comenzar compartiendo con ustedes un fragmento del poema Adán
y Eva de Jaime Sabines.
Ayer estuve observando a los animales y me puse
a pensar en ti. Las hembras son más tersas, más
suaves y más dañinas. Antes de entregarse maltratan al macho, o huyen, se defienden. ¿Por qué?
Te he visto a ti también, como las palomas, enardeciéndote cuando yo estoy tranquilo. ¿Es que tu
sangre y la mía se encienden a diferentes horas?
Ahora que estás dormida debías responderme. Tu respiración es tranquila y tienes el rostro
desatado y los labios abiertos. Podrías decirlo
todo sin aflicción, sin risas.
¿Es que somos distintos? ¿Qué no te hicieron,
pues, de mi costado, no me dueles? Cuando estoy
en ti, cuando me hago pequeño y me abrazas y
me envuelves y te cierras como la flor con el insecto, sé algo, sabemos algo. La mujer (hembra)
es siempre más grande de algún modo…
Hablar de la mujer mexicana es hablar de esa
grandeza, hablar de la mujeres del bicentenario es
regresar a 1810, regresar a la guerra de insurrección, donde las mujeres mexicanas recorrieron
nuestras ciudades y campos de batalla como protectoras, ya sea anunciando el inicio de nuestra
independencia, ya sea avivando con su amor un
amor aún más grande, el amor por la patria; sorprendiendo con sus hazañas llenas de heroísmo,
* Profesor de la Universidad Obrera de México.
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derramando su propia sangre, no satisfechas con
haber ofrecido la de sus hijos.
“Las mujeres mexicanas –decía un testigo ocular de aquellos tiempos– casadas con españoles o
criollos, eran secreta o abiertamente partidarias
de la independencia. El temor al castigo no reprimía en modo alguno su decidido patriotismo; durante la revolución fueron siempre fieles a la causa
de la independencia y en más de una ocasión figuraron por su valor e intrepidez. Cualquier derrota
de los insurgentes tendía una nube sobre sus serenas frentes; y sus hermosos ojos, a la noticia de
cada victoria, se llenaban de lágrimas de júbilo y
brillaban con doble resplandor. Las canciones con
que las madres entretenían a sus hijos, respiraban
libertad y odio al despotismo español.”
Los nombres de estas heroínas son poco conocidos. En este bicentenario escuchamos un sin fin
de nombres, Hidalgo, Allende, Aldama, Jiménez,
Guerrero; hombres todos ellos, pero ¿qué hay de
nuestras mujeres? Hablemos de ellas, comencemos con la más conocida, una de las más grandes,
aquella esforzada mujer que en medio de la noche
envía un alcaide para que avise a los insurgentes
que la conspiración de Querétaro ha sido descubierta.
El mensaje se puede conocer en las palabras de
don Ignacio Ramírez, aquel que portó las palabras
de la Corregidora: “En pos de estas letras van la
prisión y la muerte; mañana serás un héroe o un
ajusticiado; en esta revolución está la pérdida de
mi libertad; pero este sacrificio no será estéril, porque sé que me mandarás en contestación el grito
de independencia.”
No se equivocaba. El eco de las campanas de Dolores, saludo a una de las
más gloriosas auroras de nuestra naciente nación, ello fue la respuesta que
dio Miguel Hidalgo a doña Josefa Ortiz
de Domínguez, que por su oportuno
aviso y por sus sacrificios posteriores,
será la primera y una de nuestras más
grandes heroínas, una mujer que nunca
claudicó y aun después de la independencia luchó por esta nación creando
otra conspiración, esta vez para darle
vida al federalismo mexicano que hoy
tenemos.
Grande también, sublime por su
amor a la independencia, demostrado
desde la edad de 19 años, es Leona Vi“Las mujeres mexicanas, casadas con españoles o criollos, eran secreta
cario, que improvisa correos, alienta con
o abiertamente partidarias de la independencia”.
sus palabras a los tímidos, que remite recursos a los independientes, protesta
gocijo por la reciente aprensión de Hidalgo y los
morir antes que denunciar a los conspiradores,
comandantes insurgentes, toda la algarabía era
que sufre resignada una prisión de la cual logra
para anunciar tan glorioso acontecimiento para los
evadirse para ir en pos de la guerra, llevando conrealistas y tan funesto para los insurgentes.
sigo una imprenta que reproduce los pensamienEn la casa de Lazarín, la noticia cayó como un
tos y aspiraciones de los patriotas insurgentes.
rayo. El pánico enfrió las venas de los tímidos;
Una vez con los suyos, se une en matrimonio
pero entonces, una mujer tan varonil como su
con Andrés Quintana Roo y como lo citan los histopatriotismo, se levantó en medio de todos, diciénriadores “enciende la antorcha nupcial en la hodoles:
guera del patriotismo”.
Leona Vicario entrega su propia riqueza en pos
de la libertad para comprar el bronce con que se
–¿Qué es esto, señores? ¡Qué! ¿Ya no hay
hombres en América?
harían los cañones en Tlalpujahua, vendió sus joLos hombres, confusos aunque reanimados,
yas. Este hecho tal vez nos recuerde un acto semepreguntaron:
jante, el de Isabel la Católica cuando ofrenda sus
–¿Pues qué hacer?
joyas para el descubrimiento del “nuevo mundo”,
–¡Libertar a los prisioneros!
más valía tiene quien ofrenda lo que posee por la
–¿Pero cómo?
libertad de una nación.
–De la manera más sencilla: ¡apoderarse del
No tan conocida como la Corregidora y Leona
Virrey en el paseo, y ahorcarlo!”
Vicario, pero tan amante de su país como las primeras es Mariana Rodríguez del Toro, esposa de
don Manuel Lazarín.
Esa noche nació la conjuración conocida en
En la noche del Lunes Santo de 1811, en la casa
nuestra historia como la conspiración del año 11,
de Lazarín, reunidos en amena tertulia se hallaban
es cierto que fracasó, pero esa conspiración conmuchas personas, entre las cuales no pocas se dissiguió despertar y reanimar el espíritu público, y
tinguían por su afecto a la independencia. De repudo ser de funestas consecuencias para el gopente, después de las ocho y media de la noche,
bierno español, porque en ella estaban comproun repique a vuelo de las campanas de la Catedral
metidas muchas personas notables de la época,
y una salva de artillería, pusieron en alarma a los
como escritores, abogados, miembros del clero.
tertulianos de Lazarín. ¿Qué indicaba aquél brusco
Doña Mariana Rodríguez sufrió en cambio las
toque de campanas y aquellos desusados dispamás crueles persecuciones, y prisionera en unión
ros de cañón, a tal hora y en tiempo santo? Era el
de su esposo, no se vio libre sino hasta el año de
gobierno virreinal, que se encontraba lleno de re1820, para morir unos meses después a causa
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de la enfermedad y el deterioro humano causado
por su encarcelamiento.
No sólo en la capital y en conspiraciones, sufriendo insultos y cárceles, también en el campo
de batalla y luchando en compañía de los bravos
insurgentes, hubo heroínas en aquella memorable
guerra de emancipación. Entre ellas figuran, Manuela Medina, natural de Texcoco, y María Fermina Rivera, nacida en Tlaltizapan.
La primera llamada La Capitana, levantó una
compañía de independientes; se encontró en siete acciones de guerra; sólo por conocer al gran Morelos emprendió un largo viaje de más de cien
leguas, y al final de la jornada dijo: “moriría con
gusto, aunque me despedazase una bomba de
Acapulco.”
Manuela Medina murió en su ciudad natal en
marzo de 1822, a consecuencia de dos heridas que
recibió en un combate y que la tuvieron postrada
año y medio en el lecho del dolor.
La segunda, doña María Fermina Rivera, fue
viuda del coronel de caballería don José María Rivera y “tuvo que luchar con hambres terribles, caminos fragosos, climas ingratos, y cuanto malo padecieron sus compañeros de armas, pudiendo ella
dar tal nombre a los soldados porque algunas veces cogía el fusil de algunos de los muertos o heridos, y sostenía el fuego al lado de su marido con el
mismo valor y arrojo con el que lo haría un soldado
veterano.”
Doña María Fermina murió en la acción de Chichihualco, defendiéndose valerosamente al lado
de don Vicente Guerrero, en febrero de 1821.
Junto a estas nobles mujeres, figura María Herrera, que huérfana de madre, quemó su hacienda
para no proporcionar recursos a sus enemigos.
Ella fue la que alojó a Francisco Xavier Mina en el
rancho del Venadito, donde cayó prisionero; perseguida, robada, insultada por una soldadesca incapaz de respetar el heroísmo, tuvo que vivir en
medio de los bosques, desnuda y hambrienta
como una eremita consagrada en la soledad para
rogar a Dios por la salvación de la patria.
La Guerra de Independencia en México tuvo
también heroínas mártires. Los insurgentes nunca
fusilaron a mujer alguna, del partido realista; en
cambio, los realistas mancharon sus armas con
sangre de mujer.
Se dice que fue en una noche tempestuosa de
agosto de 1814. Cerca del pueblo de Valtiorrilla,
bajo las órdenes de don Ignacio García, una partida de realistas se hallaba empeñada en sostener
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reñida acción con un grupo de insurgentes. La
lucha era prolongada y heroica. La lluvia no cesaba
y el terreno fangoso y surcado de arroyos aumentaba las dificultades de aquella batalla, que duró
desde las ocho y media de la noche hasta las siete
y media de la mañana siguiente. No se refiere en el
parte respectivo quiénes fueron los vencedores;
solamente hace constar que cayeron prisioneros
los patriotas Miguel Yáñez, José Esquivel y Eustaquio Hernández, “emisarios de la mayor confianza
de los rebeldes.”
García lo participó así a su jefe superior, Agustín de Iturbide, quien no tuvo piedad para los vencidos, pues él mismo refiere que los mandó pasar
por las armas. “Se fusiló al mismo tiempo –agrega
Iturbide–, a María Tomasa Esteves, comisionada
para seducir la tropa, y habría sacado mucho fruto
por su bella figura, a no ser tan escuchado el patriotismo de estos soldados.” Las ejecuciones se
verificaron en la entonces Villa de Salamanca, en
el mismo mes de agosto de 1814.
La heroína María Tomasa Esteves no necesita
de nuestros elogios. Su mismo enemigo se los
hizo. Murió por su patriotismo y por su hermosura.
Hay otra heroína de humilde origen, pero que
no debemos omitir porque fue también mártir de
la independencia. Se llamaba Luisa Martínez, esposa de Esteban García Rojas, alias el Jaranero, la
cual tenía un tendejón en el pueblo de Erongarícuaro, allá por los años de 1815 a 1816.
En el pueblo todos eran chaquetas, así se les llamaban a los partidarios de los realistas; pero ella
era amantísima del bando contrario. Servía a los
guerrilleros insurgentes de corazón; con actividad
les proporcionaba noticias oportunas, víveres, recursos, y les enviaba además comunicaciones de
los jefes superiores, con quienes sostenía una continua correspondencia. Un día fue sorprendido por
don Pedro Celestino Negrete, el correo de la Martínez, que era portador de cartas dirigidas al guerrillero Tomás Pacheco. Luisa Martínez huyó; pero
perseguida, hecha prisionera y encapillada, hubo
necesidad de que diera dos mil pesos y prometiese
no volver a comunicarse con los patriotas, para
que recobrase su libertad, aún con todo ello no escarmentó en lo sucesivo. Tres veces más se le persiguió, encarceló y multó hasta que al fin no pudo
satisfacer la cantidad de cuatro mil pesos que le
exigía don Pedro Celestino Negrete y fue fusilada
por órdenes de éste en uno de los ángulos del
cementerio de la parroquia de Erongarícuaro (Michoacán), el año de 1817.
cuerdo, y de las cuales la efíPoco antes de morir, dirigiénmera ingratitud de la historia
dose a Negrete le dijo: “–¿Por
sólo ha conservado la memoria
qué tan obstinada persecución
de algunas de sus acciones?
contra mí? Tengo derecho a
La mujer de Albino García,
hacer cuanto pueda en favor
pobre y humilde de origen,
de mi patria, porque soy meximontada a caballo, sable en
cana. No creo cometer ningumano, “entraba la primera a los
na falta con mi conducta, sino
ataques animando con su voz y
cumplir con mi deber.”
su ejemplo a los soldados.”
Negrete permaneció inflexiEn Soto la Marina, durante el
ble, y Luisa Martínez cayó atrasitio sostenido por el mayor
vesada por las balas de los reaSardá y sus heroicos compañelistas.
ros, “lo abrasado de la atmósEl estado de Michoacán
fera y los incesantes esfuerzos
cuenta con otra heroína mártir,
Doña Josefa Ortiz de Domínguez.
de la tropa, pronto hicieron indoña Gertrudis Bocanegra de
soportable la sed que la atorLazo de la Vega. Luchó con sumentaba; y aunque el río se hablime abnegación por la patria.
llaba a pocos pasos, era tan vivo
Sacrificó en aras de ella a su esy destructor el fuego del eneposo y sus intereses. Mina y
migo, que ni el más intrépido de
otros caudillos le debieron que
los hombres se atrevió a expoles salvara la vida en más de
nerse para aliviar tan urgente
una ocasión. Pocos historiadonecesidad. En estas circunstanres datan sobre su vida, pero se
cias una heroína mexicana,
sabe que ayudó a reclutar homviendo cuánto sufrían de desfabres para el ejército insurgente.
llecimiento los defensores de la
Se sabe que murió fusilada en la
patria, tuvo el arrojo de adelanplaza de Pátzcuaro el 10 de octarse en medio de una lluvia de
tubre de 1817.
balas y la fortuna de proporcioUnos cuantos minutos no
narles un poco de agua sin exbastan para hablar de todas y
perimentar el menor daño.”
cada una de las heroínas de la
Leona Vicario.
Otra heroína en Huichapan,
Independencia de México, pero
que levantó a sus expensas una
no por ello no ofrendaremos un
división de insurgentes, se puso al frente de ella, y
recuerdo a doña Rafaela López Aguado, madre de
en cierta acción, entre muchas que sostuvo, dislos Rayón, que fue digna émula de las espartanas;
persos los soldados por el enemigo, se quedó sola,
a doña María Petra Teruel de Velasco, de quien se
defendiéndose con tanto valor que obligó al jefe
dice ayudó a los insurgentes presos; a doña Ana
realista y a la tropa de éste le rindieran las armas y
García, esposa del coronel José Félix Trespalacios,
le conservaran la vida…
a quien acompañó en una travesía de ciento seTambién una extranjera compartió la gloria
senta lenguas y salvó de dos sentencias de muerte
de haber sufrido por alcanzar la emancipación de
contra él por parte de los realistas; a las hermanas
México. Vino con el general Mina desde Galveston,
González de Pénjamo, que sacrificaron su fortuna
fue francesa de origen y se apellidaba La Mar. Hay derribaron su casa para unirse con los insurgenbía residido en Cartagena de Indias y distinguiéntes; a las hermanas Moreno, que dieron tantas
dose por su amor a la libertad americana. En Soto
pruebas de abnegación y de patriotismo, al lado de
la Marina, con la mayor abnegación cuidó de los
don Pedro Moreno y de Mina; y a las jóvenes Franenfermos y de los heridos, y dio pruebas de hecisca y Magdalena Godos, también hermanas, que
roísmo durante el sitio. Hecha prisionera fue endurante el sitio de Coscomatepec, hacían cartuviada a Veracruz y obligada “a servir en un hospital
chos y cuidaban a los enfermos.
en las más penosas y repugnantes ocupaciones”.
¿Y qué diremos de las heroínas sin nombre,
Logró fugarse y unirse a la división de don Guadaque por este motivo son más dignas de eterno re-
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lupe Victoria, pero al cabo de algún tiempo, fue hecha prisionera de nuevo por los realistas, y puesta
a servir en julio de 1819, con una familia particular
de Jalapa. A pesar de repetidos memoriales que
dirigió al Virrey, no se le permitió regresar a su
país, y estuvo en cautiverio hasta la consumación
de la Independencia.
En un pueblecito perdido en la Sierra de Xaliaca o Tlacotepec en el sur, el general Nicolás
Bravo sufría un sitio de los realistas. Estaban a sus
órdenes el citado Catalán y un puñado de valientes; pero la situación era tan crítica, que la rendición se hacía esperar de un momento a otro: “No
era que faltase el valor: era que hacía algunos días
que las provisiones se habían agotado y el desaliento había invadido a los insurgentes, algunos
de los cuales veían la rendición como una espe-
Gertrudis Bocanegra, mártir de Pátzcuaro.
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ranza.” El general Bravo hizo un esfuerzo supremo. Sacrificando sus sentimientos humanitarios que siempre lo distinguieron, mandó diezmar
a sus soldados para que comiesen los demás. La
orden iba a cumplirse cuando doña Antonia Nava
y doña Catalina González, seguidas de un grupo
de numerosas mujeres, se presentaron al general
y con varonil actitud dijo la primera:
–Venimos porque hemos hallado la manera de
ser útiles a nuestra Patria. ¡No podemos pelear,
pero podemos servir de alimento! He aquí nuestros cuerpos que pueden repartirse como ración a
los soldados. Y dando el ejemplo de abnegación,
sacó del cinto el puñal y se lo llevó al pecho: cien
brazos se lo arrancaron, al mismo tiempo que
un alarido de entusiasmo aplaudía aquel rasgo
sublime.
El desaliento huyó como los fantasmas con la
luz de la mañana. Las mujeres se armaron de machetes y garrotes y salieron a pelear con el enemigo. Casi todos los insurgentes murieron, pero
ninguno se rindió.
No satisfecha la heroína, a quien llamaban
La Generala, con aquella grandiosa acción, algún
tiempo después, cuando contempló ensangrentado el cadáver de uno de sus deudos que asesinado por los realistas había sido llevado a la presencia de Morelos, y cuando éste intentaba
consolarla, manifestándole que por la patria aún
mayores sacrificios debían hacerse; doña Antonia
Nava, con voz entera y ahogando su dolor, dirigió
a Morelos estas sencillas pero elocuentes palabras: “–No vengo a llorar, no vengo a lamentar
la muerte de este hombre: sé qué cumplió con su
deber; vengo a traer cuatro hijos; tres pueden servir como soldados, y otro que está chico será tambor y remplazará al muerto.”
Para elogiar dignamente a nuestras heroínas,
las palabras son pocas, las frases huecas: los mismos hechos son los que se encargan de pregonar
su grandeza. Ya he dicho que unos minutos no
bastan para hablar de todas ellas, una conferencia
no basta para rendir homenaje a todas aquellas
que nos legaron la nación de la cual hoy nos sentimos orgullosos, pero estos minutos y esta conferencia nos hacen presente la importancia de aquellas mujeres que lo dieron todo y hoy se reflejan en
nuestras madres, en nuestras hermanas, en nuestras maestras, en nuestras indígenas, en nuestras
mujeres. Feliz día mujeres. Muchas gracias. <
Pátzcuaro, el lago, el lugar urbano
1
El lago de Pátzcuaro se ubica a 56 kilómetros de
la capital de Michoacán y fue un importante lugar
de los P’urhepecha antes de la conquista española,
puesto que aquí se colocaron los primeros cimientos de esa importante cultura, que luego se trasladaron a Tzintzuntzan (“lugar de colibríes”). En
Pátzcuaro2 los “principales” pasaban horas de esparcimiento, fue lugar ceremonial y de habitación
de los sacerdotes.3 Durante la conquista fue un refugio de muchos nativos. La información antigua
sobre el asentamiento la tenemos por la Relación
de Michoacán, donde se señala
Como tuviesen su asiento en el barrio de Pázquaro llamado Tarími-chúndiro, hallaron el asiento
de sus cúes llamado Petázequa, que eran unas peñas sobre alto, encima las cuales edificaron sus
cúes, que decían esta gente en sus fábulas quel
dios del infierno les envía aquellos asientos para
sus cúes a los dioses más principales.4
Hacia 1581 el bachiller Juan Martínez calculaba
en “catorce mil los tributarios” y luego “cinco mil,
porque han venido y vienen cada día a menos, por
causa de las pestilencias que de ordinario hay entre los naturales.”5
Pátzcuaro bajo el dominio colonial se ubicó
como una ciudad importante de Michoacán, manteniéndose un litigio por ser la capital y abasteciendo a los pobladores cercanos, incluso más
alejados de la Tierra Caliente. Se desarrolló una oligarquía española comercial, fuerte y poderosa, de
una veintena de familias,6 dentro de la cual una
minoría era de criollos, en tanto que el gobierno
indígena, aunque sobrevivía, era muy débil, conformado por un cabildo de naturales (gobernador,
dos alcaldes, un regidor mayor y doce regidores).7
Su economía giraba en torno al comercio, las artesanías indígenas y los recursos naturales, también
* Director de la Escuela de Educación para Trabajadores del
Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana
(SUEUM).
1 Correa Pérez, Genaro, Geografía del Estado de Michoacán, t. I, Morelia, Gobierno del Estado de Michoacán, 1974, pp.
179- 201; Toussaint, Manuel, Pátzcuaro, México, UNAM, 1942;
Macías, Pablo G., Pátzcuaro, Monografías Municipales del Estado
de Michoacán, México, Imprenta Madero, 1978, 378 pp.; Salas
León, Antonio, Pátzcuaro cosas de antaño y hogaño, Morelia, s/e,
1956, 104 pp.; Bay Pisa, Jorge, Grandezas de Pátzcuaro, Pátzcuaro, tipografía La Pluma de Oro, 1944, 21 pp.; Fernández, Justino, Pátzcuaro, México, Talleres de la SHCP, 1936, 90 pp.
2 Pátzcuaro tiene diversas interpretaciones. Es una palabra de
origen P’urhépecha (Patsekuaro), cuyas raíces son Patsenen “obscuridad” y Kuru “lugar de”, es decir, “lugar de la oscuridad” o “entrada al inframundo” según la mitología P’urhépecha, ver: Torres
Sánchez, Joel, Narrativa P’urhépecha, v. 1, Morelia, SEE, 1991. Fray
Francisco de Ajofrín traducía como “lugar de lutos” (Soto González,
Enrique, Antología de Pátzcuaro, Morelia, Instituto Michoacano de
Cultura, 1988, p. 21); el doctor Nicolás León traduce como “lugar
de llantos y de lutos” (ibid., p. 43); el bachiller Juan Martínez escribió
“También se llama Pazquaro, porque antiguamente, antes de que la
ciudad se fundase, había en el sitio algunos tintoreros, que en la lengua desta provincia se llaman phaztza y así Pazquaro quiere decir
lugar donde tiñen.” (Ibid., p. 114, se respeta la escritura original de
1581).
3 Relación de Michoacán, Morelia, Balsal edit., 1977, pp.
34-35; Silva Mandujano, Gabriel, La Casa Barroca de Pátzcuaro,
UMSNH-SUMA-Morevallado, 2005, p. 19.
4 Alacalá de, Jerónimo, Relación de Michoacán, Moisés Franco
Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen
Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado
de Michoacán, 2000, p. 363.
5 Ibid., p. 114.
6 Silva Mandujano, Gabriel, La Casa…, op. cit., cuadro II-I,
p. 52.
7 Ibid., p. 36.
marzo-abril 2010 | trabajadores
7
del cobre de las distantes minas de Inguarán que
se procesaban en Santa Clara, además de enviar el
material a la ciudad de México, incluso a la Península Ibérica.
Para darnos una idea del poderío de esas familias oligárquicas, baste el poder y fortuna de don
José Andrés Pimentel y Sotomayor, sevillano, que
pisó tierras de la Nueva España en 1727, cuya fortuna se calculaba en unos 40 mil pesos, compró la
llamada Casa Gigante (actual Portal Matamoros,
n. 40) de la viuda de Cabrera en 6 mil pesos8 y la
Hacienda de Jorullo con una extensión aproximada de 40 mil hectáreas,9 que según Humboldt10
era de las más ricas de la colonia. Sin duda su
dueño fue el hombre más rico de Pátzcuaro; al
morir en 1768, su fortuna estaba valuada en 200
mil pesos (de los de antes).
Fue hasta 1787, cuando se implantó el sistema de Intendencias que ubicó a Valladolid como la
capital de la Intendencia de Michoacán y a Pátzcuaro como una subdelegación, acotando su extensión territorial a la propia ciudad de Pátzcuaro,
diez pueblos de la ribera del lago, Tzintzuntzan, la
isla de Janitzio, además de Cuanajo y Tupátaro.11
Como se recordará, en 1718 los patzcuarenses
consiguieron que la Real Audiencia declarara a
Pátzcuaro capital y metrópoli de la provincia de
Michoacán. Su población se recuperó después
de la catastrófica disminución en el siglo XVI por
la muerte de la mayoría de los naturales, pasando
de los mil habitantes en 1650 a 5 mil en 1800.12
Primeros años de Gertrudis Bocanegra
Fue en esta señorial ciudad de Pátzcuaro, donde
nació Gertrudis Bocanegra Mendoza el 11 de abril
de 1765, siendo la hija menor de sus padres españoles, Pedro Xavier Bocanegra y Feliciana Mendoza.13 El nombre quizá fue tomado de la Santa
Gertrudis la Grande, religiosa alemana benedictina.14 Curiosamente, en ese mismo año, pero el
30 de septiembre, nació José María Morelos en
Valladolid de Michoacán (hoy Morelia).15 Ambos
jugarán, cada uno desde su ubicación, un papel
fundamental en los primeros años de la Guerra de
Independencia. Gertrudis como propagandizadora
de las ideas, correo y enlace de los insurgentes de
la región, y Morelos como estadista y militar.
En ese entonces Pátzcuaro era una ciudad de
2 mil 641 habitantes, en su mayoría españoles,16
en tanto que Michoacán contaba con una población aproximada de 800 mil habitantes.17 España
era reinada por Carlos III, y el virrey de la Nueva
8
trabajadores | marzo-abril 2010
España era Joaquín de Montserrat, marqués de
Cruillas. El Obispado de Michoacán estaba bajo la
conducción de Pedro Anselmo Sánchez de Tagle.
Los años de la década del sesenta del siglo XVIII
fueron de conflictos políticos y sociales. En 1767
estallaron rebeliones en Michoacán en respuesta a
las Reformas Borbónicas y problemas sociales
acumulados. Los nativos de Pátzcuaro también se
rebelaron llegando hasta las Casas Reales y amenazando con incendiarla si no volvía a Valladolid el
sargento Felipe Neve, acusado de provocar los motines y encargado de la leva y formación de las milicias provinciales. La rebelión fue creciendo con el
arribo de más indígenas de la cuenca lacustre y con
la consiguiente angustia de los “blancos” y autoridades.18 El obispo don Pedro se trasladó de Valladolid a Pátzcuaro logrando apaciguar los caldeados ánimos populares, pero meses después, volvió
la población indígena y mulata a rebelarse contra
el cobro de una sobretasa del tributo al alcalde
mayor.
Las protestas estuvieron lideradas por el entonces gobernador indígena don Pedro de Soria Villa8 Silva Mandujano, Gabriel, La Casa…, op. cit., p. 141.
9 Beltrán Ugarte, Ulises, La Hacienda de San Pedro Jorullo, Mi-
choacán, 1585-1795, Historia Mexicana, v. XXVI, n. 4, México, Colmex, 1977, pp. 540-575 (edición electrónica).
10 Humboldt, Alejandro de, Ensayo Político sobre el Reino de
la Nueva España, México, Porrúa, “Sepan cuántos…, 39”, 1973,
p. 164.
11 AGN, Historia, 72, 1, ff. 55v.56v., en: Silva Mandujano, Gabriel, La Casa…, op. cit., p. 40.
12 Silva Mandujano, Gabriel, La Casa…, op. cit., p. 101.
13 Archivo Municipal de Pátzcuaro (AMP), caja 56, exp. 1, f. 1, se
mencionan los nombres de los padres de Gertrudis Bocanegra en:
Gutiérrez, Ángel, María Gertrudis Bocanegra Mendoza, heroína de
Pátzcuaro, Michoacán, Comité Editorial del Gobierno de Michoacán-Comisión Estatal encargada de las Celebraciones del 175 Aniversario del Inicio de la Independencia Nacional y el 75 Aniversario
de la Revolución Mexicana-IIH-UMSNH, folleto 5,1985, pp. 2 y 19.
14 Santa Gertrudis la Grande (1256-1302). Religiosa benedictina alemana, de gran cultura filosófica y literaria. Una de los primeros apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús.
15 Partida de Bautismo de José María Morelos. 1765, octubre
4, Valladolid, en: Arreguín, Enrique, A Morelos. Importantes revelaciones históricas, Morelia, Talleres de la Escuela Industrial Militar,
1913, p. 61; Herrejón Peredo, Carlos, Morelos. Vida preinsurgente y
lecturas, Zamora, Biblioteca José María Morelos I, Colmich, 1984,
p. 85; Lemoine, Ernesto, Morelos. Su vida revolucionaria a través
de sus escritos y de otros testimonios de la época, México, UNAM,
1991, p. 12; Herrejón Rentería, Eréndira y Jiménez Lescas, Raúl,
Morelos. Estadista y Militar, Morelia, folleto del PROEBICER-SEE,
2010.
16 AHCM, caja 1300, exp. 744, Población de Pátzcuaro en la
época virreinal, según datos del Parroquial. Siglo XVIII. Padrones, en:
Silva Mandujano, Gabriel, op. cit., p. 24.
17 Silva Riquet, Jorge, Mercado Regional y Mercado Urbano en
Michoacán y Valladolid, 1778-1809, México, Colmex, p. 121, cuadro II.4; Silva Riquet, Jorge, La estructura y dinámica del comercio
menudo en la ciudad de Valladolid, Michoacán a fines del siglo XVIII,
México, INAH-IIH-UMSNH, 2007, p. 26, cuadro 1.
18 Silva Mandujano, Gabriel, La Casa…, op. cit., p. 37.
Placa alusiva ubicada en la casa que vio los primeros
días en la vida de la heroína insurgente.
roel, que ordenó que todos los tributos de la provincia le fuesen entregados a él y no a las autoridades de Valladolid, como se acostumbraba por
años. La aprehensión de don Pedro generó un motín de gente armada con machetes y palos que
desembocó en la toma de la cárcel y algunos españoles resultaron heridos. Señala el historiador Gabriel Silva que “…estaban dispuestos a desconocer
a las autoridades e incluso se hablaba de romper la
sujeción a la Corona”.19 Era el 25 de junio de 1767
y también se ejecutaba el decreto de Carlos III de
expulsar a los jesuitas de los dominios españoles.
Por lo que en Pátzcuaro la orden esperó mejores
momentos. La tropa procedente de Valladolid entró en la ciudad del Lago el 3 de julio a fin de llevarse a los jesuitas, pero la muchedumbre los recibió de mala manera y, cuando los indígenas se
opusieron a la detención de los jesuitas, hubo varios heridos.20
Pátzcuaro quedó como una “ciudad rebelde”,
“opositora” a las Reformas Borbónicas y el Ayuntamiento español “… se había mantenido siempre
atemorizado y demostró ser incapaz de controlar
el movimiento subversivo” dice el historiador Gabriel Silva.21
La infancia de Gertrudis Bocanegra fue, no obstante, de una vida sin complicaciones económicas; además de que tuvo la fortuna de recibir cierta
instrucción pese a que en esa época la educación
era restringida para las mujeres. Su familia no era
parte del selecto grupo oligárquico patzcuarense, pero sí solvente en lo económico. Al quedar
huérfana de madre, su padre se encargó de su for-
mación al mismo tiempo de hacerse cargo de la
Hacienda de Pedernales (en Tacámbaro).22 Esa hacienda azucarera estaba en poder de don Ignacio
de Barandiarán, que era regidor perpetuo del cabildo de Pátzcuaro, quien la vendió en septiembre
de 1796 en 13 mil pesos al teniente coronel Francisco Mendoza.23
Siendo restrictiva la situación de las mujeres en
esa época, las cuales no podían acceder a sus bienes hasta haber cumplido su mayoría de edad, es
decir, los veinticinco años como lo comenta la historiadora nicolaita Silvia Figueroa,24 la participación de la mujer en la vida política era nula, limitándose a la vida en el hogar o el convento. Por
esta razón es importante reconocer la participación de Gertrudis en el movimiento independentista, demostrando con su actuar su admirable
conciencia social de su época, cargada de divisiones sociales entre peninsulares españoles, criollos,
indígenas y las castas.
Muy joven, Gertrudis se casó con Pedro Advíncula, joven soldado realista del regimiento
provincial, quien moriría en la Guerra de Independencia.25 Él fue hijo de Joaquín de la Vega y Ana de
Herrera. El matrimonio se llevó a efecto en la ciudad de Pátzcuaro el 18 de febrero de 1784 por el
teniente cura don Vicente Villaseñor. Los padrinos
fueron Miguel, María Josefa y Antonio Ansorena.26
Por cierto, el padre de Gertrudis se opuso a ese
matrimonio alegando, como consta en documentos históricos, “diferencias de sangre” entre los
jóvenes enamorados. Pero Pedro Advíncula se empeñó en contraer nupcias y arguyó que también
era “español, moreno” pero finalmente español,
en realidad era criollo. Asimismo, el temperamento de Gertrudis se mostró firme al rechazar las
supuestas diferencias de “sangre” entre los habitantes de la colonia novohispana. El matrimonio
19
20
Silva Mandujano, Gabriel, La Casa…, op. cit., p. 38.
Mazín, Óscar, Entre dos Majestades. El Obispo y la Iglesia
del Gran Michoacán ante las Reformas Borbónicas, 1758-1772,
Zamora, Colmich, 1987, pp. 129-152; Castro Gutiérrez, Felipe, Movimientos Populares en la Nueva España. Michoacán. 1766-1767,
México, UNAM, 1990, pp. 56, 57 y 114; Silva Mandujano, Gabriel,
La Casa…, op. cit., pp. 37-38.
21 Silva Mandujano, Gabriel, La Casa…, op. cit., p. 38.
22 Romero Flores, Jesús, Diccionario…, op. cit., p. 432.
23 Silva Mandujano, Gabriel, La Casa…, op. cit., p. 142.
24 Figueroa Zamudio, Silvia (discurso), Gertrudis Bocanegra,
Pátzcuaro, 2006, p. 1.
25 AMP, caja 56, exp. 1, f. 1, en: Gutiérrez, Ángel, María Gertrudis…, op. cit., p. 19.
26 Archivo Parroquial de Pátzcuaro (APP). Ramo: Matrimonios.
1775-1779. Ident. 1º, F, 56, Fte., en: Gutiérrez, Ángel, María Gertrudis…, op. cit., p. 22.
marzo-abril 2010 | trabajadores
9
Asimismo, entre los conspiradores figuraba
don Manuel Muñiz,32 nacido en Turicato y militar
de Valladolid, figura importante en la Guerra de
Independencia y a cuyas fuerzas se alistarán el
marido de Gertrudis y su hijo Manuel.
Se puede deducir que entre los habitantes de
Pátzcuaro había gente que simpatizaba con los
ideales independentistas y libertarios del dominio
colonial de los españoles, en una ciudad fundada
con ese carácter, de ciudad de españoles. Contradictoriamente, el cabildo patzcuarense se pronunció por el rey Fernando VII.33
La Guerra de Independencia
se llevó a efecto el 18 de febrero de 1784, procreando cuatro hijos mestizos (tres mujeres y un
hombre, cuyos nombres fueron María Hilaria de
Jesús, José Manuel Nicolás, María Ignacia Lauriana
y María Magdalena Faustina).27
Conspiradores e insurgentes
1808. Dada la crisis política que había generado la
invasión francesa a España, la abdicación de los
reyes españoles a favor del hermano de Napoleón
Bonaparte, José Bonaparte, se organizaron varias
“Conspiraciones” en la colonia, la Nueva España.
La primera en la ciudad de México en 180828 y la
segunda en importancia, las Conspiraciones de
Valladolid y Pátzcuaro de 1809 y, por supuesto, la
de Querétaro, donde se congregaban los Domínguez (Miguel y Josefa Ortiz), Allende, Aldama, el
cura de Dolores Miguel Hidalgo, entre otros.29
Cabe destacar que en la “Conspiración de Valladolid” (en realidad eran varias ciudades y pueblos michoacanos donde había conspiraciones)
estaban dos cabezas ilustres de Pátzcuaro: el cura
don Manuel de la Torre Lloreda y el subdelegado
José María Abarca. Don Manuel fue conspirador
de 1809 y luego participante de la lucha por la
Independencia, también sería de los primeros diputados al Congreso de Michoacán.30 Nació en
Pátzcuaro el 6 de junio de 1776, educado en el Seminario de Valladolid y sirvió en los curatos de
Santa Clara y luego Pátzcuaro. Falleció el 26 de julio de 1826 en su ciudad natal. Distinguido ciudadano, poeta, político, cura, orador, según Romero
Flores “uno de los hijos más ilustres que ha tenido
Michoacán” y Pátzcuaro.31
10
trabajadores | marzo-abril 2010
1810. Una vez estallada la Guerra de Independencia, la familia de Pedro y Gertrudis simpatizaron
con la causa insurgente. La casa se tornó en centro
de conspiración y enlace.34 Pedro Advíncula y su
hijo Manuel se enrolaron en las filas insurgentes al
mando del capitán de regimiento de Valladolid
Manuel Muñiz, que se había unido al ejército de Hidalgo en su paso hacia Guadalajara;35 en tanto que,
Gertrudis sirvió de correo de los insurgentes entre
Pátzcuaro y Tacámbaro (bajo el mando de Manuel
Muñiz) y como propagandizadora de las ideas libertarias. Asimismo, una de las hijas se casó con
un insurgente de apellido Gaona.36 Es claro, entonces, que se trataba de una familia insurgente, que
prestaban sus servicios a la causa y se exponían
ante los españoles. Don Manuel Muñiz habiendo
participado de la derrota insurgente en la Batalla
de Puente Calderón, retornó a Michoacán, donde
fue comandante de Tacámbaro.
27 Mendoza, Fernando, Los Herederos de Pátzcuaro, Pátzcuaro, mimeo, s/f., p. 15.
28 AGN. Causa formada al Padre Mercedario Fray Melchor de
Talamantes por infidencia, México año de 1808, Historia, caja 586,
vv. 1 y 2.
29 Alamán, Lucas, Historia de México, t. I, l.II, cap. 1, México,
p. 368; Riva Palacio, Vicente, México a través de los siglos, pp.
93-94; Villoro, Luis, El proceso ideológico de la Independencia, México, UNAM, 1977, pp. 82-84.
30 Romero Flores, Jesús, Diccionario Michoacano de Historia y
Geografía, México, EV, 2ª ed., 1972, p. 430.
31 Romero Flores, Jesús, Diccionario…, op. cit., p. 552.
32 Cervantes Trejo, Gabriel, La Conspiración de Valladolid
de 1809. Un paso a la Independencia, Morelia, UMSNH-Facultad de
Historia-H. Congreso de Michoacán-SPUM-Coord. Científica, 2009,
p. 35.
33 Pátzcuaro se pronuncia por el rey, agosto 16 de 1808, en:
“Antología de Pátzcuaro”, pp. 31-32.
34 Romero Flores, Jesús, Diccionario Michoacano de Historia y
Geografía, México, EV, 2ª ed., 1972, p. 74.
35 Romero Flores, Jesús, Gertrudis Bocanegra de Lazo de la
Vega: heroína de Pátzcuaro, sacrificada en aras de la independencia
nacional, ensayo biográfico, Edit. México Nuevo, 1938, p. 11.
36 Ibid., p. 13.
Camino al roble
En este contexto de la lucha insurgente y la importancia que enfrentaba la región lacustre, Uruapan,
Zacapu y pueblos aledaños, se entiende porque
doña Gertrudis fue comisionada a retornar a Pátzcuaro para fortalecer las comunicaciones y actividades insurgentes.
En 1815 don Ignacio Rayón ocupó la ciudad
de Pátzcuaro y organizó un gobierno, por lo que el
pueblo propuso a don Bernardo Abarca, oriundo
de esa ciudad, como comandante militar y civil.
Meses después, el realista Agustín de Iturbide recuperó la plaza para las fuerzas fidelistas y aprehendió a don Bernardo y lo mandó fusilar en mayo de
1815.37
Pero los insurgentes no se doblegaban. Así que
con cerca de 50 años a cuestas, viuda y cansada,
doña Gertrudis retornó a su ciudad natal, donde
fue delatada y detenida por los realistas, padeció
los interrogatorios y exigencias para que entregara
a los insurgentes, pero ella se mantuvo firme, demostrando el temple que la había caracterizado
durante su vida y su adhesión a la causa insurgente. Estuvo presa en la casa número 14 (calle
Ibarra). Sujeta a proceso fue sentenciada y fusilada
al pie de un fresno de la Plaza Mayor, hoy Vasco de
Quiroga, el 11 de octubre de 1817.
Así quedó escrito el final de doña Gertrudis:
“espías de cualquier clase”, “los que en sus proclamas o escritos y opiniones públicas se dedican a
encender el fuego de la revolución” y “los que reconocen al gobierno insurgente”. Espía, incendiaria de la revolución, reconocedora del gobierno
insurgente y donadora de su propia vida, la de su
esposo y de su único hijo varón para que México
fuera una Nación Independiente y libre del yugo
español.
Como dice la historiadora Carmen Saucedo:
Gertrudis Bocanegra perdió a su esposo e hijo
cuando combatían en el bando insurgente. Dispuesta a colaborar por los medios que le eran
posibles en el campo de batalla, tuvo la tarea de
regresar a Pátzcuaro a fin de averiguar el estado
de las fuerzas realistas, conspirar y seducir tropas.
Fue descubierta y pasada por las armas…40
Es necesario recordar las palabras de Jesús Romero Flores: “…una de las mujeres cuyo recuerdo
debe perdurar en el alma de las generaciones presentes y futuras.”41 <
En el año del señor de mil ochocientos diez y siete
en once de octubre. Habiéndose administrados
los santos sacramentos de la penitencia y eucaristía a Ma. Gertrudis Bocanegra, pasada por las armas, española, viuda; volvió su alma a Dios N.S. y
a su cuerpo se le dio sepultura en la iglesia de la
Compañía de esta ciudad en el último tramo con
insignias altas y doble solemne, porque conste lo
firme. Pedro Rafael Conejo (rúbrica).38
Debemos recordar que los españoles clasificaban, para ser juzgados y pasados por las armas a
ocho diferentes niveles de insurgentes: los militares, los “espías de cualquier clase”, los excitadores
a la rebelión, los desertores del ejército realista, los
empleados del gobierno revolucionario, “los que
en sus proclamas o escritos y opiniones públicas
se dedican a encender el fuego de la revolución”,
los que abusando por la anarquía cometen desmanes y “los que reconocen al gobierno insurgente”.39
Con esas caracterizaciones, Doña Gertrudis,
entraría en varios de los niveles de la insurgencia:
En la placa se lee: “Al pie de este árbol fue fusilada Doña
Gertrudis Bocanegra el 11 de octubre de 1817 por los enemigos
de la Independencia.”
37 Romero Flores, Jesús, Diccionario…, op. cit., p. 8.
38 AMP, Ramo: Entierros 1814-1835, caja 56, exp. 1,
f. 1, en:
Gutiérrez, Ángel, María Gertrudis…, op. cit., p. 23.
39 AGN. Real orden para clasificar en ocho clases a los insurgentes, Madrid, 28 de julio de 1818, Infidencias, v. 142, exp. 7.
40 Saucedo Zarco, Carmen, Las Mujeres en la Guerra de Independencia, México, Comisión Organizadora de las Conmemoraciones del 2010-Instituto Nacional de las Mujeres, 2010, p. 42.
41 Romero Flores, Jesús, Diccionario…, op. cit., p. 74.
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a insurgencia zapatista de 1911-1919
surge en un contexto nacional caracterizado por dos periodos de severas y prolongadas sequías en 1891-1896 y 1904-1910, las
que se tradujeron en pérdida de cosechas e inflación de los precios del maíz a lo largo del lapso
1885-1910. Dicha inflación pronto se tradujo, a la
vez, en disminución de los salarios reales que se
pagaban tanto en la industria manufacturera
como en las haciendas. Siendo así, son los asalariados agrícolas y los asalariados fabriles quienes
más se ven afectados por la insuficiencia nacional
de maíz y la inflación de precios.1
Salvo los salarios que se pagaban en los centros
mineros, los agrícolas e industriales no aumentaron desde antes de que se iniciara la industrialización urbana y rural de los procesos de producción
en la década de 1880 en adelante.
Luego de un poco más de dos décadas de auge
en la extracción y exportación de minerales, en
1907 se inicia en Estados Unidos la crisis de baja
de precios de metales como el cobre y la plata,
hecho que pronto se manifestaría en los centros
mineros que se hallaban en manos de capitalistas estadounidenses. Esta otra crisis es menos prolongada porque su duración fue de dos años. No
obstante, sus efectos se observaron pronto como
descenso de la producción industrial.
Dado ese contexto nacional de crisis combinadas, “Era entonces tentador, para los grandes propietarios prósperos, sacar provecho de las dificultades de muchos pueblos y de los campesinos para
* Profesor de la Universidad Obrera de México.
12
trabajadores | marzo-abril 2010
Era usual ver la presencia de mujeres acompañando
los contingentes revolucionarios.
aumentar sus propiedades, o al menos, para asegurarse una mano de obra dependiente”.2 En
efecto, la industrialización, la expansión del mercado interno y el auge de las exportaciones no
sólo de minerales sino también de bienes agropecuarios, explican la diversificación de la producción de las haciendas, los incrementos de la producción y la expansión del área cultivada a cuenta
de las tierras de los pueblos aledaños.
Desde fines del siglo XXI, los habitantes del
pueblo de Anenecuilco, Villa de Ayala, Mor., inician un largo proceso judicial de demanda de devolución de sus tierras comunales a la hacienda de
El Hospital. Se trata, pues, de una tendencia nacional de expansión del área cultivada de las haciendas a cuenta de la tenencia agraria comunal, la pequeña propiedad privada y las tierras baldías. La
política agraria porfiriana de deslinde y supuesta
colonización de terrenos baldíos alentó el despojo
de tierras comunales cuyos poseedores no lograban demostrar con títulos la posesión de las mismas. Sólo en el estado de Morelos desparecieron
dieciocho pueblos entre 1876 y 1909 debido a la
expansión territorial de las haciendas azucareras.3
Insurgencia maderista
(noviembre de 1910-mayo de 1911)
Los integrantes del núcleo dirigente zapatista tales
como Pablo Torres Burgos, Emiliano y Eufemio Zapata, Jesús Morales y Gabriel Tepepa, entre otros,
encontraron en el Plan de San Luis (octubre de
1910) un punto de confluencia entre su añeja demanda de devolución de tierras, agua y bosque
comunales y el movimiento maderista. El punto
de confluencia eran los contenidos del artículo 3°
de dicho plan, cuyos términos son: “Abusando de
la ley de terrenos baldíos, numerosos pequeños
propietarios, en su mayoría indígenas han sido
despojados de sus terrenos, por acuerdo de la
Secretaría de Fomento, o por fallos de los tribunales de la República”. Enseguida de esta afirmación el movimiento maderista asume una promesa, la de declarar sujetos a revisión tanto los
acuerdos agrarios de la Secretaría de Fomento
como los fallos de los tribunales que afectaban a
los pueblos.4
La naciente insurgencia zapatista hace suyo dicho plan maderista, en particular los contenidos
del artículo 3°. Sin embargo, a la vuelta de menos
de un año, o sea a partir de la segunda semana de
noviembre de 1911, se rompe la alianza entre Madero y el movimiento zapatista. La ruptura se suscitó por la negativa de Madero, para entonces ya
Presidente de la República, a concretar lo dispuesto en el artículo citado del Plan de San Luis. El
gobierno maderista no emprende, en cuanto a la
cuestión agraria, ninguna reforma sino una política agraria de continuidad con la que se aplicó
durante el porfiriato, que consistía en deslindar,
fraccionar y supuestamente colonizar terrenos
baldíos, mismos que quedaron en manos de los
hacendados y de las compañías deslindadoras.
Para fines de noviembre del mismo año, el zapatismo vuelve a ser una fuerza insurgente armada con influencia no sólo en Morelos sino también en los estados de Tlaxcala y Guerrero, y en las
regiones de los estados de México, Puebla, Michoacán y Oaxaca. Para fines de noviembre de
1911 la insurgencia zapatista es ya un movimiento
armado con plan político-agrario propio de alcance nacional.
Efectivamente, son de alcance nacional los
contenidos del Plan de Ayala (28 de noviembre de
1911) porque la demanda de restitución de tierras, agua y bosque se origina del proceso de despojo de los mismos por los hacendados; este proceso se acelera desde la década de 1890 en
adelante en prácticamente todo el país. El Plan de
Ayala es, en este sentido, de alcance nacional.
Las insurgentes zapatistas, 1911-1919
La insurgencia zapatista, en tanto que fuerza político-militar conformada por pequeños núcleos
guerrilleros itinerantes, se caracterizó por haberse auto-otorgado fuentes de abastecimiento de
armas, caballos, municiones, ropa y alimentos,
que obtenían de las haciendas, comerciantes de
los pueblos, presidencias municipales, oficinas
de renta, etc. También se caracterizó por haber
creado y operado una red informal y eficaz de
contraespionaje, en la que las mujeres eran las responsables de llevar a cabo dicha función.
Un número considerable de mujeres insurgentes zapatistas conformaron dicha red de contraespionaje. Hacían su labor en las estaciones del
Ferrocarril Interoceánico, la que consistía básicamente en recabar datos acerca de cuántos soldados y cuántos tipos de armamentos federales eran
enviados a las ciudades de Cuernavaca, Cuautla e
Iguala; hora de paso del tren militar por tal o cual
estación y el rumbo que seguiría de ahí en adelante; esa información llegaba pronto al núcleo o
núcleos guerrilleros que se hallaban próximos a la
estación ferrocarrilera.
En otros casos, la red zapatista de contraespionaje aportaba información de hora de partida de
tal tren militar, estación de la que partiría desde el
Distrito Federal (San Lázaro y Colonia), itinerario
que seguiría, efectivos militares y número aproximado de tipos de armas que se conducía, etc.; ese
conjunto de datos, aportados las más de las veces
por las insurgentes zapatistas permitía al jefe o
jefes de uno o más núcleos guerrilleros concretar
marzo-abril 2010 | trabajadores
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“…la historia de las mujeres insurgentes, anónimas en lo
personal, es la historia total de la insurgencia zapatista…”
la voladura de trenes en tal o cual punto, para enseguida apropiarse de armas ligeras y municiones
de los federales liquidados durante el asalto.
La red de insurgentes zapatistas también proporcionaba información puntual acerca de si tal
tren u otro conducía sólo pasajeros, por lo que los
jefes zapatistas daban la orden de permitir el tránsito de dicho tren. Es decir, la dirección zapatista
aplicaba la regla militar de no atacar trenes que
sólo conducían a civiles. También esta información era proporcionada, repito, por las mujeres
insurgentes zapatistas.
Las mujeres insurgentes combinaban las labores de contraespionaje no sólo con las de carácter
doméstico, sino también con las de barbecho,
siembra, deshierbe y cosecha de maíz en la propia
parcela.
La séptima zona militar con sede en Cuernavaca, Morelos, estuvo jefaturada desde agosto de
1911 hasta diciembre de 1913, por los generales
Victoriano Huerta, Arnoldo Casso López, Juvencio
Robles (en dos periodos), y Felipe Ángeles. Cada
uno de estos generales aplicó, evidentemente, la
ordenanza militar durante sus respectivas jefaturas. Así, por ejemplo, las mujeres insurgentes zapatistas fueron objeto de aprehensión, encarcelamiento y abusos por los militares. En situación de
guerra civil, y dada la clara política de exterminio
que el Estado aplicó a los zapatistas desde la insurgencia maderista hasta el gobierno de Huerta, se
entiende que ninguna denuncia de abuso habría
de prosperar.
Ahora bien, las mujeres insurgentes, casi todas
ellas anónimas, no son, como pudiera creerse,
personas sin historia. Por lo contrario, se trata de
personas que sumaron sus fuerzas con los hom-
14
trabajadores | marzo-abril 2010
bres zapatistas en la creación de los hechos históricos empíricos. Por ende, la historia de las mujeres
insurgentes, anónimas en lo personal, es la historia total de la insurgencia zapatista; es decir, cada
una de ellas forjó su propia identidad mediante la
militancia.5
Las mujeres insurgentes combatieron por la
restitución e implantación de la tenencia agraria
comunal en el ámbito nacional, y por la multiplicación de la pequeña propiedad agraria. De acuerdo
con los contenidos del Plan de Ayala y la Ley Agraria zapatista de octubre de 1915, ambas formas de
tenencia de parcela individual estarían limitadas
por tres restricciones jurídicas: las parcelas no son
enajenables, no son hipotecables ni embargables.
El objetivo económico básico de la posesión individual consistía en la obtención de un ingreso en especie y un ingreso en dinero, este último derivado
de la venta del excedente físico agrícola en los
mercados locales.6
La naturaleza radical de dicha concepción de
reforma agraria pequeñomercantil consiste en que
asume la hacienda como base para la resti- tución
de la tenencia agraria comunal y la multiplicación
de la pequeña propiedad; es decir, las mujeres insurgentes lucharon por la liquidación de la hacienda como unidad de producción capitalista
y como tenencia agraria que dominó en el país
desde su consolidación en el siglo XVII. En consecuencia, las y los zapatistas de 1910-1919 hicieron, en efecto, una revolución para dejar de ser
productores directos explotados en las haciendas, por un lado, y para autoconstituirse en pequeños productores de carácter mercantil simple, por
otro.7 <
1 François-Xavier Guerra, México: del antiguo régimen a la
revolución, t. 1, México, FCE, 1988, pp. 372-374.
2 François-Xavier Guerra, op. cit., t. 2, pp. 247.
3 John Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, México,
S. XXI Editores, 1969, pp. 44.
4 Manuel González Ramírez, Planes políticos y otros documentos, México, FCE, 1957.
5 Los apuntes acerca de las mujeres insurgentes los elaboré
con base en la consulta de los periódicos El Diario y El País correspondientes a los años de 1911, 1912 y 1913, que llevé a
cabo en el Fondo Reservado de la Hemeroteca Nacional-UNAM.
6 Cfr. Plan de Ayala y Ley Agraria zapatista en Ramón Martínez Escamilla, Emiliano Zapata. Escritos y documentos, México, Editores Mexicanos Unidos, 1978.
7 En el Prefacio, pp. 11, de su libro Zapata y la Revolución
Mexicana, John Womack escribe: “Este es un libro acerca de
unos campesinos que no querían cambiar y que, por eso mismo, hicieron una revolución”.
El título de esta charla puede
parecer general: “la mujer mexicana”, como si fuera una sola
su situación en todo el país y
no, no lo es; sin embargo nos
conduce a reflexionar acerca de
que, efectivamente, no podemos hablar de la mujer así en
general porque estamos inmersos en una sociedad dividida
en clases, y dentro de cada una
de ellas, divisiones más específicas entre las cuales estamos
las mujeres. De tal forma que
las condiciones de vida, crecimiento, desempeño, desarrollo
y de manifestación de la opresión, son diferentes para cada
mujer, dependiendo del lugar
que ocupen en este mundo de
relaciones sociales.
No obstante, independientemente de la condición social, de
las clases, existe una discriminación absoluta, generalizada,
que tiene que ver con la ideología patriarcal, muy anterior a
este sistema en el que vivimos,
ideología que aunada a la mercantil capitalista, hacen el cuadro perfecto para reproducir los
mecanismos de dominación en
el que seguimos inmersos hombres y mujeres, ahora de una
manera más cínica y deshumanizada.
* Profesora de la Universidad Obrera de México.
En México, en las sociedades prehispánicas, la ideología
patriarcal se transmitía de generación en generación a través de las conversaciones entre padres e hijos, y a través de
las enseñanzas en el Calmécac,
siendo la obediencia y la sumisión de las mujeres, las virtudes
exaltadas por los padres.1 Esta
forma de pensamiento que se
inculcaba a la mujer de la alta
nobleza mexica, era todavía
más exigente y cerrada entre
los macehuales por la desventajosa posición en la que se encontraban con relación a la nobleza.
Dado lo ancestral de esta
ideología podemos explicarnos
cómo nos ha moldeado, se nos
ha metido en los huesos y en la
sangre, situación que se refleja
en las relaciones de poder que
se establecen en la familia, en la
escuela, en todo lo que tenga
que ver con la autoridad, con
los sistemas de dominación; sobre quién ejerce el poder, quién
domina, en la casa, en el trabajo, en el lugar donde vivimos
y cómo responde el individuo
como ser social.
En esta época, siglo XXI, resulta sorprendente que tengamos que hablar de los “logros”
que hemos tenido las mujeres,
de los avances a los que hemos
llegado, siendo que ambos,
hombres y mujeres somos iguales en condición humana, hechos de la misma materia, iguales ante la Ley.
En todo este proceso histórico de dominación, de sometimiento que hemos vivido a lo
largo de nuestra existencia
como Nación, podemos diferenciar la situación que ha padecido la mujer dependiendo
de la clase social a la que pertenece, de la discriminación de
la que es objeto por el sólo hecho de ser mujer, para, enseguida enumerar los “logros”
que ahora hacen menos pesada o menos peligrosa la vida de
una mujer, porque evidentemente nuestra situación es mejor que la de hace 50 años.
En primer término reconozcamos que la mujer contribuye
en gran medida a la reproducción de su propia opresión, no
porque le guste, sino porque
considera natural que sea al
hombre a quien la mujer debe
servir y procurar atención. De
tal forma que como el peso de
la educación de los hijos en la
familia recae principalmente
en la madre, la abuela, la tía, es
decir, en la mujer, somos nosotras quienes en casa hacemos
la primera división “del trabajo”, diferenciando el trato
que se da a los hijos y a las hijas.
Este modelo de obediencia ha-
marzo-abril 2010 | trabajadores
15
cia el hombre lo reproducen los
hijos cuando se casan.
Así ha sido siempre, nos dirán, y así seguirá. ¿En verdad?
Hubo una época en que la
mujer era quien dominaba en
la relación social, hablamos del
matriarcado, y en el proceso
de reproducción, la mujer sabía quién o quiénes eran sus
hijos, pero el hombre no. Al ir
acrecentando sus bienes, los
hombres necesitaban saber a
quiénes dejarían sus posesiones, quiénes prolongarían su
linaje y entonces fue necesario
cambiar la situación de dominio, crear las leyes de la herencia para asegurar las propiedades, establecer la monogamia
–aunque no para todos–, convirtiéndose la mujer en una posesión más del hombre.2
De ahí en adelante, en todas
las grandes civilizaciones, en
todas las épocas, en todas las
formaciones sociales, la mujer
quedó sometida a los designios
y deseos del hombre, cumpliendo su papel de acuerdo
con las necesidades del orden
social imperante.
El propio desarrollo del capitalismo orilló a las mujeres a
ocuparse en las fábricas como
obreras, y siendo consideradas
inferiores a los hombres, apenas un poquito mejor que los
niños, los patrones vieron en
ellas la seguridad de obtener
más y mejores ganancias. Por
un lado les pagaban y les siguen
pagando menos y por el otro
eran más obedientes que los
hombres, más diligentes, y además, posibles objetos de uso sexual.
Largas y sostenidas luchas
tuvieron que dar nuestras antecesoras –una minoría sí, pero
digna de resaltarse–, las más
osadas para poder asistir a las
escuelas, a las universidades,
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trabajadores | marzo-abril 2010
tuvieron que disfrazarse de
hombres, firmar con seudónimos sus obras literarias, ingresar al convento para no ser objeto de uso en un matrimonio
no elegido por ellas, hasta permanecer a la sombra del otro
para estar en el mundo de la
ciencia, en el mundo de los
hombres.
Sin embargo, como seres
inteligentes, con raciocinio, con
sentimientos y dignidad, participaron en innumerables batallas por su reconocimiento
como seres humanos iguales a
los hombres, lucharon al lado
de ellos buscando mejoramientos en los modos de vida, tal
como nos acaban de referir
los compañeros que me antecedieron en sus intervenciones
sobre la participación de la mujer en la Independencia, y en el
movimiento de la Revolución
de 1910. A lo largo de la historia
los ejemplos sobran en todo el
mundo y México no es la excepción; desde las muy conocidas
como Juana de Asbaje, Leona
Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez, las adelitas, hasta las mujeres anónimas que participaron en las luchas sindicales y
en las huelgas como la de Río
Blanco, en el movimiento de la
APPO, la del EZLN, de Atenco,
las que buscando un mundo
mejor se integraron a la guerrilla; mentes brillantes que han
contribuido y contribuyen al
avance de la ciencia, de la medicina, de la educación, en instituciones como el Politécnico, la
UNAM, el CINVESTAV, las universidades estatales, donde se desempeñan como investigadoras,
como docentes.
“En ninguna entidad federativa se observa igualdad de trato y oportunidades entre hombres y mujeres”.3
Para la época actual, en el
México presente, la mujer ya
cuenta con derecho a elegir a
sus representantes en el gobierno, derecho que se obtuvo en
1953 durante el gobierno del
presidente Adolfo Ruiz Cortines. ¡Imagínense lo provechoso
que significó la gran cantidad
de votos cautivos para el partido en el poder! El que, haciendo uso de la subjetividad de la
mujer, manejó excelentemente
la imagen del candidato “bueno
y guapo” que era Adolfo López
Mateos. No obstante el hecho
de que se reconozca el derecho al voto es un avance, sobre
todo pensando a futuro.
Efectivamente, no cabe
duda que hemos tenido avances, ¡increíble!, pero tenemos
que hablar de “avances”. Según
datos del INEGI, en el Distrito Federal, una de las entidades más
progresistas del país, el índice
de alfabetización en una población de 15 años y más, para las
mujeres es del 96.2%, en tanto
que para los hombres es de
98.5%; en educación media
superior, el porcentaje de mujeres alcanza la cifra de 49.2% en
tanto que para los hombres es
del 49.7% en 2006.4
En educación, de acuerdo
con cuatro bases de datos de
cuatro fuentes diferentes (Revista Electrónica de Investigación
Educativa, Consejo Mexicano de
Investigación Educativa, Colina
y Osorio, y Sistema Nacional de
Investigadores), el porcentaje
de mujeres investigadoras en
educación es ligeramente superior que el de los hombres. Es
decir, oscila entre el 51% y el
56% de las mujeres contra 49%
al 44% de los hombres.5
No tenemos este mismo
resultado en el área científica,
probablemente por razones
culturales, por considerar que
las carreras científicas son
más propias de los hombres y
no porque no tengamos capacidad para ello como lo dijo el rector de la Universidad de Harvard en 1995. Baste recordar
que quien colaboraba con Albert Einstein resolviendo los
problemas matemáticos era su
compañera. Así tenemos que
en Física sólo se registra un
15.5% de inscripción femenina, en Ingeniería un 8.7%; en
cambio en Administración tenemos un 35.4%. Hace 40
años el porcentaje de la matrícula femenina registrada a nivel licenciatura era del 17%, en
tanto que para el 2002 es ya del
48 por ciento.6
Habría que ver cuántas mujeres terminan su carrera y
cuántas la ejercen, todo parece
indicar que los resultados no
son halagadores.
Según la ANUIES (2004), de
treinta y cuatro instituciones de
educación superior, sólo cuatro
han tenido rectoras: Universidad Autónoma de Campeche,
Universidad Pedagógica Nacional, Universidad Autónoma de
Querétaro y Universidad Juárez
Autónoma de Tabasco. Faltaría
agregar también a la Universidad Autónoma Metropolitana
que ya tuvo una rectora, y actualmente el Instituto Politécnico Nacional.
En lo económico, se observa
que la incorporación de la mujer al mercado de trabajo se ha
incrementado. En el D.F. es de
47.5%, siendo a nivel nacional
de 41.4%; esto es así en parte
porque el número de divorcios
que va en aumento implica que
la mujer se haga cargo del sostenimiento de sus familias. Por
cada 100 matrimonios en el D.F.
hay 16.4 divorcios en áreas urbanas. En parte también porque como consecuencia de la
crisis económica que vivimos,
el índice del desempleo en los
hombres cada vez es mayor. Situación que conlleva a la mujer
a ocuparse en más de una actividad remunerada, convirtiéndose de esta forma en jefe de familia.7
Lo que no ha podido lograrse en este ámbito es que los
salarios sean iguales para ambos sexos, pues según datos del
propio INEGI, el salario promedio medido en dólares alcanza
la cifra de 16,350 dólares,
mientras que los hombres obtienen 30,143 dólares; esto es,
el sueldo de la mujer es del 54%
con relación al que gana el hombre desempeñando las mismas
labores. Siguiendo los datos encontramos que las mujeres profesionistas ocupadas ganan en
promedio 68.3 dólares por hora
mientras que los hombres ganan 80.1 dólares por hora.
En la vida política también
encontramos que la mujer participa cada vez más en los procesos electorales; a partir de
1953 comenzó a participar no
sólo en la elección de representantes, diputados y senadores,
gobernadores, presidentes de la
república, sino que también
como contendientes a los puestos de representación popular,
obteniendo un 2.5% de presencia en la Cámara de Diputados.
Más tarde, en el gobierno de
José López Portillo (1976-1982),
fue nombrada la Lic. Rosa Luz
Alegría como secretaria de Turismo, siendo la primera mujer
en una Secretaría de Estado;
igualmente en ese mismo periodo, el estado de Colima tuvo
a la primera mujer gobernadora: Griselda Álvarez.
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También las presidencias
municipales están siendo ocupadas por mujeres; no obstante
la oposición de sectores reaccionarios que han impedido en
algunos lugares la participación
de la mujer como candidata,
como fue el caso de Eufrosina
Cruz Mendoza en Santa María
Quiegolani, Oaxaca, quien salió
de su pueblo para que no la obligaran a casarse con un desconocido y después ya como profesionista no pudo contender
por la presidencia municipal en
2008 por ser mujer.8
En 2002, el Congreso de la
Unión aprobó reformas al Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales para
que el 30% de cargos de elección popular sean para las mujeres. Lo vergonzoso de esto es
que habiendo conseguido este
derecho haya habido mujeres
que cedieron su lugar a sus esposos o compañeros de partido
en las elecciones pasadas.9 Revísese La Jornada del 5 de septiembre de 2009.
En el Congreso local, para el
periodo 2006-2009, el 22.7%
de las curules fue ocupado por
mujeres, esto benefició también en la obtención de leyes
que protegen a la mujer.10
Un fenómeno que no ha podido erradicarse sino que por el
contrario ha ido en aumento es
la violencia intrafamiliar contra
las mujeres.
De acuerdo con estudios citados por el INEGI, el porcentaje
de mujeres de 15 años y más,
casadas o unidas que sufrió al
menos un incidente de violencia por parte de su pareja fue de
41.2% en el D.F. A nivel nacional fue del 40 por ciento.
Asimismo, “el 39% de las
mujeres divorciadas y separadas que sufren violencia dentro
de su relación de pareja, conti-
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núan padeciéndola después de
la ruptura conyugal”.11
Imposible no pensar en los
daños y secuelas dejadas en
este grupo de mujeres, que se
dan en todas las clases sociales,
y que abarcan la violencia emocional, económica, física y sexual.
Grave es la situación de pandemia desatada por el SIDA,
extendida ahora a las mujeres
cuyos esposos han tenido que
emigrar hacia otros países, Estados Unidos principalmente, y
que han sido contagiadas por
ellos. Podríamos preguntarnos
¿acaso no existe el condón ya?
Sin embargo, por cuestiones
ideológicas, estas mujeres no
podrían siquiera plantear el uso
del condón sin despertar suspicacias en sus parejas, tampoco
pueden negarse a tener relaciones sexuales con ellos.12
Otra situación de extrema
gravedad es la ola de asesinatos
cometidos contra las mujeres
en diversos estados de la República, entre los que ya se ha
hecho mundialmente famoso el
caso de las asesinadas de Ciudad
Juárez, pero también están las
de Guerrero, Veracruz, Michoacán o Estado de México, por
mencionar otros. Casos sin resolver. Casos en los que se mantiene el reclamo por la justicia.
Esta preocupación ha llevado a la realización de foros de
discusión, congresos, encuentros, destacando la I Conferencia Mundial de la Mujer celebrada en la ciudad de México en
1975, que contó con la asistencia de delegadas de todos los
rincones del mundo; el IV Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado en
Taxco, Gro., en 1987, así como
los tres congresos regionales legislativos de 2008, por citar algunos.
Sin soslayar el doble lenguaje de estos actos oficiales,
donde oficialmente se reconoce
el derecho de la mujer a un trato digno y respetuoso, aunque
en la realidad dicho derecho no
existe, estos encuentros han
suscitado cambios en la atención, respeto y consideración
hacia la mujer en general, cuyas condiciones de salud han
mejorado, sin dejar de mencionar que las diferencias de la
condición social, la zona de residencia, e incluso grupo étnico de pertenencia determinan
también el resultado, que va
desde el establecimiento de refugios para mujeres maltratadas, hasta la transformación
de situaciones como la venta de
mujeres-hijas o hermanas en algunas comunidades chiapanecas, donde la influencia del EZLN
ha logrado su eliminación.
A nivel legislativo, las mujeres han impulsado Comisiones
de Equidad y Género en la dos
Cámaras que forman el Congreso de la Unión y es a partir
de 1999 cuando los congresos
estatales aprueban la creación
de estas comisiones en todas
las legislaturas del país.
En ese sentido han logrado también la modificación de
los códigos civil y penal con
reformas legislativas que tipifican como delitos la violencia
intrafamiliar, el hostigamiento
sexual y han establecido la protección de las víctimas.13
Vale la pena consultar los
trabajos realizados por los equipos de investigación del Programa de Estudios de Género
(PUEG) de la UNAM, para conocer
más a fondo la problemática de
la mujer y la búsqueda de mejores condiciones de vida que repercutirían en una mejor relación entre los miembros de una
familia.
Finalmente quiero mencionar las dos leyes aprobadas
por la legislatura local del Distrito Federal a través de la cuales se busca garantizar a todas
las mujeres la igualdad ante la
ley y eliminar todo tipo de discriminación; así como frenar
los excesos de poder de los
hombres en el seno del hogar y
en los centros de trabajo.14 Me
refiero a la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres en el
Distrito Federal, y a la Ley General de Acceso a la Mujer a Una
Vida Libre de Violencia.
Sería largo detenernos a
analizar estas leyes, mejor los
invito a que las conozcan, las difundan y de ser necesario, las
utilicen.
Destaca también el apoyo
dado a las mujeres que deseen
practicarse un aborto para evitar un hijo no deseado. No entraremos en la discusión de este
polémico tema, basta señalar la
necesidad de proteger la vida
de la mujer que decide no ser
madre y que expone su vida
al ponerse en manos de los comerciantes de la salud a quienes lo que les importa es el
beneficio económico que obtienen.
Ahora bien, la lucha por el
reconocimiento a un trato digno hacia la mujer tiene que
partir de una concientización
de mujeres y hombres sobre
Cada vez son más las mujeres que se incorporan al mercado de trabajo y
se convierten en jefes de familia.
la necesidad de un cambio en
nuestra forma de vida, de la
transformación de un régimen
de producción que nos divide,
que nos somete a ambos y que
propicia la reproducción del
mismo a través de la ideología
patriarcal y mercantil capitalista, que a su vez condiciona a
la mujer como objeto de uso y
abuso.
Quiero decir que la lucha no
debe ser entre hombres y mujeres como si fuéramos enemigos. No, no lo somos, debemos
situarnos e identificarnos como
compañeros de una determinada clase social, debemos
vernos como seres inmersos en
una ideología que nos es impuesta desde que nacemos
pero que somos capaces de
trascender. La búsqueda de la
igualdad debe comenzar por
la dignificación de cada uno
como persona, como ser humano con derechos y obligaciones con nosotros mismos y con
el respeto hacia los demás. <
1 Véase Zárate Blas, David, “La
ideología patriarcal de la alta nobleza
mexica. Siglo XVI”, en Revista trabajadores, a. 13, n. 75, noviembre/diciembre,
2009.
2 Engels, Federico, El origen de la
familia, la propiedad privada y el Estado.
Obras Escogidas en un tomo, Ed. Progreso, Moscú, s/f.
3 Informe de Desarrollo Humano, citado en “Las mujeres en el Distrito Federal. Estadísticas sobre desigualdad de
género y violencia”, INEGI. 2008.
4 INEGI, Índice de desarrollo relativo
al Género (IDG) en el D.F., 2008.
5 Osorio Madrid, Raúl, Las mujeres
investigadoras en educación, sus logros
y sus retos, publicación en línea.
6 Osorio, op. cit.
7 INEGI, Las mujeres…, op. cit.
8 El Universal, Diario de México, 5
de marzo de 2008.
9 La Jornada, 5 de septiembre de
2009.
10 INEGI, op. cit.
11 INEGI, op. cit.
12 Population Referente Bureau,
Las mujeres de nuestro mundo, Washington, EU, 2005, documento en línea.
13 Véase las reformas al Código Civil
y al Penal del año 2000.
14 Disposiciones generales de la Ley
de Igualdad sustantiva entre mujeres y
hombres en el Distrito Federal, Gaceta
Oficial del Distrito Federal del 15 de
mayo de 2007.
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El conflicto surgido entre los trabajadores y las
empresas propietarias de la industria petrolera,
que principió en forma aguda con la huelga iniciada a fines de mayo del año pasado, ha sido
solucionado de manera definitiva, ejemplar y patriótica: el Presidente de la República decretó la
expropiación de los bienes y derechos afectados
a la explotación del petróleo por las empresas extranjeras que controlaban esa industria.
El conflicto petrolero surgió con motivo de la
petición que hicieron los trabajadores a las empresas, desde el año de 1936, para que éstas aumentaran los salarios y establecieran nuevas condiciones de trabajo más humanas que las que existían
y más en relación con las utilidades cuantiosas que
obtenían las empresas. Si estudiamos las peticiones de los obreros desde el ángulo del interés particular de éstos, tiene que concluirse que las demandas fueron absolutamente justificadas, pues los
trabajadores petroleros eran mantenidos por las
empresas en condiciones miserables que contrastaban con el auge de la producción petrolífera. Los
obreros mexicanos, mediante cuyo esfuerzo se
hacía posible extraer y transformar una riqueza fabulosa, llevaban una vida de parias explotados y
condenados a la pobreza, a la insalubridad y, en
general, a una subyugación inicua.
Pero aparte de la justificación de esas demandas, en el fondo del conflicto palpitaba un interés
* Editorial sin firma, escrito por VLT en su calidad de director
de la publicación Revista Futuro, n. 26. México, D.F., abril de
1938.
** Político mexicano (1894-1968), fundador de la Universidad Obrera de México.
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nacional que aun cuando era anhelo legítimo del
pueblo mexicano, había permanecido aplastado
merced al poderío de las empresas petroleras y a
la claudicación de muchos gobernantes que sistemáticamente se habían mantenido a expensas del
capital petrolero, que ha sido el más corruptor y
más desenfrenado de los capitales extranjeros invertidos en México. Ese anhelo es precisamente el
de la reivindicación, para el pueblo mexicano, de
la riqueza petrolera nacional.
El ánimo popular sentía como un drama sarcástico que el más rico patrimonio de su suelo
fuera aprovechado por poderosas empresas extranjeras que obraban de acuerdo con sus exclusivos intereses de lucro. El aprovechamiento de los
mantos petrolíferos mexicanos no significaba para
nuestro país sino la existencia de masas nativas
que vendían su trabajo a mísero precio, que se
gastaban físicamente en labores agobiantes y en
regiones azotadas por el paludismo y la tuberculosis, y que moralmente sufrían la afrenta de recibir
un tratamiento indigno de los seres humanos.
Estos sentimientos de inconformidad despertaron, desde hace muchos años, anhelos populares
de insurgencia, que se han hecho presentes en lo
que va de la Revolución Mexicana, evento histórico que despertó en los hombres de nuestro país
nociones sociales que antes habían permanecido
reprimidas por medio de la violencia dictatorial.
Los artículos 27 y 123 de la Constitución de 1917
no son declaraciones vacuas o posturas meramente verbalistas, sino principios que cristalizan
necesidades sociales auténticas.
Según hemos dicho antes, esos propósitos de
reivindicación nacional fueron repetidamente es-
torbados por quienes pudieron haberlos encauzado o, por lo menos, no haberlos obstaculizado.
Pero la historia enseña que la acción represiva en
contra de los propósitos populares no produce otra
consecuencia que la de condensar las fuerzas, y
que éstas, fatalmente, irrumpen en un momento
propicio. Y eso es precisamente lo que acaba de
ocurrir.
En la medida en que la represión de las fuerzas
reivindicatorias que palpitaban en la entraña popular ascendía, esas mismas fuerzas recibían un
incremento cuantitativo y cualitativo. Además,
con el ascenso de la conciencia de clase del proletariado mexicano, fenómeno que se ha puesto en
evidencia elocuentemente, los propósitos reivindicadores iban pasando de un estado de dispersión
a un grado estimable de concreción. Es decir, la
necesidad de restituir al patrimonio del pueblo una
riqueza que originariamente le pertenece, y que le
había sido arrebatada, paulatinamente se venía expresando en fórmulas más concretas. Puede afirmarse que cuando estalló la huelga de los trabajadores petroleros en mayo de 1937, los objetivos de
la lucha ya estaban debidamente precisados.
Una prueba de la anterior afirmación la dieron
los obreros petroleros al levantar, en los primeros
días de junio de ese año, el estado de huelga. Esta
medida, que los observadores superficiales calificaron como un fracaso, no fue sino una conversión
estratégica, realizada después de calibrar las fuerzas enemigas, que siempre han sido poderosas.
La huelga petrolera tuvo un gran valor, pero,
debido a ciertas contingencias de la lucha, hubo un
momento en que amenazó convertirse en una
arma que habría de ser inhábil. Entonces, los obreros petroleros se aprestaron a combatir por medio
de esa otra arma que en México ha sido forjada por
los mismos trabajadores: la ley.
El éxito que habría de obtenerse por el camino
de la ley estaba asegurado de antemano, y fue debidamente calculado desde un principio, porque
ante un proletariado unido y fuerte, que tiene además el apoyo de todos los sectores populares, de
una legislación progresista como es la mexicana,
no puede brotar más que una solución que satisfaga el interés del pueblo que la ha forjado con su
esfuerzo y con su sangre.
Tal cual se había previsto, el éxito fue obtenido
por los trabajadores. Primero, el laudo dictado por
la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que
condenó a las empresas a establecer nuevas condiciones de trabajo, mediante las cuales se humaniza, vale decir, la situación de los obreros; des-
pués, el fallo pronunciado por la Cuarta Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el que
se niega el amparo que pidieron las compañías petroleras, confirmando así la validez jurídica del
laudo de la Junta. De conformidad con lo que previene la ley mexicana, las sentencias que dicta la
Suprema Corte de Justicia establecen la verdad legal e inapelable. Pero las compañías petroleras,
avaras del tesoro que ha amasado su rapiña y celosas de una preeminencia política que creían capaz
de doblegar la fuerza de la ley, de manera insolente se negaron a cumplir con la sentencia.
Ante tamaña rebeldía, que además de herir la
soberanía de las instituciones legalmente establecidas despertó un repudio popular unánime, no cabía sino aplicar la ley en todo su rigor, encauzando
así un principio que expresa la voluntad de la nación mexicana.
Las compañías petroleras, todas ellas extranjeras, todas ellas instrumentos de la dominación imperialista ejercida sobre nuestro país, se propusieron nulificar la producción petrolera mexicana, lo
cual habría acarreado no sólo la falta de pan en los
obreros que laboran en esa industria, sino también
la pérdida de la más importante fuente de producción con que cuenta la economía nacional. Ese
propósito se demostró elocuentemente.
El problema, pues, era de vida o muerte para
nuestro país, y sólo podía resolverse por medio de
una solución eficaz y definitiva: la Expropiación. El
señor Presidente de la República, pulsando la gravedad de este problema, no vaciló en darle esa solución adecuada. Al hacerlo así ha cristalizado el
anhelo del pueblo mexicano.
El día 23 de marzo de 1938, en el que de uno a
otro ámbito de la República se levantó la voz unánime del pueblo respaldando la actitud del presidente Cárdenas, es una fecha que se graba en
nuestra historia porque en ella la nación entera ha
exhibido su voluntad unánime de ser libre y de
realizar sus más entrañables propósitos de reivindicación, cuyo cumplimiento habrá de operarse
siempre, a pesar de todas las fuerzas que se opongan a ello.
En su empeño por hacer fracasar la soberanía
misma de México, las empresas petroleras han
acudido ante los gobiernos de Inglaterra y Estados
Unidos en busca de una protección que no tiene
fundamento ni en la ley ni en la moral internacional. Hasta estos momentos esa instancia ilícita ha
tenido ya como resultado la suspensión de las
compras de plata que el gobierno de Washington
venía haciendo a México. <
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Como sólo se pueden llevar a cabo los actos en que se rinde el más merecido
reconocimiento de la clase trabajadora consciente y consecuente, a la enorme estatura
de un hombre, cuya imborrable trayectoria a favor de la clase obrera sigue aquí entre
nosotros, con vigencia inaudita y con su siempre aleccionadora característica, el
Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM), decidió nombrar
“Dr. Vicente Lombardo Toledano” al nuevo auditorio ubicado en sus instalaciones, el
pasado 8 de abril, en la capital del estado de Michoacán.
Marcela Lombardo Otero,
hija del ilustre poblano, fungió
como testigo de honor, misma
que en su oportunidad dejó patente la enorme vigencia del
pensamiento del maestro Lombardo y, trasladándolo a nuestros días, mencionó la importancia de consolidar la unidad
nacional con hombres y mujeres progresistas y patriotas, con
el fin de lograr un país soberano.
Otros distinguidos personajes que estuvieron presentes
como fieles discípulos lombardistas fueron Luis Monter Valenzuela, director de la Universidad Obrera de México
“Vicente Lombardo Toledano”
y el maestro Martín Tavira
Urióstegui. Durante su exposición el compañero Monter, después de dar algunas ideas sobre la importancia de la vida, la
obra y el pensamiento de Vicente Lombardo Toledano, dio
22
trabajadores | marzo-abril 2010
amplia disertación sobre el desarrollo que ha tenido el sindicalismo.
Previo a estas intervenciones, el compañero Eduardo
Tena Flores, secretario general del SUEUM, sindicato que
aglutina a cerca de 3 mil trabajadores de la máxima Casa de
Estudios de Michoacán y organizador de este evento, dio la
bienvenida a las destacadas
personalidades invitadas, entre
las que se encontraba la rectora
Silvia Figueroa Zamudio. Visiblemente emocionado, el líder
sindical hizo mención del orgullo que como sindicalistas tienen los agremiados al SUEUM
de contar con una escuela sindical propia: “…es vital para la
salud de nuestra organización
el producir cuadros sindicales
de forma permanente, ya que
con ello se van creando también los dirigentes futuros y
garantizamos larga y fructífera
existencia al sindicato”. Agradeció también la importante
participación de sus compañeros y de muchas personas que
tuvieron a bien aportar un poco
de su esfuerzo y de su tiempo,
para que este proyecto fuera
una realidad.
Cabe destacar que en los
últimos 10 años, este sindicato
ha establecido estrechas relaciones con la UOMVLT, así como
con la Escuela Nacional de Cuadros “Lázaro Peña”, de la Central de Trabajadores de Cuba
(CTC), en La Habana, a partir del
estrechamiento de los lazos con
dicha organización obrera, y
en el marco de su afiliación a la
Federación Sindical Mundial
(primer sindicato michoacano
que lo ha hecho), y ha contribuido para que en lo sucesivo
otros sindicatos hermanos hagan lo propio. En este contexto decenas de miembros del
SUEUM han tenido la oportuni-
dad de asistir a capacitarse en
Cuba, siendo esta la clave para
la realización del proyecto de
escuela sindical.
En un auditorio repleto,
compuesto por los alumnos de
la primera generación y a quienes se entregó la constancia
por haber cursado el primer
módulo del diplomado sindical, también estuvieron como
testigos de honor algunos representantes de diferentes organizaciones afiliadas al Frente
Amplio de Izquierda Social; de
igual manera, fue muy notoria
la asistencia de algunos representantes del Partido Popular
Socialista, bueno, al menos de
lo que queda o que han dejado
de él. Por cierto, ojalá que por
el bien del lombardismo, por el
bien de la clase obrera de nuestro país, pero sobre todo por el
bien de nuestro sufrido y ávido
de justicia pueblo, llegaran a
confluir, como en este acto,
pero no para ser espectadores,
sino para ser protagonistas y
así regresarle a México una de
las más grandes obras, la del
maestro Vicente Lombardo Toledano.
Entre otras personalidades
presentes estuvieron Armando
Hurtado Arévalo, subsecretario de Gobierno del Estado de
Michoacán; Cuauhtémoc Amezcua Dromundo, Juan Campos
Vega, Jesús Antonio Carlos, Hildebrando Gaytán Marques,
Ildefonso Reyes Soto, Nabor
Rubio Millán y muchos otros
viejos aunque divididos lombardistas, de todas las corrientes
que ahora existen.
Así también, la compañera
Nadia Mejía Durán, integrante
de esta primera generación,
hizo uso de la palabra para
mencionar la satisfacción que
sienten los alumnos y emplea-
En el presídium, de izquierda a derecha, Eduardo Tena Flores, secretario
general del SUEUM; Luis Monter Valenzuela, director de la UOMVLT; Armando
Hurtado Arévalo, subsecretario de Gobierno del Estado de Michoacán; Silvia
Figueroa Zamudio, rectora de la Universidad Nicolaita; Marcela Lombardo Otero,
directora del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente
Lombardo Toledano, y el profesor Martín Tavira Urióstegui.
dos universitarios, por el hecho
de ser partícipes de la educación sindical y la oportunidad
que su sindicato les da de estar
presentes en estos tiempos tan
complicados, en tareas como
ésta, que fortalecen y dan vida
activa al sindicato.
Finalmente la rectora nicolaita, Silvia Figueroa, felicitó a
los miembros del SUEUM, a los
asistentes y al sindicato por reconocer y reivindicar la lucha
de Vicente Lombardo Toledano, al nombrar así al auditorio
de este combativo sindicato. <
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Manuel
López de la Parra
frente al Primer Centenario
de la Universidad Nacional
JUAN JOSÉ DÁVALOS LÓPEZ*
L
a tarde del pasado jueves 18 de marzo, la comunidad de la Facultad
de Economía de la Universidad
Nacional Autónoma de México
efectuó en sus instalaciones un
acto de reconocimiento a la labor magisterial y homenaje al
Mtro. Manuel López de la Parra,
quien estudió en la Escuela Nacional Preparatoria y después
se formó como economista en
la entonces Escuela Nacional de
Economía, en la cual ha sido docente desde hace cincuenta y
dos largos años.
La convocatoria al evento,
profusamente publicitado por
la UNAM y realizado en la recientemente reinaugurada Aula
Magna “Jesús Silva Herzog”, corrió a cargo de las y los integrantes del Seminario El 1er.
Centenario de la Fundación de
la UNAM-2010. Los asistentes al
concurrido homenaje fueron en
su gran mayoría jóvenes y entusiastas alumnas y alumnos del
profesor, que toman actualmente o han tomado recientemente los cursos de Historia
* Profesor de la Facultad de Economía de la UNAM.
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trabajadores | marzo-abril 2010
Económica e Historia del Pensamiento Económico que imparte
el profesor López de la Parra,
con el apoyo docente de su joven colega, el profesor adjunto
Carlos Félix Bastida; así como
muy destacados ex alumnos y
ex alumnas de varias generaciones de economistas, quienes
hoy son colegas del maestro,
principalmente en la labor docente en la propia facultad,
pero que han sobresalido también en otros ámbitos de la respectiva vida profesional.
Como distinción especial
tanto para el homenajeado
como para los asistentes, las palabras del Lic. en Economía y
Dr. en Historia, Leonardo Lomelí Vanegas, fueron la primera
intervención que este último
realiza en un acto público a
partir de que fue designado
nuevo director de la Facultad de
Economía hace unas pocas semanas –en sustitución del Dr.
Roberto Escalante Semerena,
quien concluyó así su segundo
periodo al frente de la institución. El Dr. Lomelí agradeció en
nombre de la facultad, señalando que con el homenaje se
hacía un acto de justicia; destacó, entre otras acciones, el
gran número de tesis que ha
dirigido el profesor López de
la Parra, así como su contribución a la reconstrucción de
la historia de la propia facultad
y el rescate de su proyecto fundacional. Resaltó que el presente homenaje se halla vinculado con el ochenta aniversario
de la fundación de la Facultad
de Economía, así como con los
festejos por el bicentenario de
la fundación de la República y el
centenario de la Revolución Mexicana.
Desde el presídium fue resaltada la pertinencia del acto.
El embajador Jorge Eduardo Navarrete López, quien preside actualmente la Asociación de Ex
Alumnos de la Facultad de Economía (AEFE), expresó que él inició sus estudios en la Escuela
Nacional de Economía cuando
el profesor López de la Parra se
iniciaba como docente; destacó
su ejercicio de la docencia en
las distintas áreas de la Historia
Económica, la dedicación y el
compromiso con el país a través de la formación de un sinnúmero de economistas. Manifestó que se sentía complacido
y honrado por participar en el
acto de homenaje al maestro.
El Lic. Rolando Cordera
Campos, reconocido profesor
emérito de la facultad, quien
asoció sus memorias de joven
estudiante en la recién inaugurada Ciudad Universitaria tanto
con el Mtro. Emilio Mújica como
con López de la Parra, dijo que
si la historia debe llenarse de
lecciones y no de efemérides,
entonces un homenaje a Manuel López de la Parra (a quien
denominó “ejemplo de lealtad
a esta Escuela”) es en sí mismo
una lección necesaria, no para
escabullirnos del presente,
sino para obtener memorias e
instrumentos en la idea de
construir un futuro para nuestro
país. “Se trata –señaló– de un
homenaje obligado, de reivindicar la memoria y la historia, así
como de poner en su lugar la
importancia de las jerarquías en
la enseñanza, desarrollo y divulgación de las ideas, sin lo cual
resultaría imposible exigir rigor
en el saber”. Destacó la obra
escrita del maestro –su contribución en Excélsior, sus libros
recientes como los dedicados a
Goldschmidt y Radvanyi, más
otras contribuciones– y la importancia de que la facultad
impulse esas publicaciones, así
como que los estudiantes las
lean y discutan. Para cerrar,
agradeció al maestro López de
la Parra.
Por su parte, el profesor
Antonio Gazol Sánchez, quien
entre muchos logros ha presidido el Colegio Nacional de
Economistas y recientemente
ha sido distinguido como titular de la Cátedra Extraordinaria “Maestro Octaviano Campos
Salas”, señaló modestamente
que no es experto en la obra de
López de la Parra pero aceptó
participar en el homenaje porque de ningún modo pasa des-
En la gráfica, en el orden acostumbrado, Javier Cabrera Adame, Antonio Gazol
Sánchez, Jorge Eduardo Navarrete, Rolando Cordera, el director de la Facultad de
Economía, Leonardo Lomelí Vanegas; Manuel López de la Parra, Teresa Aguirre
Covarrubias y Juan José Dávalos, durante el merecido homenaje que la Facultad
de Economía de la Universidad Nacional rindiera al maestro De la Parra.
apercibida una trayectoria de
medio siglo y tampoco la investigación sobre la historia de la
Facultad de Economía, cuyos
varios capítulos –orígenes y
fundación, alumnos, profesores y sus obras, etc.– dijo que
debemos desempolvar para
hallar respuestas acerca del origen de la enseñanza de la economía en México y contribuir a
lograr un pensamiento sólido,
no anárquico, diferente al llamado “pensamiento único”,
plural pero no disperso y que
contribuya a combatir tanto
la confusión creciente como
varios problemas en particular
de la Facultad de Economía. Es
imposible construir sin hacer
historia y estimular el que López de la Parra, a quien llamó
“hombre sencillo dedicado a la
docencia y a la investigación”,
escriba y publique sus investigaciones, sería el mejor resultado concreto del homenaje.
En su intervención, el Mtro.
Carlos Javier Cabrera Adame
–quien recientemente fue dis-
tinguido al haber sido uno de
los tres candidatos finales que
seleccionó el rector de la UNAM
para dirigir a la Facultad de Economía– destacó los 52 años
de docencia e investigación del
profesor López de la Parra con
disciplina, dedicación y puntualidad. Resaltó sus constantes aportes a revistas como El
Economista Mexicano del Colegio Nacional de Economistas,
trabajadores de la Universidad
Obrera de México, Economía
Informa e Investigación Económica de la Facultad de Economía. Así como sus libros sobre
la obra de los exiliados europeos de la primera mitad del
siglo pasado en México “sin regatear el reconocimiento a sus
obras”: Fritz Bach (quien promovió el estudio del marxismo,
colaboró como catedrático y en
la elaboración del primer plan
de estudios en la Escuela Nacional de Economía), Alfons Goldschmidt y Laszlo Radvanyi.
La Dra. Teresa Aguirre Covarrubias, reconocida profesora-
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investigadora, consideró sumamente grato el homenaje, pues
el profesor López de la Parra ha
realizado su labor por vocación
pese a que en cualquier otro
lado habría tenido muchos más
ingresos que en la UNAM; destacó el impactante entusiasmo
del maestro, siempre interesado en traernos temas y problemas, sin los cuales la historia
de la facultad estaría destinada
a ser incompleta. “Sus obras
sobre la primera oleada de exiliados en México se vuelven
más actuales que nunca: pensadores creativos y luchadores
antifascistas que en medio de la
contienda entre izquierdas y
derechas revelaron grandes peligros en una época –la primera
mitad del siglo XX– muy parecida a la nuestra”. Destacó el
compromiso del maestro con
un mundo mucho más humano
y en una perspectiva más amplia que nunca.
En el evento, cuya realización fue organizada y conducida por el Lic. Juan José Dávalos López, coordinador del
Seminario El 1er. Centenario…,
quien señaló que la modestia
del maestro y la costumbre de
la comunidad a tenerlo presente de manera cotidiana no
habían propiciado anteriormente la celebración de tan merecido homenaje, estuvieron
presentes amigos del profesor
López de la Parra como el ex
director de la facultad, Mtro.
Emérito Guillermo Ramírez; y
se recibieron sendas cartas,
breves pero de gran contenido.
Una de la directora del Instituto
de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación (IISUE),
Mtra. Lourdes Chehaibar Náder, quien se halla al frente en
la conducción de los festejos
generales del Centenario de la
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UNAM,
y otra de la comunidad
de la Universidad Obrera de
México “Vicente Lombardo Toledano”.
Además de las intervenciones y saludos de la profesora
Ma. Esther Navarro Lara de la
Faculta de Ciencias Políticas y
Sociales, del Ing. Daniel Luis
Sainz Reynoso de la Facultad
de Ingeniería y presidente del
Ateneo Cultural Amicus Nabor
Carrillo (organismo que dirigido
por el Ing. Francisco Guerrero
Lutteroth[†] participó como impulsor de la creación del seminario), así como de los jóvenes
alumnos de la Facultad de Economía, Víctor Canek Vega Contreras y Augusto Castillo Hurtado, el profesor Manuel López
de la Parra gozó de la compañía de sus familiares más cercanos: su esposa María del Socorro Hernández, sus hijas Rosa
María y Lilia Julieta López Hernández, sus nietos Manuel
Adrián, Diana Carolina y, finalmente Oscar Pulido López,
quien en nombre de su familia
leyó correctamente una pequeña prosa y declamó certeramente un poema preferido de
su abuelo, “en esta Universidad
que tanto quieres, abuelo…”.
El último orador del acto fue
el propio Manuel López de la
Parra. Agradeciendo a todos sus
colegas presentes y mencionando a los universitarios y universitarias que han integrado el
Seminario El 1er. Centenario…,
expresó que en el auditorio se
hallaba “la crema de quienes
cambiarán la gran Patria latinoamericana”. Consideró que
“el homenaje recibido fue insólito y sincero, para referirse a su
labor docente, modesta y que
siempre ha tenido el propósito
de despertar en los alumnos
la vocación por la ciencia eco-
nómica”. Subrayó la tensión o
reto que significa hallarse al inicio de cada curso frente a los
alumnos que esperan las palabras y enseñanzas del profesor.
Agradeció a Leonardo Lomelí,
“nuevo y joven director de la
siempre aguerrida Facultad de
Economía”, en la cual laboraron
grandes maestros como Jesús
Silva Herzog, José Luis Ceceña y
Narciso Bassols García. Facultad cuyos egresados han contribuido con la transformación
estructural de México, siendo
reconocidos por la autora estadounidense Sara Babb, y que
en el contexto del mundo global debe seguir impulsando
la transformación de la Economía en ciencia, formando a sus
alumnos con liberalismo pero
como humanistas –como Fritz
Bach, Radvanyi y otros, entre
los que se incluye lo mejor del
exilio latinoamericano que en
el siglo pasado contribuyó, con
sus enseñanzas en la facultad, a
propiciar el “aprender a pensar”, lo cual nos lleva adelante
en el proyecto de Justo Sierra de
“mexicanizar el saber” o como
lo dice Medina Chavarría, de
“convertir a la Universidad en
una gran fuerza institucional
de la sociedad”. “Fortalecer el
compromiso de la facultad con
la Patria, reconociendo que nos
encontramos en un año proteico: recordar el bicentenario
del inicio de la Guerra de Independencia y el centenario del
inicio de la Revolución Mexicana no son actos pasajeros;
se rendirá cuentas al generoso
pueblo de México”. Esas fueron
las palabras del Maestro, a cuyo
término sólo siguió un emocionado y unánime coro del Goya
universitario, con lo cual se dio
por terminado el excepcional
homenaje. <
La soberanía alimentaria en manos de los monopolios
El desmantelamiento del aparato alimentario llevó a la pérdida del
control del sector por parte del Estado, al no poder regular ni fijar los
precios de los alimentos, al renunciar al control del mercado externo de los comestibles en cuanto a la exportación e importación, producto de la apertura comercial que acabó con los permisos previos
de importación que protegían la producción nacional y los precios internos, con la consiguiente aparición de cuotas de importación, las
cuales siempre se rebasaron sin el pago de los impuestos correspondientes, lo que constituye un subsidio para las Grandes Empresas
Trasnacionales (GET) importadoras, dentro de las que se encuentran Cargill, ADM, Bimbo, Minsa y Maseca, Arancia-Corn-Products, Pilgrims Pride, Bachoco, Sabritas, Maizoro, Alpura y Continental,1 y al
renunciar a guardar reservas estratégicas de granos básicos, entre
las funciones más importantes. Los gobiernos neoliberales renunciaron a tener márgenes de acción frente a las grandes corporaciones y
* Investigadora de la Universidad Obrera de México.
terminaron por transferirles la
soberanía alimentaria del país.
En este proceso de desmantelamiento del sector alimentario,
el sector agropecuario fue
orientado a la exportación en
menoscabo de la producción de
alimentos para la población y
de insumos para la industria,
por lo que la economía campesina dejó de tener un papel
estratégico en el desarrollo nacional, al mismo tiempo que se
le restó importancia como generadora de empleos.2
A casi tres décadas de neoliberalismo económico, un reducido número de corporaciones
concentran el poder de la ca-
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dena alimentaria de México y
su esfera de influencia incluye
las principales ramas del sector:
1) Alrededor del 60% del mercado interno de granos está en
manos de unas cuantas corporaciones: Maseca, Cargill, Archer Daniel’s Midland, Bimbo,
Minsa, Molinos de México, Gamesa Altex, Bachoco, Lala y
Malta de México, las cuales
tienen el control de la compra
de las cosechas internas, la importación, el transporte, el almacenamiento, la distribución
y la industrialización;3 2) WalMart, la cadena comercial más
grande del mundo, tiene la supremacía de la distribución minorista de alimentos en el mercado interno, resultado de la
adquisición de la cadenas de
tiendas Aurrerá y Superama,
además de operar como Sam’s
Club y Wal-Mart Supercenter, y
extender su dominio en las cadena de tiendas Vips, El Portón
y Ragazzi;4 3) La empresa suiza Nestlé y Agroindustrias Unidas de México (AMSA), controlan
alrededor de 50% de las exportaciones de café y son las principales compradoras del aromático, entre los cafetaleros del
país;5 4) Respecto a los monopolios que controlan la comida
chatarra, Bimbo domina el mercado del pan de caja y, con su
empresa Marinela, el de panes
dulces industrializados. Asimismo, Bimbo y Pepsico dominan
el mercado de las frituras, y
Coca Cola y Pepsico controlan
el mercado de los refrescos después de comprar y hacer quebrar a la mayoría de las refresqueras nacionales. Además,
Pepsico extiende su dominio a
las marcas Sabritas, Gamesa,
Quaker, Pepsi y Gatorade.6
Igualmente, Kellogs y Nestlé dominan el mercado de cereales
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de caja y Danone, Lala, y Alpura controlan el mercado de la
leche;7 5) Sólo tres grandes
empresas controlan el 55% de
la producción de pollo: Bachoco, Pilgrim’s Pride y Tyson,8 y
6) Maseca, propiedad del grupo
GRUMMA, domina el mercado de
la harina de maíz y la producción de tortilla industrializada
en México y el mundo. La corporación tiene operaciones en
Estados Unidos, Europa, Centroamérica, Venezuela y la República mexicana, y forma
parte del cartel ADM-NovartisMaseca.9
El desmantelamiento de lo
que alguna vez fue el Sistema
Alimentario Mexicano (SAM), le
permitió a las GET tomar el
control del mercado interno de
alimentos, pero además las
grandes corporaciones se benefician de las políticas públicas:
1) Concentran la mayoría de los
subsidios cuando producen, importan y comercializan los productos, tal es el caso de Cargill
y ADM, que son las principales
comercializadoras e importadoras de maíz. Ambas empresas
son las principales compradoras de las cosechas de maíz, y
presionan a la baja el precio
del grano al que tienen que vender los productores del campo;
2) Se benefician de un sistema
de exención de impuestos, debido a que se amparan en un
régimen especial de tributación
para el sector agropecuario,
que originalmente mantenía un
sentido social con el propósito
de fomentar la producción agrícola. Pero además, los propios
gobiernos renuncian al cobro
de impuestos, incluso si se viola
el mismo TLC-AN: con la entrada en vigor del tratado, las GET
distribuidoras de maíz, como
Cargill y ADM, así como las
agroindustrias Maseca, Minsa,
Bachoco y Pilgrim’s Pride, entre
otras, pudieron importar maíz
de Estados Unidos con base en
los cupos de importación establecidos en el convenio; las corporaciones se beneficiaron al
no pagar arancel por sus compras en el exterior, debido a que
el gobierno no quiso cobrar los
impuestos por la importación
del grano y las subsidió; 3) no
existe regulación respecto a la
calidad e inocuidad alimentaria
tanto en la importación como
en el procesamiento y distribución de alimentos. Tal es el
caso del maíz importado desde
Estados Unidos, que trae maíz
transgénico mezclado; 4) Permiten las importaciones agroalimentarias a precios dumping,
y 5) La regulación contra las
prácticas anticompetitivas son
insuficientes y no se hacen valer, pero además, desde las políticas públicas se fomenta la
competencia desigual a favor
de las GET frente a los pequeños productores: por ejemplo,
en las alzas especulativas que
involucraron a la tortilla en los
años 2007 y 2008, en las que
las grandes corporaciones Cargill, ADM, Minsa y Maseca, se
dedicaron a comprar y almacenar el grano en un contexto
internacional de precios a la
alza.10 Pero además, el gobierno federal dispuso que las mismas GET que estaban acaparando y especulando con los
precios del maíz, importaran
más grano de Estados Unidos y
también les aseguró subvenciones a la comercialización con el
propósito de presionar a la baja
los precios internos a los que
tenían que vender a los pequeños productores del país, con el
fin de estabilizar el precio de la
tortilla.
Pérdida de soberanía
alimentaria y erosión salarial
El desmantelamiento del sistema alimentario y la intervención discrecional de las políticas
públicas en beneficio de unas
cuantas corporaciones, significó para el país la pérdida de la
soberanía alimentaria a manos
de las GET. El control que ejercen en la cadena alimentaria les
permite especular con los precios de los alimentos: por ejemplo, cuando importan en cualquier época del año, incluso si el
país está en época de cosechas
de granos, con el fin de presionar a la baja los precios a los
que tienen que vender los productores del campo. También
pueden exportar granos cuando no hay suficientes reservas
para propiciar escasez y elevar
los precios. Asimismo, se ponen de acuerdo para comprar a
los agricultores sus productos
a precios que están por debajo
de las cotizaciones internacionales. Además, concentran los
subsidios cuando producen,
compran y comercializan los
alimentos.
En este contexto de pérdida
de la soberanía alimentaria en
beneficio de las GET, el neoliberalismo económico también tenía como propósito abaratar el
costo de la mano de obra para
darle competitividad a las empresas y a la economía, por lo
que se dispone la contención
deliberada de los salarios. De tal
manera que la manipulación de
los precios de los alimentos por
parte de las GET, que tienen el
control del mercado de comestibles y los topes salariales, llevan a una erosión salarial sin
precedentes que afecta la capacidad de consumo de la población trabajadora y sus niveles
de nutrición. Ello se puede ob-
servar en el deterioro del poder
adquisitivo de los alimentos de
la población y de sus niveles nutricionales.
De acuerdo con la Canasta
Básica Nutricional (CBN), estimada para el consumo de una
familia integrada por cinco personas, calculada por la Universidad Obrera de México (UOM),
entre diciembre de 1994 y febrero de 2010, el costo de la
CBN aumentó 506.9%, al pasar
de 56.6 pesos al día a 343.7 pesos al día. En tanto, el salario
mínimo nominal diario pasó
de 15.27 pesos al día en diciembre de 1994, a 57.46 pesos diarios en febrero de 2010, esto
significó sólo un aumento de
276.2% en términos nominales. Lo cual representó que en
diciembre de 1994, se requirieran 3.7 salarios mínimos para
poder adquirir la CBN, mientras que para febrero de 2010,
se necesitaron 5.9 minisalarios
para acceder a ésta.
Mientras que el salario mínimo aumentó sólo 276.2%
entre diciembre de 1994 y febrero de 2010, la tortilla se
incrementó 1,089.3%, el pan
blanco, 913.3%; la harina de
trigo, 863%; la sal, 666.4%;
el frijol, 599.3%; el café soluble, 343.9; la leche, 563.9%;
el aceite, 530.8%; el huevo,
527.9% y el arroz, 473.9 por
ciento.
En cuanto a la pérdida del
poder adquisitivo de la CBN en
la administración calderonista, tenemos que entre diciem-
La capacidad de consumo de la población y sus niveles de nutrición,
afectados por la erosión salarial que padecen los trabajadores del país.
marzo-abril 2010 | trabajadores
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bre de 2006 y febrero de 2010,
el costo de la CBN aumentó
40.8%, al pasar de 244.1 pesos
al día a 343.7 pesos diarios. En
tanto, el salario mínimo nominal diario pasó de 48.67 pesos
al día en diciembre de 2006, a
57.46 pesos diarios en febrero
de 2010, esto significó sólo un
aumento del 18% en términos
nominales. Lo cual representó
que en diciembre de 2006, se
requirieran 5.0 salarios mínimos para poder adquirir la CBN,
mientras que para febrero del
2010, se necesitaron 5.9 minisalarios para acceder a ésta.
En términos de la capacidad
que tiene el salario mínimo
para adquirir los satisfactores
nutricionales básicos para una
familia integrada por cinco personas, tenemos que el minisalario no puede cubrir sus requerimientos: respecto al periodo
transcurrido en la presente administración, tenemos que en
diciembre de 2006, el salario
sólo podía obtener un promedio de 434.50 gramos de calorías por persona (la necesidad
nutricional diaria es de 2,180
gramos por persona) y 14 gramos de proteínas (la necesidad
nutricional diaria es de 69.05
gramos por persona). Si consideramos una familia de cinco
personas, tenemos que sólo
pudo consumir 2,172 gramos
de calorías (la necesidad nutricional diaria es de 10,898 gramos por familia) y 69 gramos
de proteínas (la necesidad nutricional diaria es de 345 gramos
por familia). No obstante, para
febrero de 2010 esta situación
se agravó: el salario sólo pudo
obtener un promedio de 364.34
gramos de calorías por persona
(la necesidad nutricional diaria
es de 2,180 gramos por persona) y 12 gramos de proteínas (la
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necesidad nutricional diaria es
de 69.05 gramos por persona).
Si consideramos una familia
de cinco personas, tenemos
que ésta sólo pudo consumir
1,822 gramos de calorías (la necesidad nutricional diaria es de
10,898 gramos por familia) y
58 gramos de proteínas (la necesidad nutricional diaria es de
345 gramos por familia).
Para diciembre de 2006, el
porcentaje de los requerimientos nutricionales adquiridos con
un salario mínimo era de sólo
19.9%, lo que muestra el deterioro previamente acumulado;
para febrero de 2010, el salario únicamente puede cubrir el
16.7% de la alimentación de un
hogar, por lo que se requieren
5.9 salarios mínimos para cubrir los requerimientos alimenticios de una familia. Si suponemos que ésta pudiera contar
con 5.9 minipercepciones diarias (es decir, 1.2 salarios mínimos por persona) para estar
bien nutrida, de cualquier manera no podría acceder a otros
satisfactores básicos como son
la educación, la vivienda, la salud, el transporte, el vestido e
incluso, la cultura, como lo establecen la Constitución y la Ley
Federal del Trabajo, cuando refieren que el salario mínimo
debe ser remunerador, es decir,
suficiente para que un jefe de
hogar y su familia vivan de manera digna.
En un contexto internacional de precios de los alimentos
a la alza por la especulación de
los comestibles en el mercado
financiero, las GET que dominan
el sector alimentario (que son
las mismas que controlan el
mercado global), intensifican
sus políticas de especulación de
los precios de los productos
básicos, apoyados por las políti-
cas públicas que refuerzan sus
prácticas monopólicas, como
en el caso del alza especulativa
del precio de la tortilla, en la
que el gobierno federal dispuso que las mismas GET que acaparan y especulan con el precio
del maíz, importen más grano
de Estados Unidos para presionar a la baja el precio al que
se ven obligados a vender los
campesinos sus productos. En
el camino las GET llevan a la
quiebra a los pequeños productores del campo, al pequeño comercio y la pequeña industria,
concentran el abasto familiar
de alimentos, e imponen precios monopólicos a los consumidores a costa del hambre de
la población. <
1 De Ita, Ana, “¿Morir por el campo?”, en La Jornada, 3 de agosto de
2001.
2 Sanderson, Steven, La Transformación de la Agricultura Mexicana.
Estructura Internacional y Política de
Cambio Rural, Ed. Alianza Editorial Mexicana, México, 1990.
3 Rudiño, Lourdes Edith, “Gigantes
globales dominan distribución, comercialización y procesamiento de granos”,
en La Jornada del Campo, 13 de marzo
de 2010, p. 11.
4 Ver Wal-Mart. Informe 2008. En
www.walmartmexico.com.mx.
5 ”Los cafetaleros en las garras de
Nestlé y AMSA”, en La Jornada del Campo, 13 de marzo de 2010, p. 8.
6 Vergara, Rosalía, “Mátame con
churrumais”, en revista Proceso, edición especial, n. 26. La infancia en México. Érase una vez, septiembre 2009,
pp.12-15.
7 Calvillo, U. Alejandro, “Monopolios
y comida chatarra”, en La Jornada del
Campo, 13 de marzo de 2010, p. 12.
8 Rudiño, Lourdes Edith, “La mitad
de la producción de pollo en manos de
tres empresas”, en La Jornada del Campo, 13 de marzo de 2010, p. 12.
9 Ver página de Internet: www.maseca.com/vEsp/Acerca/acerca_esto.
asp.
10 Navarro Hernández, Luis, “Cargill: ‘el maíz de sus tortillas’”, en La Jornada, 30 de enero de 2007.
En estos tiempos, convulsos e inciertos, en que
no obstante se dedica tiempo y espacio para rememorar, recordar o conmemorar dos fechas trascendentes para la memoria histórica de México,
a saber el bicentenario del inicio de la Revolución
de Independencia, y el primer centenario de otro
acontecimiento social relevante, la Revolución
Mexicana, cabría agregar también, o dicho de mejor manera, recordar el centenario de la fundación
de la Universidad Nacional, que habría de participar en el proceso de transformación, o como se
dice actualmente, modernización de las estructuras de la patria mexicana.
Pero dentro de este concepto, es oportuno recordar en medio del vendaval político que nos atosiga y que nos flagela, a uno de los integrantes significativos y señeros de la llamada generación del
Ateneo de la Juventud, Isidro Fabela, mexiquense
por nacimiento y mexicano por convicción, es decir, mexicano por patria y provincia, que dedicaría
su intelecto brillante y privilegiado a constituir por
medio del derecho y de la razón, el paradigma
por excelencia de lo que llegaría a ser la diplomacia mexicana, en donde se iría conformando la
justicia internacional, y su adlátere imprescindible, los derechos humanos, pero de acuerdo, insistimos, con la experiencia de la nación mexicana, y
también de la gran patria latinoamericana, víctima de múltiples agresiones de potencias extranjeras, de tal modo que se convertirá en el paladín de
la libertad reconocido internacionalmente.
* Profesor titular de la Facultad de Economía de la UNAM y
de la Universidad del Valle de México, Campus San Rafael.
El diplomático mexicano Isidro Fabela, a principios del siglo XX.
Isidro Fabela (1882-1964), abogado, universitario, maestro, pensador, político, escritor, humanista, pero sobre todo diplomático, consagrará los
mejores años de su vida a luchar por la soberanía
nacional con argumentos de tal manera convincentes e irrefutables que, como decíamos, configuraron la política diplomática mexicana. El argumento es sencillo, mejor dicho lógico, pues si
consideramos que México, y también la América
Latina y la mayoría de los países, son débiles y
por lo tanto inermes ante las agresiones de las
grandes potencias, sólo están en condiciones de
oponer a la fuerza bruta el recurso diplomático, en
este caso, para poner en evidencia a los ojos de la
comunidad mundial, que se está cometiendo una
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injusticia flagrante o fuera de toda razón y del derecho internacional.
Esta tesis sustentada por Fabela sigue siendo
válida, y lo que es más, dialécticamente justa,
pues en palabras del propio maestro: “La libertad
es el alma de las democracias; la base de la justicia,
la causa primera de toda conquista política y el
fundamento más firme de las nacionalidades”,
pone de relieve que esos principios son un gran
pendiente que persiste en estos primeros años del
siglo XXI, y lo estamos viendo en el caso doloroso,
lamentable e inhumano de lo que está sucediendo
en Haití. Si se nos pidiera definir qué es para nosotros Isidro Fabela, no titubearíamos en afirmar que
fue un humanista que hizo de la lucha por la justicia y la libertad una norma de
su vida y de sus principios revolucionarios.
Por lo que referirse a Fabela
es retroalimentar el significado
de su obra, de su acción constante, de su pensamiento siempre en pro de las mejores causas de la convivencia social de
los pueblos, en donde, un principio de paz, de equilibrio social significaría el surgimiento
de un entramado más que adecuado para hacer efectivo no
solamente aquello de la justicia
social, sino de la justicia internacional apoyada en un entendimiento cabal de una política
de libertad, de entendimiento
recíproco que desembocaría
en la coexistencia pacífica entre
los pueblos débiles y los pueblos poderosos, clima proclive para la libertad considerada como el alma de las democracias, y en
consecuencia, base también de la justicia.
Por supuesto que el pensamiento político de
Fabela ha sido constantemente estudiado a fondo
y de manera crítica por tratadistas de diferente índole política y social.
En fecha más o menos reciente, María Teresa
Jarquín Ortega, del Instituto Mexiquense de Cultura, publicó una antología de diversos autores,
acerca del pensamiento y de la obra de Isidro Fabela.
En esa obra se señala que el Estado de México
tiene una gran deuda con ese prócer de la diplomacia mexicana que fue Isidro Fabela. Su acción
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trabajadores | marzo-abril 2010
diplomática y su fructífera labor intelectual han
quedado como un legado al pueblo mexiquense, y
también al mexicano en general, y como una lección indeleble para las generaciones futuras.
En esa antología, Berta Ulloa traza una biografía bastante completa de ese ilustre mexiquense y
mexicano, desde su infancia, su etapa preparatoria y su amistad con José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Antonio Caso y Alfonso Cravioto, personajes
estos, que en años juveniles integrarán el Ateneo
de la Juventud, donde también se alineará Pedro
Henríquez Ureña, agrupación que influiría en muchos aspectos trascendentes de la época, como
sería, en primera instancia, en lo que se refiere a
los primeros años de la creación y funcionamiento
de la Universidad Nacional.
Y en toda esta acción su
mencionada biógrafa subraya
que después de sus diversos
roles, como revolucionario maderista, carrancista, igualmente
hace alusión a su designación
como secretario de Relaciones
Exteriores, su papel como comisionado y su desempeño en
la Sociedad de Naciones, organismo internacional que tuvo su
sede en Ginebra, Suiza, poco
después de concluida la primera guerra mundial (19141918), que uno de los catorce
puntos para el establecimiento
de la paz, de acuerdo con las recomendaciones del presidente
Wilson de Estados Unidos, donde desde siempre difundió la
soberanía de los pueblos, principalmente en los casos de Etiopía, cuando en los
años treinta del siglo XX, fue agredida injustamente por la Italia fascista, así como la Guerra Civil
Española (1936-1939), el conflicto chino-japonés y
la anexión de Austria a la Alemania de Hitler. Berta
Ulloa, asimismo, hace hincapié en su desempeño
como gobernador del Estado de México, de 1942
a 1945, cuando en forma inesperada se abre un
paréntesis en la vida del internacionalista, ya que
se dedica por completo a solucionar los problemas de su solar natal, conflictos que va a resolver
con el mismo criterio con el que había participado
en la vida internacional.
Así pues, Fabela se hace cargo de la gubernatura con una clara idea de lo que era gobernar, a
pesar de que nunca había ocupado un puesto de
dirección política. “El pueblo –diría– en su momento, necesita que se le sirva con cariño, con justicia, y con desinterés, con cariño paternal para
que nos dé su confianza, y con justicia y con desinterés para que tenga fe en nuestros actos…”
Su labor, su actuación como gobernador del
Estado de México fue innegablemente positiva,
fructífera en grado extremo, pues no solamente
luchó por los derechos de los campesinos y los
obreros, y el establecimiento de amplios programas para impulsar la educación pública en todos
sus niveles, logró realizar además importantes
obras de infraestructura y reformas fiscales que
permitieron que la entidad se convirtiera en un
gran emporio económico.
Un hombre que había participado activamente
en la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
tenía una idea precisa sobre el derecho de los trabajadores, por lo que cuando tuvo la hermosa
oportunidad de servir a su entidad natal, no titubeó
para mejorar sustancialmente las condiciones de
vida de la clase trabajadora mexiquense, fuerza indispensable para la creación de la riqueza y del bienestar económico y social de cualquier comunidad.
Su gobierno, expresado en las propias palabras de Fabela en la parte culminante señala que
“se basó en el respeto al derecho ajeno, a la vida
humana y a la ley, habiendo desterrado del Estado de México, la violencia como un sistema político de represión…” Isidro Fabela tuvo la rara
virtud de gobernar como proclamó que se debía
gobernar, aplicó las normas emanadas de la OIT,
recibió en el Estado de México a las autoridades de
la República Española en el exilio con honores de
jefe de Estado en visita oficial, y organizó homenajes y veladas en honor de los países atacados por el
nazismo.
Serrano Migallón nos explica claramente en
su libro acerca del pensamiento político de Isidro
Fabela, Isidro Fabela y la Diplomacia Mexicana,
que en la búsqueda por la justicia y por la superación nacional el pueblo mexicano se enfrascó en
la lucha revolucionaria iniciada en noviembre de
1910. Dentro de ese reencuentro con nociones
esenciales, destaca la doctrina internacional, y
ahí es precisamente donde Isidro Fabela participa
en la estructuración de esa noción de justicia.
A pulso se gana un lugar predominante cuando
defiende, durante el movimiento armado, a México, su independencia política y su soberanía; estabilizada la Revolución Mexicana, defiende en la
Sociedad de Naciones a otros Estados, países amigos con los que se cometieron los mismos atentados y aun peores que con México. En 1954, por
ejemplo, viene a México el emperador de Etiopía,
Haile Selassie I, viaje que realiza expresamente
para condecorar al general Cárdenas y a Isidro Fabela, quienes como presidente de México y representante de este país en la Liga de las Naciones,
defendieron a su país como nadie más lo hizo, de
la agresión del fascismo italiano en 1935.
En todas sus intervenciones, escritos y proclamas, Fabela defendió sus ideas. Trató de evitar y
evitó cuantas injusticias pudo. Fue claro, metódico
y sagaz. Su nombre se adscribe al catálogo universal de tratadistas de Derecho Internacional, pues al
poseer una cultura sólidamente cimentada pudo
La presencia de don Isidro Fabela al lado de las figuras de la política nacional, resultaba inobjetable. En las gráficas,
a la izquierda, con el presidente Manuel Ávila Camacho; y a la derecha, con el presidente Adolfo López Mateos.
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conocer la profusa producción que se ha creado en
torno a la materia a la que dedicó su vida.
Fue un hombre de ciencia que logró fundir en
una feliz unidad al escritor, al gobernante, al maestro de alto perfil académico, al universitario humanista, al conferenciante, al asesor de materia legislativa, y principalmente, al internacionalista.
En tantas y tantas actividades desplegadas a lo
largo de su existencia fructífera se manifestó sin la
menor desviación el hombre sereno e inteligente,
de trayectoria recta, de insobornable honestidad,
de conciencia moral intachable y de arraigadas
convicciones liberales y democráticas. La justicia y
la libertad fueron sus dos grandes pasiones.
En abril de 1951, el rector Luis Garrido en nombre de la Universidad Nacional, le otorgaría el doctorado honoris causa.
En 1946, es nombrado Juez Internacional de La
Haya por las Naciones Unidas; su nombramiento
se debió: “Al prestigio de nuestra patria en el concierto mundial, prestigio que fue en aumento desde la administración del presidente Carranza hasta
la del presidente Cárdenas y que culmina con la
política certera del presidente Ávila Camacho que,
colocando a México en el grupo libertario de las
Naciones Unidas y declarando la guerra e interviniendo en ella contra quienes querían sojuzgar al
mundo entero, logró que el nombre de la nación
mexicana adquiriera un vigoroso y respetable renombre exterior.”
Cuando Adolfo López Mateos es candidato a la
presidencia, al ejercer el derecho de sufragio vota
por Isidro Fabela para presidente de la República,
honrando así a su maestro.
En los tiempos de su edad provecta, se presenta en América Latina un problema grave, pero
a pesar de sus años, Fabela hace oír su voz con la
claridad de siempre; el conflicto surge con el derrocamiento del dictador cubano Fulgencio Batista, la ascensión al poder del gobierno revolucionario de Fidel Castro y las medidas políticas y
económicas que pretende poner el nuevo gobierno.
Este insólito personaje, que se asemeja a la figura de un cincinato criollo, coetáneo y compañero de muchos otros personajes que destacaron
en la vida pública nacional durante buena parte del
siglo XX, como José Clemente Orozco, Alejandro
Quijano, Ángel Zárraga, Lucas de Palacio, José Vasconcelos, Sotero Prieto, Joaquín Gallo, Manuel Guridi, Salvador Urbina, Ignacio Bravo Betancourt,
Alfonso Cravioto, Genaro Fernández MacGregor,
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varios de ellos egresados de la Escuela Nacional
Preparatoria y de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, en donde al menos Fabela recibe el título
de abogado, en 1908, con la tesis Excepciones y
Dilatorias, se distinguiría por haber sido el grupo
más luchador y batallador de los Contemporáneos
y por contar entre ellos, como se decía, a futuros
hombres notables que servirían a México con lealtad y responsabilidad.
Seguramente, el mejor reconocimiento, sincero y generoso, fue el de su pueblo, que por aclamación logró que se denominara Atlacomulco de
Fabela, el gobierno de la entidad decretó que así
debería de ser su nombre oficial a partir del 19 de
agosto de 1951.
En 1952, es nombrado director honorario del
Instituto Científico y Literario de Toluca –con gran
tradición liberal–, actualmente es la Universidad
Autónoma del Estado de México; el 23 de septiembre de 1953 ingresa a la Academia Mexicana de
la Lengua, correspondiente a la de Madrid. En esa
ocasión Alfonso Cravioto contestó el discurso del
nuevo miembro. En 1956, Jesús SiIva Herzog rinde homenaje a Fabela “por haber sostenido siempre los principios de la libertad hispanoamericana.”
En octubre de 1963, Fabela hace entrega al
presidente López Mateos de la casa del Risco
que, junto con el Centro Cultural “Isidro Fabela”
sirvan para provecho y disfrute del pueblo mexicano, para cumplir de alguna manera con el
anhelo “de alargar nuestra existencia pensando
en la posible dicha que dimos a vidas ajenas, porque la nuestra ya se funde en el crepúsculo que
contemplamos como un ensueño que se va durmiendo, que se va desvaneciendo…”
La vida creadora de Isidro Fabela se extingue el
12 de agosto de 1964, termina, pues, “como héroe
civil y santo laico”. Debe servir de ejemplo para
bien de México, ejemplo que también debería imitar la juventud.
Queremos subrayar con énfasis, que Isidro
Fabela fue actor principal cuando los agresores
internacionales atacaban; ya había sucedido con
México en 1914, a países amigos, que, indefensos, eran sacrificados en la Sociedad de las Naciones, cuando precisamente Fabela representaba a
México.
Así, el único defensor del pacto de la Sociedad
de las Naciones fue México; la España republicana defendida en Ginebra sólo por México; Austria
defendida sólo por México y Etiopía deferida sólo
por México en una asamblea sorda y
culpable… México, dice Serrano Migallón, congruente consigo mismo,
mantuvo una plena oposición al agresivo eje nazi-fascista, buscando una
auténtica paz y no una paz artificial,
sobre bases falsas e incongruentes.
Para que subsista la paz y la justicia en el orbe, se necesita que los organismos internacionales cumplan
puntualmente con sus deberes, pues
si por razones económicas o de temor, de conveniencia de momento,
no acatan los preceptos que se comprometieron a respetar, entonces
caerán de desacierto en desacierto,
hasta concluir en el fracaso y en el
caos.
Hay, sin embargo, un acontecimiento poco conocido acerca de Fabela, pero que pone de relieve el reconocimiento de que fue objeto por
parte del general Cárdenas, cuando
éste, se dice, asistió como incógnito a
la capilla ardiente en donde velaban
los restos de don Isidro. Llegó, se
cuenta, a altas horas de la noche, y
se sentó en una de las sillas en un rincón, y ahí permaneció en silencio,
hasta las primeras horas de la mañana, se levantó
y se retiró. De esa manera el general Cárdenas había querido mostrar a solas su afecto, y compartir
unas horas en silencio con el amigo que se había
ido.
Por último, queremos citar los trabajos publicados debidos a la autoría de Isidro Fabela, y que
preparó el Comité Pro-Monumento a Isidro Fabela.
Homenaje a Isidro Fabela, en Atlacomulco, Estado
de México; hay que puntualizar, como ya lo decíamos, Fabela dejó mucha obra escrita, además de
sus libros y folletos, la mayoría de los periódicos
de circulación nacional dieron cabida a sus artículos y comentarios sobre distinta temática, claro,
especialmente a los asuntos relacionados con el
derecho internacional y la diplomacia mexicana.
A continuación trascribimos los títulos de la
obra publicada de Fabela.
Literarias: La tristeza del amo, Arengas revolucionarías, Don Quijote, ¡Pueblecito mío!, Cuentos de
París, Diego Rivera, Alfonso Reyes, Elogio del dolor,
Carta a mi hijo Daniel, Epistolario a mi discípulo Mario Colín, Mi señor don Quijote.
Historia, Derecho y Diplomacia: Paladines de
la libertad, Precursores de la diplomacia mexicana,
Estados Unidos contra la libertad, Neutralidad, Mundo Libre, Por un mundo libre, Belice, Votos internacionales, La doctrina Drago, Mi gobierno en el Estado
de México, Cartas al presidente Cárdenas, La conferencia de Caracas y la actitud anticomunista de México, Los Estados Unidos y la América Latina, La política internacional del presidente Cárdenas, Las
doctrinas Monroe y Drago, Historia diplomática de
la Revolución Mexicana, Buena y mala vecindad, El
caso de Cuba, Las doctrinas Drago y Carranza, El primer Jefe.
Sociedades culturales a las que perteneció:
Academia Nacional de Ciencias, Socio Honorario
de la Sociedad de Ciencias y Artes de París, Presidente de la Sociedad Mexicana de Geografía y
Estadística, Presidente de la Academia Mexicana
de Derecho Internacional, Miembro de número de
la Academia Mexicana de la Lengua correspondiente de la Española, American Society of International Law, Instituto Panamericano de Geografía
y Estadística. <
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E
n la sesión del 21 de enero, que estuvo presidida por Víctor Manuel Villaseñor, Hernán Laborde, miembro entonces de Acción
Socialista Unificada, expresó: “Decía bien Siqueiros: es una lástima que esta reunión no haya tenido lugar un poco antes, o mucho antes. Es obvio
que los grupos marxistas deberían haberse puesto
de acuerdo para actuar juntos en relación con una
serie de problemas y acontecimientos políticos de
una gran importancia: las elecciones de julio, la
integración de las Cámaras, la formación del gabinete mismo. Deberíamos estar ya plenamente de
acuerdo sobre los problemas fundamentales del
ahora, actuando juntos. De todos modos, esta reunión es oportuna y útil todavía. Es oportuna y
será útil a condición de que seamos capaces de llegar a conclusiones prácticas que nos den la plataforma de acción común indispensable”.
Refiriéndose al tema tocado con especial énfasis por Siqueiros y Bassols, Laborde precisó lo que
para él era unidad nacional. “La unidad nacional
–dijo– tiene por objetivos los de la revolución democráticoburguesa, y es ante todo y por encima
de todo un movimiento democrático, antiimperialista y progresista de todas las fuerzas que están
de acuerdo con los objetivos de la revolución democráticoburguesa. Lo que me parece necesario
subrayar es que este movimiento es sobre todo
un movimiento antiimperialista, porque si en el
periodo de la guerra el peligro mayor era el nazifascismo, y la tarea esencial consistía en salvar a
* Artículo publicado el 22 de julio de 1970, en el número 441
de “La Cultura en México”, suplemento de la revista Siempre!,
pp. II-VII.
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México del peligro fascista, hoy el peligro mayor es
el imperialismo yanqui, y la tarea es la lucha contra el imperialismo y por la liberación nacional.
Eso quiere decir que la unidad nacional se forme
sin los grandes comerciantes, y sin los banqueros
privados, porque aquí debo decir que nosotros no
creemos en la honradez de los banqueros privados
ni de los grandes comerciantes. En cierta ocasión
en que un orador decía que en la unidad nacional
pueden tomar parte los comerciantes y los banqueros honrados, un espectador dijo: ‘Vamos a tener que buscarlos con la linterna de Diógenes’, y
otro dijo: ‘Cuidado compañero, que te roban la linterna’. No creemos en los banqueros honrados; la
unidad nacional es sin los banqueros privados, sin
los grandes comerciantes, y contra ellos, porque
ellos son agentes del imperialismo yanqui, empeñados en impedir la liberación nacional de México.
Ahora bien, ¿cuál es la primera condición para el
éxito en esta lucha de liberación nacional? La primera condición es que el proletariado sea capaz de
jugar en el movimiento de unidad nacional un papel independiente y preponderante, el papel de
vanguardia”.
Al refutar a Revueltas, Laborde dijo: “Yo entendí la tesis de Revueltas en el sentido de que,
mientras el proletariado no haya llegado a la madurez, no debe proponerse conquistar el papel de
dirigente en la revolución democráticoburguesa, y
lo más que puede hacer es ayudar a la burguesía,
compartir con ella la dirección. ¿Se supone que la
burguesía va a ser tan generosa que comparta
la dirección con el proletariado, amablemente,
como entre camaradas, como una asociación entre caballeros? No. Lo que Revueltas propone en
realidad es que el proletariado siga yendo a la cola
de la burguesía; esa es la realidad. Pero, naturalmente –dice Revueltas– llegará el día en que el
proletariado esté ya maduro y en que los factores objetivos hayan madurado suficientemente,
y entonces el proletariado tomará la dirección
de la revolución democráticoburguesa. Y para eso
–dice– el proletariado debe estar atento y pensar
cuidadosamente como un boticario que prepara una fórmula, el grado en que la burguesía es inconsecuente y débil, y va traicionando la causa de
la revolución democráticoburguesa. Y sólo cuando llegue a cierto grado, no antes, el proletariado
debe tomar la dirección de la revolución democráticoburguesa. Todos entendemos que no es cosa
de fórmulas y balanzas de boticario, sino que es
un cuestión de lucha, que eso se va a decidir en el
curso de la lucha, que cuando se dice que el proletariado debe dirigir la revolución democráticoburguesa se quiere decir que el proletariado debe
luchar”.
Más adelante Laborde señalaba: “Estamos en
una situación realmente curiosa; nos hemos reunido aquí varios grupos y personalidades marxistas para discutir en qué forma podemos unificar el
proletariado. Pero nosotros estamos divididos, y
permanecemos divididos, y parece que nos empeñamos en permanecer divididos. Debemos empezar por unificarnos nosotros mismos. ¿Cómo
podemos ir a predicarle unidad al pueblo de México, a los trabajadores de México, si nosotros permanecemos divididos? Los trabajadores de México tendrán derecho a decir: ‘Miren quiénes nos
vienen a predicar la unidad, esos grupillos marxistas que viven peleando entre ellos como perros y
gatos’. No. Para luchar por la unificación del proletariado de México tenemos que hacer la unidad del
marxismo”.
Otro tema importante expuesto por Laborde
fue el siguiente: “Hay compañeros que hacen este
razonamiento: nosotros tenemos que influir en
el régimen, tenemos que procurar posiciones en el
régimen para influir en él desde adentro, tenemos
que conquistar posiciones en el gobierno. Para
ellos esto es lo más importante y se dicen: ¿Podemos conquistar posiciones en el régimen apoyándonos en un partido de la clase obrera? ¿No es más
fácil conquistarlas apoyándonos en un partido popular amplio? Yo respondo: sí, es más fácil, inclusive se pueden conquistar posiciones sin ningún
partido, por medio de componendas y compadrazgos, pasándose al campo de la burguesía. Otra
Siqueiros (sentado al centro) y Diego Rivera (de pie) durante
una reunión del Partido Comunista Mexicano.
cosa es conquistar posiciones en un gobierno burgués sin claudicar de los principios revolucionarios
de la clase obrera, para defender allí los intereses
del proletariado, para luchar allí porque se ponga
en práctica la política revolucionaria, el programa
de la revolución democráticoburguesa”.
En su intervención del 22 de enero, cuando
los polemistas se trasladaron del Palacio de Bellas
Artes al Sindicato de Telefonistas, Narciso Bassols
subrayó algo que muchos apoyarían. “Esta mesa
redonda en sí misma –dijo–, independientemente
de sus resultados y de la acción común futura, no
me interesa. Debo decírselos a ustedes con toda
tranquilidad, con toda cortesía, con toda suavidad;
pero así, porque así lo pienso. No me interesa simplemente como examen verbal de problemas. Me
interesa como coyuntura activa y como iniciación
de trabajos políticos conjuntos, con perspectivas
inmediatas y con resultados definidos, concretos,
prácticos, que espero serán evidentes muy pronto.
Entonces tengo que pagar el precio de quien así
concibe la utilidad de estas reuniones. Y estoy dispuesto a pagarlo.
“Es muy interesante examinar los aspectos
teóricos, doctrinales, de la acción política. No seré
quien la niegue; no podría ser quien la negara, ni
siquiera quien la restringiera en su aceptación.
Pero a mí no me parece que lo más importante en
la situación real de las fuerzas progresistas de México sea el simple examen teórico, ni que sea allí
en donde radiquen las mayores dificultades. Por el
contrario, pienso que si bien es verdad que la fun-
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damentación teórica es esencial, y que la identificación en
esos fundamentos teóricos es
ineludible, lo más importante
está en lo que viene después, y
lo más difícil está en lo que
viene después. ¿Qué pasa? Que
conforme se baja de la generalidad y se acerca uno a la acción,
a la aplicación concreta de los
principios, lo que era acuerdo
empieza a convertirse por lo
menos en salvedad y reticencia,
lo que era unanimidad empieza
a dejar de serlo. Tengo la sensación muy viva de que personas
que coinciden en el planteamiento general y abstracto de las bases teóricas
de su actitud política, conforme comienzan a colocarse en el plano de actuar, comienzan a tener
serias divergencias de interpretación, de apreciación, de fijación de sus deberes y sus responsabilidades, en una palabra, difieren en su línea de conducta práctica y concreta”.
Bassols centró su intervención en el problema
de la tierra, porque opinaba que “la piedra de
toque, el pivote de la construcción y organización
de un pensamiento común con propósitos activos
en el problema social mexicano de estos instantes,
es el problema de la tierra. El problema de la tierra
quiere decir, el problema de nuestro pensamiento, y nuestra decisión de intervenir en lo que a los
sistemas de distribución y trabajo de la tierra se refiere. No creo que pueda eludirse en ninguna
forma este asunto en una plataforma de acción.
Pero voy un poco más allá. Debe figurar el problema de la tierra en el lugar central a que me he
referido y, además, debe figurar con una minuciosa (dentro de los límites de un planteamiento
general) especificación de cuál es nuestro criterio y
nuestra actitud, no solamente en lo que toca a la
necesidad de, en general, proseguir la reforma
agraria, sino que, como todo hay que plantearlo
desde el punto de vista de las realidades políticas,
en términos muy concretos resulta indispensable,
frente a esas realidades concretas, independientemente de tener una respuesta doctrinal, adoptar
una posición, es decir, definir concretamente
nuestra línea de pensamiento y nuestros propósitos políticos al respecto”.
Después de tratar de manera extensa, crítica y
documentada el problema agrario de la Revolu-
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trabajadores | marzo-abril 2010
ción Mexicana, Bassols se declaraba en contra de
las reformas al artículo 27 constitucional anunciadas 72 horas después de constituido el régimen de
Miguel Alemán. Aquel análisis de Narciso Bassols
no ha perdido vigencia y continúa siendo uno de
los alegatos más serios en contra de la reforma al
mencionado artículo.
Cupo a Leopoldo Méndez, presidente del
Círculo Marxista “El Insurgente”, precisar lo que
un sector de la izquierda entendía que debía ser
en 1947 la colaboración con el gobierno: “El gobierno actual no es ni un gobierno de la reacción,
ni un gobierno revolucionario en el sentido típico
de la palabra. Es un gobierno de la burguesía progresista surgida de la Revolución Mexicana. Es el
primer gobierno civil que tiene México en muchos
años y la mayor parte de los hombres que lo componen han sido escogidos más por sus capacidades que por lo que puedan representar como respaldo de masas. Naturalmente, si el movimiento
revolucionario estuviera bien organizado, tuviera
una línea; si la clase obrera estuviera unificada; si
los marxistas estuvieran unificados en un gran
partido marxista, este gobierno podría hacer frente a la situación delicada, a la ofensiva reaccionaria, a la presión del imperialismo en condiciones
menos desfavorables que las actuales. Y si no queremos ser simples demagogos debemos, ante el
pueblo que ha elegido al presidente Miguel Alemán con nuestro apoyo, cargar con la responsabilidad porque si el gobierno cede alguna vez ante
la ofensiva reaccionaria o la presión imperialista, la culpa no la tiene solamente el gobierno
sino también, y principalmente, los dirigentes del
movimiento democrático, obrero y marxista de
México. Y si nosotros tenemos el derecho de exigir
al gobierno una actitud firme ante la reacción y el
imperialismo, el respeto de las promesas y del programa con el cual fue electo, también el pueblo
tiene el derecho de exigir de nosotros, como sus
dirigentes, el decirle hasta qué punto hemos cumplido con nuestros compromisos con él y con el
gobierno al cual hemos prometido un respaldo que
todavía no hemos sabido organizar.
“A México, la guerra mundial no ha llegado
con todas sus consecuencias destructoras, ha habido libertad de organizar, agitar, leer, trabajar
para la democracia. El ejemplo de la democracia
que combatía con las armas en las manos contra el
nazifascismo era un estímulo. Sin embargo, en
México fue la reacción la que se organizó y se fortaleció; el movimiento obrero continuó su proceso
de división y corrupción. Esta es la realidad de no
haber aprovechado la etapa histórica que ha representado la Segunda Guerra Mundial y su periodo
inmediato de postguerra todos nosotros, individual y colectivamente, quien más, quien menos,
somos responsables ante nuestro pueblo y ante el
movimiento revolucionario mundial. Que este reconocimiento, por lo menos, nos anime a remediar en parte el mal, a recuperar el tiempo perdido,
y a unificarnos cordial y fraternalmente para que
la unificación marxista signifique el primer paso,
el paso más importante, hacia la solución de la crisis del movimiento revolucionario mexicano.
“Nuestra poca ligazón con las masas, nuestra
insuficiente reacción militante ante los problemas nacionales e internacionales, nuestra débil
participación en las luchas diarias del proletariado,
ha causado en todos nosotros una pereza mental
que dificulta una contribución más rica, eficiente y
concreta en la solución de todos los problemas que
se plantean ante el movimiento marxista mexicano”.
En aquella última sesión del 22 de enero hubo
varias aclaraciones. Sólo destacaré dos párrafos,
uno de Siqueiros y otro de Bassols. Dijo el primero:
“Fue justa la posición de apoyar a Cárdenas, pero
cuando cambió el régimen de Cárdenas al de Ávila
Camacho el movimiento obrero, que estaba unido
a aquel hombre por el cordón umbilical que ustedes conocen, continuó estando en la misma situación, y la realidad política se había transformado
radicalmente; ya no era la misma, era otra. El compañero Lombardo en su intervención nos ha dicho
que ‘el gobierno de Alemán es la continuación lógica del gobierno de Ávila Camacho y del gobierno
de Cárdenas.’ Pero no nos ha dicho si hacia arriba
o hacia abajo. Es efectivamente la continuación
pero en el sentido de una capitulación cada vez
mayor. ¿Cómo era posible que se siguiera actuando en la misma forma de alianza política con
Ávila Camacho como se había hecho con Cárdenas? En ese momento en que el movimiento revolucionario de México, con los marxistas a la cabeza, no supo comprender ese hecho, en ese
momento se abrió un largo periodo de entrega a la
política de la burguesía en el poder, que aquí nos
han dicho que frenó la reforma agraria. Efectivamente, estaba frenando el movimiento agrario, es
decir, uno de los puntos fundamentales del progreso de la revolución democráticoburguesa. Empezó después a hacer una serie de concesiones a la
reacción. Tenía sus aspectos positivos: había continuado la política de Cárdenas en lo que respecta a
la España franquista, había mantenido las libertades democráticas para el movimiento obrero, pero
al mismo tiempo aprobaba el plan Clayton, es decir, que tenía elementos reaccionarios y elementos progresistas. Nosotros seguimos colaborando
con ese régimen de la misma manera que antes.
De ahí parte todo. Hagan ustedes todas las deducciones de tipo teórico que quieran, pero si no par-
Leopoldo Méndez, en aquellos años presidente del
Círculo Marxista "El Insurgente".
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ten de ese acontecimiento se perderán en rutas
falsas y absolutamente inútiles. Quiero decir que el
compañero Lombardo Toledano estuvo en lo justo
cuando dijo: ‘¡Con Cárdenas!’, pero no estuvo en lo
justo cuando dijo: ‘También con Ávila Camacho,
que es la continuación del gobierno de Cárdenas’.
Pero la responsabilidad no es de él, es de todos.
Debimos haber tenido la videncia política para
comprender este fenómeno”.
En su última intervención Siqueiros había relacionado la desaparición del periódico Combate con
la aceptación de cargos públicos por parte de sus
editores. Bassols respondió de esta manera: “El
compañero Alfaro Siqueiros me pregunta por qué
murió Combate en el mes de agosto de 1941. Combate murió por la razón dada con toda claridad,
con una claridad que la muerte de Combate reclama el derecho a que se le acepte y se reconozca
como válida; por una razón que no tenemos por
qué ocultar, que sigue siendo válida de muchas
cosas, y de la ausencia de muchas otras: Combate
murió porque no tenía dinero para vivir, porque
no teníamos con qué pagar su costo, y porque no
teníamos la voluntad ni la posibilidad política de ir
a pedir a otra parte el costo, y porque no había la
posibilidad, en la situación del momento, de obtener de golpe una colaboración de la clase obrera,
suficiente para cubrir el tiro de Combate y en muchas ocasiones adelantar el costo de Combate.
“Alfaro Siqueiros quiere saber por qué acepté la
Embajada en el año de 1944, en el mes de noviembre, en plena guerra, tras de un año de ausencia
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del país, año que fue inmediatamente siguiente
a mi rechazo de la Cámara de Diputados después
de una campaña hecha no contra los revolucionarios, ni siquiera contra los errores de los revolucionarios en el poder, o las blanduras de los revolucionarios acerca del poder, sino una campaña
hecha con un éxito glorioso y magnífico, hecha
con un esplendente éxito, contra la entrada de los
diputados de Acción Nacional con mi campaña y
mi candidatura, porque ésta les decía a los hombres del poder: ‘Decidan; admitan al que quieran”.
Y no entraron los de Acción Nacional para que no
entrara yo tampoco. Tras de un año que siguió a
esa eliminación del Congreso; cuando a mí y a las
personas que me rodeaban en mi trabajo político
se nos reprochaba el ser sectarios dentro de la situación creada por la guerra contra Hitler, intolerantes, divisionistas, enemigos de la unidad nacional, incapaces de subordinarnos a la necesidad de
unión absoluta contra el enemigo común; cuando
se me reprochaba constantemente lo incorrecto
de mi posición política consistente en haberme negado a entrar al gobierno en 1940, cuando tomó el
poder el presidente Ávila Camacho; cuando la guerra exigía por una parte, efectivamente, la unidad
nacional más amplia, y cuando por otra parte aquí,
en plena guerra, no era factible (como es natural,
dada la suspensión de garantías individuales, dada
la parálisis lógica de las actividades políticas
normales, dada la situación misma, en conjunto,
creada por la guerra) desplegar una actividad política inmediata, válida y útil; sólo puedo ser condenado (por haber aceptado un puesto que dejé no
cuando me lo quitaron sino cuando me llamó la
necesidad de venir a esta clase de reuniones, pues
no supe quedarme en las dulzuras de la Embajada
de Moscú, sino que quise venir aquí), sólo puedo
ser condenado si se me considera por ese hecho
un chambista. Pero no lo soy. Fui un hombre que
supo aceptar su responsabilidad política, dentro
de una guerra, por consideraciones superiores a él
y por el tiempo estrictamente necesario, derivado
de la guerra. Esa es mi respuesta”.
Muchos otros asuntos que interesan para el estudio de las ideas políticas en México fueron tratados en la mesa redonda sobre el tema “Objetivos y
táctica de lucha del proletariado y del sector revolucionario de México en la actual etapa de la evolución histórica del país”. Sólo hemos extraído algunos párrafos que adquieren especial vigencia en
este periodo de cambio de las máximas autoridades de la nación. <
Jaime Torres es un destacado y
reconocido músico argentino nacido a fines
de la década del treinta en la provincia de
Tucumán, en el norte argentino. Con más
de 70 años y poco más de medio siglo de
trayectoria, este cultor del charango,
instrumento que popularizó en centenares
de escenarios del mundo, sigue vigente y
activo, trabajando en el encuentro artístico
y cultural denominado “Tantanakuy”,
espacio que ubicado en la localidad de
Humahuaca, norte andino argentino, que
reúne año con año a decenas de músicos,
artistas y poetas que buscan sostener y
fortalecer el canto y la música del pueblo.
Desde los modestos escenarios con
piso de tierra hasta el Teatro Colón de
Buenos Aires, pasando por la Filarmónica
de Berlín, la Sala Octubre de Leningrado y
el Lincoln Center, Jaime supo tocar con
gran cantidad de músicos y artistas.
En el marco del “Tantanakuy”
conversamos con Jaime Torres, quien nos
comenta un poco de su larga trayectoria y
de donde surge la idea de este encuentro.
* Corresponsal de la revista trabajadores en Argentina y
coordinador general de Wayruro Comunicación Popular (wayruro.blogspot.com).
¿Qué es, qué significa el Tantanakuy?
Tantanakuy es un vocablo quechua que significa
reunión, encuentro de unos con otros… él mismo
responde a que los músicos que estamos en la música del altiplano, queríamos encontrarnos con los
autores y los compositores…
Cuando yo llegue aquí a la Quebrada (de Humahuaca, norte argentino) en el año 73, la conocí
de pasada, y creí en ese momento que este era el
lugar ideal para poder hablar del hombre de este
mundo (andino), que está íntimamente ligado a un
hecho cultural y social…, me parecía el lugar exacto. Y para hacer este encuentro yo tuve el apoyo
incondicional de mucha gente, esto es imposible
para una sola persona, no puedo dejar de recordar
a algunos pobladores de aquí de la quebrada,
como la familia Medrano-Roso, el Bebe Giménez,
los hermanos Aramayo, Don Torres Aparicio y muchos más…, algunos de ellos ya han fallecido.
El Tantanakuy respondió a esa necesidad de
juntarnos, entonces con mi padre buscamos el
vocablo en mi casa, le consulté si esta palabra le
parecía apropiada, y me dijo que sí, porque años
antes, cuando mi padre trataba de juntarse con
los paisanos del lugar, con chicos estudiantes
de Rosario, de Buenos Aires, te estoy hablando de
hace 60 años, entonces decían en quechua unas
palabras, Tantanacuasunchi, que es la acción de
juntarse, y yo recordaba aquello y decía que la palabra sería Tantanakuy, y el vocablo quechua nos
sirvió para esto.
Una de las primeras personas, aparte de la
gente del lugar que te mencioné, o la primera, fue
Jaime (Dávalos) que realmente celebró el hecho
de que yo tuviera esta decisión de querer hacer un
encuentro, y me dijo “yo te acompaño, estoy al
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lado tuyo”, era un respaldo total y absoluto…, y no
buscamos las figuras rutilantes, los grandes nombres exitosos, era necesario que la gente conociera
a los que habían dado por medio de su creación un
conocimiento en el mundo.
Hoy en el Tantanakuy generosamente se ha
ampliado las listas de los músicos, yo lo planteaba
desde el hecho de tener vocación de hacer esto, de
hacer música…, por eso no había una remuneración para nadie, nosotros tampoco pensábamos
cobrar absolutamente nada, y si vos te pones a
pensar cómo se hace esto, no sé, no te lo podría
explicar totalmente, lo único que sé es que cuando
existe una fuerza y esta razón de ser, se logran las
cosas, si hay firmeza, si hay contenido en lo que
pensás y sentís, se logran las cosas.
Yo sabía que esto (del Tantanakuy) iba a ser
multiplicador, tenía la certeza porque había transitado muchos lugares del mundo con el charango, y
nunca dejó un papel menor, el protagonismo del
instrumento por el contrario siempre fue aceptado, y siempre pensé lo mismo…, si es aceptada
la música y el instrumento, es aceptado el hombre
del lugar.
Vos nos comentabas que partiste desde joven buscando el protagonismo del instrumento, y desde allí
de la música, del hombre de un lugar.
Por ejemplo, el charango era un instrumento que
no tenía espacio propio, si bien es cierto que se tocaba ese instrumento, no tenía ningún protagonismo; por ahí sí lo tenía para el hombre del altiplano, para el arriero, fundamentalmente porque
es un hombre que se caracteriza por ir rasgando
un instrumento, pero no en espacios artísticos musicales, teatrales, discográficos, en ellos la presencia de este instrumento era como un instrumento
acompañante, y como nosotros buscamos el protagonismo para los instrumentos, buscamos lugares afines, porque hoy escuchas tocar la quena, el
charango en distintas partes del mundo, viajas por
alguna ciudad europea y encontrás algún muchacho en la calle, y no es porque el Tantanakuy ha
propuesto esto, pero sí trabajó en ese sentido, en
esos movimientos, como tantos otros hombres,
como otros grupos, otras asociaciones…
Al charango le corresponde una historia similar, no digo jamás que el charango es de Argentina
porque este instrumento apareció antes de que
seamos país, que se toca preferentemente y seguramente el alma del instrumento está en lo que
hoy es Sucre, Potosí… estoy de acuerdo que no
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hay nadie que pueda identificar “el domicilio”, que
diga dónde nació, sino que es una manifestación
del pueblo como lo es la danza, el canto…
No creo que sea mucho lo que se ha hecho,
pero es bastante…, sobre todo teniendo en cuenta
lo que cuesta movilizar tanta gente. Con esta total
certeza no alcanzamos a dimensionarlo, pero nosotros sabíamos que estábamos marchando y que
teníamos un destino claro en el sentido de que, a
través de estos encuentros íbamos a ir reafirmando conceptos, no hay nada que sea inmediato y
por otro lado vivo reñido con lo masivo, con lo exitoso y tengo una vida más calma, con mucha más
pausa, y creo que cuando las cosas se producen de
esa manera responden seguramente a una producción que se hace de atrás… si de pronto lo que
vos manifestás a través de tu música produce en
algún momento entusiasmo, masividad, en hora
buena, pero seguramente tiene que tener un contenido mínimo, didáctico en el fondo.
Esta valoración tuya de la música andina tiene que
ver con tu historia, tus padres son de Bolivia, ¿no?
Yo soy un hombre de esta región (andina), mis
padres son de Bolivia, un poco más allá (al norte)
todavía, por eso cuando alguien me dice “yo soy
coya”, yo le digo vos no te olvides que yo soy coya
y medio… je, je, mi madre era una formidable
chola, pastora Moyano, yo tengo toda mi familia
en Bolivia, y mi padre, Eduardo, es de Sucre, y
desde siempre, desde pequeño en mi casa no faltaban los picantes, que se podían casi como fabricar en aquella época…
Mis padres llegaron de Bolivia en el año 37 y
yo nací en el 38, y a los dos, tres meses mi padre
soñaba con llegar a Buenos Aires y llegó y entonces buscar los paisanos era, no como hoy, una de
las presencias más fuertes que hay en Buenos Aires; la gente de nacionalidad boliviana en aquel
tiempo no, no había tanta gente de Bolivia…, había muy poca, e hizo que yo me fuese incorporando de a poco, casi sin darme cuenta. Conocí a
don Mauro Núñez allí en Buenos Aires y en el año
42, 43 él llegaba con una compañía peruana y me
llamó mucho la atención el instrumental porque
no era un disco lo que yo podía escuchar, sino la
actuación, un protagonismo… y me seguí enrolando en todo esto.
¿Me comentabas que querías ser futbolista?
No era mi intención dedicarme enteramente a la
música, me gusta la música igual que el deporte,
pero se ve que tenía más condiciones en esto, por eso no soy
un crac en la historia del futbol, sino un músico…, y creo
que con un hermoso reconocimiento…, lo que me pasa a mí
como persona, como hombre
en mi país es realmente más
que reconfortante porque uno
recibe cariño, afecto constantemente… la música une… el arte
en este sentido, específicamente la música, sirvió de mucho y si a eso le sumas las
poesías del aquel entonces, de
aquella época (décadas de los
sesenta y setenta), aparecieron
El músico Jaime Torres le ha dado un papel protagónico a su instrumento:
con una fuerza muy impactanel charango, que lo ha llevado a tocar en las más destacadas plazas del mundo.
te que no sólo sirvió para el folklore en la Argentina, sino en
gún momento se habló de las representaciones de
América del Sur y especialmente en nuestros puecomunidades de otros países que hay en Argenblos de lengua hispana, y no es algo que se me ocutina, en Buenos Aires particularmente, y creo que
rra a mí como un invento, sino que yo un día conde toda esta diversidad se va encontrando la maversando con Chabuca Granda o con Vinicio de
nera de esclarecerse y tener respeto por todo y
Moráis, que son hombres que aportaron a la canpara todos por igual…, no hay hombres de prición, y ellos decían que el movimiento de la Argenmera o segunda categoría, esto es por lo menos lo
tina nos sirvió de mucho, y esto fue armado y heque pienso y creo.
cho aquí en distintos lugares.
El Arte es como un paridor de cosas, ¿no? Cuéntame
dónde estamos, para ir mostrando un poquito la casa
del Tantanakuy, porque aquí hay una biblioteca, un
centro cultural, un cine.
Nosotros pensamos que siempre detrás de la
música tenía que venir la otra parte, que es de concientización de lo que vos tenías, de lo que hacías,
pero hay cosas que te superan y no se logran, porque yo sé cómo es y cómo actúa el enemigo, y
¿quién es el enemigo?, bueno esas 24 horas de
“sea triunfador”, “aproveche el tiempo, no espere
más, decídase en este instante y baje 400 kilos y
sea flaco, no sea gordo”, entonces vivo en una democracia, en una libertad condicionada a esto, y la
gente se pregunta ¿cómo se vive en Cuba con tantas prohibiciones?, y yo le digo vos ¿cómo vivís
acá? ¿De qué manera vivimos? Te dicen lo que tienes que hacer, lo que te vas a poner, que modelo,
etc., es indicado, no es algo propio.
Nosotros necesitábamos, desde nosotros mismos, el esclarecimiento de un montón de cosas,
esto que ayer se pronunciaba a través de una
charla, sobre identidad, sobre identificación, en al-
¿Te imaginas un futuro, tienes un sueño, sentís que el
sueño es éste, que te faltan algunas cosas?
Cosas para ir sumando seguramente faltan…, y
pretendo que esto sea un poco modelo, lo primero
que a nosotros se nos ocurrió era poner en valor
real y absoluto la “Casa del Tantanakuy” (espacio
cultural en el que existe un anfiteatro, una biblioteca, bar, salas donde se brindan talleres, etc.), no
fuimos tan tontos de pensar que aquí había que
hacer un gran edificio de dos pisos, no, lo más importante era que la gente venga y vea un espacio
trabajado con piedra y adobe, que es lo propio y
característico del lugar; si querés confort, podés
ponerlo adentro también…, pero esto era importante, era un elemento más de ayuda para reafirmar este concepto, lo propio, lo del lugar, y
aceptando lo otro porque aquí hay internet, televisión, hay un alma y un espíritu que se entiende y
que se lee…, entonces hay que buscar mejorar
esto, me gustaría que un día podamos contar con
una banda, con un ballet…, hay grupos, pero tienen vida corta porque ¿cómo financiamos esto?
Pero de seguro que, así como cuando yo llegué
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había uno o dos grupos, hoy hay cantidades…, no
se tocaban los sikus, hoy se tocan mucho más.
¿De alguna manera tu espacio de desarrollo comenzó
casualmente con un instrumento que temías que pudiera desaparecer y veías que la incidencia era cada
vez menor?
Nunca pensé que el instrumento podía desaparecer porque se tocaba en Ecuador, Bolivia, Perú, en
el norte de esta región, pero no tenía ganado un
espacio propio…, era el instrumento que venía detrás de una quena, de un instrumento cantante,
era un instrumento de acompañamiento. Sí, creo
que todo esto sirvió de mucho para ponerlo a consideración de músicos, de intérpretes, de compositores y del público en general, y en Argentina se
trabajó muy fuerte con esto… con Ariel Ramírez
comenzamos una conjunción de charango y piano
en el año 58, yo tenía 18, 19 años, pero en el 63
grabamos el pimer disco de charango y piano,
yo grabé con mi conjunto, y al año siguiente aparece la misa criolla que fue determinante… Hoy
escucho a muchos colegas del arte, de la música, y
me decían los hermanos de Chile, nosotros escuchamos el referencial por medio de los discos, porque ya había discos, hasta ese momento se carecía
de todos esos elementos, no había algo referencial, no había un modelo de una persona, había
gente; pero no modelos como para poder decir
que habían podido llegar en forma masiva.
Pude compartir escenario, música con Chabuca Granda, con Eduardo Lagos, Paco de Lucía…,
las primeras experiencias con orquestas fueron
con la caminata a Bariloche y muchas otras cosas
como el primer encuentro del charango y el cua-
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tro, y en esto la música siempre ha sido un elemento emancipador, porque detrás de la música
está el hombre que responde a una cultura.
¿Qué piensas hoy, a tu edad, después de todo lo realizado?
Si tenés firmeza, convicción de lo que estás haciendo, las cosas se logran, yo he recibido cosas
realmente halagadoras, he andado, y he considerado invitaciones a festivales de música clásica, espacios en teatro que seguramente mi paisano que
debe andar por ahí, por los cerros no habrá pensado nunca que el charango de pronto pudiera sonar en la filarmónica de Berlín…, o de pronto en el
Teatro Colón y en tantos otros espacios; porque
siempre dijimos, esto es para las fiestas de los paisanos, pero el otro espacio se ha ido logrando, y
hay una gran cantidad de músicos y conjuntos excepcionales y no sólo aquí en Argentina o en Bolivia, sino en todas partes del mundo. De pronto encontrás un japonés tratando de tocar el charango y
no te entra en la cabeza, y no es que responda a
una cosa de moda, no…, sino que tiene mucha
más razón porque hay una cultura detrás de todas
estas músicas y como tal tienen un respeto infinito… Fuimos ganando respeto, porque antes al
niño coya se lo discriminaba en la escuela, el hombre del lugar cómo no se va sentir de alguna manera, no digo despreciado pero sí disminuido… en
la ceremonia del culto a la “Madre Tierra”, el respeto a nuestra tierra (pachamama), en las cosas
de los viejos…, hoy cuál es la preocupación de la
humanidad: el calentamiento de la tierra, entonces eran culturas que no estaban tan disparatadas
con el respeto a la tierra, al contrario. <
Las mujeres mestizas cantan y llenan sus cántaros de agua
ordeñan a sus hombres en la madrugada
y entre las enaguas guardan semillas y hojarasca.
De sus huellas florecen pirámides y estrellas
de sus ojos de barro el fuego emerge
cuando el maíz despierta entre sus manos.
Las mujeres amamos el húmedo aliento de la tierra
los gemidos del mar cuando se fecunda una perla
y a los niños que aprenden a gritar libertad.
Festejamos la muerte adoloridas de risa
heredamos de madre un sabor de Poesía
y de nuestro padre talentos para pecar.
Nos desposan sobre una trajinera
nos besan despacio hasta sentirnos sirenas
y en el regazo se anidan los nombres de la verdad.
En el rebozo cargamos los tatuajes del indio
que antes de fecundarnos nos enseñó a soñar.
Lloramos el hijo que se esfumó en la frontera
bailamos la cumbia con un penacho de espinas
y una falda de pájaros heridos y peces marchitos por la sal.
* Guiomar Cantú es egresada de la licenciatura de Literatura
Dramática y Teatro de la UNAM y cursó el Diplomado en Creación Literaria en la SOGEM. En el año 2000 recibió el Premio Na-
cional de Poesía Ecológica y en 2006 ganó el Premio de Poesía
“Por el Agua con Tu Palabra” en el Festival Internacional por el
Agua. También es actriz y una reconocida artista gráfica.
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El mezcal nos rasguña las entrañas
y el tequila arde con su canción en el pecho
la dulce melancolía de aquel amor mineral.
Comemos tortilla para arrancar la amargura de los labios
y poblar el aliento con una voz de piedad.
Nuestra piel es la edad de la nostalgia
cuerpo esculpido por los dedos que le dieron forma al paraíso
con alas de bronce y mil voces de quetzal.
Hembras que enamoramos con chile y chocolate
que guisamos venado sobre manteles bordados
y amasamos el hambre para que no crezca más.
La historia de nuestra raza es leyenda
de las tentaciones de una hembra morena
por un hombre blanco que llegó del mar.
Nuestros genes son mezcla de pasiones
de religiones y mitos adentro de un Temazcal.
Flechas de jade y plumas de serpiente
se ofrecen a la luna el día del sacrificio
y la Catrina bendice nuestra ofrenda de pan.
Somos nación por ángeles guiada
templo abierto a las flores y a las letras
himno de una revolución que no ha acabado
evangelio a la Virgen por Juan Diego
soldaderas de un pueblo que es eterno
los aretes de plata de la catedral. <
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