Código 2007 - Ciencias Jurídicas - Pontificia Universidad Javeriana

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
PUBLICACIÓN SEMESTRAL EDICIÓN No. 15 PRIMER SEMESTRE DE 2007
ISSN 179-44422
Poesía
Cuento Jurídico
Otros Escritos
REVISTA CÓDIGO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
P o n t i f i c i a U n i v e r s i da d J a v e r i a n a
No. 1 de 2007
Publicación Semestra l
Directora
Paula Morales
C o n s e j o E di t o r i a l
Sarah Coral
John Pachón
Laura Téllez
FOTOGRAFÍA E ILUSTRACIÓN
Juan Sebastián Rojas
Andrés Felipe Ortiz
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Juan Sebastián Rojas
JAVEGRAF
IMPRESIÓN
JAVEGRAF
Ed
Editorial
Editorial
Editorial
La vida es un viaje, un viaje que nos lleva a mundos donde debemos enfrentar retos que al principio parecen
complicados, imposibles y hasta inalcanzables, de no lograrlos corremos el riesgo de no poder continuar nuestro
viaje por el saber, por los maravillosos mundos de la imaginación, de la fantasía y el relacionarnos con el otro.
Cuando tuve la oportunidad de ser la directora de la revista que hoy tú lector tienes en tus manos, me dio miedo, sentí cómo podía embarcarme en un nuevo viaje, en una nueva aventura, de la
cual desconocía todo lo que conllevaba hacerla. No te niego que me dio miedo, pensé en rendirme, pero en mi aventura se embarcaron tres expedicionarios que estaban dispuestos a dar lo mejor de ellos para lograr el mejor de los resultados la decimoquinta edición de la revista. Me acompañaron sin rendirse, sacando un tiempo extra de sus labores académicas de los libros, trabajos
y parciales para mostrarme que este nuevo mundo no seria tan complicado y que no estaba sola.
Cuando llegó el momento de la convocatoria, pensé que serían pocos los que se atreverían a aceptar la invitación a unirse al mundo que estaba explorando, pero sucedió todo lo contrario el e-mail de código recibió
escritos de muchas y muchos que se tomaron un momento entre hablar con sus amigos por msn y hacer un
trabajo para la u, enviaron sus creaciones y es a ellos a quienes les doy las gracias, de lo contrario no hubiera
logrado esta maravillosa edición, no les niego que deseé poner todos los escritos, pero el espacio no alcanzó.
Pero el viaje no termina con la convocatoria, luego viene la planeación de la revista y por último ver cómo mis
esfuerzos unidos con la ayuda de mis tres aventureros, el apoyo incondicional del Dr. Pablo Quintero, Decano
del Medio Universitario de la Facultad de Derecho y los lectores que se interesan por el arte dejando de lado los
libros, se concreta en esta revista Código la cual intenta unir el arte con el derecho o el derecho con el arte. La
verdad no he entendido bien cómo es y por eso es que mi viaje no ha terminado, simplemente esta comenzando…
Quiero agradecer especialmente a todos aquellos escritores, a quienes han creido en mi; Sarah, laura,
John y Moni Arias gracias porque nunca me han cortado mis alas.
Paula Morales Borrero.
Poesia
Poesia
Sin
Poes
Poesia
Titulo
H
Sin titulo
Sin titulo
Sin titulo
abía una vez una palomita…había una vez un bosque…había una vez una palomita con un polluelo en camino y un nido sin hacer…había una vez millones y millones de pajitas, de musguitos y de
hojitas cual colchones. Había una vez una palomita deslumbrada ante tanta variedad y el invierno casi
próximo. Había una vez una palomita intentando llevar en sus alas todo el bosque…
Había una vez un conejito comiendo zanahorias; cada día se almorzaba una…y, después de su ritual alimenticio, se daba una siesta, y luego se paseaba por el bosque…
Había una vez un conejo revolcándose de risa y una paloma fatigada, con sus plumas cual antenas…
Había una vez un conejo con anteojos…y una paloma sin cola…
Había una vez una lluvia, un conejo y una paloma escampando bajo una roca…
Había una vez una luna y un sol…
Había una vez una paloma y un conejo despidiéndose con beso en la mejilla…
Había una vez una palomita que, con “tres ramitas (♣ ♣ ♣ )”, logró hacer su nido…
Había una vez un naciente, tímido y suave gemido…
Había una vez tres águilas imperiales y doce halcones mirando a la pobre palomita y al indefenso polluelo…
Había una vez, no una cena reñida, sino un “baby shower”.
Sin titulo
Había una vez un niño y
una hermosa naranja en su árbol
y anocheció y amaneció,
y la naranja al piso cayó,
más ya no tenía jugo sino vinagre
y las semillas ya no eran semillas
sino larvas de mosquitos.
Había una vez un niño deslumbrado y un hermoso jardín,
no era capaz de tocar siquiera,
uno de los pétalos, con sus inocentes manos
más vino un rebaño de cabras
y arrasó con el cultivo y quedaron solamente
unos cuantos abrojos, unas cuantas espinas.
Había una vez un niño con mucha hambre y
un pavo real: ¡qué lindos sus colores!, ¡qué agudo su cantar!
más vino un zorro y de
un mordisco se tragó el avecilla
quedando solo plumitas
y dos gotas de sangre…
Había una vez un hermoso balón
a la orilla del río y
un niño que no sabía nadar
y, de repente, una crecida arrasó con la pelota
dejando solamente un ruido
Hubo una vez un niño
que no quiso ser más niño…
Sin titu
Sin ti
Sin titulo
Sin título
Critica a lo que
No es de extrañar que el sol brote más,
o no muestre su faz durante todo el día.
No es de extrañar que las nubes lo quieran
solamente para sí...
No es de extrañar que hayan días sin nubes,
no es de extrañar que hayan noches sin estrellas,
y no porque haya nubes,
sino porque hay noches estrelladas, que no dicen
nada...
No es de extrañar que una estrella en vadeo
suscite un deseo
No es de extrañar que un niño
distraiga mi pluma,
se lleve mis versos.
No es de extrañar que una gota se torne una fuente,
y la fuente un río,
un río caudaloso, que no respeta su cause.
No es de extrañar que los libertinos
una vez envejecen, quizás, se vuelvan beatos
y cuenten historias y narren hazañas:
¡no hubo caídas ni platos quebrados!
No es de extrañar que los puritanos
anhelen propuestas, ardan en pasión.
No es de extrañar que haya un jardín y en él una flor,
una flor elegida, una flor con espinas.
No es de extrañar que el jardinero se puye
y riegue su sangre y duerma en cultivo
con una esperanza.
No es de extrañar
que algunas flores también se marchitan.
No es de extrañar que, a veces,
la historia se repita
porque, desgraciadamente, los viejos, a veces,
tienen la razón.
No es de extrañar que las casas se caigan,
que el puente se quiebre, que el fuego se apague.
No es de extrañar que el viento arrase el castillo.
No es de extrañar que haya pueblos sin gente.
No es de extrañar que la reina muera en soledad.
No es de extrañar que...
se acabe la tinta, se agote el papel
y no tenga dinero;
mas sí una esperanza...
AHMOS Teología
Critica a lo que debe se
Crit
Critica a lo que debe ser
Sin Titulo
Ahora me miras a los ojos, esperando a que te ayude,
Buscando una respuesta distinta a los que solían estar contigo,
Buscando significado alguno
Que sustente que la justicia puede estar a tu favor.
Desde donde llora el país de las piedras,
Coloridas y siniestras,
Verdaderas e inciertas,
En medio de la turbulencia de sus condenas.
Ya que te puedo decir,
Las barreras el papel, y la consecuencia tu encierro,
Tus lágrimas no remedian nada,
Ya acostumbrado a esto hablas con un hombre de piedra,
Que te seguirá diciendo lo mismo “la ley es la ley así dura sea”
Para mi ya eres una más tras las rejas,
Para otros un alma que extrañarán,
Y para tus demandantes, un favor al sistema.
¡Qué amargura guarda el país de la esperanza,
Y que el tiempo ya no alcanza
Para desdibujar sus caras marcadas!
Somos tan fríos, tan intocables al destino,
Tan cercanos a una realidad, que solo la acogemos para regular.
Creo que es el momento donde lo entiendo todo,
Lo manejo todo, pero no comprendo porque soy así.
El sufrimiento se convirtió en una situación fácil de manejar.
El despojo fue sinónimo de lágrimas, pero gratitud a la justicia.
¿será que busca su libertad
perdida en la selva de la dignidad?
¿O, por el contrario, que sus amores ha olvidado,
Y a la suerte nos ha arrojado?
Me agrada mi trabajo, me entrenaron para esto y para esto soy bueno,
Me encanta el control, el orden y lo específico,
Saber que camino y que todo esta regulado,
Es como vivir dentro de una esquizofrenia jurídica que limita mi vida.
Y es ahí donde me asusto, es ahí donde el orgullo y el ego caen,
Donde la pregunta intimida y es la que dice,
¿Trabajo para ellos o ellos trabajaron conmigo?,
Una víctima más de sus caprichos,
Un resultado perfecto de lo ya escrito,
Y ahora sigo preguntando,
¿Quién soy yo?, o quién solía ser antes de decidir y suponer
la perfección del texto convertido en sociedad,
Quizás siempre hay algo que nos envuelve y nos lleva más allá,
Pensé que lo había conseguido,
Pero nuestro destino, debe ser otro.
Señora, veo que cesaron sus lágrimas y usted me ha traspasado su angustia,
Disculpe si hable mucho, disculpe el silencio,
Y discúlpeme; ya que no puedo hacer nada por usted,
Sino esperar que mi inteligencia logre entender
Que existe la falla, y que más que el derecho,
existen personas que se sujetaron a el.
Para qué o para quién vive
Sumergida en un sueño inverosímil,
de progreso y reencuentro.
El macondo de García Márquez… nuestro macondo eterno
Así, terminé odiando melodías, calles y lugares…
la consecución de lo casi imposible,
el fin jamás pretendido, la burla y el regocijo,
un terrible derramamiento para el resultado
de un corazón ahogado.
El absurdo diálogo del violín con la nada
Buscando notas y aires
en Venus y en Marte… ahora inertes,
Sin tierra prometida, sin luz de día.
Como quien tira tanto para arriba
que termina por olvidar lo que tenía
abajo, tierra de atajos y atracos,
de párpados cristalinos y ojos caídos,
que se consagran en un mismo sentido
para ver lo que conscientemente ya han visto.
Sarah Coral Cadena
Juan Villamíl
TRISTE-
APOLOGIA
I I
II
I
I
I
APOLOGíA A LA TRISTEZA I
Mira en mis ojos lo triste,
lo inimaginable,
lo viejo y mundano.
Mira en mis ojos la ceniza, la cárcel,
la lágrima que nunca corre
pero que siempre querrá salir.
Mira en mis ojos la tarde que muere lentamente con cada día que pasa,
mira los años que corren robándose mí ser, mi alegría.
Mira en mis ojos el vacío de un alma sola,
de un canto mudo,
de un ser ajeno a ti, al mundo, a todo.
Mírame!
mira la pobreza de un hombre sin esperanza,
sin ganas de reír,
sin motivos de luchar,
deseando morir,
deseando cerrar los ojos por siempre,
para no volver a ver el mundo nunca más,
Y así evitar que el mundo
se refleje por siempre en sus ojos.
Juliana Burgos Sánchez
La única hoja de papel verdadera
llena el corazón imaginado pero sucio;
No camina, solo vuela en su alrededor.
Hasta que el sol le sonría
será feliz algún día.
En épocas de don Quijote la elegancia retorna
y el caballero es leal a su propia historia….
Maria Alejandra Cubillos Morales
historia….
Yo lo siento,
yo lo hago,
lo aspiro,
quizá lo logro.
lo logro.
leal a su propia historia….
Las otras miran con pasión,
huye de ellas el pecado
siempre siguen lo que no hacen
y sienten las piedras que nunca existen
las voces cantan en el vacío!!!
El miedo lo acobarda sin cesar,
su luz se está apagando sin control,
las nubes se juntan,
las voces cantan en el vacío
quizá lo logro.
Compilado POESÍ
BÚSQUEDA
Caminando por su lucero don Danilo de Sta María
lleva junto a su pecho una gran rosa para Mandía…
por, solamente mirar su amada rosa, se tropieza con una piedra de color gris.
El movimiento es tan rápido que queda extendido en
el piso como una mancha en una pared agrieteada, sin embargo, sus
ojos tristes, nunca se ven.
Él, noblemente levanta sus blancas y lujosas manos,
limpia suavemente su ropa, sigue la senda
con su fina mirada al horizonte,
sin interesar su percance…
zones
Ya había terminado todo,
su alrededor era brillante, como todos los días confundidos en un reloj,
la calle estaba sola, no había nadie, ni siquiera las nubes con su
hermosa sonrisa volando en cualquier lugar.
Nuevamente su gabán y sus botas estaban llenas de pétalos
arrugados por la suciedad caída de su ambiente de pesadilla.
pero con su mano limpó su ropa
miró todo y siguió su camino…
Después de los pasos eternos y las horas despaciosas
llegó a su casa en la montaña más verde y limpia que se pudiera
captar. Esa casa era amplia, espacio triste y agonizante.
silencio
Al cruzar la calle,
don Danilo con su paso firme y muy erguido,
ojos brillosos y campantes,
alcanzó a percibir unos colores amontonados,
en un círcul,o donde el ruido se apoderaba de la calle,
que nunca había montón ni música resonante como en los barrios
que comúnmente se les llama populares.
Don Danilo, nunca acostumbrado a tan deficiente delicadeza,
se dirigió hacia ellos lentamente
y, en medio de las voces dijo:
¿qué sucede?¿ por qué tanto alboroto
en una calle tan opaca y angosta como esta?
El silencio retumbó en los oídos de don Danilo.
Al sentir la fuerza de la indiferencia sacó su divina espada,
de un color plateado y reluciente textura violenta,
y amenazó a aquellas personas transformadas y agobiadas por
la ignorancia y afirmó:
Vuestros corazones deben ser llenos de glamour y educación,
no entiendo por qué tan negra vuestra expresión a tan excelente
lugar, ¿no les da vergüenza notar las acciones desordenadas y
sinceras que les brinda la gente tan distinguida que vive en este lugar?
¡Sin ser ofendidos, ¿ serían tan amables de retirar su sombra
desubicada de aquí?!
Las personas que estaban allí al sentir esa presencia tan seria y
fortaleciente sobre la silueta de sus cuerpos
atacaron a don Danilo con unos palos no agradables, sucios y pobres…
Don Danilo cayó lentamente hacia el suelo cortando y
amargando el viento, su llanto del alma fue imborrable, cerró sus
ojos y su piel blanca se torno de colores dramáticos abriendo su perfil.
Él había querido ser un luchador admirable sobre seres marchitos,
entre paraísos nunca soñados, ni vividos por ellos, pero,
desgraciadamente, esas lágrimas incorrectas de su situación se
despertaron después que abrió sus ojos…
corazones
corazonescora
El silencio retumbó
De una corbata vinotinto
donde se mezcla lo oscuro y lo bello
sale un traje muy bonito luciéndolo don Danilo,
que es aquel reflejo de la elegancia anhelada,
la inteligencia infinita y la cortesía
plasmada.
Vuestros corazones deben ser llenos de glamour
LA CABALLERÍA HEREDADA
Al llegar a don Danilo, le llamó la atención una linda mujer al
lado de su casa,
lucía un bello traje gris con perlas delicadas,
la luz iluminó la mente de don Danilo en torno a su adorada Mandía.
Él no pudo retener sus sabias palabras que salían de su boca,
entonces dijo
¡Oh que bella eres como cuando la luna te mira,
cuando una flor nace en un arco iris
y tu figura tan esbelta igual que una modelo de perfección!
Al pasar segundos de ilusión mirando a esta mujer reaccionó con
franqueza y, se dio cuenta, que era un áspero poste
que había confundido,
sin interpretar,
abrió la puerta de su casa,
su soledad lo aparto del mundo.
Siguió con su jugosa decencia toda su vida hasta morir.
María Alejandra Cubillos Morales
Filosofia
De la soledad
que causó ella, digo, él.
H
oy un ángel tocó mí puerta, me dijo que se sentía mal, que estaba mareado y se iba a caer, aquel día, que nombro como hoy, se puso gris,
triste, apagado y de pronto, ese día, hoy; empezó a llover. Pedacitos de vidrio molido y brillante se estrellaban en su frente y en su alma y,
con su mirada, volvió líquido ese vidrio y pronto vi empapada mi alma.
Sus alitas, cayó con ellas al barro y una de ellas lucía peor que la otra, porque sangraba y como que quería salir corriendo; le
dije que le podía ofrecer un abrazo, y me lo rechazó, dijo preferir un poco de agua y calor dentro, en mi casa. ¿Qué pensarían los
ángeles de éste que tocó hoy en mi puerta? Le deben tener rabia, por bella. Padecía del mismo error de las mujeres, era bella,
digo, era bello ese ángel, que cojeando y con lágrimas grises y borrosas en la piel, pantalón apretado y blusa ajustada, entró y se
puso cómodo en la sala de mi casa.
Le ofrecí miradas, abrazos, amor, besos y tal vez una lamida, pero no. Sólo quería agua, como siempre.
soledad
soledad soledad
soledad
ad
edad
digo, él
él
Entonces como perdido ante un día tan extraño (imagínese usted que un ángel toque su puerta) fui por agua, por que ahora yo
también tenía hambre y sed.
Ella, ¡digo!, él, no entendió el hambre y solo me miró, mientras tomaba con premura su vaso de agua, con limón, y azúcar; es decir, limonada.
Y ya, se levantó, como siempre decía, (así no estuviera ni mojada ni embarrada) gracias. Se fue. Y dejó un camino negro y triste
tras ella, digo, él, que el viento presentía, por su forma de caminar, que no iba a volver.
A veces siento que golpean la puerta, y es que golpean la puerta, pero no es ella, que me dejó con esta puta soledad y una pluma
de su ala rota.
David Esteban Fernández Cely
Literatura
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Esperar...
Espe
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Esper
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Esper
Esperar...
Esperar...
L
a fuente tallada continuaba serena susurrándole a los arbustos, se acomodó, como siempre, en la banca que daba
justo a la proyección diaria del atardecer en el filo de las montañas enmarcadas por centenarios pinos. Como una
ráfaga helada de viento, una hermosísima mujer, que él reconoció de inmediato, se sentó junto a su bastón incomodándolo
un poco. - ¿Llegaste por casualidad o todavía me espías? - Le preguntó sombrío. El sarcasmo era evidente, aunque no
tanto como el placer que le implicaba pronunciarlo. – un mal día, ¿eh? Se que te alegra verme igual.- respondió ella como
una sonrisa sutil – Gruñó y continuó observando su atardecer. Ella lo envolvió con historias de su día, haciendo ciertas
pausas para respirar y con el rabillo del ojo chequear si se estaba riendo como de costumbre. La tensión se rompió, se
levantó de la banca agarrando su bastón y, de gancho con ella, recorrió el parque, burlándose de las parejas alrededor,
teorizando sobre los pensamientos del tipo que trotaba jadeado al borde de un paro cardiaco, incluso le recitó versos, del
que para él, era el más importante poeta que había engendrado Costa Rica. En medio de la risa que provocó un chiste intencional, ella concretó su tercer intento de aterrizar en el hombro de él, dejándolo sentir sus pestañas entre las carcajadas.
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Para ser la muerte eres muy tierna - replicó
Para ser tan viejo comes mucho – lo miró fingiendo seriedad
¿Y qué tiene que ver?Pensé que hablábamos de nuestra rutinaTu rutina no me incluye, igual- le reprochó retornando a la banca demarcada
Estoy aquí sentada ¿no?Pero no para cumplir- soltando sus entrañas, miró al suelo - ¿cuánto más debo esperar?
Sabes que detesto que preguntes- corrió su cara y se relegó a lo más lejano de la banca
Sabes que los has dilatado sin razónNo es cierto¡YO SOY LA PRUEBA DE ELLO!¡Entiende! No significa que no tenga mis motivos- le dijo en tono entrecortado dejándole ver como una lágrima inundaba sus ojos.
¿Cuáles?, esperar a que otros modos menos simples acaben mi existencia?... basura.No exactamente, es solo… que me encanta hablar contigo.-
Santiago San Miguel
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GRACIAS
Regalo
GRACIAS
Te
Regalo
e Regalo
Te
GRACIAS
GRACIASGRACIAS
GRACIASGRACIAS
TAN SOLO GRACIAS
Te regalo un gracias por enseñarme lo que es el amor,
te digo adios por acabar con mis ilusiones,
te regalo un gracias por enamorarte de mi,
te digo adios por lo que hoy ya no es.
Te regalo un adiós por los momentos que pasamos juntos,
te vi partir, sé que fue definitivo.
hoy eres distante, como si nunca me hubieras conocido,
hoy paso a tu lado y soy una más del montón,
hoy eres la razón y uno de los mejores recuerdos que la vida me pudo dar.
Hoy sólo quiero decirte adios.
Paula Morales Borrero
Derecho
Te Regalo
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Cuentos
Cuentos
Cuent s
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os Cuentos Cuentos Cuentos Cuen-
Cuentos
Los Ojos Del Clavel
A currucada, por el frío impaciente que la rodeaba sin compasión, empezó a escribir su llamada
poesía. Lo hacía con el más grande fervor del alma impúber. Lo hacía tan lentamente como el
crepúsculo enamorado. Irremediablemente, luego de treinta y dos minutos de escribir sin descanso alguno, comenzó en la pequeña un respiro entrecortado y rápido, su corazón, como si llevara en él un frenesí creciente, trataba desesperadamente de salir de ese cuerpo de niña. Pronto, y sin más agonía, el alma de esa bella criatura entró en un profundo coma de sentimientos.
Fue en ese momento en que la bella doncella de pies azules y llantos de color rosa arribó con calma. Le acarició el magnífico pecho tan inmóvil como el césped en verano y con
un suspiro inconfundible dijo: “Su poder es tan irremediable como la vida misma”. Tomó
a la niña de la mano y le colocó una mariposa hermosamente inexplicable entre los dedos ya casi tan amarillos como las hojas en otoño. En este momento su ombligo comenzó a entibiarse y los ojos de aquella bella flor se abrieron escrutadores sin más prejuicios.
Luego de una pausa agotadora la señorita bonita de ocho años pronunció sin mover ni una
sola pestaña y sin siquiera conocer el significado “Leptir Neobjasnjiv”, mariposa inexplicable en Serbio. En ese momento el mundo se tornó más gris que los ojos de la misma y el viento acorazado que soplaba en el mundo de las olas, comenzó a invadir los huesos casi hechos cartílago del flamante ser que invadía los lazos imposibles de los poetas.
Con la mano fina pero de niña inquieta, Ruza od Jug tomó la copa de vino que tenía a su
lado y con una insensatez innata, típica de la familia, la bebió toda sin arrepentimientos. Luego intentó levantarse con las ganas de llorar que se debían apoderar de ella después de hacer ese escrito tan maravilloso y tenebroso a la vez, pero tuvo que apoyarse en
una vieja escalinata para poder apenas arrodillarse. Fue en ese preciso momento en que
Ruza entendió que expresar sus más profundos sentimientos en un papel era más que
sólo eso, era sin apreciarlo, ser el escritor más empedernido de todo el mundo imaginario.
Luego de un suspiro profundo se dispuso a salir del sitio tan lleno de claveles y amapolas como una
ciudad llena de salvajismos. Entró en su habitación con los ojos abiertos y bien definidos. Se sintió invadida por el aire maltrecho de las sábanas blancas recién puestas, se incrustó en la pequeña mecedora de palo y pensando de nuevo en las mariposas y los claveles continuó su sueño interminable.
Ruza, nacida en Belgrado, (la ciudad más antigua
y más nueva del mundo), de dos padres casi fosforescentes de locura era una niña con alma de
mujer, con sueños más espesos que la misma parafina líquida y una imaginación tan escurridiza
que despegaba hasta en los momentos de mayor
lucidez. Desde sus años de juventud, entre los tres
y los cuatro, la pequeña había desarrollado unas
capacidades totalmente increíbles: ya a los ocho años estaba cansada de los árduos
pensamientos que fluían por su cabeza. Así que para contrarrestar esta sensación
de ardor en la mente y sobretodo en el alma, todos los días a las tres y veinte de
la tarde se tomaba una copita de vino caliente y escribía un poema diferente.
La tarde del treinta y dos de febrero, luego de estigmatizar su vida de artista del
deseo con su escrito decisivo y poco minutos después de que sus fosas nasales se
acostumbraran al nuevo olor que había llegado a su habitación, un muchacho
un poco menos joven que la niña timbró sin cesar y cuando ésta abrió la puerta,
un viento color púrpura invadió la sala hasta llegar al rincón más apartado, y fue
en ese momento en que Ruza conoció al cantante de sus súplicas y de sus ilusiones.
Se llamaba Lopov, un nombre con actitud y virilidad. Había llegado buscando una fuente de inspiración y al ver los ojos del clavel que estaba parado justo en frente de él se dio cuenta de que había llegado al lugar más transparente de todo el mundo impaciente. Con una vana sonrisa y
con la voz de niño intranquilo, se acercó y le dijo: “He venido a encontrarme con tus
ojos”. Ruza, temblando de felicidad, cerró la puerta y comenzó a caminar, el la siguió.
Llegaron a un lugar totalmente impenetrable, lleno de alegrías opacas y tristezas relucientes, un lugar donde cualquier dios griego podría vivir, donde cualquier maleza es destruida sin siquiera haber nacido, donde los corazones más aptos para amar se encuentran en el ciclo interminable de la poesía moderna.
Comenzaron con una charla llena de lógicas, decrepitudes y erotismo. Y la continuaron más
allá de las horas del reloj. Con el tiempo perdido en él mismo y con risas entrecruzadas que gritaban internamente exasperadas, se contaron todo lo que en ese momento debía ser dicho. Pero
en un pequeño instante de pasión desenfrenada Ruza, con un sentimiento irrevocable percibió
un poder azulado e inasequible en sus mejillas, en ese momento sus
labios se tornaron de un rojo de ímpetu y desesperación
y en medio de esa serbia agonía tomó de un árbol maravillosamente ambarino una mariposa
tan inexplicable como los ojos del clavel y sin
precisiones ni amarguras le dijo al muchacho
que la acompañaba,…” ¿Será que la vida es más
costosa con pensamientos fijos y creencias irremediables que con mariposas inexplicables volando por tu mente?”.
Lopov se quedó frío como un adolescente luego de un primer beso y con un mecanismo
ambiguo a las insensateces, contestó con las palabras más decisivas de un mundo lleno de
odios inadecuados: “Sólo los colores de estas mariposas pueden crear la libertad.” Y así fue.
María Lucía Gil
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obo fero
Una ferocidad de cuento
Caperucita Roja
E staba allí sentado, con la barriga llena de piedras, esperando el veredicto. Ya no había nada que hacer. Era imposible e injusto que lo estuvieran condenado por algo que no fue del todo culpa suya, pero
¿cómo explicar lo ocurrido?. Nadie le creería. En ese momento de silencio, mientras esperaba sintiendo el
vacío de lo que vendría, miró a la niña mocosa que lo había metido en semejante lío. Una pequeña niña
de cabellos negros, carita tierna y con una caperuza roja había sido su perdición.
Caperucita
Roja
Caperucita Roja
El Juez dio su veredicto, “Se le condena al Lobo feroz a ser perpetuamente conocido como aquel sujeto
malo, despiadado y perverso, que se aprovechó de la nobleza de una pobre niña, poniéndola en peligro,
por medio de maquinaciones fraudulentas, engañándola de esta forma para comérsela y por haberse
comido a su abuelita.”
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Que! Acaso alguna vez le preguntaron al Lobo feroz si era cierto todo lo dicho. ¿Nunca se han puesto a
pensar si el cuento que nos han contado toda la vida es una gran calumnia y una mentira? Pues esta es la
verdadera historia del Lobo feroz y Caperucita Roja, contada desde nuestros tiempos.
Un día hermoso y asoleado, salió el Lobo de su casa en el bosque, se bañó en el río y después se puso
a trabajar. El Lobo se dedicaba a investigar la fauna del bosque, buscando plantas medicinales para
encontrar la fórmula que acabara con las terribles pestes que los azotan. Ya que le interesaba mucho
salvar la vida de su novia la cual, cada día, estaba más fea y gorda. Pero él no se imaginaba que ese sería
el peor día de su vida.
Mientras trabajaba oyó la dulce voz de una pequeña niña,
-Señor Lobo, ¿qué está usted haciendo?
En ese momento el Lobo dio la vuelta para mirar de quién provenía la dulce vocecita. Pero eh sorpresa
cuando se encontró a una niña con zapatos de muñeca, medias hasta la rodilla, una faldita blanca que
parecía más un cinturón, una camisetita muy pequeña y una caperucita roja.
El Lobo tembloroso porque nunca había visto algo así le respondió:
-Estoy investigando una planta que será utilizada como medicina.
-Ay, qué mamera, respondió la pequeña, ¿no tienes nada más interesante que hacer?,
como llevarme a dar un paseo por el bosque, tú debes conocerlo muy bien.
-Eh, pues si, aquí vivo yo, pero en estos momentos estoy ocupado, de pronto otro día.
La pequeña arrojó una de las manzanas, que llevaba en una canastita, al piso y se agachó suavemente
a recogerla, en el mismo momento en el que el Lobo volteó su mirada hacia ella y le vio lo que llevaba
debajo de la falda.
-¿Estás seguro que no quieres llevarme a dar una paseo? dijo la
pequeña. Mira que yo puedo curarte todo lo que tú no haz podido
con tus plantas medicinales.
La pequeña coqueteaba con su pelo mientras el Lobo estaba
mirándola estupefacto. Se sentía incomodo, además estaba pensando mucho en su fea y gorda novia. Pero en el momento menos
esperado la pequeña se le tiró encima y casi lo asfixia a punta de besos y, pues como dice el refrán, “el lobo va
hasta donde caperucita lo deja”. En medio del bosque nacieron los lobitos, que! no, perdón, en medio del bosque
ocurrieron acontecimientos que es mejor no describir, ya que pueden haber menores presentes.
Caperucita después de una siesta al lado del Lobo, desapareció.
El Lobo muy arrepentido corrió por el camino más corto hasta la casa de su novia, a llevarle flores, chocolates
y el antídoto que había preparado con las platas, que ya estaba listo. Cuando arribó le tocó una canción en la
puerta, para que saliera la “bella doncella”. El Lobo entró a la casa de su novia le dio los regalos, ella se puso muy
contenta, pero, el que más le gustó, fue el antídoto que la haría más bella.
Entre besos, abrazos y un poco más, tocaron la puerta. Toc toc toc.
-¿Quién es?, gritó la vieja mal humorada, ya que le habían interrumpido la velada
-Es tu nieta Caperucita Roja, abuelita
El Lobo quedó frio.
-¿Cómo así que tienes una nieta que se llama Caperucita y no me habías contado?!
-Porque no quería que me vieras más vieja. Ahora escóndete que ella no sabe que tengo un pretendiente.
Claro, pensó el Lobo, igualita a la nieta me salió esta vieja!
-M’ hijita sigue.
Caperucita entró y le dio a la abuelita la canastita con todos los regalos que le había mandado su mamá. Pero
notó algo extraño en su abuelita.
-abuelita, ¿por qué tienes pelo por toda la cara, los ojos tan grandes, y las orejas hinchadas?
-¿Cómo así m’ hijita?
-Sí abuelita, mírate en el espejo.
La vieja se miró, efectivamente parecía una monstruo, el antídoto le había producido una reacción alérgica.
-Lobooooo!!! Gritó la vieja
-¿Como así que Lobo? pensó Caperucita.
Salió el Lobo del armario rojo de la pena.
-¿Qué fue lo que me diste?, ¡mira cómo me dejaste!.
-Abuelita, ¿por qué conoces a este Lobo?
-Porque es un pretendiente, ¿Cómo así? y ¿por qué lo conoces tú?
-Porque él abusó de mí en el bosque mientras venía a tu casa.
Podrán imaginarse el problema que se armó. Había dado mal el antídoto a la vieja bruja y ahora lo acusaba la
pequeña mocosa de abuso. Pues con la rabia de las dos mujeres, y el lobito solito en el mundo, fue llevado a tribunal con una historia completamente diferente a la verdadera, y el Lobo, sin testigos a su favor y, con
dos mujeres buenas y nobles queridas por todos, no se salvaría de esta. Por lo que el Lobito fue
condenado a una mala reputación perpetua.
Lo que nos enseña: No todo el que por su apariencia parece ser malo lo es y no toda mujer que
aparenta ser buena lo es. Es mejor cerciorarse y nunca comer entero.
En nuestros tiempos no hay que desconfiar del Lobo sino de la pequeña CaperucitaRoja.
Pilar Ibáñez
Derecho
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Mi última estación
Dibujando paisajes en mi mente, imaginé cielos azules infinitos desdoblándose en primavera, soñé con
arco iris invisibles en noches sin estrellas y desee ver las enmudecidas tardes cobrizas de noviembre.
Tarde, creo, si ya no hay futuro, muy tarde, ahora que tengo sueños encogidos como violines rotos,
como calcetines ajados, como muerte que llega a destiempo. Si hoy pudiera ver cielos infinitos, noches
mágicas y atardeceres rojizos, no habría nostalgia por flores tímidas o por ilusiones pasajeras. Si me
quedara vida para vivir pensaría, quizás, en poesía o en fríos abrasadores de luciérnagas extintas.
El paraíso de Dante
(PD. Inspirado en la película “más allá de los sueños”.).
Una mañana, casi tan triste como un árbol en otoño, conocí a una niña preciosa a la orilla de un lago.
Toda ella como un ángel, como luz de luna adormilada. ¡Espíritu celeste de ojos bellos que inspira cánticos dulces al son de liras enamoradas! Ayer soñé que tenía fe y que mi niña, entre querubines siente,
lo que el amor, en la tierra, no alcanza. Hoy deseo encontrarla en la lejanía, en la incertidumbre. Hoy
muero por verla y conquistarla. Lejos, muy lejos será, en otro mundo, en otra época, en la tierra y en el
rocío o donde el cielo y las montañas se encuentran o los azules marinos y cósmicos danzan. Mi niña, una
mañana supe que la distancia en tus ojos se hace corta y que mi tiempo se detiene para quererte. Una
mañana, que brillaba en el sin sentido, conocí a una mujer tan amada que merecía ser buscada en el cielo,
en la tierra, en la eternidad.
Laura téllez
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El Teatro Negro de Praga
El Teatro Negro de Praga
El Teatro Negro de Praga
M
ala suerte!, me dije a mí mismo cuando del otro lado de la
línea telefónica se me informaba que las entradas para la
única función del Teatro Negro de Praga ya se habían agotado. No
me quedó más remedio que desempolvar mis álbumes y mis recuerdos de la “capital mágica de Europa”, con su mezcla arquitectónica
de arte medieval, barroco y Art Nouveau, la “ciudad de los cien
campanarios”, donde sobresale el Černé divadlo (http://www.blacktheatresrnec.cz), fundado y dirigido por Jirího Srnec, a sabiendas
de que “la fantasía es una de las mayores riquezas del ser humano y
no le abandona ni con el correr de los años”, como él mismo lo señala.
Así pues, para dar fe a sus palabras y, basado en la antigua técnica china de la cámara negra,
hace 45 años Srnec decidió sentar las bases de un nuevo género teatral donde se combina la actuación con la utilización en la escena de diversos objetos en movimiento o que vagan suspendidos
en el aire. Pero, atención, esto se logra con la ayuda de otros actores situados en segundo plano,
quienes vestidos de negro, con un telón de fondo también negro, permanecen invisibles ante el
espectador, mientras animan los objetos en el escenario. Como espectador uno divaga entra la
fantasía y la realidad, trasladándose al mundo de la magia onírica, como sucede con las imágenes
de una niña que se columpia en la Luna, o con la “Bicicleta Voladora”, en la que quisiéramos alejarnos del mundo caótico, o aun, cuando en el escenario aparece un cocodrilo en cuyo estómago
se puede ver un reloj que se había tragado. Quizás una simple metáfora, o una cruda realidad…
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A lo anterior, agreguémosle la proyección de imágenes y el sonido de la
banda original que acentúa aun más aquella especie de elevación en la que
nos envuelve el escenario, tal como nos sucedió con el espectáculo de las
“Leyendas de Praga Mágica”, en el Nº 40 de la calle Národní en un frío invierno del siglo pasado… Así lo muestra un vídeo donde una enorme roca
que descendía dando tumbos por una vieja escalera de mármol, “salta” de
la pantalla para continuar su insólito recorrido sobre las tablas (desde luego, se trataba de una enorme y redondeada figura de cartón). Y, qué decir
de la representación del famoso reloj de Praga, creado en el s. XV y perfeccionado en el s. XV por un genio de la precisión y la astronomía, a quien el
Rey de entonces, según cuenta la leyenda, ordenó extraer sus ojos para que
no existiera posibilidad de que alguien más construyera un reloj como éste.
En fin, como los sostiene Srnec, sus representaciones no son simple atracción,
sino un género de arte teatral que obliga al ser humano a pensar y a reflexionar sobre muchas cosas. “Por ejemplo, sobre el autor de un objeto, sobre la utilización de ese objeto y sobre la posibilidad de que se pueda abusar de él...”.
Por Rafael Prieto Sanjuán
Bogotá, 3 de octubre de 2006
Archivo de la Fotogalería del Teatro Negro de Praga
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Mi banda sonora
Mi banda sonora
Mi banda sonora
Mi banda sonora
Mi banda sonora
I
nevitable. Nuestra vida tiene una banda sonora. Si tuviéramos la posibilidad de escoger las canciones
que quisiéramos incluir en un disco recopilatorio que fuera la banda sonora de nuestras vidas, seguramente no nos costará trabajo identificar las canciones que forman parte de este disco. Creo que las bandas
sonoras de nuestras vidas cumplen un papel trascendental en la forma como se construye nuestra personalidad y de allí que si las hacemos explícitas, se pueden explicar mejor nuestras actitudes frente a la vida.
Si la banda sonora es tan importante o dice tanto de nuestras vidas, mi pregunta como un profesor de los
primeros semestres de la Facultad de Ciencias Jurídicas es cómo conectarme con una generación que, seguramente, se identifica con la música que suena en las emisoras locales y que en un ochenta por ciento
me parece absolutamente detestable. Me aburren los melodramas del pop tropical nacional al estilo de
Fonseca, Mauricio & Palo de Agua, Bonka, Sin Ánimo de Lucro y todo lo que se le parezca (mejor dicho
todo). Me estresa Shakira con su movimiento de caderas porque, a pesar de que en Barranquilla se baile
así, yo soy bogotano hasta la médula y lo de la cumbia bailada en Berlín no me hacía sentir “representado”
en la final del mundial; hubiera podido salir un alemán gordo, de bigote y con pantalones cortos a bailar
Polka: me hubiera dado lo mismo. Del reggaeton mejor no hablemos por una cuestión de principios. Mi
esperanza siempre ha sido el rock y mi repudio estructural a los anteriores géneros es explicable en cualquier fanático del rock. Sin embargo, las nuevas manifestaciones de este género no me llenan. El neo-punk
de “Good charlotte” y “Simple plan” me parecen excelentes para una masmelada a; salvo dos canciones
excepcionales, “Coldplay” es un grupo excelente en caso de desvelo; y Juanes muestra en su “Camisa Negra” su aptitud para la adaptación de letras del folklore popular paisa a rondas infantiles. En los últimos
dos años, salvo “The killers”, son pocos los grupos que creo, se convertirán en bandas de culto en el rock.
La queja puede sonar a un poco de nostalgia y no me aparto que lo sea. Mi banda sonora se construyó principalmente en la década de los noventa del siglo pasado (¿¡el siglo pasado!?). El auge del grunge fue definitivo: sus canciones contenían letras que reflejaban el miedo, la angustia y la zozobra de una generación que
no tenía mucha fe en el futuro. Ello explica el alto índice de suicidios o sobredosis de los integrantes de estos
grupos; los vocalistas de “Blind Melon” y “Nirvana” sufrieron las tragedias más sonadas hace cerca de diez
años. Por otra parte, el auge de un nuevo rock británico que lidiaba con un tono igualmente melancólico
e inconforme invadía las emisoras en esa época. “Oasis”, “Blur” y “The cranberries” eran los protagonistas principales de ese tiempo; es difícil para mí olvidar la primera vez que oí a Dolores O’Riordan cantar
Zombie, una canción que era un quejido por la indiferencia que la violencia causa en los seres humanos.
Si este es el marco de mi banda sonora, la pregunta que me hago es: ¿qué tiene que decir un profesor que creció con la melancolía y la desesperanza del rock de esos años a una generación que se envuelve en una música más liviana y, creo, menos reflexiva y crítica?
Empezaría por aclarar que yo me creí el cuento de Lithium¸ una canción que estaba incluida en el disco ícono del grunge: el Nevermind de “Nirvana”. La canción iniciaba celebrando un estado de ánimo que apreciaba la soledadb; de alguna forma, los estados de soledad son aquellos que permiten
una reflexión sobre nuestro papel en la vida y nos ayudan a ganar control sobre la misma. Nada que
ver con la necesidad del éxtasis colectivo y del movimiento de caderas de Shakira hasta el punto que
se uniforma el comportamiento de quienes bailan. El grunge, por el contrario, se trataba de combatir la uniformidad y los estereotipos, romper moldes y respetarlas particularidades costara lo que costara.
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Si creo que esto era lo que había detrás de esta música –o al menos así la entendí yo–, entonces creo que hay mucho que decir al momento de pararme
frente a una generación que se construye con un molde distinto al mío. La autonomía, la posibilidad de decidir y el convencimiento de que cada uno
de los individuos tiene la posibilidad de hacer transformaciones en el mundo cuando el estado de cosas no funciona, es el mensaje que me quedó
de mi banda sonora. Esto es eminentemente problemático pues creo que es más fácil no amargarse y bailar los melodramas del tropi-pop nacional,
que cuestionar sobre nuestra propia existencia; angustia menos y es más relajante (para algunos). Pero a su vez, creo que el paso por la universidad
es un momento importante para cuestionarnos. Es un periodo de la vida en el que nos terminamos de construir como individuos y por ello es necesario propiciar espacios de reflexión autónoma; con el fin de autodeterminarse y tomar conscientemente las decisiones que forman a la persona.
Por ello, es preocupante que en algunos estudios hechos sobre la educación jurídica en Estados Unidos, se haya señalado que uno de
los problemas de la enseñanza en los primeros años de la facultad de derecho es que sirva para disciplinar y controlar el pensamiento de los estudiantes mostrándoles el sistema jurídico como algo dado, como una verdad revelada. Ello les hace perder su capacidad crítica y el riesgo es que se terminen formando estudiantes que simplemente repiten conceptos útiles para perpetuar un statu quo que, en
nuestras íntimas convicciones, sabemos injustoc. La capacidad de crítica y de formulación de diferentes posibilidades a las que el profesor da en su clase se castiga a veces con el rótulo de “falta de criterio jurídico”; no es extraño entonces que, cada semestre, estudiantes lleguen a mi oficina con un lapidario “yo no nací para el derecho”. ¡Naturalmente no! Nadie nació para algo; todos nos construimos y
todos tenemos la posibilidad de construir lo que queramos y las posibilidades son infinitas. Así, mi propuesta es ofrecer cosas distintas
a la música que domina las emisoras de radio para que nuestros salones no se vuelvan un lugar acrítico donde no incitamos a la construcción de la subjetividad y personalidad de los estudiantes. Me comprometería, en este sentido, con una propuesta de educación más grunge.
Jorge González Jácome
*
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Epílogo. Es justo decir, a esta altura, cuál es mi banda Sonora, que incluye unos grupos clásicos: 1) Lithium – Nirvana; 2) Champagne Supernova – Oasis; 3) Jeremy – Pearl Jam;
4) Mayonnaise – Smashing Pumpkins; 5) No rain – Blind Melon; 6) Black Hole Sun – Soundgarden; 7) Take the power back – Rage against the machine; 8) Tonight, tonight
– Smashing pumpkins; 9) Creep – Stone temple pilots; 10) Highway to hell – AC/DC; 11) Anarchy in the U.K. – Sex pistols; 12) Pictures of you – The Cure; y 13) Hero of the day
– Metallica.
(Endnotes)
a Momento de delirio en un paseo de finca cuando se sacan las ruanas, se prende la chimenea, alguien empieza a tocar en
la guitarra “Como agua caliente” de Ana Gabriel y todos comen masmelos rostizados con el fuego de la chimenea.
b El primer verso dice: “I’m so happy, ‘cause today I found my friends, they’re in my head ”.
c Véase en especial a KENNEDY, Duncan. “Legal education as training for hierarchy” en KAIRYS, David, The politics of
Law: a progressive critique. Basic Books: New York, 1998, págs. 54-75.
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ONTOLOGÍA
DEDELA
VIDA
ONTOLOGÍA
LA VIDA
ONTOLOGÍA
DE LA VIDA
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
que aún no reconocemos
En ocasiones no somos capaces de reaccionar frente a nuestro entorno, a todo lo que suponemos conocer, a todo aquello que está
y que no hay pierde que lo es. Simplemente interactuamos con todo sin preguntarnos de donde viene y qué hace ahí. Todo es un
caos con o sin las dudas que se nos plantea, pues en el mundo de hoy solamente interesa el bien propio y no el de los otros, esto no
sugiere interrogantes pero sí problemas, ahora bien, pensemos en un mundo donde nos preguntemos por cada paso que damos, será
un mundo de pocas respuestas, estaríamos liderando un camino de verdades y mentiras, valores y antivalores, e incluso juicios, esto
requiere un proceso el cual está a nuestro alcance dentro del tiempo en que vivimos. Sin embargo no se hace el esfuerzo más mínimo para reconocerlo y por consiguiente nunca lo entendemos, se debe comprender que para interpretar y analizar muchas cosas
se debe reconocer, saber que están ahí dentro de nuestra propia vida, es decir en nuestro propio existir, que aunque dependan de
ella son también dependientes del uso que les demos, es así como cada vez se aclara el sentido de existencia, pues al pasar la misma
historia de los conceptos filosóficos se concibe por fin que el hecho de no conocer algo no quiere decir que no exista; esto se puede analizar desde el avance de las ciencias durante la historia, pues estas al basarse en comprobaciones, teorías y el entorno general físico de los individuos limitan un conocimiento que podría avanzar si ellas lo permitieran, pero no es así: Desde la simple ley
de relatividad, leyes matemáticas. La física y demás objetos ideales, ya establecidos, o ¿Es que acaso cada día sale un nuevo estamento algebraico? No, la pureza de la “CERTEZA” está y estará siempre ligada a procesos, por lo que añade una única respuesta, una única certeza de verdad. Ya será otra temática donde analicemos quizá los distintos métodos o procesos que nos muestran
las ciencias, es solamente de entender lo que queremos obtener, estaríamos volviendo a una mentalidad netamente moderna, Descartes y su método y de igual manera al idealismo Hegeliano, al tener en cuenta el devenir de nuestra vida y de los hechos. ¿A
qué es lo que verdaderamente queremos llegar? A la verdad? O a una supuesta verdad?... Dar soluciones no es tarea de la filosofía….
Maria Alejandra Cubillos
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